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Robert Br enner

1. ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA


V DESARROLLO ECONÓMiCO
EN LA EUROPA PREINDUSTRIAL ~;

Las interpretaciones generales de los procesos de cambioeconó-


mico de larga duración en Europa durante el período comprendido
entre el fin de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna, han
continuado elaborándose casi exclusivamente en términos de lo que-
.libremente podrían denominarse fuerzas económicas «objetivas», par-
ticularrnen te las referidas a las fluctuaciones demográficas y al creci-
miento del comercio y de los mercados. Algunos modelos se han
construido centrándose en este tipo de fuerzas. Pero cualquiera que
sea la naturaleza exacta del modelo, y que el impulso pata el cambio
proceda de la urbanización, del crecimiento. del comercio o de un
desarrollo demográfico autónomo, normalmente para proporcionar
elementos teóricos básicos, se parte de un mecanismo de mercado de
oferta y de demanda. Así, la respuesta de la economía agraria a las
presiones económicas, cualesquiera que 'sean sus orígenes, da por sen~'
tado que, considerada su aparición más o menos automática, se debe

.. El original de este artículo se presentó a la convención anual de h


American Historical Association, en diciembre de 1974. Dlla primera, versión
del mismo se discutió en el Seminario de Ciencias Sociales del Institute for
Advanced Study, Princeton, en abril' de 1974. Deseo expresar mi agradeci-
miento a Franklin Mendels, T. K. Rabb, Eleanor Searle y Lawrence Stone
'1-,'
por el tiempo y el esfuerzo que dedicaron a comentar desde una perspectiva'
'.' crítica este trabajo. Tengo una deuda especial con Joel Singer por la gran
ayuda que me ha proporcionado, tanto por su información como por su ',m,íli-
"
;~;
,
, . sis, en el intento de entender el desarrollo o desarrollos alemanes.
.\
,'1
~2 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 23

enfocar en una dirección económicamente determinada por las «leyes ciones de los productores directos tanto entre sí como con la tierra
de la oferta y la demanda». ", ~.. y sus medios de producción, es decir, 10 que se denomina «proceso
En la construcción de estos modelos económicos, el tema de la " ':"
de trabajo» o «fuerzas sociales de producción». El segundo reside
estructura de clases suele tratarse de formas diversas. Es habitual el en las de por sí conflictivas relaciones de propiedad, garantizadas
.: :
manifestar que, en principio, se hace abstracción de la estructura directa o indirectamente por la fuerza; estas relaciones se definen
social o estructura de clases en virtud de un procedimiento analítico porque se extrae de los productores directos una parte del producto
más conveniente.' Pero el hecho es que la efectividad de la explica- que no se les paga, siendo los extractores la clase de no productores
ción, es decir, de la aplicación del modelo a procesos histórico-eco- o improductiva; este tipo de relación se califica como «relación de
nómicos concretos, acostumbra a tratar de forma marginal la estruc- propiedad» o «relación de extracción del excedente». Es en función
tura de clases, o incluso se la supone. A veces, se introduce su trata- de la propiedad y loa la relación de extracción del exceden te como se
miento en la medida que permite englobar cualquier aspecto histórico definen las clases hegemónicas en una sociedad: por una parte, la( s )
que el modelo no puede cubrir. Más a menudo, sin embargo, cons- clase(s) de los productores directos y, por otra, 13(s) claseí s) de 'los
ciente o inconscientemente, la estructura de clases se integra en el que extraen el excedente o clase dirigente." Mi argumentación se fun-
modelo, definida esencialmente por fuerzas económicas objetivas en damenta en esta conceptualización y pretende defender que 1::1sdife-
tomo a las que el modelo se ha elaborado. En otras Iorrnulaciones rentes estructuras de clase y más concretamente las «relaciones de
más consistentes la estructura de clases tanto implícita como explíci- propiedad» o de «extracción del excedente», una vez es tablecidas,
tamente no se acepta, entendiéndose el desarrollo económico a largo tienden a imponer posibilidades y limites estrictos, verdaderos mo-
plazo en términos de transformaciones de las relaciones de «intercarn- delos de larga duración del desarrollo económico de una sociedad. Por
, bio igual» institucionalizadas, relaciones que se establecen entre indi- . otra parte, pretendo argumentar que las estructuras de clase tienen
viduos que comercian con «factores» diferentes y relativamente esca- una gran propensión a la elasticidad a causa del impacto de las fuer-
·1
sos bajo condiciones de mercado fluctuantes? _ zas económicas, puesto que por regla general no están determinadas,
El propósito de este trabajo consiste en argumentar que este tipo ni tampoco sufren alteración alguna, por cambios en los comporta-
de intentos por construir modelos económicos están necesariamente mientos demográficos y/o comerciales. Por consiguiente, puede dedu-
/ "
condenados al fracaso desde sus comienzos, ya que es la estructura de cirse que los cambios económicos de larga duración, y más especial-
las relaciones de clase, del poder de clase, lo que determina el modo mente el crecimiento económico, no pueden analizarse conveniell-
-,..
y el grado en que los cambios concretos que se operan desde una ·temente en función del surgimiento de cualquier constelación definida
perspectiva dernográlic« o comercial afectan a la distribución de. la . de «factores relativamente escasos», a menos que las relaciones de
renta y al desarrollo económico a largo plazo, y no lo contrario. La clase hayan sido previamente especificadas; claro está, que los hechos
estructura de clases, tal como pretendo utilizar el término de aquí opuestos pueden concl.ci r al impacto de condiciones económicas apa-
en adelante, presenta dos aspectos analíticamente diíerenciables, pero
históricamente unihcados.' El primero de ellos consiste en las rela-
política, Madrid, 1970, cel. castellana; «Génesis de la renta capitalista del
suelo» y «Relaciones de distribución y relaciones de producción» en el tomo III
1. Véase, por ejemplo, in]ra, p. 27. M. M. Postan, «Moyen Age» en X' de El Capital, caps. XLVII y LI, ed. castellana, México, 1966; y la «Introcluc-
Cougrés Intcrnational des Sciences Historiques, París, 1950, 2 vals. (París, 'ción» a los Grundrisse, ed. castellana, Barcelona, 1977.
1950-1951), 1, Rap ports. 4. Esto no supone necesariamente que las clases existan o' hayan existido
2. Para un intento
cambio socioeconórnico
reciente de aplicar este tipo de interpretación
en los períodos medieval y moderno, véase D. C. North
del . :/"
'. '~.
en todas las sociedades. Las clases, desde mi punto de vista, puede decirse
que existen sólo cuando se da una «extracción de excedente» o relación de
y R. P. Thornas, The RiJe 01 !IJe \'lestem \'(lar/el, Curnbridge, 1973. propiedad en el sentido específico que aqu! se quiere decir, esto es, en el
3. Estas definiciones provienen, desde luego, de la obra de Karl Murx, último análisis como formas 110 consensuales y garantizadas, tanto directa C01110
especialmente clel «Prefacio» a la Contribucián a la critica de la economia indirectamente, por la fuerza.
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EL DEBATE BRENNER
~
~ rentemente similares. En resumen, para comprender en su conjunto Para aquellos que necesitan la referencia de un modelo domi:
nante es evidente que los elementos del mismo se encuentr~n al:l
\ el desarrollo económico a largo plazo, el crecimiento y/o el atraso
para poder dar II na versión heroica y sim~Ji~cada de la hl~to:la
del período que vamos a estudiar, creemos necesario analizar el pro-
inglesa antes del siglo XIX, cuando los movlmle~tos d~, los precios
~ ceso relativamente autónomo que origina estructuras de clase con- a largo plazo, la distribución de los ingresos, la l11Ve~SlOn,los sala-
I cretas, en especial las relaciones de propiedad o de extracción del rios reales y los movimientos migratorios están dominados por los
I excedente, y de forma más precisa los conflictos de clase que se origi- cambios en el crecimiento de la población. Al aumentar 1<1 ,Pobla-
nan (o no) en el seno de dichas estructuras. Precisamente lo que hay ción, aumentan los precios y los beneficios ng.r~colas y ~lescJendel1
que investigar cómo el problema clave del desarrollo económico a los ingresos reales para el conjunto de l~ poblaclUn~ ade11l~s de darse
largo plazo que se dio en Europa desde el período bajomedieval hasta conJiciones desfavorables de intercamblO pata la [ndustria, COl: va-
principios de la Edad Moderna, es el resultado de tales conflictos de riaciones que dependen de los cambios en las in~t~tllcione~ sociales.
Éstas son las características que permiten describir los siglos XIII,
clase: la reaíirrnación de las relaciones de propiedad tradicionales o
XVI Y comienzos del XVII, asl como el período que va ~e. 17 50 ,a
I su destrucción-xon el consiguiente surgimiento de una nueva estruc-
1815. En cuanto a los períodos intermedios, las caracterrsncas 111;.15
I turn social, lo que de forma más amplia se conoce como la transición
importantes son una población estable o. en declive, con un bajo
del feudalismo al capitalismo. nivel de beneficios agrícolas, aunque con Ingresos mas elevados en
Planteadas en términos tan generales, las proposiciones preceden- conjunto.!
tes resultan un tanto vagas. Mi interés se dirige a darles consistencia,
relacionándolas con la crítica a aquellas cuestiones que han supuesto Mucho antes del articulo de Habakkuk, M. M. Pastan ya había
explicaciones básicas para la histotiografía económica del período que presentado los perfiles fundamentales de lo que sería la interp:eta-
nos ocupa, donde parece que el deterrninismo económico de los mo- ción habi tual del cambio socioeconómico a largo plazo en el período
delos previamente elaborados tiene una abrumadora posición domi- medieval; su tratamiento demográfico ha sido recientemente re~la-
nante. Por ello, mi atención se centrará en dos interpretaciones muy borado y compilado en el capítulo que sobre «Medieval .Agranan
amplias y diferentes del cambio económico a largo plazo que tuvo Society in its Prime: England» ha realizado para ~a Cainbridge Eco-
lugar en Europa desde fines de la Edad Media y principios de la Edad nomic History 01 Europe" Aproximadamente el mlsm~ tipo de ar~u-
Moderna, una de las cuales la califico como «modelo demográfico», mentación es el que aplica Peter Bowden en su reCl~nte Agrar~~n
y la otra como «modelo mercantil». Desde un punto de vista histo- History 01 England and \-Vales.? Sin embargo, e~ta .1I1terpretaClOl1.
riográfico, la primera surge como una crítica a la segunda, pero lo demográfica no es exclusiva de la historia económica Jngl~sa, donde
que quiero resaltar es que ambas están sometidas a problemas aná- es comúnmente aceptada, ya que se ha aplicado de f.orm~ rlguro,sa .en
logos. el que tal vez sea el trabajo más influyente de la historia econormca
francesa del período preindustrial: la monografía clásica de ~mmn-
8
nuel Le Rey Ladurie Les paysans de Langlledoc. Con tan errunentes
1. EL MODELO DEMOGR¡\FICO

5 .. H. J. Habakkuk, «The Economic History of ~odern Britain», en


El origen de la preponderancia del denominado factor demográ- lournal o{ Econotnic Hlstorv, XVIII (1958), pp. 4S7-~88: .
fico en la historiografía económica europea, incluso durante la época . 6. M. M. Postan, «Medieval Agrarian Society 111 ltS. Prime: ~ngland»,
de la industrialización, ya fue planteado en 1958 por H. J. Habakkuk en Tbe Cambridge Economic History 01 Europe , I, Carnbridge, 1966 .
7. P. J. Bowden, «Agricultutnl Prices, Farm Profits, and Rents», en
en su bien conocido artículo «The Economic History of Modern
J. Thirsk (ed.), Tbe Agrarian History o/ En glond and Wfales. IV: 1500-1640,
Britain». Como dice este autor: Cambridge, 1967.
8. E. Le Roy Ladurie, Les paystll1s de Languedoc, SEVPEN, París, 1966,
2 vols.
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representantes, cuya categoría no se pone en duda, resulta apenas podría contemplarse, como dice Le Roy, como «la mrnensa respi ra-
sorprendente que 10 que podría calificarse-como malthusianismo secu- ción de una estructura social»."
lar haya alcanzado algo así como niveles de ortodoxia. Su dinámica
cíclica ha reemplazado elunilü;ear «despegue mercantil» como la cla-
a) Demografía, ilistribucián de la renta )1 crecimiento económico
ve del cambio económico y social a largo plazo en la sociedad pre-
indus tria 1.
El malthusianismo secular, en términos de sus prernisas concretas
No puede ponerse en duda que el modelo malthusiano en sí J11 is-
y del pequeño número de variables que a ellas se vincula, semeja casi
mo posee una cierta lógica. Si uno toma como «suposiciones», en
infalible. Lo que en realidad debe cuestionarse es su relevancia
, primer lugar, la incapacidad económica para mejorar la productividad para la explicación del cambio histórico actual. Es decir, las suposi-
. agrícola y, ~1 segundo lugar, la propensión natural de la población a ciones y constantes del modelo, o sea su verdadera dinámica, ¿ilumi-
aumentar con una oferta de tierra limitada, es evidente que se nan u oscurecen las condiciones y los procesos cruciales que subyacen
puede deducir y establecer una teoría de la distribución de la renta. en los diversos modelos de cambio económico secular en la época
.Con beneficios decrecientes en la agricultura debido al descenso de que nos ocupa? Postan, en su ya clásico artículo publicado en 1950,
la fertilidad del suelo y a la creciente ocupación de tierras marginales, que inició su modelo demográfico para el desarrollo económico de la
resu Ira lógico inferir que la demanda supere a la oferta; unos térmi- Europa medieval, asegura que a él tan sólo le interesa «la base eco-
nos de intercambio de esta naturaleza son perjudiciales para la indus- nómica» de la sociedad medieval, definida por «los asentnmientos de
tria y beneficiosos para la agricultura, al originar un descenso de los la población, las técnicas de producción y las tendencias generales
salarios, una elevación de los precios de los alimentos y, 10 que resul- de la actividad económica; es decir, todos aquellos hechos económi-
ta más importante para una sociedad fundamentada en la relación cos que pueden tratarse sin tener que recurrir al conocimiento de
dominan te señores/campesinos, u na importan te alza de las rentas. cómo funcionaban las instituciones legales o sociales, o las relaciones
Por otra parte, el modelo posee un mecanismo fijo de autocorrección entre las clases»." Postan argumenta que lo que «biza posible y nece-
que determina de maneta automática un cambio de dirección y en sario tratar conjuntamente este grupo de temas», dejando de lado las
relaciones de clase, es -;lIe «son temas de reciente introducción en la
consecuencia una nueva dinámica a largo plazo. La creciente subdivi-
discusión sobre la naturaleza de las tendencias generales de la activi-
sión o sobrepoblación de las tenencias y el agotamiento correlativo'
dad económica o, utilizando un término más actual, en el "movimien-
de los recursos nn rurales, supone una superpoblación, que genera
to de larga duración" del ingreso social».'! Pero la cuestión que exige
correctores
su vez produce
comportamiento
malthusianos,
un descenso
especialmente
demográfico y consecuentemente
opuesto por lo que se refiere a la distribución
hambre
un
de los
y escasez, 10 que a
.'.·
¡~
•. 1
un planteamiento
los «movimientos
inmediato, precisamente cuando se intentan estudiar
a largo plazo del ingreso social», es decir, las ten-
dencias seculares de la distribución de la renta y del crecimiento
, ingresos a partir de la primera fase del período. Como demuestra
económico, consiste en plantearse si es totalmente admisible abstraer-
Hnbakkuk, este modelo en dos fases ha sido recientemente aplicado los del «funcionamiento de las instituciones sociales y legales». ¿Es
a todo el periodo que abarca desde 1050 a 1800. Parece CN110 si la
que los' problemas del desarrollo de lo que Pos tan dcnom ina «base
esencia de la «economía tradicional» haya sido aislada gracias a esta económica» pueden en tenderse fuera de las «relaciones de clase»?
larga molían biséculaire (movimiento de doble fase). Como sucinta-
mente ahrrna Le Roy Ladurie, «Malthus llegó demasiado tarde». De
hecho, para este historiador francés el modelo resulta tan ineludible 9. l bid, «Introducrion», en especial p. 8; también «Conclusión», en espc-
cial pp. 652,654.
que incluso permite intentar analogías biológicas o psicológicas. La 10. Postan, «Moyen Age», p. 22.3.
historia del Languedoc rural a lo largo de más de seiscientos años 11. tu:
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Por 10 que se refiere a las tendencias seculares de la distribución frentarse con el problema asimilándolo a sus modelos económicos
de la renta, considero que el modelo malthusiano choca con proble- básicos: insistiendo directa o indirectamente en que, a largo plazo,
mas especialmente difíciles en relación con el siempre ambiguo 'y la distribución de la propiedad y la aplicación de la fuerza sob~e la
polémico carácter de la distribución de la tierra. Por una parte, la relación que implica la renta, está sujeta al mismo tipo de pres.lOnes
misma distribución de la propiedad de la tierra entre señores y cam- de oferta/demanda como la distribución del producto, mantel11endo
pesinos supuso un elemento conflictivo constante a lo largo del perío- el mismo tipo de fluctuación. Intentaré demostrar empíricamente que I

do ya que uno se plantea si la clase campesina podía, por su parte, éste no es el caso, y que de lo que se trata fundamentalmente es de
establecer rentas fijas y transmisibles, es decir derechos de libre In naturaleza de las rebciones y del poder de clase, determinal1.1s
tenencia de la tierra. De ser ello posible, hubiera tenido lugar una de forma relativamente autónoma por las fuerzas económicas.
transformación muy significativa de lo que suponía la renta, ponién- Las interpretaciones demográficas de las economí,ls del período
dese en peligro la existencia de los señores como clase dominante. histórico objeto de nuestra atención, al intentar explicar las tel:den-
Por otra parte, donde los señores tenían el dominio pleno de la tierra, eras generales de la producción total, crecimiento o estancamIento
¿podbn establecer un poder extraeconómico sobre la persona de sus
arrendatarios, controlando el matrimonio y de forma particular las «rudimentario mercado de trabajo». Para mi estas ,SUpOSIciones tienen cohe-
transferencias de tierra y la movilidad del campesinado? Si eso fuera rencia entre sí, pero son inconsistentes con la realidad de la servidumbre
así, se daría la posibilidad de exigir a los campesinos el pago de dere- porque precisamente la servidumbre, en su esencia, no en: contractual. No
chos arbitrarios o extraeconómicos, los cuales irían más allá de las había un «acuerdo mutuo» entre el señor y el siervo, que para North y Tho-
mas era una característica definitoria del contrato. Al contrario, son precisa-
leyes consuetudinarias vigentes o sobrepasarían lo que podía dictar
mente las características interrelncionadas de las execciones sefioriules del exce-
la escasez de factores. Cualquier explicación del proceso de distri- dente campesino y el control del señor sobre la movilidad campesina los que
bución del ingreso en la época bajomec1ieval y moderna debe, en daban a la economía servil medieval sus trazos específicos: extracción Je exce-
consecuencia, posibilitar una interpretación no tan sólo del cambio dente por medio de la aplicación directa de la fuerza, nuis que l~n intercambio
igualitario vía contrato, como North y Thornas lo plantean. El tipo de proble-
en la distribución del producto inmediato de la tierra, sino sobre
mas que se encuentran en la aproximación de. North y Thoma.s s~ ~)l~sman en su
cuestiones más importantes en relación con la distribución de la exposición de los orígenes de la servidumbre. Dicen que «los ll1JIVlduos con des-
propiedad entre el señor y el campesino, así como la aplicabili- treza militar y equipamiento superior eran necesarios para proteger a los cam-
ditd directa de la fuerza sobre la renta como relación de producción. .. ~.,. pesinos, los cuales no eran duchos en el arte de la guerra. Aquí nos encon-
Algunos historiadores de la economía han pretendido tratar este pro- tramos con un ejemplo clásico de mercancía pública, ya que resultaba impo-

