Hablamos de los hombres concretos, esos que hacen parte en el acontecimiento de la
historia. Hombres negligentemente abarcadores de todo lo humano a su alcance. Convirtieron sus creencias en verdades científicas. Se trata de aquellos que conforman la base de la psicología que recibimos y que conlleva una herencia mucho mas amplia que una definición. Son meros acontecimiento de discurso en tanto tomaron una voz anterior e hicieron de ella una teoría. Genealogía: discurso que habla de los orígenes. Criados en el rigor cientificista del siglo XIX que los amparó en sus utopías, estos hombres amenazaron desdibujar su propósito. Nuestros grandes iniciadores son Wilhelm Wundt (1832-1920), Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936), y Sigmund Freud (1856-1939). Desbordaron el marco del pensamiento convencional y arribaron al siglo XX con las bases echadas de lo que nosotros deberíamos continuar. Estos discursos del siglo XIX nos marcan el camino del qué y cómo de la Psicología contemporánea. El pensamiento vivo de ese siglo define la conciencia, la mente, el inconsciente, etc. Define prácticas, patológicas y especialidades. La herencia nos determina porque nos marca el punto donde estamos, desde donde continuar e incluso las trazas a seguir. Fueron hombres modestos aunque gigantes en el espacio imaginario de su visión, sabios y austeros, cultos y honestos. Sus vidas acabaron mucho antes que el reconocimiento universal del que luego fueron objeto. Se trata de autores que jamás se conocieron personalmente, ni intercambiaron experiencias. Fueron formados en la Europa central por los mismos maestros (los grandes fisiólogos). Encarnaron sus vidas con un estricto apego al método experimental, se consideran científicos puros, positivistas y rigurosos en sus formulaciones. Positivistas como el siglo, utópicos y adelantados como el siglo. Representan el auge burgués del siglo XIX, libertario y emprendedor, y se hallan a la búsqueda de la verdad como fundamento de su propia razón, la razón burguesa. La ciencia será el camino a la verdad, universalistas, academicistas, discretos e indiscretos a la vez. Freud, será tal vez el más anatemizado (cancelado). Wundt, el de mayor reconocimiento académico hasta el fin del siglo. Pavlov, el único premiado (recibe el Nobel en 1904 pero no por los reflejos condicionados). Igualados en su formación, en la positividad de sus búsquedas como aquello que el siglo les exigiera, igualados en sus prestaciones a favor de la ciencia natural, en sus metodologías experimentales. Lo que más los diferencia es que construyeron una respuesta diferente a las interrogaciones que le planteaban sus acontecimientos de saber, en tanto se apropiaron de objetos de estudio destinos, lo que da lugar a nuestras categorías de aprendizaje, conocimiento y saber. Pavlov enfrentó a un perro para investigar el aprendizaje y los condicionamientos de la conducta; Wundt examinaba solamente sujeto severamente entrenados, la experiencia inmediata de la conciencia y la mente; Freud, histéricas, y a partir de allí, el descubrimiento del inconsciente.
Aprendizaje: aprendizaje constituye una categoría de análisis discursivo en tanto
remite a la adaptación natural o artificial al ambiente, como adquisición de habilidad o destreza de organismo humano o animal. Aprendizaje en tanto discurso remite a la acción, a la acción adecuada, la correspondiente, la adapta-acción, donde adaptación del organismo al ambiente es supervivencia del más apto, en tanto eficacia de dicha adecuación. Aprendizaje es acción adecuada en un mismo espacio y tiempo como adquisición de habilidad, entendida fenoménicamente como conducta, habito o comportamiento más o menos duradero. La adquisición queda circunscripta al modelo acción-reacción mecánica y automática, no intencional a estímulos, bajo el modelo arco reflejo. Es decir, reacción natural a señales diferenciadas o indiferenciadas, sensibles o verbales, y cuya finalidad será el establecimiento o recambio de las pautas de acción necesarias (las adecuadas) o innecesarias (las inadecuadas) a un propósito interesado: la recompensa. La función de la recompensa es la recomposición. La recompensa ilusoriamente retrotrae la acción hacia la calma originaria, calma la tensión. Será su calma-acción. Una pregunta por el mecanismo interno de los órganos y las glándulas es la que se va gestando en relación a Pavlov, en el determinismo del sistema reflejo comandado por el sistema nervioso central y el cerebro. El Aprendizaje que se desprende del arco relejo requiere la coincidencia de una acción adecuada que ponga fin a la tensión de una estimulación especifica. Estimulo–Tensión–Reflejo–Reacción adecuada–Descarga = Respuesta (Aprendizaje) El cambio de la conducta no adecuada o desadaptada, será el objetivo buscado y su reacondicionamiento a un aprendizaje beneficioso, el logro o la recompensa. Las técnicas de contracondicionamiento o la desensibilización sistemática se inscriben dentro de este modelo. Ivan Pavlov: utiliza al perro para investigar los condicionamientos de la conducta y el aprendizaje. Niega la conciencia porque no se puede observar (no se podrá estudiar con el método científico, y no sería científico). Fue un ruso que ganó el Premio Nobel de Fisiología (1904), por sus investigaciones en la digestión. Desarrolló importantes técnicas quirúrgicas (1880) con el ejemplo del perro, con la problemática por la digestión y luego las llamadas reacciones psíquicas (reflejos, en el lenguaje de la vieja psico académica). Tuvo una influencia muy fuerte de Sechenov, que buscaba demostrar una idea revolucionaria, de que el alma/psique ya estaba entremezclada con el cuerpo (en lugar de ser independientes o paralelas), de hecho la psique era la función mundana del sistema nervioso central (SNC) en general, y del cerebro en particular. Esa tendencia unificante fue absorbida por Pavlov, que terminó por fundamentar que la actividad total interna/externa de un animal superior se puede estudiar exitosamente desde el pov fisiológico, con métodos fisiológicos, en función de la fisiología del SNC. La actividad nerviosa inferior se encarga de unificar el trabajo de todas las partes del organismo, y la superior (por complejidad) relaciona ese organismo unificado con el medio= he aquí la conducta, movimiento, comportamiento humano y animal verdaderamente observable y actividad interna del organismo en el nivel inferior, y el fundamento de todo esto es el cerebro. Pavlov experimentaba con animales vivos, especialmente perros, lo que era una innovación. Lo que comenzó en relación al azar/causalidad, se volvió ley de la naturaleza a la que sólo llegó en función de su repetición (caso saliva del perro). Reflejos condicionados: se forman por la coincidencia en el tiempo, una o más veces, de una excitación indiferente con un estímulo absoluto. –Energía: corriente dinámica puro movimiento y efusión en la impulsión del circuito interno, tesis nada alejada del pensamiento naturalista del siglo “nada se pierde, todo se transforma”, todos los fenómenos nerviosos y del universo se hallan en un proceso constante de transformación de masas de energía, pero en el sentido de la positividad (va hacia…). –Tensión: aquella opción en la que la corriente energética no alcanza su destino, o rebalsa el órgano-meta. –Emociones: energía desprendida del E, que afecta nuestros órganos receptores, que se transforma para llegar al cerebro y cuando lo hace a través de la corriente nerviosa, se acumula (inhibiéndose el arco reflejo) –Respuesta: acción adecuada, descarga de la tensión para la conservación de la homeostasis (tendencia a mantener un ambiente interno estable y constante, un equilibrio dinámico que compensa los cambios en su entorno). Dedica sus 1ros años a demostrar que el SNC controla los procesos de digestión y circulación; el cerebro ocupa toda la dimensión del campo de su investigación, como organizador interno, regulador de órganos y glándulas. Su tarea entonces era alcanzar y mantener el equilibrio dinámico de la energía en los límites del cuerpo. →1ra gran generalización: una señal condicionada o incondicionada determina una modificación transitoria (más o menos duradera) en la órbita de la corteza cerebral, “huella neuronal” (que no es la huella mnémica de Freud). Esto es lo que ayuda a conectar señales de distintos tipos. →2da gran generalización: El SNC/ cerebro, son los centros de regulación y especificación, que se encargan también de regular la relación entre el medio interno y externo (fuera del cuerpo). Cerebro= órgano por excelencia para lograr la adaptación. –Reflejos condicionados: forma de irrupción artificial en función del aprendizaje, y en base a los reflejos naturales/ incondicionados. –Respuesta incondicionada: conductas primarias que se heredaron en el curso de la evolución de las especies, ubicadas en la sub-corteza; una forma de condición adaptativa genética. –Respuesta condicionada: elementos cambiantes del medio en la lógica de la adecuación de la acción adecuada, ubicada en la corteza. →3ra gran generalización: se basa en que hay un equilibrio entre ambos medios, una homeostasis natural. Todo desequilibrio es desadaptación, y su resolución vuelve al estado anterior, paz de la naturaleza, un mundo feliz. →4ta gran generalización: sólo reservada a los humanos, el segundo sistema de señales, el lenguaje, en tanto actividad (el primero, los reflejos, corresponde a los animales en general). Es una extensión de su teoría de las respuestas condicionadas, a la actividad humana socializada; la lengua la adquirimos como un aprendizaje condicionado. Como estímulos, las palabras (palabra-signo, señal transformada de la energía de la cosa) van a ser interiorizadas para posibilitar el pensamiento y las abstracciones. Ellas se constituyen en frases, y éstas en argumentos lógicos. La lógica surge de la interacción de la palabra (que es la cosa, o al menos es una cosa más). El modelo reflejo lleva a la idea de una mente humana fisiologizada.
