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Qué es
Incidencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en las últimas décadas ha
aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo. Según las
estimaciones, se producen 390 millones de infecciones cada año, de los cuales se
manifiestan clínicamente (el resto son asintomáticos) 96 millones.
Las regiones del mundo en las que se registran más casos son Centroamérica, Caribe,
norte del Cono Sur, sudeste asiático y subcontinente indio.
Causas
El virus del dengue se propaga por mosquitos hembra, principalmente de la
especie Aedes aegypti y, en menor medida, A. albopictus. Además, estos mosquitos
también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus
de Zika.
Se ha descrito algún caso de transmisión sexual, pero es muy poco frecuente. La forma
de contagio mayoritaria es a través de la picadura de mosquitos.
Síntomas
Fernando de la Calle, facultativo especialista en Medicina Tropical y del Viajero
del Hospital La Paz-Carlos III (Madrid), describe de la siguiente forma las principales
manifestaciones del dengue: "Es un cuadro febril con erupción cutánea y dolores
musculares, entre otras. Los síntomas del dengue se inician después de un período de
incubación que puede variar de cinco a ocho días tras la picadura y las personas suelen
presentar:
• Fiebre alta.
• Náuseas y vómitos.
• Erupción en la piel.
• Debilidad general.
• Dolor de garganta.
Prevención
Desde la OMS afirman que la única manera para controlar o prevenir la transmisión del
virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores:
• Es fundamental mantener el ordenamiento del medio ambiente para evitar que los
mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos.
• Limpiar y vaciar cada semana los recipientes en los que se almacena agua para el uso
doméstico. Además, aplicar insecticidas adecuados a los depósitos en los que guarda
agua a la intemperie.
• Por otro lado, en las zonas más afectadas por los mosquitos transmisores se
deben utilizar mosquiteras en las ventanas y usar ropa de manga larga.
Tipos
Existen dos tipos de dengue:
• El dengue clásico, que no suele presentar muchas complicaciones, ya que el organismo
tiende a recuperarse por completo con los cuidados adecuados.
Diagnóstico
Existen varios exámenes que se pueden hacer para confirmar el diagnóstico de esta
enfermedad, como un examen de laboratorio para medir el nivel de anticuerpos a
través de una muestra de sangre, un hemograma completo o pruebas de la función
hepática.
Pero, aunque el diagnóstico definitivo se hace en el laboratorio, la detección inicial de
las personas infectadas depende de la evaluación clínica de los síntomas que
presenten. A este respecto, Fernando María Navarro Pellicer, máster en Medicina
Tropical y Enfermedades Parasitarias y miembro del Grupo de Enfermedades
Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG),
resalta que la sintomatología del dengue "es semejante a una gripe, pero se distingue
por un mayor dolor muscular, adenopatías sin aumento del bazo y sí del hígado, dolor
ocular, fotofobia y disociación del pulso (es decir, pulso poco elevado para una fiebre
alta". Además, agrega que "a los seis días puede aparecer un exantema ligero" y que la
convalecencia "es larga y con astenia".
Tratamientos
Los expertos afirman que no hay tratamiento específico para el dengue. No obstante,
es esencial la asistencia por parte de los médicos y enfermeras que tienen experiencia
con los efectos y la evolución de la enfermedad, para salvar vidas y reducir las tasas de
mortalidad.
En términos generales, el tratamiento para las formas benignas se hace
con antiinflamatorios, antipiréticos y reposo. En las formas graves se repone el
equilibrio electrolítico y si hay hemorragia puede precisarse una transfusión de sangre
y el control del número de plaquetas.
Otros datos
El mejor conocimiento del dengue, las medidas preventivas individuales y colectivas y,
en palabras de Navarro Pellicer, "la aplicación de una vacuna en zonas epidémicas",
son las principales bazas para atajar el avance de esta enfermedad.
En lo que se refiere a la vacuna, el experto de la SEMG precisa que la OMS "ha
autorizado una vacuna llamada Dengvaxia y hay otras en estudio. La vacuna se reserva
para zonas con índices epidémicos altos".
Neumonía en niños
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es la inflamación de los pulmones provocada por bacterias, virus o
irritantes químicos. Es una infección o inflamación grave en la que los sacos de aire se
llenan de pus y de otros líquidos.
