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Revista Neurología,

SaludNeurocirugía y Psiquiatría
mental y desastres. 2002;
Nuevos 35(1): Ene.-Mar: 3-25
desafíos

ARTÍCULO DE REVISIÓN

Salud mental y desastres. Nuevos desafíos


Prof. Dr. Mordechai (Moty) Benyakar*

* Prof. Tel-Aviv University. Universidad de Buenos Aires

RESUMEN Mental health and disasters. New challenges

El presente trabajo hace un abordaje amplio sobre las di- )*564)+6


ferentes variables de la problemática de la salud mental en
desastres y catástrofes, combinando la visión de la escuela A broad approach about different variables of mental
francesa, la americana y la israelí. health problems in disasters and catastrophes, using a com-
Un desastre puede provocar una profunda patogenicidad bination of French, American and Israeli schools point of
en el psiquismo del damnificado en el caso que el abordaje views is presented in this paper.
y enfrentamiento con el mismo sean desvirtuados. Junto a A disaster can to cause a deep pathogenicity in the
ello una adecuada confrontación con la situación, podrá per- psychism of damaged people in the case that its appro-
mitir a la población desarrollar sus propios recursos para aching and facing could be changed. Moreover, an adequa-
que lo disruptivo de la situación no se transforme en un fe- te confrontation with the situation will allow the people to de-
nómeno patológico para el psiquismo. velop their own resources against the disruptive situation.
Se presentan un abordaje del concepto “trauma” y lo An approach to “trauma” and the traumatic concepts, and
traumático y se expone una breve reseña del concepto con a brief review on these concepts with their different utilizatio-
sus diferentes usos, proponiendo centralizarnos en los con- ns, centralizing in “traumatic personal experience” and “dis-
ceptos de “vivencia traumática” y el de “situación disruptiva”. ruptive situation” concepts are presented. Different types of
También se abordan los diferentes tipos de desastres tan- disasters, both natural and produced by the men, and diffe-
to naturales como producidos por el hombre, y se revisan las rent classifications explained in the literature are reviewed,
diferentes clasificaciones en la literatura así como la especifi- also the specificity of pre-impact, impact and post-impact
cidad de las fases del preimpacto, impacto y postimpacto. phases.
En esta revisión se postula importancia de relacionarse The importance of the relationship with those persons
con aquellas personas que han sufrido las consecuencias de who had suffered a disaster as a “damaged people” and not
un desastre como un “damnificado” y no como una “víctima”. as a “victim” is postulated in this paper.
Se hace un estudio de los problemas y situaciones que Difficulties and situations which professionals of mental
enfrenta el profesional de la salud mental ante los desastres, health confront during a disasters as an insufficient quantity
como la cantidad insuficiente de profesionales entrenados of training personnel available; the interaction with other hel-
disponibles; su interacción con los grupos de ayuda, institu- per groups, institutions and political organisms; the impor-
ciones, organismos políticos; la importancia del desarrollo de tance of developing a flexible mental health program but with
programas de salud mental flexibles pero con base en las ex- basis on past experiences, guided by a functional leaders-
periencias del pasado, dirigidos con el uso del liderazgo fun- hip, using interventions “by presence” instead of interventio-
cional; y que deben realizar intervenciones por presencia a ns “by demand”. Assistance work approach in this type of si-
diferencia de las intervenciones por demanda. El abordaje tuations is multiple, including familiar, group, environmental
asistencial en este tipo de situaciones es múltiple, incluye el and institutional approaches. A program for mental health
individual, familiar, grupal, del medio ambiente, e institucional. approach for children is fundamental in disasters.
El abordaje de un programa de salud mental para niños es The contributions of mental health professionals possibili-
de fundamental importancia en estos casos. ties to the damaged people to communicate their pain and
Los aportes de los profesionales de salud mental posibili- relievet it, trying to avoid the disruptive cruelty of external
tan al damnificado a comunicar su dolor y superarlo, y tratan world alienate them chronically.
de evitar que la crueldad disruptiva del mundo externo lo
enajenen crónicamente.

Palabras clave: Desastre, salud mental, guerra, desas- Key words: Disaster, mental health, war, natural disas-
tres naturales, terrorismo, situación disruptiva. ters, terrorism, disruptive situation.

Correspondencia: Dr. Mordechai (Moty) Benyakar


Av. Libertador 4944 9 “B” Buenos Aires Cap. - Fed. (Cod. 1426) Argentina Tels.: (5411) 4772-3796; (5411) 4776-3617; Fax: (5411) 4776-3743
E-mail: benyakar@infovia.com.ar

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Mordechai (Moty) Benyakar

INTRODUCCIÓN La primera mención conocida al respecto provie-


ne del antiguo Egipto, donde los “médicos” del fa-
Los desastres y lo traumático raón describían las “reacciones histéricas” en los
Los desastres y las catástrofes son la máxima ex- Kunyus Papirus, uno de los primeros libros de Me-
presión de la implosión de un evento fáctico en el dicina conocidos, publicados en el año 1900 a. C.
psiquismo del individuo. Por ello he optado abor- Durante el siglo XIX, escritores e historiadores
dar “lo traumático” para iniciar el análisis de la sa- describieron diversos comportamientos observados
lud mental en situaciones de desastres. en situaciones de catástrofe. Tal es el caso de Pline
El término “trauma” es utilizado en la actualidad le Jeune en el año 79 d. C. durante la destrucción
en diversos sentidos. Las múltiples connotaciones y de Pompeya y Herculanum, y el de Voltaire en la
el abuso en el empleo del mismo, denominando destrucción de Lisboa por un terremoto en el año
como tal cualquier situación terrible, provoca la pér- 1755 (Wilson JP, et al, 1993).
dida de su significado esencial de disrupción o dis- Veith I (1965) comenta, en su análisis de la histo-
continuidad. Arduos han sido los intentos por expli- ria de la histeria, que a lo largo de los siglos, múlti-
car lo que ocurre después del “trauma”, aunque ples sucesos fueron descritos como reacciones
paradójicamente aún tenemos una vaga idea acerca emocionales a situaciones estresantes, presentán-
de lo que denominamos “trauma”. Si este concepto dose diversos síntomas como: insomnio, “flashbac-
no adquiere una justificación teórico-clínica, su des- ks” (escena retrospectiva, analepsis), ansiedad,
tino será considerarlo y diagnosticarlo a través de su “startle response” (sobresalto) y otros. Considera-
sintomatología, en el mejor de los casos. ban que estos síntomas eran obra de los dioses y
Etimológicamente “trauma” proviene del verbo demonios.
griego que significa “lastimar”, “agotar”, “dejar ex- En el siglo XVIII, el médico Franz Antón Mesmer
hausto”, que denotan “herida” o “injuria”. desarrolló el concepto magnetismo, que luego dio
La etiología y sintomatología del trauma han sido lugar al de hipnotismo. Este autor fue el primero en
adjudicadas por diferentes autores a: la importancia intentar dar respuestas científicas a esta sintomato-
de los eventos externos (Kardiner A, Spiegel JP, logía.
1947), en contraste con el ámbito de la realidad inter- Fue Jean Martin Charcot el que en el año 1889
na; la predisposición temprana (Greenacre PH, 1952; en el hospital parisiense La Salpêtriere, demostró
Moses R, 1978), y los “traumas nucleares acumulati- que la histeria es una enfermedad de origen psíqui-
vos” tempranos (Kahn M, 1963). Otras exploraciones co, y posibilitó a través de este hallazgo el estudio
incluyeron la noción de ansiedad de muerte y pérdida de las consecuencias de lo que entonces llamaron
del sentido de invulnerabilidad (Lifton RJ, 1979), la eventos traumáticos.
falta de sentido en el contexto de la experiencia exis- Pierre Janet (1886) fue el primer “psicólogo” en
tencial (Brüll F, 1969; Frankel V, 1962), el papel de la estudiar y tratar “lo traumático”. Consideraba que
biología en la formación del trauma (Kardiner A, Spie- una de las características más importantes de estas
gel JP, 1947; Kolb LC, Multalipassi LR, 1982; Kolb situaciones era el hecho que los recuerdos traumá-
LC, 1988; Dobbs D, Wilson HP, 1960), la importancia ticos no se integraban en el relato del paciente, ca-
de la apoyatura social, la centralidad de la cognición y racterística que conserva su importancia hasta el
la función de la formación de imágenes (Horowitz MJ, día de hoy.
1970, 1976, 1993; Brett EA, Ostroff R, 1985). Freud S, asistió a La Salpêtriere y allí comenzó
La variedad del desarrollo teórico demuestra que a estudiar la sintomatología y etiología de la histe-
la noción de trauma es inherente a la complejidad ria. Una de sus primeras deducciones fue que la
de la existencia humana y aún no cuenta con un histeria se originaba en un trauma acaecido en el
consenso conceptual (Freud Anna, 1969; Winnik pasado. En ese entonces consideraba como situa-
HZ, 1969; Furst SS, et al, 1971; Crocq L, 1992, ciones traumáticas a los accidentes ferroviarios,
1993). caídas, decepciones amorosas, miedos, etc. En
La “Traumatología” se considera el área de la psi- 1895 estudiando las neurosis traumáticas, sugi-
quiatría que estudia las consecuencias psicosociales, rió que el enfrentamiento con situaciones que
inmediatas y mediatas, de los eventos disruptivos. provocan afectos avasallantes dan como conse-
Esta disciplina fue desarrollada sistemáticamen- cuencia un estado que desorganiza y en algunos
te en los últimos diez años a través de las investiga- casos destruye las funciones psíquicas. Freud S.
ciones sobre lo sucedido en la primera y segunda sostenía que emociones “inaceptables” o muy in-
guerras mundiales, el Holocausto, la Guerra de tensas, provocan la represión y así el recuerdo se
Vietnam, otras guerras, como así también las con- sustrae de la “memoria”, persistiendo aquel afec-
secuencias de violaciones, la violencia familiar, tor- to que provocará los síntomas traumáticos. Más
turas, inundaciones, incendios y terremotos. adelante, Freud S. considera al trauma como la

