ALMERÍA NAZARÍ

ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS

FACULTAD DE FILOLOGÍA. UNIVERSIDAD DE SEVILLA

Año académico: 2012/13

.Curso: 2º. Asignatura cuatrimestral. Historia de al-Andalus
Profesor: Dr. Rafael Valencia Rodríguez
Alumno: Pedro Martín Sevilla
 Almería Nazarí

INDICE

INTRODUCCIÓN................................................................................................................................4

Precedentes...........................................................................................................................................6

Siglo XIII..............................................................................................................................................9

Siglo XIV............................................................................................................................................12

Siglo XV.............................................................................................................................................16

Distribución socio-cultural.................................................................................................................20

CONCLUSIÓN..................................................................................................................................26

BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................28

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INTRODUCCIÓN

El trabajo que vamos a desarrollar a continuación viene encargado desde la asignatura de

Historia de Al-Andalus, asignatura de segundo curso del grado en Estudios Árabes e Islámicos

impartida por el Dr. Rafael Valencia Rodríguez. El tema a desarrollar es Almería nazarí.

Este trabajo lo hemos dividido en tres partes principalmente. La primera la titulamos

Precedentes, en la que, a modo de contexto, situamos la provincia de Almería dentro de los

acontecimientos anteriores que se han producido y que han llevado a esta nueva etapa nazarí, así

como los acontecimientos que están ocurriendo en ese mismo tiempo en el resto de la península.

La segunda parte, el grueso del trabajo, está contenido en tres bloques principales: Siglo,

XIII, Siglo XIV, y Siglo XV. Aquí se desarrolla toda la historia que va variando el entorno de al-

Andalus y, especialmente, de la provincia de Almería hasta la desaparición de la presencia

musulmana en nuestra provincia. Como complemento a esto tres bloques, añadimos la tercera parte

del trabajo, Distribución socio-cultural, donde explicamos el entorno tanto socia como cultural de

todo el recorrido realizado a lo largo de esta parte de la historia.

4
 Por último, decir que también se incluye la presente introducción al comienzo del trabajo,

así como una conclusión al final del mismo donde se incluyen las ideas principales del estudio

realizado y una bibliografía donde incluimos las referencias de las obras y artículos consultados

para la realización del trabajo.

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PRECEDENTES

Abu Bakr Muhammad ben Muhammad ben Yusuf, hijo de Ben Hud, fue proclamado

gobernador en Murcia a la muerte de su padre, suceso que produjo una gran conmoción en la

España musulmana. Solo siete meses más tarde nombran al alfaquí Abu Jattab, ahora la zona del

levante se la repartirán entre Abu-l-Hasain ben Isa en Játiva, Zaiyan ben Sad ben Mardanis en Denia

y Cullera, Ibn Assan en Orihuela e Ibn Asli, que se apodera de Lorca. Sevilla, en este momento,

reconoció al califa marroquí al-Rasiq, Málaga a Ibn Zannun y Granada a Ibn al-Ahmar.

Tras la muerte de Ben Hud, Utma ben Yahya al-Majali fue impuesto como gobernador en

Granada y fue asesinado más tarde por los propios granadinos por su mala conducta. Llamaron

entonces a Ibn al-Ahmar, conocido también como Muhammad I, para proclamarle gobernador y

acudió rápidamente con su séquito y sus soldados. Ahora es dueño de Jaén, Málaga y Granada por

lo que se encontrará con dos frentes abiertos, uno en la frontera de Jaén contra los castellanos y otro

frente contra Ibn al-Ramimi por la conquista de Almería. Hace como Ceuta y Sevilla y reconoce a

al-Rasiq como califa (1238-1242) para así protegerse al estar situado en el mar de Alborán. El

asedio de Almería le impide ocuparse de la defensa de Murcia en la que intentaba entrar el reino de

Castilla.

No está muy clara la situación de la ciudad de Almería en estos años. Por un lado, al-

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Maqqari cuenta que al-Ramimi se hace señor de Almería pero uno de sus hijos se revela contra él y,

tras una serie de acontecimientos, será al-Ahmar quien controle la zona como señor de Almería. Por

otra parte, a través de Ibn al-Jatib que fecha este acontecimiento en el año 1238 nos cuenta que al-

Ahmar, tras entrar en Granada, fue a Almería y derrocó a Ibn al-Ramimi en la alcazaba. Otra fuente,

Ibn Jaldun, propone el 1243 y 1245 como fecha de la entrega de Almería a al-Ahmar.

Se nos menciona en la Historia General de Almería y su Provincia 1 que un estudio de Vallvé

Bermejo sobre un documento en el que al-Ahmar premia los servicios de Ibn Mahid, predicador de

la alcazaba de Almería, con un privilegio fechado en junio de 1238, fecha que coincide con la que

antes hemos mencionado dada por Ibn Jatib. El motivo que usan para esclarecer esta inexactitud en

las fechas es la confirmación de la concesión de ese privilegio que es en 1246, cuando ya es dueño

de Almería.

En 1242 muere al-Rasiq, al cual había aceptado como califa, e Ibn al-Ahmar consolida su

poder en Granada y Málaga y casi en su totalidad en Almería y Jaén gracias, en parte, a la

protección del rey de Túnez. Así deja de reconocer a al-Rasiq como califa y reconoce al rey de

Túnez, Abu Zakariya.

