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1
La vivienda familiar como bien de familia, Carina Mariela Ginestar.
2
La vivienda familiar y su protección en el anteproyecto del Código Civil, Lea M. Levy y María
Bacigalupo de Girard.
Legitimados:
Articulo 245:”la afectación puede ser solicitada por el titular registral; si el
inmueble esta en condominio, deben solicitarla todos los cotitulares
conjuntamente.
La afectación puede disponerse por actos de última voluntad; en este caso el juez
deberá ordenar la inscripción a pedido de cualquiera de los beneficiarios, o del
Ministerio Público, o de oficio si hay beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida.
La afectación también puede ser decidida por el juez, a petición de parte, en la
resolución que atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o en el que se resuelve
las cuestiones relativas a la conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios
incapaces o con capacidad restringida.”
El titular puede afectar al bien, pero en el caso que haya varios titulares se necesitara el
asentimiento de todos. Si el titular estuviese casado o en una unión convivencial
inscripta necesitara el asentimiento del otro cónyuge o conviviente.
Beneficiarios: articulo 246:”son beneficiarios de la afectación:
1) El propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus ascendientes o
descendientes;
2) En defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que
convivan con el constituyente.”
La novedad respecto a la anterior regulación es que ahora puede ser beneficiario el
conviviente. No es necesario tener hijos para afectar el bien. El artículo 246 establece un
orden de prelación que es excluyente, es decir, si están presentes los sujetos
mencionados en el primer inc. no podrán ser beneficiarios los sujetos mencionados en el
segundo. Pero nada impide que encontrándose varios de los posibles beneficiarios que
establece el primer inc. elija a uno en vez de a otro, por ejemplo elija como beneficiario
a mi nieto y no a mi hijo, porque entre ellos no hay exclusión. Por ultimo cabe
mencionar que para que alguno de los colaterales sea beneficiario deberá convivir con el
titular en el inmueble afectado.
Articulo 247:”si la afectación es peticionada por el titular registral, se requiere que al
menos uno de los beneficiarios habite el inmueble.
En todos los casos, para que los efectos subsistan, basta que uno de ellos permanezca en
el inmueble.”
Efectos:
Articulo 249:”la afectación es inoponible a los acreedores de causa anterior a esa
afectación.
La vivienda afectada no es susceptible de ejecución por deudas posteriores a su
inscripción, excepto:
1) Obligaciones por expensas comunes o por impuestos, tasas o contribuciones que
gravan directamente al inmueble;
2) Obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituidas de conformidad a
los previsto en el articulo 250:
3) Obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en
la vivienda;
4) Obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de
edad, incapaces o con capacidad restringida.
Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar sus créditos sobre
el inmueble afectado, ni sobre los importes que la sustituyen en concepto de
indemnización o precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea esta ordenada en
una ejecución individual o colectiva.
Si el inmueble se subasta y queda remanente, este se entrega al propietario del
inmueble. En el proceso concursal, la ejecución de la vivienda solo puede ser solicitada
por los acreedores enumerados en este articulo.”
Como efecto principal puede decirse que la afectación de la vivienda no es oponible a
los acreedores de causa anterior a esa afectación; si es oponible a los acreedores por
deudas posteriores a esa afectación, pero el articulo establece cuales son las excepciones
es decir, lo casos en los cuales se podrá proceder a la desafectación del bien, y liquidarlo
para cobrar sus acreencias. Solo los sujetos mencionados en el artículo están
legitimados para esto y aquellos que tengan una deuda anterior a la afectación. Si el
inmueble se subasta y queda remanente este se entrega al propietario del inmueble.
Articulo 250:”el inmueble afectado no puede ser objeto de legados o mejoras
testamentarias, excepto que favorezca a los beneficiarios de la afectación prevista en
este Capitulo. Si el conviviente esta casado o vive en una unión convivencial inscripta,
el inmueble no puede ser transmitido ni gravado sin la conformidad del cónyuge o del
conviviente; si este se opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la
transmisión o gravamen deben ser autorizados judicialmente.”
Es decir que si quiero disponer del bien a los fines de mejorar a uno de mis hijos, solo
puedo hacerlo si este esta como beneficiario del bien. En el caso de querer transmitir o
gravar el bien afectado se necesitaría el asentimiento del otro cónyuge o conviviente y si
este se opone o falta se requerirá una resolución judicial. Pero los actos de
administración no necesitan la aceptación de la otra parte.
Articulo 251:”son embargables y ejecutables los frutos que produce el inmueble si no
son indispensables para satisfacer las necesidades de los beneficiarios.”
3.
Desafectación. Cancelación. Quiebra:
Articulo 255:”la desafectación y la cancelación de la inscripción proceden:
1) A solicitud del constituyente; si esta casado o vive en unión convivencial
inscripta se requiere el asentimiento del cónyuge o del conviviente; si este se
opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la desafectación debe ser
autorizada judicialmente;
2) A solicitud de la mayoría de los herederos, si la constitución se dispuso por acto
de ultima voluntad, excepto que medie disconformidad del cónyuge supérstite,
del conviviente inscripto, o existan beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida, caso en el cual el juez deberá resolver lo que sea mas conveniente
para el interés de estos;
3) A requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en proporción a
sus respectivas partes indivisas, con los mismos limites expresados en el inc.
anterior;
4) A instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos
previstos en este Capitulo, o fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;
5) En caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este
Capitulo, con los limites indicados en el articulo 249.”
En el caso que la desafectación sea requerida por los condóminos estos deben ser la
mayoría y no la totalidad como en el caso de la afectación. Y si se diera la expropiación,
reivindicación o ejecución tiene como límites las deudas anteriores o posteriores según
lo establece el artículo 249.
Articulo 249:”(…) Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar
sus créditos sobre el inmueble afectado, ni sobre los importes que la sustituyen en
concepto de indemnización o precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea esta
ordenada en una ejecución individual o colectiva.
Si el inmueble se subasta y queda remanente, este se entrega al propietario del
inmueble. En el proceso concursal, la ejecución de la vivienda solo puede ser solicitada
por los acreedores enumerados en este articulo.”
Articulo 248:”la afectación se transmite a la vivienda adquirida en sustitución de la
afectada y a los importes que la constituyen en concepto de indemnización o precio”
Es decir que en caso de quiebra si quedara remanente este pasara a manos del titular de
la vivienda para que pueda adquirir una nueva y afectarla a la protección ya que la
afectación se tramite, se da en este caso una subrogación real.
Unidad temática n° 4 DIVORCIO
1.
Concepto. Requisitos:
El artículo 435 establece como una de las causales de disolución del matrimonio al
divorcio declarado judicialmente.
La disolución del matrimonio opera cuando el vínculo se extingue por causas que
sobrevienen a la celebración. Esto significa que el acto matrimonial existió y produjo
todos los efectos jurídicos, pero en un momento, y por las causas taxativamente
enumeradas en la ley, el matrimonio se disuelve y dejan de existir los efectos que tenía.
La disolución del matrimonio importa la extinción del contenido de la relación jurídica
matrimonial.
Cuando se sancionó el Código Civil en 1871, la muerte era la única causa de extinción
del vínculo matrimonial. Con la ley 14.394, de 1954, se incluyeron dos causales más: el
matrimonio del cónyuge del declarado ausente con presunción de fallecimiento y el
divorcio vincular (por conversión de la sentencia de separación personal). El divorcio
regulado por esta ley tuvo muy corta vigencia, ya que fue suspendido en el año 1956. La
ley 23.515 introdujo el divorcio vincular en el país, por lo que se incluyó esta causal de
disolución de la sociedad conyugal.
Si bien esta causal de disolución ya existía en la regulación del CC, en el texto actual se
han realizado algunas modificaciones formales. En efecto, en el art. 213, inc. 3, CC se
establecía “sentencia de divorcio vincular” (ahora quedó establecido “divorció
declarado judicialmente”); porque de ese modo se lo diferenciaba de la separación
personal que no disolvía el vínculo matrimonial. Como en el CCyC no se regula la
separación personal, no existe motivo para aclarar que el divorcio es vincular. El único
divorcio que se regula en el CCyC rompe el vínculo matrimonial, por lo que no tiene
sentido utilizar la expresión “divorcio vincular”. Sin perjuicio de que en el artículo se
establece que la tercera causa de disolución del matrimonio es el “divorcio declarado
judicialmente”, es importante dejar aclarado que el único divorcio que se recepta en el
CCyC es el divorcio judicial.
Evolución legislativa:
En su inicio, el artículo 167 del Código Civil disponía la celebración canónica del
matrimonio entre personas católicas y, tratándose del matrimonio entre católico y
cristiano no católico autorizado por la Iglesia Católica, la celebración que fuese de
practica en la iglesia de la comunión a que perteneciere el esposo no católico (artículo
180).
Para ambos supuestos, confirió a la autoridad eclesiástica el conocimiento y la decisión
sobre impedimentos y dispensas (artículos 168 y 172) y también en las causas por
divorcios (artículo 201).
Respecto al divorcio que correspondía decidir a los jueces civiles, o sea el de los
matrimonios celebrados sin autorización de la Iglesia Católica de conformidad a los
ritos de la iglesia a la que los contrayentes pertenecieren: artículo 183, dispuso que
consistía solamente en la separación personal de los esposos sin disolución del vínculo
matrimonial (artículo 198).
De tal modo, los efectos de la sentencia no eran otros que la extinción del deber de
cohabitación (artículo 209), pero subsistía expresamente consagrado el deber de
fidelidad, pudiendo ser criminalmente acusado el que cometiera adulterio (artículo 208).
Los artículos 216 y 217 consagraron la subsistencia del deber de alimentos entre los
cónyuges divorciados; el primero estableciendo que habiendo dado el marido causa al
divorcio debería contribuir a la manutención de la mujer, y el segundo disponiendo que
cualquiera de los esposos que hubiese dado causa al divorcio tenía derecho a que el otro,
si tuviese medios, le proveyera lo preciso para su subsistencia, si le fuera de toda
necesidad y no tuviera recursos propios.
La ley 2393 dictada en 1888, si bien secularizó el matrimonio consagrando la
celebración civil obligatoria, mantuvo la indisolubilidad del vínculo por divorcio.
Establecía el artículo 64 que el divorcio consistía únicamente en la separación personal
de los esposos sin que se disolviera el vínculo matrimonial.
A su vez el artículo 66, repudió el divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges,
exigiendo la alegación de hechos culpables enumerados en el artículo 67 que
constituyeron las típicas causales de divorcio culpable conocidas en nuestro derecho.
La ley 14394 que comenzó a regir desde el 29 de junio de 1955 admitió la conversión
de la separación personal de los cónyuges en los términos que consagraba el artículo 64
de la ley 2393, en divorcio vincular. La declaración de disolución del vínculo
matrimonial autorizaba a ambos cónyuges a contraer nuevas nupcias. Pero el 1° de
marzo de 1956 se declaró en suspenso el artículo 31 de la ley 14394, en cuanto
habilitaba para contraer nuevo matrimonio a las personas divorciadas. A su vez, se
debían paralizar, en el estado en que se encontraren, los trámites judiciales destinados a
actuar la conversión del artículo 31 de la ley 14394, no dándose curso a las nuevas
peticiones que se presentaren sobre ello.
Es recién por la ley 23515 que se incorporó al Código Civil una legislación orgánica
sobre el matrimonio, previendo también la disolución del vínculo matrimonial por
divorcio en los términos del artículo 213 inc. 3.
En la época de Vélez el Código Civil estaba pensado para un único tipo de familia,
siendo sus normas en gran medida de orden público, es decir, normas que las partes no
podían dejar de lado; con el nuevo Código hay un cambio de paradigma; ya la doctrina
y la jurisprudencia venían diciendo que la autonomía de la voluntad en el derecho de
familia era importante y había artículos en los que no se aplicaba. El Código se apoya
primordialmente en tres pilares:
1) Autonomía de la voluntad (implica libertad);
2) Igualdad (sin importar el género);
3) Responsabilidad (acá si aparecen normas de orden público que
tienen que ver con la solidaridad familiar y no pueden ser dejadas de lado).
El Código Civil y Comercial de la Nación adopta un divorcio incausado, a petición de
ambos o uno de los esposos y sin requerir plazo alguno. Estas serían las características
de la disolución del vínculo matrimonial.
1) En materia de divorcio se introducen modificaciones sustanciales al pasarse de un
régimen causado a uno incausado o sin expresión de causa. Es decir, se prescinde de
cualquier manifestación acerca de las razones —sean de índole objetivas como ser el
paso del tiempo de la celebración del matrimonio o estar separados de hecho; o
subjetivas, fundadas en la violación a uno o varios derechos deberes derivados del
matrimonio— para que uno de los cónyuges o ambos soliciten, y la justicia decrete el
divorcio.
¿Qué ventajas o perjuicios podría tener que el deber de convivencia sea entendido un
deber jurídico? Más allá de conculcar principios constitucionales-convencionales como
de intimidad, privacidad y libertad expresamente previstos en el art. 19 de la
Constitución Nacional, puntualmente perjudica a un tipo de relaciones de pareja que se
ve con mayor frecuencia en el abanico cada vez más amplio de realidades familiares.
Nos referimos a las llamadas en el derecho anglosajón de parejas "LAT" (siglas en
inglés: "living aparttogether" traducido como parejas con domesticidad común), que son
aquellas parejas —matrimoniales o no— con un proyecto en común, respeto mutuo,
fidelidad, cooperación y asistencia, pero que deciden no convivir o no comparten la
misma vivienda. Como también se dice, parejas que viven juntos pero separadas.
Por lo general, son segundas o terceras uniones cuyos integrantes tienen hijos de parejas
anteriores y por diversas razones eligen —autonomía de la voluntad— no compartir el
mismo techo. ¿Acaso dos personas que prestan el consentimiento ante el oficial del
registro civil, tienen un proyecto de vida en común y deciden vivir uno en una vivienda
y el otro en el piso de arriba, a la vuelta o a algunas cuadras de distancia porque ambos
tienen hijos adolescentes y no quieren unir ambas familias se puede considerar que no
son un matrimonio sólo porque no cumplen con el deber de cohabitación? Según el
proyecto de reforma hasta los cambios que tuvo de último momento antes de su sanción
en Senadores, esta particular tipología familiar tenía su espacio en total consonancia con
las nociones de pluralidad y "multiculturalidad" que campeaban el Anteproyecto.
Si bien en el art. 431 el deber de convivencia está consignado como un deber jurídico,
cabe dejar expresado que su supuesto "incumplimiento" no tendrá ninguna consecuencia
o efecto jurídico negativo porque ya hoy en la práctica no lo tiene.
Cabría preguntarse qué importancia tiene desde el plano jurídico en el marco de un
divorcio incausado. Ninguna, ya que al no haber un divorcio culpable, si uno se va del
hogar no podría ser pasible de ser decretado cónyuge culpable. Qué otro efecto podría
tener. Y es aquí en el que hay que pregonar por una mirada sistémica de todo el régimen
civil proyectado, ya que de lo contrario, una vez más el fantasma de los daños y
perjuicios —que se pretendió excluir del proyecto de reforma y que ya hoy en día está
en franca retirada— podría volver a instalarse.
¿Cuál habría sido la razón de esta reincorporación? Una respuesta posible podría ser el
fundamentalismo conservador y tradicional ya mencionado que se resiste a que el
derecho de familia caiga bajo las redes de la obligada perspectiva constitucional—
convencional y por ende, humana. La otra, ceder ante el engañoso slogan de que la
convivencia no puede ser un elemento sine qua non en las uniones convivenciales y
estar ausente en el matrimonio. Esta afirmación es más efectista que real.
Con la redacción del art. 431 es claro que empeora considerablemente el régimen
matrimonial más que el actual. Sucede que en el actual al menos, el art. 199 prevé
algunos supuestos de excepción al deber de cohabitación, como ser cuestiones de
trabajo, estudio u otras razones que habilitan el cese de la cohabitación de manera
transitoria que no afectan el verdadero sentido y finalidad del matrimonio: el proyecto
de vida en común. En el texto que ha quedado en el proyecto no se establece ninguna
excepción al deber de convivir, por lo cual, esto obligará a llevar adelante una ardua
tarea interpretativa con los riesgos que ello lleva implícito. ¿Acaso un nuevo Código
Civil no debería tener entre sus principales finalidades evitar la mayor cantidad de
debates interpretativos, ser un instrumento legal lo más claro y preciso posible?
El otro punto que merece ser reiterado y así aclarado para evitar cualquier tipo de duda,
se refiere al deber moral de fidelidad. Si bien este ha estado presente desde los inicios,
es decir, desde la redacción del Anteproyecto, lo cierto es que merece dedicarle un
espacio especial para ahuyentar cualquier fantasma de pretender reavivar la culpa en el
divorcio a través de acciones de daños y perjuicios.
2.
Proceso de divorcio. Características:
Artículo 436:”es nula la renuncia de cualquiera de los cónyuges a la facultad de pedir el
divorcio; el pacto o cláusula que restrinja la facultad de solicitarlo se tiene por no
escrito.”
En nuestro ordenamiento jurídico, el vínculo matrimonial se disuelve y no es posible
renunciar a pedir el divorcio. En el caso en que se hubiese realizado un pacto o
convenio en ese sentido, el mismo se tiene por no escrito. La irrenunciabilidad a la
facultad de solicitar el divorcio se funda en los principios constitucionales de libertad,
autonomía personal (artículo 19 CN) y del derecho a casarse (artículo 20 CN).
Artículo 437:”el divorcio se decretara judicialmente a petición de ambos o de uno solo
de los cónyuges.”
El divorcio continúa siendo judicial, no se admite el divorcio administrativo que
contemplan algunas legislaciones en el derecho comparado. El juez deberá dictar la
sentencia a pedido de uno o de ambos cónyuges.
Se regula un solo tipo de divorcio, el incausado. Se suprimen las causas objetivas y
subjetivas, y se elimina la figura de la separación personal.
Se suprimen todos los plazos que establecía el CC, tanto el que se fijaba desde la
celebración del matrimonio para solicitar el divorcio por mutuo consentimiento como
los plazos de falta de convivencia que habilitaban el pedido de separación y divorcio por
la causal objetiva, así como el trámite de la doble audiencia.
Las razones de los profundos cambios en materia de divorcio se encuentran claramente
expresadas en los “Fundamentos del Anteproyecto...”: “… El avance de la autonomía de
la voluntad en el derecho de familia no es ajeno al ámbito del derecho matrimonial.
Precisamente, ha sido en este campo en el cual la jurisprudencia y doctrina nacional y
comparada muestra un desarrollo exponencial del principio previsto en el artículo 19 de
la CN; prueba de ello son diversas sentencias que declaran la inconstitucionalidad de
algunos artículos del CC por atacar el principio de libertad de los cónyuges en la
construcción, vida y ruptura matrimonial.
El anteproyecto amplía la aptitud de decisión de los integrantes del matrimonio. La
mirada rígida sobre las relaciones humanas familiares, bajo la excusa de considerar todo
de orden público, contraría la noción de pluralismo que pregona la doctrina
internacional de los Derechos Humanos. En efecto, existe un derecho a la vida familiar
y, consecuentemente, la injerencia estatal tiene límites.
En virtud del avance de la autonomía de la voluntad en las relaciones de familia, y
tomando en cuenta el desarrollo de la doctrina y jurisprudencia respecto del principio
del articulo 19 CN, se consagra un sistema de divorcio que respeta la libertad e
intimidad de los esposos, donde la injerencia estatal tiene límites precisos.
Las modificaciones tienen por fin lograr un mejor y mayor equilibrio en esta tensión
entre autonomía de la voluntad y orden público, específicamente al momento de la
ruptura del matrimonio, para que pueda realizarse de modo pacífico y menos
traumático.
Artículo 438:”toda petición de divorcio debe ser acompañada de una propuesta que
regule los efectos derivados de este; la omisión de la propuesta impide dar trámite a la
petición.
Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer una
propuesta reguladora distinta.
Al momento de formular las propuestas, las partes deben acompañar los elementos en
que se fundan; el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las partes, que se
incorporen otros que se estiman pertinentes. Las propuestas deben ser evaluadas por el
juez, debiendo convocar a los cónyuges a una audiencia.
En ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de la sentencia de
divorcio.
Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador perjudica
de modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo familiar, las cuestiones
pendientes deben ser resueltas por el juez de conformidad con el procedimiento previsto
por la ley local.”
Se establece un procedimiento de divorcio muy sencillo, a pedido de uno o de ambos
cónyuges, con el único requisito de la presentación de un convenio regulador de los
efectos del divorcio o de una propuesta de convenio cuando el pedido es unilateral.
Si ambos están de acuerdo, presentarán directamente el convenio regulador; en caso
contrario, deben presentar una propuesta de convenio. Podría ocurrir que acuerden
algunos de los temas, pero no otros: en este caso, es posible formular un acuerdo
regulador respecto de los temas que han consensuado y una propuesta respecto de los
demás. Se prioriza, de este modo, el convenio que realicen directamente los esposos
como forma de solucionar los temas que los vinculan luego de la ruptura matrimonial.
Se procurará, en principio, que sean las mismas partes las que lleguen a acuerdos sobre
todos los temas, pero si esto no ocurriera, un cónyuge deberá hacer una propuesta y el
otro podrá ofrecer una propuesta reguladora distinta. Las partes deben acompañar los
elementos en que se fundan y el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las partes,
que se incorporen otros que se estiman pertinentes. Ambas propuestas van a ser
evaluadas por el juez, quien convocará a los cónyuges a una audiencia.
La oportunidad procesal de acompañar la propuesta de convenio o el convenio
regulador es al momento de iniciación del trámite de divorcio, de manera que la
presentación de la misma configura un requisito de admisibilidad del pedido de
divorcio, ya sea el efectuado de común acuerdo o el pedido unilateralmente.
Podría darse el caso de que los cónyuges se encuentren separados de hecho y hayan
solicitado la homologación de un acuerdo respecto de los efectos de esa separación en
forma previa a la demanda de divorcio. En tal caso, junto con el pedido de divorcio,
podrán ratificar las condiciones del acuerdo suscripto con anterioridad —si es que no ha
existido una alteración de las circunstancias y quieren mantener enteramente su
contenido—, o bien pueden modificar las cláusulas que consideren convenientes.
También en este último caso, y a falta de acuerdo entre los esposos, podrá uno de ellos
presentar una propuesta de modificación del acuerdo, la que deberá ponerse en
conocimiento del otro cónyuge. En estos casos, debe tenerse por cumplido el requisito
de admisibilidad del pedido de divorcio.
La audiencia se convoca con el fin de evaluar el contenido de la o las propuestas, no
tratándose de una audiencia de divorcio, ya que en cualquier caso se va a dictar la
sentencia que disuelve el vínculo matrimonial. Se readecúa, entonces, en este artículo la
función del juez en el proceso de divorcio, quien debe evaluar la propuesta y controlar
que no se perjudiquen los intereses del grupo familiar. En consecuencia, deberá
conversar con las partes, informarlas y verificar que no se haya incurrido en abuso del
derecho ni violado el orden público en la suscripción del convenio. Si existe desacuerdo
sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador perjudica de modo manifiesto
los intereses de los integrantes del grupo familiar, las cuestiones deberán ser resueltas
por el juez, de conformidad con el procedimiento previsto en la ley local.
Supuesto de pedido unilateral de divorcio
En el caso que el divorcio sea solicitado por uno de los cónyuges, el mismo deberá
presentar la propuesta de acuerdo regulador, teniendo la otra parte la posibilidad de
presentar una propuesta distinta. El peticionante debe acompañar los elementos en los
que se funda. Como la norma no especifica los elementos, pueden adjuntarse los que se
consideren relevantes, tales como recibos de sueldos del alimentante y comprobantes de
los gastos de los hijos en el caso de los alimentos; tasación de los bienes en caso de
convenios de liquidación de sociedad conyugal; detalles de deudas; entre otros.
El juez deberá dar traslado de la propuesta a los fines de que preste conformidad o
presente otra propuesta de acuerdo. En este último caso, la otra parte también deberá
adjuntar los elementos en que se funde. El magistrado puede ordenar, de oficio o a
petición de las partes, que se incorporen otros elementos que se estiman pertinentes.
Ambas propuestas van a ser evaluadas por el mismo en la audiencia a la que deben
concurrir los cónyuges. La audiencia debe ser convocada en todos los casos con el único
y claro objetivo de tratar las cuestiones referidas a las propuestas, es decir, a las
consecuencias que el divorcio traerá a la familia. En el caso de que la propuesta haya
sido consensuada por las partes, el juez la homologará, salvo que la misma perjudique
los intereses de los integrantes del grupo familiar. En este caso, procurará en la
audiencia que las partes la modifiquen.
