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LECTURA DE CLASE

SISTEMA CIRCULATORIO Y SISTEMA INMUNE

1- ¿Qué es el sistema circulatorio?

Es el sistema corporal encargado de transportar el oxígeno y los nutrientes a las células y eliminar sus
desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exhalado en los
pulmones, rico en dióxido de carbono (CO2).

El aparato circulatorio está conformado por el corazón y los vasos sanguíneos, incluyendo las arterias, las venas
y los capilares.

2- La sangre

La sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio. Es un tejido líquido,
compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma
sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas:

- Glóbulos rojos
- Glóbulos blancos
- Plaquetas
Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos
blancos y alrededor de 250.000 plaquetas.

2.1- Los glóbulos rojos


También denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del oxígeno molecular (O2). Tienen
forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones,
midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo que se consideran células muertas. Los
hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que les sirve para transportar el oxígeno desde los
pulmones a las células. Una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del
organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable, pues puede deberse a un déficit nutricional, a un
defecto genético o a diversas causas más.

2.2- Los glóbulos blancos


También denominados leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar trabajos
de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos numerosos (unos siete
mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los capilares y se dedican a destruir los
microbios y las células muertas que encuentran por el organismo. También producen anticuerpos que
neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas.

2.3- Las plaquetas


Son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar hemorragias.

3- El corazón

El corazón es el principal órgano del sistema cardiaco y uno de los más importantes del ser humano. Es un
órgano muscular, responsable de recibir y bombear la sangre para que ésta circule por todo el cuerpo,
alrededor de unas 60 a 100 veces por minuto.
3.1- El corazón por fuera
El corazón consiste principalmente, en una masa muscular llamada miocardio o músculo cardiaco. Está cubierto
por una capa de endotelio llamada endocardio y lo recubre una membrana de doble pared
llamadas epicardio y pericardio. Además, existe la llamada cavidad pericárdica, ubicada entre las dos paredes,
en la que se encuentra un líquido lubricador, que permite que el corazón lata sin rozamientos.

3.2- El corazón por dentro


En el interior del corazón se encuentran cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Estas están
conectadas entre sí mediante válvulas. La que conecta al ventrículo izquierdo con la aurícula izquierda se
llama válvula mitral o bicúspide, y la que comunica al ventrículo derecho con la aurícula derecha se
llama válvula tricúspide. Las válvulas están formadas por dos y tres membranas, respectivamente, que se
encuentran conectadas a las paredes del corazón.

El corazón está conectado a los vasos sanguíneos, que son los tubos por los que circula la sangre. Son de tres
tipos: arterias, venas y capilares.

a- Las venas
Las venas son las que llevan la sangre al corazón, desde los órganos del cuerpo. Las que llegan al corazón son las
dos venas cavas y las cuatro pulmonares. Las venas cavas llegan a la aurícula derecha y las pulmonares, a la
aurícula izquierda.

Las venas conducen la sangre desde los órganos al corazón. Sus paredes son mucho más finas que las de las
arterias. Por su interior, la sangre circula a baja presión. Su vuelta al corazón se produce gracias a la presencia
de válvulas que impiden su retroceso, ya que se aprovecha la contracción muscular para facilitar su avance.

- Vena cava superior: Recibe la sangre de la mitad superior del cuerpo.


- Vena cava inferior: Recibe la sangre de los órganos situados debajo del diafragma.

b- Las arterias
Las arterias son los vasos que llevan la sangre desde el corazón hacia los órganos. Salen del corazón la arteria
pulmonar y la gran arteria aorta, una del ventrículo derecho y la otra, del ventrículo izquierdo.

Sus paredes son fuertes, con una musculatura potente y, a la vez, elástica. Por el interior de las arterias, la
sangre circula a elevada presión. Al alejarse del corazón, las arterias se ramifican y se hacen cada vez más finas.

c- Los capilares
Los capilares son vasos microscópicos de finas paredes que llevan la sangre a todas las células de los órganos
del cuerpo.

