Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Contra Los Academicos San Agustin de La Bac PDF
Contra Los Academicos San Agustin de La Bac PDF
SAN AGUSTÍN
III
Obras Jilosójicas
III
LA COMISIÓN DE DICHA PONTIFICIA
U N I V E R S I D A D ENCARGADA DE LA
INMEDIATA RELACIÓN CON LA B . A. C. O B R A S F I L O S Ó F I C A S
ESTÁ INTEGRADA EN EL AÑO 1 9 6 3
POR L O S S E Ñ O R E S S I G U I E N T E S : Contra los académicos. Del libre albedrío. De la
PRESIDENTE : cuantidad del alma. Del maestro. Del alma y su
origen De la naturaleza del bien: contra los maniqueos.
Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. Fr. FRANCISCO BARBADO VIE-
J O , 0 . P., Obispo de Salamanca y Gran Canciller de la VERSIÓN, INTRODUCCIONES Y NOTAS DE LOS PADRES
Pontificia Universidad.
FR. VICTORINO CAPANAGA, O. R. S. A.
VICEPRESIDENTE:limo. Sr. Dr. LORENZO TURRADO, Rec- F R . E V A R I S T O S E I J A S , O . S. A .
tor Magnífico. F R . E U S E B I O C U E V A S , O . S. A .
FR. M A N U E L M A R T Í N E Z , O. S. A.
VOCALES : R. P . Dr. L u i s ARIAS, O. S. A., Decano de F R . M A T E O L A N S E R O S , O. S. A.
la Facultad de Teología; R. P . Dr. MARCELINO CABRE-
ROS, C. M. F., Decano de la Facultad de Derecho;
R. P . Dr. PELAYO DE ZAMAYÓN, O. F . M. Cap., Deca- TERCERA EDICIÓN
no de la Facultad de Filosofía; R. P . Dr. JULIO CAM-
POS, Sch. P., Decano adjunto de la Sección de Huma-
nidades Clásicas; R. P . Dr. ANTONIO GARMENDIA DE
OTAOLA, S. I., Decano adjunto de la Sección de Pedago-
gía; R. P . Dr. MAXIMILIANO GARCÍA CORDERO, O. P.,
Catedrático de Sagrada Escritura; R. P . Dr. RERNARDINO
LI.OKCA, S. L, Catedrático de Historia Eclesiástica.
N i m . Registro 1516-1962
* Depósito lepa! M 39*5-1962
CONTRA LOS ACADÉMICOS'
(Versión, introducción y ñolas del P. VICTORINO CAPÁNAGA, O.R.S.A.)
Págs.
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULOS :
1. La filosofía académica 2
2. La duda académica de San Agustín 8
3. Los libros «Contra los académicos» o la criteriología agus-
tiniana 15
4. Examen de algunos lugares paralelos 25
5. Valor criteriológico de los axiomas 33
6. El diagnóstico del error 41
7. Una conclusión sobre el principio de la filosofía agustiniana. 45
8. Contra los académicos de hoy o la filosofía agustiniana es
una filosofía de lo absoluto 50
APÉNDICES:
1. La filosofía cristiana en los libros «Contra los académicos». 55
2. Del libro primero de las Retractaciones de San Agustín ... 58
LIBRO PRIMERO
CAPÍTULOS:
1. Dedicación del libro a Romaniano 63
2. Felicidad y conocimiento 68
3. Una objeción 70
4. Qué es el error 75
5. Qué es la sabiduría 79
6. Nueva definición de la sabiduría 82
7. Defiéndese la definición anterior 84
8. El adivino y el sabio 87
9. Conclusión 90
LIBRO SEGUNDO
CAPÍTULOS:
1. Exhortación a Romaniano 95
2. Beneficios de Romaniano a San Agustín y la gratitud de éste. 98
3. El amor de la hermosura y de la sabiduría 99
4. Transición 102
5. Exposición del sistema académico 104
6. Divergencias entre la antigua y la nueva Academia 106
1
La colección de las Obras de San Agustín publicada en la BAC lleva en el
último volumen un copioso índice general de nombres y de ideas.
VIH INIIH i; I.I;M:HAL ÍNDICE GENEBAL
Págs. Págs.
7. Képlini u los ai quínenlos contrarios 108 6. La ley eterna, moderadora de las leyes humanas.—Noción
8. Argucias (le los académicos 113 de la ley eterna 214
9. Cnivodad del piiililciiia de la verdad 115 , 7. Cómo el hombre está perfectísimamente ordenado a un fin
10. No es cuestión de palabras, sino de cosas 117 según la ley eterna, y cómo, según este fin, vale más el
11. Sobro la probabilidad 119 saber que el vivir 218
12. Se insiste sobre el mismo argumento 121 8. La razón, que hace al hombre superior a las bestias, es la
13. Conclusión 123 que debe prevalecer también en él 221
i 9. La diferencia entre el sabio y el necio está en el señorío o
vasallaje de la mente 223
LIBRO TERCERO , 10. Nada es capaz de obligar a la mente a ser esclava de las
pasiones 225
CAPÍTULOS:
11. La mente que de su propia voluntad se entrega a la libídine
1. Hay que buscar la verdad con ahínco 126 es justamente castigada 227
2. La sabiduría y la fortuna 127 12. Los que son esclavos de las pasiones, justamente son castiga-
3. El sabio conoce la sabiduría 130 dos con las penas de esta vida mortal, aunque nunca hayan
4. Sobre el mismo argumento 134 sido sabios 229
5. Vano subterfugio de los académicos 138 13. Por nuestra propia voluntad vivimos una vida feliz o una
6. Necesidad de un divino socorro para conocer la verdad 141 i vida miserable 233
7. Una opinión de Cicerón 142 14. ¿Por qué llegan a ser felices tan pocos, siendo así que to-
8. Rebátese la opinión de Cicerón 145 dos lo desean? 238
9. La definición de Zenón 147 15. Extensión y valor de la ley eterna y de la ley temporal ... 239
10. Contra una objeción de los académicos 151 16. Epílogo de los capítulos anteriores 244
11. La certeza del mundo y de las verdades matemáticas 154
12. La certeza moral y los sentidos 158
13. Las certezas de la dialéctica 160 LIBRO SEGUNDO
14. El sabio y el asentimiento a la sabiduría 162 CAPÍTULOS:
15. Peligros del probabilismo o el apólogo del bivio 165 1. Por qué nos ha dado Dios la libertad, causa del pecado 247
16. Consecuencias inmorales del probabilismo académico 168 2. Objeción: si el libre albedrío ha sido dado para el bien,
17. La verdadera opinión de los académicos y los dos mundos ¿cómo es que obra el mal? 250
de Platón 171 3. Para llegar al conocimiento claro de la existencia de Dios,
18. Divisiones de la nueva Academia 174 es preciso inquirir antes sin desmayo a ver qué es lo más
19. Escuelas filosóficas 176 noble y excelente que hay en el hombre 254
20. Conclusión. Platón guía a Cristo 177 4. El sentido interior percibe su propio acto, ¿pero se siente
Notas complementarias 180 a sí mismo? 261
Bibliografía 187 5. El sentido interior aventaja a los sentidos exteriores, siendo
además su moderador y juez 262
6. La razón aventaja a todo lo demás que hay en el hombre, y
DEL LIBRE ALBEDRIO si hay algo más grande que ella, es Dios 266
(Versión, introducción y notas del P. EVARISTO SEIJAS, O.S.A.) 7. Cómo una misma cosa es percibida por muchos a la vez y por
cada uno en particular, ya sea en su totalidad, ya sólo en
INTRODUCCIÓN 190 alguna de sus partes 268
8. La razón de los números no la percibe ningún sentido cor-
LIBRO PRIMERO poral y es en sí una e inmutable para todas y cada una de
las inteligencias que las perciben 274
CAPÍTULOS: 9. Qué cosa sea la sabiduría, sin la cual nadie es feliz, y si es
1. ¿Es Dios autor del mal? 200 una en todos los sabios 279
2. Antes de investigar el origen del mal, veamos qué debemos 10. La luz de la sabiduría es una y común a todos los sabios ... 284
creer acerca de Dios 203 11. ¿Son una misma cosa la sabiduría y el número, o existen
3. La concupiscencia es el origen del mal 205 una cosa en la otra o dependiente de la otra? 288
4. Objeción respecto del homicidio cometido por miedo.—Qué 12. La verdad es una e inconmutable en todos los seres inteli-
concupiscencia es culpable 208 gentes, y es superior a nuestra mente 292
5. Otra objeción fundada en la muerte del injusto agresor, per- 13. Exhortación a abrazar la verdad, que es la única que hace
mitida por las leyes humanas 211 felices a los hombres 294
x • ÍNDICE CKNKRAL ÍNDICE GENERAL XI
Págs. Págs.
14. 1.11 vridud so poner con seguridad 297 21. En qué materias es pernicioso el error 388
].r>. VA iHzíuiiiiiiicnlo iiiilriior, umpliamente expuesto, demuestra 22. Si la ignorancia y la debilidad fueran connaturales al hom-
ciertamente la existencia de Dios 299 bre, no por eso dejaría de haber razón para alabar al
H>. I.n sabiduría salo al paso de los amantes que la buscan me- Creador 393
dianle los números impresos en cada cosa 302 23. Son injustas las quejas de los ignorantes acerca de la suerte
17. Todo bien y toda perfección proceden de Dios 306 de los párvulos y de los males del cuerpo que los afligen.—
18. Aunque puede el hombre abusar de la libertad de su volun- ¿Qué es el dolor? 396
tad, no obstante ha de considerarse ésta como un bien 309 24. El primer hombre no lo creó Dios insensato, sino capaz de
19. Tres clases de bienes: grandes, pequeños y medianos.—La sabiduría.—¿Qué es la ignorancia? 401
libertad es uno de estos últimos 313 25. ¿Qué es lo que mueve a la criatura racional a pasar del bien
20. El movimiento por el que la voluntad se aparta del bien in- al mal? 405
conmutable no tiene su origen en Dios 316
LIBRO TERCERO
DE LA CUANTIDAD DEL ALMA
CAPÍTULOS :
(Versión, introducción y notas del P . E U S E B I O CUEVAS, O . S . A . )
1. De dónde trae su origen el movimiento por el que la volun-
tad se aparta del bien inconmutable 319 INTRODUCCIÓN 412
2. De cómo la presciencia de Dios no anula la voluntad de los
que pecan, cuestión que trae preocupados a muchos 324 CAPÍTULOS:
3. La presencia de Dios no nos obliga a pecar, es decir, no 1. Evodio propone seis cuestiones acerca del alma.—De dónde
quita la libertad al pecador 326 viene el alma.—Dios es la patria del alma.—La substancia
4. La presciencia de Dios no obliga a pecar, y, por tanto, justa- del alma es simple y singular 418
mente castiga Dios los pecados 332 2. Naturaleza del alma 420
5. Debemos alabar a Dios por haber dado el ser aun a las cria- 3. De la cuantidad del alma 421
turas que pecan voluntariamente, y que son, por lo mismo, 4. El alma, aunque no sea ni larga ni ancha, es algo 423
desgraciadas 334 5. El alma tiene fuerza infinita 426
6. Nadie podrá decir con razón que quiera más no ser que ser 6. La longitud pura y simple 430
desgraciado 341 7. La magnitud llega a alcanzar la verdad con mayor seguridad
7. La existencia es amada aun por ¡os mismos desgraciados, por- y presteza por medio de la autoridad que de la razón 432
que la tienen de aquel que es el sumo ser 343 8. De las figuras geométricas.—Con cuántas líneas se engendra
8. Nadie prefiere el no ser, ni aun aquellos que se suicidan ... 346 una figura.—Cómo puede hacerse una figura con tres líneas. 433
9. La infelicidad de las almas pecadoras contribuye a la perfec- 9. Cuál es la figura.más perfecta.—Qué se opone al ángulo en
ción del universo 349 el triángulo 435
10. Con qué derecho entró el diablo en posesión del hombre y 10. La máxima igualdad en las figuras 438
con qué derecho le libertó Dios 355 11. Prestancia de las figuras.—Qué es el punto y qué el signo ... 441
11. Persevere o no en la justicia, la criatura contribuirá siempre 12. Potencia del punto 444
al ornato del universo 359 13. El alma incorpórea ve lo incorpóreo.—Qué es el alma 447
12. El gobierno del universo no se perturbaría aunque todos los 14. Poder del alma inmaterial 448
ángeles pecaran 361 15. Se objeta que el alma crece con la edad 451
13. La misma corrupción de la criatura y la vituperación de sus 16. Se responde a la objeción y se demuestra que el alma pro-
vicios manifiestan su bondad 364 gresa sin que el cuerpo se desarrolle 453
14. No toda corrupción es digna de vituperio 367 17. El alma crece con el tiempo metafóricamente 456
15. Los defectos de ¡as criaturas no siempre son culpables 370 18. La facultad de hablar, que el niño adquiere paulatinamente,
16. No pueden imputarse a Dios nuestros pecados 373 no se ha de atribuir al incremento del alma 458
17. La voluntad es la primera causa del pecado 376 19. En qué sentido crece y decrece el alma 462
18. ¿Puede pecar alguien en aquello que no puede evitar? 378 20. Si sabe el alma algo de sí misma 463
19. La ignorancia y la debilidad, transmitidas a la humanidad 21. Las mayores fuerzas, debidas a la mayor edad, no prueban
por el pecado de Adán, no excusan a los pecadores de sus crezca el alma 464
pecados 381 22. Origen de las mayores fuerzas del cuerpo 466
20. Sea cual fuere la verdadera doctrina acerca del origen de las 23. Aunque el alma siente en todas las partes del cuerpo, no por
almas, no es una injusticia el que las consecuencias penales esto es extensa como el cuerpo.—Qué es la sensación y cómo
del pecado de Adán hayan pasado a sus descendientes 383 se realiza la visión 471
ÍNDICE GENERAL XIII
XII [NDII'K CUNERA!.
Págs.
Pági.
Págs 1 •N T R O D U C C I O N.
.'(().I.IM bienes más imperfectos y terrenos son también obra
di- Dios 796
.'II. < loircsponde » Dios lo mismo el castigar que el perdonar
los pecados 797
32. Kl mismo poder de hacer daño procede de Dios 798
33. Los ángeles malos no fueron pervertidos por Dios, sino por
su pecado 799
34. El pecado no es deseo de una naturaleza mala, sino aban-
dono de otra mejor 800
35. El árbol fué prohibido a Adán no porque era malo, sino por-
que era bueno al hombre estar sometido a Dios 801
36. Ninguna criatura de Dios es mala, sino que el mal consiste
en hacer mal uso de ella 801
37. Dios convierte en bien el mal de los pecadores 802
38. El fuego eterno, que atormenta a los impíos, no es un mal. 803
39. Dícese que el fuego es eterno, no con la eternidad de Dios,
sino porque no tiene fin 803
40. Nada puede perjudicar a Dios ni a ninguna criatura sin la
justa ordenación de Dios 804
41. Bienes que los maniqueos atribuyen a la naturaleza del mal
y males que atribuyen a la naturaleza del bien 804
42. Blasfemias de los maniqueos contra la naturaleza de Dios ... 807
43. Los maniqueos suponen males en la naturaleza de Dios antes
de mezclarse con el mal 811
44. Increíbles torpezas imputadas a Dios por Manes 813
45. Algunas nefandas torpezas atribuidas con razón a los ma-
niqueos 816
46. Doctrina abominable de la carta llamada del Fundamento. 817
47. Manes obliga a practicar estas torpezas nefandas 819
48. Oración de Agustín por la conversión de los maniqueos 821
Notas complementarias 823
Bibliografía 825
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
CONTRA LOS ACADÉMICOS nocido todos 'os jadeos del pensamiento, todas las angustias
del alma humana en su rebusca de la verdad, del bien y de
la hermosura.
Causas morales, psicológicas y literarias influyeron en el
período crítico, a que aludimos, colocándole entre
le genti dolorose
CAPITULO I ch'hanno perduto il ben dello intelletto ".
LA FILOSOFÍA ACADÉMICA
El gran peregrino de Dios perdió el bien más inmueble
«Y yo grandemente me maravillaba y recordaba con ansia y radical del espíritu: la esperanza de hallar la verdad. La
cuan largo espacio de tiempo había desde el año decimonono duda de San Agustín no fué metódica, sino angustiosa y realí-
de mi edad, en que comencé a arder en el amor de la sabiduría, sima en la lucha por la verdad y la formación espiritual de
disponiéndome, así que la hubiera hallado, a abandonar todas su ser. Más que un cierre de ojos a lo real, fue una mirada
las esperanzas hueras y las mendaces locuras de las vanas suplicante de náufrago, un clamor de angustia en el infinito
pasiones. Y he aquí que ya andaba el año trigésimo de mi desierto de las aguas salobres. San Agustín es en la esfera del
edad, sumido y vacilante en el mismo lodo, ávido de gozar pensamiento un héroe movido por una incansable actividad
de los bienes presentes, que se me escurrían de las manos y en busca de la luz y de la vida. Pero hubo una época en su
me traían disipado y disperso, mientras decía: «Mañana la historia en que perdió la creencia vigorosa en el dominio uni-
hallaré; mañana se me aparecerá la evidencia y me abrazaré versal de la verdad. Aquel estado fué una consecuencia y re-
con ella: he aquí que vendrá Fausto y me declarará todo. sultado de la crisis ideológica en que le sumiera el fracaso
¡Oh grandes hombres de la Academia! Ninguna certidumbre del maniqueísmo, que le había prometido dar razón de las
podemos asir, estrella fija de nuestra vida. Pero no; busque- cosas y resultó un conjunto insostenible de sinrazones. Una
mos con mayor diligencia y no desesperemos» l. por una se le fueron apagando todas las esperanzas y luces
«Y vínome a las mientes—nos informa en otro pasaje el interiores. El edificio espiritual, en que había querido guare-
mismo Santo—el pensamiento que los filósofos que llaman cerse definitivamente, por creerlo mansión segura de la verdad
académicos habían sido más avisados que los otros en sos- y de la razón, se le fué cayendo encima fragmento por frag-
tener que de todo se debía dudar, llegando a la conclusión mento, sobre la cabeza dolorida, hasta dejarlo a la intemperie.
que el hombre no es capaz de ninguna verdad. Esto juzgué Esta vida a campo raso, sin ningún hogar de certeza que le
entonces que ellos habían sentido, como el vulgo piensa, p o r diese amparo y lumbre hasta el desarrollo de nuevos saberes,
más que no penetrase aún su intención» =. constituye la duda académica de San Agustín.
«Y en tanto ya había venido a mí mi madre, fuerte de su Por otra parte, se interpone aquí el prestigio inmenso y
propia piedad, siguiéndome por tierra y mar, segura de Vos la magia oratoria del gran orador latino y uno de los per-
en todos los peligros... Y me encontró en un grave peligro fectos estilistas de la literatura latina: Marco Tulio Cicerón.
por mi desesperanza de encontrar la verdad» 3. Como profesor de retórica, Agustín tenía que acogerse al
Con estas palabras nos descubre San Agustín el estado magisterio del orador romano.
psicológico de duda por que atravesó en su juventud, en el A los diecinueve años, el Hortensius fué el más enérgico
camino mismo de la sabiduría.
estimulante para despertar el genio de San Agustín y ponerlo
Brilla aquí su temperamento realista y humanísimo. Los en el camino de la sabiduría.
problemas con que él se debatió fueron urgencias íntimas, Una de las mayores glorias de Cicerón es, sin duda, el
que le espoleaban a la posesión de lo absoluto. Perfilamos las
haber avivado la lumbre del espíritu filosófico del joven de
ondulaciones de una interesante trayectoria vital.
Tagaste, el cual conservó siempre un grato recuerdo de aquel
San Agustín no es un escolástico, un manipulador de teo- nacimiento al amor de la sabiduría. En las escuelas de su
rías muertas o un solitario de gabinete, sino un luchador cuerpo
tiempo, Cicerón ejercía un magisterio indiscutible, y, junto
a cuerpo con los problemas más gigantescos que salen al paso
con Virgilio, comparte la gloria de un influjo saludable sobre
del hombre en su marcha hacia Dios.
su espíritu.
El nos ofrece el tipo de un filósofo ejemplar, que ha co- Como filósofo, Cicerón no es un pensador original, ni ha
1
2
Conf. VI 11. Usamos la traducción de L. RJBER. aportado a la ciencia grandes novedades; en este sentido no
Ibid., V 10.
4
' Ibid., Vi 1. DANTE, Inferno m
4 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 5
compite con los representantes de la especulación helénica. ágiles para la esgrima de las ideas. Razones de orden filosófico
Mas era un espíritu rico de saberes ajenos, familiarizado con y práctico movieron a Cicerón a adherirse a la escuela aca-
la literatura vigente, lo mismo latina que griega, y conocedor démica. La profesión oratoria le obligó al manejo de la dis-
como pocos de las doctrinas filosóficas. Había oído discutir cusión, a la habilidad dialéctica y parlamentaria. Y en la
a los epicúreos, estoicos y académicos, y sostuvo correspon- escuela académica se miraba a la formación del hombre del
dencia con los hombres más cultos de su tiempo, que fre- agora, al lucimiento de las armas dialécticas, para saber ex-
cuentaban su casa: doctissimorwm hominum familiaritates, presarse y captar el punto débil de las opiniones humanas:
quibus semper domus riostra floruit5. Maestros suyos fueron «Por lo cual siempre me ha agradado a mí la costumbre de
Diodoto, Filón, Antíoco y Posidonio. A Antíoco lo llama po- los peripatéticos y de la Academia de formar dos bandos con-
lutissimus el acutissimus omnium noslrae memoriae philoso- trarios en la investigación, no sólo porque de otro modo no
phorum 6. puede alcanzarse lo que hay de verosímil en cada cosa, sino
Uno de los méritos de Cicerón es el haber dado expresión también porque es el mejor ejercicio para la oratoria: sed
diáfana y cristalina a un gran caudal de pensamientos helé- etiam quod esset máxima dicendi exercitalio» " .
nicos. San Agustín mismo participó de esta herencia y la Naturalmente, este hábito dialéctico de la discusión ex-
comunicó al mundo cristiano. Mas para el tema de nuestra tremado, origina una tendencia agnóstica y relativista. Como
introducción conviene señalar aquí el influjo de Cicerón so- en el apólogo manzoniano de los litigantes, todos tienen razón
bre la duda académica de Agustín. La tesis del filósofo ro- y ninguno tiene razón. Todo es verdad y mentira según el color
mano puede resumirse en estas palabras: Non sumus ii, quibus del cristal con que se mira. El cristal son las condiciones sub-
nihil verura esse videatur, sed ii qui ómnibus veris falsa quae- jetivas y temperamentales con que se mira la verdad. Pero en
dam adiuncta esse dicamus tanta similitudine, ut in iis nulla Cicerón se advierte también un gran esfuerzo reflexivo, un
insit certa iudicandi et assentiendi nota, ex quo exislit illud, estudio ahincado de los grandes temas de la filosofía helénica,
multa esse probabilia, quibus sapientis vita regatur 7. No somos que incorporó a la latina.
de los que niegan en absoluto la existencia de la verdad, sino Contra los vituperadores de la filosofía, él publicó en su
de los que sostienen que la verdad y falsedad andan tan her- Hortensio el cálido elogio de la sabiduría, que tanto impre-
manadas y mezcladas, que en ellas no hay ninguna señal cierta sionó al joven Agustín: nos autem universae philosophiae vi-
para discernirlas y prestarles asentimiento, de donde resulta tuperatoribus respondimus in Hortensio " .
que el sabio debe regir su vida según la probabilidad. Para él, la filosofía es la maestra de la vida: magistra
Esta es la doctrina de la llamada segunda Academia, que vilae. No fué tan radical en la duda como Pirrón o el mismo
había sido introducida en el mundo romano por una comisión Arquesilao, pues admite la posibilidad de un conocimiento de
griega de pensadores, a cuya cabeza figuraba Carnéades. En el lo verosímil. El meditó ahincadamente el pro y contra del
pasaje citado de Cicerón resaltan las dos actitudes fundamen- probabilismo académico. En el libro segundo de los Acadé-
tales de la escuela académica: la actitud especulativa agnós- micos, que también lleva el título de Lucullus, por ser éste
tica, que renuncia al conocimiento de la verdad, por hallarse el antagonista y demoledor de la filosofía académica, hay
velada con las semejanzas de lo falso, y la actitud práctica, una refutación de la duda universal con una serie de razona-
que se apoya en lo probable, como norma de conducta. mientos que ha opuesto siempre la sana lógica al escepticismo.
Es el mismo desdoblamiento personal del positivista Hi- Los mismos razonamientos de San Agustín en su obra
pólito Taine: hay que dejar los radicalismos de la filosofía Contra los académicos recogen la substancia del contrincante
cuando se entra en la plaza de la vida. de Cicerón. Era éste lo que se llama a sí mismo: magnus qui-
Nos sequimur probabilia, dice el orador romano ". Nosotros dem sum opinator 12, y admite el principio académico: Nihil
seguimos lo probable. enim arbitrar posse percipi ". Esforcémonos por mostrar que
Los académicos decían que, para hallar la verdad proba- nada puede percibirse: Nitamur igitur nihil posse percipi".
ble, hay que pesar el pro y el contra de todas las opiniones: Y ¿cuáles son las bases de su demostración? La nueva Aca-
veri inveniendi causa contra omnia dici oportere et pro ómni- demia querría enlazarse con la antigua y la actitud socrática:
bus *. Por eso surgieron entre ellos habilísimos polemistas, Sólo una cosa sé, que nada sé. Mas su origen ideológico ha de
5
De natura deorum i 3. La edición que usamos es la siguiente: M. Tutl/i Ci- buscarse en la teoría de la comprensión del estoico Zenón,
ceronis opera, cum delectu commentariorum edebat íosephus Olivetus, Academiae el cual gráficamente exponía así su doctrina del conocimiento:
Gallicae XL Vir. Editio tertia, emendatissima. Genevae, apud Fratres Cramer„
MDCCLVIII. 10
Tuscul. I I 3,354. « Ibid., ibid.
? Academicorum líber secundus 5 5 : ibid. t.2 p . 6 l . 11
7 8 9
Tuscul. n 1,352. '•> Ibid., 21,40.
12
De nat. deorum i 6. Tuscul. n 5,353. Acad. II 18,36. Acad. II 20,39.
6 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 7
«Mostraba la mano abierta y los dedos extendidos y decía: Tal
es la representación. Plegaba ligeramente los dedos y añadía : délas en la torsión de los ojos, la semejanza de los anillos'
Este es el asentimiento. Cerraba la mano formando puño: Tai impresos en la cera, la de las abejas entre sí, la de los hue-
es la comprensión (katalipsis). Finalmente, con la otra mano vos, la de los hermanos gemelos, entre los cuales fueron cé-
cogía y apretaba el puño, diciendo: «He aquí la ciencia propia lebres P . Servilio y Quinto 1 '.
del sabio» " . La comprensión en tales condiciones es muy Cicerón preguntaba al interlocutor en su quinta, con te-
ardua empresa para el espíritu limitado de los hombres. El rrazas al Mediterráneo: Videsne navem Mam? Slare videtur;
sabio no debe opinar, a estilo del vulgo, que vive totalmente et his qui in navi sunt moveri haec villa ls . ¿Ves aquella nave?
sumergido en las apariencias engañosas. Su asentimiento debe Parece que está quieta. En cambio, a los que van embarcados
apoyarse en la certeza y seguridad de la percepción. Las suyas allí les parece que se mueve esta quinta.
deben ser unas certezas de puño cerrado y defendido por la La relatividad de las magnitudes servía a los académicos
otra mano. Es decir, lo percibido debe reunir tales notas, que para el mismo propósito: todo es grande y pequeño a la vez.
lo disciernan de lo falso. Las cosas en cierto modo imprimen El sol es extraordinariamente voluminoso a los ojos de los
su verdad y figura en nuestras facultades receptivas, y ésta es astrónomos; a mí, en cambio, apenas me parece que tiene la
condición de la verdadera representación en nosotros: ex eo dimensión de un pie ". Esto demuestra que los sentidos son
quod esset, sicut esset, impressum, signatura, effectum. Lo re- testigos falsos. La quietud aparente del sol, cuando se mueve
presentado—visum—, es decir, el objeto de la percepción, con una celeridad inconcebible, confirma el dicho de los an-
debe estar impreso, sellado y labrado por lo mismo que se tiguos pirrónicos: kakoí mártyres anthrópisin ofthalmoí, de-
percibe, tal cual es le . El espíritu del hombre se halla en una cía Heráclito.
frontera de mucho tráfico y contrabando, y ninguna vigilancia Igualmente, en la campaña contra la posibilidad del cono-
sobra para controlar lo que entra y sale. cimiento objetivo daba armas la medicina: «La medicina ha
Pues siguiendo esta definición y estudiando el origen de sido el gran argumento para el mundo de la sofística. La im-
las representaciones, llegaron Arquesilao y sus discípulos a portancia de la salud y de la enfermedad no solamente para
poner en duda la legitimidad de toda representación objetiva. percibir las cosas, sino también para pensarlas, de suerte que
Según ellos, resulta imposible el logro d e ' l a s condiciones de el pensamiento propende a ser de nuevo un modo de perci-
la percepción o comprensión exigidas por Zenón, por hallarse birlas. El aparecer y el parecer van tomando así cada vez más
viciadas las fuentes de nuestros conocimientos. la acepción de sentir» 20. Particular mención hacían los acadé-
Y en primer lugar embistieron contra el testimonio de los micos de los sueños, de los amentes y de los ebrios. El maes-
sentidos, en que se ocultan tantos cepos de error y de engaño. tro de Cicerón, Antíoco, dedicaba una jornada completa al
Descubrir sus tramoyas fué sutil tarea de los académicos. La tema de las representaciones falaces: Ad fias visiones inanes
filosofía ha manifestado siempre un gran horror a! engaño. Antiochus quidem et permulta dicebat et erat de hac re unius
San Agustín considera este horror como uno de los ímpetus diei disputado 21. No hay diferencia entre las visiones psico-
elementales de la conciencia humana, que quiere y busca la páticas y las verdaderas: Ínter visa vera et falsa ad animi as-
verdad dondequiera que se halle, en los más rudimentarios sensum nihil interesse22. No hay una línea divisoria entre la
estados de la cultura. Y los académicos descubrieron en los salud y la enfermedad, entre la cordura y la insania.
sentidos uno de los focos principales de los errores humanos. A la debilidad de los sentidos debe añadirse la de la razón,
Ya en la primera Academia el mundo de los sentidos había o digamos el relativismo del conocimiento humano, tan patente
quedado sombreado frente al fulgor del mundo inteligible de en la pluralidad de las escuelas y en las discusiones intermi-
las ideas, que es el verdadero, el macizo y el sólido. Las cosas nables sobre las partes de la filosofía: natural, lógica y ética.
sensibles sólo engendran la doxa, la opinión, es decir, una Est enim Ínter magnos homines summa dissensio, dice Cice-
forma inferior de adhesión espiritual, indigna del sabio. rón 2S : reina la disensión entre los más grandes pensadores.
Los académicos, pues, miraron con suspicacia el testimonio Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Anaxágoras,
de los sentidos, sirenas de ilusión, inmerecedoras de la adhe- Xenófanes, Parménides, Leucipo, Demócrito, Heráclito, Teo-
sión rotunda y plena, y se hicieron vulgares muchas de sus frasto, Epicuro, Dicearco, Empédocles, Meliso, Cleantes, Xe-
ilusiones, como la del remo recto, que aparece quebrado a! nócrates, etc., enarbolan banderas ideológicas discordes en los
sumergirse en el agua; la policromía de los reflejos en el " Acad. II 25 y 26 p.45-47.
cuello de las palomas, la duplicación de la llama de las can- 16
19
Ibid.. p . 4 6 .
Ibid., ibid.
20
15
AcaJ. II 47.76-7. I6
Ibid., 24,44. X . Z U B I R I , Naturaleza, Historia, Dios p.241 (Madrid 1944).
21
Ibid., 28,51.
22 2 ;
Ibid., 2 8 , 5 1 . ' Ibid., 36,63.
8 INTRODUCCIÓN A «CONTKA LOS ACADÉMICOS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 1)
problemas de la concepción del universo. Todo es confusión de la enfermedad de mi alma. Determíneme, pues, a quedarme
y desorden y algarabía en las escuelas J1. No hay un saber catecúmeno en la Iglesia católica, la Iglesia que mis padres
coincidente, porque nada hay firme e inconcuso; todo es in- me recomendaron, en espera de que brillase a mis ojos algún
cierto y problemático, como reflejo de una realidad esquiva lucero cierto adonde dirigir mi camino» \
y evanescente. Anaxágoras llegó a decir que hasta la nieve es En otro libro describe así su estado de ánimo en aquella
negra, u obscura, como el agua en que se resuelve 25. Idéntica época: «Cuando me separé de vosotros para ir a ultramar
confusión domina en la filosofía de las costumbres o investi- (a Italia), andaba vacilando y dudoso acerca de lo que debe
gación del sumo bien, desde el sensismo craso de Epicuro, que abrazarse o rechazarse. Esta duda fué tomando cuerpo des-
omne iudicium in sensibus el in rerum notitiis el in voluptate de que oí a aquel hombre, cuya venida, como tú sabes, se
conslituil, hasta Platón, representante más ilustre del espiri. nos prometía como cosa del cielo, para disipar todas mis
tualismo, que colocó en la mente el asentimiento a la verdad "°. dificultades, y vi que, salvo en la elocuencia, era como todos
Todas estas peripecias del espíritu humano, toda la multitud los demás; entonces, ya estando en Italia, tuve una gran de-
de opiniones variables según la edad, la complexión, usos y liberación y consejo conmigo mismo, no sobre si había de
costumbres, es decir, todo este coeficiente subjetivo que la per- continuar en aquella secta, donde ya me avergonzaba de ha-
cepción de la verdad necesariamente lleva consigo, sirvió ad- ber militado, sino acerca del modo como había de hallar la
mirablemente para la dialéctica de la segunda Academia, que verdad, cuyo deseo me arrancaba tantos suspiros, como tú
se entregó a un sutil juego cerebral a caza de argumentos, so- sabes mejor que nadie. Muchas veces me parecía que no po-
fismas y escapatorias contra el sentir del género humano, para dría hallarse, y las grandes marejadas de mis pensamientos
demostrar que no conocemos con plena garantía ninguna cosa, me impelían a dar mi voto a los académicos; otras muchas,
y que hemos de atenernos a la verosimilitud. considerando, según me era posible, la vivacidad de la mente
Cicerón, el abogado latino más influyente por la fuerza humana, tan penetrante y afilada, no creía que estuviese
del estilo y por el calor del entusiasmo con que propagaba oculta la verdad, sino que más bien no era patente el medio
sus ideas, fué el portavoz de este escepticismo relativo, y San de hallarla, y que había de tomarlo de alguna autoridad.
Agustín asimiló su ideario en el período crítico a que aludi- Era, pues, necesario indagar cuál era aquella autoridad...
mos aquí. Todavía abruma los Diálogos de Casicíaco el peso Y se me ofreció a los ojos una intrincada selva, y sentía pe-
enorme del príncipe de la oratoria latina. Cuando él alude reza de internarme en ella; y, entre tanto, mi ánimo, sin
a los académicos, más que en Carnéades y Arquesilao, piensa ningún reposo, era agitado con el deseo de hallar la ver-
en Cicerón, cuyo sistema probabilista refleja aproximadamente dad» 3.
e! que abrazó él durante el tiempo en que militó en dicha He aquí la situación psicológica de San Agustín. La me-
escuela. Vivió angustiosamente el necesario aislamiento me- táfora marítima que emplea dos veces: Fluctus cogiíationum
tafísico en que por fuerza arroja toda desesperación de hallar mearum3; in mediis fluctibus academia tenuerunt1, se ajusta
la verdad. bien a la situación de tortura del gran peregrino. Fué un es-
tado de fluctuación con sus altibajos correspondientes: a veces,
CAPITULO II enflaquecida la esperanza de hallar la verdad, le deprimía y
abatía y se iba al fondo de la duda; otras veces, el deseo de
LA DUDA ACADÉMICA EN SAN AGUSTÍN liberarse de la obscuridad ambiente le erguía con blando em-
puje y ánimo de tocar la tierra firme de la certeza: «Con al-
Sin duda alguna, la doctrina académica, tal como la pro- terno soplo, dice bien en las Confesiones, reinaban estos vien-
fesó Cicerón, nos ayuda para determinar y definir el período tos, y traían mi corazón de un lado a otro» s . «Busquemos con
crítico de que nos habla el Santo: «Así que, dudando de todo diligencia y no desesperemos» 6. Así hemos de imaginarnos la
al estilo de los académicos, según el concepto en que se les barca de San Agustín, engolfada en alta mar, a merced de
tiene, y fluctuando al vaivén de toda incertidumbre, deter- los embates marinos, o las que llama la divina Escritura «ma-
miné que debía abandonar a los maniqueos, no creyendo que ravillosas soberbias del mar», sin carta de navegar ni seguro
en aquel tiempo de mis vacilaciones tuviera que permanecer derrotero.
en aquella secta, que en mi estimación era pospuesta a tales
La crisis comenzó con el fracaso de la ideología maniquea;
o cuales filósofos. Mas a estos filósofos, que ignoraban el
nombre de Cristo, negábame en redondo a confiar la curación 1
Conf. V 14.
2
De utilitate credendi 8,20 : M L 42,78-79.
24 3 5
Ibid.. 37-J9 p.69-72. L . c , ibid. Conf. VI 1 1 .
25 26 4
Ibid., 31,16. Ibid., 42-43.69-72; 45-75. De beata vita 4: M L 32,961. <• Ibid, ibid.
10 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
de reposo que solicitaba. Todavía luchaba con las olas y los académica y de filosofía descorazonada. No pertenecía ya a la
vientos, sin haber saltado en tierra firme. seda maniquea, mas alternaba con sus adeptos, y en Roma se
No llevó allí ninguna certidumbre sobre Dios, sobre la ver- hospedó en casa de uno de ellos; mas la filosofía con que sim-
dad o sobre el universo. Asistimos a las noches de insomnio de patizaba sólo le ofrecía dudas: Itaque Academicorum more
un hombre que, aun habiendo vencido las sugestiones del pla- dubitans de ómnibus, atque Ínter omnia fluctuans, manichaeos
cer y de la gloria, reflexiona y reza para liberarse del fantasma quidem relinquendos decrevi (Conf. v 2 5 : ML 32,718).
de la duda. Los Diálogos revelan al agorista que jadea por el Afilióse, pues, al catecumenado católico, como después de
logro de la unidad íntima. Agustín no es un cristiano bien equi- su infancia, doñee aliquid certi luceret (ibid., ibid.). Viene
pado de certidumbres, sino un amante de la sabiduría o un pla- después un período de entusiasmo neoplatónico. Cuando leyó
tónico en ciernes, «ein werdender Platoniker». El escepticismo en Milán algunos libros de Platón y, sobre todo, de Plotino,
empaña aún su pensamiento y fatiga su vida: dass Augustin recobró la esperanza de hallar la verdad. El que todavía se veía
selbst noch Skepliker sei: Agustín todavía es un escéptico. He incapaz de concebir un ser espiritual (Conf. Vil 1 : ML 32,733),
aquí la conclusión del libro ". al meditar en las teorías profundas sobre la luz inmutable de la
Esta teoría hipercrítica, a la que no se puede negar paciencia verdad, sobre el mal, que es esencialmente privación; sobre
y sagacidad de análisis, contradice a los datos de los Diálogos Dios, ser incorpóreo e infinito, fuente de todos los seres; sobre
y de las Confesiones, pues retrotrae la conversión a una época el Verbo mismo, que él creyó vislumbrar en estos libros, se sin-
tardía inadmisible: a la de su ordenación sacerdotal " . Mas la tió arrebatado por un nuevo espíritu y pasión por el estudio de
tradición ha sostenido siempre que San Agustín se convirtió la sabiduría... Viene, finalmente, un período de luchas y angus-
al cristianismo en abril del año 386 y que su vida de Casicíaco tias, hasta que la luz entra en su alma por las divinas Escritu-
no es la de un escéptico que anda con tanteos, sino la de un ras (Conf. vil 20-21 : ML 32,746) : ellas le revelan las dos gran-
neófito fervoroso, asido a un núcleo de certezas religiosas e in- des verdades desconocidas por los platónicos: Cristo Salvador
telectuales, que serán las estrellas fijas de su espíritu para siem- y la gracia de nuestra victoria. Pronto le conquistó la certeza
pre ' . El período crítico comenzó, sin duda, en Cartago en el de que Cristo es el único camino de la Verdad y salvación» l : .
año 383, en que embarcó para Roma como profesor de elocuen- Tenemos aquí el recobro de las dos fuerzas saludables nece-
cia. Durante los dos años siguientes, 384-85, en Milán, graves sarias para vencer la escepsis de que no puede prescindir el
incertidumbres agitaron su espíritu. En el 386, con el método hombre sano: la spes inveniendae veritatis y la via veritatis,
de la intuición platónica descubrió la luz interior, es decir, las la esperanza de hallar la verdad y el camino de la misma.
verdades eternas, que dieron golpe mortal a la duda académi- El descubrimiento de las realidades espirituales mediante
ca. La antigua Academia le salvó de las tinieblas en que le el método de la introversión platónica fortaleció su entusiasmo
sumergiera la nueva. La conversión o adhesión a Cristo el mis- en orden a la posibilidad del hallazgo de la verdad. Se abrió
mo año orientó definitivamente su espíritu en el camino de la a su mente una nueva zona de lo real, y este nuevo ejercicio
sabiduría. de visión dio alas a su esperanza. Por otra parte, la via veri-
Ciertamente San Agustín llevó a Casicíaco muchas incerti- tatis significaba el reconocimiento de dos luces que entonces
dumbres, pero se había arrancado del cerebro dolorido el fueron alumbrándose en los rodeos de su pensamiento: una
arpón de la duda académica. Ya no creía, con Demócrito y Ci- divina y otra humana, la de la filosofía platónica y la del Evan-
cerón, que la verdad estaba sumergida en un pozo profundo gelio. La razón y la autoridad le dieron la mano para sacarlo
y que el hombre es incapaz de dar con ella 16.
•del precipicio académico.
El P . Portalié resume así el proceso evolutivo de este tiem-
po : «El espíritu de San Agustín del 383 al 386 pasa por tres En los libros Contra los académicos se clarean estas dos
fases distintas: en primer lugar hay un período de filosofía actitudes fundamentales, o digamos estas dos adhesiones a
Cristo y a Platón, a la fe y a la filosofía: Mihi certum est nus-
13
Augustins geistige Entwicklung in den ersten Jahren nach seiner Bekbrun% quam prorsus a Christi auctoritate discedere; non enim reperio
p.24 (Berlín 1908).
14
Contradice igualmente al testimonio de San Posidio, q u e d i c e : Et fdctum valentiorem 1B. El pensador de Casicíaco se hallaba ciertamente
est divina praestante opitulatione, ut per illum tahm ac ianium antistitem Ambro- adherido a Cristo, autoridad religiosa máxima, en cuyas manos
sium et doctrinam salutarem Ecclesiae catholicae et dipina perciperet Sacramenta
(Vita S. Augustini c . l : M L 3 2 , 3 5 ) . En M i l á n , pues, se convenció ya d e la verdad puso las riendas de su espíritu, ansioso de la verdad. Y fuerzas
católica. Suavemente penetraba en él la doctrina d e S a n A m b r o s i o : Veniebant in
animum mtum simul cum verbis quae diligebam, reí etiam quas negligebam racionales defendían esta adhesión. Con la fe en Cristo poseía
(Conf. V 1 4 ) .
15
Agustín un caudal sólido de conocimientos filosóficos, que die
Para la prueba m á s completa d e estos asertos remitimos a l lector a los es-
tudios ya citados d e H . G R O S y del P. BOYER.
18
" D T C , Augustin col.2271-72.
C I C E R Ó N . Acad. n 9. 18
CA n i 2 0 : M L 32,466. C o n la sigla C A citaré los libros Contra los aca-
démicos.
14 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 15
ron amplitud y finura a su pensamiento: Apud platónicos me con mayor flaqueza; no obstante, siempre creí que Vos existís,
interim quod sacris nostris non repugnet, me reperturum con- que tenéis cuidado de nosotros, por más que ignorase o lo que
fido ''', había de sentir de vuestra substancia o cuál fuese el camino
El cristiano y el pensador luchan aquí por una armonía in- que conducía o reconducía a Vos» 21.
terior, por una solución conciliadora entre la religión y la filo- La duda no melló en estas verdades de sentido común, fun-
sofía. El Evangelio v el platonismo son dos fuerzas que, sin damento de la vida misma, tan penetrada de fideísmo, como
confundirse, llevan a la verdad absoluta, sólo que el Evangelio reconoce nuestro filósofo.
la ofrece al hombre vestida de nuestra carne, es decir, ajustada «Mantenía mi corazón libre de todo asenso, medroso del
a nuestra debilidad de párvulos. La autoridad del Evangelio le precipicio; y esta suspensión me mataba. Pues quería yo tener
afianzó <>n la seguridad de hallar la verdad: «Pues creedme, o de aquellas cosas que no veía la misma certeza que tenía de
más bien, creed al que dijo: Buscad y hallaréis» (Mt 7,7) ~'°. que tres y siete son diez» =z. El mundo invisible se eclipsó par-
La doble adhesión excluye toda forma de escepticismo, contra ticularmente a los ojos de San Agustín, por carecer del brillo
el cual luchaban ya abiertamente la razón y la fe del catecú- de evidencia de las cosas corpóreas.
meno de Casicíaco. De todos modos, sea cual fuere el alcance de la duda, no
Otro punto que merece aclararse es el relativo al alcance puede negarse que este período crítico imprimió rasgos fiso-
o extensión de la duda académica de San Agustín, y si bien no nómicos en el genio del gran investigador del mundo invisible.
faltan quienes entienden sus palabras: Dubitans de ómnibus. San Agustín se hizo más profundo y rico, más próximo a la hu-
en un sentido absoluto y radical, hay que darles un límite ra- manidad que jadea en la rebusca de la verdad. Le obligó a pu-
zonable. La duda no fué en él universal, sino esporádica y lir el interior del espíritu de opiniones ligeras y a introducir
relativa, por incluir certezas indiscutibles. El siguiente pasaje en él el resplandor de las certezas vitalicias, que dan apoyo al
de las Confesiones nos descubre el estado de la conciencia del saber.
Santo: «Y mientras tanto, Vos, Señor, con mano dulcísima y «Por errado que sea el escepticismo, dice J. Hessen, no se le
misericordiosísima, ibais palpando y modelando mi corazón puede negar cierta importancia para el desarrollo espiritual del
y me hacíais considerar qué innumerable muchedumbre de individuo y de la humanidad. Es en cierto modo un fuego puri-
cosas yo creía y no las veía, ni me había hallado presente cuan- ficador, que limpia a éste de prejuicios y errores y le empuja
do se realizaron; tantos sucesos en la historia de los pueblos, a la continua comprobación de sus juicios. Quien haya vivido
tantas referencias a lugares y ciudades que no vi jamás; el cré- íntimamente el principio fáustico: «Yo sé que no podemos saber
dito copioso otorgado a los amigos, la mucha confianza dada nada», procederá con la mayor circunspección y cautela en sus
a los médicos, la fe no negada a tantos otros hombres. Sin esta indagaciones»
fiduciaria generosidad, nada absolutamente podríamos hacer en También fué para San Agustín fuego purificador el escepti-
esta vida. Y, finalmente, me hacíais ponderar con qué firmeza cismo, pues le dio una plenitud de experiencia provechosa y le
y entereza de fe retenía en mi convicción de qué padres había yo- metió más adentro en sí mismo, en las honduras cristalinas
nacido, lo cual no pudiera yo saber si, oyéndolo, no lo hubiera y ontológicas del ser íntimo, de donde no puede desalojarse al
creído. Y depositasteis en mí la persuasión que no los que creían espíritu con ningún empellón.
vuestros libros, que con tanta autoridad fundamentasteis en casi Y esta entrada en sí mismo será fructífera para toda la cul-
todas las gentes, sino más bien aquellos que no los creían, de- tura europea, y sobre todo hallará una profunda resonancia en
bían ser inculpados, y que no debía dar oídos a quienes poi el espíritu crítico del hombre moderno.
ventura me dijesen: ¿De dónde sabes que aquellos libros fue-
ron comunicados al género humano por el Espíritu de Dios
único, verdadero y veracísimo? Y esto mismo era lo que yo C APIT V LO 111
principalmente debía creer, porque, cualquiera que hubiese sido
LOS LIBROS CONTRA LOS ACADÉMICOS, O LA CRITERIOLOGÍA
el ardor combativo y la fuerza de las objeciones calumniosas
AGUSTINIANA
en los conflictos de los filósofos, de quienes yo había leído tan-
tos libros, jamás pudo desarraigar de mí la creencia de q u e Dichos libros fueron escritos en el retiro de Casicíaco en el
Vos fueseis lo que sois, aunque yo lo ignorase a punto fijo, año 386, los días 11, 12, 20, 21 y 22 de noviembre, y dedicados
y que el gobierno de las cosas humanas atañe a vuestra provi- a su bienhechor Romaniano, maltratado a la sazón por los
dencia. Y esto lo creía yo unas veces con más robustez y otras desaires de la fortuna. Los compuso para robustecer el anhelo
21
Conf. VI 5.
" Ibid., ibid. - =° C A II 3,9. 23
Conf. vi 4. 23
Teoría del conocimiento p.57.
16 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
profundo y esperanza de hallar la verdad, debilitada por los INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 17
argumentos de los escépticos. Al problema de la certeza con- nocimiento cierto. Frente a la negación escéptica de la verdad,
sagró las primicias de su pensamiento, liberado de la duda, procuró San Agustín refutar primero las objeciones del escepti-
enfrentándose con las dificultades de la escuela de Carnéades, cismo sensualista, fundadas en los engaños de los sentidos, de
que hasta entonces no había sometido a un examen prolijo. las alucinaciones y vida de los sueños. Pero además, y en esto
Sobre estos diálogos escribió en el año 416: «Al principio de consiste lo importante de su labor, dedicóse sobre todo a des-
mi conversión escribí tres libros acerca de esta materia. Al que cubrir las verdades en que la duda no puede hacer mella. Mas
pueda y quiera leerlos, cierto estoy que no le impresionarán los ¿cómo encontrarlas? ¿Qué método adoptar para hallarlas? De
muchos argumentos de los académicos» \ la solución que diese a esta cuestión parecíale depender todo el
En el Enchiridion, escrito en el año 421, los juzga así: «Con éxito. Dice expresamente que había creído que la verdad per-
este fin escribí tres volúmenes al principio de mi conversión, manece oculta únicamente porque no disponemos de un método
para quitar el estorbo de las objeciones (de los académicos) adecuado para descubrirla. Y este método se lo dio la filosofía
que como en la puerta misma me impedían el acceso. Era for- neoplatónica. La verdad no hay que buscarla en el exterior, en
zoso acabar con la desesperanza de hallar la verdad, que pa- los sentidos, en la experiencia, empíricamente, sino en la propia
recía robustecida con los argumentos de los académicos» ". intimidad, en la conciencia y por intuición del espíritu. Encon-
San Agustín volvió repetidas veces al gran tema de la certe- tró así San Agustín el punto arquimédico mucho antes que Des-
za, que es base de toda filosofía, remitiendo siempre a los libros cartes, y descubrió la certeza de los hechos de la conciencia.
Contra académicos, por haber formulado en ellos una doctrina Esto le adjudica un puesto de honor en la historia de la filosofía
definitiva, si bien al retocarla en otros libros, como en los De y le coloca junto al fundador del pensamiento moderno» 4.
vera religione, De civitate Dei y el De Trinitate, dio nuevo real- En el umbral mismo del pensamiento agustiniano se yergue
ce a su pensamiento. Pueden tomarse, pues, como la fuente pri- una criteriología o investigación de los fundamentos en que des-
mera y principal de su criteriología. No pretendió combatir en cansa el saber y conocimiento de la verdad. «Nosotros conoce-
ellos una duda real o una desconfianza radical de hallar la ver- mos la verdad: he aquí el hecho sobre el cual descansa la filo-
dad, sino más bien los resabios de las objeciones que se erguían sofía de San Agustín» \ Con la introspección platónica se vigo-
en su imaginación, las argucias dialécticas de aquellos pensa- rizó su ojo interior, para encararse «en el lampo de una mirada
dores audaces, que introdujeron una nueva filosofía para no temblorosa con la luz inteligible que le bañaba, cuando sin nin-
filosofar, como les reprocha un antiguo escritor eclesiástico, guna suerte de hesitación clamaba a voz en grito que lo inmu-
Lactancio: Nova non philosophandi philosophia. Era necesario table debía ser preferido a lo mudable» 6.
dar a la vida nueva sólidos cimientos y edificar el palacio de la
Sigamos, pues, el proceso del razonamiento en la polémica
sabiduría desde lo más hondo, protegiendo la nueva cultura
antiacadémica para captar el contenido formal de los Diálogos,
espiritual contra los enemigos del saber.
escritos con este fin.
Aquí se muestra ya la pujanza creadora del máximo Genio Para lo cual conviene distinguir, con el citado P . Boyer, dos
del Occidente: «San Agustín—dice Heimsoeth—es decisivo en clases de pruebas: unas indirectas y otras directas 7.
esta cuestión. Justamente con respecto al problema de la subje-
En el primer aspecto, la doctrina académica, como toda doc-
tividad, se le ha llamado, y no sin exageración de los términos,
trina que profesa la duda, está minada de contradicciones, que
el primer hombre moderno. De hecho, con su doctrina de la
anulan la duda universal. Es ya clásica la objeción contra los
autocertidumbre de la conciencia, puso la base para la evolu-
escépticos: Si no sabéis nada, si no asentís a nada, ¿cómo po-
ción de los milenios posteriores. La ingente fuerza de la nueva
déis construir un sistema? Si el conocimiento en el sentido de
vida religiosa en este hombre, perteneciente aún en muchos
una aprehensión real del objeto es imposible, hay que abstenerse
otros aspectos a la antigüedad posterior, da plena expresión al
totalmente de juzgar y defender ningún sistema.
gran cambio en este punto, adelantándose en toda la Edad Me-
dia y en doce siglos al famoso principio de Descartes» 3. San Agustín da también otra forma a su razonamiento, con
la base del concepto del sabio y de la sabiduría, que fueron
M. Baumgartner dice también: «Signo característico de un
adulterados por los académicos.
espíritu realmente filosófico y crítico es el hecho de que la obra
primeriza de Agustín vaya dirigida contra el escepticismo, pro- Ellos consideraban, naturalmente, su doctrina como una es-
poniéndose establecer los cimientos sobre que descansa todo co~ cuela de la sabiduría y aspiraban a formar al sabio, atrayendo
a los discípulos «con el dulcísimo y santísimo nombre de la
' De Trin. XV 12,21 : M L 42,1074-75.
2
Ench. 2 0 , 7 : M L 40,242. 4
Los grandes pensadores: San Agustín p.18-19.
3
Los seis grandes lemas de la metafísica occidental p.140 (Madrid 1946). 5
C H . BOYER, L'idée de vérité p.12.
6
Conf. v i l 17.
7
O . c , p,12ss.
18 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 19
sabiduría» *. Mas hay un enlace irrompible entre el sabio, la
sabiduría y la posesión de la verdad. El sabio debe poseer la como impulso de adquisición de la verdad, arrastra al hombre
verdad, siendo, por lo mismo, un argumento vivo y ambulante al conocimiento de las últimas razones, como principio ordena-
del hecho del conocimiento y posesión de la misma. El concepto dor y práctico lo lleva al último fin o realización del bien
de la sabiduría, tal como lo maneja San Agustín, enriquecido propio.
con elementos cristianos, nos viene de la sophia de los antiguos El conocimiento y orientación hacia el fin último asienta la
filósofos. Según ellos, comprendía el saber seguro e inmutable. acción sobre seguras bases racionales, en que debe apoyarse la
«Este saber de lo inmutable, de lo que es siempre, allá en las vida humana. Y aquí se patentiza de nuevo la extraña contex-
ultimidades del mundo, es a lo que el griego, al igual que todos tura espiritual del sabio académico,, que se halla imposibili-
los pueblos que han sabido expresarse, llamó sophia, sabi- tado para la acción por haber renunciado a todo conocimiento
duría» '. cierto o digamos a toda teoría o contemplación de la verdad.
Mas la sophia, lo mismo en la concepción de los griegos que San Agustín hace suyo el argumento del interlocutor Cicerón:
en la de los cristianos, entraña una conexión necesaria con la «Arrojaré con todas mis fuerzas el dardo poderosísimo, si bien
verdad. Una sabiduría vaciada del conocimiento de la verdad es enmohecido por el tiempo: Qui nihil approbat, nihil agit1".
contradictio in terminis. Según San Agustín, se asocian entre sí Quien no admite nada cierto, nada obra, pues sin certeza no
las tres cosas: sabiduría, verdad y beatitud: Num aliam putas es posible la acción. Para obrar con la constancia y valentía
esse sapientiam nisi Veritatem in qua cernitur et tenetur sum- que exige el cumplimiento y realización del orden moral, que
mum bonum? 1 es la gran tarea del sabio, ha de conocerse el bien último y
Los académicos alteraron substancialmente este concepto del los medios que a él conducen. Una conciencia en suspenso de
sabio y de la sabiduría. El sabio académico es un ser irracional duda no puede determinarse, y ha de caer forzosamente en
y contradictorio: qualem ratio non habet, dice el Santo ". «Es una inercia fatal. San Agustín había experimentado el efecto
un despropósito decir que uno es sabio y no posee la sabidu- enervante de esta doctrina académica: «Ño sé cómo me inocu-
ría» lz . «Plúgoles decir a ellos, o más bien, les pareció que el laron en el ánimo la probabilidad de que el hombre no puede
hombre puede ser sabio y, con todo, ignorar la sabiduría» " . hallar la verdad; por lo cual me hice perezoso y remolón y
Particularmente es entrañable a ella el saber de ciertas cuestio- no me atrevía a investigar lo que no les fué otorgado a va-
nes vitales, sobre todo cur vivat, quemadmodum vivat, utrum rones tan agudos y doctos» " .
vivat? " El sabio debe saber si vive, cómo vive, para qué vive, Por ignorar esta filosofía de los fines, el sabio académico
porque la sabiduría es la ciencia y el arte de vivir. Por eso, ade- no puede ordenar la vida ni dirigirla a una meta fija. Con
más del elemento cognoscitivo, inseparable, implica el directivo todo, él mantiene en su escuela que el fin del sabio es buscar
con respecto a la vida. Aristóteles dice que uno de los sentidos la sabiduría por los caminos de la eterna incertidumbre, es
que el vocablo sabio poseía en su tiempo es de dirigir a los decir, con un movimiento sin fin.
demás y no ser dirigido de nadie 1!. El concepto socrático de la Esta concepción pugna igualmente con las más profun-
sabiduría como ciencia de las costumbres significa igualmente das convicciones de la antigüedad y de la filosofía cristiana,
una firme toma de posición en el orden práctico. La sabiduría porque introduce en el espíritu una acción y movimiento sin
no sólo implica una conexión con la verdad, sino con el bien fin ni posibilidad de reposo. Aquí el movimiento se considera
soberano, el summum Bonum, que es meta de las más profun- como fin en sí mismo, según una tendencia también morbosa
das y últimas aspiraciones. La conducta del sabio debe ir de- en el espíritu fáustico de nuestro tiempo, que se revela en
terminada por la razón para darle la debida consistencia que el dicho de Lessing: «Puesto por Dios en el trance de elegir,
exige, como rebusca del soberano bien. Si la sabiduría, pues, preferiría la marcha siempre activa hacia la verdad, con to-
8
dos los peligros de extravío y error, a la segura posesión de
CA III 9 , 1 9 : M L 32,944.
9
X. ZUBIRI, o.c, p.206.
la misma.» La vida del sabio académico está condenada a
10
11
De lib. arb. u 8 , 2 6 : M L 32,1254. perpetua gravitación sin centro, es decir, a un movimiento
CA III 4 , 1 0 : ibid., 939. inconcebible y contrario a las leyes gravitatorias de todo
12
l b i d . , ibid., 9 : ibid.
13
Ibid. Lúculo formula "1 mismo argumento contra Cicelón : Sapientia si se igno- espíritu sano. Es un anhelo puro sin perspectiva alguna de sa-
rat, sapientia sit necne: quomodo primum oblinebit nomen sapientiae? (Acad. II tisfacción, esto es, una imagen de infierno cristiano. Por lo
8,19).
14
CA n i 9,19. El m i s m o Cicerón atribuye al sabio esta «cultura de las postri- cual, este tipo de sabio se halla radicalmente separado de la
merías», que diría Ortega y Gasset: Etenim dúo haec esse máxima in philosophia vida feliz, como concluye San Agustín en el libro De beata vita.
iudicium veri et jinem bonoriim; nec sapientem posse esse, qui aut cognoscendi
initiam ígnoret, aut extremum expetendi, ut aut unde proficiscatur aut quo perve- Contra el parecer de Licencio y de Cicerón, que ponían
niendum sit nescit i Acad. II 9 , 2 1 ) .
15
Met. 982 a.17. J6
CA n i 1 5 , 3 3 : ibid., 9 3 1 . " CA II 9,23.
20 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 21
la vida en la investigación sin esperanza de hallazgo de la
Según San Agustín, no sólo yerra el que toma un camino
verdad, el realista Trigecio, a quien aplaude San Agustín, en-
falso, mas también el que no sigue el verdadero. A esta con-
laza la búsqueda y el hallazgo, la caza y el sabor de la pieza
clusión lleva el apólogo de los viajeros del bivio. El ingenuo
cogida, las aventuras del camino y el descanso de la posada.
que se fió de las indicaciones del campesino, llegó pronto a
La vida en el tiempo es movimiento, pero su verdadero sentido
la meta de su destino, mientras el crítico y el suspicaz que
es el reposo. La causa final del movimiento investigatorio sólo
suspendió el juicio y la marcha, buscando un acierto proba-
puede concebirse cuando se le da como remate el reposo con-
ble, cayó en el lazo del engaño, preparado por el impostor.
templativo de la verdad. Lo mismo la vida afectiva que la
Toda su filosofía probabilista y habilidad académica le salió
contemplativa exigen para determinarse términos claros, adon-
fallida. El suspender sistemáticamente el juicio, cruzándose
de ha de dirigirse el espíritu.
de brazos en el bivio o en las innumerables bifurcaciones de
En otros términos, los académicos disociaban la acción los caminos de la vida, nada resuelve ni exime del error. Se
y la contemplación, la teoría y la práctica, al negar la posi- equivoca el que toma un camino falso por verdadero, mas
bilidad de todo conocimiento, sumiendo en el caos la exis- también el que, por evitar el camino falso, se detiene en el
tencia del ser racional. Por eso se vieron forzados a admitir cruce vial y después, a lo mejor, atropelladamente se deja
ciertas verdades provisionales, dando la primacía a la razón guiar de un impostor. Ni vale escudarse con lo verosímil,
práctica sobre la especulativa y anticipándose a Kant, el cual o aproximación a lo verdadero. Para San Agustín implica
anuló el vigor especulativo de la razón y el valor de los co- contradicción in terminis negar toda verdad absoluta y es-
nocimientos metafísicos. tablecer como normas de acción las aproximaciones a ella.
Nos hallamos, pues, aquí con una especie de «filosofía del ¿Cómo se atreve a hablar de parecido con la verdad el que
como sí» de Vaihinger. Mas para San Agustín, como para la no conoce su semblante? 2l El relativismo probabilista no es
sana antigüedad y la Edad Media, es indubitable la suprema- suficiente base para la vida 22. Se trata, pues, de una posición
cía directiva del pensamiento sobre la acción, del logos sobre intelectual insostenible y contradictoria, pues la verosimilitud
el ethos. «Un mero obrar como sí es imposible que constituya no salva el extravío de la conciencia.
a la larga el último término en que descansa el espíritu hu-
mano» ls . Mas los fundamentos de la refutación agustiniana yacen
En el pensamiento académico y probabilista subyace el más hondos, y ellos forman propiamente las bases de la cri-
gran peligro de la subversión ideológica que caracteriza al teriología del Santo. Los académicos, exagerando la fuerza
nombre moderno: el de que la vida activa avasalle a la con- ilusoria de los sentidos y de la fantasía sobre los muchos erro-
templativa y el querer y la razón vital impere y se sobreponga res que de ellos se derivan, cavaron los cimientos de la de-
al conocimiento. El voluntarismo adquiere un predominio exor- fensa sistemática de la duda; pero San Agustín, con mucha
bitante, ya que toda verdad es insegura y sospechosa. penetración, ahonda en las capas más íntimas de nuestro ser,
todo él empapado de certezas vitalicias e indestructibles. La
Todo el orden moral se ve amenazado con esta teoría, adhesión a la verdad es un hecho vital y nutricio de nuestra
porque falta a la conciencia un firme asidero objetivo. existencia, y el mundo se reirá siempre de los pirrónicos que
San Agustín, en este punto, enumera las consecuencias quieran ponerla en duda; y mientras los discípulos de Zenón
inevitables de relajación moral del sistema académico: ipsa habían forjado una teoría de la percepción de imposible logro
jacta hominum et mores considerare coepi. «Y entonces me vi- para el hombre, al parecer de la segunda Academia, San
nieron a la imaginación cosas tan graves y capitales, que ya Agustín opone a las objeciones, de carácter empírico sensua-
no me excitaban a la risa, sino a la indignación y llanto, vien- lista casi todas, un sistema de certidumbres invulnerables a
do que hombres tan doctos habían patrocinado ideología tan la escepsis. «Partiendo de aquí—dice Heimsoeth—, da San
criminal» ". Agustín el gran paso que le pone en completo contraste con
Si la probabilidad, término tan elástico para la formación la manera de pensar general de la antigüedad. Para ésta, la
de la conciencia, ha de ser la norma de la acción, se abre una
21
ancha brecha a la moral para los homicidios, parricidios, sa- CA II 7,16-19. Saa Agustín expone con relieve este argumento para convencer
a Licencio del absurdo de la pura verosimilitud como meta del conocimiento.
crilegios, etc. «El que crea que estas cosas no puedan persua- 22
J. Hessen dice, combatiendo esta forma mitigada de escepticismo: «No po-
dirse probablemente, lea el discurso con que Catilina persuadió demos tener nunca la pretensión de que nuestros juicios sean verdaderos, sino tan
a los suyos el parricidio de la patria, crimen universal en que sólo de que sean probables. Pero esta forma de escepticismo añade a la contradicción,
inherente en principio a la posición escéptica, una contradicción más. El concepto
todos los otros se contienen» 20. de la probabilidad supone el de la verdad. Probable es lo que se acerca a lo ver-
18
dadero. Quien renuncia al concepto de la verdad tiene, pues, que abandonar tam-
J. DE VRIES, Pensar y ser p.6. bién el de la probabilidad» (Teoría del conocimiento p.56, Madrid 1929). Es la
2 substancia del pensamiento de San Agustín. Montaigne expresa el mismo pensa-
" CA m 15,34. ° Ibid.. n.36.
miento. Véase BOYER, l . c , p.26 n.3.
INIRODUCCION A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 23
22 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
un núcleo resistente y sólido, que no puede ser desgastado
más inmediata y primitiva de todas las certidumbres residía
por la duda. Por eso, «la duda universal no sólo es imposible,
en el ser del cosmos, en la objetividad extensa e ideal, en la
sino infundada e ilegítima. San Agustín lo prueba haciendo'
cual vive el alma como un miembro particular, teniendo parte
un llamamiento al testimonio de la conciencia, que atestigua
en ella, sirviendo de mediador entre aquellas esferas, siendo
en nosotros la existencia de una intuición de lo inteligible en
el punto crítico en el proceso del universo. Los sofistas, y más
condiciones en que el engaño no puede darse. En efecto, una
aún el escepticismo de la última época, habían conmovido la
sencilla reflexión sobre el contenido de nuestras verdades nos
seguíidad de esta base y se habían esforzado por disolver el
persuade esta existencia invariable de un gran número de ver-
mundo entero, y con él toda la realidad absoluta, en relativi-
dades» 2i. Contra las dos afirmaciones académicas: lühil per-
dades y apariencias. Esto les condujo, con necesidad fundada
cipi posse, nulli rei deberé assentiri zs, subsiste el hecho de la
en la naturaleza de las cosas, hasta el concepto de la concien-
percepción de verdades con un asentimiento indestructible. La
cia e hizo sospechar la primacía que debía recaer sobre el
intuición de la existencia y de la vida propia y de las verdades
sujeto en la cuestión de la certeza, cuando se parte de la duda
del mundo inteligible entiban la argumentación del debelador
sobre el mundo. Pero el peso de estas investigaciones seguía
del escepticismo.
lecayendo en lo negativo y destructivo; el interés seguía con-
centrado en el mundo exterior. \ í a s ahora San Agustín, cuya San Agustín aprehende el espíritu como vaso incorruptible
juventud había pasado por todos los caminos de la duda aca- de evidencias, inmunes de todo engaño. Hay también la que
démica, encuentra el centro de una nueva seguridad inmediata llama él evidentia rerum26, evidencia de las cosas, en que no
e indudable, y, por ende, el origen de todo conocimiento se- puede mellar la duda. ¿Quién llegará, por ejemplo, a decir
guro en el saber que tiene el alma de sí misma. Cualesquiera que no sabe si es hormiga u hombre? 27
que sean las cosas y las formas dadas que se muestran apa- Mas, sobre todo, los libros que aquí analizamos hacen
rentemente inciertas y relativas y de que se puede dudar, la hincapié en el patrimonio axiológico, que el hombre posee,
duda misma y el patente error implican, como certeza primera independiente de todo estado subjetivo. Son las normas a prio-
e inconmovible, la existencia del alma sumida en la duda y ri que regulan nuestros conocimientos de la dialéctica, onto-
de las percepciones desenmascaradas en su apariencia como logía, matemática, estética y ética. Así, verbigracia, la dialéctica
determinaciones internas de] alma... El alma, cuyo ser parece formula muchas proposiciones de carácter evidente y necesario:
en un principio sucumbir a la duda en el cosmos en que vive, «Si son cuatro los elementos del mundo, luego no son cinco.
se revela como la realidad inmediatamente cierta, buscada an- Si hay un solo mundo, no son dos. No puede ser el alma in-
tes en un lugar falso. No se debe buscar el alma en el mundo mortal y mortal al mismo tiempo. Ni el hombre puede ser al
exterior, que se ha convertido en incierto, sino, a la inversa, mismo tiempo feliz e infeliz. Estas y otras innumerables ver-
es necesario plantear la cuestión del ser y del sentido de lo dades, que no pertenecen a la jurisdicción de los sentidos, en
real objetivo, partiendo de la realidad del alma, dada a sí sí mismas son verdaderas: in se ipsa vera1'. Hay, pues, una
misma, inmediatamente sentida. La experiencia interna tiene esfera de lo inteligible, un reino puro y luminoso de la verdad,
la absoluta primacía sobre toda la externa en cuanto a la evi- donde no pone el pie la dubitación.
dencia. En esto se expresa epistemológicamente la nueva posi- Las proposiciones disyuntivas pertenecen al mismo géne-
ción del pensador cristiano ante la vida. Claramente es con- ro. Contra la definición de Zenón: Tale comprehendi et per-
quistada la realidad primitiva de la conciencia, largo tiempo cipi posse quale cum falso non haberet signa communia, forja
desconocida. Pasan a primer término los hechos de ésta. Lo este dilema: litar complexione securissima: Scimus enim aut
que existe y vive—y existe y vive eternamente—es ante todo el veram esse aut falsam: non igitur nihil scimus2". O es falsa
alma y las realidades espirituales de su naturaleza. Todo lo de- o verdadera esa definición, arguye en otra parte: si es falsa,
más que pretende ser, necesita probarse partiendo de aquí» 23. cae por tierra todo el sistema académico, como fundado en
Tenemos aquí el punto arquimédico de la filosofía de San una proposición falsa. Y si es verdadera, luego alguna verdad
Agustín: la realidad del mundo de la conciencia, aprehendido conocemos.
con un acto de intuición inteligible. Todos los «tropos» o ar- Con idéntica validez y fuerza se presentan a nuestros ojos
gumentos de] escepticismo antiguo son innocuos si, en vez las verdades matemáticas. Puede hallarse el hombre sometido
de aludir a la realidad trascendente, nos referimos sólo a la a los más fuertes vaivenes de su ser, y siempre lucirá idéntica
inmanente en la conciencia. Frente a la masa móvil de sen- en su mente la verdad. «Si existen seis mundos más uno, en
saciones, opiniones, afectos y sentimientos, el espíritu ofrece
-•* T H O N N A R D . O C , n 149 -1 Ibid , íbid
25
23
O c , p 142-43. CA i n 22 =» CA m 13.29
26
CA n i 10,22 "-•> Ibid , n i 9,21
24 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 25
suma serán siete... Que tres multiplicado por tres es igual a
nueve y cuadrado de los números inteligibles, es necesario que cosas que vemos, pero no sobre su existencia: aunque no
sea verdad, aun cuando todo el mundo delire» 30. Con parecida fueran más que aparentes, sería verdad que estas apariencias
certidumbre y luminosidad brillan las normas y principios existen. Porque al afirmar la existencia del mundo exterior, no
de la ética y estética. afirmamos sino lo que vemos y tal como lo vemos» ".
Pisamos aquí el terreno firme de la epistemología agus- Los sentidos no nos engañan, y en los errores que de ellos
tiniana: lo forman las verdades absolutas, necesarias y uni- proceden interviene la voluntad con su precipitada propensión
versales, independientes de la experiencia externa y captadas a extralimitarse de los términos del simple informe de la
con una intuición. Ellas tienen su punto final de apoyo en sensación.
Dios, Ser absoluto, Verdad primera y fontal, Valor de todos Y el mundo sensible, además de la capa superficial, que
los valores. es del dominio de ¡a percepción de los sentidos, como los co-
A ésta debe añadirse la intuición empírica del sujeto psí- lores, figura, etc., ofrece otra más profunda, perteneciente al
quico con sus actos: yo pienso, yo recuerdo, yo vivo, yo quie- dominio de la metafísica. Los conceptos de unidad, de número,
ro. La doble intuición garantiza los fundamentos del saber de medida, de peso, de verdad, de bondad, etc., aluden a un
humano. Por eso, la sofística académica no tiene aplicación conocimiento superior al de la intuición sensible, si bien apo-
aquí: sus objeciones son balas perdidas en el aire. Esta certeza yados en ella J °. Sobre todo, San Agustín ha dado una signifi-
inmediata de nuestro ser íntimo no pertenece al reino de los cación extraordinaria a la matemática en la concepción del
sentidos externos. Por eso San Agustín confiesa que las armas universo visible. Los números tienen verdadero ser e ilumi-
de los académicos no hieren a todos: Quidquid enim contra nan el orbe de la experiencia empírica. Introducen un orden
sensus ab eis disputatur, non contra omnes philosophos valet31. inteligible en los datos de la experiencia, y el universo se
Alude aquí a los platónicos, cuya doctrina sobre la visión hace razonable. Las ideas de San Agustín recuerdan un dicho
de los dos mundos, uno sensible y otro inteligible, sirve de de Galileo, según el cual, el libro de la naturaleza está es-
soporte a su refutación escéptica. Hay dos mundos y dos ór- crito con letras matemáticas. Así, ambos mundos se hallan
comunicados entre sí: la luz viene de arriba de las normas
ganos de captación de los mismos: los sentidos y la mente,
y patrones que el espíritu intuye en sí mismo para enjuiciar
ojo espiritual del hombre 32. En el mundo inteligible está en-
todo el material aportado por la experiencia sensible.
tronizada la verdad misma, que es objeto de una contemplación
inmediata, libre de todo error. En resumen: la gran palabra victoriosa en que se cifra el
Mas no puede colegirse de lo dicho que San Agustín acepte triunfo de la verdad sobre el escepticismo es la palabra intui-
como válidas las objeciones del escepticismo sensualista contra ción en su triple dimensión: sensible, empírico-psicológica e
la percepción y objetividad del mundo sensible, que también intelectual. El pensador de Casicíaco parte de una intuición
es objeto de la experiencia del hombre.. «Frente a las obje- fecunda y germinal hacia otra contemplación dichosa y ple-
ciones del escepticismo sensualista mantiene San Agustín firme naria, en que consistirá la vita beata. Entre ambas intuiciones
la objetividad del conocimiento sensible y la realidad del mun- corre, inquieta y ondulante, la línea de la dramática existencia
do corpóreo. Los sentidos nos dan una imagen segura y fiel de San Agustín.
del mundo. El mundo es tal como nos aparece» J3. Cierto que
el saber empírico del mundo externo no posee la lumbre de CAPITULO IV
evidencia y objetividad propia del inteligible. Mas San Agus-
tín no disocia ambos mundos, abrazados en la unidad del EXAMEN DE ALGUNOS LUGARES PARALELOS
sujeto pensante. Hay certezas que atañen a la realidad física
del mundo que nos rodea: in istis physicis nonnihil scio " . Con progresiva creación de fórmulas dio San Agustín ex-
presión a su pensamiento criteriológico esencial, tal como se
La experiencia externa pertenece igualmente al tesoro de la
contiene en los Diálogos. Siempre conservó la posición toma-
vida del espíritu, del que no puede despegarse.
da en Casicíaco, es decir, «la nueva doctrina sobre la absoluta
«El mundo de la experiencia, desde luego, impone cierta primacía de la certeza y la preeminencia metafísica de lo in-
suma de certidumbres. Contra la evidencia de la realidad del
35
universo sensible no hay escepticismo que valga. Los senti- CA m 11.24. R. J O L I V E T , Dieu Soler! des Esprín p.12-13. J. Hessen, contra
la opinión de K á l i n , según el cual, para San Agustín no es posible sino la doxa
dos pueden muy bien engañarnos sobre la naturaleza de las u opinión del m u n d o sensible, admite «eine nieder Provinz des Wissens» (Metaphysik
der Erkenntnis p . 6 1 ) . Lo mismo siente B a e u m k e t (Philosophisch. Jahrbuch, 34
10
Ibid., III 11.25. [19211 1 7 5 ) . Cf. BOYER, o . c , p.41ss, sobre el valor de los sentidos.
31 33 36
CA ni 11,26. BAUMGAKTNER, O.C, p.21. Cf. CAPONE BRAGA. 11 mondo delle idee 1 problemi fondamentali del pla-
32
Ibid., n i 17,37. " CA n i 10,22. tonismo nella storia della filosofía, parte II : S. Agosttno 1-102 ( C i t t i di Cas-
t e l l o 1933).
26 INTRODUCf ION A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» INIKODUCC.IÓN A « O M 8 1 LOS ACADÉMICOS» 27
terior, tan profundamente revolucionaria para toda la filosofía, les, te pregunto si tú existes. ¿ 0 acaso temes aquí ser víctima
que dio la norma a los grandes movimientos de la Edad Me- de un engaño, cuando absolutamente no podrías ni engañarte,
dia» '. En los retoques posteriores se le ve firmemente asido en caso de no existir?
a la luz interior de los hechos primordiales, de ineludible E.—Pasa adelante a tratar lo demás.
transparencia y volumen en la biosfera del espíritu: Yo pien- A.—Luego, siéndote cosa manifiesta que existes, y no po-
so, yo vivo, yo quiero. Es siempre la realidad del alma abso- drías tener esta evidencia si no vivieras, también es cosa clara
lutamente cierta e inmediatamente garantizada. Los Diálogos que tú vives: ¿comprendes que ambas cosas son verdaderí-
de Casicíaco admiten la fuerza probatoria de esta evidencia. simas?
«Los libros Contra los académicos—dice Jolivet—esbozan ya, E.—Lo comprendo muy bien \
de pasada, una primera forma del cogito agustiniano. El De En el libro De vera religione, colocándose en la raya co-
beata vita, compuesto entre el primero y el segundo libro mún de partida de los escépticos, o la duda, luego se adelanta
Contra académicos, expone con fuerza que el orden del pen- y separa de ellos triunfalmente. En los más profundos estratos
samiento parte de la certeza de nuestra propia existencia, cer- de la duda subyace la verdad absoluta, inquebrantablemente
teza que, según precisan los Soliloquios, está fundada sobre segura. Ella conduce directamente a Dios.
la de nuestro propio pensamiento. Este argumento vuelve San «Quien se conoce como dubitante, conoce con certeza la
Agustín a lomarlo en el año 416. El muestra que, si las ob- verdad. Luego todo el que duda de la verdad, en sí mismo
jeciones de los escépticos se apoyan en las ilusiones de los tiene una verdad de la que no duda. Pero todo lo verdadero
sentidos y los sueños, fracasan totalmente dirigidas contra la lo es tal por la verdad. Quien duda, pues, no puede dudar
existencia del propio pensamiento. Poseemos una ciencia ín- de la verdad» '. San Agustín descubre lo absoluto, es decir,
tima por la que sabemos que vivimos» *. Esta intima scienlia el lumen sine spatio locorum et temporum, la luz eterna inma-
qua nos vivere scimus \ contra la que se estrellan todos los terial e intemporal 8, en todos los procesos psíquicos, por con-
esfuerzos de los pirrónicos, se preludia en los libros que es- tingentes que sean. En el meollo más interior de la duda se
tamos analizando: «Mejor sería decir que al hombre le es esconde la verdad, transparente al buscador de certezas. En
imposible la adquisición de la sabiduría que sostener que el el principio de la duda se oculta el principio de la verdad
sabio no sabe por qué vive, para qué vive, si vive» ". que nos liberta y renueva. Por eso, «más fácilmente dudaría
En los Soliloquios, escritos poco después, vuelve a la in- de mi vida que de la existencia de la verdad, hecha visible a
timidad del pensamiento, como punto de partida seguro para la inteligencia al través de las cosas creadas» \ La verdad es
la marcha dialéctica del raciocinio: para San Agustín un hecho vital, ligado a la entraña misma
R.—Tú, que deseas conocerte, ¿sabes que existes? del ser humano.
A.—Lo sé. En los libros De Trinitale, las fórmulas sobre este punto
R.—¿De dónde lo sabes? adquieren nuevo vigor. El espíritu es un ser prodigioso que
A.—No lo sé. puede entrar en sí mismo y salir de allí con un rico botín
R.—¿Eres un ser simple o compuesto? de verdades. El cultivo de la experiencia interna es un pos-
A.—No lo sé. tulado de la fe trinitaria y la concepción del alma, imagen
R.—¿Sabes que piensas? de Dios. San Agustín investiga las funciones psíquicas en su
A.—Lo sé. orden ascendente, para descubrir las maravillosas huellas del
R.—¿Luego es verdad que piensas? Creador.
A.—Ciertamente 5. Y siempre el espíritu, al encontrarse consigo mismo, se
encuentra con la verdad, como una divina perla escondida en
En el diálogo acerca del libre albedrío emprende una de- el fondo íntimo.
mostración de la existencia de Dios, que parte igualmente de
«Con una ciencia íntima sabemos que vivimos, y el aca-
la evidencia de los hechos interiores, donde no cabe ilusión : démico no puede objetarnos: Tal vez estás soñando y no re-
A.—Por lo cual, para tomar principio de verdades eviden- paras en ello. ¿Pues quién duda de que las visiones de los
1
HEIMSOETH, O C , 145. que sueñan son muy parecidas a las de la vigilia? Pero quien
2
O . c , p . 2 0 - 2 1 . El Cogito de San A g u s t í n , precursor del de Descartes, le h a posee la certeza de su vida, no dice: Yo sé que velo, sino:
merecido el título de Vrheber des modernen Denkens, f u n d a d o r del pensamiento-
moderno, según le califica G . W i n d e l b a n d (Geschhhte dtt Philosopbie P 231 Yo sé que vivo. Luego, ora duerma, ora vigile, vive. Y en esto
Tubinga 1910)
3
la conciencia onírica no puede engañarse, porque dormir y
De Tún XV 12,21 : M L 42,1073.
* CA III 19. 6
De lib. arb n 3 , 7 - M I . 32,957 s
Ibid., íbid
s
Sol II 1. 7
De ver. relig 3 9 , 7 3 : M L 34,154-5. " Conf. v i l 10
28 INTRODUCCIÓN A « C O M R A LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 29
soñar es cosa de quien vive. Ni puede el académico contra
esta evidencia insistir: No estás tal vez en tus cabales, por- que, pues, yo fuera el que me engañara, aunque me engañe,
que las imaginaciones de los enfermos se parecen muy mucho sin duda en lo que conozco que soy, no me engaño» J=.
a las de los sanos. Pero el que está enfermo, vive. No dice Encierra, pues, el espíritu un patrimonio inalienable de
contra los académicos: Yo sé que estoy en mis cabales, sino: verdades, inmunes a toda imaginado ludificatoria, de que ha-
Yo sé que vivo. Luego nunca puede engañarse ni mentir el bla el Santo.
que dijere que sabe que vive. Opóngansele, pues, mil géneros Y si ahora queiemos indagar «cuál es la razón de la certeza
de visiones falaces al que dice: Yo sé que vivo, y no se ami- absoluta de los hechos de conciencia, nos responde San Agus-
lanará, pues el que se engaña, vive» 10. tín que la razón es que no los aprehendemos por el medio y
En otro pasaje del mismo libro extrae los elementos con- testimonio de reproducciones, como ocurre en las cosas cor-
tenidos en el hecho de la duda: «Si duda, vive; si duda, re- porales, sino que los percibimos como presentes y los con-
cuerda que duda; si duda, entiende que duda; si duda, quiere templamos con la mirada interior más verdadera. Tenemos,
estar cierto; si duda, piensa; si duda, sabe que no sabe; si pues, de estas verdades un conocimiento intuitivo, inmediato.
duda, juzga que no debe dar ligeramente su consentimiento. La razón de su absoluta certeza está en la inmediata aprehen-
Quien duda, pues, sea de lo que fuere, no puede dudar de to- sión o contemplación y la evidencia de esta intuición. Porque
das estas cosas, las cuales, si faltasen, no sería posible ni la nada conoce el espíritu en tan alto grado como aquello que
misma duda» " . tiene presente, y nada tiene más presente que a sí mismo» 13.
La investigación de la imagen divina en nosotios le intro- Es el criterio de la evidencia intuitiva, o lo que llama
duce en la Ciudad de Dios en el mismo hecho. El espíritu se Windelband «el principio de la interioridad», que estaba des-
descubre a sí mismo al hallar la manifestación y huellas de la envolviéndose en el período final de la ciencia antigua, y que
conciencia infinita del Creador: «Y aun nosotros, en nosotros San Agustín sacó a plena luz, mereciendo en la historia de
mismo reconocemos la imagen de Dios, esto es, de aquella la filosofía el puesto de iniciador de un nuevo período.
suma Trinidad, aunque no tan perfecta y cabal como ella, Lo que ha motivado las objeciones de los filósofos contra
antes diferentísima en gran manera, ni coeterna con ella, ni, el testimonio de los sentidos y la objetividad del mundo exte-
por decirlo así todo brevemente, de la misma substancia que rior es la distancia entie el sujeto y el objeto. Es lo que se
ella, sino que naturalmente no hay cosa en todas las que él llama también trascendencia del objeto, que ha motivado siem-
hizo que más se acerque a Dios, la cual todavía debemos ir pre una de las aporías más difíciles del problema del conocer.
perfeccionando en reformación, para que venga a ser también Mas en esta clase de actos psicológicos—de conocer, de
muy próxima en la semejanza. Porque también nosotros somos, sentir, de amar, de dudar—queda suprimida la distancia entre
el objeto y el sujeto. El objeto es inmanente en la conciencia.
V conocemos que somos, y amamos nuestro ser y conocimiento.
San Agustín nos enseña una doctrina importante sobre la es-
Y en estas tres cosas que he dicho no hay falsedad alguna iiuctuia trinitaria de los fenómenos de la vida psicológica.
que nos turbe. Porque estas cosas no las atinamos o tocamos Las sensaciones, los recuerdos y visiones de la mente su-
con algún sentido del cuerpo, como hacemos las cosas exte- ponen la unión de tres cosas: potencia, objeto y relación entre
riores, como el color con ver, el sonido con oír, el olor con ambos. «Cuando subimos de lo inferior a lo superioi o de lo
oler, el saboi con gustar, las cosas duras y blandas con el externo a lo interno, hallamos la primera trinidad en el cuerpa
tocar y las imágenes también de estas mismas cosas sensibles» que se ve, en la impresión de su forma, en los órganos visivos
que son semejantísimas a ellas, aunque no son corpóreas las y en la intención de la voluntad que une ambas cosas» " .
revolvemos en el pensamiento y las tenemos en la memoria, y En el íecuerdo o reminiscencia concurren igualmente los
por ellas nos movemos a desearlas, sino que sin ninguna ima- tres elementos dichos, si bien aquí la imagen es la vicaria
ginación engañosa de los fantasmas, me consta certísimamente del objeto.
que soy y que eso conozco y amo. En estas verdades no hay Mas hay una forma de intuición en que el objeto no viene
que temer argumento ninguno de los académicos, aunque di- de fuera, sino reside en la conciencia. «Hemos distinguido.
gan: ¿Y qué si te engañas? Pues si me engaño, ya soy. P o i q u e —dice el Santo—que una cosa es sentir por medio del cuerpo,
el que no es, tampoco se puede engañai; y, por consiguiente, veibigracia, ver el sol, los árboles, etc., y muy otra ver con
ya soy si me engaño. Porque, pues soy, si me engaño, 6 cómo los ojos de la mente realidades de indiscutible evidencia. Así
me engaño que soy, siendo cierto que soy si me engaño ? El vemos dentro nuestra voluntad cuando queremos, vemos el
10
De Irtn XV 12,21 M L 42,1074 i 2 De cnitate Del x i 26 M L 41,339-340 T r a d de A ROYS Y ROZAS (Va-
11
Ibid , x 10,14 ibid , 981 lencia 1871)
13
BAUMGAR1NFR, o c , p 20 "De ínn XIV 3,5 M L 42,1039
30 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 31
pensamiento cuando pensamos, la memoria cuando recorda-
mos, o algunas otras cosas que están en la misma alma, y para captados en la intuición, suprimiéndose toda distancia entre
ello no nos servimos de ministerio de ningún sentido corporal. el sujeto y el objeto.
Así como el creer difiere de ambas cosas (intuición sensible Mens non videtur nisi mente ls . La mente sólo se conoce
e intelectual) y consiste en dar fe a lo que no se halla ni con la mente: es un ojo maravilloso que se ve a sí mismo
delante de los ojos del cuerpo ni de los de] alma» ls . La doble porque tiene el gran privilegio de volver sobre sí el rayo de
intuición es requerida por las clases de realidad con que se la mirada. Y aquí se halla la última razón de la fuerza in-
enfrenta el hombre: el mundo visible y el invisible. contrastable de la evidencia intelectual, como criterio de ver-
En el siguiente pasaje califica igualmente las diversas cla- dad : en la identidad del sujeto y del objeto: Mens cum seip-
ses de intuición: «Si alguien lee este texto: Amarás a tu pró- sam cognoscit, sola parens est notitiae suae: et cognitum et
jimo como a ti mismo, advertirá que se dan en él tres clases cognitor ipsa est19. Él objeto conocido pertenece a la íntima
de visión: una mediante los ojos del cuerpo, con que se per- parentela de la mente. Campo general de la intuición intelec-
ciben las letras del mandamiento escrito; otra mediante la fan- tual es el alma en sus tres núcleos funcionales: mens, notitia,
tasía, con que se representa al prójimo ausente, y la última amor, en los que se incluye la totalidad de los fenómenos de
per contuitum mentís, con los ojos del entendimiento, con que la vida interior.
se ve lo que es el amor. La experiencia interna de este intramundo tiene la pri-
La tercera intuición, por la que sabemos y vemos interior- m a d a sobre todo otro linaje de conocimientos: «Mas para
mente lo que es el amor, expresa una realidad que no puede entender lo que abarcas con la mirada de tu mente, esto es,
sustituirse por imágenes que le equivalgan. Pues tratándose que vives, que quieres ver a Dios, que te esfuerzas en buscarlo,
de un hombre, de un árbol, de un astro, etc., o cualquier otro que sabes que vives, y no sabes cómo se ve a Dios, para ver
cuerpo, cuando lo tenemos a la vista, lo vemos en su propia todo esto, digo, no aplicas ningún sentido corporal, ni tus ojos
forma, o, si están ausentes, los representamos por imágenes se derraman por intervalos de espacios, a fin de ver lo que
grabadas en nuestra alma. Hay, pues, aquí dos modos de vi- deseas. De tal modo conoces tu vida, tu voluntad, tus esfuerzos
sión, una por los sentidos del cuerpo y otra mediante la fan- de investigación, tu ciencia, tu ignorancia (porque muy prove-
tasía, que reproduce lo que ha visto. ¿Mas el amor lo vernos chosa es también la ciencia de nuestra ignorancia), de tal modo
tal vez de un modo cuando está presente y de otro cuando se conoces todo lo dicho, que lo ves en ti mismo, lo llevas dentro
halla ausente, valiéndonos de algún sustituto o imagen que le de ti, y sin imágenes ni figuras, ni brillo de color, lo intuyes
sea semejante? No, sino que, en lo que es inteligible, es visto tanto más clara y ciertamente cuanto es más simple e íntimo
en su propia forma, por unos más perfectamente que por el objeto que miras» z °.
otros; quantum mente cerní potest (dilectio), ipsa cernitur» ". De las palabras citadas se deducen cuatro condiciones que
Aquí se establece una jerarquía de visiones, llevándose la realzan la intuición interior: a) hay unión inmediata entre el
palma entre ellas la llamada intelectual, per contuitum men- objeto y la potencia: sine intervallo loci, per quod obtendatur
tís. En la primera visión hav presencia corporal del objeto obtutus; b) hay presencia íntima de las cosas intuidas: apud
visto: el objeto está presente y ausente a la vez, porque no te habeas; c) claridad de percepción; d) certeza y seguridad:
puede ser incorporado en su materialidad al espíritu. apud temetipsum certissime intueris.
En las visiones imaginarias, los objetos, «absentia cor- Aquí no hay que buscar el temible puente que da pánico
poralia», se hallan ausentes en sí mismos y presentes en la a los idealistas.
imagen que se conserva de ellos. Representar una cosa es en El mismo espíritu con sus realidades se pone en cierto
cierto modo hacerla presente. modo delante de sí con un desdoblamiento misterioso, que no
Mas en la visión intelectual el objeto es intuido en su falsea y enmascara nuestro ser.
propia forma, sin intermediario alguno. Tal es, por ejemplo, El espíritu, según San Agustín, posee la singular propie-
la dilección. dad de la luz, la cual se muestra a sí misma y a las demás
Por lo cual esta clase de intuición goza de preeminencia cosas. Para ver la luz no necesitamos otra luz, sino ella mis-
con respecto a las otras: Intellectuale illud excellentius, quod ma se pone de manifiesto haciéndose visible.
mentís est proprium «La luz—dice San Agustín—se manifiesta a sí misma y
Los actos del espíritu se hacen transparentes a él, y son a las otras cosas. Para ver la luz no necesitamos encender
15 otra luz. A sí misma se ostenta y a las demás cosas. He aquí
Epilt. 146.1.6: ML 33.599.
16
De Gen. ad litt. XII 6,15: ML 34,453. lo que hace el entendimiento: con él conocemos muchas cosas,
" Ibid., ibid., X 2 1 : ML 34,461. 18
Ibid.. ibid.
20
" De Trin. IX 18: ML 42,970. Epist. 146,3: ML 33,597-98.
32 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» IM'RODUCCION A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 33
y él mismo, ¿cómo se conoce? Los ojos corporales ven lo «la preocupación», «la angustia y el cuidado». Sentir la exis-
que tienen delante, pero a sí mismo no se ven. Mas el enten- tencia como cuidado, como carga, como peso íntimo, como el
dimiento se entiende a sí mismo y las demás cosas: oculus martillo al yunque, es el camino abierto a la realidad y victo-
carnis alia videt, se non potest: intellectus autem et alia in- ria del idealismo.
telligit et seipsum» "'. Creo que todas estas fórmulas caben en la amplitud del
En otra parte dice: Sibi ipsa leslis est ut cognoscatur lux 2 \ pensamiento agustiniano, para quien, más que el cogito, es el
La luz se testifica a sí misma. La imagen más adecuada para tuvo, con toda la complejidad de sus elementos, el bloque in-
declarar el concepto de la evidencia es la luz. El alma es una destructible de lo real, que se nos pone delante, sin poder es-
luz creada, una imagen del Verbo de Dios, un reverbero de quivar su presencia. El yo vivo comprende la totalidad de las
la conciencia infinita del Creador, capaz de esclarecer los obje- vivencias, cuyo encuentro es inevitable. Mas de esto no puede
tos puestos a su alcance. Todo nuestro ser se halla iluminado deducirse que para San Agustín el puro conocimiento sea,
por la luz interior de nuestra conciencia. A lo menos hay una como para Heidegger, un modo deficiente o insuficiente para
cima de claridad, adonde nunca llegan las nieblas y tinieblas fundamentar el orden real.
de los escépticos: es la zona luminosa de la intuición intelec-
tual. En ella se enlazan la criteriología y la ontología de San
Agustín, porque, sin ningún puente, lo real se une al pensar. CAPITULO V
Pensar es un modo excelente de ser: Intelligere autem
quid est, nisi ipsa luce mentís illustrius perfectiusque vivere? '' VALOR CRITERIOLÓGICO DE LOS AXIOMAS
¿Qué es el entender sino un tipo ilustre y perfecto de vida? Con la intuición empírica de las vivencias psicológicas, en
Desde este alto mirador puede abarcar el espíritu inconmen- la criteriología agustiniana gozan de favor los axiomas o prin-
surables lejanías. La conciencia finita es un horizonte trascen- cipios, captados por un simplex intuitus veritatis, por una sim-
dental, desplegado a todos los orbes del ser S 4 . ple mirada de la inteligencia, la cual no sólo se halla en cone-
Como se ve, San Agustín se apoya en la totalidad de la xión irrompible con el mundo de los hechos o realidades con-
vida consciente para oponerla a todo conato de negación es- cretas, mas también con el reino de las ideas universales.
«éptica. En sus fórmulas caben todas las vivencias a que han La intuición de dichas verdades prueba la capacidad natu-
querido asirse otros pensadores para eliminar el idealismo. ral de conocer lo real. Son el movimiento de la verdad andan-
Ellos consideran al hombre más como un ser práctico y activo do, las lámparas astrales del conocer, el áncora de salvación
que especulativo; el entendimiento le ha sido dado sobre todo del entendimiento del hombre.
para vivir, al que está subordinado el pensar o el conocer la Aquí hallamos una diferencia notable entre el pensamiento
verdad. Por esto, la experiencia de los objetos de la voluntad de Descartes con su Cogito, ergo sum, y San Agustín con la
nos certifica mejor que los simples datos intelectuales de la percepción del mundo interior, mucho más luminoso y rico que
existencia de los objetos exteriores a la conciencia. Las cosas el del filósofo francés. San Agustín no pretende fundar una
oponen su resistencia a nuestras voliciones y deseos, y en estas ciencia trascendental con la base de la intuición empírica de
resistencias vivimos la realidad de las cosas. la conciencia, porque sabe que hay verdades reales o de exis-
Esta forma de refutación del escepticismo recibe el nom- tencia y verdades ideales v leyes canónicas para el universo.
bre de realismo volitivo, del que son representantes Maine de No pensó en derivar el orden de las verdades del hecho ele-
Biran, Guillermo Dilthey y su discípulo Frischeisen-Kohler. mental de la certeza de la conciencia.
Eugenio d'Ors sustituye la fórmula cartesiana por esta otra: Si el yo fuese soporte universal de todas las esencias y exis-
«Algo se opone a mí, me resiste; luego hay ese algo y yo». tencias, sería válido el resultado deductivo de este raciocinio.
La convicción realista ha de producirse «por suscitación de San Agustín, pues, dista mucho de los pensadores románticos
fuerzas interiores decisivas, por persuasión y adhesión vital» °5. del siglo Xix, que anduvieron a la caza de una ciencia tras-
También Heidegger se abre el camino a lo real mediante cendental, apoyada en la intuición del yo '. Aun Descartes no
la hermenéutica de la existencia, es decir, buscando la raíz más logró su intento, pues al establecer como principio la evidencia
profunda del ser humano, que es el «hallarse» y, sobre todo, del pensamiento aprehendido en su inmediatez, luego hizo el
21 tránsito al orden ideal, o sea a una idea universal y necesaria,
Tracl. tn lo. 47.3: ML 35,1374.
23
lbid., tr.35,4: ibid., 1650. admitiendo como criterio la idea clara o la relación y enlace
23
24
De lib. arb. II 11,30: ML 32,1257. necesario entre el pensamiento y la existencia.
Cf. P. VICTORINO CAPÁNAGA, La doctrina agustiniana de la intuición: «Reli-
1
gión25 y Cultura», 4,15 (1930) julio-agosto-septiembre, p.89-109. Sobre este tema véanse las observaciones, tan atinadas, de BALMES en su
JOSÉ LUIS ARANGUREN, La filosofía de Eugenio d'Orí (Madrid 1945) p.117-120. Filosofía fundamental i c.7ss.
34 IJ»TRODUCClÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» IM'UolHHHÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 35
San Agustín, además de la esfera de la experiencia privada, El ser humano está constitutivamente implantado sobre es-
carasol de las evidencias más puras, admite la intuición de las leyes fundamentales, y ellas nos dan el mejor baluarte con-
ciertas verdades necesarias y universales, que son la garantía tra el escepticismo por su objetividad radiante y su indepen-
mejor contra todo conato escéptico. Con ellas se ilumina el dencia de toda experiencia sensible: vera esse quoquo modo sese
triple reino de los valores, de lo verdadero, de lo bello y lo habeant sensus nostri, in se ipsa vera*. En lenguaje moderno
bueno, y sale el hombre del recinto de la clausura de la expe- se diría que son apriorísticos, porque son anteriores a toda
riencia privada, entrando en la comunión general con los es- experiencia, y condicionan el funcionamiento de las activida-
píritus por la posesión de las veritates communes o radones des del espíritu. Así, el principio de contradicción regula toda
aeternae. Así halló San Agustín, comenta Baumgartner, «el la vida del pensamiento: Non potest homo simul et beatas et
camino de la ciencia, del conocimiento de la realidad y del ser. iniser esse. Non hic et sol lucet et nox est. Aut vigilamus nunc
Este camino se lo abrió él mismo en el interior del espíritu. El aut dormimus 6.
espíritu saca de sí mismo los conceptos eternos y las leyes de En las relaciones de los números impera la misma nece-
la lógica, de la matemática, de la estética y de la ética; los sidad y universalidad: «Uno es a dos, como dos es a cuatro,
saca del pensamiento puro, exento de experiencia, y en cierto os una proporción o razón verdaderísima; lo fué ayer, lo será
modo de su propia naturaleza; los encuentra en sí mismo. San mañana o el año próximo; aunque este mundo feneciere, no
Agustín hace resaltar con la mayor precisión y claridad el ca- dejará de ser verdad, porque ella siempre es tal» '. Recuér-
rácter apriorístico del conocimiento científico, rechazando toda dese que San Agustín recibió su primera iluminación racional
teoría empírica y toda abstracción de lo sensible en el conjunto de la matemática, la primera ciencia elaborada en el Occi-
de las verdades eternas» 2. dente y vulgarizada sobre todo por la escuela pitagórica. El
La superación del escepticismo sin duda se debe al descu- valor racional y evidencia de los teoremas matemáticos pusie-
brimiento de esta clase de intuiciones y de la existencia de una ron de manifiesto el punto flaco de las fábulas maniqueas.
luz superior, pues entrando en sí mismo, por la reflexión neo- La matemática no sólo sirve para construir un orden de
platónica, vio sobre el ojo de su alma, por encima del enten- conocimientos seguros, mas también para educar el espíritu
dimiento, el resplandor de una evidencia inmutable. Halló en en la dialéctica de la ascensión y el manejo de las ideas puras:
su espíritu una categoría de juicios de valor, canónicos e in- Nam cum incommutabilem veritatem numerorum mecum ipse
variables, conforme a los cuales se juzga del mundo de la ex- considero... longe removeor a corpore, dice con gran experien-
periencia. «Pues buscando fundamentos para apreciar la her- cia el Santo *.
mosura de los cuerpos, ora celestes, ora terrestres, y para juzgar Todo el orbe ontológico se ilumina con la luz de los nú-
con entero y equilibrado juicio sobre las cosas mudables, cuan- meros. La conexión entre formas, número, hermosura y razón
do yo decía: «Esto debe ser de esta manera; aquello n o » ; la ensalza nuestro pensador con acentos líricos: Inspice iam
buscando, digo yo, el fundamento de este mi juicio, cuando así pulchritudinem formati corporis: numeri tenentur in loco. Exa-
juzgaba, había descubierto sobre mi espíritu tornadizo la inmu- mina la hermosura de los cuerpos formados, y verás que los
table y verdadera eternidad de la verdad» \ números están prendidos allí según sus lugares. Entra en el
Término de esta dichosa ascensión fué el Ser por esencia, arte de donde ellos proceden; busca allí tiempo y lugar, y no
a quien vislumbró en el lampo de una mirada temblorosa. lo hallarás en ninguna parte. En él viven los números; su lugar
Criteriología, psicología y ontología se abrazan en la expe- no es de espacio, ni su edad se compone de días. Trasciende,
riencia de la luz interior. El espíritu se certifica de la exis- pues, el ánimo del Artífice, para que captes el número eterno;
tencia de la verdad eterna e inmutable, de su poder dialéctico pues allí la sabiduría brillará a tus ojos desde la misma sede
y ascensivo, que le permite escalar los grados de lo real: cuer- íntima y como santuario de la Verdad °. En otra parte dice
pos, espíritus creados, Espíritu del Creador. lacónicamente: Dedit números ómnibus rebus, etiam infimis
Los principios o verdades eternas tienen validez para todo et in fine rerum locatis 10. El supremo Artífice todo lo rocía
el orbe de lo real, mas particularmente iluminan cuatro rei- con la luz de los números: perfundit lumine numerorum l l .
nos : el de la cantidad, el del conocimiento de la verdad, o di- Si la estructura de lo real sensible es matemática, ofrece,
gamos, del espíritu; el de la hermosura y el del bien, dando sin duda, relaciones con lo inteligible y puede ser objeto de
lugar a las disciplinas que se llaman matemática, lógica, esté- 5
tica y ética *. CA n i 13,29.
« CA ibid., ibid.
2 3 ' De ord. II 47.
Ibid., p . 2 2 . Conf. v i l 17. 8
De lib. arh. II 1 1 , 3 0 : M L 32,1257.
4
Sobre la relación del n e o k a n t i s m o con San Agustín véase a J. HES-STN. Augus- 8
De lib. arb. II 1 6 , 4 2 : M I . 32,1264.
tinus und seine Bedeutung für die Gegenwart p.32ss. 10
Ibid., I I 1 1 , 3 1 : ibid., 1258. »' Ibid., ibid., n.32.
36 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADLMK OS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» ' 37
un conocimiento racional, pleno de garantía. Esta convicción de las Confesiones: Responsio eorum species eorum. Su res-
late en el fondo de la doctrina agustiniana de los números, puesta era la exhibición de su hermosura " .
por lo que el mundo sensible admite la luz de una ordenación Et vox dicentium ipsa evidentia est, añade en otra parte.
inteligible. Clamor de su voz es la misma evidencia.
De aquí puede colegirse, limitándonos a los principios de Estas leyes de hermosura—pulchritudinis leges I5 —, las
la matemática, su alcance criteriológico para la garantía y cuales realizan como un gran poema en el tiempo (versus
objetividad del conocimiento humano, pues nos hallamos en temporum) 16 ; este reflejo racional que suscita en el hombre
posesión de certezas inmutables que guían el pensamiento a pensador fáciles barruntos del mundo inteligible, constituye
la comprensión racional del mundo. Como los pitagóricos, al una especie de fulgor de evidencia objetiva, que da testimo-
hallar la inconmensurabilidad del radio y la circunferencia, nio de la sabiduría del autor y de la estructura racional de
descubrieron la presencia de cierto infinito real en el seno las cosas mismas, facilitando la tarea de comprensión de lo
mismo de la matemática, así San Agustín de los números rea- real, por ser un dato objetivo que no debe perderse de vista
lizados en el espacio y el tiempo asciende a la Sabiduría in- en la epistemología de San Agustín. El mundo, en virtud de
creada, al Artífice supremo, como última razón de la inteligi- sus leyes matemáticas y estéticas, no es un caos, sino un cos-
bilidad de las cosas, pues en virtud de las leyes de los núme- mos, un conjunto ordenado y teológico, donde cada cosa ocupa
ros el universo material se hace inteligible. El dualismo plató- su lugar v tiene su quehacer, sirviendo a la glorificación del
nico entre el mundo sensible e inteligible se reduce aquí nota- Ser supremo que lo ha creado.
bl emente. Platón había concebido las ideas o formas de las A este fulgor de evidencia se alude en el siguiente pasaje:
cosas materiales desligadas del mundo, subsistentes en una re- «Mirando, pues, y considerando la universidad de las criatu-
gión suprasensible; y el hombre se comunica con ellos por el ras, todo el que emprende el camino de la sabiduría verá que
Ñus, o más bien por una reminiscencia de lo que había sido ésta se le muestra alegremente en el mismo camino y le sale
objeto de visión en época preexistente a la actual. Para Sao a! encuentro con toda providencia, y tanto más se enardece
Agustín, el mundo, lleno de huellas de la infinita sabiduría, para terminar la jornada, cuanto el mismo camino es bello por
que todo lo hizo con número, peso y medida, no es una caver- aquella Sabiduría a cuyo disfrute quiere llegar» l : . En este
no o cárcel, sino una escuela de la sabiduría, llena de voces se ostendere hilariter y occurrere sibi se alude a la evidencia
amigas que nos 'hablan del Creador. Está todo él penetrado de los vestigios divinos de las criaturas: el orden, la hermo-
de racionalidad e inteligibilidad propia, inherente a la estruc- sura, la utilidad o bondad, la unidad, etc., con que pregona
tura de los seres, como en una máquina de escribir todas las la sabiduría del Autor. Es decir, late aquí un principio racional
piezas se hallan ordenadas para sus fines, por haber presidido de cuanto existe '*.
la razón su hechura.
Juntamente con la objetividad o conexión palmaria con
Por eso las criaturas ocupan una sede propia en la dia- el mundo real que ofrecen las leyes y los principios axioló-
léctica espiritual de San Agustín; porque llevan impresos los gicos, garantizando el valor del conocer humano, como lo mues-
sellos de la omnipotencia, sabiduría y bondad del Creador, y tra el imperio universal de la matemática, en el reino de la
ostentan algunos rasgos de su múltiple semblante. cantidad, San Agustín considera otras propiedades de las ver-
«Todas las hermosuras de las criaturas son guiños tuyos, dades eternas: su necesidad y universalidad, su carácter abso-
¡oh suavísima luz de la mente purificada, divina Sabiduría!», luto, independiente de todo tiempo y de lo material. Así, el
dice el gran buscador de Dios !2. 14
C O K / . X 6.
Summus Ule artifex—dice en otra parte—opera sua in •s De lib. aib. II 16,41 : M L 32,1263.
unum finem decoris contexuü 13. Todas las obras de Dios se 16
Ibid., n . 4 2 .
" De lib. arb. II 1 7 , 4 5 : ibid., 1265.
hallan ordenadas entre sí para un fin de esplendor y hermo- lfi
Es completamente extraño al pensamiento agustiniano el m u n d o como caos,
sura. Decía Heráclito que la naturaleza gusta de ocultarse y pues todo lo real luce con el fulgor de las ideas divinas, cuya investigación y
hallazgo es la tarea más esencial del sabio cristiano, porque ellas iluminan el
usar antifaces; pero también es verdad que, juntamente con m u n d o y adecúan las cosas al entendimiento del hombre. «En lo esencial admite
ese, digámoslo así, pudor, las criaturas muestran un afán de todo esto la filosofía escolástica, sobre t o d o por influjo de San A g u s t í n , claro
está que no como fundamento de toda la doctrina del conocimiento. M á s aún,
exhibición propia, y sobre todo de pregoneo de su origen, este idealismo agustinotomístico va m u c h o más alfa que la mayor parte de las
porque no cesan de clamar a los que tienen oídos: Somos he- disfintas concepciones del idealismo m o d e r n o , en cuanto que no admite en la
realidad ninguna parte obscura, completamente irraaonal, excluida del influjo de
chura de Dios. Así responden los seres en el Cántico del Mís- la idea. T o d o ente hasta la última materia h a sido creado a la luz de las ideas
tico carmelitano y antes en el no menos maravilloso cántico ejemplares de D i o s ; por eso es verdadero (verdad ontológica) y, por lo menos
en s í — a u n q u e no siempre para nosotros—, intelectualmente comprensible» (J. DE
12
De lib. ¡trb. ir 1 6 , 4 3 : M I . 32.1264. V R I F Í , Pensar y íer p 129). Cf. G S O H N G E N , Sein und Gegenstantl p.297-31H
13
De rer. relig. 3 9 , 7 2 : M L 34,154. (Münster 1930).
38 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS: INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 39
concepto de sabiduría pertenece a un orden suprasensible, pues ni ellos más que otros; algunos ni siquiera los alcanzan, pero
«hay tres géneros de cosas que se ven: una de las corporales, ellos se ofrecen con idéntico fulgor a cuantos son capaces de
como el cielo, la tierra y todo cuanto abarcan los sentidos; comprenderlos. No son producto de las impresiones sensoria-
ofra de cosas semejantes a las corpóreas, como son las que les. Los teoremas de la matemática se perciben con la inteli-
se pintan en la imaginación, o cuando las recordamos con gencia. Por esta causa gozan de una esencia incorruptible. Lo
sus rasgos corporales—y a esta clase pertenecen igualmente que se percibe con los sentidos corporales está sujeto a corrup-
las visiones que se tienen en los sueños—, o en algún rapto ción, y no sabemos lo que durará; pero esta verdad: siete más
mental: ellas se nos muestran como revestidas de cantidad que tres igual a diez, no sólo es verdadera ahora, sino antes y siem-
ocupa lugar; el tercer género es diverso de ambos, porque no pre. Ni puede señalarse tiempo en que no lo fuera, ni en lo
es corporal en sí ni tiene semejanza con los cuerpos; tal es venidero ocurrirá nunca que no lo sea.
la sabiduría, la cual es intuida con la intelección de la mente Hanc ergo incorruptibilem numeri veritalem dixi mihi et
y con su luz se va purgando de todas las cosas» ". cuilibet ratiocinanti esse communem. Esta verdad matemática
En la memoria se contienen muchos conceptos y verdades incorruptible digo que es patrimonio común a todos los que
del mismo género, porque ella «contiene las razones y las in- piensan ¿1.
numerables leyes de los números y de las dimensiones, ningu- No se interponen aquí fantasías corporales para producir
na de las cuales imprimieron los sentidos corporales, porque ilusión, pues «la verdad es percibida con una luz interior que
no son coloradas, ni sonoras, ni fragantes, ni sápidas, ni tan- no conoce el sentido externo» " .
gibles. Yo oigo bien, cuando de ellas se trata, los sonidos de «¿Quién dirá, por otra parte, que lo que se ofrece común-
las palabras que las designan; pero una cosa son los sonidos mente a todos los que razonan y entienden pertenece a su na-
y otra las cosas. Las palabras tienen un sonido diferente según turaleza individual?» ~3
sean griegas o latinas; pero las nociones no son griegas ni la- La independencia con que dichas verdades se muestran al
tinas, ni son patrimonio exclusivo de una lengua determinada. espíritu garantiza también su objetividad. «Cuando alguien dice
Yo he visto líneas de oficiales primos, muy finísimas, como que lo eterno es preferible a lo temporal o que siete más tres
hilos de araña; mas aquellas líneas son otras y no imágenes es igual a diez, no siente que así debe ser, sino, reconociendo
de las líneas que me transmitió mi ojo de la carne» 2°. Este que así es, no lo corrige como un examinador, sino sólo se
carácter suprasensible de los conceptos y leyes matemáticas, alegra como de un hallazgo: Non examinator corrigit, sed tan-
estéticas, morales y metafísicas ofrece nueva garantía contra tum laetatur inventor» 2i.
el sensismo académico. Dígase lo mismo de la universalidad, Todos podemos distinguir dos categorías de juicios: unos
con que, lucen las verdades eternas. Los académicos hacían que dependen del estado de nuestro ánimo, de las pasiones, del
hincapié en la falsedad del punto de vista individual, que da influjo de la enfermedad; y así son diversos los juicios que emi-
lugar a infinidad de opiniones contrapuestas. No existe la ver- timos. Mas las verdades eternas no están sujetas a los vaivenes
dad, porque carece de la garantía múltiple de la comunidad del temperamento o del humor: resplandecen íntegras e invio-
pensante. La mutua discordia origina la desconfianza en el va- ladas (integra et incorrupta) en una mente tan mudable como
lor de los juicios humanos. la nuestra.
Pero hay una categoría de verdades comunes, que resplan- No forjamos o inventamos esta clase de juicios, sino que los
decen a los ojos de todos en un panorama superindividual. comprendemos y afirmamos tales como son: Non enim ratioci-
Todos dicen lo mismo con pleno acuerdo entre sí. natio talia facit, sed invenit: ergo antequam inveniantur in se
San Agustín no se cansa en ponderar este espectáculo de las manent, et cum inveniuntur, nos innovant .
veritates communes, este acuerdo de pensamientos, que a algu- La expresión in se manent alude a una esfera objetiva y
nos filósofos medievales, partidarios de Aristóteles, como Ale- supraindividual en que fulguran dichas verdades, independiente
jandro de Afrodisia, dio motivo para hipostatizar el entendi- de sujeto conocedor, como una luz exterior vista por muchos
miento agente, haciéndolo único y universal para todos los no puede ser endóptica o producto del organismo individual.
hombres. Las verdades eternas son las constantes del espíritu y patentizan
Según el filósofo de Hipona, cada individuo tiene su razón el realismo del conocimiento. La posición del realismo crítico
o su ojo propio. Los objetos inteligibles y comunes se hallan 21
De Hb. arb. II 8 , 2 0 : M L 32,1251-2.
a la vista de todos los espíritus; no se consumen ni destruyen 22
Ibid., ibid., n . 2 3 : ML 32,1253.
por asimilación, como los manjares y bebidas. Unos penetran 23
Omne autem quocl communiter ómnibus ratiocttiantibus atque intelligentibus
praesto est ad ullíus eoium proprie naturam pertitiere quis dixerit? (De llb. arb. II
•" Rpilt. 120.11 • M L 33.457. 12,33: ML 32,1259).
20 24 2S
Cenf. X 12 Ibid., ibid. De reí. relig. 3 9 , 7 3 : M L 3 4 , r 5 .
40 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOo AC4D['MIÍ03»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 41
frente al idealismo aclara la fuerza del pensamiento agustinia-
no, porque hay una analogía en el proceso discursivo de ambos. CAPITULO VI
Así dice Augusto Messeí : «Esto aparece claro en el reconoci-
miento necesario de las llamadas constantes. Así el mercurio EL DIAGNÓSTICO DEL ERROR
tiene su peso específico, 13,6, y el punto de ebullición a los
En una síntesis de criteriología de San Agustín no debe
357 grados. Otros cuerpos tienen otros pesos específicos y otros
faltar una alusión siquiera a su doctrina del error, que la com-
puntos de ebullición. Lo mismo ocurre con el punto de fusión
pleta. El hombre se halla firmemente vinculado a la verdad,
y el calor de fusión, y la conductibilidad eléctrica Una cons-
pero el error le acecha por todas partes. Por eso, al problema
tante es también la velocidad de la luz, y la aceleración (en el
del error fué consagrada gran parte de la labor reflexiva del
espacio vacío), la carga eléctrica de un electrón, etc. Estas
pensador de Casicíaco L.
constantes no son producidas poi el pensamiento, sino halladas
poi él; manifiéstanse, pues, como algo real, independiente del Un doble fin movía su especulación: la posesión de la ver-
pensai, algo que puede sei designado como cosa en sí» *. dad y la liberación del error. El, que conocía bien el precio
de este beneficio redentor, esciibía a su amigo Honorato: Omni
Los principios axiológicos de San Agustín son también las mtentione, votisque ómnibus, gemitibus, denique vel etiam si
verdadeías constantes del espíritu, las estrellas fijas del pensa fieri potest, fletibus, Deum deprecare ut te ab eiiojis malo libe-
miento humano, que siempre brillan con la misma luz de evi- ret, si tibi beata vita cordi est. Si de veías amas la vida feliz,
dencia. Contra ellas nada vale la sofística de los escépticos. despliega todas tus fuerzas, tus deseos, tus gemidos, y si te es
Como dice San Agustín, son verdades en sí mismas, in se ipsa posible, tus lágrimas, paia alcanzar de Dios te libre del e r r o r 2 .
vera, no un producto de la conciencia pensante, sino un hallaz Vida dichosa y liberación del error se incluyen y abrazan. La
go. Ellas constituyen, juntamente con la intuición de las viven- consecución de la verdad no es asunto de mera especulación,
cias inferióles, el mejor baluarte contra el escepticismo. sino labor compleja y totalitaria del espíritu, que empeña a
Mas este «ser en sí de las verdades» no está entronizado todo el hombre. También las lágrimas y suspiros y las genufle-
en un reino objetivo e independiente al estilo de las ideas puras xiones completan el método de la investigación científica, según
de Platón, ni supone la existencia de un sujeto trascendental, San Agustín. El hombre entero, con sus afanes metafísicos y
tal como lo han imaginado los secuaces del kaniismo. soteriológicos, debe consagrarse al estudio de la sabiduría. Ya
San Agustín apela, como Husserl, a la hipótesis «del resi el platonismo había introducido en el método elementos religio-
dúo de la anulación del mundo», poique ésta no afecta, según sos y espirituales, es decir, la limpieza del ojo especulativo. El
nuestro modo de sentil, a las verdades absolutas. Erit ventas, cristianismo reforzó considerablemente esta doctrina al asignar
etiamsi mundus iniereat, asevera el filósofo de Hipona, lo mis- al hombre la tarea fundamental de la posesión de Dios como
mo que el de Friburgo, el cual admite una «conciencia absolu meta de sus más altas aspiraciones, exigiéndole una nueva for-
ta». Peí o «si Husserl no hubiera temido introducii en la filoso- ma de vida personal, mucho más amplia y rica y, sobre todo,
fía teórica conceptos religiosos, se hubiera dado cuenta inme de carácter ético. La puieza del espíritu es necesaria para ver
diatamente de la identidad de esta conciencia absoluta cor' a Dios, esto es, para conocerle bien. El niño, en la sencillez de
la divina» ' . su alma y en la pureza de su ser, es el modelo de los que aspi-
San Agustín no ha apelado a la «conciencia pura», sino a ran al reino de Dios.
un Espíritu absoluto y realísimo, Dios. La veidad no está últi-
En San Agustín, la conexión entre la Verdad y el sumo
mamente fundada ni en un reino de esencias ideales indepen-
Bien exige la misma forma de actividad. La Verdad es el bien
dientes ni en la conciencia finita individual sino en una co-
último de la inteligencia y de la voluntad. Y aquí se inserta en
ciencia infinita, en un Logos o Razón divina, causa constitutae
el movimiento cognoscitivo el impulso de la caridad o del amor.
universitalis, et lux pprcipiendae veritatis, el fons bibendae
Se habla de un voluntarismo agustiniano en contraste con el
íelicitatis "\
intelectualismo griego. Después de Ritter se ha repetido sin fun-
26
27
La filosofía actual p 190 (Madrid 1925) damento e=ta exoi hitante afirmación. Cierto, en San Agustín
OTTO GRUNDLER, La filosofía de la religión sobre base fenomenohgica no se halla el mismo concepto de vida espiritual que entre los
Trad28 de J Gómez de la Serna Favre (Madrid 1926) p 211
De civitate Del, v m 10 ML 41,235 griegos, ni la misma baja estima del Eros como entre ellos.
La caridad es una de las fuerzas nobles del ser humano, uno
de los factores más eficaces para establecer la comunidad íntima
entre Dios y el hombre. En este sentido, el cristianismo realzó
1
Véase el I 2 de loi Soliloquios
2
De útil credendi 15,33 ML 42,88
42 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 43
grandemente la caridad. El amor es lo más valioso que hay en llegar a la bienaventuranza. Pues hay error cuando seguimos
la persona, porque es la entrega del ser completo a lo que se un camino que no nos lleva a donde queremos ir. Y cuanto más
ama, aprehendido como sujeto de valor. Pero en San Agustín yerra uno en el camino de la vida, tanto más se aleja de la sabi-
y en el cristianismo el amor no forma un reino a se, indepen- duría, pues se halla tanto más lejos de la Verdad, donde se con-
diente de la inteligencia, la cual va delante de aquélla con la tiene el sumo bien» 6. La verdadera sabiduría, para San Agus-
antorcha de la verdad, mostrándole el camino 3. El hombre no tín, es conocimiento de caminos, geografía de itinerarios y de
es el puro ser noético de Aristóteles, sino, ante todo, un sujeto romerías del espíritu hacia la patria del alma, que es Dios:
movido por resortes de amor. San Agustín introdujo cambios patria animae Deus.
profundos en la metafísica y psicología con la atención prestada Y aquí en esta toma de caminos surge un doble peligro de
a la voluntad y libre albedrío. El admite una ley de pericoresis extravío, de donde se originan la máxima parte de los errores
o circunincesión de las facultades psicológicas. La voluntad in- humanos, según San Agustín: la sensualidad y el orgullo. Am-
vade la esfera de las demás, hallándose el conocimiento bajo bas formas de extravío, sobre las cuales tenía el Santo una rica
su poderosa influencia. experiencia, nacen de un apego excesivo al yo; son defectos
San Agustín es un intelectualista, porque considera la inteli- de objetividad, de anhelos de trascendencia.
gencia como una facultad de aprehensión de lo real, como una La forma más crasa del egoísmo consiste en sumirse en
fuerza de «interiorización», pues el intelligere es un intus ha- la satisfacción de los sentidos, y su consecuencia es el obscure-
bere, y porque a ella le corresponde la primacía en el orden di- cimiento de los puros horizontes azules de la mente y la crite-
rectivo: no obstante eso, todo el reino del espíritu se halla movi- riología de los epicúreos, para quienes la realidad más segura
do por el dinamismo de la voluntad, pues el amor, como decían y dichosa son las afecciones íntimas, producidas por el logro de
los medievales, profundamente influidos por la doctrina del los deseos naturales. Ibat animus meus per formas corpóreas,
Hiponense, es primus motor in regno animae. Mediante el amor dice San Agustín; andaba mi alma merodeando por las formas
se hace el objeto amado dato del conocimiento, posesión íntima corporales '.
del alma. En el siguiente pasaje resume el Santo las consecuencias
De aquí la importancia de la voluntad en el proceso general de orden criteriológico, derivadas del predominio de la sen-
del conocimiento, pues al amor se atribuye una gran fuerza sualidad. Los efectos de la dominación de la libido son «el pro-
unitiva y penetrante con respecto a la verdad: Amare petitur, bar lo falso por verdadero, el poco asiento o ligereza en los
amore quaeritur, amore pulsatur, amore revelatur, amore deni- juicios, ora defendiendo, ora rechazando lo que antes se defen-
que in eo quod revelatum fuerit, permanetur \ Por el amor dió, la adhesión a nuevos errores, la suspensión del juicio pro-
se consigue la revelación íntima del ser, el ingreso en los más pio (escepticismo), el temor a los razonamientos claros, la de-
secretos dominios de lo real. sesperación de hallar la verdad, la inmersión completa en las
Por aquí se llega a una conclusión importante sobre la tinieblas de la ignorancia, los esfuerzos para salir a la luz y la
genealogía del error, que es sobre todo hijo de la voluntad fatiga y decaimiento en. el mismo estado» 8.
en gran parte, como también de la ignorancia y debilidad inhe- El sensismo o materialismo resume esta peligrosa actitud
rente al hombre caído. La buena voluntad pertenece a la sana espiritual: In homine carnali tota regula intelligendi est consue-
criteriología s . San Agustín señala el enlace entre los apetitos tudo cernendi. En el hombre, dominado por las pasiones infe-
y los errores: «Quien apetece lo que no debiera desearse, aun- riores, la ley del pensamiento es la costumbre de ver: lo que
que lo haga so color de bien, yerra sin duda. Y errar no puede ve, cree; lo que no se alcanza con los sentidos, no existe. Único
ni el que nada apetece ni el que apetece lo que debe. Así, pues, criterio de verdad es la evidencia de los sentidos, con la nega-
los hombres, en cuanto desean la vida dichosa, no yerran. Su ción consecuente del mundo inteligible. He aquí un terreno pro-
error les viene al no seguir el camino que guía a la felicidad, picio para la negación escéptica y materialista.
al mismo tiempo que profesan y confiesan que su anhelo es «Así que yo, boto, pesado de corazón y confuso aun para
3
Sobre el contraste entre la concepción griega y la cristiana de la vida mí mismo, estimaba que todo lo que no se extendía por un
puede verse a HEIMSOETH, o . c , p.285-86. 6
4 De lib. arb. II 9,26: ML 32,1254.
De moribus Ecclesiae Cathol. i 17,31: ML 32,1324. «En tres filosofías de
tanta magnitud como las de Platón, Aristóteles y San Agustín, la filosofía tiene 8
' Conf. IV 15.
como método, como vía de acceso a la verdad, las tres formas del amor griego. Num ista ipsa poena parva exrstimanda est, quod ei libido dominatur, expo-
Para Platón no se entra en la filosofía sino por el eros; para Aristóteles, por una liatamque virtutis opulentia, per diversa inopem atque indigentem trahit, nunc
cierta philia; para San Agustín, por la caritas. Non ¡ntratur in veritatem nisi per falsa pro veris approbantem, nunc etiam defensitantem, nunc improbantem quae antea
charitatem: No se entra en la verdad sino por la caridad» (JULIÁN MARÍAS, His- probavisset, et nihilominiis m alia falsa irruentem; nunc assensionem suspendentem
toria5 de la filosofía p.71). suam, et plerumque perspicuas ratiocinationes formidantem; nunc desperantem de
Balmes, con gran perspicacia filosófica, en su Criterio, realza el influjo de inventione veritatis, et stultitiae tenebris penitus inhaerentem; nunc conantem in
las pasiones en la investigación de la verdad. lucem intelligendi, nunc fatigatione decidentem (De lib. arb. i 11,22: ML 32,1233)
44 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» IMTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 45
cierto espacio, o no se difundía, o no se condensaba, o no se el segundo, la humildad; el tercero, la humildad; y cuantas
hinchaba, o no admitía ni podía admitir una u otra de estas veces me preguntares, te repetiré lo mismo» l s .
modalidades, era la nada absoluta. Aquellas formas por encima Para formar, pues, una inteligencia profundamente veraz
de las cuales acostumbraban vagar mis ojos, correspondían a y cristiana y penetrar en los arcanos de lo real, es necesaria
las imágenes por las cuales erraba mi corazón» '. la humildad, pues así como la sensualidad arroja al hombre
He aquí una concepción del mundo, con pretensiones meta- a lo exterior, sujetándole a la idolatría de los sentidos y de la
físicas, determinada por una forma de vida, por un repertorio imaginación, así el orgullo lo clausura en sí mismo, en la an-
de impulsos vitales, que asumieron el mando supremo de las gosta mansión del yo, y en ambos casos le corta y mengua la
fuerzas del espíritu. capacidad del vuelo y la pura libertad de las alas interiores.
La sensualidad mantiene al hombre alejado del seno más El orgullo es el escollo empinado que obstruye la entrada en
profundo de lo real, o, como dirían los místicos españoles, en el puerto de la sabiduría y de la vida feliz " .
los arrabales del alma, esto es, lejos de aquella porción supe- También en este punto repite San Agustín la lección de
rior, a la que San Agustín atribuye la visión de las cosas inte- su experiencia filosófica. El platonismo le hizo hinchado y
orgulloso, mas no le reveló la diferencia «que hay entre la
ligibles, y a la que, como a tribunal de un eminente juicio, pre-
presunción y la confesión, entre los que ven adonde se debe
sentan los demás sentidos y potencias sus impresiones para que ir y no ven por dónde y la senda que lleva a la patria bea-
las juzgue, mientras ella sólo es juzgada por Dios 10. Este eclip- tífica, que no sólo debe ser de lueñe mirada, sino también de
se de la mens, esta obstrucción de las operaciones superiores dentro habitada» " .
del espíritu por el predominio de lo sensual, es manantial de En términos concretos, la humildad cristiana nos pone en
innumerables errores teóricos y prácticos, siendo su medicina el camino de Cristo, que es la Verdad y el Método para lle-
la pureza de corazón, con que se fortalecen las actividades gar a ella.
nobles del hombre. Quizá esto parezca un poco extraño para una criteriología,
El segundo escollo es el orgullo intelectual, por el cual pero no para una criteriología agustiniana, que es la del hom-
debe entenderse «el abandono total a sí mismo, el sentimien- bre concreto, llamado a la más alta vocación, cual es el cris-
to, no ciertamente confesado, pero real y dominante, que en tianismo. Cristo es para San Agustín el sumo criterio de la
cada filósofo se traduce en una exclusiva confianza en sí mis- Verdad absoluta, en el sentido ontológico, histórico y moral;
m o ; así el filósofo podrá tener muy bien conciencia de que la síntesis de la sabiduría y de la ciencia, el conocimiento de
ama la verdad absoluta y de someterse a ella; pero, en rea- las realidades divinas y humanas.
lidad, él ama únicamente lo que es creación de su propia La humildad cristiana es la total adhesión a Cristo, que
energía intelectual y se somete sólo a sus pensamientos. La ilumina al hombre con doble luz: la eterna y temporal, siendo
humildad, al contrario, es el despego de sí mismo, la dispo- a la vez la revelación del mundo visible e invisible.
sición a doblegarse a la autoridad divina; en fin, la convic- La doctrina de la iluminación agustiniana entraña la más
ción viva de no haber creado esta energía intelectual» M. profunda filosofía de la humildad. La breve alusión hecha por
Para San Agustín, la humildad es la base misma del cris- Alipio 15 a la necesidad de la luz superior: Etenim lumen ali-
quid isti posse ostendere homini quid sit verum, tum breviter
tianismo y una regla de oro en la investigación de la verdad.
tum etiam pie, logra la entusiasta aprobación de San Agustín
A un intelectual un poco engreído con sus cuestiones litera- e inicia sus fórmulas sobre el magisterio espiritual de Cristo,
rias—Dióscoro—escribió estas palabras, de tanta resonancia «inmutable virtud de Dios y eterna sabiduría, a la que consul-
y eco en la espiritualidad del cristianismo. A Cristo debe tan las almas racionales» 1G.
rendir el homenaje de su adoración la más sublime filosofía Nos hallamos aquí en el polo opuesto de todas las doctri-
de los antiguos—la platónica—, porque El es Verbo de Dios, nas racionalistas. No se niega el valor de la razón: lumen
la Razón ejemplar del universo, vestida de nuestra carne. creatum la llama el Santo, reconociendo su autoridad y su ran-
«A El, pues, quiero que te sometas con toda piedad, ni para go peculiar de excelencia; pero no es autónoma ni indepen-
conseguir y obtener la verdad quieras abrirte otro camino que diente. El sentimiento de independencia, fondo de todo orgullo
el que está ya preparado por aquel que conoce la flaqueza intelectual en los filósofos, está aquí sofocado por el de la ne-
de nuestros pasos. El primer camino, pues, es la humildad; JZ
Epht. 118,22- M L 33,442.
13
9
Cf. De beata vita: B A C , «Obras de Sao Agustín», t . l p.589-90.
Conf. VII 1. 11
10
Conf. VII 20.
De Inn x v 4 9 : M L 42,1096. 15
11
CA III 6 . 1 3 . M L 32,940.
J . M A R T I N , Les grands philosophes: S. Augustin p . 8 7 (París 1947). " D e magistro 1 1 , 3 8 . M L 32,1215.
46 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMK OS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 47
cesidad de un íntimo magisterio. Dios es el verdadero sol de introspección platónica, es decir, por la evidencia de las ver-
los espíritus, y fuera de su influencia sólo puede darse en los dades eternas. U n doble movimiento racional le impulsó hacia
hombres una ciencia afótica y triste, sin certeza ni claridad en la fe. Invertir este orden es falsear el hecho histórico de la
los grandes problemas que se refieren a Dios, al hombre y evolución religiosa del gran pensador, tal como lo ha descrito
al mundo. él en sus Confesiones y otros libros. En el proceso para alcan-
zar la sabiduría, según él, hay tres jalones indispensables:
CAPITULO VII una conquista de. la razón por la superación de la duda aca-
démica, una conquista de la fe por la razón y la gracia y una
UNA CONCLUSIÓN SOBRE EL PRINCIPIO DE LA FILOSOFÍA conquista o inteligencia de los contenidos de la fe por la sa-
DE SAN AGUSTÍN biduría.
De la sumaria exposición que hemos hecho de los funda- La fe ciertamente aguza la razón y aun la introduce en
mentos epistemológicos del saber, según San Agustín, convie- lo más íntimo de la verdad religiosa. Este aspecto es profun-
ne desglosar una conclusión sobre el principio de su filosofía. damente entrañable al agustinismo. Pero distingamos: prime-
La limpieza del ojo especulativo v la superación de la duda ro la razón dispone para la fe, y ésta lleva después a una
académica aparecen en el umbral del pensamiento filosófico más profunda razón, o sea a los arcanos misteriosos de lo real,
del Santo. Así se situó en el verdadero principio de la filoso- manifestado por la revelación de Cristo. Razón, fe y sabiduría
fía, pues, como dice Balmes, «el estudio de la filosofía debe resumen la vida intelectual de hecho y derecho en San Agus-
comenzar por el examen de las cuestiones de la certeza. Antes tín, y este orden no puede alterarse diciendo: fe, razón y sa-
de levantar el edificio es necesario pensar en el cimiento» \ biduría. La razón precede a la autoridad en el desarrollo his-
Por eso un moderno autor, Fr. Sladeczek, intitula un ensayo tórico del agustinismo.
de este modo: El conocimiento de sí mismo como fundamento Con razón combate el P . Portalié la opinión de Weber *,
de la filosofía de San Agustín2. Y el P . Thonnard afirma: según el cual la fe precede cronológicamente a la inteligen-
«La tesis agustiniana puede formularse de este modo: Toda cia; para comprender una cosa es necesario antes abrazarla
la filosofía comienza por una intuición plenamente cierta del por f e : credo ut intelligam. En otro pasaje dice: Credimus ut
mundo inteligible, esto es, de la verdad o de un objeto de co- intelligamus: non cognoscimus ut credamus5. Pero en todos
nocimiento, que se revela directamente y en plena evidencia al estos pasajes, continúa el P . Portalié, se trata sólo de la inte-
espíritu independientemente de los sentidos, y por consecuen- ligencia íntima de las verdades reveladas. En lo tocante a la
cia inmune de todo error» 3. preparación de la fe, ninguno ha señalado con más nitidez y
El edificio agustiniano comenzó a levantarse sobre esta se- moderación el papel que desempeña la razón, que precede y
gura base de la autocertidumbre y de la primacía de la expe- acompaña la adhesión del espíritu» .
riencia interior sobre la externa. Recordando unas ideas de Cierto que Gilson admite también la parte que correspon-
los Soliloquios, puede decirse que la filosofía en sus comienzos de a la razón con prioridad a la fe; mas considera toda esta
tiene las tres condiciones para lograr lo que busca: los ojos, propedéutica racional como algo postizo y extraño al espíritu
la mirada y la visión, o en otras palabras, consciente capaci- del agustinismo, porque la filosofía agustiniana «no ha querido
dad natural de conocimiento, método de investigación y u n ni puede ser más que una indagación racional del contenido
mundo de objetos que explorar y ver, como son Dios, el alma de la fe» '.
y el mundo. Mas ¿cómo se comprende que la base de un edificio tan
Con todo, Mr. Gilson, tan benemérito de los esludios agus- imponente como el de la cultura agustiniana pueda ser extra-
tinianos, ha puesto en otro orden las ideas agustinianas, aco- ña al edificio, porque es cierto que San Agustín considera la
giendo la opinión del historiador de la filosofía, Weber, y refutación de la duda académica como puerta de acceso a la
colocando la fe en el punto inicial del gran itinerario del filosofía, o investigación de la verdad? Todo pensar racional
Santo. descansa sobre la spes inveniendae veritatis.
Esta interpretación nulifica la rica experiencia de San Tampoco es admisible lo que dice en otra parte: «El pre-
Agustín, quien se acercó al cristianismo con la luz de la ra- servativo contra la duda es mucho menos el ego cogito que
zón, despertada de su letargo académico por el método de la el acto de la fe. El creyente en la palabra divina posee una
1
filosofía fundamental i 1. 4
Histoite de la Philosophie ed.4.« p . 1 6 8 .
2
Die Selbsierkenntnis ais Grundlage der Philosophie ttach der hl. Augustinus : 5
Tract. in lo. 1 0 . 9 : M L 35,1690.
«Scholastik» n i (1930) p.329-56. 6
D T C , S. Augustin col.2338.
3
Précis d'Histoire de la Philosophie n.I48. ' Introduction a l'étude de S. Augustin p . 3 9 .
48 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 49
verdad infinitamente más rica y fecunda que el ego cogito» \
La eliminación de la duda se produjo en San Agustín con el filosófico de nuestro Santo, porque él ha escudriñado el origen
hallazgo de las verdades eternas y de la autocertidumbre del de la certeza y el funcionamiento de nuestras facultades para
mundo interior. percatarse de la garantía de seguridad que ofrecen para una
La tesis gilsoniana halló pronta réplica en agustinólogos investigación sólida de la verdad. Se podrá discutir cuál es el
como B. Romeyer, Monnot, Arcy, etc. «M. Gilson—escribía el elemento formal e intimo que liga entre sí y forma la articu-
primero—parece creer que, a los ojos de San Agustín, el iti- lación orgánica del pensamiento agustiniano; pero son indis-
nerario del alma a Dios debe comenzar por la fe. Si así fuera, cutibles estas tres afirmaciones:
el más grande de los Padres de la Iglesia hubiera comprome- I . a La razón tiene una capacidad natural para conocer
tido lógicamente, en lo que atañe a sus raíces, esa misma fe las verdades del mismo orden, puesta sobre bases firmes por
saludable. En efecto, no considerar como una etapa metafísi- ban Agustín en su polémica antiacadémica.
camente primera y necesaria en el itinerario del alma a Dios 2." San Agustín ha aplicado fructuosamente dicha capa-
la fijación racional de las verdades que constituyen la base cidad a un inmenso orbe de ideas naturales y sobrenaturales,
de la fe, a lo menos de derecho, es anular este mismo itinera- creando no sólo en sí mismo, sino en muchísimos secuaces
rio. Zapad los fundamentos de un edificio, y se derrumba; suyos, una forma rnentis agustiniana, un peculiar modo de
cortad las raíces de un árbol, y se desploma; suprimid el punto contemplar el mundo y captar su realidad. Recuérdese para
de arranque de una ascensión, y ella se hace imposible. Por- ejemplo su aportación complejísima al campo de la psicología.
que fundamento, raíz, punto de partida, todo esto es, con res- El ha sido llamado «el mayor psicólogo del cristianismo» por
pecto a la fe y al itinerario del alma a Dios, el establecimiento Grabmann. «Hay en los escritos de San Agustín una plenitud
filosófico de ciertas verdades, reveladas o no, que constituye de psicología empírica, dice él mismo. El como pocos ha arro-
una etapa especial y absolutamente irreductible, una etapa pri- jado una mirada sobre su interior, ha observado y descrito los
mera y, por lo mismo, perfectamente indispensable. Como tal, procesos de su vida íntima, ha sondeado las leyes del aconte-
la fe cristiana debe apoyarse en una filosofía, y en una teodi- cer anímico. Sus Confesiones son verdaderamente una mina de
cea sobre todo, sin poder reducirse a ella» '. observación psicológica» " .
Gilson reaccionó a las críticas adversarias favorablemente» Pues bien: toda esta labor es puramente racional, apoyada
admitiendo una filosofía agustiniana, porque en última instan- directamente en la observación de los fenómenos. «Conviene
cia, al reducir el sistema de San Agustín al fideísmo, anulaba volver sobre los primeros escritos de San Agustín para captar
el pensamiento filosófico del Santo, quien ha sido llamado en sus ideas esenciales. En ellos se contiene lo que podía llamar-
nuestro tiempo por R. Eucken «el único gran filósofo del cris- se la filosofía de San Agustín, esto es, su concepción racional
tianismo», y por Blondel «vraiement le Pére de la philosophie del mundo. No es que él admita y dé un valor definitivo y
chrétienne», y por E. Przywara «Padre de toda la filosofía cris- completo a una sistematización del saber, que prescinda de la
tiana», y aun la no cristiana o moderna se halla empapada de revelación y del fin último del hombre, o sea, la visión intui-
esencias agustinianas 10. tiva de Dios. Si ningún pensador cristiano puede aceptar esta
concepción de una filosofía radicalmente autónoma, hermeti-
Ya hemos indicado antes que la adhesión a la fe va pre- zada en sí misma y considerada como absolutamente suficien-
cedida de una propedéutica racional, que él mismo nos ha des- te, San Agustín menos que nadie acogería tal modo de pensar.
crito, sobre todo en el librito de] Valor de la creencia, y que Para él, en el fondo, no hay más que una filosofía legítima,
es entrañable al agustinismo, no sólo en el proceso histórico esto es, la que combina las nociones que la razón puede descu-
de la conversión, sino en el asimilativo y defensivo del cris- brir por sí misma y sus fuerzas con las luces directrices de
tianismo. la revelación, como tampoco hay una sabiduría real más que
Pero anterior a ella, e igualmente necesaria para toda in- la que se orienta a la posesión de Dios y la visión beatífica» 12.
vestigación, es la capacidad radical de poseer un sistema de 3. a Esta suma de ideas racionales es susceptible de una
certidumbres, asequibles al espíritu, que llamamos filosofía, que sistematización o de una reducción a principios, si bien no rea-
en San Agustín es un itinerario que lleva a Dios, y en ella lizó él dicha síntesis; mas tampoco puede dudarse de que en su
colocamos el principio y el impulso racional del pensamiento mente forman un todo orgánico y coherente, cuya base forman
8
L' avenir de la métaphysique augustinienne' « M é l a n g e s Augustiniens», p . 3 ? 3 las conclusiones de los libros contra los académicos.
(París 1 9 3 1 ) .
0
Trois problémes de philosophie p . 2 0 3 ; Archines de Philosophie VI c.2 «Etudes Ha dado motivo a la opinión, combatida aquí, la impor-
sur S. Augustin» (París 1 9 3 0 ) .
10
tancia que la fe tiene en la marcha general del pensamiento
Cf. sobre este tema los interesantes trabajos del P . JOAQUÍN IRIARTE en Pen-
samiento (revista de investigación e información filosófica) : San Agustín, Padre de II
Grundgedanken des Hl. Augustinus über Seele und Gott p.21 (Kóln 1 9 2 9 ) .
toda la filosofía cristiana 6 (1946) u p.153-177. 12
R. J O L I V E T , S Augustin et le néoplatonisme ehrétien p.159 (París 1932).
50 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 51
agustiniano. En algún sentido puede admitirse lo de Gilson: a la negación de toda verdad inmutable, de todo dogma, y
«El nisi credideritis non intelligetis, será siempre la carta de apenas se cae en la cuenta del débilísimo fundamento sobre
toda filosofía agustiniana» ". La fe es grada de conocimiento, que se edifica de esta manera la vida» J. Ortega Gasset, al ca-
y la inteligencia, mérito de la fe: merces fidei. La filosofía racterizar los rasgos de la nueva filosofía, que se halla en ger-
apunta al logro de la sabiduría, la cual por la elevación de su minación, considera la suspicacia como uno de los ingredien-
objeto y por la forma sabrosa e íntima de alcanzarlo consti- tes del espíritu filosófico moderno. Descartes y Kant son los
tuye el tipo más elevado del saber humano. La fe engendra grandes suspicaces del universo y de la razón humana. Pues
conocimiento aun en el orden filosófico, pues es una especie bien: «la nueva filosofía, según Ortega, considera que la sus-
de iluminación interna del objeto que se nos propone para picacia radical no es un buen método. El suspicaz se engaña
creer, y tiene sus ojos de gran penetración: Habet namque a sí mismo, creyendo que puede eliminar su propia inge-
fides oculos suos, quibus quodammodo videt verum esse quod nuidad» \
nondum videt, et quibus certissime videt nondum se videre
La filosofía moderna es la filosofía de la desconfianza, por-
quod credit» " .
que es la filosofía de la fuga y del miedo a Dios, áncora del
Hay dos modos de iluminación de lo real: uno con los pensar y del ser, apoyo de todo optimismo metafísico. Única-
pensamientos de Dios, otro con los pensamientos de los hom- mente la filosofía cristiana conserva el optimismo y aun la
bres. También la razón es una luz creada, que vierte su res- dignidad de la razón, capaz de romper el cerco empírico y
plandor sobre cuanto existe. llegar a lo absoluto. Ella dice por San Agustín: Homines per-
cipere posse sapientiam, si se illius luci el calori se adtnove-
rints. Los hombres pueden llegar a la sabiduría si se arriman
CAPITULO VIII a su luz y calor. Pero el hombre moderno, en vastos sectores,
CONTRA LOS ACADÉMICOS DE HOY O LA FILOSOFÍA AGUSTINIANA
ha perdido esta confianza y seguridad, remozando toda la so-
ES UNA FILOSOFÍA DE LO ABSOLUTO
fística antigua en nuestro tiempo con nuevas armas, más bui-
das y brillantes. Enesidemo reunió en diez pensamientos fun-
La posición epistemológica de San Agustín, resumida bre- damentales o tropos sus reflexiones acerca de la duda escéptica,
vemente en esta introducción, no se ha inveterado y aun hoy para inculcar toda suspensión de juicio. Pero el substrato de
ofrece apoyo para una construcción sistemática del pensamien- su teoría es el relativismo del conocimiento, el cual depende
to. Dice Bernhard Jansen: «Estas dos cosas: el yo como punto de la diversidad de los seres vivientes, de los hombres en par-
de partida y la teoría del conocimiento constituyen lo más ticular, de la disposición de los órganos sensorios, del estado
íntimo del espíritu de la filosofía moderna. En ambas se mues- subjetivo del que conoce, de la educación, costumbres, medios
tra San Agustín en muy estrecha relación, y esto es precisa- culturales, etc. 6 Substancialmente, la misma tesis defiende el
mente lo que le hace tan moderno sobre todos los demás» \ positivismo de Spencer y de A. Comte, que es un escepti-
P o r esta modernidad de representante de la filosofía cristiana cismo metafísico. El subjetivismo y el relativismo enseñan que
del espíritu y de teórico del conocimiento se enfrenta con una la verdad tiene una validez limitada. No hay ninguna verdad
gran masa de académicos, que hoy pululan por doquiera. universalmente válida; pero mientras el subjetivismo hace de-
Balmes dice hablando del escepticismo: «Lo considero como pender el conocimiento humano de factores íntimos al sujeto
una de las plagas características de la época y uno de los más cognoscente, el relativismo subrava la dependencia con res-
terribles castigos que ha descargado Dios sobre el humano pecto a los factores externos, como la influencia del medio y
linaje» 2. Los sistemas idealistas subjetivos, así como el agnos- del espíritu del tiempo, la pertenencia a un círculo cultural
ticismo y materialismo, renuevan la postura de Arquesilao y determinado, etc. Oswaldo Spengler ha puesto en circulación
Carnéades. «Actualmente—dice J. de Vries—está demasiado estas ideas en su libro Decadencia de Occidente: «Sólo hay
difundida la opinión que desconfía del «intelecto». Las convic- verdades en relación a una humanidad determinada» '.
ciones que versan sobre la concepción del universo y sobre la Este relativismo, que considera la verdad como una fun-
religión se desarticulan en sentido relativista: se las considera ción variable de los sujetos pensantes, nutre la filosofía mo-
como cosas pertenecientes al orden sentimental, que cambian derna en vastos sectores de la opinión.
•con los pueblos y con los tiempos. Conscientemente se llega 3
Pensar y ser p.6.
13 4
L.c, p.361. Obras completas p.86l.
14 '6 Tract. in lo. 2,2: ML 35,1389.
Episl. 120,8: ML 33,456.
1
Wege der Weltweisheit p.81. Cf. AUGUSTO MESSER, Filosofía antigua y medieval p.206. Traducción de
2 X. 7ZUBIRI (Madrid 1927).
Cartas a un escéptico en materia de religión: «Obras», x p.26 (Barcelona 1925). Véase a J. HESSEN, Teoría del conocimiento p.51ss.
52 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 53
Cada época tiene su parcela y su estilo de verdad, que
varía según el gusto, las costumbres, la cultura de los tiem- mismas», el cristianismo lleva, como viático sagrado, el triple
pos. Lo que fué verdadero para nuestros antepasados no lo conocimiento de los orígenes, de los medios y fines, con que
es para nosotros. La verdad nada tiene de fijo y estable, por- se imprime un sentido firme y rectilíneo al movimiento del es-
que sigue el flujo viviente de la conciencia. La filosofía es píritu. Y si la tragedia incurable de la filosofía del devenir es
invención y reinvención perpetua, dice E. Le Roy s . Nadie pue- la falta de un destino asequible y racional, o digamos de un
de bañarse en el mismo río dos veces, decían los antiguos so- reposo último, la dicha del pensamiento cristiano es la fe y
fistas, para significar el flujo universal de las cosas y de las conocimiento de un puerto de descanso.
opiniones, que no ofrecen ningún punto de firmeza y apoyo. San Agustín ha sentido dramáticamente la temporalidad o
El error latente en estas concepciones relativistas y agnós- la movilidad del ser finito, pero él reclama la necesidad de un
ticas es la negación de lo absoluto, y más en concreto, la ne- principio y de una terminación. El ser móvil busca la quietud.
gación de Dios, fundamento último del universo y del pensa- La inquietud humana carece de sentido sin la posibilidad del
miento creado. Dios no está al alcance de la observación em- logro del reposo, a que aspira. Así todo el ser de la criatura
pírica, ni puede tocarse con el escalpelo o verse en el micros- racional se dispara hacia lo absoluto, como momento necesario
copio, ni sublimarse en una alquitara. Lo transitorio y lo fe- de su dialéctica interna, porque en él halla lo que apetece:
noménico es de nuestro único dominio. Ibi requies appetendi, ibi fruendi securitas, ibi tranquillissimum
gaudium optimae voluntatis10. En Dios está el descanso de
San Agustín conoció esta plaga máxima del espíritu, que
todo movimiento apetitivo, en El la seguridad de fruición y
se llama materialismo, inconciliable con la doctrina del valor
el gozo tranquilísimo de la mejor voluntad. Todo el anhelo,
absoluto del conocimiento. Entonces fué un puro siervo de la
pues, de la filosofía de San Agustín repercute en el clamor de
temporalidad, es decir, del relativismo: devorans témpora et
las Confesiones: Fecisti nos ad te, Domine, et inquietum est
devoratus temporibus, se define a sí mismo. Y la dialéctica la-
cor nostrum doñee requiescat in te".
boriosa de su resurgimiento comenzó con el recobro de lo que
llama él ratiocinandi fidueia, la confianza en las fuerzas dia- Aquí está la verdad radical de la filosofía y de la existen-
lécticas del espíritu, el descubrimiento de las verdades abso- cia agustiniana, el absoluto, en que ancla el ser finito. No es
lutas. Por eso, frente a la filosofía subjetivista, sin certidum- éste el absoluto de Aristóteles, el puro pensamiento que se
bres ni seguro punto de apoyo, la filosofía de San Agustín, piensa a sí mismo en una lejanía inaccesible; ni el absoluto
realista y trascendente, se muestra como una gran filosofía de del neoplatonismo, el Uno adonde regresan los seres, para
lo Absoluto, el cual en el proceso del ser, del conocer y del fundirse en la identidad de una substancia eterna; ni el abso-
querer, señala el término de todas las aspiraciones humanas. luto de la filosofía germánica, formulado por Hegel y sus
Hay una palabra oscura y cara al espíritu moderno, por discípulos, o el incognoscible de Hartmann, sino el Dios vivo
cifrarse en ella su pensamiento: es el devenir. Según Nietzsche, del Evangelio, inmanente en nosotros, religado íntimamente
el mérito mayor de los alemanes ha sido el haber enseñado «el a nuestro ser, sin posible ruptura, porque ni El puede dejar-
devenir con una radical repulsión al concepto del ser. La evo- nos a nosotros ni nosotros podemos dejarlo a El. Lo absoluto
lución es el verdadero hallazgo y acierto alemán en el gran se presentó a San Agustín después de la crisis relativista y
reino de las fórmulas filosóficas» *. escéptica, como verdad primera y fontal, razón del cosmos y
luz de las inteligencias creadas. El dichoso hallazgo le libertó
La inquietud de la contradicción es la raíz de todo movi- de la duda académica, suministrando muy hondos y nuevos
miento y vida, y de ella ha hecho la filosofía de Hegel la en- fundamentos a su existencia. Su gnoseología coincide con este
traña misma de lo absoluto. Hay una palabra clara y cara descubrimiento: Intravi in intima mea, duce te, dice el gran
a los filósofos cristianos, en que se envuelve también la idea Doctor. Hasta entonces había vagado fuera, en el extrarradio
del devenir o del movimiento incesante del hombre en su mar- de la verdad, en la región lejana de los sentidos, país de dis-
cha a lo absoluto: es la palabra viator, el viador. Todo cris- persión y de hambre. Entonces entró en sí mismo, porque el
tiano en este mundo es un viador, un caminante. Pero lo que espíritu es un ser prodigioso que tiene la virtud de entrar en
da un sentido claro a este viaje son tres cosas: el principio, sí mismo, en las estancias y moradas interiores. Y lo más pro-
el camino y el término. Y mientras en el devenir de la filosofía digioso de esta morada interior es que tiene una abertura ce-
moderna todo es obscuro, pues no se sabe de dónde se viene, nital, por donde se filtra la luz de lo absoluto. Es decir, San
por dónde se va y a qué meta se arribará finalmente, porque Agustín, entrando en sí mismo, descubrió el esplendor del ser
el mundo es «un mar de fuerzas flotantes y tormentosas en sí de la divinidad. Este ingreso en sí v egreso de sí al través de
8
Ifi abertura cristalina del espíritu a lo absoluto son los dos mo-
Véase a J DE TONQUÉDEC, La notion de vérité danj la philosophie nouvelle
9
(París 19081 Cit. por H F I M S O E T H , O C , p . 2 3 9 . ln
Bpíst. 1 1 8 , 3 . 1 3 : M I . 33.438 " Conf i 1
54 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 55
vimientos dialécticos principales del hombre agustiniano. Al
contrario, la filosofía moderna, al ingresar en el espíritu, ha
caído en él, como en una trampa, sin salida y sin luz trascen-
dente. Y toda su vida se reduce a la tremenda monotonía del
APÉNDICES
movimiento circular en torno a sí mismo.
En San Agustín, el descubrimiento de Dios coincide exac- I. L A FILOSOFÍA CRISTIANA EN LA POLÉMICA ANTIACADÉMICA
tamente con Ja salvación de la duda, o la epifanía de las ver-
dades eternas. Surge de aquí una filosofía esencialmente teológi- Se ha suscitado en nuestro tiempo una acalorada discusión
ca, orientada a explicar lo finito por lo infinito, por hallarse en torno al concepto y problema de la filosofía cristiana, donde
aquél totalmente bañado en el ser de éste. La relación de lo ha sido traído y llevado el nombre de San Agustín. Para una
finito e infinito descubierta por San Agustín en el fenómeno información completa de esta polémica remitimos al lector a
del conocimiento es una raíz ontológica que no puede supri- un estudio concienzudo y rico de noticias del P . Joaquín Iriar-
mirse, so pena de dejar al hombre con las raíces al aire, en te, S. J. \ Todos convienen en que el pensador hiponense encie-
la postura lastimosa de un ser vencido. El Espíritu infinito es rra un riquísimo caudal de ideas filosóficas, asimiladas en el
el gran postulado del ser finito, en la esfera ontológica y en organismo de su cultura. Más a ú n : críticos eminentes le han
la gnoseológica. Nuestras tendencias estéticas, lógicas, morales, dado el título de «Padre de toda la filosofía cristiana», y el mis-
reclaman el apoyo de lo absoluto, que es nuestro complemento. mo Gilson ha llegado a decir: «Para ser cristiana, una filosofía
Se dice que ser «consiste en estar abierto a las cosas. La será agustiniana o no lo será.»
exterioridad del mundo no es un simple jactum, sino la estruc- Mas aquí nos conviene señalar la polémica antiacadémica
tura ontológica formal del sujeto humano» 12. Pero el espíritu, como germen inicial de las directrices del pensamiento de San
como tiene una abertura horizontal a las cosas mundanas, tiene Agustín, filósofo cristiano. Particularmente son interesantes en
también otra cenital al Creador, que igualmente pertenece a la este punto los capítulos XIX y XX del libro III, porque en ellos
biosfera del hombre. Y aquí San Agustín nos retransmite lo se formula su manera de pensar en torno a las relaciones entre
mejor del espíritu de la filosofía religiosa de la antigüedad. la razón y la fe.
Lo peculiar de su criteriología consiste en haber anclado el Según muchos, a los que se inclina el Santo, hay una con-
orden del conocer en las verdades absolutas, superando todo cordia fundamental entre los dos maestros de la filosofía an-
relativismo y contingentismo del pensamiento. tigua, Aristóteles y Platón, los cuales sólo a los ojos de los
Y este absoluto lo han presentido o postulado todas las indoctos y menos avisados ofrecen disonancias. «Así, después
grandes filosofías: la de Platón, al admitir una fuente uni- de muchas reyertas, se ha elaborado, como yo opino, la disci-
versal de la luz inteligible; la de Aristóteles, el teórico de la plina de una filosofía verdaderísima.» La armonía de Aristóte-
abstracción, que también se vio obligado a suponer en el en- les y Platón constituye para el Santo la verissima philosophiae
tendimiento agente cierto rasgo divino, pues lo que da la inte- disciplina.
ligibilidad a las cosas no puede ser sino el que les da el ser; Pero esta filosofía, sobre todo por impulso de Platón, aspira
la de Santo Tomás de Aquino, el cual sostiene que el enten- al mundo inteligible, o reino de las ideas divinas, es decir, a
dimiento es impressio quaedam divinae veritatis; la de los una explicación racional y última del mundo por sus razones
ontologistas, quienes para salvar el valor de las verdades eter- causales o ejemplares, que residen en la mente del Creador. El
nas apelan a la misma inteligencia divina I3. Fuera de esta co- mejor discípulo de San Agustín, San Buenaventura, ha dicho:
nexión de la razón humana con lo absoluto sólo hay subjeti- Verus metaphysicus dicit: Exivi a te, Deo, causa prima et sum-
vismo, agnosticismo y relativismo académico " . ma, et venio ad te, causam summam, per te, causam summam.
Haec est tota riostra metaphysica: de emanatione, de exempla-
1Z
13
ZUBIRI, o.c, p.428. lione, de consummatione. Igitur radiis solis aeterni illumineris
Véase a L. V E U T H E Y , Métaphysique d'expérlence p.40-41 (Assisi 1933).
1i
Como muestra del valor actual de los libros Contra los académicos, puede et reducaris ad summum et eris verus metaphysicus
considerarse la monografía de J. DE V R I E S , S. I., Pensar y ser. Versión española He aquí la esencia pura del agustinismo, como conato de
por J. A. M E N C H A C A , S. I. ( M a d r i d 1945). Vries es u n o de los pensadores y cri-
teriólogos más sólidos en el campo de la filosofía cristiana d e hoy. Su libro se explicación racional y última del mundo.
mantiene adicto a las posiciones fundamentales d e San A g u s t í n , sobre la concien- Juntamente con este impulso que enlaza la razón humana
cia y los principios evidentes como p u n t o de partida en la justificación de la crí-
tica del conocimiento. El mismo t í t u l o : Pensar y ser, recuerda el texto agustiniano, con la Razón de Dios, dentro de un orden natural, pues el ejem-
tan rico de s e n t i d o : lntelligere autem quid est nisi ipsa luce mentís illustrius per- plarismo platónico-agustiniano es fruto del discurso y de la
fectiusque úvere? (De lib. arb. n 1 1 , 3 0 : M L 32,1257). Véase en la primera p a r t e
los capítulos dedicados a la conciencia, como punto de p a r t i d a , y el valor de K 1
Ct. Pensamiento 1 (1945) 7 - 2 9 ; 3 (1945) 2 7 5 - 2 9 8 ; 6 ( 1 9 4 6 ) : San Agustín,
principios. Padre de toda la filosofía cristiana p.153-177.
2
Col. in Hexaem. serm.l.
56 lMRODUtCIÓN A «( ONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «r ONTRA LOS ACADÉMICOS» 57
contemplación del cosmos, inserta San Agustín otro no menos Patris, la Forma formarum, la intelligibilis lux, con que lucen
íntimo: la necesidad de un socorro divino para llegar al supre- todas las cosas.
mo reino de valores vislumbrados por la inteligencia humana. Pero el Verbo del Padre no sólo es el principio generador,
La razón de los filósofos, lo que llama él ratio subtilissima, sino el principio regenerador del mundo.
los esfuerzos más geniales de la filosofía y de la cultura, son im- Una profunda experiencia espiritual, una ahincada contem-
potentes para elevar la gran masa humana del materialismo de plación del desorden del mundo, manifestaron a San Agustín
la vida a la cima luminosa de la Razón creadora del cosmos, la necesidad de este principio regenerador, poniéndole en el
donde se contiene mejorado lo que acá abajo nos arrebata. De umbral del misterio de Cristo, es decir, en las puertas de la fe.
aquí la necesidad de un socorro divino: animas multiformibus Para él, el hombre concreto, el hombre vivo, agitado por una
erroris tenebris caecatas, et altissimis a corpore sordibus oblitas, aguda inquietud espiritual, es un clamor angustioso pidiendo el
nunquam ista ratio subtilissima revocaret, nisi summus Deus complemento de Cristo, la gracia del Salvador.
populan quadam clementia divini intellectus auctoritatem us-
que ad ipsum corpus humanum declinaret, atque submitteret; Así Cristo, en su doble raíz de principio generador y regene-
cuius non solum praeceptis, sed etiam factis excilatae animae rador del mundo, se injiere en la medula misma de su filosofía,
rediré in semetipsas et respicere patriam, etiam sine disputatio- que es la ciistiana.
num concertatione potuissent \ Los esfuerzos más sostenidos del que ha sido llamado por
un teólogo de nuestros días, el cardenal Lepicier, «il piú santo
Nótese el contraste entre la ratio subtilissima y la clementia dei filosofi, il piú filosofo dei santi» ', se concentraron en la de-
popularis del sumo Dios. Los aristócratas de la inteligencia, los claración del misterio de Jesús.
luminares de la cultura, no pueden curar la ceguera de los hom- Y por eso toda su filosofía se encierra en este tríptico: or-
bres ni combatir las tinieblas de sus errores; pero la divina cle- den, desorden, gracia: creación, caída, redención: el Verbo del
mencia ha abatido la alteza y autoridad del entendimiento su- Padre, que habla por el universo, o el lenguaje de las criaturas;
premo hasta la humildad y bajeza del cuerpo humano—la en- el Verbo revelado, que resuena en el mundo por la profecía,
carnación del Verbo de Dios—, para que con su doctrina y y el Verbo encarnado, que se deja ver, oír y tocar de sus her-
ejemplos las almas se despierten de su letargo y vuelvan los manos los hombres.
ojos a aquella patria sin barullo de discusiones.
En íesumen: la conclusión de los libros Contra los académi-
Se alude aquí, enlazándose con la criteriología agustiniana, cos nos da las directrices del pensamiento de San Agustín, o de
un grande hecho de carácter filosóficorreligioso: la convenien- la filosofía cristiana, la cual contempla el mundo al resplandor
cia de la revelación y de la encarnación. El mundo puede ser de la Verdad eterna, Cristo, en todas sus conexiones; es una
salvado por el Verbo de Dios hecho carne, por la clemencia po- filosofía platónica y ejemplarista, eminentemente antropológica,
pular de la Verdad misma, que se humana y brilla a nuestros porque estudia al hombre en su ser concreto, con mayor sagaci-
mismos sentidos. dad v hondura que toda otra filosofía. En la plenitud de su con-
Dos fuerzas se interponen aquí: la razón y la autoridad, tenido admite los esfuerzos de Aristóteles y de Platón, que re-
la filosofía y epifanía humana de Cristo, verdad absoluta. presentan la cima humana del pensamiento puro.
El pensamiento filosófico de San Agustín entraña una doble Y esto no sólo da una fisonomía propia, es decir, un conte-
polaridad: hacia Platón y hacia Cristo. Y adviértase que lo nido y temas propios, sino también una forma mentís, o manera
que debe definir a la filosofía cristiana como cristiana es su particular de mirar todo el orbe de lo real.
polaridad hacia el segundo. Una filosofía que no asimile pro- Así ha nacido la filosofía de San Agustín, que es la flor de
fundamente a Cristo, ¿qué título puede tener para llamarse la filosofía cristiana.
cristiana? 4
Acta HebdomaJae augusttniano-tomistae p.61 (Romae 1931).
Y esta conexión con Cristo es la substancia y contenido más
formal del pensamiento filosófico de San Agustín. Si alguna
filosofía puede llamarse cristiana, es la suya, por su orientación
radical a explicarlo todo por el misterio de Cristo. El platonis-
mo, en su más valioso contenido, es decir, la doctrina de las
ideas, es un impulso dialéctico que lleva a Cristo, como razón
ejemplar del mundo y sol eterno de las inteligencias criadas. El
mundo inteligible de Platón es para San Agustín el Verbum
3
CA ni 19,42 ML 32.956.
58 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CO^RA LOS ACADÉMICOS» 59
II. D E L LIBRO PRIMERO DE LAS «RETRACTACIONES» bres tienen la pésima costumbre de decir, en vez de «Dios lo
ha querido, la fortuna lo ha querido».
1. Habiendo dejado, pues, ya las cosas que había logra- De lo que dije también allí: Así está determinado, ora por
do, siguiendo en pos de las ambiciones del mundo, ya las que nuestros méritos, ora por una necesidad de la naturaleza, que
tenía deseo de conseguir, acogiéndome al descanso de la vida el ánimo divino, apegado a las cosas corruptibles, no sea aco-
cristiana, aunque todavía sin recibir el bautismo, escribí pri- gido de ningún modo en el puerto de la filosofía, o ninguna
mero los libros Contra los académicos o acerca de ellos, con de las dos expresiones debía haberse puesto, porque ya así
el fin de apartar de mi ánimo, con cuantas razones pudiera, ofrecía el sentido completo, o era bastante decir por nuestros
los argumentos que todavía me hacían fuerza, con los cuales méritos, pues heredamos en verdad nuestra miseria de Adán;
quitan ellos a muchos la esperanza de hallar la verdad y no y holgaba añadir ora por necesidad de la naturaleza, pues la
permiten dar asentimiento a alguna cosa, sin consentir ni al dura necesidad a que se halla sometida nuestra condición na-
sabio que apruebe verdad alguna, como si fuera manifiesta y tural se originó de los méritos precedentes de la culpa.
cierta, pues todo, según ellos, está envuelto en tinieblas e in- También lo que dije: Que nada absolutamente se lia de
certidumbre. honrar, y que se debe rechazar todo lo que se ve con los ojos
2. En estos libros no me agrada el haber nombrado tan- mortales, todo lo que percibe algún sentido, ha de completarse
tas veces la fortuna, si bien no era mi intención significar con diciendo: todo lo que percibe sentido alguno de cuerpo mortal,
tal nombre ninguna deidad, sino más bien los acontecimientos porque también hay un sentido de la mente. Mas entonces ha-
fortuitos de las cosas en lo relativo a los bienes del cuerpo y blaba yo al estilo de los que entienden por sentidos únicamen-
a los bienes y males externos. De aquí se deriva el uso de las te los del cuerpo, y por cosas sensibles las corporales. Y así,
palabras, que ninguna religión prohibe (forte, forsan, forsitan, donde me expresé de este modo, poco se evitó la ambigüedad,
fortasse, fortuito), tal vez, acaso, quizá, por casualidad, fortui- a no ser entre los que acostumbran a hablar así.
tamente; mas todo esto debe dirigirse a la divina Providencia. Dije también: ¿Qué piensas que es vivir dichosamente, sino
Tampoco omití allí esta idea: Pues tal vez lo que vulgarmente conformarse a lo más excelente que hay en el hombre? Y ex-
se llama fortuna, está gobernado por un orden oculto; y lla- plicando luego qué entendía por la porción más noble, añadí:
mamos casualidad en las cosas aquello cuya razón y causa se ¿Quién dudará de que lo mejor del hombre es la parte del
nos va de vuelo. Verdad es que consigné esto allí; con todo, ánimo, a cuyo imperio es justo se sometan las demás? Y esta
me pesa el haber nombrado la fortuna, pues veo que los hom- parte, para que no me pidas más definiciones, puede llamarse
mente o razón.
II. Ex LIBRO PRIMO «RETRACTATIONUM» illic nominasse lortunam, cum videam homines habere in pessima con-
suetudine, ubi dici debet: Hoc Deus voluit, Hoc voluit fortuna.
1. Cum eigo reliquissem, vel quae adeptus fueram in cupidita- Quod autem quodam loco dixi: ha comparatum est, swe pro meritis
tibus huius mundi, vel quae adipisci volebam, et me ad christianae vitae nostris, sive pro necessitate naturae, ut dwinum animum mortalibus in-
otium contulissem; nondum baptizatus, contra académicos vel de acade- haerentem nequáquam philosophiae portus accipiat, etc. = , aut nihil ho-
micis primum scripsi, ut argumenta eorum, quae multis ingerunt veri rum duorum dicendum fuit, quia etiam sic sensus posset esse integer;
inveniendi desperationem, et prohibent cuiquam rei assentiri, et omnino aut satis erat dicere, pro meritis nostris, sicut verum est ex Adam tracta
aliquid, tanquam manifestum certumque sit, approbare sapientem, cum miseria: nec addere, sive pro necessitate naturae, quandoquidem natu-
eis omnia videantur obscura et incerta, ab animo meo, quia et me mo- rae nostrae dura necessitas mérito praecedentis iniquitatis exorta est.
vebant. quantis possem rationibus amoverem. Quod miserante atque adiu- Itemque illic quod dixi: Nihil omnino colendum esse, totumque
vante Domino factum est. adiiciendum quidquid mortalibus oculis cernitur, quidquid ullus sensus
2. Sed in eisdem tribus libris meis, non mihi placet toties me ap- attingit3; addenda erant verba ut diceretur, quidquid mortahs corporis
pellasse Fortunam 1 ; quamvis non aliquam deam voluerim hoc nomine ullus sensus attingit; est enim sensus et mentis. Sed eorum more tune
intelligi, sed fortuitum rerum eventum, vel in coipor¡« nostri, vel in loquebar. qui sensum non nisi corporis dicunt, et sensibilia non nisi
externis bonis aut malis. Unde et illa verba sunt, quae nulla religio corporalia. Itaque ubicumque sic locutus sum, parum est ambiguitas evi-
dicere prohibet: Forte, forsan, forsitan, fortasse, fortuito: quod tamen tata, nisi apud eos quorum consuetudo est locutionis huius.
totum ad divinam revocandum est providentiam. Hoc etiam ibi non ta- ítem dixi: Quid censes aliud esse beate vivere, nisi secundum id
cui dicens: Etenim fortasse quae vulgo fortuna nominatur, occulto quo- quod in homine optimum est, vivere? Et quid dixerim, in homine esse
dam ordine regitur: nihilque aliud in rebus casum vocamus, nisi cuius optimum, paulo post explicans: Quis, inquam, dubitaverit, nihil esse
ratio et causa secreta est. Dixi quidem hoc, verumtamen poenitet me sic aliud hominis optimum, quam eam partem animi, cui dominwiti obtem-
1
I. 1 c 1 n 1 et 7. - Ibid
3
Jbid , n 3
ÜO INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS»
INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADÉMICOS» 61
V e r d a d es esto, p u e s en lo q u e a t a ñ e a la n a t u r a l e z a del
h o m b r e , n i n g u n a cosa h a y en él m e j o r que la m e n t e y r a z ó n ; E n o t r o l u g a r , h a b l a n d o del a l m a , d i j e : Para volver más
m a s n o debe vivir según e l l a el q u e desea v i v i r f e l i z m e n t e , segura al cielo. M e j o r se h u b i e r a d i c h o ir q u e v o l v e r , m i r a n d o
p u e s así vive según el h o m b r e , c u a n d o es n e c e s a r i o vivir se- el e r r o r de los q u e p i e n s a n q u e l a s a l m a s h u m a n a s , p o r mé-
g ú n D i o s p a r a p o d e r l l e g a r a la b i e n a v e n t u r a n z a . P u e s p a r a rito de sus p e c a d o s , c a y e r o n o f u e r o n a r r o j a d a s del cielo y
a p r i s i o n a d a s en el c u e r p o .
l o g r a r l a n o h a de c o n t e n t a r s e de sí m i s m a , s i n o a D i o s d e b e
someterse n u e s t r a m e n t e . M a s n o d u d é en d e c i r l o así, in caelum, c o m o si dijese in
Deum, a Dios, q u e es a u t o r y c r e a d o r , p o r q u e t a m b i é n S a n
E n o t r o l u g a r dije, r e s p o n d i e n d o a m i c o n t r i n c a n t e : En esto C i p r i a n o e s c r i b i ó : Pites como tenemos el cuerpo de la tierra y
ciertamente no yerras, y te deseo que ello sea un augurio para el alma del cielo, somos tierra y cielo. Y en el l i b r o del Ecle-
lo demás. A u n q u e esto se dijo en b r o m a y n o en serio, n o q u e - siastés se l e e : Vuélvase el espíritu a Dios, que se lo dio. Todo
r r í a se h u b i e s e e m p l e a d o tal p a l a b r a (ornen), pues no recuer- lo c u a l debe e n t e n d e r s e sin c o n t r a d e c i r a la d o c t r i n a del Após-
d o h a b e r l a visto n i en las S a g r a d a s E s c r i t u r a s n i en el estilo t o l , c u a n d o dice que los n o n a c i d o s n o h a n h e c h o n i bien n i
de los e s c r i t o r e s eclesiásticos, si b i e n de ella se d e r i v a la p a l a - m a l . I n d i s c u t i b l e m e n t e , p u e s , en cierto m o d o el l u g a r original
b r a abominación, tan c o r r i e n t e en las d i v i n a s L e t r a s . de l a felicidad del a l m a es el m i s m o D i o s , el c u a l n o la engen-
3 . E n el s e g u n d o l i b r o es t o t a l m e n t e i n e p t a e i n s u l s a a q u e - d r ó de su m i s m a s u b s t a n c i a , sino l a creó de la n a d a , como
lla, d i g á m o s l o así, f á b u l a de la filocalia y filosofía, de q u e creó el c u e r p o de la t i e r r a . M a s en lo t o c a n t e al o r i g e n de su
son hermanas, nacidas de un mismo progenitor. P u e s lo q u e infusión en el c u e r p o , n i e n t o n c e s l o sabía n i a h o r a puedo
se l l a m a filocalia es u n a b a g a t e l a , y, p o r lo m i s m o , n o es her- d e c i r si p r o c e d e de a q u e l h o m b r e ú n i c o que fué c r e a d o el p r i -
m a n a de la filosofía; o si se q u i e r e r e s p e t a r este n o m b r e , q u e , m e r o , al t i e m p o q u e fué a n i m a d o p o r el s o p l o de D i o s , o si,
v u e l t o al l a t í n , significa el amor de la hermosura, verdadera y de u n m o d o s e m e j a n t e , c a d a a l m a es c r e a d a p a r a cada u n o
s u m a h e r m o s u r a es la de la s a b i d u r í a ; y en ese caso, t r a t á n - de los i n d i v i d u o s * .
dose de cosas e s p i r i t u a l e s y e l e v a d a s , u n a y m i s m a cosa son 4 . E n el l i b r o t e r c e r o se d i c e : Si me preguntas qué me
filosofía y filocalia, n i se h a n de c o n c e b i r c o m o dos h e r m a n a s . parece, creo que en la mente del hombre se halla el sumo bien
del mismo. M e j o r h u b i e r a d i c h o : en D i o s , p u e s de E l goza
perore convenit cetera quaeque in homine sunt? Haec autem, ne aliam
la m e n t e p a r a l o g r a r l a d i c h a , c o m o de su b i e n s u p r e m o .
postules definitionem, mens aut ratio dici potest4.
Hoc quidem verum est; nam quantum attinet ad hominis naturam, Alio loco de animo, cum agerem, dixi: securior rediturus in caelum3.
nihil est in eo melius quam mens et ratio; sed non secundum ipsam Iturus autem, quam rediturus dixissem securius, propter eos qui putant
debet vivere, qui beate vult vivere, alioquin secundum hominem vivit, ánimos humanos pro meritis peccatorum suorum de cáelo lapsos sive
cum secundum Deum vivendum sit, ut possit ad beatitudinem pervenire; deiectos, in corpora ista detrudi.
propter quam consequendam non seipéa debet esse contenta, sed Deo Sed hoc ego propterea non dubitavi dicere, quia ita dixi in caelum,
mens nostra subdenda est. tanquam dicerem, ad Deum, qui eius est auctor et conditor, sicut bea-
ítem respondens ei cum quo disputabatur: Hic plañe, inquam, non tus Cyprianus non cunctatus est dicere: Nam cum cor pus e térra, spi-
erras; quod ut tibí ornen sit ad reliqua, libenter optaverim5. Hoc licet ritum possideamus e cáelo, ipsi térra et caelum sumus". Et in libro-
non serio, sed ioco dictum sit, nollem tamen eo verbo uti. Ornen quippe Ecclesiastae scriptum est: Spiritus revertatur ad Deum, qui dedit illum1".
me legisse non recoló, sive in sacris Litteris nostris °, sive in sermone Quod utique sic intelligendum est. ut non resistatur Apostólo dicenti,
cuiusquam ecclesiastici disputatoris, quamvis abominado inde sit dicta, nondum natos nihil egisse boni aut mali u . Sine controversia ergo quae-
quae in divinis Libris assidue reperitur. dam originalis regio beatitudinis animi, Deus ipse est, qui eum non
3. Tn secundo autem libro pro:sus inepta est et insulsa illa quasi quidem de seipso genuit, sed de nulla re alia condidit, sicut condidit
fábula de philocalia et philosophia, quod sint germanae et eodem pá- corpus e térra. Nam quod attinet ad eius originem, qua fit ut sit in
rente procreatae \ Aut enim philocalia quae dicitur. non nisi in nugis corpore, utrum de illo non sit, qui primum creatus est, quando factus
est, et ob hoc philosophiae milla ratione germana: aut si propterea est est homo in animam vivam; an similiter ita fiant singulis singuli, nec
hoc nomen honorandum, quia latine interpretatum, amorem significa! tum sciebam nec adhuc scio.
pulchritudinis. et est vera ac summa sapientiae pulchritudo; eadem ipsa 4. In tertio libro dixi: S Í quid mihi videatur quaeris, inquam: in
est in rebus incorporalibus atque summis philocalia quae philosophia, * Alude el Santo a sus vacilaciones sobre el origen del alma, o mis bien el
ñeque ullo modo quasi sórores duae. tiempo de la creación e infusión en el cuerpo. Ni admitió nunca el traducianismo
como doctrina segura, aunque a veces se muestre favorable a dicha opinión- A ua
4
Ibid., c 2 o.5. amigo que le consultó sobre este punto le dice: De qua re scire te voló, '« tam
5
lbid., c.4 n. i i . mullís opusculis meis nunquam me juhse ausum de hac quaestione dejinttam proferre-
* «Ornen tamen legimus 3 Reg. 20,33. At S. Augustinus vel non legerat in stntentiam (Bpist. 190,2: ML 33,857).
versione qua utebatur, vel quia sermo ibi est de paganis viris, profani vocabuli * L.2 c.9 n.22.
usum inde approbandum esse non existimavit» (ML 32,586a). ''10 CYPRIANUS, De oratione dominica.
7 Eccl. 12,7.
L.2 L.3 n.7.
" Rom. 9.11.
62 INTRODUCCIÓN A «CONTRA LOS ACADtMIfOS»
la q u e h a s q u e r i d o ser m á s l i b e r a l q u e l i c o ; p o r la q u e p r e - de sei e x c l u i d a de su s e n o ; y p a r a e s t i m u l a r t e a p o s e e r l a y a
feriste ser m á s j u s t o q u e p o d e r o s o , sin ceder j a m á s a la a d v e r - a b r e v a r en e l l a con m á s avidez, a u n q u e y a conozco b i e n tu
s i d a d y a l a i n j u s t i c i a ; esa d i s p o s i c i ó n , te r e p i t o , esa n o sé s e d , h e q u e r i d o enviarte, d i g á m o s l o así, este s o r b o ; te r u e g o
q u é p e r r o g a t i v a d i v i n a , q u e e s t a b a c o m o s e p u l t a b a j o el s u e ñ o n o frustres la esperanza q u e a b r i g o de q u e te s e r á m u y a g r a -
l e t á r g i c a de la v i d a , se h a p r o p u e s t o la o c u l t a P r o v i d e n c i a d a b l e y, p o r decirlo así, e s t i m u l a n t e . T e h e m a n d a d o redac-
d e s p e r t a r con t a n diversos y fuertes s a c u d i m i e n t o s . t a d a l a discusión que t u v i e r o n e n t r e sí T r i g e c i o y L i c e n c i o .
D e s p i é r t a t e , d e s p i é r t a t e , te r u e g o ; créeme, será p a r a ti u n a P u e s h a b i é n d o s e n o s l l e v a d o al p r i m e r o la m i l i c i a p o r a l g ú n
d i c h a q u e n o te h a y a n c a u t i v a d o con sus h a l a g o s los f a v o r e s t i e m p o , c o m o p a r a vencer el fastidio del e s t u d i o d e l a s disci-
de este m u n d o q u e s e d u c e n a los i n c a u t o s . T a m b i é n se e m p e -
p l i n a s , n o s lo devolvió con u n a a r d e n t í s i m a p a s i ó n y voraci-
ñ a b a n en s e d u c i r m e a m í , a u n q u e reflexionaba t o d o s l o s d í a s
d a d de las g r a n d e s y n o b l e s a r t e s .
s o b r e estas cosas, a n o h a b e r m e f o r z a d o u n d o l o r de p e c h o a
a b a n d o n a r m i c h a r l a t a n e r í a p r o f e s i o n a l y a r e f u g i a r m e en el P a s a d o s , p u e s , muy p o c o s d í a s , d e s p u é s de c o m e n z a r nues-
seno de l a filosofía. t r a v i d a de c a m p o , c u a n d o , al e x h o r t a r l o s y a n i m a r l o s a los
E l l a es la q u e a h o r a , en el d e s c a n s o tan d e s e a d o , m e a l i - e s t u d i o s , los vi tan d i s p u e s t o s y s u m a m e n t e a n s i o s o s , m á s de
m e n t a y c o n f o r t a ; e l l a m e h a l i b e r t a d o e n t e r a m e n t e de a q u e l l a d e lo q u e y o h a b í a deseado, quise p r o b a r sus f u e i z a s , t e n i e n d o
s u p e r s t i c i ó n , en la que y o te p r e c i p i t é c o n m i g o [ 2 ] . jen c u e n t a su e d a d ; me a n i m ó s o b r e t o d o el v e r q u e el Horten-
P o r q u e e l l a e n s e ñ a , y con r a z ó n , q u e n o se d e b e d a r c u l t o sio, d e C i c e r ó n , los h a b í a g a n a d o en g r a n p a r t e p a r a l a filo-
n i e s t i m a c i ó n a lo q u e se ve con los ojos m o r t a l e s , a t o d o l o sofía.
q u e es o b j e t o de la p e r c e p c i ó n sensible. E l l a p r o m e t e m o s t r a r Sil v i é n d o n o s , pues, de u n e s t e n ó g r a f o , p a r a q u e el viento
con c l a r i d a d al v e r d a d e r í s i m o y o c u l t í s i m o D i o s , y y a c a s i n o a r r e b a t a r a nuestro t r a b a j o , n o p e r m i t í q u e p e r e c i e r a n a d a .
m e lo está m o s t r a n d o al t r a v é s de e s p l é n d i d a s n u b e s . A s í , p u e s , en este libro v e r á s l a s cuestiones y o p i n i o n e s soste-
n i d a s p o r ellos y aun mis p a l a b r a s y las de A l i p i o .
O C A S I Ó N DE LA D I S P U T A
uberibus se nulla aetas queretur excludi; ad quam avidius retinendam
4 . A q u í vive c o n m i g o , m u y e n f r a s c a d o en el e s t u d i o , n u e s - et hauriendam quo te incitarem, quamvis tuam sitim bene noverim, gus-
tum tamen mittere volui, quem tibi suavissimum, et, ut ita dicam, in-
t r o L i c e n c i o , q u e , d e j a n d o l a s seducciones y p a s a t i e m p o s de
•ductorium fore, peto ne frustra speraverim. Nam disputationem quam
su e d a d , se h a c o n s a g r a d o tan de l l e n o a la filosofía, que m e
inter se Trygetius et Licentius habuerunt, relatam in litteras, tibi misi.
a t r e v o sin t e m e r i d a d a p r o p o n e r l o c o m o m o d e l o a su p a d r e . Illum enim quoque adolescentem, quasi ad detergendum fastidium disci-
E s la filosofía, en efecto, t a l , q u e n i n g u n a e d a d p u e d a q u e j a i s e plinarum aliquantum sibi usurpasset militia, ita nobis magnarum hones-
cupisti esse potentior quam iustior, nunquam adversitatibus improbitati- tarumque artium ardentissimum edacissimumque restituit. Pauculis igi-
busque cessisti: illud ípsum, inquam, quod in te divinum nescio quo vi- tur diebus transactis, posteaquam in agro vivere coepimus, eum eos ad
tae huius somno veternoque sopitum est, variis illas durisque iactationi- studia, hortans atque animans, ultra quam optaveram paratos et prorsus
bus secreta providentia excitare decrevit. Evigila, evigila, oro te; muT- inhiantes viderem, volui tentare pro aetate quid possent: praesertim eum
tum, mihi crede, gratulaberis quod pene nullis prosperitatibus quibus Hortensius liber Ciceronis iam eos ex magna parte conciliasse philoso-
tenentur incauti, mundi huius tibí dona blandita «unt: quae meipsum phiae videretur. Adhibito itaque notario, ne aurae laborem nostrum dis-
capere moliebantur quotidie ista cantantem, nisi me pectoris dolor ven- cerperent 2 , nihil perire permisi. Sane in hoc libro res et sententias ¡Uo-
tosam professionem abiicere et in philosophiae gremium confugere coegis- rum, mea vero et Alypü etiam verba lecturus es.
set. Ipsa me nunc in otio, quod vehementer optavimus, nutrit ac fovetr
ipsa me penitus ab illa superstitione, in quam te mecum praecipirem C f VIRGILIUM, AeneiJ ix 312-13 : «Multa patn mandata dabat portanda Sed
dederam, liberavit. Ipsa enim docet, et veré docet nihil omnino colen- .aurae omma discerpunt et nubibus mnta donant»
dum esse, totumque contemni oportere quidquid mortalibus oculis cerni-
tur, quidquid ullus sensus attingit. Ipsa verissimum et secretissimum
Deum perspicue se demonstraturam promittit, et iam iamque quasi per
lucidas nubes ostentare dignatur.
DISPUTATIONIS orcASio
-et a quaerendi volúntate avertuntur; evenit ut scientia raro paucisque murmura tua, sed etiam nonnulla fulgura fulminibus propiora ron-,pexi-
proveniat; eoque fit, ut Academicorum arma, quando cum eis ad manus mus. Quis enim, ut caetera pro tempore taeeam et unum commemorem;
venitur, nec mediocribus viris, sed acutis et bene eruditis, invicta et quis. inquam, tam súbito unquam tantum intonuit. tantumque lumine
quasi Vulcania videantur. Quamobrem contra illos fructus procellasque mentis emicuit, ut sub uno fremitu rationis, et quodam coruscamine
fortunae, cum obnitendum remis qualiumcumque virtutum, tum in pri- temperantiae. uno die illa pridie saevissima penitus libido moreretur?
mis divinum auxilium omni devotione ac pietate implorandum est, ut Ergone non erumpet aliquando ista virtus, et multorum desperantium
intentio constantissima bonorum studiorum teneat cursum suum, a quo risus in horrorem stuporemque convertet; et locuta in terris quasi quae-
eam nullus casus excutiat, quominus illam philosophiae tutissimus iucun- dam futurorum signa, rursus proiecto totius corporis onere recurret in
dissimusque portus accipiat. Haec prima tua causa est; hinc tibi metuo, caelum? Ergone Augustinus de Romaniano frustra ista dixit? Non sinet
hinc te cupio liberari, hinc, si modo dignus sim qui impetrem, quotidia- ille cui me totum dedi, quem nunc recognoscere aliquantum coepi.
nis votis auras tibi prosperas orare non cesso. Oro autem ipsam summi
Dei Virtutem atque Sapientiam. Quid est enim aliud, quam mysteria
nobis tradunt Dei Filium? 2 CAPUT II
2. Multum autem me adiuvabis pro te deprecantem, si non nos ROMAMAAO GRATI ANIMI OBSEQUIUM FXHIBET
•exaudió posse desperes, nitarisque nobiscum et tu non solum votis, sed
•etiam volúntate, atque illa tua naturali mentis altitudine, propter quam 3. Ergo aggredere mecum philosophiam: hic est quidquid te an-
te quaeio, qua singulariter delector, quam semper admiror, quae in te, xium saepe. atque dubitantem mirabiliter solet moveré. Non enim
proh nefas! illis rerum domesticarum nubibus quasi fulmen involvitur, metuo aut a socordia morum, aut a tarditate ingenü tui. Quis enim te
•et multos, ac pene omnes latet: me autem, et alium, vel tertium, familia- quando aliquantum respirare concessum est, in sermonibus nostris vi-
lissimos tuos latere non potest, qui saepe non solum attente audivimus gilantior? quis acutior apparuit? Ergone tibi gratiam non repensabo?
an fortasse paululum debeo? Tu me adolescentulum pauperem ad pe-
2
1 Cor 1,24 regrina «tudia pergentem, et domo et sumptu, et, quod plus est, ani-
96 f O M R A LOS Af 4DLMICOS II, 2, 4
II, 2, 5 CONTRA LOS ACADÉMICOS 97
m e c o n s o l a s t e con tu a m i s t a d , m e a n i m a s t e con t u s consejos, m e
a y u d a s t e con tu f o r t u n a . T ú en n u e s t r o m u n i c i p i o , con t u s favo- veces q u e p a r a m í n o h a b í a m e j o r s u e r t e que la q u e m e p e r m i -
res, tu a m i s t a d y el ofrecimiento de tu casa, m e hiciste p a r t í c i p e tiese c o n s a g r a r m e c o m p l e t a m e n t e al e s t u d i o de la s a b i d u r í a , ni
d e tu h o n r a y p r i m a c í a . Y al p a r t i r a C a r t a g o , con p r o p ó s i t o d e o t r a v i d a d i c h o s a sino la q u e se vive c o n f o r m e a ella, p e r o q u e
m á s i l u s t r e p r o f e s i ó n , al d e s c u b r i r t e a ti solo y a n i n g u n o d e y o m e veía a t a d o p o r la u r g e n c i a de a t e n d e r con m i t r a b a j o a
los míos mi p l a n y esperanzas, a u n q u e titubeaste un poco p o r los míos, y p o r otras muchas necesidades, como también por
el a m o r i n n a t o q u e tienes a tu p a t r i a , p u e s ya e n s e ñ a b a a l l í , con c i e r t a v e r g ü e n z a de m i p a r t e , y el t e m o r de a r r a s t r a r a m i s pa-
t o d o , al n o p o d e r d o b l e g a r l a v o l u n t a d del a d o l e s c e n t e , q u e r i e n t e s a u n a m i s e r i a b o c h o r n o s a , e n t o n c e s te e r g u í s t e con t a n
a s p i r a b a a m á s a l t o s e m p l e o s , t ú con la m a r a v i l l o s a m o d e r a c i ó n g r a n d e a l b o r o z o , te inflamaste con t a n s a n t o a r d o r en el deseo
de tu b e n e v o l e n c i a , de d i s u a s o r te convertiste en m i a p o y o . T ú d e este g é n e r o de v i d a , q u e decías q u e , si l o g r a b a s verte l i b r e
m e p r o v e í s t e de lo n e c e s a r i o p a r a el viaje, y tú de n u e v o , des- d e a l g ú n m o d o de la c a r g a de a q u e l l o s p r o c e s o s m o l e s t o s , luego
p u é s de h a b e r p r o t e g i d o m i c u n a y, p o r d e c i r l o así, el n i d o de r o m p e r í a s t o d a s m i s c a d e n a s a u n con la p a r t i c i p a c i ó n c o n t i g o
mis e s t u d i o s , c u a n d o d u r a n t e tu a u s e n c i a , y sin a v i s a r t e , e m b a r - d e tu p a t r i m o n i o .
q u é ( p a r a I t a l i a ) , sin e c h a r a m a l a p a r t e q u e n o lo c o m u n i c a r a 5. Así, p u e s , c u a n d o , d e s p u é s de h a b e r a r r i m a d o el tizón,
c o n t i g o , seguiste i n q u e b r a n t a b l e en tu a m i s t a d , c o n s i d e r a n d o , te s e p a r a s t e , n u n c a h e m o s cesado de s u s p i r a r p o r la filosofía
m á s que el a b a n d o n o de los h i j o s p o r el m a e s t r o , los í n t i m o s n i a b a n d o n a d o el p e n s a m i e n t o de a q u e l a g r a d a b l e g é n e r o de
p r o p ó s i t o s y la rectitud de m i c o r a z ó n . v i d a q u e p r o y e c t a m o s ; el i d e a l subsistía s i e m p r e , si b i e n p a r a
4 . E n fin, si a h o r a disfruto de m i d e s c a n s o ; si he v o l a d o , r e a l i z a r l o a n d á b a m o s m á s r e m i s o s ; con t o d o , c r e í a m o s h a c e r
r o m p i e n d o las l i g a d u r a s de las cosas s u p e r f l u a s ; si, d e j a n d o b a s t a n t e . Y p o r q u e t o d a v í a n o se h a b í a l e v a n t a d o la g r a n d e
la c a r g a de los c u i d a d o s y a m u e r t o s , a h o r a r e s p i r o , m e reani- l l a m a , q u e d e s p u é s h a b í a de a r r e b a t a r n o s , c r e í m o s q u e e r a
m o , v u e l v o en m í ; si con deseo a r d e n t í s i m o b u s c o la v e r d a d , la mayor aquella que nos inflamaba tan lentamente.
q u e ya c o m i e n z a a m o s t r á r s e m e ; si m e a l i e n t a la confianza de Y h e a q u í que u n o s l i b r o s , b i e n h e n c h i d o s , c o m o dice
l l e g a r al s u m o Bien, tú m e h a s a n i m a d o , tú h a s sido m i estímu- C e l s i n o , e s p a r c i e r o n s o b r e n o s o t r o s l o s p e r f u m e s de l a A r a b i a
l o , a ti d e b o la r e a l i z a c i ó n de mis a n h e l o s . P e r o la fe, m á s que y, d e s t i l a n d o u n a s p o q u í s i m a s g o t a s de su esencia s o b r e a q u e l l a
l a r a z ó n , m e h a h e c h o c o n o c e r a a q u e l d e q u i e n tú h a s sido ins- l l a m i t a . m e a b r a s a r o n con u n i n c e n d i o i n c r e í b l e , ¡ o h R o m a n i a -
t r u m e n t o . P u e s c u a n d o , e s t a n d o c o n t i g o , te manifesté t o d o s los n o ! , p e r o v e r d a d e r a m e n t e i n c r e í b l e , y m á s de lo q u e tú p i e n s a s ,
m o v i m i e n t o s de m i á n i m o , a s e g u r á n d o t e con firmeza m u c h a s y a u n a ñ a d i r é q u e m á s de lo q u e p o d í a s o s p e c h a r y o mis-
mo [ 9 ] .
mo excepisti. Tu paire orbatum amicitia consolatus es, hortatione ani- N o m e a t r a í a n ya los h o n o r e s , l a p o m p a v a n a , el deseo de
masti, ope adiuvisti. Tu in nostro ipso municipio, favore, familiarita-
te, communicatione domus tuae pene tecum clarum primatemque me deri prosperam fortunam, nisi quae otium philosophandi daret; nullam
fecisti. Tu Carthaginem illustrioris professionis gratia remeantem, cum beatam vitam, nisi qua in philosophia viveretur; sed me tanto meorum
tibí soli et meorum nulli consilium meum spemque aperuissem, quam- onere, quorum ex officio meo vita penderet, multisque necessitatibus,
vis aliquantum illo tibi Ínsito, quia ibi iam docebam, patriae amore vel vani mei pudoris, vel ineptae meorum miseriae refrenari: tam magno
cunctatus es: tamen ubi evincere adolescentis cupiditatem, ad ea quae es elatus gaudio, tam sancto huius vitae inflammatus ardore, ut te dice-
videbantur meliora tendentis, nequisti; ex dehortatore in adiutorem res, si tu ab illarum importunarum litium vinculis aliquo modo exime-
mira benevolentiae moderatione conversus es. Tu necessariis ómnibus reris, omnia mea vincula etiam patrimonii tui mecum participatione
íter adminiculasti meum. Tu ibidem rursus, qui cunabula, et quasi rupturum.
nidum studiorum meorum foveras, iam volare audentis, sustentasti rudi-
5. Itaque cum admoto nobis fomite discessisses, nunquam cessavi-
menta. Tu etiam cum te absenté atque ignorante navigassem, nihil suc-
-mus inhiantes in philosophiam, atque illam vitam quae inter nos placuit
censens quod non tecum communicassem ut solerem, atque aliud quidvis
atque convenit, prorsus nihil aliud cogitare: atque id constanter quidem,
quam contumaciam suspicans, mansisti ¡nconcussus in amicitia; nec
sed minus acriter agebamus; putabamus tamen satis nos agere. Et quo-
plus ante oculos tuos liberi deserti a magistro, quam nostrae mentís
niam nondum aderat ea flamma, quae summa nos arreptura erat; illam
penetralia puritasque versata est.
qua lenta aestuabamus, arbitrabamur vel esse maximam. Cum ecce tibi
4. Postremo quidquid de otio meo modo gaudeo: quod a super- libri quidam pleni, ut ait Celsinus l , bonas res arábicas ubi exhalarunt
fluarum cupiditatum vinculis evolavi, quod depositis oneribus mortua- in nos, ubi illi flammulae instillarunt pretiosissimi unguenti guttas pau-
rum curarum, respiro, resipisco, redeo ad me; quod quaero intentissimus cissimas: incredibile, Romaniane, incredibile, et ultra quam de me for-
veritatem, quod invenire iam ingredior, quod me ad summum ipsum tasse et tu credis; quid amplius dicam? etiam mihi ipsi de meipso
modum perventurum esse confido: tu animasti, tu impulisti, tu fecisti. incredibile incendium concitarunt. Quis me tune honor, quae hominum
Cuius autem minister fueris, plus adhuc fide concepi, quam ratione pompa, quae inanis famae cupiditas, quod denique huius mortalis vitae
comprehendi. Nam cum praesens praesenti tibi exposuissem interiores
motus anirni mei, vehementerque ac saepius assererem, nullam rnihi vi- 1
Fortasse Cornelms Celsius V i d . So!. 1 1 2 , 2 1 - B A C , Obias de San Agustín l
p 577-578.
S.Ag. ¡ i
98 l OIVTRA LOS ACADÉMICOS H, 2, 6 II, 3, 7 COINTRA LOS ACADÉMICOS 9<>
la v a n a g l o r i a , los i n c e n t i v o s y h a l a g o s de la v i d a m o r t a l . V i v í a d a d con q u e c o n d i m e n t a sus b a n q u e t e s ; de a h í la e l e g a n c i a , el
t o d o e n t e r o c o n c e n t r a d o en mí m i s m o . e s p l e n d o r y l i m p i e z a de t o d a s s u s c o s a s y l a s b u e n a s m a n e r a s
Y m i r é c o m o de p a s o — a s í lo c o n f i e s o — a q u e l l a r e l i g i ó n q u e , c o n que en t o d o p o n e u n a s o m b r a de h e r m o s u r a .
s i e n d o n i ñ o , m e h a b í a sido p r o f u n d a m e n t e i m p r e s a en m i áni-
m o , y, si b i e n i n c o n s c i e n t e m e n t e , m e sentía a r r e b a t a d o h a c i a
e l l a . Así t i t u b e a n d o , con p r i s a y a n s i e d a d , cogí el l i b r o del
CAPITULO III
a p ó s t o l S a n P a b l o . Y m e hice esta r e f l e x i ó n : C i e r t a m e n t e éstos
n o h u b i e r a n r e a l i z a d o t a n g r a n d e s h a z a ñ a s , n i vivido c o m o n o s E L A M O R DE LA H E R M O S U R A Y D E LA S A B I D U R Í A
consta, a n o h a l l a r s e sus escritos y a r g u m e n t o s en c o n s o n a n c i a
con tan e s t i m a b l e b i e n . Y lo leí t o d o e n t e r o con m u c h a a t e n c i ó n 7 . E s t o es lo q u e v u l g a r m e n t e se l l a m a f i l o c a l i a . N o des-
y piedad [ 1 0 ] . p r e c i e s el v o c a b l o a c a u s a de su u s o c o m ú n , p o r q u e filocalia y
6. E n t o n c e s , c o m o r o c i a d o p o r esta feble luz, se m e m o s - filosofía son casi s i n ó n i m o s y q u i e r e n a p a r e c e r c o m o de la mis-
t r ó tan r a d i a n t e el s e m b l a n t e de la filosofía, q u e m e sentí c a p a z m a f a m i l i a , y lo son f 11T.
de m o s t r a r su h e r m o s u r a , n o d i g o a ti, q u e s i e m p r e a n d u v i s t e P u e s ¿ q u é es la filosofía? El a m o r de la s a b i d u r í a . ¿ Y q u é
h a m b r i e n t o de esa d e s c o n o c i d a , s i n o t a m b i é n a t u m i s m o e n e m i - es la filocalia? El a m o r de la h e r m o s u r a . P r e g ú n t a s e l o , si no,
go, q u e es p a r a ti m á s b i e n u n e s t í m u l o q u e u n a r e m o r a , p a r a a l o s g r i e g o s . ¿ Y q u é es la s a b i d u r í a ? ¿ N o es la m i s m a ver-
q u e , d e j a n d o sus b a ñ o s , s u s j a r d i n e s deliciosos, sus r e f i n a d o s y d a d e r a h e r m o s u r a ? S o n , p u e s , h e r m a n a s e n t r e sí y e n g e n d r a -
e s p l é n d i d o s convites, sus b u f o n e s y, en fin, t o d o lo q u e m á s em- d a s de u n a m i s m a m a d r e ; p e r o la filocalia, d e s t r o n a d a de su
b e l e s a y fascina a los h o m b r e s , se a b a l a n z a s e en su h e r m o s u r a , cielo p o r el a p e g o al p l a c e r y e n c e r r a d a en la e s p e l u n c a del
c o m o u n a m a n t e a p a s i o n a d o y casto, l l e n o de a d m i r a c i ó n , d e v u l g o , h a c o n s e r v a d o u n a s e m e j a n z a del n o m b r e , c o m o u n
i m p a c i e n c i a y f o g o s i d a d . P o r q u e h a y que confesar q u e t a m b i é n a v i s o a sus s e g u i d o r e s p a r a q u e n o la m e n o s p r e c i e n . Su her-
él ostenta cierto d e c o r o o m á s b i e n g e r m e n de d e c o r o de á n i m o , m a n a — l a filosofía—, q u e v u e l a l i b r e m e n t e , la r e c o n o c e mu-
q u e , p u j a n d o p o r florecer con v e r d a d e r a h e r m o s u r a , l o z a n e a chas veces, a u n q u e sin a l a s , s ó r d i d a y s u m i d a en la m i s e r i a ;
t o r t u o s o y d e f o r m e e n t r e la a s p e r e z a de los vicios y los m a t o r r a - p e r o r a r a m e n t e la l i b e r t a , p u e s l a filocalia n o c o n o c e su ori-
les de l a s o p i n i o n e s f a l a c e s ; con t o d o , n o cesa de e c h a r sus fron- g e n , l a filosofía sí.
d a s y d e s c o l l a r , c o m o p u e d e , a los ojos de los p o c o s q u e con T o d a esta f á b u l a (pues de r e p e n t e m e h e c o n v e r t i d o en u n
m i r a d a p e n e t r a n t e y c u i d a d o s a a c i e r t a n a v e r en m e d i o del folla- E s o p o ) t e l a p u e d e c o m u n i c a r en v e r s o s a r m o n i o s o s L i c e n c i o ,
j e . De ahí su c a r á c t e r h o s p i t a l a r i o y a q u e l l a sazón de h u m a n i - p o r q u e es t o d o u n p o e t a .