Supuesto de pedido conjunto de divorcio
En el caso de que ambas partes realicen el pedido de divorcio, podrán acordar todos los
temas y presentar conjuntamente el convenio regulador. Esta es la situación deseable:
aquella en la que el rol del juez sea únicamente verificar en la audiencia que no se
perjudica el interés familiar en ninguna de las cláusulas del convenio. Pero podría
suceder que las partes pidan el divorcio en forma conjunta pero que no acuerden en las
consecuencias. En tal caso, podrán adjuntar un convenio de los temas que han
consensuado y una propuesta de convenio respecto de los demás temas, o bien presentar
cada uno una propuesta diferente, procediéndose del mismo modo que se trató en el
punto anterior. Solo cuando no fuera posible el pacto, se deberá dictar una resolución
que imponga las medidas que se requieren para cada caso.
3.
Efectos. Convenio regulador:
Artículo 439:” el convenio regulador debe contener las cuestiones relativas a la
atribución de la vivienda, la distribución de los bienes, y las eventuales compensaciones
económicas entre los cónyuges; el ejercicio de la responsabilidad parental, en especial,
la prestación alimentaria; todo siempre que se den los presupuestos facticos
contemplados en esta Sección, en consonancia con lo establecido en este Título y en el
Titulo VII de este Libro.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no impide que se propongan otras cuestiones de
interés de los cónyuges.”
El convenio regulador es un negocio jurídico bilateral en el que los cónyuges establecen
las consecuencias jurídicas del divorcio.
El convenio regulador otorga a las partes la posibilidad de consensuar todos los temas
que consideren importantes. La referencia del artículo a “otras cuestiones” implica que
se trata de temas de carácter enunciativo, lo que consagra el respeto a la autonomía de la
voluntad. No se obliga a los cónyuges a incorporar todas las cuestiones; la idea es que
tienen libertad para convenirlas. El legislador insta a las partes a llegar a acuerdos,
entendiendo que esta es la mejor forma de resolver los efectos del divorcio, pero no
podrá obligarlos a pactar cuestiones que ambos no quieren acordar porque no lo desean
o porque no han generado conflictos.
Respecto del ejercicio de la responsabilidad parental, los exesposos podrán tomar en
cuenta las previsiones reguladas en relación al plan de parentalidad, establecidas por el
artículo 655 CCyC. En el convenio regulador podría acordarse la prestación alimentaria
en favor del ex cónyuge. En el artículo 434 CCyC han quedado establecidos los
supuestos en los que proceden los alimentos luego del divorcio, no obstante lo cual, en
el último párrafo, se establece que si el convenio regulador se refiere a alimentos, rigen
las pautas convenidas. En consecuencia, se priorizan las condiciones que libremente
puedan establecer las partes en el convenio. Se los obliga a pensar en las consecuencias
que el divorcio va a traer a su familia y a consensuar los distintos temas —
principalmente, aquellos relacionados con la responsabilidad parental y los alimentos,
cuando existieran hijos—.
El objetivo de esta norma es establecer el contenido del convenio regulador con el fin de
que los exesposos arriben a acuerdos respecto de todos los efectos que el divorcio va a
traer aparejado en los miembros de la familia. Si las partes realizan un convenio parcial,
acordando algunas cuestiones, y una propuesta de acuerdo respecto a otros, podrá el
juez, en audiencia (artículo 438 CCyC), intentar que lleguen a una conciliación respecto
de estos últimos, así como incorporar otros temas de conflicto, y de esta forma evitar
posteriores incidencias. Este activismo judicial lo es en beneficio del interés familiar y
no obstará al dictado de la sentencia de divorcio. Solo tiene el efecto de crear un espacio
más de intercambio sobre las consecuencias jurídicas de la ruptura familiar y de evitar el
pleito, entendiendo que esta es la vía para pacificar la familia.
Artículo 440:”el juez podrá exigir que el obligado otorgue garantías reales o personales
como requisito para la aprobación del convenio. El convenio homologado o la decisión
judicial pueden ser revisados si la situación se ha modificado sustancialmente.”
Podrán los cónyuges dejar establecido en el convenio regulador cuáles son las garantías
para el cumplimiento de las distintas cláusulas del convenio. En el caso de que no lo
hubieran realizado, podrá el juez exigirlas al o a los obligados.
Estas garantías podrán ser reales o personales, y tienen el fin de garantizar el efectivo
cumplimiento de lo pactado. Estas pueden ser establecidas para todos los casos,
aunquelas más frecuentes serán para asegurar las obligaciones patrimoniales, ya sea el
cumplimiento de la obligación alimentaria, la pensión compensatoria o las cuestiones
relacionadas a la división de bienes. También podrán establecerse a los fines del
cumplimiento del régimen de comunicación o de custodia; en este caso, podría ser
mediante el pago de una multa al progenitor que las obstruya. Consagrando el principio
de autonomía de la voluntad, serán las mismas partes las que deberán ofrecer las
garantías para el cumplimiento, aunque también el juez puede exigirlas o fijarlas como
condición para homologar el convenio.
Queda establecido expresamente que, en caso de modificación de las circunstancias
tenidas en cuenta al momento de formalizar el convenio, o de la sentencia que
establezca las consecuencias del divorcio, se podrá modificar el acuerdo.
Como la familia es dinámica, será frecuente el caso en que sea necesaria una
modificación de lo oportunamente convenido, como, por ejemplo, una actualización de
los alimentos, una cuota extraordinaria frente a una necesidad específica, un cambio en
las garantías oportunamente ofrecidas para el cumplimiento de los acuerdos, cambios
respecto a la atribución del hogar conyugal, régimen de comunicación de padres e hijos
derivado de la mayor edad de los hijos, entre otras. En virtud de los innumerables casos
que pueden darse en la familia, podrán las partes consensuar las nuevas condiciones y
pedir la homologación del nuevo acuerdo que realicen.
Cuando no lo puedan consensuar, siempre queda abierta la vía incidental para sustanciar
el conflicto debido a los cambios en las circunstancias sobre las cuales definieron o
acordaron determinados efectos. Las condiciones que habilitan la modificación son:
a. que haya existido, y se acredite fehacientemente, una alteración de las circunstancias
que se tuvieron en cuenta para la adopción de las medidas establecidas en el convenio
regulador;
b. que la alteración de las circunstancias sea sustancial, de tal importancia que se estime
que, de haber existido las mismas al momento de la suscripción del convenio por las
partes o la fijación judicial, se hubieran tomado medidas distintas;
c. que la modificación no sea transitoria, sino que permanezca en el tiempo;
y d. que el cambio de circunstancias no haya sido provocado voluntariamente para
obtener una modificación de las medidas adoptadas.
¿Cuáles son los aspectos del convenio regulador que pueden ser modificados? Si han
variado las circunstancias tenidas en cuenta al formularlos, los pactos referidos a la
atribución de la vivienda, prestación alimentaria y cuestiones referidas a la
responsabilidad parental resultan modificables. Pero, con relación a los pactos referidos
a la compensación económica y al convenio de distribución de bienes, es necesario
realizar las siguientes previsiones. Conforme el articulo 441 CCyC, el cónyuge a quien
el divorcio le produce un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de
su situación, y que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura, tiene
derecho a una compensación. Esta compensación económica puede ser acordada entre
los esposos en el convenio regulador, tanto su cuantía como la forma de pago
(prestación única, una renta por tiempo determinado o, excepcionalmente, por plazo
indeterminado).
A los fines de valorar el monto que representa este desequilibrio, los esposos deberán
tomar en cuenta las circunstancias establecidas en el artículo 442 CCyC, que son el
estado patrimonial de cada uno al inicio y a la finalización de la vida matrimonial; la
dedicación que cada uno brindó a la familia y a la crianza de los hijos durante la
convivencia, y la que prestará con posterioridad al divorcio; la edad y estado de salud de
los cónyuges e hijos; la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del
cónyuge que solicita la compensación económica; la colaboración prestada a las
actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge; la atribución de
la vivienda familiar, y si recae sobre un bien ganancial, un bien propio o un inmueble
arrendado. Sin perjuicio de estas bases que se han establecido para la fijación judicial de
la compensación económica, son las que tendrán en cuenta los esposos al momento de
llegar a un acuerdo respecto al monto y demás condiciones de la compensación
económica. Es así que la misma va a fijarse sobre determinadas circunstancias fáctica y
tendrá un monto que, una vez establecido, no resultará modificable, ya que no podrán
existir circunstancias sobrevinientes que hagan variar estas cuestiones analizadas a los
fines de evaluar el desequilibrio.
En otras palabras, producido el desequilibrio luego del divorcio, el mismo será evaluado
conforme a las cuestiones particulares que han ocurrido en esa familia y, con base en
ello, se fijará el monto y la forma de pago. Estas circunstancias no pueden ser
modificadas una vez evaluadas, ya que se refieren principalmente a hechos anteriores a
la separación, vinculadas al aspecto económico de la familia. Por este motivo el acuerdo
mediante el cual se fija la compensación económica es —repetimos— inmodificable.
Respecto al convenio de bienes, si ambas partes así lo estipulan, se podría modificar o
incluir bienes en el acuerdo suscripto. Pero en el supuesto en que no estén de acuerdo y
uno de los esposos pretendiera modificarlo, habrá que considerar las circunstancias de
cada caso en particular, y el juez resolverá en la incidencia respectiva. No hay obstáculo
para que una de las partes pretenda incluir bienes que no han sido incorporados al
acuerdo; pero si pretendiera atacar la validez del convenio regulador suscripto, deberá
probar que existió un vicio de la voluntad —como error, dolo, violencia o lesión— o un
vicio del acto jurídico —como simulación o fraude—. En cualquier otro caso, los
acuerdos suscriptos tienen plena validez.
Si el convenio no perjudica de modo manifiesto los intereses de los integrantes del
grupo familiar (artículo 438 CCyC), será homologado por el juez.
¿Es eficaz un convenio suscripto por las partes pero que no fue presentado para su
homologación? La aprobación judicial es un requisito de eficacia del convenio, no de su
validez, por lo que el pacto entre los esposos, aunque no se presente ante el juzgado —
y, por lo tanto, no sea homologado judicialmente—, tiene la fuerza de obligar a los
firmantes al cumplimiento de lo pactado. En definitiva, se interpreta que, sin perjuicio
de que el acuerdo no se haya homologado —y de que, como consecuencia de ello, no
tenga el carácter de convenio regulador en los términos del artículo que se viene
comentando—, tendrá plena validez como negocio jurídico celebrado entre las partes y
resultará eficaz como contrato de carácter consensual y bilateral, aceptado y reconocido
por las partes, si concurren consentimiento, objeto y causa, y se realiza en virtud del
principio de la autonomía de la voluntad.
Compensación económica:
Artículo 441:”el cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio manifiesto que
signifique un empeoramiento de su situación y que tiene por causa adecuada el vínculo
matrimonial y su ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta puede consistir en
una prestación única, en una renta por un tiempo determinado o, excepcionalmente, por
plazo indeterminado. Puede pagarse con dinero, con el usufructo de determinados
bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o decida el juez.”
La compensación económica no se relaciona con la culpa o inocencia en el divorcio.
Tres son las condiciones fácticas que justifican su procedencia:
a. que se produzca un desequilibrio manifiesto de un cónyuge respecto al otro;
b. que tal desequilibrio implique un empeoramiento en la situación del cónyuge que
reclama;
y c. que tenga por causa adecuada el matrimonio y su ruptura, a través del divorcio.
Esta figura no resulta una consecuencia necesaria del divorcio, sino que procede solo
ante la comprobación de tales presupuestos que pueden derivar de varias y diversas
circunstancias, como la colaboración en la actividad lucrativa del otro, la situación
patrimonial, la edad, el estado de salud, la labor de educación y crianza de los hijos
menores, las posibilidades de acceso al mercado de trabajo, la cualificación profesional,
entre otras. Sin embargo, nada obsta a que ambos cónyuges la acuerden al tramitar el
divorcio, ya que esta figura jurídica admite la fuente convencional, consagrando la
autonomía de la voluntad de quienes deciden poner fin a su matrimonio y
espontáneamente reconocen la conveniencia de continuar brindando apoyo económico a
aquel que se encuentre en peores condiciones
En los "Fundamentos..." se explica: “El Anteproyecto recepta una figura que tiene
aceptación en varias legislaciones del derecho comparado, y que es coherente con el
régimenincausado de divorcio; en efecto, con fundamento en el principio de solidaridad
familiar y en que el matrimonio no sea causa fuente de enriquecimiento o
empobrecimiento económico de un cónyuge a costa del otro, se prevé la posibilidad de
que, para aminorar un desequilibrio manifiesto los cónyuges acuerden o el juez
establezca compensaciones económicas.
Estas compensaciones pueden ser abonadas de diferentes modos: prestación dineraria
única; renta por un tiempo determinado o, de manera excepcional, por plazo
indeterminado. Por ejemplo, si al momento de contraer nupcias se optó por llevar
adelante una familia en la cual uno solo de los cónyuges era el proveedor económico y
el otro cumplía sus funciones en el seno del hogar y en apoyo a la profesión del otro, no
sería justo que al quiebre de esa elección se deje desamparado a aquél de los cónyuges
que invirtió su tiempo en tareas que no se traducen en réditos económicos; en este caso,
se le fijará una compensación económica que puede asumir distintas modalidades de
pago: pensión, cuotas, etc.
Nada impide que los cónyuges convengan su monto y forma de pago, pero, como se
trata de un caso de protección legal con fundamento en la solidaridad familiar, ante la
falta de acuerdo el juez puede determinar su procedencia y fijar su monto si
correspondiere. Al tratarse de una herramienta destinada a lograr un equilibrio
patrimonial, es necesario realizar un análisis comparativo de la situación patrimonial de
cada uno de los cónyuges al inicio del matrimonio y al momento de producirse el
divorcio, esto es, obtener una ’fotografía’ del estado patrimonial de cada uno de ellos, y,
ante un eventual desequilibrio, proceder a su recomposición”.
Esta “fotografía” del estado patrimonial de cada uno de los cónyuges no se limita a
aquellos bienes que integraron sus patrimonios al inicio y los que lo integran al final, ya
que no se trata solo de un análisis cuantitativo. Lo importante es cómo incidió el
matrimonio y el posterior divorcio en la potencialidad de cada uno de los cónyuges para
su desarrollo económico. Por ejemplo, si durante el matrimonio solo uno de los
cónyuges fue quien se capacitó profesionalmente, y el otro fue el encargado de la
atención de los hijos y del hogar, posibilitando con esta función el desarrollo económico
del otro, podrá solicitar una compensación económica en su favor, ya que el rol
desempeñado durante el matrimonio y el posterior divorcio implicaron un desequilibrio
económico en su perjuicio. Este desequilibrio pudo haberse mantenido oculto o
compensado durante el matrimonio, pero aflora con el divorcio y no se soluciona con la
liquidación de los bienes, independientemente del régimen patrimonial matrimonial que
hayan elegido. La comprobación de las circunstancias fácticas será la base tanto para
determinar si procede la compensación como para establecer el monto.
La compensación económica puede consistir en una prestación única, en una renta por
tiempo determinado o, excepcionalmente, por plazo indeterminado. Se puede abonar
con dinero, con el usufructo de determinados bienes, o de cualquier otro modo que
acuerden las partes o decida el juez.
Aplicando los principios de libertad y autonomía, nada impide que los cónyuges
acuerden el monto y forma de pago. Es excepcional la fijación de una renta por tiempo
indeterminado, ya que el límite temporal tiende a evitar situaciones de injusticia.
Artículo 442:”a falta de acuerdo de los cónyuges en el convenio regulador, el juez debe
determinar la procedencia y el monto de la compensación económica sobre la base de
diversas circunstancias, entre otras:
1) El estado patrimonial de cada uno de los cónyuges al inicio y a
la finalización de la vida matrimonial;
2) La dedicación que cada cónyuge brindó y a la crianza y
educación de los hijos durante la convivencia y la que debe prestar con
posterioridad al divorcio;
3) La edad y el estado de salud de los cónyuges y de los hijos;
4) La capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo
del conyugue que solicita la compensación económica;
5) La colaboración prestada a las actividades mercantiles,
industriales o profesionales del otro cónyuge;
6) La atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien
ganancial, un bien propio, o un inmueble arrendado. En este último caso quien
abona el canon locativo.
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse
dictado la sentencia de divorcio.”
La recepción en nuestro derecho de la compensación económica favorece el principio de
autonomía de la voluntad, pues prioriza el acuerdo que pudieran haber realizado los
cónyuges en el convenio regulador del divorcio. Ante la falta de acuerdo y el reclamo en
tiempo que realice uno de ellos, corresponderá que el juez la fije.
La norma que comentamos brinda pautas orientadoras para determinar la procedencia y
el monto de la misma, realizando una enumeración de tipo enunciativa, ya que el juez
podrá considerar otras, dependiendo de las particularidades del caso.
Al especificar la norma la expresión “entre otras”, queda claro que las circunstancias
enumeradas en los seis incisos no son las únicas. Lo importante es que se visualice
cuáles han sido los roles desarrollados durante la vida matrimonial, a los fines de
determinar —en principio— si procede la fijación de la compensación, y luego, el
monto de la misma.
El artículo establece el plazo de seis meses contados desde el dictado de la sentencia de
divorcio para el ejercicio de la acción destinada a la fijación judicial de la compensación
económica.
El plazo corto de caducidad tiene su fundamento en que se procura que los cónyuges
resuelvan todas las cuestiones patrimoniales que se derivan de la ruptura matrimonial de
manera simultánea al divorcio. Además, como el objeto de esta figura es compensar el
desequilibrio económico que se produce a causa y como consecuencia del divorcio, es
en ese momento en que debe fijarse, y no sirve a estos fines que transcurra un tiempo
prolongado desde que se dicte sentencia.
Atribución de la vivienda:
Artículo 443:”uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea
inmueble propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial. El juez determina la
procedencia, el plazo de duración y efectos del derecho sobre la base de las siguientes
pautas, entre otras
1) La persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;
2) La persona que está en situación económica más desventajosa
para proveerse de una vivienda por sus propios medios;
3) El estado de salud y la edad de los cónyuges;
4) Los intereses de otras personas que integran el grupo familiar.”
Se trata de un efecto del divorcio, por lo cual es independiente del régimen patrimonial
matrimonial que hayan elegido los cónyuges. Se aplicará tanto en el caso de separación
de bienes como de comunidad de ganancias.
Mediante esta norma se establece la posibilidad que uno de los cónyuges pida que se le
atribuya la vivienda familiar. Puede tratarse del inmueble propio de cualquiera de los
esposos o un bien ganancial. A falta de acuerdo, será el juez quien determine en qué
casos procede, el plazo de duración y los efectos, tomando en cuenta las pautas
establecidas en la norma, que priorizan a quien se encuentre con mayores necesidades
habitacionales. La existencia de hijos incide, pero no es la única pauta que el juez
deberá tomar en cuenta.
La atribución de la vivienda supone conceder a uno solo de los cónyuges el derecho de
usar del inmueble en el cual se desarrolló la vida familiar durante el matrimonio. A los
efectos de decidir cuál de ellos se encuentra en mejores condiciones para la atribución,
la norma establece que el juez deberá tomar en cuenta pautas objetivas, relacionadas con
la situación de vulnerabilidad o mayor necesidad, dejando de lado toda consideración
respecto de la culpa en el divorcio o el género de los esposos, conforme el principio de
igualdad.
Como se trata de un derecho de uso —que no alterará la propiedad del inmueble,
aunque configura una clara restricción al dominio—, la norma incluye tanto un bien
propio como ganancial.
Este derecho de uso se refiere al inmueble que revista la calidad de “vivienda familiar”.
No se trata de cualquier inmueble, sino el que ha sido sede de la vida de la familia,
aunque, en algún caso particular, pueda resolverse excepcionalmente la atribución en
otro inmueble que no haya sido usado como sede del matrimonio. Lo relevante es
procurar resolver la situación habitacional de la parte más débil, con base en la
solidaridad familiar.
La atribución de la vivienda puede realizarse por acuerdo de cónyuges o, a falta del
mismo, puede ser impuesta por el juez.
Convencional: Con base en la autonomía de la voluntad, y conforme lo establece el
artículo 439 CCyC, los cónyuges podrán acordar, en el convenio regulador, a cuál de
ellos se le atribuirá el uso de la vivienda familiar. En principio, serán los propios
cónyuges quienes se encuentran en mejores condiciones para acordar el uso de la
vivienda, ya que conocen la realidad íntima de su familia. En consecuencia, y salvo que
el interés familiar se encuentre seriamente comprometido, el juez deberá homologar el
acuerdo que realicen en ese sentido.
El convenio podrá incluir el plazo de duración, los efectos de la atribución, el pago de
una renta a favor del cónyuge a quien no se le atribuye el inmueble y cualquier otra
cuestión relacionada al uso de la vivienda.
Si se modificaran las circunstancias tenidas en cuenta al realizar el convenio, de común
acuerdo, podrán también modificarse las pautas referidas a la atribución. Aun a falta de
acuerdo, el juez podrá modificarlo —por ejemplo, frente a un cambio en la guarda de
los hijos que haga necesario que quien ahora vive con los menores tenga el derecho de
uso de la vivienda familiar—.
Judicial: Si los cónyuges no acuerdan, cualquiera podrá pedir que se le atribuya el hogar
conyugal. A tal fin el juez deberá evaluar las pautas establecidas en la norma para
determinar la procedencia, plazo y efectos.
Se trata de un derecho temporal porque implica una restricción al dominio del cónyuge,
a quien no se atribuyó el uso. La justificación es la solidaridad que debe existir entre los
miembros de la familia, pero este derecho no es vitalicio, sino que el juez deberá
evaluar las circunstancias de cada caso para determinar el plazo de duración. El artículo
realiza una enumeración ejemplificativa de las pautas que deberá tener en cuenta al juez,
a las que se podrá sumar otras dependiendo de las particularidades de la familia.
Artículo 444:” a petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta
compensatoria por el uso del inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la
vivienda; que el inmueble no sea enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el
inmueble ganancial o propio en condominio de los cónyuges no sea partido ni
liquidado. La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción
registral. Si se trata de un inmueble alquilado, el cónyuge no locatario tiene derecho a
continuar en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al
pago y las garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato.”
La atribución del uso y disfrute de la vivienda familiar, como efecto derivado del
divorcio, puede serlo sobre un bien propio o ganancial de alguno de los cónyuges o,
incluso, sobre un inmueble que tengan en condominio (articulo 443 CCyC). Quede
aclarado que lo que se atribuye, ya sea a través del convenio regulador o por resolución
judicial a falta de acuerdo de las partes, es el uso de la vivienda y no su titularidad.
La norma establece cuáles son los efectos que produce la atribución del uso de la
vivienda, con fin de hacer efectiva la protección de la vivienda familiar, pero teniendo
en cuenta que implica una limitación a las facultades dispositivas del cónyuge
propietario. Varias son las opciones que se le otorgan al juez a pedido de parte
interesada. Podrá establecer una renta compensatoria por el uso. También podrá ordenar
que el inmueble no sea enajenado sin el acuerdo expreso de las partes, o que el
inmueble ganancial o propio en condominio de los cónyuges, no sea partido ni
liquidado.
Tratándose de un inmueble alquilado, se podrá disponer que el cónyuge no locatario
pueda continuar en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el
obligado al pago así como a las garantías. La determinación de cuál es la alternativa que
mejor protege al grupo familiar —y, especialmente, a los miembros más vulnerables—
dependerá de las circunstancias fácticas. Para que la atribución tenga efectos erga
omnes, debe ser inscripta en el correspondiente registro de la propiedad.
A los fines de garantizar la protección efectiva del cónyuge más vulnerable en cuanto a
su derecho de uso de la vivienda familiar, y de compensar la restricción al dominio del
cónyuge al que no se le atribuyó la vivienda, el juez podrá:
a. Establecer una renta que quien tiene el uso del inmueble deberá abonar al otro
cónyuge. Para la fijación del monto, se deberá tener en cuenta si se trata de un bien
propio del cónyuge que percibirá la renta o de un bien ganancial. Asimismo, si en el
inmueble habitan hijos con derecho alimentario, deberá tenerse presente esta
circunstancia, ya que la vivienda integra la prestación alimentaria que corresponde a los
progenitores.
b. A pedido de parte, disponer que el inmueble no sea enajenado sin el acuerdo expreso
de ambos.
c. Establecer que el inmueble —ganancial o propio en condominio— no sea partido ni
liquidado.
d. Toda vez que la protección de la vivienda alquilada está incluida en la nueva
regulación, tanto resolver que el cónyuge no locatario continúe en la locación hasta el
vencimiento del contrato como dictaminar que se mantenga obligado al pago y también
a las garantías que se constituyeron en el contrato.
Artículo 445:” el derecho de atribución del uso de la vivienda familiar cesa:
1) Por cumplimiento del plazo fijado por el juez;
2) Por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para
su fijación;
3) Por las mismas causas de indignidad previstas en materia
sucesoria.”
