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Determinación de ácidos
Volumetría de neutralizació n. Titulació n con una base y un indicador adecuado.
Potenciometría de neutralizació n. Titulació n con una base, observá ndose un salto de pH. Se
emplea un electrodo de membrana de vidrio (indicador) y un electrodo de referencia.
Determinación de iones +2 y +3
Volumetría de complejació n. Se complejan los iones con NET, y luego, se titula con EDTA.
Ca2+ y Mg2+, con buffer de pH=10.
Determinación de colorantes
Se pesa una cantidad de muestra y se suspende en agua. Se filtra en un medio adecuado.
Se carga una cubeta en el espectrofotó metro y se corre un espectro en el rango visible.
Se compara el espectro con los espectros de los colorantes permitidos. Para
cuantificarlo: método de curva de calibració n o método de adició n está ndar.
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Determinación de cromo (Cr3+)
Gravimetría. Precipitando hidró xido de cobre Cu(OH)3. É ste se calcina, formá ndose
Cr2O3.
Volumetría de complejació n. Se realiza una volumetría indirecta, ya que el Cr 3+ reacciona
lentamente con EDTA (hay que calentar a ebullició n). Se genera un complejo con EDTA,
y se valor el exceso de EDTA con Zn2+.
Espectrofotometría UV-Visible. Se debe oxida el Cr 3+ a Cr6+ (en caliente) para formar
dicromato (Cr2O72-) en medio á cido. Método de curva de calibració n.
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Resumen Mó dulo Zerga
5. Fuentes de error. Por un mal muestreo, mala preparació n de la muestra, mal aplicació n del
método, etc.
9. Discusió n y resolució n adecuada del problema. Para ello es fundamental realizar una clara
identificació n del problema.
Métodos de medida
Los métodos de medida se clasifican en los clá sicos o instrumentales.
Clásicos. Se aprovecha un cambio notable como puede ser la variació n de color de un indicador
o la formació n de un precipitado só lido susceptible de ser filtrado y pesado. Bá sicamente,
comprenden las gravimetrías y volumetrías. Estos métodos se pueden emplear si las reacciones
cumplen ciertos requisitos:
3.- La reacció n debe ser sensible, es decir que el analista tiene que ser capaz de observar
5.- El ideal es que la reacció n entre el analito y el reactivo sea específica, es decir que só lo
el analito reacciona con el reactivo. Esto no siempre se cumple y en la mayoría de los casos
el analista se contenta con que el reactivo sea selectivo, o sea que reaccione con el analito
de interés y también con algunas especies semejantes
Derivatización: consiste en transformar una especie difícil de medir por éstos métodos en otra
de medida má s fácil y confiable.
Las técnicas de gravimetría fueron las primeras en ser estudiadas y aplicadas de un modo
sistemá tico. Se basan en la medida del peso de un só lido formado durante una precipitació n, o
del peso de un só lido remanente de una operació n de secado. También se puede medir el peso
de un extracto seco, resultado de evaporar una solució n que viene de una extracció n con
solventes. Esta es una gravimetría sin reacció n química.
La ventaja de este tipo de métodos radica en una gran exactitud con muy buena
reproducibilidad.
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Su principal desventaja es el tiempo que se demora en obtener resultados. Esto es
consecuencia de los distintos procesos y operaciones necesarios para obtener un precipitado
exento de impurezas.
Por otra parte, exige el mayor de los cuidados para no contaminar el material y para evitar
pérdidas mecá nicas de muestra, ya que son técnicas con muchos pasos antes de llegar a la
etapa final de pesada.
Ejemplo clá sico de esta técnica es la determinación de sulfatos, donde la medida se realiza a
través de la pesada del sulfato de bario precipitado por reacció n del problema con un exceso de
sal de bario.
Las técnicas volumétricas hacen uso de los cuatro tipos de reacciones clá sicas: á cido-base, de
precipitació n, redox y de formació n de complejos. Las volumetrías se pueden clasificar en
directas e inversas (también denominadas volumetrías por retorno). En las volumetrías
directas se agrega desde bureta una cantidad de solució n valorante a una alícuota exactamente
medida de solució n problema hasta el viraje de un indicador. En las volumetrías indirectas se
hace reaccionar en una primera etapa al analito a medir con una cantidad exactamente conocida
de valorante en exceso. Finalmente se titula el exceso de valorante con otra solució n de título
conocido. Estas valoraciones se emplean en ocasiones especiales.
