Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
del Sabbath
“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho
en la creación”. (Génesis 2.2, 3).
La palabra “obra” presente en Génesis 2:2, 3, en hebreo es “melâ'kâh” () מלאכה, y en el texto se
refiere a la obra creadora de Dios. También determina al trabajo secular (Génesis 39:4-6, 11; Éxodo
12:16; 31:1-3-5; 35:24, 30, 31-33-35 (obra); 36:1 (obra), 4 (obra), 6 (haga obra de contribución);
38:24; Levítico 7:24 (uso); 11:32 (trabaja); Números 4:3 (servir); Jueces 16:11 (usado); 1 Reyes
7:14, 22 (obra); 11:28; 1 Crónicas 9:13, 19; 22:15; 23:4; 25:1; 27:26; 28:19, 20, 21; 29:5; 2
Crónicas 8:16; 16:5; 24:12; 34:10-13; Nehemías 4:15, 22 (obra); 6:3; 10:31; 11:22; Salmos 107:23;
Jeremías 18:3; Daniel 8:27 (negocios); Hageo 1:14). El cocinar es incompatible con el guardar el
sábado, porque es para santificarlo, ya que en referencia a otros días consagrados a Dios, Él
estableció que se podía preparar lo que habría de comerse en dichos días, pero nada más (Éxodo
12:16). Con referencia al maná, y el sábado, Dios había mandado que se cociera lo que había de
cocerse el día antes del Sábado, ya que no debía prepararse ninguna comida en ese día (Éxodo
16:19-30; cf. 35:3).
También señala a la obra de ministrar en el santuario (1 Crónicas 6:49; 28:13, 21 (melâ'kâh);
Esdras 3:8; Nehemías 10:33), la cual si caía en Sábado, no representaba pecado (Mateo 12:5;
Números 28:9, 10). De ahí que el mandamiento de guardar el sábado establece que no se realice
obra alguna según lo ya especificado (Éxodo 20:10; 31:14, 15; 35:2; Levítico 23:3; Deuteronomio
5:14; Jeremías 17:22, 24)
En Éxodo 20:9 y Deuteronomio 5:13, con respecto al mandamiento del sábado, Dios nos dice que
debemos trabajar solo seis días. El término “trabajar” en ambos pasajes, es “ ‛âbad” ()עבד, cuyo
término se identifica con cultivar la tierra (Génesis 4:12; Ezequiel 36:34); en trabajar para alguien
2
(Génesis 27:40), a labores generales (Génesis 29:1-3, 7, 8, 10, 15, 27; Levítico 25:39), a servir a
dioses ajenos, por supuesto, ni en ningún otro momento (Éxodo 23:33; Deuteronomio 7:16; cf.
Éxodo 20:3; Deuteronomio 5:7); también a servir al Dios verdadero (Deuteronomio 6:13; 10:20),
aunque ésta es la distinción por excelencia, claro está, al ser para Dios.
En síntesis, todo trabajo y obra de carácter secular -en otras palabras- que no se centre en Dios ni
completa ni parcialmente, debe ser abandonada previamente a las horas sagradas del santo sábado,
puesto que dicho reposo de tales obras, nos invita a rendirnos por completo a nuestro Señor Dios, a
Aquel que le debemos la vida y todo lo que poseemos, si deseamos recibirle y aceptarle como
nuestro Amante Creador, nuestro Maestro, nuestro Amigo, nuestro Salvador y Redentor. Todo el
resto de lo que involucra el término reposo para nuestro Dios en el Sabbath, será visto a
continuación.
3
humano, sea para su sustento, o para su salud plena. Pero debemos examinar adecuadamente el
contexto.
Es lícito hacer el bien en sábado. ¿Bajo qué contextos de acuerdo a las Escrituras?
Según la Biblia, es legítimo hacer el bien en sábado, el solventar las necesidades nuestras y del
prójimo que se encuentre necesitado. Sin embargo, muchos se han servido de ésta declaración como
pretexto para muchos asuntos incorrectos en ese día. La forma de saber lo que Dios aprueba en éste
contexto, es a través de Su Palabra.
Con todo, solo las obras indicadas pueden realizarse en el sábado, además de aquella que otorga la
mayor bendición y restauración de todas.
En conclusión, el Sábado es un día “de fiesta”, de regocijo, paz y gozo en la presencia de nuestro
Dios. Es un tiempo donde la salud física, así como mental y espiritual, se ven revitalizadas por el
poder de Dios a través de su Espíritu Santo en nuestras mentes y corazones. Toda obra va centrada
en restaurar al hombre a la imagen de su Creador.