Cese por cumplimiento del plazo fijado por el juez: Si al momento de dictar la sentencia
en la que se otorga la atribución de la vivienda, el juez ha fijado un plazo, el
vencimiento del mismo provocará el cese automático de la atribución. Sin perjuicio de
ello, y en el caso de que se mantengan las circunstancias tenidas en cuenta por el
juzgador para la atribución, o de que éstas hayan empeorado, podrá el beneficiario
solicitar la ampliación del plazo por motivos fundados, y el juez concederlo.
Cese por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación: Como
este derecho está íntimamente ligado a las circunstancias fácticas de cada caso, si estas
se modifican, se podrá resolver el cese de la atribución. Por ejemplo, podría darse el
caso de que, quien tenga atribuida la vivienda, adquiera un inmueble o se mude de
domicilio. El objeto es evitar que se configure una situación de abuso de derecho. Debe
tratarse de una modificación relevante que justifique el pretendido cese de la atribución,
el que quedará librado a la apreciación judicial.
Cese por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria: Se realiza una
remisión a las causas de indignidad previstas en el articulo 2281 CCyC. Se establece
que son indignos de suceder:
a. los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la persona, el honor, la
integridad sexual, la libertad o la propiedad del causante, o de sus descendientes,
ascendientes, cónyuge, conviviente o hermanos. Esta causa de indignidad no se cubre
por la extinción de la acción penal ni por la de la pena;
b. los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido gravemente su
memoria;
c. los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con prisión o
reclusión, excepto que la víctima del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente,
su descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado en cumplimiento de un deber
legal;
d. los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes de
ocurrida, excepto que antes de ese término la justicia proceda en razón de otra denuncia
o de oficio. Esta causa de indignidad no alcanza a las personas incapaces ni con
capacidad restringida, ni a los descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos del
homicida o de su cómplice;
e. los parientes o el cónyuge que no hayan suministrado al causante los alimentos
debidos, o no lo hayan recogido en establecimiento adecuado si no podía valerse por sí
mismo;
f. el padre extramatrimonial que no haya reconocido voluntariamente al causante
durante su menor edad;
g. el padre o la madre del causante que haya sido privado de la responsabilidad parental;
h. los que hayan inducido o coartado la voluntad del causante para que otorgue
testamento o deje de hacerlo, o lo modifique, así como los que falsifiquen, alteren,
sustraigan, oculten o sustituyan el testamento;
i. los que hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten revocar las
donaciones.
Se trata de actos muy graves cometidos en contra del cónyuge —que es titular del
inmueble y debe soportar la atribución—, que imponen la cesación del beneficio. De lo
contrario, nos encontraríamos frente a una situación abusiva por parte de quien usa la
vivienda.
Alimentos:
Artículo 434:”las prestaciones alimentarias pueden ser fijadas aun después del divorcio:
1) A favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al
divorcio que le impide autosustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se
trasmite a sus herederos.
2) A favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni
posibilidades razonables de procurárselos. Se tienen en cuenta los incs. b), c) y
e) del artículo 433. La obligación no puede tener una duración superior al
número de años que duro el matrimonio y no procede a favor del que recibe la
compensación económica del artículo 441.
En los dos supuestos previstos en este articulo, la obligación cesa si: desaparece la causa
que la motivo, o si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión
convivencial, o cuando el alimentado incurre en algunas de las causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas
convenidas.”
Esta norma contempla un piso mínimo de prestaciones alimentarias que subsisten luego
del cese del vínculo. En tanto se enmarca en el contexto del divorcio sin valoración de
la conducta de los esposos, se trata de una prestación meramente asistencial de
naturaleza objetiva, fundada en la solidaridad y responsabilidad familiar, que protege a
aquella persona que se encuentra en una especial situación de debilidad luego de la
ruptura del matrimonio.
Alimentos debidos a quien padece una enfermedad grave preexistente: en este supuesto
se especifica claramente cuáles son los requisitos de esa enfermedad que habilitan el
reclamo alimentario y sus consecuencias:
a. la enfermedad debe ser grave;
b. la enfermedad debe impedirle proveerse de recursos suficientes para mantenerse,
conservar un nivel de vida digno y valerse por sí mismo;
c. la enfermedad debe preexistir al divorcio; es decir, haberse manifestado durante la
vida en común o la separación de hecho, de modo que al momento del divorcio ya
estuviese presente. Por ende, si la patología invocada reúne los requisitos, pero su
génesis es posterior al divorcio, el reclamo alimentario no podrá encuadrarse en los
términos de este inciso, sin perjuicio de que proceda si se configuran los presupuestos
previstos en el inciso siguiente (falta de medios y posibilidad de procurárselos).
Alimentos debidos a quien no tiene recursos propios ni posibilidad de procurárselos:
Quien reclama la fijación de la cuota debe acreditar sus necesidades, sin perjuicio de la
presunción sobre lo que resulta elemental para la vida. Además, deben acreditarse las
circunstancias concretas que le impiden procurarse recursos para sostenerse, sea en el
trabajo que desempeñaba habitualmente, sea en otro quehacer productivo conforme sus
condiciones y posibilidades.
La norma brinda las pautas para la determinación del quantum de la cuota, remitiendo a
la edad y estado de salud de ambos cónyuges; la capacitación laboral y la posibilidad de
acceder a un empleo de quien solicita los alimentos; y la atribución judicial y fáctica de
la vivienda familiar (art. 433, incs. b, c, e, CCyC). Estas pautas tienen el propósito de
orientar al juez para la determinación real de la necesidad invocada por el actor y el
monto de alimentos que resulta indispensable establecer; por ello la enumeración no es
taxativa.
En cuanto a la extensión de la cuota, el carácter restrictivo de la obligación alimentaria
con posterioridad al divorcio lleva a que la suma se limite a cubrir las necesidades para
la subsistencia; aunque esa subsistencia pueda eventualmente trascender lo
estrictamente material, caso que debe ser analizado con criterio riguroso, pues el
divorcio pone en marcha proyectos de vida autónomos para cada cónyuge, y el
alimentante tendrá que afrontar también nuevos gastos y obligaciones inherentes a la
nueva etapa de la vida que emprende.
En tanto que los alimentos postdivorcio constituyen una obligación a favor de alguien
con el que no se tiene ya vínculo jurídico alguno, la propia ley excluye el carácter
vitalicio dispone que son temporarios. Fija como tope máximo la cantidad de años que
duró el matrimonio. Por último, el carácter excepcional del derecho alimentario con
posterioridad al divorcio se refleja en la imposibilidad de reclamar alimentos si se ha
recibido una compensación económica. Esta figura, tal como ha sido prevista por el
CCyC, no se confunde con la prestación alimentaria. Son dos instituciones distintas que
tienen una finalidad diferente, distintos caracteres, requisitos de procedencia y formas
de cumplimiento. La exclusión planteada por el artículo 434 CCyC tiene el propósito de
remarcar la visión restrictiva de la prestación alimentaria posterior al divorcio y
revalorizar el principio de autosuficiencia antes explicado. Es decir, si existe una
situación de desigualdad que puede ser compensada, hay que atender primero a ella; y
para el caso que no se den los presupuestos de procedencia de las compensaciones
económicas, no hayan sido reclamadas, o haya caducado la posibilidad de solicitarlas
(se establece un plazo de seis meses desde la sentencia de divorcio), entonces queda
habilitada la vía de la prestación alimentaria.
Cese de la obligación alimentaria El articulo 434 CCyC reitera las causales de cese de la
obligación alimentaria enumeradas en el articulo 433 CCyC, que deben analizarse con
la especificidad propia que implica el divorcio. Cualquiera sea el supuesto, los
alimentos cesan sí:
a. desaparece la causa que la motivó, pues rige plenamente el principio rebus sic
stantibus;
b. acontece el nuevo matrimonio o unión convivencial del alimentado, ya que el
obligado alimentario es el nuevo cónyuge o conviviente;
Y c. se configura alguna causal de indignidad en relación con el alimentante, en los
términos del artículo 2281 CCyC.
Además de las hipótesis enunciadas, la obligación alimentaria postdivorcio cesa por
muerte del beneficiario, pues aunque las prestaciones tienen un contenido económico,
no se trata de un derecho inherente al patrimonio, sino a la persona de su titular, por lo
que su fallecimiento produce la extinción automática del derecho. También cesa por
muerte del alimentante para el supuesto contemplado en el inciso b). En el caso de los
alimentos de extrema necesidad, dado su carácter temporal, la prestación se extingue
por el vencimiento del plazo por el cual fueron fijados.
Alimentos convenidos: En virtud del principio de autonomía personal que atraviesa todo
el sistema de derecho matrimonial, los cónyuges pueden acordar la prestación
alimentaria mediante un convenio, sea en el marco del trámite del divorcio (en los
términos de los artículos 438 y 439 CCyC), o bien realizado con posterioridad a la
sentencia. Estos acuerdos son de gran valor, pues nadie está en mejores condiciones que
los propios interesados para determinar su conveniencia y la justicia de la prestación.
El articulo 434 CCyC expresamente establece que si el convenio regulador del divorcio
se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas. Sin embargo, debe realizarse una
advertencia: si la situación del alimentado encuadra dentro de alguno de los supuestos
excepcionales (enfermedad o necesidad imperiosa), esta prestación no perdería su
naturaleza legal, aunque se hubiera acordado la forma de cumplimiento y el monto de la
cuota, siempre podrían ser reclamados judicialmente. En cambio, si la situación del
acreedor no respondiese a los casos expresamente previstos por la norma, y los
alimentos se hubiesen fijado en ejercicio del libre juego de las decisiones personales, la
prestación, sus modificaciones y su eventual extinción deberían regirse por las normas
propias de los contratos, sin que resulten aplicables las reglas derivadas de la obligación
alimentaria entre cónyuges, que no está prevista para esos casos.
UNIDAD TEMATICA N°5: Régimen patrimonial del matrimonio.
1. Convenciones matrimoniales:
ARTÍCULO 446.- Objeto. Antes de la celebración del matrimonio los futuros cónyuges
pueden hacer convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes: a. la
designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio; b. la enunciación
de las deudas; c. las donaciones que se hagan entre ellos; d. la opción que hagan por
alguno de los regímenes patrimoniales previstos en este Código.
ARTÍCULO 447.- Nulidad de otros acuerdos. Toda convención entre los futuros
cónyuges sobre cualquier otro objeto relativo a su patrimonio es de ningún valor.
El CCyC amplía el objeto de las convenciones matrimoniales, pero mantiene, al igual
que el CC, la prohibición de todo pacto o acuerdo en materia patrimonial. Antes de la
celebración del matrimonio podrá convenirse:
a. el inventario y la valuación de los bienes que cada cónyuge lleva al matrimonio;
b. las deudas personales de aquellos;
c. las donaciones que entre ellos se hicieren con causa en el matrimonio; y
d. la opción que ejercieren sobre el régimen matrimonial aplicable, esto es, la
comunidad de ganancias o separación de bienes.
No podrán acordarse cuestiones relativas al modo de partir los bienes que integran la
comunidad, ni asignar bienes de uso preferente y/o establecer régimen de
responsabilidad diverso al regulado, compensaciones económicas, etc. Con
posterioridad a celebradas las nupcias, las convenciones entre los esposos solo podrán
tener por objeto la modificación del régimen. Fuera de este contorno legalmente
establecido, los cónyuges no pueden realizar ninguna disposición relativa a los bienes.
Si lo hicieren, la ley establece que ellas serán de ningún valor.
ARTÍCULO 448.- Forma. Las convenciones matrimoniales deben ser hechas por
escritura pública antes de la celebración del matrimonio, y sólo producen efectos a partir
de esa celebración y en tanto el matrimonio no sea anulado. Pueden ser modificadas
antes del matrimonio, mediante un acto otorgado también por escritura pública. Para
que la opción del artículo 446 inciso d), produzca efectos respecto de terceros, debe
anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
La convención matrimonial surte efectos a partir del matrimonio y siempre que este no
sea anulado. Hasta la celebración del matrimonio, y por aplicación del principio de
libertad, los pretensos contrayentes pueden modificar cuantas veces quieran dichas
convenciones, siempre que respeten la formalidad que establece la norma: la escritura
pública. La opción de régimen efectuada mediante convención matrimonial producirá
efectos respecto de terceros una vez anotada marginalmente en el acta de matrimonio.
Son los cónyuges quienes tendrán la carga de su registración. Si no lo hicieren, frente a
terceros, estarán sujetos al régimen legal supletorio: de comunidad.
ARTÍCULO 452.- Condición implícita. Las donaciones hechas por terceros a uno de
los novios, o a ambos, o por uno de los novios al otro, en consideración al matrimonio
futuro, llevan implícita la condición de que se celebre matrimonio válido.
El CCyC establece para el caso de las donaciones efectuadas en razón del matrimonio
una condición resolutoria: su celebración válida, sin distinguir quién fuere el donante,de
modo que si el matrimonio no se celebra, las donaciones deben ser restituidas. En
cambio, si el matrimonio se celebra pero luego se declara su nulidad, variarán las
soluciones dependiendo de la buena o mala fe de los cónyuges.
Si ambos cónyuges son de buena fe, el matrimonio producirá todos los efectos de un
matrimonio válido hasta el día en que se declare su nulidad, de modo que las
donaciones no deberán ser restituidas.
En el caso de que ambos cónyuges fueren de mala fe, el matrimonio no produce efecto
alguno, como consecuencia de ello las donaciones quedan sin efecto, y sus objetos
deben restituirse.
Si solo uno de los consortes tuvo buena fe, podrá revocar las donaciones realizadas al
cónyuge de mala fe, consolidándose las donaciones efectuadas por terceros al cónyuge
de buena fe.
ARTÍCULO 453.- Oferta de donación. La oferta de donación hecha por terceros a uno
de los novios, o a ambos queda sin efecto si el matrimonio no se contrae en el plazo de
un año. Se presume aceptada desde que el matrimonio se celebra, si antes no ha sido
revocada.
La oferta de donación efectuada por un tercero a favor de uno o ambos novios se
presume aceptada desde la celebración del matrimonio, pues cumplida la causa de
aquella, se produce la aceptación tácita de la liberalidad. De otra parte, el CCyC
incorpora un término legal para el sostenimiento de la oferta: que el matrimonio no se
efectivice dentro del año de realizada aquella. Vencido tal plazo sin que las nupcias se
hubiesen celebrado, la promesa queda revocada automáticamente. Asimismo, el CCyC
incorpora, expresamente, la posibilidad de revocar la oferta de la donación.
4. Régimen primario. Concepto. Deber de contribución. Protección de la vivienda.
Responsabilidad por deudas. Mandato entre cónyuges. Administración de cosas
muebles no registrables:
Disposiciones comunes a todos los regímenes : ARTÍCULO 454.- Aplicación.
Inderogabilidad. Las disposiciones de esta Sección se aplican, cualquiera sea el
régimen matrimonial, y excepto que se disponga otra cosa en las normas referentes a un
régimen específico. Son inderogables por convención de los cónyuges, anterior o
posterior al matrimonio, excepto disposición expresa en contrario.
Se plasma el principio de solidaridad familiar a través del establecimiento de un
conjunto de normas obligatorias, indisponibles para los cónyuges y aplicables con
independencia del régimen que regula las relaciones económicas de los consortes, sea
que estén sometidos al régimen de comunidad o al régimen de separación de bienes.
El CCyC establece un límite claro a través de las disposiciones contenidas en esta
Sección, también denominado ”régimen primario”, expresado a través de un catálogo de
derechos y prohibiciones que representan un núcleo duro indisponible para los
cónyuges, y que están dirigidos a la protección y plena realización de los derechos
humanos de los integrantes del grupo familiar e, incluso, de terceros ajenos a él. Tales
normas son aplicables a cualquiera de los regímenes reconocidos por el derecho
argentino.
ARTÍCULO 457.- Requisitos del asentimiento. En todos los casos en que se requiere el
asentimiento del cónyuge para el otorgamiento de un acto jurídico, aquél debe versar
sobre el acto en sí y sus elementos constitutivos.
Quien presta el asentimiento no resulta parte del negocio jurídico concluido por su
consorte. En consecuencia, el cónyuge que da su asentimiento solo brinda su
conformidad para la realización del acto, por tanto no puede ser demandado por su
inejecución, ni debe responder por las garantías que del acto se desprenden.
Se trata de una limitación a la capacidad de disponer del cónyuge titular del bien que
reconoce como fundamento la tutela de ciertos bienes considerados esenciales para la
existencia del grupo familiar.
El CCyC requiere que el asentimiento verse sobre el acto jurídico en particular y sus
elementos constitutivos (precio, plazo y/o forma de pago, garantías, etc.), por lo que el
cónyuge asintiente deberá ser informado sobre las particularidades del negocio que se
pretende concluir.
ARTÍCULO 458.- Autorización judicial. Uno de los cónyuges puede ser autorizado
judicialmente a otorgar un acto que requiera el asentimiento del otro, si éste está
ausente, es persona incapaz, está transitoriamente impedido de expresar su voluntad, o
si su negativa no está justificada por el interés de la familia. El acto otorgado con
autorización judicial es oponible al cónyuge sin cuyo asentimiento se lo otorgó, pero de
él no deriva ninguna obligación personal a su cargo.
ARTÍCULO 459.- Mandato entre cónyuges. Uno de los cónyuges puede dar poder al
otro para representarlo en el ejercicio de las facultades que el régimen matrimonial le
atribuye, pero no para darse a sí mismo el asentimiento en los casos en que se aplica el
artículo 456. La facultad de revocar el poder no puede ser objeto de limitaciones.
Excepto convención en contrario, el apoderado no está obligado a rendir cuentas de los
frutos y rentas percibidos.
La norma reconoce a los cónyuges(sin distinguir el régimen matrimonial que los rige) la
gestión de uno en nombre del otro con las facultades fijadas según el régimen al que
estén sometidos. Reconocido este derecho, establece dos prohibiciones de toda lógica.
En primer término, queda expresamente vedado que el objeto del mandato refiera al
asentimiento requerido para disponer los derechos sobre la vivienda familiar y/o sobre
los enseres que la componen.
De otra parte, tampoco pueden acordar la irrevocabilidad del poder.
El CCyC exime a los cónyuges de la obligación derivada del contrato de mandato de
rendir cuentas de los frutos y rentas percibidas admite la facultad del titular del bien de
requerirla de modo expreso. De modo que, si nada dicen los cónyuges, se presume la
eximición de tal obligación.
ARTÍCULO 464.- Bienes propios. Son bienes propios de cada uno de los cónyuges:
a. los bienes de los cuales los cónyuges tienen la propiedad, otro derecho real o la
posesión al tiempo de la iniciación de la comunidad;
b. los adquiridos durante la comunidad por herencia, legado o donación, aunque sea
conjuntamente por ambos, y excepto la recompensa debida a la comunidad por los
cargos soportados por ésta. Los recibidos conjuntamente por herencia, legado o
donación se reputan propios por mitades, excepto que el testador o el donante hayan
designado partes determinadas. No son propios los bienes recibidos por donaciones
remuneratorias, excepto que los servicios que dieron lugar a ellas hubieran sido
prestados antes de la iniciación de la comunidad. En caso de que el valor de lo donado
exceda de una equitativa remuneración de los servicios recibidos, la comunidad debe
recompensa al donatario por el exceso;
c. los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión de dinero
propio, o la reinversión del producto de la venta de bienes propios, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si hay un saldo soportado por ésta. Sin embargo, si
el saldo es superior al valor del aporte propio, el nuevo bien es ganancial, sin perjuicio
de la recompensa debida al cónyuge propietario;
d. los créditos o indemnizaciones que subrogan en el patrimonio de uno de los cónyuges
a otro bien propio;
e. los productos de los bienes propios, con excepción de los de las canteras y minas;
f. las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los animales que faltan
por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado la calidad del ganado originario, las
crías son gananciales y la comunidad debe al cónyuge propietario recompensa por el
valor del ganado propio aportado;
g. los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
h. los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad
relativa, confirmado durante ella; i. los originariamente propios que vuelven al
patrimonio del cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto
jurídico;
j. los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de
ella;
k. las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era
propietario de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la adquirió
durante ésta en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros acrecimientos de
los valores mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad
en caso de haberse invertido bienes de ésta para la adquisición;
l. la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del comienzo de
la comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes
gravados con otros derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin perjuicio
del derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se
emplean bienes gananciales;
m. las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con bienes de
ésta; y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales;
n. las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico causado a
la persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a ingresos que
habrían sido gananciales;
ñ. el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los
derechos inherentes a la persona;
o. la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido publicada o
interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el invento, la marca o
el diseño industrial han sido patentados o registrados antes del comienzo de la
comunidad. El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.
El CCyC concentra, en solo dos normas, los supuestos de bienes que habrán de
reputarse como propios de cada cónyuge y como gananciales. El diseño del régimen de
calificación de bienes propios y gananciales se estructura sobre la base de diversas
reglas:
- Principio de inmutabilidad de masas: refiere a la imposibilidad de modificar la
calificación de los bienes. Esta regla goza del carácter de orden público, razón por la
cual está vedado a los cónyuges modificar los aspectos que de ella emanan. Asimismo,
se integra con dos principios del derecho civil: el de subrogación, expresado a través de
una construcción jurídica que permite trasladar las características de la cosa subrogada a
la subrogante; y el de accesoriedad, regla que se enuncia a través de la máxima ”lo
accidental tiene el carácter de la sustancia”.
- La presunción de ganancialidad: salvo prueba en contrario, todo bien que no pueda
calificarse como propio pertenece a la comunidad.
- Naturaleza de la adquisición: los bienes obtenidos a título gratuito son propios,
mientras que las adquisiciones onerosas son gananciales.
- Criterio temporal. Determina que los bienes adquiridos antes del principio de la
comunidad son propios; y que los adquiridos con posterioridad, gananciales.
-Teoría del derecho (causa o título) anterior. Cuando la adquisición de un bien, vigente
la comunidad, reconoce un derecho anterior a ella, se reputará propia. Idéntico criterio
será aplicable en materia de ganancialidad: esto es, aquel bien ingresado extinguida la
comunidad, pero que reconozca causa o título anterior a tal momento, será ganancial.
- Calificación única.
- Teoría de las recompensas: supone el reconocimiento de un crédito a favor de uno de
los cónyuges o de la comunidad, con el propósito de restablecer la composición de las
masas patrimoniales propias de cada uno evitando que el haber propio de cada cónyuge
aumente a expensas del común, o disminuya en beneficio de la masa ganancial.
Los bienes gananciales son aquellos que conforman la masa común de los cónyuges, y
respecto de los cuales cada esposo tiene un derecho potencial sobre los adquiridos por el
otro, que se materializará al extinguirse la comunidad.
Entre cónyuges, la carga de la prueba pesará respecto de aquel que pretenda excluir la
ganancialidad demandado la propiedad exclusiva del bien.
En relación a los terceros (acreedores y/o herederos forzosos de uno de los esposos),
tratándose de bienes propios aportados por los esposos a la comunidad , los obtenidos
durante aquella por un derecho nacido con anterioridad a la misma, de los obtenidos por
accesión o en virtud del principio de accesoriedad , y la de los obtenidos durante la
comunidad por título gratuito, queda claro que para probar tal carácter bastará con
acreditar la fecha de adquisición documentada en los respectivos instrumentos de
operación.
La oponibilidad a terceros del carácter propio de un bien adquirido por subrogación
requerirá:
a. que en el acto de adquisición conste que el bien se adquiere por permuta o reinversión
de fondos propios;
b. la manifestación del origen propio de los fondos utilizados, especificando la causa
que determina tal propiedad
c. la conformidad del cónyuge del adquirente, lo que supone el reconocimiento de este
de la sinceridad de la calificación propia del bien.
ARTÍCULO 472.- Ausencia de prueba. Se reputa que pertenecen a los dos cónyuges por
mitades indivisas los bienes respecto de los cuales ninguno de ellos puede justificar la
propiedad exclusiva.
ARTÍCULO 473.- Fraude. Son inoponibles al otro cónyuge los actos otorgados por
uno de ellos dentro de los límites de sus facultades pero con el propósito de defraudarlo.
En cuanto al momento en que puede deducirse la acción de fraude, entendemos que
aquella podrá interponerse tanto durante la vigencia del régimen de comunidad como
luego de su disolución, durante la etapa de indivisión postcomunitaria.
ARTÍCULO 468.- Recompensa. El cónyuge cuya deuda personal fue solventada con
fondos gananciales, debe recompensa a la comunidad; y ésta debe recompensa al
cónyuge que solventó con fondos propios deudas de la comunidad.
