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Unidad 5: Ingeniería Genética

5.1. Elementos fundamentales de genética microbiana

5.1.1. Código genético

5.1.2. Estructura del ADN


5.1.3. El ácido ribonucleico (ARN)
5.1.4. Replicación del ADN

5.1.4.1. Aspectos generales sobre la replicación del ADN


5.1.4.2. Replicación en procariontes

5.1.4.3. Consideraciones sobre la replicación del ADN eucarionte

5.1.5. Transcripción del ADN

5.1.5.1. Aspectos generales sobre la transcripción del ADN


5.1.5.2. Transcripción en procariontes

5.1.5.3. La transcripción en eucariontes implica muchos fenómenos moleculares adicionales

5.1.6. Síntesis de proteínas

5.2. Ingeniería Genética- Textos Varios


5.1. Elementos fundamentales de genética microbiana

5.1.1. Código genético


El código genético es la regla de correspondencia entre la serie de nucleótidos en que se basan los ácidos
nucleicos y las series de aminoácidos (polipéptidos) en que se basan las proteínas. Es como el diccionario que
permite traducir la información genética a estructura de proteína.
Las "letras" del código genético están representan por las bases nitrogenadas adenina, timina, guanina y
citosina. Cada tres nucleótidos de la cadena (cada triplete) se forma una unidad funcional llamada codón. Como
en cada cadena pueden aparecer cuatro nucleótidos distintos (tantos como bases nitrogenadas, que son el
componente diferencial) caben 43, es decir, 64 combinaciones o codones distintos.
A cada codón le corresponde un único “significado”, que será o un aminoácido, lo que ocurre en 61 casos, o una
instrucción de “final de traducción”, en los tres casos restantes (ver la tabla). La combinación de codones que se
expresa en una secuencia lineal de nucleótidos, conforman cada gen necesario para producir la síntesis de una
macromolécula con función celular específica.
Durante el proceso de traducción (síntesis de proteína) el mensaje genético es leído de una cadena de ARNm,
colocando cada vez el aminoácido indicado por el codón siguiente según la regla que llamamos código genético.

Características del código genético


Universalidad
El código genético es universal, es decir, es el mismo para todos los organismos
existentes, con unas excepciones mínimas, observadas en mitocondrias y en algunos
protistas.
Degeneración
En términos de teoría de la información el código genético presenta redundancia,
porque en varios casos codones distintos significan el mismo aminoácido. Existen 64
codones y sólo 21 mensajes posibles a los que traducirlos, que son los veinte
aminoácidos más la señal de terminación.
Ambigüedad
El código genético no es ambiguo dado que un codón codifica para un único
aminoácido.
Continuidad
En el código genético no existen signos que separen los tripletes, por lo cual éstos se
escriben de manera continua sin separaciones entre ellos. Aún así, se ha determinado
que existen 4 codones que cumplen la función de "separadores" o "signos de
puntuación", estos son: AUG (codón de iniciación); UAA, UAG, UGA (codones de
terminación).

Tabla estándar del código genético (Fuente: National Genoma Research Institute)
5.1.2. Estructura del ADN
El ADN está constituido por una doble hebra de desoxirribonucleótidos con un giro helicoidal orientado hacia el
lado derecho. Ambas hebras giran alrededor de un eje central común. Presenta dos hendiduras o surcos
corriendo alrededor de la hélice: una hendidura mayor y una hendidura menor.
Cada cadena tiene una direccionalidad: los grupos fosfato se unen a los grupos –OH de la posición 3' de una
desoxirribosa con el grupo –OH de la posición 5' de la desoxirribosa adyacente. De tal manera que la dirección
de una cadena es 3'-5' y la dirección de la otra es 5'-3'. Es decir, las dos hebras tienen direcciones opuestas,
o sea que son antiparalelas.
Los grupos fosfato se encuentran orientados hacia la parte exterior y las bases nitrogenadas hacia la parte
interior de la hélice. Ambas cadenas se unen entre sí a través de los puentes de hidrógeno que se forman entre
las bases nitrogenadas A–T y G–C (complementariedad).

Propiedades del ADN


Químicamente el ADN es muy estable, sus uniones covalentes son estables a la temperatura de ebullición y en
soluciones alcalinas fuertes (pH 13) y tiene una gran capacidad de almacenamiento de información.
El concepto global reside en que la información está almacenada
en el orden de las bases a través de la cadena, de tal manera que
la dirección para construir una característica específica de la célula
reside en la secuencia de nucleótidos del ADN.
La doble hebra de ADN puede autorreplicarse, primero se puede desenrollar y separarse para que una nueva
hebra se pueda copiar de la original incorporando las bases que se aparean apropiadamente. Por lo tanto, las
dos hélices hijas serán idénticas y tendrán la misma secuencia de bases que la hebra original.

Cromosomas
Los genomas procariontes usualmente consisten en una molécula de ADN circular de hebra simple. Sin
embargo, la mayoría de los eucariontes condensan y empaquetan su genoma en varios cromosomas. Cada
cromosoma es un complejo de ADN y proteínas, un material que se conoce como cromatina, es una entidad
dinámica cuya apariencia varía en gran medida con la etapa del ciclo celular (la secuencia general de eventos
que tienen lugar a lo largo de la vida de una célula eucarionte). En las células que no se dividen, la cromatina
tiene una estructura amorfa y se dispersa por el núcleo. Sólo antes de la división celular la cromatina se organiza
en la estructura más compacta de los cromosomas. La organización de los cromosomas que posibilita que el
ADN pueda alojarse dentro del núcleo con un diámetro aproximadamente de 5 μm, alcanza una razón de
condensación de más de cinco órdenes de magnitud.

Cada cromosoma tiene una doble hebra de ADN lineal de


gran tamaño. En un cromosoma típico de mamífero hay
cerca de 100 millones de pares de bases. El ADN está
empaquetado de tal manera que si se extendiera el ADN
de un solo cromosoma tendría una longitud de
aproximadamente 4 cm. Se calcula que si las 23 hebras
de ADN de los cromosomas se unieran de punta a punta,
tendrían en conjunto una longitud aproximada de un
metro.
La estructura de la cromatina se encuentra
extraordinariamente ordenada y empaquetada, de tal
manera que mantiene a las largas moléculas de ADN
dentro del núcleo.
Las proteínas que predominan en la cromatina son las histonas. Estas proteínas son altamente básicas y su
secuencia de aminoácidos se ha conservado a través de la evolución en todas las especies estudiadas. Las
cuatro histonas principales son: H2A, H2B, H3 y H4, que se ensamblan (dos proteínas de cada tipo) y forman
una partícula llamada nucleosoma. Una quinta histona, H1, de un modo u otro se asocia también con el
nucleosoma.

La doble hebra de ADN se enrolla alrededor del octámero de histonas para formar la partícula central del
nucleosoma. Aproximadamente 200 pb (pares de bases) del ADN envuelve a cada nucleosoma. Los
nucleosomas se asocian con el ADN a lo largo de la hebra y forman una especie "de collar de cuentas".
Las histonas se unen exclusivamente a la cara externa del ADN, a través de sus esqueletos de azúcar–fosfato,
por medio de enlaces de hidrógeno, puentes salinos y dipolos, interactuando todas con los oxígenos del fosfato,
así como a través de interacciones hidrófobas con los anillos de la desoxirribosa.
Las histonas conectoras hacen que los nucleosomas se junten. Las fibras de cromatina que contienen H1 tienen
a los nucleosomas separados por distancias cortas, establecidas por el ADN que entra y sale del nucleosoma del
mismo lado.
El enrollado de la hélice del ADN alrededor del nucleosoma reduce siete veces su longitud de contorno. Sin
embargo, la cromatina se continúa condensando mediante su plegado en forma de zigzag para formar una fibra
de ~30 nm de diámetro, denominada solenoide.
Los polinucleosomas se organizan en estructuras de orden superior, cuando las fibras de 30 nm forman una
serie de dominios condensados en forma de bucles de tamaño variable.

