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DEVUÉLVEMELO

Camila: (Haciendo ejercicio entre las mesas) Odio quedarme callada.

Bruno: (Sentado en una mesa revisa unos papeles) Pero a veces es necesario
que lo hagas. Más ahora si quieres hacer cerrar el trato.

Camila: Eso sí pero ya sabes que me estresa. Aparte ni siquiera dormí bien y
… todo se me junta.

Bruno: Los perros ladraron toda la noche, también a mí me costó dormir pero
no por eso voy a hacer mal las cosas, de esto depende nuestra economía.

Alan: (Entrando por una puerta, toca) ¿Se puede?

Bruno: ¿En qué le puedo ayudar?

Alan: ¿No te alegra verme?

Bruno: ¿Perdón?

Alan: (Señalándose así mismo) ¿Alan, te suena)

Bruno: Yo no conozco a ningún Alan. Debes estar equivocado. ¿Puedes


retirarte?

Alan: (Entrando al lugar en silencio) … Como sea, vengo por mi dinero.

Bruno: Disculpa, pero no sé quién eres ni de qué me hablas.

Alan: Hueles mucho a ajo.

Bruno: Tú no hueles a rosas, precisamente.

Alan: (Sonríe)

Bruno: No te conozco y no tienes nada que hacer aquí, por favor (señala la
puerta).

Alan: Hermanito, solo … mi dinero. ¿Recuerdas? Hace 2 años, estabas en


quiebra…

Bruno: ¿Qué? Claro que no, nunca he estado en quiebra, siempre he tenido…
yo no tengo por qué darle explicaciones a un desconocido.

Camila: (Haciendo sentadillas observa a Bruno).

Alan: ¿Crees en fantasmas, todavía?

Bruno: (Nervioso) Eh…


Alan: (Le da unas palmadas en la espalda) Bruno, mi dinero.

Bruno: Es un mal momento ahora y no todo se explica con palabras.

Alan: No niegues a la familia. Me dejaron esto para ti (saca un reloj de su


bolsillo) Es gratis, tómalo. Es lo único verdaderamente tuyo.

Bruno: (observa a Alan) Yo no me sentía bien con la vida que llevaba por eso
tomé este camino, el dinero es lo único que llena y me da lo que nunca tuve.

Alan: La verdad no cae del cielo. ¿cierto?...¿de quién es el restaurante?

Bruno: Lo tengo desde hace mucho tiempo pero hoy no abrimos.

Alan: ¿De quién es o a quién se lo quitaste?

Bruno: Mío, bueno era de nuestro papá, pero tuve que cerrarlo, lo dejé así para
que al menos pudiera invitar amigos…

Alan: ¿Cuáles amigos? (ríe) Una cosa más que no es tuya.

Camila: (deja de hacer ejercicio, mira desconsrtada a Bruno). ¿No tienes


dinero?

Bruno: Ahora no pero…

Camila: Por eso querías manejar mis negocios. ¡Me largo de aquí!. (sale)

Alan: No todo lo que brilla es plata (ríe).

Bruno: Podemos llegar a un acuerdo. Este lugar puede ser de los dos…

Alan: ¿Y lo que me debes?

Bruno: ...

Alan: Me quedo con el “restaurante” y queda pagado.

Bruno: Pero yo no tengo a dónde…

Alan: Se puede retirar por favor.

Karla Contreras Hernández

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