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Agostina Gentili
Malvina González Lanfir
Gustavo Morello
Marta O. Palacios
Gonzalo Pedano
Silvia Romano
Norma San Nicolás
Historias recientes de Córdoba : política y derechos humanos en la segunda mitad del siglo XX /
Agostina Gentili ... [et.al.] ; compilado por Silvia Romano; editado por Matías Zanotto. - 2a
ed. ampliada - Córdoba : Universidad Nacional de Córdoba, 2017.
Libro digital, PDF - 452 p.
Foto de tapa: “Manifestación frente a la CGT”, 13-11-75, CDA - Archivo Fílmico, UNC.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Obra
Derivada 4.0 Internacional.
ISBN: 978-950-33-1394-7
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina
Índice
Presentación
Silvia Romano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1
Se consultaron en distintos momentos todos los archivos de unidades académicas de la UNC,
excepto la de Trabajo Social, por cuanto docentes de la misma llevaron adelante una investigación
específica sobre los desaparecidos de esa institución, publicada en 2014 (Britos y Paviolo).
Participaron en el relevamiento de fuentes entre 2014 y 2016 Norma San Nicolás, Marta Olga
Palacios, Eliana Díaz, Paula Romani y quien suscribe.
2
El Juicio comenzó el 4 de diciembre de 2012 y concluyó el 25 de agosto de 2016, cuando el
tribunal dictó sentencia. Se juzgaron delitos de lesa humanidad contra 716 víctimas de las cuales
365 fueron asesinadas y/o continúan desaparecidas, siendo 43 el número de imputados al que se
sumaron 8 más. En su desarrollo declararon 581 testigos
5
Sin embargo, esta actualización no sólo incorpora los resultados volcados en el
libro citado, tanto en la nómina general como en las imágenes de personas
identificadas y recuperadas de los registros audiovisuales contemporáneos de la
televisión, sino que añade nueva información sobre pertenencias políticas y
ocupaciones de los universitarios.4 Además incorpora las fotos recuperadas de
los legajos universitarios, habida cuenta de la habilitación para publicarlas sin
requerir autorización que introdujo el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación (Ley 26.994/2014) en tanto “exista un interés científico, cultural o
educacional prioritario”.5 Este cambio permite rescatar las fisonomías de
numerosas personas sobre las que no se contaba con la imagen de sus rostros.
Al respecto, cabe aclarar que no todos los registros cuentan con fotos y esto
debido a diversas circunstancias. En algunos casos, los legajos carecen de la foto
en el espacio correspondiente - y lo consignamos en el mismo registro; en otros,
como el de la Facultad de Odontología, los legajos consultados no
contemplaban la inclusión de la foto del estudiante. Asimismo, existen
numerosos casos en varias unidades académicas donde no se hallaron los legajos,
pese a tener información fehaciente de matriculación y/o de estudios cursados
aportada por otras fuentes. A su vez, como lo expusimos en el texto que
antecede a la nómina - no modificado para esta reedición - los legajos de la
Facultad de Derecho fueron desechados a fines de los ’90 tras una mudanza por
4
En la primera edición de Historias recientes… la Nómina no registraba individualmente las
pertenencias políticas de los sujetos. Para el libro Colectivos y parcialidades, el equipo de
investigación optó por incluir las que hubiesen sido publicadas o difundidas en instancias
judiciales y otras, o bien autorizadas por sus familiares. La consulta sistemática de decretos y
resoluciones gubernamentales de la provincia de Córdoba entre 1974 y 1980, que llevamos
adelante durante 2017, permitió constatar el empleo en la administración pública de numerosas
personas desaparecidas. Investigación desarrollada en el marco del proyecto “Oficialismo y
oposición: conflicto y prácticas políticas en Córdoba (1930-2015)” dirigido por César Tcach
(aprobado por Secyt –UNC, RR Nº 65/17)
5
Capítulo 3, artículo 53, inciso b) referido al derecho a la imagen exceptúa la solicitud de
consentimiento de la persona en vistas al interés citado; y en el caso de personas fallecidas,
“pasados veinte años desde la muerte, la reproducción no ofensiva es libre” (Ibíd.).
6
refacciones. En su reemplazo accedimos a las fichas de historia académica de los
alumnos. Además de otras situaciones relatadas en dicho texto, persisten lagunas
de información acerca de los estudios cursados por un cierto número de
personas que, sin embargo mantenemos en la nómina hasta tanto podamos
precisarlos. 6
Silvia Romano
Córdoba, diciembre de 2017
6
En este sentido esperamos recibir aportes para avanzar en la reconstrucción de trayectorias y para
acercarnos cualquier otra información pertinente. Contacto: silviaoromano@gmail.com
7
Presentación
7 Estos dan cuenta de avances y resultados parciales de algunas de las sublíneas de investigación
desarrolladas por integrantes de proyectos sobre Patrimonio audiovisual, derechos humanos e
historia reciente, con lugar de trabajo en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y
Humanidades (CIFFyH) y en el Centro de Conservación y Documentación Audiovisual (CDA)
de la Universidad Nacional de Córdoba, subsidiados por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la
Universidad Nacional de Córdoba (Secyt-UNC, 2008-2013) y por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología de la Provincia de Córdoba (Mincyt, 2010-2013). Este último fue otorgado en el
marco de la convocatoria PIO Sociales 2009 para proyectos en red, establecida con el equipo a
cargo de Gustavo Morello de la Universidad Católica de Córdoba (UCC).
8 Cfr. Marina Franco y Florencia Levín “El pasado cercano en clave historiográfica”, en M.
Franco y F. Levín (compiladoras) Historia reciente. Perspectivas y desafíos para un campo en
construcción, Buenos Aires, Editorial Paidós, 2007.
8
tópicos, han sido objeto en los últimos años de diversas reflexiones e
intervenciones académicas9. No es nuestro propósito aquí analizarlas ni
contribuir a ese debate, planteamos sí que entendemos la coincidencia entre los
orígenes de la configuración de ese espacio con la creciente preocupación de
historiadores y otros cientistas sociales por estudiar, sobre todo, los aspectos
traumáticos del pasado dictatorial más reciente en Argentina y en países del
Cono Sur, denominado también como “pasado vivo”, “pasado que duele” o
“pasado que no pasa”10. Preocupación asociada, además, al compromiso cívico o
ético-político y profesional de contribuir a la demanda social de memoria,
verdad y justicia11. No obstante, la tensión entre pasado y presente en la
investigación histórica no es una marca distintiva de la historia reciente, como
tampoco lo es el estudio de fenómenos ocurridos en un pasado cercano al
presente del investigador. Tal vez lo sea, como señala Alonso, el plus de
politicidad que ésta contiene12.
Lo cierto es que los temas a los que originalmente hacía referencia la historia
reciente, en una asociación casi naturalizada, se han expandido en diversas
direcciones, problemas y temporalidades. En nuestro caso, varios de los temas
compilados conservan la impronta con la que nació ese espacio.
9 Véase por ejemplo, además del texto citado y los compilados por Franco y Levín, el artículo de
Luciano Alonso “Sobre la existencia de la historia reciente como disciplina académica. Reflexiones
en torno a Historia reciente. Perspectivas y desafíos de un campo en construcción”, compilado
por Marina Franco y Florencia Levín, prohistoria, año XI, número 11, Rosario, primavera de 2007.
10 Cfr. Anne Pérotin-Dumon (compiladora). Historizar el pasado vivo en América Latina.
Universidad Alberto Hurtado, Centro de Ética, Santiago de Chile, 2007
(www.historizarelpasadovivo.cl/es); entre otros textos relacionados: Historia, memoria y pasado
reciente, Anuario Nº 20, Escuela de Historia, UNR, Homo Sapiens Ediciones, 2003-2004. En la
compilación de Pérotin-Dumon, Luis Alberto Romero inicia su contribución sobre “La violencia
en la historia argentina reciente: un estado de la cuestión”, aludiendo “a una parte de la historia
reciente: ‘la historia que duele’”.
11 Algunas reflexiones a este respecto en S. Romano “Consideraciones en torno a la historización
del pasado reciente y la violación de derechos humanos en Córdoba. Perspectivas, estrategias,
fuentes” en Gardenia Vidal y Jessica Blanco (coords.). Estudios de la Historia de Córdoba en el siglo
XX, Tomo II, Córdoba, Ferreyra Editor, 2010.
12
Luciano Alonso op. cit. Vinculado a lo anterior, Hilda Sábato señala que en su labor “la historia
no sólo parte del presente, sino que también opera sobre él en la medida en que genera
conocimientos que se incorporan a los debates y proyectos contemporáneos” (cfr. H. Sábato
“Saberes y pasiones del historiador. Apuntes en primera persona” en Marina Franco y Florencia
Levín, Historia reciente… op.cit. p. 230).
9
Como en todos los casos la tarea investigativa sobre ese pasado reciente requiere
de los controles propios del trabajo historiográfico para establecer los hechos en
base a pruebas, poniendo mayor énfasis y rigor en la selección de las fuentes, en
la contrastación de las mismas y en la verificación de los datos; en la puesta en
perspectiva histórica del objeto de estudio, en una dimensión temporal amplia y
en relación con otros saberes disciplinares; en el esfuerzo por mantener una
distinción consciente entre compromisos sociales o políticos y la tarea
profesional, y en la particular vinculación con los sujetos en estudio13.
Los trabajos aquí reunidos se pueden agrupar en dos tipos de registro: los que
presentan la estructura formal de un artículo académico y aquéllos que ofrecen
documentación de base construida, organizada y sustentada en fuentes, con sus
respectivas justificaciones y planteos preliminares. Los primeros han sido
ordenados cronológicamente.
Agostina Gentili, en su texto “La paz de los archivos. Orígenes, entregas y
destinos de niños en guarda, Córdoba 1957-1974”, aborda una cuestión clave
vinculada al derecho a la identidad, pero no ya en términos de los afectados por
la apropiación de niños durante la última dictadura –pregunta que subyace en
los orígenes de su investigación– sino pensando en un universo social más
amplio, al igual que el derecho mismo de las personas adoptadas a conocer sus
orígenes biológicos. Como bien señala en su texto, cada día aumenta el número
de hombres y mujeres que realizan averiguaciones en la justicia en busca de
información al respecto, a lo que hay que agregar el incremento de los estudios
de ADN con el mismo propósito. El trabajo se propone reconstruir “los
escenarios de origen, entrega y destino de los niños, identificando recurrencias y
singularidades en las situaciones, los sujetos y las instituciones involucrados”, en
el marco temporal de la creación del fuero de menores en Córdoba y los
primeros años que siguieron a la sanción de la segunda ley de adopción. Su
estudio hace foco en la consideración social que en aquellos años tenía la
posibilidad de que los niños conocieran sus orígenes biológicos, para lo cual
examina las modalidades de gestión de los procesos y las prácticas de confección
y archivo de la documentación judicial. Por ello, a partir de un análisis riguroso
de los expedientes judiciales que conforman el corpus, los protagonistas de las
historias que revisa no sólo son los niños y sus familias, sino también ese cuerpo
13
Cfr. M. Franco y F. Levín “El pasado cercano…” op.cit.; S. Romano “Consideraciones…”
op.cit.
10
documental, donde subyacen las concepciones y las prácticas en torno a qué se
debía hacer con los niños a cargo del Estado.
Gonzalo Pedano, en “El movimiento estudiantil y el Taller Total: debates sobre
la Universidad”, reconstruye en base a diversos autores los contextos históricos y
los debates políticos e ideológicos en torno al rol de la Universidad que
atravesaron al movimiento estudiantil organizado desde 1955, atendiendo a los
procesos de politización y radicalización que tuvieron su máxima expresión
entre fines de los ‘60 y comienzos de los ‘70, para ponerlos en relación y
enmarcar la original experiencia pedagógica implementada en la Facultad de
Arquitectura de Córdoba, precisamente en 1970. El carácter político y
“revolucionario” de los postulados y las prácticas de esa experiencia académica,
que cuestionaba el modelo y la función de la Universidad y sus profesionales en
la sociedad, permiten entender el desplazamiento del decano de la Facultad y la
designación de nuevas autoridades con el apoyo del peronismo ortodoxo,
ocurridos después del golpe policial conocido como el “Navarrazo” que
destituyó en febrero de 1974 al gobernador Ricardo Obregón Cano y el vice
gobernador Atilio López; y luego, en noviembre de 1975, el cambio de plan de
estudios.
De la persecución, el control ideológico-político y el terror instaurados en la
Universidad en esos años hasta el golpe de Estado del 24 de marzo del ‘76, que
tuvo entre sus destinatarios a muchos de los estudiantes y egresados que
participaron en el Taller Total, nos habla el trabajo de Norma San Nicolás,
“Reflexiones sobre la Universidad y el terrorismo de Estado. 1974-1976”.
Como ya lo enuncia en el título, opta por incluir las metodologías represivas de
ese período bajo la denominación con la que generalmente se asocia al
autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, justificando el por qué
de esa caracterización. Centrado en el período que transcurre entre el Navarrazo
y el golpe de Estado de 1976, su trabajo recorre las condiciones previas que
culminaron en el golpe policial de febrero de 1974 y el avance de la derecha
peronista tanto en el ámbito provincial como universitario a partir de esa fecha,
así como la escalada represiva que le siguió y la resistencia presentada por
alumnos y docentes. La reconstrucción minuciosa sustentada en diversas fuentes
le permite poner en evidencia el papel que jugaron distintos actores del ámbito
académico y extra universitario en tareas de inteligencia y colaboración con la
represión clandestina, antes y después del golpe de Estado del ‘76. Refuerza su
argumentación la nómina de desaparecidos y asesinados entre enero de 1974 y
11
el 24 de marzo del ‘76 inclusive, que presenta en anexos, con indicación de los
responsables, entre otra información.
El artículo de Silvia Romano y Norma San Nicolás, titulado “La militancia de
los destinatarios de la represión: entre la ‘inocencia’ y el ‘heroísmo’” propone
establecer las adscripciones políticas de los desaparecidos y asesinados de
Córdoba referenciadas en un universo conformado por todos aquellos que
residieron, estudiaron, trabajaron y/o militaron en Córdoba a lo largo o en
algún período del ciclo de protesta social y de radicalización política de fines de
los ‘60 y mediados de los ’70; es decir, antes de ser víctimas del terror estatal o
para estatal14. Pensado como un colectivo que puede ser estudiado en relación
con la historia política de Córdoba15 y desde la perspectiva de que la mayor
parte fue blanco de la represión por razones políticas, el trabajo expone la
reconstrucción de esas adscripciones y, a partir de éstas, esboza un mapa de las
organizaciones, partidos y grupos que actuaron en Córdoba, al tiempo que
pondera el impacto del accionar represivo sobre los mismos.
En el segundo grupo de textos, el de Gustavo Morello sobre “Violencia política
y terrorismo de Estado en cifras. Argentina, 1969- 1983”, retoma el tema de las
cifras sobre las víctimas del terrorismo estatal, las de las fuerzas represivas, como
también las que refieren a las organizaciones armadas y los presos políticos,
desde una perspectiva de estudio poco explorada que hace a la materialidad de la
represión. El trabajo intenta reflejar la variedad de cifras que se invocan a la
hora de cuantificar el fenómeno del terrorismo de Estado en Argentina en la
década del setenta. Para ello realiza un vasto relevamiento en fuentes
bibliográficas de diverso origen comparando sistemáticamente la información
14
Como se explicita en éste y otros textos, se trata de un universo documentado, ampliado o
depurado día a día y registro por registro, que construimos a partir de la hipótesis de que los
sujetos que lo componen –precisamente por su participación directa o indirecta en la vida
política, social y cultural de Córdoba en ese período– es probable que hubieran sido registrados
por las cámaras de la televisión; y, en consecuencia, es probable también recuperar sus imágenes
en el contexto de la época, en los archivos de los noticieros contemporáneos. Véase la última
publicación de ese colectivo en S. Romano et al. Vidas y ausencias: los destinatarios de la represión,
Córdoba 1969-1983, Córdoba, Editorial UNC y Archivo Nacional de la Memoria, 2010.
15
Y muy lejos de la supuesta intención de incrementar el número de víctimas de la represión en
Córdoba, tal como se desprende de las consideraciones realizadas por Ceferino Reato sobre esos
números y las personas incluidas en el registro publicado por nosotros 2010. Cf. ¡Viva la sangre!
Córdoba antes del Golpe. Capital de la revolución, foco de las guerrillas y laboratorio de la dictadura.
Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2013, p. 192-193.
12
vertida en cada caso. A partir de esa puesta en relación y la ponderación de los
datos, logra establecer un conjunto de estimaciones cuantitativas.
A continuación, Silvia Romano presenta dos registros que documentan nóminas
y trayectorias de desaparecidos y asesinados de Córdoba reconstruidas con el
equipo de investigación a partir de fuentes de muy diversa índole y escasamente
trabajadas. Se trata en ambos casos de parcialidades o recortes del universo de
víctimas de la represión mencionado más arriba. El primero, referido a
estudiantes, egresados, docentes y no docentes de la Universidad Nacional de
Córdoba desaparecidos y asesinados en los ‘70, actualiza y amplía la
información disponible hasta el presente sobre más de 500 personas sobre la
base del trabajo sistemático con documentación de los archivos universitarios.
En su presentación, “Vestigios del pasado…”, da cuenta de los aspectos
metodológicos de la investigación y analiza el impacto de las políticas represivas
en la evolución de la matrícula durante el Proceso. El segundo registro,
presentado en “Imágenes del reencuentro”, expone la nómina con las fotos y las
trayectorias de las víctimas de la represión que fueron identificadas y sus
imágenes recuperadas en los archivos audiovisuales de la televisión, ampliando
también en este caso lo publicado por el equipo hasta la fecha. Este registro
permite resituar a estas personas en el contexto histórico y constatar su
participación en espacios políticos, gremiales, estudiantiles, sociales o laborales
de Córdoba.
Los diferentes trabajos reunidos tuvieron el propósito de contribuir al
conocimiento de la historia reciente de Córdoba y la certeza de que restan
muchos aspectos de lo aquí tratado sobre los que investigar, debatir y
reflexionar. Volviendo a la figura de las piezas de un rompecabezas, pensamos
que cada parte puede alentar nuevos estudios y ensamblarse con otros.
Resta por último agradecer a todos aquellos que, nombrados o no en los
distintos textos y fuentes, colaboraron con las investigaciones que dieron origen
a esta compilación. Sin desmerecer otros aportes expresamos nuestro especial
reconocimiento a todos los integrantes del CDA que, con su tarea cotidiana,
hacen posible acceder a los registros audiovisuales de los archivos de la televisión
de Córdoba; a todos los miembros de los equipos de investigación que allí se
desarrollan y que participaron en la discusión de los avances; así como a los del
Área de Historia del CIFFyH, que hicieron sus aportes en las presentaciones de
estos proyectos y avances de investigación. Agradecemos también el apoyo
13
brindado por la SECyT de la UNC y el MINCyT de la provincia de Córdoba
para concretar esta publicación.
Silvia Romano
14
Sala de la Maternidad Nacional, 14/05/71 - CDA-UNC
La paz de los archivos
Orígenes, entregas y destinos de niños en guarda, Córdoba
1957-1974
Agostina Gentili1
Son cada vez más los hombres y las mujeres que buscan sus orígenes familiares
tras enterarse de haber sido adoptados. Algunos imaginan que pueden ser hijos
de aquéllos a quienes se desapareció durante los años del terror, otros vivieron
sus infancias en épocas distintas, son otros los padres que buscan. “Búsquedas
de identidad”, así llaman en el Archivo de Tribunales de Córdoba a los pedidos
iniciados por quienes desean consultar sus expedientes de guarda y adopción.
Así llaman también a la labor cotidiana de la Oficina de Derechos Humanos del
Poder Judicial, donde se colabora en la búsqueda de los orígenes familiares de
quienes no fueron adoptados por la vía legal sino a través de una inscripción
falsa en el Registro Civil, una práctica usual que si bien suponía un delito era
ampliamente tolerada. La identidad como apelativo de esas búsquedas y su
consideración como un asunto de derechos humanos conforman una
construcción sin dudas signada por la labor de abuelas y familiares de los niños
apropiados durante la última dictadura. Las consultas en archivos y
reparticiones públicas, las presentaciones en programas televisivos y la difusión a
través de las redes sociales, esto es, la necesidad de acudir al espacio público para
dilucidar un asunto de la vida privada, ponen de manifiesto el silencio familiar
que rodeaba las adopciones, fueran éstas legales o ilegales. La indagación
histórica de las modalidades que asumían las entregas de niños adquiere un
valor singular al ofrecerse como una posibilidad de correr ese velo.
1
El presente trabajo es un avance de mi investigación doctoral en Historia y fue discutido junto al
equipo Familias e infancias en perspectiva histórica, coordinado por Isabella Cosse, y el equipo del
proyecto Patrimonio audiovisual, derechos humanos e historia reciente, dirigido por Silvia Romano;
mi agradecimiento a todos sus integrantes por sus sugerencias y comentarios.
16
Con esa intención, se analiza aquí un corpus de 81 expedientes de guarda con
fines de adopción tramitados en los juzgados de menores de Córdoba entre
1957 y 1974. A partir de la cuantificación, reconstruiremos los escenarios de
origen, entrega y destino de los niños, identificando recurrencias y
singularidades en las situaciones, los sujetos y las instituciones involucrados.
Nos interesa, en particular, indagar la consideración social que merecía en
aquellos años la posibilidad de que los niños conocieran sus circunstancias de
nacimiento, examinando las modalidades de gestión de estos procesos y las
prácticas de confección y archivo de la documentación judicial. De tal manera,
los protagonistas de estas historias no sólo serán los niños y sus familias, sino
también los expedientes. Lo primero, porque permite conocer situaciones de
entrega, esto es, dónde, cómo y por qué alguien renunciaba a un niño para que
fuera entregado a alguien más. Lo segundo, porque a pesar de que llegar a los
expedientes no es una tarea sencilla, lo cierto es que en su mayoría ofrecen datos
o cuanto menos pistas sobre los orígenes que se buscan2.
El período abordado se enmarca entre la creación del fuero de menores en
Córdoba en 1957 y los años inmediatamente posteriores a la sanción de la
segunda ley de adopción del país, en 1971. La creación de juzgados de menores
fue parte de un proceso de centralización estatal de la intervención sobre la
“infancia abandonada y delincuente”, que supuso una mayor jerarquía de la
instancia judicial al interior de lo que se denominaba el Patronato de Menores,
en tanto se le atribuyó la última palabra respecto de qué debía hacerse con los
niños a cargo del Estado3. Aquel proceso se había iniciado a nivel nacional en
los años ’30, con la creación de reparticiones gubernamentales encargadas de
centralizar el accionar de un heterogéneo conjunto de instituciones públicas y
privadas de acogida y reclusión de niños, y fue reforzado con la expropiación de
los establecimientos de las sociedades de beneficencia (y el retiro de sus
2
Reconocer el lugar otorgado al origen biológico de los niños durante los años sesenta supone, a
su vez, un acercamiento a la reconstrucción del sedimento histórico de prácticas y pareceres
sociales que hicieron posible la apropiación de niños durante la última dictadura argentina (1976-
1983), propósito que inspiró los inicios de esta investigación. Para conocer un análisis sobre el
tema, desde una perspectiva de larga duración, ver Villalta, 2012.
3
Leandro Stagno (2010) ofrece una de las primeras reconstrucciones históricas de la creación de
los juzgados de menores en Argentina, rescatando la experiencia en la provincia de Buenos Aires y
las nociones que la orientaron. La experiencia cordobesa de ese proceso muestra una temporalidad
distinta (1957 y no 1938), a pesar de evidenciarse, en fuentes legislativas y reglamentarias, la
misma circulación de nociones.
17
atribuciones) hacia fines de los años ’40 (Stagno, 2010; Villalta, 2012; Ortiz
Bergia, 2012; Flores, 2006).
La primera ley de adopción, de 1948, también supuso una ubicación
privilegiada de la instancia judicial respecto de las prácticas institucionales de
entregas de niños. Sancionada como una “solución” al problema de la infancia
“abandonada” y como un medio para dar hijos a matrimonios que no los
tenían, fue dotada de un carácter exclusivamente institucional: sólo la autoridad
judicial podía crear esos vínculos de filiación, descartándose así el carácter de
acuerdo entre particulares que había impregnado las prácticas informales de
adopción desplegadas por la beneficencia desde principios de siglo (Villalta,
2012). En aquella oportunidad se creó un tipo de adopción que no eliminaba la
filiación biológica del niño y sólo establecía un vínculo de parentesco con sus
padres adoptivos, no con los miembros ascendentes y colaterales de esa familia.
Al no eliminarse (en términos legales) su vínculo biológico, el adoptado tenía
derechos hereditarios tanto de sus adoptantes como de su familia de origen,
derecho a administrar sin usufructuar los bienes de su familia de sangre, la
posibilidad de llevar el apellido del adoptante y de conservar el de su padre o su
madre biológicos. Era, además, un lazo familiar que podía ser revocado
judicialmente. Hacia los años ’60, buena parte de los abogados especializados en
derecho de familia y los agentes del campo de la minoridad coincidían en
afirmar que la adopción simple era un tipo de adopción frágil que, al no
extinguir por completo los lazos derivados del parentesco de sangre, y ser
revocable, brindaba pocas garantías a los adoptantes (Villalta, 2010 y 2012).
También a esa fragilidad era atribuida la persistencia de las inscripciones falsas
de niños en el Registro Civil, en tanto de esa manera se creaba un vínculo
completo de filiación que la adopción simple no establecía (Villalta, 2010 y
2012). Bajo tales consideraciones, la segunda ley de adopción, de 1971, creó la
figura de la adopción plena, un tipo de adopción no revocable, que sustituía la
filiación biológica por la adoptiva, suprimiéndose toda vinculación legal con la
familia de sangre e incorporándose al niño plenamente a su familia adoptiva, en
tanto el vínculo no se circunscribía a sus padres adoptivos sino a toda la
parentela (Villalta, 2010 y 2012).
Los expedientes en estudio muestran que la mayoría de los niños necesitaron
que alguien más les contara sobre su adopción, porque eran muy pequeños
cuando se tramitaron sus guardas. La mitad de ellos llegaron junto a sus
guardadores a través de instituciones hospitalarias o asistenciales; la otra mitad,
por entregas directas de madres, padres o algún familiar. Eran principalmente
18
matrimonios, aunque no necesariamente sin hijos, los que acudían a los
juzgados a solicitar su guarda. Gozaban de mínimas credenciales educativas,
pero podían dar cuenta de trabajos estables, presencia femenina en el hogar y un
buen concepto vecinal. Salvo contadas excepciones, merecieron la consideración
de ambientes familiares adecuados para la permanencia del niño, lo que
dependía tanto más de aquellas cualidades que de la clase social a la que se
pertenecía, ya que así fueron valoradas familias a las que se les atribuía ser de
“clase media” o “humilde”. Una configuración burocrática descentralizada
caracterizaba los escenarios de entrega de niños, registrándose recién a principios
de los años ’70 los primeros pasos hacia la coordinación de criterios, con la
organización de un equipo de guardas y adopciones en la Dirección General de
Menores. Ante las solicitudes de guarda, los procesos se encaminaban más hacia
el reconocimiento de las aptitudes de los postulantes que hacia la indagación de
las situaciones que habrían derivado en la entrega. Veremos también que la
participación de los progenitores no era un requisito imprescindible, y que la
posibilidad de que esos niños supieran que eran adoptados aparece como una
preocupación de las autoridades estatales, de manera incipiente y tenue, recién
hacia el final del período en estudio, al tiempo que no fue una consideración
que gravitara en la confección y la conservación de la documentación judicial.
19
enviados por los juzgados4. Alguien los escribió a máquina –una tarea que,
dicen, a muy pocos gusta hacer–, y en el archivo fueron revisados por alguien
más, que consignó el legajo donde guardó el expediente. Los legajos son
paquetes atados con cuerda en los que se agruparon y ordenaron con un gran
número escrito en crayón al centro de la carátula, siguiendo el orden de su
aparición en las listas, los expedientes recibidos; llevan un rótulo de cartón en el
que se lee el año de ingreso, el juzgado, la secretaría y un número. Al buscar un
expediente hay que leer todas y cada una de las listas de archivo, sin importar en
qué juzgado se tramitó el proceso, porque los expedientes pudieron cambiar de
secretarías o fueros tras cambios en la organización de los juzgados o remisiones
de procesos entre secretarías y juzgados5. Si encontramos el expediente en esas
listas el camino continúa en las estanterías de un edificio distinto, conocido
como “anexo” y ubicado en otro barrio, en el que se conserva la documentación
“antigua”. Se hace el pedido y un ordenanza lo trae al día siguiente, si lo
encuentra.
Por antigua, no toda la documentación de los años sesenta y setenta se conserva
en el archivo. Para hacer lugar a la interminable remisión de procesos desde los
juzgados, se reglamentó en 1977 que los expedientes del fuero de menores
podían ser eliminados tras diez años de ingreso6 y la última orden fue ejecutada
en el año 2000, cuando se eliminó parte de los expedientes enviados hasta 1976.
Documentación antigua pasible de ser eliminada porque la reglamentación no
consideró la mayoría de edad archivística demandada por el Archivo Histórico
4
La particular atención puesta en este trabajo a la materialidad de los auxiliares descriptivos y las
fuentes en estudio se inspira en el abordaje propuesto por María Gabriela Lugones (2004b).
5
Los juzgados de menores se crearon en Córdoba en 1957. Hasta 1978 existían dos, cada uno
con cuatro secretarías: sanción, corrección, prevención y civil. Las guardas se tramitaban en la
secretaría prevención, pero las adopciones se hacían en la secretaría civil de los juzgados o bien en
juzgados del fuero civil. Sólo tomando en consideración las modificaciones en el fuero que
influyeron en los posibles destinos de los expedientes se menciona: en 1978 entra en
funcionamiento un tercer juzgado; en 1984 se asigna competencia específica en materia
correccional al Juzgado de Menores de Primera Nominación, derivándose las causas civiles y
prevencionales en curso a los juzgados de segunda y tercera nominación; y en 1990, con la
creación del fuero de familia en la provincia, las secretarías civiles de los juzgados de menores
pasan a ser prevencionales, continuándose en ellas los trámites en curso. Más allá de que estas
modificaciones tuvieran lugar en períodos posteriores, no deben dejar de considerarse al momento
de buscar los expedientes, ya que expedientes tramitados en los años sesenta y setenta pueden
haber sido archivados o bien desarchivados y vueltos a archivar con posterioridad.
6
Ley provincial de destrucción de expedientes judiciales N° 6.057.
20
de la provincia, que recepta documentos con cuarenta años de antigüedad7.
Antes del descarte se armaron listas de los expedientes destruidos y no
destruidos, pero encontrar en las primeras aquél que buscamos no supone
necesariamente haberlo perdido. Puede estar en el fondo “menores” del Centro
de Documentación Histórica del Poder Judicial, en el que se rescataron
expedientes salvados del expurgo, un conjunto de estanterías ubicadas en un
pasillo central del archivo. Aquí los expedientes se agruparon de otra manera: se
ordenaron según el año de inicio del proceso, no de su archivo, y algunos
pasaron de paquetes a cajas8; hay un inventario que permite conocer las
carátulas de los expedientes de cada una. Son documentos de este fondo los que
este trabajo analiza.
El segundo camino se transita al no conocer la carátula del expediente, esto es,
el nombre que el niño tenía al tramitarse su guarda, situación no poco común si
se tiene en cuenta, como se dijera, que es un nombre que cambió si el niño fue
adoptado. Se recurre a los protocolos de autos y sentencias, libros de tapas duras
que resguardan por año las resoluciones de los juzgados. Definiendo un rango
posible de años en que el proceso pudo haberse tramitado, hay que leer cada
una de esas resoluciones dirigiendo la mirada al fragmento final, donde “SE
RESUELVE” la guarda, y buscar allí el nombre de los padres adoptivos o de
crianza de quien busca su expediente. Si aparece, en el fragmento inicial de la
resolución encontramos la carátula del expediente y continuamos la búsqueda
por el primer camino9.
Quienes buscan su identidad son “usuarios inesperados” del archivo (Farge,
1991): nadie imaginó, cuando confeccionó el expediente o le dio su ubicación,
7
Ley de creación del Archivo Histórico de Córdoba N° 3.967, de 1941.
8
Para conocer las particularidades de este fondo y su proceso de reconstrucción, consultar
Lugones y Rufer, 2004.
9
El archivo cuenta con una base de datos que permite vincular la identidad y la filiación biológica
y adoptiva de los niños en guarda y adopción durante el período 1975-1983, construida por el
equipo de trabajo del que formé parte, del proyecto “Derechos a la identidad de adopciones en
Córdoba durante la última dictadura”, a partir de la revisión de todas las resoluciones de guardas
y adopciones dictadas por el fuero civil y de menores en esos años. Del fondo menores existe una
base de expedientes prevencionales confeccionada por dos empleados del archivo tras la celeridad
que mostró tener aquella herramienta de búsqueda, donde se consignaron nombres de
progenitores y guardadores de los niños. Puede consultarse el informe final de aquel proyecto en
el Archivo Provincial de la Memoria; en el Archivo de Tribunales existe, para quienes deseen
emprender una tarea similar en otros repositorios del país, un instructivo del diseño, los criterios
de registro y la construcción de la base de datos; ver también Garzón et al., 2012.
21
que hubiera que buscarlo sin conocer su carátula. Nadie imaginó, tampoco, que
no debían eliminarse, que años después podrían ser fundamentales para el
ejercicio de un derecho. Ya en 1948 el Código Panamericano del Niño había
sancionado el derecho a conocer la identidad de los padres y a no sufrir
humillaciones por las circunstancias de nacimiento (Cosse, 2006:115), pero el
ejercicio de ese derecho no parece haber gravitado en las consideraciones de
orden práctico que organizaron las modalidades de confección y archivo de la
documentación del fuero de menores en aquellos años. Como veremos, la
preocupación por que los niños supieran que eran adoptados emerge en el
ámbito de la minoridad hacia principios de los ’70, acicalada por el discurso
psicoanalítico y por una disminución del estigma que esa condición suponía, y
principalmente apuntaba a que los niños conocieran su verdadero estatus
familiar, no quiénes habían sido sus progenitores.
También somos usuarios inesperados quienes buscamos no una sino un
conjunto de guardas con el deseo de reunirlas, analizar la composición que
trazan sus relaciones y reconstruir los sentidos otorgados en aquellos años a la
posibilidad de que los niños conocieran sus orígenes y circunstancias de
nacimiento. Hay que abrir cada caja y, paradoja del archivo, disponernos a leer
todos sus expedientes para encontrar las guardas, porque las carátulas, que aquí
es lo primero que tenemos a la vista, pocas veces remiten a su contenido; la
mayoría fueron nombradas como su secretaría a cargo: Prevención10. Leer los
expedientes y definir nuestros gestos de recolección demanda paciencia. Al
principio nos detenemos en cada hoja, con el tiempo aprendemos a dirigir la
mirada hacia ciertas piezas y pasajes que reconocemos por su papel y tipografía.
Descubrimos de a poco que las guardas, por lo general, son pequeños cuerpos,
expedientes de pocas fojas; pero no hay que dejar de leer ninguno por más
extenso que sea, hay procesos que se inician por otros motivos y derivan luego
en la guarda del niño. Como dice Arlette Farge, una lectura obstinada de la
fuente, pero también del archivo, orienta la construcción del corpus en estudio.
De esa manera, tras revisar 25 cajas con 1.112 expedientes (65% del fondo en
estudio), se identificaron 472 con guardas, de los que se recogieron nombres de
10
El 63% de los expedientes de guarda encontrados fue caratulado como “prevención” (ver
anexo). María Lugones, al reconstruir el fondo en estudio y brindar un primer análisis de estas
fuentes desde una perspectiva antropológica, interpreta que al caratular un expediente la práctica
judicial no sólo convierte la heterogeneidad de la vida social en casos administrativos sino que
también oculta, enmascara esa diversidad (2004: 29 y 36).
22
magistrados y funcionarios, asunto en carátula, fechas de primera y última
actuación, cantidad de fojas y una breve descripción de las circunstancias que
derivaron en la guarda. Entre los motivos recurrentes, encontramos la necesidad
de legitimar judicialmente la custodia de niños para que los guardadores
cobraran el salario familiar (17 procesos); las guardas solicitadas por las madres
tras haberse separado, en una época en que la patria potestad no era compartida
y sólo correspondía al padre cuando los niños hubieran nacido de uniones
matrimoniales o fueran reconocidos por ellos (66); emplear a niñas y jóvenes en
el servicio doméstico de las casas a las que eran encomendadas por las
autoridades de los institutos en los que se alojaban, o bien tras acuerdos entre
sus padres y empleadores (38); y un amplio abanico de posibilidades que
derivaban de situaciones de crianza a cargo de familiares o personas ajenas al
parentesco.
Transcribimos, completos, los 81 expedientes de guarda con fines de adopción
que encontramos. Conservamos los subrayados en crayón de algunos de sus
pasajes, marcas anónimas que no dejan texto pero sí entonaciones, rastros de
una lectura hecha en el pasado. Sólo borramos los nombres de niños,
progenitores y guardadores, por respeto a su intimidad. Podemos leerlos cuantas
veces sea necesario, sin olvidar la falacia de los archivos judiciales de la que nos
advierten Farge y Revel (1998), archivos que proyectan una realidad dialógica
haciéndonos creer que los sujetos de esas historias están allí y se explican. Del
niño o la niña entregados, de la madre o el padre que “renunciaron” a su hijo,
de aquéllos que solicitaban una guarda y de quienes participaban de la decisión
de concederla, los expedientes brindan palabras dichas traducidas a la jerga del
tribunal, una traducción sujeta a una doble coacción: para quienes se acercaban
al juzgado, la de exponer situaciones y demandas frente a una interlocución
asimétrica; para los responsables de esos procesos, la de dar cuenta de su respeto
por los procedimientos legales y las formas de hacer del personal burocrático
(Lugones, 2004 y Vianna, 2010).
Para leer los expedientes en su conjunto, el archivo y no el caso, recurrimos aquí
a la cuantificación de datos cualitativos que nos permiten identificar
recurrencias y singularidades en los escenarios de origen, entrega y destino de los
niños11.
11
La estrategia metodológica se inspira en los trabajos de Twinam (2009) y Cicerchia (1994 y
1990).
23
Escenarios de destino
Comenzar por los escenarios de destino, esto es, analizando quiénes fueron
nombrados guardadores, no es una decisión arbitraria: eran ellos quienes daban
inicio a estos procesos. Tras sus solicitudes, estaba previsto que alguien visitara
su casa e informara sobre sus condiciones de vida. Las llamadas encuestas
ambientales y familiares eran uno de los principales instrumentos del quehacer
judicial, no sólo un requisito legal. Los juzgados de otras latitudes, como Illinois
(Platt, 2001), París (Donzelot, 2008), México (Sosenski, 2006) y Buenos Aires
(Stagno, 2010), contaron desde sus inicios con delegados propios para estas
tareas, pero en Córdoba fueron encomendadas a una repartición del poder
ejecutivo, la Dirección General de Menores, y sólo en la década de 1980
comenzaron a crearse equipos propios en las oficinas de tribunales. Aquella
Dirección había sido creada en 1945 para centralizar el accionar de las
instituciones públicas y privadas de acogida y reclusión de niños y jóvenes, en el
marco de aquel proceso de centralización estatal del que habláramos al inicio de
este artículo, y pasó a desempeñarse como “órgano de colaboración, ejecución y
asistencia” de los juzgados al crearse el fuero en 195712. Hacia los años sesenta
contaba con un departamento de servicio social al que se derivaban las
solicitudes de encuestas ambientales y familiares, departamento que por
entonces experimentaba una progresiva profesionalización, como sucedía a nivel
nacional (Villalta, 2012). Cuando los guardadores vivían fuera de la ciudad, se
acudía a jueces de paz o policías; sus lacónicos informes habían suscitado la
necesidad, en ocasiones, de enviar desde el juzgado un punteo detallado de lo
que debían informar, notoriamente inspirado en los ítems que estructuraban los
informes de la Dirección de Menores:
“1) Recursos naturales de la zona. 2) Datos personales de los
convivientes en el domicilio: nombre y apellido, lugar y fecha de
nacimiento, estado civil, instrucción, ocupación, remuneración,
salud. 3) Aspecto personal de los mismos. 4) Datos de vivienda.
5) Trato y cuidado que se dispensa al menor y aspecto que
presenta. 6) Opinión personal respecto a la conveniencia o no de
permanecer […] con sus guardadores.”13
12
Diario Comercio y Justicia, Suplemento mensual, 1957, Tomo VII, Decreto ley N° 6.989,
26/3/57, pp. 158-160.
13
Archivo General de los Tribunales de Córdoba (AGTC), Centro de Documentación Histórica
(CDH), Fondo Menores, Caja 9, expediente 29.
24
Escritos para “mostrar” aquello que no verían en el juzgado, una descripción de
la vivienda y sus habitantes con apuntes sobre la “impresión” que dieron a
quien los visitó, los informes ambientales y familiares se vuelven piezas
privilegiadas para la reconstrucción de los escenarios del destino de los niños en
guarda. Ante su ausencia en un 34% de los procesos, contamos también con la
información que se brindó a través de declaraciones y documentos personales,
como certificados médicos y de trabajo.
Familiares 203
Con fines de adopción 5
Terceros 279
Con fines de adopción 76
Totales 81 482*
El 90% de los guardadores que deseaban adoptar eran personas casadas que
pedían juntos, o de manera individual con el consentimiento del cónyuge, la
guarda de los niños, tal como muestra el cuadro 2 si agrupamos a abuelos, tíos
abuelos y tíos, a matrimonios y mujeres y varones casados. Estar casado era
considerado socialmente un signo de decencia y vida honrada que legitimaba la
unión de personas de distintos sexos y su descendencia, al tiempo que formaba
parte de las expectativas de realización personal de la mayoría de hombres y
mujeres (Cosse, 2006 y 2012). Era también una de las preferencias normativas,
pero no suponía, en la práctica, que otras circunstancias no fueran consideradas
apropiadas para la crianza. Aunque en menor medida, también fueron
25
nombrados guardadores mujeres solteras, viudas o separadas, y una pareja que
vivía en una unión de hecho desde hacía cuarenta años14.
Subtotales Total %
Familiares de los niños 5 6%
Abuelo casado 2
Tíos abuelos casados con hijos 1
Tíos casados con hijos 1
Prima soltera de la progenitora 1
Terceros 79 94%
Matrimonio 48
con hijos 6
con hijo adoptivo 1
con hijos de parejas previas al enlace 3
sin hijos 32
sin datos de descendencia en expediente 6
Mujer 23
casada con hijos 6
casada sin hijos 9
casada sin datos de descendencia en expediente 1
soltera con hijos 1
soltera sin hijos 2
soltera sin datos de descendencia en expediente 1
viuda sin hijos 1
viuda sin datos de descendencia en expediente 1
separada legalmente sin hijos 1
14
Los miembros de esta pareja dijeron haber iniciado el trámite para casarse, lo cual fue
“postergado día a día por razones de hecho y de desidia personal”, pero fueron nombrados
guardadores antes de la celebración del matrimonio. AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 25,
expediente 50.
26
Varón 7
casado sin hijos 5
casado con hijos 1
marido de la progenitora 1
Pareja con hijos 1
Total de niños 84 100%
Que los adoptantes no tuvieran hijos había sido otra de las preferencias de la
primera normativa sobre adopción, requisito con el que se pretendía que la
adopción no supusiera una afrenta a la familia “legítima” (Villata, 2012), pero
casi un 20% de los guardadores sí los tenían (16 procesos tramitados antes de
sancionarse la segunda ley de adopción, que sí permitía adoptar a quienes
tuvieran hijos). Incluso la existencia de hijos “ilegítimos” o
“extramatrimoniales” no fue considerada una situación impropia para la
adopción de un niño. En tales circunstancias, las decisiones judiciales
convalidaban dinámicas familiares ajenas a anhelos legislativos y convenciones
sociales que regulaban la conformación de la pareja y la procreación. En los
escasos cuatro procesos en los que se registraron, los reparos a las concesiones de
las guardas eran fundamentados por la edad de los guardadores (que tenían más
de cincuenta años)15 y su situación económica16, no por su estatus civil ni la
condición de su descendencia.
No sabemos cuántos de estos procesos de guarda derivaron efectivamente en la
adopción del niño, por lo que desconocemos cómo fueron ponderadas estas
configuraciones familiares que no se ajustaban a las prescripciones normativas
por la presencia de descendencia entre quienes aspiraban a la adopción. Pero lo
cierto es que la legitimación judicial de la tenencia del niño creaba situaciones
de convivencia que difícilmente fueran desestimadas al momento de evaluar la
concesión de la adopción. De tal manera, en el terreno de las decisiones
jurídicas y administrativas concretas, que en ocasiones de este tipo generaban
situaciones que difícilmente se revirtieran, parecieran imperar, más que los
15
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 3, expedientes 25 y 7; caja 21, expediente 65 y caja 22,
expediente 37.
16
Ibídem, caja 21, expediente 65.
27
requisitos legales, las consideraciones sobre las garantías de crianza hogareña que
estos escenarios de destino ofrecerían.
La nuclearidad del hogar no fue la única configuración familiar considerada
propicia para la crianza de esos niños. Junto a familias conformadas
exclusivamente por un núcleo conyugal primario, existieron también entre estos
escenarios de destino, familias extensas, donde un núcleo conyugal convivía
junto a otros parientes, familias compuestas, conformadas por un núcleo
conyugal y personas ajenas al parentesco, y familias monoparentales17.
Como muestra el cuadro 4, en los escenarios de destino eran escasas las personas
aventajadas en sus credenciales educativas. La mayoría leía y escribía o había
realizado algunos años de la escuela primaria (29% entre las mujeres y 32%
entre los varones), sólo unos pocos tenían el secundario completo (6% de las
mujeres y 7% de los varones), y muchos menos estudios terciarios y
universitarios (4% en ambos casos)18.
17
Para clasificar los tipos de familias seguimos a Susana Torrado, 2012:406-407.
18
En un posterior análisis se vinculará estos datos con los censos de 1960 y 1970, para reconocer
el universo del que forman parte.
28
Cuadro 4. Instrucción de los guardadores
Mujeres % Varones %
Analfabeto/a 1 1
Lee y escribe 14 17 15 20
Primaria incompleta 10 12 9 12
Primaria completa 7 8 3 4
Secundario incompleto 2 2 2 3
Secundaria completa 5 6 5 7
Terciaria 3 4
Universitaria 3 4
Sin datos 42 50 39 50
84 100 76 100
En estos hogares la mayoría de las mujeres eran amas de casa, como evidencia el
cuadro 5. Así se presentaba incluso a aquéllas que acompañaban esa tarea con la
realización de trabajos de costura o cocinando para otros19. Entre las mujeres
que salían a trabajar, se destacaban quienes realizaban tareas calificadas, como
las empleadas administrativas, enfermeras y maestras, ocupaciones que suponían
la educación y el cuidado de otros, es decir, como tantas veces se ha resaltado,
ocupaciones históricamente entendidas como prolongaciones de atributos
maternales. Cuando las mujeres realizaban actividades distintas a las
tradicionales tareas domésticas, en los informes se valoraba positivamente que
esas ocupaciones no implicaran ausentarse del hogar, o bien que ya estuviera
resuelto quién cuidaría al niño cuando ellas salieran a trabajar, ocasiones en las
que hijas y abuelas las suplían en las tareas del cuidado infantil.
Entre los varones sobresalen los empleados no calificados y los trabajadores
manuales con o sin calificación, como trabajadores de las fábricas automotrices
de reciente instalación en la ciudad (Fiat, IKA e IKA-Renault), torneros,
empleados de correo o reparticiones públicas, policías, serenos, ferroviarios y
jornaleros, entre otros. Por la vaguedad de las fuentes no siempre es posible
reconocer el carácter de su ocupación, por ello los agrupamos en una misma
categoría. A ellos les siguen quienes realizaban tareas por cuenta propia, como
19
Dos de estas mujeres eran modistas además de ocuparse de las tareas del hogar (AGTC, CDH,
Fondo Menores, caja 21, expediente 3 y caja 25, expediente 14) y una tercera daba “pensión”,
sirviendo comidas a “señoritas” en su casa (caja 22, expediente 37).