En el año 1243, tras cercar la alcazaba de Almería donde estaba refugiado al-Ramimi, ya

habiendo reconocido en tierra almeriense al rey de Túnez, al-Ahmar manda unos enviados en busca

de su ayuda para continuar defendiendo la ciudad. Le responde enviándole una suma de dinero para

mejorar la defensa. Según algunas fuentes este dinero no se empleó para ese fin y fue empleado

para la ampliación de la mezquita aljama de Granada. Ibn al-Ramimi permaneció en la alcazaba

1 Tapia Garrido, J. Ángel, Historia general de Almería y su provincia, Almería musulmana II(1172/1492), Tomo 4,
Editorial Cajal, Almería, Julio 1986.

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durante dos años, hasta 1245. Al-Ahmar no tenía la fuerza militar suficiente para atacarlo y terminar

con esa situación, al-Ramimi tampoco tenía mucha oportunidad de actuar por lo que hicieron

algunas negociaciones. El almeriense abandonó la fortaleza y al-Ahmar lo dejó ir libremente a

Ceuta donde le protegería Ibn Jallás, gobernador de la ciudad. Sin embargo, el protegido conspiraba

contra el gobernador durante el tiempo de su protección. Como consecuencia de esto fue expulsado

de sus territorios. Ahora estaría en la corte del rey de Túnez desapareciendo para siempre de

Almería, siendo el último de la familia Banu Ramimi, una de las más importantes de la ciudad hasta

ese momento. Ibn al-Ahmar ya tenía configurada esta zona del reino hasta la frontera con Lorca.

Una vez ocupada Murcia por los castellanos, Ibn al-Ahmar entiende que su reino depende de

la relación que establezca en ese momento con el reino de Castilla. De este modo, en 1246, firma

con Fernando de Castilla unas capitulaciones con las que se compromete a entregarle Jaén, donarle

sus pertenencias así como su servicio y el pago anual de ciento cincuenta mil maravedíes de parias

y a cambio de esto, el rey de Castilla le daría una tregua de veinte años así como su protección. Esta

amistad que tienen aguanta hasta la muerte de Fernando. Más tarde, en el 1248, se le hace entrega

de Sevilla; el nuevo reino nazarí quedará entre la Andalucía occidental y el reino mudejar de

Murcia, estando ambas en poder de Castilla.

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SIGLO XIII

Fernando de Castilla muere en 1252 habiendo tenido una buena relación con el reino de

Granada. Los pagos que debían de hacer los granadinos al reino de Castilla suponen un gran cargo

para al-Ahmar y se retrasa en hacerlos. Con Alfonso X el Sabio, hijo de Fernando de Castilla, y

ahora al frente del gobierno, renueva el pacto que tenía su padre con el rey de Granada. El retraso

en estos pagos provoca el estallido de un periodo de crisis que mantienen a los dos reinos en guerra

intermitente desde el año 1260 hasta el 1273, fecha en la que muere Ibn al-Ahmar.

Mientras tanto, en el reino mudéjar de Murcia, Abu Yafar Muhammad sucede a su padre en

el gobierno en el año 1259; en el 1261 será Muhammad ben Abu Yafar quien esté al frente del

gobierno, será expulsado y proclamado al-Watiq. Éste último se encontraba en una difícil situación

por el asedio a Murcia por parte del reino de Castilla y al-Ahmar le envió ayuda. Finalmente, en la

primavera de 1265, Jaime I ocupó parte del reino de Murcia que terminó entregándose el 30 de

enero de 1266.

Ali Abu al-Hasam Ibn Asqilula, cuñado de Ibn al-Ahmar, perteneciente a la familia de los

Banu Asqilula, piensa que se les quiere arrebatar el poder del gobierno de Málaga por lo que se

rebelan y ofrecen sus servicios al rey de Castilla. Ibn al-Ahmar pone cerco a Málaga sin obtener

ningún resultado por lo que pide al rey de Castilla una tregua. Esta paz que firman estipula que el

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rey de Granada debe renunciar a sus derechos sobre Murcia y Jerez y debe pagar doscientos

cincuenta mil maravedíes al año al reino de Castilla, éste por su parte les da un año a los Banu

Asqilula para volver a obedecer al rey. A cambio, el rey de Castilla, promete no apoyar a los

rebeldes del reino nazarí. Alfonso X no cumple su parte y continúa dando apoyo a los rebeldes, en

consecuencia, Ibn al-Ahmar, acoge a los señores del reino de Castilla contrarios al rey Alfonso X.

Envía desde el reino de Granada a estos señores acompañados por el heredero al trono Muhammad,

a saquear las tierras de Guadix. Esto desencadena en el año 1272 una ofensiva por parte del reino de

Castilla con la ayuda de los Banu Asqilula. Ibn al-Ahmar muere al sufrir una caída regresando de

una expedición en el año 1273.

