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ENFERMEDADES DEL BAZO, ADENOPATIAS Y ENFERMEDADES DEL TIMO

ESPLENOMEGALIA

Las enfermedades difusas del bazo que provoca un aumento de tamaño suelen ser secundarias a
enfermedades de otros organos . la esplenomegalia con destrucción completa de la función
esplénica es prácticamente asintomática, especialmente si la afectación se produce de forma
progresiva, y en la mayor parte de los casos los signos clínicos se limitan a los que provoca la
afectación de otros organos. La esplenomegalia se puede palpar a través de la exploración rectal
en el caballo y en una percusión cuidadosa se puede detectar el aumento de tamaño de bazo en
el ganado vacuno, aunque en la mayor parte de los casos no es posible diagnosticar la afectación
del órgano antes de la muerte, a menos que se realice una laparotomía.

El desplazamiento dorsal izquierdo del colon en el caballo provoca un cólico en el que se


produce un desplazamiento caudal del bazo que puede dar la impresión de que el órgano esta
aumentando de tamaño. La rotura de un bazo muy aumentado de tamaño puede provocar muerte
súbita por una hemorragia interna. Esta a veces provoca la muerte en la leucosis vírica bovina.
Los traumatismo directo pueden provocar la rotura del bazo en los caballos, con hemorragia
intraabdominal.

Se producen grados moderaros de esplenomegalia en muchas enfermedades infecciosas,


especialmente salmonelosis, carbunco, babesiosis, anemia infecciosa equina, septicemia por
diplococos en los terneros; y algunas enfermedades no infecciosas, como la intoxicación por
cobre en las ovejas. Los animales que mueren repentinamente por caídas de rayos, electrocución
y eutanasia pueden presentar también un grado moderado de esplenomegalia, aunque el
aumento es menor en comparación con el observado en la insuficiencia cardiaca congestiva, la
obstrucción portal o las alteraciones neoplásicas.

La neoplasias del bazo no son frecuentes en los animales grandes, pero pueden aparecer
linfosarcoma, leucemias mielociticas o melanomas malignos en los caballos. Se pueden
descubrir de forma accidental durante la exploración rectal o debido a cólicos provocados por el
desplazamiento del intestino por el bazo aumentando de tamaño.

ABSCESOS ESPLÉNICOS

Los abscesos esplénicos se pueden producir cuando un embolo séptico se aloja en el bazo,
aunque la causa mas frecuente es la extensión de la infección a partir de un órgano vecino. La
perforación por un cuerpo extraño en el retículo del ganado vacuno es la causa mas frecuente de
la enfermedad en los animales grandes, y las perforaciones por objetos metálicos punzantes han
provocado esplenitis en el caballo. Le perforación de una ulcera gástrica o una erosión de la
pared gástricas provocada por gasteropbilus intestinalis o la extensión de una granuloma
provocado por larvas de especies de habronema en los caballos puede llevar, por extensión, a la
aparición de una lesión supurante en el bazo. En aquellos episodios ocasionales de gurma en el
caballo en que se produce diseminación sistémica, los abscesos esplénicos son una localización
frecuente.

Si el absceso es grande y agudo habrá sinos sistémicos, como fiebre, anorexia y aumento de la
frecuencia cardiaca. Se produce dolor al palpar sobre la zona del bazo y la exploración
hematológica revela un importante aumento del recuento leucocitario total y una desviación
clara a la izquierda de recuentro

La abdominocentesis suele ofrecer pruebas de peritonitis crónica debido a la presencia de una


gran cantidad de exudado inflamatorio. A menudo se acompaña de peritonitis y provoca signos
de dolor abdominal leve con sensación dolorosa a nivel de la espalda y tendencia a evitar el
movimiento. Se pueden producir también cólicos recurrentes leves. Asimismo, se registran
anemia, con palidez intensa de las mucosas, y edema ventral terminal. A veces el bazo esta tan
aumentado de tamaño que se puede palpar a través del recto.

El tratamiento de los abscesos esplénicos suele ser desalentador debido a la naturaleza


diseminada de la lesión antes de que aparezcan los signos clínicos. Los signos sistémicos
generalmente pueden controlarse mediante el tratamiento con sulfonamidas o antibioticos,
durante un periodo de unos 7 días, aunque son frecuentes las recaídas, y la muerte es el
resultado mas probable. En presencia de adherencias y si no hay peritonitis asociada se
recomienda realizar una esplenectomía.