Si, p u e s , a q u é l — m e refiero a tu a d v e r s a r i o — p u d i e r a con-
fomentum atque retinaculum commovebat? Prorsus totus in me cursim
redibam. Respexi tantum, confíteor, quasi de itinere in illam religionem, inde in conviviis multa humanitatis condimenta, inde ipsa elegantia,
quae pueris nobis ínsita est. et medullitus implicata: verum autem ¡psa nitor, mundissima facies rerum omnium, et undique cuneta perfundens
me ad se nescientem rapiebat. I taque titubans, properans, haesitans adumbratae venustatis urbanitas.
arripio apostolum Paulum. Ñeque enim veré isti. inquam, tanta potuis-
sent, vixissentque ita ut eos vixisse manifestum e«t, si eorum Litterae
atque rationes huic tanto bono adversaren tur. Perlegi totum jntentissime CAPUT III
atque castissime 2.
6. Tune vero quantulocumque iam lumine asperso, tanta se mihi PHILOCALIA ET PHILOSOPHIA
philosophiae facies aperuit, ut non dicam tibí, qui eius incognitae fame
semper arsisti, sed si ipsi adversario tuo, a quo nescio utrum plus exer- 7. Philocalia ista vulgo dicitur. Ne contemnas nomen hoc ex vulgi
cearis quam impediaris, eam demonstrare potuis«em; ne ille et baias, nomine: nam philocalia et philosophia prope similiter cognominatae
et amoena pomaria, et delicata nitidaque convivía, et domésticos his- sunt, et quasi gentiles inter se videri volunt, et sunt. Quid est enim
triones, postremo quidquid eam acriter commovet in quascumque deli- philosophia? Amor sapientiae. Quid philocalia? Amor pulchritudinis.
cias, abiiciens et relinquens, ad eius pulchritudinem blandus amator et Quaere de Graecis. Quid ergo sapientia? nonne ipsa vera est pulchri-
sanctus, mirans. anhelans, aestuans advolaret. Habet enim et ille, quod tudo? Germanae igitur istae sunt prorsus, et eodem párente procreatae:
confitendum est, quoddam decus animi, vel potius decoris quasi semen- sed illa visco libidinis detracta cáelo suo, et inclusa cavea populan,
tem. quod erumpere in veram pulchritudinem nitens, tortuose ac defor- viciniam tamen nominis tenuit, ad commonendum aucupem ne se con-
miter ínter scabra vitiorum, et Ínter opinionum fallacium dumeta fron- temnat. Hanc igitur sine pennis sordidatam et egentem volitans libere
descit; tamen non cessat frondescere, et paucis acute ac diligenter in, sóror saepe agnoscit, sed raro liberat: non enim philocalia ista unde
densa intuentibus quantum sinitur eminere. Inde est illa hospitalitas, Kenus ducat agnoscit, nisi philosophia. Quam totam fabulam (nam súbito
Aesopus factus sum) Licentius tibí carmine suavius indicabit: poeta est
Editio Kíioll habet: laulusime. «•nim pene perfectas. Ergo ille, si veram pulchritudinem cuius falsae
100 CONTRA LOS ACADÉMICOS II, 3, 8 II, 3. 9 CONTRA LOS ACADÉMICOS 101
t e m p l a r u n p o c o con los ojos s a n o s y p u r o s la v e r d a d e r a her- con p r o b a b i l i d a d , p u e s n o l l e g a r á s a l a p o s e s i ó n de la v e r d a d
m o s u r a , a la q u e a m a en sus r e m e d o s falsos, ¡con q u é a l b o - si n o te d e d i c a s p l e n a m e n t e a la filosofía.
rozo se a r r o j a r í a en el seno de la filosofía! Y si te v i e r a a l l í , E l s e g u n d o p e l i g r o de la p r e s u n c i ó n de h a b e r h a l l a d o la
¡ c ó m o te a b r a z a r í a c o m o a h e r m a n o ! ¿ T e a d m i r a s de esto y v e r d a d , a u n q u e ya te s e p a r a s t e de m í a n s i o s o de s a b e r y du-
a u n tal vez te s o n r í e s ? P u e s ¿ q u é sería si te lo e x p l i c a s e , c o m o d a n d o , con t o d o , p o r si a l g ú n e r r o r se h a d e s l i z a d o en tu
e r a m i d e s e o ? ¿ Y q u é si p u d i e r a , n o digo verse la faz m i s m a , á n i m o , c i e r t a m e n t e lo a r r o j a r é de ti, o c u a n d o te r e m i t i e r e
p e r o sí oírse a lo m e n o s la voz m i s m a de la filosofía? T e a l g u n a discusión q u e t e n g a m o s s o b r e m a t e r i a r e l i g i o s a , o cuan-
l l e n a r í a s d e a d m i r a c i ó n ; c r é e m e , d e n a d i e h a y q u e desesperar,,
d o d e viva voz p u e d a c o n v e r s a r c o n t i g o de m u c h a s c o s a s .
y m u c h o m e n o s de sujetos de t a l e s p r e n d a s . N o f a l t a n e j e m -
9. P u e s yo m i s m o a h o r a n o h a g o o t r a cosa s i n o l i m p i a r -
p l o s ; p á j a r o s de esta clase f á c i l m e n t e se e s c a p a n , f á c i l m e n t e
t o m a n el r e v u e l o , con g r a n a d m i r a c i ó n de m u c h o s q u e s i g u e n m e de l a s v a n a s y funestas o p i n i o n e s . N o d u d o , p u e s , q u e
p r e s o s en sus j a u l a s . mi e s t a d o a c t u a l es p r e f e r i b l e al t u y o . S ó l o e n v i d i o tu suerte
en u n a c o s a : en q u e disfrutas solo de la a m i s t a d de m i Lu-
8. P e r o v o l v a m o s a n o s o t r o s m i s m o s , R o m a n i a n o , y r e -
a n u d e m o s n u e s t r a s reflexiones. R e i t e r a r é mi a g r a d e c i m i e n t o ; c i l i a n o . ¿ E s t á s celoso, tal vez, t a m b i é n de que lo l l a m e «mi»
tu h i j o ya h a c o m e n z a d o a filosofar. Y o le f r e n o , p a r a q u e L u c i l i a n o ? P e r o , al h a c e r l o así, ¿ n o lo l l a m o i g u a l m e n t e t u y o
se y e r g a m á s firme y v i g o r o s o , r o b u s t e c i d o p o r l a s i n d i s p e n - y de c u a n t o s e s t a m o s e n l a z a d o s p o r u n i ó n c o m ú n ? ¿ Y a q u é
s a b l e s d i s c i p l i n a s l i b e r a l e s , en l a s q u e n o d e b e s c o n s i d e r a r t e r o g a r t e p a r a q u e satisfagas a m i d e s e o ? E x a m í n a t e a ti m i s m o
p r o f a n o , si te conozco b i e n ; sólo p i d o p a r a ti u n a a t m ó s f e r a en m i favor, según p i e n s e s que es tu d e b e r . P e r o a h o r a p a r a los
de m á s l i b e r t a d . ¿ Y q u é d i r é de t u s d i s p o s i c i o n e s n a t u r a l e s ? dos h a b l o : evitad la p r e s u n c i ó n de s a b e r a l g o , a n o ser q u e
¡ O j a l á n o fuesen t a n r a r a s e n t r e los h o m b r e s c o m o son c i e r t a s lo s e p á i s c o m o esta s u m a : 1 + 2 + 3 + 4 = 1 0 .
en t i ! Q u e d a n dos escollos y dificultades p a r a h a l l a r la ver- P r e c a v e o s i g u a l m e n t e de creer q u e en filosofía n o h a b é i s
d a d , p e r o n o m e d a n c u i d a d o p o r t i ; con t o d o , t e m o n o te de c o n o c e r n i n g u n a v e r d a d o q u e de n i n g ú n m o d o p u e d e co-
m e n o s p r e c i e s , n i des e n t r a d a a la d e s e s p e r a c i ó n de h a l l a r l a , nocerse. P u e s c r e e d m e a m í , o m á s b i e n creed al q u e d i j o :
o te i m a g i n e s h a b e r l a h a l l a d o . E l p r i m e r p e l i g r o , si e x i s t e , Buscad y hallaréis; n o h a y que desconfiar, p u e s , de h a l l a r la
con esta discusión se d i s i p a r á . C o n frecuencia te h a s i n d i g n a -
v e r d a d , y q u e se h a r á m á s e v i d e n t e q u e a q u e l l o s n ú m e r o s .
d o c o n t r a los a c a d é m i c o s con t a n t a m a y o r a c r i t u d c u a n t o m e -
P e r o v e n g a m o s ya a n u e s t r o p r o p ó s i t o . P u e s a h o r a t a r d í a -
nos i n s t r u i d o e s t a b a s s o b r e estas c u e s t i o n e s ; p e r o t a m b i é n con
t a n t a m a y o r e s p o n t a n e i d a d c u a n t o m á s sentías el a t r a c t i v o de m e n t e he c o m e n z a d o a t e m e r o u e este p r i n c i p i o s o b r e p a s a la
l a v e r d a d . Y o , p u e s , c o n t a n d o con tu a p o y o , e n t a b l a r é discu-
persuadebo quod voló, probabiliter tamen. Nam ipsum verum non vide-
sión con A l i p i o y te p e r s u a d i r é de lo q u e deseas, a lo m e n o s bis. nisi in philosophiam totus intraveris. Illud autem alterum quod te
amator est, sanatis renudatisque paululum oculis posset intueri, quanta fortasse aliquid invenisse praesumis, quamvis a nobis iam quaerens du-
voluptate philosophiae gremio se involveret? Quomodo ibi te cognirum, bitansque discesseris, tamen si quid superstitionis in animum revolu-
sicut verum fratrem amplecteretur? Miraris haec et forsitan rides? tum est, eiicietur profecto, vel cum tibi aliquam Ínter nos disputationem
Quid si haec explicarem ut volebam? quid si saltem vox, si adhuc facies de religione misero, vel cum praesens tecum multa contulero.
videri a te non potest, ipsius philosophiae posset audiri? Mirareris pre- 9. Ego enim nunc airad nihil ago, quam me ipse purgo a vanis
fecto; sed non rideres, non desperares. Crede mihi, de nullo desperan- perniciosisque opinionibus. Itaque non dubito melius mihi esse, quam
dum est, de talibus autem minime. Omnino sunt exempla: facile tibi. Unum tantum est unde invideam fortunae tuae, quod solus frueris
evadit, facile revolat hoc genus avium, multis inclusis multum miran- Luciliano meo: an et tu invides quia dixi, meo? Sed quid dixi airad
tibus. quam tuo, et omnium quicumque unum sumus? De quo tamen ut subve-
8. Sed ad nos redeamus, nos inquam, Romaniane, philosophemur. nías desiderio meo, quid te rogem? Tu te ipse pro me roga quantum seis,
Reddam tibi gratiam, filius tuus coepit iam philosophari: ego eum
quia debes. Sed nunc ambobus dico, cávete ne quid vos nosse arbitre-
reprimo, ut disciplinis necessariis prius excultus vigentior et firmior
insurgat, quarum te ne metuas expertem, si bene te novi, auras tibi mini. nisi quod ita didiceritis, saltem ut nostis, unum, dúo, tria, qua-
liberas tantum opto. Nam de Índole quid dicam? Utinam non tam rara luor simul collecta in summam fieri decem. Sed item cávete ne vos
esset in hominibus, quam certa est in te. Restant dúo vitia et impedi- ¡i) philosophia veritatem aut non cognituros, aut nullo modo ita posse
menta inveniendae veritatis, a quibus tibi non multum timeo: timeo cognosci arbitremini. Nam mihi vel potius illi credite qui ait: Quaerite
tamen ne te contemnas, atque inventurum esse desperes, aut certe ne rr invenietis \ nec cognitionem desperandam esse, et manifestiorem fu-
invenisse te credas. Quorum primum, si tamen inest. ista tibi disputatio luram. quam sunt illi numeri. Nunc ad propositum veniamus. Iam enim
fortasse detrahet. Saepius enim succensuisti Academicis, eo quidem gra- nrro coepi metuere, ne hoc principium modum excederet, et non est.
vius, quo minus eruditus esses; sed eo libentius, quod veritatis amore
illiciebaris. Itaque iam cum Alypio, te fautore, confligam. et tibi facile M t . 7,7.
102 CONTRA LOS ACADÉMICOS 11,4,10 11,4,10 CONTRA LOS ACADÉMICOS . 1(); (
medida, lo cual es grave defecto. Porque la moderación es cosa cusión, no me será posible de otro modo, al oíros, evitar los
divina; mas cuando guía suavemente, ha podido dar origen a errores y el trabajo.
algún engaño; pero seré más cauto cuando fuere sabio.
Accedióse a su demanda, y habiendo empleado casi toda
Ja mañana en esta tarea, dejando el paseo del campo, nos
CAPITULO IV resolvimos volver a casa.
—Ruégote, dijo aquí Licencio, que antes de comer no te
EXPÓNESE LA DOCTRINA DE LOS ACADÉMICOS sea enojoso resumir en breve exposición la doctrina de los
académicos, para que no se me escape nada de lo que pueda
10. Después de la última discusión, referida en el primer favorecerme.
libro, tuvimos un descanso de casi siete días, repasando los
—Así lo haré, le respondí yo, y con mucho gusto, para
tres libros de Virgilio que siguen al primero y estudiándolos
según la oportunidad del momento. Con todo, en este trabajo, que, absorto en esta cuestión, seas sobrio en la comida.
Licencio tanto se aficionó a la poesía, que me pareció oportuno —No te forjes esa ilusión, dijo él, pues he advertido que
refrenarlo un poquito. No dejaba gustosamente su labor por muchos, y sobre todo mi padre, tanto más apetito tenían cuan-
ninguna otra ocupación. Pero, al fin, al hacer yo, como me to más preocupaciones pesaban sobre ellos. Además, ¿no has
fué posible, un cálido elogio de la luz de la filosofía, accedió observado que, cuando más enfrascado estoy en las cuestiones
con gusto a tratar de nuevo la cuestión de los académicos, que de la métrica, por mi cuidado está segura la mesa?
habíamos aplazado. Y es cosa que me llama la atención en mí mismo; pues
Por suerte lució un día muy claro y propicio para serenar ¿qué significa que se come con más voracidad cuando nuestro
nuestros ánimos. ánimo se halla más lleno de cuidados? ¿Y qué hay que, es-
Abandonamos el lecho antes que de costumbre, y tratamos tando nosotros ocupados, nos tiraniza demasiado las manos
con los operarios de los trabajos más urgentes que había que y los dientes?
hacer. —Escucha más bien, le atajé yo, lo que has preguntado
Entonces dijo Alipio: sobre los académicos, no sea que con el embrollo de estas
—Antes de oír vuestra disputa sobre los académicos, será cuestiones tenga que soportar la falta de moderación, no sólo
bueno me leáis el discurso que acabasteis cuando yo me ha- en la comida, sino también en el modo de tratarlas. Si se me
llaba ausente, porqué, habiendo surgido de él la presente dis- pasa algo en la exposición de mi argumento, lo suplirá Alipio.
leve. Nam modus procul dubio divinus est: sed fefellerit cum dulciter —Es necesaria tu buena fe, dijo Alipio; pues si es de te-
ducit; ero cautior cum sapiens fuero.
audiendis vobis non aut errare, aut certe laborare. Quod cum factum
esset, et in eo pene totum antemeridianum tempus consumptum videre-
• CAPUT IV
mus, rediré ab agro, qui deambulantes nos acceperat, domum institui-
T u \N SITIO mus. Et Licentius:
—Quaeso, inquit, ante prandium mihi breviter totam Academicorum
10. Post pristinum sermonem, quem in primum librum contulimus, sententiam exponendo repetere ne graveris ne quid in ea me fugiat,
septem fere diebus a disputando fuimus otiosi, cum tres tantum Virgilü quod pro partibus meis sit.
libros post primum recenseremus, atque ut in tempore congruere vide- —Faciam, inquam, et eo libentius quo de hac re cogitan^ parum
batur, tractaremus. Quo tamen opere Licentius in poeticae studium sio prandeas.
inflammatus est, ut aliquantum mihi etiam reprimendum videretur. Iam
enim ab hac intentione ad nullam se rem devocari libenter ferebat. Tán- —Ne, inquit ille, isthinc securus sis: nam et multos, et máxime pa-
dem tamen ad retractandam quam distuleramus de Academicis quaestio- lrem meum saepe animadverti eo edaciorem, quo refertior ouris esset.
nem, cum a me, quantum potui, lumen philosophiae laudaretur, non Deinde tu quoque de istis metris cogitantem non sic expertus es, ut
invitus accessit. cura mea mensa secura sit. Quod quidem apud meipsum mirari soleo:
Et forte dies ita serenus effulserat, ut nulli prorsus rei magis, quam quid enim sibi vult, quod tune cibum pertinacius appetimus cum in
serenandis animis nostris congruere videretur. Maturius ¡taque sólito aliud intendimus animum? Aut quis est qui manibus et dentibus nos-
lectos reliquimus, paululumque cum rusticis egimus, quod tempus urge- tris, oceupatis nobis, nimis imperiosus fit?
bat. Tum Alypius: —Audi potius, inquam, de Academicis quod rogaveras, ne te metra
—Antequam vos, inquit, audiam de Academicis disputantes, voló isla volventem, non solum in epulis sine metro, sed etiam in quaestioni-
mihi legatur sermo ille vester quem dicitis me absenté perfectum: non bus patiar. Si quid autem pro mea parte oceultabo, prodet Alypius.
enim possum aliter, cum inde huius disceptationis occasio nata sit, in —Bona fide tua opus est, inquit Alypius: nam si metuendum est, ne
11,5,12 CONTRA LOS ACADÉMICOS .105
104 CONTRA LOS ACADÉMICOS 11,5,11
mer que se te pase de vuelo algo a ti, creo yo será difícil sor- De aquí el desacuerdo de los filósofos y los engaños de los
prender al que en estas cosas ha sido mi maestro, como todos sentidos; de aquí los sueños y alucinaciones, las falacias y
saben, y sobre todo teniendo en cuenta que en la exposición sorites que empleaban para defensa de su causa [ 1 3 ] .
de la verdad, más que el logro de la victoria, has de seguir Y habiendo aprendido del mismo Zenón que no hay cosa
la inclinación y rectitud de tu ánimo. más despreciable que la opinión, muy hábilmente dedujeron
de ahí que, si nada puede percibirse, por una parte, y por otra,
la opinión es cosa muy baja, el sabio debía de abstenerse de
CAPITU LO V aprobar nada.
12. Esto les acarreó una gran hostilidad, porque parecía
E X P O S I C I Ó N
consecuente que el que nada afirma, nada haga. Y por esta
11. —Obraré, dije yo, con buena fe, porque tienes dere- causa, parecían pintar los académicos a su sabio—que, según
cho a exigirlo. Pues a los académicos plúgoles sostener que el ellos, nada debe afirmar—como condenado a perpetua soño-
hombre no puede conseguir la ciencia de las cosas tocantes lencia y deserción de todos sus deberes. Mas ellos, en este
a la filosofía íporque lo demás no preocupaba a Carnéades) punto, introdujeron el uso de cierta probabilidad, que llama-
y, no obstante eso, que el hombre puede ser sabio, y toda su ban verosimilitud, sosteniendo que de ningún modo el sabio
misión consiste en investigar la verdad, como lo has recordado deja de cumplir sus deberes, pues tiene sus reglas de conducta
tú, Licencio, en aquella disertación. para seguir; pero que la verdad, sea por la obscuridad de la
De donde resulta que el sabio no da su asentimiento a nin- naturaleza, sea por las semejanzas engañosas, yacía escondida
guna cosa, porque necesariamente yerra—y esto es impropio y confusa. Y añadían que la misma refrenación y suspensión
del sabio—asintiendo a cosas inciertas. Y no sólo afirmaban del asentimiento era fruto de una gran actividad del sabio.
que todo era incierto, sino que apoyaban su tesis con muchí- Creo haberos expuesto todo su sistema, como has querido,
simos argumentos. Pero que no puede comprenderse la verdad sin separarme de tus indicaciones, Alipio; es decir, que he
lo deducían de una definición del estoico Zenón, según la cual obrado con buena fe. Porque si algo o no es como lo he dicho
sólo puede tenerse por verdadera aquella representación que o lo he callado, no ha dependido de mi voluntad.
es impresa en el alma por el objeto mismo de donde se origi- No falta, pues, la buena fe, según el testimonio de mi con-
na, y que no puede venir de aquello de donde no es [ 1 2 ] . ciencia. El hombre que se engaña, debe parecemos digno de
O más breve y claramente: lo verdadero ha de ser reco- lástima; y el que engaña, vitando; el primero necesita un buen
nocido por ciertos signos que no puede tener lo falso. Y que maestro; el segundo, un discípulo precavido.
estos signos no pueden hallarse en nuestras percepciones, se potest habere quod falsum est. Hoc prorsus non pos=e inveniri, vehe-
empeñaron en demostrar con mucha tenacidad los académicos. mentissime ut convincerent incubuerunt. Inde dissen«iones philosopho-
aliquid occultes, a me deprehendi difficile posse arbitror eum, a quo iiim. inde sensuum fallaciae. inde somnia furoresque, inde pseudomeni
me ista didicisse nullus qui me novit ignorat, praesertim cum in pro- et «oritae in illius causae patrocinio viguerunt. Et cum ab eodem Zenone
dendo vero non magis victoriae, quam animo tuo consutturus sis. accepissent, nihil esse turpius quam opinari, confecerunt callidissime,
ut si nihil percipi posset, et esset opinatio turpissima, nihil unquam
sapiens approbaret.
CAPUT V 12. Hiño eis invidia magna conflata est: videbatur enim esse conse-
quens, ut nihil ageret, qui nihil approbaret. Unde dormientem semper,
EXPOSITIO
et officiorum omnium desertorem, sapientem =uum Academici de^cribere
11. —Agam, inquam, bona fide. quoniam de iure praescribis. Nara videbantur, quem nihil approbare censebant. Hic illi inducto quodam
et Academicis placuit, nec homini scientiam posse contingere earum dun- probabili, quod etiam verisimile nominabant, nullo modo cessare sa-
taxat rerum, quae ad philosophiam pertinent (nam caetera curare se pientem ab officiis asserebant, cum haberet quid sequeretur; veritas
Carnéades negabat) et tamen hominem posse esse sapientem, sapientis- autem sive propter naturae tenebras quasdam, sive propter similitudinem
que totum munus, ut abs te quoque, Licenti, illo sermone dissertum est, rerum, vel obruta, vel confusa latitaret. Quamvis et ipsam refrenatio-
in conquisitione veri explicari. Ex quo confici, ut nulli etiam rei sa- nem et quasi suspen=ionem assensionis magnam prorsus actionem <=apien-
piens assentiatur: erret enim necesse est, quod sapienti nefas est, si tis esse dicebant.
assentiatur rebus incertis. Et omnia incerta esse non dicebant solum, Videor mihi breviter totum, ut voluisti, exposuisse, nihil que recessis-
verum etiam copiosissimis rationibus affirmabant. Sed verum non pos- se a praescriptione, Alypi, tua; id est egisse. ut dicitur, bona fide. Si
se comprehendi, ex illa stoici Zenonis definitione arripuisse videbantur, enim aliquid vel non ita ut est dixi vel forte non dixi, nihil volúntate
qui ait id verum percipi posse, quod ita esset animo impressum ex eo a me factum est. Bona ergo fides est, ex animi sententia. Homini enim
unde esset, ut esse non posset ex eo unde non esset. Quod brevius pla- homo falsus docendus, fallax cavendus debet videri: quorum prius ma-
niusque sic dicitur, his signis verum posse comprehendi, quae signa non gistrum bonum, posterius discipulum cautum desiderat.
106 CONTRA LOS ACADÉMICOS II, 6,13 11.6.13 (OiNIRA LOS ACADÉMICOS 107
15. Mas como sucedió que la Antigua Academia se vio Y él, sonriendo, con una sonrisa vergonzosa, y un poco
más robustecida que quebrantada, surgió Antíoco, discípulo de turbado por mi apostrofe, dijo:
Filón, el cual, según el parecer de muchos, era más ávido de —Ya me arrepiento de haber sostenido, contra Trigecio,
la gloria que de l a verdad, y puso en abierta hostilidad las que la vida feliz consiste en la investigación de la verdad. Pues
sentencias de ambas Academias [ 1 4 ] . esta cuestión tanto me agita, que si no llego a ser un desgra-
Porque decía que los académicos nuevos habían introdu- ciado, ciertamente a vosotros, si tenéis sentimientos de huma-
cido una doctrina insólita y extraña a los antiguos, aduciendo nidad, os debo parecer digno de lástima. Pero ¿a qué ator-
en su apoyo la autoridad de los físicos y otros filósofos [ 1 5 ] . mentarme neciamente? ¿Por qué temblar, cuando tengo a mi
Acometía también a los académicos porque convertían lo favor el apoyo de tan noble causa? No me rendiré si no es
verosímil en regía de conducta, cuando profesaban ía ignoran- a 2a verdad.
cia absoluta de la verdad. — ¿ T e agrada, pues, la doctrina de los académicos?, le
Y de esta índole había recogido muchos argumentos, que dije yo.
creo deben omitirse ahora, y ponía todo su ahinco en sostener —Muchísimo, respondió él.
que el sabio puede llegar al conocimiento de la verdad. —¿Luego te parece que están en la verdad?
Tal es, creo, la controversia entre los antiguos y los nue- Entonces él, estando ya para dar su asentimiento, y más
vos académicos. Si no es así, te ruego informes más completa- prudente con la sonrisa de Trigecio, se mantuvo dudoso un
mente a Licencio; te lo pido por él y por mí [ 1 6 ] . rato. Y después continuó:
Y si he acertado en la exposición, podéis ya entrar en la —Repite la preguntita.
controversia empeñada. —¿Crees que dicen verdad los académicos?
Tras larga pausa de silencio, dijo:
CAPITULO Vil —Si existe la verdad, no lo sé; con todo, es probable. Mi
vista no alcanza más para seguirlo.
RÉPLICA A LOS ARGUMENTOS DE LOS ADVERSARIOS —¿Sabes que lo probable recibe también el nombre de
verosímil?
16._ Tomé yo entonces la palabra y dije:
—Así parece, dijo él.
— ¿ P o r cuánto tiempo descansarás, Licencio, con este nues-
tro discurso, que se ha alargado más de lo que pensaba? Has —Luego la opinión de los académicos es verosímil.
oído quiénes son los académicos. —Sí, respondió.
—Examina, pues, esto con más atención. Si alguien, vien-
15. Verum cum ita res se haberet, ut vetus Academia magis aucta,
quam oppugnata vider e tur, exstitit Philonis auditor Antiochus, qui, ut —Poenitet me, inquit, tantopere affirmasse contra Trygetium, bea-
nonnullis visus est, gloriae cupidior quam veritatis, in simultatem addu- tam vitam in veritatis inquisitione consistere. Nam me ista quaestio ita
xit Academiae utriusque sententias. Dicebat enim rem insolitam, et ab perturbat, ut vix non miser sim, qui certe vobis, si quid humanitatis
opinione veterum remotissimam Académicos novos conatos inducere. geritis, videor miserandus. Sed quid me ipse ineptus crucio? aut quid
In quam rem veterum physicorum aliorumque magnorum philosophorum exhorreo tanta causae bonitate subnixus? Prorsus non cedam nisi ve-
implorabat ftdem: ipsos etiam Académicos oppugnans, qui se rerisimile ritali.
contenderent sequi, cum ipsum verum se ignorare faterentur. Multaque —Plácenme, inquam, tibi novi Academici?
argumenta collegerat, quibus nunc supersedendum arbitror: nihil tamen —Plurimum, inquit.
magis defendebat, quam verum percipere posse sapientem. Hanc puto —Ergo verum videntur tibi dicere?
ínter Académicos novos ac veteres controversiam fuisse. Quae si secus Tum ille cum iam esset assensurus, arrisione Alypii caijtior factus,
se habet, ut Licentiurn plenissime informes, pro utroque postulaverim. haesit aliquantum. Et deinde:
Si vero ita est, ut dicere potui, susceptam disputationem peragite.
—Repete, inquit, rogatiunculam.
—Verumne, inquam, tibi videntur Academici dicere?
CAPUT VII Et rursum cum diu tacuisset:
—Ltrum, ait, verum sit, nescio: probabile est tamen. Ñeque enim
CoNTESTATIO plus video quod sequar.
16. Tum ego: —Probabile, inquam, scisne ab ipsis etiam verisimile nominan?
—Quamdiu, inquarn, Licenti, in isto nostro longiore quam putabam —Ita, inquit, videtur.
sermone conquiescis? Audisti qui sint Academici tui? —Ergo, inquam, verisimilis est Academicorum sententia.
At ille verecunde arridens, et aliquantum hac compellatione tur- —Ita, inquit.
ba tior : —Iam quaeso attende, inquam, diligentius. Si quisquam fratrem tuum
110 CONTRA LOS ACADÉMICOS I I 7 17 I I , 7, 18 CONTRA LOS ACADÉMICOS 111
do a tu hermano, dice que se parece a tu padre, a quien no marlos, porque cuanto se dice aquí, se escribe, sin dejar caer
conoce, ¿no lo tomarás por un necio o mentecato? nada en tierra, como se dice; nosotros ciertamente podremos
Después de pensar un largo rato, dijo: leeros; pero, no sé por qué, cuando se tiene ante los ojos a los
—No me parece una cosa absurda. que conversan, la buena discusión, si no con más provecho,
17. Y al comenzar a responderle, me interrumpió di- sin duda penetra en el ánimo con más agrado.
ciendo : 18. —Te lo agradecemos, le respondí yo; pero este tu al-
—Espera un poco. borozo repentino te ha obligado a decir, hiperbólicamente, que
Y luego, sonriendo, añadió: no puede darse para ti espectáculo más feliz. ¿Y qué sería si
—Dime, te ruego, ¿ya estás seguro de tu victoria? vieras indagando la verdad y discutiendo con nosotros a tu
—Suponte que ya lo estoy, le contesté; no por eso debes mismo padre, a quien, después de tan larga sed, nadie supe-
abandonar tú la causa emprendida, sobre todo sabiendo que rará en el ardor para abrevar en las fuentes de la filosofía?
esta discusión se ha suscitado para tu ejercicio y afinamiento» Si ya esto para mí sería el colmo de la dicha, ¿qué habrá
de tu espíritu. que decir y pensar de ti?
—Pero ¿acaso he leído yo a los académicos, o soy tan Aquí al muchacho se le saltaron algunas lágrimas; y cuan-
erudito en tantas disciplinas como las que tú posees para salir do pudo hablar, con las manos extendidas mirando al cielo,
a mi encuentro? exclamó:
—A los académicos ni siquiera los leyeron aquellos que —¿Cuándo, Dios mío, veré esto? Pero todo se puede es-
primero defendieron esta causa; y si te falta el ornamenta perar de ti.
de las disciplinas, no debes ser tú ingenio tan cobarde que sin En este punto, todos, olvidando la disputa, nos echamos
conato de resistencia sucumbas ya a mis poquísimas pregun- a llorar; y yo, luchando conmigo, sin poder concentrarme,
tas y palabras. Pues me estoy temiendo que antes de tiempo le dije:
te va a suceder Alipio, y con tal adversario no caminaré tan —Reanímate y recobra tus fuerzas; ya antes te he pre-
seguro. venido para que te prepares y dispongas a la defensa de la
—Ojalá, pues, yo sea vencido, para que alguria vez os oiga doctrina de la Academia; no creo, pues, que antes de sonar
a vosotros disputando, y lo que es más, os vea, pues será para la trompeta te acometa el temblor de los miembros, y que,
mí el más bello espectáculo que pueda presenciar. Pues os por el deseo de ver combatir a otros, te entregues tan pronto
plugo a vosotros más bien recoger estos discursos que derra- prisionero.
visum patris tui similem esse affirmet, ipsumque tuum patrem non no- ram, ut dicitur, cadere sinitis, legere etiam vos licebit: sed nescio quo-
verit, nonne tibí insanus, aut ineptus videbitur? modo, cum admoventur oculis iidem ipsi quos Ínter sermo caeditur',
Et hic diu tacuit. Tum ait: bona disputatio si non utilius, at certe laetius perfundit animum.
—Non mihi hoc videtur absurdum. 18. —Gratum habemus, inquam: sed repentina ista gaudia tua
17. Cui ego cum responderé coepissem: temeré illam sententiam evadere coegerunt, qua dixisti, nullum tibi
—Exspecta, inquit. quaeso, paululum. spectaculum exhiberi posse felicius. Quid si enim illum patrem tuum,
Ac post arridens: quo prefecto nemo philosophiam est post tam longam sitim hausturus
—Dic mihi. ait, oro te, iamne certus es de victoria tua? ardentius, nobiscum ista quaerentem ac disserentem videbis; cum ego
Tum ego: me fortunatiorem nunquam putabo, quid te tándem sentiré ac dicere
—Fac me, inquam, certum esse: non ideo tamen tii causam tuam convenit?
debes deserere, praesertim cum haec inter nos disputado suscepta sit Hic vero ille aliquantum lacrymavit, et ubi loqui potuit, porrecta
exercendi tui causa, et ad elimandum animum provocaridi. manu caelum suspiciens:
—Numquidnam, inquit, aut Académicos legi, aut tot disciplinis eru- —Et quando ego, inquit, Deus, hoc videbo? sed nihil est de te
ditus sum, quibus tu ad me instructus adventas? desperandum.
—Académicos, inquam, nec illi legerant a quibus primo sententia Hic cum pene omnes ab intentione disputationis remitti in lacry-
ista defensa est. Eruditio autem disciplinarumque copia si te déficit, mas coepissemus, obluctans mecum, et vix me colligens:
non usque adeo tamen ingenium tuum esse debet invalidum, ut nullo —Age potius, inquam, et in vires tuas redi: quas ut congereres unde
facto Ímpetu paucissimis verbis meis rogationibusque siiccumbas. Illud posses patronus Academiae futurus, longe ante monueram: non opinor
enim iam vereri coepi, ne tibi citius quam voló succedíit Alypius, quo ideo ut modo ante tubam tremor occupet artus': aut ut visendae alienae
adversario non ita securus deambulabo. pugnae desiderio, tam cito te optes esse captivum.
—Ergo utinam, inquit ille, iam vincar, ut aliquando vos audiam 1
Am. Er. et Lovan. editur. Sed Mss. nullo fere excepto habent. caeditur. Ita
disserentes, et quod plus est, videam; quo mihi specta.culo nihil pot- ctiam Bad. Phrasts a Terentio usurpata est in Heaut., act. 2, scen. 3 : «Vefum
est felicius exhiben. Nam quoniam placuit vobis ista fundere, potius interea dum sermones caedimus» (ML 32.927 n.2).
2
quam effundere; siquidem ore prorumpentia stilo excipitis, nec in ter- VlRG., Atneid. XI 424,
112 CONTRA LOS ACADÉMICOS 11,7,15 II. 8, 20 CONTRA LOS ACADÉMICOS 113
Entonces Trigecio, al vernos con semblantes serenos, añadió: —¡Oh, cuánto se parece a su padre!, dice él. ¡Con cuánta
— ¿ Y por qué este hombre tan virtuoso no había de desear verdad la fama pregonó esto!
que Dios le otorgue este favor, antes de pedírselo? Créeme, Aquí dirías tú o algún otro:
Licencio; pero me pareces hombre de poco valor, porque no —¿Luego conociste, buen hombre, a Romaniano?
sabes qué responder y deseas ya ser vencido. —No lo conocí, responde él; sin embargo, me parece que
Nos reímos lodos. Y Licencio le dijo: es semejante.
—Habla tú, ¡oh hombre feliz!, no hallando la verdad, pero —Oyendo esto, ¿podría uno contenerse la ri«a?
ciertamente no buscándola. —De ningún modo, respondió Licencio.
19. A todos nos contagió la alegría de los muchachos, y —Luego ya ves la consecuencia que de esto se sigue.
yo dije: ' — H a tiempo que la veo. Pero, con todo, esta conclusión
—Atiende a la pregunta y vuelve al camino con más brío quiero yo recogerla de ti mismo, porque es necesario que co-
y firmeza, si puedes. miences a alimentar al que has hecho prisionero.
—Aquí estoy en cuanto puedo. Y si el que ha visto a mi — ¿ Y por qué no sacar esta conclusión? La misma evi-
hermano, por la fama sabe que es parecido a mi padre, ¿será dencia clama que son dignos de risa tus académicos, que en
tenido por insensato o loco porque cree? la vida quieren seguir lo verosímil, lo semejante a la verdad,
— ¿ P o d r á llamársele a lo menos necio?, le pregunté yo. ignorando ésta.
—Cierto que no, a no ser que porfíe diciendo que lo sabe.
Pues da como probable lo que la continua fama ha prego- CAPITULO VIII
nado de él, no puede acusársele de temerario.
Entonces continué y o : ARGUCIAS DE LOS ACADÉMICOS
—Consideremos más despacio este punto, poniéndolo ante 20. Dijo entonces Trigecio:
los ojos. Supongamos que ese no sé qué hombre de quien —Me parece muy distinta la precaución de los académicos
hablamos está presente aquí. De alguna parte viene tu her- que la necedad de ese hombre de quien has hablado. Pues
mano, y dice: ellos por discurso alcanzan lo que llaman verosímil; en cam-
— ¿ D e quién es éste hijo? bio, este necio siguió el rumor de la fama, cuya autoridad es
Y le responden: la más despreciable.
— De cierto Romaniano.
At hic:
Hic Trygetius, ubi satis attendit iam vultus nostros serenatos: —Quam patri similis est! quam ad me hoc non temeré fama d e -
—Quidni iste optet, inquit, homo tam sanctus ut hoc ei Deus ante tulerat!
vota concesserit? Crede iam, Licenti; nam qui non invenís quid respon- Hic tu, vel quis alius:
deas, et adhuc ut vincare optas, parvae fidei mihi videris. —Nosti enim Romanianum. bone homo?
Arrisimus. Tum Licentius: —Non novi, inquit: tamen similis eius mihi videtur.
—Loquere beatus, inquit, non inveniendo verum, sed certe non quae- —Poteritne quisquam risum tenere?
rendo. —Nullo modo, inquit.
19. Qua hilaritate adolescentulorum cum essemus laetiores: —Ergo, inquam. quid sequatur vides.
—Attende, inquam, rogationem, et in viam redi firmior et valentior, —Iamdudum, inquit, video. Sed tamen istam conclusionem abs te
si potes. audire voló: oportet enim alere incipias, quem cepi~ti.
—En adsum, inquit, quantum possum. Quid enim si ille fratiis me£ —Quidni, inquam, concludam? Ipsa res clamat similiter ridendos esse
visor fama compertum habeat eum esse similem patris. potest insanus aut Académicos tuos, qui se in vita verisimilitudinem sequi dicunt, cumi
ineptus esse, si credit? ipsum verum quid sit, ignorent.
—Stultusne, inquam, saltem dici potest?
—Non continuo, inquit. nisi se id scire contenderit. Nam si aut pro-
babile sequitur quod crebra fama iactavit, nullius temeritatis argui pot- CAPUT VIII
est.
Tum ergo: ACADEMICORUM CAVILLATIO
—Rem ipsam paulisper consideremus, et quasi ante oculos consti- 20. Tum Trygetius:
tuamus. Ecce fac illum nescio quem hominem quem describimus, esse —Longe mihi, inquit, videtur dissimilis Academicorum cautio ab
praesentem: advenit alicunde frater tuus; ibi iste: Cuius hic puer filius? huius quem descripsisti ineptia. lili enim rationibus assequuntur quod
Respondetur: dicunt esse verisimile: iste autem ineptus famam secutus est, cuius auc-
—Cuiusdam Romaniani. loritate nihil est viiiu«.
114 CONTRA LOS ACADÉMICOS II, 8,21 11,9,22 CONTRA LOS ACADÉMICOS \\^
—¡Como si no fuera más necio, le argüí yo, si dijese: No está en perspectiva su victoria. Mas temo no poder evitar el
conocí a su padre, ni supe por la fama que se parece a é l ; reproche de negligente por el abandono de mi oficio y de pre-
con todo, me parece semejante a él! sunción, por invadir, el de otro, pues no creo habréis olvidado
—Cierto sería más necio hablar así; pero ¿a qué viene eso? que asumí el oficio de juez.
—Pues a demostrar que tales son los que dicen: «No co- Aquí dijo Trigecio:
nocemos lo verdadero, pero lo que vemos se parece a lo no —Se trata de dos cosas diferentes; te rogamos, pues, te
conocido.» dejes alguna vez privar de él.
—Probable dicen ellos, le objetó Trigecio. —No lo rehusaré, dijo; no sea que, mientras quiero evitar
—¿Cómo dices eso?, le repliqué yo. ¿Niegas que lo llamen la censura de la presunción o negligencia, caiga en los lazos del
verosímil? orgullo, que es el más deforme de los vicios, si quiero mante-
—Lo he dicho, contestó, para rebatir aquella analogía. ner más tiempo del permitido el honor que me habéis hecho.
Pues, a mi parecer, sin razón la fama irrumpió en nuestra
discusión, ya que los académicos no se fían del testimonio de
los ojos humanos ni de los mil ojos fantásticos de la fama, CAPITULO IX
según fingen los poetas. Pero, en fin, ¿quién me mete a mí
a defender a los académicos? ¿Acaso en esta cuestión envi- GRAVEDAD DEL PROBLEMA DE LA VERDAD
diáis mi seguridad? Ahí tienes a Alipio, cuva venida ojalá
nos traiga vacación a nosotros, pues creemos que tú desde hace 22. Por lo cual, quiero que me expongas, ¡oh buen acu-
tiempo con razón le temes. sador de los académicos!, tu deber; esto es, en favor de quién
21. Hecho el silencio, entonces todos volvieron los ojos los acometes. Pues temo que, refutando su sistema, te mues-
a Alipio, quien dijo: tres como académico.
—Yo quisiera ciertamente, según me lo consienten mis —Sabes muy bien, le advertí yo, que hay dos clases de
fuerzas, servir de apoyo a vuestra causa, si vuestra suerte no acusadores; pues no porque Cicerón muy modestamente di-
me amedrentase. Pero este temor lo desecharé pronto, si la jese que de tal modo era acusador de Verres, que aun al
esperanza no me engaña. Al mismo tiempo, me consuela que mismo tiempo defendía a los sicilianos, se sigue necesaria-
el actual adversario de los académicos ha soportado casi la mente que todo acusador de uno es defensor de otro.
carga de Trigecio vencido, y ahora, por vuestra confesión,
—Quasi vero, inquam. non ineptior esset, si diceret: patrem quidem magis vereor, ne et deserti officii negligentiam, et invasi impudentiam.
eius minime novi, nec fama comperi quam sit similis patris, et mihi devitare non possim. Non enim vos oblitos credo, iudicis mihi munus
tamen similis videtur. fuisse delatum.
—Ineptior certe, inquit. Sed quorsum ista? Hic Trygetius:
—Quia tales, inquam, sunt, qui dicunt: verum quidem non novimus; —Illud, inquit, aliud, hoc autem aliud est; quare quaesumus, ut
sed hoc quod videmus, eius quod non novimus simile est. le aliquando patiare privatum.
—Probabile, inquit, illi dicunt. —Ne íenuerim, ait; nedum impudentiam vel negligentiam vitare
Cui ergo: cupio, in superbiae, quo vitio nihil est immanius, laqueos incidam, si
—Quomodo istuc dicis? An negas eos verisimile dicere? honorem mihi a vobis concessum, diutius quam permittitis teneam.
Et ille inquit:
—Ego ob hoc dicere volui, ut illam similitudinem excluderem. Vide-
batur enim mihi fama improbe irruisse in quaestionem vestram, cum Aca- CAPUT IX
demici ne oculis quidem credant humanis, nedum famae mille quidem,
ut poetae fingunt, sed monstrosis tamen luminibus. Nam quis ego tándem DE ACADEMICORUM SENTEJ>TIA SERIO DISPLTANDUM
sum Academiae defensor? An in quaestione ista invidetis securitati
meae? En habes Alypium, cuius adventus nobis, quaeso, ferias dederit,
quem te iamdudum non frustra formidare arbitramur. 22. Proinde velim mihi exponas, bone accusator Academicorum, of-
ficium tuum; id est. in quorum defensionem hos oppugnes. Metuo enim,
21. Tum facto silentio, oculos ambo in Alypium contulerunt. Tum
ne Académicos refellens, Academicum te probare velis.
ille:
—Vellem, inquit, quidem, ut meae vires patiuntur, auxilian aliqua- —Accusatorum, inquam, ut opinor, dúo genera esse bene nosti: non
tenus partibus vestris, nisi mihi ornen vestrum terrori esset. Sed hanc enim si a Cicerone modestissime dictum est, ita eum Verris esse ac-
formidinem, ni me spes fefellerit, facile fugem. Simul enim solatur me, cusatorem, ut Sicolorum l defensor esset, propterea necesse est, eum
quod praesens Academicorum oppugnator, onus Trygetii victi pene qui aliquem accusat, habere alterum quem defendat.
subierit, et nunc eum victorem vestra confessione probabile est. Illud 1
C í e , Ven. IV 82.
116 CONTRA LOS ACADÉMICOS II, 9,23 11, 10, 24 CONTRA LOS ACADÉMICOS 117
- - ¿ T i e n e s a lo menos, dijo él, algún fundamento en que y discusiones de los académicos? Pues no sé de qué modo me
estribe tu opinión?
han hecho creer como cosa probable, usando su palabra favo-
—Fácil me será contestar a tu pregunta, sobre todo por- rita, que el hombre no puede hallar la verdad; por lo cual me
que no me coge de sorpresa, pues todo esto lo tengo yo tra- hice perezoso y tardo, sin atreverse a buscar lo que no estuvo
tado conmigo mismo y con mucha atención por largo tiempo al alcance de los varones más agudos y doctos. Si, pues, yo
lo he examinado. Por lo cual, oye, Alipio, lo que creo muy no logro convencerme de la posibilidad de descubrir lo ver-
bien sabes: no quiero que esta discusión se lleve a cabo por dadero tan fuertemente como los académicos estaban conven-
•el simple prurito de discutir; dejemos ya los ensayos que cidos de lo contrario, no me atrevo a indagar nada ni hallo
hemos tenido con los jóvenes, en que la filosofía se ha mos- cosa que defender.
trado como chanceándose. ¡Fuera de las manos los cuentos Deja, pues, a un lado tu pregunta, si te place, y discutamos
de los niños! Se trata del destino de la vida, de las costum- entre Jos dos, con mayor sagacidad posible, si puede hallarse
bres, de nuestra alma, la cual confía vencer la dificultad de la verdad. Por lo que a mí toca, tengo a mano muchos argu-
todos los sofismas, y después de abrazar la verdad, volviendo, mentos que oponer a la doctrina de los académicos; nuestra
por decirlo así, al país de su origen, ha de triunfar de todas diferencia de opiniones se reduce a lo siguiente: a ellos pare-
las liviandades y, desposándose con la templanza, como es- cióles probable que no puede descubrirse la verdad; en cam-
posa, reinar, segura de volver al cielo. ¿Oyes lo que digo? bio, a mí me parece que puede hallarse. Pues el desconoci-
Desechemos todo eso ya; hay que preparar las armas para miento de la verdad me es particular, si ellos fingían, o segu-
un valiente guerrero. Nada he deseado siempre menos que ramente es común a ellos y a mí (17 (.
dar ocasión a que surja un nuevo conflicto entre los que tanto
tiempo vivieron entre sí con mutua armonía y comunicación.
CAPITULO X
Mas por la memoria, que es infiel custodia de las cosas
pensadas, he querido fijar con la escritura lo que tantas veces N O ES' CUESTIÓN DE PALABRAS, SINO DE COSAS
hemos tratado entre los dos, para que estos adolescentes apren- 24. Entonces dijo Alipio:
dan a dedicar su atención a este linaje de problemas, adies- —Ahora ya avanzaré con seguridad, porque veo en ti, no
trándose en la acometida y defensa. ya un acusador, sino un defensor. Y así, para no ir dema-
23. ¿No sabes, pues, que yo no tengo ninguna cosa por
cierta, y que de su investigación me retraen los argumentos t i a m 3 sed a b eo q u a e r e n d o A c a d e m i c o r u m a r g u m e n t i s a t q u e disputatio-
n i b u s i m p e d i r i ? Nescio enim quomodo fecerunt in animo q u a m d a m pro-
E t ille: b a b i l i t a t e m (ut ab eorum verbo n o n d u m r e c e d a m ) , quod homo verum
— S a l t e m liabesne tu q u i d q u a m in quo sententia tua iam f ú n d a l a invenire non possit: u n d e piger et prorsus segnis effectus eram, n e c
constiterit? q u a e r e r e a u d e b a m , quod acutissimis a c doctissimis viris invenire non
— F a c i l e est, i n q u a m , h u i c rogationi responderé, mihi p r a e s e r t i m cui licuit. Nisi ergo p r i u s tam mihi persuasero verum posse inveniri, q u a m
r e p e n t i n a non e s t : iam hoc totum m e c u m egi, et diu m u l t u m q u e ver- sibi illi non posse p e r s u a s e r u n t , n o n a u d e b o q u a e r e r e , n e c h a b e o ali-
s a r i a n i m o . Q u a m o b r e m audi, Alypi, quod, ut arbitror, iam oprime s e i s : q u i d quod defendam. I t a q u e istam i n t e r r o g a t i o n e m remove, si placet, et
non ego istam disputationem d i s p u t a n d i gratia s u s c e p t a m voló; satis p o t i u s discutiamus Ínter nos, q u a m sagaciter possumus, u t r u m n a m possit
sit quod cum istis adolescentibus p r a e l u s i m u s , ubi l i b e n t e r nobiscum verum inveniri. E t p r o p a r t e mea videor m i h i h a b e r e iam m u l t a , q u i b u s
philosophia quasi iocata est. Q u a r e a u f e r a n t u r de m a n i b u s nostris fa- c o n t r a rationem A c a d e m i c o r u m n i t i m o l i o r : Ínter quos et me modo
bellae p u e r i l e s . D e vita nostra, de moribus, de a n i m o res a g i t u r , qui interim nihil distat, nisi quod illis p r o b a b i l e visum est, n o n posse inve-
6e s u p e r a t u r u m inimicitias o m n i u m fallaciarum, et veritate eomprehen- n i r i v e r i t a t e m ; mihi a u t e m inveniri posse p r o b a b i l e est. N a m ignoratio
sa, quasi in regionem suae originis rediens, t r i u m p h a t u r u m de libidini- veri, a u t mihi, si illi fingebant, peculiaris est, aut certe u t r i s q u e com-
bus, a t q u e ita t e m p e r a n t i a velut coniuge a c c e p t a r e g n a t u r u m esse prae- miini'í.
sumit, securior r e d i t u r u s in caelum. Vides quid d i c a m ? T o l l a m u s de
medio iam c u n e t a i s t a : arma acri facienda viro"; n e c q u i d q u a m minus CAPUT X
semper optavi, q u a m Ínter eos, qui secum m u l t u m vixerunt, m u l t u m q u e V E R B O R U M CONTROVERSIA NON EST QUAE HABETUR CUM AcADEMICIS,
sermocinati sunt, oriri aliquid, u n d e novus quasi conflictus exsurgat. SED RERUM
Sed p r o p t e r m e m o r i a m , quae infida custos est excogitatorum, referri in
litteras volui, quod Ínter nos saepe p e r t r a c t a v i m u s , simul u t isti adoles- 24. T u m A l y p i u s :
c e n t e s , et in h a e c a t t e n d e r e discerent, et a g g r e d i a c subiré tentarent. —Iam, inquit, securus i n c e d a m : video enim te non tam a e c u s a t o r e m ,
23. T u n e ergo nescis, nihil me c e r t u m a d h u c h a b e r e quod sen- q u a m a d i u t o r e m fore. I t a q u e n e longius a b e a m u s , videamus quaeso
3
«Hic figura quadam utitur Augustinus solemni dialogorum more. Nam nonnihil
2
VIRG., Aeneid. v m 441. certum habebat quod sentiret, qui iam dudum mente «pervenerat ad id quod est»
uti 1.7 Con}., c.17, legimus». Cf. etiam 1.8 c.">: ML 32,930a).
11,11,25 CONTRA LOS ACADÉMICOS 119
118 CONTRA LOS ACADÉMICOS II. 10, 24
que se consigna en sus libros, y no por disimular sus opinio-
siado lejos, te ruego no incurramos al ventilar nuestra cues- nes ni descubrir ciertos sagrarios de la verdad a hombres co
tión, como ocurrió a los que te cedieron a ti, en una mera rrompidos y profanos.
controversia verbal, pues por insinuación tuya, tomada de la
autoridad de Cicerón, muchas veces hemos confesado que es Y esto lo haría hoy si la caída del sol no nos obligase a
cosa abominable. volver a casa.
Hasta aquí disputamos aquel día.
Pues si no me engaño, habiendo dicho Licencio que le
agradaba la sentencia de los académicos acerca de la proba-
bilidad, tú le preguntaste—y convino en ello—si sabía que
también la ¡Jamaban verosimilitud. Bien conozco yo, por ha- CAPITULO XI
berlos aprendido de ti, y no de otro, los fundamentos del siste-
SOBRE LA PROBABILIDAD
ma académico.
Teniendo esto bien impreso en el ánimo, no es cosa de 25. El día siguiente también lució benigno y sereno,
ocuparnos con cuestiones verbales. apenas nos dedicamos a las faenas agrícolas, porque gran par-
—No es, le repliqué yo, mera cuestión de palabras, sino te de él lo empleamos en la redacción de cartas. Y pues nos
de mucha substancia y realidad, pues los académicos sabían convidaba la extraordinaria serenidad del cielo, quisimos apro-
poner nombres adecuados a las cosas; más bien me parece que vechar el poco tiempo que nos quedaba.
escogieron tales vocablos para ocultar su manera de pensar a Llegamos al árbol de costumbre, y después de acomodar-
los más tardos de ingenio y revelarla a los más aptos. nos allí todos, les dije:
Expondré luego el porqué y el cómo de mi opinión, decla- —Pues hoy no hemos de discutir grandes problemas, quiero
rando antes lo que comúnmente se cree acerca de su manera de que me recordéis vosotros, los jóvenes, cómo respondió Alipio
pensar, como adversarios del conocimiento humano. a la cuestioncilla que os turbó.
Así me agrada sobremanera que nuestra conversación haya —La respuesta fué tan breve, dijo Licencio, que apenas
llegado hoy a un punto desde donde aparece claramente cuál es trabajo recordarla. Sobre su valor y peso a ti te toca juzgar.
es la cuestión ventilada entre nosotros. Yo creo que ellos fueron Pues, según opino, el acuerdo sobre el fondo de la cuestión
varones muy prudentes y graves; y si hay algo que ahora hemos atajó la controversia sobre las palabras.
de someter a discusión, será contra los que creyeron que los
académicos fueron hostiles al hallazgo de la verdad. profanis, quaedam veritatis sacra proderentur, sed ex animo illa quae
Mas para que no me creas acobardado, también contra ellos in eorum libris legimus, defenderunt. Quod hodie facerem, nisi nos
emplearé mis armas gustosamente, si sostuvieron con tesón lo eolis occasus iam domum rediré compelleret.
Hactenus illo die disputatum est.
prius ne per hanc quaestionem in qua succesaisse videor iis qui tibi ces-
serunt. in verbi controversiam decidamus, quod te ipso insinuante ex
auctoritate illa Tulliana turpissimum esse, saepe confessi sumus. Cum
CAPUT XI
enim, ni fallor, Licentius placuisse sibi diceret de probabilitate Acade-
micorum sententiam, subiecisti quod ille haud dubie conformavit, sciretne
DE VERISIMIIJ
hanc ab eisdem etiam verisimilitudinem nominari. Et bene novi, siquidem
ex te mihi nota sunt, non absque te esse Academicorum placita. Quae
25. Postridie autem quamvis non minus blandus tranquillusque dies
cum, ut dixi, animo tuo infixa sint, quid verba secteris, ignoro.
illuxisset, vix tamen domesticis negotiis evoluti sumus. Nam magnam
—Non est ista, inquam, mihi crede. verborum, sed rerum ipsarum eius partem in epistolarum máxime scriptione consumpseramus. Et cum
magna controversia: non enim illos viros eos fuisse arbitror, qui rebus iam duae horae vix reliquae forent, ad pratum processimus. Nam invita-
nescirent nomina imponere; sed mihi haec vocabula videntur elegisse, et bat caeli nimia serenitas, placuitque, ut ne ipsum quidem quod resti-
ad occultandam tardioribus, et ad significandam vigilantioribus sententiam terat tempus, perire pateremur. Itaque cum ad arborem solitam ven-
suam. Quod quare et quomodo mihi videatur, exponam, cum prius illa tum esset, et mansissemus loco:
discussero. quae ab eis tanquam cognitionis humanae inimicis dicta
—Velim vos, inquam, adolescentuli, quoniam non est hodie magna
bomines putant. Itaque perlibenter habeo hucusque hodíe nostrum pro-
res aggredienda, in memoriam mihi revocetis, quomodo hesterno die
cessisse sermonem, ut satis quid Ínter nos quaererelur, aperteque con-
rogatiunculae quae vos turbavit, Alypius responderit.
staret. Nam illi mihi videntur graves omnino ac prudentes viri fuisse.
Si quid est autem, quod nunc disputabimus, adversus eos erit qui Aca- Hic Licentius:
démicos inventioni veritatis adversos fuisse crediderunt. Et ne me terri- —Tam breve est, inquit, ut nihil negotii sit hoc recordari; quam leva
tum putes, etiam contra eos ipsos non invitus armabor, si non occultan- sit autem tu videris. Nam, ut opinor, vetuit te, res cum constare!, de
dae sententiae suae causa, ne ab eis temeré pollutis mentibus, et quasi verbis moveré quaestionem.
120 COMTRA LOS ACADÉMICOS 11,11,26 II, 12. 27 CONTRA LOS ACADÉMICOS 121
— ¿ Y habéis comprendido bien, les dije yo, ¡o que eso sig-
nifica y la fuerza que tiene? — ¿ Q u é pensáis?, os repito. ¿Creéis que Cicerón, artífice
—Paréceme, a mi entender, lo que eso significa; pero no de estas palabras, fué tan indigente en la lengua latina que
obsta eso para que tú lo aclares más. Pues muchas veces te ponía nombres poco adecuados a las cosas que tenía en su
he oído decir que es vergonzoso discutir sobre cuestiones ver- ánimo? [ 1 8 ] .
bales cuando se conviene en las cosas. Pero esto es demasiado
sutil para que se me exija a mí una explicación.
26. —Oíd, pues, les dije yo, de qué se trata. Llaman los CAPITULO XII
académicos probable o verosímil lo que, sin asentimiento for- S E INSISTE EN EL MISMO ARGUMENTO
mal de nuestra parte, basta para movernos a obrar. Digo sin
asentimiento, de modo que sin tomar por verdadero lo que 27. Entonces dijo Trigecio :
hacemos, conscientes de nuestra ignorancia de la verdad, n o —Pues la cosa es clara, no hemos de promover ninguna
obstante, obramos. Por ejemplo, si la noche pasada, tan sere- cuestión verbal. Por lo cual mira más bien cómo has de res-
na y pura, alguien nos hubiera preguntado si hoy había de ponder a este nuestro libertador, contra quien preparas de nue-
salir un sol tan alegre, sin duda hubiéramos respondido: No vo tus acometidas.
lo sabemos, pero nos parece que sí. —Un momento, dijo Licencio, por favor; pues me brilla
Pues de esta categoría son, dice el académico, todas las en el pensamiento no sé qué luz y por ella veo que no debiste
cosas que yo he creído conveniente llamar probables o vero- dejarte arrebatar fácilmente tan grave argumento.
símiles. Si tú les quieres poner otro nombre, no te contradiré. Y después de una pausa silenciosa de reflexión, añadió:
Me basta con saber que has entendido mi pensamiento, esto es, —Nada me parece más absurdo que decir que aprueba lo
a qué cosas se aplica dicho nombre. Pues el sabio debe ser semejante a la verdad el que ignora a ésta; ni me hace Sa-
averiguador de la verdad, no artífice de las palabras. quear en este punto tu comparación. Pues si a mí me pregun-
¿Habéis entendido, pues, cómo se me han ido de las manos tan si del estado atmosférico de hoy no se barrunta alguna
aquellos juegos con que trataba de ejercitaros? lluvia para mañana, muy bien responderé que es verosímil,
Habiendo respondido ambos que sí, como con sus semblan- porque sostengo que puede conocerse alguna verdad. Sé que
tes me pedían una respuesta, les dije: este árbol no puede hacerse de plata ahora, y otras muchas
Et ego: cosas digo sin presunción que las sé, a las cuales veo que son
—Hoc ipsum, inquam, quid sit, quamve habeat vim, satis animadver- semejantes las que llamamos verosímiles.
tistis?
—Videor, inquit, míhi videre quid sit; sed quaeso. tu id paulisper —Quid putatis, inquam? Ciceronem cuius haec verba sunt, inopem
exponas. Nam saepe abs te audivi. turpe esse disputantibus in ver- fuisse latinae linguae, ut minus apta rebus imponeret, quas sentiebat,
borum quaestione immorari, cum certamen nullum de rebus reman^e- nomina?
rit. Sed hoc subtilius est, quam ut explicandum a me debeat flagi-
tari. CAPUT XII
26. —Audite ergo, inquam, quid sit, vos. Id probabile vel verisimi-
le Academici vocant, quod nos ad agendum sine apensione potest in- RURSUM DE VERISIMILI ET PROBABILI
vitare. Sine assensione autem dico, ut id quod agiinus non opinemur
verum esse, aut non id scire arbitremur, agamus tamen. Ut verbí cau- 27. Tum Trygetius:
sa, utrum hesterna nocte tam liquida ac pura, hodie tam laetus sol —Iam, inquit, placet nobis, cum res nota sit, de verbis nullas ca-
exorttmis esset, si nos quispiam rogaret, credo quod nos id scire ne- lumnias commovere. Quare vide potius quid huic respondeas qui nos
garemus. diceremus tamen ita videri. Talia, inquit Academicus, mjhi liberavit, in quos tu impulsus tentas iterum irruere.
videntur omnia quae probabilia vel verisimilia putavi nominanda; quae Et Licentivis:
tu si alio nomine vis vocare, nihi] repugno. Satis enim mihi est, te —Mane, ait, quaeso: nam mihi sublucet nescio quid, quo videam
iam bene accepisse quid dicam, id est quibus rebus haec nomina im- non tibi tam facile tantum argumentum eripi debuisse.
ponam. Non enim vocabulorum opificem, sed rerum inquisitorem decet Et cum defixus in cogitatione siluisset aliquantum:
esse sapientem '. —Rogo, inquit, nihil mihi videtur esse absurdius, quam dicere, se
Satisne intellexistis, quomodo mihi ludiera illa quibus vos agita- verisimile sequi, eum qui verum quid sit ignoret: nec illa me tua
bam, de manibus excussa sint? similitudo conturbat. Nam recte ego interrogatus, utrum ex ista tempe-
Hic cum ambo se intellexisse respondissent, vultuque ipso respon- rie caeli nulla in crastinum pluvia cogatur, respondeo esse verisimile,
sionem postularent meam: qui me non negó nosse aliquid veri. Nam scio arborem istam modo ar-
1
O c , Ácad. frag.10 Müller. genteam fieri non posse, multaque talia vera non impudenter me scire
dico, quorum video esse similia ea quae verisimilia nomino. Tu vero,
122 CONTRA LOS ACADÉMICOS II. 12, 28 11,13,29 CONTRA LOS Ai ADLMH OS 12,1
Pero tú, ¡oh Carnéades!, o no sé qué otra peste griega, poseedor de la verdad, a mí poco me importa. Si después no
para callar de los nuestros—¿y por qué dudaré ya de pasarme eres ingrato a mi patrocinio, tal vez me enseñarás estas mis-
al bando de quien soy prisionero por derecho de victoria ? mas cosas a mí.
cuando tú dices que no conoces ninguna verdad, ¿cómo pue-
des abrazar lo que se asemeja a ella? Cierto no pudo dársele CAPITULO XI1/
otro nombre. ¿Cómo, pues, podemos discutir con un hombre CONCLUSIÓN
que ni siquiera puede hablar?
29. Aquí intervine yo, al ver a Licencio ruborosamente
28. —No temo yo, dijo Alipio, a los tránsfugas, ¿cuánto temeroso de la acometida de Alipio:
menos aquel Carnéades contra quien, movido por no sé si lige- —Todo lo has querido decir, Alipio, salvo cómo se ha de
reza juvenil o pueril, has lanzado más bien maldiciones que el disputar con los novicios en el uso de la palabra.
dardo de un argumento? Porque para confirmar su sentencia, —Pues ya ha tiempo, contestó él, tanto yo como los de-
que buscó siempre fundamentos de probabilidad, le bastaba más sobradamente sabemos—y ahora lo pruebas con el ejer-
alegar que nosotros nos hallamos lejos del descubrimiento de cicio de tu profesión—que eres perito en el arte de la elo-
la verdad, de modo que tú mismo puedes hallar en ti un ar- cuencia, quisiera que nos expliques primero la conveniencia
gumento de fuerza, pues por una cuestioncilla que te han pro- de esta inquisición suya, que o es superflua, y, por lo mismo,
puesto, has cambiado de posición, sin saber dónde poner el pie. superfluo entretenerse con ella, o si ofrece alguna ventaja, y
Pero esto, como también el argumento de la certeza del esto no lo puedo yo explicar, yo te ruego con instancia que
árbol, mencionado poco ha, dejémoslo para otra ocasión. Y pues no te sea gravoso el hacer oficio de maestro.
has cambiado de partido, conviene insistir en lo que poco an- —Tú recuerdas que dije ayer que trataríamos de la cues-
tión de las palabras; y ahora aquel sol me avisa que lo que
tes dije.
propuse a los muchachos como juguetes, lo recoja en la cesta,
Pues todavía no habíamos entrado en la substancia del ar- sobre todo porque lo propongo más como adorno que como
gumento relativo a la posibilidad de hallar la verdad; pero objeto de venta. Y ahora, antes que las tinieblas que patro-
yo creí que en el mismo umbral de mi defensa debía susci- cinan a los académicos nos impidan escribir, quiero que conste
tarse la cuestión, con que te vi a ti abatido y sin fuerzas; con- con toda claridad el problema, para cuya resolución hemos
viene a saber: si no ha de buscarse lo verosímil o lo proba- de madrugar mañana.
ble—o llámese con algún otro nombre—, con que se dan por
Academici sat esse dicant, quaerendum non esse. Nam si tu optimus
satisfechos los académicos. Pues si tú te tienes por un perfecto iam inventor veritatis tibi videris, nihil ad me. Postea si ingratus non
fueris huic patrocinio meo, eadem fortasse me docebis.
Carnéades, vel quae alia graeca pestis, ut nostris parcam (quid enim
dubitem in hanc partem transiré ad eum cui captivus debeor iure vic-
toriae?): tu ergo cum te nihil veri scire dicas, unde hoc verisimile se- CAPUT XIII
queris? At enim nomen ei non potui aliud imponere. Quid ergo nobis CONCLUSIO
disputandum est cum eo, qui nec loqui potest?
28. —Non ego, inquit Alypius, perfugas metuam: quanto minus 29. Hic ego, cum verecunde Licentius Alypii impetum formidaret:
—Omnia potius, inquam, Alypi, loqui maluisti, quam quemadmodum
ille Carnéades, in quem nescio utrum iuvenili an puerili levitate com-
nobis cum iis, qui loqui nesciant, disputandum sit.
motus, maledicta potius quam aliquod tehim putasti esse iaciendum?
Et ille:
Nam illi quidem ad roborandam sententiam suam, quae semper tenus —Quoniam olim tum mihi, tum ómnibus notum est, et nunc tua pro-
probabili fundata fuit, hoc interim adversum te facile suffecerit, ita nos fessione satis indicas te loquendi peritum esse, velim explices utilitatem
a veri inventione procul esse pósitos, ut tu tibi ipse magno argumento esse primo huius inquisitionis suae, quae aut superflua est, ut opinor, et ei
possis, qui ita una interrogatiuncula loco motus es, ut ubi tibi standum multo magis responderé superfluum est: aut si commoda visa fuerit, et a
esset, penitus ignorares. Sed haec, atque scientiam tuam, quam tibi im- me explicar! nequierit, precario abs te impetrem, ut magistri officium ne
pressam de hac arbore paulo ante confessus es, in aliud tempus difié- gravere.
ranme. Quamvis enim iam alias partes delegeris. tamen sedulo docendus —Meministi, inquam, heri me esse pollicitum de istis vocabulis post
es quid paulo ante dixerim. Nondum enim, ut opinor, in eam quaestio- acturum. Et nunc ille sol admonet, ut quae ludiera pueris proposui,
nem, qua utrum inveniri verum possit quaeritur, progressi fueramus: redigam in cistas; praesertim cum ea ornandi iam potius quam ven-
sed illud tantum in ipso vestíbulo defensionis meae praescribendum pu- dendi gratia proponam. Nunc antequam stilum nostrum tenebrae oceu-
tavi, in quo te lassum prostratumque prospexeram; hoc est: utrum veri- pent, quae patronae Academicorum solent esse, voló inter nos hodie ple-
simile, an probabile, an alio si quo nomine appellari potest, quod sibi nissime constet. ad quam quaestionem nobis explicandam mane surgen-
124 CONTRA LOS ACADÉMICOS 11,13,30 I I , 13, 30 COMBA LOS ACADÉMICOS 125
Así, p u e s , r e s p o n d e , te r u e g o , a e s t o : a tu p a r e c e r , ¿ t u v i e - a n i n g u n a cosa se d e b e p r e s t a r a s e n t i m i e n t o . Si l o g r a s d e m o s -
r o n los a c a d é m i c o s u n a d o c t r i n a cierta a c e r c a de la v e r d a d t r a r esto, g u s t o s a m e n t e m e d a r é p o r v e n c i d o ; p e r o si y o l o g r o
y n o la q u i s i e r o n m a n i f e s t a r t e m e r a r i a m e n t e a los i g n o r a n t e s p r o b a r q u e es m u c h o m á s p r o b a b l e q u e el s a b i o p u e d e l l e g a r
y m a l p r e p a r a d o s , o r e a l m e n t e s i n t i e r o n lo q u e se c l a r e a en a la v e r d a d , y q u e el a s e n t i m i e n t o n o s i e m p r e se d e b e suspen-
sus d i s p u t a s ? der, n o t e n d r á s t ú n i n g u n a r a z ó n p a r a n o p a s a r t e a m i l a d o .
3 0 . E n t o n c e s dijo A l i p i o : A g r a d ó a él y a t o d o s los p r e s e n t e s la p r o p u e s t a , y c u a n d o
— C u á l fuera su p e n s a m i e n t o v e r d a d e r o , yo n o lo a f i r m a r é nos e n v o l v í a n las s o m b r a s de la n o c h e , v o l v i m o s a casa.
a la p r i m e r a . P u e s , s e g ú n p u e d e colegirse de lo q u e e s c r i b e n ,
tú s a b e s m e j o r en q u é t é r m i n o s p r o p o n e n su d o c t r i n a . P e r o cedam libenter: si autem demonstrare potuero multo esse probabilius,
et posse ad veritatem pervenire sapientem, et assensionem non semper
si tú m e p r e g u n t a s p o r m i convicción p e r s o n a l , creo q u e toda-
esse cohibendam: nihil habebis, ut opinor, cur non te in meam senten-
vía n o se h a d e s c u b i e r t o la v e r d a d . tiam transiré patiaris.
A ñ a d o t a m b i é n q u e lo que p r e g u n t a b a s a c e r c a de los aca- Quod cum illi placuisset et eaeteris qui aderant, iam vespere obum-
d é m i c o s , conviene a s a b e r , q u e la v e r d a d n o p u e d e ser h a l l a d a , brati domum revertimus.
n o sólo es convicción a r r a i g a d a en m í , c o m o h a s p o d i d o a d v e r -
t i r s i e m p r e , sino lo p r u e b a la a u t o r i d a d de g r a n d e s y exce-
lentes filósofos; a n t e e l l o s n o s o b l i g a n a d o b l e g a r la c a b e z a
t a n t o n u e s t r a d e b i l i d a d p r o p i a c o m o su s a g a c i d a d , i m p o s i b l e
de ser a v e n t a j a d a .
— E s t o es lo que yo b u s c a b a , le dije y o . P u e s m e t e m í a
q u e a m b o s fuésemos de la m i s m a o p i n i ó n y q u e d a s e c o r t a d a
n u e s t r a d i s p u t a , n o h a b i e n d o n i n g ú n a d v e r s a r i o q u e n o s obli-
gase v e n i r a l a s m a n o s , e x a m i n a n d o la cuestión con el e s m e r o
q u e n o s f u e r a p o s i b l e . T a n t o es así, q u e , de h a b e r o c u r r i d o
eso, te h u b i e r a r o g a d o t o m a r a s la defensa de los a c a d é m i c o s ,
s o s t e n i e n d o q u e n o sólo d i s p u t a r o n , sino q u e e s t a b a n p e r s u a -
d i d o s de la i m p o s i b i l i d a d de la p e r c e p c i ó n de lo v e r d a d e r o .
H e a q u í , p u e s , el o b j e t o de n u e s t r a i n v e s t i g a c i ó n : si. s e g ú n
sus a r g u m e n t o s , es p r o b a b l e q u e n a d a p u e d e p e r c i b i r s e y q u e
dum sit. Itaque responde, quaeso, utrum, tibí videantur Academici ha-
buisse certam de veritate sententiam, et eam temeré ignotis vel non pur-
gatis animis prodere noluisse; an vero ita senserint. ut eorum disputatio-
nes se habent.
30. Tura ille:
—Quid illis animi fuerit, inquit, non temeré confirmabo. Nam quan-
tum ex libris colligi datur, tu melius nosti quae in verba sententiam
suam promere soleant. Me autem de meipso si consulis, inventum non-
dum verum esse puto. Addo etiam quod de Academicis flagitabas, nec
posse inveniri me putare, non solum inolita, quam semper fere animad-
vertisti opinione mea, sed etiam auctoritate magnorum excellentiorum-
que philosophorum; quibus nos praebere colla sive imbecillitas nostra,
sive sagacitas ipsorum, ultra quam nihil iam inveniri posse credendum
est, nescio quomodo compellit.
—Hoc est, inquam, quod volui. Nam verebar, ne cum tibí quoque
id videretur quod mihi, disputatio nostra manca remaneret, millo existen-
te qui ex altera parte rem venire in manus cogeret, ut diligenter quan-
tum possumus versaretur. Itaque si id evenísset, paratus eram te roga-
re, ut Academicorum partes ita susciperes, quasi tibi non solum dispu-
tasse, sed etiam sensisse viderentur, verum non posse comprehendi.
Quaeritur ergo Ínter nos, utrum illorum argumentis probabile sit
nihil percipi posse, ac nulli rei esse assentiendum. Quod si obtinueris,
III 2 2 CONTRA LOS AC ADÍ.MIC OS 127
para ordenar su vida, el sabio debe atenerse a lo que le pa-
rezca probable o verosímil.
Tal fué igualmente el resultado de la discusión de ayer.
LIBRO III Pues el uno aseguraba que el hombre se hace feliz hallando la
verdad, y el otro que con sólo buscarla diligentemente; luego
De la sabiduría y bienaventuranza está fuera de toda duda que nada se ha de anteponer a esta
ocupación. Por lo cual os pregunto: ¿Qué tal os pareció la
jornada que llevamos ayer? Vosotros vivisteis enfrascados en
CAPITULO I vuestros estudios.
HAY QUE BUSCAR LA VERDAD CON AHINCO Tú, Trigecio, te deleitaste con el poema de Virgilio, y Li-
cencio se entretuvo componiendo versos, afición que le arrebata
] . Cuando después de aquel discurso, contenido en el se- con tal fuerza, que por él principalmente he querido hacer
gundo libro, nos sentamos otro día en los baños—pues el cielo este discurso, a fin de que en su ánimo la filosofía ocupe y
estaba nublado y no era agradable bajar al prado—, di co- reclame—pues ya es tiempo—asiento más principal que el arte
mienzo a mi discurso de esta manera: poético y que toda otra disciplina.
—Ya creo que os habéis dado bastante cuenta de la cues-
tión que quedó planteada entre nosotros para debatirse. Pero
antes de venir al desarrollo de sus partes, os ruego prestéis CAPITULO 11
gustosa atención a unas observaciones, relativas a nuestro asun-
to sobre la esperanza de la vida y los propósitos que nos ani- LA SABIDURÍA Y LA FORTUNA
man. Creo que nuestra ocupación, no leve y superflua, sino
necesaria y suprema, es buscar con todo empeño la verdad; 2. ¿Y no lamentáis que anteayer nos fuimos a dormir
sobre este punto convenimos Alipio y yo. Pues los demás filó- con la intención de levantarnos a discutir la cuestión propues-
sofos dijeron que su sabio la había conseguido; según los aca- ta, y para ninguna otra cosa, pero se interpusieron tantos que-
démicos, el sabio debe desplegar todo su conato en buscarla, haceres relativos a nuestra administración familiar, que, absor-
y su acción debe ordenarse a semejante fin; mas como la ver- bidos totalmente por ellos, apenas tuvimos, al fin, a la tarde,
dad se halla oculta o cubierta, o es confusa e indiscernible, dos horas para respirar un poco y dedicarlas a vosotros? Fun-
dándome en esto, siempre opiné que el sabio ya no tiene nece-
ac verisimile occurreret. Id etiam vestra prístina disceptatione confec-
LÍBER III tum est. Nam cum alter inventa veritate beatum fieri asseruerit ho-
De sapientia et beatitudine minem. alter vero tantum diligenter quaesita, nulli nostrum dubium
e«t nihil esse a nobis huic negotio praeponendum. Quamobrem qualem
vobis, quaeso, hesternum diem videmur duxisse? Vobis quidem in stu-
CAPUT I diis vestris vivere licuit. Nam et tu, Trygeti, Virgilii te carminibus oblec-
tasti, et Licentius fingendis versibus vacavit, quorum amore ita perculsus
MACIVOPERE QUAERENDA EST VERITAS est, ut propter eum máxime mihi istum sermonem inferendum puta-
rem, quo in eius animo philosophia (nunc enim tempus est) maiorem
1. Cum post illum sermonem quem secundus líber continet, alio partem, non modo quam poética, sed quaevis alia disciplina sibi usur-
die consedissemus in balneis (nam erat tristior quam ut ad pratum libe- pet, ac vindicet.
ret descenderé) sic exorsus sum:
—Arbitror vos iam satis animadvertisse qua de re Ínter nos discu-
tienda quaestio constituta sit. Sed antequam ad partes meas veniam, CAPUT II
quae ad eam pertinent explicandam, pauca, quaéso, de spe, de vita, de
FORTUNA SAPIENTI NECESSARIA
instituto nostro non ab re abhorrentia libenter audiatis. Negotium nostrum
non leve aut superfluum, sed necessarium ac summum esse arbitror,
2. Sed quaeso vos, nonne miserti nostri estis, cum pridie ita cubi-
magnopere quaerere veritatem: hoc inter me atque Alypium convenit.
tnm issemus, ut ad dilatam quaestionem, et prorsus ad nihil aliud sur-
Nam et caeteri philosophi sapientem suum eam invenisse putaverunt;
ceretur, quod tanta de re familiari necessario peragenda exstiterunt, ut
et Academici sapienti suo summo conatu inveniendam esse professi
liic penitus occupati, vix duas extremas diei horas in nosmetipsos re-
sunt, idque illum agere sedulo; sed quoniam vel lateret obruta, vel con-
«pirare possemus? Quare sempeí fuit sententia mea, sapienti iam homini
fusa non emineret, ad agendam vitam id eum sequi quod probabile
128 CONTRA LOS ACADÉMICOS III, 2,3 III, 2, 4 CONTRA LOS ACADÉMICOS 129
s i d a d de n a d a ; m a s p a r a l l e g a r a h a c e r s e tal, necesita los bie- m a t e r n a l , o la f o r t u n a , s i n o otra cosa la q u e n o s h a c e d e s p r e c i a r
nes de f o r t u n a , a n o ser q u e o p i n e de otro m o d o A l i p i o . a a q u é l y a ésta.
— T o d a v í a n o h e a v e r i g u a d o b i e n , r e s p o n d i ó el a l u d i d o , q u é — N o es difícil e c h a r m a n o de o t r a c o m p a r a c i ó n , a d v e r t í y o .
i m p o r t a n c i a d a s a la f o r t u n a . P u e s si p a r a m e n o s p r e c i a r sus P o r e j e m p l o , así c o m o sin n a v e u o t r o v e h í c u l o o i n s t r u m e n t o
b i e n e s , crees q u e ella es n e c e s a r i a , m e d e c l a r o c o m p a ñ e r o t u y o a d a p t a d o a e l l o , p a r a n o t e m e r al m i s m o D é d a l o , o sin l a a y u d a
en esta o p i n i ó n . Si, al c o n t r a r i o , n o a t r i b u y e s a la f o r t u n a m á s de a l g u n a p o t e n c i a o c u l t a , n a d i e p u e d e a t r a v e s a r el m a r E g e o ,
q u e el s u m i n i s t r o de los b i e n e s p a r a s u b v e n i r a las n e c e s i d a d e s a u n q u e n o t e n g a otro deseo q u e l l e g a r al t é r m i n o , y, u n a vez
c o r p o r a l e s , q u e n o p u e d e n t e n e r s e a m a n o sin su f a v o r , n o m e l o g r a d o el fin, se h a l l a d i s p u e s t o a a r r o j a r y a d e s p r e n d e r s e
a r r i m o a tu p a r e c e r . E n efecto, o b i e n el q u e n o es s a b i o , p e r o de los a p a r a t o s q u e le h a n servido p a r a la t r a v e s í a , de a n á l o g o
a s p i r a a la s a b i d u r í a , p u e d e , a u n a c o n t r a c o r r i e n t e de la fortu- m o d o , q u i e n q u i s i e r e l l e g a r al p u e r t o y, d i g á m o s l o así, t i e r r a
n a , a d q u i r i r lo q u e necesita p a r a su vida, o b i e n se h a de con- firme y t r a n q u i l í s i m a de la s a b i d u r í a (pues p a r a c a l l a r o t r a s
ceder q u e a u n en la v i d a de t o d o sabio e l l a d o m i n a , p u e s n o cosas, si fuere ciego o s o r d o , n o le es p o s i b l e , lo c u a l d e p e n d e
p u e d e éste r e n u n c i a r a l a s cosas n e c e s a r i a s p a r a su c u e r p o . de la f o r t u n a ) , m e p a r e c e n e c e s a r i a la a y u d a de ésta, si h a d e
3 . — D i c e s , p u e s , tú, le r e p l i q u é yo, q u e la f o r t u n a es nece- l o g r a r lo q u e q u i e r e . U n a vez c o n s e g u i d o este fin, a u n q u e se
s a r i a al estudioso de la s a b i d u r í a , p e r o n o al s a b i o . vea n e c e s i t a d o de a l g u n a s cosas c o n c e r n i e n t e s a su b i e n e s t a r
— N o será i n o p o r t u n o v o l v e r a lo d i c h o , r e s p o n d i ó é l . Así c o r p o r a l , con t o d o , es evidente q u e ya n o las necesita p a r a ser
q u e a h o r a te p r e g u n t o : ¿ C r e e s q u e la f o r t u n a a y u d a al m e n o s - s a b i o , s i n o p a r a l a b u e n a convivencia s o c i a l .
p r e c i o de la m i s m a ? Si te a g r a d a la a f i r m a t i v a , d i g o q u e el aspi- — A n t e s b i e n , dijo A l i p i o , si es s o r d o o ciego, con r a z ó n
• r a n t e a la s a b i d u r í a tiene g r a n n e c e s i d a d de la f o r t u n a . d e s p r e c i a r á la c o n s e c u c i ó n de la s a b i d u r í a , y a u n la m i s m a
— A s í lo creo, dije, p u e s p o r e l l a será tal q u e p u e d a d e s p r e - v i d a , p a r a la c u a l se b u s c a .
c i a r la f o r t u n a . Y esto n o es u n a b s u r d o , p u e s t a m b i é n n o s o t r o s , 4 . — N o o b s t a n t e eso, le r e p l i q u é y o , c o m o n u e s t r a v i d a ,
c u a n d o s o m o s p á r v u l o s , n e c e s i t a m o s el p e c h o m a t e r n a l ; g r a c i a s m i e n t r a s e s t a m o s a q u í , se h a l l a r e g i d a p o r la f o r t u n a , y n a d i e
a él p o d e m o s d e s p u é s vivir y v a l e m o s sin él. sin vivir p u e d e h a c e r s e s a b i o , ¿ n o se c o n c l u y e d e esto q u e nece-
— P a r a mí es manifiesto, n o t ó A l i p i o , q u e n u e s t r a s o p i n i o n e s s i t a m o s su favor p a r a ser g u i a d o s a la s a b i d u r í a ?
se a r m o n i z a n e n t r e sí si r e f l e j a n n u e s t r a m a n e r a de p e n s a r , a n o — P e r o , r e s p o n d i ó él, n o s i e n d o n e c e s a r i a la s a b i d u r í a sino
s e r q u e a a l g u i e n le p a r e z c a b i e n d i s c e r n i r q u e n o es el p e c h o a l o s q u e viven, p u e s sin la v i d a n a d i e la echa en falta, n o t e m o
a la f o r t u n a , al p r o l o n g a r la v i d a . P u e s p o r q u e vivo, deseo la
nihil opus esse; ut autem sapiens fiat, plurimum necessariam esse foríu-
nam: nisi quid aliud videtur Alypio. nae vel uberum, non ipsa ubera seu fortuna, sed alia res quaedam nos
Tum ille: faciat contemptores.
—Quantum iuris, inquit, fortunae tribuas, nondum bene novi. Nam —Nihil magnum est, inquam, alio simili uti. Nam ut sine navi, vel
si ad contemnendam fortunan!, fortuna ipsa opus esse arbitraris, me que- quolibet vehículo, aut omnino, ne vel ipsum Daedalum timeam, sine ullis
que comitem in hanc sententiam do tibi. Sin fortunae nihil aliud cort- ad hanc rem accommodatis instrumentis, aut aliqua oceultiore potentia,
-cedis, quam ea quae corporis necessitati non possunt, nisi ipsa volente, Aegeum mare nemo transmittit, quamvis nihil aliud, quam pervenire pro-
suppetere, non ita sentio. Aut enim licet eadem repugnante atque in- ponat, quod cum ei evenerit, illa omnia quibus advectus est, paratus sit
cita, nondum sapienti, cupido tamen sapientiae, ea sumere quae vitae abiieere atque contemnere: ita quisquís ad sapientiae portum, et quasi
necessaria confitemur; aut concedendum est etiam in omni sapientis firmissimum et quietissimum solum pervenire voluerit—quoniam, ut alia
vita eam dominan, cum et ipse sapiens iis quae corpori necessaria sunt, omittam, si caecus ac surdus fuerit, non potest, quod positum est in
non indigere non possit. potestate fortunae—necessariam mihi videtur ad id, quod concupivit, ha-
3. —Dicis ergo, inquam, fortunam esse necessariam studioso sa- bere fortunam. Quod cum obtinuerit, quamvis putetur indigere quibusdam
pientiae, sapienti vero negas. rebus ad corporis valetudinem pertinentibus, illud tamen constat, non his
—Non ab re est eadem repetere, inquit. Itaque nunc etiam abs te •opus esse ut sapiens sit, sed ut Ínter homines vivat.
quaero, utrum fortunam ad seipsam contemnendam aliquid iuvare aes- —Imo, ait ille, si caecus ac surdus sit, et sapientiam adipiscendam,
times. Quod si arbitraris, dico sapientiae cupidum magnopere indigere et ipsam vitam propter quam sapientia quaeritur, mea sententia, iure con-
fortuna. temnet.
—Arbitrar, inquam, siquidem per illam erit talis, qualis eam possit 4. —Tamen, inquam, cum ipsa vita nostra, qua hic vívimus, sit in
contemnere. Nec absurdum est: nam sic etiam parvis nobis ubera neces- potestate fortunae, nec nisi vivens quisque sapiens fieri possit: nonne
saria sunt, quibus efficitur, ut sine- his postea vivere, ac valere possi- fatendum est opus esse eius favore, quo ad sapientiam pervehamur?
mus.
—Sed cum sapientia, inquit, non nisi viventibus sit necessaria, remo-
—Sententias, ait, nostras si animi conceptio non dissonat, concordare taque vita nulla sit indigentia sapientiae, nihil in propaganda vita perti-
mihi liquet: nisi forte discernendum cuiquam videtur quod vel fortu- friesco fortunam. Etenim quia vivo, propterea voló sapientiam, non quod
5
130 t ü M R A LOS ACADÉMICOS 111,3,5.
27. Quid enim de moribus inquirentem vel iuvat vel impedit corpo-
ris sensus? Nisi vero illos ipsos qui summum hominis bonum in volup-
tate posuere, nihil impedit aut columbae collum, aut vox incerta, aut
grave pondus homini quod camelis leve est, aut alia sexcenta, quominus
dicant eo quo delectantur delectan se scire, vel eo quo offenduntur of-
fendi (quod refelli posse non video), eum commovebunt qui finem boni
mente complectitur? Quid horum tu eligís? Si quid mihi videatur quae-
ris, in mente arbitror esse summum hominis bonum. Sed nunc de scien-
tia quaerimus. Ergo interroga sapientem, qui non potest ignorare sa-
pientiam: mihi tamen tardo illi atque stulto licet interim scire, boni
160 CONTRA LOS ACADÉMICOS H í , 13 2 9
SAa 3 e
111,14,31 CONTRA LOS ACADÉMICOS 163
162 CONTRA LOS ACADÉMICOS III, 14,30
P u e s la ú n i c a r a z ó n verosímil p a r a d e c i r q u e d e b í a s u s p e n d e r
CAPITULO XIV todo asentimiento era que probablemente nada puede compren-
d e r s e . A r r u m b a d a esta dificultad, p u e s el s a b i o , según se con-
EL S A B I O Y E L A S E N T I M I E N T O A LA S A B I D U R Í A cede, c o n o c e a lo m e n o s la m i s m a s a b i d u r í a , ya n o subsiste
n i n g u n a r a z ó n p a r a n o a s e n t i r a l o m e n o s a la s a b i d u r í a . P o r -
3 0 . V e n g a m o s , p u e s , a h o r a a la p a r t e en q u e p a r e c e titu-
q u e es, sin d u d a , m á s a b s u r d o p a r a el s a b i o n o a p r o b a r la
b e a r t o d a v í a A l i p i o . Y v e a m o s p r i m e r o lo q u e t a n a g u d a m e n t e
s a b i d u r í a q u e el d e s c o n o c e r l a .
influye en ti y te i n s p i r a t a n t a s c a u t e l a s . P u e s si la o p i n i ó n
de los a c a d é m i c o s , s o s t e n i d a , como dijiste, con t a n t o s y t a n 3 1 . . F i g u r é m o n o s , p u e s , a n t e los ojos u n p o c o , si p o d e m o s
firmes a p o y o s , según la cual el sabio n a d a s a b e , q u e d a d e m o - en e s p e c t á c u l o , cierta c o n t i e n d a e n t r e el s a b i o y la s a b i d u r í a .
lida con el r a z o n a m i e n t o q u e tú h a s d e s c u b i e r t o , con el c u a l ¿ Q u é d i r á la s a b i d u r í a sino q u e ella es la s a b i d u r í a ? El s a b i o ,
n o s fuerzas a confesar q u e es m u c h o m á s p r o b a b l e q u e el s a b i o al c o n t r a r i o , d i r á : N o lo c r e o . ¿ Q u i é n dice a la s a b i d u r í a :
conoce la s a b i d u r í a , h a b r á q u e s u s p e n d e r m á s a ú n t o d o asen- No c r e o en la s a b i d u r í a ? ¿ Q u i é n sino a q u e l con q u i e n ella
t i m i e n t o . P o r q u e eso d e m u e s t r a que n i con los r a z o n a m i e n t o s p u d o h a b l a r , d i g n á n d o s e h a b i t a r en él, esto es, el s a b i o ?
m á s sutiles y c o p i o s o s p u e d e m a n t e n e r s e n a d a q u e resista a Id a h o r a y b u s c a d m e a mí, p a r a q u e p e l e e c o n t r a los aca-
los a t a q u e s n o m e n o s fuertes o m á s fuertes de la p a r t e c o n t r a - d é m i c o s : t e n é i s u n n u e v o g é n e r o de c o m b a l e ; el sabio y la
ria, si n o falta i n g e n i o en e l l a . De d o n d e r e s u l t a q u e , c u a n d o s a b i d u r í a g u e r r e a n e n t r e sí. E l s a b i o n o q u i e r e a s e n t i r a la
es v e n c i d o u n a c a d é m i c o , sale entonces v e n c e d o r . Y ¡ o j a l á sea s a b i d u r í a . Y o e s p e r o con v o s o t r o s t r a n q u i l a m e n t e el r e s u l t a d o ,
v e n c i d o ! P e r o n i t o d o s los artificios del i n g e n i o griego logra- p u e s ¿ q u i é n n o cree en la fuerza invicta de la s a b i d u r í a ?
r á n q u e se r e t i r e de m í a la vez v e n c i d o y v e n c e d o r [ 3 2 ] . Cier- Sin e m b a r g o , d e f e n d á m o n o s n o s o t r o s con a l g ú n d i l e m a . E n
t a m e n t e , si n o h a y cosa q u e p u e d a a l e g a r s e c o n t r a estos razo- este c e r t a m e n , o el a c a d é m i c o v e n c e r á a la s a b i d u r í a , y será
namientos, libremente me daré por vencido. Mas no pretende- v e n c i d o p o r mí, p o r q u e n o será s a b i o , o p o d r á con él la sabi-
m o s a q u í b u s c a r la g l o r i a , s i n o h a l l a r la v e r d a d . P a r a m í b a s t a d u r í a , y a f i r m a r e m o s q u e el s a b i o posee la s a b i d u r í a . L u e g o
s u p e r a r de a l g ú n m o d o este o b s t á c u l o q u e se o p o n e a los q u e o el a c a d é m i c o n o es s a b i o o n e c e s a r i a m e n t e d e b e r e n d i r su
e n t r a n en la filosofía y, s e m b r á n d o l a de n o sé q u é a n t r o s tene- a s e n t i m i e n t o a a l g u n a cosa, a n o ser q u e q u i e n se a v e r g o n z ó
b r o s o s , a m e n a z a o b s c u r e c e r t o d o el s a b e r , s o f o c a n d o la e s p e - de decir q u e el s a b i o i g n o r a la s a b i d u r í a , n o se a v e r g ü e n c e d e
r a n z a de h a l l a r la luz de la v e r d a d . P e r o m i i n t e n t o está y a sostener q u e el s a b i o n o asiente a la s a b i d u r í a . M a s si es p r o -
l o g r a d o , si es p r o b a b l e q u e el sabio y a conoce a l g u n a c o s a . b a b l e q u e al s a b i o p e r t e n e c e la p e r c e p c i ó n de la s a b i d u r í a y
n i n g u n a r a z ó n h a y p a r a que niegue el a s e n t i m i e n t o a lo q u e
Non enim alia causa verisimile videbatur eum assensionem sustinere de-
CAPUT XIV beré, nisi quia erat verisimile nihil posse comprehendi. Quo subíalo
SAPIENTEM OPOBTET SAPIENTIAE SALTEM 4=SE\IIRI {percipit enim sapiens vel ipsam, ut iam conceditur, sapientiam) nulla
iam causa remanebit cur non assentiatur sapiens vel ipsi sapientiae.
30. Iam ergo ad eam partem veniamus, in qua dubitare adhuc vide- Est enim sine dubitatione monstrosius sapientem non approbare sapien-
tur Alypius. Et primo idipsum perspiciamus quale «it, quod te acuti«i- tiam, quam sapientem nescire sapientiam.
me atque cautissime movet. Nam si tot tantisque rationibus roboratam 31. Nam, quaeso, paululum quasi ante oculos tale spectaculum con-
(hoc enim dixisti) Academicorum sententiam, qua eis placnit níhil scire -tituamus, sí possumus, rixam quamdam sapientis et sapientiae. Quid
sapientem, hoc tuum labefactat inventum, quo cogimur confiteri mullo aliud dicit sapientia, quam se esse sapientiam? At contra iste: Non
esse probabilius, sapientem scire sapientiam, magis est assensio cohiben- rredo, inquit. Quis ait sapientiae: Non credo esse sapientiam? quis,
da. Hoc enim ipso ostenditur nihil quamlibet copiosissimis subtilissimis- nisi is cum quo illa loqui potuit, et in quo habitare dignata est, scilicet
que argumentis posse suaderi, cui non ex parte contraria, si adsit inge- -apiens? Ite nunc, et me quaerite, qui cum Academicis pugnem: habe-
nium, non minus acriter, vel fortasse acrius resistatur. Eo fit, ut cum lis iam novum certamen, sapiens et sapientia secum pugnant. Sapiens
sit victus Academicus, vicerit. O utinam vincatur! nunquam efficiet non vult consentiré sapientiae. Ego vobiscum securus exspecto. Quis
quavis arte Pelasga, ut simul a me victus victorque discedat1. Certe ni- i'iiim non credat invictam esse sapientiam?
hil airad inveniatur quod adversum ista dici possit, et ultro me victum Tamen nos aliqua complexione muniamus. Aut enim in hoc cer-
esse profíteor. Non enim de gloria comparanda, sed de invenienda ve- lamine Academicus vincet sapientiam, et a me vincetur, quia non erit
ritate tractamus. Mihi satis est quoquo modo molem istam transcen- -apiens: aut ab ea superabitur, et sapientem sapientiae consentiré
deré, quae intrantibus ad philosophiam sese opponit, et nescio quibus ilocebimus. Aut igitur sapiens Academicus non est, aut nonnulli rei
receptaculis tenebrascens, talem esse philosophiam totam minatur, ni- -apiens assentietur: nisi forte quem dicere puduit sapientem nescire
hilque in ea lucis inventum iri sperare permittit. Quid autem amplius apientiam, sapientem non consentiré sapientiae dicere non pudebit.
desiderem, nihil habeo si iam probabile est, nonnihil scire sapientem. At si iam verisimile est cadere in sapientem vel ipsius sapientiae per-
1
rptionem, et nulla causa est, cur non ei quod potest percipi assen-
VIHG., Aeneid. II 152.
III, 15, 33 ( 0 \ T R A LOS ACADÉMICOS 165
164 CONTRA LOS ACADÉMICOS III, 14,32
ellos, c u a n d o el á n i m o s u s p e n d e l a i n c l i n a c i ó n del a s e n t i m i e n t o
p u e d e p e r c i b i r s e , c o n c l u y o q u e es p r o b a b l e l o q u e q u e r í a de- a t o d o ? Y e r r a , dicen e l l o s , n o sólo el q u e a p r u e b a u n a cosa
m o s t r a r , conviene a s a b e r , q u e el sabio h a de p r e s t a r su asen- falsa, sino t a m b i é n u n a d u d o s a , a u n q u e d e s p u é s r e s u l t a v e r d a -
timiento a la sabiduría. d e r a . M a s n o h a y cosa q u e n o sea d u d o s a . P e r o el s a b i o , c o m o
Si m e p r e g u n t a s d ó n d e h a l l a el sabio la s a b i d u r í a , te res- d e c i m o s n o s o t r o s , h a h a l l a d o la s a b i d u r í a .
p o n d e r é q u e en sí m i s m o . Si insistes en d e c i r q u e él m i s m o
i g n o r a lo q u e p o s e e , vuelves al a b s u r d o de a n t e s : q u e el s a b i o
i g n o r a l a s a b i d u r í a . Si p o n e s e n d u d a l a existencia del s a b i o , CAP¡TV LO XV
e n t o n c e s t e n d r é q u e discutir en otra d i s e r t a c i ó n , n o y a c o n t r a
los a c a d é m i c o s , sino c o n t r a t i , q u i e n q u i e r a q u e sientas e s t o . PELIGROS DEL PROBABII.ISMO O EL APÓLOGO DEL BIVIO
P u e s e l l o s , c u a n d o se e n r e d a n en estas cuestiones, t i e n e n l a
m i r a p u e s t a en el s a b i o . C l a m a Cicerón q u e él es u n g r a n p r o - 3 3 . M a s tal vez e s t a r é i s d e s e a n d o q u e a b a n d o n e y a este
b a b i l i s t a , p e r o q u e su i n v e s t i g a c i ó n versa s o b r e el sabio [ 3 3 1 . t e r r e n o . N o es fácil r e n u n c i a r a p u n t o s de vista t a n s e g u r o s ,
Si n o l o sabéis a ú n v o s o t r o s , ¡ o h j ó v e n e s ! , l o h a b é i s leído se- p u e s t r a t a m o s con h o m b r e s en e x t r e m o a s t u t o s ; c o n t o d o , o s
g u r a m e n t e en el Hortensio: «Si n a d a h a y de c i e r t o , n i es p r o p i o d a r é g u s t o . P e r o a q u í , ¿(pié os d i r é ? ¿ D e q u é a r g u m e n t o s
del sabio el o p i n a r , n a d a a p r o b a r á n u n c a el sabio.» e c h a r é yo m a n o ? ¿ Q u é p u e d o a p o r t a r de n u e v o ? N e c e s a r i o e s
Es, p u e s , cosa manifiesta q u e del sabio t r a t a n l o s a c a d é m i - v o l v e r al a n t i g u o a r g u m e n t o , c o n t r a el cual t a m b i é n e l l o s p o -
cos en sus d i s p u t a s , c o n t r a l a s c u a l e s d i r i g i m o s n o s o t r o s nues- nen s u s o b j e c i o n e s .
t r o s esfuerzos. ¿ Q u é h a r é c o n q u i e n e c h á i s fuera d e v u e s t r o c a m p a m e n t o ?
3 2 . L u e g o t e n g o p a r a m í q u e p a r a el s a b i o es cierta l a ¿ P e d i r é el s o c o r r o de l o s m á s doctos, c o n los c u a l e s , si n o
s a b i d u r í a , esto es, q u e el s a b i o tiene p e r c e p c i ó n de l a s a b i d u - l o g r o la v i c t o r i a , m e a f e c t a r á m e n o s l a afrenta d e l a d e r r o t a ?
ría, y p o r lo m i s m o n o o p i n a , c u a n d o asiente a e l l a ; p u e s asiente Yo l a n z a r é , p u e s , c o n t o d a s m i s fuerzas el d a r d o , n e g r o d e
a u n a cosa q u e , si n o c o n o c i e r a c i e r t a m e n t e , n o m e r e c i e r a el h u m o y de m o h o , p e r o eficacísimo, si n o m e e n g a ñ o : el q u e
n o m b r e de s a b i o . Y e l l o s n i e g a n q u e d e b a r e h u s a r el asenti- nada aprueba, nada hace [ 3 4 ] . ¡Oh h o m b r e c a n d i d o ! ¿ Y d ó n d e
m i e n t o , a n o ser a cosas q u e n o p u e d a n p e r c i b i r s e . E s así q u e está lo p r o b a b l e , d ó n d e l o i n v e r o s í m i l ? Esto es lo q u e v o s o t r o s
la s a b i d u r í a n o es n a d a . L u e g o c u a n d o se c o n ó c e l a s a b i d u r í a q u e r í a i s . ¿ N o oís c ó m o r e s u e n a n los e s c u d o s g r i e g o s ? Se h a
y se d a a s e n t i m i e n t o a e l l a , n o p u e d e decirse q u e n o se conoce r e c i b i d o el g o l p e m á s v i g o r o s o sin d u d a ; p e r o ¿ c o n q u é m a n o
n a d a o q u e p r e s t a su a s e n s o a n a d a . ¿ Q u é m á s q u e r é i s ? ¿ O di- h e m o s a r r o j a d o el d a r d o ? L o s h o m b r e s q u e viven c o n m i g o ,
r e m o s a l g o de a q u e l e r r o r q u e se evita c o m p l e t a m e n t e , s e g ú n n a d a m e a c o n s e j a n m á s eficaz; p e r o veo q u e n i n g u n a h e r i d a
hemos causado. Me volveré, pues, a los argumentos q u e m e
tiatur, video quod volebam esse verisimile, sapientem scilicet assen-
surum esse sapientiae. declinet assensio? Errat enim, inquiunt, quisquís non solum rem
Si quaeres ubi inveniat ipsam sapientiam, respondebo: In semet- falsam, sed etiam dubiam, quamvis vera sit, approbat: nihil autem
ipso. Si dicis eum nescire quod habeat, redis ad illud absurdum, sa- quod dubium non sit invenio. At invenit sapiens ipsam. ut dicebamus,
pientem nescire sapientiam. Si sapientem ipsum negas posse inveniri, sapientiam.
non iam cum Academicis, sed tecum, quisquís hoc sentis, sermone
alio disseremus. lili enim cum haec disputant, de sapiente profecto CAPUT XV
disputant. Clamat Cicero seipsum magnum esse opinatorem, sed de
sapiente se quaerere. Quod si adhuc vos, adolescentes, ignotum habetis, Qül SEQUITUR rROBABILE. NON VITAT ERROREM
certe in Hortensio legistis: «Si igitur nec certi est quidquam, nec
opinar! sapientis est, nihil unquam sapiens approbabit» 2 . Unde mani- 33. Sed hinc iam vultis íortasse me discedere. Non sunt facile
festum est eos de sapiente illis suis disputationibus, contra quas niti- hecurissima relinquenda: cum versutissimis hominibus agimus: morera
mur, quaerere. lamen vobis geram. Sed quid hic dicam? quid? quidnam? Illud nimi-
32. Ergo arbitror ego sapienti certam esse sapientiam, id est sa- inm vetus dicendum est, ubi et ip«i habent quod dicant. Quid enim
pientem percepisse sapientiam et ob hoc eum non opinari, cum assen- laoiam, quem de castris meis foras truditis? num implorabo 'auxilia
titur sapientiae: assentitur enim ei rei, quam si non percepisset, sapiens dortiorum, cum quibus si superare nequeo, minus pudebit fortasse su-
non esset. Nec isti quemquam non deberé assentiri nisi rebus quae non peran? Iaciam igitur quibus viribus possum fumosum quidem iam et
possunt percipi, affirmant. Non autem sapientia nihil est. Cum igitur et M-abrum, sed nisi fallor, validissimum telum: qui nihil approbat, nihil
scit sapientiam et assentitur sapientiae, ñeque nihil scit, ñeque nuil! iigit. O hominem rusticum! Et ubi est probabile? ubi est verisimile?
rei sapiens assentitur. Quid amplius vultis? An de illo errore aliquid Hoc volebatis. Auditisne ut sonent scuta graecanica? Exeeptum est
quaerimus, quem dicunt penitus evitari, si in nullam rem animum quod robustissimum quidem: sed qua manu iaculati sumus? Et nihil
mihi potentius isti mei suggerunt, nec aliquid, ut video, vulneris fe-
1
C í e , Horttns. frag.100 Müller.
111.16,36 LOPiTHA LOS ACADÉMICOS l(l';
CAPITULO XX
CAPITULO XIX
CONCLUSIÓN DE LA OBRA.—PLATÓN CONDUCE A C R I S T O
ESCUELAS FILOSÓFICAS
43. He aquí las convicciones probables que entre tanto-
42. Así ahora apenas tenemos más filósofos que los cíni- me he formado, según pude, de los académicos. Si no son
cos, peripatéticos y platónicos; y los cínicos, porque les place acertadas, poco me importa, porque por ahora me basta con
cierta libertad y licencia de la vida. Mas en lo que atañe a la creer que el hombre puede hallar la verdad. Pues quien opina
erudición y doctrina, como también a la moral, que mira a la que los académicos mismos han pensado así, lea a Cicerón.
salud del alma, no han faltado hombres, de suma agudeza y di- Porque dice él que solían ocultar su doctrina, sin descubrír-
ligencia, que con sus discursos han mostrado la concordia sela a nadie más que al que llegaba con ellos a la ancianidad.
vigente entre las ideas de Aristóteles y Platón, que sólo a los Cuál fuese su doctrina, Dios lo sabe; yo creo que fué la
ojos de los distraídos e ignorantes parecen disentir entre sí; de Platón. Mas para que conozcáis brevemente mi plan, sea
cual fuere la humana sabiduría, veo que aún no la he alcanzado
quasi nullo hoste securam, velut adiutor et cívis irrepserat, nescío quid
inferens mali de Stoicorum cineribus, quod Platonis adita violaret. Sed bus, sed tamen eliquata est, ut opinor, una verissimae philosophiae disci-
huic arreptis iterum illis armis et Philon restitit doñee moreretur, et plina. Non enim est ista huius mundi philosophia, quam sacra nostra
omnes eius reliquias Tullius noster oppressit, se vivo impatiens labefac- meritissime detestantur, sed alterius intelligibilis, cui animas multifor-
tari vel contaminan quidquid amavisset. mibus erroris tenebris caecatas, et altissimis a corpore sordibus oblitas,
Adeo post illa témpora non longo intervallo omni pervicacia perti- nunquam ista ratio subtilissima revocaret, nisi summus Deus popularí
naciaque demortua, os illud Platonis quod in philosophia purgatissi- quadam clementia divini intellectus auctoritatem usque ad ipsum corpus
mum est et lucidissimum, dimotis nubibus erroris emicuit, máxime in humanum declinaret, atque submitteret, cuius non solum praeceptis, sed
Plotino, qui platonicus philosophus ita eius similis iudicatus est, ut etiam factis excitatae animae rediré in semetipsas et respicere patriam,
simul eos vixisse, tantum autem interest temporis ut in hoc ille revi- etiam sine disputationum concertatione potuissent.
xisse putandus sit.
CAPUT XX
CAPUT XIX
CONCLUSIO OPERIS.—VlA AD C H R I S T U M DIVUS PLATO
MULTIPLEX PHILOSOPHIAE GENUS
43. Hoc mihi de Academicis interim probabiliter, ut potui, persua-
42. Itaque nunc philosophos non fere videmus, nisi aut Cynicos auf si. Quod si falsum est, nihil ad me, cui satis est iam non arbitran non
Peripatéticos aut Platónicos: et Cynicos quidem, quia eos vitae quae- posse ab homine invenid veritatem. Quisquís autem putat hoc sensisse
dam delectat libertas atque licentia. Quod autem ad eruditionem doc- Académicos, ipsum Ciceronem audiat. Ait enim illis morem fuisse occul-
trinamque attinet et mores quibus consulitur animae, quia non defue- tandi sententiam suam, nec eam cuiquam nisi qui secum ad senectu-
runt acutissimi et sollertissimi viri, qui docerent disputationibus suis tem usque vixisset, aperire consuesse.
Aristotelem ac Platonem ita sibi concinere, ut imperitis minusque atten- Quae sit autem ista, Deus viderit; eam tamen arbitror Platonis fuis-
tis dissentire videantur, multis quidem saeculis multisque contentioni- se. Sed ut breviter accipiatis omne propositum meum, quoquo modo se
habeat humana sapientia, eam me video nondum percepisse. Sed cum_
178 CONTRA LOS ACADÉMICOS III, 20. 44 111.20,45 CONTRA LOS ACADÉMICOS i7y
yo. Con todo, aun hallándome ya en los treinta y tres años
sólido con la gravedad de las sentencias, más abierto a la be-
de la vida, creo que no debo desconfiar de alcanzarla alguna
nevolencia y más henchido de erudición y doctrina?
vez, pues, despreciando los bienes que estiman los mortales,
Me es imposible mostrar bastante admiración por la ame-
tengo propósito de consagrar mi vida a su investigación. Y como
nidad con que se han tratado las cuestiones más espinosas,
para esta labor me impedían con bastante fuerza los argumen-
venciendo con fuerza las dificultades mayores, exponiendo con
tos de los académicos, contra ellos me he fortalecido con la
mesura las convicciones y vertiendo claridad sobre los puntos
presente discusión. Pues a nadie es dudoso que una doble fuer-
más obscuros.
za nos impulsa al aprendizaje: la autoridad y la razón. Y para
mí es cosa ya cierta que no debo apartarme de la autoridad de Asi, pues, compañeros míos, convertid vuestra ansiedad
Cristo, pues no hallo otra más firme. En los temas que exigen expectante, con que me provocabais a responderle, en una más
arduos razonamientos—pues tal es mi condición que impacien- segura esperanza de instruiros juntamente conmigo. Tenemos
temente estoy deseando de conocer la verdad, no sólo por fe, un guía que es capaz de llevarnos, con la ayuda del Señor,
sino por comprensión de la inteligencia—confío entre tanto hasta los mismos arcanos de la verdad.
hallar entre los platónicos la doctrina más conforme con nues- 45. Al notar yo por los gestos de la cara que los mucha-
tra revelación. chos se mostraban un poco decepcionados, porque Alipio, al
parecer, no iba a responder, les dije sonriendo:
44. Aquí, al ver que yo había terminado mi discurso, aun- —¿Tenéis acaso envidia de las alabanzas (pie me ha tribu-
que era ya de noche y hubo que utilizar la linterna para escri- tado? Mas por ser tan segura la firmeza de Alipio, no le temo,
bir, con todo, los jóvenes con mucha atención ansiaban saber v para que vosotros me mostréis también vuestro agradecimien-
si Alipio prometía responder, aunque fuese en otro día. to, quiero prepararos contra él, por haber defraudado vuestra
Entonces dijo é l : esperanza. Leed los libros de los Académicos, v cuando veáis
—Nada estoy dispuesto a conceder que haya respondido allí a Cicerón vencedor de estas bagatelas—¿y qué cosa más
mejor alguna vez a mi propia íntima instancia como el con- fácil que lograr esto?—, obligad a Alipio a sostener mi causa
fesar que me retiro vencido por la discusión de hoy. Y creo y razonamiento contra aquellos argumento* invencibles de
que esta alegría no debe ser únicamente mía. Os la comuni- Tulio.
caré, pues, a vosotros, compañeros de lucha y jueces míos. Esta es, Alipio, la onerosa recompensa que te doy en psi
Porque ser vencidos en esta forma por la posteridad, tal vez de tus falsas alabanzas.
hasta los académicos lo desearon. Y a la verdad, ¿qué pudo Se rieron ellos con esto, y terminamos el gran debate, no
ofrecérsenos a nosotros más agradable que esta discusión, má- sé si con la debida solidez, pero sí más moderada y pronta-
mente de lo que yo esperaba.
tiigesimum et teitium aetatis annum agam, non rae arbitrar desperare
deberé eam me quandoque adepturuin. Contemptis tamen caeteris ómni- Quid enim nobis hoc sermonis lepore iucundius, quid sententianim gra-
bus quae bona mortales putant, huic investigandae inservire proposui. vitate perpensius, quid benevolentia promptius, quid doctrina peritius vide-
A qiio me negotio quoniam rationes Academicorum non leviter deter- ri aut exhiben posset? Prorsus nequáquam digne admiran possum, quod
íebant, satis, ut arbitror, contra eas ista disputatione munitus sum. tam facete áspera, tam fortiter desperata, tam modérate convicta, tam
¡Nulli autem dubium est gemino pondere nos impelli ad discendum, dilucide obscura tractata sunt. Quare iam, socii mei, exspectationem
auctoritatis atque rationis, Mihi autem certum est nusquam prorsus a vestram, qua me ad respondendum provocabatis, certiore spe mecum ad
Christi auctoritate discedere: non enim reperio valentiorem. Quod autem discendum convertite. Habemus ducem qui nos in ipsa veritatis arcana,
subtilissima ratione persequendum est (ita enim iam sum affectus, ut Deo iam monstrante, perducat.
quid í-it verum, non credendo solum, sed etiam intelligendo apprehende- 45. Hic ego, cum illi puerili quodam studio, quod Alypius respon-
íe impatienter desiderem) apud Platónicos me interim quod sacris nos- °urus non videbatur, quasi fraudatos vultu se ostenderent:
tris non repugnet reperturum esse confido. —Invidetis, inquam arridens, laudibus meis? Sed quoniam de Alypii
44. Hic postquam sermonis finem rae fecisse aspexerunt, quamquam constan tia iam «ecurus nihil eum timeo, ut vos quoque mihi gratias
iam erat nox, et aliquid etiam lucerna illata scriptum erat, tamen illi agatis, instruo vos adversus illum qui tantam intentionem vestrae ex-
adolescentes intentissime exspectabant, utrum Alypius vel alio die se spectationis offendit. Legite Académicos; et cum ibi victorem (quid
responsurum esse promitteret. enim facilius?) istarum nugarum Ciceronem inveneritis, cogatur iste a
Tum ille: vobis hunc nostrum sermonem contra illa invicta defenderé. Hanc tibí,
—Nihil mihi aliquando, inquit, tam ex sententia provenisse affirma- Alypi. duram mercedem pro mea falsa laude restituo. Hic cum arrisis-
re paratus sum, quam quod hodierna disputatione discedo superatus. sent. finem tantae conflictionis, utrum firmissimum nescio, modestius
Nec istam meam tantum puto deberé esse laetitiam. Communicabo ergo tamen et citius quam speraveram fecimus.
eam vobiscum, concertatores mei vel iudices nostri. Quandoquidem isto
se pacto a suis posteris vinci, ipsi etiam fortasse Academici optarunt.
NOTAS COMPLEMENTARIAS 181
BLANCHET (LÉON) : Les antecedents historiques du «7e pense, done je DEL LIBRE A L B E D R I O
suis» (París 1920).
LEDER (HERMANN") : Untersuchungen ueber Augustins Erkenntnislehre in
ihren Beziehungen zur antiken Skepsis, zu Plotin und zu Descartes VERSIÓN, INTRODUCCIÓN Y NOTAS DEL
(Marburgo 1901) p.93.
STORZ (].): Die Phílosophie des Ul. Augustinus (Friburgo de Brisgo-
via 1882).
SLADECZEK (FR.) : Die Selbsterkenntnis ais Grundlage der Phílosophie
nach dem Hl. Augustinus: «Scholastik», v (1930) p.329-356.
JANSEM (BERNHARD) : Aus dem Bewustsein zu den Dingen: «Philosoph.
Jahrbuch». 42 (1929).
HESSEN (JOHANNES) : Augustins Metaphysik der Erkenntnis (Berlín y
Bonn 1931).
GRABMANN (MARTIN) : Grundgedanken des Heiligen Augustinus über
Seele und Gott (Kóln 1929).
GROS (HELENE) : La conversión de S. Augustin (París).
PETRUS VALENTÍA ZAFRENSIS: Académica seu de ludido erga verum,
apéndice en Opera Ciceronis n i p.606-641 (Genevae, apud Fratres
Cramer, MDCCLVIII ). Estudio muy útil para conocer el sistema aca-
démico.
MELZER (E.): Augustini et Cartesii placita de mentís humanae sui co-
gnitione (Neisse 1860).
NAVILLE (ADRIÁN): 5. Augustin: Etude sur le développement de sa pen-
sée jusqu'a Vépoque de son ordenation (Ginebra 1872).
GUDEMAN (A.): Sind die Dialogue Augustins historisch?': «Sylvae Mo-
nacenses» (Munich 1926).
SOIITER (A.): Augustinian Readings in Cicero and Pliny: «Classical
I. Review» (1900) 5 p.264.
FABO, O. R. S. A. (FR. PEDRO) : La juventud de San Agustín (Ma-
drid 1929).
VEGA, O. S. A. (A. CUSTODIO): Introducción a la filosofía agustiniana:
BAC, «Obras de San Agustín», t.2 (Madrid 1946).
INTRODUCCIÓN A «DEL LIBRE ALBEDRÍO» I *> I
est. Realmente era necesario tomar las cosas más despacio y lecto uso es ya virtud, la cual está reputada entre los bienes
desde más arriba, si se quería resolver la cuestión con claridad grandes, los cuales nunca pueden ser usados para el mal. Ahora
y acierto. bien, si todos los bienes, los grandes, los medios y los mínimos,
El segundo libro lo ocupa casi todo la llamada prueba de proceden de Dios, sigúese que de Dios es el buen uso de la
la existencia de Dios, en la que Agustín expone de paso su voluntad libre, que, como hemos dicho, es virtud y se enumera
teoría acerca del conocimiento, comenzando desde el sensible entre los grandes bienes. El hombre puede caer por el libre
y animal hasta el puramente intelectual y abstracto. Bajo este albedrío, pero no levantarse, pues esto sólo pertenece a la
aspecto revisten estos capítulos un interés singularísimo para gracia de Dios; como el que se suicida, que puede quitarse la
la noética agustiniana. En ellos se preconiza, además, el método vida, pero no dársela.» San Agustín, firme en la teoría plató-
ascensional del Santo: de los objetos exteriores a los sentidos, nica del bien, hace consistir todo el mal en la carencia del
de los sentidos externos a los internos, de los sentidos internos bien, de tal modo que una cosa es tanto más mala cuanto es
a la razón, de la razón a las verdades eternas e inmutables* menos buena. El pecado, que es carencia de bondad del libre
o mundo inteligible, y del mundo inteligible a Dios. Dios está albedrío, no puede venir de Dios, sino de la nada, de defecto
reclamado por la existencia del mundo inteligible, del que no- de ser y obrar.
podemos dudar. Agustín llega por una serie de razonamientos Con lo dicho parece que el Santo da por suficientemente
al concepto de Dios como un ser esencialmente bueno, total- dilucidada la cuestión del origen del pecado o del desorden
mente bueno e infinitamente bueno, de quien procede todo ser moral, y con ello quería terminar la obra. Si quid aulem de
y toda bondad. Todo lo que hay, pues, de bueno en el mundo, origine peccati diligentius quaerendum adhuc putas, nam om-
viene necesariamente de Dios, y será tanto más bueno cuanto nino ego iam opus esse non arbitror, si quid tamen putas, in
más participe de su bondad; luego el mal de la criatura está aliam disputationem differendum est. No era fácil que el espí-
en la menor participación o en la carencia debida de tal bon- ritu descontentadizo de Evodio se diera por satisfecho con lo
dad. Agustín da un paso más. El libre albedrío es en sí mismo expuesto, por lo que, gustoso, aplaza para mejor ocasión la
un bien, no un mal (c. x v m ss.). Luego expone cómo el abuso disputa, a trueque de darle fin satisfactorio en todas sus partes.
de un bien no implica que ese bien se convierta en un maL El tercer libro es, pues, un complemento y, en muchos de
Los ojos, los brazos, la lengua, etc., aunque se conviertan en sus capítulos, un esclarecimiento del anterior. En la introduc-
instrumento de mal para el hombre y se empleen en cosas ción sienta de nuevo que el movimiento culpable de la volun-
malas, no dejan por eso de ser un bien en sí, ¿por qué lo ha tad, por el que se separa de Dios, proviene únicamente del
de ser el libre albedrío? Todos amamos la libertad, todos libre albedrío, y que el poder pecar de éste nace de su debi-
queremos la libertad, todos suspiramos por la libertad, como lidad para el bien obrar. Luego trata ampliamente de armo-
un bien soberano, como el mayor bien de que puede gozar el nizar el libre albedrío con la presciencia de Dios. El hombre
hombre en la tierra; y si sólo la pérdida de la libertad externa, no peca, dice el Santo, porque Dios lo haya previsto. Todo lo
material, la consideramos como un mal inmenso, ¿qué no será que Dios prevé sucederá necesariamente, porque Dios es infa-
la que atañe a la misma voluntad, y que llamamos libre albe- lible; pero Dios ve las cosas como son en sí, las libres como
drío? Si el mal radicase en la esencia del libre albedrío, habría libres y las necesarias como necesarias, pues cada cosa ha de
razón para culpar a Dios; pero siendo en sí un bien, su mal obrar conforme a su naturaleza. Dios ve el pecado anticipada-
sólo puede estar en un defecto de sí mismo, en un desfalleci- mente a que el hombre lo cometa, porque conociendo Dios to-
miento de la voluntad, dejándose ir tras un bien sensible, un das las cosas futuras, no puede ignorar las acciones de sus
deleite, pospuesto el bien supremo, Dios. En el fondo no es: ciiaturas. Pero Dios no puede prever necesaria una acción in-
todo esto más que una aplicación de la teoría platónica sobre trínsecamente libre, sin una contradicción manifiesta. El exis-
el bien y el mal. tir de una cosa es totalmente distinto de su ser o esencia; pue-
San Agustín distingue o divide los bienes en tres clases: de el existir ser necesario, sin que lo sea su ser. 0 en otros
grandes, medios y mínimos. «Grandes, los bienes que lo son términos: todo lo que Dios ha previsto que existiiá, existirá
siempre y nunca pueden ser males, como las virtudes; medios, infaliblemente, necesariamente, porque no puede engañarse ni
los que pueden servir alguna vez al mal, como las potencias fallar la ciencia de Dios; pero existirá según su modo de ser,
del alma, y mínimos, los bienes terrenos, como la hermosura, libre o necesario. Si yo fuera profeta, las cosas futuras no su-
el vigor del cuerpo, la agilidad, etc. El libre albedrío es un cederían porque yo las previera, sino que las prevería porque
bien medio, porque podemos usar mal de é l ; sin embargo, es habían de existir. Pero si el pecado es carencia de ser, ¿dónde
tal, que sin él no podemos obrar bien y laudablemente. Su lo ve Dios? Y si lo prevé Dios y forzosamente ha de existir,
198 INTRODUCCIÓN A. «DEL LIBRE ALBEDRIO» INTRODUCCIÓN A «DEL LIBRE ALBEDRÍO» l»M'
¿luego hay cierta predeterminación al pecado? Dios prevé el perder éste. Sin el libre albedrío no habría mérito ni demérito
pecado no en sí, sino en cuanto acción humana defectuosa, en gloria ni vituperio, responsabilidad ni irresponsabilidad, vii
su carencia de rectitud moral, como nosotros vemos las reali- tud ni vicio.
dades negativas, verbigracia, un agujero. Sería imposible querer encerrar en pocas líneas el conte-
Otro capítulo extenso lo dedica a las relaciones del pecado nido denso y polifacético de este libro, en el que se exponen,
con la divina Providencia: a) El pecado y el orden, b) El pe- unas veces de pasada y otras sólo indicadas, infinidad de ideas
cado y la naturaleza, c) El pecado y la justicia. Finalmente, y cuestiones relacionadas más o menos con el tema fundamen-
termina con un estudio y análisis de los cuatro problemas tal. De ahí también la imposibilidad de anotar este libro debi-
siguientes, fundamentales, relacionados con el pecado y libre damente, pues de hacerlo tendría que llevar un comentario per-
albedrío, a saber: a) La primera causa del pecado, b) Nuestra petuo, aumentando así desmesuradamente el número de sus
miseria presente, c) El pecado y los niños recién nacidos, d) E! páginas, labor, por otra parte, no del todo necesaria, yendo
pecado de Adán y el demonio. Agustín reconoce que habría esta obra dirigida, en la presente edición, a la clase culta.
aún que tratar y esclarecer otros muchos puntos, pero que, en La influencia que esta obra ha ejercido en el transcurso de
vista de que el tema fundamental está ya resuelto y que la obra los siglos es inmensa, y ella sola, si hubiéramos de describirla,
ha crecido demasiado en volumen, cree oportuno poner fin a nos llevaría más de un centenar de páginas. No hay escritor
la discusión. en toda la Edad Media que hable o trate de la cuestión del
libre albedrío y del pecado que no haya ido a beber a esta
IV. San Agustín procede en esta obra como filósofo cris- fuente agustiniana. Sólo citaremos un caso, por tratarse de un
tiano más que como teólogo. Nada tiene de extraño que tenga escritor nuestro, Pedro Compostelano, quien en su obra De
sus puntos flacos, y aun a veces poco precisos, como el Santo consolatione rationis * reproduce y extracta la mayor parte de
reconoce. Los pelagianos trataron de apoyarse en algunos ca- esta obra agustiniana.
pítulos y frases de esta obra para defender sus errores ' ; mas En cuanto al texto, hemos seguido el de la edición Mauri-
en vano, pues aunque el Santo, cuando la escribió, no pudo na, considerado actualmente como el mejor. Con todo, a fin de
tener presentes tales errores, que aún no habían nacido, las evitar la monotonía, hemos a veces subdividido los párrafos o
inexactitudes de unos capítulos quedan corregidas con la doc- números de dicha edición, así en latín como en castellano.
trina de otros, bien clara. En efecto, si hubieran leído la obra
despacio, hubieran visto más adelante que el autor no atribuye *> Fué publicada esta obra (que por su título y por su factura nos recuerda la
de Boecio De consolatione philosophiae, y como ella, escrita en verso y prosa) por
al libre albedrío un poder omnímodo para obrar el bien o el el P. Pedro Blanco Soto, agustino de El Escorial, en la colección filosófica alemana
mal, prescindiendo del estado actual del pecado y decaimiento titulada Beitrage zur Geschichte der Philosopbie des Mittelalters (Münster i. W. 1912).
de la naturaleza a consecuencia de la primera transgresión y de
una serie interminable de enfermedades morales transmitidas
por herencia. Agustín acusa la existencia de un primer pecado
de naturaleza, y esto bastaba para que los pelagianos no pu-
dieran alegar en modo alguno este libro en su favor. Sí es
cierto que no habla con insistencia de la gracia, como medi-
cina y socorro del libre albedrío, pero la insinúa varias veces,
y una de ellas expresamente. Lo que el Santo repite una y mil
veces es que el hombre es libre para obrar el bien y que no
está ligado a obrar el mal por ninguna necesidad. Si el hombre
peca, suya es la culpa. Si Dios le castiga por ello, es señal de
que fué libre al cometerla. San Agustín insiste sin cesar en la
bondad esencial e infinita de Dios, en quien no hay más que
bondad, y del que no pueden proceder más que cosas buenas;
El es padre amoroso, que aun en el castigar se muestra bueno;
si nos ha dado el libre albedrío es porque es un gran bien;
tan gran bien que el hombre prefiere perderlo todo antes que
8
San Agustín señala los números y capítulos que alegaban éstos: De libero
arbitrio 1.1 : 1,1; 12,26; 13,28-29; 14,30, y 16,34; 1.2: 1,2; 17,47; 1.3: 1,2; 3,7;
16,46; 18,49-50.
1,1,2 DEL LIBRE ALBEDRÍO 201
DEL LIBRE A L B E D R I O Ag.—Sí, ciertamente, ya que no puede ser hecho sino por
alguien. Pero si me preguntas quién sea éste en concreto, no
te lo puedo decir, por la sencilla razón de que no es uno de-
terminado y único, sino que cada hombre que no obra recta-
mente es el verdadero y propio autor de sus malos actos. Y si
lo dudas, considera lo que antes dijimos, a saber: que la jus-
LIBRO I ticia de Dios castiga las malas acciones a . Y claro está que no
serían justamente castigadas si no procedieran de la voluntad
CAP1TU LO l libre del hombre.
2. Ev.—Mas no sé yo que peque nadie que no haya apren-
¿Es D i o s EL AUTOR DEL MAL?
dido a pecar. Y si esto es verdad, dime, ¿quién es aquel de
1. Evodio.— -Dime, te ruego: ¿puede ser Dios el autor quien hemos aprendido a pecar?
del mal ? Ag.—¿Crees tú que la disciplina 11 es un bien?
Agustín.—Te lo diré, si antes me dices tú a qué mal te re- Ev.—¿Quién se atreverá a decir que la disciplina es un m a l ?
fieres, porque dos son los significados que solemos dar a la Ag.—¿Y si no fuera ni un bien ni un mal?
palabra m a l : uno, cuando decimos que «alguien ha obrado Ev.—A mí me parece que es un bien.
mal»; otro, cuando afirmamos que «alguien ha sufrido al- Ag.—Y con mucha razón, puesto que por ella se nos co-
gún mal». munica la ciencia o se enciende en nosotros el deseo de adqui-
Ev.—De uno y otro deseo saber quién sea el autor. rirla, y nadie adquiere conocimiento alguno sino mediante la
Ag.—Siendo Dios bueno, como tú sabes o crees—y cierta- disciplina. ¿O piensas tú de otro modo?
mente no es lícito creer lo contrario—, es claro que no puede Ev.—Yo pienso lo mismo, o sea, que mediante la disciplina
hacer el mal. Además, si confesamos que Dios es justo—y ne- no aprendemos sino el bien.
garlo sería una blasfemia—, así como premia a los buenos, Ag.—Mira, por tanto, no aprendas el mal, ya que disciplina
así tamben castiga a los malos; y es indudable que las penas no se deriva sino de discendo.
con que los aflige son para ellos un mal. Ahora bien, si nadie Ev.—¿De dónde procede, pues, que el hombre obre el mal,
que padece, padece injustamente, como nos vemos obligados si no lo ha aprendido?
a confesar, pues creemos en la Providencia divina, reguladora Ag.—Quizá de que se aparta de la disciplina y se hace
de cuanto en el mundo acontece, sigúese que de ningún modo
es Dios autor del primer género de mal, y sí del segundo. Aug.—Est c e r t e : non enim nullo auctore fieri posset. Si a u t e m
Ev.—¿Hay, pues, otro autor de aquel primer género de quaeris q u i s n a m iste sit, dici non potest: non enim u n u s aliquis est,
mal, del cual acabamos de ver que no es Dios el autor? sed quisque malus sui malefacti a u c t o r est. L n d e si dubitas, illud atien-
de quod s u p r a dictum est, malefacta iustitia Dei v i n d i c a n . Non enim
LÍBER I iuste v i n d i c a r e n t u r , nisi fierent volúntate.
2. Ev.—Nescio u t r u m q u i s q u a m peccet, qui non d i d i c e r i t : quod
CAPUT l si verum est, q u i s n a m sit ille a quo p e c c a r e didicerimus, i n q u i r o .
AN DEUS ALICUIÜS MALÍ AUCTOR SIT? Aug.—Aliquid boni existimas esse d i s c i p l i n a m ?
Ev.—Quis a u d e a t dicere m a l u m esse d i s c i p l i n a m ?
1. Evodius.—Dic mihi, quaeso te, u t r u m Deus non sit auctor m a l í ? Aug.—Quid, si n e c b o n u m nec m a l u m est?
Augustinus.—Dicam, si p l a n u m feceris de quo mala q u a e r a s . Duo- Ev.—Mihi b o n u m videtur.
bus enim modis a p p e l l a r e solemus m a l u m : uno, c u m male q u e m q u e fe- Aug.—Bene s a n e ; siquidem scientia per illam d a t u r aut excitatur,
cisse d i c i m u s ; alio, cum mali aliquid esse perpessum. n e c q u i s q u a m nisi per disciplinam aliquid discit: an tu aliter p u t a s ?
Ev.—De u t r o q u e scire cupio. Ev.—Ego per disciplinam non nisi bona disci arbitror.
Aug.—At si D e u m b o n u m esse nosti vel credis, ñ e q u e enim aliter Aug.—Vide ergo ne non discantur m a l a : n a m disciplina, nisi a
fas est, male non facit: rursus, si D e u m iustum fatemur, n a m et hoc discendo non dicta est.
n e g a r e sacrilegum est, ut bonis p r a e m i a , ita supplicia malis t r i b u i t ; quae Ev.—Lnde ergo a b h o m i n e fiunt si non d i s c u n t u r ?
u t i q u e supplicia p a t i e n t i b u s mala sunt. Q u a m o b r e m si nemo iniuste poe- Aug.—Eo fortasse quod se a disciplina, id est a discendo avertit
nas luit, quod necesse est credamtis, q u a n d o q u i d e m divina providentid
hoc universum regí credimus, illius p r i m i generis m a l o r u m nullo modo, » Retrae!, c.9 n.3.
t> Disciplina viene de discipuli doctrina, o sea la enseñanza recibida. San Agus-
h u i u s autem secundi auctor est Deus. tín toma ordinariamente la palabra disciplina en este sentido; pero a veces la
Ev.—Est ergo aliu» auctor illius mali, cuius D e u m n o n esse com- toma también en sentido general de método escolástico o pedagogía, enseñanza y
pertum est? aun por la ciencia misma.
¿{i 1.2,4 DEL LIBRE ALBEDRÍO 203
¿ DEL LIBRE ALBEDRÍO 1^ 1_ 3
completamente extraño a ella. Mas, sea de ello lo que fuere, entienda aprende, sigúese que todo aquel que aprende obra
lo cierto es que la disciplina es un bien, y que se deriva dé bien. Porque todo el que aprende, entiende, y todo el que en-
discendo, y que el mal no se puede en modo alguno aprender; tiende, obra bien. Por consiguiente, desear saber quién es nues-
porque, si se aprendiera, estaría contenido en la disciplina, tro maestro en orden al conocimiento de alguna cosa es lo
y entonces no sería ésta un bien, como tú mismo acabas de mismo que desear saber quién nos enseña a obrar bien. Desiste,
decirme. No se aprende, pues, el mal, y es, por tanto, inútil pues, de preguntar por no sé qué mal doctor o maestro, porque,
que preguntes quién sea aquel de quien aprendemos a hacer si es malo, no es doctor, y si es doctor, no es malo.
el m a l ; y si aprendemos el mal, lo aprendemos para evitarlo,
no para hacerlo. De donde se infiere que obrar mal no es otra
cosa que alejarse de la disciplina. CAPITULO II
3. Ev.—No obstante, yo creo ciertamente que hay dos dis-
ciplinas: una que nos enseña a obrar bien y otra que nos ANTES DE INVESTIGAR EL ORIGEN DEL MAL, VEAMOS QUÉ DEREMOS
enseña a obrar mal. Lo que ha ocurrido es que, al preguntarme CREER ACERCA DE DLOS
tú si la disciplina era un bien, el mismo amor del bien cautivó 4. Ev.—Sea como dices, y puesto que me acosas de ma-
de tal modo mi atención, que, fijándome en aquella que nos nera que me veo obligado a confesar que no aprendemos a
enseña a obrar bien, contesté que era un bien; pero ahora me hacer el mal, dime: ¿ cuál es el origen del mal ?
doy cuenta de que hay otra disciplina, de la cual afirmo que Ag.—¡Ah! Suscitas precisamente aquella cuestión que tan-
indudablemente es un mal, y de ésta precisamente deseo saber to me atormentó a mí siendo aún muy joven, y que, después
quién sea el autor. de haberme fatigado inútilmente en resolverla, me empujó e
Ag.—Pero al menos admitirás sin distingos que la inteli- hizo caer en la herejía de los maniqueos a . Y tan deshecho
gencia es un bien. quedé de esta caída y tan abrumado bajo el peso de sus tantas
Ev.—Sí, y la considero un bien tan grande, que no sé que y tan insulsas fábulas, que, si mi ardiente deseo de encontrar
en el hombre pueda haber otro mayor, ni diré jamás que nin- la verdad no me hubiera obtenido el auxilio divino, no habría
guna inteligencia pueda ser mala. podido desentenderme de ellos ni aspirar a aquella mi primera
Ag.—Dime entonces, cuando se trata de instruir a alguien, libertad de buscarla b. Y porque en orden a mí actuó con tanta
si no entiende lo que se le enseña, ¿podrá parecerte docto? eficacia que resolví satisfactoriamente esta cuestión, seguiré
Ev.—No, de ningún modo. contigo el mismo orden que yo seguí y que me puso a salvo.
Ag.—Si, pues, toda inteligencia es buena, y nadie que no Séanos Dios propicio y haga que lleguemos a entender lo que
atque abalienat: sed sive hoc, sive aliud aliquid sit, illud certe mani- intelligit, discit; omnis qui discit, bene facit: omnis enim qui discit,
festum est, quoniam disciplina bonum est, et a discendo dicta est disci- intelligit; et omnis qui intelligit, bene facit: quisquís igitur quaerit
plina, mala disci omnino non posse. Si enim discuntur, disciplina conti- auctorem, per quem aliquid discimus, auctorem profecto, per quem bene
nentur, atque ita disciplina non erit bonum; bonum est autem, ut ipse facimus, quaerit. Quapropter desine velle investigare neccio quem ma-
concedis: non igitur discuntur mala, et frustra illum a quo male faceré lum doctorem. Si enim malus est, doctor non e^t: =i doctor est. malus
discimus, quaeris; aut si discuntur mala, vitanda non facienda discun- non est.
tur. Ex quo male faceré nihil est, nisi a disciplina deviare.
3. Ev.—Prorsus ego duas disciplinas esse puto; unam per quam
bene faceré, aliam per quam male faceré discimus. Sed cum quaereres CAPUT 11
utrum disciplina bonum esset, ipsius boni amor intentionem meam ra- MAI.DM UNDE PRIUSQUAM DrSQUIRATUR, QUID DE DEO CREDENDUM
puit, ut illam disciplinam intuerer, quae bene faciendi est, ex quo bo- PROPONITUR
num esse respondí: nunc autem admoneor esse aliam, quam procul
dubio malum esse confirmo, et cuius auctorem requiro. 4. Ev.—Age iam, quoniam satis cogis ut fatear non nos discere male
Aug.—Saltem intelligentiam non nisi bonum putas? faceré, dic mihi unde male faciamus.
Ev.—Istam plañe ita bonam puto, ut non videam quid in homine Aug.—Eam quaestionem moves, quae me admodum adolescentem
possit esse praestantius; nec ullo modo dixerim aliquam intelligentiam vehementer exercuit, et fatigatum in haereticos impulit, atque deiecit.
malam esse posse. Quo casu ita sum afflictus, et tantis obrutus acervis inanium fabula-
Aug.—Quid? cum docetur quisque, si non intelligat, poteritne tibí rum, ut nisi mihi amor inveniendi veri opem divinam impetravisset,
doctus videri? emergeré inde, atque in ipsam primam quaerendi libertatem respirare non
Ev.—Omnino non poterit. possem. Et quoniam mecum sedulo auctum est, ut ista quaestione libe-
Aug.—Si ergo omnis intelligentia bona est, nec quisquam qui non a
Conf. n i 10-18.
* Conf. n i 19.
1, 3, 6 DEL LIBRE ALBEDRÍO ÍOft
•-!()4 DEL LIBRE ALBEDHÍO 1,2,5
la nada todas las cosas que han sido hechas. Sentado esto, y
liemos creído, ya que estamos ciertos de seguir en esto el ca- contando con el auxilio divino, intentemos ahora con empeño
mino trazado por el profeta, que dice: Si no creyereis, no en- la inteligencia de la cuestión que propones, por este orden.
tenderéis. Creemos que hay un solo y único Dios y que de El
procede todo cuanto existe, y que, no obstante, no es Dios el
autor del pecado. Turba, sin embargo, nuestro ánimo esta con- CAPITULO III
sideración : Si el pecado procede de las almas que Dios creó,
LA CONCUPISCENCIA ES EL ORIGEN DEL MAL
y las almas vienen de Dios, ¿cómo no referir a Dios el pecado,
siendo tan estrecha la relación entre Dios y el alma pecadora? 6. Ag.—Deseas saber, sin duda, cuál es el origen del mal
5. Ev.—Acabas de formular con toda claridad y precisión que hacemos. Pero antes es preciso saber qué se entiende por
la duda que cruelmente atormenta mi pensamiento, y que me obrar mal. Dime, pues, ¿cuál es tu parecer sobre este par-
ha obligado y empeñado en esta discusión contigo. ticular? Y si no puedes resumir todo tu pensamiento en pocas
Ag.—¡Animo! No desmayes y cree firmemente lo que crees, palabras, dámelo a entender enumerando al menos particular-
pues no hay creencia alguna más fundamental que ésta, aun- mente algunas acciones malas.
que se te oculte el porqué ha de ser así, ya que el concebir a Ev.—Omitiendo algunas por falta de tiempo y otras de las
Dios como la cosa más excelente que se puede decir ni pensar, que no me acuerdo, ¿quién duda que son obras malas los adul-
es el verdadero y sólido principio de la religión, pues no terios, y los homicidios, y los sacrilegios?
tiene esta idea óptima de Dios quien no crea que es omnipo- Ag.—Dime, por tanto, y en primer lugar, por qué te pare-
tente y absolutamente inconmutable, creador de todos los bie- ce a ti que el adulterio es una acción mala. ¿Acaso porque la
nes, a todos los cuales aventaja infinitamente, y gobernador ley lo prohibe?
justísimo de todo cuanto creó, y que no necesitó de cosa al- Ev.—Es malo, no ciertamente porque la ley lo prohiba,
guna para crear, como si a sí mismo no se bastara. De donde sino que la ley lo prohibe porque es malo.
se sigue que creó todas las cosas de la nada, mas no de sí Ag.—Y ¿qué decir si alguien nos apremiara exagerando
mismo, puesto que de sí mismo engendró sólo al que es igual «1 placer del adulterio y preguntándonos por qué lo juzgamos
a El, y a quien nosotros decimos Hijo único de Dios, y al un mal, y un mal digno de condenación? ¿Crees tú que ha-
brías respondido satisfactoriamente a los que desean no sólo
que, deseando señalar más claramente, llamamos «Virtud de
creer, sino también entender, escudándote ante ellos con la
Dios» y «Sabiduría de Dios», por medio de la cual hizo de autoridad de la ley? Porque yo creo contigo, y creo indubi-
rarer, eo tecum agam ordine quem secutus evasi. Aderit enim Deus, et tutis, ad intelligentiam eius rei quam requiris, opitulante Deo, nitamur
nos intelligere quod credidimus, faciet. Praescriptum enim per prophe- hoc modo.
1
tam gradum, qui ait: Nisi credideritis, non intelligetis , tenere nos, bene
nobis conscii sumus. Credimus autem ex uno Deo omnia esse quae sutn; CAPUT III
et tamen non esse peccatorum auctorem Deum. Movet autem animum,
CONCUPISCENTIA CAUSA MALÍ
si peccata ex iis animabus sunt quas Deus creavit, illae autem animae
ex Deo, quomodo non parvo intervallo peccata referantur in Deum. 6. Aug.—Quaeris certe unde male faciamus: prius ergo discutien-
5. Ev.—Id nunc plañe abs te dictum est, quod me cogitantem satis dum est quid sit male faceré; qua de re tibi quid videatur exprome.
excruciat, et quod ad istam inquisitionem coegit et traxit. Quod si non potes totum simul breviter verbis comprehendere, saltem
Aug.—Virili animo esto, et crede qxiod credis: nihil enim creditur particulatim malefacta ipsa commemorando. sententiam tuam notam fac
melius, etiamsi causa lateat cur ita sit. Optime namque de Deo existi- mihi.
mare verissimum est pietatis exordium; nec quisquam de illo optime Ev.—Adulteria et homicidia et sacrilegia, ut omittam caetera, qui-
existimat, qui non eum omnipotentem, atque ex nulla partícula commu- bus enumerandis vel tempus vel memoria non suppetit, quis est cui non
tabilem credit; bonorum etiam omnium creatorem, quibus est ipse prae- male facta videantur?
stantior; rectorem quoque iustissimum eorum omnium quae creavit: nec Aug.—Dic ergo prius, cur adulterium male fieri putes; an quia id
ulla adiutum esse natura in creando, quasi qui non sibi sufficéret. Ex faceré lex vetat?
quo fit ut de nihilo creaverit omnia; de se autem non creaverit, sed Ev.—Non sane ideo malum est, quia vetatur lege: sed ideo vetatur
genuerit quod sibi par esset, quem Filium Dei unicum dicimus, quem lege, quia malum est.
cum planius enuntiare conamur, Dei Virtutem et Dei Sapientiam nomi- Aug.—Quid, si quispiam nos exagitet, exaggerans delectationes adul-
namus, per quam fecit omnia, quae de nihilo facta sunt. Quibus consti- tera, et quaerens a nobis cur hoc malum et damnatione dignum iudice-
mus; num ad auctoritatem legis confugiendum censes hominibus, iam
1
Is., 7,9, sec. Lxx. non tantum credere, sed intelligere cupientibus? Nam et ego tecum
206 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,3,7
I. 3, 8 DEL LIBRE ALBEDRÍO
tablemente, y digo muy alto a todos los pueblos y naciones
que deben creer que el adulterio es un mal muy grande. Pero una prueba cierta de alguna mala acción de los condenados,
ahora tratamos, además, de saber y entender y tener por cer- siendo así que todos aquéllos fueron hallados dignos de con-
tísimo lo que hemos recibido por la fe. Así, pues, reflexiona denación por haber confesado la fe de Jesucristo. De suerte
que, si es malo todo cuanto los hombres condenan, sigúese
cuanto puedas, y dime luego por qué razón te parece que es
que en aquel tiempo era un crimen el creer en Jesucristo y
un mal el adulterio.
confesar esta fe. Si no todo lo que los hombres condenan es
Ev.— Sé ciertamente que es un mal esto, que yo mismo no malo, preciso es que aduzcas otra razón por la que pruebes
quisiera verme obligado a ver en mi mujer, porque el que que el adulterio es un mal.
hace a otro lo que no quiere que se haga con él, obra cierta-
Ev.—No sé qué responderte.
mente mal.
Ag.—Y ¿qué dirías de cualquier hombre cuya lujuria lle- 8. Ag.—Tal vez la malicia del adulterio proceda de la
gara a tanto que de buen grado prestara a otro su mujer para libídine, pues, como ves, te has encontrado con dificultades in-
superables al querer dar una razón extrínseca de la malicia
que libremente abusara de ella, a condición de tener él a su
de este hecho, que por lo demás te parece evidentemente malo.
vez la misma libertad respecto de la mujer de aquél? ¿Te pa-
Y para que entiendas mejor que la malicia del adulterio pro-
rece que nada malo haría en eso? cede de la libídine, te diré que, si alguien deseara eficazmente
Ev.—Al contrario, muchísimo mal. abusar de la mujer de su prójimo y de algún modo llegara a
Ag.—Pues, como ves, éste no peca contra el principio que saberse su intento, y que lo hubiera llevado a cabo de haber
acabas de citar, puesto que no hace lo que no querría que se podido, éste no sería ciertamente menos culpable que si real-
hiciera con él. Así que debes buscar otra razón por la que me mente hubiera sido sorprendido en flagrante delito, aunque de
convenzas de que el adulterio es un mal. hecho no hubiera podido realizar sus deseos.
7. Ev.—Me parece ser un mal, porque con frecuencia he
visto que han sido condenados los hombres acusados de este Ev.—Nada más claro, y ya veo que no es necesario un
largo discurso para convencerme de lo mismo respecto del ho-
crimen.
micidio y del sacrilegio, y así de todos los demás pecados, pues
Ag.—Y qué, ¿no se ha condenado también con frecuencia es evidente que la libídine es el origen único de toda suerte
a muchos hombres por sus buenas acciones? Recuerda, recuer- de pecados.
da, la Historia, y no digo la profana, sino la que goza de
autoridad divina, y verás cuan mal tendríamos que juzgar de indicium esse malefacti, cum illi omnes damnatione digni propter con-
los apóstoles y de todos los mártires, si es que hemos de fessionem suam iudicati sint. Quamobrem si quidquid damnatur malum
considerar la condenación de unos hombres por otros como est, malum erat illo tempore credere in Christum, et ipsam confiten
fidem: si autem non omne malum est quod damnatur, quaere aliud
credo, et inconcusse credo, omnibusque populis atque gentibus creden- unde adulterium malum esse doceas.
dum esse clamo, malum esse adulterium: sed nunc molimur id quod Ev.—Quid tibi respondeam non invenio.
in fidem recepimus, etiam intelligendo scire ac tenere firmissimum. Con- 8. Aug.—Fortassis ergo libido in adulterio malum est: sed dum
sidera itaque quantum potes, et renuntia mihi, quanam ratione adulte- tu foris in ipso facto quod iam videri potest, malum quaeris, pateris
angustias. Nam ut intelligas libidinem in adulterio malum esse, si cui
rium malum esse cognoveris. etiam non contingat facultas concumbendi cum coniuge aliena, planum
Ev.—Hoc scio malum esse, quod hoc ipse in uxore mea pati nollem: tamen aliquo modo sit id eum cupere, et si potestas detur facturum
quisquís autem alteri facit quod sibi fieri non vult, male utique facit. esse, non minus reus est, quam si in ipso facto deprehenderetur.
Aug.—Quid, si cuiuspiam libido ea sit, ut uxorem suam praebeat Ev.—Nihil est omnino manifestáis, et iam video non opus esse longa
alteri, libenterque ab eo corrumpi patiatur, in cuius uxorem vicissim sermocinatione, ut mihi de homicidio et sacrilegio, ac prorsus de ómni-
parem cupit habere licentiam? nihilne malí faceré tibi videtur? bus peccatis persuadeatur. Clarum est enim iam nihil aliud quam libi-
Ev.—Imo plurimum. dinem in toto malefaciendi genere dominari.
Aug.—At iste non illa regula peccat: non enim id facit quod pati
nolit. Quamobrem aliud tibi quaerendum est. unde malum esse adulte-
rium convincas.
7. Ev.—Eo mihi videtur malum, quod huius criminis nomines vidí
saepe damnari.
Aug.—Quid, propter recte facta nonne nomines plerumque damnati
sunt? Récense historiam, ne te ad alios libros mittam. eam ipsam quae
divina auctoritate praecellit; iam invenies quam male de Apostolis et
de ómnibus martyribus sentiamus, si placet nobis damnationem certum
208 DI L I IBIH ALBLDRÍO I,4,9«
' *> 1 0 DEL LIBRK ALBEDRÍO
interimat. Nam muid etiam iubetur lege, ut hostem necet: a qua caedc illi legi quae tuendorum civium causa vim hostilem eadem vi repelli
si temperaverit, ab imperatore poenas luit. Num istas leges iniustas, vel iubet, sine libidine obtemperan: et de ómnibus ministris, qui iure atque
potius nullas dicere audebimus? Nam mihi lex esse non videtur, quae ordine potestatibus quibusque subiecti sunt, id dici potest.
iusta non fuerit. Sed illi homines lege inculpata, quomodo inculpati queant esse, non
12. Ev.—Legem quidem satis video munitam contra huiuscemodi video: non enim lex eos cogit occidere, sed relinquit in potestate. Libe-
accusationem, quae in eo populo quem regit, minoribus malefactis ne rum eis ¡taque est neminem necare pro iis rebus quas inviti possunt
maiora committerentur, dedit licentiam. Multo est enim mitius eum amittere, et ob hoc amare non debent. De vita enim fortasse cuipiam
qui alienae vitae insidiatur, quam eum qui suam tuetur, occidi. Et sit dubium, utrum animae nullo pacto auferatur, dum hoc corpus interi-
multo est immanius invitum hominem stuprum perpeti, quam eum a quo mituí: sed si auferri potest, contemnenda est; si non potest, nihil me-
vis illa infertur, ab eo cui inferre conatur, interimi. tuendum. De pudicitia vero quis dubitaverit, quin ea sit in ipso animo
constituta, quandoquidem virtus est? unde a violento stupratore eripi
Iam vero miles in hoste interficiendo minister est legis; quare offi- nec ipsa potest. Quidquid igitur erepturus erat ille qui occiditur, id
• cium suum facile nulla libídine implevit. Porro ipsa lex, quae tuendi totum in potestate nostra non est: quare quemadmodum nostrum appel-
populi causa lata est, nullius libidinis argui potest. Siquidem ille qui landum sit, non intelligo. Quapropter legem quidem non reprehendo,
tulit, si Dei iussu tulit, id est quod praecepit aeterna iustitia, expers quae tales permittit interfici; sed quo pacto istos defendam, qui inter-
omnino libidinis id agere potuit: si autem ille eum aliqua libidine hoc ficiunt, non invenio.
statuit, non ex eo fit ut ei legi eum libidine obtemperare necesse sit;
quia bona lex et a non bono ferri potest. Non enim si quis, verbi causa, 13. Aug.—Multo minus ego invenire possum, cur hominibus defen-
tyrannicam potestatem nactus, ab aliquo cui hoc conducit, pretium acci- sionem quaeras, quos reos nulla lex tenet.
piat, ut statuat nulli licere vel ad coniugium feminam rapere, propterea Ev.—Nulla fortasse, sed earum legum quae apparent, et ab homini-
mala lex erit, quia ille iniustus atque corruptus hanc tulit. Potest ergo bus leguntur: nam nescio utrum non aliqua vehementiore ac secretissi-
ma lege teneantur, si nihil rerum est quod non administret divina pro-
0
214 DEL L1BKE ALBEDRIO I, 6,14 I. 6» 14 DEL LIBRE ALBEDRÍO 215
o b l i g a t o r i a y secreta, p u e s t o q u e n o h a y cosa que n o g o b i e r n e
Ev.—Mi deseo es l l e g a r a los límites e x t r e m o s d e c u e s t i ó n
la divina P r o v i d e n c i a . ¿ C ó m o p u e d e n h a l l a r s e l i m p i o s de pe- t a n i m p o r t a n t e , si es q u e a l p r e s e n t e p o d e m o s , p u e s los consi-
c a d o a n t e esta l e y q u i e n e s p o r d e f e n d e r l a s cosas q u e c o n v i e n e d e r o infinitos.
d e s p r e c i a r h a n m a n c h a d o s u s m a n o s con la s a n g r e de u n h o m -
Ag.—De n i n g ú n m o d o . C o b r a á n i m o y e n t r a p o r los ca-
b r e ? P a r é c e m e , s e g ú n esto, q u e la ley, d a d a p a r a el b u e n g o - m i n o s d e la r a z ó n confiado en la p i e d a d , p u e s n o h a y n a d a
b i e r n o de u n p u e b l o , a u t o r i z a l e g í t i m a m e n t e estos a c t o s , q u e , t a n a r d u o y difícil q u e con la a y u d a d e D i o s n o se h a g a m u y
n o o b s t a n t e , castiga la P r o v i d e n c i a d i v i n a . P o r q u e , sin d u d a , l l a n o y m u y fácil. Así q u e , p e n d i e n t e s s i e m p r e d e E l e i m p l o -
la ley h u m a n a se p r o p o n e c a s t i g a r n o m á s q u e en la m e d i d a d e r a n d o su a u x i l i o , i n v e s t i g u e m o s lo q u e n o s h e m o s p r o p u e s t o .
lo p r e c i s o p a r a m a n t e n e r la p a z e n t r e los h o m b r e s , y s ó l o e n Y a n t e s de n a d a , d i m e si esta l e y q u e se p r o m u l g a p o r escrito
a q u e l l a s cosas q u e están al a l c a n c e del l e g i s l a d o r . M a s en c u a n - es útil a t o d o s los q u e viven v i d a t e m p o r a l .
to a o t r a s c u l p a s , es i n d u d a b l e q u e tienen o t r a s p e n a s , de l a s
Ev.—Es c l a r o q u e s í ; p o r q u e de estos h o m b r e s precisa-
que ú n i c a m e n t e p u e d e a b s o l v e r la s a b i d u r í a divina.
m e n t e se c o m p o n e n los p u e b l o s y l a s n a c i o n e s .
Ag.—Alabo y a p r u e b o esta tu distinción, que, a u n q u e s ó l o
Ag.—Y estos m i s m o s h o m b r e s y p u e b l o s , ¿ p e r t e n e c e n a
i n c o a d a e i m p e r f e c t a , es confiada y a l c a n z a s u b l i m e s a l t u r a s . a q u e l l a s cosas q u e n o p u e d e n ni p e r e c e r n i m u d a r s e y q u e
T e p a r e c e q u e es v e r d a d q u e la ley h u m a n a , q u e tiene s ó l o son, p o r t a n t o , e t e r n a s , o, p o r el c o n t r a r i o , son m u d a b l e s y
p o r fin el g o b i e r n o de los p u e b l o s , p e r m i t e v deja i m p u n e s están sujetas al t i e m p o ?
m u c h o s actos q u e castiga l a P r o v i d e n c i a divina, y, a d e m á s , Ev.-—¿Quién p u e d e d u d a r d e q u e el h o m b r e es evidente-
de q u e la l e y h u m a n a n o a l c a n c e a t o d o , n o se sigue q u e d e b a n m e n t e m u d a b l e y q u e está sujeto a l t i e m p o ?
r e p r o b a r s e sus d e t e r m i n a c i o n e s . Ag.—Ahora b i e n , si se d i e r a p u e b l o t a n m o r i g e r a d o y gra-
ve y c u s t o d i o t a n fiel del b i e n c o m ú n q u e c a d a c i u d a d a n o
CAPITULO VI t u v i e r a en m á s la u t i l i d a d p ú b l i c a q u e la p r i v a d a , ¿ n o sería
j u s t a u n a ley p o r la q u e se le p e r m i t i e r a a este p u e b l o ele-
L A L E Y E T E R X A , MODERADORA D E L A S L E Y E S HVMAXAS.—NOCIÓN g i r m a g i s t r a d o s , q u e a d m i n i s t r a r a n la h a c i e n d a p ú b l i c a del
DE LA L E Y E T E R N A mismo?
14. E x a m i n e m o s a h o r a c u i d a d o s a m e n t e , si te p l a c e , h a s - Ev.—Sería m u y justa.
ta q u é p u n t o deba c a s t i g a r las m a l a s acciones esta ley p o r Ag.—Y si, finalmente, este m i s m o p u e b l o l l e g a r a p o c o a
la q u e se g o b i e r n a n los p u e b l o s en la p i e s e n t e v i d a , y vea- p o c o a d e p r a v a r s e de m a n e r a q u e prefiriese e l b i e n p r i v a d o
m o s d e s p u é s q u é es lo q u e d e b a ser secreta, p e r o i n e x o r a b l e - al b i e n p ú b l i c o y v e n d i e r a su v o t o al m e j o r p o s t o r , y, sobor-
m e n t e c a s t i g a d o p o r la d i v i n a P r o v i d e n c i a . Ev.—Cupio, si modo perveniri possit ad tantae reí términos: nam
hoc ego infinitum puto.
videntia. Quomodo enim apud eam sunt isti peccato liberi, qui pro lis
Aug.—Imo adesto animo, et rationis vias pietate fretus ingredere.
tebus quas contemni oportet, humana caede polluti sunt? Videtur ergo
Nihil est enim tam arduum atque difficile, quod non, Deo adiuvante,
mihi et legem istam, quae populo regendo scribitur. recte ista permitte-
planissimum atque expeditissimum fíat. In ipsum ¡taque suspensi atque
re, et divinam providentiam vindicare. Ea enim vindicanda sibi haec lex
ab eo auxilium deprecantes, quod instituimus, quaeramus. Et prius re-
populi assumit, quae satis sint conciliandae paci hominibus imperitis, et
sponde mihi, utrum ista lex quae litteris promulgatur, hominibus hanc
quanta possunt per hominem regi. Illae vero culpae alias poenas aptas
vitam viventibus opituletur.
habent, a quibus sola mihi videtur posse liberare sapientia.
Ev.—Manifestum est: nam ex his hominibus utique populi civitates-
Aug.—Laudo et probo istam, quamvis inchoatam minusque perfec- que consistunt.
tam, tamen fidentem et sublimia quaedam petentem distinctionem tuam.
Aug.—Quid? ipsi homines et populi, eiusdemne generis rerum sunt.
Videtur enim tibi lex ista. quae regendis civitatibu- fertur, multa con-
ut interire mutarive non possint, aeternique omnino sint? an vero mu-
cederé atque impuníta relinquere, quae peí divinam tamen providentiam
tabiles temporibusque subiecti sunt?
vindican tur; et recte. Ñeque enim quia non omnia facit. ideo quae facit
improbanda sunt. Ev.—Mutabile plañe atque tempori obnoxium hoc genus esse quis
dubitet?
CAPÜT VI Aug.—Ergo, si populus sit bene moderatus et gravis communisque
utilitatis diligentissimus custos, in quo unusquisque minoris rem priva-
LEX AETERNA MODERATRIX HUMANARUM ACTIONDM. EIUS NOTIO tam quam publican! pendat; nonne recte lex fertur, qua huic ipsi po-
pulo liceat creare sibi magistratus, per quos sua res, id est publica, ad-
14. Sed dispiciamus diligenter, si placet, quo usque per legem is-
ministre tur?
tam. quae populos in hac vita cohibet, malefacta ulciscenda sint: deinde
quid restet, quod per divinam providentiam inevitabilius secretoque pu- Ev.—Recte prorsus.
niatur. Aug.—Porro si paulatim depravatus idem populus rem privatam reí
publicae praeferat, atque habeat venale suffragium, corruptusque ab eis
216 DEL LIBRE ALBEDHIO I, 6, 15 I, 6, 15 DEL LrBRE ALBEDRÍO 217
nado por los que ambicionan el poder, entregara el gobierno para elegir sus magistrados y, por el contrario, se prive de
de sí mismo a hombres viciosos y criminales, ¿acaso no obra- este derecho al disoluto y malvado?
ría igualmente bien el varón que, conservándose incontamina- Ev.—Entiendo que esta ley es inconmutable y eterna.
do en medio de la general corrupción v gozando a la vez de Ag.—Creo que también te darás cuenta de que en tanto
gran poder, privase a este pueblo de la facultad de conferir la ley temporal es justa, y legítima en cuanto que está fun-
honores, para depositarla en manos de los pocos buenos que dada en la ley eterna; porque si el pueblo a que aludimos
hubieran quedado, y aun de uno solo? en un tiempo gozó justamente del derecho de elegir a sus ma-
Ev.—Sí, igualmente bien. gistrados, y en otro distinto se vio justamente privado de este
Ag.—Pero siendo, al parecer, estar dos leyes tan contra- derecho, la justicia de esta vicisitud temporal arranca de la
rias entre sí, que la una y la otra quitan al pueblo la facul- ley eterna, según la cual siempre es justo que el pueblo juicioso
tad de elegir sus magistrados, y habiendo sido dada la se- elija sus magistrados, y que se vea privado de esta facultad el
gunda en condiciones tales que no pueden existir ambas en que no lo es, ¿no te parece?
un mismo pueblo, ¿podemos decir que una de las dos es injus- Ev.—Conforme.
ta y que no debía haberse dado? Ag.—Según esto, para dar verbalmente, y en cuanto me
Ev.—De ningún modo. es posible, una noción breve de la ley eterna, que llevamos
Ag.—Llamemos, pues, si te parece, ley temporal a esta que, impresa en nuestra alma, diré que es aquélla en virtud de la
aun siendo justa, puede, no obstante, modificarse justamente cual es justo que todas las cosas estén perfectamente ordena-
según lo exijan las circunstancias de los tiempos. das. Si tu opinión es distinta de ésta, exponía.
Ev.—No tengo nada que oponerte; es verdad lo que dices.
Ev.—Llamémosla así.
Ag.—Y siendo como es única la ley eterna, con la cual
15. Ag.—Y aquella ley de la cual decimos que es la ra- deben conformarse siempre las diversas leyes temporales, a
zón suprema de todo, a la cual se debe obedecer siempre, v pesar de las diversas modificaciones que sufren de acuerdo
que castiga a los malos con una vida infeliz y miserable y pre- con las exigencias del buen gobierno de los pueblos, ¿puede
mia a los buenos con una vida bienaventurada, y en virtud ella experimental" alguna modificación?
de la cual justamente se da aquella que hemos llamado ley Ev.—Entiendo que absolutamente ninguna, ya que ninguna
temporal, y en su misma virtud y con igual justicia se la fuerza, ningún acontecimiento, ningún fallo de cosa alguna
modifica, ¿puede no parecer inmutable y eterna a cualquiera llegará nunca a hacer que no sea justo el que todas las cosas
persona inteligente? ¿O es que puede ser alguna vez injusto estén perfectísimamente ordenadas.
el que sean desventurados los malos y bienaventurados los
buenos, o el que el pueblo morigerado y sensato se le faculte miseri, boni autem beati sint; aut ut modestus et gravis populus ipse
sibi magistratus creet, dissolutus vero et nequam ista licentia careat?
Ev.—Video banc aeternam esse atque incommutabilem legem.
qui honores amant, régimen in se flagitiosis consceleratisque committat; Aug.—Simul etiam te videre arbitror in illa temporali nihil esse ius-
nonne item recte, si quis tune exstiterit vir bonus, qui plurimum possit, tum atque legitimum, quod non ex hac aeterna sibi homines derivarint:
adimat huic populo potestatem dandi honores, et in paucorum bonorum. nam si populus Ule quodam tempore iuste honores dedit, quodam rur-
vel etiam unius redigat arbitrium? sus iuste non dedit; haec vicissitudo temporalis ut iusta esset, ex illa
Ev.—Et id recte. aeternitate tracta est, qua semper iustum est gravem populum honores
Aug.—Cum ergo duae istae leges ita sibi videantur esse contrariae, daré, levem non daré: an tibi aliter videtur?
ut una earum honorum dandorum populo tribuat potestatem, auferat Ev.—Assentior.
altera; et cum ista secunda ita lata sit, ut nullo modo ambae in una Aug.—Ut igitur breviter aeternae legis notionem, quae impressa no-
civitate simul esse possint; num dicemus aliquam earum iniustam esse. bis est, quantum valeo verbis explicem, et est qua iustum est ut omnia
et ferri minime debuisse? sint ordinatissima: tu si aliter existimas, prome.
Ev.—Nullo modo. Ev.—Quid tibi vera dicenti contradicam non habeo.
Aug.—Appellemus ergo istam legem, si placet, temporalem, quae Aug.—Cum ergo haec sit una lex, ex qua illae omnes temporales ad
quanquam iusta sit, commutari tamen per témpora iuste potest. homines regendos variantur, num ideo ipsa variari ullo modo potest?
Ev.—Appellemus. Ev.—Intelligo omnino non posse: ñeque enim ulla vis, ullus casus,
15. Aug.—Quid? illa lex quae summa ratio nominatur, cui semper ulla rerum labes unquam effecerit ut iustum non sit omnia esse ordina-
obtemperandum est, et per quam mali miseram, boni beatam vitam rae- tissima.
rentur, per quam denique illa quam temporalem vocandam diximus,
recte fertur recteque mutatur, potestne cuipiam intelligenti non incommu-
tabilis aeternaque videri? An potest aliquando iniustum esse ut mali
218 DEL UBRE ALBEDRÍ0 I, 7, 16 1,7,16 DEL LIBRE ALREDRÍO 211»
y t a n sujetas q u e , p l e g á n d o s e c o m p l e t a m e n t e a su d o m i n i o ,
CAPITULO Vil le o b e d e c e n c o m o p o r u n a especie de i n s t i n t o y de h á b i t o , ¿ n o
CÓMO EL HOMBRE ESTÁ PERFECTÍSIMAMENTE ORDENADO A UN FIN
se te h a o c u r r i d o n u n c a q u e p u d i e r a d a r s e el caso de q u e al-
SEGÚN LA LEY ETERNA, Y CÓMO, SEGÚN E S T E FIN, VALE MÁS E L
g u n a , e n t r e t a n t a s c o m o son c a p a c e s de d o m i n a r y d a r m u e r t e
SABER QUE EL VIVIR
al h o m b r e p o r la fuerza o p o r la a s t u c i a ( a l g u n a s de e l l a s
m á s t e m i b l e s p o r su f e r o c i d a d , p o r su c o r p u l e n c i a o t a m b i é n
16. Ag.—Continuemos y v e a m o s a h o r a c ó m o el h o m b r e p o r cierto i n s t i n t o de c r u e l d a d ) , i n t e n t a r a a su vez s u b y u g a r
está p e r f e c l í s i m a m e n t e o r d e n a d o en r e l a c i ó n consigo m i s m o , al h o m b r e ?
p u e s ya v e m o s q u e u n p u e b l o consta de h o m b r e s u n i d o s e n t r e Ev.—Estoy s e g u r í s i m o de q u e este caso n o p u e d e d a r s e
sí p o r el v í n c u l o de u n a m i s m a ley, que es, s e g ú n d i j i m o s , nunca.
la ley t e m p o r a l , y d i m e , a n t e t o d o , si tienes p o r i n d u b i t a b l e Ag.—Muy b i e n ; p e r o s i e n d o e v i d e n t e q u e m u c h o s ani-
q u e vives. m a l e s a v e n t a j a n al h o m b r e en fuerzas y d e m á s h a b i l i d a d e s cor-
Ev.—¿Qué cosa p o d r í a y o a s e g u r a r con m á s certeza q u e p o r a l e s , d i m e : ¿ c u á l es la cosa p o r la q u e el h o m b r e a v e n t a j a
ésta? al b r u t o , de m a n e r a q u e n i n g u n o de éstos p u e d e d o m i n a r al
Ag.—¿Y a l c a n z a s tú a d i s t i n g u i r que u n a cosa es vivir h o m b r e y, sin e m b a r g o , el h o m b r e p u e d e d o m i n a r a m u c h o s
y o t r a m u y distinta s a b e r q u e v i v i m o s ? de a q u é l l o s ? ¿ E s p o r v e n t u r a la que s o l e m o s l l a m a r r a z ó n o
Ev.—Sé c i e r t a m e n t e q u e n a d i e s a b e q u e vive, sino el q u e inteligencia?
r e a l m e n t e v i v e ; p e r o i g n o r o si t o d o ser viviente se da c u e n t a Ev.—Puesto q u e al a l m a p e r t e n e c e a q u e l l o p o r lo q u e so-
de q u e vive. m o s s u p e r i o r e s a las b e s t i a s , n o veo q u e p u e d a ser otra cosa,
Ag.—Cuánto q u i s i e r a y o q u e , así c o m o crees, así t a m b i é n así c o m o , si fueran i n a n i m a d o s , d i r í a q u e los a v e n t a j a m o s e n
s u p i e r a s q u e las b e s t i a s c a r e c e n de r a z ó n ; p a s a r í a m o s enton- q u e n o s o t r o s t e n e m o s a l m a y e l l o s n o . P e r o , s i e n d o e l l o s ani-
ces r á p i d a m e n t e p o r esta c u e s t i ó n ; m á s , al d e c i r q u e n o lo m a d o s c o m o n o s o t r o s y s i e n d o , p o r o t r a p a r t e , e v i d e n t e que n o
sabes, t e n d r e m o s que d e t e n e r n o s m u c h o en e l l a , p o r q u e es p u e d e m e n o s de ser a l g o , y a l g o m u y i m p o r t a n t e , a q u e l l a rea-
tal, que pasarla por alto equivaldría a imposibilitarnos p a r a l i d a d , c u y a a u s e n c i a de su a l m a es c a u s a de q u e estén someti-
c o n t i n u a r n u e s t r a discusión h a c i a el fin q u e n o s h e m o s p r o - dos a n o s o t r o s y c u y a p r e s e n c i a en l a n u e s t r a constituye el
p u e s t o con t a n t a lógica c u a n t a sé que es n e c e s a r i a . p o r q u é de n u e s t r a s u p e r i o r i d a d s o b r e ellos, ¿ q u é n o m b r e le
Así q u e d i m e : al v e r a las b e s t i a s t a n f r e c u e n t e m e n t e c o m o d a r é q u e m e j o r le c u a d r e q u e el de r a z ó n ?
l a s v e m o s d o m a d a s p o r el h o m b r e , esto es, sujetas al h o m b r e Ag.—Mira c u a n fácil es, con la a y u d a de D i o s , lo q u e
n o sólo en c u a n t o al c u e r p o , s i n o t a m b i é n en c u a n t o al a l m a , los h o m b r e s tienen p o r m u y difícil. P o r q u e te confieso q u e
creí que esta cuestión, q u e c o n s i d e r o y a r e s u e l t a , nos i b a a
CAPUT Vil l l e v a r t a n t o t i e m p o c o m o q u i z á t o d o lo t r a t a d o desde el prin-
HOMO EX AETERNA LEGE QUOMODO ORDINATISSIMUS DISQUIRENDUM, EOQUE ut voluntati eius sensu quodam et consuetudine serviat; utrum tibi ullo
FINE OSTENDITUR SCIRE MELIUS ESSE QUAM VIVERE modo fieri posse videatur, ut bestia quaelibet immanis vel feritate vel
corpore, vel etiam sensu quolibet acérrima, parí vice sibi hominern
16. Aug.—Age nunc, videamus, homo ipse quomodo in seipso sit subiugare conetur, cum corpus eius sen vi seu clam multae interimere
ordinatissimus: nam ex hominibus una lege sociatis. populus constat; valeant.
quae lex, ut dictum est, tempoialis est. Et dic mihi utrum certissimum Ev.—Nullo modo istuc fieri posse consentio.
sit tibi vivere te. Aug.—Bene sane: sed item dic mihi, cum manifestum sit. viribus
Ev.—Hoc vero quid certius responderim? caeterisque officiis corporis a plurimis bestiis hominern facile superari,
Aug.—Quid? illud potesne dignoscere, aliud esse vivere, aliud nosse quaenam res sit qua homo excellit, ut nulla ei bestiarum, ipse autem
se vivere? multis imperare possit? an forte ipsa est quae ratio vel intelligentia dici
Ev.—Scio quidem nemineni se nosse vivere, nisi viventem; sed utrum solet?
omnis vivens noverit se vivere, ignoro.
Ev.—Non invenio aliud, quandoquidem in animo est id quo belluis
Aug.—Quam vellem ut credís, ita etiam scires pécora carere ratio- antecellimus: quae si exanimes essent, dicerem nos eo praestare, quod
ne; cito nostra disputatio ab ista quaestione transiret: sed quoniam ne- animum habemus. Nunc vero cum et illa sint animalia, id quod eorum
scire te dicis, longam sermocinationem moves. Ñeque enim talis res est, animis non inest ut subdantur nobis, inest autem nostris ut eis meliores
qua praetermissa pergere in ea quae intendimus, tanta connexione ra- simus, quoniam ñeque nihil, ñeque parvum aliquid esse cuivis apparet:
tionis, quanta opus esse sentio, sinamur. quid aliud rectius, quam rationem vocaverim?
Dic itaque mihi, cum saepe viderimus bestias ab hominibus domitas. Aug.—Vide quam facile fiat, Deo adiuvante, quod homines difficil-
id est, non corpus bestiae tantum, sed et animam ita homini subiugatam,. limum putant. Nam ego, fateor tibi, quaestionem istam, quae, ut intel-
220 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1.7.17 1,8,18 DEL LIBRE ALBEDRÍO 221
cipio de nuestra discusión. Así, pues, ten esta verdad muy en Ev.—Muy bien has entendido y explicado mi pensamiento,
cuenta para continuar ahora lógicamente nuestro discurso, si es que la ciencia no puede ser alguna vez mala.
pues creo no ignoras ya que esto que llamamos saber, scire, Ag.—Tal creo yo firmemente, a no ser que, tomando una
no es otra cosa que percibir por la razón. palabra por otra, confundamos la ciencia con la experiencia,
Ev.—Así es. pues el experimentar no siempre es un bien, como, por ejem-
Ag.—Por tanto, el que sabe que vive, no carece de razón. plo, experimentar suplicios. Pero la que propia y verdadera-
Ev.—Es una conclusión muy natural. mente llamamos ciencia, porque se adquiere por la razón y lai
Ag.—Pero también las bestias, como ya hemos visto clara- inteligencia, ¿quién puede decir que sea nunca mala?
mente, carecen de razón. Ev.—Veo también esta diferencia; sigue adelante.
Ev.—Es claro que sí.
Ag.—He aquí, pues, que ya conoces lo que habías dicho
que ignorabas, o sea que no todo viviente sabe que vive, aun- CAPITULO VIII
que todas las cosas que saben que viven son necesariamente
LA RAZÓN, QUE HACE AL HOMBRE SUPERIOR A LAS BESTIAS, ES.
vivientes.
LA QUE DEBE PREVALECER TAMBIÉN EN ÉL
17. Ev.—Ya no me cabe duda. Continúa hacia donde te
habías propuesto llegar, pues he visto ya con claridad que una 18. Ag.—He aquí lo que deseo explicarte ahora. Si esto
cosa es vivir y otra muy distinta saber que se vive. que hace al hombre superior a las bestias—sea lo que fuere
Ag.—¿Y cuál de estas cosas te parece más digna? y llámese como se quiera, mente o espíritu, o mejor, mente
Ev.—¿Cuál te parece a ti, sino la ciencia de la vida? y espíritu indistintamente, puesto que una y otra expresión
Ag.—Dices que te parece que es mejor la ciencia de la vida se encuentran también indistintamente en los sagrados l i b r o s -
que la misma vida; ¿o es que tal vez quieres decir que la domina en él y tiene sometidos a su imperio todos los demás
vida más elevada y pura consiste en la ciencia, que nadie pue- elementos de que consta el hombre, entonces es cuando se halla
de alcanzar, sino el que está dotado de inteligencia? ¿Y qué éste perfectísimamente ordenado.
es entender, sino vivir mediante la luz misma de la mente una Es indudable, en efecto, que tenemos mucho de común, no
vida más noble y perfecta? Por lo que, si no me engaño, no sólo con los brutos, sino también con las plantas y semillas.
has preferido a la vida ninguna otra cosa distinta de la mis- Y así vemos que también las plantas, que se hallan en la es-
ma vida, sino una vida mejor a cualquiera vida. cala ínfima de los vivientes, se alimentan, crecen, se robustecen
y se multiplican, v que las bestias ven y oyen, y sienten la
ligo, terminata est, tamdiu nos retenturam putaveram, quam fortasse presencia de los objetos corporales por el olfato, por el gusto.
omnia quae dicta sunt ab ipso nostrae disputationis exordio. Quare ac-
cipe iam, ut deinde ratio connectatur: nam credo non te ignorare, id Ev.—Optime omnino et cognovisti et explicasti sententiam meam:
quod scire dicimus, nihil esse aliud quam ratione habere perceptum. si tamen scientia mala esse nunquam potest.
Ev.—Ita est. 4ug.—Nullo modo arbitror, nisi cum transíate verbo scientiam pro
Aug.—Qui ergo scit se vivere, ratione non caret. experientia dicimus: experiri enim non semper bonum est; sicut experiri
Ev.—Consequens est. eupplicia: illa vero quae proprie ac puré scientia nominatur, quia ratione
Aug.—Vivunt autem bestiae, et sicut iam emicuit, rationis expertes atque intelligentia paratur, mala esse qui potest?
sunt. Ev.—Teneo et istam differentiam: persequere caetera.
Ev.—Manifestum est.
Aug.—Ecce igitur iam nosti, quod te ignorare responderás, non omne
quod vivit scire se vivere, quamiiuaim omne quod se vivere sciat, vivat CAPUT VIII
necessario.
RATIO QUA PRAECELLIT HOMO BESTIIS DERET IN IPSO DOMINARI
17. Ev.—Non mihi est iam dubium; perge quo intenderas: aliud
enim esse vivere, aliud scire se vivere, satis didici. 18. Aug.—Illud est quod voló dicere: hoc quidquid est, quo peco-
Aug.—Quid ergo tibí horum duorum videtur esse praestantius? ribus homo praeponitur, sive mens, sive spiritus, sive utrumque rectius
Ev.—Quid putas, nisi scientiam vitae? appellatur (nam utrumque in divinis Libris invenimus), si dominetur
Aug.—Meliorne tibí videtur vitae scientia quam ipsa vita? an forte atque imperet caeteris quibuscumque homo constat, tune esse hominem
intelligis superiorem quamdam et sinceriorem vitam esse scientiam, quam ordinatissimum. Videmus enim habere nos non solum cum pecoribus,
scire nemo potest, nisi qui intelligit? Intelligere autem quid est, nisi sed etiam cum arbustis et stirpibus multa communia: namque alimen-
ipsa luce mentís ilhistrius perfectiusque vivere? Quare tu mihi, nisi fal- tum corporis sumere, crescere, gignere, vigere, arboribus quoque tri-
lor, non vitae aliud aliquid, sed cuidam vitae meliorem vitam praepo- butum videmus, quae Ínfima quadam vita continentur; videre autem
suisti. atque audire, et olfactu, gustu, tactu corporalia sentiré posse bestias.
222 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,8,18 ' y' 1" DEL LIBRE ALBEDRÍO 2211
y por el tacto, y vemos, y tenemos que confesar, que la mayor es cuando se puede decir que domina en el hombre lo que
parte de ellas tienen los sentidos mucho más despiertos y agu- debe dominar, y domina en virtud de aquella ley que dijimos
dos que nosotros. Añade a esto la fuerza y robustez, la solidez que era ley eterna.
de sus miembros y la celeridad y agilidad de los movimientos Ev.—Te comprendo y sigo tu razonamiento.
de su cuerpo, en todo lo cual superamos a algunas, igualamos
a otras y somos inferiores a no pocas. Tenemos, además, de
común con las bestias el género a que pertenecemos. Pero, al CAPITULO IX
fin y al cabo, toda la actividad de la vida animal se reduce a
procurarse los placeres del cuerpo y evitarse las molestias. LA DIFERENCIA ENTRE EL SABIO Y EL NECIO ESTÁ EN EL SEÑORÍO
Hay algunas otras acciones que ya no parece que sean O VASALLAJE DE LA MENTE
propias de los animales, pero que tampoco son en el hombre
el exponente de su mayor perfección, verbigracia, el bromear 19. Ag.—Y cuando el hombre se halla así dispuesto y
y el reír, actos propios del hombre, sí, pero que, a juicio de ordenado, ¿no te parece que es entonces verdaderamente sabio?
cualquiera que tenga un concepto cabal de la naturaleza hu- Ev.—No sé qué otro hombre pueda parecerme sabio, si éste
mana, son una de sus más ínfimas perfecciones. no me lo parece.
Observamos también en el hombre amor a la alabanza y a Ag.—Creo sabrás también que la mayor parte de los hom-
la gloria v el deseo de dominar, tendencias que, si bien no son bres son necios.
propias de los brutos, no debemos, sin embargo, pensar que Ev.—También esto es mucha verdad.
sean ellas lo que nos hacen superiores a las bestias, pues cuan- Ag.—Ahora bien, si el ser necio es contrario a ser sabio,
do la apetencia de éstas no se halla subordinada a la razón, puesto que ya hemos visto quién es el verdadero sabio, seguro
nos hace desgraciados, v claro está que a nadie se le ha ocu- que también te das perfecta cuenta de quién sea el propiamente
rrido nunca el hacer título de su miseria para preferirse a los necio.
demás. Por consiguiente, cuando la razón domina todas estas Ev.—¿Quién no ve que lo es aquel en quien la mente no
concupiscencias del alma, entonces es cuando se dice que el tiene el mando supremo?
hombre está perfectamente ordenado. Porque es claro que no Ag.—En vista de esto, ¿qué hemos de decir de aquel que
hay buen orden, ni siquiera puede decirse que haya orden, allí se halla en estas condiciones, que no tiene mente o que, aun
donde lo más digno se halla subordinado a lo menos digno, cuando la tenga, no tiene ésta el principado que le corresponde?
si es que a ti no te parece otra cosa. Ev.—Más bien esto último que acabas de decir.
Ev.—Es evidente que no.
Ag.—Pues cuando la razón, mente o espíritu gobierna los motus regit, id scilicet dominatur in homine, cui dominatio lege debe-
movimientos irracionales del alma, entonces, y sólo entonces, tur ea quam aeternam esse comperimus.
Ev.—Intelligo ac sequor.
et acrius plerasque quam nos, cernímus et fatemur. Adde vires et va-
lentiam firmitateraque membrorum, et celeritates facilliraosque corporis CAPUT IX
motu«. quibus ómnibus quasdam earum superaraus, quibusdam aequamur,
a nonnullis etiam vincimur. Gemís tamen ipsum rerum est nobis certe STULTI ET SAPIENTIS DISCRIMEN EX DOMINATU AUT SERVITUTE
commune cum belluis: iam vero oppetere voluptates corporis, et vitare MENTÍS
molestias, ferinae vitae omnis actio est.
Sunt alia quaedam, quae iam cadere in feras non videntur, nec ta- 19. Aug.—Cum ergo ita homo constitutus atque ordinatus est. nonne
men in homine ipso summa sunt. ut iocari et ridere: quod humanum tibi sapiens videtur?
quidem. sed infimum hominis iudicat, quisquís de natura humana rec- Ev.—Nescio alius quis mihi sapiens homo videri po«sit, si hic non vi-
tissime iudicat. Deinde amor laudis et gloriae, et affectatio dominandi, detur.
quae tametsi bestiarum non sunt, non tamen earum rerum libídine Aug.—Credo etiam te illud scire, plerosque homines stultos esse.
bestiis meliores nos esse arbitrandum est. Nam et iste appetitus cum ra- Ev.—Hoc queque satis constat.
tioni subditus non est, miseros facit. Nemo autem cuiquam miseria se Aug.—At si stultus sapienti est contrarius, quoniam sapientem com-
praeponendum putavit. Hisce igitur motibus animae cum ratio domina- perimus, quis etiam stultus sit, profecto iam intelligis.
tur, ordinatus homo dicendus est. Non enim ordo rectus, aut ordo appel- Ev.—Cui non appareat hunc esse, in quo mens summam potestatem
landus est omnino, ubi deterioiibus meliora subiiciuntur: an tibi non non habet?
videtur? Aug.—Quid igitur dicendum, cum homo ita est affectus deesse illi
Ev.—Manifestum est. mentem, an, quamvis insit. eam carere dominatu?
Aug.—Ratio isla ergo, vel mens, vel spiritus cum irrationales animi Ev.—Hoc potius quod ultimum subiecisti.
2 2
4 * • '•' DEL LIBRE ALBEDRÍO ' I, 9, 19
I, 10,20 DEL LIBKE ALBEDKÍO 225
Ag.—Quisiera oír de ti en qué te fundas para decir que de que es claro que el hombre tiene mente, aunque de hecho
tiene mente el hombre en el que ésta no ejerce el principado. no tenga señorío sobre sus pasiones, pues es indudable que
Ev.—Ojalá quisieras tomar a tu cargo estos razonamientos, le sería imposible hacer las cosas que hace si no la tuviera;
pues a mí no me es fácil defender lo que pretendes. sin embargo, no ejerce el principado, ya que es insensato, y de
Ag.—Al. menos te será fácil recordar lo que poco ha diji- vsobra sabido es que el reinado de la mente no es propio sino
mos, a saber, cómo los animales domesticados y domados por de los sabios.
los hombres sirven a éstos, y que, como la razón nos lo ha Ev.—Parece mentira que, habiendo tratado ya esto mismo
demostrado, los animales subyugarían a su vez a los hombres ¡poco antes, no se me ocurriera nada que responder.
si éstos no fueran en algo superiores a aquéllos. Pero este algo
no le encontrábamos en el cuerpo, y siendo, por tanto, evi-
dente que debía hallarse en el alma, juzgamos que no podría- CAPITULO X
mos darle un nombre más adecuado que el de razón, la cual
recordamos en seguida que se llama también mente y espíritu. NADA ES CAPAZ DE OBLIGAR A LA MENTE A SER ESCLAVA
Aunque, si bien es verdad que una cosa es la razón y otra la DE LAS PASIONES
mente, consta, sin embargo, con certeza que la mente es la
única que puede usar de la razón. De donde se sigue que al 20. Ev.—Mas pasemos a otra cosa, pues ya hemos visto
que tiene razón no puede faltarle la mente. que la humana sabiduría consiste en el señorío de la mente
Ev.—Recuerdo y comprendo perfectamente todo esto. sobre las pasiones y que es también evidente que puede no
Ag.—Pues bien, ¿crees tú que los domadores de animales •ejercer de hecho este señorío.
no pueden ser sino hombres sabios? Porque yo llamo sabios Ag.—¿Crees tú que sea la libídine más poderosa que la
a quienes la verdad manda llamar sabios, esto es, a los que mente, a la que sabemos que por ley eterna ha sido dado el
mediante el reinado del espíritu han conquistado la paz subyu- dominio sobre todas las pasiones? Por lo que a mí toca, no
gando todas las pasiones. lo creo de ningún modo, porque no habría orden perfectísimo
Ev.—Es ridículo considerar como sabios a los que vulgar- allí donde lo más imperfecto dominara a lo más perfecto. Por
mente llamamos domadores, pastores, boyeros o aurigas por lo cual juzgo de necesidad que la mente sea más poderosa que
«1 solo hecho de que doman a voluntad a los animales mansos el apetito desordenado, y esto por el hecho mismo de que lo
y logran domar con su habilidad a los bravos. domina con razón y justicia.
Ag.—Aquí tienes, por consiguiente, una prueba certísima Ev.—También yo soy del mismo parecer.
Ag.—¿Y dudaremos ahora de que todas y cada una de las
Aug.—Pervellem abs te audire, quibus documentis perceptum habeas, virtudes están por encima de toda suerte de vicios, y que cuanto
mentem inesse homini, quae suum non exserat princípatum.
Ev.—Ltinam tuas istas partes faceré velles: nam non mihi facile fíat inesse mentem homini sine dominatu. His quippe inest; agunt enim
«st sustinere quod ingerís. talia, quae agi sine mente non possent: non tamen regnat; nam stulti
Aug.—Illud saltem facile est tibi recordari, quod paulo ante dixi- sunt, ñeque regnum mentís nisi sapientium esse, percognitum est.
mus, quemadmodum bestiae mansuefactae ab hominibus ac domitae Ev.—Mirum est hoc iam fuisse a nobis in superioribus confectum,
serviant: quod ab eis vicissim nomines, ut demonstravit ratio, paterentur «t mihi quid responderem, non potuisse in mentem venire.
nisi aliquo excellerent. Id autem non inveniebamus ín corpore: ita cum
in animo esse appareret, quid aliud appellandum esset quam ratio, non
comperimus: quam postea et mentem et spiritum vocari recordati su- CAPUT X
mus. Sed si aliud ratio, aliud raens, constat certe nonnisi mentem uti
posse ratione. Ex quo illud conficitur, eum qui rationem habet, mente MEXS A NULLO COGITUR SERVIRÉ LIBIDINI
carere non posse.
Ev.—Probé ista reminiscor ac teneo. 20. Ev.—Sed alia contexamus. Iam enim et regnum mentís huma-
Aug.—Quid? illud credisne, domitores belluarum nisi sapientes esse nae humanam esse sapientiam, et eam posse etiam non regnare, com-
non posse? Eos enim sapientes voco, quos veritas vocari iubet, id est, pertum est.
qui regno mentís omni libidinis subiugatione pacati sunt. Aug.—Putasne ista mente, cui regnum in libidines aeterna lege con-
Ev.—Ridiculum est tales putare istos, quos vulgo mansuetarios nun- ceísum esse cognoscimus, potentiorem esse libidinem? ego enim nullo
cupant, vel etiam pastores aut lubulcos, aut aurigas, quibus ómnibus pacto puto. Ñeque enim esset ordinatissimum ut impotentiora potentio-
domitum pecus subiectum videmus, et quorum industria indomitum ribus imperarent. Quare necesse arbitror esse ut plus possit mens quam
subiici. cupiditas, eo ipso quo cupiditati recte iusteque dominatur.
Aug.—En igitur habes documentum certissimum, quo manifestum Ev.—Ego quoque ita sentio.
Aug.—Quid? Virtutem omnem num dubitamus omni vitio sic antepo-
S.As. 3 8
226 ,. DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 10, 21
1,11,21 DI L LIBRE ALBLDRIO 227
son m e j o r e s y m á s s u b l i m e s , son t a m b i é n m á s firmes y m á s
invencibles ? Ev.—Creo que ninguna, excepto Dios.
Ev.—¿Quién puede dudarlo? Ag.—Este es t a m b i é n m i p e n s a m i e n t o ; p e r o c o m o es u n a
Ag.—Ningún á n i m o vicioso p u e d e , p o r c o n s i g u i e n t e , d o - c u e s t i ó n difícil y n o h a l l e g a d o a ú n el m o m e n t o o p o r t u n o de
m i n a r a otro á n i m o v i r t u o s o . t r a t a r l a de m o d o q u e l l e g u e m o s a c o m p r e n d e r l a , si b i e n es u n a
Ev.—Certísimo. d e l a s v e r d a d e s q u e c r e e m o s c o n fe firmísima, c o n t i n u e m o s
Ag.—Tampoco n e g a r á s , según creo, q u e c u a l q u i e r á n i m o e s d e s a r r o l l a n d o d i l i g e n t e y c a u t a m e n t e , h a s t a d a r l a cima, esta
mejor y más poderoso que cualquier cuerpo. cuestión que ahora nos ocupa.
Ev.—No n e g a r á esto n a d i e q u e e n t i e n d a — l o q u e es f á c i l —
q u e l a s u b s t a n c i a viviente es p r e f e r i b l e a l a n o viviente y q u e
la q u e d a l a v i d a es p r e f e r i b l e a a q u e l l a q u e la r e c i b e . CAPITULO XI
Ag.—Mucho menos, p o r consiguiente, vencerá u n cuerpo, L A MENTE QUE DE S U P R O P I A VOLUNTAD S E ENTREGA
c u a l q u i e r a q u e sea, a u n á n i m o v i r t u o s o . A LA L I B Í D I N E E S J U S T A M E N T E CASTIGADA
Ev.—Esto es e v i d e n t í s i m o .
Ag.—¿Y p o d r á u n á n i m o justo y u n a m e n t e q u e sea c u s -
P o r ahora bástenos saber lo que d e él n o s es dado s a b e r :
todio fiel de sus d e r e c h o s y de su s e ñ o r í o d e r r i b a r d e su estado-
ijue en m o d o a l g u n o p u e d e s e r i n j u s t a a q u e l l a n a t u r a l e z a , sea
v i r t u o s o y s o m e t e r a la l i b í d i n e a o t r a m e n t e q u e r e i n a a s i m i s -
Ja q u e fuere, q u e es s u p e r i o r a la m e n t e v i r t u o s a . A s í q u e n i
m o en el h o m b r e con i g u a l justicia y f o r t a l e z a ?
é s t a , a u n q u e m á s p o d e r o s a , o b l i g a r á j a m á s a l a m e n t e a some-
Ev.—De n i n g ú n m o d o ; n o ya sólo p o r la i g u a l e x c e l e n c i a
t e r s e a la l i b í d i n e .
de a m b a s , sino p o r q u e se a p a r t a r í a de su p r i m e r a justicia y se
Ev.—No h a y a b s o l u t a m e n t e n a d i e q u e n o a d m i t a eslo sin
c o n v e r t i r í a en u n a m e n t e viciosa la q u e p r e t e n d i e r a a r r a s t r a r
género de duda.
al vicio a otra, y q u e , p o r lo m i s m o , se c o n v e r t i r í a e n i n f e r i o r
Ag.—Resta, p u e s , c o n c l u i r q u e , si t o d o c u a n t o es i g u a l o
a ella.
s u p e r i o r a l a m e n t e , q u e ejerce su n a t u r a l s e ñ o r í o y q u e es
2 1 . Ag.—Entiendes p e r f e c t a m e n t e esto, p o r lo c u a l n o res-
v i r t u o s a , n o la p u e d e h a c e r esclava de la l i b í d i n e , p o r q u e s u
ta sino q u e m e digas, si p u e d e s : ¿ t e p a r e c e q u e h a y cosa a l g u n a
m i s m a justicia se l o i m p i d e , y t o d o lo q u e le e s i n f e r i o r n o
superior a la mente racional v s a b i a ? puede tampoco conseguirlo, a causa de la misma inferioridad,
c o m o l o d e m u e s t r a lo q u e a n t e s d e j a m o s firmemente s e n t a d o ,
nere, ut virtus quanto melior atque sublimior, tanto firmior invictiorque n i n g u n a o t r a cosa h a c e a la m e n t e c ó m p l i c e de l a s p a s i o n e s
sit? sino la propia voluntad y libre albedrío.
Ev.—Quis dubitaverit?
Aug.—Nullus igitur vitiosus animue "virtute armatum animum =u- Ev.—Nihil praeter Deum arbitrar.
perat. Aug.—Et mea ista sententia est. Sed quoniam res ardua est, ñeque
Ev.—Verissimum est. mine opportune quaeritur, ut ad intelligentiam veniat, quanquam robus-
Aug.—Iam corpore omni qualemlibet animum meliorem potentiorem- tissima teneatur fide, integra nobis sit huius quaestionis, diligens et
que esse, non te arbitrar negaturum. cauta tractatio.
Ev.—Nemo id negat, qui (quod facile est) videt aut substantiam
viventem non viventi, aut eam quae vitam dat ei quae aceipit, esse CAPUT XI
praeferendam.
Aug.—Multo minus igitur corpus, qualecumque id sit, animum vir- MENS EX LIBERA VOLÚNTATE LIBIDINI SERVIENS PUNITUR IUSTE
tute praeditum vincit.
Ev.—Evidentissimum est. In piaesentia enim scire possumus quaecumque illa natura sit, quam
Aug.—Quid? animus iustus, mensque iu« proprium imperiumque cus- menti virtute pollenti fas est excellere, iniustam esse nullo modo posse.
todiens, num potest aliam mentem pari aequitate ac virtute regnantem, Quare ne i^ta quidem, tametsi habeat potestatem, coget mentem serviré
ex arce deiicere, atque libidini subiugare? libidini.
Ev.—Nullo modo; non solum propter eamdem in utraque excellentiam, Ev.—Istud prorsus nemo est qui non sine ulla cunctatione fateatur.
«ed etiam quod a iustitia prior decidet, fietque vitiosa mens. quae aliam Aug.—Ergo relinquitur ut quoniam regnanti menti compotique vir-
faceré conabitur, eoque ipso erit infirmior. tutis, quidquid par aut praelatum est, non eam facit servam libidinis
propter iustitiam; quidquid autem inferius est, non possit hoc faceré
21. Aug.—Bene intelligis; quare illud restat ut respondeas, si potes» propter infirmitatem, sicut ea quae Ínter nos constiterunt docent; nulla
utrum tibi videatur rationali et sapienti mente quidquam esse praestan- res alia mentem cupiditatis comitem faciat, quam propria voluntas et
tius. liberum arbitrium.
228 DKL LIBRE ALBEDRIO 1,11,22 1.12. 24 DEL LIBRE ALBEDRIO 22»
Ev.—Veo con c l a r i d a d que n a d a se sigue tan n e c e s a r i a m e n - de o t r o s i n n u m e r a b l e s m a l e s q u e lleva consigo el i m p e r i o de
te c o m o esta c o n c l u s i ó n . la l i b í d i n e . ¿ P o d e m o s , d i g o , t e n e r en n a d a este castigo, al q u e ,
2 2 . Ag.—Igualmente lógico te p a r e c e r á ya t a m b i é n q u e c o m o ves, se h a l l a n n e c e s a r i a m e n t e s o m e t i d o s t o d o s los q u e
es m u y j u s t o q u e sufra l a s c o n s e c u e n c i a s p e n a l e s de t a n g r a n n o p o s e e n la v e r d a d e r a s a b i d u r í a ?
pecado. 2 3 . Ev.—Sí, c o m p r e n d o q u e es éste u n m u y g r a n d e , a la
Ev.—No puedo negarlo. vez q u e m u y j u s t o castigo p a r a los q u e , c o l o c a d o s ya en el
Ag.—Pero q u é , ¿ e s q u e debe m i r a r s e c o m o c a s t i g o p e q u e ñ o t r o n o de la s a b i d u r í a , h a n d e t e r m i n a d o d e s c e n d e r de él p a r a
el q u e la l i b í d i n e d o m i n e a la m e n t e y el q u e , d e s p u é s d e h a c e r s e esclavos de la l i b í d i n e ; p e r o m e p a r e c e i m p o s i b l e q u e
h a b e r l a d e s p o j a d o del c a u d a l de su v i r t u d , c o m o a m i s e r a b l e pueda haber alguien que haya querido o quiera obrar así. Por-
e i n d i g e n t e , la e m p u j e de a q u í p a r a a l l á a c o s a s t a n c o n t r a - que, a u n q u e creo firmísimamente q u e , n o o b s t a n t e h a b e r c r i a d o
d i c t o r i a s c o m o a p r o b a r y defender lo falso c o m o v e r d a d e r o % D i o s al h o m b r e t a n perfecto c o m o lo crió y h a b e r l e c o l o c a d o
a d e s a p r o b a r poco d e s p u é s lo que a n t e s h a b í a a p r o b a d o , p r e c i - en u n estado de v i d a feliz, él p o r su p r o p i a v o l u n t a d se p r e c i -
p i t á n d o s e , n o o b s t a n t e , en n u e v o s e r r o r e s ; o r a a s u s p e n d e r su p i t ó de a q u í en las m i s e r i a s de esta v i d a m o r t a l , sin e m b a r g o ,
j u i c i o , d u d a n d o las m á s de las veces de r a z o n a m i e n t o s clarí- a ú n n o lo he p o d i d o c o m p r e n d e r . Así q u e , si p i e n s a s diferir
s i m o s ; o r a a d e s e s p e r a r en a b s o l u t o de e n c o n t r a r l a v e r d a d , el e x a m e n serio de esta cuestión, l o h a r á s m u y a p e s a r m í o .
s u m i é n d o l a p o r c o m p l e t o en las t i n i e b l a s de la e s t u l t i c i a ; o
b i e n a t o m a r con e m p e ñ o a b r i r s e p a s o h a c i a la luz, p a r a c a e r
de n u e v o e x t e n u a d a p o r la f a t i g a ? D e b i e n d o a ñ a d i r s e a t o d o
esto q u e l a s p a s i o n e s ejercen su d o m i n i o s o b r e e l l a c r u e l y t i r á - CAPITULO XII
n i c a m e n t e , y q u e a t r a v é s de m i l y e n c o n t r a d a s t e m p e s t a d e s LOS QUE SON ESCLAVOS DE LAS PASIONES, JUSTAMENTE SON
p e r t u r b a n p r o f u n d a m e n t e el á n i m o y v i d a del h o m b r e , de u n a CASTIGADOS CON LAS PENAS DE ESTA VIDA MORTAL, AUNQUE
p a r t e , con u n g r a n t e m o r , y de otra, con u n i n c o n t e n i b l e d e s e o ; NUNCA HAYAN SIDO SABIOS
de u n a , con u n a a n g u s t i a m o r t a l , y de o t r a , con u n a v a n a y fal-
sa a l e g r í a ; de u n a , con el t o r m e n t o de la cosa p e r d i d a y s u m a - 2 4 . P e r o lo q u e n o te c o n c e d e r é en m a n e r a a l g u n a es q u e
m e n t e a m a d a , v de o t r a , con u n a r d i e n t e deseo de p o s e e r l o 3a difieras y c o n t i n ú e s sin que antes m e e x p l i q u e s , si p u e d e s ,
q u e n o t i e n e ; de u n a , con u n s u m o d o l o r p o r la i n j u r i a reci- m e d i a n t e la discusión, lo que m á s a m í m e i n t r i g a , a s a b e r , p o r
b i d a , y de otra, con u n i n s a c i a b l e deseo de v e n g a n z a . A d o n d e - q u é p a d e c e m o s p e n a s t a n a c e r b í s i m a s n o s o t r o s , q u e s o m o s in-
q u i e r a q u e este h o m b r e se v u e l v a , la a v a r i c i a le a c o s a , la luju- s e n s a t o s , es v e r d a d , p e r o que t a m p o c o fuimos n u n c a sabios,
ria le c o n s u m e , la a m b i c i ó n le cautiva, la s o b e r b i a le h i n c h a , p a r a q u e p o d a m o s d e c i r con r a z ó n q u e l a s p a d e c e m o s p o r
la e n v i d i a le a t o r m e n t a , la d e s i d i a le a n o n a d a , la o b s t i n a c i ó n
le a g u i j o n e a , la h u m i l l a c i ó n le aflige, y es, finalmente, el b l a n c a concitare, afflictare subiectio, et quaecumque alia innumerabilia regnura
illius libidinis frequentant et exercent? possumusne tándem nullam istam
poenam putare, quam, ut cernís, omnes qui non inhaerent sapientiae,
Ev.—Nihil tam necessarium restare video. necesse est perpeti?