blema negando o ignorando su existencia, en particular describiendo


.:~~~.;~r' sible proteger a una sola familia campesina sin también proteger a sus vecinos.
~: ::. . En tales casos la coerción era necesaria para impedir que la mcentrva del curn-
la economía en término de relaciones contractuales entre los detenta- pesino individual supusiera el que su vecino tuviera que p¡¡gar los costos Y el
dores del dominio útil con escasos recursos (destreza mili tal' y arma- poder militar de los señores proporcionaba la [uerza Ilecesaria»., North y Tho-
mento, tierra, fuerza de trabajo agrícola, etc.)." Otros intentan en- mas, Rise o/ tbe vrlestem World, pp. 29-30 (el subrayado es mío ). Esta expli-
cación no tan sólo isnora un tema tan fundamental como es la clase (esto es,
como ocurría la distribución de la tierra, de los instrumentos de coerción),
12. North y Th0111as dicen que «la servidumbre en Europa occidental era, sino que también pone en duda su propio argumento sobre la naturaleza
sobre lodo, un arreglo contractual en el que los servicios de trabajo se inter- contractual de la servidumbre, ya que en esta cita lo que se admite explí-
cambiaban por una mercancía pública: protección y justicia» (D. C. North citamente es que el siervo esni coaccionado. Y no tan sólo en la cita pre-
y R. P. Thornas, «The Rise and F"lI of the Manorial Systern: A Theoreticnl cedente, sino que continúan con la misma idea cuando afirman que «el poder
Model», JOIII'I1(/1 o/ Economic History, XXXI (1971), p. 773. North y Thornas de los señores para explotar a sus siervos... no era ilimitado, sino restrin-
pueden establecer este argumento ya que presuponen: a) que el siervo estaba sido (en casos extremos) por la habilidad del siervo para evitarle» (p. 30),
totalmente «protegido de cargas arbitrnrias» y b) que a causa de la ausencia lo que no elimina la dificultad fundamental, esto es, el intento de tratar a la ...
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de «una autoridad coerciti",:a centra]" los siervos eran básicamente libres, espe- servidumbre como una relación contraciual, admitiendo al mismo tiempo su
cialmente para poder cambiar de lugar, y como consecuencia de ello había un naturaleza coercitiva .
.,...:1 ~.~~ I
"::,0\.
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económico, tropiezan con diíiculmdes, incluso más SCr1<1Sque las que teoría adecuada del desarrollo económico. Al describir el ciclo de dos
se encuentran respecto n la distribución del ingreso. Por supuesto '.}
etapas de la economía agraria, iniciado en algunas economías europeas
que el pensar en un declive de la productividad agrícola es una idea .- a fines de la Edad Media y principios de la Edad Moderna a partir
, razonable para la mayoría -que no todas- de las economías de la del declive de la productividad agraria, los teóricos malthusianos han
Europa preindustrial. De hecho, estos historiadores de la economía establecido un importante modelo de desarrollo y estabilidad econó-
han podido profundizar en algunos de los fundamentos técnicos y mica de larga duración. Pero este ciclo de doble fase no es u n iver-
económicos de la decadencia a largo plazo de la producción gracias sal, incluso para aquellas sociedades tradicionalmente definidas C0l110
a sus investigaciones sobre cuestiones relativas al mantenimiento de desarrolladas; 15 Y además, exige una in terpretación y un análisis más
la fertilidad del suelo en situación de escasez de ganado y de abonos, minuciosos. Considero que el ciclo malthusiano de estancamiento
especialmente cuando existe un atraso en la organización de la téc- secular, igual que otras formas de atraso económico, sólo puede
( nica agrícola y unos bajos niveles de inversión.!' Pero el exponer las entenderse en su conjunto como el producto de estructuras estable-
condiciones que generaron el estancamiento económico a largo plazo, cidas de relaciones de clase (particularmente relaciones de extracción
no explica el fenómeno en sí, ya que no se proporciona un cálculo del excedente), igual que el desarrollo económico sólo puede enten-
real del porqué estas condiciones persistieron. Por tanto, el expli- derse de forma total como el resultado del surgimiento de nuevas
car la «rigidez» económica como lo hace Le Roy Ladurie, en «fun- relaciones de clase más favorables a la nueva organización de la pro-
ción de un estancamiento de la técnica, de una carencia de capital, ducción, a las innovaciones técnicas y al incremento de las inversiones
:.;;-: productivas. Y estas nuevas relaciones de clase hay que entenderlas
de una falta de espíritu de empresa e innovación», es ciar por
'~,:: -;
sentado lo que se intenta probar .14 Es como pretender explicar el como el resultado de un proceso anterior, y en cierto modo autónomo,
.;~~~~i de conflictos de clase.
crecimiento económico como un simple resultado
ción de un nuevo tipo de organización
de la introduc-
de la producción, de mu- ;~;,{
chas técnicas y nuevos niveles de inversión. Desde luego que estos
factores no explican el desarrollo económico, sino que tan sólo des- b) El modelo demográfico comparado
criben lo que es el desarrollo económico. El estancamiento continuado
de la l11H)'orÍ<1de las economías tradicionales europeas en la época que Espero que la fuerza de estas objeciones quede más clara cuando
'1
estamos estudiando no puede explicarse en su totalidad sin dar cuenta se analicen casos históricos concretos. Considero que mi método críti-
del crecimiento económico real experimentado por las pocas econo- co es sumamente obvio y a la vez simple. Consiste en observar si se
mías clue efectivamente se desarrollaron. Desde una perspectiva más dio un predominio de tendencias demográficas similares en toda Euro-
general, el atraso económico no puede comprenderse del todo sin una pa durante un período de seiscientos o setecientos años, entre los
siglos XII y XVIII, Y mostrar que los resultados distintos de estas ten-
13. Postan, «Medieval Agrarian Society in its Prime: Englund», pp. 548- dencias proceden de la naturaleza de la estructura agraria y en par-
570; 1'1'1. t-.L Pastan, «Village Livestock in the Thirteenth Century», Econ. Hist. ticular de los modelos de distribución del ingreso y del desarrollo
tu«, 2.' ser., XV (1962-1963); J. Z. Titow, Euglisb Rura! Society, 1200-1350, económico con los que hay que asociada. En este sentido, comienzo
Londres, 1969. .
mi explicación exponiendo los problemas que considero plantean los
14. Le Roy Ladurie, op, cit., p. 634. A veces Le Roy Ladurie parece
querer enfocar el desarrollo económico como el resultado directo de unos pro-
modelos de deterrninisrno demográfico de Pastan (para los siglos XII
cesos aparentemente autónomos de innovaciones técnicas. En este sentido dice al xv) y de Le Roy Laduric (para los siglos XVI al xvir ) que se com-
que «fue la debilidad tecnológica de la sociedad ... su falta de habilidad para plementan. perfectamente entre sí.
aumentar la productividad, su incapacidad permanente y definitiva en elevar De acuerdo con Pastan, el crecimiento demográfico caracteriza a
L~ producción la que creó la barrera que, al final del período, paró el creci-
miento (qllasi-biseC1llaire) de la población y de la pequeña propiedad carnpc-
silla, p. 639. Véase también la nota 37. 15. Cf. C. Geenz, Agricultl/ral Lnuolution, Berkeley, 1963.
32

los siglos XII y


V la consiguiente
XIII,
EL DEBATE BRENNER

Y genera una OCUpaClOl1 de tierras marginales


reducción de la fertilidad del suelo: es decir, se
'~~II cienes extracconórnicas
EstRUCTURA DE CLASES AGRARIA

entre el señor y el campesino -especialmenLe


aquellos pagos asociados con el rdürz~,~1iento de la sujeción del cam-
~ 1
X)

produce un aumento de la demanda frente a una oferta algo rígida pesinado- hay que entenderlas en los mismos términos que la «rela-
tanto de tierras como de alimentos, lo que supone un alza de precios tiva escasez de factores», argumento únicamente aplicable a medidas
y rentas. Sin embargo, y cle ello Pastan es consciente, en este período contractuales regidas por las leyes del mercado y que en realidad no
nos enfrentamos con una forma de renta bastante singular. Hay suponen más que el mismo resultado en términos de distribución de
pocos arrendamientos y contratos directos, y en vez de ello nos encon- renta entre señor y campesino. Por ejemplo, como dice Postan, «la
tramos con una estructura teóricamente fija, pero realmente Iluctuan- fluctuación de las prestaciones de trabajo personal no requieren más
I te, de derechos y obligaciones consuetudinarios que definen la tenen- explicación que la que proporciona la acción recíproca entre la oferta
I cia de la tierra y que consisten, en primer lugar, en pagos regulares y la demanda: demanda de prestaciones serviles. y oferta de trabajo
(supuestamente fijos) que el campesino tiene que hacer al señor para
I poder COI tinuar poseyendo la tierra. Pero con frecuencia sucede que
,:~,.Jw".: servil» .16
Durante los siglos XIV y XV se produjo un descenso de la pobla-
I estos derechos suponen, además, unas condiciones
l' es el que el señor tenga la potestad
adicionales:
de imponer exacciones extraordi-
como ·:t~;~~ ción como resultado de la caída de la productividad, del hambre y

"jli
de la peste. En última instancia, las catástrofes demográficas origina-
narias (tallas y tasas), o de con trolar la u tilización, transmisión y ron una drástica inversión de la proporción hombre/tierra. Pastan
herencia de la tierra, o la misma libre disposición de la persona del argumenta sólidamente que este cambio demográfico produjo una
campesino, en particular su libertad de movimientos. El planteamien- situación opuesta a la que se había dado en el siglo XIII. Una dismi-
to de Pastan consiste en que estas últimas condiciones, que en C011- ':;'f :.~
. l· nución del número de los campesinos supuso un descenso no sólo
junto definen la situación legal del campesino -'-:"su libertad o. su del nivel de la renta, sino también de la capacidad del señor para
sujeción-e- en la medida que son importantes para las tendencias eco- limitar la movilidad del campesinado. La competencia que surgió
~ nómicas a largo plazo, permiten -de forma más o menos directa- entre los señores para obtener los servicios de los escasos campesinos
• ser asimiladas por su modelo demográfico de oferta y demanda. Por .que quedaban implica que uno esté de acuerdo con la ley de la oferta
tanto la cuestión central para Pastan es que, dado el desarrollo de la y la demanda, no tan sólo por lo que se refiere a una caída de las , I,
• población, el siglo XIII es un período donde la posición del señor rentas en general y de las prestaciones de trabajo en particular, sino
• uis-á-uis con los campesinos mejora, no tan sólo en aquellas pocas también en 10 referente al abandono por parte de los señores de sus
~ zonas donde surgió 10 que podría calificarse como formas de arren- derechos de control sobre el campesinado. Una catástrofe demográ-
damiento moderno, sino también en el denominado sector consuetu- fica determina la caída de la servidumbre."
• dinario o tradicional. Así pues, la lucha por la tierra obliga a los carn- Le Roy Ladurie empieza el análisis del ciclo en el punto donde
• pesinos a aceptar una seria degradación de su situación tanto personal lo había dejado Pastan, esto es, a finales del siglo xv. En este mo-
• como en relación con la tierra para poder mantener sus tenencias, lo mento, la servidumbre ya no existe IÚ en Inglaterra ni en la mayor
que a su vez acentúa la deteriorada situación económica general a la
cual están sujetos únicamente por las fuerzas de oferta y demanda.
Por tanto, para conservar SL1 tierra los .carnpesinos tienen que some- 16. M. M. Pastan, «The Chronology of labour Services», Trans. Roy.
Hist, Soc., ser. 4.', XX (1937), p. 171. Para el párrafo anterior, Pastan, «Me-
terse, primero, al incremento arbitrario de las exacciones (tasa~,
dieval Agrarian Society in its Prime: England», pp. 552-553, 607-609.
tallas), que se recaudan además de la percepción de la renta tradi- 17. Postan, «Medieval Agrarian Society in its Prime: England», pp. 608-,
cional; y segundo, al incremento de los servicios personales de trabajo 610. «Al final se produjo un afianzamiento de las fuerzas económicas y tanto
en la tierra del señor. Este incremento de los pagos está origi- los señores como los arrendatarios encontraron que el modo más efectivo para
nado por el poder del señor en controlar al campesinado y deter- retener al trabajador era pagando salarios más elevados, igual que el modo
más efectivo para retener a los arrendatarios era el bajar las rentas y Iiberurles
minar su condición legal. En otras palabras, para Pastan las rela-
. de obligaciones serviles» (p. 609).

3. - BRl!NNER
.: ;

., j

34 EL DEBA 1'E BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA


3.)

parte de Francia. En su lugar nos encontramos con una sociedad otras regiones de Francia (especialmente el área que rodea París) el
formada por campesinos libres en ambos países, algunos que poseían proceso de deteriorización de la situación legal del campesinado fina-
, -~.
su tierra a partir de una primitiva base contractual, otros habiendo lizó casi bruscamente y se inició un movimiento opuesto que establecía
ya conseguido una situación legal equiparable a la libertad total de f~rma concret,~ L1 libertad de aquél (y en cierto sentido la plena
(volveré sobre este punto más adelante), En cualquier caso, nos en- propiedad campesina) a Enales del siglo xnr." Estos diferentes proce-
contramos con' una repetición del movimiento de doble fase que sos de desarrollo tuvieron obviamente un efecto importante sobre las
Pos t;1I1trazó para los siglos XII y XIII Y más tarde para los siglos XIV tendencias de la distribución del ingreso. Como el mismo Postan
y xv: un auge de la población durante el' «largo siglo XVI», que señala, los señores podían extraer ren tas mucho más elevadas de los
originó una elevación de las rentas, una caída de los salarios y la siervos (uiUeins) que de los campesinos libres, y pudieron incrcmen-
desil1te'p'¡-ac~ó~lde las po.sesion:s campesinas. ~na drástica caída d.e tarlas sustanciulmenre a lo largo del siglo XIIr.22 Pero Pastan man-
la productividad produjo catástrofes demográficas durante el S1- tiene que, a pesar de ello «la razón por la que los señores no pretcn-
glo XVII, lo que supuso un cambio en el comportamiento de la ten- clían tan sólo incrementar el peso de las prestaciones laborales sino'
dencia y la configuración opuesta en términos de la distribución del también "hacerlo a su manera" no es difícil de adivinar. Con una
ingreso y de la tierra." creciente escasez de tierra y un fuerte aumento de la demanda de
La evidente dificultad que plantean estas explicaciones globales este factor por parte de 10<; campesinos, la fuerza económica del terra-
radica en su misma debilidad ya que puede desmontarse con relativa teniente sobre sus campesinos era mucho más difícil de resistir»."
facilidad mediante un simple análisis comparativo. Distintas tenden- . ~
Parece claro que un crecimiento de la población que generara un
.:

cias demográficas similares en diferentes momentos y en diferentes aumento de la demanda de tierras tendería a aumentar el poder del
áreas de Europa originan resultados diferentes. De lo que se deduce señor para incrementar libremente la extracción de cualquier for-
'que es preciso cuestionar si los cambios demográficos pueden ser ma de renta del campesinado; pero sólo en el caso de que el señor
lícitamente considerados como una simple causa o como la variable hubiera logrado imponer su derecho a obtener algo más que una renta
clave del desarrollo económico, Es cierto que en el siglo XIII se pro- fija. Pero el hecho es que a lo largo clel período medieval los únicos
dujo un incremento de las rentas y un aumento del control señorial campesinos sujetos al ejercicio de este tipo de poder «económico»
sobre el campesinado, no sólo en Inglaterra sino también en varias por parte del señor (es decir, a la imposición de prestaciones labo-
reg~0~1esde(VFrancia'de~pecliall11en.teeBnel n~r)t~/Aen el este deb.l~regiod'n ~.,'.'....!..
..':,:'
.....
~ \",~.:.:.,_¡ ..::'
rales adicionales y a pagos arbi trarios de otra naturaleza que los espe-
parisiense errnan 01S, .aonnars, orgona. unque tam ren se a . . cíEcamente derivados de la renta, en particular tallas y fianzas), no
el caso de que en otros lugares de Francia (Normandía, Picardía) no eran libres y estaban sometidos a la condición de siervos, El estatus
. 'se produjo un movimiento contrario a la tendencia secular que había de libre tenencia en el siglo XlII (que comprendía a una parte impor-
provocado la desaparición previa de la servidumbre." Más aún, en tante de la población) implicaba por lo general 1;.\ supresión de fuertes
prestaciones personales en las tierras del señor y la exacción del pago
18. Le Roy Ladurie, Paysans de Languedoc. de derechos adicionales ,24
19. P. Petot, «L'évolution du servage dans la Frunce couturniere du XI'
au XIV' siecle», Recueils de la Société [ean Bodin, Ir, 1937; C.-E. Perrin,
«Le servage en France et en Allemagne», X Congresso internazionale
storicbc, Roma, 1955, 7 vals: (Florencia, 1955), IlI, pp. 227-228; G. Four-
~.~.i
..
di scienze ":.'i.',:,;.,,~...t. t,:
_:
21. Fourquin, op. cit., pp. 160-172, 189-J90.
_ 22. Pastan, «Medieval Agrarian Socit:ty in its Prime: Englnnd», pp. 552-
quin, Les campagnes de la région parisienne ti la fin du Jvfoyen Age, París, /\; ;,.1;1::.. 5)3, 603, 607-608, 611, en especial, p. 603: «las cargas monetarias obligatorias
1970, pp. 175-179; R. Fossier, Histoire sociale de l'Üccid eut médiévale, París, [~~~!~~~:f que pesaban sobre los castomary, por ejemplo siervos, tenencias, etc., eran muy
1970, pp. 161-163, .
20. R. Fossier, La tcrre el les hommes en Picardie jwqu'll la fin d u XIII'
:::(;r;;
':11:; ~\~~'
':~cr fuertes y no se podían comparar ' .. incluso con las de los campesinos
23. iu«, p. 608 (el subrayado es mío).
libres'>.

siécle, 2 vols., París, 1968, II, pp. 555-560, Véase también las referencias cita- :i€: ~~} 24. Véase su pra notas 22, 23 y 16; R. H. Hilton, Jbe Decline 01 5erldolil
das en la nota 19, J[G: il,fit !1l Medieval En glan d , Londres, 1969, pp. 18-19, 24, 29-31. Para un ejemplo

·;li(ifJ:
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 37
36 EL DE13ATE BRENNER

que en 1:1 mayor parte de Europa occidental, la servidumbre habín


Así para poder determinar el impacto de la presión de la pobla-
«muerto» ya a comienzos del siglo XIV, mientras que en Europa
ción sobre la tierra -quién iba a ganar y quién a perder en una
oriental, y particularmente en Pornerania, Brandemburgo, Prusi.<1
situación de demanda creciente de tierra y una elevación de la renta
oriental y Polonia, el descenso de la población desde fines. del. S1-
y del precio- de la tierra- era necesario determinar previamente cuál
glo XIV se vio acompañado de UD triunfo de los señores para Imponer
era la naturaleza de las relaciones de clase entre señor y campesino.
controles extraeconórnicos -esto es, la servidumbre- sobre 10 que
Por ello, durante el siglo XIII en la región parisiense, la tendencia a
hasta entonces había sido uno de los campesinados más libres de toda
incrementar la talla sobre los campesinos por parte de los señores
Europa." Hacia 1500, el mismo tipo de tendencias que abarcaban
fracasó al originarse una contra-tendencia de emancipación del cam-
toda Europa presentaba una trayectoria que iba generando .un.a de
pesinado. Tanto en Francia como en Inglaterra el resultado fue que,
las grandes divisiones de la historia del continente: el surgimiento
una vez libres, los campesinos pagaron sólo un canon fijo, no pudien-
de una clase de campesinos casi totalmente libres en el oeste y la
do forz~es. a .que .pagar~n rentas adicionales y arbitra.rias. ~esulta
degradación de la situación del campesinado a la servidumbre en
altamente significativo, S111 embargo, que esta tendencia hacia una
el este.
limi tación de la renta y un establecimiento de la libertad de tenencia
Pero el período que va de 1500 a 1750 marcó otra gran división
en la región parisiense tuvo lugar en la zona más densamente pobla-
que pone en duda, una vez más, el valor explicativo del modelo
da de toda Francia." Por tanto, la misma presión ascendente de la
malthusiano. Aquí lo que queda sin explicar no es tanto el fenómeno
población pujo, y así lo hizo, originar cambios en la distribución del
de la distribución de la renta, como el problema global de las vías
ingreso favorables a los señores o a los campesinos, según la natu-
fuertemente contrapuestas del desarrollo económico: un continuado
raleza de las relaciones sociales en torno a la propiedad de la tierra
estancamiento a largo plazo acompañado en ciertas áreas de un cre-
y el equilibrio de las fuerzas de clase.
ci miento de la población y el surgimiento espectacular de un modelo
El declive demográfico experimentado en toda Europa y que se
enteramente nuevo de crecimiento autosostenido, acompañado tam-
inició en varias zonas durante el siglo XIV, plantea problemas aná-
bién del incremento de la población, en otras zonas. Ello induce él
logos. A largo plazo las tendencias paralelas de descenso de las rentas
Le Roy Ladurie a suponer que a lo largo de los siglos XVI y XVII en
y la paulatina liberación del campesinado dominaron, por 10 que
buena parte de Francia el incremento de la población produjo una
se refiere a Inglaterra, durante el siglo xv. Pero, como contraste, los
fragmentación de tenencias, un alza de las rentas y un declive de la
siglos XIV y xv también supusieron un agudizamiento de los con-
productividad, originándose las clásicas crisis de subsistencia en mo-
troles señoriales sobre el campesinado en Cataluña; y también se dio
mentos diferentes y en lugares distintos, así como catástrofes demo-
este caso, al menos de manera temporal, en algunas regiones de Fran-
gráficas y en última instancia un «cambio de la tendencia»." Pero
cia (el centro, el Bordelais )." Cierto es que en estas áreas al igual

