Está en la página 1de 12

ARTES PLÁSTICAS Revista 28(57), 07-18, 2005

Cuando Occidente
“descubre” el arte africano
Traducción del alemán y documentación: Eugenio Murillo Fuentes*

Ulrich Klever1

Hay documentos que determinan el acelera, sin cambiar con ello su propia
momento a partir del cual el arte negro naturaleza. En esto tenemos que tener
influyó en el modernismo. Era un tiem- claro que el arte de África ha sido
po de rebelión y de crisis. Los artistas creado con intenciones muy distintas
se voltearon contra el “arte beefsteak”, a la de generar, por ejemplo, el cubis-
como llama Brancusi al periodo desde mo, y tiene contenidos muy diferentes
la muerte de Miguel Ángel hasta Rodin. a los que han interpretado artistas y
Ellos tenían algo en contra de las imita- escritores pero, sin lugar a dudas, puso
ciones naturalistas de bellos cuerpos en en marcha el proceso de reacciones
piedra y mármol, las que sentían, antes artísticas, sin resultar por ello afec-
que arte, como un tipo de perversión tado. Incluso, cuando los artistas no
metafísica. Los pintores ya no querían sabían nada, o no querían saber nada
pintar más las cosas, sino las relaciones acerca del significado de las esculturas
entre las cosas. Luchaban, además, con- –Vlaminck se negaba a saber más acer-
tra la disolución de la forma que ellas ca de sus máscaras y esculturas y se
guardan y que querían después insertar indignaba contra los que se entregaban
en forma constructiva. Había corrientes a su estudio–, las esculturas les dieron
que, sin embargo, no tenían un objetivo suficiente motivo de interpretación y
uniforme. ofrecieron a los artistas la abstracción
El “descubrimiento” del arte negro de sus formas, la armonía de sus líneas,
tuvo el efecto de un catalizador, como la riqueza de su expresión, sus esferas,
sustancia que genera una reacción o la sus conos y sus cubos.
Revista 28(57), 2005 ARTES PLÁSTICAS

Los documentos que describen quitó el aliento y me ofrecía veinte francos a cam-
ese momento de catálisis proceden de bio de que se la diera, cosa que rechacé. Ocho
días después, me ofreció cincuenta. Aquel día no
Maurice Vlaminck: tenía dinero y acepté. Se llevó la pieza y la colgó
“en una tarde del año 1905 me encontraba en en la pared de su estudio en la Rue Tourlaque.
Argenteuil. Recién había pintado el Sena, los vele- Cuando Picasso y Matisse la vieron en casa de
ros, la pendiente. El sol ardía. Recogí pinturas y Derain, quedaron convencidos. A partir de ese día
pinceles, tomé mi cuadro y entré en un bar. Había comenzó la cacería de arte negro.”
barqueros y descargadores de carbón parados en
la barra. Mientras me refrescaba con un vino blan-
co con soda, noté en el estante, entre botellas de Picasso abre una puerta
Pernod, Anís y Curaçao, tres esculturas africanas.
Dos estatuas de Dahomey, embadurnadas con “Un día, cuando salía del «Musée de sculptures
ocre rojo, ocre amarillo y color blanco. Otra de comparées», que en aquel entonces se encontraba
Costa de Marfil, totalmente negra. ¿Sería acaso en el ala izquierda de El Trocadero, me impulsó la
porque había trabajado entre dos y tres horas al curiosidad por abrir las puertas que daban al salón
puro sol? ¿Sería el humor peculiar en que me del antiguo museo etnográfico”.
encontraba aquel día? ¿Correspondía de casuali-
dad con las ideas con las que me ocupaba usual- Esto se lo contó Pablo Picasso, en
mente? Sea cual fuera el caso, las tres esculturas 1942, al crítico de arte Christian Zervos,
me impresionaron. Me dí cuenta del poder que
y describió emocionado la consternación
contenían. Ellas me revelaron el arte negro. Por
cierto, Derain y yo habíamos explorado el Museo que le había invadido treinta años antes
Trocadero en todas direcciones y en repetidas al mirar las esculturas africanas. Zervos
ocasiones. Lo conocíamos en detalle y habíamos le había preguntado si Picasso, con sus
observado todo con curiosidad. Pero ni Derain ni “Señoritas de Avignon”, se había sometido
yo habíamos visto en los objetos expuestos nada
al arte negro. Picasso lo negó –la visita al
que no fuera lo que por regla general se denomi-
na fetiches bárbaros. No se nos había ocurrido museo había sido posterior–, he hizo res-
que aquí se expresaba un arte instintivo. ¡Las tres ponsable de su pintura al arte ibérico. La
esculturas africanas en el bar de Argenteuil me discusión de si su “periodo negro” comen-
decían otra cosa muy diferente! Estaba profunda- zó con esa pintura de 1907 o no, persiste
mente conmocionado. Le pedí al tabernero que
hasta nuestro días. En todo caso, antes de
me las vendiera. Primero, se negó. No renuncié
a mi deseo y después de negociar, de negativas y “las señoritas” ya había visto la máscara
de argumentaciones, me las dio, con la condición donde Derain. Amigos del artista, quienes
de que pagara una ronda de buen vino tinto. Me presenciaron la realización de la pintu-
quedé con las tres estatuas. Un tiempo después, un ra durante varios meses, confirmaron la
amigo de mi padre a quien le había mostrado mi
influencia africana: “una mañana las caras
adquisición, se ofreció a darme otras piezas de su
pertenencia. Su esposa siempre había querido tirar de las figuras se habían vuelto parecidas a
aquellas monstruosidades a la basura. Lo visité y los ídolos sonrientes del Congo”, observó
recogí una gran máscara blanca y dos estupendas Marcel Adéma. Sea cual fuera el caso, el
estatuas de Costa de Marfil. Colgué la máscara cuadro rompió con las formas que traía y
sobre mi cama. Estaba encantado y a la vez con-
marca un cambio en la pintura moderna.
fundido: el arte negro se me presentaba en su gran
primitivismo y en su total grandeza. Cuando llegó Siguieron los trabajos del “periodo negro”
Derain y miró la máscara, se quedó sin habla. Le con la “Bailarina” que recuerda a los

