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PRESENTADO POR
DAYANA JULISSA CABALLERO
COD: 1.120.580.647
GRUPO: 80011_60
PRESENTADO A
ENITH CECILIA FRANCO
TUTOR
La sexualidad hace parte de cada ser humano siendo un conjunto de aspectos inherentes de
nuestra personalidad incluye desde los aspectos anatómicos hasta la conducta sexual, la
sexualidad por ende es propia de todos los seres humanos sin distinción de raza, religión u
capacidades físicas, por esta razón las personas con discapacidad están en todo el derecho a
formarse en la sexualidad, aunque en nuestra sociedad existen muchos imaginarios sobre el tema.
OBJETIVO GENERAL
Reconocer su rol y los escenarios que desde su ejercicio profesional, posibilitan la garantía y el
Objetivos específicos
RT/ Los derechos sexuales y reproductivos son considerados actualmente por algunos como
derechos humanos, que incluyen el derecho de toda persona a vivir y tener control sobre su
sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva, decidiendo libre y responsablemente sobre
estas cuestiones, sin coerción, discriminación y violencia. Estos derechos se vinculan e
interrelacionan, aunque no se identifican plenamente, si bien hoy en día tanto sexualidad como
reproducción se encuentran comprendidas en una concepción integral de la salud. De una parte,
es indiscutible que la esfera sexual constituye un factor determinante en el desarrollo de la
personalidad, y como tal es parte de la dignidad inherente a todo individuo; no es una dimensión
secundaria de la vida humana sino que pertenece íntimamente a su constitución, y toda persona
tiene derecho a vivirla plenamente con entera libertad, con el normal acotamiento que establecen
las leyes con base en la moral social imperante y con el valladar individual que establece la
moral de cada quien.
Los derechos sexuales y reproductivos son un reto importante cuando se habla de una ciudadanía
plena, pues no es fácil articularlos desde las cuestiones legales y políticas hacia las vivencias
personales, a su esencia y ejercicio, como dijera Londoño (1996): éstos son los más humanos de
todos los derechos. Su concepción no entra exclusivamente en el terreno de la salud como un
derecho social, sino que se refieren a la autonomía personal, al derecho de disponer del propio
cuerpo y tomar decisiones sobre el mismo e incluso al ejercicio de las libertades individuales.
Aunque los derechos sexuales ya son reconocidos como tales, no son contemplados íntegramente
en todas sus dimensiones, pues sufren ataques desde sectores conservadores y fundamentalistas,
e incluso desde esferas gubernamentales, a través de la censura. En el caso de los y las
adolescentes esto se ha visto en las confrontaciones sobre aspectos relacionados con su
educación sexual, que afecta directamente su derecho a la información científica y laica sobre
sexualidad o en las condenas al ejercicio de su sexualidad, incluyendo el autoerotismo o la
diversidad sexual, así como el derecho a vivir su sexualidad libres de discriminación y violencia.