Los bucles de ADN están unidos a un andamiaje proteico. Los cromosomas en metafase sin histonas presentan
una proteína central fibrosa de "andamiaje" rodeada de un extenso halo de ADN. Las hebras de ADN forman
bucles que entran y salen del andamiaje casi en los mismos puntos, organizadas en forma radial.
El siguiente nivel de organización podría constituirse mediante el empaquetamiento de los bucles en rosetas, de
aproximadamente 6 bucles, y el apilamiento en espirales que finalmente dan forma a la cromátidas.

Estructura de los genes


La secuencia de bases determina la secuencia de aminoácidos en las proteínas sintetizadas por la célula. La
expresión de genes incluye la síntesis de una molécula intermediaria: el ARN mensajero (ARNm), una molécula
químicamente similar al ADN, a partir de una secuencia específica de ADN (transcripción) que a su vez dirige la
síntesis de proteínas (traducción). Durante la traducción las bases se leen en tripletes (de tres en tres bases), a
través de un código genético, en el cual cada triplete de bases codifica para un aminoácido particular, lo que
origina que una secuencia específica de nucleótidos determine una secuencia específica de aminoácidos.
En términos moleculares un gen, es una secuencia lineal de nucleótidos en la molécula de ADN (o ARN en el
caso de algunos virus), que contiene la información necesaria para la síntesis de una macromolécula con función
celular específica. Por ejemplo: proteínas y los distintos tipos de ARN. Esta función está vinculada al desarrollo o
funcionamiento de una función fisiológica normal.
El gen es considerado como la unidad de almacenamiento de información y unidad de herencia al transmitir esa
información a la descendencia. Los genes se disponen, pues, a lo largo de cada uno de los cromosomas. Cada
gen ocupa en el cromosoma una posición determinada llamada locus. El conjunto de cromosomas de una
especie se denomina genoma.
La secuencia específica de ADN que constituye un gen tiene señales importantes para su expresión, algunas de
estas señales, pueden localizarse en regiones diferentes y distantes a la región que codifica para el producto
génico. La longitud de un gen típico de mamífero puede ser de 10.000 a 100.000 pares de bases del ADN, de tal
manera que abarca cientos de nucleosomas en el cromosoma condensado. A su vez, los genes están separados
por regiones de ADN sin una función aparente. Aunque al parecer estas secuencias espaciadoras tienen un
papel estructural muy importante en el enrollamiento del ADN en el cromosoma o en su replicación. El número
total de genes en el genoma, aunque no se ha determinado con precisión, se calcula que puede ser
aproximadamente 100.000. Sin embargo, no todos los genes se expresan al mismo tiempo durante la vida de
una célula eucariótica. A este respecto, las evidencias experimentales, indican que solo 10.000 genes
aproximadamente son los que se están expresando a un tiempo. Las regiones estructurales más sobresalientes
que incluye un gen son:
1. La región promotora: es la región de ADN que controla la iniciación de la transcripción del ARN como producto
de ese gen. Esta región está compuesta por secuencias específicas de ADN generalmente localizadas “río
arriba” (upstream) del sitio de inicio de la transcripción y es el lugar donde se unen proteínas activadoras o
inhibidoras (factores de transcripción) que activan o desactivan el gen que codifica.

2. La región del ADN cuya copia origina el ARNm maduro con la secuencia codificante (exones) y las secuencias
de ARN no codificante que se liberan durante el proceso de edición (intrones).
3. Otras señales estructurales que también son importantes para la transcripción, incluyendo el sitio de iniciación,
de terminación y de poliadenilación.
Se llaman genes a las secciones del cromosoma necesarios para ejercer una función o determinar un carácter,
por lo tanto un cromosoma está formando por una larga cadena de genes; cada uno con una función diferente.

Gen: unidad indivisible de información hereditaria que por lo regular codifica una proteína.
Formada por DNA se localiza en los cromosomas.

Cada cromosoma contiene muchos genes; cada gen es diferente de los otros y controla la herencia de una o
más características. El gen que controla una determinada característica se localiza en un punto determinado del
cromosoma denominado “locus” (en plural loci). Por esta razón, el término locus se intercambia en muchas
ocasiones con el de gen.

¿Cuántos Cromosomas?

En los organismos eucarióticos los cromosomas varían en forma y tamaño y por lo general se presentan en
parejas. Los miembros de cada pareja, llamados cromosomas homólogos, tienen un estrecho parecido entre sí.
Cada individuo de una especie dada contiene un número característico de cromosomas en la mayoría de los
núcleos de sus células. Las células del cuerpo humano normal tienen 46 cromosomas; 22 forman pares y los
cromosomas X e Y que determinan el sexo: los varones tienen X e Y; las mujeres X y X (Figura 5.1).

Muchas otras especies de animales y plantas tienen 23 pares de cromosomas, mientras que las células de la
mosca del vinagre o de la fruta, Drosophila, contienen 4 pares. La bacteria Escherichia coli tiene un cromosoma
único en forma de anillo. El número de cromosomas varía entre 1 y 50 por núcleo, pero no es el número de
cromosomas lo que marca la diferencia entre las especies, sino la información específica de los genes.

Figura 5.1. Cada tipo de organismo tiene un número de cromosomas determinado; en la especie humana, por Ej., hay 23 pares de
cromosomas organizados en 8 grupos según el tamaño y la forma. La mitad de los cromosomas proceden del padre y la otra mitad de
la madre. Las diferencias entre individuos reflejan la recombinación genética de estos juegos de cromosomas al pasar de una
generación a otra.

El proceso de división celular mediante el cual una célula nueva adquiere un número de cromosomas idéntico al
de sus progenitores se denomina mitosis. En la mitosis cada cromosoma se divide en dos fragmentos iguales, y
cada uno emigra hacia un extremo de la célula. Tras la división celular, cada una de las dos células resultantes
tiene el mismo número de cromosomas y genes que la célula original. Por ello, cada célula que se origina en
este proceso posee el mismo material genético. Los organismos unicelulares simples y algunas formas
pluricelulares se reproducen por mitosis, que es también el proceso por el que los organismos complejos crecen
y sustituyen el tejido envejecido.

Los organismos superiores que se reproducen de forma sexual se forman a partir de la unión de dos células
sexuales especiales denominadas gametos. Los gametos se originan por meiosis, proceso de división de las
células germinales. La meiosis se diferencia de la mitosis en que sólo se transmite a cada célula nueva un
cromosoma de cada una de las parejas de la célula original. Por esta razón, cada gameto contiene la mitad del
número de cromosomas que tienen el resto de las células del cuerpo. Cuando en la fecundación se unen dos
gametos, la célula resultante, llamada cigoto, contiene el doble de cromosomas. La mitad de estos cromosomas
preceden de un progenitor y la otra mitad del otro.

Gameto: célula reproductora, masculina o femenina, cuyo núcleo solo contiene n cromosomas
(las otras células del cuerpo tienen 2 n).

La transmisión de genes

De los cromosomas homólogos, uno proviene del padre y el otro de la madre, o sea provienen de dos gametos
(células parentales) que dieron lugar a un huevo o zigoto (reproducción sexual). La unión de los gametos
combina entonces dos conjuntos de genes, uno de cada progenitor. Por lo tanto, cada gen –es decir, cada
posición específica sobre un cromosoma que afecta a un carácter particular– está representado por dos copias,
una procedente de la madre y otra del padre. Cada copia se localiza en la misma posición sobre cada uno de los
cromosomas pares del cigoto.

En los organismos inferiores, los cromosomas no están duplicados; se los llama haploides, siendo los
organismos superiores diploides por tener cada cromosoma su homólogo.