29
viajantes, comerciantes, relojeros, carpinteros o transportistas. Y, en una misma
proporción, encontramos a jubilados, pequeños y medianos productores rurales
y empleados calificados y técnicos; más allá, a profesionales y pequeños
empresarios urbanos.
30
Cuadro 6. Vivienda de los guardadores
Cantidad %
Propia 30 36
Alquilada 11 13
Prestada 1 1
Compartida con familiares
propietarios 2 2
Sin datos 40 48
84 100
Las referencias a los niños en los escenarios del destino se asociaban al cuidado
que se les profesaba, el aspecto físico que presentaban, su adaptación al nuevo
espacio, el juego, la necesidad de su vigilancia, y el cariño que tendrían por sus
guardadores y éstos por ellos. Cuando esos matrimonios tenían sus propios
hijos, se hacía referencia a su escolaridad y desempeño en distintos oficios
cuando ya eran mayores, aspectos que parecen reforzar su “buen” desempeño
como padres. Sin embargo, los niños no siempre se adaptaban a esos nuevos
espacios o, tal vez, eran sus guardadores los que no se adaptaban a ellos; en tres
ocasiones se desistió de la guarda por esos motivos20.
Recapitulemos. Aspectos como la ocupación, la instrucción y la vivienda
perfilan a grandes rasgos a miembros de dos estratos sociales en los escenarios de
destino de estos niños: familias de “clase media” o “humildes”, según las
expresiones empleadas en los informes. En las descripciones de esos destinos
predominaban los elementos comunes del retrato de la domesticidad, como
llama Isabella Cosse a ese modelo familiar de los nuevos sectores medios que
cristaliza hacia 1930 como horizonte normativo para todos los sectores sociales,
un modelo homogéneo y excluyente construido como ideal que opacaba una
amplia diversidad de arreglos familiares (2006:29-32): el matrimonio legítimo,
esto es, en esa época y hasta hace tan poco, una unión legal entre un hombre y
una mujer; la convivencia; el hombre como proveedor de recursos, la mujer ama
de casa o con un oficio que no interfiere en su dedicación al hogar y los niños;
la escolaridad, la ropa limpia y el juego controlado de los niños como signos de
20
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 9, expediente 22, caja 15, expediente 12 y caja 22,
expediente 29.
31
una vida sana; el amor; el cariño, también. La laboriosidad y la honestidad de
hombres y mujeres de familias “humildes” eran atributos que compensaban sus
escasos recursos; la “impresión” que daban orientaba también la descripción de
los informantes, que los hacían partícipes de aquel mismo modelo familiar.
En los años 1973 y 1974, durante las visitas domiciliarias comienza a
preguntárseles a los guardadores si revelarán al niño la verdad sobre su origen.
Emergencia tenue de una preocupación incipiente que sólo encontramos en
cuatro procesos. Una mujer, que ya tenía un hijo adoptivo, dijo que al principio
“no estaba completamente convencida, pero su esposo le ha[bía] hecho
comprender lo beneficioso de criar a los hijos y ser veraz con los mismos para
un mejor desenvolvimiento.” Uno de los matrimonios dijo que lo haría cuando
el niño “entendiera”, otro, que lo haría para evitarle “daños mayores al enterarse
por personas ajenas”; el último, sabiendo de “la conveniencia de ser sinceros con
los hijos adoptivos”, aún no lo había decidido21.
Como señalara Carla Villalta, amplios sectores sociales consideraban que ocultar
la verdad al niño era una forma de no estigmatizarlo, de que fuera considerado
un “verdadero hijo”, conceptuándose el ocultamiento como una forma de
“protección”. Pero hacia los años sesenta y de la mano del discurso
psicoanalítico, comienza a extenderse socialmente la idea de que los niños
debían conocer su condición de adoptados porque las experiencias infantiles
eran fundamentales para la constitución de la personalidad del niño y la mentira
acarreaba consecuencias negativas en su conducta. Así, la “revelación” era
importante no porque daba a conocer la verdad sobre el origen, sino porque
asemejaba al niño adoptado a un “verdadero hijo” (Villalta, 2010:107-109).
Escenarios de entrega
Si alguna vez llegaron a preguntárselo, en su mayoría estos niños necesitaron
que alguien les contara de dónde venían, pues eran muy pequeños durante sus
guardas, algunos incluso acababan de nacer (53% de los procesos). A los que
tenían entre 1 y 5 años quizá les quedara algún recuerdo borroso y muchas
preguntas sobre sus entregas, quizá menos de las que tuvieran quienes ya
estaban en edad escolar.
21
Ibídem, respectivamente: caja 5, expediente 11; caja 6, expediente 44; caja 20, expediente 2; y
caja 21, expediente 3.
32
Cuadro 7. Edad de los niños al solicitarse su
guarda con fines de adopción
Cantidad %
Días 18 22
Meses 27 31
De 1 a 4 años 23 27
De 5 a 12 años 15 19
Sin referencias 1 1
Total de niños 84 100
22
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 1, expediente 3; caja 2, expediente 4 y 14; caja 5,
expediente 9; caja 9, expediente 30; caja 10, expediente 9; caja 12, expediente 17; caja 17,
expedientes 3 y 34; caja 18, expedientes 45 y 50; caja 21, expedientes 5, 8 y 64; caja 24,
expediente 23; y caja 25, expedientes 24 y 50.
23
Ibídem, caja 15, expediente 18 y caja 22, expediente 26.
33
Cuadro 8. Edad de los niños al ser recibidos por sus guardadores o en
instituciones
Días 18 2 20 24
Meses 27 6 33 39
De 1 a 4 años 11 4 15 18
De 5 a 12 años 8 3 11 13
Imprecisables 4 4 5
Sin referencias 1 1 1
Total de niños 65 19 84 100
24
En una ocasión, la maternidad informó que el niño tenía un “aspecto físico poco favorable que
provocaba la no aceptación de los numerosos matrimonios que se citaron”. AGTC, CDH, Fondo
Menores, caja 19, expediente 69.
34
moral” que se poseía, una diferencia de días posteriores al nacimiento sugiere
que los matrimonios supieron del niño en ese momento; una diferencia de
meses, que la espera entre la inscripción en las listas y la entrega del niño no era
larga, o que los matrimonios habrían conocido por su cuenta a la madre que les
daría el niño.
Frente a la preponderancia de las maternidades, los restantes escenarios
institucionales del encuentro de un niño parecen escasos, como muestra el
cuadro de la situación de los niños al pedirse sus guardas. Los derivados de la
Casa Cuna son llamativamente pocos teniendo en cuenta que fue el único
espacio que recibía a menores de cinco años en la ciudad; salvo escasos años en
que también eran alojados en el Pablo Pizzurno, según expresiones de su
personal, la Dirección de Menores carecía de institutos “adecuados” para
albergar a menores de seis años25. No contamos con estudios que hayan
documentado el accionar de la Casa Cuna durante el período en análisis26, por
lo que desconocemos la cantidad de niños que albergaba, los motivos de sus
internaciones y destinos, lo que permitiría dimensionar la significación de los
seis procesos identificados. Tres de los niños habrían sido internados por sus
progenitoras y vivieron en el establecimiento entre cuatro meses y “varios
años”27. Los otros tres, por órdenes judiciales, y también fueron disímiles sus
tiempos de internación28. En sólo tres procesos tenemos certeza de que los
guardadores fueron presentados al juzgado por la institución; en uno de ellos
fue el Servicio Social del Hospital de Niños, por donde pasara previamente, el
que presentó a los guardadores29.
25
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 22, expediente 37.
26
Los trabajos de María Elena Flores (2004 y 2012) sobre la Casa Cuna abordan el período en
que la institución estuvo a cargo de la Sociedad de Beneficencia, no avanzando sobre la
documentación posterior a su traspaso al Estado provincial en 1952. Para un análisis del proceso
de provincialización de la institución, véase Ortiz Bergia, 2012. Agradezco a ambas autoras la
amabilidad de brindarme sus tesis doctorales inéditas.
27
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 9, expediente 22; caja 22, expediente 26 y caja 19,
expediente 22.
28
Ibídem, caja 22, expediente 37; caja 25, expediente 13 y caja 15, expediente 18
respectivamente.
29
Ibídem, caja 19, expediente 22; caja 22, expediente 37, caja 25, expediente 13 y caja 15,
expediente 18 respectivamente.
35
Cuadro 9. Situación de los niños cuando se pidió su
guarda
Cantidad %
Junto a sus guardadores 42 50
En Maternidad Provincial 15 18
En Maternidad Nacional 12 14
En Casa Cuna 6 7
En Hospital de Niños 4 5
En Pablo Pizzurno 4 5
En Casa del Niño 1 1
Total de niños 84 100
30
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 18, expediente 6; caja 22, expedientes 21 y 37.
31
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 22, expediente 37.
32
Ibídem, caja 22, expediente 21.
33
Ibídem, caja 10, expediente 7.
34
Ibídem, caja 18, expediente 6.
36
incluso sus propias diligencias en la Casa Cuna en busca de una nueva
ubicación.
Entre los 19 institutos dependientes de la Dirección de Menores sólo
encontramos dos entre los escenarios de entrega: el Pablo Pizzurno, en un barrio
cercano al centro, y la Casa del Niño, en San Francisco. En el Pablo Pizzurno
tres niños fueron internados por órdenes judiciales y uno a pedido de la
supuesta madre35. A la Casa del Niño fue derivado por orden judicial un niño
que había sido dejado por su progenitora en el Hogar de Menores Madres36. La
escasa presencia de las instituciones estatales de acogida e internación de niños
entre los escenarios de entrega evidencia que no todos estos espacios contenían a
35
Ibídem, respectivamente: caja 15, expediente 12; caja 22, expedientes 29 y 37; y caja 22,
expediente 24.
36
Ibídem, caja 23, expediente 18.
37
En su conjunto, los escenarios institucionales de entrega muestran que las
guardas con fines de adopción tramaban una configuración burocrática
descentralizada: cada institución tenía sus propias listas de adoptantes y sus
propios criterios para la entrega. A fines de 1972 la Dirección de Menores37 creó
su Equipo Técnico de Adopciones y Guarda, en lo que parece ser el primer
gesto institucional de coordinación de prácticas y criterios. Con esa intención se
celebraron reuniones con asistentes sociales y directores de hospitales infantiles,
maternidades y la Casa Cuna, y se visitaron algunos institutos de la repartición:
la Casa del Niño, el Pablo Pizzurno y el Hogar de Menores Madres38. En las
reuniones del Equipo se mencionó la existencia de instituciones privadas que
serían convocadas con posterioridad, lo que al parecer nunca se hizo; en los
expedientes, no existen indicios de tales instituciones entre los escenarios de
entrega de los niños39. La unificación de criterios no supuso, en esos años, que el
Equipo centralizara la derivación a los juzgados de los niños en adopción: cada
institución continuó haciéndolo por su cuenta, y los miembros del equipo
señalaban que los institutos no respetaban los criterios fijados, “produciéndose
interferencias y superposición de esfuerzo” que, sostenían, “siempre fueron en
deterioro de los menores”40. La necesidad del Equipo de reunirse con jueces,
secretarios y asesores de menores “para unificar criterios sobre abandono,
adopción, guardas, renuncias, etc.”, sugiere que las divergencias también
atravesaban reparticiones que tenían una vinculación cotidiana41.
Como señalara Carla Villalta para la ciudad de Buenos Aires, recogiendo el
testimonio de agentes judiciales y administrativos de la minoridad, la técnica del
informe ambiental y familiar “convivía con una gran informalidad, sobre todo
en relación con la adopción, debida tanto al amplio margen de acción con que
contaban los magistrados como al hecho de que la selección de las familias
adoptantes, por ejemplo, era parte de procedimientos que aún no se
encontraban institucionalizados ni profesionalizados”. Es a fines de los ’60 que,
37
Como mencionáramos, en 1966 la dependencia pasa a llamarse Consejo Provincial de
Protección al Menor, pero en 1971 vuelve a su antigua denominación, y años más tarde
recuperará el nombre de 1966.
38
Archivo Provincial de la Memoria, Fondo Secretaría de Estado de la mujer, niñez, adolescencia
y familia, caja 5, Libro de actas “reuniones equipo técnico de adopción” (1972 - 1977), reuniones
del 14/6/1973, pp. 44-48; del 13/7/1973, pp. 52-54; del 27/9/1973, pp. 68-70; del 20/2/1974,
pp. 88-89; y del 22/5/1974, pp. 95/96.
39
Ibídem, reuniones del 25/6/1973, pp. 48 y 49, y del 13/7/1973, pp. 52-53.
40
Ibídem, reunión del 24/12/1974, pp. 113-121.
41
Ibídem, reunión del 4/4/1974, pp. 91-92 y del 21/1/1975, pp. 122-123.
38
con una importante presencia de grupos privados y religiosos, “se comenzarán a
delinear los modernos procedimientos de la adopción” (2012:167-168).
El 50% de los niños no transitó por instituciones: ya estaban junto a sus
guardadores cuando se iniciaron los procesos. Como muestra el cuadro 11,
construido a partir de los argumentos esgrimidos por los guardadores ante las
autoridades judiciales, en la mayoría de las ocasiones fueron la madre, el padre o
algún familiar quienes les entregaron al niño, y eran más frecuentes las entregas
directas de las progenitoras a los guardadores que las entregas de los
progenitores u otros familiares de los niños. En un 10% de los procesos fueron
terceros, personas ajenas al parentesco biológico, los responsables de las
entregas: desde la imprecisa referencia a “una persona”, pasando por una
“madre de crianza” y una guardadora nombrada por el Patronato de Menores
de la provincia de Misiones, al abogado que diera inicio al proceso tras
denunciar la situación en que se encontraría el niño. La entrega a cargo de un
juez de paz, el encuentro ocasional del niño en la puerta de casa y la ausencia de
referencias a las circunstancias de entrega, parecen ser experiencias
excepcionales.
Si leemos juntos los cuadros 10 y 11, vemos que la presencia de las progenitoras
de los niños en los escenarios de entrega, fueran o no institucionales, es notoria.
Descartando aquellas oportunidades en las que también estuvieron presentes los
39
progenitores, las madres de los niños fueron las protagonistas del 65% de las
entregas directas de los niños a sus guardadores y del 69% de los niños que
llegaron a ellos tras su paso por alguna institución (aquí se sumaron las 28
ocasiones en las que fueron las madres quienes dejaron a los niños en la
institución y la única ocasión en que la internación del niño se produjo a
pedido de la su progenitora).
Escenarios de origen
Si aquellos niños consultaran hoy sus expedientes encontrarían en la mayoría de
ellos algún dato sobre sus orígenes biológicos: en casi un 93% de los procesos
fueron mencionados los nombres de sus madres, sus padres o ambos. En sólo
seis procesos no consta filiación alguna, ya sea porque los niños fueron
encontrados en la vía pública o porque nada se dijo al respecto42. En un único
proceso existieron averiguaciones policiales sobre la identidad de los
progenitores43. La filiación más frecuentemente mencionada era la materna (57
procesos, 73%), seguida de lejos por la mención de los nombres de ambos
progenitores (19 procesos, 24%) y en escasas ocasiones sólo por el nombre del
progenitor (2 procesos, 3%), como nos muestra el cuadro 12.
42
AGTC, CDH, Fondo Menores, filiaciones desconocidas por encuentro en la vía pública: caja
5, expediente 1; caja 10, expediente 7 y caja 21, expediente 65. Filiaciones no explicitadas: caja 2,
expediente 14; caja 18, expediente 45 y caja 24, expediente 23.
43
Ibídem, caja 10, expediente 7.
40
De allí se desprende una particular configuración femenina de los escenarios de
origen, en la que, frente a la preponderancia de mujeres solteras –14 de las
cuales eran menores de edad– que evidencia el cuadro 13, las experiencias de la
entrega de un niño de madres casadas, viudas o separadas tenían una menor
incidencia.
Cantidad %
Madre soltera 56 67
Madre casada 3 4
Madre viuda 3 4
Madre separada 1 1
Padre soltero 1 1
Padre casado 2 2
Padres solteros 1 1
Padres casados 4 5
Sin referencias 13 15
Total de progenitores 84 100
Como nos muestra el cuadro 14, en las ocasiones en que las madres o los
guardadores de los niños lo explicitaron, los motivos laborales fueron los más
frecuentes entre las razones de entrega, en consonancia con otra recurrencia de
estos escenarios: el servicio doméstico como ocupación de las madres, que surge
en 13 de los procesos encontrados; una tarea mal remunerada que en ocasiones
suponía la convivencia con patrones reacios a que el niño viviera allí. Se dijo
también que no tenían posibilidades de criarlos o que eran razones económicas
las que llevaron a esa determinación. Detrás de ello, sin dudas, habría otras
condiciones de índole “familiar” o “particulares”, como decían las actas de
renuncia de las maternidades. El abandono del compañero, que la nueva pareja
no aceptara al niño, que sus padres no se enteraran de que había tenido una hija
de soltera, ser muy jóvenes y resultar un “problema” para un futuro cónyuge
41
que aún no existía, no sentirse “capacitadas” para criar al niño, o simplemente,
no desear hacerlo, también fueron motivos por los que estas madres entregaron
a sus hijos, evidenciando que los prejuicios sociales también formaban parte de
las dificultades de criar a un niño en soltería y soledad.
No mencionadas 20 2 1 3 26 39
Laborales 10 10 15
Imposibilidad de criarlo 9 1 10 15
“Razones familiares y
económicas” 5 1 6 9
Económicas 3 3 5
Enfermedad 3 3 5
Su nueva pareja no acepta al
niño 2 1 3 5
“No desea tenerla consigo” o
“No quiere saber nada del chico” 1 1 2 3
“Era muy joven y que si algún
día deseaba formar un hogar, la
hijita le iba a resultar un
problema con su futuro cónyuge,
etc.” 1 1 1
“Por ser soltera y no querer que
su familia se enterase que había
tenido una hija” 1 1 1
“No sabía dónde vivir, no tenía
ningún familiar que podía
ayudarla, se encontraba
totalmente desamparada y nadie
se le había compadecido” 1 1 1
Abandono de su compañero 1 1 1
56 3 3 1 4 67 100
42
Similares motivos acompañaron las entregas de niños por parte de mujeres
casadas, viudas o separadas. Dos de las tres mujeres que dijeron –o de quienes se
dijo– que eran casadas, dejaron a sus hijos en la maternidad sin explicitar
motivo alguno; de una de ellas, informaron que había abandonado el hospital
luego de dar a luz y que fueron infructuosas las diligencias para dar con el
paradero de “la prófuga”. La tercera habría dicho ante las autoridades judiciales
que “no se encontraba en situación de criar y mantener a su hija”44. También
fueron dos las viudas que dejaron a sus recién nacidos en la maternidad,
renunciando al niño por “razones económicas y familiares” una de ellas, y
abandonado la otra el hospital, sin que pudiera ser localizada, según las
autoridades de la institución. La tercera viuda “quedó sola con tres criaturas
pequeñas”, dejó a uno de sus hijos en Casa Cuna para ser dado en adopción, y
entregó a los otros a terceros por lo “apremiante de su situación”. Habían
pasado dos años cuando comunicó a las autoridades judiciales que deseaba que
aquel niño dejado en Casa Cuna fuera adoptado. La asistente social que visitó
su casa contó que había formado una nueva pareja con una persona muy buena
y trabajadora, que “la entendía mucho”, pero que no quería tener a los niños,
que pronto se casaría y deseaba para entonces tener resulta la adopción; para la
asistente social, aquella madre que hablaba “con naturalidad del hecho”, parecía
“no tener cariño por el niño y prefería “‘su bienestar’ al lado de un hombre que
le daría tranquilidad, a luchar por criar a sus hijos”45. Según la guardadora del
niño que era hijo de una mujer separada, la madre se lo entregó porque “no
quería saber nada del chico”. Citada para que prestara su declaración en el
juzgado, la mujer dijo que tenían otros seis hijos a los que había ubicado en
distintas casas tras separarse de su marido, quien no trabajaba y era bebedor,
siendo ella la única que ayudaba a esas familias con algunos aportes económicos.
La asistente social que visitó su casa dijo que la mujer vivía en concubinato en
una “mísera pieza, de ladrillos, maderas y latas”, descripción subrayada en
crayón rojo en el expediente, y que era “una persona sin cultura, franca en sus
declaraciones, desaprensiva y sin ninguna base moral”, que se mostraba
“indiferente al hablar de sus hijos, dando la impresión de no importarles”46.
44
AGTC, CDH, Fondo Menores, respectivamente: caja 19, expediente 69; caja 10, expedientes
12 y 22.
45
Ibídem, respectivamente: caja 19, expediente 67; caja 16, expediente 2 y caja 9, expediente 22.
46
Ibídem, caja 16, expediente 6. Dudamos seriamente de en qué categoría de razones consignar
esta entrega; a nuestros ojos serían económicas, pero terminamos inclinándonos por la expresión
43
Las razones de entrega no variaron considerablemente en las escasas nueve
ocasiones en que fueron los progenitores varones o ambos progenitores quienes
participaron de las circunstancias de entrega, pero permiten reconocer otras
experiencias de dinámicas familiares que desembocaban en la entrega de un
niño para su adopción. También las mujeres abandonaban a sus parejas
dejándoles a los niños, como lo evidencia el relato de aquel hombre que entregó
al suyo tras ser dejado por su mujer47. La infidelidad de alguno de los miembros
de la pareja se encontraría detrás de dos de los motivos de entrega: uno de los
hombres pidió la internación de sus hijos tras descubrir que su “concubina”
tenía relaciones con alguien más48, al tiempo que otro de los padres debió
entregar al suyo, decía la guardadora, porque su mujer no lo aceptaba por no ser
hijo de ella49. En una ocasión, el padre de una niña prestó su conformidad para
que fuera adoptada por la nueva pareja de la progenitora, con quien ésta se
había casado.
Cuadro 15. Razones de entrega según estatus civil del padre o de ambos padres
Sin
Soltero Casado Solteros Casados Subtotales %
datos
“Razones familiares y
1 1 11%
económicas”
Abandono de su compañera 1 1 11%
Fallecimiento 2 2 22%
de la guardadora –“no quiere saber nada del chico”–, que parecería resumir también la impresión
dada a la asistente social.
47
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 17, expediente 3.
48
Ibídem, caja 22, expediente 21.
49
Ibídem, caja 15, expediente 17.
44
Más de la mitad de estas guardas fueron concedidas sin el consentimiento de los
progenitores, existiendo en sólo 10 procesos actuaciones tendientes a su
participación, y en sólo uno, como se mencionara, actuaciones policiales
tendientes a la identificación de los progenitores de los cinco niños encontrados
en la vía pública. Haber “abandonado” alguna de las maternidades tras el
nacimiento del niño pareciera haber sido una razón suficiente para que esas
madres no fueran buscadas, como sucedió en cuatro oportunidades. En 20
ocasiones, los argumentos esgrimidos por quienes ya tenían al niño fueron
considerados suficientes para la continuación del proceso con la prescindencia
del consentimiento de sus progenitores. En otras cuatro oportunidades, las
guardas solicitadas fueron concedidas incluso frente a la oposición de las
progenitoras. Aquí, sin embargo, habría que hacer una salvedad. La de aquella
madre que entregó a su hijo durante su internación en el Hospital
Neuropsiquiátrico, reclamándolo al salir y casarse con el padre del niño, que
inicia luego un pedido de restitución. No sabemos cómo terminó su historia,
pero sí que la guarda del niño fue concedida de manera provisoria y que el
trámite de restitución fue propiciado por el asesor de menores50.
50
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 12, expediente 17.
45
Cuadro 16. Consentimiento de los progenitores
Fil. Fil. no
Filiación Fil. no desco- expli-
acreditada acreditada nocida citada Subt. % Subt. %
Con consentimiento 37 44%
Materno ante juzgado 15 8 23 62%
Materno ante
defensoría de menores 1 1 3%
Materno ante juez de
paz 3 3 8%
Materno ante
maternidad 8 8 22%
Paterno ante juzgado 1 1 3%
Ambos progenitores
ante maternidad 1 1 3%
Sin consentimiento 45 54%
Sin consentimiento
materno 2 3 5 11%
No consta, existiendo
actuaciones tendientes
a la participación de la
progenitora y/o del
progenitor 7 3 1 11 24%
No consta, sin existir
actuaciones tendientes
a la participación de la
progenitora y/o del
progenitor 16 8 4 1 29 64%
Niños huérfanos 2 2 2%
Total de niños 56 22 5 1 84 100%
47
Cuadro 17. Filiación de los niños en guarda con fines de adopción
Materna y
Materna Paterna Totales %
paterna
Acreditada 42 1 12 55 66
No acreditada 15 1 7 23 27
No explicitada 1 1 1
Desconocida 1 4 5 6
Totales 58 2 24 84 100
51
En un proceso la presentación de un certificado de inscripción por parte de los guardadores no
descartó el pedido de la asesora de menores de que fuera requerida su partida de nacimiento al
Registro Civil. Así se hizo, pero en el oficio enviado no sólo no se consignaron los datos de la
partida presentes en el certificado, sino que además se dijo que el niño tenía 9 años cuando tenía
9 meses. Del Registro Civil, evidentemente, respondieron que con los datos suministrados no
había podido encontrarse la partida. AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 24, expediente 24.
52
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 20, expediente 2.
48
nombre y el apellido que los guardadores dieron al niño, no existiendo
constancia de su inscripción en el Registro Civil pero sí de su nacimiento en la
Maternidad Provincial53. En otras dos, fue incluso durante el trámite judicial
que los niños fueron inscriptos por sus guardadores, con sus apellidos y sin
filiación, conociéndose, aunque sin aval, la identidad de sus progenitoras54.
Materna
Materna Paterna y paterna Subtotales %
Partida de nacimiento 21 1 10 32 58
Comunicación de la
maternidad 11 1 12 22
Certificado de inscripción 10 10 18
Libreta de familia 1 1 2
Total de niños 42 1 12 55 100
53
AGTC, CDH, Fondo Menores, caja 18, expediente 26.
54
Ibídem, caja 3, expediente 25 y caja 22, expediente 8.
55
Ibídem, caja 23, expedientes 18 y 28 y caja 25, expediente 14.
49
Cuadro 19. Filiaciones no acreditadas
Materna y
Materna Paterna Subtotales %
paterna
No constan actuaciones
tendientes a acreditar las
filiaciones invocadas 7 1 1 9 41
Constan actuaciones tendientes a
acreditar las filiaciones invocadas 7 1 8 36
De las circunstancias de entrega
no surgen dudas de las filiaciones
invocadas 3 2 5 23
Total de niños 17 2 3 22 100
51
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52
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sexualidades en la Argentina. Buenos Aires: Prometeo Libros, pp. 89-129.
54
Anexo
Guarda 73
Guarda 29
Guarda Maternidad Provincial 1
Guarda por salario 1
Guarda. Prevención 10
Pedido de guarda 2
Solicita [o “Sol.”] guarda 30
N.N. 9
[Apellido] N.N. y otros. Prevención 1
[Apellido] N.N. Prevención 1
N.N. (encontrada en las proximidades del Hospital Rawson) 1
N.N. (sexo femenino) abandonada en seccional 14ª 2
N.N. abandonado en el porch [sic.] de la casa de la Srta. […] Solicita
1
guarda
N.N. del Hospital de Alta Gracia 1
N.N. maternidad provincial hija de N.R. N. de N. 1
N.N. Prevención 1
Prevención 297
Casa Cuna. Prevención 1
Del Juzgado de Menores. Prevención 1
Denuncia. Prevención 1
Instituto Provincial de Maternidad nacida el 14 de marzo de 1970.
1
Prevención
Medida preventiva 6
Prevención [o sus abreviaturas “Pre.” o “Prev.”] 287
Otras 16
Del Juzgado de Menores 2
Desamparo (prov.[iene] de la Direc[ción]. Gral. de M.[enores]) 1
[El nombre de los padres] 1
Internación 1
Maternidad Provincial 1
Para agregar 2
Protección 2
Puestas por el subcomisario [ilegible] 1
Puestos por Dirección de Migraciones 1
Solicita amparo 1
Sol.[icita] Internación 1
Solicita Medidas [o su abreviatura “Sol. Med.”] 2
Carátula destruida 1
Sin datos 75
Total 471
55
Toma de la Facultad de Arquitectura, 26/08/74 - CDA-UNC
El movimiento estudiantil y el Taller Total:
debates sobre la Universidad
Gonzalo Pedano
57
fue uno de los factores que confluyó en la concreción del Total1. Nuevo plan de
estudios, eliminación del sistema de cátedras y división de la tarea estudiantil en
equipos de trabajo, relación horizontal entre docente y alumno, sanción de un
régimen de carrera docente y elaboración de una nueva estructura académica
cuyo órgano superior y resolutivo se llamó la “Coordinadora General”, son
algunos de los aspectos característicos de la experiencia del Taller Total. Aún
cuando no es propósito de este artículo el análisis detallado de los mismos,
algunos de ellos serán considerados con más detenimiento y se propondrá, de
manera tentativa, una cronología del desarrollo del Taller Total.
1
En efecto, el Equipo de Pedagogía, dirigido por la docente María Saleme de Burnichon, que
participó orgánicamente en la elaboración de la propuesta del Total y también en la puesta en
funcionamiento de la misma, publicó un artículo en la Revista Los Libros, de noviembre de 1971,
donde se señaló al proceso atravesado por el movimiento estudiantil como uno de los factores
posibilitantes, además de otros dos: la crisis institucional interna de la Facultad de Arquitectura y
la serie de discusiones que se desarrollaron en América Latina a propósito del rol del arquitecto y
el sentido o la función de la enseñanza de la arquitectura.
2
Hipólito Yrigoyen fue el primer presidente electo por la Ley Sáenz Peña, gobernó nuestro país
en dos oportunidades (1916-1922 y 1928-1930), siendo derrocado por el golpe de Estado
liderado por el Gral. Félix Uriburu.
58
A los fines de caracterizar más detenidamente el proceso atravesado por el
movimiento estudiantil que radicaliza sus propuestas, resignifica el término
“reforma”, pone en discusión a la propia Universidad y reactualiza sus
postulados a medida que transcurren las décadas del ‘60 y del ‘70, en la primera
parte de este artículo se pretende elaborar un esquema general del proceso que
conduce al movimiento estudiantil argentino de sus posiciones antiperonistas y
liberales de la década del ‘50, a la revisión de esas posturas y la adopción de
otras antiimperialistas y latinoamericanas en la década del ‘70.
Es importante recordar que la actual Ciudad Universitaria de Córdoba comenzó
a construirse durante la gestión del entonces presidente Juan D. Perón. En
efecto, el 21 de julio de 1952, el gobierno de la provincia de Córdoba donó a la
Fundación Eva Perón, 70 hectáreas donde comenzó a edificarse la “Ciudad
Universitaria Estudiantil”, cuyo proyecto original fue elaborado en 1948 y
llevaba por título: “Ciudad Universitaria Estudiantil Presidente Perón”. Al
producirse el golpe militar de septiembre de 1955, autodenominado
“Revolución Libertadora”, se desarticuló el proyecto de la Ciudad Universitaria
Estudiantil ideado por el peronismo. En ese marco, el rector interventor Jorge
Núñez, tras solicitar al presidente de facto Gral. Pedro E. Aramburu la
transferencia de los edificios a la UNC, señalaba en ocasión de la entrega:
“Debemos acercarnos al concepto de las universidades
norteamericanas y europeas. Así podrá llegarse a obtener una
educación integral que permita el desarrollo de las aptitudes
intelectuales, morales y psicológicas del individuo, lo que sólo
puede lograrse íntegramente –según la palabra autorizada de
Houssay– en las ciudades universitarias, ampliamente
experimentadas en las ciudades más avanzadas” (Alfilo, 2007).
Las palabras del Rector expresaban una política universitaria que, según Ribeiro
(1971), era de “modernización refleja”, esto es, partía de la suposición de que
agregando ciertos perfeccionamientos nuestras universidades se volverían más
eficaces y avanzadas. Siguiendo al mencionado autor, esa política era expresión
de una “conciencia ingenua” propia de ciertos sectores intelectuales de los países
dependientes que denostaban el retraso propio en comparación con las
sociedades “más avanzadas” e intentaban asemejarse implementando modelos
supuestamente “más avanzados”.
Además de la imposición de modelos institucionales importados de los países
“centrales”, es importante destacar otro rasgo del período en consideración que
59
hace referencia a las posiciones políticas antiperonistas del movimiento
estudiantil reformista de nuestro país. “El período que arranca en 1955 estuvo
signado en la universidad por un proceso de contenido revanchista y
antiperonista. El movimiento estudiantil no pudo separar su lucha específica del
proceso que se dio hasta 1955 en el país” (Ceballos, 1985:15)3. El movimiento
estudiantil reformista adoptó posiciones políticas antiperonistas y nutrió con sus
planteos a los partidos y fuerzas opositoras. “Los estudiantes reformistas
combatieron al gobierno peronista convirtiéndose, entre 1954 y 1955, en fuerza
de agitación de los partidos políticos opositores. Los estudiantes católicos,
impulsados por la Iglesia con enorme predicamento en Córdoba, fueron
avanzada de oposición golpista” (Ceballos, 1985:16). El proceso de superación
de este antiperonismo propio del movimiento estudiantil argentino constituyó
uno de los elementos distintivos del proceso de nacionalización del estudiantado
al que hacemos referencia en el presente análisis.
En términos históricos, a partir de 1955 se empiezan a desarrollar dentro del
movimiento estudiantil argentino dos grandes tendencias que irán
profundizando sus diferencias a medida que transcurran los años: una
claramente reformista –que a su vez tuvo en su interior una tendencia liberal y
otra de “izquierda”– y la otra, de fuerte impronta católica, conocida como
“Integralista”. Cuando se realizó el IV Congreso de la Federación Universitaria
Argentina (FUA) en 1959, la correlación de fuerzas en el seno del movimiento
reformista comenzó a ser favorable a las tendencias opuestas a los sectores
radicales y liberales que tradicionalmente habían dirigido la FUA y que estaban
conformadas por independientes, algunos radicales, socialistas, el Movimiento
de Liberación Nacional y comunistas. Estas diferencias y tendencias al interior
del movimiento estudiantil reformista, deben ser complementadas con la
consideración del desarrollo de un sector del estudiantado que no se definía
como “reformista”.
“Sin embargo, el apoliticismo se desarrollaba en el movimiento
estudiantil. Una famosa asamblea de 5.000 estudiantes en el
3
Carlos Ceballos, el autor de la obra citada, fue Secretario General del Centro de Estudiantes de
Ingeniería de Córdoba, Presidente de la FUA de 1961 a 1963, delegado en los Congresos
Internacionales de Estudiantes y finalmente Presidente de la Comisión de FUA que organizó y
dirigió el X Congreso de la Federación en 1970. Es por ello que las consideraciones del autor
pueden ser tomadas como representaciones elaboradas por uno de los propios participantes del
movimiento estudiantil, políticamente vinculado al Partido Comunista Revolucionario (PCR) y
al Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda (FAUDI).
60
Córdoba Sport marcó el surgimiento vigoroso del movimiento
Integralista en la Universidad de Córdoba, que agrupó a todos los
estudiantes no reformistas y que tuvo rápido auge, hasta ser
mayoritario en forma absoluta, en 1960 […]. Los Integralistas
levantaban en sus primeros años la bandera del ‘apoliticismo’,
limitándose exclusivamente a la lucha por las reivindicaciones
concretas de los estudiantes. Pero sus dirigentes se identificaban
con las corrientes católicas o nacionales, en sus comienzos,
también antiperonistas” (Ceballos, 1985:20).
4
Las empresas del grupo DINIE (metalúrgicas, químicas, automotrices, etc.) habían pertenecido
a capitales alemanes y habían sido nacionalizadas por el peronismo.
61
participación del Dr. Enrique Barros, uno de los autores del Manifiesto liminar
de la Reforma Universitaria. La nueva Junta Ejecutiva resultante de dicho
Congreso fue hegemonizada por sectores reformistas de izquierda (socialistas,
independientes de izquierda y un miembro del partido comunista): “en lo
político, el IV Congreso Universitario definió un programa decididamente
antiimperialista yanqui, que lo llevaría a luchar frontalmente contra el gobierno
de Frondizi” (Ceballos, 1985:27). En este mismo Congreso, se creó la Secretaría
de Relaciones Obrero Estudiantiles en la Junta Directiva, lo que permitió
empezar a vincular los reclamos estudiantiles con los reclamos de los sectores
trabajadores profundamente afectados desde 1955. El desarrollo por parte de
Frondizi del plan CONINTES, profundizará todavía más la oposición del
movimiento estudiantil con el gobierno5.
Es importante tener presente que el contexto político internacional estuvo
signado por un hecho de enorme trascendencia: la Revolución Cubana de 1959.
“La FUA levantó y defendió la Revolución Cubana como una causa
latinoamericana de liberación, que iniciaba un camino independiente”
(Ceballos, 1985:34)6. Lo cual tuvo influencia al interior del movimiento
estudiantil,
“Comenzó a perfilarse ya entre 1959 y 1961 una tendencia hacia
la estructuración de un movimiento reformista independiente de
los partidos existentes que, coincidiendo en las posiciones
antiimperialistas de liberación nacional, hacían el centro más en lo
nacional y latinoamericano que en la dialéctica internacional
planteada entre la potencia imperialista norteamericana y la
superpotencia emergente, la URSS” (Ceballos, 1985:35).
5
El plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) fue puesto en ejecución por Frondizi
para permitir a las Fuerzas Armadas no sólo reprimir huelgas y protestas sociales, sino también
poner bajo jurisdicción de los Tribunales Militares a los detenidos.
6
Asimismo, en el marco de los debates propios de la época, distanciándose de la concepción
“foquista”, los revolucionarios chinos introducen el concepto de “guerra popular prolongada”
que, a diferencia del planteo del “Che”, otorga mayor importancia a la relación de la vanguardia
con las masas y, por lo tanto, a la necesidad de avanzar en acuerdos ideológicos y políticos entre
organizaciones, antes que al “foco” insurreccional de implante rural. Y, en la segunda mitad de los
60, surgirá en nuestro país una corriente pro china o maoísta expresada políticamente en el
Partido Comunista Revolucionario (PCR) y en Vanguardia Comunista (VC) presentes también
en el movimiento estudiantil. Las ramas estudiantiles de dichos partidos, tendrán particular
relevancia y protagonismo en la conducción del Centro de Estudiantes de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo durante la vigencia del Taller Total.
62
Este proceso político del estudiantado reformista en el que comienzan a
desarrollarse las posturas de lo que en los conceptos propios de la época se
denominaba “liberación nacional”, debe ser vinculado también con el paulatino
acercamiento al peronismo de ciertos sectores de la izquierda tradicional
argentina (PS y PC), proceso que tuvo en las Universidades argentinas uno de
sus escenarios más destacados:
“La revuelta cultural, la crisis de la izquierda tradicional y la
‘peronización’ de los sectores medios se procesaron en las
Universidades, en medio de un intensísimo clima de agitación
que no solo generó experiencias pedagógicas y políticas
innovadoras en su interior, sino que además impulsó a gran
cantidad de jóvenes a vincularse con otros ámbitos en los cuales
desplegaron su voluntad ‘revolucionaria’” (Tortti, 1999:219).
63
vínculo obrero-estudiantil venían de la mano, sobre todo a nivel nacional, del
abandono de posiciones antiperonistas que caracterizaron a los estudiantes del
‘55.
7
Esta fuerte persecución anticomunista se desarrolló en un contexto internacional en el que los
partidos socialistas y comunistas de todo el mundo vivieron procesos profundos de debate
ideológico como expresión del enfrentamiento chino-soviético y la aparición de los movimientos
de liberación nacional en los países del Tercer Mundo, que llevaron a numerosas escisiones. En
Córdoba, el grupo “Pasado y Presente” protagonizó en 1963 una fuerte escisión en el Partido
Comunista. Frondizi había sido depuesto un año antes, en marzo de 1962 y en este mismo año
también se realizó el Concilio Ecuménico Vaticano II, Cuba apuntaba misiles de la URSS hacia
Estados Unidos, mientras este último país enviaba cerca de 7.000 “asesores” a Vietnam luego de
la derrota de las tropas coloniales francesas.
64
-Entrada del pueblo a la Universidad y democratización de la cultura:
“precisábamos como objetivo primario de la Reforma
Universitaria, popularizar la cultura, dándole a la Universidad un
sentido social. Es contrario a ese propósito la realidad actual de la
integración social de la Universidad, que reconoce la ausencia
absoluta de estudiantes provenientes de sectores trabajadores […].
Pero a su vez, el problema de la entrada del pueblo a la
Universidad para democratizar la cultura, es agravada por una
corriente importante de sectores universitarios que han impuesto
toda una organización de la Universidad que impide
progresivamente el acceso a ella a grandes capas de estudiantes.
Esta tendencia, el limitacionismo, es uno de los elementos
esenciales de la política reaccionaria de la Universidad actual”
(Valoración de la Reforma Universitaria de 1918, en Ceballos,
1985:44).
8
En este contexto, Varsavsky señala la existencia de una política científica organizada por países
centrales para mantener la dependencia tecnológica de los países de América Latina:
“Simultáneamente, nuestros gobiernos preocupados por el atraso económico, claman ante la
66
En directa vinculación con la práctica cientificista, Amilcar Herrera sostuvo que
existía una dependencia tecnológica de los países “subdesarrollados” planificada
por parte de los países “desarrollados” como parte de una división internacional
del trabajo:
“El nuevo instrumento de dominación, más sutil pero no menos
efectivo, es la superioridad científica y tecnológica de los países
desarrollados. Esta superioridad está generando una nueva forma
de división internacional del trabajo, en la cual las grandes
potencias tienen virtualmente el monopolio de las técnicas y
procesos de producción más avanzados, mientras que los países
dependientes deben dedicarse a aquellos sectores de la producción
que, por su baja rentabilidad, no son ya compatibles con los altos
niveles de vida de aquéllas. Al mismo tiempo, y como
complemento de esta estrategia general, las grandes corporaciones
internacionales –eufemismo que cubre en la mayoría de los casos
a las grandes empresas norteamericanas– instalan unidades de
producción en los países subdesarrollados, imponiendo pautas de
consumo desconectadas de las verdaderas necesidades del país
recipiente, determinando la estructura del sistema de producción
y bloqueando la creación de una capacidad científica propia, al
importar todas las tecnologías de las casas matrices instaladas en el
exterior” (1970:13).
CEPAL (Lima, abril de 1969) para que el hemisferio Norte nos transmita a mayor velocidad su
ciencia y su tecnología. Y la National Academy of Science promueve reuniones de cooperación
científica, como la de Mar del Plata, julio 1969” (1969:43).
67
popular y la ciencia al servicio del desarrollo nacional
independiente” (Documento interno del Movimiento Nacional
Reformista en Ceballos, 1985:68).
En este marco, quedaron definidos algunos de los puntos básicos a partir de los
cuales se comenzó a debatir y construir un modelo propio de universidad, al
interior de un movimiento estudiantil que adoptó posiciones antiimperialistas y
nacionales. La “nacionalización del estudiantado” hace referencia entonces a un
proceso iniciado a partir de 1959 en el cual los estudiantes de nuestro país
abandonaron posiciones liberales y antiperonistas, desarrollaron una fuerte
crítica al “cientificismo”, entendieron que el nuevo instrumento de dependencia
era la superioridad científica de los países “desarrollados” y pretendieron que la
Universidad se democratizara y formara profesionales que promovieran el
bienestar del hombre argentino y la industrialización del país.
b. Profundizando la búsqueda de un modelo propio
En el VI y el VII Congreso (Rosario, 1963 y Buenos Aires, 1965), la FUA
continuó avanzando en los lineamientos fijados en los anteriores congresos y
realizó nuevas propuestas en ese sentido: revisó su propia estructura con la
pretensión de convertirla en una organización de masas, profundizó la posición
antiimperialista en el marco de una lucha por la liberación nacional como norte
político general del movimiento estudiantil, avanzó en la crítica al
limitacionismo y asumió una oposición al gobierno de Arturo Illía (1963-1966)
por haber sido producto de un proceso electoral ilegítimo surgido de la
proscripción del peronismo.
Además, es importante destacar la formulación por parte de la FUA de un “Plan
de Lucha” que entre sus puntos más distintivos señaló un conjunto de objetivos
programáticos a perseguir: apoyo del movimiento estudiantil a los trabajadores,
aumento del presupuesto universitario, investigación ligada a las auténticas
necesidades del país, eliminación de la ayuda estatal a universidades privadas,
eliminación de las medidas limitacionistas (examen de ingreso, formas de
promoción, horarios, etc.), plena vigencia de la autonomía y el cogobierno,
contenido nacional de la enseñanza, oposición a los financiamientos de la
Fundación Ford.
Paralelamente, en el desarrollo de estos congresos el movimiento estudiantil
incorporó una mirada claramente latinoamericana que destacaba el montaje
represivo de influencia norteamericana
68
“cuyo objeto es impedir que la conciencia esclarecida de los
pueblos en el proceso de lucha, se proyecte al poder en las
diferentes repúblicas latinoamericanas. Así, se sucedieron los
pentagonazos en el Brasil, en Ecuador, en Bolivia, así se impone la
pena de muerte en el Perú, se eterniza Stroessner en el Paraguay y
aumenta la represión en Venezuela” (Ceballos, 1985:96).
69
A partir de la dictadura de Onganía, tras el golpe de Estado de 1966
autodenominado “Revolución Argentina”, se hará difícil la realización de
reuniones y asambleas estudiantiles, más todavía cuando en declaraciones
públicas la FUA sostuvo que dicho golpe de Estado no era si no “una dictadura
militar reaccionaria surgida al incondicional servicio del imperialismo, los
monopolios y la oligarquía” (Declaración de la FUA del 30 de junio de 1966 en
Ceballos, 1985:118).
9
En el prólogo al libro “Deodoro Roca. Escritos sobre la Universidad”, Diego Tatián escribía:
“Sin nombrarla, Deodoro apuntaba a una muy cordobesa institución conocida como la ‘Corda
Frates’. ‘Qué es la Corda –se preguntaba el diario La Nación en una nota de 1917–: no es un
partido, ni un club, ni una sociedad. Es una tertulia de caballeros católicos –éste es su vínculo
espiritual más fuerte–, muy unidos entre sí por lazos de amistad y de parentesco, que se reúnen en
comisiones y almuerzos periódicos…Tiene gente en todos los partidos, tiene diputados de todos
los rumbos. Así caiga el que caiga, triunfe el que triunfe, la Corda siempre sale parada’. Más allá
de las diferencias, unidos por el apellido y por el interés, la Corda, se diría, funcionaba como una
cooperativa de poder” (Roca, 2007:9).
10
Entrevista realizada por el autor, en septiembre del 2008, como parte del trabajo de campo para
su investigación doctoral. Sergio Ortiz fue estudiante de arquitectura durante dos años, estando
en vigencia el Plan de Estudios del Taller Total, militante de la agrupación TUPAC, brazo
estudiantil del Partido Vanguardia Comunista. Fue Secretario General del Centro de Estudiantes
de Arquitectura en el año 1973, en representación de la mencionada organización. En 1974
integra la Junta Ejecutiva de la FUA, presidida por el radical Francisco Federico Storani,
representando también a su agrupación. Sergio Ortiz es actualmente Secretario General del
Partido de la Liberación de Argentina.
71
antiperonista, porque la FUC y la FUA, con el partido Radical,
con el Partido Socialista, con el Partido Comunista inclusive,
fueron gorilas. Entonces el movimiento estudiantil se separó de
los sectores obreros y populares, y hubo ahí una división del
campo popular, que se empezaba a superar justamente con casos
como el de Santiago Pampillón que, fijate vos, además de ser
estudiante de Ingeniería, era un empleado, no sé si obrero, de la
IKA Renault” (Entrevista, septiembre de 2008).