• Neumonía lobulillar. Afecta a una o más secciones (lóbulos) de los pulmones.
• Neumonía bronquial (o bronconeumonía). Afecta por zonas a ambos pulmones.
Causas
• Parásitos
• Toxinas químicas
• Fármacos o sustancias
Virus
Los virus son la causa más frecuente de gastroenteritis en los países desarrollados.
Los virus que causan con más frecuencia la gastroenteritis son
• Astrovirus
• Adenovirus
Los niños, por lo general, contraen la gastroenteritis vírica por contagio de otros
niños que la han tenido o que han estado expuestos a ella, como en guarderías,
escuelas y otros lugares concurridos. La gastroenteritis vírica es muy contagiosa y se
transmite con especial facilidad de niño a niño.
• Vómitos
• Diarrea
• Fiebre
• Inapetencia
Complicaciones de la gastroenteritis
La complicación más frecuente de la gastroenteritis grave es
la deshidratación (cantidad insuficiente de líquido en el cuerpo), que se produce por
la pérdida de una gran cantidad de líquidos a través de los vómitos y las heces. Los
niños con deshidratación leve tienen sed, pero los gravemente deshidratados están
apáticos, irritables o adormilados (aletargados).
Los lactantes son mucho más propensos que los niños mayores a deshidratarse y
desarrollar complicaciones graves. Los lactantes que están deshidratados precisan
atención médica inmediata.
Sin embargo, puede ser difícil estimar la diuresis en los niños que usan pañales y que
están teniendo evacuaciones acuosas frecuentes. Es más fácil identificar una
disminución del paso de orina (diuresis) y una sed excesiva en los niños mayores.
Diagnóstico
Prevención
Se dispone de dos vacunas para prevenir la infección por rotavirus como parte
del plan de vacunación infantil recomendado. Las vacunas actuales contra el
rotavirus no se asocian a la invaginación intestinal (un grave problema del intestino),
como ocurría con la vacuna original. Las vacunas contra el rotavirus han disminuido
las infecciones por rotavirus en un 60 a 90%.
Se debe enseñar a los niños con edad suficiente a lavarse las manos y evitar
alimentos almacenados de forma inadecuada y agua contaminada. Una buena
recomendación general es mantener fríos los alimentos que se consumen fríos y
calientes los que se consumen calientes. La comida preparada para su consumo se
debe ingerir en el intervalo de una hora.
Los lactantes y los niños con inmunodeficiencia no deben tocar reptiles, aves o
anfibios porque estos animales habitualmente son portadores de la
bacteria Salmonella y la infección en estos niños es más grave.
Los padres pueden prevenir enfermedades transmitidas por aguas recreativas al no
permitir a sus hijos nadar en aguas públicas si tienen diarrea. Si el niño usa pañales,
estos se deben revisar con frecuencia para ver si contienen heces y se deben cambiar
en un área que no esté cerca del agua. Los padres deben enseñar a sus hijos a evitar
tragar agua cuando nadan.
¿Sabías que...?
• Cerca de 2 millones de niños mueren cada año de diarrea causada por una
gastroenteritis.
Tratamiento
Rehidratación
Hay que animar a los niños a beber líquidos, aunque sea en cantidades pequeñas y
frecuentes. Los lactantes deben continuar con la lactancia materna o con la lactancia
artificial además de administrárseles una solución electrolítica oral (solución de
rehidratación oral, disponible en polvo o en líquido en farmacias y en algunas tiendas
de alimentación). No deben administrarse a los lactantes y niños pequeños zumos,
refrescos, bebidas carbonatadas, tés, bebidas deportivas y bebidas que contengan
cafeína. Estas bebidas pueden contener demasiado azúcar, que puede empeorar la
diarrea, y contener muy pocas sales (electrólitos), que son necesarias para reponer
las que ha perdido el cuerpo. Para los adolescentes, las bebidas deportivas son
preferibles a los zumos y refrescos por su menor contenido en azúcar, aunque tienen
menor cantidad de electrólitos que las soluciones electrolíticas orales. El agua
corriente no es ideal para tratar la deshidratación en niños de cualquier edad, ya que
no contiene sales.