Enmascaramiento. Esta técnica se utiliza para mejorar las determinaciones de ciertos analitos
en presencia de sustancias que normalmente interferirían en los resultados.
Por ejemplo, se puede medir Mn2+ por valoració n con EDTA en una solució n que
contiene una especie interferente como el Zn 2+. Ambas especies reaccionan del mismo
modo frente al complejante EDTA. Sin embargo, el agregado de una cantidad de ió n
cianuro (CN-) forma un complejo muy estable con el Zn2+ y no reacciona frente al Mn2+.
Entre las desventajas de las volumetrías se pueden citar la necesidad de contar con una
variedad de indicadores, la dificultad para trabajar sobre muestras turbias y/o coloreadas y
la cantidad de muestra a emplear, habitualmente del orden de uno a cuatro miliequivalentes,
lo que nos indica una baja sensibilidad.
Otra dificultad habitual está en la latitud de los indicadores, esto es, en el volumen, por lo
general del orden de tres a cinco gotas de reactivo necesarias para un cambio de color bien
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definido, lo que acarrea una pequeñ a incertidumbre respecto del verdadero valor de punto
final.
Métodos electroquímicos.
iii. Coulombimetría. Se realiza una electró lisis controlada, que emplea una fuente de
intensidad constate. Se mide la corriente que circula y el tiempo que demora en
generar el reactivo necesario para completar la reacció n con una cantidad
medida del analito problema. El producto de intensidad de corriente por tiempo
es una medida de la cantidad de carga eléctrica que atravesó el circuito y
siguiendo la ley de Faraday, una medida de la cantidad de analito presente.
Ejemplo de aplicació n: bromo (Br2).
i. Métodos dispersivos.
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Espectrofotometría de absorció n ató mica. Un á tomo, en su estado
electró nico fundamental, en el seno de una llama, es excitado a niveles
superiores por absorció n de energía radiante de longitud de onda adecuada.
La radiació n de excitació n es emitida por la denominada lá mpara de cá todo
hueco. Esta lámpara posee un cá todo construido en un metal (por ejemplo,
plomo) y emite líneas de radiació n correspondientes al espectro de ese
elemento. Estas técnicas son extremadamente sensibles y su uso queda
restringido a metales al nivel de trazas (ppm o partes por milló n).
ii. Aná lisis térmico diferencias. Por medio de estas técnicas es posible estudiar las
variaciones de entalpía asociadas a los cambios estructurales que suceden en
una muestra a medida que se la somete a un calentamiento programado.
Métodos cromatográficos.
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rellena de una fase estacionaria que compite por los solutos con una fase mó vil
líquida. A diferencia de la CG, puede tratar sistemas poco volá tiles y una amplia
variedad de especies, siendo má s versá til.
La HPLC ofrece numerosas ventajas: permite separar, identificar y cuantificar
aniones orgá nicos e inorgá nicos, cationes, antibió ticos, colorantes, antioxidantes,
proteínas, aminoá cidos, pesticidas, etc.
Una vez elegido el método analítico habrá que ponerlo a punto. Esto significa que se deben
hacer ensayos con patrones hasta hallar el conjunto de condiciones (concentració n, pH,
temperatura, etc.) má s adecuado para la determinació n. Es necesario conocer el rango de
concentraciones en el que la respuesta del sistema es correcta. Esto se conoce como rango
dinámico del método. Los sistemas de medida má s adecuados son aquellos en que la respuesta
es una función lineal de la concentració n del analito. Muchos métodos responden de modo
lineal en una regió n acotada de concentraciones. Si la concentració n supera cierto valor la
respuesta deja de ser lineal y esa zona no sirve para determinaciones exactas. Es conveniente
ademá s saber la sensibilidad del método ante ligeras variaciones en la cantidad de analito. Se
debe determinar la cantidad mínima de analito capaz de ser medida con exactitud.
Este tipo de pruebas previas es indispensable para un buen conocimiento del alcance y
limitaciones del método. Permite ademá s un conocimiento de las potenciales fuentes de error.
Un método analítico nuevo jamá s debe ser ensayado directamente sobre una muestra problema.
Estas pruebas previas se deben realizar empleando sustancias patró n de la má xima pureza. Para
muchas determinaciones existen sustancias de referencia denominadas patrón primario. Si no
dispone de un patró n primario hay que utilizar el reactivo má s puro disponible.
El analito suele estar acompañ ado de una serie má s o menos compleja de otras especies,
denominada matriz de la muestra. Es comú n que el analista desconozca su composició n
cualitativa y cuantitativa. Esta matriz puede incluir especies capaces de interferir en la
determinació n de nuestro analito. La habilidad del analista consiste entonces en identificar y
cuantificar correctamente la especie buscada, a pesar de la matriz muchas veces adversa.
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Toma de muestras
Para medir propiedades de un material (concentració n, pH, contenido de humedad, niveles de
contaminantes, etc.) se toman porciones que se destinan al aná lisis y se denominan muestras. El
criterio fundamental es que las muestras deberá n tener una composició n cualitativa y
cuantitativa igual o muy similar al conjunto de material de donde fueron tomadas.
Consideraciones:
Figura 1. Cuarteo.
Este material se muele y tamiza a través de una malla má s fina y se repite el proceso. Esto
garantiza una mayor homogeneidad y al aumentar la superficie del só lido se facilitan
procesos tales como disolució n o ataques por diferentes reactivos.
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metal obtenidos de la superficie son representativos del total, por lo se debe muestrear el
interior del só lido. En el caso de barras o lingotes, se puede limar la pieza y tomar el serrín
acumulado, o bien, se puede taladrar al azar, tomando como muestras las virutas
formadas.
Gas libre en gran cantidad. Se puede llenar un tubo con el gas, desplazando el aire que
en principio contienen estos recipientes. Luego, se cierran sellando sus extremos.
Gas de forma inaccesible al operador. Por ejemplo, una muestra de gases existente en
un horno o en una tubería. Se realiza un orificio en las paredes del recipiente y se
introduce un tubo provisto de una camisa de refrigeració n, que conduce al gas al aparato
de aná lisis (aná lisis automá tico).
PRESERVACIÓN: se deben tener en cuenta los factores que afectan las características de una
muestra. Humedad, temperatura, luz, oxígeno, características del envase, pueden gravitar sobre
la calidad de una muestra.
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Preparación de las muestras
De todas las muestras que llegan al laboratorio son muy pocas las que se encuentran en
condiciones de hacer sobre ellas las medidas analíticas de un modo inmediato. En la inmensa
mayoría de las veces las muestras recibidas deben ser ajustadas a condiciones adecuadas antes
de hacer las determinaciones. Esto abarca un amplio rango de operaciones y procesos de
complejidad muy diversa. En esta etapa se producen las fallas má s notables del laboratorio: es
un caso harto comú n el de buenas determinaciones hechas sobre muestras mal preparadas, que
conducen a resultados erró neos.
Por lo general, el analista trabaja con soluciones, lo que obliga a disolver las muestras, sean
estas só lidas o gaseosas. En la mayoría de los métodos se trabaja con soluciones acuosas,
aunque en muchas ocasiones es necesario emplear otros solventes. La bibliografía indicará el
solvente (o mezcla de solventes) má s adecuado en cada caso. Un punto importante a considerar
es la polaridad de la especie a disolver: recordar que los iguales disuelven a los iguales.
En el caso de una especie de solubilidad desconocida, se comienza probando con agua fría y
caliente. Luego, con á cidos diluidos y concentrados, en frío y en caliente.
Otro caso frecuente es la disolució n de ácidos orgá nicos cristalinos. Por lo general, la
solubilidad de estas sustancias es baja. Mucho má s solubles son las sales só dicas o
amó nicas, por lo que se emplean soluciones bá sicas para disolver ácidos.
En minerales con silicatos es necesario un ataque especial con iones fluoruro, ú nicos
capaces de disolver estas especies.
Disgregación. Es un recurso extremo que se emplea en aquellos casos en que las muestras
resisten ataques ácidos, alcalinos, oxidantes y sus combinaciones. Consiste en mezclar una
muestra só lida, finamente dividida con otra sustancia só lida (fundente) en amplio exceso
respecto de la muestra. Esto forma una mezcla eutéctica que funde a una temperatura menor
que las de las especies por separado. En el fundido, por acció n de masas, se produce un
intercambio de cationes. El fundido se enfría y se obtiene un só lido soluble.
La disolució n de una muestra puede ser un problema serio. Ningún ensayo analítico será
válido en tanto que la disolución de la muestra no sea completa.
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2.- Ajuste de concentración.
Es comú n que las muestras líquidas o provenientes de la disolució n de un só lido tengan una
concentració n superior a la conveniente para el ensayo. Esto se corrige por medio de una
dilució n.
se debe respetar el tiempo de escurrimiento de una pipeta. Estos tiempos mínimos está n
tabulados por el fabricante y deben ser respetados para lograr un trabajo correcto.
se deben descartar aquellas pipetas con la punta deteriorada, ya que son otra fuente de
error.
Las diluciones deben homogeneizarse antes de tomar porciones para los ensayos.
En ciertos casos es necesario aumentar la concentració n del analito para llevarlo al rango ideal
de trabajo. Esto se da con frecuencia en la determinació n de trazas.
En el caso de soluciones acuosas lo má s sencillo es evaporar el solvente con los cuidados del
caso: se debe prestar especial atenció n al tratar de concentrar solutos volá tiles o lá biles
(capaces de descomponerse por calentamiento).
Otra forma es a través de una extracció n en fase só lida. Para ello, se emplean pequeñ as
columnas rellenas de una fase estacionaria capaz de retener con alta eficiencia a determinados
tipos de sustancias. Las especies retenidas en la columna se recuperan por medio de solventes
adecuados.
Variació n de volumen por dilatació n. Antes de medir una alícuota a una temperatura alta,
se debe ajustar la temperatura a 20°C en bañ o de agua ya que, de lo contrario, el volumen
de la alícuota será distinto al valor previsto por la dilatació n del vidrio y por la dilatació n
de la solució n problema.
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Variació n de masa por volatilizació n. Una muestra caliente perderá peso por volatilizació n
del solvente agua, haciendo inestable la lectura de pesada.
pH-metro. Por ejemplo, la temperatura se debe mantener constante para la medida del pH
y para evitar las variaciones de solubilidad con la temperatura.
El ajuste de pH es una prá ctica comú n a muchas determinaciones. Por ejemplo, en el caso de una
volumetría de formació n de complejos (complejometría) las condiciones ó ptimas de trabajo
incluyen un valor de pH definido y constante. Esto se logra por el agregado de soluciones
reguladoras (buffers) y su control y ajuste posterior, lo que permite trabajar en condiciones de
selectividad imposibles de lograr de otra manera.
También hay ajustes de pH, muchas veces críticos, en técnicas cromatográ ficas, de
espectrofotometría y electroquímicas. Muchas reacciones se desarrollan dentro de un rango
acotado de pH.
Este es un tipo de tratamiento previo muy frecuente ya que muchas veces el analito se
encuentra en una matriz orgá nica compleja, lo que impide su identificació n y cuantificació n.
Existen dos tipos: vía seca o vía hú meda.
Vía seca. Se basa en la calcinació n del material hasta llevarlo a cenizas. Por ejemplo, para
determinar cloruros: secar a 100°C, moler, pesar, calcinació n completa (en mufla) y, luego, las
cenizas frías se extraen con agua, quedando de este modo los iones en solució n.
Vía húmeda. Se basa en la utilizació n de á cidos inorgá nicos fuertes (HNO3, HCl, H3PO4, H2SO4).
También existen equipos especiales para realizar la destrucció n de la materia orgá nica, tales
como combas y digestores.
Es frecuente la transformació n del analito en otra especie má s fácil de cuantificar. Esto obliga al
empleo de reactivos auxiliares que deben cumplir varios requisitos:
Otro ejemplo: El contenido de Na en un ácido orgá nico só lido cristalino se puede medir por
medio de una espectrometría de emisió n en llama. Esto obliga a disolver la muestra en un medio
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exento de iones sodio. A esto se agrega la dificultad adicional de la poca solubilidad de muchos
á cidos orgá nicos en agua, por lo que es preciso transformarlos en su correspondiente sal de
amonio, mucho má s soluble. Esto se consigue por agregado de una solució n acuosa de amoníaco
(exenta de sodio).
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Separaciones
Separaciones químicas.
Destilació n
Cromatografías.
Intercambio ió nico.
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Precipitació n.
Separaciones físicas.
Filtración.
La filtració n de coloides como hidró xidos o materiales bioló gicos suele ser una
operació n difícil, ya que se tapan los poros del filtro. En estos casos es conveniente usar
ayudas filtrantes. Es comú n el uso de celulosa cristalina o de tierra de diatomeas que se
agregan a la suspensió n a separar. Estos inertes permiten la formació n de canales por
los que fluye líquido sin que bloqueen los poros del filtro.
Decantación.
Centrifugación.
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