72
El “Cordobazo” y las nuevas formas de organización estudiantil
Para el año 1969 el movimiento estudiantil se dividía en diferentes
organizaciones:
“En el seno de la FUA se había consolidado una dirección de
izquierda: el FAUDI (Frente de Agrupaciones de Izquierda) que
reunía a comunistas revolucionarios con sectores de izquierda
independientes; en Córdoba se creó la Corriente de Izquierda
Universitaria (CIU) que llegaría a ser la primera fuerza en varias
facultades. Dentro de las fuerzas no reformistas había surgido el
FEN (Frente Estudiantil Nacional) expresión del peronismo
revolucionario. Crecieron también el FIP, Franja Morada y el
MNR” (Ceballos, 1985:123).
73
“La agudización de la crisis de los instrumentos clásicos de
representación y la perspectiva del fortalecimiento de las
instancias más netamente políticas que gremiales, fue también un
efecto paradójico de la proscripción de los centros y federaciones
de estudiantes por la dictadura de Onganía, que aceleró así su
descomposición y obsolescencia y empujó aún más a los cuadros
estudiantiles al activismo político, que era precisamente lo que la
dictadura pretendía detener en la universidad con aquella
proscripción” (Crespo y Alsogaray, 1994:82).
74
como una instancia de una lucha más general contra el
ordenamiento global de la sociedad” (Crespo y Alsogaray,
1994:86).
El Taller Total
El período que va del golpe de 1955 al de 1976 tiene una particular
importancia para el movimiento estudiantil argentino y cordobés. El
seguimiento de los aspectos debatidos en los diferentes congresos de la FUA, los
documentos elaborados, los testimonios de algunos de sus referentes y las
consideraciones de diversos especialistas, han permitido avanzar en la
reconstrucción del marco histórico y político a partir del cual es posible
comenzar a comprender una experiencia como la del Taller Total. Es que
algunos de los elementos centrales de esta experiencia (nueva estructura
académica, rechazo del modelo europeo y norteamericano de profesional, nueva
modalidad de enseñanza y aprendizaje, incorporación de contenidos
pedagógicos en función de las necesidades reales de la sociedad), venían siendo
debatidos y discutidos –algunos más que otros– en el marco de ese proceso del
estudiantado que se explicitó en el debate sobre la universidad y sus contenidos
pedagógicos al servicio del país.
Las relaciones entre el movimiento estudiantil y la experiencia del Taller Total
constituyen una problemática planteada desde el desarrollo de la misma. No es,
entonces, un interrogante surgido exclusivamente por el interés del investigador,
sino fundamentalmente por el propio objeto de estudio. En efecto, fue el
Equipo de Pedagogía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo el que
formuló explícitamente la vinculación entre los planteos desarrollados por el
estudiantado y las propuestas distintivas del Taller Total. En un artículo
publicado en 1971 en la Revista Los Libros, el equipo de pedagogas encabezado
por la Lic. María Saleme de Burnichón, expresó algunas de las primeras
conclusiones de la experiencia del Taller Total en desarrollo y problematizó
algunas de sus tareas fundamentales11.
11
Dicha revista, publicada entre 1969 y 1976, inicialmente dirigida por Héctor Schmucler,
desarrolló una crítica literaria, social y política con aportes de variadas disciplinas y abordajes
desde diferentes perspectivas teóricas y metodológicas. En particular, el debate sobre Arquitectura
se desarrolla en el N° 4 (1969) y en el N° 23 (1971).
75
En este sentido, fueron los propios participantes los que formularon una
explícita relación entre el Taller Total y el movimiento estudiantil:
“Ubicar el origen del proyecto de Taller Total –que comienza a
funcionar a mediados de 1970– remite necesariamente a la
búsqueda de los distintos factores que confluyen en su
concreción. Entre ellos es posible detectar tres claramente
definidos. En 1er lugar, la situación interna de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de Córdoba en la que estalla una crisis
de larga data […]. En 2do término y empalmando con lo anterior,
la serie de discusiones y problematizaciones acerca del sentido y la
función de la carrera de arquitectura, formación profesional, rol
del arquitecto que se desarrollan en todo el mundo y, en especial,
en América Latina […]. Finalmente el movimiento estudiantil
que retoma en 1969 un impulso perdido desde 1967, abandona
viejas posturas reformistas y concentra sus planteos en el
cuestionamiento del papel social de la institución universitaria y
de la función de los contenidos de la enseñanza” (Equipo de
Pedagogía de la FAU, 1971:7).
76
argentino, y el cordobés en particular, el Taller Total formulará una dura crítica
a esta tradición de “modernización refleja” hegemónica en la Universidad
Nacional de Córdoba, proponiendo una política de “crecimiento autónomo”
con “conciencia crítica” de la realidad del país.
“A menudo, la distorsión provocada por cierto grado de
dependencia cultural y técnica, ha llevado a la Universidad a
apartarse de su vínculo con la situación real, desajustando sus
objetivos, contenidos y métodos, con un saldo negativo y
contradictorio con el esfuerzo empleado. Centrando el análisis
para el caso específico de la formación del arquitecto, podemos
comprender de qué manera han sido capacitados, durante muchos
años, profesionales que respondían a un ‘modelo’ de arquitecto de
frecuente circulación en Europa y América del Norte, pero
incapaz de canalizar con efectividad, los aspectos complejos de
una realidad social que no coincide con la implementación
recibida. Es que el arquitecto de formación enciclopédico-
esteticista, no tiene cabida en el marco de las urgencias de un país
subdesarrollado, crecido ‘hacia afuera’, casi despoblado,
regionalmente desequilibrado, industrialmente incipiente y
básicamente agropecuario. Esto no implica que se esté avalando al
‘tipo’ de arquitecto aparentemente opuesto, de aparición más
reciente, aunque no por esto menos disociado del país ‘real’: el
‘profesional’ tecnocrático-eficientista, que trasplanta concepciones
y técnicas difundidas en sociedades con otro estado de madurez
científico-técnica y económica. La actitud irreflexiva y mecánica
de ambos, al no reparar en las características originales del medio
en que actúan, no aporta a la superación de la situación referida”
(Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 1971:6)12.
12
La publicación no tiene título pero es conocida comúnmente como “El libro mostaza”.
77
disciplina arquitectónica y su estudio del hábitat, no podían ser planteadas
acertadamente sin el reconocimiento del carácter “dependiente” del país:
“Para los estudiantes y casi la absoluta mayoría de los docentes, está
claro que la nuestra es una sociedad capitalista dependiente. El
reconocimiento de este carácter de capitalismo y dependencia es,
precisamente, el punto de partida necesario para abordar los
problemas del hábitat en la realidad nacional” (Equipo de Pedagogía
de la FAU, 1971:10).
Vinculación obrero-estudiantil
Como producto de su época, el Taller Total también expresó y estuvo
atravesado por la vinculación entre el estudiantado y los trabajadores. Es
importante destacar que la misma Facultad de Arquitectura y Urbanismo se
78
encontraba a una cuadra de la CGT de Córdoba, sobre la Av. Vélez Sársfield,
proximidad que facilitó, ya entrados los ’70, que los reclamos de la central
obrera tuvieran directa repercusión entre los alumnos de dicha Facultad. Sobre
todo aquellos conflictos que afectaban al movimiento sindical clasista.
Es así que, a raíz del allanamiento producido al local del gremio del SMATA
Córdoba, en agosto de 1974, y de la represión de fuerzas de seguridad a
trabajadores presentes en el momento del allanamiento, dicho gremio decide
convocar a un paro general de 24 horas con asambleas en puertas de fábricas. En
señal de apoyo al reclamo del gremio, los estudiantes toman la Facultad de
Arquitectura, la de Ciencias Exactas y la Escuela de Ciencias de la
Información13. Un hecho de estas características permite comprender que los
reclamos estudiantiles no se limitaban exclusivamente al ámbito de la
institución universitaria, sino también al apoyo de los reclamos de los sectores
trabajadores.
Como señalamos en la primera parte de este artículo, en el IV Congreso de la
FUA de 1959, el movimiento estudiantil ya hacía explícita su intención de
vincularse con el movimiento obrero y creaba los canales institucionales para
ello, y en el caso de Córdoba en particular, el proceso de industrialización
iniciado durante el gobierno peronista tuvo influencias en el estudiantado y en
su vinculación con el movimiento obrero. Cuando a partir de la dictadura de
Onganía la persecución a los estudiantes adoptó cada vez más un carácter
sistemático, el movimiento estudiantil empezó a buscar una articulación
orgánica con los reclamos de los trabajadores, que se manifestó en hechos como
el citado anteriormente y se registró en documentos audiovisuales. Aquel hecho
de 1974, al ser puesto en perspectiva, cobra una dimensión histórica que lo hace
comprensible como parte de un largo proceso al que el movimiento estudiantil
llegó al emprender un camino propio y particular.
13
Archivo fílmico Canal 10, Centro de Conservación y Documentación Audiovisual del
Departamento de Cine y TV, UNC, Casete 74, 26-08-74, título original: Gremiales, SMATA,
Estudiantiles, Toma de la Facultad, represión policial.
79
aspectos de la lógica de construcción política desarrollada por el movimiento
estudiantil argentino, y cordobés en particular, y la hace jugar en el marco de un
proyecto novedoso de enseñanza y aprendizaje de la Arquitectura. La crítica a
las formas tradicionales de representación estudiantil, al autoritarismo y a las
relaciones jerárquicas, analizadas anteriormente, tuvieron en el Taller Total una
repercusión tal que dieron forma a una nueva estructura académica para la
Facultad, en la cual se eliminó la tradicional división de los contenidos en
“Cátedras” y se crearon los “Talleres” y sus respectivos “Equipos de Trabajo”:
“La actividad de cada Taller en el cauce académico-pedagógico
señalado, se gobernaba en horizontal, con docentes que tenían
todos la misma jerarquía y responsabilidad. Cada Taller elegía un
Docente Coordinador y un Estudiante, los cuales se integraban al
órgano de Gobierno del Taller Total denominado ‘Coordinadora
General’. Los representantes actuaban por “mandato”, debiendo
reportar a sus bases lo actuado en la Coordinadora. La Asamblea
de cada Taller aprobaba o corregía a sus Coordinadores pudiendo
removerlos de su cargo. No existía forma, en esta ‘democracia
directa’, de no cumplir los mandatos obtenidos, ni del uso espurio
del mismo. La Coordinadora docente-estudiantil constituía, por
tanto, el órgano soberano de gobierno del Taller Total. Muy
brevemente se ha descripto la ‘Estructura Académica’ del T.T., es
decir, aquella estructura funcional que gobernaba en forma
directa y conducía los procesos de aprendizaje, basados en la
horizontalidad democrática entre alumnos y docentes,
reservándose cada estamento las funciones, roles y
responsabilidades que correspondían a los docentes y a los
alumnos” (Soria, 2000:3)14.
14
Esta cita pertenece a un texto no editado del Arq. Víctor Soria, decano interventor de la
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Córdoba en el período
1971-1972, durante el desarrollo del Taller Total.
80
estudiantes. Todas ellas formarán parte de la Coordinadora General que
integraba totalmente la estructura académica del Taller Total.
“Este Taller Total, cuerpo único, no jerárquico, incorpora a sus
integrantes, docentes y alumnos, diferenciados en roles en una
estructura de equipos como partes dinámicas de un todo
coordinado. El contenido de su tarea, la realidad total no
parcelada será analizada, sintetizada y resuelta a través de un
método como modo de organizar el pensamiento y la acción en
un proceso crítico que tienda a estructurar un cuerpo de
decisiones coherente frente al problema y su respuesta en diseño”
(Taller Total, 1970)15.
15
Documento titulado: Fundamentación de contenido y forma del Taller Total, Facultad de
Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Córdoba. El mismo fue cedido por uno de
los docentes del Taller Total.
81
de aquellas ‘situaciones de aprendizaje’ que permitan ensayar nuevas formas de
acceso y construcción de saber” (Equipo de Pedagogía de la FAU, 1971:8).
83
Bibliografía y fuentes éditas
Alfilo (2007). 3(19). Disponible en http://www.ffyh.unc.edu.ar/alfilo/anteriores/alfilo-
19/historias_y_personajes.htm; última consulta 16/5/13.
Bonavena, P. (1997). “El cuerpo de delegados como forma organizativa del movimiento
estudiantil: apuntes para el análisis del ‘doble poder’ en la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Año 1971/1972”. Lucha
de clases, 1(1).
Equipo de Pedagogía de la FAU (1971). “La experiencia del Taller Total”. Los Libros.
Para una crítica política de la cultura. Universidad y lucha de clases, 23, 7-10.
84
Gordillo, M. y Brennan, J. (1994). “Protesta obrera, rebelión popular e insurrección
urbana en la Argentina: el Cordobazo”. Estudios, 4, 51-74.
Herrera, A. (1970). Ciencia y política en América Latina. Siglo XXI: Buenos Aires.
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Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Córdoba.
Tortti, M. (1999). “Protesta social y ‘Nueva Izquierda’ en la Argentina del GAN”. En:
A. Pucciarelli (ed.), La primacía de la política (205-234). Edudeba: Buenos
Aires.
M aterial audiovisual
Brignone, E. (2006). Ciudad violenta. Documental elaborado en el marco de la Beca de
Investigación Orientada, Facultad de Filosofía y Humanidades de la
Universidad Nacional de Córdoba.
85
Resoluciones decanales
Resolución N° 2, 2 de septiembre de 1970, Arq. Juan Carlos Fontán, Delegado
Interventor, Archivo de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la
Universidad Nacional de Córdoba.
86
Lacabanne, Menso e Ivanissevich en acto de asunción del Rector Interventor, 17/12/74 - CDA-UNC
Reflexiones sobre la Universidad y el terrorismo
de Estado, 1974-1976
1
Proyecto de investigación “Patrimonio audiovisual, derechos humanos e historia reciente”,
radicado en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades y el Centro
de Conservación y Documentación Audiovisual, de la Universidad Nacional de Córdoba.
88
excepciones2. Se conoce que las fuerzas represivas llevaron un registro minucioso
de las víctimas y de toda la información necesaria para llevar adelante su tarea, a
través de la información y el intercambio en la “Comunidad Informativa”3, una
herramienta vital para conseguir su principal objetivo: el exterminio de los
“subversivos”.
La existencia de listas, carpetas4, fotos5, fichas, organigramas y microfilmaciones
aparece en el discurso y los relatos de víctimas y victimarios. Este supuesto
caudal documental construido a lo largo de años no se corresponde en su
totalidad con los documentos localizados. Es posible conjeturar que algunos
fueron incinerados luego de la orden de destrucción dictada por el Gral.
Cristino Nicolaides en 1983, cuando comandaba el Ejército e integraba la
cuarta Junta Militar del Proceso de Reorganización Nacional6. Esta acción de
Nicolaides fue desmentida por los otros jefes, Rubén Franco de la Armada y
Augusto Hughes de la Aviación, luego de las declaraciones del titular del
Ejército.
Teniendo en cuenta estas contradicciones entre las Fuerzas Armadas y la
descentralización en el modo de ejecución de la represión, creemos que al
menos una parte de estos documentos puede haber permanecido. Aunque por
lo que se sabe, no se encuentran disponibles para la justicia y menos aún para la
consulta pública.
2
Una parte importante de los documentos de policía de la provincia de Córdoba en relación con
los actos represivos de la época es posible encontrarlos en el Archivo Provincial de la Memoria.
3
Organismo de intercambio de información constituido por los distintos grupos encargados de
llevar adelante los operativos represivos.
4
“Cuando llegó a la Perla los datos de L.C. fueron registrados en una carpeta con el número 375.
Cuando llegaron al número mil, se volvió a comenzar con el uno agregando la letra A”,
testimonio extraído de Mariani y Gómez, 2012:160.
5
“Me sacaron fotos y después se las mostraron a ellas”, testimonio extraído de Mariani y Gómez,
2012:291.
6
“Nicolaides habló sin cuidado de la orden de inutilizar los documentos sobre la represión que
tenía el Ejército”. Según él, las otras dos fuerzas armadas -Marina y Aviación- también dieron la
misma orden. Ante la sorpresa del juez Bagnasco, “Nicolaides hasta recordó la fecha precisa en la
que dio la orden: el 22 de noviembre de 1983. Dijo que fue emitida a los comandos del Ejército y
que de allí debía ser girada a las dependencias menores. La orden, dijo, incluía la necesidad de
confeccionar actas sobre la incineración. Cuando le tocó explicar el motivo de esta decisión,
Nicolaides dijo que la lucha contra la subversión había terminado y que la ley militar los empujó a
tomar la decisión de recopilar e inventariar documentación que se encontraba dispersa; en
definitiva, sistematizar archivos.” Clarín, 15/1/1999.
89
A esta metodología clandestina y de ocultamiento se suma el pacto de silencio
establecido entre los represores en función de evitar ser alcanzados por los
mecanismos del Estado de derecho. A partir de esta situación han tomado
relevancia, en particular para la justicia, los testimonios de sobrevivientes. Sus
memorias se registran en declaraciones ante la justicia, entrevistas o notas por
parte de los medios, publicaciones gráficas, películas documentales, entre otros.
Tienen por lo general el sentido de esclarecer y difundir los acontecimientos
buscando reparar el tejido social dañado. La realización de los juicios por
violaciones a los derechos humanos que se desarrollan en todo el país está
posibilitando esclarecer aspectos ocultados y desconocidos de la represión, los
métodos utilizados y las circunstancias que rodearon el aniquilamiento de las
víctimas.
El tema propuesto para el análisis surge en el marco del mencionado proyecto
de investigación “Patrimonio Audiovisual, derechos humanos e historia
reciente”, que se lleva adelante en el Centro de investigaciones de la Facultad de
Filosofía y Humanidades (CIFFyH) y el Centro de Documentación
Audiovisual (CDA), en base al estudio y el análisis de las noticias televisivas
registradas por Canal 10, la elaboración de un corpus desde la selección de
noticias relacionadas con los hechos que se investigan, la elaboración de listados
de víctimas, la segmentación de acuerdo con criterios cronológicos, etarios,
ocupacionales, profesionales y de procedencia política, entre otros. Ello permite
la identificación de esas personas en las imágenes televisivas, así como la
posterior reconstrucción de breves historias de vida de acuerdo con los datos
obtenidos de ésas y otras fuentes, en particular de las unidades académicas de
pertenencia, el cruce y el cotejo de información con fuentes periodísticas y
testimonios de protagonistas, familiares y allegados a las personas victimizadas.
El terrorismo de Estado
La aplicación del terror no es un fenómeno de la actualidad, ha sido una
metodología constantemente utilizada a lo largo de la historia de la humanidad
que ha permitido someter y dominar por medio del miedo. Recién en el siglo
XX las Naciones Unidas crearon la Declaración Universal de los Derechos
Humanos como un primer código ético que permitió valorar la vida y la
dignidad humana luego de la experiencia devastadora de las guerras mundiales y
particularmente del Holocausto cometido por el Estado nazi.
90
Elías Padilla Ballesteros sostiene que el concepto de terrorismo de Estado es
reciente y se encuentra en pleno desarrollo. Es a partir de las violaciones a los
derechos humanos ocurridas en diversos países del mundo, pero principalmente
en los de América Latina bajo dictaduras militares, que este concepto ha
empezado a definirse vinculado al campo de los derechos humanos (2005).
Al respecto, el sociólogo William Schulz considera que una elite en el poder
recurre a métodos terroristas cuando su sistema de represión ordinario y sus
controles hegemónicos, son ineficaces para controlar lo que considera una
amenaza y además, que el uso de este tipo de represión por medio del
terrorismo de Estado constituye un medio directo de apropiación de riqueza por
parte de la minoría dominante (citado en Padilla Ballesteros, 2005).
Miguel Bonasso (1990) remite a la noción de terrorismo de Estado para
demarcar un modelo estatal contemporáneo que se ve obligado a transgredir los
marcos ideológicos y políticos de la represión legal y debe apelar a métodos no
convencionales para aniquilar a la oposición política y a la protesta social, sea
ésta armada o desarmada, que se debate en la contradicción de difundir las
prácticas más crueles y aberrantes para generalizar el terror y asegurar la
dominación y al mismo tiempo negar su autoría para no transgredir las normas
jurídicas internas e internacionales. Los regímenes militares que lo aplican
tienden a mostrarlo como transitorio, como etapa cruel pero necesaria, que
antecede al retorno de la constitución y la vida democrática.
Eduardo L. Duhalde (1983) caracteriza la experiencia argentina, de 1970 a
1976, en torno a la aplicación de las políticas globales del Pentágono, que
llevaron al alto mando militar a impulsar a rajatabla la Doctrina del Estado
Contrainsurgente mediante su estructuración clandestina y terrorista.
Manifiesta que esta política exigió una serie de presupuestos formales y
normativos para que el modelo alcanzara viabilidad. Por un lado el control
absoluto del gobierno y del aparato coercitivo del Estado, la destitución de las
autoridades y los cuerpos representativos, y el sometimiento del poder judicial.
Por otro lado la desarticulación de la sociedad política y civil por medio de la
supresión de las libertades públicas, la disolución y la suspensión de los partidos,
las instituciones y las organizaciones políticas, la supresión de la Confederación
General del Trabajo (CGT), la intervención de los sindicatos y el control
absoluto de las universidades; también el control y la manipulación integral de
los medios de comunicación, orales, visuales y escritos, el ataque a estamentos
profesionales de relevancia social: abogados, periodistas, psicólogos, la iglesia
91
popular, educadores, escritores, actores, etc.. Señala que “el Estado militar
construye su poder mediante la militarización de la sociedad, mientras que el
Estado terrorista construye su poder militarizando la sociedad y
desarticulándola”. Esta acción se realiza a través del “miedo al horror, un horror
real, que concomitantemente va eliminando millares de seres humanos y
estructuras políticas, sociales y gremiales con una visión estratégica: la
contrainsurgencia” (1983:53). Para este autor el fin intrínseco del terrorismo de
Estado fue la imposición de un modelo económico dependiente, que
retrotraería al país a una situación semicolonial. Ese nivel de violencia
institucional y la desactivación del entramado social, tuvieron como fin lograr la
aceptación y la no respuesta al genocidio, “el Estado terrorista es algo más que la
consecuencia violenta de la implantación de un régimen dictatorial: es una
política cuidadosamente planificada y ejecutada, que responde a proyectos de
dominación continental tendiente a configurar un nuevo modelo de Estado que
actúa pública y al mismo tiempo clandestinamente a través de sus estructuras
institucionales” (1983:53).
Gonzalo Pedano hace referencia a las tecnologías antisubversivas aplicadas
directamente sobre el ámbito de la educación. En ese sentido menciona al
Operativo Claridad7 que prescribe una serie de directivas a seguir para la
erradicación total de la subversión en la enseñanza, donde se redacta un plan de
delación, control y denuncia que debía ser instrumentado por los directores,
autoridades y docentes, sobre sus pares, sobre la bibliografía y sobre los propios
estudiantes (2009:132).
Tomando en consideración estos conceptos y a los fines de alcanzar una mayor
comprensión de la temática abordada resulta fundamental entender el
terrorismo de Estado como una metodología política de control, anulación y
eliminación clandestina de opositores. Fue a través de la utilización de los
diversos estamentos institucionales por parte de quienes controlaban el poder
que se logró llevar adelante los planes que posibilitaron el mantenimiento del
orden establecido. La ejecución material, realizada en un tiempo y lugar
determinados, implicó un contorno que involucró a actores diversos y a
acciones previas que fueron en un proceso adecuando las condiciones para el
7
Operativo creado en 1978 para disciplinar al sistema educativo y erradicar de éste a los
elementos “subversivos”; a cargo del Coronel Agustín Valladares, estuvo dedicado al espionaje y la
investigación de funcionarios y personalidades vinculadas con la cultura y la educación
(www.elhistoriador.com.ar).
92
golpe final. Y en ese proceso es necesario identificar junto a los actores, los
intereses propios y concretos por los que se involucraron.
Como sostienen algunos de los escritos mencionados, puede reducirse la
ejecución terrorista de las fuerzas de seguridad a la defensa de un sistema
económico, mediante el favorecimiento a los sectores concentradores de las
riquezas, como de hecho sucedió con la dictadura militar de 1976 y la
instauración del plan económico neoliberal de José Alfredo Martínez de Hoz.
Pero también de la lectura histórica es posible extraer otros intereses que se
vieron beneficiados por la implantación del terrorismo de Estado. Así, cuando
las Fuerzas Armadas se asumen como defensoras de la civilización occidental y
cristiana, amplios sectores religiosos, especialmente identificados con la iglesia
católica, creen encontrar allí el mejor antídoto para la penetración atea,
considerada como disociadora de la familia e inculcadora de valores ajenos a
nuestras raíces derivadas del ancestral hispanismo. Todo ello sintetizado en el
demonio contemporáneo llamado indistintamente comunismo, marxismo u
otras denominaciones más locales, como indigenismo, tercermundismo, etc. En
lo específico no se trata aquí en forma excluyente de un interés económico, sino
cultural, con muchos puntos de contacto en lo ideológico ya que desde
vertientes distintas se confluye en la defensa del sistema capitalista. Y esto no
niega las contradicciones secundarias existentes en su seno entre los sectores
económicos liberales aliados al capital extranjero y quienes sustentando la
misma supremacía de la propiedad privada defienden los llamados valores de la
nacionalidad expresados en el nacionalismo elitista. Éste, que históricamente ha
tenido fuerte presencia en las Fuerzas Armadas, siempre encontró sustento en
los ámbitos académicos. No fueron ajenas las influencias de corrientes
chauvinistas europeas u otras que asumieron allá la lucha anticomunista. Sin
embargo estas tendencias ideológicas, al encarnar en países dependientes, no
han podido evitar la incorporación del componente social más necesitado, que
le añadió su propia cuota de intereses, generando las contradicciones que
también ha sido posible visualizar en nuestra historia contemporánea,
principalmente en el movimiento peronista.
Este breve y sintético recorrido alcanza para comprender la confluencia de
intereses diversos en apoyo a la aplicación del terrorismo de Estado. Las
coincidencias ideológicas van de la mano con las conveniencias específicas. Y
justifican las acciones en orden a la identificación, la persecución y la
eliminación del o los enemigos comunes.
93
No es objeto de este trabajo buscar los orígenes del terrorismo de Estado y su
proceso de desarrollo. Alcanza con mencionar como hecho significativo el
discurso del general Juan Carlos Onganía, Comandante del Ejército Argentino
en la Conferencia de Ejércitos Americanos de 1964. Afirmó allí que la misión
de las fuerzas armadas ya no era la defensa de las fronteras geográficas sino
ideológicas. El enemigo no era el país extranjero, sino que se encontraba en el
propio territorio, entre la misma población. Era necesario identificarlo como
aquel que se oponía a los valores de la civilización occidental y cristiana y podía
encontrarse en fábricas, pupitres universitarios o púlpitos religiosos. A partir de
entonces se desarrolló lo que después se conoció como la Doctrina de Seguridad
Nacional, que se hizo carne en las Fuerzas Armadas de Latinoamérica para
combatir los movimientos reivindicatorios y políticos de los sectores populares.
En general, esto significó largos períodos de dictaduras militares en nuestro país
y en otros países latinoamericanos. Pero las fuerzas sociales y políticas, según el
desarrollo en cada lugar, obligaron a interregnos democráticos, en general de
corta duración. Esto merece señalarse porque el aparato represivo orientado
hacia el enemigo “interno” no queda desmantelado en períodos democráticos;
traspasa el sistema político del momento. Más aún, utiliza los períodos
democráticos para desarrollar su logística y el acopio de información explotando
los espacios de mayor libertad de expresión. Actúa también en estos períodos
avanzando en medidas de control, que van desde disposiciones que procuran
cambiar el sentido de los acontecimientos, ya sea en lo educativo, en lo laboral o
en lo cultural, a modificaciones institucionales, inclusive haciendo uso del rol
coercitivo del Estado, mediante las fuerzas de seguridad. Y si no logran su
objetivo de anular la acción enemiga, quedan como recursos la anulación de las
instituciones democráticas, el control del poder político por parte de las Fuerzas
Armadas y la implementación de aparatos represivos clandestinos, organizados
desde el poder del Estado. Para entonces, la acumulación informativa
desarrollada en períodos democráticos resultará de suma utilidad.
Se desprende de lo dicho que a medida que se avanza en estudios sobre el
terrorismo Estado en Córdoba y nos alejamos cronológicamente de los
acontecimientos ocurridos entre 1973 y el gobierno democrático que asumió en
1983, aparecen con mayor claridad aspectos que caracterizaron a aquel
momento histórico y que por diversas causas fueron vistos de manera diferente
o quedaron en un segundo plano. En la actualidad es ampliamente aceptado
94
que el terror estatal en Córdoba se inició a partir del “Navarrazo” 8, dos años
antes del 24 de marzo de 19769.
La relectura de los hechos permite observar la aparición en escena de otros
grupos e individuos que tuvieron intervención y responsabilidad en el llamado
“Proceso de Reorganización Nacional” de la dictadura cívico-militar, incluso
algunos con una colaboración directa en los actos represivos. Así fueron
surgiendo las complicidades de funcionarios judiciales, sectores eclesiásticos,
empresarios, políticos y sindicalistas. La universidad, como institución
académica de trascendental importancia en la vida cultural, social y política de
Córdoba, no estuvo exenta de esa participación a través de algunos de sus
miembros más destacados.
8
Movimiento sedicioso conducido por el Tte. coronel (RE) Antonio Domingo Navarro, jefe de
policía de Córdoba, que el 27 de febrero de 1974 destituyó al gobierno constitucional a cargo de
Ricardo Obregón Cano (gobernador) y Atilio López (vicegobernador).
9
Sobre la cronología de la violencia estatal y para estatal, véase (Franco, 2011).
10
Elegidos por el voto popular el 11 de marzo de 1973, asumen su mandato el 25 de mayo de ese
año.
95
momento, como Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) y Tradición, Familia
y Propiedad (TFP), vieron con beneplácito la caída del gobierno provincial.
Este avance de los sectores de derecha del peronismo se produce también en
otras provincias. Escribe Alicia Servetto que “a partir de julio de 1973 los
sectores de la derecha peronista consolidaron sus posiciones dentro del gobierno
y desplazaron a funcionarios relacionados con el peronismo revolucionario,
entre ellos los gobernadores provinciales que habían recibido apoyo del
peronismo de izquierda” (2010:15)11.
En Córdoba, el jefe de policía Teniente Coronel (RE) Antonio Domingo
Navarro, destituyó y detuvo al gobernador y al vice con respaldo del gobierno
nacional y la derecha del peronismo a nivel provincial. Las fuerzas policiales
fueron acuarteladas, disponiendo de una importante cantidad de carros de
asalto y efectivos apostados en lugares estratégicos del centro de la ciudad,
mientras otros civiles patrullaban los barrios. Esta circunstancia inusual llamó la
atención de los medios de comunicación que remarcaban “la presencia de
grupos de civiles armados con armas largas”, como testimonian imágenes de la
época12.
La disputa con el jefe de policía Navarro surgió un tiempo antes, a partir de la
decisión del gobierno provincial de modificar la ley reglamentaria de la policía y
en consecuencia controlar la corrupción y los excesos represivos. Esta reforma
acarrearía cambios importantes y también el pase a retiro de la cúpula policial.
Previamente Navarro había hecho detener al Tte. Coronel Julián Chiappe,
subjefe de la policía, acusado de delitos comunes. A su vez, Chiappe denunció a
Navarro por delitos cometidos en complicidad con otras personas como
“malversar fondos de la policía”, “organizar un grupo de individuos para
cometer atentados de tipo terrorista” y “asalto en perjuicio de la custodia
11
En noviembre de 1973 fue desplazado Antenor Gauna, gobernador de Formosa; le siguieron
Oscar Bidegain en la provincia de Buenos Aires, obligado a renunciar el 24 de enero de 1974 con
el pretexto de “debilidad y complicidad” ante el intento del ERP de copar el cuartel de Azul,
Alberto Martínez Vaca, gobernador de Mendoza, cae en agosto de 1974, Jorge Cepernik de Santa
Cruz en octubre de 1974 y Miguel Ragone de Salta en noviembre de 1974, que fue secuestrado y
desaparecido luego del golpe de Estado.
12
Centro de Conservación y Documentación Audiovisual del Departamento de Cine y TV
(CDA), UNC, casete 166, noticia 9, título original: “Navarrazo”, 28/02/1974, Canal 12.
96
domiciliaria del vicegobernador Atilio López, con la tentativa de secuestro de su
propio hijo” 13.
Derrocado el gobernador, Antonio Navarro es propuesto por Julio Antún14 para
sucederlo, pero no aceptó y la provincia fue intervenida por ley promovida
desde el poder ejecutivo nacional.
El 2 de octubre de 1973 había tomado estado público, aunque de manera
parcial, un documento reservado del Consejo Superior del Partido Justicialista
donde se definía un enfrentamiento categórico:
“Este estado de guerra que se nos impone no puede ser eludido y
nos obliga no solamente a asumir nuestra defensa, sino también a
atacar al enemigo (los grupos marxistas, terroristas y subversivos)
en todos los frentes…los grupos que actúan invocando adhesión
al peronismo y al Gral. Perón, deberán definirse públicamente en
esta situación de guerra contra los grupos marxistas y deberán
participar activamente en las acciones que se planifiquen para
llevar adelante esta lucha” (La opinión, 2/10/73).
13
La Voz del Interior, 14/2/1975, pág. 15. El juez de instrucción de primera nominación Justo
Laje Anaya sobresee a Navarro en la causa por malversación de caudales públicos, pero deriva los
cargos de asociación ilícita e intimidación pública a la órbita de competencia federal.
14
Presidente del agrupamiento Mesa Redonda Peronista Permanente.
97
después, desató la persecución desembozada, que también alcanzó a militantes
fuera del peronismo, como el intento de asesinato a René Salamanca, cuando
una bomba destruyó totalmente su automóvil estacionado en la sede del
SMATA15.
En enero del ‘74 se aceleraron los tiempos de cambio en la Municipalidad de
Córdoba. El intendente Juan Carlos Ávalos, de frágil salud, fue presionado para
renunciar y reemplazado por el concejal José Domingo Coronel, a quien
acompañó como secretario de Gobierno José Manuel De la Sota, ambos
integrantes del agrupamiento juvenil Trasvasamiento Generacional. Todo iba
confluyendo para que el peronismo ortodoxo ocupe los lugares de poder
también en el gobierno municipal.
En abril del ’74, luego de producido el “Navarrazo”, llegó a Córdoba Adalberto
Orbiso, gremialista de la seccional Morón del SMATA, acompañado de un
grupo de personas, miembros de la Juventud Sindical Peronista16, quienes
mantenían estrechos vínculos con el Ministerio de Bienestar Social, en
particular con su jefe, José López Rega; meses más tarde, Orbiso fue designado
como Presidente del Banco Social de Córdoba17. Orbiso y los otros grupos
venidos de Buenos Aires entraron en relación con la ortodoxia peronista local, la
policía provincial y el interventor Raúl Lacabanne, empeñados en eliminar “la
infiltración marxista” en el justicialismo.
El sindicalismo alineado con el peronismo ortodoxo –Alejo Simó (UOM),
Mauricio Labat (taxistas), José Oviedo18 (ALECYT - Correos y
Telecomunicaciones) y Bernabé Bárcena (molineros)– realizó un día después del
“Navarrazo” un plenario sindical en Alta Gracia, que sesionó sin quórum,
15
Casete 87, noticia 50, título original: “Atentan contra dirigente gremial”, 11/12/1973, CDA,
UNC.
16
Tanto Orbiso como su importante guardia personal utilizaban brazaletes con la sigla de esa
agrupación: JSP.
17
Casete 100, noticia 17, título original: “Reportaje a Adalberto Orbiso que asume como
Presidente del Banco Social. Pautas de su futura gestión”, 18/12/74, CDA, UNC.
18
Oviedo, de bajo perfil, mantenía una proximidad ideológica y física con miembros de la SIDE,
cuya sede se encontraba en el propio edificio de Correos. Lugar estratégico, además, si
consideramos que el principal lugar de concentración popular en la época eran las esquinas de
Colón y General Paz.
98
excluyendo a los gremios combativos de la central de trabajadores. De ese modo
asumió Bárcena como secretario general de la CGT “ortodoxa” 19.
Dando un mayor viraje político-ideológico hacia la derecha, el 7 de septiembre
de 1974, el interventor provincial Duillio Brunello fue reemplazado por el
Brigadier (RE) Raúl Oscar Lacabanne, quien designó al comisario de la Policía
Federal Héctor García Rey como jefe de policía local. Ambos ligados a José
López Rega, de donde provenían los fondos que a modo de subsidio llegaban a
la policía de Córdoba. Estos subsidios llegaron para reforzar el aparato represivo,
la inteligencia y la logística. Al producirse cuatro meses después el alejamiento
de García Rey como jefe de policía, éste destacó en su discurso de despedida “la
colaboración prestada por el Ministerio de Bienestar Social que entregó dos
subsidios a la policía, mientras que un tercero estaba por ser entregado”20.
Lacabanne asumió con el propósito de acabar con la infiltración marxista, según
él enquistada en diferentes estructuras del Estado y la sociedad, principalmente
en determinados gremios y en la universidad, a la que consideraba su principal
reducto.
Sintomáticamente, a escasos tres días de asumir el Lacabanne fueron asesinados
en Buenos Aires por la AAA el Dr. Alfredo Curutchet, abogado cordobés de
gremios y defensor de presos políticos21; y seis días más tarde fueron asesinados
el ex vicegobernador Atilio López junto al contador Juan José Varas22,
funcionario de la cartera de economía en el gobierno de Obregón Cano. Tanto
Atilio López y Alfredo Curutchet de Córdoba, como Silvio Frondizzi, Julio
Troxler, Rodolfo Ortega Peña y el padre Carlos Mujica, entre muchas otras
víctimas, fueron asesinadas en Buenos Aires durante 1974 y estaban incluidos
en la lista de condenados a muerte por la AAA.
El 29 de septiembre de 1974, en otro operativo firmado por la AAA, se produjo
en Cruz del Eje el secuestro de varios militantes de la Juventud Peronista,
vinculada a Montoneros, y el asesinato de uno de ellos, Luis Santillán.
19
Casete 89, noticia 57, título original: “Asume nuevo secretario CGT”, 1/03/1974, CDA,
UNC.
20
La Voz del Interior, “Asume como Jefe de la Policía Domingo Arguello y como subjefe Luis
Alberto Choux. Alejamiento de García Rey”, 11/1/1975, pág. 15.
21
Asesinado en San Isidro, provincia de Buenos Aires.
22
Asesinados en Capilla del Señor, Buenos Aires el 16 de septiembre de 1974.
99
El 10 de octubre de 1974 se produjeron violentos allanamientos por parte de la
policía provincial en las sedes del Partido Socialista de los Trabajadores y del
Partido Comunista de Córdoba; en ambos casos ocasionaron desmanes. En el
local del PC, los militantes que se encontraban reunidos sufrieron simulacros de
fusilamiento, fueron golpeados y detenidos; como consecuencia de la tortura
muere Clelia Tita Hidalgo, militante del partido. Cuando se retira la policía del
local, que mantuvo ocupado durante varios días, quedaron inscriptas en las
paredes leyendas anticomunistas con la firma de la AAA.
En simultáneo, son allanadas también las sedes del SMATA y del sindicato de
Luz y Fuerza, donde intervino directamente el propio Lacabanne, que montó
espectaculares puestas en escenas convocando a los medios de comunicación
para dar amplia difusión a la gran cantidad de “armas y materiales subversivos
encontrados”, en las respectivas sedes gremiales. También fue atacada con
explosivos la sede del diario La Voz del Interior, el Arzobispado de Córdoba y
estudios de diferentes abogados, contribuyendo a acrecentar el clima de caos e
inseguridad, en operativos adjudicados por la prensa a la AAA.
Son destacables la sucesión de noticias que aparecen en los diarios locales
vinculando a Lacabanne con la AAA23 y la impunidad con que se movían los
grupos de “civil” ostentando armamento. Recrudecen las razzias en barrios
populares y villas miseria con cientos de detenidos. Las voladuras de viviendas y
los atentados con bombas, la irrupción de bandas armadas en distintos
procedimientos, los operativos nocturnos y los cuerpos sin vida encontrados en
la vía pública, así como los secuestros, marcaron desde mediados de 1975 el
período de apogeo del Comando Libertadores de América. Esta metodología
represiva, además de la eliminación de opositores políticos, generó terror en la
población por la crueldad de los métodos, evidenciada en los cuerpos que
aparecían mutilados, quemados, dinamitados, maniatados, encapuchados, con
sogas al cuello, múltiples disparos y signos evidentes de tortura. Una situación
que provocaba espanto y estupor. Tanto, que Lacabanne comienza a ser
cuestionado tanto a nivel local como nacional, adjudicándosele la
responsabilidad de esos hechos.
23
La Voz del Interior, “Atentado a La Voz del Interior. Adjudicado a las AAA”, 24/1/1975;
“Terrorismo bicéfalo en Córdoba”, 5/2/1975; “Denuncian desaparición de un estudiante de la
UNC”, 6/2/1975, pág. 15; y “Denuncian la detención ilegal de un estudiante”, 7/2/1975, pág.
15.
100
El 19 de septiembre de 1975 se produjo el alejamiento de Lacabanne y su
reemplazo como interventor federal por el Dr. Raúl Bercovich Rodríguez,
momento clave también marcado por la llegada de Luciano Benjamín
Menéndez a Córdoba como comandante del III Cuerpo de Ejército el 7 de
setiembre de 1975.
24
Jorge Taiana, nacido en Buenos Aires en 1911, fue designado por Héctor J. Cámpora en la
cartera de Educación y Cultura entre mayo de 1973 y agosto de 1974. Dirigió el Instituto de
Cirugía Toráxico y estuvo dedicado a los temas de la educación universitaria. Fue detenido como
preso político entre abril 1976 y septiembre de 1982, sin causa. Murió en 2001 a los 90 años.
25
La referencia a “peronista histórico” pretende señalar las características del peronismo vigente
hasta 1955, sin las incorporaciones doctrinarias posteriores que van a identificarse como
“peronismo revolucionario”, pero tampoco con la denominación de “peronismo ortodoxo” que
en realidad escondía un contenido fascista.
101
Bomtempo en Arquitectura; en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales asumió Alejandro Dante Marocchi y en Ciencias Químicas Lucio
Manzano; como Director del IMAF asumió Juan Carlos Gallardo y como
delegado interventor y decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Carlos
Vido Kesman; Heriberto Guillermo Fisher fue designado director del Instituto
de Ciencias Agronómicas y, quien habría de sucederle, Mario Víctor Menso, en
Medicina26. Designó como autoridades a profesores provenientes de diversas
vertientes políticas, no necesariamente del peronismo, como a Guillermo Beato
en el decanato de Filosofía y Humanidades, a Federico Bazán en la Escuela de
Artes, también propuesto por estudiantes y docentes, y a Martín Marcos
Federico al frente de la Escuela de Trabajo Social, provenientes de la izquierda
no peronista27.
Es posible reconocer a través de las resoluciones rectorales una serie de
reivindicaciones obtenidas por la comunidad educativa, como el ingreso
irrestricto, la vigencia del cogobierno, el reconocimiento de los estudiantes y sus
centros como actor social y político fundamental, la reincorporación de
docentes cesanteados por causas políticas, los esfuerzos por cambiar la ley
universitaria y la consideración de problemáticas como la salud o el transporte,
que preocupaban de manera prioritaria y vinculaban a la universidad con la
sociedad, y en la que ésta brindó su apoyo a través las distintas resoluciones.
Entre las primeras resoluciones de su mandato Luperi consideró la inestable
situación de la Escuela de Ciencias de la Información, tomada por estudiantes
que reclamaban la renuncia de Adelmo Montenegro, resolviendo a favor de la
demanda estudiantil y designando como nuevo director a Luis Grasso,
licenciado en filosofía propuesto por docentes y estudiantes28.
Ante el anuncio del gobierno nacional de que el ministro de educación Jorge
Taiana comunicaría un proyecto de nueva ley de educación universitaria, Luperi
suspendió provisoriamente los concursos para ajustar los mismos a las nuevas
orientaciones29. Sobre la nueva ley de educación que promovería Taiana, y a
26
Resoluciones rectorales de la intervención N° 2, 4/6/1973; N° 140, 4/7/1973; N° 6, 6/6/1973;
N° 34, 13/6/1973; N° 11, 7/6/1973 y N° 13, 7/6/1973. Archivo General e Histórico (AGH),
UNC.
27
Resoluciones rectorales de la intervención N° 16, 8/6/1973; N° 27, 11/6/1973 y N° 40,
11/6/1973. ibídem.
28
Resoluciones rectorales de la intervención N° 9, 6/6/1973 y N° 10, 7/6/1973, ibídem.
29
Resolución rectoral de la intervención N° 15, 8/6/1973, ibídem.
102
pesar de la opinión en contra y los cuestionamientos de los grupos
conservadores de la UNC que lo acusaron de “politizar” la cuestión, el rector
Luperi convocó a los distintos partidos políticos a opinar sobre la misma,
porque “todos inclu[ían] en sus plataformas importantes propuestas sobre el
tema”, dijo, organizando la discusión por escuelas de cada facultad y mesas de
trabajo que permitieran la participación de todos los estamentos para lograr el
consenso30.
En relación a la salud de la población de escasos recursos, una resolución
rectoral de junio del ‘74 expresaba:
“dado el gran problema social que en nuestra ciudad y provincia
provocan las enfermedades del corazón, cuya atención requiere
trasladar pacientes a los Centros Médicos de la Capital Federal
imposible de alcanzar para personas de escasos recursos, se crea
una comisión Ad Hoc que presidirá el Dr. Próspero Luperi, el
delegado interventor de la Facultad de Medicina y de parte del
Gobierno Provincial dos profesionales a designar para considerar
los recaudos legales e instrumentales que requieren la puesta en
marcha de Instituto Escuela Cardiovascular”31.
30
Casete 272, 1973, Canal 10, CDA, UNC.
31
Resolución rectoral de la intervención N° 31, 11/6/1973, AGH, UNC.
32
Son los casos de las renuncias del director del Departamento de Extensión, Luis Eduardo
Molina, contratado desde 1972; de Alberto Maiztegui de IMAF y del Profesor Adelmo
Montenegro de Ciencias de la Información, como ya se señalara. Del mismo modo se rescinde el
contrato del profesor Roberto Escardó, de Introducción a los Medios de Comunicación Social en
la Escuela de Ciencias de la Información, designándose en su lugar a Oscar Moraña, arquitecto
con ideas renovadoras en cuanto a los métodos de enseñanza y aprendizaje, como las traídas del
Taller Total en Arquitectura. Resoluciones rectorales de la intervención N° 36, 12/6/1973; N° 34,
13/6/1973 y N° 59, 15/6/1973, AGH, UNC.
103
cátedras a partir de los hechos ocurridos en 1955, resuelve
reincorporar a partir de la fecha a todos los profesores titulares,
adjuntos y auxiliares dejados cesantes. Cada facultad, escuela o
instituto receptará la gestión pertinente de los beneficiarios de esta
medida.33
33
Resolución rectoral de la intervención N° 26, 11/6/1973, ibídem.
34
Resolución rectoral de la intervención N° 38, 12/6/1973, ibídem.
35
Resolución rectoral de la intervención N° 39, 12/6/1973, ibídem.
36
Resolución rectoral de la intervención N° 47, 14/6/1973, ibídem.
37
Resolución rectoral de la intervención N° 86, 26/6/1973, ibídem.
38
Resolución rectoral de la intervención N° 89, 23/6/1973, ibídem.
104
“Visto el Reglamento del Colegio Nacional de Monserrat
aprobado por Res. 20/56 y que en el Art. 21 establece que para
acceder a una cátedra se debe pertenecer al género Masculino.
Que es criterio de la intervención que deben superarse estas
discriminaciones […] que la legislación del país establece igualdad
de derechos y obligaciones […] que por ordenanza 21/70 se
establece que la provisión de cargos es por concurso […] que un
auténtico proceso de cambio en el orden pedagógico debe
comenzar posibilitando la plenitud de la enseñanza por parte de
quienes tienen acendrada vocación de maestros sin importar su
diferenciación biológica”39.
39
Resolución rectoral de la intervención N° 99, 29/6/1973, ibídem.
