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Sinapsis sobre MIMESIS


Por Ronald Obando Brenes

Resumen
Se expone los principales conceptos básicos de mimesis con respecto al arte y la
función social desde la memoria. Ante un mundo que propone a la imagen como
elemento básico de la comunicación, la desfragmentación de sus elementos
meméticos se vuelve imperativo a la hora de analizar su mensaje e
interpretaciones.
El arte contiene cualidades inherentes que sirven de clave para dicho propósito y
que nos refiere directa e indirectamente a la propia concepción del aprendizaje.

Sobre Mimesis y Arte

Mímesis; concepción

Etimológicamente; el vocablo “mimesis” vocablo se refiere a una simulación de la


naturaleza que contiene como finalidad primordial al arte, en su concepto estético clásico
de la antigua Grecia. La imitación, remedo o emulación de la manera o modo de hablar,
con ademanes, gestos o señas de una persona1.

Un meme es la unidad teórica mínima de transmisión de herencia cultural, un bloque de


construcción o difusión cultural que se propaga de una mente a otra de la misma manera
en que un gen (unidad de información genética y de evolución biológica) se propaga de
un organismo a otro. Así, definido por Richard Dawkins en el libro El Gen Egoísta
publicado en 19762.
Ciertamente, es necesario subrayar que; desde la ontología, el término escogido de
”meme” lo ha sido también por su relación con la “memoria”, y para este caso; se
correspondería socialmente como memoria colectiva. En forma simple, los memes
importantes serían aquellas determinadas ideas –básicas- que han influido o pueden
hacerlo, sobre un colectivo, de modo que el papel que estas ideas han tenido sobre su
configuración, tiende a ser decisivos culturalmente.

Como cada cultura es supuestamente diferente, los memes actúan articulando valores
originarios, creencias y costumbres, con nuevos valores de la mimesis; acaecidos de la
transferencia cultural.

Así bien, el ciclo a que responde este encuadre mimético es preciso diagnosticarlo
mediante el manejo o control de los sistemas y las fórmulas de signos que esta misma

1
(Fuente; wikipedia)
2
(fuente; https://hipertextual.com/2007/12/que-es-un-meme)
2

posee Su comprensión se absorbe primariamente desde la mera copia de los signos y


conllevaría un proceso de transmisión, percepción, elaboración y asimilación de las
informaciones; siendo la memoria el eje funcional y central en la tendencia del
aprendizaje. (Savranski; 1983: 91).

Esta sistematización de los aprendizajes en acciones, vivencias, percepciones, o


experiencias que las personas y colectivos realizan, permiten el proceso de copia con una
intención de aprender y proyectar una experiencia histórica (Díaz, 1997: 3). Su acción
mimética es coparticipe y generadora de causas, objetivos, y propósitos de vida; que sin
embargo se inducen desde un origen hallado en los gustos (anhelo originado por un
deseo) o por el contrario; desde la aversión al ”meme” dado mediante la percepción del
aprendizaje obtenido.

De lo anterior, podría abstraerse la influencia memética en las posibilidades de semejanza


y diferenciación encausada hacia procesos identittarios-altéricos, y las relaciones básicas
de convivencia; pacificas o beligerantes dados los intereses.

La insipiencia del estudio mimético podría estar apenas dando sus primeros pasos
cuando incluimos a la oferta, los análisis cuánticos y la existencia de nuevos pluriversos y
realidades.

Mímesis y Memoria

Antes que la palabra se convalide entre su significado-significante; la observación permite


inicialmente cautivar y asomar una eventual interpretación: sea esta deseada
voluntariamente o por su defecto; intencionada y promovida por los discursos como se
señaló anteriormente. Ambos son mediadores del aprendizaje.

Susan Blackmore, (2000:73) asiente que la mayoría de nuestros pensamientos son en


realidad aprendidos miméticamente; “memes en ciernes que de no ser verbalizados,
mueren rápidamente. Otros memes se transmiten por radio, televisión, por medio de la
escritura, productos tecnológicos, el cine y la pintura” (pp. 74).

Mediante el ejercicio de la escenificación se obtiene la cualidad de afrontarse con las


artes del lenguaje, al reconocer las llamadas -“ficciones habladas”- las cuales son
capaces de hacer creer que las cosas dichas; son verdaderas (Ricoeur, 2003:28). A esta
técnica también se le conoce como la mimética (venida de su traducción como “hacer”
imitación y “hacer” magia).

Y ciertamente es en el diseño, uso y escenificación ritual de los mitos; es que los valores y
las normas sociales se transcriben en la memoria. La cualidad tacita o expresa de las
copias resulta, al fin y al cabo; la manifestación asimilada de los procesos de trasferencia
emotiva, sensorial y afectiva de los recuerdos, olvidos y silencios.