27. F. L. Carsten, Tbe Origins 01 Prnssia, Londres, 1954, pp. 80-84, 10l-
] 16; M. Malowist, "Le couirnerce de la Baltique et le problerne des luttes so-
más gráfico acerca de la habilidad de los campesinos libres _para resistir los
ciales en Pologue aux XV' 'et XVI" siécles», en La Pologne au X' COI1,~reJ JIl-
enormes esfuerzos (a veces incluso desesperados) Je los seno res extructores
ternat iouul des Sciences Historiques ti Rome, Varsovia, 1955, pp. 131-136, 145-
de renta incluso durante el siglo XIII, cuando se da el alza de la población,
146; M .. Blum, «The rise of Serfdorn in Eastern Europc», ,A 11I el'. Hist . Reu.,
véase E. Searle, Lordsbip and Comtnunicy, Toronto, 1974, pp. 163-166.
LXII (1957), pp. 820-822.
25. Fourquin, op. cit., en especial pp. 170 ss.
28. Véase, por ejemplo, P. Goubert, «Le rnilieu dérnogrnphique», en
26. P. Vilar, La Cat alogne dans l'Espagnc moderne , 3 vols., París, 1962,
L'Aucien Régi1/lc, 2 vols., París, 1969-1973, 1, cap. 2 (hay trad. cast.: EL anti-
1, pp. 466 Y ss. (hay trad. catalana, 1968, 4 vols., y castellana, Barcelona, 1978);
guo régimen, 2 vols., Madrid, 1979); también de P. Goubert, Beauvais el fe
J. Vicens Vives, Historia de las remensas en el siglo XV, Barcelona, 1945, Beanoaisis de 1600 .1 1730, París. 1960; J. Mcuvret, Étud es d'bist oire ':C0I10'
pp. 23-24 ss.; R. Boutruche, La crise d'une société, París, 1963, pp. 321 ss.;
ntique, París, 1971; F. Braudel y. E. Labrousse, ecls., [-J istoire éconouriqnc el
1. Cuérin, La vie rurale en Sologne aux- XIV' et XV' siécles, París, 1960,
pp. 202-215 ss.
sociale de 111 Trance, H: 1660-1789, París, 1970.
EL DEBATE BRENNER
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 39
38

resulta un tanto irónico que un crecimiento paralelo de la población -Pastan y Le Roy Ladurie- desde un principio elaboraron sus
en Ingl.uerra en este mismo período se haya utilizado para explicar modelos como oposición HUila predominante ortodoxia liistoriogni-
precisamente lo contrario. Así, y de acuerdo con Bowden, «bajo el rica que asignaba al crecimiento del comercio y del mercado una fun-
estímulo de una población en aumento, Je una elevación de los pre- ción en cierto sentido análoga H la que según Postan y Le Roy Ladurie
cios agrícolas y de un alza del valor. de la tierra, la demanda de ésta tCJ:ía la población .. Estos autores atacaron duramente las simples y
se in tensiíicó, racionalizándose su utilización. Se amplió el área cul- unilaterales concepciones del cambio económico que sostenían que la
tivada, «constituyéndose las grandes propiedades a expensas de las fuerza del mercado determina, en primer lugar, el descenso de la
pequeñas tenencias» .29 Así, en Francia, mientras la población crecía servidumbre, que a menudo se identifica de manera un tan to burda
tenía lugar una extrema fragmentación de las tenencias y un descenso con el cambio de la renta de trabajo por renta monetaria que ipso
de la productividad, mientras que en Inglaterra, al contrario, la ten- [acto origina el surgimiento de arrendatarios libres; y en segundo
dencia dominante consistió en crear unidades cada vez mayores, en lugar, el auge de la agri «ltura capitalista, organizada en torno a la
concentrar tenencias y cederlas a un arrendatario que a su vez las figura del gran arrendatario que funcionaba sobre la base de inver-.
CLlltiv~a con ayuda de trabajo asalariado. Acompañando este cambio siones y mejoras de capital y trabajo asalariado.
en la organización de la producción, se fue dando un mayor incre-
mento en la productividad agrícola, con resultados que en cierto
sentido marcaron época. A finales del siglo XVII, la población inglesa a) Comercio y servidumbre
había vuelto a alcanzar los mismos niveles del siglo XIII,sin igualarse
al modelo demográfico francés: ninguna «fase B» siguió inexorable- En particular, Pastan opinaba que durante el período medieval la
mente a una «fase A». En vez de ello, nos encontramos con la crisis fuerza del mercado, lejos de producir automáticamente la disolución
final del modelo malthusiano y la introducción de una asombrosa y de la servidumbre, pudo haber coincidido con su intensificación.
original forma de desarrollo económico autosostenido." Demostró, por ejemplo, que en algunas de las zonas más cercanas al
mercado londinense, la tendencia hacia el incremento de prestaciones
personales y la reacción señorial del siglo XIII se mostraron más
II. EL MODELO MERCANTIL
intensas. Tal vez el ejemplo que puede ilustrar con más claridad la
hipótesis de Pastan nos lo dan las áreas situadas bajo la influencia
Antes de presentar la alternativa que creo puede plantearse al del mercado parisiense durante el mismo período. Así, y a lo largo del
análisis comparativo precedente, es preciso resaltar que los dos expo- curso del Sena, hay una serie de regiones -.-diferentes entre sí- que
nentes más conocidos de los. estudios de la población como núcleo producían para el consumo de París: el río cruza zonas de campesinos
interpretativo del cambio económico de la sociedad preindustrial libres, Campesinos semilibres y campesinos siervos. Más espectacular
resulta el caso de Europa oriental, tal como lo demuestra Pastan,
donde durante el período considerado, el fuerte y poderoso impacto
29. Bowden, «Agricultural Prices, Fnrrn Profifs and Rents», p. 593 (el del mercado mundial de granos dio un mayor ímpetu a la sujeción
subrayado es mío). . del campesinado, al mismo tiempo que estimulaba el desarrollo del
30. Sobre el cambio agrario inglés, sus causas y consecuencias, véase,
capitalismo en el oeste."
por ejemplo, R. H. Tawney, Tbc Agrarian Problem in tbe Sixteentb Centnry,
Londres, 1912; Nueva York, 1967; E. Kerridge, Tbe Agricult urai Renointion,
Londres, 1967; E. Kerridge, Agrorian Problems ;/1 tbe Sixtecntb Cent ury atul
31. Postnn, «Chronology of Labour Scrvices», en especial pp. 192-19.3;
/l/Ier, Lundres,19(.9, en especial el capítulo 6; \'(/. G. Iloskins, «The Leices-
Fourquin, Cam pagnes de la régiou parisienue, pp. 169-170, nota 7 l ; v~"se
tcrshire Fnrrner in the Sevenrecnth Century», Agricnltural Hislor)', XXV (1951);
también 11. M. Pos 1'111, «Thc Rise of :l Money Econorny». [COII. Hist. Rec.,
Thirsk, ed., Ilgraritlll History o/ England f!.'I,1 W'ulcs, IV: J500-1640. Véase
XIV (19<1<1).- .
también in/ril, pp. 62 s~.· , ...
40 EL DEBATE BRENNER

Sin embargo, Pastan nunca aclaró con precisión en qué consistía~')~


el defecto crucial de la hipótesis del comercio como base para expli:)E
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA

ligadas a su condición de s1ervo,:13 Por tanto, y para poder poner un


a la servidumbre, lo que tenía que desaparecer era el tipo de «inter-
41
1
.\
\1
1\
l. I
cal' el desarrollo europeo; desde mi punto de vista, el fallo de li';:: cambio desigual» que se manifestaba por medio de controles directos
interpretación mercantil procede clel hecho de que sistemáticamente' ',t y extraeconómicos que el señor ejercía sobre los campesinos. Puesto
que la esencia de la servidumbre consistía en la capacidad del señor 1\
se ignora que la servidumbre implicaba no tan sólo que las prestacio- "
nes de trabajo personal se oponían a las prestaciones monetarias, sino para introducir presiones extramercantiles sobre los campesinos y así
que también suponía la existencia de los poderosos derechos de los poder fijar el nivel de renta a su voluntad -en particular impidiendo
señores para aplicar exacciones arbitrarias, así como un grado más o la movilidad del campesino que supondría un libre mercado de arren-
menos estricto de falta de libertad del campesino. Así pues, la servi- datarios-e-, apenas sorprende que ias fluctuaciones del comercio,
dumbre por sí misma suponía la capacidad del señor para controlar contando con cualquier tipo de factores de mercado, por sí mismas
la persona de su arrendatario, en particular sus movimientos, y no fueran suficientes para generar la disolución de la servidumbre.
también la posibilidad de fijar el nivel de la renta que podía exceder La servidumbre era una relación de poder que podía invertirse, como
10 normalmente estipulado o lo que podía dictar el simple juego de así ocurrió, tan sólo por sus propios medios: a través de un cambio
fuerzas de la oferta y la demanda. Por esta razón, el declive de la en el equilibrio de las fuerzas de clase. ,
servidumbre no podía conseguirsc, como a veces se asegura, por Es evidente que hubo periodos en los que una creciente demanda
medio de una simple alteración de los términos que definen el «inter- de tierra -y por tanto de tenencias-, originada en concreto por el
cambio igual», es decir, el paso de renta/trabajo a la renta/dinero aumcn to de la población, daba a los señores un cierto respiro en rela-
como resultado de la confluencia de intereses para conseguir una ción con la movilidad campesina (suavizando, de forma unilateral, las
mayor eficacia por ambas partes." De hecho, y a pesar del cambio que obligaciones que pesaban -sobre la movilidad de sus siervos) ya que
supuso, la alteración del tipo de renta no implicó la finalización del podían conseguir con mayor facilidad mano de obra en mejores con-
poder del señor sobre el campesinado, sino más bien su continuidad, diciones. El último tercio del siglo XIII fue uno de estos momentos.
ya que el resultado altamente significativo de esta conmutación úni- Pero la información con que se cuenta no permite argumentar a favor
camente podía realizarse por medio de un dictamen del señor y, en del fin de la servidumbre, o al menos de su debilitación." Puede
consecuencia, abolirla de acuerdo con su propia voluntad, En este decirse que la servidumbre sólo finaliza cuando el derecho y la capa-
sentido, Pastan dice que la conmutación del tipo de renta tuvo una cidad del señor para controlar al campesinado, en caso de que quisiera
difusión muy amplia en Inglaterra a 10 largo del siglo XII; pero en bacerlo, ya no perduran. Es significativo que, incluso a 10 largo del
realidad no supuso -la emancipación del campesinado, ya que en el siglo XIII, los campesinos que querían abandonar las tierras del señor
siglo XIII nos encontramos de nuevo con la exigencia por parte del tenían que conseguir permisos de salida y debían volver cada año
señor de la prestación de trabajo personal. Y realmente, en el caso para presentarse una o dos veces. En este período, como dice Raftis,
de que el señor no optara por exigir este tipo de prestaciones, reque- «la intervención de la justicia señorial sólo era necesaria para impe- '
ría al campesino el pago de unos derechos en metálico para poder dir que los campesinos abandonaran la jurisdicción señorial, no para
librarse de las prestaciones personales. Y con toclo, este campesinado haccrles volver». Sin embargo, 10 que con ello se informa es clc la
permanecía sujeto a exacciones arbitrarias (tallas, fianzas) Iuerternen te
3.3. Postun, «Medieval Agrarian Society in its Prime: England», pp, 60y-
608, 611, Para un análisis de las razones por las cuales la conmutación no se
entiende si no se afirma qué significa un relajamiento de la servidumbre, véase
32, Para una elaboración reciente de este argumento, véase North y Tho- en especiul R, H, Hilron, Decline o/ Serjdom in lvfedic{/l ElIgl{/lId, pp, 29-31,
mas, Rise o/ tbe Western \VIorld, pp. 39-40, Desde luego se trata de In conclu- así como su artículo «Freedorn and Villeinage in England», Past 1711,1 Prcseut,
sión de su argumento sobre la servidumbre como una relación contractual, más 31 (juiio 1965), p. 11.
que C01110 una relación coercitiva y explotadora. Véase sUP!,", pp, 2?-;Z9¡ I1qtq 12, . ;3'1. C:;~m)0 har;:~ Tito\V en EnglislJ Rl!l'''¡ Society, 1200-1;350, pp. 59-GO.
42 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 43

súbita modificación del control del señor sobre la movilidad


siervos que siguió casi inmediatamente
de los
a la Peste negra y a la subsi- l~~l~ por el aumento
fuera inevitable,
de la presión demográfica)
ya que la fragmentación
110 suponía
de las tenencias
que aquélla
probable-

!~il
guiente falta de arrendatarios. Para este período hay documentación mente tuvo el mismo significado que la concentración.
rela ti vamen te abundan te sobre el embargo c1e siervos con el fin de Pero, al igual que Pastan, Le Roy Ladurie no llega a la raíz del
impedirles que se convirtieran en arrendatarios y en consecuencia problema que la tesis del comercio como origen del cambio agrario
adq uirir obligaciones distin tas; o también sobre la aplicación de fian- supone, puesto que ni siquiera intenta explicar por qué durante los
zas que gravaban con más fuerza los- permisos para abandonar el terri- siglos XVI y XVII tuvo lugar en ciertas zonas un nuevo ciclo de frag-
torio del señor; o sobre el sustancioso incremento de las fianzas que
debían depositar quienes tenían permiso para dejar el dominio seño-
rial; o sobre un endurecimiento de la.actividad relativa a los fugiti-
:"U mentación de la tierra y un descenso de la productividad,
que en otras zonas ocurría lo contrario. Arguye que el morcellemcnt
y es rassetnblement (concentración)
mientras

'a1~~
(fragmentación) en buena medida
vos; o sobre limitaciones del número de años que el siervo podía estar fueron tendencias compatibles, y demuestra que la «persecución des-
fuera de las tierras del señor." Cierto es que, desde el punto de vista' piadada de la fragmentación» de las tenencias «convertía en irrisorios.
del señor, la servidumbre estaba todavía vigente y no tenía intención los esfuerzos de quienes pretenían concentrarlas». El resultado, según
alguna de un cambio de la situación. Si ello fue o no posible es una dicho autor, fue que la historia económica del Languedoc finalizó
cuestión cuya respuesta hay que buscada en los conflictos sociales como «una pura historia del campesinado ... lejos de constituir el
que tuvieron lugar en el siguiente período. 'origen del capitalismo' .,,».36
Pero Le Roy Ladurie no explica el porqué (no tan sólo por lo
que se refiere al Languedoc sino para toda Europa occidental) se
b) Mercan tilismo )1 capitalismo agrícola produjo la victoria de una tendencia en vez de la otra," ni busca una
respuesta, como yo me inclino a hacerlo, en el surgimiento de una
Al igual que Pastan, Le Roy Ladurie también critica el argumento estructura de la propiedad de la tierra que proporcionó a los carnpe-
del comercio como base del desarrollo económico europeo, mostrando sinos de la mayor parte de Francia (en contraste con Inglaterra y
que, incluso después de la caída de la servidumbre, no tenía por qué
\~i otros lugares de Europa) unos importantes derechos sobre extensas
suponerse una tendencia hacia el capi talismo (concen tración de tenen- IY·
, ;;~. áreas de tierra, lo que supuso un freno para quienes deseaban con-
cias cultivadas a base de inversión de capital y trabajo asalariado) bajo centrar la tierra. Cualquiera que fuera la situación del mercado o del
el impacto del mercado. Así el estudio de Le Roy Ladurie sobre el precio de la tierra, el campesinado, en general, no enajenaba fácil-
Languedoc rural se pensó, en buena medida, para modificar las prime- mente sus tenencias que eran la base de su existencia y la de sus
ras aportaciones de historiadores como Raveau, Bloch y otros que herederos. Por ello, mi argumento sobre el atraso agrícola a largo
habían planteado la idea de que durante la Edad Moderna, y bajo el plazo en Fruncir. se fundamenta en el hecho del predominio, a prin-
estímulo del mercado, se dio una tendencia general hacia la concen-
tr.ición de grandes tenencias, a cargo de arrendatarios de origen
burgués con una mentalidad orientada hacia la inversión y una pro- 36. Le Roy Ladurie, Pnysans de Lau gnedoc; las citas están en el vol. 1,
ducción dirigida hacia el mercado. En sentido opuesto, Le Roy La- p. 8.
37. lbid., pp. 8 ss. Para explicar el [rccaso del capitalismo agrario en Fmn-
durie demostró que el surgimiento de la «renta capitalista» (funda-
cia, Le Roy Ladurie, en su último an.ilisis, se refiere a la persistencia de urente-
mentada en el incremento de la productividad de la tierra debido a lités atrasadas, Así el «estancamiento económico (immobilisllle) estaba arropado
las inversiones de capital) como alternativa a la extorsión del campe- y Iundarnentado por una serie de , .. bloqueos culturales» (pp. 640-(,4J ).~<lr:l
sinado (realizada a causa de la demanda creciente de tierra estimulada Le Roy Ladurie (das fronteras espirituales invisibles» fueron las que m.is «Iimi-
. taron» la economía (p. 11). Y de forma bastante consistente halla los gérmenes
del verdadero crecimiento económico en las meutalités nouuell es d<;: l. época
35. J. 1\. Raftis, Tt;II(11'C 41/(1 Mobilíty, Toronto, 1964, pp. 139·144. tie la Llustración (p. (52),
44 EL DEBATE DRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 45

cipios de la Edad Moderna, de la pequeña propiedad."


Pero este atra- (:~7;!:7':.$.~~consiste en no incluir el desarrollo de la estructura de clases y sus
so no fue debido tanto a los obstáculos técnicos, para todo tipo de' r"'- ~~y.; efectos, como elemento básico de sus análisis. De ahí que sus modelos
mejoras en la organización de pequeñas tenencias (especialmente en: ·>'i. ,[",'W~t cíclicos de cariz rnnlthusinno tropiezan, cornoya se ha visto, con el
los 1 errenos comunales), C01110 a causa de que el sistema de propiedad ':..::f-';.~~.:t~
,ff;ft '~R'J mismo tipo de dificultades a la hora de realizar una bis toria compa-
t-<,;¡ ..•

en Francia históricamente estuvo ligado al desarrollo de un sistema !;f;:-¡.:;,.;:,.;:~r rativa que las que ellos mismos han criticado, esto es, el comercio
.-', ..s."-:.
de propiedad y/o a una estructura de extracción de excedente que e:} "~ como base del desarrollo económico. En particular su método les im-
desalentaba la inversión en la agricultura. Sobre todo el fuerte siste- ;::: 1fi. pide plantearse lo que desde mi punto de vista. son probablemente
rna impositivo del Estado monárquico, la extorsión de los arrendata-: ;"L ~~~; los dos problemas fundamentales para llevar a cabo un análisis del
rios campesinos por parte de Íos señores y la subdivisión de las tenen-.::,,~;m;W desarrollo económico a largo plazo centrado en la Europa de la épOC<1.
cias por parte de los mismos campesinos.39:;iS~ii~ {l' bajomedieval a fines de la Edad Moderna, o dicho de otro modo, da
'.~?' 0::' transición del feudalismo al capitalismo»: 1) la decadencia versus
~¡~c.
la persistencia de la servidumbre y sus efectos; y 2) el surgimiento
III. CONPLlCTO DE CLASES Y DESARROLLO ECONÓMICO y subsiguiente estabilización de una pequeña propiedad campesina
versus la consolidación de las relaciones señor/gran arrendatario. En
En definitiva, y a pesar de la fuerza destructora de sus ataques términos históricos ello implica, como mínimo: primero, un análisis
a las teorías unilineale~ del desarrollo económico centradas en el ':?l;:~ comparativo de la intensificación de la servidumbre en Europa orien-
comercio, no creemos que ni Pastan ni Le Roy Ladurie hayan llevado tal en relación con el proceso de decadencia en Europa occidental;
su crítica más allá de 10 que ellos mismos querían poner en duda. y segundo, un análisis compara ti va de la ascensión del capi tu \iS1110
Tanto uno como otro en vez de buscar las diferencias subyacentes agrario y el incremen to de la productividad en la agricultura en Ingla-
que deberían de tenerse en cuenta a la hora de analizar las tendencias terra, relacionándolo con su caída en Francia. Expuesta de forma tan
opuestas de desarrollo en lugares distintos bajo constelaciones simi- elemental mi argumentación, la discusión consistirá en que el paso
lares de fuerzas económicas, han optado por construir nuevos mode-' de una «economía tradicional» a un desarrollo económico relativa-
los, sustituyendo con una variable objetiva, la población, otra variable mente autosostenido se fundamentó en el surgimiento de relacio-
obsole ta y desacreditada, el comercio. Bajo mi punto de vista su error

38. Para las dificultades (aunque no la imposibilidad, especialmente bajo


"J= nes de clase en el campo, esto es, relaciones de clase capitalistas.
resultado dependió, a su vez, del buen éxito de un doble proceso
anterior de desarrollo y conflicto de clases; por una parte, la destruc-
Este

ciertas condiciones y a largo plazo) en concentrar grandes tenencias frente a la


propiedad campesina diseminada, véase L. Merle, La tuét airie et l'éoolntion
ción de la servidumbre y, por otra, la rapidez en la consolidación de
agraire de la Gdtine poiteuine de la fin du MoyclI /i.ge a la Ré uolution, París, 1 - . di'
a pequen a propie ac carnpesma. 40

1958, pp. 70-72; A. Plaisse, La baronnie du Neubourg, París, 1961, pp. 583-585;
también Le Roy Ladurie, Paysans de Laugttedoc, 1, p. 237. Roger Dion enun-
ciaba la siguiente regla general para el impacto limitado del poder de la comu-
nidad campesina francesa en relación con la formación de grandes tenencias:
«Las regiones con grandes propiedades se definen de forma negativa: son aque-
llas que han podido escapar de las garras de la comunidad rural», citado en
.l. Meuvret, «L'agriculture en Europe aux XVII< el XVIIIe siecles», en sus
Ét ud es d'bistoire éCOI1 omiquc , p. J FI. Desde luego, y tal como Meuvret señala
40. Esta opuuon se deriva de los argumentos de Marx sobre las barreras
de acuerdo con Dion, las grandes propiedades se formaron en Francia tan ,. - y las bases estructurales de clase para el desarrollo del capitalismo, especial-
sólo de forma muy limitada e incluso en las tierras de peor calidad, precisa- . ~.,
mente tal como se presenta en «la llamada acumulación originaria» (trad. cast.,
mente porque las colectividades campesinas «fuertemente enraizadas y cohe-
Barcelona, 1977). El Capital, 1, parte VIII, y en Pre-capit alist Econotuic Forma-
sionndas» les impedían otro tipo de actuación».
tions, ed. E. J Hobsbawrn, Londres, 1964, pp. 67-120 (hay trad. cast., Forma-
39. Para una explicación más precisa, VÚ1S~ inlra pp. 62 ss. ciones económicas prcca pit alist as , Barcelona, 1979).
---~

ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA


46 EL DEBATE BRENNER

a) El declive de la servidumbre nales. En particular 1;\ disponibilidad de arrendatarios no libres fre-


naba la tendencia de cxpulsarles o comprarles su parte de la tierra
En principio estoy de acuerdo con Pastan cuando afirma que para poder establecer un dominio concentrado y sobre estas bases
hubo una propensión al surgimiento de crisis demográficas, propia de introducir mejoras. Los ingresos podían proceder de un incremento
la economía medieval. Pero esta propensión no fue un hecho natural de las rentas vía tallas, fianzas 11 otro tipo de exacción, por lo que
exclusivamente explicable por la disponibilidad de recursos humanos no había mucha necesidad de iniciar el difícil y cos toso proceso de
y naturales en relación con un nivel dado de técnica, sino que habría consolidar grandes propiedades, realizar importantes inversiones, ex-
'que integrarlo en una estructura que inrerrelacionaba, por una parte, pulsar a los enfiteu tas e introducir nuevas técnicas. Por tanto, el argu-
una organización campesina de la producción, y, por otra, la servidum- mento a veces arriesgado de que las inversiones agrícolas de los se-
bre institucionalizada que permitía al señor la extracción de una ñores medievales se adecuaban a las exigencias de sus tierras da por
renta feudal. Por tanto, la incapacidad de la economía agraria de base sentado lo que se tra ta de probar ya que acepta la posición de clase
servil para introducir innovaciones y mejoras en la agricultura, inclu- de 105 señores y la estructura agraria inherente a ella."
so bajo incentivos de mercado, es comprensible a la vista de los hechos De hecho se dieron mejoras provechosas en la agricultura -inclu-
interrelacionaclos, primero por la fuerte extracción de excedente por yenclo la posteriormente revolucionaria «producción agrícola capita-
parte clel señor y segundo por las barreras que frenaban la movilidad lizada- que hubieran podido introducir mejoras importantes en la
de hombres y tierra, que eran a su vez parte de la relación servil de producción o en el producto del dominio señorial." En realidad, como
extracción de excedente. Eleanor Searle ha demostrado rccienternen te «la producción agrícola
Así pues, la extracción de excedente por parte del señor (renta) capitalizada y autosostenida se fue adoptando sistemáticamente en el
suponía no tan sólo la apropiación de la parte de la renta del campe- señorío de Marley de la abadía de Battle desde principios del si-
sino que excedía su subsistencia (y potencialmen te más) sino que '.~.~ glo XIV. Es significativo que este señorío consistiera en un solo domi-
";' " '.

también amenazaba las reservas necesarias para la reproducción de nio concentrado (sin ningún tipo de tenencias campesinas) que se
las tenencias campesinas y para prevenir el declive a largo plazo cultivaba en toda su extensión a base de trabajo asalariado, marcando
de su productividad. Pastan ha estimado que el señor se apropi~ba una ruptura total con la organización feudal de la producción y con
aproximadamen te de un 50 por 100 del producto total del campesino las relaciones de clase establecidas. Resulta significativo que el señorío
siervo." Ésle era un beneficio totalmente improductivo, puesto que de Marley se formara por medio de la adquisición de tierras a los
apenas parte del mismo se reinvertía en la producción; la mayor par- propietarios libres. 'A causa de que estos arrendatarios lo eran en
te se derrochaba en gastos militares y en consumo suntuario." franquicia, la abadía de Battle sostuvo una fuerte lucha para forzar
, Al mismo tiempo, y además de lo que extraía de sus siervos, la a los suyos a una situación servil, precisamente para posibilitar la
mejor manera que tenía el señor para incrementa~ el pr~ducto ~e sus extracció~ de derechos adicionales. Pero esto no ocurrió y la {mica
tierras no era por medio de inversiones de capital o introduciendo
43. Titow, Englisb Rllral Society, 1200-1350, pp, 49-50. Si entiendo bien
nuevas técnicas, sino a través de la «sobrecarga» de los campesinos
su argumento, Titow afirma que la caída de la tendencia a introducir mejoras
aument;lndo tanto las 'rentas monetarias C01110 las prestaciones persa· fue en gran medida el resultado de una carencia de conocimiento técnico, la
falta de disponibilidad de nuevas técnicas. En este sentido afirma que «las limi-
4 l. Pastan, «Medieval Agrarian Society in its Prime: Englnnd», pp. 60?604. taciones técnicas cle la agricultura medieval parecen que hall impuesto sus
42. IvL M. Postal1, «Investment in Medieval Agriculture», ]u/lI'Ii<l1 }jCOI1?' propias limitaciones en lo que se refiere a lo que podía gastarse útilmente en
mic fliJlory, XXVII (1967); R. H. Hilton, «Rent and Capital Forrnnt ion 1Il una propiedad» (p. 50).
feudal Society», Second [nternational COlllcrellce 01 Economic IlUlor)',. JÍIX·CII- 44. Véase, por ejemplo, la utilización de un sistema de transformación
Provence, 1962, 2 vols., París, 1965, en especial vol. !I, p~. 41·53. Hdto~ es- agrícola en Flaudes a principios del siglo XIV en B. H. Slicher van Bath, Tbc
tima que 110 más del 5 por 100 del ingreso total fue Invertido por los seno res Agrarian TJiJ/or)' 01 \'(.'eJler/l" Euro pe. A. D. 500·1850, Londres, 1963; otra cd.
en inversiones productivas durante el siglo XIIl (p. 53).
1966; pp. 178-179 (hay trad. cust., Barcelona, 1975).
48 EL DEBA1'E nrtENNER ESTltUCTURA DE CLASES AGRARIA 49

,11 terna ti va para aurnen tar los beneficios de dichas tierras consistió capital disponible para la acumulación. En segundo lugar, las restric-
en compradas y así la abadía pudo cultivadas por sí 111is111a.45 ciones sobre la movilidad del campesinado no solamente impedían
Es obvio que los métodos utilizados en el señorío de Marley no el traslado de campesinos hacia aquellas áreas con mayores oportuni-
los conocían la mayoría de los señores ingleses, los cuales no tenían
por qué mejorar -elevando
tos y producto-
la productividad
con el fin de incrementar
del trabajo, rendimien-
los ingresos; tenían otras
i~ l.~
~/~J:~
dades, sino que tendía a limitar el desarrollo de un mercado libre de
trabajo." Finalmente, las restricciones
de la tierra tendían a impedir su concentración.
feudales sobre la movilidad
Los campesinos no
alternativas mucho más provechosas:
sobre el campesinado.
utilizar su posición de poder
'i?~g libres no podían traspasar sus tierras a otros sin el permiso del señor.
Éste tenía interés en impedir que los grandes arrendatarios recibieran
Al mismo tiempo y a causa de la escasez de reservas debido a l~ . '!'\f~a1 más tierras, puesto que le sería más difícil obtener una mayor renta
extracción de renta por parte de los señores y a la mala distribución de tales arrendatarios, especialmente si gozaban de una situación de
tanto de la tierra como del capital, especialmente del ganado, el libertad."
campesinado no podía utilizar la tierra que poseía de manera libre
y racional. No podía invertir sus beneficios, por lo demás casi inexis-
tentes. Por tanto las relaciones de extracción de excedente de la serví-
dumbre generaban
imposibilidad
una baja de la producción per re.; en particular la
de adquirir animales de tiro que a su vez proporciona-
ti!
j,¡~·.YJ }~

~[~
~~.
Dadas estas relaciones de propiedad
te, las crisis de productividad
no tardaron
cierne a los resultados
demográficas, en particular
económicos
o de extracción
transformadas
en llegar." Pero la cuestión
de exceden-
en crisis demográficas,
que debe plantearse
y sociales de estas catástrofes
la de finales del siglo XIV que se extendió
COI1-

ban abono originó una deteriorización del suelo, 10 que obligó a am- . . ~.': .••..r
a 10 largo del xv. Pastan demuestra con buena lógica que los cam-
pliar el cultivo a tierras que en principio estaban destinadas a pastos.
.~!i~
~( pesinos, por 10 menos en apariencia, usaron su posición económica,
Ello supuso el cultivo de tierras marginales y la reducción de posibi- :t;~+:t:. su escasez numérica, para conseguir su libertad. Como demuestra
lidades para el mantenimiento del ganado, generándose un círculo ,~:~).~ B. I-1. Slicher van Bath para toda Europa: «el señor del señorío fue
;;(!~.:~~
vicioso que produjo la destrucción
del campesinado.
de: los medios de sostenimiento
La crisis de productividad condujo a crisis demo-
.."',
"',:.:(~;-¡~
'~. ,;-.:.-t
• '-!: "~;'.
-,~~!J: 48. En el siglo XIII conseguir trabajo asalariado no era un problema, dada
gráficas, apremiando a la población más allá del límite de subsis-

.;;~~
la «sobrepoblación» extrema; véase E. A. Kosminsky, Stndies in tbe Agrarian
tencia .46
I-lislol')' o/ England in tbe Tbirtcentb Ceutury, Oxford, 1956, cap. VI.
Por otra parte, las' relaciones de propiedad de los señores con 49. Véase sobre todo Raftis, Tenure and Mobility, pp. 66-67 para com-
es~e pequeño grupo de campesinos que tenían tierra suficiente para ;.:{~~~ prender las acciones de los señores dirigidas a impedir una excesiva concen-
generar un excedente comercializable y, por tanto, posibilidad de tración de tierra por parte de los enfiteuras, o impedirles que traspasaran

acumular -esto
ducir mejoras-,
es: concentrar
también
tierras, reunir fuerza de trabajo, intro-
eran una barrera para la elevación de la
{?~~.
fii
::t~.
tierra a hombres
intentos continuados
libres. SeHrle sugiere que una motivación

siglo xm de reducir la situación de libertad de sus campesinos


clave para los
por parte de la abadía de Battle desde mediados del
fue mejorar
productividad." En primer lugar, la misma renta feudal limitaba el el control del mercado de tierra campesino para asegurarse más renta, véase
Senrle, Lordsbip and Communicy, pp. 185 ss. Véase también M. M. Postun,
«The Chnrters of rhe Villeins», en M. M. Pastan y C. N. L. Brooke, cds.,
45. Searle, Lordship and Connnunity, pp. 147, 174-175, 183-194, 267-329. Carre nativorum, Northants. Rec, Soc., XX, Northampron (1960), pp. XXXI-
46. Hilton, «Rent and Capital Formation in feudal Society», pp. 53-55; XXXI! ss.
Pastan, «Medieval Agrarian Society in its Prime: England», pp. 548-570. El 50. En este caso, resulta de especial interés la observación de Postan sobre
producto neto de por lo menos un tercio de toda la tierra, incluyendo parte las rentas feudales de los campesinos: «éstas tienen que considerarse como
de la mejor, está directamente en manos de la restringida clase señorial (esto es, cargas previas. No pueden reducirse a una simple correlación con las cosechas
en el dominio señorial), E. A. Kosrninsky, «Services and Money Rents in the o con las circunstancias personales del campesino ... De hecho la necesidad de
Thirteenth Century», Econ. Hist. Reo., V (1934-1935); Pastan, op. cit., pp. alimentos y forrajes del campesino debían de cubrirse con lo que quedaba des-
601-602. Véase también su prn, p. 46 y nota 41. . pués de haber satisfecho las cargas obligatorias), Postan, «Medieval Agrnrian
47. Véase Hilton, Decline 01 Serldom in Medieval Engl and, pp. 30-31 ss. Society in its Prime: England. (p. 604).

4. - DRmmER
..--.líff'
f'ª ~~.;'
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ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 51

'::I¡g"dOa
sus siervos
ofrecer
abandonarían
bU'::' D:O::~:¡O::~~Np::sto
sus territorios»."
que no h"erlO';~'
Aunque, curiosamente
de
se ","'<
res, del clero y del patriarcado urbano- generaron una abundante
legislación para limitar la movilidad de los campesinos y reducir su
ha utilizado otro tipo de lógica para explicar la intensificación de la .:::r;~'; libertad personal. A principios del siglo
::ttJ ~ xv, esta legislación se fue
servidumbre en la Europa oriental: la crisis de los beneficios sefio- '\"P' consolidando con un éxito aparente. Pero, curiosamente, produjo
rialcs que siguió a la caída de la población y a la disminución de los \;;:j,:; como respuesta una mayor coherencia en la organización del campe-
nrrenclatnrios impulsó a los señores a asegurar su control sobre los .;:;Y. sinado y, en concreto, la concentración de bandas de campesinos
campesinos y a sujetados a sus tierras con el fin de proteger tanto sus -:}¿: ~ armados. Bien pasada la mitad del siglo x», parecía probable que la
ingresos como su misma existencia.Y Es evidente que resulta difícil ~~:.·1,;~ reacción señorial triunfase. Sólo una serie de revueltas -violentas y
atacar esta doble lógica argumenta] desde una perspectiva de estruc- sangrientas- decidieron al final la victoria campesina. La guerra
tura de clases, Fue la lógica del campesinado que intentó utilizar armada finalizó en 1486 con la sentencia de Guadalupe, que concedía
su, aparentemente, mejor posición para regatear y conseguir su liber- la libertad personal total del campesinado, con el pleno derecho a
tad. Fue la lógica del señor que tuvo que proteger su posición redu- perpetuar su tenencia, quedando sólo obligados al pago de unos
ciendo la libertad del campesino. El resultado no puede explicarse censos fijos. Y, tal vez igualmente importante, con el pleno dere-
simplemente en términos de oferta y demanda dernográfico-econórni- cho a acceder a las propiedades abandonadas (masas ronecs¡ que
ea puesto que hay que descender a una cuestión de poder e incluso:~j~ji
de fuerza. De hecho se produjeron
y campesinos
fuertes conflictos
en toda Europa a fines del siglo XIV, a lo largo del
entre señores
xv
'€i¡l
y .:(..';
ya habían anexionado
demográficas." Finalmente,
en los años que siguieron a las catástrofes
en Europa oriental, ;11 este del Elba, esta-
mos ya familiarizados con el dominio total de los señores sobre el
principios del XVI Y siempre por el mismo problema: en primer Ei:' ~:¡ campesinado, aminorando grndualrnente la libertad personal del cam-
lucrar la cuestión de la servidumbre; en segundo lugar, ver quién :;.t~:+ pesino gracias a una legislación adecuada y a la confiscación de una
ib: a' conseguir el control de la propiedad de la tierra -sefíores o ';;/fl: ~ parte importante de su tierra que se in tegraba en la propiedad seño-
~1:l:;~:!n~:~~h~;~~'~etl~~~r::co~quellas extensas áreas abandonadas ..~,~ ;i.
rial. En resumen, el tema de la servidumbre en Europa no puede