40
Desempeña el cargo desde el 14 de agosto de 1974 hasta el 11 de agosto de 1975.
41
Taiana, médico personal de Eva Duarte y del propio Perón, había permanecido como Ministro
de Educación y Cultura luego del camporismo precisamente por esa cercanía con el líder.
105
necesidad de depurar ideológicamente a las universidades, retomando los
preceptos vertidos por el Consejo Superior del PJ en el “documento reservado”
de fines de 1973.
Los cambios políticos y el perfil ideológico antimarxista que adquiere el poder
provincial luego del Navarrazo, profundizados por la intervención de
Lacabanne, tuvo su correlato en los claustros universitarios. Una expresión de
este avance fue el reemplazo de Próspero Francisco Luperi por Mario Víctor
Menso como rector interventor el 17 de diciembre de 197442.
A partir de ese momento se evidenció una fuerte embestida contra los sectores
progresistas. Fueron desplazados el Dr. Guillermo Beato de la Facultad de
Filosofía y Humanidades, Osvaldo Bontempo en Arquitectura y el Director de
la Escuela de Artes Federico Bazán, y es obligado a renunciar, entre otros, Luis
Grasso de Ciencias de la Información, tomado como rehén y amenazado de
muerte por los grupos del peronismo de derecha existentes en esa escuela43.
Los cambios se advirtieron desde las primeras resoluciones de Mario Víctor
Menso, quién asumió en presencia del emblemático ministro de educación
Oscar Ivanissevich, del interventor nacional en el poder ejecutivo provincial
Raúl Oscar Lacabanne, y del subsecretario de Asuntos Universitarios e
interventor de la UBA Julio Lyonnet. Menso retuvo el cargo de decano de la
Facultad de Ciencias Médicas hasta tanto la intervención designara un nuevo
delegado44. De inmediato, el 19 de diciembre de 1974, renunció como decano
de la Facultad de Derecho el Dr. Ricardo Smith y asumió en su lugar el Dr.
Hugo Virgilio Reyna45.
El 23 de diciembre del ‘74 renunció el secretario de Asuntos Estudiantiles Félix
A. Luque. El 26 de aquel mes, fue designado Carlos Felauto como decano
interventor de la Facultad de Filosofía y Humanidades46. El ingeniero Alejandro
Dante Marocchi renunció como decano de la Facultad de Ciencias Exactas
Físicas y Naturales.
42
Resoluciones rectorales de la intervención, tomo 14, pág. 2, AGH, UNC.
43
Entrevista realizada a Leticia Raggiotti en diciembre de 2012.
44
Resolución rectoral N° 1, 18/12/1974, tomo 14, AGH, UNC.
45
Resolución rectoral N° 8, 19/12/1974, AGH, UNC.
46
Resolución rectoral N° 51, ibídem.
106
Antes de concluir el año Menso pidió un informe minucioso y detallado a cada
unidad académica. La propia gestión rectoral fue la responsable de “recuperar el
orden” que preconizó Ivanissevich. Para eso encaró decididamente el control
sobre quiénes asistían a la UNC, qué materias se dictaban o cursaban, con qué
programas, objetivos, bibliografía, equipos y temas de investigación. Cada
decano interventor, director de escuela, instituto o departamento, tuvo que
informar sobre las diversas actividades que se realizaban. En relación a los
proyectos de investigación la resolución decía:
“el envío de informes trimestrales a la Intervención que deberán
elaborar las Facultades, Escuelas e Institutos, para que las
Cátedras digan qué investigación proyectan, los horarios y tareas a
cumplimentar. Y si se realiza investigación sobre problemas
propios del país en los últimos 5 años por parte de Profesores
Titulares” 47.
47
Resolución rectoral de la intervención N° 59, 27/12/1974, ibídem.
48
Resolución rectoral de la intervención N° 38, 20/1/1975, ibídem.
49
Resolución rectoral de la intervención N° 995, 28/4/1975, ibídem.
50
Resolución rectoral de la intervención N° 981, 25/4/1975, ibídem.
107
“b) Actualización de datos sobre profesores, alumnos, planes de
estudio, estado financiero y compulsa de medidas tomadas a
partir de mayo de 1973. c) Análisis de las medidas tomadas sobre
modificación de planes de estudios y similares. d) Revisión de
cesantías y renuncias de docentes, causas y antecedentes”.
51
Resolución rectoral N° 12, tomo 1, ibídem.
52
La Voz de Interior, 16/2/75, pág. 23.
53
Resolución N° 1, 3/1/1975, AGH, UNC.
54
Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, cuya hija, Silvina Parodi, egresó de la
Escuela Manuel Belgrano y se encontraba en avanzado estado gravidez en el momento de su
secuestro.
55
Torres, Pablo y Rosales, Mariano. “Entrevista a Sonia Torres”. El avión negro, año III, N° 13,
marzo de 2013.
56
Gutiérrez, Mónica, “Los alumnos de Tránsito Rigatuso”, Página/12, 30/7/2002.
108
El 31 de enero de 1975, a raíz del expediente presentado por el entonces decano
interventor de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Carmelo Felauto, se
dejó sin efecto la resolución de la intervención 720/73 para la “reincorporación
de personal desafectado por causas políticas y gremiales”57. En la misma
resolución solicitó la cesantía del Prof. Guillermo Beato, que fuera designado
como decano interventor el 11 de junio de 1973, labrándosele sumario.
Las coincidencias ideológicas entre el rector Víctor Menso y el interventor de la
provincia Raúl Lacabanne quedaron evidenciadas también en la organización
conjunta de las jornadas de trabajo “Prospectivas de Córdoba”58. Las comisiones
de trabajo fueron integradas por docentes universitarios, sectores sindicales de la
Juventud Sindical Peronista, políticos y la cúpula de la policía, con el fin de
analizar políticas de Estado como la administración pública, la economía y, muy
en particular, discurrir sobre la seguridad, teniendo en cuenta la lucha
antisubversiva, para establecer bases y líneas de acción política para la provincia.
El 12 de febrero es designado Gabriel Pautaso como profesor adjunto interino
en “Historia del Pensamiento y la Cultura” del Área Letras de la Facultad de
Filosofía y Humanidades59. Pautaso fue denunciado años más tarde por
docentes y estudiantes, debido a sus actitudes represivas, como ingresar armado
a la facultad, llegar con personal militar en unidades móviles para desalojar a los
estudiantes de los pabellones y elaborar listas negras. Es de hacer notar que en
los informes de gestión anual utilizó de manera reiterativa la denominación
“personal civil”, propia del lenguaje militar, lo que sumado a la portación de
armas y la utilización de vehículos militares, permite presuponer su pertenencia
a los servicios de inteligencia60.
57
Resolución rectoral de la intervención N° 82/75, AGH, UNC.
58
Resolución rectoral de la intervención N° 89, 3/2/75, ibídem.
59
Resolución rectoral de la intervención N° 169, tomo I, 1975, AGH, UNC.
60
Pautasso Gabriel ejerció el cargo de secretario de Supervisión Administrativa entre los años
1977 y 1980, elaborando memorias anuales para el decano Alfredo Poviña. Considerando las
connotaciones y las implicancias del cargo y del momento, su tarea era el control del personal
“civil” de la facultad: “asistencia y cumplimiento real de prestación de servicios del personal
docente”, “verificación y supervisión de requisitos para nombramientos de personal docente y no
docente según disposiciones del Ministerio de Educación y Cultura”, la realización de un “censo
del personal civil en el ámbito de la facultad”, la “supervisión de las clases teóricas mediante
estadísticas ad-hoc”, fue “encargado del informe sobre alumnos extranjeros” y “supervisor de
certificados de buena conducta de los alumnos”.
109
El 18 de febrero de 1975 el rector Menso designó como director de la Escuela
de Ciencias de la Información a Antonio María Requena61, quien en encendidos
discursos definía que su misión allí era “acabar con [ese] nido de bolches y el
caos que impera[ba] en esa escuela”62. El nuevo director contrató una custodia
personal de civil que hacía ostentación de sus armas dentro del edificio. Esta
custodia, junto al ordenanza, controlaba el acceso de los estudiantes exigiéndoles
el documento o la exhibición de la libreta universitaria; una vez identificados
eran palpados de armas antes de ingresar a clase. Las amenazas y el
amedrentamiento eran constantes, como también la presencia de personas
extrañas dentro de las aulas que sacaban fotos y grababan las intervenciones que
los estudiantes realizaban en clase63.
Para controlar a los estudiantes extranjeros, Menso incluyó como requisito para
el ingreso el certificado de buena conducta expedido en el país de origen,
medida que abarcó a los ya inscriptos en años anteriores.
Ante la falta de diálogo con los distintos actores universitarios, éstos se
expresaron por medio de la prensa, donde en simultáneo aparecieron
repercusiones del accionar de Menso y el grupo que lo acompañaba. El 14 de
febrero de 1975 el Centro de Estudiantes de Derecho, y su conducción Franja
Morada, sostuvo que:
“las autoridades de la UNC y de la Facultad de Derecho,
cumpliendo la orden del ministro Ivenissevich de desterrar los
centros estudiantiles han instrumentado para la universidad una
política sectaria y divisionista violando y allanando el local del
centro de estudiantes de derecho con el argumento de que las
órdenes deben ser acatadas”64.
Ese mismo día se publicó la información del cupo para el ingreso con el
siguiente titular “12.000 alumnos sería el número que podrían ingresar a la
universidad”:
61
Resolución rectoral de la intervención N° 218, AGH, UNC.
62
Raggiotti, Leticia, testimonio en el juicio La Perla, 13 de junio de 2013.
63
San Nicolás, Norma, testimonio en el juicio a Videla, Menéndez y otros por los asesinatos de
presos políticos en la cárcel de San Marín, agosto/diciembre de 2010.
64
La Voz del Interior, “Centro de estudiantes de Derecho. Defendamos activamente a los
organismos estudiantiles”, 14/2/1975, pág. 13.
110
“que si en algunas facultades o carreras el número de aspirantes
excediera el número fijado por las autoridades, el criterio de
ingreso fijado por rectores y el ministro será el promedio obtenido
en los estudios secundarios, del mismo modo se procederá con el
comedor universitario, los alumnos que acrediten
fehacientemente que carecen de medios podrán hacer uso del
comedor de forma gratuita y los que tengan los medios necesarios
pagarán el precio real por las comidas”65.
65
Ibídem.
66
Domínguez, Miguel Alejandro era dirigente de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) de
Córdoba; estuvo detenido en la Unidad Penitenciara N° 1 de la provincia, fue trasladado a
Buenos Aires y dejado en “libertad” el 3/2/78 en la puerta del penal N° 9 de la Plata, donde fue
secuestrado; aún permanece desaparecido.
67
La Voz del Interior, “Pronunciamiento sobre el ingreso y cierre de centros”, 15/2/1975, pág. 11.
111
En un sentido similar se pronunciaron de manera conjunta los centros de
estudiantes de Arquitectura y de Filosofía y Humanidades acerca de las
restricciones al ingreso y el desalojo de los locales de los centros por parte del
rectorado, agregando un llamado a los estudiantes y al pueblo de Córdoba a
pronunciarse contra cualquier intento golpista68.
Durante todo el año ‘75 el conflicto en la Universidad fue constante, provocado
por el cierre de distintas unidades académicas, la demora en el inicio de clases,
una importante cantidad de cátedras acéfalas por falta de renovación en las
designaciones, los despidos, la prohibición de las actividades de los centros de
estudiantes, de hacer asambleas y pintadas, y hasta amenazas personales
provenientes de las propias autoridades. Estudiantes y docentes acudían a
realizar denuncias de la situación a los diarios mediante comunicados,
solicitadas, marchas a la legislatura, etc. El miércoles 2 de abril de 1975 bajo el
título “Lock out académico denuncian docentes y estudiantes de Historia”, se
cuestionó que tanto la facultad como la escuela se encontraban cerradas desde
hacía tres meses. También permaneció cerrado el Instituto de Estudios
Americanistas y de Antropología y los gabinetes de cátedras, a lo que se sumó la
cesantía de veintiocho auxiliares docentes. Esta situación era atribuida “a la
incapacidad de la autoridad decanal, esencialmente por una posición dogmática
y excluyente que [tenía] a su más claro exponente en Carmelo Felauto […]
quien so pretexto de despolitizar lo que hace es imponer una sola política
violando principios elementales que reconoce la constitución”, según sostenían
en su comunicado69.
En otra noticia, del 11 de abril de 1975, con el título “La FFyH denuncia la
clausura progresiva de Ciencias de la Educación”, los docentes y estudiantes
sostenían:
“a pocos días del inicio de clases, hay cátedras acéfalas por haber
caducado las designaciones del personal porque las autoridades no
han procedido a su renovación. Se ha desalojado a los docentes
auxiliares y alumnos de sus locales habituales para el
funcionamiento de las cátedras y se ha clausurado parcialmente
los pabellones impidiendo la toma de coloquios”. En otro párrafo
se preguntaban: “¿Cuáles son los criterios para la renovación de
68
Ibídem
69
La Voz del Interior, 15/3/1975, pág. 11.
112
las designaciones o contratos? El rector expresa que deben ser
académicos y el decano que los mismos deben ser políticos”70.
70
La Voz del interior, 11/4/1975, pág. 11.
71
La Voz del Interior, 13/4/1975, pág. 22.
72
La Voz del Interior, 18/4/1975, pág. 18.
73
La Voz del Interior, 5/5/1975, pág. 9.
113
publicó en la prensa escrita bajo el título de “Unidad Básica Cultural Nacional
responde a los docentes de Filosofía”74.
El alto nivel de conflictividad universitaria continuó no sólo en la UNC. En
Buenos Aires, los diputados de la oposición pidieron la urgente normalización
universitaria y el juicio político a Ivanissevich75. El 11 de agosto 1975 se
produjo el reemplazo de Oscar Ivanissevich al frente del ministerio de
educación.
Mientras tanto, Menso inauguró un curso de capacitación sindical en la UNC,
apareciendo fotografiado junto a los dirigentes de la Juventud Sindical
Peronista, las 62 organizaciones y la CGT ortodoxa de ese momento76.
La Asociación de Docentes e Investigadores de Medicina (ADIUM), publicó en
la prensa un extenso comunicado con el título “Docentes de Medicina exigen el
inmediato relevo de las autoridades”77. Entre otros conceptos advertían que el
30 de septiembre se cumplía el plazo estipulado junto a la sanción de la ley
20.65478 para la normalización de las universidades, por lo que se oponían a que
el ministro de educación enviara al parlamento un pedido de prórroga de la
intervención a las universidades. Opinaban que “mediante el uso de la
arbitrariedad y el reemplazo de las normas legales se ha[bía] provocado un
deterioro de nuestro potencial científico al producir la cesantía masiva y el
éxodo de gran parte de los cuadros de investigadores y docentes y establecer la
digitación política para los cargos de investigación”. Para la UNC en particular,
cuestionaban la presencia de representantes del Ministerio del Interior “en
cargos directivos de nuestra casa de estudios que [eran] el principal obstáculo
que se opone a la normalización democrática”, reclamando el reemplazo por
autoridades dispuestas a aplicar la ley. Acusaban a las autoridades de la UNC
“de no dar un sólo paso hacia la normalización universitaria”, de instrumentar
“una política de cesantías, represión, caos académico” y de demostrar “falta de
idoneidad académica”. Reclamaban la inmediata constitución de los Consejos
Directivos, el Honorable Consejo Superior y la asamblea universitaria para la
74
La Voz del Interior, 22/5/1975, pág. 13.
75
La Voz del Interior, 2/8/1975, pág. 6.
76
La Voz del Interior, 3/8/1975.
77
La Voz del Interior, 25/8/1975, pág. 12.
78
Ley Orgánica de las Universidades Nacionales sancionada el 14 de marzo de 1974, promulgada
el 25 y publicada en el Boletín Oficial el 24 de abril de 1974.
114
urgente elección del rector y la realización de juicio político al ex ministro
Ivanissevich.
En septiembre, las actividades en toda la Universidad fueron suspendidas por
tiempo indeterminado79. Ante las críticas, el rector Menso declaró a los medios
que las actividades se reiniciarían a partir del día 13.
El Centro de Estudiantes de Ciencias Químicas emitió un comunicado con
motivo del cierre de la UNC con el título “Sr. rector ¿quiénes son los
subversivos?”. Entre otros conceptos expresaban que ningún artículo de la
Constitución prohibía la realización de asambleas80. Cinco días después los
estudiantes de odontología expresaron:
“Los estudiantes de odontología, reunidos en asamblea general
para elevar el repudio por el asesinato de nuestros compañeros
estudiantes caídos por defender nuestros legítimos derechos81 […]
fuimos amenazados una vez más por el decano Puga y sus
secuaces para que abandonemos la facultad bajo pena de cierre
que sería garantizado por las fuerzas de la represión. Solicitamos la
renuncia de Puga y Menso personeros de la Misión Ivanissevich,
la inmediata normalización de la UNC, la investigación de los
asesinatos de los compañeros estudiantes, el reconocimiento de los
centros estudiantiles y el retiro de las fuerzas represivas de la
universidad”82.
79
La Voz del Interior, 10/10/1975, pág. 11.
80
La Voz del Interior, 17/9/1975, pág. 13.
81
El comunicado no menciona los nombres de los estudiantes asesinados a los que hace
referencia. En esos días se producen tomas de hospitales y el repudio del Colegio Médico ante el
asesinato del estudiante de medicina José Alberto Scabuzzo y su esposa, la médica Delia Burns de
Scabuzzo, sin saberse a ciencia cierta si hacen referencia a esos casos.
82
La Voz del Interior, 22/9/1975, pág. 17.
115
totalitario y los docentes son nombrados desde organismos
políticos ajenos a la escuela y la universidad”83.
83
Ibídem.
84
Ibídem.
85
Ibídem.
86
La Voz del interior, 14/10/1975.
87
La Voz del Interior, 26/10/1975.
116
los estudiantes, Menso ordenó al secretario de la Universidad Alberto López
Carussillo el envío de una nota88 donde solicitó nuevamente la elaboración
“urgente” de los listados con datos personales actualizados de todos los
docentes89 y estudiantes90 de la UNC. Estos listados fueron remitidos por las
distintas unidades académicas entre octubre de 1975 y marzo de 1976,
incluyendo distintos niveles de detalle. Fue posible ubicar la misiva dirigida a
Oscar Roger, decano normalizador en Derecho y Ciencias Sociales, y la nómina
de las distintas unidades académicas a las que se remitió dicha solicitud
(Filosofía, Ingeniería, Ciencias Médicas, Arquitectura, Ciencias Químicas,
Ciencias Económicas, Ciencias Agronómicas, Odontología, Escuela de Artes,
IMAF, Servicio Social, Lenguas y Ciencias de la Información);
lamentablemente no nos fue posible consultar los listados que enviaron Ciencias
Médicas y Filosofía91.
Las listas elevadas al rectorado en los meses previos al golpe pudieron llevar
implícito el propósito de realizar estadísticas sobre ingreso, permanecía, origen,
etc. Pero ubicándonos en el contexto represivo de la época, la intencionalidad
manifiesta de “depurar” ideológicamente a la universidad y el alto índice de
secuestros realizados en domicilios particulares o en las cercanías de la Ciudad
Universitaria92, permiten suponer que esa información tenía además otra
finalidad. Los estudiantes y los docentes señalados como “peligrosos”, muchas
88
Nota N° 677 S, 22/10/1975, AGH, UNC.
89
Los datos registrados de los docentes incluían apellido, nombre y documento, domicilio, estado
civil, nombre de sus cátedras, cargo desempeñado y, en algunos casos, nacionalidad, número de
legajo, declaración de otros trabajos, domicilios, datos de filiación y ocupación de sus padres.
90
Los listados remitidos al rector por cada unidad académica contenían datos personales como
apellido, nombre y número de documento de todos los estudiantes inscriptos en 1975 en los
distintos niveles de cada carrera. Las listas del IMAF y la Facultad de Derecho incluyeron junto al
nombre, el detalle de las materias que los estudiantes cursaron ese año. Artes discriminó por
especialidad y agregó el domicilio, la ocupación y el año alcanzado en la carrera. El domicilio de
los estudiantes fue incluido en los listados enviados por Servicio Social, Odontología, Ciencias
Químicas y Ciencias de la Información. Ingeniería y Ciencias Económicas enviaron los listados de
estudiantes discriminados por carrera y Lenguas por idioma y nivel de cursado. Ciencias de la
información entregó la lista dos semanas antes del golpe, con un minucioso detalle que incluyó,
además de los datos generales, el domicilio y la ocupación del estudiante y sus padres, y el año y el
nombre de cada materia cursada.
91
No ha sido posible encontrar la copia que debería estar en el AGH de la UNC, junto a las de
las otras unidades académicas.
92
Cfr. en esta publicación la presentación de Silvia Romano del listado de universitarios.
117
veces por las propias autoridades93 de la UNC, fueron fácilmente identificados
con sus datos legales y actualizados94.
Los mecanismos de relevamiento de información fueron de fácil aplicación en la
UNC mediante la utilización de la propia estructura organizativa,
administrativa y académica a la que estos grupos y personas tuvieron acceso
antes y durante el golpe militar95. Así quedó demostrado con las listas
encontradas en los años ‘90 detrás de un armario en la Facultad de Medicina y
con el testimonio, entre otros, de Graciela Geuna, sobreviviente de la Perla96.
En la universidad, desde 1966 en adelante se consolidó el aparato represivo
clandestino construido por los servicios de inteligencia que incluía como
política el reclutamiento de espías entre los estudiantes universitarios97, la
infiltración de agentes con el fin de identificar a opositores políticos, la toma de
fotografías en actividades propias del movimiento estudiantil, como asambleas,
reuniones y movilizaciones98, y el uso de imágenes de medios de comunicación,
lo que posibilitó completar el panorama informativo e implementar políticas de
espionaje y luego de contrainsurgencia. Las listas y las fotos, que sirvieron para
reconocer y secuestrar personas, fueron utilizadas por el aparato represivo más
amplio en los operativos rastrillos, pinzas, de control de pasajeros del transporte
público, en instituciones educativas, domicilios particulares, lugares de trabajo,
etc.
Este contexto represivo de finales de 1975 y previo al golpe del año siguiente, se
expresó también en disposiciones dadas por el rector Menso, como la
93
“Para las elecciones estudiantiles en 1975, hicimos un acuerdo con las agrupaciones políticas de
no difundir los nombres de los candidatos para protegerlos de las listas negras que se decía hacía el
decano de Ciencias Económicas”. Testimonio de Eduardo González Olguín, entrevista realizada
en 2012.
94
“Era obligatorio presentar en el momento de la inscripción el certificado de domicilio
actualizado”. Leticia Raggiotti, testimonio en el juicio a La Perla, 13/6/2013.
95
“Me acuerdo que obligaron a un muchacho que trabajaba en Filosofía a que entregara las fichas
con las fotos y los datos de los alumnos”, testimonio de Alberto Colasky en Mariani y Gómez,
2012:305.
96
“En ese momento apareció otro hombre gritando que habían encontrado mi ficha, que se la
entregó el decano de la facultad de derecho”, ibídem:131.
97
Secretaría de Inteligencia, Reclutamiento Histórico, Enciclopedia Wikipedia, abril de 2013.
98
“Me mostraron fotos en las que salía dando un discurso en el comedor universitario, así que me
tenían marcado desde hacía mucho”, testimonio de Alberto Colasky en Mariani y Gómez,
2012:308.
118
prohibición de realizar asambleas y elecciones de Centros Estudiantiles99. La Voz
del Interior publicó que las autoridades convocaron a la policía que detuvo en la
Ciudad Universitaria a más de cien estudiantes que pretendían realizar asamblea
y elecciones, lo que mereció el repudio de la comunidad universitaria100. En un
comunicado, los docentes y los estudiantes de Odontología responsabilizaron
directamente a Menso de esa acción represiva dentro de la UNC101. En los
primeros días de noviembre la policía federal ingresó intempestivamente y con
violencia en la Escuela de Ciencias de la Información102. Los estudiantes
denunciaron que por los cierres de la Escuela y por ese tipo de acciones
represivas había disminuido la asistencia de 1.500 a 200 estudiantes103. Los
docentes de Arquitectura criticaron con firmeza la gestión rectoral104. El 11 de
noviembre se dio por concluido el ciclo lectivo en toda la UNC y cuatro días
después se produjo el cierre de la Facultad de Ciencias Económicas. En
diciembre, la comunidad estudiantil se vio convulsionada por varios crímenes a
estudiantes: Mario Cabral105, ocho estudiantes de Arquitectura y uno de
Ingeniería, varios de ellos extranjeros, con la firma del Comando Libertadores
de América (CLA) y la desaparición de cuatro estudiantes de Medicina
secuestrados en las inmediaciones del monumento al Dante Alighieri en la calle
principal del Parque Sarmiento de Córdoba (ver listado adjunto).
Producido el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la utilización del
cúmulo de información reunido mediante los mecanismos descriptos para el
período inmediato anterior (hostigamiento, persecuciones, pedidos de renuncia,
expulsiones y cesantías), puede ser rastreada, entre otras cuestiones, en las
resoluciones del Delegado Militar a cargo de la UNC106.
99
La Voz del Interior, 24/10/1975.
100
La Voz del Interior, 28/10/1975.
101
La Voz del Interior, 30/10/1975, pág. 11.
102
La Voz del Interior, 4/11/1975, pág. 15.
103
La Voz del Interior, 8/11/1975, pág. 16.
104
La Voz del Interior, 9/11/1975, pág. 21.
105
La Voz del interior, 2/11/1975.
106
Resoluciones del Delegado Militar N° 521, 20/5/1976; N° 572, 28/5/1975; N° 760,
7/6/1976; N° 971, 18/6/1976; N° 1.662, 15/7/1976; N° 1.663, 2/8/1976; N° 2.193 y N° 2.218,
25/8/1976; N° 2.300, 31/8/1976; N° 2.450, 8/9/1976; N° 3.499, 26/10/1976; N° 3.554,
27/10/1976; y N° 4.365, 26/12/1976, AGH, UNC.
119
Consideración final
Se ha tratado de documentar la información que acredita antecedentes de la
colaboración de la Universidad Nacional de Córdoba con el terrorismo de
Estado entre finales de 1974 y el 24 de marzo de 1976. Esa colaboración se
verifica mayoritariamente por parte de autoridades y docentes de alto nivel
funcional. Y se expresa en las disposiciones relacionadas a áreas de investigación,
modificaciones de planes de estudio, incorporación o suspensión de cátedras y
contenidos, así como al personal docente y los estudiantes con cesantías o
expulsiones. Se desenmascara de ese modo una supuesta “inmunidad
académica” que otorgaría el hecho de tratarse de ámbitos donde el ejercicio de la
racionalidad debería operar abriendo mayores niveles de pluralidad intelectual.
Una supuestamente “aséptica” concepción del rol intelectual y científico ha
contribuido a un inconsciente manto de protección que ha inhibido la
investigación de las complicidades universitarias con el terrorismo de Estado.
También inconscientemente –creemos– por el trasfondo liberal de ver
contaminada una institución tan importante que pretendería mantenerse en el
campo de la “objetividad” de las ciencias, sin asumir la realidad de la necesaria e
inevitable inserción social, política y cultural y encarnarse como protagonista de
los hechos en cada etapa histórica.
Finalmente, con las evidencias expuestas reafirmamos el concepto de
integralidad constitutiva del terrorismo de Estado. No se trata sólo de la mano
ejecutora de los poderes militarizados del Estado. Fue imprescindible la
cooperación de otros factores de poder, en este caso en el ámbito universitario
donde, por la propia actividad intelectual, es posible la detección y el
discernimiento ideológico de sus actores. Esto confirma la importancia del rol
cultural en el proceso de elaboración, constitución y consolidación de los
proyectos políticos-ideológicos, y la participación universitaria en el mismo. Lo
que implica la disputa y el conflicto, que en lo expuesto en este trabajo queda
explícito en la documentación mencionada. El terrorismo de Estado no podría
haber alcanzado en Córdoba la profundidad y la magnitud que tuvo sin la
participación de funcionarios universitarios en el período previo a la
implementación de la dictadura cívico-militar, que preparó la tarea y
obviamente se incrementó con la presencia directa de funcionarios militares.
120
Bibliografía
Bonasso, M. (1990). Terrorismo de Estado. Navarra: Txalaparta.
Franco, M. (2011). “En busca del eslabón perdido: reflexiones sobre la represión estatal
de la última dictadura militar”. Estudios, 25, 31-45.
Romano, S., San Nicolás, N., Palacios, M. y González Lanfir, M. (2010). Vidas y
ausencias. Destinatarios de la represión. Córdoba, 1969-1982. Universidad Nacional
de Córdoba.
121
Anexos
Molina Luján, Raúl Mateo: ejecutado (EJ), 26 años, 5/10/76, Secretario General
del Centro de Estudiantes de la Facultad de Arquitectura.
Motta Espeche, Rubén Hugo: DF, 26 años, 7/1/76, Presidente del Centro de
Estudiantes de Ciencias Económicas.
Paciaroni Pacher, Víctor Hugo: DF, 24 años, 3/6/76, Presidente del Centro de
Estudiantes de Arquitectura en 1974.
Sonzini Whitton, Daniel Oscar: DF, 22 años, 12/8/76, Presidente del Centro
de Estudiantes de IMAF.
122
Anonne Campos, Humberto Orlando: DF, 33 años, 8/1/76, Docente de la
Escuela de Ciencias de la Información.
Juaneda Antonello, Ada Alicia: EJ, 28 años, 9/3/77, Asistente Social, docente de
la Escuela de Trabajo Social.
Del total de 208 víctimas, 110 continúan desaparecidas, 94 fueron ejecutadas y sus
cuerpos recuperados. Carecemos de datos acerca de la situación de cuatro personas.
Entre enero del ’76 y el 24 de marzo de ese mismo año, hubo un total de 75 víctimas:
14 asesinadas y 58 desaparecidas, careciéndose de datos sobre tres personas.
123
Del total de 208 víctimas, 129 fueron desaparecidos o asesinados en Córdoba Capital,
35 en localidades del interior provincial o cercanas a la capital, 36 en otras provincias y
de ocho se carece de información.
Se incluyen los datos correspondientes a la actividad política sólo en los casos en que
ésta haya tomado estado público a través de diversas fuentes publicadas. El conjunto de
fuentes revisadas y las siglas empleadas puede consultarse al final de este volumen.
107
Los estudios en otras universidades se incluyen en el campo “Estudios y observaciones” del
cuadro.
124
a. Listado de militantes asesinados o desaparecidos durante 1974
Actividad
política y/o
DF o EJ / gremial /
Apellido y Estudios y
N° Fecha Edad / Responsabl
Nombre observaciones
Lugar es del
secuestro o
asesinato
PB, Unidad
EJ/24/Cba.
1 28/01/74 Contino, José Básica de B°
Cap.
Comercial.
Robles Robles, EJ/s/d/Hosp.
2 20/06/74 Ramón Col. Sta.
Humberto María
Argañaraz, EJ/s/d/Cuartel
3 11/08/74 PRT-ERP
Justino César de Villa María
PRT-ERP,
Boscarol, José EJ/29/Camino Dispensario Médico,
4 11/08/74
Luis Alta Gracia Villa el egresado UNC
Libertador
Defensor de
Abogado,
Curutchet gremios y
EJ/33/San docente UNC,
5 10/09/74 Garaffo, Alfredo presos
Isidro Bs. As. estudiante de
Alberto políticos/
Letras e Historia
AAA
peronismo
EJ/45/Capilla
López Sánchez, revolucionario,
6 16/09/74 del Señor
Hipólito Atilio gremialista/
Prov. Bs. As.
AAA
peronismo
EJ/33/Capilla
Varas Aciar, revolucionario
7 16/09/74 del Señor Contador
Juan José /
Prov. Bs. As.
AAA
JP, Ligas
Santillán Soria, EJ/22/Paraje Agrarias/
8 29/09/74
Luis Eduardo Pan de Azúcar Asesinado por
la AAA
125
PRT- ERP/
Rustán, Ricardo EJ/27/Parque asesinado por
9 01/10/74
Leonardo Autóctono el Comando
Radioeléctrico
Estudiante de
EJ/23/ Parque PRT-ERP /
Real Meiners, Filosofía y Cs. de
10 01/10/74 Autóctono, Comando
Hebe Sol la Educación
Cba. Cap. Radioeléctrico
UNC
Márquez EJ/28/ Parque PRT-ERP /
11 01/10/74 Vilches, Luis Autóctono, Comando
Alberto Cba. Cap. Radioeléctrico
EJ/28/ Parque Montoneros /
Quiroga Sousa,
12 07/10/74 Capital, Cba. Comando
Pablo Antonio
Cap. Radioeléctrico
Hidalgo Godoy, EJ/42/ Cba.
13 19/10/74 PC / AAA
Tita Clelia Cap.
PRT-ERP /
Bernardes Pedro EJ/s/d/ Cba.
14 20/11/74 Comando
José Ignacio Cap.
Radioeléctrico
EJ/24 /Av.
PRT-ERP / Estudiante de
Bazán Hruby, Patria y
15 20/11/74 Comando Arquitectura
Miguel Ángel Armenia, Cba.
Radioeléctrico UNC
Cap.
EJ/22/ Av.
Gigena Torres, PRT-ERP/ Estudiante de
Patria y
16 20/11/74 Enriqueta Comando Agronomía
Armenia, Cba.
Amelia Radioeléctrico UNC
Cap.
EJ/18/ Av.
PRT-ERP/
Quiroga Pueyro, Patria y
17 21/11/74 Comando
Carlos Fabián Armenia, Cba.
Radioeléctrico
Cap.
Patrignani
VC, defensor Abogado
18 26/11/74 Lucero, Carlos DF/28/ Jujuy
gremial egresado UNC
Ernesto
126
b. Listado de militantes asesinados o desaparecidos en 1975
Actividad
política y/o
gremial / Estudios y
Apellido y DF o EJ /
N° Fecha Responsabl observacion
nombre Edad / Lugar
es del es
secuestro o
asesinato
Gigena Torres,
1 17/01/75 EJ/27/Tanti PRT- ERP
Rafael Gustavo
Estudiante de
Llorens Ruiz,
Cine y
2 09/02/75 Sebastián DF/28/Bs. As. PRT-ERP
Agronomía
María
UNC
Baretta
Estudiante de
3 24/02/75 Gabino, Hugo EJ/27/Cba. Cap. Montoneros
Filosofía UCC
Valentín
Figueroa
4 24/02/75 Goroso, Hugo EJ/24/Cba. Montoneros
Enrique
Ferreyra
Fines de DF/31/ Cap.
5 Yerasi, Jorge Montoneros
febrero Fed.
Luis
Rougier
DF/42/ Entre Sacerdote
6 15/03/75 Martín, Nelio PRT-ERP
Cba. y Tucumán católico
Francisco
7 20/03/75 Gaboto Eliseo EJ/s/d/ Cba.
Estudiante de
Marinelli Vita, EJ/19/ Cba.
8 20/03/75 PRT-ERP Ingeniería
Juan Cap.
UNC
Gómez de
DF/27/ Av.
Orzaocoa, Embarazada (7
9 21/03/75 Patria y Rincón, PRT- ERP
María de la meses)
Cba. Cap.
Mercedes
127
Maorenzic
DF/27/Av.
Ramos,
10 21/03/75 Patria y Rincón, PRT-ERP
Graciela del
Cba. Cap.
Valle
Losada
DF/EJ/
11 22/03/75 Heredia, PRT-ERP
22/ Rosario
Alberto Isidoro
Vergara, Estudiante de
DF/27/entre
12 10/04/75 Eduardo Cs.
Cba. y La Rioja
Justino Económicas
Siriani Iglesias, Estudiante de
EJ/25/D2, Cab.
13 11/04/75 Horacio JP Medicina
Cap.
Américo UNC
Tuda Méndez, Estudiante
14 12/04/75 EJ/26/Bs. As. Montoneros
Carlos Alberto UCC
Estudiante de
Urdampilleta, DF/28/Cap.
15 12/04/75 PRT-ERP Medicina
Silvia Inés J. Fed.
UNC
O’Kelly Pardo,
16 13/04/75 DF/19/Rosario PRT-ERP
Víctor
Estudiante
Colombetti, Ciencias de la
17 22/04/75 EJ/19/Cba. Cap. PRT-ERP
Patricia Información
UNC
Estudiante de
Daura Sand,
18 22/04/75 EJ/25/Cba. Cap. PRT-ERP Filosofía y
José Luis
Letras UNC
Domínguez,
19 22/04/75 EJ/24/Cba. Cap. PRT-ERP Estudiante
Mario Raúl
Estudiante
Maquardt,
EJ/s/d/Cba. Ciencias de la
20 22/04/75 Roberto PRT-ERP
Cap. Información
Patricio
UNC
Pucheta,
21 22/04/75 EJ/22/Cba. Cap. PRT-ERP
Omar Albino
22 25/04/75 González DF/21/Cba. PRT-ERP Estudiante de
128
Baldovín, Cap. Ingeniería e
Sergio Historia UNC
Depiante
EJ/25/Cno. Alta JTP,
23 26/04/75 Bonansea,
Gracia gremialista
Jorge Carlos
Soares
Evangelista, EJ/50/Mar del
24 27/05/75
Eduardo Plata
Alfredo
Mayo Gallardo, José DF/22/
25
1975 Néstor Tucumán
Kofman
DF/23/ entre
26 00/6/75 Zeigner, Jorge
Cba. y Tucumán
Oscar
Colón
Estudiante de
Guardamagna, DF/25/Tucumá
27 12/06/75 PRT-ERP Arquitectura
Daniel n
UNC
Antonio
Peralta
Estudiante
28 24/06/75 Muguetti, EJ/20/Cba. Cap. PRT-ERP
universitario
Esteban
Estudiante
Ávila Alfaro,
DF/31/Cba. Ciencias de la
29 26/06/75 Susana PRT-ERP
Cap. Información
Cristina
UNC
Acuña Carrizo, DF/27/Cba.
30 03/07/75
Marta Graciela Cap.
Casas de la
EJ/27/Camino a No docente
31 03/07/75 Masa, Emilio
los Molinos UNC
A.
encontrado
EJ/s/d/ Cba.
33 19/07/75 Redsca, José junto a Ernst
Cap.
F.
129
Rabuñal Estudiante de
34 03/08/75 Pereyra María EJ/26/ Bs. As. Medicina
Haideé UNC
Cuesta DF/30/Cba. Licenciada en
35 06/08/75 PRT-ERP
Morales, Berta Cap. Letras UNC
Badel Suriol Miembro de Médica
EJ/55/Camino a
36 14/08/75 de Pujadas, COFAPPEG/ Universidad de
Alta Gracia
Josefa G. CLA Barcelona-Esp.
Estudiante
Pujadas Badel,
EJ/28/Camino a Ciencias
37 14/08/75 José María JP/ CLA
Alta Gracia Económicas
Francisco.
UNC
Pujadas Badel EJ/18/Camino a Estudiante de
38 14/08/75 JUP/ CLA
María José I. Alta Gracia Historia UNC
Médico
Miembro de
Pujadas Valls, EJ/55/Camino a Universidad de
39 14/08/75 COFAPPEG/
José María Alta Gracia Barcelona-
CLA
Esp.
Levín Estudiante de
Yankelevich, Ciencias de la
40 20/08/75 EJ/21/Cba. Cap. PRT-ERP
Ricardo Información
Marcelo UNC
Mármol Estudiante de
41 20/08/75 Moreno, Jorge EJ/30/Cba. Cap. Medicina
Horacio UNC
Therisod Estudiante de
42 20/08/75 Fernández EJ/26/Cba. Cap. PRT-ERP Arquitectura
Hugo UNC
Encontrado
Cepeda, José junto al
43 21/08/75 EJ/34/Cba. Cap.
Ricardo cadáver de
Osatinsky
130
Acosta
Estudiante
46 23/08/75 Pueyrredón, EJ/29/Cba. Cap. Tupamaros
universitario
Héctor
Sarralde,
JTP/ Policía de
47 23/08/75 Gabriel EJ/28/Cba. Cap.
Cba.
Roberto
Di Fernando, EJ/27/V.
48 27/08/75 JTP/ AAA
Marcelo José Allende
Reyna Gómez,
DF/21/Cba. Soldado
49 05/09/75 Francisco PRT-ERP
Cap. conscripto
Irineo
Blinder Partido
EJ/21/V.
50 08/09/75 Schmoisman, Obrero
Allende
HoracioLuis Trotskista
Jiménez Partido Estudiante de
EJ/24/V.
51 08/09/75 Calderón, José Obrero Ingeniería
Allende
Luis Trotskista UNC
Estudiante de
López, Juan Cs.
52 15/09/75 EJ/20/Cba. Cap
Carlos Económicas
UNC
Burns Villalba
EJ/29/ Camino a Gremialista /
53 19/09/75 de Scabuzzo, Médica UNC
La Calera CLA
Delia
Scabuzzo Estudiante de
EJ/23/Cno. a La
54 19/09/75 Zurita, José / CLA Medicina
Calera
Alberto UNC
Livieris Banks
55 05/10/75 Planos, Jorge EJ/23/Formosa
Alberto
Sánchez Obrero-
56 06/10/75 EJ/s/d Gremialista
Osvaldo SMATA
131
Estudiante
Ballarino
DF/s/d/ Medicina y
57 07/10/75 Possetti,
Tucumán Arquitectura
Carlos Alberto
UNC
Bustos Licenciado en
DF/29/
58 08/10/75 Baffetti, Montoneros Cs. Políticas
Corrientes
Miguel Ángel UCC
Morán
DF/16/ Estudiante
59 14/10/75 Pereyra,
Cba. Cap. secundario
Miguel Ángel
Chabrol
DF/17/D2, Cba. JG – PRT- Estudiante
60 18/10/75 Amaranto,
Cap. ERP secundario
Juan José
Chabrol
Amaranto, DF/19/ JG – PRT- Estudiante
61 18/10/75
Oscar Cba. Cap. / D2 ERP secundario
Domingo
Estudiante de
Ferrero Coy, DF/23/ Cba.
62 18/10/75 PRT-ERP Psicología
José Miguel Cap. /D2
UNC
Romero,
EJ/30/ Ex militante
63 20/10/75 Orlando
Cba. Cap. del ERP
Cristobal
PCR,
Márquez Juri, DF/23/D2, Cba. gremialista/ Obrero-
64 28/10/75
Luis Ernesto Cap. D2 Transax
Romero,
65 02/11/75 EJ/19/Cba. Cap.
Miguel Ángel
132
Encontrado
Baigorria, EJ/s/d/Cba. junto a
65 02/11/75
Gregorio Cap. Romero
Miguel Ángel
Estudiante de
Robles, José Medicina
67 03/11/75 EJ/41/Cba. Cap. / D2
Elio UNC/
Comisario (R)
Jensen Arias, Montoneros/
68 08/11/75 EJ/28/Cba. Cap.
Eduardo Juan CLA
Pietragalla
Ventura, DF-EJ/27/Cba. Montoneros/
69 08/11/75
Horacio Cap. CLA
Miguel
Morini
71 22/11/75 Reynoso, DF/22/San Fco.
Miguel Ángel
Marquard de
72 25/11/75 EJ/27/Cba. Cap. PRT-ERP
Bardach, Nora
73 27/11/75 Ramírez Elbio EJ/25/Cba. Cap.
Tetamante R.
Cuerpo
74 27/11/75 o Martínez EJ/30/Cba. Cap.
acribillado
Juan C.
Est. de
Cabral Barros, Derecho y
75 02/12/75 EJ/26/Cba. Cap. /CLA
Mario Oscar Arquitectura
UNC
Apertile, Estudiante de
EJ/20/ Cno. Los
76 04/12/75 Ricardo /CLA Arquitectura
Molinos
Américo UNC
133
Ricardo Rubén Los Molinos Arquitectura
UNC
Estud.
Moreira EJ/25/ Camino a Arquitectura y
78 04/12/75 /CLA
Sánchez, Jaime Los Molinos Medicina
UNC
Estudiante de
Rodríguez EJ/21/ Camino a
79 04/12/75 /CLA Arquitectura
Nina, David Los Molinos
UNC
Rodríguez Estudiante de
EJ/29/ Camino a
80 04/12/75 Sotomayor, /CLA Ingeniería
Los Molinos
Jorge Luis UNC
Estudiante de
Saavedra EJ/24/ Camino a Cs.
81 04/12/75 /CLA
Alfaro, Alfredo Los Molinos Económicas
UNC
Estudiante de
Salinas Burgos, EJ/22/ Camino a
82 04/12/75 /CLA Arquitectura
Luis Rodney Los Molinos
UNC
Est.
Schuster
EJ/21/ Camino a Arquitectura y
83 04/12/75 Burgos, Jorge /CLA
Los Molinos Cs. Biológicas
Ángel
UNC
Estudiante de
Villalba EJ/26/ Camino a
84 04/12/75 /CLA Arquitectura
Álvarez, Luis Los Molinos
UNC
Gómez Estudiante de
DF/21/Cba.
85 06/12/75 Granja, Lila JUP/CLA Medicina
Cap.
Rosa UNC
Saibene Parra, Estudiante de
DF/20/Cba.
86 06/12/75 Ricardo JUP/CLA Medicina
Cap.
Enrique UNC
Estudiante
Santillán Zevi, DF/27/Cba. Radiología
87 06/12/75 JUP/CLA
Luis Agustín Cap. Medicina
UNC
Sinópoli DF/22/Cba. Estudiante de
88 06/12/75 JUP/CLA
Gritti, Alfredo Cap. Medicina
134
Felipe UNC
Ex estudiante
Agüero Ríos,
DF/22 entre de
89 08/12/75 Tomás PRT-ERP
Cba./Bs.As. Arquitectura
Rodolfo
UNC
De Cicco Estudiante de
DF/23/Cba.
96 12/12/75 Medina, Alicia PRT-ERP Medicina
Cap.
Esther UNLP
Luna Gómez,
100 15/12/75 EJ/22/Cba. Cap. PRT-ERP Estudiante
Susana Elena
135
Rodríguez
JTP,
101 15/12/75 Navarrete, DF/25/Argüello
gremialista
Jorge Omar
Martín
Estudiante de
Carrera,
102 16/12/75 DF/22/Río IV Geología
Orlando
UNC
Alfonso
Marzo Vera, DF/20/Cba.
103 16/12/75
José Luis Cap.
Ribero
Estudiante de
Maidana, DF/40/Cba.
104 16/12/75 Psicología
Vicente Cap.
UNC
Manuel
Cadáver con
Araya,
105 17/12/75 /CLA cartel en el
Eduardo Cesar
cuello del CLA
Estudiante de
Ballarino, José DF/32/Cba. Ciencias
106 19/12/75
Luis Cap. Económicas
UNC
Guzmán
Cadáver con
Saravia, EJ/29/Chacra de
107 19/12/75 /CLA cartel en el
Marcela la Merced
cuello del CLA
Josefina
Estudiante de
Laso Martínez, DF/21/Cba. Cs.
108 23/12/75 JUP
Juan José Cap. Económicas
UNC
Liendo, Ana EJ/25/M. Estudiante de
109 23/12/75 PRT-ERP
María Chingolo Artes UNC
Colautti
DF/31/Lomas
110 24/12/75 López, Hugo PRT- ERP
de Zamora
Francisco
Almada
DF/21/San PRT-ERP,
111 30/12/75 Saavedra,
Francisco gremialista
Elbio Alberto
Lago Prizzi, DF/29/Cba. Contador
112 30/12/75
Alberto Carlos Cap. UNC
113 30/12/75 Mesagli del DF/19/San PRT-ERP
136
Pozo, Osvaldo Francisco
Raúl
Scocco, DF/19/San
114 30/12/75 PRT-ERP
Eduardo Luis Francisco
Agüero
DF/21/ entre
115 00/00/75 Quiroga,
Cba. y Tucumán
Orlando Raúl
137
c. Listado de militantes asesinados o desaparecidos entre el 1° de enero y el 24
de marzo de 1976
Actividad
política y/o
DF o gremial / Estudios y
Apellido y
N° Fecha EJ/Edad Responsabl observacion
Nombre
/ Lugar es del es
secuestro o
asesinato
Ravassi
DF/29/ Cba.
