Está en la página 1de 2

Daniel Medina Galvis

Catedrático fui de teosofía y eutrapelia, gimnopedia y teogonía y pansofística en


Plafagonia;
GREIFF
Si podemos decir que Greiff escribió una novela, ésta sin duda sería el Relato de los oficios
y menesteres de Beremundo el lelo, escrita en verso de contorno difuso, y una no poco
rítmica cadencia, en la que hace gala de una erudición muy superior a la de sus compañeros
de oficio: los ingenieros de minas literarias.
En esta obra nos lleva desde la Grecia clásica donde desempeño no pocos gloriosos cargos
mas pocas grandes ocupaciones, pasando por la India de Gautama donde hizo sus mayores
descubrimientos filosóficos, de los que hablaremos en profundidad más adelante, hasta
llegar a los grandes feudos medioevales con sus insignes feudales y pasatiempos, tales
como la cetrería y el axedrez, hilo de épocas, que nos conduce a la época de Gargantúa y
Napoleón; por supuesto, sin dejar títere con cabeza, pues lo mismo conoció bíblicamente a
no pocas santas mujeres aquesto sin obviar a las que lo fueran o de santos de largos
cabellos a quien sirviera de barbero y burlador.
Pero si bien la importancia literaria es innegable, debemos pensar hasta qué punto
Beremundo es un modelo tal como Ulises o don Quijote, puesto que es sin duda es el héroe
del poema -sin ser Maín- pero que parece no representar un ideal real de hombre, puesto
que salta de una época a otra, y entremezcla la realidad con la fantasía; sin embargo, el
mensaje que parece querer darnos con esto es el amor por el ocio aún en las cosas más
serias ¿y qué hay más serio que el trabajo?
El espíritu de Antioquia la grande, es profundamente aristotélico en cuestiones morales,
guiado siempre por el punto medio, salvo en la justicia, que es en sí misma deseable y tan
sólo se da ella o su negación; así mismo es su amor por el trabajo y el conocimiento,
encarnado sin duda en la poesía de León, quien equipara los trabajos más dignos del viejo
continente con los más ruines de la nueva tierra, y es que no podía ser algo distinto en una
tierra de contradicciones, como diría uno de sus herederos “es un paisaje ideal para
místicos, pero allí vive el sindicato antioqueño”.
Así mismo es tierra de contradicciones la poesía de León, la cual contrapone hechos
anodinos con hechos magnos, y a su vez, el héroe de su poema, el ejemplo a seguir, no es
tal si lo pensamos como un hombre con un derrotero de vida establecido, y con unos
valores que lo guíen, sino que es un mero hablar, que bien podría ser un llamado culebrero,
que va a la deriva frente a la vida, y sin embargo, exalta su vida a través de mil trabajos y
peripecias, sin olvidar jamás en ellas el ocio.
También en su poesía podemos encontrar su posición filosófica frente a la vida, y es que es
recurrente en sus obras cierta sentencia muy diciente: “todo no vale nada si el resto vale
menos” que asegura haber aprendido a través de Buda, puesto que este no logró enseñarle
nada. Podríamos calificar esta posición como estoica o solipsista, puesto que en realidad no
dice nada al ser tan profunda, casi como todo lo que escribía, puesto que muchas de las
palabras elegidas, valían tanto en el castellano antiguo que eran consideradas neologismos,
igualmente con esta frase, vale tanto con diversas posiciones filosóficas que no se acomoda
con ninguna.
Respecto entonces, a si es o no posible denominar este poema en cuanto a una guía, puesto
que Beremundo es un modelo de vida, deberemos decir que es el modelo para aquellos que
sienten el profundo llamado del trabajo y el ocio mezclado, que ven en el trabajo una
realización de su ser, pero jamás entenderán el trabajo mecánico y repetitivo, sino sólo el
trabajo movido por el deseo del conocimiento o la aventura. Descubrir nuevos mundos,
siendo aventurero por gracia de tiranos o pirata por desgracia de tales, será infinitamente
superior a ser un godínez o un aburrido ejecutivo; es aquí donde la guía de Beremundo es
necesaria, la guía de un hombre que prefiere vivir a encajar.

También podría gustarte