8
ARTES PLÁSTICAS Revista 28(57), 2005

vigilantes fúnebres de los Ba-Kota, y la


“Cabeza”, inspirada por las máscaras de
Costa de Marfil. (Figs. 1, 2 y 3).

Cinco años más tarde, Picasso


rompe con la plástica de hasta ese
momento. La nueva corporeidad no se
alcanza mediante abundancia formal,
sino mediante la unión entre distintos
planos derivados unos de otros. Aquí, el
ejemplo clave es la naturaleza muerta
“Guitarra y botella”, de 1913, com-
puesta de hojalata, papel y alambre
metálico (Fig. 4). La particularidad más
importante es que el hueco de resonan-
cia de la guitarra no está representado
por una hoquedad, sino por un cilindro
que sale. En su libro El camino hacia el
cubismo, el comerciante de arte Daniel-
Henry Kahnweiler se refiere a esa inven-
Fig. 2: Picasso. Dríade. Óleo sobre lienzo, 185 x 108 cm.
sión de Picasso: 1908.

Fig. 3: Figura del pueblo Kota,


Fig. 1: Picasso. Cabeza de mujer. Acuarela. 32 x 24 cm. París, de Gabón. Madera y metal.
1908. Altura 56 cms.

9
Revista 28(57), 2005 ARTES PLÁSTICAS

Fig. 4: Picasso. Guitarra.


Chapa de hierro y alambre.
77,5 x 35 x 19,3 cm. París,
1912.

“el nuevo método de una acumulación formas que para


de Picasso permi- nosotros son símbolos naturales, se
te “representar” la
corporeidad de los
puede representar algo perfectamente
objetos y su ubica- comprensible. (Fig. 6)
ción en el espacio,
en lugar de simular-
la mediante recur-
sos ilusionistas. Se
trata de una forma
de representación
algo parecida al
dibujo geométrico
cuando se refiere a
la representación de
un cuerpo. Ambos
tienen un objetivo:
mostrar un cuerpo tri-
dimensional sobre una
superficie bidimensional.”