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

ruptura de las defensas, causada por estímulos in- Hans Selye (1950, 1956, 1980) es conocido por
ternos y/o externos que provocan una incapacidad sus estudios sobre el estrés (stress), que definió
temporaria del Yo, restando valor a la naturaleza como “La respuesta inespecífica del cuerpo a toda
específica del estímulo y otorgando gran importan- exigencia o demanda a éste”. Fue el primero en su-
cia a la “realidad intrapsíquica” (Freud). gerir que el estrés muy intenso debiera ser evitado,
John Eric Erichsen (1882) describió los sínto- aunque debe tenerse en cuenta que el estrés consti-
mas de la llamada “enfermedad de Erichsen” (in- tuye un aspecto vital de nuestra existencia, ya que
somnio, ansiedad, parestesias sin etiología orgáni- la muerte es el único estado exento de todo estrés.
ca, etc.) en pacientes que habían sufrido accidentes Con el nombre del Síndrome Biológico de Estrés
ferroviarios, sintomatología casi idéntica a la que (Biological Stress Síndrome) conocido también
hoy se conoce como Desorden de Estrés Post Trau- como Síndrome General de Adaptación (General
mático. En la misma época, en Londres, Herbert Adaptation Sindrome) describe las respuestas orgá-
Page (1885) fue el primero en considerar dicha sin- nicas y fisiológicas ante cualquier tipo de estímulo
tomatología como de origen psicológico. estresante.
Los primeros estudios científicos sobre comporta- Los científicos norteamericanos, continuando los
mientos en situaciones de catástrofe datan de menos estudios de Selye, realizaron una distinción entre
de un siglo. Son ejemplo de esto las observaciones estrés (stress) como factor externo y la tensión
realizadas por el psicólogo William James en el terre- (strain) como su correlato interno. Esta diferencia-
moto de San Francisco el 18 de abril de 1906, la ob- ción fue rápidamente abandonada en la literatura
servación de los psiquiatras de la Marina de los Esta- científica (Benyakar M, et al, 1988).
dos Unidos de América, durante catástrofes navales. Durante los años ochenta se profundizó el estu-
Se agregan a éstos, los estudios del psicosociólo- dio sistemático del Síndrome de Estrés Post Trau-
go H. Cantril durante el pánico desencadenado por mático (PTSD-Post Traumatic Stress Disorder). En
la emisión radiofónica de Orson Welles, llamada 1980 se publicó por primera vez en el Manual de
“Invasión desde Marte”, el 30 de octubre de 1938 en Diagnóstico y Tratamiento de la Sociedad Psiquiá-
el estado de Nueva Jersey en USA (Crocq L, et al, trica de los Estados Unidos de América (DSM-III) el
1987). síndrome catalogado como Post Traumatic Stress
Sin embargo, fue la primera Guerra Mundial con Disorder. En el año 1985 se creó en los Estados
sus millones de víctimas y heridos, la que impulsó Unidos de América la Sociedad de Estudios sobre el
al mundo médico a investigar y sistematizar el estu- Estrés Traumático y el Journal of Traumatic Stress
dio de la sintomatología postraumática. (American Psychiatric Association, 1980, 1987).
Durante la segunda Guerra Mundial se intensifi- Recientemente se incluyó en el currículum de la
có el desarrollo de métodos terapéuticos, así como carrera médica en algunos países una nueva disci-
la investigación de la etiología del síndrome, conoci- plina: Medicina de Catástrofe, que incluye dentro
do entonces como “shock de combate” o “fatiga de de su campo de estudio los aspectos psicopatológi-
combate”. En esta guerra casi un tercio de los heri- cos, las características psíquicas, comportamientos
dos presentaban sintomatología considerada de inadaptados y la epidemiología de las catástrofes.
etiología psíquica. Se discutía entonces en los altos Sumado a los desarrollos de “los norteamerica-
mandos y entre los psiquiatras si éste debía ser nos”, se encuentran los aportes del “Grupo Fran-
considerado un “fenómeno mental involuntario” o cés”. Este grupo manifiesta a lo largo de toda su
una manera intencional de eludir las obligaciones obra una rica experiencia en la clínica, como así
militares (Kardiner A, et al, 1959). Finalizada la se- también una profunda conceptualización teórica.
gunda Guerra Mundial, Grinker y Spiegel JP Considero a los trabajos de este grupo de suma im-
(1963) publicaron el libro “Men Under Stress” que portancia para abordar la problemática en cues-
resumía la experiencia terapéutica acumulada con tión. Sus trabajos abarcan el ámbito de guerras,
los pacientes que presentaban sintomatología de combates, atentados, como así también el de catás-
etiología psíquica. Ellos consideraban a las “reac- trofes naturales, y las consecuencias psíquicas de
ciones estresogénicas de combate” (Combat Stress individuos que han sido capturados como rehenes
Reactions) como un colapso emocional acaecido (Crocq L, 1997b). Se suman a estos aportes las ex-
bajo el fuerte estado de estrés del campo de batalla. periencias cotidianas en los ámbitos civil y militar.
Propusieron la denominación de “Neurosis de Gue- (Crocq L, 1997a, 2000; Lebigot F, 1995, 1996,
rra” o “Neurosis Traumática” a dicho síndrome. In- 1998).
dicaban una terapéutica basada en la abreacción in-
ducida por narcóticos (posición por la que El reto de los desastres a la salud mental
aparentemente Grinker fue excluido de la Sociedad A mi entender, el efecto de la irrupción de una si-
Psicoanalítica). tuación fáctica en el psiquismo humano replantea

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Mordechai (Moty) Benyakar

la posición determinista de los que postulan al in- alto potencial para generar un desorden en el fun-
consciente o a los procesos neurofisiológicos como cionamiento psíquico. Estos desórdenes pueden
“únicos generadores” del desorden. El hecho que ser del orden del estrés o del trauma, con rasgos de
un evento externo repentino produzca reacciones ansiedad o depresión, o en contados casos llevar a
psíquicas, en algunos casos características, hace estados psicóticos. Es por ello que veo la necesidad
que nos postulemos conceptos integracionistas que de reconsiderar la terminología propuesta tanto por
puedan entender el funcionamiento psíquico de un el DSM IV del desorden de estrés postraumático
hombre en constante interacción con su medio, y la (American Psychiatric Association, 1994, Benyakar
forma en que se desencadenan los diferentes proce- M, 1994a).
sos psíquicos y neuroendocrinos. Una actitud inte-
gracionista permitirá tener una posición más crítica Los desastres como situación disruptiva
y coherente respecto a la interacción entre los trata- La “situación disruptiva” es una situación que
mientos psicoterapéuticos y el uso de los psicofár- acaece en el mundo externo e irrumpe en el psiquis-
macos, en el caso que el desorden en cuestión así lo mo, provocando la ruptura abrupta de un equilibrio
requiera (Merwin M., et al, 1988); Wilson JP, 1989; u homeostasis existente hasta ese momento, tanto en
Milgram N, 1993; Miller TW, et al, 1994; Weaver el área individual y/o institucional y/o social. La rup-
JD, et al, 2000). tura de este equilibrio puede ser transitoria permi-
Esta posición es la que me llevó a postular el tiendo una reorganización, o permaneciendo como
concepto de “Desórdenes Disruptivos”. Siendo es- un evento no elaborado ni elaborable” (Benyakar M,
tos desórdenes psíquicos consecuencia de situacio- 1999). Una de las características importantes de las
nes repentinas que no han permitido la metaboliza- situaciones disruptivas es su potencial patogenici-
ción psíquica de las mismas, provocando de esta dad, relacionada tanto con las características de la
forma un desorden tanto en el proceso constitutivo amenaza contenida en dicha situación, como con la
del psiquismo del infans, o un desorden de integra- posibilidad y tipo de reacción a raíz de ésta. Destaco
ción psíquica cuando estas situaciones irrumpen en el concepto de potencialidad para resaltar el rechazo
adultos con mecanismos y defensas constituidas de la ecuación popular que toda situación disruptiva
(Benyakar M, 2000a). equivale al desarrollo de reacciones patógenas (Ben-
yakar M, 2000).
Desórdenes disruptivos Las definiciones de los términos relacionados con
Postulo a los desórdenes de estrés postraumáti- el de situación disruptiva son diversas y no siempre
co como desórdenes disruptivos, en los cuales la concordantes. El motivo de estas diferencias es, por
esencia del desorden o del factor desencadenante, lo general, que los investigadores toman parámetros
es la irrupción repentina de una situación fáctica en diferentes, y/o utilizan los términos en forma muy
el psiquismo humano, provocando una desestabili- global, y/o describen situaciones diferentes utilizan-
zación psíquica y fisiológica al mismo tiempo, des- do los mismos términos y no deteniéndose en una
encadenando diferentes fenómenos dentro de la definición estricta.
gama de las patologías antes mencionadas (Ben-
yakar M, et al, 1989). Los diferentes tipos de desastres
Se acostumbra a denominar a las múltiples con- Se pueden clasificar las situaciones de desastres
secuencias de eventos fácticos desorganizantes para en dos grandes categorías: 1) las provocadas por el
el psiquismo de diferentes formas, a saber: “trau- hombre, 2) producto de las inclemencias de la natu-
ma, neurosis postraumática, desorden de estrés raleza. En el campo de la salud mental es importan-
postraumático, situaciones de estrés, etc.” (Crocq te dilucidar las especificidades de cada una de ellas
L, 1996; Lebigot F, 2000; Andreoli A, 2000). porque la causalidad del evento será uno de los de-
Creo que es de fundamental importancia para el terminantes de la forma en que se tramitará el dolor
campo de la salud mental ser precisos en los térmi- y los montos de culpa.
nos para poder abordar en forma adecuada la pro- Los desastres provocados por el hombre pue-
blemática en cuestión. Por tal motivo, entiendo que den ser no intencionados o producto de una inten-
debemos diferenciar entre las características de la ción clara. Ejemplo de los desastres provocados
situación fáctica y su implicación en el psiquismo por el hombre no intencionados es el desastre de
humano. Es por ello que pienso que el concepto de la central nuclear de Chernovil. El choque de tre-
“situaciones traumáticas” es erróneo, puesto que nes, el incendio del funicular que actualmente su-
debemos dejar el concepto de trauma o estrés para cedió en Austria, accidentes automovilísticos de
referirnos a la influencia de lo fáctico en el psiquis- diferentes órdenes, accidentes aéreos, etc. Todos
mo humano. Por ello opto por el concepto de situa- ellos son producto de errores humanos, las insti-
ciones disruptivas, para caracterizar a eventos de tuciones en cuestión son las que tienen que afron-

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

tar la responsabilidad de lo sucedido (Viinamaki Desastres y catástrofes


H, et al, 1995). Una de las problemáticas con la cual nos enfrenta-
Distintos son los desastres provocados por el mos es la diferenciación entre los términos catástro-
hombre en forma intencionada. Podemos dividirlos fe y desastre. Los términos en sí reflejan claramente
en dos clases que aparentan ser similares, pero que su significado, pero a pesar de ello es muy difícil en-
son absolutamente diferentes. Uno son los desas- contrar una definición para cada uno de ellos.
tres desencadenados por la agresión, el ejemplo Korver en 1987 encontró cuarenta definiciones
más característico es la guerra convencional, en la diferentes en la literatura. Este autor opina que, a
que existe un agresor declarado que se postula pesar que las consecuencias de un desastre pare-
como el hacedor del daño, y una persona o pobla- cen ser ilimitadas “uno debe trazar una línea en al-
ción que es dañada. En estos casos el damnificado gún lugar”.
puede desarrollar defensas ante la agresión, tanto A mi entender el concepto “desastre” remite a
sean defensas concretas para resguardar sus vidas las características del evento, mientras que “catás-
o psíquicas, puesto que puede ubicar al hacedor del trofe” se refiere a la acción desestructurante del
daño. De esta forma defino a la agresión como la ac- evento tanto en lo individual, lo colectivo, lo social,
titud que está dirigida a producir daño físico o psí- público o material.
quico en la que el efector del daño está identificado. Es de destacar que estos términos se suelen utili-
Diferente es la situación de los desastres provo- zar como sinónimos en la literatura profesional. Sin
cados por la violencia, como en el caso de los ata- embargo, vemos que los autores utilizan con más
ques terroristas, los violadores sexuales, etc. La preponderancia uno u otro términos, de acuerdo
violencia, a diferencia de la agresión, se refiere al con los países o culturas a que pertenecen, utilizan-
daño provocado por figuras no identificadas y cuya do el otro como sinónimo del término preponderan-
meta es la de infligir el dolor o daño sin posibilitar te. Raquel Cohen, de Miami, se centra en el término
que el damnificado pueda desarrollar ningún tipo desastre utilizando como sinónimo catástrofe. El
de defensa (Curran PS, 1988). caso inverso es el de Crocq, en Francia, que emplea
Si bien por lo general las consecuencias psíqui- el término catástrofe como concepto principal (Co-
cas ante cada una de estas situaciones son diferen- hen R, 1999 a y b; Crocq L, et al, 1987). En este tra-
tes, erróneamente se tiende a homologar el concep- bajo utilizaré los términos desastre y catástrofe en
to de violencia con el de agresión (Benyakar M, forma indistinta.
1998d, Benyakar M, 2000b). Las características tanto de los desastres como el
Los desastres provocados por la naturaleza: de las catástrofes han sido definidas con base en di-
Los desastres naturales pueden ser divididos en ferentes parámetros.
previsibles e imprevisibles. En zonas de huracanes,
erupciones de volcanes, inundaciones, la prepara- A) Definiciones centradas en las
ción física y psíquica de la población puede ser dis- características del evento
tinta que en los casos de terremotos o incendios Raquel Cohen, et al (1989), define los desastres
masivos producto del recalentamiento de diferentes como “eventos extraordinarios que originan des-
zonas geográficas. A pesar que algunos desastres trucción considerable de bienes materiales y pue-
pueden ser prevenidos no siempre la población está den dar por resultado muerte, lesiones físicas y su-
informada o preparada para afrontar estas situacio- frimiento humano.
nes, en general por el hecho que la mayoría de estas Harshbarger (1973) define los desastres como
situaciones ocurren en lugares con poblaciones de eventos rápidos y dramáticos que dan por resulta-
bajos recursos económicos. Existe un gran avance do daños materiales y humanos considerables. Su-
en cuanto a la preparación física de la población braya la importancia de la vida comunitaria y plan-
para afrontar estas situaciones, pero todavía esta- tea que los desastres deben considerarse de
mos lejos de una adecuada preparación psicológica acuerdo con su potencial de perturbar las activida-
(Simon JD, 1997). des de una comunidad y causar daños a los miem-
El buen entrenamiento, el hecho que cada uno bros de la misma.
sepa qué es lo que debe hacer en este tipo de situa- Kastenbaum (1974) describe los desastres según la
ciones, cuáles son las instituciones responsables gravedad relativa de los mismos en comparación con
para afrontar dichos eventos, los lugares a los cua- otros eventos importantes. Definir a un evento como
les puede recurrirse, etc., tienen un carácter pre- un desastre requiere antecedentes de estabilidad y
ventivo importante de mencionar. El entrenamiento normalidad con los que se compara la calamidad.
en estos casos es el poder preparar a la población a El Disaster Research Center clasifica a las catás-
descubrir sus propios recursos y características trofes según su orden de gravedad basado en la
para afrontar estas situaciones. combinación de diferentes parámetros.