Tras la muerte de Ibn al-Ahmar, se proclama en Granada el segundo rey nazarí, Abu Abd

Allah Muhammad II al-Faqih, conocido como el teólogo. Su gobierno duró hasta el año 1302. El

tiempo de su reinado fue complicado por las situaciones de conflicto que se estaban dando con los

reinos vecinos. En Castilla, muere Alfonso X el Sabio en el año 1285 y es sustituido por su hijo

Sancho IV el Bravo el cual muere diez años después siendo su hijo, Fernando IV, menor de edad y,

por lo tanto, bajo la tutela de su madre María de Molina. Mientras tanto en Aragón Pedro III sucede

a su padre, Jaime I, en el mismo año que muere Alfonso X. En el 1291 muere Alfonso III y le

sucede Jaime II el Justo, quien pondrá en aprietos a Muhammad II en la primera década del siglo

XIV.

Uno de estos periodos de revueltas vuelve a repetirse por parte de los Banu Asqilula a los

que en el 1273 se les derrota cerca de Antequera. Otra familia que tomará importancia en el reino

nazarí serán los Banu Marin, cuyo sultán es Yusuf Yaqub II, dueño de Marruecos desde 1269. Esta

familia ayudará al sultán mariní a combatir contra Castilla en la zona de Sevilla y Jeréz entre el

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1275 y el 1285. Estás luchas estarán marcadas por la crueldad de los africanos que avanzan

destruyendo pueblos y campos a su paso. Por otro lado, el rey de Aragón envía a su hijo don Pedro,

en señal de venganza por la muerte de su hijo el arzobispo de Toledo, don Sancho, que es

decapitado al entrar los africanos en Jaén con la ayuda de los granadinos, a la zona de Almería

donde entran en los campos y los talan. Tras esta serie de acontecimientos, el reino de Granada se

ve obligado a pactar una tregua el 24 de febrero del año 1278 que terminará siendo muy favorable

para su gobierno. Ese mismo verano, Alfonso X, romperá la tregua y bloqueará Algeciras que está

asediada por su hijo el infante don Pedro. Al año siguiente, con la ayuda del rey de Granada que

envía una armada al Estrecho, los castellanos tienen que levantar el asedio al ser derrotados y como

resultado Maruecos y Castilla firman una nueva tregua.

En la obra de José Angel Tapia Garrido, sacerdote e historiador, Historia General de

Almería y su Provincia2, menciona dos hechos importantes ocurridos en Almería en 1285. El

primero de estos sucesos es la visita del filósofo y beato mallorquín Raimundo Lufio, en esta visita

concibe la cruzada contra el reino nazarí y la expone en su Liber de Fine que entrega a Jaime II de

Aragón en el 1305, con el que está en contacto hasta el 1309, cuando el reino de Aragón y Castilla

dirigen campañas conjuntas contra Almería y Algeciras para intentar acabar con el reino nazarí. El

segundo suceso lo recoge de Ibn Idari que cuenta que, tras entregar los musulmanes la ciudad de

Murcia a Jaime I de Aragón en el año 1265, se retiraron a una zona de la ciudad donde no fueron

molestados hasta que en el año 1285 los sacaron de allí con intención de trasladarlos a Granada,

prendiéndoles que les dejaría el camino libre para llegar hasta la ciudad sin problemas y, lejos de la

realidad, cuando se acercaban a su destino, en la zona de Huercal-Overa, los cristianos raptaron a

todas las mujeres y niños y dieron muerte a los hombres musulmanes.

2 Tapia Garrido, J. Ángel, Historia general de Almería y su provincia, Almería musulmana II(1172/1492), Tomo 4,
Editorial Cajal, Almería, Julio 1986.

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SIGLO XIV

Tras un periodo de relativa paz, entre pactos y acuerdos, en el reino nazarí de Granada, nos

situamos ahora en el año 1309. Con la llegada de este año, también llegaría un periodo de agitación

en el reino y, en especial, en Almería donde la situación era tranquila hasta llegar al segundo

semestre del año. El reino se encontraba ahora rodeado por todos los flancos por los tres reinos

vecinos: aragoneses, castellanos y marroquíes. Al frente del gobierno estaba en ese momento el rey

Muhammad III, apartado de la vida pública por su ceguera por lo que dirige el gobierno wazir al-

Hakin y, ahora, debía de buscar la solución para salir de este problema. En el año 1308 se firmó el

tratado de Alcalá entre Jaime II y Fernando IV para luchar unidos contra los musulmanes. En este

tratado se otorgaba a los aragoneses una importante zona del reino de Granada que correspondía a

Almería a cambio del apoyo de parte de los aragoneses al reino de Castilla en la lucha por el

Estrecho. Con mucha disposición aceptó este acuerdo Jaime II por su afán de aumentar sus

territorios, a esta enfrenta por el Estrecho se sumó el sultán de Marruecos, éste último por la pérdida

de Ceuta a manos del rey de Granada. En agosto de 1309 llegó Jaime II con sus naves a las costas

almerienses, se trataba de una campaña bastante complicada. Tras a caída de Ceuta, Fernando IV

había sitiado Algeciras pero debe de abandonar la lucha por el descontento general de los

castellanos. Por otro lado, el rey de Aragón continúa intentando sitiar Almería la cual estaba siendo

apoyada por las tropas de Granada. El rey de Castilla deja solo al aragonés ya que no tenía ningún

interés por ese triunfo. Tras seis meses intentándolo, Jaime II termina retirándose de las costas del

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mar de Alborán y firma una tregua con Nasr, rey de Granada.