22. Aug.—Sequitur iam ut tibi videatur iuste illam pro peccato tanto
23. Ev.—Magnam quidem istam poenam esse iudico, et omnino
poenas penderé.
iustam, si quis iam in sublimitate sapientiae collocatus, inde descen-
Ev.—Negare non possum. deré ac libidiní serviré delegerit: sed utrum esse quisquam possit in-
Aug.—Quid igitur? Num ista ipsa poena parva existimanda est, quod certum est, qui haec aut voluerit faceré, aut velit. Quanquam enim cre-
ei libido dominatur, exspoliatamque virtutis opulentia, per diversa inopem damus hominem tam perfecte conditum a Deo, et in beata vita consti-
atque indigentem trahit, nunc falsa pro veris approbantem, nvmc etiam tutum, ut ad aerumnas mortalis vitae ipse inde propria volúntate de-
defensitantem, nunc improbantem quae antea probavisset, et nihilomi- lapsus sit; tamen hoc cum fumissima fide teneam, intelligentia nondum
nus in alia falsa irruentem; nunc assensionem suspendentem suam, et assecutus sum: cuius rei diligentem inquisitionem, si nunc differendam
plerumque perspicuas ratiocinationes formidantem; nunc desperantem de putas, me invito facis.
tota inventione veritatis, et stultitiae tenebris penitus inhaerentem; nunc
conantem in lucem intelligendi, rursusque fatigatione decidentem: cum
interea cupiditatum illud regniim tyrannice saeviat, et variis contrariis- CAPUT XII
que tempestatibus totum hominis animum vitamque perturbet, hinc timo-
re, inde desiderio; hinc anxietate, inde inani falsaque laetitia; hinc MOhTALIS \ITAE POEÍVAS QUI LIBIDINÍ SERVIUNT MÉRITO PATIUNTUR,
cruciatu rei amissae quae diligebatur, inde ardore adipiscendae quae ET1AMS1 SAPIENTES TTONOUAM FUEMNT
non habebatur; hinc acceptae íniuriae doloribus, inde facibus vindican-
dae; quaquaversum potest coarctare avaritia, dissipare luxuria, addicere 24. Verum illud quod me máxime movet, cur huiuscemodi acerbis-
ambitio, inflare superbia, torquere invidia, desidia sepeliré, pervicacia simas poenas patiamur nos, qui certe stulti sumus. nec sapientes un-
quam fuimus, ut mérito haec dicamur perpeti propter desertam virtutis
230 DLL LIBRE ALBEDRÍO I \<¿ 2 5 I. 12.26 DLL LIBRE ALBKDRIO 231
haber abandonado el reino de la virtud y haber elegido servir Ag.—Continuaré; pero antes dime también si sabes que
a la libídine. licnes buena voluntad.
Ag.—Esto dices corno si tuvieras por muy averiguado que Ev.—¿Qué es la buena voluntad?
nunca hemos sido sabios, teniendo en cuenta únicamente el tiem- Ag.—Es la voluntad por la que deseamos vivir recta y ho-
po que ha vivimos en esta vida. Pero, como sabes, la sabiduría nestamente y llegar a la suma sabiduría. Considera ahora si no
tiene su asiento en el alma, y precisamente es hoy una cuestión deseas una vida recta y honesta, o si no tienes vehementes de-
batallona, un gran rnislerio, que trataremos en su propio lugar, seos de ser sabio, o si te atreves a negar que tenemos buena
si el alma ha vivido o no otra vida antes de su unión con el voluntad cuando queremos estas cosas.
cuerpo, y, por tanto, si en algún tiempo ha vivido o no sabia- Ev.—Nada de esto niego, y reconozco, por tanto, que tengo
mente. Sin embargo, los datos que actualmente tenemos sobre no sólo voluntad, sino buena voluntad.
esto no son una razón que nos impida esclarecer, en lo posible, Ag.—Dime, ¿en cuánto aprecias esta voluntad? ¿Te parece
el problema que ahora traemos entre manos. por ventura que pueda comparársela desde algún punto de
25. Así que dime: ¿hay alguna voluntad en nosotros? vista con las riquezas, con los honores, con los placeres del
Ev.—No lo sé. cuerpo o con todas estas cosas juntas?
Ag.—¿Quieres saberlo? Ev.—Líbreme Dios de demencia tan criminal.
Ev.—Ignoro esto mismo. Ag.—¿No hemos, pues, de alegrarnos sobremanera de tener
Ag.—Pues no vuelvas a preguntarme nada. en el alma un algo, es decir, esta misma buena voluntad, en
Ev.—¿Por qué? cuya comparación han de tenerse por abyectísimas las cosas
Ag.—Primeramente porque no debo contestarte a lo que antes dichas, y por cuya consecución vemos que no rehusan
trabajo ni peligro alguno la mayor parte de los hombres?
me preguntas, si tú no quieres saber la respuesta. En segundo
Ev.—Debemos alegrarnos, y mucho.
lugar, si no quieres llegar a la sabiduría, no hay para qué
Ag.—Y ¿qué dices de aquellos que no tienen este gozo?
tratar contigo de estas cosas, y, finalmente, no podrás ser amigo
¿Te parece que padecen poco daño, hallándose privados de
mío si no quieres mi felicidad. En cuanto a ti, tú verás si no tanto bien?
tienes voluntad ninguna de ser dichoso. Ev.—-Al contrario, muchísimo.
Ev.—Confieso que no se puede negar que todos tenemos esta 26. Ag.—Ya ves, por tanto, según creo, que de nuestra
voluntad. Continúa y veamos qué conclusión pretendes sacar voluntad depende el que gocemos o carezcamos de un bien
de aquí.
Aug.—Faciam: sed dic etiam prius, utrum et bonam voluntatem te
arcem, et electam sub libídine servitutem, quin aperias disputando, si habere sentías.
vales, nullo modo tibi differendum esse concesserim. Ev.—Quid est bona voluntas?
Aug.—Ita istuc dicis, quasi liquido compertum habeas nunquam nos Aug.—Voluntas qua appetimus recte honesteque vivere, et ad sum-
fuisse sapientes: attendis enim tempus ex quo in hanc vitam nati su- mam sapíentiam pervenire. Modo tu vide utrum rectam honestamque
mus. Sed cum sapientia in animo sit, utrum ante consortium huius cor- non appetas vitam, aut esse sapiens non vehementer velis, aut certe ne-
poris alia quadam vita vixerit animus, et an aliquando sapienter vixerit, gare audeas, cum haec volumus, nos habere voluntatem bonam.
magna quaestio est, magnum secretum et suo considerandum loco: ñeque Ev.—Nihil horum negó, et propterea me non ?ohim voluntatem, sed
ideo tamen hoc quod nunc habemus in manibus impeditur, quominus etiam bonam voluntatem iam habere confíteor.
aperiatur ut potest. Aug.—Quanti pendis, oro te, hanc voluntatem? Numquidnam ei ulla
25. Nam quaero abs te, sitne aliqua nobis voluntas. ex parte divitias, aut honores, aut voluptates corporis, aut haec simul
Ev.—Nescio. omnia conferenda arbitraos?
Aug.—Visne hoc scire? Ev.—Averterit Deus istam sceleratam dementiam.
Ev.—Et hoc nescio. Aug.—Parumne ergo gaudendum est habere nos quiddam in animo,
Aug.—Nihil ergo deinceps me interroges. hanc ipsam dico bonam voluntatem, in cuius comparatione abiectissima
Ev.—Quare ? sint ea quae commemoravimus, pro quibus adipiscendis multitudinem
Aug.—Quia roganti tibi responderé non debeo, nisi volenti scire quod videmus hominum millos labores, nulla pericula reculare?
rogas. Deinde nisi velis ad sapientiam pervenire, sermo tecum de huius- Ev.—Gaudendum vero, ac plurimum.
modi rebus non est habendus. Postremo meus amicus esse non poteris, Aug.—Quid? hoc gaudio qui non fruuntur, parvo damno eos effectos
nisi velis ut bene sit mihi. Iam vero de te tu ipse videris, utrum tibi putas tanti bonf?
voluntas nulla sit beatae \>;'ae tuae. Ev.—Imo máximo.
Ev.—Fateor. negari non potest habere nos voluntatem: perge iam, 26. Aug.—Vides igitur iam, ut existimo, in volúntate nostra esse
videamus quid hinc conficias. constitutum, ut hoc vel fruamiu vel careamus tanto et tam vero bono.
232 DEL LIBRh ALBLDRIO I, 12, 26
1,13.27 DEL LIBRE ALBLDRÍO 233
t a n g r a n d e y tan v e r d a d e r o . P o r q u e ¿ q u é es lo q u e está e n
n u e s t r a v o l u n t a d t a n t o c o m o la m i s m a v o l u n t a d ? E l q u e tiene CAPITULO XI ¡1
esta b u e n a v o l u n t a d tiene c i e r t a m e n t e u n bien, q u e debe pre-
ferir con m u c h o a t o d o s los r e i n o s t e r r e n o s y a t o d o s los p l a c e - P O R NUESTRA P R O P I A VOLUNTAD V I V I M O S UNA VIDA F E L I Z O UNA
res del c u e r p o a . M a s el que n o la tiene, ¿arece, sin d u d a , d e VIDA MISERABLE
lo q u e es s u p e r i o r a t o d o s los b i e n e s , q u e n o está en n u e s t r a
2 7 . Ag.—Considera a h o r a a v e r si n o te p a r e c e q u e es l a
m a n o poseer, v que únicamente podría darle la voluntad por
p r u d e n c i a el c o n o c i m i e n t o de l a s cosas que d e b e m o s a p e t e c e r
sí y a n t e sí. A h o r a b i e n , al h o m b r e q u e £e tiene a sí m i s m o
y de las que d e b e m o s e v i t a r .
p o r el m á s m i s e r a b l e , si ha l l e g a d o a p e r d e r u n g l o r i o s o re-
Ev.—Eso me parece.
n o m b r e , g r a n d e s r i q u e z a s y t o d o s los biertes del c u e r p o , ¿ n o
Ag.—Y la f o r t a l e z a , ¿ n o es a c a s o a q u e l s e n t i m i e n t o del
lo tendrías tú también por m u y miserable, a u n q u e abundase
a l m a p o r el q u e d e s p r e c i a m o s t o d a s las i n c o m o d i d a d e s y l a
en t o d a s estas cosas, p o r el h e c h o de h a l l a r s e e n t r a ñ a b l e m e n t e
p é r d i d a de l a s cosas cuya posesión n o d e p e n d e de n u e s t r a
u n i d o a lo q u e f a c i l í s i m a m e n t e p u e d e p e r d e r , y q u e n o está voluntad?
en su m a n o t e n e r l o c u a n d o q u i s i e r e , c a r e c i e n d o , p o r o t r a p a r t e ,
Ev.—Tal creo.
d e b u e n a v o l u n t a d , b i e n t a n excelente q u e n o a d m i t e c o m p a -
Ag.—Y la t e m p l a n z a es a q u e l l a v i r t u d del a l m a que m o -
r a c i ó n con los b i e n e s antes d i c h o s , y q u e , n o o b s t a n t e s e r u n
d e r a y r e p r i m e el deseo de a q u e l l a s cosas que se a p e t e c e n
bien tan grande, basta quererlo para tenerlo?
d e s o r d e n a d a m e n t e , ¿ n o te p a r e c e ?
Ev.—Es esto m u c h í s i m a v e r d a d .
Ev.—Estoy de a c u e r d o c o n t i g o .
Ag.—Con r a z ó n , p u e s , y con j u s t i c i a , p a d e c e n s e m e j a n t e
Ag.—¿Qué h e m o s de decir, finalmente, d e l a justicia, s i n o
m i s e r i a los h o m b r e s necios, a u n q u e n u n c a h a y a n sido s a b i o s ,
que es la v i r t u d q u e m a n d a d a r a c a d a u n o lo s u y o ?
lo c u a l es, c o m o d i j i m o s , u n a cuestión l l e n a de d u d a s y de
Ev.—Este es el c o n c e p t o q u e yo t e n g o de la j u s t i c i a , y
misterios.
no otro.
Ev.—Conforme.
Ag.—E>e c u a l q u i e r a , p u e s , q u e , t e n i e n i o b u e n a vo'nmvaa
Quid enim tam in volúntate, quam ipsa voluntas sita est? Quam quis- — d e c u y a excelencia ya h e m o s h a b l a d o l a r g o y t e n d i d o — ,
que cum habet bonam, id certe habet quod terrenis ómnibus regnis, 3a a m e con v e r d a d e r o a m o r y c a r i ñ o s o b r e t o d a s l a s cosas,
voluptatibusque ómnibus corporis longe anteponendum sit. Quisquís autem s a b i e n d o que n a d a h a y m e j o r q u e e l l a , y en e l l a se recree,
non habet, caret profecto illa re, quam praestantiorem ómnibus bonis in y de e l l a , finalmente, goce, y d e e l l a se a l e g r e , a b i s m a d o en su
potestate nostra non constitutis, sola illi voluntas per seipsam daret. Ita- c o n s i d e r a c i ó n y en la p o n d e r a c i ó n de c u a n g r a n d e b i e n sea
que cum se ipse miserrimum iudicet, si amiserit gloriosam famam, in- y de q u e n o le p u e d e ser a r r e b a t a d a , ni p o i la fuerza ni p o r
gentes opes, et quaelibet corporis bona; tu eum non miserrimum iudi-
cabis, etiamsi talibus abundet ómnibus, cum iis ínhaeret quae amittere
facillime potest, ñeque dum vult habet, caret autem bona volúntate, quae CAPUT XIII
nec comparanda est cum istis, et cum sit tam magnum bonum, velle so-
lum opus est, ut habeatur? VOLÚNTATE VITAM BEATAM, \OLUNTATE MISERAM DEGIMUS
Ev.—Verissimum est.
27. Aug.—Considera nunc utrum tibi videatur esse prudentia appe-
Aug.—Iure igitur ac mérito stulti homines, tartietsi nunquam fuerunt tendarum et vitandarum rerum scientia.
sapientes (hoc enim dubium et occultissimum e st), huiuscemodi affí-
ciuntur miseria. Ev.—Videtur.
Ev.—Assentior. Aug.—Quid? foititudo nonne illa est animae affectio, qua omnia in-
commoda et damna rerum non ¡n nostra potestate constitutarum contem-
a Retrae!, c 9 n 35 nimus?
Ev.—Ita existimo.
Aug.—Potro temperantia e«t affectio coercens et cohibens appetitum
ab iis rehus quae turpiter appetuntur: an tu aliter puta'-?
Ev.—Imo ita ut dicis sentio.
Aug.—Iam iustitiam quid dicamus esse, nisi virtutem qua sua cuique
fribuuntur?
Ev.—Nulla mihi alia iustitiae notio est.
Aug.—Quisquís ergo bonam habens voluntatem, de cuius excellentia
iam diu loquimur, hanc unam dilectione amplexetur, qua interim melius
nihil habet, hac sese oblectet, hac denique perfruarur et gaudeat, con-
siderans eam et iudicans quanta sit, quamque invito illi eripi vel surripi
234 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,13,27 1.13,28 DEL LIBRE ALBEDRÍO 235
la astucia, ¿podremos dudar de que sea enemigo declarado posibles, y que justamente, por tanto, se dice que tiene la
de todo cuanto se oponga a este bien único? virtud de la templanza.
Ev.—Es de todo punto necesario que así sea. Ev.—Estamos de acuerdo. Sigue.
Ag.—¿Podemos considerar falto de prudencia a este hom- Ag.—Réstanos la justicia, que, a la verdad, no veo cómo
bre, que ve que éste es el bien, que ha de ser preferido a to- pueda no tenerla este hombre. Porque el que tiene buena vo-
dos y que ha de ser rechazado cuanto a él se oponga? luntad y la ama, y se opone a todas aquellas cosas que, como
Ev.—No creo en absoluto que pueda obrar así nadie que dijimos, son enemigas de ésta, no puede desear mal a nadie.
no sea prudente. De donde se sigue que a nadie hace injuria, lo que no puede
Ag.—Perfectamente. Mas, ¿por qué no hemos de conce- ser verdad sino del que da a cada uno lo suyo, y sin duda
derle también la fortaleza? La razón es porque no puede este recuerdas que, cuando dije que el dar a cada uno lo suyo per-
hombre amar ni tener en mucho ninguna de aquellas cosas tenecía a la justicia, tú lo aprobaste.
cuya posesión no depende de nuestra voluntad, ya que no pue- Ev.—Sí recuerdo, y confieso que en el hombre, que tanto
aprecia y ama su buena volunlad, se hallan evidentemente las
den ser amadas sino por una voluntad mala, a la cual es pre-
cuatro virtudes que poco ha describiste, dando yo mi confor-
ciso que él resista, como al enemigo de su bien más querido; midad.
y porque no las ama cuando las tiene, no las llora cuando las 28. Ag.—¿Qué dificultad hay, por tanto, en que digamos
pierde; antes bien las desprecia, lo cual, según antes dijimos que la vida de este hombre es laudable?
y convenimos, es propio de la fortaleza. Ev.—Ninguna en absoluto; al contrario, todo nos invita
Ev.—Concedámosle también sin dificultad esta virtud, pues y obliga a ello.
no sé yo a quién pueda llamársele fuerte con más verdad que Ag.—Y ¿qué me dices de la vida miserable? ¿Puedes de
a aquel que con ánimo igual y sereno soporta la carencia de algún modo no juzgar que se debe huir de ella a toda costa?
las cosas que no está en nuestra mano ni conseguir ni retener, Ev.—Juzgo que se debe huir de ella, y con grande empeño,
lo cual es evidente que por necesidad tiene que hacer este y creo que nada, sino esto, ha de constituir nuestro primer
hombre. quehacer.
Ag.—Veamos ahora si puede serle ajena la templanza, sien- Ag.—Pero seguramente no piensas que se deba huir de la
do ésta la virtud que refrena las pasiones. ¿Qué hay tan ene- vida laudable.
migo de la buena voluntad como la concupiscencia? Por donde Ev.—Todo lo contrario; me parece que «e debe procurar
fácilmente comprenderás que este amante de su buena voluntad con diligencia y constancia.
Ag.—Por consiguiente, no es miserable la vida laudable.
ha de resistir y combatir las pasiones por todos los medios
voiuiitatis suae amatorem resistere omni modo, atque adversan libidini-
nequeat; nura dubitare poterimus istum adversan rebus ómnibus, quae bus, et ideo une temperantem vocari.
huic uni bono inimicae sunt? Ev.—Perge; assentior.
Ev.—Necesse est omnino ut adversetur. Aug.—Iustitia re=tat, quae quomodo desit huic homini, non sane vi-
Aug.—Nullane hunc putamus praeditum esse prudentia, qui hoc bo- deo. Qui enim habet et diligit voluntatem bonam. et obsistit eis, ut
num appetendum, et vitanda ea quae huic inimica sunt videt? dictum est, quae huic inimica sunt, male cuiquam velle non potest. Se-
Ev.—Nullo modo mihi videtur hoc posse quisquam sine prudentia. quitur ergo ut nemini faciat iniuriam; quod nullo pacto potest, nisi qui
Aug.—Recte: sed cur non huic etiam fortitudinem tribuamus? Illa sua cuique tribuerit: hoc autem ad iustitiam pertinere cum dicerem,
quippe omnia quae in potestate nostra non sunt, amare iste ac plurimi approbasse te, ut puto, meministi.
aestimare non potest. Mala enim volúntate amantur, cui tanquam inimi- Ev.—Ego vero memini et fateor in hoc homine, qui suam bonam vo-
luntatem magni pendit et diligit, omnes quatuor virtutes quae abs te
cae charissimo suo bono resistat necesse est. Cum autem non amat haec,
paulo ante, me assentiente, descriptae sunt, esse compertas.
non dolet amissa, et omnino contemnit; quod opus esse fortitudinis, dic-
28. Aug.—Quid igitur impedit cur huius vitam non concedamus esse
tum atque concessum est. laudabilem?
Ev.—Tribuamus sane: non enim intelligo quem fortem verius appel- Ev.—Nihil prorsus; imo hortantur vel etiam cogunt omnia.
lare possim, quam eum qui rebus iis quas ñeque ut adipiscamur, ñeque Aug.—Quid? vitam miseram potesne ullo modo non iudicare fu-
ut obtineamus in nobis situm est, aequo et tranquillo animo caret; quod giendam?
hunc necessario faceré compertum est. Ev.— Et magnopere quidem iudico, nihilque aliud agendum existimo.
Aug.—Vide iam nunc utrum ab eo temperantiam alienare possimus, Aug.—At laudabilem non fugiendam profecto putas.
cum ea sit virtus quae libídines cohibet. Quid autem tam inimicum bo- Ev.—Quin etiam appetendam sedulo existimo.
nae voluntati est quam libido? Ex quo profecto intelligis istum bonae Aug.—Non ergo misera est quae laudabili» vita est.
2 3 6
DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 1 3 , 29 1,13, 29 DEL LIBRE ALBEDRÍO 237
Ev.—Así es t a m b i é n . Ev.—Sí lo r e c u e r d o .
Ag.—Ya n o t e n d r á s a h o r a dificultad a l g u n a en conceder, Ag.—Si, p u e s , a m a m o s y a b r a z a m o s a s i m i s m o con t o d o el
s e g ú n creo, q u e es d i c h o s a la v i d a que n o es m i s e r a b l e . afecto de n u e s t r o c o r a z ó n a esta n u e s t r a b u e n a v o l u n t a d , y l a
Ev.—Es c l a r o q u e n o . p r e f e r i m o s a t o d a s las c o s a s q u e n o p o d e m o s r e t e n e r con nos-
Ag.—Estás c o n f o r m e , s e g ú n eso, en q u e es d i c h o s o el h o m - o t r o s , a u n q u e q u e r a m o s , sigúese q u e m o r a n en n u e s t r a a l m a
b r e a m a n t e de su b u e n a v o l u n t a d y q u e a n t e e l l a J e s p r e c i a a q u e l l a s v i r t u d e s en c u y a p o s e s i ó n consiste p r e c i s a m e n t e el vivir
t o d o lo q u e se e s t i m a c o m o b i e n , y c u y a p é r d i d a p u e d e sobre- j u s t a y h o n e s t a m e n t e , c o m o l a r a z ó n n o s lo h a d e m o s t r a d o .
venir a u n a p e s a r de la firme v o l u n t a d de c o n s e r v a r l o . D e d o n d e r e s u l t a q u e el q u e q u i e r e v i v i r recta y h o n e s t a m e n t e ,
Ev.—¿Por q u é n o e s t a r l o , si se d e d u c e n e c e s a r i a m e n t e de si r e a l m e n t e prefiere este q u e r e r a los b i e n e s fugaces de la v i d a ,
lo q u e a n t e s h e m o s a d m i t i d o ? c o n s e g u i r á i n d u d a b l e m e n t e ese t a n i n m e n s o b i e n , y con t a n t a
Ag.—Lo h a s e n t e n d i d o p e r f e c t a m e n t e ; p e r o d i m e , te r u e g o : f a c i l i d a d c u a n t a s u p o n e el ser p a r a él u n a m i s m a cosa el q u e r e r
¿ a c a s o el a m a r la b u e n a v o l u n t a d y a p r e c i a r l a en c u a n t o q u e d a a l g o y el t e n e r lo q u e q u i e r e .
d i c h o , n o es t a m b i é n b u e n a v o l u n t a d ? Ev.—En v e r d a d te digo q u e a p e n a s p u e d o c o n t e n e r m e sin
Ev.—Sí, dices v e r d a d . g r i t a r de a l e g r í a al v e r q u e i m p e n s a d a m e n t e m e h a l l o a n t e u n
Ag.—Mas si j u z g a m o s d i c h o s o al h o m b r e de b u e n a v o l u n t a d , b i e n t a n g r a n d e y t a n fácil de c o n s e g u i r .
¿ n o d e b e m o s t e n e r p o r d e s d i c h a d o , v con r a z ó n , al q u e es de Ag.—Pues b i e n , este m i s m o gozo q u e e n g e n d r a l a conse-
voluntad contraria a ésta? c u c i ó n de u n b i e n t a n g r a n d e , c u a n d o e l e v a el a l m a suave, so-
Ev.—Y con m u c h í s i m a r a z ó n . s e g a d a y c o n s t a n t e m e n t e , es l o q u e c o n s t i t u y e l a v i d a bien-
Ag.—¿Qué r a z ó n h a y , p u e s , p a r a d u d a r de q u e , a u n n o a v e n t u r a d a , si es que tú n o p i e n s a s q u e el vivir d i c h o s a m e n t e
h a b i e n d o sido n u n c a s a b i o s , p o d a m o s v o l u n t a r i a m e n t e m e r e c e r c o n s i s t e en o t r a cosa distinta del goce d e los b i e n e s v e r d a d e r o s
vivir u n a v i d a l a u d a b l e y dichosa o v i t u p e r a b l e y d e s d i c h a d a ? y estables.
Ev.—Confieso q u e h e m o s l l e g a d o a esta c o n c l u s i ó n a t r a v é s Ev.—Pienso lo m i s m o q u e t ú .
de r a z o n a m i e n t o s ciertos e i n n e g a b l e s .
2 9 . Ag.—Veamos o t r a c o s a : creo r e c o r d a r á s c u á l d i j i m o s Ev.—Ita memini.
q u e e r a la b u e n a v o l u n t a d ; m e p a r e c e d i j i m o s q u e e r a a q u e l l a Aug.—Hanc igitur voluntatem, si bona itidem volúntate diligamus
atque amplectamur, rebusque ómnibus quas retiñere non quia volumus
en cuya v i r t u d d e s e a m o s vivir justa y h o n e s t a m e n t e . possumus, anteponamus; consequenter illae virtutes, ut ratio docuit, ani-
mum nostrum incolent, quas habere idipsum est recte honesteque vivere.
Ev.—Hoc utique sequitur. Ex quo conficitur ut quisquis recte honesteque vult vivere, si id se velle
Aug.—Nihil iam, quantum opinor, difficile tibi ut assentiaris relin- prae fugacibus bonis velit, a=sequatnr tantam rezn tanta facilitate, ut nihil
quitur, eam scilicet quae misera non est, beatam esse vitam. aliud ei quam ipsum velle sit habere quod voluit.
Ev.—Manifestissimum est. Ev.—Veré tibi dico, vix me contineo quin exclamem laetitia, repente
Aug.—Placet igitur beatum esse hominem dilectorem bonae volun- mihi oborto tam magno, et tam in facili constituto bono.
tatis suae, et prae illa contemnentem quodcumque aliud bonum dicitur, Aug.—Atqui hoc ipsum gaudium, quod huius boni adeptione gigni-
cuius amissio potest accidere etiam cum voluntas tenendi manet. tur, cum tranquille et quiete atque constanter erigit animum beata vita
Ev.—Quidni placeat, quo superiora quae conoessimus, necessario dicitur: nisi tu putas aliud esse beate vivere, quam veris bonis certisque
trahunt? gaudere.
Aug.—Bene intelligis: sed dic, quaeso, nonne bonam voluntatem suam Ev.—Ita sentio.
diligere, et tam magni aestimare, quam dictum est, etiam ipsa bona vo-
luntas est?
Ev.—Verum dicis.
Aug.—At si hunc beatum recte iudicamus, nonne recte miserum, qut
contrariae voluntatis est?
Ev.—Rectissime.
Aug.—Quid ergo causae est cur dubitandum putemus, etiamsi nun-
quam antea sapientes fuimus, volúntate nos tamen laudabilem et bea-
tam vitam, volúntate turpem ac miseram mereri ac degere.
Ev.—Fateor huc certis et minime negandis rebus esse perventum.
29. Aug.—Vide etiam aliud: nam credo te memoria tenere quam
dixerimus esse bonam voluntatem: opinor enim, ea dicta est qua recte
atque honeste vivere appetimus.
238 DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 14. 30> í, 15, 31 DEL LIBRE ALBEDRÍO 239
d e n a r la p l a t a y el o r o p o r c a u s a de l o s a v a r o s , los m a n j a r e s d i s q u i s i c i ó n , y v e a m o s si q u e d a ya r e s u e l t a , p u e s n o s h a b í a -
p o r c a u s a de los g l o t o n e s , el v i n o p o r c a u s a d e los q u e con mos p r o p u e s t o i n v e s t i g a r en q u é consistía el o b r a r m a l , y a
f r e c u e n c i a se e m b r i a g a n , la h e r m o s u r a d e l a s m u j e r e s p o r p r o p ó s i t o de esto h e m o s d i c h o c u a n t o h a s t a el p r e s e n t e d e j a m o s
c a u s a de los h o m b r e s p e r d i d o s y a d ú l t e r o s , y así t o d a s l a s d i c h o . P o r lo cual c o n v i e n e a h o r a a d v e r t i r y c o n s i d e r a r si el
d e m á s cosas, s o b r e t o d o v i e n d o , c o m o v e m o s , q u e el m é d i c o o b r a r el m a l n o consiste en o t r a cosa q u e en d e s p r e c i a r los
h a c e b u e n uso del fuego y u n e n v e n e n a d o r a b u s a c r i m i n a l - bienes eternos, de los c u a l e s goza la m e n t e p o r sí m i s m a y p o r
m e n t e del p a n ? •ií m i s m a p e r c i b e , y q u e n o p u e d e p e r d e r , con t a l de q u e los
Ev.—Es m u c h í s i m a v e r d a d q u e n o son l a s cosas m i s m a s a m e , y en p r o c u r a r , p o r el c o n t r a r i o , c o m o cosa g r a n d e y ad-
l a s q u e h a n de ser c o n d e n a d a s , sino l o s h o m b r e s q u e a b u s a n m i r a b l e , los b i e n e s t e m p o r a l e s , q u e se gozan p o r el c u e r p o ,
de ellas. parte v i l í s i m a del h o m b r e , y q u e n u n c a p o d e m o s t e n e r c o m o
s e g u r o s . A mí m e p a r e c e q u e t o d a s las m a l a s a c c i o n e s , es
CAPITULO XVI decir, t o d o s los p e c a d o s , p u e d e n r e d u c i r s e a esta sola cate-
g o r í a . M a s c u á l sea tu o p i n i ó n , es lo q u e e s p e r o s a b e r a h o r a
E P Í L O G O DE I.OS CAPÍTULOS ANTERIORES
de ti.
3 4 . Ag.—Muy b i e n . P u e s t o q u e , s e g ú n yo creo, h e m o s 3 5 . Ev.—Es c o m o tú dices, y estoy c o n f o r m e en q u e t o d o s
c o m e n z a d o ya a c o m p r e n d e r c u á l sea el v a l o r de la ley eter- los p e c a d o s se r e d u c e n a esta c a t e g o r í a , p o r q u e , en efecto, el
n a , y p u e s t o q u e ya h e m o s visto t a m b i é n h a s t a d ó n d e p u e - h o m b r e se a p a r t a de l a s cosas d i v i n a s y v e r d a d e r a m e n t e per-
d e l l e g a r en la i m p o s i c i ó n de castigos la ley t e m p o r a l , y manentes, p a r a entregarse a las m u d a b l e s e inciertas, pues
d i s t i n g u i d o suficiente y c l a r a m e n t e d o s g é n e r o s de cosas, eter- n o o b s t a n t e h a l l a r s e éstas p e r f e c t a m e n t e j e r a r q u i z a d a s y cons-
n a s u n a s y t e m p o r a l e s o t r a s , e i g u a l m e n t e dos s u e r t e s de h o m - t i t u i r u n o r d e n t í p i c o de b e l l e z a , es, sin e m b a r g o , p r o p i o de
b r e s , u n o s q u e siguen y a m a n l a s e t e r n a s y o t r o s q u e s i g u e n u n á n i m o p e r v e r s o y d e s o r d e n a d o el h a c e r s e e s c l a v o , p o r con-
y aman las temporales; y habiendo hecho constar, además, s e g u i r l o s , de a q u e l l o s b i e n e s s o b r e los q u e le c o n s t i t u y ó a él
q u e de la v o l u n t a d de c a d a u n o d e p e n d e e l e g i r lo q u e le p l a z c a el o r d e n y j u s t i c i a d i v i n a , a fin de q u e los a d m i n i s t r a r a según
s e g u i r y o b r a r , y q u e n a d a n i n a d i e , si n o es l a v o l u n t a d , p u e - su b e n e p l á c i t o . Y al m i s m o t i e m p o m e p a r e c e ver ya r e s u e l t a
d e d e r r o c a r a l a m e n t e del t r o n o de su r e i n o y a p a r t a r l a del y e s c l a r e c i d a la cuestión del o r i g e n del m a l , q u e nos h a b í a -
c a m i n o del o r d e n ; y, en fin, h a b i e n d o m a n i f e s t a d o t a m b i é n m o s p r o p u e s t o d i l u c i d a r d e s p u é s de ésta, a s a b e r , en q u é con-
q u e n o se d e b e c u l p a r a l a s c r i a t u r a s del m a l u s o q u e de e l l a s siste el o b r a r m a l ; p u e s , si n o m e e n g a ñ o , tiene su o r i g e n ,
h a c e n los h o m b r e s , s i n o a l m i s m o q u e d e e l l a s a b u s a , volva- s e g ú n l a s r a z o n e s a d u c i d a s , en el l i b r e a l b e d r í o de la v o l u n t a d .
m o s , si te p a r e c e , a l a c u e s t i ó n p r o p u e s t a al p r i n c i p i o de esta P e r o q u i s i e r a m e d i j e r a s si el m i s m o l i b r e a l b e d r í o , del q u e
Tium aut argentum et aurum propter avaros accusandum putas, aut cibos
propter voraces, aut vinum propter ebriosos, aut muliebres formas prop deamus utrum soluta sit; nam quaerere institueramus quid sit male
ter scortatores et adúlteros, atque hoc modo caetera, cum praesertim faceré, et propter hoc omnia quae dicta sunt, diximus. Quocirca licet
videas et igne bene uti medicum, et pane scelerate veneficum? nunc animadvertere et considerare, utrum sit aliud male faceré, quam
Ev.—Verissimum est, non res ipsas, sed nomines qui eis male utun neglectis rebus aeternis, quibus per seipsam mens fruitur, et per seip-
tur esse culpandos. sam percipit, et quas amans amittere non potest, temporalia et quae per
corpus hominis partem vilissimam sentiuntur, et nunquam esse certa
possunt, quasi magna et miranda sectari. Nam hoc uno genere omnia
CAPUT XVI malefacta, id est peccata, mihi videntur includi. Tibi autem quid videa-
EPILOCUS THACTAE QUAESTIOMS tur, exspecto cognoscere.
35. Ev.—Est ita ut dicis, et assentior, omnia peccata hoc uno ge-
34. Aug.—Recte: sed quoniam et quid valeat aeterna lex. ut opi- nere contineri, cum quisque avertitur a divinis vereque manentibus, et
nor, videre iam coepimus, et quantum lex temporalis in vindicando pro- ad mutabilia atque incerta convertitur. Quae quanquam in ordine suo
gredi possit, inventum est; et rerum dúo genera, aeternarum et tempo- recte locata sint, et suam quamdam pulchritudinem peragant; perversi
ralium, duoque rursus hominum, aliorum aeternas, aliorum temporales tamen animi est et inordinati, eis sequendis subiici, quibus ad nutum
sequentium et diligentium, satis aperteque distincta sunt: quid autem suum ducendis potius divino ordine ac iure praelatus est. Et illud simul
quisque sectandum et amplectendum eligat, in volúntate esse positum mihi videre iam videor absolutum atque compertum, quod post illam
constitit: nullaque re de arce dominandi, rectoque ordine mentem de- quaestionem, quid sit male faceré, deinceps quaerere institueramus, unde
poni, nisi volúntate: et est manifestum, non rem ullam, cum ea quisque male faciamus. Nisi enim fallor, ut ratio tractata monstravit, id facimus
male utitur, sed ipsum male utentem esse arguendum: referamus nos,
ex libero voluntatis arbitrio. Sed quaero utrum ipsum liberum arbitrium,
si placet, ad quaestionem in exordio huius sermonis propositan!, et vi-
246 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,16,35
estamos convencidos que trae su origen el poder pecar, ha
podido sernos dado por aquel que nos hizo. Porque parece in-
dudable que jamás hubiéramos pecado si no lo tuviéramos, y
es de temer que por esta razón pueda ser Dios considerado LIBRO II
como el verdadero autor de nuestros pecados.
Ag.—No temas nada por esto; pero a fin de tratar esta
cuestión más detenidamente, es preciso dejarla para otra vez, CAPITULO I
pues pide ya punto final esta nuestra primera disertación, con
la que quisiera tuvieras por cierto que hemos llegado a pulsar l'OR QUÉ NOS HA DADO DlOS LA LIBERTAD, CAUSA DEL PECADO
a las puertas de grandes y profundos misterios. Cuando, te-
niendo a Dios por guía, comencemos a penetrar en ellos, ve- ] . Ev.—Explícame ya, si es posible, por qué ha dado Dios
rás sin duda qué gran diferencia existe entre esta disquisición al hombre el libre albedrío de la voluntad puesto que de no
y las que siguen, y cuánto la aventajan, no sólo en la saga- habérselo dado, ciertamente no hubiera podido pecar.
cidad de investigación, sino también en la sublimidad de las Ag.—¿Tienes ya por cierto y averiguado que Dios ha dado
cosas y la espléndida luz de la verdad. Que la piedad sea al hombre una cosa que, según tú, no debía haberle dado?
nuestra única compañera, a fin de que la divina Providencia Ev.—Por lo que me parece haber entendido en el libro an-
nos permita continuar y terminar felizmente la carrera que terior, es evidente que gozamos del libre albedrío de la volun-
hemos comenzado. tad y que, además, él es el único origen de nuestros pecados.
Ev.—Cedo a tu voluntad y a ella uno gustosísimo la mía Ag.—También yo recuerdo que llegamos a esta conclusión
con rendimiento de juicio y de deseo. sin género de duda. Pero ahora te he preguntado si sabes que
Dios nos ha dado el libre albedrío de que gozamos, y del que
quo peccandi facultatem habere convincimur, oportuerit nobis dari ab eo es evidente que trae su origen el pecado.
qui nos fecit. Videmur enim non fuisse peccaturi, si isto careremus; et Ev.—Pienso que nadie sino El, porque de El procedemos,
metuendum est ne hoc modo Deus etiam malefactorum nostrorum auctor y ya sea que pequemos, ya sea que obremos bien, de El me-
existemetur. recemos el castigo y el premio.
Aug.—Nullo modo istuc timueris: sed ut diligentius requiratur, aliud
tempus sumendum est. Nam haec sermocinatio modum terminumque iam Ag.—También deseo saber si comprendes bien esto último,
desiderat; qua velim credas magnarum abditarumque rerum inquiren- o es que lo crees de buen grado, fundado en el argumento de
darum quasi fores esse pulsatas. In quarum penetralia cum Deo duce autoridad, aunque de hecho no lo entiendas.
venire coeperimus, iudicabis profecto quantum Ínter hanc disputationem,
et eas quae sequuntur inteisit, quantumque illae praestent, non modo
investigationis sagacitate, sed etiam maiestate rerum, et clarissima luce
veritatis: pietas tantum adsit, ut nos divina providentia cursum quem LÍBER II
instituimus, tenere et perficere permittat.
Ev.—Cedo voluntati tuae, et ei meam iudicio et voto libentissimo
adiungo. CAPUT l
LIBERTAS QUA PECCATUR, CUR A DEO DATA
a Reliad c 9 n 3.
250 DEL LIBRE ALBEDRÍO 11.2,4
11,2,5 DLL LIBRE ALBEDKIO 251
CAPITULO II si es cierto que de El la hemos recibido, entonces, sea cual
fuere el modo como la hemos recibido, es preciso confesar tam-
O B J E C I Ó N : S I EL LIBRE ALBEDRÍO HA SIDO DADO PARA EL BIEN, bién que, sea cual fuere el modo como nos fué dada, ni debió
¿CÓMO ES QUE OBRA EL MAL? no dárnosla ni debió dárnosla de otro modo distinto de como
nos la dio; pues nos la dio aquel cuyos actos no pueden en
4. Ev.—Concedo que Dios haya dado al hombre la liber-
modo alguno ser razonablemente censurados.
tad. Pero dime: ¿no te parece que, habiéndonos sido dada para
5. Ev.—Aunque creo con fe inquebrantable todo esto, sin
poder obrar el bien, no debería poder entregarse al pecado?
embargo, como aún no lo entiendo, continuemos investigando
Como sucede con la misma justicia, que, habiendo sido dada
como si todo fuera incierto. Porque veo que, de ser incierto
al hombre para obrar el bien, ¿acaso puede alguien vivir mal
que la libertad nos haya sido dada para obrar bien, y siendo
en virtud de la misma justicia? Pues igualmente, nadie podría
también cierto que pecamos voluntaria y libremente, resulta
servirse de la voluntad para pecar si ésta le hubiera sido dada
incierto si debió dársenos o no. Si es incierto que nos ha sido
para obrar bien.
dada para obrar bien, es también incierto que se nos haya de-
Ag.—El Señor me concederá, como lo espero, poderte con-
bido dar, y, por consiguiente, será igualmente incierto que
testar, o mejor dicho, que tú mismo te contestes, iluminado
Dios nos la haya dado; porque, si no es cierto que debió dár-
interiormente por aquella verdad que es la maestra soberana y
nosla, tampoco es cierto que nos la haya dado aquel de quien
universa] de todos. Pero quiero antes de nada que me digas
sería impiedad creer que nos hubiera dado algo que no debería
brevemente si, teniendo como tienes por bien conocido y cierto
habernos dado.
lo que antes te pregunté, a saber: que Dios nos ha dado la vo-
Ag.—Tú tienes por cierto, al menos, que Dios existe.
luntad libre, procede decir ahora que no ha debido darnos
Ev.—Sí; esto tengo por verdad inconcusa, mas también por
Dios lo que confesamos que nos ha dado. Porque, si no es cier-
la fe, no por la razón.
to que El nos la ha dado, hay motivo para inquirir si nos ha
Ag.—Entonces, si alguno de aquellos insipientes de los cua-
sido dada con razón o sin ella, a fin de que, si llegáramos a
les está escrito: Dijo el necio en su corazón: No hay Dios, no
ver que nos ha sido dada con razón, tengamos también por
quisiera creer contigo lo que tú crees, sino que quisiera saber
cierto que nos la ha dado aquel de quien el hombre ha recibido
si lo que tú crees es verdad, ¿abandonarías a ese hombre a su
todos los bienes, y que si, por el contrario, descubriéremos que
incredulidad o pensarías quizá que debieras convencerle de
nos ha sido dada sin razón, entendamos igualmente que no ha
algún modo de aquello mismo que tú crees firmemente, sobre
podido dárnosla aquel a quien no es lícito culpar de nada. Mas
todo si él no discutiera con pertinacia, sino más bien con deseo
d e conocer la verdad?
CAPUT II fateamur, quoquo modo data est, ñeque non dari, ñeque aliter dari
eam d e b u t e quam data est. Ule enim dedit, cuius factum recte repre-
OBIECTIO: S I LIBERUM ARBITRIUM AD BONUM DATÜM EST. hendí nullo pacto potest.
QUOMODO AD MALUM FLEXIBILE? 5. Ev.—Quanquam haec inconcussa fide teneam, tamen quia cogni-
tione nondum teneo, ita quaeramus quasi omnia incerta sint. Video enim
4. Ev.—Iam concedo eam Deum dedisse. Sed nonne tibí videtur, ex hoc quod incertum est, utrum ad recte faciendum voluntas libera
quaeso te, «i ad recte faciendum data est, quod non debtierit ad pec- data sit. cum per illam etiam peccare lossimus, fieri etiam illud incer-
candum posse convertí? sic ut ipsa iustitia quae data est homini ad bene tum, utrum dari debuerit. Si enim incertum est ad recte faciendum da-
vivendum: numquid enim potest quispiam per iustitiam suam male vi- tam esse. incertum est etiam dari debuisse: ac per hoc etiam utrum eam
vere? Sic nenio posset per voluntatem peccare, si voluntas data esset ad Deus dederit, incertum erit; quia si incertum est dari debuisse, incertum
recte faciendum. est ab eo datam esse, quem nefas est credere dedisse aliquid quod dari
Aug. — Donabit quidem Deus, ut spero, ut tibí valeam lespondeie, non debuit.
vel potius ut ipse tibi eadem, quae summa omnium magistra est, veri- Aug.—Illud saltem tibi certum est, Deum esse.
tate intus docente respondeas. Sed paulisper mihi voló dicas, «i id quod Ev.—Etiam hoc non contemplando, sed credendo inconcussum teneo.
abs te quaesiveram, certum et cognitum tenes, Deum nobis dedisse libe- Aug.—Si quis ergo illorum insipientium, de quibus scriptum est:
ram voluntatem, utrum oporteat dicere dari non debuisse, quod dedisse Dixit insipiens in corde suo: Non est Deus1, hoc tibi diceret, nec vellet
confitemur Deum. Si enim incertum est utrum dederit, recte quaerimus tecum credere quod credis, sed cognoscere utrum vera credideris; relin-
utrum bene sit data, ut cum invenerimus bene datam esse, inveniatur queresne hominem, an aliquo modo, quod inconcussum tenes, persua-
etiam illum dedisse, a quo homini data sunt omnia bona: si auteni dendum esse arbitrareris; praesertim si ille non obluctari pervicaciter,
invenerimus non bene datam esse, non eum dedisse intelligamus, quem sed studiose id vellet agnoscere?
culpare nefas est. Si vero certum est quod ipse ¡llam dederit. oportet
Ps 52,1.
252 DEL LIBRE ALBEDRIO II, 2. 5 11.2 6 l » L LIBKfc ALBEDRIO 253
Ev.—Lo ú l t i m o q u e h a s d i c h o m e i n d i c a suficientemente m e n t e q u e n o d e b a m o s g a s t a r m á s t i e m p o en su i n v e s t i g a c i ó n ?
q u é es lo q u e d e b e r í a r e s p o n d e r l e . P o r q u e , a u n q u e f u e r a él Ev.—Es q u e n o s o t r o s d e s e a m o s s a b e r y e n t e n d e r lo q u e
el h o m b r e m á s a b s u i d o , s e g u r a m e n t e m e c o n c e d e r í a que c o n creemos.
el h o m b r e falaz y c o n t u m a z n o se d e b e d i s c u t i r a b s o l u t a m e n t e 6. Ag.—Veo q u e te a c u e r d a s p e r f e c t a m e n t e del p r i n c i p i o
n a d a , v m e n o s de cosa tan g r a n d e y excelsa. Y u n a vez q u e i n d i s c u t i b l e q u e e s t a b l e c i m o s en los m i s m o s c o m i e n z o s de la
me h u b i e r a c o n c e d i d o esto, él sería el p r i m e r o en p e d i r m e q u e cuestión p r e c e d e n t e : si el c r e e r n o fuese cosa distinta del en-
c r e y e r a de él que p r o c e d í a de b u e n a fe en q u e r e r s a b e r e s t o , tender, y n o h u b i é r a m o s de c r e e r a n t e s las g r a n d e s y d i v i n a s
y q u e t o c a n t e a esta cuestión n o h a b í a en él fal=ia n i c o n t u m a - v e r d a d e s q u e d e s e a m o s e n t e n d e r , sin r a z ó n hab ría d i c h o el p r o -
cia a l g u n a . feta : Si no creyereis, no entenderéis. El m i s m o S e ñ o r e x h o r t ó
E n t o n c e s le d e m o s t r a r í a lo q u e j u z g o que a c u a l q u i e r a e s t a m b i é n a creer p r i m e r a m e n t e e n sus dichos y e n sus h e c h o s
f a c i l í s i m o d e m o s t r a r , a s a b e r : q u e , p u e s t o q u e él q u i e r e q u e y o a a q u e l l o s a q u i e n e s l l a m ó a la s a l v a c i ó n . M a s d e s p u é s , al
c r e a , sin c o n o c e r l o s , en la existencia de los s e n t i m i e n t o s o c u l t o s h a b l a r del d o n q u e h a b í a de d a r a los creyentes, n o d i j o : E s t a
de su a l m a , q u e ú n i c a m e n t e él m i s m o p u e d e conocer, m u c h o es la v i d a e t e r n a , q u e c r e a n en m í ; sino q u e d i j o : Esta es la
m á s j u s t o sería q u e t a m b i é n él c r e y e r a en l a existencia de D i o s , ? ida eterna, que te conozcan a ti, sólo Dios verdadero, y a
f u n d a d o en la fe que m e r e c e n los l i b r o s de a q u e l l o s t a n g r a n - Jesucristo, a quien enviaste. D e s p u é s , a los que y a creían, les
des v a r o n e s que a t e s t i g u a n en sus escritos q u e v i v i e r o n en com- d i c e : Buscad y hallaréis; p o r q u e n o se p u e d e decir q u e se h a
p a ñ í a del H i j o de D i o s , y q u e con t a n t a m á s a u t o r i d a d lo ates- h a l l a d o lo q u e se cree sin e n t e n d e r l o , y n a d i e se c a p a c i t a p a r a
t i g u a n , c u a n t o que en sus escritos dicen q u e v i e r o n cosas tale* h a l l a r a D i o s si a n t e s n o c r e y e r e lo q u e h a de conocei d e s p u é s .
q u e de n i n g ú n m o d o h u b i e r a n p o d i d o s u c e d e r si r e a l m e n t e P o r lo c u a l , o b e d i e n t e s a los p r e c e p t o s de Dios, s e a m o s cons-
D i o s n o existiera, y sería este h o m b r e s u m a m e n t e necio si p r e - tantes en l a i n v e s t i g a c i ó n , p u e s i l u m i n a d o s con su luz, encon-
t e n d i e r a e c h a r m e en c a r a el h a b e r l e s yo c r e í d o a e l l o s , y t r a r e m o s lo q u e p o r su consejo b u s c a m o s , en la m e d i d a q u e
d e s e a r a , n o o b s t a n t e , q u e y o le c r e y e r a a él. C i e r t a m e n t e n o en- estas cosas p u e d e n s e r h a l l a d a s e n esta v i d a p o r h o m b r e s c o m o
c o n t r a r í a excusa p a r a r e h u s a r h a c e r lo m i s m o que n o p o d r í a n o s o t r o s ; p o r q u e , si, c o m o d e b e m o s creer, a los m e j o r e s a u n
c e n s u r a r con r a z ó n . m i e n t r a s v i v a n esta v i d a m o r t a l , y c i e r t a m e n t e a t o d o s los b u e -
Ag.—Pues, si r e s p e c t o de la existencia de Dios j u z g a s p r u e - nos y p i a d o s o s d e s p u é s de esta v i d a , les es d a d o v e r y p o s e e r
ba suficiente el q u e nos h a p a r e c i d o q u e d e b e m o s c r e e r a va- estas v e r d a d e s m á s c l a r a y p e r f e c t a m e n t e , es de e s p e r a r q u e
r o n e s de t a n t a a u t o r i d a d , sin q u e se n o s p u e d a a c u s a r de t e m e -
r a r i o s , ¿ p o r q u é , d i m e , r e s p e c t o de estas cosas que h e m o s d e - Ev.—Sed non id quod credimus, nosse et intelligere cupimus.
t e r m i n a d o investigar, c o m o si f u e r a n í n c i e i t a s y a b s o l u t a m e n t e 6. Aug.—Recte meministi, quod etiam in exordio superioris dispu-
d e s c o n o c i d a s , n o p i e n s a s lo m i s m o , o sea, q u e , f u n d a d o s en la tationis a nobis positum esse 2 , negare non possumus. Nisi enim aliud
a u t o r i d a d d e t a n g r a n d e s v a r o n e s , d e b a m o s c r e e r l a s t a n firme- esset credere, et aliud intelligere, et primo credendum esset, quod ma-
gnum et divinum intelligere cuperemus, frustra propheta dixisset- Nisi
Ev.—Hoc quod ultimum posuisti, satis rae admonet quid ei respon- credideritis, non intelligetis3. Ipse quoque Dominus noster et dictis et
deré debeiem. Certe enim. quamvis esset absurdis^ímus, concede! et mihi, factis ad credendum primo hortatus est, quos ad salutem vocavit. Sed
cum doloso et pervicaci de nulla omnino et máxime de re tanta, non postea cum de ipso dono loqueretur, quod erat daturas credentibus, non
esse disserendum. Quo concesso, prior mecum ageret, ut sibi crederem ait: Haec est autem vita aeterna ut credant; sed: Haec est, inquit, vita
bono animo eum istuc quaerere, ñeque aliquid in se. quod ad rem hanc aeterna, ut cognoscant te solum Deum verum, et quem misisti [esum
attinet, doli ac pervicaciae latere. Christum1. Deinde iam credentibus dicit: Quaerite et invenietis": nam
Tum ego demonstrarem, quod cuivis facillimum puto, quanto esset ñeque inventum dici potest, quod incognitum creditur; ñeque quisquam
aequius, cum sibi de occultis animi sui quae ipse nosset, vellet alteruní inveniendo Deo fit idoneus, nisi antea crediderit quod est postea cogni-
credere qui non nosset, ut ctiam ipse tantorum virorum Libris, qui se turus.
cum Filio Dei vixisse testatum Litteris reliquerunt, esse Deum crederet;
Quapropter Domini praeceptis obtemperantes quaeramus instanter.
quia et ea se vidisse scripserunt, quae millo modo fieri possent, si non
Quod enim hortante ipso quaerimus, eodem ipso demonstrante invenie-
esset Deus; et nimium stultns esset, si me reprehenderet quod illis cre-
diderim, qui sibi vellet ut crederem. Iam vero quod recte reprehenderé mus. quantum haec in hac vita, et a nobis talibus inveniri queunt:
non valeret, millo modo reperiret cur etiam nollet imitari. nam et a melioribus etiam dum has térras incolunt, et certe a bonis,
Aug.—Si ergo utrum sit Deus, satis esse existimas, quod non temeré et piis ómnibus post hanc vitam, evidentius atque perfectius i«ta cerní
tantis viris credendum esse iudicavimus; cui non, quaeso te. de iis 2
L 1 c 2
quoque rebus, quas tanquam incertas et plañe incógnitas quaerere insti- ' k 7,9, sec Lxx
tuimus, similiter putas eorumdem virorum auctoritati sic esse creden- * lo 17 3
dum, ut de investigatione earum nihil amplius laboremus? ' M t 7,7
254 ni,[. LIBRE ALBERRÍO 11,3,7 II..1.8 DEL LIBRE ALBEDRIO 255
a sensibus corporis, perveniíe ad scientiam non potest. Quidquid enim autem sensum eodem sensu non sentiri? Non enim quo sensu colorem
scimus, id ratione comprehensum tenemus. Scimus autem, ut de caeteris vides, hoc eodem vides etiam ipsum videre.
taceam, nec colores auditu, nec voces visu posse sentiri. Et cum hoc Ev.—Non omnino.
scimus, nec oculis, nec auribus scimus, ñeque illo sensu interiore, que* Aug.—Enitere etiam ista diiudicare; nam credo te non negare aliud
nec bestiae caient. Non enim ciedendum e-,t tas no-^e, nec auribu^ ^en- colorem es«e, et aliud colorem videre, et item aliud etiam, cum color
tiri lucem, nec oculis vocem; quoniam ista nonnisi rationali animadver- non subest, habere snsum quo videri posset, si subesset.
sione et cogitatione discernimus. Ev.—Discerno et ista, et Ínter se differre concedo.
Aug.—Num horum trium quidquam vides oculis, nisi colorem?
Ev.—Non possum dicere hoc habeie perceptum. Quid si enim sensu
Ev.—Nihil aliud.
illo interiore, quo eas non carere concedis, hoc quoque diiudicant, nec
Aug.—Dic ergo unde videas alia dúo; non enim ea non visa posses
colores auditu nec visu voces posse sentiri?
discernere.
Aug.—Num etiam putas eas posse discernere ab invicem colorem qui Ev.—Nescio quid aliud; esse scio, nihil amplius.
«entitur, et sensum qui in oculo est, et interiorem illum sensum apud
Aug.—Nescis igitur utrum iam ipsa sit ratio, an illa vita sit quam
animam, et rationem qua ista singillatim definiuntur et dinumerantur?
^ensum interiorem vocamus praeceflentem sensibus corporis, an aliquid
Ev.—Nullo modo. aliud?
Aug.—Quid? ista ratio posset haec quatuor discernere ab invicem et Ev.—Nescio.
definitionibus terminare, nisi ad eam referretur et color per oculorum-
Aug.—Illud tamen seis, ea definiri nisi ratione non posse; ñeque
sensum, et ipse rursus per illum interiorem qui ei praesidet, et idem
rationem id faceré, nisi de iis quae sibi examinanda offeruntur.
interior per seipsum, si lamen iam nihil aliud interpositum est?
Ev.—Certum est.
Ev.—Non video quomodo aliter posset.
Aug.—Quid? hoc videsne, sensu oculorum colorem sentiri euindern Aug.—Quidquid igitur est aliud quo sentiri potest omne quod sci-
mus, ministerium rationis est, cui offert et renuntiat quidquid attingit,
260 DÍL 1II5RI ALBLDRÍO 11,19 11 4 10 I ) R U R K I -VLM.DRIO 261
oídos, ni de los ojos, ni de ningún otro sentido interior a ella, naturaleza, sin embargo, cada uno tenemos nuestros sentidos
sino que por sí misma intuye algún ser inconmutable, es de propios, verbigracia, el de la vista, el del oído o cualquiera
necesidad que confiese que ella es inferior a éste y que él es He los restantes. Un hombre puede no sólo ver, sino también
su Dios. oír lo que otro no ve ni oye, y percibir por cualquiera otro
Ev.—Y yo confesaré paladinamente que es Dios aquel ser mentido algo que no percibe otro hombre. De aquí que sea
mayor que el cual conste que no hay nada. evidente que tus sentidos no son sino tuyos y que los míos no
Ag.—Está bien. Me bastará, por tanto, demostrar que exis- son sino míos.
te tal ser, el cual confesarás que es Dios, y, si hubiere algún Ag.—¿Me responderías lo mismo respecto de aquel otro
otro más excelente, confesarás que este mismo es Dios. Por lo sentido interior, sí o no?
cual, ya sea que exista algo más excelente, ya sea que no Ev.—Absolutamente lo mismo; porque, en efecto, mi sen-
exista, verás de todos modos que, evidentemente, Dios existe, tido interior percibe mis sensaciones, y el tuyo percibe las
cuando con la ayuda de este mismo Dios hubiere logrado de- tuyas, y ésta es la razón de que muchas veces, al ver otro
mostrarte lo que te prometí, o sea. que hay un ser superior alguna cosa, nos pregunta si nosotros la vemos también, por-
a la razón. que nosotros somos los que sentimos si vemos o no vemos v
Ev.—Demuéstrame, pues, lo que me has prometido. no el que nos pregunta.
Ag.—Y la razón, ¿no tiene cada uno la suya? Porque a
veces puede suceder que yo entienda algo que tú no entiendes,
CAPITULO VII y que no sepas si le entiendo, y yo sí lo sepa.
C Ó M O UNA MISMA COSA ES PERCIBIDA POR M U C H O S A LA VEZ Ev.—Es también evidente que cada uno de nosotros tene-
Y POR CADA UNO EN PARTICULAR, YA SEA EN SU TOTALIDAD, YA rnos nuestra mente racional.
SÓLO EN ALGUNA DE SUS PARTES 16. Ag.—¿Podrías decir igualmente que cada uno tene-
mos propio el sol que vemos, o que tenemos nuestra propia
15. Ag.—Lo haré; pero antes dime si mis sentidos cor- luna, o estrellas, u olías cosas semejantes, a pesar de que cada
porales son los mismos que los tuyos, o si, por el contrario, cual percibe estas cosas con sus propios sentidos?
los míos no son sino míos y los tuyos no son sino tuyos; por- Ev.—De ningún modo diría yo esto.
que si así no fuese, no podría ver con mis ojos cosa alguna que Ag.—Podemos, por consiguiente, ver muchos a la vez una
no vieras tú también. misma cosa, teniendo, no obstante, cada uno nuestros sentidos
Ev.—Confieso en absoluto que. si bien son de la misma particulares, con los que sentimos aquel mismo objeto que
tum, ñeque per aures, ñeque per oculos, ñeque per ullum sensum se in- habere sensus, videndi, vel audiendi, vel quoslibet alios caeterorum. Non
feriorem, sed per seipsam cernit aeternum aliquid et incommutabile, enim solum videre, sed etiam audire potest aliquis hominum quod alius
símul et seipsam inferiorem, et illum oportet Deum suum esse fateatur. non audiat, et aliud aliquid quolibet alio sensu quisquam sentiré quod
Ev.—Hunc plañe fatebor Deum, quo nihil superius esse constiterit. alius non sentiat. Unde manifestum est et tuum nonnisi tuum, et meum
Aug.—Bene habet: nam mihi satis erit ostendere esse aliquid hu- sensum non esse nisi meum.
iusmodi, quod aut fateberis Deum esse, aut si aliquid supra eit, eum Aug.—Hoc idem respondebis de illo etiam sensu intetiore? an aliquid
ipsum Deum esse concedes. Quare sive supra sit aliquid. sive non sit, aliud?
manifestum erit Deum esse, cum ego, quod promisi, esse supra rationem, Ev.—Nihil sane aliud. Nam et ille utique sensum meum sentit
eodem ipso adiuvante monstravero. meus, e> tuum sentit tuus: nam ideo plerumque interrogor ab eo qui
Ev.—Demonstra ergo quod polliceris. aliquid videt, utrum hoc etiam ego videam, quia ego me videre aut non
videre sentio, non ille qui interrogat.
Aug.—Quid? ipsam rationem nonne unusquisque nostrum habet suam?
CAPUT Vil quandoquidem fieri potest ut ego aliquid intelligam, cum tu id non intel-
ligis; nec utrum intelligam tu scire possis, ego autem sciam.
QUOMODO ÍDEM SENTIATUR A MULTIS, QUIDVE TOTUM, QUID NON Ev.—Manifestum est etiam rationales mentes singulos quosque nos-
TOTÜM ET SIMUL A SINCÜLIS trum singulas habere.
16. Aug.—Num etiam poteris dicere singulos soles nos habere quos
15. Aug.—-Faciam: sed prius quaero utrum sensus corporis meus videmus, aut lunas, aut luciferos, aut caetera huiusmodi, quamvis suo
ídem sit qui tuus, an vero meus non sit nisi meus, et tuus non sit quisque ac proprio sensu ista videat?
nisi tuus; quod si non ita esset, non possem per oculos meos videre Ev.—Nullo modo istud dixerim.
aliquid, quod tu non videres. Aug.—Possumus ergo videre unum aliquid muí ti simul, cum sint
Ev.—Concedo prorsus, quamvis eiusdem generis, tamen singulos nos sensus nostri nobis singulis singuli, quibus ómnibus illud unum sen-
270 DEL LIBRE ALBEDRIO II, 7,17 11,7. IK DEL LIBRE ALBEDRIO 271
vemos todos a la vez, y de tal suerte que, aunque mi sentido a I oh dos, sino que yo siento única y totalmente por mi sen-
sea uno y el tuyo sea otro numéricamente distinto, pueda, sin lulo, y tú por el tuyo, aunque los dos sintamos el mismo olor
embargo, ser un hecho que, siendo una sola cosa lo que todos y sabor. De donde resulta que estos dos sentidos, el gusto y
vemos, no sea lo que veo yo un objeto propio mío y lo que el olfato, tienen algo de parecido con el de la vista y el del
ves tú sea otro distinto exclusivamente tuyo, sino que sea el oído; mas por lo que se refiere a esto mismo de que ahora tra-
mismo el que está presente a los dos y que ambos vemos al íamos, se diferencian en que, si bien es verdad que ambos as-
mismo tiempo. piramos por la nariz el mismo aire y tomamos paladeando el
Ev.—Sin duda alguna. mismo alimento, sin embargo, yo no aspiro la misma porción
Ag.—¿Podemos de igual modo oír simultáneamente una de aire que tú ni tomo la misma parte de alimento que tú,
misma voz cualquiera, de suerte que, aun siendo mi oído uno sino que una es la que aspiro o tomo yo y otra numéricamen-
y el tuyo otro distinto, no sea, sin embargo, distinta para te distinta la que aspiras y tomas tú; y, por tanto, cuando
cada uno la voz oída al mismo tiempo por ambos, ni sea aspiro, de toda la masa de aire aspiro sólo aquella cantidad
una parte de ella oída por mí y otra oída por ti, sino que. que necesito, y tú lo mismo, de todo el aire aspiras sólo la
cualquiera que fuere el sonido emitido, sea uno mismo el per- cantidad suficiente. Y en cuanto al alimento, aunque los dos
cibido por ambos, y no fragmentariamente, sino en su tota- tomamos uno mismo en calidad y una cantidad determinada,
lidad? sin embargo, no podemos tomar cada uno totalmente un mis-
Ev.—También esto es evidente. mo todo, como oímos ambos simultáneamente una misma voz
17. Ag.—Ahora, respecto de los demás sentidos del cuer- en su totalidad, y como sucede también respecto de cualquier
po, conviene que adviertas lo que sigue: que, en orden a esto imagen, que simultáneamente la ves tú tan grande como yo;
que venimos diciendo, no se han ni absolutamente igual que mas, por lo que a la comida o bebida se refiere, es de necesi-
el de la vista y el del oído ni de un modo completamente dad que la parte que tomo yo sea distinta de la que tomas tú.
distinto. Porque, en efecto, tú y yo podemos llenar nuestros ¿ N o entiendes bien esto?
pulmones del mismo aire y sentir a la vez su olor por el ol- Ev.—AI contrario, convengo en que es clarísimo y cer-
fato; e igualmente podemos tomar ambos la misma miel o tísimo.
cualquier otro alimento o bebida y sentir su sabor por el gus- 18. Ag.—¿No te parece que el sentido del tacto puede
to, a pesar de que, si bien el objeto es uno para ambos, nues- compararse al de la vista y al del oído en cuanto a esto de
tros sentidos son distintos para cada uno, para ti el tuyo y que tratamos, porque no sólo podemos sentir ambos un mis-
para mí el mío. Y de tal modo sucede esto, que, sintiendo am- mo cuerpo tocándolo, sino que tú puedes tocar también la
bos el mismo olor o el mismo sabor, ni tú lo sientes con mi misma parte que haya tocado yo, de manera que uno y otro
sentido, ni yo con el tuyo, ni con otro que pudiera ser común podamos sentir por el tacto no sólo el mismo cuerpo, sino
timus quod simul videmus; ut quamvis alius sensus meus sit. et alius utriusque nostrum possit esse communiter, sed prorsus mihi meus sensus
tuus, possit tamen fieri ut id quod videmus, non sit aliud meum, aliud sit, et tuus tibi, etiamsi unus aut odor, aut sapor ab utroque sentiatur:
tuurn; sed illud unum praesto sit utrique nostrum et simul ab utroque bine ergo isti sensus inveniuntur habere aliquid tale, quale illi dúo in
videatur. visu et auditu: sed in eo dispares sunt, quantum ad id quod nunc agi-
Ev.—Manifestissimum est. mus pertinet, quod etsi unum aerem naribus ambo trahimus, aut unum
Aug.—Possumus etiam unam aliquam vocem simul audire, ut quam- cibum gustando capimus; non tamen eam partem aeris dueo quam
vis alius sit auditus meus, alius tuus, non sit tamen alia mea, et alia tua tu, nec eamdem partem cibi sumo quam tu, sed aliam ego, aliam tu:
vox quam simul audimus, vel alia pars eius auditu meo capiatur, et et ideo de toto aere cum spiro, duco partem quanta mihi satis est, et tu
alia tuo, sed quidquid sonuerit, et unum et totum audiendum simul item de toto aliam quanta tibi satis est ducis: et cibus quamvis unus
adsit ambobus. et totu« ab utroque absumatur, non tamen ct a me totus, et a te totus
Ev.—Et hoc manifestum est. absumi potest, quomodo verbum et ego totum audio, et tu totum simul et
17. Aug.—Iam etiam de caeteris sensibus coiporis licet animad- speciem quamlibet quantam ego video, tantam et tu simui: sed cibi vel
vertas quod dicimus, ñeque omnino illos, quod ad hanc rem attinet, ita potionis alia pars in me, alia in te transeat necesse est: an parum ista
se habere ut illos dúos oculorum et aurium, ñeque omnino non ita. Nam intelligis?
quia ex uno aere et ego et tu possumus implere spiramentum, et eius Ev.—Imo vero apertissima et certissima esse consentio.
aeris afíectionem odore sentiré: et item quia ex uno melle, vel quolibet 18. Aug.—Num censes tangendi sensum comparandum esse oculorum
alio cibo seu potu ambo gustare possumus, et eius affectionem sapoie et aurium sensibus in ea re de qua nunc agitur; quia non solum cor-
sentiré, quamvis ille unus sit, nostri autem sint sensus singuli, tibi tuus pus unum ambo possumus sentiré tangendo, sed etiam eamdem partem
et mihi meus, ut unum odorem vel unum saporem cum ambo sentiamus, tu quoque poteris tangere quam ego tetigero, ut non solum Ídem cor-
neo tu tamen eum meo sensu sentías, nec ego tuo, nec aliquo uno qui pus, sed eamdem quoque corporis partem possimus ambo sentiré tangen-
272 DEL LIBRE 4LBEDIUO II, 7,19 II. 7.19 DLL LIBRi UJiLDRÍO 273.
también la misma parte del cuerpo? No sucede con el tacto podrá en modo alguno devolverla para que sirva de alimento
lo que sucede con el sentido del gusto: cuando se nos presenta al niño. Cuando tomamos algo que nos sabe bien, el paladar
un manjar, del que ambos hemos de comer, ni yo puedo to- vindica para sí irrevocablemente una parte, aunque sea peque-
marlo todo ni tú tampoco; en cambio, todo cuanto yo tocare, ña, v esto es de necesidad que así suceda, según las exigencias
puedes tocarlo tú también, y de tal modo, que no tocamos naturales del cuerpo; porque, si así no fuese, no quedaría sa-
sólo una parte cada uno, sino todas y cada una uno y otro. bor alguno en la boca después de haber sido masticados y es-
Ev.—Confieso que de este modo es muy semejante a los cupidos los alimentos ya masticados.
anteriores el sentido del tacto; pero también veo que difie- Esto mismo puede decirse con razón de la parte del aire
ren en esto, a saber: en que a la vez, es decir, en el mismo que aspiramos por la nariz, porque, aunque parte del aire
tiempo, podemos ver y oír los dos una misma cosa en toda su que yo expulso puedas aspirarlo tú también, no podrás as-
integridad; mas en cuanto al tacto, podemos, sí, tocar ambos pirar aquella parte que ha pasado a ser mi alimento, porque
un mismo todo al mismo tiempo, pero en partes diferentes, y no puede ya emitirse. Los médicos enseñan, en efecto, que
la misma parte no, sino en tiempos distintos, porque a ningu- también nos alimentamos respirando por la nariz; pero el ali-
na parte que tú tocas puedo yo aplicar mi mano, si tú no hu- mento que sólo yo recibo o tomo aspirando, no lo puedo emi-
bieres retirado la tuya. tir inspirando, de modo que tú lo puedas aspirar también
19. Ag.—Has respondido atinadísimamente. Pero como, por tu nariz.
por una parte, de todas estas cosas que sentimos, unas sean En cuanto a los demás sensibles, que, no obstante de sen-
de las que sentimos ambos y otras de las que sentimos cada tirlos, no por eso los transformamos ni convertimos en nuestra
uno en particular, y por otra, cada uno percibamos nuestras propia substancia corporal, podemos sentirlos ambos, ya sea
propias sensaciones, y con tal exclusión, que yo no percibo simultáneamente, ya en tiempos sucesivos, v de tal modo que
las tuyas ni tú las mías, también conviene que adviertas que, tú sientas también o el todo o la parte que siento yo; tales son,
respecto de las cosas que percibimos por los sentidos del cuer- por ejemplo, la luz, el sonido o los cuerpos que tocamos, pero
po, o sea de las cosas corporales, no podemos sentir ambos, sin alterarlos.
sino cada uno en particular, aquellas que de tal modo hace- Ev.—Lo entiendo.
mos nuestras, que podemos transformarlas y convertirlas en Ají,.—Es evidente, por tanto, que aquellas cosas que no
nuestra propia substancia, como es la comida y la bebida, de transformamos, y que, no obstante, percibimos por los senti-
las que ninguna parte que haya tomado yo podrás tomar t ú ; dos del cuerpo, no llegan a formar parte del ser de nuestros
porque, si bien es verdad que las nodrizas dan a los niños los sentidos, y por lo mismos nos son más comunes, porque ni se
alimentos masticados, sin embargo, aquella parte de la que se transforman ni convierten en algo propio privativo nuestro.
apodera el paladar, y que ha sido enviada a su estómago, no tamen quod inde gustalus rapuerit atque in mandentis viscera commu-
taverit, nullo modo revocan poterit ut in escam refundatur infantis.
do? Non enim sicuti cibum aliquem appositum non possumus et ego Guia enim cum aliquid iucunde sapit, etiamsi exiguam, tamen irrevo-
totum et tu totum capere, cum ambo illo vescimur, sic etiam in tangen- cabilem partem sibi vindicat, et hoc cogit fieri quod naturae corporis
do accidit: sed et unum et totum quod ego tetigero, etiam tu potes, ut convenit: quod nisi ita esset, nullus remaneret sapor in ore posteaquam
id ambo tangamus, non singulis partibus, sed totum singuli. fuerint mansa illa reddita atque desputa.
Ev.—Fateor hoc modo duobus illis superioribus sensibus hunc tan- Quod etiam de aeris partibus recte dici potest, quas naribus ducimns:
gendi sensum esse simillimum: sed in hoc video esse dissimilem, quod nam etiamsi aliquid aeris quod ego reddidero, possis etiam tu ducere,
simul, id est uno tempore, et videre aliquid unum totum ambo possu- non tamen poteris etiam illud, quod inde in alimentum meum cesserit;
mus et audire; tangere autem possumus quidem totum aliquid ambo quia nec reddi potest. Nam etiam naribus alimentum nos capere medici
uno tempore, sed partibus singulis, eamdem autem partem nonnisi tem- docent: quod alimentum et spirando solus sentiré possum, et reflando
poribus singulis; nam nulli partí quam tactu capis, possum nieum tac- restituere non possum, ut abs te etiam ductum naribus sentiatur.
tum admovere, nisi tu amoveris tuum. Nam caetera sensibilia quae quamvis sentiamus, non tamen ea sen-
19. Aug.—Vigilantissime respondisti: sed oportet te etiam illud vi- tiendo in nostrum corpus corrupta mutamus, possumus ea, sive uno
dere, cum horum omnium quae sentimus, alia sint quae ambo, alia tempore, sive singulis vicissím temporibus ambo sentiré, sicut vel totum
quae singuli sentiamus; ipsos vero sensus nostros suos quisque singuli vel país ipsa quam sentio, abs te etiam sentiatur; qualia sunt, sive
sentiamus ut ñeque ego sentiam sensum tuum, neque tu meum, quod de lux, sive sonus, sive corpora quae attingimus. non tamen laedimus.
his rebus quae sentiuntur a nobis per corporis sen=us, id est quod <)•• Ev.—Intelligo.
corporalibus rebus non possumus sentiré ambo, sed singuli, nisi quod ita Aug.—Manifestum est ergo ea quae non commutamus et tamen sen-
fit nostrum ut hoc in nos verteré, et commutare possimus, sicuti est timus corporis sensibus, et non pertinere ad naturam sensuum nostrorum,
cibus et potus, cuius nullam partem quam ego percepero, et tu perci- et propterea magis nobis esse communia, quia in nostrum proprium et
pere poteris: quia et si nutrices alimenta mansa infantibus reddunt, illud quasi privatum non vertuntur atque mutantur.
274 DEL LIBRE ALBEDRIO II, 8, 20 11.8.21 DEL LIBRE ALBEDRIO 275
ruptibilem numeri veritatem, dixi mihi et cuilibet ratiocinanti esse com- invenid, vel potius omnino 'ibi non esse. Ubi ergo novi quod non est
munem. corpus unum, quid sit unum novi: unum enim si non nossem. multa in
22. Aug.—Non resisto tibi verissirtia et ceríissima respoiidenti. Sed corpore numerare non possem. Ubicumque autem unum noverim, non uti-
ipsos quoque números non per corporis seriáis attracto- esse facile vi- que per corporis sensum novi; quia per corporis sensum non novi nisi
debis, si cogitaveris quemlibet numerum tot vocari quoties unum ha- corpus, quod veré pureque unum non esse convincimus.
buerit: verbi gratia, si bis habuerit unum, dúo vocantur; si ter, tria; Porro si unum non percepimus corporis sensu, nullum numerum eo
et si decies unum habent, tune vocantur deceni: et quilibet omnino nu- sensu percepimus, eorum duntaxat numerorum quos intelligentia cerni-
merus quoties habet unum, hinc illi nomen est, et tot appellatur. mus. Nullus enim est ex iis, qui non tot vocetur, quoties habet unum,
Unum vero quisquís verissime cogitat, profecto invenit c«rporis sen- cuius peiceptio corporis sensu non fit. Cuiuslibet enim corpusculi pars
sibus non posse sentiri. Quidquid enim tali sensu attingitur, iam non dimidia quantis duabus totum constat, habet et ipsa dimidiam suam.
unum, sed multa esse convincitur: corpus est enim. et idee habet in- Sic ergo sunt illae duae partes in corpore, ut nec ipsae simpliciter duae
numerabiles parte-. Sed ut minutas quasque minusque artitulatas non sint. Numerus autem illc qui vocatur dúo, quoniam bis habet illud quod
persequar, quantulumeumque illud corpusculum sit, habet ferte aliam simpliciter unum est, pars eius dimidia, id est illud ipsum quod sim-
partem dexteram, aliam sinistram: aliam superiorem, aliam inferioreni; pliciter unum est, non potest rursus habere dimidiam partem vel ter-
aut aliam ulteriorem, aliam citeriorem; aut alias finales, aliam mediam: tiam, vel quotamlibet, quoniam simplex et veré unum est.
haec enim necesse est quamlibet exiguo corporis modulo inesse fateamur; 23. Deinde quoniam tenentes ordinem numeronim post unffm dúo
et propterea nullum corpus veré pureque unum esse concedimus, in videmus, qui numerus ad unum collatus, duplus invenitur: duplus duo-
quo tamen non possent tam multa numeran nisi illius unius cognitione rum non consequenter adiungitur, sed interposito ternario quaternarius
discreta. sequitur, qui duplus est duorum. Et haec ratio per omnes caeteros
Cum enim quaero unum in corpore, et me non invenire ion dubito, números certissima et incommutabili lege pertenditur, ut post unum,
.novi utique quid ibi quaeram, et quid ibi non inveniam, et non posse id est post primum omnium numerorum, ipso excepto primus sit qui
278 DEL LIBRE ALBEDRIO II, 8, 24, II, 9, 25 UEL LIBKE ALBEDRIO 278
unidad, el duplo de ésta, es decir, el que contiene dos veces gan a confesar a todos aquellos a quienes Dios ha dotado de
a la unidad, y por eso al uno sigue el dos. Y después del se- capacidad para la discusión, y sobre quienes la pertinacia no
gundo, esto es, después del dos, prescindiendo de él, el segundo ha proyectado aún sus tinieblas, que las relaciones y verdades
es el que contiene a su duplo; porque, en efecto, después del de los números no es objeto de los sentidos del cuerpo, y que
dos, el primero es el tres y el segundo el cuatro, duplo del es inmutable y purísima y que su visión es común, o se ofrece
segundo. Después del tercero, esto es, del ternario, quitado él, por igual a todos los que son capaces de raciocinio.
el tercero es su duplo; porque después del tercero, o sea des- He aquí por qué, pudiendo habérsete ocurrido otras mu-
pués del tres, el primero es el cuatro, el segundo el cinco y chas razones que son del dominio público, y que están al
el tercero el seis, que es duplo del tercero. Y del mismo modo, alcance de todo el que es capaz de discurso, y que son vistas
después del cuatro, no contándole a él, el que viene en cuar- sin dificultad, y singularmente por la mente y razón de cual-
to lugar es el duplo de cuatro; o como antes decíamos, des- quiera que las considera, y que, finalmente, permanecen invio-
pués del cuarto, o sea del cuatro, el primero es el cinco, el lables e inconmutables, veo muy natural, sin embargo, que se
segundo el seis, el tercero el siete y el cuarto el ocho, que es te haya ocurrido, antes que otra, esta relación y verdad de los
el duplo del cuarto. Y siguiendo así por toda la serie de los números, al querer responder a lo que te preguntaba; pues no
restantes, encontrarás en todos los números lo que has compro- en vano hallamos en los libros santos el número íntimamente
bado en la suma de los primeros, en el uno y en el dos; com- relacionado con la sabiduría, donde se dice: «Exploré mi pro-
probarás que un número cualquiera consta de tantas unidades, pio corazón, para saber, y considerar, y buscar la sabiduría
a contar desde la primera inclusive, cuantas son las que median y el número» : Circuivi ego et cor meum, ut scirem, et considc-
entre él y su duplo. rarem, et quaererem sapientiam et numerum.
Ahora bien, ¿por medio de qué facultad íntima percibimos
la inmovilidad, firmeza e inalterabilidad de esta ley, que vemos
cumplida en toda la serie de los números? Ningún hombre CAPITULO IX
puede abarcar con los sentidos del cuerpo lodos los números,
QUÉ COSA SEA LA SABIDURÍA, SIN LA CUAL NADIE ES FELIZ,
pues son innumerables. ¿Cómo llegamos, pues, a conocer esta
Y SI ES UNA EN TODOS LOS SABIOS
lev, que a todos los encadena, o por medio de qué fantasía o
de «qué imagen vemos esta verdad tan cierta de los números, y 25. No obstante, ruégote me digas qué/te parece debemos
con tan inquebrantable firmeza a través de la serie indefinida pensar de la misma sabiduría. ¿Crees tú que cada uno de los
de los mismos, sino con la luz interior, ignorada de los sentidos hombres sabios tiene su sabiduría, distinta de la sabiduría de
corporales?
24. Estas y otras muchas pruebas de este género obli- tantibus Deus donavit ingenium, et pertinacia caliginem non obducit,
rationem veritatemque numerorum, et ad sensus corporis non pertine-
re, et invertibilem sinceramque consistere, et ómnibus ratiocinantibus
duplum eius habet; dúo enim sequuntur. Post secundum autem, id ad videndum esse communem.
est post dúo, ipso excepto secundus sit qui duplum eius habet: post dúo Quapropter cum multa alia possint occurrere, quae communiter ;t
enim primus est ternarius, secundus quaternarius, duplus secundi. Post tanquam publice praesto sunt ratiocinantibus, et ab eis videantur mente
tertium, id est ternarium, ipso excepto tertius sit qui duplus est eius: atque ratione singulorum quorumque cernentium, aeque inviolata et in-
post tertium enim, id est post ternarium primus est quaternarius, se- commutabilia maneant; non tamen invitus acceperim quod ista ratio et
cundus quinarius, tertius senarius, qui duplus est tertii. Atque ita post veritas numeri tibi potissimum occurrerit, cum ad id quod interroga-
quartum. ipso excepto quartus habet duplum eius: post quartum enim. veram, responderé voluísses: non enim frustra in sanctis Libris sapien-
id est quaternarium, primus est quinarius, secundus senarius, tertius sep- tiae coniunctus est numerus, ubi dictum est: Circuivi ego et cor meum,
tenarius, quartus octonarius, qui dúplex est quarti. Atque ita per omnes ut scirem, et considerarem, et quaererem sapientiam et numeruml.
caeteros reperies hoc quod in prima copula numerorum, id est uno et
duobus inventum est, ut quotus quisque numerus est ab ipso principio,
totus post illum sit duplus eius. CAPUT IX
Hoc ergo quod per omnes números esse immobile, firmuin incorrup- QUID SAPIENTIA SINE QD\ NEMO BEATUS: AN UNA SIT IN ÓMNIBUS
tumquet conspicimus, unde conspicimus? Non enim ullus ulle sensu cor- SAPIENTTBUS?
poris omnes números attingit; innumerabilis enim sunt; unde ergo
novimus per omnes hoc esse, aut qua phantasia vel phantasmate tam certa 25. Verumtamen, quaeso te, quid de ipsa sapientia putas existi-
veritas numeri per innumerabilia tam fidenter, nisi in luce interiore con- mandum? Singulas quasque suas arbitraris singulos quosque nomines
spicitur, quam corporalis sensus ignorat?
1
24. His et talibus multis documentis coguntur fateri. quibus dispu- Eccl. 7,26.
280 UhL LIBRE ALBEDR10 II. 9. 25 lí, 9, 26 DKL LIBBE ALBKORIO ÜH1
los d e m á s ? ¿ O b i e n q u e h a y u n a sola, a s e q u i b l e a todos e n
mente p o r n u e s t r a i n t e l i g e n c i a , n o p u e d o en m o d o a l g u n o res-
c o m ú n , y q u e c a d a u n o es t a n t o m á s sabio c u a n t o m á s p a r t i -
p o n d e r a lo q u e h a s p r e g u n t a d o a n t e s de c o n t e m p l a r y v e r t a m -
c i p a de e l l a ?
bién p o r la r a z ó n lo q u e sé p o r la fe, o sea, en q u é consiste
Ev.—No sé de q u é s a b i d u r í a h a b l a s , p o r q u e veo q u e difiere
la m i s m a s a b i d u r í a .
m u c h o la o p i n i ó n de los h o m b r e s a c e r c a de la s a b i d u r í a , o al
s e ñ a l a r en q u é consiste el o b r a r o h a b l a r s a b i a m e n t e : p u e s a 2 6 . Ag.—¿Acaso piensas que hay otra sabiduría distinta
los que siguen la m i l i c i a les p a r e c e que o b r a n s a b i a m e n l e ; los de la v e r d a d , en l a q u e se c o n t e m p l a y posee al s u m o b i e n ?
q u e m e n o s p r e c i a n el a r t e m i l i t a r , p a r a p o n e r t o d o su e m p e ñ o T o d o s estos h o m b r e s q u e h a s c i t a d o y q u e p e r s i g u e n o b j e t o s
y t r a b a j o en el cultivo de los c a m p o s , a l a b a n con p r e f e r e n c i a t a n diversos, t o d o s desean el b i e n y h u y e n del m a l , y si se afa-
esta o c u p a c i ó n y a ella a t r i b u y e n la s a b i d u r í a ; a l o s q u e son nan p o r cosas tan d i v e r s a s , es p o r q u e c a d a u n o tiene u n con-
h á b i l e s en e x c o g i t a r m e d i o s de g a n a r d i n e r o , les p a r e c e p o r c e p t o distinto del b i e n . Y así, el q u e desea lo q u e n o d e b i e r a
esío que son s a b i o s ; los q u e d e s p r e c i a n y d a n de m a n o a t o d a s .desear se e q u i v o c a , a u n q u e r e a l m e n t e n o lo d e s e a r í a si n o le
estas cosas y a t o d a s las que son t e m p o r a l e s , y se d a n de l l e n o p a r e c i e r a b u e n o . Ú n i c a m e n t e n o p u e d e e q u i v o c a r s e el q u e n a d a
a la investigación de la v e r d a d p a r a conocerse a sí m i s m o s y co- d e s e a o el q u e desea lo q u e debe d e s e a r .
nocer a D i o s , e s t i m a n que ésta es la o c u p a c i ó n m á s g r a n d e P o r c o n s i g u i e n t e , en c u a n t o q u e t o d o s los h o m b r e s d e s e a n
y n o b l e y p r o p i a de la s a b i d u r í a ; los q u e n o q u i e r e n d a r s e a l a vida b i e n a v e n t u r a d a n o y e r r a n . E l e r r o r de c a d a u n o con-
la b ú s q u e d a y c o n t e m p l a c i ó n de la v e r d a d , sino a los c u i d a d o s siste en q u e , c o n f e s a n d o y p r o c l a m a n d o q u e n o desea o t r a
y d e b e r e s , los m á s p e n o s o s , con el fin de ser ú t i l e s a la H u m a - c o s a que l l e g a r a la felicidad, n o sigue, sin e m b a r g o , el c a m i n o
n i d a d , y se o c u p a n de la d i r e c c i ó n y g o b i e r n o justo de los •de la vida, que a e l l a c o n d u c e . El e r r o r está, p u e s , en q u e , si-
a s u n t o s h u m a n o s , se tienen a sí m i s m o s p o r s a b i o s ; y a los q u e guiendo un camino, seguimos aquel que no conduce a donde
h a c e n u n a y otra cosa, y p a r t e de la v i d a la d e d i c a n a la con- d e s e a m o s l l e g a r . Y c u a n t o m á s u n o y e r r a el c a m i n o de l a v i d a ,
t e m p l a c i ó n de la v e r d a d , p a r t e a los t r a b a j o s de servicio, q u e t a n t o m e n o s s a b e ; p o r q u e t a n t o está m á s d i s t a n t e de la v e r d a d ,
creen d e b e r a la sociedad h u m a n a , les p a r e c e q u e ellos son l o s e n cuva c o n t e m p l a c i ó n y posesión consiste el s u m o b i e n . Y es
q u e l l e v a n la p a l m a de la s a b i d u r í a . O m i t o i n n u m e r a b l e s sec- b i e n a v e n t u r a d o el h o m b r e q u e h a l l e g a d o a c o n o c e r y a p o s e e r
tas, de las q u e n o h a y ni u n a q u e , a n t e p o n i e n d o sus s e c u a c e s •el s u m o bien, lo c u a l d e s e a m o s todos sin g é n e r o a l g u n o de d u d a .
a los d e m á s , n o q u i e r a v i n d i c a r p a r a e l l o s solos el n o m b r e Si, p u e s , consta q u e t o d o s q u e r e m o s ser b i e n a v e n t u r a d o s ,
de s a b i o s . i g u a l m e n t e consta q u e todos q u e r e m o s ser s a b i o s , p o r q u e n a d i e
P o r lo c u a l , t r a t á n d o s e a h o r a e n t r e n o s o t r o s no de res- q u e n o sea sabio es b i e n a v e n t u r a d o , y n a d i e es b i e n a v e n t u r a d o
p o n d e r a lo q u e c r e e m o s , s i n o de q u é es lo q u e vemos c l a r a - s i n la posesión del bien s u m o , que consiste en el c o n o c i m i e n t o
habere sapientias? an vero unam praesto esse communiter ómnibus, ad id tibi quod interrogasti responderé potero, nisi quod credendo
cuius quanto magis quisque fit particeps, tanto est sapientior? teneo. contemplando etiam et ratione cernendo noverim, quae sit ipsa
Ev.—Quam dicas sapientiam nondum scio; video quippe varíe </\- sapientia.
deri hominibus, quid fíat dicaturve sapienter: nam et qui militant, 26. Aug.—Num aliam putas esse sapientiam nisi veritatem, in qua
sapienter sibi faceré videntur; et qui contempta militia colendo agro cernitur et tenetur summum bonum? Nam illi omnes quos comme-
curam atque operam impendunt, hoc potius laudant, tribuuntque sa- morasti diversa sedantes, bonum appetunt, et malum fugiunt; sed prop-
pientiae: et qui astuti sunt ad excogitandos modos conquirendae pecu- terea diversa sectantur, quod aliud alii videtur bonum. Quisquís ergo
niae, sibi videntur esse sapientes; et qui haec omnia negligunt vel appetit quod appetendum non erat, tametsi id non appeteret nisi ei
abiiciunt, et quaeque sunt huiusmodi temporalia, et totum studium suum videretur bonum, errat tamen. Errare autem ñeque ¡He potest qui nihil
ad investigationem conferunt veritatis, ut semetipsos Deumque eo- appetit, ñeque lile qui hoc appetit quod debet appetere.
gnoscant, magnum hoc esse sapientiae munus iudicant; et qui huic otio In quantum igitur omnes homines appetunt vitam beatam, non
quaerendi et contemplandi veri nolunt se dedere, sed potius laborio- errant. In quantum autem quisque non eam tenet vitae viam quae
sissimis curis et officiis agunt, ut hominibus consulant, et in rerum ducit ad beatitudinem, cum se fateatur et profiteatur nolle nisi id
humanarum iuste moderandarum et gubernandarum actione versantur, beatitudinem pervenire, in tantum errat. Error est enim cum sequimur
sapientes se esse arbitrantur; et qui utrumque horum agunt, et par- aliquid quod non ad id ducit quo volumus pervenire. Et quanto ma-
tim vivunt in contemplatione veritatis, partim in laboribus officiosis, gis in via vitae quis errat, tanto minus sapit. Tanto enim magis longe
quos humanae societati deberi putant, sibi palmam sapientiae tenere est a veritate, in qua cernitur et tenetur summum bonum. Summo
videntur. Omitto innumerabiles sectas, quarum nulla est quae non sec- autem bono assecuto et adepto, beatus quisque fit; quod omnes sine
tatores suos praeponens caeteris, eos solos velit esse sapientes-, controversia volumus.
Quamobrem cum id nunc agatur inter nos, ut non quid credamus
Lt ergo constat nos beatos esse velle, ita nos constat velle esse sa
re<pondendum sit, sed quid dilucida intelligentia teneamus, nidio modo
pientes; quia nemo sine sapientia beatus est. Nemo enim beatus est,
nisi summo bono, quod in ea veritate, quam sapientiam vocamus, cernitur
282 II, 9, 27 DEL LII5KL ALBEDRIO 283
DEL LIBRE ALBEDRIO II. 9, 27
y posesión de a q u e l l a v e r d a d q u e l l a m a m o s s a b i d u r í a . Y a s í así como n a d i e d u d a de q u e , consista en lo q u e consista, el
c o m o , antes de ser felices, t e n e m o s i m p r e s a e n n u e s t r a m e n t e h o m b r e n o p u e d e l l e g a r a ser d i c h o s o sino d e s p u é s de h a b e r
la n o c i ó n de felicidad, p u e s t o q u e e n su v i r t u d s a b e m o s y de- c o n s e g u i d o el s u m o b i e n . M a s p o r q u e ésta e s u n a cuestión
c i m o s con t o d a confianza, y sin d u d a a l g u n a , q u e q u e r e m o s ser m a g n a y e x i g i r á q u i z á u n l a r g o r a z o n a m i e n t o , s u p o n g a m o s , en
d i c h o s o s , así t a m b i é n , a n t e s de ser s a b i o s , t e n e m o s en n u e s t r a efecto, q u e h a y t a n t o s b i e n e s s u p r e m o s c u a n t a s son l a s distintas
m e n t e la n o c i ó n de la s a b i d u r í a , en v i r t u d de l a c u a l c a d a u n o cosas que l o s distintos h o m b r e s a p e t e c e n c o m o s u s b i e n e s su-
de n o s o t r o s , si se le p r e g u n t a a v e r si q u i e r e ser s a b i o , r e s p o n - p r e m o s . D e a q u í n o se s i g u e q u e la s a b i d u r í a n o sea u n a , co-
de sin s o m b r a de d u d a q u e sí, q u e lo q u i e r e . m ú n a t o d o s , p o r el h e c h o de q u e los b i e n e s q u e en e l l a a p r e -
27. A h o r a b i e n , e s t a n d o ya de a c u e r d o s o b r e l a n a t u r a l e z a h e n d e n y e l i j a n los h o m b r e s son m u c h o s v d i v e r s o s . Si d u d a s
de la s a b i d u r í a , q u e tal vez n o p o d í a s e x p l i c a r con p a l a b r a s esto, p u e d e s d u d a r i g u a l m e n t e de q u e la luz del sol sea u n a
p e r o q u e a h o r a c o m p r e n d e s — p u e s , si tu e s p í r i t u n o la com- p o r el h e c h o t a m b i é n de q u e son m u c h a s y d i v e r s a s l a s cosas
p r e n d i e r a de a l g ú n m o d o , en m o d o a l g u n o s a b r í a q u e q u i e r e s q u e a ella v e m o s . Y es c l a r o q u e de esta m u l t i t u d de cosas
ser sabio y q u e d e b e s q u e r e r s e r l o , lo q u e c r e o n o vas a ne- c a d a cual elige a v o l u n t a d a q u e l l a s de l a s q u e desea g o z a r :
g a r — , deseo m e d i g a s si j u z g a s q u e la s a b i d u r í a , i g u a l q u e la= p o r el sentido de la vista, u n o goza v i e n d o y c o n t e m p l a n d o
r a z o n e s y v e r d a d de los n ú m e r o s , se ofrece c o m o u n a cosa co- la a l t u r a de a l g ú n m o n t e , otro la l l a n u r a del c a m p o , éste la
m ú n a t o d o s los q u e gozan del u s o de la r a z ó n , o, p o r el con- p r o f u n d i d a d de los v a l l e s , ése el v e r d o r de los b o s q u e s , aquél
t r a r i o , así c o m o h a y t a n t a s i n t e l i g e n c i a s h u m a n a s c o m o h o m - los m o v i m i e n t o s u n i f o r m e s de l a s a g u a s del m a r , y, en fin, el
b r e s , y yo n o veo n a d a de l a t u y a n i t ú de la m í a , así t a m b i é n de má^ a l l á goza v i e n d o y c o n t e m p l a n d o , en c u a n t o p u e d e ,
piensas que hay tantas sabidurías como sabios puede haber. t o d a s estas cosas j u n t a s o a l g u n a s de e l l a s .
Ev.—Si el b i e n s u m o es ú n i c o p a r a t o d o s , es p r e c i s o q u e P u e s b i e n , lo m i s m o q u e son m u c h a s y d i v e r s a s las cosas
lo sea t a m b i é n la v e r d a d , en la q u e éste se a p r e h e n d e y se q u e los h o m b r e s ven a la luz del sol, y de l a s cuales eligen,
p o s e e ; es d e c i r , q u e l a s a b i d u r í a sea u n a y c o m ú n a t o d o s . p a r a gozar de su vista y c o n t e m p l a c i ó n , y. sin e m b a r g o , es
Ag.—¿Dudas a c a s o de q u e el s u m o b i e n , sea cual fuere. u n a la luz del sol, a l a q u e c a d a u n o de los q u e m i r a n ve
es u n o p a r a t o d o s ? y a b a r c a con su m i r a d a el objeto en el q u e se r e c r e a su vista,
Ev.—Sí lo d u d o , p o r q u e veo q u e u n o s h o m b r e s se c o m p l a - así t a m b i é n , a u n q u e sean m u c h o s y diversos los b i e n e s , de
cen en u n a s cosas y otros en o t r a s , c o m o en b i e n e s s u p r e m o s . e n t r e los c u a l e s c a d a u n o elige el que le p l a c e , y en v e r l o
Ag.—Quisiera q u e acerca del s u m o b i e n n o d u d a r a n a d i e , y p o s e e r l o p a r a g o z a r l o h a c e consistir p a r a él real y v e r d a -
d e r a m e n t e el b i e n s u m o , p u e d e , n o o b s t a n t e , s u c e d e r q u e la
et tenetur. Sicut ergo antequam beati simus, mentibus tamen nostris m i s m a luz de la s a b i d u r í a , m e d i a n t e la cual estas cosas se p u e -
impressa est no tío beatitatis; per hanc enim scimus, fidenterque, et den ver v p o s e e r , sea u n a v c o m ú n a t o d o s los s a b i o s
fine ulla dubitatione dicimus beatos nos esse velle: ita etiam prius-
quam sapientes simus, sapientiae notionem in mente habemus impres- nemo dubitat quidquid illud est, non nisi eo adepto posse fieri homi-
sam, per quam unusquisque nostrum si interrogetur velitne esse sa- nem beatum. Sed quoniam magna quaestio est, et longum sermonem
piens, sine ulla calígine dubitationis se velle respondet. forte desiderat, putemus omnino tot summa bona esse, quot sunt ipsae
27. Quare si iam constat inter nos quae sit sapientia, quam for- res diversae quae a diversis tanquam summa bona appetuntur: mira
tasse verbis explicare non poteras (nam si eam nullo modo animo cer- ideo sequitur, ut ipsa sapientia etiam non sit una communis ómnibus,
neres. nullo modo scire« et velle te esse sapientem et velle deberé, quia ea bona, quae in illa cernunt et eügunt homines, multa et di-
quod te negaturum esse non arbitror), voló iam dicas mihi, utrum versa sunt? Si enim hoc putas, potes et de luce solis dubitare quod
etiam sapientiam, sicut numeri rationem atque veritatem ómnibus ra- una sit, quia multa et diversa sunt, quae in ea cernimus. De quibus
liocinantibus communem se praebere arbitreris; an quoniam tot sunt multis elegit quisque pro voluntante quo fruatur per oculorum sen-
mentes hominum quot nomines simt, unde nec ego de tua mente ali- sum: et alius altitudinem montis alicuius intuetur libenter, et eo gaudet
quid cerno, nec tu de mea, tot etiam putes esse sapientias, quot po- aspectu; alius campi planitiem, alius convexa vallium, alius nemorum
tuerint esse sapientes. viriditatem, alius mobilem aequalitatem maris, alius haec omnia, vel
Ev.—Sí summum bonum ómnibus unum est, oportet etiam verita- quaedam horum simul pulchra confert ad laetitiam videndi.
tem in qua cernitur et tenetur, id est sapientiam, ómnibus unam esse Sicut ergo ista multa et diversa sunt, quae in luce solis homines
communem. vident et eligunt ad fruendum, lux tamen ipsa una est, in qua videt
Aug.—Dubitas autem summum bonum, quidquid illud est, ómnibus et tenet quo fruatur uniuscuiusque intuentis aspectus: ita, etiamsi multa
hominibus unum esse ? sunt bona eaque diversa, e quibus eligat quisque quod volet, idque
Ev.—Dubito sane, quia diversos diversis rebus gaudere video tan- videndo et tenendo ad fruendum summum sibi bonum recte vereque
quam summis bonis suis. constituat; fieri tamen potest ut lux ipsa sapientiae, in qua haec videri
Aug.—Vellem qaidem, ut de summo bono ita nenio dubitaret, ut et teneri possunt, ómnibus sapientibus sit una communis.
284 DIL L1KRL ALRLDRÍO II. 10, 28
I I , 10, 28 DEL LlhHF 4LBLURÍO 285
Ev.—Confieso que puede ser así y que nada hay que impida
que una misma sabiduría sea común a todo% aunque sean mu- :4g— Creo igualmente no negarás que debemos estudiar la
chos y diversos los bienes supremos, porque el conceder que sabiduría, y que me concederás que esto es también una verdad.
esto pueda ser así no es conceder a la vez que así sea. Ev.—No tengo sobre ello duda alguna.
Ag.— Sabemos, pues, en qué consiste la sabiduría, pero no dg-—¿Podemos, además, negar que esta verdad es una y a
?aI>emo= aún si es una sola y común a todos o tiene cada sabio la vez común a la vista de todos los que la conocen, no obstan-
«u sabiduría, como cada uno tiene su alma y su inteligencia. te que cada cual la ve, no con mi mente, ni con la tuya, ni con
Ev.—Así es. la de ningún otro, sino con la suya propia, puesto que el objeto
que se ve está igualmente a la vista de todos los que lo m i r a n ?
Ev.—De ningún modo.
CAPÍTULO X Ag.—¿No confesarás tú también, como una de las más gran-
des verdades, que se debe considerar como muy justo el que
LA LUZ DE LA SABIDURÍA ES UNA Y COMÚN A TODOS LOS SABIOS las cosas inferiores han de estar sometidas a las superioies,
que las iguales deben compararse a sus iguales, y que a cada
28. Ag.—Pues bien, y estas verdades que ya sabemos, o< uno se le debe dar lo suyo, y que esta verdad es común tanto
sea, que existe la sabiduría, que hay sabios y que todos los a mí como a ti, como a todos los que la ven?
hombres desean ser dichosos, ¿dónde las vemos? Porque yo Ev.—Estoy conforme.
no me atrevería a dudar que tú las ves y que son verdaderas. Ag.—Qué, ¿podrás negar que lo incorrupto es mejor que
¿Ves acaso que son verdaderas, como ves tu pensamiento, que lo corrupto, lo eterno mejor que lo temporal v lo inviolable
yo ignoro en absoluto, mientras tú no me lo comuniques, o las mejor que lo violable?
ves de tal manera que entiendas que también yo puedo verlas, Ev.—¿Quién puede negarlo?
aunque tú no me las digas? Ag.—¿Puede, por consiguiente, decir cualquiera que esta
Ev.—Ciertamente que las veo, de manera que no dudo que veidad es suya propia, ya que inconmutablemente se ofrece a
pueden ser también vistas por ti, aun contra mi voluntad. la contemplación de todos los que la pueden contemplar?
Ag.—Por consiguiente, la verdad, que vemos ambos como Ev.—Nadie diría con razón que ésta es una verdad suya
una sola, y cada uno con nuestra propia inteligencia, ¿acaso propia, siendo así que tan es mía y común a todos, cuan es
no es común a los dos? verdad.
Ev.—Evidentísimo. Ag.—Además, ¿quién negará que se debe apartar al alma
Ev.—Fateoí fieri posse, nec impediie aliquid, ut non sit ómnibus
communis una sapientia. etiamsi multa et diversa sint sumiría bona: Aug.—Ttem credo te non negare studendum esse sapientiae, atque
^ed vellera scire an ita sit. Quod enim concedimus fieri posse ut ita sit, hoc verum esse concederé.
non continuo ita esse concedimus. Ev.—Prorsus non dubito.
Aug.—Tenemus interim esse sapientiam: sed utrum sit communí' Aug.—Hoc item veiurn, et unum esse, et ómnibus qui hoc sciunt,
una ómnibus, an «inguli sapientes suas habeant, sicut animas vel men- ad videndum esse commune, quamvis unusqui^que id nec mea, nec
tes suas, hoc nondum tenemus. tua, nec cuiuequam alterius, sed sua mente conspiciat, rum id quod
Ev.—Ita est. conspicitur, ómnibus conspicientibus communitei praesto sit, numquid
negare poterimu=?
Ev.—Nullo modo.
CAPUT X Aug.—ítem, iuste esse videndum, deteriora melioribus esse subden-
UNA EST SAPIENTIAE LUX ÓMNIBUS SAPIENTIBUS COMMUNIS da. et paria paribus comparanda, et propria suis quibusque tribuenda,
nonne fateberis es«e verissimum, et tam mihi quam tibi atque ómni-
28. Aug.—Quid? hoc quod tenemus vel esse sapientiam, vel sa- bus id videntibus praesto esse communiter?
pientes, et beatos esse omnes homines velle, ubi videmus? Nam hoc Ev.—Assentior.
te videre, et verum esse millo modo utique dubitaverim. Hoc ergc- Aug.—Quid incorruptum melius esse corrupto, aeternum temporali
verum sic vides ut cogitationem tuam, quam si mihi non enunties, ego inviolabile violabili, poteris negare?
prorsus ignoro? an ita ut intelligas et a me videri posse hoc verum. Ev.—Quis potest?
tametsi mihi abs te non dicatur? Aug.—Hoc ergo verum potest quisque suum proprium dicere, cum
Ev.—Imo ita ut abs te quoque, etiam me invito, videri po^=e non incommutabiliter contemplandum ad^it ómnibus qui hoc contemplan
dubitem. valent?
Aug.—Quod ergo unum verum videmus ambo singulis mentibus. Ev.—Nullus hoc veré dixerit suum esse proprium. cum tam sit
nonne utrique no=trum commune est? unum atque ómnibus commune quam verum est.
Aug.—ítem a corrnptione avertendum animum, atque dd incorrup-
Ev.—Manifestissime.
286 DÍA LIBRL ALBEDKIO II, 10, 29
11 10. 29 DEL LIBRE ALBLDRÍO 287
de la corrupción e inclinarla hacia la incorrupción, esto es,
que no debe amar la corrupción, sino la incorrupción? O ¿quién Ag.—¿Negaiás que quien así ve las cosas, las ve sabia-
habrá que, confesando que existe la verdad, no entienda tam- mente?
bién que es inconmutable, y no vea que se halla presta a ser in- Ev.—No lo niego.
tuida indistintamente por todos los que son capaces de intuirla? Ag.—Y ¿qué decir del que vive prudentemente? ¿No elige
Ev.—Es mucha verdad. las cosas incorruptibles y ve que deben ser antepuestas a las
Ag.—Y respecto de aquella vida que, a pesar de todas las corruptibles?
adversidades, no se aparta del camino de la verdad y de la Ev.—Clarísimo.
honradez, ¿dudará alguien que es mejor que aquella otra que Ag.—Cuando, pues, elige las cosas a las que debe dirigir
fácilmente quiebra y cambia frente a las incomodidades tem- su ánimo, y que nadie duda que deben ser elegidas, ¿acaso
porales? puedes negar que elige sabiamente?
Ev.—¿Quién lo dudará? Ev.—De ningún modo negaré yo eso.
29. Ag.—Ya no te preguntaré más de estas cosas, pues Ag.—Por consiguiente, cuando orienta su ánimo hacia lo que
basta que hayas visto y admitido conmigo como certísimo que sabiamente ha elegido, es indudable que lo orienta sabiamente.
estas verdades son a manera de normas y luminares de las Ev.—Indudable.
virtudes, y que son verdaderas e inconmutables, y que todas Ag.—Y el que ni por amenazas ni por tormentos se aparta
y cada una se hallan prestas a ser contempladas en común de lo que sabiamente ha elegido y hacia lo cual sabiamente se
indistintamente por todos los que son capaces de contemplarlas, ha dirigido, sin duda que obra sabiamente.
y cada uno con su propia razón o inteligencia. Pero sí que te Ev.—Sin duda alguna.
voy a preguntar si te parece a ti que estas verdades pertenecen Ag.—Es evidente, por tanto, que todas aquellas que hemos
a la sabiduría, pues creo, sin duda, que te parece que es sabio llamado normas y luminares pertenecen a la sabiduría, puesto
que es cierto que cuanto más alguien acomoda su vida a ellas
el que ha alcanzado la sabiduría.
v según ellas vive, tanto más sabiamente vive y obra; y es
Ev.—Así me lo parece, en efecto.
indudable que todo lo que se hace sabiamente no puede decirse
Ag.—Y ¿qué dices del que vive justamente? ¿Podría vivir con razón que es ajeno de la sabiduría.
justamente si no viera cuáles son las cosas inferiores, que debe Ev.—Así es exactamente.
subordinar a las superiores, y cuáles las iguales, que debe unii Ag.—Por consiguiente, cuanto son verdaderas e inconmu-
entre sí, colocándolas en el mismo plano, y cuáles son las que tables las leyes de los números, cuya razón y verdad dijiste
debe dar a cada uno como propias? que se hallaba presente inconmutablemente, y que eran comu-
El.—No podría.
Aug.—Qui ergo haec videt, num eum negabis =apienter videre?
tionem convertendum esse, id est non corruptionem, sed incorruptio- Ev.—Non negó.
nem diligendam esse quis negat? Aut quis cura verum esse fateatur, Aug.—Quid? ille qui prudentei vivit, nonne eligit incorruptionem,
non etiam incommutabile intelligat, atque ómnibus mentibus id valen- et eam corruptioni praeponendam esse decernit?
tibus intueri, communiter praesto esse videat? Ev.—Manifestissime.
Ev.—\erissimum e^t. Aug.—Cum ergo id eligit quo convertat animum, quod eligendum
Aug.—Quid? eam vitam quae nullis adversitatibus de certa et ho- e-'-e nenio ambigit, num negari potes sapienter eligeie?
ne-ta -ententia demovetur, dubitabit aliquis esse meliorem, quam quae Ev.—Nullo modo negaverim.
facile incommodis temporalibus frangí tur atque subvertitur? Aug.—Cum ergo ad id quod sapienter eligit convertit animum, sa-
Ev.—Quis dubitaverit? pienter utique convertit.
29. Aug.—Iam huiusmodi plura non quaeram: satis enim est quod Ev.—Certissimum est.
istas tanquam regulas, et quaedam lumina virtutum, et vera et in- Aug.—Et qui ab eo quod sapientei eligit, et quo se sapienter con-
commutabilia, et sive singula sive omnia communiter adesse ad con- vertit, nullis tenoribus poenisque depellitur, sapienter «ine dubio facit.
templandum eis qui haec valent sua quisque ratione ac mente conspi- Ev.—Prorsus sine dubio.
cere, paiiter mecum vides certissimumque esse concedis. Sed sane Aug.—Manifestis«imum est igitur omnes has, quas regulas diximus
quaero utium haec tibi videantur ad sapientiam pertinere. Nam credo et lumina virtutum ad sapientiam pertinere: quandoquidem quanto ma-
videri tibi eum qui sapientiam assecutus est, esse sapientem. gis quisque ad agendam vitam eis utitur, et secundum haec agit vitam,
Ev.—Videtur omnino. tanto magis vivit facitque sapienter; omne autem quod sapienter fit,
Aug.—Quid? Ule qui iuste vivit, possetne ita vivere, nisi videret non potest recte dici a sapientia esse separatum.
quae inferiora quibus potioribus subdat, et quae paria sibimet copu- Ev.—Omnino ita est.
let, et quae propria suis quibusque distribuat? Aug.—Quam ergo verae atque incommutabile= sunt regulae nume-
Ev.—Non posset. rorum, quorum rationem atque veritatem incommutabiliter atque com-
muniter ómnibus eam cernentibus, praesto esse dixisti: tam sunt verae
288 DEL LIBBL ALBEOHÍo 11,11,30 II, 11, 31 DEL LIBRE ALBEDRIO •289
n e s a t o d o s los q u e las ven, t a n t o son v e r d a d e r a s e i n c o n m u - r o s y, p o r d e c i r l o así, el s a n t u a r i o , e s t a n c i a o r e g i ó n s u b l i m e
t a b l e s las n o r m a s de la s a b i d u r í a , a l g u n a s de las cuales h a s de esta v e r d a d — o c o m o m á s a d e c u a d a m e n t e p u e d a d e n o m i -
d i c h o , c u a n d o te p r e g u n t é acerca de e l l a s en p a r t i c u l a r , q u e n a r s e a q u e l l u g a r — , e n t o n c e s m e siento t r a n s p o r t a d o m u y lejos*
e r a n v e r d a d e r a s y evidentes, y concedes t a m b i é n q u e , en o r d e n del m u n d o c o r p ó r e o , y c u a n d o en esta r e g i ó n s u b l i m e veo p o r
a la c o n t e m p l a c i ó n , son c o m u n e s a t o d o s los q u e son c a p a c e s c a s u a l i d a d a l g u n a s i d e a s y n o e n c u e n t r o , sin e m b a r g o , p a l a -
•de i n t u i r l a s . b r a s p a r a e x p l i c a r l a s con e x a c t i t u d , e n t o n c e s c a i g o c o m o fati-
g a d o en esta n u e s t r a r e g i ó n de la t i e r r a p a r a p o d e r h a b l a r ,
y h a b l o de las cosas sensibles c o m o s o l e m o s h a b l a r .
CAPITULO XI E s t o m i s m o m e s u c e d e t a m b i é n c u a n d o p i e n s o e n l a sabi-
d u r í a con la m a y o r a t e n c i ó n e i n t e n s i d a d q u e m e es p o s i b l e .
•¿SON UNA M I S M A C O S A LA S A B I D U R Í A Y E L N Ú M E R O , O EXISTEN Y m e l l a m a m u c h o la a t e n c i ó n q u e , h a l l á n d o s e estas dos cosas,
UNA C O S A E N LA O T R A O D E P E N D I E N T E DE LA OTRA? l a s a b i d u r í a y el n ú m e r o , en el s a n t u a r i o de la secretísima
y c e r t í s i m a v e r d a d , s e g ú n el m i s m o t e s t i m o n i o de l a s S a g r a d a s
3 0 . Ev.—No p u e d o d u d a r l o ; p e r o sí q u i s i e r a s a b e r si am-
E s c r i t u r a s , q u e , s e g ú n dije, las p a r a n g o n a al c i t a r l a s , m e extra-
b a s cosas, la s a b i d u r í a y el n ú m e r o , p e r t e n e c e n a u n m i s m o
ñ a m u c h o , d i g o , q u e el n ú m e r o sea t e n i d o en p o c o p o r la in-
g é n e r o , p u e s t o q u e , según dijiste a n t e s , l a m i s m a S a g r a d a Es-
m e n s a m a y o r í a de los h o m b r e s y, sin e m b a r g o , e s t i m e n m u c h o
c r i t u r a las p o n e en el m i s m o p l a n o al referirse a ellas, o si es
la s a b i d u r í a .
q u e la u n a p r o c e d e de la o t r a o existe en la otra, es decir, si
el n ú m e r o p r o c e d e de la s a b i d u r í a o existe en la s a b i d u r í a . P e r o es i n d u d a b l e q u e son u n a sola y m i s m a c o s a ; p o r q u e ,
Y o n o m e a t r e v e r í a a d e c i r q u e la s a b i d u r í a p r o c e d e del nú- n o o b s t a n t e , en los l i b r o s s a g r a d o s se dice de la s a b i d u r í a q u e
m e r o o q u e subsiste en el n ú m e r o ; p o r q u e , sin s a b e r e x p l i c a r a l c a n z a de u n o al o t r o confín con f o r t a l e z a y q u e d i s p o n e t o d a s
e l h e c h o , es el caso q u e , p o r h a b e r c o n o c i d o m u c h o s c a l c u l a d o - l a s cosas con s u a v i d a d : Attingit a fine usque in finem fortiter
r e s o c o n t a d o r e s , o como se les q u i e r a i i a m a r , que c o n t a b a n et disponit omnia suaviter. Y p u d i e r a ser q u e a q u e l l a p o t e n c i a
perfecta y m a r a v i l l o s a m e n t e , y n o h a b e r e n c o n t r a d o , sin em- con la q u e a l c a n z a de u n o al o t r o confín con fortaleza, fuera
b a r g o , sino pocos o n i n g ú n s a b i o , p o r eso la s a b i d u r í a m e h a el n ú m e r o , y a q u e l l a p o r l a q u e d i s p o n e t o d a s l a s cosas con
p a r e c i d o s i e m p r e m á s d i g n a de v e n e r a c i ó n q u e el n ú m e r o . s u a v i d a d , fuera ia s a b i d u r í a , siendo así q u e u n a y o t r a cosa son
p r o p i a s de u n a sola y m i s m a s a b i d u r í a .
Ag.—Consignas un hecho que también me ha llamado a
3 1 . M a s , p o r q u e dio n ú m e r o s a t o d a s l a s cosas, a u n a l a s
mí la a t e n c i ó n m u c h a s veces. E n efecto, c u a n d o , c o n c e n t r a d o
m á s ínfimas, c o l o c a d a s en el e x t r e m o de la serie de l a s existen-
en m í m i s m o , c o n s i d e r o la i n c o n m u t a b l e v e r d a d d e los n ú m e -
tes, p o r eso t o d o s los c u e r p o s , h a s t a los q u e o c u p a n el m á s
atqne incommutabiles regulae sapientiae, de quibus paucis nunc sin- cubile ac penetrale vel regionem quamdam, vel si quod aliud nomen
gillatim interrogatus respondisti esse veras atque manifestas, easque aptum inveniri potest, quo nominemus quasi habitaculum quoddam se-
ómnibus qui haec intueri valent, communes ad contemp'.andum adesse demque numerorum; longe removeor a corpore: et inveniens fortasse
concedis. aliquid quod cogitare possim, non tamen aliquid inveniens quod ver-
bis proferre sufficiam, redeo tanquam lassatus in haec nostra, ut loqui
possim. et ea quae ante oculos sita sunt dico, sicut dici solent.
CAPUT X! Hoc enim accidit etiam cum de sapientia quantum valeo, vigilan-
SAPIENTIA ET NUMERUS AN ÍDEM, AN ALTERUM AB ALTERO VEL IN ALTERO
tissime atque intentissime cogito. Et propterea multum miror, cum
haec dúo sint in secretissima certissimaque veritate, accedente etiam
EXTSTAT
testimonio Scripturarum, quo commemoravi coniuncte illa posita: plu-
30. Ev.—Dubitare non possum. Sed pervellem scire utrum uno ali- rimum miror, ut dixi, quare numerus vilis sit multitudini hominum,
•quo genere contineantur haec dúo, sapientia scilicet et numerus,, quia et chara sapientia.
coniuncta etiam in Scripturis sanctis haec posita esse commemorasti; Sed nimirum illud est, quod una quaedam eademque res est; ve-
an alterum existat ab altero, aut alterum in altero consistat, veluti rumtamen quoniam nihilominus in divinis Libris de sapientia dicitur,
numerus a sapientia. vel in sapientia. Nam <;apientiam exi=tere a Hu- quod attingu a fine usque ad finem fortiter, et disponit 'omnia suavi-
mero, aut consistere in numero, non ausim dicere: nescio enim quomodo, ter ', ea potentia qua fortiter a fine usque ad finem attingit, numerus
<juia multos novi numerarios aut numeratores, vel si quo alio nomine fortasse dicitur: ea vero qua disponit omnia suaviter, sapientia pro-
vocandi sunt, qui summe atque mirabiliter computant, sapientes autem prie iam vocatur; cum sit utrumque unius eiusdemque sapientiae.
perpaueos, aut forsitan neminem, longe venerabilior mihi occurrit sa- 31. Sed quia dedit números ómnibus rebus etiam infimis, et in
pientia quam numerus. fine rerum locatis; et corpora enim omnia quamvis in rebus extrema
•Aug.—Rem dicis quam ego quoque mirari soleo. Nam cum incom- 1
Sap. S,i.
mutabilem veritatem numerorum mecum ípse considero, et eíus quasi S.Ag. 3 10
290- DEL LIBRE ALBEDRIO II, 11, 32 lí, 11,32 DEL LIBRE ALBEDRIO 291
ínfimo grado en la escala del ser, tienen sus números. Pero el con él, puesto que son una sola y misma cosa; pero requiere
saber no lo dio a los cuerpos ni a todas las almas, sino sólo la sabiduría ojos que la puedan ver.
a las racionales, como si en ellas hubiera colocado su trono, Así como en un mismo fuego son consubstanciales, por de-
desde el cual dispone todas las cosas, aun aquellas más ínfimas, cirlo así, la luz y el calor, y no pueden separarse, y, sin em-
a las que dio sus números; y así, porque fácilmente juzgamos bargo, el calor llega sólo a aquellas cosas que se le acercan,
de los cuerpos como de cosas que están ordenadas en una ca- mientras que la luz se difunde a más distancia en todas direc-
tegoría inferior a la nuestra, y porque vemos igualmente en ciones, así por la potencia de la inteligencia, inherente a la
este grado de inferioridad respecto de nosotros los números sabiduría, las cosas más próximas a ella, como son las almas
a que ellos están sujetos, por esto los consideramos de menos racionales, quedan penetradas del calor de la sabiduría, mien-
valor que la sabiduría. Pero, cuando comenzamos a mirar a las tras que a las cosas que se hallan a más distancia, como son los
alturas, nos encontramos con que también ellos, los números, cuerpos, no llega el calor de la sabiduría, y, no obstante, las
sobrepasan nuestro espíritu, y que permanecen inmutables en inunda la luz de los números. Quizá te parezca obscura esta
la misma verdad. comparación, porque no hay imagen alguna de cosa visible
Y porque el saber es de pocos, y contar saben aun los ne- que pueda adaptarse perfectamente a las invisibles.
cios, por eso admiran los hombres la sabiduría y tienen en Pero fíjate en esta conclusión, que es ahora lo suficiente
poco los números. Pero los doctos y estudiosos, cuanto más se para la cuestión que nos hemos propuesto, y que es evidente
elevan sobre las impurezas de la tierra, tanto mejor contemplan aun a las inteligencias más humildes, cuales son las nuestras,
el número y la sabiduría en el seno de la misma verdad y tan- y es que, a pesar de no poder ver claramente si el número está
to más aprecian uno y otra, y en su comparación no sólo no contenido en la sabiduría o procede de la sabiduría, o, por el
tienen para ellos valor el oro, la plata ni ninguna de las cosas contrario, si la misma sabiduría procede del número o está
,que los hombres se disputan, sino que les parecen viles. incluida en el número, o si, en fin, uno y otro nombre se da
32. Y no te extrañes de que los hombres desprecien los a una sola y misma realidad, una cosa es cierta y evidente,
números y aprecien la sabiduría, por el hecho de que les es a saber: que la sabiduría y el número son verdaderos, e in-
más fácil contar que ser sabios, pues ya ves que aprecian más conmutablemente verdaderos.
el oro que la luz de una lámpara, comparado con la cual el
oro no vale nada, es despreciable. Pero se aprecia más siendo pientia absit ut in comparatione numeri inveniatur inferior, cum eadem
muy inferior, porque la lámpara la tiene y enciende el más sit; sed oculum quo cerni possit, inquirit.
Sed quemadmodum in uno igne consubstantialis, ut ita dicam, sen-
pobre, y, en cambio, el oro lo tienen pocos. Esto no quiere titur fulgor et calor, nec separan ab invicem possunt; tamen ad ea
decir, lo que está muy lejos de mi pensamiento, o sea, que yo calor pervenit, quae prope admoventur, fulgor vero etiam longius la-
considere la sabiduría inferior al número, si la comparamos tiusque diffunditur: sic intelligentiae potentia, quae inest sapientiae,
propinquiora fervescunt, sicuti sunt animae rationales; ea vero quae
sint, habent números suos; sapere autem non dedit corporibus, ñeque remotiora sunt, sicuti corpora, non attingit calore sapiendi, sed per-
animis ómnibus, sed tantum rationalibus, tanquam in eis sibi sedem lo- íundit lumine numerorum: quod tibi fortassis obscurum est. Non enim
caverit, de qua disponat omnia illa etiam Ínfima quibus números dedit: ulla visibilis similitudo invisibili rei potest ad omnem convenientiam
itaque quoniam de corporibus facile iudicamus, tanquam de rebus quae coaptari.
infra nos ordinatae sunt, quibus impressos números infra nos esse cer- Tantum illud attende, quod et quaestioni quam suscepimus satis
nimus; et eos propterea vilius habemus. Sed cum coeperimus tanquam «st, et humilioribus etiam mentibus, quales nos sumus sese manifestat,
sursum versus recurrere, invenimus eos etiam nostras mentes transcende- quia etsi clarum nobis esse non potest utrum in sapientia, vel ex sa-
le, atque incommutabiles in ipsa manere veritate. pientia numerus, an ipsa sapientia ex numero, an in numero sit, an
Et quia sapere pauci possunt, numerare autem etiam stultis con- utrumque nomen unius rei possit ostendi; illud certe manifestum est
cessum est, mirantur homines sapientiam, numerosque contemnunt. Docti utrumque verum esse, et incommutabiliter verum.
autem et studiosi, quanto remotiores sunt a labe terrena, tanto magis
et numerum et sapientiam in ipsa veritate contuentur, et utrumque cha-
rum habent: et in eius veritatis comparatione non eis auram et argen-
tum, et caetera de quibus homines dimicant, sed ipsi etiam vilescunt
sibi.
32. Neo mireris números ideo viluisse hominibus et charam esse
sapientiam, quia facilius possunt numerare quam sapere, cum videas
charius jilos habere aurum quam lumen lucernae, cui comparatum au-
nini ridetur. Sed honoratur amplius res longe inferior, quia lucernam
sibi et mendicus accendit, aurum vero pauci habent: quamquam sa-
292- DEL LIBRE ALBEDHIO II, 12, 33, II. 22, 31 DEL LIBRE ALBEDRIO 293
porque todo lo que oímos es oído en toda su integridad al mis- excluye a los que a ella se van llegando, ni se emite por tiem-
mo tiempo por todos y cada uno de los que oyen, y toda imagen pos, ni emigra de lugar en lugar. Ni la interrumpe la noche,
al alcance de la vista es percibida en toda su integridad igual- ni la interceptan las sombras, ni está subordinada a los sentidos
mente por unos que por otros. Estas semejanzas son, sin em- del cuerpo. Está cerca de todos los que la aman y convergen
bargo, muy imperfectas, porque ni la voz, cualquiera que sea, a ella de todas las partes del mundo, y para todos es sempi-
suena toda a la vez, pues se emite y propaga por intervalos de terna e indefectible; no está en ningún lugar, y nunca está
tiempo y espacio, sonando una parte antes y otra después; ni ausente; exteriormente aconseja e interiormente enseña; hace
la imagen visible está toda en todas las partes del ojo, sino mejores a los que la contemplan, y a ella nadie la hace peor;
que cada parte de la imagen está como adherida a cada una de nadie juzga de ella y nadie puede juzgar bien sin ella.
las partes correspondientes del ojo. Y, además, todas estas Por todo esto es evidente que la verdad es, sin duda alguna,
cosas nos son arrebatadas contra nuestra voluntad, y una serie superior a nuestras inteligencias, que, si llegan a ser sabias,
de no sé qué dificultades nos impiden poder gozar de ellas. es únicamente por ella, v que no juzgan de ella, sino que por
Porque si efectivamente pudiera darse un cantor de canto ella juzgan de todas las demás cosas.
melodioso y sempiterno, y los enamorados del canto acudieran
a porfía a oírle, es indudable que cuantos más acudieran, más
estrechos estarían, y llegarían a disputarse el sitio, pretendien- CAPITULO XI'
do cada uno estar más cerca del cantor, y, además, no podrían
E L RAZONAMIENTO ANTERIOR, AMPLIAMENTE EXPUESTO,
retener consigo nada de lo que fuera oyendo, antes al contra-
DEMUESTRA CIERTAMENTE I.A EXISTENCIA DE DLOS
rio, no percibirían sino voces que se suceden fugitivas. Si qui-
siéramos contemplar el sol de hito en hito y lo pudiéramos 39. Tú me habías concedido que, si te demostraba que
hacer sin interrupción, al fin desaparecería de nuestra vista en había algo superior a nuestras inteligencias, confesarías que
su ocaso y se nos ocultaría tras una niebla, y otros muchos ese algo era Dios, si es que no había aún algo superior. Yo,
obstáculos nos privarían de su vista en contra de nuestra pro- aceptando esta tu confesión, te dije que bastaba, en efecto,
pia voluntad. Y, en fin, si no faltase nunca el encanto de la que demostrara esto; porque, si hay algo más excelente, este
luz a mis ojos, ni el de la voz a mis oídos, ¿qué dicha especial algo más excelente es precisamente Dios, y si no lo hay, la
me resultaría de esto, siendo, como es, común a mí y a las misma verdad es Dios. Que haya, pues, o no algo más excelen-
bestias? te, no podrás negar, sin embargo, que Dios existe, que es la
En cambio, aquella hermosura de la verdad y de la sabi- cuestión que nos habíamos propuesto tratar y discutir.
duría, mientras persista la voluntad de gozar de ella, ni aun Y si en vista de esto te sorprende lo que, según la sacro-
suponiéndola rodeada de una multitud numerosa de oyentes,
nientes, nec peragitur tempore, nec migrat locis, nec nocte interci-
pitur, nec umbra intercluditur, nec sensibus corporis subiacet. De toto
cernimus: quia et omne verbum a quibus auditur, totum auditor ab
mundo ad se conversis qui diligunt eam, ómnibus próxima est, óm-
ómnibus, et simul a singulis totum; et species omnis quae oculis adia-
nibus sempiterna; nullo loco est, riusquam deest; foris admonet, intus
cet, quanta videtur ab uno, tanta et ab alio simul. Sed multum longo
docet; cementes se commutat omnes in melius, a nullo in deterius com-
intervallo sunt ista similia: nec tota enim simul sonat quaelibet vox.
mutatur; nullus de illa iudicat, nullus sine illa iudicat bene.
quia per témpora tenditur et producitur, et aliud eius prius sonat,
aliud posterius; et species omnis visibilis tanquam intumescit per locos, Ac per hoc eam manilestum est mentibus nostris, quae ab ipsa
nec ubique tota est. Et certe omnia haec auferuntur invito, et quominus una fiunt singulae sapientes, et non de ipsa, sed per ipsam de cae-
eis fruí possimus, quibusdam impedimur angustiis. teris iudices, sine dubitatione esse potiorem.
Nam et si posset esse cuiusquam suavis cantus sempiternus, et stu-
diosi eius certatim ad eum audiendum venirent, coarctarent sese, atque CAPUT XV
pugnarent de locis, quanto plures essent, ut cantanti esset quisque pro-
D E U M ESSE EX RATIONE FUSE EXPLICATA 1AM CERTO COGNOSCITUR
pinquior, et in audiendo nihil tenerent manere secum, sed ómnibus
vocibus fugientibus tangerentur. Solem autem istum si vellem intueri, 39. Tu autem concesseras, si quid supra mentes nostras esse mons-
atque id pertinaciter possem; et in occasu me desereret, ut subvelare- trarem, Deum te esse confessurum, si adhuc nihil esset superius. Quam
tur nubilo, et multis alus obstaculis voluptatem videndi eum invitus tuam concessionem accipiens dixeram satis esse, ut hoc demonstraren).
amitterem. Postremo etiam si adesset semper suavitas, et lucis videnti, Si enim aliquid est excellentius, ille potius Deus est: si autem non est,
et vocis audienti, quid magnum ad rae perveniret, eum mili esset cora- iam ipsa veritas Deus est. Sive ergo illud sit, sive noli sit, Deum ta-
muñe eum belluis? men esse, negare non poteris: quae nobis erat ad disserendum et trac-
At ita veritatis et sapientiae pulchritudo, tantum adsit perseveran? tandum quaestio constituta.
voluntas fruendi, nec multitudine audiendum constipata secludit ve- Nam si te hoc movet quod apud sacrosanctam disciplinam Christi in
300 DEL LIBRE ALBEDRIO II, 15. 40 II, 15. 40 DEL LIBRE ALBEDRIO 3Q^
santa doctrina de Jesucristo, hemos aprendido por la fe, o Ev.—Mientras sea insensato no podrá conocerla.
sea, que Dios es Padre de la Sabiduría, recuerda que también Ag.—Pues bien, o tú eres ya sabio o no conoces aún ! a
hemos aprendido por la fe que la Sabiduría, engendrada por sabiduría.
el Eterno Padre, es igual a El. Así que no hay nada que Ev.—Aún no soy sabio, es verdad; pero tampoco me tengo
discutir aquí sobre esto, sino que lo guardes como artículo de por insensato, puesto que conozco la sabiduría, ya que son
fe inquebrantable. ciertas estas cosas que conozco, y no puedo negar que perte-
Existe, pues, Dios, realidad verdadera y suma, verdad que necen a la sabiduría.
ya no solamente tenemos como indubitable por la fe, sino que, Ag.—Dime, te ruego, ¿acaso no crees tú que el que no es
a mi juicio, también la vemos ya por la razón como verdad justo es injusto, v que es imprudente el que no es prudente, y
cierta, aunque esta visión es aún muy débil, pero lo suficien- que es intemperante el que no tiene templanza? ¿O es que se
temente clara respecto de la cuestión que nos ocupa, para puede poner en duda alguno de estos puntos?
poder explicar lo demás que a ella concierne, si es que no
tienes algo que oponer a lo dicho. Ev.—Confieso que el hombre, cuando no es justo, es injus-
Ev.—Por lo que a mí toca, admito todo esto con entusias- to, y lo mismo diría del prudente y del intemperante.
mo increíble e inundado de una alegría tan grande, que no Ag.—¿Por qué, pues, no ha de ser insipiente el que no
puedo explicarte con palabras, y proclamo que es muy cierto •es sabio?
todo lo dicho. Y lo proclamo con aquella voz interior por la Ev.—Confieso también que, cuando alguien no es sabio, es
que deseo ser oído de la misma Verdad y unirme a ella, pues insipiente.
concedo y confieso que esta unión no sólo es un bien, sino que Ag,—Ahora bien, ¿a cuál de ésos perteneces tú?
es un bien supremo y beatífico. Ev.-—Llámame como te plazca; pero no me atrevo a lla-
40. Ag.—Muy bien; y yo me alegro muchísimo de ello. marme sabio, y, sin embargo, según las concesiones que te he
Pero dime: ¿ somos ya, por ventura, sabios y bienaventurados hecho, veo que es lógico que, sin duda alguna, me tenga por
o caminamos todavía hacia ese estado con el fin de llegar a insipiente.
serlo? Ag.—El insipiente conoce, por consiguiente, la sabiduría,
Ev.—Más bien me parece que vamos tendiendo hacia él. pues, como ya dijimos, no estaría cierto de que quería ser
Ag.—¿De dónde te viene a ti la comprensión de estas co- sabio, ni de que convenía serlo, si no tuviera noción de lo
sas, de cuya verdad y certeza dices que te alegras, y que con- que es la sabiduría, como también de aquellas cosas que per-
cedes que pertenecen a la sabiduría? ¿Acaso un insensato tenecen a la sabiduría, a las que has respondido al ser pregun-
puede conocer la sabiduría?
Ev.—Quamdiu insipiens est, non potest.
fidem recepimus, esse Patrem Sapientiae; memento nos etiam hoc in Aug.—Tu ergo iam sapiens es, aut nondum nosti sapientiam.
fidem accepisse, quod aeterno Patri sit aequalis quae ab ipso genita Ev.—Non sum quidem adhuc sapiens, sed nec insipientem me di-
est Sapientia, Unde nunc nihil quaerendum est, sed inconcussa fide xerim, in quantum novi sapientiam; quoniam et certa sunt ista quae
retinendum. novi. et ad sapientiam pertinere, negare non possum.
Est enim Deus, et veré summeque est. Quod iam non solum indu-
bitatum, quantum arbitror, fide retinemus, sed etiam certa, quamvis Aug.—Dic, quaeso te, nonne fateberis eum qui non est iustus, inius-
adhuc tenuissima, forma cognitionis attingimus; quod quaestioní sus- ium e->se: et qui non est prudens, imprudentem esse; et qui non est
ceptae sufficit, ut caetera quae ad rem pertinent, explicare possimus: tempeíans, intemperantem? an dubitari de his aliquid potest?
nisi quid habes adversus ista quod opponas. Ev.—Fateor hominem, quando iustus non est, iniustum esse; hoc
Ev.—Ego vero incredibili omnino, et quam tibi verbis explicare non etiam de prudente et temperante responderim.
possum, laetitia perfussus accipio ista, et clamo esse certissima. Clamo Aug.—Cur ergo et quando sapiens non est, non sit insipiens?
autem voce interiore, qua exaudiri cupio ab ipsa veritate, et illi in- Ev.—Hoc quoque fateor, quando quisque sapiens non est, eum esse
haerere: quod nos solum bonum, sed etiam summum bonum, et bea- insipientem.
tificum esse concedo. Aug.—Nunc ergo tu quid horum es?
40. Aug.—Recte sane: etiam ego plurimum gaudeo. Sed, quaeso Ev.—Quodlibet horum me appelles, nondum audeo me dicere sa-
te, numquid iam sapientes et beati sumus? an adhuc tendimus eo, ut pientem; et ex üs quae concessi, video esse consequens ut me insipien-
id nos esse proveniat? tem non dubitem dicere.
Ev.—Eo nos potius tendere existimo. Aug.—Novit ergo insipiens sapientiam. Non enim, sicut iam dictuní
Aug.—Unde ergo ista comprehendis, quibus veris certisque gau- est, certus esset velle se esse sapientem, idque oportere, nisi notio
dere te clamas, et hoc ad sapientiam pertinere concedis? an quisquam
insipiens potest nosse sapientiam? sapientiae mentí eiu» inhaereret, sicut earum rerum de quibus singii-
302 DEL LIBRE ALBEDRÍO I I , 16, 41 Tí, 16,42 DEL LIBRE ALBF.DRÍO 303
lado sobre cada una de ellas en particular, y de cuyo conoci- Adondequiera que te vuelvas, te habla mediante ciertos vesti-
miento te has alegrado. gios que ella ha impreso en todas sus obras, y cuando rein-
Ev.—Así es, como dices. cides en el amor de las cosas exteriores, ella te llama de nuevo
a tu interior valiéndose de la misma belleza de los objetos
exteriores, a fin de que te des cuenta de que todo cuanto hay
CAPITULO XVI de agradable en los cuerpos y cuanto te cautiva mediante los
sentidos externos, está repleto de números, e investigues cuál
LA SABIDURÍA SALE AL PASO DE LOS AMANTES QUE LA BUSCAN sea su origen, entres otra vez dentro de ti mismo y entiendas
MEDIANTE LOS NÚMEROS IMPRESOS EN CADA COSA que todo esto que llega a tu alma por los sentidos del cuerpo
no podrías aprobarlo o desaprobarlo si no tuvieras dentro de
41. Ag.—¿Qué otra cosa hacemos, cuando ponemos em- ti mismo ciertas normas de belleza, que aplicas a todo cuanto
peño en ser sabios, sino unir en cierto modo nuestra alma en el mundo exterior te parece bello.
entera, y con todo el aliento de que somos capaces, al objeto
42. Contempla el cielo, la tierra y el mar, y todo cuanto
que percibimos por la inteligencia, y fijarla allí con la mayor
hay en ellos, y los astros que brillan en el firmamento, los
estabilidad posible, a fin de que no se complazca ya en su
animales que se arrastran por la tierra, las aves que vuelan
ser privado, que empañó con las cosas pasajeras, sino que,
por el aire y los peces que nadan en el mar, y verás que todo
despojada de todos los afectos de las cosas sujetas al tiempo
tiene su belleza, porque tiene sus números. Quítales éstos, y
y al espacio, abrace lo que es uno e inmutable? Porque, así
todo queda reducido a nada. ¿Dónde, pues, han de tener su
como toda la vida del cuerpo es el alma, así también toda
origen, sino donde lo tiene el número, siendo así que en tanto
la vida del alma es Dios. Mientras esto procuramos, estamos
tienen ser en cuanto tienen sus números?
en vías de conseguirlo, hasta que lo consigamos. Y ya que
nos ha sido concedido el gozar de estos bienes verdaderos y Hasta los mismos artífices de bellezas corpóreas en suii
ciertos, bien que aún no brillan sino en medio de las tinie- propias artes tienen sus números, conforme a los cuales eje-
blas del camino de esta vida, fíjate a ver si lo que dice la cutan sus obras, y no cejan en su empeño ni en el manejo de
Sagrada Escritura de la sabiduría no es lo que hace con sus los instrumentos hasta que la obra, que va recibiendo forma
amantes cuando vienen a ella y la buscan. Dícese asi en la externa, llegue a alcanzar, en cuanto es posible, la perfección
Escritura: ... y en los caminos se le muestra alegremente y se de ese ejemplar ideal y obtenga por medio de los sentidos ex-
hace la encontradiza con ellos con el mayor cuidado y atención. ternos la aprobación del juez interno, que tiene siempre a la
vista los números superiores. Si buscas después cuál es el mo-
latim interrogatus respondiste quae ad ipsam sapientiam pertinent, tor de los miembros del mismo artista, verás que es el número,
quarum cognitione laetatus es. pues se mueven con cálculo. Y si le quitas de las manos la
Ev.—Ita est ut dicis. obra y del espíritu la intención de hacerla, de modo que la
non intercipiantur, sed dimensis motibus, et distincta varietate forma- anni tui non deficient'. Annos sinc defectu, pro aeternitate posuit pro-
rum. quasi quosdam versus temporum peragant, esse aliquam formam phetica locutio. De hac item forma dictum est, quod in seipsa manens
aeternam et incommutabilem; quae ñeque contineatur et quasi diffun- innovet omnia'. Hinc etiam comprehenditur omnia providentia guber-
datur locis, ñeque protendatur atque varietur temporibus, per quam nari. Si enim omnia quae sunt, forma penitus subtracta nulla erunt,
cuneta ista formari valeant, et pro suo genere iraplere atque agere lo- forma ipsa incommutabilis, per quam mutabilia cuneta subsistunt, ut
corum ac temporum números. formarum suarum numeris impleantur et agantur, ipsa est eorum pro-
videntia: non enim ista essent, si illa non esset. Intuens ergo et consi-
derans universam creaturam, quicumque iter agit ad sapientiam, sentit
CAPUT XVII sapientiam in via se sibi ostendere hilariter, et in omni providentia oc-
currere sibi: et tanto alacrius ardescit viam istam peragere. quanto et
BONUM ET PERFECTIO QUAECUMQUE, EX Ü E O EST ipsa via per illam pulchra est, ad quam exaestuat pervenire.
45. Omnis enim res mutabilis, etiam formabilis sit necesse est. Sic- 46. Tu autem si praeter id quod est et non vivit, et id quod est
ut autem mutabile dicimus quod mutari potest, ita formabile quod for- et vivit ñeque intelligit, et id quod est et vivit et intelligit, inveneris
mari potest appellaverim. Nulla autem res formare seipsam potest: quia aliquod aliud creaturaruro genus, tune aude dicere aliquod bonum esse,
nulla res potest daré sibi quod non habet; et utique ut habeat formam, quod non sit ex Deo.
formatur aliquid. Quapropter quaelibet res si quam habet formam, non Tria enim haec duobus etiam nominibus enuntiari possunt, si appel-
ei opus est accipere quod habet; si qua vero non habet formam, non lentur corpus et vita: quia et illa quae tantum vivit, ñeque intelligit,
potest a se accipere quod non habet. Nulla ergo res, ut diximus, formare qualis est pecorum, et haec quae intelligit, sicuti est hominum, rectis-
se potest. Quid autem amplius de mutabilitate corporis et animi dicamus? sime vita dicitur. Haec autem dúo, id est, corpus et vita, quae quidem
superius enim satis dictum est. Conficitur itaque, ut et Corpus et animus creaturae deputantur (nam et Creatoris ipsius vita dicitur, et ea sum-
forma quaedam incommutabili et semper manente formentur. Cui for- 1
P s . 101,27-28.
mae dictum est: Mutabis ca et mutabuntur; tu autem ídem ipse es, et 2
S a p . 7,27.
310 DEL LIBRE ALBEDRIO Ií,18, 48 II, 18,4') lll-.I. LIBRE ALBEDRIO 311
justamente. Esta respuesta fué la que me obligó a dar en el i"I cuerpo al que faltan las manos, y, sin embargo, usa muy
curso de la discusión un sinnúmero de rodeos, con el fin de mal de las manos el que con ellas ejecuta acciones crueles o
demostrarte que todos los bienes, así mayores como los meno- torpes. Si vieras a un hombre sin pies, confesarías que faltaba
res, provienen de Dios, cosa que no hubiera podido demos- n la integridad de su cuerpo un gran bien, y, sin embargo, no
trarte tan claramente si antes no la hubieran evidenciado las negarías que abusaría enormemente de sus pies el que de ellos
lazones que aduje v desarrollé lo mejor que pude, asistido se valiera para hacer daño a otro o para deshonrarse a sí mis-
siempre de la gracia de Dios en tan largo y penoso camino en mo. Con los ojos vemos esta luz del día, y distinguimos las
pro de cuestión tan grave y de tanta trascendencia y en contra diversas formas y bellezas de los cuerpos, y los ojos son lo
de las opiniones de la impiedad estulta, que hace decir al im- más hermoso de nuestro cuerpo, por lo cual han sido colocados
p í o : No hay Dios. en la parte más alta y digna del mismo, y, aparte de esto, de
Aunque estas dos verdades, a saber: que hay Dios y que ellos nos valemos para proteger nuestra salud y para procu-
todos los bienes proceden de Dios, fueran ya antes para nos- rarnos otras muchas comodidades de la vida; no obstante, mu-
otros objeto de nuestra fe inquebrantable, sin embargo, de tal chos abusan de los ojos para cometer muchas torpezas, y les
manera las hemos dilucidado ahora, que también aparece como obligan a servir al placer. Tú ves de cuan gran bien y hermo-
evidente esta tercera, o sea, que la voluntad libre del hombre sura carece el rostro que no tiene ojos, y al que los tiene, ¿quién
ha de ser considerada como uno de los bienes que el hombre se los ha dado sino el dador de todos los bienes, que es Dios?
ha recibido de Dios. Por consiguiente, así como concedes que son bienes estos
48. Ya en la discusión anterior quedó probado, y convi- del cuerpo y alabas al dador de estos bienes, no obstante el mal
nimos entre nosotros, que la naturaleza del cuerpo es inferior uso que muchos hacen de ellos, del mismo modo debes conce-
a la naturaleza del alma, y que, por consiguiente, el alma es der que la voluntad libre, sin la cual nadie puede vivir recta-
un bien mayor que el cuerpo. Si, pues, entre los bienes del mente, es un bien dado por Dios, y que son dignos de nuestra
cuerpo encontramos algunos de los que puede abusar el hom- reprobación y debemos reprobar a los que abusan de ella,
bre, y, sin embargo, no por eso decimos que no debían habér- antes que decir que no debió habérnosla dado el que nos la dio.
senos dado, pues reconocemos que son bienes, ¿qué de particu- 49. Ev.—Por lo mismo quisiera que antes me probaras
lar tiene que en el alma haya también ciertos bienes de los que la voluntad libre del hombre es un bien, y entonces yo
cuales podamos abusar, pero que, por lo mismo que son bienes, te concedería que Dios nos la había dado, pues confieso que
no pudieron sernos dados sino por aquel de quien procede todos los bienes proceden de Dios.
todo bien? Ap¡.—Pero ¿no te la probé ya, y no con poco empeño y
Tú sabes perfectamente que carece de un bien muy grande trabajo, en el curso de la discusión anterior, cuando tú me
íecte potest uti. Quae responsio tua in tantos circuitus disputationis nos manibus male utitur qui eis operatur vel saeva vel turpia. Sine pedibus
iré compulit, quibus tibí probaremus et maiora et minora bona esse nisi aliquem si aspiceres, fatereris deesse integritati corporis plurimum bo-
ex Deo. Quod non tam dilucide ostendi posset, nisi priu= adversus opi- num: et tamen eum qui ad nocendum cuipiam, vel seipsum dehonestan-
niones impiae stultitiae, qua dicit insipiens in corde suo: Non est Deas ', dum pedibus uteretur, male uti pedibus non negares. Oculis hanc lucem
qoaliscumque de re tanta pro modulo nostro inita opitulante, in aliquid videmus, formasque internoscimus corporum: idque et speciosissimum
manifestum intenderetur. «st in nostro corpore, unde in fastigio quodam dignitatis haec membra
Quae dúo tamen, id est, Deum esse, et omnia bona ex ipso esse, iocata sunt; et ad salutem tuendam, multaque alia vitae commoda re-
quanquam inconcussa fide etiam antea tenerentur, sic tamen tractata tert usus oculorum: oculis tamen plerique pleraque agunt turpiter, et
sunt, ut hoc quoque tertium Ínter bona esse numerandam liberam vo- eos militare cogunt libidini. Et vides quantum bonum desit in facie, si
luntatem, manifestissime appareat. oculi desint: cum autem adsunt, quis hos dedit, nisi bonorum omnium
largitor Deus?
48. Iam enim superiore disputatione patefactum est, constititque ín-
ter nos, naturam corporis interiore gradu esse quam animi naturam, ac Quemadmodum ergo ista probas in corpore, et non intuens eos qui
per noc animum maius bonum esse quam Corpus. Si ergo in corporis male his utuntur, laudas illum qui haec dedit bona: sic liberam volun-
bonis invenimus aliqua quibus non recte uti homo possit, nec tamen tatem sine qua nemo potest recte vivere, oportet et bonum, et divinitus
propterea dicimus non ea dari debuisse, quoniam esse confitemur bona; datum, et potius eos damnandos qui hoc bono male utuntur, quam eum
quid mirum si et in animo sunt quaedam bona, quibus etiam non recte qui dederit daré non debuisse fatearis.
uti posoimus, jed quia bona sunt, non potuerunt dari nisi ab illo a quo 49. Ev.—Prius ergo vellem ut mihi probares aliquod bonum esse li-
sunt omnia bona? beram voluntatem, et ego concederem Deum illam dedisse nobis, quia
Vides enim quantum boni desit corpori cui desunt manus, et tamen fateor ex Deo omnia bona esse.
Aug.—Itane tándem non probavi tibi tanto molimine superioris dispu-
Ps. 1 3 , 1 . tationis, cum omnem speciem formamque corporis a summa omnium re-
312 DEL LIBRE ALBEDHIO II, 18,50
II, 19. 50 III 1. LIBRE ALREDRIO 313
concediste que t o d a b e l l e z a y t o d a f o r m a c o r p o r a l e r a n u n b i e n
^ q u e p r o c e d í a n de la f o r m a s u p r e m a de la? cosas, esto es, de h o m b i e y u n a de las v i r t u d e s del a l m a q u e c o n s t i t u y e n la v i d a
la s u p r e m a v e r d a d , y q u e en ella s u b s i s t í a n ? N u e s t r o s m i s m o s recta y h o n e s l a . N a d i e , efectivamente, u«a m a l ni de la p r u -
c a b e l l o s están c o n t a d o s , dice el E v a n g e l i o , que es la s u m a ver- dencia, ni de la fortaleza, n i de la t e m p l a n z a , p o r q u e en toda«
d a d . ¿ O es q u e h a s o l v i d a d o ya lo q u e d i j i m o s de la s u b l i m i - e l l a s , c o m o en la justicia, de la q u e tú h a s h e c h o m e n c i ó n .
d a d del n ú m e r o y de su p o t e n c i a , q u e se e x t i e n d e de u n o al o t r o i m p e r a la recta r a z ó n , sin la cual n o p u e d e d a r s e v i r t u d al-
c o n f í n ? ¿ Q u i é n p u e d e s u p o n e r t a n t a a b e r r a c i ó n del e s p í r i t u g u n a , y de la recta r a z ó n n a d i e p u e d e u s a r n i a l .
c o m o s u p o n d r í a el c o n t a r e n t r e los b i e n e s , a u n q u e p e n u e ñ o s
e inferiores, n u e s t r o s m i s m o s c a b e l l o s y n o e n c o n t r a r a q u i é n
a t r i b u i r l o s , sino al a u t o r y d a d o r de t o d o b i e n , D i o s , p o r q u e CAPITULO XIX
así los b i e n e s m á s g r a n d e s c o m o los m á s p e q u e ñ o s p r o c e d e n TRES C L A S E S DE B I E N E S : GRANDES, PEQUEÑOS Y MEDIANOS.—LA
Se a q u e l de q u i e n p r o c e d e t o d o b i e n , y d u d a r , n o o b s t a n t e , de L I B E R T A D E S UNO DE E S T O S TI.TIMOS
q u e es u n b i e n la v o l u n t a d l i b r e del h o m b r e , sin la c u a l conce-
d e n q u e n o se p u e d e vivir b i e n h a s t a los m i s m o s q u e viven H a y , p u e s , b i e n e s m u y g r a n d e s , m a s conviene r e c o r d a r q u e
pésimamente ? n o sólo los g r a n d e s b i e n e s , sino que ni los p e q u e ñ o s p u e d e n
P e r o , a d e m á s , d i m e , te r u e g o , ¿ q u é te p a r e c e que es l o venir sino de a q u e l de q u i e n p r o c e d e t o d o b i e n , q u e es D i o s .
m e j o r en n o s o t r o s , a q u e l l o sin lo c u a l p o d e m o s vivir recta- D e esto te h a s c o n v e n c i d o en la d i s c u s i ó n a n t e r i o r , a c u y a s con-
m e n t e o a q u e l l o sin lo cual n o p o d e m o s vivir b i e n ? c l u s i o n e s h a s d a d o t a n t a s veces y con t a n t a a l e g r í a tu a p r o -
Ev.—¡Oh!, sí, d i s p e n s a . M e a v e r g ü e n z o de m i c e g u e r a , p o r - bación.
q u e ¿ q u i é n d u d a , en efecto, q u e es m u c h o m e j o r a q u e l l o sin P o r c o n s i g u i e n t e , las v i r t u d e s , p o r las c u a l e s se vive rec-
lo cual n a d i e p u e d e vivir r e c t a m e n t e ? t a m e n t e , p e r t e n e c e n a la c a t e g o r í a de los g r a n d e s b i e n e s ; las
Ag.—¿Negarás a h o r a q u e u n h o m b r e a q u i e n falta u n o j o d i v e r s a s especies de c u e r p o s , sin los c u a l e s se p u e d e vivir rec-
yvaede YYVÍY r e c i a m e n t e ? t a m e n t e , c u e n t a n e n t r e l o s b i e n e s m í n i m o s , y l a s p o t e n c i a s del
Ev.—Lejos de m í t a n t a d e m e n c i a . a l m a , sin l a s c u a l e s n o se p u e d e vivir r e c t a m e n t e , son los bie-
Ag.—Concediéndome, p u e s , q u e los ojos del c u e r p o son nes i n t e r m e d i o s . D e las v i r t u d e s n a d i e usa m a l ; de los d e m á s
u n b i e n , c u y a p é r d i d a no i m p i d e , sin e m b a r g o , vivir r e c t a m e n - biene«, es decir, de los i n t e r m e d i o s y de los i n f e r i o r e s , c u a l -
te, ¿ t e p a r e c e r á q u e n o es u n b i e n la v o l u n t a d l i b r e , sin l a q u i e r a p u e d e n o sólo u s a r b i e n , sino t a m b i é n a b u s a r . Y de la«
c u a l n a d i e p u e d e vivir b i e n ? v i r t u d e s n a d i e a b u s a , p o r q u e la función p r o p i a de la v i r t u d es
5 0 . F í j a t e a h o r a en la justicia, de la q u e n a d i e a b u s a . S e p r e c i s a m e n t e el h a c e r b u e n uso d e a q u e l l a s cosas de las c u a l e s
la c o n s i d e r a como u n o de los b i e n e s m á s g r a n d e s q u e tiene el p o d e m o s a b u s a r ; p e r o n a d i e q u e u«a bien a b u s a . P u e s b i e n ,
rum forma, id est a veritale, subsistere fatereris, et bonum esse conce- ma bona quae in ipso sunt nomine numeratur, omnesque virtutes animi
deres? Nam et capillos nostros numéralos esse, ipsa in Evangelio loqui- quibus ipsa recta vita et honesta constat. Nam ñeque prudentia, ñeque
tur Ventas 2. De numeri autem summitate, et a fine usque ad finem per- fortitudine, ñeque temperantia male quis utitur: in his enim ómnibus,
tendente potentía, quae locuti fuerimus, excidit tibí? Quae igitur ista est sicut in ipsa etiam quam tu commemorastí iustitia, recta ratio viget, sine
tanta perveisitas, capillos nostros quamvis Ínter exigua et omnino abiec- qua virtutes esse non possunt. Recta autem ratione male uti nemo pote-t.
tissima, tamen Ínter bona numerare, nec invenire cui auctori tribuan-
tur nisi bonorum omnium conditori Deo, quia et máxima et mínima bona
ab illo sunt, a quo est omne bonum; et dubitare de libera volúntate, sine CAPUT XIX
qua recte vivi non posse concedunt, etiam qui pessime vivunt?
V,OW MAGNA, MÍNIMA ET M E D I A . — I N MEDIIS CENSETUR LIBERTAS
Et certe nunc responde, quaeso, quid tibí melius esse videatur in no-
bis, sine quo recte vivi potest, an sine quo recte viví non potest. Ista ergo magna bona sunt: sed meminisse te oportet. non solum mag-
Ev.—Iamiam parce, quaeso; pudet caecitatis. Quis enim ambigat id na, sed etiam mínima bona non esse posse, nisi ab illo a quo sunt omnia
longe esse praestantius, sine quo recte vita nulla est? bona, hoc est Deo. Id enim superior disputatio persuasit, cui toties tam-
Aug.—Iam ergo tu negabis luscum hominem recte posse vivere? que laetus assensus es.
Ev.—Absit tam immanis amentia. Virtutes igitur quibus recte vivitur, magna bona sunt: species autem
Aug.—Cum ergo in corpore oculum concedas e=se aliquod bonum, quorumlibet corporum, sine quibus recte vivi potest, mínima bona sunt:
quo amis=o tamen ad recte vivendum non impeditur; voluntas libera tibí potentiae vero animi sine quibus recte vivi non potest, media bona sunt.
videbitur nullum bonum, sine qua recte nemo vivit? Virtutibus nemo male utitur: caeteris autem bonis, id est, mediis et mi-
50. Intueris enim iustitiam, qua nemo ma!e utitur. Haec Ínter sum- nimis. non solum bene, sed etiam male quisque uti potest. Et ideo vir-
:
Mt. 10,30. tute nemo male utitur, quia opus virtutis est bonus usus istorum, quibus
etiam non bene uti possumus. Nemo autem bene utendo male utitur.
314 DEL LIBRE ALBEDBI0 II, 19, 52 II, 19,53 lll'X I.U1I1E ALBEDRIO 315
la liberal e infinita bondad de Dios es la que nos ha dado no dios, se une al bien inconmutable y común a todos, no propio
sólo los bienes grandes, sino también los medianos y los pe- de cada uno, como es aquella verdad de la que hemos hablado
queños, y a esta bondad debemos alabar más por los bienes largamente, si ti que hayamos dicho nada digno de ella, enton-
grandes que por los medianos y más por los medianos que por ces posee el hombre la vida bienaventurada, y esta vida bien-
los pequeños; pero por todos juntos más que si no nos los aventurada, es decir, los sentimientos afectuosos del alma, uni-
hubiese dado todos. da al bien inconmutable, es el bien propio y principal del
51. Ev.—Conforme. Pero se me ofrece una duda, y es que, hombre. En él están contenidas también las virtudes, de las
tratándose ahora de la voluntad libre, y usando ella bien o cuales nadie puede hacer mal uso. Aunque éstos sean los bienes
mal de las demás cosas, según vemos, ¿cómo es que la pone- más grandes en el hombre y los primeros, ya se comprende que
mos a ella misma entre las cosas de que nosotros usamos? son, no obstante, propios de cada hombre y no comunes. He
Ag.—¿Y cómo es que conocemos por la razón todos los aquí, pues, cómo la verdad y la sabiduría, que son comunes a
objetos de nuestros conocimientos científicos y, sin embargo,, todos los hombres, nos hacen a todos sabios y bienaventurados:
la misma razón cuenta también entre aquellas cosas que cono- uniéndonos a ella.
cemos por la razón? ¿Es que te has olvidado de que, cuando Pero la bienaventuranza de un hombre no hace bienaven-
investigábamos qué cosas conocíamos por la razón, me conce- turado a otro, porque, cuando lo imita para llegar a serlo,
diste que la razón la conocemos por la misma razón? No te desea serlo por los mismos medios que ve que lo es el otro,
extrañe, pues, de que, usando de las demás cosas por medio es decir, por medio de la unión a la verdad inconmutable, bien
de la voluntad libre, podamos usar de la misma voluntad me- común a todos.
diante ella misma, y esto de un modo que, usando la voluntad Ni por la prudencia de un hombre se hace prudente otro
de las demás cosas, ella misma use de sí misma, a manera de hombre, ni fuerte por la fortaleza de otro, ni moderado por
lo que pasa con la razón, que no sólo conoce las cosas que no la templanza ajena, ni justo por la justicia de nadie, sino
son ella, sino que se conoce también a sí misma. Sucede lo que llegará a serlo conformando su alma a aquellas inconmu-
mismo con la memoria, que no sólo abarca los objetos de que tables normas y luces de las virtudes que viven inalterablemen-
nos acordamos, sino que también se acuerda de que no nos te en la misma verdad y sabiduría, común a todos, y a las
olvidamos. Tenemos memoria, y en cierto modo la memoria cuales conformó su alma y en las cuales la fijó aquel a quien
se tiene a sí misma en nosotros, porque no solamente se acuer- él se ha propuesto imitar, como modelo de dichas virtudes.
da de las demás cosas, sino que hasta de sí misma, o mejor, 53. La voluntad, pues, que se une al bien común e in-
somos nosotros los que nos acordamos de las demás cosas y conmutable, consigue los principales y más grandes bienes del
de la memoria por la memoria misma. hombre, siendo ella uno de los bienes intermedios. Pero la
52. Cuando la voluntad, que es un bien de los interme- voluntad que se aparta del bien inconmutable y común y se
Quare abundantia et magnitudo bonitatis Dei non solum magna, sed mutabili bono, eique communi non proprio, sicuti est illa de qua mul-
etiam media et mínima bona esse praestitit. Magis laudanda est boni- tum locuti sumus, et nihil digne diximus, veritas; tenet homo beatam
tas eius in magnis quam in mediis, et magis in mediis quam ín minimis vitam; Saque ipsa vita beata, id est animi affectio inhaerentís incom-
bonis: sed magis in ómnibus quam si non omnia tribuisset. mutabili bono, proprium et primum est hominis bonum. In eo sunt
51. Ev.—Assentior. Sed illud me movet, quoniam de libera volún- etiam virtutes omnes, quibus male uti nemo potest. Nam haec quamvi-i
tate quaestio est, et videmus ipsam bene uti caeteris vel non bene, quo- magna in homine et prima sint, propria tamen esse uniuscuiusque ho-
modo et ipsa Ínter illa quibus utimur numeranda sit. minis, non communia, satis intelligitur.
Aug.—Quomodo omnia quae ad scientiam cognoscimus, ratione co- Veritate enim atque sapientia, quae communis est ómnibus, omnes
gnoscimus, et tamen etiam ipsa ratio Ínter illa numeratur quae ratione sapientes et beati fiunt, inhaerendo illi. Beatitudine autem alterius homi-
cognoscimus. An oblitus es, cum quaereremus quae ratione cognoscan- nis non fít alter beatus; quia et cum eum ímitatur ut sit, inde appetit
tur, confessum te fuisse etiam rationem ratione cognosci? Noli ergo mi- beatus fieri, unde illum factum videt, illa scilicet incommutabili com-
rari si caeteris per liberam voluntatem utimur, etiam ipsa libera volún- munique veritate.
tate per eam ipsam uti nos posse; ut quodammodo se ipsa utatur vo- Ñeque prudentia cuiusquam fit prudens alius, aut fortis fortitudine,
luntas quae utitur caeteris, sicut seipsam cognoscit ratio, quae cognoscit aut temperans temperantia, aut iustus iustitia hominis alterius quisquam
et caetera. Nam et memoria non solum caetera omnia, quae meminimus efficitur; sed coaptando animum illis incommutabilibus regulis lumini-
comprehendit; sed etiam quod non obliviscimur nos habere memoriam, busque virtutum, quae incorruptibiliter vivunt in ipsa veritate sapientia-
ipsa se memoria quodammodo tenet in nobis, quae non solum aliorum, que communi, quibus et ille coaptavit et fixit animum, quem istis vir-
sed etiam sui meminit, vel potius nos et caetera et ipsam per ipsam me- tutibus praeditum sibi ad imitandum proposuit.
minimus. 53. Voluntas ergo adhaerens communi atque incommutabili bono,
52. Voluntas ergo quae médium bonum est, cum inhaeret incom- impetrat prima et magna hominis bona, cum ipsa sit médium quoddam
316 DEL LIBRE ALBEDRÍ0 11.20. 54 II. 20, 54 mi i IIIIII AIBEDRÍO 317
un ser inferior al que tienen, y con todo su corazón y con ciencia divina respecto de todos los futuros o que, si no la
todas las fuerzas de su alma clamarían: Yo dije, Señor, ten podemos negar, sigúese la confesión de que pecamos no li-
misericordia de mí; da la salud a mi alma, porque pequé con- bremente, sino por necesidad. ¿O es que es otra la causa de
tra ti. Así, serían conducidos al templo de la sabiduría por las tu perplejidad?
vías ciertas e infalibles de la divina misericordia, y de tal Ev.—Al ;;r¿»eme ésta es v no otra.
suerte que, ni envanecidos por los nuevos conocimientos ni Ag.—Tú crees, según eso, que todas ¡as cosas, que Dios
abatidos por lo que aún ignoran, quedarían más capacitados prevé, suceden por necesidad y no por el querer libre de una
para ulteriores conocimientos en virtud de los adquiridos, y voluntad.
reconociendo su ignorancia, procederían con más cautela en las Ev.—Tal creo.
nuevas investigaciones. Ag.—Despierta y entra un momento dentro de ti mismo
Mas en cuanto a ti, que, según creo, no dudas de ninguna y dime, si puedes, qué voluntad tendrás mañana, si la de pecar
de estas verdades, mira cuan fácilmente voy a responder a o la de obrar bien.
cuestión tan magna como la que has propuesto, tan pronto Ev.—No lo sé.
como tú me hayas contestado a las pocas cosas que te voy a Ag.—¿Y crees que tampoco Dios lo sabe?
preguntar. Ev.—Nunca lo creí, ni lo creeré.
Ag.—Si, pues, conoce cuál ha de ser mañana tu voluntad,
prevé igualmente cuáles han de ser las voluntades de todos los
CAPITULO III
hombres existentes y futuros, y con mucha más razón prevé
LA PRESCIENCIA DE D I O S NO NOS OBLIGA A PECAR, ES DECIR, qué es lo que ha de hacer de los justos y de los malvados.
NO QUITA LA LIBERTAD AL PECADOR Ev.—Claro que sí; si digo que Dios tiene presciencia de
todas mis acciones, con mucha más razón tengo que decir que
6. De modo que lo que te tiene perplejo y admirado es la tiene de las suyas propias y que sabe certísimamente qué
cómo no puedan ser cosas contrarias y repugnantes entre sí es lo que ha de hacer.
la presciencia divina de todos los futuros y el que nosotros Ag.— ¿Y no temes, por consiguiente, que alguien te pue-
no pequemos por necesidad. Si Dios sabe de antemano, dices, da argüir diciendo que si todo cuanto es objeto de la pres-
que el hombre ha de pecar, es necesario que e! hombre pe- ciencia divina ha de suceder por necesidad v no libremente,
que, y si es necesario, ya no hay libertad de la voluntad para sigúese que él mismo hará por necesidad v no libremente todo
pecar, sino más bien una inevitable e inflexible necesidad. cuanto haya de hacer?
Tu perplejidad proviene de que ves con espanto que de
este razonamiento se sigue o la negación impía de la pres- mes, ut aut Deus futurorum omnium praescius impie negetur, aut si hoc
negare non possumus, fateamur non volúntate, sed necessitate peccari:
gerent, etiamsi aliquid inferius eos' voluisset esse quam sunt, omnibusque an aliquid aliud te movet?
ossibus et medullis conscientiae suae clamarent: Ego dixi, Domine, mi-
serere mei, cura animam meam, guia peccavi ubil: ita certis itineribus Ev.—Nihil interim aliud.
divinae misericordiae in sapientiam ducerentur, ut ñeque inventis rebus Aug.—Res ergo universas quarum Deus est praescius, non volúntate
inflati, ñeque non inventis turbulenti, et cognoscendo instructiores fie- sed necessitate fieri putas.
rent ad videndum, et ad quaerendum ignorando mitiores. Ev.—Omnino ita puto.
Aug.—Expergiscere tándem, teque ipsum paululum intuere, et die
Tibi vero cui iam hoc persuasum esse non dubito, vide quam facüe
mihi, si potes, qualem sis habiturus eras voluntatem. utrum peccandi.
de tam magna quaestione respondeam, cum mihi prior interroganti
an recte faciendi.
pauca respóndeos.
Ev.—Nescio.
CAPUT III Aug.—Quid? Deum itidem nescire hoc putas?
Ev.—Nullo modo id putaverim.
D E I PRAESCIENTIA NON EFFIC1T UT NON LIBERA VOLÚNTATE PECCEML'S Aug.—Si ergo voluntatem tuam crastinam novit, et omnium homi-
num, sive qui sunt, sive qui futuri sunt, futuras praevidet volúntales,
6. Certe enim hoc te movet, et hoc miraris, quomodo non sint con- multo magis praevidet quid de iustis impiisque facturus sit.
traria et repugnantia. ut et Deus praescius sit omnium futurorum, et nos Ev.—Prorsus si meorum operum praesciuní Deum dico, multo fi-
non necessitate, sed volúntate peccemus. Si enim praescius est Deus, in- dentius eum dexerini praescire opera sua, et quid sit facturus certissime
quis, peccaturum esse hominem, necesse est ut peccet: si autem necesse praevidere.
est, non ergo est in peccando voluntatis arbitrium, sed potius inevitabi- Aug.—Nonne igitur caves ne tibi dicatur, etiam ipsum quaecumque
lis et fixa necessitas. Qua ratiocinatione hoc videlicet ne conficiatur ti- facturus est, non volúntate sed necessitate facturum. si omnia quorum
1 Deus praescius est, necessitate fiunt, non volúntate?
Ps. 4 0 , 5 .
328 DEL LIBRE ALBEDRÍO I I I , 3, 7 131.3,7 DEL LIBKE ALBhDRIO 329
Ev.—Es q u e al d e c i r q u e sucede p o r n e c e s i d a d todo lo q u e Ag.—Tú l l e g a r á s , p o r c o n s i g u i e n t e , a ser b i e n a v e n t u r a d o a
D i o s p r e v é q u e h a de s u c e d e r , m e fijaba sólo en a q u e l l a s c o s a s la fuerza.
q u e p a s a n en l a s c r i a t u r a s , y n o lo que p a s a en él, p u e s en Ev.—Si en m i m a n o estuviera el ser b i e n a v e n t u r a d o , lo
D i o s l a s cosas n o c o m i e n z a n a ser n i d e j a n de ser, sino q u e sería desde a h o r a ; lo q u i e r o desde a h o r a m i s m o , y n o lo soy
son s e m p i t e r n a s . p o r q u e n o soy yo q u i e n m e hace d i c h o s o , s i n o él.
Ag.—Dios n o a c t ú a , p o r t a n t o , s o b r e sus c r i a t u r a s . Ag.—Has e x p r e s a d o fielmente la v e r d a d . N o p o d e m o s , en
Ev.—El d e t e r m i n ó de u n a vez p a r a s i e m p r e c ó m o ha de efecto, t e n e r la convicción de q u e está en n u e s t r o p o d e r sino
d e s a r r o l l a r s e el o r d e n u n i v e r s a l que e s t a b l e c i ó , y n a d a d i s p o n e
a q u e l l o q u e h a c e m o s c u a n d o ( m e l e m o s h a c e r l o . P o r lo c u a l
n u n c a p o r u n acto n u e v o de su v o l u n t a d .
n a d a está t a n t o en n u e s t r o p o d e r c o m o n u e s t r a m i s m a v o l u n t a d ,
Ag.—¿Acaso no hace a nadie dichoso?
p u e s ei/a está d i s p u e s t a a /a ejecución sin d e m o r a a b s o l u t a -
Ev.-—Sí, c i e r t a m e n t e . m e n t e n i n g u n a en el m i s m o i n s t a n t e en q u e q u e r e m o s . De a q u í
Ag.—Entonces lo h a c e d i c h o s o c u a n d o el h o m b r e l l e g a a
que con r a z ó n p o d a m o s decir q u e e n v e j e c e m o s p o r n e c e s i d a d
serlo.
y n o p o r v o l u n t a d , e i g u a l m e n t e que m o r i m o s p o r n e c e s i d a d ,
Ev.—Así es.
n o p o r v o l u n t a d , y así de o l í a s cosas s e m e j a n t e s ; p e r o ¿ q u i é n ,
Ag.—Según eso, si, p o r e j e m p l o , tú vas a ser dichoso den
si n o es u n loco, se a t i e v e r á a decir q u e no q u e r e m o s v o l u n t a -
t r o de u n a ñ o , d e n t r o de u n a ñ o te h a r á él d i c h o s o .
r i a m e n t e lo q u e q u e r e m o s ?
Ev.—Sí. P o r lo c u a l , a u n q u e D i o s conozca de a n t e m a n o l o d o s los
Ag.—En ese caso p r e v é ya h o y lo q u e h a de h a c e r d e n t r o actos de n u e s t r a v o l u n t a d , n o se sigue, sin e m b a r g o , que q u e r a -
de u n a ñ o . m o s a l g u n a cosa sin v o l u n t a d de q u e r e r l a . L o q u e h a s d i c h o
Ev.—Desde la e t e r n i d a d h a t e n i d o esta p r e s c i e n c i a , y, si de la felicidad, de que n o l l e g a b a s tú a ser feliz p o r ti m i s m o , lo
eso h a de suceder, a d m i t o q u e de eso la tiene t a m b i é n igua 1 - dijiste c o m o si yo lo n e g a r a : n o lo n i e g o , sino que d i g o q u e ,
mente hoy mismo. c u a n d o l l e g u e s a ser feliz, lo s e r á s , n o c o n t r a tu v o l u n t a d , s i n o
7. Ag.—Dime, te r u e g o , ¿ a c a s o n o eres t ú su c r i a t u r a , o q u e r i é n d o l o t ú . Así, p u e s , s i e n d o D i o s c o n o c e d o r de tu felicidad
tu d i c h a n o se r e a l i z a r á en t i ? f u t u r a y n o p u d i e n d o ser de otro m o d o de c o m o él lo conoce,
Ev.—Sí, soy su c r i a t u r a , y m i d i c h a se r e a l i z a r á en m í . de lo c o n t r a r i o n o t e n d r í a p r e s c i e n c i a , n o p o r eso nos v e m o s
Ag.—Así, p u e s , p o r d i s p o s i c i ó n de D i o s , tú l l e g a r á s a ser o b l i g a d o s a p e n s a r lo q u e sería u n a b s u r d o e n o r m e y m u y dis-
d i c h o s o , n o p o r v o l u n t a d p r o p i a , sino p o r necesidad. t a n t e de la v e r d a d , a s a b e r : que tú h a s de ser b i e n a v e n t u r a d o
Ev.—Su v o l u n t a d es p a r a m í u n a n e c e s i d a d . sin q u e r e r l o .
P u e s bien, así c o m o tu v o l u n t a d de ser feliz, c u a n d o comien-
Ev.—Ego cum dicerem necessitate universa fieri quae Deus futura zas a s e r l o , n o a n u l a la p r e s c i e n c i a de D i o s , q u e es i n d u b i t a b l e
praescivit, et sola intuebar quae in creatura eius fiunt. non autem quae
in ipso: non enim ea fiunt, sed sunt sempiterna. Aug.—Tu itaque invitus beatus eris.
Aug.—Nihil ergo in sua creatura operatur Deus. Ev.—Mihi si esset potestas ut essem beatus, iam profecto essem: voló
Ev.—Iam semel statuit quemadmodum feratur ordo eius universita- enim etiam nunc, et non sum, quia non ego, sed ille me beatum facit.
tis quam condidit; ñeque enim aliquid nova volúntate administrat. Aug.—Optime de te veritas clamat. Non enim posses aliud sentiré esse
Aug.—Numquid neminem beatum facit? in potestate nostra, nisi quod cum volumus facimus. Quapropter nihil tam
Ev.—Facit vero. in nostra potestate, quam ipsa voluntas est. Ea enim prorsus nullo inter-
Aug.—Tune utique facit, quando Ole fit. vallo, mox ut volumus praesto e=t. Et ideo recte possumus dicere: Non
Ev.—Ita est. volúntate senescimus, sed necessitate; aut, non volúntate morimur, sed
Aug.—Si igitur, verbi gratia, post annum beatus futurus es, post necessitate; et si quid aliud huiusmodi: non volúntate autem volumus,
annum te beatum facturus est. quis vel deliras audeat dicere?
Ev.—Etiam. Quamobrem. quamvis praesciat Deu« nostras voluntares futuias, non
Aug.—Iam ergo praescit hodie quod post annum facturus est. ex eo tamen conficitur ut non volúntate aliquid velimus. Nam et de bea-
Ev.—Semper hoc praescivit: mine quoque hoc eum praescire con- titudine quod dixisti, non abs teipso beatum fieri, ita dixi=ti, quasi hoc ego
sentio, si est ita futurum. negaverim: sed dico, cum futurus es beatus, non te invitum, sed volen-
7. Aug.—Dic, quaeso, num tu creatura eius non es. aut tua beati- tem futurum. Cum igitur praescius Deus sit futurae beatitudinis tuae,
tudo non in te fiet? nec aliter aliquid fieri possit quam ille praescivit, alioquin nulla prae-
Ev.—Imo et creatura eius sum, et in me fiet quod beatus ero. scientia est; non tamen ex eo cogimur sentiré, quod absurdissimum est
Aug.—Non ergo volúntate sed necessitate in te fiet beatitudo tua Deo et longe a veritate seclusum, non te volentem beatum futurum.
faciente. Sicut autem voluntatem beatitudinis, cum esse coeperis beatus, non
Ev.—Voluntas illius mihi est necessitas. tibi aufert praescientia Dei, quae hodieque de tua futura beatitudine
330 DEL LIBRE ALKEDRIO III, 3,8 lli,3,8 DLL L1EKE ALBEDRÍO 331
hoy, como siempre, respecto de tu felicidad futura, del mismo remos es imposible no querer, los que quieren una cosa tienen
modo, si el día de mañana has de realizar voluntariamente un voluntad, y, sin embargo, ninguna cosa está en *u poder sino
acto culpable, no porque Dios lo vea de antemano dejará de aquello que tienen, cuando lo quieren tener. Nuestra voluntad,
ser un acto voluntario. por consiguiente, no sería nuestra si no estuviera en nuestro
8. Considera ahora, te ruego, cuan ciega e irracionalmente poder, Y por lo mismo que está en nuestro poder, por eso es
se suele decir: Si Dios ha previsto los actos futuros de mi vo- libre, pues es claro que no es libre lo que no eslá en nuestro
luntad, tengo que querer necesariamente lo que él ha previsto, poder o que, estándolo, puede dejar de estarlo.
porque nada puede ser de otro modo de como él lo ha previsto; He aquí cómo, sin negar la presciencia divina de todas las
y si es necesario que lo quiera, hay que confesar que lo quiero cosas que han de suceder, es posible que nosotros queramos
por necesidad y no por elección de mi libre albedrío. ¡Oh de- libremente ¡o que queremos. Dios tiene presciencia de nuestra
mencia singular! ¿Cómo podría explicarse que no pueda suce- voluntad, y tal será cual él la prevé; y será una voluntad o
der de otro modo de como Dios lo ha previsto si la voluntad acto libre, porque Dios así lo ha previsto; y, por otra parte,
no fuera la misma que él ha previsto que había de ser? no sería voluntad nuestra si no estuviera en nuestro poder.
Luego también Dios tiene presciencia de nuestro poder. En fin,
No quiero hacer mención de aquel otro igualmente mons-
no queda anulada nuestra libertad por la presciencia divina;
truoso delirio que poco antes te indiqué, a saber: que el mismo
al contrario, es más cierta, porque aquel cuva presciencia no
hombre que dice: Es ineludiblemente necesario que yo quiera
se engaña previo que seríamos libres.
esto, trate, no obstante, de suprimir la voluntad, supuesta la
necesidad del querer. Porque, si es necesario que quiera, ¿de Ev.—He aquí que desde ahora mismo admito que es nece-
dónde puede proceder su querer si no tiene voluntad? sario que suceda todo cuanto Dios ha previsto y tal y como
él lo ha previsto, y que, no obstante la presciencia de nuestros
Mas si no ha querido decir esto, sino que, al decir que el
pecados, nuestra voluntad no deja de ser libre ni de estar
acto de su voluntad es necesario, ha querido significar que su
siempre en nuestro poder.
voluntad no depende de él, en ese caso se le refuta con lo que
tú mismo respondiste cuando te pregunté si tú no serías dichoso adest utique voluntas volentibus; nec aliud quidquam est in potestate,
sin quererlo, pues me contestaste que ya serías dichoso, si es- nisi quod volentibus adest. Voluntas igitur nostra nec voluntas esset,
tuviera en tu mano el serlo; dijiste que querías, pero que aún nisi esset in nostra potestate. Porro, quia est in potestate, libera est nobis.
no podías serlo. Yo repuse entonces que habías dicho una gran Non enim est nobis liberum, quod in potestate non habemus, aut pot-
verdad, y con razón, porque no podemos negar que tenemos est non esse quod habemus.
este poder sino en el caso de no poder tener lo que queremos. Ita fit ut et Deum non negemus esse praescium omnium futurorum,
Pero cuando queremos, si realmente no hay voluntad de que- et nos tamen velimus quod volumus. Cum enim sit praescius voluntatis
nostrae, cuius est praescius ip«a erit. Voluntas ergo erit, quia volunta-
rer, es que realmente no queremos. Ahora bien, si cuando que- Sis est praescius. Nec voluntas esse poterif, si in potestate non erit.
Ergo et potestatis est praescius. Non igitur per eius praescientiam mihi
certa est: sic etiam voluntas culpabilis, si qua in te futura est, non prop- potestas adimitur. quae propterea mihi certior aderit, quia ille cuius
terea voluntas non erit, quoniam Deus eam futuram esse praescivit. praescientia non faliiiui, adfuturam mihi esse praescivit.
8. Attende enim, quaeso, quanta caecitate dicatur: Si praescivit Ev.—Ecce iam non negó ita necesse esse fieri quaecumque praescivit
Deus futuram voluntatem meam, quoniam nihil aliter potest fieri quam Deus, et ita eum peccata nostra praescire, ut maneat tamen nobis vo-
praescivit, necesse est ut velim quod ille praescivit: si autem necesse luntas libera, atque in nostra posita potestate.
est, non iam volúntate, sed necessitate id me velle fatendum est. O stulti-
tiam singularem! Quomodo ergo non potest aliud fieri quam praescivit
Deus, si voluntas non erit, quam voluntatem futuram ille praesciverit?
Omitto illud aeque monstruosum, quod paulo ante dixi eumdem ho-
minem dicere: Necesse est ut ita velim, qui necessitate supposita au-
ferre nititur voluntatem. Si enim necesse est ut velit, unde volet cum
voluntas non erit?
Quod si non hoc modo dixerit, sed dixerit se, quia necesse est ut
velit, ipsam voluntatem in potestate non habere; occurrettir ex eo quod
ipse dixisti, cum quaererem utrum invitus beatus futurus sis: respondisti
enim quod iam esses beatus, si potestas esset in te; velle enim te,
sed nondum posse dixisti. Ubi ego subieci de te clamasse veritatem: non
enim negare possumus habere nos potestatem, nisi dum nobis non adest
quod volumus; dum autem volumus, si voluntas ipsa deest nobis, non
utique volumus. Quod si fieri non potest ut dum volumus non velimus,
332 DEL LIBRL; AI.KKDKIO III, 4,10 111,4,11 DEL LIBRE ALBEDRIO 333
i
334 DEL LIBRE ALBhDKIO III, 5,12
111,5,13 DEL LIBRE ALBEDRIO 335
p r e m i a r a los q u e o b r a n b i e n p o r la m i s m a r a z ó n , o sea, p o r -
q u e t a m b i é n p r e v é q u e h a n de o b r a r b i e n . n o e x i s t i e r a n ; p u e s h a s de s a b e r q u e , si l a s v i t u p e r a s , es com-
P e r o n o , t o d o lo c o n t r a r i o ; confesemos q u e es p r o p i o d e p a r á n d o l a s consigo m i s m a s , al c o n s i d e r a r c u á l e s s e r í a n si n o
su p r e s c i e n c i a el n o i g n o r a r n a d a de c u a n t o h a de suceder,, h u b i e r a n c o m e t i d o el p e c a d o . P e r o el h o m b r e d e b e , en el g r a d o
y p r o p i o de su j u s t i c i a el n o d e j a r i m p u n e el p e c a d o en s u que le p e r m i t a n sus f a c u l t a d e s , t r i b u t a r al C r e a d o r de e l l a s l a s
j u i c i o , p r e c i s a m e n t e p o r q u e es c o m e t i d o p o r la v o l u n t a d l i b r e , m á s d i g n a s a l a b a n z a s , n o sólo p o r q u e su j u s t i c i a las o b l i g a
y que la p r e s c i e n c i a n o o b l i g a a n a d i e a p e c a r . a e n t r a r en el o r d e n p o r él e s t a b l e c i d o , sino t a m b i é n p o r q u e
las hizo tales q u e , a u n a f e a d a s p o r el p e c a d o , son m u y supe-
r i o r e s en d i g n i d a d a la luz c o r p o r a l , p o r la c u a l j u s t a m e n t e
CAPITULO V le a l a b a m o s .
13. T a m b i é n te a d v i e r t o que te g u a r d e s de d e c i r , si n o q u e
DEBEMOS ALABAR A D I O S POR H A B E R DADO E L S E R AUN A LAS- m e j o r sería que n o existiesen, al m e n o s q u e l a s d e b í a h a b e r
CRIATURAS QUE PECAN VOLUNTARIAMENTE, Y QUE SON» P O R LO- c r e a d o de o t r a c o n d i c i ó n ; p o r q u e t o d o lo q u e r a z o n a b l e m e n t e
MISMO, DESGRACIADAS se te o c u r r a a ti c o m o m e j o r , ten p o r cierto q u e D i o s lo h a
h e c h o , c o m o C r e a d o r que es de lodos los b i e n e s . Y es de s a b e r
12. E n c u a n t o a lo q u e m e p r o p u s i s t e en t e r c e r l u g a r , a
q u e n o es u n a r a z ó n v e r d a d e r a , sino u n a d e b i l i d a d e n v i d i o s a ,
s a b e r , c ó m o es p o s i b l e n o i m p u t a r al C r e a d o r lo q u e es nece-
s a r i o que s u c e d a en su c r i a t u r a , f á c i l m e n t e n o s lo d i r á a q u e l l a e l n o q u e r e r a d m i t i r g r a d o s i n f e r i o r e s en la e s c a l a de los seres,
n o r m a de p i e d a d q u e conviene r e c o r d a r , y es q u e s i e m p r e y p o r c u a n d o se p i e n s a q u e u n a cosa, c u a l q u i e r a q u e sea, d e b e r í a
t o d o d e b e m o s d a r g r a c i a s a n u e s t r o C r e a d o r , c u y a larguísima" h a b e r sido d o t a d a de m á s p e r f e c c i ó n ; c o m o si, p o r e j e m p l o ,
b o n d a d d e b e r í a m o s a l a b a r , sin d u d a a l g u n a , y con t o d a j u s t i - d e s p u é s de h a b e r c o n t e m p l a d o la h e r m o s u r a del cielo n o qui-
cia, a u n en el caso de q u e n o s h u b i e r a c o l o c a d o en a l g u n o d e s i e r a s que h u b i e r a sido h e c h a la t i e r r a . E s t o sería u n a i n i q u i -
los g r a d o s i n f e r i o r e s de la c r e a c i ó n . A u n en el caso de q u e d a d . J u s t a m e n t e le c e n s u r a r í a s si, n o h a b i e n d o h e c h o ei cielo,
n u e s t r a a l m a e s t u v i e r a m a n c h a d a con el p e c a d o , sería, sin em- t ú no vieras que h a b í a hecho nada más que la tierra, p o r q u e
b a r g o , m á s s u b l i m e y m e j o r q u e si fuera t r a n s f o r m a d a en esta h u b i e r a s p o d i d o decir q u e d e b í a h a b e r l a h e c h o de f o r m a q u e
luz visible. T ú m i s m o te das c u e n t a de c u á n t o a l a b a n a D i o s p o r ella h u b i e r a s p o d i d o i m a g i n a r el cielo. P e r o c u a n d o h u b i e -
p o r la h e r m o s u r a de esta luz h a s t a los m i s m o s que viven es- r a s visto r e a l i z a d o a q u e l cielo, c u y a i m a g e n q u e r í a s se desper-
clavos de los s e n t i d o s del c u e r p o . t a s e en ti m e d i a n t e la vista de la t i e r r a , y c u a n d o h u b i e r a s
P o r lo cual n o te t u r b e el que sean v i t u p e r a d a s las a l m a s s a b i d o q u e se l l a m a b a cielo y n o t i e r r a , creo q u e , n o h a b i e n d o
p e c a d o r a s , de m o d o que digas en tu c o r a z ó n : m e j o r sería q u e s i d o f r u s t r a d o tu deseo de u n ser m á s perfecto, n o te h u b i e r a
p a r e c i d o m a l q u e d e b a j o de este cielo h u b i e r a u n a c r i a t u r a
peccantibus, quia praevidet peccaturos, nec recte facientibus debet prae- inferior llamada tierra.
mia retribuere, quia et recte facturos nihilominus praevidet. A d e m á s , en l a m i s m a t i e r r a h a y t a n t a diferencia e n t r e sus
Imo vero fateamur et ad praescientiam eius pertinere ne quid eum-
lateat futurorum, et ad iustitiam, ut peccatum, quia volúntate commit- ut dicas in corde tuo melius fuisse si non essent. In sui enim compara-
titur, ita indicio eius impune non fiat. sicut praescientia non cogituí tione vituperantur, dum cogitatur quales essent, si peccare noluissent.
fieri. Institutor tamen earum Deus praeclarissime pro humana facúltate lau-
dandus est, non solum quoniam peccantes eas iuste ordinat, sed etiam
CAPUT V quia tales instituit, ut etiam peccatis sordidatae, nullo modo lucis cor-
poralis dignitate superentur, de qua tamen iure laudatur.
DEUS DE CREATURAE ETIAM QUAE PECCATO MISERIAKQUE OBNOXIA
EST PRODUCTIONE LAUDANDÜS
13. Illud quoque moneo caveas, ne forte non dicas quidem melius
fuisse ut non essent, sed aliter fieri eas debuisse. Quidquid enim tibi
12. Iam illud quod tertio loco posuisti, quomodo non Creatori depu- vera ratione melius occurrerit, scias fecisse Deum tanquam bonorum om-
tandum sit quidquid in eius creatura fieri necesse est; regula illa pie- nium conditorem. Non est autem vera ratio, sed invida infirmitas, eum
tatis facile commonebit, quam meminisse nos convenit, gratiarum actio- aliquid melius faciendum fuisse cogitaveris, iam nihil aliud inferius
nem nos deberé Creatori nostro. Cuius profecto largissima bonitas ius- velle fieri tanquam si perspecto cáelo, nolles terram factam esse; inique
tissime laudaretur, etiamsi aliquo inferiore creaturae gradu nos condi- omnino. Recte enim reprehenderes, si praetermisso cáelo terram factam
disset. Quamvis enim anima nostra peccatis tabefacta sit, sublimior est videres, quoniam díceres ita eam fieri debuisse, sicuti posses cogitare
tamen et melior, quam si in hanc lucem visibilem verteretur. Et vides caelum. Cum ergo etiam illud ad cuius speciem volebas terram perdu-
profecto de huius lucís eminentia, quantum laudent animae Deum etiam cere, factum esse perspiceres, non autem hoc terram, sed caelum vocarí;
corporis sensibus deditae. credo quod re meliore non fraudatus, ut inferior quoque aliqua fieret
Quapropter non te iam moveat, quod vituperantur animae peccatriees„ et térra esset, nequáquam ínvidere deberes.
In qua térra secundum partes eius tanta est varietas, ut nihil quod
336 DLL LIBRE ALBEDRÍO III, 5. 15
I I I . 5, 14 DEL LIBM ALBEDRÍO g„7
diversas partes, que nada de cuanto pertenece a la hermosura
de la tierra puede concebir nuestro espíritu que no haya sido o ejemplares según los cuales fueron hechas todas las cosas
hecho en su totalidad por Dios, Creador de todas las cosas; Y lo que en aquellas razones no está contenido, tan es Verdad
porque desde la parte más feraz y amena hasta llegar a la que nadie lo puede ver mediante un razonamiento fundado en
más árida e infecunda se pasa por una gradación media tal, la verdad, cuan es cierto que eso no es, ni puede ser, verdadera
que sería osado atreverse a juzgar desfavorablemente ninguna realidad.
de ellas, a no ser comparada con otra mejor. Y al ascender 14. El error de la mayor parte de los hombres consiste
así por todos estos grados en alabanzas al Creador, hasta llegar en que, habiendo visto con los ojos de la mente la existencia
a la parte más perfecta de la tierra, no creo que quisieras que de cosas mejores, las buscan y desean verlas después con los
no existiese otra parte más que ésta. Ahora bien, entre el cielo ojos de la cara; pero no en sus lugares propios, como sucede-
y la tierra, ¿cuánta distancia no hay? Entre ambos se intei- ría, por ejemplo, al que, concibiendo en su mente la idp a
ponen los elementos acuosos y gaseosos, v de estos cuati o perfecta de la redondez, le causase fastidio el no encontrarla
elementos resulta otra infinidad de especies y formas, que sólo realizada en la nuez, si jamás en su vida hubiera visto ningún
Dios puede contar. otro cuerpo redondo más que éste. Semejante a este hombre
Puede, según esto, habei en la naturaleza cosas que tú ni son aquellos que viendo en su mente, y con muchísima razón,
siquiera llegas a imaginarte; pero no puede dejar de haber que sería mejor una criatura que, aunque dolada de libertad,
nada que a ti se te ocurra razonablemente que debería haber, hubiera, sin embargo, permanecido siempre unida a Dios, s[n
porque no puedes, en efecto, imaginarte en las criaturas pei- haber pecado jamás, al ver los pecados de los hombres se due-
fección alguna más conforme a ellas que haya podido ocultarse len de ellos, no porque quieran dejar de pecar, sino porque
quisieran no haber sido creados en condiciones de poder pe-
a la vista del Creador. Como que cuando el alma humana, que
car; y así dicen: Ojalá nos hubiera hecho tales, que hubiéra-
está naturalmente unida a la razón divina, de la cual depende,
mos podido estar siempre unidos a la verdad inconmutable
dice que mejor sería esto que aquello, si dice verdad y sabe lo
y no hubiéramos querido jamás pecar.
que dice, lo ve en aquellas razones a las que está unida. Que
Mas yo les digo: No clamen, no censuren al Creador, pue%
tenga, pues, por cierto que Dios ha hecho todo lo que ella
Dios no íes ha obligado a pecar por el hecho de haberlos crea-
piensa razonablemente que debía haber hecho, aunque no al-
do y haberles dado el poder de querer o no querer pecar. ¿No
cance a verlo como una realidad en las cosas creadas; porque, hay muchos ángeles dotados igualmente de esta libertad, v que,
aun en el supuesto de que no alcanzara a ver el cielo con los no obstante, no han pecado nunca ni pecarán jamás? Por lo
ojos de la cara, y, no obstante, dedujere con verdadero funda- cual, si te agrada la criatura que, perseverando firmísima en el
mento que Dios debió haberlo hecho, debería tener por cierto bien, no peca, no hay duda que la preferirás, y con justa razón,
que lo había hecho, aunque realmente no lo viera con los ojos a la que peca; mas, así como tú en tu mente la antepones a la
corporales, ya que realmente no hubiera podido ver con la
inteligencia que debía haberlo hecho sino en aquellas razones fu i-se colligeret. credeie debuit factura esse, quamvis id oculis non
vidertt. Non enim cogitatione videret fuisse faciendum, nisi in lis
ad terrae pertinet speciem cogitanti occuirat, quod non in tota eius rationibus quibus facta sunt onmia. Quod autem ibi non est, tam nenio
mole Deus omnium conditor fecerit. Namque a térra feracissima et potest veraci cogitatione videre, quam non est verum.
amoenissima usque ad salsissimam et infecundissimam, ita gradatim per 14. in eo pleiique nomines errant, quia melioia cum mente con-
medias pervenitur, ut nullam reprehenderé audeas nisi in comparatione spexerint. non in sedibus congruis ea oculis quaeiunt. Velut si quisquam
melioris; atque ita per omnes gradus laudis ascendas, ut quod summum perfectam rotunditatem ratione comprehendens, stomachetur quod talem
genus terrae inveneris, solum tamen esse nolis. Iam vero ínter totam in nuce non invenit, si nullum unquam corpus lotundum praeter hu-
terram et caelum quanta distantia est? Interponuntur enim húmida fla- iuscemodi poma conspexit. Nam ita quidam cum ratione verissima videant
bilisque natura: atque ex his quatuor elementis aliae innumerabiles meliorem esse creaturam, quae quamvis habeat liberam voluntatem, Deo
nobis, numeratae autem Deo rerum species formaeque variantur. tamen semper infixa, nunquara peccaverit; intuentes peccata hominum,
Potest ergo esse aliquid in rerum natura, quod tua ratione non co- non ut peccare desinant, sed quia facti sunt dolent, dicentes: Tales nos
gitas. Non esse autem quod vera ratione cogitas, non potest. Ñeque enim faceret, ut semper incommutabüi eius veritati perfrui, nunquam autem
tu potes aliquid melius in creatura cogitaie, quod creaturae artificem peccare vellemus.
fugerit. Humana quippe anima naturaliter divinis ex quibu« pendet Non clament, non succenseant: quia ñeque ipsos ideo coegit pecca-
connexa rationibus, cum dicit: Melius hoc fieret quam illud; si verum re, quia fecit, quibus potestatem utrum vellent dedit; et sunt tales qui-
dicit, et videt quod dicit, in lilis quibus connexa est rationibus videt. dam Angelí, qui ñeque peccaverunt unquam, ñeque peccaturi sunt. Quam-
Credat ergo Deum fecisse quod vera ratione ab eo faciendum fuisse obrem si te delectat creatura quae peiseverantissima volúntate non pec-
cognovit, etiamsi hoc in rebus factis non videt, Quia etiamsi caelum cat. non est dubitandum quod eam peccanti recta ratione praeponas:
oculis videre non posset, et tamen ratione vera tale aliquid faciendum sed sicut eam tu cogitatione praeponis; sic eam creator Deus ordinatione
338 DEL LIBRE ALBEURÍO III, 5.15 III. 5,16 DEL LIBRE ALBEDRIO 339
butado honores divinos, considerándolo, bien que muy equivo- han llegado a la sabiduría, cuando se encuentran con hombres
cadamente, como la substancia del Dios sumo y verdadero. que, no sabiendo apreciar las cosas por la razón, alaban a Dios
Ahora bien, en el mundo de los seres corpóreos, desde las en las criaturas inferiores, porque las encuentran más acomo-
mismas masas siderales hasta el número de nuestros cabellos, dadas al modo de ser de sus sentidos corporales, pero que, tra-
se halla tan gradual y maravillosamente ordenada la bondad tándose de las superiores y más excelentes, unos no le alaban,
y perfección de todas las cosas, que sería una estulticia decir: o le alaban menos de lo justo; otros tienen la osadía de cen-
¿qué es esto?, ¿a qué viene esto?, porque todo ha sido creado surarlo o la pretensión de corregir su obra, y parte, finalmen-
en el orden que le corresponde. ¿Cuánta mayor necedad no te, no creen que sea él su Creador, o desprecian en absoluto
será decirlo respecto de cualquier alma, que, por más que haya los juicios de semejantes hombres, si es que no consiguen co-
degenerado de su nativa hermosura y caído en cualquier de- rregirlos,^ o los aguantan y toleran pacientemente hasta que
fecto, estará siempre, sin duda alguna, muy por encima de la ellos mismos los corrijan.
excelencia de lodos los cuerpos?