3.3- Cuida tu corazón, el gran trabajador


El corazón es una bomba que hace circular la sangre mediante una contracción (sístole) y
relajación (diástole) constante y rítmica. A diferencia de los otros músculos sometidos a la voluntad, el corazón
realiza su movimiento de manera automática. Si llegara a parar, significa la muerte de la persona. El corazón
entonces, produce la fuerza necesaria para la circulación continua de la sangre y está sujeto a las necesidades
del organismo, que podrían requerir la variación de su movimiento. Por ejemplo, ciertas emociones del ser
humano, hacen que el corazón trabaje de manera más rápida.
Ya que es un órgano tan importante, es muy importante llevar una vida saludable para cuidarlo. Hacer ejercicios
regulares, alimentarse sanamente, sin muchas grasas, evitar el tabaco, las drogas y el alcohol, entre otras, son
muy buenas maneras de ayudar al corazón a mantenerse fuerte el mayor tiempo posible.

4- La circulación

El proceso circulatorio es un círculo cerrado que se inicia y finaliza en el corazón.

Las cavidades derechas son las que impulsan la sangre que contiene los desechos del organismo hacia los
pulmones, para su eliminación. En los pulmones se recoge el oxígeno captado por el aparato respiratorio y la
sangre oxigenada se introduce en el corazón por la aurícula izquierda, siendo impulsada hacia el organismo
desde el ventrículo izquierdo. Así, la sangre con residuos llega a la aurícula derecha a través de las venas cavas,
mientras que la sangre oxigenada llega al corazón a través de las venas pulmonares y se reparte por todo el
cuerpo a partir de la aorta.

Todo el proceso circulatorio se divide en dos partes que se denominan:

Circulación mayor o general: La circulación de la sangre oxigenada por todo el cuerpo y el retorno de la sangre
venosa de todo el organismo hacia el corazón.

Circulación menor o pulmonar: La circulación que envía la sangre venosa a los pulmones y que, recogiendo el
oxígeno de éstos, introduce en el corazón la sangre oxigenada.

SISTEMA INMUNE

Sistema inmune o inmunológico


Nuestro cuerpo está compuesto de distintos órganos, cada uno con funciones especiales.
Por ejemplo, el corazón, las arterias y las venas son parte del sistema cardiovascular que tiene la función de
bombear la sangre a todo el cuerpo. El estómago, hígado, páncreas e intestinos son parte del sistema digestivo
que tiene la función de digerir alimentos, absorberlos en el cuerpo, y transformarlos en energía. La nariz,
garganta y pulmones son parte del sistema respiratorio que tiene la función de llevar oxígeno a la sangre y al
cuerpo.
Como estos órganos y sistemas, el Sistema Inmunológico tiene una variedad de tejidos y órganos, cada uno
contribuye en alguna manera a las funciones especializadas del Sistema Inmunológico.
Funciones del Sistema Inmunológico:

El Sistema Inmunológico tiene 2 principales funciones: 1) reconocer sustancias (también llamadas antígenas)
extrañas al cuerpo y 2) reaccionar en contra de ellas. Estas sustancias (o antígenos) pueden ser micro-
organismos que causan enfermedades infecciosas, órganos o tejidos trasplantados de otro individuo, o hasta
tumores en nuestro cuerpo. El adecuado funcionamiento del Sistema Inmunológico provee protección contra
enfermedades infecciosas, es responsable de rechazar órganos trasplantados, y puede proteger a una persona
del cáncer.

Una de las funciones más importantes del Sistema Inmunológico es la protección contra enfermedades
infecciosas.
El cuerpo está en constante reto por una gran variedad de micro-organismos infecciosos como bacterias, virus y
hongos. Estos micro-organismos pueden provocar una variedad de infecciones, algunas relativamente comunes
y normalmente no muy serias, y otras menos comunes y más serias.
Por ejemplo, una persona en promedio tiene algunas infecciones de "gripe" cada año provocadas por una gran
variedad de virus respiratorios. Otros virus pueden provocar infecciones más serias en el hígado (hepatitis) o
infecciones en el cerebro (encefalitis).
Las infecciones por bacterias más comunes son entre otras, "streptococo" en la garganta, infecciones de la piel
(impetigo) e infecciones en el oído (otitis). En algunas ocasiones una infección por una bacteria puede ser muy
seria como cuando afecta la cubierta del cerebro (meningitis) o cuando afecta los huesos (osteomelitis).
Cualquiera que sea la infección, ya sea causada por una bacteria, virus u hongo, si es relativamente inofensiva o
relativamente seria, si es en la piel, en la garganta, en los pulmones o en el cerebro, el Sistema Inmunológico es
el responsable de defender a esta persona contra el micro-organismo invasor.
Un Sistema Inmunológico normal brinda la habilidad de matar al micro-organismo invasor, limitar el área
afectada y por último brindar la recuperación.
Un Sistema Inmunológico anormal no puede matar a los micro-organismos. La infección se puede distribuir y si
no es tratado puede morir. Por lo tanto, pacientes con un Sistema Inmunológico defectuoso comúnmente son
susceptibles a infecciones y esto se convierte en su mayor problema.
En algunas personas las infecciones pueden ocurrir no muy seguido y sin consecuencia. En otros, las infecciones
pueden ser muy seguidas, y con consecuencias, o provocadas por un micro-organismo inusual.