En los organismos diploides podemos tener 2 casos: que el gen que ejerce una determinada función o que
determina un carácter tenga su duplicado igual o distinto. En los casos más simples de herencia de
características contrastantes (amarillo – verde en alubias, ojos oscuros - claros en humanos, etc.) los individuos
presentan una característica o la otra, pero no ambas. Los genes que rigen la variación de una misma
característica y ocupan loci correspondientes en los cromosomas homólogos, son llamados alelos (las dos
formas que adopta un gen).

Un diploide con alelos de un mismo gen iguales, se llama homocigótico (las dos copias de genes son
idénticas); si son distintos es heterocigótico (es decir, cuando cada progenitor ha aportado una forma distinta, o
alelo, del mismo gen).

De los dos alelos, uno puede ser “dominante” (sólo se manifiesta éste) y el otro “recesivo”. Por ej., en el gen
perteneciente a un individuo morocho, cuyos alelos son rubio y morocho ha dominado el alelo que determina el
color morocho del cabello. Sin embargo, como demostró Mendel, el carácter recesivo puede volver a
manifestarse en generaciones posteriores (en individuos homocigóticos para sus alelos).

haploides: cromosomas no duplicados

homocigóticos: alelos iguales


ORGANISMOS alelo “dominante”
diploides
heterocigóticos: alelos distintos
alelo “recesivo”

Se hace una distinción entre la apariencia o característica manifestada de un organismo, y los genes o alelos
que posee. Los caracteres observables representan lo que se denomina fenotipo del organismo, en tanto su
composición genética se conoce como genotipo.
Las Leyes de la herencia

El hombre conocía desde hace mucho tiempo que los caracteres pueden transmitirse de una generación a la
siguiente, puesto que ha cultivado cosechas y criado animales en forma selectiva desde hace miles de años. Sin
embargo, no fue hasta mediados del siglo XIX, cuando un religioso y botánico austriaco, Gregorio Mendel
(1822-1884) descubrió las leyes que rigen la herencia. Sin embargo su trabajo fue ignorado hasta comienzos del
siglo XX, en que microscopios más potentes permitieron la observación directa de las células.

Así, la ciencia de la genética nació en 1900, cuando varios investigadores de la reproducción de las plantas
descubrieron el trabajo de Mendel que, aunque fue publicado en 1866 había sido ignorado en la práctica. Mendel
experimentó con plantas de guisantes (“las arvejillas de Mendel”) por ser fácil reconocer en ellas los caracteres y
porque aunque sean auto fertilizables, pueden ser “cruzados” con polen de una planta diferente, tratando de
encontrar la manera en que las características pasaban de una generación a otra.

Describió los patrones de la herencia en función de siete pares de rasgos contrastantes que aparecían en siete
variedades diferentes de esta planta. Observó que los caracteres se heredaban como unidades separadas, y
cada una de ellas lo hacía de forma independiente con respecto a las otras. Realizó muchos cruces entre plantas
salvajes y halló que en las híbridas resultantes, algunos caracteres siempre denominaban sobre otros: las flores
rojas sobre las blancas, las plantas altas sobre las bajas, etc. Llamó a estos caracteres dominantes y a los otros
recesivos.

Teoría de la Evolución

El trabajo de Mendel fue desconocido por sus contemporáneos, incluso por Charles Darwin y Alfred Russel
Wallace, quienes por aquel entonces buscaban soluciones al gran misterio de la biología: las formas en que las
especies aparecen, cambian y se desarrollan a lo largo del tiempo. La evolución no era una idea nueva en la
época de Darwin. Ya en 1809 el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck había propuesto la teoría de la
herencia de los caracteres adquiridos, sugiriendo que los nuevos hábitos aprendidos por un organismo en
respuesta a los cambios ambientales pueden llegar a ser transmitidos a sus descendientes.

La teoría de Darwin de la selección natural tiene (3) elementos claves:

 todos los individuos varían; alguna de esas variaciones se transmite a la siguiente generación;
 la diferencia entre el número posible y real de descendientes de los individuos es muy amplia e implica
que no todos pueden sobrevivir (sobreviven los individuos mejor adaptados al ambiente, seleccionando
así su descendencia);
 la variación favorable se propaga en la población, terminando quizás por cambiarla.

La diversificación genética es el factor principal de la selección natural y


refleja variaciones del ADN.
5.1.3. El ácido ribonucleico (ARN)

Es la molécula que dirige las etapas intermedias de la síntesis proteica. En los organismos celulares es otro tipo
de material genético, el llamado ácido desoxirribonucleico (ADN) el que lleva la información que determina la
estructura de las proteínas. Pero el ADN no puede actuar solo, y se vale del ARN para transferir esta información
vital durante la síntesis de proteínas (producción de las proteínas que necesita la célula para sus actividades y
su desarrollo). Como el ADN, el ARN está formado por una cadena de compuestos químicos llamados
nucleótidos. Cada uno está formado por una molécula de un azúcar llamado ribosa, un grupo fosfato y uno de
cuatro posibles compuestos nitrogenados llamados bases: adenina, guanina, uracilo y citosina. Estos
compuestos se unen igual que en el ácido desoxirribonucleico (ADN). El ARN se diferencia químicamente del
ADN por dos cosas: la molécula de azúcar del ARN contiene un átomo de oxígeno que falta en el ADN; y el ARN
contiene la base uracilo en lugar de la timina del ADN.

El ARN es una cadena de polinucleótidos de una sola hebra. Hay tres tipos de ARN: el ARN mensajero (RNAm)
es una molécula en forma de cinta, producto de la trascripción del ADN y portadora del código necesario para
sintetizar las proteínas. Cada hebra de ARNm tiene dos extremos, llamados 3' y 5', que determinan el sentido de
la lectura (desde 3' hacia 5'). Los RNA de transferencia (RNAt) son pequeñas estructuras en forma de hoja de
trébol que llevan cada una un aminoácido para integrarlo en una proteína en fase de síntesis. Para ello se fija a
un codón del ARNm (sucesión de tres elementos específicos del aminoácido de que se trate) por medio de un
anticodón (el 'negativo' del codón). La fijación se produce por medio de los ribosomas, que 'leen' el ARN y se
encargan de dirigir la síntesis de proteínas. Por último, los ARN ribosómicos (RNAr) son los componentes
principales de los ribosomas (estructuras especializadas situadas en los puntos de síntesis de proteínas). Los
tres tipos de ARN se forman a medida que son necesarios, utilizando como plantilla secciones determinadas del
ADN celular.

Figura 5.2. Representación de los distintos tipos de RNA


5.1.4. Replicación del ADN
El ADN posee la información necesaria para transmitir los caracteres de una especie de generación en
generación y conseguir la supervivencia de la especie. Por lo tanto la molécula de ADN constituye la base
química de la herencia. La mayoría de las moléculas de ADN se encuentran en los cromosomas del núcleo de
las células.
La información genética debe reproducirse exactamente cada vez que la célula se divide. El proceso por el que
las moléculas se copian a si mismas en el núcleo de las células recibe el nombre de replicación del ADN. La
replicación pretende a partir de una cadena obtener dos iguales. Esta replicación es semiconservativa, cada una
de las hebras progenitoras actúa como molde para la síntesis de una hebra nueva o hija.