En el año 1310 se vuelve a firmar un tratado de Paz entre Castilla y Granada durante siete

años cuyas clausulas también contempla la garantía de conservar vidas y haciendas a los mercaderes

con la posibilidad de libre circulación entre los dos reinos para el comercio; otra clausula incluye

por primera vez la institución de un juez de la frontera o alcalde de moros y cristianos.

Ahora, tras un periodo de relativa tranquilidad, llegamos al gobierno de Ismail I que es

sucedido por Muhammad IV. Su reinado solo dura ocho años y muere asesinado en el año 1333. En

ese periodo de tiempo sube al trono Alfonso XI de Castilla en 1325, Alfonso IV de Portugal,

Alfonso IV de Aragón en 1327 y Felipe de Evreux al trono de Navarra en el 1328.

El visir que había asignado su padre es destituido ocupando su lugar Ibn al-Mahruq, el cual

persigue a los nobles y a los hermanos del rey para hacerse con el poder absoluto. Utman Abi-l-Ula,

que ahora tenía el puesto de jefe de las tropas de los voluntarios africanos, había sido una pieza

clave para la proclamación del hijo del sultán asesinado. Éste hizo llevar desde Salobreña a Adra a

Abu Said, uno de los hermanos del sultán para proclamarle rey de Granada y emprender una guerra

contra el reino situando el centro de operaciones en la Alpujarra. Para acabar con esta guerra,

Muhammad IV mandó asesinar al visir Ibn al-Mahruq, así comenzó a gobernar y devolvió a Utman

la jefatura de los voluntarios zenetes. Esto ocurrió dos años después de que Muhammad IV subiera

al trono (1327-1328).

Alfonso IV de Castilla se fija ahora en Almería queriendo conquistarla y, para esto, negocia

con el rey de Navarra la preparación de una cruzada contra Granada, a la que prometen ir el rey de

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Bohemia Juan de Luxemburgo, el de Inglaterra Eduardo III y el de Francia Felipe de Valois con un

gran número de caballeros.

Partiendo de Orihuela, entraría al reino de Granada por la Fuente de la Higuera, cerca de

Pulpí ya que la armada de Aragón estaría esperando en Almonaz de la playa (bahía de Vera,

Villaricos-Puerto Rey).

En esta época se padeció en la comarca una hambruna que hizo que la población tuviera que

alimentarse de trigo en mal estado que venía siendo guardado hasta ahora en los depósitos de la

alcazaba por si se daba un periodo de guerra como el del año 1309. En el año 1330, Alfonso XI

entra en tierras malagueñas y les pone cerco. Indeciso el rey de Aragón, desechó la idea de entrar a

tierras almerienses como había prometido. En este momento el rey de Granada pide una tregua al

rey de Castilla, ofreciéndose ser su vasallo y pagarle parias, a lo que accede Alfonso XI.

Poco después de este acontecimiento, el año 1333, fue uno de los peores años en general ya

que los alimentos básicos alcanzaron precios muy altos y gran parte de la población murió por las

malas condiciones de vida que se estaban dando. Este mismo año es asesinado Muhammad IV.

Pocos años antes también había muerto Utman y los africanos ya no eran un peligro muy importante

para el reino de Granada.

Yusuf I, hermano de Muhammad IV, fue el sucesor de éste último a su muerte. Era conocido

como uno de los grandes reyes nazaríes, valiente, justo y sagaz hizo una gran organización del reino

de Granada. Estaba rodeado por un buen equipo de visires, entre los que destacaba el historiador y

poeta Ibn al-Jatib. Sus cualidades personales y las de su hijo Muhammad V hicieron que el reino

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nazarí tuviese una etapa de unos sesenta años de desahogo y buen gobierno que hizo que quedara

bien consolidado. Así es que la paz interna del reino solamente se vio afectada por una conspiración

del harén que tuvieron como consecuencia unos golpes de estado que pusieron en el trono a Ismail

II y a Muhammad VI entre los años 1359 y 1362. Este periodo de revueltas quedó compensado con

el gobierno de Muhammad V al que Muhammad el Bermejo le arrebató el trono, gobernando

solamente tres años.

En estos últimos tiempos, en el año 1348, se propagó por el territorio peninsular, así como

por toda Europa, la Peste Negra. Almería fue una de las poblaciones del reino de Granada más

afectada, durante la epidemia más de diez meses. Algunos autores recogen que morían unas setenta

personas al día, no siendo esta de las cifras más altas de mortalidad por esa causa en comparación

con otras provincias, así es el caso de Valencia donde algunos escritos recogen cifras de mortalidad

de hasta trescientas personas diarias.

En agosto del año 1359 se da en Granada una revuelta contra la figura de Muhammad V

preparada desde el harén. Muhammad V pudo huir a Guadix y más tarde a Fez. Mientras tanto, Abu

Said el Bermejo se limitó a poner en el trono a su cuñado Abu-l-Walid Ismail II educado entre

mujeres del harem, se le consideraba inepto y se calificaba de afeminado. Estaba siendo utilizado

por su madre y por el Bermejo, el cual, a los pocos meses, mandó asesinarlo así como a sus

hermanos y visires y ocupó el trono con el nombre de Muhammad VI.