Localización del Sistema Inmunológico


Como todas las partes del cuerpo tienen que estar protegidas contra micro-organismos u otros materiales
extraños, el Sistema Inmunológico se encuentra y tiene acceso en todas las partes del cuerpo. Sin embargo, los
componentes más importantes del Sistema Inmunológico están concentrados en la sangre, timo, huesos,
anginas, ganglios, médula ósea, baso, pulmones, hígado y los intestinos.
Cuando una infección empieza en un lugar que solamente tiene unos cuantos componentes del Sistema
Inmunológico, como la piel, se mandan señales por el cuerpo para llamar a grandes cantidades de células al
sitio de la infección.

Componentes del Sistema Inmunológico


El Sistema Inmunológico está compuesto de distintos tipos de células y proteínas. Cada componente tiene una
tarea especial enfocada a reconocer el material extraño (antígenos) y/o reaccionar en contra de los materiales
extraños. Algunos componentes tienen como función única y principal el reconocer el material extraño. Otros
componentes tienen la función principal de reaccionar contra el material extraño. Y algunos otros componentes
funcionan para ambos, reconocer y reaccionar en contra de materiales extraños.
Como las funciones del Sistema Inmunológico son tan importantes para sobrevivir, existen mecanismos de
respaldo. Si un componente del sistema faltara o no funcionara correctamente, otro componente puede hacer
por lo menos algunas de sus funciones. Los componentes del Sistema Inmunológico son:
Linfocitos B
Linfocitos T
Fagocitos
Complemento
Linfocitos B: Son células especializadas del Sistema Inmunológico (también conocidas como células B) que
tienen como función principal producir anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas o gamaglobulinas).
Los linfocitos B se desarrollan de células primitivas (células madre) en la médula ósea. Cuando maduran, los
linfocitos B se encuentran en la médula ósea, nodos linfáticos, baso, ciertas áreas del intestino, y en menos
extensión en el fluido sanguíneo.
Cuando las células B se estimulan con un material extraño (antígenos), responden madurando en otros tipos de
células llamadas células plasmáticas. Las células plasmáticas producen anticuerpos. Los anticuerpos encuentran
su camino hacia el fluido sanguíneo, secreciones respiratorias, secreciones intestinales, y hasta en las lágrimas.
Los anticuerpos son moléculas de proteína altamente especializadas. Para cada antígeno existen anticuerpos
moleculares con diseños específicos. Por lo tanto, hay anticuerpos moleculares que embonan, como llave y
chapa, al virus del polio, otros que específicamente apuntan a la bacteria que causa la difteria, y otros que son
compatibles con el virus de paperas.
La variedad de anticuerpos moleculares es tan extensa que las células B tienen la habilidad de producirlos
contra virtualmente todos los micro-organismos en el medio ambiente.
Cuando las moléculas de los anticuerpos reconocen a los micro-organismos extraños, se unen físicamente al
micro-organismo e inician una compleja cadena de reacciones involucrando a otros componentes del Sistema
Inmunológico que eventualmente destruyen al micro-organismo.
Los nombres químicos para las proteínas de los anticuerpos es inmunoglobulinas o gamaglobulinas. Así como
los anticuerpos pueden cambiar de molécula a molécula con respecto a el micro-organismo al que se unen,
también pueden variar con respecto a sus funciones especializadas en el cuerpo. Este tipo de variación en
función especializada es determinado por la estructura química del anticuerpo, que a su vez determina el tipo
de anticuerpo (inmunoglobulina).
Hay 5 grandes clases de anticuerpos o gamaglobulinas:
Inmunoglobulinas G (IgG)
Inmunoglobulinas A (IgA)
Inmunoglobulinas M (IgM)
Inmunoglobulinas E (IgE)
Inmunoglobulinas D (IgD)
Cada clase de inmunoglobulina tiene una característica química especial que le brinda ciertas ventajas. Por
ejemplo, los anticuerpos en la fracción IgG se forman en grandes cantidades y pueden viajar del fluido
sanguíneo a los tejidos. Estas inmunoglobulinas (anticuerpos) son la única clase que cruza la placenta y le pasa
inmunidad de la madre al recién nacido. Los anticuerpos en la fracción IgA se producen cerca de las membranas
mucosas y llegan hasta secreciones como las lágrimas, bilis, saliva, mucosa, donde protegen contra infecciones
en el tracto respiratorio y los intestinos.
Los anticuerpos de la clase IgM son los primeros anticuerpos que se forman en respuesta a las infecciones y por
lo tanto son importantes para proteger durante los primeros días de una infección. Los anticuerpos en la clase
IgE se encargan de reacciones alérgicas. La función especializada de IgD todavía no se entiende por completo.
Los anticuerpos nos protegen contra las infecciones de distintas maneras. Por ejemplo, algunos micro-
organismos se tienen que pegar a células del cuerpo para poder causar una infección, pero anticuerpos en la
superficie pueden interferir con la habilidad del micro-organismo de adherirse a la célula. Y, además, los
anticuerpos sujetados en la superficie de algún micro-organismo pueden activar a un grupo de proteínas
llamadas el Sistema del Complemento que pueden matar directamente a las bacterias y virus.
Bacterias cubiertas por anticuerpos también son mucho más fáciles de ingerir y matar por los fagocitos, que las
bacterias que no están cubiertas por anticuerpos. Todas estas acciones de los anticuerpos previenen que los
micro-organismos invadan tejidos del cuerpo donde pueden causar infecciones serias.