Las recompensas son un mecanismo destinado a corregir los desequilibrios que
beneficiaron el patrimonio ganancial en perjuicio del patrimonio propio de uno de los
cónyuges o bien, a la inversa, lo incrementaron en detrimento de aquel, por efecto de la
gestión patrimonial efectuada vigente la comunidad. Se expresan a través de créditos
entre los cónyuges que se determinarán mediante una operación contable una vez
extinguida aquella, en la etapa de liquidación, para establecer con exactitud la masa de
bienes que ha de entrar en la partición de la comunidad.
Son debidas y/o pueden ser demandadas por los cónyuges y/o sus herederos.
UNIDAD TEMÁTICA N°6: Extinción de la comunidad.
Legitimación para pedir el divorcio: puede ser pedido por uno o por ambos cónyuges.
En este aspecto, se ha receptado el principio de autonomía de la voluntad en su forma
más amplia, entendiendo que si uno de los esposos no desea continuar con el
matrimonio, puede unilateralmente pedir el divorcio. El pedido de divorcio no queda
sujeto a ningún condicionamiento, puede pedirse en cualquier momento y en forma
conjunta o unilateral, con el único requisito de presentar el convenio o propuesta de
convenio regulador de los efectos del divorcio.
Se parte de la idea de que la familia continúa a pesar del divorcio y por eso se obliga a
las partes a acompañar, junto a la solicitud del divorcio, una propuesta que regule los
efectos derivados del mismo. La omisión de la propuesta impide dar trámite a la
petición. A través del convenio regulador, se establece un régimen pactado por los
cónyuges ante la crisis y ruptura matrimonial.
La negociación jurídica frente a la crisis matrimonial incluirá, además del divorcio,
todas las cuestiones vinculadas, tales como el cuidado personal de los hijos por los
progenitores, el régimen de comunicación con el progenitor no conviviente, la
atribución del hogar conyugal, los alimentos, la compensación económica, la
distribución de los bienes gananciales.
La oportunidad procesal de acompañar la propuesta de convenio o el convenio
regulador es al momento de iniciación del trámite de divorcio, de manera que la
presentación de la misma configura un requisito de admisibilidad del pedido de
divorcio, ya sea el efectuado de común acuerdo o el pedido unilateralmente.
El art. 438 CCyC establece que ”las propuestas deben ser evaluadas por el juez,
debiendo convocar a los cónyuges a una audiencia”. Seguidamente, dispone en forma
expresa que ”en ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de la
sentencia de divorcio”.
El convenio regulador otorga a las partes la posibilidad de consensuar todos los temas
que consideren importantes. El objetivo de esta norma es establecer el contenido del
convenio regulador con el fin de que los exesposos arriben a acuerdos respecto de todos
los efectos que el divorcio va a traer aparejado en los miembros de la familia.
ARTÍCULO 443.- Atribución del uso de la vivienda. Pautas. Uno de los cónyuges
puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de cualquiera
de los cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración y
efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas, entre otras:
a. la persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;
b. la persona que está en situación económica más desventajosa para proveerse de una
vivienda por sus propios medios;
c. el estado de salud y edad de los cónyuges;
d. los intereses de otras personas que integran el grupo familiar.
ARTÍCULO 445.- Cese. El derecho de atribución del uso de la vivienda familiar cesa:
a. por cumplimiento del plazo fijado por el juez;
b. por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación;
c. por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria.
La atribución del uso de la vivienda establecida judicialmente no puede mantenerse en
forma indefinida, ya que se configuraría un abuso de derecho. Si al momento de dictar
la sentencia en la que se otorga la atribución de la vivienda, el juez ha fijado un plazo, el
vencimiento del mismo provocará el cese automático de la atribución.
Existe indivisión cuando dos o más personas tienen derechos en común sobre un bien o
un conjunto de bienes sin que exista división material de sus partes.
Extinguida la comunidad y el matrimonio, el principio es el acuerdo. A falta de acuerdo,
y de manera subsidiaria, subsistirán las normas de la comunidad. junto al deber de
informar de parte del titular del bien ganancial al otro comunero respecto de la intención
de otorgar actos de administración extraordinaria, y a la facultad que se reconoce al
cónyuge no titular para oponerse al acto de disposición comunicado, permitiéndole
requerir la nulidad del acto y/o la restitución de los bienes. El Código remite a las
normas de indivisión hereditaria cuando la extinción opera por muerte de uno de los
consortes.
ARTÍCULO 506.- Prueba de la propiedad. Tanto respecto del otro cónyuge como de
terceros, cada uno de los cónyuges puede demostrar la propiedad exclusiva de un bien
por todos los medios de prueba. Los bienes cuya propiedad exclusiva no se pueda
demostrar, se presume que pertenecen a ambos cónyuges por mitades. Demandada por
uno de los cónyuges la división de un condominio entre ellos, el juez puede negarla si
afecta el interés familiar.
4. Cese. Disolución del matrimonio.
ARTÍCULO 507.- Cese del régimen. Cesa la separación de bienes por la disolución del
matrimonio y por la modificación del régimen convenido entre los cónyuges.
El Código regula con claridad las dos formas por las que puede cesar el régimen de
separación de bienes: en forma convencional, por modificación consensuada por los
cónyuges adscribiendo al régimen de comunidad; y por disolución del matrimonio:
divorcio, muerte comprobada o presunta de uno o ambos cónyuges, y por nulidad de
matrimonio putativo en el que se hubiere acordado régimen de separación.
3
La vivienda familiar como bien de familia, Carina Mariela Ginestar.
4
La vivienda familiar y su protección en el anteproyecto del Código Civil, Lea M. Levy y María
Bacigalupo de Girard.
Articulo 245:”la afectación puede ser solicitada por el titular registral; si el
inmueble esta en condominio, deben solicitarla todos los cotitulares
conjuntamente.
La afectación puede disponerse por actos de última voluntad; en este caso el juez
deberá ordenar la inscripción a pedido de cualquiera de los beneficiarios, o del
Ministerio Público, o de oficio si hay beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida.
La afectación también puede ser decidida por el juez, a petición de parte, en la
resolución que atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o en el que se resuelve
las cuestiones relativas a la conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios
incapaces o con capacidad restringida.”
El titular puede afectar al bien, pero en el caso que haya varios titulares se necesitara el
asentimiento de todos. Si el titular estuviese casado o en una unión convivencial
inscripta necesitara el asentimiento del otro cónyuge o conviviente.
Beneficiarios: articulo 246:”son beneficiarios de la afectación:
3) El propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus
ascendientes o descendientes;
4) En defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer
grado que convivan con el constituyente.”
La novedad respecto a la anterior regulación es que ahora puede ser beneficiario el
conviviente. No es necesario tener hijos para afectar el bien. El artículo 246 establece un
orden de prelación que es excluyente, es decir, si están presentes los sujetos
mencionados en el primer inc. no podrán ser beneficiarios los sujetos mencionados en el
segundo. Pero nada impide que encontrándose varios de los posibles beneficiarios que
establece el primer inc. elija a uno en vez de a otro, por ejemplo elija como beneficiario
a mi nieto y no a mi hijo, porque entre ellos no hay exclusión. Por ultimo cabe
mencionar que para que alguno de los colaterales sea beneficiario deberá convivir con el
titular en el inmueble afectado.
Articulo 247:”si la afectación es peticionada por el titular registral, se requiere que al
menos uno de los beneficiarios habite el inmueble.
En todos los casos, para que los efectos subsistan, basta que uno de ellos permanezca en
el inmueble.”
Efectos:
Articulo 249:”la afectación es inoponible a los acreedores de causa anterior a esa
afectación.
La vivienda afectada no es susceptible de ejecución por deudas posteriores a su
inscripción, excepto:
5) Obligaciones por expensas comunes o por impuestos, tasas o
contribuciones que gravan directamente al inmueble;
6) Obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituidas
de conformidad a los previsto en el articulo 250:
7) Obligaciones que tienen origen en construcciones u otras
mejoras realizadas en la vivienda;
8) Obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos
menores de edad, incapaces o con capacidad restringida.
Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar sus créditos sobre
el inmueble afectado, ni sobre los importes que la sustituyen en concepto de
indemnización o precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea esta ordenada en
una ejecución individual o colectiva.
Si el inmueble se subasta y queda remanente, este se entrega al propietario del
inmueble. En el proceso concursal, la ejecución de la vivienda solo puede ser solicitada
por los acreedores enumerados en este articulo.”
Como efecto principal puede decirse que la afectación de la vivienda no es oponible a
los acreedores de causa anterior a esa afectación; si es oponible a los acreedores por
deudas posteriores a esa afectación, pero el articulo establece cuales son las excepciones
es decir, lo casos en los cuales se podrá proceder a la desafectación del bien, y liquidarlo
para cobrar sus acreencias. Solo los sujetos mencionados en el artículo están
legitimados para esto y aquellos que tengan una deuda anterior a la afectación. Si el
inmueble se subasta y queda remanente este se entrega al propietario del inmueble.
Articulo 250:”el inmueble afectado no puede ser objeto de legados o mejoras
testamentarias, excepto que favorezca a los beneficiarios de la afectación prevista en
este Capitulo. Si el conviviente esta casado o vive en una unión convivencial inscripta,
el inmueble no puede ser transmitido ni gravado sin la conformidad del cónyuge o del
conviviente; si este se opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la
transmisión o gravamen deben ser autorizados judicialmente.”
Es decir que si quiero disponer del bien a los fines de mejorar a uno de mis hijos, solo
puedo hacerlo si este esta como beneficiario del bien. En el caso de querer transmitir o
gravar el bien afectado se necesitaría el asentimiento del otro cónyuge o conviviente y si
este se opone o falta se requerirá una resolución judicial. Pero los actos de
administración no necesitan la aceptación de la otra parte.
Articulo 251:”son embargables y ejecutables los frutos que produce el inmueble si no
son indispensables para satisfacer las necesidades de los beneficiarios.”
3.
Desafectación. Cancelación. Quiebra:
Articulo 255:”la desafectación y la cancelación de la inscripción proceden:
6) A solicitud del constituyente; si esta casado o vive en unión
convivencial inscripta se requiere el asentimiento del cónyuge o del conviviente;
si este se opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la desafectación
debe ser autorizada judicialmente;
7) A solicitud de la mayoría de los herederos, si la constitución se
dispuso por acto de ultima voluntad, excepto que medie disconformidad del
cónyuge supérstite, del conviviente inscripto, o existan beneficiarios incapaces o
con capacidad restringida, caso en el cual el juez deberá resolver lo que sea mas
conveniente para el interés de estos;
8) A requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en
proporción a sus respectivas partes indivisas, con los mismos limites expresados
en el inc. anterior;
9) A instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten
los recaudos previstos en este Capitulo, o fallecen el constituyente y todos los
beneficiarios;
10) En caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada
por este Capitulo, con los limites indicados en el articulo 249.”
En el caso que la desafectación sea requerida por los condóminos estos deben ser la
mayoría y no la totalidad como en el caso de la afectación. Y si se diera la expropiación,
reivindicación o ejecución tiene como límites las deudas anteriores o posteriores según
lo establece el artículo 249.
Articulo 249:”(…) Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar
sus créditos sobre el inmueble afectado, ni sobre los importes que la sustituyen en
concepto de indemnización o precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea esta
ordenada en una ejecución individual o colectiva.
Si el inmueble se subasta y queda remanente, este se entrega al propietario del
inmueble. En el proceso concursal, la ejecución de la vivienda solo puede ser solicitada
por los acreedores enumerados en este articulo.”
Articulo 248:”la afectación se transmite a la vivienda adquirida en sustitución de la
afectada y a los importes que la constituyen en concepto de indemnización o precio”
Es decir que en caso de quiebra si quedara remanente este pasara a manos del titular de
la vivienda para que pueda adquirir una nueva y afectarla a la protección ya que la
afectación se tramite, se da en este caso una subrogación real.
Unidad temática nº 9 UNIONES CONVIVENCIALES
1.
Concepto de las uniones convivenciales. Constitución:
El primer problema que se presenta en este caso es: ¿se debe regular o no las uniones
convivenciales?
Existen determinadas posiciones respecto a regular o no las uniones convivenciales:
Legislación abstencionista: como los concubinos prescinden de la ley, la ley va a
prescindir de los concubinos. Esto expresaba el Código de Napoleón que fue seguido
por el Código de Vélez.
Posición sancionadora: no regula las uniones convivenciales y sanciona a los casos de
concubinato en la realidad.
Posición equiparadora: desarrollada en Latinoamérica, después de determinado tiempo
de convivencia resulta matrimonio, es decir se equipara la convivencia con el
matrimonio.
Posición proteccionista: sin equipararla al matrimonio le regula determinados efectos.
Esta posición es adoptada por el nuevo Código Civil y Comercial.
La realidad es que actualmente el 40% de las parejas viven en unión convivencial. Hoy
no se puede decir que solo para que haya familia debe haber matrimonio. Existe una
protección constitucional a las familias en el artículo 14 bis de la CN. Se debe tutelar
con igualdad a las familias, sin discriminación, teniendo en cuenta la solidaridad
familiar; es decir, si en el marco de tu vida creaste una familia esta debe tener
protección. El nuevo Código Civil y Comercial las regula dentro de las relaciones
familiares.
Aceptando la regulación de las uniones convivenciales surge el segundo problema
¿Cuánto y como regular? ¿Todo o solo cuestiones básicas? ¿Es igual o no al
matrimonio? ¿Es posible el ejercicio de la autonomía de la voluntad o no? Y si es
posible ¿Qué pasa con los que no acordaron nada?
Articulo 509:”las disposiciones de este Titulo se aplican a la unión basada en
relaciones afectivas de carácter singular, publica, notoria, estable y permanente de dos
personas que conviven y comparten un proyecto de vida en común, sean del mismo
o de diferente sexo.”
Es decir la unión convivencial es una unión entre dos personas basada en las relaciones
afectivas que tiene como elementos uno factico, que es la convivencia es decir la
cohabitación y uno volitivo que implica un proyecto de vida en común.
Características:
1) Relación publica y notoria
2) Debe tener cierta estabilidad la relación y permanencia
3) Singular, o sea, monogamica
4) Es independiente la orientación sexual de sus miembros
Requisitos:
Son requisitos de existencia los enumerados en el articulo 510:”el reconocimiento de los
efectos jurídicos previstos por este Titulo a las uniones convivenciales requiere que:
1) Los dos integrantes sean mayores de edad.
2) No estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en
todos los grados, ni colateral hasta el segundo grado.
3) No estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea
recta.
4) No tengan impedimento de ligamen ni este registrada otra
convivencia de manera simultánea.
5) Mantengan la convivencia durante un periodo no inferior a dos
años.
Registración:
La registración no es un requisito para la existencia de la convivencia, solo sirve
para la prueba, es decir que surte efectos aunque no este registrada.
Articulo 511:”la existencia de la unión convivencial, su extinción, y los pactos que los
integrantes de la pareja hayan celebrado, se inscriben en el registro que corresponda a la
jurisdicción local, solo a los fines probatorios.
No procede una nueva inscripción de la unión convivencial sin la previa cancelación de
la existente.
La registración de la existencia de la unión convivencial debe ser solicitada por ambos
integrantes.”
Prueba:
Artículo 512:”la unión convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la
inscripción en el Registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de su
existencia.”
2.
Pactos de convivencia:
Los pactos de convivencia pueden realizarse sobre cuestiones que no afecten el orden
público, éste es el limite impuesto a la autonomía de la voluntad; es un piso mínimo de
derechos del cual los convivientes no se pueden apartar, es el núcleo duro o régimen
primario; si se pueden establecer mejores derechos, pero no peores. Fuera de ello
pueden realizar pactos de convivencia sobre lo que quieran.
Articulo 513:”las disposiciones de este Titulo son aplicables excepto pacto en contrario
de los convivientes. Este pacto deber ser hecho por escrito y no puede dejar sin efecto
los dispuesto en los artículos 519, 520, 521 y 522.”
Que le pacto deba ser hecho por escrito no implica que deba hacerse por escritura
publica.
(Preguntar que pasa con el artículo 518)
Contenido:
Articulo 514:”los pactos de convivencia pueden regular, entre otras cuestiones:
1) La contribución a las cargas del hogar durante la vida común;
2) La atribución del hogar común, en caso de ruptura;
3) La división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en
caso de ruptura de la convivencia.”
Las cuestiones enumeradas en el articulo sobre que puede regular el pacto de
convivencia son enunciativas, las personas pueden regular sobre lo que ellas quieran.
Limites:
Articulo 515:”los pactos de convivencia no pueden ser contrarios al orden publico, ni al
principio de igualdad de los convivientes, ni afectar derechos fundamentales de
cualquiera de los integrantes de la unión convivencial.”
Modificación y cesación:
Articulo 516:”los pactos pueden ser modificados y rescindidos por acuerdo de ambos
convivientes. El cese de la convivencia extingue los pactos de pleno derecho hacia el
futuro.”
Oponibilidad frente a terceros:
Articulo 517:”los pactos, su modificación y recisión son oponibles frente a terceros
desde su inscripción en el registro previsto en el articulo 511 y en los registros que
correspondan a los bienes incluidos en estos pactos.
Los efectos extintivos del cese de la convivencia son oponibles a terceros desde que se
inscribió en esos registros cualquier instrumento que constate la ruptura.”
3.
Efectos de las uniones convivenciales durante la vida en común:
Este o no registrada el Código regula la unión convivencial ya que la registración no es
un requisito de existencia de la misma sino un medio de prueba.
Articulo 518:”las relaciones económicas entre los integrantes de la unión se rigen por lo
estipulado en el pacto de convivencia.
A falta de pacto, cada integrante de la unión ejerce libremente las facultades de
administración y disposición de los bienes de su titularidad, con las restricción regulada
en este Titulo para la protección de la vivienda familiar y de los muebles indispensables
que se encuentren en ella.”
Es decir, que en primer lugar las relaciones económicas se rigen por el pacto que hayan
hecho los convivientes y en caso de que este falta se ambos tendrán la libre
administración y disposición de los bienes que son de su titularidad.
Articulo 519:”los convivientes se deben asistencia durante la convivencia”.
Este artículo se refiere a que los convivientes se deben alimentos mientras dure la
convivencia.
Articulo 520:”los convivientes tienen la obligación de contribuir a los gastos domésticos
de conformidad con lo dispuesto en el articulo 455.”
Articulo 521:”los convivientes son solidariamente responsables por las deudas que uno
de ellos hubiera contraído con terceros de conformidad con lo dispuesto en el articulo
461.”
Articulo 522:”si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los convivientes
puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar,
ni de los muebles indispensables de esta, ni transportarlos fuera de la vivienda.
El juez puede autorizar la disposición del bien si es prescindible y el interés familiar no
resulta comprometido.
Si no media esa autorización, el que no ha dado su asentimiento puede demandar la
nulidad de acto dentro del plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, y
siempre que continuase la convivencia.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
inscripción de la unión convivencial, excepto que hayan sido contraídas por ambos
convivientes o por uno de ellos con el asentimiento del otro.”
4.
Cese de la convivencia. Causas. Efectos:
Articulo 523:”la unión convivencial cesa:
1) Por la muerte de uno de los convivientes;
2) Por la sentencia firme de ausencia con presunción de
fallecimiento de uno de los convivientes;
3) Por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus
miembros;
4) Por el matrimonio de los convivientes;
5) Por mutuo acuerdo;
6) Por voluntad unilateral de alguno de los convivientes notificada
fehacientemente al otro;
7) Por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la
convivencia no implica su cese si obedece a motivos laborales u otros similares,
siempre que permanezca la voluntad de la vida en común.”
El cese produce determinados efectos, estos son:
1) La posibilidad de cualquiera de los convivientes a reclamar la
compensación económica
2) La posibilidad de reclamar la atribución del uso de la vivienda
familiar
3) Y la posibilidad de reclamar la atribución de la vivienda en caso
de muerte de uno de los convivientes, es decir, la invocación del derecho real de
habitación gratuito del conviviente supérstite
Compensaciones económicas:
Articulo 524:”cesada la convivencia, el conviviente que sufre un desequilibrio
manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación económica con causa
adecuada en la convivencia y su ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta puede
consistir en una prestación única o en una renta por un tiempo determinado que no
puede ser mayor a la duración de la unión convivencial.
Puede pagarse con dinero, o con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro
modo que acuerden las partes o en su defecto decida el juez.”
Articulo 525:”el juez determina la procedencia y el monto de la compensación
económica sobre la base de diversas circunstancias, entre otras:
1) El estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio y
a la finalización de la unión;
2) La dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la
crianza y educación de los hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese;
3) La edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
4) La capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo
del conviviente que solicita la compensación económica;
5) La colaboración prestada a las actividades mercantiles,
industriales o profesionales del otro conviviente;
6) La atribución de la vivienda familiar;
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse
producido cualquiera de las causas de finalización de la convivencia enumeradas en el
articulo 523.”
Atribución del uso de la vivienda familiar: articulo 526:”el uso del inmueble que fue
sede de la unión convivencial puede ser atribuido a uno de los convivientes en los
siguientes supuestos:
1) Si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad, con
capacidad restringida, o con discapacidad;
2) Si acredita la extremada necesidad de una vivienda y la
imposibilidad de procurársela en forma inmediata.
El juez debe fijar el plazo de atribución, el que no puede exceder de dos años a contarse
desde el momento en que se produjo el cese de la convivencia, conforme a lo dispuesto
en el artículo 523. A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta
compensatoria por el uso del inmueble a favor del conviviente a quien no se atribuye la
vivienda; que el inmuebles no sea enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo
expreso de ambos; que el inmueble en condominio de los convivientes no sea partido ni
liquidado. La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción
registral.
Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no locatario tiene derecho a
continuar en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al
pago y las garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato.
El derecho de atribución cesa en los mismo supuestos previstos en el articulo 455.”
Atribución de la vivienda en caso de muerte de uno de los convivientes: articulo 527:“el
conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable o de bienes suficientes
que aseguren el acceso a esta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por
un plazo máximo de dos años sobre el inmueble propiedad del causante que constituyó
el ultimo hogar familiar y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en
condominio con otras personas.
Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.
Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva unión convivencial,
contrae matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes suficientes para
acceder a esta.”
Distribución de los bienes: articulo 528:”a falta de pacto, los bienes adquiridos durante
la convivencia se mantienen en el patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la
aplicación de los principios generales relativos al enriquecimiento sin causa, la
interposición de personas y otros que puedan corresponder.
Es decir, la unión convivencial no genera un régimen patrimonial distinto, ni tampoco
tienen vocación sucesoria los convivientes.
Unidad temática n° 10 PARENTESCO
1.
Parentesco. Concepto. Clases:
El parentesco es el vínculo jurídico que en principio une a dos personas. Derivado por:
1) La naturaleza: nace del vínculo de sangre, genético.
2) La adopción: nace de la sentencia de adopción, esta puede ser
simple (solo crea vinculo entre adoptante y adoptado) o plena (rompe todos los
vínculos jurídicos de sangre y los crea con el adoptante y su familia).
3) Las técnicas de reproducción humana asistida: nace del
consentimiento, de la voluntad procreacional.
4) La afinidad: nace del matrimonio, parentesco entre el cónyuge y
los parientes del otro cónyuge.
Artículo 529:”parentesco es el vinculo jurídico existente entre personas en razón de la
naturaleza, las técnicas de reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad.
Las disposiciones de este Código que se refieren a parentesco sin distinción se aplican
solo al parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida y por
adopción, sean en línea recta o colateral.”
Computo: grado, línea, tronco, rama:
Herramientas para el cómputo del parentesco
Artículo 530:”la proximidad del parentesco se establece por líneas y grados.”
Artículo 531:”se llama:
1) Grado, al vinculo entre dos personas que pertenecen a
generaciones sucesivas;
2) Línea, a la serie no interrumpida de grados;
3) Tronco, al ascendiente del cual parten dos o mas líneas;
4) Rama, a la línea en relación a su origen.
Artículo 532:”se llama línea recta a la que une a los ascendientes y descendientes; y
línea colateral a la que une a los descendientes de un tronco común.”
Artículo 533:”en la línea recta hay tantos grados como generaciones. En la colateral los
grados se cuentan por generaciones, sumando el numero de grados que hay en cada
rama entre cada una de las personas cuyo parentesco se quiere computar y el
ascendiente común.”
Cuando hablamos de grado hablamos de generación, entre la madre y la hija hay una
generación o sea las separa una generación. La serie de generación que va de abajo para
arriba o de arriba para abajo la llamamos línea. La línea recta une a la persona con sus
ascendientes o sus descendientes (yo, mi mama y mi abuela o yo, mi papa y mi abuela).
La línea colateral une a dos personas que tienen un antepasado en común (ese
antepasado se llama tronco). Tronco es el grado de donde parten dos líneas (yo y mi
hermano).