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Mordechai (Moty) Benyakar

1) Orden de Urgencia Uno: La zona de impacto es enfrentar las consecuencias inesperadas del mis-
más de una comunidad tanto urbanizada como mo. La comunidad se ve tomada completamente
industrializada. El número de damnificados es por sorpresa. En una crisis crónica se reconoce la
más de mil. Los daños son importantes. El de- posible amenaza antes de que el individuo la experi-
sastre sobreviene en forma imprevista y rápida. mente.
2) Orden de Urgencia Dos: La zona de impacto es Barton (1970) clasifica los desastres como parte
una sola comunidad urbanizada o industrializa- de un grupo más amplio de situaciones de estrés co-
da. El número de damnificados es de cien a mil. lectivo que surgen cuando muchos miembros de un
Los daños son moderados y dispersos. El desas- sistema social no reciben las condiciones de vida que
tre sobreviene rápidamente, pero de manera que esperan de dicho sistema. Agrega que tal estrés co-
se puede prever. lectivo puede provenir de fuentes externas al sistema
3) Orden de Urgencia Tres: La zona de impacto es o de éste mismo. Afirma que los factores siguientes
un barrio ni urbanizado ni industrializado. El nú- deben considerarse en la evaluación de estas situa-
mero de damnificados es menos de cien. Los da- ciones de estrés y son:
ños son leves. Se puede prever y es progresivo. 1) el alcance de la situación,
2) la velocidad del inicio,
B) Definiciones que entremezclan las 3) la duración del factor estresante,
características del evento con las de la reacción 4) la preparación social.
Schulberg (1974) analiza el vínculo entre los
eventos riesgosos y las reacciones personales utili- D) Definiciones que se refieren a
zando el concepto de crisis. Cinco son las caracte- situaciones, utilizando términos que
rísticas que diferencian las crisis y revisten impor- describen psicopatologías
tancia central para la mayor parte de los puntos de Erikson P, et al (1976), señala que dos tipos dife-
vista de las teorías de las crisis: rentes de traumas psíquicos, individual y colectivo,
1) Una secuencia cronológica que se desarrolla con son evidentes en la conducta de las personas afecta-
rapidez; das por un desastre. Define el trauma individual
2) Cambios importantes en la conducta; como: “un golpe a la psique que rompe las defensas
3) Sensación personal de impotencia; de las personas de manera tan repentina y tan fuer-
4) Tensión en el sistema social y personal del sujeto; te que no es posible responder a él de manera efi-
5) Percepción de una amenaza para la persona. caz”, y el trauma colectivo como: “Un golpe a la tra-
Frederick (1977) refiriéndose a los desastres ma de la vida social que lesiona los vínculos que
como crisis, diferencia los términos crisis y emer- unen a la gente y daña el sentido prevaleciente de
gencia. Una crisis es un periodo de tiempo crucial, comunidad”.
que puede durar minutos o meses, durante el cual Es de tomar en cuenta las definiciones por entes
una situación afecta el equilibrio social o emocio- internacionales, relacionadas con el tema.
nal de la persona. Conforme evoluciona, puede La Organización Mundial de la Salud (OMS) en
transformarse en una emergencia, o sea una situa- 1989, propone: “Desastres son situaciones en las
ción con necesidades urgentes y que requiere una cuales existen amenazas imprevistas, serias e inme-
acción rápida. diatas a la salud pública”.
El Comité Coordinador de las Naciones Unidas
C) Definición centrada en las características para el tema de Desastres adoptó la definición de
de la reacción de la población. Dynes que sostenía: “Un desastre es desde el punto
Anderson (1968) asume un enfoque diferente, de vista sociológico, un evento ubicado en tiempo y
definiendo los desastres con base en la reacción de espacio que produce condiciones bajo las cuales la
la población afectada, a la amenaza que representa continuidad de la estructura y los procesos sociales
el desastre mismo, antes de que ocurra. Dice: “Des- se tornan problemáticos”.
de el punto de vista conceptual es conveniente dife- El American College of Emergency Medicine defi-
renciar el desastre como un evento de crisis aguda nió en el año 1976: “Un Desastre es una dispropor-
que perturba físicamente la vida cotidiana, por de- ción masiva y rápida entre elementos hostiles de
más normal, que origina pérdidas palpables, res- cualquier tipo, y los recursos de supervivencia que
pecto de la amenaza que significa una situación de se encuentran disponibles para balancear esta situa-
crisis crónica, en que se anticipa la alteración de la ción, en el periodo de tiempo más rápido posible.
rutina esperada”. Es de destacar que estas tres definiciones se cen-
Este autor afirma que una crisis aguda surge tran en las características del evento.
cuando la comunidad carece de patrones culturales Cricq define Catástrofe como un evento nefasto,
relacionados con los desastres, que le permitirían súbito y brutal, que causa:

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

1) destrucción material importante (o de geografía vidades de ayuda, y evaluación del daño humano y
humana), material. Fase llamada de “remedio y recuperación”.
2) un gran número de damnificados, Algunos autores hacen referencia a los fenómenos de
3) una desorganización social notable, o las tres co- “luna de miel” y “desilusión”, respectivamente. El
sas a la vez. primero es inmediato al desastre, caracterizado por
Crocq opina que de los tres criterios antes pre- la necesidad de expresar sentimientos y compartir
sentados, el último, el de la desorganización social, experiencias con otros. El fenómeno de “desilusión”
parece ser el más constante. Se refleja en la altera- surge cuando el apoyo organizado es interrumpido y
ción de los sistemas sociales que aseguran el fun- los damnificados se enfrentan con dificultades consi-
cionamiento armonioso de una sociedad: sistema derables en la resolución de sus problemas, resul-
de información, de circulación de personas y bie- tando evidente que sus vidas se han modificado en
nes, de producción y consumo de energía, de distri- forma permanente. La fase postimpacto puede conti-
bución de alimentos y agua, de servicios médicos, nuar durante el resto de la vida de los damnificados.
de mantenimiento del orden y la seguridad, así
como lo relacionado con los cadáveres y ritos fune- La investigación
rarios en los cementerios. Toda catástrofe, incluso Los estudios de los comportamientos durante las
las limitadas, se expresa por una alteración de los catástrofes se basaron, en principio, en observacio-
sistemas funcionales, por un cierto grado de aisla- nes hechas en el terreno, por los psicosociólogos,
miento social de las víctimas de la población vecina los equipos de salvatajes, los médicos y los perio-
y a veces puede ser de todo el país, aunque este ais- distas. Asimismo, se analizan documentos históri-
lamiento sea efímero (Crocq L, et al, 1998). cos, archivos de prensa y audiovisuales.
Crocq distingue cuatro grandes categorías de ca- Las publicaciones científicas en esta área son
tástrofes: complicadas de abordar, puesto que las consecuen-
1) Catástrofes naturales: Climáticas, geológicas, cias de los desastres en el área de la salud mental
zoológicas y epidémicas. son difíciles de evaluar cuantitativamente. Baum, et
2) Catástrofes accidentales y tecnológicas. al, dividieron los instrumentos de análisis para eva-
3) Catástrofes de guerra. luar el impacto de los desastres en diferentes cate-
4) Catástrofes sociales (pánicos, terrorismo en gorías de análisis: 1. La medición subjetiva de los
tiempo de paz, etc.). síntomas psicológicos. 2. Los instrumentos de diag-
El análisis de las catástrofes ha permitido distin- nóstico. 3. El funcionamiento familiar. 4. La medi-
guir las zonas de influencia del evento: 1) zona de ción de disturbios psicofisiológicos y biológicos. 5.
impacto, 2) zona de destrucción, 3) zona marginal y Medidas de la conducta. Cada uno de estos paráme-
4) zona exterior. tros propone el uso de diferentes instrumentos de
En forma tradicional se clasifican cronológica- medición (Baum, et al, 1993).
mente los desastres en tres fases: Fase preimpacto, Otro factor que hace compleja esta situación es el
impacto y postimpacto. hecho de que las publicaciones se realizan en revis-
tas de medicina comunitaria o social, y muchas de
1) Fase preimpacto. Precede al desastre, es ellas se publican en el idioma original, de los cuales
tiempo de amenaza y advertencia, a las que la po- sólo se puede tener un resumen de las mismas, es-
blación suele hacer caso. Algunas personas temen pecialmente publicaciones de japoneses como Shio-
actuar en forma precipitada y parecer tontas, mien- yama acerca de la consecuencia de la erupción de
tras que otras se rehúsan a aceptar la existencia de un volcán en los niños, o rusos, como Vakhov,
la amenaza, a modo de defensa. quien presenta mayores casos de depresión ante la
2) Fase de impacto. La comunidad se ve afec- pérdida de familiares y bienes personales después
tada por el desastre, fase de organización de las ac- de un volcán en aquellos que intervenían en activi-
tividades de ayuda. El miedo es predominante, los dades de rescate, a mi entender estos datos pueden
damnificados buscan seguridad para sí mismos y ser de interés público (Shioyama A, et al, 2000;
sus familias. El pánico es inusual y sólo ocurre Vakhov VP, et al, 1991).
cuando la huida es imposible. Las actividades que Junto a ello nos encontramos que el tipo de va-
tienen lugar poco después del desastre se han seña- riables que se toman para inferir sobre las conse-
lado como parte de la así llamada “fase heroica”, en cuencias de los desastres son de impacto científico
que los damnificados actúan en forma epopéyica relativo para llegar a conclusiones causales, como
para salvarse a sí mismos y a otros, en esta fase es el consumo de alcohol y cigarrillos después del
usual la conducta altruista. evento, tal como es expresado después del atentado
3) Fase postimpacto. Comienza varias semanas terrorista en Oklahoma (Smith DW, et al, 1999;
después del desastre, con la consecución de las acti- North CS, et al, 1999).