El ejemplo lo tenía Picasso en su


estudio (Fig. 5): una máscara de los
Grebo, una tribu Kru, de Liberia y de
Costa de Marfil. Aquí se reproduce
la cara mediante un plano, sobre el
que la levantada frente y la también
levantada boca –ambas a base de
elementos cubistas– la nariz es una
tablita vertical, a cuyos ambos lados
cilindros o conos truncados sobresa-
len como ojos. Una cara es construida
con base en puros elementos geomé-
tricos, cada uno existiendo en sí mis-
mo pero que en la suma configuran
una unidad. Esa unidad es más enér-
gica, en tanto no es copia de la natu-
raleza y, sin embargo, representa algo
natural. Se graba con especial fuerza
por ser del tipo de cara que todos,
cuando éramos niños, dibujábamos. Fig. 5: Máscara de los Grebo, un pueblo Kru de Liberia y
Picasso aprendió de esa máscara que, de Costa de Marfil.2

10
ARTES PLÁSTICAS Revista 28(57), 2005

La euforia por lo negro en los todo, los pintores alemanes del grupo
“Die Brücke”. Ellos no lo analizaron y
veinte lo tradujeron en formas nuevas como
Picasso; se embriagaron con él; encon-
En abril de 1920, cuando la revista traron esencias emparentadas y un
Action preguntó opiniones acerca del poder espiritual, una fuerza enigmática.
arte negro, Juan Gris respondió: Le atribuyeron una especie de horror
sagrado, del miedo ante la hostilidad
“Las esculturas negras nos dan la prueba manifiesta del mundo. Así se expresa el escritor de
de que un arte anti-idealista es posible. Animados temas en arte y novelista Carl Einstein
por el espíritu religioso, estos traba- en su obra La plástica negra,
jos son expresiones distintas y del año 1915:
exactas de principios elevados
y de ideas comunes. ¿Cómo no “Quisiera llamar a la máscara el éxta-
poder reconocer un arte que, sis detenido, incluso tal vez el medio
por ese medio, consigue que siempre dispuesto a estimular mons-
lo comunitario se vuelva per- truosamente al éxtasis, en tanto allí
sonal y que lo logre, en cada está fijado el rostro del poder o del
ocasión, de un modo distinto? animal adorado.”
Por eso está en contraposición
con el arte griego que, en su Muchos años más tarde,
búsqueda por el tipo ideal, se André Malraux se acercó a la
apoya consecuentemente en el
esencia de la máscara:
individuo.”
“La máscara africana no es la fijación
Se observa que surge, de una expresión humana, es un
poco a poco, más com- fenómeno, una visión. El escultor no
prensión de la esencia le da forma a un fantasma des-
del arte negro, inclu- conocido sino que lo despierta
mediante su geometría. Su
so cuando la época máscara no surte tanto un
se ocupaba toda- efecto en la medida en que
vía de este arte se asemeja a una persona.
con sentimenta- Las máscaras zoomorfas
lismo y gusto no son animales. La
máscara de un antí-
por el exotis- lope no es un antí-
mo. Uno de lope sino el espíritu
los más gran- del antílope, todos
des malenten- los antílopes. Y es su
didos fue inter- estilo, el que la con-
vierte en espíritu.”
pretar el arte
negro como expresio-
nismo; malentendido en Fig. 6: Máscara de los Grebo, un
pueblo Kru de Liberia y de Costa de
el que contribuyeron, sobre Marfil.

11
Revista 28(57), 2005 ARTES PLÁSTICAS

Fig. 7: Máscara del pueblo Lega, de


Zaire. Madera y pigmentos cromáticos.
28.5 x 15,5 x 4.5 cm.