1 6/1/76 Deganutti,
Cap.
Osvaldo Raúl
Estudiante de
Motta Espeche, DF/25/ Cba.
2 7/1/76 JUP Ciencias
Rubén Hugo Cap.
Económicas
Waquim, Gloria DF/23/ Cba. Estudiante de
3 7/1/76 JUP/CLA
Isabel Cap. Derecho
Estudiante de
Waquim, DF/26/ Cba.
4 7/1/76 JUP/CLA Ciencias de la
Norma Elinor Cap.
Educación
DF/43/ Cba.
5 8/1/76 Alonso, Severino JP
Cap.
Anonne Docente
Campos, DF/33/ Cba. Escuela
6 8/1/76 JTP
Humberto Cap. Ciencias de la
Orlando Información
Baudracco
DF/28 /Cba. Est. de
7 8/1/76 Mano, Ángel Gremialista
Cap. Psicología
Santiago
Cohon
DF/38/ Cba.
8 8/1/76 Rajenstein, Montoneros
Cap.
Manuel Enrique
Ferrari Adan de Lic. en
DF/26/ Cba. Gremialista
9 8/1/76 Suárez, Silvia Administració
Cap. SEPPAC
Dina n de Empresas
López Mora, DF/31/Cba.
10 8/1/76 Gremialista
Luis Alberto Cap.
138
López Moyano,
DF/41/ Cba.
11 8/1/76 José Eudoro del JTP/PPA
Cap.
Pilar
Martínez Díaz
DF/28/ Cba.
12 8/1/76 de Martini, JP
Cap.
Martha Irene
Oberlín Bertold
DF/31/ Cba.
13 8/1/76 , Héctor PB
Cap.
Guillermo
Estudiante de
Suárez, Osvaldo DF/28/Cba.
14 8/1/76 Medicina
Ramón Cap.
UNC
Suárez, Pedro
15 8/1/76
Antonio
Testa Raviolo de Licenciada en
DF/33/Cba. JP, gremialista
16 8/1/76 Alonso, María Psicología
Cap. UEPC
Ana Catalina UNC
Roth
Sanmartino, DF/27/Cba. Estudiante de
17 9/1/76 Montoneros
Carlos Cap. Derecho
Guillermo
Zucaría Hit, DF/24/Cba. Estudiante de
18 9/1/76 JUP
Ricardo José Cap. Arquitectura
Miguenz, Lidio DF/35/ Cba.
19 10/1/76 PRT s/d
Antonio Cap.
Estudiante de
Sosa Fleitas de
DF/32/ Cba. Montoneros, Psicología y
20 10/01/76 Piotti, María del
Cap. gremialista Cs. de la
Carmen
Educación
Licenciada en
Suárez Forné de DF/25/Cba.
21 10/1/76 Montoneros Fonoaudiologí
Martínez, Silvia Cap.
a
PC,
Caffaratti, Juan DF/29/Cba. Estudiante de
22 15/1/76 gremialista Luz
Alberto Cap. Geología
y Fuerza
139
Salman, Rubén
Humberto
Ríos, Humberto
24 20/1/76 DF/s/d
Cecilio
Martínez Jaimes, DF/19/Cba.
25 24/1/76
Hugo Alberto Cap.
JP Centro Est. Ingeniería
Ceballos Muñoz, DF/23/Cba.
26 25/1/76 Vecinal Santa Electrónica
Carlos Raúl Cap.
Isabel UTN
Finger
DF/25/Cba.
27 27/1/76 Rodríguez, OCPO
Cap.
Pedro Cipriano
Martínez Est. de
DF/23/Cba.
28 28/01/76 Agüero, José Montoneros Ciencias
Cap.
Agustín Agronómicas
Duarte
DF/26/Cba. No docente de
29 30/01/76 Martínez, José JP
Cap. la UNRC
Alfredo
Esper de EJ/28/ Licenciada en
30 30/01/76 Montoneros
Maggio, Adriana Cba. Cap. Psicología
Enero DF/18/Cba.
31 Hidalgo, Juana
1976 Cap.
Gutiérrez
32 02/02/76 Maqueda, DF/33 PRT-ERP
Manuel
López Saracco, DF/18/Sgo. del Estudiante
33 07/02/76
Félix Daniel Estero universitario
Alderete
Carreño, JP seccional
34 12/02/76 EJ/20/Cba. Cap.
Fernando 13/CLA
Horacio
Ferreyra
JP seccional
36 12/02/76 Ferreyra, María EJ/s/d/Cba. Cap.
13a/ CLA
Prosperina
140
Sachi, Julio
37 17/02/76 EJ/31/ A. Gracia Ex PRT
Ramón
Penayo Palacín, EJ/21 Soldado
38 20/2/76 PRT-ERP
Raúl Héctor conscripto
Strelzik Vega, Estudiante de
39 21/02/76 EJ/25/Tucumán PRT-ERP
Susana Inés Arquitectura
Cafani Miranda,
DF/23/Cba. JP seccional Estudiante de
40 26/02/76 Humberto
Cap. 10ª Medicina
Miguel
Est. de
Duclos Vides, DF/26/Cba. JP seccional
41 26/2/76 Ciencias
Eduardo Agustín Cap. 10ª
Agronómicas
EJ/s/d Calles peronismo Sec. Gral.
Giménez,
42 26/02/76 Paraná y San revolucionario, Gremio de
Alberto César
Jerónimo gremialista Pasteleros Cba.
Ricciardi de
DF/22/ JP seccional
43 26/02/76 Cafani, Mirta
Cba. Cap. 10ª
Susana
.Sec.
Nuñez Prado, DF/20/Cba. JP seccional Gral.Ctro.
44 26/02/76
Víctor Hugo Cap. 10ª Vecinal
Cabildo
Márquez, Jorge
47 00/03/76 DF/31 JP
Gabriel
VC, asesor de
Bernard Aguirre, Abogado
48 07/03/76 DF/26/Jujuy gremios en
José Pablo UNC
Cba. y Jujuy
141
Campana, Obrero Ind.
49 07/03/76
Orlando del Vidrio
DF/s/d/Cba. Sacerdote
50 08/03/76 Fourcade, Pedro
Cap. Católico
Flores Zárate, DF/28/Cba.
51 09/03/76 Gremialista
Pedro Ventura Cap.
Luján, Adolfo DF/28/Cba.
52 09/03/76 Gremialista
Ricardo Cap.
Tello Biscayant, DF/25/Cba. Resistencia
53 09/03/76
Marcelo Rodolfo Cap. Libertaria
Vaca Narvaja, Abogado
54 10/03/76 EJ/60/Cba. Cap. UCRI
Miguel Hugo UNC
Llorens, Pablo Ex estudiante
55 11/03/76 EJ/29/Tucumán PRT-ERP
María Agronomía
Lescano
DF/63/Sgo. del
56 13/3/76 Masferrer, Luis
Estero
Alejandro
Rosales,
57 13/3/76 DF/s/d Gremialista
Francisco
Giménez, Félix DF/24/Cba. Estudiante de
58 15/3/76 PRT-ERP
Roque Cap. Derecho
Barbano, DF/32/Cba. Est. de Cs. de
59 16/03/76 Gremialista
Alfredo Cap. la Información
Manghesi
DF/24/Cba. CURS, Est. Ciencias
60 16/3/76 Mujica,
Cap. OCPO Económicas
Eduardo Luis
Renedo
DF/25/Cap.
62 19/3/76 Weissbein, Prof. de Inglés
Fed.
Eduardo Lucio
Farfán Juárez,
63 20/3/73 EJ/19/Tucumán Estudiante
Víctor Orlando
142
Ricardo Manuel Ceballos
Actividad
Barrionuevo DF/s/d/Cba. Centro Estudiante de
65 23/3/76
Daniel Cap. Practicantes Medicina
Rawson
Capuano Verde, EJ/51/Calamuch peronismo
66 23/3/76
Carlos Alberto ita revolucionario
Francisetti
67 23/3/76 Martoglio de DF/29/Bs. As. PRT-ERP
Ledesma, Noemí
Sánchez Torres, DF/27/Cba. PRT ERP, Ingeniería
68 23/3/76
Maximino Cap. gremialista UTN
D Ámico
DF/26/Cba.
69 24/3/76 Machado, Juan
Cap.
José
JRP, concejal Estudiante
Lorenzo, Víctor
70 24/3/76 EJ/28/Cba. Cap. de la Ciudad Ingeniería
Alberto
de Córdoba UTN
Ludueña Leiva,
71 24/3/76 DF29/Cba. Cap. Gremialista
Pascual Delfín
Machado
DF/31/Cba. Ex estudiante
72 24/3/76 García, Adrián Gremialista
Cap. de Ingeniería
Renato
Risso Gómez,
DF/24/
73 24/3/76 Fernando JP
Cba. Cap.
Enrique
Salamanca
DF/35/Cba. PCR, Ex Sec. Gral.
74 24/3/76 Guibert, René
Cap. gremialista SMATA
Rufino.
Valverde Suárez, DF/36/Cba. PC, def. de Abogado
75 24/03/76
Eduardo Jorge Cap. presos políticos UNC
143
Acto en conmemoración del “Cordobazo”, 29/05/73 - CDA-UNC
La militancia de los destinatarios de la represión:
entre la “inocencia” y el “heroísmo” 1
Silvia Romano y Norma San Nicolás
Introducción
1
Versión revisada de la ponencia “Córdoba en los ‘70: entre la ‘inocencia’ y el ‘heroísmo’, la
militancia de los destinatarios de la represión”. VII Encuentro Interdisciplinario de Ciencias Sociales
y Humanas. “Diálogo entre saberes, encuentros y desencuentros”, eje: Memoria, justicia y derechos
humanos, CIFFyH-UNC, Córdoba, 15 al 17 de septiembre de 2011. Fue discutida también en el
equipo de investigación, donde se recibieron aportes y sugerencias. Se agradecen además los
comentarios de César Tcach, Clara Iribarne, Luis Miguel Baronetto y Ana Noguera.
2
Fragmento de entrevista concedida a un grupo de periodistas británicos, citado por Avellaneda,
1986:162-163.
145
clandestina. Abordar esta dimensión de sus trayectorias implica avanzar en la
comprensión de los motivos por los cuales fueron “blanco” del terror estatal, ya
que los perfiles socio-ocupacionales y socio-demográficos si bien son
complementarios resultan insuficientes para explicarlos cabalmente.
La noción de represión indiscriminada hacia el conjunto de la población ha sido
progresivamente desechada a lo largo de los últimos quince años, al ponerse en
evidencia que el terrorismo de Estado operó sistemáticamente para desaparecer
y asesinar a dirigentes y activistas gremiales, estudiantiles, barriales, en su mayor
parte integrantes o adherentes de organizaciones de izquierda, armadas o no3.
Ese cambio de perspectiva reconoce razones vinculadas, por un lado, al carácter
que adoptó la demanda de familiares afectados y de los organismos que los
nucleaban, y al contexto político-ideológico en el que se produjo la condena
moral del terrorismo de Estado; y por otro, a las orientaciones temáticas de las
investigaciones, en particular las de los historiadores, tras la recuperación
democrática en 1983.
En función de ello, tras revisar el estado de la cuestión describiremos las
distintas vertientes políticas a las que, en el contexto de la época, adscribieron
las personas desaparecidas y asesinadas de Córdoba sobre las que logramos
reunir información, para considerar luego su composición según dichas
adscripciones. La reconstrucción del universo de víctimas del terrorismo estatal
y paraestatal –previo al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976– así como la
de los principales rasgos de sus componentes –que incluye datos biográficos,
trayectorias públicas y el rescate de sus imágenes en registros audiovisuales de la
televisión anteriores a su secuestro– forman parte del proyecto en curso
“Patrimonio audiovisual, derechos humanos e historia reciente”.
3
Ver, por ejemplo, Novaro y Palermo, quienes entre otros argumentos, sostienen que “los
desaparecidos habían sido en su inmensa mayoría miembros de organizaciones de izquierda
revolucionaria, armadas o desarmadas, peronistas o no. Es más: salvo los secuestrados de origen
sindical, la proporción de víctimas ligadas efectivamente a los grupos guerrilleros (aunque en
grados y con responsabilidades muy variadas), era sin duda muy alta”. No dejan de señalar, sin
embargo, que también fueron víctimas del terrorismo de Estado parientes y amigos que
reclamaban por ellas, testigos ocasionales de algún secuestro, periodistas o abogados
comprometidos con los derechos humanos (2003: 487-489), a los que hay que sumar cientos de
niños nacidos en cautiverio o secuestrados junto a sus padres, en su mayor parte apropiados o
entregados ilegalmente a terceros por los represores.
146
El estado de la cuestión en clave historiográfica
Entre fines de los sesenta y comienzos de los ochenta se omitió dar cuenta de las
identidades políticas de las víctimas de la represión debido al contexto adverso y
estigmatizante de la última dictadura (1976-1983), en el que se dio la demanda
de familiares y del movimiento de derechos humanos por la aparición con vida
de los “desaparecidos”. Como ha señalado Emilio Crenzel, al relatar las
desapariciones a partir de los secuestros se omitió mencionar sus adscripciones
políticas,
“en un contexto signado por el simultáneo ejercicio del terror de
Estado y el consenso social pasivo a la reinstauración del ‘orden’ y
a la ‘lucha antisubversiva’, los familiares interpelaron al Estado sin
cuestionar el binomio de inocencia y culpabilidad forjado por la
dictadura (…). Tanto en las presentaciones dirigidas a las distintas
instancias burocráticas del Estado como en las realizadas en otros
países, sus denuncias proponían la inocencia de los reclamados”
(2010:69).
4
Crenzel señala que las organizaciones transnacionales de derechos humanos y las instituciones
estatales de Europa occidental y de Estados Unidos, demandaban la descripción fáctica de las
violaciones sufridas y no la referencia a las adscripciones políticas de las víctimas. Cabe recordar
sin embargo que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado por la Asamblea
General de la ONU en diciembre de 1966, entró en vigencia el 23 de marzo de 1976 tras
cumplirse la cláusula de contar con la adhesión de 35 Estados miembros. Argentina recién adhirió
al mismo el 17 de abril de 1986 (ley 23.313).
147
construidas a posteriori para clasificarlos, ajenas a la matriz política selectiva en
la que se basó el sistema de exterminio y, en consecuencia, se la presentó como
indiscriminada (Ibídem:73). La condena de la violencia política en paralelo a la
de la metodología empleada por la dictadura para reprimirla, por parte de los
partidos políticos y buena parte de la sociedad, sumada a la decisión del Estado
de juzgar a las cúpulas guerrilleras junto con las militares después de 1983, bajo
la perspectiva denominada “teoría de los dos demonios”, condujo también a
familiares y militantes a omitir esos compromisos en sus testimonios ante
diversas instancias oficiales (Ibídem:80). De tal modo, la representación de los
desaparecidos como víctimas inocentes del terror estatal quedó inscripta en el
Nunca Más y en el Juicio a las Juntas Militares.5 Aún así, como observa
Pittaluga, esos testimonios públicos “abrieron las posibilidades para la
conformación de una memoria social sobre el pasado reciente y constituyeron
una base indispensable para que otras problemáticas, como aquélla referente a
las subjetividades militantes setentistas, pudieran abrirse paso como nuevos
territorios que exigían ser indagados e interpretados” (2007:129-130). Sin
embargo, en el campo académico, la labor historiográfica de los ochenta no
incorporó a su agenda la militancia política del pasado reciente, entre otros
motivos por su proximidad temporal y porque su atención se orientó hacia la
revalorización de la democracia y a la oposición entre ésta y el autoritarismo.
Además, las trayectorias de muchos de los intelectuales que conformaron ese
campo profesional estaban atravesadas por la aún reciente experiencia política
setentista que los tuvo como protagonistas (Ibídem:135-139).
Hacia fines de los ochenta y sobre todo desde mediados de los noventa, se
produjo un proceso de “reconfiguración mítica de la identidad de las víctimas”
del terrorismo de Estado por parte de algunos nucleamientos de familiares y
5
Cfr. también Novaro y Palermo. Entre otras cuestiones destacan que la llamada “teoría de los
dos demonios” se convertiría en el complemento necesario del “mito de la inocencia” para
explicar la represión estatal y en un punto de partida fundamental del proyecto político de las
fuerzas democráticas en la transición, proyectándose aún más allá. La doctrina de los “dos
demonios”, como la de las “víctimas inocentes” ofrecía una versión simplificada y sesgada de los
hechos y permitía múltiples lecturas. La demonización equiparaba lo incomparable y ofrecía una
vía exculpatoria a amplios sectores sociales que habían apoyado de un modo u otro el terror
estatal, eximiéndolos de responsabilidades. Y si bien neutralizó la posibilidad de debate sobre las
identidades y las prácticas políticas revolucionarias de los ‘70, “el efecto de impugnación de la
represión fue demoledor e inapelable”, y “una de las consecuencias del inusitado alcance de esta
impugnación fue la centralidad creciente que adquirió la demanda de justicia” (2003: 491-493).
148
otros actores sociales, pasando a recordarlas y a reivindicarlas como “héroes
revolucionarios” (Palermo, 2004:175). Al respecto, Vezzetti señala que:
“ex militantes y nuevos militantes han edificado una memoria
sostenida en los lazos de solidaridad con sus compañeros
asesinados. La reivindicación ideológica de los caídos como
combatientes y no como víctimas, que había quedado en los
primeros años de la democracia reducida a expresiones
minoritarias, tiende a ampliarse a mediados de los noventa. (…)
Tal como se ha configurado en los últimos años, prevalece la
trama ideológica que combina el tópico de los derechos y las
libertades con una recuperación de los motivos y los mitos de la
militancia revolucionaria de los setenta” (2009:38 y 42).
Por su parte, Tortti (1999) y Pittaluga (2007) llaman también la atención sobre
el creciente número de intervenciones en torno a la militancia de los años
sesenta y setenta producidas desde mediados de los 90, especialmente a partir de
la conmemoración de los 20 años del golpe de Estado de 1976. Esta nueva
visibilidad cobró mayor profundidad emotiva y simbólica con la aparición
pública de la agrupación H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia
contra el Olvido y el Silencio), produciendo un cambio sustancial –con su
presencia insoslayable y sus intervenciones– que, como señala Pittaluga, ya no se
limitaba a la denuncia de la represión y a la demanda de justicia sino que se
prolongaba en la pregunta sobre quiénes habían sido y qué habían deseado y
propuesto las víctimas del terrorismo de Estado. En ese marco, los autores
citados ponderan la multiplicación de trabajos histórico-testimoniales y
narraciones de diversa índole sobre la experiencia militante –muchos de ellos
escritos por protagonistas de la época–, que se abrió paso hacia fines de los ‘90,
al tiempo que cuestionan ciertos enfoques reivindicativos de la militancia y la
falta de perspectiva crítica de algunas producciones del ámbito académico6. Con
todo, Pittaluga plantea que esta diversidad de narraciones memorialistas sobre la
militancia de los setenta ha servido para tematizar esta cuestión hasta entonces
eludida, aunque advierte también las dificultades que aún se deben superar en la
todavía incipiente labor historiográfica, en tanto su interpretación y escritura
están atravesadas por la fisura de la “desaparición” impuesta por el terror estatal,
6
Romero señala que “tal clasificación no es nunca taxativa, y menos en este campo de ‘la historia
que duele’. En la conciencia de cada investigador –como en el vizconde de Ítalo Calvino–
coexisten dos mitades, la del académico y la del ciudadano, muy difíciles de separar cuando trata
temas que involucran su experiencia o su identidad” (2007:4).
149
que ya forma parte constitutiva de nuestra historia e implica un conjunto de
decisiones de orden ético y político sobre uno de los hechos más dramáticos de
nuestro pasado.
En ese marco, el paso del tiempo y los avances de la justicia han reforzado la
necesidad de reconstrucción histórica del pasado reciente en orden a la violación
de los derechos humanos por razones políticas, y de analizar de manera
sistemática las adscripciones de los desaparecidos y asesinados de Córdoba.
7
Ver por ejemplo las páginas web del PCR, el PL y el PC, o el folleto publicado por el Espacio
para la Memoria La Perla en 2009, en homenaje a Luis Honores militante de OCPO “y a
compañeros secuestrados y asesinados pertenecientes a organizaciones políticas de izquierda socialista y
demás corrientes revolucionarias de nuestro país”; se comprueban inclusiones, exclusiones y
pertenencias no verificadas. Hay que señalar también que algunas organizaciones armadas
soslayaron las denuncias del secuestro o el asesinato de sus militantes, es decir como “victimas” de
la represión, prefiriendo rescatarlos como “caídos en combate” (cuando en la mayoría de los casos
analizados surge que fueron acribillados en la vía pública o en sus domicilios y que se encontraban
en franca minoría respecto de las fuerzas represivas), negando con ello el derecho que les asistía a
ser juzgados, en el caso de que el gobierno –constitucional o de facto– hubiera considerado que
cometieron algún delito. Por su parte, el trabajo de Baschetti (2007) sobre militantes del
peronismo revolucionario, si bien es un importante aporte para la reconstrucción de esa
parcialidad, al incluir actores fallecidos en otras circunstancias, en función de sus objetivos,
subsume a los desaparecidos en ese conjunto. Además incluye a otros militantes no peronistas,
aunque sin atribuirles esta identidad.
150
o por no compartir las ideas que profesaban8; 3) la Justicia, en las causas y los
juicios por delitos de lesa humanidad que se vienen sustanciando, y otras
entidades vinculadas, como el Equipo Argentino de Antropología Forense de
Córdoba (EAAF), han reunido abundante información sobre la militancia de las
víctimas de la represión a través de distintos testimonios; sin embargo, también
es fragmentaria para el estudio que nos planteamos, entre otros motivos, porque
refiere casi exclusivamente a los desaparecidos y asesinados “en” Córdoba.9 Aún
así, es de destacar que todas estas producciones han sido fuentes de primer
orden e indispensables para la reconstrucción que nos ocupa.
Resulta problemático, no obstante, dar cuenta de las pertenencias políticas
vinculándolas a la totalidad de los nombres propios de las víctimas sobre las que
logramos información fiable. Nos referimos a la legislación vigente sobre la
protección de datos personales (ley N° 25.326/00), que dice:
“La presente ley tiene por objeto la protección integral de los
datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos,
u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos
públicos, o privados destinados a dar informes, para garantizar el
derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como
también el acceso a la información que sobre las mismas se
registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo
tercero de la Constitución Nacional.”
8
Véanse, por ejemplo, Comisión de Homenaje – Facultad de Arquitectura y Diseño – UNC (2008),
e Historias de vida. Homenaje a militantes santafesinos… (2007 y 2010). Hemos comprobado, en
entrevistas y consultas realizadas a algunos familiares, la elusión a brindar datos de militancia así
como el desacuerdo sobre las opciones políticas de sus parientes.
9
Recientemente fue publicado también un informe conjunto de la Comisión Provincial de la
Memoria, Espacios de la Memoria y organismos de derechos humanos de Córdoba, con motivo
del inicio de la Megacausa “La Perla”, que también reúne información sobre la militancia política
de buena parte de los desaparecidos y asesinados incluidos en el juicio. Cfr. Megacausa “La Perla”
(2012).
151
derecho al acceso a la información pública y la jurisprudencia contempla el
derecho a la libertad de investigación, exceptúa del acceso público la
información resguardada o protegida por leyes especiales, como la que afecta la
esfera de privacidad de las personas (Lozano, 2010; Abramovich y Curtis,
2000).
En función de lo anterior, debido a que los datos sobre militancia política
publicados sólo refieren a una parte del universo bajo estudio y por no contar
con la autorización formal de todos los familiares para identificar políticamente
a sus parientes desaparecidos o asesinados, optamos aquí por un análisis de
carácter cuantitativo y global, tomando como referencia al conjunto de los
sujetos que componen ese universo10.
10
La base de datos, que registra individualmente la información, puede ser consultada para
investigaciones académicas y por la justicia en el Centro de Conservación y Documentación
Audiovisual (CDA) de la UNC.
11
Esto se puede constatar en diversas declaraciones del interventor federal en Córdoba Brig. (RE)
Raúl O. Lacabanne (7/9/74-19/9/75), quien se atribuía la misión de llevar a cabo una “limpieza
social” o un “operativo de limpieza” en defensa de “un estilo de vida: la argentinidad”, atacado
por los “subversivos”, calificación que incluía a “todo tipo de delincuente, sea de orden político,
ideológico, económico o común”, a “la guerrilla y la subversión”, o bien a la izquierda en general.
En otros pasajes destacaba que “ésta es una guerra real, donde hay bajas todos los días” y que “la
acción subversiva se instrumenta en Córdoba a través de dos métodos perfectamente diferenciados
o coordinados: el atentado en la vía pública y el sabotaje en las plantas industriales”, por ejemplo,
mediante el abandono de las fábricas. Según Lacabanne, se trataba de “falsos dirigentes gremiales”
que eran “auténticos criminales” que iniciaban su actividad subversiva con reivindicaciones
salariales, etc. Centro de Conservación y Documentación Audiovisual (CDA), UNC, casetes Nº
97, N° 100, N° 114, N° 208 y N° 220 (10/10/74 al 19/01/75).
152
representaban una fuente de oposición política o podían articular alguna forma
de resistencia al régimen en sus ámbitos de actuación. Es más, según se verá más
adelante, algunas de sus víctimas eran afiliados a partidos tradicionales o
reformistas que no estaban a favor de la lucha armada o la revolución social. Por
ejemplo, afiliados a la Unión Cívica Radical o al Frente de Izquierda Popular
que se habían comprometido con actividades legales como la defensa de presos
políticos y gremiales; del mismo modo que fueron reprimidos otros actores con
posturas progresistas e igualitarias, como ocurrió con religiosos de distintas
confesiones que, si bien no tenían militancia política, en la perspectiva del poder
subvertían valores e influían con sus ideas sobre la población (ver declaraciones
de Videla). A su vez, esta política represiva y discursiva originó una “cultura del
miedo” que buscó paralizar la movilización popular y disciplinar al conjunto de
la sociedad12.
Al considerar el proceso histórico político de los ‘60 y ‘70 en Córdoba, es
ineludible la referencia a la protesta social, las movilizaciones obreras y
estudiantiles, y en esas circunstancias, al surgimiento de grupos contestatarios e
insurgentes. La fragilidad y la inestabilidad de los gobiernos constitucionales en
el marco de la proscripción del peronismo, los golpes de Estado y el régimen
político autoritario impuesto en 1966, debilitaron la fe en la democracia y
contribuyeron al surgimiento de opciones revolucionarias para lograr
transformaciones sociales y políticas. La rebelión popular del “Cordobazo” (29
de mayo de 1969) fue un hito de gran envergadura en ese ciclo de protesta
social y de radicalización política que, marcado por la revolución cubana, el
triunfo vietnamita, el asesinato del “Che” y el mayo francés, creó las
condiciones para el surgimiento y el desarrollo de organizaciones revolucionarias
que, con distintos perfiles y estrategias, se plantearon la toma del poder
mediante el uso de la violencia y producir el cambio social.
En ese marco, desde distintas vertientes marxistas (trotskistas, maoístas,
gramscianas) y peronistas, surgieron y se desarrollaron grupos de izquierda
revolucionaria en diversos ámbitos de militancia, como las universidades, las
fábricas, los barrios, las parroquias13.
12
Sobre la política del terror y la cultura del miedo Cfr. Corradi (1996).
13
En su revisión de la literatura académica sobre ese proceso y el surgimiento de la “nueva
izquierda”, Romero señala que “La movilización social y la radicalización de signo revolucionario
confluyeron en la formulación de propuestas políticas. Se trata de un proceso tan complejo como
153
Es en ese proceso de radicalización y movilización popular, que se desarrolló
con mayor intensidad entre 1969 y 1974, donde podemos ubicar la actuación
de la mayoría de las personas que luego serían objeto directo del terrorismo
estatal. En general estos militantes populares se organizaron, interactuaron y se
manifestaron en el espacio público. Muchos de ellos asumieron funciones
dirigentes o integraron comisiones internas y cuerpos de delegados en fábricas,
gremios estatales, centros de estudiantes, agrupaciones universitarias,
organizaciones vecinales, etc., que plantearon reivindicaciones sectoriales en
torno al salario y las condiciones de trabajo, la intervención de la Universidad,
la restricción al ingreso y la Ley Universitaria, el acceso a los servicios públicos
en los barrios, los loteos, etc. Junto a estas reivindicaciones también se
afianzaron ideas antiimperialistas, de transformación social, anticapitalistas y de
cambio de “sistema” que se manifestaron en diversas acciones colectivas14 y
armadas, llevadas a cabo por diversos grupos, como el ERP (Ejército
Revolucionario del Pueblo), las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y
Montoneros, que consideraremos enseguida. Con el desgaste de la dictadura y la
posibilidad que se abría para la realización de elecciones democráticas, hacia
1972 se produjo una acelerada politización en la que los distintos sectores y
grupos pasaron de las reivindicaciones sectoriales a posicionamientos de tipo
político partidario, así como a definiciones en torno al proceso electoral. El
triunfo del peronismo en las elecciones de 1973 agudizó las discusiones y
definiciones político-ideológicas al interior de los diferentes grupos
radicalizados, algunos de los cuales mantuvieron posturas a favor de la lucha
armada, como el PRT-ERP15 y/o la combinación de actividades públicas con
confuso, en el que las versiones militantes coexisten con la reflexión rigurosa. Uno de los ejes de la
cuestión es la disgregación de los dos partidos que tradicionalmente reivindicaban la
representación de la clase obrera –el Socialista y el Comunista– y la constitución de nuevos
agrupamientos –la llamada nueva izquierda–, que de un modo u otro se definieron en relación
con el peronismo” (2007:55).
14
En los registros audiovisuales del Archivo Fílmico Documental Canal 10 que recupera el CDA,
sobre movilizaciones, tomas de fábricas, asambleas y actos obreros y estudiantiles, así como de
detenciones de miembros de organizaciones armadas, se pudo identificar a numerosas personas
que luego serían asesinadas o desaparecidas. Cfr. Romano et al (2010) y “Reflexiones sobre la
Universidad y el terrorismo de Estado, 1974-1976”, en esta publicación.
15
Por razones de seguridad, los grupos clandestinos estaban muy compartimentados, por lo cual
resulta difícil saber para el caso del PRT y el ERP si sus militantes se encuadraban en el Partido y
el Ejército o solamente en el Ejército; dado que el PRT, en tanto dirección del ERP, estaba
conformado por cuadros que podían actuar en diversos frentes o en el Ejército, mientras sólo una
parte de los integrantes del ERP eran miembros del Partido.
154
otras de carácter clandestino. En el caso de Montoneros, los enfrentamientos al
interior del peronismo que se desarrollaron a partir de 1973 condujeron a que
en 1974 nuevamente pasara a la clandestinidad y profundizara su militarización.
El hecho de que quienes actuaban en política en el ámbito público o en frentes
políticos como la JP (Juventud Peronista) y la JUP (Juventud Universitaria
Peronista), fueran un blanco fácil para la política de asesinatos de los grupos
parapoliciales y paramilitares –como la AAA (Alianza Anticomunista Argentina)
y el CLA (Comando Libertadores de América, versión cordobesa de la AAA16)–,
llevó también a clandestinizar a sus militantes. Para 1975 esas agrupaciones
pasaron a integrar la periferia de las acciones armadas de Montoneros,
produciéndose junto a la clandestinización un proceso de militarización de la
militancia (Salas, 2004:100).
Diversas condiciones hicieron posible la localización, el secuestro y el asesinato
de los militantes políticos y gremiales, de organizaciones armadas y de distintos
grupos de izquierda. Si bien el tema no es el eje de este trabajo y amerita un
tratamiento específico, cabe señalar que a ese resultado contribuyeron, entre
otros factores, la información acumulada por los servicios de inteligencia del
Estado, especializados en el seguimiento, la identificación y la clasificación
organizada de la militancia política, gremial, estudiantil y asociativa; la
infiltración de organizaciones (grupos políticos, gremios, etc.), medios de
comunicación e instituciones, como la Universidad; la colaboración o
directamente la delación por parte de las patronales, la burocracia sindical, los
interventores universitarios, así como miembros de la sociedad civil. A esto hay
que agregar la vulnerabilidad originada en el aislamiento provocado por la
persecución política e ideológica ejercida a través de diversos mecanismos que se
implementaron en Córdoba a partir del ‘74, como despidos, detenciones,
órdenes de captura, secuestros y asesinatos, intervención de gremios y de la
Universidad, expulsiones de estudiantes (Servetto, 1998; 2004; Romano,
2007)17; más la ruptura progresiva de los lazos de solidaridad que, en muchos
casos, incluyó a familiares, vecinos, amigos.
Como ya se mencionó, el análisis de las adscripciones políticas de los
destinatarios de la represión lo realizamos a partir de información recogida a lo
16
Organización parapolicial y paramilitar integrada por personal del Departamento de
Informaciones de la Policía de Córdoba (D2), del Comando del Tercer Cuerpo de Ejército y
civiles, que actuó en Córdoba entre fines de 1974 y el golpe de Estado del ‘76.
17
Véase el artículo de Norma San Nicolás en este mismo volumen.
155
largo de la investigación en curso, a través de la consulta y contrastación de
distintas fuentes escritas, orales, audiovisuales18. Se realizaron decenas de
entrevistas a familiares, amigos, ex compañeros y sobrevivientes, se relevaron
publicaciones institucionales de los organismos defensores de los derechos
humanos y se consultó la base de datos del EAAF-Córdoba; así como diversas
listas aportadas por gremios, partidos políticos, publicaciones y recordatorios
realizados por comisiones de homenaje, material fílmico y ficheros originales de
noticieros de Canal 10 y Canal 12, entre otros. No obstante el trabajo realizado,
consideramos que este análisis aún constituye una aproximación, debido a las
dificultades encontradas en la construcción de los datos.
Según lo anticipamos, en general las publicaciones que contienen nombres y
listas como las elaboradas a partir del registro de diversos organismos, así como
el informe de la CONADEP (2006) no aportan datos sobre las identidades
políticas. Y las publicaciones que contienen nombres e información sobre
filiación política son en muchos casos defectuosas o incompletas, en tanto
contienen información fragmentaria, con ninguna o escasa referencia a las
fuentes; y, en ocasiones, los datos de pertenencia resultan contradictorios al
incluir nombres de personas que se atribuyen también otros grupos políticos.
En otros casos, puede tratarse de simples errores debido a que, en no pocas
ocasiones, el propio entorno familiar desconocía la identidad política y hasta la
situación de clandestinidad de su pariente19, o bien porque las personas que
podrían informar sobre la militancia de otras, como sus ex compañeros, sólo
conocían sus apodos y sus rostros, lo que constituye una dificultad adicional al
no poder unirlos a sus nombres propios20.
La inclusión de una misma persona en grupos políticos distintos se puede
atribuir también al “tránsito” de un agrupamiento a otro en el marco del
18
Las principales fuentes consultadas se incluyen al final del texto. Un listado exhaustivo de las
mismas y de los entrevistados se puede ver en Romano et al (2010) y al final de esta misma
publicación. Marta Olga Palacios colaboró en la recopilación de los datos que aquí se presentan.
19
Valga como ejemplo, entre muchos otros, el siguiente fragmento del relato de la hermana de
Néstor Albino Acosta sobre él y sus compañeros de trabajo: “Yo sabía que militaban, pero no en
qué agrupación exactamente; quizá no lo comentaba para protegernos. Lo único que sé es que
fueron oposición (…) en la Unión Ferroviaria” (Familiares de Desaparecidos y Detenidos por
Razones Políticas de Córdoba, 2008:124).
20
De allí la importancia de favorecer la identificación mediante el relevamiento de registros
fotográficos en archivos universitarios, entre otros, y de registros audiovisuales en noticieros de la
época.
156
proceso de radicalización política ocurrido entre mediados de los ‘60 y
principios de los ‘70; período durante el cual se produjeron escisiones de los
agrupamientos originales y procesos de unificación de otros, por lo que los
militantes registran diferentes encuadres al pasar de un grupo a otro en un lapso
relativamente corto.
Para comprender algunos de estos pasajes o cambios de pertenencia, en los que
los mismos sujetos registran dos o más adscripciones políticas, creemos
importante describir, al menos someramente, algunos procesos internos que
vivieron los diversos grupos que actuaron en Córdoba y que se expresaron en
transformaciones, escisiones y unificaciones y hasta en la captación de militantes
de otras organizaciones, política que se llevaba adelante sobre todo en las
cárceles.
En algunos casos y tomando como ejemplo los agrupamientos mayores, es
difícil afirmar cuántos y quiénes de los desaparecidos del ERP pertenecían
también al PRT21, o quiénes de los que figuran como pertenecientes a
agrupaciones políticas como JP y JUP, pasaron a la estructura clandestina de
Montoneros o la integraban con anterioridad.
Además de los posicionamientos ideológicos y metodológicos, influyeron
coyunturas políticas como el proceso eleccionario de los años 1973-74 y más
específicamente las expectativas sobre el retorno de un gobierno “democrático y
popular” como el de 1973. Ello motivó discusiones e incluso arduas disputas
que se expresaron en reposicionamientos, cercanos o no al peronismo.
Si bien el tema de los agrupamientos y las reconfiguraciones ha sido encarado
por varios autores22, la descripción de los orígenes y las transformaciones de la
mayor parte de los grupos que tuvieron actuación en Córdoba permite
comprender los tránsitos o la adjudicación de los mismos militantes
desaparecidos por parte de distintas organizaciones, y poner en evidencia el
referido proceso de radicalización, trazando una suerte de mapa político de la
denominada “nueva izquierda” a nivel regional23. Pero, considerando que el
21
En general, los autores que estudiaron estas organizaciones las nombran conjuntamente PRT-
ERP; véase por ejemplo Carnovale (2011).
22
Entre otros, Hilb y Lutzky (1984); Ollier (1986) y Tortti (1999).
23
El fenómeno de la “nueva izquierda” ha sido analizado como un particular cruce entre
modernización cultural, compromiso político e ideas revolucionarias, que tuvo lugar en los ‘60 y
se desarrolló a partir del Cordobazo en el proceso de contestación generalizada, dando lugar a la
157
recorrido que haremos de los diferentes agrupamientos está ligado al
relevamiento de las identidades políticas de los desaparecidos, lo que se pone en
evidencia sobre todo es la dimensión de la represión por razones políticas y por
grupos de pertenencia, como se verá más adelante.
26
También registrado como PCMLA (Partido Comunista Marxista Leninista Argentino) o PCM-
L, su núcleo fundador provino de militantes de la ciudad de La Plata, Berisso y Ensenada,
contando con grupos de militantes activos en Capital Federal, Mar del Plata, Córdoba y Chaco. A
partir de noviembre de 1976 difundió sus posiciones en el periódico El Comunista. Sobre el
origen y el desarrollo de esta organización, véase Celentano (2009).
27
Utilizamos la denominación de Tcach. Sobre la conformación de las FAL véase Grenat (2010).
Según la autora la sigla FAL “refiere a las denominaciones Frente Argentino de Liberación,
Fuerzas Argentinas de Liberación y Fuerzas Armadas de Liberación”, que actuó como un frente
entre 1970 y 1971, principalmente en Córdoba, Rosario y La Plata. Luego se dispersaron y entre
1973 y 1975 varios de sus militantes pasaron a integrar otros grupos armados.
28
El número 22 añadido al nombre del grupo refiere a la fecha de la “Masacre de Trelew”: 22 de
agosto de 1972.
29
Según Cormick, hasta mediados de 1974 utilizaron como denominación “Fracción Roja del
PRT-ERP”. FR se mantuvo activa hasta 1975 (2012:7-10 y 155).
30
LC se conformó, según Cormick, sobre la base de un sector de FR de Córdoba, La Plata y en
menor medida de Capital Federal (2012:156).
159
Por su parte el grupo Espartaco se originó en Córdoba, con integrantes
provenientes del PO (Partido Obrero, circa 1966) de orientación trotskista. La
relación de Espartaco con FR se inició en junio de 1973 y se profundizó hasta
converger en 1974 en la mencionada Liga Comunista31.
A partir de 1973 se produjeron importantes unificaciones como la de las FAR
(Fuerzas Armadas Revolucionarias) con Montoneros, el 12 de octubre de 1973,
organización a la que también se sumaron grupos de las FAP (Fuerzas Armadas
Peronistas). Por su parte, OCPO (Organización Comunista Poder Obrero),
originalmente denominada ORPO (Organización Revolucionaria Poder
Obrero) y conocida como Poder Obrero, se constituyó en 1974 por la
confluencia de varios grupos provinciales: El Obrero, con un núcleo central
formado en Córdoba a fines de los ‘60 por ex integrantes del disuelto MLN
(Movimiento de Liberación Nacional), Poder Obrero, MIR (Movimiento de
Izquierda Revolucionaria, de Buenos Aires), Acción Comunista, Palabra
Obrera, Lucha Socialista y por militantes provenientes de las FAL, entre otros32.
Además, se constituyeron alianzas y frentes de masas entre distintos
agrupamientos como el FAS (Frente Antiimperialista y por el Socialismo,
1973)33; el FRA (Frente Revolucionario Antiacuerdista, 1973)34; el PPA
(Partido Peronista Auténtico, 1975). Es posible también encontrar
transformaciones dentro de los mismos grupos, dadas por definiciones
alcanzadas a lo largo del tiempo, o por la decisión de conformar nuevos frentes
o agrupaciones tanto clandestinas como de actuación pública en la política de
masas.
Es de señalar además los vínculos de organizaciones político-militares y
partidarias con grupos que actuaban en distintos frentes. Por ejemplo,
31
Más tarde, en 1975, LC se atomizó en tres tendencias: una centrada en la dirección de
Espartaco en Córdoba, otra más afín a FR y otra que agrupaba a militantes de Santa Fe y Capital
(Cormick, 2012:160). En nuestros registros mantenemos la pertenencia atribuida en las fuentes,
en algunos casos a Espartaco.
32
Castro y Iturburu (2004, 2006) señalan que en esos años se constituyeron las Brigadas Rojas,
como fuerza militar propia.
33
El FAS, alentado por el PRT, grupos de izquierda y del peronismo combativo, nucleó una
amplia gama de asociaciones políticas, sindicales, vecinales, estudiantiles, etc. Compartían su
dirección, dirigentes del PRT, del Peronismo de Base (vinculado a las FAP), el Frente
Revolucionario Peronista, etc. (Cfr. Tcach, 2003:61).
34
Conformado por VC y PCR (CDA, casete 79; Hilb y Lutzky, 1984, según estos autores
participó también el PB).
160
Montoneros propuso instancias organizativas dependientes de su conducción,
que en algunos casos retomaban nombres de antiguas agrupaciones peronistas,
como Juventud Peronista (JP), Juventud Universitaria Peronista (JUP ) y Unión
de Estudiantes Secundarios (UES), agregando otras nuevas como Juventud
Trabajadora Peronista (JTP), Agrupación Evita (AE) para la rama femenina y
Movimiento Villero Peronista (MVP)35. Por su parte Fuerzas Armadas
Peronistas (FAP) conformó el Peronismo de Base (PB) como frente político
territorial. El Obrero y luego OCPO se vinculaba con la agrupación
universitaria GRS (Grupos Revolucionarios Socialistas); el PRT tenía su sector
juvenil JG (Juventud Guevarista) y estudiantil GB (Grupos de Base).
Estructuras políticas partidarias, como el PCR, tenían su agrupación juvenil
JCR (Juventud Comunista Revolucionaria), estudiantil CIU (Corriente de
Izquierda Universitaria) y de trabajadores Agrupación 1º de Mayo; VC (luego
PC-ml), contaba con su agrupación estudiantil TUPAC (Tendencia
Universitaria Popular Antiimperialista y Combativa); el PC, la agrupación
juvenil FJC (Federación Juvenil Comunista) y la estudiantil MUR
(Movimiento Universitario Reformista); el FIP tenía su expresión estudiantil en
la AUN (Agrupación Universitaria Nacional), y el PO (Política Obrera) en la
agrupación TERS (Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista).
35
La Agrupación de Estudios Sociales (AES) de la Universidad Católica de Córdoba surgió en
1966 y más tarde, en los setenta, la mayoría de sus integrantes se incorporaron a Montoneros. Un
pasaje semejante se produjo con miembros del Integralismo.
161
judiciales, corresponden a las adscripciones partidarias que tenían los sujetos en
la época inmediata anterior a sus secuestros y asesinatos. El análisis de los datos
deja de lado provisoriamente las pertenencias anteriores, que revelan los pasajes
ya referidos. Por lo tanto, informa sobre el número de personas que registra
alguna identidad política. Incluye también a aquellos datos “dudosos” o
contradictorios en los que no ha sido posible verificar la pertenencia atribuida.
En muchos casos se registra más de una adscripción política en distintos niveles
de la misma organización partidaria y/o político-militar, por lo que se adoptó el
criterio de agruparlos en la más inclusiva. Algunos ejemplos: si un sujeto registra
sólo su pertenencia a la JUP, ese dato se mantiene; en cambio, si además registra
su pertenencia a Montoneros, se lo registra en esta organización. Del mismo
modo se procedió con las adscripciones a la JG, el ERP y el PRT-ERP optando,
en función de la dificultad ya señalada, por consignar como PRT-ERP a quienes
registraban pertenencia al ERP (Cfr. notas 15 y 21). Agrupamos bajo la
denominación ad hoc “Cristianos Tercermundistas” a los miembros de las
iglesias Católica y Metodista que se identificaban con los postulados del llamado
“tercermundismo”36.
36
Más allá de la adscripción o no al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTC), la de
“tercermundismo” es una definición que originariamente surge de los servicios de inteligencia y
después se generaliza su uso para identificar a un sector de la iglesia y de los cristianos
comprometidos (sacerdotes y laicos), algunos de los cuales se integraron a organizaciones políticas.
Sobre la participación de miembros de la Iglesia católica de Córdoba en reuniones de discusión,
sus compromisos con el MSTM y la política, véase Morello (2003).
162
La M ilitancia de los destinatarios de la represión
Adscripciones
Nº Agrupaciones políticas políticas
agrupadas
AES (Agrupación de Estudios Sociales), Universidad Católica
1 1
de Córdoba
2 Cristianos Tercermundistas 4
3 Espartaco 3
4 FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación) 6
5 FAL 22 (Fuerzas Argentinas de Liberación-22 de agosto) 2
6 FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) 1
7 FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) 3
8 FIP (Frente de Izquierda Popular) 2
9 FJC (Federación Juvenil Comunista) 1
10 FR 17 (Frente Revolucionario 17 de octubre) 2
11 GRB (Grupos Revolucionarios de Base) 3
12 JG (Juventud Guevarista) 5
13 JP (Juventud Peronista) 35
16 LC (Liga Comunista) 5
17 MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionario-Chile) 2
18 Montoneros 202
21 PB (Peronismo de Base) 3
22 PC (Partido Comunista) 28
26 PO (Política Obrera) 2
163
27 PORT (Partido Obrero Revolucionario Trotskista) 2
29 PR (Peronismo Revolucionario) 5
33 Resistencia Libertaria 1
34 Tupamaros 1
38 VC (Vanguardia Comunista) 7
39 Dudosos 7
TOTAL 757
La lectura del cuadro muestra que la mayor parte de las víctimas de la represión
pertenecían efectivamente a organizaciones armadas, predominando entre ellas
Montoneros y PRT-ERP, más aún si se consideran las agrupaciones políticas
vinculadas a las mismas. Con todo, se verifica también la presencia de militantes
de otros grupos y partidos afectados por el terror estatal que conforman un arco
amplio de orientaciones políticas de izquierda revolucionaria y reformistas.
165
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170
La Junta Militar celebra dos años del “Proceso de Reorganización Nacional”, 29/03/78 - CDA-UNC
Violencia política y terrorismo de Estado en
cifras. Argentina 1969-1983
Gustavo Morello SJ
Introducción
Publicaciones recientes (Vezzetti, 2009; Fernández Meijide, 2009) han
planteado nuevamente el tema de la cifra de desaparecidos en la década del
setenta en Argentina, víctimas del terrorismo estatal. Los trabajos mencionados
critican el número de 30.000 que, si bien se convirtió en una cifra emblemática,
no coincide con los casos documentados.