17. De un modo aprecia la razón las cosas y de otro muy
distinto las aprecia la utilidad. La razón las juzga a la luz de CAPÍ T II L O V1
la verdad, para así poder subordinar justamente las inferiores
a las superiores. La utilidad se inclina, las más de las veces, NADIE PODRÁ DECIR COM RAZÓN QUE QUIERA MÁS NO SER QUE
del lado de las ventajas que proporcionan las co-,as, y así se SER DESGRACIADO
explica que. a veces, aprecia más lo que la razón demuestra
18. Siendo esto así, tan lejos está de la verdad el pensar
que es inferior. Por ejemplo, siendo verdad que la razón ante-
que se deben imputar al Creador los pecados de las criaturas,
pone con mucho los cuerpos celestes a los terrestres, no obs-
tante, ¿quién de los hombres carnales no preferiría que llega- no obstante ser necesario que suceda lo que él ha previsto,
sen a faltar varias estrellas en el firmamento antes que un ar- como lejos lo estabas tú al proclamar la imposibilidad de ver
busto de su campo o una vaca de su vacada? Pero, así como cómo no imputarle lo que sucede en su criatura sin que pueda
los hombres de mayor edad no toman en cuenta para nada el no suceder. Yo, por el contrario, no veo, ni puedo ver, y ade-
juicio que los niños hacen de las cosas, o esperan paciente- más afirmo que es imposible que haya manera alguna de
mente a que el tiempo los corrija, pues los niños prefieren a la imputar a Dios lo que es necesario que suceda en la criatura,
de su pájaro la muerte de cualquier hombre, si se exceptúa la pero de tal modo necesario, que deje intacta la voluntad libre
de algunos, cuyo amor forma sus delicias, y mucho más si se del pecador.
trata de un hombre terrible y su pájaro es hermoso y cantador, Si alguien me dijere: Más querría no ser que ser desgra-
así también aquellos hombres que por el adelanto de su alma ciado, le respondería inmediatamente: Mientes, porque ahora
ita ii qui provectu animi ad sapientiam profecerunt, imperitos rerum
quoruralibet quamlibet splendidissinms fulgor, quem pro ipsius summl aestimatores cum invenerint Deum laudantes in creaturis minoribus, qui
Dei substantia quídam, quamvis cum magno errore, venerantur. eas carnalibus suis sensibus accommodatitts adhibent, in superioribus
Quod si in ordine corporearum creaturarum ab ipsis siderum choris vero atque melioribus partim eum non laudantes, minusve laudantes,
usque ad numerum capillorum nostrorum, ita gradatim bonarum rerum partim etiam vituperare aut emendare conantes, partim non credentes
pulchritudo contexitur, ut imperitissime dicatur, Quid est hoc? m quid quod earum ille sit conditor; talium iudicia vel omnino contemnere, si
hoc? omnia enim ordine suo creata sunt: qnanto imperitius de quacum- corrigere nequeunt, vel doñee corrigant, aequo animo tolerare ac sus-
que anima dicitur, quae ad quantamlibet sui decoris diminutionem de- tinere consuescant.
fectumque pervenerit, omnium corporum dignitatem sine ulla dubitatione
semper superabit? CAPUT VI
17. Aliter enim aestimat ratio, aliter usus. Ratio aestimat luce NEMO VERÉ DIXERIT SE MALLE NON ESSE QUAM MISERUM ESSE
veritatis, ut recto iudicio subdat minora maioribus: usus autem consue-
tudine commoditatis plerumque inclinatur, ut ea pluris aestimet quae 18. Quae cum ita se habeant, tantum abest a vero, quod Creatori
veritas minora esse convincit. Cum enim corpora caelestia corporibus deputand? existimantur peccata creaturae, quamvis necesse est fíant
terrestribus magna differentia ratio praeponat, quis tamen carnaiium quae ipse futura praescivit, ut cum tu dixeris non te invenire quomodo
hominum non mallet, vel plura deesse in cáelo sidera, quam unam ar- non ei deputetur, quidquid in eius creatura fieri necesse est; ego contra
busculam in agro suo, aut vaccam in armento? Sed sicut aetate maiores non inveniam modum, ñeque inveniri posse atque omnino non esse con-
nomines vel omnino contemnunt, vel certe patienter corrigenda exspectant firmen], quo ei deputetur quidquid in eius creatura ita fieri necesse est,
iudicia parvulorum, qui exceptis quibusdam quorum amore laetantur, ut volúntate peccantium fiat.
quemlibet hominum caeterorum morí malunt, quam passerem suum; et Si enim quis dixerit: Non esse, quam miserum me esse mallem:
multo magis si homo sit ille terribilis, passer autem canorus et pulcher: respondebo: Mentiris. Nam et nunc miser es, nec ob aliud mori non vis,
342 DEL LIBRE ALBEDHIO III, 6,19 111,7,20 DEL LIBRE ALBEDRÍO 343
m i s m o eres u n m i s e r a b l e y, sin e m b a r g o , p o r n i n g u n a o t r a q u i e r e s ser, t i e n e s d e t o d o s m o d o s m o t i v o s p a r a d a r g r a c i a s
r a z ó n q u i e r e s n o m o r i r sino p o r q u e q u i e r e s s e r ; y así, n o q u e - a la b o n d a d del C r e a d o r .
r i e n d o ser m i s e r a b l e , q u i e r e s , n o o b s t a n t e , s e r . D a , p u e s , g r a -
Y si n o e r e s d u e ñ o de ti m i s m o , es p o r q u e estás e n p o d e r
cias a D i o s p o r q u e eres, a fin de q u e dejes de ser lo q u e e r e s
d e o t r o , o m á s p o d e r o s o q u e tú o m e n o s . Si es m e n o s , t u y a
en c o n t r a de tu v o l u n t a d . Existes v o l u n t a r i a m e n t e y eres m i -
es la c u l p a y j u s t a la d e s g r a c i a , p o r q u e p o d r í a s s o b r e p o n e r t e
s e r a b l e en c o n t r a de tu p r o p i a v o l u n t a d , p o r q u e , si eres i n g r a t o
a l que es m á s d é b i l q u e tú si q u i s i e r a s . P e r o si, s i e n d o tú m á s
r e s p e c t o de tu v o l u n t a r i a existencia, con r a z ó n te ves o b l i g a d o
d é b i l , e s t u v i e r a s en p o d e r d e otro m á s fuerte q u e t ú , d e n i n g ú n
a s e r lo q u e n o q u i e r e s , o sea m i s e r a b l e . P u e s b i e n , p o r el
modo podrías juzgar razonablemente como injusta tan sabia
h e c h o d e q u e , a p e s a r de ser m i s e r a b l e , tienes lo q u e q u i e r e s ,
a l a b o yo la b o n d a d del C r e a d o r , y p o r el h e c h o de q u e , p o r ordenación.
ser tú i n g r a t o , p a d e c e s lo q u e n o q u i e r e s , a l a b o la j u s t i c i a P o r esto m i s m o te dije con m u c h í s i m a r a z ó n : si esto, es
del O r d e n a d o r . decir, el q u e seas m i s e r a b l e , es injusto, n o lo s e r á s ; m a s si es
j u s t o , entonces a l a b e m o s a aquel p o r c u y a d i s p o s i c i ó n lo e r e s .
19. Si a l g u i e n r e p l i c a r e d i c i e n d o : N o q u i e r o m o r i r , p r e c i -
s a m e n t e p o r q u e prefiera ser m i s e r a b l e a n o ser en a b s o l u t o , s i n o
p a r a n o ser e t e r n a m e n t e m i s e r a b l e d e s p u é s de la m u e r t e , le
C API TU LO Vil
r e s p o n d e r é : Si esto es i n j u s t o , n o lo s e r á s ; m a s si e< j u s t o ,
e n t o n c e s a l a b e m o s a a q u e l p o r c u y a d e t e r m i n a c i ó n lo s e r á s . L A E X I S T E N C I A E S AMADA AUN P O R L O S M I S M O S D E S G R A C I A D O S ,
Si i n s i s t i e r a d i c i e n d o : ¿ C ó m o s a b r é y o q u e , si esto es j u s - PORQUE LA TIENEN DE AQUEL QUE E S E L SUMO S E R
to, n o seré m i s e r a b l e ? , le c o n t e s t a r é : P o r q u e , si tú d e p e n d e s
de tu p r o p i a v o l u n t a d , o n o serás m i s e r a b l e o j u s t a m e n t e l o 2 0 . Si t o d a v í a insistiera d i c i e n d o : A u n s i e n d o d e s g r a c i a -
serás, si le c o n d u c e s i n j u s t a m e n t e . P o r el c o n t r a r i o , si q u i e r e s d o , q u i e r o m á s ser q u e n o ser en a b s o l u t o , p o r la r a z ó n d e q u e
y no puedes conducirte justamente, entonces no eres dueño d e a c t u a l m e n t e s o y ; p e r o si a n t e s de existir h u b i e r a p o d i d o e l e g i r .
ti m i s m o , y en este caso, o n o estás b a j o la p o t e s t a d d e n a d i e e n t o n c e s h u b i e r a p r e f e r i d o el n o ser a ser m i s e r a b l e . E l t e m e r
o estás b a j o la p o t e s t a d de o t r o ; si lo p r i m e r o , o n o lo e s t á s y o a h o r a d e j a r de ser, a p e s a r de ser m i s e r a b l e , es efecto d e
en c o n t r a de tu v o l u n t a d o n o lo estás p o r q u e q u i e r e s n o estar- m i m i s m a m i s e r i a , en v i r t u d de la cual n o q u i e r o lo q u e debe-
l o ; p e r o tú n o p u e d e s s e r cosa a l g u n a i n v o l u n t a r i a m e n t e si n o ría q u e r e r , p u e s d e b e r í a q u e r e r m á s n o ser q u e ser m i s e r a b l e .
h a y a l g u n a fuerza q u e te o b l i g u e a s e r l o , y es c l a r o q u e n i n - A h o r a confieso q u e prefiero ser, a u n s i e n d o m i s e r a b l e , a n o ser
g u n a fuerza p u e d e c o a c c i o n a r a l q u e n o está sujeto a n a d a n i n a d a ; p e r o con t a n t a m á s s i n r a z ó n q u i e r o esto c u a n t o soy m á s
a n a d i e . M a s si de tu p r o p i a v o l u n t a d n o te h a l l a s b a j o l a m i s e r a b l e , y t a n t o m á s m i s e r a b l e soy c u a n t o con m á s c l a r i d a d
p o t e s t a d de n a d i e , e n t o n c e s la r a z ó n dice q u e eres d u e ñ o d e t i veo q u e n o d e b í a h a b e r q u e r i d o s e r l o . E n este caso l e r e s p o n -
m i s m o , y en este caso, sea p o r q u e , c o n d u c i é n d o t e m a l , te h a c e s
j u s t a m e n t e d e s g r a c i a d o , sea p o r q u e v o l u n t a r i a m e n t e e r e s lo q u e aut quoniam quodlibet volens eris, habes adhuc unde gratias agas bo-
nitati Conditoris tui.
nisi ut sis: ita cum miser nolis esse, esse vis tamen. Age igitur gratias Quod si in tua potestate non eris, aut potentior profecto aut infirmior
ex eo quod es volens, ut quod invitus es auferatur. Volens enim es, et te habebit in potestate. Quod si infirmior, tua culpa, et iusta miseria:
miser invitus es. Quod si ingratus es in eo quod esse vis, iure cogeris poteris enim infirmiorem superare si voles. Si autem potentior te infir-
esse quod non vis. Ex illo igitur quod etiam ingratus habes quod vis, miorem habebit in potestate, nullo modo tam rectam ordinationem recte
Creatoris laudo bonitatem: ex illo autem quod pateris ingratus quod non iniustam putabis.
vis, ordinatoris laudo iustitiam. Verissime igitur dictum est: Si hoc iniustum est, non sic eris; si
19. Si dixerit: Non ideo mori nolo, quod malim miser e~-e quam autem iustum, laudemus eum cuius legibus sic eris.
omnino non esse, sed ne post mortem miserior sim: respondebo: Si hoc
iniustum est, non sic eris; si autem hoc iustum est, laudemus eum cuius CAPUT Vil
legibus sic eris.
Si dixerit: Unde praesumam quod si hoc iniustum est, non sic ero? ESSE DILIGITUR ET A MISERIS, QUIA AB ILLO SUNT QUI SUMME EST
respondebo: Quia si eris in tua potestate, aut miser non eris, aut tu
ipse te iniuste regendo, iuste eris miser; aut volendo et non valendo le 20. Si dixerit: Ideo magis voló vel miser esse, quam omnino non
iuste regere, non eris in tua potestate, et aut in nullius eris, aut in alte- esse, quia iam sum: si autem priusquam essem possem consuli, eligerem
rius: si in nullius, aut invitus, aut volens: sed invitus esse nihil potes, non esse potius quam ut essem miser. Nunc enim quod timeo non esse
nisi te vis aliqua superaverit; porro nulia vi superan potest, qui est cum miser sim, ad ipsam miseriam pertinet, qua non id voló, quod velle
in nullius potestate: si autem volens in nullius eris potestate, ad hoc deberem; magis enim non esse, quam miser esse velle deberem. Nunc
ratio recurrit, ut sis in tua; et aut te iniuste regendo iuste miser sis; vero fateor me quidem malle vel miserum esse quam nihil; sed tanto
stultius id voló, quanto miserius: tanto autem miserius, quanto verius
344 III, 7, 21 DEL LIBRU ALBEDRÍO 345
DEL LIBRE ALBEDRIO III, 7, 21
dería: Mira no te equivoques en aquello precisamente en que pasado ya, tampoco son. ¿Cómo, pues, conseguir tener de
tú crees estar más seguro; porque si fueras dichoso, sin duda modo estable aquellas cosas, en las que el comenzar a ser es
que más querrías ser que no ser, y siendo al presente misera- Idéntico al caminar hacia el no ser? El que ama el ser aprecia
ble, quieres más ser, aun siendo miserable, que no ser en abso- estas cosas en cuanto que son y en lo que son; pero pone su
luto, siendo así que no quieres ser miserable. amor en el ser, que siempre es. Si es inconstante en el amor
Considera, pues, en cuanto puedas, cuan grande bien sea de las cosas temporales, se afirmará en el amor del ser eterno;
la misma existencia, pues la prefieren no menos los miserables si flaquea en el amor de las cosas transeúntes, se estabilizará
que los bienaventurados. Si consideras bien esto, verás que en en el amor del ser permanente, y será constante, y llegará a
tanto eres desgraciado en cuanto que no te acercas al sumo alcanzar el mismo ser que deseaba cuando temía no ser y no
ser, y que en tanto juzgas que es preferible que alguien no podía estar ñrme, hallándose encadenado, como se hallaba, por
sea a que sea miserable, en cuanto no ves al que es el ser por el amor de las cosas temporales.
excelencia, y verás que, no obstante, tú quieres ser, porque has No te aflijas, pues, sino, al contrario, alégrate, y mucho,
recibido el ser de aquel que es el ser sumo. de que prefieras ser, aun siendo miserable, a no ser por el
21. Si quieres, pues, evitar la miseria, ama en ti esto mis- hecho de ser miserable; porque si a este comienzo del amor
mo que es para ti la razón de querer ser, porque cuanto más al ser continúas añadiéndole más y más amor al ser, te asen-
y más quieras ser, tanto más te aproximarás al que es ser por tarás en el que es el ser por esencia, y así le guardarás de
excelencia, y dale gracias ahora por ser lo que actualmente contraer ninguno de aquellos defectos por los que pasan al
eres; porque, aunque eres inferior a los bienaventurados, eres, no ser los seres inferiores, aniquilando consigo las fuerzas y ser
no obstante, superior a las cosas, que son incapaces de tener del amante. De donde resulta que a quien prefiere no ser a ser
ni siquiera el deseo de la felicidad, muchas de las cuales son, miserable, por lo mismo que no puede dejar de ser, no queda
sin embargo, alabadas aun por los mismos desgraciados, bien más remedio que ser miserable. Pero aquel cuyo amor al ser
que todas las cosas por el solo hecho de ser merecen justamen- es mayor que su odio al ser miserable, uniéndose por amor
te ser alabadas; porque por lo mismo que son, son buenas. a lo que ama, va excluyendo lo que aborrece, y cuando co-
Así, pues, cuanto más amares el ser, tanto más desearás la mienza a ser perfecto, con la perfección que corresponde a su
vida eterna y con tantas más ansias desearás ser formado de ser, dejará de ser miserable.
manera que tus deseos no sean temporales, ni injustos, por
terita sunt, iam non sunt. Quomodo igitur tenebuntur ut maneant, quibus
causa del amor de las cosas temporales, ni causados por el hoc est incipere ut sint, quod est pergere ut non sint? Qui autem amat
amor de ellas; porque estas cosas temporales antes de ser no esse, probat ista in quantum sunt, et amat quod semper est. Et si va-
son, y cuando son, dejan de ser, y cuando dejan de ser, v riabatur in amore istorum, munietur in illius; et si diffluebat in amore
no son. Así que mientras son futuras aún no son, y cuando han transeuntium, in permanentis amore solidabitur, et stabit, et obtinebit
ipsum esse, quod volebat cum timebat non esse, et stare non poterat
video non hoc me velle debui-se. Respondebo: Cave potius ne hic erres,, irretitus amore fugientium.
ubi te videre verum putas. Nam si beatus esses, utique esse quam non Non igitur tibí displiceat, imo máxime placeat, quod mavis esse ve!
esse malíes; et nunc miser cuín sis, mavis tamen esse vel mUer quatn miser. quam propterea miser non esse, quia nihil eris. Huic enim exordio
omnino non esse, cum esse nolis miser. quo esse vis, si aducías magis magisque esse, consurgis atque exstrueris
Considera igitur, quantum potes, quam magnum bonum sit ipsum in id quod summe est; atque ita te ab omni ¡abe cohibebis, qua transit
esse, quod et beati et miseri volunt. Nam si hoc bene consideraveris, ut non sit quod infime est, et secum amantis vires subruit. Hinc fiet
videbis te in tantum esse miserum, in quantum non propinquas ei quod ut qui mavult non esse, ne miser sit, quia non esse non potest, restet
summe est; in tantum autem putare melius esse, ut quisque non sit quara ut miser sit. Qui autem plus amat esse quam odit miser esse, aduciendo
ut miser sit, in quantum non vides quod summe est: et ideo tamen ad id quod amat, quod odit excludat: cum enim in suo genere per-
te esse velle, quoniam ab illo es qui summe est. fecte esse coeperit, miser non erit.
21. Si vis itaque miseriam fugere, ama in te hoc ipsum, quia esse
vis. Si enim magis magisque esse volueris, ei quod summe est propin-
quabis: et gratias age nunc quia es. Quamvis enim beatis sis inferior,
superior tamen es quam ea quae non habent vel beatitudinis voluntatem;
quorum tamen multa etiam a miseris laudantur. Omnia tamen eo ipso
quo sunt, iure laudanda sunt; quia eo ipso quo sunt, bona sunt.
Quanto enim amplius esse amaveris, tanto amplius vitam aeternam
desiderabis, teque ita formari exoptabis, ut affectiones tuae non sint
temporales, de temporatium rerum amoribus inustae et impressae: quae
temporalia et antequam sint non sunt, et cum sunt fugiunt, et eum fuge-
rint non erunt. Itaque cum futura sunt, nondum sunt; cum autem prae-
346 HEL IIBRL ALBHJRIO III, 8, 22
f I I . 8,23 DfL LII1UI ALBhUKIO 347
22. Nam illud vide quam absurde et inconvenienter dicatur: Mallem Nihil? Nam qui eligit non esse, profecto se nihil eligere, etiamsi hoc
non esse quam miser esse. Qui enim dicit: Mallem hoc quam illud, eligit nolit responderé, convincitur.
aliquid. Non esse autem non est aliquid, sed nihil; et ideo millo pacto 23. \emmtamen ut de hac tota re, si poteio, dicam quod -,entio:
potes recte eligere quando quod eligas non est. Dicis velle te quídem nemo mihi videtur cum seipsum necat. aut quolibet modo emori cupit,
esse, cum sis miser, sed non hoc velle debuisse. Quid igitur velle de- habere in sensu quod post mortem non sit futurus; tametsi aliquantum
buisti? Non esse, inquis, potius. Si hoc velle debuisti, hoc est meliu«: hoc in opinione habeat. Nam opinio aut in errore, aut in veritate ratio-
quod autem non est, melius esse non potest: non ergo id velle debuisti: cinantis e=t. vel credentis: sensus autem aut consuetudine, aut natura
veraciorque sensus est quo id non vis, quam opinatio peí quam te id valet. Posse autem fieri ut aliud sit in opinione, aliud in sensu, vel ex
velle debuisse arbitraris. hoc cognoscere facile est, quod plerumque aliud faciendum esse credi-
mus, et aliud faceré delectat.
Deinde quod quisque recte eligit appetendum, cum ad id pervenerit,
Et aliquando veracior est sensus quam opinio, si illa de errore, Ule
necesse e=t melior fiat; melior autem esse non poteiit, qui non erit: nemo
de natura est: velut cum aeger plerumque aqua frígida conducibiliter
igitur recte potest eligere ut non sit. Ñeque enim moveri no« oportet
delectatui, quam tamen credit, si biberit, esse nocituram. Aliquando ve-
eorum indicio, qui ingente miseria sese interemerunt. Aut enim eo
racior opinio quam sensus, si credit arti medicinae, obesse frigidam cum
confugerunt, ubi melius fore sibi putarunt; et non est contrarium ra-
revera oberit, et tamen bibere delectet; aliquando utrumque in veritate
tioni nostrae, quoquo modo putaverint: aut si nullos se futuros omnino
est, cum id quod prodest, non solum ita creditur, sed etiam libet; ali-
crediderunt, multo minus falsa electio nihil eligentium commovebit. Quo-
quando utrumque in errore, cum id quod nocet, et prodesse creditur,
inodo enim sequar eligentem, a quo si quaeram quid eligat, respondebit:
et libere non desinit. Solet autem et recta opinio pravam corrigere con-
348 DEL LIBRE ALBEDRÍO 111,8.2? ]1I,9,24 DEL LIBRE ALBEDRIO 3491
turanza, entonces es perfecto el orden universal. Y porque no Ahora bien, ¿qué ser más ínfimo entre los seres que el
faltan almas pecadoras, a cuyo pecado sigue la miseria, ni cuerpo terreno? Sin embargo, a esta carne corruptible de tal
almas a cuyas buenas obras sigue la dicha, por eso es siempre modo la dignifica el alma, aun siendo pecadora, que la consti-
perfecto el universo con todas sus criaturas. Los pecados y los tuye en una especie de las más nobles y le comunica a la vez
castigos consiguientes no son naturalezas, sino que son estados movimiento vital. Sería una indecencia que el alma pecadora,
accidentales de las naturalezas; aquéllos, los pecados, estados estando en pecado, tuviera su morada en el cielo, y, no obstan-
voluntarios, y éstos, los castigos, estados penales; pero el es- te, como castigo de su pecado, no es indecorosa su inorada en
tado voluntario de pecado es un estado accidental de desorden la tierra, sino al contrario; y así, sea lo que fuere lo que ella
vergonzoso, al cual sigue el estado penal, precisamente pa* elija hacer, siempre resultará armonioso y atinadí«imamente
ponerle en el lugar que le corresponde, y en el cual no sea ordenado en Lodas y cada una de sus partes el universo, que
un desorden dentro del orden universal, y obligarle de este Dios ha creado y gobierna. Kn cuanto a las almas buenas,
modo a formar en el orden del universo, quedando así repa- mientras habitan en las crialuras inferiores, las dignifican, no
rado el desorden del pecado por la pena correspondiente. por su miseria, que no padecen, sino por el buen uso que de
27. De aquí proviene el que una criatura superior que ellas hacen. Si a las almas pecadoras se les permitiera habitar
peca es castigada por los inferiores; porque, si bien son in- en regiones sublimes, sería esto una cosa indecorosa, porque
feriores, su condición de inferioridad es tal, que puede ser en desdicen de aquellos lugares, de los que ni pueden usar bien
cierto modo sublimada por IPS mismas almas pecadoras y de ni les pueden comunicar esplendor alguno.
este modo contribuir al orden y armonía universal. ¿Qué cosa 28. Y así, aunque este mundo terrestre esté destinado a
hav en una casa más grande que el hombre, y qué cosa más los seres corruptibles, no obstante, reflejando, en cuanto es
ínfima que la letrint df la casa? Sin embargo, el siervo sor- posible, la imagen de los superiores, no deja de suministrarnos
prendido en un pecado tal que le haga digno de que se le ciertos ejemplos y enseñanzas. Cuando vemos que un varón
mande limpiar aquel lugar, en cierto modo lo dignifica con su bueno y magnánimo consiente que las llamas abrasen su cuerpo
misma ignominia, y así ambas cosas, esto es, la indignidad antes que faltar a su deber y a su honor, no consideramos este
del siervo y el acto de limpiar la letrina, unidas y reducidas suplicio como pena del pecado, sino como un documento de
a una especie de unidad, se adaptan y entran como a formar fortaleza y de paciencia, y, aunque la repugnante corrupción
parte del orden de la casa, de modo que vienen a estar en corpórea consuma sus miembros, lo amamos más que si nada
perfectísima armonía con su conjunto. No obstante, si dicho de esto padeciera: y es porque vemos que la mutabilidad de!
siervo no hubiera pecado voluntariamente, no por eso hubiera cuerpo no influve en la naturaleza y temple de, su alma. Por
faltado a la administración de la casa otro medio de hacer la el contrario, cuando vemos que el cuerpo de un ladrón cruelí-
limpieza de las letrinas. simo va acabando lentamente en el suplicio, aprobamos esta
iniquitas. Cum autem non peccantibus adest beatitudo, perfecta est
universitas. Cum vero peccantibus adest miseria, nihilominus perfecta est Quid itaque tam infimum in rebus quam corpus omne terrenum?
universitas. Quod autem ipsae non desunt animae, quas vel peccantes Hanc tamen corruptibilem carnero etiam peccatrix anima sic ornat, ut
sequitur miseria, vel recte facientes beatitudo, semper naturis ómnibus ei speciem decentissimam praebeat, motumque vitalem. Habitationi ergO
universitas plena atque perfecta est. Non enim peccatum et supplicium caelesti talis anima non congruit per peccatum, terrestri autem congruit
peccati naturae sunt quaedam, sed affectiones naturarum, illa voluntaria, per supplicium; ut quodlibet elegerit, semper sit pulchra universitas
ista poenalis. Sed voluntaria quae in peccato fit, turpis affectio est. decentissimis partibus ordinata, cuius est conditor et administrator Deus.
Cui propterea poenalis adhibetur, ut ordinet eam, ubi talem esse non Namque optimae animae cum in infimis creaturis habitant, non eas
turpe sit, et decori universitatis congruere cogat, ut peccati dedecus «rnant miseria sua, quam non habent, sed usu earum bono. Si autem
emendet poena peccati. peccatrices animae permittantur habitare in sublimibus locis, inhonestum
27. Hinc fit ut peccans creatura superior, a creaturis inferioribus est; quia non conveniunt illis, quibus nec bene uti possunt nec oí ña-
puniatur, quia illae tam sunt infimae, ut ornari etiam a turpibus ani- men ti aliquid conferunt.
mis possint, atque ita decori universitatis congruere. Quid enim tam 28. Ideo quanquam orbis iste terrenus rebus corruptibilibus depu-
magnum in domo est quam homo? et quid tam abiectum et infimum tatus sit, tamen servans quantum potest imaginem superiorem, exempla
quam cloaca domus? Servus tamen in tali peccato detectus, ut munda- nobis et indicia quaedam demonstrare non cessat. Si enim bonum et
nae cloacae dignus habeatur, ornat eam etiam turpitudine sua; et utrum- magnum aliquem virum, hortante honestatís officio, videamus ignibus
que horum, id est turpitudo servi, et mundatio cloacae, iam coniunctum quantum ad corpus attinet, concremari; non lioc vocamus poenam pec-
et redactum in quamdam sui generis unitatem, ita dispositae domui cati, sed fortitudinis et patientiae documentum, eum magis diligimus,
coaptatur atque subtexitur, ut eius universitati ordinatissimo decore con- cum foedissima corruptio corpórea membra eius absumat, quam si nihil
veniant. Qui tamen servus si peccare noluisset, non defuisset domesticae huiusmodi pateretur; miramur quippe animi naturam mutabilitate cor-
«lisciplinae alia provisio, qua necessaria mundarentur. poris non mutari. At vero crudelissimi latronis membra cum tali suppli-
S.As. 3 12
!
354 DEL LIBRE ALBEDRIO III, 9, 28. III, l ü , 2 9 DEL LIBRE AI.BEDRÍO 355
disposición de las leyes. Ambos dignifican estos suplicios, pero más bien que el de Dios omnipotente. A éstos, puestos a la
aquél con el mérito de la virtud y éste con la pena del pecado. izquierda, por no haber buscado a Dios por el camino de la
Y si después o antes del tormento del fuego viéramos que humildad, que el mismo Jesucristo Señor Nuestro les enseñó,
aquel varón óptimo era transportado a los cielos, después de y por haber vivido sin misericordia y llenos de soberbia, se
transformado convenientemente en consonancia con la morada les dirá: Id al fuego eterno, que. ha sido preparado para el
celestial, ciertamente nos alegraríamos. Y si igualmente antes diablo y sus ángeles.
o después del suplicio viéramos que este ladrón criminal, con-
servando toda la malicia de su voluntad, era llevado al cielo
para ser colocado en un trono de honor, ¿quién no se ofende-
CAPITULO X
ría de esto? Así resulta que estos dos hombres pueden digni-
ficar ambos a las criaturas inferiores, pero a las superiores C o N QUÉ DERECHO ENTRÓ EL DIABLO EN POSESIÓN DEL HOMBRE
solamente el segundo, y en cuanto le es dado. Y CON QUÉ DERECHO LE LIBERTÓ D l O S
Esto que acabamos de decir nos advierte que el primer
hombre, Adán, fué revestido de esta carne mortal para que 29. A pesar de que son dos las causas del pecado, a sa-
la pena del pecado fuese congrua, y que Nuestro Señor se b e r : una el pensamiento propio y otra la persuasión ajena,
revistió también de nuestra carne a fin de que su misericordia a la cual creo yo que se refiere el profeta cuando dice: De los
nos pudiera librar del pecado. Pero si él, siendo justo y per- pecados ocultos limpíame, Señor, y libra a tu siervo de los
maneciendo en la misma justicia, pudo ser revestido de un ajenos, sin embargo, tan voluntario es el que procede de la
cuerpo mortal, no así puede el pecador, mientras es pecador, primera como el que procede de la segunda; porque, así como
llegar a la inmortalidad de los santos, esto es, a la sublimidad no se peca por propia iniciativa involuntariamente, así, cuan-
de los ángeles; no de aquellos ángeles de quienes dice el Após- do se consiente en el mal consejo, no se consiente sino por
tol : ¿No sabéis que juzgaremos a los mismos ángeles?, sino> voluntad propia. Sin embargo, el no contentarse con pecar por
de aquellos de quienes dice el Señor: Y serán como ángeles iniciativa propia, sino incitar también a otro a pecar por cierta
de Dios. Los que desean ser iguales a los ángeles por vana- envidia y por engaño, es mucho más grave que pecar por
gloria, no quieren llegar a ser iguales que los ángeles, sino persuasión ajena.
que los ángeles vengan a ser iguales a ellos. Así que, perse- Y por esta razón está plenamente justificada la justicia de
verando en esta voluntad, llegarán a ser iguales a los ángeles Dios, al castigar uno y otro pecado, el del demonio y el del
prevaricadores en los tormentos, por amar su propio poder hombre. La misma balanza de la justicia pesó y determinó
que el hombre fuera entregado al poder del diablo, que lo
ció confici aspicimus, approbamus oidinem legum. Ornant ergo ambo illa
tormenta; sed ille mérito virtutis, iste peccati. nipotentis diügentibus. Talibus enim ad sinistram constitutis, quia non
At si post illos ígnes, vel etiam ante illos, optimum virum illum quaesierunt Deum per humilitatis ianuam, quam in seipso Dominus Iesus
commutatum ad congruentiam caelestis habitationis ad sidera videremus Christus ostendit, et immisericorditer superbeque vixerunt, dicetur: he
attolli, utique laetaremur. Si autem sceleratum latronem, sive ante sup- in ignem aeternum, qui praeparatus est diabolo et angelis eiuss.
plicium, sive post supplicium, cum eadem malitia voluntatis ad sedem
honoris sempiternam levari videremus in caelum, quis non offenderetur ? CAPUT X
Ita fit ut inferiores creaturas ambo ornare potuerint, superiores autem
unus illorum. QUO II'RE DIABOLUS POSSEDERIT HOMINEM, ET QUO IURE D E U S
Ex quo admonemur advertere, mortalitatem carnis huius et primum HUNC LIBERAVERIT
hominem ornasse, ut peccato poena congrueret, et Dominum nostrum,
ut a peccato misericordia liberaret. Non autem sicut iustus potuit in 29. Cum enim duae sint origines peccatorum, una spontanea rogita-
ipsa iustitia permanens corpus habere mortale; ita iniquus potest, dum tione, alia persuasione alterius, quo pertinere arbitror quod Propheta
iniquus est, ad immortalitatem pervenire sanctorum, scilicet sublimem et dicit: Ab occukis meis munda me, Domine, et alienis parce servo tuo ':
angelicam; non eorum angelorum, de quibus Apostolus ait: Nescitis quid ntrumque voluntarium est quidem. Nam sicut propria cogitatione non
angelos sumus iudicaturi1; sed eorum de quibus Dominus ait: Et erunt pecoat invitus, ita dum con«entit male suadenti, non utique nisi volún-
aequales angelis Dei2. Qui enim aequalitatem angelorum desiderant tate consentit: sed tamen gravius est, non solum nullo suadente propria
propter inanem gloriam suam, non ideo volunt aequales esse angelis, sed cogitatione peccare, sed etiam peccandum alteri per invidentiam do-
angelos sibi. Itaque in tali volúntate perseverantes, aequabuntur sup- lumque suadere, quam ad peccandum alterius suasione traduci.
plicio praevaricatoribus angelis, potestatem suam potius quam Dei om- Servata est ergo in utroque peccato iustitia Domini punientis. Nam
et illud appensum est aequitatis examine, ut nec ipsius diaboli potestati
1
1 Cor 6,3.
2 1
Le. 20,36. J
Mt 25,41. Ps. 18,13-14.
356 DEL LIBRE 4LBLDRI0 III. 10. 30 111.10. 31 DLL LIBRE ALBEDRIO 357
a
h a b í a s u b y u g a d o con sus m a l o s consejos, pues e i a i n j u s t o q u e i n o q u e . d á n d o s e p o i e n t e r o a ellos y t a m b i é n a n o s o t r o s , nu-
•io d o m i n a r a sobre a q u e l a q u i e n h a b í a c a p t u i a d o en las r e d e s t r i é n d o l o s a e l l o s i n t e i i o r m e n l e con su d i v i n i d a d y e n s e ñ á n -
de sus m a l o s concejos. D e otra p a i t e , es a b s o l u t a m e n t e i m p o - d o n o s e x t e r n a m e n t e a n o s o t r o s p o r m e d i o de la H u m a n i d a d ,
nible q u e la justicia perfecta del Dios s u m o y v e i d a d e r o . q u e nos d i s p o n e p o r la fe a p a r t i c i p a i , c o m o los m i s m o s á n g e l e s ,
se e x t i e n d e a t o d a s las cosas, n o se o c u p e de o r d e n a i los mis- del a l i m e n t o de su visión beatífica.
m o s castigos de los p e c a d o r e s . Y así, p o r q u e el h o m b r e h a b í a T o d a c r i a t u r a r a c i o n a l se a l i m e n t a de a q u e l V e r b o divino
p e c a d o m e n o s q u e el d i a b l o , le valió p a r a r e c o b r a r la «alud c o m o de su p r o p i o y m e j o r m a n j a r ; m a s c o m o el a l m a racio-
el h e c h o m i s m o de h a b e r q u e d a d o «ujeto al p r í n c i p e de este n a l del h o m b r e , l i g a d a con lazos de m u e r t e en p e n a de su
m u n d o , al p i í n c i p e de esta p a r t e m o r a l e ínfima de l a s cosas, p e c a d o , h a b í a s i d o r e d u c i d a a u n e s t a d o de d e b i l i d a d t a l q u e
esto es, al a u t o r de t o d o s los p e c a d o s y p i e p ó s i t o de la m u e r t e , n e c e s i t a b a a y u d a r s e de las cosas visibles p a r a e l e v a r s e a la
h a s t a la muei te de la c a r n e : p u e s el vivir s i e m p i e b a j o el te- i n t e l i g e n c i a de l a s i n v i s i b l e s , p o r eso el a l i m e n t o de la c r i a t u r a
m o r de la m u e r t e , p o r la conciencia q u e tenía de su m o r t a l i d a d , l a c i o n a l se hizo visible, no p r e c i s a m e n t e c a m b i a n d o su n a t u r a -
el tenioi e n o i m e q u e le i n f u n d í a n las molestias, v la m u e r t e leza en la n u e s t r a , sino revistiéndose de la n u e s t r a , a fin de
violenta, que p o d i í a n d a r l e los a n i m a l e s m á s vile« y a b y e c t o s , e l e v a r n o s h a s t a él, q u e es i n v i s i b l e , m e d i a n t e las cosas sensi-
v a u n los m á s d i m i n u t o s , y la i n c e r t i d u m b r e de su suerte fu- b l e s , sin l a s q u e n o d a m o s un p a s o . Y así, fué n e c e s a r i o , en
t u r a , le h i c i e i o n e n t r a r d e n t r o de sí m i s m o v le h a b i t u a r o n a efecto, q u e el a l m a v i e r a h u m i l l a d o en el m u n d o al q u e p o r
l e p i i m i r los goce* c u l p a b l e » , y «obre t o d o la s o b e r b i a , c u y a s su s o b e r b i a h a b í a a b a n d o n a d o i n t e r i o r m e n t e , p a i a q u e se de-
sugestiones le h a b í a n h e c h o caer, y vicio a d e m á s t a l , q u e b a s t a t e r m i n a r a a i m i t a r su h u m i l d a d y de este m o d o t o r n a r a la
él sólo p a r a que se n i e g u e al h o m b r e la medicina de la mise- s u b l i m i d a d i n v i s i b l e , al m i s m o D i o s , a q u i e n a n t e s h a b í a inte-
r i c o r d i a . ¿ Q u i é n tiene, en efecto, m á s necesidad de m i s e r i c o r - r i o r m e n t e a b a n d o n a d o d e b i d o a la s o b e r b i a .
dia que el m i s e i a b l e ? ¿ Y quién m á s i n d i g n o de m i s e i i c o r d i a 3 1 . Y de esta m a n e r a el V e r b o de D i o s , h i j o ú n i c o de
q u e el s o b e r b i o ? D i o s , q u e s i e m p r e t u v o y t e n d í a al d i a b l o s o m e t i d o a sus
3 0 . Esto es lo q u e hizo que el V e i b o de D í o c , p o i el c u a l leyes, c o m o D i o s que es, h a b i é n d o s e h e c h o h o m b r e , lo sometió
fueron h e c h a s t o d a s l a s cosas y del cual gozan t o d o s los bien- t a m b i é n al i m p e r i o del h o m b r e , y lo sometió sin e x i g i r l e n a d a
a v e n t u r a d o s del cielo, e x t e n d i e r a su clemencia h a s t a n u e s t r a p o r la ley de la fuerza, sino v e n c i é n d o l o según ley de justicia,
m i s e r i a y el V e r b o se h i c i e r a c a r n e y h a b i t a r a e n t r e n o s o t r o s . la c u a l p e d í a q u e . si b i e n el d e m o n i o , d e s p u é s de h a b e r enga-
Y a«í es c o m o p o d r í a el h o m b r e l l e g a r a comer el p a n de los ñ a d o a la m u j e i v h a b e r d e r r i b a d o al h o m b r e p o r m e d i o d e
á n g e l e s , a p e s a r de n o ser a ú n igual a los ángeles, d i g n á n d o s e la m u j e r , a n i m a d o , es v e r d a d , del m a l v a d o deseo de h a c e r
h a c e r s e h o m b r e el m i s m o p a n de los á n g e l e s . Y, h a c i é n d o s e d a ñ o , p e r o con p e r f e c t í s i m o d e r e c h o , p r e t e n d í a s o m e t e r a la
h o m b r e , n o descendió h a s t a n o s o t r o s p a r a a b a n d o n a r l o s a e l l o s . ley d e la m u e r t e a t o d a la p o s t e r i d a d de A d á n , q u e en él h a b í a
p e c a d o , n o fuera, sin e m b a r g o , v a l e d e r o su d e r e c h o sino hasla
negaretur homo, quem sibi raale suadendo subiecerat. Iniquum enira el p u n t o y h o r a en q u e h u b i e í a d a d o m u e r t e a aquel justo en
erat ut ei quem ceperat. non dominaretur. Nec fieri nllo modo pote=t
ut Dei summi et veii perfecta iustitia, quae usquequaque peitenditur.
deserat etiam ordinandas íuina? peccantium. Et tamen quia minué pec- retur aequari. Nec sic descendit ad nos ut illos desereiet; sed simul
caverat homo quam diabolus, idipsum et valuit ad reparandam salutem. integer illis, integei nobis, illos intrinsecus pascens per id quod Deas
quod prinripi huius mundi, partió íprum scilicet huiu= moitali- atque est, nos forinsecus admonens per id quod nos sumus, idóneos facit peí
infiíme, hoc est piincipi omnium peccatorum, et praeposito mortis. fidem, quos per speciem pascat aequaliter.
usque ad mortalitatem carnis addictus est. Ita enim conscientia niorta- Quia enim rationalis creatura Verbo illo tanquam óptimo cibo suo
litatis timidus, et a vilissimis et abiectissimis bestii-, vel etiam minuti=- pascitur; humana autem anima rationalis est, quae morralibus vinculis
simis, molestias atque interitum reformidans, incertueque futuioium et peccati poena tenebatur, ad hoc diminutionis xedacta, ut peí coniecturas
¡Ilícitas rohibere laetitias, et máxime superbiam. cuius peisuasione reium visibilium ad intelligenda invisibilia niteretur: cibus rationalis
deiectus e°t, et quo uno vitio miseiicordiae medicina ie«puitur, frangere creaturae factus est visibilis, non commutatione natuiae suae, sed habitu
consuevit. Quid enim tam opus habens misericordia quam mi=er? Et quid nostrae, ut visibilia sectantes, ad se invisibilem revocaret. Sic eum
tam indignum misericordia quam superbus miser? anima, quem superbiens intus reliquerat, foris humilem invenit, imi-
tatura eius humilitatem visibilem, et ad invisibilem altitudinem redimía.
30. Ex quo factum est ut illud Dei Verbum per quod facta sunt
omnia, et quo fiuitur omnie angélica beatitudo, usque ad miseriam 31. Atque Verbum Dei unicus Dei Filins, diabolum quem semprt
nostram clementiam =uam porrigeiet, et Verbum caro íieiet, et habi- sub legibus suis habuit et habebit, liomíne indutus etiam homini subiu-
taret in nobis 2 . Sic enim posset panem angelorum homo manducare, gavit: nihil ei extorquens violento dominatu, sed superans eum lege
nondum angelis adaequatus, s¡ pañis ¡pee angelorum hominibus digna- nMü'ae. uf quoniam, femina decepta, et deiecto per feminam viio,
omnem prolem primi hominis tanquam peccatricem legibu* moitis, ma-
2
lo 1,3 14 litiosa quidem nocendi cupiditate, sed tamen iure aequissimo vindicabat,
358 DEL LIBRE ALBEÜRIO III, 10,31 JI1.11. 32 DEL UBRE A1BEDBIO 359
el que n o p u d o e n c o n t r a r c a u s a a l g u n a d i g n a de m u e r t e , n o
sólo p o r h a b e r sido c o n d e n a d o a m u e r t e sin c u l p a a l g u n a p a r a
e l l o , sino t a m b i é n p o r q u e fué c o n c e b i d o y n a c i ó sin h a b e r in- CAPITULO XI
t e r v e n i d o p a r a n a d a la c o n c u p i s c e n c i a , a la q u e de tal m o d o
h a b í a s u b y u g a d o él a t o d o s sus cautivos, q u e s o b i e t o d o lo q u e PERSEVERE O NO EN LA JUSTICIA, LA CRIATURA CONTRIBUIRÁ
n a c i e r a de la c o n c u p i s c e n c i a , c o m o sobre fruto del á r b o l p l a n - S I E M P R E AL ORNATO D E L UNIVERSO
t a d o p o r él, c o n s e r v a b a su d o m i n i o , con u n deseo m a l v a d o de
posesión, sí, p e r o con j u s t í s i m o d e i e c h o , c o m o a n t e s d i j i m o s . 3 2 . D i o s es el c r e a d o r de todas las c r i a t u r a s , n o sólo de
J u s t í s i m a m e n t e , p u e s , se le o b l i g a a d e j a r en l i b e r t a d a los las que h a n de p e r s e v e r a i en la justicia, sino t a m b i é n de las
q u e creen en a q u e l a q u i e n dio m u e r t e t a n i n j u s t a , y de m o d o q u e h a n de p e c a r , y l a s crió n o p a r a q u e p e c a r a n , sino p a r a
que, si m u e r e n p a r a el t i e m p o , sea su m u e r t e la s o l u c i ó n d e q u e o r n a s e n el u n i v e r s o , lo m i s m o en el caso de que p e c a r a n
su d e u d a , y, si viven s i e m p r e , vivan en a q u e l q u e p a g ó p o r v o l u n t a r i a m e n t e c o m o en el de que n o p e c a r a n . Si e n t r e las
e l l o s lo q u e él n o d e b í a , así como j u s t a m e n t e t e t i e n e c o n s i g o , cosas c r i a d a s n o h u b i e r a h a b i d o a l m a s en c o n d i c i o n e s de ser
c o m o c o m p a ñ e r o s de su e t e r n a c o n d e n a c i ó n , a q u i e n e s h a per- s i e m p r e y en t o d a c o y u n l u r a c o m o la clave del o i d e n en la
s u a d i d o la p e r s e v e í a n c i a en la infidelidad. b ó v e d a del u n i v e r s o , sino sólo <ilmas lales que en caso de que-
r e r p e c a r se d e b i l i t a r a y p e i l u t h a i a el o r d e n u n i v e i s a l , care-
Así se c u m p l i ó lo que p e d í a la justicia, o sea. q u e el h o m -
cería el u n i v e r s o de a l g o m u y n e c e s a r i o a su p e i f e c c i ó n ; fal-
b r e , a q u i e n el d i a b l o h a b í a s u b y u g a d o n o p o r la fuerza, s i n o
t a r í a a la c r e a c i ó n a q u e l l a p e i f e c c i ó n c u y a a u s e n c i a t u i b a i í a
p o r la p e i s u a s i ó n , le fué a r r e b a t a d o t a m b i é n , n o p o r la ley de
y p o n d r í a en p e l i g r o el o r d e n u n i v e r s a l . T a l e s son l a s a l m a s
la fuerza, sino de la justicia, y q u e e! q u e h a b í a s i d o p i o f u n -
b u e n a s y s a n t a s y l a s s u b l i m e s c i ¡ a t u r a s de l a s p o t e s t a d e s ce-
d a m e n t e h u m i l l a d o b a j o el y u g o de aquel a q u i e n v o l u n t a r i a -
lestes y s u p r a c e l e s t e s , a q u i e n e s sólo D i o s m a n d a , y a las que
m e n t e se h a b í a s o m e t i d o p a t a el m a l , j u s t a m e n t e t a m b i é n fué
t o d o el resto del u n i v e r s o m u n d o está sujeto, y sin c u y a acción
l i b e r t a d o p o r el R e d e n t o r , a q u i e n se sometió p o r la fe p a r a
j u s t a y eficaz el u n i v e r s o n o p o d r í a existir.
el b i e n , y esto p o r la r a z ó n f u n d a m e n t a l í s i m a de q u e el h o m b r e ,
c e d i e n d o a la sugestión d i a b ó l i c a , h a b í a p e c a d o m e n o s q u e el Del m i s m o m o d o , si n o h u b i e r a a l m a s cuyo p e c a d o o cuya
d i a b l o , i n d u c i é n d o l e a l m a l con e n g a ñ o . j u s t i c i a n o a f e c t a r a en n a d a al o r d e n , f a l t a r í a t a m b i é n u n a
g r a n perfección al u n i v e r s o . L a s a l m a s son t o d a s í a c i o n a l e s ;
tamdiu poterías eius valeret, doñee interficeret iusttira, in quo nihil estas ú l t i m a s son p o r su m i s i ó n i n f e r i o r e s a las p r i m e r a s , p e r o
dignum morte posset ostendere, non solum quia sine crimine occisus i g u a l e s a e l l a s en n a t u r a l e z a . I n f e r i o r e s a éstas h a y a ú n otros
est, S'>d etiam quia sine libidine natus: cui subiugaverat ille quos cepe- m u c h o s g r a d o s de seres c r e a d o s p o r D i o s , m a s n o p o r ser infe-
rat, ut quidquid inde nasceretur, tanquam suae arboris fructus, prava riores d e j a n d e ser l a u d a b l e s .
quidem babendi cupiditate, sed tamen non iniquo po«sidendi iure re-
tineret.
Iustissime itaque dimittere cogitur credentes in eum quem iniusti--- CAPUT XI
sime occidit, ut et quod temporaliter moriuntur, debitum exsolvant, et
quod semper vivunt, in illo vivant, qui pro eis quod non debebat exsolvit. CRE4rUR<V SIVE IN I U S I i r i A PERMANSURA, S I \ E LAPSURA, 41) ORNAMEMUM
Quibus autem infidelitatis perseverantiam persuasisset, iuste secum ha- CNIVERSt CONFERf
beret in perpetua damnatione consortes.
32. Naturas igitur omnes Deus fecit, non solum in virtute atque
Ita factum est ut ñeque diabolo per vim eriperetuí homo, quem nec
iustitia permansuras, sed etiam peccaturas; non ut peccarent, sed ut
ipse vi, sed persuasione ceperat: et qui iuste plus humiliatus est, dt
essent ornaturae universum, sive peccare, sive non peccare voluissent.
serviret cui ad malum consenserat, iuste per eum cui ad bonum con-
Si enim rebus deessent animae quae ipsum fastigium ordinis in uni-
sensit liberaretur: quia minus iste consentiendo. quam ille in male
versa creatura sic obtinerent, ut si peccare voluissent, infirmaretur et
suadendo peccaverat.
labefactaretur universitas, magnum quiddam deesset creaturae: illud
enim deesset, quo remoto stabilitas rerum atque connexio turbaretur.
Tales sunt optimae, et sanctae. et sublimes creaturae raelestium vel
supercaelestium potestatum, quibus solus Deus imperat: universus autem
mundus subiectus est. Sine istarum officiis iustis atque perfectis esse
universitas non potest.
ítem, si deessent quae sive peccarent, sive non peccarent, nihil uni-
versitatis ordini minueretur, etiam sic plnrimum deesset. Animae sunt
enim rationales, et illis superioiibus officio quidem impares, sed natura
pares: quibus adhuc inferióles sunt multi, et tamen laudabiles a «iimmo
Deo constitutarum rerum gradué
360 DEL LIBBI. ALBLURIO 111,11,34
III, 12. 35 DLL LIBRE ALBEDRIO 361
3 3 . L a n a t u r a l e z a , p u e s , q u e tiene la m i s i ó n m á s s u b l i m e ,
es a q u e l l a c u y a no existencia y cuyo solo p e c a d o i n t r o d u c i r í a de a c u e r d o con l a s leyes u n i v e r s a l e s . S i n e m b a r g o , n o p o r eso
d e s o r d e n en el u n i v e r s o . U n a m i s i ó n m e n o s s u b l i m e tiene a q u e - es d i c h a a l m a i n f e r i o r a los c u e r p o s celestes, a l o s cuales están
lla c u y a a u s e n c i a sola, n o su p e c a d o , a r g ü i r í a m e n o s perfec- sujetos los t e r r e n o s . U n vestido de p a ñ o de u n siervo conde-
ción en el u n i v e r s o . A la p r i m e r a le h a sido d a d o el p o d e r de n a d o es m u y i n f e r i o r al de un siervo b e n e m é r i t o y de m u c h o
m a n t e n e r a t o d a s l a s cosas en el d e s e m p e ñ o d e a q u e l l a su fun- v a l i m i e n t o a n t e su s e ñ o r ; p e r o el siervo m i s m o , p o r ser hom-
ción p r o p i a , q u e n o p u e d e f a l t a r al o r d e n u n i v e r s a l . P e r o su b r e , es m e j o r q u e c u a l q u i e r vestido, p o r b u e n o q u e sea.
p e r s e v e r a n c i a en el b i e n n o es consecuencia d e h a b e r r e c i b i d o El a l m a s u p e r i o r está u n i d a a Dios, y e n u n c u e r p o celeste,
este oficio, sino q u e lo recibió p o r q u e el q u e se lo e n c o m e n d ó con p o d e r p r o p i o de ángeles, o r n a y g o b i e r n a t a m b i é n l o s
p i e v i ó q u e h a b í a de p e r s e v e r a r ; ni es t a m p o c o p o r su a u t o - c u e r p o s t e r r e s t r e s , según lo o r d e n a a q u e l cuya v o l u n t a d com-
r i d a d p r o p i a p o r la q u e m a n t i e n e a t o d o s l o s seres d e n t r o del p r e n d e e l l a d e m o d o i n e f a b l e . L a inferior, a g o b i a d a p o r el
01 den, sino p o r su u n i ó n y d e v o t í s i m a o b e d i e n c i a a la m a j e s t a d c u e r p o m o r t a l , a p e n a s es capaz de g o b e r n a r i n t e r i o r m e n t e a l
y m a n d a t o s de a q u e l de q u i e n , p o r q u i e n y en q u i e n fueron m i s m o c u e r p o q u e l a o p r i m e , y, n o o b s t a n t e , l o dignifica cuan-
h e c h a s t o d a s l a s cosas. to puede, y sobre los cuerpos exteriores que la rodean obra
A la s e g u n d a , antes de p e c a r , le h a sido i g u a l m e n t e con- t a m b i é n , c o m o p u e d e , con acción m u c h o m e n o s eficaz.
fiado el a l t í s i m o c a r g o de m a n t e n e r t o d a s l a s cosas d e n t r o d e l
o r d e n , m a s n o p o r sí sola, sino en u n i ó n de l a p r i m e r a , p o i
la l a z ó n de h a b e r sido p r e v i s t o su p e c a d o . L o s seres e s p i r i - C A P I T U L O XII
t u a l e s p u e d e n , efectivamente, u n i r s e e n t r e si sin a c u m u l a c i ó n
E L GOBIERNO D E L UNIVERSO NO S E P E R T U R B A R Í A AUNQUE TODOS
y s e p a r a r s e sin d i s m i n u c i ó n , de t a l m o d o q u e el s u p e r i o r n i
LOS ÁNGELES PECARAN
recibe a y u d a en el fácil d e s e n v o l v i m i e n t o de su a c t i v i d a d ,
c u a n d o a él se u n e el inferior, ni e x p e r i m e n t a dificultad si d e 3 5 . D e d o n d e se c o l i g e q u e n o h u b i e r a f a l t a d o o r n a t o con-
él se s e p a r a , a b a n d o n a n d o su d e b e r p o r el p e c a d o ; p o r q u e v e n i e n t í s i m o a l a s c r i a t u r a s i n f e i i o r e s , esto e s , a l a s c o r p ó r e a s ,
l a s c r i a t u r a s e s p i r i t u a l e s , a u n q u e c a d a u n a t u v i e r a su c u e r p o , a u n q u e el h o m b r e n o h u b i e r a q u e r i d o p e c a r ; p o r q u e el q u e
n o «e unen m e d i a n t e e s p a c i o s y m a s a s d e c u e r p o s , sino p o r l a p u e d e a d m i n i s t r a r el t o d o p u e d e a d m i n i s t r a r t a m b i é n u n a par-
s e m e j a n z a de afectos, y se d e s u n e n p o r la d e s e m e j a n z a . te, p e r o n o se sigue q u e el q u e p u e d e l o m e n o s p u e d a t a m b i é n
3 4 . El a l m a , d e s t i n a d a a i n f o r m a r los c u e r p o s i n f e r i o r e s lo m á s . U n b u e n m é d i c o c u r a t a m b i é n eficazmente la s a r n a ,
y c o n d e n a d o s a l a m u e r t e d e s p u é s del p e c a d o , g o b i e r n a a su m a s n o se sigue q u e el q u e c u r a eficazmente l a s a r n a p u e d a
c u e r p o , m a s no según su p r o p i a y o m n í m o d a v o l u n t a d , s i n o c u r a r i g u a l m e n t e t o d a clase de e n f e r m e d a d e s . Y cierto q u e , si
c
33. Illa eigo natura sublimioris officii est, quae non solum si non icut leges universitatis sinunt. Nec ideo tamen talis anima inferior est
esset, sed etiamsi peccaret, minueret ordinem universitatis. Inferioris rorpore caelesti, cui corpori etiam corpoia terrena subiecta sunt. Pan-
officii est ¡sta, quae tantummodo si non esset, non autem si peccaret, nosa quippe vestis damnati ^ervi multo est inferior veste benemeriti,
aliquid minus haberet universitas. lili data est potentia omnia conti- et in honore magno apud dominum constituti; sed ipse servus melior
nendi officio proprio, quod rerum ordini deesse non possit: nec ideo in est qualibet veste pietiosa. quia homo est.
bona volúntate permanet, quia hoc accepít officium; sed ideo accepit, Illa ergo inhaeret Deo, et in caelesti corpoie, angélica pote-tatc,
quoniam ab illo qui dedit permansura praevisa est. Nec tamen sua etiam terrestre corpus ornat et regit, sicut iubet ille cuius nutum intuetur
maiestate continet omnia, sed inhaerendo illius maiestati, et eius im- ineffabiliter. Ista vero mortalibus membris onerata, vix hoc ipsum quo
periis devotissime obtemperando, a quo et per quem et in quo facta premitur, administrat intrinsecus, et tamen ornat quantum potest: caete-
sunt omnia. ra vero extrinsecus adiacentia, longe infirmiore operatione extrinsecus
Huic autem datum est quidem non peccanti potentissimum officium afficit sicut potest.
continendi omnia; non tamen proprium, sed cum illa, tanquam ei quae
peccatura praecognita est. Habent sane spiritualia quaeque inter se et CAPUT XII
conhinctionem sine cumulo, et seiunctionem sine diminutione: ut ñeque
adiuvaretur illa in actionis suae facilítate, cum haec sibi coniungeretur; GtJBERNATIO U \ I \ E R S I N01N T I R B A R i r U R ETIAMSI ANCELK 4 OWMS
ñeque difficilior illi actio fieret, si haec officium suum peccando dese- CREATURA PECCARET
reret. Non enim locis et mole corporum, sed parilitate affectuum iungi,
et disparilitate seiungi possunt spirituales creaturae, quamvis corpora 35. Unde colligitur non deiuturum fuisse ornatum congruentissimum
sua quaeque possideant. mfimae corporeae creaturae. etiamsi ista peccare noluisset. Quoniam
quae totum poten regere. etiam partem regit: quae autem minus potest,
34. In coiporibus autem infeüoribus atque mortalibus post pecca- non continuo potest ampüora. Perfectus enim medicus etiam scabiem
tum anima ordinata, regit corpus suum, non omnímodo pro aibitrio, sed sanat effiraciter: at non continuo qui scabioso utiliter consulit, univer-
sae humsnae valetudini mederi potest. Et ratio quidem si certa conspi-
362 DEL LIBRE ALBEDRIO 111,12,35 111,12.36 DEL LIBKi: ALBEDRIO 363
bien se consideran las cosas, se ve claramente que Dios debió los ángeles pecaran, en nada absolutamente se vería dismi-
crear, en efecto, criaturas que nunca habían de pecar, que no nuido el poder del Creador de los ángeles para gobernar todo
pecarán jamás; y la misma razón dice también que estas cria- su imperio; porque ni a su bondad afectaría en lo más míni-
turas se abstienen libremente del pecado, y que su inocencia mo el tedio, ni su omnipotencia encontraría tampoco dificultad
no es debida a la necesidad de no pecar, sino a su propia li- en crear nuevos ángeles, que ocuparían los tronos abandonados
bertad. Dios había previsto que estas criaturas jamás pecarían por los que voluntariamente hubieran pecado; ni, por grande
y, en efecto, jamás han pecado ni jamás pecarán; mas si por que fuera el número de las criaturas espirituales justamente
un posible pecaran, bastaría, sin embargo, el inefable poder condenadas por sus pecados, podría dificultar en lo más mínimo
de Dios para gobernar todo el universo de manera tal, que, el orden dispuesto, pues en él caben conveniente y decentemen-
dando a todos y a cada uno su congrua y condigna retribución, te todos los que hayan sido o fueren justamente condenados.
no se daría en toda la universalidad de su imperio ni el más Adondequiera, pues, que volvamos nuestra consideración,
leve indicio de desequilibrio ni la más leve inconveniencia. encontramos a Dios, creador bondadosísimo y gobernador jus-
Suponiendo, en efecto, por un imposible, que todas las cria- tísimo de todas las criaturas, como digno de las más grandes
turas angélicas se hubieran separado de su voluntad santísima e inefables alabanzas.
por el pecado, Dios gobernaría todas las cosas del modo más 36. Pero dejemos la contemplación de la hermosura de
acabado y perfecto con toda la magnificencia y eficacia de su las cosas del mundo para aquellos que las pueden contemplar
poder y majestad suprema sin necesidad de crear nuevas po- a la luz de la gracia divina y no pretendamos llevar con dis-
testades; ni su gloria echaría de menos absolutamente en nada cursos a la contemplación de misterios inefables a los que son
la existencia de las criaturas espirituales, porque ha derrama- incapaces de comprenderlos. Sin embargo, en atención a los
do tanta bondad en la creación de las corporales, muy inferio- charlatanes, a los débiles y a los mismos sofistas, vamos a ter-
res a las espirituales, aun supuesto el pecado de éstas, que minar de resolver esta tan grande e importante cuestión con la
nadie que fije los ojos de la inteligencia en el cielo y en la mayor brevedad que nos sea posible.
tierra y en todas las criaturas visibles, que tanto orden, pro-
porción y belleza manifiestan cada una en su género, puede etiamsi omnes peccassent angelí, nullam inopiam facerent ad regendum
creer que el autor de todas las cosas sea otro sino Dios, ni podrá imperium suum Creatori angelorum. Non enim vel bonitas eius quasi
por menos de confesar que es digno de alabanzas inefables. aliquo taedio, vel omnipotentia difficultate deficeret ad creandos alios,
quos in eis sedibus collocaret, quas peccando alii deseruissent; aut
Más todavía: si el orden y belleza más sublime del univer- creatura spiritualis quantilibet numeri, si pro suis meritis damnaretur.
so no pudiera darse si en él no se destacaran notablemente por angustare posset ordinem, qui convenienter et decenter excipit quos-
encima de todas las demás cosas creadas las potestades angé- cmnque damnandos.
licas, así por la excelencia de su naturaleza como por la bon- Quacumque se igitur consideratio nostra converterit, ineffabiliter
dad de su voluntad, y aun suponiendo también en este caso que laudandum invenit Deum naturarum omnium conditorem optimum, et
administratorem iustissimum.
citur, qua manifestum fiat esse oportuisse creaturam quae nunquam 36. Postremo, ut relinquamus contemplationem pulchritudinis rerum
peccaveril, nunquam peccatura sit, etiam illud eadem ratio renuntiat iis qui eam divino muñere videre possunt, nec eos qui non possunt ad
a peccato illam libera volúntate abstinere, ñeque coactam non peccare, ineffabilia contuenda vcrbis conemur adducere, et tamen propter lo-
sed sponte. Verumtamen etiamsi peccaret (quanquam non peccavit, sicut quaces aut infirmos aut insidiosos nomines tantam quaestionem breví-
eam non peccaturam praescivit Deus): tamen si etiam ipsa peccaret, sima complexione peragamus.
sufficeret Dei potestas ineffabilis potentiae ad regendam istam univer-
sitatem, ut ómnibus congrua et condigna retribuens, nihil in toto imperio
suo turpe atque indecorum esse permitteret.
Quia sive per nullas ad hoc ipsum conditas potestates, si omnis an-
gélica natura ab eius praeceptis peccando defecisset, maiestate sua
decentissime atque optime regeret omnia: nec sic invidens creaturae
spirituali ut esset: qui etiam corporalem peccantibus quoque spirituali-
bus longe inferiorem, tanta largitate bonitatis instituit, ut nullus sit
caelum terramque rationabiliter intuens omnesque naturas visibiles in
suis generibus moderatas, formatas, ordinatas, qui vel alium credat arti-
ficem omnium esse quam Deum, vel non eum ineffabiliter laudandum
esse fateatur.
Sive nulla est melior rerum ordinatio, nisi potestas angélica naturae
excellentia et bonitate voluntatis in dispositione universitatis superemineat,
364 DEL LIBRE ALBEDRIO 111,1.3,37 III. 13, 38 DEL LIBRí: ALBEDRtO 365
hombre le faltaría el mismo Dios, sin el cual no sería nada, cer la violencia, pero pecó cuando hizo voluntariamente aque-
V poi el cual de tal suerte es lo que es, que, si no quisiera llo de lo cual se había de seguir el padecer justamente la vio-
devolverle lo que de él ha recibido, convirténdose a él, no es lencia que no quisiera ahora padecer. Pero si padece violencia
que venga a dar en la nada, pero sí en la miseria más espan- injustamente, ¿cómo va a pecar? El pecado no consiste en
tosa. Todas las cosas deben, pues, en primer lugar todo el padecer violencia injusta, sino en hacer algo injustamente. Si,
ser que tienen, en cuanto son naturalezas. En segundo lugar pues, ni por su propia naturaleza ni por la ajena se ve nadie
deben toda su posibilidad de ser mejores, si quisieren serlo; obligado a pecar, no resta sino que peque por su propia vo-
deben todas las gracias que han recibido para quereí serlo, luntad.
y deben, en fin, todo cuanto deben llegar a sei. De lo que Si quieres, en fin, imputar el pecado al Creador, entonces
alguien no ha recibido no es culpable, sino que lo es por no justificarás al pecador, que no ha hecho sino lo ordenado por
hacer lo que debe; v debe si recibió la voluntad libre y los su Creador y que, por tanto, si justamente le excusas, no tiene
suficientísimos medios de serlo. realmente pecado, y si no tiene pecado, no hay por qué impu-
46. Y hasta tal punto no se ha de imputar a culpa del tarlo al Creador. Demos, pues, alabanzas incesantes al Creador,
Creador el que alguien no haga lo que debe, que cede en su si podemos justificar al pecador, y démoselas también en el
honor y alabanza el que el pecador padezca lo que debe; y el caso de que nos sea imposible excusarlo; porque, si justamente
mismo hecho de ser vituperado por no hacei lo que debe es lo excusamos, no es pecador, y debemos alabar al Creador; y si
un acto de alabanza tributado a aquel a quien el pecador es no e« posible justificarlo, es pecador, y en tanto lo es en
deudor. En efecto, si en ti se alaba el que veas lo que debes cuanto voluntariamente se ha apartado de su Creador, y en este
hacer, bien que no lo veas sino en aquel que es la verdad caso no hay tampoco razón para no alabar al Creador.
inconmutable, ¿cuánto más se ha de alabar al que de antemano No encuentro, pues, razón absolutamente ninguna, ni puede
te mandó el querer, te dio el poder y no ha dejado impune encontrarse, y afirmo además que no existe razón por la que
el no querer? debamos imputar nuestros pecados a nuestro Dios y Creador.
Si cada cual debe lo que ha recibido, y el hombre ha sido Al contrario, en los mismos pecados lo veo yo digno de toda
hecho de modo que se vea necesariamente obligado a pecar, alabanza, no sólo porque los castiga, sino porque se cometen
debe el pecar, y, por tanto, cuando peca, hace lo que debe; cuando de su bondad y verdad se aparta el pecador.
no hace sino seguir la ley de la naturaleza. Pero, siendo un Ev.—Acepto gustosísimo todo esto, y lo apruebo, y conven-
enorme crimen el pensar que esto sea así, sigúese que nadie go en que es certísimo que de ningún modo pueden imputarse
peca obligado por su naturaleza, ni tampoco por la ajena, con razón nuestros pecados a nuestro Dios y Creador.
porque no pecaría el que se viera obligado a hacer por la
fuerza lo que él no quiera hacer por su propia voluntad. Mas in eo peccavit quod ita fecit volens, ut quod nollet iure pateretur. Si
si juntamente padece violencia, no peca por el hecho de pade- autem iniuste patitur, quomodo peccat? Non enim iniuste aliquid pati,
sed iniuste aliquid faceré, peccatum est. Quod si ñeque sua ñeque aliena
natura quis peccare cogitur, restat ut propria volúntate peccetur.
tibi autem ipse, sine quo nihil esses, et ex quo ita es aliquid, ut nisi Quod si tribuere volueris Conditori, peccantem purgabis, qui nihil
convertendo te ad illum, reddideris ei quod ab ipso e s non quidem nihil praeter sui Conditoris instituía commisit, qui si recte defenditur, non
sed miser tamen eris? Omnia ergo illi debent, primo quidquid sunt, in peccavit: non est ergo quod tribuas Conditori. Laudemus ergo Condito-
quantum naturae sunt: deinde quidquid melius possunt esse si velint, rem, si potest defendí peccator; laudemus, si non potest. Si enim iuste
quaecumque acceperunt ut velint; et quidquid oportet eas esse. Ex eo- defenditur, non est peccator: lauda ergo Creatorem. Si autem defendí non
igitur quod non accepit, nullus reus est: ex eo vero quod non facit quod potest, in tantum peccator est in quantum «e a Creatore avertit: lauda
debet, iuste reus est. Debet autem, si accepit et voluntatem Iiberam, et ergo Creatorem.
sufficientissimam facultatem. Omnino igitur non invenio, nec inveniri posse, et prorsus non esse
46. Usque adeo autem dum non facit quisque quod debet. nulla confirmo, quomodo tribuantur peccata nostra creatori nostro Deo; quando
culpa est Conditoris, ut et laus sit, quoniam quod debet patitur, et in et in ipsis eum laudabilem invenio, non solum quod ea punit, sed etiam
eo ipso quod vituperatur non faciendo quod debet, non nisi laudatur quod tune fiunt, cum ab eius veritate receditur.
ille cui debet. Si enim tu laudaris videndo quid faceré debeas, cum id Ev.—Accipio ista libentissime ac probo: et omnino verum esse con-
non videas, nisi in illo qui est incommutabilis Veritas; quanto magis sentio, nullo modo fieri posse ut Creatori nostro recte peccata nostra
ille qui et velle praecepit, et posse praebuit, et non impune nolle per- tribuantur.
misit?
Si enim hoc debet quisque quod accepit, et sic homo factus est, ut
necesario peccet, hoc debet ut peccet. Cum ergo peccat, quod debet
facit. Quod si scelus est dicere, neminem natura sua cogit ut peccet. Sed
nec aliena. Non enim quisquís dum id quod non vult patitur invitus, sed
376 DEL LIBRE ALBEDRIO 111.17,48 fll.17,49 DEL LIBRE ALBEDRIO 377
exaudiat deprecantem; non tibi deputatur ad culpam quod invitas igno- ignari et carni subditi nascimur; iuxta quem modum dicit Apostolus:
ras, ^ e d quod negligis quaerere quod ignoras; ñeque illud quod vulne- Fuimus enim et nos naturaliter filii irae, sicut et caeteri1.
rata membra non colligis, sed quod volentem sanare contemnis: ista
tua propria peccata sunt. Nulli enim homini ablatum est scire utiliter CAPUT XX
quaeri quod inutiliter ignoratur, et humiliter confitendam esse imbecil-
litatem, ut quaerenti et confitenti ille subveniat, qui neo errat dum sub- PoENALES DEFECTOS IN AüAE POSTEROS HAÜD INIUSTE DEMANASSE. QUAE-
-venit. nec laborat. CUMQUt DEMUM VERA SI'l DE AMMAKDM ORIGINE S E ^ T E N T H
54. Nam illud quod ignorans quisque non recte facit, et quod recte
volens faceré non potest, ideo dicuntur peccata, quia de peccato illo 55. Ut autem de illo primo coniugio, et cum ignorantia, et cum
difficultate, et cum mortalitate nascamur, quoniam illi cum peccavissent
liberae voluntatis originem ducunt: illud enim praecedens meruit ista
et in errorem, et in aerumnam, et in mortem praecipitati sunt, rerum
sequentia.
moderatori summo Deo iustissime placuit; ut et in ortu hominis origina-
Nam sicut linguam dicimus non solum membrum quod movemus in liter appareret iustitia punientis, et in provectu misericordia liberantis.
ore dum loquimur, sed etiam illud quod huius membri motum consequi- Non enim damnato primo homini sic adempta est beadtudo, ut etiam
tur, id est formam tenoremque verborum, secundum quem modum dici- fecunditas adimeretur. Poterat enim et de prole eius, quamvis carnah
tur alia lingua graeca, alia latina: sic non solum peccatum illud dicimus, et mortali, aliquod in suo genere fieri decus ornamentumque terrarum.
quod proprie vocatur peccatum, libera enim volúntate et ab sciente lamvero ut vneliores gigneret quam ipse esset, non erat aequitatis:
committitur; sed etiam illud quod iam de huius supplicio consequatur sed ex conversione ad Deum, ut vinceret quisque supplicium quod origo
necesse est. Sic etiam ipsam naturam aliter dicimus, cum proprie lo- eius ex aversione mervierat, non solum volentem non prohiben, sed etiam
quimur, naturam hominis, in qua primum in suo genere inculpabilis
factus est: aliter istam, in qua ex illius damnati poena, et mortales et 1
Eph. 2,3.
384 DEL LlBKi: ALHEDKIO JJi.20.56 111,20,57 DEL LIBKE ALBEDRÍO 385
adiuvari oportebat; eüam sic enim rerum Creator ostendit quanta facilita- íacultatem habet, ut adiuvante Creatore seipsam excolat, et pió studio
te potuisset homo, si voluisset, retiñere quod factus est, cura proles eiu= possit omnes acquirere et capere virtutes, per quas et a difficultate cru-
poiuit etiam supérate quod nata est. ciante, et ab ignorantia caecante liberetur.
56. Deinde, si una anima facta est, ex qua omnium hominum animae Quod si ita est, non erit nascentibus animis ignorantia et difficultas
trahuntu'r nascentium, quis potest dicere non se peccasse, cum primus ille siipplicium peccati, sed proficiendi admonitio, et perfectionis exordium.
peocavit? Non enirr. ante omne meritum boni operis parum est accepisse naturale
Si autem singillatim fiunt in unoquoque nascentium, non e»t perversum. iudicium, quo sapientiam praeponat errori, et quietem difficultati, ut ad
imo convenientissimum et ordinatissimum apparet, ut malum meritum haec non nascendo, sed studendo perveniat.
priori», natura sequentis sit; et bonum meritum sequentis, natura prioris Quod si ageie nohient, peccati rea iure tenebituí, tauquam quae non
sit. Quid enim indigr.um, s¡ etiam sic voluit Creator ostendere, u— bene usa sit ea facúltate quam accepit. Quamquam enim in ignorantia et
que adeo excellere creaturi<¡ corporeis animae dignitatem, ut ab eo difficultate nata sit, non tamen ad permanendum in eo quod nata est,
gradu possit esse ortus alterius, ad quem alterius peiductus est occa'-us? aliqua necessitate comprimitur: ñeque omnino potuit nisi Deus omnipo-
Nam culi ad ignorantiam difficultatemque pervenerit illa peccatrix, ideo tens esse etiam talium creator animarum, quas et non dilectus ipse faciat,
poena recte dicitur, quia melioi ante hanc poenam fuit. Si ergo altera et diligens eas reficiat, et dilectus ipse perficiat; qui et non existentibus
talis e«se coepit, non solum ante peccatum, sed ante omnem vitam suam, praestat ut sint. et amantibus eum a quo sunt praestat ut beatae sint.
•qualis alia post vitam culpabilem facta e>-t, non parvum bonum habef, 57. Si vero in Dei aliquo secreto iam existentes animae mittuntur ad
unile Conditori suo gratias agat; quia ipse ortus eius et inchoatio quovis inspiranda et regenda corpora singulorum quorumque nascentium, ad hoc
peiferto corpore est melior. Non enim mediocria bona sunt, non solum utique mittuntuí officium, ut corpus quod de poena peccati, hoc est mor-
quod anima est, qua natura iam omne Corpus praecedit: sed etiam quod talitate primi homiiii», nascitur, bene administrando, id est castigando per
S.As 3 13
386 DEL LIBRE ALBEDRIO III, 20, 57 111.20.58 DLL LIBRE ALBEDRIO 387
ñas. Trinidad cuya inteligencia procura piadosa y sabiamente, todo acerca de las cosas inconmutables, y refutarlas, en cuanto
pero con todo empeño y diligencia, el pensamiento cristiano, sea posible, con razones evidentes.
V a este fin tienden todos sus progresos. De la unidad e igual- 61. Claro está que en la serie de las cosas temporales se
dad de la Trinidad y de la propiedad de cada una de las ha de preferir la esperanza del porvenir al sondeamiento de
nersonas no vamos a tratar aciuí, porque hacer algunas consi- lo pasado, pues en los mismos Libros divinos las cosas que
deraciones acerca de Dios Nuestro Señor como autor, goberna- se cuentan como pasadas, con frecuencia encierran en sí una
dor y autor de todas las cosas que pertenecen a )a fe que salva, figura, o una promesa, o una prueba de las futuras. Además de
y con las cuales ayuda poderosamente la piedad de los que que, respecto de los acontecimientos de la vida presente, prós-
son como niños de pecho en la fe y de los que comienzan a peros o adversos, pocos se preocupan de saber qué es lo que
elevarse sobre las cosas terrenas a las celestiales, es empresa en realidad ha sucedido, y, por el contrario, la fuerza de la
facilísima y realizada ya por muchos; y el tratar todo lo rela- corriente de nuestras inquieludes gira en derredor de lo que
tivo a la Trinidad y a fondo, de modo que toda inteligencia esperamos como futuro. No sé en virtud de qué sentido íntimo
humana se vea como obligada, en cuanto es posible en esta y natural consideramos todas aquellas cosas que nos han suce-
vida, a asentir a razonamientos claros y evidentes sobre esta dido, por lo mismo que ya pasaion, en orden al momento
cuestión, es empresa muy difícil y poco accesible, no sólo a la actual, feliz o desgraciado, como si nunca hubieran sucedido.
palabra, sino al entendimiento de cualquier hombre, o por lo ¿Qué me puede perjudicar, efectivamente, el ignorar cuán-
menos al nuestro. do comencé a existir, si sé que actualmente existo y espero que
Así que continuemos por ahora con lo que nos propusimos, ne de poder continuar existiendo? No es en lo pasado donde
contando con la ayuda de Dios y en cuanto lo permitan nues- yo me fijo principalmente, como para avergonzarme de un
tras fuerzas. Y primeramente creamos sin género de duda todo error perniciosísimo, si de las cosas pasadas opino de otro
cuanto se no* propone sobre el pasado o porvenir, referente modo distinto de como en realidad fueron, sino que lo que me
a las criaturas, que pueda hacer más recomendable la integri- preocupa y en lo que pienso, teniendo por guía la misericordia
dad y pureza de nuestra religión, excitándonos a un sincerí- de mi Creador, es en lo que he de ser. Si acerca de lo que he
simo amor de Dios y del prójimo. Y debemos defender nuestra de ser y acerca de aquel ante quien he de comparecer creyere
fe en contra de los herejes, hasta llegar a quebrantar su infide- o pensare cosa distinta de lo que es la verdad, éste sí que sería
lidad por el peso de la autoridad o a demostrarles, en cuanto un error, del que debería precaverme a toda costa, a fin de
pueda ser, primero, que no es una insensatez el creer tales que no me sucediera, o que no preparase lo necesario, o que
cosas, y después, que lo es, y muy grande, el no creerlas. Sin no pudiese llegar al mismísimo término de mis aspiraciones.
embargo, conviene refular las falsas opiniones, no tanto acerca Así como para comprar un vestido en nada me perjudicaría
de las cosas pasadas y futuras como de las presentes, y sobre el haberme olvidado del pasado invierno, y sí me perjudicaría
quam Trinitatem esse contendit: cu i Trini tati pie sobrieque intelligendae turis, quam de praesentibus et máxime de incommutabilibus oportet
omnis excubat vigilantia christiana, et omnis eius provectus intenditur. refelleie. et quantum datur, perspicua ratione convincere.
De cuius Trinitatis imítate et aequalitate, et singularum in ea personarum 61. Sane in «erie temporalium inquisitioni praeteritorum futurorum
quadam proprietate, non hic locus est disserendi. Nam commemorare quae- exspectatio praeferenda est: quandoquídem etiam in divinis Libris ea
dam de Domino Deo auctore et formatore et ordinatore rerum omnium, quae praeterita narrantur, vel praefigurationem futurorum, vel pollici-
quae ad saluberrimam fidem pertineant, et quibus lactens atque a terre- tationem, vel testificationem prae se gerunt. Et revera in iis etiam,
nis in caelestia sese attollere incipiens, utiliter adminiculetur intentio, quae ad hanc vitam pertinent, prospeiis adversisque íebus, quid quis-
et factu facillimum et a plerisque iam factitatum est: pertractare autem que fuerit non satis curat: in id vero quod futurum speratur, sese om-
istam totam. atque ita versare quaestionem, ut perspicuae rationi, quan- nis curarum aestus agglomerat. Nescio quo quippe intimo naturalique
tum in hac vita datur, omnis humana intelligentia subiugetur, non modo sensu, ea quae nobis acciderunt, quoniam transacta sunt, sic habentur
eloquio, sed ne cogitatione quidem vel cuiquam hominum, vel certe nobis ad momentum felicitatis et miseriae, quasi nunquam accidissent.
satis expeditum et facüe aggrediendum videri potest. Quid igitur mihi obest, si esse quando coeperim nescio, cum esse
Nunc ergo ut quod instituimus, quantum adiuvamur, et quantum me noverim, nec futurum esse desperem? Non enim in praeterita me
sinimur peragamus: quaecumque nobis, quantum ad creaturam perti- attendo, ut tanquam errorem perniciosissimum verear, si aliter de iis
net, vel narrantur praeterita, vel praenuntiantur futura, quae ad com- sensero quam fuerunt: sed in id quod futurus sum, cursum dirigo duce
mendandam valeant integram religionem, excitando nos ad sincerissi- misericordia Conditoris mei. De hoc igitur quod futurus sum, et de
mam dilectionem Dei et proximi, sine dubitatione credenda sunt: ad- illo apuc' quem futurum sum, si aliter quam veritas sese habet cre-
versus incrédulos autem hactenus defendenda, ut vel mole auctoritatis didero aut sensero, vehementer cavendus est error; ne mihi aut neces-
infidelitas eorum obteratur, vel eis ostendatur, quantum potest, primo saria non praeparem, aut ad eum ipsum finem propositi mei dum aliud
quam non sit stultum talia credere, deinde quam sit stultum talia non pro alio mihi videtur, pervenire non possim.
credere. Verumtamen falsam doctrinam non tam de praeteritis et fu- Quamobrem, sicut ad comparandam vestem nihil mihi obesset, si
392 DEL LIBRE ALBEDRIO 111,21.62 YA. 22, 04 DEL LIBRE ALBEDRIO 393
el n o c r e e r q u e se a p r o x i m a el v e n i d e r o , del m i s m o m o d o n a d a si a l g u i e n h u b i e r e p o d i d o l l e g a r en esta cuestión a a l g u n a con-
p e r j u d i c a r á a m i a l m a si a c a s o h a o l v i d a d o lo q u e a n t e s h a clusión c l a r a y cierta, n o vaya a p e n s a r p o r eso q u e los d e m á s
sufrido, si a c t u a l m e n t e a d v i e r t e y tiene m u y p r e s e n t e p a r a q u é h a n p e r d i d o la e s p e r a n z a de los b i e n e s f u t u r o s p o r el h e c h o
cosas se la avisa q u e se p r e p a r e en lo f u t u r o . Y así c o m o , p o r de q u e n o s a b e n o n o r e c u e r d a n c u á l e s h a n sido los c o m i e n z o s
e j e m p l o , al q u e n a v e g a h a c i a R o m a n i n g ú n i n c o n v e n i e n t e le de su e x i s t e n c i a .
v e n d r í a de h a b e r s e o l v i d a d o del p u e r t o del c u a l z a r p ó la n a v e ,
con tal de q u e n o i g n o r a r a h a c i a q u é l a d o del l u g a r en q u e
se h a l l a d e b e r í a enfilar la p r o a , y, p o r el c o n t r a r i o , de n a d a CAP/TI LO XXII
le s e r v i r í a a c o r d a r s e de la costa de d o n d e p a r t i ó si, i g n o r a n d o
la v e r d a d e r a situación del p u e r t o r o m a n o , chocase en u n esco- SI LA IGNORANCIA ^ LA DEBILIDAD FUERAN CONNATURALES AL
l l o , así t a m b i é n n a d a m e p u e d e p e r j u d i c a r a mí el n o s a b e r HOMBRE, NO POR ESO DEJARÍA DE HABER RAZÓN PARA ALABAR
c u á n d o c o m e n c é la c a r r e r a de la vida si sé el fin al q u e d e b o AI. CREADOR
l l e g a r y en el que debo d e s c a n s a r . N i m e serviría de n a d a la
m e m o r i a o c o n j e t u r a a c e r c a de los c o m i e n z o s de mi vida si, 6 3 . P e r o , sea de e«lo lo que fuere, o r a la o m i t a m o s p o r
s i n t i e n d o a c e r c a de D i o s , q u e es el ú n i c o fin v e r d a d e r o de la acti- c o m p l e t o , o r a la d e j e m o s p a r a ocasión m á s o p o r t u n a , es lo
v i d a d del a l m a , cosa d i s t i n t a de lo q u e es d i g n o de él, diese en cierto q u e la p r e s e n t e cuestión n o i m p i d e en m o d o a l g u n o l a
los escollos del e r r o r . e v i d e n c i a de q u e las a l m a s p a g a n las p e n a s d e b i d a s a sus
6 2 . Al h a b l a r así n o crea n a d i e q u e p r e t e n d o c e n s u r a r ni p e c a d o s , i m p u e s t a s p o r la i n t e g é r r i m a , j u s t í s i m a , i n v i o l a b l e
i m p e d i r q u e los q u e p u e d a n i n v e s t i g u e n , f u n d a d o s s i e m p r e en e i n c o n m u t a b l e m a j e s t a d y s u b s t a n c i a del C r e a d o r , y de q u e
estos p e c a d o s , c o m o va antes d i j i m o s , a n a d i e se h a n de a t r i -
l a s E s c r i t u r a s , d i v i n a m e n t e i n s p i r a d a s , si el a l m a d e s c i e n d e
b u i r sino a su p r o p i a v o l u n t a d , ni h a y p a r a q u é p r e g u n t a r
p o r vía de g e n e r a c i ó n del a l m a del g e n e r a n t e , o s u r g e c a d a
p o r otra c a u s a ú l t i m a de los m i s m o s .
u n a en el m i s m o c u e r p o q u e c a d a u n a va a a n i m a r , o si d e s d e
a l g u n a r e g i ó n i g n o r a d a son e n v i a d a s p o r D i o s p a r a a n i m a r y 6 4 . E n el s u p u e s t o de q u e la i g n o r a n c i a y las dificulta-
g o b e r n a r al c u e r p o , o si desde a l l í v i e n e n ellas e s p o n t á n e a - des de la l u c h a sean n a t u r a l e s , a p a r t i r de este e s t a d o , d e b e
m e n t e con este m i s m o fin, en caso de q u e el interés r a z o n a b l e el a l m a c o m e n z a r a p r o g r e s a r y a e l e v a r s e al c o n o c i m i e n t o
de r e s o l v e r a l g u n a cuestión n e c e s a r i a exija c o n s i d e r a r y discu- y a la q u i e t u d , h a s t a q u e c o n s i g a l l e g a r a la v i d a b i e n a v e n -
t i r estas h i p ó t e s i s , o en caso de q u e , l i b r e s de cuestiones d e t u r a d a . M a s , si p o r su p r o p i a v o l u n t a d se m o s t r a r a n e g l i g e n -
m á s i n t e r é s , t e n g a n t i e m p o p a r a i n q u i r i r y discutir éstas, S i n o te en p r o g r e s a r de esta m a n e r a en el a m o r y en la p i e d a d ,
q u e he d i c h o lo q u e p r e c e d e , a fin de q u e nadie, respecto de p a r a lo c u a l n o se le h a n e g a d o e] p o d e r , j u s t í s i m a m e n t e se
v e r í a e n v u e l t a en u n a m á s g r a v e i g n o r a n c i a y m á s graves
esta cuestión del o r i g e n del a l m a , c e n s u r e t e m e r a r i a m e n t e a!
que n o o p i n a c o m o él, f u n d a d o q u i z á en razones m á s s ó l i d a s
y h u m a n a s que l a s suyas, y t a m b i é n , v s o b r e todo, p a r a q u e , ne quis in re lali \el temeré =uccenseat ei qui «uae opinioni humaniore
forlasse dubitatione non cedit: aut etiam si quid hinc certi quisquam
praeteritae hiemis oblitus essem, obesset autem si futurum frigus im- et liquidi comprehenderit, ideo putet alium spem perdidisse futurorum,
minere non crederem: ita nihil oberit animae meae, «i oblita est quid quia praeterita exorsa non recolit.
forte pertulerit, si modo diligenter advertat et teneat quo «e deinceps
parare raoneatur. Et sicut, verbi gratia, Romam naviganti nihil noceret CAPUT XXII
si excidisset animo, a quo littore navem solverit, dum tamen ab eo
loco ubi esset non ignoraret quo proram dirigeret; nihil autem prod- ICNORANTIA ET DIFFICULTAS, SI NATURALIS EST HOMINI, NON PROPTEREA
es«et meminis«e littoris unde iter exorsus «it, si de romano portu DEEST UNDE LAUDETUR CREATOR
falsum aliquid existimans, in saxa incidisset: ita ñeque si non tenuero
initium temporis vitae meae, quidquam mihi oberit scienti quo fine 63. Quoquo modo autem se istud habeat, sive omnino omittendum,
requiescam nec prodesset aliquid illa sive memoria sive conieetura finis sive nunc differendum et alias considerandum sit, praesens tamen quaes-
est, aliter quam dignum est opinatus, in scopulos erroris irruerem. tio non impeditur, quominus appareat integérrima et iustissima et in-
62. Nec iste sermo ad id valuerit, ut quisquam nos prohibere ar- concusa atque incommutabili maiestate et substantia Creatoris, suppli-
bitretur ut quaerant qui potuerint secundum Scripturas divinitus in- cia peccatorum suorum animas luere: quae peccata, ut iam diu disse-
spiratas, utrum anima de anima propagetur. an suo cuique animanti ruimus, nonnisi propriae voluntati earum tribuenda sunt, nec ulla ul-
singuiae in ipso fiant, an ad regendum anímandumque corpus divino terior peccatorum causa quaerenda.
nutu alicunde mittantur, vel propria volúntate se insinuent: «i vel 64. Ignorantia vero et difficultas si naturalis est, inde incipit ani-
alicuius expediendae necessariae quaestioni» latió flagitat ista consi- ma proficere, et ad cognitionem et réquiem, doñee in ea perficiatur vita
derare atque discutere, vel a rebus magis necessariis otium ad haec beata, promoveri. Quem profectum in studiis optimis atque pietate,
<juaerenda et disserenda conceditur. Verum ad id potius ista dixerim, quorum facultas ei non negata est, si propria volúntate neglexerit, iuste
394 DEL U B R E ALBEDRIO III, 22, 64 III, 22, 65 DLL LIBRE ALBEDRÍO 395
tes que los mismos hombres, los lamentos suelen ser mayo- llegar hasta proponerles la cuestión de los dolores y trabajos
res y como inspirados por la compasión. ¿Qué mal, dicen, han de los animales, diciéndoles: ¿Qué mal han hecho los animales
hecho estas pobres criaturas para que así sean atormentadas? para que se vean sometidos a tantos trabajos, o qué bien espe-
Como si la inocencia pudiera ser un mérito en nadie antes de ran a cambio de haber sufrido tantos dolores?
ser capaz de hacer daño. Pero hablan y sienten así porque tienen una idea muy equi-
Si Dios pretende obtener algún bien en la corrección de vocada de las cosas; siendo incapaces de ver la naturaleza y
los mayores al castigarlos con los dolores y muerte de sus grandeza del Bien supremo, no quisieran que las demás cosas
queridos hijos, ¿por qué no lo ha de hacer, siendo así que, fueran tales cual es la idea que ellos se han formado del sumo
una vez que hubieran pasado, serán para los niños como si ja- Bien. Como no son capaces de concebir un bien sumo más per-
más hubieran sufrido, y que los padres, en cuyo beneficio ha fecto que los cuerpos celestes, que son los que menos sujetos
obrado Dios así, o se enmendarán, si, avisados por las aflic- están a la corrupción, por eso desean, contra toda razón, que
ciones temporales, determinaren vivir más justamente, o no las bestias no padezcan ni la muerte ni ninguna especie de co-
tendrán cómo excusarse del castigo del último juicio, si, a rrupción, como si no fueran seros mortales, perteneciendo como
pesar de las aflicciones de esta vida, no han querido cambiar pertenecen a la categoría de los ínfimos, o como si fueran malos.
de conducta ni enderezar sus pasos hacia la vida eterna? porque los celestes son mejores.
Y en cuanto a los niños cuyos dolores tienen por fin que- Por lo demás, el dolor que sufren las bestias indica tam-
brantar la dureza de los mayores, o ejercitar su fe, o probar bién la perfección admirable y laudable del alma de los bru-
su misericordia, ¿quién sabe lo que Dios, en el secreto de tos. Esto mismo demuestra suficientemente cuánto apetecen la
sus justos juicios, tiene reservado, como justa compensación, unidad en la animación y dirección de sus cuerpos, porque
a estas criaturas, que, si no han hecho ningún bien, tampoco ¿qué es el dolor sino un sentimiento que resiste a la división
padecerán estos males como consecuencia de que hayan co- y a la corrupción? De aquí que es más claro que la luz con
metido pecado alguno personal? No en vano cuenta la Iglesia cuánta avidez y tenacidad procura el alma la unidad en todo
entre los mártires a aquellos niños que fueron muertos cuando su cuerpo, y cómo no cede gustosa ni indiferentemente, sino
el rey Herodes buscaba al Niño Jesús para matarle. al contrario, protestando y resistiendo a aquellas pasiones de
69. Pero no paran aquí estos calumniadores; estos hom- su cuerpo que ve con indignación que atentan contra su uni-
bres, que no son precisamente ni investigadores diligentísi- dad e integridad.
mos de estas cuestiones, sino charlatanes embaucadores; éstos, Y si no fuera por el dolor, no veríamos cuan grande es
con el fin de quebrantar la fe de los menos instruidos, suelen en los animales, criaturas inferiores, la inclinación natural a
la unidad. Si esto no viéramos, no se nos habría advertido,
prius quam ipsi nomines esse coeperunt, maior querela et quasi mise-
ricors deponi solet, cum dicitur: Quid mali fecerunt ut ista pateren- doloribus et laboribus- solent minus eruditorum sollicitare fidem, cum
tur? Quasi possit esse innocentiae meritum, antequam quisque aliquid dicunt: Quid etiam pécora vel meruerunt mali, ut tanta patiantur in-
nocere possit. commoda, vel sperant boni, quia tantis exercentur incommodis?
Cum autem boni aliquid operatur Deus in emendatione maiorum, Sed haec dicunt vel sentiunt, quia iniquissime de rebus existimant,
cum parvulorum suorum qui eis chari sunt, doloribus ac mortibus fla- qui cum summum bonum quod et quantum sit aspicere nequeant, talia
gellantur; cur ista non fiant, quando cum transierint, pro non factis volunt esse omnia, quale putant esse summum bonum: praeter enim
erunt, in quibus facta sunt; propter quos autem facta sunt, aut melio- summa corpora quae caelestia sunt, minusque corruptioni subiacent,
res erunt, si temporalibus incommodis emmendati, rectius elegerint vi- summum bonum cogitare non possunt; ideoque inordinatissime flagi-
vere, aut excusationem in futuri iudicii supplicio non habebunt, si tant, ut nec mortem nec ullam corruptionem patiantur corpora bestia-
vitae huius angoribus ad aeternam vitam desiderium convertere no- rum, quasi non sint mortalia, cum sint Ínfima; aut ideo mala sint,
luerim? quia sunt caelestia meliora.
Quis autem novit quid parvulis, de quorum cruciatibus duritia maio- Dolor autem quem bestiae sentiunt, animarum etiam bestialium vim
lum contunditur, aut exercetur fides, aut misericordia probatur: quis quamdam in suo genere mirabilem laudabilemque commendat. Hoc
ergo novit quid ipsis parvulis in secreto iudiciorum suorum bonae com- ipso enim satis apparet in regendis animandisque suis corporibus, quam
pensationis reservet Deus, qui quanquam nihil recte fecerint, tamen sint appetentes unitatis. Quid est enim aliud dolor, nisi quídam sen-
nec peccantes aliquid ista perpessi sunt? Non enim frustra etiam in- sus dhisíonis vel corruptionis impatiens? Unde luce clarus apparet
fantes illos, qui cum Dominus Iesus Chrístus necandus ab Herode quae- quam sil illa anima in sui corporis universitate ávida unitatis et tenax,
reretur, occisi sunt 3 , in honorem martyrum receptos commendat Ecclesia. quae nec libenter, nec indifferenter, sed potius renitenter et reluctante!'
69. Quanquam isti calumniosi, et talium quaestionum non studio- intenditur in eam passionem corporis sui, quae eius unitatem atque
sissimi examinatores, sed loquacissimi ventilatores, etiam de pecorum- integritatem labefactari moleste accipit.
Non ergo appareret quantus inferioribus creaturis animalibus esset
2
Mt. 2,16. appetitus unitatis, nisi dolore bestiarum. Quod si non appareret, minus
400 DEL LIBRE ALBEDRJO III, 23, 70 111.24. 71 1>EL LIBRE ALBEDRÍO 401
cual conviene, por medio de las criaturas, que todas estas co-
sas han sido hechas por la suma, sublime e inefable unidad CAPITULO XXIV
del Creador.
70. Y en verdad que, si piadosa y atentamente lo consi- E L PRIMER HOMBRE NO LO CREÓ D I O S INSENSATO, SIP\> CAPAZ;
deras, verás que la belleza y movimiento de las criaturas, que DE SABIDURÍA.—¿QUÉ ES LA IGNORANCIA?
pueden ser objeto de nuestra consideración, son para nosotros
una gran lección, porque mediante sus diversos movimientos 71. Por lo cual debemos ocuparnos más del estado en que
y modificaciones, como mediante otras tantas lenguas, nos lla- fué creado el hombre que del modo cómo se propagó su pos-
man e invitan clamorosamente al conocimiento del Creador. teridad.
No hay cosa alguna, de las que no experimenta ni dolor Les parece que proponen muy agudamente e««ta • íestión
ni placer, que no llegue a la perfección propia de su género los que dicen: Si el primer hombre, al ser creado, fué -.otado
o no consiga en absoluto la estabilidad debida a su naturale- ya de sabiduría, ¿cómo se explica que fuera seducido? Y si
za sino gracias a la unidad. Tampoco hay ninguna entre las fué creado en estado de ignorancia, ¿cómo no ha de * « Dios
que sienten las molestias del dolor y los encantos del placer el autor de los vicios, siendo así que la insipiencia et el ma-
que, al huir del dolor y buscar el placer, no dé a entender yor de ellos? Como si entre los dos exl'emos, insipiencia y
suficientemente que huye de la descomposición y busca con an- sabiduría, no fuera posible a la naturaleza humana 'in estado
sia la unidad. Y entre los mismos hombres, en su deseo natural medio, del que pudiera decirse que no es ni de insipiencia ni
de adquirir conocimientos, que son un placer para la naturale- de sabiduría. El hombre no comienza a ser sabio o necio, de
za, refieren a la unidad todo cuanto perciben, y, en cambio, manera que necesariamente se le pueda llamar una u otra cosa,
en el deseo de evitar el error no hacen otra cosa que tratar sino cuando está ya en condiciones de alcanzar la sabiduría,
de evitar la confusión incomprensible que engendra la duda. si no lo deja por negligencia, y cuando su voluntad puede ser
¿Por qué es molesto todo cuanto es dudoso, sino porque no culpable del vicio de la ignorancia.
tiene unidad? De donde se sigue evidentemente que todos los Pues no creo que nadie sea tan insensato que diga que
seres que molestan o son molestos, que todos los que causan pla- el niño es un necio, si bien sería mucho más absurdo el decir
cer o lo reciben, insinúan y proclaman la unidad del Creador. que es un sabio. Por lo cual, así como el niño no puede de-
Si la ignorancia y los trabajos, por los cuales es preciso cirse que sea necio ni tampoco sabio, a pesar de que es hom-
comenzar esta vida, no son connaturales al alma, no queda bre—por donde se ve que la naturaleza humana nace en un
sino que se nos hayan impuesto o como un deber o como un estado medio que no es ni de insipiencia ni de sabiduría—,
castigo. Pero creo que ya hemos discutido bastante sobre esto. así también, si alguien se hallara en aquel estado en que están
los que carecen de sabiduría por negligencia en adquirirla, no
quam opus esset admoneremur ab illa summa et sublimi et ineffabili
unitate Creatoris esse omnia ista constituta.
70. Et revera si pie ac diligenter attendas, omnis creaturae spe- CAPUT XXIV
cies et motus qui in animi humará considerationem cadit, eruditionem P R I M U S HOMO M)K INSIPIENS CREATUS EST, SED SAPIE>¡TIAE CAPAX.
nostram loquitur, diversis motibus et affectionibus, quasi quadam va- STULTITIA QUID
rietate linguarum, undique clamans atque increpans cognoscendum esse
Creatorem. 71. Quapropter ipse primus homo qualis factus sit, magis quaeren-
Nulla enim res est earum quae nec dolorem nec voluptatem sen- dum est, quam quomodo eius posteritas propagata sit.
tiunt, quae non aliqua unitate decus proprii generis assequatur, vel Multum enim sibi videntur acute proponere quaestionem qui dicunt:
omnino naturae suae qualemcumque stabilitatem. Nulla ítem res est Si sapiens factus est primus homo, cur seduetus est? si autem stul-
earum quae vel doloris molestias, vel blanditias sentiunt voluptatis, quae lus factus est. quomodo non est Deus auctor vitiorum, cuín sit stultitia
non eo ipso quo dolorem fugit, voluptatemque appetit, diremptionem máximum vitium? Quasi vero natura humana praeter stultitiam et sa-
se fugere, unitalemque appetere, fateatur. Inque ipsis rationalibus ani- pientiam nullam mediam recipiat affectionem, quae nec stultitia, nec sa-
mis omnis appetitus cognitionis qua illa natura laetatur. et ad unita- pientia dici possit. Tune enim homo incipit aut stultus esse aut sapiens,
tem refert omne quod percipit, et in errore nihil fugit aliud quam ut alterum horum necessario appelletur, cuín iam posset, nisi negligeret.
incomprehensibili ambiguitate confundí. Omne autem ambiguum unde babere sapientiam, ut vitiosae stultitiae sit voluntas rea.
molestum est, nisi quia certam non habet unitatem? Ex quo apparet Non enim quisquam ita desipit, ut stultum appellet infantem, quam-
omnia, sive eum offendunt vel offenduntur, sive cuín delectant vel de-
vis sit absurdior si velit appellare sapientem. Ut ergo infans nec stul-
lectantur, unitatem insinuare aique praedicare Creatoris.
tus nec sapiens dici potest, quamvis iam homo sit; ex quo apparet
Si autem ignorantia et difficultas, a quibus islam vitam neces=e naturam hominis recipere aliquid médium, quod ñeque stultitiam, ñeque
est incipere, non sunt animis naturales; restat ut aut officio gusceptae sapientiam recte vocaveris: ita etiam si quisquam tali affectione ani-
sint, aut irrogatae supplicio. De quibu« iam satis esse arbitror disputatum. ruatus esset, qualem habent illi qui per negligentiam sapientia carent..
III, 24, 72 DEL LIBRE ALBEDRIO 403
402 DEL UBRE ALBEDRIO 111, 24, 72
inteligencia del precepto, así la observancia del precepto es-
le llamaría con razón necio nadie que creyera que dicho estado como el fundamento que nos hace dignos de la sabiduría.
es natural y no una consecuencia de algún pecado. En el momento en que el hombre comienza a comprender
No llamamos insensatez a cualquiera ignorancia de las el precepto, en ese mismo comienza a poder pecar. De dos
cosas que se deben apetecer y de las que se deben huir, sino modos peca antes de llegar a ser sabio: o no disponiéndose
a la ignorancia viciosa o culpable. De aquí es que no decimos para comprender el precepto o no observándolo cuando lo ha
que sea insensato el animal irracional por el hecho de no ha- comprendido. El sabio peca cuando se aparta de la sabiduría.
ber recibido el poder de ser sabio. Muchas veces, no obstante, Así como el precepto no procede de aquel a quien se impone,
decimos que una cosa es tal por cierta semejanza, pero no con sino de aquel que le impone, así la sabiduría no procede de
propiedad. Así, por ejemplo, siendo la ceguera el mayor de los quien es iluminado, sino de quien ilumina.
defectos de la vista, no decimos que sea un defecto en los ca- ¿Hay, pues, cosa alguna por la cual no se deba alabar
chorros que acaban de nacer, ni tampoco puede decirse con al Creador del hombre? VA hombre es un bien, y an bien
propiedad que nacen ciegos. mejor que la bestia, porque es capaz de preceptos, y se hace
72. Si, pues, el hombre ha sido creado en un estado tal mejor cuando ha comprendido ya los preceptos, y mucho me-
que, aun no siendo sabio, era, no obstante, capaz de recibir un jor cuando los ha cumplido, y muchísimo mejor aún cuando,
mandato, que debiera cumplir sin excusa, ya no resulta inex- iluminado por la luz eterna de la sabiduría, lia llegado a ser
plicable que haya podido ser seducido, ni resulta tampoco in- bienaventurado.
justo el que sufra la pena correspondiente al incumplimiento
El mal del pecado consiste en la negligencia en dispo-
del precepto; y resulta, en cambio, evidente que no es el Crea-
nerse para la inteligencia del precepto, o en la de no cum-
dor el autor de los vicios, porque el no poseer la sabiduría no
plirlo, o en no perseverar en la contemplación de la sabi-
era culpa en el hombre, si aún no había recibido el poder de
duría. De donde se colige que, aunque el primer hombre
adquirirla.
hubiera sido creado sabio, pudo, sin embargo, ser seducido.
No obstante, había recibido ya la facultad mediante cuyo Y habiendo sido cometido este pecado libremente, a él siguió
buen uso hubiera podido llegar a adquirir la sabiduría, que por disposición divina la pena correspondiente. Así lo dice tam-
aún no tenía. Una cosa es ser racional y otra ser sabio. La bién el apóstol San P a b l o : Diciendo que son sabios, se hi-
razón hace al hombre capaz de preceptos, a los que debe so- cieron necios. La soberbia, en efecto, aleja al soberbio de la
meterse tan fielmente que cumpla lo que se le manda. Así sabiduría, y de este alejamiento es consecuencia necesaria la
como la razón conduce a la inteligencia de los preceptos, así insensatez. Ahora bien, la insensatez es una especie de ceguera,
con la observancia de los preceptos se alcanza la sabiduría. como dice el mismo Apóstol: Y se obscureció su insensata
Lo que es la naturaleza a la inteligencia del precepto, esto
es la voluntad a la observancia del mismo. Y así como la na- tura tanquam meritum est praecepti accipiendi, sic praecepti observatio
turaleza racional viene a ser como la razón meritoria de la meritum est accipiendae sapientiae.
nenio eum stultum recte diceret quem non vitio, sed natura talem Ex quo autem incipit homo praecepti esse capax, ex illo incipit
videret. posse peccare. Duobus autem modis peccat antequam fiat sapiens; si
Est enim stultitia, rerum appetendarum et vitandarum non quaeli- aut se non accommodet ad accipiendum praeceptum, aut cum acceperit
bet, sed vitiosa ignorantia. Unde ñeque animal irrationale stultum di- non observet. Sapiens autem peccat, si se averterit a sapientia. Sicut
cimus, quia non accepit ut sapiens esse posset. Appellamus tamen ple- enim praeceptum non est ab illo cui praecipitur, sed ab illo qui praeci-
rumque ex similitudine aliquid non proprie. Nam et caecitas cum pit; sic et sapientia non est ab illo qui illuminatur, sed ab illo qui
máximum vitium sit oculorum, non tamen in catulis nascentibus vitium illuminat.
est, nec proprie caecitas dici potest. Quid ergo est unde non laudandus sit hominis Creator? Bonum
72. Si ergo factus est homo, ut quamvis sapiens nondum esset, est enim aliquod homo, et melius quam pecus, ex eo quod praecepti
praeceptum tamen posset accipere, cui utique obtemperare deberet; capax. Et hoc melius, cum praeceptum iam cepit. Rursus, hoc melius,
nec illud iam mirum est, quod seduci potuit; nec illud iniustum, quod cum praecepto paruit. Et his ómnibus melius, cum aeterno lumine sa-
praecepto non obtemperans poenas luit; nec Creator eius auctor vitio- pientiae beatus est.
rum est, quia non habere sapientiam, nondum erat vitium hominis, si Peccatum autem malum est in negligentia vel ad capiendum prae-
nondum ut habere posset, acceperat. ceptum, vel ad observandum, vel ad custodiendam contemplationem
Sed tamen habebat aliquid quo si bene uti vellet, ad id quod non sapientiae. Ex quo intelligítur, etiamsi sapiens primus homo factus est,
habebat ascenderet. Aliud est enim esse rationalem, aliud esse sapien- potuisse tamen seduci. Quod peccatum cum esset in libero arbitrio,
tem. Ratione fit quisque praecepti capax, cui fidem debet, ut quod iusta, divina lege, poena consecuta est. Ita dicit etiam apostolus Pau-
praecipitur, faciat. Sicut autem natura rationis praeceptum capit, sic lus: Dicentes se esse sapientes, stulti facti sunt. Superbia enim avertit
praecepti observatio sapientiam. Quod est autem natura ad capiendum a sapientia: aversionem autem stultitia consequitur. Stultitia quippe
praeceptum, hoc est voluntas ad observandum. Et sicut rationalis na- caecitas quaedam est, sicut idem dicit: Et obscuratum est insipiens cor
404 DEL LIBRE ALBLDRIO IIí. 24,73 111.25,74 DEL LIBRE ALBEDRÍO 405
eorum1. Unde autem haec obscuratio, nisi ex aversione a lumine sa- quod dementissimum est dicere; si autem sapienter fit, iam erat sapien-
pientiae? unde autem haec aversio, nisi dum ille cui bonum est Deus, tia in nomine antequam transisset ad sapientiam, quod nihilominus ab-
sibi ipse vult esse bonum suum, sicuti sibi est Deus? Itaque: Ad meip- surdum est; ex quo intelligitur esse médium, quod neutrum dici possit:
sum, inquit, conturbata est anima mea ~; et Gústate, et eritis sicut dii3. ita et ex arce sapientiae, ut ad stultitiam primus homo transiret, nec
73. Turbat autem considerantes, quod ita quaerunt: Stultitiane stultus, nec sapiens transitus ille fuit. Velut in somno et vigiliis, ñeque
primus homo recessit a Deo? an recedendo stultus factus est? Quia -si id est dormiré quod obdormtscere, ñeque id est vigilare quod exper-
respóndeos eum stultitia recessisse a sapientia, videbitur stultus fuisue gisci, sed transitus quídam ex altero in alterum.
antequam recederet a sapientia, ut stultitia illi causa esset recedendi. Verum hoc interest, quod sine volúntate plerumque ista fiunt: illa
ítem si responderis eum recedendo stultum esse factum, quaerunt utrum autem nunquam nisi per voluntatem; unde iustissimae retributiones
stulte, an sapienter fecerit quod recessit. Si enim sapienter fecit, recle consequuntur.
fecit, nihilque peccavit: si stulte, iam erat, inquiunt, in eo stultitia,
qua factum est ut recederet. Non enim stulte aliquid sine stultitia CAPUT xxv
faceré poterat. Q u i B U S VISIS TA^GITUR RATIONALIS NATURA, CUM INTENTIONEM AD MALUM
Ex quo apparet esse quiddam médium, quo ad stultitiam a sapientia CONVERTIT
transitur, quod ñeque stulte, ñeque sapienter factum dici potest, quod 74. Sed quia voluntatem non allicit ac faciendum quodlibet, nisi
ab hominibus in hac vita constimtis non nisi ex contrario datur inteí- aliquod visum; quid autem quisque vel sumat vel respuat, est in po-
ligi. Sicut enim nullus mortalium fit sapiens, nisi ab stultitia in sapieti- testate, sed quo viso tangatur, nulla potestas est: fatendum est et ex
tiam transeat; ipse autem transitus si stulte fit, non utique bene fit, superioribus et ex inferioribus visis animum tangi ut rationalis sub-
1
Rom. I . 2 2 . 2 L stantia ex utroque sumat quod voluerit, et ex mérito sumendi vel mi-
2
s
Ps. 4 1 , 7 . seria vel beatitas subsequatur.
G e n . },5.
406 DEL LIBRE ALBEDRIO III, 25,75 111,25,76 DEL LIBRE ALBEDRIO 407
Así sucedió en el paraíso, donde la visión relativa a las de nuestro entendimiento o de nuestros sentidos. Ahora bien,
cosas superiores fué la que representaba el precepto de Dios, objeto de nuestro espíritu, excepto la inconmutable Trinidad,
y la relativa a las inferiores, la que representaba la sugestión que no sólo no es objeto de nuestro entendimiento, sino que
de la serpiente. Y no dependió del hombre ni lo que el Señof está muy por encima de él, lo es precisamente el mismo espí-
le iba a mandar ni lo que el demonio le iba a sugerir. Mas ritu, y de aquí el que también nos demos cuenta de que vi-
cuan libre y cuan exento se hallaba de toda clase de dificul- vimos. Lo es después el cuerpo gobernado por el spíritu, y por
tades, habiendo sido creado en la plenitud de la sabiduría, eso, para ejecutar alguna cosa, imprime movimiento a los
puede colegirse del hecho de que los mismos insensatos las miembros, que deben ser puestos en movimiento cuando es
superan cuando pasan de la insensatez a la sabiduría, no obs- necesario que se muevan. Y, finalmente, objeto de los sentidos
tante la pena de tener que renunciar a la emponzoñada dulzura del cuerpo son todas las cosas corpóreas.
de sus malos hábitos. 76. Mas para que en la contemplación de la suma sabi-
75. Puede preguntarse aquí a ver si el hombre tuvo en- duría, que, siendo como es inmutable, no es ciertamente el
tonces conocimiento de una y otra cosa: del precepto de Dios espíritu, pueda verse a sí mismo nuestro espíritu, que es mu-
y de la sugestión de la serpiente, y de dónde le vino al mismo dable, y pueda en cierto modo complacerse en sí mismo, es
diablo el consejo de aquella impía apetencia que le precipitó preciso que perciba la diferencia de perfecciones, en virtud
de su elevado trono; porque si nada le hubiera sugestionado, de la cual él no es lo que es Dios, pero que es algo bueno, en
no hubiera elegido hacer lo que hizo; si no se le hubiera ocu- cuya bondad puede complacerse después de la complacencia
rrido idea alguna de nada, de ningún modo hubiera querido en la bondad de Dios. Pero es indudable que su bondad es
el mal. ¿Quién, pues, le sugirió, sea cual fuere el contenido perfecta cuando llega a olvidarse de sí mismo por el amor
de aquella sugestión, el que se determinase a aquellos actos, que tiene a Dios, o llega a despreciarse a sí mismo, compa-
que de ángel bueno le transformaron en demonio? Es indu- rado con Dios. Por el contrario, si, trayéndose a sí mismo como
dable que el que quiere, quiere alguna cosa que de ningún delante de los ojos, se complace en sí como para imitar per-
modo le sería posible querer si no la percibiese exteriormente versamente a Dios, que en sí mismo tiene todas sus compla-
por los sentidos del cuerpo o, por vías que desconocemos, no cencias, y gozar de propia independencia, entonces se hace tanto
se hiciera presente a su espíritu. menor cuanto mayor pretenda ser. Y esto es lo que dice la
Hay que distinguir, pues, dos suertes de representaciones Escritura: El principio de todo pecado, la soberbia; y el prin-
cognoscitivas, de las cuales una es la que parte de la voluntad cipio de la soberbia del hombre es apartarse de Dios.
del que aconseja, cual fué la del diablo, en la que el hombre Este fué el pecado del diablo, la soberbia, a la cual juntó
consintió culpablemente, y otra la que proviene de los objetos después una malvada envidia, que le llevó a persuadir al hom-
bre esta misma soberbia, por la cual reconocía haber sido él
Velut in paradiso visum ex superioribus, praeceptum Dei; visum
ex iníerioribus, suggestio serpentis. Nam ñeque quid sibi praecipere- vel sensibus corporis. Intentioni animi subiacet, excepta incommutabi-
tur a Domino, ñeque quid a serpente suggereretur, íuit in hominis po- litate Trinitatis, quae quidem non subiacet, sed eminet potius; subiacet
testate. Quam sit autem liberum et ab ómnibus difficultatii vinculis ergo intentioni animi prius ipse animus, unde nos etiam vivere sen-
expeditum, in ipsa sapientiae sanitate constituto, non cederé visis in- timus: deinde corpus quod administrat; unde ad quodlibet operandum,
ferioris illecebrae, vel hinc intelligi potest, quod etiam stulti ea su- membrum quod opus est, cum opus est, movet. Subiacent autem sen-
peran: ad sapientiam transituri, etiam cum molestia carendi pernicio- sibus corporis quaecumque corpórea.
sarum consuetudinum pestilentiosa dulcedine. 76. Ut autem in contemplatione summae sapientiae (quae utique
75. Quaeri autem hoc loco potest, si homini praesto fuerunt ex animus non est; nam incommutabilis est), etiam seipsum, qui est com-
utraque parte visa, imum ex praecepto Dei, alterum ex suggestione mutabilis, animus intueatur, et sibi ipse quodammodo veniat in men-
serpentis; imde ipsi diabolo suggestum sit appetendae impietatis con- tem, non fit nisi differentia qua non est quod Deus, et tamen aliquid
silium, quo de sublimibus sedibus laberetur. Si enim nullo viso tange- est quod possit placeré post Deum. Melior est autem cum obliviscitur
retur, non eligeret faceré quod fecit; nam si non ei aliquid venisset sui pras charitate incommutabilis Dei, vel seipsum penitus in illius
in mentem, nullo modo intentionem convertisset in nefas. Linde igitur comparatione contemnit. Si autem tanquam obvius placet sibi ad per-
venit in mentem, quidquid illud est quod venit in mentem, ut ea mo- verse imitandum Deum, ut potestate sua frui velit, tanto fit minor,
liretur quibus ex bono angelo diabolus fieret? Qui enim vult, profecto quanto se cupit esse maiorem. Et hoc est: Initium omnis peccati su-
aliquid vult: quod nisi aut extrinsecus per sensum corporis admonea- perbia; et, Initium superbiae hominis apostatare a Dea *.
tur, aut occultis modis in mentem veniat, velle non potest. Superbiae autem diaboli accessit malevolentissima invidia, ut hanc
Discernenda igitur sunt genera visorum, quorum unum est quod pro- superbiam homini persuaderet, per quam sentiebat se esse damnatum.
ficiscitur a volúntate suadentis, quale illud est diaboli, cui homo con-
sentiendo peccavit; alterum a subiacentibus rebus vel intentioni animi, 1
Eccli. 10,15-1.
408 DEL LIBRE 4LBEDRI0 I1J,25. 77 111.25,77 DLL LIBRE ALBLDRÍO 409
condenado. Por esto, la pena que se impuso al hombre fué Dios, me ha sido posible entender que debía contestar a tus
una pena medicinal, más bien que mortal; pues, si el diablo se preguntas paia íesolveí" todas tus dudas y dificultades. Pero
había propuesto a sí mismo al hombre como modelo de sober- aunque alguna otia cosa se te ocuira, la extensión de este libio
bia, a él se propuso también como modelo de humildad el nos obliga a interrumpir estas discusiones y a ponei aquí pun-
Señor, que nos ha prometido la eterna vida, a fin de que, to final.
después de haber sido rescatados con su sangre, derramada tum Dcminus piaebeie dignatu^ e~t, tuU interrogationibu= desit: quan-
entre muchos trabajos y miserias indecibles, nos unamos a quam et si tibi aliquid occurrit, modus libri nos iam finem faceré, et al»
nuestro Libertador con tanta caridad que seamos atraídos a él hac disputatione requiescere aliquando compellit.
por luces tantas, que no sean capaces de apartarnos de la con-
templación del Bien supremo ninguna de las lepresentaciones
procedentes de las cosas inferióles, aunque, poi otra paite,
fuera suficiente para desechar cualquiera sugestión procedente
del apetito de las cosas inferióles y contraria a las cosas su-
periores el ejemplo de la eterna condenación v eternos toimen-
tos del diablo.
77. Es tanta la hermosura de la justicia, tanto el encanto
de la luz eterna, esto es, de la inconmutable verdad y sabidu-
lía, que, aunque no nos fuera permitido gozar de ella más que
un solo día, a cambio de este solo gozo haiíamos muv bien
en despreciar innumerables años de esta vida plenos de deli-
cias y abundantes en toda clase de bienes temporales. Y así
dijo, no equivocadamente y con poco afecto, e! Real Profeta:
Porque mejor es un día pasado en tu santuaiio que miles de
días fuera de él. Aunque estas palabias podrían entendeise en
otro sentido, a saber, entendiendo poi los miles de días la
mutabilidad de los tiempos y poi un solo día la inconmutable
eternidad.
Cieo no habei omitido nada de cuanto, con la gracia de
Ps 83,11
DE LA CUANTIDAD DEL ALMA
VERSIÓN, INTRODUCCIÓN Y NOTAS DEL
P. EÜSEBIO CUEVAS, O. S. A.
IMRODL'CCIÓ?. A «I)K LA CUANTIDAD DEL ALMA» 413
I N T R O D U C C I Ó N c
iduos materialistas que le impedían ver con claridad las cosas
del espíritu, si bien pudo tener influencia en este su modo de
pensar la filosofía estoica y maniquea. Además, los móviles
que inducían a Evodio a proponer cuestiones a San Agustín
no eran siempre puramente personales; quiere estar prevenido
contra los insidiosos, contra los que acostumbran sacar partido
Al libro De quantitate animae, cronológicamente conside- de los problemas difíciles o también para instruir a los que
rado, no se le suele asignar una data rigurosamente fija; de de buen ánimo pidan explicación de estos puntos \ El primer
aquí que muchos autores, hablando de la fecha de su compo- diálogo, donde recogen sus conversaciones, es el De quantitate
sición, le pongan indistintamente en los años 387-388. Mas, si animae; pero podemos suponer que ya anteriormente había
concedemos valor histórico a las Retractaciones, dicho libro habido entre ellos discusiones sobre otros temas. «Cum abs te
fué compuesto, o al menos comenzado, después del De Mor. multa quaesissem», le dice l'.vodío proponiéndole esta cuestión,
Eccl. Cath. el Manich., y si a éste se le coloca en el año 388. lo que, según le arguye, no puede rechazar bajo el pretexto otras
más lógico parecería retrasar, sin salvedades, el De quantitate veces aducido de que están .sobre nosotros: «ea quae supra nos
animae a este mismo año, lo que no dejan de hacer algunos sunt»; en el caso presente no existo disculpa, porque «non
autores de nota, y creemos lo más aceptable. Si la inactividad puto nos ipsos supra nos esse». Lo que ahora le propone hacía
literaria de San Agustín en Roma durante los últimos meses tiempo que inquietaba el ánimo de Evodio: «sunl mihi ista
del año 387 parece inexplicable y para salvarla se le da tra- diuturna cogitatione praeparata»; si bien no habían salido de
bajo en el mencionado libro De quantitate animae, anticipe- su boca por no pecar de inoportuno e incongruente.
mos también el De Mor. Eccl. et Manich., pues ése es el orden Vuelto a África, y una vez que regresó también Agustín,
más aceptable, que puede deducirse de las Retractaciones. Por instituyeron vida monástica, según los deseos manifestados en
otra parte, esa supuesta inactividad no es muy larga y concuer- Milán de dedicarse a la vida más perfecta, siendo elegido des-
da perfectamente con las palabras que en el De quantitate pués obispo de Uzala, lugar no lejos de Utica. Su celo por la
animae le dirige Evodio al comenzar: «Quoniam video te causa católica en contra de los donatistas le malquistó con el
abundare otio.» obispo hiponense de esta secta, Proculeyano. Como casual-
El lugar de la composición no ofrece dudas: «In eadem mente se reunieran en una casa particular y la conversación
urbe», dice taxativamente el capítulo VIH de las Retractacio- recayera sobre la herencia de Cristo, Evodio molestó con sus
nes refiriéndose a «cum Romae essem» del capítulo anterior. palabras al obispo donatista, molestia que Proculeyano no pudo
Algunos de los ejemplos aducidos en el transcurso del libro menos de patentizar a Evodio; pero advirtióle al mismo tiem-
nos hacen imaginar el desarrollo del diálogo al aire libre en po que estaba dispuesto a concurrir con varones sensatos a una
alguna de las colinas romanas. colación. De este supuesto desacato de Evodio para con Pro-
culevano intenta Agustín, en vida de Valerio aún, disculpar
Evodio, hombre de agudo ingenio y paisano de San Agus-
a su compañero en carta al donatista J .
tín, carece de historia hasta que Agustín nos le presenta en sus
Confesiones 1 como «agens in rebus», dedicado a la vida mili- Durante su episcopado reitera las preguntas a San Agusrín
tar. Abandonando esta vida, convirtióse al cristianismo antes acerca de los mismos problemas metafísicos que antes le habían
que San Agustín, y en el citado capítulo aparece haciendo com- obligado a recurrir al Santo, buscando solución adecuada para
pañía a San Agustín desde el mismo Milán. Una vez conver- ellos, aunque también mezcla algunos nuevos, como el de la
tidos ambos, su ansia de perfección les hace anhelar, junta- carta 160 y el de la 161. Partidario de la constitución de la
mente con Alipio, un lugar más apto para dedicarse al servi- materia a base de los cuatro consabidos elementos, indaga sobre
cio del Señor; esta aspiración realizóse después en África. si sería posible que algunos de ellos acompañaran al alma
Cuando Agustín emprendió su viaje de regreso al África, se después de su separación del cuerpo. Evidentemente, en un
une a ellos. En Milán, y asistiendo en Ostia a la muerte de cuerpo muerto aparecen con claridad tres de los elementos
Mónica, aparece, según lo da a entender el mismo San Agus- constitutivos del mismo; pero un tercero, el cálido (fuego),
tín, como el más animoso y decidido de los presentes: «Psal- bien pudiera ser que lo llevara el alma consigo a la otra vida *.
terium arripuit Evodius et cantare coepit psalmum.» Otro problema que le preocupaba mucho era si el alma cae
Sin poner con ello reparo alguno a su sincera conversión, en un cierto sopor, en el que permanece «nihil habens, nihil
nos atreveríamos a afirmar que su vida de militar le dejó re-
- Epist. 161.
' Bpitt. 33 n 2-3
1 4
1.9 C.S. Epist. 158 n 6.
414 INTRODUCCIÓN A «DE LA CUANTIDAD DEL ALMA» INTRODUCCIÓN A «DE LA CUANTIDAD DEL ALMA» 415
sciens». Problemas todos ellos que recuerdan la quinta pre- impide que Agustín insinúe a Evodio, siempre que se le pre-
gunta que en el De quantitate animae propuso a San Agustín, senta la ocasión, verdades de orden puramente religioso: es un
y a la que éste no dio respuesta explícita. Por esto, respon- filósofo, pero cristiano ya, que da más autoridad a la fe que
diendo a estas dudas, Agustín le remite a los libros en los que a la razón. Cual águila, Agustín se remonta desde la tierra,
Evodio aparece como interlocutor, para que de ellos, tomán- la cantidad, a las alturas, las regiones del alma, del espíritu.
dose un poquito de trabajo intelectual, saque las doctrinas llevando tras sí a su discípulo.
que busca: «invenies unde dissolvas... adhibito nonnullo labore Como hemos dicho, el libro De quantitate animae está sec-
cogitationis» 5. Cuando Agustín escribió una carta a Paulino y cionado en multitud de cuestiónenlas, encaminadas todas a dar
Terasia por el mes de marzo del 405, estaba Evodio en Roma, luz al punto central, la inmaterialidad del alma. Estas digre-
adonde había ido comisionado por el concilio de Cartago del siones son importantes, por las variadas doctrinas que en ellas
año 404 delante del emperador Honorio, implorando protec- nos da a conocer su autor sobre distintas ciencias: dialéctica,
ción contra los donatistas; con él iba Teasio 6. Su llegada a geometría, ética, cosmología, psicología, física, ascética, etc.
Roma debió de ser por fines del año 404, antes que llegara Los últimos elementos en que los cuerpos pueden dividirse
el invierno; pues para esa fecha hacen mención de ellos Pau- son los que desde Empédocles vienen aceptándose como la base
lino y Terasia: copió para Alipio la Crónica de Eusebio '. para la constitución de los cuerpos (n.2); éstos siguen sus
De Uzala, sede de Evodio, salió el chispazo que incendió leyes propias, buscando cada uno por naturaleza el lugar que
a los monjes de Adrumeto del ardor pelagiano, una simple le corresponde (los lugares propios) (n.37.62), y son incon-
copia de algunos opúsculos de San Agustín hecha por Floro cebibles sin extensión interna (n.6.21.23). El mundo creado
y dictada por Félix. El abad Valentín, enterado del revuelo por Dios es el mejor de los posibles (n.73.80) ; la fuerza está
que se había producido entre sus monjes, propuso a los sedi- en función de la masa y de la velocidad (n.37) ; el tiempo y el
ciosos recurrir a Evodio en demanda de una explicación; pro- espacio son cosas reales (n.68).
puesta que rechazaron. Evodio. no obstante, escribió al abad El alma humana desarrolla todas las funciones de la vida
una carta s . vegetativa y sensitiva (n.7.70). La definición de alma humana
No faltó su presencia en los concilios africanos contra do- no es la definición del hombre en su totalidad; por esto no
natistas y pelagianos, y después del Milevitano y Cartaginense comprendemos cómo alguno l0 ha tomado la definición de alma
escribió, juntamente con San Agustín y otros tres obispos, al por la de hombre. «Animus... mihi videtur esse substantia quae-
Papa Inocencio, pidiendo la condenación de la herejía pe- dam rationis particeps regendo corpori accommodata.» Para
lagiana 9. Acabó su vida en el 426. descubrir reminiscencias platónicas y plotínicas en San Agus-
El diálogo, siempre interesante, toma a veces una movili- tín, se acepta este párrafo como la verdadera definición de
dad atrayente, no obstante la materia tan abstrusa que en él hombre, y, a base de esta suposición, nada, ciertamente, ten-
desarrolla, y hasta no faltan en él sus ribetes de humorismo; dríamos que observar; pero lo que el Santo define, bien a las
todo ello dentro de ]a más estricta familiaridad y condescen- claras está, es «animus». Por más que termine con un «regen-
dencia. En la exposición se encuentran huellas bien manifies- do corpori accommodata», no se puede deducir que haya pre-
tas del retórico de Milán, lo que dificulta en ocasiones la com- ponderancia del alma sobre el cuerpo aquí, para ver en esto
prensión de una doctrina sutil e intrincada de suyo; cualidad las influencias platónicas. El régimen o gobierno del cuerpo
de la que se quejará Agustín en sus Confesiones. De entre las es hoy, como en todos los tiempos, innegable. No se pierda
cuestiones propuestas por Evodio, la que versa sobre la cuan- tampoco de vista que Agustín paga aún en esta época tributo
tidad del alma ocupa casi materialmente la totalidad del diá- a la retórica. La evolución de Agustín en la definición de hom-
logo: se busca principalmente la inmaterialidad del alma. Al- bre no se puede admitir si no es comparando arbitrariamente
rededor de este punto central giran multitud de cuestiones que, las definiciones que se quiere. No es necesario esperar a que
aisladamente consideradas, poco o nada tendrían que ver con componga su obra De Trinitate (400-416) para hallar en él
la tesis, pero de las que Agustín saca un gran provecho para una definición exacta de hombre. Sin salimos del De quanti-
ir sentando poco a poco su intento y elevar a Evodio a la re- tote animae, hallaremos una definición tan acabada como la
gión del espíritu a través de lo sensible. Muchas de las digre- que se aduce del De Trinitate, y en la que, según parece, ya
siones dilucidan verdaderas dificultades acerca de la inmate- no hay dejos platónicos. En el número 2 De quantitate animae
rialidad del alma. El fin filosófico que caracteriza a la obra no dice: «cum quaeritur ex quibus sit homo compositus, respon-
deré possum, ex anima et corpore». Hablando de las condicio-
5 s
Epist. 162 n . 2 . Epist. 216 n . 3 .
6
Epist. 80 n . l . " Epist 177. 10
7
Epist. 24 n . 3 . D T C t.l col.2358.
INTRODUCCIÓIN A «Dfc LA CUAiNTIDAD DEL ALMA» 417
416 INTRODUCCIÓN A «DE LA GU ANUDAD DEL ALM V»
nos que requiere una verdadera definición, en el número 47 del lenguaje adquirido en el trato con sus semejantes; los sordo-
mismo libro inserta estas palabras: «homo est animal moríale mudos tienen también su lenguaje (n.31).
rationale». No ensalcemos la influencia platónica o neoplató- Descartada la cuantidad del alma y enumeradas las pro-
nica a costa de los demás filósofos griegos que conoció Agustín. digiosas operaciones que por su virtud obra en el cuerpo hu-
La grandiosidad del alma humana se retrata en sus accio- mano, Agustín se remonta al fin último del hombre. El verda-
nes. A través de los sentidos adquiere conocimiento de las co- dero valor del alma no está en las ciencias ni en sus habili-
sas corpóreas, conocimiento inmediato; pero también descubre dades, sino en la virtud, en la bondad moral (n.73), que le
cosas que no le dan los sentidos, deduciéndolas por medio de encamina, aunque sea a costa de muchos trabajos y luchas, a
la razón (n.45), y a este conocimiento Agustín le da prefe- la contemplación de la verdad, de Dios (n.74). Al final de
rencia, hasta tal punto que antes cree a lo que le dicta la ra- este trabajoso camino de purgación («purgationis negotio»), de
zón que a lo que le muestran los sentidos (n.25.46), en purificación («in opere tam difficili mundationis»), el alma,
los que nos aventajan muchas veces los animales, porque su libre ya de toda mancha, se siente contentísima y llega, ayu-
alma está, diríamos, más agarrada al cuerpo, mientras que la dada por el mismo Dios, a la mansión (n.76) en la cual verá
del hombre, se libra, en lo posible, del cuerpo para tender a no sólo a Dios, sino también tendrá un conocimiento más per-
lo espiritual (n.54) ; de aquí que cuanto más se entrega e' fecto de todas las cosas (ibid.).
hombre a los sentidos, tanto más se asemeja a las bestias. La providencia de Dios se extiende hasta a las cosas más
Los conocimientos adquiridos archívalos el alma en la me- mínimas. De tal manera ha dispuesto el orden del mundo el
moria, facultad maravillosa de nuestra alma (n.8-9), que en Creador, que, aunque el hombre esté dotado de libertad, no
cuanto sensitiva gozan también de ella los animales (n.71), puede perturbarlo en un punto (n.78.80).
siendo propia del hombre la intelectiva (n.72). Además de Por esto que hemos extractado brevísimamente se verá que
ésta, el hombre tiene otras facultades que le colocan muy poi Agustín se ha excedido en el desarrollo de su cometido, cosa
encima de los animales. Por sus funciones se diferencian entre que reconoce él mismo, y ha expuesto el círculo total del alma,
sí la razón y el razonamiento: la primera es «mentís aspec- desde su origen hasta su fin (Dios), aunque haya sido breve
tus», la mirada de la mente; la segunda es la razón misma en <e incidentalmente.
ejercicio, moviéndose en busca de un objeto: «inquisitio ra-
tionis». Cuando le llega a ver recibe el nombre de ciencia. El
movimiento inquisitivo de la razón para llegar a la visión
intelectual de un objeto, junto con la visión final, es lo que,
en resumen, constituye la razón, el razonamiento y la ciencia,
cualidades de las que no gozan los animales. Como punto de
partida para estas deducciones científicas es necesario conceder
algo que sirva de fundamento (n.49ss). El soñar es un tropel
de imágenes recogidas por los sentidos y revueltas confusa-
mente por el alma, mientras que durante el sueño recobra sus
fuerzas (n.71). La familiaridad con los objetos crea la cos-
tumbre y hace por esto dolorosa la separación de los mis-
mos fibid.).
No todos están capacitados para el conocimiento directo
de la verdad: la autoridad, en este caso, es el medio más fácil
y expedito para su adquisición, ahorrando esfuerzos inútiles
y acaso perjudiciales: «Auctoritati credere magnum compesi-
dium est et nullus labor» (n.12).
El análisis que hace de la sensación es sutil, ingenioso e in-
teresante, y lo mismo puede afirmarse de la visión (n.41ss t.
Las fuerzas corporales son la resultante del impulso, nervios
y peso del cuerpo; teniendo asimismo grande influencia en
ellas el ejercicio y configuración de los músculos (n.35.38).
El hombre, para expresar sus sentimientos, se sirve del
S Ag 3 14
1,2 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 419
por su longitud, su latitud, su fuerza o por todas estas cosas esos por lo mismo que nada tiene de ellos. Después ya estu-
juntas, o si quieres, saber, más bien, su poder, ya que también diaremos si verdaderamente no tiene nada de común con ellos.
Ev.—Emplea el orden y método que gustes; yo, por mi
solemos preguntar por la grandeza de Hércules y puede en-
parte, estoy dispuesto a escuchar y a aprender.
tenderse o de su estatura o de su fortaleza.
Ev.—Las dos cosas quiero saber acerca del alma.
Ag.-—Mas lo primero no puede decirse del alma, ni en CAPITULO IV
absoluto entenderse. No podemos, en modo alguno, imaginar-
nos el alma ni larga, ni ancha, ni poderosa; a mi sentir, todo E L ALMA, AUNQUE NO SEA NI IARGA NI ANCHA, ES ALGO
esto es corpóreo, y si hablamos así del alma, es porque esta-
mos acostumbrados a hablar así de los cuerpos. Por esto se 5. Ag.—Haces bien; pero quiero me respondas por si aca-
ordena, y con razón, aun tratándose de misterios, despreciar so conocieras lo que yo me esfuerzo en enseñarte. Creo que
todo lo corpóreo, renunciar a este mundo corpóreo, como ves, no dudarás que este árbol que tenemos delante es algo.
a todo el que desea hacerse tal y cual le ha creado Dios, es Ev.—Y ¿quién lo puede dudar?
decir, semejante a E l ; no le queda al alma otro remedio de Ag.—Y esto: ¿dudas acaso que la justicia es mejor que
salvación, renovación o conciliación con su autor. Por lo tan- este árbol?
to, no puedo responderte cuánta sea el alma en este sentido; Ev.—Es, a la verdad, una comparación ridicula, si es que
cabe tal comparación.
pero puedo afirmar que no es larga, ni ancha, ni fuerte, ni
Ag.—Estás liberal conmigo; pero escucha ahora lo que te
tiene nada de lo que acostumbramos apreciar como extenso
digo. Consta que este árbol es peor que la justicia y a ti te
en los cuerpos. Y si te place, te daré la razón de este modo parece que ni siquiera merece comparación, y, además, has
de pensar. confesado que es algo. ¿Te gustaría que dijéramos que la jus-
Ev.—Pues a la verdad que me agrada y con ansias lo es- ticia no es nada?
pero, dado que me imagino que no es nada el alma si no es Ev.—¿Qué loco creería esto?
algo de eso. Ag.—Muy bien; pero acaso te parezca que este árbol es
Ag.—Antes, empero, si te parece, te demostraré que hay algo porque es alto, ancho y corpulento a su modo y que, si
muchas cosas que no puedes decir que sean nada y, sin embar- le despojamos de todo esto, se reduciría a la nada.
go, no encuentras en ellas algunas de las cualidades especiales Ev.—Tal me parece.
que buscas en el alma, y así no te parecerá que el alma sea
nada porque no halles en ella longitud o algo semejante, sino sed eo pretiosior et pluris aestimanda sit, quo nihil horum habet. Deinde
que, al contrario, ha de ser más estimada y mejor que todos utrum veré nihil horum habeat, videbimus.
Ev.— Utere quo vis ordine ac modo, ego audire et discere paratus
omnium requiras; an quantum valeat nosse velis. Solemus enim quaerere sum.
quantus fuerit Hercules, id est, in quot pedes statura eius porrecta fue- CAPUT IV
rit. Et item quantus vir fuerit, id est, quantae potentiae atque virtutis.
Ev.—Utrumque de anima scire cupio. ANIMAM NONNIHIL ESSE, TAMETSI NEC LONGA NEC LATA SIT
Aug.—Atqui illud superius dici non potest, nec omnino intelligi de 5. Aug.—Recte facis: sed voló interroganti mihi respondeas; fortas-
anima. Non enim ullo modo, aut longa, avit lata, aut quasi valida suspi- se enim ea quae te docere conor, ipse iam nosti: credo enim non te du-
canda est anima: corpórea ista sunt, ut mihi videtur; et de consuetudine bitare hanc arborem non esse omnino nihil.
corporum sic animam quaerimus. Ideoque bene praecipitur etiam in mys- Ev.—Quis dubitaverit?
teriis, u* omnia corpórea contemnat, universoque huic mundo renun- Aug.—Quid illud? num dubitas iustitiam multo e^se hac arbore m«-
tiet, qui ut videmus, corporeus est, quisquís se talem reddi desiderat, liorem?
qualis a Deo factus est, id est, similem Deo: non enim alia salus ani- Ev.—Ridiculum istud quidem est, quasi vero ulla sit comparado.
mae est, aut renovatio, aut reconciliatio auctori suo. Quamobrem quan- Aug.—Liberaliter mecum agís; sed illud nunc attende: cuín constet
ta sit anima secundum inquisitionem hanc tibi responderé non possum; ita hanc arborem esse deteriorem quam est iustitia, ut nec comparanda
sed possum affirmare, ñeque illam longam esse, nec latam, nec robustam, quidem tibi videatur, et hoc lignum non esse nihil confessus sis; placet-
ñeque aliquid horum quae in mensuris corporum quaeri solent. Et hoc ne tibi ut ipsam iustitiam nihil esse credamus?
cur existimem, rationem tibi reddam, si placet. Ev.—Quis hoc demens crediderit?
Ev.— Placet vero, ac vehementer exspecto: videtur enim mihi quasi Aug.—Recte omnino: sed' fortasse arbor haec propterea tibi videtur
nihil esse anima, si nihil est horum. esse aliquid, quod longa est pro suo. modo, et lata, et robusta; quae ,i
Aug.—Prius ergo si videtur, ostendam tibi multas esse res quas non detraxeris, nihil erit.
possis dicere nihil esse, nec tamen in eis invenire aliqua huiusmodi spa- Ev.—Ita videtur.
tia, qualia in anima requiris: ut non solum non tibi ex eo anima nihil
esse videatur, quod in ea non invenís longitudinem, sive aliquid tale;
424 DE LA ÍUAJNTIDAD DEL ALMA 1,6 4. 6 DE LA ( IJA1NT1DAD DEL ALMA 425
Ag.—¿Y e n t o n c e s ? L a j u s t i c i a q u e t ú m i s m o h a s confesado p u e d e n p e r c i b i r s e n i se p u e d e en m o d o a l g u n o p e n s a r r e a l m e n t e
sor a l g o , es m á s , q u e m e h a s c o n c e d i d o ser m u c h o m á s espiri- q u e existan. Q u i e r o oír tu p a r e c e r s o b r e esto.
tual y e s t i m a b l e q u e ese á r b o l , ¿ t e p a r e c e l a r g a ? Ev.—Sin g é n e r o de d u d a , n o h a y c u e r p o a l g u n o q u e carezca
Ev.—No p u e d o , en m o d o a l g u n o , i m a g i n a r m e la justicia lar- de extensión.
ga, a n c h a o a l g o p o r el e s t i l o . Ag.—Pues q u é , ¿ p u e d e s i m a g i n a r t e q u e esas t r e s p r o p i e d a -
Ag.—Luego si n a d a de esto es la justicia y, n o o b s t a n t e , es des e n u n c i a d a s n o existen m á s q u e en los c u e r p o s ?
a l g o , ¿ p o r q u é te p a r e c e q u e el a l m a es n a d a , si n o es a l g o Ev.—No c o m p r e n d o c ó m o p u e d a n h a l l a r s e en o t r o s seres.
extenso ? Ag.—¿Luego p a r a ti el a l m a n o es, m á s q u e u n c u e r p o ?
Ev.—A la v e r d a d q u e a h o r a n o p u e d o y a afirmar q u e el a l m a Ev.—Si a d m i t i m o s q u e i n c l u s o el v i e n t o es c u e r p o , n o p u e -
sea n a d a p o r q u e carezca d e l o n g i t u d , l a t i t u d y p r o f u n d i d a d ; d o n e g a r q u e t a m b i é n el a l m a m e lo p a r e c e , p u e s t o q u e m e lo
p e r o ten en c u e n t a q u e a ú n n o h a s d i c h o si en r e a l i d a d es el imagino como algo semejante.
a l m a , o n o , así. P u e d e s u c e d e r q u e h a y a cosas i n e x t e n s a s m u y Ag.—Te c o n c e d o q u e t a n t o es c u e r p o el v i e n t o c o m o el a g u a ;
a p r e c i a b l e s ; p e r o c r e o q u e n o p o r esto h e m o s d e e n u m e r a r in-
p o r q u e el v i e n t o n o es o t r a cosa q u e el a i r e c o n m o v i d o y agi-
m e d i a t a m e n t e e n t r e e l l a s el a l m a .
t a d o ; c o m o es d a d o c o m p r o b a r , en u n l u g a r t r a n q u i l o y res-
6. Ag.—Sé q u e n o s q u e d a p o r a c l a r a r este p u n t o , q u e ya g u a r d a d o de t o d o s los vientos, a u n con u n s i m p l e a b a n i c o , con
a n t e s h a b í a p r o m e t i d o e x p l i c á r t e l o ; p e r o , c o m o r e a l m e n t e es el c u a l al e s p a n t a r l a s m o s c a s m o v e m o s el a i r e y p e r c i b i m o s
a l g o de s u y o m u y sutil y q u e r e q u i e r e ojos m á s a v i z o r e s q u e los e n t o n c e s el v i e n t o . E s t o , c u a n d o p r o v i e n e de u n m o v i m i e n t o des-
q u e de o r d i n a r i o e m p l e a m o s en n u e s t r a v i d a c o t i d i a n a , t e acon-
c o n o c i d o d e los c u e r p o s celestes o t e r r e s t r e s en el i n m e n s o espa-
sejo sigas de b u e n a g a n a p o r d o n d e crea o p o r t u n o c o n d u c i r t e
cio del m u n d o , se l l a m a v i e n t o , el c u a l r e c i b e d i v e r s o s n o m b r e s ,
y q u e , c a n s a d o de este n u e s t r o c o m o c a m i n o forzoso q u e debe-
s e g ú n l a p a r t e del cielo d e d o n d e s o p l a . ¿ S e te o c u r r e a ti o t r a
m o s a n d a r , n o lleves a m a l q u e en o c a s i o n e s l l e g u e m o s a l fin
cosa?
a n h e l a d o m á s t a r d e de lo que d e s e a s . E n p r i m e r l u g a r te p r e -
g u n t o : ¿ p i e n s a s , p o r v e n t u r a , q u e existe a l g ú n c u e r p o q u e , siem- Ev.—A m í , c i e r t a m e n t e , n a d a ; es m á s , a c e p t o c o m o p r o -
p r e s e g ú n su n a t u r a l e z a , no t e n g a a l g u n a l o n g i t u d , l a t i t u d y b a b l e lo q u e dices, p e r o n o dije y o q u e el a l m a fuese el mis-
profundidad? m o viento, s i n o a l g o s e m e j a n t e a é l .
Ag.—Primeramente d i m e si ese m i s m o v i e n t o de q u e h a s
Ev.—No a n t i e n d o a q u é l l a m a s p r o f u n d i d a d .
h a b l a d o crees q u e t i e n e a l g u n a l o n g i t u d , l a t i t u d y p r o f u n d i -
Ag.—A la q u e h a c e q u e p o d a m o s i m a g i n a r n o s las p a r t e s in-
d a d ; y a v e r e m o s d e s p u é s si el a l m a es a l g o p a r e c i d o , p a r a
t e r i o r e s de u n c u e r p o o t a m b i é n v e r l a s , si se t r a n s p a r e n t a c o m o
q u e de este m o d o p o d a m o s a v e r i g u a r t a m b i é n su c a n t i d a d .
el v i d r i o : d a d o q u e , si q u i t a s esta p r o p i e d a d de los c u e r p o s , n i
Aug.—Quid ergo? histitia. quam non nihil esse confessus es, imo quid- ribus, quantum mea opinio est, ñeque sentiri possunt, ñeque omnino cor-
dam longe divinius hac longeque praestantius, videtur tibí longa esse? pora esse recte existiman. Hinc mihi voló aperias quid tu sentías.
Ev.—Nidio modo mihi iustitia aut longa, aut lata, aut tale aliquid Ev.—Prorsus non dubito corpora omnia his carere non posse.
cogitanti potest occurrere. Aug.—Quid illud? potes cogitare ista tria non esse nisi in corpori-
Aug.—Si igitur nihil horum est iustitia, et tamen ipsa nihil non est: bu»?
cur tibí anima nihil videtur, nisi eius aliqua longitudo sit? Ev.—Non intelligo quomodo alibi esse possint.
Ev.—Age; iam non mihi videtur ex eo nihil esse anima, quod nec Aug.—Ergo animam non putas esse aliud quam corpus?
longa. nec lata, nec robusta sit, sed utrum veré ita sit, nondum a te Ev.—Si etiam ventum corpus esse confitemur, negare non possum
dictum esse seis. Fieri enim potest, ut multa sint magni aestimanda, corpus mihi animam videri: nam tale aliquid eam esse cogito.
quae istis careant; sed non continuo ex hoc genere animam esse creden- Aug.—Corpus quidem ventum esse tam concedo, quam si me de fluc-
dum puto. tu interrogares. Nam nihil aliud quam istum aerem commotum ac agi-
6. Aug.—Scio istud nobis enodandum restare, et hoc me deinceps tatum ventum esse sentimus; quod in loco tranquillissimo, et ab óm-
explicaturum promiseram: verum quia res subtilissima est, et longe alios nibus ventis quietissimo vel brevi flabello approbari potest, qué etiam
mentis oculos quaerit, quam humana consuetudo in quotidianae vitae ac muscas abigentes aerem commovemus, flatumque sentimus. Quod cum
tibus habere sólita est; admoneo te, ut per ea, per quae te ducendum evenerit oceultiore quodam motu caelestium vel terrenorum corporum
existimo, libens pergas, nec nostro quodam necessario circuitu defatiga- per magiium spatium mundi, ventus vocatur, ex* diversis partibus caeli
tus, aegre tuleris aliquanto te tardius ad id quod cupis pervenire. Nam nomina etiam diversa sortitus. An tibi aliter videtur?
prius abs te quaero, utrum corpus ullum putes esse, quod non pro modo Ev.—Mihi vero nihil, et probabile esse accipio quod dicis: sed ego
suo habeat aliquam longitudinem, et latitudinem, et altitudineni? animam non ipsum ventum, sed tale aliquid esse dixi.
Ev.—Quam dicas altitudinem, non intelligo. Aug.—Dic mihi prius, utrum ipsum ventum cuius mentionem fecis-
Aug.—Illam dico qua efficitur ut interiora corporis cogitentur, aut ti. habere aliquam longitudinem, latitudinem et altitudinem sentías. Dein-
etiam sentiantur, si perlucet ut vitrum; quanquam si hoc demás corpo- de videbimus utrum tale aliquid anima sit, ut hoc modo etiam quanta
sit, investigare possimus.
DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 5,8 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 427
426 5,7
Ev.—Nada podemos encontrar más fácilmente que la longi- Pero recuerdo haber presentado esto como lo último a resol-
tud, la latitud y la profundidad de este aire que, movido, for- ver. Lo que no me parece dejar pasar sin preguntar es lo del
ma el viento, según tú has convenido poco ha. número de almas, siempre que esto, según mi modo de ver,
corresponde a la cuestión de la cantidad.
Ag.—No piensas m a l ; pero antes, si te parece, hablemos
CAPITULO V de su cantidad, que es lo que aún me tiene ocupado, para que
aprenda yo también algo, si es que tú ya estás satisfecho.
E L ALMA TIENE FUERZA INFINITA Ev.—Indaga como quieres, pues tu fingida duda me ha
hecho dudar de veras acerca de lo que daba por resuelto.
7. Ag.—-Bien has hablado; pero ¿ n o crees que tu alma 8. Ag.—Haz el favor de decirme si la memoria no te pa-
está sólo dentro de tu cuerpo? rece un nombre vacío.
Ev.—Sin duda alguna. Ev.—¿A quién puede parecer tal cosa?
Ag.—Mas ¿qué opinas: está sólo interiormente, como lle- Ag.—¿Reside en el alma o en el cuerpo?
nando un odre, o sólo externamente, como un envoltorio, o de Ev.—A la verdad que es ridículo dudar también de esto;
las dos maneras? porque ¿quién puede creer o pensar que un cuerpo exánime
Ev.—Creo que como últimamente has dicho, porque, si no recuerde algo?
está intrínsecamente, nuestras entrañas no tendrían vida, y de Ag.—¿Te acuerdas, por fin, o no de la ciudad de Milán?
no hallarse también en la parte exterior, sería imposible sen- Ev.—Mucho.
tir en la piel el más leve pinchazo. Ag.—Luego ahora, porque ha salido a colación, ¿recuer-
Ag.—¿A qué sigues indagando por la cantidad del alma, das su extensión y disposición?
cuando sabes ya que es tanta cuanto le permiten las partes de Ev.—Ciertamente, y nada hay tan fresco y acabado en mi
su cuerpo? memoria.
Ev.—Si esto enseña la razón, me basta. Ag.—Por consiguiente, ahora que no la ves con los ojos
Ag.—Haces muy bien en no exigir más que lo que dicta la ves con el alma.
la razón. Mas ¿te parece muy sólida esta razón? Ev.—Sin duda que sí.
Ev.—Cuando no encuentro otra, sí. En el lugar correspon- Ag.—Creo recuerdas también cuánto dista, al presente, de
diente preguntaré lo que me trae sumamente intrigado: si el nosotros.
alma conserva la misma forma una vez separada del cuerpo.
excesserit: nam hoc Ínter discutienda ultimum me posuisse memini. Sed
Ev.—Quid hoc aere longius, et latius, et altius facile inveniri potest, quoniam de numero animarum quaerere, ad quantitatem mihi videtur
quem commotum, ventum esse nunc abs te mihi persuasum est? pertinere, non esse hoc loco praetereundum existimo.
Aug.—Non incongrue existimas, sed prius de spatio eius quod me
adhuc movet, explicemus, <.¡ placet, ut etiam ego aliquid discam, si tibi
CAPUT V iam sati«factum est.
INFINITA ANIMAE VIS
Ev.—Quaere ut vis; nam tua ista simulata dubitatio, dubitare me ve-
rissime facit de hoc ipso quod iam peractum esse praesumpseram.
7. Aug.—Recte dicis: sed numquidnam animam tuam putas esse 8. Aug.—Dic mihi, quaeso te, utrum ea quae appellatur memoria,
nisi in corpore tuo? non tibi nomen inane videatur.
Ev.—Ita puto. Ev.—Cui hoc videri potest?
Aug.—Intrinsecus tantura, ut tanquam utrem impleat; an tantum fo- Aug.—Animae hanc esse arbitiaris, an coiporis?
rinsecus, velut tectorium: an et intrinsecus et extrinsecus eam esse ar- Ev.—Et hinc dubitare ridiculum est. Quid enim? exanime Corpus me-
bitraris ? minisse aliquid credi, aut intelligi potest?
Aug.—Meministine tándem urbis Mediolanensis ?
Ev.—Hoc sentio quod ultimum requisisti. Nam nisi esset intrinsecus,
Ev.—Valde memini.
nihil in visceribus nostris vitale haberetur; nisi esset extrinsecus, non
Aug.—Nunc ergo quia eius facta mentio est, recordaris quanta et
etiam in cute leviter possit sentiré pungentem.
qualis sit?
Aug.—Quid ergo amplius quaeris quanta sit anima, cum videas esse Ev.—Recordor sane, ac nihil recentius atque integrius?
tantam quantam ipsa spatia corporis patiuntur? Aug.—Nunc ergo cum oculis eam non videas, animo vides-
Ev.—Si hoc ratio docet, nihil amplius requiro. Ev.—Ita est.
Aug.—Recte facis nihil quaeiere amplius quam docet ratio. Sed haec Aug.—Meministi, credo etiam, quanto spatio terrarum nunc a no-
ratio videturne tibi firmissima? bis longe absit.
Ev.—Quando aliam non invenio, videtur. Suo enim loco quaeram,
quod me multurn movel, utrum haec figura eadem maneat cum corpore
428 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 5 , <)
5, 9 IIK I.A (.UA.M1DAD DEL ALMA 429
Ev.—También lo r e c u e r d o . Ev.—Necesario de t o d o p u n t o .
Ag.—Por t a n t o , ves a s i m i s m o con el a l m a la d i s t a n c i a q u e Ag.—¿Por q u é , entonces, e s t a n d o el a l m a en t a n r e d u c i d o
m e d i a e n t r e los dos l u g a r e s . e s p a c i o , c o m o es su c u e r p o , se p u e d e n r e p r e s e n t a r en e l l a imá-
Ev.—La veo. g e n e s t a n g r a n d e s c o m o son las c i u d a d e s , las d i s t a n c i a s l o c a l e s
Ag.—Pues ya q u e tu a l m a está a q u í d o n d e tu c u e r p o y no y t o d o lo d e m á s q u e se q u i e r a , p o r g r a n d e q u e s e a ? Q u i s i e r a ,
se e x t i e n d e m á s a l l á del e s p a c i o q u e a q u é l o c u p a , c o m o h e m o s pues, r e c a p a c i t a r a s m á s d e t e n i d a m e n t e c u á n t a s y q u é c o s a s
d e m o s t r a d o a r r i b a , ¿ q u é es lo q u e h a c e q u e vea t o d a s l a s c o s a s ? p u e d e e n c e r r a r n u e s t r a m e m o r i a , las c u a l e s t a m b i é n e s t a r á n
Ev.—Creo q u e la m e m o r i a , p e r o n o p o r q u e se h a l l e e n en el a l m a . ¿ Q u é c a v i d a d , q u é a b i s m o , p o r c o n s i g u i e n t e , q u é
aquellos lugares. i n m e n s i d a d p u e d e c o n t e n e r estas cosas, c u a n d o , p o r r a z o n e s
Ag.—Luego la m e m o r i a c o n s e r v a las i m á g e n e s de a q u e l l o s a n t e s d i c h a s , el a l m a p a r e c e n o e x c e d e r las d i m e n s i o n e s del
lugares. cuerpo?
Ev.—Así m e p a r e c e , p o r q u e a h o r a n o sé lo q u e a l l í suce- Ev.—No h a l l o r e s p u e s t a , n i p u e d o e x p r e s a r b a s t a n t e c u á n t o
de, y si mi a l m a llegase h a s t a a q u e l l o s p a r a j e s y s i n t i e r a lo m e p r e o c u p a n estas cosas, y m e río s o b r e m a n e r a de m í m i s m o
q u e tiene d e l a n t e , a b u e n s e g u r o q u e n o lo i g n o r a r a . p o r h a b e r a s e n t i d o tan p r o n t o a las r a z o n e s a d u c i d a s p a r a ad-
Ag.—Me p a r e c e v e r d a d lo q u e afirmas, p e r o n o c a b e d u d a m i t i r la c a n t i d a d del a l m a p o r el m o d o de ser del c u e r p o .
que son i m á g e n e s c o r p ó r e a s . Ag.—¿Luego ya n o te p a r e c e el a l m a a l g o s e m e j a n t e al
Ev.—Por n e c e s i d a d , ya q u e l a s c i u d a d e s y los c a m p o s son viento?
cuerpos. Ev.—De n i n g u n a m a n e r a , p o r q u e , a u n q u e el a i r e , c u y o
9 . Ag.—¿No h a s m i r a d o a l g u n a vez u n e s p e j o p e q u e ñ o flujo se cree q u e es p r o b a b l e m e n t e el viento, p u e d a l l e n a r
o n o h a s visto p o r v e n t u r a tu m i s m a c a r a en la n i ñ a de los t o d o el m u n d o , el a l m a es c a p a z de i m a g i n a r s e i n n u m e r a b l e s
ojos a j e n o s ? m u n d o s t a l e s y t a n g r a n d e s q u e sus i m á g e n e s n o p u e d o ni
Ev.—Muchas veces, p o r c i e r t o . s o s p e c h a r s i q u i e r a en q u é e s p a c i o p u e d a c o n t e n e r l a s .
Ag.—Pues ¿ p o r q u é a p a r e c e m á s p e q u e ñ a de lo q u e e s ? Ag.—Mira, p u e s , a ver si es m e j o r i m a g i n a r s e [a, c o m o
Ev.—¿Querrías q u e fuese de distinta m a g n i t u d q u e el es- a r r i b a d i j i m o s , sin l a r g u r a , n i a n c h u r a , n i p r o f u n d i d a d , c o m o
pejo? m e concediste j u s t a m e n t e .
Ag.—Es n e c e s a r i o , p o r t a n t o , q u e las i m á g e n e s de los Ev.—Asentiría f á c i l m e n t e a lo q u e dices de n o p r e o c u p a r -
c u e r p o s sean p e q u e ñ a s , si son t a m b i é n p e q u e ñ o s los c u e r p o s m e a ú n m á s c ó m o p u e d a el a l m a , c a r e c i e n d o en a b s o l u t o de
en los c u a l e s se r e p r e s e n t a n . l o n g i t u d , l a t i t u d y p r o f u n d i d a d , a b a r c a r las i n n u m e r a b l e s imá-
g e n e s de t a n g r a n d e s e s p a c i o s .
Ev.—Ita et hoc memini. Ev.—Necesse omnino.
Aug.—Vides itaque animo etiam ipsam locorum distantiam. Aug.—Cur ergo, cum tam parvo spatio sit anima quam corpus est
Ev.—Video. <eius, tam magnae in ea possunt exprimí imagines, ut et urbes, et latitu-
Aug.—Cum igitur anima tua hic sit ubi corpus, neo ultra spatium do terrarum, et quaeque alia ingentia apud se possit imaginari? Voló
eius porrigatur, ut superior ratio demonstraba!:, unde fit ut illa ómnia enim cogites paulo diligentius, quanta et quam multa memoria nostra
videat? contineat, quae utique anima continentur. Qui ergo fundus est, qui si-
Ev.—Per memoriam hoc fieri puto, non quod illis locis sit praesens. nus, quae immensitas quae possit haec capere, cum et eam tantam quan-
Aug.—Imagines ergo illorum locorum memoria contiiientur. tum corpus est superior ratio docuisse videatur?
Ev.—Ita sentio: nam et quid ibi nunc agatur ignoro; quod utique Ev.—Non invenio quid respondeam, nec satis explicare possum, quan-
non ignorarem, si animus meus usque ad ea loca porrigeretur, praesen- tum me ista moveant: et multum me ipse derideo, qui superiori rationi
tiaque sentiret. tam cito consenseram, ut ex isto corporis modo quanta sit anima termi-
Aug.—Verum mihi videris dicere: sed certe istae imagines corporum narem.
sunt. Aug.—Non ergo iam tibi tale aliquid videtur, qualis ventus est?
Ev.—Ita necesse est: non enim aliud sunt urbes terra(;que, quam cor- Ev.—Nullo modo: nam etiamsi aer iste cuius quasi fluctum ventum
pora. •esse probabiliter creditur, universum istum mundum possit implere, innu-
9. Aug.—Nunquamne intuitus es parva specilla. aut tiunquam in pu- merabiles tales tantosque mundos secum anima imaginari potest, quas
pilla oculi alieni faciem tuam vidisti? imagines quo spatio contineat suspicari non possum.
Ev.—Imo saepe. Aug.—Vide ergo ne melius sit eam credere, ut superius dixeram, nec
Aug.—Cur multo brevior quam est apparet? longam, nec latam, nec altam, sicut mihi de iustitia concesseras.
Ev.—Quid enim velles aliud quam ut pro modo speculi videretur? Ev.—Facile assentirem, nisi me plus conturbaret, quo rursum pacto
Aug.—Necesse est ergo imagines corporum, si parva sunt corpora in tantorum spatiorum imagines innumerabiles nulla sua et longitudine, et
quibus apparent, parvas apparere. latitudine, et altitudine capere possit.
430 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 6,ia 6,11 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 431
l
Ev.—Ahora comprendo. '
CAPITULO VI Ag.—Por t a n t o , ves c i e r t a m e n t e q u e , a u n q u e q u i e r a s , n o
p u e d e s d i v i d i r a lo l a r g o con el e n t e n d i m i e n t o la longitud^ y a
L A L O N G I T U D PURA Y S I M P L E que, de lo c o n t r a r i o , h a b r í a t a m b i é n l a t i t u d .
Ev.—Es claro.
1 0 . Ag.—Tal vez, y en c u a n t o n o s es d a d o , e n c o n t r e m o s Ag.—Pues, si te p a r e c e , l l a m e m o s a esta l o n g i t u d p u r a
la s o l u c i ó n de esto si a n t e s r e s o l v e m o s d i l i g e n t e m e n t e t r e s y s i m p l e l í n e a ; con este n o m b r e la s u e l e n d e s i g n a r m u c h o s
cosas, a s a b e r : q u é es la l o n g i t u d , la l a t i t u d y la p r o f u n d i d a d ; doctos.
así es q u e esfuérzate en figurarte la l o n g i t u d q u e carezca t o t a l - Ev.—Llámala c o m o q u i e r a s , p o r q u e n o h e d e d i s c u t i r los
m e n t e de l a t i t u d . n o m b r e s , c u a n d o l a cosa es e v i d e n t e .
Ev.~-No p u e d o i m a g i n a r m e tal c o s a ; p o r q u e , a u n q u e s e a 1 1 . Ag.—Haces b i e n , y n o sólo a p r u e b o t u sentir, sino q u e
la tela de u n a a r a ñ a , q u e es de lo m á s sutil q u e s o l e m o s ver, t a m b i é n te a c o n s e j o goces s i e m p r e m á s en t e n e r c u i d a d o del
sin e m b a r g o , e n c u e n t r o t a m b i é n en e l l a l o n g i t u d , l a t i t u d y s e n t i d o q u e de las p a l a b r a s ; p e r o esta línea de la q u e , s e g ú n
p r o f u n d i d a d ; c u y a existencia, sin e m b a r g o , sean lo q u e f u e r e n , m e p a r e c e , y a te h a s f o r m a d o b u e n a i d e a , si se p r o l o n g a en
n o p o d e m o s en m o d o a l g u n o n e g a r . u n a o en l a s dos d i r e c c i o n e s , todo lo l a r g o q u e sea p o s i b l e , ves
Ag.—No es del t o d o a b s u r d a tu r e s p u e s t a ; p e r o a la v e r d a d q u e n o tiene fin. ¿ O a c a s o n o l l e g a s a figurarte esta s u p o s i c i ó n ?
q u e , c u a n d o p e r c i b e s en l a t e l a de a r a ñ a l a s t r e s dimensiones» Ev.—Muy bien y fácilmente.
es q u e las d i s t i n g u e s y s a b e s q u é es lo q u e l a s diferencia en- Ag.—Te d a s c u e n t a t a m b i é n de q u e n o se p u e d e t r a z a r u n a
t r e sí. figura con sólo p r o l o n g a r u n a l í n e a .
Ev.—¿Por q u é n o h a b í a de c o n o c e r en q u é se d i f e r e n c i a n ? Ev.—No sé a ú n q u é e n t i e n d e s p o r figura.
¿ H a b r í a p o d i d o ver, d e o t r a m a n e r a , q u e t o d a s se e n c u e n t r a n Ag.—Por el m o m e n t o l l a m o figura a l e s p a c i o c e r r a d o p o r
en la t e l a ? u n a o varias líneas, como cuando haces un círculo, o unes
Ag.—Pues, con ei m i s m o e n t e n d i m i e n t o con q u e las distin- c u a t r o r e c t a s p o r sus e x t r e m o s , de t a l m a n e r a q u e n o q u e d e
guiste, p u e d e s t a m b i é n , a b s t r a í d a s a q u é l l a s , c o n s i d e r a r la s o l a libre ninguno.
l o n g i t u d , d a d o que n o p i e n s e s en u n c u e r p o , p u e s en este su-
p u e s t o , c u a l q u i e r a q u e sea, t e n d r á l a s t r e s d i m e n s i o n e s , y y o Ev.—Iam intelligo.
lo q u e deseo h a c e r t e c o m p r e n d e r es i n c o r p ó r e o . L a l o n g i t u d Aug.—Ergo istam longitudinem si quasi secare cogitatione per lon-
sola n o p u e d e verse si n o es con el a l m a : en l o s c u e r p o s n o gum velis, vides proferto non posse: nam si potest, inest etiam latitudo.
se e n c u e n t r a . Ev.—Manifestum est.
Aug.—Hanc igitur longitudinem meram et simplicem, si tibi placet.
lineam vocemus: hoc enim nomine a doctis multis appellari solet.
CAPUT VI Ev.—Voca quidquid vis: non enim mihi de nominibus laborandum
LONGITUDO MERA ET SIMPLEX
est, cum res aperta sit.
11. Aug.—Bene facis, et non solum approbo, verum etiam moneo,
10. Aug.—Inveniemus hoc fortasse quantum licet, si prius diligen- ut semper rerum curam magis quam verborum te habere delectet. Sed
ter discutiamus haec tria, id est longitudinem, latitudinem, et altitudi- linea ista quam iam, ut opinor, bene intelligis, si porrigatur sive ex una.
nem. Itaque enitere cogitare longitudinem, quae adhuc nullam latitudi- sive ex utraque parte, quam in longum porrigi potest, cernís nullum esse
nem assumpserit. finem. An ad hoc contemplandum minus valet acies mentís tuae?
Ev.—Nihil possum tale cogitare: si enim filum araneae in animo Ev.—Contemplor omnino, ac nihil facilius.
constituero, quo nihil exilius solemus videre, occurrit mihi etiam in eo Aug.—Vides ergo etiam nullam figuram posse fieri, si nihil agatur
lamen et íongitudo per se, et latitudo: quae qualescumque sint, esse aliud quam ut linea porrigatur.
tamen negare non possum. Ev.—Quam dicas figuram nondum intelligo.
Aug.—Non usquequaque absurda est responsio tua, sed certe cum Aug.—Figuram interim voco, cum aliquod spatium linea HneLsve
tria ista in araneae filo esse intelligis, discernís haec, et quid inter se
differant nosti?
Ev.—Quidni quid differant nossem? An aliter potui videre nihil ho-
rum deesse huic filo?
Aug.—Quo igitur intellectu haec discrevisti, hoc potes etiam, seiunc-
tis illis, solam longitudinem cogitare, si neo aliquod corpus volvas animo:
nam quodcumque fuerit, his ómnibus non carebit. Incorporeum est enim
O U
quod te nunc intelligere cupio: nam sola Íongitudo non nisi intelligi concluditur, tanquam »i circulum faceres, aut quatuqr lineas finibus suis
animo potest, in corpore inveniri non potest. sibimet iungeres, ita ut nullius finis ab alterius copulatione liber esset.
432 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 7,12 8.13 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 43»
Ev.—Creo que ya entiendo a qué llamas figura, y ojalá parece esto más seguro, no sólo no me opongo, sino que tam-
viese tan claro adonde van a parar estas cosas o qué sacaras bién lo apruebo sobremanera. Mas, si no puedes refrenar el
tú de ellas, a fin de que pueda yo comprender lo que acerca del deseo de llegar a la verdad por la vía de la razón, según tu
alma busco. convicción, habrás de tolerar muchos y largos rodeos para que
no te lleve a tal fin sino la razón que merece el nombre de tal,
la verdadera; y no sólo que sea verdadera, sino tan cierta y
CAPITULO Vil libre de toda apariencia de falsedad, si es que de algún modo
L A M U L T I T U D L L E C A A ALCANZAR LA VERDAD CON M A Y O R SEGURI- puede llegar a conseguir esto el hombre, que no haya razones
DAD Y PRESTEZA POR MEDIO DE LA AUTORIDAD QUE DE LA RAZÓN falsas, ni probables, capaces de apartarte de ella.
Ev.—Nada desearé ya prematuramente; entre en acción la
12. Ag.—Te advertí y supliqué al principio soportaras razón y me guíe por donde quiera, con tal que me lleve a fe-
con paciencia nuestros rodeos, y de nuevo le lo pido. No es liz término.
de poca monta ni fácil de comprender lo que se ventila: a
ser posible, queremos comprender esta cuestión completa y
agradablemente. Es distinto creer algo fundados en la autori- CAPITULO VIII
dad que en la razón. Conseguir la verdad fundándose en la
autoridad es camino breve y de ningún trabajo. Si esta cues- D E LAS FIGURAS GEOMÉTRICAS. CoN CUÁNTAS LÍNEAS SE EN-
tión te agrada, puedes leer las cosas que excelsos y santos GENDRA UNA FIGURA.—-CÓMO PUEDE HACERSE UNA FIGURA CON
varones dijeron, como por insinuación, acerca de esto, que TRES LÍNEAS
parecía saludablemente necesario para los ignorantes y qui-
sieron que les prestaran crédito aquellos a quienes de otro 13. Ag.—Dios lo hará, que es o de quien solamente se
modo les era imposible la salvación a causa de sus inteligen- deben pedir tales cosas, o, al menos, principalmente, éstas.
cias más rudas y embarulladas; pues estos hombres, la ma- Pero volvamos a la cuestión que había propuesto. Pues, si
yoría ciertamente, si intentan alcanzar la verdad por sí mis- sabes qué es línea y qué figura, responde a lo que te pregunta-
mos, fácilmente son engañados con especiosas razones y de tal b a : ¿crees, acaso, que puede hacerse alguna figura si se pro-
manera vienen a caer en distintas y perjudiciales opiniones,, longa al infinito una línea, bien por una, bien por ambas
que nunca o muy difícilmente consiguen salir y desembarazarse partes?
de ellas. A estos tales, por consiguiente, les es útilísimo asen- Ev.—Repito que esto de ningún modo es factible.
tir a la autoridad superior y obrar según ella; y, si a ti te Ag.—Entonces, ¿qué haremos para trazar una figura?
. • o.
Ev.—Melior certe, siquidem magis in ea aequalitas valet.
Ev.—Manifestum est, et prorsus assentior.
Aug.—Quid? distinctionem arbitrarisne esse ullam, si omnia paria
sint, ut nihil omnino ínter se differant?
Ev.—Nullo modo.
Aug.— Ergo iustitia servari non potest, nisi in rebus in quibus ser-
Aug.—Quid ergo? istam quae quatuor rectis paribus lineis confit, vatur, sit quaedam, ut ita dicam, imparilitas et dissimilitudo.
censesne posse etiam ita fieri, ut non anguli omnes in ea pares sint, an Ev.—Intelligo.
non putas? Aug.—Cum igitur fateamur istas figuras, de quibus agimus, Ínter
Ev.—Video posse. se esse dissimiles. illam scilicet quae tribus, et hanc quae quatuor an-
Aug.—Quonam modo?
D A
Ev.—Si dúo contractiores, dúo apertiores sint.
Aug.—Videsne etiam quemadmodum et ambo contractiores, et ambo
apertiores sibi contradi sint?
Ev.—Ac verissime atque apertissime.
Aug.—Servatam igitur et hic, quanta servan potuit, cernís aequali-
438 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA • 10, 16
10, 16 DE LA UJAN1IDAD DEL ALMA 439
o b s e r v a i g u a l d a d a b s o l u t a e n t r e las l í n e a s y e n t r e los á n g u -
iguales y o t r o s t a n t o s á n g u l o s , p o r q u e , c o m o ves, en e l l a se
l o s ; y lo q u e en a q u é l l a , f o r m a d a p o r t r e s l í n e a s i g u a l e s , n o
son diferentes e n t r e sí, e s t a n d o h e c h a s l a s dos con l í n e a s i g u a - o b s e r v a i g u a l d a d a b s o l u t a e n t r e l a s l í n e a s y e n t r e los á n g u l o s ;
les, ¿ n o te p a r e c e q u e se o b s e r v a c i e r t a justicia, de t a l m o d o y lo q u e en a q u é l l a , f o r m a d a p o r l í n e a s i g u a l e s , n o a p a r e c í a ,
q u e a q u e l l a q u e n o p u e d e t e n e r l a i g u a l d a d de los c o n t r a r i o s se e n c u e n t r a en é s t a : la i g u a l d a d de l a s p a r t e s o p u e s t a s ; p o i -
t e n g a la i g u a l d a d p e r f e c t a d e los á n g u l o s , y en ésta, d o n d e que a u n a l í n e a y a u n á n g u l o u n á n g u l o se o p o n e , c o m o ves.
se d a l a a r m o n í a de l o s c o n t r a r i o s , se h a l l e a l g u n a d e s i g u a l - Ev.—Así es en v e r d a d , c o m o dices.
d a d en lo q u e a los á n g u l o s se refiere? Ag.—Pero ¿ e x i s t e en e l l a la m á x i m a i g u a l d a d o te p a r e c e
H e q u e r i d o p r e g u n t a r t e esto, p o r q u e , i n t r i g á n d o m e a m í o t r a c o s a ? P o r q u e , si l a t i e n e , en v a n o b u s c a m o s o t r a figura,
m u c h o , d e s e a b a s a b e r q u é p l a c e r p r o d u c í a en ti con esta ver- c o m o en n u e s t r o i n t e n t o ; si, p o r el c o n t r a r i o , n o la tiene,
d a d , justicia e i g u a l d a d . q u i e r o q u e m e lo d e m u e s t r e s .
Ev.—Ya e n t i e n d o lo q u e dices, y m e c a u s a g r a n d e a d m i - Ev.—Me p a r e c e q u e l a tiene, p o r q u e , c u a n d o l o s á n g u l o s
ración. y l a s l í n e a s s o n i g u a l e s , no sé d ó n d e p u e d a h a l l a r s e l a des-
Ag.—Pues a h o r a , y a q u e prefieres j u s t a m e n t e la i g u a l d a d igualdad.
a la d e s i g u a l d a d , y n o h a y h o m b r e c u e r d o q u e , a m i s e n t i r , Ag.—Yo soy de d i s t i n t o p a r e c e r ; p o r q u e u n a l í n e a recta
n o la a n t e p o n g a , b u s q u e m o s , si t e a g r a d a , la figura en la goza de s u m a i g u a l d a d h a s t a q u e l l e g a a los á n g u l o s ; p e r o
q u e r e s p l a n d e z c a m á s l a p e r f e c c i ó n ; sea la q u e fuere, l a p r e - c u a n d o p o r u n l a d o se u n e con o t r a p a r a f o r m a r á n g u l o , ¿ n o
f e r i r e m o s , sin d u d a , a l a s d e m á s . j u z g a s q u e esto m i s m o es d e s i g u a l d a d ? ¿ O es q u e la p a r t e
Ev.—Ciertamente m e a g r a d a y deseo s a b e r c u á l e s . d e figura c e r r a d a p o r l a l í n e a crees q u e c o n v i e n e en i g u a l d a d
y s e m e j a n z a con a q u e l l a p a r t e q u e e n c i e r r a el á n g u l o ?
Ev.—De n i n g ú n m o d o , y m e a v e r g ü e n z o de m i t e m e r i d a d .
CAPÍTULO X H e l l e g a d o a esto p o r q u e c o n s i d e r a b a los á n g u l o s y los l a d o s
i g u a l e s e n t r e s í ; p e r o ¿ q u i é n es el q u e n o ve ía g r a n d e dife-
L\ MÁXIMA IGUALDAD EN LAS ÍIGURAS
rencia que h a y entre unos y otros?
16. Ag.—Respóndeme, e m p e r o , a n t e s si de e n t r e a q u e - Ag.—Escucha otro indicio clarísimo de la desigualdad.
l l a s figuras, de l a s q u e ya, al p a r e c e r , se h a h e c h o b a s t a n t e V e s c l a r a m e n t e q u e t a n t o el t r i á n g u l o , q u e t i e n e l í n e a s igua-
m e n c i ó n , te p a r e c e s o b r e s a l e la q u e consta de c u a t r o l í n e a s les, c o m o el c u a d r i l á t e r o t i e n e n u n p u n t o c é n t r i c o .
Ev.—Lo veo m u y b i e n .
gulis constat, cura ambae paribus lineis fiant; nonne videtur tibi quae-
dam retenta iustitia, ut illa quae habere non potest parilitatem contra-
riorum, inooncussam teneat angulorum aequalitatem: in hac vero quia illa quae tribus lineis paribus clauditur, non inveniebamus, adest huie
tanta est contrariorum congruentia, illa lex angulorum admittat nonnul- parilitas contrariorum: nam lineae linea, et angulus ángulo est, ut cer-
iam iní.equalitatem ? nís, contrarius.
Hoc ergo cum me multum moveret, quaerendum abs te visum est, Ev.—Ita vero est, ut dicis.
quonam modo ista veritate, aequitate, aequalitate delectarere. Aug.—Habetne summam aequalitatem, an aliter tibi videtur? Nam
Ev.—Iam cerno quid dicas, et non mediocriter admiror. si habet, frustra, ut institueramus, aliam quaerimus; si autem non ha-
Aug.—Age nunc, quia inaequalitati aequalitatem iure praeponis, nec bet, voló ut idipsum mihi abs te demonstretur.
quisquam omnino est, ut opinor, humano sensu praeditus, cui non id Ev.—Videtur mihi habere: nam ubi et anguli pares et lineae pares
videatur: quaeramus, '•i placet, figuram in qua summa aequalitas inve- sunt, ibi deprehendendam inaequalitatem non video.
niri queat: quaecumque enim erit, ea caeteris sine dubitatione praefe-
retur. Aug.—Ego aliud sentio: nam recta linea doñee veniat ad ángulos,
summa aequalitate praedita est; sed cum ex diverso latere alia coniun-
Ev.—Placet vero, et quae ista sit, scire cupio.
gitur linea, et angulum facit, nonne censes hoc ipsum esse inaequale >
An tibi figurae pars quae linea clauditur cum illa parte quae ángulo
CAPUT X concluditur, congruere videtur aequalitate aut similitudine?
Ev.—Nullo modo: et me pudet temeritatis meae; eo enim ductus sum,
SUMMA AEQUALITAS VS FIGURIS
quod et ángulos in ea pares Ínter se et latera cernerem: 0 ed quis non
16. Aug.—Prius ergo responde, utrum tibi illarum figurarum, qua- videat eorum laterum ab angulis magnam differentiam?
rum iam quantum satis videbatur facta mentio est, ea videatur excellere, Aug.—-Accipe aliud inaequalitatis apertissimum indicium: certe enim
quae quatuor lineis paribus, totidemque angulis paribus constet; nam- cernís, vel illam figuram triangulam paribus lineis constantem, vel istam
que, ut vides in hac et linearum aequalitas et angulorum est; et, quod in quadratam habere aliquod médium.
Ev.—Cerno plañe.
I I . 17 l>K LA (.UANTIDAII DLL ALMA 441
440 1». LA CUANTIDAD DEL ALMA 10, 16
CAPVT XI
Aug.—Istae in quadrata quot sunt, et quot in triangula?
Ev.—Quatuor hic, tres ibi. FlLUKARLM PRAESTANTIA.—QüIO SICNUM SIT; QUID PUNCTUM
Aug.—Quid? minimae omnium quae rursum, et quot sunt in figura
17. Aug.—Quam censes, nisi eam, cuius et extremitas sibi concors
utraque?
est undique, nullo ángulo aequalitatem perturbante, et a cuius medio ad
Ev.—Totidem, scilicet eae quae in media latera ducuntur.
omnes extremitatis partes pares lineae duci possunt?
Aug.—Verissime mihi videris dicere, ñeque hic opus est diutius iro-
£v.—Iam, ut opinor, intelligo: nam illam figuran quae una linea in
moraii; ad id enim quod volumus satis est: nam et magnam aequalita-
circulum duela terminatur, mihi videris describere.
tem hic servari, ut opinor, vides, et tamen nondum ex omni parte per-
Aug.—Recte intelligis. Nunc itaque illud considera, cum superior
fectam.
ratio docuerit lineam in sola longitudine intelligi, nec quidquam latitu-
Ev.—Omnino video, et quae illa íigura sit quae summam aequalita-
dinis usurpare, et ideo per longum qua ducitur dividí non posse, utrum
tem habeat, nosse vehementer exspecto.
tibi videatur figura quaelibet sine latitudine inveniri.
e Entiéndase ángulos y lados, que es de lo que se viene hablando. Ev.—Nullo modo.
Aug.—Quid? ipsa latitudo potestne longitudinem non habere, quam-
vis latitudo sola sit, quemadmodum superáis longitudinem sine latitudine
intelleximus; an non potest?
Ev.—Video non posse.
Aug.—Vides etiam illud, nisi fallor, quod latitudo ab omni parte
dividí queat, linea vero per longum non queat.
Ev.—Manifestum est.
Aug.—Quid ergo putas pluris habendum? quod dividí potest, an id
quod non potest?
442 DE LA CUANTIDAD DEL ALM4 11,18
II. 18 III LA ( UANTIDAD DEL ALMA 443
Ev.—Sin d u d a , lo i n d i v i s i b l e .
pío de la línea a a q u e l l o p o r lo q u e e m p i e z a la l o n g i t u d , lo
Ag.—Prefieres, p o r t a n t o , la línea a la l a t i t u d . P o r q u e , si
h a y q u e p r e f e r i r lo q u e n o p u e d e d i v i d i r s e a lo d i v i s i b l e , es cual q u i e r o le lo figures sin l o n g i t u d a l g u n a : p o r q u e si te lo
n e c e s a r i o t a m b i é n a n t e p o n e r lo q u e se p u e d e d i v i d i r de m e n o s i m a g i n a s con l o n g i t u d , a la v e r d a d q u e n o e n t i e n d e s de d ó n d e
m o d o s ; a h o r a b i e n , la l a t i t u d se d i v i d e de c u a l q u i e r m o d o ; l a l i a e su o r i g e n l a l o n g i t u d .
l o n g i t u d , en c a m b i o , sólo t r a n s v e r s a l m e n t e , p u e s a lo l a r g o Ev.—Así es en a b s o l u t o .
n o a d m i t e d i v i s i ó n ; l u e g o a v e n t a j a a la l a t i t u d . ¿ O es o t r o tu Ag.—Pues esto, q u e veo e n t i e n d e s v a . es lo m á s funda-
parecer? m e n t a l de t o d o l o q u e h e m o s d e m o s t r a d o . E s t o es. en efecto,
Ev.—FOJ r o s a m e n t e m e o b l i g a la r a z ó n a a d m i t i r lo q u e lo q u e n o sufre d i v i s i ó n a l g u n a , y se l l a m a p u n t o c u a n d o
dices. o c u p a el c e n t r o de la figuia; p e r o si es p r i n c i p i o de l í n e a
18. Ag.—Indaguemos a h o r a , si te a g r a d a , si existe a l g o o de v a r i a s l í n e a s o t a m b i é n fin, o b i e n significa a l g o q u e n o
en este o r d e n q u e n o p u e d a d i v i d i r s e de n i n g u n a m a n e r a , p u e s tiene p a r t e s , sin q u e , n o o b s t a n t e , d e s i g n e el c e n t r o de u n a
esto sería m u c h o m á s p e r f e c t o q u e l a l í n e a , d a d o q u e la l í n e a figura, e n t o n c e s se l l a m a s i g n o . El s i g n o es, p o r t a n t o , u n a
p u e d e d i v i d i r s e i n n u m e r a b l e s veces t r a n s v e r s a l m e n t e ; así q u e señal sin p a r t e s , y el p u n t o u n a señal q u e o c u p a el c e n t r o de
lo d e j o p a r a q u e lo r e s u e l v a s t ú . la figura. D e este m o d o r e s u l t a q u e t o d o p u n t o es t a m b i é n
Ev.—Para m í lo i n d i v i s i b l e es el c e n t r o q u e c o l o c á b a m o s s i g n o , p e r o n o t o d o s i g n o p u n t o . Q u i e r o e s t e m o s de a c u e r d o
en l a figura y d e s d e d o n d e p a r t e n l í n e a s a l o s e x t r e m o s . P o r - a c e r c a d e estos n o m b r e s , a fin d e u s a r m e n o s c i r c u n l o c u c i o n e s
q u e , si es d i v i s i b l e , n o p u e d e c a r e c e r de l o n g i t u d o t a m b i é n en la c o n v e r s a c i ó n : a u n q u e los m á s l l a m a n p u n t o n o a l q u e
de l a t i t u d . P e r o si t i e n e sólo l o n g i t u d , n o s e r á y a d e s d e d o n d e o c u p a el c e n t r o d e t o d a figura, sino s o l a m e n t e a l d e l c í r c u l o o
p a r t e n l a s l í n e a s , sino la m i s m a l í n e a . Y si es t a m b i é n l a t o , a l d e la e s f e r a ; a n o s o t r o s , e m p e r o , n o s i n t e r e s a p o c o la cues-
p o r esto m i s m o necesita de o t r o c e n t r o d e s d e el c u a l s a l g a n t i ó n de n o m b r e s .
l a s l í n e a s a los e x t r e m o s de la l a t i t u d . P e r o u n o y o t i o des- Ev.—Conforme.
echa la r a z ó n ; l u e g o lo i n d i v i s i b l e es el p u n t o c é n t r i c o .
Illud enim dico lineae principium a quo incipit longitudo, quod voló
Ag.—Bien h a s h a b l a d o . P e r o ¿ n o te p a r e c e a ti t a m b i é n sine ulla longitudine intelligas. Nam si longitudinem intelligis, nequá-
a l g o s e m e j a n t e a eso lo q u e d a o r i g e n a la l í n e a , si b i e n n o quam profecto intelligis unde ipsa incipit longitudo.
f o r m a a ú n figura, c u y o c e n t r o n o s figuramos? L l a m o p r i n c i - Ev.—Tale omnino.
Aug.—Hoc ergo quod iam te intelligere video, potentissimum omnium,
Ev.—Profecto id quod non potest.
quae dcmon«trata sunt. Siquidem hoc est, quod nullam divisionem patia-
Aug.—Praeponis igitur lineam latitudini. Nam si quod dividí non
tur; et punctum vocatur, cum médium tenet figurae: si autem principium
potest, praeponendum est; praeponamus necesse est etiam id quod minus
lineae est vel lineis, aut etiam finis, vel cum omnino aliquid notat quod
dividí potest: latitudo autem ex omni parte dividitur, longitudo vero non
sine partibus intelligendum sit, nec tamen obtineat figurae médium,
nisi ex diverso, nam per longum divisionem non admittit; est ergo lati-
signum dicitur. Est ergo signum nota sine partibus. Est autem punctum,
tudine praestantior. An tu aliter existimas?
nota médium figurae tenens. Ita fit ut omne punctum etiam signum sit,
Ev.—Ita prorsus ratio cogit fateri ut dicis.
non autem omne signum punctum videatur. Voló enim de his nominibus
18. Aug.—Jam quaeramus, si placet, utrum sit aliquid in ista ratio-
ne. quod omnino non queat dividi; erit enim hoc multo etiam quam illa ínter no^ convenire, ur minus in disputando circundoquamur: quan-
linea melius. Nam lineam rernis ex diverso innumerabiliter secari pos«e, quam plerique punctum appellent, non quod omnis figurae médium,
itaque tibi ipsi hoc inveniendum dimitto. sed quod toliu« circuli vel pilae tenet; tametsi minus nobis de voca-
bulis laborandum e^t.
Ev.—Aisentioi.
Ev.—Ego illud puto non posse dividi, quod médium in figura pone-
bamus, unde in extrema lineae ducuntur. Nam si dividituí, longitudine
aut etiam latitudine caí ere non potest. Sed «i longitudinem ^olarn ha-
bet, non iam unde ducuntur lineae, sed ipsa linea est. Si vero etiam la-
tum est, aliud desiderat médium a quo in extrema latitudinis lineae du-
cantur. Ltrumque autem hoc ratio respuit. Id erit igitur quod dividi
nequeat.
Aug.—Recte dici». Sed nonne tibi aliquid tale videtur etiam illud
unde linea ducitur, et=i figura nondum sit cuius médium intelligamus?
444 12,21 MI LA fUAM-IDAD DLL ALMA 445
Oh LA CUANTIDAD DLL ALMA 12, m
es que el signo se basta por sí mismo, sin necesitar de ningún
otro de los citados.
CAPÍTULO XII Ag.—Así es como dices; pero piensa más detenidamente
POTENCIA DEL PUNTO
si la latitud puede verdaderamente dividirse por cualquiera
parte o por alguna no admite división, aunque admite más
19.— Ag.—Cieitamente te das cuenta de la importancia del división que la línea.
punto, pues por él empieza la línea y por él termina. Vemos Ev.—Ignoto completamente por dónde no sea susceptible
que no puede trazarse ninguna figura con líneas rectas si el de división.
ángulo no termina en un punto; además, por cualquiera parte Ag.—Creo que no te recuerdas, pues es de todo punto
que se corte la línea es siempre por el punto, que él no admite imposible que lo ignores; por lo cual te lo apuntaré de este
de ningún modo división alguna. Ninguna línea se une a otra modo. Te imaginas ciertamente la latitud prescindiendo to-
sino en un punto. Últimamente, como de todas las figuras talmente de la profundidad.
planas (pues hasta ahora nada hemos dicho de la profundi- Ev.— Peifectamente.
dad) nos ha demostrado la razón que ha de ser preferida la Ag.—Sobrevenga, pues, a la latitud en cuestión la profun-
que está formada por un círculo, debido a su grande igual- didad; dime ahora si ha sobievenido también algo, debido a
dad, ¿qué otra es la razón de su igualdad sino el punto colo- lo cual pueda dividirse por cualquier parte.
cado en el medio? Mucho puede decirse de la importancia del
Ev.—Me lo has insinuado de modo maravilloso; pues alió-
punto, pero pongo límite v dejo que tú pienses mucha" cosas
sobre él. la veo que no sólo es seccionable por cima y por bajo (los
dos extremos), sino que también lo es por los lados y que
Ev.—Bien está tu parecer, pero no me avergonzaré pre- nada queda en absoluto donde no pueda hacerse la división.
guntarte si encuentro algo más obscuro, pues, a mi juicio, Por lo cual es claro que la latitud no es divisible por aque-
veo a medias la gran importancia de ese signo.
llas partes que sirven de base a la altura.
20. Ag.—Una vez que has visto qué es el signo, la lon-
gitud v la latitud, considera ahora cuál de ellos necesita del 21. Ag.—Puesto que, si no me engaño, ya sabes qué e*
otro, y de cuál, para poder existir. la longitud, la latitud y la altura, dime: ¿pueden faltar las
Ev.—La latitud necesita de la longitud, y sin ésta de nin- dos primeras existiendo la última?
gún modo se puede concebir. También echo de ver que la Ev.—Ciertamente que la altura no puede darse sin la lon-
longitud no necesita, ciertamente, de la latitud para existir; gitud, aunque sí sin la latitud.
pero sin el signo no puede existir. Lo que es claro, empero,
indigere ut sit, sed sine signo illo esse non pos-e. Illud autem signum
CAPUT \11 per semetipsum esse et nullius horum indigere, manifestum est.
Aug.—Ita est ut dicis: sed diligentius considera, utrum latitudo veré
P U N C 1 I P O T I N T I A undique secaü queat; an alicunde nec ipsa sectionem possit admittere,
quannris plus admittat quam linea.
19. Aug.—Vides certe ttiara quantum valeat. P\am ab ipso incipit Ev.—Nescio prorsus unde non possit.
linea, ipso terminatur; figuram rectis lineis nullam videmus fien posse, Aug.—Credo te non recordad; nam nescire istud nullo modo po-ses:
nisi ipso anguín- claudatur; deinde undecumque =ecari linea potest, per quare commonefaciam te isto modo. Certe enim latitudinem sic intelh-
ipsum secatuí, cum ip«um omnino nullam in se admittat sectionem; milla gis, (U cogitatione tua de altitudine nihil usurpes.
linea lineae, nisi per ipsum copulatui. Postremo cum caeteris píame Ev.—Sic omnino.
figuris (nam de altitudine adhnc nihil diximus) eam praeponendam
Aug.—Accedat igitur huic latitudini altitudo, et íesponde iam utrum
ratio demonstraverit quae circulo clauditur propter summam aequalita-
etiam aliquid accesserit, quo magis undique secari queat.
tem; quae alia ipsius aequalitatis moderatio e=t, quam punctum in me-
dio constitutum? Multi de luiius potentia dici possunt, sed adhibec- Ev.—Mire omnino admonuisti. Nunc enim video non solum desuper
modum, et tibi ip-i cogitanda plura permitió. aut ex inferiori parte, sed a lateribus quoque admitti posse sectionem,
nihilque omnino remansisse, unde non queat penetraie divisio. Quar&
Ev.—Sane ut videtuí • non enim me rtquhere pigebit, si quid fuent
manifestum est, et latitudinem ex his partibus secari non pos-e, per
obscurius: cerno autem mediocriter, ut puto, magnam liuius signi esse
potentiam. quas surrectura est altitudo.
20. Aug.—Nunc ergo illud attende. cum et quid sit signum, et 21. Aug.—Quoniam tibi igitur, si non fallor, et longitudo, et lati-
quid sit longitudo, et quid «it latitudo perspexeris; quid horum tibi tudo, et altitudo nota est; quaero, utrum possint dee=se dúo superiora,
videatur alteriu-, et cuius indigere, sine quo esse non po"¡t. ubi aderit altitudo.
Ev.—Video quod latitudo longitudine indigeat, sine qua prorsus in- Ev.—Sine longitudine quidem video esse non posse altitudinem, sine-
telligi non potest. Rursus longitudinem cerno latitudine quidem non latitudine autem potest.
446 DE L\ lUA^TIDAD DEL ALMA 12,21 |H,Ü2 DE LA CUANTIDAD DLL ALMA 447
Aug.—Redi eigo ad cogitationem latitudinis, et si eam quasi iacen- aut vera latitudo, quae cum erecta est, ut diximus, sectionem per longum
tem animo figuraveris, erigatur in quodlibet latus, tanquam si eam deorsum versus admittit?
velles per tenuissimam rimam, ubi se olausae ianuae iungunt, educere. Ev.—Nihil minus.
An nondum intelligis quid velim? CAPUT XI ¡1
Ev.—Intelligo quid dicas, sed nondum fortasse quid velis.
Aug.—Illud scilicet ut respondeas, utrum sic erecta latitudo videatur AMIVUS INCORPOREUS CERNIT LNCORPORFA.—AMMUS QLin SIT
tibi migrasse in altitudinem, et latitudinis iam nomen descriptionemque
amisisse: an adhuc maneat latitudo, quamvis ita sit collocata. 22. Aug.—Unquamne igitur oculis istis corporeis, vel tale punctum,
Ev.—Videtur mihi altitudo esse facta. vel talem lineam, vel talem latitudinem vidisti?
Aug.—Recordarisne, obsecro, quemadmodum altitudinem definiera- Ev.—Omnino nunquam. Non enim sunt ista corpórea.
mus? Aug.—Atqui si corpórea coiporeis oculis mira quadam rerum cogna-
Ev.—Recordor plañe, et me iam sic respondisse pudet. Nam etiam tione cernuntur; oportet animum quo videmus illa incorporalia. cor-
hoc modo quasi erecta latitudo sectionem per longum deorsum versus poreum corpusve non esse. An tu aliter existimas?
non admittit: quare nulla in ea possunt interiora cogitari, quamvis Ev.—Age, iam concedo corpus non esse animum vel quidquam cor-
médium et extrema cogitentur. Secundum autem supeiiorem demons- pOreum; quid est tándem, dic mihi?
trationem altitudinis, quam fecisti ut recordarer, nulla omnino est Aug.—Vide interim utrum confectum sit carere illum illa omni
quantitate, de qua nunc quaestio est: nam quid sit animus, oblitum te
altitudo, ubi nihil intus cogitari potest.
esse miroi priore Ínter nos quaestione diocussum. Meministi enim te
Aug.—Recte dicis, et sic te omnino meminisse cupiebam. Quamob- quaesisse primitas, unde esset: quod duobus modis a nobi* tractatum
rem illud iam voló respondeas, utrum falso verum anteponas. esse memini, uno, quo quasi de regione eius quaesitum est; altero,
Ev.—Iam hinc dubitare, incredibilis dementia est. utrumnam ex térra, vel igne, vel alio quopiam istonim elementoium
Aug.—Dic ergo, quaeso te, numquidnam vera linea est, quae per esset, vel ex ómnibus, vel ex aliquibus horum. In qua quaestione constitit
longum -ecari potest: aut verum signum quod ullo modo secari potest; Ínter m>. non magis hoc quaerendum esse quam unde sit tena, vel -i
448 DK LA CUANTIDAD DEL ALMA 14,23
14,24 DI'. I.\ I T W l ' I D A D DLL ALMA 449
p o d e r , q u e d e s d e u n l u g a r e l e v a d o p o d e m o s c o n t e m p l a r core q u e c a r e c e de t o d a e x t e n s i ó n con q u e o c u p a r el l u g a r ? C r é e m e ,
él la m i t a d del f i r m a m e n t o , e s p a c i o i n m e n s o , n o es i n v e r o - c o s a s g r a n d e s , m u y g r a n d e s , h e m o s d e p e n s a r del a l m a , p e r o
símil q u e el a l m a carezca de t o d a c o r p o r e i d a d , f o r m a d a con- s i n i m a g i n a r n o s m o l e a l g u n a . E s t o lo c o n s i g u e n m á s fácilmen-
c r e t a m e n t e p o r l a s ti es s u s o d i c h a s d i m e n s i o n e s , y p u e d a , n o t e o b i e n a q u e l l o s q u e , i n s t r u i d o s , v u e l v e n su c o n s i d e r a c i ó n a
o b s t a n t e , r e p r e s e n t a r s e c u a l q u i e r a m a g n i t u d c o r p ó r e a . A po- e s t a s cosas, n o p o r deseo de v a n a g l o r i a , s i n o i n f l a m a d o s p o r
cos es p e r m i t i d o ver el a l m a p o r m e d i o de l a m i s m a alma» el a m o r d i v i n o de la v e r d a d , o b i e n a q u e l l o s q u e , d e d i c a d o s
es decir, q u e el a l m a se c o n t e m p l e a sí m i s m a ; p e r o se ve y a a i n v e s t i g a r estas cosas, a u n q u e v i n i e s e n m e n o s i n s t r u i d o s
con la i n t e l i g e n c i a . S ó l o ésta p u e d e v e r q u e n o h a y n a d a m á s a la i n v e s t i g a c i ó n , se p r e s t a n dóciles a l a s e n s e ñ a n z a s de los
g r a n d e y perfecto q u e a q u e l l a s cosas q u e , p o r d e c i r l o a s í , b u e n o s y se a p a r t a n , en c u a n t o esta v i d a lo p e r m i t e , de t o d a
se figuran sin h i n c h a z ó n ; p o r q u e n o es a b s u r d o l l a m a r h i n - f a m i l i a r i d a d c o n los c u e r p o s . E s i m p o s i b l e , p u e s , p o r especial
c h a z ó n a la e x t e n s i ó n del c u e r p o ; y si ésta es la m e j o r d e providencia divina, que a las almas religiosas que piadosa,
n o s o t r o s , c i e r t a m e n t e s a b r á n m á s q u e n o s o t r o s los elefante». c a s t a y d i l i g e n t e m e n t e se b u s c a n a sí m i s m a s y a su D i o s ,
Y si a l g ú n p a r i e n t e de e l l o s dice q u e los elefantes son sa- « s decir, la v e r d a d , les falten los m e d i o s suficientes p a r a con-
b i o s (he n o t a d o , a u n q u e con a d m i r a c i ó n , h e n o t a d o , c i e r t a - seguirlo.
m e n t e , q u e t a m b i é n los h o m b r e s d u d a n m u c h a s veces d e e s t o ) ,
m e c o n c e d e r á al m e n o s , s e g ú n m i p a r e c e r , q u e m á s s a b e u n a CAPITULO XV
a b e j a q u e u n a s n o , y c o m p a r a r l a m a g n i t u d de u n a con la del
o t r o es, c i e r t a m e n t e , m á s q u e a s n o ; o, v o l v i e n d o al ojo de q u e SE O B J E T A Q U E E L ALMA C R E C E C O N L A EDAD
t r a t á b a m o s , ¿ q u i é n n o ve q u e el ojo del á g u i l a es m u c h o m á s
p e q u e ñ o q u e el n u e s t r o ? Sin e m b a r g o , v o l a n d o a u n a a l t u r a 2 5 . P e r o si le p l a c e , d e j e m o s ya esta cuestión y p a s e m o s
en la q u e difícilmente la p e r c i b i m o s en p l e n o día. d e s c u b r e a o t r a cosa, si es q u e n o se te o c u r r e a l g o a h o r a ; e m p e r o , lo
con su vista el g a z a p i l l o o c u l t o e n t r e u n a r b u s t o y el p e z q u e a c e r c a de las figuras g e o m é t r i c a s h e m o s d i s p u t a d o , t a l
b a j o l a s o l a s . Y si en los sentidos c o r p o r a l e s , q u e ú n i c a m e n t e vez m á s e x t e n s a m e n t e de lo q u e d e s e a b a s , v e r á s c u á n t o v a l e
están h e c h o s p a r a p e r c i b i r las cosas c o r p ó r e a s , n o influye p a r a p a r a o t r a s cuestiones, si es q u e m e c o n c e d e s q u e esto sirva
n a d a , p o r lo q u e a la p o t e n c i a visiva se refiere, l a m a g n i t u d en a l g o de a y u d a a esta d i s c e p t a c i ó n ; p o r q u e este g é n e r o de
del c u e r p o , d i m e , ¿ h e m o s de t e m e r q u e el a l m a h u m a n a , c u \ a e s t u d i o s p r e p a r a el a l m a p a r a c o m p r e n d e r v e r d a d e s m á s abs-
m á s p r e c i a d a y casi ú n i c a visión es l a m i s m a r a z ó n , con l a t r a c t a s , n o sea quej ofuscada p o r el r e s p l a n d o r de a q u é l l a s
q u e se ve t a m b i é n a sí m i s m a , sea n a d a , en el s u p u e s t o de q u e y n o p u d i e n d o a g u a n t a r l a , caiga con gusto en l a s m i s m a s
la m i s m a r a z ó n , es decir, l a m i s m a a l m a , n o s c o n v e n c i e r a de t i n i e b l a s q u e d e s e a b a e v i t a r ; s u m i n i s t r a t a m b i é n , si n o m e
engaño, argumentos ciertísimos, y sería atrevido dudar de lo que fuere, no puedo, ciertamente, más, a no ser que, mientras
que con ellos se hfl probado y consolidado, dentro, es cierto, disputamos, me inspire Dios algo mejor. Pero procedamos,
de lo que al hombre está permitido alcanzar en estas cosas. si te place, según nuestra costumbre, que, teniendo por guia
Dudo menos de estás cosas que de las que vemos con los ojos a la razón, tú te respondas a ti mismo. Y primeramente ave-
corporales, en lucha siempre con las légañas. ¿Qué hay me- rigüemos si es un argumento cierto de que crece el alma con
nos tolerable que admitir nuestra superioridad sobre las bes- el cuerpo el que con la edad llegue a ser el hombre rnás apto
tias, debido a la razón, y confesar que lo que a la luz natural para la vida humana y cada día más experimentado en ella.
vemos con los sentidos, y algunos animales lo ven incluso Ev.—Procede como quieras, que también yo apruebo so-
mejor, es algo, y, en cambio, contender que lo que vemos con bremanera este modo de enseñar y de aprender; pues no se
la razón no es nada? Y de admitir oue es lo mismo que lo a qué obedece que, cuando yo mismo respondo a lo que, ig-
que perciben los ojos, ciertamente, nada más indigno que norante, preguntaba, resulta la verdad no sólo más agrada-
esto se podría afirolar. ble por sí misma, sino también por la admiración que causa el
26. Ev.—De nduy buen grado asiento y acepto lo que método.
dices; pero me preocupa esto: que, siendo cosa evidente para
mí que el alma no tiene extensión, ignoro completamente cómo CAPITULO XV1
resistir a estos argumentos y qué es lo que no he de conceder
de los mismos, y primeramente por qué, así como crece el S E RESPONDE A LA OBJECIÓN Y SE DEMUESTRA QUE tfi. ALMA
cuerpo con el tiempo, crece también el alma o parece crecer. PROGRESA SIN QUE EL CUERPO SE DESARROLLE
¿Quién negará, pues, que los niños ni comparación admi-
ten, ciertamente, con la sagacidad de algunos animales? 27. Ag.—Dime, pues: ¿lo mayor y lo mejor son dos co-
Y ¿quién dudará de que, desarrollándose corporalmente aqué- sas distintas o una misma expresada con dos nombres diversos?
llos, crece también de algún modo paralelamente su razón? Ev.—Sé que una cosa es lo mayor y otra lo mejor.
