LECCIÓN 19: LA PRIMACÍA DEL AMOR EN LA ÉTICA CRISTIANA

1. Cuatro acepciones del término "amor", para cuatro aspectos de la vida.

1. "Epithyrrúa". Amor de concupiscencia.
2. "Eros". Amor de posesión sexual.
3. "Philía". Amor de amistad.
4. "Ágape". Amor puro que no pide nada a cambio.

2. ¿Qué importancia tiene el amor para la orientación básica de la conducta?

El amor es como una brújula para el hombre que lo orienta para actuar de cierta manera, guiados por
el Espíritu de Dios no por la carne se va por el camino de la salvación y de la felicidad es decir, de la
vida, de la luz, del amor y de la libertad.

3. Papel del amor dentro de una Ética existencial, en los planos ontológico, psicológico y
específicamente ético.
Las obras malas o buenas del hombre son actos que emanan de su interior y marcan su carácter
personal, si una persona ama, su conducta estará orientada a hacer obras buenas y agradables a Dios,
la fé amorosa estimula al sacrificio y a continuar renovándonos para ser mejores personas.
En el plano psicológico, para la salud mental de la persona, es preciso que ésta busque el modo más
adecuado de realizarse, siendo siempre consciente de lo mucho que puede con la fe en Dios
sintiéndose siempre insatisfecho con lo poco que hace, el amor además de ser el gran estimulante de
la acción es el imán que nos atrae a Dios para ser transformados por Él, y de cierta forma ser como Él,
pues lo que más apreciamos nos atrae como un imán.
En cuanto al aspecto netamente ético del amor los valores presentados por este influyen en la
motivación actuando directamente sobre las ideas y convicciones, sobre los sentimientos y sobre las
mismas decisiones

4. ¿Dónde radica la primacía del amor?

El amor es el mejor de los dones divinos y el camino más excelente para la andadura cristiana porque
sin el amor, todo lo demás no sirve para nada, con amor, toda la conducta marcha a la perfección;
por lo que es capaz de hacer y por lo que no está dispuesto a hacer.

5. Análisis cuidadoso de I Cor. 13

El versículo habla sobre la preeminencia del amor, el mas grande de los dones por que todo lo que
haga sin amor no sirve de nada, ninguna acción que haga en nombre de Dios ni ningún sacrificio
servirá si no hay amor, si no tengo amor nada soy.
El amor es sufrido tiene una inmensa capacidad de aguante, no tiene envidia de los éxitos ajenos, no
es jactancioso no presume lo que hace, no se envanece no se engríe, no es orgulloso, no busca
imponerse por soberbia, está dispuesto a admitir sus defectos y a escuchar razones, consejos y
reproches, no hace nada indebido, indecoroso o fuera de lugar, nada descortés, no busca lo suyo no
es egoista mas bien altruista. No se irrita, no es propenso a la susceptibilidad ni a ofenderse por
injurias de cualquier clase, no guarda rencor, tiende a pensar bien de las acciones de los demás, no es
suspicaz, no busca malos motivos en las acciones ajenas, no almacena resentimientos ni recuerdos de
ofensas ajenas. No se goza de la injusticia se duele de todo mal, de toda desgracia, de toda injusticia.
Mas se goza de la verdad, se congratula con las victorias de la verdad, del bien, de la justicia. Todo lo
sufre, todo lo excusa, todo lo cubre de bien pensar, todo lo aguanta, lo soporta y lo resiste. Todo lo
cree, el amor se inclina siempre a ver y creer lo mejor de los demás, a tener fe en una bondad ajena.
Todo lo espera, sabiendo la debilidad del hombre pero tomando en cuenta el poder de la gracia de
Dios, para que el fracaso moral de nuestros semejantes no nos desanime. Todo lo soporta es la
constante paciencia del que persevera, no en pasiva resignación, sino en positiva actividad, sin
desmayo, cuando la defensa de la verdad o la salvación de un semejante parece para los demás una
causa perdida.

6. Excelencia y perennidad del amor.

La perennidad del amor significa que el amor es eterno permanece durante esta vida y en la vida
venidera "El amor nunca deja de ser.
Por su excelencia, Pablo termina el capítulo con la frase: "el mayor de ellos es el amor".

7. La "Regla de Oro" y el pragmatismo del amor

La regla de oro se ve reflejada en el versículo Mt. 7: 12, que dice: "todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos,' porque esto es la ley y los
profetas." Asi mismo este versículo nos muestra el pragmatismo del amor que se muestra a dos
niveles: individual y social. A nivel individual por ser consecuencia directa del segundo gran precepto
de la Ley (Lev. 19: 18): "amarás a tu prójimo como a ti mismo y a nivel social, porque el creyente es
salvo para formar una congregación, para entrar en una comunidad, que es la Iglesia, Cuerpo de
Cristo.

8. Aspectos éticos que emergen del carácter comunitario de la Iglesia.

En cuanto al dar y al darse, en cuanto al soportar mutuamente: las cargas, los trabajos, los defectos,
etc. La Iglesia tiene el derecho y el deber diacrítico y diatáctico de juzgar lo malo y lo bueno de la
propia congregación y de disciplinar a los que no se comportan como exige el buen nombre de
cristiano, pero se deberán utilizar siempre los recursos del amor y de la oración.