ADENOPATIAS Y ENFERMEDADES LINFOPROLIFERATIVAS

El aumento de los ganglios periféricos provoca tumefacciones visibles y palpables, y en


algunos casos obstrucción del drenaje linfático y posterior edema local, como en la linfangitis
esporádica de los caballos. El aumento de tamaño de los ganglios internos puede provocar
obstrucción del esófago, la faringe, la tráquea o los bronquios. El aumento de tamaño de los
ganglios linfaticos puede producirse por infecciones o por invasión neoplásica

Infecciones

Por lo general, la linfadenitis se produce en respuesta a una infección distal en la region del
cuerpo drenada por los ganglios linfaticos. La linfadenitis acompaña también a otros signos en
otras muchas enfermedades, como el catarro maligno bovino, la encefalomielitis bovina
esporádica, el síndrome reproductor y respiratorio porcino, la fiebre de la Costa Este, la
enfermedad de Ondiri y la fiebre efímera.
 Linfadenitis caseosa de las ovejas y linfangitis ulcerosa en los caballos y el ganado
vacuno debidas a la infección por Corynebacterium pseudotuberculosis
 Carbunco, especialmente en cerdos, pero también en caballos, que en un principio se
puede manifestar con adenopatías cervicales acompañadas de importante inflamación y
tumefacción en la region faríngea y el cuello.
 Gurma en los caballos, provocado por Streptococcus equi y linfadenitis producida por
Str. Zooepidemicus. Las adenopatías que provocan un aumento de tamaño de los
ganglios linfaticos abdominales es una característica de la infección de Streptococcus
equi en el burro.
 Adenopatías anorrectales en caballos jóvenes que provocan obstrucción rectal
extraluminal con cólicos y, a veces, disfunción urinaria.
 Adenitis cervical (Absceso de la quijada) de los cerdos, causada principalmente por
especies de Streptococcus del grupo E tipo IV, pero también por Actinomyces pyogenes
y Pasteurella multocida.
 Adenitis cervical granulomatosa, que se produce también en cerdos y es un hallazgo
frecuente en la matanza. Las lesiones rara vez provocan una enfermedad clínica, pero
constituyen un problema de salud publica ya que pueden ser tuberculosa. Habitualmente
se deben a Rbodococcus equi o a micobacterias atípicas, pero Mycobacterium
tuberculosis, M. avium y M. bovis también se encuentran entre las causantes.
 Tularemia, infección por Francisella tularensis, en ovejas infestadas por garrapatas.
 Melioidosis provocada por una infección por Pseudomonas pseudomallet
 Piemia por garrapatas provocada por Staphylococcus aureus en ovejas infestadas por la
garrapata Ixodes ricinus.
 Se han identificados adenopatías retrofaríngeas con aumentos de tamaño de hasta 3 a 4
veces lo normal, y coloración verde brillante, en el ganado vacuno, provocadas por la
infección con algas de especies de Prototbeca
 Tuberculosis
 Linfadenitis en los corderos provocada por Pasteurella multocida y en algunos casos por
actinobacilosis
 Enfermedad de Morel de las ovejas provocada por un micrococo
 Farcinosis bovina y tuberculosis cutánea atípica, esta última afecta a los ganglios
linfaticos, pero no se asocia a adenopatías.

En la linfadenitis aguada puede haber dolor y calor a la palpacion, pero en la mayor parte de
los casos los ganglios no son dolorosos. Las obstrucciones provocadas por el aumento de
tamaño de los ganglios pueden dar lugar a signos secundarios como dificultad respiratoria,
con aumento de tamaño de los ganglios retrofaringeos y obstrucción esofágica por el
aumento de tamaño de los ganglios mediastínicos. La biopsia con aguja para citología y
cultivo puede ayudar a determinar la causa de la linfadenitis y puede permitir la
diferenciación entre linfadenitis y aumento de tamaño neoplásico. La ecografía puede
ayudar a establecer el diagnostico. Las enfermedades mencionadas anteriormente se
comentan con mas detalle en cada apartado específico.

Ausencia de tejido linfoide

Adenopatías y agregados de folículos linfaticos junto a linfopenia son las características de


la inmunodeficiencia combinada, que es hereditaria en los potros árabes y se comenta en el
apartado correspondiente, y se registra también en los terneros Angus.

Enfermedades linfoproliferativas y tímicas

Las enfermedades linfoproliferativas se producen en todas las especies animales grandes,


pero solo son frecuentes en el ganado vacuno. Los signos de presentación más frecuentes
son adenopatías no dolorosas, que pueden variar en cuanto a gravedad de unos ganglios a
otros. Otros signos clínicos son los asociados a las disfunciones orgánicas como
consecuencia de la presencia de la masa del ganglio aumentado de tamaño o por la
infiltración con deterioro de la función del tejido neoplásico.