En segundo lugar, si el alma se extiende por su cuerpo, ¿cómo Ag.—Y ¿a cuál de las dos crees que corresponde la can-
es que carece de cantidad? Y si no se extiende, ¿cómo siente tidad?
en cualquier parte que se pinche? Ev.—Ciertamente a lo que llamamos mayor.
Ag.—Preguntas precisamente lo que también a mí mu- Ag.—Y cuando decimos que de dos figuras la redonda es
chas veces me ha preocupado; por tanto, estoy preparado a mejor que la cuadrada, ¿obedece esto a la cantidad o a otra
responderte como acostumbro hacerlo a mí mismo: tu inte- cosa?
ligencia juzgará si valen mis razones; sin embargo, sea lo
possum, nisi forte aliquid melius cum disputamus, in mentem divinitus
impudentem habeat dubitationem, quantum homini talia vestigare per- venerit. Sed agamus, si placet, more nostro, ut duce rationtf tu tibi
missum est. Minus er)im ego de his rebus dubito, quam de iis quas ipse respondeas. Ac prius quaeramus, utrum crescentis cum corpore
istis oculis videmus cum pituita semper bellum gerentibus. Quid enim animi certum argumentum sit, quod aetatis accessu aptior humanae
minus ferendum et audiendum est, quam fateri nos ratione praestare consuetudini homo, et in ea magis magisque peritus est.
bestiis, et eam rem fateri esse aliquid quam corpóreo lumine sentimus. Ev.—Age ut placet; nam et ego id gemís docendi ac discendi má-
quam etiam nonnuüae bestiae melius cermvnt; id autem quoi ratione xime probo: nescio quo enim modo cum id quod nesciens quaerebam
intuemur. nihil esse contendere? Quod si diceretur tale esse, quale ipse respondeo, fit ipsa inventio non modo re, sed admiratione etiam
illud est, quod oculi vident, nihil profecto dici posse indignius videretur. dulcior.
26. Ev.—Accipio ista libentissime atque assentior: sed illud me
movet, cum corpóreas quantitatis non esse animam res ita clara sit CAPUT XVI
mihi, ut omnino quemadmodum resistam illis argumentis, et quid eorum
non concedam, prorsus ignorem; primum, cur aetate ut corpus crescit, R.ESPONDETUR OBIECTIONI, ET OSTENDITUR ANIMAM SIINE CORPÓREO
ita et anima vel crescat vel crescere videatur. Quis enim neget pueros INCREMENTO PROFICERE
infantes, ne bestiarum quidem nonnullarum astutiae comparandos? quis
autem dubitet, illis crescentibus etiam ipsam in eis quodammodo cres- 27. Aug.—Dic ergo utrum tibi maius et melius dúo quaedam, an
cere rationem? Deinde, si per spatium sui corporis anima distenditur, unum atque idem esse videatur duobus nominibus appellatum?
quomodo nullius quantitatis est? si autem non distenditur, quomoda Ev.—Scio aliud esse quod maius, aliud quod melius dicimus.
sentit ubique pungentem? Aug.—-Quid horum duorum est cuius esse putes quantitatem?
Aug.—Omnino ea quaeris quae me quoque saepe moverunt: itaque Ev.—Id videlicet quod maius dicimus.
non sum imparatus tibí responderé, ut mihi soleo; utrum autem bene, Aug.—Quid cum duarum figurarum rotundam quadrata meliorem esse
ratio quae te agit iudicabit: qualecumque id tamen sit, plus certe noa confitemur? quantitasne id facit, an quid aliud?
16,28 Dli LA CUANTIDAD DEL ALMA 455
454 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 16, 27
ciones del a l m a , n o p o r su m a y o r e x t e n s i ó n , s i n o p o r cierta
Ev.—De n i n g ú n m o d o n a c e de la c a n t i d a d , sino q u e el divina c o n g r u e n c i a y c o n c o r d i a de a s p e c t o s ?
f u n d a m e n t o , la c a u s a de esa excelencia es la i g u a l d a d , de la 2 8 . C u a n d o el n i ñ o l a u d a b l e m e n t e a v a n z a , ¿ a q u é o t r a
q u e ya h e m o s h a b l a d o a r r i b a . cosa se dice q u e c a m i n a m á s q u e a la v i r t u d ? ¿ O n o te pa-
Ag.—Pues fíjate a h o r a en e s t o : ¿ t e p a r e c e q u e la v i r t u d rece a s í ?
es u n a cierta i g u a l d a d de v i d a en t o d o c o n s e n t á n e a con la Ev.—Es claro.
r a z ó n ? P o r q u e , si n o m e e n g a ñ o , m á s nos ofende el q u e h a y a Ag.—Luego n o debes c r e e r q u e el a l m a crece d e la m i s m a
a l g o d e s o r d e n a d o en la v i d a q u e el q u e u n a p a r t e del c í r c u l o m a n e r a q u e el c u e r p o con la e d a d , p u e s p r o g r e s a n d o l l e g a a
diste m á s o m e n o s q u e las o t r a s del c e n t r o . ¿ O p i e n s a s t ú la v i r t u d , la c u a l d e c i m o s q u e es p e r f e c t a y h e r m o s a n o p o r
d q otra m a n e r a ? su e x t e n s i ó n , s i n o p o r u n a excelente a r m o n í a ; y si, c o m o h a s
Kv.—Antes al c o n t r a r i o , a s i e n t o y a d m i t o q u e esa q u e t ú d i c h o , u n a cosa es lo m a y o r y o t r a lo m e j o r , s i e m p r e q u e el
h a s descrito es la v i r t u d ; p o r q u e , c i e r t a m e n t e , n o h e m o s de a l m a a v a n z a con la e d a d y l l e g a al u s o d e la r a z ó n , n o m e
l l a m a r n i t e n e r p o r t a l l a r a z ó n , si n o es v e r d a d e r a ; y el q u e p a r e c e q u e con esto se h a c e m a y o r , s i n o m á s b i e n m e j o r . Y si
vive en t o d o c o n f o r m e a la v e r d a d , éste es, sin d u d a o el ú n i c o esto se d e b e a la m a g n i t u d de los m i e m b r o s , t a n t o m á s p r u -
o el q u e p r i n c i p a l m e n t e vive b i e n y h o n e s t a m e n t e ; y el q u e d e n t e s e r í a u n o c u a n t o m á s a l t o y r o b u s t o f u e s e ; p e r o creo n o
así h a c e h e m o s de p e n s a r q u e es el ú n i c o q u e tiene v i r t u d n e g a r á s q u e esto n o s u c e d e así.
y vive de e l l a . Ev.—¿Quién se a t r e v e r í a a n e g a r l o ? P e r o , sin e m b a r g o ,
Ag.—Perfectamente; p e r o o p i n o q u e t a m b i é n ves, cierta- c o n c e d i e n d o t ú t a m b i é n q u e el a l m a p r o g r e s a con el t i e m p o ,
m e n t e , que el c í r c u l o es m á s s e m e j a n t e a la v i r t u d q u e cual- m e a d m i r o c ó m o p u e d a s u c e d e r q u e lo e x e n t o de t o d a canti-
q u i e r a de l a s o t r a s figuras p l a n a s . D e a q u í p r o c e d e , p u e s , q u e d a d sea, c i e r t a m e n t e , en su d e s a r r o l l o f a v o r e c i d o p o r el tiem-
a l a b e m o s g r a n d e m e n t e a q u e l v e r s o de H o r a c i o q u e , h a b l a n d o p o , a u n q u e n o p o r la m a g n i t u d de los m i e m b r o s .
del s a b i o , d i c e : « F o r t i s et in se i p s o t o t u s teres a t q u e rotun-
d u s » . Y con r a z ó n , p o r q u e n i e n t r e los b i e n e s e s p i r i t u a l e s h a l l a s dam congruentia rationum atque concordia carteras affectiones animi
superat?
a l g o q u e esté m á s c o n f o r m e en t o d o consigo m i s m o q u e la vir- 28. Cum autem puer proficit laudabiliter, ad quam rem magis quam
t u d , ni e n t r e las figuras p l a n a s u n a m á s p e r f e c t a q u e el c í r c u l o . ad virtutem proficere dicitur? an non tibi videtur?
P o r lo t a n t o , si el c í r c u l o a v e n t a j a a l a s d e m á s n o p o r su Ev.—Manifestum est.
m a g n i t u d e s p a c i a l , s i n o p o r su f o r m a , ¿ c o n c u á n t a m a y o r ra- Aug.—Non igitur tibi debet videri animus sicut corpus crescendo
zón h e m o s de p e n s a r q u e la v i r t u d s u p e r a a las r e s t a n t e s afec- cum aetate proficere: proficiendo enim ad virtutem pervenit, quam
fatemur nulla spatii magnitudine, sed magna vi constantiae pulchram
esse atque perfectam: et si aliud est maius, aliud melius, ut iam dedisti;
Ev.—Nidio modo quantitas, sed illa de qua superius egimus, aequa- quidquid anima cum aetate proficit, composque rationis fit, non mihi
litas huius excellentiae causa est. videtur fieri maior, sed melior. Quod si membrorum id faceret magni-
Aug.—Nunc ergo illud attende, utrum tibi videatur virtus aequalitas tudo, eo quisque prudentior esset, quo longior aut validior: quod se
quaedam esse vitae, rationi undique consentientis. Nam si aliud ab alio aliter habere non, opinor, negabis.
in vita discrepet, magis, ni fallor, offendimur, quam si aliqua pars Ev.—Quis istud negaverit? Sed tamen cum proficere animara per
circuli, maiore minoreve intervallo quam aliae partes distet a puncto. aetatem etiam tu concedas; miror qui fiat, ut omnis quantitatis expers
An tu aliter existimas? etiamsi non membrorum spatio, at certe temporis adiuvetur.
Ev.—Imo assentior, et hanc quae abs te descripta est, probo esse
virtutem: nam et ratio non dicenda est aut existimanda, nisi vera; et
cuius vita per omnia congruit veritati, is est proferto vel solus, vel
certe máxime, qui bene honeste vivit; et qui ita sit affectus, solus
habere virtutem, et ea vivere iudicandus est.
Aug.—Probé dicis: sed certe etiam illud vides, ut opinor, similiorem
esse virtuti circulum figurarum planarum alia qualibet. Hinc est enim
quod apud Horatíum magnis laudíbus solemus extollere illum versum,
quo ait, cum de sapiente ageret: Fortis et in se ipso totus teres atque
rotundus 1. Et recte: nam ñeque in animi bonis quidquam invenís, quod
magis sibi ex omni parte consentiat quam virtutem; ñeque in planis
figuris quam circulum. Quamobrem si circulus non magnitudine spatii,
sed quadam conformatione caeteris praestat; quanto magis de virtute
existimandum est, quod non maioris loci occupatione, sed divina qua-
1
Sat. 1.2,7,86.
456 DE LA CUANTIDAD DKL ALMA 17, 30
i n t e r m e d i o , a r r o j a b a con u n a r c o flojo, c u a n t o e r a p o s i b l e , p e - d o i n e s p e r a d a m e n t e c o m p r o b a m o s q u e u n i n d i v i d u o es f o r z u d o ,
q u e ñ a s y l i g e r a s flechas q u e v a n a p o c a d i s t a n c i a y c a e n i n m e . esa fuerza, q u e n o s c a u s a a d m i r a c i ó n en t a l sujeto, r a d i c a en
d i a t a m e n t e , y p o c o d e s p u é s viese s a l i r h a c i a el a l t o cielo s a e t a s los n e r v i o s . S u p l i c ó t e , p u e s , a c o m e t a s y a lo q u e con t o d a m i
p e s a d a s p o r la p u n t a de h i e r r o , l l e n a s de p l u m a s y d i s p a r a d a s a l m a b u s c o : ¿ p o r q u é el a l m a , si n o tiene t a n t a e x t e n s i ó n es-
p o r u n a r c o t e n s í s i m o , al c o m u n i c a r l e l u e g o q u e i g u a l esfuerzo p a c i a l c o m o el c u e r p o , siente en c u a l q u i e r p a r t e del c u e r p o
p u s o ese h o m b r e en u n o q u e en o t r o caso, p u e d e ese t a l , d i g o , q u e se t o q u e ?
p e n s a r q u e ese h o m b r e creció y a u m e n t ó sus fuerzas en t a n
poco tiempo. Pero ¿ h a y algo más absurdo que pensar así?
4 0 . A d e m á s , si el a l m a crece, m i r a q u é necio s e r í a c r e e r CAPITULO XXIII
q u e su a u m e n t o se r e a l i z a a e x p e n s a s de las fuerzas del c u e r p o
y n o de la a b u n d a n c i a de c o n o c i m i e n t o s , c u a n d o s o l a m e n t e A U N Q U E E L ALMA S I E N T E E N T O D A S L A S P A R T E S D E L C U E R P O , NO
p r e s t a a a q u é l l o s su v o l u n t a d ; l a ciencia es cosa q u e e l l a s o l a POR ESO ES EXTENSA C O M O E L C U E R P O . — Q U É E S LA SENSACIÓN
p o s e e . P e r o , si a d m i t i m o s q u e el a l m a crece c u a n d o se a d q u i e - Y CÓMO S E R E A L I Z 4 LA VISIÓN
ren fuerzas, h a y q u e a d m i t i r t a m b i é n q u e d i s m i n u y e c u a n d o se
p i e r d e n . Se p i e r d e n en la vejez, se p i e r d e n p o r el t r a b a j o inte- 4 1 . Ag.—¡Ea, p u e s ! P o n g a m o s m a n o s a lo q u e d e s e a s ;
l e c t u a l y, c o m o en estos t i e m p o s es c u a n d o suele a d q u i r i r s e y p e r o es n e c e s a r i o m e p r e s t e s m u c h a m á s a t e n c i ó n de la q u e ,
c o m p l e t a r s e los c o n o c i m i e n t o s , n o p u e d e , en m o d o a l g u n o , t a l vez, crees se r e q u i e r e . Así q u e p r o c u r a n o d i s t r a e r t e en l o
a u m e n t a r y d i s m i n u i r u n a cosa al m i s m o t i e m p o . m á s m í n i m o y d i m e q u é s e n t i d o es ése del q u e el a l m a u s a p o r
E n c o n c l u s i ó n : el t e n e r m a y o r e s fuerzas en la e d a d c r e c i d a m e d i o del c u e r p o ; p o r q u e , u s a n d o ya de la p a l a b r a p r o p i a ,
n o es a r g u m e n t o v á l i d o de q u e el a l m a crezca. M u c h o m á s sentido podemos ya denominarle.
p o d r í a a ñ a d i r s e ; p e r o si y a estás satisfecho, p o n g o fin p a r a Ev.—He o í d o d e c i r q u e h a y cinco s e n t i d o s : el de ver, el
p a s a r a o t r a s cosas. d e oír, el de o l e r , el d e g u s t a r y el d e p a l p a r ; n o s a b r í a de-
Ev.—Yo, a la v e r d a d , estoy b a s t a n t e p e r s u a d i d o de q u e l a s ciros más.
m a y o r e s fuerzas n o p r o c e d e n de q u e el a l m a c r e z c a ; p o r q u e , Ag.—Antiquísima es esta d i v i s i ó n y casi de todos conoci-
p a s a n d o p o r a l t o lo q u e t ú i n g e n i o s a m e n t e h a s d i c h o , n i u n d a . P e r o q u e r r í a m e definieras t ú q u é es u n s e n t i d o , p a r a q u e
loco, el cual t o d o el m u n d o s a b e q u e t i e n e m u c h a m á s fuerza t o d o s esos e n c u a d r a r a n d e n t r o de u n a m i s m a definición y n a d a
q u e c u a n d o está c u e r d o , a f i r m a r í a c i e r t a m e n t e q u e el a l m a cre- se i n c l u y e r a en e l l a q u e n o fuera v e r d a d e r a m e n t e s e n t i d o . M a s ,
ce con la l o c u r a y e n f e r m e d a d del c u e r p o , c u a n d o el m i s m o si n o p u e d e s , n o insisto. E s suficiente, e m p e r o , con q u e a c e p t e s
c u e r p o d i s m i n u y e . P o r lo q u e soy m u y del p a r e c e r q u e , c u a n - o rechaces l a definición q u e y o d a r é .
tur, recto ac prudenter existimet? Potest enim iste, si ab aliquo iuvene, omne quod miramur, cum praeter spem vires in quopiam repeiiuntur:
quem velamine interposito non conspiciat, parvos ac leves calamos, laxo quare, oro, aggredere iam illud cui totus intendo: cur anima, si non tanti
arcu quantum potest iaculatos, viderit non longe iré, moxque recidere; spatii magnitudinem habet quanti corpus est, ubique illius sentit cum
ac post paululum sagittas iam ferro graves, pennulis vegetas, ñervo in- tangitur?
tentissimo emissas, caelum remotissimum petere; íidesque facta fuerit,
pari conatu hominis utrumque esse factum; crevisse illum tantillo tem-
CAPUT XXIII
pore, atque auctum viribus arbitrari. Quo quid dici potest perversius?
40. Deinde anima si crescit, vide quam sit inscitum, incrementa ANIMA TAMETSI PER TOTUM CORPUS SENTIT, NON IDCIRCO EST CUM
eius de viribus corporis credere; de copia doctrinarum non credere; cum CORPORE EXTENSA.—QUID SENSUS ET QUOMODO FIT VISIO
illis solum accommodet natum, hoc sola possideat. At si crescere ani-
mam putamus, cum additur viribus; minui putanda est, cum demitur. 41. Aug.—Age vero, aggrediamur quod vis, sed multo te mihi atten-
Demitur autem in senecta, demitur in labore studiorum; atque his tem- tiore opus est, quam te fortasse existimas esse deberé. Quare facito ut
poribus doctrinae aggerari atque exstrui solent; ñeque ullo modo eodero quam máxime adsis, ac respondeas mihi, quidnam tibi videatur iste esse
tempore simul augeri quidquam et minui potest. sensüs quo anima per corpus utitur: nam ipse iam nomine proprio sen-
Nullum igitur crescentis animae argumentum est, vires in maiori sus dicitur.
aetate maiores. Multa alia dici possunt: sed si iam tibi satisfactum est, Ev.—Sensus esse quinqué audire soleo, videndi, audiendi, olfaciendi,
modum adhibeo, ut ad alia transeamus. gustandi atque tangendi: plus quid respondeam nescio.
Ev.—Mihi vero satis persuasum est, maiores vires non ex eo esse quod Aug.—Partitio ista vetustissima est, et fere in contionibus celebrata.
anima creverit: nam, ut alia omittam quae abs te subtiliter dicta sunt, Vellem autem definiri mihi abs te, quid sit ipse sensus, ut eadem defi-
insania et morbo corporis animam crescere, cum ipsum corpus minuatur, nitione omnia illa includerentur, ñeque aliud quidquam quod sensus non
ne ipse quidem phreneticus dixerit, cui vires multo ampliores, quam esset, in ea intelligeretur: sed si id non potest, nihil urgeo. Illud enim
sano es°f solent, nemo nescit. Unde mihi máxime videtur in nervis esse quod satis est, certe potes meam definitionem vel refellere vel probare.
23, 42 lili LA CUANTIDAD DEL ALMA 473
472 DE LA CUANTIDAD DLL ALMA 23, 42
f e r m e d a d ; q u é el q u e desea, el d e s e o ; q u é el q u e t e m e , el
Ev.—Tal vez de este m o d o n o te d e f r a u d a r é , h a b i d a c u e n t a
m i e d o ; q u é el que goza, el gozo.
de m i s fuerzas, p o r q u e n o es esto s i e m p r e cosa fácil.
¿ P o r q u é , p u e s , al q u e m e p r e g u n t a q u é e x p e r i m e n t a el
Ag.—Así q u e a t e n t o . A m i p a r e c e r , sensación es p e r c i b i r
v i d e n t e no h e de r e s p o n d e r l e con r a z ó n : la v i s i ó n m i s m a ?
e! a l m a lo q u e p a d e c e o sufre el c u e r p o .
Ag.—Pero el q u e goza siente g o z o . ¿ O lo n i e g a s ?
Ev.—Me gusta esta definición. Ev.—Al c o n t r a r i o , lo afirmo.
Ag.—Hazte cuenta de q u e es t u y a y defiéndela m i e n t r a s Ag.—Yo d i r í a t a m b i é n lo m i s m o de las d e m á s s e n s a c i o n e s .
vo, p o c o a p o c o , la refuto. Ev.—Conforme.
Ev.—La d e f e n d e r é , en v e r d a d , si tú m e a y u d a s ; si n o , y a Ag.—Los ojos, e m p e r o , ven lo q u e sienten.
m e d e s a g r a d a , p u e s n o en v a n o i n t e n t a s r e f u t a r l a . Ev.—Esto de n i n g ú n m o d o lo c o n c e d e r é ; p o r q u e ¿ q u i é n
Ag.—No te h a g a s d e m a s i a d o esclavo de la a u t o r i d a d , s o b r e ve el d o l o r q u e , n o o b s t a n t e , sienten m u c h a s veces los o j o s ?
t o d o de la m í a , que n a d a v a l e . H o r a c i o d i c e : «Atrévete a sa- Ag.—Tratas, c l a r o está, de los ojos y estás a t e n t o . Así q u e
b e r » , a fin de q u e la r a z ó n te s u b y u g u e antes q u e el m i e d o . m i r a a ver si de la m i s m a m a n e r a q u e el q u e goza siente el
Ev.—Nada a b s o l u t a m e n t e t e m o en c u a l q u i e r m o d o q u e se g o z o g o z a n d o , a s i m i s m o el q u e ve siente la visión v i e n d o . ,
d e s a r r o l l e la discusión, p o r q u e n o m e d e j a r á s e r r a r . P e r o , «si Ev.—¿Es q u e p u e d e s u c e d e r de o t r o m o d o ?
a l g o tienes q u e decir, c o m i e n z a » y a p a r a n o f a t i g a r m e m á s Ag.—Mas lo q u e el que ve siente v i e n d o , es n e c e s a r i o q u e
con la d i l a c i ó n que con la defensa. t a m b i é n lo v e a .
4 2 . Ag.—Dime, p o r t a n t o , ¿ q u é e x p e r i m e n t a tu c u e r p o Ev.—No es n e c e s a r i o ; p u e s q u é , ¿ a c a s o si v i e n d o siente
cuando me ves? u n o el a m o r ve t a m b i é n el a m o r ?
Ev.—Algo sufre c i e r t a m e n t e , p u e s m i s ojos son, si n o m e Ag.—Prudentísima e ingeniosísima respuesta; me alegro
e n g a ñ o , p a r t e s de m i c u e r p o ; y si n o te p e r c i b i e s e n , ¿ c ó m o de que d i f í c i l m e n t e se te e n g a ñ e . P e r o a h o r a e s c u c h a : d a d o
podría verte? q u e los d o s a d m i t i m o s que n o se ve t o d o lo q u e los ojos sien-
Ag.—Pero n o b a s t a p r o b a r q u e t u s ojos e x p e r i m e n t a n a l g o , ten, n i t o d o lo q u e se siente v i e n d o , ¿ c r e e s q u e p u e d e ser ver-
si n o d e m u e s t r a s t a m b i é n q u é es lo que e x p e r i m e n t a n . d a d , al m e n o s , e s t o : q u e todo lo q u e se ve se s i e n t e ?
Ev.—¿Pues q u é sino la m i s m a v i s i ó n ? P o r q u e ven. Si m e Ev.—En v e r d a d q u e , si n o c o n c e d i e r e esto, ¿ c ó m o se p u e d e
p r e g u n t a r a s q u é e x p e r i m e n t a u n e n f e r m o , r e s p o n d e r í a : la en- l l a m a r s e n s a c i ó n a lo q u e v e m o s ?
Ag.—Y qué, lo q u e s e n t i m o s , ¿ n o lo e x p e r i m e n t a m o s t a m -
Ev.—Hoc modo tibi fortasse non deero, quantum valeo: non enim bién?
et hoc semper est facile.
Aug.—Attende ergo: nam sensum puto esse, non latere animam quod cupiditatem; quid metuens, metum; quid gaudens, gaudium. Cur ergo
patitur corpus. roganti quid videns patiatur, non recte ipsum visum respondeam?
Ev.—Placet mihi haec definitio. Aug.—Sed enim gaudens gaudium sentit. An negabis?
Aug.—Adesto ergo huic tanquam tuae, ac tuere illam, dum a me Ev.—Imo assentior.
paulisper refellitur. Aug.—Hoc et de caeteris perturbationibus dixerim.
Ev.—Tuebor sane, si tu adiuveris; sin minime, iam mihi displicetr Ev.—Sic habeo.
non enim frustra tibi visa est refellenda. Aug.—Quidquid autem oculi sentiunt, hoc vident.
Aug.—Noli nimis ex auctoritate penderé, praesertim mea quae nulla Ev.—Mullo modo iitud dederim: quis enim dolorem videat, queni
est; et quod ait Horatius: «Sapere aude» 1 : ne non te ratío subiuget tamen saepe oculi sentiunt?
priusquam metus. Aug.—Apparet te de oculis agere: bene vigilas. Itaque vide, utrum
Ev.—Ego prorsus nihil metuo, quoquo res modo processerit: non ut gaudens gaudendo gaudium sentit, ita etiam videns videndo sentiat
enim errare me sines. Sed iam «incipe si quid habes» \ ne differendo visum.
potius quam adversando defatiger. Ev.—An aliter potest?
42. Aug.—Dic igitur quid patiatur corpus tuum cum me vides? Aug.—Quidquid autem videns videndo sentit, id etiam videat necesse est.
Ev.—Patitur omnino aüquid: nam oculi mei partes, nisi fallor, cor- Ev.—Non est necesse: quid enim? si amorem videndo sentiat, num et
poris mei sunt; qui si nihil paterentur, quomodo te viderem? amorem videt?
Aug.—At non satis est, ut persuadeas tuos oculos aliquid pati, nisi Aug.—Cautissime ac sagacissime; gaudeo quod difficile deciperis. Sed
nunc attende: quoniam constitit inter nos, non omne quod oculi sentiunt.
etiam quid patiantur ostenderis.
ñeque omne quod videndo sentitur, videri; putasne hoc saltem verum
Ev.—Quid tándem, nisi ipsum visum? nam vident. Si enim me roga-
esse, omne quod videtur sentiri?
res quid pateretur aegrotans, aegritudinem responderem; quid cupiens,
Ev.—Hoc sane nisi concessero, quomodo sensus poterit vocari quod
1
videmus ?
Ep. 1 2.40.
1
VEBGIL., BUCO! IX 32. Aug.—Quid? omne quod sentimus, nonne et patimur?
474 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 23,43 23,44 DL LA CUANTIDAD DEL ALMA 475
Ev.—Sí, p o r c i e r t o . Ev.—Cuidadosamente, es v e r d a d , e x p l o r o y r e p a s o c o n m i g o
Ag.-—Luego, si t o d o lo q u e v e m o s lo s e n t i m o s y t o d o lo m i s m o lo d i c h o , y, sin e m b a r g o , n o a c a b o de v e r c l a r o q u e
q u e s e n t i m o s lo sufrimos, s u f r i m o s t o d o lo q u e v e m o s . m e p e s e de h a b e r l o c o n c e d i d o , a n o ser, p o r v e n t u r a , q u e nues-
Ev.—No lucho más. t r o s ojos s i e n t a n c u a n d o v e m o s , c u a n d o , t a l vez, es la m i s m a
Ag.—Por t a n l o , tú m e sufres y, a la vez, v o te sufro c u a n d o visión la q u e siente.
m u t u a m e n t e nos v e m o s . Ag.—Así es, en efecto, p u e s ésta se p r o y e c t a fuera y p o r los
Ev.—Así lo creo, y a e l l o m e o b l i g a f u e r t e m e n t e la r a z ó n . o j o s se lanza lejos p o r t o d a s p a r t e s p a r a p o d e r e x a m i n a r lo
4 3 . Ag.- E s c u c h a lo q u e resta. Creo te p a r e c e r á ilogici- q u e v e m o s . D e d o n d e r e s u l t a q u e m á s b i e n ve a l l í d ó n d e está
simo y e x t r e m a d a m e n t e necio el q u e a l g u i e n d i g a q u e u n c u e r p o l o q u e ve q u e n o de d ó n d e sale p a r a ver. P u e s ¿ n o ves tú
te i m p r e s i o n a a l l í d o n d e n o está el m i s m o c u e r p o q u e p e r c i b e s . cuando me ves?
Ev.—Absurdo m e p a r e c e , y o p i n o q u e es tal c o m o dices. Ev.—¿Qué insensato afirmará tal cosa? Ciertamente, v e o ;
Ag.—¿Y e s t o ? ¿ N o es c l a r o que m i c u e r p o está en u n p e r o veo p o r la visión e m i t i d a a t r a v é s de los o j o s .
l u g a r y el t u y o en o t r o ? Ag.—Pero, si ves, s i e n t e s ; si sientes, s u f r e s : n a d a p u e d e s
Ev.—Evidente. s u f r i r d o n d e n o e s t á s ; m a s , c o m o m e ves a l l í d o n d e yo estoy,
Ag.—Pero t u s ojos p e r c i b e n m i c u e r p o , y si lo p e r c i b e n , l u e g o sufres a l l í d o n d e y o estoy. Y si d o n d e yo estoy t ú n o
t a m b i é n le s u f r e n ; n i p u e d e n sufrir a l l í d o n d e n o se h a l l a l o estás, n o sé, en m o d o a l g u n o , c ó m o te a t r e v e s a d e c i r q u e tú
q u e sienten, y, sin e m b a r g o , n o están e l l o s d o n d e está m i cuer- m e ves.
p o ; l u e g o sufren d o n d e n o e s t á n . Ev.—Te d i r é q u e , e x t e n d i e n d o l a vista al l u g a r en q u e le
Ev.—He c o n c e d i d o , en v e r d a d , t o d o lo q u e m e p a r e c í a h a l l a s , te veo d o n d e e s t á s ; p e r o confieso q u e y o n o estoy a l l í .
a b s u r d o n o c o n c e d e r l o ; p e r o esto ú l t i m o , q u e h a s i n f e r i d o d e M a s así c o m o si te t o c a r a con u n a v a r a sería y o , c i e r t a m e n t e ,
m i s concesiones, es t a n a b s u r d o que a n t e s b i e n a d m i t o h a b e r el q u e te t o c a r a y lo p e r c i b i r í a y, n o o b s t a n t e , n o e s t a r í a y o
c o n c e d i d o a l g o de a q u e l l o t e m e r a r i a m e n t e q u e esto sea ver- d o n d e te t o c a r a , del m i s m o m o d o , c u a n d o d i g o q u e veo con l a
d a d e r o ; p o r q u e n i en s u e ñ o s m e a t r e v e r í a , c i e r t a m e n t e , a afir- vista, p o r m á s q u e yo n o esté a l l í d o n d e el o b j e t o , n o p o r esto
m a r q u e m i s ojos sienten d o n d e n o están. m e veo o b l i g a d o a confesar q u e n o soy yo el q u e v e o .
Ag.—Pues m i r a a ver d ó n d e te d o r m i s t e ; p o r q u e ¿ q u é e s 4 4 . Ag.—Nada h a s c o n c e d i d o t e m e r a r i a m e n t e , p o r q u e tam-
lo q u e , en ú l t i m o t é r m i n o , se te p u d o p a s a r t a n i n c o n s i d e r a - b i é n tus ojos p u e d e n d e f e n d e r s e de la m a n e r a q u e d i c e s : l a
d a m e n t e si estuvieses a t e n t o c o m o p o c o h a ? visión es c o m o la v a r a de e l l o s . Ni es _absurda l a c o n c l u s i ó n
d e q u e t u s ojos ven d o n d e n o e s t á n . ¿ O p i e n s a s tú de o t r o
Ev.—Ita est.
Aug.—Igitur si omne quod videmus, sentimus, et omne quod senti- modo ?
mus, patimur; patimur omne quod videmus. Ev.—Enimvero idipsum mecum sedulo pertracto ac revolvo: nihil
Ev.—Nihil resisto. tamen elucet satis, quod me dedisse poeniteat, nisi forte illud, quod
Aug.—Pateris ergo me, ac vicissim te ego, cum invicem nos videmus. oculi nostri sentiunt cum videmus: visus namque ipse forsitan sentit.
Ev.—Sic existimo, et ad hoc me ratio instanter cogit. Aug.—Imo ita est: is enim se foras porrigit, et per oculos emicat
43. Aug.—-Accipe caetera: nam credo absurdissimum et stultissimum longius quaquaversum potest lustrare quod cernimus. Unde fit ut ibi
videri tibi, si quis affirmet ibi te pati aliquod corpus, ubi non est ipsum potius videat, ubi est id quod videt, non unde erumpit ut videat. Non
Corpus quod pateris. ergo tu vides, cum me vides?
Ev.—Videtur absurdum, et ita esse opinor, ut dicis. Ev.—Quis hoc insanus dixerit? omnino ego video, sed emisso visu per
Aug.—Quid illud? nonne manifestum est alio loco esse meum corpus,
alio tuum? oculos video.
Ev.—Manifestum est. Aug.—At si tu vides, tu sentís; si tu sentís, tu pateris; nec potes ibi
Aug.—Sentiunt autem corpus meum oculi tui: et si sentiunt, utique pati aliquid, ubi non es: ibi autem me vides, ubi ego sum; ibi igitur
pathmtur; nec possunt ibi pati, ubi id quod patiuntur, non est; nec pateris, ubi ego sum. At si ubi ego sum, tu ibi non es; quo pacto audeas
tamen ibi sunt illi, ubi corpus meum est: igitur ibi patiuntur ubi non dicere videri me abs te, prorsus ignoro.
sunt. Ev.—Visu, inquam, porrecto in eum locum hi quo es, video te ubi
es: at me ibi non esse confíteor. Sed quemadmodum si virga te tangerem,
Ev.—Ego quidem illa omnia concessi, quae non concederé absurdum
ego utique tangerem, idque sentirem: ñeque tamen ego ibi essem, ubi te
videbam: sed hoc ultimum quod ex his confectum est, ita est absurdius,
ut illorun potius aliquid temeré me dedisse, quam hoc verum esse con- tangerem: ita quod dico visu me videre. quamvis ego ibi non sim, non
sentiam: nam oculos meos ibi sentiré ubi non sunt, ne in somnis qui- ex eo cogor fateri non me esse qui videam.
dem dicere auderem. 44. Aug.—Nihil ergo temeré concessisti: nam et oculi tui hoc modo
defendi possunt, quorum est quasi virga visus, ut dicis; ñeque illa est
Aug.—Vide igitur ubi obdormieris: quid enim tibi tándem elabere-
tur incautius, si ut paulo ante vigilares? absurda conclusio, quod ibi oculi tui vident, ubi non sunt. An tibi aliter
videtur?
476 Ut LA tUAMIDAD DEL ALMA 24,45
24,45 III I.A C U A N I I D A D DEL ALMA 477
Ev.—Así es, en v e r d a d , c o m o d i c e s ; p u e s m e h e d a d o cuen-
t a a h o r a d e q u e , si l o s ojos v e n d o n d e están, se v e r í a n t a m b i é n Ag.—¿Crees a s i m i s m o q u e t o d o l o q u e c o n o c e m o s viendo,
a sí m i s m o s . lo c o n o c e m o s p o r l a v i s t a ?
Ag.—Mejor q u e « t a m b i é n a sí m i s m o s » d i r í a s q u e se ven Ev.—-Igualmente lo creo.
s o l a m e n t e a sí m i s m o s . P o r q u e d o n d e están, es decir, el l u g a r Ag.—¿Por q u é , entonces, v i e n d o o r d i n a r i a m e n t e sólo el
q u e o c u p a n , lo o c u p a n ellos solos. N i la n a r i z , n i n a d a de l o h u m o , c o n o c e m o s el fuego o c u l t o , a l q u e n o v e m o s ?
q u e les r o d e a , está d o n d e e l l o s ; de l o c o n t r a r i o , t a m b i é n t ú Ev.—Es v e r d a d ; y ya n o creo q u e v e m o s t o d o lo q u e co-
e s t a r í a s d o n d e y o , p o r el h e c h o de q u e e s t a m o s c e r c a n o s . Sien- nocemos p o r la vista; pues, como h a s dicho, podemos ver u n a
d o esto así, si s o l a m e n t e v i e r a n l o s ojos d o n d e están, n o v e r í a n cosa y c o n o c e r o t r a q u e l a vista n o p e r c i b e .
m á s q u e a sí m i s m o s . M a s , c o m o n o se ven, n o s ó l o n o s v e m o s Ag.—Pues q u é , ¿ a c a s o p o d e m o s n o v e r lo q u e s e n t i m o s
o b l i g a d o s a a d m i t i r q u e p u e d e n ver d o n d e n o están, sino q u e , por la vista?
en a b s o l u t o , no p u e d e n ver si n o es d o n d e n o e s t á n . Ev.—De n i n g ú n m o d o .
Ag.—Luego ¿ u n a cosa es s e n t i r y otra c o n o c e r ?
Ev.—Nada puede hacerme dudar de ello.
Ev.—Completamente distinto, p o r q u e s e n t i m o s el h u m o q u e
Ag.—Luego n o d u d a s q u e p a d e c e n allí d o n d e n o e s t á n . P o r - v e m o s y p o r éste c o n o c e m o s el fuego o c u l t o q u e n o v e m o s .
que, d o n d e v e n , a l l í s i e n t e n ; v e r es sentir, y sentir, p a d e c e ] ; Ag.—Lo h a s e n t e n d i d o b i e n . P e r o ves, sin d u d a , q u e , cuan-
p o r c o n s i g u i e n t e , d o n d e sienten, allí p a d e c e n . P e r o v e n e n o t r o d o esto sucede, n u e s t r o c u e r p o , es d e c i r , l o s o j o s , n o sufren
l u g a r q u e en el q u e están, l u e g o p a d e c e n a l l í d o n d e n o e s t á n . la i m p r e s i ó n d e l fuego, sino la del h u m o , q u e es lo ú n i c o q u e
Ev.—Es d e a d m i r a r e n q u é m a n e r a j u z g o v e r d a d e r a s estas ven. Y y a h e m o s c o n v e n i d o m á s a r r i b a q u e v e r es s e n t i r ; v sen-
cosas. tir, sufrir.
Ev.—Mantengo lo d i c h o y a s i e n t o a e l l o .
Ag.—Así q u e c u a n d o el a l m a p e r c i b e a l g o p o r m e d i o de
CAPITULO XXIV
la p a s i ó n del c u e r p o , n o se s o b r e n t i e n d e , sin m á s . q u e sea
EXAMÍNESE LA D E F I N I C I Ó N D E S E N S A C I Ó N
p o r u n o d e los cinco sentidos c i t a d o s , sino c u a n d o p e r c i b e
d i r e c t a m e n t e la m i s m a i m p r e s i ó n ; p o r q u e el fuego en cuestión
4 5 . Ag.—Tal vez j u z g a s con r a z ó n a s í . S u p l i c ó t e , e m p e r o , n i h a sido visto, n i oído, n i o l i d o , n i g u s t a d o , n i t o c a d o , y, sin
m e r e s p o n d a s si t o d o lo q u e c o n o c e m o s p o r la vista lo v e m o s . e m b a r g o , visto el h u m o , n o se le o c u l t a a l a l m a el f u e g o .
Ev.—Así lo creo. Y c o m o n o se l l a m a s e n t i d o este c o n o c e r , p o r q u e el c u e r p o
n a d a h a sufrido del fuego, n o o b s t a n t e , d e n o m í n a s e conoci-
Ev.—Ita sane e°t ut dicis: nam et illud nunc aniraadverti, quod si Aug.—Credis etiam omne quod videndo cognoscimus, per visum nos
ibi viderent oculi ubi sunt, etiam seipsos viderent. cognoscere?
Aug.—Rectius díceres non: Etiam seipsos; sed: Tantummodo seipsos Ev.—Et hoc credo.
viderent. Nam ubi sunt, id est quem Iocum tenent, soli tenent; nec nasus Aug.—Cur ergo plerumque fumum solum videndo ignem subter latere
est ibi ubi illi, nec quidquid illis vicinum est: alioquin etiam tu ibi cognoscimus, quem non videmus?
e^ses ubi ego sum: quia iuxta invice-m sumus: Quae cum ita sint, si tan- Ev.—Verum dicis: et iam non puto nos videre quidquid per visum
tum ibi viderent oculi ubi sunt, nihil amplius quam seipsos viderent. cognoscimus: possumus enim, ut docuisti, aliud videndo, aliud cognoscere
Cum autem se non vident, non modo cogimur consentiré, posse illos quod visus non attigerit
videre, ubi non sunt; sed etiam omnino non posse, nisi ubi non sunt. Aug.—Quid? illud quod per visum sentimus, possumusne non vi-
Ev.—Nihil est quod hinc dubitare me faciat. dere?
Aug.—Ergo non dubitas ibi eos pati, ubi non sunt. Nam ubi vident, Ev.—Nullo modo.
ibi sentiunt: ipsum enim videre, sentiré est; sentiré autem, pati: quare Aug.—Aliud est ergo sentiré, aliud cognoscere?
ubi sentiunt, ibi patiuntur. AJibi autem vident quam ubi sunt: ibi igitur Ev.—Omnino aliud: nam sentimus fumum, quem \idemu~; et ex
patiuntur, ubi non sunt. eo ignem quem non videmus, subesse cognoscimus.
Ev.—Mirum est quam ista vera existimo. Aug.—Bene intelligis. Sed vides certe cum hoc accidit, corpus nos-
trum, id est oculos, nihil pati ex igne, sed ex fumo quem solum vident.
Etenim videre, sentiré; et sentiré, pati esse, iam supra consensimus.
CAPVT XXIV Ev.—Teneo et assentior.
Aug.—Cum ergo per passionem corporis non latet aliquid animam, non
E A P I N D I T L ' K Di.FI.MTIO SE.NSITS continuo sensus vocatur unus de quinqué memoratis; sed cum ipsa passio
non latet: namque ille ignis non visus, nec auditus, nec olfactus nec
45. Aug.—Recte fortasse existimas. Sed responde, obsecro, utrum gustalus, nec tactus a nobis, non tamen latet animam, fumo viso. Et
oírme quod per visum cognoscimus, videamus. cum hoc non latere non vocetur sensus, quia ex igne corpus nihil est
Ev.—Ita credo.
478 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 24,46 24, 46 IIK LA CUANTIDAD DEL ALMA 479
m i e n t o p o r u n s e n t i d o , p u e s de la i m p r e s i ó n del c u e r p o , a u n - ello, se o c u l t a al a l m a ; p o r q u e n o s o t r o s lo c o n o c e m o s , el cuer-
q u e d i s t i n t a , es d e c i r , r e a l i z a d a p o r la visión de o t r o o b j e t o , p o , c o m o h e d i c h o , p a d e c e y el a l m a se d a c u e n t a de e l l o ; p e r o ,
lo h e m o s c o n j e t u r a d o y a v e r i g u a d o . con t o d o , n o es u n a sensación. P o r c o n s i g u i e n t e , a q u e l l a defi-
Ev.—Lo e n t i e n d o , y veo m u y b i e n q u e esto c o n c u e r d a y nición, q u e n a d a d e b í a i n c l u i r que n o conviniese a la sensa-
favorece a a q u e l l a tu definición q u e m e diste p a r a q u e la de- ción, al i n c l u i r ese c o n o c i m i e n t o de q u e h a b l a m o s es, sin d u d a ,
f e n d i e r a c o m o m í a ; p o r q u e r e c u e r d o q u e definiste así el sen- defectuosa.
t i d o : n o o c u l t a r s e al a l m a lo q u e sufre el c u e r p o . V e r , p o r
Ev.—Comprendo que n a d a m e resta sino p e d i r t e que o la
t a n t o , el h u m o lo l l a m a m o s sensación, p o r q u e los ojos, p a r t e s
definas de o t r o m o d o o, si p u e d e s , la r e f o r m e s ; p o r q u e n o p u e -
del c u e r p o y. a la vez, c u e r p o s , v i é n d o l o , s u f r e n ; n o l l a m a m o s
do n e g a r q u e es deficiente p o r esa r a z ó n q u e y o a p r u e b o com-
sensación al fuego, p o r q u e , a u n q u e c o n o c i d o , n o i m p r e s i o n a
n a d a al c u e r p o . pletamente.
46. Ag.—Alabo, en v e r d a d , lu m e m o r i a y p e n e t r a n t e inte- Ag.—Fácil es c o r r e g i r l a , y q u i e r o te a t r e v a s a h a c e r l o ;
l i g e n c i a ; p e r o el f u n d a m e n t o de esa definición se resiente. pues, c r é e m e , lo l l e v a r á s a c a b o si te h a s d a d o b i e n c u e n t a
Ev.—Y d i m e , ¿ p o r q u é ? en q u é p e c a .
Ag.—Porque, s e g ú n p i e n s o , n o n i e g a s q u e el c u e r p o sufra Ev.—¿No es, p o r v e n t u r a , en q u e a b a r c a o t r a s c o s a s ?
a l g o c u a n d o c r e c e m o s o e n v e j e c e m o s , y es c l a r o q u e esto n o Ag.—Pero ¿de qué m o d o ?
lo p e r c i b i m o s p o r n i n g ú n s e n t i d o ; p e r o t a m p o c o se le o c u l t a Ev.—Porque u n c u e r p o q u e envejece, a u n q u e sea el de u n
al a l m a . N a d a se le o c u l t a , p u e s , de lo q u e sufre el c u e r p o , j o v e n , n o se p u e d e n e g a r q u e sufre a l g o , y c u a n d o esto sabe-
y. sin e m b a r g o , n o p u e d e l l a m a r s e esto s e n s a c i ó n . V i e n d o a h o r a m o s , n o se le o c u l t a a l a l m a l o q u e sufre el c u e r p o , y, sin
m a y o r e s las cosas q u e h a b í a m o s visto en o t r o t i e m p o m á s pe- embargo, no puede percibirlo por ningún sentido, porque ni
q u e ñ a s y v i e n d o a n c i a n o s a los q u e c o n o c i m o s j ó v e n e s y n i ñ o s , veo q u e a h o r a envejezco, n i lo siento con el o í d o , o con el
deducimos que nuestros cuerpos experimentan algún cambio, olfato, o con el gusto, o con el t a c t o .
a u n en este m i s m o m o m e n t o en que h a b l a m o s . N i en esto nos Ag.—¿Cómo }o conoces, pues?
e n g a ñ a m o s , a m i p a r e c e r ; m á s fácil es q u e a d m i t a q u e m e Ev.—Lo d e d u z c o con la r a z ó n .
e n g a ñ a lo q u e veo que lo q u e e n t i e n d o , a s a b e r : q u e m i s ca- Ag.—¿En q u é a r g u m e n t o s se a p o y a tu r a z ó n ?
b e l l o s crecen en este i n s t a n t e o q u e el c u e r p o se c a m b i a a c a d a
Ev.—En q u e veo a n c i a n o s q u e f u e r o n j ó v e n e s , c o m o yo lo
m o m e n t o . Y si esta m u t a c i ó n e s u n a afección del c u e r p o , l o q u e
soy a h o r a .
n a d i e n i e g a , la cual n i p e r c i b i m o s al p r e s e n t e n i , a p e s a r d e
Ag.—¿Acaso n o los ves con u n o de los cinco s e n t i d o s ?
passum; vocatur tamen cognitio per sensum, quia ex passione corporis
quamvis alia, id est ex alterius rei visione, coniectatum est atque com- tur a nobis, nec tamen animam latet, quia nos non latet; patitur, ut dixi,
pertum. corpus quod non latet animam, nec sensus est tamen. Quare illa defini-
Ev.—Intelligo, et optime video istud congruere ac favere illi defini- tio, quae nihil quod sensus non esset, debebat includere, cum hoc inclu-
tioni tuae, quam ut meam mihi defendendam dedisti: nam ita memini sit, certe vitiosa est.
esse abs te sensum definitum, cum animam non latet quod patitur cor- Ev.—Nihil mihi restare video, quam ut te petam, ut aut definías ali-
pus. Itaque illud quod fumus videtur, sensum vocamus; passi sunt enim ter, aut hanc recures, si potes: nam eam ista ratione quam vehementer
eum oculi videndo, qui sunt corporis partes et corpora: ignem autem,
probo, vitiosam esse negare non possum.
ex quo nihil corpus est passum, quamvis cognitus fuerit, sensum non
vocamus. Aug.—Facile est istam corrigere, quod voló tu audeas: facies enim,
46. Aug.—Memoriam quidem tuam probo et sequacem intelligen- mihi crede, si bene intellexisti ubi peccet.
tiam; verum munitio illa definitionis labascit. Ev.—Num alibi quam ubi aliena comprehendit?
Ev.—Cur quaeso? Aug.—Quo tándem modo?
Aug.—Quia non negas, ut opinor, nonnihil pati corpus cum cres- Ev.—Quia quod senescit corpus, quamvis in iuvene, non potest ne-
cimus vel senescimus: ñeque id nos ullo sensu sentiré manifestum est; gad pati aliquid: idque cum scimus, non latet animam quiddam quod
nec id tamen animam latet. Non igitur eam latet quiddam quod patitur patitur corpus, ñeque tamen ullo sensu percipi potest: nam nec video
corpus. nec tamen sensus iste appellari potest. Videndo enim maiora me modo senescere, ñeque id auditu, aut olfactu, aut gustatu, aut tactu
ea quae aliquando minora videramus, et videndo senes eos quos iuvenes sentio.
ac pueros fuisse constat; coniectamus aliquam talem mutationem nostra Aug.—Unde ergo illud nosti?
corpora, etiam nunc dum loquimur, pati. Ñeque in eo fallimur, ut opi- Ev.-—Ratione id colligo.
nor: nam proclivius est, ut me fallí dicam quod video, quam quod in- Aug.—Quibus argumentis ratio tua ni ti tur?
telligo capillos meos nunc crescere, corpusve per momenta mutari, Quod Ev.—Quod alios video senes, qui ut ego nunc sum, iuvenes erant.
si mutatio ista, passio corporis est, quod nemo negat, nec nunc senti- Aug.—Nonne sensus est, quo eos vides, unus de quinqué?
"480 DJ¡ t,A CUANTIDAD DEL ALMA 25, 47 25,47 Di; LA CUANTIDAD DEL ALMA 481
Ev.—¿Quién lo n i e g a ? P e r o de v e r l o s c o n j e t u r o que en- h o m b r e es a n i m a l m o r t a l , es i g u a l m e n t e v e r d a d e r o : t o d o a n i -
vejecen, a u n q u e esto yo n o lo vea. m a l m o r t a l es h o m b r e . H a l l a n d o q u e esto n o es así, debernos
A¡y.—Entonces, ¿ q u é p a l a b r a s crees q u e h a y que a ñ a d i r r e c h a z a r la definición p o r el defecto de q u e i n c l u y e cosas ex-
a a q u e l l a definición p a r a c o m p l e t a r l a , p u e s t o q u e n o h a y sen- t r a ñ a s ; p u e s n o sólo el h o m b r e es a n i m a l m o r t a l , s i n o t a m b i é n
sación a n o ser que la p a s i ó n del c u e r p o l l e g u e al a l m a , p e r o cualquiera bestia.
n o de tal f o r m a q u e el a l m a se d é c u e n t a de ella p o r otra pa- S u e l e , p o r t a n t o , c o m p l e t a r s e esta definición de h o m b r e
s i ó n o p o r o t r o medio c u a l q u i e r a ? a ñ a d i e n d o l a p a l a b r a r a c i o n a l a m o r t a l , p u e s t o q u e el h o m b r e
Ev.—Expon esto, p o r favor, u n p o c o m á s c l a r a m e n t e . es u n a n i m a l m o r t a l r a c i o n a l . Y así c o m o t o d o h o m b r e es u n
a n i m a l r a c i o n a l m o r t a l , del m i s m o m o d o t o d o a n i m a l r a c i o n a l
m o r t a l es h o m b r e .
CAPITULO XXV L a p r i m e r a definición e r a , p o r c o n s i g u i e n t e , defectuosa p o r
a b a r c a r m á s de lo j u s t o : c o m p r e n d í a , e n efecto, a la b e s t i a
CÓMO SE HA DE EXAMINAR UNA DEFINICIÓN
y al h o m b r e . E s t a es perfecta, p o r q u e c o n t i e n e a t o d o h o m b r e
4 7 . Ag.—Te d a r é gusto, y de m u c h a m e j o r g a n a p o r q u e y n a d a m á s q u e al h o m b r e .
t e r e t r a s a s q u e p o r q u e a v a n z a s ; m a s n o te d i s t r a i g a s n a d a , A b a r c a n d o , p o r el c o n t r a r i o , m e n o s , es t a m b i é n defectuosa,
p u e s esto s e r v i r á p a r a m u c h a s cosas q u e te d i r é . si a ñ a d e s l a p a l a b r a g r a m á t i c o ; p u e s a u n q u e t o d o a n i m a l ra-
U n a definición no contiene, n i m á s ni m e n o s , q u e lo q u e c i o n a l m o r t a l g r a m á t i c o es h o m b r e , sin e m b a r g o , m u c h o s hom-
se t r a t a de e x p l i c a r ; de lo c o n t r a r i o es c o m p l e t a m e n t e de- b r e s , q u e n o son g r a m á t i c o s , n o están i n c l u i d o s en esta defini-
fectuosa. ción ; p o r esto es falsa esta definición en su p r i m e r a p r o p o s i c i ó n
Se c o m p r u e b a si carece o n o de estos defectos p o r m e d i o y v e r d a d e r a , en c a m b i o , si se l a c o n v i e r t e . E f e c t i v a m e n t e , es
d e la c o n v e r s i ó n , lo q u e se te h a r á m á s c l a r o con los siguientes f a l s o : t o d o h o m b r e es u n a n i m a l r a c i o n a l m o r t a l g r a m á t i c o ;
ejemplos. y es v e r d a d e r o : t o d o a n i m a l r a c i o n a l m o r t a l g r a m á t i c o es
Si, en efecto, m e p r e g u n t a r e s q u é es el h o m b r e y yo te lo hombre.
definiera a s í : el h o m b r e es u n a n i m a l m o r t a l , n o p o r q u e sea M a s c u a n d o n i en su p r i m e r a p r o p o s i c i ó n n i en su conver-
v e r d a d lo q u e he d i c h o d e b e r í a s a p r o b a r , sin m á s , i n c l u s o la s i ó n es la definición v e r d a d e r a , e n t o n c e s es, c i e r t a m e n t e , m á s
definición, sino q u e , a ñ a d i é n d o l e u n a p a l a b r a , a s a b e r : t o d o , d e f e c t u o s a q u e c a d a u n a de l a s m e n c i o n a d a s , c o m o lo son estas
conviértela v m i r a a ver si es t a m b i é n v e r d a d e r a u n a vez con- d o s : el h o m b r e es u n a n i m a l b l a n c o o el h o m b r e es u n a n i m a l
v e r t i d a : es decir, si del m i s m o m o d o que es v e r d a d e r o : t o d o c u a d r ú p e d o . P o r q u e a u n q u e d i g a s : t o d o h o m b r e es u n a n i m a l
b l a n c o o u n a n i m a l c u a d r ú p e d o , es falso lo q u e dices, y lo
Ev.—Quis negat? Sed ex eo quod illos video, me quoque cum id non
videam, coniecto senescere. est, utrum quemadmodum verum est, omnis homo animal mortale est; ita
Aug.—Quid verborum ergo illi definitioni, quo perficiatur addendum esset verum, omne animal mortale homo est: quo aliter invento, impro-
putas; cum sensus non sit, nisi non lateat animam corporis passio, nec bare definitionem propter illud vitium quo aliena comprehendit; non
tamen ita ut eam per aliam passionem, aut per aliud quodlibet intelli- enim solus homo est animal mortale, sed etiam quaevis bestia.
gat? Haec igitur hoininis definitio perfici solet, cum additur mortali ra-
Ev.—Dic, quaeso, istud paulo planius. tionale: nam homo est animal mortale rationale; atque ut omnis homo
animal rationale mortale est, ita omne animal rationale mortale homo est.
Plus continendo ergo superior definitio vitiosa erat, bestiam enim
CAPUT XXV
cum nomine continebat: ista perfecta est; nam et omnem hominem, et
DEFINITIO QUOMODO EXAMINANDA nihil plusquam hominem tenet.
Tenendo autem minus, ita vitiosa est si addas grammaticum: quan-
47. Aug.—Geram tibí morem, et multo libentius retardanti quam quam enim omne animal rationale mortale grammaticum homo sit, plu-
festinanti: sed fac totus adsis; valebit enim hoc ad plura quod dicam. res tamen homines, qui grammatici non sunt, hac definitione non conti-
Definitio nihil minus, nihil amplius continet, quam id quod suscep- nentur: et ob hoc ista per primam illam propositionem falsa est; cum
tum est explicandum; aliter omnino vitiosa est. autem convertitur, vera. Falsum est enim, omnis homo animal rationale
Utrum autem huiusmodi vitiis careat, conversione exploratur: quod mortale grammaticum est; sed verum est, omne animal rationale mortale
his exemplis tibi fiet apertius. grammaticum homo est.
Si enim me rogares quid esset homo, et eum hoc modo definirem: Cum autem ñeque per primam propositionem, ñeque per conversio-
Homo est animal moríale; non continuo quia verum dictum est, etiam nem enuntiata vera est, his singulis est profecto vitiosior: ut sunt istae
definitionem probare deberes, sed superposita ei partícula, id est, ora- duae, homo est animal candidum; aut, homo es animal quadrupes. Nam
nis, convertere illam et intueri, utrum etiam conversa vera esset: hoc et si dicas, omnis homo animal candidum est; aut animal quadrupes, fal-
sum dicis; et si convertas. Sed hoc Ínter se differunt, quod illa prima
S-A£. 3 16
482 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 25. 4» 483
25,49 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA
m i s m o si l a s c o n v i e r t e s . P e r o d i f e r é n c i a n s e en e s t o : q u e la p r i - Ev.—Lo creo, c i e r t a m e n t e ; p e r o n o sé q u é es lo q u e p u e -
m e r a c o n v i e n e a a l g u n o s h o m b r e s , y a g u e los m á s son b l a n c o s ; da añadirle.
la otra a nadie, pues no hay u n h o m b r e cuadrúpedo. Ag.—Toda i m p r e s i ó n del c u e r p o n o l a t e n t e al a l m a es, en
T e n en c u e n t a , p o r el m o m e n t o , p a r a e x a m i n a r las defini- v e r d a d , s e n s a c i ó n ; p e r o esta p r o p o s i c i ó n n o p u e d e c o n v e r t i r s e ,
ciones, c ó m o h a n de j u z g a r s e c o n j u n t a m e n t e p o r l a p r o p o s i - d e b i d o a q u e l a p a s i ó n del c u e r p o p o r la c u a l crece y decrece
ción y p o r c o n v e r s i ó n . Se e n s e ñ a n o t r a s m u c h a s cosas s o b r e es c o n o c i d a p o r n o s o t r o s , es decir, n o se le o c u l t a al a l m a .
este p u n t o , a b u n d a n t e s en p a l a b r a s y en o b s c u r i d a d e s . P o c o a Ev.—Es cierto.
poco intentaré enseñártelas, cuando me parezca conveniente. Ag.—Pues q u é , ¿ e s t a p a s i ó n l a conoce el a l m a directa-
4 8 . V u e l v e a h o r a t u c o n s i d e r a c i ó n a a q u e l l a n u e s t r a defi- m e n t e en sí m i s m a o p o r m e d i o de o t r a c o s a ?
n i c i ó n y, u n a vez q u e la h u b i e r e s e x a m i n a d o m á s c u i d a d o s a -
Ev.—Completamente p o r m e d i o de o t r o : u n o es, en efecto,
m e n t e , c o r r í g e l a ; p o r q u e , s i e n d o l a definición de sensación, h a -
v e r c r e c i d a s l a s u ñ a s , o t r o s a b e r q u e crecen.
l l á b a m o s q u e c o m p r e n d í a a l g o q u e n o e r a sensación, y, p o r
Ag.—Ahora b i e n , c o m o el m i s m o c r e c e r es la p a s i ó n , l a
esto, a l c o n v e r t i r l a n o r e s u l t a b a v e r d a d e r a . Q u i z á sea v e r d a -
c u a l p o r n i n g ú n s e n t i d o p e r c i b i m o s , y l a m a g n i t u d q u e senti-
d e r o : t o d a s e n s a c i ó n es u n a i m p r e s i ó n del c u e r p o , q u e n o se l e
m o s sea efecto de l a m i s m a p a s i ó n , n o la p a s i ó n m i s m a , es
o c u l t a al a l m a ; c o m o es v e r d a d e r o : t o d o h o m b r e es u n a n i m a l
c l a r o q u e t a l p a s i ó n n o la c o n o c e m o s p o r sí m i s m a , sino p o r
m o r t a l ; p e r o así c o m o es falso q u e t o d o a n i m a l m o r t a l es
o t r a cosa. L u e g o si el a l m a lo c o n o c i e r e d i r e c t a m e n t e , ¿ n o se
h o m b r e , p o r q u e t a m b i é n la b e s t i a es m o r t a l , así es falso t a m -
s e n t i r í a m á s b i e n q u e se c o n j e t u r a r í a ?
b i é n : t o d a p a s i ó n del c u e r p o n o l a t e n t e al a l m a es s e n s a c i ó n ;
Ev.—Lo comprendo.
p u e s en este m o m e n t o nos crecen l a s u ñ a s y esto n o se le o c u l t a
Ag.—Pues, ¿ p o r q u é d u d a s a c e r c a d e lo q u e h a y q u e aña-
al a l m a , p o r q u e n o s d a m o s c u e n t a d e e l l o , m á s n o lo s e n t i m o s ,
d i r a la definición?
s i n o q u e lo c o n j e t u r a m o s .
Ev.—Ahora m e d o y c u e n t a q u e h a y q u e definirla de este
P o r t a n t o , del m i s m o m o d o q u e a l a definición de h o m b r e
m o d o : s e n s a c i ó n es u n a p a s i ó n del c u e r p o c o n o c i d a en sí mis-
p a r a p e r f e c c i o n a r l a le a ñ a d i m o s r a c i o n a l , con c u y a a d i c i ó n
m a p o r el a l m a , ya que t o d a s e n s a c i ó n es esto, y todo esto, a
quedaron excluidas las bestias, que conjuntamente estaban an-
m i p a r e c e r , es sensación.
tes i n c l u i d a s , y con t a l definición i n c l u í m o s a t o d o h o m b r e , y
4 9 . Ag.—Si esto es así, confieso q u e la definición es per-
n a d a m á s q u e al h o m b r e , ¿ n o p i e n s a s t ú q u e h a y q u e a ñ a d i r
fecta. P e r o e x a m i n é m o s l a , si os a g r a d a , a v e r si n o a d o l e c e de
t a m b i é n a l g o a esa definición, con lo cual s e p a r e m o s d e e l l a l o
a q u e l s e g u n d o defecto q u e p a d e c í a l a de h o m b r e d e s p u é s d e
q u e tiene de e x t r a ñ o y n a d a se e n t i e n d a en e l l a si n o es l a sen-
h a b e r l a a ñ a d i d o la p a l a b r a g r a m á t i c o .
sación, y t o d a s e n s a c i ó n ?
Ev.—Censeo quidem, sed quid addi possit ignoro.
in aliquos nomines cadit; nam plerique sunt nomines candidi; haec al- Aug.—Sensus est certe omnis passio corporis non latens animam: sed
tera in neminem, non enim quisquam homo quadrupes. convertí non potest haec enuntiatio, propter passionem illam corporis,
Haec pro tempore ad explorandas definitiones didiceris, quemadmo- qua vel crescit vel decrescit scientibus nobis, id est, ut non lateat animam.
dum propositione arque conversione iudicentur: sunt alia multa de hoc Ev.—Ita est.
genere quae docentur, et verborum plena et tenebrarum, quae paulatim. Aug.—Quid? haec passio per seipsam non latet animam, an per
ubi opportunum videbitur, conabor ut discas. aliud?
48. Nunc converte animum ad illam definitionem nostram, et eam Ev.—Per aliud plañe: aliud est enim videre ungues maiores, aliud
peritior cum discusseris, corrige: inveneramus enim eam, cum definitio scire quod crescant.
sensus esset, complecti aliud quod sensus non esset, et ideo non esse, Aug.—Cum ergo crescere ipsum sit passio, quam nullo sensu attin-
cum convertitur, veram. Fortasse enim verum est, omnis sensus passio gimus, magnitudo autem illa quam sentimus, eadem passione facta sit,
corporis est animam non latens; ut verum est, omnis homo animal mor- non ipsa sit passio; manifestum est talem passionem non per seipsam
íale est: at ut falsum est, omne animal mortale homo est, quia id est et scire nos, sed per aliud. Si ergo non per aliud animam non lateret, non-
bestia; ita falsum est, omnis passio corporis non latens animam, sensus ne sentiretur potius quam coniiceretur?
est; quia nunc nobis ungues crescunt, nec animam latet, id enim scimus; Ev.—Intelligo.
ñeque id sentimus, sed coniectatione cognoscimus. Aug.—Cur ergo dubitas, quid illi definitioni sit addendum?
Quemadmodum ergo illi definitioni hominis ut perficeretur, additum Ev.—Iam video sic esse definiendum, ut sensus sit passio corporis
est rationale, quo addito, bestiae, quae simul continebantur, exclusae sunt, per seipsam non latens animam: nam et omnis sensus hoc est, et omne
nihilque praeter hominem atque omnem hominem tali definitione com- hoc, ut opinor, sensus est.
prehendimus: nonne censes aliquid etiam huic addendum esse, quo inde 49. Aug.—Si hoc ita est, fateor definitionem esse perfectam. Sed
seiungatur quod tenet alienum, nec quidquam in ea nisi sensus. et om- tentemus eam, si placet, utrum illo secundo vitio non vacillet, quo illa
nis sensus inteUigatur? liominis, cui grammaticum est additum.
484 . !"><) DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 485
DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 26, 4'}
i'iMiitiióu es una impresión del cuerpo conocida en sí misma
Es conveniente recuerdes que el hombre dijimos que era- i•*»!" el alma, los animales no sentirían; pero sienten, como
un animal racional mortal gramático, y que esta definición pe-
i>(iro ha liemos concedido; luego, ¿qué dudamos en el desechar
caba por esto: porque es verdadera en su conversión y falsa en
i'liicHa definición que no puede de ningún modo abarcar toda
su primera enunciación; pues es falso: todo hombre es un ani-
mal racional mortal gramático, si bien es verdadero: todo» "'iisnción. ya que está excluida la de los animales?
animal racional mortal gramático es hombre. 50. Ev.—Confieso que me engañé al concederte que en-
Así que esta definición es defectuosa, porque si, en reali- lonces existe la ciencia cuando se percibe algo con razón fir-
dad, nada incluye más que el hombre, sin embargo, no abarca me. Pensaba sólo en los hombres cuando me lo preguntaste;
a todos los hombres; y acaso sea otra tal esta de que nos glo- pues ni puedo afirmar que los animales tienen ciencia, ni pue-
riamos como perfecta. Porque, aunque toda impresión del cuer- do negársela. Conocía, ciertamente, a mi ver, a su dueño aquel
po conocida en sí misma por el alma sea sensación, sin em- porro que, según se cuenta, le reconoció después de veinte
bargo, no toda sensación es esto mismo. Lo que entenderás de ;tños \ por no citar otros innumerables casos.
este modo, a saber: las bestias sienten, y casi todas, en cuanto Ag.—Suplicóte me digas: si te proponen dos cosas, una el
la naturaleza se lo consiente a cada una, gozan de los cinco fin al cual has de llegar, otra el medio por el que puedas lle-
sentidos. ¿Lo niegas tú acaso? gar al fin, ¿cuál de ellas estimarías más y cuál preferirías?
Ev.—Nada de eso. Ev.—¿Quién duda que vale más aquella a la cual hay que
llegar?
Ag.—Luego siendo dos cosas la ciencia y la razón, ¿llega-
CAPITULO XXVI mos por la ciencia a la razón o por la razón a la ciencia?
Ev.—A cuanto creo, una y otra están tan íntimamente uni-
¿ E X I S T E N LA CIENCIA Y LA RAZÓN EN LOS ANIMALES? das entre sí, que por cualquiera de una de ellas se puede lle-
Ag.—Pues qué, ¿me concedes esto o n o : que no existe la gar a la otra. Porque no llegaríamos a la razón si no supiéra-
ciencia sino cuando se percibe y conoce algo con razón firme? mos que hay que llegar a ella; luego precedió la ciencia, para
Ev.—Lo concedo. que por ella llegásemos a la razón.
Ag.—Pero el animal no tiene razón. Ag.—Pues qué, a esa ciencia que dices precede a la razón,
Ev.—También lo concedo. ¿se llega sin la razón?
Ag.—Luego la ciencia no es cosa de los animales. Cuando, aliquid, utique scitur; non igitur sentiunt bestiae, si omnis sensus est
empero, no se oculta algo, se conoce ciertamente; mas, si toda cum passio corporis per seipsam non latet animam: sentiunt autem, ut
paulo ante concessum est: quid ergo dubítamus illam definitionem im-
Nam meminisse te oportet, quod esse hominem dictum est animal probare, quae omnem sensum circumplecti minime potuit, siquidem bes-
rationale mortale grammaticum; eoque peccare istam definitionem, quod tiarum sensus exclusus est?
conversTone vera est, cum prima enuntiatione sit falsa. Namque falsum 50. Ev.—Fateor me deceptum, cum tibi concessi scientiam tune
est, omnis homo animal rationale mortale grammaticum est, quamvis ve- esse cum aliquid firma ratione percipitur. Solos enim homines, cum hoc
rum sit, omne animal rationale mortale grammaticum homo est. rogabas, intuebar: nam ñeque possum dicere ratione uti bestias, nec eis
Ergo ideo vitiosa est haec definitio, quod nihil quidem praeter ho- possum scientiam denegare. Sciebat enim, ut opinor, dominum suum ca-
minem, sed non omnem hominem tenet: et haec fortasse talis est, de nis, quem post viginti annos recognovisse perhibetur, ut taceam de
qua velut perfecta gloriamur. Quanquam enim omnis passio corporis per caeteris innumerabilibus.
seipsam non latens animam sensus sit, non tamen omnis sensus istud est. Aug.—Dic mihi, oro te, si duae quaedam res tibi proponantur, una
Quod sic intelligas licet; bestiae nempe sentiunt, ac pene omnes quinqué ad quam perveniendum sit, altera per quam pervenire possis; quam is-
illis sensibus vigent, quantum cuique natura tributum est. An tu id ne- tarum pluris pendis, et quam cui praeponis?
gabis? Ev.—Quis dubitat eam praestare ad quam sit perveniendum?
Ev.—Nihil minus. Aug.—Ergo cum sint duae res quaedam scientia et ratio, per scien-
tiam pervenimus ad rationem, an per rationem ad scientiam?
CAPUT XXVI Ev.—L traque res sibimet quantum arbitror, ita nexa est, ut per al-
SCIENTIA ET RATIO NUM IN BESTIIS terutram ad alteram perveniri possit. Namque ad ipsam rationem non
perveniremus, nisi ad eam perveniendum esse sciremus. Praecessit ergo
Aug.—Quid? hoc nonne concedis, scientiam non esse, nisi cum res scientia, ut ad rationem per eam perveniremus.
aliqua firma ratione percepta et eognita est? Aug.—Quid? ad ipsam scientiam quam dicis praecedere, sine ra-
Ev.—Concedo. tione pervenitur?
Aug.—At bestia ratione non utitur.
a
Ev.—Et hoc concedo. Argo, perro de Ulises, que conoció a su dueño cuando éste volvió a casa des-
Aug.—Non igitur scientia cadit in bestiam. Cum autem non latet pués de veinte años (Odis. c.17).
486 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 26,51 27,52 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 487
Ev.—Jamás afirmaré tal cosa, p u e s sería e l l o la m á s g r a n d e n o c i d o , n a d a en a b s o l u t o a p r e n d e r í a p o r m e d i o de ella, n i , en
temeridad. m o d o a l g u n o , la d e n o m i n a r í a r a z ó n . P o r lo q u e i n ú t i l m e n t e
Ag.—¿Luego p o r m e d i o de la r a z ó n ? n o asientes a q u e n e c e s a r i a m e n t e existe en n o s o t r o s a n t e s q u e
Ev.—Tampoco. la r a z ó n a l g ú n c o n o c i m i e n t o , de d o n d e p a r t e la r a z ó n m i s m a .
Ag.—Entonces, ¿ p o r la t e m e r i d a d ? b Ag.—Te d a r é p o r el g u s t o y, c o m o d e t e r m i n é , te p e r m i t i r é ,
Ev.—¿Quién osaría afirmarlo? c i e r t a m e n t e , rectificar c u a n t a s veces te a r r e p i e n t a s de a l g u n a
Ag.—Pues ¿ p o r qué m e d i o ? c o n c e s i ó n ; p e r o , te s u p l i c o , n o a b u s e s de esta licencia y atien-
Ev.—Por n i n g u n o , ya q u e la ciencia n o s es i n g é n i t a . d a s n e g l i g e n t e m e n t e c u a n d o te p r e g u n t o , a fin de q u e lo con-
5 1 . Ag.—Me p a r e c e te h a s o l v i d a d o de lo q u e e n t r e nos- c e d i d o f r e c u e n t e m e n t e sin r a z ó n n o te o b l i g u e a d u d a r h a s t a
otros c o n v i n i m o s m á s a r r i b a , al p r e g u n t a r t e si c r e í a s o n o q u e d e ]as cosas que se conceden con f u n d a m e n t o .
la ciencia existía c u a n d o se p e r c i b í a a l g o con r a z ó n firme. P u e s , Ev.—Pasa m á s b i e n a o t r a c o s a ; p u e s , a u n q u e p o n g a en
a lo q u e creo, r e s p o n d i s t e q u e t a l te p a r e c í a a ti l a ciencia hu- mi a t e n c i ó n t o d o m i e m p e ñ o (ya q u e t a m b i é n m e a v e r g ü e n z o
m a n a ; a h o r a , en c a m b i o , dices q u e p u e d e el h o m b r e p o s e e r de t e n e r q u e a b a n d o n a r t a n t a s veces m i o p i n i ó n ) , n o o b s t a n t e ,
ciencia sin p e r c i b i r cosa a l g u n a p o r la r a z ó n . Y q u i é n n o ve j a m á s desistiré de resistir a esta v e r g ü e n z a y c o r r e g i r m i e r r o r ,
que n a d a h a y m á s o p u e s t o e n t r e sí q u e estas dos c o s a s : q u e s o b r e t o d o e x t e n d i é n d o m e t ú la m a n o . N i , p r e c i s a m e n t e , se h a
n o h a y ciencia s i n o c u a n d o u n a cosa se p e r c i b e con r a z ó n firme de a b r a z a r la o b s t i n a c i ó n , p o r q u e la c o n s t a n c i a sea de d e s e a r .
y q u e h a y ciencia de a l g u n a cosa sin p e r c i b i r l a p o r la r a z ó n .
Así q u e d e s e a r í a s a b e r c u á l de las dos escoges, p o r q u e de nin-
g u n a m a n e r a p u e d e ser v e r d a d e r o u n o y o t r o . CAPITULO XXVII
Ev.—Escojo lo que ú l t i m a m a e n t e dije, p o r q u e lo p r i m e r o
confieso h a b e r l o c o n c e d i d o i n c o n s i d e r a d a m e n t e . E n efecto, ven- RAZÓN Y RACIOCINIO
t i l a n d o e n t r e n o s o t r o s la v e r d a d p o r m e d i o de la r a z ó n y ha-
5 2 . Ag.—Venga a ti p l e n a m e n t e , c u a n t o a n t e s sea posi-
c i é n d o l o a b a s e de p r e g u n t a s y r e s p u e s t a s , ¿ c ó m o p o d r í a la
b l e , esta c o n s t a n c i a : t a n g r a t a m e es l a m á x i m a q u e p r o f e r i s t e .
r a z ó n , con la c u a l se d e d u c e , l l e g a r a la ú l t i m a r a z ó n si a n t e s
M a s a h o r a p r é s t a m e l a m a y o r a t e n c i ó n p o s i b l e a lo q u e q u i e r o
n o se c o n c e d e a l g o ? Y ¿ c ó m o p o d r í a c o n c e d e r s e r e c t a m e n t e
d e c i r t e . D i m e , p u e s , q u é diferencia t e p a r e c e q u e h a y e n t r e l a
lo q u e se i g n o r a ? Así q u e si esta razón n o e n c o n t r a r e en mí
r a z ó n y el r a c i o c i n i o .
a l g o c o n o c i d o , a p o y a d o en lo c u a l me c o n d u j e s e a lo deseo-
Ev.—No p u e d o d i s c e r n i r suficientemente estas cosas.
Sí).—Nunquam hoc dixerim: nam est ita summa temeritas.
Ag.—Pues m i r a a v e r si te p a r e c e q u e en u n a d o l e s c e n t e ,
Aug.—Per rationem igitur?
Ev.—Non ita est. discerem, nec eam prorsus rationem nominarem. Quamobrem frustra
Aug.—Ergo per temeritatem? mihi non assentiris ante rationem necessario esse in nobis aliquam scien-
Ev.—Quis hoc dixerit? tiam, unde ipsa ratio sumat exordium.
Aug.—Per quid igitur? Aug.—Geram tibi morem, et te quidem ut instituí, quoties alicuius
Ev.—Per nihil, quia scientia Ínsita est nobis. dati poenitet, emendare permittam: sed ne, quaeso, abutaris ista licentia,
51. Aug.—Oblitus mihi videris, quid Ínter nos superius convene- et negligenter, cum interrogo, attendas; ne assidue male concessa, etiam
rit, cum rogassem utrumnam putares tune esse scientiam, cum res aliqua de iis quae ¿ene conceduntur, dubitare te cogant.
firma ratione percipitur. Nam respondisti, ut opinor, hanc tibi videri Ev.—Perge potius ad caetera: quamvis enim addam vigilantiae meae
humanam scientiam: nunc vero dicis posse hominem habere aliquam quidquid possum (nam et me pudet de «ententia cadere toties), nunquam
scientiam, cum rem nulla ratione perceperit. Quis autem non videat nihil tamen deterrear pudori huic reniti, et lapsum meum, te praesertim ma-
sibi adversius esse, quam ista dúo sunt: et non esse scientiam, nisi cum num dante, corrigere. Ñeque enim est ideo suscipienda pertinacia, quia
res aliqua firma ratione percipitur; et esse cuiusdam rei scientiam nulla optanda constantia.
ratione perceptae. Itaque nosse cupio, utrum horum eUgas, nam utrum-
que verum esse nullo pacto potest. CAPUT XXVII
Ev.—Hoc eligo quod paulo ante dixí; nam illud superius temeré me
RATIO ET RATIOCINATIO
dedisse confíteor. Cum enim ratione Ínter nos verum quaeramus, idque
fiat rogando et respondendo; quomodo posset ad summam pervenire qua 52. Aug.—Proveniat tibi plañe ista constantia quam citissime pot-
concluditur ratio, nisi prius aliquid concederetur? Concedí autem recte est: ita mihi placitam sententiam protulisti. Sed nunc fito quam praesen-
qui posset quod nesciretur? Ita ista ratio nisi inveniret in me aliquid tissimus ad ista quae voló. Quaero enim abs te, quid tibi interesse videa-
•cognitum, quo innitens ad incognitum duceret; nihil omnino per illam tur inter rationem et ratiocinationem.
Ev.—Non satis valeo ista discernere.
b Por inconsideración; al acaso; ciegamente Aug.—Hoc ergo intuere, utrum existimes homini iam adolescenti, vel
27,53 27,53 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 489
488 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA
o en un varón o (para no andar con rodeos) en un sabio, exis- do pasa de lo conocido a lo desconocido, no se ha de llamarla
te la razón continuamente mientras está sano de juicio, como razón, puesto que no en todo momento obra así la sana inteli-
el cuerpo goza de buena salud cuando se halla libre de enfer-' gencia y, en cambio, siempre disfruta de la razón. Pero acaso
medad y de heridas, o antes bien, unas veces la posee y otras le a este modo de obrar le cuadre mejor el nombre de raciocinio;
falta, como el andar, el sentarse, el hablar. así, razón sería cierta mirada de la inteligencia, y raciocinio,
Ev.—Creo que la razón existe siemore en un entendimien- la investigación de la inteligencia, esto es, el movimiento de
to sano. esa mirada a través de las cosas que han de examinarse. Esta
Ag.—Y qué piensas de esto: cuando llegamos al conoci- es, por consiguiente, necesaria para investigar, aquélla para
miento de alguna cosa por medio de concesiones evidentes, o ver. De suerte que cuando aquella mirada de la inteligencia
bien preguntando a otro, o bien asociando otras cosas, ¿te pa- que llamamos razón, puesta sobre una cosa, la ve, se llama
rece que o nosotros o cualquier sabio procede siempre así? ciencia; mas, cuando la inteligencia, por más que fije en ella
la mirada, no la ve, se la denomina falta de ciencia o igno-
Ev.—No siempre, pues no siempre cualquier hombre o sa- rancia. Porque tampoco ve todo el que mira con los ojos cor-
bio, a cuanto creo, busca las cosas discutiendo consigo mismo porales : cosa que facilísimamente echamos de ver en la obscu-
o con otro; porque el que busca, aún no ha hallado, y, por ridad. De lo que, me parece, es evidente que una cosa es la
esto, si busca siempre, nunca halla. Pero el sabio ya encontró, mirada y otra la visión. Estas dos cosas, cuando se habla de
por no decir más, la sabiduría, que, siendo ignorante, buscaba la inteligencia, se llaman razón y ciencia. A no ser que tú ten-
tal vez discutiendo o bien por cualquier otro medio a su gas algo que decir en contra o juzgues poco claras estas dis-
alcance. tinciones.
Ag.—Hablas rectamente, mas quiero entiendas que no es de
esta razón de la que se trata, cuando por medio de concesiones Ev.—Mucho me agrada esa distinción y de buena gana
y evidencias somos guiados a lo desconocido; no siempre, como asiento a ella.
convinimos, acompaña esta razón al entendimiento sano; en Ag.—Pues ahora mira a ver si le parece que miramos para
cambio, la razón siempre. ver o vemos para mirar.
53. Ev.—Lo entiendo; pero ¿adonde se encaminan estas Ev.—De esto, a la verdad, ni un ciego dudaría: la mirada
cosas? es, para la visión, no la visión para la mirada.
Ag.—Porque has dicho poco ha que precisamente debía Ag.—Luego hay que confesar que se ha de tener en mayor
convenir contigo en que poseemos la ciencia antes que la ra- estima la visión que la mirada.
zón, debido a que ésta se basa en algo conocido cuando nos Ev.—Completamente.
guía a lo desconocido; y ahora nos encontramos con que, cuan- Ag.—Y también la ciencia más que la razón.
esse dum hoc agitur; non enim sana mens agit hoc semper, cum semper
viro, aut (ut omnem ambagem auferam) sapienti síne intermíssione ínesse habeat rationem; sed recte ista fortasse ratiocinatio nominatur; ut ratio
rationem, dum mente sanus est, sicut bonam valetudinem corpori, dum sit quídam mentís aspectus, ratiocinatio autem rationis inquisitio, id est,
peste ac vulneribus caret; an sicut ambulare, sedere, loqui, modo inesse, aspectus illius, per ea quae aspicienda sunt, motio. Quare ista opus est
modo deesse. ad quaerendum, illa ad videndum. Itaque cum ille mentís aspectus, quem
Ev.—Sanae mentí semper puto inesse rationem. rationem vocamus, coniectus in rem aliquam, videt illam, scientia nomi-
Aug.—Quid hoc? dum per ea quae conceduntur ac manifesta sunt, natur: cum autem non videt mens, quamvis intendat aspectum: inscitia
vel interrogando alium, vel connectendo alia, perducimus nos ad alicuius vel ignorantia dicitur. Non enim et his corporalibus oculis omnis qui as-
rei cognitionem; videturne tibi aut nos, aut quivis sapiens semper faceré? picit, videt; quod in tenebris facillime animadvertimus. Ex quo liquet,
Ev.—Non semper: non enim semper homo quilibet aut sapiens, quan- ut opinor, aliud esse aspectum, aliud visionem; quae dúo in mente ra-
tum opinor, vel secum vel cum alio quaerit aliquid disserendo: nam qui tionem et scientiam nominamus. Nisi quid te adversus haec movet, aut
quaerit, nondum invenit: ita si semper quaerit, nunquam invenit. Sa- parum dilucide ista distincta arbitraris.
piens autem iam invenit, ut nihil aliud dicam, vel ipsam sapientiam, Ev.—Per mihi distinctio placet, et libenter assentior \
quam, cum esset stultus, disserendo fortasse, aut quoquo modo alio pot- Aug.—Vide ergo nunc, utrum nos aspicere putes, ut videamus, an
erat, requirebat. videre, ut aspiciamus.
Aug.—Recte dicis: quare intelligas voló non esse istam rationem, Ev.—Hinc vero ne caecus quidem quisquam dubitaverit, aspectum
dum per ea quae conceduntur atque cognita sunt, ad aliquid incogni- esse propter visionem, non visionem propter aspectum.
tum ducimur: hoc enim non semper, ut iam consensimus, inest menti Aug.—Fatendum igitur visionem pluris quam aspectum esse pen-
sanae; ratio autem semper. dendam.
53. Ev.—Intelligo; sed quorsum ista? Ev.—Fatendum omnino.
Aug.—Quia paulo ante dixisti, propterea me tibi deberé assentiri Aug.—Ergo et scientiam pluris quam rationem.
scientiam nos habere ante rationem, quod cognito aliquo nititur, dum nos 1
ratio ad incognitum ducit: nunc autem invenimus non rationem vocandam Comete en este pasaje la tmesis Per... placet.
490 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 28,54 128, 55 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 491
Ev.—Lo veo l ó g i c o . bre, q u e tiene g r a n d e p o d e r , p u e d e h a c e r d i s c e r n i r a l a s a l m a s
Ag.—¿Te p a r e c e b i e n q u e l a s bestia» s e a n m e j o r e s y m á s de. l a s b e s t i a s l a s cosas q u e les a g r a d a n , y esto t a n t o m á s fá-
felices q u e los h o m b r e s ? c i l m e n t e c u a n t o q u e el a l m a de los a n i m a l e s está m á s l i g a d a
Ev.—No permita Dios tan inmensa locura. al c u e r p o , a l cual p e r t e n e c e n los s e n t i d o s , de los c u a l e s el
Ag.—Con r a z ó n , c i e r t a m e n t e , te h o r r o r i z a s ; p e r o a e l l o n o s a l m a se sirve p a r a el a l i m e n t o y p l a c e r q u e saca d e ese m i s m o
o b l i g a t u sentencia, p u e s afirmaste q u e l o s a n i m a l e s t i e n e n cien- c u e r p o . E n c a m b i o , el a l m a h u m a n a se d e s l i g a c u a n t o p u e d e
cia, p e r o n o r a z ó n . E l h o m b r e , e m p e r o , p o s e e l a r a z ó n , p o r del c u e r p o p o r m e d i o de l a r a z ó n y de la ciencia, de las c u a l e s
m e d i o d e la c u a l l l e g a con dificultad a la c i e n c i a ; p e r o , a u n a h o r a t r a t a m o s , p u e s son m u y s u p e r i o r e s a los s e n t i d o s , y goza
c o n c e d i é n d o t e q u e se l l e g a f á c i l m e n t e , ¿ n o s sirve d e a l g o la de m e j o r g a n a del p l a c e r i n t e r i o r , y c u a n t o m á s se i n c l i n a a
razón para creernos superiores a las bestias, cuando ellas po- los s e n t i d o s , t a n t o m á s s e m e j a n t e h a c e a l h o m b r e a l a s b e s t i a s .
seen la ciencia y está a v e r i g u a d o q u e ésta es m á s a p r e c i a b l e P o r esto se e x p l i c a q u e a u n los n i ñ o s de teta, e n o j a d o s , dis-
q u e la r a z ó n ? t i n g u e n t a n t o m á s f á c i l m e n t e p o r el s e n t i d o h a s t a el c o n t a c t o
y la c o m p a ñ í a d e s u s n o d r i z a s , c u a n t o m e n o s g o z a n de la ra-
zón, y n i el o l o r s o p o r t a n de l a s q u e n o les son f a m i l i a r e s .
CAPITULO XXVIII 5 5 . P o r lo c u a l , a u n q u e de u n a cosa h a y a p a s a d o a o t r a ,
sin e m b a r g o , m e d e t e n g o g u s t o s a m e n t e en esta p l á t i c a , q u e
LOS ANIMALES TIENEN LA FACULTAD DE SENTIR, a m o n e s t a a l a l m a n o se d e r r a m e p o r los s e n t i d o s m á s de lo
PERO NO LA CIENCIA q u e la n e c e s i d a d le o b l i g a r e ; a n t e s b i e n , d e j a n d o los sentidos,
5 4 . Ev.—Me veo a b s o l u t a m e n t e o b l i g a d o o a n o c o n c e d e r se recoja en sí m i s m a y r e n a z c a p a r a D i o s , lo q u e significa
l a ciencia a los a n i m a l e s o a n o n e g a r n a d a , a u n q u e r e s u l t e n , d e s p o j a r s e del h o m b r e viejo y vestirse del n u e v o . E s u n a ne-
n a t u r a l m e n t e , s u p e r i o r e s a m í . P e r o te p i d o m e e x p l i q u e s c ó m o cesidad e v i d e n t e el e m p e z a r p o r a h í , a c a u s a de h a b e r descui-
se e n t i e n d e lo q u e s a q u é a c o l a c i ó n a c e r c a d e l p e r r o d e U l i s e s , d a d o la l e y do D i o s ; n a d a e n c i e r r a n l a s S a g r a d a s E s c r i t u r a s
p u e s a c a u s a de la a d m i r a c i ó n q u e m e p r o d u j o h e l a d r a d o t a n m á s v e r d a d e r o y m i s t e r i o s o q u e esto. M u c h a s cosas q u i s i e r a
inútilmente. d e c i r s o b r e esto y o b l i g a r m e a m í m i s m o , m i e n t r a s , a l p a r e c e r ,
Ag.—¿Y q u é p i e n s a s es esto sino c i e r t a fuerza d e sentir, te lo e n s e ñ o a ti, a n o h a c e r o t r a cosa q u e r e s t i t u i r m e a m í
n o de c o n o c e r ? P o r q u e m u c h a s b e s t i a s n o s a v e n t a j a n e n e l m i s m o , a q u i e n m e d e b o p r i n c i p a l m e n t e , y de este m o d o h a c e r -
s e n t i d o , y n o e s éste el l u g a r d e a v e r i g u a r la c a u s a d e e l l o ; m e p a r a D i o s lo q u e dice H o r a c i o : « A m i g o e s c l a v o del S e ñ o r . »
p e r o D i o s n o s colocó p o r e n c i m a de e l l o s , d á n d o n o s inteli- E s t o es a b s o l u t a m e n t e i m p o s i b l e si n o n o s t r a n s f o r m a m o s
gencia, r a z ó n y ciencia. E l s e n t i d o , r e f o r z a d o p o r la costum-
praeposuit. Sed ille sensus ea quibus tales animae delectantur, accedente
consuetudine cuius magna vis est, potest discernere; atque eo facilius,
Ev.—Consequens video.
quod anima belluarum magis corpori affixa est, cuius illi sunt sensus
Aug.—Placetne tibí meliores aut feliciores esse hominibus bestias?
quibus utitur ad victum voluptatemque, quam ex eodem illo corpore ca-
Ev.—Avertat Deus tam immanem amentiam.
pí t. Humana vero anima per rationem atque scientiam. de quibus agimus,
Aug.—Recte sane exhorruisti; sed ad id nos cogit sententia tua:
quod sunt ista longe praestantiora sensibus, suspendit se a corpore quan- I
dixisti enim eas habere scientiam, et non habere rationem. Rationem au-
tum potest, et ea quae intus est, libentius fruitur voluptate; quantoque in
tem habet homo, per quam vix ad scientiam pervenitur. Sed ut concedam
sensus declinat, tanto magis similiorem hominem pecori facit. Inde est
facile perveniri; quid nos adiuvabit ratio, ut bestiis nos anteponendos
quod etiam pueri vagientes, quanto alieniores a ratione sunt. tanto fa-
putemus, cum illae habeant scientiam, et hanc pluris quam rationem
cilius discernunt sensu etiam contactum coniunctionemque nutiicum, nec
pendendam esse compertum sit?
odorem aliarum possunt custmere, cum quibus consuetudo non fuit.
55. Quamobrem, quamvis aliud ex alio inciderit, libenter tamen in eo
CAPUT XXVIII sermone demoror, quo admonetur anima, ne se ultra quam necessitas co-
git, refundat in sensus; sed ab his potius ad seipsam colligat, et repue-
BESTIAE VIM SENTIENDI HABENT, NON SCIENTIAM rascat Deo: quod sst novum hominem fieri, vetere exuto; a quo incipere
propter neglectam Dei legem certa est necessitas, quo ñeque verius ñe-
54. Ev.—Cogor omnino, aut scientiam bestiis non concederé, aut que secretáis quidquam Scripturis divinis continetur. Vellem hinc plura
nihil recusare, quin mihi mérito anteponantur. Sed, quaeso, explica illud, dicere, ac meipsum constringere, dum quasi tibi praecipio, ut nihil aliud
quod de cañe Ulyssis commemoravi, qualenam sit: nam eius admiratione agerem quam redderer mihi, cui me máxime debeo: atque ita Deo fieri,
commotus tam inaniter latravi. quod ait Horatius: «Amicum mancipium domini»'.
Aug.—Quid autem hoc putas esse, nisi vim quamdam sentiendi, non
Quod omnino fieri non potest, nisi ad eius reformemur imaginem,
sciendi? Sensu enim nos bestiae multae superant, cuius rei causam non
hic locus est ut quaeramus, mente autem, ratione, scientia, nos illis Deus 1
Sat. I 2,7 v.2-3. Véase Relraci I I c.8 n.í.
4S2 29,57 DL LA CUANTIDAD DEL ALMA 493
DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 29, 50
en su i m a g e n , la cual nos dio a g u a r d a r , c o m o a l g o de m u c h o y y o . L u e g o o n o es v e r d a d e r o q u e la s e n s a c i ó n sea u n a im-
v a l o r y e s t i m a d í s i m o , c u a n d o nos e n t r e g ó n u e s t r o ser a nos- p r e s i ó n del c u e r p o n o latente al a l m a o c a r e c e n de e l l a l a s
otros m i s m o s , y tal, q u e n a d a se le p u e d e p r e f e r i r fuera de El b e s t i a s , p u e s c a r e c e n de c i e n c i a ; e m p e r o , h e m o s c o n c e d i d o sen.
m i s m o . P e r o n a d a m e p a r e c e m á s dificultoso q u e este t r a b a j o , sación a los a n i m a l e s ; p o r c o n s i g u i e n t e , la definición es falsa.
y n a d a es m á s p r o p e n s o a la i n t e r r u p c i ó n . Con t o d o , n o p u e d e Ev.—Confieso que nada encuentro que oponer.
el a l m a e m p r e n d e r l a , n i c o n s u m a r l a , si n o le a y u d a el m i s m o 5 7 . Ag.—Escucha o t r a cosa p o r la q u e n o s a v e r g o n z a r e -
a q u i e n se e n t r e g a . D e d o n d e r e s u l t a q u e el h o m b r e h a d e ser m o s m á s de esa definición. E n efecto, creo r e c o r d a r á s el t e r c e r
r e f o r m a d o poi la c l e m e n c i a de a q u e l q u e le crió con su p o d e r defecto, el m á s d i s f o r m e de t o d o s , q u e te e x p u s e a c e r c a de
y bondad. u n a definición, a s a b e r , c u a n d o n i en u n a f o r m a n i en otra
5 6 . P e r o n o s v e m o s o b l i g a d o s a v o l v e r s o b r e n u e s t r a cues- es v e r d a d e r a , c o m o s u c e d e con esta del h o m b r e : el h o m b r e es
tión. M i r a , p o r t a n t o , a v e r si le he p r o b a d o y a q u e los a n i - u n a n i m a l c u a d r ú p e d o . P o r q u e y a afirme o d i g a a l g u n o : t o d o
m a l e s n o tienen ciencia y q u e t o d a a q u e l l a especie de ciencia h o m b r e es u n a n i m a l c u a d r ú p e d o ; y a : t o d o a n i m a l c u a d r ú p e -
que en e l l o s a d m i r a m o s es la fuerza sensitiva. d o es h o m b r e , es, sin d u d a , u n loco de a t a r , si es q u e n o lo
Ev.—Probado está c i e r t a m e n t e , y, si h a y q u e e x a m i n a r d i c e de b r o m a s .
a l g o de esto con m a y o r c u i d a d o , b u s c a r é o t r a o c a s i ó n . A h o r a Ev.—Verdad es.
deseo s a b e r q u é sacas de t o d o esto. Ag.—Pues q u é , si n u e s t r a definición peca t a m b i é n p o r el
m i s m o defecto, ¿ c r e e s tú q u e h a y a a l g o q u e d e b a sei m á s
c o m b a t i d o y e l i m i n a d o del a l m a ?
CAPITULO XXIX Ev.—¿Quién l o n e g a r á ? P e r o , si es p o s i b l e , t a m p o c o qui-
s i e r a m e d e t u v i e r a s a q u í t a n t o t i e m p o n i m e z a r a n d e a r a s con
E N Q U É D I F I E R E N LA C I E N C I A Y LA SENSACIÓN interrogacioncillas.
Ag.—Nada t e m a s , p u e s la c u e s t i ó n está y a r e s u e l t a . ¿ 0 es
Ag.—¿Qué o t r a cosa p i e n s a s h e de s a c a r , sino q u e a q u e l l a q u e n o estás a ú n c o n v e n c i d o de q u e , t r a t á n d o s e de l a diferen-
definición de sensación, del m i s m o m o d o q u e p r i m e r a m e n t e c i a e n t r e los h o m b r e s y los a n i m a l e s , u n a cosa es s e n t i r y o t r a
c l a u d i c a b a , p o r q u e i n c l u í a n o sé qué o t r a cosa m á s q u e la saber?
sensación, así a h o r a p e c a p o r el vicio c o n t r a r i o , esto es, p o r - Ev.—Convencidísimo, sin d u d a a l g u n a .
que n o p u d o a b a r c a r t o d a s e n s a c i ó n ? Ag.—Luego u n a cosa es la sensación, o t r a la ciencia.
L o s a n i m a l e s , es cierto, t i e n e n sensación, n o c i e n c i a ; p e r o Ev.—Ciertamente.
t o d o lo q u e n o se o c u l t a se sabe, y t o d o lo q u e se s a b e , per-
tenece a la ciencia. S o b r e estas cosas e s t a m o s de a c u e r d o tú De quibus ómnibus iam mihi tecum convenit. Aut igitur non est verum,
sensum esse passionem corporis non latentem animam; aut eo carent
bestiae. quia scientia carent: sensum autem concedimus bestiis: definitio
quam nobis ut pretiosissimum quiddam et carissimum custodiendam de- ergo illa vitiosa est.
dit, dum nos ipsos nobis tales dedit qualibus nihil possit praeter ipsum
Ev.—Fateor nihil me invenire quo resistam.
anteponi. Hac autem actione nihil mihi videtur operosius, et nihil est
57. Aug.—Accipe aliud quo magis nos huius definitionis pudeat.
cessationi similius: ñeque tamen eam suscipere aut implere animus pot-
Nam meministi, ut opinor, tertium definitionis vitium tibi demonstratum,
est, nisi eo ipso adiuvante cui redditur. Unde fit ut homo eius clemen-
quo prorsus nihil est turpius; cum ex neutra parte vera est, qualis est
tia reformandus sit, cuius bonitate ac potestate formatus est.
illa hominis, homo est animal quadrupes: nam sive omnis homo animal
56. Sed ad propositum rediré cogimur. Quare vide utrum tibí iam «st quadrupes; sive, omne animal quadrupes homo est, qui dicit atque
probatum sit, feras non habere scientiam, totamque illam velut imaginem affirmat, insanit profecto, si non iocatur.
scienriae, quam miramur, vim esse sentiendi.
Ev.—Verum dicis.
Ev.—Probatum sane; et si quid de hoc diligentius quaerendum est, Aug.—Quid? si in hoc etiam vitio ista nostra deprehenditur, putasne
aliud tempus aucupabor: nunc nosse cupio quid hinc conficias. quidquam magis esse quod sit explodendum atque exterminandum de
anima ?
CAPUT XXIX Ev.—Quis id recuset? Sed nollem, si fieri potest, etiam hic tandiu
detineri, atque interrogatiunculis agitari.
S d E N T I A ET SENSUS QUID DIFFERANT Aug.—Nihil est quod metuas, iam enim confectum est negotium:
an tibi nondum persuasum est, cum de differentia ferarum et hominum
Aug.—Quid aliud putas, nisi definitionem illam sensus, ut antea quod ageretur, aliud esse sentiré, aliud scire?
nescio quid plus quam sensum includebat, ita nunc contrario vitio vacil-
Ev.—Imo máxime.
lare, quod non omnem sensum potuit includere?
Aug.—Aliud ergo sensus, aliud scientia.
Habent enim ferae sensum, nec habent scientiam: quidquid autem Ev.—Ita est.
non latet, scitur; et omne quod scitur, ad scientiam profecto pertinet.
494 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 29.58
.•10, 58 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 495
Ag.—Pero n o s e n t i m o s con la r a z ó n , sino con l a vista, o
/ con el oído, o con el olfato, o con el g u s t o , o con el tacto.
Ev.—De acuerdo. CAPITULO XXX
Ag.—Y lodo lo q u e s a b e m o s , lo s a b e m o s p o r la r a z ó n ; p o r
JVo PORQUE EL ALMA SIENTA POR TODO EL CUERPO ESTÁ
t a n t o , n i n g u n a sensación es ciencia. M a s lo q u e n o se i g n o r a
DIFUNDIDA POR TODO ÉL
pertenece a la c i e n c i a ; l u e g o el n o i g n o r a r q u e n i n g ú n h o m b r e
p u e d e ser l l a m a d o r e c t a m e n t e c u a d r ú p e d o n o p e r t e n e c e a nin- Ev.—Dime, ¿ q u é es e l l o ?
g ú n sentido. I'or c o n s i g u i e n t e , n o sólo está c o n v e n c i d a esta Ag.—Pues q u e , a u n q u e sea u n a cosa la s e n s a c i ó n y o t r a l a
n u e s t r a definición, q u e hiciste t u y a , de h a b e r i n v a d i d o los con- c i e n c i a , sin e m b a r g o , a q u e l n o o c u l t a r s e l a s c o s a s en a m b o s
fines a j e n o s y de n o h a b e r l e s d e j a d o n a d a de su d e r e c h o , s i n o c a s o s es c o m ú n a las d o s ; del m i s m o m o d o q u e es c o m ú n a l
t a m b i é n de n o t e n e r n a d a , en a b s o l u t o , p r o p i o y de h a b e r s e h o m b r e y a l a bestia el ser a n i m a l , a u n q u e difieren m u c h o
a p o d e r a d o de t o d o lo a j e n o . e n t r e sí.
Ev.—¿Qué h a r e m o s e n t o n c e s ? ¿ C o n s e n t i r á s q u e se r e t i r e T o d o lo q u e , en efecto, c o n o c e el a l m a , sea en v i r t u d de la
así del t r i b u n a l ? A u n q u e y o le h e p r e s t a d o la defensa q u e h e c o n s t i t u c i ó n a r m ó n i c a del c u e r p o , sea p o r la a g u d e z a de l a in-
p o d i d o , tú, sin e m b a r g o , p r e s e n t a s t e la m a n e r a del j u i c i o , l a t e l i g e n c i a , n o se le o c u l t a . L o p r i m e r o se l l a m a s e n s a c i ó n , y lo
cual nos h a e n g a ñ a d o . Y , a la v e r d a d , b i e n q u e n o h e p o d i d o s e g u n d o , ciencia.
g a n a r la v i c t o r i a , h e c o n c u r r i d o de b u e n a fe a la d i s p u t a , y Ev.—¿Queda, por consiguiente, p r o b a d a y segura aquella
esto m e b a s t a ; m a s tú p r i m e r o p r o p u s i s t e la cuestión p a r a definición ?
d i s p u t a r l a a n i m o s a m e n t e y d e s p u é s la c o m b a t i s t e p a r a q u e Ag.—Queda, sin d u d a .
v e r g o n z o s a m e n t e s u c u m b i e r a , ¿ q u é h a r á s , si se te a c u s a d e Ev.—¿Dónde me engañé, entonces?
prevaricación? Ag.—Donde te p r e g u n t é si se s a b e t o d o lo q u e n o se ocul-
Ag.—¿Hay p o r v e n t u r a a q u í a l g ú n juez del c u a l h a y a q u e t a , p u e s t ú asentiste t e m e r a r i a m e n t e a esta p r e g u n t a .
t e m e r a l g o p o r mí o p o r la c a u s a ? Y o , h a c i e n d o p r i v a d a m e n t e Ev.—Y ¿ q u é q u e r í a s q u e d i j e r a ?
c o m o de j u r i s c o n s u l t o , quise r e f u t a r l a p a r a i n s t r u i r t e , a fin d e Ag.—No afirmar al p u n t o q u e , si a l g o se conoce, es cien-
que c u a n d o l l e g á r e m o s al juicio estés p r e p a r a d o p a r a e l l o . c i a ; sino d e c i r : si se conoce p o r l a r a z ó n ; p o r q u e c u a n d o se
5 8 . Ev.—Luego, ¿ t i e n e s a l g o q u e d e c i r en f a v o r de esta c o n o c e p o r m e d i o del c u e r p o , si la p a s i ó n del c u e r p o se cono-
definición, q u e a m í , i n c a p a c i t a d í s i m o , t e m e r a r i a m e n t e confías ce d i r e c t a m e n t e en sí m i s m a , se d e n o m i n a s e n s a c i ó n . ¿ O i g n o -
p a r a que la defienda y p r o t e j a ? r a s q u e a a l g u n o s p r o f u n d o s filósofos les p a r e c i ó q u e precisa-
Ag.—Algo h a y en v e r d a d . m e n t e eso m i s m o q u e l a ciencia c o m p r e n d e n o d e b í a a s p i r a r
Aug.—Non autem sentimus ratione, sed aut visu, aut auditu, aut ol- CAPUT XXX
factu, aut gustatu, aut tactu.
Ev.—-Assentior. ANIMA QUAE UBIQUE SENTIAT IN CORPORE, NON IDCIRCO EST PER
Aug.—Et omne quod scimus, ratione scimus: nullus igitur sensus TOTUM CORPUS DIFFUSA
scientia est. Quidquid autem non latet, ad scientiam pertinet: ad nullum
Ev.—Quidnam id est, obsecro?
ergo sensum pertinet non latere, ut nullus homo quadrupes, recte dici
Aug.—Quia quanquam sit aliud sensus, aliud scientia, illud ta-
potest. Quamobrem ista nostra definitio suscepta tua, non solum alíenos
men non latere utrique commune est; ut ipsi homini et bestiae, quam-
términos invasisse, ñeque aliquid sui iuris reliquisse, sed nihil omnino
vis plurimum differant, animal tamen esse commune est.
habuisse proprium, totumque alienum occupasse convicta est.
Non latet enim quidquid animae apparet, sive per temperationem
Ev.—Quid ergo agemus? Patierisne illam de indicio ita discedere? corporis, sive per intelligenliae puritatem; atque illud primum sen-
Quanquam enim ego ei defensionem qualem potui praebuerim, tu ta- sus, hoc autem alterum scientia sibi vindicavit.
men ipsam litis formulam, quae nos decepit, composuisti. Et ego quidem
Ev.—Manet ergo illa definitio tuta et probata?
tametsi obtinere non potui, bona fide adfui, quod mihi satis est: tu vero
Aug.—Manet vero.
si praevaricationis arguaris, quid facías, a quo et producta est ut iurga-
Ev.—Ubinam ergo deceptus sum?
ret audenter, et oppugnata ut turpiter cederet?
Aug.—Ubi rogavi, utrum omne quod non latet, sciatur: tu enim
Aug.—Numquidnam est hic quisquam iudex, a quo huic vel mihi me-
huic rogationi temeré assensus es.
tuendum sit? Ego te privatim quasi adhibitus iurisconsultus, instruendi
Ev.—Nam quid velles dicerem?
causa refellere volui, ut cum ad iudicium ventum fuerit, paratus assistas.
Aug.—Non continuo esse scientiam si quid non latet, sed si per
58. Ev.—Est ergo aliquid quod pro ista proferas, quam mihi in- rationem non latet: cum autem per Corpus non latet, sensum vocari,
validissimo temeie defendendam tuendamque commendas? si per seipsam non lateat corporis passio. An ignoras quibusdam phi-
Aug.—Est certe. losophis et peracutis visum esse, ne idipsum quidem quod mente com-
496 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 30.59 MI, ol DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 497
al nombre de ciencia, si no es tan firme la comprensión que la por la que tanto pueden los ojos, sea tan corporal e inactiva
inteligencia no pueda, por razón alguna, ser apartada de e l l a . que se le oculte la impresión del cuerpo, si no está allí donde
59. Ev.—Acepto de muy buen grado estas cosas; pero t e esa impresión se produce?
suplico, ya que se luí explicado sutilísimamente, a cuanto creo, 60. Ev.—Mucho me impresiona esta conclusión. Tanto,
qué es la sensación, volvamos a aquella cuestión por causa de que estoy completamente estupefacto, y no sólo no encuentro
la cual tomamos osla explicación. qué responder, sino que no sé, en absoluto, dónde me hallo.
Yo, en efecto, aduje un argumento con el cual intentaba ¿Qué diré, pues? ¿Que no es sensación cuando la pasión del
probar que el alma es tan grande como es su cuerpo, porque cuerpo no se oculta por sí misma al alma? ¿Qué otra cosa será
siente en cualquier parte que tocares desde la cabeza hasta la si no es esto? ¿Que los ojos nada sufren cuando vemos? Esto
punta del pólice del pie; y de aquí pasamos, aunque tal vez es completamente absurdo. ¿Que los ojos padecen allí donde
necesariamente, a la definición, demasiado larga, de sensación. están? Pero no se ven a sí mismos, ni donde están hay algo
Así que muéstrame ya, si te place, el fruto de tanto trabajo. más que ellos. ¿Que el alma no es más poderosa que los ojos,
Ag.—Lo hay, en verdad, y abundantísimo; pues se ha con- siendo ella misma la potencia de éstos? No hay cosa más necia.
seguido todo lo que buscábamos. En efecto, si sensación es la ¿O habrá que afirmar esto: que es más poderoso padecer o
pasión del cuerpo conocida en sí misma por el alma, para de- sufrir allí donde uno está que donde no está? Pero si esto fuese
jar sentado firmemente lo cual hemos hablado más de lo que verdadero, no aventajaría la vista a los demás sentidos.
tú quisieras, ¿recuerdas tú que, últimamente, llegamos a ave- Ag.—Y ¿qué diremos, puesto que los ojos sufren allí donde
riguar que los ojos sienten o, más bien, padecen allí donde no no están, de un golpe, o de una incisión, o de una perturbación
están ? de los humores, lo cual no se oculta al alma, y esta impresión
Ev.—Me recuerdo. no se llama visión, sino tacto? Estas cosas, sin embargo, puede
Ag.—Si no me engaño, concediste también lo que ni ahora padecerlas el ojo aun en un cuerpo exánime, por más que falte
dudas que debía haberse concedido: que el alma es mucho el alma, que, de estar, conocería la impresión; lo que el ojo
mejor y mucho más poderosa que todo el cuerpo. no puede percibir si no está el alma, es decir, lo que sufre
Ev.—En verdad que dudar de esto lo juzgo cosa abomi- viendo, esto es lo que únicamente sufre allí donde no está.
nable. ¿A quién no le parece, visto lo cual, que el alma no está
Ag.—Pues bien, si el cuerpo puede padecer algo allí donde circunscrita a ningún lugar? Porque el ojo, que es cuerpo,
no está, debido a cierta unión con el alma, lo que hemos visto solamente sufre en otro lugar lo que jamás podría padecer
sucede con los ojos al mirar, ¿creemos, acaso, que el alma, sin el alma.
61. Ev.—¿Qué haré, pues, te suplico? ¿No se podría pro-
piehenditur, ad nomen aspirare scientiae, nisi tam firma compre-
hensio sit, ut ab ea mens milla ratione queat dimoveri? quam ipsi oculi tantum possunt, ut eam lateat corporis passio, si non
59. Ev.—Accipio ista gratissime: sed quaeso quoniam quid sit ibi i/iceat, ubi passio ipsa contingit?
sensus, subtilissime quantum arbitror explicatum est, referamus nos 60. Ev.—Multum ne movet ista conclusio, et ita multum ut om-
ad dlam quaestionem, propter quam explicandum hoc susceperamus. nino stupeam, et non solum quid respondeam, sed prorsus ubi sim
Attuleram enim ego argumentum, quo tantam probarem animam non inveniam. Quid enim dicam? sensum non esse, cum corporis pas-
esse, quantum eius est Corpus, eo quod tangentem a capite usque ad sio per seipsam non latet animam? quid erit aliud, si hoc non est?
pedís extremum poUicem sentit quaquaveisum tetigeris; atque inde Oculos nihil pati cum videmus? absurdissimum est. Eos ibi pati ubi
ad sensus definitionem morarum plenissimam, sed forte necessario de- sunt? at seipsos non vident, nec ubi sunt quidquam est praeter ipsos.
lati sumus. Itaque ipsum fructum tanti operis iam ostende, si placet. Non esse oculis animam potentiorem, cum eadem sit istorum potentia?
Aug.—Est omnino, atque uberrimus; nam totum quod quaereba- nihil est dementáis. An hoc dicendum est, potentius esse ibi pati, ubi
mus, effectum est. Si enim sensus est corporis passio per seipsam non quidque sit, quam ubi non sit? sed si hoc verum esset, non esset prae-
latens animam, quod ut firmissime teneremus, diutius quam velles ser- stantior visus caeteris sensibus.
mocinati sumus; meministine tándem nos comperisse ibi sentiré oculos Aug.—Quid quod ictum aliquem, vel ihcidens quidpiam, vel humo-
ubi non sunt, vel potius ibi pati? ris perturbationem cum ibi patiantur oculi ubi sunt; ñeque hoc ani-
Ev.—Memini. mam latet, nec ita passio visus, sed tactus vocatur: et tamen talia pati
Aug.—Etiam illud dedisti, nisi fallor, nec modo dubitas dandum oculus posset etiam in exanimo corpore, quamvis deesset anima, quam
fuisse, animam multo quam totum corpus est, esse meliorem ac po- passio non lateret; illud autem quod pati non potest oculus, nisi adsit
tentiorem. anima, id est quod videndo patitur, hoc solum ibi patitur, ubi non est?
Ev.—Hinc vero dubitare nefarium puto. Ex quo cui non videatur, nullo loco animam contineri? Siquidem
Aug.—Age, si corpus potest ibi pati aliquid ubi non est, propter oculus, quod est corpus, id tantum non loco suo patitur, quod nun-
quamdam cum anima contemperationem, quod oculis in cernendo acci- quam sine anima pateietur.
dere inventum est; adeone animam crassam et pigram putamus, per 61. Ev.—Quid igitur faciam, quaeso te? Nonne istis rationibus
498 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 31,62 31,62 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 499
bar con estas razones que nuestras almas no están en nuestros que saltaban amputadas de] resto del cuerpo. No puedo en
•cuerpos? Y si esto es así, ¿no es verdad que no sé dónde estoy? modo alguno persuadirme de que este movimiento se realice
Pero ¿ quién me arranca a mí la idea de que yo mismo soy * sin alma, ni tampoco comprendo cómo puede ser que el alma
alma? no tenga extensión espacial, cuando puede también dividirse
Ag.—No te turbes, antes bien, procura estar de buen ánimo. con el cuerpo.
Porque este pensamiento y esta consideración nos invita a pen- Ag.—Pudiera responder que el aire y el fuego, que se con-
sar en nosotros mismos y, en cuanto es posible, nos aparta del servan en el cuerpo terreno y húmedo por la presencia del
•cuerpo. alma para que exista la armonía de los cuatro elementos, mien-
Lo que a ti, empero, te pareció que no hay alma en el tras que, después de la separación del alma, salen a las re-
-cuerpo de un animal vivo, aunque te parezca absurdo, sin giones superiores y se desembarazan, mueven aquellos cuerpe-
embargo, no han faltado, ni creo faltan ahora, hombres doc- citos tanto más velozmente cuanto más rápidamente salen por
tísimos a quienes ha agradado tal idea; pero, como tú mismo la reciente llaga; luego, después, el movimiento languidece y
comprendes, es ésta cuestión sutilísima, y para verla es preciso muere, finalmente, a medida que lo que escapa se hace más
aguzar bastante el filo de la inteligencia. Ahora atiende más pequeño, y por fin desaparece todo. Pero me aparta de esta
bien a aducir otro argumento con el que pruebes que el alma es concepción lo que yo vi con estos ojos, casi más tarde de lo que
larga, o ancha, o algo por el estilo; porque aquel tu argumento, puede pensarse, pero, en verdad, no más tarde de lo que debiera.
deducido de la sensación del tacto, comprendes que no es ver- Estando en el campo, poco ha, en Liguria aquellos nues-
dadero, ni vale algo para convencernos de que el alma está tros jóvenes a que estaban entonces conmigo por razón de sus
difundida por todo el cuerpo, como la sangre. 0 si nada tienes estudios, recostados en tierra a la sombra, observaron un ani-
ya que aducir, veamos lo que resta. malito de muchos pies que reptaba, es decir, un gusanillo largo.
Es conocido de todos, pero lo que ahora diré jamás lo había
experimentado en él.
CAPITULO XXXI Uno de aquellos jóvenes, que tenía por casualidad un es-
tilo, volviéndole dividió por medio al animal. Entonces las dos
L O S GUSANOS SECCIONADOS EN PARTES SE MUEVEN, ¿ E S ESTO partes, a partir de la herida del cuerpo, marcharon en direc-
SEÑAL DE QUE EL ALMA ESTÁ EXTENDIDA POR TODO EL C U E R P O ? ción contraria con tal velocidad y con tal ímpetu como si fue-
6 2 . Ev.—Nada t e n d r í a tal vez, si n o m e r e c o r d a s e cuán-
ran dos animales distinto-i. Extrañados de aquel prodigio y
deseosos de saber la causa, alegremente nos trajeron aquellos
t o s o l í a m o s a d m i r a r , siendo n i ñ o s , las c o l a s d e l a s l a g a r t i j a s
confici potest, animas nostras non esse in corporibus? quod si ita est, pore; quem motum sine anima fieri nullo modo mihi persuadere pos-
aionne ubi sim nescio? Quis enim mihi eripit, quod ego ipse anima sum: ñeque quo pacto fiat, ut nullum sit animae spatium, quando prae-
sum? cidi etiam cum corpore potest, intelligo.
Aug.—Ne perturbere, ac magis bono animo facito sis. Ista enim Aug.—Possem responderé aerem et ignem, quae dúo per animae
«ogitatio et consideratio ad nosmetipsos nos invitat, et quantum licet praesentiam tenentur in corpore terreno et húmido, ut omnium quatuor
avellit a corpore. fiat contemperado, dum post eiusdem abscessum ad superna evadunt,
Quod autem tibi visum est, non esse animam in corpore viventis ac sese expediunt, moveré illa corpuscula tanto concitatius, quanto pia-
animantis, quanquam videatur absurdum, non tamen doctissimi homines, ga recentiore súbito erumpunt: deinde porro motum languescere, pos-
quibus id placuerit, defuerunt, ñeque nunc arbitrar deesse: sed, ut tremo desinere, dum minus minusque fit quod effugit, ac deinde totum
"ipse intelligis, res est subtilissima, et ad quam cernendam mentís acies evolat. Sed ab hoc me revocat quod his hausi oculis pene serius quam
satis purganda est. Nunc attende potius quid aliud afferas, quo con- credi potest; sed certe non serius quam deberem.
vincas animam vel longam vel latam esse, vel quid eiusmodi: nam Cum enim nuper in agro essemus Liguriae, nostri illi adulescentes
illud argumentum tuum de tangendi sensu, sentís non attingere verita- qui tune mecum erant studiorum suorum gratia, animadverterunt humi
tem, nec valere aliquid, ut eam per totum Corpus tanquam sanguinem iacentes in opaco loco, reptantem bestiolam multipedem, longum dico
diffusam esse convíncat: aut si iam quod afferas nihil habes, videamus quemdam vermiculum: vulgo no tus est, hoc tamen quod dicam nun-
•quae restant. quam in eo expertus eram.
Verso namque stilo quem forte habebat unus illorum, animal mé-
CAPUT XXXI dium percussit: tum ambae partes corporis ab illo vulnere in contra-
ria discesserunt, tanta pedum celeritate, ac nihilo imbecilliore nisu,
VERMICULI SECTI PARTES MOVENTUR.—AN ARGUMENTUM SIT quam si dúo huiuscemodi animantia forent. Quo miraculo exterriti, cau-
ANIMAR PER TOTUM CORPUS EXTENSAE saeque curiosi, ad nos, ubi simul ego et Alypius considebamus, ala-
62. Ev.—Nihil haberem fortasse, nisi recordarer quantum pueri mi-
.rari soleremus palpitantes lacertarum caudas amputatas a caetero cor- -i Trigecio y Licencio, hijo de Romaniano.
500 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 31, 63 .tl,64 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 501
d o s trozos vivientes a d o n d e A l i p i o y y o e s t á b a m o s j u n t a m e n t e cuestión, m e hubiera inclinado a conceder la p a l m a a los que
s e n t a d o s . N o p o c o a d m i r a d o s n o s o t r o s t a m b i é n , les v e í a m o s dicen que el a l m a es c u e r p o
c o r r e r en c u a l q u i e r a d i r e c c i ó n q u e p o d í a n s o b r e u n a t a b l a . P o r tanto, c o m o p u e d o , te a c o n s e j o con insistencia q u e n o
U n o de ellos, p i n c h a d o con el estilo, se v o l v í a al l u g a r del te p r e c i p i t e s t e m e r a r i a m e n t e en l o s l i b r o s o en l a s d i s c u s i o n e s
d o l o r , sin sentir n a d a el o t r o , q u e se m o v í a en o t r a p a r t e .
de h o m b r e s c h a r l a t a n e s y q u e d a n d e m a s i a d o c r é d i t o a estos
¿ Q u é m á s ? E n s a y a m o s h a s t a q u é p u n t o l l e g a r í a esto, y dividi-
s e n t i d o s del c u e r p o , h a s t a q u e c o r r i j a s y afiances los p a s o s
m o s el g u s a n i l l o , a h o r a m á s b i e n los g u s a n i l l o s , en m u c h a s p a r -
q u e c o n d u c e n al a l m a h a s t a el m i s m o D i o s , a fin de q u e n o
tes. T o d a s se m o v í a n del t a l f o r m a q u e , si n o h u b i é r a m o s h e c h o
seas a p a r t a d o m á s f á c i l m e n t e d e a q u e l l a m o r a d a o c u l t í s i m a
a q u e l l o n o s o t r o s m i s m o s y a p a r e c i e s e n l a s h e r i d a s frescas, hu-
y t r a n q u i l í s i m a de la m e n t e , de l a c u a l a h o r a , m i e n t r a s vive
biéramos creído que todos ellos habían nacido separadamente
estas cosas, está a p a r t a d a el a l m a , p o r los e s t u d i o s y t r a b a j o s
y q u e c a d a u n o h a b í a vivido v i d a p r o p i a .
q u e p o r la i g n o r a n c i a y d e s i d i a .
6 3 . P e r o lo q u e y o d i j e e n t o n c e s a a q u e l l o s jóvejies, q u e
6 4 . M a s a h o r a , c o n t r a lo q u e veo q u e t a n t o te i n t r i g a ,
a t e n t o s m e m i r a b a n , m e a v e r g ü e n z o de d e c í r t e l o a ti a h o r a .
e s c u c h a de e n t r e m u c h a s r a z o n e s n o lo q u e es m á s s ó l i d o , sino
H e m o s a v a n z a d o y a t a n t o , q u e , si n o te e x p o n g o a ti de o t r a
lo q u e es m á s b r e v e ; n i lo que es p a r a m í m á s p r o b a b l e q u e
m a n e r a lo q u e p r o b a b l e m e n t e v a l e en f a v o r de m i causa, nues-
l o s o t r o s a r g u m e n t o s , s i n o lo q u e p u e d o e l e g i r m á s a p t o p a r a t i .
t r o g r a n e m p e ñ o , sostenido p o r t a n l a r g a p l á t i c a , p a r e c e r á ha-
b e r s u c u m b i d o , c o r r o í d o p o r u n g u s a n i l l o . Les o r d e n é q u e con- Ev.—Te s u p l i c o q u e los d i g a s lo a n t e s p o s i b l e .
t i n u a s e n el c u r s o de sus e ' t u d i o s , c o m o lo h a b í a n c o m e n z a d o ; Ag.—Lo p r i m e r o q u e te d i g o es q u e , si la c a u s a p o r la
así l l e g a r í a n a l g ú n d í a , si l a o c a s i ó n se p r e s e n t a b a , a p r e g u n t a r c u a l en la división de ciertos c u e r p o s sucede eso es m u y o c u l t a ,
y a a p r e n d e r m á s o p o r t u n a m e n t e estas c o s a s . n o es r a z o n a b l e n o s t u r b e m o s al i n s t a n t e p o r este solo h e c h o
y h a s t a tal p u n t o q u e p e n s e m o s son falsas t a n t a s cosas q u e
P e r o si quisiese e x p o n e r lo q u e , u n a vez s e p a r a d o s e l l o s ,
a n t e r i o r m e n t e te h a n p a r e c i d o a ti m á s c l a r a s q u e la luz.
h a b l é con A l i p i o , c u a n d o los d o s , c a d a u n o s e g ú n su m a n e r a ,
r e c o r d a m o s , c o n j e t u r a m o s y preguntamos, diríamos mucho más P u e d e s u c e d e r q u e se n o s o c u l t e l a c a u s a de este h e c h o ,
q u e lo q u e d e s d e el p r i n c i p i o , a t r a v é s de t a n t a s d i g r e s i o n e s y o p o r q u e es d e s c o n o c i d a a la n a t u r a l e z a h u m a n a (al h o m b r e )
rodeos, hemos dicho. o p o r q u e , si de a l g ú n h o m b r e es c o n o c i d a , éste n o p u e d e ser
N o te o c u l t a r é , sin e m b a r g o , lo q u e s i e n t o . Si n o m e hu- i n t e r r o g a d o p o r n o s o t r o s , o t a m b i é n p o r q u e t e n e m o s t a l ca-
b i e s e n sido c o n o c i d a s y a e n t o n c e s m u c h a s cosas, q u e s u t i l í s i m a p a c i d a d i n t e l e c t u a l , q u e , a u n p r e g u n t á n d o l e , n o sea c a p a z de
y a b s t r u s a m e n t e se d i s c u t e n a c e r c a del c u e r p o , d e su especie, s a t i s f a c e r n o s . ¿ A c a s o nos es p e r m i t i d o p o r esto a b a n d o n a r y
del l u g a r , del t i e m p o , del m o v i m i e n t o p o r r a z ó n de esta m i s m a d e s g a r r a r lo q u e f i r m í s i m a m e n t e a p r e n d i m o s de la p a r t e con-
criter viventia frusta illa detulerunt. Ñeque nos parum commoti, ea cur- sam quaestionem disseruntur; ad dandam palmam iis, qui corpus esse
rere in tabula quaquaversum poterant, cernebamus: atque unum ipso- animam dicunt, declinarem.
rum stilo tactum, contorquebat se ad doloris locum, nihil sentiente alio, Quapropter te, ut possum, etiam atque etiam moneo, ne temeré aut
ac suos alibi motus peragente. Quid plura? Tentavimus, quatenus id in libros aut in disputationes loquacissimorum hominum, nimiumque
valeret; atque vermiculum, imo iam vermículos in multas partes conci- sensibus his corporis credentium te praecipites, doñee corrigas firmes-
dimus: ita omnes movebantur, ut nisi a nobis illud factum esset, et com- que vestigia, quae usque ad ipsum Deum animam ducunt, ne ab illo
parerent vulnera recentia, totidem illos separatim natos, ac sibi quem- secretissimo et tranquillissimo mentís habitáculo, a quo nunc, dura haec
que vixisse crederemus. incolit, peregrina est, studiis facilius et laboribus, quam inertia desi-
63. Sed tune ego quod illis adulescentibus dixi, cum intenti me in- diaque avertaris.
tuerentur, tibi nunc dicere vereor: iam enim tantum processimus, ut 64. Nunc autem accipe contra illud quo, ut sentio, multum move-
nisi tibi aliter respondero quod secundum meam causam probabiliter ris, non quod robustius de multis, sed quod brevius; ñeque quod mihi
valet, tanta nostra intentio per tam longum munita sermonem, ab uno probabilius quam caetera, sed quod tibi aptius eligere potui.
vermículo penetrata suecubuisse videatur. lilis autem praeceperam, ut Ev.—Dic, oro te, quam citissime potes.
in studiis, Sicuti coeperant, suum cursum tenerent; ita eos opportunius Aug.—Primum illud dico, si máxime causa lateat, cur in concisio-
aliquando ad quaerenda et discenda ista, si res moneret, esse venturos. ne quorumdam corporum illa contingant, non continuo nos hoc uno ita
Sed quae illis discedentibus cum Alypio sermocinatus sum, cum perturban oportere, ut tam multa quae superáis luce clariora tibi visa
uterque nostrum pro suo quisque modulo recordaretur et coniectaret sunt, falsa esse arbitremur.
et quaereret, si exponere velim. longe plura nobis dicenda sunt, quam Fieri enim potest ut huius rei causa nos lateat, quae vel humanae
ab ipso principio tantis ambagibus atque anfractibus dicta sunt. naturae oceultata est; vel sit alicui homini cognita, nec iste a nobis
Non apud te tamen tacebo quod sentio. Nisi mihi tune multa iam interrogan possit; aut etiam hoc ingenio ipsi simus, ut satisfacere no-
nota essent de coipore, de specie quae inest corpori, de loco, de tem- bis interrogatus non possit. Numquidnam ex eo quidquid ex contra-
pore, de motu, quae subtilissime atque abstrusissime proptei hanc ip- ria parte firmissime didicimus, ac verissimum esse confitemur, labi
nobis atque extorqueri decet? Atque si illa maneant integra, quae in-
ft02 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 31,64 32,65 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 503
t r a r i a y q u e c o n f e s a m o s v e r d a d e r o ? Con t o d o , si p e r m a n e c e n
firmes l a s cosas q u e , p r e g u n t a d o , r e s p o n d i s t e e r a n ciertas e
i n d u d a b l e s , n o h a y p o r q u é t e m a m o s p u e r i l m e n t e a este gu- CAPITULO XXXII
s a n i l l o , p o r m á s q u e n o s e a m o s c a p a c e s de d a r r a z ó n d e su
DIVIDIDO EL CUERPO, E L ALMA N O S E D I V I D E . — L A S P A R T E S DEL
v i d a y de su m u l t i p l i c a c i ó n .
CUERPO DIVIDIDO PUEDEN VIVIR AUN CUANDO EL ALMA NO HA
Si e s t u v i e r a s p l e n a m e n t e c o n v e n c i d o de q u e cierto sujeto
S I D O DIVIDIDA. A L G O A Ú N DE L A CANTIDAD D E L ALMA P O R RAZÓN
es u n h o m b r e b u e n o y le e n c o n t r a r a s en c o m p a ñ í a de los
DE S U V I R T U D Y P O T E N C I A
ladrones, a quienes perseguías, y p o r casualidad, antes que
l e p u d i e s e s i n t e r r o g a r , m u r i e s e , a u n q u e n u n c a s u p i e r a s la 6 5 . A d e m á s te p r e g u n t a r í a si crees q u e en n u e s t r a s p a l a -
v e r d a d e r a c a u s a , te i m a g i n a r í a s c u a l q u i e r r a z ó n de su u n i ó n b r a s es u n a cosa el s o n i d o y o t r a lo q u e con el s o n i d o se sig-
y convivencia con l o s m a l v a d o s a n t e s q u e el c r i m e n y u n a nifica.
v e r d a d e r a s o c i e d a d con e l l o s . P u e s ¿ p o r q u é n o p i e n s a s q u e Ev.—Yo c r e o q u e es lo m i s m o u n o q u e o t r o .
h a b r á a l g u n a c a u s a o r a z ó n (y n o la de q u e con el c u e r p o Ag.—Pues d i m e , entonces, de d ó n d e p r o c e d e el s o n i d o cuan-
p u e d a d i v i d i r s e el a l m a ) de p o r q u é viven t o d a s las p a r t e s do hablas.
de u n a n i m a l d i v i d i d o , c u a n d o con t a n t o s a r g u m e n t o s , a r r i b a
Ev.—¿Quién d u d a r á que de mí m i s m o ?
e x p u e s t o s y s ó l i d a m e n t e c o m p r o b a d o s p o r ti m i s m o , se t e
Ag.—¿Luego el sol p r o c e d e d e ti c u a n d o tu p r o n u n c i a s s o l ?
h i z o v e r c l a r o q u e el a l m a n o o c u p a l u g a r y q u e , p o r t a n t o ,
Ev.—Me h a s p r e g u n t a d o a c e r c a del s o n i d o , n o de l a cosa
n o p e r t e n e c e a n i n g ú n g é n e r o de c a n t i d a d q u e v e m o s en l o s
en sí.
c u e r p o s ? Si n o p o d e m o s h a l l a r esa causa, ¿ n o h e m o s de b u s -
Ag.—Luego u n a cosa es el s o n i d o y o t r a la cosa p o r él
car m á s b i e n la v e r d a d e r a que a b r a z a r la f a l s a ?
s i g n i f i c a d a ; p e r o t ú h a b í a s d i c h o q u e e r a lo m i s m o u n a cosa
terrogatus certa et indubia esse respondisti; nihil est quod istum ver- que otra.
miculum pueriliter metuamus, quanquam vivacitatis et numerositatis Ev.—Pues b i e n , c o n c e d o ya q u e u n a cosa es el s o n i d o q u e
eius causam non valeamus afierre. significa y o t r a l a cosa q u e es significada.
Si enim apud te de aliquo fixum immotumque constare:, quod esset
vir borras, eumque in latronum convivio quos persequerere deprehen- Ag.—Entonces d i m e si, s a b i e n d o l a l e n g u a l a t i n a , p o d r í a s
deres, atque aliquo casu, antequam abs te interrogari posset, morere- p r o n u n c i a r l a p a l a b r a sol si l a i d e a de sol n o p r e c e d i e s e a l
tur; qu&mbilet causam putares potras illius cum sceleratis coniunctio- sonido.
nis atque convivii, etiamsi te semper lateret, quam scelus et societatem. Ev.—De ningún modo podría.
Cur ergo non, cum tam multis argumentis superius editis, atque abs Ag.—Y si, q u e r i e n d o p r o n u n c i a r l o , a n t e s q u e s a l g a ese
te íirmissime comprobatis, planum tibi factum sit non loco animam
contineri, atque ob hoe nullius talis esse quantitatis, qualem in corpo-
ribus cemimus, aliquam suspicaiis esse causam, cur nonnullum animal CAPUT XXXII
concisum in ómnibus partibus vivat; non eam tamen quod cum corpore
anima concidi potuerit? Quam si reperire non possumus, quaerenda DlSSECTO COBPORE, ANIMA NON SECATUR.—'FRUSTA DISSECTI CORPORIS
nonne est potius vera, quam falsa credenda? VIVERE POSSUNT, CUM ANIMA SECTA NON SIT.—ÜEINCEPS DE AN1MAE QUAN-
TITATE, RATIONE VIRTUTIS AC POTENTIAE
65. Deinde quaero abs te, utrum putes in verbis nostris aliud esse
ipsum sonum, aliud quod sonó significatur.
Ev.—Ego utrumque idem puto.
Aug.—Dic mihi ergo, sonus ipse unde procedat cum loqueris.
Ev.—Quis dubitet a me procederé?
Aug.—Abs te ergo sol procedit, dum nominas solem?
£t>.—De sonó me, non de re ipsa interrogasti.
Aug.—Aliud ergo sonus est, aliud res quam significat sonus: tu au-
tem utrumque idem esse dixeras.
Ev.—Age, iam concedo aliud esse significantem sonum, aliud rem
<juae significatur.
Aug.—Dic ergo, utrum posses gnarus latinae linguae nominare in lo-
quendo solem, si non intellectus solis praecederet sonum.
Ev.—Nullo modo possem.
Aug.—Quid? antequam ipsum nomen de ore procedat, si volens id
504 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 32,66 "¿. 67 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 505
nombre de la boca, permaneces por algún tiempo en silencio, Ag.—Pues qué, cuando es descompuesto aquel sonido en
¿no está en tu pensamiento lo que, pronunciada la palabra, ha cada una de sus letras, ¿crees que conserva su significación?
de oír el otro? Ev.—¿Cómo pueden significar cada una de las letras lo
Ev.—Es evidente. que significa el nombre que con ellas se forma?
Ag.—Pues bien, siendo tan grande el sol, ¿puede, por ven- Ag.—Y cuando el sonido, perdiendo su significación, es
tura, imaginarse larga, ancha o algo por el estilo la idea que dividido en letras, ¿piensas, por ventura que ha sucedido otra
de él tienes en (u menle antes de pronunciarlo? cosa que marcharse el alma una vez despedazado el cuerpo y
Ev.—De ningún modo. como que sobrevenido una especie de muerte al nombre?
66. Ag.—Y bien; dime ahora: cuando brota de tu boca Ev.—No sólo asiento, sino que lo hago de tan buen grado,
ese nombre y yo, al oírlo, me imagino el sol, que tu pensaste que nada hay que me haya agradado más en esta conversación.
antes de pronunciarlo y durante la misma pronunciación, y 67. Ag.—Pues si con este símil comprendiste suficiente-
que, tal vez, imaginamos ahora los dos, ¿no te parece que ese mente cómo descuartizado el cuerpo puede no dividirse el alma,
nombre como que recibió de ti la significación, que había de mira ahora cómo pueden vivir los fragmentos del cuerpo cuan-
trasladar a mí por los oídos? do el alma no ha sido dividida.
Ev.—Ciertamente. Tú has concedido ya, y rectamente a lo que creo, que la
Ag.—Constando, por tanto, ese nombre de sonido y sig- significación, que es como el alma del sonido, no puede en
nificación y perteneciendo el sonido a los oídos y la significa- modo alguno dividirse cuando el nombre se pronuncia, mien-
ción al entendimiento, ¿no crees que en el nombre, como en tras que el sonido, que es como el cuerpo, puede ser dividido.
cualquier ser animado, el sonido es el cuerpo y la significa- Pero en la palabra sol de tal modo se hace la división del
ción como el alma del sonido? sonido, que ninguna de sus partes conserva significación al-
guna. Así que, dilacerado el cuerpo del nombre, consideramos
Ev.—Me parece que nada hay más semejante. aquellas letras como miembros exánimes, es decir, faltos de
Ag.—Mira a ver ahora si el sonido del nombre puede ser significación.
dividido en letras, mientras que su alma, es decir, su signi- Pero, si encontramos una palabra que, dividida, pueda
ficación, no puede serlo; puesto que ella es la que poco ha todavía significar algo en cada una de sus partes, es preciso
respondiste te parecía no tenía ni longitud ni latitud en nues- concedas que con tal división no ha sobrevenido la muerte
tro entendimiento. absoluta, pues te parecerá que los miembros, considerados se-
Ev.—Completamente de acuerdo. paradamente, significan algo y como que viven.
enuntiare aliquandiu te in silentio teneas; nonne in tua cogitatione manet. Aug. Quid, cum per litteras singulas sonus ille dividitur, videtur tibi
quod expressa voce alius auditurus est? significationem illam retiñere?
Ev.—Manifestum est. £V._Quomodo possunt singulae litterae significare, quod nomen quod
Aug.—Quid? cum ipse sol tantae sit magnitudinis, num illa notio eius, ex his confit, significat?
quam cogitatione ante vocem tenes, aut longa, aut lata, aut quid eiusmodi Aug.—At cum, perdita significatione, discerptus in litteris sonus est;
videri potest? num aliud putas esse factum, quam dilaniato corpore discessisse animam,
Ev.—Nullo modo. et quisi mortem quamdam nominis contigisse?
66. Aug.—Age, iam dic mihi: cum ore ipsum nomen erumpit, atque Ev.—Non solum assentior, sed ita libenter, ut nihil me magis in hoc
id ego audiens solem cogito, quem tu ante vocem et cum ipsa voce cogi- sermone delectaverit.
tasti, et nunc fortasse ambo cogitamus; nonne tibi videtur nomen ipsum
67. Aug.—Si ergo satis perspexisti in hac similitudine, quomodo pos-
veluti accepisse abs te significationem, quam ad me per aures deportare!?
sit dissecto corpore anima non secari; accipe nunc quomodo frusta ipsa
Ev.—Videtur.
corporis, cum anima secta non sit, vivere possint.
Aug.—Cum ergo nomen ipsum sonó et significatione constet, sonus Iam enim concessisti, et recte, ut opinor, significationem quae quasi
autem ad aures, significado ad mentem pertineat; nonne arbitraos in anima soni est, dum nomen editur, per seipsam nullo pacto dividí posse,
nomine, velut in aliquo animante, sonum esse Corpus, significationem au- cum ipse sonus, quod velut corpus eius est, possit. Sed in solis nomine ita
tem quasi animam soni? soni est facta divisio, ut milla pars eius significationem aliquam retineret.
Ev.—Nihil mihi videtur similius. Itaque illas litteras, dilacerato corpore nominis, tanquam exanima membra,
Aug.—Attende mine, utrum nominis sonus per litteras dividí possit, id est, significatione carentia, considerabamus.
cum anima eius, id est significatio, non possit. Siquidem ipsa est quam Quamobrem si aliquod nomen invenerimus, quod divisum queat etiam
paulo ante in nostra cogitatione nec latam nec longam respondisti tibi singulis partibus quidpiam significare; concedas oportet, non omnimodam
videri. veluti mortem tali praecisione factam esse, cum tibi membra separatim
Ev.—Prorsus assentior. considerata quodlibet significantia et quasi spirantia videbuntur.
506 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 32,68 .12, 69 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 507
Ev.—Lo c o n c e d e r é , en a b s o l u t o , y te s u p l i c o e n c a r e c i d a - hecho m e n o r p o r el l u g a r m á s r e d u c i d o , p o r m á s q u e el a l m a
m e n t e q u e dejes oír ya esa p a l a b r a . i n f o r m a r a a u n m i s m o t i e m p o t o d o s los m i e m b r o s de t o d o el
Ag.—Hela a q u í ; p u e s c u a n d o p i e n s o en la p r o x i m i d a d d e l a n i m a l , e x t e n d i d o s p o r m a y o r e s p a c i o . N o e r a e l l a la que ocu-
sol, de c u y a p a l a b r a h e m o s t r a t a d o a r r i b a , se m e o c u r r e p a b a el l u g a r , sino el c u e r p o , q u e e r a r e g i d o p o r e l l a : a l a
Lucifer. m a n e r a c o m o a q u e l l a significación, n o e x t e n d i d a p o r el tiem-
D i v i d i d a esta p a l a b r a e n t r e la s e g u n d a y t e r c e r a s í l a b a , p o , c o m o q u e a n i m a b a y l l e n a b a , n o o b s t a n t e , t o d a s las l e t r a s
tiene a l g u n a significación en su p r i m e r a p a r t e , c u a n d o deci- del n o m b r e , q u e p o s e í a n su d u r a c i ó n y t i e m p o .
m o s LUCÍ, y, p o r t a n t o , vive en este c u e r p o q u e es a l g o m á s P o r a h o r a c o n t é n t a t e , te s u p l i c o , con esta c o m p a r a c i ó n , q u e
de la m i t a d de la p a l a b r a . T a m b i é n la ú l t i m a p a r t e t i e n e a l m a ; veo te h a a g r a d a d o . M a s lo que a c e r c a de esto p u e d e d i s c u t i r s e
p u e s es la q u e oyes c u a n d o se te o r d e n a t r a e r a l g o . ¿ C ó m o s u t i l í s i m a m e n t e , de tal f o r m a q u e satisfaga n o p o r c o m p a r a -
p o d r í a s o b e d e c e r c u a n d o a l g u i e n te d i c e : t r á e m e el l i b r o , si ciones, las c u a l e s g e n e r a l m e n t e e n g a ñ a n , sino p o r la r e a l i d a d
n o significa n a d a fer? C u a n d o se le a ñ a d e Lucí, r e s u l t a Lucifer, m i s m a , n o lo e s p e r e s p o r el m o m e n t o , p u e s h a y q u e p o n e r
y significa u n a e s t r e l l a ; p e r o , c u a n d o se le q u i t a (las s í l a b a s fin a t a n l a r g a p l á t i c a y h a y q u e p r e p a r a r la m e n t e a o t r a s
LUCÍ a fer), significa a l g o , y p o r esto c o m o q u e c o n s e r v a m u c h a s cosas q u e te f a l t a n p a r a v e r y c o m p r e n d e r éstas, con
la v i d a . el fin de q u e p u e d a s e n t e n d e r c l a r í s i m a m e n t e si, en r e a l i d a d ,
68. M a s c o m o sean el t i e m p o y el e s p a c i o p o r lo q u e es así lo q u e afirman a l g u n o s v a r o n e s m u y d o c t o s : q u e el a l m a
están ocupados, o m á s bien, los que ocupan todas las cosas n o p u e d e ser d i v i d i d a en sí m i s m a , p e r o , sin e m b a r g o , lo p u e d e
q u e p e r c i b i m o s , lo q u e s e n t i m o s p o r los ojos es d i v i d i d o p o r ser en el c u e r p o . (No es d i v i s i b l e , d i r í a m o s h o y , per se, s i n o
el e s p a c i o y lo q u e s e n t i m o s p o r los o í d o s es d i v i d i d o p o r el per accidens.)
t i e m p o . Y c o m o a q u e l g u s a n i l l o o c u p a b a t o d o él m á s e x t e n s i ó n 69. Si q u i e r e s , r e c i b e a h o r a de m í , o m e j o r , r e c o n o c e p o r
q u e u n a p a r t e dei m i s m o , así, a l p r o n u n c i a r Lucifer, se re- mí, c u a n g r a n d e sea el a l m a , n o p o r la e x t e n s i ó n de l u g a r y
q u i e r e m a y o r d u r a c i ó n de t i e m p o q u e si se p r o n u n c i a sola- d e t i e m p o , sino p o r su v i r t u d y p o d e r , p u e s , si r e c u e r d a s , así
m e n t e Lucí. n o s lo p r o p u s i m o s y así lo d i v i d i m o s al p r i n c i p i o .
P o r lo t a n t o , si esta p a l a b r a vive p o r su significación en P e r o , en c u a n t o a l n ú m e r o de a l m a s , cosa q u e tú crees
esa r e d u c c i ó n de t i e m p o q u e se h a h e c h o con l a d i v i s i ó n d e l p e r t e n e c e a esta cuestión, n o sé q u é r e s p o n d e r t e . Y o , e m p e r o ,
s o n i d o , ya q u e la significación n o ha s i d o d i v i d i d a (es el so- d i r í a q u e de n i n g u n a m a n e r a h a de p r o p o n e r s e (tú, c i e r t a m e n t e ,
n i d o el q u e se e x t i e n d e p o r el t i e m p o , n o e l l a ) , de la m i s m a d e b e r í a s d i f e r i r l a p o r a h o r a ) a n t e s q u e se d e m u e s t r e q u e el
m a n e r a h a y q u e c r e e r q u e , s e c c i o n a d o el c u e r p o del g u s a n i l l o , n ú m e r o y la m u l t i t u d n o p e r t e n e c e n a l a c a n t i d a d , o q u e y o
a u n q u e la p a r t e , p o r lo m i s m o q u e es p a r t e , viva en m e n o r p u e d a e x p o n e r t e a ti a h o r a c u e s t i ó n t a n i n t r i n c a d a .
e s p a c i o , n o se h a d i v i d i d o en m o d o a l g u n o el a l m a n i se h a
licet integri animantis membra omnia per maiorem locum porrecta simul
Ev.—Concedam omnino, et ut iam idipsum sones, flagito. possederit. Non enim locum ipsa, sed corpus quod ab eadem agebatur,
Aug.—Accipe: nam dum viciniam solis atiendo, de cuius nomine =;u- tenebat: sicut illa significatio non distenta per tempus, omnes tamen
perius egimus, Lucifer mihi occurrit. nominis litteras suas moras ac témpora possidentes, velut animaverat at-
Qui profecto Ínter secundam et tertiam syllabam scissus nonnihil priore que compleverat.
parte significat, cum dicimus, Luci, et ideo in hoc plusquam dimidio cor- Hac similitudine interim contentus sis peto, qua te sentio delectatum.
pore nominis vivit. Extrema etiam pars habet animam: nam cum ferré Quae autem subtilissime de hoc disputari possunt, ita ut non similitudini-
aliquid iuberis, hanc audis. Qui enim posses obtemperare, si quis tibi di- bus quae plerumque fallunt, sed rebus ipsis satis fiat, ne in praesentia
ceret: Fer codicem, si nihil significaret Fer? quod cum additur Luci, exspectes: nam et concludendus est tam longus sermo, et multis alus quae
Lucifer sonat, et significat stellam; cum autem demitur, nonnihil signifi- tibi desunt, animus ad haec intuenda et dispicienda praecolendus est, ut
cat, et ob hoc quasi retinet vitam. possis intelligere liquidissime, utrum quod a quibusdam doctissimis viris
68. Cum autem locus et tempus sit, quibus omnia quae sentiuntur oc- dicitur, ita sese habeat, animam per ipsam nullo modo, sed tamen per
cupantur, vel potius quae occupant, quod oculis sentimus, per locum; quod corpus posse partiri.
auribus, per tempus dividitur. Ut enim vermiculus Ule plus loci totus, 69. Nunc accipe a me, si voles, vel potius recognosce per me, quanta
quam pars eius occupabat; ita maiorem temporis morara tenet, cum Lu- sit anima non spatio loci ac temporis, sed vi ac potentia: nam ita si rae-
cifer dicitur, quam si Luci tantummodo diceretur. ministi, piopositum ac distributum iamdiu nobis est.
Quare si hoc significatione vivit in ea diminutione temporis, quae De numero vero animarum, nescio quid tibi respondeam, cum hoc ad
diviso illo sonó facta est, cum eadem significatio divisa non sit (non enim istam quaestionem pertinere putaveris: citius enim dixerim non esse om-
ipsa per tempus distendebatur, sed sonus); ita existimandum e=¡t, secto nino quaerendum, aut certe tibi nunc differendum, quam vel numerum
vermisuli corpore, quanquam in minore loco pars eo ipso quod par^ erat ac multitudinem non pertinere ad quantitatem, vel tam involutam quaestio-
viveret, non omnino animam sectam, nec loco minore minorem esse faetam nem modo a me tibi posse expediri.
508 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 33,70 33, 71 HE LA CUANTIDAD DEL ALMA 509
E n efecto, si afirmo q u e el a l m a es u n a , te t u r b a r á s , p o r - P e r o a h o r a , c o m o a m í m e falta o t r o q u e m e e x p o n g a esta
que en u n o es b i e n a v e n t u r a d a y en o t r o m i s e r a b l e , y u n a ' cuestión, m e a t r e v o , n o o b s t a n t e , a n o f a l t a r t e a t i ; y es u n a
cosa n o p u e d e ser al m i s m o t i e m p o feliz y d e s g r a c i a d a . r e c o m p e n s a el q u e , m i e n t r a s i g n o r á n d o l o e x p l i c o lo que p u e d e
Si d i j e r e q u e es a la vez u n a y m u c h a s , te r e i r í a s , y n o el a l m a , e x p e r i m e n t e a ciencia cierta lo q u e y o m i s m o p u e d o .
e n c u e n t r o f á c i l m e n t e c ó m o c o r t a r tu r i s a . P r i m e r a m e n t e , sin e m b a r g o , te c o r t a r é la g r a n d í s i m a e
Si y o a f i r m a r e q u e son s o l a m e n t e m u c h a s , m e r e i r é yo mis- infinita e s p e r a n z a , p a r a que n o c r e a s que v o y a h a b l a r de t o d a
m o y s o p o r t a r é m e n o s el d e s a g r a d a r m e a m í m i s m o q u e a t i . a l m a ; s o l a m e n t e lo h a r é de la h u m a n a , la sola q u e n o s d e b e
E s c u c h a , p u e s , lo q u e te p r o m e t o p u e d e s j u s t a m e n t e escu- p r e o c u p a r , si es q u e nos p r e o c u p a m o s de n o s o t r o s m i s m o s .
c h a r de m í . P e r o lo q u e es m o l e s t o o p a r a a m b o s o p a r a u n o E n p r i m e r l u g a r , e l l a (lo q u e f á c i l m e n t e es d a d o o b s e r v a r
de los dos, h a s t a tal p u n t o q u e tal vez n o s a b a t a , n o q u i e r a s a c u a l q u i e r a ) vivifica con su p r e s e n c i a este c u e r p o t e r r e n o y
soportarlo ni imponerlo. m o r t a l ; lo unifica y lo m a n t i e n e u n o y n o le deja d i s g r e g a r s e
Ev.—Cedo, en a b s o l u t o , y e s p e r o q u e e x p o n g a s lo que c r e e s ni c o n s u m i r s e ; h a c e q u e los a l i m e n t o s sean d i s t r i b u i d o s u n i -
p u e d e t r a t a r s e c o n m i g o c o n v e n i e n t e m e n t e : c u á n t o p u e d e el f o r m e m e n t e p o r l o s m i e m b r o s , d a n d o a c a d a u n o lo s u y o ; con-
alma. serva su a r m o n í a y p r o p o r c i ó n , n o sólo en c u a n t o a la her-
m o s u r a , sino t a m b i é n en el c r e c e r y p r o c r e a r .
CAPITULO XXXIII M a s estas cosas p u e d e n c o n s i d e r a r s e c o m u n e s al h o m b r e
y a las p l a n t a s ; ya que t a m b i é n d e c i m o s q u e éslas viven, v e m o s
L A P O T E N C I A D E L A L M A S O B R E E L C U E R P O , EN S Í M I S M A Y DELAN-
y confesamos q u e c a d a u n a de e l l a s se conserva, se n u t r e , crece
T E DE t)lOS, CONSTITUYE LOS SIETE GRADOS DE SU MAGNITUD y se r e p r o d u c e en su p r o p i a e s p e c i e .
7 0 . Primer grado.—Ag.—Ojalá pudiéramos preguntar am- 7 1 . Segundo grado.—Sube, pues, otro grado y contempla
b o s sobre esto a u n sujeto d o c t í s i m o y q u e n o fuera esto s ó l o , q u é p u e d e el a l m a en los sentidos, d o n d e se c o m p r e n d e la v i d a
sino t a m b i é n e l o c u e n t í s i m o y s a b i o en t o d a la e x t e n s i ó n de la m á s c l a r a y m a n i f i e s t a m e n t e . N o se h a de d a r o í d o s a n o sé
p a l a b r a y h o m b r e perfecto. ¡De q u é m o d o nos e x p l i c a r í a é l , q u é i m p i e d a d , c o m p l e t a m e n t e i n c u l t a , y m á s de m a d e r a q u e
h a b l a n d o y d i s p u t a n d o , lo q u e p u e d e el a l m a s o b r e el c u e r p o , los m i s m o s á r b o l e s a los cuales p r e s t a p r o t e c c i ó n , q u e afirma
q u e la vid se d u e l e c u a n d o se v e n d i m i a la u v a ; y n o s o l a m e n t e
lo que p u e d e en sí m i s m a , lo q u e p u e d e d e l a n t e de D i o s , d e
creen q u e sienten c u a n d o se les corta, sino q u e t a m b i é n ven
q u i e n ella, c u a n d o está p u r í s i m a , está p r ó x i m a y en el q u e
y oyen. N o es éste el l u g a r de h a b l a r de este s a c r i l e g o e r r o r .
tiene el s u m o b i e n y t o d o su b i e n !
A h o r a , según h a b í a p r o p u e s t o , m i r a a ver c u á l es el p o d e r
del a l m a en los sentidos y en el m i s m o m o v i m i e n t o , p o r el
Si enim dixero uñara esse animam, conturbaberis, quod in altero beata
est, in altero misera; nec una res simul et beata et misera potest esse. Nunc autem cum mihi ad hanc rem desit aliii», audeo tamen tibi non
Si unam simul et multas dicam esse, ridebis; nec mihi facile, unde deesse: sed hoc mercedis est, quod dum, quid valeat anima, indoctus ex-
tuum risum comprimam, suppetit. pedio; quid ipse valeam, securus experior.
Sin multas tantummodo esse dixero, ipse me ridebo, minusque me mihi In primis tamen tibi amputem latissimam quamdam et infinitan! ex-
displicentem, quam tibi, perferam. spectationem, ne me de omni anima dicturum putes, sed tantum de nu-
Audi ergo quod ex me bene te audire posse polliceor; quod vero aut mana, quam solam curare debemus, si nobismetipsis curae sumus.
ambobus, aut alteri nostrum ita onerosum est, ut fortasse opprimat, ne Haec igitur primo, quod cuivis animadvertere facile est, corpus hoc
subiré aut imponere velis. terrenum atque mortale praesentia sua vivificat: colligit in unum, atque
Ev.—Cedo prorsus, et quod tibi congruenter mecum videtur agi posse, in uno tenet, diffluere atque contabescere non sinit; alimenta per membra
quantum valeat anima, exspecto ut exponas. aequaliter, suis cuique redditis, distribuí facit; congruentiam eius mo-
dumque conservat, non tantum in pulchritudine, sed etiam in crescendo
CAPUT XXXIII atque gignendo.
Sed haec etiam homini cum arbustis communia videri queunt: haec
Vis ANIMAR IN CORI>ORE, IN SEIFSA, ET APUD DEUM, SEPTEM EIUS MAGNITU- enim etiam dicimus vivere, in suo vero quidque illorum genere custodiri,
DINIS GRADUS CONSTITUIT ali, crescere, gignere videmus atque fatemur.
71. Ascende itaque alterum gradum, et vide quid possit anima in
70. Aug.—O utinam doctissimum aliquem, ñeque id tantum, sed etiam sensibus, ubi evidentior manifestiorque vita intelligitur. Non enim audien-
eloquentissimum, et omnino sapientissimum, perfectumque hominem de da est nescio quae impietas rusticana plañe, magisque lignea quam sunt
hoc ambo interrogare possemus! Quonam ille modo quid anima in corpo- ipsae arbores quibus patrocinium praebet, quae doleré vitem quando uva
re, valeret, quid in seipsa, quid apud Deum cui mundissima próxima est
decerpitur, et non solum sentiré ista cum caeduntur, sed etiam videre
et in quo habet summum atque omne bonum suum, dicendo ac disputando
explicaret! atque audire credit: de quo errore sacrilego alius est disserendi locus.
Nunc quod institueram, intende quae sit vis animae in sensibus, atque in
510 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 33,72 ,'!3, 73 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 511
q u e es m á s c l a r a m e n t e a n i m a l ; b a j o e s t o s dos a s p e c t o s n a d a r e t e n i d a s p o r la o b s e r v a c i ó n y p o r i m á g e n e s ; en t a n t a s v a r i e -
p o d e m o s t e n e r de c o m ú n con los q u e fijan sus raíces e n el sue- d a d e s de artífices; en el cultivo de los c a m p o s ; en la cons-
l o . Se c o n c e n t r a el a l m a en el t a c t o y p o r él siente y distin- t r u c c i ó n de c i u d a d e s ; en las m a r a v i l l a s de v a r i a d o s edificios
g u e lo c a l i e n t e , lo frío, lo á s p e r o , lo suave, lo d u r o , lo b l a n d o , y m o n u m e n t o s ; en la i n v e n c i ó n de t a n t o s s i g n o s en l a s l e t r a s ,
lo l i g e r o , lo p e s a d o . A d e m á s , g u s t a n d o , o l i e n d o , o y e n d o y p a l a b r a s , g e s t o s ; en c u a l q u i e r s o n i d o , en p i n t u r a y e s c u l t u r a ;
v i e n d o , d i s t i n g u e i n n u m e r a b l e s diferencias de s a b o r e s , de olo- en t a n t a s l e n g u a s de d i v e r s a s g e n t e s ; en t a n t a s i n s t i t u c i o n e s ;
res, de s o n i d o s y de f o r m a s . Y en t o d a s estas cosas a d m i t e y en t a n t a s cosas n u e v a s y en t a n t a s r e s t a u r a d a s ; en t a n g r a n
a p e t e c e l a s q u e c o n v i e n e n a la n a t u r a l e z a de su c u e r p o y re- n ú m e r o de l i b r o s y de c u a l e s q u i e r a m o n u m e n t o s p a r a conser-
c h a z a y h u y e las c o n t r a r i a s . Se r e t i r a de estos sentidos p o r v a r la m e m o r i a y t a n g r a n d e p r e o c u p a c i ó n de la p o s t e r i d a d ;
c i e r t o i n t e r v a l o de t i e m p o , r e p a r a n d o sus a c t i v i d a d e s c o m o en l a s clases de edificios, p o d e r e s , h o n o r e s y d i g n i d a d e s , sea
c o n ciertas v a c a c i o n e s : en t r o p e l y r e p e t i d a m e n t e r e v u e l v e en las f a m i l i a s , sea en la r e p ú b l i c a , o r a en t i e m p o de p a z , o r a
c o n s i g o m i s m a l a s i m á g e n e s de l a s cosas, q u e h a a d q u i r i d o en t i e m p o de g u e r r a ; sea en l a s c e r e m o n i a s p r o f a n a s o e n l a s
p o r m e d i o de e l l o s ; t o d o esto f o r m a el s u e ñ o y los s u e ñ o s . s a g r a d a s ; en la p o t e n c i a de r a c i o c i n a r y de i m a g i n a r ; en l o s
T a m b i é n a m e n u d o , p o r la f a c i l i d a d de m o v i m i e n t o , se deleita ríos de e l o c u e n c i a ; en l a v a r i e d a d de p o e s í a s ; en m i l inven-
s a l t a n d o y v a g a n d o y sin t r a b a j o c o m p o n e l a a r m o n í a de los ciones p o r c a u s a del j u e g o y de la d i v e r s i ó n ; en la p r á c t i c a
m i e m b r o s ; h a c e lo q u e p u e d e p o r la u n i ó n de los sexos, y d e de la m ú s i c a ; en l a e x a c t i t u d de la m e d i d a ; en la ciencia del
la d o b l e n a t u r a l e z a h a c e u n a sola cosa p o r la s o c i e d a d y el c á l c u l o ; en l a c o n j e t u r a de lo p a s a d o y de lo f u t u r o p o r me-
dio de lo p r e s e n t e .
a m o r . N o s o l a m e n t e c o n c u r r e a e n g e n d r a r los fetos, sino t a m -
t i é n a a b r i g a r l o s , a p r o t e g e r l o s y a a l i m e n t a r l o s . Se a c o s t u m - G r a n d e s son estas cosas y c o m p l e t a m e n t e p r o p i a s del h o m -
b r a a l a s cosas e n t r e las c u a l e s vive y de las q u e se sustenta b r e ; p e r o a u n son c o m u n e s a doctos e i n d o c t o s , a b u e n o s y
e l c u e r p o , y d i f í c i l m e n t e se s e p a r a de e l l a s , c o m o si le fuesen a malos.
m i e m b r o s ; la fuerza de esta c o s t u m b r e , n o r o t a n i p o r la se- 7 3 . Cuarto grado.—Así que p r e p á r a t e y salta al c u a r t o
p a r a c i ó n de l a s c o s a s ni p o r i n t e r v a l o de t i e m p o , se l l a m a g r a d o , en el cual e m p i e z a la b o n d a d y t o d a v e r d a d e r a a l a -
memoria. b a n z a . E s a q u í d o n d e el a l m a se a t r e v e a a n t e p o n e r s e , n o s ó l o
P e r o , a s i m i s m o , n a d i e n i e g a que t o d a s estas cosas p u e d e n a su c u e r p o , si él j u e g a u n p a p e l i m p o r t a n t e en el u n i v e r s o ,
d a r s e t a m b i é n en l a s b e s t i a s . sino t a m b i é n al m i s m o u n i v e r s o , y a n o c o n s i d e r a r los b i e n e s
7 2 . Tercer grado.—Elévate, p u e s , al t e r c e r g r a d o , q u e es de éste c o m o s u y o s , y, c o m p a r a d o s esos b i e n e s con su p o d e r
y a p r o p i o del h o m b r e , y p i e n s a en la m e m o r i a d e i n n u m e r a - v hermosura, a diferenciarlos v despreciarlos. Cuanto m á s
b l e s cosas g r a b a d a s n o p o r la c o s t u m b r e , s i n o a d q u i r i d a s y se d e l e i t a en sus b i e n e s , t a n t o m á s se a b s t r a e de lo i n m u n d o ,
se purifica t o d a y se vuelve m u n d í s i m a y perfecta, se for-
ipso motu manifestioris animantis, quorum nobis cum iis quae radicibus tes opificum, agrorum cultus, exstructiones urbium, variorum aedíficiorum
fixa sunt, nulla potest esse communio. Intendit se anima in tactum, et eo ac moliminum multimoda miracula; inventiones tot signorum m litteris, in
calida, frígida, áspera, lenia, dura, mollia, levia, gravia sentit atque dis- verbis, in gestu, in cuiuscemodi sonó, in picturis atque figmentis; tot gen-
cernit. Deinde innumerabiles differentias saporum, odorum, sonorum, for- tium linguas, tot instituta, tot nova, tot instaurata; tantum librorum nu-
marum, gustando, olfaciendo, audiendo videndoque diiudicat. Atque in iis merum, et cuiuscemodi monumentorum ad custodiendam memoriam, tan-
ómnibus ea quae secundum naturam sui corporis sunt, adsciscit atque ap- tamque curam posteritatis; officiorum, potestatum, honorum dignitatum-
petit; reiicit fugitque contraria. Removet se ab his sensibus certo inter- que ordines, sive in familiis, sive domi militiaeque in república, sive in
vallo temporum, et eorum motus quasi per quasdam ferias reparans, ima- profanis, sive in sacris apparatibus; vim ratiocinandi et excogitandi, flu-
gines rerum quas per eos hausit, secum catervatim et multipliciter versat,
et hoc totum est somnus et somnia. Saepe etiam gestiendo ac vagando vios eloquentiae, carminum varietates, ludendi ac iocandi causa millefor-
facilítate motus delectatur, et sine labore ordinat membrorum concordiam; mes simulationes, modulandi peritiam, dimetiendi subtilitatem, numerandi
pro copulatione sexus agit quod potest, atque in duplici natura, societate disciplinam, praeteritorum ac futurorum ex praesentibus coniecturam.
atque amore molitur unum. Fetibus non iam gignendis tantummodo, sed Magna haec et omnino humana. Sed est adhuc ista partim doctis atque
etiam fovendis, tuendis alendisque conspirat. Rebus Ínter quas corpus agit, indoctis, partim bonis ac malis animis copia communis.
et quibus corpus sustentat, consuetudine sese innectit, et ab eis quasi 73. Suspice igitur atque insili quarto gradui, ex quo bonitas incipit,
membris aegre separatur: quae consuetudinis vis etiam seiunctione rerum atque omnis vera laudado. Hinc enim anima se non solum suo, si quam
ipsarum atque intervallo temporis non discissa, memoria vocatur. universi partem agit, sed ipsi etiam universo corpori audet praeponere,
Sed haec rursus omnia posse animam etiam in bestiis nemo negat. bonaque eius bona sua non putare, atque potentiae pulchritudinique suae
72. Ergo attollere in tertium gradum, qui iam est homini proprius, comparata discernere atque contemnere: et inde quo magis se delectat,
et cogita memoriam non consuetudine inolitarum, sed animadversione at- eo magis sese abstrahere a sordibus, totamque emaculare ac mundissimam
que signis commendatarum ac retentarum rerum innumerabilium, tot ar- reddere et comptissimam; roborare se adversus omnia, quae de proposito
512 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 33,73 33,75 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 513
tífica c o n t r a t o d a s l a s cosas q u e i n t e n t a n s e p a r a r l a de su inten- se e n c o m i e n d a p i í s i m a y c o n f i a d a m e n t e p a r a q u e le a y u d e y la
t o y p r o p ó s i t o ; a p r e c i a en m u c h o la s o c i e d a d h u m a n a y n o p e r f e c c i o n e en el t a n difícil t r a b a j o de su purificación.
q u i e r e p a r a o t r o lo q u e n o q u i e r e que le s u c e d a a e l l a ; obe- 7 4 . Quinto grado.—Una vez r e a l i z a d o lo c u a l , es d e c i r ,
d e c e a l a a u t o r i d a d y a l o s p r e c e p t o s de los s a b i o s y cree q u e c u a n d o e s t u v i e r e el a l m a l i b r e d e t o d a i m p e r f e c c i ó n y l i m p i a
D i o s le h a b l a p o r m e d i o de e l l o s . de m a n c h a s , e n t o n c e s , f i n a l m e n t e , se a l e g r a s o b r e m a n e r a en sí
E n esta p l e c l a r a a c t i v i d a d del a l m a h a y a ú n t r a b a j o y m i s m a , n i t e m e a b s o l u t a m e n t e n a d a p o r sí, n i se a n g u s t i a lo
g r a n d e l u c h a c o n t r a l a s a d v e r s i d a d e s y h a l a g o s de este m u n d o . más mínimo por cualquier asunto suyo.
E n el m i s i n o t r a b a j o de p u r i f i c a c i ó n existe el m i e d o de l a E s t e es, p u e s , el g r a d o q u i n t o : u n a cosa es, en v e r d a d , p r o -
m u e r t e , a veces n o g r a n d e , p e r o a veces v e h e m e n t í s i m o ; n o c u r a r la p u r e z a , o t r a t e n e r l a ; u n a cosa c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t a
g r a n d e , c u a n d o cree f i r m í s i m a m e n t e (gue ver si es v e r d a d e - es la a c c i ó n p o r l a q u e se purifica e l l a m i s m a m a n c h a d a , o t r a
r o esto, n o está p e r m i t i d o sino al a l m a l i m p í s i m a ) que t o d a s p o r la q u e n o consiente m a n c h a r s e de n u e v o .
l a s cosas están g o b e r n a d a s p o r la g r a n p r o v i d e n c i a y j u s t i c i a E n este g r a d o c o n c i b e p l e n a m e n t e su g r a n d e z a , y, u n a vez
de Dios y no h a y muerte que sobrevenga injustamente, aunque, c o n c e b i d o lo c u a l , entonces r e a l m e n t e t i e n d e h a c i a D i o s con
t a l vez, la cause u n m a l v a d o . P e r o se t e m e v e h e m e n t e m e n t e la u n a i n m e n s a e i n c r e í b l e confianza, es decir, t i e n d e a l a contem-
m u e r t e en este g r a d o c u a n d o o es c r e í d o a q u e l l o t a n t o m á s dé- p l a c i ó n m i s m a de la v e r d a d y a aquel a l t í s i m o y m i s t e r i o s í s i m o
b i l m e n t e c u a n t o m á s c u i d a d o s a m e n t e lo b u s c a , o se ve t a n t o p r e m i o p o r el q u e t a n t o h a t r a b a j a d o .
menos cuanto la tranquilidad, necesarísima p a r a investigar las 7 5 . Grado sexto.—Pero esta acción, es decir, el a p e t i t o
c o s a s o b s c u r a s , es m e n o r d e b i d o al m i e d o . A d e m á s , c u a n t o m á s d e e n t e n d e r l o q u e v e r d a d e r a m e n t e y s u m a m e n t e es, es la m á s
y m á s c o n o c e el a l m a , en ese m i s m o p r o g r e s o , la diferencia q u e a l t a visión del a l m a y n a d a t i e n e m á s p e r f e c t o , m e j o r y m á s
h a y e n t r e el a l m a p u r a y la m a n c h a d a , t a n t o m á s t e m e q u e , recto q u e e l l a . E s t e es, p u e s , el sexto g r a d o de su acción. U n a
a b a n d o n a n d o este c u e r p o , D i o s le p u e d a s o p o r t a r m a n c h a d a , cosa es, c i e r t a m e n t e , purificar el ojo del a l m a p a r a q u e n o m i r e
m e n o s q u e se s o p o r t a e l l a m i s m a . P e r o n a d a m á s difícil q u e i n ú t i l y t e m e r a r i a m e n t e y vea m a l ; o t r a g u a r d a r y r o b u s t e c e r
t e m e r la m u e r t e y a b s t e n e r s e , c o m o lo exigen los m i s m o s peli- esta m i s m a s a l u d , y o t r a d i r i g i r ya la m i r a d a s e r e n a y d e r e c h a
g r o s , de l a s a s e c h a n z a s de este m u n d o . a lo q u e se h a d e ver. L o s q u e t a l q u i e r e n h a c e r a n t e s de q u e
E s t a n g r a n d e , sin e m b a r g o , el a l m a , q u e a u n esto p u e d e estén l i m p i o s y s a n o s , de tal m a n e r a son ofuscados p o r a q u e l l a
c i e r t a m e n t e con la justicia p r o t e c t o r a de D i o s , s u m o y v e r d a - luz de v e r d a d , q u e n o sólo c r e e n q u e n o existe en e l l a n a d a
d e r o , con la q u e c o n s e r v a y g o b i e r n a el m u n d o ; con la q u e d e b i e n , sino q u e t i e n e n m u c h o de m a l , y l a n i e g a n el n o m b r e
h a c e t a m b i é n q u e n o sólo e x i s t a n l a s cosas, s i n o q u e e x i s t a n de de v e r d a d y, m a l d i c i e n d o de l a m e d i c i n a , se refugian, con c i e r t a
t a l f o r m a q u e n o p u e d a h a b e r , en a b s o l u t o , n a d a m e j o r . A D i o s p a s i ó n y m i s e r a b l e p l a c e r , en l a s t i n i e b l a s , q u e su e n f e r m e d a d
ac sententia dimovere moliuntur; societatem humanam magni penderé, non possint. Cui sese in opere tam difficili mundationis suae adiuvandam
nihilque velle alteri quod sibi nolit accidere; sequi auctoritatem ac prae- et perficiendam piissime tutissimeque committit.
cepta sapientium, et per haec loqui sibi Deum credere. 74. Quod cum effectum erit, id est, cum fuerit ab omni tabe anima
In hor tam praeclaro actu animae inest adhuc labor, et contra huius libera maculisque diluta, tum se denique in seipsa laetissime tenet, nec
mundi molestias atque blanditias magnus acerrimusque conflictus. In ipso omnino aliquid metuit sibi aut ulla sua causa quidquam angitur.
enim purgaíioni's negotío subest metus mortís saepe non magnus, saepe Est ergo iste quintus gradus: aliud est enim efficere, aliud tenere pu-
vero vehementissimus: non magnus tum cuín robustissime creditur (nam ritatem; et alia prorsus actio qua se inquínatam redíntegrat, alia qua non
videre lioc utrum sit verum, non nisi perpurgatae animae licet) tanta Dei patitur se rursus inquinari.
providentia iustitiaque gubernari omnia, ut nulli mors inique accidere In hoc gradu omnifariam concipit quanta sit: quod cum conceperit,
possit, etiamsi eam forte iniquus intulerit. Vehementer autem formidatur tune vero ingenti quadam et incredibili fiducia pergit in Deum, id est,
mors in hoc iam gradu, cum et illud eo creditur infirmius, quo sollicitius in ipsam contemplationem veritatis, et illud, propter quod tantum labora-
quaeritur; et eo ipso minus videtur, quo tranquillitas propter metum minor tum est, altissimum et secretissimum praemium.
est, investigandis obscurissimis rebus pernecessaria. Deinde quo magis 75. Sed haec actio, id est, appetitio intelligendi ea quae veré sum-
magisque sentit anium, eo ipso quo proficit, quantum intersit inter puram meque sunt, summus aspectus est animae, quo perfectiorem, mel.iorem rec-
et contaminatam; eo magis timet, ne, deposito isto corpore, minus eam tioremque non habet. Sextus ergo erit iste gradus actionis: aliud est enim
possit Deus quam seipsa ferré pollutam. Nihil autem difficilius quam et mundari oculum ipsum animae, ne frustra et temeré aspiciat, et prave
metuere mortem, et a.b illecebris huius mundi, sicut pericula ipsa postu- videat; aliud ipsum custodire atque firmare sanitatem; aliud iam sere-
lant, temperare. rium atque rectum aspectum in id quod videndum est, dirigere. Quod qui
Tanta est tamen anima, ut etiam hoc possit adiuvante sane iustitia prius volunt faceré quam mundati et sanati fuerint, ita illa luce reverbe-
gummi et veri Dei, qua haec universitas sustentatur et regitur; qua etiam rantur veritatis, ut non solum nihil boni, sed etiam mali plurimum in ea
factum est, ut non modo sint omnia, sed ita sint, ut omnino melius esse putent esse, atque ab ea nomen veritatis abiudicent, et cum quadam libí-
dine et voluptate miserabili in suas tenebras, quas eorum morbus pati
S.As. 3 17
514 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 33, 76 515
33,76 1)1) LA CUANTIDAD DEL ALMA
les permite. Por lo que dice el profeta por inspiración divina obstante, aun estas mismas cosas fueron creadas por Dios au-
y muy rectamente: «Crea en mí, ¡oh Dios!, un corazón puro y tor, y, en comparación de aquéllas, son nada; pero considera-
renueva en mis entrañas el espíritu de rectitud.» Creo que espí- das en sí mismas son hermosas y admirables. Entonces com-
ritu recto es por el que se hace que el alma no pueda desviarse prenderemos cuan verdaderas son las cosas que se nos ha man-
y errar en la búsqueda de la verdad. El cual no se renueva, dado creer, cuan óptima y saludablemente fuimos alimentados
ciertamente, en ella si antes no tuviere el corazón puro, es decir, dentro de la Iglesia, nuestra madre,, y cuál es la utilidad de
si antes el mismo pensamiento no se apartare y limpiare de aquella leche que el apóstol Pablo dice haber dado, como be-
toda pasión y del fango de las cosas caducas. bida, a los pequeños. Recibir este alimento cuando uno se ali-
76. Séptimo grado.—Ciertamente, en la misma visión y menta aún de la madre es útilísimo; vergonzoso, cuando ya se
contemplación de la verdad, que constituye el séptimo y último es grande; despreciarlo cuando se tiene necesidad es lamen-
grado del alma (no es ya grado, sino cierta mansión adonde se table; criticarlo en ocasiones u odiarlo es criminal e impío;
llega a través de los grados), ¿cómo diré yo qué alegrías, qué pero administrarlo y distribuirlo convenientemente es muy lau-
goce del supremo y verdadero bien, qué inspiración de su sere- dable y caritativo.
nidad y eternidad habrá? Grandes e incomparables almas ha- Veremos también tantos cambios y vicisitudes de esta na-
blaron de estas cosas, cuanto creyeron conveniente, y creemos turaleza corpórea mientras obedece a las divinas leyes que aun
que también las vieron y las ven. la resurrección de la carne, la cual unos creen remisamente
Claramente me atrevo a decirte ahora esto. Nosotros, si ob- y otros no creen en absoluto, la tenemos tan cierta que no es
servamos constantemente el camino que Dios nos manda y que más cierto para nosotros que el sol ha de volver a nacer una
tomamos para seguirle, hemos de llegar por la Virtud y Sabi- vez puesto. Por lo que hace a aquellos que se ríen del hombre
duría de Dios, o a aquella suprema causa, o al supremo autor, asunto por el Hijo poderosísimo, eterno, inconmutable de Dios,
o al supremo principio de todas las cosas, o llámese como se para ejemplo y como primicias de nuestra salvación; del mismo,
quiera con más propiedad a cosa tan grande. Visto esto, com- nacido de virgen, y de los demás milagros de esta historia, los
prenderemos verdaderamente cómo todo debajo del sol es «vani- despreciamos, como a aquellos niños que, viendo a un pintor
dad de vanidades». Pues vanidad es el engaño y vanidades son que pinta en las tablas que tiene delante, creen que no puede
los. engañados y los que engañan, o unos y otros. pintar un hombre si el que pinta no mirare otra pintura.
Con todo, es permitido conocer la gran diferencia que hay Es tan grande el placer contemplando la verdad, sea cual-
entre estas cosas y las que verdaderamente son, y cómo, n a quiera el aspecto bajo el cual la puede contemplar u n o ; es
potest, medioinae maledicentes refugiant. Unde divino afflatu, et prorsus distet; et quemadmodum tamen etiam ista omnia Deo auctore creata sint,
ordinatissime illud a Propheta dicitur: «Cor mundum crea in me, Deus, et in illorum comparatione milla sint; per se autem considerata, mira
et spiritum rectum innova in visceribus meis» '. Spiritus enim rectus est, atque pulchra. Tune agnoscemus quam vera nobis credenda imperata sint,
credo, quo fit ut anima in veritate quaerenda deviare atque errare non quamque optime ac saluberrime apud matrem Ecclesiam nutriti fuerimus.
possit. Qui profecto in ea non instauratur, nisj prius cor mundum fuerit, quaeve sit utilitas lactis illius quod apostolus Paulus parvulis se potum
hoc est, nisi prius ipsa cogitatio ab omni cupiditate ac faece rerum morta- dedisse praedicavit3: quod alimentum accipere cum quis matre nutritur,
Hum sese cohibuerit et eliquaverit. utilissimum est; cum iam grandis est, pudendum; respuere cum opus
76. Iamvero in ipsa visione atque contemplatione veritatis, qui septi- est, miserandum; reprehenderé aliquando aut odisse, sceleris et impieta-
mus atque ultimus animae gradus est; ñeque iam gradus, sed quaedam tis: tractare autem ac dispensare commode, laudis et charitatis plenissí-
mansio, quo illis gradibus pervenitur; quae sint gaudia, quae perfructio mum est.
summi et veri boni cuius serenitatis atque aeternitatis afflatus, quid ego- Videbimus etiam naturae huius corporeae tantas commutationes et vi-
dicam? Dixerunt haec quantum dicenda esse iudicaverunt, magnae quae- cissitudines, dum divinis legibus servit, ut etiam ipsam resurrectionem
dam et incomparabiles animae, quas etiam vidisse ac videre ista credimus. carnis, quae partim tardius, partim omnino non creditur, ita certam te-
Illud plañe ego nunc audeo tibi dicere. Nos si cursum quem nobis neamus, ut certius nobis non sit, solem, cum occiderit, oriturum. Iamvero
Deus imperat, et quem tenendum suscepimus, constantissime tenuerimus, eos qui ad exemplum salutis nostrae ac primitias, a Filio Dei potentissimo,
perventuros per Virtutem Dei atque Sapientiam ad summam illam cau- aetemo, incommutabili susceptum hominem, eumdemque natum esse de
sam, vel summam auctorem, vel summum principium rerum omnium, vel virgine, caeteraque huius historiae miracula irrident, sic contemnemus,
si quo alio modo res tanta congruentius appellari potest: quo 2intellecto, tanquam eos pueros, qui cum pictorem propositis tabulis, quas intueatur,
veré videbimus quam sint omnia sub solé vanitas vanitantium . Vanitas pingentem viderint, non putent posse hominem pingi, nisi aliam picturam,
enim est fallada, vanitantes autem vel falsi, vel fallentes, vel utrique in- qui pingit, aspexerit.
telliguntur. Tanta autem in contemplanda veritate voluptas est, quantacumque ex
Licet tamen dignoscere quantum inter haec, et ea quae veré sunt, parte eam quisque contemplan potest, tanta puritas, tanta sinceritas, tam
1
Ps. 50,12.
2 3
EccI. 1,2. En las Retrae!. 1.1 c.7 n.3, da la razón del empleo de esta palabra» 1 Cor. 3,2.
516 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA ¿4, 7 7 11.7» III, LA CUANTIDAD DEL ALMA 517
t a n t a l a p u r e z a , la s i n c e r i d a d , la fe i n m u t a b l e d e l a s cosas, q u e li/iy u l g o m á s i n c r e í b l e , p o d e m o s , sin e m b a r g o , n o s o t r o s , n o m -
n a d i e c r e e r á h a b e r s a b i d o a l g o en o t r o t i e m p o , c u a n d o le p a - i n e s , afirma I lo m á s c o n v e n i e n t e y a p t a m e n t e de E l .
recía t e n e r ciencia. Y p a r a q u e n o sea p r o h i b i d o al a l m a t o d a Este <\s, p u e s , el solo D i o s q u e h a de a d o r a r el a l m a , sin
u n i r s e a t o d a la v e r d a d , d e s e a r a , c o m o s u p r e m o beneficio, l a q u i t a r n a d a ni c o n f u n d i r n a d a . L o q u e el a l m a a d o r a c o m o
m u e r t e , q u e a n t e s t e m í a , es decir, la fuga y la e v a s i ó n c o m p l e t a Dios, es n e c e s a r i o q u e crea q u e es m e j o r q u e e l l a m i s m a . N i
de este c u e r p o . la t i e r r a , n i el m a r , n i las e s t r e l l a s , n i la l u n a , n i el sol, n i
n a d a , en a b s o l u t o , de lo que p u e d e t o c a r s e o verse con los ojos,
ni, p o r ú l t i m o , el m i s m o cielo, que n o p u e d e ser visto p o r
CAPITULO XXXIV nosotros, h e m o s de c r e e r que sea m e j o r q u e la n a t u r a l e z a del
a l m a . E s m á s , la r a z ó n nos c o n v e n c e con certeza de que t o d a s
SÓLO D i o s ES MEJOR QUE E L ALMA, Y P O R E S T O S Ó L O E L DEBE:
estas cosas son m u c h o m á s i n f e r i o r e s q u e c u a l q u i e r a l m a , si
SER ADORADO
es q u e a h o r a los v e r d a d e r o s a m a d o r e s se a t r e v e n firme y cui-
7 7 . A c a b a s de oír c u á n t a fuerza y p o d e r tiene el a l m a . d a d o s a m e n t e a s e g u i r l a , c u a n d o c o n d u c e p o r c a m i n o s desusa-
R e s u m i é n d o l o b r e v e m e n t e : del m i s m o m o d o q u e h a y q u e con- dos y, p o r t a n t o , difíciles.
fesar q u e el a l m a h u m a n a n o es lo q u e es D i o s , así h e m o s d e 7 8 . Si h a y a l g u n a o t r a cosa en la n a t u r a l e z a , fuera de
p r e s u m i r q u e n a d a de lo c r e a d o está m á s cerca de D i o s . lo q u e c o n o c e m o s p o r los s e n t i d o s y q u e o c u p a n , p o r t a n t o ,
P o r esto m i s m o se e n s e ñ a p o r i n s p i r a c i ó n d i v i n a , y s i n g u - a l g o de e s p a c i o , a las c u a l e s cosas d i j i m o s q u e e r a s u p e r i o r
l a r m e n t e en la I g l e s i a c a t ó l i c a , « q u e el a l m a n o h a de a d o r a r el a l m a ; si a l g u n a o t r a cosa, p u e s , h a y de l a s q u e D i o s h a
a n i n g u n a c r e a t u r a » ( e m p l e o de b u e n g r a d o l a s m i s m a s p a l a -
c r e a d o , será en p a r t e p e o r , en p a r t e i g u a l : p e o r , c o m o lo es
b r a s con q u e a mívrne e n s e ñ a r o n estas c o s a s ) , s i n o s o l a m e n t e a l
el a l m a del b r u t o ; i g u a l , c o m o son l o s á n g e l e s ; p e r o n a d a
C r e a d o r de t o d a s l a s cosas q u e e x i s t e n : de q u i e n , p o r q u i e n y
existe m e j o r . Y si a l g u n a vez es a l g u n o de éstos m e j o r , esto
en q u i e n existen t o d a s e l l a s , es decir, el p r i n c i p i o i n c o n m u t a b l e ,
la s a b i d u r í a inconmutable, ¡a caridad i n c o n m u t a b l e , u n s o l o o b e d e c e al p e c a d o , n o a su n a t u r a l e z a . Sin e m b a r g o , con el
D i o s v e r d a d e r o y p e r f e c t o , q u e s i e m p r e existió, s i e m p r e e x i s t i r á , p e c a d o n o l l e g a a h a c e r s e h a s t a tal p u n t o p e o r q u e h a y a de
n u n c a existió de o t r a m a n e r a , n u n c a existirá de o t r o m o d o ; serle p r e f e r i d a o c o m p a r a d a el a l m a del b r u t o . A l solo D i o s ,
nada hay más oculto, nada más presente que é l ; difícilmente p o r t a n t o , h a de a d o r a r , q u e es su ú n i c o a u t o r . M a s c u a l q u i e r
se h a l l a d o n d e está y m á s d i f í c i l m e n t e d o n d e n o e s t á ; con el otro h o m b r e , a u n q u e sea s a p i e n t í s i m o y perfectísimo o, en
q u e n o t o d o s p u e d e n ser y sin el q u e n a d i e p u e d e existir. Y s i a b s o l u t o , c u a l q u i e r a l m a en p o s e s i ó n de la r a z ó n y felicísima,
ha de ser s o l a m e n t e a m a d a e i m i t a d a y d á r s e l e lo q u e le con-
indubitanda rerum fides, ut ñeque quidquam praeterea scisse se aliquan-
do aliquis putet, cum sibi scire videbatur; et quo minus ímpediatur ani- potest: et si quid de iliO incredibilius, convenientius tamen atque aptius
ma toti tota inhaerere veritati, mors quae antea metuebatur, id est ab- homines dicere valemus.
hoc corpore omnímoda fuga et elapsio, pro summo muñere desideretur. Hic ergo solus Deus animae colendus est, ñeque discrete, ñeque con-
fuse. Quidquid enim anima colit ut Deum, necesse est ut melius esse,
quam seipsam, putet. Animae autem natura nec térra, nec maria, nec si-
CAPUT XXXIV
dera, nec luna, nec sol, nec quidquam omnino quod tangi, aut his oculis
ANIMA SOLUS DEUS MELIOR, ADEOQUE SOLUS EI COLENDUS EST videri potest, non denique ipsum quod videri a nobis non potest, caelum
melius esse credendum est. Imo haec omnia longe deteriora esse, quam
77. Audisti quanta vis sit animae ac potentia: quod ut breviter colli- est quaelibet anima, ratio certa convincit; si modo eam veri amatores
gam, quemadmodum fatendum est, animam humanam non esse quod Deus ducentem per insólita quaedam, et ob hoc ardua, constantissime atque
est; ita praesumendum, nihil ínter omnia quae creavit, Deo esse propin- observantissime sequi audeant.
quius. 78. Si quid vero aliud est in rerum natura praeter ista quae sensibus
Ideoque divine ac singulariter in Ecclesia catholica traditur, «nullam nota sunt, et prorsus quae aliquod spatium loci obtinent, quibus ómnibus
creaturam colendam esse animae» (libentius enim loquor his verbis quibus praestantiorem animam humanam esse diximus: si quid ergo aliud est
mihi haee insinuata sunt), sed ipsum tantummodo rerum, quae sunt, om- eorum quae Deus creavit, quiddam est deterius, quiddam par: deterius, ut
nium Creatorem, ex quo omnia, per quem omnia, in quo omnia; id est anima pecoris; par, ut angeli: melius autem, nihil. Et si quando est aliquid
incommutabile principium, incommutabüem sapientiam, incommutabilem horum melius, hoc peccato eius fit, non natura. Quo tamen non usque adeo
caritatem, unum Deum verum atque perfectum, qui nunquam non fuerit, fit deterior, ut ei pecoris anima praeferenda, aut conferenda sit. Deus
nunquam non erit, nunquam aliter fuerit, nunquam aliter erit; quo nihil igitur solus ei colendus eí t, qui solus eius est auctor. Homo autem quilibet
sit secretius, nihil praesentius; qui difficile invenitur ubi sit, difficilius alius, quanquam sapient<ssimus et perfectissimus, vel prorsus quaelibet
ubi non sit; cum quo esse non omnes possunt, et sine quo esse nenio. anima rationis compos atque beatissima, amanda tantummodo et imitanda
518 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 34,78 .15, 79 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 519
viene, s e g ú n el m é r i t o y la c l a s e ; p o r q u e «al S e ñ o r , tu D i o s ,
m á m e n t e , l o d o en p a r t i c u l a r ; p u e s c a d a u n o de t o d o s a q u e l l o s
a d o r a r á s y a él solo s e r v i r á s » .
g r a d o s , a los c u a l e s sería m e j o r l l a m a r a c t o s , tiene h e r m o s u r a
S e p a m o s q u e en c u a n t o se p u e d e y está m a n d a d o , debe-
distinta y p r o p i a .
m o s a y u d a r a l a s a l m a s d e n u e s t r o s s e m e j a n t e s q u e se h a l l a n
en el e r r o r y en la aflicción; de t a l f o r m a q u e , c u a n d o se
p r a c t i c a b i e n esto m i s m o , c r e a m o s que Dios o b r a p o r m e d i o
de n o s o t r o s .
CAPITULO XXXV
N i r e c l a m e m o s a l g o c o m o p r o p i o , e n g a ñ a d o s p o r el deseo L O S ACTOS DEL ALMA S E DENOMINAN DE DISTINTO MODO, SEGÚN
de v a n a g l o r i a ; p o r este solo vicio c a e r e m o s desde lo m á s a l t o LOS S I E T E GRADOS MENCIONADOS
h a s t a lo m á s p r o f u n d o . N o o d i e m o s a los d o m i n a d o s p o r l o s
vicios, sino los vicios m i s m o s ; n i a l o s q u e p e c a n , sino sus pe- 7 9 . B u s c a m o s , en efecto, l a p o t e n c i a del a l m a , y p u e d e
c a d o s . D e b e m o s q u e r e r p r e s t a r a y u d a a t o d o s , h a s t a a los q u e s u c e d e r q u e r e a l i c e t o d o s estos actos s i m u l t á n e a m e n t e , a u n q u e
nos han hecho mal o quieren ellos mismos dañarnos o que p a r e z c a q u e h a c e a q u e l l o solo, q u e o b r a con dificultad o, cier-
otros nos dañen. t a m e n t e , con t e m o r ; p u e s h a c e esto p o n i e n d o m u c h a m á s aten-
E s t a es la v e r d a d e r a , la perfecta, la sola r e l i g i ó n , p o r l a ción en e l l o q u e en lo r e s t a n t e . Así q u e , g r a d u a l m e n t e , y e n d o
q u e c o r r e s p o n d e a la g r a n d e z a del a l m a , de la c u a l t r a t a m o s , h a c i a a r r i b a , el p r i m e r g r a d o , p o r r a z o n e s p e d a g ó g i c a s , se
r e c o n c i l i a r s e con D i o s y p o r la q u e se h a c e d i g n a de la liber- l l a m a a n i m a c i ó n ; el s e g u n d o , s e n s a c i ó n ; el t e r c e r o , a r t e ; el
t a d ; p u e s E l , a q u i e n es a t o d o s ú t i l í s i m o s e r v i r y el a g r a d a r l e c u a r t o , v i r t u d ; el q u i n t o , t r a n q u i l i d a d ; el sexto, i n g r e s o ; el
s i r v i é n d o l e c o n s t i t u y e la perfecta y ú n i c a l i b e r t a d , n o s l i b r a séptimo, contemplación.
de t o d o s los m a l e s . P u e d e n ser d e n o m i n a d o s t a m b i é n de este m o d o : [ a c c i ó n ]
P e r o veo q u e casi h e t r a s p a s a d o los límites de m i p r o p ó - s o b r e el c u e r p o ( a n i m a c i ó n ) ; p o r m e d i o del c u e r p o (sensa-
sito y, sin h a c e r t e n i n g u n a p r e g u n t a , h e h a b l a d o p o r t a n t o c i ó n ) ; a c e r c a del c u e r p o (arte) ; p a r a sí m i s m a ( v i r t u d ) ; en
t i e m p o d e m u c h a s c o s a s ; n o m e a r r e p i e n t o de e l l o . P u e s sí m i s m a ( t r a n q u i l i d a d ) ; h a c i a D i o s (ingreso) ; d e l a n t e de
e s t a n d o estas cosas d i s e m i n a d a s p o r t a n n u m e r o s o s l i b r o s de Dios (contemplación).
la Iglesia, a u n q u e n o s p a r e c e c o n v e n i e n t e h a b e r l a s r e u n i d o , T a m b i é n se p u e d e a s í : H e r m o s a m e n t e de o t r o ; h e r m o s a -
n o p u e d e n , sin e m b a r g o , ser p e r f e c t a m e n t e e n t e n d i d a s si c a d a mente por o t r o ; hermosamente acerca de o t r o ; hermosamente
u n o , t r a b a j a n d o f u e r t e m e n t e en el c u a r t o g r a d o de estos siete h a c i a lo h e r m o s o ; h e r m o s a m e n t e en lo h e r m o s o ; h e r m o s a -
y c o n s e r v a n d o la p i e d a d y a d q u i r i e n d o s a l u d y fuerza p a r a m e n t e h a c i a l a h e r m o s u r a ; h e r m o s a m e n t e d e l a n t e de la her-
p e r f e c c i o n a r estas cosas, n o i n d a g a t o d o d i l i g e n t e y sagacísi- mosura.
Si te p a r e c e q u e h a y q u e a c l a r a r a l g o a c e r c a de esto, m e
est, eique, pro mérito atque ordine, quod ei congruit deferendum. Nam, lo p r e g u n t a s d e s p u é s . P r e c i s a m e n t e q u i s e a h o r a d e s i g n a r es-
«Dominum Deum tuum adorarás, et illi soli servies» l.
Errantibus vero cognatis animis et laborantibus, quantum licet atque singillatim, diligentissime ac sagacissime: namque illis ómnibus gradibus
praecepíum est, opem íerendam esse sciamus, ita ut hoc ipsum cum bene inest distincta et propria pulchritudo, quos actus melius appellamus.
agitur, Deum per nos agere intelligamus.
Ñeque quidquam nobis proprium vindicemus inanis gloriae cupiditate
decepti, quo uno malo a summo in ima demergiinur. Ñeque vitiis oppres- CAPUT XXXV
sos, sed ipsa vitia; ñeque peccantes, sed ipsa peccata oderimus. Ómnibus
enim subventum velie debemus, etiam qui nos íaeserunt, aut laedere, aut ACTUS ANIMAE IUXTA SEPTEM PRAEFATOS GRADIJS VARÍE APPELLANTUR
omnino laedi volunt.
79, Quaerimus quippe de animae potentia, et fieri potest ut haec
Haec est vera, haec perfecta, haec sola religio, per quam Deo recon- omnia simul agat, sed id solum sibi agere videatur quod agit cum difi-
cilian pertinet ad animae, de qua quaerimus, magnitudinem, qua se libér- cúltate, aut certe cum timore. Agit enim hoc multo quam caetera atten-
tate dignam facit: nam ille ab ómnibus liberat, cui serviré ómnibus uti- tior. Ascendentibus igitnr sursum versus, primus actus, docendi causa,
lissimum est, et in cuius servitio placeré perfecta et sola libertas est. dicatur animatio; secundus, sensus; tertius, ars; quartus, virtus; quintus,
Sed vide me pene excessisse metas propositi mei, ac sine ulla in- tranquillitas; sextus, ingressio; septimus, contemplatio.
terrogatione tamdiu tibi multa dixisse: ñeque id me poenitet. Nam cum
Possunt et hoc modo appellari: de corpore; per corpus; circa Corpus;
sint ista per tam multas Ecclesiae scripturas dispersa, quanquam ea non
ad seipsam; in seipsa; ad Deum; apud Deum.
incommode collegisse videamur, plene tamen intelligi nequeunt; nisi quis-
Possunt et sic: pulchre de alio; pulehre per aliud: pulchre circa aliud;
que in illorum septem quarto gradu fortiter agens, pietatemque custo-
pulchre ad pulchrum; pulchre in pulchro; pulchre ad pulchritudinem';
diens, et ad ea percipienda sanitatem ac robur comparans, inquirat omnia
pulchre apud pulchritudinem.
1
Deut. 6,13; Mt. 4,10. De quibus ómnibus post requires, si quid videbitur aperiendum; nunc
ideo volui toties ista signare vocabulis, ne te moveat cum alii alus nomi-
520 .40, 81 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 521
DE LY (UArsTIDAD DEL ALMA 36,80
tas acciones con tantas denominaciones para que no te ex- (juier cosa que maquine con él perturbe alguna parte del orden
trañe cuando otros las llamen por otros nombres, o también y ley divinos, pues le ha sido dado por el sapientísimo y po-
cuando se dividen de otra manera y por esto desapruebes derosísimo Señor de toda creatura.
estas o aquellas expresiones. Las mismas cosas, en efecto, pue- Mas es de pocos ver estas cosas como deben ser vistas;
den rectísima y sutilísimamente ser llamadas y divididas de ni nadie se hace capaz de verlo si no es por la verdadera reli-
innumerables modos, y cada uno usa, en tanta abundancia de gión. La verdadera religión, en efecto, es por la que el alma
expresiones, de la que cree usar más convenientemente. se une, por reconciliación, al mismo Dios, del cual como que
se había arrancado por el pecado. Se une, pues, el alma en
aquel tercer acto y comienza a guiarla; en el cuarto la puri-
CAPÍTULO XXXVI fica, en el quinto la reforma, en el sexto la introduce, en el
séptimo la alimenta. Y esto a unas sucede más pronto, a otras
SE TRATAN LAS RESTANTES CUESTIONES ACERCA DEL ALMA.— tnás tarde, según el amor y los méritos que tiene cada una.
CUÁL ES LA VERDADERA RELIGIÓN Todo lo hace Dios, sin embargo, justísima, moderada y her-
mosísimamente, sea cualquiera el modo como se porten las al-
80. Por consiguiente, Dios sumo y verdadero, por medio mas sobre las cuales obra.
de una ley inviolable e inalterable, con la cual gobierna todo También es, en efecto, obscurísima la cuestión de la uti-
lo que ha creado, somete el cuerpo al alma, el alma a El y, lidad que reportan las consagraciones de los niños pequeños;
de este modo, todo a sí mismo: ni la abandona en acto al- hemos de creer, sin embargo, que algo les aprovecha. La
guno, ora se trate de castigo, ora de premio. Creyó, pues, que razón lo dirá cuando sea conveniente tratar de ello. Aunque
lo más hermoso era que lo que existe existiese como existe, y ya hace mucho rato que vengo proponiéndote otras muchas
que de tal forma se ordenase por grados la naturaleza, que, a cuestiones, más para averiguarlas algún día que para cono-
los que considerasen el conjunto, ninguna deformidad les ofen- cerlas. Hacerlo será muy útil, siempre que las busquemos con
diese por parte alguna y que todo castigo y todo premio del la piedad por guía.
alma añadiese siempre algo, por su proporción justa, a la 81. Siendo esto así, ¿quién es el que justamente se in-
hermosura y disposición de todas las cosas. digna porque el alma ha sido dada al cuerpo para informarlo
Se le ha dado, ciertamente, al alma el libre albedrío, y los y gobernarlo, cuando el orden de las cosas, tan excelente y
que con frivolas razones tratan de negarlo son hasta tal punto tan divino, no puede armonizarse mejor? ¿O piensa ha de
ciegos, que, en verdad, ni se dan cuenta de que todas estas averiguarse de qué naturaleza llegue a ser el alma en este
cosas vanas y sacrilegas las dicen por su propia voluntad. Pero cuerpo mortal y caduco, cuando con razón ha sido condenada
no se ha dado el libre albedrío al alma de tal forma que cual- a la muerte por el pecado y puede sobresalir aquí también
por la virtud; o cuál ha de ser después de abandonar este
nibus eadem vocant, aut aliter etiam partiuntur; et ob hoc aut i»ta aut
illa improbes. Innumerabilibus enim modis eaedem res et appellari, et di-
vidí possunt rectissime ac subtilissime; sed in tanta copia modorum utitur ullam partem divini ordinis legisque perturbet. Datum est enim a sapien-
quisque, quo se congruenter uti existima!. lissimo atque invictissimo totius creaturae Domino.
Sed ista ut videnda sunt videre, paucorum est; ñeque ad hoc quisquam
nisi vera religione fit idoneus. Est enim religio vera, qua se uni Deo ani-
CAPUT XXXVI ma, unde se peccato velut abruperat, reconciliatione religat. Innectit ergo
animam in illo actu tertio, atque incipit ducere; purgat in quarto; refor-
ATTINGUXTUR RELIQUAE DE ANIMA QUAESTION'ES.—QuAE SIT RELICIO VERA mat in quinto; introducit in sexto; pascit in séptimo. Atque hoc fit alias
citius, alias tardius, ut quaeque amore ae meritis valent: omnia tamen
80. Deus igitur sumraus et venís lege inviolabili et incorrupta, qua
Deus iustissime, moderatissime, pulcherrime facit, quoquo modo sese ha-
omne quod condidit regit, subiicit animae corpus, animam sibi, sic omnia
bere voluerint de quibus facit.
sibi: ñeque in ullo actu eam deserit, sive poena, sive praemio. Id enim
iudicavit esse pulcherrimum, ut esset quidquid est, quomodo est; et ita Iamvero etiam puerorum infantium consecrationes quantum prosint,
naturae gradibus ordinaretur, ut considerantes universitatem milla offen- obscurissima quaestio est, nonnihil tamen prodesse credendum est. Inve-
deret ex ulla parte deformitas; omnisque animae poena et omne praemium niet hoc ratio, cum quaeri oportuerit: quanquam et alia multa iamdiu
conferret semper aliquid proportione iustae pulchritudini dispositionique quaerends tibi potius aliquando, quam cognoscenda protulerim. Quod
rerum omnium. fiet utilissime, si duce pietate requirantur.