Tal es la contención del tren de imágenes que recibe la mente; que resulta imposible dejar
de pensar, incluso la conexión a los sueños y el uso de la imaginación se convierten en
procesos muy complejos que intercalan, abstraen y vuelven evidente la reacción como
simbiosis “respuesta-estímulo” antevenida por cada una de las diversas motivaciones
necesarias para la toma de decisiones.
3

Por otro lado; desde la cultura visual, Ramírez Cano (2018:239); reconoce un importante
marco categorial de análisis que -Jorge Wagensberg plantea- y comprende distintos
grados de iniciativa (perceptiva); necesarios a la hora de enfrentar o comprender una
acción memética: entre ellos;

a) “ver” es captar la información que acude a nuestra área perceptiva según las
circunstancias;
b) “mirar” implica seleccionar los datos del entorno en razón de nuestra curiosidad;
c)”observar” supone extraer la información manteniendo la mirada atenta y
d) “experimentar” equivale a aumentar la información actuando sobre el mundo
(Wagensberg, 1985: 89-94)

Por otra parte; siguiendo a Barthes; (en Lazo Briones: 2015); las imágenes operan con los
espacios de fantasía y deseo, lo que crea una estrechez entre la imagen y la imaginación.
Esta estrecha determinación ofrece al mundo un “aprovechamiento útil” mediante una
perversión semántica de las imágenes. La estrechez entre imagen e imaginación torna
en la memoria un sentido cinematográfico. A esto; Walter Benjamín menciona que la
calidad no narrativa de las imágenes permite abrir espacios críticos (narrativas de Silvia
Rivera Cusicanqui; 2019) Ante esto, la comprobación mimética se vuelve imperativa en la
comprensión del existir. Y así; la memoria oscila entre procesos de determinación e
indeterminación.

Mimesis y Arte

La mimesis en el arte acoge cualidades estéticas; tanto etéreas, maleables, volátiles y de


las formas físicas en que asemejamos lo cognoscible. La información mimética incluye a
la imaginación, la ficción; el sueño, la utopía, y a la más pura práctica realista racionalista.

Vale recalcar que la concepción de mimesis mas estudiada se da desde la visión clásica y
moderna occidental. Y conforme a la interlocución histórica de los discursos, se toman
medidas en la variación del concepto mimesis, asociado al significado de arte.

La mímesis contiene otra de las raíces históricas en el concepto de representación


(Mathijs y Mosselmans, 2000). Ambos conceptos han estado enlazados al concepto de
semejanza y por la vía del concepto de mimesis, el concepto de representación se enlaza
al problema de la expresión y de la experiencia artística, y al problema de la cultura.
(González; H. & Marquina, I. (2007)

En la Grecia antigua esa noción era entendida como una semejanza representacional.
Ella designaba la representación teatral intencionalmente ejecutada por los mimos
(actores). A partir de Platón y sobre todo de Aristóteles, esa noción adquirió un carácter
central en la reflexión filosófica, y no sólo como uno de los conceptos básicos de la
filosofía de la estética casi a todo lo largo de su historia, sino como una idea subyacente –
oculta pero central– al concepto de representación, sostenido en la filosofía social
contemporánea. (Fuente Portal:)

Aunque el concepto de arte como imitación de la realidad va cambiando a lo largo su vida,


Platón finalmente no acepta que el arte imite la realidad porque para él la imitación no es
el camino correcto hacia la verdad.
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Para Aristóteles; la imitación artística puede presentar las cosas más o menos bellas de lo
que son, siempre que se limite a las características esenciales, generales y típicas de
esas cosas. Es decir, Aristóteles sostiene que el arte puede imitar la realidad, pero el
artista puede hacerlo de una forma personal.

La teoría de la imitación desarrollada por Platón y Aristóteles se fundamentaba en


premisas típicamente griegas: la mente humana es pasiva y puede por tanto percibir sólo
lo que existe.

En la Edad Media, se pretende que el arte imite el mundo invisible, que es eterno y más
perfecto, buscando además la belleza eterna. Con la aparición de los iconoclastas y de
los radicales cristianos, que creían que Dios prohíbe cualquier imitación del mundo, la
teoría de la imitación se abandona hasta el Renacimiento, cuando se retoma y vive su
momento más importante, entendiéndose como un concepto básico del arte.

En los inicios del Renacimiento, la teoría de la imitación es sólo aplicable a las artes
visuales, pero a mediados del siglo XVI se extiende también a la poética. Es decir, aunque
esta teoría fuera una constante durante varios siglos, no siempre se entendió de la misma
manera.