En el niño con vómitos deben administrarse frecuentemente pequeñas cantidades
de líquido para contribuir a evitar la deshidratación. Los padres deben ofrecer al niño
unos sorbos de líquido. Si no lo vomita, se repiten los sorbos cada 10 o 15 minutos,
aumentando la cantidad hasta unos 30 o 60 mL tras una hora o más y de forma
creciente según su tolerancia. Estas cantidades mayores se le dan con menor
frecuencia, aproximadamente cada hora. Los líquidos se absorben muy rápidamente,
de modo que si el niño tarda en vomitar más de 10 minutos después de beberlos, la
mayor parte de los mismos han sido absorbidos y debe continuarse su
administración. La cantidad de líquido que se debe dar al niño en un periodo de 24
horas depende de su edad y su peso, pero generalmente debe ser más o menos
entre unos 100 mL y unos 170 mL de líquido por cada kilogramo de peso del niño. Si
el vómito y la diarrea del niño disminuyen, los padres pueden intentar alimentarle
con una dieta normal al día siguiente. No se deben administrar las soluciones de
electrólitos solas durante más de 24 horas debido a los posibles problemas asociados
a una insuficiente ingestión de nutrientes.
Los niños que tienen diarrea pero con pocos vómitos deben ingerir más líquidos
para compensar la cantidad de líquido perdida con la diarrea. Pero, a diferencia de
los niños con vómitos, se les puede administrar una mayor cantidad de líquido de
una vez y se les alimenta con una dieta normal. Sin embargo, si el niño sufre una
diarrea importante, probablemente habrá que reducir el consumo de productos
lácteos (que contienen lactosa). La gastroenteritis grave disminuye la capacidad del
niño para la absorción de la lactosa, resultando incluso en una intensificación de la
diarrea.
Los niños que no pueden tolerar ni siquiera pequeños sorbos de líquido o que tienen
signos de deshidratación grave (como sopor, boca seca, falta de lágrimas y ausencia
de orina durante 6 horas o más) están en peligro y deben ser examinados por un
médico inmediatamente. Los niños que no presentan estos signos pero cuyos
síntomas duran más de 1 o 2 días deben acudir al médico. Si la deshidratación es
grave, el médico puede administrar al niño líquidos por vía intravenosa (IV).
Fármacos o sustancias
Los medicamentos antidiarreicos (como la loperamida) no se suelen recomendar
para los niños a menos que sean recetados por un médico porque existen pocas
pruebas de que sean beneficiosos y, en cambio, pueden causar complicaciones.
A los niños con vómitos graves se les pueden administrar ciertos medicamentos que
alivian el vómito (como ondansetrón) por vía oral o intravenosa.
Probióticos
Los probióticos son microorganismos como las bacterias que se encuentran de forma
natural en el cuerpo humano y que estimulan el crecimiento de las llamadas
"bacterias buenas". Los probióticos también se encuentran en los alimentos y se
pueden tomar como complementos. El consumo de probióticos, como el
Lactobacillus (presente de forma habitual en el yogur), puede reducir ligeramente la
duración de la diarrea (incluso en 1 día) si se empiezan a tomar poco después del
inicio de la enfermedad. Sin embargo, es probable que los probióticos no prevengan
las consecuencias más graves de la gastroenteritis, como la necesidad de líquidos por
vía intravenosa o la hospitalización.
EL AUTISMO: DEFINICIÓN, SÍNTOMAS E INDICIOS
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del
desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que
perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello
que les llama la atención para compartirlo con los demás).
• Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas,
jugar a coches como si fueran de verdad, etc.).
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del
interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No
acostumbran a realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los
dobles sentidos ni las metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener
hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe
poca sensibilidad al dolor.
• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar
de un déficit auditivo.
• Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos.
• Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto
estimulantes como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o
caminar de puntillas entre otros.
• Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no
entienden qué les pasa. Son la pieza del puzle que no sabe acoplarse ni
encajar en el tablero social.
Es posible que los síntomas leves no se reconozcan hasta que el niño sea mayor o
tenga problemas:
• al formar amistades
• en el juego simbólico o de simulación (jugar a ser otra persona)
• en saber cómo actuar en distintas situaciones sociales
• por intereses inusuales e intensos en temas o actividades específicos
No hay dos personas con TEA que tengan los mismos signos y síntomas. Hay muchas
cosas que pueden influir, como los retrasos en el lenguaje, los problemas de
razonamiento y de aprendizaje y los desafíos en su forma de comportarse. Por este
motivo, el autismo se describe como un "espectro."
