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La observancia

del Sabbath

J. Gabriel Piedra Quirós


La mayor parte del mundo cristiano no da cabida al respeto de algún día especial de descanso
apartado para nuestro Creador. Sin embargo, nos acercamos a una época donde un amplio
esparcimiento de la enseñanza de éste tópico, se vuelve más importante, pero adoptándose el primer
día de la semana comúnmente llamado Domingo. Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña que
el día de reposo es el Sabbath, o Sábado, en nuestro idioma español.
Con todo, muchos entre quienes observan el Domingo, o aún entre quienes afirmamos observar el
Sábado, pasamos por alto la forma correcta de guardarlo, y en consecuencia darle a Dios el
homenaje y adoración que se merece en su día. Por ello, esperamos que el siguiente estudio
brevísimo sobre el particular, extraído del libro del autor titulado, “Respuestas Sobre Profecía” sea
de mucha ayuda para aquellos que apartan para Dios las horas sagradas de su santo día:

El Sabbath (Sábado) en la Biblia


Ya que el Sabbath es parte del sagrado decálogo, al examinar los elementos que lo componen a
través de las Sagradas Escrituras, podemos dar un juicio correcto con respecto a su observancia.
Muchos no saben cómo debe observarse el sábado, lo cuál es una cuestión de suma importancia,
ya que es fundamental para aquellos que desean adorar al Creador como se lo merece en ese día, y
además, tener una mayor preparación espiritual para tener un encuentro con su Señor aún antes de
su regreso, y también cuando éste ocurra.

Las obras o trabajos de las que se debe descansar el sábado


A continuación, veremos el uso de la terminología hebrea que aparece en Génesis 2:2, 3 con
respecto al sábado en lo que atañe a actividades cuotidianas, y que no se han de realizar en dicho
día, y así poder dedicarlo a nuestro Dios.
Dicho pasaje se expresa:

“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho
en la creación”. (Génesis 2.2, 3).

La palabra “obra” presente en Génesis 2:2, 3, en hebreo es “melâ'kâh” (‫) מלאכה‬, y en el texto se
refiere a la obra creadora de Dios. También determina al trabajo secular (Génesis 39:4-6, 11; Éxodo
12:16; 31:1-3-5; 35:24, 30, 31-33-35 (obra); 36:1 (obra), 4 (obra), 6 (haga obra de contribución);
38:24; Levítico 7:24 (uso); 11:32 (trabaja); Números 4:3 (servir); Jueces 16:11 (usado); 1 Reyes
7:14, 22 (obra); 11:28; 1 Crónicas 9:13, 19; 22:15; 23:4; 25:1; 27:26; 28:19, 20, 21; 29:5; 2
Crónicas 8:16; 16:5; 24:12; 34:10-13; Nehemías 4:15, 22 (obra); 6:3; 10:31; 11:22; Salmos 107:23;
Jeremías 18:3; Daniel 8:27 (negocios); Hageo 1:14). El cocinar es incompatible con el guardar el
sábado, porque es para santificarlo, ya que en referencia a otros días consagrados a Dios, Él
estableció que se podía preparar lo que habría de comerse en dichos días, pero nada más (Éxodo
12:16). Con referencia al maná, y el sábado, Dios había mandado que se cociera lo que había de
cocerse el día antes del Sábado, ya que no debía prepararse ninguna comida en ese día (Éxodo
16:19-30; cf. 35:3).
También señala a la obra de ministrar en el santuario (1 Crónicas 6:49; 28:13, 21 (melâ'kâh);
Esdras 3:8; Nehemías 10:33), la cual si caía en Sábado, no representaba pecado (Mateo 12:5;
Números 28:9, 10). De ahí que el mandamiento de guardar el sábado establece que no se realice
obra alguna según lo ya especificado (Éxodo 20:10; 31:14, 15; 35:2; Levítico 23:3; Deuteronomio
5:14; Jeremías 17:22, 24)

En Éxodo 20:9 y Deuteronomio 5:13, con respecto al mandamiento del sábado, Dios nos dice que
debemos trabajar solo seis días. El término “trabajar” en ambos pasajes, es “ ‛âbad” (‫)עבד‬, cuyo
término se identifica con cultivar la tierra (Génesis 4:12; Ezequiel 36:34); en trabajar para alguien