Además del número de personas desaparecidas, tampoco hay coincidencia sobre
otras cifras vinculadas a la acción terrorista del Estado o de las operaciones de
los grupos guerrilleros en Argentina. Las organizaciones militares de izquierda
eran clandestinas, se estructuraban como células independientes entre sí, y
aumentaban la cantidad de militantes y cuadros armados como un modo de
hacer propaganda. Todas características que dificultan una estimación ajustada a
realidad sobre la cantidad de militantes que simpatizaban con las organizaciones
o estaban efectivamente armados para el combate. Por otra parte, la estrategia
represiva, paraestatal primero y estatizada completamente después, se caracterizó
no sólo por ocultar su accionar, sino también por implementar “propaganda
negra”, esto es, realizar acciones criminales que luego serían atribuidas a la
guerrilla. El férreo control de lo que se publicaba en los medios, más la
coincidencia ideológica de los principales diarios y revistas con el
autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (PRN), hacen que no
pueda tomarse como una fuente alternativa al gobierno lo que apareció
publicado entre 1976 y 1983. Por último, los períodos de tiempo abarcados y
los momentos estudiados contribuyen a la variacion de las estimaciones, del
mismo modo que incide el origen de las fuentes que proporcionan los datos.
La bibliografía utilizada proviene tanto de fuentes documentales (CONADEP,
EAAF, Archivo Nacional de la Memoria), periodísticas (Cox, de Grondona a
Seoane y Muleiro, pasando por Pasarelli y Elemberg), testimoniales (Plis-
Steremberg, Diana, Pastoriza), miembros de las Fuerzas Armadas (Díaz
Bessone, Mittebach, D’Andrea Mohr), así como trabajos académicos
(Marchack, Lewis, Knudson, Gillespie) que mencionan datos sobre números de
172
cuadros armados involucrados en la violencia política, desaparecidos, detenidos
y exiliados.
Lo que propongo aquí es indagar la diversidad de cifras que han sido
presentadas por distintos autores. Esto será útil, espero, para abordar el
fenómeno del terrorismo de Estado en términos demográficos. Me propongo
aquí explorar la magnitud cuantitativa de la violencia política de los años setenta
en Argentina. Creo que es un paso necesario para recuperar la memoria de las
víctimas, una forma de identificarlos y nombrarlos. Detrás de los números hay
personas con historia, historias que desde hace tres décadas el país intenta
recuperar.
173
Según una publicación británica (Latin America), en 1976 había 20.000 cuadros
armados en total (Lewis, 2002:46). Mattini afirma que el ERP tuvo alrededor
de 600 combatientes y unos 8.000 militantes de apoyo, mientras Montoneros
habría tenido 2.000 y 26.000 respectivamente (Marchak, 1999:269).
Para el período 1973-1976 se estima que Montoneros contaba con 2.000
cuadros armados (Novaro y Palermo, 2003:74), número que se extiende hasta
5.000 según Perdía, más otros tantos simpatizantes (Diana, 2007:380). Yofre
(2006:386) ubicó el número total en 6.000. Novaro y Palermo (2003:74)
estiman que el ERP tenía, en 1973, unos 500 cuadros armados. Andersen
(1993:276) dice que sólo en el área de Buenos Aires hubo unos 300, pero en
marzo de 1976 eran alrededor de 100. Plis-Sterenberg (2005:52; 2006:43)
sostiene que en 1975 el ERP contaba con 5.387 militantes, de los cuales 600
eran combatientes, el doble de los 300 que le atribuía el Círculo Militar
(1998:175). Pastoriza (2006:26) sostiene que en 1975 no había más de unos
500 Montoneros armados, aunque la organización llegó a fabricar armas. Un
cálculo similar al de Marchak (1999:191), quien sostiene que, en 1976, la
organización ya no tenía más de 200 cuadros armados, el resto eran milicias con
armas de bajo calibre.
A fines de marzo de 1976 el ERP ya había perdido a 12 miembros del comité
central y a unos 300 reclutas, la mayoría en Córdoba (Lewis, 2002:160).
Montoneros había sufrido la baja de 2.000 militantes (Salas, 2006:7), el 80% de
sus combatientes según Lewis (2002:159), y la mayoría de sus líderes. Hacia
agosto de 1977 hablaban de 4.500 muertos propios, pero posiblemente esa cifra
incluya militantes periféricos y simpatizantes que nunca estuvieron armados
(Novaro y Palermo, 2003:76). Hacia 1980 la organización estaba desintegrada,
con más 5.000 militantes muertos y sin reconocimiento popular (Salas,
2006:5).
Es indudable que el clima de efervescencia social de la época ha influido para
magnificar la percepción de la cantidad de simpatizantes de las organizaciones
de izquierda. Esa efervescencia puede ser ilustrada por el consumo editorial de
aquellos años. En 1973, con 25 millones de habitantes, Argentina tenía 117
matutinos, 54 vespertinos y 500 revistas. El Buenos Aires Herald, un diario de la
colectividad angloparlante, tiraba 16.000 ejemplares en 1983 (Knudson,
1997:99). Es interesante contrastarlo con el diario del ERP, El Combatiente, que
tiró habitualmente unos 10.000 ejemplares, aunque llegó a 50.000 con la
legalización de la organización del ERP en 1973 (Lewis, 2002:67); otro medio
174
gráfico, Estrella Roja, mantuvo los 10.000 ejemplares (Plis-Sterenberg,
2005:55). Por su parte, Montoneros tenía un diario Noticias con 150.000
ejemplares y un semanario El Descamisado con 100.000 ejemplares (Knudson,
1997:97). En 2009, con 40 millones de habitantes, el diario Clarín, tenía una
tirada promedio de 350.000 ejemplares, La Nación 154.000, La voz del Interior
(Córdoba) 60.000 y La Capital (Rosario) 40.000.1
1
Promedio de circulación neta pagada, de lunes a domingo, certificada por el Instituto
Verificador de Circulaciones. Tomado el 10 de agosto de 2009 de www.ivc.org.ar/consulta
2
En general no se emplearon soldados conscriptos para tareas vinculadas directamente con la
represión clandestina.
175
involucrados en la represión ilegal (Seoane y Muleiro, 2006:475). La Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas, CONADEP, pidió el juicio de
1.510 agentes de seguridad que ejercieron la represión ilegalmente (Knudson,
1997:105). Femenía (1987:16) hace referencia a unos 1.300 miembros de
fuerzas de seguridad implicados en el terrorismo de Estado en los juicios,
aunque con una distribución muy diferente en cada fuerza: los acusados de la
Fuerza Aérea no fueron más de 50 (Diario del Juicio:377).
Los grupos de tareas se articularon con una amplia red de centros clandestinos
de detención. Mientras Seoane y Muleiro (2006:12) hablan de un total de 520
centros clandestinos de detención (CCD), Calveiro (2006:29) sostiene que
entre 1976 y 1982 funcionaron 340 en 11 de las 23 provincias. Los más
masivos, según Novaro y Palermo (2003:118) se localizaban en el área
metropolitana de Buenos Aires y Córdoba. Éstos comenzaron a funcionar antes
del golpe, como el Campo de la Ribera de Córdoba. Los últimos autores
mencionados estiman que por La Perla pasaron 2.500 detenidos, 4.000 por
Campo de Mayo, 2.000 por El Vesubio, 4.500 por la ESMA y 1.500 por el
Club Atlético. Un total de 14.500 detenidos por estos centros. Según el informe
de Amnesty (1977:33) los CCD más citados eran 17; 8 en el área metropolitana
de Buenos Aires y 9 en el III Cuerpo (3 en Córdoba y 6 en Tucumán).
Marchak (1999:196) informa que llegó a haber unos 33 centros de detención
en Tucumán. En todo caso, la mayoría de la bibliografía coincide en señalar que
a comienzos de 1979 seguían funcionando 7 centros clandestinos de detención
en todo el país.
176
D’Andrea Mohr (1999:63) eleva el número a 734 muertes pero amplía el
cálculo entre 1970 y 1978; Marín (2007:108), por su parte, lo lleva hasta 827
muertes. Amnesty (1977:49) contabilizó unas 500 hasta fines de 1976. Un
número similar establece Andersen (1993:28) basándose en que los registros
oficiales atribuyen a la guerrilla muertes provocadas por la Triple A y otras
organizaciones paramilitares. El Círculo Militar (1998:168-169) registra el
asesinato de 541 personas entre 1969 y 1974.
Los números que se alejan de estas cifras oscilan entre los que asignan menos
muertes a la acción de las organizaciones guerrilleras, tal como Graziano
(1992:29) que le atribuye unas 200, y los que, como P. Buchanan (1987:371),
le asignan unas 5.000 víctimas. Passarelli y Elemberg (1999:62) hablan de 646
muertes sólo en el último trimestre de 1976. Desde el asesinato de Aramburu, el
2 de junio de 1970, hasta 1977, el Círculo Militar (1998:17-21) contabilizó
126 miembros del ejército muertos, a los que se les agregan 372 policías
muertos en el mismo lapso (Díaz Bessone, 1996:25).
Según Videla, entre la asunción de Cámpora en 1973, y 1975, se computaron
5.079 “actos terroristas” (Seoane y Muleiro, 2006:468). En total, el ex
presidente afirma que la guerrilla cometió, hasta 1983, 21.800 actos vandálicos
(Seoane y Muleiro, 2006:506); entre ellos, unos 250 secuestros. Marín
(2007:111) hace una comparación importante sobre la cantidad de bajas que
provocaron los actos de violencia: el 80% de los hechos armados de la izquierda
no produjeron bajas; pero el 70% de los hechos armados de la derecha sí.
Más allá de esto, destaco la poca capacidad (o la falta de voluntad) del PRN
para investigar esos crímenes. Las cortes marciales (es decir los jueces militares)
condenaron 250 “crímenes terroristas” durante el PRN (1976-1983). Durante
los dos años del gobierno militar de Lanusse, un cuarto menos del tiempo
considerado, se condenaron 600 “crímenes terroristas”, el triple de casos (Lewis,
2002:205).
177
(1979:112). Passarelli y Elemberg (1999:49) hablan de 29 asesinatos a manos
de la Triple A sólo en mayo de 1975.
Saborido (2007:4) atribuye 428 asesinatos al terrorismo paraestatal entre 1973 y
1975. Las cifras totales de muertos a manos de los grupos de derecha, antes del
PRN, se sitúan en torno a los 1.000. Así lo hace Amnesty (1977:49) seguida por
Terán (2006:24) y Salas (2006:7). Por su parte, Novaro y Palermo (2003:81)
consideran a estos grupos autores del asesinato de unas 900 personas, militantes
políticos y sociales, a las que hay que sumarles otros 918 militantes asesinados
(Novaro y Palermo, 2003: 74). Se acercan así a la cifra que presenta Marín de
2.118 muertos por la represión, legal e ilegal, hasta 1976 (2007:108).
Desaparecidos
Si bien las organizaciones de derechos humanos establecen en 30.000 el número
de desaparecidos, esa cifra parece poco probable. Para Carregal Puga
(1981:1993) los 30.000 englobarían a todos los afectados por la represión:
desaparecidos, presos y exiliados. Los números más altos son los dados por
Bousquet (1982:24), quien habla de 15.000 desaparecidos, la misma cifra que
estableció Walsh en marzo de 1977 (Seoane y Muleiro, 2006:301). P.
Buchanan (1987:371) le agrega a los 30.000 otras 25.000 víctimas de
vejaciones. A magnificar la cantidad de desaparecidos contribuyeron, en parte,
los alardes militares. Cuando el PRN asumió el poder, Menéndez avisó que iba
a haber unos 50.000 muertos: 25.000 subversivos, 20.000 simpatizantes y
5.000 errores (Lewis, 2002:147). Según el ex presidente Lanusse, un policía le
dijo que Suárez Mason había tirado 8.000 cadáveres al Río de la Plata
(Andersen, 1993:247); Scilingo admitió, en 1995, haber tirado al río entre
1.500 y 2.000 personas (Knudson, 1997:93) y Camps reconocía abiertamente
que en la Provincia de Buenos Aires a su cargo, despareció a unas 5.000
personas (Seoane y Muleiro, 2006:461).
Graziano (1992:242) sostiene que estimaciones académicas hablan de 12.000
desaparecidos, un número que se aproxima al de Calveiro (2006:29), quien
afirma que pasaron entre 15.000 y 20.000 personas por los CCD, de las que el
90% fueron asesinadas. Fernández Meijide (2009) habló de 7.954 registros en
la CONADEP. D’Andrea Mohr (1999:63) contabilizó, entre 1971 y 1983,
7.927 desapariciones de personas. El EAAF ubica la cifra de desaparecidos,
178
personas identificadas de las que aún no se han hallado restos físicos, entre
6.500 y 7.000 (Somigliana y Olmo, 2002).
Amnesty International recibió estimaciones muy variadas sobre la cantidad de
desaparecidos (desde 3.000 hasta 30.000), asumiendo como más probable la
cifra de 15.000 (Amnesty International, 1977:22; Diario del Juicio:258; Lewis,
2002:147). En concreto, durante su visita Amnesty recibió denuncias por 345
desapariciones, ocurridas principalmente en el área metropolitana de Buenos
Aires y Córdoba, y en menor grado en Mendoza. Hay muchas menciones no
especificadas sobre lo que sucede en Tucumán (Amnesty International,
1977:70). Córdoba, Tucumán y Mendoza eran jurisdicción del III Cuerpo de
Ejército.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) publicó en 1978
una denuncia con 2.500 casos documentados (Novaro y Palermo, 2003:293).
Hacia julio de 1979 contabilizó 5.581 desaparecidos (CONADEP, 1984: 426;
Jelin, 1994:54), aunque luego se ajustó la cifra, cuando se verificó que 50
nombres eran de personas exiliadas interior o exteriormente (Bousquet,
1982:24). La Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el Movimiento
Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) hablan de 5.818
desaparecidos entre el 7 de enero de 1975 y el 30 de marzo de 1979. De esta
lista, el Ministro del Interior del PRN, general Albano Harguindeguy, dijo que
había 16 a disposición del PEN, 18 muertos y 73 aparecidos, negando conocer
el paradero del resto (CIDH, 1980:150). En 1979 las asociaciones de derechos
humanos consolidaron una lista de 5.581 desapariciones (CIDH, 1980:282),
aunque Emilio Mignone, desde el CELS, estimó el número total en 20.000
(Knudson, 1997:93).
La delegación de la CIDH, encabezada por el venezolano Andrés Aguilar, llegó
el 6 de septiembre de 1979. Recogió 5.580 denuncias directas de familiares
(CIDH, 1980:16). A comienzos de 1981, la ONU recibió informes que
aproximaban a unas 6.000 personas los casos de desapariciones en Argentina
(Novaro y Palermo, 2003:495): 50 países reclamaron por 1.652 desaparecidos y
hubo 4.162 reclamos que se presentaron en diversas oficinas del ente
internacional. El Ministerio del Interior del PRN registró 6.650 casos de
desapariciones (Diario del Juicio:260), aunque no atendió a ningún reclamo.
Los datos de fuentes eclesiásticas oscilan entre los 2.000 y 8.000 desparecidos.
En 1978 el Nuncio Pío Laghi habría tenido una lista con 6.000 víctimas
(Roger-Melnick, 1997:10), casi el triple de las 2.300 averiguaciones que pidió el
179
obispo de Mercedes hacia 1977 (Verbitsky, 2006:192), o las 2.500 fichas de
denuncias reunidas por el Vicariato Castrense (Seoane y Muleiro, 2006:499). El
17 de enero de 1983, el Consejo Ecuménico de las Iglesias en Ginebra publicó
una lista de 7.921 nombres que consolidaba las diferentes informaciones de las
organizaciones de derechos humanos y de la diócesis de San Pablo (Welty-
Domon, 1987:104; Lewis, 2002:147).
Tex Harris, de la embajada de Estados Unidos en la Argentina, confeccionó
para Cyrus Vance una lista con 7.500 desaparecidos (aunque el cómputo de
denuncias ascendía a más de 13.000), que el secretario de Estado entregó a
Videla en 1977 (Andersen, 1993:298; Novaro y Palermo, 2003: 282 y 295;
Seoane y Muleiro, 2006: 284 y 354). En ese mismo viaje de Videla a
Washington, periodistas le pidieron explicaciones por 2.000 desaparecidos y
587 muertos (Seoane y Muleiro, 2006:344). Por su parte, el Colegio de
Abogados de Nueva York estimó en su visita a Buenos Aires en 1979, que había
10.000 desaparecidos. (Diario del Juicio:258). Un organismo de exiliados
argentinos en Estados Unidos, Argentine Information Service Center (AISC),
confeccionó una lista en 1979 con nombres, datos personales y lugares de
detención de 13.500 personas (De Urquiza, 2007:184). El Washington Post
habló, en 1984, de 8.800 secuestrados (Seoane y Muleiro, 2006:475) y The
New York Times, el 25 de marzo de 1995, de 9.000 (Knudson, 1997:110).
Robert Cox, editor del Buenos Aires Herald, estimó los desaparecidos entre
10.000 y 12.000; Graham Yooll (1999:42) del mismo diario, entre 15.000 y
20.000; el editor de Clarín Teodulo Domínguez, sostiene que hubo 15.000
(Knudson, 1997:110). La Prensa publicó solicitadas reclamando por 2.500
desaparecidos en junio de 1978 y por 5.600 en 1980 (Knudson, 1997:99;
Lewis, 2002:184; Bousquet, 1982:59). Eso les costó amenazas, la pérdida de la
publicidad oficial y el abandono de unos 10.000 lectores, afirmó Gainza Paz
(Marchak, 1999:215).
El 20 de mayo de 1978 Videla habló de 4.000 guerrilleros abatidos (Seoane y
Muleiro, 2006:382), la misma cantidad invocada por el diario The New York
Times el 25 de marzo de 1995. Pión Berlín eleva el número a 5.000 muertos
identificados (Knudson, 1997:110) y Buchanan (1987:371) estima una cifra
próxima a los 10.000.
Walsh habló en su carta de 300 supuestos combates, con 1.200 bajas guerrilleras
y ninguna baja, ni muertos ni heridos, en las fuerzas de seguridad (Seoane y
Mulerio, 2006:301). Oficialmente se admitió la muerte de 2.050 “terroristas
180
abatidos” en 742 enfrentamientos contra fuerzas de seguridad, entre 1973 y
1979 (Knudson, 1997:95). Interrogado por la CIDH (1980:64) el gobierno no
pudo informar sobre lugar, fechas, circunstancias de combate y número
concreto de personas fallecidas en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad
y los “subversivos”. Las “pruebas” eran recortes de prensa que reproducían
información brindada por el mismo gobierno.
Los 8.961 nombres de la CONADEP (1984:293) recogen las listas
confeccionadas por otras organizaciones y están depuradas de repeticiones;
consolidadas, estaban abiertas a casos que probablemente no estuvieran
denunciados, por el miedo de sus familiares (CONADEP, 1984:10). Hay unas
800 personas individualizadas por apodos y testimonios de terceros detenidos,
que no han podido ser identificados fehacientemente. Por su parte, Lewis
(2002:218) recoge el testimonio de un abogado de la defensa de Roberto
Eduardo Viola, quien presentó una lista de 118 nombres de argentinos víctimas
en México durante el terremoto de 1984, que coincidía con desaparecidos de la
CONADEP. Según el Archivo Nacional de la Memoria, la repartición del
Estado nacional encargada de custodiar y actualizar los registros de la
CONADEP, a 2009 (Página 12, 15 de setiembre de 2009) el Registro Único de
Víctimas del Terrorismo de Estado contenía 7.140 desaparecidos/as, 1.336
víctimas ejecutadas y 1.541 denuncias parciales (esto es, hay menciones y
algunos datos, pero no llegan a conformar un legajo propio). De los registros de
la CONADEP, se constató que 101 de los denunciados pasaron por los CCD
pero conservaron la vida, 1.009 estaban repetidos y 544 no correspondía
incluirlos en los registros.
Osiel (2001:113) recuerda que los 10.000 desaparecidos en Argentina
equivalen, en proporción a la población, a la misma cantidad de soldados
norteamericanos muertos en la guerra de Vietnam.
Conclusión
Los trabajos que se ocupan del tema específicamente, y que muestran mejor
aparato crítico, me permiten hacer algunas estimaciones. Dejo fuera de estos
números a los simpatizantes, las personas que asistían a manifestaciones, etc. Me
ocupo tanto de los miembros de las Fuerzas Armadas como de los militantes de
las organizaciones políticas con una participación explícita y sostenida en el
tiempo.
Según estas estimaciones, Montoneros habría reclutado unos 2.000 militantes
armados más unos 8.000 militantes políticos, entre 1969 y 1980. El PRT-ERP,
entre 1970 y 1977 llegó a tener 5.000 militantes de los cuales 600 fueron
combatientes. Las estimaciones son acumuladas para la década en cuestión, con
oscilaciones según la fecha y la suposición generalizada de que nunca habrían
alcanzado ese número en un momento determinado.
Las fuerzas represivas, además de la infraestructura estatal que permitía utilizar a
guardiacárceles o a personal de Gendarmería para vigilar los centros
clandestinos, emplearon a unas 2.000 personas directamente en la represión
ilegal. De todos modos, las Fuerzas Armadas hablan de una “guerra contra la
subversión” en la que usaron y coordinaron el poder de fuego disponible en ese
momento, el de unos 200.000 hombres armados (entre conscriptos y
profesionales de las tres armas, más todas las policías provinciales y los
organismos de seguridad con jurisdicción nacional: Policía Federal, Prefectura,
Gendarmería).
Entre 1969 y 1979, las organizaciones de izquierda fueron responsables de unas
900 muertes, cifra similar a los asesinados por grupos parapoliciales o
paraestatales. La represión oficial asesinó a unas 3.000 personas (981 cuadros
armados antes del golpe y 2.050 más reconocidos por el PRN). En tanto el
número probable de desaparecidos en Argentina sería cercano a los 10.000.
Desde 1973 hasta 1983, estuvieron presos a disposición del PEN, 8.596
personas, más otros 800 a disposición de las áreas represivas. No obstante estar
183
legalizados, fueron vejados, torturados e incluso asesinados por sus custodios. Se
presentaron 5.487 pedidos de habeas corpus, obteniéndose sólo la liberación de 2
personas.
La violencia política afectó directamente a unas 14.000 personas que perdieron
la vida en distintas circunstancias. Hubo unos 9.000 presos políticos. Aunque es
más difícil intentar contabilizar la cantidad de exiliados. Muchos de los
emigrantes no sólo abandonaron el país clandestinamente, sino que no
requirieron el estatus de refugiados políticos en los países de acogida. Esta
violencia afectó a los familiares de las víctimas y a la sociedad argentina en su
conjunto, que no termina de resolver su pasado.
184
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autor.
188
Vestigios del pasado: aspectos metodológicos de
la investigación en archivos de la Universidad
Nacional de Córdoba sobre desaparecidos en los
setenta
Silvia Romano
1
Fragmento de declaraciones hechas a periodistas, citado por Avellaneda, A. Censura,
autoritarismo y cultura: Argentina 1960-1983, CEAL, Biblioteca Política, Vol. N°158, 1986, p.
145.
2
Equipo de investigación: M. O. Palacios, S. Romano, N. San Nicolás. E. Díaz y A. Cascos
Méndez colaboraron en la recopilación de información en archivos de la UNC. S. Romano
elaboró y redactó el listado anexo.
190
precisar datos filiatorios, trayectos académicos y laborales, militancia política y
gremial e imágenes de todos los que hasta la fecha componen ese universo. Esta
investigación prosopográfica (entendida como indagación retrospectiva de las
biografías y trayectorias de un colectivo determinado), que reúne datos tan
básicos como esquivos y a la vez tan importantes para reconstruir la historia y
establecer conocimiento fiable sobre este colectivo y sobre cada uno de los
sujetos que lo componen, se presenta sin embargo como una tarea inacabable e
inacabada. Pretende no obstante ser reparadora y contribuir también a la
búsqueda de verdad y justicia. Como hemos planteado en otra parte, se trata de
resituarlos en la sociedad y reparar en parte el anonimato al que fueron
sometidos.
En ese marco, este artículo expone los resultados de la investigación sobre una
parcialidad de ese colectivo atendiendo a su paso por la Universidad Nacional
de Córdoba, para lo cual se relevó de manera sistemática información en
archivos de distintas dependencias y otras fuentes, tanto para precisar o
corroborar datos de estudios o empleo en la UNC, como para establecerlos
fehacientemente3. El registro que acompaña esta presentación reúne
información sobre 520 personas que, como se verá, incluye a estudiantes,
egresados, docentes y no docentes4. Sobre una parte de las mismas no se logró
3
Avances de la investigación fueron presentados desde 2008 en documentos de trabajo y
publicaciones. Un estudio específico con la consulta de legajos de estudiantes y egresados de la
Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, que incluía a las actuales Facultad de Psicología
y Facultad de Artes, se publicó, en ocasión de los 35 años del Golpe de 1976, en Romano, Silvia;
San Nicolás, Norma; Palacios, Marta y González Lanfir, Malvina, “Estudiantes y egresados de la
Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC desaparecidos y/o asesinados en los ‘70”; en:
AA.VV. Los de filo, Córdoba, FFyH, CDA, UNC, 2011. Paralelamente y a medida que íbamos
avanzando en las investigaciones se proporcionaron nóminas e información sistematizada en base
de datos a numerosas dependencias y entidades universitarias y extrauniversitarias, recibiendo al
mismo tiempo sus aportes. Entre otras, se colaboró con comisiones de homenaje de la UNC,
como las de los colegios Manuel Belgrano y Monserrat; las Escuelas de Trabajo Social y Ciencias
de la Información; las Facultades de Medicina, Ciencias Químicas, Ciencias Agropecuarias,
Ciencias Económicas, etc.
4
El trabajo pionero para conformar un primer relevamiento global de estudiantes, docentes y no
docentes de la UNC desaparecidos y asesinados durante la última dictadura, fue el realizado por
Gonzalo Pedano en 2007, a partir de una beca de la Secyt-FFyH. Esa investigación le permitió
elaborar un listado de 203 personas; cfr. Pedano, G. “Los desaparecidos de la UNC: más de 200
casos registrados”. AlFilo. Revista digital, año 3, N° 19, 2007, FFyH, UNC. Otro antecedente lo
constituye la investigación realizada por la Comisión de Homenaje de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo, que trabajó con legajos de alumnos y testimonios, estableciendo 42 casos; cfr.
Comisión de Homenaje, Facultad de Arquitectura y Diseño. Arquitectos que no fueron. Estudiantes
191
localizar sus legajos y sobre otra, no se pudo determinar que efectivamente
hubieran estudiado o trabajado en la UNC, pero se mantienen los registros
hasta tanto contemos con la información necesaria. La dificultad para resolver
este problema se debe, en parte, a cuestiones vinculadas con la organización y la
conservación de la documentación de base en las distintas unidades académicas.
Es por ello que consideramos de importancia describir no sólo las características
de los documentos y de la información relevada, sino también las de los fondos
documentales de las dependencias a los que tuvimos acceso. Cabe aclarar que
salvo los casos de la Facultad de Arquitectura y de la Escuela de Trabajo Social,
donde comisiones específicas relevaron información en legajos con distinto
grado de detalle, la consulta se extendió a los archivos de la Facultad de Filosofía
y Humanidades (FFyH) y de la ex Escuela de Artes (hoy facultad, FA), las
Facultades de Ciencias Médicas (FCM), Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
(FCEFyN) y la Escuela Profesional Anexa dependiente de la misma; de
Matemáticas, Astronomía y Física (FaMAF); Odontología (FO); Ciencias
Químicas (FCQ); Ciencias Agropecuarias (FCA); Derecho y Ciencias Sociales
(FDyCS), la Escuela de Ciencias de la Información dependiente de ésta (ECI); y
de la ex Escuela de Lenguas (también hoy facultad, FL)5.
Un relevamiento previo se realizó en los listados de alumnos cursantes e
inscriptos por facultades, elaborados y presentados por cada dependencia a la
secretaría académica de la UNC entre octubre de 1975 y marzo de 1976. Como
se detalla en otro arículo de esta publicación, no se localizaron los listados de las
Facultades de Medicina y Filosofía6. Pese a ello, esta documentación resultó de
gran valor para establecer o corroborar estudios de numerosas personas
desaparecidas y asesinadas, datos que luego nos permitieron rastrear sus fichas
de inscripción en legajos individuales y otras fuentes de los archivos
universitarios.
7
Resolución HCS Nº 297 del 8/5/12.
8
Sobre los usos de esta documentación por el terrorismo de Estado véase el artículo de Norma
San Nicolás en esta publicación. En el caso comentado de Ciencias Económicas, se complejiza la
búsqueda porque además de la eliminación de los legajos de las personas buscadas, se asignaron
sus números de legajo a nuevos estudiantes.
193
también presentan faltantes sobre algunas personas que sí figuraban en los
listados de alumnos regulares en 1975 mencionados más arriba, y contienen
menos información que las matrículas; por ejemplo, carecen de foto, lugar y
fecha de nacimiento y estudios secundarios. Más adelante me referiré a otras
características particulares de esta documentación, de interés para nuestro
estudio.
Las dificultades encontradas fueron compensadas en la mayoría de los casos con
la colaboración y buena disposición del personal responsable de los archivos9.
En algunos repositorios fuimos acompañados por éste para realizar las
búsquedas en los ficheros o cajas que contienen la documentación. Esto nos
permitió contrastar la nómina de la totalidad de los sujetos incluidos en nuestro
registro general y establecer estudios en numerosos casos sobre los que no
contábamos con esa información, o bien identificar otros no conocidos, además
de relevar, en los legajos, sus fotos, datos de filiación, estudios secundarios, etc.10
En otras dependencias debimos entregar las listas de quienes teníamos datos que
habrían estudiado allí, para corroborarlos y acceder a sus legajos, con lo cual no
se pudo contrastar la totalidad de los registros con las fuentes. Pese a éstas y
otras limitaciones pudimos revisar miles de fichas e historias académicas (en
FDyCS) y documentar digitalmente cerca de 350 matrículas de inscripción11.
Determinar que esos legajos correspondían a las mismas personas contenidas en
nuestros registros (por ejemplo, en casos de nombres idénticos), supuso también
controlar números de documentos de identidad y fechas de nacimiento con
otras fuentes12. Esta tarea hizo posible también precisar la escritura correcta de
9
Agradecemos especialmente la ayuda brindada por el personal del área oficialía de la Facultad de
Cs. Médicas, del despacho de alumnos de la Facultad de Artes, Agronomía, Lenguas, Ciencias
Económicas y FaMAF; así como la amabilidad del personal de oficialía de la Facultad de Derecho
y de Ciencias Exactas.
10
Uno de los tantos casos es el de Ricardo Fermín Albareda. Todas las fichas digitalizadas se
encuentran a disposición de los familiares directos en el Centro de Conservación y
Documentación Audiovisual (CDA), Área Derechos Humanos.
11
Como ya mencioné, los datos de la Facultad de Arquitectura y la Escuela de Trabajo Social
fueron compartidos e intercambiados con las comisiones de homenaje de esas dependencias. El
relevamiento fotográfico fue realizado principalmente por Marta O. Palacios.
12
A tales efectos recurrimos al informe de la CONADEP (2006) y al valioso trabajo realizado por
el EAAF Lanús, que reunió de la documentación de base de aquel informe las fechas y los lugares
de nacimiento (www.lanus.gov.ar/pol.../listado_denunciadas_desaparecidas_con_fecha.x). En el
caso de existir dudas fundadas acerca de la identidad, se optó por no incluirlos; en otros se ha
dejado constancia de la dificultad.
194
nombres y apellidos, completar apellidos maternos, etc. Como resultado de ello
podemos afirmar que los datos consignados en el documento adjunto son
fiables. Igualmente pudimos precisar mediante la consulta de otras fuentes que
varias personas que suponíamos habían estudiado en Córdoba, fueron alumnos
de otras universidades; en cambio sobre otras, que se recibieron fuera de la
UNC, comprobamos que realizaron parte de sus estudios en ésta. Todas estas
constataciones reafirman el supuesto de que ese conjunto de personas que
transitó la Universidad en un período relativamente corto, seguramente
compartió espacios académicos y/o lo hizo como protagonista de la
movilización social y política de la época.
195
ingreso, DNI o CI, materias aprobadas por curso y fecha, año de nacimiento
(clase) y domicilio.
A la manera de un espiral, la información recogida en cada ficha nos condujo a
establecer nuevas relaciones, a cruzar los datos con otros documentos del mismo
corpus y con otras fuentes. No sólo al recuperar estudios previos o simultáneos
en otras carreras –corroborados luego en los legajos correspondientes–; datos de
ocupación o domicilios compartidos con otras víctimas, sino también al
verificar que en varios casos los domicilios declarados fueron los mismos en los
que se produjeron los secuestros. Las fotos adosadas a las fichas y la
determinación del período de estudios nos permitieron identificarlos en los
archivos audiovisuales13. Asimismo, y en un sentido inverso, la consulta de
diarios y otras publicaciones nos llevó a incluir personas cuyos secuestros o
asesinatos no habían sido denunciados y a volver a los archivos para localizar sus
matrículas en la UNC, relevar sus datos filiatorios y trayectos académicos, a
reconstruir sus trayectorias mediante entrevistas14. O bien, a partir de
testimonios sobre otras víctimas sí denunciadas pero no incluidas en nuestros
registros, o bien ya incluidas pero sin datos de estudios, volvimos a los archivos
para localizar sus legajos e incorporarlos a las listas de estudiantes o egresados de
la UNC, no considerados como tales hasta la fecha15.
Resulta de interés mencionar que, salvo en la FaMAF, donde hallamos dos
matrículas en las que se consignaba que el alumno había sido expulsado de la
UNC, en numerosas fichas de Derecho se registran leyendas que dan cuenta de
que la persona consignada en la misma “No es alumno de esta Facultad” por
haber sido expulsado de la UNC o de otras universidades nacionales, indicando
número y fecha de la resolución correspondiente16. Un documento al que
13
Por ejemplo, la identificación de Oscar Guidot y José Luis Boscarol en una “Asamblea de
médicos no rentados”; CDA, casete 325, 1973.
14
Entre otros tantos no denunciados e incorporados: José Luis Ballarino, Mario Raúl
Domínguez, José Luis Daura y Roberto Marquard.
15
De estudiantes y egresados incluidos a partir de testimonios y otras fuentes, por ejemplo: Carlos
Edmundo Domínguez Eisen; Arturo Alejandrino Jaimez; Guillermo Enrique Pérez Pavón; Susana
Mirtha Battelli; Gillermo Alfredo Tamburini. Entre otros que sí teníamos registrados pero sin
datos de estudios: Juan Carlos Catnich y Leonor Rosario Landaburu de Catnich; Benjamín Ávila
Alfaro.
16
Si bien la mayoría refiere a expulsiones posteriores al 24 de marzo del ‘76, las hay también de
fechas anteriores, como 1969, 1970, etc., lo que indica que era una práctica habitual en el período
previo al golpe.
196
tuvimos acceso, remitido el 1º de octubre de 1976 por el delegado militar en la
UNC, comodoro Jorge Pierrestegui, al interventor de la Facultad de Ciencias
Médicas, teniente coronel médico César Andrés Maldonado (ver nota
reproducida en la página inicial de este artículo), contenía una lista de 492
alumnos expulsados o suspendidos en otras universidades nacionales17. Ese
documento habría sido girado a todas las unidades académicas de la UNC para
impedir la inscripción de los sancionados, como lo pone en evidencia el caso de
Derecho. Por su parte, la nómina de los más de 200 expulsados de la UNC
también era distribuida entre las dependencias de la misma y comunicada a
“todas las universidades nacionales del país”, como indicaban las resoluciones
del delegado militar18. Que en varias fichas correspondientes a víctimas de la
represión clandestina se consignara la palabra “falleció” y en otras, de
expulsados, se tachara su trayecto académico, es otra particularidad que vale la
pena mencionar19.
17
El documento fue descubierto de manera fortuita junto a “listas negras” de estudiantes (varios
de ellos desaparecidos), en un armario de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC en 1997
(La Nación, 12/11/97). Los alumnos sancionados pertenecían a las Universidades de Cuyo (los
más numerosos), el Litoral, Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Santiago del Estero, Entre
Ríos, Catamarca, San Luis, del Nordeste, Misiones y Río Cuarto.
18
Ver, por ejemplo, resolución del delegado militar Nº 3.554, 27/10/76, AGH-UNC.
19
Tal como observamos en los casos de Ángel Vázquez, Ricardo Verón, Jorge Luis Duretto y
Jorge Juan Escribano; sobre expulsados, el caso de Liliana Gel.
20
Considerando todo el período que cubre el listado adjunto, entre 1971 y 1973 hubo 10
víctimas, en 1974: 9; en 1975: 54; en 1976: 339; en 1977: 82; 1978: 17; 1979: 6; 1980: 4.
197
durante el mismo año21, las decenas de docentes y no docentes cesanteados, los
miles de detenidos en centros clandestinos y legales, luego liberados, y un
incalculable número de exiliados, se puede suponer el impacto brutal que tuvo
la represión en la UNC22. Nótese también que durante 1975 y 1976 se cerraron
escuelas como las de Cine, Teatro, Ciencias de la Información y Trabajo Social,
algunas de manera temporaria y otras hasta bien entrada la década del ‘80.
El terror instaurado en la Universidad (y en el país) se tradujo en la abrupta
caída de la matrícula para el año académico 1977. Si bien el número de
inscriptos ya se había reducido significativamente entre 1974 y 1976 (de 16.569
cayó a 11.995 y luego a 10.682), en 1977 fue de 4.538, es decir, un 60 %
menos que el año anterior23.
En una entrevista realizada al nuevo rector interventor de la UNC, Jorge Clariá
Olmedo, sobre los resultados del curso de ingreso 1977, respondió que éstos y
los cupos se habían cumplido con éxito. Al ser interrogado sobre los motivos de
la disminución del número de aspirantes con respecto al año anterior (“de
12.000 a 6.000”) respondió que había varias razones, como la edad del servicio
militar, la mayor restricción a la condicionalidad, recalcando que “más que nada
fue una especie de temor a la prueba de ingreso (…) algo que quizá no tenga su
fundamento lógico, sino puramente psicológico”, argumentando que pudo ser
un poco sorpresiva, por el apresuramiento con que se había actuado en este
sentido24.
21
Este número comprende a las unidades académicas de la UNC y a nueve expulsados de la
Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, expulsiones adoptadas a partir de la Ley 21.276
y la Ordenanza 9/76. Algunos de los expulsados fueron reincorporados. Probablemente por ello
difiere el número de sancionados del Manuel Belgrano, que según la resolución Nº 20 del 7 de
abril de 1976, afectaba a 20 alumnos; cfr. Mariani, A. La vida por delante. Córdoba: Ediciones del
Boulevard, 2006 (2ª edición), pp.139-140.
22
Sin contar los despedidos durante 1975, sólo en mayo de 1976 fueron cesanteados 42
profesores. A partir de diversas fuentes consultadas, Morello registra que a comienzos de 1977
había entre 5.000 y 6.000 presos políticos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional; y concluye
que desde 1973 hasta 1984 el número de presos legalizados a disposición del PEN fue de 8.596
personas. Cfr. Morello en esta publicación.
23
Anuario estadístico 1980, Secretaría de Asuntos Académicos, Departamento de Estadísticas,
Universidad Nacional de Córdoba. Con ligeras variantes ese número se mantuvo hasta 1980
inclusive.
24
CDA, casete 122, 30/3/77. Clariá Olmedo había asumido el 2/3/77 y estuvo en el cargo hasta
el 2/4/79.
198
Obviamente, además del miedo, el control ideológico y la represión, ese factor y
las restricciones impuestas por la dictadura también influyeron para que
quedaran fuera de la universidad numerosos aspirantes. El resultado global fue
que, entre 1974 y 1981, el total de alumnos de la UNC se redujo de 55.001 a
33.92725. La tendencia decreciente observada en el período recién se revirtió en
1984, tras la recuperación de la democracia, alcanzando los 47.086 alumnos26.
Lo que indica claramente el carácter expulsor y aniquilador que tuvo la UNC de
la dictadura, resultado de la “estrategia global” aludida por Menéndez en la cita
que encabeza este artículo.
25
Cf. Anuario estadístico 1983, Secretaría de Asuntos Académicos, Departamento de Estadísticas,
Universidad Nacional de Córdoba, 1984.
26
Treinta Años de la Universidad 1968-2000, Departamento de Estadística, UNC, 2000. p. 3. En
las estadísticas citadas se puede ver que, mientras el número de ingresantes del período 1977-1982
se mantuvo constante y bajo –entre los 4.520 y los 5.170–, la tendencia decreciente se manifestó
año tras año: 1977: 43.400; 1978: 40.908; 1979: 36.618; 1980: 35.062; 1981: 33.927; 1982:
34.060. En 1983 se observa un número apenas superior al del año anterior: 34.833. Por otro lado
ese decrecimiento no puede atribuirse a un aumento del egreso que, con altibajos, mantuvo los
niveles de 1973-74.
27
El artículo “La militancia de los destinatarios de la represión…”, publicado en este volumen, da
cuenta de la militancia política del conjunto de los desaparecidos “de” Córdoba, y de las razones
por las que se omite su individuación. No obstante, en aquellos casos en que la pertenencia
política fue publicada y/o autorizada a ser publicada, se consigna en otros registros, como el de
personas identificadas en archivos audiovisuales y en el artículo de Norma San Nicolás.
199
bibliografía y las fuentes consultadas a lo largo de la investigación, así como las
siglas consignadas en el registro se anexan al final del libro.
Dejamos provisoriamente de lado el análisis de los datos, que actualizarían los
publicados hace tres años (Romano et al, 2010) en orden al número de
estudiantes y egresados por facultades, ocupación, fechas de desaparición, etc.,
para realizarlo conjuntamente con el de otras universidades de la provincia,
tarea en preparación.
200
Estudiantes, egresados, docentes y no docentes de la
Universidad Nacional de Córdoba desaparecidos y/o
asesinados en los ‘70
Modelo de lectura:
202
Abad Scarlata de Perucca, Ana Catalina
DF - 15/08/76
La Perla
24 años
Licenciada en Ciencia Política (UCC), Estudiante de Arquitectura
(FAU) y Escuela de Artes (UNC) / Profesora de Ciencia Política -
Empleada en Secretaría de Comercio Nacional de Córdoba - Auxiliar
administrativo contable en comercio
OCPO
Secuestrada en Bº Alberdi, ciudad de Córdoba (NM) junto con su esposo José C. Perucca y Alberto
Marconetto. Nacida el 04/11/51 en San Martín, Mendoza, cursó el secundario en la escuela “Cristo Rey” de
Córdoba y entre 1968 y 1969 en la escuela de niñas “Notre Dame” de Bridgeport, Connecticut, EE.UU.,
obteniendo el título de bachiller expedido por el Colegio Nacional de Monserrat tras rendir equivalencias. En
1970 ingresó a la UCC cursando hasta diciembre de 1972, cuando canceló la matrícula (AUCC, legajos).
Según Megacausa “La Perla”, era licenciada en C. Política, dato no verificado. En 1975 ingresó a
Arquitectura (Arquitectos que no fueron...). A fines de este año figura cursando el Ciclo Básico -Nivel I de la
FAU (AGH-UNC, exp. 13.75-3034). En su legajo de la FAU registra ocupación como empleada de comercio
(AFAU, legajos). Empleo en Secretaría de Comercio (Megacausa). Militancia (ibíd.). Estudios en Artes: no se
halló documentación en Archivo de la Escuela de Artes.
203
Secuestrado en su domicilio en Yanquetruz s/n, Bº Parque, Córdoba (NM). Nacido en Córdoba el 4/09/46
(EAAF-Lanús). Estudios (PC y Observatorio de DDHH de la UNC). No se localizó su legajo ni ficha de
historia académica en la Facultad de Derecho de la UNC. Militancia (Listado PC).
204
Aguilar Bracesco, José Luis
DF - 18/05/76
Campo de La Ribera
21 años
Estudiante de Historia (FFyH) y Ciencias de la Información (Fac. de
Derecho) / Empleado municipal (Inspector de tránsito Municipalidad
de Córdoba)
OCPO
Secuestrado en su domicilio de Chubut 156, Dpto. B, Bº Alto Alberdi, Córdoba (NM). Nacido en Cruz del Eje,
provincia de Córdoba, el 25/10/54, cursó el secundario en la Escuela Nacional de Comercio de esa ciudad,
egresando en 1971 con el título de perito mercantil; en 1972 se inscribió en Historia y en Ciencias de la
Información (ACH-FFyH, legajos y AECI, legajos). En el mismo año figura en “Cuaderno de alumnos pasivos”
de la Esc. de Historia (ACH-FFyH). En mayo de 1975 ingresó a la Municipalidad como “personal transitorio” y
se le dio de baja el 29 de abril de 1976 (AMC, legajos). El domicilio registrado en su legajo es el mismo de
donde fue secuestrado. Militancia (BDPM).
206
hasta 4º año inclusive, rindiendo la última materia en diciembre 1975 (ACH-FCEFyN, legajos). Militancia
(BDPM, registro 321 y Relatos...II).
207
Altamira Yofre, Carlos Felipe (*)
DF - 27/05/76
La Perla
28 años
Abogado (UNC) / Abogado
Vocal del H. Directorio del Colegio de Abogados de Córdoba (CAC) - Defensor de presos
políticos.
Secuestrado en la vía pública, ciudad de Córdoba (NM). El estudio que compartía con Jorge O. Arias, Lucio
Garzón Maceda y Gustavo Roca, en Av. Olmos Nº 173, fue asaltado, desvalijado e incendiado por personal
policial, militar y civiles armados en reiteradas oportunidades (Ortiz). Nacido en Córdoba capital el 29/07/47
(EAAF-Lanús). Cursó en secundario en el Colegio Nacional de Monserrat, egresando en 1965 con el título de
bachiller (Comisión de Derechos Humanos del Colegio Nacional de Monserrat). Estudios de Abogacía: no se
localizó su legajo en archivo de la FDyCS. Militancia gremial (Ortiz).
Andreotti, Ernesto
DF - 23/06/76
25 años
Estudiante de Derecho y de Ciencias de la Información (Fac. de
Derecho) y ex estudiante de Arquitectura (FAU) / Oficinista en
escribanía
PRT-ERP
Secuestrado en su domicilio de Bv. San Juan 530, ciudad de Córdoba (NM),
junto con Olmos Loza, José Enrique, también desaparecido. Nacido en Córdoba el 31/12/50, cursó el
secundario en el “Instituto de Educación Córdoba”, del que egresó en 1969 con el título de bachiller. Ingresó
a Ciencias de la Información en 1973 y cursó al menos hasta 1975 inclusive; en su matrícula indicaba
continuar estudiando Abogacía. En la misma fuente declaraba ocupación, así como el domicilio, que coincide
con el de su secuestro (AECI, legajos). Previamente, en 1970 se había inscripto en Arquitectura, aunque no
consta que hubiese cursado la carrera. También registraba como domicilio el de Bv. San Juan 530 (AFAU,
legajos). Militancia (testimonio de ex compañero).
210
14/06/76, el cual fue recalculado el 17/3/15 (AFCM, legajos). Según la nota periodística citada, en enero de
1976 solicitó su incorporación en el Hospital Centenario de Gualeguaychú. Militancia (Baschetti).
211
Secuestrado en La Quiaca, Jujuy (ANM). Incluido a partir de testimonios. Nacido en Tarija, Bolivia, el
24/11/49, cursó el secundario en la escuela “Manuel Belgrano” de su ciudad natal, egresando en 1968 con el
título de bachiller; se inscribió en la carrera de Filosofía de la UNC en 1970. En su ficha registraba también
Psicología, aunque no indicaba si la continuaba estudiando (ACH-FFyH, legajo). Militancia (BDPM).
214
Asef Chávez, Roberto Elías
DF - 03/08/77
29 años
Estudiante de Escuela Profesional Anexa (F.C.Exactas) / Periodista
- Comerciante independiente
Secuestrado en ciudad de Córdoba, presumiblemente en la vía pública (NM);
se infiere que junto con Aldo Cirilo Pellico (ver su registro) en tanto se produjo
en la misma fecha y RUVTE indica que las víctimas fueron dos. Nacido en
Córdoba el 26/01/48, cursó el secundario en la Escuela de Comercio “Manuel Belgrano”. Ingresó en E. P.