Si detectan en el niño rasgos que les preocupan, sugerirán la evaluación completa del
niño. Esta suele implicar la participación de un equipo de expertos. El equipo puede
incluir a:
Otras cosas, como los problemas que ocurren durante el embarazo o en el parto,
también podrían desempeñar un papel. Muchos niños con TEA también tienen
discapacidades intelectuales.
Hasta los 3 años de edad, algunos niños se pueden beneficiar del tratamiento a través
del programa de intervención precoz de su estado. Las familias trabajan junto con un
equipo de expertos en un Plan de Servicio Familiar Individualizado (IFSP, por sus siglas
en inglés). Este plan define las metas del tratamiento y desarrolla un plan de
tratamiento.
Los niños de entre 3 y 5 años con TEA que cumplan los requisitos, se pueden beneficiar
de servicios de educación preescolar gratuitos gracias a la ley de educación para
individuos con discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). Los servicios de terapia y
educación adicional se ofrecen a través de los distritos escolares de cada localidad o de
otros centros educativos, sea en el domicilio del niño o en el aula.
Una vez que los niños comienzan Kindergarten, los padres pueden solicitar un cambio
a un programa educativo individualizado (IEP, por sus siglas en inglés) a través del
distrito escolar de su localidad. Un IEP puede incluir objetivos educativos, así como
objetivos sociales, de comportamiento y de cuidado personal. Existen servicios de
educación especial hasta que la persona cumple 21 años.
Los hospitales, los centros médicos y las clínicas que ofrecen servicios de salud a la
población infantil suelen disponer de servicios para niños con TEA. Tanto las clínicas de
salud conductual públicas como las privadas pueden disponer de servicios específicos
para niños con TEA. Centros independientes para tratar el autismo ofrecen servicios de
los que se pueden beneficiar los niños con TEA.
Informe al médico y a otros miembros del equipo de su hijo sobre cualquier otro tipo
de terapia o tratamiento que esté siguiendo o que se esté planteando seguir para
comentar con ellos sus riesgos y sus posibles efectos beneficiosos.
Si su hijo recibe el diagnóstico de TEA, hay muchos recursos y servicios de apoyo que lo
pueden ayudar. El médico y el resto del equipo que trata a su hijo los pueden orientar
en la dirección adecuada.
MALTRATO INFANTIL
• Abuso sexual. El abuso sexual infantil es toda actividad sexual con un niño, como
tocar, tener contacto oral-genital, mantener relaciones sexuales, explotarlo
sexualmente o exponerlo a material pornográfico.
Síntomas
Los signos y síntomas específicos dependen del tipo de maltrato y pueden variar. Ten
en cuenta que los signos de alarma son solamente eso, signos. La presencia de tales
signos de alarma no implica necesariamente que exista el maltrato.
• Depresión
• higiene deficiente;
• Espera que el niño le brinde atención y cuidado, y parece estar celoso de que
otros miembros de la familia reciban atención del niño
Si crees que tu hijo u otro niño sufrió maltrato, busca ayuda de inmediato. Según la
situación, comunícate con el médico o el profesional de salud del niño, una agencia
local de protección de menores, el departamento de policía o una línea de atención
telefónica disponible las 24 horas
Dermatitis del pañal
La dermatitis del pañal es una afección común que puede hacer que la piel del bebé
esté llagada, roja, escamada y dolorida. La mayoría de los casos se resolverán con
simples modificaciones en la forma de cambiar los pañales.
• Irritación. La piel del bebé puede irritarse cuando se deja un pañal puesto por mucho
tiempo y el excremento (o el pañal mismo) roza contra la piel reiteradamente.
• Infección. La orina (pis) cambia los niveles de pH de la piel y esto permite que las
bacterias y los hongos crezcan más fácilmente. Las sustancias que impiden las pérdidas
del pañal también previenen la circulación de aire y crean un ambiente cálido y
húmedo, donde las bacterias y los hongos pueden prosperar y causar una dermatitis.
• Alergias. En los bebés con piel sensible también puede aparecer un sarpullido
(erupción). Algunos tipos de detergentes, jabones, pañales (o el tinte de los pañales) o
las toallitas húmedas pueden afectar la piel sensible y provocar un sarpullido.