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(Génesis 27:40), a labores generales (Génesis 29:1-3, 7, 8, 10, 15, 27; Levítico 25:39), a servir a
dioses ajenos, por supuesto, ni en ningún otro momento (Éxodo 23:33; Deuteronomio 7:16; cf.
Éxodo 20:3; Deuteronomio 5:7); también a servir al Dios verdadero (Deuteronomio 6:13; 10:20),
aunque ésta es la distinción por excelencia, claro está, al ser para Dios.
En síntesis, todo trabajo y obra de carácter secular -en otras palabras- que no se centre en Dios ni
completa ni parcialmente, debe ser abandonada previamente a las horas sagradas del santo sábado,
puesto que dicho reposo de tales obras, nos invita a rendirnos por completo a nuestro Señor Dios, a
Aquel que le debemos la vida y todo lo que poseemos, si deseamos recibirle y aceptarle como
nuestro Amante Creador, nuestro Maestro, nuestro Amigo, nuestro Salvador y Redentor. Todo el
resto de lo que involucra el término reposo para nuestro Dios en el Sabbath, será visto a
continuación.

El reposo y su relación con la santificación


La palabra, “reposó”, utilizada en Génesis 2:3 en correspondencia al descanso de Dios de la obra
de la creación, es “ sabat” (‫)שׁבת‬, de ahí que el séptimo día lo haya designado como “ hashabbath”
(‫)השׁבת‬, “el reposo”. La relación que tiene el término con el hecho de santificar el sábado, es clara
así por su significado en el hebreo.
En el pasaje original de Génesis 2:3, el término “santificar” es “qâdash” (‫)קדשׁ‬, y significa “apartar
algo para un uso sagrado”, “consagrarlo” (Éxodo 13:2; 19:14-22; 20:8; 28:3 (consagre); 29:1, 32-
33, 36 (santificarlo); Levítico 8:10 (santificó), 11, 12, 30 (consagró); Números 7:1; 8:21, 22;
Deuteronomio 5:12; 1 Samuel 16:5; 2 Crónicas 7:7; Salmos 114:1, 2). Todos y cada uno de los
pasajes anteriores, cuidadosamente analizados, demuestran con plena certeza, que la santificación,
es decir, apartar algo, o apartarse para un uso sagrado, determina una dedicación completa al
Creador, lo que elimina automáticamente cualquier “consagración” a lo secular, a lo mundano.
¿Qué podemos decir del significado de “guardar” con referencia al Sabbath?

Significado del término “guardar” con respecto al sábado


El vocablo hebreo “shâmar” (‫ )שׁמור‬es el que se designa para el término “guardarás” en
Deuteronomio 5:12 con respecto al Sábado. Dicho ‘guardar’ se encuentra en el sentido de cumplir
con mucho ahínco los mandamientos de Dios (Deuteronomio 6:17; 16:1; Eclesiastés 8:2; 12:13).
También se utiliza para referirse al cuidado de alguien por un deber especial (1 Samuel 9:24). Todo
lo anterior es un indicativo acerca de cada aspecto del sábado: no hacer obra o trabajo alguno, lo
que nos lleva a un reposo que no solo es físico sino también mental y espiritual, y la santificación de
éste, que debieran llevarse a cabo con el mayor amor e interés de dedicarnos a nuestro Creador.
Todas nuestras voluntades han de ser dejadas para ofrecernos plenamente a Él; por ello, en Isaías
58:13, el vocablo “chêphets” (‫ )חפץ‬que se usa para referirse a la “voluntad nuestra”, la cual debe
ser abandonada de las horas sagradas del Sabbath para nuestro Dios, según el pasaje, determina en
el sentido más puro del término, “deseo”, “placer”, “deleite”, “complacencia”, “alegría”,
“regocijo” (1 Reyes 5:9, 10; 9:11; Job 21:21; 2 Crónicas 9:12; Salmos 16:3; 35:27; 111:2; 115:3;
135:6; Proverbios 3:15; Eclesiastés 3:1, 17; 8:6; 12:1; Isaías 44:28; 46:10; 48:14; etc.). Cada pasaje
indicado, nos orienta sobre aquello que más nos gusta hacer, no solo en labores, sino también en
placeres seculares, que aunque pueden ser buenos, no están centrados en nuestro Señor. Por ello, el
deleite del reino de Dios, no es comida ni bebida, ni las preocupaciones de ésta vida (Mateo
6:25-33, 34; Romanos 14:34; Gálatas 5:22-25; Salmos 1:2; 22:8; etc.), todos los cuales, representan
elementos cotidianos y seculares.
Por supuesto, ya que nos encontramos en un mundo afectado por el pecado, existen asuntos de
emergencia que Jesucristo mismo justificó de manera íntegra, los cuales atañen a la vida del ser

