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Los nutrientes son sustancias contenidas en los alimentos, que son indispensables
para la vida del organismo.
los hidratos de carbono o glúcidos
las proteínas
las grasas o lípidos
las vitaminas
los minerales
el agua
la fibra
Se considera que las proteínas animales tienen más calidad que las vegetales
puesto que contienen todos los aminoácidos esenciales en cantidades y
proporciones requeridas por el hombre. La proteína de origen animal, es por tanto,
de alto valor biológico (PAVB). La proteína de origen vegetal se puede
diferenciar entre las de mediano valor biológico(PMVB) y las de bajo valor
biológico (PBVB).
Carne
Pescado Legumbres Verduras
Huevo Cereales Hortalizas y Tubérculos
Leche y derivados Frutos secos Frutas
Se clasifican en:
Es muy importante consumir una cantidad suficiente de agua cada día para el
correcto funcionamiento de los procesos de asimilación y, sobre todo, para los de
eliminación de residuos del metabolismo celular.
¿Qué es la fibra?
Son las cantidades de todos y cada uno de los nutrientes que necesitamos para
lograr un estado nutricional correcto.
Por ello, clasificamos a los alimentos en diferentes grupos, según el nutriente que
se encuentre en mayor proporción.
Para poder cubrir estas recomendaciones debemos consumir todos los grupos de
alimentos en proporciones determinadas, y para ello, se diseñó la pirámide de
alimentación saludable.
¿Qué es la pirámide alimentaria?
Zanahoria
Es una de las reinas de la vitamina A, de la que encontramos dos tipos. Por un
lado, el retinol, presente en alimentos de origen animal, como carnes o pescados,
y por el otro los betacarotenos, que se encuentran sobre todo en frutas,
verduras y tubérculos, y que dan a los alimentos su color anaranjado. “Es
una vitamina fundamental en numerosos procesos, y garantiza la visión y la buena
salud de la piel”, explica Picazo.
Aguacate
“Es un alimento que no puede faltar en nuestra dieta si queremos lograr una
gran variedad de vitaminas”, explica Delgado, además de ácidos grasos
cardiosaludables. No solo son una buena fuente de vitamina E, uno de los
principales antioxidantes, que hallamos también en frutos secos, aceites vegetales
y semillas, sino que también contienen B9 o ácido fólico, además de
numerosos minerales como potasio, magnesio, calcio y fósforo.
aceite
dulezidar / Getty
Aceite de oliva
Es, junto con las verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, rúcula, col o
perejil) una fuente sensacional de vitamina K, entre otros nutrientes, que
participa, junto con la D, en el metabolismo del calcio. “La vitamina K ayuda a
que el calcio se deposite en los huesos y no se acumule en las arterias en
forma de placas, de manera que tiene una función fundamental en la coagulación
de la sangre”, explica Picazo. El pescado, el hígado, la carne de ternera o los
cereales también contienen esta vitamina, aunque en cantidades moderadas.
Pimiento
Pese a que la naranja es la que se lleva la fama, el pimiento es una muy buena
fuente de vitamina C, además de un alimento versátil que puede comerse tanto
crudo como cocinado, como guarnición o plato principal. La vitamina C es un
poderoso antioxidante, fundamental para mantener la síntesis de colágeno.
Picazo advierte de que, si bien está presente en numerosos alimentos, como los
cítricos, los tomates y algunas frutas como la fresa o el kiwi, “es una vitamina muy
sensible a la temperatura y a la luz, de manera que se pierde con mucha rapidez”.
Cereales
Son buenas fuentes de vitaminas B1, B2 y B3, como también lo son las carnes
y los pescados. Según Picazo, “a diferencia de la B9, estas vitaminas se
encuentran en gran variedad de alimentos, de manera que es raro tener un
desequilibrio si llevamos una dieta variada”. Estas vitaminas del grupo B
garantizan, a grandes rasgos, “que se puedan poner en marcha los mecanismos
de renovación de las células”.
Patata
Es, junto con otros vegetales ricos en almidón, la carne de ave y las vísceras, un
alimento rico en vitamina B6, esencial para el buen funcionamiento de las
enzimas y del sistema inmunitario, así como para el desarrollo cerebral durante
el embarazo y la infancia.