5.1.4.1. Aspectos generales sobre la replicación del ADN


a- Las ADN polimerasas
El ADN se replica por medio de enzimas conocidas como ADN polimerasas dependientes de ADN o
simplemente ADN polimerasas. Estas enzimas utilizan al ADN de simple hebra como molde sobre el cual
catalizan la síntesis de la hebra complementaria a partir de los desoxinucleósidos trifosfato apropiados. La
reacción tiene lugar a través del ataque nucleofílico del grupo 3'-OH de la cadena de ADN naciente sobre el α-
fosforilo de un nucleósido trifosfato entrante. Esta reacción, que de otro modo sería reversible, es conducida por
medio de la subsiguiente hidrólisis del PPi que se eliminó. Los nucleótidos entrantes se seleccionan de acuerdo
a su capacidad de formar apareamientos con el molde de ADN de modo que la cadena de ADN recientemente
sintetizada forme una doble hélice con la hebra molde de ADN. Casi todas las ADN polimerasas conocidas
pueden agregar un nucleótido solo en el grupo 3'-OH libre de un polinucleótido apareado de modo que la cadena
de ADN se extiende solo en dirección 5' → 3'.

b- La replicación del ADN ocurre a través de las horquillas de replicación


Cuando las dos hebras parentales de ADN se separan para permitir la síntesis de sus hebras hijas
complementarias se observa que los cromosomas circulares contienen "ojos" o "burbujas de replicación",
denominadas estructuras θ.
Se denomina horquilla de replicación al punto de ramificación en un ojo de replicación en el cual se lleva a cabo
la síntesis de ADN. Una burbuja de replicación puede contener una o dos horquillas de replicación (replicación
unidireccional o bidireccional). En otras palabras, la síntesis del ADN procede en ambas direcciones desde el
punto donde se inicia la replicación.
c- La replicación del ADN es semiconservativa
La replicación tiene como objetivo obtener dos cadenas iguales a partir de una. Cada una de las hebras
progenitoras actúa como molde para la síntesis de una hebra nueva.

d- La replicación del ADN es semidiscontinua


Las dos hebras antiparalelas del ADN se replican en forma simultánea en una horquilla de replicación que
avanza. Por consiguiente, dado que la ADN polimerasa extiende las hebras de ADN solo en dirección 5' →3',
¿cómo pueden copiar la hebra parental que se extiende en el sentido 5' → 3' pasada la horquilla de
replicación?
Las dos hebras parentales se replican en diferentes sentidos. La hebra recientemente sintetizada que se
extiende en dirección 5'→3' del movimiento de la horquilla de replicación, la hebra adelantada, se sintetiza en
forma continua en su dirección 5'→3' a medida que la horquilla avanza. La otra hebra nueva, la hebra rezagada,
también se sintetiza en su dirección 5'→3'. Sin embargo, solo puede ser hecha en forma discontinua, como
fragmentos de Okazaki, a medida que el ADN de simple hebra parental se expone en la horquilla de replicación.

Posteriormente, los fragmentos de Okazaki se unen covalentemente por medio de la enzima, ADN ligasa.
e- La síntesis de ADN comienza a partir de cebador de ARN
Dado que la ADN polimerasa requiere un grupo 3' OH libre para extender una cadena de ADN, es necesario la
presencia en sus extremos 5' de segmentos de ARN de 1 a 60 nucleótidos que son complementarios a una
cadena del molde de ADN, denominados cebadores. En la E. coli, estos cebadores de ARN son sintetizados por
la enzima primasa. Se requieren múltiples cebadores para la síntesis de la hebra rezagada, pero solo uno para
iniciar la síntesis de la hebra adelantada. Sin embargo, el ADN maduro no contiene ARN. Los cebadores son
finalmente reemplazados por ADN.

f- Las topoisomerasas controlan el superenrollamiento del ADN


El ADN funciona normalmente solo si se encuentra en el estado topológico apropiado. En los procesos
biológicos básicos como la replicación y la transcripción, las hebras complementarias deben separarse. El
superenrollamiento negativo de los ADN naturales de procariontes y eucariontes promueve tales separaciones,
dado que tiende a desenrollar la doble hélice. El superenrollamiento del ADN está controlado por un grupo
notable de enzimas conocidas como topoisomerasas. Se denominan de esta forma debido a que alteran el
estado topológico del ADN circular, pero no su estructura covalente.
Existen dos clases de topoisomerasas en procariontes y eucariontes:
- Las topoisomerasas tipo I actúan creando roturas transitorias en una sola hebra del ADN y de esta manera,
catalizan el relajamiento del ADN superenrollado negativo. Las enzimas tipo I fueron posteriormente clasificadas
como topoisomerasas tipo IA y tipo IB.
- Las topoisomerasas tipo II son enzimas multiméricas que requieren de la hidrólisis del ATP para completar un
ciclo de reacción en el cual dos hebras de ADN se rompen, el ADN de doble hebra pasa a través del sitio de
rotura y el fragmento cortado se vuelve a sellar.
Las enzimas de tipo II relajan los superenrollamientos positivos y
negativos, pero solo la enzima procarionte (también conocida como
ADN girasa) puede introducir superenrollamientos negativos.
Los superenrollamientos negativos en los eucariontes son
principalmente el resultado de su empaquetamiento en el
nucleosoma en lugar de la acción de la topoisomerasa.

5.1.4.2. Replicación en procariontes

a- ADN polimerasas
La enzima de Escherichia coli que cataliza la síntesis de ADN, se conoce como ADN polimerasa I. Además de su
actividad polimerasa, la ADN polimerasa I tiene dos actividades hidrolíticas independientes:
- 3'→5' exonucleasa: le permite a la ADN polimerasa I editar sus errores. Si la enzima incorpora en forma
errónea un nucleótido mal apareado en el extremo de una cadena de ADN creciente, la actividad polimerasa se
inhibe y la actividad 3' → 5' exonucleasa escinde por hidrólisis el nucleótido equivocado. Luego, la actividad
polimerasa reanuda la replicación del ADN. Este mecanismo de corrección que presenta esta enzima explica la
alta fidelidad de la replicación del ADN.
- 5'→3' exonucleasa: permite que cuando la enzima se une al ADN de doble hebra en mellas (roturas) de
simple hebra, escinda la hebra de ADN mellada en una región apareada más allá de la mella para cortar al ADN
en mononucleótidos u oligonucleótidos de hasta 10 residuos.

En realidad, la ADN polimerasa I no es la principal replicasa; su función más importante (y solo esencial) es en la
síntesis de la hebra rezagada, en la cual elimina los cebadores de ARN y los reemplaza con ADN. Este proceso
involucra a sus actividades 5'→3' exonucleasa y polimerasa (escinde a los ribonucleótidos del extremo 5' de una
mella en la simple hebra entre los fragmentos de Okazaki nuevo y viejo y los reemplaza con los
desoxinucleótidos que se agregan al extremo 3' del fragmento de Okazaki viejo). Cuando el ARN ha sido
escindido por completo, la mella se sella por acción de la ADN ligasa y por consiguiente, se unen los fragmentos
de Okazaki nuevo y viejo.
Además de la ADN polimerasa I, existen otras ADN polimerasas:
- ADN polimerasa II: participa en la reparación del ADN.
- ADN polimerasa III: es la verdadera ADN replicasa de E. coli.

b- Iniciación de la replicación
El cromosoma de la E. coli es una molécula de ADN superenrollado de 4,6 × 106 pb. Dado que la ADN
polimerasa requiere de un molde de hebra simple, otras proteínas participan en la replicación del ADN,
localizando el sitio de iniciación de la replicación, desenrollando el ADN y evitando el apareamiento de las hebras
simples.
1. La replicación en procariontes comienza en una región particular conocida como oriC. Múltiples copias de una
proteína conocida como DnaA, se unen al oriC y hacen que un segmento de ADN se separe en dos hebras
simples. Esta desnaturalización requiere la energía libre de la hidrólisis de ATP y probablemente también esté
facilitada por el superenrollamiento negativo (subenrollado) del cromosoma de ADN circular (generado por la
ADN girasa).
2. El complejo DnaA–oriC recluta a dos complejos hexaméricos de una proteína llamada helicasa que
posteriormente separa las hebras de ADN. Las helicasa son un grupo diverso de enzimas que desenrollan el
ADN durante la replicación, la transcripción y una variedad de otros procesos. Las helicasas funcionan
desplazándose a lo largo de una hebra de un ácido nucleico de doble hélice de modo de desenrollar
mecánicamente a la hélice a medida que se va moviendo, un proceso que es conducido por la hidrólisis del ATP.
3. Las hebras de ADN separadas que se encuentran por detrás de la helicasa que avanza, no se vuelven a
aparear porque se recubren con proteínas de unión al ADN de simple hebra (SSB). La cubierta con SSB también
evita que el ADN de hebra simple forme estructuras secundarias y lo protege de la acción de nucleasas (enzimas
que degradan ADN). A medida que la replicación avanza, las SSB van entrando y saliendo de la hebra simple de
ADN.
4. Toda la síntesis del ADN requiere de la síntesis previa de un cebador de ARN. La síntesis del cebador está
mediada por un complejo de proteínas, conocido como primosoma, el cual incluye a la helicasa y a una ARN
polimerasa, la primasa.
Para iniciar cada fragmento de Okazaki se requiere al primosoma. El segmento único de ARN que ceba la
síntesis de la hebra adelantada puede sintetizarse por la primasa o por la ARN polimerasa (la enzima que
sintetiza los transcriptos de ARN a partir de un molde de ADN), pero su velocidad de síntesis aumenta en gran
medida si ambas enzimas están presentes.

