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MANUAL MERCK
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Las transfusiones se efectúan para aumentar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, restaurar el volumen de
sangre del cuerpo y corregir problemas de la coagulación. Las transfusiones generalmente son inocuas, pero a veces las
personas afectadas presentan reacciones adversas.
Para minimizar el riesgo de una reacción adversa durante la transfusión, el personal médico toma muchas precauciones.
Antes de iniciarse la transfusión, generalmente unos pocos días u horas antes, la sangre del paciente se coteja con la del
donante (excepto en el caso de transfusiones de plasma o plaquetas).
Después de hacer una doble verificación de las etiquetas pegadas en las bolsas de sangre que se va a administrar, para
asegurarse de que la transfusión es correcta, se suministra lentamente la sangre al receptor; la transfusión de cada unidad
de sangre suele tardar de 1 a 4 horas. Dado que la mayoría de las reacciones adversas se producen durante los primeros
15 minutos de la transfusión, el receptor es sometido a una cuidadosa observación al principio del procedimiento.
Después de este periodo, el personal de enfermería observa al receptor periódicamente, y deberá suspenderse la
transfusión en caso de que ocurra una reacción adversa.
La mayoría de las transfusiones son seguras y exitosas. Sin embargo, en ocasiones pueden producirse reacciones leves, y
muy rara vez reacciones graves e incluso mortales.
Las reacciones más habituales, que ocurren en un 1 a 2% de las transfusiones, son
Fiebre
Reacciones alérgicas
Lesión pulmonar
Destrucción de los glóbulos rojos (eritrocitos) debido a una falta de coincidencia del grupo sanguíneo entre donante
y receptor
Infecciones
Complicaciones de una transfusión masiva (mala coagulación de la sangre, temperatura corporal baja y
concentraciones bajas de calcio y de potasio).
Fiebre
La fiebre puede estar causada por una reacción a los glóbulos blancos (leucocitos) de la transfusión o a los productos
químicos (citocinas) liberados por estos. Por ello, en la mayoría de los hospitales de Estados Unidos se eliminan los
glóbulos blancos que va a transfundirse.
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22/3/2020 Precauciones y reacciones adversas durante una transfusión de sangre - Trastornos de la sangre - Manuale Merck versión para el públi…
Además de un aumento de la temperatura corporal, la persona tiene escalofríos y a veces dolor de cabeza o dolor de
espalda. En ocasiones también aparecen síntomas de una reacción alérgica, como prurito o un exantema (erupción
cutánea).
Por lo general, paracetamol (acetaminofeno) para reducir la fiebre es el único tratamiento necesario. Puede administrarse
paracetamol (acetaminofeno) antes de la próxima transfusión si se ha tenido fiebre durante la anterior.
Reacciones alérgicas
Los síntomas de una reacción alérgica incluyen prurito, erupción generalizada, hinchazón, mareo y dolor de cabeza. Otros
síntomas menos frecuentes son dificultad respiratoria, sibilancias y obstrucción de las vías aéreas. En raras ocasiones, una
reacción alérgica es lo bastante grave para causar una presión arterial baja y choque (shock).
Si se produce una reacción alérgica, se detiene la transfusión y se administra un antihistamínico. Las reacciones alérgicas
más graves pueden tratarse con hidrocortisona o incluso con epinefrina (preparación farmacéutica de epinefrina
[adrenalina]).
Hay tratamientos que permiten realizar transfusiones a personas que previamente han tenido estas reacciones alérgicas.
Las personas que presentan reacciones alérgicas graves y repetidas a la sangre donada podrían tener que recibir glóbulos
rojos lavados. El lavado de glóbulos rojos (eritrocitos) elimina componentes de la sangre del donante que pueden causar
reacciones alérgicas. Debido a que los glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas (trombocitos) se filtran de la sangre
donada antes de almacenarla (un proceso llamado reducción de leucocitos), las reacciones alérgicas son menos
habituales.
Sobrecarga de líquidos
Los receptores de transfusiones pueden recibir más líquidos de los que su cuerpo puede manejar con facilidad. El exceso
de líquido puede causar inflamación en todo el cuerpo o dificultad para respirar y es la causa más habitual de muerte
relacionada con la transfusión. Los receptores afectados por enfermedades cardíacas son los más vulnerables, por lo que
en su caso la transfusión se lleva a cabo más lentamente y se supervisan muy de cerca. Se suministra un diurético a las
personas que reciben demasiado líquido.
Lesión pulmonar
Los anticuerpos del plasma del donante causan otra reacción muy poco frecuente, denominada lesión pulmonar aguda
relacionada con la transfusión. Esta reacción puede causar problemas respiratorios graves, y es la segunda causa más
habitual de muerte relacionada con la transfusión. Ocurre en 1 de cada 5000 a 1 de cada 10 000 casos, pero muchos son
leves y por lo tanto no se diagnostican. A la mayoría de las personas con lesiones pulmonares de leves a moderadas se les
suministra oxígeno y otros tratamientos que tienen como objetivo mantener la respiración hasta que los pulmones sanen.
El uso de sangre donada por varones reduce el riesgo de presentar esta reacción.
La enfermedad del injerto contra el huésped es una complicación rara que afecta principalmente a las personas cuyo
sistema inmunitario se encuentra debilitado por fármacos o enfermedades. En esta enfermedad, los glóbulos blancos
donados (el injerto) atacan los tejidos del receptor (huésped). Los síntomas incluyen fiebre, erupción, hipotensión, anemia,
destrucción de tejido y choque. Las reacciones pueden ser mortales. Sin embargo, la enfermedad del injerto contra el
huésped puede eliminarse si a la persona con el sistema inmunitario debilitado se le transfunden glóbulos rojos y
plaquetas que han sido tratados con radiación.
Infecciones
A pesar de las pruebas y del almacenamiento cuidadosos de los productos sanguíneos, a veces se transmiten
microorganismos infecciosos durante una transfusión. Los análisis de sangre y una evaluación cuidadosa de los donantes
de sangre mantienen baja la tasa de transmisión de microorganismos infecciosos. Sin embargo, a veces los análisis no
detectan microorganismos en la sangre de un donante que ha sido infectado muy recientemente o que ha sido infectado
por un nuevo microorganismo para el cual no se dispone de análisis.
© 2018 Merck Sharp & Dohme Corp., una subsidiaria de Merck & Co., Inc., Kenilworth, NJ, EE. UU.)
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