Está en la página 1de 5

Universidad de Quintana Roo – División de Ciencias de la Salud

Materia:

Farmacognosia

Profesora:

Alma Karina Tzec Nahuat

Alumna:

Diana Barrera Curiel

17-22173

Actividad:

Tarea 1. Resumen.

Fecha de entrega:

26-08-2020

“Fructificar la razón, trascender nuestra cultura”


El conocimiento y manejo de los recursos naturales o vegetales para subsidiar diferentes
necesidades se ha utilizado desde de los años 120 a.C. hasta 2020 d.C. y tuvo gran
importancia en distintas civilizaciones como: la hindú, asiática, egipta, etc., esto fue debido
a que se utilizaban los cultivos, minerales y animales para el alivio de las enfermedades o
problemas médicos. Sin embargo, no fue hasta 1815 que el estudio de las sustancias
naturales fue nombrado farmacognosia por primera vez por Seydler en una de sus
publicaciones titulada “Analecta pharmacognostica”. La palabra farmacognosia significa
“conocimiento de los fármacos”, que proviene del griego pharmakon que significa remedio,
y de gnosis que significa conocimiento. En diferentes países se le ha dado un significado
diferente a la palabra farmacognosia, sin embargo, la denominación general aceptada a
nivel mundial es: la ciencia encargada del estudio de las sustancias de origen natural con
aplicación farmacéutica. De igual manera, los objetivos de la farmacognosia son los
mismos aquí y en china. Entre los objetivos podemos encontrar la práctica de otras ciencias
como farmacología, química orgánica, química farmacéutica, entre otras.

Gracias a la necesidad, la curiosidad de las personas alcanza nuevos conocimientos. Los


hombres encargados de la caza observaban como los animales que se encontraban enfermos
recurrían al consumo de diferentes vegetales para su sanación. Imitar esta conducta llevó a
nuestros antepasados al conocido ensayo y error para la mitigación del dolor y sanación.
Por otro lado, las respuestas ante la recolección y consumo de diferentes plantas no fueron
del todo positivas, al desconocer por completo el origen y sustancias de las plantas,
nuestros antepasados padecieron de alucinaciones e incluso provocaron su muerte.

Estos fenómenos inexplicables de sanación y muerte dieron lugar a las creencias mágico-
religiosas que con el tiempo se desarrollaron extensamente. Con el paso de los años, las
creencias se solidificaron, proporcionando una mezcla entre magia, religión y la ciencia
médica, el cual era practicada por brujos o “chamanes”. El chaman era aquel conocedor y
practicante del uso de los recursos naturales, utilizándolos para sanar o matar.

Por otro lado, la civilización asiática desarrolló el uso de los recursos naturales para su
bienestar, los cuales tuvieron características similares a los indicios de nuestra civilización
y estuvieron relacionados estrechamente con el aspecto mágico-religioso. En esta cultura el
arte de curar se consideró como sagrado, por lo que era exclusivo para cierta cantidad de la
población. A pesar de que los procedimientos descritos para la utilización de los recursos
naturales eran faltos de respaldo científico, se observaba que sus autores tenían gran
capacidad de observación y sentido común. Esta cultura sabía la importancia de conocer las
propiedades alimenticias, curativas y tóxicas de las plantas y animales que habitaban a su
alrededor.

Existen registros de medicinas vegetales datados aproximadamente en el 2500 a.C., había


formularios terapéuticos mesopotámicos escritos en tabillas, repletos de listas de drogas,
redactadas cuidadosamente. Estos formularios sumaban aproximadamente 250 plantas, 120
substancias minerales y 180 remedios de origen animal que poseían propiedades
medicinales. El códice de Hammurabi es quizá uno de los primeros documentos detallados
por el rey de babilonia en los años 1730 – 1685 a. C., el cual contiene numerosas
referencias sobre el uso de plantas curativas que hasta la fecha siguen siendo utilizadas. En
el reinado de Mardukapaline II están construidos los jardines donde se cultivaban alrededor
de 64 especies de plantas con propiedades medicinales, entre las que destacan el beleño, el
eléboro, la mandrágora, el cáñamo, y la adormidera.