Anexa en 1965, cursando hasta 1966 (ACH-FCEFyN, legajos).
215
Astudillo Pereyra, Carlos Heriberto (*)
EJ - 22/08/72
Base Naval “Almirante Zar” (Trelew - Chubut)
28 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas) e Historia (FFyH)
FAR
Detenido el 29/12/70 en Calle 4 y Pedro Galeano, Bº Bajo Palermo, ciudad de
Córdoba. Ejecutado en la Base Naval “Almirante Zar”, Trelew (NM y RUVTE),
junto con otros 15 presos políticos en el episodio conocido como “Masacre de Trelew”. Apodo: “Camarada”.
Nacido en Santiago del Estero el 17/08/45, cursó el secundario en el colegio “Absalón Rojas” en su ciudad
natal. En su ficha de inscripción en Historia de 1970 indicaba continuar estudios de Medicina (ACH-FFyH),
aunque no se localizó su legajo en archivos de esa Facultad. Militancia (CDA).
217
Bachetti Huerta, Daniel Eduardo
DF - 13/05/77
21 años
Egresado de Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano” (UNC)
JG - PRT-ERP
Secuestrado en su domicilio de calle Bogado 4562 5º A, Bº Almagro, Buenos Aires, junto con su compañera
Graciela I. Vitale, también desaparecida. Apodo: “Pato” (NM). Nacido en Córdoba el 12/12/55 (EAAF-Lanús).
Militancia (Mariani, 2006).
218
Barberis Fornero, Esther María
EJ - 19/06/76
UP1 (Córdoba)
20 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas)
PRT-ERP
Detenida el 8 de junio de 1975, puesta a disposición del PEN en la
Penitenciaría, sobreseída en febrero de 1976, finalmente ejecutada en Ciudad
Universitaria, junto con Zorrilla, Barrera y Abdón (Por la memoria…). Nacida en San Francisco, provincia de
Córdoba, el 4/08/56. Según testimonios el nombre es María Esther y su apodo “Tati”. Estudios y nombre
Esther María confirmados en legajos de alumnos de la FCM. Cursó el secundario en el colegio Nacional San
Martín, de San Francisco, egresando en 1973 con el título de perito mercantil. Ingresó a Medicina en 1974
(AFCM, legajos). Militancia (BDPM, registro 9.689).
219
Barreda de Ferreyra, María del Carmen
EJ - 03/12/76
26 años
Médica / Médica Hospital Córdoba
JUP
Incluida a partir de testimonios. No figura en el NM. Asesinada en su domicilio de calle Bancalari 481, B° San
Vicente, Córdoba; el mismo día que su esposo Fernando Alberto Ferreyra. Apodo: “Negrita” (BDPM, registro
9.863 y RUVTE). Otras fuentes: LVI y EAAF. Nacida en San Juan el 10/05/49. No se localizó su legajo en
archivos de FCM. Militancia (Memoria de la JUP).
222
Bendersky Edelstein, Zulema Edith
DF - 10/06/76
23 años
Licenciada en Ciencias de la Educación (FFyH) y estudiante del
Profesorado en Inglés (Escuela de Lenguas) / Docente
PRT-ERP
Secuestrada en Córdoba (NM), al parecer en la misma fecha en que fue
asesinado Carlos Eduardo Alvarez, su pareja (testimonio de familiar). Nacida
en Basavilbaso, provincia de Entre Ríos, el 30/12/52. Cursó el secundario en el Colegio Nacional Dr. A.
Sagarua, en Nogoyá, Entre Ríos, egresando en 1969 con el título de maestra normal. En 1970 se inscribió en
C. de la Educación y también en Profesorado de Inglés, Escuela de Lenguas de la UNC (ACH-FFyH, legajo).
Se corrobora con ficha de inscripción, pero al parecer no continuó esta carrera (AFL, legajos). Ocupación
(EAAF). Militancia (www.apm.gov.ar/presentes).
223
Berti Domínguez, Carlos Guillermo
DF - 03-04/77
ESMA
22 años
Estudiante de Física (IMAF) y Derecho (F. de Derecho)
JUP
Secuestrado en Capital Federal (NM). Apodo: “Toni”. Nacido en Río Cuarto,
provincia de Córdoba, el 22/02/55, cursó el secundario en el Colegio Nacional
Nº 1 de esa ciudad, egresando en 1972 con el título de bachiller. Ingresó a la Licenciatura en Astronomía en
1973 y realizó el pase a la de Física en 1974. En su legajo registraba el domicilio de Alejandro Korn 2771, Bº
San Fernando, el mismo consignado por José María Villegas, también desaparecido (AFaMAF, legajos). En
octubre de 1975 figura cursando materias de la Licenciatura en Física (AGH-UNC, Exp. 21-75-5322).
Expulsado del IMAF el 8/9/76 por Res. D.M. Nº 2.450,
consignada en su legajo junto a la leyenda “Expulsado de la Universidad Nacional de Cba.” (AFaMAF,
legajos). Registra inscripción sin fecha en la Facultad de Derecho. Sin embargo no fue admitido por haber
sido expulsado del IMAF, indicándose que “No es alumno de esta Facultad” por aquel motivo (AFDyCS,
fichas). Militancia (Memoria de la JUP y Baschetti).
225
Ejecutado en La Matanza, Buenos Aires (NM). Apodos: “Raúl”, “INRI”, “Pocho” o “Mingo”. Según LVI del
9/2/77 –fuente de la que se extrajo la fecha de su ejecución–, fue “abatido” en la localidad de San Justo,
provincia de Buenos Aires, aunque su cuerpo no fue entregado. Estudios de Agronomía (Comisión Homenaje
F.C. Agropecuarias); nacido en San Francisco, provincia de Córdoba, el 30/5/46, cursó el secundario en el
Instituto “Domingo Faustino Sarmiento” de Jesús María, de la misma provincia, del que egresó con el título
de bachiller. En 1964 ingresó al Doctorado en Ciencias Geológicas. Edad estimada a partir de la fecha de
nacimiento que registra en su legajo universitario (ACH-FCEFyN, legajos). Según Baschetti, estudió
agronomía en Casilda, provincia de Santa Fe, donde se recibió de Ingeniero Agrónomo en 1968. Militancia
(BDPM y Baschetti).
228
Brocca Llabres de Herrero, Julia Angélica
DF - 28/03/76
La Perla
29 años
Estudiante de Ciencias de la Información (F. de Derecho, UNC);
estudiante de Letras y ex estudiante de Filosofía (UCC) /
Alfabetizadora CREAR
Delegada UEPC - JTP
Secuestrada en su domicilio de calle Agustín Larrauri s/n, lote 17, manzana 66, Bº Residencial Vélez
Sársfield, ciudad de Córdoba (RUVTE). Según testimonio de familiares el secuestro se produjo en su casa de
calle Taborda s/n, Bº Residencial V. Sarsfield, Córdoba. Apodo: “Cuca”. Nacida en Cosquín, provincia de
Córdoba, el 12/12/47, cursó el secundario en el colegio “Ntra. Sra. del Huerto”, Córdoba, egresando en 1965
con el título de maestra. En 1966 ingresó a la carrera de Filosofía y en el mismo año pasó a la de Letras,
rindiendo las últimas materias en febrero de 1973 (AUCC, legajos). Según otras fuentes, habría estudiado
Ciencias de la Educación en la misma universidad (www.desaparecidos.org/arg), dato no corroborado. En
1972 se inscribió en Ciencias de la Información y consignaba haber abandonado la licenciatura en Letras y
su ocupación como Docente especializada (AECI, legajos). Militancia (Diario del Juicio…, alegatos, día 278).
230
Burnichon Gómez, Alberto Santiago Antonio
EJ - 25/03/76
Campo de la Ribera
58 años
Estudiante de Astronomía (IMAF) / Editor - Agente Editorial y Titiritero - Empleado en la
provincia de Formosa
Socialista
Secuestrado en su domicilio de Buenos Aires y Laprida, Villa Rivera Indarte, y encontrado muerto en
Mendiolaza, provincia de Córdoba (NM). Nacido el 14/02/1918 en Tigre, provincia de Buenos Aires (RUVTE).
Estudios, ocupación y orientación política completados con www. culturasinteriores.ffyh.unc.edu.ar/
ifi002.jsp?pidf=ZD2FHWISD&po=FT. Según esta fuente en 1957 creó el sello editorial Burnichon Editor y lo
mantuvo hasta 1976 entre Tucumán y Córdoba. Anteriormente, en los años ‘40 y ‘50, formó parte del
emprendimiento cultural de literatura y teatro “La Carpa” y del teatro itinerante Fray Mocho y La Pareja,
ambos en Tucumán (ibíd.). Señala asimismo que no se vinculó orgánicamente a ningún partido u
organización política. No se localizó su legajo en archivo de FAMAF.
231
Bustillo Rubio, Ramiro Sergio
DF - 18/10/77
La Perla
27 años
Estudiante de Ingeniería (F. C. Exactas) Técnico Industrial /
Dibujante, empleado de FIAT
PC
Secuestrado en ciudad de Córdoba (NM). Nacido en San Rafael, Mendoza, el
07/07/50, cursó el secundario en el ENET Nº 2 de Córdoba, de donde egresó en 1970 con el título de
Técnico Industrial. En 1971 ingresó en Ingeniería Electricista-Electromecánica (ACH-FCEFyN, legajos). En
octubre de 1975 figura cursando materias de Ingeniería (AGH-UNC Exp. 10-75-557). Militancia
(www.colectivoepprosario.blogspot.com.ar/ 2013/03/cordoba-causas-partido-comunista.htm y Relatos...III).
233
Calafell Merlo, Orlando Germán
DF - 01/06/76
Jefatura de Policía de Corrientes (Capital)
31 años
Licenciado en Psicología (FFyH) / Psicólogo en Institutos
dependientes de la Dirección de Minoridad - Pablo Pizzurno y
Escuela de Enfermería de Cruz Roja - Córdoba (1972-1973)
PRT-ERP
Según testimonio de familiares, fue detenido cruzando el puente sobre el Río Paraná que une Chaco y
Corrientes, descartando la primera presunción de que fue secuestrado en Reconquista, Gral. Obligado,
Provincia de Santa Fe, como fuera denunciado inicialmente. En esta ciudad residía, junto con Maximiliano
Wettengel, también desaparecido, con quien fue visto por última vez en la Jefatura de Policía de la provincia
de Corrientes (testimonios). Apodo: “Pedro” (testimonios). Nacido en Río Cuarto el 25/8/44, cursó el
secundario en la escuela “Dr. Antonio Nores” de la ciudad de Córdoba de la que egresó con el título de
bachiller. En 1966 ingresó a la carrera de Psicología de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC,
donde cursó el profesorado y la licenciatura. Recibió el título de Licenciado en junio de 1971 y según consta
aprobó las materias del profesorado (ACH-FFyH, legajos; documentos de familiares y Placa homenaje de la
Facultad de Psicología). Según testimonio y documentación proporcionados por familiares, se desempeñó en
distintos Institutos de menores de Carlos Paz, Marcelo T. de Alvear y Vélez Sarsfield, dependientes de la
Dirección General de Menores, como miembro del equipo técnico móvil de la Comisión de
Desinstitucionalización de Menores y Tipificación de Institutos (1972); en el Instituto Pablo Pizzurno (1972-
1973) y en Escuela de Enfermería de Cruz Roja Filial Córdoba (1972). Militancia (testimonio de familiar).
235
Capella Mina, Carlos Mateo
DF - 03/11/76
29 años
Estudiante de Medicina (F.C. Médicas) / Practicante en Hospital
Nacional de Clínicas
OCPO
Secuestrado en su domicilio de calle 25 de Mayo 1157, Ramos Mejía, La
Matanza, provincia de Buenos Aires (ANM), junto con su esposa Juana Arzani
(Historias de vida... II). Según otras fuentes, fue secuestrado en el Hospital de Clínicas, donde hacía
prácticas médicas. Apodo: “el Nene”. Nacido en Laguna Paiva, provincia de Santa Fe, el 13/11/46, cursó el
secundario en la Escuela Nacional de esa localidad, egresando en 1964 con el título de bachiller (AFCM,
legajos). Estudios universitarios (Historias de vida...II; según esta fuente ya era médico). En Archivo de la
Facultad de C. Médicas se corroboran estudios, aunque no egreso, con ficha de inscripción en Medicina.
Ingresó en 1965 y cursó hasta 1973 inclusive (AFCM, legajos). Militancia (BDPM).
237
Carranza Gamberale, Adriana María
DF - 05/05/76
La Perla
18 años
Estudiante de Ciencias de la Información (Fac. de Derecho)
PRT-ERP
Secuestrada en pensión de Felix Frías 119, Bº Gral. Paz, ciudad de Córdoba (NM), junto con su hermana
melliza Cecilia Carranza. Nacida en San Francisco, provincia de Córdoba, el 06/07/57, cursó el secundario
en la Escuela Nacional “José de San Martín” de su ciudad natal, egresando con el título de bachiller. En
marzo de 1976 figura en lista de alumnos de la Esc. de Ciencias de la información (AGH-UNC, Exp. 42-76-
00639). Militancia (Crosetto et al. testimonios).
238
Carriquiriborde Ávila, María de las Mercedes
DF - 06/12/77
La Perla
27 años
Estudiante de Derecho (Fac. de Derecho) / Empleada en mueblería de Av. Colón (Córdoba) -
Ex empleada del CeSPI (UNPL)
PCML
Secuestrada en su domicilio de calle Monterroso Nº 4035, Bº General Artigas de la ciudad de Córdoba
(Causa Pasquini y otros). Nacida en La Plata, provincia de Buenos Aires, el 24/09/50 (EAAF-Lanús). No se
localizó su legajo en la F. de Derecho. Militancia (Causa Pasquini y otros). Ocupación en Universidad
Nacional de La Plata completada con resolución de esa casa de estudios, N° 207 del 18/03/2016. De
acuerdo con esta fuente María de las Mercedes fue designada como personal transitorio en el Centro
Superior para el Procesamiento de la Información (CeSPI), de la UNPL en enero de 1971 y en febrero de
1977 solicitó licencia sin goce de haberes. Además hace referencia a su desaparición en Córdoba y a su
militancia política.
240
Catnich Pizarro, Juan Carlos
DF - 31/08/77
El campito (Guarn. Militar Campo de Mayo)
28 años
Licenciado en Ciencias de la Educación (FFyH) / Obrero de FFCC
Mitre (Buenos Aires)
JTP - Montoneros
Secuestrado en Bº Flores, Buenos Aires, junto con su compañera Leonor R.
Landaburu (LVI). Según NM el secuestro fue en José León Suárez, San Martín, Buenos Aires, y tenía 27
años. Apodos: “Bicho” y “Caniche”. Estudios (testimonio) corroborados en legajo de Archivo de la FFyH.
Nacido en Córdoba el 05/12/49, cursó el secundario en el Instituto “Santo Domingo” en San Juan. Ingresó en
la carrera en 1970 y egresó en 1974 (ACH-FFyH). Ocupación: trabajaba en los depósitos de locomotoras y
coches de la Línea Mitre, en José León Suárez (www.argenpress.info/2010/03/ferroviarios-detenidos-
desaparecidos.html). Apodos y militancia (BDPM).
241
Chapeta Lario, Ana María Ramona (*)
DF - 27/02/76
UP1 (Córdoba) - Campo de la Ribera
33 años
Médica (UNC) / Médica del Hospital Tránsito Cáceres de Allende -
Complementación Educativa
Delegada ATSA - PRT-ERP
Secuestrada en calle Pasco, Bº Quebrada de las Rosas, Córdoba (NM), en
domicilio de una amiga. CCD: testimonio de familiares indican que, a poco de ser desaparecida, fueron
llamados de la UP1 para que le llevaran ropa limpia, pero no pudieron verla; tampoco hay registro de su
ingreso al penal. Otros testimonios hacen suponer que estuvo en C. de La Ribera. Nacida en Córdoba el
14/3/42, cursó el secundario en la Escuela Normal “Alejandro Carbó”, de la que egresó con título de maestra
normal en 1961. Ingresó a Medicina en 1962 y egresó en 1974, habiendo solicitado readmisión (AFCM,
legajos). Trabajó en Complementación Educativa. Militancia (testimonio de ex compañero).
244
Contreras Beikis Araujo, Alicia Beatriz
EJ - 12/02/77
20 años
Estudiante de Enfermería
Ejecutada en Bº Villa Urquiza, Córdoba (NM). Esposa de Raúl Ricardo Barrionuevo. Nacida en Córdoba
capital el 21/07/56 (EAAF-Lanús y RUVTE). Estudios (EAAF). No se localizó su legajo en FCM de la UNC.
245
Coy Lino, Carlos Alberto
DF - 30/06/76
La Perla
25 años
Estudiante de Derecho (Fac. de Derecho) / Empleado municipal (Inspector Municipalidad de
Córdoba)
Delegado gremial - JP
Secuestrado cerca de su domicilio en calle Italia, Villa Cabrera, Córdoba (NM). Nacido en Villa Dolores,
provincia de Córdoba, el 11/11/50, cursó el secundario en el Colegio Nacional “Dean Funes” egresando en
1972 con el título de bachiller (AMC, legajos). Ingresó a Derecho en 1973, cursó y rindió materias hasta fines
de 1975 (AFDyCS, fichas y AGH-UNC, Exp. 05/75/1919). En noviembre de 1973 ingresó a la Municipalidad
de Córdoba y fue dado de baja a partir del 01/07/76 por “inasistencias” (AMC, legajos, sumario Res. Nº
1.288). Según consta en esta resolución, pese a que el padre de Carlos Coy expuso que su hijo fue detenido
el 30/06/76 y que estaría a disposición del Tercer Cuerpo de Ejército, se consideró que no había “ningún
elemento de juicio que desvirtúe la calificación de ‘injustificadas’ para tales inasistencias”, por lo que se
calificó de “abandono del servicio como causal de cesantía”, lo que fue confirmado en marzo de 1978 por el
intendente de facto (AMC, Decreto Nº 4.449), apoyado en el dictamen Nº 854 de la Dirección de Sumarios, al
sostenerse que su detención era un “hecho que no se puede dar por cierto cuanto no se acredita
fehacientemente”. Militancia (Relatos de amores...III).
257
Escobar López, Marcelo Enrique
EJ - 07/05/76
La Perla
22 años
Estudiante (UNC)
OCPO
Secuestrado en su domicilio de Bº Alberdi el 25/03/76. Ejecutado en la vía pública (secc. 11ª), Córdoba (NM),
entregaron los restos a sus padres. Nacido en Santiago del Estero el 15/08/53 (EAAF-Lanús). Militancia
(www.apm.gov.ar/presentes).
258
Ejecutado en la vía pública, La Calera, provincia de Córdoba (NM). Secuestrado en Benielli 2144, ciudad de
Mendoza, cuando se dirigía desde su domicilio al Hospital Militar, donde estaba realizando el servicio militar
obligatorio. Luego fue conducido a Córdoba, al CCD La Perla. Retirado de allí junto con Ortman y ejecutado
en simulacro de enfrentamiento (Causa Romero y otros, 2010). Estudios y otra información establecidos a
partir documentación de Archivo de la FCM. Nacido en Godoy Cruz, Mendoza, el 20/09/53. Cursó el
secundario en la Escuela “José Agustín Maza”, de Mendoza, egresando en 1972 con el título de bachiller. Se
inscribió en Psicología en 1973 y cursó hasta 1974 inclusive (ACH-FFyH, legajos). Militancia (BDPM).
259
Estudiante de Derecho (Fac. de Derecho) / Empleado Municipalidad de Córdoba (inspector de
tránsito 1969-1975) - Municipalidad de Balnearia y en la Empresa Constructora Santa Lucía
SRL
Director del periódico partidario “Respuesta de la Clase Obrera al pueblo” - OCPO
Secuestrado en Capital Federal el 21/04/1977 (NM). Asesinado en Monte Grande, Esteban Echeverría,
Buenos Aires, junto con otras 15 personas, entre ellas Ciuffo Daniel, Goldín Rodolfo, Gasparini Nelo A. y
Oviedo Catalina, detenidas en el CCD El Vesubio y asesinadas en la misma fecha en un supuesto
enfrentamiento conocido como “la masacre de Monte Grande”. Sus restos fueron inhumados como NN en el
Cementerio de Monte Grande (BDPM y otras fuentes). Apodo: “El Zorro”. Nacido en Balnearia, San Justo,
provincia de Córdoba, el 17/11/47 (EAAF-Lanús), cursó parte del secundario en Instituto “Juan Bautista
Alberdi”, de esa localidad. Ingresó a Abogacía en 1966, cursó y aprobó materias hasta 1969 inclusive. La
ficha registra domicilio en Balnearia, provincia de Córdoba (AFDyCS, fichas). Ingresó a la Municipalidad de
Córdoba en 1969 como inspector municipal, desempeñándose hasta 1971; reingresó en 1973 y renunció en
septiembre de 1975 (AMC, legajos). En esta fuente registra trabajo anterior en la Municipalidad de Balnearia
y en la Empresa Constructora Santa Lucía SRL. Militancia (BDPM).
261
Fernández Gil, Raúl Eduardo
DF - 27/03/76
22 años
Estudiante de Geología (F. C. Exactas)
Secuestrado en su domicilio de calle Jerónimo Luis de Cabrera 63, Bº Alta
Córdoba, ciudad de Córdoba (NM y RUVTE). Se infiere, por coincidencia de
domicilio, fecha y apellido que fue secuestrado junto a su padre Héctor
Fernández, también desaparecido. Nacido en Huinca Renancó, Gral. Roca,
Córdoba, el 21/02/54. Cursó el secundario en la Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano”, de donde
egresó en 1973 con los títulos de bachiller y perito mercantil. En 1974 ingresó al Doctorado en Ciencias
Geológicas (ACH-FCEFyN, legajos) y figura en registro de alumnos de la F. de C. Exactas del 30/10/75
(AGH-UNC, exp. 10-75-5570, f.19).
267
Asesinada en calle Italia al 1900, frente a comisaría, San Isidro-Martínez, provincia de Buenos Aires (NM,
Relatos…III y RUVTE). Apodo: “la Gringa”. Esposa de Juan E. Ledesma, desaparecido en 1975 (ver su
registro). Nacida en Colazo, provincia de Córdoba, el 11/09/46, cursó el secundario en escuela “José
Ingenieros” y terminó en el Instituto del Rosario de Villa María, egresando en 1965 con los títulos de bachiller
y perito mercantil (ACH-FFyH, legajos). Estudios universitarios (testimonio del hermano Héctor Rodolfo en
www.trapalanda.bn.gov.ar/jspui/handle/123456789/15609) corroborados en archivo de la FFyH: se inscribió
en Psicología en 1970, aunque cursó pocas materias (ACH-FFyH, legajos). Militancia (BDPM, registro 2.322
y Relatos....III).
269
Garbiglia Giraudo, Alberto Armando
DF - 01/77
La Perla
23 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas)
PRT-ERP
Secuestrado en Córdoba (NM) en pensión de Bº Alto Alberdi. Apodo: “Pato”.
Nacido el 05/07/53 en Santa Eufemia, Dpto. Juárez Celman, provincia de
Córdoba, cursó el secundario en el Colegio “La Salle” de Córdoba y en el Instituto M. Belgrano de Santa
Eufemia, de donde egresó en 1970 con el título de perito mercantil. Ingresó a Medicina en 1971 y cursó
hasta1975 (AFCM, legajos). Jugador de fútbol del Club Rural Los Patos de Santa Eufemia. Militancia y otra
información (www.anteriores.eldiariocba.com.ar/ ~diariweb/anteriores/2006/febrero/26).
271
(AECI, legajos) empleado en oficina técnica (AGH-UNC Exp. 42-76-00639). Militancia (www.apm.gov.ar/
presentes).
274
Gigena Torres, Enriqueta Amelia
EJ - 20/11/74
23 años
Estudiante de Agronomía (F. C. Agropecuarias) y Ciencias de la
Información (Fac. de Derecho)
PRT-ERP
Ejecutada en Av. Patria esq. Armenia, Córdoba (NM), junto con Miguel Ángel
Bazán Hruby, Pedro José Benitez y Carlos Fabián Quiroga (BDPM, registro
9.700, consulta el 22/7/15; La Nación, Clarín y LVI 21/11/74). Según testimonios, los cuatro fueron rodeados
por siete patrulleros, entregaron sus armas y con los brazos en alto y de cara contra la pared fueron fusilados
con una ráfaga de ametralladora (Estrella Roja, Nº 46, 23/12/74). Apodo: “Luisa”. Nacida el 26/01/52 en
Almafuerte, provincia de Córdoba, cursó el secundario en el colegio Nacional de Alta Gracia. Estudios de
Agronomía establecidos en ficha de inscripción (s/f) en F. de C. Agronómicas (AFCA, legajos). Se inscribió
en Ciencias de la Información en 1972 (AECI, nómina de inscriptos, s/f). Militancia (Estrella Roja, Nº 46,
23/12/74 y Relatos de amores… II).
275
Godoy Gutiérrez de Cruspeire, Rosa Cristina
DF - 10/09/77
La Perla
23 años
Asistencia Social / Ama de casa
Montoneros
Secuestrada en su domicilio de calle Elpidio Gozález 2071, ciudad de Córdoba (NM y Causa Romero). La
fecha consignada por NM (10/09/76) difiere de la aportada por familiares. Secuestrada en la misma fecha
que su esposo Carlos Cruspeire (Relatos... II). Nacida en Villa Mercedes, San Luis el 05/10/53 (EAAF-Lanús
y RUVTE). Cursó el secundario en el Instituto “Nuestra Señora de la Merced”, de Caseros, provincia de
Buenos Aires (www.memoria.telam.com.ar/noticia/lamerced-caseros--homenaje-a-estudiantes-desaparecidos
_n4568). Estudios universitarios (EAAF) no confirmados en la UNC. Militancia (Baschetti).
279
González Velarde, Juan Carlos
DF - 26/03/76
UP1- La Perla
32 años
Abogado (UNC) / Abogado - Empleado del Poder Judicial de Córdoba
VC
Secuestrado en su domicilio de calle Urquiza 450, dpto. 12, ciudad de Córdoba (NM y RUVTE).Nacido en
Salta el 19/12/43 (EAAF-Lanús). En 1975 figura cursando materias de Abogacía (AGH, Exp. 05-75-1919, f.
104). Estudios corroborados en fichas de historia académica de Egresados: ingresó en 1969 y se recibió de
abogado a fines de 1975 (AFDyCS). Ocupación completada con (Ortiz, 2011 y Pasos que no se pierden,
2017). Según esta última fuente, ingresó a Tribunales en agosto de 1971 donde trabajó en el Juzgado Civil y
Comercial de 8ª Nominación; fue cesanteado por no prestar servicios desde el 29/03/76. Militancia (Ibíd.)
280
Gramajo Santillán, Leticia
EJ - 22/09/76
24 años
Estudiante
Ejecutada en su domicilio de Ayacucho 319, ciudad Córdoba, durante un allanamiento (NM y RUVTE).
Nacida en ciudad de Córdoba el 12/06/52 (EAAF-Lanús y RUVTE).
283
Heinz Sainz, Ana María del Valle (*)
DF - 21/05/76
30 años
Estudiante de Ciencias de la Información (Fac. de Derecho) y de
Cine en la Escuela de Artes (UNC) / Técnica del Consejo Profesional
de Ingeniería y Arquitectura, Ministerio de Economía de la Provincia
de Córdoba
PRT-ERP
Secuestrada en su domicilio de Las Flores, Buenos Aires (NM y RUVTE). Según testimonio fue secuestrada
en la calle Mariano Moreno 654 de la ciudad de Córdoba, junto con su pareja Roberto Curtino, también
desaparecido, pero es probable que el recuerdo refiera a una detención anterior (CDA, ver fotos). La misma
fuente indica estudios en la carrera de Cine de la UNC, corroborados en legajo de alumnos. Nacida en
Córdoba el 03/04/46, cursó parte del secundario en el Instituto “Ntra. Sra. del Huerto” en Capital Federal y en
Jesús María; lo concluyó en 1971, en el Instituto Privado “Domingo F. Sarmiento” con el título de bachiller. Se
inscribió en la licenciatura en Cinematografía en 1971 y cursó hasta 1972 inclusive (AEA, legajos). En 1973
se inscribió en la ECI, donde cursó y aprobó materias hasta 1974 inclusive (AECI, nómina de inscriptos s/d,
legajos). El 02/07/76 fue dejada cesante en su cargo en planta permanente de “Visador de planos “A”, de la
Secretaría de Estado de Obras y Servicios Públicos, a partir del 16 de mayo de 1975, por aplicación del art.
60 a) de la ley 5719 (AGPC, Decreto Nº 1495). Militancia (testimonio y CDA).
284
Secuestrado en Córdoba (NM). Nacido en La Rioja el 18/11/44 (EAAF-Lanús). Estudios (Pedano). No se
localizó documentación en F. C. Económicas. Militancia (Megacausa).
285
Huarte Martínez, Susana Noemí
DF - 06/05/76
21 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas)
PRT-ERP
Secuestrada en su domicilio de Antonio Navarro 55, Bº Alberdi, ciudad de
Córdoba, en el mismo lugar que su pareja Alejandro Alberto Jeréz (ver su
registro). Embarazada de 2/3 meses (NM y BDPM). Estudios confirmados en
legajos de alumnos de la FCM. Nacida en Córdoba capital el 07/02/55, cursó el secundario en la Escuela
Normal Superior “Dr. Agustín Garzón Agulla” y concluyó en la Esc. “Alejandro Carbó” en 1971 con el título de
bachiller. Ingresó a Medicina en 1972 y cursó hasta 1975 (AFCM, legajos). Militancia (BDPM).
287
Irazuzta Maffrand, María Eugenia
EJ - 30/04/76
D2
28 años
Estudiante del Profesorado de Inglés (Escuela de Lenguas) /
Trabajaba en taller de cerámica junto con su madre
VC - PCR
Secuestrada en Carlos Paz el 24/04/76 y ejecutada en el D2 (NM), junto con
Daniel Bártoli y Víctor Chiavarini, en un fraguado intento de fuga. Según RUVTE el secuestro fue en Dean
Funes 637, ciudad de Córdoba. Apodo: “Ivonne”. Nacida el 24/12/48 en Hernando, Río Tercero, Córdoba. Se
inscribió en el Profesorado de Inglés en 1970 y se reinscribió en 1972 (AFL, legajos). En noviembre de 1975
figura en listado de alumnos de 3er año de la carrera de Inglés (AGH-UNC, Exp. 16-75-0801, f. 24). La fecha
de nacimiento es la consignada en el legajo de AFL (EAAF-Lanús indica 24/12/47). Militancia (testimonio S.
Ortiz, www.pcr.org.ar/nota/partido/mar%C3%AD-eugenia-irazusta-29/04/14 y www.crdelcomunismorevolu
cionario.blogspot.com.ar/2015/04/maria-eugenia-irazusta-presente.html).
290
Koncurat Zulovich, Mario Lorenzo
DF - 03/12/76
ESMA
27 años
Estudiante de Historia (FFyH) - ex estudiante de Derecho (F. de
Derecho)
FAR - Montoneros
Secuestrado en Capital Federal junto con su esposa Claudia Josefina Urondo.
Apodo: “Sebastián” o “Jote” (NM y BDPM). Al parecer se resistió a su detención porque testigos afirman que
llegó muerto a la ESMA (Baschetti). Nacido en Buenos Aires el 19/02/48, residió en General Pico, La Pampa.
Cursó parte del secundario en dicha localidad y lo concluyó en la escuela Manuel Belgrano de Castex,
egresando en 1966 con el título de bachiller. Se inscribió en la carrera de Historia en 1970, consignando
haber abandonado estudios de Derecho en la UNC (ACH-FFYH); se corrobora en su historia académica que
ingresó en 1967 y cursó hasta 1968 inclusive (AFDyCS, fichas). Según testimonio de un familiar no
corresponde el segundo apellido Stozia consignado en NM; era el nombre de pila de la madre, cuyo apellido
es Zulovich (Diario del Juicio a las Juntas, Nº 19). Militancia (BDPM y Baschetti).
291
estar empleada de dibujante en un estudio de Arquitectura (AFAU, legajos y Arquitectos que no fueron).
Militancia (Baschetti).
292
Ejecutada en la ciudad de Córdoba frente al colegio Manuel Belgrano en el Bº Clínicas. Fue secuestrada el
27/03/1976 en calle J. L. de Cabrera 63, Córdoba, junto con su pareja Hugo O. López, Mario L. Finger y José
H. Gutierrez (Causa Romero y otros, 2010). Apodos: “Nene” y “Gaita” (NM). Estudios y ocupación (EAAF).
Estudios confirmados en legajos de la FCM. Nacida en Mercedes, provincia de San Luis, el 25/07/49, cursó
el secundario en el colegio “Sagrado Corazón” de esa ciudad y egresó en 1966 con el título de maestra
normal. Ingresó en Medicina en 1970 y cursó hasta 1975 (AFCM, legajos). Ocupación: el 05/09/74 fue
designada por la Secretaría de Estado de Salud Pública como practicante-becaria en la Maternidad
Provincial (AGPC, Decreto Nº 4405; Diario del Juicio, día 199). Militancia (Megacausa; Diario del Juicio y
testimonio).
294
Ledesma Vera, Juan Eliseo
DF - 08/12/75
El Campito (Guarn. Militar Campo de Mayo)
25 años
Estudiante de Química Industrial (UTN?) o Ingeniería Química (UNC?) / Obrero Fiat Concord
Delegado gremial SITRAC - PRT-ERP
Secuestrado en restaurante “Las Tortuguitas”, Buenos Aires (NM). Una investigación reciente da cuenta que
su captura se produjo en calle Casacuberta 6141, Wilde, Avellaneda, provincia de Bs. As., junto a otros 10
militantes del PRT-ERP, el 7 de diciembre 1975 (Ragendorfer, 2016:210-211). Esposo de Noemí Fransicetti
(Relatos… III). Apodo: “Comandante Pedro”. Nacido el 11/07/50, cursó el secundario en la Escuela Técnica
“Ing. Cassaffousth”; edad, estudios y ocupación (testimonio de familiar). No se localizó su legajo en archivos
universitarios. Militancia (BDPM y testimonio de familiar).
López, Juan
EJ - 15/09/75
Estudiante de Economía
(LVI y Resumen de noticias, www.arteuna.com/convocatoria_2005/del70al76/Violencia-75/.)
301
Secuestrado en su domicilio de Av. Maipú 267, Córdoba. Apodos: “Mamón”, “Cacho” o “Ramón” (NM). Según
el listado de Gonzalo Pedano la fecha de secuestro es 03/05/1977. Su pareja, Elena Feldman, fue
secuestrada y desaparecida a fines de abril (ver su registro). Nacido en Río Cuarto, provincia de Córdoba, el
27/02/53 (EAAF-Lanús y www.telediariodigital.net, 23/3/2006); cursó el secundario en el Colegio Nacional de
esa ciudad. En 1975 figuraba cursando materias de Abogacía (AGH-UNC, Exp. 05-75-1919). Estudios
corroborados en fichas de historia académica de la FDyCS. Ingresó en 1974 y cursó materias hasta 1975
inclusive (AFDyCS, fichas). Según la fuente, militaba en el PRT o en la OCPO (BDPM, registro 5.281 y Diario
del Juicio, causa Romero, alegatos fiscalía, día 302).
304
comercio como empleado administrativo y luego en la Dirección de Construcciones de la UNC (AECI,
legajos). Militancia (www.apm.gov.ar/presentes).
305
Luque Torres de Calloway, María Teresa
EJ - 27/09/76
23 años
Licenciada en Letras (FFyH) - Estudiante de Ciencias de la
Información (F.Derecho) / Secretaria en Bols
Acción Católica - Trabajo barrial - Montoneros
Ejecutada en su domicilio de calle Catamarca 1981, Bº Gral. Paz, Córdoba
(NM y testimonios); en la misma fecha y lugar que fue secuestrado su esposo
Patricio Calloway. Estudios (EAAF) corroborados en archivo de la FFyH. Nacida en Córdoba capital el
07/01/53, cursó el secundario en la escuela “Nuestra Madre de la Merced” de la que egresó en 1970 con el
título de bachiller. Se inscribió en la carrera de Letras Modernas en 1971 (ACH-FFyH, legajos). Ocupación y
militancia (testimonio de familiares).
306
Maero Dalmasso, Mabel Verónica
DF - 10/07/78
El Banco - El Olimpo
23 años
Estudiante de Ciencias Químicas (F.C. Químicas) / Empleada de
Tapicería Berlín
OCPO
Secuestrada presumiblemente en Bº Caballito, Capital Federal. Apodos:
“Cristina” y “Cordobesa” (NM). Nacida en Córdoba capital el 28/03/55, cursó el secundario en el colegio
“Ntra. Sra. del Sagrado Corazón”, del que egresó en 1972 con el título de perito mercantil. En 1973 se
inscribió en el Ciclo Básico de la Facultad de Ciencias Químicas, en 1975 figura en listado de alumnos y
rindió la última materia el 4/3/77 (AFCQ, legajos y AGH-UNC, Exp. 15-75-3197). Ocupación y militancia
(BDPM, registro 5741).
308
Manghesi Mugica, Eduardo Luis
DF - 16/03/76
La Perla
24 años
Estudiante de Cs. Económicas (F. C. Económicas)
CURS - OCPO
Secuestrado en Córdoba en su domicilio, sin especificar dirección. Apodo:
“Arturo” (NM). Nacido en La Rioja el 20/12/51, cursó el secundario en la
Escuela Nacional de Comercio de esa ciudad egresando en 1969 con el título de perito mercantil. Se
inscribió en la carrera de Contador Público en 1970 y en 1973 también en la Licenciatura en Economía.
Cursó y rindió materias hasta el 28/11/75 y se inscribió para el año académico 1976 (AFCE, legajos). Para
esta fecha consignaba en su legajo domicilio en calle Fructuoso Rivera 595, Bº Güemes, Córdoba. Militancia
Megacausa).
309
Marinelli Vita, Juan
EJ - 20/03/75
19 años
Estudiante de Ingeniería (?)
PRT-ERP
Ejecutado en la vía pública, calle Galeotti y vías del FFCC (Secc. 7º), ciudad de Córdoba (NM), junto con
Eliseo Gaboto (www.arteuna.com/convocatoria_2005/del70al76/Violencia-75/).Nacido en Chacabuco,
provincia de Buenos Aires, el 09/07/55 (EAAF-Lanús y www.radiosobrenivel.com.ar/). No se localizó su
legajo en la FCEFyN. Militancia (www.archive.org/stream/Revista_Estrella_Roja/EstrellaRoja-52_djvu.txt).
310
Ejecutado en Mariano Larra y Av. Sagrada Familia, Parque Autóctono, Córdoba, junto con Hebe Sol Real y
Ricardo Rustán (NM, CDA y testimonios). El diario Córdoba del 2/10/74 reproduce el relato del jefe de policía
sobre el hecho. Nacido el 01/09/46 en ciudad de Córdoba (RUVTE). Se registra su número de legajo (G.
4566) en libros de ingreso de la FCE, pero no se halló la documentación correspondiente. Militancia
(www.ruinasdigitales.com/revistas, Estrella Roja Nº 43 4/11/74). Según esta fuente Márquez y sus
compañeros se habían rendido.
315
Secuestrada en su domicilio de calle Pedro Costa Molina 681, 1º piso dto. 2, Bº Iponá, ciudad de Córdoba
(NM y RUVTE). Nacida San Luis el 08/04/57 (EAAF-Lanús). Estudios (Pedano), no se localizó su legajo en
FCEFyN, sin embargo figura en nómina de ingresantes a dicha Facultad en 1975 (AGH UNC, Exp. 10-75-
557, 29/10/75). Militancia (Memoria de la JUP).
318
Morandini Huespe, Néstor Luis
DF - 18/09/77
ESMA
22 años
Estudiante de Agronomía (F. C. Agropecuarias) y Ciencias de la
Información (Fac. de Derecho)
JUP
Secuestrado en Capital Federal, en la vía pública (NM), el mismo día que su
hermana Cristina y su compañera Alicia María Hobbs (BDPM; ver su registro). Apodos: “Lana”, “Lanita” y
“Titón”. Nacido el 13/08/55 en Deán Funes, Ischilín, provincia de Córdoba, cursó el secundario en el Instituto
“Ricardo Rojas”, del que egresó con el título de bachiller; en 1975 ingresó a la carrera de Ingeniería
Agronómica (AFCA, legajos y biblioteca). Estudios confirmados en registro de alumnos de la Fac. de
Agronomía del 24/12/75 (AGH-UNC). No está confirmado que haya estudiado en la ECI. Según BDPM, cursó
parte del secundario en la Escuela Normal “Dr. Agustín Garzón Agulla”. Militancia (Memoria de la JUP).
321
Moyano Suárez, José Daniel
DF - 03/04/76
21 años
Estudiante de Periodismo / Soldado conscripto
Secuestrado del Regimiento de Infantería Aerotransportada 14, Córdoba (NM). Apodo: Gustavo. Nacido
11/03/1955 en Río Ceballos, provincia de Córdoba (EAAF-Lanús). Estudios de periodismo
(www.sierraschicasplus.com.ar/index.php/28-parque-de-la-memoria) dato aún no corroborado.
323
Navarro Iriarte, Elba Rosa (*)
DF - 16/08/76
D2 - La Perla
31 años
Licenciada en Psicología (FFyH) / Profesora en el Inst. Prov. Hipólito
Irigoyen
Delegada Departamental UEPC - OCPO
Secuestrada en su domicilio de calle Leopoldo Marechal 58, Bº Villa Azalais,
Córdoba, embarazada de un mes (NM y RUVTE). Nacida en Alta Gracia, provincia de Córdoba, el 21/12/44,
cursó el secundario en la escuela Normal Superior “Dr. Agustín Garzón Agulla” de la que egresó en 1963 con
el título de maestra normal. En 1964 se inscribió en Psicología y egresó en 1972 (ACH-FFyH, legajos).
Militancia y otra información (www.abuelas.org.ar/caso/moyano-navarro-100).
324
Núñez Audisio, Alberto José
DF - 27/07/76
21 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas) / Practicante Hospital San
Roque
JUP
Secuestrado en Hospital San Roque, ciudad de Córdoba (NM y RUVTE).
Nacido en Córdoba capital el 08/02/55, cursó el secundario en el Colegio
Nacional de Monserrat del que egresó en 1972 con el título de bachiller. Ingresó en Medicina en 1972; para
esa fecha residía en Romagosa 329, Bº Colinas de V. Sarsfield (AFCM, legajos). Militancia (Memoria de la
JUP).
325
O'Kelly Pardo, Elsa Mónica
DF - 21/04/76
18 años
Estudiante de Arquitectura (FAU)
JG - PRT-ERP
Secuestrada en su domicilio de calle San Alberto 860, Bº San Vicente,
Córdoba (NM y RUVTE). Nacida en Córdoba 16/07/57, cursó el secundario en
el Instituto “Santa Margarita de Cortona” de Bº San Vicente, egresando en
1974 con el título de bachiller; en 1975 ingresó en Arquitectura y se reinscribió en 1976 para cursar el ciclo
básico (Arquitectos que no fueron y FAU, legajos). El domicilio consignado es el que figura en su matrícula
de inscripción (AFAU, legajos). En noviembre de 1975 figuraba en listado de alumnos matriculados en el
Nivel I (AGH-UNC, exp.13.75-3034). Militancia (Arquitectos...).
327
inscripto en la carrera de Ingeniería Mecánica Aeronáutica, en la misma Facultad, indicando que la
continuaba estudiando (ACH-FCEFyN, legajos). DNI 10.543.137, en NM y
EAAF-Lanús no consta su Nº de documento, pero coinciden el lugar y la fecha de nacimiento. Domicilio:
Artigas esq. Montevideo, Bº Observatorio (ibíd., legajos). Ocupación y militancia gremial (www.apm.gov.ar/
presentes).
328
Paviolo). Estudios de psicopedagogía (EAAF), no confirmados en legajos de FFyH. Militancia (Britos y
Paviolo).
329
Pasatir Koval, Celia Flora
DF - 05/04/76
El Campito (Guarn. Militar Campo de Mayo)
44 años
Estudiante de Letras (UNT - FFyH UNC) ex estudiante de Química
(F. C. Químicas)
Montoneros
Secuestrada en su domicilio de calle 4 e/Cantilo y Calle 13, City Bell, La Plata,
provincia de Buenos Aires (NM y RUVTE), junto con su esposo Gastón Robles (Historias de vida… II).
Nacida en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, el 22/04/31, cursó el secundario en el Liceo Nacional
de Señoritas Nº 2 “Amancio Alcorta” de Capital Federal, egresando en 1949 con el título de bachiller. Según
su legajo de la UNC se estableció en Tucumán de donde eran originarios sus padres y se inscribió en la
carrera de Letras de UNT donde rindió varias materias. Luego se trasladó a Córdoba y en 1966 se inscribió
en Letras Modernas de la FFyH de la UNC, donde le reconocieron materias de la UNT, y cursó hasta 1970
inclusive. En 1968 se reinscribió en la carrera de Filosofía, aunque no rindió ninguna materia. En su matrícula
de inscripción en Letras de 1966 consignó haber
iniciado y abandonado la carrera de Química (ACH-FFyH, legajos). Militancia (BDPM).
330
Secuestrada en su domicilio de calle Andrés Lamas 3116, Bº Bajo Palermo, Córdoba (NM y RUVTE). Nacida
en Córdoba capital el 16/12/51, cursó el secundario en la escuela “Padre Claret”, de la que egresó en 1969
con los títulos de bachiller y perito mercantil. Ingresó a la carrera de Contador Público en 1970; figura en
listado de alumnos de la FCE de octubre de 1975, rindió materias hasta el 2/12/75 y se inscribió en el año
académico 1976 (AFCE, legajos y AGH UNC, exp.). Militancia (Megacausa).
332
Secuestrada en Av. Sagrada Familia, cerca del vado, ciudad de Córdoba (NM y RUVTE), junto con su
esposo Diego A. Ferreyra. Según nómina HAC el segundo apellido es Navarro, no Mugetti como figura en
NM. Apodo: “Pohebe”. Nacida en Córdoba el 31/01/53 (EAAF-Lanús). No se localizó documentación en
FDyCS. Ocupación (EAAF). CCD y militancia (Relatos... III y Diario del Juicio, alegatos, día 278).
338
Pucheta Leal de Suárez, Elva Rosario
DF - 25/05/76
39 años
Licenciada en Cine - Escuela de Artes (UNC) - estudiante de
Ciencias de la Información y ex estudiante de Derecho (F. de
Derecho) / Docente UNC y en nivel medio
PRT-ERP
Secuestrada en su domicilio de calle Santa Rosa 68, Bº Ñu Porá, Río
Ceballos, provincia de Córdoba (NM y RUVTE), junto con su esposo Raúl Ernesto Suárez (ver su registro).
Nacida el 28/05/37 en Montecristo, Córdoba, residía en Río Ceballos. Cursó el secundario en el colegio
“Ntra. Sra. de la Merced” en Córdoba y se recibió de maestra en 1954. En 1955 ingresó a Abogacía y cursó
hasta 3º año inclusive (AFDyCS, fichas). En 1968 ingresó a la Licenciatura en Cinematografía (Archivo
Romero - CTL y AEA). En 1972 se inscribió en Ciencias de la Información consignando haber concluido la
carrera de Cine; declaraba también ser Ayudante alumna en la UNC y profesora en un colegio secundario
(AECI, legajos). Se corrige Elba por Elva según se registra en fichas y legajos. Militancia (BDPM).