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SIGLO XV

Pasamos ahora a la última etapa del reino nazarí de Granada de la zona almeriense y de todo

el territorio musulmán en la península. En los años 1488 y 1489 se inicia uno de los momentos más

interesantes de la historia de Almería, es cuando toman posesión, los ejércitos castellanos, de los

castillos y pueblos de la provincia inaugurando así un nuevo estilo de política, economía, sociedad y

cultura. La Almería Mora de 1488 se convertirá, tras la repoblación del siglo XVI, en un territorio

mucho más pobre y totalmente cristiano.

En el año 1482 los castellanos tomaron Alhama, nadie esperaba que esto, diez años más

tarde, acabara por llevar al reino a su fin ya que, durante más de 250 años, el reino de Granada

había sido defendido sin tener un movimiento de fronteras de mucha importancia. Algunos cambios

en la península tanto en el bando cristiano como en el musulmán, había provocado la sucesión de

acontecimientos que llevaría a los granadinos a su fin. El matrimonio entre Isabel y Fernando en el

1479 es uno de los más importantes factores a tener en cuenta, ya que esto hacía que Castilla y

Aragón se formaran en un solo reino dándole un mayor poder militar y económico. Mientras tanto,

en el reino nazarí gobernaba Muley Hacén desde 1464, al principio de su gobierno mejoró el

ejército y parecía que el reino prosperaba, pero en los últimos años no gozaba de mucha

popularidad entre sus súbditos ya que se habían subido los impuestos y el reino era manejado al

antojo de los altos funcionarios. Esto era todo lo contrario a lo que ocurría en Castilla y Aragón,

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donde ahora la población superaba los siete millones de personas y donde los gobernadores tenían

en este momento la máxima popularidad entre sus súbditos.

En Almería, en este momento, estaba gobernando Ibn Celin Ibrahim al-Nayar, un reputado

jefe militar considerado un autentico rey en algunas zonas de la provincia. Este gobernador, en el

año 1474 pidió, junto a su hermano, ayuda al príncipe Fernando para enfrentase al rey de Granada, a

lo que Fernando, gustándole la idea, se negó. Este gobernador muere en el 1480 y le sucede su hijo

Cidi Yahya Alnayar que será una pieza clave en los años de crisis que se avecinaban. Continúa con

las aspiraciones de su padre y quiere ser sucesor del trono de Granada y, al no conseguirlo, pondrá

fácil la entrada de los cristianos en Almería.

Para entender este contexto de crisis que se da en todo el reino de Granada, cabe mencionar

el surgimiento de un sector contrario al rey del Granada encabezado por sus propios hijos, Boabdil

y Yusuf. Este descontento venía por problemas familiares, ya que el padre de estos estaba

enamorado de una esclava cristiana por la que tenía desatendida a su primera esposa, por lo que sus

familiares, en especial sus hijos, estaban descontentos. El golpe de estado de este grupo se da en el

año 1482, cuando Mulay Hacén intenta recuperar el territorio de Alhama conquistado por los

castellanos unos meses antes. Boabdil, el heredero al trono, se proclama rey y es reconocido como

tal en Granada en poco tiempo mientras que en Almería y Málaga esto no ocurrió, controladas

ambas por los seguidores del Rey Viejo. Ahora la nobleza estará dividida en dos grupos

irreconciliables, por un lado, encabezados por el rey Muley hacén, su hermano al-Zagal, que lo

sucede en el 1485, el visir Abulcasin Venegas y el alcaide Cidi Yahya. El otro grupo estará

compuesto por el rey Boabdil, su hermano Yusuf, el alguacil mayor Aben Comixe y el clan de los

Abencerrajes.

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El reino ahora está dividido, Almería pasa a manos de Boabdil en 1484 pero al-Zagal

recuperará el territorio al año siguiente. Hay que tener también en cuenta que Boabdil recibe

financiación del reino vecino para luchar contra su padre y los seguidores de este. Esto lo hacían

para así facilitar la conquista del territorio Granadino ya que, en 1483 el rey Chico cae en manos de

los castellanos en la batalla de Lucena, así firman una tregua que consiste en no hacer la guerra a los

pueblos que apoyan a Boabdil, permitiendo esto, que se sometan muchas poblaciones del reino de

Granada. Aun estando al frente del gobierno el rey granadino, serán los Reyes Católicos los que

manejaran los hilos del reino mediante pactos y treguas a su favor.

En el año 1487 se produce la rendición de Málaga tras un prolongado cerco. Los

musulmanes que habían defendido la ciudad ahora pasarían a ser esclavos y perderían todos sus

bienes. Esto provocó un profundo decaimiento en la moral musulmana del resto del reino ya que, la

tercera ciudad en importancia del reino había caído y se pensaba que tras los sucesos, poco se

podría hacer con el resto de provincias. Así, al año siguiente, en 1488, se inicia una campaña para

conquistar Almería con un entresijo de planes perfectamente preparado, ya que apenas tendrían

fuerzas opositoras para defender la ciudad tras lo ocurrido en Málaga, no querían arriesgarse a

perder sus posesiones y terminar como esclavos para los cristianos.

