Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
/987
Debate
Reflexiones sobre la pulsión de muerte
INTRODUCCION
En un principio Freud
diferenció la pulsión
sexual, o sea, la libido
puesta en los objetos
RESUMEN de la pulsión del Yo o
de autoconservación,
que es la que asegura
Con este trabajo se intenta una interpretación retrospectiva
con sus diferencias en cuanto a la representación y el miedo a la supervivencia de la
la muerte y la posible imbricación del concepto «pulsión de persona (1).
muerte» con la experiencia de los últimos años de la vida de Freud pasa de la pul
Freud. sión sexual, en la pri
mera teoría de los ins
tintos a pulsión de vi
da o Eros en su segun
da teoría, relacionando
ABSTRACT en «Más allá del prin
cipio del placer de
1920» (2), esta pulsión
The purpose of this work is to make a restrospective in con principio de reali
terpretation with its differences as regards: the representation dad, reproducción, etc.
and the fear of death, and the possible interdependence bet En esta segunda teo
ween the concept «drive of death» and Freud's experience in ría de las pulsiones,
his last years.
Freud ve en la pulsión
del Yo o de autocon
servación una imbrica
ción entre la pulsión
de vida (libido narci
PALABRAS CLAVE sista) y pulsión de muer
te (tendencia del ser
Pulsión de muerte; pulsión sexual; Eros y Tánatos; Repre vivo de retornar a lo
sentación-miedo a la muerte; Interpretación retrospectiva. inorgánico, hallándose
el principio de placer
al servicio de la pul
sión de muerte).
(') Psicoanalista. Psicólo
go e.M.S. de Alcorcón.
291
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatria. Vol. V/l. N. o 21. 1987
292
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatría. Vol. VII. N. o 21. 1987
293
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatrla. Vol. VII. N. 021. 1987
percibían toda la seriedad de las leyes mo un estudio sobre «Estética» que sig
naturales cuando debían someterse a nifique no sólo una teoría de la belleza,
ellas, y que intentaban superar la muer sino una teoría de la cualidad de los
te después de haberla reconocido inte sentimientos, señalando que el senti
lectualmente, por lo que la formulación miento de extrañeza provocado en el
del concepto «Pulsión de muerte», por sujeto, se basa en que por un momento
paradójico que parezca, no sólo pudo queda en la duda de si la situación era
haber fortalecido a Freud para soportar real o sobrenatural. Los primeros recuer
el sufrimiento de dieciséis años de cán dos -encubridores- de la infancia de
cer, sino haberlo preparado para su creen Hoffmann, (sobre los que trata el en
cia en la supremacía del Yo, del in sayo) están entrelazados con escenas
telecto, del logos, la única fuerza con la que son fantasías o distorsiones de la
que podía enfrentar a Ananke. experiencia, que involucran abiertas ame
El 6 de abril de 1922, le escribe otra nazas de muerte que desplazadas, re
vez a Pfister (11): «La objetividad plena miten inconscientemente a escenas de
requiere a una persona que sienta me castración. Esta relación se ve acentua
nos placer que usted por la vida; usted da por procesos mentales que saltan de
insiste en encontrar algo edificante en uno de éstos personajes (ya metidos en
ella. Es cierto que sólo con la edad se la obra de Hoffmann) al otro -por me
convierte uno a la inflexible pareja ce dio de lo que llamaríamos telepatía
lestial Logos Ka i Ananke». Esta «con de manera que ambos poseen conoci
versión», sólo puede constituir un pro mientos, sentimientos y experiencias en
ceso gradual y doloroso. Podríamos de común. En otras palabras, hay un des
cir entonces, por lo menos, que con el doblamiento; una división y un inter
reconocimiento intelectual de la muerte, cambio del Yo. Finalmente existe la
el hombre puede abrigar la esperanza, constante repetición de la misma cosa:
no de superar la muerte, aunque sí su la repetición de las mismas caracte
temor ante ella. rísticas o rasgos de carácter o vicisi
En su ensayo sobre Lo Siniestro (Das tudes, de los mismos delitos, o de los
Unheimlich 1919) plantea el concepto mismos nombres a través de varias ge
de una «compulsión a la repetición» lo neraciones sucesivas.