Existía quien pensaba que la imitación era una tarea demasiado difícil para el arte porque
la obra no podría igualar nunca al modelo, y quien creía que era demasiado insignificante
y pasiva. Una discusión de percepción siempre presente. Pero quizás lo más importante
de la imitación en el Renacimiento es que no sólo trataba de la naturaleza. Para los
renacentistas, el objeto de imitación es ante todo -los antiguos-, apareciendo el concepto
de “imitación de la antigüedad”.

En el siglo XVIII, Batteux cree haber descubierto el principio que subyace a todas las artes
y que las identifica como tal: la imitación, entendiendo por ella “copiar la naturaleza o
inspirarse en ella”.

En el siguiente siglo la imitación deja de imitar a la antigüedad para pasar, de nuevo, a


imitar la naturaleza.

En la actualidad, cada una de las corrientes, modismos y tendencias del arte, recrea sus
propios principios en el arte de la imitación; por tanto, de la imagen tangible e intangible,
así interrogada, deviene su teoría.

Cuando el artista expresa sus mensajes artísticos mediante trazos, sonidos, o formas; no
es –solo- ilustración. Exige, además; una confianza en la autonomía de la percepción que
consiste en “mirar con todo el cuerpo”. (Fuente: Silvia Rivera: 2019) A esta mimesis; la
podríamos llamar como subjetivar las imágenes. Así, cualquier forma de representación
se acentúa desde la misma presenciación3 del acto.

Desde el Arte; a la mimesis le acompañan en su proceso creativo; la poeiesis, como la


causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser; la aisthesis, que
significa sensación, conocimiento obtenido a través de la experiencia sensible; la sinopia;
que es el dibujo preliminar realizado con este pigmento sobre un muro que se ha de pintar
al fresco antes de aplicar los colores.

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Compatible con experienciación.
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Posterior al acto de mimesis, la diágesis se avoca en todo aquello que integra la obra de
arte o el relato narrativo en su misma explicación, en su propia exposición (según su
etimología). Esta articulación (diagésica) del relato o el Arte incluye al mundo (ficticio) en
el que ocurren las situaciones y acontecimientos (miméticos) que son narrados,
expresados o creados. Así; hacer visible la obra o el relato, se propicia el acto de
observación en las acciones de -Contar, rememorar-, mismas que son parte de la diágesis
según la narratología de Gerald Prince.

Por último, la semiosis tiene su parte en el estudio mimético, al relacionar cualquier forma
de actividad, conducta o proceso que involucre signos, incluyendo la creación de un
significado. Es un proceso que se desarrolla en la mente del intérprete; se inicia con la
percepción del signo y finaliza con la presencia en su mente del objeto del signo.

Figura: Antonio Berni; arte y conciencia social

Conclusión

Los diversos conceptos y elementos del arte nos refieren al análisis mimético. Su
importancia es impostergable dados sus cualidades psico-sociales que nos permiten una
comprensión de las realidades visibles y las intangibles. La mimesis como estudio se alía
a cualquier disciplina debido a sus capacidades desde la semiótica y el discurso.
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Referencias Bibliográficas

 Arcos, Eduardo. Que es un meme. En sitio web: https://hipertextual.com/2007/12/que-es-un-meme

 Blackmore, Susan. (2000) La máquina de los memes. Ediciones Paidos. España.

 Castro, Laureano. Articulo: Transmisión cultural y evolución: de los genes a los memes. Revista de
Libros. En sitio: https://www.revistadelibros.com/articulos/transmision-cultural-y-evolucion-de-los-
genes-a-los-memes

 Dennett, Daniel: Memes peligrosos TED 2002. En sitio:


 https://www.youtube.com/watch?v=LMrTpf5kY8Q

 González; H. & Marquina, I. (2007) Representación y mimesis. Psicol. Am. Lat. n.9 México abr. En
sitio: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-350X2007000100009

 Lazo Briones, Pablo (2015) La perversión semántica de las imágenes en una sociedad multicultural.
En sitio:
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:UXWH61LSwwAJ:www.bib.uia.mx/gsdl/doc
dig/didactic/Filosofia/f002.pdf+&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=cr

 Narrativas de Silvia Rivera. (2019) Sociología de la Imagen. Colectivo Chixi. La Paz, Bolivia.

 Ramírez Cano, Jorge. (2016) Como analizar de todo. Textos populares, mediáticos, artísticos y
didácticos. EUNA. Heredia, Costa Rica.

 Ricoeur, Paul. (2000) La memoria, la historia, el olvido. Editorial Trotta. Madrid, España.

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