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Mordechai (Moty) Benyakar

Las encuestas a los sobrevivientes deben ser rea- Defino al “damnificado” como la persona que ha
lizadas de inmediato, antes que la autocensura sufrido un daño, a diferencia del concepto víctima,
oculte y distorsione lo acaecido. que establece una relación anquilosante entre lo so-
Las encuestas de opinión pública y los sondeos en cial y la situación en la que el individuo queda captu-
la población sobre los conocimientos acerca de los rado. El concepto “damnificado” denota movilidad
peligros y conductas a adoptar en situaciones de ur- psíquica, así como la conservación de la subjetividad
gencia sólo proveen una previsión incierta de los del individuo. Por lo tanto, a mi entender, los servi-
comportamientos que efectivamente adoptará la po- cios de salud mental no asisten a víctimas sino que
blación en una situación real de urgencia. asisten a damnificados. Esta diferenciación acarrea
Crocq propone no dejar de lado las investigacio- muchas implicancias técnico-clínicas que están fuera
nes semánticas, que expresan los significados e im- del alcance de este trabajo que se desarrolla (Ben-
plicaciones psicológicas inherentes a las palabras y yakar M, 2000a).
sus sinónimos. Por ejemplo: Catástrofe, desastre, Raquel Cohen define al damnificado como: “Las
cataclismo, apocalipsis, calamidad, siniestro, etc. personas y familias afectadas por un desastre o sus
Realizar investigaciones transculturales e interro- consecuencias que experimentan un evento estresan-
garse acerca de las razones por las que la palabra te e inesperado. Se supone que la mayoría ha funcio-
pánico surge tan espontáneamente en nuestro espí- nado adecuadamente antes de la catástrofe, pero su
ritu y en la pluma de los periodistas. capacidad de resolución de problemas se ve limitada
No sólo se relaciona al devenir consciente sino a por la amenaza que la situación conlleva. A pesar
los instintos filogenéticos enraizados en el incons- que los damnificados presenten síntomas de estrés
ciente colectivo, fascinado por los cataclismos (Cro- físico o psicológico, no debe considerárselos enfer-
cq L, et al, 1998; Allen JR, 1999). mos o pacientes. Algunos damnificados son particu-
larmente susceptibles, desarrollando reacciones físi-
REACCIONES INDIVIDUALES Y cas y psicológicas ante un desastre, entre ellos se
COLECTIVAS EN SITUACIONES DISRUPTIVAS encuentran aquellos que:
1) Son vulnerables como resultado de vivencias
Los comportamientos observados durante las si- traumáticas previas.
tuaciones disruptivas pueden aparecer como anor- 2) Corren cierto riesgo a causa de enfermedades re-
males si se los analiza fuera del contexto en que és- cientes.
tos ocurren. Conductas como pánico, excitación 3) Experimentan estrés y pérdidas graves.
psíquica, descontrol, inhibición, pueden llegar a ser 4) Pierden su sistema de apoyo social y psicológico.
las más adaptativas en determinadas situaciones. 5) Carecen de habilidades para la resolución de
Durante situaciones disruptivas resulta difícil problemas.
distinguir con precisión entre lo normal y patológi- En ciertos casos sólo los individuos muy frágiles
co, adaptado e inadaptado. Lo que es claro que hay se descompensan (Cohen R, et al, 1989).
humanos que sufren daño.
Las indemnizaciones
¿Víctimas o damnificados? en situación de desastres
Surge el interrogante de cómo calificar a las per- Lo que hoy se conoce como “Desorden de Estrés
sonas que han sufrido daño durante un desastre. Post Traumático”, o “Neurosis Post Traumática”,
A mi entender la diferenciación entre víctima y después de la primera Guerra Mundial ha sido lla-
damnificado es de suma importancia. Víctima es un mado “Neurosis de Compensación”. Esta nomen-
concepto que se remonta a la época bíblica, es inhe- clatura enfatiza la tendencia de los damnificados a
rente a las necesidades expiatorias de la sociedad. maximizar los “beneficios secundarios”, perpetuan-
Defino “víctima” como la persona que queda atrapa- do el daño psíquico para recibir una compensación
da por la situación, petrificada en esa posición, pa- de orden económico, afectivo u otro tipo de com-
sando a satisfacer las necesidades específicas de la pensaciones.
sociedad, es decir, pasa de ser un sujeto a ser obje- Las situaciones disruptivas se caracterizan por
to de lo social, perdiendo de esta forma su subjetivi- infligir daño psíquico a personas que funcionaban
dad (Benyakar M, 1994c). dentro de los “parámetros de la normalidad”. La
A partir del momento del evento disruptivo las sensación del damnificado es que un factor externo,
necesidades reparatorias de la sociedad se entre- social o producto de la naturaleza les ha provocado
mezclan con las necesidades del propio individuo. un daño. Por lo tanto, “ese factor externo” debe pa-
Emerge la exigencia de que el mundo externo le re- gar por las consecuencias. A pesar de no existir
pare el daño que le ha ocasionado (Benyakar M, et daño físico la persona se puede transformar en dis-
al, 1997e). capacitada para el funcionamiento cotidiano, reci-

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

biendo beneficios del entorno social para seguir nes desgarrantes y no siempre están suficientemen-
subsistiendo. Estos beneficios en muchos casos te preparados para ello.
son imprescindibles, y sumamente importantes Por otro lado, se encuentra el mismo equipo de
para que el individuo continúe en sus funciones. La salud mental que necesita una sólida supervisión y
problemática es compleja, mientras la sensación de asistencia de sus necesidades. Hemos aprendido en
daño irreparable subsista la persona no abandona- la guerra de Yom Kippur la importancia de asistir a
rá la exigencia que el daño sea compensado de algu- los profesionales que tenían que hacer frente a si-
na manera y no se correrá, tan fácilmente, del lugar tuaciones que hasta el momento nos eran descono-
de damnificado crónico. cidas (Benyakar M, et al, 1978a).
El profesional de la salud mental debe tener en
cuenta esta problemática para poder ayudar al LAS REACCIONES HUMANAS
damnificado a que se pueda correr de esta situa- ANTE LOS DESASTRES
ción, pues en caso contrario se tenderá a la cronifi-
cación de la discapacidad, a tal punto de quedar al Los comportamientos individuales
margen de todo funcionamiento dentro de su marco La eclosión e incidencia de diferentes tipos de
social. Es aquí donde se pone en juego la tendencia conductas durante situaciones disruptivas, depen-
a victimizar al damnificado. de tanto del tipo de catástrofe como de la población
Es de suma importancia que los profesionales de afectada, su densidad, su composición y su grado
la salud mental tomen parte en la decisión y forma de preparación.
de adjudicación de las indemnizaciones, así como La mayoría de las investigaciones postulan que
en la decisión de incluir al damnificado en un pro- generalmente en las catástrofes, 15% de los indivi-
grama de reintegración a sus actividades cotidia- duos presentan una reacción francamente patológi-
nas, pudiendo quizás prescindir de las indemniza- ca; 15% conserva su sangre fría y el restante 70%
ciones mencionadas. manifiesta un comportamiento calmo en aparien-
No es tarea sencilla enfrentar este dilema, tanto cia, con ciertas alteraciones emocionales patológi-
para los damnificados como para los profesionales cas y pérdida de la iniciativa.
de la salud mental. Durante años hemos estudiado A pesar de estas diferencias, se puede hablar de
las formas y los sistemas adecuados para no hacer un comportamiento colectivo común a todos. Com-
de este acto reparatorio, el de las indemnizaciones, portamiento colectivo que no es la suma de los
un factor iatrogénico sumamente peligroso, cuidán- comportamientos de cada uno de los individuos,
donos de no transformarnos en un factor más que sino algo que va por sobre cada uno de ellos y es
tiende a victimizar (Benyakar M, 1997a). ideosincrática a cada situación.
Tal como lo postularon Cohen y Crocq enfatizo
La población asistida que es importante discernir entre unas reacciones
Importante es destacar que por cada damnifica- emocionales adaptativas, de las que no lo son:
do físico en un desastre por lo menos habrá tres En el momento de la irrupción del peligro, el in-
personas que pueden tener consecuencias en su sa- dividuo normal puede adoptar un comportamiento
lud mental; se suman al damnificado dos o más inadaptado, debido a la sorpresa o al shock emo-
allegados. A pesar de estos datos, por lo general el cional. Éstas pueden presentarse como: una agita-
número de personal especializado en salud mental ción psicomotriz, agresión a otra persona, actitud
siempre es muchísimo menor que el capacitado suicida o actitud estuporosa. La mayoría de estas
para la asistencia física. reacciones son breves recuperándose la lucidez y la
El equipo de salud mental debe asistir simultá- autocrítica.
neamente a diferentes poblaciones. Damnificados Una vez que el peligro ha pasado suelen observar-
física y psíquicamente, y sus familiares, ya sea que se reacciones emocionales diferidas, incluso serias
se encuentren directamente relacionados con el descompensaciones; en particular en los sujetos que
evento o a distancia del mismo. El ejemplo de los estuvieron expuestos a las actividades de salvataje y
diferentes accidentes aéreos y la experiencia de evacuación, con sus implicaciones psíquicas y mora-
atender a los familiares puede ser uno de los múlti- les. Estas reacciones pueden manifestarse como cri-
ples ejemplos al respecto (Cremniter D, 2000). En sis de llanto, temblores o accesos de cólera y agresi-
el Ejército de Israel existen profesionales entrena- vidad, disturbios del sueño, falta de capacidad para
dos especialmente para asistir a familiares de dam- concentrarse, desinterés por lo cotidiano, etc.
nificados. Se presentan algunas reacciones espectaculares,
Otra población es la del personal que asiste en persistentes casi siempre, repetitivas y provocan
este tipo de situaciones, socorristas, bomberos, po- gran alteración social. Estados en los que suele con-
licías, etc., quienes deben enfrentarse con situacio- servarse el criterio de realidad.

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Mordechai (Moty) Benyakar

Crocq y sus colaboradores diferencian entre esta- infantil (búsqueda de protección, actitud de de-
dos de ansiedad, estados ansiofóbicos, estados his- pendencia y reivindicación). Si no es tratada, se
téricos y neurosis traumáticas: cronifica y sus colaboradores denominan reac-
A) Estados de ansiedad: Se pueden presentar como ciones de neurosis traumáticas a lo que la escue-
sintomatología somática (precordalgias, espas- la norteamericana clasifica como PTSD (Post
mos digestivos, temblores, etc.) o como sintoma- Traumatic Stress Disorder) (Botella, C. 1992,
tología psíquica (sensación de muerte inminente, 1997; Wilson JP. et al, 1993; Crocq L, 1996;
etc.). Esta ansiedad puede aparecer de diferentes Benyakar M, 1997, b y c; Lebigot F, 2000).
maneras: inquietud, subagitación, agresividad, 3) Las reacciones psicóticas: Se diagnostican de
etc. A pesar que algunos individuos despliegan acuerdo con dos criterios, el de ausencia de con-
reacciones de angustia o de agitación motriz, la ciencia de enfermedad y peligrosidad para sí
mayoría de éstos se comportan adecuadamente mismo o para la sociedad, con pérdida de la ca-
en situaciones disruptivas, encontrando la ma- pacidad de sobrevivir y pérdida de la autonomía
nera de canalizar la angustia y el exceso de ten- social. Las reacciones psicóticas durante las si-
sión. tuaciones disruptivas se desarrollan en perso-
B) Estados ansiofóbicos: Su expresión clínica es si- nas vulnerables, que presentan antecedentes
milar a los estados ansiosos, con la particulari- psicóticos, en general conocidos por su medio.
dad que pueden desencadenarse por la evoca- Suelen sobrevenir ataques psicóticos en perso-
ción de un estímulo fobógeno, que en su nas sin antecedentes manifiestos, pero con gran
contenido suele estar inundado por escenas rela- predisposición. Por último, ciertas reacciones
cionadas con la catástrofe (las ruinas, los muer- psicóticas efímeras suelen desplegarse en perso-
tos, el olor al incendio, la sangre, los cadáveres, nas bien adaptadas y sin problemas de salud
las ambulancias). mental en casos de fatiga extrema y alteraciones
C) Estados histéricos: Suelen expresarse como ma- emocionales muy intensas.
nifestaciones histéricas: Conversiones, crisis ex- Pretendo destacar que con base en mi experiencia,
citomotrices, conductas suicidas, despersonali- pacientes diagnosticados como psicóticos, inclu-
zaciones. Por otro lado, pueden expresarse como sive durante su internación, han actuado en for-
parte de una “personalidad histérica”: especta- ma organizada y coherente durante situaciones
cularidad, teatralidad, sugestibilidad, necesidad de guerra o amenaza a su supervivencia.
de ejercer seducción o cualquier otra reacción
que pueda captar la atención. Los equipos de Las reacciones de los equipos de
salvataje deben tener en cuenta que entre los salvataje y los responsables comunitarios
damnificados errantes o amnésicos, habrá algu- Durante las situaciones disruptivas los profesio-
nos que padecen estados confusionales y otros nales y voluntarios dedicados al salvataje pueden
que padecen reacciones histeriformes. manifestar reacciones inadaptadas, que sin ser
D) Reacciones neuróticas depresivas: la tonalidad francamente patológicas suelen comprometer la efi-
depresiva constituye la parte esencial de la se- cacia de su trabajo e influir negativamente sobre los
miología. Se expresará como aislamiento, inse- damnificados.
guridad, sensación de culpabilidad. La inhibi- 1) Pueden padecer de un shock emocional inicial:
ción psíquica y motriz domina el cuadro general. Acaece durante el periodo que Crocq y colabora-
Pienso que estos son los casos que por lo general dores llaman “Periodo sensible inicial”. Se mani-
quedan desatendidos, a pesar que ellos son los fiesta por un breve periodo de inhibición motriz,
de mayor potencial patógeno. olvido momentáneo de los actos que deben efec-
E) Las reacciones de neurosis traumáticas: Pueden tuar, repetición mecánica de gestos inútiles, ten-
sobrevenir en sujetos sin antecedentes neuróti- dencias a aglutinarse con los otros trabajadores
cos y estar determinadas totalmente por el e imitarlos, en lugar de cumplir su tarea específi-
shock emocional. Difieren de las reacciones ca. En general esta reacción es muy breve (algu-
emocionales efímeras, en que se constituyen en nos minutos) y pasa rápidamente, pudiendo vol-
una nueva organización neurótica permanente ver a cumplir sus tareas; existen excepciones en
que tiende a reproducirse sin cesar. Se manifies- personas psíquicamente muy vulnerables (Crocq
tan después de un tiempo de latencia que puede L, et al, 1987).
ser muy breve (unas horas), tardía (una semana 2) Shock emocional prolongado: Se traduce por un
o más) o muy tardía. Se expresa como un sín- grado relativo de inhibición, hipoprosexia, inde-
drome de repetición (revive escenas de la catás- cisión, realización de la actividad de un modo
trofe, crisis emotivas, etc.) y por una reorganiza- casi automático. Este automatismo resulta de
ción de la personalidad a un modo regresivo una actitud de defensa que produce una disocia-

