I.E.P.

NIÑO
JESÚS DE PRAGA
SESIÒN 01 TERCERA
UNIDAD PERSONAL
SOCIAL 5TO A Y B

LA
ÓN

84 AÑOS DE PRESENCIA MISIONERA EL PRIMER LLAMADO – “LA
FAMILIA” EN LA IGLESIA PERUANA
“OIGA YO TU DULCE ACENTO, SIGA YO TU
INSPIRACIÒN Y HAGA YO LO QUE TU HAS PUESTO
EN MI MENTE Y CORAZÒN
Con esta “súplica” que responde a su actuar, que una mujer de
temple, pero sencilla y humilde, decide después de un largo caminar
como maestra de niñas y jovencitas, fundar la congregación
Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga.
Eran finales del siglo XIX Dios Padre- Madre lleva a Angélica de
Lima a San Mateo, lugar desconocido y lejano para ella y va al
encuentro de los más necesitados, allí en “ese pueblo de ventura” ,
Dios que la invita a salir de sí, al encuentro de los marginados y la
lleva a poner toda su confianza en Él. Allí se compromete con ellos
y brota en su corazón el deseo profundo de trabajar por su
promoción humana y cristiana, para ello se preocupa por brindarles
una “educación que cultivando la mente y el corazón” los lleve a
cumplir el fin para el que fueron creados y se empeña en ofrecerles
una educación integral y liberadora para que recuperen su dignidad
de hijos e hijas de Dios. Allí en la pobreza y soledad aprende que
sólo Dios es su seguridad. Fue en San Mateo donde se va gestando
el carisma fundacional de nuestra Congregación, allí Dios le habla al
corazón y la lleva a ponerse al servicio de los más necesitados, y se
“MISIONERAS PARROQUIALES DEL
NIÑO JESÚS DE PRAGA”
siente llamada a contemplar en los rostros de hombres y mujeres
sufrientes a Jesús en su kénosis, que siendo rico se hizo pobre por
nosotros y hace de la contemplación el punto de partida de su misión
y reconoce que su vida es predilección del amor divino y expresa
con gratitud dirigiéndose a su primera compañera y cofundadora
Isolina Sánchez Besnard “…las dos hemos estado como para una
preparación en rincones solitarios de la tierra. Tú en las minas
de Hualgayoc; yo, en la quebrada del pueblo pobre de San
Mateo ¿pudimos en esa época imaginar que Dios Nuestro Señor,
en esos años primeros de nuestra juventud en la que nos asistía
con su gracia, nos había elegido… para hacer de nosotras
pobrecitas, la base de una comunidad religiosa”. ¡Qué
impenetrable designio! ¡Qué maravilla! ¡Qué inmerecida
predilección! ¡Qué portento de bondad!
El siglo XIX fue testigo del nacimiento de una gran obra en la
iglesia del Perú. Fue el catecismo el germen de nuestra
congregación, se inicia cuando Angélica tenía 31 años de edad y
recibe la invitación del párroco que “por indicación del sacristán se
dirigió a mí a fin de que como Directora de la Escuela fiscal de
mujeres, le prestara mi cooperación.” con sus primeras compañeras
se reúnen para enseñar a los niños el catecismo, el 06 de enero, día
de Reyes se inicia la obra bajo la protección del Niño Jesús de
Praga, “con la finalidad de glorificar a Dios y amparar a la infancia
desvalida de Chorrillos, valiéndose para preservarla del mal, de
todos los medios benéficos que están a su alcance”.
El talante del primer grupo apostólico es ser amigas, hermanas y
compañeras, mujeres que frecuenten los sacramentos y testimonien
la presencia de un Dios cercano, “Viéndonos siempre oprimidas
soñábamos con tener un local propio donde continuar nuestra obra y
ampliar su acción fundando una institución de carácter religioso
social de catequistas que subsistieran de la limosna y el trabajo,
listas a hacer cuanto fuera necesario para la salvación del pueblo” 65
Allí van poniendo los cimientos espirituales y materiales de una
nueva familia misionera dentro de la Iglesia.
Para Angélica responder con generosidad y disponibilidad a
participar en la catequesis, la llevará por caminos de pobreza y
humillaciones. Cuando ve que la obra está amenazada y le piden que
la deje, no la entregará porque está firmemente convencida que la
misión a la que se ha consagrado es obra de Dios y no entregarla es
obra de justicia y derecho.
Angélica con gran creatividad apostólica poniendo de manifiesto su
gran capacidad de gestión y organización, planifica las actividades
del catecismo, delega responsabilidades, hace partícipes de la
implementación y conducción del catecismo a sus compañeras de
camino y misión. El 14 de abril de 1,918, el Obispo Auxiliar de
Lima, Monseñor Manuel Ballón, en una visita al catecismo eleva el
oratorio a capilla semipública. El 28 de diciembre de 1918 funda la
Sociedad de Catequistas del Niño Jesús de Praga, que fue aprobada
por Monseñor Emilio Lisson y se inscribe ante notario público. La
Sociedad era un grupo de mujeres laicas, que no solo enseñaban el
catecismo, sino que brindaban atención integral a las niñas que
acogían en el asilo. Ingresan al asilo 05 señoritas y 09 niñas el 14 de
abril de 1,920.
La acción misionera de Angélica y sus primeras compañeras está
señalado en el Reglamento Particular del Catecismo del Buen
Pastor, el Reglamento del Bazar de los niños pobres, y el
Reglamento para las hermanas catequistas. La Sociedad de
catequistas vio nacer dentro de ellas vocaciones a la vida
consagrada, Hasta ese entonces no era su proyecto una comunidad
religiosa, es por eso que las primeras vocaciones ingresan a otras
congregaciones religiosas de la época en Lima.
El servicio apostólico de las hermanas catequistas brota del amor a
Dios y asumen que las ha llamado para estar con Él y para enviarlas
a evangelizar “para contribuir mejor a su servicio y mayor gloria”.
La vocación misionera de Angélica se sustentará en la “educación y mujer de Iglesia tuvo estrecha relación con sacerdotes, obispos y
catequesis” desde allí brotará el servicio evangelizador a la Iglesia religiosas de otras congregaciones, funcionarios y autoridades, de
en Chorrillos y está marcada por el camino pascual. Su experiencia temperamento nervioso, se agiganta cuando se trata de defender la
de Dios niño pobre, humillado y crucificado va madurando en su catequesis, son evidencias las cartas que escribió y que
vida y misión. Aún con muchas dificultades la obra fue creciendo. conservamos. En todo el tiempo de la catequesis fue logrando: tener
Angélica tiene la experiencia de un Dios providente, Dios niño, Dios oratorio, celebración de la eucaristía, tener a Jesús sacramentado en
humanado, que la invita a confiar en Él como un niño en brazos de el sagrario. Hasta que llegó el “día señalado por la providencia el 16
su madre y vive en abandono pleno a su voluntad… “la voluntad del de julio de 1,936 día de la toma de hábito y en el que nace en la
Divino Niño triunfó sobre todos los obstáculos, los que convirtió en Iglesia y para la Iglesia nuestra Congregación, ya Angélica tenía la
medios…” Como directora de la escuela Municipal de Mujeres, da a Esquema, las reglas “…Antes de esto ya nuestras reglas estaban
las niñas una sólida formación académica, moral y espiritual, terminadas. La síntesis, la Esquema salió a los pies del Divino Niño,
involucra a los padres de familia y autoridades a comprometerse en años antes”.
la educación de la mujer que fue una de sus opciones y les manda
que “sigan siempre la preciosa senda de la virtud y el saber,
ilustrando su inteligencia, cultivando su corazón y llegar así al fin
para el que han sido creadas”. Asume la defensa de las mujeres,
lucha en contra del paradigma patriarcal que anula a las mujeres y se
preocupa para que se valore su rol en la sociedad, lucha por sus
derechos y las invita a seguir cultivándose y preparándose, pues son
las futuras madres que van a tener la responsabilidad de formar y
educar en valores a hombres y mujeres del mañana. Y desde su
vocación de educadora tuvo la intuición de insertar su labor en el
corazón de la misión de la Iglesia desde la catequesis y es desde allí
donde se va gestando nuestro carisma congregacional.
En un tiempo de anticlericarismo y rechazo férreo a la iglesia
católica, Angélica logra dar forma a su obra dentro de la Iglesia y la
logra poner al servicio de la misma. La fidelidad a la voluntad de
Dios y su respuesta atenta a las necesidades de la Iglesia, hacen de
Angélica un instrumento dócil al plan del Señor “Tú el ejecutor, yo
el instrumento” Dios velaba para que aquella alma pobre y sin brillo
ante los hombres fuera instrumento de sus proyectos. Angélica