El libro “La obra plástica de los bárbaros está


de Einstein llena del calor infernal y la furia de
la Tierra.” –“Ese es el destino de los
fue la pri- salvajes: su forma es documento de
mera publi- lo natural, no astucia del estilo.
cación acerca Los salvajes saben cómo hacerlo,
del arte afri- es decir, pisar bajo su determinación
cano; un traba- o tener el anhelo”. “Entre el escultor
y su objeto sólo existe una fuerza
jo textualmente sexual. La raíz de manos moldeado-
corto, de contenido ras crece hacia abajo en los lomos
especializado poco del acuclillado y del arrodillado. Al
sólido, pero de especial principio es naturalmente tensión,
importancia estética, en naturaleza tirante. Lujuria por el
arte, esa es la verdadera fuerza.”
el que se contestan muchas
preguntas que se formulan Estos autores, que también
artistas interesados y laicos. Las inundaban revistas con sus imper-
reproducciones no contemplan nin- turbables artículos especializados,
gún tipo de datos acerca de las tribus tienen un mérito: reprodujeron
y se incorporaron por error algunas máscaras y esculturas que col-
piezas del océano Pacífico. En la gaban, sin ser vistas, en
nueva edición, del año 1920, el mis- museos o que yacían guar-
mo autor lo reconoce: dadas en los depósitos, y las hicieron
“Cuando uno se ocupa por largo tiempo del arte accesibles a un público más amplio. En
africano, se fortalece así el sentimiento respetuoso la medida en que escribían cosas erra-
de penosa inseguridad y se tiene el deseo de vol- das acerca del arte negro, también lo
verse uno cada vez más cuidadoso.” popularizaron.
Esta razonable frase que tiene tan- Aquí no podemos enumerar los
ta validez hoy como en su época, era libros y escritos que aparecieron en
desconocida para los autores apresu- los años del “boom” del arte negro. En
rados y para los escritores esteticistas, Francia, se discutieron los problemas
quienes, después de Einstein, sacaron de este arte en el “Cahiers d´Art”, en
al mercado libros ilustrados de asuntos los Estados Unidos en “The Arts” y en
exóticos. Mezclaban el océano Pacífico “Art and Decoration”. Con el ejército
con África, le decían a todo “fetiche” y norteamericano llegó el Jazz a Europa
a muchas cosas “Congo”, y producían en 1917, los dadaístas celebraron en el
tomos ilustrados provistos de prólogos en Cabaret Voltaire un negrismo provoca-
los que había mucho, y nada. El repre- dor; con Tam Tams y canciones de los
sentante típico de este tipo de literatura negros conmocionaron a los visitan-
sobre África es Wilhelm Hausenstein, en tes. A mediados de los años veinte, la
cuya obra Bárbaros y Clásicos aparecen Revue nègre vivió su punto culminante
oraciones tales como estas: en París, cuando presentó una estrella

12
ARTES PLÁSTICAS Revista 28(57), 2005

que, a su modo, también que un año más tarde se Rattray. Un poco más tar-
contribuyó con el enten- incorpora al Museo de de se publican los clá-
dimiento del arte negro: Arte de Brooklyn. En ese sicos Escultura africana
Josephine Baker. mismo año se presenta, en la figura de madre y
La primera exposi- en París, el ballet sueco niño, de Oskar Nuoffer,
ción de arte negro fue- “La création du Monde”, y Escultura religiosa de
ra de un museo, tuvo basado en un tema negro- los pueblos rudimenta-
lugar en la galería pari- africano de Cendrars, rios, de Ernst Vatter. El
sina Devambez. El libro el autor de Anthologie artículo El arte africano
que escribieron para ella nègre, una compilación de Paul Germann, en el
Henri Clouzot y André de literatura africana de sexto tomo del manual
Level, se titula simple- tradición oral. Fernand de historia del arte de
mente L´art nègre et l´art Léger realiza las esceno- Springer fue, hasta ese
océanien, y es el primer grafías y el vestuario, en momento, la enseñanza
libro en francés sobre este los que copia con exac- más sólida en ese campo.
tema. También en Francia titud máscaras de Costa Un año después de su
se publica mucho, tanto de Marfil. Este ballet es aparición en 1929, en la
que en la encuesta de la un evento importante en casa de subastas y de arte
revista Action (del que ya la popularización del arte internacional de Berlín se
citamos la respuesta de negro. Con su estreno, el subastó, por primera vez,
Juan Gris) Cocteau res- 25 de octubre de 1923, arte negro.
ponde, en forma corta y en el Teatro Campos En 1927, se realizó
convincente: “la crisis de Elíseos, una importante una importante subasta
lo negro es tan aburrida representación teatral en en París, cuyos provee-
como el fanatismo japo- París está marcada por la dores no se conocen. Los
nés de Mallarmé.” Sin mitología africana. Eso precios del 20 de mayo de
embargo, con esto no se fue tan importante como 1927 parecen hoy fabulo-
vuelve él en contra del el estreno de “Le sacre du sos. Se podían obtener
arte africano sino contra printemps” de Stravinski, pequeñas esculturas en
el fenómeno al que él el 29 de mayo de 1923, marfil del Congo, algunas
llama “crisis”: la adora- donde el ballet ruso había de Ba-Congo y otras de
ción por el arte africano interpretado ritos y mitos Ba-Lega, de entre 6 y 15
convertida en moda. de la Europa pagana. centímetros de altura, por
En 1921, se muestran Algunos libros etnológi- 65 y hasta 150 francos.
esculturas africanas en la cos esenciales aparecie- Una pulsera de marfil
XIII Exposición de Arte ron en 1923, como El costaba, por el contrario,
Internacional de Venecia. África desconocida de alrededor de 300 francos,
En 1922, hay una expo- Leo Frobenius, y Religión lo que, comparado con el
sición en la Galería y arte de los Ashanti poder adquisitivo, resulta
Brummer, de Nueva York, de Robert Sutherland hoy incluso más barato.