Es alimento rico en vitamina B6, esencial para el buen funcionamiento de las
enzimas y del sistema inmunitario
Frutos secos
Nueces, almendras, avellanas y otros frutos secos, siempre en su versión
cruda o tostada, “son alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta si
queremos asegurar un buen aporte de vitaminas”, explica Delgado.
Mientras que avellanas y almendras presentan grandes cantidades de vitamina E,
nueces y pipas de girasol son ricas en vitamina D, y por tanto muy interesantes en
invierno, y los cacahuetes son buenas fuentes de vitamina B3 y ácido fólico,
además de aportar proteínas. La idea es consumirlos moderadamente, ya que
su aporte calórico es alto, aunque son también muy saciantes y desempeñan
un papel fundamental en cualquier dieta equilibrada.
Las diferentes tipos de comidas en fideos y lactantes carnes frutas y
verduras
2. APORTES NUTRICIONALES
La pasta por ser un alimento elaborado a base de harina de trigo, tiene un elevado
contenido en carbohidratos, 100 g de pasta contienen como máximo 75 g de
hidratos de carbono. Estos carbohidratos proporcionan aproximadamente unas
370 Kcal, lo que representa aproximadamente el 15 % de las necesidades de una
persona que desarrolle una actividad normal con algo de ejercicio físico.
Los hidratos de carbono aportados son de absorción lenta con lo que libera la
energía poco a poco manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad.
La pasta aporta también un porcentaje aceptable de fibra vegetal, (sobre todo las
pastas integrales), lo que favorece el funcionamiento gastrointestinal y ayuda a
metabolizar el colesterol y los triglicéridos.
La pasta es un alimento básico aunque hay que matizar un par de cosas, la pasta
no es un alimento completo, ya que aporta pocas proteínas y no contiene grasas,
por lo que hay que complementarla con otros alimentos como los huevos, el aceite
de oliva virgen extra, el pescado y la carne.
Otra cosa que hay que matizar es que la pasta integral, aporta más fibra, y más
vitaminas y minerales que la pasta normal.
Tabla 1. Aporte nutricional en 100 g de alimento. (Pasta simple).
Aportes
Energía (Kcal) 374
Proteínas (g) 15
Grasas (g) 1,1
Hidratos de Carbono (g) 75
Fósforo (mg) 258
Hierro (mg) 3,6
Magnesio (mg) 143
Manganeso (mg) 3,1
Zinc (µg) 73
Sodio (mg) 7
Vitamina B1 (mg) 0,5
Vitamina B2 (mg) 9
Vitamina B3 (mg) 5,1
Vitamina B6 (mg) 0,2
Ácido fólico (µg) 4
Azúcares (g) 2,60
Fibra (g) 5
Los alimentos ricos en hidratos de carbono y fibra como la pasta son muy
beneficiosos para la salud:
Lactantes
Alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del lactante
empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo que se
hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria. A esa edad el
niño también está suficientemente desarrollado para recibir otros alimentos. Si no
se introducen alimentos complementarios alrededor de los seis meses o si son
administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño puede verse afectado.
Los principios rectores de una alimentación complementaria apropiada son:
Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta
los dos años o más.
Ofrecer una alimentación que responda a las necesidades del niño (por
ejemplo, darles de comer a los lactantes y ayudar a comer a los niños
mayores; darles de comer lenta y pacientemente, alentándolos a que
coman, pero sin forzarlos; hablarles mientras tanto, y mantener el contacto
visual).
Mantener una buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente.
Empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y
aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo.
Aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos.
Aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a
8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos
refrigerios adicionales si fuera necesario.
Ofrecer alimentos variados y ricos en nutrientes.
Utilizar alimentos complementarios enriquecidos o suplementos de
vitaminas y minerales si fuera necesario.
Durante las enfermedades, aumentar la ingesta de líquidos, incluida la
leche materna, y ofrecerles alimentos blandos y favoritos.