suficientemente poderosa como para in
Al descubrir la «neurosis de destino»,
validar el principio de placer, junto a
Freud agregó a este concepto el fenó
cierto número de indicios sobre los fac
meno del «doble», siguiendo las líneas
tores que podrían haber tenido influen
principales de la presentación de atto
cia en su concepto de pulsión de muer
Rank en su artículo «Der Doppelganger»
te: Freud creía que los «deseos» podían
(El doble, 1914) (13); este fenómeno
encontrarse principalmente en derivati
fue identificado en la reflexión de los
vos de las pulsiones instintivas. ¿No era
espejos, en las sombras, en los espíritus
lógico, entonces, en algún nivel pro
guardianes, en la creencia del alma y en
fundo, intentar encontrar el origen de
el temor a la muerte. El doble, que origi
los deseos de muerte en una pulsión
nariamente servía para negar la muerte
instintiva más poderosa que ninguna
proporcionando la inmortalidad, es sus
otra? En lugar de decir: «La muerte es
ceptible de convertirse en algo terro
demoníaca, siniestra, ¿no es igualmen
rífico, que posee en sí la característica
te lógico, en esas circunstancias, teo
del contraste, del mismo modo que los
rizar que existe una pulsión de muerte
dioses pueden convertirse en demonios
que trata de regresar a lo inorgánico,
después del colapso de su religión.
una compulsión a la repetición, apenas
contrarrestada por medio de Eros? Nuestra actitud hacia la muerte, ven
Freud presenta Lo Siniestro, (12) co dría finalmente a depender de la capa
294
Rev. AsQC. Esp. Neuropsiquiatría. Vol. VII. N. o 21. 1987
cidad de lograr alguna gratificación pul Quizá esta pregunta sobre la muerte,
sional, de la capacidad del Yo para to del médico y del hombre en general,
lerar la frustración, de la facultad de tantas veces formulada y que encierra el
sublimación, del tipo de Super yo que enigma de la propia muerte, cierre su
uno posea, de la habilidad para esta círculo de incertidumbre, en una for
blecer la armonía intra e intersistémica. mulación tan alejada del propio sentir y
La enfermedad y el sufrimiento prolon de la propia experiencia, como es el
gados han de reflejarse forzosamente, camino de logos, de las polaridades en
en un cambio gradual en el equilibrio de constante enfrentamiento que al finali
todos estos factores. zar la vida deja de producir ilusiones.
BIBLlOGRAFIA
N.B.: La relación de los textos de FREUD corres (5) Idem que (3). Pág. 97.
ponde en su totalidad a la edici6n de Editorial (6) FREUD, S. «Duelo y Melancolías». BN, tomo
Biblioteca Nueva. Obras Completas, 3.· Edici6n 11, pág. 2.093.
Madrid 1973 que abreviaré con las siglas BN, (7) FREUD, S. El Problema Econ6mico del Ma
indicando exclusivamente título del trabajo. tomo soquismo, BN, tomo 111. pág. 2.756.
y página. (8) Idem, que (3,5). Pág. 91.
(1) FREUD, S. «Los instintos y sus destinos)~ BN, (9) FREUD, S. «Consideraciones de actualidad
tomo 11, pág. 2.043. sobre la guerra y la muerte». BN, tomo 11. página
2.110.
(2) FREUD, S. «Más allá del principio del placer»,
BN, tomo 111. págs. 2.509 y 2.541. (10) SCHUR, M. y Sigmund FREUD: «Enfermedad y
muerte en su vida y en su obra». Editorial Paid6s.
(3) Simposio sobre pulsi6n de muerte. Fede Barcelona 1980.
raci6n Europea de Psicoanálisis, Marzo-Abril 1984. (11) Idem que el anterior.
Revista de Psicoanálisis de Madrid, n.O 1. Mayo (12) FREUD. S. Lo siniestro BN. tomo 111, pág.
1985. Estracto del Dr. Carlos SOPENA. Página 91. 2.483.
(4) FREUD S. Inhibici6n, Síntomas y Angustia, (13) Imago, tomo 111, 1914 (Sacado de Lo Si
BN, tomo 111. pág. 2.858. niestro). BN, tomo 111. pág. 2.493.
295