13
Revista 28(57), 2005 ARTES PLÁSTICAS

A un par de grandes figuras del pueblo En la subasta de la colección Miré,


Baule (1,10 m) que portaban bandejas del 16 de diciembre de 1931, se alcan-
sobre sus cabezas, se le adjudicó 1.050 zaron más de una vez sumas de cinco
francos; una máscara blanca de cuatro cifras. El prólogo del catálogo ricamen-
caras, del pueblo Fang, alcanzó los te decorado fue escrito por Georges-
1.250 francos; un fetiche grande (51 Henri Rivière, subdirector del Museo
cm.) y bellamente trabajado del pueblo Trocadero, quien además hizo los sor-
Ba-Teke, llegó a los 2.300 francos. Una prendentemente precisos comentarios
colección de 15 bellos pesos de oro de cada una de las piezas. En su prólogo
con representaciones figurativas cambió se refiere a los museos como los “tristes
de dueño por 690 francos. Cuatro años cuarteles del arte en los que cada ocu-
más tarde los precios ya habían subido, pante lleva su nombre sobre el pecho.”
tal vez porque los objetos provenían de Escribe sobre el descubrimiento del arte
dos colecciones cuyo dueño, entre los africano gracias a los artistas y que eso
africanos, era conocido. tiene que lastimar, antes que todo, a
Los días 2 y 3 de julio de 1931, se un encargado de museo, dado que este
realizó en París, en el salón Nº 9 del arte hubiera podido ser descubierto por
Hotel Drouot, la subasta de la colec- cualquiera, en cualquier momento. Por
ción de los escritores André Breton último, lamenta que el Museo Trocadero
y Paul Eluard. Entre los 30 objetos no tenga suficiente dinero para poder
africanos –como surrealistas, ambos se adquirir unitariamente esa colección. En
habían interesado más por Oceanía–, esto, los tiempos no han cambiado.
la figura inclinada de un hombre, de la Se subastaron algunos objetos de los
tribu Bamileke del Grasland kamerunés, que pertenecen al inventario de láminas
alcanzó con 14.000 francos el precio de casi cualquier libro sobre África: la
más alto. Fue adquirida por el barón máscara de marfil de 19 centímetros de
von der Heydt y hoy se encuentra alto, de la agrupación de culto Miwami
en el Museo Rietberg, en Zürich. Para del pueblo Ba-Lega, ubicada en la
aquellos tiempos, la suma fue muy alta. “colección Picasso”, a la que se le adju-
A una lámina de Benin, si bien algo dicaron 17.300 francos. El apoyo para
dañada, con la figura intacta de un la nuca, tallado en marfil del pueblo Ba-
joven, de 37 centímetros de alto, se le Luba, alcanzó los 15.500 francos. Pasó a
adjudicaron 7.000 francos. Una figura formar parte de la colección de Charles
del pueblo Fang muy antigua, de belle- Ratton. A la colección de Jacob Epstein
za formal pero simple, cuyas piernas se unió una poderosa figura del pueblo
habían sido totalmente devoradas por Fang, conocida como “Chef-d´oeuvre”
las ratas, alcanzó 3.200 francos. Un en el arte africano, de 70 centímetros de
custodio fúnebre muy rico, del pueblo alto, con un peinado de trenzas (como
Ba-Kota, de la región de Makoku, se las que tienen en parte las cabezas
vendió en 1.150 francos. de los Fang), que descienden hasta la

14
ARTES PLÁSTICAS Revista 28(57), 2005

Fig. 8: Máscara del pueblo Fang,


de Gabón. Madera y pigmentos
cromáticos. 65 cm. de alto.

