Está en la página 1de 11

CENTRO DE EDUCACIÓN TÉCNICO PRODUCTIVA

ORGANIZACIÓN DE
UN TALLER
Introducción

La organización comienza por el establecimiento de un organigrama claro y


definido. Aunque en el taller debe reinar siempre un ambiente colaborativo, hay
que tener bien claro quién se encarga de cada cosa. La jerarquía permite que la
toma de decisiones sea más rápida y eficaz. También la distribución de labores
facilitará un funcionamiento del taller mucho más fluido.
Una vez has definido el trabajo que va a realizar cada uno, el siguiente paso es
delimitar las áreas de trabajo del taller. Por supuesto, si dispones de espacio en
el taller, sería conveniente también que separes la zona de recepción de la zona
de trabajos.
La pintura, la soldadura, el lijado, etc. son, por sus peculiaridades, trabajos
especiales. Que haya una zona dedicada a cada cosa también permitirá tener en
ella los equipos necesarios para la correcta realización de las tareas. Estas zonas
debes delimitarlas con carteles o con marcas en el suelo.
Inventario

Antes de empezar a ordenar o hacer cualquier tipo de cambio en nuestro taller, ya sea profesional
o como aficionado, lo primero que tendremos que hacer es un inventario de todo lo que tenemos
disponible.

Para ello os recomendamos bien hacerlo en papel, o si controlas un poco la ofimática hacerlo en
una hoja de cálculo tipo Excel para tenerlo todo bien controlado.

En este inventario apuntaremos cada herramienta, cantidad, estado de las herramientas, tipo, etc.
intentando separar por categorías para facilitar la posterior clasificación.

La intención de esta tarea es tener todo el material controlado, y localizar duplicidades y excesos
que intentaremos minimizar al máximo para reducir costes innecesarios.
Limpieza

Tal y como nos enseñaron los Japoneses de Toyota haya por el los años ’60, con su
método de las 5 eses, una de las mas importantes es la limpieza en el lugar de
trabajo.
Aprovecharemos ahora que hemos terminado el inventario y tenemos el espacio de
trabajo despejado para identificar y eliminar las fuentes de suciedad, y en realizar las
acciones necesarias para que no vuelvan a aparecer.
Recordad que la suciedad no es solo cuestión de estética, sino que esta puede
provocar anomalías en el funcionamiento de la maquinaria y problemas de salud en
los empleados.
Además, un espacio de trabajo limpio y ordenado transmite buena imagen y
profesionalidad de cara a vuestros clientes.
Las áreas de trabajo han de estar limpias. Es buena señal si los espacios de
trabajo se limpian una vez acabada cada tarea. Permite un mantenimiento
continuo y una mejor organización del taller. En estas labores de limpieza se
debe prestar especial atención a aquellos residuos que pueden comprometer
el medio ambiente. Muchos de ellos están regulados legalmente.
El taller debe disponer de los contenedores apropiados para cada tipo
de desecho, con etiquetas o distintivos de colores para identificarlos.
Para la recogida de aceites, grasas lubricantes y combustibles utiliza
recipientes apropiados o tanques. Para deshacerse de estos residuos
existen gestores autorizados. Los más comunes en un taller son:
•Neumáticos.
•Aceites usados, lubricantes y combustible.
•Baterías y acumuladores.
•Pinturas.
•Restos de chapa.
Almacenamiento y clasificación
Otra de las premisas que ha de seguir la buena organización de taller es la
de tener correctamente almacenadas e identificadas las herramientas. Si se
adquiere la buena costumbre de dejarlas en su sitio cada vez que se usen, se
tendrá mucho ganado. Además, poner empeño en organizar bien las
herramientas permitirá saber si hay necesidad de adquirir nuevas o si incluso
existe duplicidad en algunos casos. Así también se ahorran costes.

Esta labor ya la tendremos muy adelantada gracias a nuestro inventario, pero


nos detendremos de nuevo para clasificar nuestras herramientas
detalladamente, nos proponemos estos grupos pero podrán variar
dependiendo del taller y la especialidad de cada profesional.
Entonces podemos clasificar el taller en función al:

Tipo: Clasificaremos nuestras herramientas por el tipo de función que ejercen en el


taller como ser: herramienta manual, herramienta electrica, herramienta de corte,
etc.
Tamaño: El tamaño es factor importante, por lo tanto en función a ello dependerá el
lugar y espacio que ocupará nuestra maquinaria en el taller.
Frecuencia de uso: Clasificaremos las herramientas por frecuencia de uso, la intención
de esta labor es tener la herramienta mas habitual sea mucho mas accesible que la
que tiene poco uso.

Aplicación: En ocasiones también podemos ordenar herramientas conjuntamente


según la herramienta y su consumible, por ejemplo: Taladro y brocas, Amoladora y
discos, etc.
Diseño y sistemas de ordenación

Para finalizar la labor de ordenar nuestro taller, diseñaremos sencillamente en un


boceto como vamos a distribuir nuestras herramientas en el taller, teniendo en
cuenta los sistemas de ordenación con los que contamos en el mercado, ponemos
varios ejemplos de sistemas como ser el carrito de herramientas, armarios, cajas de
herramientas, etc.

También podría gustarte