Datum est enim animae liberum arbitrium, quod qui nugatoriis ratio- 81. Quae cum ita sint, quis est qui iuste stomachetur, quod agendo
cinationibus labefactare conantur, usque adeo caeci sunt, ut ne ista ipsa atque administrando corpori anima data sit, cum tantus et tam divinus
quidem vana atque sacrilega propria volúntate se dicere intelligant. Nec rerum ordo connecti melius non possit; aut quaerendum putet, qualis in
tamen ita liberum arbitrium animae datum est, ut quodlibet eo moliens, hoc mortali et fragili corpore efficíatur, cum et in mortem propter pee-
522 DE LA CUANTIDAD DEL ALMA 36,81
NOTAS COMPLEMENTARIAS 523
c u e r p o , c u a n d o la p e n a de m u e r t e n e c e s a r i a m e n t e d e b a p e r m a - i|im lil ii| sit ¡u corpore, utrum de illo uno sit, qui primum creatum est
necer, p e r m a n e c i e n d o el p e c a d o , y D i o s m i s m o , es decir, la un similiier ita fiant singulis singuli, nec tune sciebam, nec adhuc
v e r d a d m i s m a , sea el p r e m i o c o r r e s p o n d i e n t e a l a v i r t u d y a .«•/o.» Brevemente: las de los primeros hombres fueron creadas por Dios
la p i e d a d ? dilectamente; de donde procedan las de los demás hombres no pudo
P o r t a n t o , si te a g r a d a , p o n g a m o s y a fin a t a n l a r g a con- jamás solucionarlo. (Epist. 164 n.20.)
versación y dediquémonos a c u m p l i r cuidadosa y religiosa- Al núm. 4. Cuantidad.—Para San Agustín, esta palabra tiene dos
m e n t e los p r e c e p t o s d e D i o s ; n o h a y , p u e s , o t r o m e d i o p a r a acepciones: una material, sinónima de extensión, y otra espiritual, equi-
valente a virtud, poder. La primera queda totalmente descartada del
h u i r de t a n t o s m a l e s . Y si h e d i c h o a l g o m á s o b s c u r a m e n t e alma a través de comparaciones y análisis sutiles de lo que es la ma-
de lo q u e tú q u i s i e r a s , p r o c u r a a r c h i v a r l o en la m e m o r i a y teria y otras cosas que sin ser espíritu son superiores a la materia;
p r e g u n t a r l o en o t r a ocasión m á s o p o r t u n a ; p u e s el M a e s t r o la segunda es la verdadera potencia del alma, y la demuestra a lo
de t o d o s , q u e está a l l á a r r i b a , n o a b a n d o n a r á a los q u e le largo de los restantes capítulos.
buscamos. Al núm. 34. Reminiscencia.—El pasaje es aparentemente reminis-
Ev.—Yo, en v e r d a d , de t a l m o d o estoy c o n m o v i d o con este centista, juntamente con otros que aparecen en la misma obra (n.50-
d i s c u r s o , q u e j u z g a r í a m o n s t r u o s o i n t e r r u m p i r l o ; y si a ti te 51); pero la interpretación que Agustín quiere que se le dé en sus
Retractaciones acaba con la influencia platónica, si es que existió ver-
p a r e c e b i e n p o n e r a q u í fin al d i s c u r s o y si a q u e l l a s t r e s cues-
daderamente. (Véase sobre este particular el De Trin. p.12.)
t i o n e s q u e q u e d a b a n h a s c r e í d o t o c a r l a s p o r el m o m e n t o t a n Al núm. 71. Se refiere a los maniqueos. La doctrina de éstos so-
b r e v e m e n t e , cedo a tu p a r e c e r , y en a d e l a n t e , p a r a i n v e s t i g a r bre los árboles se reduce a que eran parte de la esencia divina (De
tan g r a v e s cosas, n o sólo t e n d r é en c u e n t a p o r r a z ó n de t u s mor. Manch. 1.2 c.17 n.57); tenían inteligencia y alma sensitiva (ibid.,
o c u p a c i o n e s el t i e m p o , sino q u e t a m b i é n p r o c u r a r é h a l l a r m e n.55); oyen las palabras y las entienden, ven y hasta perciben nues-
mejor dispuesto yo mismo. tros pensamientos (ibid., n.57). Lo mismo dice de ellos en el De Gen.
ad litt. líber imper., c.5 n.24; De haeresibus 46; Conf. 1.3 c.10 n.18;
catum iure contrusa sit, et virtute hic etiam possit excellere; aut qualis Contra Faust., vi, 4. Más aún: atribuían sensación hasta a las piedras:
post corpus futura sit, cura et poena mortis necessario manere debeat «ñeque sensum dolendi et gemendi opinemur esse in arboribus et ole-
manente peccato, et virtuti pietatique sit Deus ipse, id est veritas ipsa, ribus et lapidibus et caeteris huiusmodi creaturis: hic enim error Ma-
praemium? nioheorum est» (Ex quor. pro. ex Épist. Ad Rom. n.53).
Quare si iam placet, tam longum sermonem termiiiemus aliquando, et
implendis Dei praeceptis vigilantissime et religiosissime operam demus: non
est enim alia fuga de tantis malis. Si quid autem obscurius a me dictum
est quam velles, facito ut memoriae mandatum alias opportunius requi-
ras. Ñeque enim deerit nobis quaerentibus se, qui desuper est Magister
omnium.
Ev.—Ego vero et hac oratione ita sum affectus, ut eam interpel-
lare nefas putaverim: et si tibi modus sermonis hic placet, tresque
illae quaestiones quae remanebant, tam breviter perstringendae in praesen-
tia visae sunt; cedam iudicio tuo, ac deinceps tam magnis rebus investi-
gandis, non modo tempus propter tuas occupationes, sed etiam meipsum
opportuniorem observabo.
NOTAS COMPLEMENTAR/AS
Al núm. 1. La máxima griega a que hace referencia Evodio la
atribuyen a Sócrates: <S Oirép fiuas TÍ írpós riiaas.
Al núm. 2. Creación del alma.—Siempre que Agustín trate de la
creación del alma, es necesario distinguir dos aspectos: la creación
del alma del primer hombre y la de los demás mortales. Al afirmar
tan categóricamente aquí que Dios crea el alma, hablando como habla
sin distinciones, concluiríamos que todas las almas, han salido de las
manos de Dios; pero no es ésta la intención del Santo. En sus Re-
tractaciones (1.1 e l n.3) dice: «Nam quod attinet ad eius originem,
D E L M A E S T R O
VERSIÓN, INTRODUCCIÓN Y NOTAS DEL
P. MANUEL MARTÍNEZ, O. S. A.
INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» 527
la memoria aparece como una facultad sensible que recoge y en el momento de unirla al cuerpo, depositó en su inteligen-
conserva las impresiones de fuera; en El Maestro, sin perder cia las ideas o primeros principios, de donde más tarde, a
este carácter, es sobre todo el tesoro de las inmutables verda- la edad del raciocinio, nosotros sacamos nuestras ciencias. Así
des que el mundo sensible, mudable y perecedero, no puede piensan, entre los modernos Descartes (1596-1650) y Leib-
suministrar, y que la iluminación de Cristo deposita en el fondo niz (1646-1716). Los antiguos, ignorando la creación, no soña-
de toda alma racional; de suerte que para San Agustín, como ron con esta teoría. San Agustín pudo admitirla, porque no se
para Platón, pero en otro sentido, toda ciencia es una reminis- oponía ni a su fe ni a sus principios filosóficos; pero no es
cencia 7. seguro que lo haya hecho. Los dos textos de los Sililoquios ™,
1. Debemos indicar, finalmente, el papel del maestro. San- escrito en 387, y de La cantidad del alma " , escrito en 388, ale-
to Tomás, en sus cuestiones disputadas De veritate °, trata el gados en este sentido, por su laconismo, están muy lejos de en-
problema de nuestro diálogo con este título: «¿El hombre puede gendrar esa convicción.
enseñar a otro y llamarse maestro, o sólo Dios lo puede?» El En todo caso, a partir de El Maestro aparece una terce-
Aquinatense está visiblemente inspirado por El Maestro de San ra forma, a la cual San Agustín desde ahora permanece fiel,
Agustín, al menos en las objeciones. Con su claridad habitual, y según la cual, en sus Retractaciones, él explica los textos alu-
Santo Tomás precisa el sentido de la tesis agustiniana, y se didos poco ha I2. El objeto del recuerdo, más bien que lo pasa-
puede ver que, esencialmente, los dos grandes doctores están do, son las verdades eternas fuera del tiempo. Hay una memo-
de acuerdo. ria del presente, como lo explica en una carta a su amigo
12. Queremos ahora exponer ampliamente algunos puntos Nebridio 13, escrita al principio de 389, hacia el mismo tiempo
de doctrina que nos ayudarán a entender mejor esta hermosa que El Maestro. El alma en su esencia lleva como prefiguradas
y origina] obra de San Agustín. estas verdades eternas, y cuando las conoce, con la ayuda de
13. Teoría de la reminiscencia.—Para explicar los prime- Dios, se da cuenta de lo que ya sabía virtualmente, y, en este
ros principios, fundamentos de la ciencia (lo que San Agustín sentido, ella se recuerda. San Agustín conserva, por tanto, la
llamaba las verdades eternas), varios filósofos admiten que el palabra reminiscencia, vaciándola de su significación platónica
alma los posee desde su unión al cuerpo y que los conserva para introducir una doctrina que le es propia, la de la ilumi-
inconscientemente, en una especie de memoria, hasta el aviso nación.
o advertencia de la razón; de este modo, no los recibe ni de la 14. Teoría de la iluminación.—La adquisición de la sa-
experiencia ni de la enseñanza, los recuerda. Tal es la teoría biduría debe explicarse, según San Agustín, por la iluminación
de la reminiscencia, que se presenta en la historia bajo tres de la verdad divina, es decir, por una influencia creadora más
formas principales. rica, que hace participar a nuestra alma no sólo de las perfec-
La primera reconoce por autor a Platón (429-348 a. J. C ) , ciones temporales y espaciales( ser substancial, vida vegetativa,
y la siguen sus discípulos neoplatónicos, particularmente Plo- conocimiento animal), que están aún sometidas a mudanza,
tino (205-270 d. J. C.) y Porfirio (232-305). El alma, supuesta sino también de la inmutable perfección de la misma verdad.
preexistente, adquirió las ciencias en su vida anterior; encerra- El proceso dialéctico más familiar al Santo es subir a Dios
da después en un cuerpo en castigo de alguna falta, olvidó como luz de los espíritus creados, reflejada en las verdades
todo por su unión a la materia; así el estudio de las ciencias eternas. La filosofía agustiniana es un canto a la luz de la Ver-
en esta vida es, en sentido propio, un recuerdo. dad increada, subsistente por sí. Todas las luces creadas deben
San Agustín, versado en las obras de Plotino y Porfirio, encenderse en su fuente primordial, necesitan de ella para bri-
conocía esta teoría desde el principio de su vida católica, aun- llar. La razón humana, como luz, tiene la misma condición; no
que parece no haberla admitido nunca. Ella estaba contradi- es por sí misma luz, y necesita ser alumbrada por la primera
cha por la Sagrada Escritura, sea por el Génesis (2, 7 ) , con- Verdad, para poder llegar a la sabiduría y a la justicia.
tando la creación del alma del primer hombre, sea por San Desde 387, en los Soliloquios ", San Agustín había llama-
Pablo ", enseñando que antes de nacer nadie ha hecho obras, do a Dios el sol de los espíritus, teniendo como papel el hacer
ni buenas ni malas; por otra parte, sabemos que en los días de comprender los objetos inteligibles; pero daba esta idea como
su conversión él leía a San Pablo, con preferencia a los libros una probabilidad; en El Maestro la enseña por primera vez
platónicos. como cierta; hacia este mismo tiempo, la expone también en
La segunda forma es el innatismo. Dios, al crear el alma 10
L.2 c.19 n . 3 5 .
11
C.20 n.34.
12
1
El Maestro e l n.l. L . l c.4 n . 4 , y c.8 n . 2 .
13
8
Q.ll a.l. 7.1 y 2.
14
9
Rom. 9-11. L . l c.8 n . 1 5 .
530 INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO»
INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» 531
una carta a Nebridio (cta. 1 3 ) ; después frecuentemente vuelvo
sobre esta materia. El P . Portalié ls indica los principales tex- mutable verdad. No obstante, podemos citar dos interpretacio-
tos referentes a este asunto. nes no fallas de valor.
En esta teoría hay que distinguir dos aspectos: el hecho y Santo Tomás, buscando la verdad más que el pensamien-
el modo de la iluminación. Sobre el primero no hay discusión to histórico de los autores, muestra la concordancia de la
alguna; sobre el segundo, todas son discusiones. Entre las in- doctrina agustiniana con sus propias teorías de la abstrac-
terpretaciones propuestas, es necesario desechar la panteísta, ción y de la noción divina: Dios, en efecto, es la luz del alma,
que nos supone lodo pasivos, como si Dios sólo obrase en como fuente de la cual participa nuestra inteligencia, y en
nosotros por la iluminación; San Agustín precisa frecuente- particular nuestro entendimiento agente, cuya función es ilu-
mente que tenemos una inteligencia distinta de Dios. También minar el objeto sensible (contenido en el fantasma) para ha-
hay que rechazar la interpretación ontologista, que explica los cerle inteligible en acto. Los tomistas y muchos escolásticos
caracteres de necesidad, inmutabilidad y eternidad de nuestras proponen esta exégesis. Boyer 2° la expone y defiende muy bien;
ciencias, dando por objeto inmediato a nuestra inteligencia las añadiendo que esta acción divina es, para los tomistas, como
para San Agustín, continua y renovada para cada acto de
ideas divinas que tienen precisamente esas cualidades, y en
sabiduría, pues que Dios es al mismo tiempo causa creadora,
las cuales conocemos todas las cosas. El ontologismo supone
conservadora y motriz de nuestra inteligencia.
que vemos todas las cosas en Dios.
San Agustín, cuyo método intuitivo parece ignorar la dis- El P . Portalié z l juzga esta teoría insuficiente, y enliende
tinción entre Dios y su imagen creada, emplea más de una que, según San Agustín, el papel atribuido por Santo Tomás
vez expresiones que insinúan, en efecto, la visión en Dios 16. al entendimiento agente es desempeñado por el mismo Dios:
Pero otros textos agustinianos muy explícitos son incom- El, el Maestro, habla al alma, en el sentido de que imprime
la representación de las verdades eternas que es la causa de
patibles con el ontologismo. Malebranche se aparta ciertamente
nuestro conocimiento. Las ideas no son innatas, como en los
de San Agustín al decir que vemos en Dios toda verdad, aun
ángeles; son sucesivamente producidas en el alma, que las
tocante a las cosas sensibles. El santo Doctor niega a nuestra
conoce en sí misma.
inteligencia, en el orden natural, el poder ver a Dios directa-
Sin embargo, varios historiadores, entre otros Gilson '\
mente; no le concede ese poder más que en raras ocasiones
advierten que la teoría de la abstracción supuesta por el en-
de la vida mística, por ejemplo, para explicar los éxtasis de tendimiento agente es totalmente extraña a San Agustín, de tal
Moisés y de San P a b l o 1 7 ; mientras que la iluminación es un modo que él parece algunas veces excluirla; así en el De
beneficio común, recibido por todo espíritu tan pronto como Ub. arb.23 muestra que los nombres inteligibles no vienen de
alcanza la verdad. En fin, en el Contra Faust. ", San Agustín los sentidos corporales. Reducir la iluminación agustiniana a
distingue claramente la luz increada del Verbo de una otra luz esta teoría, según las dos interpretaciones precedentes, no está
donde nos aparece el objeto de la sabiduría. conforme con la historia. Para comprender a un autor es pre-
Aquí, para comprender bien las expresiones de San Agus- ciso colocarse en su punto de vista; ahora bien, el problema
tín es necesario colocarse en su punto de vista, que es de para San Agustín no es explicar el origen de las ideas a partir
la participación platónica. Nuestra vida y nuestro ser vienen de lo sensible, sino más bien explicar cómo nuestra inteligen-
todo enteros a cada instante de Dios, y en este sentido «vivi- cia, participante de la inteligencia de Dios, es capaz de volver
mos y existimos en Dios»; del mismo modo, nuestro conoci- a encontrar en los vestigios y en las imágenes de las criaturas
miento de la verdad viene de Dios, y en este sentido «vemos las ideas eternas según las cuales lodo ha sido hecho. Hasta
la verdad en Dios». «Estas formas agustinianas—dice Gilson— aquí los historiadores citados.
no expresan más que la dependencia ontológica total del en- 15. El nominalismo de Abelardo.—La distinción propues-
tendimiento humano con relación a Dios, de quien él tiene ta por San Agustín entre verbum y nomen2i hace pensar en
el ser, la actividad y la vida» ". Tal es el verdadero sentido dos de las múltiples opiniones defendidas en el siglo XII como
de este contacto inmediato de nuestra inteligencia con la in- solución del problema de los universales, y puede servir para
aclararlas. Al terminar su introducción a la lógica de Aristó-
15
10
Dicl. Tbeol. Catb., art. Augustin col.2334. teles, Porfirio se pregunta: ¿Qué significan las ideas univer-
Soliloq. 1.1 e l n . 3 ; Conf. 1.10 c . 2 6 ; De Ub. arb. 1.3 c.16 n . 2 6 ; De utili-
late credendi c.15 n . 3 3 .
17 20
De Genesi ad lili. 1.12 c.28 n.56, y c.34 n . 6 7 ; Epjst. 147 ad Paulin. L'idée de vérité dátil la pbil. de S. Augustin p.174-213 (París 1 9 2 0 ) .
21
«r.13 n , 3 1 . L . c , col. 2336.
18 22
C.20 n . 7 . Introd. a l'étude de S. Augustin p.103-125.
23
19
Introd. a l'étude de S. Augustin p.112. L.2 c.8 n . 2 1 .
24
C.5 n . l l . . . , .., _
532 INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» 533
sales? ¿Son realidades subsistentes o simples nociones de la P a b l o : «Pues, para recurrir a la autoridad que nos es la más
inteligencia? Roscelin (hacia 1050-1120) respondía: «Los uni- querida...» (n.14) ; toma del profeta Daniel el ejemplo típico
versales son palabras, ruidos de la voz; porque sólo los indi- de las saraballas, y en el texto fundamental: «Ñisi credideri-
viduos son realidades; las palabras que se aplican a varios tis, non intellígetis», se trata de la fe sobrenatural en las ense-
individuos no son, por tanto, cosas.» El reduce así los univer- ñanzas divinas.
sales a lo que San Agustín llama verba, palabras que hieren Se halla el mismo método sintético en las otras obras donde
el oído. San Agustín trata la cuestión. Así, en el De utilitate credendi
Abelardo (1079-1142) no se contenta con esta respuesta su- (escrito hacia el año 391, con el fin de convertir a su amigo
perficial. Según él, el universo no es una vox (Roscelin), sino Honorato, maniqueo), para demostrar la necesidad de comen-
u n sermo o nomen, es decir, lo que tiene aptitud para ser pre- zar por la fe, invoca dos hechos de creencia humana. Los ni-
dicado de muchos, o sea una concepción de nuestro espíritu, ños no saben que sus padres son verdaderamente los suyos;
pero sin correspondencia de realidad alguna (conceptualismo). porque no creen en sus padres más que por la autoridad de sus
El nominalismo de Abelardo concuerda con la etimología agus- madres, y no creen en sus madres más que por la autoridad de
tiniana de nomen; pero no es seguro el que se haya inspirado los servidores y nodrizas. Por otra parte, el fin de la obra es
en El Maestro, aunque las obras filosóficas de San Agustín también mostrar el verdadero método de salvación, y, por con-
fuesen conocidas y apreciadas en su tiempo. Abelardo sigue siguiente, se trata también de la fe sobrenatural, que debe pre-
más bien a Boecio y a Aristóteles, e insiste sobre la función ceder a la ciencia de las cosas de Dios, en contra del método
lógica de nomen, que, según él, «es susceptible de ser predi- de los maniqueos.
cado de varios sujetos en un juicio»; desde este punto de vista, San Agustín concede a este fin sobrenatural un lugar central
el nomen universal no es una cosa. En fin, prosiguiendo sus y preponderante en todas sus obras; pretende constantemente
investigaciones-en el orden psicológico, Abelardo ve en la cosa aproximarse a él y allí conducir a los otros. El Maestro no
significada por el nombre la naturaleza misma, que el indivi- hace excepción a esta regla, a pesar de las discusiones de orden
duo realiza de un modo concreto, y que el espíritu considera gramatical. En el capítulo vni, 21, el Santo Padre lo insinúa
en su estado de abstracción. claramente: la vida feliz adonde él quiere conducir a Adeo-
San Agustín tiene preocupaciones bastante diferentes; si dato es la vida cristiana perfecta, y, finalmente, el cielo. He
examina los signos, y especialmente las palabras y sus rela- aquí por qué, si se quiere comprender la fórmula agustiniana
ciones con las cosas significadas, es para demostrar el papel plenamente en todas partes donde se trata de fe y de ciencia,
secundario de los signos, de las palabras y de los nombres, es necesario pensar en la fe sobrenatural Y esta fe no es una
a fin de dirigir el espíritu hacia el Maestro interior, cuya sola creencia toda especulativa, sino una fe vivificada por la caridad,
enseñanza puede hacernos comprender las cosas significadas. una adhesión total que somete a la autoridad divina la inteligen-
16. Fe y ciencia.—San Agustín pretende demostrar en El cia y la vida toda entera, de suerte que el alma encuentre allí su
Maestro que el conocimiento intelectual verdadero, la ciencia purificación y esté dispuesta a recibir la enseñanza y la ilumi-
o la inteligencia de las cosas, sólo nos es posible por la ense- nación de Cristo, que le trae la ciencia y la inteligencia: «In-
ñanza del Maestro interior, Cristo. Las palabras, que nos ad- tellectus enim est merces fidei» 2S.
vierten desde fuera, viniendo de un maestro humano, pueden Por otra parte, el conocimiento más perfecto que enriquece
todo lo más engendrar en nosotros la creencia. ¿Cómo debe- la fe inicial, y que el Maestro llama la ciencia o la inteligencia,
mos entender estos dos actos: creer y saber? El santo Doctor se nombra de ordinario sabiduría. Mas entre estos tres térmi-
usa de una terminología no perfectamente clara. En primer nos, San Agustín establece los matices precisos. Así, en el De
término, no distingue explícitamente entre fe natural y fe sobre- Trinitate ie distingue y hasta opone la ciencia y la sabiduría.
natural. En El Maestro se trata primeramente, al parecer, de La ciencia es la obra de la razón inferior, que considera las co-
la fe humana, fundada sobre la autoridad de las criaturas; sas desde el punto de vista temporal y humano; he aquí por
porque la discusión que llena la primera parte se mueve sobre
qué, aisladamente considerada, ella se une fácilmente a las
el plano natural, y si las palabras de un verso de Virgilio o
criaturas para gozar de ellas como de un fin, siendo así el
la enseñanza de un maestro epicúreo pueden engendrar una
creencia, es una creencia puramente humana. Mas se trata tam- origen de la avaricia, la raíz de todos los males, e incitando
bién de la fe sobrenatural, fundada sobre la autoridad de Dios, al orgullo, el primero de todos los pecados. Una tal ciencia
que nos revela las verdades necesarias para la vida eterna; no exige, para constituirse, la iluminación o la enseñanza del
porque San Agustín se apoya de preferencia en los autores sa-
grados y en los libros revelados; así, dice él, citando a San "
26
1» lo. tr.29,6.
L.12.
534 INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO»
INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» 535
Maestro interior; es más bien un esfuerzo para libertarse; de lo adquieren por su sumisión a la sabiduría sobrenatural, con
donde la posibilidad del error y del mal. la cual constituyen una sola ciencia.
Al contrario, la sabiduría tiene su asiento en la razón su- Santo Tomás distingue mejor los dos órdenes, de la gracia
perior y juzga de lodo desde el punto de vista de las «razones y de la razón. Desde el punto de vista sobrenatural, se asimila
eternas» o de las ideas divinas; es el fruto de la iluminación plenamente toda la doctrina agustiniana, y por las distinciones
del Verbo e implica así una perfecta humildad y un total des- de que acabamos de hablar caracteriza los tres dones del Espí-
apego de sí mismo y de todo lo criado, excluye toda avaricia ritu Santo: la ciencia, la inteligencia v la sabiduría 28. Desde
y todo orgullo. Por otra parte, el alma que la posee no tiene el punto de vista natural, adopta las nociones de la filosofía
aristotélica, y, para él, la ciencia humana, especialmente la
por qué sacrificar la ciencia, porque ésta es necesaria a la sa-
filosófica, posee su autonomía y su valor propio de infalible
biduría, que debe guiarnos a través de las cosas temporales
verdad.
hacia la vida eterna; además, la consideración de las criaturas
es el camino normal para alcanzar la contemplación de las Por otra parte, en El Maestro, la distinción entre los tres
verdades eternas. Así, la ciencia se transforma y convierte en aspectos del conocimiento perfecto no aparecen aún claramen-
un conocimiento excelente, renunciando a ser reina para ha- te. La ciencia y la inteligencia allí son, sobre poco más o
menos, identificadas, porque tienen el mismo objeto: «Omne
cerse auxiliar de la sabiduría.
quod intelligo, scio», dice San Agustín; y no trata de la sabi-
Entre las dos, pero más cerca de la sabiduría que de la
duría. Su fin es sólo oponer la creencia imperfecta, dada pol-
ciencia, se coloca la inteligencia espiritual. Como la sabiduría, las palabras y los maestros humanos, a la posesión de la inmu-
a la cual está íntimamente ligada, se distingue de la ciencia por table verdad, dada por el Maestro interior; ésta es la ciencia
su objeto directo, que es la verdad divina. La inteligencia es- o inteligencia, fruto de la verdadera enseñanza, que sólo Cristo
piritual es en línea recta el perfeccionamiento de la fe; no es, puede dispensar, y, por consiguiente, en su plena dilatación,
como ésta, una pura «aceptación» de la verdad revelada; es ella no es más que la sabiduría.
también una cierta «comprensión», relativa sin duda, mas ver-
En cuanto a su extensión, ella parece abrazar todas las ver-
dadera; simple, por otra parte, como toda vista de la inteli-
dades eternas infalibles, racionales y sobrenaturales; mas, com-
gencia propiamente dicha, mas penetrante, a pesar de los lími- parada con la fe, tiene un campo más restringido, porque «Non
tes que le impone la fe, subsistente mientras el hombre vive omne quod credo—dice San Agustín—etiam intelligo» 29, y aquí
sobre la tierra. En lugar de esclarecer la fe por el exterior, volvemos a encontrar la teoría según la cual toda verdad, así
si se puede decir, la abarca de una mirada directa y la com- filosófica como teológica, es un don de la fe. En este orden filo-
prende más o menos profundamente, según la agudeza de vi- sófico, tenemos aquí, expresado en una forma lapidaria, el mé-
sión sobrenatural que es dada a cada uno 2 '. todo agustiniano, bien diferente del tomista: «Quod ergo in-
En resumen, la fe nos da la verdad total, mas de una ma- telligo, id etiam credo»: toda verdad comprendida, poseída
nera todavía velada y como a ciegas. La inteligencia y la sabi- científicamente por la filosofía, pertenece al campo de la fe.
duría nos descubren el sentido: la primera, por una vista sim- P a r a Santo Tomás, al contrario, toda verdad conocida cientí-
ple, ante todo especulativa; la segunda, por un juicio de valor ficamente no pertenece al campo de la fe.
inspirado directamente por la caridad, que nos une directa- 17. Oficio del maestro según San Agustín y Santo To-
mente a Dios. más.—Santo Tomás, en la cuestión 11 del De veritate, exami-
Se ve que estas nociones agustinianas no tienen pleno sen- na el problema del maestro; el artículo primero versa sobre la
tido más que consideradas desde el punto de vista sobrenatu- tesis de San Agustín: «¿Un hombre puede enseñar y llamarse
ral y hasta místico de nuestra vida de unión con Dios. Sin maestro, o sólo Dios lo puede?» La respuesta tomista está en
embargo, como San Agustín no excluye nunca el punto de vista armonía con la doctrina agustiniana, inspirándose toda en la
natural, es posible, sin deformarlas, darles un sentido filosó- psicología de Aristóteles. Nuestra inteligencia, estando al prin-
fico. Pero sería alargarnos demasiado entrar en esa demostra- cipio en la ignorancia, debe adquirir la ciencia pasando de la
ción, y suponemos que lo hará el traductor del De libero ar- potencia al acto; mas la causa de este paso no está principal-
bitrio, en algún comentario al libro segundo. mente fuera de nosotros, en los objetos sensibles o en el maes-
Entre los discípulos de San Agustín, varios, y en particular tro humano; es inmanente al alma y puede hasta pasarse to-
San Buenaventura, han guardado, hasta en filosofía, la distin- talmente sin la ayuda de los otros hombres.
ción entre ciencia y sabiduría. A sus ojos, las especulaciones Esta potencia activa, fuente en nosotros de la ciencia, es
racionales no tienen ñor sí mismas valor de infalible verdad;
28
Cof. 2-2 q . 8 . 9 , y q . 4 5 .
29
27 C . l l n.57.
Conf.; F. CAYRñ, La eontemplatíon augustinienne p.228.
536 INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO»
INTRODUCCIÓN A «DEL MAESTRO» 537
ante todo el entendimiento agente, facultad propia del alma
(del espíritu o men.s, diría San Agustín), que es, por consi- arriba. El papel de la enseñanza humana queda así bien esta-
guiente, una luz intelectual innata; y lo son también los pri- blecido.
meros principios, que no son, es verdad, innatos en sentido Por otra parte, San Agustín no niega esta utilidad del len-
guaje, la cual, dice, «si se la comprende bien, no es pequeña».
propio, mas que no son tampoco el fruto de la enseñanza. Es
Mas su fin era mostrar el otro aspecto del problema, la inde-
por medio de estos primeros principios que adquirimos las
pendencia del pensamiento y su sumisión directa a la sola luz
ciencias, extendiendo la luz intelectual a nuevas conclusiones, divina, y sobre este punto se puede decir que los dos grandes
sea al contado de la experiencia, sea comparando entre sí las doctores están plenamente de acuerdo.
verdades conocidas.
18. Texto latino y carácter de la versión.—Como texto
Ahora bien, esta luz intelectual es una participación de la latino al que ajustar nuestra versión, no hemos vacilado en
luz divina de las verdades eternas; es verdaderamente lo que tomar la edición de los Maurinos, que, si no es la mejor, es
San Agustín llama iluminación divina; y es así como Santo excelente. A ella nos hemos atenido siempre.
Tomás acepta la conclusión de El Maestro: el Maestro que, Nuestra versión es literal, no libre y parafrásica, para no
ante todo, nos comunica !a ciencia es Dios, que habita dentro diluir el pensamiento general del autor y para dejar aparecer
de nosotros. la concisión y belleza del original.
Santo Tomás pone también de relieve el papel del maestro Después de haber revisado sus obras De Genesi contra ma-
humano. Le compara al médico, que, sin ser capaz de producir nichaeos y De música, que habían sido terminadas hacia el
la salud, viene en ayuda de la naturaleza y la pone en las dis- año 389, San Agustín añade en el libro i de las Retractacio-
posiciones mejores para que despliegue sus fuerzas vitales. Así nes, capítulo xii, que por este mismo tiempo escribió el libro
el maestro humano viene en ayuda de la inteligencia del discí- De Magistro. Condensa en estas breves palabras su contenido:
pulo, señalándole con sus palabras el camino hacia la verdad, «En él se discute, y se busca, y se demuestra que no hay nin-
que ella misma debe descubrir. El socorro del maestro es del gún maestro que enseñe al hombre la ciencia sino Dios, según
mismo orden que el de los objetos sensibles, que suministran aquello: Lino solo es vuestro Maestro, Cristo.»
al entendimiento agente la materia de sus abstracciones y son San Agustín no corrige en las Retractaciones ninguna de las
verdaderas causas instrumentales del pensamiento; se puede ideas expuestas en el original.
hasta decir que él es más eficaz, por el hecho de que sus pala-
bras se hallan más cerca para producir la ciencia que las co-
sas sensibles que existen fuera del alma, en cuanto que son
signos de las intenciones inteligibles.
Desde este punto de vista, Santo Tomás precisa algunos
argumentos de El Maestro. O bien, dice San Agustín, conoce-
mos la cosa de que se nos habla, y no aprendemos nada, o
bien la ignoramos, y entonces no alcanzamos la significación
de las palabras que podrían instruirnos; de todas formas no
aprendemos nada (n.36). Santo Tomás responde por una triple
alternativa: nosotros conocemos la cosa, mas en general, y la
enseñanza nos trae a un conocimiento más preciso; como si se
nos enseña qué es el hombre, conviene que de él sepamos
algo, a saber, la razón de animal o de substancia o por lo
menos del mismo ser, que no nos puede ser desconocida. Y to-
davía, «¿cómo creer instruido por mi lenguaje—dice San Agus-
tín—al que podría, si se le preguntase, exponer ante mí lo que
yo hablo, lo que yo quiero decirle?» (n.40). Y Santo Tomás
nota que el discípulo respondería sobre los primeros princi-
pios, mas no sobre las conclusiones, que no ha aprendido to-
davía; de tal modo que no aprende los principios del maestro,
sino sólo las conclusiones. O bien, si él descubre esas conclu-
siones, es gracias al socorro del maestro, como se ha dicho más
1, 2 DEL MAESTRO 539
esta n u e s t r a c o n v e r s a c i ó n . P e r o n o te c o n t r a d i r é si p i e n s a s q u e
D E L M A E S T R O no a p r e n d e m o s c u a n d o r e c o r d a m o s , n i q u e e n s e ñ a el q u e re-
c u e r d a ; m a s q u e d e firme, d e s d e a h o r a , q u e n u e s t r a p a l a b r a tie-
ne d o s fines: o e n s e ñ a r o d e s p e r t a r el r e c u e r d o en n o s o t r o s
m i s m o s o en los d e m á s ; lo cual h a c e m o s t a m b i é n c u a n d o can-
t a m o s ; ¿ n o te p a r e c e a s í ?
CAPITULO I Ad.—De n i n g u n a m a n e r a ; p u e s es m u y r a r o q u e y o c a n t e
por recordarme y no más bien por deleitarme.
FINALIDAD DEL LENGUAJE Ag.—Comprendo tu p e n s a m i e n t o . M a s n o te d a s c u e n t a de
q u e lo q u e te deleita en el c a n t o n o es sino cierta m o d u l a c i ó n
1. Agustín.—¿Qué te p a r e c e q u e p r e t e n d e m o s c u a n d o h a - del s o n i d o ; y p o r q u e esta m o d u l a c i ó n p u e d e ('untarse c o n las
blamos. p a l a b r a s o s e p a r a r s e de e l l a s , p o r eso el h a b l a r y el c a n t a r
Adeodato.—Por lo que a h o r a se m e a l c a n z a , o e n s e ñ a r o son d o s cosas d i s t i n t a s . P o r q u e t a m b i é n se c a n t a con las flautas
aprender. y la c í t a r a , y c a n t a n t a m b i é n las aves, y a u n n o s o t r o s a veces,
Ag.—Veo q u e u n a de estas dos cosas, y soy de tu p a r e c e r ; sin p a l a b r a s , e m i t i m o s cierto s o n i d o m u s i c a l , q u e m e r e c e el
p u e s es e v i d e n t e q u e p r e t e n d e m o s e n s e ñ a r c u a n d o h a b l a m o s ; n o m b r e d e c a n t o , m a s n o el de l o c u c i ó n ; ¿ t i e n e s a l g o q u e opo-
mas ¿cómo aprender? ner a esto?
Ad.—¿No crees q u e esto sea sólo p r e g u n t a n d o ? Ad.—Absolutamente nada.
Ag.—Entiendo q u e a u n e n t o n c e s n o q u e r e m o s o t r a cosa q u e
2. Ag.—¿Te p a r e c e , p u e s , q u e la l o c u c i ó n n o tiene o t r o
e n s e ñ a r . P o r q u e , d i m e : ¿ i n t e r r o g a s p o r o t r a c a u s a q u e p o r en-
fin q u e el de e n s e ñ a r o r e c o r d a r ?
s e ñ a r a a q u e l a q u i e n te d i r i g e s a q u e l l o q u e t ú q u i e r e s ?
Ad.—Lo c r e e r í a , de n o m o v e r m e a lo c o n t r a r i o el p e n s a r
Ad.—Es verdad.
q u e , al o r a r , h a b l a m o s , y q u e , n o o b s t a n t e , n o se p u e d e c r e e r
Ag.—¿Ves, pues, ya que con la locución no pretendemos
que enseñemos o recordemos algo a Dios.
o t r a cosa q u e e n s e ñ a r ?
Ag.—A m i p a r e c e r , i g n o r a s q u e se nos h a ' m a n d a d o o r a r
Ad.—No lo veo c l a r a m e n t e ; p o r q u e si h a b l a r n o es o t r a
con los r e c i n t o s c e r r a d o s , con c u y o n o m b r e se significa lo inte-
cosa q u e e a á t i r p a l a b r a s , t a m b i é n l o h a c e m o s c u a n d o canta-
r i o r del c o r a z ó n , p o r q u e D i o s n o b u s c a q u e se le r e c u e r d e o
m o s . Y ccnno lo h a c e m o s solos m u c h a s veces, sin q u e h a y a
e n s e ñ e con n u e s t r a l o c u c i ó n q u e n o s c o n c e d a lo q u e n o s o t r o s
n a d i e q u e a p r e n d a , n o creo q u e p r e t e n d a m o s entonces ense-
d e s e a m o s . P u e s el q u e h a b l a , m u e s t r a e x t e r i o r m e n t e el s i g n o
ñ a r algo.
Ag.—Mas y o p i e n s o q u e h a y cierto m o d o de e n s e ñ a r m e -
d i a n t e el r e c u e r d o , m o d o c i e r t a m e n t e g r a n d e , c o m o lo m o s t r a r á bit. Sed si tu non arbitraos nos discere cum recordamur, nec docere
íllum qui commemorat, non resisto tibi: et duas iam loquendi causas
constituo. aut ut doceamus, aut ut commemoremus vel alios vel nosmet-
CAPUT I ipsos; quod etiam dum cantamus, efficimus: an tibi non videtur?
Ad.—Non prorsus: nam rarum admodum est, ut ego cantem córame-
l O C U T I O AD QUID INSTITUTA
morandi me gratia, sed tantummodo delectandi.
1. Augustinus.—Quid tibí videmur efficere velle cum loquimur? Aug.—Video quid sentías. Sed nonne attendis, id quod te delectat
Adeodatus.—Quantum quidem mihi nunc occurrit, aut docere, aut in can tu modulationem quamdam esse soni; quae quoniam verbis et addi
discere. et detrahj potest, aliud est loqui, aliud est cantare? Nam et tibiis et
Aug.—Unum horum video et assentior: nam loquendo nos docere cithara cantatur, et aves cantant, et nos interdum sine verbis musicum
velle manifestum est; discere autem quomodo? aliquid sonamus, qui sonus cantus dici potest, locutio non potest: ad
^(/.—Q u 0 tándem censes, nisi cum interrogamus? quidquam est quod contradicas?
Aúg.—Etiam tune nihil aliud quam docere nos velle intelligo. Nam Ad.—Nihil sane.
quaero abs te, utrum ob aliam causam interroges, nisi ut eum quera in- 2. Aug.—Videtur ergo tibi, nisi aut docendi, aut commemorandi
terrogas doceas quid velis? causa non esse instihitam locutionem?
Ai.—Verum dicis. Ad.—Videretur, nisi me moveret quod dum oramus, utique loquimur;
Aug.—Vides ergo iam nihil nos locutione, nisi ut doceamus appetere. nec tamen Deum aut doceri aliquid a nobis, aut commemorari fas est
,4¿.—Non plañe video: nam si nihil est aliud loqui quam verba pro- credeve.
mere, video nos id faceré cum cantamus. Quod cum soli saepe facimus, Aug.—Nescire te arbitror non ob aliud nobis praeceptum esse ut in
nullo praesente qui discat, non puto nos docere aliquid velle. clausis cubiculis oremus, quo nomine significantur mentís penetralia, nisi
Aug.—Al ego puto esse quoddam genus docendi per commemoratio- quod Deus, ut nobis quod cupimus praestet, commemorari aut doceri
nem, magnum sane, quod in nostra hac sermocinatione res ipsa indica- nostra ¡ocutione non quaerit. Qui enim loquitur, suae voluntatis signum
540 DEL MAESTRO 1,2 2, 3 DEL MAESTRO 541
de aquel ex no te le puede mostrar sin palabras ni un histrión Ad.—Pasearía un poco más de prisa, para que, terminada
tu pregunta, lo advirtieras mediante algo nuevo; y, sin embar-
saltarín.
go, no habría hecho más que lo que debía mostrarte.
6. Ag.—Tal vez dices verdad; mas supongamos que pue- Ag.—¿Sabes que una cosa es pasear y otra apresurarse?
d e : no dudarás, como creo, que el gesto con que él intentará Porque ni quien pasea se apresura constantemente, ni quien se
demostrarme lo que esta palabra significa no es la cosa Tnis- apresura pasea siempre, pues también decimos que uno se apre-
ma, sino un signo. Por lo cual el histrión también indicará no sura leyendo, escribiendo y haciendo otras muchísimas cosas.
una palabra con olra, sino un signo con otro signo; de modo Por lo cual, al hacer más de prisa lo que hacías anteriormente,
que este monosílabo, ex, y aquel gesto signifiquen una misma creería que pasear no es otra cosa que apresurarse; sólo ha-
cosa, que deseara se me mostrase sin ningún signo. bías añadido esto, y, por tanto, me engañaría.
Ad.—Pero, ¿cómo puede hacerse lo que preguntas? Ad.—Confieso que no podemos sin signo mostrar nada, si,
Ag.—Como pudo la pared. cuando lo estamos haciendo, se nos pregunta sobre ello; por-
Ad.—Sin duda alguna, ni la misma pared puede mostrarse que, si no añadimos nada, el que pregunta creerá que no se lo
a sí misma sin un signo, según lo ha demostrado la razón queremos enseñar, y que, despreciándole, seguimos en lo que
progresiva. Pues el apuntar del dedo no es la pared, sino que hacíamos. Si, al contrario, pregunta sobre algo que podemos
es un signo por medio del cual puede verse. Así, pues, nada hacer—y no pregunta cuando lo estamos haciendo—, podemos
encuentro que pueda enseñarse sin signos. enseñarle lo que pregunta, haciéndolo, desde luego, más con la
Ag.—¿Qué dirías si te preguntase qué es pasear, y, levan- cosa misma que con un signo. Mas si me pregunta qué es ha-
tándote, lo hicieses? ¿No usarías para enseñármelo, más bien blar cuando estoy hablando, todo lo que le diga para ense-
que de palabras, de la misma cosa o de algún otro signo? ñárselo, necesariamente tiene que ser hablar; continuaré ins-
truyéndole hasta que le ponga claro lo oue desea, sin apartarme
Ad.—Confieso que es así, y me avergüenzo de no haber
de lo que él quiere que le enseñe, ni echando mano de otros
visto una cosa tan común, la cual me trae a la memoria otras signos para demostrárselo que de la cosa misma.
mil cosas que pueden mostrarse por sí mismas y sin necesidad
de signos, verbigracia, comer, beber, estar sentado, de pie; dar Aug.—Age nunc, dic mihi, si omnino nesciens huius verbi vim, abs 'e
voces y otras muchas más. ambulante quaererem quid sit ambulare, quomodo me doceres?
Ag.—¡Ea! Dime ahora: si te preguntase, cuando paseas, Ad.—Idipsum agerem aliquanto celerius, ut post interrogationem tuam
qué es pasear, ¿cómo me lo enseñarías, desconociendo comple- aliqua novitate admonereris; et tamen nihil aliud fieret, quam id quod
deberjt ostendi.
tamente la equivalencia de esta palabra? Aug.—Scisne aliud esse ambulare, aliud festinare? Nam et qui am-
bulat, non statim festinat; et qui festinat, non continuo ambulat: dici-
ego, sed nec ipse quidem saltator histrio tibi sine verbis quid significet mus enim et in scribendo et in legendo, aliisque innumerabilibus rebus
posset ostendere. festinationem. Quare eum illud quod agebas, celerius ageres post interro-
6. Aug.—Verum fortasse dicis: sed fingamus eum posse, non, ut ar- gationem meam, putarem ambulare nihil esse aliud quam festinare: id
bitrar, dubitas, quisquís ille motus corporis fuerit, quo mihi rem quae enim nov; addideras; et ob hoc fallerer.
hoc verbo significatur, demonstrare conabitur, non ipsam rem futuram Ad.—Fateor rem non posse nos monstrare sine signo, si eum id agi-
esse, sed signum. Quare hic quoque non quidem verbo verbum, sed ta- mus interrogemur: si enim nihil addamus, putabit qui rogat, nolle nos
men signo signum nihilominus indicabit; ut et hoc monosyllabum, ex. «stendere, contemptoque se, in eo quod agebamus perseverare. Sed si de
et ille gestus, unam rem quamdam significent, quam mihi ego vellem non his roget quae agere possumus, nec eo tamen tempore quo agimus roget,
significando monstrari. possumus post eius interrogationem id agendo, re ipsa potius quam signo
Ad.—Qui potest quod quaeris, oro te? demonstrare quod rogat: nisi forte loquentem me interroget quid sit
Aug.—Quomodo paries potuit. loqui; quidquid enim dixero, ut eum doceam, loquar necesse est: ex
Ad.—Ne ipse quidem, quantum ratio progrediens docuit, ostendi sine- quo secntus docebo, denee ei planum faciam quod vult, non receden»
signo potest. Nam et intentio digiti non est utique paries, sed signum a re ipsa quam sibi voluit demonstrari, nec signa quaerens quibus eam
datur per quod paries possit videri. Nihil itaque video quod sine signis- •ostendam praeter ipsam.
ostendi queat.
Aug.—Quid, si ex te quaererem quid sit ambulare, surgeresque et id
ageres? nonne re ipsa potius quam verbis ad me docendum, aut ullis
alus signis utereris?
Ad.—Fateor ita esse, et pudet me rem tam in promptu positam non
vidisse: ex qua etiam mihi millia rerum iam occurrunt quae ipsae per
se valeant, non per signa monstrari, ut edere, bibere, sedere, stare. cla-
mare, et innumerabilia caetera.
548 DEL MAESTRO 4, I 4, 8 DEL MAESTRO 549
por una razón palabras y por otra nombres, ¿no habrá nin- Ag.—Es fácil, pues creo que has aprendido y retenido que
guna diferencia entre un nombre y una palabra? el pronombre es llamado así porque está en lugar del mismo
Ad.—No entiendo cómo pueda ser esto. nombre, y, sin embargo, expresa una realidad con un significa-
Ag.—Por lo menos entiendes que toda cosa colorada es do menos pleno que el nombre. Pues, según creo, así lo definió
visible, y que I oda cosa visible es colorada, aunque estas dos el autor que has recitado en gramática: «Pronombre es una
palabras signifiquen distinta y diferentemente. parte de la oración que, usada en lugar del nombre, significa
Ad.—Entiendo. lo mismo que éste, aunque con menos fuerza.»
Ag.— Si esto es así, consiguientemente toda palabra es Ad.—Lo recuerdo y lo apruebo.
nombre y [odo nombre palabra, aunque estos dos nombres Ag.—Ves, por tanto, que, según esta definición, no pode-
o dos palabras, esto es, los términos nombre y palabra, ten- mos usar los pronombres más que por los nombres y para
gan diferente significacióa. reemplazarlos, como cuando decimos: este hombre, el mismo
Ad.—Ya veo que puede darse esto, mas espero me mues- rey, la misma mujer, este oro, aquella plata; los términos éste,
tres cómo sucede. el mismo, la misma, éste, aquélla, son pronombres; hombre,
Ag.—Adviertes, según creo, que todo lo que, significan- rey, mujer, oro. plata, son nombres, los cuales significan las
do algo, brota mediante la articulación de la voz, hiere el cosas con más fuerza que aquéllos.
oído para despertar la sensación y se transmite a la memoria Ad.—Lo veo y ve avengo a ello.
para dar el conocimiento. Ag.—Ahora enúnciame algunas conjunciones, las que tú
Ad.—Lo advierto. quieras.
Ag.—Por tanto, suceden dos cosas cuando proferimos algo Ad.—Porque, y, pues, sino.
con semejante voz. Ag.—¿Parécete que todas estas cosas, que has dicho, son
Ad.—Así es. nombres?
Ag.—¿Por qué una de estas dos cosas ha sido llamada Ad.—De ninguna manera.
verbum (palabra) y la otra nomen (nombre)? ¿No es por la Ag.—¿Crees que, al menos, he hablado correctamente em-
razón de que el término verbum se deriva de verberare (herir) pleando los términos: todas estas cosas que has dicho?
y el término nomen se deriva de noscere (conocer), visto que Ad.—Completamente bien; y ahora entiendo de qué modo
el primero se dirige al oído y el segundo al espíritu ? me has mostrado que yo enuncié nombres, pues de otra ma-
13. Ad.—Asentiré a ello cuando me muestres cómo po- nera no se hubiera podido decir: todas estas cosas. Mas
demos llamar con rectitud nombres a todas las palabras? temo que me parezca que has hablado bien, porque no pue-
verba et alia de causa nomina sunt? nihilne distabit inter nomen et do negar que estas cuatro conjunciones sean también palabras,
verbum?
Ad.—Quomodo istud sit non intelligo. Aug.—Facile est: nam credo te accepisse ac tenere pronomen dic-
Aug.—Hoc saltem intelligis, omne coloratum visibile esse, et omne tum, quod pro ipso nomine valeat, rem tamen notet minus plena si-
visibile coloratum, quamvis haec dúo verba distincte differenterque gnificatione quam nomen. Nam, ut opinor, definivit ille ita, quem gram-
significent. matico reddidisti: Pronomen est pars orationis, quae pro ipso posita
Ad.—Intelligo. nomine, minus quidem plene, idem tamen significat.
Aug.—Quid si ergo ita et omne verbum nomen, et omne nomen Ad.—Recordor et probo.
verbum est, quamvis haec ipsa dúo nomina, vel dúo verba, id est nomen Aug.—Vides igitur secundum hanc definitionem nullis nísi nomíni-
et verbum, difíerentem habeant significationem? bus serviré, et pro his solis poni posse pionomina, velut cum dicimus:
Ad.—Iam video posse id accidere: sed quomodo id accidat, exspecto Hic vir, ipse rex, eadem mulier, hoc aurum, illud argentum: hic, ipse,
ut ostendas. eadem, hoc, illud, pronomina ( esse; vir, rex, mulier, aurum, argentum,
Aug.—Omne quod cum aliquo significatu articulata voce prorumpit, nomina, quibus plenius quam illis pronominibus res significatae sunt.
animadvertis, ut opinor, et aurem verberare, ut sentiri; et memoriae Ad.—Video et assentior.
mandari, ut nosci possit. Aug.—Tu ergo nunc mihi paucas coniunctiones quaslibet enuntia.'
Ad.—Animadverto. Ad.— Et, que, at, atque.
Aug.—Dúo ergo quaedam contingunt cum aliquid tali voce proferimus. Aug.—Haec omnia quae dixisti, nonne tibi videntur esse nomina?
Ad.—Ita est. Ad.—Non omnino.
Aug.—Quid, si horum duorum ex uno appellata sunt verba, ex altero Aug.—Ego saltem tibi recte locutus videor, cum dicerem: Haec
nomina; verba scilícet a verberando, nomina vero a noscendo, ut illud «mnia quae dixisti?
primum ab auribus, hoc autem secundum ab animo vocari meruerit? Ad.—Recte prorsus; et iam intelligo quam mirabiliter ostenderis
13. Ad.—Concedam, cum ostender¡9 quomodo recte possimus om- me nomina enuntiasse: non enim aliter de his recte dici potuisset: Haec
ina verba nomina dicere. •omnia. Sed enim vereor adhuc, ne propterea mihi recte locutus videaris,
5,14 DEL MAESTRO 559
558 DEL MAESTRO 5,14
en E l ; c o m o , si h u b i e r a d i c h o l a v i r t u d existía en Cristo, n o
y p o r q u e se p u e d e d e c i r de l a m i s m a m a n e r a , c o r r e c t a m e n t e ,
se e n t e n d e r í a h a b e r d i c h o o t r a cosa q u e l l á m a s e virtud l o q u e
t o d a s estas cosas y | o d a s estas p a l a b r a s . Y si m e p r e g u n t a s a
h a b í a en E l ; n o f u e r a q u e c r e y é s e m o s q u e estas d o s s í l a b a s
q u é p a r t e del d i s c u r s o c o r r e s p o n d e esta e x p r e s i ó n , palabra,
q u e e n u n c i a m o s c u a n d o d e c i m o s virtud, e x i s t i e r o n en E l , y n o
r e s p o n d e r é q u e es u n n o m b r e . H e a q u í p o r q u é , t a l vez, a ñ a d i s t e
lo q u e e l l a s significan.
el p r o n o m b r e a este n o m b r e , p a r a q u e tu e x p r e s i ó n fuese
correcta. Ad.—Lo e n t i e n d o y soy de tu p a r e c e r .
Ag.—¿Qué? ¿ N o e n t i e n d e s q u e n o h a y d i f e r e n c i a er\ q u e
14. Ag.—Te engañas m u y agudamente; mas, para q u e
u n o d i g o : «se l l a m a v i r t u d » o «se n o m b r a v i r t u d » ?
dejes de e n g a ñ a r t e , p r e s t a a t e n c i ó n a ú n m á s a g u d a m e n t e a
lo q u e v o y a decir, si es q u e p u e d o d e c i r l o c o m o y o q u i e r o ; Ad.—Está claro.
p o r q u e t a n i n t r i n c a d o es h a b l a r de l a s p a l a b r a s con p a l a - Ag.—Pues así es de c l a r o q u e se p u e d e d e c i r i n d i s t i n t a -
b r a s c o m o e n t r e l a z a r y f r o t a r u n o s d e d o s con o t r o s ; en la m e n t e : sí se l l a m a o sí se n o m b r a lo q u e en Cristo h a b í a .
c u a l o p e r a c i ó n a p e n a s h a y a l g u n o q u e conozca, si n o es el Ad.—Veo q u e a q u í t a m p o c o h a y n i n g u n a diferencia.
q u e la ejecuta, q u é d e d o s son los q u e p i c a n y c u á l e s los q u e Ag.—¿Ves ya t a m b i é n lo q u e q u i e r o m o s t r a r ?
p r o c u r a n c a l m a r el p r u r i t o . Ad.—Aún no.
Ag.—¿No ves q u e n o m b r e es a q u e l l o con q u e u n a cosa se
Ad.—Pues m e tienes a q u í con t o d a el a l m a , p o r q u e esta
llama?
semejanza me ha vuelto muy atento.
Ad.—No h a y cosa p a r a m í m á s c l a r a .
Ag.—Ciertamente q u e p r o n u n c i o p a l a b r a s y q u e éstas c o n s -
Ag.—Ves, p o r t a n t o , q u e sí (est) es n o m b r e , p u e s t o q u e lo
t a n de s í l a b a s .
q u e h a b í a en C r i s t o se l l a m a sí.
Ad.—Así es.
Ad.—No puedo negarlo.
Ag.—Así, p u e s , h a c i e n d o p r i n c i p a l m e n t e uso de la a u t o -
Ag.—Mas si te p r e g u n t a s e a q u é p a r t e del d i s c u r s o per-
r i d a d , q u e es p a r a n o s o t r o s v e n e r a b i l í s i m a , c u a n d o el a p ó s t o l
t e n e c e la e x p r e s i ó n est, n o c r e o m e dijeses q u e es n o m b r e ,
P a b l o d i c e : « N o h a b í a en Cristo el sí y el no, sino s o l a m e n t e
s i n o v e r b o , a u n d e s p u é s de h a b e r n o s m o s t r a d o la razón q u e
en E l h a b í a el sí», n o creo se h a de p e n s a r q u e estas t r e s l e t r a s ,
es n o m b r e .
e n u n c i a d a s c u a n d o d e c i m o s est ( s í ) , e x i s t i e r o n en Cristo, s i n o
lo q u e e l l a s significan. Ad.—Así es, n i m á s n i m e n o s , c o m o t ú dices.
Ad.—Verdad es. Ag.—¿Dudas t o d a v í a q u e o t r a s p a r t e s de l a o r a c i ó n son
Ag.—Comprendes, p o r t a n t o , q u e el q u e d i j o : « E l sí exis- n o m b r e s , c o n s i d e r a d a s del m i s m o m o d o q u e h e m o s e n s e ñ a d o ?
tía en E l » , q u i s o d e c i r s o l a m e n t e q u e se l l a m a sí lo q u e e x i s t í a xisse quam Est appellatur quod in illo erat: tanquam si dixisset: Virtus
in illo erat; non utique aliud dixisse acciperetur, nisi virtus appellatur
quod has quatuor coniunctiones etiam verba esse non negó; ut ideo
quod in illo erat: ne diias istas syllabas quas enuntiamus, cum dicimus:
de his recte dici potuerit: Haec omnia, quoniam recte dicitur: Haec
Virtus, et non illud quod his duabus syllabis significatur, in illo fuisse
verba omnia. Si autem a me quaeras quae sit pars orationis Verba,
arbitraremur.
nihil aliud respondebo quam Nomen. Quare huic nomini fortasse pro-
nomen adiunctum est, ut illa recta esset locutio tua. Ad.—Intelligo ac sequor.
Aug.—Quid? illud nonne intelligis etiam nihil interesse utrum quisque
14. Aug.—Acute quidem falleris, sed ut fallí desinas, acíius attende
•dicat: Virtus appellatur, an Virtus nominatur?
quod dicam, si tamen id dicere, ut voló, valuero: nam verbis de verbis
Ad.—Manifestum est.
agere tam implicatum est, quam digitos digitis inserere et confricare;
Aug.—Ergo ita manifestum est, nihil interesse utrum quis dicat: Est
ubi vix dignoscitur, nisi ab eo ¡pso qui id agit qui digiti pruriant, et
appellatur, an Est nominatur quod in illo erat.
qui auxilientur prurientibus.
Ad.—Video et hic nihil distare.
Ad.—En toto animo adsum, nam ista haec similitudo me intentis-
Aug.—Iamne etiam vides quid velim ostendere?
simum fecit.
Ad.—Nondum sane.
Aug.—Verba certe sonó, et litteris constant.
Aug.—Itane tu non vides nomen esse id quo res aliqua nominatur?
Ai.—Ita est.
Ad.—Hoc plañe nihil certius video.
Aug.—Ergo ut ea potíssimum auctoritate utamur, quae nobis cha- Aug.—Vides ergo, Est nomen esse, siquidem illud quod erat in illo,
rissima est, cum ait Paulus apostolus: Non erat in Christo Est et Non, sed Est nominatur.
Est in illo erat \ non opinor, putandum est tres istas litteras, quas enun-
Ad.—Negare non possum.
tiamus cum dicimus, est, fuisse in Christo, sed illud potius quod istis
Aug.—At si ex te quaererem quae sit pars orationis Est; non opinor
tribus litteris significatur.
nomen, sed verbum esse diceres, cum id ratio etiam nomen esse docuerit.
Ad.—Verum dicis. Ad.—Ita est prorsus ut dicis.
Aug.—Intelligis igitur eum qui ait: Est in illo erat, nihil aliud di- Aug.—Num adhuc dubitas alias quoque partes orationis eodem modo,
1
quo demonstravimus, nomina esse?
2 Cor. 1,19.
560 DEL MAESTRO 5,15 5,16 DEL MAESTRO 561
Ad.—No dudo, puesto que confieso que significa algo. Mas (voló), han de contestar QéAco; preguntados cómo llaman lo
si me preguntases cómo se llaman, esto es, se nombran, cada que nosotros bien (bene), responderán vocAcos; preguntados cómo
una de las cosas que significan, no podré responderte sino llaman lo que nosotros escrito (scriptum), han de responder
enunciando aquellas partes de la oración que no llamamos TÓ yeypccuuévov; cómo llaman lo que nosotros y (et), han de res-
nombres, o mejor, según voy viendo, que nos vemos obligados ponder KCCÍ; cómo llaman lo que nosotros de (ab), han de
a llamarlas contestar cerró; preguntados cómo llaman lo que nosotros ¡ay!
15. Ag.—¿No tiene» nada que, oponer, para que no haya (heu), han de responder oí; y quién ve que en todas estas par-
alguno que eche por tierra nuestro raciocinio, diciendo que tes de la oración que acabo de enunciar ha hablado correcta-
se ha de atribuir al Apóstol autoridad de doctrina y no de mente el que preguntó? Lo que sería imposible si esas partes
palabras, y, por tanto, que el fundamento, en que nuestra per- no fuesen nombres. Ahora bien, pudiendo comprender de este
suasión estriba, no es tan firme como creemos, pues puede modo, sin ninguna autoridad de los elocuentes, que el apóstol
suceder que Pablo, no obstante la pureza de su vida y de su Pablo ha hablado correctamente, ¿qué necesidad tenemos de
doctrina, haya hablado con menos rectitud al decir: «El sí era buscar la opinión de un autor para corroborar la nuestra?
en Cristo; tanto más cuanto él mismo se confiesa indocto en el 16. Mas a fin de que ningún tardo de entendimiento o de
lenguaje»? ¿Cómo piensas que se puede refutar este argu- mala voluntad oslé en sus I rece todavía, y afirme que no cederá
mento ? de ningún modo, sino con la autoridad de aquellos a quienes
Ad.—Nada tengo que oponer, y te ruego que busques a la voz común atribuye las leyes de las palabras, ¿quién podrá
alguno de aquellos a quienes se reconoce un gran conocimiento haber, entre los escritores latinos, de más autoridad que Ci-
de las palabras, con cuya autoridad consigas mejor lo que cerón? Pues éste, en sus famosísimas Verrinas, llamó nombre a
deseas. la palabra coram (delante de), aunque en aquel lugar sea prepo-
Ag.—Juzgas que la razón, sin el testimonio de la autoridad, sición o adverbio. No obstante, porque puede suceder que yo
no tiene fuerza para demostrar que todas las partes de la no entienda perfectamente aquel pasaje, y sea explicado de
oración significan algo, y que esa cosa se llama según su sig- distinta manera en otra ocasión, ya sea por mí, ya por otro, no
nificado, y si se llama, también se nombra, y si se nombra, me entretengo en pensar a cuál puede corresponder el sí (est).
nombrarse ha con algún nombre, y, no obstante, esto se com- Pues los más famosos maestros en el arte de la discusión
prende fácilmente examinando las diversas lenguas. Porque enseñan que la perfecta oración consta de nombre y de verbo,
¿quién no ve que los griegos, preguntados qué nombre dan la cual puede ser afirmativa o negativa; esta misma clase es
a lo que nosotros llamamos quién (quis), han de respóndel- llamada por Tulio proposición en un pasaje; y cuando el
a s ; preguntados cómo llaman a lo que nosotros quiero verbo está en tercera persona, dicen que el nombre debe estar
en nominativo, concertando con ella; y dicen bien; porque,
Ad.—Non dubito, quandoquidem fateor ea significare aliquid. Si
autem res ipsae quas significant, quid singulae appellentur, id est no- responderi 6éAw; quid graeci nominent quod nos nominamus Bene,
minentur, interroges; responderé non possum, nisi eas ipsas partes ora- responderi KCAÜS; quid graeci nominent, quod nos nominamus Scrip-
tionis, quas nomina non vocamus, sed, ut cerno, vocare convincimur. tum, responderi TÓ yeypccuuévov; quid graeci nominent quod nos no-
15. Aug.—Nihilne te movet, ne quis existat qui nostram istam ra- minamus Et, responderi KCCÍ ; quid graeci nominent quod nos nominamus
tionem labefactet dicendo, Apostólo non verborum, sed rerum auctori- Ab, responderi cnró; quid graeci nominent quod nos nominamus Heu,
tatem esse tribuendam; quamobrem fundamentum persuasionis huius responderi oí; atque in his ómnibus partibus orationis, quas mine enu-
non tam esse firmum quam putamus: fieri enim posse ut Paulus quam- meravi, recte loqui eum qui sic interroget; quod, nisi nomina essent,
quam vixerit praeceperitque rectissime, minus tamen recte locutus sit, fieri non posset? Hac ergo ratione Paulum apostolum recte locutum
cum ait: Est in illo erat; praesertim cum se ipse imperitum sermone esse, cum remotis omnium eloquentium auctoritatibus obtinere possimus;
fateatur? 2 quo tándem modo istum refellendum arbitraris? quid opus est quaerere cuius persona sententia nostra fulciatur?
Ad.—Nihil habeo quod contradicam, et te oro ut aliquem de illis 16. Sed ne quis tardior aut imprudentior nondum cedat, asseratque,
reperias, quibus verborum notitia summa conceditur, cuius auctoritate nisi illis auctoribus, quibus verborum leges consensu omnium tribuun-
potius id quod cupis efficias. tur, nullo modo esse cessurum; quid in latina lingua excellentius Cice-
Aug.—Minus enim tibi videtur idónea, remotis auctoritatibus, ipsa rone inveniri potest? At hic in suis nobilissimis orationibus quas Verri-
ratio, qua demonstratur ómnibus partibus orationis significari aliquid, nas vocant, Coram, praepositionem, sive illo loco adverbium sit, nomen
et ex eo appellari; si autem appellari, et nominan; si nominan, nonne appellavit. Verumtamen quia fieri potest ut ego illum locum minus bene
utique nominari: quod in diversis linguis facillime iudicatur. Quis intelligam, exponaturque alias aliter, vel a me vel ab alio; est ad
enim non videat, si quaeras quid graeci nominent quod nos nominamus quod responderi posse nihil puto. Tradunt enim nobilissimi disputa-
Quis, responderi TÍS ; quid graeci nominent quod nos nominamus Voló, tionum magistri, nomine et verbo plenam constare sententiam, quae
affirmari negarique possit: quod genus Ídem Tullius quodam loco pro-
2
2 Cor. 11.6. nuntiatum vocat: et cum verbi tertia persona est, nominativum cum
562 DEL MAESTRO 5, 16 6, 17 DEL MAESTRO 563
si reflexionas c o n m i g o s o b r e eso, c o n o c e r á s , s e g ú n creo, q u e Ag.—Vamos, dime ahora cuáles son verbos y cuáles nom-
h a y d o s p r o p o s i c i o n e s c u a n d o d e c i m o s : el h o m b r e está s e n t a d o , bres.
el c a b a l l o c o r r e . Ad.—Creo q u e los v e r b o s son agrada y desagrada; y nom-
Ad.—Lo conozco. b r e s , ¿ q u é o t r a cosa p u e d e n s e r l o q u e sí y porqué?
Ag.—¿Ves q u e en c a d a u n a d e e l l a s h a y u n n o m b r e : h o m - Ag.—Luego y a está suficientemente p r o b a d o q u e estas d o s
b r e y c a b a l l o ; y en c a d a u n a , a s i m i s m o , u n v e r b o : está s e n t a d o conjunciones son nombres.
y corre? Ad.—Sí, suficientemente.
Ad.—Lo v e o . Ag.—¿Puedes p o r t i m i s m o d e m o s t r a r lo m i s m o e n l a s
Ag.—Luego si d i j e r a s o l a m e n t e : está s e n t a d o , o c o r r e , con d e m á s p a r t e s d e la o r a c i ó n , s e g ú n esta r e g l a ?
m u c h í s i m a r a z ó n m e p r e g u n t a r í a s q u i é n o q u é cosa, p a r a y o Ad.—Puedo.
responderte: u n hombre, o un caballo, o u n animal, o cualquier
o t r a cosa q u e p u d i e s e c o m p l e t a r p o r u n n o m b r e l a p r o p o s i c i ó n
e n u n c i a d a p o r el v e r b o , esto es, a q u e l l a o r a c i ó n q u e p u e d e ser CAPITULO VI
afirmativa o n e g a t i v a .
S I G N O S QUK S E S I G N I F I C A N A S Í M I S M O S
Ad.—Entiendo.
Ag.—Atiende a lo d e m á s , y s u p o n t e q u e v e m o s a l g o a l l á 17. Ag.—Dejemos y a esto, y d i m e si te p a r e c e q u e , así
a lo lejos, y n o s a b e m o s si es u n a n i m a l o u n a p i e d r a , u o t r a c o m o h e m o s n o t a d o q u e t o d a s las p a l a b r a s son n o m b r e s y
cosa, y q u e yo te d i g o : p o r q u e es u n h o m b r e , es u n a n i m a l ; t o d o s los n o m b r e s p a l a b r a s , a s í t a m b i é n t o d o s los n o m b r e s son
¿no hablaría temerariamente? vocablos y todos los vocablos nombres.
Ad.—Muy t e m e r a r i a m e n t e , p e r o n o lo d i r í a s t a n t e m e r a r i a - Ad.—No veo q u e e n t r e estas d i v e r s a s c o s a s h a y a o t r a dife-
m e n t e si d i j e s e s : si es h o m b r e , es a n i m a l . r e n c i a q u e el diferente s o n i d o d e l a s l e t r a s .
Ag.—Hablas con r a z ó n ; así, p u e s , m e gusta el si e n tu Ag.—Ni y o p o r a h o r a t e c o n t r a d i g o , a u n q u e n o faltan-
f r a s e ; t a m b i é n a ti te a g r a d a ; y a a m b o s n o s d e s a g r a d a el q u i e n e s las d i s t i n g u e n en la significación, y c u y o p a r e c e r n o
porque d e l a m í a . es n e c e s a r i o q u e c o n s i d e r e m o s a h o r a . P e r o c i e r t a m e n t e te d a s
Ad.—Estoy conforme. c u e n t a q u e h e m o s l l e g a d o a los s i g n o s q u e se significan m u t u a -
Ag.—Examina si estas d o s frases son p r o p o s i c i o n e s com- m e n t e , n o d i f e r e n c i á n d o s e m á s q u e en el s o n i d o y q u e se-
p l e t a s : a g r a d a el sí, d e s a g r a d a el porqué. significan a sí m i s m o s c o n l a s r e s t a n t e s p a r t e s de la o r a c i ó n .
Ad.—Completas de todo punto.
Aug.—Age nunc, dic mihi quae ibi sint verba, quae nomina.
ea casum nominis aiunt esse oportere; et recte aiunt: quod mecum
Ad.—Verba ibi video esse, placet, et, displicet: nomina vero quid
si consideres, velut cum dicimu«: Homo sedet, Equus currit, agnosois,
aliud quam, si, et, quia?
ut opinor, dúo esse pronuntiata.
Aug.—Has ergo duas coniunctiones etiam nomina esse satis pro-
Ad.—Agnosco. batura est.
Aug.—Cernís in singulis singula esse nomina, in uno homo, in altero
Ad.—Prorsus satis.
equus; et verba singula, in uno sedet, in altero currit?
Aug.—Potesne ipse per te in alus partibus orationis hoc Ídem ad
Ad.—Cerno.
eamdem regulam docere?
Aug.—Ergo si dicerem, sedet tantum, aut currit tantum, recte a me Ad.—Possum.
quaereres, quis vel quid; ut responderem: Homo, vel equus, vel animal,
vel quodlibet aliud, quo possit nomen redditum verbo implere pronun-
CAPUT VI
tiatum, id est illam sententiam quae affirmari et negari potest.
Ad.—Intelligo. SIGNA SUI SIGNIFICATIVA
Aug.—Attende caetera, et finge nos videre aliquid longius, et in-
certum habere utrum animal sit an saxum, vel quid aliud, meque tibi 17. Aug.—Transeamus ergo hinc, et iam dic mihi utrum sicut om-
dicere: Quia homo est, animal est; nonne temeré dicerem? nia verba nomina, et omnia nomina verba esse comperimus, ita tibi et
Ad.—Temeré omnino: sed non temeré plañe díceres: Si homo est, omnia nomina vocabula, et omnia vocabula nomina esse videantur.
animal est. Ad.—Plañe inter haec quid distet praeter diversum syllabarum
Aug.—Recte dicis. Itaque in locutione tua placet mihi Si; placet et sonum non video.
tibi: utrique autem nostrum in mea displicet Quia. Aug.—Nec ego interim resisto, quanquam non desint qui etiam
Ad.—Assentior. significatione ista discernunt, quorum sententiam modo considerare non
Aug.—Vide iam utrum istae duae sententiae plena pronuntiata sint: opus est. Sed certe animadvertis ad ea iam signa nos pervenisse, quae
Placet Si, displicet Quia. se invicem significent, nulla praeter sonum distantia, et quae seipsa
Ad.—Plena omnino. significent cum caeteris ómnibus partibus orationis.
564 DEL MAESTRO 6. 18 7,19 DEL MAESTRO 565
Ad.—Non intelligo. Aug.—Id est quod dictum est nomen -seipsum significare cum alus
Aug.—Non ergo intelligis et nomen vocabulo et vocabulum nomine quae significat; quod etiam de vocabulo licet per teipsum intelligas.
significan; et ita ut praeter sonum litterarum nihil intersit, quantum Ad.—Iam facile est: sed illud mihi nunc venit in mentem, nomen
•ad genérale nomen pertinet: nam et speciale nomen dicimus, quod et generaliter et specialiter dici; vocabulum autem inter octo partes
inter octo partes orationis ita est, ut alias septem non contineat. orationis non accipi: quare hoc quoque inter se praeter diversum so-
Ad.—Intelligo. num differre arbitror.
Aug.—At hoc est quod dixi, se invicem significare vocabulum et Aug.—Quid? nomen et óvoua distare inter se aliquid putas praeter
nomen. sonum. quo etiam linguae discernuntur latina atque graeca?
18. Ad.—Teneo, sed quaero quid dixeris: Cum etiam seipsa signi- Ad.—Hic vero nihil aliud intelligo.
ficant cum alus partibus orationis. Aug.—Perventum est ergo ad ea signa quae et seipsa significent, et
Aug.—Nonne superior ratio docuit nos, omnes partes orationis, et aliud ab alio invicem significetur, et quidquid ab uno hoc et ab alio;
nomina posse dici et vocabula, id est et nomine et vocabulo posse sig- et nihil praeter sonum inter se differant: nam hoc quartum modo in-
nifican? venimus; tria enim superiora, et de nomine et verbo intelliguntur.
Ad.—Ita est. Ad.—Omnino perventum.
Aug.—Quid? ipsum nomen, id est sonum istum duabus syllabis
expressum, si ex te quaeram quid appelles, nonne recte mihi responde- CAPUT VII
bis: Nomen?
Ad.—Recte. EPILOCUS PRAECEDENTIUM CAPITUM
Aug.—Num ita se significat hoc signum quod quatuor syllabis enun-
tiamus cum dicimus: Coniunctio? Hoc enim nomen inter illa quae 19. Aug.—Iam quae sermocinando invenerimus, velim recenseas.
significat, numeran non potest. Ad.—Faciam quantum possum. Nam primo omnium recordor ali-
Ad.—Recte accipio. quandiu nos quaesisse quam ob causam loquamur, inventumque esse
566 DEL MAESTRO 7,19
7,20 DEL MAESTRO 567
p a r a r e c o r d a r , p u e s t o q u e , c u a n d o p r e g u n t a m o s , el fin que n o s
p r o p o n e m o s es q u e a q u e l a q u i e n i n t e r r o g a m o s a p r e n d a q u é n o sé de q u é m o d o , p a s a m o s a l o s s o r d o s y b u f o n e s , l o s cuales
q u e r e m o s n o s o t r o s o í r ; h e m o s a ñ a d i d o q u e el c a n t o , q u e p a r é - significan con el gesto y sin p a l a b r a s n o sólo lo q u e se p u e d e
cenos h a c e r l o p o r d e l e c t a c i ó n , n o es p r o p i a m e n t e u n l e n g u a j e , ver, s i n o m u c h o y casi t o d o lo q u e n o s o t r o s h a b l a m o s ; p o r
y q u e en la o r a c i ó n a D i o s , a q u i e n n o p o d e m o s p e n s a r q u e d o n d e e n c o n t r a r n o s q u e l o s m i s m o s gestos son s i g n o s . Entonces
se le e n s e ñ e o r e c u e r d e a l g o , n u e s t r a s p a l a b r a s t i e n e n la efica- c o m e n z a m o s a e x a m i n a r c ó m o p o d r í a m o s m o s t r a r sin n i n g u n a
cia de r e c o r d a r n o s a n o s o t r o s m i s m o s o d e s p e r t a r el r e c u e r d o c l a s e d e signos l a s cosas m i s m a s q u e se significan p o r signos,
en los o t r o s o de i n s t r u i r l o s . D e s p u é s , d e t e r m i n a d o b a s t a n t e - p u e s t o q u e con u n s i g n o d e n o t a m o s u n a p a r e d , u n c o l o r y to-
mente q u e las p a l a b r a s n o son o t r a cosa q u e s i g n o s , y q u e l a s d a s l a s cosas visibles, c u a n d o l a s m o s t r a m o s con el d e d o . A q u í
cosas q u e n a d a significan n o p u e d e n serlo, p r e s e n t a s t e u n v e r s o , y o m e e q u i v o q u é al d e c i r q u e e r a u n a cosa i m p o s i b l e , y q u e d ó ,
a fin de q u e y o i n t e n t a s e m o s t r a r el significado de c a d a p a l a b r a , p o r fin, e s t a b l e c i d o e n t r e n o s o t r o s q u e p o d í a n d e m o s t r a r s e sin
el cual e r a c o m o s i g u e : «Si n i h i l ex t a n t a s u p e r i s p l a c e t u r b e s i g n o s a q u e l l a s cosas q u e n o h a c e m o s en el m o m e n t o en q u e
r e l i n q u i . » N o e n c o n t r á b a m o s la significación de la s e g u n d a p a - s o m o s p r e g u n t a d o s , y p o d e m o s h a c e r l a s d e s p u é s de l a p r e g u n -
l a b r a , a u n q u e ella sea m u y c o n o c i d a y e m p l e a d a . Y , p a r e c i é n - t a ; y q u e , sin e m b a r g o , l a locución n o e r a de esta clase, p u e s
d o m e q u e n o i n ú t i l m e n t e la i n t e r c a l a m o s al h a b l a r , sino q u e q u e , si e s t a m o s h a b l a n d o v se nos m c g u n t a q u é es locución,
m á s b i e n con e l l a e n s e ñ a m o s a l g o al q u e escucha, c o n v i n i m o s e v i d e n t e m e n t e es p o r la m i s m a locución p o r la que se m u e s t r a
en q u e d e s i g n a b a tal vez la afección de la m e n t e c u a n d o h a l l a lo q u e e l l a es, c o m o se h a visto.
o cree h a b e r h a l l a d o q u e n o existe lo q u e b u s c a ; r e s p o n d í s t e m e 2 0 . P o r d o n d e h e m o s a d v e r t i d o q u e se m u e s t r a n u n o s sig-
tú c i e r t a m e n t e ; m a s , e v i t a n d o p o r b r o m a n o sé q u é p r o f u n d i - nos con o t r o s , o con signos o t r a s c o s a s q u e n o lo son, o tam-
d a d de l a cuestión, d e j á s t e l a p a r a d i l u c i d a r l a en o t r o t i e m p o , b i é n sin s i g n o s l a s c o s a s q u e p o d e m o s h a c e r d e s p u é s que se
y n o v a y a s a creer q u e m e he o l v i d a d o de tu p r o m e s a . Des- n o s p r e g u n t a , y t o m a m o s el p r i m e r o de estos t r e s casos p a t a
p u é s , c o m o y o m e a p r e s u r a s e a e x p o n e r la t e r c e r a p a l a b r a del c o n s i d e r a r l o y e s c l a r e c e r l o a t e n t a m e n t e . E n esta discusión se
verso, m e i n d u c í a s a q u e m o s t r a s e , m á s q u e o t r a p a l a b r a c u y o a c l a r ó q u e h a y s i g n o s q u e n o p u e d e n ser significados p o r lo
v a l o r fuese i d é n t i c o , la cosa m i s m a q u e significaban las p a l a - q u e e l l o s significan, c o m o , p o r e j e m p l o , el c u a t r i s í l a b o coniunc-
b r a s . Y h a b i e n d o y o d i c h o q u e esto n o p o d í a h a c e r s e p o r el tio ( c o n j u n c i ó n ) ; y q u e l o s h a y q u e p u e d e n ser significados,
d i s c u r s o , d i m o s en a q u e l l a s cosas q u e se m u e s t r a n con el d e d o c o m o , p o r e j e m p l o , al d e c i r s i g n o t a m b i é n significamos u n a
a los q u e p r e g u n t a n . Y o p e n s a b a q u e estas cosas e r a n t o d a s p a l a b r a , y al d e c i r p a l a b r a t a m b i é n d e n o t a m o s u n s i g n o ; p o r -
las c o r p o r a l e s , p e r o v i m o s q u e e r a n sólo l a s visibles. D e aquí» q u e los t é r m i n o s signo y p a l a b r a son a l a vez d o s signos y d o s
p a l a b r a s . Y se h a m o s t r a d o q u e , en l a especie de signos q u e
docendi commemorandive gratia nos loqui, quandoquidem nec cura in- Haec ergo corporalia esse omina arbi trabar, sed invmiimus sola visibilia.
terrogamus, aliud agimus quam ut ille qui interrogatur discat quid velimus Hinc nescio quomodo ad surdos et histriones devenimus, qui non quae
audire; et in cantando quod delectationis causa faceré videmur, non sola videri possunt, sed multa praeterea ac prope omnia quae loquimur,
sit proprium locutionis; in orando Deo, quem doceri aut commemorari gestu sine voce significant; eosdem tamen gestus signa esse comperimus.
existimare non possumus, id verba valeant, ut vel nos ipsos commone- Tum rursus quaerere coepimus, quomodo res ipsas quae signis signifi-
faciarnus, vel alii commoneantur doceanturve per nos. Deinde cum satis cantur, sine ullis signis valeiemus ostendere, cum et ille paries, et color
constitisset verba nihil aliud esse quam signa; ea vero quae non aliquid et omne visibile, quod intentione digiti ostenditur, signo quodam con-
significent, signa esse non posse, proposuisti versum, cuius verba singula vinceretur ostendi. Hic ergo errans cum inveniri tale nihil posse dixis-
quid significarent, conarer ostendere: is autem erat: «Si nihil ex tanta sem, tándem ínter nos constitit, ea posse demonstrari sine signo, quae cum
Superis placet urbe relinqui»'. Cuius secundum verbum quamvis no- a nobis quaeruntur, non agimus, et post inquisitionem agere possumus;
tissimum et manifestissimum, quid tamen significaret, non reperiebamus. locutionem tamen ex eo non esse genere: siquidem et loquentes cum
Cumque mihi videretur non frustra nos id in loquendo interponere, interrogamur quid sit locutio, istam per seipsam demonstrare facile
sed quod eo aliquid doceamus audientem; ipsam mentís affectionem, esse satis apparuit.
cum rem quam quaerit, non esse invenit, vel invenisse se putat, hoc
20. Ex quo admoniti sumus aut signis signa monstrari, aut signis
verbo fortasse indicari, respondisti tu quidem; sed tamen nescio quam
alia quae signa non sunt, aut etiam sine signo res quas agere post in-
profunditatem quaestionis ioco evitans, in aliud tempus illustrandam
terrogationem possumus: horumque trium primum diligentius consi-
distulisti: nec me debiti quoque tui oblitum putes. Inde tertium in
derandum discutiendumque suscepimus. Qua disputatione declaratum
versu verbum cum satagerem exponere, urgebar abs te, ut non verbum
est, partim esse signa, qua ab iis signis quae significarent, significan
aliud quod idem valeret, sed rem ipsam potius quae per verba signifi-
vicissim non possent, ut est hoc quadrisyllabum cum, Coniunctio, dici-
caretur ostenderem. Cumque id sermocinantibus nobis fieri non posse
mus: partim quae possent, ut cum dicimus: Signum, etiam verbum si-
dixissem, ventum est ad ea quae interrogantibus dígito monstrantur.
gnificamus; et cum dicimus: Verbum, etiam signum significamus; nam
1
signum et verbum, et dúo signa, et dúo verba sunt. In hoc autem ge-
Anuid, 1.2 v.659. nere, quo invicem se signa significant, quaedam non tantum, quaedam
8,21 DEL MAESTRO 569
568 DEL MAESTRO 7,20 de los signos recíprocos no hemos encontrado ninguno que no
se signifique también entie los demás que él significa. No he
son recíprocos, unos no tienen el mismo valor, otros lo tienen
podido recordar más que esto. Ahora ve tú—el único que creo
igual y otros, en fin, son idénticos. Pues he aquí que este disí-
ha hablado cierto y seguro en este diálogo—si he resumido
labo que suena cuando decimos signo significa sin excepción
todo aquello por lo cual se significa cualquier cosa; mas nó bien lo que he dicho.
es signo de todos los signos el término palabra, sino sólo de
aquellos emitidos por la articulación de la voz. Por donde se
ve que, si bien el signo (signum) significa la palabra (verbum) CAPITULO VIII
y la palabra el signo, esto es, aquellas dos sílabas a éstas y N o SE DISCUTEN INÚTILMENTE ESTAS CUESTIONES. ASIMISMO,
éstas a aquéllas, tiene mayor extensión el signo que la palabra ; PARA RESPONDER AL QUE PREGUNTA, SE HA DE LLEVAR EL PENSA-
es decir, significan más aquellas dos sílabas que éstas. Al con-
MIENTO DE LOS SIGNOS OÍDOS A LAS COSAS SIGNIFICADAS
trario, los términos palabra y nombre, tomados en su acepción
general, tienen un mismo valor. Mostró la razón que todas las 21. Ag.—Bien has recordado, sin duda, todo lo que yo
partes de la oración son también nombres, porque pueden aso- .deseaba, y, a decirte la verdad, estas distinciones me parecen
ciárseles pronombres, y que de todas puede decirse que nom- mucho más claras ahora que cuando, buscándolas y discutien-
bran algo, y que no hay ninguna que, añadiéndole un verbo, do sobre ellas, las sacábamos de no sé (pié escondrijos. Mas
no pueda formar una proposición completa. Mas aunque los es difícil decir ahora adonde trato de llegar a vueltas de tanto
términos nombre y palabra tengan el mismo valor, puesto que rodeo. Porque tal vez piensas o que estamos jugando, y que
todas las cosas que son palabras son también nombres, no tie- apartamos la consideración de las cosas serias para dirigirla
nen, sin embargo, un valor idéntico, pues hemos hallado en sobre cuestiones pueriles, o que buscamos una pequeña o me-
nuestra discusión que por razones diferentes la una se llama diocre utilidad; o, si crees que esta discusión ha de traer algo
palabra y el otro nombre. Hemos visto, en efecto, que la pala- grande, estás ardiendo en deseos de saberlo o, cuando menos,
bra hiere el oído y que el nombre excita el recuerdo en el
de oírlo. Yo quisiera creyeses que ni he formado juegos que
espíritu; diferencia que expresamos muy claramente en el len-
en algo desdigan—aunque tal vez estemos jugando, mas (en
guaje, diciendo: ¿Cuál es el nombre de esta cosa que se quie-
re grabar en la memoria? En lugar de decir: la palabra de tal caso) no sea considerado en sentido pueril—ni me detengo
esta cosa. Hemos hallado después términos que no sólo tienen en cortos o medianos bienes. Y, no obstante, si dijese que hay
la misma significación, sino que también son idénticos, y entre una vida bienaventurada y eterna, adonde, con la ayuda de
los cuales no hay otra diferencia que el sonido de las letras, Dios, esto es, de la misma Verdad, deseo seamos conducidos
como nombre y óvoncc. Se me había olvidado que en la especie
signum comperisse, quod non Ínter caetera quae significat, se quoque
signifixet. Haec quantum potui, recordatus sum. Tu iam videris, quem
tantum, quaedam vero etiam idem valere monstratum est. Etenim hoc nihil puto in hoc sermone nisi scientem certumque dixisse, utrum ista
disyllabum, quod sonat cum dicimus: Signum, prorsus omnia quibus bene ordinateque digesserim.
quidque significatur significat: non autem omnium signorum signum
est cum dicimus: Verbum, sed tantum eorum quae articulata voce
proferuntur. Unde manifestum est, quamvis et verbum signo, et signum CAPUT VIII
verbo, id est et duae istae syllabae illis, et illae istis significentur, plus
tamen signum valere quam verbum, plura scilicet illis duabus syllabis, NON FRUSTRA HAEC DISPUTARI. ÍTEM SIGNIS AUDITIS ANIMUM, UT
quam istis significantibus. Tantumdem autem valet genérale verbum, et INTERROGANTI RESPONDEATUR, AD RES SICNIFICATAS ESSE REFERENDUM
genérale nomen. Docuit enim ratio omnes partes orationis etiam no- 21. Aug.—Satis tu quidem memoriter omnia quae vellem recoluisti;
mina esse, quod et pronomina his addi possunt, et de ómnibus dici «t, ut tibi fatear, multo evidentius mihi nunc videntur ista distincta,
potest quod aliquid nominent, et milla earum sit quae non verbo adiuncto quam cum ea inquirendo ac disserendo de nescio quibus latebris ambo
pronuntiatum possit implere. Sed cum tantumdem valeant nomen et
erueremus. Sed quonam tantis ambagibus tecum pervenire moliar, dif-
verbum, eo quod omnia quae verba sunt, sint etiam nomina; non tamen
ficile dictu est hoc loco. Tu enim fortasse aut ludere nos, et a seriw
idem valent. Alia quippe de causa verba, et alia nomina nuncupari,
satis probabiliter disputatum est. Siquidem alterum horum ad auris rebus avocare animum, quasi quibusdam puerilibus quaestiunculis, ar-
verberationem, alterum ad animi commemorationem notandam esse com- bitran?, aut parvam vel mediocrem aliquam utilitatem requirere; aut
pertum, vel ex hoc intelligi potest, quod in loquendo rectissime dicimus: si magnum quiddam parturire istam disputationem suspicaris, iamiam-
Quod est huic rei nomen, rem memoriae mandare cupientes; Quod est que id scire sive saltem audire desideras. Ego autem credas velim, ñeque
autem huic rei verbum, dicere non solemus. Quae vero non solum tan- me vilia ludiera hoc instituisse sermone, quamvis fortasse ludamus, idque
tumdem, sed etiam idem omnino significent, et ínter quae nihil praeter ípsum tamen non puerili sensu aestimandum sit; ñeque parva bona vel
litterarum distet sonum, nomen et Svopcc invenimus. Illud sane mihi mediocria cogitare. Et tamen si dicanl vitam esse quamdam beatam.
elapsum erat in hoc genere, in quo invicem se significant, nullum nos eamdemque sempiternam, quo nos Deo duce, id est ipsa veritate, gra-
570 DEL MAESTRO 8,22
8,22 DEL MAESTRO 571
p o r ciertos e s c a l o n e s a p r o p i a d o s a n u e s t r o débil p a s o , t e m e r í a
a p a r e c e r ridículo e n t r a n d o en este c a m i n o t a n s u b l i m e p o r e l Ag.—Dilo, pues, para que no me tengas por burlón.
e x a m e n de los signos, m á s b i e n q u e de las cosas q u e e l l o s Ad.—¿Piensas c o n c l u i r q u e n o soy h o m b r e ?
r e p r e s e n t a n . P o r t a n t o , m e p e r d o n a r á s si m e d e t e n g o c o n t i g o Ag.—¡Eh! ¿ A c a s o n o p i e n s a s lo m i s m o tú, q u e h a s con-
en c o n s i d e r a c i o n e s p r e l i m i n a r e s , n o p o r j u g a r , sino p o r ejerci- c e d i d o ser v e r d a d t o d o lo q u e p r e c e d e y nos h a t r a í d o a esta
t a r l a s fuerzas y a g u d e z a del e n t e n d i m i e n t o , con las cuales p o - conclusión?
d a m o s , a m á s de s o p o r t a r , a m a r el c a l o r y la luz de a a u e l l a Ad.—No te d i r é q u é p i e n s o , si n o o y e r e de ti a c e r c a de q u é
región en q u e la v i d a es b i e n a v e n t u r a d a . m e p r e g u n t a s t e al b u s c a r si el h o m b r e es h o m b r e , si de estas
Ad.—Antes b i e n , sigue c o m o h a s c o m e n z a d o ; q u e n u n c a d o s s í l a b a s o de l o q u e significan.
j u z g a r é d e s p r e c i a r lo q u e tú p e n s a r e s h a c e r o decir. Ag.—Antes b i e n , r e s p o n d e tú c ó m o e n t e n d i s t e m i p r e g u n -
2 2 . Ag.—¡Ea! C o n s i d e r e m o s a h o r a esta c a t e g o r í a en la t a ; p o r q u e si es a m b i g u a d e b i s t e p r e c a v e r esto y n o respon-
c u a l los signos n o d e n o t a n s i g n o s , sino m á s b i e n l a s cosas d e r m e a n t e s de e s t a r cierto d e q u é m o d o te p r e g u n t é .
q u e h e m o s l l a m a d o significables. Y d i m e , p r i m e r a m e n t e , si el Ad.—Poco m e i m p o r t a la a m b i g ü e d a d si r e s p o n d o a l a s dos
h o m b r e es h o m b r e . c o s a s : el h o m b r e es c i e r t a m e n t e h o m b r e ; las d o s s í l a b a s n o
Ad.—No sé si estás j u g a n d o a h o r a . son m á s q u e dos s í l a b a s , y lo q u e significa n o es o t r a cosa q u e
Ag.—¿Por qué? a q u e l l o q u e es.
Ad.—Porque j u z g a s p r e g u n t a r m e si el h o m b r e es o t r a cosa Ag.—Muy b i e n , c i e r t a m e n t e ; m a s , ¿ p o r q u é h a s t o m a d o en
que h o m b r e . l o s d o s sentidos lo q u e h e m o s l l a m a d o h o m b r e , y n o l a s o t r a s
Ag.—Creo j u z g a r í a s q u e m e b u r l a b a t a m b i é n de ti si t e cosas de que hemos h a b l a d o ?
p r e g u n t a s e a s i m i s m o si la p r i m e r a s í l a b a de este n o m b r e es Ad.—i Con q u é m e convences de a u e n o h a y a e n t e n d i d o
o t r a cosa q u e horn, y la s e g u n d a o t r a q u e bre. a s í lo d e m á s ?
Ad.—Así es, n i m á s n i m e n o s . Ag.—Para c a l l a r o t r a s cosas, si h u b i e r a s e n t e n d i d o m i p r i -
Ag.—Mas estas dos s í l a b a s u n i d a s f o r m a n hombre, ¿ l o ne- m e r a p r e g u n t a s e g ú n el s o n i d o de las l e t r a s , n o m e h u b i e r a s
garás? respondido nada, pues p o d r í a parecerte que no había pregun-
Ad.—¿Quién lo podrá n e g a r ? tado n a d a ; mas ahora, habiendo pronunciado tres palabras,
Ag.—Pregunto, p u e s , si tú eres estas dos s í l a b a s u n i d a s . u n a de l a s c u a l e s r e p e t í en el m e d i o , d i c i e n d o utrum homo,
Ad.—De n i n g u n a m a n e r a ; m a s ya veo a d o n d e a p u n t a s . homo sit (si el h o m b r e es h o m b r e ) , el h a b e r e n t e n d i d o la p r i -
m e r a y ú l t i m a p a l a b r a , n o s e g ú n los s i g n o s , s i n o c o n f o r m e a
dibus quibusdam infirmo gressui nostro accommodatis perduci cupiam,
vereor ne ridiculus videar, qui non rerum ipsarum quae significantur, Aug.—Dicito ergo, ne me conüimeliosum putes.
sed consideratione signorum tantam viam ingredi coeperim. Dabis igi- Ad.—Concludi existimas quod homo non sim.
tur veniam, si praeludo tecum non ludendi gratia, sed exercendi vires Aug.—Quid, tu non Ídem existimas, qui omnia superiora ex quibus
et mentis aciem, quibus regionis illius, ubi beata vita est, calorem ac hoc confectum est, vera esse concedis?
lucem non modo sustinere, verum etiam amare possimus. Ad.—Non tibi ego dicam quid existimem, nisi prius abs te audiero,
Ad.—Perge potius ut coepisti: nam nunquam ego contemnenda cum quaereres utrum homo, homo sit, de duabus istis syllabis, an de
putem quae tu dicenda vel agenda putaveris. re ipsa quam significant me interrogaveris?
22. Aug.—A.ge, iam ergo illam partem consideremus, cum signi1» Aug.—Tu potius responde ex qua parte acceperis interrogationem
non alia signa significantur, sed ea quae significabilia vocamus. Et ¡neaní: nam si est ambigua, prius hoc cavere debuisti, ñeque mihi re-
primum dic mihi utrum homo, homo sit. sponderé antequam certus rieres quonam modo rogaverim.
Ad.—Nunc vero an ludas nescio. Ad.—Quid enim me impediret haec ambiguitas, cum ego ad utrum-
Aug.—Quid ita? que responderim; homo enim prorsus homo est; nam et istae duae
Ad.—Quia quaerendum ex me censes, utrum homo aliud sit quam syllabae nihil aliud sunt quam istae duae syllabae; et id quod signifi-
homo. cant, nihil aliud est, quam id quod est.
Aug.—Ita credo te illudi arbitrareris, si etiam quaererem utrum
Aug.—Scite hoc quidem: sed cur hoc solum quod dictum est homo,
prima huius nominis syllaba aliud sit quam, ho, et aliud secunda
non etiam caetera quae locuti sumus, ad utrumque accepisti?
quam, mo.
Ad.—Ita omnino. Ad.—Unde enim convincor quod et caetera non sic acceperim?
Aug.—At istae duae syllabae coniunctae, homo est: an negabis? Aug.—Ut alia omittam, eam ipsam primam rogationem meam, si to-
Ad.—Quis neget? tam ex ea parte accepisses, qua syllabae sonant, nihil mihi respondisses;
Aug.—Quaero ergo, num tu duae istae syllabae coniunctae sis. possem tibi enim videri nihil etiam interrogasse: nunc vero cum tria ver-
Ad.—Nullo modo: sed video quo tendas. ba sonuerim, quorum unum in medio repetivi dicens utrum homo, homo
sit, primum et ultimum verbum, non secundum ipsa signa, sed secun-
572 DEL MAESTRO 8 23 8.24 DEL MAESTRO 573
lo que éstos significan, señal es manifiesta de que pensaste que Ag.—Opinas, pues, y defiendes a capa y espada que no>
habías de responder a la pregunta con certeza y confianza. debes responder a las preguntas, a no ser según las cosas sig-
Ad.—Es verdad. nificadas por las palabras.
Ag.—Mas, ¿por qué te plugo admitir solamente el término Ad.—No veo por qué ha de repugnar esto, con tal que
hombre según su sonido y según su significado? sean palabras.
Ad.—He aquí que ya admito todo, mas solamente en cuan- Ag.—Quisiera saber cómo responderías a aquel—de quien
to a su significado; pues convengo contigo en que no podemos solemos oír hablar con gozo burlón—que concluyó haber sali-
hablar en manera alguna si no fijamos la atención, oídas las do un león de la boca de con quien discutía. Pues habiéndole
palabras, en aquello de que éstas son signos. Por lo cual mues- preguntado si lo que hablamos procede de nuestra boca, y no
tra ahora cómo me he engañado en este modo de raciocinar, pudiendo el otro negarlo, indujo al hombre con suma facili-
cuya conclusión es que yo no soy hombre. dad a que pronunciase la palabra león; una vez hecho esto
Ag.—No, sino que volveré a preguntarte lo mismo, para comenzó a burlarse de él pesadamente, diciéndole cómo un
que tú mismo veas dónde has caído. hombre bueno podía haber expelido un tan gran animal, pues-
Ad.—Muy bien. to que había confesado cnie todo lo que decimos procede de
23. Ag.—No te preguntaré lo que te había preguntado nuestra boca.
primeramente, puesto que ya lo has dicho. Por tanto, mira con Ad.—Y no era difícil echar por tierra a este socarrón, pues
mayor cuidado si la sílaba hom no es otra cosa que hora y si no le concedería yo que todo lo que hablamos de nuestra boca
la sílaba bre no es otra cosa que bre. procede. Porque todo lo que hablamos lo significarnos; y no
Ad.—Ciertamente, no veo otra cosa. procede de la boca del que habla la cosa que se significa, sino
Ag.—Mira también si, juntando estas dos sílabas, se hace el signo con que se significa, a no ser cuando se significan los
un hombre. mismos signos; esta clase ya la hemos tratado poco antes.
Ad.—De ninguna manera convendré en esto; porque esta- 24. Ag.—De este modo estarías bien preparado para res-
mos de acuerdo, con razón, en que el signo lleva nuestio espí- ponder a ese adversaiio; sin embargo, ¿qué me responderás
ritu hacia la cosa significada y en que, por consecuencia natu- si te pregunto si hombre es nombre?
ra] de esta visión, se concede o se niega lo que se habla. Estas Ad.—¿Qué responderé sino que es un nombre?
dos sílabas, tomadas separadamente, no tienen más significa- Ag.—¿Qué? ¿Acaso, cuando te veo, veo yo un nombre?
ción ni más valor que el sonido que hiere nuestros oídos; por Ad.—No.
eso concedí que eran lo que sonaron. Ag.—¿Quietes, pues, que diga lo que sigue?
dum ea quae his significantur te accepisse, vel hoc solo manife^tum Aug.—Placet igitur, íirmumquc animo tenes non íespondendum esse
est, quod statim certus ac fidens rogationi respondendum putasti. inteirogationibus, nisi ex iis rebus quae verbis significantur?
Ad.—Verum dicis. Ad.—Non intellígo cur displiceat, si modo veiba sint.
Aug.—Cur ergo id tantum quod in medio positura est, et secundum Aug.—Vellem scire quomodo illi resísteles, de quo iocantes solemus
id quod sonat, et secundum id quod significat, te accipere libuit? audire, quod ex eius ore cum quo disputabat, leonem processisse conclu-
Ad.—Ecce iam totum ex ea tantum parte qua significatur accipio: serit. Cum enim quaesisset, utrum ea quae loqueremur, nostro ore proce-
assentior enim tibi, serraocinari nos omnino non posse, nisi auditis verbis derent, atque ille non potuisset negare; quod facile fuit, egit cum no-
ad ea feratur animus, quorum ista sunt signa. Quare ostende nunc, quo- mine, ut in loquendo leonem nominaret: hoc ubi factum est, ridicule
modo ista ratiocinatione deceptus sim, qua me hominem non esse ronclu- insultare coepit et premere, ut quoniam quidquid loquimur, ore nostro
ditur. exire confessus erat, et leonem se locutum esse nequibat abnuere, homo
Aug.—Imo eadem rursus interrogabo, ut ipse invenías ubi lap=u^ »i«. non malus tam immanem bestiam videretur vomuisse.
Ad.—Bene facis. Ad.—Minime vero erat arduum scurrae huic resistere, non enim con-
23. Aug.—Illud ergo quod primo quaesieram, quia iam dedi^ti, non cederem ore nostro exire quodcumque loquimur. Nam quae loquimur, ea
quaeram. Vide igitur diligentius, utrum syllaba, ho, nihil aliud sit quam, significamus; non autem quae res significatur, sed signum quo significa-
ho; et utrum, mo, nihil aliud sit quam, mo. tur loquentis ore proredit, nisi cum ipsa signa significantur: quod genus
id.—Hic prorsus nihil aliud video. paulo ante tractavimus.
Aug.—Vide etiam num istis duabus iunctis, homo, fiat. 24. Aug.—Bene tu quidem hoc modo adversus illum esses paratus:
Ad.—Nequáquam hoc concesserim: placuit enim, et recte piacuit, verumtamen mihi quid respondebis, utrum homo nomea sit requirenti?
signo dato id quod significatur attendere, et ex eius consideratione vet Ad.—Quid, nisi esse nomen?
daré, vel negare quod dicitur. Illae autem separatim enuntiatae sylla- Aug.—Quid? cum te video, num nomen video?
bae, quia sine ulla «ignificatione sonuerunt, hoc eas esse quod ^onuere Ai.—Non.
eoncessum est. Aug.—Visne igitur dicam quod sequitur?
574 DEL MAESTRO 8, 24 9,25 DEL MAESTRO 575
Ad.—No, te lo r u e g o ; p u e s y o m i s m o m e d o y la sentencia t í a m o s a l q u e p r e g u n t a b a ? O si confiesa q u e la infirió confor-
d e n o s e r h o m b r e , p o r h a b e r r e s p o n d i d o q u e es n o m b r e a l m e a este sentido, n o h e m o s de t e m e r la c o n c l u s i ó n ; ¿ h e d e
p r e g u n t a r m e tú si h o m b r e es n o m b r e . P u e s h a b í a m o s conve- t e m e r confesar q u e yo n o soy h o m b r e , es decir, estas d o s sí-
n i d o en q u e es d e la cosa significada q u e se p u e d e afirmar o labas?
n e g a r lo q u e se dice.
Ad.—Nada h a y m á s v e r d a d e r o . ¿ P o r q u é , p u e s , se n o s ofen-
Ag.—Mas p a réceme q u e n o sin m o t i v o diste en esta res- de con esta f r a s e : n o eres h o m b r e , p u e s t o q u e , s e g ú n lo conce-
p u e s t a , p o r q u e es la ley de la razón, escrita e n el f o n d o d e d i d o antes, n o se h a p o d i d o decir v e r d a d m á s g r a n d e ?
n u e s t r o e s p í r i t u , q u e h a d e s p e r t a d o tu a t e n c i ó n . Si te p r e g u n - Ag.—Porque n o p u e d o m e n o s de p e n s a r q u e la c o n c l u s i ó n
t a s e q u é es el h o m b r e , s e g u r a m e n t e r e s p o n d e r í a s q u e u n a n i - se refiere a lo q u e significan l a s d o s s í l a b a s s e g ú n la r e g l a
m a l ; y si te p r e g u n t a s e q u é p a r t e de l a o r a c i ó n es h o m b r e , — c u y o v a l o r n a t u r a l es m u y g r a n d e — d e q u e la atención, per-
n o p o d r í a s de n i n g ú n m o d o r e s p o n d e r r e c t a m e n t e sino dicien- cibidos los signos, se d i r i g e h a c i a l a s cosas significadas t a n
do q u e n o m b r e ; p o r l o c u a l , c o m o se ve q u e h o m b r e es n o m - p r o n t o c o m o s u e n a n las p a l a b r a s .
b r e y es a n i m a l , lo p r i m e r o se dice c o n s i d e r a n d o el s i g n o , y lo Ad.—Admito lo q u e dices.
s e g u n d o , lo q u e el signo significa. P o r t a n t o , al q u e p r e g u n t e
si h o m b r e es n o m b r e , n o le r e s p o n d e r é sino q u e lo e s ; b a s t a n t e
d a a e n t e n d e r q u e q u i e r e o í r l o c o n s i d e r a d o en c u a n t o s i g n o . CAPITULO IX
M a s si p r e g u n t a si es a n i m a l , a s e n t i r é m á s f á c i l m e n t e . Y si
p r e g u n t a s e s o l a m e n t e q u é es el h o m b r e — n o d i c i e n d o si n o m - Si SE HAN DE PREFERIR LAS COSAS O EL CONOCIMIENTO DE LAS
b r e o a n i m a l — , en v i r t u d de esla r e g l a d e l e n g u a j e y a conve- MISMAS A LOS SIGNOS QUE LAS REPRESENTAN
n i d a , q u e el e s p í r i t u se d i r i g e h a c i a l a s cosas q u e significan
las s í l a b a s , se r e s p o n d e r á s e n c i l l a m e n t e q u e es u n a n i m a l , o se 2 5 . Ag.—Quiero, pues, q u e e n t i e n d a s ya q u e las c o s a s
r e c i t a r á t o d a la definición, esto e s , a n i m a l r a c i o n a l y m o r t a l . significadas h a n de e s t i m a r s e en m á s q u e los signos. P o r q u e
¿ N o te p a r e c e ? t o d o lo q u e es p o r o t r a cosa, p r e c i s o es q u e sea d e m á s b a j o
Ad.—Claro que me parece; pero ¿cómo eludiremos aquella p r e c i o q u e a q u e l l o p o r lo q u e es, si n o es q u e t ú p i e n s a s o t r a
c o n c l u s i ó n t a n afrentosa, según la c u a l se infiere q u e n o s o m o s cosa.
h o m b r e s , p u e s h e m o s c o n c e d i d o q u e es n o m b r e ? Ad.—Paréceme q u e n o se h a de a s e n t i r a esto f á c i l m e n t e ;
p u e s c u a n d o d e c i m o s : cieno, esto s u p e r a e n i m p o r t a n c i a , a
/ í g . — ¿ C ó m o , sino d e m o s t r a n d o q u e ella n o h a sido dedu-
m i ver, al n o m b r e de la cosa significada. L o q u e n o s ofende
c i d a c o n f o r m e a l sentido a t r i b u i d o a l a cuestión c u a n d o asen- al o í r l o n o p e r t e n e c e al s o n i d o de la p a l a b r a m i s m a ; p u e s
t í . — N e quaeso; nam mihi ipse renuntio, me hominem non esse, qui
nomen esse responderim, cum homo utrum nomen esset inquireres. Iam terroganti assentiebamur? Aut si ex ea parte illam se fatetur inferre,
enim placuerat. ex ea re quae significaretur, aut assentiri, aut negare nullo modo est formidanda: quid enim metuam hominem, id est tres
íjuort dicitur. istas syllabas non esse me confiteri?
Ad.—Nihil est verius. Cur ergo animum offendit, cum dicitur: Non es
Aug.—At mihi videtur non te frustra in hanc responsionem decidisse; igitur homo; cum secundum illa concessa, nihil verius dici potuerit?
nam vigilantiam tuam mentibus nostris indita ipsa lex rationis evicit: Aug.—Quia non possum non putare ad id conclusionem referri, quod
nam ni quaererem quid esset homo, responderes fortasse animal; si' au- his duabus syllabis significatur, simul atque ista verba sonuerint, ea
tem quaererem quae pars orationis esset homo, nullo modo posses recte scilicet regula, quae naturaliter plurimum valet, ut auditis signis ad res
responderé nisi nomen: quamobrem cum homo et nomen, et animal esse significatas feratur intentio.
inveniatur, illud dicitur ex ea parte qua signum est, hoc ex parte rei
quam significat. Qui ergo quaerit utrum homo nomen sit, nihil ei aliud Ad.—Accipio quod dicis.
quam esse respondeam: satis enim significat ex ea parte se velle audire,
qua signum est. Si autem quaerit utrum animal sit, multo proclivius CAPUT IX
annuam: quoniam si tacens et nomen et animal, tantum quid esset
homo requireret, placita illa loquendi regula ad id quod duabus sylla- AN RES QUAEQUE VEL EIUS COGNITIO PLURIS HABENDA SIT QUAM
bis significatur, animus curreret; ñeque quidquam responderetur nisi IPSIUS SIGNA
animal, vel etiam tota definitio diceretur, id est animal rationale mor-
íale: an tibi non videtur? 25. Aug.—Iam ergo intelligas voló, res quae significantur, pluris
quam signa esse pendendas. Quidquid enim propter aliud est, vilius
Ad.—Prorsus videtur: sed cum esse nomen concesserimus, quomodo sit necesse est quam id propter quod est; nisi tu aliud existimas.
illam conclusionem nimis contumeliosam evitabimus, qua nos homines Ad.—Videtur mihi non temeré hic esse assentiendum: nam cum dici-
non esse conficitur? mus: Coenum, longe hoc nomen arbitrar reí quam significat antecellere.
Aug.—Quomodo putas, nisi docendo non ex ea parte illatam, qua in- Quod enim nos offendit audientes, non ad ipsius verbi pertinet sonurru
576 DEL MAESTRO 9,26 9,26 DEL MAESTRO 577
£.Ag. 3 19
578 DEL MAESTRO 9,28
9,28 DEL MAESTRO 579
to, m u c h o m e j o r q u e las p a l a b r a s es la d o c t r i n a . M a s d e s e o
i n f e r i o r al c o n o c i m i e n t o de los vicios. Así, p u e s , a u n q u e orde-
s a b e r lo q u e p i e n s a s tal vez o b j e t a r .
n e s y c o n s i d e i e s estas c u a t r o c o s a s : el n o m b r e y la cosa, el
2 7 . Ad.—Convengo e n q u e es m e j o r la d o c t r i n a q u e l a s
c o n o c i m i e n t o del n o m b r e y el c o n o c i m i e n t o de l a cosa, a n t e p o -
p a l a b r a s ; p e r o i g n o r o si n o h a y a l g o q u e p u e d a o b j e t a r s e c o n -
n e m o s con r a z ó n el n o m b r e a l m i s m o vicio. P u e s este n o m b r e ,
t r a esta r e g l a q u e d i c e : « T o d o lo q u e es p o r o t r a cosa, es
u s a d o en u n v e r s o , c u a n d o dice P e r s i o : « P e r o éste q u e d a ató-
m e n o s excelente q u e a q u e l l o p o r lo q u e es.»
n i t o a n t e el vicio» [ 3 ] , n o s o l a m e n t e n o fué u n defecto e n el
Ag.—Esto lo t r a t a r e m o s m á s o p o r t u n a y d i l i g e n t e m e n t e en
v e r s o , sino q u e lo a d o r n ó ; m i e n t r a s q u e la r e a l i d a d e x p r e s a d a
o t r a p a r l e ; a h o r a , p a r a lo q u e deseo h a c e r , b a s t a lo q u e h a s
p o r este n o m b r e h a c e ser vicioso al h o m b r e m a n c h a d o de e l l a .
c o n c e d i d o . O p i n a s , p u e s , q u e es de m á s v a l o r el c o n o c i m i e n t o
M a s n o v e m o s q u e e x c e d a así la t e r c e r a a la c u a r t a cosa, s i n o
de l a s cosas q u e los signos de las m i s m a s . P o r lo q u e el c o n o -
la c u a r t a a la t e r c e r a . P u e s el c o n o c i m i e n t o d e este n o m b r e
c i m i e n t o de las cosas que se significan h a de a n t e p o n e r e s e a l
es m e n o s i m p o r t a n t e q u e el c o n o c i m i e n t o de los vicios.
c o n o c i m i e n t o de los signos, ¿ n o te p a r e c e ?
Ad.—¿Juzgas t a m b i é n q u e h a de p r e f e r i r s e este conoci-
Ad.—¿He c o n c e d i d o a c a s o q u e el c o n o c i m i e n t o de l a s c o s a s
m i e n t o , h a c i e n d o , c o m o h a c e , m á s d e s g r a c i a d o s a los h o m -
es m á s excelente q u e el c o n o c i m i e n t o de los signos o s o l a m e n -
b r e s ? P u e s el m i s m o P e r s i o a n t e p o n e e x c l u s i v a m e n t e a t o d o s
te q u e el c o n o c i m i e n t o de l a s cosas es p r e f e r i b l e a los s i g n o s ?
los s u p l i c i o s q u e h a y a i m a g i n a d o la c r u e l d a d de los t i r a n o s ,
P o r t a n t o , r e c e l o a s e n t i r en esto. Si, en efecto, el n o m b r e cieno
o q u e su c o d i c i a inflige, la p e n a que a t o r m e n t a a l o s h o m b r e s
es m e j o r q u e la cosa q u e significa, ¿ p o r q u é el c o n o c i m i e n t o
o b l i g a d o s a r e c o n o c e r los vicios q u e n o p u e d e n e v i t a r .
de este n o m b r e n o h a de a n t e p o n e r s e al c o n o c i m i e n t o de la
Ag.—Puedes de este m o d o n e g a r t a m b i é n q u e se d e b a p r e -
cosa, a u n q u e el n o m b r e m i s m o sea i n f e r i o r a a q u e l c o n o -
ferir el c o n o c i m i e n t o de l a s m i s m a s v i r t u d e s al de sus n o m -
c i m i e n t o ? C u a t r o cosas h a y : el n o m b r e y la cosa, el conoci-
b r e s ; p o r q u e c o n o c e r la v i r t u d y n o p o s e e r l a es u n s u p l i c i o
m i e n t o del n o m b r e y el c o n o c i m i e n t o de la cosa. D e i g u a l m o d o
con q u e el m i s m o satírico deseó sean c a s t i g a d o s los t i r a n o s .
q u e la p r i m e r a a v e n t a j a a la s e g u n d a , ¿ p o r q u é la t e r c e r a n o
Ad.—No p e r m i t a D i o s t a l d e m e n c i a , p u e s ya veo q u e n o
s o b r e p u j a r á a l a c u a r t a ? Y si n o la s o b r e p u j a , ¿ e s n e c e s a r i o
se h a de c u l p a r a los c o n o c i m i e n t o s en q u e l a m e j o r d e l a s
q u e le esté s u b o r d i n a d a ?
d i s c i p l i n a s i m b u y e la i n t e l i g e n c i a , sino que h e m o s de t e n e r
2 8 . Ag.—Estoy e n t e r a m e n t e c o m p l a c i d o de verte e x p l i c a r
p o r los m á s d e s g r a c i a d o s , c o m o creo los j u z g ó P e r s i o , a l o s
tu p e n s a m i e n t o sin h a c e r c o n c e s i o n e s . M a s e n t i e n d e s , según c r e o ,
a t a c a d o s de tal e n f e r m e d a d , q u e n o p u e d e n h a l l a r su c u r a en
q u e este n o m b r e t r i s í l a b o : vitium ( v i c i o ) , es m e j o r q u e lo q u e
tan gran remedio.
significa, a u n q u e el c o n o c i m i e n t o de d i c h o n o m b r e sea m u y
Ag.—Bien lo e n t i e n d e s ; m a s ¿ q u é n o s i m p o r t a q u e sea éste
tio. Multo ergo melior doctrina quam verba. Sed cupío audire quid forte rum. Licet itaque consumas etiam ista quatuor atque consideres, no-
contradicendum putes. men et rem, cognitionem nominis et cognitionem rei; primum secundo
27. Ad.—Assentior quidem meliorem quam verba esse doctrinam; iure praeponimus. Hoc enim positum nomen in carmine, cum ait
sed utrum adversus istam regulam qua dicitur: Omne quod propter aliud Persius :«Sed stupet hic vitio» 2, non modo nihil vitii fecit in versu. sed
est, inferius esse quam id propter quod est, nihil sit quod obiici possit, nonnihil etiam ornatus dedit: cum tamen res ipsa quae significatur hoc
ignoro. nomine, in quocumque inest, cogat esse vitiosum. At non ita et tertium
Aug.—Alias hoc opportunius diligentiusque tractabimus: nunc illud quarto, sed quartum tertio videmus excellere. Huius enim cognitio no-
quod concedis, satis est ad id quod conficere studeo. Das enim cognitio- minis vilis est prae cognitione vitiorum.
nem rerum quam signa rerum esse chariorem. Quamobrem cognitio re- Ad.—Etiamne cum ista cognitio miseriores facit, censes esse praefe-
rum quae significantur, cognitioni signorum anteferenda est: an tibi non rendam? Nam idem Persius ómnibus poenis, quas tyrannorum vel crude-
videtur? litas excogitavit vel cupiditas pendit, hanc unam anteponit, qua crucian-
Ad.—Num ego cognitionem rerum cognitione signorum, ac non sig- tur homines qui vitia quae vitare non possunt, coguntur agnoscere.
nis ipsis praestantiorem esse concessi? quare vereor ut hic tibi assentiar. Aug.—Potes hoc modo cognitioni huius nominis ipsam quoque virtu-
Quid si enim ut coenum nomen melius est ea re quam significat; ita et tum cognitionem negare praeferendam: quia virtutem videre nec tenere,
huius nominis cognitio cognitioni quoque illius rei est anteponenda, quam- supplicium est: quo idem ille satyricus tyranni ut puniantur optavit 3 .
vis ea cognitione sit ipsum nomen inferius? Quatuor quippe sunt: nomen, Ad.—Deus hanc avertat amentiam: iam enim intelligo non ipsas
et res, cognitio nominis, et cognitio rei. Sicut ergo primum secundo, cur cognitiones, quibus animum imbuit óptima omnium disciplina, esse cul-
non et tertium quarto antecellat? Sed ut non antecellat, num etiam pandas; sed eos omnium misérrimos iudicandos, sicut et Persium iudi-
subiiciendum est? casse arbitror, qui tali morbo affecti sunt, cui nec tanta medicina sub-
28. Aug.—Mire omnino te video et tenuisse quid concesseris, et veniat.
explicasse quid senseris. Sed, ut opinor, intelligis, hoc trisyllabum no- Aug.—Bene intelligis: sed quoquo modo se habeat Persiana senten-
men, quod sonat cum dicimus: Vitium, melius esse quam id quod sig-
nificat; cum ipsius cognitio nominis multo sit inferior cognitione vitio- - Smyra ni v.32.
' Ib'd , v =ií-3S
580 DEL MAESTRO 10,2? 10,30 DEL MAESTRO 581
o aquél el parecer de Persio? Porque no estamos sometidos signo lo que preguntó, ¿cómo evitaré que piense que sola-
a la autoridad de semejantes en tales cosas. Además, que no
mente es pasear cuanto yo he paseado? Y si lo pensase, se
es fácil explicar aquí qué conocimiento deba ser preferido a
engañará, porque juzgará que quien pasease más o menos que
otro. Bastante tengo con lo que se ha inferido: que el conoci-
miento de las cosas significadas es mejor que los signos mismos, yo no pasea. Y lo que he dicho de esta sola palabra aplícase
aunque no mejor que el conocimiento de los signos. Por lo- también a todo lo que había concedido poder mostrarse sin
tanto, dilucidemos ya más y más cuál es el género de las signos, fuera de las dos cosas que hemos exceptuado.
cosas que decíamos pueden mostrarse por sí mismas sin nece- 30. Ag.—Admítolo ciertamente; mas ¿no te parece que
sidad de signos: como hablar, pasear, estar sentado, yacer y una cosa es hablar y otra enseñar?
otras semejantes. Ad.—Sí que me parece; porque, de ser lo mismo, nadie
Ad.—Ya recuerdo lo que dices. enseñaría sino hablando; y pues que enseñamos, a más de con
las palabras, con otros signos, ¿quién dudará de esta diferencia?
Ag.—/Qué? ¿Es lo mismo enseñar que significar? ¿Se di-
CAPITULO X ferencian en algo?
Ad.—Juzgo que es lo mismo.
Si PUEDE ENSEÑARSE ALGO SIN S I G N O S . — L A S COSAS NO SE Ag.—¿Acaso no habla correctamente quien dice que nos-
APRENDEN POR MEDIO DE LAS PALABRAS otros significamos para enseñar?
Ad.—Muy correctamente.
29. A¡¡,.—¿Parécete que puede mostrarse sin signo todo Ag.—Y si alguno dijese que enseñamos para significar, ¿no
lo que podemos hacer tan pronto como Pomos interrogados? es refutado con facilidad por la afirmación precedente?
¿Exceptúas algo? Ad.—Así es.
Ad.—Pues yo, considerando por completo una y otra vez Ag.—Luego si significamos para enseñar y no enseñamos
este género, no encuentro otra cosa que pueda enseñarse sin para significar, una cosa es enseñar y otra significar.
signo alguno si no es la locución, y si alguno lo pregunta, Ad.—Verdad es, y no respondí correctamente al decir que
qué es enseñar. Porque veo que él, haga yo lo que haga des- ambas cosas eran idénticas.
pués de su pregunta para que aprenda, no recibe el conoci-
Ag.—Ahora respóndeme si el que enseña qué es enseñar lo
miento de la cosa que desea se le muestre; pues si alguien me
preguntase, cuando estoy parado o haciendo otra cosa, qué hace por medio de signos o de otra manera.
es pasear, y yo, paseando al momento, intentase enseñarle sin
bulando, eum quod rogavit sine signo coner docere; unde cavebo ne !d
tantum putet esse ambulare, quantum ego ambulavero? quod si putave-
tía, quid ad nos? Non enim horum auctoritati subiecti sumus in tali- rit, decipietur: quisquís enim plus minusve quam ego ambulaverit, hunc
bus rebus. Deinde «i qua cognitio cognitioni praeferenda sit, non hic ille ambulasse non arbitrabitur. Et quod de hoc uno verbo dixi, transit
facile est explicare. Satis habeo quod effectum est, cognitionem rerum in omnia quae sine signo monstrari posse consenseram, praeter dúo illa
quae significantur, etsi non cognitione signorum, ipsís tamen sígnis esse quae excepimus.
potiorem. Quare iam illud magis magisque discntiamus, quale sit genus 30. Aug.—Accipio quidem istud: sed nonne tibi videtur aliud esse
rerum quas sine signis monstrari posse dicebamus per seipsas, ut loquL loqui, aliud docere?
ambulare, sedere, iacere, atque huiusmodi caetera. Ad.—Videtur sane: nam si esset Ídem, non doceret quisquam nisi
Ad.—Iam lecolo quid dicas. loquens; eum vero et alus signis, praeter verba, multa doceamus, quis
de ista differentia dubitaverit?
CAPUT X Aug.—Quid? docere et significare, nihilne interest? an aliquid dif-
ferunt?
AN QUAEDAM D0CER1 SINE SIGNIS Q U E A N T . — R E S NON DISCUNTUR" Ad.—ídem puto esse.
PER IPSA VERBA Aug.—Nonne recte dicit, qui dicit ideo nos significare ut doceamus?
Ad.—Recte prorsus.
29. Aug.—Omniane tibi videntur, quae interrogati mox agere possu- Aug.—Quid, si dicat alius ideo nos docere ut significemus? nonne
mus, sine signo posse monstrari? an aliquid excipis? facile superiore sententía refelletur?
Ad.—Ego vero etiam atque etiam genus hoc totum considerans, nihil Ad.—Ita est.
adhuc invenio quod sine signo valeat doceri, nisi forte locutionem, et si Aug.—Si ergo significamus ut doceamus, non docemus ut significe-
forte idipsum quispiam quaerat, quid sit docere. Video enim eum, quid- mus; aliud est docere, aliud significare.
quid post eius interrogationem fecero ut discat, ab ea ipsa re non dis- Ad.—Verum dicis, nec recte idem esse utrumque respondí.
cere quam sibi demonstrari cupit: nam si me cessantem, ut dictum est, Aug.—Nunc illud responde, utrum qui docet quid sit docere, sig-
vel aliud agentem roget quispiam quid sit ambulare, et ego statim anv- nificando id agat, an aliter.
582 DEL MAESTRO 10,31 10,32 DEL MAESTRO 583
Ad.—No veo que lo pueda hacer de otro modo. sé de qué manera me apremia tu pregunta y me aparta del
Ag.—Por tanto, es falso lo que poco ha dijiste: que puede asentimiento. Pues me parece que, de no tener algo que obje-
enseñarse sin signos qué es enseñar, a cualquiera que lo pre- tar, no me hubieras preguntado esto; y la misma complicación
gunte; cuando vemos que ni esto puede hacerse sin signos, pues- de las cosas me impide ver todo y responder seguro, pues temo
to que has concedido que una cosa es significar y otra enseñar. se oculte entre tanto velo algo que mi inteligencia sea incapaz
Porque si, como se ve, estas dos cosas son diversas, ésta no se de elucidar.
muestra sino por aquélla, que no por sí misma, como te había Ag.—De buena gana escucho tu duda; ella me muestra que
parecido. Por lo cual no hemos hallado nada que pueda mos- tu espíritu no es temerario, lo que es el mejor medio de con-
trarse por sí mismo, fuera de la locución, que, además de sig- servar la paz. Pues lo más difícil es no perturbarse absoluta-
nificar otras cosas, se significa a sí misma; y como el lenguaje mente cuando las convicciones, que manteníamos con satisfac-
es un signo, no hay nada que pueda enseñarse sin signos. ción, se debilitan y como que son arrancadas de nuestras ma-
Ad.—No tengo por qué no asentir. nos en el calor de la disputa. Por lo cual, así como es justo
31. Ag.—Así, pues, queda establecido que nada se enseña ceder ante las razones bien consideradas y examinadas, así
sin signos, y que debemos apreciar más el conocimiento mismo también es peligroso lener lo desconocido por conocido. Por-
que los signos, por medio de los cuales conocemos; aunque que hay el temor de que vengamos a caer en tal aversión o
no todo lo que se significa pueda ser mejor que sus signos. miedo de la razón, que no demos fe ni a la verdad más clara,
Ad.—Así parece. puesto que muchas veces viene a tierra lo que presumíamos
Ag.—¿Te acuerdas qué rodeos hemos dado para llegar a había de permanecer firmemente.
tan poca cosa? Porque desde que luchamos de palabra entre
nosotros—y lo hemos hecho durante mucho tiempo—hemos 32. Mas, ¡ea!, examinemos ahora más desembarazadamen-
procurado encontrar estas tres cosas: si no hay nada que pueda te si tu duda tiene algún fundamento. Preguntóte: si alguno,
mostrarse sin signos; si hay algunos signos preferibles a lo ignorando la trampa de las aves, que se hace con cañas y liga,
que significan, y sí eí conocimiento de las cosas es mejor que se encontrase con un cazador provisto de sus armas, mas no
los signos. Y la cuarta cosa—que deseara me la dieses a cono- cazando, sino andando, viendo al cual apresurase el paso, y
cer brevemente—es si crees que las hemos encontrado, de tal admirándose, como sucede, pensase y se preguntase qué quería
modo que ya no te quepa duda. aquel hombre adornado con sus armas, y el cazador, viéndole
Ad.—Yo ciertamente quisiera que, después de tantos ro- fijarse en sí, extendiese las cañas por ostentación, y, visto un
deos y vueltas, hubiéramos llegado a una cosa cierta; mas no pajarillo cerca, lo enredase en la caña, lo abatiese con el hal-
Ad.—Non video quomodo aliter possit. certa perventum; sed et ista rogatio tua nescio quomodo me sollicitat, et
Aug.—Falsum est igitur quod paulo ante dixisti, doceri rem posse ab assensione deterret. Videris enim mihi non haec de me fuisse quaesi-
sine signis, cum quaeritur quid sit ipsum docere; quando ne lioc quidem turus, nisi haberes quod contradiceres: et ipsa rerum ímplicatío totum
videmus sine significatione agi posse, cum aliud esse significare, aliud me inspicere, ac securum responderé non sinit, verentem ne quid in tan-
docere concesseris. Si enim diversa sunt, sicut apparet, ñeque hoc nisi tis involucris lateat, quod acies mentís meae lustrare non possit.
per illud ostenditur, non per se utique ostenditur, sicut tibi visum erat. Aug.—Dubitationem tuam non invitus accipio; significat enim ani-
Quamobrem nihil adhuc inventum est, quod monstrari per seipsum queat
mum minime temerarium: quae custodia tranquillitatis est máxima. Narr.
praeter locutionem, quae inter alia se quoque siguificat: quae tamen
difficillimum omnino est non perturbari, cum ea quae prona et procliva
cum etiam ipsa signum sit, nondum prorsus exstat quod sine signis do-
ceri posse videatur. approbatione tenebamus contrariis disputationibus labefactantur, et quasi
extorquentur e manibus. Quare, ut aequum est bene consideratis pers-
Ad.—Nihil habeo cur non assentiar.
pectisque rationibus cederé, ita incógnita pro cognitis habere, periculo-
31. Aug.—Confectum est igitur et nihil sine signis doceri, et cogni-
sum. Metus est enim ne cum saepe subruuntur quae firmissime statura
tionem ipsam signis quibus cognoscimus, chariorem nobis esse oportere:
quamvis non omnia quae significantur possint signis suis esse potiora. et mansura praesumimus, in tantum odium vel timorem rationis incida-
Ad.—Ita videtur. mus, ut ne ipsi quidem perspicuae veritati fides habenda videatur.
Aug.—Quanto tándem circuitu res tantilla peracta sit, meministine, 32. Sed age, nunc expeditius retractemus utrum recte ista dubitan-
quaeso? Nam ex quo inter nos verba iaculamur, quod tam diu fecimus, da putaveris. Nam quaero abs te, si quisquam ignarus deceptionis avium,
haec tría ut ínvenirentur laboratum est: utrum nihil sine signis possit quae calamis et visco affectatur, obviara fieret aucupi, armis quidem
doceri; et utrum sint quaedam signa rebus quas significant praeferenda; suis instructo, non tamen aucupanti, sed iter agenti; quo viso premeret
et utrum melior quam signa sit rerum ipsa cognitio. Sed quartum est gradum, secumque, ut fit, admirans cogitaret et quaereret quidnam sibi
quod breviter abs te vellem cognoscere, utrumnam ista inventa sic putes. hominis ille vellet ornatus; auceps autem cum in se videret attentum,
ut iam de his dubitare non possis. osten'.andi se studio cannas expediret, et prope animadversam aliquam
Ad.—Vellem quidem tantis ambagibus atque anfractibus esset ad aviculam fístula et accipitre figeret, subigeret et caperet; nonne illum
584 DEL MAESTRO 10,32
10,34 DEL MAESTRO 585
con y lo cogiese, ¿ n o e n s e ñ a r í a al q u e le m i r a b a lo q u e de-
seaba s a b e r , n o con s i g n o a l g u n o , sino con la cosa m i s m a ? 3 3 . L o q u e si c o n s i d e r a s con m á s a t e n c i ó n , n o h a l l a r á s
Ad.—Temóme q u e a q u í h a y a lo que dije del que p r e g u n t a t a l vez n a d a q u e se a p r e n d a p o r s u s s i g n o s . C u a n d o a l g u n o
q u é es p a s e a r . P u e s n o veo q u e el c a z a d o r h a y a m o s t r a d o a q u í me m u e s t r a u n s i g n o , si i g n o r o lo q u e significa, n o m e p u e d e
el p r o c e s o t o d o de l a caza. e n s e ñ a r n a d a ; m a s si lo sé, ¿ q u é es lo q u e a p r e n d o p o r el
Ag.—Fácil es l i b r a r t e de este c u i d a d o ; p u e s a ñ a d o q u e si s i g n o ? L a p a l a b r a n o m e m u e s t r a lo q u e significa, c u a n d o
el e s p e c t a d o r fuese t a n i n t e l i g e n t e q u e , de lo visto, conociese l e o : «Y sus cofias n o f u e r o n d e t e r i o r a d a s » [ 4 ] . P o r q u e si este
t o d o lo d e m á s del a r t e (de c a z a r ) , b a s t a r í a este e j e m p l o p a r a n o m b r e r e p r e s e n t a ciertos a d o r n o s de la cabeza, ¿ a c a s o , en
d e m o s t r a r q u e se p u e d e i n s t r u i r sin n e c e s i d a d de signos a cier- o y é n d o l e , he a p r e n d i d o q u é es cabeza o q u é es a d o r n o ? Y o
tos h o m b r e s en a l g u n a s cosas, a u n q u e n o en t o d a s . los h a b í a c o n o c i d o antes, y n o t u v e c o n o c i m i e n t o de e l l o s al
Ad.—También yo p u e d o c r e e r q u e si m i h o m b r e es m u y ser n o m b r a d o s p o r o t r o s , s i n o al ser de m í vistos. P u e s la
i n t e l i g e n t e , m o s t r a d o con p o c o s p a s o s el p a s e a r , c o n o c e r á p o r p r i m e r a vez q u e e s t a s dos s í l a b a s , caput ( c a b e z a ) , h i r i e r o n m i s
c o m p l e t o q u é es p a s e a r . oídos, i g n o r é t a n t o lo q u e significaban c o m o al o í r o leer p o r
Ag.—Yo te p e r m i t o lo h a g a s , y n o t e o p o n g o n a d a , a n t e s p r i m e r a vez el n o m b r e cofias. M a s c o m o dijesen m u c h a s veces
b i e n te a y u d o ; p u e s ves q u e a m b o s c o n c l u í m o s lo m i s m o : q u e cabeza, n o t a n d o y a d v i r l i e n d o c u a n d o se decía, d e s c u b r í que
se p u e d e n e n s e ñ a r ciertas cosas sin el e m p l e o de signos, y q u e éste e r a el n o m b r e de u n a cosa q u e la vista m e h a b í a h e c h o
es falso lo q u e p o c o antes n o s p a r e c í a v e r d a d e r o : q u e n a d a c o n o c e r p e r f e c t a m e n t e . A n t e s de este d e s c u b r i m i e n t o , la tal pa-
h a y en a b s o l u t o q u e p u e d a m o s t r a r s e sin signos. A h o r a y a , labra era p a r a mi solamente un s o n i d o ; supe que era un signo
d e s p u é s de éstas, a c u d e n a la m e n t e n o u n a n i d o s , sino m i l c u a n d o d e s c u b r í de q u é cosa e r a s i g n o ; esta cosa, c o m o h e
cosas q u e , sin n i n g ú n s i g n o , p u e d e n m o s t r a r s e p o r sí m i s m a s . dicho, n o l a h a b í a a p r e n d i d o significándoseme, sino v i é n d o l a
¿ C ó m o d u d a r ? , te p r e g u n t o . P o r q u e , sin h a b l a r de los i n n u - y o . Así, p u e s , m e j o r se a p r e n d e el s i g n o u n a vez c o n o c i d a la
m e r a b l e s e s p e c t á c u l o s que los h o m b r e s r e p r e s e n t a n en t o d o s l o s cosa q u e la cosa visto el s i g n o .
t e a t r o s sin s i g n o s , m a s con la m i s m a r e a l i d a d , ¿ a c a s o D i o s 3 4 . P a r a q u e m á s c l a r a m e n t e e n t i e n d a s esto, s u p o n q u e
y la n a t u r a l e z a n o e x p o n e n a n u e s t r a s m i r a d a s y m u e s t r a n n o s o t r o s o í m o s a h o r a p o r vez p r i m e r a la p a l a b r a cabeza, y
p o r sí m i s m o s este sol y la luz q u e d e r r a m a y viste t o d a s l a s que, i g n o r a n d o si esta voz es s o l a m e n t e u n s o n i d o o si t a m b i é n
cosas con su c l a r i d a d , la l u n a y l o s d e m á s a s t r o s , l a s t i e r r a s significa a l g o , p r e g u n t a m o s q u é es u n a cabeza ( a c u é r d a t e d e
y los m a r e s y t o d o lo q u e en g r a n n ú m e r o en e l l o s n a c e ? que n o q u e r e m o s c o n o c e r la cosa q u e se significa, sino su
signo, el cual c o n o c i m i e n t o n o t e n e m o s c i e r t a m e n t e m i e n t r a s
spectatorem suum docere nullo significatu, sed re ipsa, quod ille sci-
33. Quod si diligentius consideremus, fortasse nihil invenies, quod
re cupiebat? per sua signa discatur. Cum enim mihi signum datur, si nescientem me
Ad.—Metuo ne quid hic tale sit, quale de illo dixi, qui quaerit quid invenit cuius rei signum sit, docere me nihil potest: si vero scientem,
sit ambulare. Ñeque enim video, et hic totum illud aucupium esse mons- quid disco per signum? Non enim mihi rem quam significat • ostendit
tratum. verbum cum lego: Et saraballae eorum non sunt immutatael. Nam si
Aug.—Facile est hac cura te exuere; addo enim, si ille ita intelligens quaedam capitum tegmina nuncupantur hoc nomine, num ego hoc audito,
esset, ut ex hoc quod vidit, totum illud genus artis agnosceret: satis est aut quid sit caput, aut quid sint tegmina didici? ante ista noveram;
namque ad rem, et de quibusdam rebus tametsi non ómnibus, et quos- ñeque cum appellarentur ab alus, sed cum a me viderentur, eorum est
dam homines doceri posse sine signo. mihi facta notitia. Etenim cum primum istae duae syllabae, cum dici-
Ad.—Hoc etiam ego possum illi addere; si enim sit bene intelligens, mus: Caput, aures meas impulerunt, tam nescivi quid signíficarent, quam
paucis passibus ambulatione monstrata, totum quid sit ambulare cog- cum primo audirem legeremve, saraballas. Sed cum saepe diceretur:
noscet. Caput notans atque animadvertens quando diceretur, reperi vocabulum
Aug.—Facías per me licet, nec tantum nihil resisto, verum etiam esse rei quae mihi iam erat videndo notissima. Quod priusquam repe-
feveo: vides enim ab utroque nostrum id effici, ut quaedam quidam do- rissem, tantum mihi sonus erat hoc verbum: signum vero esse didici,
ceri sine signis queant, falsumque illud sit quod nobis paulo ante vide- quando cuius rei signum esset inveni; quam quidem, ut dixi, non
batur, nihil esse omnino quod sine signis possit ostendi. Iam enim ex his significatu, sed aspectu didiceram. Itaque magis signum re cognita, quam
non unum aliquid aut alterum, sed millia rerum animo occurrunt, quae signo dato ipsa res discitur.
nullo signo dato per seipsa monstrentur. Quid enim dubitemus, oro te? 34. Quod ut apertius intelligas, finge nos primum nunc audire quod
Nam ut hominum omittam innumerabilia spectacula in ómnibus thea- dicitur, caput; et nescientes utrum vox ista sit tantummodo sonans, an
tris fine signo ipsis rebus exhibentium; solem certe istum lucemque aliquid etiam significans, quaerere quid sit caput (memento nos non
haec omnia perfundentem atque vestientem, lunam et caetera sidera, rei quae significatur, sed ipsius signi velle habere notitiam, qua caremus
térras et maria, quaeque in his innumerabiliter gignuntur, nonne per profecto, quamdiu cuius signum est ignoramus): si ergo ita quaeren-
¡seipsa exhibet atque ostendit Deus et natura cernentibus?
1
Dan. 3,94.
11,36 DEL MAESTRO 587
586 DEL MAESTRO 10,35
c a d o s d e l a n t e de mí n o m e viene de l a s p a l a b r a s . Y si, e s t a n d o
i g n o r a m o s de q u é es s i g n o ) . A h o r a b i e n , si a n u e s t r a p r e g u n t a y o m i r á n d o l a s , m e a d v i r t i e s e , d i c i e n d o : « H e a q u í las cofias-»,
se r e s p o n d e s e ñ a l a n d o la cosa con el d e d o , u n a vez vista a p r e n - a p r e n d e r é la cosa q u e i g n o r a b a , n o p o r l a s p a l a b r a s q u e son
d e m o s el s i g n o q u e h a b í a m o s o í d o s o l a m e n t e , m a s q u e n o ha- d i c h a s , sino p o r la visión del o b j e t o q u e m e h a h e c h o cono-
b í a m o s c o n o c i d o . E n el c u a l signo c o m o h a y a dos cosas, el so- cer y r e t e n e r el v a l o r de tal n o m b r e . P u e s n o he d a d o fe a
n i d o y l a significación, n o p e r c i b i m o s el sonido p o r m e d i o p a l a b r a s de o t r o s , sino a m i s ojos, al a p r e n d e r esa c o s a ; sin
del signo, sino p o r el o í d o h e r i d o de él, y p e r c i b i m o s la signi- e m b a r g o , creí en esas p a l a b r a s p a r a a t e n d e r , esto es, p a r a in-
ficación d e s p u é s de ver l a cosa significada. P o r q u e l a a p u n t a - d a g a r con la m i r a d a q u é t e n í a q u e ver.
ción del d e d o n o p u e d e significar o t r a cosa que a q u e l l o a q u e
el d e d o a p u n t a , y a p u n t a n o al s i g n o , sino al m i e m b r o q u e
se l l a m a cabeza. P o r t a n t o , n o p u e d o y o conocer p o r la a p u n t a - CAPITULO XI
ción la cosa q u e conocía n i el s i g n o , al cual n o a p u n t a el
d e d o . M a s n o m e c u i d o m u c h o de la a p u n t a c i ó n del d e d o , p o r - APRENDEMOS NO CON EL SONIDO EXTERNO DE LAS PALABRAS,
q u e m á s b i e n m e p a r e c e s i g n o de la d e m o s t r a c i ó n que de l a s S I N O CON LA E N S E Ñ A N Z A I N T E R N A DE LA VERDAD
cosas que se d e m u e s t r a n , c o m o sucede con el a d v e r b i o q u e
36. Hasta aquí han tenido valor las p a l a b r a s . Las cuales
l l a m a m o s he aquí; p u e s con este a d v e r b i o s o l e m o s e x t e n d e r
— y les c o n c e d o m u c h o — n o s i n c i t a n s o l a m e n t e a b u s c a r los
el d e d o , n o sea q u e u n signo n o v a y a a ser b a s t a n t e . Y p r i n c i - objetos, p e r o n o los m u e s t r a n p a r a h a c é r n o s l o s c o n o c e r . Q u i e n
p a l m e n t e m e esfuerzo en p e r s u a d i r t e , lo q u e n o sé si conse- m e e n s e ñ a a l g o es el q u e p r e s e n t a a m i s ojos, o a c u a l q u i e r
g u i r é , q u e n o a p r e n d e m o s n a d a p o r m e d i o de los signos q u e o t r o sentido del c u e r p o , o t a m b i é n a la i n t e l i g e n c i a , lo q u e
se l l a m a n palabras; p o r q u e , c o m o ya h e d i c h o , n o es el s i g n o q u i e r o c o n o c e r . P o r t a n t o , con l a s p a l a b r a s n o a p r e n d e m o s
el q u e nos h a c e c o n o c e r la cosa, a n t e s b i e n el c o n o c i m i e n t o de sino p a l a b r a s , m e j o r d i c h o , el s o n i d o y el e s t r é p i t o de e l l a s .
la cosa n o s e n s e ñ a el v a l o r de la p a l a b r a , es decir, l a signi- P o r q u e si t o d o lo q u e n o es s i g n o n o p u e d e ser p a l a b r a , aun-
ficación q u e e n t r a ñ a el s o n i d o . q u e h a y a oído u n a p a l a b r a , n o sé, sin e m b a r g o , q u e es t a l
3 5 . Y lo q u e de l a cabeza h e d i c h o , lo d i r é t a m b i é n de h a s t a s a b e r q u é significa. P o r t a n t o , es p o r el c o n o c i m i e n t o de
los a d o r n o s y de o t r a s i n n u m e r a b l e s cosas, y c o n o c i e n d o éstas, las cosas p o r el q u e se p e r f e c c i o n a el c o n o c i m i e n t o de l a s pa-
n o o b s t a n t e , h a s t a a h o r a n o conozco t a l e s cofias; si a l g u n o m e l a b r a s , y o y e n d o las p a l a b r a s , n i p a l a b r a s se a p r e n d e n . P o r -
l a s m a n i f e s t a s e c o n el gesto o p i n t a s e , o m o s t r á n d o m e c u a l q u i e r que n o a p r e n d e m o s las p a l a b r a s q u e c o n o c e m o s , y n o p o d e -
o t r o o b j e t o s e m e j a n t e a e l l a s , n o d i r é q u e n o m e l a s h a ense- m o s confesar h a b e r a p r e n d i d o l a s q u e n o c o n o c e m o s , a n o ser
ñ a d o — l o q u e f á c i l m e n t e o b t e n d r í a si q u i s i e r a y o h a b l a r u n p e r c i b i e n d o su significado, q u e n o s viene n o p o r el h e c h o de
p o c o m á s — , sino d i g o q u e el c o n o c i m i e n t o de l o s objetos colo-
cum simul adero me admonuerit, dicens: Ecce saraballas; discam rem
tibus res ipsa digito demonstretur, hac conspecta discimus signum quod quam nesciebam, non per verba quae dicta sunt, sed per eius aspectum,
audieramus tantum, nondum noveramus. In quo tamen signo, cum dúo per quem factum est ut etiam nomen illud quid valeret, nossem ac tene-
sint, sonus et significatio, sonum certe non per signum percipimus, sed rem. Non enim cum rem ipsam didici, verbis alienis credidi, sed oculis
eo ipso aure pulsata; significationem autem re, quae significatur, aspec- meis: illis tamen fortasse ut attenderem credidi, id est ut aspectu quaere-
ta. Nam illa intentio digiti significare nihil aliud potest, quam illud in rem quid viderem.
quod intenditur digitus: intentus est autem non in signum, sed in mem-
brum quod caput vocalur. Itaque per illam ñeque rem possum nosse CAPUT XI
quam noveram, ñeque signum in quod intentus digitus non est. Sed de
intentione digiti non nimis curo; quia ipsius demonstrationis signum DISCIMUS NON VERBIS FORIS SONANTIBUS, SED DOCENTE INTUS
mihi videtur potius, quam rerum aliquarum quae demonstrantur, sicut VERITATE
adverbium quod Ecce dicimus; nam et cum hoc adverbio digitum sole-
mus intendere, ne unum demonstrandi signum non sit satis. Et id má- 36. Hactenus verba valuerunt, quibus ut plurimum tribuam, admo-
xime tibi nitor persuadere, si potero, per ea signa quae verba appellan- nent tantum ut quaeramus res, non exhibent ut noverimus. Is me autem
tur, nos nihil discere; potius enim, ut dixi, vim verbi, id est significatio- aliquid docet, qui vel oculis, vel ulli corporis sensui, vel ipsi etiam menti
nem quae latet in sonó, re ipsa quae significatur cognita, discimus, quam praebet ea quae cognoscere voló. Verbis igitur nisi verba non discimus,
illam tali significatione percipimus. imo sonitum strepitumque verborum: nam si ea quae signa non sunt,
verba esse non possunt, quamvis iam auditum verbum, nescio tamen
35. Et quod dixi de capite, hoc etiam de tegminibus, deque aliis verbum esse, doñee quid significet sciam. Rebus ergo cognitis verborum
rebus innumerabüibus dixerim; quas tamen cum iam noverim, sarabal- quoque cognitio perficitur; verbis vero auditis, nec verba discuntur. Non
las illas adhuc usque non novi; quas mihi si gestu quispiam significarit enim ea verba quae novimus, discimus; aut quae non novimus, didi-
aut pinxerit, aut aliquid cui similes sunt, ostenderit, non dicam non me cisse nos possumus confiteri, nisi eorum significatione percepta, quae
docueiit, quod facile obtinerem, si paulo amplius loqui vellem; sed dico
id quod proximum est, non verbis docuerit. Quod si eis forte conspectis
588 DEL MAESTRO 11,37 12,39 DEL MAESTRO 589
P. MATEO LANSEROS, O. S. A.
INTRODUCCIÓN A «DEL ALMA Y SU ORIGEN» 603
en que San Agustín exponía sus dudas. Pedro oyó a Víctor y le demuestra que no son válidos y que no favorecen la tesis
leer sus escritos, y. dejándose arrebatar del hervor del entu- que con ellos trata de defender.
siasmo, le besó en la frente y le dio las gracias por haberle Dirigió el segundo al sacerdote Pedro. Le advierte que debe
revelado lo que hasta entonces había estado oculto a su enten- desconfiar de los dos libros de Vicente Víctor y, sobre todo,
dimiento ". Un amigo de San Agustín, el monje Renato, en- no considerar nunca como expresión o índice de la doclrina
contró en Cesárea esos libros, y, como herían el honor y la cristiana las afirmaciones y la enseñanza en ellos contenidas,
reputación del gran Obispo, los hizo copiar y se los envió en pues son contrarias a la fe católica. Le señala algunos crasí-
el verano del año 419. San Agustín se hallaba entonces ausente simos errores y los refuta brevemente. Luego le invita a que
y no los recibió hasta fines del otoño. ponga los medios convenientes para inducir a Víctor a que los
Los dos libros de Vicente Víctor eran una amalgama de deseche y los' corrija.
errores monstruosos. Dando nuevamente actualidad a la tesis Los otros dos libros se los envió directamente a Vicente
emanatista de los maniqueos, defendía que el alma es algo cor- Víctor. En uno, el tercero de la obra, le hace ver qué es lo que
poral y que no fué sacada de la nada ni de alguna otra cria- hay de condenable en los suyos y le insiste en que a toda costa
tura. La conclusión inmediata y lógica era que e] alma estaba debe procurar evitarlo y suprimirlo, si quiere seguir pertene-
formada de la substancia misma de Dios. ciendo a la comunión católica.
Admitía también la preexistencia de las almas, teoría de En el otro justifica San Agustín su indecisión en inclinarse
origen y entronque platónicos, incorporada por Orígenes al a aceptar una solución concreta y definitiva acerca del origen
acervo doctrinal de la escuela de Alejandría. Las almas, según del alma. Entra en seguida en la demostración y prueba de su
esta hipótesis, habrían tenido en el cielo una existencia ante- espiritualidad, y con múltiples argumentos pone de manifiesto
rior a la vida' presente, y por alguna falta cometida fueron a Vicente Víctor los absurdos que se seguirían si fuera cierta
encerradas en los cuerpos como en una cárcel. Apoyándose en su opinión de que el alma es algo corpóreo.
esto Víctor, y queriendo explicar la propagación del pecado El desarrollo del fondo ideológico de los cuatro libros es
original, sostenía que el alma había merecido ser mancillada maravilloso: revela desde el primer momento la agudeza
por la carne v que el bautismo la regeneraba y le devolvía mental, la intuición y la fuerza dialéctica del genio de San
su primitiva pureza o condición. Agustín.
No faltaban errores teológicos. Víctor había superado la No obstante, hay pasajes en los cuales, a causa del desco-
audacia de los pelagianos, al enseñar que podían entrar en el nocimiento de la obra que refuta, no es asequible captar el
reino de los cielos los niños que morían sin el bautismo. sentido de la exposición de su pensamiento, viéndose obligado
¿Debía contestar San Agustín? Su edad evanzada, su po- el traductor a limitarse en la expresión a la lógica de las
sición y su autoridad entre los católicos parecían motivos su- palabras.
ficientes que le dispensaban de responder a los argumentos En las Retractaciones (1.2 c.47: ML t.32 vol.653) nos dejó
fútiles y a la ligereza de un joven desconocido. Pero se trataba San Agustín sintetizado su juicio acerca de esta obra: «Por
de iluminar una inteligencia, de conducirla a la verdad, de aquel tiempo, un cierto Vicente Víctor, de la Mauritania Ce-
ganar un corazón, y el Obispo de Hipona, siempre maestro, sariense, halló en casa de un presbítero español llamado Pedro
sacerdote v prelado, dio la preferencia a lo religioso sobre lo un opúsculo mío que contenía un pasaje en el cual confesaba
humano, y a fines del 419 y principios del 420 compuso los yo, a propósito del origen de las almas, que no sabía si pro-
cuatro libros que constituyen la obra Del alma y su origen li. venían de la del primer hombre, propagándose mediante la
Dedicó el primero al monje Renato. Después de agrade- generación, o si cada uno recibía la suya sin que mediara la
cerle la prueba de amisiad, al proporcionarle los libros en transmisión. Pero afirmaba a la vez que el alma era espíritu
que tanto se le injuriaba, explana su opinión sobre la natu- y no cuerpo.
raleza del alma y pone ¿e relieve la temeridad y los graves Contra estas proposiciones mías escribió el referido joven
errores en que incurrió Vicente Víctor. Examina a continua- dos libros, dirigidos al presbítero Pedro, y que el monje Re-
ción los textos que Víctor entresaca de la Sagrada Escritura nato me envió a mí. Después de haberlos leído, contesté con
otros cuatro: uno al monie Renato, otro al sacerdote Pedro y
13
Cf. De anima et eius origine 1.2 C.3 n.7. dos al mismo Vicente Víctor. El que dediqué al presbítero
14
Colocan los críticos la composición y la aparición de este tratado en la fecha Pedro, aunque tiene la extensión de un libro, es más bien una
indicada en el texto. San Agustín lo enumera en las Retractaciones entre los escritos
el año 419. El mismo aporta en la obra un argumento intrínseco al hablar de la carta, que por su índole me pareció que no debía separarla
anatematización de la herejía pelagiana como de un hecho reciente (De anima et de los demás.
eius ot'tgwe 1.2 n.34; 1.2 n.17). Los pelagianos fueron condenados por la Sede
Apostólica el año 418. En todos ellos, aparte de muchas verdades necesarias, de-
606 INTRODUCCIÓN A «DEL ALMA Y SU ORIGEN»
fendí mis vacilaciones acerca del origen del alma de cada DEL ALMA Y SU ORIGEN
hombre, y simultáneamente puse de manifiesto varios errores
y doctrinas perversas que mantenían su orgullo y su presun-
ción. Al hacerlo, procuré no presentar a dicho joven como
detestable, sino como un individuo que necesitaba todavía ser
instruido, y tratarlo con la mayor lenidad posible. De él recibí
luego la prueba de su corrección. LIBRO I
El libro dedicado a Renato comienza así: Sinceritatem tuam AL MONJE RENATO
erga nos. El que dirigí a P e d r o : Domino dilectissimo fratri, et
compresbylero Petro. Y el primero de los dos que escribí a
Vicente Víctor empieza con estas palabras: Quod mihi c CAPÍTULO I
scribendum putavi.» 1. Ya tenía, muy querido hermano Renato, pruebas de tu
sincero interés por mis asuntos, de tu fraternal benevolencia y
del afecto que a mí te unía. Pero acabas de darme un nuevo
testimonio de tu amistad enviándome en el próximo pasado ve-
rano dos libros compuestos por un hombre que me es comple-
tamente desconocido, mas no por eso despreciado, Vicente
Víctor—tal es el nombre que encuentro inscrito al frente de
la obra—, aun cuando, por estar ausente, no los recibí hasta
fines del otoño.
Siendo tan íntima nuestra amistad, ¿cómo no habías de
mandarme las cartas y los escritos de cualquier hombre, aun-
que fueran dirigidos a otros, en los cuales se hiciera mención
de mí, y más si en ellos era controvertida la doctrina que yo
Rubiera enseñado en algunos opúsculos? Has hecho, por tan-
to, lo que como amigo mío y muy sincero y muy querido de-
bías hacer.
L J13 E R I
AD RENATUM MONACHUM
CAPUT I
1. Sinceritatem tuam erga nos, Renate frater charissime, et fraternam
benevolentiam, ac mutuae dilectionis affectum probatum quidem et antea
tenebamus: verum nunc probatiorem nobis árnica diligentia demonstrasti,
quod mihi dúos libros, eius quidem hominis quem penitus ignorabam, nec
tamen idea contemnendi, Vincentii Victoris (sic enim praenotatum ibi no-
men eius inveni), proxime praeterita aestate misisti; quamvis mihi, eo
quod absens fuissem, in autumni fine sint redditi.
Quomodo enim tu charissimus meus posses vel deberes in meam non
perferre notitiam, cum in manus tuas venissent cuiuslibet hominis quales-
cumque iitterae, licet ad alium scribentis, ubi tamen nomen commemora-
retur et .^geretur meum, ita ut contradiceretur verbis meis, quae in qui-
busdam opusculis edidissem? Hoc itaque fecisti, quod sincerissimus et
dilectissimus amicus meus faceré debuisti.
608 DEL ALMA Y SU ORIGEN , I, 2, 2 í, 3, 3 DEL ALMA Y SU ORIGEN 609
Debo, p o r t a n t o , m a n i f e s t a r l e m i g r a t a b e n e v o l e n c i a , aun-
q u e m e veo p r e c i s a d o a refutar sus d o c t r i n a s . H e d e c o r r e g i r l e
CAPITULO II
c o n d u l z u r a y n o r e p r e n d e r l e con a m a r g u r a , s o b r e t o d o por-
2. M e a s a l t a , sin e m b a r g o , el t e m o r de q u e n o m e conoz- q u e , según h e o í d o , h a a b r a z a d o la fe c a t ó l i c a , p o r lo c u a l le
cas a ú n c o m o y o d e s e a r í a q u e m e c o n o c i e r a s , p u e s t o q u e h a s felicito. U n a vez q u e h a a b a n d o n a d o l a secta y el e r r o r de los
p e n s a d o q u e m e ofenderían e n t e r á n d o m e de l a s i n j u r i a s q u e d o n a t i s t a s o, m á s b i e n , de los r o g a t i s t a s , si q u i e r e q u e su con-
otros m e lian i n f e r i d o . T e d i r é , p a r a tu t r a n q u i l i d a d , q u e m e versión n o s o c a s i o n e v e r d a d e r a a l e g r í a , d e b e p r o c u r a r e n t e n d e r
son t a n a j e n o s t a l e s s e n t i m i e n t o s q u e n i se m e h a o c u r r i d o la v e r d a d católica tal c o m o es.
q u e j a r m e de esas ofensas. ¿ E s t a b a él o b l i g a d o a g u a r d a r si-
lencio s ó l o p o r q u e en d e t e r m i n a d o s p u n t o s sus i d e a s e r a n CAPITULO III
o p u e s t a s a l a s m í a s ? A n t e s b i e n , m e p a r e c e u n m o t i v o de gra-
titud el q u e se d e c i d i e r a a h a b l a r y a e s c r i b i r , p u e s así p o d e - 3 . P o s e e o manifiesta d i c h o e s c r i t o r suficiente v o c a b u l a r i o
m o s l e e r sus o b r a s . D e b i ó c i e r t a m e n t e d i r i g i r s e a m í y n o a p a r a e x p l i c a r con p r o p i e d a d sus p e n s a m i e n t o s . D e ahí q u e tan
o t r o ; m a s c o m p r e n d o q u e , s i é n d o m e d e s c o n o c i d o , n o se atre- s ó l o sea n e c e s a r i o i n c u l c a r l e y d e s e a r l e q u e p i e n s e r e c t a m e n t e ,
viera, ya q u e i n t e n t a b a r e f u t a r m i s e n s e ñ a n z a s . N i a u n c r e y ó q u e n o h a g a a t r a y e n l e lo que es i n ú t i l y que su e l o c u e n c i a
n e c e s a r i o c o n s u l t a r m e en l o q u e le p a r e c i ó q u e d e n i n g ú n t e n g a p o r o b j e t o la v e r d a d . E s cierto q u e h a y q u e r e f o r m a r en
modo cabía duda, sino que estaba plenamente convencido de su estilo m u c h a s i n c o r r e c c i o n e s y d e s p o j a r l o de la excesiva
la certeza y v e r a c i d a d de l a s o p i n i o n e s q u e él e m i t í a . A d e m á s , redundancia.
h a y q u e t e n e r p r e s e n t e q u e escribió o o r o b e d e c e r y c o m p l a c e r D e d u z c o de tu c a r t a q u e t a m b i é n a ti, v a r ó n g r a v e y ma-
a u n a m i g o s u y o q u e le forzó a e l l o . Y si en el c a l o r de l a d u r o , h a n d e s a g r a d a d o estos defectos. T o d o e l l o t i e n e fácil co-
refutación profirió a l g u n a i n j u r i a c o n t r a m í , p o r m i p a r t e se r r e c c i ó n , a p a r t e de q u e , sin d e t r i m e n t o de la i n t e g r i d a d de l a
l o a t r i b u y o n o a su v o l u n t a d o í n d o l e de c o n t r o v e r s i s t a , s i n o fe, t a l e s defectos a g r a d a n a los e s p í r i t u s l i g e r o s y los t o l e r a n
a la fuerza de sus o p i n i o n e s c o n t r a r i a s a las m í a s . T e n g o c o m o los reflexivos. Y a t e n e m o s h o m b r e s e s p u m o s o s en sus discur-
n o r m a , c u a n d o m e es i n c i e r t a o d e s c o n o c i d a l a i n t e n c i ó n de
sos, p e r o q u e n o dejan de ser s a n o s y p u r o s en la fe. A d e m á s ,
u n h o m b r e , q u e es m e j o r p e n s a r b i e n de sus a c c i o n e s a n t e s
es de e s p e r a r q u e t a l e s defectos, t o l e r a b l e s a u n en el caso de
q u e c u l p a r l o de l o q u e se i g n o r a . A p a r t e d e q u e a c a s o h a y a
q u e p e r m a n e c i e r a n , s e r á n modificados y d e s a p a r e c e r á n con el
o b r a d o así m o v i d o p o r m i b i e n , si s u p o n í a o p r e v e í a q u e lle-
t i e m p o . Su a u t o r es t o d a v í a joven, y su a p l i c a c i ó n s u p l i r á su
g a r í a n a m í s u s escritos, n o q u e r i e n d o v e r m e e q u i v o c a d o e n
a q u e l l o s p u n t o s en los c u a l e s él creía h a l l a r s e en p o s e s i ó n d e
Et ideo debeo etiam eius habere gratan) benevolentiam, cuius me neces-
la v e r d a d . se est improbare sententiam: ac per hoc in eis quae non recte sapit, adhuc
leniter corrigendus mihi videtur non aspere detestandus; praesertim quia,
sicut audio, nuper catholicus factus est, quod ei gratulandum est. Caruit
CAPVT II
enim Donatistarum vel potius Rogatistarum divisione et errore, quo antea
2. Sed bine angor paululum, quod adhuc tuae Sanctitati minus quam tenebatur: si tamen catholicam veritatem sicut oportet intelligat, ut veré
•vellem cognitus sum: quandoquidem putasti me sic accepturum, quasi lu de illius conversione gaudeamus.
mihi iniuriam feceris, notum faciendo quod alius fecit. Quantum autem
hoc absit ab animo meo, vide, ut ne ab illo quidem me passum iniuriam CAPUT III
conquerar. Cum enim aliter quaedam quam ego saperet, numquidnam
debuit reticere? Unde mihi gratum esse debet, quod ita non tacuit, ut 3. Habet enim eloquium, quo possit explicare quae sentit. Unde cum
id etiam legere possimus. Deberet quidem tantum scribere potius ad me, illo agendum est, eique optandum ut recta sentiat, ne faciat esse delecta-
quam ad aiteium de me: sed quod mihi esset ignotus, non est ausus se bilia quae sunt inutilia, et quae diserta dixerit, vera dixisse videatur.
mihi ingerere in meorum refutatione dictorum. Nec consulendum me Quamvis et in ipso eloquio habeat multa emendanda, et a nimia exun-
putavit. ubi sibi videtur minime dubitandum, sed plañe cognitam et cer- dantia reprimenda.
tam tenere sententiam. Obtemperavit autem amico suo, a quo se, ut scri- Quod in illo tibi quoque, ut viro gravi, sicut tua indicant scripta, dis-
beret, dicit esse compulsum. Et si quid Ínter disputandum, quod in meam plicuit. Sed hoc vel facile corrigitur, vel sine detrimento fidei a levibus
contumeliam redundaret, expressit; non eum conviciantis volúntate credi- mentibus amatur, toleratur a gravibus. Habemus enim iam quosdam spu-
derim, sed diversa sentientis necessitate fecisse. Ubi enim mihi animus meos in sermone, sed in fide sanos. Non itaque desperandum est, etiam
erga me hominis ignotus est et incertus, melius arbitrar meliora sentiré, hoc in isto (quamvis sit tolerabile, si permanserit), posse tamen expur-
quam inexplorata culpare. Fonassis enim amore mei fecit, sciens ad me gan et temperan, atque ad integrum et solidum vel perduci, vel revocari
pervenire posse quod scripsit; dum in eis rebus errare me non vult, in modum: praesertim quia iuvenis esse perhibetur, ut quod minus habet
quibus se potius errare non putat. peritia, suppieat diligentia; et quod eruditas loquacitatis eructat, aetatis
S.As- 3 20
1, 5, 5 VEL ALMA Y SU ORIGEN 611
610 DEL ALMA Y SU ORIGEN , I, 4, 4
el símil del h o m b r e q u e s o p l a , el c u a l n o saca de la n a d a el
i n e x p e r i e n c i a y la m a d u r e z en l a e d a d l i m a r á l a s a s p e r e z a s del s o p l o , s i n o q u e se l i m i t a a v o l v e r h a c i a fuera lo q u e h a b í a
l e n g u a j e . S e r í a , en efecto, t r i s t e y p e l i g r o s o q u e los e l o g i o s d e t o m a d o del e x t e r i o r , p a r a a r g ü i r q u e D i o s t e n í a a l r e d e d o r a i r e ,
su e l o c u e n c i a r e d u n d a r a n en beneficio de la n e c e d a d , p u e s e s t o del c u a l a s p i r ó u n a e x i g u a c a n t i d a d y l u e g o la a s p i r ó , a l s o p l a r
e q u i v a l d r í a a b e b e r el v e n e n o en u n a c o p a p r e c i o s a . e n el r o s t r o del h o m b r e e i n f u n d i r l e de este m o d o el a l m a .
De ser v e r d a d esto, el s o p l o de D i o s n o sería u n a p a r t e de
CAPITULO IV sí m i s m o , s i n o del a i r e p r e e x i s t e n t e . M a s lejos de n o s o t r o s ne-
g a r q u e la o m n i p o t e n c i a d i v i n a h a y a p o d i d o s a c a r d e la n a d a
4. C o m e n z a r é ya a e n u m e r a r los p r i n c i p a l e s e r r o r e s q u e
el s o p l o vital q u e c o n s t i t u y ó a l h o m b r e en a l m a viviente, y
se e n c u e n t r a n , y q u e h a n de ser e v i t a d o s en su d i s c u s i ó n .
c a i g a m o s en l a s t o r t u r a s de p e n s a r q u e ya existía a l g o q u e n o
Su afirmación de q u e el a l m a h a sido c r e a d a p o r D i o s y
e r a él, y de lo q u e h i z o el s o p l o , o b i e n que sacó de su p r o p i a
q u e n o es n i u n a p a r t e de la d i v i n i d a d n i de su n a t u r a l e z a , es
n a t u r a l e z a esta a l m a q u e v e m o s s o m e t i d a al c a m b i o o m u t a -
t o t a l m e n t e v e r d a d e r a ; m a s , c o m o n o q u i e r e confesar q u e h a
c i ó n . T o d o lo q u e h a sido h e c h o de él debe p a r t i c i p a r necesa-
s i d o s a c a d a de la n a d a y n o cita o n o m b r a n i n g u n a c r i a t u r a
r i a m e n t e de su n a t u r a l e z a y ser e s e n c i a l m e n t e i n m u t a b l e . P e r o
de l a c u a l h a y a p o d i d o ser h e c h a , n e c e s a r i a m e n t e d e b e c o n -
el a l m a , c o m o t o d o s a d m i t e n , e s m u d a b l e . L u e g o n o h a sido
c l u i r s e q u e D i o s es de t a l m o d o su a u t o r , q u e n o l a sacó d e l a
h e c h a de él, p o r q u e n o goza de su i n m u t a b i l i d a d . Si, p u e s ,
n a d a n i de a l g u n a o t r a cosa q u e n o sea lo q u e D i o s es, s i n o
q u e la hizo de sí m i s m o , n o a d v i r t i e n d o que r e i n c i d e en lo- n u e s t r a a l m a n o h a sido h e c h a de n i n g u n a otra cosa, i n d u d a -
q u e p e n s a b a q u e h a b í a e v i t a d o , es decir, q u e el a l m a n o s e r í a b l e m e n t e h a sido s a c a d a de la n a d a y c r e a d a p o r D i o s .
o t r a cosa q u e l a m i s m a s u b s t a n c i a d e D i o s . D e esto se s e g u i r í a
q u e se h a b í a s e r v i d o de su p r o p i a n a t u r a l e z a p a r a h a c e r a l g u n a CAPITULO V
cosa y q u e el a u t o r de esta cosa h a b r í a sido él m i s m o la m a t e -
r i a de l a c u a l l a h i z o , y, p o r t a n t o , l a n a t u r a l e z a d i v i n a s e r í a 5. Sostiene t a m b i é n q u e n u e s t r a a l m a n o es e s p í r i t u , s i n o
m u d a b l e y c o n d e n a d a p o r el m i s m o D i o s a sufrir c a m b i o s c u e r p o . Y ¿ q u é i n t e n t a e x p r e s a r , sino que n o s o t r o s n o consta-
peyorativos. m o s de a l m a y c u e r p o , sino de d o s y a u n de t r e s c u e r p o s ? Nos-
P o s e y e n d o t ú u n a i n t e l i g e n c i a r e c t a y fiel, c o m p r e n d e r á s - otros, dice, e s t a m o s c o m p u e s t o s de u n e s p í r i t u , de u n a l m a y
q u e s e m e j a n t e d o c t r i n a n o p u e d e ser sostenida y q u e d e b e s e r u n c u e r p o , y afirma q u e estas t r e s cosas son t r e s c u e r p o s , lo
absolutamente rechazada p o r la mentalidad católica. El a l m a , q u e e q u i v a l e a e n s e ñ a r q u e e s t a m o s f o r m a d o s p o r tres c u e r p o s .
en efecto, o h a sido h e c h a p o r el s o p l o de D i o s , o este s o p l o
se c o n v i r t i ó en a l m a , de t a l m a n e r a q u e n o h a y a sido c r e a d a sed ab ipso de nihilo croata sit. Ñeque cnim sicut homo quando sufflat,
de D i o s , s i n o de l a n a d a p o r D i o s . T a m p o c o p u e d e a d u c i r s e non potest de nihilo ftatum faceré, sed quem de isto aere ducit, hunc red-
dit; ita Deo putandum est auras aliquas circumfusas iam fuisse, quarum
exiguam quamdam particulam spirando traheret, et respirando refunderet,
maturitas decoquat. Illud est molestum et periculosum vel perniciosum, <¡uando in hominis faciem sufflavit, eique illo modo animam fecit.
si cum laudatur eloquentia, persuadeatur insipientia, et in pretioso póculo
bibatur pestífera potio. Quod et si ita esset, nec sic de ipso, sed de subiacenti re aliqua flabili
posset esse quod flavit. Sed absit ut negemus omnipotentem de nihilo fla-
CAPUT IV tum vitae faceré potuisse, quo fieret homo in animam vivam: atque in eas
contrudamur angustias, ut vel iam fuisse aliquid, quod ipse non esset, unde
4. Ut enim iam incipiam demonstrare, quae praecipue sint in eius- flatum faceret, opinemur; vel quod mutabile factum videmus, de se ipso
disputatione vitanda: fecisse credamus. Quod enim de ipso est, necesse est ut eiusdem naturae
Animam dicit a Deo quidem factam, nec Dei esse partem sive natu- sit cuius ipse est, ac per hoc etiam immutabile sit. Anima vero, quod om-
ram; quod omnino verum est: sed cum eam non vult ex nihilo factam- nes fatentur, mutabilis est. Non ergo de ipso, quia non est immutabilis
fateri, et aliam nullam creaturam unde sit facta commemorat, atque ita sicut ipse. Si autem de nulla re alia facta est, de nihilo facta est procul
illi dat auctorem Deum, ut ñeque ex nullis exstantibus, id est, ex nihilo, dubio, *ed ab ipso.
ñeque ex aliqua re, quae non est quod Deus est, sed de se ipso eam
fecisse credatur; nescit eo se revolví, quod declinasse se putat, ut scilicet CAPUT V
nihil aliud anima quam Dei natura sit; ac sic consequenter et de Dei
natura fiat aliquid ab eodem Deo, cui faciendo materia de qua facit, sit 5. Quod vero eam non spiritum, sed corpus esse contendit; quid aliud
ipse qui facit: ac per hoc et Dei sit natura mutabilis, et mu tata in deterius sult efficere, quam nos non ex anima et corpore, sed ex duobus vel etiam
eiusdem ipsius Dei ab eodem ipso Deo natura damnetur. tribus constare corporibus? Cum enim spiritu, anima, et corpore constare
Quod pro tua fideli intelligentia, quam non sit opinandum, et quam» nos dicit, et omnia haec tria corpora esse asserit; profecto ex tribus cor-
sit a corde catholico secludendum, longeque fugiendum, vides. Ita quippe- poribus nos putat esse compactos.
anima vel de flatu facta, vel Dei flatus factus est ipsa, ut non de ipso sit.
I, 7, 7 DEL ALMA Y SU ORIGEN 613
612 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 6, 6
encerrada en el cuerpo, que había de mancillarla. Si le viene
Creo que debo demostrarle a él, y no a ti, los absurdos que de sí misma, ¿cómo pudo adquirirlo, si antes de su unión con
se derivan de su doctrina. No obstante, este error es tolerable la carne no hizo nada malo? Si se afirma que le viene de Dios,
en un hombre que aún no sabía que existía algo que, sin ser ¿quién podrá oír cosa tan horrible? ¿Quién la tolerará?
cuerpo, podía presentar alguna semejanza corporal. ¿Quién permitirá que se diga impunemente? No se inquiere
en este lugar qué falta pudo cometer el alma, después de unirse
CAPITULO VI con el cuerpo, para merecer ser condenada; sino cómo, antes
de su unión, pudo merecer ser encerrada en la carne y man-
6. Pero ¿quién puede tolerar que en el segundo libro y chada por ella. Explique esto, si le es posible, el que se ha
tratando de solucionar la dificilísima cuestión del pecado ori- atrevido a decir que el alma había merecido ser mancillada
ginal, en lo que concierne al alma y al cuerpo, si el alma no por la carne.
es transmitida por vía de generación, sino que nos es infun-
dida por un nuevo soplo de Dios, intente explicar asunto tan CAPITULO Vil
enojoso y profundo, diciendo: «No es sin razón que el alma
recobre por la carne la antigua condición, que por poco tiempo 7. En otro lugar del mismo libro, proponiéndose esta mis-
parecía haber perdido, de manera que comience a renacer por ma cuestión, en la cual se había comprometido temerariamen-
la carne, ya que por ella había merecido ser mancillada»? te, atribuye a sus adversarios las siguientes palabras: « ¿ P o r
Ahí tienes a un hombre que se propuso investigar lo que- qué, preguntan ellos, castigó Dios tan injustamente al alma
era superior a sus fuerzas y cayó en la sima de precipicio hasta encerrarla en un cuerpo pecaminoso, comenzando a ser
tan horrible como es el decir que el alma mereció ser man- pecadora por su unión con la carne, cuando ella no había
podido pecar?» Sumergido en el remolino peligroso de esta
chada por la carne, no siéndole posible explicar cómo mereció
cuestión, debió ciertamente evitar el naufragio y no lanzarse
el alma ser contaminada por la carne antes de unirse a ella.
a una empresa de la que no saldría sino retrocediendo, es decir,
En efecto, si la mancha del pecado comenzó al unirse el alma arrepintiéndose de su temeridad. El pretende, mas en vano,
con la carne, pruebe, si puede, cómo mereció el alma ser man- desembarazarse de la presciencia divina. Esta presciencia co-
cillada por la carne antes de contraer el pecado. El motivo noce por anticipado los pecadores que ha de purificar, pero
por el cual es encerrada en carne culpable para ser inficionada, no los hace ser pecadores. Suponer que libra del pecado a las
o le viene de su naturaleza o, lo que sería todavía peor, lo almas, que, siendo inocentes y limpias, envolvió él mismo en
tiene por determinación de Dios. De la carne no ha podido el pecado, es suponer que sana la herida que les infirió, no la
venirle antes de su unión, porque a causa del demérito fué que encontró en ellas.
In qua opinione quanta eum sequatur absurdita«, illi potius quam tibí mérito inquinanda mitteretur in carnem. Si ergo a semetipsa hoc meri-
demonstrandum puto. Verum iste tolerabilis error e«t homini¡;, qui nondum tum habuit; quomodo habuit, quae ante carnem nihil mali fecit? Si
cognovit esse aliquid, quod cum corpus non sit, corporis tamen quamdam. autem hoc meritum ex Deo dicitur habuisse; quis hoc audiat? quis fe-
similitudinem gerere possit. rat? quis dici impune permittat? Non enim hoc loco quaeritur, quid
meruerit, ut iudicaretur damnanda post carnem: sed quid meruerit ante
carnem ita damnari, ut inquinanda mitteretur in carnem. Explicet hoc
CAPUT VI si potest, qui est ausus dicere, inquinari animam meruisse per carnem.
6. Illud plañe quis ferat, quod in secundo libro, cum quaesuonerrr
difficillimam solvere conaretur de originali peccato, quatenus ad corpus CAPUT Vil
animamque pertineat, si anima non de parentibus trahitur, sed a Deo 7. ítem alio loco, cum eamdem, qua se ipse implicuerat, velut ex-
nova insufflatur; hanc ergo tam molestam et tam profundam nitens eno- plicandam proponeret quaestionem, tanquam ex persona adversariorum
dare quaestionem: «Mérito, inquit, per carnem, priscam reparat habi- ait: «Cur, inquiunt, Deus animam tam iniusta animadversione mulcta-
tudinem, quam visa fuerat paulisper amisisse per carnem, ut per eam vit, ut in corpus eam peccati relegare voluerit, cum consortio carnis
incipiat renasci, per quam meruerat inquinan». peccatrix esse incipit, quae peccatrix esse non potuit?» In huius quaes-
Cernís nempe hominem ausum suscipere quod vires eius excedit, in tionis tanquam scopuloso gurgite, debuit utique cavere naufragiurn, nec
tam immane praecipitium decidisse, ut diceret inquinari animam meruis- eo se committere, unde se non erueret transeundo, sed forte redeundo,
se per carnem; cum dicere nullo modo possit, unde hoc meritum traxerit id est, poenitendo. Nam de praescientia Dei se nititur liberare, sed frus-
ante carnem. Si enim a carne incipit meritum habere peccati, dicat si tra. Praescientia quippe Dei eos quos sanaturus est, peccatores prae-
potest, unde ante peccatum suum carne meruerit inquinari. Nam hoc noscit, non facit. Nam si eas animas liberat a peccato. quas innocentes
meritum quo in carnem peccatricem missa est, ut inquinaretur ex illa, et mundas implicuit ipse peccato, vulnus sanat quod intulit nobis, non
profecto aut ex semetipsa habuit, aut, quod vero multo amplius abhorret, quod invenit in nobis.
ex Deo. Ex carne quippe meritum non potuit habere ante carnem, quo»
614 DEL ALMA Y SU ORIGEN 1, 8, 8 I, 8, 9 DEL ALMA Y SU ORIGEN 615
P e r o a l e j e D i o s de n o s o t r o s el p e n s a m i e n t o de decir q u e , l i b r ó d e él l a g r a c i a de J e s u c r i s t o . P e r o del m i s m o m o d o q U e
c u a n d o purifica con el b a u t i s m o l a s a l m a s de los n i ñ o s , n o dice c ó m o es justificada el a l m a del n i ñ o , d i g a t a m b i é n c ó m o
h a c e m á s q u e r e p a r a r el m a l q u e él m i s m o les c a u s ó al ence- h a b í a m e r e c i d o l l e g a r a ser p e c a d o r a .
r r a r estas a l m a s , h a s t a e n t o n c e s i n o c e n t e s , en u n a c a r n e peca- 9. P e r o ¿ q u é dice a q u e l a q u i e n a c o n t e c i ó lo q u e antes
d o r a , q u e h a b í a de m a n c i l l a r l a s con el p e c a d o o r i g i n a l . A es- h a b í a e s c r i t o ? P o r q u e , p r o p o n i é n d o s e a sí m i s m o esta cues-
t a s a l m a s a c u s a n u e s t r o a d v e r s a r i o de h a b e r m e r e c i d o c o n t r a e r tión, d i c e : «Se l e v a n t a n o t r a s i n j u r i a s p o r l a s q u e j u m b r o s a s
l a m á c u l a de la c a r n e , sin q u e le sea p o s i b l e e x p l i c a r c ó m o m u r m u r a c i o n e s de los m a l d i c i e n t e s y, c o m o a r r e b a t a d o s p o r
p u d i e r o n m e r e c e r lan cruel castigo antes de u n i r s e a la c a r n e . un torbellino, naufragamos a m e n u d o entre enormes peñascos.»
Acaso se e n o j a r a si y o d i j e r a esto de él. S o n , sin e m b a r g o , sus
p r o p i a s p a l a b r a s ; s o n l o s t é r m i n o s c o n los q u e se p r o p u s o la
CAPITULO VIII cuestión, en la q u e h a b í a de m o s t r a r las rocas c o n t r a las cua-
8. G l o r i á n d o s e , p u e s , v a n a m e n t e de p o d e r resolver esta t a n les chocó y n a u f r a g ó . L l e g ó , p u e s , a este e x t r e m o , y fué l l e v a d o
difícil cuestión de l a p r e s c i e n c i a de D i o s , se e n r e d a m á s toda- y lanzado y quedó como clavado contra peñascos tan horribles
vía en el l a b e r i n t o de l a s dificultades, c u a n d o e s c r i b e : «Aun- q u e n o h u b i e r a p o d i d o s a l i r sino c o r r i g i e n d o o r e t r a c t a n d o lo
q u e el a l m a , q u e n o h a b í a p o d i d o p e c a r a n t e s de su u n i ó n q u e h a b í a e n s e ñ a d o , y c o m o n o le e r a p o s i b l e p r o b a r e n
con la c a r n e , m e r e c i ó l l e g a r a ser p e c a d o r a , sin e m b a r g o , n o v i r t u d de q u é m é r i t o el a l m a fué h e c h a p e c a d o r a , n o t e m i ó
p e r m a n e c i ó en el p e c a d o , p o r q u e , p r e f i g u r a d a en J e s u c r i s t o , n o decir q u e h a b í a m e r e c i d o l l e g a r a s e r l o antes de l o d o p e c a d o
d e b i ó c o n t i n u a r en ese e s t a d o , del m i s m o m o d o q u e p o r sí p e r s o n a l . ¿ Q u i é n , s i e n d o i n o c e n t e , p u e d e m e r e c e r castigo t a n
m i s m a n o p u d o c o m e t e r l o . » A m i e n t e n d e r , c u a n d o dice q u e cruel c o m o es el de ser c o n c e b i d o en i n i q u i d a d a j e n a y e s t a r
el a l m a «no p u d o ser p e c a d o r a » o q u e «no p u d o e s t a r en pe- c o n t a m i n a d o p o r el p e c a d o a n t e s de s a l i r del seno m a t e r n o ?
c a d o » , h a b l a del a l m a a n t e s de su u n i ó n con la c a r n e . E n efec- Mas las a l m a s de los n i ñ o s , r e g e n e r a d a s en J e s u c r i s t o , son
to, si el a l m a n o es t r a n s m i t i d a de los p a d r e s p o r vía de gene- l i b r a d a s de este castigo sin n i n g ú n m é r i t o a n t e r i o r y p o r u n a
r a c i ó n , n o p u d o ser m a n c h a d a p o r el p e c a d o o r i g i n a l o de g r a c i a g r a t u i t a , p o r q u e , de o t r o m o d o , la g r a c i a ya n o s e r í a
a l g ú n m o d o p e r m a n e c e r en ese p e c a d o m á s q u e p o r su u n i ó n gracia.
con la c a r n e . V e m o s , c i e r t a m e n t e , q u e el a l m a es l i b r a d a del Por tanto, d i g a , si p u e d e , este h o m b r e s u m a m e n t e inteli-
pecado p o r la gracia; pero no vemos cómo mereció adherirse gente, a q u i e n en u n a cuestión t a n p r o f u n d a d e s a g r a d a n m i s
al p e c a d o . ¿ Q u é significan e n t o n c e s estas p a l a b r a s : « A u n cuan- d u d a s — q u e , si n o son d o c t a s , son p r u d e n t e s — , en v i r t u d d e
d o el a l m a m e r e c i ó ser p e c a d o r a , n o o b s t a n t e n o p e r m a n e c i ó q u é c o n t r a e el a l m a este castigo, del cual es l i b r a d a p o r la
en el p e c a d o » ? Si y o le p r e g u n t o a h o r a p o r q u é n o p e r m a -
neció en el p e c a d o , m u y r e c t a m e n t e m e r e s p o n d e r á q u e l a remanserit, rectissime respondebit quod eam Christi giatia liberaverit.
Sicut ergo dicit unde anima parvuli fuerit liberata peccatrix, sic etiam
Avertat autem Deus, et omnino absit, ut dicamus, quando lavacro dicat unde meruerit esse peccatrix.
regenerationis Deus mundat animas parvulorum, tune eum mala sua cor- 9. Sed quid dicit, cui hoc quod praelocutus est, contigit? Namque
rigere, quae illis ipse fecit, cum eas nullum habentes peccatum pecca- ut istam quaestionem sibi proponeret, ait: «Alia substruuntur opprobria
trici carni, cuius originali peccato contaminarentur, admiscuit. Quas querulis murmurationibus oblatrantium, et excussi quasi quodam tur-
tamen iste aecusans dicit inquinari meruisse per carnem, nec potest di- bine, identidem Ínter immania saxa collidimur». Hoc si ego de illo di-
cere unde tantum mali merueriñt ante carnem. cerem, forsitan succenseret. Verba sunt eius: quibus praemissis propo-
suit quaestionem, in qua ipsa saxa quibus collisus naufragavit, osten-
deret. Ad hoc enim perductus est, et tam horrendis cautibus illatus,
CAPUT VIII impulsus, infixus, ut eruere se nisi emendando quod dixit, omnino non
possit; non valens ostendere quo mérito anima sit facta peccatrix, quam
8. Hanc ergo quaestionem frustra se putans de praescientia Dei posse dicere non timuit ante omne suum peccatum meruisse fieri peccatricem.
dissolvere, adhuc se involvit, et dicit: «Anima si peccatrix esse meruit Quis tam immane supplicium meretur sine peccato, ut in aliena iniqui-
quae peccatrix esse non potuit, tamen ñeque in peccato remansit, quia tate conceptas, antequam exeat de visceribus matris, iam non sit sine
in Christo praefigurata in peccato esse non debuit, sicut esse non potuit». peccato? De hac autem poena parvulorum animas, qui regenerantur in
Quid est quod dicit, «peccatrix esse non potuit», vel «in peccato esse Christo, nullis eorum praecedentibus meritis gratuita liberat gratia: alio-
non potuit», nisi, credo, si non veniret in carnem? Ñeque enim potuit quin gratia iam non est gratia \
originali peccato esse peccatrix, aut quoquo modo in originali peccato
Proinde iste homo valde intelligens, cui displicet in tanta profun-
esse, nisi per carnem, si de párente non trahitur. Videmus ergo eam
ditate, etsi non docta, tamen cauta nostra cunctatio, dicat si potest, in
per gratiam liberari a peccato: sed non videmus unde meruerit haerere
hanc poenam quo pervenerit anima mérito, de qua poena liberat gratia
peccato. Quid est ergo quod dicit: «Si peccatrix esse meruit, non tamen
in peccato remansit?» Si enim ab illo quaeram, cur non in peccato 1
Rom. 11,6.
I. 9, II DEL ALMA Y SU ORIGEN 617
616 DEL ALMA Y Sü ORIGEN I, 8, 9
gracia sin mérito alguno suyo. Dígalo y, si le es posible, de- C A J'/TULO IX
fiéndalo con alguna razón. No exigiría yo esto si él no hu-
biera afirmado que el alma había merecido llegar a ser peca- 10. Al tratar de aquellos niños que mueren antes de ha-
dora. Dicho mérito, ¿era bueno o malo? Si era bueno, ¿cómo ber recibido el bautismo de Jesucristo, y queriendo dar una
cayó el alma en el mal? Si era malo, ¿de dónde le viene al respuesta a esta cuestión, se atrevió a prometerles no sólo el
alma antes de cometer un pecado? Y nuevamente insisto: si paraíso, sino también el reino de los cielos, sin saber después
este mérito era bueno, la liberación del alma, mediante la gra- cómo salir de este embarazo para no verse obligado a sostener
cia, no fué gratuita, sino en virtud de un verdadero derecho, que Dios castiga con la muerte eterna almas que él mismo en-
puesto que había sido merecida anteriormente, y así tal gracia cerró en carne pecadora, no habiéndolo merecido por algún
ya no sería gracia. Pero si este mérito era malo, cabe pre- pecado anterior. No obstante, dándose cuenta de que había
guntar en qué consistía. ¿Acaso en que el alma vino a ence- cometido un error, al afirmar que las almas de los niños pue-
rrarse dentro de la carne, a la cual no hubiera venido si no den ser rescatadas para la vida eterna sin ¡a gracia de Jesu-
hubiera sido enviada ñor el que está exento de toda iniquidad? cristo y que pueden obtener la remisión del pecado original
A no ser que el adversario quiera precipitarse en mayores sin el bautismo, en el cual se perdonan todos los pecados, y
abismos, no intentará probar su sentencia de que el alma me- viendo la profundidad del abismo en que se había precipitado,
reció llegar a ser pecadora. añadió: «Pienso que por estos niños deben ser ofrecidos los
En cuanto a los niños, que obtienen en el bautismo la re- sacrificios de los sacerdotes santos y continuas oblaciones.»
misión del pecado original, respondió de cualquier modo que He aquí otro error del cual únicamente saldrá haciendo
estaban sujetos por poco tiempo al pecado ajeno, ya que la una retractación formal del mismo. Porque ¿quién ofrecerá el
presciencia de Dios en nada hubiera podido perjudicar a los cuerpo de Jesucristo sino por aquellos que son miembros de
predestinados a la vida eterna. Jesucristo? Desde que el mismo Señor dijo: El que no naciere
Estas afirmaciones serían tolerables si con su modo de ex- del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de los cie-
presarse no hiciera inexplicable la dificultad, al decir que el los, y en otro lugar: El que perdiere su vida por amor de mí,
alma había merecido llegar a ser pecadora. Si, pues, desea la hallará, nadie llega a ser miembro de Jesucristo sino por
librarse de las contradicciones, ha de desaprobar lo que antes el bautismo de agua o por el bautismo de sangre, muriendo
ha escrito. por Jesucristo.
sine mérito. Dicat, ut quod dixit, aliqua, si valuerit, ratione defendat. 11. Esa es la razón por la cual aquel ladrón, que no era
Non enim hoc exigerem, nisi ipse dixisset quod anima meruerit esse
peccatrix. Dicat meritum eius, utrum bonum fuerit, anne malum. Si CAPUr IX
bonum, quo mérito bono venit in malum? Si malum, unde aliquod ma-
lum meritum ante omne peccatum? ítem dico: Si bonum, non ergo eam 10. De illis autem parvulis qui morte praeveniuntur priusquam bap-
gratis, sed secundum debitum liberat gratia, cuius praecessit meritum tizentur in Christo, cum responderé voluisset, ausus est eis promittere,
bonum; ac sic gratia iam non erit gratia. Si autem malum, quaero quod non solum paradisum, verum etiam regnum caelorum: non inveniens
sit: an quod venit in carnem, quo non venisset, nisi apud quem non qua exiret, ne Deum animas innocentes dicere cogeretur aeterna morte
est iniquitas, ipse misisset? Nunquam igitur nisi se in peiora praecipi- damnare, quas nullo mérito praecedente peccati, carni inserit peccatrici.
tans, hanc suam sententiam molietur astruere, qua dixit quod anima Sed uteumque sentiens quid mali dixerit, sine ulla Chrísti gratia animas
meruit esse peccatrix. redimi parvulorum in aeternam vitam regnumque caelorum, et in eis
Et de his quidem parvulis, quorum in Baptismo diluitur originale posse solvi originale peccatum sine Baptismo Christi, in quo fit remissio
peccatum, invenit qualitercumque quod diceret, quoniam praescientia peccatorum: videns ergo, in quam se profunditatem naufragosi gurgitis
Dei praedestinatis in vitam aeternam nihil obesse potuisset, paulisper iecerit: «Sane, inquit, pro eis oblationes assiduas, et offerenda iugiter
alieno inhaerere peccato. sanctorum censeo sacrificia sacerdotum».
Quod tolerabiliter diceretur, si non iste verbis suis implicaretur, Ecce aliud unde nunquam exiturus est, nisi eum dixisse poeniteat.
dicens quod meruerit anima esse peccatrix; unde se omnino non liberat, Quis enim offerat corpus Christi, nisi pro eis qui membra sunt Christi?
nisi hoc eum dixi^se poeniteat. Ex quo autem ab illo dictum est: Nisi quis renatus fuerit ex aqua et
Spiritu, non potest intrare in regnum Dei *; et alio loco: Qui perdiderit
animam suam propter me, inveniet. eam2: nenio fit membrum Chrísti,
nisi aut Baptismate in Christo. aut morte pro Christo.
11. Unde et latro ille, non ante crucem Domini sectator, sed in
1
lo. 3,5.
2
Mt. 10,39.
J 1fj 12 DEL ALMA Y SU ORIGEN 619
618 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 9, 11
es i n c r e í b l e — q u e el l a d r ó n , q u e c r e y ó e s t a n d o p e n d i e n t e d e
d i s c í p u l o del S e ñ o r antes del s u p l i c i o de la cruz, sino q u e con- la cruz al l a d o del S e ñ o r , h a b r í a sido purificado p o r a q u e l l a
fesó su d i v i n i d a d e s t a n d o ya crucificado, y cuyo e j e m p l o es a a g u a m i s t e r i o s a q u e b r o t ó de la h e r i d a del costado y con e l l a
veces c i t a d o c o n t r a la n e c e s i d a d del b a u t i s m o , es e n u m e r a d o a m o d o de b a u t i s m o fuese l a v a d o . Y p a s o en silencio, p o r q u e
p o r S a n C i p r i a n o e n t r e los m á r t i r e s q u e son b a u t i z a d o s con n i n g u n o de los n u e s t r o s a l u d e a e l l o , si este l a d r ó n n o h a b r í a
su p r o p i a s a n g r e , c o m o sucedió d u r a n t e l a s p e r s e c u c i o n e s a sido b a u t i z a d o antes de sufrir su c o n d e n a c i ó n .
m u c h o s , q u e n o h a b í a n r e c i b i d o a ú n el b a u t i s m o de a g u a . E l A c e r c a de este p u n t o c a d a u n o es l i b r e de p e n s a r lo q u e
a c t o de confesar en l a cruz l a d i v i n i d a d de J e s u c r i s t o fué a p r e - j u z g u e m á s c o n v e n i e n t e , con tal q u e , a p o y á n d o s e en este ejem-
c i a d o en t a n t o v a l o r c o m o si r e a l m e n t e h u b i e r a sido crucificado p l o , n o i n t e n t e d e s v i r t u a r la n e c e s i d a d del b a u t i s m o p r e c e p -
p o r ser de l o s s u y o s . S u fe floreció en el m a d e r o p r e c i s a m e n t e t u a d o p o r el S a l v a d o r y a c o n d i c i ó n de que n o se e s t a b l e z c a
c u a n d o se m a r c h i t ó l a d e los d i s c í p u l o s , l a c u a l , d e b i l i t a d a p o r o s e ñ a l e p a r a los n i ñ o s q u e m u e r e n sin el b a u t i s m o u n l u g a r
el t e m o r de la m u e r t e , revivió con l a s g l o r i a s de la r e s u r r e c - de q u i e t u d o felicidad i n t e r m e d i o e n t r e la c o n d e n a c i ó n y el
ción. L o s d i s c í p u l o s desconfiaron de su M a e s t r o al v e r l o m o r i r , r e i n o de los cielos. T a m b i é n la h e r e j í a p e l a g i a n a i n c u r r i ó en
el l a d r ó n e s p e r ó en el q u e c o m p a r t í a su ú l t i m o s u p l i c i o ; e l l o s este e r r o r , p o r q u e , n o a d m i t i e n d o en los n i ñ o s el p e c a d o origi-
h u y e r o n del A u t o r de la v i d a , el l a d r ó n r o g ó a l q u e sufría el n a l , n o t e m í a su c o n d e n a c i ó n ; m a s t a m p o c o les p r o m e t í a el
m i s m o t o r m e n t o ; l o s d i s c í p u l o s l l o r a r o n su m u e r t e c o m o se r e i n o de los cielos si n o h a b í a n r e c i b i d o el s a c r a m e n t o del
l l o r a l a m u e r t e de h o m b r e c u a l q u i e r a , el l a d r ó n c r e y ó q u e B a u t i s m o . P e r o n u e s t r o a d v e r s a r i o , n o obstante confesar o p r o -
h a b í a de r e i n a r d e s p u é s d e l a m u e r t e ; a q u é l l o s a b a n d o n a r o n c l a m a r q u e los n i ñ o s están l i g a d o s con el r e a t o del p e c a d o
al q u e les h a b í a p r o m e t i d o la s a l v a c i ó n , éste a d o r ó al q u e le o r i g i n a l , se h a a t r e v i d o a p r o m e t e r el r e i n o de los cielos a u n
a c o m p a ñ a b a en el m i s m o s u p l i c i o de l a c r u z . T u v o el b u e n a los q u e m u e r e n sin el b a u t i s m o , lo q u e n o o s a r o n a f i r m a r
l a d r ó n el m é r i t o del m á r t i r al creer en J e s u c r i s t o c u a n d o falló los p e l a g i a n o s , a p e s a r de q u e n o a d m i t í a n la existencia del
la fe de los q u e h a b í a n de ser m á r t i r e s . Así lo j u z g ó el m i s m o pecado original.
S a l v a d o r , q u e , sin e x i g i r l e el b a u t i s m o de a g u a y c o n s i d e r á n -
H e a h í los lazos en los q u e lo t e n d r á e n m a r a ñ a d o su p r e -
d o l o p u r i f i c a d o p o r u n a especie de m a r t i r i o , le p r o m e t i ó i n m e -
sunción, m i e n t r a s n o r e t r a c t e lo q u e h a e s c r i t o .
d i a t a m e n t e l a p o s e s i ó n de l a f e l i c i d a d e t e r n a .
P o r o t r a p a r t e , ¿ q u i é n de n o s o t r o s n o ve con c u á n t a fe,
con c u á n t a e s p e r a n z a y con c u á n t a c a r i d a d n o h u b i e r a a c e p - CAPITULO X
t a d o l a m u e r t e p o r J e s u c r i s t o vivo el q u e con t a n t a d e c i s i ó n 12. Se a d u c e t a m b i é n el e j e m p l o de D i n ó c r a t e s , h e r m a n o
b u s c ó la v i d a en J e s u c r i s t o m o r i b u n d o ? A ñ á d e s e a e s t o — y n o de S a n t a P e r p e t u a ; p e r o esta h i s t o r i a n o es a u t é n t i c a , y fuera
cruce confessor, de quo nonnunquam praeiudicium captatur, sive tenta- la s a n t a la q u e la e s c r i b i ó o fuera o t r o su a u t o r , lo cierto es
tur, contra Baptismatis sacramentum, a Cypriano sancto inter martyres
computatur 3 , qui suo sanguine baptizantur, quod plerisque non bap- vulnere lateris eius emicuit, tanquam sacratissimo baptismo fuisse per-
tizatis fervente persecutione provenit. Tanto namque pondere appensum fusum. Ut omittam quod eum, antequam damnaretur, baptizatum non
est, tantumque valuit apud eum qui haec novit appendere, quod con- fuisse, quoniam nemo nostrum novit, nemo convincit.
fessus est Dominum crucifixum, quantum si fuisset pro Domino cruci- Verum haec ut volet quisque accipiat, dum tamen de Baptismo non
fixus. Tune enim fides eius de ligno floruit, quando discipulorum mar- praescribatur Salvatoris praecepto, huiíis latronis exemplo; et non bap-
cuit; nisi cuius mortis térro re marcuerat, eius resurrectione reviresceret. tizatis parvulis nemo promittat inter danmationem regnumque caelorum,
lili enim desperaverunt de moriente, ille speravit in commoriente: re- quietis vel felicitatis cuiu.slibct atque ubilibet quasi médium locum. Hoc
fugerunt illi auctorem vitae; rogavit ille consortem poenae: doluerunt enim eis etiam liaeresis Pelagiana promisit: quia nec damnationem
illi tanquam hominis mortem, credidit ille regnatururn esse post mor- metuit parvulis, (píos nullum ptitat habere origínale peccatum; nec spe-
tem: deseruerunt illi sponsorem salutis, honoravit ille socium crucis. rat eis regnum caelorum, si non perveniunt ad Baptismatis sacramen-
Inventa est in eo mensura martyris, qui tune in Christum credidit, tum. Iste autem cuín confiteatur párvulos originali obstrictos e'sse pec-
quando defecerunt qui futuri erant martyres. Et hoc quidem oculis cato, eis etiam regnum caelorum non baptizatis ausus est polliceri: quod
Domini clarum fuit, qui non baptizato, tanquam martyrii sanguine ablu- nec illi ausi sunt, qui eos asserunt sine ullo prorsus esse peccato.
to, tantam felicitatem statim contulit 4 . Ecce qualibus se laqueis praesumptionis innectat, nisi eum talia scrip-
Sed etiam nostrum quis non consideret, quanta fide, quanta spe, sisse poeniteat.
quanta chántate mortem pro Christo vivente suscipere potuit, qui vitam CAPUT X
in moriente quaesivit. Huic accedit, quia non incredibiliter dicitur, la-
tronem qui tune credidit, iuxta Dominum crucifixum, aqua illa quae de 12. De fratre autem sanctae Perpetuae Dinocrate, nec scriptura ipsa
canónica est, nec illa sic «cripsit, vel quicumque illud scripsit, ut illum
3
CYPRIANUS, Epist. ad lubaianum. puerum qui septennis mortuus fuerat, sine Baptismo diceret fuisse de-
4
Le. 23,43.
I, 11, 13 DEL ALMA Y SU ORIGEN 621
620 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 11, 13 m e r e c i e r o n ser c o n d e n a d a s sin ser b a u t i z a d a s , m e r e s p o n d e r á
q u e n o se dice q u e este n i ñ o m u r i e r a sin el b a u t i s m o . L o ú n i c o r e c t a m e n t e q u e fué a c a u s a del p e c a d o o r i g i n a l . Si de n u e v o
q u e se s a b e o se cree es q u e en l a i n m i n e n c i a del m a r t i r i o e l l a l e p r e g u n t o c ó m o lo c o n t r a j e r o n , él c o n t e s t a r á q u e fué p o r su
rogó p o r su h e r m a n o , q u e su o r a c i ó n fué e s c u c h a d a y q u e el u n i ó n con la c a r n e p e c a d o r a . Y si q u i e r o a v e r i g u a r en v i r t u d
n i ñ o p a s ó del l u g a r de l o s t o r m e n t o s a l a m a n s i ó n del descan- d e q u é estas a l m a s , q u e n o h a b í a n c o m e t i d o falla a l g u n a a n t e s
so. L o s n i ñ o s do esa e d a d son y a c a p a c e s de m e n t i r , d e c i r l a d e ser u n i d a s a la c a r n e p e c a d o r a , se h i c i e r o n d i g n a s d e esa
v e r d a d , con losar sus faltas y t a m b i é n de n e g a r l a s . Y, p o r t a n t o , u n i ó n c u l p a b l e , i n v e s t i g u e él lo q u e r e s p o n d e r í a y e x p l i q u e p o r
al ser b a u t i z a d o s p u e d e n r e p e t i r el s í m b o l o y r e s p o n d e r p o r q u é son c o n d e n a d a s a sufrir el c o n t a g i o y l a s c o n s e c u e n c i a s
sí m i s m o s a l a s p r e g u n t a s . ¿ Q u i é n s a b e si este n i ñ o , d e s p u é s de los p e c a d o s a j e n o s , de tal m a n e r a q u e n o sean r e g e n e r a d a s
de h a b e r r e c i b i d o el b a u t i s m o , n o h a b r í a sido i n d u c i d o a l a p o r las a g u a s del b a u t i s m o ni los sacrificios l a s p u r i f i q u e n de
i d o l a t r í a p o r su m i s m o p a d r e , q u e e r a infiel e i m p í o , y p o r lo s u s f a l t a s . ¡ C u á n l o s n i ñ o s lian n a c i d o y n a c e n en estas condi-
c u a l d e b e r í a sufrir l a c o n d e n a c i ó n e t e r n a , siéndole c o n d o n a d a c i o n e s , sin q u e h a y a n recibido ni p u e d a n r e c i b i r los a u x i l i o s
m e d i a n t e l a s o r a c i o n e s de su h e r m a n a , q u e i b a a m o r i r p o r espirituales!