Ganado vacuno

EL linfosarcoma se produce en cuatro formas clinicas diferentes:

 Linfosarcoma multicéntrico juvenil, que aparece en el nacimiento o en las primeras


etapas de la vida. Es multicéntrico y a menudo afecta a la medula ósea y a la mayor
parte d ellos ganglios linfaticos.
 El linfosarcoma tímico aparece en el ganado vacuno entre los 3 mese y los 2 años y
afecta al timo, extendiéndose a veces a otros ganglios linfaticos y, rara vez, infiltra
otros organos.
 El linfosarcoma cutáneo se produce principalmente en el ganado vacuno entre los 1-
3 años
 El linfosarcoma multicéntrico del adulto, la leucosis vírica bovina.

El linfosarcoma en el ganado vacuno se comenta con detalle en el apartado sobre leucosis vírica
bovina y en la leucosis bovina esporádica.

Caballos

Este tipo de enfermedad se produce en todas las edades en el caballo, pero no hay información
sobre la incidencia especifica de la edad. En un estudio se han comunicado casos en caballos
que oscilan entre 4 meses y los 22 años, y la edad media de los casos en esta y otras revisiones
indica que hay un cierto incremento del riesgo a medida que aumenta la edad.

Las manifestaciones clinicas del linfosarcoma en los caballos probablemente se describen mejor
mediante la afirmación de que la enfermedad puede manifestarse de forma variable. El
linfosarcoma puede tener alguna influencia sobre la función de cualquier sistema orgánica, que
vendrá determinado por la localización. En la mayor parte de los casos, seguramente en mas del
50% de los casos, son multicéntricos, aunque pueden presentarse con signos que son específicos
de algunos organos y puede que no se reconozca la multicentricidad hasta que no se realice una
exploración clínica o postmortem más completa. Los casos con adenopatías externas y lesiones
cutáneas suelen reflejar una enfermedad multicéntrica, pero se reconocen con facilidad.

Las formas de presentación habituales en otros casos son la emaciación y la diarrea crónicas, el
sufrimiento respiratorio superior con respiración estertórea o disnea inspiratoria, las anomalías
respiratorias inferiores, el edema subcutáneo, la anemia y la fiebre de origen desconocido. El
linfosarcoma es la causa mas frecuente de neoplasia en el tórax en el caballo. Un síndrome
frecuente es el de perdida de peso, edema ventral del cuello y del tórax, a veces acompañado de
derrame pleural o peritoneal, anemia, disnea, tos y masas abdominales palpables a través del
recto. En los casos en que predominan las lesiones en el tórax el síndrome será el provocado por
una lesión que ocupa espacio, manifestada por edema pectoral, ingurgitación de la vena yugular,
pero con ausencia de pulso yugular, y disnea. Puede haber desplazamiento del corazón y a veces
existen soplos cardiacos. Si se produce compresión del esófago habrá disfagia.

Otro síndrome relativamente frecuente es la perdida crónica de peso, con diarrea o sin ella,
provocada por la infiltración del intestino. El linfosarcoma es el diagnostico final en un
porcentaje significativo de caballos con fiebre de origen desconocido y también debe
considerarse en el diagnostico diferencial de los caballos con signos de ataxia o con otros
signos de enfermedades neurológicas. Los sistemas orgánicos afectados por el linfosarcoma en
el caballo no se limitan a los mencionados anteriormente, y algunos caballos pueden presentar
afectación de prácticamente todos los sistemas del organismo.

Las ayudas al diagnóstico varían según el síndrome en el momento de la presentación. La


ecografía puede ayudar a localizar las masas tumorales y a su diferenciación. Se puede obtener
un diagnostico especifico mediante citología y las aspiraciones con aguja o las biopsias con
estudio citológico de los ganglios afectados son diagnosticadas. El estudio citológico del liquido
obtenido mediante toracocentesis o abdominocentesis cuando existe una afectación torácica o
abdominal con frecuencia es también diagnóstico. En la patología clínica no hay otros hallazgos
concretos habituales. Solo un pequeño porcentaje de caballos con adenopatías por linfosarcoma
presentan alteraciones sanguíneas leucemias, pero la anemia es un hallazgo frecuente en esta
enfermedad, y un porcentaje de casos pueden se también trombocitopénicos.

Cerdos y ovejas

Se ha comunicado linfoma tímico en las cerdas y durante la matanza se pueden ver


linfosarcomas, pero rara vez se diagnostican clinicamente. Los linfosarcomas son raros en las
ovejas, se registra leucemia linfocítica y la leucosis vírica bovina enzootica se puede transmitir a
la ovejas.

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