Proteínas que participan en la iniciación

Proteína Función
Dna A Reconoce el Ori y en presencia de ATP separa las hebras de la doble
hélice.
DnaB (Helicasa) Necesaria para desenrollar el ADN.
Responsable de la activación de otra proteína, la DnaG
SSB Evitan el apareamiento del dúplex de ADN y lo mantiene en un estado
adecuado para que actúe como molde. Estabiliza la estructura y protege al
ADN de simple cadena del ataque de nucleasas
Dna C Actúa conjuntamente con la Dna B.

Dna G (Primasa) Una ARN polimerasa que sintetiza segmentos cortos de ARN. Es activada
por la DnaB para iniciar la síntesis del cebador
Girasa (topoisomerasa Libera la torción generada por el desenrollamiento del ADN al introducir
de tipo II) superenrollamientos negativos.
c- Síntesis de las hebras adelantada y rezagada
La ADN polimerasa III cataliza la síntesis de las hebras adelantada y rezagada. Esto se lleva a cabo en una
única partícula multiproteica, el replisoma, la cual contiene dos enzimas polimerasa. Para que el replisoma se
mueva como una subunidad única en la dirección 5'→3' a lo largo de la hebra adelantada, la hebra rezagada
molde debe formar un bucle. Luego de completar la síntesis de un fragmento de Okazaki, la enzima de la hebra
rezagada se reubica en un nuevo cebador cerca de la horquilla de replicación y reinicia la síntesis.

El resultado de este proceso es una hebra adelantada continua y una serie de fragmentos de Okazaki cebados
por ARN separados por mellas de simple hebra. Los cebadores de ARN son reemplazados por ADN a través de
la acción de la ADN polimerasa I y las mellas en la hebra rezagadas son luego selladas a través de la acción de
la una enzima llamada ADN ligasa que cataliza la unión de los fragmentos mediante un enlace fosfodiéster.

d- Terminación de la replicación
La región terminal de la replicación de E. coli presenta sitios denominados terminadores (Ter). Una horquilla de
replicación se detiene cuando pasa a través de estos sitios. El arresto del movimiento de la horquilla de
replicación en los sitios Ter requiere de la acción de una proteína llamada proteína Tus. Esta proteína se une
específicamente a un sitio Ter, donde evita el desplazamiento de la hebra por parte de la helicasa, y por lo tanto
arresta el avance de la horquilla de replicación.
El paso final en la replicación del ADN en procariontes es la disociación topológica de las hebras de ADN
parental encadenadas (entrelazadas) y por lo tanto, la separación de los dos productos de replicación. Esta
reacción es probablemente catalizada por una o más topoisomerasas.
5.1.4.3. Consideraciones sobre la replicación del ADN eucarionte
Los mecanismos de replicación del ADN en procariontes y eucariontes son muy similares, a pesar de que el
sistema eucarionte es inmensamente más complejo en términos de la cantidad de ADN que se replica y el
número de proteínas requeridas.
En las células eucariontes tienen lugar varias formas diferentes de replicación del ADN, las cuales contienen
ADN nuclear así como ADN mitocondrial y, en las plantas, ADN del cloroplasto.
Las células animales contienen al menos 13 ADN polimerasas diferentes (denominadas con letras griegas). Las
tres enzimas principales involucradas en la replicación del ADN nuclear en los eucariontes son las polimerasas
α , δ y ε.

a- Iniciación y elongación de la replicación del DNA eucarionte


La ADN polimerasa α sintetiza el ADN a una velocidad de ~50 nucleótidos/seg (~20 veces más lenta que las
ADN polimerasas procariontes). Dado que un cromosoma eucarionte usualmente contiene 60 veces más ADN
que un cromosoma procarionte, su replicación bidireccional a partir de un único origen, como en los procariontes,
requeriría ~1 mes. Sin embargo, los cromosomas eucariontes contienen múltiples orígenes de replicación, uno
cada 3 a 300 kpb dependiendo de la especie y del tejido, por lo tanto la replicación se completa en unas pocas
horas. Las distintas regiones del cromosoma no se replican en forma simultánea. En su lugar, se activan en
forma simultánea agrupamientos de 20-80 replicones (segmentos de ADN que se encuentra cada uno asociado
a un origen de replicación) adyacentes. Se activan nuevos conjuntos de replicones hasta que el cromosoma
entero se replica.
La iniciación de la replicación del ADN tiene lugar en secuencias de replicación autónomas, que son secuencias
conservadas de 11 pb adyacentes que se desenrolla fácilmente. Como en los procariontes:
- se requiere de una helicasa para preparar el ADN para la replicación.
- de un análogo eucarionte de la SSB para recubrir el ADN de hebra simple resultante.
- con la presencia de una multitud de proteínas accesorias, la ADN pol α/primasa comienza a sintetizar una
nueva hebra de ADN y luego es reemplazada por la pol δ que extiende la cadena.
La replicación del ADN procede en cada dirección a partir del origen de replicación hasta que cada horquilla de
replicación colisiona con una horquilla del replicón adyacente. Aparentemente, los eucariontes carecen de
secuencias de terminación análogas a los sitios Ter de los procariontes.
A diferencia del ADN procarionte, el ADN eucarionte está empaquetado en nucleosomas. Probablemente se
necesita cierta alteración de esta estructura para la iniciación, pero una vez que la replicación está encaminada,
los nucleosomas no parecen impedir el progreso de las ADN polimerasas. Los nucleosomas justo por delante de
la horquilla de replicación se desensamblan y las histonas liberadas se reasocian inmediatamente con los ADN
de doble hebra hijos emergentes. La replicación del ADN está coordinada con la síntesis de las proteínas
histonas, de modo que las nuevas histonas están disponibles en las cantidades requeridas.