Al-Zagal esta al frente del gobierno de Almería cuando se inició la conquista de Almería

estando también presente Cidi Yahya al-Nayar, el cual puso en ejecución, a espaldas de al-Zagal, el

pacto secreto firmado en 1485 que facilitaba el paso de esas tierras a dominio castellano. La

mayoría de textos que llegan a nuestros días coinciden en que, en cuestión de dos meses, más de

cincuenta pueblos fueron tomados sin cercos ni batallas, entre ellos Vera, Mojácar, Níjar, Vélez

Blanco, etc. Esta situación provocó que la entrega de los pueblos ahora fuera consensuada con los

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gobernantes de cada población por lo que no se dieron batallas muy destacadas.

El verano de 1488 Fernando se aproximó a Almería para simular un cerco, pensando así que

a al-Zagal no le quedaría otra opción y entregaría la ciudad sin oponerse. Esto no fue así ya que

hasta la navidad de 1489, fecha en la que se entregará Almería, ocurrirán algunos acontecimientos

de importancia. Los musulmanes preparan pequeños golpes que consistían en sorprender a las

guarniciones cristianas y atacar.

En el verano de 1489 se iniciará otra campaña militar castellana que será casi definitiva.

Fernando el Católico empezará por sitiar Baza, operación difícil por la defensa de Cidi Yahya al-

Naya que prolonga esta situación durante cinco meses. Los defensores de Baza llegan a la

conclusión de que es más factible llegar a un acuerdo con los castellanos que ser derrotados. Dichas

negociaciones se dan en noviembre y diciembre de 1489. Cidi Yahya al-Naya convence a todos los

jefes militares para la entrega del territorio, incluso a al ya cansado al-Zagal, haciendo una

capitulación adaptable según las circunstancias de cada lugar.

Por estas negociaciones obtuvo al-Zagal las tahas de Andarax en señorío, además de Lecrín,

Orgiva y Lanjarón, la mitad de las rentas de la Malaha, 20.000 castellanos de oro y otras

consideraciones. Además de esto, se le ofreció fletes gratuitos para irse a África con los suyos, con

todos los bienes que deseara llevarse. Yahya al-Nayar, en cambio, decide convertirse al cristianismo

y es bautizado con el nombre de Pedro de Granada Venegas. Se le dio la taha de Marchena y la

posesión de todos sus bienes.

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DISTRIBUCIÓN SOCIO-CULTURAL

Desde la formación del reino nazarí, la población del sureste de Andalucía estaba formada

por descendientes de árabes sirios, mozárabes, bereberes, judíos y esclavones de la región de

Almería. A estos, en la segundo mitad del siglo XIII, estudiando la obra de Rachel Arié 3, vemos

como se le unieron musulmanes que huían del frente de la reconquista, a los refugiados de Baeza y

del levante se le unieron en 1236 los cordobeses y los habitantes de Sevilla en el año 1248. Muchos

habitantes de Murcia y Jaén también se unieron a este grupo que ahora serían súbditos de

Muhammad I.

Esta distribución de la población estaba diferenciada básicamente en tres grupos: árabes,

bereberes y esclavones. Lo yemeníes era el grupo más numeroso entre los árabes al que pertenecía

la tribu de los Banu Siray que se estableció en Pechina en época de los omeyas de Córdoba y

algunas fuentes aseguran que permanecieron hasta el final del reino nazarí. Hasta finales del siglo

XV también hubo familias udríes asentadas en Dalías y en otros lugares del reino, en especial en la

Alpujarra almeriense.

Por otra parte, el grupo de los bereberes, según un artículo titulado El elemento humano

norteafricano en la historia de la España musulmana 4 explica que las zonas gaditanas y

3 Rachel Arié, Historia y Cultura de la Granada Nazarí, Universidad de Granada, Granada, 2004.
4 J. Bosch Vilá, El elemento humano norteafricano en la historia de la España musulmana, Cuadernos de la
Biblioteca española de Tetuán, 2, 1964, pags. 17-37.

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almerienses estuvieron habitadas por un gran número de bereberes. En Almería había bereberes en

la Alpujarra almeriense en la sierra de Filabres y en la comarca de Berja.

Por último, los esclavones venían de toda Europa procedentes de las guerras y razzias allí

realizadas, predominaban en la costa levantina, desde Almería a Denia.

Respecto a la comunidad judía en el reino de Granada, no se conocen muchos datos sobre su

organización social y administrativas. Algunas fuentes árabes nos revelan que en el transcurso de

los siglos XII al XV se concentraban en barrios independientes dentro de las grandes ciudades de la

época. También se nos habla de ciertos deberes y obligaciones que debían de cumplir respecto a la

indumentaria que utilizaban y los impuestos que debían pagar. Entre los primeros años del siglo

XIII se impuso una ley que obligaba a los judíos a llevar una vestimenta especial que incluía un

gorro amarillo. Esta ley fue atestiguada por el letrado Ibn Said. Más tarde, entre los años 1314 y

1325, el sultán Ismail de Granada obligó a los judíos a llevar un distintivo para diferenciarlos de los

musulmanes que perduró durante todo el siglo, ya que en el reinado de Muhammad V, nieto de

Ismail, los judíos en al-Andalus aun llevaban un distintivo amarillo. A pesar de esto, los judíos

tenían la protección de Muhammad V cuando, bajo el reinado de Enrique de Trastámara en Castilla,

en el año 1391, se desencadenó una ola de matanzas y persecuciones de judíos por todo el territorio

cristiano y estos pudieron refugiarse en el reino de Granada.