condiciones Por qué el arte


que ha sido, africano es hoy
igualmente,
reproduci-
tan apreciado
do en diver- Cuando para las
sos libros, se Olimpiadas de 1972, en
pagó la suma la muy polémica exposi-
de 3.050 fran- ción “Culturas del mundo
cos, no mucho y arte moderno”, en la
en compara- “Haus der Kunst” (Casa
ción con los del arte) de Munich, se
otros precios confrontaron los traba-
como el caso jos africanos con los del
de los 3.000 modernismo, se sacaron
francos que muchas conclusiones
fueron pagados superficiales. Se comparó
por una pun- una cabeza del Grassland
ta de lanza de camerunés con un bronze
mitad bronce, de 23 de Matisse y se alabó el
de la centímetros de expresionismo de ambas
e s p a l- largo, del pue- piezas. Se pudo observar
da. Los
blo Bamum. Un el cubismo en una másca-
29.325
custodio fúne- ra del Congo y en los cua-
francos
bre del pueblo dros de Picasso. La gente
que se die-
Ba-Kota de cara miraba asombrada un feti-
ron por ella
fueron, hasta doble, una cón- che con clavos y una figu-
ese momento, cava y la otra en ra de Armand Fernández
la suma más relieve, alcanzó Arman, construida con
alta pagada por 1.520 francos. (...) base en revólveres y pis-
un objeto africa- En vista de que los tolas soldadas entre sí.
no. Por algunos her- franceses eran un pueblo Y cuando el observador
mosos vasos-cabeza del ahorrativo, el franco tenía asociaba obras de dife-
pueblo Ba-Luba se paga- una alto poder adquisitivo rente origen y de distin-
ron entre 1.500 y 3.700 en el país. El salario anual ta determinación, con
francos; por un peso de de un maestro de escuela un denominador estéti-
oro con forma de leopar- alcanzó los 21.000 fran- co común a causa de la
do se pagaron 460 fran- cos. Francia se convirtió externa y con frecuencia
cos. Por una máscara del en un país caro hasta des- engañosa similitud, sin
pueblo Dan, con un enor- pués de la Segunda Guerra considerar el trasfondo,
me peinado en perfectas Mundial. incluso así y ya con sólo

15
Revista 28(56), 2005 ARTES PLÁSTICAS

Fig. 9: Máscara miniatura


del pueblo Dan, Liberia y
Costa de Marfil. Madera.
15.5 cm. de alto.

eso la exposición en su época, Josephine Baker logró


logró mucho, en superar infinidad de obstáculos y posi-
lo que a la com- cionarse en el mundo del espectáculo,
prensión del arte hasta lograr reconocimiento mundial.
africano respecta. Inició su carrera a la corta edad de
Justamente aquellos 13 años. De Broadway saltó a Europa,
que hasta entonces y actuó en París con gran éxito en la
sólo creían en la cul- Revista Negra del Teatro de los Campos
tura occidental y que Elíseos y, posteriormente, en el Folies
trabajosamente habían Bergere. Huyendo de la discriminación
logrado una compren- contra los negros que había experimen-
sión más o menos profunda del moder- tado en su tierra natal, decide perma-
nismo, reconocieron como arte, de una necer en Francia, país que la acoge y
vez por todas, las esculturas y las más- distingue hasta el final de sus días.
caras que hasta entonces habían subva-
lorado en colecciones antropológicas Brancusi, Constantin (1876-1957).
y que, cuando mucho, consideraban Escultor rumano cuya obra, en sus ini-
recuerdos de viajes. Incluso cuando cios, estuvo muy influida por la escultu-
sólo fuera porque se encontraban en ra africana y por los objetos campesinos
vecindad con los, para ellos, carísimos de su patria natal. En 1904 se establece
Picassos, Kirchners y Klee. La vecindad, en París.
sin embargo, ofreció el ángulo visual
que tal vez era necesario para recono- Breton, André (1896-1966). Escritor
cer, por primera vez, el arte africano. Es y poeta francés, uno de los fundadores
así como muchos coleccionistas logran de la escuela surrealista.
llegar hasta el arte africano, gracias a
su similitud con el arte moderno. Por Cendrars, Blaise (1887-1961).
lo demás, también se da la feliz coin- Escritor francés de origen suizo.
cidencia de que tanto el arte moderno,
como el africano, van bien con el estilo Cocteau, Jean (1889-1963). Escritor
de vivienda actual. francés autor de poesías, novelas, obras
teatrales y cinematográficas.
Personas que se mencionan
en el texto (notas del traductor): Derain, André. (1880-1954). Pintor
francés representante del “fauvismo”.
Baker, Josephine (1906-1975).
Artista negra nacida en St. Louis, Eluard (Eugène Grindel, conocido
Missouri. A pesar de los tremendos pre- como Paul, 1895-1952). Poeta francés, uno
juicios y prohibiciones para los negros de los fundadores del grupo surrealista.

