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Análisis CremHelado
Desde hace tiempo se ha detectado que muchas empresas no comprenden la necesidad
imperiosa de ajustar su organización a las circunstancias que determina el entorno,
realizando este análisis con la empresa CremHelado evidenciamos que presentan grandes
estrategias operativas las cuales les han permitido mantenerse como la empresa número 1
de helados en Colombia pero presentan fallas en las estrategias comerciales especialmente
en el área de marketing donde su presencia en redes sociales o medios de comunicación es
poca, respecto a la publicidad manejada en grandes, medianas y pequeñas superficies es
mínima, siendo superada por Colombina, que cuenta con publicidad más fuerte en los
puntos de venta físicos y medios de comunicación.
Un objetivo para CremHelado debe ser convertirse en una empresa más fuertes
comercialmente abarcando estrategias como promociones a clientes y consumidores,
creación de productos innovadores, uso de publicidad como pendones, carteles,
decoración…etc que ayudaría de manera significativa en la recordación de marca y
posicionamiento de la compañía.
Frecuentemente se asume como una tendencia en las empresas la transformación por
presión y no por convicción; CremHelado es fuerte en este tema ya que establece objetivos
bien definidos con claridad y enfoque que permiten asegurar y mantener los resultados al
largo y corto plazo, teniendo en cuenta aspectos políticos, económicos, sociales incluso
hasta la emergencia sanitaria que si bien ha sido de gran impacto para la economía,
Cremhelado ha sabido manejarla y se mantiene como la empresa número 1 en índices de
producción y ventas en el país. El secreto es un sistema de evaluación y cambio ante las
diferentes situaciones que presenta el mercado, liderazgo y trabajo en equipo, buena
comunicación y excelente cultura e identidad organizacional.
CremHelado trabaja los conceptos de creación de valor no solo centrado en una perspectiva
básicamente financiera, también tiene en cuenta aspectos intangibles, como la cultura
organizacional, la capacidad y el compromiso de las personas frente a los objetivos y, por
supuesto, la capacidad de la organización para generar y sostener una dinámica de cambio
que le permita sostenerse activamente en mercados cambiantes. En este contexto, puede
afirmarse sin lugar a duda que, independientemente de las presiones del entorno, los
cambios deberían estar impulsados por la motivación, la oportunidad y la capacidad de las
organizaciones para lograrlos, teniendo en cuenta situaciones que se puedan presentar al
corto y largo plazo, con estrategias de respaldo que pueden solventar el funcionamiento de
la empresa en momentos de tensión y crisis.