Principalmente, los judíos de al-Andalus, se asentaban en la capital del reino nazarí y en el

litoral del mismo. También se conocen comunidades de judíos en la Alpujarra, tanto en la zona

granadina como la almeriense. También se conoce la llegada de judíos desde Murcia, como fue la

familia Pozón, una de las familias más ricas durante la expulsión en el año 1492.

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En cuanto a la comunidad cristiana, teniendo en cuenta que los historiadores manejan

diferentes teorías sobre esta población dentro del reino nazarí, la obra de Rachel Arié nos ofrece la

posición de una fuente árabe como es Ibn al-Jatib que, tomando el relato de un cronista andalusí del

siglo XII, afirma que como consecuencia de las persecuciones que se les hacía a los cristianos por

parte de los almohades a finales del siglo XII, solo quedaba en Andalucía un reducido número de

mozárabes los cuales se dedicaban al trabajo de la tierra siendo, a veces, humillados y despreciados.

A principio del siglo XIV pagaban unos tributos obligatorios al reino de Granada. En 1968 se llevan

a cabo una serie de excavaciones dirigidas por profesionales de la Universidad de Granada que

llevan a la conclusión de que en pueblos remotos de la Alpujarra, tanto de la parte de Granada como

de la de Almería, subsistieron algunos núcleos de población mozárabe hasta el siglo XV.

Dentro de la comunidad cristiana también estaban los mercaderes que se asentaban en las

ciudades costeras del reino donde se situaban las aduanas. En el siglo XII ya existe en Almería una

aduana donde los cristianos pagan impuestos por los productos con los que comercian en a ciudad.

Procedían, estos comerciantes, de diferentes partes de los reinos cristianos. Se conoce que ya en el

año 1326 existe un cónsul catalán en el puerto de Almería ya que se había establecido una colonia

de mercaderes de esta procedencia en la ciudad. Este cónsul catalán era Pere Draper, pero no era el

único. En el año 1334 ya vivía también un cónsul en Almería, en este caso, de procedencia

mallorquina ya que su padre, Guillén Descors, había fundado una sociedad en el reino de Granada

en el año 1326. Nicolás Estany en 1404 o Francisco Darias en 1452 eran mercaderes de origen

valenciano bien con residencia permanente en Almería o algunos que solamente residían durante

ciertas temporadas. Estos habitantes, tanto comerciantes, cónsules y demás disponían de una iglesia

en al ciudad donde acudir a las celebraciones religiosas.

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La población cristiana no solo procedía de los reinos cercanos ya que los genoveses se

implantaron también en el reino nazarí con bastante arraigo y es a partir de 1344 que las

embarcaciones genovesas atracan en los puertos de Almería y Málaga.

Otra parte de la población, a los que llaman mudéjares, son la población musulmana que

permanece en el territorio reconquistado por Castilla y Aragón, no se movieron a penas de estas

regiones reconquistadas en las zonas de la frontera oriental nazarí. Ya en época de los Reyes

Católicos, el estatuto jurídico de los mudéjares dura más de diez años en territorio almeriense, desde

1488-1489 hasta que se impuso el bautismo obligatorio en el año 1502. Normalmente, los

historiadores, destacan la convivencia que tienen cristianos y musulmanes de forma armoniosa ya

que se tienen relaciones comerciales entre fronteras durante más de dos siglos. Aun así, la piratería

en estas zonas fronterizas de costa, era habitual en la zona de Almería. La piratería por parte de los

musulmanes fue dura en el Mediterráneo durante la etapa nazarí.

Hay fuentes que hablan del comienzo de la piratería del reino de Granada en la segunda

mitad del siglo XIII con tripulaciones formadas por guerreros bien formados en la batalla, arqueros,

grandes capitanes, etc. que hacían incursiones en la zona cristiana de la península raptando

cristianos que más tarde se llevarían a tierra musulmana para ser esclavos. Se habla de la captura de

pastores, cazadores, muleteros y demás gente de clase humilde que eran sorprendidos en sus labores

cotidianas y apresados. Siendo esclavos eran sometidos a trabajos forzosos, mal alimentados e

incluso castigados. Algunos de estos cristianos esclavos decidían convertirse al Islam por voluntad

propia para así ser puestos en libertad. De esto se conservan documentos en gran número de fuentes

cristianas de la segunda mitad del siglo XV. A veces esta liberaciones de esclavos se daban gracias a

las negociaciones de los Estados cristianos vecinos con el reino de Granada. Los cristianos, por el

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contrario, que no se convertían al Islam eran liberados en algunos casos a través del pago de tribuos

que se imponían y eran pagados por los familiares o amigos de estos. Aparece así la función de los

ejeas, personas a las que se les otorgaba un permiso que permitía el cruce de las fronteras para

reunirse con las autoridades y así negociar la liberación de los esclavos.

La religión era un aspecto muy cuidado e importante dentro del reino nazarí, este fervor

religiosos se expresaba en la asiduidad con la que se visitaba la mezquita. Así es que había un gran

número de mezquitas en la ciudad de Almería; contaba con una mezquita mayor construida a finales

del siglo X de la que hoy en día se conserva el mihrab en la iglesia de San Juan.