Si bien, la cultura china tuvo gran destaque en el estudio de las plantas, animales y
minerales con fines terapéuticos. Estos conocimientos fueron plasmados en compendios, el
cual el más importante es el llamado Pen tsao Kang-mou escrito por el emperador Shen
Nung en el año 2697 a.C. De igual manera, el uso de las hierbas y del té medicinal chino
sigue vigente, así como diversas técnicas curativas con la acupuntura, utilizada para
diversas enfermedades. También aportaron el conocimiento del uso del alcanflor, la
efederina, el ginseng y el látex de opio.

Otra de las civilizaciones que más aportó a nuestro saber fueron los hindúes. Este tipo de
medicina tuvo un gran progreso en la cirugía, utilizaban plantas que poseían propiedades
anestésicas y narcóticas, como la marihuana. De igual forma, desarrollaron antídotos contra
mordeduras de diversos tipos de serpientes venenosas y fueron los primeros en utilizar
presentaciones farmacéuticas como ungüentos, infusiones y electuarios1.

Gran diversidad de civilizaciones aportaron todo el conocimiento que el día de hoy


tenemos. Entre los más destacados a mi parecer fueron la civilización asiática y la hindú,
sim embargo, las aportaciones del antiguo Egipto nos permitieron clasificar a aquellas
plantas y animales que tenían el poder de curar, enfermar o matar. Mucho de ese
conocimiento quedó plasmado en grandes compendios que hoy conocemos como papiros.
Existen gran cantidad de papiros que muestran gran sabiduría de cada región. Gran cantidad
de este conocimiento reflejado en los papiros fue llevada a Europa, influyendo de manera
importante en el desarrollo de la farmacia, la medicina y la farmacognosia.

Todo el proceso llevado acabo por nuestros antepasados permitieron definir el estudio y los
objetivos de la farmacognosia, entre estos podemos encontrar que se busca determinar el
origen sistemático, la especie (vegetal o animal) de la que procede la droga. Se busca
establecer las características morfoanatómicas, tanto macroscópicas, microscópicas y
organolépticas que permitan la caracterización de la droga2. De igual manera, la
farmacognosia busca investigar métodos para producción de drogas que contribuyan con el
cultivo, recolección, conservación, extracción de principios activos, etc. Por último, el
control de la calidad de las drogas también es considerado como objeto de la ciencia, de
este modo se asegura la ausencia de productos tóxicos y se evitan adulteraciones y
falsificaciones2.

Es importante considerar que sin todo el estudio/proceso realizado por nuestros


antepasados, no podríamos conocer toda la información obtenida acerca de los recursos
naturales, no seriamos específicos al momento de querer sanar una enfermedad, no
obtendríamos todos los nutrientes necesarios para estar saludables, todo el tiempo invertido
en el estudio de diferentes substancias ha mejorado nuestra calidad de vida año con año. Sin
embargo, el tener toda esta información no quiere decir que hemos conocido todas las
verdades y misterios del mundo con respecto a los recursos naturales, el estudio realizado
por nuestros antepasados fue solo el inicio de algo más grande. Es el momento de
aprovechar los conocimientos ofrecidos por nuestros profesores para hacer crecer nuestra
curiosidad y seguir ofreciéndole al mundo y a las futuras generaciones una mejor calidad de
vida, aun mejor que la nuestra.
Referencias:

1. Vieyle Cortez Gallardo, Juan P. Macedo Ceja, Mauricio HernándezArroyo.


Farmacognosia: breve historia de sus orígenes y su relación con las ciencias
médicas. Rev Biomed 2004; 15:123- 136.
2. Claudia Kuklinski. Farmacognosia: Estudio de las drogas y sustancias
medicamentosas de origen natural. 1ra edición. Omega. 2003.

También podría gustarte