Artículo 534:”son hermanos bilaterales los que tienen los mismos padres. Son hermanos
unilaterales los que proceden de un mismo ascendiente en primer grado, difiriendo en el
otro.
Los hermanos tanto bilaterales como unilaterales no pueden contraer matrimonio.
Ambos se deben alimentos y tienen derecho sucesorio: articulo 2440:”en la
concurrencia entre hermanos bilaterales y hermanos unilaterales, cada uno de estos
hereda la mitad de lo que hereda cada uno de aquellos.
En los demás casos, los colaterales que concurren heredan por partes iguales.”
Articulo 535:”en la adopción plena, el adoptado adquiere el mismo parentesco que
tendría un hijo del adoptante con todos los parientes de este.
La adopción simple solo crea vínculo de parentesco entre el adoptado y el adoptante.
En ambos casos el parentesco se crea con los límites determinados por este Código y la
decisión judicial que dispone la adopción.”
1) En la adopción simple el vinculo de parentesco se crea
únicamente entre el adoptante y el adoptado, el niño adoptado no tiene vinculo
por ejemplo con sus abuelos (o sea con los padres del adoptante).
2) La adopción plena rompe todos los vínculos que tenia el niño
con su familia biológica.
Articulo 536:”el parentesco por afinidad es el que existe entre la persona casada y los
parientes de su cónyuge.
Se computa por el número de grados en que el cónyuge se encuentra respecto de esos
parientes.
El parentesco por afinidad no crea vinculo jurídico alguno entre los parientes del uno de
los cónyuges y los parientes del otro.”
2.
Efectos civiles, penales, procesales, laborales y previsionales del parentesco:
Respecto de los efectos civiles que produce el parentesco los principales son los
relativos al derecho de alimentos y de comunicación. Pero también el parentesco es el
fundamento de la vocación sucesoria. Pero además pueden señalarse otros efectos
civiles emergentes del parentesco:
1) constituye presupuesto de impedimentos matrimoniales (articulo
403);
2) confiere legitimación para la oposición a la celebración del
matrimonio (articulo 411).
3.
Alimentos derivados del parentesco. Alcance y parientes obligados. Distinción con otras
fuentes alimentarias. Alimentos de los ascendientes a favor de los descendientes:
El derecho alimentario puede tener fuente legal o convencional. La primera tiene como
fundamento la solidaridad que existe o que debe existir entre los miembros de una
familia; la segunda tiene como fundamento lo pactado por las partes sea por actos entre
vivos o por testamento.
Articulo 537:”los parientes se deben alimentos en el siguiente orden:
1) los ascendientes y descendientes. Entre ellos, están obligados
preferentemente los mas próximos en grado;
2) los hermanos bilaterales y unilaterales.
En cualquiera de los supuestos, los alimentos son debidos por los que están en mejores
condiciones para proporcionarlos. Si dos o mas de ellos están en condiciones de hacerlo,
están obligados por partes iguales, pero el juez puede fijar cuotas diferentes, según la
cuantía de los bienes y las cargas familiares de cada obligado.”
Se establece que la obligación recíproca de alimentos se determina en el orden
siguiente: 1º) ascendientes y descendientes, entre ellos estarán obligados
preferentemente los más próximos en grado, y 2º) los hermanos bilaterales y
unilaterales.
En este orden de ideas, existe un orden prioritario para el reclamo de alimentos, ya que
la acción deberá dirigirse contra quienes se encuentren en el primer orden, y sólo a falta
o imposibilidad de ellos podrá demandarse al resto de los parientes. El artículo
entonces, establece un orden de prelación de los obligados y preferentemente dentro de
cada orden los de más próximo grado o a igualdad de grados a los que estén en mejores
condiciones para proporcionarlos. Además se debe elegir al que este en mejores
condiciones. Esto es por una cuestión de seguridad, para satisfacer rápidamente la
necesidad.
Se tiene en cuenta quien se encuentra en mejores condiciones de proporcionar los
alimentos, pero atendiendo al deber de contribución, cuando estén en igualdad de
grados, y si dos o más de ellos están en condiciones de proporcionarlos, la obligación es
por partes iguales. Sin embargo el juez puede fijar cuotas diferentes teniendo en cuenta
la cuantía de sus bienes y las cargas familiares de cada uno de ellos. Un ejemplo de ello
se puede dar entre los alimentos de los abuelos tanto paternos, como maternos.
Antes se debía probar que el progenitor no podía pagar, para poder reclamar a los
abuelos (primer criterio de subsidiaridad). Otra postura entendía que los ascendientes y
descendientes tenían una obligación solidaria, pero la obligación de los abuelos seguía
siendo subsidiaria (segundo criterio de subsidiaridad). Una tercera postura entiende que
no debe probarse tan acabadamente que el progenitor no puede pagar, con probarlo
someramente puede pedírselo a sus abuelos.
Articulo 668:”los alimentos a los ascendientes pueden ser reclamados en el mismo
proceso en que se demanda a los progenitores o en proceso diverso; además de los
previsto en el titulo de parentesco, debe acreditarse verosímilmente las dificultades del
actor para percibir los alimentos del progenitor obligado.”
Articulo 538:”entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos los
que están vinculados en línea recta en primer grado.”
Esta norma obliga a los parientes afines que estén vinculados en línea recta en primer
grado. Ello significa que los cónyuges deben alimentos a los parientes consanguíneos en
primer grado de la línea recta del otro, lo cual incluye al yerno o la nuera en relación
con sus suegros o suegras, y los hijos de cualquiera de los cónyuges. En todos los casos
la obligación es recíproca.
Esta obligación es subsidiaria de la de los parientes enumerados en el artículo anterior,
por lo que no procederá el reclamo en caso de que aquéllos existan y no se demuestre su
incapacidad económica.
De ello puede inferirse que cuando para la persona en estado de necesidad de alimentos
no haya legitimados pasivos ascendientes o descendientes, ni hermanos bilaterales o
unilaterales, o bien que no tengan la capacidad económica para responder, podrá
accederse al pariente por afinidad.
Comprende entonces la obligación del suegro y la suegra respecto del yerno o nuera y la
obligación alimentaria entre el hijo y el padre afín.
Caracteres de los alimentos:
El derecho y la obligación alimentaria, en general, tienen los siguientes caracteres:
a) Intransmisibilidad: Aunque la norma guarde silencio, el derecho a recibir alimentos
no se transmite a los herederos del que los percibía, y tampoco la obligación de pagarlos
se traslada a los sucesores del alimentante; ni puede ser ejercido por vía de acción
subrogatoria.
b) Irrenunciabilidad: El derecho no puede renunciarse. Debe precisarse, sin embargo,
que tal restricción se refiere al derecho a percibirlos, mas no a la renuncia a las cuotas
ya devengadas, que, como tales, se encuentran en el patrimonio del que las recibe. Esta
salvedad vale también en punto a la intransmisibilidad, cuando el crédito o la deuda por
alimentados devengados forma parte del patrimonio transmitido a sus herederos (art.
540).
c) Inalienabilidad: El derecho a recibir alimentos se encuentra fuera del comercio y,
como tal, no puede ser objeto de cesión, o transacción, con la misma salvedad de las
cuotas devengadas y no percibidas que pueden ser cedidas. Otra consecuencia de este
principio es la imposibilidad de embargar las sumas que se reciban y la
incompensabilidad de los alimentos con obligación alguna a cargo del alimentado.
d) Reciprocidad: Si bien no hay norma expresa que establezca la reciprocidad de los
alimentos entre parientes, esta característica se encuentra implícita en la naturaleza
alimentaria.
e) Irrepetibilidad: Los alimentos pagados por el alimentante son irrepetibles contra el
alimentado.
Articulo 539:”la obligación de prestar alimentos no puede ser compensada, ni el
derecho a reclamarlos o percibirlos, ser objeto de transacción, renuncia, cesión,
gravamen o embargo alguno. No es repetible lo pagado en concepto de alimentos.”
Articulo 540:”las prestaciones alimentarias devengadas y no percibidas pueden
compensarse, renunciarse o transmitirse a titulo oneroso o gratuito.”
Contenido:
Articulo 541:”la prestación de alimentos comprende lo necesario para la subsistencia,
habitación, vestuario y asistencia medica, correspondientes a la condición del que la
recibe, en la medida de sus necesidades y de las posibilidades económicas del
alimentante. Si el alimentado es una persona menor de edad, comprende, además, lo
necesario para la educación.”
Modo de cumplimiento: articulo 542:”la prestación se cumple mediante el pago de
una renta en dinero, pero el obligado puede solicitar que se lo autorice a
solventarla de otra manera, si justifica motivos suficientes.
Los pagos se deben efectuar en forma mensual, anticipada y sucesiva pero, según las
circunstancias, el juez puede fijar cuotas por periodos mas cortos."
4.
Régimen procesal del juicio de alimentos. Cuotas suplementarias, aumento, reducción y
cesación. Convenios. Aspecto penal:
Articulo 543:”la petición de alimentos tramita por el proceso mas breve que establezca
la ley local, y no se acumula a otra pretensión.”
Alimentos provisorios:
Articulo 544:”desde el principio de la causa o en el transcurso de ella, el juez puede
decretar la prestación de alimentos provisionales, y también la expensas del pleito, si se
justifica la falta de medios.”
Prueba: articulo 545:”el pariente que pide alimentos debe probar que le faltan los
medios económicos suficientes y la imposibilidad de adquirirlos con su trabajo,
cualquiera que sea la causa que haya generado tal estado.”
Articulo 546:”incumbe al demandado la carga de probar que existe otro pariente
de grado mas próximo o de igual grado en condición de prestarlos, a fin de ser
desplazado o concurrir con el en la prestación. Si se reclama a varios obligados, el
demandado puede citar a juicio a todos o parte de los restantes, a fin de que la condena
los alcance.”
De la redacción del articulo 537 se infiere que corresponde al peticionante demandar a
los parientes en línea recta y más próximos en grados; en caso de faltar ellos, o que sus
recursos sean insuficientes, deberá demandar a los hermanos ya sea bilateral o unilateral
o a los parientes por afinidad.
Pero, pone en cabeza del demandado la carga de probar que existe algún pariente de
grado más próximo, o el pariente de igual grado en condiciones de prestarlos, ya sea
para desligarse de la obligación o concurra con él en la prestación.
A más de ello, en caso de reclamarse a varios obligados, el demandado puede citar a
juicios a todos los restantes a fin de establecer un litis consorcio pasivo necesario, y la
sentencia los alcance.
Asimismo, el demandado, tiene el derecho de pedir en el juicio de alimentos se cite a
todos o a aquellos restantes parientes obligados a fin de que sean alcanzados por la
condena de alimentos.
Articulo 547:”el recurso contra la sentencia que decreta la prestación de alimentos no
tiene efecto suspensivo, ni el que recibe los alimentos puede ser obligado a prestar
fianza o caución alguna de devolver lo recibido si la sentencia es revocada.”
La sentencia de primera instancia que deniegue los alimentos será apelable en ambos
efectos. Si los admite, el recurso se concederá sólo en efecto devolutivo, o sea que no
suspenderá la ejecución del fallo y el actor podrá exigir su cumplimiento al demandado
aunque éste hubiera apelado.
Efectos de la sentencia:
Articulo 548:”los alimentos se deben desde el día de la interposición de la demanda
o desde la interpelación al obligado por medio fehaciente, siempre que la demanda
se presente dentro desde los seis meses de la interpelación.”
Ya antes de la sanción del Código Procesal vigente que establece en su articulo 644 que
la sentencia comienza a correr desde el día del la interposición de la demanda, la
jurisprudencia mayoritaria se había inclinado por la retroactividad a la fecha de
interposición de la demanda, considerada como el momento en que se expresa la
necesidad del accionante.
Ahora bien, si se ha constituido en mora al alimentante con anterioridad a la iniciación
de la demanda, por medio fehaciente, ya sea telegrama o por carta documento o
cualquier otro medio con fecha cierta, los alimentos correrán desde la constitución en
mora, siempre que la demanda se interponga dentro de los seis meses de la
interpelación. Ese plazo de caducidad rige sólo a los efectos de retrotraer la cuota
alimentaria a dicha fecha, vencido el cual, los alimentos correrán desde el día de la
interposición de la demanda.
Articulo 549:”en caso de haber mas de un obligado al pago de los alimentos, quien los
haya prestado puede repetir de los otros obligados, en proporción a lo que a cada uno le
corresponde.”
Medidas tendientes al cumplimiento:
Articulo 550:”puede disponerse la traba de medidas cautelares para asegurar el pago de
alimentos futuros, provisionales, definitivos o convenidos. El obligado puede ofrecer en
sustitución otras garantías diferentes.”
Articulo 551:”es solidariamente responsable del pago de la deuda alimentaria quien no
cumple la orden judicial de depositar la suma que debió descontar a su dependiente o a
cualquier otro acreedor.”
Se hace responsablemente solidario al empleador del obligado.
Articulo 552:”las sumas debidas por alimentos por el incumplimiento en el plazo
previsto devengan una tasa de interés equivalente a la mas alta que cobran los bancos a
sus clientes, según las reglamentaciones del Banco Central, a la que se adiciona la que
el juez fije según las circunstancias del caso.”
Articulo 553:”el juez puede imponer al responsable del incumplimiento reiterado de la
obligación alimentaria medidas razonables para asegurar la eficacia de la sentencia.”
Frente al incumplimiento del alimentante, la vía procesal de ejecución de la sentencia es
la prevista por el art. 648, CPCCN: intimación de pago, embargo y ejecución de los
bienes. Estas serian las medidas cautelares en general, pero se admiten otros medios
procesales compulsivos para obligar al alimentante al cumplimiento de la prestación
debida:
1) la inscripción en registros de deudores alimentarios morosos
(ley 13.066);
2) sanciones conminatorias, como la astreintes regulada en el
articulo 804;
3) sanciones penales (ley 13.944);
4) otras que quedan a inventiva de los jueces, por ejemplo un fallo
que prohibía al obligado a salir del país.
Cese de la obligación alimentaria: articulo 554:”cesa la obligación alimentaria:
1) si el alimentado incurre en alguna causal de indignidad;
2) por la muerte del obligado o del alimentado;
3) cuando desaparecen los presupuestos de la obligación.
La pretensión de cese, aumento o reducción de los alimentos tramita por el
procedimiento mas breve que prevea la ley local.”
5.
Derecho de comunicación entre parientes y otras personas unidas por lazos afectivos.
Legitimación activa y pasiva:
Articulo 555:”los que tienen a su cargo el cuidado de personas menores de edad, con
capacidad restringida, o enfermas o imposibilitadas, deben permitir la comunicación de
estos con sus ascendientes, descendientes, hermanos bilaterales o unilaterales y
parientes por afinidad en primer grado. Si se deduce oposición fundada en posibles
perjuicios a la salud mental o física de los interesados, el juez debe resolver lo que
corresponda por el procedimiento mas breve que prevea la ley local y establecer, en su
caso, el régimen de comunicación mas conveniente de acuerdo a las circunstancias.”
Articulo 556:”las disposiciones del articulo 555 se aplican a favor de quienes justifiquen
un interés afectivo legitimo.”
Es decir que la legitimación activa la tienen:
1) los ascendientes y descendientes;
2) los hermanos bilaterales y unilaterales;
3) los parientes por afinidad en primer grado;
4) y quienes justifiquen un interés afectivo legítimo.
Los legitimados pasivos son:
1) los progenitores, tutores o curadores;
2) o cualquier persona que tenga a su cargo el cuidado de:
Menores de edad, personas con capacidad restringida, o enfermas o imposibilitadas
sean estas menores o no.
Articulo 557:”el juez puede imponer al responsable del incumplimiento reiterado del
régimen de comunicación establecido por sentencia o convenio homologado medidas
razonables para asegurar su eficacia.”
Unidad temática nº 11 FILIACIÓN
1.
Concepto. Evolución:
En cuanto al sistema filiatorio en el Código Civil de Vélez, como este únicamente
entendía a la familia como aquella que se formaba en el matrimonio, monogamico,
católico e indisoluble, clasificaba a los hijos en legítimos (aquellos nacidos dentro del
matrimonio) o ilegítimos (aquellos nacidos fuera del matrimonio).
Con la ley 23264 se deja de lado esta distinción entre hijos legítimos o ilegítimos por la
de hijos matrimoniales o extramatrimoniales (sigue actualmente).
La ley 23515 de divorcio permite nuevas familias y así también nuevos hijos.
La ley de matrimonio igualitario no modifica directamente el sistema filiatorio pero si
colateralmente el Código Civil porque al admitir que dos personas del mismo sexo
contraigan matrimonio, permite que puedan tener hijos matrimoniales.
La ley 26618 que permite las técnicas de reproducción humana asistida si bien tiene que
ver con la cobertura influye en el sistema filiatorio.
La filiación es el vínculo jurídico existente entre padres y madres e hijos e hijas. Es un
acto simbólico que une a un hijo con una persona. Y este es hijo de su padre o madre
independientemente de cómo haya nacido.
Fuentes:
Articulo 558:”la filiación puede tener lugar por naturaleza, mediante técnicas de
reproducción humana asistida, o por adopción.
La filiación por adopción plena, por naturaleza o por técnicas de reproducción
humana asistida, matrimonial o extramatrimonial, surten los mismos efectos,
conforme a las disposiciones de este Código.
Ninguna persona puede tener mas de dos vínculos filiales, cualquiera sea la
naturaleza de la filiación.”
Es decir que las fuentes de filiación son:
1) la naturaleza, que tiene por origen el vínculo biológico.
2) las técnicas de reproducción humana asistida, que tiene como
base el consentimiento, libre, pleno e informado brindado previo al
procedimiento y pueden ser homologas (con gametos de la pareja) o heterólogas
(con gametos de terceros).
3) La adopción, que tiene por base a la ley y puede ser simple o
plena.
Sea cual sea la fuente de la cual deriven los hijos, estos serán matrimoniales o
extramatrimoniales.
Determinación:
Puede ser:
1) Legal: cuando la propia ley, en base a ciertos supuestos o
hechos, la establece;
2) Judicial: la que resulta de una sentencia que declara la
paternidad o la maternidad de una persona con respecto a otra;
3) Voluntaria: por el reconocimiento unilateral de un hijo.
2.
Determinación de la maternidad. Certificado medico. Identificación del nacido. Prueba:
En la filiación por naturaleza el vínculo biológico que determina la maternidad resulta
del parto. En este caso no importa la voluntad; la maternidad escapa a la voluntad de
quien da a luz y del hijo. Parir crea un vinculo jurídico entre el que nace y quien da a
luz. Siempre es necesario que haya un agente de salud que certifique el hecho biológico
del nacimiento.
Articulo 565:”en la filiación por naturaleza, la maternidad se establece con la prueba
del nacimiento y la identidad del nacido.
La inscripción debe realizarse a petición de quien presenta un certificado del
medico, obstétrica o agente de salud si corresponde, que atendió el parto de la mujer
a quien se atribuye la maternidad del nacido. Esta inscripción debe ser notificada a la
madre, excepto que sea ella quien la solicita o que quien denuncia el nacimiento sea su
cónyuge.
Si carece del certificado mencionado en el párrafo anterior, la inscripción de la
maternidad por naturaleza debe realizarse conforme a las disposiciones contenidas
en los ordenamientos relativos al Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas.”
Entonces en la filiación por naturaleza la maternidad se determina:
1) Por el hecho objetivo del parto;
2) La identidad del niño nacido;
3) La presentación ante la autoridad administrativa del certificado;
4) Y en el caso que careciera de este certificado, la inscripción
debe realizarse conforme a las disposiciones contenidas en el régimen local;
5) La ley 24540 exige que, además del certificado, se confeccione
una ficha de identificación de la madre y del recién nacido, donde también
conste el lugar, el momento y el domicilio donde ocurrió el parto.
En los casos de filiación por técnicas de reproducción humana asistida la maternidad se
determina por el consentimiento previo, informado y libre.
Articulo 575:”en los supuesto de técnicas de reproducción humana asistida, la
determinación de la filiación se deriva del consentimiento previo, informado y libre,
prestado de conformidad con lo dispuesto en este Código y en la ley especial.
Cuando en el proceso reproductivo se utilicen gametos de terceros, no se genera vinculo
jurídico alguno con estos, excepto a los fines de los impedimentos matrimoniales en los
mismos términos que la adopción plena.”
3.
Determinación de la filiación matrimonial. Presunciones legales:
Articulo 566:”excepto prueba en contrario, se presumen hijos del o la cónyuge los
nacidos después de la celebración del matrimonio y hasta los trescientos días
posteriores a la interposición de la demanda de divorcio o nulidad del matrimonio,
de la separación de hecho o de la muerte.
La presunción no rige en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida si el o la cónyuge no presto el correspondiente consentimiento previo,
informado y libre según los dispuesto en el Capitulo 2 de este Titulo.”
En este caso tampoco interesa la voluntad, sino que el derecho presume la maternidad o
paternidad de aquellos nacidos durante el matrimonio, es decir se establece una
presunción legal.
Separación de hecho:
Articulo 567:”aunque falte la presunción de filiación en razón de la separación de
hecho de los cónyuges, el nacido debe ser inscripto como hijo de estos si concurre
consentimiento de ambos, haya nacido el hijo por naturaleza o mediante el uso de
técnicas de reproducción humana asistida. En este último caso, y con independencia de
quien aporto los gametos, se debe haber cumplido además con el consentimiento previo,
informado y libre y demás requisitos dispuestos en la ley especial.”
Matrimonios sucesivos:
Articulo 568:”si median matrimonios sucesivos de la mujer que da a luz, se presume
que el hijo nacido dentro de los trescientos días de la disolución o la anulación del
primero y dentro de los ciento ochenta días de la celebración del segundo, tiene vinculo
filial con el primer cónyuge; y que el nacido dentro de los trescientos días de la
disolución o anulación del primero y después de los ciento ochenta días de la
celebración del segundo tiene vinculo filial con el segundo cónyuge.
Estas presunciones admiten prueba en contrario.”
Formas de determinación:
Articulo 569:”la filiación matrimonial queda determinada legalmente y se prueba:
1) Por la inscripción del nacimiento en el Registro Civil y
Capacidad de las Personas y por la prueba del matrimonio, de conformidad con
las disposiciones legales respectivas;
2) Por sentencia firme en juicio de filiación;
3) En los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida,
por el consentimiento previo, informado y libre debidamente inscripto en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.”
4.
Determinación de la filiación extramatrimonial. Reconocimiento: concepto.
Características, capacidad, formas:
Este es el caso de alguien que da a luz estado soltera. Si o si hay padre, es decir hay un
vinculo genético o biológico; pudiendo haber habido o no una relación sexual.
Articulo 570:”la filiación extramatrimonial queda determinada por el reconocimiento,
por el consentimiento previo, informado y libre al uso de las técnicas de reproducción
humana asistida, o por la sentencia en juicio de filiación que la declare tal.”
El reconocimiento es el acto jurídico unilateral por el que una persona declara que otra
es su hijo. Este tiene el carácter de irrevocable y formal mediante el cual queda
determinado el vínculo filial con otra persona con la que se tiene un vínculo biológico o
genético.
Articulo 573:”el reconocimiento es irrevocable, no puede sujetarse a modalidades que
alteren sus consecuencias legales, ni requiere aceptación del hijo.
El reconocimiento del hijo ya fallecido no atribuye derechos en su sucesión a quien lo
formula, ni a los demás ascendientes de su rama, excepto que haya habido posesión de
estado de hijo.”
Articulo 571: “la paternidad por reconocimiento del hijo resulta:
1) De la declaración formulada ante el oficial del Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas en oportunidad de inscribirse el
nacimiento o posteriormente;
2) De la declaración realizada en instrumento publico o privado
debidamente reconocido;
3) De las disposiciones contenida en actos de ultima voluntad,
aunque el reconocimiento se efectúe en forma incidental.”
El reconocimiento es declarativo, es decir se es padre desde que el hijo nació, pero
algunos efectos empiezan a tener eficacia luego del reconocimiento.
Articulo 572:”el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas debe notificar el
reconocimiento a la madre y al hijo o su representante legal.”
Articulo 574:”es posible el reconocimiento del hijo por nacer, quedando sujeto al
nacimiento con vida.”
5.
Presunción de la paternidad en el caso de uniones convivenciales:
Articulo 585:”la convivencia de la madre durante la época de la concepción hace
presumir el vinculo filial a favor de su conviviente, excepto oposición fundada.”
Este no es un supuesto de determinación legal, sino, una presunción probatoria.
6.
Consecuencias de la falta de reconocimiento. Daños y perjuicios:
Articulo 587:”el daño causado al hijo por la falta de reconocimiento es reparable,
reunidos los requisitos previstos en el Capitulo 1 del Titulo V del Libro Tercero de este
Código.”
7.