16
ARTES PLÁSTICAS Revista 28(56), 2005

Fernández Arman, Armand. Artista del cubismo. A él se debe la expresión


plástico contemporáneo, nacido en “cubismo analítico”.
Francia en 1928 y nacionalizado nor-
teamericano en 1972. Muy conocido Kirchner, Ernst Ludwig (1880-1938).
por sus obras experimentales en pintura Pintor expresionista alemán miembro de
y escultura. Acostumbrado a llevar la la agrupación “Die Brücke”.
contraria a las corrientes establecidas,
ha practicado el arte casual y la crítica Klee, Paul (1879-1940). Pintor ale-
fina al mercado del arte. mán nacido en Suiza, de reconocida
riqueza creativa. Incursionó en la pintu-
Frobenius, Leo (1873-1938). ra surrealista y la abstracta.
Investigador alemán de asuntos africa-
nos y uno de los primeros europeos en Léger, Fernand (1881-1955). Pintor
reconocer el valor histórico de África y cubista francés, representante del
su equivalencia con el resto de culturas, “Cubismo orfístico” u “Orfismo”. El
cuando todavía se consideraba un con- orfismo fue anunciado en 1912 por
tinente sin historia. Su primer trabajo Apollinaire, un gran amigo de Picasso,
científico: Origen de las culturas afri- como un tipo de “pintura pura”, en el
canas, apareció en 1898. Ese mismo año que el sujeto del todo no cuenta.
fundó, en Berlín, el “Archivo africano”.
A partir de 1904 llevó a cabo gran can- Malraux, André (1901-1976).
tidad de expediciones científicas en dis- Escritor y político francés autor de nove-
tintas regiones del continente africano. las y de obras de estética. (Las voces del
En 1920, el Archivo africano se traslada silencio).
a Munich, donde cambia su nombre por
el de “Instituto de morfología cultural”. Matisse, Henri (1869-1954). Pintor
No obstante, no fue sino hasta el año fauvista francés.
1925, cuando se traslada a Frankfurt,
que su proyecto alcanza reconocimien- Picasso, Pablo Ruiz (1881-1973).
to y recibe un financiamiento seguro. Artista plástico español. Su obra “Las
En 1932 es galardonado con el título de señoritas d´Avignon”, claramente influi-
“Profesor honorario” de la Universidad da por el arte africano, marca el cambio
de Frankfurt. Desde 1946 el Instituto, que rompe con la tradición naturalista
ubicado en Frankfurt, lleva su nombre. del arte occidental.
(http://www.frobenius-institut.de)
Stravinski, Igor (1882-1971).
Gris (José Victoriano González, cono- Compositor ruso, naturalizado norte-
cido como Juan. 1887-1927). Pintor espa- americano. Autor de poemas sinfónicos,
ñol nacido en Madrid, figura importante ballets, sonatas y conciertos.

17
Revista 28(56), 2005 ARTES PLÁSTICAS

Vlaminck, Maurice (1876-1958). Pintor Honour, Hugh y John Fleming


francés representante del “fauvismo”. 1992 Weltgeschichte der Kunst.
Prestel Verlag: München.
Notas
Daix, Pierre
* Eugenio Murillo Fuentes. Docente de 1979 El cubismo de Picasso. Editorial
la Escuela de Artes Plásticas. Máster en Blume: Barcelona.
Comunicación Visual. Escuela Superior de
Diseño de Offenbach (a. M. Alemania). Klever, Ulrich
Máster en Literatura, Universidad de
1975 Bruckmann´s Handbuch der
Costa Rica.
afrikanischen Kunst. Bruckmann
1. Ulrich Klever, profesor alemán. Verlag: München.

2. Con excepción de la figura 5, los demás Phillips, Tom


ejemplos ilustrativos y documentales, han 1996 Afrika. Die Kunst eines
sido incorporados por el traductor, al igual Kontinents. Prestel Verlag:
que los textos destacados en letra negrita. München.

Warncke, Carsten-Peter
Bibliografía 1998 Pablo Picasso. Editorial Taschen:
Bazin, Germain Colonia.
1976 Historia del arte. De la prehis-
toria a nuestro días. Ediciones
Omega S. A.: Barcelona.

18

También podría gustarte