Además, incorporar alimentos nuevos puede cambiar el contenido del excremento y la
frecuencia en la que el bebé mueve el vientre. A veces, esto produce una dermatitis
del pañal. Y la diarrea puede empeorar un caso de dermatitis del pañal existente.
La dermatitis del pañal que dura más que unos pocos días, incluso después de
modificar la rutina de cambiar el pañal, podría ser causada por un hongo
llamado Candida albicans. Este sarpullido suele ser rojo, ligeramente elevado y tiene
pequeños puntos rojos que se propagan más allá de la parte principal de la erupción. A
menudo comienza en los pliegues profundos de la piel y puede propagarse a la piel del
frente y la espalda del bebé. Los antibióticos que reciben los bebés o una madre que
está amamantando pueden causar esto, ya que matan a la bacteria "buena" que evita
que la Candida se desarrolle.
¿Cómo se trata una dermatitis del pañal?
Para ayudar a eliminar una dermatitis de pañal, controle el pañal de su bebé a menudo
y cámbielo apenas esté mojado o sucio. Limpie suavemente el área del pañal con agua
y jabón, y séquela sin frotar. Las cremas o ungüentos que contienen óxido de zinc o
vaselina ayudan a aliviar la piel y protegerla de la humedad. Se deben untar en capas
gruesas (como la cobertura de una torta) en cada cambio de pañal.
Algunos expertos recomiendan dejar al bebé sin pañales por varias horas todos los
días, para darle la posibilidad a la piel irritada de secarse y "respirar". Esto es más fácil
si coloca a su bebé en una cuna con sábanas resistentes al agua o sobre una toalla
grande en el piso.
La dermatitis del pañal normalmente desaparece en 2 o 3 días con cuidado en el hogar,
aunque puede durar más tiempo.
¿Cómo puedo prevenir la dermatitis del pañal?
Para prevenir la dermatitis del pañal, mantenga la piel de su bebé tan seca y limpia
como sea posible y cámbiele los pañales a menudo, de manera que el excremento y la
orina no le irriten la piel.
Ponga en práctica estos consejos:
• Cambie los pañales sucios o húmedos tan pronto sea posible y limpie bien la zona.
• Ocasionalmente, remoje las nalgas del bebé con agua tibia entre cambios de pañal.
Puede tirar suavemente el agua sobre las nalgas del bebé con la mano o verterla con
una botella plástica.
• Deje que la piel del bebé se seque completamente antes de colocarle otro pañal.
• Seque la piel suavemente con un paño suave y sin frotarla; el roce puede irritar la piel.
• No le coloque el pañal demasiado ajustado para prevenir una irritación por roce.
• Cambie los pañales a menudo (lo ideal es hacerlo aproximadamente cada 2 horas) y
luego de cada movimiento de vientre.
Colocar una crema o ungüento en cada cambio de pañal puede ayudar a algunos bebés
con piel sensible, pero no todos los bebés lo necesitan.
Si utiliza pañales de tela, verifique las instrucciones del fabricante sobre la mejor
manera de limpiarlos. Solo utilice detergentes en la cantidad recomendada y realice un
enjuague extra luego de lavarlos para eliminar los restos de jabón o detergente que
puedan irritar la piel del bebé. Evite usar suavizantes para la ropa y toallitas para la
secadora, incluso estos productos pueden irritar la piel.
Algunos bebés pueden tener una erupción en la piel después de cambiar a un nuevo
tipo de pañal. Si bien los expertos no recomiendan ninguna marca en particular, si su
hijo es sensible, busque pañales sin tintes ni fragancias. Algunos bebés son sensibles a
las toallitas húmedas; el agua y un paño cumplen la misma función y pueden ser una
opción más inocua.
Los niños mayores se pueden quejar de dolor de oído, pero los niños pequeños se
pueden limitar a tocarse o a estirar de la oreja y/o bien estar inquietos y llorar más de
lo habitual.
Las infecciones de oído suelen ocurrir debido a la inflamación en una o ambas trompas
de Eustaquio (que conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta). Las
trompas de Eustaquio permiten el drenaje de las mucosidades del oído interno hacia la
garganta.