Técnicas de reproducción humana asistida. Concepto. Tipos. Características. Debates
doctrinarios y jurisprudenciales sobre la naturaleza jurídica del embrión. Análisis del
fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, 28/11/2012, “Artavia Murillo y
otros (“Fecundación In Vitro”) c. Costa Rica”. Fertilización post mortem:
La filiación es un estado simbólico que nombra a un niño como hijo de alguien. Es el
vínculo jurídico que une a los hijos e hijas con sus padres y/o madres,
independientemente de la fuente filiatoria.
El artículo 558 incorpora a las técnicas de reproducción humana asistida como fuente
filiatoria.
La ley 26862 defina estas técnicas de la siguiente manera:
Artículo 2:”a los efectos de la presente ley, se entiende por reproducción medicamente
asistida a los procedimiento y técnicas realizados con asistencia médica para la
consecución de un embarazo. Quedan comprendidas las técnicas de baja y alta
complejidad, que incluyan o no la donación de gametos y/o embriones.”
Las técnicas de reproducción humana asistida incorporadas por el Código pueden ser de
dos tipos: homologa (la pareja utiliza gametos propios) y heterologa (se utilizan
gametos de terceros); a su vez estas se subdividen en dos modalidades que son: la
inseminación artificial y la fecundación in vitro.
Las practicas a su vez, pueden ser de baja o de alta complejidad: Se consideran técnicas
de baja complejidad a aquellas que tienen por objeto la unión entre óvulo y
espermatozoide en el interior del sistema reproductor femenino, lograda a través de la
inducción de ovulación, estimulación ovárica controlada, desencadenamiento de la
ovulación e inseminación intrauterina, intracervical o intravaginal, con semen de la
pareja o donante. Es decir aquella en la que se coloca el semen dentro del cuerpo de la
mujer; la fecundación no es extracorpórea, solo se acerca el semen al útero de la mujer,
se lo inserta en la vagina de la mujer lo más cerca del útero; este tratamiento se realiza
en una clínica.
Se entiende por técnicas de alta complejidad a aquellas donde la unión entre óvulo y
espermatozoide tiene lugar por fuera del sistema reproductor femenino, incluyendo a la
fecundación in vitro; la inyección intracitoplasmática de espermatozoide; la
criopreservación de ovocitos y embriones; la donación de ovocitos y embriones y la
vitrificación de tejidos reproductivos. Es decir es una fecundación extracorpórea que se
realiza en un laboratorio y tiene dos modalidades: la fecundación in vitro que implica
extraer el ovulo de la mujer y acercarle el semen que nada hasta el ovulo; y la ICSI en la
que se extrae el ovulo de la mujer con jeringa y se inyecta el espermatozoide en el
núcleo del ovulo.
El 3 de junio del 2013 se sanciona la ley nacional 26862 siendo mucho más amplia que
la ley provincial; con respecto a los beneficiarios puede recurrir cualquier persona que
quiera ser madre o padre, es decir, las parejas convivientes o casadas del mismo o
distinto sexo, siempre que sean mayores de edad; y también aquellas mujeres que
recurran con material genético de tercero dador. Además no establece cuales son las
técnicas de reproducción humana asistida que va a contemplar, por lo tanto se podía
incluir a la maternidad por sustitución. Por otra parte dice que el vinculo filiatorio va a
existir cuando la o las personas hayan dado su consentimiento previo, informado y libre.
De lo expuesto se desprende, que la norma comprende no sólo a la pareja que al
encontrarse afectada por un problema de salud reproductiva debe recurrir a las TRHA,
sino también, a quienes por su situación particular optan por estos procedimientos para
tener un hijo, como el caso de una mujer sola o el caso de una pareja casada o
conviviente de igual sexo. Esto se corresponde con la multiplicidad de manifestaciones
familiares que se visualizan en la realidad social, muchas de las cuales encuentran su
cauce en el acceso a estas prácticas. Con esta ley logra superarse el problema que
comprendía a muchas parejas o personas solas que ante el deseo de tener un hijo con el
recurso a las TRHA, no podían concretarlo por la falta de inclusión de los diversos
procedimientos entre las prácticas médicas con cobertura por parte de las Obras sociales
y/o los sistemas de medicina prepaga.
El 23 de julio del 2013 se dicta el decreto reglamentario de esta ley. es dable destacar
las principales aseveraciones que se exponen en los "Considerandos" de la
reglamentación a modo de pilares sobre los cuales se edifica su texto: 1) los derechos
comprometidos en el acceso a las técnicas de reproducción humana asistida (TRHA)
son "los derechos de toda persona a la paternidad / maternidad y a formar una familia,
en íntima conexión con el derecho a la salud"; de esta manera, se reafirma que el
derecho a la salud no es el principal o el único derecho humano involucrado, lo cual se
condice con ser uno de los 16 países que reconoce el llamado "matrimonio igualitario" y
que además, se encuentran íntimamente ligados con los derechos a la dignidad, la
libertad y la igualdad de toda persona humana; 2) que la ley 26.862 está abierta a todas
las personas mayores de edad para que sin "discriminación o exclusión fundadas en la
orientación sexual o el estado civil de quienes peticionan por el derecho regulado"
puedan acceder a la cobertura médica en todo establecimiento de salud, sea público, de
la seguridad social (obras sociales) o privado (medicina prepaga).
Cabe destacar que el párrafo final del art. 2º de la reglamentación deja abierta la
posibilidad de que se incluyan otro tipo de técnicas.
Las disposiciones más relevantes son, al igual que acontece en la ley base 26.862, los
arts. 7º y 8º.
El primero se refiere a los beneficiarios y en especial, a la cuestión del consentimiento.
Así, la primera parte del articulado expresa que "El consentimiento informado debe ser
prestado por la persona que requiera la aplicación de técnicas de reproducción
médicamente asistida, antes del inicio de cada una de ellas. El consentimiento
informado y su revocación deben documentarse en la historia clínica con la firma del
titular del derecho expresando su manifestación de voluntad."
La segunda parte se dedica a resolver el tema de la revocación del consentimiento al
afirmarse que "En los casos de técnicas de reproducción médicamente asistida de baja
complejidad el consentimiento es revocable en cualquier momento del tratamiento, o
hasta antes del inicio de la inseminación. En los casos de técnicas de reproducción
médicamente asistida de alta complejidad, el consentimiento es revocable hasta antes de
la implantación del embrión".
El artículo 8º, al igual que su par en la ley 26.862, es la disposición más extensa ya que
se ocupa del nudo central de estas normativas: la cobertura médica. El primer párrafo —
de un total de varios— reitera los obligados a cubrir los procedimientos y tratamientos
de TRHA que ya enumeraba la ley 26.862; lo que agrega y así aclara la reglamentación,
es que "El sistema de Salud Público cubrirá a todo argentino y a todo habitante que
tenga residencia definitiva otorgada por autoridad competente, y que no posea otra
cobertura de salud". Por lo tanto, se refuerza la finalidad de que la cobertura alcance,
muy especialmente, a los que hasta ahora habían quedado afuera o excluidos de la
posibilidad de ser padres por TRHA. Al mismo tiempo, se procura evitar el llamado
"turismo reproductivo" como ya acontece en la práctica, siendo que los extranjeros
podrán seguir viniendo a la Argentina para realizar un tratamiento de TRHA, pero no
podrán hacerlo en el sistema público.
Uno de los cuestionamientos más importantes que generan las TRHA extracorpóreas o
en la palabras de la reglamentación, las "técnicas de alta complejidad a aquellas donde
la unión entre óvulo y espermatozoide tiene lugar por fuera del sistema reproductor
femenino", es acerca del destino de los embriones sobrantes, es decir, aquellos que no se
utilizan en los tratamientos de reproducción asistida por la propia pareja y
consecuentemente se crioconservan.
Los diferentes destinos posibles que podrán darse a los embriones crioconservados, así
como, en los casos que procedan, al semen, ovocitos y tejido ovárico crioconservados,
son:
De manera general, cabe afirmar que la utilización de los embriones o, en su caso, del
semen, los ovocitos o el tejido ovárico crioconservados, para cualquiera de los fines
citados, debe contar con el consentimiento informado correspondiente debidamente
acreditado. A su vez, como ya se dijo, el consentimiento para dar a los embriones o
gametos crioconservados cualquiera de los destinos citados podrá ser modificado en
cualquier momento anterior a su utilización.
Hasta ahora la cuestión de los embriones sobrantes es un gran vacío legal que no ha
interrumpido el desarrollo de las TRHA.
Como cierre, es dable traer a colación lo dispuesto al respecto por el Código de Ética
elaborado por el SAMER (Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva) cuyo art. 5º
se refiere a la "Criopreservación de gametos y embriones" y expresa: "5.5. Quien decida
crio preservar gametos o embriones debe, al momento de firmar el consentimiento
inicial, dejar establecida su voluntad sobre los posibles destinos de los gametos o
embriones en caso de no utilizarlos para sí mismo o si el centro pierde contacto con
él/ella. 5.6. El centro debe asegurar la identidad y seguridad de los gametos y embriones
criopreservados. 5.7. El centro debe explicar las opciones para la utilización y el
descarte de los gametos y embriones".
Determinación de la filiación:
Articulo 569:”la filiación matrimonial queda determinada legalmente y se prueba:
3) En los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida, por el consentimiento
previo, informado y libre debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas.”
La filiación extramatrimonial queda determinada:
Articulo 575:”en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida, la
determinación de la filiación se deriva del consentimiento previo, informado y libre,
prestado de conformidad con los dispuesto en el Código civil y en la ley especial.
Cuando en el proceso reproductivo se utilicen gametos de terceros, no se genera vinculo
jurídico alguno con estos, excepto a los fines de los impedimentos matrimoniales en los
mismos términos que la adopción plena.”
La determinación de la filiación se vincula de forma directa con el querer ser progenitor.
Siendo así, la voluntad procreacional desplaza a la verdad biológica cuando el vínculo
filial encuentre su origen en las TRHA.
Voluntad procreacional:
La voluntad procreacional es el acto volitivo de querer ser madre o padre sin perjuicio
de la existencia de gametos propios o de terceros. Siempre es necesario el
consentimiento previo, informado y libre de no ser así se aplican las reglas de filiación
por naturaleza. Dentro de las técnicas que admite el Código, madre va a ser siempre
quien dio a luz y va el niño va a ser hijo además de la mujer o el hombre que también
presto su consentimiento.
Artículo 562:”los nacidos por las técnicas de reproducción humana asistida son hijos de
quien dio a luz y del hombre o de la mujer que también ha prestado su consentimiento
previo, informado y libre en los términos de los artículos 560 y 561, debidamente
inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, con
independencia de quien haya aportado los gametos.”
Derecho a la identidad:
Artículo 563:”la información relativa a la persona que haya nacido por el uso de
técnicas de reproducción humana asistida con gametos de un tercero debe constar en el
correspondiente legajo base para la inscripción del nacimiento.”
Artículo 564:”a petición de las personas nacidas a través de las técnicas de reproducción
humana asistida, puede:
1) Obtenerse del centro de salud interviniente información relativa
a datos médicos del donante, cuando es relevante para la salud;
2) Revelarse la identidad del donante, por razones debidamente
fundadas, evaluadas por la autoridad judicial por el procedimiento más breve
que prevea la ley local.
Consentimiento informado:
Artículo 560:”el centro de salud interviniente debe recabar el consentimiento previo,
informado y libre de las personas que se someten al uso de las técnicas de reproducción
humana asistida. Este consentimiento debe renovarse cada vez que se procede a la
utilización de gametos o embriones.”
Artículo 561:”la instrumentación de dicho consentimiento debe contener los requisitos
previstos en las disposiciones especiales, para su posterior protocolización ante
escribano publico o certificado ante la autoridad sanitaria correspondiente a la
jurisdicción. El consentimiento es libremente revocable mientras no se haya producido
la concepción en la persona o la implantación del embrión.
El consentimiento es un acto formal, escrito, expreso, voluntario, licito y no debe estar
sujeto a modalidades. Este debe renovarse cada vez que se va a practicar la técnica y es
revocable hasta el momento de la implantación.
Este límite para revocar, guarda vinculación con la posición que se toma en el proyecto
respecto al comienzo de la existencia de la persona humana: "La existencia de la
persona humana comienza con la concepción en el seno materno. En el caso de técnicas
de reproducción humana asistida, comienza con la implantación del embrión en la
mujer, sin perjuicio de lo que prevea la ley especial para la protección del embrión no
implantado" (articulo 19).
Cabe destacar que el artículo 19 del Proyecto que fue objeto de crítica por un sector
importante de la doctrina, recibió un respaldo significativo con el reciente fallo de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso "Artavia Murillo y otros c. Costa
Rica". Con motivo de este caso que excede las fronteras nacionales, la Corte consideró
que es procedente definir, de acuerdo con la Convención Americana, cómo debe
interpretarse el término "concepción", partiendo de establecer la diferenciación entre
dos momentos complementarios y esenciales en el desarrollo embrionario: la
fecundación y la implantación. El Tribunal observa que sólo al cumplirse el segundo
momento se cierra el ciclo que permite entender que existe la concepción. Teniendo en
cuenta la prueba científica presentada por las partes en el presente caso, el Tribunal
constata que, si bien al ser fecundado el óvulo se da paso a una célula diferente y con la
información genética suficiente para el posible desarrollo de un "ser humano", lo cierto
es que si dicho embrión no se implanta en el cuerpo de la mujer sus posibilidades de
desarrollo son nulas. Si un embrión nunca lograra implantarse en el útero, no podría
desarrollarse pues no recibiría los nutrientes necesarios, ni estaría en un ambiente
adecuado para su desarrollo.
También, corresponde referir al derecho - deber de información, el cual deriva del
principio bioético de autonomía. Conforme al mismo, debe establecerse un proceso de
conocimiento y discusión entre el profesional y el paciente, con el objeto de promover
en el último un papel activo que se expresa en su derecho de autodeterminación. La
particularidad que se presenta en las TRHA, es que al concretarse el resultado deseado
por los usuarios, se inserta al vínculo médico - paciente una tercera persona que llega a
esta vida por decisión de quienes integran la relación jurídica.
Cabe destacar antes de ahondar sobre el tema, que el análisis de este que se hará a
continuación por Kemelmajer, Herrera y Lamm, se realizo antes de que se aprobara el
proyecto de reforma del Código Civil y Comercial.
Una pareja heterosexual casada recurre a la gestación por sustitución con la ayuda de
una amiga que se ofrece de manera altruista a gestar el embrión compuesto por el
material genético de ambos cónyuges. La razón de esta compleja decisión que
compromete en el proyecto parental a una tercera persona es la siguiente: la comitente
no puede gestar; ella cursó dos embarazos que no llegaron a término y en el segundo de
ellos, acontecido en el año 2010, no sólo perdió el embarazo sino que se le debió
practicar una intervención quirúrgica que incluyó la extirpación del útero.
Por su parte, la gestante es madre de dos hijos, de 18 y 21 años de edad, con quienes ha
conversado su deseo de ayudar al matrimonio; está separada de hecho del padre de sus
hijos (quien desconoce su voluntad de ser gestante) y vive en unión convivencial con
una persona desde hace ocho años.
Cuando la niña gestada nace, se expide un certificado de nacimiento que tiene como
madre a la gestante, mas no se la inscribe en el registro, de modo que la niña carece de
partida de nacimiento y del correspondiente documento nacional de identidad. Ante esta
situación fáctica, se interpone una acción judicial solicitando la inscripción del
nacimiento de la niña nacida el 19 de abril de 2012 en una clínica privada muy conocida
de la Ciudad de Buenos Aires.
El 18-06-2013, la jueza interviniente hizo lugar a la demanda y ordenó al Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas local la inscripción del nacimiento de la niña
"N.N o B. M. D. G. M", nacida el 19/04/2012 como hija del matrimonio integrado por J.
L. D. G. y M. S. M.
La sentencia sigue la línea de otras que citan el proyecto de reforma del Código Civil y
comercial y meritúa positivamente su regulación en el art. 562.
El fallo es valioso, porque reconoce de manera acertada el vínculo filial con quienes
tienen la voluntad procreacional de ser padres. Así también pone en crisis una regla del
derecho filial, hasta ahora considerada incontrastable (madre es quien da a luz, quien
pare); ha movido, pues, una barrera considerada infranqueable, recogida por el art. 242
del Código Civil aún vigente, y admite que el principio puede tener una excepción y
ello acontece, precisamente, cuando se trata de una gestación por sustitución, en la que
la filiación se establece a favor de los comitentes. Este reafirma los riesgos de continuar
en el silencio legislativo, que para algunos significa que la gestación por sustitución
estaría prohibida y para otros, permitida por estar silenciada. Prohibición y silencio no
dan efectiva solución a un conflicto que está en la realidad social. Por lo tanto, la
conclusión a la cual se debe arribar tras este primer precedente es la misma que propone
el proyecto de reforma del Código Civil: la necesidad de una ley y de un marco legal
que fije parámetros y proteja a todas las partes que intervienen en este proceso.
El fallo se centra en el derecho a tener vínculo filial entre la niña y los comitentes; no
obstante, el derecho a conocer los orígenes no ha sido ajeno al tema en discusión. Así,
adhiriéndose a la propuesta esgrimida por el Fiscal, la sentencia dispone: "imponer a los
peticionantes hacer conocer oportunamente a su hija su realidad gestacional". El punto
de partida de esta orden judicial es la consideración del derecho a la identidad (estática
y dinámica) como un derecho humano y, sobre esta base, hoy se propicia una apertura al
conocimiento del propio origen.
Dentro de este vasto campo, varios estudios sostienen que el secreto en cuanto al
método o modo de concepción puede dañar las relaciones familiares con un consecuente
impacto negativo en el desarrollo psicológico del niño. Por eso, se recomienda que los
niños sepan acerca de su origen cuanto antes, en especial, antes de la adolescencia.
En cuanto a la revelación del origen, el estudio demuestra que todas (100%) las madres
y los padres reportaron que tenían intención y planificaban decirle al niño que había
nacido como consecuencia de un acuerdo de gestación por sustitución. Mientras que las
madres planeaban empezar a decirles a los niños acerca de la gestación por sustitución a
la edad media de 3 años, los padres pensaban revelar esta información a la edad media
de 5 años. El argumento más fuerte para ello es que el niño tiene derecho a saber la
verdad. Esta razón la dio el 69% de las madres (n = 29) y los padres (n = 20). Otra razón
reportada por el 64% (n = 27) de las madres y el 48% (n = 14) de los padres era impedir
que el conocimiento provenga de cualquier otra persona, mientras que el 41% (n = 17)
de las madres y el 45% (n = 13) de los padres consideró que simplemente no había
razón para no decirle al niño.
En cuanto a los efectos de esta revelación, un estudio más reciente también del Reino
Unido que comprende a comitentes que han revelado a sus hijos de entre 7 y 10 años de
edad que habían nacido por gestación por sustitución, muestra que la mayoría de los
niños eran indiferentes o reaccionaban de manera positiva ante esta forma de ser
gestados. Los niños veían a las gestantes como mujeres que ayudaron a sus madres a
tenerlos y elogiaron su altruismo. Este estudio sostiene que los niños nacidos por
gestación por sustitución son más propensos a que se les revele su origen de nacimiento,
con resultados positivos. Ahora bien, el mismo estudio mostró que los comitentes no
tuvieron ningún problema para revelar el vínculo cuando se trataba de un caso de
gestación como es el caso en comentario. En cambio, cuando se trataba de gestación en
la que la gestante también aporta el material genético (se conoce como gestación
tradicional), casi la mitad de los comitentes no divulgó la existencia de la gestación por
sustitución a los niños.
En similar sentido, en otro estudio, 16 de las 21 (76,2%) familias que habían acudido a
la gestación tradicional sólo le revelaron a sus hijos que fueron gestados por otra mujer
pero no les
De diversos estudios realizados se desprende, que si bien los comitentes parecen estar
dispuestos a decirle al niño que ha nacido a través de gestación por sustitución, no es la
misma postura la que existe respecto del origen genético cuando se utilizaron óvulos y/o
semen de donante. En parte, esta diferencia se debe a que en la gestación por sustitución
no hay embarazo, por lo que es más difícil de ocultar, no sólo respecto del niño que
nace, sino también en el entorno y esto promueve la mayor facilidad al acceso a la
información del niño respecto al modo en que fue gestado.
Manteniendo la misma redacción que el art. 251 del Código de Vélez, el presente
artículo 576 establece que las acciones de filiación, al igual que las restantes acciones de
estado de familia, son imprescriptibles e irrenunciables. No se enumeran las otras
características que también poseen ese tipo de acciones como la inalienabilidad y la
inherencia personal.
2.
Principios generales del proceso filiatorio. Inicio. Extracción compulsiva del material
genético. Medidas cautelares. Sentencia. Efectos:
Articulo 578:”si se reclama una filiación que importa dejar sin efecto una anteriormente
establecida, debe previa o simultáneamente, ejercerse la correspondiente acción de
impugnación.”
Reclamo alimentario anterior al reconocimiento: articulo 586:”durante el proceso de
reclamación de la filiación o incluso antes de su inicio, el juez puede fijar alimentos
provisorios contra el presunto progenitor, de conformidad con lo establecido en el
Titulo VII del Libro Segundo.”
Pruebas. Consecuencia de la negativa a someterse a las pruebas biológicas:
Articulo 579:”en las acciones de filiación se admiten toda clase de pruebas, incluidas
las genéticas, que pueden ser decretadas de oficio o a petición de parte.
Ante la imposibilidad de efectuar la prueba genética a alguna de las partes, los
estudios se pueden realizar con material genético de los parientes por naturaleza
hasta el segundo grado; debe priorizarse a los mas próximos.
Si ninguna de estas alternativas es posible, el juez valora la negativa como indicio
grave contrario a la posición del renuente.”
Se incorpora en el texto legal, por primera vez en el Código, la posibilidad de recurrir a
otros parientes que permitan obtener algún grado de certeza en el resultado de la prueba
genética, ante la imposibilidad de efectuar el estudio a alguna de las partes, aunque su
precisión sea menor que si se realiza sobre las personas directamente involucradas.
El texto del actual art. 579 recepta, a su vez, el texto del art. 4º de la ley 23.511 en
relación a la interpretación de la negativa a someterse al estudio genético, como un
indicio grave contrario a la posición del renuente. Esta norma introduce el calificativo
de "grave " no contemplado en la redacción dada por la ley antecedente.
Y quienes entienden que la negativa sería suficiente en sí misma para acreditar el nexo
biológico al punto de asignársele el valor de un reconocimiento de la paternidad
imputada. O sea que si la única prueba que se tiene es la genética y el padre no accede a
realizarla ese indicio grave será suficiente para dictar sentencia.
Juez competente:
Articulo 581:”cuando las acciones de filiación sean ejercidas por personas menores de
edad o con capacidad restringida, es competente el juez del lugar donde el actor tiene su
centro de vida o el del domicilio del demandado, a elección del actor.”
La acción puede ser ejercida por el menor de edad, por aquel con capacidad restringida
o por la madre en representación del menor.
3.
Filiación post mortem. Pruebas realizadas sobre el cadáver o sobre otros parientes:
Articulo 580:”en caso de fallecimiento del presunto padre, la prueba puede realizarse
sobre el material genético de los dos progenitores naturales de este.
Ante la negativa o imposibilidad de alguno de ellos, puede autorizarse la exhumación
del cadáver. El juez puede optar entre estas posibilidades según las circunstancias del
caso.”
4.
Acción de reclamación de la filiación matrimonial y extramatrimonial. Concepto.
Finalidad. Legitimado activo y pasivo. Plazo de caducidad. Prueba. Efectos:
Articulo 582:”el hijo puede reclamar su filiación matrimonial contra sus progenitores si
no resulta de la inscripción en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.
La acción debe entablarse contra los cónyuges conjuntamente.
El hijo también puede reclamar su filiación extramatrimonial contra quienes considere
sus progenitores.
En caso de haber fallecido alguno de los progenitores, la acción se dirige contra sus
herederos. Estas acciones pueden ser promovidas por el hijo en todo tiempo. Sus
herederos pueden continuar la acción iniciada por el o entablarla si el hijo hubiese
muerte en la menor edad o siendo persona incapaz. Si el hijo fallece ante de transcurrir
un año computado desde que alcanzó la mayor edad o la plena capacidad, o durante el
primer año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se haya de fundar la
demanda, su acción corresponde a sus herederos por todo el tiempo que falte para
completar dichos plazos.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con
independencia de quienes hayan aportado los gametos.”
El objetivo de la acción es el emplazamiento en el estado de hijo o hija cuando el
vínculo filial no fue determinado por algunas de las formas explicitadas en los capítulos
1 a 5 del título V del Código. El objeto de prueba es la existencia o inexistencia de
vínculo biológico.
En caso de fallecimiento del sujeto pasivo de la acción, la misma debe entablarse contra
sus herederos.
6.