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

ción entre la actividad técnica del salvataje y la gustia y un estado de estrés colectivo, acompaña-
sensación de que el medio ambiente es caótico y do de un estado de tensión motriz, con una per-
agresivo. Retrospectivamente, estas personas cepción secundaria del peligro.
suelen darse cuenta que han efectuado las tareas 3) La fase de reacción: Puede darse espontánea-
como si estuvieran en un estado de despersona- mente o por contagio. Se observan comporta-
lización, con un comportamiento aparentemente mientos motores impulsivos y salvajes, como
adaptado, pero que no es tal porque carecen de agitación, violencia y suicidio (Krug EG, et al,
la capacidad de adaptarse a los cambios de las 1998). Se han descrito tres modalidades de fase
circunstancias y de la realidad externa. de reacción: a) La huida imperiosa: Observada
La descarga emotiva tardía sobreviene luego de en particular en los pánicos militares. b) Movi-
un tiempo de latencia variable, cuando la urgencia mientos o agitación motriz no coordinada. c)
ha pasado. Esta descarga puede manifestarse en Suicidio colectivo.
forma de postración y depresión, como una crisis 4) La fase de resolución: El miedo se calma, cesa la
de agitación o un acceso de agresividad gestual o reacción motriz, se recupera la lucidez, la auto-
verbal. En general son efímeras. crítica y la reorganización social.
Pareciera que la finalización del “estado de páni-
Los comportamientos colectivos co” tiene más que ver con su dinámica interna, es
En un gran número de catástrofes se observan decir, la sucesión sistemática de estas fases que con
comportamientos colectivos adaptados, éstos pue- la finalización del peligro.
den ser organizados (ejecución de órdenes dadas
por las distintas jerarquías) o espontáneos (ejecu- Los factores grupales y
ción de consignas dadas por los líderes espontá- la psicopatología de las masas
neos). Al referirnos a la etiopatogenia de las reacciones
Los comportamientos colectivos adaptados man- individuales hicimos referencia a factores relaciona-
tienen o restituyen la estructura grupal con sus je- dos con el grupo de pertenencia, como: la ausencia
rarquías, manteniendo un espíritu de solidaridad y de seguridad, el aislamiento, los conflictos del gru-
respeto por los valores colectivos. po, su rol durante la reacción inmediata y en la ela-
En otras circunstancias, se observan comporta- boración de las secuelas. Por otro lado, los meca-
mientos colectivos inadaptados, tales como el páni- nismos de imitación o de identificación suelen
co, el éxodo, que se dan en la mayoría o la totalidad determinar la conducta de los individuos durante
de los individuos de una comunidad o un grupo y las catástrofes. Existen factores y mecanismos ma-
que no constituyen una respuesta racional o lógica crosociológicos que entran en juego en la determi-
a la situación, suelen ser consecuencia de la desor- nación de las reacciones colectivas.
ganización social. Se llaman factores de predisposición en el marco
La reacción colectiva más popular, pero la menos macrosociológico a: 1) La ausencia de cohesión o
frecuente, es la del pánico. Se puede definir como baja cohesión del grupo (la masa es un grupo total-
un miedo colectivo intenso, que sienten simultánea- mente desestructurado y desprovisto de cohesión).
mente todos los individuos de una comunidad o de 2) La falta de experiencia comunitaria (las tropas
una población. Caracterizada por la regresión a un constituidas recientemente o reconstruidas recien-
nivel arcaico de consciencia impulsivo y gregario, temente son vulnerables al pánico). 3) El fracaso
que se traduce en reacciones primitivas de agitación cualitativo o cuantitativo del marco organizativo.
desordenada, violencia o suicidio colectivo. Deben tomarse en cuenta: Los niveles precarios
de ciertos grupos, su adhesión a ideas nacionalistas
Se han descrito fases sucesivas en extremistas y a valores colectivos de defensa. Los
los estados de pánico grupos frágiles, como niños, individuos frustrados,
1) La fase de preparación: Se observa la instalación enfermos en general, son más vulnerables en este
de un clima de inquietud, de aprehensión, exte- tipo de situaciones.
riorización de una emoción que se comunica al Los niños son un grupo de riesgo especial. Sue-
grupo, y propagación de rumores. La situación len padecer fobias, trastornos del sueño, pérdida de
que se vivió en Israel durante la Guerra del Gol- interés en la escuela y “conducta difícil”.
fo desde que Irak comenzó a amenazar con el En mi trabajo después de la guerra de Yom Ki-
ataque de misiles, hasta el momento del cumpli- ppur me referí a la especial vulnerabilidad del gru-
miento del ultimátum por parte de USA, es un po de personas que experimentan situaciones de
ejemplo de esta fase (Benyakar M, 1998a). crisis o grandes cambios en sus vidas: Casamien-
2) La fase de shock: Puede surgir espontáneamente tos, divorcios, personas que recientemente enviuda-
o por algún grito o alguna señal. Irrumpe la an- ron, cambios de domicilio, de empleos, traslado a

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Mordechai (Moty) Benyakar

otras ciudades, etc. Este grupo es muy propenso al bién la posibilidad de implementar los desarrollos
desarrollo de psicopatologías inducidas por situa- de la telemedicina, o específicamente de la telepsi-
ciones disruptivas como desastres o catástrofes quiatría, posibilitando intervenciones de especialis-
(Benyakar M, et al, 1978 a, b y c). tas para interactuar con equipos en diferentes par-
Coincido con Cohen y Crocq en que los damnifi- tes del planeta. Hoy en día por medio del programa
cados pueden formar parte de todos los estratos so- de la Sección de Psiquiatría Militar e Intervención
ciales, económicos y étnicos, así como todos los en Desastres de la World Psychiatric Association
segmentos de población en el área del desastre y (WPA), estamos estimulando este tipo de interac-
sus alrededores (Benyakar M, 2000a). ción (Dwyer T, 1973; Cukor P, et al, 1994; Perednia
DA, 1994).
PROGRAMA DE SALUD MENTAL EN
SITUACIONES DISRUPTIVAS Los actos de entrenamiento
Deben asegurar la repetición de ejercicios de pro-
Una de las paradojas de la labor en situaciones dis- tección y de salvataje, de tal manera que la pobla-
ruptivas es que la prevención de las reacciones in- ción no sea sorprendida en el momento en que
adaptadas durante las catástrofes implica la toma de irrumpe el peligro real.
medidas similares, tanto para las reacciones indivi- Se tratará de desarrollar conductas de salvataje
duales como para las reacciones colectivas. Ellas que puedan ser realizadas automáticamente, aun
comprenden: La prevención a largo plazo y la preven- cuando el sujeto sea presa de un shock emocional,
ción durante la situación crítica. de una sensación de fragilidad, de indecisión y/o de
inhibición.
Prevención a largo plazo Se entrenará en la detección de individuos vulne-
Debe ser encarada durante la vida del ciudadano. rables psíquicamente y a la vez se seleccionará a los
Comprende medidas de educación, de información más resistentes, en función de su estabilidad emo-
y de entrenamiento. cional y tomar decisiones en situaciones críticas,
Las medidas de educación vienen a reforzar la para dirigir a los grupos y asumir puestos de res-
pertenencia al grupo y a la sociedad, a promover la ponsabilidad (Crocq L, et al, 1987).
adhesión a los valores colectivos sociales, culturales De nuestra experiencia en Israel hemos aprendi-
y morales e inculcar los deberes de civismo y al- do la importancia del hecho que cada individuo co-
truismo. nozca el lugar y la función asignada a él en situacio-
Las medidas de información deben ser claras y nes de este tipo.
precisas. Deben aportar los datos esenciales sobre Los niños deben ser entrenados adecuadamente.
las posibles consecuencias de la catástrofe, los peli- Y en casos de simulacros, preparar los lugares de
gros y amenazas, sus efectos y las maneras de pre- refugio de la forma menos amenazante posible, cui-
venirlos y enfrentarlos. Esta información debe ser dando el detalle que en esos lugares haya cosas per-
objetiva, sin connotaciones dramáticas y debe con- sonales de los niños, como juguetes o algunos dibu-
tribuir a disipar las creencias irracionales y las su- jos que ellos mismos hicieron, etc.
persticiones desorganizantes, concernientes al nue- Al desarrollar la actividad de los simulacros se
vo peligro y a sus efectos desconocidos. debe tener en cuenta que no sólo es importante
Es de suma importancia que los profesionales de transmitir las indicaciones técnicas, sino dar un sen-
salud mental estimulen el despliegue de informa- tido a la actividad que se realiza, tratando de evitar
ción por medio de actividades educativas y de inter- en la medida de las posibilidades, la tendencia a la
cambio, como así también la formación de perso- dramatización y el ridículo. Estas actitudes se gene-
nas idóneas para la resolución de los problemas ran frecuentemente como reacciones defensivas de
que surjan. Ellos deben crear, asimismo, un am- las personas, transformando a los simulacros en en-
biente favorable para el apoyo al programa de ayu- cuentros carnavalescos, en los cuales sólo los funcio-
da a los damnificados (Benyakar M, 2000a). narios que están siendo controlados son los que se
involucran en la actividad desarrollada.
Los programas de salud mental en
desastres en el nuevo milenio Prevención en situación crítica
El vertiginoso desarrollo tecnológico y el fenóme- Ésta es una etapa que no es factible de realizar
no de globalización posibilitan hoy en día la trans- en todos los eventos disruptivos. Se puede desarro-
misión de información y el compartir experiencias llar sólo en aquellas situaciones en que la población
desde diferentes regiones del mundo. Pienso que no y el equipo de salud reciben un preaviso sobre la
sólo el uso de internet para la búsqueda de material posibilidad que el desastre se produzca. Éste fue el
en esta área se transforme en importante, sino tam- caso de la Guerra de los Seis Días y la Guerra del

