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El valor total de una empresa funciona como palanca para generar más actividad e ingresos en

las operaciones de la empresa y por supuesto tiene su costo que maximiza la riqueza de los
accionistas o mantiene el precio de las acciones en el marcado. Por lo tanto, el valor total de la
empresa debe ser el mismo, sin importar cuál sea su mezcla financiera, es decir que sin
importar cómo se divida la estructura de capital de una empresa entre deuda, capital
accionario y otras responsabilidades, el valor de la inversión se conserva, puesto que el valor
de la inversión total de una corporación depende de su rentabilidad y su riesgo subyacentes, el
valor de la empresa no se modifica con los cambios en su estructura de capital.

VALOR TOTAL APLICADO A LA ESTRUCTURA DE CAPITAL

Modigliani y Miller (MM) son dos autores que exponen su hipótesis acerca de la relación entre
el apalancamiento financiero y el costo de capital, explicándolo por medio del enfoque del
ingreso operativo neto, en donde la tasa de capitalización global de la empresa conocida
como: K o permanece constante para el rango completo de posibilidades de apalancamiento
financiero. Argumentando que el riesgo total para todos los titulares de valores de una
empresa no se altera con los cambios en su estructura de capital. Por lo tanto, el valor total de
la empresa debe ser el mismo, sin importar cuál sea su mezcla financiera, es decir que sin
importar cómo se divida la estructura de capital de una empresa entre deuda, capital
accionario y otras responsabilidades, el valor de la inversión se conserva, puesto que el valor
de la inversión total de una corporación depende de su rentabilidad y su riesgo subyacentes, el
valor de la empresa no se modifica con los cambios en su estructura de capital. Entonces, en
ausencia de impuestos y otras imperfecciones del mercado, el valor de todo el conjunto no
cambia cuando se divide entre deuda, capital accionario y otros valores. Siendo la idea de esta
posición que los inversionistas pueden sustituir el apalancamiento financiero personal por el
corporativo. Así, los inversionistas tienen la habilidad, mediante el préstamo personal, de
replicar cualquier estructura financiera que adopte la empresa. Como la empresa no puede
hacer por sus inversionistas (en términos del uso de apalancamiento financiero) nada que ellos
no puedan hacer por sí mismos, los cambios en la estructura de capital no son de valor en el
mundo de los mercados de capital perfectos que MM suponen. Así, dos empresas iguales en
todos los aspectos, menos en su estructura de capital, deben tener el mismo valor total. Si no
es así, será posible el arbitraje, y su ocurrencia ocasionará que dos empresas se vendan en el
mercado al mismo valor total. En otras palabras, el arbitraje impide a los sustitutos perfectos
vender a precios diferentes en el mismo mercado.

Bibliografía:
https://catedrafinancierags.files.wordpress.com/2014/09/fundamentos-de-administracion-
financiera-13-van-horne.pdf

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