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Principales características
la educación moral, cívica y religiosa, o sea,
la inculturación en las tradiciones patrias,
tiene una historia propia, mientras que la
instrucción escolar en sentido técnico, en
especial las letras es totalmente griega.
A los romanos se les atribuye los valores; a
los griegos la cultura.
Se repite en Roma lo de Grecia: un hombre
libre puede dedicarse a las actividades
artísticas y literarias no como ejercicio de una
profesión, sino como actividad cultural
desinteresada y ocasional.
Principales características
La educación se centraba en los padres.
El papel de la mujer en la educación
familiar no es secundario.
Los primeros años los niños la pasaban
con las nodrizas, que podían ser parientes
o no y que además gozaban de prestigio y
autoridad.
Principales características
Después de los siete años el niño pasaba más
directamente bajo la tutela del padre, del
cual aprendía, si no lo había ya hecho de la
madre, los primeros rudimentos del saber y
las tradiciones familiares y patrias, y era
adiestrado en los ejercicios físicos y militares.
En fin, con la evolución de la sociedad
patriarcal romana, la educación se convierte
en un oficio, ejercido en primer lugar por los
siervos dentro de la familia, después por los
libertos en la escuela.
Principales características
El cuadro educativo se centraba en la
formación del ciudadano, del político. Y es
llevada a cabo por esclavos profesionistas.
El desarrollo histórico pasó del esclavo
pedagogo y maestro en el seno de su
familia al esclavo maestro de niños de
diversas familias, para llegar finalmente al
esclavo liberto que enseña en una escuela
propia.
Principales características
La gramática y la retórica enseñada en una
verdadera escuela sólo existió después de la
embajada de Crates de Malos, en el 169 a.C. No
se trataba de aprender solamente las letras del
alfabeto sino de aprender la gramática, palabra
que significó el arte de leer y escribir. Más tarde
se le llamó literatura.
La retórica se consideró en Roma como un grado
posterior a la escuela de gramática. Esta
permitió en su momento la participación de los
individuos en particular, en cuanto burócratas ,
en el poder autocrático del estado.
Principales características
Nivel de Edad de los Nombre del Planes de Metodología
estudios alumnos profesor estudio Locales
a) Enseñanza primaria
La enseñanza secundaria, impartida
por el grammaticus, acogía a niños y
niñas desde los once o doce años hasta
los dieciséis o diecisiete. Se centraba en el
estudio de la teoría gramatical, lectura
de autores clásicos griegos y latinos y
comentario de los textos leídos. A partir
del comentario del texto se enseñaba a
los niños geografía, mitología, métrica,
física, etc.
b) Enseñanza secundaria
Finalizada la enseñanza del grammaticus, el
joven que decide dedicarse a la oratoria y a la
actividad pública pasa a la escuela del profesor de
retórica (rhetor), generalmente griego.
Después de una serie de ejercicios preparatorios,
el alumno se ejercitaba en la declamación, en la que
se distinguían dos géneros:
1. Suasoriae, discursos sobre temas históricos.
Eran monólogos en los que personajes famosos de la
historia valoran el pro y el contra antes de tomar una
decisión.
2. Controversiae, discusiones entre dos escolares
que defendían puntos de vista contrarios sobre temas
judiciales muy variados.
c) Enseñanza superior
Fundador de la ciencia del derecho y considerado
el más importante filósofo romano
Es el primero en señalar la importancia que tiene
la elección de profesión en el desarrollo del joven
y sostiene que el ideal educativo se halla en la
formación del político-orador, quien, recuerda
Dilthey “tiene que unir en sí la agudeza del
dialéctico, las ideas del filósofo, la expresión del
poeta, la memoria del jurista la voz y
movimientos del actor trágico y, sobre todo, el
ser un hombre de moral ejemplar”.
Medios
Fue uno de los más influyentes pedagogos
tanto en su tiempo como en épocas
posteriores (Renacimiento).
La educación comienza en el seno familiar,
donde debe ponerse gran cuidado en el
ambiente que rodea al niño.