ladarse de lugar;
tIi
1~~~~1:\:,:~:~~~~;~E'
~~~~~~~;::~:~~El~r~~~::,~:~d,~~Y
;~~'~::~~i
establecimiento de una legislación
los salarios y, en algunas zonas, poder incrementar
para controlar
la renta. Pero ,:~1~,ft
reducirse a una simple cuestión de ciencia económica, ya que su auge
en el este corresponde
estancamiento
población
, _ la servidumbre
que contempla
primero a una caída de la población
del comercio, pasando seguidamente
y del comercio (1400-1600);
tuvo un declive paulatino
un alza de la población
mientras
y a un
a un alza de la
que en el oeste,
a lo largo de un período
y una reducción del comer-
alrededor de 1400 ya estaba claro que la ofensiva señorial había [ra- ~-fh .•,~~.,:cio (1200-1500).
casado; las luchas y revuelt~s, que continuaron a 1_0 largo del siglo .xv'';;~Fi~¡~ En resumen, las contradicciones entre el desarrollo de la produc-
orizinaron el fin de la servidumbre.f En Cataluña, un caso particu- ,:r.,-J; N ción campesina y las relaciones de extracción de excedente que defi-
lar~1ente significativo, 1<lS Corts -cuerpo representativo de los seño- .:JW}Jf nían las relaciones de clase de la servidumbre produjeron una crisis de
:~:~ftf
{jI la acumulación y la productividad campesina y, en última instancia,
51. Slicher van Bath, Agrarian History 01 \Vestcrn Euro pe, p. 145, :t~/~W de las mismas posibilidades de subsistencia campesina. Esta crisis se
52. Carsten Crigins 01 Prussia, pp. 103 ss; Malowist, «Le cornrnerce de. ,,:,r~':~';l;, acompañó por una intensilirnción del conflicto de clases inheren te a
, la Baltique et le problerne des luttes sociales en Pologne aux XV' et XVI' _si~-}i{~;~~~i;la estructura social vigente, pero con resultados distintos en lugares
cles», pp. 132-133 ss.; Guy Fourquin, Seigneurie el [éodalit au Moyen /lge, ··:;fdE.~
é

París, 1970, pp. 215-216. ",. . ·;.N;lm::


53. Sobre la reacción señorial y su calda, vease Hilton, Decline 01 Seridom ;J;'~~':
¡;"t¿
in Medieval ElIglalld, pp. 36-59. Para un estudio más concreto, véase Raftis .. :~*if,~
~~
54. Vicens Vives, Historia de las remen sas en el siglo XV, pp. 23 ss.;
TCI111re and Mobility, en especial, pp. 143-144 ss.';) t¡;:~
Vi lar, La Cat alogne dans l'Es pagne 1/1 o dern e, I, pp, 466-471, 506-509,

,1if¡~ i,
\&!~
52 EL DEBATE BRENNER ':~~f.~~{~:' ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 53

diíeren tes: la ruptura de la antigua es tructura


::ft¿t)~€ alza de la servidumbre en el este (así 'como, análognmente , el del
o su reforzamiento, ¡;:);;~~f;: 55

dependiendo clel equilibrio de fuerzas entre las clases contendientes··.·;.:;...


'.( ...t.~::,'¡~"'~.~.~
...!\:~ . ..; capitalismo en el oeste). No es mi intención el negar relevancia a las
condiciones económicas -especialmente por lo que concierne al cre-
Así pues, en última instancia, la estructura de clases servil o feudal 0'0' ";.=:'
ofreció modelos de desarrollo limitado, ocasionó crisis predecibles' y ~.¡:\,,~.t'~ cimiento comercial- en el desarrollo de las relaciones de clase. Sin
sobre todo produjo el estallido de conflictos de clase latentes. La duda .. .. ~,
lugar a duda en el caso de Europa oriental, los ingresos cerealícolas,
surge cuando uno compara el carácter y los resultados de estos con- fruto de un sistema productivo basado en la servidumbre y en la
Dictas: diferentes según las regiones. Esto no significa que tales resul- venta de gr,lJ1OScanalizados desde el Báltico hacia el oeste, acrecen-
tados fueran incongruentes, sino que es preciso vinculados con mode- taban el poder de clase de los señores del este, ayudándoles a mante-
los históricamente específicos del desarrollo de los conflictos de cla- ner su ofensiva señorial. Pero el control de la producción de granos
ses agrarias, así como con el grado de asimilación en las diferentes (y por tanto su cornercialización), conseguido por medio de la servi-
sociedades europeas: su nivel de solidaridad in terna, su au toconcien- dumbre, de ninguna manera estaba asegurado por el mero hecho del
cia y organización y sus recursos políticos generales, especialmente su surgimiento de los mercados de granos, En las ricas áreas cereallcolas
relación con las clases no agrarias -particularmente los grupos urba- del noroeste de Alemania los campesinos habían conseguido el con-
nos potencialmente aliados- y con el Estado, especialmente sí éste trol de la circulación de granos precisamente cuando se estaba desarro-
actuaba o no como un competidor de clase frente a los señores feuda- ·.:,~f.i ~~A~
llando la servidumbre en Alemania oriental; y parece que estos cam-
pesinos gozaban de tal libertad de actuación gracias al éxito que
les en lo referente a la extracción del excedente campesino. .
Resulta obvio que no es posible en este contexto saber con exac-
~.~t:i
~~:
obtuvieron a lo largo de un prolongado período de resistencia anti-
0-.::' l:~~'
titud las diferentes posturas de fuerza de los señores vis-a-vis señorial. De hecho la capacidad de los campesinos en controlar ei
los campesinos, y los distintos modelos de conflicto de clase que se comercio de productos agrícolas (una participación en el comercio
dio entre ellos a lo largo de toda Europa durante el período bajo-
medieval. Es necesario, de todos modos, poner en orden el problema
;;i~l§};
de exportación del Báltico, igual que de las ru tas interiores) pa rece
babel' sido un factor que les ayudó a consolidar la propiedad de la
para confrontar la cuestión fundamental del éxito o del fracaso de la ,::~i.~.'~~:
tierra y su poder frente a los señores .56
«reacción señorial», que fue casi general en Europa durante la Edad
i\fedia; con especial atención a los resultados diferentes de las últimas
(;~f?i\
el
Desde una perspectiva más amplia, el crecimiento temprano en
occidente medieval ha sido con frecuencia utilizado como una
crisis agrarias medievales y las confrontaciones de clases en Europa explicación del fortalecimiento del campesinado en Europa occiden ..
occidental y oriental, que generaron modelos divergentes en el desa- tal y, en consecuencia, del declive de la servidumbre. Se argumen-
rrollo económico y social que posteriormente se dio. Por último ta que el crecimiento del mercado posibilitó el surgimiento de un
tendría que quedar claro que no se puede encontrar una explicación grupo significativo de grandes arrendatarios, quienes a través de las
a toda esta problemática utilizando las fuerzas de oferta y demanda, ventas de los excedentes agrícolas pudieron ir controlando propieda-
cualquiera que sea su origen, demográfico o comercial, y sin importar
la Iuerza de su impacto. La servidumbre inició su ascensión en el 55. Para una versión reciente de este planteamiento, véase I. \'ifallersteill,
Tbe Modem 1Vorld System: Capitalist Agriculture ami tbe Crlgins 01 the
este (y su definitiva caída en el oeste), en el período de declive demo-
European \1'/orld Economy in tbe Sixteentb Century, Nueva Y ork, 1974, pp, 90-
gráfico bajomedieval; se consolidó durante el alza de la población en 96 (hay trad. cast., El moderno sistema mundial, Madrid, 1979). ,
toda Europa durante el siglo XVI y principios del XVII, y se agudizó 56. Friedrich Lütge, Deutscbe Sozial- und \l'/irtschajtsgeschichte. Berlín,
totalmente durante los desastres demográficos que se produjeron a 1966, pp. 232-233. Véase el interesante material sobre el surgimiento de un cam-
pesinado libre altamente comercializado en las regiones de Dithmarschen v Feh-
finales del XVII.
marn, con grandes tenencias, y firmemente relacionado con el comercio de
La presión del comercio no proporciona una respuesta más con-
vincente aunque resulta 'un tanto irónico que el auge a gran escala del
comercio de exportación se ha utilizado a menudo para explicar el
I;{I'
exportación del Báltico durante el período bajornedieval y moderno, presentado
en la obra de Christian Reurer, Ostseebnndel und Landioirtscba]t im secbzebnten
und siebzebnten
'If..o'iíy ~U:ltl~
[abrbundert , Berlín, 1912, pp. 18-29.

I!I:
·"1'
;'1
ESTRUC'FURA DE CLASES AGRARIA 55

~,~,~c ~r::,:~;:;¡~,~
~~,:';'~'~S;
que fundamenta
,~:::;~s¡:~:c;;¡;:;:
~;~::~r.
el impacto
~ ¡::~~:~:~::
del comercio
'~l
C0l110 desintegrador d~l '':',t~l~J
Las verdaderas
los emigrantes
vos desertores
oportunidades económicas que ofrecían las ciudades a
rurales también son cuestionables.
con capi talo habilidad
Pocos eran los sier-
suficientes para poder in trod u-
poder señorial parece tan convincente que incluso se utiliza para expli- '.'d.~:: cirse en los grupos de artesanos o pequeños comerciantes urbanos v
cal' 10 contrario, es decir, reforzar el poder señorial. De ahí que nos I mucho menos entre los mercaderes. Por otra parte, la misma esencia
encon trernos de nuevo en el mismo pUI1to de partida: la necesidad de : J"
de la economía urbana basada en la producción de lujo para un mer-
cado limitado, se fundamentaba en una regulación de la economía, y
~:tl~11~:~:~~a:(~~u:~~:~~1~~~:ed~0:s~::~~~:s e;e \a:la~l;~~l~:s (~C~~:,~l~~:tl- '.'.',:,·
:,.:
.. en particular en el
',=.':'...'.: ~.~.:.:·
control
.._.;.,I.·_:._
del mercado de trabajo.
..~:~.'::,'..:;.,.
Cierto es que
ricamente constituidas y especialmente de diferentes equilibrios de ~. pocos de los centros urbanos medievales COI1 ciudadanos organizados
en corporaciones cerradas podían haber dado la bienvenida a los inrni-

:::~~'~~:~E:~~~~:ci1:'
~:s:~;~;l~d~
l~:~~,~~~;"~:n s~o
d;~~~o~~
c~~' ...
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Europa oriental y Europa occidental, se ha basado en que las ciuda- ,~
grantes rurales. Es bien sabido que los hombres libres de las ciudades
tan sólo eran una minoría de la población
',:_i.·.:.~,:,:.',
urbana, aunque ocupaban'
¡.:'_..,.,".~:•.:., .•.

una posición que les permitía a menudo limitar las oportunidades que
, des del este tuvieron un desarrollo más lento que originó una mayor -:.§í;~~ estos centros urbanos ofrecían.t" En general se admite que la fuerza
de los gremios fue un factor importante para estimular un potencial

~'j:iii~l;~f~!ffi~~~~;~;;r
~~¡t~~j~:t~~\~~~I:~~fj~:~~i;
aliados. Pero esta línea clásica de razonamiento
en su totalidad porque los mecanismos
es difícil de aceptar
reales por medio de los cuales
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¡'-lO'"
capital industrial

:,~:':,,'·.,.,';.¡.:

nes el patriciado
partes -nobleza
en el campo donde se podía encontrar
Por último, no es cierto que las ciudades medievales
a los aliados «naturales»
urbano
del campesinado
.. ~,,'.,,'.::~,:.l!'.¡,,-._r' ..~·.~

prefería una alianza con la


trabajo libre,

110 libre, Por muchas


....••:.;:.:::
.•.•..':'..
albergaran

nobleza.
y patriciado-e- tenían un común interés en mante-
razo-
Ambas

~:~;j~~~n~g~j'¡~~{;'i;;;
:::::::::::~v~:~~:n~~:~::~~:
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ner el orden social, en defender la propiedad y en proteger sus bene-
ficiosas relaciones de intercambio comercial (materias primas por pro-
ductos de lujo). Más aun, el patriciado -urbano era a menudo también
propietario y, como tal, oponente de los campesinos en el mismo
masa del campesinado no libre, debe ser puesta en tela de juicio utili-~'::,"( sentido de relación de clase que la nobleza." Por otra parte, es cierto
zando tan sólo la problemática de su peso demográfico. ¿Podían los ~} . que el artesanado de las ciudades se inclinaba hacia un an tiaris tocra-
cen tras urbanos no excesivamente grandes -que no sobrepasaban el ;;:;iH»ricisrno, pero ello no les conducía necesariamente a ayudar a los cam-
1 O por 100 de la población total en unas pocas regiones de Europa- pesinos en sus luchas con los señores puesto que la libertad clel campe-

,:::~~~u:~~:¡::~~~:~::!~~::':\~~:~~:~::::~:~i:~~~~:~:~~
-c-.,'~ el'

.lIt
sino suponía una amenaza para el control urbano del mercado de

~ trabajo, al posibilitar
La documentación
una competencia cada vez más elevada.
histórica relativa a las ayudas de grupos urbu-

57. Véase, por ejemplo, R. H. Hilton, «Peasant Movcments in England


before 1381», en E. M. Carus-Wilson, ed., Essays in ECOllOJlÚC Histo!'y,_ II, la población urbana en la Inglaterra medieval, véase R. H. Hilton, 11 Medieu,il
Londres, 1962, pp. 85-90; E, A. Kosminsky, «The Evolution of Feudal Rent Society, Londres, 1966, otra ed. Carnbridge, 1983, pp, 167-168.
in England from rhe Eleventh to the Fitteeruh Centuries», Past and Present, 60. Para una visión general de la organización urbana en el período medie-
n." 7 (abril, 1955), P[J. 24·27. - val, véase TIJe Cambridge Economic History 01 Euro pe , III, especialmente los
58. Véase Carsten, Ürigin s 01 Prussia, en especial pp. 115-116, 135; Blum, capítulos IV y V.
«The Rise of Serfdom in Easteru Europe», pp, 833-835. 61. Véase, por ejemplo, P. Vilar, La Catalogue dans l'Espagne moderue, 1,
59. Para una información sobre el tamaño -relativamente pequeño- de pp. 490-493.
56 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 57

110S a las aspiraciones de libertad del campesinado europeo en la époc,,'\ Si el significado de los diferen tes niveles de desarrollo urbano
medieval, no es muy abundante. Las grandes ciudades de Brandern¡ ..~,~ ha sido exagerado en algunas explicaciones de las divergencias del
burgo, Pornerania y Prusia, que fueron escena de conflictos sociales ;\;; desarrollo socioeconómico que se manifiestan entre Europa oriental
constantes a lo largo del período bajomedieval, no se oponían a las .' :~~_ y occidental en la época bajomedieval, no es menos cierto que la
exigencias de la nobleza en lo concerniente a la legislación contra los importancia de la evolución previa de la misma sociedad rural ha sido.
siervos desertores." Tampoco los ciudadanos de Koenisberg ayudaron. muy poco tratada. El desarrollo de la solidaridad y de la fuerza del
a los campesinos rebeldes de Prusia oriental en 1525. (el único gran -. campesinado en el occidente europeo -especialmente tal como se
levantamiento que tuvo lugar durante este periodo en Europa orien- manifiesta la organización campesina a nivel de municipio- pare-
tal). El patriciado de la ciudad se opuso totalmente a la revuelta y el ce que fue superior en occidente que en oriente; y esta fuerza insti~
resto de los ciudadanos -a pesar de su propia situación de lucha con- tucional de la clase campesina en el oeste puede que baya sido central
tra el patriciado- fracasaron en proporcionar la ayuda material reque- para su superior capacidad en resistir la reacción señorial. La evolu-
rida por los campesinos rebeldes amenazados por una nueva servi- ción divergente de la organización de la clase campesina es mucho
dumbre sin Iimites." Paralelamente, en las grandes revueltas de la más clara en lo que probablemente sea el eje del asunto: este versus
Baja Edad Media donde los lazos entre la ciudad y el campo eran más oeste en la región del Elba; y los caminos diferentes de estas dos
fuertes -por ejemplo, entre 1323 y 1328 en la zona costera de Flan-. regiones proporcionan importantes indicios de modelos de desarrollo
des- el campesinado era casi completamente libre (o nunca había dispares, de zonas mucho más amplias de las cuales formaban parte.
sido siervo), por tanto nunca se planteó una oposición urbana al orden Así, en buena parte de Alemania occidental durante la Baja
social servil en la zona rural." Finalmente en la que quizá fue la Edad Media, el campesinado triunfó gracias a la prolongada lucha
revuelta más significativa contra la servidumbre -la de los remensas que se fundamentó sobre un mosaico de pueblos contando cada uno
catalanes del siglo XIV- no se dieron alianzas bien definidas entre de ellos con un importante conjunto institucional que regulaba las
las clases bajas rurales y urbanas, a pesar de que en Ca taluña se funciones económicas y político-administrativas. Esta situación pro-
dieron conflictos de clase urbana, paralelamente a la gran rebelión porcionó una poderosa línea de defensa contra las incursiones de los
rural. La revuelta campesina catalana fue probablemente 1<1 mejor señores. En un primer momento la organización y la resistencia cam-
organizada y a pesar de la carencia de apoyo por parte de las clases pesinas frente al señor parece haber estado en muy estrecha relación
urbanas, la que tuvo más éxito en Europa, ya que consiguió la aboli- con el gran desarrollo del carácter casi-comunal de la economía cam-
ción de la servidumbre en Cataluña/" En resumen, puede afirmarse pesina. Más fundamental fue la necesidad de regular de forma coope-, .
que las ciudades raramente ayudaron a los campesinos en su lucha rativa los bienes comunes del pueblo y luchar contra los señores para
contra su situación servil, e incluso el éxito de la resistencia parece establecer y proteger los derechos comunitarios: tierras comunales
que no dependió de tal ayuda. (para apacentar ganado, por ejemplo) y la organización para la rotación
de la agricultura en los campos comunales (en los que los rasa-ojos
62. Carsten, op. cit., p. 111. Véanse también pp. 83,88. - tenían una [unción importante para la alimentación del ganado). Sin
63. f. L. Carsten, «Del' Bauernkrieg in Ostpreussen 1525», Int. Rcv. Social
embargo, más pronto o más tarde se fueron erigiendo instituciones dc
tu«, III (1938), pp, 400,401, 405-407; G. Franz, Del' Deutscbe Bauenikricg,
Munich, 1933, p. 287; A. Seraphirn, «Soziale Bewegungen in Altpreussen im un carácter económico-político más complejo. Los campesinos se orga-
Jahre 1525», en Altpreussische Monatsschrift, LVIII (1921), en especial pp. 74, nizaron para poder fijar rentas y para asegurarse los derechos de heren-:
82-83, 87, 92. cia. Quizá lo más significativo fuera que en muchos lugares se con-
64. R. H. Hilton, J30nd Mell ,~¡fade Free, Londres, 1973, pp. 114-11.'5, siguió reemplazar de forma provechosa al antiguo alcalde elegido por
125-127 (hay trad. cast.: Siervos liberados, Madrid, 1984); H. Pirenne, Le SOIl-
el señor (Schultheiss) por magistrados elegidos por el pueblo. En
lé uement de la Plandre maritime de 1323-1328, Bruselas, 1900, pp. I-V ss.
65. P. Vi lar, La Catalo gne ... , I, pp. 448·521, en especial pp . .449, 492-493, algunos pueblos incluso consiguieron el derecho de elegir al cura
497·499, 508-509. del lugar. Todas estas conquistas campesinas forzaron a los señores
58 EL DEBATE BRENNER .. ESTRUCTURA DE CLASES AGRAKIA 59

a reconocer en incontables cartas de privilegio y/O franqueza (Weis- la casa del campesino) en contras te con las parcelas pequeñas y espu r-
t iitnct¡ la ins titucionalización formal de las conquistas logradas por cidas, caracterís ticas del desarrollo «nc1tural»· y «caótico» del oes te.
el campesinado.v Parece como si se hubiera dado una propensión hacia el cultivo indi-
El contraste con la evolución de Alemania oriental es brutal. vidual; una organización menos desarrollada de prácticas agrícolas de
Aquí la cooperación económica campesina, y, en particular, el auto- tipo cooperativo dentro del pueblo o entre diversos pueblos, y una
gobierno del pueblo parece que se desarrolló sólo a pequeña escala. muy pequeña tradición de lucha por los «derechos comunales» con-
Corno resultado, los campesinos de Alemania oriental parecen haber tra el señor, que era propio de la evolución occidenta1.68
estado mucho peor preparados que sus vecinos 'del oeste para resistir Al mismo tiempo en el este, la planificación y la organización de
los ataques de los señores y la imposición de controles señoriales que los asentamientos estaban en m,1[1OS de los señores por lo que se ten-
conduelan a una situación servil. Probablemente lo más significativo día a crear continuas dificultades para impedir el surgimiento poten-
al respecto fuera el fracaso en potenciar instituciones políticas inde- cial de una fuerte organización de au togobierrio campesino.f Los pue-
pendientes, lo que tal vez esté indicado con más claridad en la apa- blos de Alemania oriental generalmente eran más pequeños y estaban'
rente incapacidad del campesinado oriental para desplazar al Lokator menos poblados que sus homónimos del oeste; además sólo dependían
. O Scbultbeiss, el funcionario que originalmente organizaba el asen- de un señor, por lo que resultaba más Hcil para los señores controlar
tamiento como representante del señor y que dirigía In política los, al revés de lo que ocurría en los pueblos del oeste, donde una
munici pal (tanto como representante del señor o como cargo heredi- población más densa y la situación de dependencia de dos o más
tario) duran te el período medieval. Sobre todo es notable que los señores daba a los campesinos más capacidad de maniobra, haciendo
numerosos \J(! eistumer que marcaron el establecimiento paulatino de el Gemeinbildung mucho más Iácil."
los derechos del pueblo contra el señor en el oeste se encuentran Como ha apuntado un historiador del campesinado alemán, «sin
muy raramente en Alemania oriental durante -el período bajorne- el fuerte desarrollo de la vida comunal en Alemania [occidental] 110

clieval." pueden comprenderse las guerras campesinas (de 1525]». Desde este
La ausencia de solidaridad de los pueblos del este, a pesar del punto de vista, es curioso que la única región de Alemania oriental
carácter similar del asen tamiento rural (el denominado tipo «gerrná- donde se dieron revueltas campesinas en 1525 -Prusia oriental-
nico»), parece estar relacionada con la evolución global de la región se caracterizaba por la existencia de importantes comunidades campe-
como una sociedad colonial: así su formación relativamen te «tardía», sinas y -aparentemente- por una nobleza débil. De una parte,
el carácter «racional» y «artificial» de sus asentamientos y especial-
mente el liderazgo de los señores en el proceso colonizador. En pri-
68. Hermann Aubin, «Medieval Agrarian Society in its Prime: The Lands
mer lugar, las variantes comunales de la economía rural no se desarro-
East of the Elbe and Cerrnan Colonization Eastwards», en Cambridge ECOIIOlnic
llaron de igual manera que en los municipioes occidentales; por lo History 01 Europa, I, 1966, pp. 464-465, 468-469.
general 1~0 exis tían tierras comunales. Como consecuencia de la pri- 69. Obsérvese el comentario de un reciente estudio sobre una comunidad
mitiva organización de los campos cuando el asentamiento, la agri- rural de Alemania oriental en el período bajomedieval: «El señor del lugar
era el primero, luego venían los miembros cid municipio. En el .irea de un asen-
cultura comunal parece poco desarrollada posiblemente a causa de la
tarniento más antiguo, la comunidad (Gemeillde) ... era la primera». H. Patze,
propensión de los colonizadores a organizar las tenencias en forma «Die Deutsche Bauerliche Cerneinde im Ordenstaat Prcussen», en T. Mayer, eel.,
de franjas bastante anchas (a menudo situadas directamente detrás de. Die Anl ánge d cr Landgemcinde IIl1d ibr \Vesel/, 2 vols., Stuttgart, 196<'1, Ir,
p. 151. Un estudio sugestivo sobre el caso concreto de una localidad donde
66. G. Frunz, Gescbicbte des Deutscben
Bauernstandes VOIll [riibcn Millel~ la colonización señorial dejó al campesinado en una posición débil y abierta
alter bis zitni 19. [abrbundert,
Stuttgart, 1970, pp. 48-66. a la expropiación, Searlc, Lordsbi p and C01JlIl1/1nily, I parte, cap. 3, pp. 62-68.
67. Ibid., pp. 50, 53, 58, 62. El campesinado de Alemania oriental progre- 70. Aubin, «Medieval Agrarian Society in irs Prime: The Lands East of
sivamente iba perdiendo potestad para poder designar por su cuenta a los the Elbe ancl German Colonization Eastwards», p. 469; Franz, Geschicbte des
curas de sus parroquias (pp. 62-63). ., deutscbcn Bauernstandes , pp. 49, 53, 56-57.
60 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 61

la revuelta campesina de Prusia oriental se originó y se mantuvo campesinas que eíl"g~t"a;lescala se dieron en Europa durante el período
centralizada en Surnland, un área caracterizada no solamente por una bajornedieval. Lo que fue un éxito sin embargo, y no sólo en Alema-
densidad de población extraordinariamente elevada comparable a H\ nia occidental, sino en todo el oeste europeo, fue el proceso menos
de Europa occidental, sino también por la continuidad de formas de espectacular pero de hecho más significativo, de tenaz resistencia, pue-
organización campesina relativamente importantes. Sarnland fue una blo a pueblo, gracias a la cual el campesinado fue desarrollando Sl1S
de las pocas áreas al este del Elba que escapó al proceso de coloni- instituciones y sus lazos de solidaridad. De esta forma los campesinos
zación y por tanto a la imposición de formas de asentamiento agrario del occidente europeo pudieron limitar considerablemente las exigen-
y político calificables de «germánicas». En consecuencia, las antiguas cias de la aristocracia y con posterioridad disolver la servidumbre COI1-
comunidades campesinas prusianas pudieron permanecer estables, trolando la reacción señorial." Al carecer de la fuerza que el campe-
manteniendo sus propias estructuras sociopolíticas tradicionales." sinado occidental había desarrollado para crear los instrumentos de
Por otra parte, la nobleza de Prusia oriental tal vez fue la que quedó cooperación y resistencia, el campesinado de la Europa oriental colo-
peor situada en relación con la nobleza de toda la región oriental. nizada estaba menos preparado para la resistencia, y en consecuencia
La colonización del área había sido totalmente dirigida por la admi- sucumbió frente a la reacción señorial y a la subsiguiente imposición
nistración «burocrática» de la Orden Teutónica. Durante la revuelta de la servidumbre.
campesina de 1525, la nueva clase dirigente -los [unkers-> estaba Los asentamientos de propiedad social que surgieron a raíz de las
a punto de controlar los grandes dominios tras la disgregación de crisis y conflictos del período bajomedieval tuvieron j rnportan tes con-
dicha Orden." secuencias para el subsiguiente cambio social europeo, puesto que el '
Está claro que las guerras campesinas tanto en el este C01110 en patrón de desarrollo económico impuesto por la nueva estructura de
el oeste fueron un fracaso, como lo fueron la mayoría de las revueltas clase de la servidumbre en el este bajo el impacto del mercado mun-
dial fue muy diferente que el que pre aleció en las condiciones libres
71. La cita se encuentra en ibid., p. 63. Sobre el desarrollo de la región del oeste. Especialmente la nueva estructura de relaciones de clase
de Samland y las especiales características sociales, políticas y demográficas de que surgió en el este tuvo como resultado el «desarrollo del subdesa-
sus comunidades campesinas prusianas, véase R. Wenskus, «Kleinverbande und
rrollo», el impedir un incremen to de la productividad en general, y de
Kleinraurue bei den Preussen des Sarnlandes», en Die AIII¿inge der Landgemein-
la industrialización en particular. En primer lugar, la disponibilidad
de und ibr 1\7esen, Ir, pp. 202-232 ss. Véase el comentario de Wenskus (p. 232):
«al noroeste de Sarnland, centro de resistencia contra la Orden, las clases dorni- . de trabajadores forzados, cuyos servicios podían intensificarse ince-
nantes del lugar habían desaparecido. Precisamente por esto se mantuvo por santemente por el señor, disuadió la introducción de mejoras agrí-
un' período especialmente largo la vieja asociación». Véase también Hans Hel- colas. En segundo lugar, la creciente extracción de excedente por par-
mut \'qachter, Ostpreussiscbe Domdnenvonuerke im 16. uud 17. [abrbundert,
te de los señores limitaba el surgimiento de un mercado interno para
\Y/i.izburgo, 1958, p. 7. Obsérvese también la interrelación entre una población
anorrnalmente densa y comunidades campesinas con un poder municipal fuerte productos industriales. En tercer lugar, el hecho de que existieran
con el éxito de la rebelión campesina en las tierras del obispado de Ermland controles directos sobre la movilidad de los campesinos suponía la
(Prusia oriental) en 1440; Carsten, Origins 01 Prussia, pp. 60·61, 104·105. reducción de la fuerza de trabajo industrial, y en consecuencia la
Patzc, op. cit. pp. 164·165.
72. Sobre el declive de la Orden Teutónica y el surgimiento de la nobleza
prusiana, especialmente en relación con la revolución de 1525, véase Carsten, 73. Para una reconstrucción meticulosa de estos procesos en una región
«Der Bauernkrieg in Ostpreussen 1525», pp. 398·399; Seraphim, «Sozinle francesa, véase el capítulo de Fossier sobre «Les conquétes paysannes» en La'
Bewegungen in Altpreussen im jahre i525», pp, 2·3. Obsérvese también la Terre el les bommes en Picardie, II, pp. 708-728. Véase el comentario de este
interesante sugerencia de Seraphim sobre los frecuentes intentos de la Orden autor, ibid., p. 708: «La elevación progresiva del nivel de vida del campesinado
de defender al campesinado y su constante oposición a las crecientes incur- y el progreso conseguido en la esfera de su condición social se consideran
siones de una nobleza en auge que, a su vez, iba socavando la misma Orden acertadamente como fenómenos fundamentales de historia medieval, .. Frente
(pp. 9-11). CL Carsteu, Origins o/ Prussia, II parte (<<The Rise of the Jun. a una aristocracia a la defensiva, los campesinos se iban reforzando, se iban
kers»), en especial p. 111 ss. Véanse también in Ira, pp. 72-76. emancipando poco a poco».
62 EL DEBATE BRENNER ~~l
<,;~{':
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 63

asfixia de la industria y el declive de las ciudades. Finalmente los grandes arrendatarios capitalistas que a su vez las cultivaban a base
señores, como clase dirigente que dominaba sus territorios, ejercían ., : de trabajo asalariado y de inversiones agrícolas. Pero en cornparución
una política de «antimercantilismo>" intentando usurpar la función .<.~~~:'. con Inglaterra, Francia presenta una tendencia caracterizada por una
del mercader como intermediario y promoviendo las importaciones /~ . débil concentración de la propiedad. Incluso la tierra directamente
industriales del oeste, lo que produjo una erosión de lo que quedaba ';i:..:. controlada por los señores, por lo general se arrendaba en pequeñas
de org'1nización urbana e industrial." Así la posibilidad de un creci-';'·¿','·: parcelas, cultivándose por pequeños arrendatarios. Parulelamcruc la
miento económico equilibrado fue eliminada y Europa oriental fue~:fr:~ fragmentación dominaba el sector de la propiedad campesina. Estas
relegada a una situación de atraso durante siglos..;~ :.1 diferencias en la estructura de clases produjeron resultados muy dis-.
Por ello, y contrariamente a lo que se afirma, el este europeo,~,., o- pares por lo que se refiere a las modificaciones de la productividad
no puede enfocarse a partir de un determinismo económico generado : c\:::; agrícola y a los modelos de desarrollo económico totalmente desigua-
por la dependencia de los productos primarios que se exportaban al)~¡~ les. Sin embargo es preciso, antes de nada, tener en cuenta la misma
oeste. En realidad sería mucho más correcto afirmar que la depen- estructura de clases para comprender el surgimiento del capitalismo'
. dencia de la exportación de granos fue el resultado del atraso, del en Inglaterra y el mantenimiento de la posesión y producción carnpe-
fracaso del mercado local (una masa de población con una reducida sin a en Francia. Una vez más quiero insistir en el hecho de que este
capacidad adquisitiva) que a su vez fue el resultado de una baja pro- contraste sólo puede entenderse corno fruto de un desarrollo histórico
ductividad y de una desigual distribución de los ingresos generados anterior, en particular de los diferentes procesos de conflictos de cla-
por la agricultura. En suma, el problema radicaba en la estructura de ses que ocurireron a raíz de la disolución de la servidumbre en cada
clases de la servidumbre. país.
En Inglaterra, igual que en la mayor parte de Europa occidental,
el campesinado a mediados del siglo xv pudo quebrantar de forma
b) AlIge y estancamiento del capitalismo agrano definitiva el control que se ejercía sobre su movilidad, consiguiendo

Por último,"be recordarque,inclusoen el oeste,el COI"psoi{il~ ~eo::~t:o~~n~;~~i:~:~l


~~;:~;;;:t:ci;~r~o:l~
~~~s::~~~~,~~;i;;c;~~ó
de la servidumbre no generó por sí mismo el capi talismo ni un desa- ·.~~~;i
;;~ pesinos (tellants) lucharon con fuerza para conseguir un total y libre
tralla económico importante. Desde finales del siglo xv hubo en Euro- ':!~l{:.~I
control sobre sus tenencias y no estuvieron lejos de conseguido. La
pa un crecimiento demográfico, un desarrollo del mercado y un ... ':;jf~> ·;r,
eliminación de la servidumbre supuso el fin tanto de las prestaciones
numento de los precios cerealícolas. En Inglaterra, nos encontramos \~ .~~ personales como de las cargas impositivas que de forma arbitraria
con que los señores consolidaron sus tenencias y las arrendaron a ',?~;~~
\~r
recaían sobre ellos. Es 111<1S, la renta per se (redditus) a partir de
, . . ,.' ~>¡~;'ifl;~J.
entonces quedó fijada por principios consuetudinarios y sujeta a la
7.\. Algunos de los análisis mas recientes e importantes sobre.el sur~i~ ,;ffi~.'~?,"'j' revaluación a largo plazo frente al proceso de inflación. Pero también
miento de la sClviclumbre en Europa oriental, sus causas y consecuen~Jas, esta,: ):f.:fgl·;~)¡, . a largo plazo los señores fueron utilizando dos tipos de estrategi,1s
en los trabajos de Marian Malowist. Algunos de ell~s se han, reunido en, su ,;;~~ 2rX para evitar el libre control de la tenencia por parte del campesino.
Croissance el régressio/l en Europe XfV~-XV 11' siécles, , Pans,
t'\lllbién Malowist, Le CO/11l11erce de la B<lltlq/le el le probléme
1972. Vea~e :,~~~.r
jjf
des lutt es socia- ,;.;¡,:q; ;~,'
E .
~ n primer
1 1 1
uga,r, e co apso demográfico de fines del siglo XIV
les el¡ Pologne aux XV' el XV i: siécles. Véase, además, Carsten, Origi/ls 01 ·:.':'~r:·:~" supuso que muchas tierras conuoladas por enúteutas quedaran vacun-
Prussia; A. Maczak , «Export oí Grain ancl the Problern of Distribution of Na- . ~::';:¡.i'<~'teso En consecuencia, los señores se apropiaron de estas tierras, incor-
liOI\~1 Iucorne in the Years 1550-1650», Acla Poloniac Historica, XVIII (1968);»' ,." poránclolus a sus dominios," lo que hizo que una importante extensión
l. Tüpülskl,
Ilela Pulul11t1e
«La tégtession
HIslurica,
éconol11ique en Polcgne du XVI' au XVIlJ'
VII (1962); L. Zytkuwicz, «An Invesiigation
sicclcs», .;:':~~:l::~
into ,·~:F,,':2.'-
l\v[lcullural
o
PLOduction in Masovia in the Filst H,¡\f 01 the 17[h Century», :r:~~.
«' "~L
~'f,.
11.,1
75.14
Raít is, Tenure (/1/{1 M.obilit)', pp. 197-198; Hilton Decline
y siguientes. R. H. Hilton, "A Study in the PreHistory
01 Ser/dolll.
of English
Jlel'l HIS/onca, XVIII (1968). .) .~!~~-;¡.p;.~.
pp.