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humano, sea para su sustento, o para su salud plena. Pero debemos examinar adecuadamente el
contexto.

Es lícito hacer el bien en sábado. ¿Bajo qué contextos de acuerdo a las Escrituras?
Según la Biblia, es legítimo hacer el bien en sábado, el solventar las necesidades nuestras y del
prójimo que se encuentre necesitado. Sin embargo, muchos se han servido de ésta declaración como
pretexto para muchos asuntos incorrectos en ese día. La forma de saber lo que Dios aprueba en éste
contexto, es a través de Su Palabra.

- Sanar al enfermo y atender al desvalido. Y obtener el alimento necesario para el sustento


Jesucristo sanó a los enfermos en el día sábado, justificando por ende dicha obra, ya que traía
reposo para tales personas, lo cual honraba a Dios (Mateo 12:9-14; Lucas 6:6-11; 13:10-17; 14:1-6;
Juan 5:8-18; 7:21-24; 9:1-13). Así, la obra, no remunerada, por supuesto, para los que son doctores,
enfermeros, entre otros, son completamente justificables. En resumen, se restituye la alegría que el
enfermo merece tener en sábado con el fin de adorar a su Creador, algo que, si bien no es imposible
a pesar de la enfermedad, dependiendo de su gravedad, es colmado cuando se restauran las
facultades físicas del ser humano. Tal condición restaurada para adorar plenamente al Señor, se ve
justificada por ende, cuando también debe saciarse el hambre (Mateo 12:1-8; Marcos 2:23-28;
Lucas 6:1-5). Sin embargo, los ejemplos anteriores en nada se refieren (como muchos pretenden
justificar), que podemos tener un sustento remunerado aún en sábado. Nada de lo expresado en los
textos sugiere tal cosa, lo cual no es extraño, puesto que eso equivaldría a realizar trabajo secular, lo
cual no se concentra en el Creador.
El no hallar un trabajo en el que se de libre el sábado, y laborarlo por necesidad, equivale a
desconfiar en las promesas de Dios, y al mismo tiempo, es decirle que el mundo laboral que
demanda laborar en sábado, puede más que Él. Con pensamientos como estos, podemos justificar la
infracción de otros mandamientos, como mentir, robar, por necesidad, adorar ídolos porque se me
amenace, etc. Todo esto constituye un pisoteo del carácter de Dios y de Su Palabra.

Con todo, solo las obras indicadas pueden realizarse en el sábado, además de aquella que otorga la
mayor bendición y restauración de todas.

En el Sábado, también se enseña la Palabra de Dios para salvación


En el Sabbath, no solo los laicos pueden predicar la Palabra de Dios, sino también aquellos que se
dedican plenamente a dicha obra, ya que es algo que tiene que ver plenamente con nuestro Dios
(Hechos 13:13, 14-42-44- 52; 16:13-18), por lo que no contradice en nada los principios de la
observancia del sábado, como los hemos estudiado en resumen en éste apartado sobre el tema.

Tomado de “Respuestas Sobre Profecía”-libro del autor.

En conclusión, el Sábado es un día “de fiesta”, de regocijo, paz y gozo en la presencia de nuestro
Dios. Es un tiempo donde la salud física, así como mental y espiritual, se ven revitalizadas por el
poder de Dios a través de su Espíritu Santo en nuestras mentes y corazones. Toda obra va centrada
en restaurar al hombre a la imagen de su Creador.

¡Dios les bendiga!

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