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

Golfo en Israel (Benyakar M, et al, 1975; Benyakar necesitan legitimación y aprobación de sus ac-
M, 1997c). ciones.
Esta actividad comprende: El refuerzo del marco 2) Evaluación de las necesidades: Todo plan para
social y de las instrucciones dadas, proveer informa- brindar ayuda psicológica debe responder a los
ción concerniente a la amenaza y los riesgos en jue- problemas específicos de los damnificados. A tal
go, y repetir ejercicios de seguridad y de salvataje. efecto, el equipo de salud mental debe: a) cono-
Se tomarán las medidas apropiadas para evitar cer la definición que se da de salud y enferme-
la constitución de masas atemorizadas y la propa- dad en la comunidad; b) indagar los problemas
gación de rumores alarmistas. existentes a fin de determinar la naturaleza y
magnitud de los mismos, así como los grupos
Los programas de atención en afectados; c) evaluar los recursos locales de que
el área de salud mental durante y se dispone para enfrentar los problemas; d) em-
después de un desastre plear estos datos para elaborar los objetivos y
Raquel E. Cohen y Frederick L. Ahearn (1989) de- estrategias del programa.
terminan que los integrantes del equipo de salud 3) Objetivos de los servicios de salud mental: Es-
mental para enfrentar el caos necesitan conocimien- tablecer prioridades en cuanto a los servicios
tos para actuar a la brevedad, sin permanecer per- mismos.
plejos e inseguros en cuanto a las medidas a tomar. 4) Financiamiento: Adecuación del proyecto pro-
Los líderes de los servicios de salud mental, me- puesto a la realidad y la capacidad de los líderes
diante la comprensión clara y plena de las conse- para movilizar los recursos de la comunidad.
cuencias emocionales de un desastre, deben res- 5) Estructuras administrativas: La creación de un
ponsabilizarse de reclutar al personal necesario, sistema de flujo de información, la instauración
movilizar los recursos que se precisan y planear la de los procedimientos presupuestarios y conta-
ayuda a los damnificados. La coordinación con bles, y la aclaración de los métodos de evalua-
otros servicios es necesaria, para evaluar la forma ción y sobre quién recaerá la responsabilidad del
de aportar ayuda psicológica a los damnificados. programa.
Sin tales conocimientos, los miembros del equipo
de salud mental suelen perder tiempo valioso en El equipo de Salud Mental
decidir las tareas a desarrollar y la forma de reali- Son varios los factores problemáticos en esta
zarlas. área. En principio el hecho que el número de profe-
La experiencia del programa de salud mental de- sionales necesarios para asistir a la población que
sarrollado en Israel en la Guerra del Golfo (Ben- se necesita, es por lo general muy reducido para las
yakar, et al, 1994d) coincide con lo propuesto por características de la intervención. Por un lado, el
Raquel Cohen en que los puntos centrales de la pla- número de personas necesitadas de asistencia en el
nificación de un programa de salud mental deben área de la salud mental siempre es mayor que los
incluir: 1) Evaluación de las necesidades. 2) Defini- necesitados de asistencia física, como lo he explica-
ción de los objetivos de intervención. 3) Considera- do anteriormente. Segundo, que el tipo de contacto
ción de posibles opciones. 4) Diseño de un progra- y el tiempo que cada profesional debe estar con los
ma. 5) Puesta en práctica y ejecución de un damnificados asistidos requiere de mayores esfuer-
proyecto de atención en el área de salud mental. zos, que no siempre son considerados en los pro-
La prestación de servicios en situaciones de de- gramas asistenciales en estos casos. Por este moti-
sastres requiere de conocimiento, paciencia y flexi- vo es que los equipos de salud mental deben
bilidad. Lo más frecuente es que la información sea formar, aunque sea en la forma más rudimentaria,
inadecuada o difícil de reunir. Después de un de- a la población que pueda funcionar como sostén en
sastre, los líderes de servicios de salud mental de- este tipo de situaciones, para complementar las
ben dedicar largas horas a decidir qué hacer y en funciones que éstos deben desarrollar.
qué forma realizarlo. En muchos casos, se enfren- Entiendo que la función de los psiquiatras en
tan a situaciones que son peculiares a la comuni- este tipo de situaciones es sumamente importante y
dad en cuestión, y requieren flexibilidad e innova- a la vez problemática. En principio por el precon-
ción en el enfoque para ayudar a los damnificados cepto de la sociedad que considera a los psiquiatras
(North CS, et al, 2000). como los representantes de la patología y de enfer-
Raquel E. Cohen y Frederick L. Ahearn (1989) medades psíquicas graves. Sumado a ello se cree
proponen algunos pasos en el proceso de planifica- asimismo que la presencia del psiquiatra es necesa-
ción de los servicios de salud mental: ria sólo en caso de tratamientos farmacológicos.
1) Aprobación y apoyo: Antes de actuar los admi- Existe una posición similar adoptada por los mis-
nistradores de los servicios de salud mental mos psiquiatras, sin poder postularse como articu-

Neurol Neurocir Psiquiat 2002; 35(1): p. 3-25 15


Mordechai (Moty) Benyakar

ladores entre lo psíquico y los cambios biológicos Intervención psicológica después de desastres
que requieren tratamientos farmacológicos. Raquel E. Cohen y Frederick L. Ahearn (1989)
A mi entender es de suma importancia la presen- resaltan que un objetivo importante de la interven-
cia de profesionales de la salud mental con amplia ción de salud mental en desastres es el uso adecua-
experiencia en todo tipo de patologías incluyendo do de técnicas que restauren la capacidad de los
las patologías graves, para poder diferenciar entre damnificados para resolver las situaciones estre-
las reacciones adaptativas normales y las reaccio- santes en que se encuentran y les ayuden a reorde-
nes patológicas que requieren ser tratadas por los nar y organizar su mundo mediante la interacción
profesionales adecuados. Es por ello que considero social. Un segundo objetivo es la colaboración con-
de fundamental importancia la presencia de psi- tinua y activa con otros grupos u organismos que
quiatras. A mi entender, los equipos deben estar brindan atención, apoyo y ayuda a los damnificados
constituidos por profesionales de las diferentes ra- en particular y a la comunidad en general.
mas de la salud mental, psicólogos clínicos y socia- Los autores manifiestan que a fin de lograr el ob-
les, trabajadores sociales, educadores, enfermeras jetivo de la resolución de la crisis, los trabajadores
con experiencia en el área de la salud mental, etc. de salud mental deben tener bien claro algunos
(Benyakar M, 1996a). conceptos:
Por estos motivos, he desarrollado el concepto de 1) Aceptar su función como un miembro de un
“Liderazgo Funcional” diferenciándolo del “Lideraz- equipo que participa de manera rápida y eficaz
go Estructural”. En el “liderazgo estructural” con- en la resolución de los problemas humanos que
duce al grupo aquel que tenga mayor rango jerár- surgen. Capacidad de desarrollar una actitud
quico, tanto sea porque la profesión es considerada sensible ante los acontecimientos trágicos que
de mayor prestigio jerárquico, o por el puesto admi- acompañan el desastre.
nistrativo que la persona posee. A diferencia de 2) Las técnicas disponibles para que el profesional
esto, el “Liderazgo Funcional” se despliega con base ayude en la resolución de crisis son diversas y
en la capacidad del profesional de sostener un gru- pueden agruparse bajo el encabezado de “técni-
po de trabajo en forma integral, coherente, eficiente cas de auxilio al yo”. Estas técnicas van dirigidas
y creativa. Por lo tanto, no es la profesión ni es el a la restauración del funcionamiento del yo.
supuesto prestigio lo que determina la conducción 3) La situación del damnificado, la manifestación
del grupo, sino estas condiciones mencionadas de la crisis en signos y síntomas psicofisiológi-
(Benyakar M, 2000a). cos y los recursos de que se dispone para ayudar
Una de las características de este tipo de situa- a los individuos, influyen en los procedimiento
ciones es la incapacidad del damnificado de solici- empleados por el profesional de salud mental
tar asistencia, este factor nos llevó a diferenciar en- para lograr los objetivos de la intervención.
tre las intervenciones profesionales por demanda o 4) La intervención terapéutica en crisis abarca to-
por presencia. das las actividades que el profesional utiliza
La “intervención por demanda” está sostenida por para aliviar la aflicción.
la tradicional actitud de los profesionales que entien- Estos autores agregan que deben tenerse en
den que se asiste sólo a las personas que soliciten cuenta pautas claras para la intervención terapéuti-
atención en sus consultas. A diferencia de esto está ca. Entre ellas proponen:
la “intervención por presencia”, en la cual el profe- 1) Factores de riesgo: a) La madurez o inmadurez
sional de salud mental trata de estar en contacto di- en la personalidad del paciente, b) el estrés rela-
recto con los afectados para evitar el desarrollo de cionado con funciones o expectativas sociales de
trastornos psíquicos por falta de posibilidad o capa- conducta, según lo juzgan los damnificados mis-
cidad de afrontar el evento disruptivo en forma ade- mos y otros que conviven con ellos, c) el estrés
cuada. En este tipo de intervenciones el profesional ambiental persistente tanto en cuanto al entorno
desarrolla una función mediatizadora para que el físico como social, d) crisis que han vivido los
damnificado pueda articular en su psiquismo lo su- damnificados antes o después del desastre.
cedido, utilizando sus capacidades psíquicas idio- 2) Ambiente social: El entorno social en que se
sincráticas. En la mayoría de los informes de este reubica a los damnificados es una variable im-
tipo de situaciones se ha enfatizado la eficacia de las portante que afecta la decisión relativa al tipo de
intervenciones que hemos llamado “por presencia” intervención psicológica. Debe dilucidarse el tipo
(Benyakar M, 1995). de intervención específica para cada ambiente.
Los profesionales de salud mental deben integrar- 3) Recursos médicos y clínicos. El diagnóstico de
se a los equipos de atención de desastres en sus dife- trastornos que ponen en riesgo considerable la
rentes niveles, tanto el inmediato, como el agudo y el vida, requiere la intervención del personal médico
crónico (Collazo C, 1983, 1985b; Lebigot F, 1999). y debe formar parte del proceso de evaluación.