Acción de negación de filiación presumida por ley. Concepto. Finalidad. Legitimado
activo y pasivo. Plazo de caducidad. Prueba. Efectos:
Articulo 591:”el o la cónyuge de la mujer que da a luz puede negar judicialmente el
vinculo filial del hijo nacido dentro de los ciento ochenta días siguientes a la
celebración del matrimonio. La acción caduca si trascurre un año desde la
inscripción del nacimiento o desde que se tuvo conocimiento de que el niño podría
no ser hijo de quien la ley lo presume.
Si se prueba que el o la cónyuge tenía conocimiento del embarazo de su mujer al
tiempo de la celebración del matrimonio o hubo posesión de estado de hijo, la
negación debe ser desestimada. Queda a salvo, en todo caso, la acción de
impugnación de la filiación que autorizan los artículos anteriores.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con
independencia de quienes hayan aportado los gametos.”
La acción de negación de la filiación presumida por la ley tiene como objeto desvirtuar
la presunción de filiatoria que surge del art. 566 cuando el hijo nace dentro de los ciento
ochenta días siguientes a la celebración del matrimonio, lo que permite presumir que la
concepción se originó antes de ese momento.
El objeto de prueba de la presente acción se limita a acreditar la fecha del parto y la del
matrimonio, sin necesidad de recurrir a la prueba de la inexistencia del vínculo
biológico, como sí sucede con la impugnación rigurosa.
La acción debe ser desestimada si se prueba que él o la cónyuge tenía conocimiento del
embarazo de su mujer al tiempo de la celebración del matrimonio o hubo posesión de
estado de hijo. Queda a salvo, en todo caso, la acción de impugnación de la filiación que
autorizan los artículos 589 y 590 (impugnación rigurosa).
La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que
se tuvo conocimiento de que el niño podría no ser hijo de quien la ley lo presume, en
concordancia con el supuesto de caducidad ya incorporado en el articulo 590.
7.
Acción de impugnación preventiva de la filiación presumida por ley. Concepto.
Finalidad. Legitimado activo y pasivo. Plazo de caducidad. Prueba. Efectos:
Articulo 592:”aun antes del nacimiento del hijo, el o la cónyuge pueden impugnar
preventivamente la filiación de la persona por nacer.
Esta acción puede ser ejercida, además por la madre y por cualquier tercero que invoque
un interés legitimo.
La inscripción del nacimiento posterior no hace presumir la filiación del cónyuge de
quien da a luz si la acción es acogida.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con
independencia de quienes hayan aportado los gametos.”
El objetivo de la acción es impedir que al nacer el niño surja la presunción filiatoria del
artículo 566 del presente Código, por lo cual debe interponerse durante el transcurso del
embarazo, es decir que no opere la presunción de filiación establecida por ley.
8.
Acción de impugnación de la filiación presumida por ley. Concepto. Finalidad.
Legitimado activo y pasivo. Plazo de caducidad. Prueba. Efectos:
Articulo 589:”el o la cónyuge de quien da a luz puede impugnar el vinculo filial de los
hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a la
interposición de la demanda de divorcio o nulidad, de la separación de hecho o de la
muerte, mediante la alegación de no poder se el progenitor, o que la filiación presumida
por la ley no debe ser razonablemente mantenida de conformidad con las pruebas que la
contradicen o en el interés del niño. Para acreditar esa circunstancia puede valerse de
todo medio de prueba, pero no es suficiente la sola declaración de quien dio a luz.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con
independencia de quienes hayan aportado los gametos.”
La acción de impugnación tiene como objeto obtener el desplazamiento del vínculo
filial de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los trescientos días
siguientes a la interposición de la demanda de divorcio o nulidad, de la separación de
hecho, de la muerte o presunción de fallecimiento alegando "no poder ser el progenitor,
o que la filiación presumida por la ley no debe ser razonablemente mantenida de
conformidad con las pruebas que la contradicen o en el interés del niño”.
El hijo puede iniciar la acción en cualquier tiempo para los demás legitimados, la acción
caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se tuvo
conocimiento de que el niño podría no ser hijo de quien la ley lo presume.
Los herederos de todos los legitimados activos pueden impugnar la filiación si el deceso
se produjo antes de transcurrir el término de caducidad descripto en los párrafos
anteriores, y la acción les caduca una vez cumplido el plazo que comenzó a correr en
vida del legitimado.
9.
Articulo 593:”el reconocimiento de los hijos nacidos fuera del matrimonio puede ser
impugnado por los propios hijos o por los terceros que invoquen un interés legitimo. El
hijo puede impugnar el reconocimiento en cualquier tiempo. Los demás interesados
pueden ejercer la acción dentro de un año de haber conocido el acto de reconocimiento
o desde que se tuvo conocimiento de que el niño podría no ser el hijo.
Tienen legitimación para su promoción los hijos y cualquier tercero que invoque un
interés legítimo.
10.
La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que
se conoció la sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo. El hijo puede
iniciar la acción en cualquier tiempo.
Tienen legitimación activa el hijo, la madre, el o la cónyuge y todo tercero que invoque
un interés legítimo. El agregado expreso del cónyuge de la madre se encuentra
vinculado a la presunción que surge del articulo 566 del Código, ya que si la maternidad
de su cónyuge hace nacer el vínculo filiatorio entre el niño y el actor por imperativo de
la presunción legal derivada del matrimonio, más allá de poder impugnar su propio
vínculo por ausencia del nexo biológico, la falta de vinculación directamente con la
madre hacer caer la filiación en relación a ambos.
La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que
se conoció la sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo. El hijo puede
iniciar la acción en cualquier tiempo.
11.
1.
Articulo 594:”la adopción es una institución jurídica que tiene por objeto proteger el
derecho de los niños, niñas y adolecentes a vivir y desarrollarse en una familia que
le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y
materiales, cuando estos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen.
La adopción se otorga solo por sentencia judicial y emplaza al adoptado en el
estado de hijo, conforme con las disposiciones de este Código.”
Evolución legislativa6:
5
La adopción en consonancia con los derechos de los mas vulnerables: los niños, niñas y adolecentes,
paginas 85 y 86; Débora. R. Albohri Telias
6
La adopción en consonancia con los derechos de los mas vulnerables: los niños, niñas y adolecentes,
paginas 83 y 84; Débora. R. Albohri Telias.
La adopción encuentra sus orígenes en las culturas mas antiguas, surge por la necesidad
de incorporar un varón a la familia para que continúe el culto familiar, ya que era
ejercido únicamente por los hombres, y el inconveniente que esto presentaba es que si
no existían descendientes de sexo masculino se interrumpía este, provocando a la
familia grandes desgracias. De esta manera se vincula a la familia con un extraño, quien
pasa a ocupar el lugar de hijo.
El instituto de adopción fue poco utilizado por distintas razones, entre ellas porque
quedaba sujeta a requisitos muy rigurosos.
El Codigo de Vélez rechazó la adopción, omitiendo legislar sobre ella y exponiendo sus
motivos en la nota dirigida al Ministerio de Justicia.
Para el codificador la adopción carecía de sentido social y jurídico en la sociedad
moderna, de ahí su fracaso. Sostuvo que para los niños desamparados esta la
beneficencia, sin la necesidad de crear una mera ilusión de paternidad, y, por ultimo, no
esta en nuestras costumbres.
Años mas tarde, en 1997 se sanciona la ley 24.779. Se incorpora la adopción al Codigo
Civil pero se prohíbe la entrega directa de los niños, el estado debía intervenir (articulo
320). Además regulo la guarda preadoptiva y adecuo este instituto a la Convención de
Derechos del Niño, previendo, además en forma expresa el derecho del adoptado a
conocer su realidad biológica.
Actualmente toda la ley en sus distintos artículos ha sido declarada inconstitucional
mientras paralelamente se han ido modificando las leyes que protegen los derechos del
niño. Otro problema que se presenta se visualiza en el circuito para lograr una adopción;
son más los que quieren adoptar que los niños dados en adopción. La CIDH ha
condenado a Argentina por violación del Pacto de San José de Costa Rica en el fallo
Forneron (hizo que se presentara un proyecto legislativo que sirvió como antecedente
para la reforma en esta materia en el Codigo Civil y Comercial).
Antes de continuar debe quedar claro que la adopción no es un acto de amor, es un acto
jurídico por el cual se le da un padre a un niño.
Principios generales7:
¿Por qué se adopta esta línea legislativa si todos estos principios, con mayor o menor
énfasis, ya se encuentran volcados en sendos instrumentos de Derechos Humanos? No
sólo para reforzar esta obligada perspectiva, sino también para destacar que ante
cualquier silencio, vacío legislativo o laguna propia del derecho y más aún del derecho
de familia que es tan cambiante y dinámico, debe siempre apelarse a estos principios
generales que observan un valor especial tratándose de la adopción. Estos principios
tienen un gran valor interpretativo y además, permiten comprender con mayor
profundidad la razón de varios cambios normativos. Tanto el interés superior del niño
como el derecho a la identidad son dos principios esenciales cuando una figura
involucra la niñez y adolescencia por un lado y el vínculo filial por el otro; por lo cual la
presencia en primer lugar de ambos constituye una obviedad necesaria.
7
La adopción en consonancia con los derechos de los mas vulnerables: los niños, niñas y adolecentes,
paginas 86 a 90; Débora. R. Albohri Telias
En total consonancia con la definición de la adopción, la preservación del vínculo
familiar de origen es otro principio básico, a tal punto que en la reforma se afirma que
no se puede proceder a declarar a un niño en situación de adoptabilidad “si algún
familiar o referente afectivo del niño o niña ofrece asumir su guarda o tutela y tal
pedido es considerado adecuado en el interés de este” (art. 607).
Una aclaración relevante merece el otro principio que se deriva del anterior, el de
preservación de los vínculos fraternos. Si bien los hermanos integran la noción de
familia de origen o ampliada que se preserva en un inciso particular, el vínculo fraterno
tiene su propia regulación y de este modo, se enfatiza de manera especial este lazo
afectivo. En la reforma se obliga a priorizar la adopción de un grupo de hermanos en la
misma familia, como así a que éstos mantengan vínculos jurídicos entre sí, siendo que
la adopción en su modalidad plena extingue dicho nexo jurídico. Este principio puede
observar sus excepciones por “razones debidamente fundadas”. ¿Cuáles? Hemos tenido
situaciones en la práctica judicial de grupos de hermanos que involucran a niños de muy
diferentes edades, por ejemplo, dos preadolescentes y niños de entre 1 y 3 años. Este
tipo de situaciones han demostrado en la práctica, la dificultad de conseguir familias que
estén dispuesta a adoptar a todo el grupo familiar, por lo cual, no se puede atrasar o
retrasar la adopción de alguno de ellos –y así violar su derecho a vivir en una familia- a
la espera de un hecho que puede no acontecer y que perjudicaría, en definitiva, a todos
estos niños –los más grandes pero también los más pequeños-. Pero la reforma no sólo
prevé de manera excepcional la preservación del vínculo fraterno que implica la
adopción de todo un grupo de hermanos en la misma familia adoptiva, sino también el
mantenimiento de vínculos. ¿Por qué? ¿Cuál podría ser un supuesto en el que no sea
factible o favorable el mantenimiento del vínculo entre hermanos? Por ejemplo, en un
caso en el que un hermano abusa sexualmente del otro y por diferentes motivos se
decide la adopción de uno de ellos, podría llegar a ser una adopción plena que no
requiera, en el interés del niño adoptado- abusado, mantener el vínculo con su hermano.
Además, si siempre debería mantenerse el vínculo jurídico entre los hermanos, todo
niño adoptado que después de varios años la madre tiene otro hijo debería establecerse
una obligación de hacérsele saber de este nacimiento y a generar un vínculo jurídico.
¿Acaso alguna legislación permite alguna “acción de hermandad”? El principio general
es la preservación del vínculo entre los hermanos de dos maneras: 1) siendo todos ellos
adoptados por la misma familia y 2) manteniendo el vínculo jurídico entre ambos a
pesar de la adopción. Sin embargo, cabe recordar que todo principio –como todo
derecho puede ser limitado de manera razonable (art. 28 de la Constitución Nacional),
ya que no hay derechos absolutos. Ello puede ser en supuestos excepcionales y siempre,
por razones debidamente fundadas. Esto es lo que prevé la reforma8
El juez debe resolver la adopción teniendo como pauta el mejor interés del niño. Esta
regla nace como consecuencia directa del reconocimiento del niño como persona, como
sujeto de derecho; a fin de superar la indeterminación de tal expresión resulta útil
asociar tal interés con los derechos fundamentales del niño: “así, resultará en interés del
menor toda acción o medida que tienda a respetar sus derechos y perjudicial la que
pueda vulnerarlos”.
8
El decálogo de la adopción a la luz de la reforma del Código Civil, Marisa Herrera.
Tal conveniencia no se limita a los beneficios de tipo económico, social o moral que
pueda ofrecer al menor, sino que deben ponderarse las consecuencias que la decisión
pudiera tener sobre una personalidad en desarrollo.
El interés superior del niño exige ser definido en cada caso concreto y dependerá de
circunstancias específicas, siendo obligatorio “descubrir” que es lo que mejor resguarda
el interés superior del niño.
El contenido del derecho a la identidad personal involucra dos aspectos diversos, uno se
relaciona con la identificación del sujeto (nacionalidad, imagen, identidad genética,
emplazamiento en un estado de familia), el otro aspecto tiene que ver con el plan de
vida (sistema de valores, creencias, entorno social, cultural, ideología). En este último la
identidad se refleja en constante evolución, como algo que persiste, a pesar de los
diferentes “yoes” que adquiere el sujeto a lo largo de su biografía.
Se han denominado a estas dos dimensiones como “faz estática”, primera dimensión, y
“faz dinámica”, segunda dimensión, del derecho de la identidad.
Así se define al individuo más allá del dato biológico. La “verdad bibliográfica” es
considerada entonces, merecedora de protección y respeto por la justicia, resultando
dogmatico y contrario al interés superior del niño otorgar supremacía conceptual a la
verdad biológica por si misma.
Los elementos estáticos de la identidad del menor son circunstancias necesarias para la
configuración de una identidad moral.
Es decir que los componentes estáticos deben integrarse con un plan de vida, ya que
posibilita un desarrollo pleno de su propia personalidad, sus valores y sus creencias.
Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y adolecentes hubiesen
transcurrido en condiciones legitimas la mayor parte de su existencia. En otras palabras,
se trata de mantener la estabilidad del menor, preservando el lugar físico, el barrio, la
vecindad, la escuela, el entorno social y cultural.
La familia biológica siempre es preferida, ya que es un derecho de los niños el
permanecer y crecer junto a sus padres, respetando su identidad filiatoria. Pero este
privilegio no es absoluto sino relativo, por cuanto sede en el supuesto de que la
situación existente genere al niño un daño de mayor gravedad que justifique innovar.
Resulta fundamental que se exija al organismo administrativo competente que agote las
medidas tenientes al que el menor permanezca en el seno de su familia. La posibilidad
de permanencia se relaciona con la estabilidad y continuidad que requiere el menor,
pero el mentando principio encuentra su limite en la falta de idoneidad de quien ejerce
el cuidado o bien del daño que provoca mantener la situación existente.
Y es aquí donde el interés del niño debe primar sobre el interés de los adultos,
resultando obligatorio para el juez acoger la solución que sea más beneficiosa para el
menor.
“las separaciones legales del niño de su familia biológica solo proceden si están
debidamente justificadas en el interés superior del niño y deben ser excepcionales y en
lo posible temporales.”
El derecho de toda persona a conocer sus orígenes responde al interés superior de saber
lo que fue antes que ella que lo precedió generacionalmente, tanto en lo biológico como
en lo social. Este principio es reglamentado de una manera mas amplia y detallada,
reconociéndose expresamente la posibilidad de conocer su origen tal como lo prescribe
el articulo 596 del Codigo Civil y Comercial. Para poder acceder a su ejercicio, resulta
determinante el grado de madurez y la edad del niño, niña o adolecente, razón por la
cual se flexibiliza al eliminar la restricción que imponía el limite de los 18 años.
Se logra un equilibrio entre el derecho a la identidad y la irrevocabilidad de la adopción
plena, siendo posible que el adoptado conozca sus orígenes, sin que ello altere el
vínculo adoptivo. No existía en nuestro ordenamiento norma alguna que obligara a los
adoptantes a hacer conocer su origen al adoptado, sino que solo regia el mero
compromiso del adoptante de hacer conocer la realidad biológica, haciéndose constar en
la sentencia.
2.
Articulo 599:”el niño, niña o adolecente puede ser adoptado por un matrimonio, por
ambos integrantes de una unión convivencial o por una única persona.
Todo adoptante debe ser por lo menos dieciséis años mayor que el adoptado,
excepto cuando el cónyuge o conviviente adopta al hijo del otro cónyuge o
conviviente.
En caso de muerte del o de los adoptantes u otra causa de extinción de la adopción, se
puede otorgar una nueva adopción sobre la persona menor de edad.”
Prohibiciones:
Articulo 603:”la adopción por persona casada o en unión convivencial puede ser
unipersonal si:
1) El cónyuge o conviviente ha sido declarado persona incapaz
o de capacidad restringida, y la sentencia le impide presta consentimiento
válido para este acto. En este caso debe oírse al Ministerio Público y al curador
o apoyo y, si es el pretenso adoptante, se debe designar un curador o apoyo ad
litem;
2) Los cónyuges están separados de hecho.
Articulo 605:”cuando la guarda con fines de adopción del niño, niña o adolecente se
hubiese otorgado durante el matrimonio o unión convivencial y el periodo legal se
completa después del fallecimiento de uno de los cónyuges o convivientes, el juez
puede otorgar la adopción al sobreviviente y generar vínculos jurídicos de filiación con
ambos integrantes de la pareja.
En este caso, el adoptado lleva el apellido del adoptante, excepto que fundado en el
derecho a la identidad se peticione agregar o anteponer el apellido de origen o el
apellido del guardador fallecido.”
3.
Requisitos del adoptado:
Articulo 597:”pueden ser adoptadas las personas menores de edad no emancipadas
declaradas en situación de adoptabilidad o cuyos padres han sido privados de la
responsabilidad parental.
Excepcionalmente, puede ser adoptada la persona mayor de edad cuando:
1) Se trate del hijo del cónyuge o conviviente de la persona que
pretende adoptar;
2) Hubo posesión de estado de hijo mientras era menor de
edad, fehacientemente comprobada.
Adopción de varios adoptados. Adopción cuando existen descendientes consanguíneos:
Articulo 598:”pueden ser adoptadas varias personas, simultanea o sucesivamente.
La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción. En este caso,
deben ser oídos por el juez, valorándose su opinión de conformidad con su edad y grado
de madurez.
Todos los hijos adoptivos y biológicos de un mismo adoptante son considerados
hermanos entre si.
Derecho a conocer los orígenes. Acción autónoma por parte del adoptado:
Artículo 596:”el adoptado con edad y grado de madurez suficiente tiene derecho a
conocer los datos relativos a su origen y puede acceder, cuando lo requiera, al
expediente judicial y administrativo en el que se tramito su adopción y a otra
información que conste en registros judiciales o administrativos.
Si la persona es menor de edad, el juez puede disponer la intervención del equipo
técnico del tribunal, del organismo de protección o del registro de adoptantes para que
presten colaboración. La familia adoptante puede solicitar asesoramiento en los mismos
organismos.
El expediente judicial y administrativo debe contener la mayor cantidad de datos
posibles de la identidad del niño y su familia de origen referidos a ese origen, incluidos
los relativos a enfermedades transmisibles.
Los adoptantes deben comprometerse expresamente a hacer conocer sus orígenes al
adoptado, quedando constancia de esa declaración en el expediente.
Además del derecho a acceder a los expedientes, el adoptado adolecente esta facultado
para iniciar una acción autónoma a los fines de conocer sus orígenes. En este aso, debe
constar con asistencia letrada.”
El nuevo Código mejora, amplía y fortalece la regulación del derecho del adoptado a
conocer sus orígenes, noción más amplia que la de realidad biológica a la que alude el
Código sustituido.
La novedad es que no sólo el adoptado mayor de edad podrá acceder a su expediente de
adopción, sino que también podría hacerlo en la menor edad. En este sentido, se
menciona el acceso no sólo al proceso de adopción, sino a todo expediente o cualquier
fuente de información relativos al origen, biografía o historia del adoptado.
Sin embargo, no se establece una edad determinada a partir de la cual se puede ejercer
de manera personal este derecho; sino que se deja abierto para que todo adoptado, con
madurez suficiente, si tiene inquietud acerca de sus orígenes, pueda ver satisfecho ese
derecho. En este sentido, depende de una valoración que el juez haga en concreto sobre
el niño que aspira a acceder a su expediente.
En atención a que los niños y adolescentes merecen una protección especial, se prevé
que cuando el adoptado no ha alcanzado aún la mayoría de edad, el juez puede disponer
la intervención de profesionales especializados. Además, se pondera que la familia
adoptiva pueda solicitar asesoramiento ante estos mismos profesionales o servicios
especializados e interdisciplinarios. La ley proyectada inteligentemente prevé esta
necesidad de contención para el menor de edad.
Se regula una acción autónoma a los fines de conocer los orígenes, que puede ser
ejercida por el adoptado adolescente, quien deberá contar con asistencia letrada. De este
modo, se logra un equilibrio entre el derecho a la identidad y la irrevocabilidad de la
adopción plena, siendo posible que el adoptado conozca sobre sus orígenes, sin que ello
altere el vínculo jurídico adoptivo.
5.
Por ello la norma que comentamos "habilita" al juez a quitar la guarda así otorgada. El
término elegido nos convence que ello no sucederá en todos los casos, ya que el juez
tendrá la facultad de evaluar el interés superior del niño en el caso concreto.
La excepción a esta facultad del juez se basa en el vínculo de parentesco o afectivo entre
los padres y los guardadores.
Articulo 612:”la guarda con fines de adopción debe ser discernida inmediatamente
por el juez que dicta la sentencia que declara la situación de adoptabilidad.”
Articulo 613:”el juez que declaró la situación de adoptabilidad selecciona a los
pretensos adoptantes de la nómina remitida por el registro de adoptantes. A estos
fines, o para otras actividades que considere pertinentes, convoca a la autoridad
administrativa que intervino en el proceso de la declaración en situación de
adoptabilidad, organismo que también puede comparecer de manera espontanea.
6.
El artículo recibe una práctica judicial consolidada (la declaración judicial de situación
de adoptabilidad) como un procedimiento con reglas propias para demarcar
correctamente el rol de la familia de origen y de la pretensa adoptante en todo el proceso
hasta la adopción de un niño.
Se regulan tres supuestos diferentes que deben ser analizados por separado:
Si algún familiar o referente afectivo del niño, niña o adolescente ofrece asumir su
guarda o tutela y el pedido es considerado adecuado, no se puede dictar la declaración
de adoptabilidad.
Si, por el contrario, se agotó el plazo sin que se encontraran a los familiares de origen, o
éstos no tuvieren intención de recibir al niño, se debe dictar la declaración judicial de
adoptabilidad.
Los padres tienen la facultad de decidir si quieren dar a su hijo en adopción mediante
una declaración en tal sentido.
Cabe preguntarse cómo juega este inciso con lo dispuesto en la misma norma relativa a
la presencia de algún familiar o referente afectivo del niño o niña dispuesto a asumir su
guarda o tutela. En este caso, si el juez considera que ello es valioso para el niño, no
dictará la declaración de adoptabilidad.
Puede suceder que exista desacuerdo entre los padres y estos familiares o referentes, en
ese caso la decisión de los padres cede frente al principio por el cual el niño debe
permanecer en su familia de sangre.
La norma nos despierta todo tipo de dudas, piénsese el caso en que una joven que aún
vive con sus padres da a luz y no quiere asumir la maternidad de su hijo/a, si sus
progenitores ofrecen el cuidado el hijo continuará en ese grupo familiar donde convivirá
con su madre que manifestó su deseo de no criarla.
Entendemos que supuestos como éste podrían ser perjudiciales para el superior interés
del niño.
Claro está que la sola voluntad de los padres no es suficiente cuando existen familiares
o referentes dispuestos a ejercer la guarda o tutela del niño.
Otro supuesto preocupante es que el referente o familiar desista más adelante de la
guarda que ofreció, el niño sufrirá un nuevo abandono.
En el caso que los padres sean menores de edad, ellos no pueden entregar a sus hijos en
adopción sin el asentimiento de quienes tienen su responsabilidad parental de
conformidad a lo dispuesto por el art. 644 de este Código.
De este modo, podemos observar cómo el Código armoniza con la ley 26.061 (sistema
de protección integral de derechos de niños y adolecentes) y procura que todas las partes
que intervienen gocen de las debidas garantías constitucionales, tanto en los
procedimientos administrativos como en los procesos judiciales conducentes a la
adopción de un niño.