Conocimiento: Conocimiento, en tanto discurso, nos remite siempre a una
operación, entendida como un proceso dinámico discontinuo entre la cosa y su representación. El producto de la operación es un constructo lógico simbólico, una construcción, o un procesamiento de la información del medio en otro medio soporte (cuerpo biológico, hardware). El Conocimiento es una herramienta en la activa relación que se establece con la realidad. Para el discurso en relación al conocimiento, la representación será el núcleo epistémico sobre el que girará el todo. Se entiende la representación como la mediación posible y necesaria entre el sujeto y el objeto del conocimiento y aquello que se ubica exactamente en el campo de la psicología. Pero conocimiento es, fue y será conocimiento de la conciencia y la mente. La mente siempre es el escaparate, la estructura, el sistema, el conglomerado que caracteriza a lo psíquico en tanto consciente. Un discurso de la psicología, alrededor del problema de la percepción se fue organizando desde Wundt en la respuesta por los contenidos y leyes que rigen el funcionamiento de la conciencia; en la empiria de un laboratorio y en función de la experiencia de un individuo que experimenta. De la sensación pura al más alto grado de cognición, los eslabones que componen dicho proceso son debidamente observador, registrado, e instrospeccionados en magnitudes matemáticamente demostrables. El psiquismo es entendido como un procesamiento intermediario en relación a la función cognitiva singularizante, donde cada estimulo proveniente de la realidad o del interior mismo del organismo, luego de ser percibido y a-percibido o interpretado conscientemente, es posible de ser asociado o conectado en una red de representaciones. El dato así procesado y vuelto a presentar a la conciencia, es una operación interna de reconocimiento consciente. Allí el estímulo es conocido. Estimulo–Sensación perceptiva–Proceso asociativo–Apercepción–Cognición = Conocimiento consciente El método se componía de una observación rigurosa, introspección o lectura interior de los datos de la conciencia por parte del experienciante, y su debido registro. La pregunta de Wundt por como se conoce la conciencia, es el antecedente de todo el desarrollo ulterior del problema del Conocimiento. El Conocimiento sería la coincidencia de la re-presencia del dato a la esfera de la conciencia, con el hecho o fenómeno que la realidad misma presente. En 1879, Wundt establece por primera vez en la Europa continental y científica, un laboratorio dedicado a experimentar sobre la experiencia inmediata de un individuo humano en un pie de igualdad con las ciencias naturales. Por ello recibe el apodo de padre de la psicología. Dice Wundt en Principios de fisiología: “La nueva disciplina descansa sobre unos cimiento anatómicos y fisiológicos.” Nace así la psicología científica. El propósito de la psicología de Wundt era el análisis en el sentido de la descomposición, de las partes intervinientes de los contenidos de la conciencia, tanto en la forma clásica experimental (la prueba), como en el fenómeno introspectivo. Wundt va a considerar al espíritu como la condición representativa de la cosa en tanto objeto en relación a un proceso de sucesión secuencial recreativo. Si las realidades físicas y psíquicas se hallan en un pie de igualdad, por ende la lógica de causalidad de la una correspondía en paralelo a la otra (Paralelismo psicofísico). Wundt llega a la paradoja de definir a la percepción como una alucinación verdadera. El aporte más importante es el recupero en una nueva versión naturalista y psicofísica de la teoría de la percepción, la interpretación psicológica. Termina considerando a la conciencia como un especialísimo órgano interno de percepción-interpretación de la realidad, un punto central de claridad máxima y ligado directamente a una ecuación voluntarista. De la representación requerimos una asistencia: la percepción. Asume la percepción la función de modelamiento en la experiencia humana; según como sea la percepción será la representación y viceversa. La percepción modelo es la visión, el ingreso del dato al sistema, y la imagen será el recurso de la representación. Wundt hizo pie en la percepción de la experiencia inmediata y en el modelo visual como punto de comparación evidente. La representación llevada a un punto determinado se nos aparece a la conciencia en un esfuerzo de atención. Es la a- percepción intencional. Si hay un momento en donde el pensamiento de Wundt se transforma en una psicología es justamente en el que determina un valor distintivo de la percepción y que posiciona a un individuo en razón de su singularidad, en la posibilidad de constituir una interpretación ajustada a la realidad de la señal en su organismo, pero una opción en sí. Mucho de lo que Wundt determina como parte de lo cuantificable de la psicología lo recogerá Freud, en la percepción, la representación, la carga, la huella, el aparato psíquico transformador, la energía, la civilización, los pueblos, y fundamentalmente el lenguaje, para tejer de ellos otra historia.