Jesucristo? A n t e u n h e c h o c o m o éste falla c i e r t a m e n t e t o d a a r g u m e n -
t a c i ó n . N o s o t r o s , en efecto, n o p r e g u n t a m o s c ó m o e s t a s a l m a s
m e r e c i e r o n ser c o n d e n a d a s d e s p u é s de su c o n s o r c i o con la car-
CAPITULO XI n e p e c a d o r a ; lo q u e i n t e n t a m o s s a b e r es c ó m o se h i c i e r o n dig-
n a s de s u f r i r el castigo de la u n i ó n con la c a r n e , n o h a b i e n d o
1 3 . A u n c u a n d o , sin m e n o s c a b o de la fe católica y de la
sido responsables de ningún pecado anterior a dicha unión.
d i s c i p l i n a eclesiástica, se c o n c e d i e r a a n u e s t r o a d v e r s a r i o , des-
A q u í n o c a b e r e s p o n d e r : «El c o n t a g i o del p e c a d o a j e n o c o m u -
de l u e g o sin m o t i v o a l g u n o r a z o n a b l e p a r a e l l o , q u e el sacri- n i c a d o p o r p o c o t i e m p o n o d a ñ ó a q u i e n e s D i o s , en su p r e s -
ficio del c u e r p o y de l a s a n g r e de J e s u c r i s t o p u d i e r a ser ofre- c i e n c i a e t e r n a , h a b í a p r e p a r a d o el r e m e d i o de la r e d e n c i ó n . »
cido p o r t o d o s l o s h o m b r e s n o b a u t i z a d o s , de c u a l q u i e r e d a d N o s r e f e r i m o s en esto caso a los que, p o r h a b e r m u e r t o a n t e s
que f u e r a n , c o m o si esta acción p i a d o s a de los f a m i l i a r e s les de r e c i b i r el b a u t i s m o , n o p a r t i c i p a r o n del beneficio de la re-
a y u d a r a o s i r v i e r a p a r a el r e i n o de l o s cielos, ¿ q u é r e s p o n - dención. T a m p o c o aquí hay lugar a decir: «Las almas que no
d e r í a a c e r c a de l a s u e r t e de t a n t o s m i l e s de n i ñ o s q u e n a c e n f u e r o n justificadas p o r el b a u t i s m o , lo s e r á n p o r los n u m e r o s o s
de p a d r e s i m p í o s y n o r e c i b e n el c u i d a d o de p e r s o n a s p i a d o - sacrificios ofrecidos p o r e l l a s ; y p r e v i e n d o D i o s esto, q u i s o
sas p o r a l g u n a c o n m i s e r a c i ó n h u m a n a o d i v i n a , y salen de h a c e r l e s p a r t i c i p a r de los p e c a d o s ajenos, sin h a c e r l e s c o r r e r
esta v i d a en l a e d a d m á s t i e r n a y sin h a b e r sido r e g e n e r a d o s el riesgo de la c o n d o n a c i ó n eterna y d á n d o l e s e s p e r a n z a d e la
con l a s a g u a s b a u t i s m a l e s ? E x p l i q u e , , si le es p o s i b l e , c ó m o felicidad i m p e r e c e d e r a . » P r e c i s a m e n t e h a b l a m o s a h o r a de los
m e r e c i e r o n estas a l m a s l l e g a r a ser p e c a d o r a s h a s t a el p u n t o
de n o ser l i b r a d a s j a m á s del p e c a d o . Si le p r e g u n t o p o r q u é
Si enim quaeram, quare damnari mereantur, si non baptizantur; recte
functum: pro quo illa imminente martyrio oreditur exaudita, ut a poe- mihi respondetur, propter originale peccatum. ítem, si quaeram, unde
nis transferretur ad réquiem. Nam illius aetatis pueri, et mentiri, et traxerint originale peccatum; iste respondebit, ex carne utique pecca-
verum loqui, et confiten, et negare iam possunt. Et ideo cum baptizan- trice. Si ergo quaeram, unde damnari meruerint in peccatricem carnem,
tur, iam et symbolum reddunt, et ipsi pro se ad interrogata respondent. quae nihil mali fecerant ante carnem; hic inveniat quid respondeat; et
Quis igitur scit utrum puer ille post Baptismum, persecutionis tempore sic damnari ad alienorum peccatorum subeunda contagia, ut nec Bap-
a patre impio per idololatriam fuerit alienatus a Christo, propter quod tisma regeneret male generatos, nec sacrificia expient inquinatos. Ibi
in damnationem mortis ierit, nec inde nisi pro Christo moriturae sororis enim et de talibus hi parvuli nati sunt, sive adhuc usque nascuntur,
precibus donatus exierit? ut eis nullo tali possit adiutorio subveniri.
Hic certe omnis argumentatio déficit. Non enim quaerimus, unde
animae damnari meruerint post carnis consortium peccatricis: sed quae-
CAPUT XI rimus, unde animae damnari meruerint ad subeundum carnis consortium
13. Sed etiamsi hoc isti concedatur, quod salva fide catholica et peccatricis, nullum peccatum habentes ante carnis consortium peccatri-
ecclesiastica regula, nulla ratione conceditur, ut pro non baptizatis cuius- cis. Non est ut dicatur: «Nihil eis obfuit alieni peccati paulisper com-
libet aetatis hominibus offeratur sacrificium corporis et sanguinis Christi, municata contagio, quibus in Dei praescientia fuerat parata redemptio».
tanquam per huiusmodi pietatem suorum ad regnum caelorum quo per- De his enim nunc loquimur, quibus ante Baptismum de corpore exeun-
veniant adiuventur, quid responsurus est de tot millibus infantum, qui tibus redemptio nulla suecurrit. Non est ut dicatur: «Eas quas Baptisma
nascuntur ex impiis, nec in manus piorum aliqua vel divina vel humana non abluit, sacrificia pro eis crebra mundabunt; quod praesciens Deus,
miseratione perveniunt, et de ista vita in illa tenerrima aetate, sine la- paululum illas voluit alienis haerere peccatis, sine ullo exitio damnationis
vacro regenerationis abscedunt? Dicat, si potest, unde istae animae sic aeternae, et cum spe felicitatis aeternae». De his enim nunc loquimur.
peccatrices fieri meruerunt, ut a peccato saltem nec postea liberentur.
I, 12. 15 DEL ALMA Y SU ORIGEN 623
622 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 11, 14
n i ñ o s q u e n a c e n de p a d r e s i m p í o s y q u e , p o r lo t a n t o , n o p u e - CAPITULO XII
d e n r e c i b i r n i n g ú n a u x i l i o e s p i r i t u a l . Y a u n q u e fuera p o s i b l e
p r o p o r c i o n á r s e l o , es i n d u d a b l e q u e n o beneficiaría a l a s a l m a s 15. M i c r i t e r i o es que n i n g u n a de estas dos a s e r c i o n e s
q u e n o r e c i b i e r a n el b a u t i s m o , del m i s m o m o d o q u e los sacri- p u e d e ser s o s t e n i d a , n i t a m p o c o o t r a t e r c e r a , es decir, q u e las
ficios y o f r e n d a s p o r los m u e r t o s , de q u e se h a c e m e n c i ó n en a l m a s h a b í a n p e c a d o ya antes de ser u n i d a s a los c u e r p o s y
el l i b r o de los M a c a b e o s , n o les h u b i e r a r e p o r t a d o v e n t a j a q u e p o r e l l o m e r e c i e r o n el castigo d e esa u n i ó n p e c a m i n o s a .
a l g u n a si a n t e s de m o r i r n o h u b i e r a n sido c i r c u n c i d a d o s . E l A p ó s t o l definió con t o d a c l a r i d a d q u e , c u a n d o a ú n n o ha-
14. P r o c u r e n u e s t r o a d v e r s a r i o r e s p o n d e r , si p u d i e r e , c u a n - b í a n n a c i d o , n o h a b í a n hecho b i e n n i m a l . Sigúese de esto q u e ,
d o le sea p r e g u n t a d o c ó m o u n a l m a , exenta h a s t a e n t o n c e s d e si los n i ñ o s n e c e s i t a n obtener la r e m i s i ó n de sus p e c a d o s , d i c h o
todo p e c a d o o r i g i n a l o p r o p i o , m e r e c i ó ser c o n d e n a d a a s u f r i r p e r d ó n se refiere t a n sólo al p e c a d o o r i g i n a l .
el c o n t a g i o del p e c a d o a j e n o , sin q u e le sea p o s i b l e l i b r a r s e T a m p o c o es a d m i s i b l e otra c u a r t a o p i n i ó n , a s a b e r , q u e las
de él, y c o n s i d e r e c u á l de estas d o s cosas h a de e l e g i r : o b i e n a l m a s de los n i ñ o s q u e m u e r e n sin el b a u t i s m o f u e r o n casti-
afirma q u e l a s a l m a s de los n i ñ o s q u e m u e r e n sin el b a u t i s m o , g a d a s p o r la justicia d i v i n a a h a b i t a r en la c a r n e p e c a d o r a y a
y p o r l a s c u a l e s n o es ofrecido n i n g ú n sacrificio del c u e r p o del s u f r i r la c o n d e n a c i ó n eterna p o r q u e p r e v i o q u e h a b í a n d e
S e ñ o r , son, n o o b s t a n t e , l i b r a d a s del lazo y r e a t o del p e c a d o vivir en p e c a d o c u a n d o l l e g a r a n a la e d a d en q u e p o d r í a n
o r i g i n a l , a p e s a r de q u e es d o c t r i n a t e r m i n a n t e del A p ó s t o l u s a r del l i b r e a l b e d r í o . N u e s t r o a d v e r s a r i o , q u e se e n c u e n t r a
q u e t o d o s son c o n d e n a d o s p o r u n o solo, a los c u a l e s cierta- e n t a n g r a n d e s a p r i e t o s a c a u s a de sus o p i n i o n e s , n o se h a
m e n t e n o les s o c o r r e la g r a c i a a p l i c á n d o l e s los m é r i t o s de l a atrevido a llegar a tal extremo, y aún protestó breve y mani-
r e d e n c i ó n efectuada p o r u n o s o l o , o b i e n sostiene q u e l a s al- fiestamente c o n t r a esta a b s u r d a afirmación, d i c i e n d o : « D i o s h u -
mas, sin t e n e r n i n g ú n p e c a d o p r o p i o u o r i g i n a l , a l m a s inocen- b i e r a s i d o i n j u s t o si h u b i e r a j u z g a d o a u n h o m b r e a n t e s d e
tes, c a n d i d a s y p u r a s , son c a s t i g a d a s con la c o n d e n a c i ó n e t e r n a n a c e r p o r la s i m p l e presciencia d e l a s o b r a s i m p e r f e c t a s de
por un Dios, justo, uniéndolas a una carne pecadora y pre- su v o l u n t a d . »
viendo q u e n o s e r á n l i b r a d a s . Así se e x p r e s ó al d e s a r r o l l a r esta cuestión c o n t r a los q u e
p r e g u n t a b a n p o r q u é creó D i o s al h o m b r e , s a b i e n d o p o r su
quarum nativitas apud impíos et ex impiis nulla talia potuerit invenire p r e s c i e n c i a q u e h a b í a de e n t r e g a r s e al m a l . S e r í a r e a l m e n t e
praesidia. Quae quidem si adhiberi possent, procul dubio non bapti- j u z g a r l o a n t e s de n a c e r , si r e h u s a b a c r e a r l o , p o r q u e p r e v e í a
zatis prodesse non possent: sicut nec illa quae de libro Machabaeorum
q u e n o h a b í a d e ser b u e n o . Esta r e s p u e s t a es a c e r t a d a , p u e s
commemoravit sacrificia pro peccatoribus mortuis \ eis aliquid profuis-
sent, si circumcisi non fuissent. e l h o m b r e d e b e ser j u z g a d o ú n i c a m e n t e p o r las a c c i o n e s de
14. Inveniat ergo, si potest, iste quid dicat, cum ab illo quaeritur,
quid meruerit anima, sine ullo peccato, vel originali, vel proprio, sic CAPUT XII
ad subeundum alienum peccatum origínale damnari, ut non ab illo
valeat liberari: et videat quid eligat a duobus, utrum dicat etiam eas 15. Ego nihil istorum duorum dicendum esse confirmo; nec illud
animas morientium parvulorum, quae hinc sine lavacro regenerationis tertium, alibi peccasse animas ante carnem, ut damnari mererentur in
abscedunt, et pro quibus nullum sacrificium corporis Dominici offertur, carnem. Apostolus quippe apertissime definivit, nondum in carne natos
a nexu peccati originalis absolví; cum Apostolus doceat, ex uno iré nihil egisse boni seu m a l i l . Unde constat, párvulos, ut remissione indi-
omnes in condemnationem 2 , quibus utique non subvenit gratia, ut per geant peccatorum, nonnisi origínale contraxisse peccatum.
unum eruantur in redemptionem; an dicat animas non habentes ullum Nec illud quartum, eas animas parvulorum sine Baptismate morítu-
vel proprium, vel origínale peccatum, et omni modo innocentes, simpli- rorum a iusto Deo in carnem peccatricem relegari atque damnari, quas
ces, puras, a iusto Deo, cum eas ipse non liberandas carni inserit pec- praescivit, si ad aetatem pervenissent, in qua libero uterentur arbitrio,
catrici, aeterna damnatione puniri. male fuisse victuras. Hoc namque nec iste ausus est dicere, in tantis
angustiis constitutus: imo etiam contra istam vanitatem iam satis mani-
1
2 Mach. 12,43. festé ac brevitei est locutus, ubi ait: «Iniustum Deum futurum fuisse,
2
Rom. 5,16. si non perfectis propriae voluntatis operibus, vellet hominem iudicare
Jion natum».
Hoc enim respondit, cum tractaret quaestionem adversus eos qui
dicunt: Cur Deus hominem faciebat, quem, utpote praescius, sciebat
futurum non bonum? Non natum enim iudicaret, si propterea creare
noluisset, quia non bonum futurum esse praescisset. Et utique sicut et
huic visum est, de perfectis eius operibus debuisset hominem iudicare,
1
Rom. 9,11.
I, 13, 16 DEL ALMA Y SU ORIGEN 625
624 DEL \LMA Y SU ORIGEN I, 12, 15
que es autor y no por las que haría, aun cuando Dios las co- CAPITULO XIII
nozca de antemano. La razón es porque, si también los pecados
que un hombre cometería durante su vida ulterior son juzga- 16, Se trata ahora del alma de un niño que no llegó a la
dos, no obstante morir dicho hombre antes de cometerlos, nin- edad en que podía hacer uso del libre albedrío y que desd&
gún beneficio se le concedió a aquel que fué arrebatado para su infusión en el cuerpo hasta que fué librada de él, sin haber
que la malicia no pervirtiese su inteligencia, ya que debía ser recibido el bautismo, no tenía otro motivo de condenación más
juzgado en conformidad con la malicia que había de tener que el pecado original. No negamos que no sea suficiente este
más adelante y no según la inocencia que tenía en el momento pecado para que el alma sea justamente condenada, pues una
de la muerte. ley justa decretó e instituyó la sanción para el pecado. Lo que
Pensando así, no podemos tener seguridad sobre la suerte preguntamos es en virtud de qué ha sido castigada el alma a
de ningún bautizado muerto, puesto que, después de recibir el contraer este pecado, si no proviene de aquella que pecó al
bautismo, es posible no sólo pecar, sino también apostatar. pecar el primer padre del género humano.
Supongamos que un niño es sacado de este mundo después de Si Dios, por lanío, no condena a los inocentes y no hace-
su bautismo y que habría apostatado si hubiera vivido: ¿pen- culpables a quienes reconoce justos; si no libra a las almas
saremos que no le reportó ningún beneficio el haber sido arre- tanto de los pecados originales como de los propios más que
batado para que la malicia no pervirtiese su inteligencia y que por el bautismo de Jesucristo, confiado a la Iglesia; si las
en virtud de la presciencia de Dios había de ser juzgado no almas no estuvieron de ningún modo inficionadas por el pe-
como un siervo fiel de Jesucristo, sino como un apóstata? Si
cado antes de su unión con el cuerpo; si, finalmente, una ley
son castigados los pecados que todavía no han sido cometidos
justa no castiga los pecados antes de que hayan sido cometi-
ni de hecho ni con el pensamiento y que han sido conocidos
como futuros por la presciencia divina, ¿no hubiera sido pre- dos y mucho menos los que no lo han sido nunca, no acepte
ferible que nuestros primeros padres hubieran sido arrojados nuestro adversario ninguna de estas proposiciones, y entonces
del paraíso antes de su pecado para que no lo cometieran más explique, si le es posible, la razón por la cual las almas de los
tarde en lugar tan santo y beatífico? ¿ Y a qué se reduce la niños que mueren sin recibir el bautismo y son condenadas
presciencia si no se realiza lo que se prevé? ¿Puede decirse pudieron ser infundidas en la carne pecadora sin haberlo me-
que se conoce lo futuro cuando no hay tal futuro? ¿Cómo, recido por alguna culpa anterior a la unión, y contraer así un
pues, son castigados pecados que no existen, es decir, que ni pecado que será para ellas causa legítima de condenación.
fueron cometidos antes de la unión del alma con el cuerpo Por el contrario, si pretendiendo eludir estas cuatro aser-
ni después de esa unión, deshecha prematuramente por la ciones, rechazadas por la recta razón, es decir, si no atrevién-
muerte? dose a afirmar o bien que Dios hace pecadoras a las almas que
non de praecognifis, nec fieri aliquando p e r m i s o . Nam si peccata, quae
CAPUT XIIi
si homo viveret commissurus esset, etiam non commissa damnantur in
mortuo, nullum beneficium collatum est illi qui raptus est ne malina 16. Hoc itaque médium, ex quo anima missa est in carnem, quo
mutaret intellectum eius2: quandoquidem iudicabitur secundum eam, usque solveretur a carne, quoniam parvuli anima est, nec liberi arbitrii
quae in illo fuerat futura, malitiam; non secundum eam, quae in illo gessit aetatem, non invenit unde damnaretur non percepto Baptismo,
inventa est, innocentiam. nisi originale peccatum. Ex hoc peccato iuste damnari animam non ne-
Et de millo mortuo baptizato poterit esse securitas; quia et post gamus: quia peccato supplicium lex iusta constituit. Sed ad hoc pec-
Baptismum, non qualitercumque peccare, verum etiam apostatare no- catum subeundum cur damnata sit, quaerimus, si non ex illa una tra-
mines possunt. Quid si ergo qui baptizatus hinc raptus est, apostata erat hitur, quae in generis humani primo patre peccavit.
futurus, si viveret; nullumne illi beneficium putabimus esse collatum, Quamobrem si Deus non damnat innocentes, nec facit nocentes quos
quod raptus est ne malitia mutaret intellectum eius; et propter Dei perspicit innocentes; et si animas non liberat sive ab originalibus, sive
praescientiam, non sicut fidele membrum Christi, sed sicut apostatam a propriis peccatis, nisi in Ecclesia Christi Baptismus Christi; et si
iudicandum esse censebimus? Quanto enim melius, si peccata nondum animae ante carnem nullum habuerunt omnino peccatum; et si peccata
facta, nondum cogitata, sed praecognita et futura puniuntur, proiieeren- antequam committantur, et multo magis quae nunquam commissa sunt,
tur illi dúo de paradiso ante peccatum, ne in loco tam sancto et bea- damnari iusta lege non possunt; nihil horum quatuor iste dicat: et, si
tifico peccaretur? Quid, quod ipsa exinanitur omnino praescientia, si potest, explicet, parvulorum animae, quae sine Baptismo exeuntes in
quod praescitur non erit? Quomodo enim recte dicitur praesciri futu- damnationem mittuntur, quo mérito in carnem peccatricem quae nihil
rum, quod non est futurum? Quomodo ergo puniuntur peccata quae peccaverunt, missae sunt, ut illie invenirent peccatum, propter quod
nulla sunt; id est, quae nec vita ista nondum incipiente commissa sunt mérito damnarentur.
ante carnem, nec morte praeveniente post carnem?
Porro si quatuor ista devitans, quae sana doctrina condemnat, id
2
Sap. 4 , 1 1 . est, si non audens dicere, vel sine ullo peccato existentes, a Deo fieri
626 DEL ALMA Y Sü ORIGEN I, 14 ; 17
I, 14, 18 DEL ALMA Y SU ORIGEN 627
estaban sin pecado, o que se les borra el pecado original sin
el sacrificio de Jesucristo, o que ellas pecaron en un estado Es verdad que Dios dio a los hombres la respiración y el
anterior a su unión con el cuerpo, o, por último, que tales espíritu, según lo enseña el profeta: Así dice Dios, que creó
almas son condenadas imputándoseles pecados que nunca co- los cielos y los tendió, y • formó la tierra y sus frutos; que da
metieron; si no atreviéndose a sostener estas proposiciones, a los que la habitan el aliento, el soplo de vida a los que por
que realmente no pueden ser sostenidas, dijera que los niños ella andan. Invoca él este pasaje en favor de su opinión e in-
no contraen el pecado original y no tienen ningún motivo para siste en que estas palabras: da a los que la habitan el alientoy
ser condenados aunque mueran sin el sacramento del Bautis- significan claramente que las almas no son transmitidas por
mo, incurrirá inexorablemente en la detestable herejía pe- vía de generación, sino que son infundidas inmediatamente por
lagiana. el hálito de Dios. Con el mismo fundamento podría atreverse
Para que no le suceda esto, haría mejor en atenerse a mis a sostener también que no nos ha dado Dios la carne, porque
vacilaciones sobre el origen del alma y no afirmar lo que no nace de la carne de nuestros padres. Y cuando dice el Apóstol,
puede comprender con la razón humana ni probar con la auto- hablando del grano de trigo, que Dios le da el cuerpo según
ridad divina. Y así evitaría verse obligado a declarar su nece- ha querido, niegue, si hasta ahí llega su osadía, que el trigo
dad, mientras que ahora teme o se avergüenza de confesar su nace del trigo y la hierba nace de la semilla de su especie. Si
ignorancia. no se atreve a negar esto, ¿cómo sabe en qué sentido dijo el
profeta: da a los que la habitan el aliento? ¿Hace que el alma
CAPITULO XIV provenga de los padres o la produce de nuevo para cada uno?
18. Y ¿cómo sabe él si la repetición de esta sentencia:
17. Acaso pretenda apoyar su sentencia en la autoridad El que da a los que la habitan el aliento, el soplo de vida a
divina, porque cree que puede probar con testimonios de las los que por ella andan, debe entenderse de una misma cosa,
Sagradas Escrituras que las almas no son transmitidas por vía es decir, del Espíritu Santo, y no del alma y del espíritu, por
de generación, sino que son inmediatamente creadas por un el cual vive la naturaleza humana? Si el término aliento no-
nuevo soplo de Dios. Pruébelo, si puede, y yo reconoceré que pudiera designar al Espíritu Santo, el Señor no hubiera alen-
aprendí de él lo que con tanto ardor buscaba. Mas cite otros tado después de su resurrección sobre los discípulos, dicicndo-
testimonios, que acaso no encuentre; pues nada ha probado les: Recibid el Espíritu Santo. Ni tampoco leeríamos en los
con los que ha aducido. Todos los alegados tienen, ciertamen- Hechos de los Apóstoles: Se produjo de repente un ruido del
te, algún valor; pero son ambiguos con relación al origen del cielo, así como el de un viento impetuoso, que invadió toda la.
alma.
animas peccatrices, aut sine Christi Sacramento in eis solvi origínale Certum est enim Deum dedisse hominibus flatum et spiritum, dicen-
peccatum, aut eas alicubi peccasse, antequam mitterentur in carnem, te propheta: Sic dicit Uominus qui fecit caelum, et fundavit terram,
aut ea quae nunquam habuerunt in eis peccata damnari: si haec et quae sunt in ea, qui dat flatum populo super eam, et spiritum cal-
nobis non audens dicere, quoniam non sunt utique dicenda, dixerit cantibus eam \ Hoc testimonium iste in eam sententiam vult accipi,
párvulos non trahere origínale peccatum, nec habere unde damnentur, quam defendit, ut quod ait, dat flatum populo, non ex propagine faceré
si non accepto Sacramento regenerationis hinc exeant; in haeresim Pe- animas populo, sed novas insufflare credatur. Audeat ergo dicere non
lagianam sine dubitatione damnabilem damnandus incurret. ipsum nobis dedisse carnem, quia de parentibus origo carnis attracta
Quod ei ne contingat, quanto melius tenet de animae origine cunc- est. Et ubi ait Apostolus de f rumen ti grano: Deus illi dat Corpus quo-
rationem meam, ne audeat affirmare, quod nec humana ratione com- modo voluerita; neget, si audet, de tritico triticum nasci, et herbam eius
prehendit, nec divina auctoritate defendit; ne cogatur insipientiam pro- ex semine secundum genus. Quod si negare non audet; unde igitur
fiteri, dum veretur ignorantiam confiten. scit quomodo dictum sit, dat flatum populo: utrum eum trahens de pa-
rentibus, an insufflans novum?
18. Unde etiam scit, utrum repetido sententiae sit: Qui dat flatum
CAPUT XIV populo super eam, et spiritum calcantibus eam: ut de una re utrumque
dictum intelligatur, et non animam vel spiritum quo natura vivit hu-
17. Hic forte dicat, sententiam suam divina auctoritate defendí: mana, sed Spiritum sanctum significare voluerit? Si enim flatu non pos-
quoniam sanctarum Scripturarum testimoniis probare se existimat, ani- set significan Spiritus sanctus, non Dominus post resurrectionem insuf-
mas a Deo, non ex propagine fieri, sed novas singulis insufflari. Probet, flasset discipulis, et dixisset: Accipite Spiritum sanctum3. Ñeque scrip" s
si potest, et fatebor me didicisse ab illo, quod magna intentione quae- tum esset in Actibus Apostolorum: Factus est súbito de cáelo sonU '
rebam. Sed quaerat alia, ne fortassis inveniat: nam hoc istis testimo- quasi ferretur flatus vehemens, et visae sunt Mis linguae divisae sicut
niis, quae iam posuit, non probavit. Omnia quippe quae hic adhibuit,
ad aliquid certa sunt; ad hoc vero, quod de animae origine quaeritur, 1
Is. 42,5.
demonstrantur ambigua. "3 1 Cor. 15,38.
lo. 20,22.
628 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 14, 18 I , 14, 19 DEL ALMA Y SU ORIGEN 629
repetita est, ubi legitur: Qui habitat in caelis, irridebit eos, et Dominus
ignis, qui et insedit super unumquemque eorum, et implen sunt omnes
subsannabit eos. Vel cuín dicliim est: Dabo tibi gentes haereditatem
Spiritu sancto'1. Quid si hoc Propheta praenuntiavit, dicens: Qui dat
tuam, et possessionem tuam fines terrae '. Non utique aliud dixit hae-
jlatum populo super eam? et tanquam exponens quid dixerit flatum,
reditatem, aliud possessionem; nec aliud gentes, aliud fines terrae: sed
repetivit atque ait: et spiritum calcantibus eam? Tune enim evidentis-
eiusdem sententiae repetitio est. Et innumerabiles inveniet huiusmodi
sime factum est, quando irapleti sunt omnes Spiritu sancto. Aut si non-
locutiones divinorum eloquiorum, si advertat quod legit.
dum dicendus est populus, centum viginti homines, qui tune in loco
Tino aderant, certe quando simul quatuor vel quinqué millia crediderunt, 19. Quod autem graecus dicit irvoriv, hoc latini varié interpretati
et baptizati acceperunt Spiritum sanctum s , quis dubitaverit simul po- sunt; aliquando flatum, aliquando spiritum, aliquando inspirationem.
pulum accepisse Spiritum sanctum, et multitudinem quae ambulabat Nam hoc verbum habent códices graeci in isto prophetico testimonio,
in térra, id est, homines calcantes terram? Nam ille qui datur ad na- de quo nunc agimus, ubi dictum est: Qui dat flatum populo super eam:
turam hominis pertinens, sive ex propagine detur, sive novus insuffletur hoc est, itvoi^v. Jpsum verbum est et ubi homo animatus est: Et insuffla-
(quorum nihil affirmandum esse dico, doñee alterutrum sine ulla dubi- vit Deus in faciem eius flatum vitae''. Sed ipsum verbum est et in Psal-
tatione clarescat) non datur calcantibus terram, sed adhuc materno útero mo ubi canitur: Omnis spiritus laudet Dominum". Ipsum est et in libro
inclusis. Dedit ergo flatum populo super terram, et spiritum calcan- Iob, ubi scriptura est: Aspiratio autem Omnipotentis est quae docet.
tibus eam, quando multi simul credentes, simul repleti sunt Spiritu Noluit dicere: Flatus: sed, aspiratio; cum in graeco sit irvoií: quod etiam
sancto. Et ipse dat eum populo suo, etsi non simul ómnibus, sed suo in illis verbis Prophetae, de quibus nunc disputamus. Et certe hoc loco,
cuique tempore, doñee discedendo de hac vita, et succedendo in hanc nescio utrum debeat dubitari Spiritum sanctum esse significatum. Age-
vitam, universus eiusdem populi numerus compleatur: ut hoc sanctae batur enim de sapientia, unde sit in hominibus: Quia non ex numero
Scripturae loco non aliud sit flatus, aliud spiritus: sed eiusdem senten- annorum, sed Spiritus, inquit, est in hominibus; aspiratio autem Om-
tiae repetitio. Sicut non est alius qui habitat in caelis, et alius Domi- nipotentis est quae docet9: ut intelligeretur ista repetitione, non se de
nus; neo aliud est irridere, et aliud subsannare: sed eadem sententia 6
Ps. 2,4.8.
7
4 s
Gen. 2,7.
Act. 2,2-4. Ps 150,6.
5 9
Ibid., 4,31. Iob 32,7-8 sec.70.
DEL
630 ALMA Y SU ORICEN I, 14, 20 I, 14. 21 DEL ALMA Y SU ORICEN 631
hre, una inspiración, y es el soplo del Omnipotente el que la Santo. En el mismo orden que siguió el Apóstol: Pero no es
enseña, dando a entender con esta repetición que no hablaba primero lo espiritual, sino lo animal, después lo espiritual.
del espíritu del hombre al decir: La sabiduría es en el hombre El estilo oratorio deduce de este pasaje profético que las pala-
una inspiración. Intentaba explicar cómo no tenían los hom- bras y a los que pisan la ¡ierra con sus pies designan a los que
bres en sí mismos la sabiduría, y no hace más que repetir su sienten desprecio por las cosas que hay en ella. De hecho, los
pensamiento en otra forma: El soplo del Omnipotente es el que reciben el Espíritu Santo, embargados de] amor de las co-
que la enseña. Igualmente dice en otro lugar de este misma sas del cielo, desprecian las de la tierra.
libro: La inteligencia de mis labios comprende lo que es puro. Ninguna de estas interpretaciones es opuesta a la fe, sea
El Espíritu de Dios me creó y el soplo del Omnipotente es el que den una sola referencia a estos dos términos: aliento y
que me instruye. Y lo que aquí llama inspiración, en griego es soplo, entendiendo lo que pertenece a la naturaleza humana;
-rrvori, que en las palabras del profeta se interpreta por aliento. sea que designe únicamente al Espíritu Santo, o, finalmente,
Negando, por tanto, temerariamente que se apliquen estas que el aliento se refiera al alma y el soplo al Espíritu Santo.
palabras al alma o al espíritu del hombre: El que da a los Admitiendo que en este pasaje se trate del alma y del espíritu
pueblos que la habitan el aliento, el soplo de vida a los que del hombre, como no puede dudarse de que es Dios quien lo
por ella andan, aun cuando parece con mayor fundamento que da, hay que investigar todavía si lo da por vía de generación,
designan al Espíritu Santo, ¿en virtud de qué podrá sostener como nos da el cuerpo y los miembros, o bien si crea un alma
alguno que el profeta se refería en aquel pasaje al alma o al nueva con un nuevo aliento que inspira a cada uno. Para esto
espíritu, que es nuestro principio vilal ? Y si dijera con toda hay que examinar algunos textos claros v explícitos de la Sa-
claridad: «El que da el alma al pueblo que habita la tierra», grada Escritura, no ambiguos como los que él cita.
cabría todavía preguntar si Dios la da por vía de generación, 21. Del mismo modo, cuando dice Dios: De mí saldrá
como da el cuerpo no sólo al hombre v al animal, sino tam- el espíritu, y yo he creado todo aliento, estas palabras el
bién al grano de trigo v a las^ demás plantas, o si la infunde espíritu saldrá de mí se refieren al Espíritu Santo, del cual
con un nuevo aliento, como la recibió el primer hombre. dijo el Salvador: El procede del Padre; mas no puede ne-
20. No faltan quienes interpretan el texto profético en el garse que las siguientes: Yo he creado lodo aliento, designan
sentido de que, cuando dice: El que da a los que la habitan al alma humana. También él formó el cuerpo, y nadie duda
el aliento, se refiere directamente al alma; y lo siguiente: y el de que el cuerpo humano viene por generación. No basta,
soplo de vida a los que por ella andan, designan al Espíritu pues, que conste con certeza que el alma viene de Dios, sino
et Apostolus dicit: Non primum quod spirituale est, sed quod anímale;
spiritu hominis dixisse, quod ait: Spiritus est in hominibus. Volebat enim postea, spirituale " . Nam ex Imc prophetica sententia etiam elegans ille
ostendere mide habeant sapientiam, quia non a se ipsis; et repetendo sensus exsculpitur, quod ila dixrrit, calcantibus eam, ut vellet intelligi,
id exposuit dicens: Aspiratio Omnipotentis est quae docet. ítem alio contemnentibus eam. Qui enim accipiunt Spiritum sanctum, amore cae-
loco in eodem libro: Intellectus, inquit, labiorum meorum pura intel- lestium terrena contemnunt.
ligit: Spiritus divinus qui fecit me, aspiratio autem Omnipotentis, quae
Hae omnes sententiae non sunt contra fidem; sive utrumque, id est,
docet me 10. Et hic quod ait, aspiratio, vel inspiratio in graeco est irvoií,
et flatum et spiritum qui pertinet ad humanam naturam, quisque intel-
qui in illis Prophetae verbis interpreta tus est, flatus.
ligat; sive utrumque dictum accipiat de Spiritu sancto; sive flatum ad
Quamobrem cum temeré negetur de anima hominis vel de spiritu animam, spiritum vero ad Spiritum sanctum referat. Sed si anima et
hominis esse dictum: Qui dat flatum populo super eam, et spiritum spiritus hominis et hic intelligendus est, sicut non dubitandum est quod
calcantibus eam; quamvis ibi et Spiritus sanctus multo credibilius possit eum Deus det; ita quaerendum est adhuc unde det, utrum ex propagine
intelligi: qua tándem ratione audebit aliquis definiré, animam vel spi- sicut ipse quidem dat, sed tamen ex propagine dat corporis membra:
ritum, quo natura nostra vivit, loco illo voluisse significare Prophetam? an vero novum, ñeque propagatum singulis insufflando distribuat: quod
Cum proíecto si apertissime diceret: Qui dat animam populo super non ambigua, sicut iste facit, sed aliqua certissima volumus divinorum
terram, adhuc quaerendum esset, utrum eam Deus ex origine praece- eloquiorum auctoritate defendí.
dentis generis ipse det, sicut ex origine praecedentís generis, ipse tamen 21. Eadem ratione etiam quod dicit Deus: Spiritus enim a me exiet,
dat corpus, non solum homini aut pecori, sed etiam semini tritici, aut -et omnem flatum ego feci12: de Spiritu quidem sancto accipiendum est
alicuius caeterorum quomodo voluerit: an vero novam, sicut homo prinm»- quod ait: Spiritus a me exiet; de quo et Salvator ait: A Patre proce-
accepit, insufflet. ditx": sed quod dictum est: Omnem flatum ego feci, de omni anima
20. Sunt etiam qui hace verba prophetica sic intelligant, ut quod dictum negari non potest. Sed omne etiam corpus ipse facit: quod au-
ait: Dedil flatum populo super eam, id est, super terram, non nisi ani- tem ex propagine corpus humanum faciat, nullus ambigit. Ac per hoc
mam velint accipi flatum: quod vero adiunxit, et spiritum calcantibus 11
eam, Spiritum sanctum signincatum arbitren tur: illo scüicet ordine, quo 12
1 Cor. 15,46.
Is. 57,16.
10
Ibid.. 33,3-4 sec.70. " lo. 15.26.
I 15 24 DEL ALMA Y SU ORIGEN 633
632 DEL ALMA Y SU OR1ÜKM I, 14, 23
l o s m i e m b r o s c o r p o r a l e s no son d a d o s p o r g e n e r a c i ó n , h a y
q u e es n e c e s a r i o s e g u i r i n v e s t i g a n d o si nos es d a d a p o r vía d e q u e i n v e s t i g a r t a m b i é n el o r i g e n del e s p í r i t u y del a l m a del
g e n e r a c i ó n , c o m o s u c e d e con el c u e r p o , o si es i n f u n d i d a c o n h o m b r e y su c a u s a eficiente: si p r o v i e n e d e l o s p a d r e s o de l a
u n n u e v o a l i e n t o , c o m o hizo la p r i m e r a . n a d a , o si, c o m o afirma n u e s t r o a d v e r s a r i o , p r o v i e n e de la na-
2 2 . A l e g a t o d a v í a u n t e r c e r t e s t i m o n i o : Es Dios el que t u r a l e z a m i s m a del s o p l o de D i o s , n o s a c á n d o l a de la n a d a ,
forma el aliento del hombre dentro de él. N a d i e n i e g a e s t o , s i n o de sí m i s m o . E s t a o p i n i ó n de n i n g ú n m o d o p u e d e ser
m a s lo q u e se p r e g u n t a es de q u é lo f o r m a . ¿ Q u i é n , sino D i o s , sostenida.
f o r m a el ojo c o r p o r a l del h o m b r e ? Y n o lo f o r m a fuera, s i n o
en él, y lo f o r m a c i e r t a m e n t e p o r vía de g e n e r a c i ó n . D e l a C.M'ITVLO XV
m i s m a m a n e r a es D i o s q u i e n f o r m a el a l i e n t o del h o m b r e en
é l ; p e r o q u e d a p o r s a b e r si lo h a c e m e d i a n t e u n n u e v o s o p l o 2 4 . P u e s t o q u e los testimonios de la S a g r a d a E s c r i t u r a ,
o es p r o p a g a d o p o r vía d e g e n e r a c i ó n . q u e él cita, n o p r u e b a n nndii en la cuestión q u e n o s o c u p a ,
2 3 . S a b e m o s t a m b i é n q u e l a m a d r e de los M a c a b e o s , m á s ¿ p o r q u é d i c e : Conslanlcineiili- afirmamos que el alma es sa-
e s c l a r e c i d a p o r sus v i r t u d e s d u r a n t e el m a r t i r i o de sus h i j o s cada del soplo de Dios, ¡mes es dada por él y no propagada
q u e lo h a b í a s i d o p o r su f e c u n d i d a d , al d a r l o s a luz, los a n i - por generación? ¡ C o m o si r e c i b i é r a m o s el c u e r p o de o t r o di-
m a b a d i c i é n d o l e s : Hijos, yo no sé cómo habéis aparecido en v e r s o de a q u e l q u e lo creó lodo, del cual p r o c e d e t o d o y p o r
mi seno, no os he dado yo el aliento de vida ni compuse el cual y e n el c u a l existen t o d a s l a s cosas, a u n c u a n d o n o
vuestros miembros. El Creador del universo, autor del naci- p r o c e d e n de su n a t u r a l e z a , sino q u e son o b r a de su a c c i ó n !
miento del hombre y hacedor de las cosas todas, misericordio- Dice, a d e m á s , q u e el alma no viene de la nada, ya que
samente os devolverá la vida. Este p a s a j e n o s es .perfectamente procede de Dios. N o e x a m i n a m o s t o d a v í a en q u é s e n t i d o p u e d e
c o n o c i d o , p e r o n o v e m o s q u é p r u e b a s e n c i e r r a o c o n t i e n e en ser v e r d a d e r o este a s e r t o , sino t a n sólo q u e n o es cierto lo
favor de la o p i n i ó n de n u e s t r o a d v e r s a r i o . ¿ H a y a l g ú n cris- q u e sostiene, o sea, q u e el a l m a n o p r o v i e n e p o r vía de gene-
t i a n o q u e n i e g u e q u e es D i o s el q u e da a l o s h o m b r e s el a l i e n t o r a c i ó n ni es s a c a d a de la n a d a . Con t o d a e n e r g í a y sin t e m o r
y la v i d a ? Y p i e n s o t a m b i é n q u e n o p u e d e n e g a r que D i o s d a a e q u i v o c a r n o s p r o t e s t a m o s c o n t r a esta o p i n i ó n . N o h a y tér-
a los h o m b r e s la l e n g u a , el o í d o , la m a n o , el pie, t o d o s los m i n o m e d i o p o s i b l e : si el a l m a n o nos es d a d a p o r vía de ge-
sentidos del c u e r p o , la f o r m a y la n a t u r a l e z a de t o d o s los m i e m - n e r a c i ó n , es c r e a d a de la n a d a ; p u e s es u n e r r o r s a c r i l e g o creer
b r o s . S ó l o o l v i d á n d o s e de q u e e r a c r i s t i a n o p o d r í a n e g a r q u e q u e viene de D i o s en el s e n t i d o de q u e sea f o r m a d a de su
t o d o esto h a sido d a d o p o r D i o s . P e r o así c o m o el c u e r p o y naturaleza.
de anima, cum eam constet ab illo fieri, unde eam faciat, utrum ex pro- christiamim? Sed sicut consta) ex propague al) ill» lince (ieri atque
pagine sicut Corpus, an insufflando sicut primam fecit, adhuc utique donari: ita quaerendum est etiam, spirilus el anima lioininis unde ab
requirendum est. illo efficiatur, a quo efficienle donatur; utrum ex parcnlihus, an ex ni-
22. Adiecit etiam tertium testimonium, quia scriptum est: Qui fin- hilo; an quod iste aífirmat, sed omni modo cavendum est, ex aliqua
git spiritum hominis in ipso1*. Quasi hoc negetur: sed unde eum fingat, flatus eius existente natura, non de nihilo creata, sed de ipso.
hoc quaeritur. Nam et corporalem hominis oculum quis nisi Deus fingit?
Et puto quod non extra, sed in ipso; ct tamen, ut certum est, ex pro-
pagine. Cum ergo et spiritum hominis in ipso fingat, quaerendum est, CAPUT XV
utrum nova insufflatione, an tractum ex propagine. 24. Cum igitur Scripturarum testimonia quae commemorat, nequá-
23. Novimus etiam Machabaeorum iuvenum matrem, fecundiorem quam doceant id quod persuadere conatur (quod enim ad hanc quaes-
virtutibus quando filii passi sunt, quam fetibus quando nati sunt, eos tionem attinet, omnino non exprimunt); quid est quod dicit: Animam
sic fuisse adhortatam, ut diceret: Fili, nescio quomodo paruistis in ven- ex flatu Dei constanter asserimus, non ex traduce, quia ex Deo datar?
trem meum. Ñeque enim ego spiritum et animam donavi vobis, nec Quasi Corpus ex alio detur, quam ex illo a quo creatur, ex quo omnia,
singulis vobis vultus et membra formavi: sed Deus qui fecit mundum per quem omnia, in quo omnia 1 : quamvis non ex eius natura, sed ex
et omnia quae in eo sunt, fecitque hominum genus, et omnium inquirit eius opificio.
actum, et ipse vobis spiritum et animam reddet cum magna misericor-
Ñeque ex nihilo, inquit, quia ex Deo proficiscitur. Hoc plañe non
dia". Novimus haec quidem; sed huic quomodo suffragentur ad id quod
adhuc quaerendum monemus, utrum ita sit: sed prorsus verum non esse
asserit, non videmus. Quis enim Christianorum neget Deum donare ho-
minibus animam et spiritum? Sed eodem modo existimo istum negare quod dicit, id est, quod anima nec ex traduce sit, nec ex nihilo; hoc,
non posse, Deus donare hominibus linguam, aurem, manum, pedem, inquam, verum non esse sine dubitatione firmamus. Unum est enim
omnesque corporis sensus et omnium formam naturamque membrorum. e duobus. si ex traduce non est, ex nihilo est; ne ita sit ex Deo ut na-
Quomodo enim haec Dei dona esse negaturus est, nisi se obliviscatur esse turae sit Dei, quod omnino sacrilegum est credere.
lí
Zach. 12,1. 1
Rom. 11.36.
,7
2 Mach. 7,22-23.
634 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 15, 25 *' lu
- 26 DEL ALMA Y SU ORIGEN 635
P o r c o n s i g u i e n t e , son n e c e s a r i a s a ú n o t r a s p r u e b a s p a r a lo se, d i j o , y a ñ a d i ó , c o m o si le p r e g u n t a r a n la r a z ó n d e su
r e c h a z a r la o p i n i ó n de q u e el a l m a nos es d a d a p o r g e n e r a - i g n o r a n c i a : No os he dado yo el aliento y la vida. P o r t a n t o ,
ción. L a s q u e h a a d u c i d o n u e s t r o a d v e r s a r i o n o e s c l a r e c e n d e el que lo dio s a b e de d ó n d e lo h i z o : si fué m e d i a n t e l a gene-
n i n g ú n m o d o l o q u e nos h e m o s p r o p u e s t o i n v e s t i g a r . r a c i ó n o p o r c u n a c r e a c i ó n n u e v a con u n n u e v o s o p l o . P o r lo
2 5 . H a l l á n d o s e él en l a i n c e r t i d u m b r e de esta o b s c u r a q u e a m í a t a ñ e , lo i g n o r o . Ni formé yo vuestro rostro y vues-
cuestión, o b r a r í a m u y a c e r t a d a m e n t e en i m i t a r a la m a d r e de tros miembros: el q u e l o s f o r m ó s a b e sí los f o r m ó a l m i s m o
los M a c a b e o s , la c u a l , a p e s a r de q u e s a b í a q u e h a b í a conce- t i e m p o q u e el a l m a o les i n f u n d i ó el a l m a c u a n d o y a e s t a b a n
b i d o de su m a r i d o y q u e el S u p r e m o H a c e d o r los h a b í a for- f o r m a d o s . L a m a d r e desconocía el m o d o c o n c r e t o de la a p a r i -
m a d o según el c u e r p o y s e g ú n el a l m a , sin e m b a r g o , les d i c e : c i ó n de sus h i j o s en su s e n o ; p e r o e s t a b a m u y s e g u r a de q u e
Yo no sé cómo habéis aparecido en mi seno. Q u i s i e r a q u e el el q u e les h a b í a d a d o t o d o h a b í a de d e v o l v é r s e l o t o d o .
a d v e r s a r i o d e c l a r a r a q u é e r a lo q u e i g n o r a b a esta m u j e r . Cier- E n p r e s e n c i a de u n m i s t e r i o t a n p r o f u n d o de l a n a t u r a l e z a
t a m e n t e n o i g n o r a b a lo q u e h e d i c h o , esto es, c ó m o h a b í a n h u m a n a especifique n u e s t r o a d v e r s a r i o lo q u e esta m u j e r igno-
a p a r e c i d o en sus e n t r a ñ a s , y a que n o p o d í a d u d a r de q u e los r a b a , e v i t a n d o s o l a m e n t e a c u s a r l a de m e n t i r o s a o c o m p a r a r l a
h a b í a c o n c e b i d o p o r o b r a de su m a r i d o . Confesaba t a m b i é n p o r su i g n o r a n c i a con los a n i m a l e s d e s p o s e í d o s d e i n t e l i g e n c i a .
— y lo s a b í a con c e r t e z a — q u e D i o s les h a b í a d a d o el a l i e n t o L o que ella i g n o r a b a perlenceíii c i e r t a m e n t e a l a n a t u r a l e z a
y la v i d a y h a b í a f o r m a d o su r o s t r o y sus m i e m b r o s . ¿ Q u é h u m a n a , n o s i é n d o l e i m p u t a b l e su n e s c i e n c i a .
e r a , p u e s , lo q u e i g n o r a b a ? ¿ A c a s o lo m i s m o q u e n o s a b e m o s E s t o m i s m o d i g o y o de m i a l m a : n o sé c ó m o vino a m i
n o s o t r o s , es decir, si el a l m a q u e D i o s les d i o la h a b í a s a c a d o c u e r p o , n i y o m e la he d a d o a m í m i s m o . El que m e la d i o
de los p a d r e s o la h a b í a c r e a d o i n m e d i a t a m e n t e con u n n u e v o s a b e si la sacó de m i s p a d r e s o l a creó p a r a m í del m i s m o
a l i e n t o , del m i s m o m o d o q u e se la i n f u n d i ó al p r i m e r h o m b r e ? m o d o q u e hizo la del p r i m e r h o m b r e . Y o t a m b i é n lo s a b r é ,
F u e r a u n a cosa u o t r a lo q u e i g n o r a b a a c e r c a de la p r o d u c - si le p l u g u i e r e e n s e ñ á r m e l o . P o r el m o m e n t o lo i g n o r o , y n o
ción de la n a t u r a l e z a h u m a n a , e l l a n o o c u l t a b a su nesciencia m e a v e r g ü e n z o de confesar m i i g n o r a n c i a .
n i afirmaba t e m e r a r i a m e n t e lo q u e e r a d e s c o n o c i d o . N o obs-
t a n t e , n u e s t r o a d v e r s a r i o n o se h u b i e r a a t r e v i d o a decir a esta CAPITULO XVI
m u j e r lo q u e n o se a v e r g o n z ó d e a p l i c a r m e a m í : Constituido
2 6 . Apréndelo, r e s p o n d e é l , pues claramente lo enseña el
el hombre en honor, no ha tenido discernimiento: se ha hecho
Apóstol. L o a p r e n d e r é , c i e r t a m e n t e , si lo e n s e ñ a el A p ó s t o l ,
semejante a los animales. E s t a m u j e r confiesa q u e n o s a b e c ó m o
p o r q u e es D i o s q u i e n h a b l a p o r él. P e r o ¿ q u é es lo q u e enseña
fueron f o r m a d o s sus hijos en sus e n t r a ñ a s , sin q u e p o r e l l o
sea c o m p a r a d a a l o s a n i m a l e s , q u e n o tienen i n t e l i g e n c i a . No trem meum: nec tamen comparatur pecoribus insensatis. Nescio, dixit:
et quasi quaereront al) ea, cirr ncseiret, adiunxit: Ñeque enim ego spi-
ritum et animam donavi vobis. lile ergo qui donavit, scit unde fecerit
Sed adhuc utrum non slt ex traduce, certa testimonia flagitamus aut quod donavit, utrum ex propagine attraxerit. an novnm insufflaverit:
quaerimus: non qualia iste posuit, quibus hoc quod quaerimus non os- quod ego, inquit, nescio. Nec singulis vobis vultus et membra formavi:
tenditur. ille scit qui formavit, utrum simul cum anima formaverit, an vero iam
25. Qui utinam in tanta profunditate quaestionis, quamdiu quid dicat formatis animam dederit. Quo ergo modo, utrum illo an isto in eius
ignorat, imitaretur Machabaeorum matrem: quae cum sciret de viro se ventrem venerint filii, nesciebat; et illud tamen sciebat. totum quod
filios concepisse, et a Creatore omnium, sive secundum corpus, síve dedit redditurum esse qui dedit.
secundum aniraam et spiritum sibi creatos esse, ait tamen: Nescio quo- Sed eligat iste in naturae humanae tam profundo abditoque secreto,
modo paruislis in ventrem meum. Vellem iste diceret, quid ista nescie- quid mulier ista nescierit: tantum non iudicet mentientem, nec peco-
bat. Haec enim quae dixi, utique sciebat, quomodo secundum corpus ribus insensatis comparet nescientem. Quidquid erat quod illa nescie-
in eius uterum venerint,- quia de viro eos se concepisse dubítare non, bat, profecto ad naturam hominis pertinebat: quod tamen sine culpa
poterat. Confitebatur etiam, quia et hoc utique sciebat, quod Deus illis homo nesciebat.
animam et spiritum dederit, quod ipse illis vultus et membra formave- Quapropter dico etiam ego de anima mea: Nescio quomodo venerit
rit. Quid ergo nesciebat? An forte quod nescimus et nos, utrum ani- in corpus meum; ñeque enim ego illam mihi donavi: scit ille qui dona-
mam et spiritum, quem Deus illis sine dubio dedit, de parentibus tra- vit, utrum illam de patre meo traxerit, an sicut primo homini novam
xerit, an novum sicut homini primo insufflaverit? Sed sive hoc sive creaverit. Sciam etiam ego si ipse docuerit, quandocumque voluerit. Nunc
aliud aliquid de naturae humanae institutione nesciebat, nescire se cu- autem nescio, nec me pudet, ut istum, fateri nescire quod nescio.
cebat; non quod nesciebat, temeré defendebat. Nec tamen iste huic
diceret, quod nobis dicere non erubuit: Homo in honore positus non CAPUT XVI
intellexit; comparatus est pecoribus insensatis, et similis factus est illis • 26. Disce, inquit, ecce Apostolus docet. Discam plañe, si Apostolus
Ecce ista mulier dixit de filiis suis: Nescio quomodo paruistis in ven- docet: non enim nisi Deus per Apostolum docet. Sed quid est tándem
2
Ps. 48,15.
quod docet Apostolus? Ecce, inquit, cum Atheniensibus loqueretur, hoc
636 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 16, 26 I, 16, 26 DEL ALMA Y SU ORIGEN 637
el Apóstol? Copiamos del adversario: Dirigiéndose a lo-, ate- del cuerpo, y se los da por vía de generación. Y porque dice
nienses, expuso frecuentemente que es Dios quien da a todos el Señor: Si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se
la vida y el espíritu. Nadie niega esto. Pero entended bien, arroja al fuego, Dios así la viste, y no dice vistió, como cuando
añade, lo que dice el Apóstol: es Dios quien da, y no: es Dios la creó, sino que dice viste, que es acción presente, ¿negare-
quien ha dado, lo que supone de parte de Dios una acción mos que los lirios nacen de semillas de su especie? Y diciendo
permanente y continua y no una acción pasada y perfecta o que es también Dios quien da el alma y el espíritu al hombre,
acabada. Y lo que da sin interrupción, lo da siempre, como mientras sean dados, ¿impediría entender que da las almas
por vía de generación? Ni lo afirmo ni lo rechazo. Pero si
existe siempre el que lo da.
hubiera de ser defendido o rechazado, encarezco que se haga
He transcrito sus propias palabras, tales como las he en- en virtud de pruebas claras y ciertas y TÍO con testimonios o
contrado en el segundo libro que me enviaste. Advierte en argumentos ambiguos y dudosos.
primer lugar hasta qué punto ha llegado al empeñarse en afir-
mar lo que ignora. Se ha atrevido a sostener que Dios da las No se sigue de aquí que yo haya de ser comparado a los
animales desposeídos de la razón, por el hecho de que declare
almas a los que nacen no solamente ahora y durante el pre-
mi ignorancia en esle punto. Antes al contrario, debo ser con-
sente siglo, sino que las dará por tiempo indefinido y sin nin- siderado entre los prudentes, ya que no tengo la temeridad de
guna interrupción. Da siempre, dice, como existe siempre el enseñar lo que ignoro. No es quo yo compare a mi adversario
que las da. Lejos de mí negar que me parece que entiendo lo con los animales, devolviéndole injuiia por injuria, sino que
que el Apóstol enseña. Por lo que al adversario se refiere, le aviso o amonesto como a un hijo para que confiese su igno-
debe comprender que su lenguaje es directamente contrario a rancia y no se esfuerce en enseñar lo que todavía no ha apren-
la fe cristiana v que debe evitarlo o suprimirlo en lo sucesivo. dido, con el fin de que no merezca ser comparado, no ya a los
Después de la resuilección de los muertos ya no habrá naci- animales, sino a aquellos hombres de quienes dice el Apóstol
mientos. Dios, por consiguiente, no creará nuevas almas, sino que alardean de doctores de la ley, sin entender lo que dicen
que ha de juzgar a las que en este siglo unió a los cues pos. ni lo que afirman.
Sigúese que no da siempre, aunque exista siempre el que da.
Además, porque el Apóstol no dijo en tiempo pasado, dio, substantiam ipse hominibus dat, quamvis ex propagine det. Ñeque enim
sino en presente, da, no puede deducirse lo que nue«tio adver- quia Dominus ait: Si fenum agri, quod hodie est et eras in clibanum
sario intenta deducir, o sea, que las almas no son dadas por mittitur, Deus sic vestit1; nec ait: Vestivit, sicut primum quando in-
stituit; sed ait, vestit, quod et nunc facit; ideo negabimus lilia de ori-
vía de generación. Pero, aun dadas por este medio, son siempre gine sui generis procrean. Quid si ergo sic etiam anima et spiritus ho-
dadas por Dios. El es quien da a los hombres los miembros minis et a Deo datur, quamdiu datur; et tamen ex propagine sui gene-
del cuerpo, los sentidos del cuerpo, la forma y la substancia ris datur? Quod ego nec dofendo, nec refello. Sed ".i defendendum est,
vel refellendum, perspicuis, non ambiguis testimoniis id agendum esse
constanter exposuit, dicens: «Cum ipse det ómnibus vitam et spiritum». commoneo.
Quis enim hoc negat? Sed intellige, inquit, quod ait Apostolus: det Nec propteiea pecoribus insensatis sum comparandus, quia hoc me
inquit; non, Dedit; ad infinitum et iuge tempus revocans, non de prae- nondum scire pronuntio; sed potius cautis hominibus, quia non audeo-
terito et perfecto pronuntians. Et quod sine cessatione dat, semper dat: docere quod nescio. Istum autem non ego vicissim, quasi rependens ma-
sicut semper est ipse qui dat. ledictum pro maledicto, pecoribus comparo; sed tanquam filium moneo,
Verba eius posui, sicut in eorum quos misisti, secundo Tibro eius ut quod nescit, se nescire fateatur, ñeque id quod nondum didicit, do-
inveni. Ubi primum vide quo progressus fuerit, dum nititur affirraare cere moliatur: ne comparetur, non pecoribus, «ed illis hominibus quos
quod nescit. Ausus est enim dicere, Deum non nunc solum atque in dicit Apostolus, volentes esse legis doctores, non intelligentes ñeque quae
isto tantummodo saeculo, sed per infinitum tempus sine cessatione, at- loquuntur, ñeque de quibus affirmant".
que omnino semper animas nascentibus daré. Semper, inquit, dat, sicut 1
M t 6.30
semper est ipse qui dat. Quid Apostolus dixerit, quia satis apertum est, - 1 Tim 1.7
me intelligere, absit ut negem: quod autem iste dicit, debet etiam ipse
intelligere contra fidem esse christianam, atque ulterius cavere ne dicat.
Cum enim mortui resurrexerint, iam nemo nascetur: atque ideo tune
non dabit nascentibus animas, sed eas quas dat in isto saeculo cum
corpoiibus iudicabit. Non ergo semper dat, quamvis ipse sempeí sit qui
nunc dat. Nec tamen quoniam beatus Apostolus non dixit: Dedit; sed,
det; inde conficitur quod vult iste conficere, non eum ex piopagine ani-
mas daré. Ipse quippe dat, etiam si de propagine dat. Quia ef corporis
membra, et corporis sensus, et corporis formam, et coipon^ omnino
638 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 17, 27 I, 17, 27 DEL ALMA Y SU ORIGEN 639
Quisiéramos saber qué alcance da nuestro adversario a estas
CAPITULO XVII palabras. Si se refieren a los cuerpos, es indudable que los
cuerpos vienen de Dios. Y entonces, ¿por qué siempre que con
27. ¿Con qué fundamento interpreta los testimonios que
relación al hombre se lee en las Sagradas Escrituras ex Deo,
entresaca de la Sagrada Escritura, de tal manera que, cuando
de Dios, deduce que solamente el alma es obra de Dios y no
dicen que Dios es el creador de los hombres, pretenda él que
también el cuerpo? Si, por el contrario, cuando se dice: Y todo
no lo es del cuerpo, sino tan sólo del alma y del espíritu?
viene de Dios, se aplica a la vez al cuerpo de los dos sexos
Según su criterio, las palabras del Apóstol: Somos del linaje
y al alma, hay que concluir que la mujer es hecha totalmente
del mismo Dios, se refieren no al cuerpo, sino exclusivamente
del varón. Así como la mujer procede del varón, así también
al alma y al espíritu. Si los cuerpos no han sido creados por
el varón viene a la existencia por la mujer, y todo viene de
Dios, es falso lo que escribió el mismo Apóstol: De él y por
Dios. ¿Qué comprende esta expresión colectiva: todo, sino
él y para él son todas las cosas. El mismo Apóstol dice en
aquello de que hablaba el Apóstol, es decir, al hombre del
otro pasaje: Porque así como la mujer procede del varón, así
cual es hecha la mujer, a la mujer que sale del hombre y al
también el varón viene a la existencia por la mujer. Explique
hombre que nace de la mujer? El hombre que nació de la
nuestro adversario qué transmisión quiso indicar: si era la del
mujer no es aquel del cual olla fué hecha, sino el que ha na-
cuerpo, la del alma o de los dos a la vez. Como rechaza de
cido después de la unión del hombre y de la mujer, como su-
plano que las almas se propaguen por vía de generación, resta
cede hoy día en el orden de los nacimientos. Por tanto, si con
que, según él y según todos los que como él rehusan admitir
estas palabras se refería el Apóstol a los cuerpos, hay que con-
la propagación de las almas, las palabras del Apóstol: Así
cluir, sin duda de ningún género, que los cuerpos de los dos
como ¡a mujer procede del varón, así también el varón viene
sexos son obra de Dios.
a la existencia por la mujer, se apliquen únicamente al cuerpo
masculino y al femenino, porque la mujer fué hecha del varón Pero, si nuestro adversario limita la acción actual creadora
para que el varón naciera después de la mujer. Pero, si al de Dios al alma y al espíritu, se seguiría que la mujer fué
decir esto el Apóstol no intentaba referirse al alma, sino tan hecha del varón también en cuanto al alma y al espíritu, no
sólo al cuerpo peculiar a cada sexo, ¿por qué añadió en se- dejándoles lugar a disputar a los que combaten la transmisión
guida : y todo viene de Dios, sino porque también los cuerpos de las almas por vía de generación.
son obra de Dios? Veamos sus propias palabras: Porque así Si, finalmente, distingue entre el cuerpo y el alma y sos-
como la mujer procede del varón, así también el varón viene tiene que la mujer salió del varón en cuanto al cuerpo y de
a la existencia por la mujer, y todo viene de Dios. Dios en cuanto al alma, ¿cómo serán verdaderas las palabras
del Apóstol: y todo viene de Dios, si el cuerpo de la mujer
es de tal manera obra del hombre que de ningún modo lo sea
CAPUT XVII de Dios?
27. Nam unde est, quod ita Scripturas, de quibus loquitur, non curat Eligat ergo iste unde sit dictum. Si de corporibus, profecto et cor-
advertere, ut cum legerit nomines esse ex Deo, non eos etíam secundum pora ex Deo sunt. Quid est ergo, quod ubicumque iste in Scripturis
corpus, sed tantum secundum animam et spiritum ex Deo esse conten- legit, ex Deo, quando de hominibus agitur, non et corpora, sed tantum
dat? Quod enim ait Apostolus: Ex ipso sumus1; non vult iste ad corpus, animas et spiritus vult intelligi? Si vero quod dictum est: Omnia autem
sed tantum ad animam et spiritum esse referendum. Si ergo ex Deo ex Deo; et de corpore utriusque sexus, et de anima ac spiritu dictum
non sunt corpora, falsum est quod scriptum est: Ex quo omnia, per est: ergo secundum omnia est mulier ex viro. Mulier enim ex viro, vir
quem omnia, in quo omnia2. Deinde ubi dicit idem Apostolus: Sicut per mulierem; omnia autem ex Deo. Quae omnia, nisi de quibus loque-
enim mulier ex viro, ita et vir per mulierem; exponat nobis iste quam batur, id est, et ille vir ex quo mulier, et illa mulier quae ex viro, et
propaginem significare voluerit, animae, an corporis, an utriusque. Sed ille vir qui per mulierem? Ñeque enim ille vir per mulierem, ex quo
non vult esse animas ex propagine. Restat ergo, ut secundum ipsum at- viro mulier: sed vir qui natus est postea ex viro per mulierem, quem-
que omnes qui animarum propaginem destruunt, corpus tantum mascu- admodum hodieque nascuntur. Ac per hoc si cum ista diceret Aposto-
linum et femininum significaverit Apostolus, dicens: Sicut enim mulier lus, de corporibus loquebatur, procul dubio corpora utriusque sexus
ex viro, ita et vir per mulierem: quia mulier ex viro facta est, ut etiam ex Deo.
vir per mulierem postea nasceretur. Si ergo haec Apostolus dicens, non Porro si non vult esse ex Deo hominum nisi animas et spiritus; pro-
etiam animas et spiritus, sed tantum corpora utriusque sexus volebat fecto etiam secundum animam et spiritum mulier ex viro, et nihil iam
intelligi, cur continuo subiunxit: Omnia autem ex Deo'; nisi quia et relinquetur eis qui contra animarum propaginem disputant.
•corpora ex Deo? Ita quippe ait: Sicut enim mulier ex viro, ita et vir Si autem ita dívidit, ut dicat mulierem ex viro esse secundum corpus,
per mulierem; omnia autem ex Deo. ex Deo autem secundum animam et spiritum; quomodo erit verum quod*
ait Apostolus: Omnia autem ex Deo, si mulieris corpus ita est ex viro, u t
1 2 3
Act. 17,28. Rom. 11,36. 1 Cor. 11,12. non sit ex Deo?
840 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 17, 28 í, 17, 28 DEL ALMA Y SU ORIGEN 641
Por lo cual, prefiriendo lo que enseña el Apóstol a lo que no han de tener otros el mismo derecho de interpretar estas
afirma nuestro adversario, digo que la mujer ha sido hecha palabras: de una sola sangre, en el sentido de que designan
del varón, o bien únicamente según el cuerpo o bien según todo al alma y al espíritu, puesto que el hombre, de que habla el
aquello de que consta la naturaleza humana: alma y cuerpo, texto, consta no sólo de cuerpo, sino también de alma y es-
no inclinándome por ahora a ninguna de estas proposiciones, píritu?
pues aún debo investigar cuál de ellas es la verdadera. Los defensores de la transmisión de las almas por vía de
Respecto del hombre, todavía subsiste la discusión sobre generación no deben agobiar a sus adversarios, citándoles lo
si nace de la mujer según toda su naturaleza, que incluye el que el Apóstol dijo del primer hombre: En el cual todos pe-
alma y el cuerpo, o solamente en cuanto al cuerpo. Sin em- laron, y n o : en el cual pecó toda carne; sino omnes, esto es,
bargo, hay que afirmar absolutamente que todas las cosas vie- lodos los hombres. Y como el hombre no es solamente cuerpo,
nen de Dios, esto es, el cuerpo y el alma, sean del hombre o acaso estas palabras: «Todos los hombres», fueran dichas con
sean de la mujer. Y al afirmar que vienen de Dios, no lo hace- tal intención que puedan ser interpretadas refiriéndolas única-
mos en el sentido de que vengan de la naturaleza divina o que mente al cuerpo. Del mismo modo, nuestro adversario no debe
sean una efusión o una emanación de la misma. Para que -estrechar a los partidarios de la transmisión de las almas por
vengan de él y de él tengan el ser, basta que hayan sido crea- generación, arguyéndoles con el citado texto: El hizo de una
das y hechas por él. sola sangre todo el linaje humano, como si por vía de gene-
28. Insiste nuestro adversario: «Pero al decir el Apóstol ración se transmitiera exclusivamente el cuerpo. Si es verdad,
que es Dios quien da a todos la vida y el aliento, añadiendo como éstos sostienen, que el alma no proviene del alma, sino
en seguida: Y él hizo de una sola sangre todo el linaje hu- tan sólo el cuerpo del cuerpo, la., palabras de una sola sangre
mano, proclama que el alma y el espíritu provienen directa- no designan al hombre completo, sino únicamente el cuerpo
mente de Dios y que el cuerpo es transmitido por generación.» de un solo hombre, y las otras: En el cual todos pecaron, de-
Al contrario, el que no quiera negar temerariamente la trans- signarían solamente el cuerpo de todos los hombres, pues sólo
misión de las almas antes de que aparezca con claridad el éste es transmitido por generación, tomando así la Sagrada
modo de su origen, debe comprender que el Apóstol ha to- Escritura el lodo por la parle. Pero si es cierto que todo el
mado la parte por el todo, al decir que Dios ha hecho de una hombre, es decir, el cuerpo, el alma y el espíritu, se propaga
sola sangre a todo el linaje humano. En efecto, si nuestro ad- mediante otro hombre, entonces la sentencia: En el cual todos
versario cree lícito tomar la parte por el todo en este texto: pecaron, conserva íntegro su valor literal, mientras que la otra:
Y fué así el hombre ser animado, a fin de poder aplicarlo al De una sola sangre, es una metáfora con la que el todo es
espíritu, que no menciona allí la Sagrada Escritura, ¿por qué
•cur alii« non liceat sic accipcrc quod dicliini rsl, ex uno sanguine; ut
illic et anima et spiritus possit inlcllogi, quoniam homo .significutus no-
Quapropter ut Apostolus potius verum loquatur, quam iste Apostólo
mine sanguinis, non solum constat ex corpore, verum ctiain ex anima et
praeferatur, mulier ex viro est, sive secundum solum corpus, sive secun-
spiritu?
dum totum, quo constat humana natura (nihil enim horum tanquam
certum affirmamus, sed quid horum verum sit adhuc quaerimus: et vir Sieut enim qui propaginem defendit animarum, non hinc istum debet
per mulierem, sive ex patre tota hominis natura ducatur, quae per mu- opprimere, quia de primo homine scriptum est: In quo omnes peccave-
lierem nascitur, sive sola caro, unde adhuc quaestio est: omnia tamen runt'': non enim dictum est: In quo omnium caro peccavit; sed, omnes
ex Deo, unde nulla quaestio est, id est, et corpus et anima et spiritus, dictum est, id est, omnes homines; cum homo non sola sit caro: sicut
et viri et mulieris. Et si enim non ex Deo nata vel tracta sunt, vel mana- ergo hinc iste non debet opprimi, quia forte ita dictum est: Omnes
runt, ita ut eius naturae sint; tamen ex Deo sunt. A quo enim creata, homines. ut secundum solam carnem intelligerentur; sic iste non hinc
•condita, facta sunt, ab illo habent ut sint. debet premere defensores propaginis animarum, quia dictum est, omne
genus hominum ex uno sanguine, tanquam propterea sola caro pertineat
28. «Sed dicendo, inquit, Apostolus: Et ipse det ómnibus vitam et
ad propaginem. Si enim hoc est verum, quod isti asserunt, ut non sit
spiritum; deinde addendo: Fecitque ex uno sanguine omne genus ho-
anima ex anima, sed caro ex carne sit tantum; ita dictum est, ex uno
minum 4 : animam et spiritum originaliter retulit ad auctorem, corpus
sanguine, ut non totus homo significaretur a parte, sed tantum unius
ad traducem». Imo vero qui non vult temeré animarum negare propagi-
liominis caro: illud vero quod dictum est: In quo omnes peccaverunt,
nem, antequam liquido clareat utrum ita, an non ita sit, habet quod
sola omnium hominum caro intelligenda est, quae inde transfusa est, a
in istis verbis Apostoli intelligat, ex uno eum sanguine dixisse, ex uno
toto partem significante Scriptura. Si autem illud est verum, quod totus
homine, a parte totum significante locutionis modo. Si enim ipsi licet
homo ex toto homine propagatur, id est, corpus, anima et spiritus: ibi
intelligere a parte totum quod scriptum est: Et factus est homo in ani-
proprie dictum est: In quo omnes homines peccaverunt; hic autem tro-
mam vivams; ut illic intelligatur et spiritus, de quo Scriptura ibi tacuit:
pice, ex uno sanguine, totum significatur a parte, id est, totus homo, qui
4
Act. 17,25-26.
6
* G t n . 2,7. Rom. 5,12.
S.Ai- 3 21
I, 18, 29 DEL ALMA Y SU ORIGEN 643
642 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 18, 29 parte, los defensores de la transmisión del alma invocan en
favor de su opinión que, a pesar de estar escrito que Dios
significado por la parte, es decir, todo el hombre, que consta •quitó una costilla del costado del varón y que con ella formó
de alma y cuerpo, o, como a nuestro adversario le agrada a la mujer, no añade la Sagrada Escritura que Dios inspirara
expresarse, de alma, espíritu y cuerpo. en su rostro el soplo de vida, concluyendo que su cuerpo salió
Es frecuente encontrar en la Sagrada Escritura estos mo- ya vivo del varón. Si no hubiera sido así, continúan, de nin-
dismos, que consisten en tomar el todo por la parte y la parte gún modo la Sagrada Escritura hubiera guardado silencio so-
por el todo. Así leemos: Toda carne vendrá hacia ti, en donde bre este asunto.
la parte es tomada por el todo, porque la carne designa cla-
ramente al hombre entero. Al contrario, el todo es tomado por En cuanto a las palabras de Adán : Esto es hueso de mis
la parte cuando se dice que Jesucristo fué sepultado, poique huesos y carne de mi carne, y no dijo: esto es espíritu de mi
solamente el cuerpo fué encerrado en el sepulcro. espíritu y alma de mi alma, pueden responder ellos, acomo-
dándose a las reglas antes formuladas, que aquí se entiende
Y volviendo al testimonio del Apóstol: El da a todos la tomada la parte por el todo, el hueso y la carne por la per-
vida y el aliento, creo que desaparecerán todas las dificultades sona entera, tanto más cuanto que la carne fué sacada del
interpretándolo en conformidad con las reglas precedentes. hombre en estado de vida perfecta y no muerta. Ningún hom-
Ciertamente es Dios quien da; pero todavía cabe preguntar de bre puede separar un trozo de carne del cuei po humano y
qué principio hace salir lo que d a : si es mediante un nuevo hacer que esa carne siga vivificada por el alma; pero ¿quién
soplo o es mediante generación. Con toda propiedad se dice negará que le es posible a Dios, siendo omnipotente? Y cuan-
que es Dios quien nos da la substancia de la carne, no obstante do Adán añadió en seguida: Esto se llamará varona, porque
que nos la da mediante la generación. del varón ha sido tomada, ¿por qué no dijo que era la carne lo
que había sido tomado del varón, con lo cual hubiera favorecido
CAPITULO XVIII y confirmado la opinión de nuestros adversarios? Mas los que
piensan de otro modo pueden argüir que no está escrito que
29. Examinemos ahora el texto del Génesis, en el cual se fuera solamente la carne !o que fué tomado del varón, sino la
lee que, al darse cuenta el hombre de que tenía frente a sí a la mujer entera, es decir, el cuerpo con el alma y el espíritu.
mujer que había sido hecha de su costado, exclamó: Esto es Pues, aunque el alma no tiene sexo, sin embargo, cuando se
hueso de mis huesos y carne de mi carne. Nuestro adversario habla de las mujeres, no se hace necesariamente abstracción
opina que Adán debió decir: Alma de mi alma, o también es- del alma. De lo contrario, no las amonestaría el Apóstol sobre
píritu de mi espíritu, si es cierto que el alma y el espíritu «u ornato en estos términos: Asimismo oren también las mu-
habían sido sacados de él, como lo fué el cuerpo. Por otra jeres, a'aviándose con traje honesto, con recato y modestia, sin
ex anima constat et carne, vel potius, ut iste amat loqui, ex anima et
spiritu et carne. xisse Deum costam de latere viri, eamque aedificasse in mulierem, non
Nam et ex parte totum, et ex toto partem divina eloquia signifícale est additum quod in eius faciem sufflaverit flatum vitae: ideo, inquiunt,
consueverunt. Ex parte enim totum significatum est, ubi legitur: Ad te quia iam de viro fuerat animata. Nam si non fuisset, nequáquam nos,
omnis caro veniet': quia ex carne intelligitur totus homo. Ex toto autem inquiunt, sancta Scriptura huius rei cognitione fraudasset.
pars, cum dicitur Christus sepultus, cum sola eius caro sepulta sit. Ad illud vero quod ait Adam: Hoc nunc os ex ossibus meis, et caro
Iam illud quod in hoc Apostoli testimonio positum est, quia ipse dat de carne mea; nec ait: Spiritus vel anima, de spiritu meo vel de anima
ómnibus vitara et spiritum, secundum superiorem disputationem puta mea: sic ab eis responderi potest, quemadmodum superius demonstra-
quod neminem moveat. Ipse enim dat: sed adhuc quaerimus unde det, tum est, ut a parte totum intelligatur hoc dictum, os et caro mea; sed
utium ex nova insufflatione, an ex propagine. Ipse quippe daré etiam quae animata fuerint detracta, non mortua. Ñeque enim, hoc Omnipoten-
camis substantiam rectissime dicitur. quam tamen daré ex propagine tem faceré potuisse, ideo negandum est, quia nullus hominum potest
non negatur. aliquid cum anima de humana carne praecidere. Nam quod Adam secu-
tus adiunxit: Haec vocabitur mulier, quia de viro suo sumpta est ; cur
CAPUT XVIII non ait potius, unde opinio confirmaretur istorum: Quoniam de viro suo
caro eius sumpta est? Hic ¡taque illi qui contra sentiunt, possunt dicere,
29. Nunc videamus illud de Genesi testimonium, ubi facta mulier quia non scriptum est carnem mulieris, sed mulierem de viro suo sump-
de latere viri, adducta est ad eum, et dixit: Hoc nunc os ex ossibus tam, totam deberé accipi cum anima et spiritu. Nam etsi anima sexu
meis, et caro de carne mea. Hoc quippe putat iste. quod dicere debuerit caret, non tamen quando appellantur mulieres, excepta anima eas necea-
Adam: Anima ex anima mea, vel, Spiritus de spiritu meo, si etiam hoc se est intelligi. Alioquin non ita se admonerentur ornare: Non in tortis
de illo tractum esset. Sed illi qui propaginem asserunt animarum, hinc «e
putant invictius suam muñiré sententiam, quia cum scriptum sit, detra- 1
Gen 2.23.
Ps 64.3
I, 18, 30" I, 18, 31 DI'L AI M í -i ^U ORTGKN 645
644 DLL ALMA Y SU ORIGEN
crinibus, aut aura, vel margaritís, aut veste pretiosa, sed quod decet, potuit tacere Scriptura, ut Adam non diceret: Anima de anima mea.
inquit, mulieres, prominentes pietatem per bonam conversationem ~. Uti- Ac per hoc si primae mulieris anima ex viro est, a parte totum signi-
que pietas intus est in anima vel in spiritu, et tamen mulleres appellatae ficatum est, ubi legitur: Hoc nunc os ex ossibus meis, et caro de carne
sunt, etiam ut se intus ornarent, vibi nullus est sexus. mea; cum tota ex viro, non caro sola sit sumpta. Si autem non est ex
30. Cum itaque isti sic Ínter se alternante sermone certaverint; ego viro, sed eam Deus insufflavit sicut viro; a toto pars significata est, ubi
ínter eos sic iudico, ut ne incognitis fidant, et temeré audeant affirmare legitur: De viro suo sumpta est: cum caro eius non tota sit sumpta.
quod nesciunt, utrosque commoneam. Si enim scriptum esset: Insufflavit
31. Quapropter, cum his testimoniis, quod ad hanc rem pertinet,
flatum vitae in faciem mulieris, et facta est in animam vivara: nec sic
utique ambiguis, non solvatur haec quaestio; illud tamen scio, sic argu-
esset iam consequens, ut non propagaretur ex parentibus anima, nisi
mentan homines, qui ex hoc putant animam mulieris non esse de anima
etiam de filio eorum hoc scriptum similiter legeretur. Fieri enim potuit
viri, quia non est dictum: Anima de anima mea; sed, caro de carne mea:
ut membrum non animatum de corpore extractum indigeret animari, filü
quemadmodum argumentantur Apollinaristae, vel quicumque sunt alii,
vero anima ex patre per matrem propaginis transfusione traheretur. Cura
adversus animam Domini; quam propterea negant, quia scriptum legunt:
vero tacitum est, oceultatum est, non negatum; sed ñeque affirmatum.
Verbum caro jactum est3. Si enim et anima, inquiunt, ibi esset, debuit
Ac per hoc sicubi forte non tacitum est, clarioribus documentis est as-
dici: Verbum homo factura est. Sed istis propterea dicitur, carnis no-
truendum.
mine soleré Scripturam totum hominem nuncupare, sicut ibi: Et videbit
Unde nec illi qui defendunt animarum propaginem, ex eo quod non omnis caro salutare Dei '; non enim caro sine anima aliquid videre pot-
sufflavit Deus in faciem mulieris, aliquid adiuvantur; nec illi qui eam est: quia plurimis alus sanctarum Scripturarum locis, non solum carnem,
negant, ideo quia non dixit Adam: Anima de anima mea, debent sibi verum etiam animam humanam, id est, rationalem inesse homini Christo.
persuadere quod nesciunt. Sicut enim eadem non soluta, sed manente sine ulla ambiguitate monstratur.
quaestione, potuit tacere Scriptura, quod mulier Deo sufflante sicut vir
eius acceperit animam: sic eadem non soluta, sed manente quaestione.
' l o . 1,14.
1
2 Is 4 0 , 5 , Le. 3,6
1 Tim. 2,9 10.
646 DEL ALMA Y SU ORIGEN I, 19, 32 I, 19, 33 DEL ALMA Y SU ORIGEN 647
LÍBER II
DOMINO DILECTISSIMO FRATRI ET COMPRESBYTERO PETRO, AUCUSTINUS,
EPISCOPUS, IN DOMINO SALUILM
CAPUT I
1. Pervenerunt ad me dúo libri Vincentii Victoris, quos ad Sancti-
tatem tuam scripsit, mittente mihi eos fratre nostro Renato, homine qui-
dem laico, sed pro sua fide et eorum quos diiigit, prudenter religioseque
sollicito. Quibus lectis vidi hominem in sermone quidem, non solum us-
que ad sufficientiam, verum etiam usque ad redundantiam profluentem;
sed in rebus de quibus loqui voluit, nondum sicut oportet instructum:
quod si ei fuerit Domino donante collatum, poterit esse utilis pluribus.
Habet enim non mínimum facultatis, qua possit explicare atque ornare
quae sentit, si prius det operam recta sentiré. Valde quippe sunt noxia
prava diserta; quia hominibus minus eruditis, eo quod diserta sunt,
videntur et vera.
Quomodo autem eosdem libros ipse acceperis, nescio: verumtamen si
verum est quod audivi, diceris eis recitatis ita exsiluisse laetitia, ut caput
iuvenis illius senex, et laici presbyter osculatus, didicisse te quod ignora-
I I , 2. 3 DEL ALMA Y SU ORIGEN 653
652 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 2, 2,
t a n c i a ? S u p o n g o q u e y a c o n o c í a s estas v e r d a d e s . Si l a s des-
en la frente a su a u t o r , h o m b r e joven y laico, y a d a r l e l a s
c o n o c í a s , d e b e s s a b e r q u e h a s a p r e n d i d o lo q u e no p u e d e igno-
g r a c i a s p o r h a b e r t e e n s e ñ a d o lo q u e h a s t a entonces h a b í a s des-
r a r s e sin g r a n p e l i g r o de la s a l v a c i ó n .
c o n o c i d o . N o d e s a p r u e b o tu h u m i l d a d ; h a s t a te a l a b o , p o r q u e
P e r o , si se t r a t a de e n t r a r en discusiones m á s sutiles, a
h o n r a s t e a u n d o c t o r . A c a s o tus e l o g i o s n o f u e r a n d i r i g i d o s o
p r o p ó s i t o del a l m a y del e s p í r i t u , prefiero d i s c u t i r con el
t r i b u t a d o s al h o m b r e , sino a la v e r d a d que se d i g n ó h a b l a r t e
a u t o r , c u y a e l o c u e n c i a y t a l e n t o m e son y a c o n o c i d o s . C u a n d o
p o r su b o c a , si es q u e p u e d e s d e m o s t r a r q u e a p r e n d i s t e de él
se dice alma, ¿ e s u n a e x p r e s i ó n g e n é r i c a q u e se a p l i c a al a l m a
a l g u n a cosa v e r d a d e r a . Q u i s i e r a q u e , al r e s p o n d e r m e , m e en- y al e s p í r i t u , de m a n e r a q u e l a s dos cosas son a l m a , y el espí-
s e ñ a r a s lo q u e él te e n s e ñ ó . N o t e n g o p o r q u é a v e r g o n z a r m e r i t u , p o r c o n s i g u i e n t e , es u n a p a r t e del a l m a , o, c o m o él h a
de a p r e n d e r de u n p r e s b í t e r o , c u a n d o t ú n o te a v e r g o n z a s t e de c r e í d o , el t o d o está t o m a d o a q u í p o r la p a r t e ? ¿ A c a s o l a s d o s
e s c u c h a r a u n laico con h u m i l d a d d i g n a de t o d o e l o g i o e imi- cosas son e s p í r i t u , de s u e r t e q u e u n a p a r t e del m i s m o es lo q u e
t a c i ó n , si es q u e de él a p r e n d i s t e a l g u n a v e r d a d . p r o p i a m e n t e se l l a m a a l m a , o el t o d o está t o m a d o p o r l a par-
te, y c u a n d o se dice e s p í r i t u está c o m p r e n d i d a t a m b i é n el a l m a ,
CAPITULO II c o m o a él le a g r a d a e x p r e s a r s e ? Y a h e d i c h o q u e éstas son
s u t i l e z a s , q u e p u e d e n ser i g n o r a d a s sin n i n g u n o o, al m e n o s ,
2. Deseo s a b e r , p o r t a n t o , h e r m a n o m u y a m a d o , q u é es lo s i n g r a n p e l i g r o p a r a la s a l v a c i ó n .
q u e de él a p r e n d i s t e , con el fin de felicitarte, si t a l e s v e r d a d e s
3 . I g u a l m e n t e m e a d m i r a r í a si te e n s e ñ ó q u e los sentidos
m e e r a n y a c o n o c i d a s , y p a r a a p r e n d e r l a s , si n o las s a b í a .
d e l c u e r p o son distintos de los del a l m a . Y tú, a tu e d a d y
¿ I g n o r a b a s , p u e s , tú la existencia del a l m a y del e s p í r i t u ,
« n n o b l e c i d o con la d i g n i d a d del s a c e r d o c i o , p e n s a b a s , a n t e s de
c l a r a m e n t e c o n t e n i d o en estas p a l a b r a s : Has separado a mi
o í r su d o c t r i n a , q u e e r a u n o y el m i s m o s e n t i d o con el q u e se
alma de mi espíritu? ¿ N o s a b í a s q u e estas dos cosas p e r t e n e -
•distingue lo n e g r o de lo b l a n c o , c o m o lo ven los p á j a r o s lo
cen a la esencia de la n a t u r a l e z a h u m a n a , de s u e r t e q u e el
m i s m o q u e n o s o t r o s , y con el q u e se j u z g a lo j u s t o y l a injus-
h o m b r e es a l m a , e s p í r i t u y c u e r p o , si b i e n a l g u n a s veces el
to, c o m o lo h a c í a T o b í a s d e s p u é s de h a b e r p e r d i d o el s e n t i d o
a l m a y el e s p í r i t u son d e s i g n a d o s con el n o m b r e c o m ú n d e
d e la vista. Si esto es así, c u a n d o oías o leías las s i g u i e n t e s
a l m a , c o m o sucede en a q u e l p a s a j e del G é n e s i s : Y fué hecho
p a l a b r a s : Alumbra mis ojos, que no me duerma en la muerte,
el hombre viviente con alma? P u e s a q u í se e n t i e n d e c o m p r e n -
n o p e n s a b a s m á s q u e en los s e n t i d o s del c u e r p o . Y s u p o n i e n -
d i d o t a m b i é n el e s p í r i t u . O t r a s veces se d e s i g n a n con el n o m -
d o q u e este texto n o es t o d a v í a b a s t a n t e c l a r o , sin d u d a q u e ,
b r e c o m ú n de e s p í r i t u , p o r e j e m p l o : E inclinando la cabeza,
al r e c o r d a r l a s p a l a b r a s del A p ó s t o l : Iluminando los ojos de
entregó el espíritu, en d o n d e h a y q u e e n t e n d e r t a m b i é n el
vuestro corazón, c r e e r í a s q u e t e n e m o s el c o r a z ó n c o l o c a d o en-
a l m a . ¿ I g n o r a b a s q u e estas dos cosas son d e la m i s m a subs-
bas, gratias egeris. Ubi quidem non improbo humilitatem tuam, imo vero necesse est intelligatur. Et utrumque unius esse substantiae? Puto quod
etiam laudo quod honorasti doctorem tuum: nec hominem, sed ipsara ista iam sciebas. Si autem nesciebas, non te aliquid quod magno periculo
quae tibi per illum loqui dignata est veritatem; si tamen potueris de- nescitur, didicisse scias.
monstrare, quid per illum veritatis acceperis. Vellem itaque rescriptis Et si quid hinc subtilius disputandum est, melius cum ipso agitur,
tuis, quid te docuerit, me doceres. Absit enim ut erubescam a presbytero cuius iam novimus et eloquium; utrum cum dicitur anima, ita ut simul
discere, si a laico tu non erubuisti, praedicanda et imitanda humilitate. intelligatur et spiritus, utrumque anima sit, spiritus autem aliquid ani-
si vera didicisti. mae sit; an, sicut ei visum est, a parte totum appelletur hoc nomine: sive
etiam utrumque spiritus sit, pars vero eius sit quae proprie dicitur ani-
CAPUT II ma; an et hoc a parte totum vocetur, quando ita dicitur spiritus, ut
simul intelligatur et anima: sic enim huic placet. Verum ista, ut dixi,
2. Proinde, frater dilectissime, quid ab eo didiceris, nosse cupio, ut et subtiliter disseruntur, et sine ullo vel certe sine magno periculo ne-
si iam id sciebam, gratuler pro te; si autem nesciebam, discam per te. sciuntur.
Itane tu ignorabas dúo quaedam esse, animam et spiritum, secundum 3. Itemque alios esse corporis, alios autem animae sensus, miror si
id quod scriptum est: Absolvisti ab spiritu meo animam meam? 1. Et Iste te docuit; et tu homo id aetatis et honoris antequam istum audires,
utrumque ad naturam hominis pertinere, ut totus homo sit spiritus et unum atque idem putabas esse, quo álbum nigrumque discernitur, quod
anima et corpus: sed aliquando dúo ista simul nomine animae nuncupa- nobiscum vident etiam passeres; et quo iustum atque iniustum diiudi-
ri, quale est illud: Et factus est homo in animam vivam?". Ibi quippe <¡atur, quod videbat Tobias 4 , etiam carnis luminibus perditis. Hoc si ita
et spiritus intelligitur. Itemque aliquando utrumque nomine spiritus •est, profecto quando audiebas vel legebas: Illumina oculos meos, ne un-
dici, sicuti est: Et inclínalo capite tradidit spiritum?3, ubi et anima ¡quam obdormiam in mortem5: nonnisi carnis oculos cogitabas. Aut <H
1
2
Iob 7 sec.70 1
Tob 4.
Gen. 2,7. ' Ps. 12,4.
3
lo. 19,50.
II, 3, 5 DEL ALMA Y SU ORIGEN 655
654 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 3, 5
q u e n o m e l o d i g a s o enseñes a m í , y a u n q u i e r o q u e t ú lo
t r e la frente y la b o c a . N o es q u e y o m e h a y a f o r m a d o d e t i
o l v i d e s . D e s p u é s de t o d o , significaría p o c o no c r e e r n i afirmar
este c o n c e p t o , n i t a m p o c o p i e n s o q u e el c i t a d o m a e s t r o t e
q u e el a l m a es u n a p a r t e de D i o s . T a m p o c o d e c i m o s q u e el
e n s e ñ a r a s e m e j a n t e s cosas.
H i j o o el E s p í r i t u S a n t o son u n a p a r t e de Dios, y, sin e m b a r g o ,
4 . A c a s o a n t e s de oír su d o c t r i n a , q u e con t a n t a a l e g r í a
c o n f e s a m o s q u e el P a d r e , el H i j o y el E s p í r i t u S a n t o son u n a
e i n t e r é s e s c u c h a s t e , t e i m a g i n a r í a s q u e el a l m a e r a u n a p a r t e
s o l a e idéntica n a t u r a l e z a . P o c o es, p o r Imito, q u e n o d i g a m o s
de la n a t u r a l e z a de D i o s , i g n o r a n d o , con g r a n p e l i g r o de t u
q u e el a l m a es u n a p a r t e de D i o s : es n c c c s a i i o a ñ a d i r q u e el
s a l v a c i ó n , q u e esto es u n t r e m e n d o y d e t e s t a b l e e r r o r . M a s si
a l m a n o es u n a e idéntica n a t u r a l e z a con Dios. R e c t a m e n t e se
a p r e n d i s t e de él q u e el a l m a n o es u n a p a r t e de la n a t u r a l e z a
e x p r e s ó n u e s t r o a d v e r s a r i o c u a n d o dijo q u e «las a l m a s son de
d i v i n a , da f e r v o r o s a m e n t e g r a c i a s a D i o s , p o r q u e n o te sor-
p r e n d i ó l a m u e r t e a n t e s d e l l e g a r a c o n o c e r esta v e r d a d , p u e s l i n a j e de Dios p o r g r a c i a , n o p o r n a t u r a l e z a » , lo q u e sólo
hubieras muerto siendo un gran hereje y un blasfemo horren- p u e d e p r e d i c a r s e de las a l m a s fieles y no de t o d a s l a s a l m a s
do. P e r o de n i n g ú n m o d o h e s u p u e s t o en ti t a l i g n o r a n c i a , e n g e n e r a l . M a s en s e g u i d a volvió a i n c i i i i i r en el e r r o r q u e
p o r q u e , c o m o h o m b r e católico y d i g n o p r e s b í t e r o , ¿ p o d r í a s h a b í a e v i t a d o , p i o c l a m a n d o q u e D i o s y el a l m a son de l a
p e n s a r q u e el a l m a es u n a p a r t e de l a n a t u r a l e z a de D i o s ? m i s m a n a t u r a l e z a . No lo h a h e c h o con eslas p a l a b r a s o e n
S i n c e r a m e n t e te confieso q u e m á s b i e n t e m o q u e h a y a s reci- t é r m i n o s t a n e x p l í c i t o s , pt ro sí es su o p i n i ó n b i e n c l a r a y
b i d o de él esa e n s e ñ a n z a q u e es c o n t r a r i a a t u s c o n v i c c i o n e s m a n i f i e s t a ; p u e s al decir (pie el a l m a viene de Dios de m a n e r a
y a tu p r i m i t i v a fe. q u e n o la saca de otra n a t u r a l e z a ni la c i c a de la ínula, sino
d e sí m i s m o , ¿ n o i n t e n t a e n s e ñ a r q u e el a l m a es de la m i s m a
n a t u r a l e z a q u e D i o s , a u n c u a n d o p a r e z c a n e g a r l o con su ter-
CAPÍTULO III m i n o l o g í a ? E n efecto, t o d a n a t u r a l e z a o es D i o s , q u e existe
p o r sí m i s m o , o viene de D i o s , siendo él su a u t o r . P e r o , a u n
5. Así c o m o n o c r e o q u e t ú , s i e n d o m i e m b r o de la I g l e s i a
t e n i e n d o a D i o s p o r a u t o r , a l g u n a n a t u r a l e z a n o h a sido h e c h a
c a t ó l i c a , h a y a s a d m i t i d o j a m á s q u e el a l m a es u n a p a r t e d e
y otra lo h a s i d o . E n c u a n t o a l a q u e n o h a s i d o h e c h a y, sin
D i o s o de la m i s m a n a t u r a l e z a q u e D i o s , así t a m b i é n t e m o
e m b a r g o , viene de D i o s , o h a s i d o e n g e n d r a d a p o r él o p r o -
q u e a c a s o h a y a s a s e n t i d o al p a r e c e r d e t u m a e s t r o y c r e a s q u e
«Dios n o hizo de la n a d a el a l m a , s i n o de sí m i s m o , de m a - c e d e de é l : la q u e h a sido e n g e n d r a d a es el H i j o ú n i c o de
n e r a q u e sea u n a e m a n a c i ó n de D i o s » . Este es el t é r m i n o q u e D i o s ; l a q u e de él p r o c e d e es el E s p í r i t u S a n t o , y esta T r i n i -
él h a u s a d o , e n t r e o t r o s , con los q u e h a i n d u c i d o s o b r e e s t e d a d es d e u n a e i d é n t i c a s u b s t a n c i a . E s t a s t r e s p e r s o n a s , en
p u n t o a g r a n d e s e r r o r e s . Si es esto lo q u e te e n s e ñ ó , te r u e g o efecto, son u n a sola n a t u r a l e z a . C a d a u n a de e l l a s es D i o s y
l a s t r e s j u n t a s son u n s o l o D i o s , i n m u t a b l e , e t e r n o , sin p r i n -
hoc obscurum est, certe quando illud Apostoli recolebas: Illuminatos
oculos coráis vestri*; nos sub fronte et supra buceas cor habere crede- doceas: imo etiam voló ut quod didiceras, ipse dediscas. Parum est enim
bas. Absit ut de te hoc sentiam. Ñeque hoc te igitur iste docuit. non credere ñeque dicere quod pars Dei sit anima. Ñeque enim et Fi-
4. At si forte ante huius doctrinam, quam modo te invenisae laeta- lium vel Spiritum sanctum partem Dei esse dicimus: et tamen dieimus
ris, animae naturam Dei putabas esse portionem; hoc plañe cum horren- Patrem et Filium et Spiritum sanctum unius eiusdemque esse naturae.
do periculo falsum esse nesciebas. Et si ab isto didicisti quod anima Parum est ergo ut non dicamus animam esse partem Dei: sed hoc etiam
portio Dei non sit; age Deo gratias quantas potes, quod non antequam opus est ut dicamus, non eam et Deum unius eiusdemque esse naturae.
hoc didicisti, de corpore existí. Exisses enim magnus haereticus, et Unde ille recte quidem ait, «genus Dei esse animas, muñere, non natu-
blasphemator horrendus. Nullo modo tamen etiam id de te existimave- ra», ac per hoc non omnium, sed fidelium: sed rursus ad id quod de-
íim, quod homo catholicus, ñeque contemptibilis presbyter, animae na- clinaverat devolutus est, et Deum atque animam eiusdem dixit esse na-
turam portionem Dei sentiebas esse. Unde fateor Dilectioni tuae, timeo turae; non quidem his verbis, sed aperta manif estaque sententia. Cum
ne forte hoc te iste docuerit, quod potius sit contrarium ei fidei quam enim animam ita esse dicit ex Deo, ut eam nec ex alia natura, nec ex
tenebas. nihilo, sed ex semetipso creaverit; quid persuadere conatur, nisi id quod
•alus verbis negat, animam scilicet eiusdem cuius Deus est, esse naturae?
CAPUT III Omnis quippe natura vel Deus est, qui nuUum habet auctorem; vel ex
Deo est, quia ipsum habet auctorem. Sed quae habet auctorem Deum ex
5. Sicut enim non arbitror te unquam in Catholica animam credi- quo est, aliqua facta non est, aliqua facta est. Porro quae facta non est,
disse Dei esse portionem, vel ullo modo animae et Dei eamdem esse na- et tamen ex ipso est, aut genita est ab illo, aut procedit ex illo: quae
turam: ita metuo ne forte consenseris huic homini, «quod animam Deus genita est, Filius est unicus; quae procedit, Spiritus sanctus: et haec
non de nihilo fecerit, sed ita ex ipso sit, ut ab ipso emanaverit». Hoc Trinitas unius est eiusdemque naturae. Nam haec tria unum sunt, et
enim etiam verbum iste posuit Ínter caetera, quibus in hac quaestione singulum quodque Deus, et simul omnia unus Deus immutabilis, sempi-
ad immane praecipitium exorbitavit. At vero hoc si te docuit, nolo me ternus sine temporis ullo initio sive termino. At vero illa natura quae
« Eph 1.18.
656 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 3, 6 II, 3, 6 DEL ALMA V SU ORIGEN 657
c i p i o ni fin. L a n a t u r a l e z a q u e h a sido h e c h a se l l a m a c r i a - da de a l g u n a c r i a t u r a o de a l g u n a m a t e r i a p r e e x i s t e n t e p o r e l
t u r a ; su c r e a d o r es D i o s , es d e c i r , l a T r i n i d a d . p o d e r de D i o s , c o m o A d á n fué h e c h o del p o l v o y E v a t e l a
C u a n d o d e c i m o s que la c r i a t u r a viene de D i o s , e n t e n d e m o s costilla del p r i m e r h o m b r e , o c o m o los peces y los p á j a r o s
q u e n o ha sido h e c h a de su m i s m a n a t u r a l e z a . Se dice q u e salen de l a s a g u a s y los a n i m a l e s t e r r e s t r e s de la t i e r r a , en ose
viene de D i o s p o r q u e de D i o s h a r e c i b i d o la e x i s t e n c i a ; p e r o caso n o eres católico ni estás en la v e r d a d . Si, finalmente, c r e e s
n o en el s e n t i d o de q u e h a y a n a c i d o o p r o c e d i d o de él, s i n o — l o q u e D i o s n o p e r m i t a — q u e el a l m a n o h a sido s a c a d a de
p o r q u e h a sido c r e a d a , f o r m a d a y h e c h a p o r él, sea q u e n o la n a d a n i de o t r a c r i a t u r a , s i n o q u e l a hizo Dios o las h a c e
la sacó de n i n g u n a otra, sino d i r e c t a m e n t e de la n a d a , c o m o de sí m i s m o , es decir, de su p r o p i a n a t u r a l e z a , y es esto lo
hizo el cielo y la t i e r r a , o m á s b i e n la m a s a de la m a t e r i a q u e a p r e n d i s t e de tu j o v e n m a e s t r o , e n t o n c e s n o p u e d o n i ala-
u n i v e r s a l c o n c r e a d a con el m u n d o ; sea q u e la sacó de o t r a b a r t e ni felicitarte, p u e s te h a s a l e j a d o con él de ia fe c a t ó l i c a .
n a t u r a l e z a ya c r e a d a y existente, c o m o f o r m ó al h o m b r e del D e estos dos e r r o r e s , sería t o l e r a b l e , a u n siendo e r r o r , q u e
l i m o de la t i e r r a , a la m u j e r del v a r ó n y f o r m a de los p a d r e s c r e y e r a s q u e D i o s saca las a l m a s de o t r a c r i a t u r a h e c h a ya p o r
a los h i j o s . N o o b s t a n t e , t o d a c r i a t u r a viene de D i o s , de c u a l - él y p r e e x i s t e n t e , antes q u e e n s e ñ a r que la f o r m a de su natu-
q u i e r m a n e r a q u e sea h e c h a , o b i e n s a c á n d o l a de la n a d a o r a l e z a , p o r q u e sería h o r r e n d a b l a s f e m i a decir de la n a t u r a l e z a
b i e n de o t r a c r i a t u r a ; p e r o n u n c a e n g e n d r á n d o l a o s a c á n d o l a de D i o s q u e es m u d a b l e , q u e peca, que se h a c e i m p í a y q u e ,
de sí m i s m o . p e r m a n e c i e n d o i m p í a h a s t a el fin, se c o n d e n a r á p a r a s i e m p r e .
A l e j a de ti, te lo r u e g o , h e r m a n o ; a l e j a de ti u n e r r o r de
6. H a b l o de estas cosas con u n católico, r e c o r d á n d o l e lo i m p i e d a d t a n e x e c r a b l e , p a r a q u e n o te veas e x c l u i d o del nú-
q u e ya s a b í a m á s q u e e n s e ñ á n d o l e v e r d a d e s n u e v a s . N o p i e n s o m e r o de los fieles—lo q u e Dios n o p e r m i t a — p o r h a b e r t e d e j a d o
q u e esto sea p a r a ti a l g u n a n o v e d a d o a l g u n a v e r d a d ya o í d a s e d u c i r p o r u n j o v e n y l a i c o tú, a n c i a n o y p r e s b í t e r o , y h a b e r
y n o c r e í d a . Al c o n t r a r i o , estoy p e r s u a d i d o de q u e , al leer m i c o n s i d e r a d o sus p a t r a ñ a s t e o l ó g i c a s c o m o e x p o s i c i ó n a u t é n t i c a
c a r t a , reconociste y reconoces en su c o n t e n i d o tu p r o p i a fe, l a de la fe c a t ó l i c a . N o p u e d o c o n d u c i r m e contigo lo m i s m o q u e
fe q u e nos es c o m ú n en la I g l e s i a católica p o r g r a t u i t a conce- con él, p o r q u e tu e r r o r , lan t r e m e n d o , a u n q u e lo h a y a s reci-
sión de D i o s . b i d o de él, n o m e r e c e la c o n m i s e r a c i ó n q u e m e r e c e el s u y o .
P u e s t o q u e , c o m o he i n d i c a d o , t r a t o de estas c u e s t i o n e s El e n t r ó h a c e p o c o en el redil c a t ó l i c o con el fin d e e n c o n t r a r
con u n católico, q u i s i e r a q u e m e d i j e r a s de d ó n d e crees q u e el r e m e d i o p a r a sus d e s v a r i o s , y tú tienes la a u t o r i d a d y el
fué s a c a d a el a l m a , n o el a l m a de c a d a u n o de n o s o t r o s , s i n o h o n o r q u e c o r r e s p o n d e n a los p a s t o r e s de l a I g l e s i a . N o quie-
el a l m a del p r i m e r h o m b r e . Si crees q u e fué s a c a d a de la n a d a , ro ni p u e d o t o l e r a r que u n a oveja u l c e r o s a , q u e a b a n d o n a el
q u e fué h e c h a e i n s p i r a d a o i n f u n d i d a p o r el s o p l o de D i o s , e r r o r , consiga su c u r a c i ó n a costa de la p é r d i d a de u n p a s t o r
e n t o n c e s crees lo m i s m o que y o . P e r o si p i e n s a s que fué saca- p o r el c o n t a g i o con e l l a .
facta est, creatura nuncupatur: Creator autem Deus, illa scilicet Tri- unde fieret Adam, vel costa eius unde Eva, vel sicut aquae unde pisces
nitas. et volucres, vel sicut térra unde animalia quaeque terrestria: non est
Creatura ergo ita esse dicitur ex Deo, ut non ex eius natura facta sit. catholicum, non est verum. Quod si ñeque ex nihilo, ñeque ex alia qua-
Ex illo enim propterea dicitur, quia ipsum auctorem habet ut sit: non cumque creatura, sed ex semetipso Deum, hoc est, ex natura sua fecisse,
ita, ut ab illo nata sit, vel processerit; sed ab illo creata, condita, facta vel faceré animas, quod absit, existimas: hoc quidem ab isto didicisti;
sit, partim ex nulla alia, id est, omnino ex nihilo, sicut caelum et térra, sed non tibi gratulor, ñeque blandior; longe cum illo a fide catholica
vel potius universae mundanae molis universa cura mundo concreata ma- exorbitasti. Tolerabilius enim; quod quidem falsum est; tamen, ut dixi,
teria; partim vero ex alia iam creata atque existente natura, sicut vir ex tolerabilius, ex aliqua alia creatura, quam quidem iam fecerat Deus,
limo, mulier ex viro, ex parentibus homo: creatura tamen omnis ex Deo, quam ex Dei natura animam conditam crederes, ut quod est mutabilis,
sed creante vel ex nihilo vel ex aliquo, non autem gignente vel produ- quod peccat, quod fit impia, quod etiam si impía perduraverit in fine,
cente de se ipso. sine fine damnabitur, non ad Dei naturam cum horrenda blasphemia re-
6. Si haec cum catholico loquor, magis commonens quam docens. ferretur.
Ñeque enim esse tibi arbitror nova, vel audita quidem et antea, non Abuce, frater, abuce, obsecro, istam, non plañe fidem, sed exsecran-
tamen credita: sed, ut existimo, sic legis epistolam meam, ut hic agnos- dae impietatis errorem, ne homo gravis seductus a iuvene, et a laico
cas etiam fidem tuam, quae nobis in catholica Ecclesia, Domino donan- presbyter, cum istam catholicam fidem esse arbitraris, de numero fide-
te, communis est. lium, quod a te avertat Dominus, eximaris. Non enim sic tecum agen-
Si ergo haec, ut dicere coeperam, cum catholico loquor; unde ob- dum est, ut cum illo; aut ea venia tuus iste tam horrendus, qua iuvenis
secro credis esse animam, non uniuscuiusque nostrum dico, sed primam illius, licet ab illo ad te transierit, error est dignus. Ule ovili catholico
primo illi homini datam? Si ex nihilo, et factam tamen insufflatamque sanandus nuper accessit, tu in catholicis pastoribus deputaris. Nolumus ita
a Deo: id credis quod ego. Si autem ex aliqua alia creatura, quae unde curetur quae venit ab errore ad dominicum gregem, ut prius pestifera.
anima fieret, tanquam materies subiacebat artifici Deo; sicut pulvis contagione disperdat ovis ulcerosa pastorem.
658 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 4, 7
II, 4, 8 DEL ALMA Y SU ORIGEN 669
7. Si m e a r g u y e s : « N o es esto lo q u e él m e enseñó ni y o
di a s e n t i m i e n t o a l g u n o a su e r r o r , p r e s e n t a d o con t a n t o encan- 8. E l cree con t o d a r a z ó n q u e l a s a l m a s son j u z g a d a s i n -
to p o r la e l e g a n c i a del l e n g u a j e » , d o y de c o r a z ó n i n m e n s a s m e d i a t a m e n t e d e s p u é s de su s a l i d a de los c u e r p o s , antes d e
gracias a Dios. Pero entonces me permito preguntarte cuál q u e se p r e s e n t e n al o t r o j u i c i o u n i d a s ya a s u s c u e r p o s p a r a
fué el m o t i v o q u e te i n d u j o a b e s a r l e en la frente, según se ser a t o r m e n t a d a s o glorificadas con la m i s m a c a r n e q u e t u v i e -
dice, y a d a r l e las g r a c i a s p o r q u e t e i n s t r u y ó e n lo q u e h a b í a s r o n d u r a n t e su v i d a en la t i e r r a . ¿ E s esto lo q u e t ú i g n o r a b a s ?
i g n o r a d o h a s t a o í r l e a é l . Y si es falso q u e hiciste esto, d í m e l o ¿ Q u i é n h a c e g a d o su m e n t e c o n t r a el E v a n g e l i o con t a n t a o b s -
t a m b i é n c l a r a m e n t e y d e s m i e n t e con t u c a r t a r u m o r e s tan in- t i n a c i ó n q u e n o e n t i e n d a esta v e r d a d o n o lo vea e x p u e s t o e n
j u r i o s o s . M a s si es cierto q u e con t a n t a h u m i l d a d le diste l a s el p a s a j e de a q u e l p o b r e q u e fué l l e v a d o al seno de A b r a h á n
g r a c i a s , m e a l e g r o s i n c e r a m e n t e de q u e n o t e e n s e ñ a r a l o s e r r o - d e s p u é s de su m u e r t e , y en a q u e l rico q u e es c r u e l m e n t e ator-
r e s detestables q u e a n t e r i o r m e n t e h e r e s e ñ a d o . m e n t a d o en el i n f i e r n o ? ¿ T e e n s e ñ ó , quizá, c ó m o el a l m a del
r i c o , s e p a r a d a del c u e r p o , p u d o p e d i r que el d e d o del p o b r e
d e j a r a d e s t i l a r s o b r e e l l a u n a gota de a g u a , h a b i e n d o él e s c r i t o
CAPITULO IV q u e el a l m a n o b u s c a los a l i m e n t o s m a t e r i a l e s m á s q u e p a r a
r e p a r a r las r u i n a s y las p é r d i d a s de su c u e r p o c o r r u p t i b l e ?
N o te r e p r e n d o p o r h a b e r l e m a n i f e s t a d o t u g r a t i t u d con H e a q u í sus p a l a b r a s : « ¿ A c a s o p o r q u e <'l a l m a b u s c a l a co-
t a n t a h u m i l d a d , con tal q u e de su d i s c u s i ó n s a c a r a s a l g u n a m i d a y la b e b i d a v a m o s a c r e e r q u e p a s a hasta e l l a el a l i m e n -
u t i l i d a d ; ú n i c a m e n t e deseo s a b e r q u é es lo q u e a p r e n d i s t e . ¿ E s t o ? » Y u n p o c o d e s p u é s a ñ a d e : «De d o n d e se sigue y se p r u e -
a c a s o q u e el a l m a n o es e s p í r i t u , sino c u e r p o ? N o m e p a r e c e b a q u e los a l i m e n t o s n o son n e c e s a r i o s p a r a sostener el a l m a ,
q u e r e d u n d e en g r a n d e t r i m e n t o de la d o c t r i n a c r i s t i a n a igno- s i n o el c u e r p o , c o m o le son t a m b i é n n e c e s a r i o s los v e s t i d o s :
r a r tal a b s u r d o , a p a r t e de q u e las d i s p u t a s sutiles s o b r e l o s él es el q u e necesita vestirse y a l i m e n t a r s e . » Y t o d a v í a c o r r o -
d i v e r s o s g é n e r o s de c u e r p o s están l l e n a s de dificultades y son b o r a esta o p i n i ó n , ya de p o r sí suficientemente c l a r a , y la con-
m u y p o c o p r o v e c h o s a s . S i l l e g a el m o m e n t o e n el q u e , con l a firma con u n e j e m p l o : « ¿ C u á l c r e e m o s q u e es la r a z ó n p o r l a
a y u d a del S e ñ o r , h a y a de e s c r i b i r a ese joven, c o m o v i v a m e n t e q u e u n i n q u i l i n o c u i d a de su v i v i e n d a ? Si se a p e r c i b e de q u e
lo deseo, a c a s o te c o n v e n c e r á s de q u e n o te e n s e ñ ó esto, a pe- el t e c h o se t a m b a l e a , q u e l a s p a r e d e s v a c i l a n , q u e se h u n d e n
s a r de q u e tú te felicites d e h a b e r l o a p r e n d i d o de él. Y si te los cimientos, ¿ e m p l e a r á l i g a d u r a s o c u e r d a s y s o p o r t e s p a r a
i n s t r u y ó s o b r e a l g u n a o t r a m a t e r i a q u e r e a l m e n t e sea útil A i m p e d i r la r u i n a i n m i n e n t e y e v i t a r el p e l i g r o en q u e él m i s m o
n e c e s a r i a a la fe, te r u e g o q u e n o te sea m o l e s t o el c o m u n i - h a b í a de verse e n v u e l t o ? D e b e s s a b e r , c o n t i n ú a , q u e p o r u n
cármelo.
8. Nam illud quod rectissime et valde salubriter credit, iudicari
7. Quod si dicis: Hoc me ille non docuit, nec huic errori eius ullo animas cum de corporibus exierint, antequam veniant ad illud iudicium,
modo, quamlibet diserti et ornati sermonis illectus suavitate consensi: quo eas oportet iam redditis corporibus iudicari, atque in ipsa in qua
ago ingentes Deo gratias. Sed quaero, unde illi caput exosculatus, ut hic vixerunt, carne torqueri, sive gloriari; hoc itane tándem ipse nescie-
dicitur, gratias egeris te didicisse quod usque ad auditam disputationem bas? Quis adversus Evangelium tanta obstinatione mentís obsurduit, ut
illius ignorabas: aut si falsum est, hoc te fecisse atque dixisse, hoc ipsum in illo paupere qui post mortem ablatus est in sinum Abrahae, et in illo-
peto nobis intimare digneris, ut inanis rumor tuis litteris refellatur. Si divite cuius in inferno cruciatus exponitur, isla non audiat, vel audita
autem verum est, illa humilitate homini egisse te gratias: gaudeo qui- non credat? Sed numquid te docuit, quomodo anima sine corpore de
dem si te illud non docuit, quod superius quam sit detestandum caven- digito pauperis aquae stillam desiderare potuit'; cum ipse confessus
dumque monstravi. sit, alimenta corpórea nonnisi propter fulciendas ruinas corruptibilis
corporis sui animam quaerere? Verba eius ista sunt: «Numquid quia
CAPUT IV anima, inquit, aut cibum quaerit aut potum, ad ipsam transiré credi-
mus pastum?» Et paulo post: «Unde intelligitur, inquit, et probatur, non
Et non reprehendo quod gratus fueris tanta humilitate doctori, si ad animam pertinere ciborum sustentacula, sed ad corpus; cui etiam
aliquid aliud disputante illo, verum atque utile didicisti: sed hoc quid praeter cibum procuratur simili ratione vestitus, ut illi necessarius vi-
sit inquiro; an forte animam non spiritum esse, sed Corpus? Non quidem deatur pasturae suggestus, cui competit et ipsos habere vestitus». Hanc
magnum doctrinae christianae arbitror esse detrimentum ista nescire: et ille sententiam suam satis evidenter expositam, nonnulla etiam similitu-
si de corporum generibus subtiliter disputetur, hoc maiore difficultate dine illustrans, adiecit, atque ait: «Quid autem putamus inquilinum
quam utilitate perdiscitur. Si autem Dominus voluerit ut ad illum ipsum quemquam suae habitationi prospicere? Nonne si eam senserit aut tecto-
iuvenem scribam, sicut desidero, ibi sciet fortasse Dilectio tua, etiam tremeré, aut nutare pariete, aut labare fundamine, destinas quaerit,
hoc quam non te docuerit: si tamen id te ab illo didicisse laetaris. Sed strues congerit, quibus imminentem possit ruinam sedulo düigenterque
ne quid forte aliud sit quod constat esse utile, et ad fidem necessariam fulcire, ne sub periculo mansionis discrimen videatur penderé mansori?
pertínere, peto rescribere non graveris.
1
Le. 16,22-24.
660 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 5, 9 II, 5. 9 DEL ALMA Y SU ORIGEN 661
m o t i v o s e m e j a n t e b u s c a el a l m a la comida p a r a su c u e r p o , del h a s t a a p r e s b í t e r o s ! Q u e lea en p ú b l i c o lo q u e escribió e invite
c u a l , i n d u d a b l e m e n t e , p a r t e el deseo de la m i s m a . » a esta l e c t u r a a sus c o n o c i d o s y a l o s d e s c o n o c i d o s , a los doctos
E n t é r m i n o s tan c l a r o s h a expuesto d i c h o j o v e n s u s o p i n i o - y a los i g n o r a n t e s . A n c i a n o s , u n i o s a los jóvenes, a p r e n d e d lo
n e s p a r a p r o b a r q u e los a l i m e n t o s n o son n e c e s a r i o s al a l m a , q u e i g n o r a b a i s , oíd lo q u e n u n c a h a b í a i s o í d o . H e a q u í q u e
sino al c u e r p o . El a l m a se p r e o c u p a c i e r t a m e n t e del c u e r p o , este j o v e n d o c t o r os e n s e ñ a q u e D i o s c r e a u n s o p l o , n o bacán-
y p r o c u r a e v i t a r la r u i n a i n m i n e n t e de la c a r n e m o r i b u n d a , d o l o de o t r a cosa q u e de a l g ú n m o d o y a existiera, n o sacán-
c o m o el i n q u i l i n o m i r a p o r la c o n s e r v a c i ó n de l a casa q u e d o l o t a m p o c o de la n a d a , s i n o de sí m i s m o , a p e s a r d e ser
habita.
e s e n c i a l m e n t e i n c o r p ó r e o o e s p i r i t u a l . E l , p u e s , c a m b i a su na-
D e s p u é s de e s t o , s e r í a o p o r t u n o q u e te e x p l i c a r a el p o r q u e t u r a l e z a en c u e r p o antes de q u e sea m u d a d a en u n c u e r p o de
el a l m a de a q u e l rico deseaba el m í s e r o r e f r i g e r i o d e u n a g o t a p e c a d o . ¿ E s q u e b a s t a q u e d i g a el joven a u t o r q u e D i o s n o
d e a g u a . Se h a l l a b a f u e r a de su c u e r p o , y, n o o b s t a n t e , sentía
c a m b i a n a d a en su n a t u r a l e z a al f o r m a r de e l l a el s o p l o ? En-
s e d y p e d í a q u e el d e d o del p o b r e d e j a r a c a e r s o b r e e l l a u n a
t o n c e s n o lo f o r m a de sí m i s m o , p u e s n o es u n a cosa él y o t r a
g o t a de a g u a . Y a tiene en d ó n d e e j e r c i t a r su s a g a c i d a d ese
d i v e r s a su n a t u r a l e z a . ¿ Q u i é n será t a n s u m a m e n t e n e c i o q u e
d o c t o r y m a e s t r o de a n c i a n o s : q u e i n v e s t i g u e y q u e e n c u e n t r e ,
s e i m a g i n e y a d m i t a s e m e j a n t e a b s u r d o ? Si se r e s p o n d e q u e
si le es p o s i b l e , el m o t i v o p o r el cual a q u e l l a a l m a , e n c e r r a d a
D i o s saca el h á l i t o de su n a t u r a l e z a de m a n e r a q u e p e r m a n e z c a
e n los infiernos y d e s p o j a d a de su r u i n o s a m o r a d a , s u p l i c a b a
i n t e g r a l m e n t e lo q u e es, h e m o s de o p o n e r l e y m a n i f e s t a r l e q u e
el insignificante refrigerio de u n a gota de a g u a .
n o es ésta l a cuestión. L o q u e se t r a t a d e s a b e r e s si D i o s s a c a
el s o p l o n o de o t r a n a t u r a l e z a n i de l a n a d a , sino de sí m i s m o ,
CAPITULO V d e s u e r t e q u e el s o p l o n o sea d e l a m i s m a n a t u r a l e z a y esencia
q u e D i o s . A l e n g e n d r a r al H i j o , el P a d r e p e r m a n e c e i n t e g r a l -
9. P r o c l a m a t a m b i é n el joven e s c r i t o r q u e D i o s es abso- m e n t e el q u e e s ; p e r o , c o m o lo e n g e n d r ó de sí m i s m o , n o en-
l u t a m e n t e i n c o r p ó r e o . M e a l e g r o de esta d e c l a r a c i ó n , p u e s io g e n d r ó a l g o d i s t i n t o d e su n a t u r a l e z a , porque, sin h a b l a r d e
veo s e p a r a d o de los e r r o r e s de T e r t u l i a n o , q u i e n afirma q u e
q u e t o m ó l a n a t u r a l e z a h u m a n a y sin r e c o r d a r q u e el V e r b o
D i o s y el a l m a son seres c o r p o r a l e s . E l j o v e n m a e s t r o n o lo
s e h i z o c a r n e , el H i j o de D i o s es d i s t i n t o del P a d r e , n o c o m o
a d m i t e ; m a s se e m p e ñ a a su vez en e n s e ñ a r c o s a s p e r e g r i n a s ,
n a t u r a l e z a , s i n o c o m o p e r s o n a . Y esto se e x p l i c a , p o r q u e el
como es que, siendo Dios incorpóreo, saque, n o de la nada,
H i j o de D i o s n o h a sido f o r m a d o de o t r a c r i a t u r a n i s a c a d o
s i n o de sí m i s m o , u n s o p l o o a l i e n t o c o r p o r a l o m a t e r i a l . ¡ O h
d e la n a d a , sino e n g e n d r a d o del P a d r e , n o p a r a ser m á s per-
d o c t r i n a , a la cual p r e s t a n o í d o s t o d o s l o s t i e m p o s y q u e h a
fecto de lo q u e e r a , s i n o p a r a ser, y ser lo q u e es el q u e lo
m e r e c i d o t e n e r c o m o secuaces a h o m b r e s c a r g a d o s de a ñ o s %
e n g e n d r ó , e s decir, u n a sola e i d é n t i c a n a t u r a l e z a , i g u a l coeter-
no, absolutamente semejante, igualmente inmutable, igualmente
Ita ergo et animam recognosce, inquit, carni suae desiderare, ex qua ip-
sum concipit sine dubio desiderium».
Haec nempe ille iuvenis sua sensa verbis luculentissimis et sufficien- mereatur habere discípulos! Legat, legat in concione quod scripsit, notos
tissimis explicavit, asserens non animae requiri alimenta, sed corpori; atque ignotos, doctos atque indoctos recitaturus invitet. Séniores, cum
cura quidem illius, sed tanquam habitantis in domo, et moribundae car- iunioribus convenite, quod nesciebatis discite, quod nunquam audieratis
nis imminentes ruinas provida refectione fulcientis. audite. Eece isto docente, non aliunde quod aliquo modo est, nec ex eo
Et illud ergo explicet tibi, quid anima illa divitis ruiturum destinare quod omnino non est, Deus flatum creat; sed ex eo quod ipse est, cum
cupiebat, quae mortale corpus iam utique non habebat, et tamen sitiebat, sit incorporeus, corpus sufflat. Naturam ergo suam, antequam mutetur in
et aquae stillam de dígito pauperis requirebat. Habet ubi se exerceat peccati corpore, ipse mutat in corpus. An dicit, quod ex sua natura non
iste doctor senum: quaerat, et inveniat, si potuerit, cui reí anima illa mutat aliquid, cum flatum facit? Non ergo eum de se ipso facit: non enim
apud inferos humidum alimentum, vel tam exiguum mendicaret, cum aliud est ipse, aliud natura eius. Quis hoc insanissimus opinetur? Quod si
ruinoso habitáculo iam careret. dicit, ita Deum de sua natura faceré flatum, ut ipse integer maneat; non
inde quaestio est, sed utrum quod non aliunde, nec de nihilo, sed de illo
est: non hoc sit quod ille, id est eiusdem naturae et essentiae. Nam et Fi-
CAPUT V lio genito integer manet; sed quia eum genuit de se ipso, non aliud genuit
quam id quod ipse est. Excepto enim quod hominem assumpsit, et Verbum
9. Incorporeum sane Deum esse quod credit, gratulor eum hinc sal- caro factum est, alius est quidem Verbum Dei Filius, sed non est aliud:
tem a Tertulliani deliramentis esse discretum. lile quippe sicut animam, hoc est, alia persona est, sed non diversa natura. Et unde hoc, nisi quia
ita etiam Deum corporeum esse contendit. A quo iste in hoc dissentiens non creatus ex alio, vel ex nihilo, sed natus ex ipso est; non ut melior
mirabiliora persuadere molitur, Deum incorporeum, non de nihilo faceré, quam erat esset, sed omnino ut esset, et quod est ille, unde natus est, es-
sed de semetipso flatum exhalare corporeum. O doctrinam cui ornnis set, hoc est, unius eiusdemque naturae, aequalis, coaeternus, omni modo
.aetas aures subrigat, quae homines annosos, quae denique presbyteros similis. pariter immutabilis, pariter invisibilis, pariter incorporeus, pariter
II, 7, 11 DEL ALMA Y SU ORIGEN 663
662 DEL ALMA Y SU ORIGEN I I , 6, 10
é p o c a s c o s t u m b r e s d i s t i n t a s , n o p o r q u e h a y a c a m b i a d o el a l m a ,
i n v i s i b l e , i g u a l m e n t e i n c o r p ó r e o , i g u a l m e n t e D i o s ; en u n a pa- s i n o p o r q u e h a c a m b i a d o su c o n d u c t a en s e n t i d o b u e n o o en
l a b r a , d e b í a ser lo que es el P a d r e , e x c e p t o que él es el H i j o s e n t i d o m a l o . D e e l l o c o n c l u y e n q u e es m u y p o s i b l e q u e u n
y n o el P a d r e . P e r o si, a u n a f i r m a n d o que D i o s p e r m a n e c e in- a l m a n o t e n g a l a s m i s m a s c o s t u m b r e s del q u e la t r a n s m i t i ó ,
t e g r a l m e n t e el m i s m o , se sostiene q u e crea n o de otra c r i a t u r a p u e s t o q u e e s ' a m i s m a a l m a p u e d e t e n e r a h o r a u n a s costum-
ni de n a d a , sino de sí m i s m o , a l g u n a cosa e s e n c i a l m e n t e d i v e r s a b r e s c o m p l e t a m e n t e distintas de l a s d e o t r o t i e m p o .
de él y q u e de un Dios i n c o r p ó r e o e m a n a u n c u e r p o , el espí-
P o r t a n t o , si crees h a b e r a p r e n d i d o de ese j o v e n d o c t o r con
ritu católico n o p u e d e a d m i t i r t a l e s c o n c e p t o s y a s e r c i o n e s ;
p r u e b a s i r r e f u t a b l e s q u e el a l m a n o se t r a n s m i t e p o r v í a de
p u e s n o es d o c t r i n a q u e b r o t e de fuente divina, sino p u r a in-
g e n e r a c i ó n , g u s t o s í s i m o r e c i b i r í a de ti t a l e n s e ñ a n z a . P e r o u n a
vención de la m e n t e h u m a n a .
cosa es a p r e n d e r y o t r a c r e e r h a b e r a p r e n d i d o . Si p i e n s a s , p u e s ,
h a b e r a p r e n d i d o lo q u e t o d a v í a i g n o r a s , tu ciencia n o es com-
CAPITU LO VI p l e t a : n o hiciste m á s q u e d a r a s e n t i m i e n t o a lo q u e oíste con
g u s t o , e n g a ñ á n d o l e la falsedad p o r su p r e s e n t a c i ó n s e d u c t o r a .
10. E s con é l , y n o c o n t i g o , con q u i e n t e n g o q u e d i s c u t i r N o p r e t e n d o i n d i c a r con esto q u e esté y o m á s cierto de la
p a r a h a c e r l e ver q u e t r a b a j a y se esfuerza i n ú t i l m e n t e que- f a l s e d a d de l a c r e a c i ó n de n u e v a s a l m a s m e d i a n t e el s o p l o di-
r i e n d o p r o b a r q u e el a l m a , siendo c o r p o r a l , según lo q u e él v i n o q u e de su t r a n s m i s i ó n p o r vía de g e n e r a c i ó n . M i p a r e c e r
ha e n s e ñ a d o , es a j e n a a las p a s i o n e s del c u e r p o . P a r a e l l o es q u e t o d a v í a d e b e n a l e g a r u n o s y otros p r u e b a s convincen-
d i s p u t a s o b r e la infancia del a l m a , s o b r e los sentidos p a r a l i - tes de l a v e r a c i d a d de su sistema. Me refiero a h o r a única-
z a d o s , s o b r e la a m p u t a c i ó n de m i e m b r o s del c u e r p o sin q u e m e n t e a este j o v e n m a e s t r o , p o r q u e , al t r a t a r c u e s t i ó n t a n dis-
el a l m a r e c i b a lesión a l g u n a . Le c o r r e s p o n d e a él esforzarse c u t i b l e , n o sólo n o l a resolvió, sino q u e emitió i d e a s c u y a
p a r a justificar sus afirmaciones, p u e s n o d e b o c a u s a r fatiga f a l s e d a d n o ofrece d u d a de n i n g ú n g é n e r o .
a u n a n c i a n o e n c o m e n d á n d o l e la refutación de los escritos d e
u n joven.
H a b l a n d o de la s e m e j a n z a de l a s c o s t u m b r e s q u e se encuen- CAPITULO Vil
t r a e n t r e los p a d r e s y los h i j o s , sostiene que n o p r o v i e n e de 11. ¿ D u d a r í a s tú de r e p r o b a r este l e n g u a j e s u y o referente
la g e n e r a c i ó n del a l m a . Es c i e r t a m e n t e lógico q u e p i e n s e n de a l a l m a : « N o q u i e r e s q u e el a l m a r e c i b a l a s a l u d d e u n a c a r n e
este m o d o los q u e n i e g a n la t r a n s m i s i ó n del a l m a p o r vía d e p e c a d o r a , p o r la c u a l recibe a su vez l a santificación, de t a l
g e n e r a c i ó n . E n c u a n t o a los q u e la defienden, h a y q u e a d v e r t i r
q u e n o h a c e n de d i c h a s e m e j a n z a su p r i n c i p a l a r g u m e n t o , ya rumque suis moribus alios mores dissimiles habet, non utique anima
q u e a d m i t e n q u e f r e c u e n t e m e n t e se ve q u e h a y h i j o s c u y a s cos- altera accepta, sed vita in melius vel in deterius commutata. Ita dicunt,
t u m b r e s son diferentes de l a s de sus p a d r e s . A t r i b u y e n esta non esse impossibile ut anima non habeat eos mores, quos habet ille a
diferencia a q u e u n m i s m o h o m b r e p u e d e t e n e r en d i v e r s a s quo propagata est; quandoquidem ipsa una nunc alios, alias alios ha-
bere mores potest.
Deus; hoc omnino quod Pater, nisi quod Filius est ipse, non pater? Si Quare si hoc te credis ab isto didicisse, quod anima non sit ex tra-
autem manet quidem ipse integer Deus, nec tamen de nullo, vel de alio, duce: utinam id veré didicisses; me tibi docendum libentissime trade-
sed de se ipso diversum aliquid in deterius creat, et de incorpóreo Deo rem. Sed aliud est discere, aliud videri sibi didicisse. Si ergo te didi-
corpus emanat; absit ut hoc catholicus animus bibat: non enim est cisse arbitraris quod adhuc nescis; non plañe didicisti, sed temeré cre-
fluentum fontis divini, sed figmentum cordis humani. didisti quod libenter audisti, et subrepsit tibí falsiloquium per suavi-
loquium.
Quod non ideo dico, quia falsum esse iam certus sim, animas potius
CAPUT VI insufflari novas, quam de origine parentum trahi; hoc enim adhuc ab
«is qui docere id possunt, existimo requirendum: sed quia iste de hac
10. Iamvero quam inepte laboret, animam, quam putat esse corpo-
re ita disseruit, ut non solum eam, quae adhuc discutienda est, non sol-
ream, vindicare a passionibus corporis, disputans de animae infantia, de
veret quaestionem; verum etiam talia diceret, quae falsitatis non habeant
paralyticis et oppressis animae sensibus, de amputatis membris corporis
dubitationem. Cum enim vellet probare dubia, ausus est dicere sine dubio
absque animae sectione, non tecum, sed cum illo potius agere debeo: illi
reprobanda.
quippe insudandum est, ut rationem reddat dictorum suorum; ne de
opere iuvenis velle fatigare videamur gravitatem senis.
Quod autem similitudines morum qui reperiuntur in filiis, non ex CAPUT Vil
animae semine venire disputat: consequens est quidem, ut hoc sentiant 11. An vero tu reprobare dubitabis, quod cum de anima loqueretur:
quicumque animae propaginem destruunt; sed nec illi qui hanc astruunt, «Non vis, inquit, animam ex carne peccati contrahere valetudinem, ad
ibi constituunt pondus assertionis suae. Vident enim et filios parentum quam vicissim sanctificationem videas transiré per camem, ut per ip-
dissimiles moribus: quod ideo fieri putant, quia et ipse unus homo ple-
II, 8. 12 DEL ALMA Y SU ORIGEN 665
664 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 7, I I
vivido felizmente en a l g u n a p a r t e con p r i o r i d a d a la u n i ó n
m a n e r a q u e r e c o b r a su p r i m i t i v o e s t a d o p o r el m i s m o m e d i o c o n el c u e r p o , y q u e esta felicidad les es d e v u e l t a p o r el b a u -
q u e h a b í a o c a s i o n a d o su r u i n a ? ¿ A c a s o p o r q u e l a s a b l u c i o n e s t i s m o . Y en s e g u i d a , o l v i d a n d o lo q u e a c a b a de decir, a ñ a d e
b a u t i s m a l e s l a v a n t a n s ó l o e x t e r n a m e n t e el c u e r p o n o p a s a al q u e « c o m i e n z a a r e f a c e r p o r la c a r n e c o m o p o r la c a r n e me-
a l m a o al e s p í r i t u la g r a c i a q u e el b a u t i s m o confiere? E s na- reció ser m a n c i l l a d a » . A n t e r i o r m e n t e d a b a a e n t e n d e r q u e el
t u r a l , p o r c o n s i g u i e n t e , q u e el a l m a r e c u p e r e m e d i a n t e la c a r n e a l m a h a b í a p e r d i d o su m é r i t o b u e n o p o r la c a r n e ; a h o r a su-
su p r i m e r e s t a d o , ya q u e p o r la c a r n e lo p e r d i ó p o r a l g ú n p o n e en e l l a l a existencia de a l g ú n d e m é r i t o y que en castigo de
t i e m p o , y así c o m i e n c e a r e n a c e r p o r lo m i s m o q u e h a b í a m e - s u falta h a b í a sido c o n d e n a d a a h a b i t a r en el c u e r p o « p o r el
r e c i d o ser m a n c i l l a d a . » c u a l h a b í a m e r e c i d o ser m a n c i l l a d a » . M e r e c e r ser m a n c i l l a d a
C o m p r e n d e r á s p o r el e n u n c i a d o de estas e x p r e s i o n e s el n o es, c i e r t a m e n t e , u n m é r i t o b u e n o . I'ongu de manifiesto q u é
e r r o r g r a v í s i m o en q u e i n c u r r i ó tu j o v e n m a e s t r o . Se a t r e v i ó c l a s e de p e c a d o c o m e t i ó el a l m a antes de ser inficionada p o r
a e n s e ñ a r q u e «el a l m a se r e i n t e g r a p o r la c a r n e al e s t a d o la c a r n e , p a r a q u e , a causa de esc p e c a d o , m e r e c i e r a ser m a n -
p r i m i t i v o , q u e p o r ella h a b í a p e r d i d o » . S u p o n e , p o r t a n t o , q u e c i l l a d a p o r e l l a . D í g a l o , si le es p o s i b l e . T e n g o la s e g u r i d a d
el a l m a t e n í a a n t e s de su u n i ó n con el c u e r p o u n e s t a d o p e r - d e q u e n o p u e d e , p u e s lo q u e afirma es c o n t r a r i o a la v e r d a d .
fecto y u n m é r i t o b u e n o , estado y m é r i t o q u e r e c u p e r a me-
* d i a n t e l a c a r n e , c u a n d o ésta es r e g e n e r a d a p o r l a s a g u a s b a u -
CAPITULO VIII
t i s m a l e s . S i g ú e s e q u e el a l m a , antes de su u n i ó n con el c u e r p o ,
h a b í a vivido en a l g u n a p a r t e en u n e s t a d o de perfección y d e 12. I g u a l m e n t e a ñ a d e u n p o c o d e s p u é s : « A u n q u e el a l m a
m é r i t o , q u e l u e g o p e r d i ó al u n i r s e con la c a r n e . L o dice él q u e n o h a b í a p o d i d o p e c a r a n t e s de su u n i ó n con el c u e r p o ,
e x p r e s a m e n t e : «Es n a t u r a l q u e el a l m a r e c u p e r e su p r i m e r m e r e c i ó l l e g a r a ser p e c a d o r a , sin e m b a r g o , n o p e r m a n e c i ó en
e s t a d o m e d i a n t e la c a r n e , ya q u e p o r la c a r n e lo p e r d i ó p o r el p e c a d o , p o r q u e , p r e f i g u r a d a en J e s u c r i s t o , n o d e b i ó conti-
a l g ú n tiempo.» T u v o , p u e s , el a l m a u n m o d o de existir a n t e - n u a r en ese e s t a d o , del m i s m o m o d o q u e p o r sí m i s m a n o p u d o
r i o r a su u n i ó n con el c u e r p o . ¿ Y c ó m o sería a q u e l m o d o s i n o c o m e t e r l o . » T e r u e g o , h e r m a n o , q u e m e d i g a s si p e n s a s t e en
l a u d a b l e y feliz? A s e g u r a éi q u e el a l m a lo h a r e c o b r a d o p o r e s t a s p a l a b r a s o si d e s p u é s l a s leíste y las m e d i t a s t e d e t e n i d a -
el b a u t i s m o ; sin e m b a r g o , n o a d m i t e q u e esa a l m a p r o v e n g a m e n t e y q u é fué lo q u e t a n t o a l a b a s t e en la l e c t u r a y p o r q u é
p o r g e n e r a c i ó n de la q u e existió en el p a r a í s o y g o z a b a de le diste d e s p u é s t a n v i v a m e n t e l a s g r a c i a s . ¿ Q u é significan estas
felicidad. ¿ P o r q u é se atreve e n t o n c e s a decir en otro l u g a r p a l a b r a s : «El a l m a q u e n o p o d í a ser p e c a d o r a , m e r e c i ó l l e g a r
q u e «él s i e m p r e h a a f i r m a d o q u e el a l m a n o existe p o r vía de a s e r l o » ? ¿ C ó m o se e n t i e n d e « m e r e c e r serlo» y «no p o d e r
t r a n s m i s i ó n o r i g i n a l , q u e n o h a sido s a c a d a de la n a d a , q u e
n o t i e n e p o r sí m i s m a l a e x i s t e n c i a y q u e n o existió a n t e s del loco vult animas ante corpus alicubi vivero tam beate, ut eadem illis
c u e r p o ? A h o r a , p o r el c o n t r a r i o , sostiene q u e l a s a l m a s h a n per Baptismum beatitudo reddatur. Et tanquam sui rursus oblitus adiun-
git et dicit: «Ut per eam, id est, per carnem, incipiat renasci, per quam
sam reparet statum, per quam perdiderat meritum? Aut numquid quia meruerat inquinan». Superius meritum significaverat bonum perditum
Baptismo corpus abluitur, non transit ad animam vel spiritum, quod fuisse per carnem: nunc autem significat malum meritum, quo factum
creditur conferri per Baptismum? Mérito ergo per carnem, priscam re- est ut veniret vel mitteretur in carnem, dicendo, «per quam meruerat
parat habitudinem, quam visa fuerat paulisper amisisse per carnem, ut inquinan». Si enim meretur inquinan, non est utique meritum bonum.
per eam incipiat renasci, per quam meruerat inquinan?» l. Dicat. quid peccavit antequam per carnem inquinaretur, ut per carnem
Vide in his verbis, quantum iste tuus erraverit doctor. Dixit, «ani- inquinari mereretur. Dicat, si potest, quod nullo modo potest; quia in-
mam per carnem reparare statum, per quam perdiderat meritum». Ha- venire hic quid verum dicat, omnino non potest.
buit ergo anima aliquem statum et aliquod meritum bonum ante car-
nem, quod vult eam reparare per carnem, quando caro lavacro regene- CAPUT VIII
rationis abluitur. Vixerat ¡taque alicubi ante carnem in statu et mérito
bono; quem statum et quod meritum perdidit, cum venisset in carnem. 12. ítem aliquanto post ait: «Anima itaque si peccatrix esse meruit,
Dixit, «eam per carnem reparare habitudinem priscam, quam visa fue- quae peccatrix esse non potuit, tamen ñeque in peccato remansit, quia
rat paulisper amisisse per carnem». Habuit ergo ante carnem habitu- in Christo praefigurata, in peccato esse non debuit, sicut esse non po-
dinem antiquam; hoc est enim «priscam»: et ista qualis esse potuit, nisi tuit» '. Rogo te, frater, putasne ista saltem postea legisti et conside-
beata atque laudabilis habitudo? Quam reparari per sacramentum Bap- rasti, et quid in recitante laudaveris, vel unde post recitationem gratias
tismatis asseverat; cum eam nolit ex illa originem trahere per propagi- egeris cogitasti? Quid est, obsecro te: «Anima itaque si peccatrix esse
nem, quam constat in paradiso aliquando fuisse felicem. Quomodo igi- meruit, quae peccatrix esse non potuit?» Quid est «meruit», et non
tur alio loco «animam, se dicit, constanter asserere, non ex traduce, «potuit»; cum mereri hoc non potuisset, nisi peccatrix fuisset; non au-
ñeque ex nihilo, ñeque per semetipsam, ñeque ante corpus?» Ecce isto- 1
Supla, 1.1 n.S, et iatra, 1.3 n.U.
1
larra, 1.3 a.9.
II, 9, 13 DEL ALMA Y SU ORIGEN 667
666 DEL ALMA Y SU ORIGEN ir, 9,13
en la presciencia divina, diciendo que «Dios les había prepa-
serlo», ya que no pudo merecer esto si no era pecadora, y no rado la redención». En virtud de esta redención, los niños son
lo sería si no hubiera podido serlo, de suerte que el pecado bautizados para que les sea borrado el pecado original, que
cometido antes de todo demérito fuera causa de que Dios la contrajeron por la unión con el cuerpo, como si Dios se vieía
abandonara y cayera en otros pecados? ¿ 0 es que dijo que precisado a corregir sus acciones y purificar a las almas que,
«el alma no pudo ser pecadora», porque no hubiera llegado a siendo inocentes, había hecho que se mancilla i un.
serlo si no se hubiera unido al cuerpo? Mas entonces, ¿cómo Recayó después la discusión sobre los que no obtienen tales
mereció el alma ser castigada a habitar en un cuerpo con cuyo auxilios y mueren sin recibir el bautismo. «Sobre este punto
contacto se haría pecadora, y, sobre todo, que no hubiera sido —dice—no me presento como autor, sino que me limito a de-
mancillada si no hubiera sufrido esa unión? ¿Qué es, pues, lo ducir las consecuencias de un ejemplo. Me refiero a aquello?
que mereció? Si realmente mereció ser pecadora, es indicio niños que, predestinados al bautismo, mueren prematuramente
de que ya había pecado de algún modo y que esto fué lo que antes de ser regenetados en Jesuciisto. A propósito de tales
le ocasionó la nueva caída. niños leemos lo siguiente: Fué arrebata/lo por que la malicia
Quizá parezcan obscuras todas estas proposiciones o como no pervirtiese su inteligencia y el engaño no extraviase su
tales sean juzgadas, siendo así que son clarísimas. En efecto, si alma. Su alma era grata al Señor; por esto se dio prisa a sa-
el alma, antes de unirse al cuerpo, no pudo adquirir ni mérito carlo de en medio de la maldad. Llegado en poco tiempo a la
ni demérito alguno, nuestro adversario no debió afirmar que perfección, vivió una larga vida. ¿Quién se alievoiá a despre-
«el alma había merecido ser mancillada por la carne». ciar a tal doctor? Puede suceder que algunos niños vayan a
ser bautizados y, a pesar de la prisa para administrarles el
CAPITULO IX bautismo, mueran antes de recibirlo. Si su vida se hubiera pro-
longado un poco más y hubieran muerto inmediatamente des-
13. Comencemos ya a tratar materias más comprensibles pués de ser bautizados, ¿sería porque la malicia había de cam-
y fáciles. Grandes angustias atormentaban al joven maestro, biar su inteligencia y la mentira engañaría su alma, y, para
que no se explicaba cómo era posible que las almas quedaran que no les ocurriera esto, se acudió en su ayuda y fueron sa-
ligadas con el reato y el vínculo del pecado original si no cados de esta vida antes de ser regenerados con las aguas bau-
proceden de la primera que pecó, ya que, al infundirlas en tismales? Luego es porque se corromperían con el bautismo
el cuerpo pecador el soplo del Creador, salen de él puras de y el dolo los seduciría si morían después de sei bautizados.
todo contagio y limpias de todo pecado. Para que no se le res- ¡Oh doctrina, que ha sido admirada y admitida!
pondiera que en este caso es Dios mismo quien las hace culpa- Mas él previo de la prudencia de todos los que asististeis
bles, al infundirlas, intentó apoyar primeramente su opinión
vuli baptizantur, ut abluatur origínale peccatiim, quod de carne traxe-
tem fuisset, nisi esse potuisset; ut ante omne malum meritum peccans, runt; quaM facta sua Deus emendet, quod eas insontes fecerat inquinan.
inde sibi meritum faceret, unde ad alia peccata, deserente Domino, pei- Sed pooteaquam ventum est ut de illis loqueretur, quibus tali non
veniret? An ideo dixit, «quae peccatrix esse non potuit», quia nisi in subvenitur auxilio, et antequam baptizentur exspirant: «In hoc, inquit,
carnem veniret, peccatrix esse non posset? Quid ergo meruit, ut eo loco non me quasi auctorem spondeo, sed aliquid de exemplo coniicio.
mitteretur, ubi peccatrix esse posset, quo nisi venisset, alibi peccatrix Habendam dicimus de infantibus istiusmodi rationem, qui praedestinati
esse non posset? Dicat, quid meiuit? Si enim meruit esse peccatrix; Baptismo, vitae praesentis, antequam renascantur in Chri^to, praeve-
aliquid iam peccaverat, unde mereretur iterum esse peccatrix. niuntur occiduo. Legimus enim, inquit, de talibus scriptum: Raptas est
Sed haec fortassis obscura esse videantur, aut obscura esse iactentur, ne malina mutaret illius intellectum, aut ne fictio deciperet animam
cum sint apertissima. Ñeque enim dicere debuit, «quod anima meruerit eius. Propter hoc properavit de medio iniquitatis illum educere: placita
peccatrix esse per carnem», cuius nec bonum nec malum meritum re- enim Deo erat anima eius; et, Consummatus in brevi, replevit témpora
perire poterit ante carnem. tonga» '. Quis istum dedignetur habere doctorem? Ergone parvuli, quos
plerumque volunt homines baptizan, et dum curritur, ante moriuntur,
si retardarentur in ista paululum vita, ut bapti/ati continuo morerentur,
CAPUT IX malitia mutaret intellectum illorum, et fictio deciperet animam eorum,
et ne hoc eis contingeret, subventum illis est, ut ante raperentuí quam
13. Sed ad manifestiora veniamus. Cum enim magnis coarctaretur baptizarentiu? In ipso eigo Baptismate mutarentur in peius, et fictione
angustiis, quomodo animae originalis peccati vinculo teneantur obstríc- deciperentur, si post Baptisma raperentur. O admiranda atque sectanda
tae, «i non ex illa trahunt originem quae prima peccavit, sed eas puras doctrina!
ab omni contagione et propagatione peccati, peccatrici carni Creator
Sed hoc de vestía prudentia, qui adfuistis, cum recitaret, iste prae-
insufflat; ne dicatur illi, quod sic insuffiando eas Deus efficit reas;
primo de prae«cientia Dei hanc opinionem muñiré tentavit. «quod eis 1
Sap -1,11 14 13
praepaiaverit redemptionem». In cuius redemptionis Sacramento par-
668 DEL ALMA Y SU ORIGEN II, 10, 14 I I , 10, 14 DI.L ALMA Y SU ORIGEN 669'
C APUT II
LÍBER III
2. Prius me in libris tuis titulus tui nominis pro te sollicitum red-
AD VINCENTIUM VICTOREM
didit. Cum enim quis esset Vincentius Victor, ab eis qui te noverant,.
et forte aderant, requisissem; audivi te fuisse Donatistam, vel potius
CAPUT I Rogatistam, nuper autem communicasse Catholicae. Et cum gauderem
tantum, quantum de his solemus, quos ab illo errore liberatos esse co-
1. Quod mihi ad te scribendum putavi, hoc prius cogites, fili dilec- gnoscimus; imo vero etiam multo amplius, quod ingenium tuum, quod
tissime Victor, voló, si te contemnerem, nequáquam id me fuisse factu- delectabar in litteris tuis, videbam non remansisse apud adversarios
rum. Nec ideo tamen humilitate nostra sic abutaris, ut propterea te veritatis: additum est a referentibus, quo me Ínter illa gaudia contris-
existimes approbatum, quia cernís non fuisse contemptum. Non enim taret, ideo te cognominari voluisse Vincentium, quod Rogati successo-
sequendum, sed corrigendum te diligo: et quoniam nec corrigi posse rem, qui hoc nomine appellatus est, adhuc tanquam magnum et sanc-
despero, nolo mireris me contemnere non posse quem diligo. Si enim tum virum animo teneas; et ob hoc illius nomen, tuum volueris esse
te antequam nobis communicares, diligere debui, ut esses catholicus; cognomen. Nec defuerunt qui dicerent, etiam hoc a te fuisse iactatum,
quanto magis te iam communicantem diligere debeo, ne sis novus hae- quod ipse tibi nescio qua visione apparuerit, atque ad hos conficiendos
reticus, et ut sis talis catholicus, cui resistere nullus possit haereticus? libros, de quibus tecum agere isto nostro opúsculo institui, sic adiu-
Quantum enim apparet ex donis ingenii, quae iam tibi largitus est verit, ut ea tibi scribenda, quantum ad res ipsas rationesque attinet,
Deus, profecto sapiens eris, si te non esse credideris; atque ut sis, ab ipse dictaret.
illo qui facit sapientes, pie, suppliciter, instanterque poposceris; et Quod si verum est, iam te illa dicere potuisse non mirar, quae, si
malueris errore non decipi, quam errantium laudibus honorari. patienter auscultes admonitioni meae, et eos libros catholica mente
consideres atque pertractes, te dixisse procul dubio poenitebit. lile
quippe qui se, sicut eum prodit Apostolus, transfigurat in angelum lu-
cís *, in eum tibi est transfiguratus, quem tu fuisse vel esse tanquam
1
2 Cor. 11,14.
686 DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 2, Z JI1, 3, 3 DEL ALMA Y SU ORIGEN 687
tú creíste á n g e l de luz. Es m á s fácil e n g a ñ a r a los c a t ó l i c o s i n d i c a n d o q u e h a b í a v e n c i d o al e r r o r al r e v e l a r t e a ti lo q u e
p r e s e n t á n d o s e b a j o la f o r m a de á n g e l de luz q u e con la f o r m a h a b í a s de e s c r i b i r .
de h e r e j e ; p e r o n o q u i s i e r a q u e te e n g a ñ a r a ya, siendo cató- ¡ O h h i j o ! , ¿ c ó m o te h a s c o n d u c i d o a s í ? P r o c u r a ser ver-
l i c o . Q u e él sufra p o r q u e h a s c r e í d o en la v e r d a d , y sufra e n d a d e r o católico y n o fingido, p a r a q u e n o h u y a d e ti el E s p í
la m i s m a p r o p o r c i ó n en que se h u b i e r a a l e g r a d o si h u b i e r a r i t u S a n t o . N a d a p o d r á a y u d a r t e Vicente, en c u y a f o r m a se
l o g r a d o p e r s u a d i r t e d e la f a l s e d a d . Y p a r a q u e n o a m e s a u n t r a n s f i g u r ó el e s p í r i t u m a l i g n o p a r a e n g a ñ a r t e y s e d u c i r t e . Su-
h o m b r e m u e r t o , cuyo r e c u e r d o y afecto p u e d e n serte p e r j u d i - y a s son, de h e c h o , las d o c t r i n a s q u e con f r a u d e te p e r s u a d i ó a
ciales y a él n o l e son beneficiosos, te a c o n s e j o q u e reflexiones q u e l a s a c e p t a r a s . Si, c e d i e n d o a l a s a d v e r t e n c i a s q u e se te
a t e n t a m e n t e en q u e n o es s a n t o y j u s t o ; y si tú cree^ en su h a c e n , c o r r i g e s con h u m i l d a d y total e n t r e g a a la p a z c a t ó l i c a
s a n t i d a d y en su justicia, e n t o n c e s t ú m i s m o te h a s a c a r r e a d o •esas o p i n i o n e s , tus e r r o r e s s e r á n j u z g a d o s c o m o faltas o c a í d a s
la m u e r t e al e n t r a r en la c o m u n i ó n de los c a t ó l i c o s . T u p r o f e - d e u n j o v e n a m a n l í s i m o del e s t u d i o , q u e a n h e l a b a e n m e n d a r s e
sión de c a t ó l i c o es fingida si sigues siendo i n t e r i o r m e n t e lo q u e m á s q u e p e r m a n e c e r en t a l e s e r r o r e s . P e r o s i — l o q u e D i o s n o
e r a a q u e l a q u i e n a m a s y v e n e r a s . Conoces b i e n la d u r e z a d e p e r m i t a — t e a m a e s t r ó en la defensa o b s t i n a d a de los m i s m o s ,
estas p a l a b r a s : El Espíritu Santo de la disciplina huye del en- e n t o n c e s será p r e c i s o q u e , en v i r t u d de la v i g i l a n c i a y s o l i c i t u d
p a s t o r a l y m e d i c i n a l , sean c o n d e n a d o s s e m e j a n t e s a s e r c i o n e s
gaño. P e r o si tu a d h e s i ó n al c a t o l i c i s m o n o es u n a ficción, ¿poi-
y su a u t o r , a n t e s de q u e p a s e el c o n t a g i o al p u e b l o i n c a u t o , lo
q u é a m a s a u n h e r e j e m u e r t o h a s t a el p u n t o de g l o r i a r t e d e
q u e s u c e d e r á i n e v i t a b l e m e n t e si n o se p o n e en p r á c t i c a el salu-
l l e v a r su n o m b r e , c u a n d o ya h a s a b a n d o n a d o sus e r r o r e s ?
d a b l e r i g o r de la d i s c i p l i n a p o r u n a c o m p l a c e n c i a q u e d e ver-
N o m e a g r a d a q u e lleves ese s o b r e n o m b r e , c o m o si f u e r a s d a d e r o a m o r t i e n e s ó l o el n o m b r e .
u n a especie de m o n u m e n t o en m e m o r i a del h e r e j e m u e r t o . N o
m e a g r a d a que tu l i b r o tenga ese t í t u l o , q u e r e c h a z a r í a m o s
c o m o falso si lo l e y é r a m o s escrito s o b r e su s e p u l c r o . S a b e m o s CAPITULO III
que Vicente n o fué v e n c e d o r , sino v e n c i d o . Y ¡ o j a l á h u b i e r a
sido v e n c i d o t a n f r u c t u o s a m e n t e c o m o t ú lo h a s sido p o r l a 3 . Si te i n t e r e s a s a b e r c u á l e s son esos e r r o r e s , p u e d e s leer-
v e r d a d ! H a s o b r a d o con a s t u c i a y s a g a c i d a d a l t i t u l a r con el l o s a n o t a d o s en los l i b r o s q u e d i r i g í a n u e s t r o s h e r m a n o s el
n o m b r e de V i c e n t e V í c t o r los l i b r o s q u e crees h a b e r e s c r i t o m o n j e R e n a t o y el p r e s b í t e r o P e d r o , p a r a el c u a l c o m p u s i s t e
d i c t á n d o t e l o s él d u r a n t e su a p a r i c i ó n , p u e s n o t a n t o d e s e a b a s t ú la o b r a de que t r a t a m o s a h o r a , « o b e d e c i e n d o a su p e t i c i ó n » ,
l l a m a r t e tú V i c e n t e c o m o d a r l e a él el s o b r e n o m b r e de V í c t o r . s e g ú n dices. Si lo deseas, e l l o s i n d u d a b l e m e n t e te l o s d a r á n
y a u n te los ofrecerán sin p e d í r s e l o s . Sin e m b a r g o , n o p u e -
lucis angelum credis. Et eo quidem modo minus ad decipiendos Catho- non tam Vincentium te quam illum vocari voluisse Victorem, velut tibi
licos valet, quando se non in lucis angelos, sed in haereticos transfigu- revelando quae scriberes, vicisset errorem.
rat: sed te ab eo fallí iam catholicum nollem. Crucietur ergo te didicisse Utquid tibi ista, fili? Esto potius verus, non fictus catholicus, ne te
quae vera sunt, quanto magis laetatus fuerat se tibi persuasisse quae fugiat Spiritus sanctus, et nihil tibi possit prodesse Vincentius, in quem
falsa sunt. Ut autem non diligas hominem mortuum, cuius dilectio tibi se ad te fallendum transfiguravit malignissimus spiritus: eius quippe
obesse potest, prodesse illi non potest; hoc breviter intuearis admoneo; sunt illa, qualibet tibi fraude persuasa. Quae si admonitus pía humili-
quod utique ille non est sanctus et iustus, si tu haereticorum Donatista- tate et catholica pace correxeris. errores fuisse iudicabuntur studiosis-
rum vel Rogatistarum laqueos evasisti: si autem illum sanctum et ius- simi iuvenis, emendari potius quam in eis remanere cupientis. Si autem
tum arbitraris, tu communicando Catholicis interisti. Profecto enim te pro eis tibi etiam contentionem, quod absit, persuaserit pervicacem; iam
catholicum fingís, si animo illud es, quod erat ille quem diligis. Et tanquam haeretica dogmata cum suo necesse erit auctore damnari, cura
nosti quam terribiliter scriptum sit, quod Spiritus sanctus disciplinae scilicet pastorali et medicinali, priusquam per incautum vulgus serpant
jugiet fictum 2. Si autem veraciter communicans, non te catholicum fin- dirá contagia, cum dilectíonis non veritate, sed nomine, salubris negli-
gis; quid adhuc haereticum mortuum sic diligis, ut eius velis te iactare .gitur disciplina.
adhuc nomine, cuius iam non teneris errore?
Nolumus te habere tale cognomentum, tanquam sis haeretici mortui
monumentum. Nolumus talem titulum habere librum tuum, qualem fal- CAPUT lll
sum esse diceremus, si in eius sepulcro legeremus. Non enim Vincen-
tium victorem scimus esse, sed victum: et utinam fructuose, sicut te 3. Si quaeris quaenam illa sint, poteris quidem legere mea scripta
vinci volumus veritate. Astute autem putaris et callide, cum libros tuos ad fratres nostros, Renatum Dei servum, et presbyterum Petrum, ad
quos credi cupis illo tibi revelante dictatos, appellas Vincentii Victori«v quem tu eadem ipsa, de quibus nunc agimus, scribenda existimasti,
«eius, ut asseris, voluntati petentis obtemperans». Dabunt enim tibi ut
2 legas procul dubio, si volueris, et ingerent etiam non petenti. Verumta-
Sap. 1,5.
688 DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 3, 3
III, 4, 4 DEL ALMA Y SU ORIGEN 689-
d o silenciar a q u í lo q u e d e b o c o r r e g i r en t u s l i b r o s y en t u s
creencias. CAPÍ TV LO IV
Y lo p r i m e r o es q u e a d m i t e s v e n s e ñ a s q u e «Dios h a
c r e a d o el a l m a s a c á n d o l a n o de la n a d a , sino de sí m i s m o » . N o 4. C o n t i n ú a s a r g u y e n d o : « C u a n d o i n f l a m o s un o d r e , n o
p i e n s a s que la consecuencia lógica es q u e el a l m a sería de l a h a c e m o s p e n e t r a r en él u n a p a r t e de n u e s t r a n a t u r a l e z a o d e
n a t u r a l e z a de D i o s , lo q u e tú m i s m o c o n s i d e r a s c o m o s u m a - n u e s t r a s u b s t a n c i a ; p u e s el a i r e , con q u e se l l e n a y e n s a n c h a
m e n t e i m p í o y a b s u r d o . P a r a verte l i b r e de t a n t a i m p i e d a d es el o d r e , .sale de n o s o t r o s sin q u e s u f r a m o s d i s m i n u c i ó n algu-
n e c e s a r i o q u e confieses q u e D i o s crea el a l m a , p e r o n o de sí n a . » T o d a v í a a ñ a d e s a l g o a estas p a l a b r a s y te detienes e
m i s m o ; p u e s lo que es de D i o s , es de su m i s m a n a t u r a l e z a , insistes en esa c o m p a r a c i ó n , q u e c o n s i d e r a s n e c e s a r i a p a r a
c o m o lo es su H i j o u n i g é n i t o . P a r a q u e el a l m a n o sea d e l a q u e e n t e n d a m o s c ó m o , sin d e t r i m e n t o a l g u n o de n u e s t r a natu-
m i s m a n a t u r a l e z a q u e D i o s , es p r e c i s o que h a y a s i d o c r e a d a r a l e z a , p u d o D i o s f o r m a r de sí m i s m o el a l m a y c ó m o esta
p o r él y no de él. D e m u e s t r a , p o r c o n s i g u i e n t e , de q u é la s a c ó a l m a es distinta de Dios, a u n q u e h a y a sido h e c h a de él. Dices,
o confiesa q u e la hizo de la n a d a . ¿ Q u é p r e t e n d e s decir c u a n - en e f e c t o : « ¿ A c a s o el a i r e q u e l l e n a el o d r e es u n a p o r c i ó n
d o a f i r m a s q u e «es u n a p a r t í c u l a del h á l i t o de la n a t u r a l e z a de n u e s t r a a l m a , o f o i n i a m o s h o m b r e s c u a n d o i n f l a m o s o d r e s ,
de D i o s ? » ¿ N i e g a s , quizá, q u e este h á l i t o de la n a t u r a l e z a d e o s u f r i m o s a l g ú n m e n o s c a b o de n u e s t r a s u b s t a n c i a c u a n d o a r r o -
Dios, del cual es el a l m a u n a p a r t í c u l a , sea de la m i s m a na- j a m o s el aliento en d i v e r s a d i r e c c i ó n ? N i n g ú n d e t r i m e n t o su-
t u r a l e z a que D i o s ? Si lo n i e g a s , la c o n s e c u e n c i a es q u e D i o s f r i m o s al e x h a l a r el a l i e n t o y n i n g ú n d a ñ o e x p e r i m e n t a m o s
creó de la n a d a el h á l i t o , del c u a l , según tu o p i n i ó n , el a l m a d e s p u é s de h a b e r inflado el o d r e , q u e d a n d o en n o s o t r o s el
es u n a p a r t í c u l a . Y si n o lo sacó de la n a d a , p r u é b a n o s de a l i e n t o con t o d a su c u a l i d a d y en t o d a su i n t e g r i d a d . »
q u é lo hizo. Si lo sacó de sí m i s m o , sigúese q u e él fué l a F í j a t e c u á n t o te e n g a ñ a s con esta c o m p a r a c i ó n , q u e te p a -
m a t e r i a de su p r o p i a o b r a , lo cual i m p l i c a u n g r a n a b s u r - rece tan elegante y tan a p r o p i a d a . T ú sostienes q u e D i o s , esen-
d o . P e r o d i c e s : «Al s a c a r de sí m i s m o este h á l i t o o s o p l o , c i a l m e n t e i n c o r p ó r e o , i n s p i r a u n a l m a c o r p ó r e a , q u e n o la
D i o s p e r m a n e c e í n t e g r o » , c o m o si el fuego de u n a l á m p a r a n o s a c a de la n a d a , sino de sí m i s m o , y reconoces o a d m i t e s q u e
q u e d a r a í n t e g r o c u a n d o de él se e n c i e n d e o t r a , y, sin e m b a r g o , el a l i e n t o que n o s o t r o s e x h a l a m o s , n o o b s t a n t e ser c o r p o r a l ,
el s e g u n d o es de la m i s m a , n o de d i s t i n t a n a t u r a l e z a q u e el es m á s sutil q u e n u e s t r o c u e r p o y q u e n o lo s a c a m o s de nues-
primero. t r a a l m a , sino q u e lo r e c i b i m o s del a i r e e x t e r i o r p o r m e d i o de
los p u l m o n e s . P e r o es el a l m a la q u e m u e v e los p u l m o n e s -
men etiam hic, quae máxime in eisdem libris tuis, et in fide tua emen- l o s d e m á s m i e m b r o s del c u e r p o y se sirve de a q u é l l o s c o m a
dan cupiam, non tacebo. d e fuelles p a r a a s p i r a r v e s p i r a r el a i r e a m b i e n t e . D i o s , en.
Primum est, quod «Animam non ita vis a Deo esse factam, ut eam
ex nihilo fecerit, sed ex semetipso»'. Ubi non putas esse consequens
ut naturae sit Dei: quia profecto quam sit impium, et ipse cognoscis. CAPUT IV
Qua impietate ut careas, ita oportet ut dicas animae auctorem Deum,
ut ab illo facta sit, non de illo. Quod enim de illo est, sicut unigenitus 4. «Sed, inquis, cum a nobis uter inflatur, non aliqua portio nos-
Filius, eiusdem naturae cuius et ille est. Ut autem anima eiusdem trae naturae, vel qualitatis infunditur; cum hic ipse spiritus, quo hausto-
naturae non sit cuius est ille, facta est quidem ab illo, sed non uter impletus extenditur, sine aliqua nostri diminutione egeratur». His
de illo. Aut ergo dic unde, aut fatere de nihilo. Quid est quod dicis, verbis tuis adhuc addis et immoraris, et inculcas similitudinem quasi
«eam particulam esse quamdam halitus naturae Dei?» Numquidnam ip- necessariam, qua intelligamus quomodo Deus sine suae naturae aliquo
sum halitum naturae Dei, cuius halitus est ista partícula, negas eiusdem' detrimento, et de se ipso animam faciat, et facta de ipso, non sit quod
cuius Deus est esse naturae? Si negas, ergo de nihilo et istum halitum ipse. Dicis enim: «Numquid animae nostrae est portio utris inflatio,
fecit Deus, cuius halitus animam vis esse particulam, Aut si non de aut homines fingimus cum utres inflamus, aut detrimentum nostri in
nihilo, dic unde illum fecerit Deus. Si de se ipso, ergo ipse est, quod aliquo patimur, cum flatus nostros in diversa partimur? Sed nullum
absit, materies operis sui. Sed dicis: «Cuín de se ipso halitum vel flatum patimur detrimentum, cum ex nobis ad aliquid transmittimus flatum;
facit, ipse integer manet»: quasi non et ignis lucernae integer maneat, et manente in nobis plena flatus proprii qualitate et integra quantita-
cum de illo altera accenditur, et tamen eiusdem, non alterius, sit na- te, nullum nos meminimus damnum ex utris inflatione sentiré».
turae. Ista similitudine, quae satis elegans et congruens tibi videtur, quan-
tum fallaris attende. Deum quippe dicis incorporeum, non de nihilo
1
Supra, 1.1 n.4, et 1.2 n.-j. a se factam, sed de se ipso animam sufflare corpoream: cum flatum nos,
licet corporeum, subtiliorem tamen emittamus, quam nostra sunt cor-
pora; nec eum de anima nostra, sed de hoc aere per viscera corporis
exhalemus. Pulmones quippe anima, cuius nutu moventur etiam caeteía
corporis membra, ad hunc aerium spiritum ducendum atque reddendum,
sicut folies mover. Praeter enim alimenta solida et fluxa, unde est cibus.
111, 4 , 6 DLL ALMA Y SU OKIGEt, 691
et potus, hoc tertium nobis Deus alimentum circumfudit aurarum, quas flatus ipse defenderé, et auditores tuos, quos veris rebus aedificare debes,
ita carpimus, ut sine cibo et potu diu esse possimus, sine hoc autem inani strepitu ventosi sermonis inflare.
alimento tertio, quod aura nobis, quae undique circumsistit, spirantibus In hac causa non te ad magistrum mitto, nisi ad te ipsum. Emitte
et respirantibus exhibet, nec exiguo temporis spatio possimus vivere. flatum in utrem, et os claude continuo, naresque detine, et sic saltem
Sicut autem cibus et potus non solum ingerendi, verum etiam per meatus senti verum esse quod dico. Cum enim coeperis angustias intolerabiles
ad hoc institutos egerendi sunt, ne utroque laedant, vel non intrando, perpeti, quid cupies ore aperto naribusque recipere, si quando sufflasti,
vel non exeundo: ita hoc tertium flabile alimentum quia in nobis ma- nihil te existimas amisisse? Vide in quo malo sis, nisi hauriendo resu-
nere non sinitur, nec immorando corrumpitur, sed egeritur mox ut in- mas quod effundendo reddideras. Vide, illa insufflatio qualia damna et
geritur; non alios, sed eosdem meatus, id est, os, aut nares, aut utrum- detrimenta fecisset, nisi ea respiratio reparasset. Nisi enim quod im-
que, et qua intraret, et qua exiret, accepit. penderis ad utrem implendum, ad te itidem alendum aditu patefacto
5. In te ipso tibi proba ipse quod dico: emitte spiritum fiando, et redierit, quid tibi, non solum unde illum inflare, sed unde tu possis
vide utrum dures, si non receperis: recipe respirando, et vide quas vivere, remanebit?
patiaris angustias, si non rursus emiseris. 6. Haec debuisti considerare, cum scriberes; et non ista similitudine
Hoc igitur facimus, quando utrem, sicut dicis, inflamus, quod facimus utrium inflatorum vel inflandorum introducere nobis Deum, aut ex alia
ut vivamus: nisi quod tune paulo plus ducimus, ut paulo plus emitta- natura quae iam erat, sicut nos ex isto circumfuso aere flatum facimus,
mus, ut spiritum flabilem, id est, ventum in utrem implendum et ex- animas fiare: aut certe, quod et abhorret ab ista similitudine, et abun-
tendendum non quiete spirandi et respirandi, sed anhelandi Ímpetu dat impietate, Deum sine ullo quidem sui detrimento, sed tamen de sua
coarctemus. Quomodo ergo dicis: «Nullum patimur detrimentum, cum natura mutabile aliquid vel proferre, vel, quod est peius, tanquam sui
ex nobis ad aliquid transmittimus flatum; et manen te in nobis plena operis materies ipse sit, faceré.
flatus proprii qualitate et integra quantitate, nullum nos meminimus Ut ergo aliquam de nostro flatu ad hanc rem adhibeamus similitu-
damnum ex utris inflatione sentiré?» Apparet te, fili, si aliquando utrem dinem, id potius est credendum: quod sicut nos non de natura nostra,
inflasti, non advertisse quid egeris. Quod enim inflando amittis, statim sed quia omnipotentes non sumus, de isto aere circumfuso quem trahi-
recipiendo non sentis. Sed potes hoc facillime discere, si hoc potius mus et reddimus, cum spiramus et respiramus, flatum facimus quando
•velis, quam tua dicta, quia iam dicta sunt, non inflans utrem, sed in-
892 DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 5, 7 III, 5, 7 DEL ALMA Y SU ORIGEP> 693
c e m o s ser viviente y sensible, a p e s a r de q u e n o s o t r o s vivimos de q u e D i o s s o p l ó u n a sola vez, m i e n t r a s que E l i s e o lo hizo
V s e n t i m o s . D e l m i s m o m o d o , D i o s n o saca de su n a t u r a l e z a el tres veces. T u s p a l a b r a s son é s t a s : «Eliseo a l e n t ó en el r o s t r o
s o p l o que c o n s t i t u y e n u e s t r a a l m a , s i n o q u e él, siendo o m n i p o - del h i j o de la S u n a m i t i s , a s e m e j a n z a de D i o s c u a n d o s o p l ó
tente, p u e d e c r e a r lo q u e q u i e r e y s a c a r de lo que a b s o l u t a - s o b r e el p r i m e r h o m b r e . Y al r e c o b r a r los m i e m b r o s m u e r t o s
m e n t e n o es, o sea de la n a d a , u n s o p l o viviente v sensible, q u e el v i g o r a n t e r i o r p o r m e d i o del h á l i t o del p r o f e t a , q u e e r a
será m u d a b l e a u n c u a n d o D i o s es i n m u t a b l e . i n s t r u m e n t o de la p o t e n c i a d i v i n a , E l i s e o n o sufrió n i n g u n a
d i s m i n u c i ó n en su n a t u r a l e z a , a u n q u e de él s a l i ó el s o p l o p o r
el cual el c u e r p o inerte t e r i b i ó de n u e v o el a l m a y el espí-
CAPITULO V
r i t u . L a sola diferencia es q u e el S e ñ o r s o p l ó u n a sola vez en
7 . ¿ Q u é h a s p r e t e n d i d o i n d i c a r , al a ñ a d i r a t u c o m p a - el r o s t r o del h o m b r e y éste vivió, m i e n t r a s q u e E l i s e o a l e n t ó
r a c i ó n el e j e m p l o del p r o f e t a E l i s e o , q u e resucitó u n m u e r t o , t r e s veces en el r o s t i ó del m u e r t o y éste revivió.»
a l e n t á n d o l e en el r o s t r o ? ¿ E s q u e p i e n s a s q u e el s o p l o d e El s e n t i d o í c e l o de tus p a l a b r a s es q u e la ú n i c a diferencia
E l i s e o se c o n v i r t i ó en el a l m a del n i ñ o ? N u n c a h u b i e r a ima- q u e h a y e n t r e el a c t o de Dios y el del p r o f e t a es el n ú m e r o
g i n a d o en ti tal a b e r r a c i ó n . Si el n i ñ o m u r i ó al f a l t a r l e el de veces q u e fué e m i t i d o el s o p l o . Y éste es u n e r r o r q u e de-
a l m a y resucitó c u a n d o le fué d e v u e l t a , ¿ a q u é viene el d e c i r b e s c o r r e g i r . G r a n d e es la diferencia e n t r e el a c t o de D i o s
q u e «Eliseo n o sufrió n i n g u n a d i s m i n u c i ó n » , c o m o si a l g u n a el d e E l i s e o ; p u e s D i o s i n s p i í ó el a l i e n t o de v i d a p o r el c u a l
vez se h u b i e r a c r e í d o q u e , p a r a h a c e r revivir al n i ñ o , le h a b í a el h o m b r e q u e d ó costituido en a l m a viviente, y Eliseo e m i t i ó
i n f u n d i d o o t r a s p a s a d o a l g o de su s u b s t a n c i a ? Si ú n i c a m e n t e u n s o p l o q u e n o e r a s e n s i b l e n i viviente, sino tan sólo figura-
lo dijiste p a r a i n s i n u a r o h a c e r v e r q u e E l i s e o s o p l ó y con- tivo de a l g o s u p e r i o r . F i n a l m e n t e , es cierto q u e fué el p r o f e t a
servó su i n t e g r i d a d m a t e r i a l , ¿ p o r q u é h a s de a p l i c a r al caso p o r q u i e n revivió el n i ñ o ; p e r o lo hizo n o d á n d o l e la vida,
de la r e s u r i e c c i ó n de u n m u e r t o verificada p o r el p r o f e t a lo s i n o , p o r el a m o r q u e le tenía, s u p l i c a n d o al S e ñ o r q u e se la
q u e p o d r í a s d e c i r de c u a l q u i e r a q u e r e s p i r a , a u n q u e n o resu- d e v o l v i e r a . E n c u a n t o al t r i p l e s o p l o q u e a t r i b u y e s a E l i s e o ,
cite m u e r t o s ? o te h a e n g a ñ a d o la m e m o r i a , c o m o suele a c o n t e c e r , o te h a
T e e x p r e s a s t e , p u e s , i m p r u d e n t e m e n t e , ya q u e n o p u e d e e n g a ñ a d o l a e r r a t a de a l g ú n códice.
p e n s a r s e de ti q u e creas q u e el s o p l o de E l i s e o llegó a ser M a s ¿ a q u é i n s i s t i r ? P a r a c o r r o b o r a r t u tesis n o d e b e s
•el a l m a del n i ñ o r e s u c i t a d o , s o s t e n i e n d o q u e e n t r e el acto b u s c a r n i e j e m p l o s n i a r g u m e n t o s , sino e n m e n d a r y c a m b i a l
p r i m i t i v o de D i o s y el del p r o f e t a m e d i a la ú n i c a d i f e r e n c i a de o p i n i ó n . Si q u i e r e s ser católico, n o c r e a s en a d e l a n t e , n o
a f i r m e s , n o enseñes q u e « D i o s n o sacó el a l m a de la n a d a , s i n o
sufflamus, nec viventem nec sentientem, quamvis nos vivamus atque sen- q u e la h i z o de su p r o p i a n a t u r a l e z a » .
tiamus; ita Deum non de sua natura, sed quia sic omnipotens est, ut
possit creare quod vult, etiam ex eo quod omnino non est, id est, de instar primaevae originis insufflasse. Et cum emortua membra, inquis,
nihilo flatum faceré posse viventem atque sentientem; sed plañe cum in vigorem pristinum redammata, per halitum prophetae divina virtus
sit immutabilis ipse mutabilem. acoenderet, nihil Elisaeo fuerit imminutum, per cuius flatum corpus
emortuum redivivam animam recepit et spiritum: nisi quod semel Do-
CAPUT V minus in faciem hominis insufflavit, et vixit; tertio Elisaeus in faciem
mortui aspiravit, et revixit».
7. Quid autem sibi vult, quod huic similitudini addendum putasti Sic sonant tua verba ista, quasi flandi tantum numerus interfuerit,
ad exemplum de beato Elisaeo, quia fiando in eius faciem mortuum ut hoc quod fecit Deus, etiam Propheta fecisse credatur. Et hoc ergo
suscitaverit? *. Itane tu flatum Elisaei factum fuisse putas animam pue- emendandum est. Tam multum quippe interfuit inter illud opus Dei, et
ri? Non usque adeo te a vero exorbitare crediderim. Si ergo anima illa hoc Elisaei, ut ille flaverit flatum vitae, quo fieret homo in animam
quae viventi ablata fuerat ut moreretur, eadem ipsa illi ut revivisceret viventem; iste autem flaverit flatum, ñeque sentientem ñeque viventem.
reddita est; quid ad rem pertinet quod dixisti, «nihil Elisaeo fuisse sed aliquid significandi gratia figurantem. Denique ut puer iste revivis-
diminutum», quasi ab illo aliquid transisse, unde viveret, credatur in ceret, non eum animando Propheta fecit, sed eum amando ut hoc Deus
puerum? Quod si propterea dictum est, quia flavit et integer mansit; faceret impetravit. Quod autem illum ter sufflasse dicis, aut memoria,
quid opus erat ut hoc de Elisaeo mortuum resuscitante díceres, quod de sicut fieri solet, aut mendositas codicis te fefellit.
quovis fiante et neminem suscitante dicere nihilominus posses? Quid plura? Non sunt tibi ad hoc astruendum aliqua exempla et
Incaute sane locutu« es (cum absit ut credas flatum Elisaei factum argumenta quaerenda, sed potius emendanda et mutanda sententia. Noli
fuisse reviviscentis animam pueri), quod primum Dei factum, ab istius ergo credere, noli ergo dicere, noli docere «quod non de nihilo, sed de
prophetae facto hoc dístaie voluisti, quod ille semel, iste ter flaverit. sua natura fecerit animam Deus», si vis esse catholicus.
Dixisti quippe «Elisaeum in faciem defuncti filii illius Sunamitis, ad
1
4 Reg 4,34 35
694 ü] L ALMA Y SU ORIGEN lil, 6, 8
III, 7, 10 DEL ALMA Y SU ORIGEN 695
semper dabit, sed eas finito generationis saeculo, non iam nascentibus
CAPUT VI quibus dandae sint, procul dubio daré cessabit.
8. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Per infinitum tempus,
atque ita semper Deum animas daré, sicut semper est ipse qui dat» ', CAPUT VII
si vis esse catholicus. Erit enim tempus quando non dabit animas Deus,
cum tamen esse ipse non desinat. Poterat quidem sic accipi, quod aisti, 9. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Animam meritum aliquod
«semper dat» ut intelligeretur sine cessatione daré quamdiu nomines perdidisse per carnem, tanquam boni meriti fuerit ante carnem» \ si
generant et generantur, sicut dictum est de quibusdam: Semper dis- vis esse catholicus. Nondum enim natos Apostolus nihil egísse dicit boni
centes, et ad veritatis scientiam nunquam pervenientes2: non enim sic vel mali 2 . Unde ergo anima potuit ante carnem habere meritum bonum,
accipitur quod hic positum est, semper, velut nunquam desinant discere; ubi nihil egerat boni? An forte audebis eam dicere ante carnem bene
cum procul dubio non discant, quando in hoc corpore destiterint vi- vixisse, quam non potes ostendere vel fuisse? Quomodo ergo dicis: «Non
vere, vel cum coeperint supplicio gehennalis ignis arderé: sed tu non vis animam ex carne peccati contrahere valetudinem, ad quam vicissim
permisisti sic accipi verbum tuum, cum dixisti, «semper dat»: quando- sanctificationem videas transiré per carnem, ut per ipsam reparet sta-
quidem id ad infinitum tempus revocandum putasti. Et parum hoc fuit: tum, per quam perdiderat meritum?» Haec dogmata, quibus putatur
sed tanquam quaereretur abs te, ut apertius explicares quomodo dixe- anima ante carnem habuisse aliquem statum bonum et meritum bonum,
ris, «semper dat»; addidisti atque dixisti, «sicut semper est ipse qui dat». si forte nescis, exceptis antiquis haereticis, etiam recentius in Priscil-
lianistis iam catholica damnavit Ecclesia.
Hoc sana et catholica fides omnino condemnat. Absit enim ut cre-
10. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Animam per carnem
damus quod animas Deus semper dat, sicut semper est ipse qui dat.
reparare habitudinem priscam et per illam renasci, per quam meruerat
Sic enim semper est ipse, ut nunquam esse desistat: animas autem non
inquinan» 3 , si vis esse catholicus. Ut enim omittam in eo quod dixisti:
1 1
Supra, 11 n 26. Supra, 1.2 n.ll.
- Tim. 3,7. 2
3
Rom. 9,11.
Supra, 1.1 n.6, et 1.2 n.ll.
696 DLL ALMA Y SU ORIGEN III, 8, II I I I , 9, 12 DEL ALMA Y SU ORIGEN 697
había merecido ser mancillada». Aun prescindiendo de que nuar en ese estado, del mismo modo que por sí misma no pudo
con esta otra proposición tuya: «No es sin razón que el alma cometerlo»? Reflexiona atentamente en lo que dices y deja
recupere por el cuerpo la antigua condición, que por poco de hacer tales afirmaciones. ¿Cómo mereció ser pecadora, no
tiempo había perdido, de manera que comience a renacer pol- pudiendo serlo? ¿Cómo—te pregunto—mereció ser pecadora
la carne, ya que por ella había merecido ser mancillada», tan la que no había vivido mal? ¿Cómo se hizo pecadora—te
pronto te hayas contradicho a ti mismo, puesto que, después pregunto de nuevo—, si no podía serlo? Tú responderás que
de haber sostenido que el alma recobra el estado primitivo, el alma no podía ser pecadora si no mediaba su unión con el
mediante la unión con el cuerpo, por el cual había perdido cuerpo. Pero entonces, ¿cómo mereció ser pecadora, por lo
mérito, que necesariamente tenía que ser bueno, y lo recobra, cual fuera condenada a habitar en el cuerpo, ya que, antes
unida ya al cuerpo, al recibir el bautismo, insistes de nuevo de su unión con él, no pudo ser pecadora ni, por consiguiente,
en que esta alma mereció ser mancillada por la carne, debiendo merece algún mal?
entenderse que le acaeció esto por algún mérito malo o falta
anterior; aun prescindiendo de tal contradicción, declaro que
no es católico creer que el alma, antes de unirse al cuerpo, C IPITl'LO IX
haya contraído algún mérito, bueno o malo.
12. Si quieres ser católico, no creas, ni afirmes, ni ense-
ñes que «los niños que mueren antes dp haber recibido el
CAP I TU LO VIH bautismo pueden obtener la remisión del pecado original».
Los ejemplos que tú aduces, el del ladrón que confesó en la
11. Si quieres ser católico,' no creas, ni afirmes, ni en- cruz la divinidad del Señor y el del hermano de Santa Per-
señes que «el alma mereció llegar a ser pecadora antes de co- petua, Dinócrates, te engañan y no favorecen en nada tu opi-
meter un pecado», Gran demérito es, en efecto, merecer llegar nión errónea.
a ser pecadora. Pero no pudo contraer este mérito malo antes Respecto del buen ladrón, no sabes si fué bautizado, apar-
de todo pecado, principalmente antes de unirse al cuerpo; te de que pudo ser colocado por el juicio divino entre los que
pues en aquel estado no le era posible merecer ni el bien ni son purificados por la confesión del martirio; pues aun no
el mal. ¿Cómo te atreves, por tanto, a decir: «Aunque el alma, •dando valor a una piadosa creencia según la cual el agua que
que no había podido pecar antes de su unión con el cuerpo, salió con la sangre del costado del Señor pudo rociar al ladrón
mereció llegar a ser pecadora, sin embargo, no permaneció en clavado al lado de la cruz del Redentor y ser regenerado con
el pecado, porque, prefigurada en Jesucristo, no debió conti-
non potuit?» Attende quid dicas, et desiste iam dicere. Quomodo enim
«Merito ergo per carnem, priscam reparat habitudinem, quam visa fue- meruit. et quomodo non potuit esse peccatrix? Quomodo, quaeso te,
íat paulisper amisisse per carnem, ut per eam incipiat renasci, per peccatrix esse meruit, quae male non vixit? Quomodo, quaeso te, pec-
quam meruerat inquinari», tam in próximo te ipsum tibi ipsi exstitisse catrix facta est, quae peccatrix esse non potuit? Aut si «non potuit»,
contrarium; ut homo qui paulo ante dixeras, animain per carnem re- ideo dici-. quia praeter carnem non potuit: quomodo ergo meruit esse
parare statum per quam perdiderat meritum, ubi nullo modo potest ni«i peccatrix. quo mérito in carnem mitteretur; quandoquidem ante carnem
bonum meritum intelligi, quod vis utique per carnem in Baptismate non potuit esse peccatrix, unde mali aliquid mereretur?
reparari, rursus 'eam diceres inquinari meruisse per carnem, ubi iam
non potest bonum sed malum meritum intelligi: ut ergo id omittam;
prorsus vel bonum, vel malum meritum credere habuisse animam ante CAPUT IX
carnem, catholicum non est.
12. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Infantes antequam bap-
tizentur morte praeventos, pervenire posse ad originalium indulgentiam
CAPUT VIII peccatorum» \ si vis esse catholicus. Exempla enim quae te fallunt, vel
de latrone qui Dominum est confessus in cruce 2 , vel de fratre sanctae
11. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Quod anima meruerit Perpetuae Dinocrate, nihil tibi ad huius erroris sententiam suffragantur.
es«e peccatrix ante omne peccatum» \ si vis esse catholicus. Valde enim Latro quippe ille, quamvis potuerit iudicio divino Ínter eos deputari,
malum meritum est, meruisse fieri peccatricem. Et utique tam malum qui martyrii confessione purgantur, tamen etiam utrum non fuerit bap-
meritum nullo modo habere potuit ante omne peccatum, praesertim prius- tizatus, ignoras. Nam ut omittam quod creditur, aqua simul cum san-
quam veniret in carnem, quando meritum nec malum potuit habere, guiñe exsiliente de latere Domini, iuxta confixus potuisse perfundi, at-
nec bonum. Quomodo igitur dicis: «Anima ¡taque si peccatrix esse que huiusmodi sanctissimo baptismate dilui: quid si in carcere fuerat
meruit, quae peccatrix esse non potuit, tamen ñeque in peccato reman- taptizatus. quod et postea persecutionis tempore nonnulli clanculo im-
sit, quia in Christo praefigurata in peccato esse non debuit, sicut esse
1
1 Sur-ra, I 1 n. 10-12, et 1.2 n 13-14.
Siipra, I.l n.8, et 1.2 n.12. - Le. 23,43.
698 DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 9, 12
I I I , 10. 13 DEL ALMA Y SU O R K ^ 699
este s a n t í s i m o b a u t i s m o , ¿ n o es p o s i b l e q u e h u b i e r a s i d o b a u -
t i z a d o en l a c á r c e l , c o m o sucedió m á s t a r d e c u a n d o en t i e m p o r e c i e r a p o r esta c a u s a los castigos de los que le l i b r a r o n las
de p e r s e c u c i ó n p i d i e r o n a l g u n o s a e s c o n d i d a s ser b a u t i z a d o s ? o r a c i o n e s de su h e r m a n a ? A d e m á s , ¿ n o h a s leído q u e n u n c a
¿ Y si h a b í a sido b a u t i z a d o y a a n t e s de ser d e t e n i d o ? N o p o r - fué c r i s t i a n o o q u e m u r i ó siendo c a t e c ú m e n o ? Si b i e n n o se
q u e h u b i e r a r e c i b i d o de D i o s el p e r d ó n de sus p e c a d o s q u e d a - lee esto en el c a n o n de las S a g r a d a s E s c r i t u r a s , c u y o s tes-
b a e x e n t o de s o m e t e r s e al r i g o r de las leyes p ú b l i c a s en c u a n t o t i m o n i o s son los v e r í d i c o s en cuestiones d e esta í n d o l e .
a la m u e r t e c o r p o r a l . ¿ Y si, finalmente, h a b í a r e c i b i d o y a el
b a u t i s m o c u a n d o c o m e t i ó el delito de l a t r o c i n i o , y e n t o n c e s , CAPITULO X
a r r e p e n t i d o , recibió el p e r d ó n de los c r í m e n e s q u e h a b í a per- 13. Si q u i e r e s ser c a t ó l i c o , n o c r e a s , ni a f i r m e s , n i en-
p e t r a d o e s t a n d o va b a u t i z a d o ? A s í c o m p r e n d e r e m o s la fe t a n s e ñ e s q u e «los q u e el S e ñ o r p r e d e s t i n ó a l b a u t i s m o , p u e d e n ser
f i r m e q u e el S e ñ o r vio en su c o r a z ó n y q u e n o s o t r o s d e s c u b r i - s u b s t r a í d o s a esta p r e d e s t i n a c i ó n v m o r i r antes de q u e el Om-
m o s en sus p a l a b r a s . Si m a n t e n e m o s el c r i t e r i o de q u e t o d o s n i p o t e n t e c u m p l i e r a en e l l o s sus d e s i g n i o s » . I g n o r o , cierta-
a q u e l l o s de q u i e n e s n o consta en las S a g r a d a s E s c r i t u r a s q u e m e n t e , q u é clase de p o d e r es c a p a z de o p o n e r s e a la p o t e n c i a
h u b i e r a n r e c i b i d o el b a u t i s m o m u r i e r o n sin r e c i b i r l o , c a l u m - d i v i n a e i m p e d i r q u e en d e t e r m i n a d a s c i r c u n s t a n c i a s r e a l i z a r a
n i a r í a m o s a los m i s m o s a p ó s t o l e s , de los c u a l e s n o s a b e m o s l o que e l l a h a b í a p i e v i s l o . N o es n e c e s a r i o e x a m i n a r l a m a g -
— e x c e p t o de S a n P a b l o — c u á n d o f u e r o n b a u t i z a d o s . Y si p o - n i t u d de i m p i e d a d en que se h a l l a s u m i d o el defensor de este
d e m o s d e d u c i r l o de l a s p a l a b r a s del S e ñ o r a S a n P e d r o : El e r r o r ; p u e s b a s t a u n a b r e v e a d v e i t e n c i a o a d m o n i c i ó n , ya que
que acaba de lavarse no necesita lavarse más que los pies, se t r a t a de u n h o m b r e p r u d e n t e y d i s p u e s t o a c o r r e g i r s e . H e
¿ q u é d i r e m o s de B e r n a b é , de T i m o t e o , de T i t o , de S i l a , d e a q u í t u s p r o p i a s p a l a b r a s : «Me refiero a a q u e l l o s n i ñ o s q u e ,
F i l e m ó n , de los m i s m o s e v a n g e l i s t a s S a n M a r c o s v S a n L u c a s p r e d e s t i n a d o s al b a u t i s m o , m u e r e n p r e m a t u r a m e n t e antes de
y de u n a m u l t i t u d i n n u m e r a b l e de o t r o s de c u y o b a u t i s m o n o s e r r e g e n e r a d o s en Jesucristo.» P o r t a n t o , h a y n i ñ o s p r e d e s -
d e b e m o s d u d a r , a u n c u a n d o s o b r e él n o h a y a sido e s c r i t o t i n a d o s al b a u t i s m o y q u e son s a c a d o s de esta v i d a a n t e s de
nada? q u e lo r e c i b a n . Y en ese caso, ¿ l o s p r e d e s t i n a r í a D i o s , pre-
E n c u a n t o a D i n ó c r a t e s , e r a éste u n n i ñ o de siete a ñ o s , v i e n d o q u e h a b í a n de r e c i b i r el b a u t i s m o , o n o p r e v i o q u e n o
y l o s n i ñ o s q u e reciben a esa e d a d el b a u t i s m o , recitan el lo r e c i b i r í a n , de s u e r t e q u e o f a l l a r í a esta p r e d e s t i n a c i ó n o se
s í m b o l o de la fe y r e s p o n d e n p o r sí m i s m o s a l a s p r e g u n t a s e n g a ñ a r í a su p r e s c i e n c i a ? C o m p r e n d e r á s a h o r a c u á n t o p o d r í a
q u e se les h a c e n . ¿ P o r q u é , p u e s , n o te h a p a r e c i d o p o s i b l e h a b l a r s o b r e este p u n t o , si n o fuera p o r q u e q u i e r o c u m p l i r la
q u e , d e s p u é s de h a b e r sido b a u t i z a d o , lo p e r v i r t i e r a su p a d r e p r o m e s a q u e te hice de ser b r e v e .
y v o l v i e r a a p r a c t i c a r los s a c r i l e g i o s d e los p a g a n o s , v m e -
liberatus est, nescio. Ñeque enim et ipsum vel nunquam fuisse chris-
tianum, vel catechumenum defunctum fuisse legisti? Quanquam ipsa
petrare potuerunt? Quid, si et antequam teneretur? Ñeque enim prop- lectio non «it in eo canone Scripturarum, unde in huiusmodi quaestio-
terea illi publicae leges parcere poterant, quantum attinet ad corporis nibus testimonia proferenda sunt.
mortem, quoniam divinitus remissionem acceperat peccatorum. Quid, si
iam baptizatus in latrocinii facinus et crimen incurrerat, et non expers
CAPUT X
Baptismatis, sed tanquam poenitens accepit scelerum veniam quae bap-
tizatus admisit? quandoquidem píetas tam fidelis, et Domino in animo 13. Noli credere, nec dicere, nec docere: «Quos Dominus praedes-
eius, et nobis in verbis eius apparuit. Nam si eos, de quibus non scrip- tinavit ad Baptismum, praedestinationi eius eripi posse, et ante defungi
tum est utrum fuerint baptizati, sine Baptismo de hac vita recessisse quam in eis fuerit quod Omnipotens praedestinavit impletum» \ si vis
contendimus; ipsis calumniamur Apostolis, qui, praeter apostolum Pau- esse catholicus. Nescio enim quae hic potestas contia potestatem Dei
lum 3 , quando baptizati fuerint ignoramus. Sed si ipsos baptizatos es^e casibus datur, quibus iiruentibus quod ille piaedestinavit fieri non sina-
per hoc nobis innotescere potuit, quod beato Petro Dominus ait: Qui tur. Hic error quanta errantem vorágine impietatis absorbeat, exaggerare
lotus est, non indiget nisi ut pedes lavet*: quid de alus, de quibus vel non opus est; cum prudentem virum et corrigi paratum breviter admo-
tale nihil legimus dictum, de Barnaba, de Timotheo, de Tito, de Sila, nuisse sufficiat. Tua quíppe ista sunt verba: «Habendam dicimus, in-
de Philemone, de ipsis evangelistis Marco et Luca, de innumeiabilibus quis, de infantibus istiusmodi rationem, qui praedestinati Baptismo, vitae
caeteris; quod absit ut baptizatos esse dubitemus, quamvis non legamus. praesentis, antequam renascantur in Christo, praeveniuntur occiduo».
Dinócrates autem septennis puer, in quibus annis pueri cum bapti- Ergone praedestinati Baptismo. vitae praesentis, antequam ad eum per-
zantur, iam Symbolum reddunt, et pro se ipsi ad interrogata respondent, veniant, praeveniuntur occiduo, et praedestinaret Deus quod futurum
cur non tibi visus fuerit baptizatus potuisse ab impio patre ad Gentilium non fuiste praescivit, aut hoc futurum non fuisse nescivit, ut eius aut
sacrilegia tevocari, et ob hoc fuisse in poenis de quibus sorore orante praedestinatio frustraietur, aut praescientia falleretur? Vides quanta hinc
•dici possent, nisi quod paulo ante dixi tenerem. ut hinc te breviter
3
1
Ait 9,18 admonerem.
lo. 15,10.
1
Supra, 1 2 n 13
I I I , 11, 16 DEL ALMA Y SU ORIGEN 701
700 DEL ALMA Y SU ORIGEN 111, 10, 14
¿ Q u i é n , p u e s , creería, d i r í a , e s c r i b i r í a y leería en p ú b l i c o
14. Si q u i e r e s ser c a t ó l i c o , n o c r e a s , n i a f i r m e s , ni en- q u e estas p a l a b r a s , c o n t e n i d a s en el l i b r o d e la S a b i d u r í a ,
señes q u e « a c e r c a de los n i ñ o s q u e m u e r e n p r e m a t u r a m e n t e se a p l i c a n a los n i ñ o s q u e m u e r e n sin el b a u t i s m o , si aten-
antes de ser r e g e n e r a d o s en J e s u c r i s t o , l e e m o s lo s i g u i e n t e : tamente las meditara o reflexionara sobre ellas?
Fué arrebatado para que la malicia no pervirtiese su inteli-
gencia y el engaño no extraviase su alma. Su alma era grata
CAPITULO XI
al Señor; por esto se dio prisa a sacarlo de en medio de la
maldad. Llegado en poco tiempo a la perfección, vivió una 1 5 . Si q u i e r e s ser católico, n o c r e a s , n i a f i r m e s , n i en-
larga vida». E l recto sentido de estas e x p r e s i o n e s n o se re- señes q u e « h a y f u e r a del r e i n o de D i o s o t r a s m o r a d a s q u e
fiere de n i n g ú n m o d o a los n i ñ o s m u e r t o s sin el b a u t i s m o , el S e ñ o r coloca en la casa de su P a d r e » . N o dijo el S a l v a d o r
sino m á s b i e n a los q u e , d e s p u é s de h a b e r sido b a u t i z a d o s - c o m o t ú h a s e s c r i t o : Hay muchas moradas en mi Padre. Y a u n
h a b e r v i v i d o p i a d o s a m e n t e , se l e s a c o r t a n los d í a s d e su v i d a si así se h u b i e r a e x p r e s a d o , se e n t e n d e r í a q u e esas m o r a d a s
y m u e r e n l l e n o s n o de a ñ o s , sino d e s a b i d u r í a y g r a c i a . se e n c o n t r a b a n en la casa de su P a d r e . P e r o d i j o a b i e r t a m e n -
S u p o n e r q u e esto se a p l i c a a l o s n i ñ o s q u e m u e r e n sin el t e : Hay muchas moradas en casa de mi Padre. ¿ Q u i é n , p u e s ,
b a u t i s m o , es u n e r r o r h o r r i b l e m e n t e i n j u r i o s o al santo b a u - se a t r e v e r á a s e p a r a r del reino de Dios a l g u n a s h a b i t a c i o n e s
t i s m o , p o r q u e el n i ñ o q u e p o d í a m o r i r b a u t i z a d o es s a c a d o de la casa del P a d r e , de m a n e r a q u e , c u a n d o los reyes de la
con a n t e l a c i ó n de esta v i d a p r e c i s a m e n t e p o r t e m o r a q u e t i e r r a r e i n a n n o s o l a m e n t e en su p a l a c i o , n o s o l a m e n t e en su
la m a l i c i a p e r v i r t i e r a su e n t e n d i m i e n t o o el d o l o e n g a ñ a r a p a t r i a , sino en r e g i o n e s l e j a n a s y m á s a l l á de los m a r e s , el rey
su a l m a , c o m o si, al r e c i b i r el b a u t i s m o , le s o b r e v i n i e r a n la que creó el cielo y la t i e r r a n o p u e d a r e i n a r en t o d a la am-
m a l i c i a y el d o l o si n o e r a l l e v a d o de este m u n d o con u n a p l i t u d de su c a s a ?
muerte prematura. 16. P e r o q u i z á r e s p o n d a s q u e t o d o p e r t e n e c e a l r e i n o de
A d e m á s , c o m o su a l m a e r a a g r a d a b l e a D i o s , el S e ñ o r se D i o s , p o r q u e él r e i # a en los cielos, r e i n a en la t i e r r a , r e i n a
a p r e s u r ó a s a c a r l o de en m e d i o de l a i n i q u i d a d con t a n t a di- en l o s a b i s m o s , en el p a r a í s o , en el i n f i e r n o . ¿ D ó n d e n o rei-
l i g e n c i a q u e n o t u v o t i e m p o p a r a c u m p l i r lo que s o b r e él n a r á , s i e n d o i n m e n s o su p o d e r ? M a s u n o es el r e i n o de los
h a b í a p r e d e t e r m i n a d o , p r e f i r i e n d o , en consecuencia, o b r a r ace- cielos, c u y o i n g r e s o es sólo p o s i b l e , según la sentencia verí-
l e r a d a m e n t e c o n t r a sus d e c r e t o s antes q u e v e r p e r e c e r en d i c a e i n m u t a b l e del S e ñ o r , a los q u e h a n sido p u r i f i c a d o s
e! b a u t i s m o lo q u e le a g r a d a b a en ese n i ñ o n o b a u t i z a d o , c o m o con l a s a g u a s r e g e n e r a d o r a s del b a u t i s m o , y o t r o es el r e i n o
si d i c h o n i ñ o m o r i b u n d o fuera a p e r e c e r c o n lo q u e a t o d a
prisa debiera administrársele p a r a que no pereciera. Quis ergo haec verba scripta in libro Sapientiae, de parvulis sine
Baptismate mortuis dicta esse crederet, diceret, scriberet, recitaret, si
14. Noli credere, nec dicere, nec docere: «De infantibus 2, qui prius- ea. sicut oportuerat, cogitaret?
quam renascantur in Christo, praeveniuntur occiduo, scriptum esse:
Raptus est ne malitia mutet iüius intellectum, aut ne fictio decipiat CAPUT XI
animam eius. Propter hoc properavit de medio iniquitatis illum educere;
plácito, enim erat Deo anima eius: et consummatus in brevi, explevit 15. Noli credere, nec dicere, nec doceie: «Aliquas mansiones esse
témpora longo.»3, si vis esse catholicus. Hoc enim ad illos omnino non extra regnum Dei, quas esse Dominus dixit in domo Patris sui» \ si vis
pertinet, sed ad eos potius, qui baptizad et pie viventes, diu non per- esse catholicus. Non enim ait. sicut hoc testimonium ipse posuisti: Mul-
mittuntur hic vivere, non annis, sed sapientiae gratia consummati. tae mansiones sunt apud Patrem meum; quod si ita dixisset, non alibi
Iste vero error, quo putatur hoc de parvulis antequam baptizentur essent intelligendae quam in domo Patris eius; sed aperte ait: In domo
morientibus esse dictum; ipsi sacrosancto lavacro intolerabilem facit Patris mei mansiones multae sunt2. Quis itaque audeat aliquas partes
iniuriam, si parvulus qui baptizatus rapi poterat, propterea prius rapi- domus Dei separare a regno Dei; ut cum reges terrae non tantum in
tur, ne malitia mutet illius intellectum, aut ne fictio decipiat animam domo sua, nec tantum in patria sua, sed longe, lateque etiam trans mare
eius: quasi in eodem Baptismo haec esse malitia credatur, et fictio qua regnare invenían tur; rex qui fecit caelum et terram nec in tota domo
in peius mutetur et decipiatur, si non ante rapiatur. sua regnare dicatur?
Deinde quoniam placita erat Deo anima eius, properavit de medio 16. Sed forte dicas, omnia quidem pertinere ad Dei regnum, quia
iniquitatis illum educere. ita ut nec paululum remoraretur, ut quod in regnat in caelis, regnat in terris, in abyssis, in paradiso, in inferno (ubi
eo praedestinarat, impleret: sed contra suam praedestinationem faceré enim non regnat, cuius ubique summa potestas est?), sed aliud esse
maluit tanquam festinans, ne quod ei placuerat in non baptízate, exter- regnum caelorum, quo fas non est accederé, nisi lavacro regenerationis
minaretur in Baptismo: tanquam moriturus inlans ibi pereat, quo cur- abluios, propter dominicam veram fixamque sententiam; aliud autem
rendum est cum illo ne pereat. 1
Supra, 1 2 n 14
J 1
Supra, 12 n 13. lo 14,2.
3
Sap 4,11 14 13
DEL
III 11, 17 ALMA Y SU ORIGEN 703
S.Ag. 3 23
III, 14, 20 DEL ALMA Y SU ORIGEN 707
706 DEL ALMA Y SU OKIGEN I I I , 13, 19
peccato astruendo tune esse possis catholicus verus, si contra Dominum CAPUT XIV
fueris in destruenda eius de Baptismo sententia haereticus novus.