Vitamina C
Imagen: genious2000deLa vitamina C
(ácido ascórbico) es una vitamina hidrosoluble (soluble en agua) con alta
capacidad antioxidante y que está implicada en gran variedad de reacciones
bioquímicas que suceden en el organismo. Se encuentra en alimentos de origen
vegetal. En general, todas las frutas y verduras contienen más o menos cantidad
de vitamina C, aunque es en las frutas ácidas en las que se halla en mayor
cantidad. Los alimentos con mayor contenido de vitamina C son la grosella, kiwi,
naranja, limón, papaya, fresones y pimiento.
Los requerimientos nutricionales de esta vitamina varían según la edad y el sexo,
pero en general los expertos los sitúan en la dosis mínima para prevenir el
escorbuto (enfermedad debida al déficit de vitamina C, poco usual hoy día, que
cursa con una disminución de la capacidad para sintetizar colágeno, ocasionando
anemia, debilidad y hemorragias. La padecían con frecuencia los marineros que
no podían consumir frutas y verduras frescas durante largos periodos de tiempo.
Una dieta equilibrada y rica en fruta y verdura aseguraría las necesidades de
vitamina C, sin necesidad de utilizar suplementos nutricionales.
Vitamina K
La vitamina K resulta fundamental en la coagulación sanguínea. Es especialmente
abundante en verduras y legumbres. Su déficit es poco frecuente, puesto que
con una dieta equilibrada se cubren las necesidades de esta vitamina.
Vitamina A
Los requerimientos corporales de vitamina A pueden asegurarse mediante la
ingesta dietética de dos sustancias con actividad vitamínica: los retinoides,
presentes en alimentos de origen animal, puesto que se hallan en los tejidos
grasos animales; y los carotenoides, presentes en alimentos de origen vegetal, de
forma específica en los pigmentos coloreados de muchas plantas (sobre todo las
de color verde, rojo, naranja y amarillo). Son fuentes de vitamina A los aceites de
pescados, leche, queso, huevo, tomates, caquis, albaricoque, melón, mango,
melocotón y pimientos. La deficiencia de vitamina A causa alteraciones oculares
que pueden llevar a la ceguera. Además, se trata de una vitamina antioxidante.
Espinacas
.
Vegetal de hoja verde, es una gran fuente de calcio, vitaminas, hierro y
antioxidantes. Debido a su contenido en calcio y hierro, son muy recomendables
para las dietas sin carne o sin lácteos. Una taza de espinacas crudas contiene
solo 7 calorías. Además, tienen vitamina K, imprescindible para los huesos y para
absorber el calcio.
En ensaladas (crudas), en sándwiches, salteadas, en pesto (sustituyendo la
albahaca) o en batidos o sopas, son una opción de lo más saludable que puedes
encontrar en la verdulería.
2.
Kale
Sí, esa col rizada y verde oscuro que hace un tiempo se convirtió en una moda
más, de las seguidas por los fans de la alimentación saludable. Tiene vitamina A,
C y K y ayuda a controlar el colesterol malo y la hipertensión, según la publicación
anglosajona.
Cruda en ensaladas, al vapor, o en chips, son algunas de las preparaciones
posibles de esta col.
3.
Brócoli
De la misma familia que la coliflor o la kale, las crucíferas son vegetales muy
interesantes para nuestra salud. Una taza de brócoli cortado contiene 55 calorías,
todas las necesidades diarias de vitamina K y dos veces la cantidad de vitamina C
que se aconseja diariamente. En una investigación con animales se comprobó que
el sulforafano que contiene esta col redujo el número y células del cáncer de
pecho y bloqueó el crecimiento del tumor.
4.
Guisantes
Fibra, proteína, vitaminas A, C y K y algunas del grupo B, con muy pocas calorías.
Es lo que aportan los guisantes, esas perlas verdes y dulces que se pueden
incorporar a infinidad de ensaladas y guisos. De hecho, son legumbres y no
verduras, aunque se identifican popularmente como vegetales.
Contienen fibra -buena para el tránsito intestinal- y saponinas, componentes
de los vegetales con propiedades antioxidantes. Prueba los guisantes con una
crema con menta.
5.
Boniato
Además de estar riquísimos con su toque dulce, tienen unas cuantas
propiedades. Potasio, vitamina C, betacaroteno y vitamina A son algunos de
sus principales componentes nutricionales. Son beneficiosos para diabéticos son
bajos en la escala del índice glucémico y altos en fibra, por lo que pueden ayudar
a regular el azúcar en la sangre.