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

La escuela israelí, por las características de las por profesionales que se hayan formado y conozcan
situaciones disruptivas que tuvo que enfrentar, ge- las especificidades de las reacciones en este tipo de
neralmente guerras y atentados bélicos, adaptó el situaciones. Sólo estos profesionales serán los res-
viejo principio de Salmon ya propuesto en la prime- ponsables de administrar la medicación neurolépti-
ra Guerra Mundial que se refiere a tres elementos ca o ansiolítica en caso de ser necesario, y de deci-
básicos en el tratamiento de los damnificados. És- dir la evacuación a centros especializados en estos
tos son: Inmediatez, proximidad y expectancia (Sal- temas.
mon TW, 1919). La reducción de reacciones colectivas es muy di-
La inmediatez remite al hecho que el damnificado fícil de realizar, sólo en casos excepcionales es posi-
deberá ser asistido inmediatamente después de acon- ble reducir un pánico colectivo o un éxodo masivo,
tecido el evento. Proximidad se refiere a que el damni- pero en la mayoría de los casos este tipo de conduc-
ficado sea asistido lo más cerca posible al lugar del tas se estabilizan en función de factores externos o
evento. El principio de expectativa sostiene que el pro- de situaciones políticas. Por ejemplo, la llegada pre-
fesional y los compañeros del damnificado deben coz de los organismos de seguridad puede hacer
mantener la expectativa y expresar la voluntad que el volver la lucidez a una población que está reaccio-
damnificado retorne a la actividad que desarrollaba nando con conmoción, inhibición y estupor, pu-
antes del evento, lo más rápido posible. diendo frenar su éxodo centrífugo.
La escuela francesa propone el tratamiento de las Las medidas de reorganización social rápidas de-
reacciones individuales, por un lado, y por otra par- volverán el equilibrio mental y la autonomía social
te disminuir y aplacar las reacciones colectivas, no- durante la fase de poscatástrofe y evitarán la eclo-
civas (Crocq L, et al, 1987; Andreoli A, 2000). sión de manifestaciones de violencia, reivindicación
El tratamiento de las reacciones individuales re- y mentalidad colectiva de victimización.
cae en los primeros momentos sobre el equipo de A mi entender la intervención del equipo de salud
salvataje, que debe estar informado de los principa- mental dirigida a la población en forma colectiva,
les tipos de reacciones psicóticas, neuróticas o hi- debe realizarse por medio de los organismos oficia-
peremotivas y las conductas que pueden desarro- les responsables de cada una de las áreas, y no en
llar cada una de ellas. Se instruirá particularmente forma aislada por el equipo de salud mental. La
a los equipos de salvataje sobre la importancia de función de los servicios de salud mental en cuanto
que los damnificados puedan expresar sus senti- al pánico colectivo será la de instruir y asesorar a
mientos y necesidades en forma verbal. Se instruirá los medios de comunicación, elaborando junto con
a este equipo sobre los componentes psicológicos ellos la forma de transmitir los contenidos. La fun-
de los fenómenos somáticos. Debe asegurarse la ción de este equipo dentro de los estratos operati-
disponibilidad del tratamiento psicológico tanto en vos, es la de calmar tensiones en el momento de la
el lugar del evento como en el puesto de seguridad o toma de decisiones e incluir el factor humano cuan-
lugar de evacuación, de la misma manera que se do se abordan cuestiones operativas que aparente-
asegura el tratamiento somático. mente tienen sólo características técnicas. En gene-
Especificar las técnicas de intervención en cada ral, no se tiende a incluir en estos marcos al equipo
uno de los niveles de evacuación es sumamente im- de salud mental para enfrentar este tipo de situa-
portante, pero está fuera del alcance de este traba- ciones. La iniciativa de inclusión debe provenir del
jo; dicha temática la he abordado en trabajos ante- mismo equipo de salud mental, siendo suficiente-
riores (Benyakar M, 1978 a, b, c, 1994a, 1997b, mente cautelosos de cuidar su especificidad en la
1998a, 2000a). acción, como así también de no convertirse en un
Las reacciones hiperemotivas simples deben ser factor que obstaculice y coarte la agilidad en la
reducidas. En algunos casos se puede lograr esto, toma de decisiones (Benyakar M, et al, 1994d).
integrando al sujeto en las operaciones de salvataje.
Las reacciones neuróticas no deben ser dejadas Trastornos neurofisiológicos y tratamientos
de lado y los afectados deben ser evacuados al farmacológicos
puesto de seguridad, donde se los tratará ofrecién- En los últimos años la investigación se ha centra-
doles una interacción con características psicotera- do en los procesos biológicos que se desencadenan
péuticas por sus cualidades de contención, y en la a causa de la exposición a situaciones disruptivas
medida de la necesidad administrarles medicación (Bremner JD, et al, 1995; Yehuda R, 2000). Si bien
sedativa. En los casos más severos debe trasladarse Brenmer ha estudiado en forma sistemática los fac-
a los damnificados a un centro de evacuación que tibles daños del estrés al cerebro, hoy nos encontra-
se especialice en tratamiento de estos casos. mos ante nuevos desarrollos, como los de McEwen
Las reacciones psicóticas confusionales o deli- que se centralizan en las disfunciones y plasticidad
rantes deben ser cautelosamente diagnosticadas del hipocampo (Bremner, 1999; McEwen, 1999;

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Mordechai (Moty) Benyakar

Gould E, et al, 1999). Se suman a éstos las investi- del Golfo), y la intervención en atentados terroristas
gaciones que abordan la especificidad funcional de y desastres naturales tanto en Israel como Argenti-
la amígdala y sus mecanismos tróficos en situacio- na, puedo afirmar que la conclusión más generali-
nes disruptivas produciéndose una disfunción de la zadora que he llegado es que cada situación plantea
memoria emocional. (Roozendaal B, et al, 1997; nuevos retos. Sin duda que la experiencia adquirida
Post RM, et al, 1998; Cahil L, et al, 1998). en situaciones anteriores nos ha permitido actuar
Estos avances llevan a diferenciar experimental- en forma más rápida y eficiente pudiendo de esta
mente lo que ya hemos postulado respecto a la fun- forma superar problemas que sin conocimiento de
ción del afecto y la representación en la clínica de lo ellos nos hubiesen parecido inabordables. (Ben-
traumático (Benyakar M, 1999a). yakar M, 1973, 1991, 2000a; Benyakar M, et al,
A mi entender esto llevará a una actitud más es- 1982, 1983, 1984).
pecífica respecto a los tratamientos psicoterapéuti- Aún no existe un consenso en cuanto al paralelis-
cos y farmacológicos en la medida que se los necesi- mo de las reacciones concernientes a las poblacio-
te (van der Kolk BA, 1987, 1988; Cristal H, et al, nes civiles y militares de países en guerra (Foulkes
1988; Fridman MJ, 1988, 1993; Kander ER, 1999). SH, 1964; Benyakar M, et al, 1978b; Neumann M,
Abordaré esta temática en un próximo trabajo a pu- et al, 1984; Mangelsdorff AD, 1985; Collazo C,
blicarse. 1985a; Solomon Z, 1993; Collazo C, 1995). La
Guerra del Golfo fue una situación singular porque
Tipos de intervención según las involucraba a civiles expuestos a ataques masivos,
fases después del desastre a pesar de que el país no había declarado el estado
Raquel E. Cohen y Frederick L. Ahearn (1989) de guerra. Las reacciones producidas por esta gue-
proponen adecuar la intervención con base en lo rra requirieron la implementación de diversos mo-
que ellos llaman las tres fases relacionadas con el dos de intervención, por ello la traeré a modo de
desastre. ejemplo (Benyakar M, 1997c).
La primera fase: Las primeras horas y días des-
pués del desastre. Asistencia en salud mental durante la guerra
Durante la primera fase se realizan operaciones Durante la Guerra del Golfo, los civiles cuyos ho-
de selección para evaluar la conducta, calibrar el gares fueron seriamente dañados por misiles y es-
grado y nivel de crisis, y canalizar la información combros, fueron evacuados y ubicados en hoteles.
obtenida, transmitiendo al personal asistencial, de A diferencia del Desorden por Estrés Post-Trau-
modo que la organización de la ayuda puede aliviar mático (PTSD), descrito por Horowitz como una
la situación y las reacciones psicofisiológicas inme- discreta reacción aguda, las reacciones de los eva-
diatas de los damnificados. cuados eran difusas. La reorganización en el nivel
El objetivo terapéutico debe ser ayudar a los externo fue rápida, mientras que su organización
damnificados para minimizar los efectos de la des- interna podía ser tanto positiva y constructiva en al-
organización cognitiva y reforzar su dominio. gunos, o negativa y destructiva en otros. En mi opi-
Segunda fase: Abarca las primeras dos semanas. nión, la intervención inmediata, a los fines de posi-
En la medida que los damnificados pasan de los bilitar el alivio emocional y prevenir que se
refugios de emergencia a viviendas temporales o re- produjera el aislamiento interno, fue la actitud cru-
gresan a sus hogares, surge una nueva fenomenolo- cial en esta situación. (Solomon Z, 1989; Solomon
gía, disminución de la tensión, restauración de la Z, et al, 1991; Horowitz MJ, 1993; Benyakar M,
organización cognitiva, el logro del control emocio- 1994a, 1997b y c, 1998a).
nal relativo, el uso espontáneo de interacciones so- Nuestra intervención fue realizada en el propio
ciales apropiadas y la capacidad para enfrentar los contexto social de los evacuados. Las estructuras
mecanismos para la obtención de recursos disponi- sociales consistían en familias y grupos de amigos o
bles para restaurar sus vidas normales. vecinos que se agruparon y funcionaron como una
Tercera fase: Abarca los primeros meses. unidad. Por medio de la reorganización de estas es-
Conforme se desarrollan las fases finales de las tructuras los individuos fueron recibiendo ayuda
actividades de recuperación llegan a la atención de del equipo asistencial en forma personal.
los trabajadores de salud mental, casos con trastor- El mayor dilema que tuvo que enfrentar el equipo
nos muy diversos. Estos casos presentan necesida- fue cómo desarrollar un espacio transitorio, lo sufi-
des diferentes en las áreas de vulnerabilidad y des- cientemente estable como para contener las necesi-
compensación del yo. dades básicas de los evacuados (físicas y psicológi-
Basándome en la experiencia en las cinco gue- cas), con límites suficientemente permeables para
rras en que he participado en Israel en forma activa permitirles retornar a sus actividades diarias y ho-
(desde la Guerra de Los Seis Días hasta la Guerra gares lo antes posible.

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

El equipo de salud mental intervino a través del tuciones que aunaron sus esfuerzos a los del equi-
uso de un espacio terapéutico facilitador y conti- po del hospital. Es de destacar que este hospital de
nente, que posibilitó enfrentar vivencias penosas en amplia experiencia académica se encuentra ubicado
forma fluida y transformadora (Benyakar M, et al, a sólo 300 metros de la tremenda explosión que
1994d). causó la muerte de casi 100 personas y heridas a
No interferíamos con la tendencia natural de los un gran número de civiles.
evacuados a fortalecer los mecanismos de defensa Se brindó asistencia clínica individual a las per-
familiares y los estilos adaptativos, ni se esforzaba sonas que concurrían al hospital, se desarrolló una
la introspección. El medio terapéutico, con su es- labor de detección y prevención en las escuelas de
tructura flexible y sus metas adaptables, aumenta- la zona afectada, y se creó un ámbito destinado a
ba el espacio de cambio y movilidad. Este espacio los profesionales del hospital para que trataran la
de características específicas fue creado para man- amenaza psicológica que esta situación provocó en
tener un delicado equilibrio entre el mundo interno ellas.
y el externo.
Salud mental de los niños en guerras,
El atentado terrorista a la Comunidad atentados y desastres naturales
Judía de Argentina (AMIA) Es de suma importancia evaluar y dar respues-
Éste es uno de los ejemplos de mis intervencio- tas específicas a la problemática de los niños en si-
nes en Argentina, lo menciono con el propósito de tuaciones de desastre. (Pynoos RS, et al, 1993,
realzar que los conceptos y proposiciones aquí pre- 1998; Pfeffer CR, 1996).
sentados no se remiten necesariamente a países El niño, en una permanente interacción con su
con una gran experiencia y entrenamiento en desas- medio, se encuentra en un proceso de estructura-
tres como Israel, o que tienen una adecuada organi- ción de su aparato psíquico, el evento disruptivo
zación institucional y disponen de fondos económi- provoca una eclosión de esta relación, influyendo
cos como Estados Unidos de América o con una en forma directa en la estructuración psíquica del
larga experiencia en esta área como Francia. mismo. La irrupción del mundo externo en el psi-
El Director del Departamento de Salud Mental quismo del niño distorsiona las concepciones y la
del Hospital de Clínicas, me invitó a dirigir conjun- continuidad causal que el niño está construyendo,
tamente con él, en julio de 1994, un programa asis- exacerba el pensamiento omnipotente y desarrolla
tencial para poblaciones afectadas por desastres, creencias de tipo mágico. Guerras, atentados, de-
catástrofes y atentados bélicos, a raíz del atentado sastres naturales, etc., pueden desencadenar las
contra el edificio de la Comunidad Judía de Buenos más profundas y escondidas fantasías terroríficas
Aires (AMIA) (Benyakar M, 1994b, Fahrer R, et. al, que todo niño tiene en algún rincón de su mente.
1995). Esto es lo que lleva a reacciones impensadas, im-
Este programa se basó en el concepto de los es- pensables y bizarras de los damnificados, algunas
pacios terapéuticos, aplicable no sólo a este tipo de inmediatas, pero en su gran mayoría de serias con-
situaciones sino a toda intervención psiquiátrica secuencias mediatas (Pfefferbaum B, 1997).
dentro de marcos institucionales. Estas distorsiones influyen en lo psíquico y so-
La organización en torno a los espacios terapéu- mático de cada niño. Después del atentado contra
ticos la hemos comenzado a desarrollar a partir de la sede de la Comunidad Judía en Bs. As. (AMIA),
la Guerra de Yom Kippur, en Israel, fue aplicada en uno de los distritos se reportó el aumento de
luego en la Guerra del Líbano, se adecuó y desarro- complicaciones somáticas en 75% de los niños va-
lló a la labor en diferentes hospitales psiquiátricos cunados por la sanidad escolar (Benyakar M, et al,
en Israel y la aplicamos en la Guerra del Golfo. 1998c).
Sus pilares primordiales son: Transicionalidad, Los eventos disruptivos no sólo actúan en forma
coherencia e integración, esto es lo que le adjudica directa sobre el niño sino que también amenazan y
al programa las condiciones de estabilidad y conti- lesionan a los adultos e instituciones que se hacen
nuidad. Uno de los criterios básicos en estas situa- cargo de los niños, coartando de esta manera sus
ciones es la transicionalidad que durante la asisten- capacidades de sostén. Transformando los límites
cia masiva sólo pueden proveer instituciones u entre el niño y el adulto en difusos y endebles.
organizaciones lo suficientemente estables para lue- Se trunca la posibilidad de fantasear dejando al
go en un futuro seguir acompañando a los damnifi- niño solo ante sus propios fantasmas originarios,
cados en sus necesidades. carente de mediatización. Hemos visto que las fan-
La peculiaridad de este equipo de trabajo fue que tasías de estar protegidos por figuras fuertes y con-
durante el desarrollo de la labor se fue gestando fiables que representan los diferentes personajes de
paulatinamente con la participación de otras insti- las leyendas infantiles como Superman, el Llanero

