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UNIDAD 1 – RETO 1 – ESCRITURA DE UN ENSAYO

DIRECTORA:

DIANA CONCHA

ESTUDIANTE:

LIZETH VALERIA GONZALEZ LAGOS

INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL

GRUPO: 514507_11

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

CEAD MALAGA

SEPTIEMBRE 2020
LOS NIÑOS COMO SUJETOS SOCIALES: EL APORTE DE LOS NUEVOS ESTUDIOS
SOCIALES DE LA INFANCIA Y EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

El propósito principal del aporte que hacen Vergara, Peña, Chávez y Vergara, (2015), es el
estudio de los niños como sujetos sociales, partiendo del análisis crítico del discurso, teniendo en
cuenta que todos los niños poseen capacidad de interpretar su entorno, y así mismo construir una
idea critica con respecto a los estilos de vida de la sociedad actual, demostrando que la infancia
también se puede entender desde diferentes modelos psicoevolutivos, que permiten revelarlo
como un agente de cambio en la sociedad actual.

Es por esto que, Vergara, et al. (2015) expresa que los nuevos estudios sociales conciben a los
niños como actores sociales destacando su tendencia a desarrollar relaciones sociales que sean
dominantes, y la capacidad de modificar el mundo partiendo de las concepciones sociales ya
existentes. Así mismo, la perspectiva de los niños como sujetos políticos y sociales trae
consecuencias en la investigación con niños, debido a que, en el punto de vista metodológico y
epistemológico los nuevos estudios de la infancia admiten a los niños como los interpretes sutiles
de su entorno, como entres transformadores de la condición y los objetos de estudio, permitiendo
verlos como individuos participes en la planificación, producción y circulación de conocimiento.

De la misma manera, en el campo de los nuevos estudios sociales, en sociedades occidentales


modernas desde la perspectiva socio jurídica, la infancia corresponde a la minoría de edad,
descrita desde los 0 a los 18 años. Por ello es importante destacar que los rangos de edad deben
variar a partir de los criterios por los que se destaquen, ya sea, madurez sexual, responsabilidad
penal, o la facultad para trabajar, todos desarrollados desde un pensamiento social que ha
enmarcado a la infancia como un periodo que se define por límites únicamente naturales,
olvidándose de las características sociales y políticas. De acuerdo con la posición de Rodríguez
(2002) citado por Vergara et al (2015), refiere que el campo de estudio social en la infancia se
conflictúa entre el mundo natural y moral, dejando entrever un campo de trabajo complejo y
polémico.

En contexto, James y James (2004, 2008a, 2008b) citados por Vergara et al. (2015), afirman
que, “La infancia debe ser pensada como una institución social e histórica, configurada en base a
la sedimentación de significados y procesos materiales como las relaciones de poder,
corporalidad, temporalidad, espacialidad, etc.”. Debido a que desde otra perspectiva, la infancia
es una noción abstracta en la que los niños habitan un espacio social en el que contribuyen a la
misma transformación estructural.

Teniendo en cuenta otro punto como es el campo de la infancia en Latinoamérica, se refleja


que, dentro de la historiografía se ha contemplado que la concepción actual de la infancia
vinculada a la razón y las formas de vida, particularmente en la escuela y la familia, que son los
principales entes que aseguran la formación, higiene física, moral y la supervivencia. Por lo que
Vergara et al. (2015), sugiere que desde las características de la pericultura, la psicología, la
pedagogía y la pediatría se contribuya a resguardar y corregir a los niños debido a su
caracterización racional incompleta.

De esta forma se revela que la centralidad actual de la infancia en la sociedad moderna, se ve


representada por una dualidad emergida desde los objetos de protección, control y estudio, pero
también se puede representar a los adolescentes y niños desde la invisibilidad u opacidad en
cuanto a su capacidad de influir e interpretar su entorno. Es importante resaltar también el
desarrollo que al parecer están teniendo los infantes, en simultáneo con los nuevos valores
desarrollados en el tiempo, por el constante cambio, la influencia de los medios de
comunicación, y la globalización cultural; facilitando también la noción de los derechos de la
infancia que se incorpora en su lenguaje y termina convirtiéndose en una herramienta
reivindicativa.
Dentro de la visión de la psicología evolutiva se centra el esfuerzo por describir los procesos y
los mecanismos de adquisición de patrones generados en el razonamiento y las conductas
esperadas socialmente por parte de cada de uno de los sujetos. Por esta razón nace la visión de la
infancia como un estado fundamental que restringe la compresión de los infantes desde las
ciencias sociales. Por ello, que los nuevos estudios sociales de la infancia, para Burman (1994)
citado por Vergara et al. (2015), se entiendan como el desarrollo del infante no desde un proceso
plenamente individual, ni de etapas secuenciales, sino que se da a partir de las experiencias
sociales y la conformación de la identidad, incluyendo la variabilidad sociocultural, en función
de la adquisición de capacidades, cultura y normatividad de la adultez.

Así mismo desde la perspectiva Psico-lingüística, en la investigación de los discursos de los


niños, se ve el enfoque del habla infantil, desde la adquisición cognitivo individual en términos
de la competencia lingüística alcanzada en las diferentes edades cronológicas. Por lo que para
Vergara et al. (2015), la percepción discursiva se entiende como un enfoque de análisis que se
orienta por diseños metodológicos, pero que no se basan en técnicas ya definidas o rígidas, sino
en la consolidación de la perspectiva discursiva en la infancia fundamentada no en la
consecución de técnica, sino por el cuestionamiento de las concepciones de la misma.

Para concluir es importante la visualización de la infancia en la sociedad, y como a través del


tiempo y de las generaciones este concepto se ha modificado y ha ido avanzando acorde a los
cambios culturales, la globalización y la tecnología. Desde las perspectivas que se relacionan en
el texto y las diferencias en cuanto a posturas, se puede enfatizar, que cada uno de los niños
como sujetos individuales tiene la facilidad de sustraer, tomar decisiones, construir y solidificar
diferentes acciones y comportamientos, que se ven influidos y reproducidos por los mismos
partiendo de la forma en la que se maneja el mundo adulto, ya sea por intereses sociales,
políticos, culturales y colectivos que convergen desde la perspectiva psicológica en la
personalidad que se construye el niño para llegar a la vida adulta. De este modo es relevante que
cada individuo desde su niñez sea parte de la sociedad, y tenga la capacidad de reproducir los
modelos hegemónicos, desde una postura crítica ante las imposiciones arbitrarias que se le
presenten.
REFERENCIAS

Burman, E. (1994). La deconstrucción de la psicología evolutiva. Madrid: Visor

James, A. & James, A. (2004). Constructing childhood. Theory, police and social practice.
London: Palgrave Macmillan.

James, A. & James, A. L. (2008a). Changing childhood in the UK: Reconstructing discourses of
„risk‟ and „protection‟. En A. James & A.L. James (Eds.), European Childhoods: Cultures,
politics and childhoods in the European Union. Basingstoke: Palgrave.

James, A. & James, A. L. (2008b). Key concepts in childhood studies. London: Sage.

Rodríguez, I. (2002). ¿Sociología de la infancia? Aproximaciones a un campo de estudio difuso.


Revista El Observador, 21, 11-45.

Vergara, A., Peña, M., Chávez, P. & Vergara, E. (2015). Los niños como sujetos sociales: El
aporte de los Nuevos Estudios Sociales de la infancia y el Análisis Crítico del Discurso.
Psicoperspectivas, 14(1), 55-65. Recuperado desde http://www.psicoperspectivas.cl doi:
10.5027/psicoperspectivas-vol14-issue1- fulltext-544

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