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I.

Planteamiento
La pregunta que regula el discurso moral de Durkheim se puede plantear de la
siguiente manera: ¿Cómo es posible el orden social? La preocupación de Durkheim por
la “conservación de las sociedades” está muy vinculada al clima intelectual de su
época. El individualismo es para él, un rasgo esencial de la sociedad moderna, que
resulta del progreso de la división del trabajo. El remedio a dicho individualismo,
Durkheim lo plantea como el fortalecimiento de normas morales e instituciones capaces
de mantener vivo el sentimiento de colectividad, sin aplastar al mismo tiempo el
proceso de individuación.
a) ¿Qué es la sociedad para Durkheim?
No es la suma de sus individuos componentes, sino un “sistema” con una realidad y
características independientes de aquellos. Es una explicación de los fenómenos
individuales por el estado de colectividad y no la explicación del estado de colectividad
por los fenómenos individuales.
b) Pesimismo antropológico.
Paralelismo entre Durkheim y Hobbes. Toman al hombre como un individuo dominado
por un egoísmo natural que debe ser disciplinado para no verse arrastrado hacia su
autodestrucción. En De la división del trabajo social Durkheim menciona que “…las
pasiones humanas no se detienen sino ante una fuerza moral que respetan…” “Cuando
se es más libres para satisfacer todos los caprichos, la vida se vuelve menos tolerable”.
Sólo la sociedad, por medio de su capacidad de crear una “vida moral”, es capaz de
“moderar la guerra entre los hombres”.
Relación Freud. “…la sociedad no puede ser formada o mantenida sin que el individuo
realice perpetuos y costosos sacrificios” Freud menciona: “pulsión innata de
agresividad en el hombre, la hostilidad de cada uno contra todos y de todos contra
cada uno” debe ser resistida por lo que él denomina “la cultura”. Entonces la cultura
está ligada indisolublemente con una exaltación del sentimiento de culpabilidad, que
quizás llegue a alcanzar un grado difícilmente soportable para el individuo.
Solidaridad
Durkheim distingue dos tipos de sociedades en función de sus modos de integración: la
“de solidaridad mecánica”, caracterizada por una cohesión social muy fuerte basada en
una “conciencia colectiva”. la sociedad “de solidaridad orgánica”, que se caracteriza
por una conciencia colectiva débil, por la emancipación del individuo respecto al
grupo y por un derecho restitutivo o cooperativo.
II. Moral
El punto de partida de la moral en Durkheim es el mismo que en el de toda su
sociología, el peligro de la desintegración. Para ello debe subsistir un equivalente de
la conciencia colectiva de las sociedades de solidaridad mecánica.
a) Génesis de las normas morales.
Dos líneas diferentes: La primera es el desarrollo histórico de un conjunto de creencias,
a propósito de lo cual Durkheim subraya los lazos entre moralidad y religión a todo lo
largo de la historia. “(…) Debe haber entonces caracteres morales en lo religioso y
religiosos en lo moral…” El segundo camino es —al igual, otra vez, que en el caso de la
religión— la observación de ciertos períodos “de efervescencia creadora o innovadora
[...] en los cuales, bajo la influencia de circunstancias diversas, los hombres son
impulsados a encuentros más íntimos; donde las reuniones, las asambleas son más
frecuentes; los contactos más asiduos; los intercambios de ideas más activos”.
La moral se apoya también en instituciones: la educación, el derecho y el Estado. La
moral es esencialmente relativa. Nuestra concepción de la patria, nuestra concepción
de la familia, están destinadas a evolucionar y evolucionan de hecho ante nuestros
ojos”.
b) Moralidad social y educación moral.
Es necesario atender los conceptos de: «integración», el de «hecho social» y su
característica «exterioridad», y el de la «obligatoriedad» como fundación del hecho
moral. Son modos en los cuales los hombres se vinculan a la sociedad (función de
integración) y el modo en el cual la sociedad regula la conducta de los individuos
(función de regulación).
Para Durkheim nuestra naturaleza es limitada y no debe estar sometida a las fuerzas
exteriores, así, el deseo queda limitado dentro de los límites posibles. «En efecto, la
obligación es un elemento esencial del precepto moral (...). Toda nuestra naturaleza
tiene necesidad de ser limitada, contenida, delimitada (bornée); nuestra razón tanto
como nuestra sensibilidad. Pues nuestra razón no es una facultad trascendente: forma
parte del mundo y, por consiguiente, sufre la ley del mundo. Todo lo que está en el
mundo es limitado, y toda limitación supone fuerzas que limitan.
La actividad humana está regulada externamente por su vinculación con los demás
individuos con los que se relaciona. No hay ser del universo que no tenga algo que ver
con el resto del universo.
 Vinculación entre moralidad social y educación social
El espíritu de disciplina es el antídoto del suicido anómico, mientras que la vinculación
al grupo social lo es frente al suicidio egoísta, y la autonomía de la voluntad actúa
contra el suicido altruista. La educación moral se presenta en Durkheim como garante
de la cohesión social, de la conciencia colectiva, de las representaciones. la sociedad
actúa como elemento unificador de la regulación e integración. No es nuestra tarea —
afirma Durkheim— buscar cuál tiene que ser la educación moral para el hombre en
general, sino para los hombres de nuestro tiempo y de nuestro país. Por consiguiente,
habrá tantas morales como sociedades existan.
Regulación e integración son dos caras de una misma realidad que es la sociedad,
que, como tal, es moral: «toda moral ha de constar de un sistema de deberes que
actúe como un ambiente externo y constrictivo sobre el actor, y de un sistema de
ideales que actúe como presencia interna y atractiva para él; la moral como deber y
como bien”.
«La moral no es un sistema de reglas arbitrarias que el hombre encuentra escritas en
su conciencia o que el moralista deduce desde el fondo de su despacho. Es una
función social o más aún un sistema de funciones que se forma y consolida poco a
poco bajo la presión de las necesidades colectivas».
 Elementos de la moralidad
«Las reglas morales deben ser investidas de autoridad, sin la cual serían ineficaces»,
disciplina, cuyo objeto es regularizar la conducta moral. Es un sistema de reglas de
acción que predeterminan la conducta».
Primer elemento: el espíritu de disciplina; con este elemento se sustrae a la conducta
de la arbitrariedad del deseo y de las necesidades. «el deber de formar la voluntad es
una tarea común y principal de la educación». Cuya finalidad es «formar en el
educando la personalidad».
El segundo elemento: vinculación a un grupo social del que el individuo forma parte. La
vida verdaderamente moral no comienza más que allí donde lo hace la vida colectiva o,
lo que es igual, no somos seres morales más que en la medida en que somos seres
sociales». La vinculación social tiene la misma finalidad en la medida en que el sistema
de ideas, sentimientos, hábitos y tendencias, conciencia, que conforman las personas,
es más rico en contenidos.
El tercer elemento se refiere a la autonomía de la voluntad. El ideal de la autonomía de
la voluntad es un hecho moderno. Una novedad de la moralidad contemporánea a
inteligencia se ha convertido y lo hace cada vez más en un elemento de la moralidad,
un ascenso contantemente mayor a la conciencia. No se habla aquí de un conjunto de
reglas solamente sino que, la moralidad es racional, por ello, «lo que la conciencia
moral reclama es una autonomía efectiva, verdadera, no sólo de un ser ideal sino del
ser real que somos»

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