l.>
POIOII/de L

c{'!)¡';
64 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 65

de tierra pasó de manos de los eníiteutas a ser controlada por Las exigencias de los señores para conseguir el derecho de au men-
mec:1llísmos contractuales, frenando una posible evolución hacia la tar las cargas no fue, al principio por lo menos, una cuestión de abrir
libre tenencia v reduciendo considcrablerncn te el área de tierra sus- y cerrar los ojos, ni tampoco se aceptaron sin protesta. A lo largo del
ceptible de convertirse en propiedad plena para el campesino. Resulta siglo xv hay constancia de que los campesinos rechazaron con fre-
interesante subrayar que esta alternativa no la pudieron utilizar los cuencia el pago de estas cargas, y al parecer 10 consiguieron. Este
señores franceses, a pesar de encontrarse hajo las mismas condiciones tipo de resistencia continuó durante el siglo XVI cuando el aumento
y en el mismo pcrioclo. de la tasa trabajo/tierra hubiera podido obligar al. campesino a acep-
En segundo lugar, existía una posible escapatoria para aquellos tur unas condiciones deterioradas y a pagar una renta más elevada."
señores que pretendían reducir las exigencias de libre tenencia plan- Como último recurso los campesinos optaron por llevar a cabo revuel-
teadas a menudo por los enfiteutas que todavía permanecían en sus tas con el fin de reforzar sus demandas. Como es bien sabido, la pri-
tierras defendiendo sus tenencias. Los señores continuaban teniendo mera mitad del siglo XVI fue en Inglaterra un período de grandes con-
derecho a fijar a su voluntad unas cargas siempre que la tierra del flictos agrarios que amenazaron la totalidad del orden social. El tema
campesino se traspasara, bien por venta, bien por herencia. En reali- principal de los conflictos más serios -especialmente el levanta-
dad, los derechos para acceder a la tierra a menudo proporcionaban miento del norte a mediados de la década de 1530 y la rebelión de
a los señores la oportunidad necesaria para conseguir enfiteutas, ya Kett en 1549- consistió en asegurar la tenencia y 111,15 concreta-
que a largo plazo los derechos de acceso a la tierra podían ser trans- mente la cuestión de las cargas arbitrarias."
formados en rentas comerciales competitivas." .' ~~.?~
'r
Como ha planteado un historiador, si las revueltas campesinas
< i:~i .;.. del siglo XVI hubieran tenido un resultado favorable para los campe-
~}(~.~L_
Enclosure in the Fiftcenth-Century», en St udi in ouore di Armando Sapori,
;,( sinos, podrían haber «recortado las alas al capitalismo» .79 Pero no lo
,<'.- •

•~;-~t ~;~~.-
2 vols., Mil::ín, 1957, 1, reproducido en Hilron, The English Peassantry in tbe tuvieron. En realidad, a finales del siglo XVII, los señores ingleses
Later A1iddle Ages; M. V. Beresford, «A Review of Historical Research (to controlaban una proporción abrumadora de la tierra cultivable -tal
1968)>>, Maurice W. Beresford y John G. Hurs (eds.), Deserted Medieval vez un 70-75 por 100- 80 Y las relaciones de clase capitalista se esta-
Villages, Londres, 1971. ..
76. Tawney, Agrarian Problem in tbe i.Sixteentb Century , pp. 287·310;
L. Stone, Tbe Crisis 01 tbe Aristocracy, 1558-1641, Oxforc1, 1965, pp. 306·310. 77. Christopher Dyer , «A Redistribution of Incomes in Fifteenth Century
El significado de la utilización de impuestos voluntarios como mecanismos que England?», Past ami Present, n," 39 (abril, 1963); Raftis, Tenure and l\'fobilit)',
perrnitlan al señor aumentar el control económico sobre la tierra, per~anece pp. 198-199. Sobre principios del siglo XVI, véase B. J. Harris, «Landlords and
como tema ele discusión. Parece que, en particular, depende de dos cuestiones: Tenants in England in the Later Micldle Ages», Past ami Present , n." 43 (mayo,
1) la cantidad de tierra en régimen de cesión por censo sujeta a tasas variables); 1969), pp. 146-150.

.:? Ii~
2) el derecho del señor a imponer tasas verdaderamente arbitrarias cuando el 78. Tawney, Agraria/l Problcrn in tbe Sixteentb Ceut ury; p. 307; S. T .
campesino tenía la tierra por herencia. Para algunas estimaciones de la cantidad Bindoff, Keu's Rebellion, 1549 (Hisr. Assoc. pamphler, Londres, 1949; otra ed.,
de tierra sujeta a tasas variables, véase Tawney, Agravian Problem in tbe Six- Londres, 1968), pp. 7-9.
~'I.~·,.·
:~\~
teent h Century, pp. 297-300; Kerridge, Agrarian Problems .in tbe Sixt~enth 79. Bindoff, Kett's Rebellion, 1549, p. 9.
Cel/lllr)' and Aiter, pp. 35·46. Kerridge defiende que la enfiteusis por herencia en
general asegura unas fianzas «razonab I es», ya que estas " teman que esrao1 1ecerse Ji;~Jf
¿;1;.
.:1;;"
80. G. E. Mingay en Englisb Landed Society in tbe Eigbteeutb
Londres, 1963, p. 24, ofrece el siguiente dato: un 80·85 por 100 de la propor-
Cent urv,

a un nivel que no anulara el derecho a la herencia del campesino. Pero la ción de tierra estaba controlada por las clases señoriales (esto és, por los «gran-
fecha en que se reconoció -y reforzó por la autoridad real- esta doctrina ~1:;i(~~- des nobles» y la gentry) en 1790 (una proporción adicional y un tanto incierta
de la «rnzonabilidad» frente a las tasas sobre la herencia de las tierras tenidas la controlaban «hombres libres de mejor suerte», una categoría que probable-
en enfiteusis todavía no se sabe. Kerridge parece que no ha encontrado ningún
caso referente a este tema con {echa anterior a 1586: Kerridge, Agrarian Pro-
,~i-.~:~: mente abarcaba un número significativo de labradores capitalistas). Continúa
diciendo que «los datos sobre la proporción de tierra en propiedad probable-
blcins in tbe Sixteelllb Cent ury antl Alter, pp, 38·39. Véase también Tawncy, mente no sufrieron ningún cambio significativo en los cien años anteriores a
/lgrariO/I Problcms in tbe Sixteentb Cent ury, pp. 296, nota 3, y 307; Stone, 1790, aunque ciertamente se produjo un ajuste favorable a los grandes nobles
Crisis o/ ibc Aristocracy ; pp. 306·310. a expensas de los otros dos grupos [es decir, la gelltry y los propietarios libres ]»,

5. -

11"
DRI!NNeR
66 EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 67

ban desarrollando por doquier con importantes consecuencias pata el .~ \


obtener una participación razonable en el aumento de la renta gene·
desarrollo económico. Por tant.o, desde mi punto de vista, lo que hizo /:: . rada por sus propias inversiones capitalistas, evitando así un alza
posible la transformación de la producción agraria en Inglaterrra fue excesiva de la renta señorial." A partir de este momento tuvieron
el su rgimiento de la clásica es tructura señor/gran arrendatario capi- }: completa libertad para realizar inversiones tanto en innovaciones tec-
talista/trabajador asalariado," y esto, a su vez, fue la clave para el nológicas puntuales -sistemas de agricultura convertible, desecación
T~
c.

desarrollo económico inglés. Con el fracaso de los campesinos para de tierras pantanosas- como en hacer inversiones ajustadas u las
conseguir un libre control sobre la tierra, los señores pudieron agran- t:~:' exigencias de la explotación, lo cual era difícilmente practicable en
dar, concentrar, cercar, crear extensos dominios y arrendarlos a arren- r,0. pequeñas tenencias en régimen de campo abierto en manos de carn-
datarios capitalistas, quienes, a su vez, pudieron afrontar importantes ;.,' pesinos ,83
¡;''¡ .
inversiones de capital. Ésta fue la precondición indispensable para i~~
~ .Desde luego esto no significa que la producción campesina fuera
un progreso agrario significativo, ya que el desarrollo agrícola se "q;: incapaz de realizar mejoras. La cuestión es que no podía generar las
asen taba sobre la base de fuertes entradas de capital, abarcando la . %1~;;'; bases agrarias para el desarrollo económico, Así los cultivos a pequeñ«
introducción de nuevas tecnologías y una mayor capacidad de actua-
. ción. Estos niveles tan elevados de inversión agrícola fueron posibles
~.~.~,~.~.'.'.~,,·.~~1;.·.·,::"';~~' 82. Kerridge, Agrarian Problems in tbe Sixteentb Century al/ti After, p. 46;
gracias al desarrollo de una variedad de tipos de arrendamiento que '.' E. L. jones, «Agriculture nnd Econornic Gro\Vth in England, 1660·1750: Agri-
incorporaban una nueva forma de relación señor/arrendatario. A par- .)~ : cultural Change», [ournal Econ. Hist., XXV (1965).
tir de esta situación, los arrendatarios capitalistas establecieron una fJ:'.; :'~ 83. Sobre las importantes ventajas que suponían las exploraciones capita-
alianza importantísima con los señores, asegurándose .. Iizadas con referencia a las mejoras agrícolas, la inversión y una mayor eficacia
la posibilidad de
,~:;f:r.¡ a nivel general, véase Kerridge, Agrarian Problems ...• pp. 121-126. Y G. E,
"". Mingay, «The Size oí Farrns in the Eighteenth Century», Econ. Hist. Rev .•
·)l.~.f.,:'.,;.~.'2:.
serie, Xl V (1962). Algunos de los trabajos de síntesis rn.is recientes se
F. M. L. Thompson ha estimado que los propietarios libres (grandes y peque- fundamentan en las ventajas generadas por las relaciones de clase de la estruc-
ños) controlaban alrededor de una tercera parte de la tierra a finales del si- -,~:~ -~:. tura agraria inglesa para explicar el desarrollo agrícola. aunque, en última ins-
glo XVII: «The Social Distribution of Landed Propcrty in England since the .<8:.~:'.;:,:
tanciaE~ minimizan su significado . real. Así en su «Introducción» a Agriculture
Sixteenth Century», Eco 11. Hist. Rev., 2.' serie, XIX (1966), p. 513. .- and ~conol/lic Groiotb in Engiand, 1650-1815. Londres. 1967. E. L. Jones
81. Esto no sigfnifica que prec isamen te estas adaPtacd¡o~es fueradn neceslln- .":'_'_':·.,:~_~~;:
.•
:.~::.~.~:~
... d~ce. que la ,clave del desarbr.ollo eClonól:lnico inglés fue la introducción
~_·_.'.:.i_,".'·"', .... '.:: ... :... \.'.. de nuevas
rias para una trans orrnación de la agr icu l tura que pro ujera un esarro o _.: _ _ tecmcas, mas que el cam la de as l isposiciones institucionales, olvidando al
económico en este periodo. Tan sólo quiere decir que era necesario algún tipo .",<,~:, '~, parecer la idea de que ambos estaban indisolublerncnte unidos. Afirma (pp. 12-
de cultivo capitalista a gran escala. Así la única alternativa real a la forma <t~~,.::~. 13) que <dos sistemas innovadores de producción agraria son m:ís relevantes
«clásica inglesa» de señor propietario/gran arrendatario/trabajador asalariado ~~~J~H,:. para ~as ?;leVaS "respuestas" de l~ oferta agrícola que las mejoras en la ?1Ísma
de la agricultura capitalista parece que fue un sistema capitalista igualitario Iun- !;;/j;·.I_ orgaruzacion». S1I1 embargo, el rrusrno Jones en otro lugar subraya las impor-
i-.

da mentado sobre una amplia base de labradores que también utilizaban trabajo t,.~J~4.:,~:;;
tantes ven~ajas, del cultivo capitalista a gran escala ~lar¡¡ e~ avance. de la ~gricul-
asnlariado. Esta última situación era la que se dio en Cataluña. donde a fines ;;0~;1
::,,<. tura, y mas aun. posibilita la clave para comparaciones mtra e internacionales
del siglo xv se consolidó una estructura social como resultado de las luchas ,',~.I';;::;que demostrarían la importancia de esta conexión, y paralelamente los frenos
agrarias del período anterior. cuando los campesinos acomodados pudieron con- '::¡f0f} 7~);:qu~ el sistema de agricultura campesina dominante ponía a cualquier tipo de
seguir no tan sólo derechos de libretenencia sobre sus tierras, sino también :'~;í1~':1f mejora. Así dice (p. 17) que «el modelo rural y de organización agraria que se
la propiedad de amplia; zonas de. ~ierra (masos .ronecss que !,abían sido aban- ;~:~~; ~: .desarrolló en Inglaterra hizo más flexible. la pro~uc~ión, y mucho. más dinámica
donadas durante el período de CrISIS de los desastres demográficos de fines del .~~7,i~:;!t1'i.parael mercado. que un sistema campesuio». Añadiendo como ejemplo (p. 4.3)
siglo XlV. Por tanto la unidad característica de la propiedad y producción agrll -f"f:';-< :;~~j. que: «En algunas partes de los Midlands donde la tierra había sido de uno,
cola en la Cataluña del siglo XVI -la lIIasia- era una propiedad extensa y '0[.;,,·_ )}~\.. pocos propietarios y los cercarnientos aparecieron pronto. se introdujeron «uue-
cOJ1;pacta. Y. esta estructt.lra, de hecho. proporcionó las bas~s parn un avance ;.~.1.'..}~
;I,j,r.:~vas» cosechas y los arrendatarios se especializaron en una ganadería ded,icada
agt lcola continuado a lo largo de la Edad Moderna. P. V llar, La Cat alogne ::;L.;é . /::, al consumo. Normalmente el sistema de agricultura campesma de las tierras
dans l'Espague moderne , 1, pp. 575·578, 584, 586, 588. Véase supra, pp. 50-51, ':?A(: ..~~~t. arcillosas de los MidJans desafiaba cualquier tipo de cambio a excepción del
e in]ra, p. 69. y nota 88. <f:'';i'~';~)~
,expediente de cercamieruos ordenado por el Parlamento».