• Sus trompas de Eustaquio, más cortas y más horizontales, permite que bacterias y
virus accedan más fácilmente al oído medio. Sus trompas de Eustaquio también son
más estrechas, lo que favorece su obstrucción.
Las infecciones de oído no son contagiosas, pero los resfriados que a veces las
provocan lo pueden ser. Las infecciones de oído son frecuentes en los meses de
invierno, cuando la gente contrae infecciones de las vías altas o resfriados (un niño con
una infección de oído también puede tener síntomas catarrales, como nariz tapada o
moqueo nasal y/o tos).
Las infecciones del oído medio suelen remitir por si solas en dos o tres días, incluso sin
tratamiento alguno.
En algunos casos, la infección puede durar más (con líquido dentro del oído medio
durante 6 semanas o más), incluso después de un tratamiento con antibióticos.
Para tratar una infección de oído, los profesionales de la salud tienen en cuenta
muchos factores, incluyendo:
El tipo de otitis afecta a las opciones de tratamiento. No todas las otitis se tratan con
antibióticos. Puesto que la mayoría de las infecciones de oído remiten por si solas,
muchos médicos recomiendan el enfoque de "esperar y ver". Los niños reciben
medicamentos para aliviar el dolor (o analgésicos) sin antibióticos durante unos pocos
días para ver si la infección mejora.
Algunos niños, como los que tienen infecciones de oído recurrentes y pérdidas
auditivas duraderas o retraso del habla, pueden necesitar una intervención quirúrgica
que consiste en implantar unos tubitos en el oído. Un médico especializado en el oído,
la nariz y la garganta inserta quirúrgicamente unos tubos (llamadas tubos de
timpanostomía) en la membrana timpánica, que permiten drenar el líquido acumulado
en el oído medio. Esto ayuda a igualar la presión dentro del oído medio.
Los antibióticos pueden ser el tratamiento adecuado para aquellos niños que
contraigan muchas infecciones de oído. Sus médicos les pueden recetar antibióticos,
que deberán tomar diariamente, para ayudar a prevenir futuras infecciones. Y los
niños pequeños, así como aquellos que tengan síntomas más graves, pueden necesitar
antibióticos desde el principio.
El enfoque de "esperar y ver" puede no ser aplicable a aquellos niños que tengan otros
problemas de salud asociados, como paladar hendido, afecciones genéticas, como
el síndrome de Down, u otras enfermedades, como trastornos del sistema inmunitario.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a encontrarse mejor?
Con o sin tratamiento antibiótico, puede ayudar a su hijo a encontrase mejor
administrándole paracetamol o ibuprofeno para aliviarle el dolor y bajarle la fiebre en
caso necesario. Es posible que el pediatra también le recomiende administrarle gotas
para los oídos analgésicas siempre y cuando el niño no tenga el tímpano perforado.
En los niños con otitis media con derrame (o efusión) el líquido acumulado detrás del
tímpano puede impedir el paso del sonido, lo que puede provocar pérdidas auditivas
leves de carácter temporal, que pueden pasar desapercibidas.
Un niño con perforación del tímpano puede tener acúfenos o zumbidos de oído y no
oír tan bien como de costumbre.
Algunas elecciones relacionadas con el estilo de vida pueden proteger a los niños de
las infecciones de oído:
• Amamantar al bebé durante por lo menos seis meses puede ayudar a prevenir los
episodios de otitis durante los primeros meses de vida. Si se le da el biberón, es mejor
dárselo mientras está semiincorporado en vez de acostado.
• Evitar exponer a los niños al humo de tabaco fumado por otras personas, algo que
aumenta la frecuencia y la gravedad de las otitis.
• Tanto los padres como sus hijos se deben lavar las manos a conciencia y a menudo.
Esta es una de las formas más importantes de impedir que se propaguen
los gérmenes que, al provocar resfriados, favorecen el desarrollo de infecciones de
oído.
• Llevar al día el calendario de vacunaciones sistemáticas del niño, porque que hay
ciertas vacunas que pueden ayudar a prevenir las infecciones de oído.
Hay otras afecciones que también pueden causar dolor de oído, como la salida de los
dientes (o dentición), el hecho de tener un objeto extraño dentro del oído y
los tapones de cera. El médico de su hijo puede encontrar la causa de las molestias de
su hijo y tratarlas.