339
Pujadas Badell, María José Isabel Rosa
EJ - 14/08/75
18 años
Estudiante de Historia (FFyH)
JUP
Secuestrada en su domicilio, Ruta Nac. Nº 9 km. 5, B° Guiñazú, camino a
Jesús María; ejecutada por el CLA en las adyacencias del autódromo de Alta
Gracia, provincia de Córdoba (NM), junto con sus padres José María Pujadas
Valls, Josefa Badell, su hermano José María Pujadas y su cuñada. Nacida en Córdoba capital el 06/09/56,
cursó el secundario en el Instituto “Nuestra Señora” del que egresó en 1973 con el título de bachiller; en 1974
se inscribió en la carrera de Historia (ACH-FFyH, legajos). Militancia (Megacausa).
340
Rabuñal Pereyra, María Haydee (*)
EJ - 03/08/75
26 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas) / Practicante Hospital de
Niños y Maternidad Provincial (Córdoba)
FAL
Ejecutada en Adrogué, provincia de Buenos Aires (NM). Estudios, ocupación y
militancia (Relatos… III). Estudios y otra información confirmados en legajos
alumnos FCM. Nacida en Córdoba, el 06/10/48, residió y cursó el secundario en Paraná, Entre Ríos, en la
Escuela Normal Nacional “José María Torres” de la que egresó en 1966 con el título de maestra normal.
Ingresó a Medicina en 1966. La ficha registra cambios de domicilio en Córdoba hasta fines de 1973 (AFCM,
legajos).
341
Real Meiners de Daura, Hebe Sol
EJ - 01/10/74
23 años
Estudiante de Filosofía y Ciencias de la Educación (FFyH) /
Comerciante
PRT-ERP
Ejecutada en Parque Autóctono, Bº Cerro de las Rosas, Córdoba (NM), junto
con Luis Márquez y Ricardo Rustán (testimonios y CDA); estaba embarazada
de 4 o 5 meses. Apodo: “Laura”. Esposa de José Luis Daura, asesinado en 1975 (ver su registro). Nacida en
la ciudad de Córdoba el 26/07/51, cursó el secundario en el “Instituto G. M. Zuviría” de esta ciudad,
egresando en 1969 con el título de perito mercantil; en 1973 se inscribió en C. de la Educación, consignando
que continuaba estudiando Filosofía en la misma Facultad (ACH-FFyH, legajos). Ocupación (BDPM).
Militancia (www.ruinasdigitales.com/revistas, Estrella Roja Nº 43 4/11/74), Según esta fuente Hebe Real y
sus compañeros se habían rendido.
342
Renedo Weissbein, Eduardo Lucio (*)
DF - 19/03/76
25 años
Estudiante de Ciencia Política (UCC) y de Filosofía (FFyH - UNC)
UEPC - TERS - AES - Montoneros - OCPO
Secuestrado en su domicilio de Andrés Lamas 763, Bº de Flores, Capital
Federal (NM). Esposo de María Inés Assales. Nacido en la ciudad de Córdoba
el 16/06/50, cursó el secundario en el Colegio Nacional de Monserrat,
egresando con el título de bachiller en 1968. En 1970 ingresó a la carrera de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales de la UCC, donde cursó y rindió materias hasta 1972 inclusive (AUCC, legajos). En 1970 se
inscribió también en la carrera de Filosofía de la UNC (ACH-FFyH, legajos). Otras fuentes indican estudios
de Inglés, pero testimonio de familiar directo permite descartar esta información. Militancia política
(testimonio de familiar y otras fuentes).
343
Reynoso Fernández, Jorge Alfredo
DF - 01/12/76
La Perla
34 años
Estudiante de Geología (F. C. Exactas) / Empleado Ministerio
Educación Provincia de Córdoba, Villa Dolores - Preceptor en
escuela nocturna
Delegado SEP
Secuestrado en Av. San Martín esq. Juan José Paso, Villa Dolores, provincia de Córdoba (NM). Apodo:
“Flelo”. Nacido en Villa Dolores, provincia de Córdoba, el 07/09/42, cursó el secundario en la Escuela Normal
Mixta “Dalmacio Vélez Sarsfield” de esa localidad, egresando con el título de maestro normal. En 1965 se
inscribió en el Doctorado en Ciencias Geológicas, que habría abandonado (ACH-FCEFyN, legajos).
Militancia gremial (Megacausa).
345
Rodríguez Burgos, Luis Cristóbal
DF - 02/04/76
La Perla
25 años
Estudiante de Ingeniería (F. C. Exactas)
PRT-ERP
Secuestrado en su domicilio de calle Sarmiento 2079, Bº Los Plátanos, ciudad
de Córdoba (NM). Nacido en Córdoba el 25/08/50, cursó el secundario en
“Escuelas Pías” y egresó en 1967 con el título de bachiller. En 1968 se inscribió en la carrera de Ingeniería
Eléctrica - Electrónica (ACH-FCEFyN, legajos). En octubre de 1975 figura en listado de alumnos de
Ingeniería (AGH-UNC, Exp. 10-75-557). Militancia (BDPM, registro 7.500).
346
carrera (AGH-UNC, exp.13.75-3034). Esta fuente lo nombra como Darío en lugar de David, pero el resto de
los datos coinciden.
347
Romanutti Antonietti, Daniel Oscar
DF - 10/11/77
La Perla
23 años
Estudiante de Ciencias de la Información (UNC) - ex estudiante de
Ingeniería (Fac.de Ciencias Exactas) / Empleado Banco de Córdoba
(Suc. Colonia Caroya)
Secuestrado en el trayecto Colonia Caroya - Córdoba (NM). Nacido en Jesús
María, provincia de Córdoba, el 13/07/54, cursó el secundario en la escuela D. F. Sarmiento de esa localidad
y egresó en 1971 con el título de bachiller. En 1973 ingresó en Ciencias de la Información; en la misma ficha
declaraba haber abandonado Ingeniería (AECI, legajos). En marzo de 1976 figura en lista de alumnos de la
ECI (AGH-UNC, Exp. 42-76-00639).
348
a la carrera de Psicología en 1967. Por haber estado detenida entre 1971 y 1973 solicitó la reincorporación
para continuar los estudios (ACH-FFyH, legajos). Ocupación y militancia (Crosetto et al.).
350
AFAU, legajos); en 1975 figura en listado de alumnos matriculados en el Nivel II (AGH-UNC, exp.13.75-
3034).
353
Según testimonios, también trabajó en el Frigorífico Mediterráneo. Militancia (Arquitectos que no fueron y
testimonio materno).
356
Schapira Daskal, Daniel Marcelo
DF - 09-10/04/77
ESMA - Coordinación Federal - La Perla
26 años
Estudiante de Derecho (Fac. de Derecho) - ex estudiante de Derecho (UBA) / Deportista
(tenista) - Profesor de Tenis
JUP
Secuestrado en Av. San Juan y Boedo, Bº Boedo, Capital Federal. Apodo: “Tano”; CCD (NM y RUVTE).
Según Baschetti fue perseguido y baleado en Córdoba por las fuerzas represivas en 1976 y logró huir herido
a Buenos Aires. Esposo de Andrea Yankilevich, también desaparecida. Nacido en Capital Federal el
18/10/50 (EAAF-Lanús). Estudió Derecho y militó en Córdoba entre 1975 y 1976 aprox. (testimonio ex
compañero). Otras fuentes indican que inició sus estudios de Abogacía en la UBA, donde se habría
desempeñado como ayudante de la cátedra de Derecho Constitucional a cargo de R. Ortega Peña y E. L.
Duhalde (www.desaparecidos.org/arg). Estudios en la UNC no confirmados. Militancia (Baschetti y Memoria
de la JUP).
362
Suárez Forne, Osvaldo Ramón
DF - 08/01/76
D2 - Campo de La Ribera
28 años
Estudiante de Medicina (F. C. Médicas) / Viajante de fábrica de ollas
Montoneros
Secuestrado en su domicilio de calle 9 de Julio 679, 4º A, ciudad de Córdoba
(NM), por el CLA, junto con su esposa Silvia Ferrari, Humberto Annone y
Manuel Cohn (Baschetti y Megacausa). CCD (López de Filoñuk). Nacido en Córdoba el 29/08/47, cursó el
secundario en el Colegio Nacional de Monserrat, egresando en 1966 con el título de bachiller. Se inscribió en
Medicina en 1966; su ficha registra cambios de domicilio hasta 1968 inclusive; el mismo que el consignado
por su hermana Silvia Suárez –Urquiza 358, Bº Alberdi– (AFCM, legajos). Militancia (Megacausa y Diario del
Juicio, día 293).
363
Cursó el secundario en la Escuela Superior de Comercio “Jerónimo Luis de Cabrera” egresando con el título
de perito mercantil (AFCA, legajos). Militancia (BDPM, registro 9.005).
364
Secuestrada presumiblemente en Córdoba. Apodo: “Turca” (NM). CCD (RUVTE). Nacida en San Francisco,
provincia de Córdoba, el 01/10/48, cursó el secundario en la escuela “Gral. Don José de San Martín” de esa
localidad, egresando en 1968 con el título de bachiller. Ingresó a Psicología en 1969 (ACH-FFyH, legajos).
Militancia (testimonio y Crosetto et al.).
366
Toranzo Córdoba, Arnaldo Higinio
EJ - 12/08/76
UP1 (Córdoba)
20 años
Estudiante de Historia (FFyH) - Ex seminarista
Parroquia de Bº Talleres - JP - Montoneros
Detenido en octubre de 1975. Ejecutado junto con Gustavo De Breuil y Miguel
H. Vaca Narvaja (h), mientras se encontraba detenido a disposición del PEN
(Por la memoria…). Apellido materno recuperado de RUVTE. Nacido en San Francisco del Chañar, provincia
de Córdoba, el 11/01/56, cursó el secundario en el Seminario Menor de Jesús María, del que egresó en
1973; la ficha de inscripción en la FFyH de 1974 no indica carrera; pero en el mismo año figura en Cuaderno
de alumnos pasivos de la Esc. de Historia (ACH-FFyH). Militancia (Por la memoria... y A 40 años del golpe
1976-2016, tarjeta, Espacio de la Memoria Campo de la Ribera et al.).
369
Trigo Barrera, Raúl Horacio
DF - 23/06/76
La Perla
28 años
Estudiante de Arquitectura (FAU) / Empleado - Dibujante
FJC
Secuestrado en su domicilio de Potosí 47, Bº Pueyrredón, Córdoba (NM).
Nacido el 30/01/48 en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut; cursó el
secundario en el Colegio Nacional “Perito Moreno” en C. Rivadavia, egresando en 1967 con el título de
bachiller; se inscribió en Arquitectura en 1970 donde cursó hasta 1975 inclusive (Arquitectos que no fueron y
AFAU, legajos). En esa fecha figura en listado de alumnos matriculados en el Nivel IV de la carrera (AGH-
UNC, exp.13.75-3034). En su legajo consta un expediente iniciado en marzo de 1972 por él mismo donde
solicitaba reconocimiento de las materias aprobadas hasta 1971 para adecuarse al cambio de plan de
estudios. En la solicitud relataba que el 18 de marzo de 1971 fue detenido en su domicilio con otros
compañeros por un grupo de la Brigada Antiguerrillera de la Policía Federal conocida como “Escuadrón de la
muerte” y torturado en la calle ante vecinos; luego fue detenido en dependencias de la P. Federal y enviado a
Neuquén, Río Negro y Rawson, quedando a disposición del PEN hasta que ocho meses más tarde la
Cámara Federal decretó su libertad (AFAU, legajos). Según nómina HAC era estudiante de Medicina. Dato
no confirmado. Militancia (Arquitectos...).
372
Secuestrada en su domicilio de calle Maza 1285, Boedo, Capital Federal (ANM). Nacida en ciudad de
Córdoba el 17/01/53 (EAAF-Lanús), cursó el secundario en el Instituto “Nuestra Señora de Nieva”, egresando
en 1970 con el título de bachiller. En 1971 ingresó a la carrera (Tarjeta Escuela de Trabajo Social y Britos y
Paviolo). Ocupación y militancia (ibíd. y BDPM, registro 8589). En base a estas fuentes se corrige su apellido
(antes Vallejos). El 23/07/76 le fue aceptada su renuncia al cargo de “Auxiliar categoría “C” en el Hospital
San Roque, a partir del 28/04/76 (AGPC, Decreto Nº 2037)
374
Veleda Segurado, Ricardo Horacio
DF - 14/05/77
26 años
Estudiante de Ciencias de la Información (F. de Derecho) y de
Ciencias Económicas (F. de C. Económicas) / Viajante de comercio -
Empleado - Docente particular
JUP - JP
Secuestrado en su domicilio de calle Coronel Díaz 1410, Avellaneda, Buenos
Aires (NM y RUVTE). Incorporado a partir de placa conmemorativa de la ECI del 22/03/16. Nacido en
General Pico, La Pampa, el 12/06/51, cursó el secundario en el Colegio Nacional “República El Salvador” de
esa localidad, egresando en 1969 con el título de bachiller. En 1973 se inscribió en la Escuela de Ciencias de
la Información, donde cursó hasta 1974 inclusive (AECI, legajos). En su legajo declaraba estar iniciando la
carrera de Contador Público en la Fac. de C. Económicas, y actividades docentes por cuenta propia y en
1974 indicaba estar empleado, sin consignar la actividad. Según esa fuente su domicilio en ese período era
Obispo Salguero 667, Nueva Córdoba. Otra ocupación y militancia (BDPM).
377
estudiantes, en su mayoría de Arquitectura (NM y LVI). De nacionalidad boliviana, nació en Tarija el 14/10/49
(Arquitectos que no fueron...).
379
Secuestrada en su domicilio de calle Bogado 4562 5º A, Bº Almagro, Capital Federal (NM), junto con su
pareja Daniel Bachetti, también desaparecido. Nacida en Córdoba el 10/10/56 (EAAF-Lanús). Estudios
(Marteau y Martínez). Militancia (Mariani).
381
materias hasta diciembre del 1975. En su legajo indicaba haber estudiado y abandonado Ingeniería en la
UTN regional Córdoba. Militancia (Megacausa).
383
Zucaría Hit, Ricardo José (*)
DF - 09/01/76
Campo de La Ribera- La Perla
24 años
Estudiante de Arquitectura (FAU) - ex estudiante de Ingeniería (F.C.
Exactas); de Ciencias de la Información (?) y de Derecho (Fac. de
Derecho) / Trabajaba en estudio de Arquitectura - Redactor prensa -
Vendedor en fábrica de muebles
JUP - Montoneros
Secuestrado en bar frente al Parque Sarmiento, ciudad de Córdoba (NM y RUVTE). Apodo: “Isidoro”. CCD
La Ribera (López de Filoñuk). Nacido el 04/08/51 en Córdoba, cursó el secundario en el Colegio Nacional de
Monserrat, del que egresó en 1969 con el título de bachiller. En 1970 se inscribió en Abogacía y canceló la
inscripción en 1971 (AFDyCS, fichas). En 1972 ingresó en Arquitectura (Comisión Homenaje y AFAU,
legajos). En su matrícula de inscripción declaraba haber abandonado la carrera de Ingeniería; asimismo
consignó empleo de redactor en prensa y como vendedor en fábrica de muebles (AFAU, legajos). Ocupación
como dibujante (Comisión Homenaje). En 1975 figuraba en listado de alumnos que cursaban el Nivel III
(AGH-UNC, Exp.13.75-3034). Expulsado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo el 20 de mayo de 1976,
meses después de haber sido secuestrado (AGH-UNC, Res. D. M. 521/76). Militancia (Arquitectos que no
fueron... y Megacausa).
384
Reclamos frente a la planta de “TRANSAX”, 28/10/75 - CDA-UNC
Imágenes del reencuentro
Silvia Romano
Entre las miles de notas emitidas por los canales de televisión de Córdoba entre
fines de los ‘60 y mediados de los ’70, es posible reconocer a muchas de las
personas que fueron víctimas del terrorismo de Estado y paraestatal. Esta
posibilidad está atada al conocimiento que deviene de la reconstrucción de sus
trayectorias en el período previo a sus secuestros, desapariciones y asesinatos. Y,
al mismo tiempo, a la existencia y la accesibilidad de registros audiovisuales
contemporáneos2. Una y otra condición serían insuficientes si no se contara con
el aporte de decenas de personas que colaboraron y colaboran en la tarea de
reconocer, a veces entre multitudes, a esos sujetos. Por ello, lo característico de
1
Silvia Romano, Norma San Nicolás y Marta O. Palacios llevan adelante la tarea central de
investigación con diversas fuentes escritas, visuales y audiovisuales, y la realización de entrevistas
en el marco del proyecto Patrimonio audiovisual, derechos humanos e historia reciente –con lugar de
trabajo en el CIFFyH y el CDA, subsidiado por SECyT-UNC (2008-2013). Malvina González
Lanfir realiza sistemáticamente la recuperación y la digitalización de los fotogramas de los
registros audiovisuales de las personas identificadas en noticias de archivos de televisión. En la
elaboración de resúmenes de las biografías que se adjuntan –particularmente de las publicadas en
Imágenes y trayectorias públicas (2008)– colaboraron Ana Cascos Méndez y Eliana Díaz. Silvia
Romano revisó y redactó los textos finales de ese registro.
2
La mayor parte de las imágenes que se emplean en esta investigación provienen del Archivo
Fílmico Documental de Canal 10, custodiado y preservado en el Centro de Conservación y
Documentación Audiovisual (CDA) de la UNC. La disponibilidad de registros audiovisuales de
los noticieros de Canal 10 y de Canal 12 de los ‘60 y ‘70 en el CDA, es el resultado de la labor
desarrollada a lo largo de casi 20 años por una gran cantidad de personas que incluyen a
investigadores, profesionales, técnicos, pasantes, ayudantes alumnos y adscriptos que, en distintos
períodos, han contribuido a hacer accesibles en video y en bases de datos las más de 20.000
noticias de Canal 10 y las 25.000 de Canal 12, cuyos originales son rollos de película de 16 mm.
386
esta investigación en documentos audiovisuales es su carácter colectivo, en tanto
reúne el trabajo generoso de numerosas voluntades y saberes3.
La frase que dice “[en las imágenes] puedo ver por lo que sé y he visto del
mundo” se aplica con todo su sentido en este caso. Por ejemplo, si sabemos que
determinadas personas participaron en actividades gremiales en tales sindicatos
y en tales períodos, podemos revisar sistemáticamente los registros noticiosos y
recuperar sus imágenes; pero para esto es necesario también identificarlos entre
otros, (re)conocerlos, es decir volverlos a ver porque los conocimos4. Esta acción
de reconocimiento generalmente realizada por ex compañeros, amigos y
familiares puede, a veces, ser sustituida por imágenes de referencia que permiten
la identificación –como las fotos publicadas o las aportadas por los mismos
familiares, los legajos de estudiantes, etc.–, que sin embargo deben ser
corroboradas por quienes efectivamente los conocieron5.
Las imágenes de los rostros que acompañan cada registro de las 85 personas que
reúne el documento adjunto sintetizan así la labor de reconstrucción de
biografías breves y trayectorias públicas junto con la investigación en archivos
audiovisuales, donde el fotograma extractado de la noticia que lo tuvo como
participante pretende rescatar, precisamente, su presencia situada en el contexto
histórico, social y político6. Usamos la voz reencontrar en el título, en el sentido
3
La nómina de personas entrevistadas y de quienes por distintos medios brindaron su testimonio
o información para el desarrollo de la investigación, se encuentra en el anexo de fuentes y
bibliografía de esta misma publicación.
4
Renée Torres Carrique, integrante del citado proyecto ha realizado de manera sistemática las
compilaciones de noticias por gremios, facultades, eventos, personalidades, etc., que permiten un
análisis focalizado de las imágenes y que las personas convocadas para visionarlas encuentren
reunida en un mismo recurso la documentación pertinente. Asimismo, Renée Torres es la
encargada de preparar los registros audiovisuales que son entregados a los familiares directos de las
personas identificadas, acción que desarrollamos desde los inicios de este proyecto.
5
Una base de datos específica reúne la totalidad de los registros sobre personas desaparecidas y
asesinadas de Córdoba, actualizada a la fecha con las fotos recuperadas de las más diversas fuentes
adjuntas a cada nombre. La digitalización y la documentación fotográfica de esta base de datos es
realizada por Malvina González Lanfir.
6
En el libro de Romano Silvia et al (2010), se publicaron las fotografías de los rostros de 67
personas identificadas y los fotogramas de las situaciones contextuales de donde fueron tomadas.
En esta ocasión, por razones de espacio, no es posible incluir dichos escenarios. No obstante, la
referencia del título original de la noticia orienta acerca de las circunstancias en que se realizaron
los registros de la televisión.
387
de hallar y recuperar imágenes perdidas de esas personas, que a la vez permiten
un reencuentro (simbólico) con ellas.
Resulta notable en ese registro la predominancia de figuras con actuación
pública ostensible, particularmente la de dirigentes y delegados gremiales,
abogados defensores de presos políticos; funcionarios de gobierno; dirigentes y
militantes políticos de agrupaciones que actuaban en frentes de masas que,
como hemos señalado en otra parte (cfr. Romano y San Nicolás en esta
publicación), fueron blanco de la represión clandestina. Sin embargo, siguiendo
otra vía de indagación, como las detenciones legales realizadas a comienzos de
los ‘70 de integrantes de organizaciones político militares clandestinas, nos
permitieron identificar y recuperar sus imágenes7. Por su parte, la revisión de
cientos de actos públicos y manifestaciones que tuvieron lugar entre fines de los
‘60 y los primeros años de los ‘70, al igual que otras instancias de reunión como
las asambleas de distintos sectores, hicieron posible reconocer y restituir los
rostros de numerosas víctimas entre los participantes anónimos.
Pese al intenso trabajo realizado, las imágenes recuperadas pertenecen sólo a una
parte de los que protagonizaron el ciclo de protesta social y radicalización
política de Córdoba que, en los ’70, serían destinatarios de la represión.
Como ya hemos aclarado en la citada publicación anterior, debido a que las
imágenes con que trabajamos provienen de materiales convertidos en distintas
épocas a video (analógico o digital) y no de sus originales en 16 mm, la fidelidad
de la información de las que ahora se publican es variable y no todas poseen
calidad óptima. En otros casos, la escasa definición de algunas imágenes se debe
a las condiciones particulares en las que se realizó la filmación original. Por ello
y sólo cuando resultó estrictamente necesario y posible, los registros fueron
tratados para mejorar su visualización sin alterar ninguno de sus elementos
constitutivos.
7
En algunos casos, el título original no brinda pistas acerca del contenido de la noticia, como la
que registra a Astudillo, Kohon y Osatinsky. Por tal motivo, se revisaron todos los registros sobre
detenidos; aunque en ese caso particular su hallazgo fue producto del conocimiento previo de la
fecha y de la organización que llevó a cabo el asalto al Banco Provincia de Córdoba.
388
Personas identificadas en archivos audiovisuales
de televisión
Modelo de lectura:
Apellido, Nombre
Fecha de la noticia
Título de la noticia
Código de la noticia
---------------------------------------------------------------------------------------
389
Amaya, Mario Abel
25/01/74
“HABLA EL DIPUTADO AMAYA”
CDA-C10-0338-T0833-N06
---------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------
390
Miembro de la Comisión Directiva del Sindicato de Motores
Diesel Livianos (Perkins) - Mesa de Gremios en Lucha - PRT-
ERP
Secuestrado en su domicilio de Allende (O) 214 Bº Alta Córdoba, ciudad
de Córdoba (NM), de donde fue secuestrado también el obrero de
Perkins Hugo García. Nacido el 15/02/52 en Málaga, España, argentino
naturalizado (EAAF-Lanús). Provenía de la ciudad de Cruz del Eje,
Córdoba, donde se instaló la familia a poco de radicarse en Argentina
(folleto Preservar la memoria, 1976-2006 y testimonio de familiares).
Cursó el secundario en la Escuela Técnica de Cruz del Eje (E.N.E.T. Nº
1), egresando en 1969. Se trasladó a Córdoba para trabajar en fábricas
metalúrgicas y estudiar. Se inscribió y cursó varios años en la
Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba y trabajó en varios
talleres hasta que logró ingresar a la Fábrica de Motores PERKINS
Argentina en Ferreyra. Allí se conectó con activistas que buscaban
recuperar la conducción del sindicato. En la primera elección no pudo
integrar la lista porque no cumplía con el requisito de edad. En la
segunda elección integró la comisión directiva como Tesorero, teniendo
a su cargo la revista del sindicato. También integró la “Mesa de Gremios
en Lucha” (testimonio de familiares y CDA). Militancia (BDPM).
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396
Croatto Iop, Armando Daniel
22/07/73
“REPORTAJE A DIPUTADO CROATTO”
CDA-C10-0338-T0832-N03
EJ - 19/09/79
Hospital Militar (Guarn. Militar Campo de Mayo)
34 años
Estudiante de C. Económicas (UBA) / Diputado Nacional
(FREJULI, 1973-1974)
Lista Blanca (Sindicato de Obreros Municipales de Avellaneda)
- Representante CGTA - JP - JTP - Montoneros - PPA
Secuestrado en Munro y ejecutado en el Hospital Militar de Campo de
Mayo, Buenos Aires (NM). Nacido en Avellaneda, provincia de Buenos
Aires, el 10/10/45. Fue presidente de la Juventud de la Acción Católica
en el Obispado de Avellaneda y desarrolló militancia política en Córdoba
a comienzos de los ’70, residiendo en esta provincia, según testimonios,
entre 1974 y comienzos del ‘76. Militancia y otra información (Imágenes
y trayectorias... y www.trapalanda.bn.gov.ar/jspui/handle/123456789/
7921, testimonio de Virginia Croatto). Estudios (BDPM, registro 1.359).
---------------------------------------------------------------------------------------
397
Curutchet Garaffo, Alfredo Alberto
09/06/71
“DENUNCIAS POR REIVINDICACIONES
GREMIALES”
CDA-C10-0033-T0062-N53
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399
Esper de Maggio, Adriana María
09/08/71
“DETENIDOS ACUSADOS DE ACTOS
TERRORISTAS”
CDA-C10-0035-T0068b-N08
---------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------
400
Fessia Soldano, Carlos Alberto
12/08/71
“ASAMBLEA EMPLEADOS VIALIDAD”
CDA-C10-0304-T0765-N36
---------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------
401
Goldman Aisenstein, Rubén Manuel
26/09/72
“ACTO EN REDES CORDOBESAS.
REPORTAJE A TOSCO”
CDA-C10-0075-T0238t-N10
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---------------------------------------------------------------------------------------
403
Heinz Sainz, Ana María del Valle
24/12/71
“PRESENTAN DETENIDOS EN SECCIONAL 13”
CDA-C10-0306-T0769-N39
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---------------------------------------------------------------------------------------
404
Kohon Medvedousky, Alfredo Elías
30/12/70
“TRASLADAN DETENIDOS DEL ASALTO
AL BANCO SUCURSAL RUTA 20”
CDA-C10-0028-T0037-N01
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405
Secuestrado en su domicilio de calle Dante Alighieri 548, San Francisco,
provincia de Córdoba (NM). Nacido en esa ciudad el 14/07/39, cursó el
secundario (incompleto) en el Colegio Nacional San Martín. A los 14
años comenzó a trabajar como cadete en el Centro de Empleados de
Comercio y luego como administrativo (testimonio de familiares). Se
completa militancia gremial con www.radiocanal.com.ar (2013) y CDA.
En 1967 fue electo secretario general del Centro de Empleados de
Comercio y reelecto en marzo de 1973. Pocos días después es
designado secretario general de la CGT regional, cargos que
desempeñó durante varios años. Fue además director del Instituto
Asegurador Mercantil (IAM), ente vinculado a la CGEC de la República
Argentina (Navarro y testimonio de familiares).
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407
como el “Navarrazo”. Militancia y otra información (Imágenes y
trayectorias... y CDA).
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408
Losada Heredia, Alberto Isidoro
16/06/73
“CONFERENCIA COMISIÓN DE FIAT”
CDA-C12-0212-T0467-N09
DF/EJ - 22/03/75
22 años
Estudiante de Ingeniería Electrónica (UTN) / Obrero FIAT
Materfer - ex obrero de Mercedes Benz
Militante gremial - PRT-ERP
Desaparecido en Córdoba (NM). Según el relato de familiares, habría
sido asesinado en Roldán o Casilda. El 22 de marzo se habría dirigido a
Rosario para participar en el copamiento del Batallón de Arsenales 121
de Fray Luis Beltrán llevado a cabo por el PRT-ERP el 13/4/75
(testimonio de familiares y Rosario/12, 26/2/06 y 29/3/09). El 16/4/75 fue
inhumado en el cementerio de San Lorenzo, cercano a la ciudad de
Rosario como NN. Sus restos fueron identificados en 2006 por el EAAF.
Nacido en la ciudad de Córdoba el 25/02/53, cursó el bachillerato
nocturno en el Instituto Politécnico de B° Gral. Paz, egresando con el
título de Técnico Electrónico. Luego ingresó en Ingeniería Electrónica de
la UTN. En 1972 entró a trabajar en Mercedes Benz y en 1973 en Fiat
Materfer hasta su desaparición. Militancia (Rosario/12).
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410
Secuestrado en Blas Parera 3680, B° Maldonado de la ciudad de
Córdoba (NM y www.lavoz.com.ar/files/Resolucion Barreiro.pdf). Según
denuncia publicada en LVI el 9/1/76 Luis Márquez era obrero de
Transax; corroborado por testimonio y CDA. Una noticia de Canal 10 de
la misma fecha del secuestro registra un acto en la puerta de la fábrica
con pancartas donde se reclama “que aparezca con vida el compañero
Luis Márquez” (CDA, casete 331, Nº 19, 28/10/75). Nacido en Córdoba
el 25/03/52 (EAAF-Lanús). Militancia (www.pcr.org.ar/, 23/10/13). Según
esta fuente era miembro de la dirección nacional de la JCR.
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412
(testimonios e Imágenes y trayectorias...). Militancia (ibíd. y Relatos de
amores...).
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415
Pirles Carlomé, Roberto Rufino
28/05/73
“REPORTAJE A PRESOS POLÍTICOS
LIBERADOS”
CDA-C10-0082-T0268-N60
EJ - 08/01/77
UP9 (La Plata)
32 años
Ingeniero Químico / Ingeniero Químico
Ateneo (Sta. Fe) - Montoneros
Detenido entre el 18 y 19 de marzo de 1975 en San Miguel de Tucumán;
en 1977 fue sacado de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata y ejecutado
en Ruta Prov. 215 km. 56, Brandsen, provincia de Buenos Aires, en un
enfrentamiento fraguado (RUVTE). Apodo: “Palometa”. Anteriormente
estuvo detenido en la carcel de Encausados de Córdoba y liberado en
mayo de 1973 (CDA). Nacido en San Carlos de Bariloche, provincia de
Río Negro, el 29/10/44 (RUVTE). Miembro del grupo Ateneo; fundador
de Montoneros en Santa Fe e integrante de la conducción nacional
(Imágenes y trayectorias... e Historias de vida...).
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420
Sánchez Torres, Maximino
27/05/75
“ASAMBLEA EN SMATA”
CDA-C10-0268-T0699-N02
DF - 23/03/76
La Perla - La Ribera
27 años
Estudiante de Ingeniería electrónica (UTN - Córdoba) / Obrero
IKA-Renault
Secretario Adjunto y Subsecretario Administrativo del SMATA
(Lista Marrón, 1974) - Delegado de fábrica - PI - PRT-ERP
Secuestrado en ciudad de Córdoba, entre B° Las Flores y B° Comercial
(NM y RUVTE). Según testimonio de familiares, el secuestro se produjo
el 23 y no el 28 como consigna NM. Apodos: “Petizo”, “Mandel”, “Mario”
y “Pucho”. Nacido en Cogorno, provincia de Formosa, el 8/04/48.
Estudió Ingeniería Electromecánica en la Universidad Tecnológica
Nacional, Facultad Córdoba, mientras trabajaba como obrero en la
sección motores de IKA-Renault, donde comenzó su actividad política
siendo delegado gremial de la fábrica. Integró la Lista Marrón,
encabezada por René Salamanca, que en 1974 ganó las elecciones del
SMATA. Maximino Sánchez, secretario adjunto del gremio, quedó a
cargo de la Subsecretaría de Administración. Su militancia política se
inició en el Partido Intransigente y luego se vinculó al PRT (testimonio de
familiares e Imágenes y trayectorias...).
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421
Suffi Gramajo, Raúl José
16/06/71
“CONFERENCIA DE PRENSA SITRAC”
CDA-C10-0303-T0762-N01
EJ - 28/07/78
La Perla
30 años
Obrero del FFCC Gral. Belgrano - Ex obrero de FIAT Materfer
(hasta 1971)
Ex delegado y miembro de la Comisión Directiva de SITRAM -
FAL
Ejecutado en camino adyacente a planta transmisora de radio LV2,
Ferreyra, Córdoba (NM y RUVTE). Otras fuentes indican que estuvo
detenido en el CCD La Perla y fue retirado para ser asesinado en un
enfrentamiento fraguado, junto con Daniel S. Ortega y Pascual H.
Ortega (Megacausa). Según la Fiscalía Federal fue secuestrado en su
domicilio de Volcán, Tumbaya, provincia de Jujuy, apareciendo su
cadáver el día 28 de julio de 1978 en la Morgue del Hospital San Roque,
procedente del Hospital Militar Córdoba y por orden de Juez Militar
(López de Filoñuk, www.abogarte.com.ar/fiscaliacordobaindulto.htm).
Nacido en Córdoba el 16/3/48 (EAAF-Lanús) Ocupación (testimonios;
Megacausa y BDPM). Según algunas fuentes habría integrado las FAL
(González).
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422
Valverde Suárez, Eduardo Jorge
12/09/74
“REUNIÓN AGRUPACIÓN DE ABOGADOS”
CDA-C10-0280-T0723-N18
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423
Siglas y abreviaturas
De archivos y fuentes1
1
Incluye abreviaturas de publicaciones citadas en los registros. Ver referencias completas en
bibliografía.
424
AUNRC Archivo Universidad Nacional de Río Cuarto
AUTN Archivo Universidad Tecnológica Nacional - Regional Córdoba
BDPM Base de Datos Parque de la Memoria
CDA Centro de Conservación y Documentación Audiovisual Archivo
Fílmico (UNC)
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
CONADEP Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas
CTL Centro Tiempo Latinoamericano
CUI Centro Unión Israelita (Córdoba)
EAAF Equipo Argentino de Antropología Forense (Córdoba)
HAC Cátedra de Historia Argentina Contemporánea - ECI
LVI La Voz del Interior
NM Nunca Más (Informe de la CONADEP)
RUVTE Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado
SRT Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de
Córdoba
EA Escuela de Artes3
2
Los nombres de las unidades académicas en general respetan las denominaciones
contemporáneas al período en estudio. No obstante, a los fines de la lectura se mantienen
algunos nombres y dependencias, como el de la Escuela de Asistencia Social. Creada en 1957,
a partir de 1972 pasó a denominarse Escuela de Servicio Social, dependiente del Rectorado;
en 1977 se crea la Licenciatura de Servicio Social y en 1982 pasa a depender de la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales.
3
La Escuela de Artes (denominada originalmente Escuela Superior de Bellas Artes) se creó
en 1948, agregó carreras y se renovó en 1959-60. Siendo dependiente del Rectorado, en 1975
fue anexada a la Facultad de Filosofía y Humanidades, situación que se mantuvo hasta 2011
al constituirse como Facultad de Artes. Como en los casos anteriores, en el registro se
mantiene como ámbito de pertenencia la UNC.
425
ECI Escuela de Ciencias de la Información4
ETS Escuela de Trabajo Social5
FAU Facultad de Arquitectura y Urbanismo
FCA Facultad de Ciencias Agropecuarias6
FCE Facultad de Ciencias Económicas
FCEFyN Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
FCM Facultad de Ciencias Médicas7
FCQ Facultad de Ciencias Químicas8
FDyCS Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
FFyH Facultad de Filosofía y Humanidades9
FO Facultad de Odontología
IMAF Instituto de Matemáticas, Astronomía y Física
UNC Universidad Nacional de Córdoba
Otras Universidades
4
Esta Escuela se creó en 1972 bajo la dependencia del Rectorado y durante la dictadura pasó
a depender de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
5
Nombre actual de la Escuela de Servicio Social y ex de Asistencia Social (ver nota 2).
6
En 1966 se creó el Instituto de Ciencias Agronómicas, dependiente del Rectorado, y en
1979, por decreto del PEN, se conformó como Facultad de Ciencias Agropecuarias. Se utiliza
esta denominación.
7
Se utilizó indistintamente Facultad de Medicina y Facultad de Ciencias Médicas.
8
En 1959 se crea el Instituto de Ciencias Químicas dependiente de la Facultad de Medicina.
En 1971 pasa a ser Facultad de Ciencias Químicas.
9
Además de la Escuela de Artes (ver nota 3), dependía de la FFyH la Escuela de Psicología,
que se transformó en Facultad en 1998.
426
UCC Universidad Católica de Córdoba
UNL Universidad Nacional del Litoral
UNLP Universidad Nacional de La Plata
UNMdP Universidad Nacional de Mar del Plata
UNR Universidad Nacional de Rosario
UNRC Universidad Nacional de Río Cuarto
UNT Universidad Nacional de Tucumán
UTN Universidad Tecnológica Nacional
427
CTERA Confederación de Trabajadores de la Educación de la República
Argentina
CURS Corriente Universitaria Revolucionaria Socialista
EMA Escuela de Mandos Apostólicos
ERP Ejército Revolucionario del Pueblo
ERP22 Ejército Revolucionario del Pueblo 22 de agosto
FAEUCC Federación de Asociaciones Estudiantiles de la Unv. Católica de
Córdoba
FAL Fuerzas Argentinas de Liberación
FAL22 Fuerzas Argentinas de Liberación 22 de agosto
FAP Fuerzas Armadas Peronistas
FAR Fuerzas Armadas Revolucionarias
FAS Frente Antiimperialista por el Socialismo
FIP Frente de Izquierda Popular
FJC Federación Juvenil Comunista
FOECYT Federación de Obreros y Empleados de Correos y
Telecomunicaciones
FOETRA Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República
Argentina
FR17 Frente Revolucionario 17 de Octubre
FRP Frente Revolucionario Peronista
GRS Grupos Revolucionarios Socialistas
H.I.J.O.S Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio
IPAM Instituto Provincial de Atención Médica (Córdoba)
JCR Juventud Comunista Revolucionaria
JG Juventud Guevarista
JOC Juventud Obrera Católica
JP Juventud Peronista
JTP Juventud Trabajadora Peronista
JUP Juventud Universitaria Peronista
428
LAR Línea de Acción Revolucionaria
LASS Línea de Acción Sionista Socialista
LC Liga Comunista
MAP7 Movimiento de Acción Programática 7 setiembre
MAS Movimiento de Acción Secundaria
MID Movimiento de Integración y Desarrollo
MIR Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MJB Movimiento Judiciales de Base
MLN Movimiento de Liberación Nacional (o MALENA)
MNA Movimiento Nueva Argentina
MNR Movimiento Nacional Reformista
MR17 Movimiento Revolucionario 17 de Octubre
MUCO Movimiento Universitario Cristo Obrero
MVP Movimiento Villero Peronista
OCPO Organización Comunista Poder Obrero
OSPPEG Organización de Solidaridad con Presos Políticos, Estudiantiles y
Gremiales
PB Peronismo de Base
PC Partido Comunista
PC (ml) Partido Comunista (marxista leninista - ex Vanguardia Comunista)
PCML Partido Comunista Marxista Leninista
PCR Partido Comunista Revolucionario
PI Partido Intransigente
PO Política Obrera
PORT o POT Partido Obrero Revolucionario Trotskista - Partido Obrero
Trotskista
PPA Partido Peronista Autentico
PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores
PSD Partido Socialista Democrático
PST Partido Socialista de los Trabajadores
429
RL Resistencia Libertaria
SEP Sindicato de Empleados Públicos
SEPPAC Sindicato de Educadores Públicos Privados y Afines de Córdoba
SITRAC Sindicato de Trabajadores de Concord (Fiat)
SITRAM Sindicato de Trabajadores de Materfer (Fiat)
SMATA Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor
SUOEM Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales
TAR Tendencia Antiimperialista Revolucionaria
TERS Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista
TUPAC Tendencia Universitaria Popular Antiimperialista Combativa
UCR Unión Cívica Radical
UCRI Unión Cívica Radical Intransigente
UEPC Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba
UES Unión de Estudiantes Secundarios
UOCRA Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina
UPCN Unión Personal Civil de la Nación
VC Vanguardia Comunista
430
DNV Dirección Nacional de Vialidad
DPV Dirección Provincial de Vialidad
EJ Ejecución Sumaria
EPEC Empresa Provincial de Energía de Córdoba
ESMA Escuela de Mecánica de la Armada
FFCC Ferrocarriles
GMD Grandes Motores Diesel
IAME Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado
IKA-RENAULT Ex-Industrias Kaiser Argentina
IME Industrias Mecánicas del Estado (ex DINFIA)
OSN Obras Sanitarias de la Nación
PEN Poder Ejecutivo de la Nación
SIC Servicio de Información Confidencial de la Policía de Tucumán
UP Unidad Penal o Penitenciaria
YPF Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Fuentes inéditas10
Centro de Conservación y Documentación Audiovisual - Archivo Fílmico (FFYH – FA
- UNC): Inventarios y Catálogos del Archivo Fílmico Canal 10 (1962-1980).
• Base de datos actualizada a mayo de 2016 (noticias de Córdoba, 1962-1980).
• Ficheros originales del noticiero, Archivo Fílmico Canal 10 (1962-1980).
• Noticias del Archivo Fílmico Canal 10 (1962-1980) transcriptas a video.
• Noticias del Archivo Fílmico Canal 12 (1966-1982), copia digital de
transcripciones a video.
10
El listado adjunto es una selección de las numerosas fuentes consultadas éditas, inéditas y
virtuales.
431
Comisión de Homenaje - Facultad de Ciencias Agropecuarias. Compañeros de
Ciencias Agropecuarias de la UNC, Víctimas de la dictadura - Listado provisorio,
2012.
Comisión de Homenaje - Facultad de Arquitectura y Diseño. Listado de asesinados y
desaparecidos; fichas individuales, FAUD, UNC, junio de 2007.
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Resolución Nº 19/78.
Sobre secuestro del ex diputado señor Mario Abel Amaya. Caso 2088.B, en:
www.nuncamas.org/document.htm.
Comisión Memoria, Verdad y Justicia de San Francisco. Biografías breves de
desaparecidos y asesinados de San Francisco, provincia de Córdoba. Mayo de 2011
Comisión por la Memoria del Monserrat. Datos de alumnos, 2012.
Contribución a la tarea de identificación del EAAF. “Nominas de Desaparecidos y
Ejecutados. Empleados Públicos, Estudiantes y Docentes UNC, Legislatura
Provincial”, Cátedra de Historia Argentina Contemporánea, Escuela de Ciencias de la
Información, FDyCS , UNC, Córdoba, 2006.
Grupo Ex Presas Políticas. Investigación sobre la fuga de la Cárcel de Mujeres
Buen Pastor. s/d.
Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) Córdoba, Base de datos. Junio
de 2010.
Escuela de Ciencias de la Información, FDyCS, UNC. Placas recordatorias.
Estudiantes de Medicina de Córdoba Desaparecidos. JUP, 2012, mímeo.
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UNC. Placa homenaje.
Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC. Memoriales y placas recordatorias.
Facultad de Psicología, UNC. Placa conmemorativa a desaparecidos de Psicología.
Exp. 75-06-10169, 2006.
Juventud CTA - Río Cuarto - H.I.J.O.S - Filial Río Cuarto. Listado de detenidos-
desaparecidos de nuestra ciudad, circa 2009.
_____________________________ A 33 años. Los centros de detención que la
dictadura militar utilizó durante la represión en Río Cuarto, circa 2009.
Libro de Registro de Presos Políticos. Unidad Penal Nº 1, Córdoba s/d.
Lista Oficial de Desaparecidos y Asesinados del Partido Comunista (Córdoba),
manuscrito, 2010.
Lista Oficial de Desaparecidos y Asesinados de Vanguardia Comunista, manuscrito,
2008.
432
Listado General de Víctimas Abogados, Archivo Nacional de la Memoria, Secretaría
de Derechos Humanos, Ministerio de Justicia, Seguridad y DDHH, (documento
impreso).
López de Filoñuk, Graciela Silvia. “Solicita se declare la inconstitucionalidad del
decreto de Indulto Nº 1002/89, y en consecuencia, se lo declare nulo, de nulidad
absoluta e insanable y carente de valor legal…”. Fiscalía, 2/10/2001, en:
www.abogarte.com.ar/fiscaliacordobaindulto.htm.
_________________. “Presentación Judicial iniciada por la Fiscal Federal Graciela
López de Filoñuk”. Córdoba, 13 de mayo de 2008. Distribuida por Red de Noticias
Derechos Humanos.
_________________. Listado de expedientes judiciales de las causas elevadas con
requerimiento de juicio por la Fiscalía. Juicio conocido como Megacausa “La
Perla”, noviembre de 2012, copia en papel.
________________. Nómina de víctimas al 12 de noviembre de 2012, expedientes
causa, querellante, resumen del hecho para Juicio conocido como Megacausa “La
Perla”, noviembre de 2012, copia en papel.
Marteau, Paola Susana y Martínez, Roberto Oscar. “Los chicos que delató
Rigatuso”. Asesinato y desapariciones en la Escuela Manuel Belgrano 1974-1976.
Trabajo Final de la Lic. en Comunicación Social, Escuela de Ciencias de la
Información, FDyCS, UNC, Córdoba, 2005.
Ortiz, Esteban Rafael. “Abogados asesinados”, “Abogados detenidos”, “Abogados
impedidos de ejercer su profesión y exiliados en el exterior”, “Estudios jurídicos y
domicilios particulares de letrados allanados y atacados”, listados.
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Raúl y otros p.ss.aa. de homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad
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433
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434
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435
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Martínez Reyna, Guillermo; Marzó, Adriana; Medina, Ana María; Menna, Ramiro;
Mercado, María Elena; Millia, Alicia; Mohaded, Ana; Möller, Angélica; Mondazi,
Silvio; Mónaco, Paula; Monti, Eugenia; Moreschi, Oscar; Mozé Acosta, Martín;
Mendé, Martín; Nágera, Roberto; Neuman, Ida; Noguera, Ana; Novillo, Rodolfo;
Noya, Ilda Dora; Ocampo, Orlando; Olmo, Darío; Ortiz, Sergio; Orzaocoa, Carlos;
Paez, Raúl Medardo; Palazzesi, Ana; Panzetta, Ricardo; Pascolo, Marcelo; Pascolo,
Miguel Ángel; Pereyra, Hugo; Piazzi Avila, Julia; Pincin, M. Virginia; Piotti, María
Lidia; Pucheta, Marta; Pujadas, Ángeles; Pujadas, María Eugenia; Quiroga, María
José; Quiroga Martínez, Facundo; Ramírez Pizarro, Marta Ofelia; Ramos, Enrique;
Renedo, Ana; Robledo, Lucía; Rodríguez Vera, Edith; Rodríguez, Sonia; Roland, Hugo
Alberto; Rosa De López, Susana; Ruggero, Jorge; Saiz, Víctor Hugo; Salamone, Silvia;
Salit, Celia; Salto, María Emilia; Salvarezza, María Cristina; Sanchez, María Teresa;
Sassatelli, Alberto; Schmucler, Sergio; Santos, Santiago; Suarez, Teresa; Taborda
Ledesma, Marta; Talbot, Eugenio; Tcach, César; Tejeda, Susana; Tisera, Gustavo;
Tobares, María Cristina; Torres, Enrique; Torres, Santos; Vaca Narvaja, Carolina; Vaca
Narvaja, Gustavo; Valdemarca, Laura; Vanella, Liliana; Vélez, Ignacio; Vilchez, Julio;
11
Se incorpora aquí un listado de todos aquellos que, directa o indirectamente, aportaron
datos referidos a las personas que conforman nuestro universo de análisis y/o colaboraron con
las identificaciones logradas en los registros del archivo fílmico de Canal 10 y Canal 12.
448
Villa, Enrique; Villanueva, Ángel Guillermo; Waitman Sara; Waquim, Eduardo; Yofre,
Francisco Felipe; Yofre, María José; Yofre, Virginia; Zaga, Nora.
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Los autores
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