:·¿tJ?~~~~~,
·'I;:'';~~·,

68 EL DEBATE BRENNER '~}~;lI ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA

escala podían ser rentables a partir de cultivos industriales,


por ejemplo el lino, así como la viticultura, horticultura
como
y productos .",,{~
.• "~t '1 '\1"
desarrollo industrial
y aunque la población
continuado y el crecimiento del mercado interior.
inglesa en este período alcanzara los altos nive-
lácteos. Pero este tipo de agricultura generalmente originaba el incre- les de principios del siglo XIV (que en aquel tiempo significaron crisis
mento de la producción por medio de la intensificación del trabajo en 1 dcmognificus) no hubo ni el mismo ti po de fluctuaciones violen tus en
general más que por medio de una mayor eficiencia de una unidad los precios, ni crisis de subsistencias como las que asolaban Francia
dada de input de trabajo. Por lo tanto no generaba «desarrollo», y el resto del continente en este mismo período." Tampoco se dio
excepto en una restringida y en realidad engañosa utilización del tér-
mino. Desde luego la gran difusión de este tipo de agricultura ba-
,:i{~i
':...·'~.;..I;-.~"'.
el marcado descenso demográfico que llegó a dominar en casi toda
Europa durante este tiempo, la famosa fase B malthusiana." En resu-
~::~f.f~~~
sada en la producción de bienes no estrictamente agrícola: se funda. men, Inglaterra permaneció ampliamente exenta de «la crisis econó-
mentó, igual que en la industria,
de la producción
la productividad
de alimentos
en el crecimiento (en otros lugares)
básicos (granos); 'y el aumento
de los cereales se consiguió en las grandes propieda-
de 'í:ii
,'4:~~~ =-_f;
mica general del siglo XVII», que más tarde o más temprano
asolar todo el continente.P Esta crisis muy similar a la anterior «crisis
económica general del siglo XIV» fue, en última instancia, una crisis de
iba a

des que contaban con una mayor entrada de capital." producción agraria, como resultado del mantenimiento de relaciones
Incluso el surgimiento de unidades de cultivo a gran escala, no de propiedad o extracción de excedentes que impedían cualquier
garantizó por sí mismo mejoras agrícolas. Como veremos, en aquellas aumento de la productividad. En contraste, la transformación de
zonas de Francia (relativamente restringidas) donde se consolidaron la estructura de clases agraria que tuvo lugar durante el período que
las grandes propiedades, no se observaron incrementos importantes se inicia a finales del siglo XIV, fue lo que permitió a Inglaterra
de la productividad agrícola. En consecuencia, 10 que tuvo un impor- incrementar sustancialmente su productividad agrícola y evitar así una
tante significado para el desarrollo económico inglés fue ia rentable repetición de la crisis anterior.
u tilización del excedente agrario generado por la misma naturaleza Por otra parte, parece que el progreso agrícola estaba en las raíces
de las relaciones de clase agrarias y en especial el desplazamiento de de estos procesos de desarrollo que, de acuerdo con E. L. jones, per-
la relación antagónica tradicional en la que la presión señorial mina-
ba la iniciativa campesina, por una nueva simbiosis señor/ arrendata-
86. Sobre cómo se evitaron las crisis de subsistencia en Inglaterra a fines
rio que introducía una cooperación mutua tanto en inversiones como .~.3':t!:!'
del siglo XVII, véase A. B. Appleby, «Disease or Famine?»: Econ. Hist. Reo.,
en mejoras."
. Este progreso agrícola ya empezó a tener relevancia en el desarro-
.~J~~: 2.' serie, XA"VI (1973), en especial pp. 403, 430-431. Para una comparación
de las fluctuaciones de precios entre Francia e Inglaterra a fines del siglo XVII
llo económico inglés a finales del siglo XVII, manifestándose
mas diversas. Así y de manera más inmediata,
de for-
en unos precios rela- 'ii·: y principios del XVlII, acentuando
ciones violentas» que caracterizaron
el aislamiento de Inglaterra
a Francia, véase J. Meuvret,
de las «fluctua-
«Les oscilla-

tivamente estables y en el mantenimiento de una población constante


a finales del siglo. A largo plazo, por medio de la conjunción de un ;B~f
::~~ ~~.í~~:
tions des prix des céréals aux ¡{VII' et XVIII' siecles en Angleterre
les pays du bassin parisien», en Études d'bistoire économique.
87. G. S. 1. Tucker, «English Pre-industrial Population
et dans

Trends», Eco».
Hist . Rev., 2.' serie, 1..'\11 (1963-1964), pp. 205-218. Esto no niega la posibi-
-..~: ~i.~·~}
lidad de que se diera una ligera caída en la tasa de crecimiento de la población,
84. B. I-I. Slicher van Bath, Tbe Rise 01 Lntensiue Husbandry in tbe Loui incluso quizás una detención temporal, a fines del siglo XVII y/o a principios
Countries, en J. S. Brornley y E. H. Kossrnann, eds., Bruain and tbe Nether- del XVIII.
lands , 1, Londres, 1960, en especial pp. 135·137, 148·149, 153. Como afirma
Slicher van Barh en relación a la región flamenca caracterizada por una agri-
*11.~~:
.~:~0;
88. Es curioso que Cataluña, uno de los pocos lugares donde se consiguió
una transformación agraria con un incremento paralelo en la productividad

'11
cultura intensiva (p. 153): «No es una visión de bienestar, sino de pobreza agrícola, fuera también uno de los pocos lugares que escapó a la «crisis econó-
.~';:}i~~.'¡"
controlada». m~ca general del. siglo XVII», y, como Inglaterra, evitó catástrofes demográficas,
85. Véase Jones, «Agriculture
1750: Agricultura! Change». Sobre :~dn,~:~~o~n;;,~'~:;~,
;:nEFf,~:!,;~:~; n,1:entras que se Iba desarrollando económicamente. P. Vilar, La Catalogue d ans
l Es pagne moderue, I¡ 3.' parte! en especial pp. 586, 588. Véase también sopr«,
p. 66, nota 81:
inlra , p. 80, nota 111.

··}rA. ~~
~;r~:
&E~'
, 70 EL DEBATE DRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA
71

rnitió al 40 por 100 de la población inglesa a finales del siglo XVII . . 1 li 91 . 1


11l1~)Ortancla en ta la, Fina mente, aunque la industria de los Países
abandonar las actividades agrícolas e integrarse en ocupaciones indus- B~J~s pare~e no haber sufrido tan profundamente los efectos de la
triales." Por supuesto que el crecimiento industrial inglés, predomi- (:-ISIS del siglo XVlI, su incapacidad para sostener un desarrollo COI1-
nantemente el sector textil, se fundamentó sobre todo en la exporta- tinuado ala largo del siglo XVIII permite suponer una estrecha vincu-
ción que se vio estimulada por la demanda de las colonias. Sin lación c~n una fuerte dependencia de las importaciones de granos
embargo, este tipo de exportaciones era general para toda Europa ultramarinos, los cuales sufrieron una importante alza de sus precios
durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna, pero sin que él partir de 1750,92
pudiera conseguirse un rnan tenimiento au tosostenido. Parece que la . . Por tanto, lo que distingue el desarrollo industrial inglés de prin-'
inelasticidad de la producción agrícola supuso unos fuertes límites al cipios de la Edad Moderna, es su carácter continuado, su capacidad
desarrollo ele la producción industrial. El alza de los precios de los de sostenerse y de generar su propia dinámica, Aquí, de nuevo, la
alimentos, si no una caída total de la oferta alimentaría, como resul- ~ave hay que buscada en la estructura capitalista de la agricultura.
tado de la baja de la productividad agrícola, podía asfixiar el proceso El progreso agrícola no sólo hizo posible que una proporción creciente
industrial, limitando la proporción de la población que podía dedicar- de la población abandonara la tierra para trabajar en la industria sino
se a actividades no agrícolas. Por otra parte, la ci tada elevación de los que, igualmente importante, estimuló directa o indjrectament~ una
precios de los alimentos minaba el mercado de productos industriales, crecien te cohesión del mercado in terno, componente esencial del Cl'C-
bien forzando una elevación de los salarios (el coste de la subsistencia) c~mien to con tim.la.dü de l~ ÍJ.1dustría inglesa a. lo largo de todo el pe-
y por tanto de los precios industriales, bien por incidir en la propor- 110:10 de «la Ctls:s eCOnOlTIlCa general del Siglo XVII» en Europa."
ción de la renta de la población dedicada a las adquisiciones no ali- ASl durante los SIglos XVI y XVII los campesinos acomodados, como
mentarías, Estos mecanismos supusieron, en particular, que las crisis
generales agrícolas/demográficas del siglo XVII significaran también, .91. S.obre los altos salarios como una causa fundamental del declive de
para la mayor parte de Europa, crisis seculares para la industria. Esto la ,111dustl'lade. expor~ación desde principios del siglo XVII, véase C. M. Cipolln ,
ha sido claramente demostrado para la Francia del siglo XVII por Gou- «The Eco~onuc Decline .of Italy>~, en Brian Pullan, cd., Crisis an d Chon,ge in
bert, que relaciona el descenso a 1argo p 1azo ce
J 1a 111
. dustria
ustria Textil
texti tbc
1968 Ve/letlan Economy S 11I tbe Sixteeml: and Sevcl1/eentb Centuries; Londres,
, pp, 13:-142., obre los problemas de la oferta alirnentaria que conducían
del Beauvais en este período con los problemas de producción de a, unos s~la¡-¡os mas elevados (de subsistencia), véase B, Pullman, «Introduc-
alimentos." Pero una situación similar podría ser la que contempla non» y «~'I7agc.E¡lrners and Venetian Economy, 1550-1630», ibid.; pp. 12-14. So-
el descenso de la industria italiana a principios del siglo XVII. En este bre las ralces estructurales de los problemas de la oferta alirnentnrin y de 111 e1'-
caso la drástica elevación en los precios de los alimentos parece, tanto' cado ~ocal en la organización territorial de la región veneciana, véase S. ]. Woolf,
«Venice and the Terraferma»; ibid. en especial pp. 179-187. Para el problema
como cualquier otro factor, haber sido responsable del encarecirnien- general de la oferta de alimentos en Italia y en el Mediterr.ineo, que se intensi-
to de los costos salariales (de subsistencia), lo que obviamente pro- fi.ca agudamente en la segunda mitad del siglo XVI, véase C. T, Smith, AII Hislo-
dujo UI1<1 elevación de los precios de los productos italianos hasta el , ~l~~~ Geography o/ \'(1 est ern Euro pe be/ore 1800, Nueva York, 1967, pp. 416-
punto de paralizar sus ventas en los mercados europeos y especialrnen- 'h )Efb
" . 1 Al' . '1 . . ~', ':,.' 92. ,Esto lo sugiere E. L. jones en la «Introducción» a Agricult ure an.l

:~:I~.
l 1
te e e os ed 1 M el
e iterraneo orienta . mismo tiempo, a eXlstenc1a~,:,:~~& ;~t,:;' ECOII0I111C Grouub in Engl<1/ui, p. 21.
1650-1815,
de un sector agrario, básicamente fundamentado en el campesinado,' it~~)
1~; 93. Sobre el continuo crecimiento industrial inglés a fines del siglo xvrr

SU p uso la im posi bilid ad de desarrollar un mercado in te >DO de ci en:. ¡~:'~f~~:f~:j'¡¡1:;,::~~~~:;:i:;~~~:7f;?


~f~!~:;erl~~:1.;:~~!
89, Jones, «Introducción» a /sgricultnrc Economic Groiotb in Ilpprent.lccs/Jlp, 1603-,1763, Londres, 1965, cap. 9, en especial pp. 185 ss.

;·;r··~'i
and. EIl-.,:,.,.'::.!:'; ,1;
1 1 16501815 1 2""!""~r"'" F. J. Fishcr, «~he Sixteenth and Scvcnteenrh Ccnturies; The D~H'k Agcs of
g ""~Ó. Go·"bert: ~",;",,;s ct 1" Beauuaisis ,1, 1600 ,1 1730, pp. 585·587. Ee""s" Eco"om" n",", v». Eco "0"';''',
nuevn serie, XXIV (1957)
72 EL DEBATE llRENNER ESTKUCTURA DE CLASES AGRARIA 73

también los señores, supusieron una vía de salida para los bienes representantes elegidos por la misma comunidad, ha sido trazado con
,industriales ingleses." Al mismo tiempo y a largo plazo, especialmen- especial cuidado por historiadores que han llamado la atención sobre
te desde fines del siglo XVII y principios del siglo XVIlI, los progresos su significado histórico." Sin embargo, ]0 que todavía exige una expli-
continuos en la productividad agrícola se combinaron con los bajos cación es la capacidad de los campesinos franceses no sólo para esta-
precios de los alimentos para dar un margen extra al poder de com- blecer determinados derechos- de propiedad y libertad ois-ñ-uis los
pra de importantes elementos de la clase media e incluso de la clase señores, sino para mantenerlos a lo largo de un extraordinariaruente
baja, y así ampliar el mercado interno y acelerar el crecimiento cons- largo período histórico, en particular durante la época en la que sus
tan te de la indus tria inglesa-que desembocó en la revolución indus- homónimos ingleses dejaron de poder actuar así. Cualquier respuesta
trial." El desarrollo económico inglés, por tanto, dependió 'casi total- puede ser tentadora, pero él la luz del desarrollo inglés, lo que parece
mente de la relación simbiótica entre la agricultura y la industria. En haber detrás de In sorprendente persistencia de la propieclad campe-
realidad fue, en última instancia, una revolución agrícola basada en el sina en Francia es su fuerte interconexión con la particular formo de
surgimiento de relaciones de clase capitalistas en el campo, que per- . evolución del Es tado monárquico francés.
mi lió a Inglaterra convertirse en el primer país que experimentó la Al contrario que en Inglaterra, el Estado centralizado francés se
industrial ización. desarrolló (al menos en buena parte) como un fenómeno «de clase»,
El contraste del fracaso en Francia de una transformación agraria esto es, como un extractar independiente de excedente, en particular
parece CJue se deriva directamente de la fuerza y de la solidez del gracias a su potestad de imponer tasas sobre la tierra, hasta el punto
sistema de tenencia de la tierra por parte de lós campesinos a prin- de que los campesinos pudieron unirse contra los señores y conse-
cipios de la Edad Moderna, sistema que en Inglaterra se estaba guir tanto librarse de la servidumbre como lo más esencial: la libre
desintegrando. Ya se ha hecho referencia al éxito relativo gracias al tenencia de la propiedad, y como contrapunto se ofrecieron ellos mis-
cual las comunidades campesinas de Europa occidental pudieron resis- mos a una explotación potencial como base financiera de la monar-
tir al poder señorial en el período medieval. En particular, el largo quía. Porque si la organización campesina local, que era la fuente
proceso por medio del cual, pueblo a pueblo, en varias regiones fran- esencial y el límite efectivo de su hierza, podía a veces resistir las
cesas, pudieron conseguir importantes derechos económicos y políticos exigencias del señor local, no era tan fuerte como para enfrentarse a
como el usar las tierras comunales, el fijar las rentas, el asegurar la las pretensiones del Estado centralizado, por 10 menos a largo plazo.
herencia y el reemplazar ~os antiguos alcaldes im aires'; del lugar por Paralelamente el Estado se pudo desarrollar, tal como así sucedió,
como un competidor de los señores, incluso hasta el punto de estable- ..
(el' derechos con el fin de extraer el excedente de la producción cam-
94. \Yl. G. Hoskins, «The Leicestershire Farrner in the Sixteenth Ceutury»,
pesina. Por lo tanto tenía un interés en limitar las rentas señoriales
en sus ESScl)'S in Leicestersbire History, Leicester, 1950; F. J. Fisher, «London
<1S an Engine of Econornic Growth», en J. S. Bromley y E. H. Ko~smann, eds., para permitir que los campesinos pagaran mayores impuestos, y, por
Britain and tbe Netberlands , IV, La Haya, 1971; Fisher, «The Sixteenth and este motivo, luchó contra los señores ayudando a los campesinos
Seventeenth Centuries». a poner fin a su situación servil y a consolidar y asegurar la propiedad
95. Véase [ones, «Introducción a AgriCflllure and Economic Groiotb in ca 111 pesina.
En gland, lG50-iS15; jones, «Agriculture and Economic ~rowth in ~n.gland,
1660.1750: Anricultural Change»; E. L. Jones, «The Agricultural Origins of
Probablemente los casos más típicos de estados que se desarrolla-
Industry», Pa~1 and Present , n." 40 (julio, 1968); A. H. john, «~gricultural ron de igual forma que el francés -como clase independiente que
Productiviiy and Econornic Growih in Enghnd, 1700-1750», [l. ECO/l. HuI., extraía excedente de un. sector campesino en auge que se atrinche-
XXV (1965); A. H. John, «Aspccts of English Economic Growth in the First
Hulf of rhc Eighteenth Century», Economlca, nueva serie, XXVIII (1961);
D. E. C. Eversley, «Tbe Horne Market and Economic Growth in England, 96. V éase en especia 1 Fossier, La terre el les bommes en Picnrdie, Ir,
1750-1780», en E. L. Jones y G. E. Mingay, eds., Land, Lahour andPopuletion pp. 708-730. También su pra , p. 61, nota 73. Véase, además, Fourquin, CIIl1[>ag.·

ÍI¡ thc ludnstrial Reooiutiou, Londres, 1967. 11(:$ de la région pansicnne, parte 1, cap. III! en especial p. 190.
EL DEBATE BRENNER ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 75
74
..
,,-. ' .~.
raba en su sistema de tenencia-, pueden hallarse en el surgi,m ient~ .~";f'~~. hubiera supues to es tablecer una relación servil. con los campesinos,
del «m ini-absolutismo» ejercido por los príncipes de Alemal11; ~CC1- :'::11~'), exponiéndolos a futuras cargas arbitrarias, Sin embargo, el campesi-
clental a principios de la Edad Moderna. En estos estados lo~ Ptlnclpes'.;;il~, nado de la región parisiense resistió con fuerza y en gran número
proseguían un" política consciente d~ protección a la propled~d caJl1~,w¡ a dichas presiones, y lo que al parecer ocasionó que la corriente se
pesina, la cual desde el redada med¡ev,¡J ya se enco~traba bien pro- ;,'¡;f:/: volviera a su favor fue la decisiva intervención de la monarquía contra
regida En partieular los príncipes ddetJJía~1 la seguridad >: la exten- . o,'; los señores. Cuando la corona estuvo de acuerdo en tener en cuenta l.i
sión de las tenencias campesinas con el objeto de proporcJ~I~arse s~ :::,:#'H cuestión vigente, reconoció -por derivación- la situación de liber-
base impositiva propia e independiente (Bauernschutzpolltlk): ASI ,j~; ~ tad legal del campesinado, allanando el camino para establecer unas
pues, las obligaciones de los camp~sinos se, f1}~ban por medio de e: rentas fijas y una propiedad plena." Tal vez a largo plazo fueron más
leyes' se mantuvo y/o se restableC1ó la poslblhdad de heredar las ~}!~~: decisivas ciertas acciones emprendidas por el Estado durante el si-
tenencias: y en algunos casos la tierra que anteriormente,había eS,tado'i,,<,t ,,' glo xv. En este tiempo parece que la monarquía confirmó de [arma,
en manos de los campesinos, pero que la nobleza se habla apr~pl~do, ,.;0 general la integridad del censo Por tanto fue difícil, bajo un punto de
se devolvió a sus antiguos dueños, Al mismo tiemp~ los prmcipes ',::3"'~3, vista legal, el que los señores se apropiaran del gran número de
hicieron lo que pudieron para reunir las parcelas ?ISperSas ,de, los ::;.",.",:,
...
~:
...
",.~:",.,~=":
.. tenencias sujetas a' este sistema y abandonadas como consecuencia
:.-.,:,~.,,,.,_,._;,,¡,.r:,,',~.',":' de
.campesinos, fruto de la subdivis~ón de sus ~enencJas" Por ultimo, --_,~ '. la guerra y de las crisis demográficas, El resultado supuso el mante-
los príncipes consiguieron convertir las tenencias en umdades fiscales ~" nimiento del área de tierra bajo propiedad campesina. Es interesante
propias para imponer contrib1..lCiones.91 y parece que de esta manera, '.'.~' ,: subrayar el hecho de que fue en esta época cuando la monarquía llevó
el campesinado de .l\.lemania occidental pudo controlar el 90 por 100 '>'~:¡'~"'a cabo acciones importantes par" organizar la comunidad campesina
de la tierra." . , . ". ';¿!~i~\~~
en los municipios, cuyos miembros electos tenían como función el
Los pasos que, en un proceso similar, tuvteron que segurr los :'J)Stl~~'recoger y administrar los impuestos de la corona, que crecían de Ior
campesinos franceses para poder cons~lidat (aunqu~, en mucha men:t ~~'" ~~ rna desorbitada.l"
amplitud) su propio control sobre la tierra en relación con el desarto-/{,:i~~~i'l~:' De hecho y desde principios de la Edad Moderna, la consolidación
. 110 de la monarquía quedan mucho menos claros, Parece que un 1:1?-:,;"f :? '~~~ de la propiedad campesina en relación con el desarrollo del Estado
h

mento decisivo fue el que tuvo lugar, por 10 menos en la reglo~,;~ ~.,.,.francés creó una estructura de clases en la zona rural muy distinta a
" , 1 edi ados del SI'glo XlII cuando tuvieron lugar los deci- .;,l.:;",.... ~jio la que es taba surgiendo en Inzlaterm. Y 110 hay 111"J'01' índice pal'a
paUSJense, a 11, " _ "c~YJ,:~~""r~, ~ ~ ,~ , ~
sivos conflictos entre campesll10s y senores a causa de .los Il1tentos:;~ medir ambas estructuras que los distintos ~i~,
tipos de revueltas campe-
de éstos de ampliar la talla señorial (taille), Fue precisamente ,en) t
f. :,?:' sinas que marcaron el inicio de la Edad Moderna en ambos países,
torno ,1 esta cuestión, fiscal cómo se decidió el terna c1~ la llberta1,y ~~}','En Inglaterra, las revueltas campesinas iban dirigidas contra los sefio-
cHl1lpesina en esta región, Los señores pretendían consolidar su. der~-,/ ,,',res en una lucha inútil para defender la propiedad campesina, que se
cho a imponer libremente cargas sobre sus enhteutas. Su victona- :, iba desintegrando frente a una creciente usurpación capitalista, En
,Francia, el objetivo de la revuelta campesina era el abrumador sistema
,, d d ./ A " '/arstl/1g Stuttnart 1963 ',) ..,{' imposi ti va del Estado absolutista que, irón icamen te, había sido el in s-
97, 1. Lütge, Gescblcble ~r e,l~Lscien gral vel " b' , ';~'i-'):;.~.';;~':'

pp. 100-102, 134-154, Sobre la discusión precedente del desarrollo de Alen~~~¿~:~é~~'~'" ~¡~1. " "
occidental estoy en deuda profunda con jocl S111get. , . . '[-! :l',¿f' 99, Marc Bloch, «manche de Castille et les serís du chapitre de Paris»,
98. E, \YJeis, «Ergebnisse eines Vergleichs der grl1nclherrsch3ltllch~11 Struk-j' ~0.'
Méll!/1.~(,s bistoriques, 2 vals" París, 1963, 1; Fourquin, Campagnes de la région
tur Deulschlands une! Frnnkreichs vom U. bis zum Ausgang des 18. J:hr-,. r·¡:'~:-¡:Grisieltne, 1.' parte, cap. },
urcu
hunderrs», ViCI'Leljahl'schl'ijt
, l
jiir Sozia - 1111
d \\'1'ulse:a, bi bt e ,. LVII (19,0),)
l. jl sgesctucn
'c'l~l 1)l' Como resultado la nobleza germanlGl parece que fue fOLada,:,
'7 ' ' ..,
"<o., 100 F-ourquin, ' op. ClI;,
, r<' .. ,
180, 377,.382, 430-'l~2 .. y ss;, 514-515; J , F'.
"il,,·:Lcmang11lcr,
La Trance médiéoale:
YP,
II1St:tlltIOJ1S el societe París 1970, 1', 318;
e n eS)I.:.1 . / . , .' ., \ .
a un I nivel de cxtraordinaria dcpcndencia de los prlncipes, C(lnVlrtlencose:'::~~,::
I I'j'" , ' )

r~~';MaL'cBloch, Fl'ellch Rural History; Londres, 1,166, pp, 128,129 (hay trad. cnst.,
la ;jristücr~cif\ administrativa par excellcuce. ,o"J ':,:\;' Barcelcna, 1978),
76 EL DEBA 'I'E BRENNER . ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA 77

trumento que aseguró y protegió la propiedad campesina, resistencia y de la huida. Sin embargo, su fracaso para establecer
por tanto, el desarrollo capitalista.!" libertad de derechos de tenencia sobre buena parte de la tierra (como
De este modo en Francia, la propiedad campesina y el Estado hicieron sus homónimo s hanceses en una época anterior) privó a la
absolutista se desarrollaron en mutua dependencia. El Estado incre- monarquía de una base potencial de íinanzamientó, lo que le hubiera
mentó su propio poder en virtud de su habilidad para situarse entre permitido independizarse de los señores. Por tanto la centralización
señores y campesinos, en asegurar la libertad, el derecho de herencia monárquica no pudo tomar una forma absolutista con base campe-
y las rentas fijas de los campesinos, y así utilizar la producción cam- sina. En el mismo sentido; la confianza de la monarquía en los señores
pesina como fuente directa de ingresos para la autonomía y la potes- para llevar a cabo la centralización a finales del siglo xv y principios
tad real. Como señala Marc Bloch, durante el siglo XVII -el momento del siglo XVI, le impidió tener una función decisiva para ayudar a los
cumbre del absolutismo francés- la función clave de los intendente:'; campesinos en su abortada lucha en pro de la libre tenencia, la cual
-los administradores directos de la monarquía en las provincias-í-,": tuvo lugar precisamente en este período. Importantes sectores de la
fue la de «proteger las comunidades rurales, materia prima para los nobleza y de la gentry inglesas estuvieron dispuestos a apoyar la
impuestos, de la explotación intemperada de sus sefioress!" Parale> batalla política centralizadora de la monarquía frente a las actividades
lamente los señores sostuvieron una lucha defensiva durante el pedo-· disruptivas de los ricos y poderosos militares, con la intención de
do para proteger a «sus» campesinos de las usurpaciones de una má- conseguir orden social y condiciones estables para el desarrollo eco-
quina Iiscal que buscaba sistemáticamente ampliar su territorio dentro nómico. Pero fueron estos mismos elementos señoriales los que iban
del mundo mral.103 socavando la propiedad campesina en pro de los cercamientos, de la
Por el contrario, en Inglaterra, la centralización monárquica se concentración y del capitalismo agrícola.'?'
desarrolló especialmente desde fines del siglo XV, pero con una depen- No puede decirse que los señores franceses no desearan concen-
dencia clave con la clase señorial, tal como, desafortunadamente, se trar sus tenencias. Pero el problema era que, para hacerla, no podían,
evidenció en el crecimiento paralelo de instituciones parlamentarias como en Inglaterra, elevar las rentas a niveles imposibles y así expul-
(que estaban decayendo en Francia). El campesinado inglés; como se sar al pequeño arrenda tario al finalizar su con tra to o escri tura , En casi
ha visto, pudo conseguir su libertad en el siglo xv por medio de la .
104. Sobre el proceso centralizador bajo los Tudor, especialmente la in ter-
10l. Sobre las revueltas en Inglaterra, véase supra, p. 65. Sobre las de relación entre la corona y aquellos sectores de la clase terrateniente (nobles
Francia, véase el artículo de J. H. M. Salrnon, «Venality of Office and Popular y no nobles) que apoyaron la centralización contra los magnates-guerreros, véase
Sec1ition in Seventeenth-Century France», Past and Present, n." 37 (julio 1967). L. Stone, «Power», en Crisis o/ tbe Aristocracy, cap. V; también el conjunto
Aunque hay un fuerte debate sobre muchos aspectos de estas revueltas, de trabajos de M. E, James, A Ttidor Magnate and tbe Tudor Statc, Borth-
virtualmente, todas las aportaciones, incluidas las de quienes las han· tra- wick Papers, n." 30, York, 1966, Cbangc and Continuu-y in tbe Tudor Nortb,
tado con más detención, como Boris Porchnev y Roland Mousnier, están Borrhwick Papers, n." 27, York, 1965; «The First Earl of Cumberland and
de acuerdo en que la oposición a los impuestos del Estado era central. Véase the Decline of Nortbern Feudalisrn», Nortbern History, 1 (1966); «The Con-
TI. Porchnev, Les souleuements populaires en Franco de 1623 ti 1648, París, cept of Order and the Northern Rising, 1569», Past and Present , n." 60 (agos-
19(;3; R. Mousn ier, «Recherches sur les soulevernents populaires en Frunce to, 1973). Las investigaciones de Lawrence Stone y Mervyn J ames proporcio-
avant la Fronde», Reune d'bistoire moderno el contem pomine, V, 1958. nan estudios detallados de casos concretos que demuestran la notable super-
102. J3Joch, French Rural History, p. 134. posición entre estos elementos señoriales, tanto nobles corno no nobles, que
103. Para un análisis revelador de la lucha entre la monarquía y la no- permitían la centralización real en interés de la paz social y el orden público,
bleza en Francia para proteger al campesinado con el fin de explotado para y aquellos que deseaban una política progresiva y altamente comercializada
sus propios fines, enfocado especialmente en los intentos de ampliar el sistema en relación con sus tierras (consolidación, cercamientos, mejoras agrícolas ... ).
real de impuestos y en la resistencia de los nobles frente a estos intentos en Sobre esta cuestión me he beneficiado de la lectura de un ensayo todavía no
nombre de sus campesinos, véase P. Deyon, «A pro pos des rapports entre la publicado de Eleanor Searle, «The Jack Cade Rebellion: Social Unrest. in
noblesse Imncuise et la 'monarchie absolue pendant la preJniCr~. moitié 'du England 1450-1460». Sobre el desarrollo del parlamento en este período, los
XV[Ie siecle», R~v?fC His toriq 11e, CC;::XXXI (1%4), - . trabajos fundamentales son los libros y ensayos de G. R. Elton y J. E. Neale.
· ~;:i11"
79

1,,1:
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA

~:d' Fnmcia, el Estado ~1~O~:~"A:E1e:R::~::egur"b'


In herencia y campesinos se endeudaron fuertemente, y se vieron obligados a ven-
exacciones fijas ilods el uentes'i para las tenencias en régimen de enli- . ~:~ : der sus tenencias.l'" Además no fue accidental que los mayores desas-
teusis. Por tanto el señor, para conseguir una propiedad concentrada, ",1
tres ocurrieran en tiempos de guerra (especialmente las guerras de
debía acaparar incontables pequeñas tenencias campesinas, y esto no :.··.:,~.:,.~.;.·~.l,::
religión y la Fronda) y de carestía (particularmente las «crisis de sub-
era tarea fáciL Por una parte, el campesinado tenía todas las posibi-.¡ <:¡:Jí. sistencia» de fines del siglo xvn ) y que se concentraran en zonas
lidades que le permitían guardar su tenencia, puesto que formaba "''''] afectadas directamente por acciones militares (por ejemplo la región
parte de las bases de su existencia, de la de su familia y de la de sus.~.~~:~_ de París y Borgofia l.!" No obstante, incluso estas presiones a larzo
herederos, Por su parte, las fuerzas económicas sólo consig\lieron '~ plazo y carús trofes a corto plazo parece que no lograron dcbiii tal' la
socavar la propiedad campesina muy a largo PhlZ0":":~~"\: propiedad campesina en la totalidad de Francia. El fortalecimicnto
El problema radica en si el campesino propietario, para sobrevi- ":;::,:', continuo de la comunidad campesina y de los campesinos propietarios
vil', podía trabajar su tenencia de forma tan PHwechosa y efectiva;-;.·:t~:~ franceses, incluso a fines del siglo XVII, era evidente en el sentido de

~~::n~:~~~;~pe
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~~or¿ P:~i~~,¡~:~~~~~!~I~
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por qué ser competitivo, puesto que no tenía que «defender .su "'''¡f!J-;
que un 40 o un 50 por 100 de la tierra cultivada estaba todavía en .
posesión de los campesinos, a menudo diseminada en zonas de open-
field,I07 Como contrapartida, durante esta época en Inglaterra, los
situación» en el mundo del mercado, ya fuera el de arrendatarios S.~_::.;~·~.:~{: ..- pequeños propietarios no tenían más del 25-30 por 100 de la rierra.!"
o el de mercancías. Al contrario del enhteu ta, el campesino propie~>,.:J~: Dada la estructura de la propiedad en Francia, no resulta sorpren-
tario no tenía que producir un nivel de renta igual al que el señor !::"J.¡ dente que el aumento de la población, de los mercados y de los pre-
podía extraer de cualquier otro enfiteuta, ni podía ser desalojado al'~i~~~~;; cios del grano en los siglos XVI y XVII no condujera a un progreso
finalizar su contrato. Al revés que el artesano independiente, no tenía agrícola, sino simplemente a una renovación del viejo ciclo malthu-
por qué producir más bar ato para poder vender sus productos de .,.., siano del subdesarrollo. Dado el fortalecimiento de la propiedad cam-
forma provechosa a precios de mercado para no ser eliminado. Todo - :~¿:E!: pesina, mantenido por un Estado explotador, el señor no podía nor-
lo que ;1ecesitaba el campesino propietario para sobrevivir (asumie~~ó :;t malmente aprovecharse del aumento de los precios de la tierra y cle
desde luego que era un productor de alimentos) era una producc~on .: los alimentos, por medio de mejoras y del incremento de la produc-
suficiente para proveer la subsistencia de su familia y pagar sus 1m-: ción, ya que ello implicaba una difícil empresa de concentración de
puestos (y generalmente algún tipo de censos fijos), lo que, a menudoi,\. tierras. Por eso los señores tomaron el único camino que se les abría:
.i -intentar obtener una participación cada vez mayor de un producto
podía complementarse por medio del trabajo asalariado. -:.':':"
Desde luego era difícil para el campesinado el mantener su sub,',-.:i,
sistencia, especialmente para aquel grupo ciertamente numeroso COlt:: ;¡;,~;, 105, Véase P. Goubert, «The French Peasantry of the Seventeeutli Ccn-
tenencias relativamente pequeñas. El crecimiento demográfico y la" :;:\iitury: A Regional Example», Past and Pr!?J!?!I!, n." la (noviembre, 1956), p. 75.
subdivisión de las tenencias reducían el tamaño de la base produc,.;~ ,Si;.1 106. Para estudios concretos acerca dela destrucción de la propiedad
.~{;~-campesina, véase en especial Jean Jacquart, La crise rurale en lle-de-France
ti va del campesinado, tanto bajo un punto de vista relativo como-./
~~f.:1550-1670, París, 1974; Marc Venard, Donrgeois el paysans au XVlI' siécle .
absoluto. Mientras tanto el aumento de la fiscalidad, especialmel~;~' ?:':Recbercbe 5/11' le rOle des bourgeois [utrisiens dans la vie agricole au su d de
a consecuencia de las guerras, supuso que se necesitaba una mayo~.·:~, ~fJ'Paris au XVII' siécle, París, 1957; P. de Saint-jacob, «Mutations économiques
producción tan sólo para sobrevivir (puesto que, ~rónicamen te,.: e~).: 1~~" et sociales dans les campagnes bourguignonnes a la fin du XVI' s iecle» ÉludeJ
'.;;?;i{urales, 1 (1961), pp. 34-49. '
Estado, que en un principio daba soporte a la propleda~ campe~:na~:..:, J,<o~'
:j;:á~r! 107, P. Goubert, «Le pays.m et la terre: seigneurie tenure exploitation»,
generó -quizás indirectamente- la vía fácil para su desll1tegraClon)~: l<"l~·· E ' ,
~ff;::en·. , Labrousse, 13roudd, eds., Histoire économique el sociale de la Frauce,
Finalmente la elevación de precios durante el período redujo el va\oL" };~.;;lI, París, 1970, pp. 135-139: «Se admite normalmente que los campesinos
del salario suplementario a menudo necesario para hacer viable __ ,~~r franceses podían "poseer" ,., la mitad del suelo de Francia ,.,» (p, 135).
, tenencia campesina. A lo largo de toda la Edad Moderna, muchos' 108. Véase JI/pra, p. 65, nota 80.
80

1
EL DEBArrE BR~NNER

.
."~;~1
··,t· propietarios,
ESTRUCTURA DE CLASES AGRARIA

las tenencias estaban divididas y subdivididas. Esto natu- '


81.

~~~:r~l~~~~~at: l~)O~'
'::~~:~~ a~lel~~~~~~~:e~e:~:a~L~ss, ci~1~~~11~~:;1
~~~11:~~;~!o:
-i:~.J_3Jf.,~ talmente reducía el nivel general de la renta campesina,
disponible para una inversión potencial en agricultura
el excedente
y la débil espe-
corto plazo en términos draconianos dirigidos a extraer el máximo -
posible de sus campesinos por medio de un alza de las rentas y de la ranza de innovaciones en el sector. Mientras tanto, el Estado, que
baja de su nivel de subsistencia, aprovechando la demanda creciente había ayudado al mantenimiento de los campesinos en la tierra, ahora
de tierras, generada por la presión demográfica. Este procedimiento ayudaba a reducir su disfrute, confiscando buena parte del producto
redujo la posibilidad de un progreso agrícola por parte de los campe- que le quedaba al campesinado por unos impuestos cada vez más
sinos, puesto que éstos apenas tenían suficientes medios para invertir elevados.
una vez pagada la renta."? La diferencia con la situación en Inglaterra En suma, no es difícil comprender el deplorable modelo de desa-
-donde los señores obtenían incrementos de renta por medio de la rrollo económico impuesto por esta estructura de clases en Francia.
cooperación con sus arrendatarios aumentando las inversiones de No sólo se dio un fracaso a largo plazo en la productividad agrícola,
capital en los grandes domi.nios y así engrosar el producto total, más'-'J' $- . sino también una correspondiente incapacidad para desarrollar un

~:~~e:~f~S~i~~J~¡:~r~~~~~:::::::~i~l~~~~:~
..11.:
mercado interno. Por tanto, irónicamente, cuanto más completos eran
los derechos de libertad y propiedad, mayor pobreza y atraso genera-
ban en la población rural. Mientras que en Inglaterra, fue precisa-
mente la ausencia de tales derechos lo que facilitó la pues ta en marcha
109. Una buena exposicion del procedimiento de oprurur a los. pequeños de un desarrollo económico real.
arrendatarios y sus efectos económicos, puede verse en Merle, La métairie el '('üJ
l'é uol ution agraire de la Gátine poiteuine.
llO. Véase las observaciones análogas de Adam Smith: «Antiguamente la
renta formaba una buena proporción del producto de la agricultura mientras
que ahora ... con el aumento de las mejoras, la renta, aunque se incrementa en
cuanto a la extensión, disminuye en proporción al producto de la tierra». Tbe
WIealtb o/ Nations, Edwin Cannan, ed., 2 vols. en 1, Chicago, 1976, I, p. 355.
111. En este sentido resulta sorprendente que en aquellas zonas relativa.
mente reducidas donde se concentraron
ral, aplicaban la misma política de extracción
tenencias, los señores, por regla gene.
sobre sus grandes arrendara-
"!-, .
ríos, con el resultado de que incluso en el conjunto relativamente pequeño ', ños propietarios que necesitaban vender su fuerza de trabajo como asalariados
de grandes propiedades, se adoptaron pocas mejoras. Véase jacquarr, C/'ise·;~ii·;F para po~er subsistir. Véase jacquart, Crise rurale en lle-de-France, ps. 332-348,
rurale en Ile-de-France, pp. 289-291, 326-330, y en especial pp. 747-748, 756- . '.;~;r:q;;. en especial pp. 341, 348; Venard, Bourgeois el paysans au XVII' siécle, pp. 27-
757. También Venard, Bourgeois el paysans au XFII' siécle, pp. 117-118. ¡:;~ ~r;· 29. No se trataba tan sólo de que los derechos campesinos sobre la tierra estu-
El porqué los señores franceses adoptaron esta postura y no el «sistema inglés», vieran ligados a un sistema de subdivisión de las tenencias (herencia divisible)
por el momento no está claro. Pero la razón, una vez l11<lS, puede estar ligada y. la concentración r.ípidn de la población campesina en pequeñas porciones,
a la estructura general de la tenencia de la tierra en Francia que estaba todavía S1l10 que resultaba probablemente más significativo, debido a la carencia de
fuertemente dominada por la propiedad campesina, y con la economía estan- un desarrollo .ecCI.nómico en cualquier sector de la economía (industria, ciuda-
cada que este tipo de tenencia producía. De manera especial y en comparación des) que en SI mrsmo fue el resultado de una estructura agraria de predominio
con Inglaterra la agricultura francesa tenía a su disposición una gran cantidad can:pes1l1~; este proletariado semirruraJjserniurbano, al contrario de 11)~ obreros
de trabajo agrícola sin oportunidades de empleo alternativo -es decir, sala- ngl'l~olas ingleses, no tenía otro sitio donde ir, y así una creciente presión sobre
rios relativamente bajos- y esto, como es natural, permitía métodos eJe cul- la tierra significaba una presión en descenso sobre los salarios. Su tendencia
tivo utilizando trabajo intensivo y rechazando la. utilización de capital y las natural en permal;ec:r en sus mini tenencias se intensificó sobradamente por
técnicas de ahorro de trabajo. Sin un incentivo aparente para promover mejo- la n.e,cesldacl, econon:l~a de hacerlo. Por tanto, la agricultura campesina esta-
ras de capital en sus tierras, los señores no tenían por qué abstenerse de ejercer bleció otro Circulo VICIOSO de atraso en oposición al capitalismo agrícola, incluso
coacción sobre sus campesinos. Incluso donde dominaban grandes propiedades donde sus. formas ex.t~rnas (grandes tenencias concentradas a cargo de grandes
concentradas, una porción' de éstas se veía rodeada por una plétora de peque- arrendatarios que ut ilizabnn trabajo asalariado) estaban presentes.

6. - DRENNER

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