Defiende la escuela, y en sus Instituciones
oratorias nos recuerda que «el maestro,
diestro encargado del niño, lo primero de
todo tantea sus talentos e índole».
QUINTILIANO (30-95)
Para ser un hombre culto Quintiiano resalta las
disciplinas fundamentales: la música, la astronomía,
la filosofía natural, o sea las ciencias, así como la
elocuencia cuyo grado más elevado será la retórica.
Estas disciplinas forman lo que, los griegos llamaban
enkyklios paideía, cultura completa o enciclopédica.
Esto era una escuela de cultura general, donde, junto
al leer, escribir y hablar, y junto a los conocimientos
literarios se estudiaba un poco todo lo cognoscible:
materias literarias y materias científicas, es decir,
artes sermocinales y artes reales, Trivium (gramática,
retórica y dialéctica (o lógica)) y Quadrivium
(aritmética, astronomía, geometría y música).
QUINTILIANO (30-95)
Sobre la forma de impartir la escuela se
recuerdan su sádica severidad y la miseria de
sus maestros. Estos eran domadores que
hablaban y los alumnos repetían. La mayor
parte de las enseñanzas se aprendían de
memoria.
A la educación moral y cívica de los romanos
se le añadía la educación física que
preparaba al futuro ciudadano al uso de las
armas para la defensa de la propia patria.
QUINTILIANO (30-95)
Asuma ante todo un espíritu de padre con respecto a sus alumnos, y piense
que está en el lugar de aquellos que le han confiado a sus hijos. No tenga
él vicios, ni los tolere. No sea desagradable su actitud austera, no sea
excesiva su familiaridad; no vaya a ser que nazca de la una odio y de la
otra desprecio. Hable mucho de honestidad y bondad, pues cuantos más
avisos dé, menos castigará. No se deje llevar nunca por la ira, pero
tampoco deje pasar lo que debe corregirse. Sea sencillo en su
enseñanza, sufridor del trabajo, esté siempre cercano, pero no en exceso.
Responda gustoso a los que le preguntan, a los que no le preguntan,
pregúnteles de repente. En las alabanzas de las exposiciones de sus
alumnos no sea tacaño, pero tampoco exagerado, porque lo uno provoca
disgusto con respecto al trabajo, lo otro autosuficiencia. Al corregir lo
que debe, no sea duro, y mucho menos, amenazador, pues a muchos les
aleja del propósito de estudiar el que algunos les repriman como si les
odiasen. Diga alguna vez, es más, muchas, y diariamente, constantes
ejemplos sacados de la lección para su imitación, sin embargo, según se
dice, la viva voz alimenta mucho más y, sobre todo, la del maestro al que
sus discípulos, si están bien educados, aman tanto vomo veneran. No se
puede decir cuánto más gustosamente imitamos a quienes apreciamos.
Quintiliano, Instituciones oratorias.
Profesor
Después de hablar bastante de los deberes de los maestros, a los
discípulos, entretanto, sólo les recomiendo esto: que amen a sus
maestros no menos que a los mismos estudios, y crean que son
sus padres, no físicamente hablando, sino en el plano intelectual.
Este deber hacia el maestro ayudará mucho al estudio, pues los
escucharán mejor y creerán en sus palabras, y desearán
vivamente parecerse a ellos. Finalmente vendrán contentos y
entusiasmados a las reuniones de las escuelas, no se enfadarán
cuando se les corrija, se alegrarán cuando se les alabe, y se
dedicarán al estudio para ser los más queridos. Pues así como el
deber de aquéllos es enseñar, el deber de éstos es mostrarse
dóciles. De lo contrario, una cosa no sirve sin la otra. Y así como
el hombre nace de la unión de uno y otro progenitor, y en vano
se esparce la semilla si no la calienta el surco bien mullido, de la
misma manera, la elocuencia no puede desarrollarse si no existe
la concordia asociada del que transmite y del que recibe.
Quintiliano, Instituciones oratorias.
Alumno