Linfocitos T: Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los
linfocitos T no producen anticuerpos moleculares. Las funciones especializadas de los linfocitos T son 1) atacar
directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos transplantados y 2) para actuar como reguladores
del Sistema Inmunológico.
Los linfocitos T se desarrollan de células madre en la médula ósea. Temprano en la vida del feto, células
inmaduras migran al timo, un órgano especializado del Sistema Inmunológico en el pecho.
En el timo, los linfocitos inmaduros se desarrollan a linfocitos T maduros ("T" por el Timo). El Timo es esencial
para este proceso, y los linfocitos T no se pueden desarrollar en el feto si no tiene Timo. Linfocitos T maduros
dejan el Timo y se van a otros organos del Sistema Inmunológico, como el baso, nodos linfáticos, médula ósea y
la sangre.
Cada linfocito T reacciona con un antígeno específico, así como cada anticuerpo reacciona con un antígeno
específico. De hecho, los linfocitos T tienen moléculas en la superficie que son como anticuerpos que reconocen
antígenos.
La variedad de linfocitos T es tan grande que el cuerpo tiene linfocitos T que pueden reaccionar contra
virtualmente cualquier antígeno. Los linfocitos T también varían con respecto a su función. Hay 1) linfocitos T
destructores ("killer" o "effector"), 2) linfocitos T de ayuda ("helper"), y 3) linfocitos T supresores ("suppressor").
Cada uno juega distintas partes en el Sistema Inmunológico.
Los linfocitos T destructores son los linfocitos que destruyen al micro-organismo invasor. Estos linfocitos T
protegen al cuerpo de bacterias específicas y virus que tienen la habilidad de sobrevivir y reproducirse en las
células del cuerpo. Los linfocitos T destructores también responden a tejidos extraños en el cuerpo, como por
ejemplo un hígado transplantado. Los linfocitos T destructores migran al sitio de la infección o al tejido
transplantado. Cuando llegan, los linfocitos T destructores se fijan a su blanco y lo destruyen.
Los linfocitos T de ayuda, ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos y ayudan a los linfocitos T
destructores en el ataque a sustancias extrañas. Los linfocitos T de ayuda hacen más efectiva la función de los
linfocitos B, provocando una mejor y más rápida producción de anticuerpos. Los linfocitos T de ayuda también
hacen más efectiva la función de destrucción de los linfocitos T destructores.
Por otra parte, los linfocitos T supresores, suprimen o apagan a los linfocitos T de ayuda. Sin esta supresión, el
Sistema Inmunológico seguiría trabajando después de la infección. Juntos los linfocitos T de ayuda y supresores
actuan como el termostato de todo el sistema de linfocitos y los dejan prendidos el tiempo suficiente - no
mucho tiempo y no muy poco tiempo.
Fagocitos: Los fagocitos son células especializadas del sistema inmunológico cuya función primaria es ingerir o
matar micro-organismos. Estas células, como otras en el sistema inmunológico, se desarrollan de células madre
en la médula osea. Cuando maduran, migran a todos los tejidos del cuerpo, pero especialmente en la sangre,
baso, hígado, nódulos linfáticos y pulmones.
