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Resumen:
Establecer una relación entre la educación física y la educacion ambiental es un reto que los
educadores de dicha área deben asumir, desarrollando sus prácticas deportivas encaminadas
al contacto entre el estudiante y el entorno; por medio de juegos, actividades, y situaciones
que exija a todo el grupo de trabajo una interacción continua con el medio ambiente
Abstract
The importance that the preservation of the environment currently presents makes the focus
of integral education a priority in the establishment of environmental values, in such a way
that the interrelation between said education and the different chairs that are taught in
classrooms is necessary from preschool to university education.
Pedraza (citado por Padilla, 2009) plantea que Las actividades físicas en la naturaleza
aparecen, en la década de los 50 del siglo pasado, como consecuencia del surgimiento de
varios fenómenos sociales: el aumento del tiempo libre, el paro y el consumismo.
Paralelamente, aumenta la importancia de los movimientos ecologistas y de conservación
del medio ambiente.
Teniendo en cuenta entonces esa relación entre la educación física, que permite la
determinación y delimitación del entorno, y la educacion ambiental, surge entonces un reto
para los educadores de estas áreas, aprovechando sus puntos en común para interrelacionar
de manera eficaz ambas disciplinas.
Según corrales (2010) la educación ambiental es un proceso educativo que persigue hacer
sensible, formar y modificar actitudes de forma objetiva sobre la realidad mundial del
medio, tanto natural como social, (…) se considera que la asignatura de educación física en
sí, tienes la características para el desarrollo de la formación en valores medio ambientales
y la necesidad de contribuir a la educación ambiental desde el proceso de enseñanza –
aprendizaje que esta área se concreta, mediante el diseño de un conjunto de acciones para
que el grupo pueda trabajar desde la heterogeneidad y a su vez desarrollar aprendizajes
integrales del individuo.
Discusión:
Según Navarro (1993), el juego cumple diversas funciones, pero todas ellas tienen algo en
común: “servirse de una actividad que, por su estructura, facilita la adquisición de valores y
contribuye a la formación del individuo, el juego se presenta como el motor que
proporciona el acceso al conocimiento propio de nuestro cuerpo y del mundo que nos
rodea.”
Entiéndase entonces el juego como parte fundamental del desarrollo de la educación física,
engrosando las habilidades de cada uno de los estudiantes,
Según Fullonet (citado por Padilla, 2010) podemos justificar de una manera global su
presencia en los centros educativos por las siguientes razones:
b. El enfoque recreativo que se les da a la hora de llevarlas a la práctica, pueden dar salida
a las ganas de hacer algo diferente, divertido y fuera del ambiente habitual donde nos
desenvolvemos, mientras mejoramos nuestra condición física general y como consecuencia
inmediata nuestra calidad de vida. Permite la participación de todos los grupos de edades
sin excepción.
c. Su vertiente competitiva, en la actualidad tan desarrollada como el resto de las
posibilidades, aunque en sus inicios esta variante de la práctica de actividades en el medio
natural no contaba con muchos adeptos. Puede servir como aliciente para aquellas personas
que una vez iniciadas necesiten un estímulo para seguir practicando.
Adjunto a esto Moreno y Rodríguez (1995) cuando afirman que las actividades físicas en la
naturaleza que puedan ocupar el tiempo libre y de ocio de la población deben ser
promulgadas, en un principio, por el municipio a través de la inclusión de presupuestos para
la organización y ejecución de estas y la delimitación de espacios naturales acondicionados
para la práctica física de sus ciudadanos: embarcaderos, zonas de acampada, refugios de
montaña, etc. Pero también deben ser competencia de los organismos encargados de la
educación de los jóvenes, recayendo directamente sobre los centros educativos.
Acuña (citado por Padilla, 2010) señala unos criterios pedagógicos que contribuyen a la
educación desde las actividades físicas en la naturaleza:
1. De todas las actividades de tiempo libre infantil y juvenil, las actividades en la naturaleza
constituyen el plato fuerte.
2. Los jóvenes necesitan formar parte de otro grupo fuera del familiar. Las AMN
debidamente dirigidas pueden estimular la independencia y la autodirección.
3. Además, los jóvenes necesitan formar parte de otro grupo fuera del familiar, que reúna
particulares condiciones constructivas. Necesitan experiencias de vida cooperativa.
4. La coeducación es otro factor importante para desarrollar y, por lo tanto, hay que tenerlo
en cuenta destacando las posibilidades que nos ofrecen las AMN en este campo.
Conclusiones:
Evaluando el concepto teórico, comparado con el diario desarrollo de las clases, se puede
evidenciar que cada día se manifiesta esta integración como una necesidad, permitiendo no
solo un desarrollo corporal potenciado por las ventajas de un ambiente natural, sino
también por el aporte que se puede hacer desde la cátedra a los valores ambientales.
En una sociedad que cada día enfrenta problemas de contaminación, donde es tangible las
dificultades causadas por la deforestación y el calentamiento global, el aporte
interdisciplinario que se pueda hacer desde el aula se vuelve un pilar para la
transformación.
Bibliografía: