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SEGUNDA PARTE

En esta sesión aprenderemos sobre:

• La necesidad de una Revelación especial (1ª Corintios 2:9,10)

La necesidad de una Revelación especial


(1ª Corintios 2:9,10)

Las verdades divinas reveladas a los profetas y apóstoles, se refieren, básicamente a tres áreas:

- El carácter de Dios, o cómo es él en sus atributos personales.


- La voluntad de Dios, o cómo desea él que viva su pueblo.
- Los planes de Dios en la historia, o qué cosas ha estado haciendo Dios y qué cosas hará como parte
de su proyecto universal.

Ahora bien, el apóstol Pablo dice en Romanos 1:20:

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen


claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio
de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”

En Salmos 19:1, leemos:

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus


manos.”

Encontramos cuatro conceptos en estos pasajes: al observar la Creación, el


hombre adquiere una intuición, una tenue sospecha sobre la autoría divina
de la Creación (“la obra de sus manos”), sobre la naturaleza divina del
Creador (“deidad”), sobre su poder y su gloria. Pero eso y nada más. Con
sólo observar lo compleja e inteligente que ha sido la obra de Dios en la
Creación, no podemos llegar a comprender aspectos más profundos sobre
la realidad divina, cosa que se nos hace imperiosa si es que queremos
relacionarnos con Dios adecuadamente. Esta intuición a través de la
observación no puede, por ejemplo, darnos información acerca de:

- La santidad infinita de Dios y su repulsión hacia el pecado.


- Su amor por el hombre pese a ser este, pecador.
- Su diseño y voluntad para la vida sexual y familiar del hombre
- Sus planes de enviar a su Hijo a sufrir el castigo por nuestro pecado.

Para que estas verdades llegaran a nosotros se necesitaba un canal especial independiente de la observación
sensible. ¿Ya sabes cuál fue ese canal?

La R__________________ B_________________.

Estas verdades acerca del carácter, la voluntad y los planes de Dios, son las “cosas
grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3) ni podrías llegar a conocer a
través de tus limitadas facultades naturales, una de las cuales es la observación
sensible, aquella de la que nos hablan pasajes como Salmos 19:1 y Romanos 1:20.

Sin embargo Dios, en su misericordia; comunicó sobrenaturalmente esta


información a sus profetas y apóstoles a fin de que quedaran registradas para
nosotros.
La revelación de los planes de Dios
Nadie podía, pues, con sólo observar la complejidad de la Naturaleza; arribar a una comprensión adecuada del
significado de la venida de Cristo, de la manera en que su obra nos puede reconciliar con Dios y de cuál es la
forma correcta de seguirle. Igualmente, esta observación no nos podía decir nada sobre lo que le espera a la
humanidad en el marco del Plan Universal de Dios.

Una Revelación especial se hacía necesaria aquí. Gracias al ministerio de los profetas y de los apóstoles, la
Iglesia cuenta con ella.

ACTIVIDAD: Lee Isaías 53:3-12 y comenta con tus


compañeros de clase sobre la revelación de los
padecimientos de Cristo al profeta Isaías 600 años
antes de que estos tuvieran lugar.

La revelación de la voluntad de Dios


En Australia, la sociedad de los Aranda, practica un peculiar tipo de boda. El día que el novio y la novia
contraen nupcias, todos los varones de la familia del novio tienen relaciones sexuales con la novia.

Los griegos de los tiempos de Cristo veían al homosexualismo como un comportamiento sexual aceptable y lo
practicaban de modo generalizado.

¿Por qué razón estos pueblos no arribaron a una comprensión adecuada de aspectos tan
cruciales de la vida como la sexualidad, la paternidad y la familia, haciendo un uso
inadecuado de los mismos; pese a la estrecha relación con la Naturaleza en el caso del
primero, y al desarrollo tan avanzado de la filosofía (“amor por la sabiduría”) en el caso
del segundo? (Marca la opción correcta).

a. Porque no observaron lo suficiente


b. Porque no filosofaron lo suficiente
c. Porque les faltó una revelación del Creador de la sexualidad

Ni la cercana e intensiva observación de la Naturaleza en el caso de los aborígenes, ni la profunda y


sistemática reflexión acerca de la moral, el conocimiento, el ser, la divinidad, el alma, entre otras disciplinas
filosóficas en el caso de los antiguos griegos; pudieron instruir a sus sociedades acerca de los estándares del
Creador para instancias tan básicas de la vida. Sólo en sociedades donde la Revelación judeocristiana tuvo
algún impacto, prácticas aberrantes como las mencionadas líneas arriba perdieron considerablemente su
fuerza.

Antes de continuar, usa el anexo “Sociedades a oscuras” y


comenta acerca de las consecuencias de una ausencia de
Revelación especial sobre aspectos prácticos de la vida.

Sin embargo, las prácticas paganas no fueron desarraigadas del todo. ¿A qué
se debió esto? Se debió a que es en la sociedad cristiana, en la Iglesia;
donde la Revelación reclama una aplicación directa e integral. Sólo en el
seno de las comunidades cristianas se puede exigir que los estándares divinos
se sigan a cabalidad. La Iglesia no puede imponer los valores y estándares de
la Revelación, los cuales son un legado suyo, a sociedades no cristianas. Su
misión consiste más bien en llamar a individuos, invitándolos a formar parte
de ella y a adoptar, por libre elección, sus valores y estándares.
¿Pero, porqué el hombre no puede llegar a un conocimiento de la voluntad divina para su vida práctica a
través de procesos naturales como la observación y la reflexión? ¿Por qué era necesaria una Revelación
especial aun en temas aparentemente tan comunes como estos? La Biblia da una concisa y convincente
explicación:

La naturaleza pecaminosa del hombre, la cual se introdujo en


sus genes con la Caída; siempre interfiere con una adecuada
comprensión de la vida, en todos sus aspectos.

Antes de la Caída, el ser humano podía captar claramente a


través de las leyes naturales que regían la Creación,
principios morales que reflejaban la santidad del Creador. La
humanidad primigenia podía leer en la Naturaleza, como en
un libro abierto, las leyes morales y espirituales establecidas
por Dios para regir el Universo. (Génesis 3:3,22) Hoy esta
percepción de lo espiritual se encuentra seriamente
oscurecida por tres razones:

Primero, la Creación entera entró en caos después de la Caída,


volviendo ilegibles las señales del Creador contenidas en ella,
aun en nuestros propios cuerpos (Romanos 8:22; Isaías 65:17),
segundo; la mente pecaminosa del hombre natural, adquirida
con la Caída; tiende a desviarse continuamente del diseño divino en toda área de la existencia (Romanos 8:7) y,
tercero; así como lo hizo con Eva, Satanás ha seguido usando de su astucia para engañar a la percepción de sus
descendientes (2 Corintios 11:3; Apocalipsis 12:9). Por lo tanto, era necesaria una Revelación especial que nos
alumbrara el camino de retorno al diseño original del Creador.

El Apóstol Pablo dice del hombre no regenerado y su cultura: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1:28), Y
también: “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural
por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y
recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” (Romanos 1:26-27)

El extravío de la especie humana tiene su origen en su falta de guía divina. La Biblia dice que Dios mismo ha
privado al hombre rebelde de esa guía para que sufra las consecuencias de su rebelión; dice que “Dios los
entregó a una mente reprobada para hacer cosas que no convienen”. Pero a quienes han vuelto a reconocer la
soberanía de Dios y le han buscado en aras de una reconciliación, Dios los ha tomado bajo su cobertura y les
ha dado la guía que necesitan para vivir una vida santa y bendecida. Es en su Revelación donde Dios provee
esta guía a su Pueblo; sin esta Revelación, habría sido imposible que Dios pudiera mostrarnos jamás la
manera de vivir conforme a su voluntad.

Marca Verdadero o Falso según corresponda

1. La mente caída del hombre natural puede llegar a interpretar correctamente su realidad. ( V ) ( F )
2. Se necesitó de una Revelación especial también sobre aspectos de la vida cotidiana como la
sexualidad, la familia, la paternidad, etc. ( V ) ( F )
3. La Revelación influyó en la vida de las sociedades donde la Iglesia se desarrolló ( V ) ( F )
4. La Revelación es el legado de la Iglesia ( V ) ( F )
5. La Iglesia puede imponer por la fuerza a las sociedades en medio de las cuales se desarrolla, los
estándares divinos contenidos en la Revelación ( V ) ( F )

ACTIVIDAD: Hace algunos años, dos pastores que fueron elegidos congresistas,
quisieron subir una ley que prohibiría el uso de la minifalda en las oficinas del
sector público, ya que según ellos, su uso promovía la inmoralidad sexual entre
los funcionarios del Estado. Hace unos meses, un arzobispo católico criticó el
reparto de preservativos en los colegios del Estado porque según él, atentaba
contra la castidad de los jóvenes peruanos. Reflexiona sobre la lucha política de
ciertas iglesias por imponer mediante el uso del poder político, valores éticos
provenientes de la Revelación, sobre una sociedad que no es cristiana por
La revelación del carácter de Dios
Hay que destacar el hecho de que el hombre natural no sólo no puede interpretar adecuadamente su propia
realidad, sino que además; es incapaz de formarse una idea adecuada sobre Dios mismo.

Casi todas las culturas han llegado a concebir vagamente la idea de un Dios Supremo y,
sin embargo, esta concepción ha sido siempre inexacta e incompleta, quedándose en el
ámbito de lo insustancial y misterioso. Los incas, por ejemplo, concebían al Dios
creador del universo como una divinidad andrógina, es decir; un dios hermafrodita
dotado de ambos sexos (sexos humanos). Además de provenir de una concepción errada,
esta figura misteriosa y lejana era opacada por la existencia de una infinidad de
divinidades menores, las cuales le resultaban a la gente más cercanas a su experiencia
cotidiana.

Este Dios así concebido, sin Revelación; ha sido siempre un Dios lejano y vacío de contenido, uno que nada
tiene para decir acerca de sí mismo y que nada puede demandar del hombre. Por lo tanto, es un Dios que tiene
muy poco que ver con la vida real. Más cercanos, como dijimos, son los ídolos de madera que la abuela
guarda bajo la almohada y a los cuales ella atribuye, según sus propias expectativas y necesidades, los
atributos que mejor le parecen.

¿Puede la figura de un Dios que no proviene de la Revelación, competir con los ídolos de la imaginación
popular? SI ( ) NO ( )

Sólo un Dios capaz de hablar y manifestar sus exigencias, sus planes y su modo de
ser, sería capaz de vencer en la batalla contra dichos fantoches. Pero las sociedades
paganas carecen de dicha Revelación; de ahí el politeísmo generalizado entre todas
ellas. Sólo el pueblo judío fue formado y preparado con el fin de recibir el antídoto y
difundirlo luego entre todas las culturas. Romanos 3:1,2, dice:

“¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas
maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.”

Para ser más exactos, diremos que no se trató de dicho pueblo en su totalidad, sino de un grupo especial de
judíos, los profetas y los apóstoles:

“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y
antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” (Jeremías 1:4-5)

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él…
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según
el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los
que primeramente esperábamos en Cristo.” (Efesios 1:3-4, 11,12)

Estos dos pasajes se refieren a los P_______________ y a los A__________________


respectivamente.

Aún hoy es común oír en la radio y en la tele a una nueva clase de chamanes y
astrólogos muy ‘religiosos’, los cuales se encomiendan a cierto ‘Dios’ y aun
desean a sus seguidores que éste ‘los bendiga’. Estos ocultistas no han tenido
jamás contacto alguno con el Dios de la Revelación (si así fuera abandonarían de
inmediato su ‘profesión’). Por lo mismo, el ‘Dios’ al que se encomiendan es sólo
una imagen mental concebida bajo sus propias expectativas, pudiendo convivir
en sus mentes junto a sus detestables ‘espíritus guía’, tal como sucede en toda cultura pagana. Tener la
Revelación o no tenerla, he ahí el dilema.

El objeto de la Revelación
El objeto de la Revelación al instruirnos sobre los atributos, la voluntad y los planes de Dios; es proveernos la
base para establecer una correcta relación con la divinidad.

Imagínate qué triste debe ser desconocer la Revelación divina e ir por ahí a tientas, dependiendo para nuestro
conocimiento de Dios de supersticiones y mitos artificiosos, y de opiniones diversas y contradictorias. ¡Qué
bueno ha sido Dios al darnos su Revelación, la cual nos permite conocerle y acercarnos a él de la manera
adecuada.

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