Saber: El Saber es un acto, que supone y propone un sujeto; es un acto inconsciente,
un acto psíquico en el sentido freudiano, y un acto en tanto formación del inconsciente en el sentido de Lacan. El acto como diferencia desaloja a la consucta a lo que es propio de todos los animales, pero disloca y descoloca a la conciencia en un irracionalidad. El acto es un acto inmerso en una red simbolica y como propiamente humano expresa una intencion, aunque inconsciente, que hace surgir un sujeto alli donde esa intencion se relcama. Ese acto no se asemeja en nada a un conocimiento, menos a la posibilidad de una adquisicion. Pero se supone que un sujeto supone alguna verdad como alguna verdad como alguna otra forma de saber. El saber como lugar embozado habita ahí, en el espacio de un no lugar, un lugar de desencuentro y de sorpresa; porque el saber es la diferencia. La no-coincidencia. Una especial experiencia se va a producir desde el ámbito del tratamiento y cura de las enfermedades nerviosas. Un sufrimiento profundo y sostenido, instalado a la manera de un cuerpo extraño, produce una serie inexplicable de síntomas, tanto de orden psíquico como de complicidad orgánica, y ante el cual el Yo no puede dar cuenta de qué, ni porqué sucede. Sufrimiento-Conciencia del Yo-Doble conciencia-Afecto derivado = Acto somático (Saber). La teoría de la doble conciencia originalmente de Breuer, incluye representaciones que están fuera del campo de la conciencia normal y no entran en el comercio asociativo con ella. A través de la hipnosis se llega al método catártico, o sea a la derivación por reacción, a la liberación de afecto concomitante de la representación. Un Saber se despliega en el acto mismo de producción de síntomas neuróticos, en una formulación de la que la conciencia nada sabe. Un Saber del sujeto en cuestión del que nada quiere saber el sujeto en cuestión, del que se defiende, resiste y sufre. Variadas modalidades clínicas se ensayaron desde estas primeras aportaciones de Freud. Desde la hipnosis como via di porre o via di levare, pasando por el análisis de las resistencias, hacer consciente lo inconsciente del Yo, hasta que paradójicamente se llamó psicoterapia psicoanalítica. Con Lacan nos acercamos a un retorno de (a) Freud en relación a la experiencia de los orígenes, en el rescate del concepto de inconsciente, la sexualidad y la cura de las neurosis, en la idea de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje; ese Saber. Freud era judío como sus padres, siempre huyendo de las persecuciones. Cuando quiso entrar a una universidad para estudiar medicina le plantearon la renuncia desde el minuto 0. Se quemaron sus libros en 1933 en Berlín, “supremo testimonio maléfico de cultura”. Conoce a Breuer, que lo impulsa a la investigación clínicas, se vuelven amigos y mentores mutuos, y a Wilhelm Fliess, otorrino y judío a quien Freud le compartió por 1887 y hasta 1902 sus primeras ideas sobre neurótica, el esbozo de una nueva psicología que interroga el sufrimiento, un nuevo Saber/discurso científico de la libre asociación de ocurrencias desde el retorno de la escucha. De los sueños, la angustia, la histeria y las mujeres, Freud va encontrando el Saber del icc, y necesita de una psicología que pueda dar cuenta en un espacio nuevo que el orden de la cc no registra y que el Conocimiento (PDC) resiste, y que no se puede aprender por condicionamiento clásico (PDA). Consigue una beca y va a Francia, donde frecuenta las clases de Charcot, que había demostrado que los hombres también padecían histeria, que puede ser producida por hipnosis y que presentaba características similares a los accidentes espontáneos a menudo provocados por el trauma. Por otro lado, nunca se pudo borrar de su mente la historia de un caso de histeria que tuvo Breuer entre 1880 y 1802 (Anna o), experiencia de la cual Breuer obtuvo un método de tratamiento. Estos relatos marcan el punto en el que la psicología queda bifurcada para siempre, un punto de no retorno. Al método se lo llamó catártico, Anna se va reconstruyendo ante la presencia del médico que escucha sus historias sin censurarlas, para hacer catarsis. El caso de Anna fue un aporte invaluable para la posterior formación del PSA, donde se ve la problemática de la transferencia, de paciente-profesional que se entienden sólo entre ellos (incluso hablaban en inglés), del deseo, del Saber. Desde el punto en que Freud dice que el “embarazo” de Anna era un deseo de ella, podemos observar que la concepción freudiana se va a oponer a todo un siglo de intuiciones (moral victoriana), incluso al propio Breuer. Sobre bases puramente átomo-clínicas, Freud termina en la crítica. La razón de la causa de la neurosis es de orden sexual, en un conflicto con la realidad pasada, traumática y renegada. Freud busca en los traumas reales del pasado, la infancia termina por ser una consecuencia lógica. La histeria pone un dolor evanescente, que se desplaza, casi placentero, que el saber médico, el ojo clínico, no podía solucionar. Freud pasa de la catarsis a la asociación libre y encuentra respuestas, en un Saber lejos de la conciencia, de la lógica y de la razón, esto cae y da lugar a lo irracional y al sin-sentido, y nace el PSA. La interpretación de los sueños: intentando razonabilizar lo que escapa a toda razonabilidad, Freud propone un aparato psíquico dividido en instancias, las barreras, las inscripciones, la huella. Los sueños, patologías de la normalidad, son a la vigilia lo que el síntoma es a la patología. Freud muestra que si bien no tienen mucha lógica, son un Saber, tienen un sentido (sexual, infantil, reprimido), con un mensaje a descifrar, producto psíquico que provienen de otro lugar ajeno a la cc, que claman algo que el Yo no sabe (=parentesco con la histeria y la hipnosis). Freud, siempre llamado por los enigmas de la naturaleza, encuentra su camino en un enigma de la naturaleza humana (la histeria), y se constituye en opositor independiente, inquieto, audaz, que se encuentra más allá de los límites biológico- positivistas. Nadie en pleno siglo XIX va a escuchar lo que dice un enfermo mental; Freud no era un iluminado pero tenía algo que no encajaba, porque ni la observación, ni el método le alcanzan, estalla la lógica de todo un siglo que había llegado a estudiar la cosa misma objetivamente, y Freud pasa a necesitar una metapsicología. Surge un nuevo Saber que irrumpe con el viejo paradigma. La psicología de fin de siglo es la de las funciones mentales, la de Wundt, la del Estructuralismo Clásico; asentada a la cc como lo evidente. Freud rompe, pues no encuentra en ella respuestas para la histeria, y llega, finalmente, al descubrimiento del icc, el sujeto cumple una orden sin tener conciencia de su mandato, y en ello la eficacia de un acto sin registro. Se cumple un diálogo con un otro, un no saber que actúa eficazmente. Llegando al final de su obra, obtenemos la teoría de las pulsiones, un aparato dividido en instancias (2da tópica), la represión. Wundt no pudo pensarlo, porque su objeto-objetivo era preparado y entrenado para percibir lo observable; Pavlov tampoco lo pudo descubrir porque el objeto de sus investigaciones se remitía a los mecanismos naturales del cuerpo biológico. Los 3 frente al objetivo de desentrañar la modalidad de reaccionar frente al mundo de las cosas, que terminaron en caminos diferentes. Un positivista en espíritu y experiencia y por creencia/adhesión, pero con una bomba en las manos que lo impulsó al camino de la conjetura, tomando las descargas de energía, el arco reflejo, que intentó utilizar a la neurona, y a su vez se inspiró en el relato sufriente.