III. EXPANCIÓN DE UNA VOCACIÓN MISIONERA
A partir de la fundación de una familia religiosa en el PERÚ se
comienza a extender la Congregación en los distintos lugares del
país como fuera de ella. Después de Chorrillo donde nace la
Congregación Angélica Recharte ve partir a sus hijas, se abre la
primera comunidad misionera el 4 de mayo de 1948, en el distrito de
Breña, al servicio pastoral de la parroquia Nuestra Señora de los
Desamparados a cargo de la Compañía de Jesús, posteriormente,
Arequipa, Piura, Iquitos – Putumayo, Huaraz , Tarma,
Bolivia, Japón, Italia, etc..
IV. CAMINAMOS TRAS LA HUELLA DEL MAESTRO DE
NAZARETH
Lo esencial de nuestra existencia como discípulas es seguir al
Maestro Jesús, volver a nuestra querida Galilea, como los seguidores
y seguidoras de la primera hora, es volver al encuentro fascinante y
seductor que nos hizo dejarlo todo y ponernos en camino. Esta
experiencia fundante, nos convierte, una vez más, en buscadoras de
soledades. Y, a pesar de las precariedades, dificultades y desaciertos,
se nos invita a ser testimonio profético contracultural. Volver a
nuestro “desierto” habitado de posibilidades insondables y dejarnos
guiar por la pequeña nubecilla que oriente nuestros senderos, nos
conecte con la frescura de nuestra llamada, haciéndonos discípulas
del Maestro caminante, y desde allí ir tejiendo la trama de ser
profetas itinerantes, marginales que incomodan el orden establecido.
En esta “hora presente” preñado de posibilidades se nos invita a
volver la mirada y el corazón a Jesús nazareno, judío y marginal
que, con la novedad del movimiento inicial de nuestro seguimiento,
nos sostiene cuando vamos descolocándonos del centro hacia las
periferias, poniéndonos en contacto real con los pobres y nuestra
pobreza humana y cósmica.
Celebrar 84 años de fundación es Volver a lo más genuino de
nuestra vocación misionera, es volver el corazón a Jesús caminante,
porque lo urgente son los otros-as, lo imperioso, que llegue la buena
noticia del Reino, que llegue la cercanía de Dios, que se haga
presente la misericordia, como curación, sanación, compasión,
acogida, ternura. Para nosotras, una llamada, que nos hace cambiar,
mueve nuestras opciones, mueve nuestra percepción, mueve
nuestros sueños y utopías. Seguir las huellas de Jesús es contemplar
y seguir, sus pies que caminan gestando vida junto a las vidas
perdidas y descarriadas, los excluidos-as, hombres y mujeres de
mala fama.