6.
Remolacha
Remolacha
.
Su zumo te puede ayudar a controlar la presión arterial y la salud cardiovascular.
También son muy buenos para diabéticos, porque contienen un antioxidante
llamado ácido alfa lipoico, que podría ser útil para los problemas nerviosos
relacionados con la diabetes, o la llamada neuropatía diabética.
7.
Zanahorias
Vitamina A para la visión y muchos nutrientes. En zumo, en ensalada, asadas o
en guisos, además de en palitos para acompañar el hummus, son un buen
tentempié.
8.
Vegetales fermentados
Fermentados o encurtidos, los vegetales aportan sus nutrientes naturales pero
además una buena dosis de probióticos para mejorar tu salud intestinal. Repollo,
pepinos, zanahoria, coliflor… Todo se puede fermentar. Aquí te explicamos
cómo.
9.
Tomates
Vitamina C, potasio y pocas calorías, licopeno (antioxidante) y betacaroteno. Son
algunos de los nutrientes que hacen de los tomates un vegetal -fruta en realidad-
muy valioso.
Un estudio sobre enfermedades oculares relacionadas con la edad informa que
las personas que consumen una gran cantidad de estas sustancias en la dieta
tienen un riesgo 25 por ciento menor de degeneración macular relacionada con la
edad.
Ajo
Cada taza de brotes de alfalfa contiene solo 8 calorías y una buena cantidad de
vitamina K. Estos brotes también cuentan con varios compuestos de plantas que
contribuyen a la buena salud, incluyendo: saponinas, flavonoides y
fitoestrógenos.
Tradicionalmente, los especialistas usan brotes de alfalfa para tratar la artritis y
problemas renales. Sin embargo, los investigadores han realizado pocos
estudios sobre su eficacia para estas patologías. Los estudios en animales han
sugerido que los brotes de alfalfa pueden tener efectos antioxidantes y pueden
reducir la inflamación.
La germinación también puede mejorar la digestibilidad de la alfalfa y otras
semillas y aumentar el contenido de fibra en la dieta. Los brotes de alfalfa se
disfrutan mejor en ensaladas y sándwiches.
13.
Pimientos
Pimientos
Los pimientos dulces están comúnmente disponibles en variedades rojas,
amarillas o naranjas. Los verdes también son populares, pero tienen un sabor
menos dulce que otros colores.
Una taza de pimientos rojos picados proporciona: 39 calorías, 190 miligramos de
vitamina C, 0.434 miligramos de vitamina B-6, folato, betacaroteno, que el cuerpo
convierte en vitamina A… Los antioxidantes presentes en los pimientos
incluyen capsantina, quercetina y luteína (en la variedad verde), que protege la
visión.
14.
Coliflor
Coliflor
La fibra dietética refuerza el corazón y la salud intestinal, previniendo problemas
digestivos y reduciendo la obesidad. La coliflor y otras verduras
crucíferas contienen un antioxidante llamado indol-3-carbinol (I3C). I3C puede
reducir los cánceres de pecho y los sistemas reproductivos tanto en hombres
como en mujeres.
15.
Algas
Las algas, también conocidas como vegetales del mar, son plantas versátiles y
nutritivas que brindan varios beneficios para la salud. Los tipos comunes de algas
incluyen: nori, lechuga de mar, espirulina, wakame...
Las algas marinas son una de las pocas fuentes vegetales de ácidos grasos
omega-3, ácido docosahexaenoico y ácido eicosapentaenoico. Estos ácidos
grasos son esenciales para la salud de una persona y están principalmente
presentes en fuentes de carne y productos lácteos. Cada tipo de alga tiene un
perfil nutricional ligeramente diferente, pero es típicamente rico en yodo, que es un
nutriente esencial para la función tiroidea.
Ensalada de algas
Proporcionan varios antioxidantes importantes. Muchos tipos de algas contienen
clorofila, que es un pigmento vegetal que tiene propiedades
antiinflamatorias. Sushi, sopas, ensaladas, cremas… su uso es muy variado en
la cocina.