La reforma es realista. Sabe que una gran cantidad de situaciones que podrían dar lugar
a la adopción provienen de una intervención previa en el marco del llamado “Sistema de
Protección Integral de Derechos de Niños y Adolescentes” que regula la ley 26.061. Se
trata de una normativa central y básica en todo lo referido a los derechos humanos de
niños y adolescentes y por lo tanto, tratándose de la regulación de una figura como la
adopción directamente vinculada a la protección de este grupo social, la interacción
entre ambas normativas es ineludible. Así lo hace la reforma. ¿En qué aspectos se
observa este puente legislativo? Un claro ejemplo es el previsto en el inciso c) del art.
607 que se refiere a cuándo o ante qué casos un juez puede decidir la declaración de
adoptabilidad de un niño. Una de las causas de esta declaración involucra, precisamente,
el mencionado sistema de protección; y es cuando en dicho contexto se ha trabajado de
manera profunda e interdisciplinaria con la familia de origen y/o ampliada durante un
tiempo razonable y expresamente previsto por la ley 26.061 (90 días, prorrogable por
otros 90 días más por razones fundadas), y no haya sido posible revertir la situación de
vulnerabilidad planteada y por ende, que el niño no pueda regresar a su núcleo familiar
para ver satisfecho su derecho a vivir en familia. Pero este no es el único supuesto en el
cual se muestra este necesario entrelazamiento entre el sistema de protección integral y
la adopción. Otro se refiere al papel que juegan los organismos administrativos de
protección de derechos en todo el proceso adoptivo. ¿Por qué? Porque muchos casos de
adopción provienen de situaciones en donde intervino en su momento dicho organismo.
Son los profesionales que lo integran quienes conocen realmente a los niños, ya que no
sólo han intentado que regrese a su familia de origen o ampliada, sino también quienes
le han elegido el hogar o la familia cuidadora con la cual vivir hasta que se decida en
definitiva – nada más ni nada menos- con quienes vivirá de manera permanente. ¿Acaso
en el interés superior del niño no es imperativo revalorizar el rol de aquellos
organismos- personas que van generando un vínculo y empatía con el niño en esta
especial situación? La respuesta afirmativa se impone. Esto es lo que hace la reforma.
Reconocer la complejidad de la adopción implica aceptar y valorar a todos los que
trabajan en este iter o proceso que comprende la adopción de un niño. De este modo, la
reforma le da un espacio a todos los que, de algún modo, participan en el camino de la
adopción.
Puede ocurrir que no hayan existido medidas excepcionales, en este caso la regla que
fija la competencia es la establecida en el artículo 716, que especialmente dice que: En
los procesos referidos a responsabilidad parental, guarda, cuidado, régimen de
comunicación, alimentos, "adopción" y otros que deciden en forma principal o que
modifican lo resuelto en otra jurisdicción del territorio nacional sobre derechos de
niños, niñas y adolescentes, es competente "el juez del lugar donde la persona menor de
edad tiene su centro de vida".
7.
Efectos:
Tienen que cumplirse determinados requisitos para que el niño sea dado en adopción
plena; ellos son:
Nombre y apellido:
Articulo 626:”el apellido del hijo por adopción plena se rige por las siguientes reglas:
8.
9.
Cuando sea más conveniente para el niño, niña o adolescente, a pedido de parte y por
motivos fundados, el juez puede mantener subsistente el vínculo jurídico con uno o
varios parientes de la familia de origen en la adopción plena, y crear vínculos jurídicos
con uno o varios parientes de la familia del adoptante en la adopción simple. En este
caso, no se modifica el régimen legal de la sucesión, ni de la responsabilidad parental, ni
de los impedimentos matrimoniales regulados en este Código para cada tipo de
adopción.
El Codigo opta por no crear sistema rígidos de adopción y dejas subsistentes algunos
vínculos de origen aun con la adopción plena, vale decir que en este caso los vínculos
solo serán afectivos y no jurídicos.
En síntesis, si el adoptado tiene un solo vínculo filial de origen, rigen las reglas de la
adopción plena; si tiene doble vínculo filial, decidirá el juez sobre la base del interés
superior del niño, la procedencia de las reglas respectivas.
10.
Conversión. Prenombre:
Articulo 622:”a petición de parte y por razones fundadas, el juez puede convertir
una adopción simple en plena.
La conversión tiene efecto desde que la sentencia queda firme y para el futuro.”
Articulo 623:”el prenombre del adoptado debe ser respetado. Excepcionalmente y por
razones fundadas en las prohibiciones establecidas en las reglas para el prenombre en
general o en el uso de un prenombre con el cual el adoptado se siente identificad, el juez
puede disponer la modificación del prenombre en el sentido que se le peticione.”
El último decálogo se reserva para una de las reformas más complejas y novedosas a la
vez en la que, una vez más, la reforma sale de la perspectiva binaria y “cómoda” del
derecho de regular instituciones de manera rígida sin permitir –o tener temor- a ciertas
flexibilizaciones a pesar de estar más a tono con la complejidad que muestran las
relaciones de familia hoy.
Nos referimos a los tipos de adopción. Cabe recordar que en el régimen vigente la
adopción puede ser plena o simple, afirmándose que la adopción de integración –la
adopción del hijo del cónyuge- es una especia de la adopción simple.
La reforma sale de esta estructura rígida y para ello, en primer término, admite existen
tres tipos de adopción: “Este Código reconoce tres tipos de adopción: a) plena; b)
simple; c) de integración”” (art. 619). ¿Por qué la adopción de integración se la eleva al
9
El decálogo de la adopción a la luz de la reforma del Codigo Civil, Marisa Herrera.
ser considerada un tercer tipo filial adoptivo? Sucede que tiene tantas particularidades
que amerita una regulación propia mediante el reconocimiento expreso de un lugar
especial y autónomo. Por otra parte, la reforma amplía este tipo adoptivo en total
consonancia con la flexibilidad del concepto de familia desde la obligada óptica
constitucional- internacional. Así, la adopción de integración no sólo involucra la
adopción del hijo del cónyuge, sino también del conviviente. ¿La adopción de
integración es de carácter plena o simple? Hoy es simple a pesar de que varios fallos la
han otorgado en forma plena. En la reforma se recepta esta disyuntiva y se la resuelve.
¿De qué modo? Se permite que sea una o la otra según las circunstancias fácticas y
afectivas que se presenten. Así, si una mujer ha tenido un hijo y el padre jamás lo ha
reconocido y al tiempo formó una nueva pareja que adora a ese niño y pretende
adoptarlo, esa adopción sería de carácter plena así no sólo este niño suma un vínculo
filial sino también de parentesco con todos los familiares de esta pareja de la madre. En
cambio, si el niño tiene un padre aunque un tanto ausente, la adopción sería de carácter
simple ya que no sólo se le respeta que tiene un padre sino toda la familia de éste. A
realidades complejas, leyes flexibles sin violar el principio de seguridad jurídica.
La segunda novedad sustancial que involucra al juego entre la adopción plena y simple
gira en torno a la flexibilidad de ambos tipos adoptivos. Si bien se regulan los efectos de
cada una de ellos, el art. 621 faculta al juez a decidir según las circunstancias del caso,
si se otorga la adopción plena o simple, siempre “atendiendo fundamentalmente al
interés superior del niño”. Ahora bien también se lo habilita fundado en el mismo
argumento a que “a pedido de parte y por motivos fundados, el juez puede mantener
subsistente el vínculo jurídico con uno o varios parientes de la familia de origen en la
adopción plena, y crear vínculo jurídico con uno o varios parientes de la familia del
adoptante en la adopción simple”. ¿Acaso no hemos tenido en la jurisprudencia –o sea
en el plano de la realidad o de la praxissupuestos excepcionales en los cuales en el
interés de los niños comprometidos correspondía mantener el vínculo entre hermanos
pero también, crear vínculos con toda la familia de los adoptantes? El tema de los
hermanos en la adopción cuando es imposible o al menos dificultoso preservar esta
relación dentro de una misma familia adoptiva es, hasta ahora, un saldo pendiente. En
algunos pocos casos se ha apelado a la inconstitucionalidad del art. 323 del Código
Civil que regula la adopción plena. ¿Por qué apelar a una medida de última ratio,
extrema y que no todos los jueces se atreven a aplicar si se puede receptar desde el texto
normativo diferentes maneras de sumar vínculos afectivos y no tener que estar ante la
disyuntiva de elegir si es mejor mantener el vínculo con los hermanos a través de la
adopción simple o adicionar a la familia adoptiva mediante la adopción plena?
Nuevamente cabe afirmar: a realidades complejas, leyes flexibles.
11.
Efectos de la sentencia. Inscripción:
Articulo 615:”es juez competente el que otorgó la guarda con fines de adopción o a
elección de los pretensos adoptantes, el lugar en el que el niño tiene su centro de
vida si el traslado fue tenido en consideración es esa decisión.”
Al reconocer que cuando la adopción involucra a un niño de 10 años o más edad, éste
debe consentir su adopción. ¿Quiere decir que si el niño no presta su conformidad la
adopción no es viable? Así es. Si un niño de 10 años o más se opone expresamente a ser
adoptado por una persona o pareja, la adopción va al fracaso y es por ello la necesidad
de contar con la anuencia expresa del principal protagonista de la adopción: el adoptado.
Además, interviene en carácter de parte si cuenta con edad y grado de madurez
suficiente, debiendo actuar con su debido patrocinio letrado (es decir, la figura del
abogado del niño que establece la ley 26.061 en el art. 27), tanto en el proceso judicial
que puede culminar con la declaración en situación de adoptabilidad como así en el
proceso de adopción propiamente dicho.
Articulo 618:”la sentencia que otorga la adopción tiene efecto retroactivo a la fecha
de la sentencia que otorga la guarda con fines de adopción, excepto cuando se trata
de la adopción del hijo del cónyuge o conviviente, cuyos efectos se retrotraen a la
fecha de promoción de la acción de adopción.”
12.
La nulidad absoluta puede ser invocada por quienes tengan un interés legítimo en
hacerlo, es decir que además del adoptado o sus familiares, también los Ministerios
Públicos. Puede ser declarada de oficio por los jueces cuando sea manifiesta y no puede
ser objeto de convalidación. La acción es imprescriptible.
La nulidad relativa sólo puede ser pedida por quien tuviere un interés legítimo en
hacerlo y no puede ser declarada de oficio por los jueces.
Articulo 636:”en lo no reglado por este Capítulo, las nulidades se rigen por lo previsto
en el Capitulo 9 del Título IV del Libro Primero.”
Articulo 633:”la adopción de integración es revocable por las mismas causales previas
para la adopción simple, se haya otorgado con carácter de plena o simple.”
Unidad temática nº 15 REPRESENTACION Y ASISTENCIA
1.
En los supuestos en los cuales un/a niño/a tenga doble vínculo filial, y se mantenga la
convivencia, el ejercicio de la responsabilidad parental está en cabeza de ambos
progenitores. En aquellos casos de cese de convivencia, como principio general,
también. Y en ambos supuestos se presume la conformidad de un progenitor respecto de
los actos realizados por el otro. Separada una pareja, automáticamente el ejercicio de la
responsabilidad parental corresponderá a ambos progenitores, salvo que, por acuerdo de
partes o decisión judicial, se establezca la unilateralidad o modalidades en el mismo.
Ello, a los fines de evitar que la ruptura de la relación de la pareja incida negativamente
en el ejercicio del rol parental y posibilite no solo mantener, sino además fortalecer, el
vínculo parental a pesar de la ausencia de vida en común.
También se regula la incidencia de la familia ensamblada en los vínculos filiales. El art.
674 CCyC contempla la posibilidad de que un progenitor delegue el ejercicio de la
responsabilidad parental sobre su hijo en su pareja, con quien el niño convive y
mantiene vínculo afectivo. Y el artículo siguiente posibilita el ejercicio de la
responsabilidad parental en forma conjunta entre el único progenitor y su pareja.
Para el caso de determinación filial por sentencia judicial, el principio general sigue
siendo que el ejercicio de la responsabilidad parental corresponderá al progenitor con el
cual ya se tuviera vínculo filial. Pero expresamente se dispone que, en interés del hijo,
por decisión de los progenitores o judicial, se establezca el ejercicio conjunto o
establecer modalidades de ejercicio.
Los progenitores pueden presentar el denominado “plan de parentalidad” (art. 655
CCyC) mediante el cual especifiquen las modalidades, responsabilidades y demás
circunstancias relativas a la forma de desarrollar el ejercicio de la responsabilidad
parental.
ARTÍCULO 643.- Delegación del ejercicio. En el interés del hijo y por razones
suficientemente justificadas, los progenitores pueden convenir que el ejercicio de la
responsabilidad parental sea otorgado a un pariente, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 674. El acuerdo con la persona que acepta la delegación debe ser homologado
judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo. Tiene un plazo máximo de un año,
pudiendo renovarse judicialmente por razones debidamente fundadas, por un periodo
más con participación de las partes involucradas. Los progenitores conservan la
titularidad de la responsabilidad parental, y mantienen el derecho a supervisar la crianza
y educación del hijo en función de sus posibilidades. Igual régimen es aplicable al hijo
que sólo tiene un vínculo filial establecido.
A partir de los trece años, y hasta los dieciocho, las personas menores de edad se
denominan adolescentes.
En las cuestiones cotidianas o de menor impacto en la vida del niño o niña, quienes
ejercen la responsabilidad parental sobre sus progenitores adolescentes, tienen la
posibilidad de oposición u acción directa. Pero en aquellas materias que pudieran
provocar una grave modificación en la situación del niño o niña o que afecten
seriamente su vida o sus derechos, las decisiones de los progenitores adolescentes deben
ser complementadas e integradas con el asentimiento de cualquiera de sus propios
progenitores.
Se trata, entonces, de un sistema que brinda una doble protección, destinada tanto al
progenitor adolescente como a su hijo, en el que los adultos acompañan y apoyan al
hijo/a adolescente en las decisiones relacionadas con su propio hijo, sin desplazarlo/a ni
sustituirlo/a.
ARTÍCULO 645.- Actos que requieren el consentimiento de ambos progenitores. Si
el hijo tiene doble vínculo filial se requiere el consentimiento expreso de ambos
progenitores para los siguientes supuestos:
a. autorizar a los hijos adolescentes entre dieciséis y dieciocho años para contraer
matrimonio;
b. autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad;
c. autorizarlo para salir de la República o para el cambio de residencia permanente en el
extranjero;
d. autorizarlo para estar en juicio, en los supuestos en que no puede actuar por sí;
e. administrar los bienes de los hijos, excepto que se haya delegado la administración de
conformidad con lo previsto en este Capítulo.
En todos estos casos, si uno de los progenitores no da su consentimiento o media
imposibilidad para prestarlo, debe resolver el juez teniendo en miras el interés familiar.
Cuando el acto involucra a hijos adolescentes, es necesario su consentimiento expreso.
ARTÍCULO 654.- Deber de informar. Cada progenitor debe informar al otro sobre
cuestiones de educación, salud y otras relativas a la persona y bienes del hijo.
La obligación de mantener el contacto entre progenitor no conviviente e hijos es doble,
tanto para aquel que efectivamente no convive con el hijo, como a quien se le hubiera
asignado el cuidado unilateral. Ambos progenitores deben mantener informado al otro/a
respecto a las cuestiones relacionadas con la vida de sus hijos/as.
Obligación de alimentos
ARTÍCULO 658.- Regla general. Ambos progenitores tienen la obligación y el derecho
de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, aunque
el cuidado personal esté a cargo de uno de ellos.
La obligación de prestar alimentos a los hijos se extiende hasta los veintiún años,
excepto que el obligado acredite que el hijo mayor de edad cuenta con recursos
suficientes para proveérselos por sí mismo.
ARTÍCULO 659.- Contenido. La obligación de alimentos comprende la satisfacción de
las necesidades de los hijos de manutención, educación, esparcimiento, vestimenta,
habitación, asistencia, gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adquirir una
profesión u oficio. Los alimentos están constituidos por prestaciones monetarias o en
especie y son proporcionales a las posibilidades económicas de los obligados y
necesidades del alimentado.
ARTÍCULO 660.- Tareas de cuidado personal. Las tareas cotidianas que realiza el
progenitor que ha asumido el cuidado personal del hijo tienen un valor económico y
constituyen un aporte a su manutención.
El art. 663 CCyC contempla el supuesto de aquellos hijos jóvenes que han superado el
límite de los 21 años, pero que se encuentra en pleno proceso de capacitación o
preparación profesional, artística o laboral y la prosecución de sus estudios le impiden
procurarse su propio sustento.
Las exigencias de procedencia de esta especial obligación alimentaria son varias:
1) ser hijo de entre 21 y 25 años,
2) ya encontrarse realizando estudios o en preparación profesional, artística o de
cualquier oficio,
3) que la prosecución de tales estudios o preparación le impida obtener los recursos
necesarios para mantenerse en forma independiente.
ARTÍCULO 677.- Representación. Los progenitores pueden estar en juicio por su hijo
como actores o demandados. Se presume que el hijo adolescente cuenta con suficiente
autonomía para intervenir en un proceso conjuntamente con los progenitores, o de
manera autónoma con asistencia letrada.
ARTÍCULO 678.- Oposición al juicio. Si uno o ambos progenitores se oponen a que el
hijo adolescente inicie una acción civil contra un tercero, el juez puede autorizarlo a
intervenir en el proceso con la debida asistencia letrada, previa audiencia del oponente y
del Ministerio Público.
ARTÍCULO 679.- Juicio contra los progenitores. El hijo menor de edad puede
reclamar a sus progenitores por sus propios intereses sin previa autorización judicial, si
cuenta con la edad y grado de madurez suficiente y asistencia letrada.
Los progenitores son los encargados y responsables de llevar adelante la gestión de los
bienes de sus hijos menores de edad, en las condiciones y con las limitaciones que más
adelante se detallan, y siempre teniendo en cuenta el mejor interés de los hijos.
Respecto a los actos de disposición, no solo deberán ser realizados en forma conjunta,
sino que además requieren de la correspondiente autorización judicial, tal como se
explicará más abajo dado el impacto patrimonial que dichos actos pudieran provocar.
El art. 699 CCyC establece cuáles son los supuestos que provocan la extinción de la
responsabilidad parental. La característica común de todos ellos es que se trata de
circunstancias objetivas en las cuales no tiene incidencia alguna el comportamiento de
los mismos y no configuran sanción alguna. A su vez, operan de pleno derecho y su
enumeración es de carácter taxativa, por lo que no corresponde extender este efecto
extintivo a otros supuestos no contemplados.
El art. 700 CCyC establece aquellos que implican la privación de la responsabilidad
parental. A diferencia de la extinción, que opera de pleno derecho, la privación requiere
de una sentencia judicial que expresamente la declare, y desde el dictado de la sentencia
produce efectos. La única excepción es en el caso de que se hubiera declarado el estado
de adoptabilidad del hijo (art. 700, inc. d, CCyC). Operan como sanción a los
progenitores, cuyas conductas motivan la declaración judicial de privación, pero a pesar
de ello para su dictado se debe tener en cuenta si es una decisión que hace al mejor
interés del hijo, ya que de lo contrario también se estaría sancionado al hijo. Y
justamente como su fundamento último radica en el interés del hijo, la privación de la
responsabilidad parental no es definitiva ya que es admitida su rehabilitación, conforme
se analizará al comentar el siguiente art. 701 CCyC.
La privación de la responsabilidad parental afecta a la titularidad y, por ende, el
ejercicio.
Las causas de suspensión están establecidas en el art. 702 CCyC, en cuatro incisos. Los
tres primeros prevén situaciones estrictamente objetivas, pero el último inciso establece
un supuesto en el cual la conducta de los progenitores tiene incidencia, de allí que no se
trata de una hipótesis completamente objetiva.
¿Cuáles son las consecuencias del dictado de una sentencia que ordena la suspensión del
ejercicio de la responsabilidad parental? Como ya se adelantó, el art. 703 CCyC
establece que si uno de los progenitores es privado o suspendido en el ejercicio de la
responsabilidad, el otro asume plenamente su ejercicio. Obviamente, unilateral. Pero si
se resuelve la privación o suspensión respecto a los dos progenitores, o incluso en el
caso en que se trata de un solo progenitor, privado o suspendido, se debe recurrir a la
tutela o a la adopción para brindar la adecuada protección que el hijo/a requiera. La
conveniencia de una u otra figura dependerá de las circunstancias particulares de cada
caso y deberá cumplimentarse con los requisitos exigidos en los respectivos artículos,
tal como ya se explicó.
La decisión de privar o suspender a los progenitores en el ejercicio de la responsabilidad
parental no implica que todos sus efectos dejen de producir efectos. En efecto, el art.
704 CCyC establece expresamente la subsistencia de la obligación alimentaria de los
progenitores en favor del hijo. Ello es así en evidente protección, beneficio, e interés del
hijo.
que las requieren. Intervención del Ministerio Público:
Articulo 100:” las personas incapaces ejercen por medio de sus representantes los
derechos que no pueden ejercer por si. “
Articulo 102:”las personas con capacidad restringida y las inhabilitadas son asistidas
por lo apoyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes especiales.”
2.
Es decir que es una institución que tiene por fin inmediato brindar cuidado, protección,
alimentos etc., o sea todo lo referido a la responsabilidad parental, a aquellos niños,
niñas o adolecentes que no cuenten con personas que ejerzan dicha responsabilidad y
tampoco hayan alcanzado la plena capacidad, el tutor tiene a su cargo el resguardo de la
persona y los bienes del tutelado; el hecho de que los padres no puedan ejercer la
responsabilidad parental puede ser circunstancialmente (por privación de la
responsabilidad parental) o en forma definitiva (muerte). El tutor puede ejercer actos de
administración sin autorización judicial pero no actos de disposición si esta.
Caracteres:
Articulo 105:”la tutela puede ser ejercida por una o mas personas, conforme a aquello
que mas beneficie al niño, niña o adolecente.
Si es ejercida por más de una persona, las diferencias de criterio, deben ser dirimidas
ante el juez que haya discernido la tutela, con la debida intervención del Ministerio
Publico.
El cargo de tutor es intransmisible; el Ministerio Publico interviene según lo dispuesto
en el articulo 103.”
El artículo solo enumera algunos caracteres a modo enunciativo, hay varios mas:
Tipos:
Anteriormente existían tres tipos de tutela, 1) legal; 2) dativa y 3) aquella dada por los
padres. El Código Civil y comercial elimina la tutela legal y prevé solo las otras dos.
Tutor designado por los padres: articulo 106:”cualquier de los padres que no se
encuentre privado o suspendido del ejercicio de la responsabilidad parental puede
nombrar tutor o tutores a sus hijos menores de edad, sea por testamento o por escritura
publica. Esta designación debe ser aprobada judicialmente. Se tienen por no escritas las
disposiciones que eximen l tutor de hacer inventario, lo autorizan a recibir los bienes sin
cumplir ese requisito, o lo liberan del deber de rendir cuentas.
Si los padres hubieran delegado el ejercicio de la responsabilidad parental en un
pariente, se presume la voluntad de que se lo nombre tutor de sus hijos menores de
edad, designación que debe ser discernida por el juez que homologo la delegación o el
del centro de vida del niño, niña o adolecente, a elección del pariente.
Si existen disposiciones de ambos progenitores, se aplican unas y otra conjuntamente en
cuanto sean compatibles. De no serlo, el juez debe adoptar las que considere
fundadamente mas convenientes para el tutelado.”
Prohibiciones para ser tutor dativo: articulo 108:”el juez no puede conferir la tutela
dativa:
1) A su cónyuge, conviviente, o parientes dentro del cuarto grado,
o segundo por afinidad;
2) A las personas con quienes mantiene amistad intima ni a los
parientes dentro del cuarto grado, o segunda por afinidad;
3) A las personas con quienes tiene intereses comunes;
4) A sus deudores o acreedores;
5) A los integrantes de los tribunales nacionales o provinciales que
ejercen sus funciones en el lugar del nombramiento; ni a los que tiene con ellos
intereses comunes, ni a sus amigos íntimos o a los parientes de estos, dentro del
cuarto grado, o segundo por afinidad;
6) A quien es tutor de otro menor de edad, a menos que se trate de
hermanos menores de edad, o existan causas que lo justifiquen.”
La norma es clara en su enumeración, asegurando la imparcialidad del juez en la
designación del tutor, evitando influencias sobre el juez, como también protegiendo al
niño, niña o adolescente de eventuales abusos.
Tutela especial: se llama así porque es específica para las situaciones que enumera la
norma. Tiene por finalidad administrar un bien determinado o bienes determinados; o
representar a un niño cuando no este de acuerdo con sus tutores o progenitores; en estos
casos la tutela general y la responsabilidad parental siguen vigentes en todo lo demás. El
Código Civil y comercial amplia la tutela especial.
Personas excluidas: