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¿Quién es Jesucristo? Es la pregunta que por más de dos mil años se han planteado
vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Uno de sus discípulos, Simón Pedro, respondió: “Tú
Vemos que Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios, aunque vino desde el trono de
Su Padre al vientre de una mujer, se convirtió en el Hijo de Hombre para que nosotros
pudiéramos volvernos hijos de Dios. Fue concebido por el Espíritu Santo, y nació de una
virgen.
influencias. Él dejó sus vestiduras púrpura por un vestido de campesino. Era rico, pero por
nosotros se hizo pobre. Durmió en el establo de otro, cabalgó el asno de otro y fue
Gobernó sobre los elementos y calmó el mar embravecido. Sanó sin medicinas, y
alimentó a miles. Hasta los demonios le obedecían, y Él le dio de nuevo la vida a aquellos
que crean en Él. Nos libró del juicio certero y de la condenación eterna de Dios que iba a
Cuando Jesús les preguntó a sus discípulos qué opinión tenían los hombres sobre su
personalidad, le estaba interrogando en torno al conocimiento que ellos tenían del papel que
él venía a jugar en la redención de la humanidad. Por eso fue necesario precisar entre sus
más allegados qué creían ellos de él, de allí la pregunta: "¿Quién dicen los hombres que es
el Hijo del hombre?" (Mateo 16:13). Después de una serie de conjeturas Simón Pedro,
revelado por el Espíritu Santo concretó con una frase lapidaria: "Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente". Observamos entonces que la frase “hijo de hombre” significa nacido de
hombre. Así también "Hijo de Dios" significa nacido de Dios, de aquí que este título
anuncie la deidad de Cristo, y nos ayuda a comprender que Jesús mantiene con el Padre una
Una interrogante que quizás rondaba en la cabeza de Jesús era ¿quién era él? Tal
sobrenaturales. Aunque la Biblia relata que Jesús a los doce años estaba consciente, por lo
menos, de su relación especial con el Padre y de que tenía una importante misión en la
tierra, como era velar por los negocios de su Padre. Más tarde Jesús al escudriñar las
Escrituras relacionadas con el Mesías, se percata que él como hijo de María, no era otro
plenamente con las actividades divinas, cuando dijo: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo
trabajo" (Juan 5:17). Afirmó revelar el ser del Padre mediante sí mismo. Asumió
prerrogativas divinas: omnipresencia, poder para perdonar pecados, poder para resucitar a
los muertos y se proclamó a sí mismo el Juez y Árbitro del destino del hombre.
Los discípulos dieron testimonio de Jesús
Jesús demandó una rendición y fidelidad que solamente Dios podía reclamar con
consecuencia, Jesús era lo que afirmaba ser: el Hijo de Dios en sentido único.
poder para la salvación, e invocaron su nombre en oración. Vemos que Juan le reconoció
como el eterno Hijo de Dios. Tomás le llamó "¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20:28). Y
Pedro, que había conocido más de cerca de las vivencias de Jesús, que había estado
consciente del hambre y la sed sufridas por el Señor, que le había escuchado orar, llorar y
que había sido testigo de su humanidad toda, posteriormente afirma delante de los judíos
que Jesús está a la mano derecha de Dios, de que posee la prerrogativa divina de impartir el
ya era la Palabra, y aquel que es la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios. Y en el
versículo 14 afirma: “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria,
por la cual el Padre se comunica con sus hijos, trata con ellos y es el medio por el cual
expresa su poder, inteligencia y voluntad. Cristo es esa Palabra, el Verbo, puesto que por
establece contacto con el mundo. Dios se expresa a sí mismo por medio de su Hijo que es la
humana y se hizo hombre, con el objeto de revelar al eterno Dios por medio de la
Jesús es nombrado con diferentes títulos que designan parte de sus atributos.
Algunos de ellos los definimos a continuación: A) Señor: implica soberanía y es uno de los
títulos más comunes de Jesús. Este título muestra su deidad, exaltación, y soberanía. B)
Deidad: Jesucristo es Dios, uno con el Padre. Siendo Dios el Señor de todas las cosas y
formando una unidad con su Hijo Jesucristo, entonces la deidad del Padre es la misma de su
Hijo Jesús. En síntesis, el Señor Jesús es una atribución clara de su Deidad. C) Exaltación:
En la eternidad, Cristo posee el título de "Hijo de Dios", aunque por naturaleza era igual a
Dios, voluntariamente se sujetó a las limitaciones del hombre, pero sin pecado. Como
recompensa, fue exaltado y se le dio señorío sobre toda criatura. D) Soberanía: Tiene que
ver con el reconocimiento instintivo de todo cristiano de reconocer que el que lo redimió
del pecado y la destrucción tiene derecho a ser Señor de su vida, y que por tanto pertenece a
aquél que murió y resucitó por él, retribuyéndole adoración y servicio de todo corazón.
El Hijo del hombre: su humanidad
La frase “hijo de” es una expresión hebrea que denota relación y participación. Por
ejemplo, "los hijos del reino", se refiere a aquellos que comparten sus bendiciones. "Hijos
de la resurrección", son los que participan de la vida de resurrección. "hijo de paz", los que
gozan de una posición pacífica. "hijo de perdición", los que sufren destrucción y ruina.
"hijo del hombre" el que comparte la naturaleza humana y las cualidades humanas.
la naturaleza y cualidades humanas. Significa, además, una persona celestial que se había
importante resaltar que se trata del Hijo del hombre por excelencia, y no simplemente de un
Hijo del hombre. El título está relacionado con su vida terrenal, con sus sufrimientos en
¿De qué manera se convirtió Jesús, el “Hijo del hombre” en el “Hijo de Dios”? La
respuesta es que el Hijo de Dios entró en el mundo como Hijo del hombre al ser concebido
resucitó milagrosamente, y dejó este mundo milagrosamente. Puesto que Jesucristo es Dios
y hombre, es evidente que Dios de alguna manera, es hombre también. Es decir, Dios se
1) El Hijo de Dios vino a este mundo para ser un revelador de Dios. Afirmó que sus
obras y palabras estaban guiadas por Dios. 2) Tomó nuestra naturaleza humana con el
de Dios. 3) Con el objeto de librarnos del poder y la culpabilidad del pecado, el hijo de
David y sobre él reposaría el Espíritu del Señor. Su reino sería eterno, y todas las naciones
Isaías en el sentido de que el Ungido de Dios debía ser el proclamador de la verdad divina.
de la casa se David. "Y saldrá un brote del tronco del árbol de Isaí (padre de David) y una
rama verde crecerá de sus raíces". (Isaías 11:1). Más del tronco saldrá un brote, y de las
Más tarde mediante la intervención milagrosa de Dios, la Rama brotó del tronco
cortado, y creció hasta ser un árbol grande. Por el milagro del nacimiento virginal
Jesucristo nació de Dios y también de María. Fue así el Hijo de Dios e Hijo del hombre.
Las Preeminencias de Cristo
Jesucristo posee tres prerrogativas o cargos. Jesús es el Cristo- Profeta, que ilumina
a las naciones; el Cristo-Sacerdote que se ofrece como sacrificio de las naciones; el Cristo-
dificultades, diciendo: "Este es el camino, andad en él". El Señor Jesucristo apareció en una
pecado. No solamente señaló, sino que abrió la senda de la salvación por su muerte en la
cruz.
cambios efímeros de la historia humana. Cristo continúa su ministerio profético por medio
de su cuerpo que es la iglesia. Por medio de ella el Espíritu Santo sigue impartiendo el don
el perdón del hombre y la aceptación ante Dios. En sentido típico o simbólico, el sacerdote
era el salvador que aparecía en la presencia de Dios para obtener el perdón. Aunque Cristo
ofreció un sacrificio perfecto una vez por todas, su obra sacerdotal continúa todavía.
Mesías iba a ser el gran Rey de la casa de David, que debía de gobernar a Israel y a las
naciones. Jesús afirmó ser ese Rey de lo cual testificó que había nacido para ser Rey,
aunque explicó que su reino no era de este mundo. Después de su ascensión, fue coronado y
elevado al trono con el Padre. Esto significa que a la vista de Dios el Señor Jesucristo es
Rey.
La obra suprema de nuestro Señor Jesucristo puede caracterizarse por las siguientes
de una característica que hace del cristianismo la religión por excelencia. El problema es el
del pecado y Jesús es el autor de la "salvación eterna", es decir, de la salvación final. Todo
Jesucristo.
Dios envió a su Hijo del cielo a la tierra para remover los obstáculos y hacer de esa
manera posible la reconciliación del hombre con su Dios. Al morir por nuestros pecados,
Es la corona de nuestras creencias, dado que por fe creemos que Cristo resucitó y afirma ser
quien es. Creemos también que su muerte expiatoria fue una realidad y de que el hombre
podrá hallar el perdón por sus pecados pasados, y así hallar paz con Dios. La resurrección
nacimiento hasta la resurrección es el Cristo de la historia humana, el que vivió una vida
perfecta bajo condiciones terrenas. Desde la ascensión, es el Cristo de la experiencia
espiritual, que vive en el cielo y toca a los hombres por medio del Espíritu Santo.
El Cristo soberano: significa que Dios "sometió todas las cosas debajo de sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia". En un sentido especial, por lo tanto,
encuentra entre los dos bandos, pero el Intercesor, además de estar en el centro aboga por la
salvadora de Jesús. Él Murió por nosotros, resucitó por nosotros, ascendió por nosotros, y
Ahora bien, no se trata de afirmar que Jesús es el hijo de Dios, eso sería muy fácil
milagros? ¿Realmente resucitó? ¿Forma una trinidad con Dios? ¿Gobierna con el Padre de
Estas son interrogantes que a la luz del siglo XXI todavía se plantean algunas
sociedades. Algunas de esas preguntas tienen sus respuestas, otras evidentemente, son
respondidas por un actos de fe, pues solo sus respuestas corresponden a la absoluta
es que hoy por hoy la vida de millones de personas, han sido transformadas cuando creen
del lecho de muerte, etc., porque simplemente han creído que hay un Jesús que se levantó
de entre los muertos, resucitó y que gobierna al lado del Dios todo poderoso. Porque han
resucitado.