Ahora, haciendo un recorrido por las figuras literarias más importantes en la frontera

oriental nazarí, destacamos cuatro personajes de cierta relevancia.

Abu al-Barakat Ibn al-Hayy al-Balafiqi, el cual fue maestro de Ibn al-Jatib, vivió durante los

reinados de Yusuf I y de su hijo Muhammad V. Originario de Velefique, al norte de Almería,

desempeñó el cargo de juez mayor en Granada en el año 1346. Pasó por Berja y la región de

Andaráx, trasladándose a Almería en el año 1349. Normalmente alternaba si vida entre Almería y el

norte de África. Se le reconoce como un comentarista magnífico aunque también se habla de su

etapa de historiador, sin habernos llegado a nuestros días ninguna de sus obras historiográficas las.

Murió, según algunos en el 1366 y, según otros, en el 1372. No han llegado a nosotros muchas de

sus obras, pero a través de sus contemporáneos, nos han llegado fragmentos de su trabajo, sabiendo

así que se dedicó a la poesía. Sus poemas didácticos son algo irónicos y expresas escepticismo al

mismo tiempo que algo de tristeza trasmitido por sus compatriotas.

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Otro de estos cuatro personajes literarios que se nos destacan es Ibn Jatima. Se trata de una

persona de letras, médico, historiador y gramático el cual se expresaba con árabe que expresaba su

gran conocimiento d ella lengua así como de la amplitud de conocimientos literarios y jurídicos.

Compuso su Diwan en Almería en los años 1337-1338. Diferenciándose de los poetas del siglo XIV,

éste no dedicaba sus panegíricos a un soberano o a algún personaje de mucha influencia de su época

sino que dedica estas alabanzas a Dios y al Profeta. Toca otros temas como la poesía amorosa,

donaires , recomendaciones y máximas. Distinguen su obra por el empleo de recursos como la

silepsis así como por la variedad y combinación del taynis (paronomasia), la escritura de tijera en

los procesos caligráficos y ejemplos de poesía concatenada.

Jalid al-Balawi, contemporáneo de Ibn al-Jatib, es el siguiente de los poetas que destacamos.

Éste nace en Cantoria y es el autor de un diario de los viajes que realiza a los lugares santos. Era

juez del reino nazarí, el cual abandonó en el año 1336 para vivir en lo años siguiente en Tremecén,

Bugía y Argel. Más tarde fue hacia Túnez y Alejandría, después a El Cairo, Jerusalén, Meca,

después de un año llegó a Tripoli, vivió dos años en Túnez y regresó a su tierra natal en el 1339.

Este literato hizo un retrato con todo lujo de detalles del sultán Yusuf I durante el viaje que hizo a la

frontera oriental nazarí en el año 1347.

Por último, el cuarto de nuestros poetas es Ibn Luyun. Nació en Almería en el año 1282 y

murió en el 1349 por la Peste Negra. Escribió poemas mnemotécnicos, entre los que destaca uno

sobre agricultura. Trabaja una métrica correcta y un lenguaje sencillo. Al-Maqqari recoge los títulos

y versos de tres obras poéticas que forman parte de un conjunto de 291 poemas breves.

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CONCLUSIÓN

A grandes rasgos hemos hecho un repaso de la etapa nazarí en la península ibérica

centrándonos en la provincia de Almería, siempre sin olvidar los acontecimientos de las provincias

vecinas que componían en Reino de Granada, siendo estos importantes en su conjunto para el

desarrollo de esta parte de la historia de al-Andalus, la que da fin a la presencia árabe y musulmana

en Almería, y en toda la península.

Se trata de una parte de la historia que dura mas de doscientos cincuenta años, continuación

de un largo recorrido y de una larga estancia de los musulmanes, desde el año 711, en esta zona de

lo que ahora conocemos como Andalucía. El reino Nazarí es un periodo de gran explendor para los

árabes, con grandes avances en cultura, ciencia, tecnología, así como de modelos de gobierno que

servirán de ejemplo a otras sociedades, reinos, etc. También se dan épocas de gran decadencia en la

sociedad como las guerras en Almería en el 1309, las etapas de hambruna posteriores y la gran

epidemia de la Peste Negra que asoló Almería, así como toda la península, especialmente la costa

mediterránea, llegando a expandirse por toda Europa.

Aun siendo una parte de la historia de la que se recogen grandes avances en diversos campos

como hemos mencionado, se da también una sucesión de luchan internas por lograr el poder de

ciertos gobiernos, una sucesión muy amplia de diferentes reyes al frente del reino como un listado

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también importante de gobernadores en la provincia de Almería, objeto de nuestro estudio.

Para finalizar, destacar la importancia de esta parte de la historia así como toda la presencia

árabe y musulmana a lo largo de todas las provincias por las que han pasado en toda la península ya

ha servido para la configuración de nuestro presente donde, a diario, tan solo paseando por las

provincias de Andalucía, así como los pueblos más recónditos de nuestra geografía, la zonas de

costa, la Alpujarra, etc, aun se puede respirar, quinientos años después, la esencia del legado

andalusí que perdura a través de los años.

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