Hay diferentes tipos de fagocitos. Leucocitos Polimorfonucleares (neutrófilos o granulocitos) son comunmente
localizados en la sangre y pueden migrar a sitios de infección en minutos. Son estos fagocitos los que se
incrementan en la sangre durante una infección y es responsable en gran parte de las cuentas grandes en las
biometrías hemáticas.
Los fagocitos son también los que dejan el fluido sanguíneo y se acumula en los tejidos durante las primeras
horas de la infección y es responsable de la formación de pus. Los monocitos son otro tipo de fagocitos en la
sangre. También cubren las paredes de las venas en órganos como el hígado y el baso. Aquí actúan para
capturar micro-organismos que pasan por la sangre. Cuando los monocitos salen del fluido sanguíneo y entran
en los tejidos, cambian de forma y tamaño para convertirse en macrófagos.
Los fagocitos sirven distintas funciones críticas en el cuerpo contra infecciones. Tienen la habilidad de salir del
fluido sanguíneo y moverse hacia los tejidos al sitio de la infección. Cuando llegan al sitio de la infección, se
comen al micro-organismo invasor. La ingestión de los micro-organismos es mucho más fácil cuanto están
cubiertos de anticuerpos o complemento o ambos. Una vez que el fagocito se come al micro-organismo, inicia
una serie de reacciones químicas dentro de la célula que resultan en la muerte del micro-organismo.
Complemento: El sistema del complemento tiene 18 proteínas que funcionan de manera ordenada e integrada
para ayudar en la defensa contra infecciones y producen inflamación. Algunas de las proteínas del
complemento las produce el hígado, y otras las producen ciertos fagocitos, los macrófagos.
Para realizar sus funciones de protección, los componentes del complemento deben convertirse de formas
inactivas a formas activas. en algunos casos, los micro-organismos primero tienen que combinarse con
anticuerpos para poder activar el complemento. En Otros casos los micro-organismos pueden activar el
complemento sin la ayuda de los anticuerpos.
Ya activado, el complemento puede realizar funciones de defensa contra infecciones. Como mencionamos una
de las proteínas del complemento cubre a los micro-organismos para que puedan ser ingeridas con mayor
facilidad por los fagocitos. Otros componentes del complemento mandan señales químicas para atraer
fagocitos a los lugares de infección. Cuando todo el sistema se encuentra en la superficie de algunos micro-
organismos, puede romper la membrana de la célula, y matarla.

Las 10 señales de Deficiencias Inmunológicas Primarias:


1) Ocho o más infecciones de oído distintas en un año.
2) Dos o más infecciones serias de sinusitis en un año.
3) Dos o más meses con antibióticos y con poco efecto.
4) Dos o más neumonías en un año.
5) Un niño que no sube de peso o que no crezca adecuadamente.
6) Abscesos recurrentes profundos en la piel o en otros órganos.
7) Infecciones por hongo en la boca o en la piel después del año de edad.
8) Que necesite antibióticos intravenosos para eliminar la infección.
9) Dos o más infecciones graves como meningitis, osteomelitis, o sepsis.
10) Historia en la familia de deficiencias inmunológicas primarias.

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