b- Telómeros y telomerasas
Los extremos de los cromosomas lineales, representan un problema para la maquinaria de la replicación.
Específicamente, la ADN polimerasa no puede sintetizar el extremo 5' de la hebra rezagada. En consecuencia,
en ausencia de un mecanismo para completarla hebra rezagada, los cromosomas lineales serán acortados en
ambos extremos por al menos la longitud de un cebador ARN con cada vuelta de replicación. Por todas estas
razones, los organismos eucariontes han desarrollado mecanismos para evitar el acortamiento de las cromátidas
hijas en cada ciclo celular. La enzima que evita este acortamiento es la telomerasa, una transcriptasa reversa
modificada.
Los extremos de los cromosomas eucariontes, los telómeros, tienen una estructura poco común formada por
repeticiones en tándem de secuencias ricas en G en el 3' de la hebra del extremo terminal de cada cromosoma.
Estas extensiones en 3' pueden servir como molde para el cebador que inicia el fragmento de Okazaki final de la
hebra rezagada. El ADN telomérico es sintetizado y mantenido por la actividad de las telomerasas,
ribonucleoproteínas cuyos ARN contienen un segmento que es complementario a la secuencia telomérica
repetitiva que actúa como un molde para una reacción en la cual se agregan nucleótidos en el extremo 3' del
ADN. De este modo, la telomerasa funciona de manera similar a la transcriptasa reversa (cataliza la síntesis de
una hebra de ADN a partir de un molde de ARN) y el telómero sintetizado sirve de molde para que la ADN
polimerasa sintetice la hebra complementaria dando lugar a ADN doble cadena.
Existen evidencias que soportan la hipótesis de que el acortamiento de los telómeros constituye un reloj que
indica la vejez de las células. El telómero se va acortando según la célula se divide de manera que su longitud
podría determinar cuantas divisiones celulares podrían tener lugar; pero en realidad no se ha visto relación
directa entre la longitud de los telómeros y longevidad. En las células germinales la telomerasa esta activa por lo
que la longitud del telómero permanece constante en cada división celular. En células somáticas la longitud de
los telomeros disminuye y cuando se llega a una longitud mínima la célula entra en crisis y muere.
La mayoría de las células tumorales escapan a esta regulación, de manera que al tener la telomerasa activa la
longitud de los telómeros se mantiene constante. No obstante, cuando es inhibida la actividad de esta enzima, el
desarrollo del tumor tiene lugar.
5.1.5. Transcripción del ADN
Un gen es la unidad de herencia. Cada gen es una secuencia de ácido nucleico que transporta la información
para la síntesis de un polipéptido o un ARN. Un gen es una entidad estable aunque puede estar sujeto a
cambios ocasionales en su secuencia (mutaciones).
El genotipo consiste en el conjunto completo de información genética heredada por un organismo; su expresión
es responsable de la forma física, las características visibles, etc., el fenotipo.
El proceso de síntesis de las cadenas de ARN a partir de un molde de ADN se denomina transcripción.

5.1.5.1. Aspectos generales sobre la transcripción del ADN


Dada la necesidad del molde o templado de ADN para la síntesis de un ARN complementario, la transcripción
eucarionte ocurre en el núcleo de la célula o en la matriz mitocondrial. Particularmente, la síntesis del ARN
ribosomal se realiza en el nucléolo, mientras que la del ARN mensajero y ARN de transferencia en el
nucleoplasma.

Nótese que la base uracilo del ARN se aparea con la base adenina del ADN.

Durante la transcripción se producen cambios estructurales en el ADN. En los genes activos se desarma la
estructura de los nucleosomas, por lo que la cromatina activa se hace más accesible. Tanto en los procariontes
como en los eucariontes, la doble hélice de ADN se desenrolla transitoriamente, al tiempo que el complejo de la
transcripción se desplaza por el ADN.

La transcripción involucra los siguientes pasos generales:


- Unión de la polimerasa al sitio de iniciación. La secuencia de ADN que señaliza el inicio de la transcripción
se denomina promotor. Las polimerasas procariontes pueden reconocer el promotor y unirse directamente, las
polimerasas eucariontes dependen de otras proteínas llamadas factores de transcripción.
- Desenrollado de la doble hebra de ADN. La enzima involucrada en este proceso es la helicasa. Las
polimerasa procariontes tienen actividad helicasa, sin embargo, la separación de las hebras de ADN para la
transcripción en eucariontes es lleva a acabo por factores de transcripción específicos.
- Síntesis de ARN complementario a una secuencia de ADN templado. La ARN polimerasa utiliza
ribonucleótidos trifosfato para construir una cadena de ARN.
- Terminación de la síntesis. Procariontes y eucariontes utilizan diferentes señales de terminación de la
transcripción.
- Modificaciones postranscripcionales del ARN sintetizado. Eventos moleculares en las células eucariontes
que incluyen, las modificaciones de bases, adición de nucleótidos, corte de secuencias no codificantes, etc.

a- Las ARN polimerasas


Las enzimas que catalizan las reacciones de transcripción se denominan ARN polimerasas, enzimas que
dependen del molde de ADN pero a diferencia con las ADN polimerasas no requieren de un cebador para
comenzar la síntesis.
Estas enzimas utilizan al ADN de hebra simple como molde sobre el cual catalizan la síntesis del ARN a partir de
los ribonucleósidos trifosfato apropiados.
Al igual que las ADN polimerasas, estas enzimas agregar un nucleótido solo en el grupo 3'-OH libre de un
polinucleótido de modo que la cadena de ARN se extiende solo en dirección 5'→3'.

La ARN polimerasa procarionte más estudiada es la de Escherichia coli, una enzima compuesta de cinco
subunidades (α2, β, β´ y σ).
En eucariontes, existen, principalmente, tres tipos de ARN polimerasas:
- de tipo I: cataliza la síntesis de ARN ribosómicos concentrada en el nucléolo.
- de tipo II: su función es la síntesis del ARN mensajero.
- de tipo III: cataliza la síntesis de ARN de transferencia, ARN 5S y algunos ARN nucleares pequeños.
Además, existe una ARN polimerasa mitocondrial responsable de la síntesis de las especies de ARNm, ARNt y
ARNr de ese orgánulo. Cada ciclo de transcripción empieza y termina con el reconocimiento de ciertas
secuencias de ADN que se encuentran antes del sitio de inicio o en el final del gen a transcribir. La secuencia de
un gran número de regiones de inicio de la transcripción de ADN, denominadas promotoras.

b- Región promotora
El promotor es la región del ADN donde tiene lugar el inicio de la transcripción. Estos sitios actúan como
interruptores moleculares que afectan la continuación de la síntesis de una molécula de ARN.
En los procariontes, una secuencia promotora es reconocida por el factor σ de la ARN polimerasa. La E. coli
tiene 5 factores σ diferentes que regulan la expresión de distinto genes (σ70 a la mayoría de los genes, σ32 a los
genes de las proteínas de choque térmico (HSP), σ28 al operón del flagelo celular, σ38 a genes contra agentes
de estrés externos y σ54 a genes para el metabolismo del nitrógeno).
En eucariontes, la región promotora es reconocida por proteínas específicas conocidas como factores de la
transcripción.

5.1.5.2. Transcripción en procariontes


a- Iniciación
Son necesarios dos pasos distintos para que la ARN polimerasa inicie la síntesis de ARN. En el primero de ellos,
la enzima se une a una de las caras del ADN. La unión de ARN polimerasa a ADN se llama complejo cerrado. El
reconocimiento del promotor por la ARN polimerasa corre a cargo de la factor σ.
En el segundo paso, se forma la burbuja de transcripción o apertura del ADN llamada complejo abierto. La
burbuja de transcripción es una apertura de ADN desnaturalizado de 18 pares de bases, donde empieza a
sintetizarse el ARN cebador a partir del nucleótido número 10 del ADN molde de la burbuja de transcripción. Los
ribonucleótidos trifosfato se van uniendo al ADN molde para formar el cebador. El factor σ abandona el complejo
de transcripción cuando el cebador alcanza una longitud de 10 ribonucleótidos.
b- Alargamiento
La ARN polimerasa cataliza el ciclo de unión-formación de enlace-traslado a una velocidad de aproximadamente
40 nucleótidos/seg. Una cadena de ARN se unen por apareamiento de bases a la cadena de ADN, y para que se
formen correctamente los enlaces de hidrógeno que determina el siguiente nucleótido del molde de ADN, el
centro activo de la ARN polimerasa reconoce a los ribonucleótidos trifosfato entrantes. Cuando el nucleótido
entrante se aparea en forma correcta, la ARN polimerasa cataliza la formación del enlace fosfodiéster que
corresponde.
c- Terminación
La terminación está señalizada por la información contenida en sitios de la secuencia del ADN que se está
transcribiendo, por lo que la ARN polimerasa se detiene al transcribir algunas secuencias especiales del ADN.
Estas secuencias son ricas en G y C, situadas en el extremo de los genes, seguidas de secuencias ricas en
Timina, formando secuencias palindrómicas, que cuando se transcriben el ARN recién sintetizado adopta una
estructura en horquilla que desestabiliza el complejo ARN–ADN, obligando a separarse de la ARN polimerasa,
renaturalizándose la burbuja de transcripción.
Algunas secuencias de ADN carecen de la secuencia de terminación, sino que poseen otra secuencia a la que
se unen una serie de proteínas reguladoras específicas de la terminación de la transcripción como rho, una
proteína hexamérica que posee actividad ATPasa dependiente de ARN, un proceso no del todo caracterizado.

5.1.5.3. La transcripción en eucariontes implica muchos fenómenos moleculares adicionales


En el caso de los eucariontes, el proceso se realiza en el núcleo, y es similar al de las procariontes, pero de
mayor complejidad.
Aunque la información que especifica las secuencia promotora sigue estando presente en el ADN, para que se
produzca l inicio de la transcripción deben producirse varios sucesos moleculares además de la unión de la ARN
polimerasa.
(1) La cromatina que contiene la secuencia promotora debe ser accesible a la maquinaria de transcripción.
(2) Otros factores de transcripción proteicos distintos de la ARN polimerasa deben unirse a determinadas
secuencias en el promotor para que el gen sea activo o inactivo.
(3) La transcripción se ve afectada por la presencia de otras secuencias localizadas a una cierta distancia del
promotor (intensificadoras y silenciadoras).
En eucariontes, la asociación entre histonas y ADN previene el acceso de la polimerasa y de los factores
generales de la transcripción al promotor. La acetilación de histonas (unión covalente de grupos acetilo)
catalizada por la enzima histona acetiltransferasa (HAT) libera la unión entre histonas y ADN. Si bien, la
subunidad TFIID tiene actividad HAT, la participación de otras HAT pueden hacer de la transcripción un proceso
más eficiente:
- La unión de activadores a los elementos intensificadores recluta HAT que liberan la asociación entre histonas y
ADN y en consecuencia, intensifican la transcripción.
- La unión de represores a los elementos silenciadores recluta a histonas desacetilasas que aumentan la
asociación entre histonas y ADN.
5.1.6. Síntesis de proteínas
La síntesis de proteínas o traducción del ARN mensajero es el proceso anabólico mediante el cual se forman las
proteínas a partir de los aminoácidos. Es el paso siguiente a la transcripción del ADN a ARNm. Como existen 20
aminoácidos diferentes y sólo hay cuatro nucleótidos en el ARNm (A, U, C y G), es evidente que la relación no
puede ser un aminoácido por cada nucleótido, ni tampoco por cada dos nucleótidos, ya que los cuatro tomados
de dos en dos, sólo dan dieciséis posibilidades. La colinearidad debe establecerse como mínimo entre cada
aminoácido y tripletes de nucleótidos. Como hay sesenta y cuatro tripletes diferentes (combinación de cuatro
elementos o nucleótidos tomados de tres en tres con repetición), es obvio que algunos aminoácidos deben tener
correspondencia con varios tripletes diferentes. Los tripletes que codifican aminoácidos se denominan codones y
establecen el código genético. La especificidad funcional de los polipéptidos reside en su secuencia lineal de
aminoácidos que determina su estructura primaria, secundaria y terciaria. De manera, que los aminoácidos libres
que hay en el citoplasma tienen que unirse para formar los polipéptidos y la secuencia lineal de aminoácidos de
un polipéptido depende de la secuencia lineal de ribonucleótidos en el ARN que a su vez está determinada por la
secuencia lineal de bases nitrogenadas en el ADN.
La síntesis de proteínas tiene lugar en los ribosomas del citoplasma celular. Los aminoácidos son transportados
por el ARN de transferencia (ARNt), específico para cada uno de ellos, y son llevados hasta el ARNm, dónde se
aparean codón–anticodón, por complementariedad de bases, y de ésta forma se sitúan en la posición que les
corresponde. Una vez finalizada la síntesis de una proteína, el ARN mensajero queda libre y puede ser leído de
nuevo. De hecho, es muy frecuente que antes de que finalice una proteína ya está comenzando otra, con lo cual,
una misma molécula de ARN mensajero, está siendo utilizada por varios ribosomas simultáneamente.

Los elementos que intervienen en el proceso de traducción son fundamentalmente: los aminoácidos, los ARNt,
los ribosomas (ARN ribosómico y proteínas ribosomales), el ARNm, enzimas, factores proteicos y nucleótidos
trifosfato (ATP, GTP).
En la biosíntesis de proteínas se pueden distinguir las siguientes etapas:
1. Activación de los aminoácidos.
2. Traducción:
2.1 Iniciación de la síntesis.
2.2 Alargamiento de la cadena polipeptídica.
2.3 Terminación de la síntesis.
3. Maduración de las proteínas: Modificaciones postraduccionales.

1. Activación de los aminoácidos y formación de los complejos de transferencia


El primer paso que tiene que producirse es la activación de los aminoácidos y formación de los complejos de
transferencia. Los aminoácidos por sí solos no son capaces de reconocer los tripletes del ARNm de manera que
necesitan unirse a un ARN de transferencia.
La activación de los aminoácidos consiste en la unión de cada aminoácido a su ARNt específico mediante la
intervención de un enzima, la aminoacil-ARN-t sintetasa y el aporte de energía del ATP.
aa1 + ARNt1 + ATP → ARNt1• aa1 + AMP + PPi
La unión del aminoácido al ARNt tiene lugar por el extremo 3' del ARNt. Todos los ARNt en su extremo 3'
contienen la secuencia ACC. Las aminoacil-ARNtsintetasas tienen tres sitios distintos, una para el
reconocimiento del aminoácido, otra para el ARNt y otra para el ATP. Debe existir al menos una aminoacil-
ARNtsintetasa diferente por cada ARNt distinto. El ARNt se une a la aminoacil-ARNtsintetasa a través del lazo
dihirouracilo (DHU).
La especificidad de reconocimiento de las aminoacil-ARNt-sintetasas y el correspondiente aminoácido no reside
en el anticodón del ARNt sino en el par de bases G y U que ocupan las posiciones 3 y 70, respectivamente del
ARNt.
2. Traducción en procariontes
(Se describirá la síntesis proteica en procariontes ya que proporciona un modelo más útil y menos complejo que
el sistema eucarionte.)
Una vez activados los aminoácidos y formados los complejos de transferencia (ARNt cargados con el
aminoácido correspondiente) ya puede comenzar la síntesis de la cadena polipeptídica y la incorporación de los
aminoácidos.
a- Iniciación de la cadena polipeptídica
En la etapa de iniciación de la síntesis de la cadena polipeptídica intervienen el primer ARNt, o ARNt iniciador de
la traducción que habitualmente es el ARNtformilmetionina, las subunidades ribosomales, el ARNm, enzimas, los
factores de iniciación IF1, IF2 e IF3 y una fuente de energía como GTP. Las subunidades ribosomales están
separadas cuando no están ocupadas en la síntesis de polipéptidos. Para poder iniciar la traducción es
necesario que ambas subunidades se ensamblen.
Se pueden distinguir tres etapas en el proceso de iniciación:
- Etapa 1: Unión del ARNm a la subunidad pequeña 30S de los ribosomas estimulada por la acción del factor
IF3.
- Etapa 2: El ARNt-iniciador se une al factor IF2 y a GTP y se sitúa en la Sitio P.
- Etapa 3: Unión de las dos subunidades ribosomales 30S y 50S mediante la hidrólisis del GTP unido a IF2
catalizada por una proteína ribosomal. Una vez unidas ambas subunidades se sueltan o disocian los factores IF2
e IF3.
La función de IF1 no se conoce con exactitud aunque se cree que interviene en el proceso del reciclado de los
ribosomas.

El lugar del ARNm al que se debe unir el ribosoma para comenzar la traducción, o la selección de los codones
de iniciación correctos del ARNm, ocurre por la existencia de unas secuencias cortas que preceden a los
codones de iniciación y que son complementarias de secuencias del extremo 3' del ARNr 16S de la subunidad
30S de los ribosomas (Secuencias Shine-Dalgarno).
b- Alargamiento de la cadena polipeptídica
El alargamiento o crecimiento de la cadena polipeptídica tiene lugar mediante la formación de enlaces peptídicos
entre los aminoácidos sucesivos. En este proceso intervienen, el peptidil-ARNt, los aminoacil-ARNt, ribosomas,
ARNm, enzimas, factores proteicos de elongación EF-Tu, EF-Ts y EF-G y energía como GTP.

Se pueden distinguir tres etapas esenciales en el proceso de alargamiento (Vea el esquema en la página
siguiente):
- Etapa 1. El aminoacil-ARNt que corresponde al siguiente triplete del ARNm entra en la Sitio A asociado al factor
EF-Tu. Para ello EF-Tu se une primero a GTP activándose y luego el complejo activado (EF-Tu • GTP) se une al
aminoacil-ARNt. La hidrólisis de GTP a GDP favorece la entrada del aminoacil- ARNt en la Sitio A y el complejo
EF-Tu • GDP se libera.
- Etapa 2. La liberación del complejo EF-Tu • GDP esta mediada por el factor de elongación EF-Ts que también
interviene en la activación y regeneración del factor EF-Tu.
- Etapa 3. La transferencia de la cadena peptídica del peptidil-ARNt ubicado en el Sitio P al aminoacil-ARNt
nuevo que ha entrado en la Sitio A. Esta reacción está catalizada por una ribozima que es la peptidil-transferasa,
una actividad intrínseca al ARNr 23S de la unidad ribosómica 50s.
Luego, el ribosoma avanza un codón sobre el ARNm en la dirección 5'→3' (se transloca). Este paso se realiza
por la presencia del factor EF-G activado por la hidrólisis de GTP. En esta fase se libera el ARNt descargado que
estaba en la Sitio P y al moverse el ribosoma el péptidil-ARNt recién formado que estaba en la Sitio A pasa a
ocupar la Sitio P.
Estas tres fases del proceso de alargamiento se repiten tantas veces como aminoácidos posea el polipéptido
sintetizado menos uno (excepto el primero, metionina).
c- Terminación de la cadena polipeptídica
La terminación de la cadena polipeptídica en procariontes tiene lugar cuando los ribosomas en su avance a lo
largo del ARNm se encuentran con cualquiera de los siguientes tripletes de terminación o codones stop: UAA,
UAG y UGA. Además, durante la terminación intervienen los factores proteicos de terminación RF1, RF2 y RF3.
No hay ningún ARNt que reconozca a los tripletes de terminación, son los factores de terminación o liberación
los que se encargan de reconocer los codones de stop. El factor RF1 reconoce los codones UAA y UAG y el
factor RF2 identifica a los codones UAA y UGA. El factor RF3 también colabora en la reacción de terminación.
Cuando el peptidil-ARNt está en la Sitio P los factores de terminación en respuesta a la existencia de un codón
de terminación en el ARNm entran en la Sitio A. Como consecuencia, el polipéptido se libera de la Sitio P, se
disocian las dos subunidades del ribosoma y se libera el ARNt que estaba en la Sitio P. Esta reacción de
terminación se lleva a cabo mediante la hidrólisis de GTP.
Consideraciones sobre la traducción en eucariontes
Los eucariontes utilizan un número mayor de factores proteicos no ribosómicos y con un orden de interacción
diferente. La iniciación de la traducción supone la interacción de varias proteínas con una marca especial ligada
al extremo 5' de las moléculas de ARNm. Los factores proteicos se asocian a la subunidad ribosómica pequeña.
La subunidad, acompañada de algunos de esos factores proteicos, se mueve a lo largo de la cadena de ARNm
hacia su extremo 3' buscando el codón de 'comienzo' (AUG), que indica en qué punto se empieza a codificar la
proteína. En los eucariontes el aminoácido codificado por el codón de inicio es la metionina. El ARNt iniciador
cargado con metionina forma parte del sistema ribosómico Al igual que en la etapa de iniciación, en las etapas
de alargamiento y terminación, los eucariontes utilizan un mayor número de factores proteicos que median un
proceso equivalente al observado en procariontes.
3. Maduración de las proteínas: Modificaciones, secreción y destino a los orgánulos.
Algunas proteínas emergen del ribosoma preparadas para ejercer inmediatamente su función. Muchas otras, sin
embargo, deben experimentar una gran variedad de modificaciones postraduccionales. Tales modificaciones
pueden dar lugar a su conversión en una forma funcional, su traslado a un compartimiento subcelular específico,
su secreción al exterior de la célula o una alteración en su actividad o estabilidad.

3.1 Exportación de proteínas


Las proteínas destinadas a ser exportadas se sintetizan en ribosomas unidos a la membrana del retículo
endoplasmático rugoso. Las proteínas de la vía secretora contienen una corta secuencia de aminoácidos (de 15
a 25) en el extremo N-terminal o péptido líder, denominada también péptido señal. La mayoría de los
aminoácidos del péptido señal son hidrófobos y emergen del ribosoma al principio de la síntesis polipeptídica. A
medida que surgen del ribosoma se unen a una partícula de reconocimiento de señal (SRP), una partícula
constituida por proteínas y un ARN citoplasmático pequeño. La unión de la SRP detiene la síntesis y el ribosoma
se desplaza hacia el retículo endoplasmático. Allí se une a un receptor o proteína de anclaje y el ribosoma es
transferido a un traslocón que sirve como “pasillo” a través de la membrana. Las proteínas del traslocón forman
un poro a través del cual puede pasar el polipéptido en crecimiento. Una vez finalizada, la proteína se encuentra
en el interior del retículo endoplasmático. Una peptidasa señal corta el péptido señal y la proteína completa su
plegamiento y puede incluso ensamblarse los componentes de proteínas multiméricas.
Otras etapas de maduración pueden incluir modificación proteolítica (en donde la proteólisis puede conducir a la
activación de zimógenos) y glucosilación durante el paso de la proteína a través del aparato de Golgi y al interior
de las vesículas secretoras.

La distribución de proteínas hacia otros orgánulos, como núcleo, mitocondria y lisosomas, también requiere de
señales específicas.
Además los aminoácidos pueden ser modificados tras su incorporación a las proteínas como en el caso de la
prolina y lisina en la síntesis del colágeno.

4. Degradación y recambio de proteínas


Las proteínas tienen períodos de vida finitos. Están sujetas a oxidación, proteólisis, desnaturalización y otras
modificaciones irreversibles.
La digestión intracelular de algunas proteínas tiene lugar en los lisosomas. A pesar de que la degradación de
proteínas celular en lisosomas no es la vía principal de recambio proteico, en ciertas condiciones, cantidades
significativas de material celular puede ser movilizado a través de los lisosomas.
La vía principal de proteólisis celular está mediada por una proteína llamada ubiquitina que requiere energía en
forma de ATP. La ubiquitina se une a la proteína que debe ser dirigida hacia un determinado destino. La
ubiquitina se activa por acción de una enzima (E1), es transferida a una segunda proteína (E2) y finalmente
mediante la enzima E3, se acopla a una proteína que debe ser digerida. El proceso proteolítico tiene lugar en un
orgánulo llamado proteasoma, un complejo de aproximadamente 25 polipéptidos. La actividad proteasa
dependientes de ATP del proteasoma degrada a continuación a la proteína marcada con ubiquitina, liberando
la ubiquitina, que queda disponible para las siguientes rondas de degradación.
(Vea una animación del proceso de síntesis de proteínas:
https://www.youtube.com/watch?v=pdMD6ohp1fM).
BIBLIOGRAFÍA:
Brock, Thomas D.; Madigan, Michael T. "Microbiología". 6º ed. Prentice Hall. Hispanoamericana S.A. México.
1992
Centro de estudios ecológicos Argentino. Reproducción de los Hongos. En:
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