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Mordechai (Moty) Benyakar

Solitario, etc., dan lugar al fantasma de aniquila- dos y desastres es imprescindible (Benyakar M, et
ción o desestructuración, teniendo que desarrollar- al, 1998c).
se defensas psíquicas que no siempre favorecen a
un mejor desarrollo. El terapeuta de niños
Emergen actitudes generalizadas, situacional- en situaciones disruptivas
mente adaptativas, como los niños parentalizados, Ser terapeuta de niños que han vivido situacio-
cumpliendo roles parentales, así fue el caso de la nes disruptivas como guerras, atentados terroristas
Guerra del Golfo en Israel, en la cual los niños esta- o han perdido familiares en ellos, es altamente con-
ban adecuadamente preparados en las escuelas y movedor y movilizante. En situaciones de catástro-
eran ellos los que transmitían información a los pa- fe, pacientes y terapeutas están potencialmente
dres de cómo cuidar sus propias casas, cómo se de- amenazados.
bían usar las máscaras antigás, etc. A tal punto que Dos ejes deben estar bien articulados:
se estableció una red interactiva por radio y televi- 1) Un abordaje metapsicológico y clínico de la inci-
sión, en la cual los niños daban ideas e instruccio- dencia de situaciones de violencia y agresión en
nes de cómo solucionar problemas técnicos ante un un psiquismo en constitución.
eventual ataque con gas letal por parte de Irak. 2) Conformación de programas de atención en Sa-
En situaciones disruptivas parecería que se tien- lud Mental coherentes con la concepción metap-
de a alentar la autonomía de los niños, negando el sicológica propuesta.
tiempo de metabolización y las necesidades de és- La función mediatizadora del adulto y el medio
tos de ser protegidos por los adultos. ambiente:
La elaboración del desamparo y perpetuación del Entendemos que el psiquismo se estructura en
desvalimiento deberán estar en el foco de atención de un constante interjuego entre interioridad y exterio-
todo equipo profesional que pretenda actuar en es- ridad. El infante humano debe enfrentarse con la
tas situaciones. Teniendo en cuenta que al dirigirnos tarea psíquica de conocer paulatinamente las pro-
a los niños estamos activando una parte atemoriza- piedades del objeto exterior.
da del niño que hay en nosotros, puesto que todos En momentos de constitución, los estímulos ex-
fuimos en alguna medida niños más o menos asusta- ternos, heterogéneos al aparato, tienen un alto po-
dos (Winnicott D, 1974; Benyakar M, 1996b). tencial traumatogénico, debido a que la capacidad
La esencia de equipos que trabajan con los niños metabolizadora del infans está aún en desarrollo.
radica en la capacidad de los mismos de postularse Es por ello que los adultos cumplen una fun-
como mediatizadores y representantes del sostén ción mediatizadora con la realidad que el niño en-
que se tiende a perder, para posibilitar una adecua- frenta.
da metabolización de lo acaecido. Su actividad se de- La función maternante, mediatizadora del adul-
sarrolla tanto a nivel individual del niño y sus pa- to, posibilita la constitución de un Yo que tomará a
dres, como así también en aquellas instituciones su cargo la metabolización de lo originario a lo pri-
amenazadas, a saber, familia, escuela, clubes o agru- mero y luego a lo secundario, sosteniendo un conti-
paciones sociales. (Figley CR, 1988; Mark BS, et al, nuo interjuego entre sensaciones propias y percep-
1997). ciones de estímulos provenientes del mundo externo
Se debe tomar en cuenta no sólo a los profesio- (Aulagnier P, 1977).
nales como mediatizadores, sino a aquellas figuras La situación disruptiva se torna catastrófica
representativas de la sociedad para que cumplan cuando el adulto no puede metabolizar lo acaecido,
dicha función. La actitud del presidente Clinton y sufre una desubjetivización y cosificación, pudien-
su esposa en las diferentes reuniones con niños do perder su capacidad mediatizadora. Si esto ocu-
después del atentado en Oklahoma, es un ejemplo rre, los niños vivencian lo externo como traumato-
de la acción de un equipo de profesionales en esta génico, aún sin haber asistido en forma directa al
área. La organización para los niños desarrollada impacto del evento.
en Israel, en la cual los niños toman parte activa en
la preparación de sus lugares en caso de ataques, Continuidad, contigüidad y ruptura
etc. La formación de equipos especializados para La ruptura de contigüidad entre mundo interno y
detectar la problemática y atender a las necesidades mundo externo acrecentará el dolor, efecto del des-
de los niños en las escuelas, que se desarrolló en la valimiento, perpetuando vivencias inundadas por
Argentina ante el atentado contra la AMIA, es otro afecto, carentes de representación (Benyakar M,
de los ejemplos. 1999a). Estas vivencias pueden tener manifestacio-
Entendemos que una actividad integrada, con- nes clínicas inmediatas, miedos, pesadillas, dismi-
ceptualmente centrada en la especificidad de la pro- nución del rendimiento escolar, manifestaciones so-
blemática del niño en situaciones de guerra, atenta- máticas (Benyakar M, 1997d, 1997b, 1998c, 2000c).

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Salud mental y desastres. Nuevos desafíos

La ruptura de la continuidad psíquica en tiem- Trabajo de metabolización. En los casos que


pos de estructuración inscribirá marcas de difícil se resuelva encarar una terapia individual, el traba-
tramitación (Lemlij M, 1994). Esto puede darse de jo clínico debe apuntar a la transformación de lo no
dos modos: propio en propio. Lo disruptivo tiende a arrasar la
1. Por eventos masivos inesperados y violentos identidad, es por ello que se debe favorecer la con-
como guerras o atentados, actos delictivos, des- servación de lo propio para que el niño pueda con-
aparición o muerte abrupta de alguno de los pro- trarrestar la amenaza de ajenidad que el congela-
genitores. “Vivencia traumática”. miento o desvalimiento provoca.
2. Por situaciones cotidianas desestabilizantes y di- Capacidad de playing. Las situaciones disrup-
fusas como violencia física o psíquica en la fami- tivas pueden anular la capacidad de juego (playing)
lia, inestabilidad familiar como divorcios, actitu- del niño, arrasando sus espacios creativos (Winni-
des de abandono de los padres, migraciones y cott D, 1958, 1971; Benyakar M, 1996a).
mudanzas reiteradas, enfermedad física o men- Las intervenciones terapéuticas tanto individua-
tal de alguno de los progenitores, problemas eco- les como grupales con niños tienen que priorizar la
nómicos, etc. “Vivenciar traumático”. (Freud recuperación del juego espontáneo y creativo. El te-
S, 1950a; Granel J, 1982; Benyakar M, 1998a). rapeuta debe detectar cuando el juego se torna este-
Los adultos deberían tomar a su cargo el res- reotipado y repetitivo para abordar los núcleos de
guardo del niño a una exposición excesiva a estos angustia coagulada y liberarlos (Benyakar M,
eventos, para aminorar los riesgos tanto del viven- 1996b).
ciar traumático, como de la vivencia traumáti- La exposición excesiva de violencia televisada del
ca (Freud S, 1937c, 1939a). evento sufrido por el niño lo transforma en pasivo.
En el caso que los adultos sostenedores se en- Esas imágenes macabras invaden el aparato psíqui-
cuentren atrapados por esas mismas fuerzas dis- co en un exceso de realidad, que puede alterar la
ruptivas y presenten déficit en sus funciones media- producción de fantasías y la capacidad del playing y
tizadoras o de sostén, el riesgo se acrecienta. simbolización.
El destino de esta potencialidad patológica estará
determinado por el interjuego entre las capacida- La transformación del dolor en sufrimiento
des, previamente desarrolladas del Yo, la capacidad La elaboración terapéutica debe tender a trans-
mediatizadora del medio y las características del formar el dolor sin nombre en sufrimiento comuni-
evento. cable.
Cuando el evento se vivencia como una amenaza, Nuestra idea de dolor remite a las sensaciones
el aparato psíquico puede reorganizarse de dos ma- de displacer en el registro del cuerpo. Si el displa-
neras: cer perdura en su estado de dolor, sin representa-
1) Desarrolla defensas psíquicas, producto de la ción psíquica, no podrá ser metabolizado.
angustia señal, produciéndose la vivencia de es- El sufrimiento es el displacer representado o
trés. dolor subjetivizado que se torna comunicable. (Ben-
2) Emerge el desvalimiento y el vacío, producto de yakar M, 1998b)
la angustia automática, afecto sin representación El abordaje terapéutico con niños que han sufri-
que llevará a la vivencia traumática. (Freud S, do la impronta de la violencia o la agresión, debe
1926d, 1937c; Benyakar M, 1996c, 1999a). sostenerse en un vínculo mediatizador sustituto. Se
debe detectar los intentos de comunicación aun a
Funciones primordiales nivel a-verbal, para que luego el niño pueda simbo-
de los programas asistenciales de niños en lizar lo vivenciado, tornar la vivencia en elaborable
situaciones de desastres y transformar el dolor en sufrimiento.
Transicionalidad del entorno terapéutico: El La inmadurez del aparato psíquico no siempre
aislamiento del niño en un marco de sesiones tera- permite que este proceso pueda ser completamente
péuticas desligado de su cultura y su entorno en llevado a cabo en la infancia. Si bien deben realizar-
los momentos agudos, es sumamente peligroso. La se intervenciones inmediatas frente a eventos dis-
creación de un marco íntimo y específico dentro de ruptivos, núcleos no elaborados pueden persistir
situaciones de grandes tumultos semicaóticos, en el aparato psíquico.
ayuda al niño a enfrentar el evento. Sin embargo, Múltiples son los destinos de estos núcleos, ela-
en los casos que se indica un tratamiento indivi- borarse a posteriori, con las recomposiciones psí-
dual para el niño, debe mantenerse una fluida co- quicas que las experiencias intersubjetivas promue-
municación con su medio social (escuela, familia) van, en un proceso constante de simbolización y
para poder seguir procesando lo acaecido (Käes R, significación. Pueden también permanecer en su
1979). forma encapsulada y reactivarse en etapas críticas o

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Mordechai (Moty) Benyakar

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