Nos te, dilectissime, non sic volumus haereticorum esse victorera, 20. Haec atque huiusmodi, si et alia forsitan in tuis libris attentior
ut error vincat errorem, et, quod est peius, maior minorem, Dicis enim: et otiosíor invenire potueris, sine ulla dilatione iam corrige, si animum
«Aut si forte quispiam reluctetur, latronis animae vel Dinocratis interim catholicum geris, id est, si veraciter praelocutus es, dicens, «quod tibí
temporarie collatum esse paradisum; nam superesse illis adhuc in resur- ipsi credulus non sis, ea probari posse quae dixeris; et quod semper
rectione praemium regni caelorum; quanquam sententia illa principalis studeas etiam propriam sententiam non tueri, si improbabilis detegatur;
obsistat: Quia qui non renatus fuerit ex aqua et Spiritu sancto, non in- et sit tibi cordi, proprio iudicio damnato, meliora magis et quae sunt
trabit in regnum caelorum; tamen teneat etiam meum in hac parte non veriora sectari». Modo proba, charissime, non te fallaciter ista dixisse,
invidentis assensum, modo misericordiae prae=cientiaeque divinae et ut de tua Índole non solum ingeniosa, verum etiam cauta, pia, modesta,
effectum amplificet et affectum». gaudeat catholica Ecclesia, non de contentiosa pertinacia haeretica exar-
descat insania. Nunc est ut ostendas, quanta post haec bona verba quae
Haec verba tua sunt, ubi te confiteris consentiré dicenti quibusdam
tua commemoravi, sinceritate pectoris dixeris, quod continuo subiecisti:
non baptizatis sic temporarie collatum esse paradisum, ut supersit illis
«Nam ut est, inquis, optimi propositi laudandique consilü, fac^e ad ve-
in resurrectione praemium regni caelorum, contra sententiam principa-
riora transduci; ita improbi obstinatique iudicii est, nolle citius ad tra-
lem, qua constitutum est. non intraturum in illud regnum, qui non rena-
mitem rationis inflecti» '. Esto igitur optimi propositi laudandique consi-
tus fuerit ex aqua et Spiritu sancto. Quam sententiam principalem ti-
lü, et facile ad veriora transducere: nec sis improbi obstinatique iudicii,
mens violare Pelagius, nec illos sine Baptismo in regnum caelorum cre-
vit nolis citius ad tramitem rationis inflecti. Si enim haec liberaliter
didit intraturos, quos non credidit reos: tu autem et originalis peccati
elocutus es, si non in labiis ista sonuisti, sed intus et germanitus in corde
reos párvulos confiteris, et tamen eos sine lavacro regenerationis absol-
vis, et in paradisum mittis, et postea etiam regnum caelorum intrare per-
1
mittis. Supra. 1.2 n.22.
JII, 15, 22 DEL ALMA Y SU ORIGEN 709
70$ DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 14, 21
c l u y a s t o t a l m e n t e de tu creencia y d e tu e n s e ñ a n z a , p a r a q u e esa
y a ñ a d i s t e « i n m e d i a t a m e n t e » , p a r a h a c e r o s t e n s i b l e de esta f a c i l i d a d en la d i s c u s i ó n q u e D i o s te concedió la uses n o p a r a
m a n e r a c u a n e x e c r a b l e es el q u e n u n c a se decide a p o n e r e n d e s t r u i r , s i n o p a r a sostener la v e r d a d e r a y s a l u d a b l e d o c t r i n a .
p r á c t i c a t a n b u e n a acción, y a q u e te p a r e c e q u e el q u e se con-
t e n t a con i n t e r p o n e r r e t r a s o s d e b e ser c e n s u r a d o con t a n t a se- CAPITULO XV
v e r i d a d q u e j u s t a m e n t e es l l a m a d o h o m b r e de c r i t e r i o p e r v e r t i d o
y obstinado. 2 2 . Y a h e i n d i c a d o los e r r o r e s p r i n c i p a l e s , s o b r e los cua-
E s c ú c h a t e , p u e s , a ti m i s m o y, s o b r e t o d o , a p r o v e c h a los les he d i s c u t i d o en c u a n t o m e ha s i d o p o s i b l e ; p e r o los e n u m e -
frutos de tu p r o p i o l e n g u a j e , p a r a q u e así te i n c l i n e s , convenci- r a r é de n u e v o , r e p i t i é n d o l o s b r e v e m e n t e , según los f o r m u l a s t e
d o p o r la fuerza d e l a m e n t e , h a c i a el c a m i n o de l a r a z ó n c o n t ú : 1) Q u e « D i o s hizo el a l m a n o de la n a d a , s i n o d e sí mis-
m a y o r p r o n t i t u d con q u e te a p a r t a s t e de é l , o b r a n d o i m p r u d e n - m o » ; 2) q u e « p o r t i e m p o indefinido y sin n i n g u n a i n t e r r u p c i ó n
Dios» d a s i e m p r e la» a l m a s , c o m o existe s i e m p r e el q u e l a s d a » ;
t e m e n t e y con p o c a reflexión.
3) q u e «el a l m a p e r d i ó ñ o r su u n i ó n con el c u e r p o el m é r i t o
2 1 . S e r í a u n a t a r e a e x c e s i v a m e n t e l a r g a a n o t a r y discutir
b u e n o q u e t e n í a a n t e s de esa u n i ó n » ; 4) q u e «el a l m a r e c u p e r a
u n o a u n o los e r r o r e s q u e deseo c o r r e g i r y v e r d e s a p a r e c e r d e
su p r i m e r e s t a d o m e d i a n t e el c u e r p o , de n u m e r a q u e r e n a z c a p o i
t u s o b r a s , o, al m e n o s , d a r t e b r e v e m e n t e c u e n t a de t o d o lo q u e
el m e d i o a c a u s a del cual h a b í a m e r e c i d o ser m a n c i l l a d a » ;
d e b e ser c o r r e g i d o .
5) q u e «el a l m a m e r e c i ó l l e g a r a ser p e c a d o r a a n t e s de c o m e t e r
Sin e m b a r g o , n o te d e s p r e c i e s a ti m i s m o y p i e n s e s q u e tu
u n p e c a d o » ; 6) q u e «los n i ñ o s q u e m u e r e n sin h a b e r r e c i b i d o
t a l e n t o y l e n g u a j e m e r e c e n p o c a e s t i m a . Me h e c o n v e n c i d o de el b a u t i s m o p u e d e n o b t e n e r la r e m i s i ó n del p e c a d o o r i g i n a l » ;
q u e tu m e m o r i a r e c u e r d a g r a n n ú m e r o de p a s a j e s de l a S a g r a d a 7) q u e « l o s p r e d e s t i n a d o s p o r el S e ñ o r al b a u t i s m o p u e d e n ser
E s c r i t u r a ; p e r o t a m b i é n he de confesar q u e tu e r u d i c i ó n es me- s u b s t r a í d o s a esta p r e d e s t i n a c i ó n y m o r i r antes d e q u e el Om-
n o r de lo q u e c o r r e s p o n d í a a tu t a l e n t o y a l a i n t e n s i d a d de tu n i p o t e n t e c u m p l a en ellos sus d e s i g n i o s » ; 8) q u e « a c e r c a de l o s
t r a b a j o . Y así n o q u i e r o e n s a l z a r t e con m i s e l o g i o s m á s de l o n i ñ o s q u e m u e r e n p r e m a t u r a m e n t e a n t e s de ser r e g e n e r a d o s e n
j u s t o , n i t a m p o c o r e b a j a r t e , d e s p r e c i á n d o t e o d e s c o n f i a n d o de J e s u c r i s t o l e e m o s lo s i g u i e n t e : Fué arrebatado para que la ma-
ti. ¡ O j a l á p u d i e r a l e e r t u s o b r a s h a l l á n d o m e a tu l a d o e indi- licia no pervirtiera su inteligencia»; 9 ) q u e « h a y fuera del r e i n o
carte de p a l a b r a , mejor que p o r escrito, los errores que debes de D i o s o t r a s m o r a d a s q u e el S e ñ o r coloca en l a casa de su
c o r r e g i r ! T e r m i n a r í a m o s m á s f á c i l m e n t e este a s u n t o con u n a
c o n v e r s a c i ó n q u e con c a r t a s ; p u e s si h u b i é r a m o s de e s c r i b i r numero comprehendere volui, instanter admoneo, ne corrigere difieras,
t o d a s las n e c e s a r i a s , s e r í a n p r e c i s o s m u c h o s v o l ú m e n e s . N o obs- et ea prorsus a fide et praedicatione tua facias aliena: ut quanta tibi
t a n t e , he s e ñ a l a d o n u m é r i c a m e n t e l o s e r r o r e s p r i n c i p a l e s , y te facultas est disputandi, muñere Dei utaris utiliter ad aedificationem,
a d v i e r t o con insistencia q u e los c o r r i j a s sin d i l a c i ó n y los ex- non ad destructionem sanae salubrisque doctrinae.
sensisti; in tuae correctionis tanto bono etiam moras odisti. Parum quip- CAPUT XV
pe tibí fuit dicere, «improbi obstinatique esse iudicii, nolle ad tramitem
22. Sunt autem ista, de quibus, ut potui, iam disserui: sed breviter
rationis inflecti», nisi adderes «citius»: ut hinc ostenderes quam sit ex-
ea repetendo percurram. Unum est, «Quod animam non ex nihilo, sed
secrandus, qui bonum hoc nunquam facit; quandoquidem qui tardius
de se ipso Deum fecisse» dixisti. Alterum, «Per infinitum tempus, atque
facit, tanta tibí videatur severitate culpandus, ut mérito improbi iudicii
ita semper Deum animas daré, sicut semper est ipse qui dat». Tertium,
obstinatique dicatur.
«Animam meritum aliquod perdidisse per carnem, quod habuerit ante
Audi ergo te ipsum, tuque potissimum et máxime eloquii tui fructi- carnem». Quartum, «Animam per carnem reparare habitudinem priscam,
bus utere, ut citius te ad rationis tramitem gravitate mentís inflectas, et per eamdem carnem renasci, per quam meruerat inquinan». Quintum,
quam te inde minus erudite parumque consulte lubrico aetatis averteras. «Quod anima meruerit esse peccatrix ante omne peccatum». Sextum,
21. Nimis longum est, omnia quae in tuis libris, vel potius in te ipso «Infantes antequam baptizentur, morte praeventos, pervenire posse ad
voló emendari, pertractare atque discútete, et saltem brevem tibi de sin- originalium indulgentiam peccatorum». Septimum, «Quos Dominus prae-
gulis corrigendis reddere rationem. destinavit ad Baptismum, praedestinationi eius eripi posse, et ante
Nec ideo tamen te contemnas, ut arbitreris ingenium et eloquium defungi, quam in eis fuerit quod Omnipotens praedestinavit impletum».
tuum parvi esse pendendum. Nec sanctarum Scripturarum memoriam in Octavum, «De infantibus qui priusquam renascantur in Christo, praeve-
te parvam esse cognovi: sed eruditio minor est, quam tantae indoli labo- niuntur occiduo, scriptum esse: Raptus est ne malitia mutaret intellec-
rique congruebat. Itaque te nec amplius quam oportet tibi tribuendo va- tum Ulitis»: et caetera quae in eam sententiam in Sapientiae libro le-
nescere voló, nec ruisus te abiiciendo ac desperando frigescere. Utinam guntur. Nonum, «Aliquas mansiones esse extra regnum Dei, earum quas
tua scripta tecum legere possem, et colloquendo potius, quam scribendo, Dominus esse dixit in domo Patris sui». Decimum est, «Sacrificium
quae sint emendanda monstrarem. Facilius hoc negotium perageretur Christianorum pro eis qui non baptizati de corpore exierint offerendum».
nostra Ínter nos sermocinatione, quam litteris: quae si scribenda esset,
multis voluminibus indigeret. Verumtamen ista capitalia, quae certo etiam
710 DEL ALMA Y SU ORIGEN III, 15, 23 III, 15, 23 DEL ALMA Y SU ORIGEN 711
Undecimum, «Aliquos eorum qui sine Baptismo Christi ex hac vita emi-
graverint, interim non iré in regnum, sed in paradisum; postea vero, in
resurrectione mortuorum, etiam ad regni caelorum beatitudinem peive-
nire».
23. Haec interim undecim multum aperteque perversa, et fidei
catholicae adversa, mine iam nihil cuncteris exstirpare atque abiieere
ab animo, a verbo, lab stilo tuo; si vis ut te, non solum ad altaría transis-
se catholica, sed veré oatholicum esse gaudeamus. Nam haec si pertina-
citer singula defendantur, tot haereses faceré possunt, quot opiniones esse
numerantur. Quocirca considera, quam sit horrendum ut omnes sint in
uno nomine, quae damnabiles essent in singulis singulae. Sed si tu pro
cis nulla contentione pugnaveris, imo vero eas fidelibus verbis et litteris
expugnaveris; laudabilior eris censor in te ipsum, quam si quemlibet
alium recta ratione reprehenderes; et mirabilior eorum emendator quam
si nunquam illa sensisses. Adsit Dominus tuae menti et tantam spiritui
tuo spilitu suo facilitatem humilitatis, lucem veritatis, dulcedinem chari-
tatis, pacem pietatis infundat, ut victor tui animi esse malis in veris.
quam cuiuslibet contradicentis in falsis.
Absit autem ut te arbitreris, haec opinando, a fide catholica reces-
sisse, quamvis ea fidei sint adversa catholicae, si coram Deo, cuius in
millius corde oculus fallitur, veraciter te dixisse respicis, «non te tibí
IV, 2, 2 DEL ALMA Y SU ORIGEN 713
LIBRO IV
libertad e independencia, porque, a pesar de la reverencia de-
bida a la persona, proclamaste abiertamente lo que pensabas.
A VICENTE VÍCTOR
Conviene, por tanto, que te des cuenta de que nuestra mayor
preocupación debe ser apartar del error a las ovejas del Señor,
puesto que, si las mismas ovejas conocieran algún vicio en sus
pastores, les parecería indecoroso ocultárselo. ¡Oh, si tú me
reprocharas lo que en mis escritos es digno de censura! No debo
CAPITULO I negar que tanto en mis costumbres como en mis libros hay mu-
cho que puede ser censurado sin ninguna temeridad. Si co1-
1. Permíteme ahora que te manifieste mis convicciones per-
rrigieras algo de esto, me darías fundamento para mostrarte
sonales como lo deseo, si me fuere posible, es decir, si me le cómo quisiera que te portaras tú cuando se te censurara en
concediere aquel en cuya mano estamos nosotros y nuestras relación a lo que en mí hubieras reprobado. Y no lo haría como
palabras. uno de más edad a otro más joven o como un superior a un
Dos veces me has censurado nominalmente. Después dp subdito, sino que procuraría servir de modelo de corrección,
haberte declarado al principio de tu libro consciente de tu convencido de que el ejemplo sería tanto más saludable cuanto
inexperiencia y falto de doctrina y de haberme calificado a más humilde. Pero tú me censuraste no lo que la humildad me
mí, al nombrarme, como hombre doctísimo y peritísimo, sin obliga a corregir, sino lo que la verdad me constriñe en parte
embargo, en algunas materias en que te pareció saber lo que a divulgar y en parte a defender.
yo confieso que ignoro o que, ignorándolo, presumo de saberlo,
no dudaste en censurar con cierta libertad, siendo joven, a un
anciano, y, siendo laico, a un obispo, y a un hombre que, según CAPITULO II
tu criterio, es doctísimo y peritísimo. No puedo decir si soy 2. Lo que me has reprobado es, en primer lugar, que no
doctísimo y peritísimo; es más, sé con toda certeza que no lo me he atrevido a concretar mi pensamiento acerca del origen
sov. Y no vacilo en afirmar que es posible que un ignorante de las almas dadas a los descendientes de Adán, y, efectiva-
conozca a veces lo que ignora un sabio. Sinceramente te alabo, mente, confieso o declaro mi ignorancia sobre este asunto; y en
porque diste la preferencia a la verdad, o, a lo menos, a lo que segundo lugar, haber afirmado de manera absoluta que el alma
creíste ser la verdad, aunque no la comprendiste, y no te fijaste era espíritu y no cuerpo. En este último apartado has especifi-
en el hombre. Obraste, ciertamente, con temeridad, porque juz- cado y reprobado otros dos conceptos: a) que no creía que el
gaste que conocías lo que ignorabas; pero te condujiste con alma fuera cuerpo; b) que creía que era espíritu. A ti, por el
LÍBER IV temeré, quia existimasti scire te quod nescis: sed ideo libere, quia perso-
nam non reveritus, elegistí aperire quod sentís.
AD VINCENTIUM VICTOREM Unde te intelligere oportet, quanto esse nobis debeat cura maior, do-
minicas oves revocare ab erroribus; si et ovibus turpe est, vitia pastorum,
si qua cognoverint, eisdem occultare pastoribus. O si illa reprehenderes
CAPUT I mea, quae insta reprehensione sunt digna! Ñeque enim negare debeo,
sicut in ipsis moribus, ita multa esse in tam multis opusculis meis, quae
1. Accipe nunc iam etiam de me ipso quae tibi dicere cupio, si pos- possint recto iudicio, et nulla temeritate culpari. Ex quibus si aliqua ipse
sim, hoc est. si ille donaverit. in cuius manu sunt et nos et sermones reprehenderes, illic et tibi fortassis ostenderem, qualem te esse, in qui-
nostri. bus non perperam reprehenderis, vellem; ñeque tibi iuniori maior, et
Reprehendisti enim me bis numero, exprimens etiam meum nomen: praepositus subdito, correctionis exemplum, quanto humilius, tanto sa-
et cum te in principio libri tui imperitiae tuae admodum conscium et lubrius exhibeiem. Sed ea in me reprehendisti, quae non corrigere humí-
doctrinae adminiculo destitutum, me vero ubi nominasti, doctissimum ac litas, sed partim fateri, partim defenderé veritas cogit.
peritissimum dixeris; tamen quibus in rebus tibi visus es nosse quod ego
vel nescire me fateor, vel, quamvis nesciam; scire praesumo, libértate
quae oportebat, non tantum senem iuvenis, et episcopum laicus, verum CAPUT II
etiam hominem tuo iudicio doctiásimum et peritissimum non dubitasti 2. Haec autem sunt: unum, quod de origine animarum, quae post
reprehenderé. Ego autem et me doctissimum ac peritissimum nescio, primum hominem datae sunt, vel dantur hominibus, non sum ausus ali-
imo vero me non esse certissime scio; et fieri posse non ambigo ut ali- quid definiré, quia fateor me nescire; alterum, quod animam scire me
quid imperito et indocto cuipiam scire contingat, quod aliquis doctus dixi spiritum esse, non Corpus. Sed in hoc altero dúo reprehendisti: unum,
et peritus ignorat: et in hoc te plañe laudo, quod veritatem, etsi non quod non eam crederem corpus esse; alterum, quod eam spiritum ere-
quam percepisti, certe quam putasti, homini praetulisti; ideo quidem
IV, 2, 3 DEL ALMA Y SU ORIGEN 715
714 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 2, 2
mente sus investigaciones hasta la verdad misma, sin que le
contrario, te parece que es cuerpo y no espíritu. Atiende, pues, sea posible conocer a aquel por el cual son conocidas todas
a mi justificación contra tu censura, y, aprovechando la cir- las demás cosas, intentando descubrir acerca de la naturaleza
cunstancia de que yo me justifique ante ti, aprende o considera del alma algo que se aproxime o sea afín a la verdad, ¡qué
qué es lo que tú debes enmendar en ti mismo. vergüenza para un católico ignorarse a sí mismo o el haberse
Recuerda cómo te expresaste en tu libro cuando me nom- prohibido hacer alguna investigación a este respecto!»
braste por primera vez: «Sé que la mayor parte de los autores 3. Es tu censura, tan elocuente y explícita, de mi igno-
doctísimos y los más inteligentes observaron silencio o se li- rancia la que te obliga a saber todo lo que pertenece a la na-
mitaron a decir generalidades, eludiendo en sus discusiones con turaleza del hombre, de tal manera que, si ignoraras algo con-
una exposición incoada la definición precisa, como poco ha lo cerniente a esto, según tu criterio, no según el mío, deberías
he leído en las cartas que te ha dirigido Agustín, ese hombre ser comparado a los animales. Aunque parece que más direc-
tan docto y ese obispo tan ilustre; y escudriñando ellos con tamente te refieres a mí, al decir: El hombre, constituido en
demasiada reserva y temor, según creo, los misterios de esta lionor, no tuvo discernimiento, porque csloy colocado en los
materia, guardaron dentro de sí mismos su parecer, confesando honores de la Iglesia, que tú no tienes, sin embargo, has reci-
que no podían resolver nada. Pero, a decirte la verdad, me bido el honor de la naturale/a humana, que le hace superior
parece muy absurdo y muy impropio de la razón que el hom- a los animales, a los cuales debieras ser comparado, según tu
bre no se conozca y que se ignore a sí mismo el que piensa juicio, si ignoras algo de lo que concierne a lu naltii'ale/.a. Y no
haber conseguido el conocimiento de todas las cosas. ¿En qué solamente anatematizaste a los que, como yo, dudan acerca del
se diferencia el hombre del animal, si aquél no sabe distinguir origen del alma humana—sobre lo cual no es tan absoluta mi
y discutir sobre sus cualidades ni sobre su naturaleza, de ma- nesciencia, ya que sé que Dios inspiró en el rostro del primer
nera que se le puedan aplicar aquellas palabras: El hombre, hombre un soplo y fué hecho alma viva, lo que no hubiera
constituido en honor, no tuvo discernimiento: se ha igualado llegado a saber si no lo hubiera leído—, no sólo nos anatema-
•con los insensatos jumentos y se ha hecho como uno de ellos? tizaste, sino que añadiste: ¿En (¡ué se diferencia el hombre del
Puesto que Dios no creó nada sin causa e hizo al hombre ani- animal si aquél no sabe distinguir y discutir sobre sus cuali-
mal racional, capaz de inteligencia, dotado de razón y de sen- dades ni sobre su naturaleza?
sibilidad para que ordenara prudentemente todos los demás se- Al parecer, tu modo de pensar es que el hombre debe dis-
res, ¿se puede decir algo más discordante y absurdo que afir- currir y discutir acerca de sus facultades y de su naturaleza
mar que únicamente le privó del conocimiento de sí mismo? con tal perfección que no se le oculte nada. De ser esto así,
Y más cuando vemos que la sabiduría del mundo lleva inútil-
usque ad veri cognitionem supervacua quidem investigatione protendit,
derem. Tibi enim videtur et corpus esse animam, et non esse spiritum. quia scire nequit per quem licet quae sunt vera cognosci, aliqua tamen
Audi igitur purgationem meam contra reprehensionem tuam, et ex hac vicina, imo aífinia veritati tentaverit super animae natura dispicere:
occasione qua me tibi purgo, in te ipso disce quae purges. quam indecens atque pudendum est, religiosum quemquam de hoc ipso
Recolé verba libri tui, ubi me primitus nominasti. «Scio, inquis, ple- aut nihil sapere, aut penitus sibi interdixisse ne sapiat».
rpsque et facile peritissimos viros, insuper et consultos tenuisse silen- 3. Ista tua nostrae ignorantiae disertissima et luculentissima casti-
tium. aut nihil expressius elocutos, cum definitionem disputationibus suis gado, omnia quae ad naturam hominis pertinent, sic te scire compellit,
inchoata expositione subtraherent; sicuti nuper apud te Augustini doc- ut si eorum aliquid ignoraveris, non meo, sed tuo iudicio pecoribus com-
tissimi viri praedicatique episcopi comprehensum litteris lectitavi: mo- pareris. Quamvis enim nos insignitius videaris attingere, eo quod dixistí:
destias quidem, ut reor, ac verecundius huiusce rei arcana rimantes, intra Homo cum esset in honore, non intellexit, quia in quo tu non es, honore
se ipsps tractatus sui devorasse iudicium, ñeque se posse ex hinc aliquid sumus Ecclesiae; tamen etiam tu in eo es honore naturae, ut pecoribus
determinare professos. Sed mihi, crede, satis superque videtur absurdum praeferaris, quibus secundum tiuim iudicium comparandus es, si aliquid
atque incongruum rationi, ut homo ipse expers sui sit, aut is qui rerum eorum quae ad naturam tuam constat pertinere, nesciveris. Ñeque enim
omnium creditur adeptus esse notitiam, sibi ipsi habeatur ignotus. Quid eos aspersisti hac reprehensione tantummodo, qui hoc nesciunt quod ego
autem differt homo a pecore, si nescit de sua qualitate naturaque dis- nescio, hoc est, humanae animae originem (quam quidem non penitus
quirere atque disserere; ut mérito in illum conveniat quod scriptum est: nescio; scio enim Deum flavisse in faciem primi hominis, factumque
Homo cum esset in honore, non intellexit; assimVatus est iumentis, et esse hominem in animam vivam 2 : quod tamen nisi legissem, per me ipse
comparatus est eis \ Nam cum Deus bonus nihil non ratione condiderit, scire non possem); sed dixisti: Quid autem differt homo a pecore, si
ipsumque hominem animal rationale, intellectus capacem, rationis com- nescit de sua qualitate naturaque disquirere atque disserere?
potem, sensuque vivacem, qui omnia rationis expertia prudenti ordinatio- Quod sensisse ita videris, tanquam de universa sua qualitate atque
ne distribuat, procreaverit; quid tam inconvenienter dici potest, quam natura sic homo disquirere atque disserere debeat, ut nihil eum sui lateat.
ut eum sola sui notione fraudarxt? Et cum sapientia mundi, quae sese
2
Gen. 2,7.
1
Ps. 48,13.
IV, 3, 4 DEL ALMA Y SU ORIGEN 717
716 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 2, 3
Acaso respondas que únicamente hay que comparar con los
te compararé yo a los animales si no me dices con exactitud animales a los que ignoran la naturaleza del alma, no la del
el número de tus cabellos. Y si, no obstante los conocimientos cuerpo. Entonces no debiste expresarte del modo que lo hiciste
que nos es posible conseguir en esta vida, admites que pode- al principio de tu obra. No dijiste: ¿En qué se diferencia el
mos ignorar algo de lo que atañe a nuestra naturaleza, te pre- hombre del animal si desconoce las cualidades y la naturaleza
gunto hasta qué punto extiendes esa concesión, no sea que por de su alma?, sino que dijiste en general: ¿En qué se diferen-
casualidad esté también comprendida en ella la ignorancia so- cia el hombre del animal si aquél no sabe, distinguir y discutir
bre el origen de nuestra alma, aun cuando creamos sin duda sobre las cualidades y la naturaleza de su ser?
de ningún género lo que es condición necesaria para salvar la Es cierto que nuestra naturaleza está integrada también por
fe, o sea, que el alma ha sido dada por Dios y que no es de nuestro cuerpo, aun cuando se discuta por separado sobre cada
la misma naturaleza que Dios. ¿Piensas, acaso, que cada uno uno de los elementos de que constamos. Si me propusiera ex-
debe desconocer sobre su naturaleza lo que tú desconoces o que plicar todo lo que científicamente puedo discutir acerca de la
debe conocer lo que tú conoces, de tal manera que, si su igno- naturaleza del hombre, llenaría varios volúmenes. Confieso, sin
tancia es un poco mayor que la tuya, te consideres con dere- embargo, que es mucho lo que todavía ignoro referente a este
cho a compararlo a los animales por la circunstancia de ser tú punto.
más instruido que él, y si fuere él quien supiere algo más que
tú, con el mismo derecho te compararía a los animales? Dinos, CAPITULO III
por consiguiente, hasta qué límite concedes que se puede igno-
rar lo que se refiere a nuestra naturaleza v que sea suficiente 4. ¿A qué opinión te adhieres de las que hemos discutido
para distinguirnos de los animales; pero fíjate en que qu ; zá en el libro precedente, tratando del soplo del hombre? ¿Per-
dista más de los animales el que sabe que ignora algo acerca tenece a la naturaleza del alma, porque es ella la que lo pro-
-de este punto que aquel que piensa o cree saber lo que real- duce en el hombre; o a la naturaleza del cuerpo, puesto que
mente ignora. La naturaleza de] hombre está constituida, cier- el cuerpo es movido por el alma para producirlo; o pertenece
tamente, por un espíritu, un alma y un cuerpo, y es necio ex- al aire ambiente, con cuyo movimiento alternativo se realiza
cluir el cuerpo de la naturaleza humana. dicho soplo; o, finalmente, pertenece a las tres cosas juntas,
Los médicos anatomistas, aun disecando cuerpos de hom- es decir, al alma, que mueve al cuerpo; al cuerpo, que con
bres que resistieron vivos en las manos de los que los abrían, su movimiento recibe y devuelve el soplo, y al aire exterior,
han estudiado, para llegar a conocer su naturaleza, los miem- que alimenta al cuerpo penetrando en él y lo alivia al salir?
bros, las venas, los nervios, los huesos, la medula, los órganos Y no obstante ser tú hombre culto y elocuente, ignorabas esto
vitales interiores, y, sin embargo, nunca nos han comparado a cuando creías y afirmabas, escribías y leías ante un auditorio
los animales porque ignoramos estos detalles de nuestro ser.
pecoribus compararunt. Nisi forte dicturus es. eos pecoribus comparandos,
Quod si ita est, iam te pecoribus comparabo, si mihi non respondería qui animae naturam, non qui corporis nesciunt. Non ergo ita praeloqui
tuorum numerum capillorum. Si autem quantumeumque proficiamus in debuisti. Ñeque enim aisti: Quid differt homo a pecore, si nescit de ani-
hac vita, aliqua nos ad naturam nostram pertinentia nescire concedis, mae suae qualitate atque natura: sed aisti: si nescit de sua qualitate
<juaero id quantum quatenusque concedas: ne forte et hoc ibi sit. quod naturaque disquirere atque disserere.
animae nostrae non omni modo scimus originem: quamvis quod ad salu- Qualitas utique nostra et natura nostra cum corpore computatur,
tem pertinet fidei, divinitus animam datam, eamque non eius cuius Deus quamvis de his quibus constamus sigillatim singulis disseratur. Verum
est esse naturae, remotis ambagibus noverimus. An forte hactenus putas ego quam multa possim de hominis natura scientissime disputare, si
naturam suam cuique nesciendam, quatenus eam tu nescis: hactenusque explicare velim, plura volumina ímplebo: multa me tamen ignorare con-
sciendam, quatenus eam tu scire potueris: ut si paulo amplius te quis fíteor.
nescierít. eum pecoribus compares, quod scientior illo esie potuisti; atque
ita si quis eam paulo plus te scierit. eadem iustitia te ille pecoribus com- CAPUT III
parabit? Dic ergo quatenus nobis naturam nostram nescire concedas, ut
a pecoribus salva sit nostra distantia: et considera tamen ne plus a 4. Tu autem quo vis pertinere, quod in superiore libro de flatu ho-
pecoribus distet, qui eius aliquid nescire se scit, quam qui se putat scire minis dísputavimus, utrum ad animae naturam, quia ipsa id agit in no-
quod nescit. Natura certe tota hominis est spiritus, anima et corpus: mine: an ad corporis, quod ab ea movetur ut id agat; an ad huius aeris,
quisquís ergo a natura humana corpus alienare vult, desipit. cuius reciproca tu id agere declaratur; an potius ad omnia tria, ad ani-
Medici tamen qui appellantur anatomici, per membra, per venas, per mam scilicet quae corpus movet, et ad corpus quod motu flatum recipit
ñervos, per ossa, per medullas, per interiora vitalia, etiam vivos homines atque reddit, et ad auram istam undique circumfusam quae intrando alit,
quamdiu Ínter manus rimantíum vivere potuerunt disiciendo scrutati relevat exeundo? Et tamen hoc litteratus homo atque facundas utique
sunt. ut naturam corporis nossent: nec tamen nos, quia ista nescimus. nesciebas, quando credebas, et ddcebas, et scribebas, et in conventu muí-
718 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 4, 5 IV, 4, 5 DEL ALMA Y SU ORIGEN 719
n u m e r o s o q u e inflamos u n o d r e con e l e m e n t o s a c a d o de nues- r a n t e n u e s t r a v i d a m o r t a l . ¿ Y si a c a s o p e r t e n e c i e r a esta cues-
t r a n a t u r a l e z a sin q u e en e l l a e x p e r i m e n t e m o s d i s m i n u c i ó n . Si tión a a q u e l l a s d e l a s c u a l e s se d i c e : No busques lo que está
q u i e r e s , f á c i l m e n t e p u e d e s s a b e r c ó m o l l e g a m o s a h a c e r l o , sin sobre tus fuerzas y no investigues lo que te es superior; medita
n e c e s i d a d de i n v e s t i g a r en los l i b r o s d i v i n o s y h u m a n o s , p u e s siempre en lo que el Señor te ha ordenado? No obstante, qui-
b a s t a q u e te observes a ti m i s m o . ¿ C ó m o p r e t e n d e s , p o r t a n t o , s i e r a c o n o c e r esto, o p o r el m i s m o D i o s , q u e sabe b i e n lo q u e
q u e a p r e n d a de ti lo q u e confieso q u e i g n o r o a c e r c a del o r i g e n c r e a , o p o r a l g ú n d o c t o , q u e s a b e lo que d i c e ; p e r o n u n c a p o r
del a l m a , si n o sabes c ó m o r e a l i z a s lo q u e sin c e s a r h a c e s con u n h o m b r e q u e desconoce lo q u e r e s p i r a . N a d i e c o n s e r v a re-
el m o v i m i e n t o c o n s t a n t e de tus n a r i c e s y d e tu b o c a ? Y a h o r a c u e r d o s de su i n f a n c i a . ¿ Y p i e n s a s q u e sin una revelación es-
q u e te lo he a d v e r t i d o , p l a z c a al S e ñ o r q u e cedas i n m e d i a t a - p e c i a l de D i o s p u e d e el h o m b r e conocer c ó m o c o m e n z ó a vivir
m e n t e y n o te o p o n g a s p o r m á s t i e m p o a u n a v e r d a d t a n evi- en el seno d e la m a d r e , s o b r e t o d o si desconoce la n a t u r a l e z a
dente, y n o p r e g u n t e s a t u s p u l m o n e s a c e r c a de la inflación h u m a n a h a s t a el p u n t o de q u e n o s ó l o i g n o r e su c o n s t i t u c i ó n
del o d r e , y antes q u e h a c e r l e s d a r u n a r e s p u e s t a en c o n t r a d e í n t i m a , sino t a m b i é n l o s f e n ó m e n o s e x t e r n o s que p r o d u c e ? ¿ M e
m í , p r e s t a a s e n t i m i e n t o a lo q u e te e n s e ñ a n y a la c o n t e s t a c i ó n e n s e ñ a r á s , p u e s , h i j o m u y a m a d o , a mí o n c u a l q u i e r a o t r o ,
v e r d a d e r a q u e te d a n n o h a b l a n d o y d i s c u t i e n d o , sino a s p i r a n d o c ó m o a p a r e c e la v i d a en los n a c i d o s , lú q u e i g n o r a b a s h a s t a
y e s p i r a n d o el a i r e . Así n o m e m o l e s t a r í a s u o f e n d e r í a s al co- a h o r a c ó m o se m a n t i e n e en los q u e viven, de m o d o q u e i n m e -
r r e g i r y r e p r e n d e r m i i g n o r a n c i a r e s p e c t o del o r i g e n del a l m a ; d i a t a m e n t e m u e r e n si les falla p o r un poco de t i e m p o el a i r e
a n t e s b i e n te d a r í a fervientes g r a c i a s si, en l u g a r de h e r i r m e q u e l o s s o s t i e n e ? ¿ M e e n s e ñ a r á s a mí o a otro c i i a l q u i e u i c ó m o
con i n j u r i a s g r a v e s , d i s c u t i e r a s esta cuestión con r a z o n e s po- r e c i b e n los h o m b r e s la v i d a , t ú q u e i g n o r a b a s de q u é se l l e n a n
d e r o s a s y a r g u m e n t o s c o n v i n c e n t e s . P u e s , si te fuera p o s i b l e l o s o d r e s c u a n d o son i n f l a d o s ?
e n s e ñ a r m e lo q u e s o b r e esto iírnoro, d e b e r í a t o l e r a r t e precisa-
m e n t e q u e m e g o l p e a r a s n o s ó l o con p a l a b r a s , sino h a s t a con i O j a l á s u p i e r a y o si h e d e l l e g a r a c o n o c e r en esta v i d a
los p u ñ o s . el o r i g e n del a l m a , al m e n o s con la m i s m a certeza con q u e tú
lo i g n o r a s ! P e r o si es u n a de l a s cuestiones p r o f u n d a s , c u y a
i n v e s t i g a c i ó n n o s está v e d a d a , es p a r a t e m e r q u e p e q u e m o s n o
CAPITULO IV
p o r q u e la i g n o r a m o s , s i n o p o r q u e t r a t a m o s de r e s o l v e r l a . N o
5. P o r lo q u e se refiere a esta m a t e r i a , t e confieso con sin- d e b e m o s p e n s a r , sin e m b a r g o , q u e sea d e esa clase d e cuestio-
c e r i d a d q u e deseo v i v a m e n t e l l e g a r a s a b e r , si m e es p o s i b l e , nes, ya q u e s a b e m o s con s e g u r i d a d q u e p e r t e n e c e a n u e s t r a
u n a de estas dos c o s a s : a) c u á l es el origen del a l m a , q u e m e n a t u r a l e z a , n o a la de D i o s .
e s d e s c o n o c i d o ; b) si p o d e m o s l l e g a r a este c o n o c i m i e n t o du-
te ne quaesieris, et fortiora te ne scrutatus fueris; sed quae praecepit
titudinis congregatae legebas, ex natura nostra nos utrem inflare, et in tibi Dominus illa cogita semper? '. Verum hoc nosse cupio, aut ab ipso
natura nostra nos minus nihil habere: cum hoc unde faciamus, facillime Deo sciente quod creat, aut etiam ab aliquo docto sciente quod dicat,
posses, non divinas et humanas paginas perscrutando, sed in te adverten- non ab homine nesciente quod anhelat. Infantiam suam quisque non
do nosse cum velles. Quomodo ígitur tibi commíttanii ut me doceas de recolit, et putas hominem nisi Deo docente posse cognoscere, unde in
origine animarum, quod me nescire confíteor; qui quod ruis naribus atque matris útero vivere coeperit; praesertim si usque adeo illum adhuc lateat
ore sine intermissione facis, unde facías ignorabas? Et praestet Dominus, humana natura, ut non solum quid intus habeat, verum etiam quid ad
ut a me commonitus, cedas potius quam resistas tam in promptu positae eam forinsecus accedat, ignoret? Itane, dilectissime, tu me docebis aut
atque apertissimae veritati: nec de utre inflando sic interroges pulmones quemquam, unde nomines nascentes animentur, qui nesciebas adhuc
tuos, ut eos adversus me habere malis inflatos, quam eis acquiescere te usque unde viventes sic alantur, ut illo alimento paululum subtracto
docentibus, et responsum tibi verum, non loquendo et altercando, sed continuo moriantur? Tu me docebis aut quemquam, unde homines
spirando et respirando reddentibus. Proinde ignorantiam meam de origine animentur, qui nesciebas adhuc usque unde utres, quando inflantur,
animarum te corripíentem atque obiurgantem non moleste ferrem, imo i m p l a n tur?
insuper et gratias magnas agerem, si eam mihi, non solum duris percu- Utinam quemadmodum nescis unde origo sit animarum, sic ego sal-
teres conviciis, sed veris etiam dictis. Si enim me posses docere quod tem scirem utrum mihi in hac vita sciendum esset. Si enim ex illis est
nescio, non solum te verbis, sed et pugnis caedentem deberem patientis- altioribus, quae inquirere scrutarique prohibemur; tímendum est ne hoc,
sime sustinere. non ignorando, sed quaerendo peccemus. Ñeque enim propterea non esse
de illis altioribus putare debemus, quia non ad Dei naturam pertinet,
CAPUT IV sed ad nostram.
1
5. Nam fateor Dilectioni tuae, quantum attinet ad istam quaestio- Eccli. 1,22.
nem, unum de duobus valde cupio nosse, si possim, vel de animarum
origine quod ignoro, vel utrum pertineat ad nos hoc nosse cum hic vivi-
mus. Quid si enim ex illis rebus est, de quibus nobis dicitur: Aldorá
720 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 5, 6 IV, 5, 6 721
DEL ALMA Y SU ORIGEN
p r e v e í a o c o n j e t u r a b a q u e p o r s u s p r o p i a s fuerzas n o l l e g a r í a CAPITULO IX
al c o n o c i m i e n t o de D i o s , y a q u e n o le e r a p o s i b l e c o n o c e r s e
a sí m i s m o ? 13. ¿ A c a s o t a m b i é n , p o r q u e h e dicho que no sabemos pe-
E l A p ó s t o l fué a r r e b a t a d o al t e r c e r cielo y oía p a l a b r a * dir como conviene, piensas que puedes mofarte de m í y me
q u e n o le e r a lícito r e p e t i r ; m a s n o s a b í a e x p l i c a r si esto le j u z g a s s e m e j a n t e a los a n i m a l e s ? Esto sería q u i z á m á s tolera-
a c o n t e c í a con el c u e r p o o sin el c u e r p o , y n o t e m i ó q u e t ú le b l e . P u e s t o q u e con recto v s a n o j u i c i o p r e f e r i m o s n u e s t r o por-
c o m p a r a r a s a los a n i m a l e s . S a b í a q u e h a b í a e s t a d o en e s p í r i t u v e n i r a lo p a s a d o y p u e s t o q u e l a o r a c i ó n nos es m á s necesa-
en el tercer cielo, en el p a r a í s o , p e r o i g n o r a b a si h a b í a s u b i d o ria p o r lo q u e s e r e m o s q u e p o r lo q u e h e m o s sido, d e a h í q u e
t a m b i é n con el c u e r p o . El a p ó s t o l P a b l o n o e r a , c i e r t a m e n t e , nos sea m á s m o l e s t o o v e r g o n z o s o n o s a b e r lo q u e p e d i m o s
el t e r c e r cielo n i el p a r a í s o ; n o o b s t a n t e , él s e g u í a c o m p u e s t o q u e i g n o r a r n u e s t r o o r i g e n . P e r o r e c u e r d a en d ó n d e h a s l e í d o
de c u e r p o , a l m a y e s p í r i t u . C o n o c í a cosas p r o f u n d a s y subli- esto o haz m e m o r i a r e l e y é n d o l o , y n o lances s o b r e m í la pe-
m e s , a b s o l u t a m e n t e e x t r a ñ a s a su n a t u r a l e z a , y, al m i s m o tiem- d r a d a de esta i n j u r i a , n o sea q u e l l e g u e a c a e r s o b r e q u i e n
p o , i g n o r a b a lo q u e con e l l a se r e l a c i o n a b a . ¿ Q u i é n n o se ad- n o q u i e r e s . Es, en efecto, el A p ó s t o l de los gentiles q u i e n d i j o :
m i r a r á de t a n g r a n d e i g n o r a n c i a d e sí m i s m o , m i e n t r a s conoce No sabemos pedir lo que nos conviene. Y n o s ó l o lo e n s e ñ ó
t a n t a s cosas o c u l t a s ? ¿ Q u i é n c r e e r í a , finalmente, en esas pala- con la p a l a b r a , s i n o con el e j e m p l o ; p u e s r o g a b a a l S e ñ o r ,
b r a s si n o h u b i e r a n s i d o p r o n u n c i a d a s p o r q u i e n n o p u e d e sin s a b e r q u e su p e t i c i ó n e r a c o n t r a r i a a la u t i l i d a d y a la
e n g a ñ a r s e : No sabemos pedir lo que nos conviene? De a h í q u e perfección d e su s a l v a c i ó n , q u e se a p a r t a s e de él el e s t í m u l o
n u e s t r a p r e o c u p a c i ó n debe s e r p r i n c i p a l m e n t e a t e n d e r a las co- o a g u i j ó n de la c a r n e , q u e le fué d a d o p a r a q u e n o se e n o r g u -
sas que nos están p r e s e n t e s , y tú m e c o m p a r a s a los a n i m a l e s lleciera p o r la g r a n d e z a de sus r e v e l a c i o n e s . Y c o m o el S e ñ o r
p o r q u e he o l v i d a d o lo q u e ya está lejos de mí, a l g o a c e r c a de le a m a b a , n o le c o n c e d i ó l o q u e i g n o r a n t e m e n t e le s u p l i c a b a .
mi origen, n o o b s t a n t e q u e s a b e s lo q u e e n s e ñ ó el A p ó s t o l : M a s d e s p u é s de d e c i r : No sabemos pedir lo que nos conviene,
Olvidando lo que ya queda atrás, me lanzo en persecución de a ñ a d i ó en s e g u i d a : El mismo Espíritu aboga por nosotros con
lo que tengo delante, corro hacia la meta, hacia el galardón de gemidos inefables, y el que escudriña los corazones conoce cuál
la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. es el deseo del Espíritu, porque intercede por los santos según
Dios, o sea, q u e i n s p i r a a l o s s a n t o s el a c e n t o y l o s deseos d e
quia ex se ipso quam incomprehensibilis esset Dei scientia coniiciebat, la o r a c i ó n . E s el m i s m o E s p í r i t u q u e Dios envió a nuestros co-
quandoquidem se ipsum comprehendere non valebat?
Rapiebatur Apostolus in terlium caelum, et audiebat ineffabilia verba,
quae non licet homini loqui, et utrum in corpore hoc illi aecidisset. an CAPUT IX
extra corpus, nescire se dicit 2 , nec a te comparan pecoribus pertimescit.
Sciebat se spiritus eius esse in tertio eaelo, esse in paradiso, et utrum 13. An forte etiam hoc quia dixi: Quid oremus, sicut oportet, nesci-
esse in corpore nesciebat. Et utique tertium caelum et paradisus non mus; inidendum me arbitraris, et irrationalibus similem animantibus
erat ipse apostolus Paulus; corpus vero eius et anima atque spiritus eius iudicas? Et forte tolerabilius. Cum enim recto sanoque iudicio futura
ipse erat. Ecce sci«bat magna, alta atque divina, quae ipse non erat; et nostra praeteritis praeferamus, et oratio nobis non propter quod fuimus,
hoc nesciebat, quod ad naturam ipsius pertinebat. Quis in tanta occul- >sed propter quod erimus sit necessaria, multo est utique molestius ne-
tarum rerum scientia, tantam sui ipsius ignorantiam non miretur? Quis scire quid oremus, quam quemadmodum exorti fuerimus. Sed veniat tibí
postremo crederet, nisi qui non fallit hoc diceret: Quid oremus, sicut in mentem ubi hoc legeris, vel relegendo recolé: et noli in me huius
oportet, nescimus? Ubi esse nostra máxime debet intentio, ut nos in ea convicii lapidem ¡acere; ne ad quem non vis, perveniat. Ule ipse quippe
quae ante sunt extendamus: et me, si in eis quae retro sunt, aliquid de doctor Gentium Apostolus dixit: Quid cnim oremus, sicut oportet, ne-
mea origine oblitus sum, pecoribus comparas, cum audias eumdem Apos- scimus. Quod non tantum verbo docuit, sed suo quoque demonstravit
tolum dicentem: Quae retro oblitus, in ea quae ante sunt extentus. se- exemplo. Nam contra utilitatem et salutis suae perfectionem nesciens
cundum intentionem sequor ad palmam supernae vocationis Dei in Chris- orabat ut discederet ab eo stimulus camís, quem sibi datum dixit, ne
to Iesu 3. magnitudine revelationum suarum extolleretur. Et quia illum Dominus
diligebat, non fecit quod ignoranter petebat'. Sed tamen ubi ait: Quid
2
2 Cor. 12,2-4. enim oremus, sicut oportet, nescimus; mox adiunxit: Sed ipse Spiritus
3
Phil. 3.13.14. interpellat pro nobis gemitibus inenarrabilibus. Qui autem scrutatur
corda, scit quid Spiritus sapiat, quia secundum Deum interpellat pro
sanctis'; id est, interpellare sanctos facit. Ule utique Spiritus, quem
Deus misit in corda nostra, clamantem, Abba, Pater ; et in quo clama-
1
2
2 Cor. 12.7-9.
Rom. 8.26 27.
" Gal. 4,6.
730 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV. 10, 14 JV, 10, 14 DEL ALMA Y SU ORICEN 731
razones el que clama: ¡Abba, Padre!, y en el cual clamamos eternidad, que conocer todo lo que se refiere a la memoria, al
nosotros: ¡Abba, Padre! Con ambas expresiones: Hemos reci- entendimiento y a la voluntad.
bido el Espíritu que clama: ¡Abba, Padre! y en el cual clama- Pero todo esto que he llamado más excelente y mejor, o
mos nosotros: ¡Abba, Padre!, el Apóstol quiso hacernos com- sea, el destino de nuestra alma, no podríamos conocerlo si no
prender en qué sentido clama el Espíritu en nosotros, es decir, diéramos fe a las enseñanzas divinas. Acaso crees tú fundarte
que es él el que nos hace clamar. en estos oráculos y por eso no dudas en dar una sentencia de-
Enséñeme, pues, a mí, cuando le plazca y si me es conve- finitiva acerca del origen del alma.
niente, cuál es el origen del alma. Pero enséñemelo aquel Es- En primer lugar, si así fuera, nunca debiste atribuir a la
píritu que escudriña las profundidades de la divinidad; no el naturaleza humana el conocimiento que el hombre tiene de sus
hombre que no sabe de qué aire se llena un odre. Lejos de mí, cualidades y de su misma naturaleza, sino a la gracia de Dios.
sin embargo, que por esto te compare a los animales, ya que Tus palabras precisas son éstas: Si el hombre no se conoce,
lo ignorabas por inadvertencia y no porque no pudieras sa- ¿en qué se diíerencia del animal? Mas si por el hecho de la
berlo. distancia que nos separa de los animales debemos saber esto,
¿qué necesidad tenemos de leer para saberlo? De la misma
CAPITULO X manera que no necesito que me leas nada para darme cuenta
de que vivimos, pues claramente me lo enseña la naturaleza,
14. Aun cuando las cuestiones que se refieren al origen así también, si pertenece a la naturaleza el conocimiento del
de las almas sean más elevadas que la que tiene por objeto alma, ¿ por qué me citas en este asunto testimonios de las Sa-
el aire que aspiramos y esniramos, tú, no obstante, confías gradas Escrituras para convencerme? ¿Es que solamente se di-
haberlas aprendido de las Sagradas Escrituras, en las cuales ferencian de los animales los que las leen? ¿Por ventura no
nos revela la fe lo que el ingenio humano no puede investigar. nos diferenciamos esencialmente de ellos desde el momento de
Más excelente es saber que la carne ha de resucitar y vivir eter- nuestra creación y antes de que hayamos adquirido los cono-
namente que las observaciones que los médicos han practicado cimientos precisos? Quisiera que me dijeras qué es lo que en-
en ella para deducir que el alma no puede percibir con los cuentras en nuestra naturaleza para que, por el mero hecho de
sentidos, si bien, y a pesar de hacerlo inconscientemente, da diferenciarse del animal, sepa el hombre discutir y resolver la
la vida vegetativa a todo lo que ella anima con su presencia. cuestión del oiigen del alma. Y que me aclararas también por
Y mucho mejor es saber que el alma, que ha sido regenerada qué afirmas en seguida que para lograr este conocimiento no
y renovada en Cristo Jesús, será bienaventurada por toda la bastan las fuerzas humanas, sino que es necesario creer a la
levelación.
mus, Abba, Pater4: utrumque enim dictum, et accepisse nos Spiritum
clamantem, Abba, Pater; et in quo clamamus, Abba, Pater; ut expone- in aeternum beatam futuram, quam quidquid de illius memoria, intelli-
retur quomodo dixit clamantem, hoc est. clamare facientem, ut ipso fa- gentia, volúntate nescimus.
ciente clamemus. Haec autem quae dixi praestantiora atque meliora, nullo modo nosse
Doceat ergo et hoc me quando voluerit, si hoc mihi expediré novit, valeremus, nisi divinis crederemus eloquiis. His ergo eloquiis fidere te
ut sciam unde secundum animam originem ducam. Sed ille hoc me do- fortassis existimas, ne de origine animarum sententiam definitam profer-
ceat Spiritus, qui altitudinem Dei scrutatur; non homo qui spiritum íe cuncteiis. Primum si ita esset, non ipsi humanae naturae tribueie de-
nescit, unde uter inflatur. Absit tamen ut ego hinc te pecoribus com- buisti, quod scit homo de sua qualitate atque natura disquirere atque
parem. Non enim hoc, quia non poteras, sed quia non adverteras, ne- disserere, sed Dei muneri. Dixisti enim: Quid differt homo a pecore, si
sciebas. hoc nescit? Quid igitur opus est aliquid legere, ut hoc sciamus, si eo
ipso quo a pecore distamus, iam hoc scire debemus? Sicut enim nihil
CAPUT X mihi legis ut me vivere sciam, habet enim natura mea ut hoc nescire
non possim: ita si et illud scire naturae est, cur mihi de hac re profers
14. Verum fortasse, quamvis altiora sint, quae de animarum origine quibus credam testimonia Scripturarum ? Numquid soli distant a pecore
requiruntur, quam est unde duoimus et reddimus flatum; tamen eadem qui eas legunt? Nonne ita creati sumus, ut distemus a pecoribus, et ante-
altiora de Scripturis sanctis te didicisse confidis, de quibus per fidem quam ad aliquas Hueras pervenire possimus? Quid est quaeso quod tan-
didicimus, quae nulla possent humana ingenia vestigare. Nam longe uti- tnm naturae nostrae arrogas, ut eo ipso quo distat a pecore, iam norit de
que praestantius est, nosse resurrecturam carnem ac sine fine victuram, origine animarum disquirere atque disserere; et rursus eam sic facis
quam quidquid in ea medici scrutando discere potuerunt, quod nullo huius cognitionis expertem. ut hoc scire humanitus nequeat, nisi divinis
sensu anima percipit, oum praesentia sua vegetet cuneta quae nescit; et testibus credat?
longe est melius, nosse animam, quae in Christo renata et renovata fuerit,
4
Rom. 8.15.
732
IV, 11, 16 DEL ALMA Y SU ORIGEN 733
DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 11. 15
tos Y se ha hecho como uno de ellos, p r o c u r a l e e r l a s y com-
CAPITULO XI p r e n d e r su a l c a n c e , p a r a q u e así evites h u m i l d e m e n t e su o p r o -
b i o s a a p l i c a c i ó n en ti en l u g a r d e a p l i c á r s e l a s o r g u l l o s a m e n t e
1 5 . A d e m á s , estás e q u i v o c a d o en este p u n t o . L o s testimo- a o t r o s . T a l e s p a l a b r a s fueron d i c h a s de a q u e l l o s q u e sólo
n i o s d i v i n o s q u e h a s a d u c i d o p a r a s o l u c i o n a r esta cuestión n o c r e e n en esta v i d a y viven s e g ú n l a s e x i g e n c i a s de l a c a r n e v
l a r e s u e l v e n de n i n g u n a m a n e r a . L o q u e p r u e b a n y l o q u e n o s a s e m e j a n z a de los a n i m a l e s , n o e s p e r a n n u d a d e s p u é s d e la
es n e c e s a r i o p a r a vivir p i a d o s a m e n t e es q u e n u e s t r a s a l m a s h a n m u e r t e ; p e r o n o h a c e n referencia a l g u n a a los q u e a f i r m a n
sido dadas, creadas, formadas p o r Dios. P e r o no dicen cómo s a b e r lo q u e s a b e n y d e c l a r a n q u e i g n o r a n lo q u e n o s a b e n ,
lo h a c e : si es m e d i a n t e u n n u e v o s o p l o o p o r t r a n s m i s i ó n d<- y c o n o c e n su d e b i l i d a d , n o confiando v a n a m e n t e e n su ca-
l o s p a d r e s . Ú n i c a m e n t e h a b l a n de l a q u e dio al p r i m e r hom- pacidad.
b r e . Lee con a t e n c i ó n lo q u e s o b r e este a s u n t o e s c r i b í a nues- 16. Así, p u e s , h i j o , n o d e s a g r a d e n a tu j u v e n i l p r e s u n c i ó n
t r o h e r m a n o el siervo d e D i o s R e n a t o . N o m e p a r e c e n e c e s a r i o las v a c i l a c i o n e s de u n a n c i a n o . S i n o m e es p o s i b l e l l e g a r a
r e p e t i r a q u í lo q u e a l l í e x p u s e . T ú h u b i e r a s p r e f e r i d o q u e y o s a b e r lo q u e i n d a g a m o s a c e r c a del o r i g e n de las a l m a s , n i en-
m e p r o n u n c i a r a en el s e n t i d o en q u e t e p r o n u n c i a s t e t ú p a r a s e ñ á n d o m e l o D i o s ni a l g ú n h o m b r e e s p i r i t u a l , estoy d i s p u e s t o
q u e m e v i e r a e n v u e l t o en l a s m i s m a s dificultades a n g u s t i o s a s a d e f e n d e r c u a n r e c t a m e n t e h a q u e r i d o Dios q u e n o conozca-
en q u e t ú t e h a s m e t i d o , y q u e t e h a n i m p e l i d o a f o r m u l a r m o s esta v e r d a d , c o m o n o s h a o e u l t u d o o t r a s , a n t e s q u e soste-
c o n t r a l a fe c a t ó l i c a t a l e s p r o p o s i c i o n e s q u e , si l a s r e c u e r d a s n e r t e m e r a r i a m e n t e lo q u e es t a n o b s c u r o q u e n o s o l a m e n t e n o
y l a s m e d i t a s s e r i a m e n t e , c o m p r e n d e r á s en s e g u i d a c u a n bene- c o n s e g u i r í a h a c e r e n t e n d e r l o a o t r o s , sino q u e n i y o m i s m o lo
ficioso te h u b i e r a s i d o s a b e r q u e i g n o r a b a s lo q u e v e r d a d e r a - e n t e n d e r í a , o c i e r t a m e n t e f a v o r e c e r í a a los h e r e j e s q u e con te-
m e n t e d e s c o n o c í a s v c u a n beneficioso te r e s u l t a d a r t e c u e n t a n a c i d a d i n t e n t a n p e r s u a d i r n o s de q u e l a s a l m a s d e los n i ñ o s
a h o r a d e esa i g n o r a n c i a . e s t á n l i m p i a s de t o d a m a n c h a , p a r a q u e n o r e c a i g a s o b r e D i o s
Si es la i n t e l i g e n c i a lo q u e te a g r a d a en l a n a t u r a l e z a hu- la r e s p o n s a b i l i d a d de esa m á c u l a , ya q u e o b l i g ó a a l m a s ino-
m a n a , p o r q u e sin e l l a , p o r lo q u e se refiere al a l m a , en n a d a centes a ser p e c a d o r a s , u n i é n d o l a s a u n c u e r p o p e c a d o r y pre-
n o s d i s t i n g u i r í a m o s c i e r t a m e n t e de los a n i m a l e s , fíjate q u é es v i e n d o q u e n o t e n d r í a n el a u x i l i o de l a s a g u a s r e g e n e r a d o r a s y
lo q u e n o e n t i e n d e s , n o sea q u e l l e g u e s a n o c o m p r e n d e r n a d a , q u e n o r e c i b i r í a n la g r a c i a d e l b a u t i s m o , con la c u a l se l i b r a r í a n
y n o d e s p r e c i e s a q u i e n p a r a e n t e n d e r d e v e r d a d lo q u e n o de la e t e r n a c o n d e n a c i ó n , p u e s t o q u e son i n n u m e r a b l e s los ni-
c o m p r e n d e , se da cuenta de q u e n o lo e n t i e n d e . E n c u a n t o a l a s ñ o s q u e m u e r e n sin h a b e r s i d o b a u t i z a d o s .
p a l a b r a s del S a l m i s t a : El hombre, constituido en honor, no
N o u t i l i z a r é y o , p a r a e l u d i r esta dificultad, el l e n g u a j e q u e
tuvo discernimiento: se ha igualado con los insensatos jumen-
bus insensatis, et similis factus est illis 2 ; lege, et intellige, ut hoc oppro-
CAPUT XI brium humiliter potius ipse caveas, quam superbe alteri obiicias. De his
enim dictum est, qui istam vitam solam deputant vitam, secundum car-
15. Deinde et ¡n hoc falleris. Nam divina testimonia, quae ad istam nem viventes, et post mortem nihil sperantes, veluti pécora: non de his
quaestionem solvendam referre voluisti, non id aperiunt. Aliud est quod qui ñeque negant se scire quod sciunt, et confitentur se nescire quod
illa demonstrant, sine quo veré non possumus pie vivere, quod scilicet nesciunt, et potius intelligunt infirmitatem suam, quam de sua virtute
animarum nostrarum Deum habeamus datorem, creatorem, formatorem. confidunt.
Sed quomodo id faciat, utrum novas eas fiando, an de parentibus trahen- 16. Non ¡taque displiceat praesumptioni tuae iuvenüi meus senilis
do, non exprimunt, nisi de illa una quam primo homini dedit. Lege dili- timor, fili. Ego enim, si hoc quod de animarum origine quaerimus, nec
genter quod scripsi ad fratrem nostrum Dei servum Renatum': ibi enim Deo, nec aliquo spirituaU homine docente, scire potuero, paratior sum
quia id ostendi, non fuit necesse et hic scribere. Velles autem me defini- defenderé, quam recte etiam hoc Deus, sicut alia multa, nos scire nolue-
ré quod ipse definisti, ut in tales angustias contruderer, in quales ípse rit, quam temeré dicere, quod aut ita sit obscurum, ut hoc non solum ad
contrusus, adveisus catholicam fidem tot et tanta locutus est, ut ea si fi. aliorum intelligentiam perducere nequeam, sed nec ipse intelligam; aut
deliter atque humiliter recolas atque consideres, videas proferto quantum ceite etiam haereticos adiuvet, qui propterea persuadere conantur ab omni
tibi profuisset, si scisses nescire quod nescis; et quantum tibi prosit, ai noxa puras esse animas parvulorum, ne scilicet eadem noxa in auctorem
vel nunc scias. Deum recurrat et redeat, quod insontes animas, quibus nec lavacrum
Nam si intelligentia tibi placet in natura hominis, quoniam reverá regenerationis subventurum esse praescivit, dando carni peccatrici, esse
si eam non haberet, nihil, quantum ad animas pertinet, a pecoribus compulerit peccatrices, nulla Baptismatis gratia subventura, qua liberen-
distaremus; intellige quid non intelligas, ne totum non intelligas; et tur a damnatione perpetua: quandoquidem innumerabiles animae in-
noli despicere hominem, qui ut veraciter intelligat quod non intelligit, fantum antequam baptizentur, de corporibus exeunt.
hoc se non intelligere intelligit. Unde autem dictum sit in sacro Psal. Absit enim, ut hoc volens diluere, dicam quae ipse dixisti: «Quod
mo: Homo in honore cum esset, non intellexit; comparatus est pecori.
2
1
Supra, 1.1 n.!7ss. Ps. 48,13.
IV, 1 2 , 18 DEL ALMA Y SU ORIGEN 735
734 DEL ALMA Y SU ORIGEN IV, 12, 17
tú u s a s t e : « E l a l m a m e r e c i ó s e r m a n c i l l a d a p o r la c a r n e y lle- a d m i t o q u e el a l m a sea i n c o r p ó r e a y e s p í r i t u , c o m o lo p r o f e s a
g a r a ser p e c a d o r a sin h a b e r i n c u r r i d o e n n i n g ú n p e c a d o a n t e - el d o c t í s i m o o b i s p o A g u s t í n . »
r i o r , p o r el cual m e r e c i e r a con r a z ó n este c a s t i g o » ; y t a m b i é n : A n t e t o d o , d i s c u t a m o s y a c l a r e m o s si el a l m a es i n c o r p ó r e a ,
« A u n sin el b a u t i s m o son p e r d o n a d o s los p e c a d o s o r i g i n a l e s » ; c o m o y o a f i r m o , o es c o r p ó r e a , c o m o tú sostienes. Y l u e g o , si
y p o r ú l t i m o : « E l r e i n o de l o s cielos s e r á d a d o a l fin a l o s c o n f o r m e a l a s S a g r a d a s E s c r i t u r a s es l l a m a d a e s p í r i t u , a u n
que no fueron bautizados.» Si no viera en tales expresiones u n c u a n d o el t é r m i n o o v o c a b l o signifique p i o p i a m e n t e u n a facul-
v e n e n o m o r t a l p a r a la fe, q u i z á n o t e m i e r a p r o n u n c i a r m e d e - t a d de e l l a y n o el a l m a e n t e r a .
finitivamente e n esta m a t e r i a . C o n s i d e r o m á s a c e r t a d o n o d i s p u - E n p r i m e r l u g a r , q u i s i e r a s a b e r c ó m o defines el c u e r p o .
t a r y afirmar a c e r c a del a l m a lo q u e i g n o r o y m a n t e n e r sim- P o r q u e , si n o e s c u e r p o m á s q u e lo c o m p u e s t o d e m i e m b r o s
p l e m e n t e lo q u e el A p ó s t o l e n s e ñ ó de m a n e r a y e n t é r m i n o s c a r n a l e s , n i la t i e r r a , n i el cielo, ni la p i e d r a , n i el a g u a , n i
t a n e x p l í c i t o s y c l a r o s . P o r el p e c a d o de u n h o m b r e , t o d o s los los a s t r o s , n i o t r a s cosas de este g é n c i o son c u e r p o . Si, p o r
q u e n a c e n d e A d á n están s o m e t i d o s a la c o n d e n a c i ó n , a n o s e r el c o n t r a r i o , es c u e r p o t o d o lo q u e COIIMIH de p a r t e s m a y o r e s
q u e r e n a z c a n e n J e s u c r i s t o , c o m o él e s t a b l e c i ó q u e r e n a c i e r a n o m e n o r e s , a las c u a l e s c o r r e s p o n d e ' o c u p a r u n e s p a c i o m a y o r
los q u e el D a d o r m i s e r i c o r d i o s í s i m o de la <?racia p r e d e s t i n ó o m e n o r , son c u e r p o t o d o lo q u e iiniho d e c i t a r : e s c u e r p o el
a la v i d a e t e r n a , el cual a p l i c a r á con t o d o el r i g o r d e la j u s - a i r e , lo e s l a luz visible, p u d i e n d o decii con el A p ó s t o l : Ih
ticia el s u p l i c i o a los q u e p r e d e s t i n ó a la m u e r t e e t e r n a , n o cuerpos celestes y cuerpos terrestres.
solamente p o r los pecados que voluntariamente cometieron, sino 18. L a cuestión e s c a b r o s a y s u t i l í s i m a q u e se desea s a b e r
t a m b i é n a los n i ñ o s p o r el p e c a d o o r i g i n a l , a u n c u a n d o n o es si el a l m a es a l g o s e m e j a n t e a esas e s p e c i e s d e c u e r p o . T ú
añadan otro personal. h a s c o m e n z a d o p o r a f i r m a r q u e D i o s n o es c u e r p o , y te felicito
T a l es p a r a mí la s o l u c i ó n de esta cuestión, p e r m a n e c i e n - p o r e l l o e f u s i v a m e n t e . P e r o d e n u e v o suscitas e n m í la i n q u i e -
d o en el secreto l a s o c u l t a s o b r a s de D i o s y q u e d a n d o a s a l v o t u d , a l d e c i r : «Si el a l m a c a r e c e d e c u e r p o o e s i n m a t e r i a l e n
la i n t e g r i d a d d e m i fe. el s e n t i d o d e q u e n o sea, c o m o p i e n s a n a l g u n o s , m á s q u e u n a
i n a n i d a d v a c u a , a é r e a y fútil s u b s t a n c i a . » A j u z g a r p o r estas
p a l a b r a s , p a r e c e q u e crees q u e t o d o lo q u e c a r e c e d e c u e r p o es
CAPITULO XII s u b s t a n c i a v a n a . Si a s í es, ¿ c ó m o te a t r e v e s a s o s t e n e r q u e D i o s
n o tiene c u e r p o y n o t e m e s q u e se c o n c l u v a q u e es u n a s u b s t a n -
17. D e s p u é s d e esto, con la g r a c i a q u e el S e ñ o r se dig- cia v a n a ? P o r el c o n t r a r i o , si D i o s n o t i e n e c u e r p o , c o m o ••
ne darme, debo responder también al apostrofe que m e dirigiste h a s s o s t e n i d o , evita el d e c i r q u e sea u n a s u b s t a n c i a v a n a ; p u e s
c u a n d o , t r a t a n d o del a l m a , r e p e t i s t e m i n o m b r e y d i j i s t e : « N o
anima per carnem meruerit inquinan, et esse peocatrix, nullum habeos dixisti: «Non enim, sicut Augustinus peritissimus episcopus profitetur,
ante peccatum, quo recte id meruisse dicatur»: et «quod etiam sine Bap- incorpoream et eamdem spiritum esse permittimus».
tismo originalia peccata solvantur»: et «quod regnum quoque cáelo rara Prius itaque utrum anima incorpórea, sicut ego dixi, an corpórea,
non baptizatis in fine tribuatur». Haec atque huiusmodi venena fidei sicut tu, existimanda sit, disputemus. Deinde utrum etiam ipsa secun-
nisi dicere timerem, fortasse de hac re definiré aliquid non timerem. dum Scripturas nostras dicatur spiritus; quamvis etiam proprie spiritus
Quanto mclius igitur non separatim de anima disputo et affirmo quod nuncupetur, non universa, sed aliquid eius.
nescio; sed quod apertissime Apostolum video docuisse simpliciter teneo. Ac primum scire vellem, Corpus quid esse definías. Si enim non est
Ex uno homine omnes homines iré in condemnationem qui nascuntur ex Corpus, nisi quod membris carnalibus constat; neo térra erit Corpus,
Adam 3 , nisi ita renascantur in Christo, sicuti instituit ut renascantur, nec caelum, nec lapis, nec aqua, nec sidera, nec si quid huiusmodi est.
antequam corpore moriantur, quos praedestinavit ad aeternam vitam Si autem corpus est quidquid maioribus et minoribus suis partibus maio-
misericordissimus gratiae largitor: qui est et illis quos praedestinavit ad ra et minora spatia locorum obtinentibus constat; corpora sunt etiam ista
aeternam mortem, iustissimus suppHcii ietributor; non so^um propter quae commemoravi: corpus est aer, corpus est lux ísta visibilis, et om-
illa quae volentes adiiciunt, verum etiam si infantes nihil adiiciant, prop- nia sicut dicit Apostolus, corpora caelestia, et corpora terrestrial.
ter originale peccatum. 18. Sed utrum aliquid tale sit anima, scrupulosissime ac subtilissime
Haec est in illa quaestione definido mea, ut occulta opera Dei habeant quaeritur. Verumtamen tu, unde tibi máxime gratulor, Deum corpus non
suum secretum, salva fide mea esse confirmas. Sed me rursus sollicitum facis, ubi dicis: «Si anima caret
corpore, ut sit, sicut quibusdam placet, cassae inanitatis, aeriae futilisque
substantiae». His enim tuis verbis videris credere, omne quod caret cor-
CAPUT XII pore, inanis esse substantiae. Quod si ita est, quomodo Deum audes
dicere carere corpore, nec times ne sequatur inanis eum esse substan-
17. Nunc iam, quantum Dominus donare dignatur, etiam ad illud tiae? Porro si et corpore caret Deus, quod ¡am confessus es; et eum
debeo responderé, ubi de anima loquens, meum nomen iterasti, atque
1
3
Rom. 5,18. 1 Cor. 15,40.
736 DEL ALMA Y SU OKIUKN IV, 12, 18 IV, 13, 19 DEL ALMA Y SU ORIGEN 737
stincte spiritu nominato. Multo enim magis tibi debet videri anima spi- CAPUT XIV
ritus esse quam corpus; quia spiritum et animam unius fateris esse
substantiae, unius autem substantiae animam corpusque esse non dicis. 20. Sed hoc omitto, ne de nominibus Ínter nos sit potius contro-
Quo igitur pacto corpus est anima, cum eius et corporis sit diversa natu- versia, quam de rebus. Quisnam sit homo interior videamus, utrum ani-
ra; et spiritus non est anima, cum eius et spiritus sit una eademque ma, an spiritus. an utrumque. Sed sicut te scripsisse video, interiorem
natura? Quid, quod ista tua ratione etiam spiritum corpus esse cogeris hominem animam dicis. De hac enim loquebaris, cum díceres: «Et ge-
dicere? AMoquin si spiritus corpus non est, et anima corpus est: non lante substantia quae comprehendi non poterat, efficeret corpus aliud
sunt spiritus et anima unius eiusdemque substantiae. Tu autem utrumque, intra corpus naturae suae vi et spiramine conglobatum, exindeque inci-
quamvis dúo quaedam sentías, unam fateris habere substantiam. Ergo peret homo interior apparere, quem veluti in forma vaginae corporalis
et spiritus corpus est, si anima corpus est: ñeque enim aliter possunt inclusum, ad similitudinem sui de'ineavit exteiioris hominis habitudo».
unius eiusdemque esse naturae. Deinde infers: «Flatus ergo Dei animum fecit, imo flatus ex Deo anima
Proinde secundum te, illud quod ait Apostolus: Spiritus vester, et factus est, effigiata substantia'is, et secundum naturam suam corpórea
anima, et corpus: tria sunt corpora; sed ex his dúo, anima et spiritus et sui corporis similis. imaginique conformis». Post haec incipiens loqui
unius naturae sunt corpora; corpus autem illud, quod etiam caro dici- de spiritu: «Haec, inquis, anima quae ex flatu Dei haberet originem,
tur, diversae naturae est. Et ex his tribus, ut opinaris, corporibus, quo- sine sensu proprio atque intellectu intimo esse non potuit, quod est spi-
rum unum diversae, dúo vero sunt unius eiusdemque substantiae, con- ritus».
stat totus homo, una quaedam res atque una substantia. Ista cum asse- Sicut ergo video, interiorem hominem vis esse animam; intimum,
ras, non vis tamen ut duae res unius eiusdemque substantiae, id est, spiritum; tanquam et ipse interior sit animae, sicut illa corpori. Ita fit
anima et spiritus habeant unum spiritus nomen: cum duae res non ut quemadmodum corpus per interiora cava sua recipit aüud corpus,
unius eiusdemque, sed imparis diversaeque substantiae, id est, anima et quod est anima, sicut putas; sic et anima credenda sit habere interiora
corpus habeant unum, sicut putas, corporis nomen. inania, qua corpus tertium receperit spiritum: atque ita totus homo con-
stet ex tribus, exteriore, interiore, intimo.
740 DEL ALMA Y SU OKIGEN IV. 14, 20 IV, 15, 21 DEL ALMA Y SU ORIGEN 741
¿ N o a d v i e r t e s t o d a v í a c u á n t o s a b s u r d o s se s i g u e n de t u s en la m o n e d a y lleve l a s dos i m á g e n e s , u n a en la p a r t e i n f e r i o r
a f i r m a c i o n e s s o b r e l a c o r p o r e i d a d del a l m a ? P e r o d i m e , ade- y o t r a en la s u p e r i o r .
m á s : ¿ c u á l de e l l o s será r e n o v a d o p o r el c o n o c i m i e n t o d e T a l e s son los a b s u r d o s en q u e , q u i e r a s o n o , te h a c e incu-
Dios c o n f o r m e a la i m a g e n del q u e lo c r e ó ? ¿ S e r á el h o m - r r i r la i d e a c a r n a l de los c u e r p o s c u a n d o e s t u d i a s y discutes
b r e i n t e r i o r o el í n t i m o ? N o veo, en v e r d a d , q u e el A p ó s t o l , los p r o b l e m a s del a l m a . A d e m á s , D i o s n o es c u e r p o . R e c i a . n e n -
a p a r t e del h o m b r e i n t e r i o r y e x t e r i o r , h a b l e de otro h o m b r e te confiesas y a d m i t e s esta v e r d a d ; entonces, ¿ c ó m o p o d r á u n
i n t e r i o r al h o m b r e i n t e r i o r , o sea del í n t i m o . E l i g e , n o o b s t a n t e , c u e r p o r e c i b i r su i m a g e n ?
al q u e p r e f i e r a s p a r a q u e sea r e n o v a d o según la i m a g e n de D i o s . T e r u e g o , h e r m a n o , q u e n o te c o n f o r m e s a este s i g l o , s i n o
¿ C ó m o p o d r á r e c i b i r l a , h a b i e n d o t o m a d o ya la f o r m a o i m a g e n q u e te t r a n s f o r m e s p o r la r e n o v a c i ó n de la m e n t e y n o j u z g u e s
del h o m b r e e x t e r i o r ? P o r q u e si el h o m b r e i n t e r i o r se h a exten- s e g ú n l a c a r n e , p o r q u e es l a m u e r t e .
dido ya p o r los m i e m b r o s del h o m b r e e x t e r i o r y se h a c o a g u l a -
d o — é s t e es el t é r m i n o q u e t ú usaste, lo m i s m o q u e si la m a t e r i a CAPITULO XV
vertida se f o r m a r a del l o d o — , ¿ c ó m o , p e r m a n e c i e n d o la f o r m a
p r i m i t i v a q u e recibió del c u e r p o , p u e d e c o n f o r m a r s e a la i m a g e n 21. T ú i n s i s t e s : «Si el a l m a cu rece de c u e r p o , ¿ q u é fué lo
q u e c o n o c i ó a q u e l rico en el i n f i e r n o ? I\s cierto q u e h a b í a visto
de D i o s ? ¿ T e n d r á a c a s o d o s i m á g e n e s , u n a de lo m á s a l t o , es
en la t i e r r a a L á z a r o ; p e r o no a Alinilián. ¿ C ó m o a d q u i r i ó el
decir, de D i o s ; o t r a de lo í n f i m o del c u e r p o , c o m o lo v e m o s en
c o n o c i m i e n t o de A b r a h á n , q u e h a b í a m u e r t o m u c h o t i e m p o an-
las p i e z a s de m o n e d a , en l a s q u e se l e e : cabeza o n a v e ? Res-
t e s ? » T ú s u p o n e s q u e n o es p o s i b l e c o n o c e r a u n h o m b r e m á s
p o n d e r á s q u i z á q u e el a l m a t o m ó la i m a g e n del c u e r p o y q u e
q u e p o r la f o r m a del c u e r p o , y y o s u p o n g o , a m i vez, q u e p a r a
el e s p í r i t u recibe la i m a g e n de D i o s , p u e s t o q u e a q u é l l a se a p r o -
c o n o c e r t e a ti m i s m o te m i r a s f r e c u e n t e m e n t e en el e s p e j o , p o r
x i m a al c u e r p o , m i e n t r a s q u e el e s p í r i t u se a s e m e j a m á s a D i o s ,
t e m o r a q u e n o p u e d a s r e c o n o c e r t e si l l e g a s a o l v i d a r t e de l a
y q u e , p o r esto, es el h o m b r e í n t i m o el q u e será r e f o r m a d o a
f o r m a y d e t a l l e s de tu r o s t r o . D i m e : ¿ a q u i é n conoce el h o m -
i m a g e n de D i o s y n o el h o m b r e i n t e r i o r . T a l e x p l i c a c i ó n es b r e m e j o r q u e a sí m i s m o y q u é r o s t r o p u e d e v e r m e n o s q u e el
p u e r i l e i n ú t i l , p o r q u e si el h o m b r e í n t i m o está d i f u n d i d o p o r s u y o ? ¿ Q u i é n p u e d e c o n o c e r a D i o s , del q u e , sin d u d a r , a f i r m a s
t o d o s los m i e m b r o s del a l m a de la m i s m a m a n e r a q u e lo e s t á q u e es i n c o r p ó r e o , si, c o m o tú p i e n s a s , n o se p u e d e c o n o c e r
el a l m a p o r los del c u e r p o , ya t o m ó a q u é l , m e d i a n t e el a l m a , la m á s q u e p o r la f o r m a del c u e r p o , o en otros t é r m i n o s , si ú n i c a -
i m a g e n del c u e r p o y le confirió u n a f o r m a e s p e c i a l . Si este m e n t e los c u e r p o s p u e d e n ser c o n o c i d o s ? ¿ H a b r á a l g ú n cris-
h o m b r e í n t i m o conserva la i m a g e n del c u e r p o , n o p u e d e r e c i b i r
la i m a g e n de D i o s , a n o ser q u e o c u r r a , c o m o h e d i c h o , lo q u e nem Dei, manente in se ista imagine corporis; nisi quemadmodum num-
mus, ut dixi, aliter ex inferiore, aliter ex parte superiore formetur.
Itane nondum respicis, quanta te absurdissima consequantur, cum Ad ista te absurda quando de anima cogitas, carnalis cogitatio cor-
animam conaris asseverare corpoream? Deinde dic mihi: quis eorum porum, velis nolisve, compellit. Sed Deus, ut etiam ipse rectissime con-
renovabitur in agnitionem Dei, secundum imaginem eius qui creavit fiteris, non est corpus: quomodo igitur capiat eius imaginem Corpus?
illum? *; interior, an intimus? Apostolus quidem, praeter interiorem et Obsecro te, frater, ut non conformeris huic saeeulo, sed reformeris
exteriorem, non video quod sciat aüum interioris interiorem, id est, to- in novitate mentis tuae 2, nec sapias secundum carnem, quoniam mors est 3 .
tius hominis intimum. Sed elige quem volueris, qui renovetur secundum
imaginem Dei: quomodo hanc recipiet, qui iam sumpsit exterioris ima- CAPUT XV
ginem? Si enim per membra exterioris cucurrit interior et gelavit (hoc
enim etiam verbo usus es, tanquam firmentum fusile fieret ex forma 21. Sed inquis: «Si anima caret corpore, quid est quod apud infe-
lútea, quae de pulvere facta est); quomodo eadem manente forma, quae ros dives ille cognoscit? Certe, inquis, noverat iam Lazarum, non nove-
impressa illi est vel expressa de corpore, potest reforman ad imaginem rat Abraham ' ; unde illi tanto ante tempore defuncti Abrahae provenit
Dei? An duas habebit imagines, a summo quidem Dei, ab imo autem agnitio? Haec dicens, si agnitionem hominis provenire non putas sine
coiporis; sicut in nummo dicitur, Caput et navia? An forte dicis, quod corpoiis forma; ut noveris te ipsum, ciedo quod assidue speculum atten-
anima ceperit imaginem corporis. et spiritus capiat imaginem Dei, tan- dis, ne si fueris oblitus faciem tuam, non te possis agnoscere. Rogo te,
quam illa contigua corpori, et Ule sit Deo; ac sic ad imaginem Dei quem magis hominum novit homo quam se ipsum, et cuius minus potest
homo ille intimus, non iste interior reformetur? Sed frustra hoc dicis. faciem videre quam suam? Quis autem potest cognoscere Deum, quem
Nam si et ille intimus ita est per animae omnia membra diffusus, ut tu quoque incorporeum esse non dubitas; si praeter corporis formam,
illa per corporis; iam etiam ipse per animam cepit imaginem corpori?, sicut putas, non potest cognitio provenire, id est, si corpora possunt sola
sicut illa eum forma formavit: ac per hoc non habet ubi capiat imagi-
2
R o m . 12,2.
3
1
Ibid. 8,6.
Col. 3,10. 1
Le. 16,19-31.
742 DI.L ALMA \ SU Ollll.l.iN I V . 15, 22 IV, 16, 23 DEL ALMA Y SU ORIGLN 743
tiano que discuta sobre cuestiones tan escabrosas y difíciles - el socorro de aquel que aparece bajo una forma corporal.»
sea tan negligente en recordar los oráculos divinos y diga: «Si Escúchente los hombres y que ninguno pida a Dios su ayuda
el alma es incorpórea, es necesario que carezca de forma»? o auxilio, porque nadie ve en él un ser corporal.
¿Has olvidado que el Apóstol habla de la forma de la doctrina?
¿Luego ez corporal la forma de la doctrina? ¿Has olvidado
que está escrito de Jesucristo que antes de la Encarnación era CAPITULO XVI
de la forma de Dios? ¿Cómo, pues, dices: «Si el alma es in- 23. «Finalmente—añades—, en esto pasaje se describen
corpórea, es necesario que carezca de forma», oyendo hablar los miembros del alma como si fuera un verdadero cuerpo»,
de la forma de Dios, del cual tú mismo enseñas que no es cor- y distribuyes a cada uno su significación: «el ojo designa toda
póreo, y le expresas como si la forma no pudiera existir más la cabeza», porque se dice que levantó sus ojos; «la lengua de-
que en los cuerpos? signa las fauces v el dedo toda la mano», puesto que el mal
22. Todavía añades: «Cesen los nombres en donde no se rico exclamó: Envía a Lázaro para que con la punta del dedo
distingue la forma y no se citen nombres en donde no h mojado en agua refresque mi lengua. Sin embargo, para evitar
designación de personas.» Formulas esta proposición para pro- que, en contra de lo que rectamente enseñas al defender que
bar que el alma de Abrahán era corpórea, puesto que el mal Dios es incorpóreo, se te opongan los pasajes en los que se ha-
rico pudo exclamar: ¡Padre Abrahán! Ya he dicho que ha- bla de los miembros de Dios, aclaras en seguida que «estos
forma aun en donde no hay cuerpo. Si piensas que la citación miembros designan en Dios virtudes incorpóreas». ¿I'or que
de nombres no tiene razón de ser en donde no hay cuerpos, te estos nombres de miembros no exigen que Dios tenga un cuer-
ruego que enumeres los nombres siguientes: Los frutos del Es- po y exigen que lo tenga el alma? ¿Es que tales expresiones
píritu son: caridad, gozo, paz, longanimidad, afabilidad, bon- deben ser entendidas al pie de la letra cuando se trata de las
dad, fe, mansedumbre, continencia, y me digas si no conoces las criaturas y metafóricamente cuando se trata del Creador? En
virtudes que tales nombres significan o bien si los conoces de ese caso te verás en la precisión de asignarnos alas, porque rio
tal manera que veas en ellos algunos rasgos de los cuerpos.
es el Creador, sino la criatura, o sea el hombre, quien exclama:
Omitiendo otras preguntas, dime qué figura, qué miembros, qué
Si tomare alas como la paloma. Además, si aquel rico teníi
color tiene la caridad, la cual, ciertamente, no puede parecerte
algo inane o vacuo, a menos que tú mismo seas frivolo o ligero. lengua, porque dijo: Refresque mi lengua, hav que concluir
que durante esta vida nuestra lengua tiene manos corporales,
En otro lugar repites el mismo pensamiento: «Se implora según está escrito: La muerte y la vida están en las manos de
cognosci? Quis autem christianus de tam magnis difficillimisque rebus «Cuius auxilium imploratum est, inquis, corporeus utique visus est
disputans, animum in verba divina tam negligenter intendat, ut dicat: atque formatus». Audiant te homines, et Dei nemo imploret auxilium,
«Si incorpórea est anima, necesse est careat forma?» Oblitus es, te for- quia nemo eum potest videre corporeum.
mam legisse doctrinae? 2. Ergo corpórea est forma doctrinae. Oblitus
es Scriptum esse de Christo Iesu, antequam hominem fuisse indutus, quod
in forma Dei erat? 3 . Quomodo ergo dicis: «Si incorpórea est anima, CAPUT XVI
necesse est careat forma»; cum audias formam Dei, quem non esse cor- 23. «Denique, inquis, membra illie animae describuntur, ut veré sit
poreum confiteris; et illa loqueris tanquam forma nisi in corporibus
corpus»: et vis, «per oculum totum caput intelligi», quia dictus est levas-
esse non possit?
se oculos suos; «per linguam fauces, per digitum manum», quia dictum
22. Dicis etiam: «Cessare illie nomina, ubi non distinguitur forma; est: Mitte Lazarum, ut intinguat extremum digiti sui in aquam, et refri-
et nihil illie agere appellationem nominum, ubi nulla est designatio per- geret linguam meam. Tamen ne per membrorum nomina de Deo tibi
sonarum». Hinc volens probare Abrahae animam fuisse corpoieam, quia corpóreo praescribatur, dicis «per haec incorpóreas intelligendas esse
dici potuit: Pater Abraham. Iam diximus, etiam ubi corpus nullum est,
virtutes»: quia Deum rectissime defendis non esse corporeum. Quid igi-
esse formam. Si autem appellationem nominum nihil putas agere, ubi
tur causae est, cur nomina ista membrorum in Deo tibi corpus non
non sunt corpora; numera ista nomina, quaeso te: Fructus autem spi-
ritus est chantas, gaudium, pax, longanimitas, benignitas, bonitas, fides, faciant, in anima faciant? An vero quando de creatura haec dicuntur,
mansuetudo, continentias: et dic mihi utrum res ipsas non agnoscas, proprie accipienda sunt; quando autem de Creatore, tropice atque trans-
quarum ista sunt nomina, vel sic agnoscas, ut aliqua lineamenta eor- íate? Pennas itaque corpóreas daturus es nobis, quoniam non Creator,
porum videas. Ecce, ut alia taceam, dic mihi quam figuram, quae mem- sed creatura, id est, homo dicit: Si assumpsero pennas meas sicut co-
bra, quem colorem chaiitas habeat; quae cene, si ipse inanis non es, lumba l. Porro autem, si propterea linguam habebat dives ille corpo-
inane aliquid tibi videri non potest. ream quoniam dixit: Refrigeret linguam meam: in nobis quoque adhuc
in carne viventibus, manus habet ipsa lingua corpóreas, quia scriptum
2
Rom. 6,17. est: Mors et vita in manibus linguae2. Puto etiam non tibi videri, vel
"1 Phil. 2,6. 1
Gal. 5,22.23. Ps. 138,9.
2
Prov. 18,21.
744 DEL ALMA Y SU ORICKN IV, 16, 24 IV, 17, 25 DEL ALMA Y SU ORIGEN 745
la lengua. Pienso t a m b i é n q u e el p e c a d o n o te p a r e c e r á u n a
c r i a t u r a o u n c u e r p o , y en este caso, ¿ p o r q u é t i e n e r o s t r o ? CAPITULO XVII
¿ N o has leído en los s a l m o s : No hallan paz mis huesos ante
2 5 . N o deduzcas de m i s r a z o n a m i e n t o s q u e n i e g u e la p o -
el rostro de mis pecados?
s i b i l i d a d de que el a l m a de u n m u e r t o y lo m i s m o la d e u n a
24. En cuanto a tu o p i n i ó n de q u e «el seno de A b r a h á n es
p e r s o n a d o r m i d a e x p e r i m e n t e sensaciones a g r a d a b l e s o des-
el seno corporal y p o r él se designa t o d o el c u e r p o » , t e m o q u e
a g r a d a b l e s , como sucede en el c u e r p o . E n el sueño, c u a n d o su-
e n u n asunto de t a n t a i m p o r t a n c i a te h a y a s c o n d u c i d o jocosa f r i m o s a l g u n a molestia o a l g ú n d o l o r , c o n s e r v a m o s n u e s t r a
e irrisoriamente y n o con la g r a v e d a d y s e r i e d a d d e b i d a s . M e p e r s o n a l i d a d , y, si n o d e s a p a r e c e al d e s p e r t a r , sufrimos a m a r -
supongo, en efecto, q u e h a y a s l l e g a d o a t a n t a i n s i p i e n c i a q u e g a m e n t e . C r e e r que son c u e r p o s q u e nos g o l p e a n y n o s h a c e n
pienses que el seno c o r p o r a l de u n solo h o m b r e p u d i e r a conte- a n d a r de u n lado p a r a o t r o es p r o p i o de u n h o m b r e q u e n o
n e r tal n ú m e r o de a l m a s o, p a r a e x p r e s a r m e c o m o tú, «la m u l - h a r e f l e x i o n a d o a t e n t a m e n t e s o b r e lalcs cosas. P r e c i s a m e n t e
titud de cuerpos de los j u s t o s , l l e v a d o s a l l í p o r los á n g e l e s del esos objetos i m a g i n a r i o s p r u e b a n bien que el a l m a n o es cor-
m i s m o modo que l l e v a r o n a L á z a r o » . A n o ser q u e te i m a g i n e s p ó r e a , a n o ser q u e q u i e r a s sostener q u e son v e r d a d e r a m e n t e
y creas que s o l a m e n t e u n a l m a ha m e r e c i d o l l e g a r a l l í . Si n o c u e r p o s , q u e se nos a p a r e c e n en s u e ñ o s c u a n d o v e m o s el c i e l o ,
te mofas y n o q u i e r e s e q u i v o c a r t e p u e r i l m e n t e , d a t e c u e n t a d e la t i e r r a , el m a r , el sol, la l u n a , las e s t r e l l a s , ríos, m o n t e s , á r b o -
q u e el seno de A b r a h á n significa el l u g a r s e p a r a d o y s e c r e t o les y a n i m a l e s . Quien cree q u e tales cosas son c u e r p o s , se en-
de descanso en d o n d e se e n c o n t r a b a A b r a h á n . g a ñ a de m o d o i n c r e í b l e . Y, sin e m b a r g o , son m u y s e m e j a n t e s
H e ahí p o r q u é se n o s p r e s e n t a a A b r a h á n c o m o el p a d r e a los c u e r p o s .
n o solamente de L á z a r o , sino de m u c h a s n a c i o n e s , a l a s cua- De esta especie son t a m b i é n l a s visiones o a p a r i c i o n e s q u e
les se les p r o p o n e c o m o m o d e l o de i m i t a c i ó n p o r la p r e e m i - p u e d e n v e n i r de D i o s , sea d u r a n t e l o s sueños, sea en los é x t a s i s ;
nencia de su fe. E n este s e n t i d o q u i s o D i o s ser l l a m a d o el m a s ¿ q u i é n p u e d e c o n o c e r c ó m o se r e a l i z a n estas a p a r i c i o n e s ,
D i o s de A b r a h á n , el D i o s d e I s a a c , el D i o s d e J a c o b , n o obs- es d e c i r , cuál es su n a t u r a l e z a ? I n d u d a b l e m e n t e es e s p i r i t u a l
tante que es el D i o s de t o d o s los p u e b l o s . y n o c o r p o r a l . N o son c u e r p o s , sino r e p r e s e n t a c i o n e s de cuer-
esse creaturam, vel corpus esse peccatum: cur ergo habet íaciem? An p o s f o r m a d a s p o r los p e n s a m i e n t o s h a b i d o s en el e s t a d o d e
non audis in Psalmo: Non est pax ossibus meis, a facie peccatorum vigilia y c o n s e r v a d a s en l a s p r o f u n d i d a d e s de la m e m o r i a , y,
meorum? 3. a l r e c o r d a r n o s , salen, n o sé de q u é m o d o , d e s u s r e c ó n d i t a s
24. Quod vero «illum Abrahae sinum» existimas «esse corporeum, sedes y se n o s p r e s e n t a n c o m o si l a s t u v i é r a m o s a n t e n u e s t r o s
et per ipsum asseris totum corpus eius agnosci», vereor ne in re tanta ojos. Si el a l m a fuera u n c u e r p o , n o p o d r í a f o r m a r con el
ioculariter atque irridenter, non serio graviterque agere credaris. Ñeque
enim usque adeo desiperes, ut arbitrareris corporeum unius hominis
sinum ferré tot animas, imo, ut secundum te loquar, «ferré tot corpora CAPUT XVII
bene meritorum, quot illuc Angelí sicut Lazarum perferunt». Nisi opi- 25. Ñeque me haec ita disserere existimes, tanquam negem fieri posse
naris fortasse illam unam animam solam, ad eumdem sinum pervenire ut anima mortui sicut dormientis, in similitudine corporis sui sentiat,
meruisse. Si non iocaris, et errare pueriliter non vis, sinum Abrahae seu bona, seu mala. Nam et in somnis quando aliqua dura et molesta
intellige, remotam sedem quietis atque secretam, ubi est Abraham. perpetimur, nos utique sumus; et nisi evigilantibus nobis illa praeter-
Et ideo Abrahae dictum", non quod ipsius tantum sit, sed quod eant, poenas gravissimas pendimus. Sed corpora esse credere, quibus
ipse pater multarum gentium sit positus s , quibus est ad imitandum fidei hac atque illac quasi ferimur et volitamus in somnis, hominis est qui
principatu propositus: sicut Deum Abraham, et Deum Isaac, et Deum parum vigilanter de rebus talibus cogitavit: de his quippe visorum ima-
lacob, se Deus vocari voluit e , cum sit innumerabilium Deus. ginibus, máxime anima probatur non esse corpórea: nisi velis et illa
8 corpora dicere, quae praeter nos ipsos tam multa videmus in somnis,
Ps. 37,4.
1
Le. 16.19-31. caelum, terram, mare, solem, lunam. stellas, fluvios, montes, arbores, ani-
«0 Gen. 17.4.5. malia. Haec qui coipora esse credit, incredibiliter desipit: sunt tamen
Ex. 3,6. corporibus omnino simillima.
Ex hoc genere sunt etiam, quae alia significantia divinítus demon-
strantur, sive in somnis, sive in ecstasi: quae unde fiant, id est, quaenam
sit velut materies eorum, quis indagare potest aut dicere? Procul dubio
tamen spiritualis est, non corporalis. Namque huiusmodi species velut
corporum, non tamen corpora, et vigilantinm cogitatione formantur, et
profunditate memoriae continentur; et ex eius abditissimis sinibus, nescio
quo mirabili et ineffabili modo, cum recordamur prodeunt, et quasi
ante oculos prolata versantur. Tam multas igitur et tam magnas cor-
746 DEL ALMA Y SU OHI(,l N IV, 18, 26 IV, 18, 27 mi ALMl Y SI. ORIGEN 747
pensamiento tan grande número de representaciones ni la me- que le pareció que, cambiada en hombie, luchaba contra un
moria podiía contenerlas. Atendiendo a tu definición, «la subs- egipcio. ¿Quién dudará de que el cueipo que el alma tenía
tancia corporal del alma no sobrepasa los límites exteriores en aquella circunstancia era una imagen del cuerpo y no el
del cuerpo». ¿En virtud de qué extensión, que el alma no tiene, cuerpo verdadero, el cual, permaneciendo en su sexo femeni-
puede contener las imágenes de tantos cuerpos, de espacios ín no, yacía postrado en el lecho, adormecidos profundamente los
mensos y de regiones sin límites? ¿Qué hay, por tanto, de raro sentidos, mientras el alma luchaba como si lucia un cuerpo de
o extraño en que se aparezca a sí misma en la semejanza de un hombre? ¿Qué respondes a esto? ¿Era, electivamente, un cuer-
cuerpo y aun cuando se aparezca sin cuerpo? Pues en el sueño po aquella semejanza de un cuerpo de hombie o no era cuerpo
no se aparece con su cuerpo, y, sin embargo, con la semejanza aun cuando lo parecía? Escoge lo que qmcias. Si era cuerpo,
del cuerpo íecorre lugares conocidos y desconocidos y experi- ¿por qué no conservaba su forma exletioi? Ni en la carne de
menta las sensaciones de alegría y de tristeza. aquella mujer había hallado los órganos viiilos, de maneía que,
Me figuro que ni tú mismo le atreves a decir que la repre- contrayéndose o cortándose, o, como lú dices, «congelándose»,
sentación del cuerpo y de los miembios, tal como se le aparece pudiera formarse. Además, como el cuerpo de aquella mujer,
al alma en los sueños, sea verdadeio cuerpo. Si esto fuera cier- que dormía, vivía todavía, su alma, mientras luchaba, estaba en
to, entonces sería verdadera montaña la que al alma le parece su envoltura, encerrada en lodos los mirmbios del cuerpo vivo
subir, y sería una casa material aquella en la que le parece y conservaba la forma que tenía en el cueipo, conforme al cual
que entra, y sería veidadero árbol y verdadera madera aquello había sido modelada. Aún no había abandonado aquellos miem-
bajo lo cual le parece descansar, y seiía verdadera agua la m. bros, como sucede en la muerte; aún no había arrancado, for-
a ella le parece beber, v, en una palabra, si el alma es un zándola la muerte, sus propios miembros de los miembros de
cuerpo [jorque como tal se aparece en los sueños, hay que los cuales habían sido formados. Y ahora te pregunto: ¿de
concluir que todas las cosas de las cuales se ocupa en los sue- dónde provenía este cuerpo de hombre en el cual le parecía que
ños son también cuerpos. combatía contra su adversario? Y si no era cuerpo, sino que
era algo semejante al cuerpo, una representación de cuerpo, en
CAPITULO XVIII la cual el alma experimentaba verdadera tristeza y verdadera
alegiía, ¿no ves ya cómo es posible que se forme en sí misma
26. Debo igualmente decir algo acerca de las visiones de una semejanza de cuerpo, sin que esa representación sea efecti-
los mártires, ya que las has aducido como testimonio en tu vamente un cuerpo?
favor. 27. ¿Qué sucederá si estos fenómenos se verifican aun
Se trata de Santa Perpetua, la cual tuvo un sueño en el en los infiernos y las almas se reconocen no en los cuerpos,
po um imagines, si anima corpus esset, capere cogitando vel memoria
sino en las semejanzas y representaciones corporales? Cuando
continendo non possct. Secundum tuam quippe definitionem, «corpórea
subsiantia sua corpus hoc exterius non excedit». Qua igitur magnitudi- in virum conversa luctari. Quis autem dubitet, in illa similitudine cor-
né, qüae nulla illi est, imagine', tam magnorum corporum et spatioium poris animam eius fuisse. non corpus, quod utique in suo femíneo sexu
atque legionum capit? Quid ergo mirum, si et ipsa sibi in sui corporis manens, sopitis sensibus iacebat in stratis, quando anima eius in illa
simi ihidine appaiet, et quando sine corpore apparet? Ñeque enim cura virilis corporis similitudine luctabatur? Quid hic dicis? verumne erat
Süo Corpore sibi apparet in somnis, et tamen in ea ipsa simi itudine cor- corpus illa viri similitudo, an non erat corpus, quamvis haberet simili-
poiis sui, quasi per loca ignota et nota discurrit, et laeta sentit multa tudinem corporis? Elige quid velis. Si corpus erat, cur non servabas
vel tristia. vaginae suae formam? Ñeque enim in illius feminae carne viiiHa repe-
Sed puto quod nec tu audeas dicere, figuram illam corporis atque rerat genitalia, unde ita posset sese coarctando, et, ut tu loqueos, «ge-
memb o um quam sibi habere videtur in somnis, verum corpus este. lando formari». Deinde, obsecio te, cum corpus dormientis adhuc vive-
Nam isto modo erit verus mons, quem sibi videtur ascendeie; et cor- ret, quando eius anima luctabatur, in sua vagina erat, utique ómnibus
pojea domuS, quam sibi videtur intrare, et arbor vera lignumque verum membris viventis inclusa, et in eius corpore suam formam, de quo fuerat
co pus habens, sub qua sibi videtur iaceie, et aqua veía, quam sibi formata, servabat: nondum quippe artus illos, sicut fit in morte, reli-
videtur hamire; et omnia m quibus quasi corporibus versatur, corpoia querat; nondum membra ex membris formata ex formantibus cogente vi
erunt si et ipsa corpus est, quae simili imagine ínter cuneta illa versatur. monis extraxerat: unde igitur erat virile animae corpus, in quo sibi
luctari cum adversario videbatur? Si autem non erat corpus, et tamen
erat aliquid simile corporis, in quo sane venís labor aut vera laetitia
CAPUT XVIII sentiretur; iamne tándem vides, quemadmodum fieri possit ut sit in
' 26. De conscriptis visionibus martyrum dicendum tibi est aliquid; anima similitudo quaedam corporis, nec ipsa sit corpus ?
•quoniam tu etiam inde testimonium adhibendum putasti. 27. Quid si tale aliquid apud inferos geritur, et in eis se, non cor-
'Nempe áancta Perpetua visa sibi est in somnis, cum quodam Aegyplio poribus, sed corporum similitudinibus animae agnoscunt? Cum enim tris^
748 DEL ALMA Y SU ORIGEN I V , 18, 27 IV, 18, 28 DEL ALMA Y SU ORIGEN 749
d u r a n t e los s u e ñ o s n o s o p r i m e la tristeza, a u n q u e los m i e m b r o s R e c a p a c i t a lo q u e te sea p o s i b l e y e x p l í c a m e c ó m o r e t i r a
con los c u a l e s n o s p a r e c e o b r a r n o son m i e m b r o s c o r p o r a l e s , el a l m a s u s m i e m b r o s y los recoge h a c i a a d e n t r o p a r a q u e n o
sino u n a s e m e j a n z a de los m i s m o s , sin e m b a r g o , el d o l o r q u e sea e l l a h e r i d a o a m p u t a d a c u a n d o lo es a l g ú n m i e m b r o del
e x p e r i m e n t a m o s n o es s e m e j a n z a de d o l o r , sino v e r d a d e r o d o l o r . c u e r p o . F í j a t e en D i n ó c r a t e s y d i m e p o r q u é n o s u b s t r a j o su
L o m i s m o o c u r r e con la a l e g r í a . a l m a de a q u e l l a p a r t e del c u e r p o q u e u n a h e r i d a m o r t í f e r a
Pero, como Santa Perpetua no había muerto todavía, acaso d e s t r o z a b a , p a r a evitar q u e n o a p a r e c i e r a d i c h a h e r i d a en su
n o q u i e r a s a p l i c a r el r a z o n a m i e n t o a n t e r i o r , s i e n d o así q u e es r o s t r o a u n d e s p u é s de la m u e r t e de su c u e r p o . ¿ P r e f i e r e s a c a s o
s u m a m e n t e i n t e r e s a n t e s a b e r de q u é í n d o l e o n a t u r a l e z a crees q u e c r e a m o s q u e estas visiones n o son m á s (pie r e p r e s e n t a c i o n e s
q u e son las r e p r e s e n t a c i o n e s de los c u e r p o s q u e se nos a p a r e - d e c u e r p o s , y n o c u e r p o s v e r d a d e r o s , do n u m e r a q u e , así c o m o
c e n en los s u e ñ o s . E s t a c o n t r o v e r s i a t e r m i n a r í a si c o n f e s a r a s lo q u e p a r e c e u n a h e r i d a n o es u n a h e r i d a , del m i s m o m o d o
q u e son r e p r e s e n t a c i o n e s o s e m e j a n z a s de c u e r p o s y n o v e r d a - lo q u e p a r e c e u n c u e r p o n o lo e s ? P o r q u e si el a l m a p u e d e
deros cuerpos. ser h e r i d a p o r los q u e v u l n e r a n el c u e r p o , ¿ n o h a b r á q u e te-
P o r o t r a p a r t e , D i n ó c r a t e s , h e r m a n o de S a n t a P e r p e t u a , y a m e r q u e p u e d a ser m u e r t a p o r los q u e m a t a n el c u e r p o ? Q u e
h a b í a m u e r t o , y ella lo vio con la h e r i d a q u e t e n í a c u a n d o esto n o es posible, c l a r a m e n t e lo dijo el S e ñ o r . A s í , p u e s , el
vivía y q u e le o c a s i o n ó l a m u e r t e . ¿ Q u é v a l o r h a y q u e d a r a a l m a de D i n ó c r a t e s n o p u d o m o r i r p o r el g o l p e q u e a b a t i ó
tus esfuerzos p a r a p r o b a r q u e , c u a n d o a l g ú n m i e m b r o es cor- y dejó i n e r t e a su c u e r p o ; y si a p a r e c i ó h e r i d a c o m o h a b í a
t a d o , n o se secciona al a l m a ? P e r o la h e r i d a e s t a b a en el a l m a s i d o el c u e r p o , es p o r q u e n o e r a u n c u e r p o , s i n o q u e l l e v a b a
de D i n ó c r a t e s , y p o r su fuerza o g r a v e d a d la separó_ del c u e r p o l a s e m e j a n z a de u n a h e r i d a en la s e m e j a n z a de u n c u e r p o . Sin
q u e a n i m a b a o vivificaba. ¿ C ó m o es p o s i b l e , p u e s , q u e , s e g ú n e m b a r g o , el a l m a sufría aflicción en u n c u e r p o n o v e r d a d e r o
t u o p i n i ó n , « c u a n d o se c o r l a n los m i e m b r o s del c u e r p o , el a l m a e i m a g i n a r i o , aflicción i n d i c a d a p o r l a r e p r e s e n t a c i ó n de l a
se s u b s t r a e a este g o l p e y se c o n d e n s a en los o t r o s m i e m b r o s h e r i d a del c u e r p o , de la cual m e r e c i ó verse l i b r e p o r l a s ora-
del c u e r p o p a r a e v i t a r q u e le sea a m p u t a d a a l g u n a p a r t e con ciones de su s a n t a h e r m a n a .
la h e r i d a del c u e r p o » , v esto a u n q u e se h a l l e d o r m i d o o p r i - 2 8 . V e a m o s y a q u é significan eslas p a l a b r a s t u y a s , c u a n d o
v a d o del c o n o c i m i e n t o a q u e l a q u i e n se le secciona a l g ú n m i e m - dices q u e «el a l m a recibe su f o r m a del c u e r p o y q u e se ex-
b r o ? H a s a t r i b u i d o al a l m a t a n t a v i g i l a n c i a , q u e , a u n h a l l á n - t i e n d e y crece o a u m e n t a con el d e s a r r o l l o del c u e r p o » , sin
dose a b s o r t a en l a s visiones h a b i d a s d u r a n t e el s u e ñ o , se subs- fijarte en lo m o n s t r u o s a q u e s e r í a el a l m a de u n j o v e n o d e
t r a e p r u d e n t e m e n t e y con r a p i d e z a t o d o g o l p e q u e h i e r a l a u n viejo al c u a l se le h u b i e r a a m p u t a d o u n b r a z o en la infan-
c a r n e p a r a n o ser e l l a h e r i d a , m a l t r a t a d a o a m p u t a d a , y n o te cia. S e g ú n t u m o d o de e x p r e s a r t e , «se c o n t r a e la m a n o del
fijas, a p e s a r de tu p r u d e n c i a , en q u e , si el a l m a se a p a r t a d e
este m o d o , n o p u e d e sentir el g o l p e p r e c u r s o r . Sed inveni quod potueris, quid, inde respondeas, quomodo anima
tia patimur, quamvis in somnis, etsi membrorum corporeorum sit illa partes suas abripiat, et recondat introrsus, ne ubi praeciditur seu per-
sinvTitudo, non membra corpórea; non est tamen poenae similitudo, sed cutitur corporis membrum, amputetur et ipsa atque vexetur. Dinocratem
poena: sic etiam ubi laeta sentiuntur. aspice, et dic cur eius anima non se subtraxerit ab eo corporis loco,
qui mortífero vulnere vastabatur, ne in illa fieret quod in eius facie
Sed quoniam sancta Perpetua nondum erat mortua, non vis hic tibi
etiam post mortem ipsius corporis appareret. An forte etiam tibi placet,
fortasse praescribi: cum valde ad rem pertineat, cuius esse naturae exis-
ut istas potius similitudines corporum quam corpora esse credamus; ut
times illas similitudines corporum quas babemus in somnis; et tota ista
quomodo apparet quasi vulnus, quod non est vulnus, ita quod non est
causa finita sit, si eas et similes corporíbus, et non esse corpora con-
Corpus, quasi corpus appareat? Nam si anima vu'nerari potest ab eis qui
fiteris.
vulnerant corpus, nihi'ne metuendum est, ne possit occidi ab eis qui oc-
Verumtamen Dinócrates frater eius mortuus erat: hunc vidit cum cidunt co r pus? Quod Dominus apertissime fieri non posse testatur l . Et
illo venere quod vivus habuit, et unde est perductus ad mortem. Ubi tamen anima Dinocratis mori non potuit, unde corpus eius est mor-
est quod tantis conatibus laborasti, cum ageres de praecisione membro- tuum: et quasi vulnerata visa est, sicut corpus fuerat vulneratum, quo-
rum, ne simul concidi anima putaretur? Ecce vulnus erat in anima Di- niam corpus non erat, sed habebat in simi'itudine corporis etiam simi-
nocratis, quod eam vi sua, quando erat in eius corpore, exclusit e cor- litudinem vulneris: porro autem in non vero corpore vera miseria fuit
pore. Quomodo ergo secundum tuam opinionem, «quando membra cor- animae, quae significabatur adúmbrate corporis vulnere, de qua sororis
poris'praecidun tur, ab ictu se subtrahit, et in alias partes densando se sanctae orationibus meruit liberari.
colligít, ne aliqua pars eius vulnere corporis amputetur», etiamsi dor-
mienti atque nescienti membrorum aliquid praecidatur? Tantam quippe 28. Iam illud quale est, dicere quod «anima formam de corpore
illi tribuisti vigilantiam, ut etiam visis occupata somniorum, si plaga accipiat, et cum incremento corporis protendatur et crescat»; et non
irruerit ignoranti, qua caro feriatur, se illa providenter perniciterque attendere quam monstruosa evadat anima iuvenis sive senis, si eius bra-
subducat, lie possit feriri atque vexari, sive concidi: nec attendis, homo chium praecidatur infantis. «Contrahit enim se, ut dicis; animae manus,
jprudens, quod si se anima inde subduceret, nec illa percussio sentiretur. 1
Me. 10,28.
IV, 19, 29 DLL ALMA Y Sü ORIGF"i 751
750 D1L ALMA Y SU ORIGI N IV, 18, 28
a l m a p a r a q u e n o sea c o r t a d a c o n la m a n o del c u e r p o y se CAPITULO XIX
condensa en l a s o t r a s p a r t e s del c u e r p o » . Y, p o r t a n t o , ese
b r a z o del a l m a , c o m o estuvo p o c o t i e m p o en el c u e r p o del cual 2 9 . P o r c o n s i g u i e n t e , si el a l m a fuera c u e r p o , h a b r í a de
tomó la f o r m a , c o n s é r v a l a su r e d u c i d a extensión en c u a l q u i e r ser c o r p o r a l t a m b i é n la i m a g e n en la cual se ve d u r a n t e los
p a r t e en q u e se conserve, p o r q u e , al p e r d e r su f o r m a , p e r d i ó sueños, p u e s t o q u e sería la í e p r o d u c c i ó n de su c u e r p o . A d e -
t a m b i é n el p u n c i p i o p o i el cual p o d í a a u m e n t a r . Sigúese de m á s , el q u e h u b i e r a p e r d i d o u n m i e m b r o del c u e r p o n o se
aquí q u e el a l m a de u n j o v e n o de u n a n c i a n o q u e h a y a p e r d i - vería sin él d u i a n t e los sueños, sino q u e a p a r e c e r í a s i e m p r e
d o u n a m a n o s i e n d o n i ñ o , t e n d r á c i e r t a m e n t e d o s m a n o s , por- í n t e g r o p o r la sencilla r a z ó n de q u e su a l m a n o h a b í a p e r d i d o
que u n a se r e t i r ó a t i e m p o y n o fué a m p u t a d a con la del cuer- n a d a . P e r o s u c e d e q u e a veces se ven tales i n d i v i d u o s en su
p o ; p e r o u n a de e l l a s t e n d r á la e x t e n s i ó n de la de u n h o m b r e i n t e g i i d a d y a veces m u t i l a d o s c o m o lo son en r e a l i d a d . ¿ Q u é
joven o a n c i a n o , m i e n t r a s q u e l a o t r a s e r á s e m e j a n t e a l a d e p r u e b a esto sino q u e , lo m i s m o con relación a su c u e r p o q u e
u n n i ñ o , c o m o e r a al p r i n c i p i o . con r e l a c i ó n a las d e m á s cosas q u e p e r c i b e d u i a n t e los s u e ñ o s ,
C r é e m e , n o es la f o r m a del c u e r p o la q u e h a c e t a l e s a l m a s , y a de u n a m a n e r a , y a de o l í a , el a l m a n o p r o d u c e u n o b j e t o
sino q u e l a s m o d e l a la d e f o r m i d a d del e r r o r . Y m e p a r e c e q u e v e r í d i c o y r e a l , sino u n a semejanza del m i s m e ? Y al c o n t r a r i o
n o p o d r á s s a l i r de este e r r o r si n o c o n s i d e r a s a t e n t a m e n t e y la a l e g r í a o la tristeza, el p l a c e r o la aflicción, son i m p r e s i o n e s
a y u d a d o p o r el a u x i l i o d i v i n o l a s visiones de los q u e s u e ñ a n , l e a l e s , ya t e n g a n p o r o b j e t o c u e r p o s v e r d a d e r o s o s i m p l e s re-
y l l e g a r á s de este m o d o a c o n o c e r q u e son r e p r e s e n t a c i o n e s de p r e s e n t a c i o n e s . ¿ N o dijiste tú m i s m o con m u c h o a c i e i ' o - « L o s
c u e r p o s y n o c u e r p o s v e r d a d e r o s . A u n c u a n d o t o d a s las imá- a l i m e n t o s y los vestidos n o son n e c e s a r i o s al a l m a , sino a l
genes q u e n o s f o r m a m o s son de la m i s m a n a t u r a l e z a , sin em- c u e r p o » ? ¿ P o r q u é , p u e s , p i d i ó el m a l rico en el infierno u n a
b a r g o , p o r lo q u e c o n c i e r n e a los m u e r t o s , p o d e m o s f o r m a r n o s g o t a de a g u a ? ¿ P o r q u é S a m u e l , c o m o tú h a s r e c o r d a d o , a p a -
u n a c o n j e t u r a m á s a p r o p i a d a , fijándonos en lo que sucede a reció con su vestido o i d m a r i o ? ¿ D e s e a b a a q u é l , q r ' z á , r e n a r a i
los q u e están d o r m i d o s . N o sin r a z ó n dice l a S a g r a d a Escri- l a s p é i d i d a s de su a l m a con u n a c o t a de a g u a , c o m o se r e p a r a n
t u r a q u e los m u e r t o s d u e r m e n , p o r q u e el s u e ñ o es, en cierto l a s del c u e r p o ? ¿ A c a s o S a m u e l salió vestido de su c u e r p o ?
m o d o , p a r i e n t e p r ó x i m o de la m u e r t e . P e r o lo cierto es q u e el m a l rico e x p e r i m e n t a b a la a n g u s t i a
q u e a t o r m e n t a b a su a l m a , si b i e n n o e r a r e a l el c u e r p o p a r a
ne ipsa etiam cum marra corporis amputetur, et in alias se partes cor- el cual i m p l o r a b a el r e f r i g e r i o . R e s p e c t o de S a m u e l , p u d o a p a -
poris dentando conc'udit». Ac per hoc illud animae brachium, quara t e c e r vestido, p o r q u e , a u n c u a n d o n o e r a c u e r p o , el a l m a se
breve corporis fuit unde ceperat formam, tam breve servabitur ubicum- p r e s e n t a b a con l a figura del c u e r p o v su p o r t e e x t e r i o r . Y n o
que servetur; quia perdidit formam, cuius incremento posset pariter se p u e d e decir q u e el a l m a se e x t i e n d a y se a j u s t e a los vesti-
crescere. Exit ergo anima iuvenis aut senis, qui manum, cum esset par
vus, amisit, habens quidem duas manus, quia una refugiens non est
amputata cum corpore, sed alteram iuvenilem vel senilem, alteram vero CAPUT XIX
sicut primum fuerat, infantilem. 29. Proinde si anima corpus esset, et corpórea esset figura in qua
Tales animas, crede mihi, non forma corporis facit, sed erroris de- se videt in somnis, eo quod de corpore eius fuisset exp r essa; nullus
formitas fingit. Non mihi videris ab isto errore posse erui, nisi Deo hominnm membro corporis amputato, sicut eo caret, ita sine illo se v>-
adiuvante di'igenter consideraveris visa somniantium, et inde cognove- deret in somnis Sed potius semper integrum, eo quod animae ipsius
ris es«e quasdam quae non sint corpora, sed simiHtudines corporum. nihil fuerit amputatum, Cum vero a'iquando se Íntegros videant, ali-
Quamvis enim et ea quae simi'ia corporibus cogitamus, ex eo genere quando autem sicut sunt, ex quacumque parte truncatos; quid aliud ista
sint: tamen quod ad mortuos attinet, aptior coniectura de dormientibus res docet, nisi animam, sicut aliarum rerum quas sensit in somnis, ita
ducitur. Ñeque enim frustra eos qui mortui sunt appellat sancta Scrip- et co poris modo sir. modo sic non ventatem, sed simi'itudinem ge-
tura dormientes 2 , nisi quia est quodammodo consanguineus lethi sopor*. rere? Gaudium vero eius sive tristitia, de^ctatio vel offensio, sive sit
2
in corporibus, sive in corporum simi'itudinibus, vera est. Tu ip=e nonne
t Thess 4,12 dixisti vereque dixisti: «Alimenta et vestimenta non esse animae sed
3
VIRGIL . Aenetd I 6 v 279 corpori necessaria»? Cur ergo aquae stillam desideravit apud infe^os
dives? Cur Samuel sanctus post mOrtem, ut ipse quoque commemorasti,
sólito indumento vestitus apparuit? \ Numquid ille ruinas animae sicut
carnis, per humoris alimentum reftcere cupiebat? Numquid iste de cor-
pore vestitus exierat? Sed in illo vera erat molestia, qua cruciabatur
anima; non tamen verum corpus, cui quaereret a'imenta. Et iste sio
potuit apparere vestitus, ut non corpus esset, sed similitudinem corporis
1
1 Reg 28,14
752 DEL ALMA Y SU ORlUhiN IV, 19, 30 IV, 20, 32 DEL ALMA Y SU ORIGEN 753
P. MATEO LANSEROS, 0. S. A.
25
INTRODUCCIÓN A «DE LA NATURALEZA DEL BIEN» 771
CAPUT l
Summum bonum quo superius non est, Deus est: ac per hoc incom-
mutabile bonum est: ideo veré aeternum, et veré immortale. Caetera om-
nia bona non nisi ab illo sunt, sed non de illo. De illo enim quod est,
hoc quod ipse est: ab illo autem quae facta sunt, non sunt quod ipse.
Ac per hoc si solus ipse incommutabilis, omnia quae fecit, quia ex nihilo
fecit, mutabilia sunt. Tam enim omnipotens est, ut possit etiam de nihilo,
id est, ex eo quod omnino non est, bona faceré, et magna et parva, et
caelestia et terrena, et spiritualia et corpora'ia.
Quia vero et iustus est, ei quod de se genuit, ea quae de nihilo fecit,
non aequavit. Quia. ergo bona omnia, sive magna sive parva, per quos-
Hbet rerum gradus, non possunt esse nisi a Deo.
Omnis autem natura in quantum natura est, bonum est; omnis natura
774 DE LA NATURALEZA ULL IIII M 2 3 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 775
es s i e m p r e u n b i e n : n o p u e d e p r o v e n i r m á s q u e del s u p r e m o
y v e r d a d e r o D i o s , p o r q u e t o d o s l o s b i e n e s , los q u e p o r su ex- CAPITULO III
celencia se a p r o x i m a n al s u m o Bien y los que p o r su s i m p l i -
EL M O D O , LA B E L L E Z A Y E L O R D E N , B I E N E S G E N E R A L E S , QUE SE
c i d a d se a l e j a n d e é l , t o d o s tienen su p r i n c i p i o en el Bien
HALLAN EN LAS CRIATURAS
supremo.
E n c o n s e c u e n c i a , t o d o e s p í r i t u está sujeto al c a m b i o , y t o d o Nosotros los cristianos católicos a d o r a m o s a Dios, de quien
c u e r p o p r o v i e n e de D i o s , y a e s p í r i t u y m a t e r i a se r e d u c e t o d a p r o c e d e n t o d o s l o s b i e n e s , g r a n d e s y p e q u e ñ o s : él es el p r i n -
la n a t u r a l e z a c r e a d a . D e ahí se sigue n e c e s a r i a m e n t e que t o d a c i p i o de t o d o m o d o , g r a n d e o p e q u e ñ o ; el p r i n c i p i o de t o l a
la n a t u r a l e z a es e s p í r i t u o c u e r p o . El e s p í r i t u i n m u t a b l e es b e l l e z a , g r a n d e o p e q u e ñ a ; el p r i n c i p i o de t o d o o r d e n , g r a n d e
D i o s . El e s p í r i t u sujeto a m u t a c i ó n es u n a n a t u r a l e z a c r e a d a , o pequeño.
a u n c u a n d o es s u p e r i o r al c u e r p o . A su vez, el c u e r p o n o es T o d a s l a s cosas son t a n t o m e j o r e s c u a n t o son m á s m o d e -
e s p í r i t u , si b i e n en s e n t i d o figurado se da al v i e n t o el n o m b r e radas, hermosas y ordenadas, y tanto menos bien encierran
d e e s p í r i t u , p o r q u e , n o o b s t a n t e q u e n o s es i n v i s i b l e , s e n t i m o s c u a n t o son m e n o s m o d e r a d a s , h e r m o s a s v o r d e n a d a s . E s t a s t r e s
c l a r a m e n t e sus efectos. cosas, p u e s : el m o d o , la forma y el o r d e n — y p a s o en s i l e n c i o
o t r o s i n n u m e r a b l e s bienes q u e se r e d u c e n a é s t o s — , estas tros
cosas, r e p i t o , o s e a : el m o d o , la b e l l e z a y el o r d e n , son c o m o
CAPITULO II b i e n e s g e n e r a l e s , q u e se e n c u e n t r a n en lodos los seres c r e a d o s
BASTAN ESTOS PRINCIPIOS PARA RKFUTAR A LOS MANIQUEOS p o r D i o s , lo m i s m o en los e s p i r i t u a l e s q u e en los c o r p o r a l e s .
P o r t a n t o , D i o s está s o b r e t o d o m o d o de la c r i a t u r a , s o b r e
Hay hombres que, no comprendiendo que toda naturaleza, t o d a b e l l e z a y s o b r e t o d o o r d e n , n o con s u p e r i o r i d a d l o c a l o
e s p í r i t u o c u e r p o , es e s e n c i a l m e n t e b u e n a , p o r q u e ven c ó m o e s p a c i a l , sino con u n p o d e r i n e f a b l e y d i v i n o , p o r q u e de él
el e s p í r i t u es v í c t i m a de l a i n i q u i d a d y el c u e r p o lo es d e la p r o c e d e t o d o m o d o , t o d a b e l l e z a , t o d o o r d e n . D o n d e se e n c u e n -
m o r t a l i d a d o c o r r u p c i ó n , t r a t a n de d e f e n d e r q u e D i o s n o es t r a n estas t r e s cosas en g r a d o a l t o de perfección, a l l í h a y g r a n -
el a u t o r n i del e s p í r i t u m a l o n i del c u e r p o m o r t a l . P i e n s o q u e des b i e n e s ; d o n d e la perfección de esas p r o p i e d a d e s e s infe-
esto h a de s e r l e s ú t i l , ya q u e a d m i t e n q u e el b i e n n o p u e d e r i o r , i n f e r i o r e s son t a m b i é n los b i e n e s ; d o n d e f a l t a n , n o h a y
p r o v e n i r m á s q u e del D i o s s u p r e m o v v e r d a d e r o , lo cual es una b i e n a l g u n o . D e la m i s m a m a n e r a , d o n d e estas t r e s cosas son
v e r d a d i n d i s c u t i b l e , y si e l l o s se d e t i e n e n a e x a m i n a r l a en sí g r a n d e s , g r a n d e s son las n a t u r a l e z a s ; d o n d e son p e q u e ñ a s , pe-
m i s m a y en sus c o n s e c u e n c i a s , b a s t a p a r a s a c a r l o s del e r r o r . q u e ñ a s o m e n g u a d a s son t a m b i é n l a s n a t u r a l e z a s , y d o n d e n o
existen, n o existe t a m p o c o la n a t u r a l e z a .
non potest esse nisi a summo et vero Deo: quia omnia etiam non summa
bona, sed propinqua summo bono, et rursus omnia etiam novissima bona, D e a h í se c o n c l u y e eme t o d a n a t u r a l e z a es b u e n a .
quae longe sunt a summo bono, non possunt esse nisi ab ipso summo
bono. CAPUT III
Omnis ergo spiritus etiam mutabilis, et omne corpus a Deo: et haec
est omnis facta natura. Omnis quippe natura aut spiritus, aut corpus MODUS, SPECIES ET ORDO GENERALIA BONA IN REBÜS A ÜEO PACTIS
est. Spiritus incommutabilis Deus est: spiritus mutabilis facta natura Nos enim catholici christiani Deum colimus, a quo omnia bona sunt,
est. sed corpore melior: corpus autem spiritus non est, nisi cum ven tus, seu magna seu parva; a quo est omnis modus, seu magnns seu parvus;
quia nobis invisibilis est, et tamen vis eius non parva sentitur, alio quo- a quo omnis species, seu magna seu parva; a quo omnis ordo, seu mag-
dam modo spiritus dicitur. nus seu parvus.
Omnia enim quanto magis moderata, speciosa, ordinata sunt, tanto
CAPUT II magis utique bona sunt: quanto autem minus moderata, minus speciosa,
Q L ' O M O D O ID POSSIT AD CORRIGENDOS M A M C H A E O S SÜFFIfXKE
minus ordinata sunt, minus bona sunt. Haec itaque tria, modus, species
et ordo, ut de innumerabilibus taceam, quae ad ista tria pertínere mons-
Propter eos autem, qui cum intelligere non possunt omnem naturam, trantur; haec ergo tria, modus, species, ordo, tanquam generalia bona
id est, omnem spiritum et omne corpus naturaliter bonum esse, moventur sunt in rebus a Deo factis, sive in spiritu, sive in corpore.
spiritus iniquitate et corporis mortalitate, et ob hoc aliam naturam malig- Deus itaque suprá omnem creaturae modum est, supra omnem spe-
ni spiritus et mortalis corporis, quam Deus non fecerit, conantur indu- ciem, supra omnem ordinem: nec spatiis locorum supra est, sed inef-
cere: MU arbitramur ad eorum intellectum, quod dicimus posse perduci. fabili et singulari potentia, a quo omnis modus, omnis species, omnis
Fatentur enim omne bonum non esse posse, nisi a summo et vero Deo: ordo. Haec tria ubi magna sunt, magna bona sunt: ubi parva sunt, parva
quod et veium est, ct ad eos corrigendos, si velint advertere, sufficit. bona sunt: ubi nulla sunt, nullum bonum est. Et rursus ubi haec tria
magna sunt, magnae naturae sunt: ubi parva sunt, parvae naturae sunt:
ubi nulla sunt. nulla natura est. Omnis ergo natura bona est.
776 DE LA NATURALEZA DLL IliKN 5 6 DE LA NATURALEZA DEL I1IEN 777
y espirituales, es más excelente el espíritu racional corrompi-
CAPITULO IV do por la mala voluntad que la substancia irracional incorrup-
ta. Y cualquier espíritu, aunque esté corrompido o viciado, es
E L MAL ES LA CORRUPCIÓN DEL MODO, DE LA BELLEZA superior a cualquier cuerpo, aunque éste no haya sufrido co-
Y DEL ORDEN rrupción alguna; pues es de mayor prestancia aquella natura-
Por eso, antes de preguntar de dónde procede el mal, es leza que por su condición da la vida a un ser corporal que
preciso investigar cuál es su naturaleza. Y el mal no es otra este que la recibe. Por muy corrompido que se halle un prin-
cosa que la corrupción del modo, de la belleza y del orden cipio vital creado, siempre puede vivificar al cuerpo, y así por
naturales. esta cualidad, aunque esté corrompido, es siempre superior en
perfección a aquélla, aunque permanezca en su integridad.
La naturaleza mala es, pues, aquella que está corrompida,
porque la que no está corrompida es buena. Pero, aun así co-
rrompida, es buena en cuanto es naturaleza; en cuanto que CAPITULO VI
está corrompida, es mala.
L A NATURALEZA INCORRUPTIBLE ES EL SUMO B I E N ; LA QUE
PUEDE CORROMPERSE ES UN BIEN RELATIVO
CAPITULO V
Si la corrupción destruye en las cosas corruptibles todo"
L A N A T U R A L E Z A DE UN O R D E N S U P E R I O R , AUNQUE E S T É C O R R O M -
lo que constituye en ellas el modo, la belleza y el orden, por
P I D A , AVENTAJA A TODA OTRA NATURALEZA DE ORDEN INFERIOR, el mismo hecho destruye o suprime la naturaleza.
AUNQUE INCORRUPTA De esto se sigue que la naturaleza que es esencialmente in-
Puede suceder que una naturaleza que ha sido ordenada corruptible es Dios.
con m a y o r perfección en c u a n t o al m o d o v a. la b e l l e z a natu- Y, por el contrario, toda naturaleza sujeta a la corrupción
r a l e s , a u n e s t a n d o c o r r o m p i d a , sea m e j o r q u e o t r a i n c o r r u p t a , es un bien imperfecto o relativo, ya que la corrupción no pue-
p e r o de o r d e n i n f e r i o r p o r su m o d o y su b e l l e z a . Y así o c u r r e de dañarle más que suprimiendo o disminuyendo la nota o el
q u e , p o r r a z ó n d e l a c u a l i d a d q u e v a u n i d a a l a p r e s e n c i a exte- carácter de bondad que hay en ella.
r i o r , es m á s a p r e c i a d o p o r los h o m b r e s el o r o d e t e r i o r a d o q u e corruptus per malam voluntatem spiritus rationalis, quam irrationalis
la p l a t a , a u n c u a n d o n o esté d e t e r i o r a d a , y es m á s e s t i m a d a la incoriuptus: et melior est quilibet spiritus etiam corruptus, quam corpus
p l a t a d e t e r i o r a d a q u e el p l o m o p u l i d o . quodlibet incorruptum. Melior est enim natura, quae cum praesto est
D e l m i s m o m o d o , en el o r d e n de l a s n a t u r a l e z a s s u p e r i o r e s corpori, praebet ei vitam, quam illa cui vita piaebetur. Quantumlibet
autem corruptus sit spiritus vitae qui factus est, vitam praebere corporj
potest: ac per hoc melior illo est, quamvis incorrupto, corruptus.
CAPUT IV
MALUM EST CORRUPTIO MODI, SPECIEI AUT ORDINIS CAPUT VI
Proinde cum quaeritur unde sit malum, prius quaerendum est quidj NATURAM QUAE COBRUMPI NON POTEST, SUMMUM BONUM; QUAE POTESTV
sit m a ^ m : quod nihil aliud est quam corruptio, vel modi, vel specieil ALIQUOD BONUM ESSE
vel ordinis natura'is.
Mala itaque natura dicitur, quae corrupta est: nam incorrupta utiquaü Corruptio autem si omnem modum, omnem speciem, omnem ordi-
ixma est. Sed etiam ipsa corrupta, in quantum natura est, bona est; in nem rebus corruptibilibus auferat, nulla natura remanebit.
quantum corrupta est, mala est. Ac per hoc omnis natura quae corrumpi non potest, summum bonum
est, sicut Deus est.
CAPUT V Omnis autem natura quae corrumpi potest, etiam ipsa aliquod bo-
NATURA EXCELLENTIORIS ORDINIS ETIAM CORRUPTA MELIOR INTERDUM
num est: non enim posset ei nocere corruptio, nisi adimendo et mi-
INTERIORE ETIAM INCORRUPTA
nuendo quod bonum est.
Fieri autem potest, ut quaedam natura quae triodo et specie naturali
*xcellentius ordinata est, etiam corrupta melior sit adhuc quam est
incorrupta altera, quae minore modo et specie naturali inferius ordinata
est: sicut in hominum aestimatione, secundum qualitatem quae aspecti-
bus adiacet, melius est utique corruptum aurum, quam ¡ncorruptum ar-
gentum; et melius est corruptum argéntum, quam plumbum incorruptum.
Sic et in naturis potentioribus atque spiritualibus melior est etiam
778 DE LA NATURALEZA 1>M. Bll.N 8
9 DE L \ NATURALEZA DEL HIEN 779
CAPITULO VII c u a n t o a su o r d e n y a su b e l l e z a y del s u m o B i e n , e s d e c i r , d e
LA CORRUPCIÓN DE LOS ESPÍRITUS RACIONALES ES VOLUNTARIA Dios recibieron la existencia y la b o n d a d , p o r m u y pequeña
O PENAL e insignificante q u e ésta sea, h a n sido o r d e n a d a s d e t a l s u e r t e
q u e l a s m á s d é b i l e s se s u b o r d i n a n a l a s m á s f u e r t e s , l a s m á s
D i o s c o n c e d i ó a l a s c r i a t u r a s m á s e x c e l e n t e s , es decir, a los
frágiles a las m á s duraderas, las menos polentes a las m á s po-
e s p í r i t u s r a c i o n a l e s , q u e , si e l l o s q u i e r e n , p u e d a n p e r m a n e c e r
d e r o s a s , y así t a m b i é n lo t e r r e n o se a r m o n i z a c o n l o celestial
i n m u n e s d e l a c o r r u p c i ó n , o sea, si se c o n s e r v a n en la o b e d i e n -
en subordinación de inferior a superior y m á s excelente.
cia a l S e ñ o r su D i o s , p e r m a n e c e r á n u n i d o s a su b e l l e z a inco-
Dentro del orden t e m p o r a l h a y u n a cierta belleza relativa
r r u p t i b l e ; p e r o , si n o q u i e r e n m a n t e n e r s e e n e s a d e p e n d e n c i a
en l o s seres, q u e a p a r e c e n y d e s a p a r e c e n . A s í , l o s q u e p e r e c e n
o s u m i s i ó n , v o l u n t a r i a m e n t e se s u j e t a n a la c o r r u p c i ó n d e l p e -
o d e j a n de s e r n o desfiguran o p e r t u r b a n el m o d o , l a b e l l e z a
c a d o e i n v o l u n t a r i a m e n t e s u f r i r á n la c o r r u p c i ó n en m e d i o d e
y orden del conjunto o universales. Sucede aquí lo m i s m o q u e
los castigos.
en un discurso bien compuesto y elegante, cuya belleza resulta
D i o s es p a r a n o s o t r o s u n b i e n t a n g r a n d e , q u e t o d o r e d u n d a d e l a sucesión a r m o n i o s a de l a s s í l a b a s y d e l o s s o n i d o s q u e
e n beneficio de q u i e n n o se s e p a r a d e é l . D e l m i s m o m o d o , en se p r o d u c e n y «e d e s v a n e c e n .
el o r d e n de l a s cosas c r e a d a s , l a n a t u r a l e z a r a c i o n a l es u n b i e n
t a n excelente, q u e n i n g ú n o t r o b i e n p u e d e h a c e r l a d i c h o s a , s i n o
D i o s . L o s p e c a d o r e s , q u e p o r el p e c a d o s a l i e r o n d e l o r d e n , en- CAPITULO IX
t r a n d e n u e v o en él m e d i a n t e l a p e n a . C o m o este o r d e n n o es
c o n f o r m e a su n a t u r a l e z a , p o r eso i m p l i c a l a r a z ó n de p e n a INSTITUCIÓN DEL CASTIGO PARA REINTEGRAR AL RECTO ORDEN
o c a s t i g o . M a s se le d e n o m i n a j u s t i c i a , p o r q u e es l o q u e le A LA NATURALEZA TRANSGRESORA
c o r r e s p o n d e a la culpa o falta.
E s de i n c u m b e n c i a d e l j u i c i o d i v i n o y n o d e l h u m a n o fijar
o d e t e r m i n a r la c u a l i d a d o n a t u r a l e z a y l a c u a n t i d a d o gra-
.' CAPITULO VIII v e d a d de l a p e n a d e b i d a o c o r r e s p o n d i e n t e a u n a f a l t a . C u a n d o
LA BELLEZA DEL UNIVERSO RESULTA PE i A CORRUPCIÓN se l e s p e r d o n a a l o s p e c a d o r e s el c a s t i g o q u e m e r e c e n , efecto
Y MUERTE DE LOS S E R E S INFERIORES es de la b o n d a d infinita d e D i o s ; p e r o n o h a y i n i q u i d a d o in-
j u s t i c i a en él si les h i e r e c o n el c a s t i g o m e r e c i d o , p o r q u e l a
L a s d e m á s cosas, q u e h a n sido h e c h a s d e l a n a d a y q u e , n a t u r a l e z a r e s u l t a m á s o r d e n a d a c u a n d o sufre j u s t a m e n t e en
c i e r t a m e n t e , s o n i n f e r i o r e s al e s p í r i t u r a c i o n a l , n o p u e d e n s e r el c a s t i g o q u e c u a n d o se r e g o c i j a i m p u n e m e n t e e n el p e c a d o .
n i felices o d i c h o s a s ni infelices. P e r o c o m o s o n b u e n a s e n N o o b s t a n t e , l a n a t u r a l e z a es s i e m p r e b u e n a e n c u a l q u i e r
CAPUT VII
modo et specie sua etiam ipsa bona sunt, nec esse quamvis minora et
RATIONALIUM SPIRITUUM CORRUPTIO ALIA VOLUNTARIA, mínima bona, nisi a summo bono Deo potuerunt, sic ordinata sunt ut
ALIA POENALIS cedant infirmiora firmioribus, et invalidiora fortioribus, et impotentio-
ra potentioribus, atque ita caelestibus terrena concorden! tanquam prae-
Creatutis autem piae«tantissimis, hoc est, rationalibus spiritibus, hoc cellentibus subdita.
praestitit Deus. ut si no'int, corrumpi non possint; id est, si obedientiam Fit autem decedenlibus et succedentibus rebus temporalis quaedat.i in
conservaveiint sub Domino Deo suo, ac sic incojruptibili pu'chritudini suo genere pulchritudo, ut nec ipsa quae moriuntur, vel quod erant esí=e
eius adhaeserint: si autem obedientiam conservare noluerint, quoniam desinunt, turpent aut turbent modum et speciem et ordinem universae
volentes coriumpuntur in peccatis, no'entes conumpantuí in poenis. creaturae: sicut sermo bene compositus utique pulcher est, quamvis in eo
Ta'e quippe bonum est Deus, ut nemini eum deserenti bene sit: et syllabae atque omnes soni tanquam nascendo et moriendo transcurrant.
in rebus a Deo factis tam magnum bonum est natura rationa^s, ut nullum
sit bonum quo beata sit nisi Deus. Peccantes igitur in supp iciis ordinan-
tur: quae ordinatio quia eorum naturae non competit, ideo poena est; CAPUT IX • >
sed quia culpae competit, ideo iustitia est.
POENA PFXCVNTI NATURVE, UT RECTE ORDINETUR, C0NSTITUT4
CAPUT VIII
Qualis autem et quanta poena cuique culpae debeatur, divini iudicii
Ex RERUM INFERIORUM CORRUPTIONE AC INTERITU est, non humani: quae utique et cuín conversis remittitur, magna est
PULCHRITUDO UNIVERSI bonitas apud Dcum: et cum debita redditur, nulla est iniquitas apud
Deumr quia melius' ordinatur natura, ut iuste doleat in supplicio, quam
Caetera vero quae sunt facta de nihilo, quae utique inferiora sunt ut impune gaudeat in peccato.
.quam spiritus rationalis, nec beata possunt esse, nec misera. Sed quia pro
Quae tamen etiam sic habens nonnullum modum et speciem et ordi-
780 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 11
13 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 781
c i r c u n s t a n c i a e n q u e se e n c u e n t r e , m i e n t r a s c o n s e r v e e l m o d o , Mas la capacidad d e causar daño es también obra de Dios,
la belleza y el o r d e n . D e j a r á d e s e r b u e n a si p i e r d e t o t a l m e n t e q u e , a u n i g n o r á n d o l o e l l o s , conoce l o s castigos q u e m e r e c e n
el m o d o , l a b e l l e z a y e l o r d e n , p o r q u e e n e s e c a s o d e j a r á d e a q u e l l o s a q u i e n e s él p e r m i t e l l e g a r a o b r a r m a l .
existir.
CAPITULO X CAPITULO XII
LA NATURALEZA E S CORRUPTIBLE, PORQUE FUÉ HECHA
T O D O S L O S BIENES PROCEDEN DE D I O S
D E L A NADA
dabis sanctum tuum videre corruptioneml. Nam vulneratum esse con- C u a n d o se dice a veces q u e el m o d o , la b e l l e z a y el o r d e n
fixione clavorum, et percussum de lancea quis negat? 2. son m a l o s , o es p o r q u e son m e n o s perfectos de lo q u e d e b í a n
Sed etiam ipsa quae proprie ab hominibus corruptio corporis dicitur,
id est, ipsa putredo, si adhuc habet aliquid quod alte consumat, bonum CAPUT XXII
minuendo crescit corruptio. Quod si penitus absumpserit, sicut nullum MODUS AN ALIQUA RATIONE D E O IPSI CONVENIAT
bonum, ita nulla natura remanebit, quia iam corruptio quod corrumpat
non erit; et ideo nec ipsa putredo erit, quia ubi sit omnino non erit. Deus autem nec modum habere dicendus est, ne finis eius dici pute-
tur. Nec ideo tamen immoderatus est. a quo modus ómnibus tribuitur
rebus, ut a'iquo modo esse possint. Nec rursus moderatum oportet dici
CAPUT XXI Deum, tanquam ab aliquo modum acceperit.
MÓDICA A MODO DICTA
Si autem dicamus eum summum modum, forte aliquid dicimus; si
tamen in eo quod dicimus summum modum, intelligemus summum bonum.
Ideo quippe et parva atque exigua iam communi loquendi usu módica Omnis enim modus in quantum modus est, bonus est: unde omnia modé-
dicuntur, quia modus in eis aliquis restitit, sine quo non iam módica, rala, modesta, modificata, dici sine laude non possunt; quanquam sub
sed omnino nulla sunt. Illa autem quae propter nimium progressum aHo intellectu modum pro fine ponamus, et nullum modum dicamus, ubi
dicuntur immodica, ipsa nimietate cu'pantur: sed tamen ipsa etiam sub nullus est finis: quod aliquando cum laude dicitur, sicut dictum est:
Deo, qui omnia in mensura, et in numero, et pondere disposuit 1 , necesse Et regni eius non erit finis1. Posset enim dici etiam: «Non erit modus»,
est ut aliquo modo cohibeantur. ut modus pro fine dictus intelligeretur: nam qui nullo modo regnat, non
utique regnat.
1
Ps. 15,10.
' '• l o . 19,18.34. CAPUT XXIII
J > Sap. 11,21.
UNDE INTERDUM DICATUR MALUS MODUS, MALA SPECIES,
MALUS ORDO
Ma!us ergo modus, vel mala species, vel malus ordo, aut ideo dicun-
tur, quia minora sunt quam esse debuerunt, aut quia non his rebus
1
Le. 1,33.
790 DE LA NATURALEZA DEL MEN 23 24 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 791
tiinx est nihil; sive: Sine illo nihil factum est, vel, nihil est factum; nihil
ln principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Ver- interest.
bum; hoc erat in principio apud Deum. Omnia per ipsum jacta sunt, et Quis autem velit loqui cum hominibus, qui hoc ipsum quod dixi: «Ni-
sine ipso factum est nihil'; id est, non est factum sine ipso aliquid. hil interest», possunt dicere: «Ergo interest aliquid, quia ipsum nihil
aliquid est?»
CAPUT XXV Hi autem qui sanum habent cerebrum, tem manifestissimam vident,
hoc idem intelligi cum dixi: «Nihil interest», quod intelligeretur si di-
ILLVJD EVANCELII: «SINE IPSO FACTUM EST M H I L » , MALE INTELLECTUM cerem: «Interest nihil». At isti si alicui dicant: «quid fecisti?», et ille
A NONNULLIS respondeat, nihi' se fecisse: consequens est ut ei calumnien tur dicentes:
«Fecisti ergo aliquid, quia nihil fecisti; ipsum enim nihil aliquid est».
Ñeque enim audiencia sunt deliramenta hominum, qui nihil hoc loco Habent autem et ipsum Dominum in fine sententiae ponentem hoc verbum
aliquid intelligendum putant, et ad huiusmodi vanitatem propterea pntant ubi ait: Et in oceulto locutus sum nihil'. Ergo legant, et taceant.
cogi pcsse aliquem, quia ipsum nihil in fine sententiae positum est. Ergo.
inquiunt, factum est; et ideo quia factum est, ipsum nihil alirmid est.
Sensum enim perdiderunt studio contradicendi, nec intelligunt nihil CAPUT XXVI
interesse utrum dicatur: Sine illo factum est nihil; an: Sine illo nihil
CREATURAS EX NIHILO FACTAS ESSE
factum est: quia et si illo ordine diceretur: Sine illo nihil factum est;
possent nihilominus dicere, ipsum nihil aliquid esse, quia factum est. Quia ergo Deus omnia quae non de se genuit, sed per Verbum suum
Quorl enim revera est aliquid, quid interest utrum ita dicatur: «Sine fecit, non de his rebus quae iam erant, sed de his quae omnino non erant,
illo facta est domus». an: «Sine illo domus est facta»: dum intelligatur hoc est, de nihilo fecit, ita dicit Apostolus: Qui vocat ea quae non sunt,
aliquid sine illo factum, quod aliquid domus est? tanquam sint1. Apertius autem in libro Machabaeorum scriptum est:
Ita quia dictum est: Sine illo factum est nihil; quoniam nihil utique Oro te, fili, réspice ad caelum, et terram, et omnia quae in eis sunt:
non est aliquid, quando veré et proprie dicitur: sive dicatur: Sine illo fac-
' Ibid. 18.20.
1
« Ibid. 1,1-3. Rom. 4,17.
794 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 29 DE LA :\ATURALEZA DEL BII.N 795
E s n e c e s a r i o , p u e s , q u e así c o m o c r e e m o s q u e D i o s es in-
corruptible e inmutable, creamos también, consiguientemente,
CAPITULO XXXI
que n o puede ser mancillado. C O R R E S P O N D E A D I O S L O M I S M O E L CASTIOAIÍ Q U E E L P E R D O N A R
LOS PECADOS
CAPITULO XXX
Y así, p o r q u e p e r t e n e c e al j u i c i o divino v n o al h u m a n o
LOS BIENES MÁS IMPERFECTOS Y TERRENOS SON TAMBIÉN el d e t e r m i n a r la c u a l i d a d y la c a n t i d a d de la p e n a d e b i d a a
OBRA D E D i o s c u a l q u i e r c u l p a , está e s c r i t o : ¡Oh profundidad de la riqueza,
de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuan insondables son
Q u e t a m b i é n hizo D i o s l o s b i e n e s inferiores, esto es, l o s
sus juicios y cuan inescrutables sus caminos.' Y también que
t e r r e n o s y c a d u c o s , lo e n s e ñ a c l a r a m e n t e el A p ó s t o l en a q u e l
p o r la b o n d a d de D i o s son p e r d o n a d o s los p e c a d o s a los a r r e -
p a s a j e en d o n d e , h a b l a n d o de los m i e m b r o s de n u e s t r o cuer-
p e n t i d o s , lo d e m u e s t r a suficientemente el h e c h o d e h a b e r s i d o
p o , d i c e : De esta suerte, si un miembro es honrado, todos los
e n v i a d o J e s u c r i s t o , el cual m u r i ó p o r nosoí ros, n o en su n a t u -
otros a una se gozan, y si padece un miembro, todos los miem-
r a l e z a d i v i n a , sino en la n u e s t r a , q u e t o m ó de l a m u j e r . E l
bros padecen con él; y t a m b i é n dice en el m i s m o l u g a r : Dios
A p ó s t o l e n s a l z a en estos t é r m i n o s la b o n d a d de D i o s v su
ha dispuesto los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos como
a m o r h a c i a n o s o t r o s : Dios probó su amor liacia nosotros en
ha querido, v Dios dispuso el cuerpo dando mayor decencia al
que, siendo pecadores, murió Cristo por nosotros. Con mayor
que carecía de ella, a fin de que no hubiera escisiones en el
razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él
cuerpp, antes todos los miembros se preocupen por igual unos
salvos de la ira, porque si, siendo enemigos, fuimos reconcilia-
de otros.
dos con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, reconcilia-
Y t o d o esto q u e así e n s a l z a el A p ó s t o l en el m o d o , e n la
dos ya, seremos salvos en su vida.
b e l l e z a y en el o r d e n d e l o s m i e m b r o s d e n u e s t r a c a r n e , se
Y para demostrar que no hav iniquidad en Dios cuando
h a l l a t a m b i é n en el c u e r p o de t o d o s l o s a n i m a l e s , lo m i s m o en
inflige a los p e c a d o r e s el castigo m e r e c i d o , dice a s í : ¿Oué di-
l o s m á s g r a n d e s q u e en l o s m á s p e q u e ñ o s ; p u e s la c a r n e per-
remos? ¿Es por ventura Dios injusto al castigar en ira?
tenece a la c a t e g o r í a de los b i e n e s t e r r e n o s y, p o r c o n s i g u i e n t e ,
F i n a l m e n t e , con b r e v e s p a l a b r a s a d v i e r t e en o t r o l u g a r q u e
a l a de l o s m á s i m p e r f e c t o s .
t a n t o l a b o n d a d c o m o la s e v e r i d a d son o b r a de D i o s , d i c i e n d o :
Oportet enim, ut sicut Deum incorruptibilem et incommutabilem, ita
consequenter etiam incoinquinabilem credamus.
CAPUT XXXI
CAPUT XXX PUNIRÉ AC DONARE PECCATA TERAEQUE AD DEUM PERTINERE
BONA ETIAM MÍNIMA ET TERRENA ESSE A D E O ítem quia cuique culpae qualis et quanta debeatur poena, divini
iudicii est, non humani, sic scriptum est: O ahitado divitiarum sapientiae
Q u i a vero et m i n i m a bona, hoc est, t e r r e n a a t q u e m o r t a l i a ipse fecit, et scientiae Dei! quam inscrutabi'ia sunt iudicia eius, et investigabiles
¡lio Apostoli loco sine d u b i t a t i o n e intelligitur, ubi l o q u e n s de membrÍH viae eius! 1 ítem quia bonitate Dei donantur peccata conversas, hoc ip-
carnis nostrae: Quia si g'orificatur unum membrum, congaudent omitía sum quod Christus missus est, satis ostendit; qui non in sua natura
membra; el si patitur unum membrum, compatiuntur omnia membra; qua Deus est, sed in nostra quam de femina assumpsit, pro nobis mortuus
etiam hoc ibi ait: Deus posuit membra, singulum quodque eorum in est: quam Dei bonitatem circa nos et düectionem sic praedicat Aposto-
corpore prout vohiit; et, Deus temperavit corpus, ei cui deerat maiorem lus: Commendat, inquit, suam charitatem Deus in nobis, quoniam cum
honorem dans, ut non essent scissurae in corpore, sed ídem ipsum ut pro adhuc peccatores essemus, Christus pro nobis mortuus est: multo magis
invicem sollicita sint membral. nunc iustificati in sanguine ipsius, sa'vi erimus ab ira per ipsum. Si
Hoc autem quod sic in modo et specie et ordine membrorum carnis enim, cum inimici essemus, reconci'iati sumus Deo per mortem Filii eius:
laudat Apostolus, in omnium animal ium carne invenís, et maximorum multo magis reconcilian, salvi erimus in vita ipsius2.
et minimorum; cum omnis caro in bonis terrenis. ac per hoc minimis Quia vero etiam cum peccatoribus poena debita redditur, non est
deputetur. iniquitas apud Deum, sic dicit: Quid dicemus? Numquid iniquus Deus,
1
qui infert iram ? 3
1 Cor. 12,26.18.24.25. Uno autem loco et bonitatem et severitatem ab illo esse breviter admo-
nuit, dicens: Vides ergo bonitatem et severitatem Dei: in eos quidem qui
1
Rom. 11,35.
- íbid. 5,8-10.
3
Ibid. 3,5.
798 DE LA NATURALEZA DLL lill-.N 32 33 DE LA NATURALEZA DEL IIII'.N 799
L e h a b í a h e c h o , en efecto, la p r o h i b i c i ó n c o n el fin d e d e -
CAPITULO XXXIV m o s t r a r l e q u e la n a t u r a l e z a del a l m a r a c i o n a l n o es s e r i n d e -
EL P E C A D O N O E S D E S E O D E UNA N A T U R A L E Z A M A L A , SINO p e n d i e n t e , s i n o q u e debe e s t a r sometida a Dios y c o n s e r v a r p o r
ABANDONO D E O T R A MEJOR la o b e d i e n c i a el o r d e n de su salvación y n o v i o l a r l o p o r l a
desobediencia.
Del m i s m o m o d o , p o r q u e el p e c a d o n o e s deseo de n a t u r a - H e a h í p o r q u é al á r b o l , q u e p r o h i b i ó t o c a r , lo l l a m ó el
lezas m a l a s , sino a b a n d o n o o r e n u n c i a de o t r a s m e j o r e s o m á s á r b o l del discernimiento del bien y de.l mal, p a r a q u e , c u a n d o
perfectas, se h a l l a escrito así e n l a s S a g r a d a s E s c r i t u r a s : Toda el h o m b r e lo tocase c o n t r a su p r o h i b i c i ó n , e x p e r i m e n t a r a l a
criatura de Dios es buena. P o r eso t o d o s l o s á r b o l e s q u e D i o s p e n a d e l p e c a d o y do este m o d o conociese l a diferencia q u e
p l a n t ó en el p a r a í s o s o n c i e r t a m e n t e b u e n o s . existe e n t r e el bien de la o b e d i e n c i a y el m a l de l a des-
El hombre, p o r tanto, no apeteció ninguna naturaleza m a l a obediencia.
c u a n d o tocó a l á r b o l p r o h i b i d o , s i n o q u e c o m e t i ó u n a a c c i ó n
m a l a al d e j a r l o m á s p e r f e c t o ; p u e s m e j o r q u e t o d a s l a s c o s a s CAPITULO XXXVI
c r e a d a s es el C r e a d o r , c u y o m a n d a t o n o d e b i ó s e r q u e b r a n t a d o
NINGUNA CRIATURA DE D I O S E S MALA, SINO QUE E L MAL
p o r g u s t a r de l o p r o h i b i d o , a u n q u e e r a b u e n o , p o r q u e , a b a n d o -
C O N S I S T E EN H A C E R M A L U S O D E E L L A
n a d o l o m á s p e r f e c t o , se a p e t e c í a u n a cosa b u e n a , q u e e r a p r o -
b a d a c o n t r a el p r e c e p t o d e l C r e a d o r . ¿ Q u i é n , p u e s , sería t a n i n s i p i e n t e q u e j u z g a s e q u e d e b í a s e r
No había plantado, pues, Dios un árbol malo en el paraíso, v i t u p e r a d a u n a c r i a t u r a c o l o c a d a p o r Dios en el m i s m o p a r a í s o ,
sino q u e él m i s m o , q u e h a b í a p r o h i b i d o t o c a r l o , e r a m á s p u e s t o q u e n i l a s e s p i n a s n i los a b r o j o s , q u e la t i e r r a p r o d u j o ,
perfecto. s e g ú n l a v o l u n t a d j u s t i c i e r a de D i o s , p a r a h a c e r m á s fatigoso
aperte alibi dicit: Secundum principem potestatis aeris huius, qui nunc el t r a b a j o del p e c a d o r , p u e d e n s e r r e c t a m e n t e v i t u p e r a d o s ? P o r -
operatur in jiliis difjidentiae3. q u e t a l e s h i e r b a s tienen t a m b i é n su m o d o , su b e l l e z a y su or-
den, q u e n o d e j a r á de e n c o n t r a r m u y l a u d a b l e s q u i e n discreta-
CAPUT XXXIV
CAPUT XXXV
PECCATUM NON EST MALAE NATURAE APPETITIO, SED MELIORIS DESERTIO
A R B O R ADAMO VETITA, N O N QUIA MALA, SED QUIA H O M I N I BONUM
ítem quia peccatum vel iniquitas non est appetitio naturarum ma- UT SUBDITOS SIT D E O
larum, sed de=ertio meliorum; sic in Scripturis invenitur scñptum: Oro-
nú creatura Dei bona estl: ac per hoc et omne lignum quod in paradiso Ad hoc enim et prohibuerat, ut ostenderet animae rationalis naturam,
Deus p'antavit, utique bonum est. non in sua potestate, sed Deo subditam esse deberé, et ordinem suae
Non ergo malam naturam homo appetivit, cum arborem vetitam salutis per obedientiam custodire, per inobedientiam corrumpere.
letigit: sed id quod melius erat deserendo, factum malum ipse commisit. Hinc et arborem quam tangi vetuit, sic appellavit, dignoscentiae boni
Melior quippe Creator, quam ulla creatura quam condidit: cuius im- et malí': quia cum eam contra vetitum tetigisset, experiretur poenam
perium non erat deserendum, ut tangeretur prohibitum, quamvis bonum; peccati, et eo modo dignosceret quid interesset Ínter obedientiae bonum
quoniam deserto meliore, bonum creaturae appetebatur, quod contra et inobedientiae malum.
Creatoris imperium tangebatur.
Non itaque Deus arborem malam in paradiso plantaverat; sed ipse CAPUT XXXVI
erat melior, qui eam tangi prohibebat.
NULLA CREATURA DEI MALA, SED EA MALE UTI EST MALUM
» Ibid. 2 . 2 .
1
Tim. 4,4. Nam quis ita desipiat, ut Dei creaturam, máxime in paradiso plan-
tatam, vituperandam putet; quandoquidem nec ipsae spinae ac tribuli,
quos peccatori in labore conterendo secundum Dei iudiciariam volun-
tatem térra peperit, recte vituperentur? Habent enim et tales herbae
modum, et speciem, et ordinem suum, quae quisquís sobrie consideraverit,
1
Gen 2,9.
S.Ag. 3 26
802 DE LA NATURALEZA DEL 111 EN .'(7 39 DE LA NATURALEZA DEL RÍEN 803
tríenle las c o n s i d e r e ; p e r o son cosas m a l a s p a r a a q u e l l a natura-
leza que e r a n e c e s a r i o c a s t i g a r de este m o d o a causa de su CAPITULO XXXVIII
|>ecado. E L F U E G O E T E R N O , QUE A T O R M E N T A A L O S I M P Í O S , NO E S UN MAL
P o r c o n s i g u i e n t e , el p e c a d o n o consiste, c o m o ya he dicho P u e s n i el m i s m o fuego e t e r n o , que ha de a t o r m e n t a r a los
antes, en el deseo de u n a n a t u r a l e z a m a l a , sino en el aban- r e p r o b o s , es de p o r sí u n a n a t u r a l e z a m a l a , p o r q u e tiene tam-
dono de o t r a m á s excelente, de m a n e r a q u e esa m i s m a prefe- b i é n su m o d o , su b e l l e z a y su o r d e n , y no ha sido d e p r a v a d o
rencia es el m a l o el p e c a d o y n o la n a t u r a l e z a , de la cual se p o r n i n g u n a i n i q u i d a d . P e r o el t o r m e n t o es u n m a l p a r a los
abusa al p e c a r . c o n d e n a d o s , que lo h a n m e r e c i d o p o r sus p e c a d o s . L a m i s m a
El p e c a d o , p u e s , es u s a r m a l del b i e n . P o r eso el Apóstol luz a t o r m e n t a a los q u e t i e n e n los ojos e n f e r m o s , y n o es u n a
censura o r e p r e n d e a los ya c o n d e n a d o s p o r el juicio divino,
naturaleza mala.
que adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador. N o
c o n d e n a a la c r i a t u r a , y el q u e esto h i c i e r e h a r í a u n a i n j u r i a CAP I TU LO XXXIX
al C r e a d o r ; sino q u e c o n d e n a a a q u e l l o s q u e a b u s a r o n de u n
bien, r e n u n c i a n d o o a b a n d o n a n d o otro de o r d e n s u p e r i o r . DÍCESE QUE EL FUEGO ES ETERNO, NO CON LA ETERNIDAD
DE D I O S , S I N O P O R Q U E NO T I E N E I'IN
laudanda reperiet: sed ei naturae ista mala sunt, quam peccati mérito
sic coercen oportebat. CAPUT XXXVIII
Non est ergo, ut dixi, peccatum malae naturae appetitio, sed melio- IGNIS AETERNUS MALOS CRUCIANS NON MALUS
ris desertio; et ideo factum ipsum malum est, non illa natura qua male
utitur peccans. Nam nec ipse ignis aeternus, qui cruciaturus est impios, mala natura
Malum est enim male uti bono. Unde Apostolus damnatos quosdam est, habens modum et speciem et ordinem suum, nulla iniquitate depra-
divino iudicio reprehendit, qui coluerunt et servierunt creaturae potius vatum: sed cruciatus est damnatis malus, quorum peccatis est debitus.
quam Creatori1. Ñeque enim creaturam reprehendit; quod qui fecerit, Ñeque enim et lux ista, quia lippos cruciat, mala natura est.
Creatori facit iniuriam: sed eos qui male usi sunt bono, meliore deserto.
CAPUT XXXIX
CAPUT XXXVII
AETERNUS IGNIS DICITUR, NON SICUT DEUS, SED QUIA SINE FINE
MALIS PECCANTIUM DEUS BENE UTITUR
Aeternus autem ignis, non sicut Deus aeternus, quod etsi sine fine
Proinde si custodiant omnes naturae modum, et speciem, et ordinem sit, non est tamen sine initio; Deus autem etiam sine initio est. Deinde
proprium, nullum erit malum: si autem his bonis quisque male uti quia licet perpetuus peccatorum suppliciis adhibeatur, mutabilis tamen
voluerit, nec sic vincit voluntatem Dei, qui etiam iriiustos iuste ordi- natura est. Illa est autem vera aeternitas, quae vera immortalitas; hoc
nare novit; ut si ipsi per iniquitatem voluntatis suae male usi fuerint est, illa summa incommutabilitas, quam solus Deus habet, qui mutari
bonis ulitis, ille per iustitiam potestatis suae bene utatur malis ipsorum, omnino non potest.
recte ordinans in poenis, qui se perverse ordinaverint in peccatis. Aliud est enim non mutari, cum possit mutari; aliud autem prorsus
1
non posse mutari. Sicut ergo dicitur homo bonus, non tamen sicut Deus,
Rom. 1,25. de quo dictum est: Nemo bonus nisi unus Deus'; et sicut dicitur anima
1
Me. 10,18.
41 DE LA NATURALEZA DEL RÍEN 805
804 DE LA NATURALEZA M.l. IUI rv 41
en sus i m p í a s b l a s f e m i a s y n o defenderían ni e n s e ñ a r í a n q u e
dice que n u e s t r a a l m a es i n m o r t a l , p e r o n o como lo es D i o s , de h a y dos n a t u r a l e z a s : u n a b u e n a , a la cual l l a m a n D i o s , y o t r a
q u i e n está e s c r i t o : El único que tiene inmortalidad. T a m b i é n se m a l a , q u e Dios n o h a c r e a d o . E s t a n g r a n d e su e r r o r , su d e l i r i o
dice q u e el h o m b r e es s a b i o ; m a s n o lo es como ])ios, de q u i e n y, m á s p r o p i a m e n t e , su l o c u r a , que n o ven que en lo q u e e l l o s
se d i c e : Al Dios sólo sabio, i g u a l m e n t e se dice que el fuego del l l a m a n la n a t u r a l e z a del s u m o m a l s u p o n e n al m i s m o t i e m p o
infierno es e t e r n o , n o c o m o lo es D i o s , c u y a i n m o r t a l i d a d es la m u c h o s b i e n e s , c o m o s o n : la v i d a , el p o d e r , la s a l u d , la me-
verdadera eternidad. m o r i a , la i n t e l i g e n c i a , la t e m p l a n z a , la fuerza, la r i q u e z a , el
s e n t i m i e n t o , la luz, la d u l z u r a , la m e d i d a , el n ú m e r o , l a p a z , el
CAPITU LO XL m o d o , la belleza y el o r d e n . Y, al contra rio, en lo q u e l l a m a n
el s u m o o s o b e r a n o Bien s u p o n e n i n n u m e r a b l e s m a l e s : la m u e r -
NADA PUEDE PERJUDICAR A DIOS NI A NINGUNA CRIATURA SIN te, la e n f e r m e d a d , el o l v i d o , la l o c u r a , la p e r t u r b a c i ó n , la i m p o -
LA J U S T A ORDENACIÓN tencia, la p o b r e z a , la n e c e d a d , la ceguera, el d o l o r , la i n i q u i d a d ,
el d e s h o n o r , la g u e r r a , la d e s t e m p l a n z a , la d e f o r m i d a d , la per-
S i e n d o esto así, la fe católica y la v e r d a d b i e n e n t e n d i d a
versidad.
p r o c l a m a n o e n s e ñ a n q u e nadie, p u e d e p e r j u d i c a r a l a n a t u r a -
Y así sostienen q u e los p r í n c i p e s de las t i n i e b l a s v i v i e r o n
leza de Dios, q u e la n a t u r a l e z a de Dios n o infiere d a ñ o i n j u s t o
en su p u r a n a t u r a l e z a v o u e en su reino d i s f r u l a r o n de s a l u d ,
a n a d i e y q u e n o p e r m i t e q u e n i n g u n a injusticia q u e d e sin cas-
de m e m o r i a y de i n t e l i g e n c i a , p o r q u e , según su o p i n i ó n , el
tigo. C o m o dice el A p ó s t o l : FA que hace injusticia, recibirá lo
p r í n c i p e de las t i n i e b l a s p r o n u n c i ó a l g u n a vez u n d i s c u r s o de
que hizo injustamente, porque en Dios no hay acepción de
tal í n d o l e , que sin la a y u d a d e u n a g r a n m e m o r i a y de u n a
personas.
g r a n i n t e l i g e n c i a n i él h u b i e r a p o d i d o d e c l a m a r l o n i sus oyen-
C AI' IT l! I, O XLl tes c o m p r e n d e r l o . Y a ñ a d e n q u e existía en ellos u n a concor-
d i a perfecta mitre las a l m a s v los c u e r p o s ; que r e i n a r o n p o r el
BIENES QUE LOS MANIQUEOS A T R I B U Y E N A LA NATURALEZA DEL e s p l e n d o r del p o d e r ; q u e p o s e y e r o n i n m e n s a s r i q u e z a s v q u e
MAL Y M A L E S QUE A T R I B U Y E N A LA N A T U R A L E Z A D E L BIEN t e n í a n ojos d o l a d o s de g r a n p e r s p i c a c i a , con los q u e a l c a n z a b a n
Si los m a n i q u e o s se d e c i d i e r a n a r e f l e x i o n a r s o b r e estas a v e r a m u c h a d i s t a n c i a , a u n q u e n e c e s i t a b a n la luz p a r a p o d e r
c o n s i d e r a c i o n e s sin d e j a r s e i n f l u i r p o r el nefasto p r e j u i c i o d e ver, y p o r eso r e c i b i e r o n el n o m b r e de l u m i n a r e s ; y, f i n a l m e n -
justificar su e r r o r y t u v i e r a n p r e s e n t e el t e m o r de D i o s , c e s a r í a n te, q u e d i s f r u t a r o n de la d u l z u r a de t o d o p l a c e r y q u e t e n í a n
m i e m b r o s l i m i t a d o s y h a b i t a c i o n e s fijas.
immortalis, non tamen sicut Deus, de quo dictum e-¡t: Qui solus habct E s p r e c i s o a d m i t i r t a m b i é n q u e a l l í d e b í a existir a l g u n a
immortalitatem2; et sicut dicitur homo sapiens, non tamen sicut Deus,
de quo dictum est: Soli sapienti Deo3: sic dicitur ignis aeternus, non quam non íecerit Deus: ita errantes, ita delirantes, imo vero ita insa-
tamen sicut Deus, cuius solius immortalitas ipsa est vera aeternitas. nientes, ut non videant, et in eo quod dicunt naturam summi malí, po-
neré se tanta bona, ubi ponunt vitam, potentiam, salutem, memoriam,
CAPUT XL intellectum, temperiem, virtutem, copiam, sensum, lumen, suavitatem,
mensuras, números, pacem, modum, speciem, ordinem; in eo autem quod
NEC DEO NOCERI POTEST NEC ALII, NISI DEI IUSTA ORDINATIONE
dicunt summum bonum, tanta mala, mortem, aegritudinem, oblivionem,
Quae cum ita sint secundum catholicam fidem et sanam doctrinam, insipientiam, perturbationem, impotentiam, egestatem, stoliditatem, cae-
et intelligentibus perspicuam veritalem, nec naturae Dei nocere potest citatem, dolorem, iniquitatem, dedecus, bellum, immoderationem, defor-
quisquam, nec natura Dei nocere iniuste cuiquam, vel nocere impune mitatem, perversitatem.
patitur quemquam. Qui enim nocet, ait Apostolus, recipiet id quod nocuil; Principes enim tenebrarum et vixisse in sua natura dicunt, et in suo
et non est personarum acceptio apud Deuml. regno salvos fuisse, et meminisse, et intellexisse. Sic enim concionatum
illi dicunt principem tenebrarum, ut ñeque ipse talia dicere, ñeque ab
CAPUT XLl eis quibus dicelmt audiri sine memoria et intellectu potuisset: et habuisse
temperiem animo et corpori suo congruam, et virtute potentiae regnasse,
QUANTA BONA MANICHAEI PONANT IN NATURA MALÍ, ET QUANTA MALA et copias elenicntortim suorum ac fecunditates habuisse, et sensisse se
1N NATURA BONI invicem ac sihi vieinum lumen, et oculos habuisse, quibus illud longe
Quod Manichaei si vellent sine pernicioso studio defendendi erroris conspicerent; qui utique oculi sine aliquo lumine lumen videre non pot-
sui, et cum Dei timore cogitare; non scelestissime blasphemarent indn- erant, unde recle eliam lumina nominantur: et suavitate suae voluptatis
cendo duas naturas, unam bonam quam dicunt Deum, alteram malam esse perfruitos, el dirnensis membris atque habitationibus determinatos
2 fuisse.
i Tim. 6,16.
3
Rom. 16,27. Nisi autem eliam qualiscumque pulchritudo ibi fuisset, nec amarent
1
Col. 3,25.
42 DE LA NATURALEZA DEL 111 EN 807
806 DE LA NATURALEZA DEL 1I1LN 11 i n i c u a , ¿ q u é es lo q u e c o r r i g e p o r m e d i o de p r e c e p t o s ? Si n o
está m a n c i l l a d a , ¿ q u é es lo q u e p u r i f i c a ? Si n o está en g u e r r a ,
belleza, p o r q u e , de otro m o d o , n o se h u b i e r a n a p a s i o n a d o nnn>-
¿ a q u i é n p r o m e t e la p a z ? Si n o está desenfrenada, ¿ a q u i é n
rosanicnte p o r sus m a t r i m o n i o s n i sus c u e r p o s h u b i e r a n con
i m p o n e la m o d e r a c i ó n de la l e y ? Si n o está d e f o r m a d a , ¿ q u é
servado l a p r o p o r c i ó n a r m o n i o s a de l o s m i e m b r o s . Si eslo n o
es lo q u e r e f o r m a ? Si n o está p e r v e r t i d a , ¿ q u é es lo q u e co-
h u b i e r a existido, n o e r a p o s i b l e q u e se h u b i e r a r e a l i z a d o lo q u e
rrige?
e l l o s s u p o n e n en sus locos d e s v a r i o s .
T a l e s son los b i e n e s q u e J e s u c r i s t o r e p o r t a n o a esta na-
T a m b i é n e r a n e c e s a r i a allí l a p a z , p o r q u e , de n o ser así,
t u r a l e z a c r e a d a p o r D i o s y d e p r a v a d a p o r el p e c a d o del l i b r e
n o h u b i e r a n o b e d e c i d o a su jefe o p r í n c i p e .
a l b e d r í o , sino a la n a t u r a l e z a , a la s u b s t a n c i a m i s m a de D i o s ,
Y , finalmente, si n o h u b i e r a h a b i d o a l l í a l g ú n m o d o , n o q u e es el m i s m o D i o s .
hubieran hecho más que comer o beber, o perseguir cruelmen-
te, o c u a l q u i e r o t r a cosa fuera de t o d a sociedad. N i los q u e
esto h a c í a n h u b i e r a n t e n i d o u n a f o r m a d e t e r m i n a d a si n o hu- CAPITULO XI.II
b i e r a existido allí u n cierto m o d o . A h o r a b i e n , e l l o s se e x p r e -
B L A S F E M I A S D E L O S M A N I Q U E O S CONTRA LA N A T U R A L E Z A D E DIOS
s a n de t a l m a n e r a , q u e n o p u e d e n n e g a r q u e p u s i e r o n sus accio-
nes conforme a modos convenientes. ¿ A q u é p o d r í a n c o m p a r a r s e t o d a s e s t a s b l a s f e m i a s ? N o es
D e b í a h a b e r a l l í a l g u n a b e l l e z a , p o r q u e sin e l l a n i n g u n a p o s i b l e n i n g u n a c o m p a r a c i ó n si se a n a l i z a n los e r r o r e s de o t r a s
c u a l i d a d n a t u r a l p o d r í a existir. sectas, a u n l a s m á s p e r v e r s a s . Y si e x a m i n a m o s este e r r o r m a -
Y d e b í a h a b e r a l g ú n o r d e n , p o r q u e sin él n o sería p o s i b l e n i q u e o desde o t r o p u n t o de vista q u e n o h e m o s c o n s i d e r a d o
q u e u n o s m a n d a r a n y o t r o s o b e d e c i e r a n , ni l o s seres v i v i r í a n t o d a v í a , d e s c u b r i r e m o s que estas b l a s f e m i a s c o n t r a la natu-
en a r m o n í a con sus e l e m e n t o s respectivos, n i , finalmente, ha- r a l e z a de D i o s i m p l i c a n otro c a r á c t e r m á s e x e c r a b l e y de m a y o r
b r í a conveniencia en la d i s p o s i c i ó n d e los m i e m b r o s p a r a q u e ignominia.
p u d i e r a n h a c e r lo q u e éstos n o s c u e n t a n . Sostienen, en efecto, q u e a l g u n a s a l m a s , f o r m a d a s de la
E n c u a n t o a la n a t u r a l e z a de D i o s , si n o la s u p o n e n m u e r t a , m i s m a s u b s t a n c i a y de la m i s m a n a t u r a l e z a de D i o s y q u e n o
¿ q u é e s lo que e l l o s o p i n a n q u e resucita J e s u c r i s t o ? Si n o la h a b í a n p e c a d o l i b r e m e n t e , sino q u e f u e r o n v e n c i d a s y s u b y u -
s u p o n e n e n f e r m a , ¿ q u é es lo q u e c u r a J e s u c r i s t o ? Si n o la su- g a d a s p o r la raza de las t i n i e b l a s , q u e l l a m a n n a t u r a l e z a del
p o n e n o l v i d a d a , ¿ q u é es lo q u e r e c u e r d a ? Si n o la s u p o n e n m a l , c o n t r a la cual d e s c e n d i e r o n a c o m b a t i r , n o v o l u n t a r i a -
i g n o r a n t e , ¿ q u é es lo que e n s e ñ a ? Si n o l a s u p o n e n d e s o r d e - m e n t e , sino p o r i m p e r i o s o m a n d a t o de su p a d r e , sostienen,
n a d a , ¿ q u é es lo que r e i n t e g r a ? Si n o está v e n c i d a y c a u t i v a ,
¿ q u é es lo q u e p o n e en l i b e r t a d ? Si no está necesitada, ¿ a q u i é n vegetat? Si non est excaecata, quid illuminat? Si non est in dolore,
s o c o r r e ? Si n o h a p e r d i d o su e n e r g í a , ¿ q u é es lo q u e r o b u s - quid recreat? Si non est iniqua, quid per praecepta corrigit? Si non
t e c e ? Si n o está ciega, ¿ q u é es lo q u e i l u m i n a ? Si n o la ator- est dedecorata, quid mundat? Si non est in bello, cui promittit pacem?
m e n t a el d o l o r , ¿ q u é es lo q u e r e c r e a con el g o z o ? Si n o es Si non est immoderata, cui modum legis imponit? Si non est deformis,
quid reformat? Si non est perversa, quid emendat?
Omnia enim haec a Christo, non illi rei praestari dicunt, quae facta
coniugia sua, nec partium congruentia coipora eorum constarent: quod est a Deo, et arbitrio proprio peccando depravata; sed ipsi naturae; ipsi
ubi non fuerit, non possunt ea fieri quae ibi facta esse delirant. substantiae Dei, quae hoc est quod Deus.
Et nisi pax aliqua ibi esset, principi suo non obedirent.
Nisi modus ibi esset, nihil aliud agerent, quam comederent, aut bi-
berent, aut saevirent, aut quodlibet aliud sine aliqua societate: quan- CAPUT XLII
quam nec ipsi qui hoc agebant, formis suis determinati essent, nisi modus
ibi esset: nuno vero talia dicunt eos egisse, ut in ómnibus actionibus MANICHAEORUM DE DEI NATURA BLASPHEMIAE
suis modos sibi congruos habuisse negare non possint.
Quid istis lilasphemiis comparan potest? Nihil omnino, sed si alia-
Si autem species ibi non fuisset, nulla ibi qualitas naturalis subsis- rum perversai uní scctarum considerentur errores: si autem iste sibi
teret. error ex parte altera, de qua nondum diximus, comparetur, adhuc etiam
Si nullus ordo ibi fuisset, non alii dominarentur, alii subderentur, multo peius el rxserr'nbilius in Dei naturam blasphemare convincitur.
non in suis elementis congruenter viverent, non denique suis locis habe- Dicunt enim el ¡mu nonnullas animas, quas volunt esse de substantia
rent membra disposita, ut illa omnia quae vana isti fabulantur, agere Dei et eiusdem omnino naturae, quae non sponte peccaverint, sed a
possent. gente tenebraruin, quam mali naturam dicunt, ad quam debellandam
Dei autem naturam si non mortuam dicunt, quid secundum eorum non ultro, sed pulí ÍH imperio descenderunt, superatae et oppressae sint,
vanitatem suscitat Christus? Si non dicunt aegram, quid curat? Si non affigi in aeternum KIOIMI liorribili tenebrarum. Ita secundum eorum sa-
dicunt oblitam, quid commemorat? Si non dicunt insipientem, quid docet? crilega vaniloquia, Den* HC ipsum in quadam parte a magno malo libe-
Si non dicunt perturbatam, quid redintegrat? Si non victa et capta est.
quid liberat? Si non eget, cui subvenit? Si non amisit sensum, quid
42 DE LA NATURALEZA DEL I1IKN 809
808 DE LA. NATURALEZA DEL BIEN 42
guida esta raza, los habitantes de la luz pudieran disfrutar de
digo, que esas almas son eternamente atormentadas en el ho- un reposo eterno.
rrible globo de las tinieblas. He ahí cómo temió Dios la caída y la destrucción de su
¡Oh nefanda e inaudita osadía para creer, decir y divulgar imperio. Pero ¿no estaba fundado sobre una tierra llena de
de Dios tan horrenda doctrina! Y pretendiendo defender estos luz y felicidad, de tal modo que nada podría conmoverlo \
absurdos, se precipitan ciegamente en afirmaciones más crimi- destruirlo? Y he ahí cómo, instigado por el temor, quiso dañar
nales y sostienen que es la mezcla de la naturaleza mala la que a la gente vecina, pretendiendo vencerla y aniquilarla para
hace que la naturaleza de Dios, que es esencialmente buena, preparar a loí. moradores de la luz un descanso y quietud eter-
sufra o padezca grandes males, pues por sí misma no puede nos. ¿Por qué no añadió: «y una eterna esclavitud»? ¿Acaso-
y nunca hubiera podido sufrirlos. no eran moradores de la luz aquellas almas que encadenó pot
toda la eternidad en el abismo de las tinieblas, y de las cuales
Según esto, la naturaleza incorruptible ha de ser alabada dice abiertamente que sufrieron la separación de su primitiva
solamente porque no puede inferirse daño a sí misma y no por- y luminosa naturaleza? De esta manera se ve obligado a con-
que no pueda ser perjudicada por otra naturaleza. fesar, sin querer, que pecaron por su libre voluntad, él, que no
Además, si la naturaleza de las tinieblas ha dañado a la quiere admitir el pecado sino afirmando la necesidad de una
naturaleza de Dios y la naturaleza de Dios a la de las tinie- naturaleza contraria, v sin saber lo que dice y como si estu-
blas, sigúese que hay dos naturalezas malas que se damnifica- viera encerrado en el mismo globo tenebroso que inventó, busca
ron mutuamente, siendo de mejor condición la de las tinieblas, el medio de salir de él y no lo encuentra.
porque, si fué nociva, no lo fué intencionadamente; pues no Pero enseñe lo que le parezca a los míseros embaucados
quiso dañar, sino gozar del bien de Dios. Al contrario, Dios que le honran y veneran con mayor respeto y mayor devoción
intentó destruirla y aniquilarla, como lo afirma clarísimamente que a Jesucristo para que pueda venderles por el bajo precio
Manes en la carta de su ruinoso Fundamento, Olvidado de lo de esos honores tan largas v sacrilegas ficciones. Afirme lo que
que poco antes había enseñado, a saber: De tal manera estaba le plazca, encierre en ese globo como en una cárcel a toda la
constituido su imperio sobre la tierra, llena de luz y bienan- raza de las tinieblas v coloque fuera de él la naturaleza huma-
danza, que nadie ni nada podría conmoverlo y destruirlo, aña- na, a la cual prometía, después de aniquilar al enemigo, una
de en seguida: El Padre de la luz bienaventurada,, previendo tianquilidad perpetua.
la inmensa ruina que había de surgir del profundo seno de He ahí que es mayor el castigo de la luz que el de las ti-
las tinieblas para atentar contra su reino feliz, comprendió la nieblas, mayor el castigo de la naturaleza divina que el de la
necesidad de oponerles una potencia divina que fuera capaz raza enemiga, poique ésta, aunque está sumida en las tinie-
de superar y destruir la raza de las tinieblas, para que, extin-
peret simul ac destruat stirpem tenebrarum, qua exstincta perpetua quies
ravit, et rursus se ipsum in quadam parte damnavit, quam liberare ab lucis incolis pararetur.
hoste non potuit, et tanquam de ipso hoste devicto insuper triumphavit. Ecce timuit labem ac vastitatem impendentem saeculis suis. Certe sic
O scelestam et incredibilem audaciam, talia de Deo credendi, talia erant fundata super lucidam et beatam terram, ut a nullo unquam mo-
loquendi, talia praedicandi! Quod cum defenderé conantur, ut in peiora veri aut concuti possent? Ecce a timore nocere voluit vicinae genti,
irruant clausis oculis, dicunt malae naturae commixtionem faceré ista, quam destruere et exstinguere conatus est, ut perpetua quies lucis inco-
ut bona Dei natura tanta mala patiatur: nam ipsam apud se ipsam lis pararetur. Quare non addidit: Et perpetuum vinculum? An illae
nihil horum pati potuisse vel posse. animae quas in g'obo tenebrarum in aeternum configit, non erant inco-
lae lucis, de quibus aperte dicit, quod errare se a priore lucida sua
Quasi inde laudanda sit natura incorruptibilis, quia ipsa sibi non natura passae sint? ubi et nolens coactus est dicere, libera eas volúntate
nocet, et non quia nihil ei noceri ab aliquo potest. peccasse, qui non vult peccatum poneré nisi in necessitate naturae con-
Deinde si natura tenebrarum nocuit naturae Dei, et natura Dei nocuit trariae: ubique nesciens quid loquatur, et tanquam ipse iam inclusus
naturae tenebrarum; dúo ergo mala sunt quae sibi invicem nocuerunt, sit in tenebrarum globo quem finxit, quaerens qua exeat, et non inveniens.
et meliore animo fuit gens tenebrarum, quia et si nocuit, nolens nocuit: Sed dicat quod vult seductis et miseris, a quibus multo amplius quam
ñeque enim nocere, sed frui voluit bono Dei. Deus autem illam exstin- Christus honoratur, ut hoc pretio tam longas et tam sacrilegas eis fá-
guere voluit, sicut Manichaeus apertissime in epístola ruinosi sui Fun- bulas vendat. Dicat quod vult, inchidat in globo tanquam in carcere
damenti delirat. Oblitus enim quod paulo ante dixerat: Ita autem fún- gentem tenebrarum, et forinsecus affigat naturam lucis, cui de hoste
dala sunt eiusdem splendidissima regna supra lucidam et beatam ter- exstincto quietem perpetuam promittebat.
ram, ut a nullo unquam aut moveri, aut concuti possint; postea dixit: Ecce peior est poena lucis quam tenebrarum, peior est poena divinae
LUCÍS vero beatissimae Pater, sciens labem magnam ac vastitatem quae naturae quam gentis adversae. Illa quippe etsi in tenebris intus est, ad
ex tenebris surgeret, adversus sua sancta impenderé saecula, nisi ali- naturam eius pertinet in tenebris habitare: animae autem quae hoc sunt
quod eximium ac praeclarum et virtute potens numen opponat, quo ,s«-
43 DE LA NATURALEZA DEL KIEN 811
81Ó DE LA NATURALIZA DEL lili N 1.2
quod Deus, non poterunt recipi, sicut dicit, in regna illa pacifica, et a
vita ac libértate sanctae lucis alienabuntur, et configentur in praediotu CAPUT XLIU
horribili globo: unde et adhaerebunt, inquit, iis rebus animae eaedem MALA ANTE MALÍ COMMIXTIONEM MULTA TRIBUÍ NATURAE DEI A MANICHALIS
quas dilexerunt, relictae in eodem tenebrarum globo, suis meritis id sibi
conquirentes. Quid, si etiam ostendimus, ante commixtionem mali, quam fabulose
Certe non est liberum voluntatis arbitrium? Videte quomodo insa- coníictam dementissime crediderunt, in ipsa lucis natura, quam dicunt,
niens quid dicat ignorat, et contraria sibi loquendo peius bellum contra magna mala fuisse? quid ad istas blasphemias addi posse videbitur?
se gerit, quam contra deum ipsius gentis tenebrarum. Illic enim fuit antequam pugnaretur, dura et inevitabilis pugnandi ne-
Deinde si propterea damnantur animae lucis, quia dilexerunt tene- cessitas: ecce iam magnum malum antequam bono misceretur malum:
bras; iniuste damnatur gens tenebrarum, quae lucem dilexit. Et gens dicant hoc unde, cum adhuc milla esset facta commixtio. Si autem ne-
quidem tenebrarum lucem ab initio dilexit, quam etsi violenter, tamen cessitas non erat, voluntas ergo erat: unde et hoc tam magnum malum,
possidere voluit, non exstinguere: lucis autem natura in bello tenebras ut Deus ipse naturae suae nocere vellet cui noceri ab hoste non poterat,
exstinguere voluit, eas ergo victa dilexit. mittendo eam crudeliter miscendam, turpiter purgandam, inique dam-
Quod vultis eligite: utrum necessitate compulsa ut diligeret tene- nandam?
bras, an volúntate seducta. Si necessitate, quare damnatur? si volunta- Ecce quantum malum perniciosae et noxiae et immanissimae volun-
te, quare Dei natura in tanta iniquitate deprehenditur? Si necessitate tatis, antequam ullum malum de gente contraria misceretur.
Dei natura coacta est diligere tenebras, victa est ergo, non vicit: si vo- An forte nesciebat hoc eventurum membris suis, ut diligerent tene-
lúntate, quid iam miseri dubitant peccandi voluntatem tribuere naturae bras et inimicae existerent sanctae luci, sicut ipse dicit, hoc est, non
quam Deus ex nihilo fecit, ne tribuant eam luci quam genuit? tantum Deo suo, sed etiam Patri de quo erant? Unde ergo hoc in Deo
tam magnum ignorantiae malum, antequam ullum de gente contraria
misceretur malum? Si autem hoc futurum sciebat, aut sempiterna in
44 DE LA NATURALEZA DEL I1IKN 813
812 DE LA NATURALEZA DEL IUEN 43
r i a se m e z c l a r a con la n a t u r a l e z a d i v i n a ? ¿ Q u i é n t o l e r a r á ne-
conocía q u e se r e a l i z a r í a este m a l , o h a b í a en él u n a c r u e l d a d c e d a d t a n p e r v e r s a e i m p í a cual es a t r i b u i r bienes t a n excelen-
c i e r n a , si n o se d o l í a de la futura c o n t a m i n a c i ó n y c o n d e n a - tes al s u m o M a l y m a l e s t a n g r a n d e s al s u m o liien, q u e es D i o s ?
ción de su n a t u r a l e z a , o vivía en c o n t i n u a aflicción, si se com-
p a d e c í a . M a s ¿ d e d ó n d e p r o c e d í a este m a l t a n g r a n d e de vues- CAPITULO XI. II
t r o s u m o Bien antes de la m e z c l a con v u e s t r o s u m o M a l ?
C i e r t a m e n t e q u e , si la p a r t e de la m i s m a n a t u r a l e z a divi- INCREÍISLES TORPEZAS IMPUTADAS A DIOS POR MANES
n a , q u e se c o n d e n a a vivir e t e r n a m e n t e e s c l a v i z a d a e n a q u e l
E s h o r r i b l e e x p o n e r las t o r p e z a s lan s a c r i l e g a s e i n a u d i t a s
g l o b o , n o s a b í a que le a m e n a z a b a este m a l , t a m b i é n así se d a r í a
q u e les e n s e ñ a este e r r o r , el m á s n e f a n d o , a u n q u e n o les con-
e n la n a t u r a l e z a de D i o s e t e r n a i g n o r a n c i a ; y si lo sabía, e r a
vence, acerca de la p a r t e de la n a t u r a Iczu de Dios, d e la q u e
e t e r n a su aflicción o m i s e r i a . E n u n o y en otro caso, ¿ d e d ó n d e
d i c e n q u e se h a l l a m e z c l a d a en t o d a s las cosas, en los cielos,
p r o v e n í a a D i o s este m a l t a n g r a n d e , a n t e s de q u e n i n g ú n m a l
en la t i e r r a , en todos los c u e r p o s , secos y h ú m e d o s ; en t o d a s
de la r a z a e n e m i g a se m e z c l a r a con e l ? l a s s e m i l l a s de los á r b o l e s , de las h i e r b a s , de los h o m b r e s y
¿ A c a s o se c o m p l a c í a D i o s con el gozo de u n a i n m e n s a ca- de los a n i m a l e s ; p e r o q u e n o está présenle, c o m o d e c i m o s nos-
r i d a d , p o r q u e p o r m e d i o de su c a s t i g o se p r e p a r a b a u n e t e r n o o t r o s de D i o s , p o r la p o t e n c i a d e su d i v i n i d a d sin n i n g ú n o t r o
d e s c a n s o a los d e m á s m o r a d o r e s de l a l u z ? Q u i e n c o m p r e n d a v í n c u l o p a r a g o b e r n a r y regir t o d a s las cosas p u r a m e n t e , fir-
lo a b s u r d o de s e m e j a n t e afirmación, a n a t e m a t í c e l a . Si al m e n o s m e m e n t e , i n c o r r u p t i b l e m e n t e , sino que se h a l l a ligada, o p r i m i -
o b r a r a de este m o d o p a r a n o h a c e r s e ella e n e m i g a de la luz, d a y m a n c i l l a d a , v q u e h a de ser d e s l i g a d a , l i b e r t a d a y p u r i -
q u i z á p u d i e r a ser a l a b a d a , n o c o m o n a t u r a l e z a d i v i n a , sino ficada no sólo m e d i a n t e el c u r s o del sol y de la l u n a y p o r l a s
c o m o se e l o g i a r í a a un h o m b r e q u e q u i s i e r a p a d e c e r a l g ú n m a l fuerzas de la luz, sino t a m b i é n p o r los m é r i t o s de sus e l e g i d o s .
p o r el b i e n de su p a t r i a , m a l q u e e v i d e n t e m e n t e sería t e m p o r a l P u e s dicen q u e las fuerzas o e n e r g í a s l u m i n o s a s se t r a n s -
y n o e t e r n o . P e r o e l l o s dicen q u e es e t e r n a l a sujeción n o d e f o r m a n en jóvenes h e r m o s o s y se c o l o c a n frente a l a s m u j e r e s
u n a n a t u r a l e z a c u a l q u i e r a , sino de la n a t u r a l e z a d i v i n a , en el de la raza de las t i n i e b l a s , y q u e esas m i s m a s e n e r g í a s se t r a n s -
a b i s m o de l a s t i n i e b l a s . Y , en v e r d a d , si la n a t u r a l e z a de D i o s f o r m a n en b e l l a s m u j e r e s y c o l o c a n frente a los v a r o n e s de
se a l e b r a b a de l l e g a r a a m a r las t i n i e b l a s y h a c e r s e e n e m i g a la m i s m a raza de las t i n i e b l a s p a r a que p o r su h e r m o s u r a se
de l a luz santa, su gozo es el m á s i n i c u o , e x e c r a b l e e inefa- excite y e n c i e n d a la d e s h o n e s t í s i m a l i b í d i n e de los p r í n c i p e s
blemente sacrilego. d e las t i n i e b l a s y de ese m o d o la s u b s t a n c i a vital, es decir, la
M a s ¿ d e d ó n d e p o d r í a p r o v e n i r este m a l t a n c r u e l y ho- n a t u r a l e z a de D i o s , a la q u e s u p o n e n a p r i s i o n a d a en s u s cuer-
r r e n d o a n t e s de q u e n i n g ú n m a l c a u s a d o p o r l a r a z a a d v e r s a -
insaniam, summo malo tribuere tanta bona, et summo bono, quod Deus
illo erat crudelitas, si de suae naturae futura contaminatione et damna- est, tanta mala?
tione nihil dolebat; aut sempiterna miseria, si dolebat'. unde et hoc CAPUT XL1V
tantum malum summi boni vestri ante ullam commixtionem summi mali
vestri ? TURPITUDINES INCREDIBILES A M A N I C H A E O EXCOGITATAE IN D E O
Ipsa certe partícula naturae ipsius, quae in illius globi aeterno vincu-
lo configitur, si hoc sibi imminere nesciebat, etiam sic erat in natura Iam vero quod ipsam partem naturae Dei dicunt ubique permixtam
in caeüs, in terris, sub terris, in ómnibus corporibus, siccis et humidis,
Dei sempiterna ignorantia; si autem serebat, sempiterna miseria: unde
in ómnibus carnibus, in ómnibus seminibus arborum, herbarum, homi-
hoc tantum malum, antequam ullum de gente contraria misceretur malum? num, animalium: non potentia divinitatis sine ullo nexu incoinquinabi-
An forte magna chántate gaudebat, quia per eius poenam perpetua liter, inviolnbiliter, incorruptibiliter ómnibus rebus administrandis regen-
quies caeteris lucis incolis parabatur? Hoc quam nefas sit dicere qui disque pracsciitem, quod nos de Deo dicimus; sed ligatam, oppressam.
videt, anathemet. Sed si hoc saltem ita faceret, ut ipsa luci inimica non pollutam, quilín solvi, liberari, purgarique dicunt, non solum per dis-
fieret, posset fortasse non tanquam Dei natura, sed tanquam aliquis homo cursum solis V\ lunae, et virtutes lucis, verum etiam per Electos suos:
laudan, qui pro patria sua vellet mali aliquid pati, quod quidem malum hoc gemís nrlanilissimi erroris quam sacrilegas et incredibiles turpi-
ad tempus posset esse, non in aeternum: nunc vero et illam in globo dines eis siimlral, etiamsi non persuadeat, horribile est dicere.
tenebrarum confixionem dicunt aeternam, et non cuiusque rei, sed na- Dicunt ciiiiii virtutes lucis transfigurari in masculos pulchros, et oppo-
turae Dei; et utique iniquissimum et exsecrabile et ineffabiliter sacri- ni feminis K (,|l| is tenebrarum; et easdem rursus virtutes lucis transfigu-
legum gaudium erat, si Dei natura gaudebat se tenebras dilecturam, et rari in fcminiiH pulchras, et opponi masculis gentis tenebrarum; ut per
luci sanctae inimicam futuram. pulchritiidinrin minm inflamment spurcissimam libidinem principum te-
Unde hoc tam immane et scelestum malum, antequam ullum ex gente nebrarum, rl ni modo vitalis substantia, hoc est, Dei natura, quam di-
contraria misceretur malum? Quis tam perversam et tam impiam ferat
814 DE LA ¡NATURALEZA DEL 1IILN \l\
44 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 815
pos, huya de los m i e m b r o s , aflojados p o r la c o n c u p i s c e n c i a , efíigiem v i r g i n u m p u l c h e r r i m a r u m h a b í t u d e m o n s t r a n t . R u r s u s
y, recogida y purificada, se vea l i b r e . c u m ad f e m i n a s v e n t u m fuerit, p o s t p o n e n t e s species v i r g i n u m ,
Esto leen los infelices m a n i q u e o s , esto dicen, oyen y c r e e n , p u e r o r u m i n v e s t i u m speciem o s t e n d u n t . H o c a u t e m visu d e c o r o
t y esto es lo que consta en el l i b r o V I I de su Tesoro, como i l l a r u m a r d o r et c o n c u p i s c e n t i a crescit, a t q u e h o c m o d o vincu-
¡ l a m a n a cierto escrito de M a n e s , en el cual figuran oslas b l a s - l u m p e s s i m a r u m c o g i t a t i o n u m e a r u m solvitur, v i v a q u e a n i m a
f e m i a s : « T u n e b e a l u s ille P a t e r , q u i l u c i d a s n a v e s b a b e l di- q u a e e o r u m d e m m e m b r i s t e n e b a t u r , h a c occasione l a x a t a e v a d i t ,
v e r s o r i a et h a b i t a c u l a seu m a g n i t u d i n e s , p r o Ínsita sibi clemen-
et suo p u r i s s i m o a e r i m i s c e t u r ; u b i p e n i t u s a b l u t a e a n i m a e as-
tia fert o p e m , q u a e x u i t u r et l i b e r a t u r a b i m p i i s r e t i n a c u l i s el
c e n d u n t ad l u c i d a s naves, q u a e sibi ad v e c t a t i o n e m a t q u e ad
a n g u s t i i s a t q u e a n g o r i b u s s u a e vitalis s u b s t a n t i a e . I t a q u e invi-
s u a e p a t r i a e t r a n s f r e t a t i o n e m sunt p r a e p a r a t a e . I d v e r o q u o d
sibili suo n u t u i l l a s s u a s v i r t u t e s , q u a e in c l a r i s s i m a h a c n a v i
h a b e n t u r , transfigurat, e a s q u e p a r e r e facit a d v e r s i s potestati- a d h u c a d v e r s i g e n e r i s m a c u l a s p o r t a t , p e r aestus a t q u e c a l o r e s
b u s , q u a e in s i n g u l i s c a e l o r u m t r a c t i b u s o r d i n a t a e sunt. Q u a e p a r t i c u l a t i m descendit a t q u e a r b o r i b u s c a e t e r i s q u e p l a n t a t i o n i -
q u o n i a m ex u t r o q u e sexu m a s c u l o r u m ac f e m i n a r u m consistunt, b u s a c satis ó m n i b u s m i s c e t u r , et c a l o r i b u s diversis inficitur.
i d e o p r a e d i c t a s virtutes p a r t i m specie p u e r o r u m i n v e s t i u m pa- E t q u o p a c t o ex ista m a g n a et c l a r i s s i m a n a v i figurae p u e r o -
rere iubet generi adverso feminarum, partim virginum lucida- r u m ac v i r g i n u m a p p a r e n t c o n t r a r i i s p o t e s t a t i b u s , q u a e in cae-
r u m f o r m a g e n e r i c o n t r a r i o m a s c u l o r u m ; sciens eas o m n e s h o s - lis d e g u n t , q u a e q u e i g n e a m h a b e n t n a t u r a m ; a t q u e ex isto as-
tiles p o t e s t a t e s , p r o p t e r i n g e n i t a m sibi l e t a l e m et s p u r c i s s i m a m pectu d e c o r o , vitae p a r s q u a e in e a r u m d e m m e m b r i s h a b e l u r ,
c o n c u p i s c e n t i a m facillime c a p i , a t q u e iisdem s n e c i e b u s p u l c h e r - l a x a t a d e d u c i t u r p e r c a l o r e s in l e r r u m : e o d e m m o d o eliatn i l l a
r i m i s q u a e a p p a r e n t m a n c i p a n , h o c q u e m o d o dissolvi. S c i a t i s a l t i s s i m a v i r t u s , q u a e in navi v i t a l i u m a q u a r u m h a b i t a t , in si-
a u t e m h u n c e u m d e m n o s t r u m b e a l u m P a t r e m b o c i d e m esse, m i l i t u d i n e p u e r o r u m ac v i r g i n u m s a n c t a r u m p e r suos a n g e l o s
q u o d e t i a m suae virtutes, q u a s ob n e c e s s a r i a m c a u s a m t r a n s f o r - a p p a r e t his p o t e s t a t i b u s , q u a r u m n a t u r a frígida est a t q u e h ú m i -
m a t in p u e r o r u m et v i r g i n u m i n t e m e r a t a m s i m i l i t u d i n e m . Uti- d a , q u a e q u e in c a e l i s o r d i n a t a e s u n t . E t a u i d e m h i s q u a e femi-
l u r a u t e m h i s t a n q u a m p r o p r i i s a r m i s , a t q u e p e r eas s u a m com- n a e sunt, in ipsis f o r m a p u e r o r u m a p p a r e t : m a s c u l i s v e r o , vir-
p l e t v o l u n t a t e m . H a r u m v e r o v i r t u t u m d i v i n a r u m , q u a e ad g i n u m . H a c v e r o m u t a t i o n e et d i v e r s i t a t e d i v i n a r u m p e r s o n a r u m
i n s t a r c o n i u g i i c o n t r a inferna g e n e r a s t a t u u n t u r , q u a e q u e a l a - ac pulcherrimarum, humidae frigidaeque stirpis principes mas-
c r i t a t e ac facilitate id q u o d c o g i t a v e r i n t , m o m e n t o e o d e m effi- c u l i sive feminae s o l v u n t u r , a t q u e id q u o d in i p s i s est vitale
ciunt, p l e n a e sunt l u c i d a e n a v e s . I t a q u e cum r a t i o p o p o s c e r i !
ut m a s c u l i s a p p a r e a n t e a e d e m s a n c t a e v i r t u t e s , illico e t i a m s u a m
ciunt, plenae sunt lucidae naves. Itaque cum ratio poposcerit ut mascu-
lis appareant eaedem sanctae virtutes, illico etiam suam effigiem vir-
cunt in eorum corporibus ligatam teneri, ex eorum membris per ipsaro ginum pulcherrimarum habitu demonstrant. Rursus cum ad feminas
concupiscentiam relaxatis, soluta fugiat, et suscepta vel purgata liberetur. ventum fuerit, postponentes species virginum, puerorum investium spe-
Hoc infelices legunt, boc dicunt, hoc audiunt, boc credunt, hoc in ciem ostendunt. Hoc autem visu decoro illarum ardor et concupiscentia
libro séptimo Thesauri eorum (sic enim appellant scripturam quamdam
crescit, atque hoc modo vinculum pessimarum cogitationum earum sol-
Manichaei, ubi istae blasphemiae conscriptae sunt) ita positum est: «Tune
vitur, vivaque anima quae eorumdem membris tenebatur, hac occasione
beatus ille Pater, qui lucidas naves habet diversoria et habitacula seu
magnitudines, pro Ínsita sibi clementia fert opem, qua exuitur et libe- laxata evadit, et suo purissimo aeri miscetur; ubi penitus ablutae ani-
ratur ab impiis retinaculis et angustiis atque angoribus suae vitalis sub- mae ascendunt ad lucidas naves, quae sibi ad vectationem atque ad suae
stantiae. Itaque invisibili suo nutu illas suas virtutes, quae in clarissima patriae transfretationem sunt praeparatae. Id vero quod adhuc adversi
hac navi habentur, transfigurat, easque parere facit adversis potestati- generis maculas portat, per aestus atque calores particulatim descendit,
bus, quae in singulis caelorum tractibus ordinatae sunt. Quae quoniam atque arboribus caeterisque plantationibus ac satis ómnibus miscetur, et
ex utroque sexu masculorum ac feminarum consistunt, ideo praedictas caloribus diversis inficitur. Et quo pacto ex ista magna et clarissima
virtutes partim specie puerorum investium parere iubet generi adverso navi figurae puerorum ac virginum apparent contrariis potestatibus, quae
feminarum, partim virginum lucidarum forma generi contrario masculo- in caelis degunt, quaeque igneam habent naturam; atque ex isto aspectu
rum: sciens eas omnes hostiles potestates, propter ingenitam sibi letalem decoro, vilnc pars quae in earumdem membris habetur, laxata deducitur
et spurcissimam concupiscentiam facillime capi, atque iisdem speciebus per calorc'K in terram: eodem modo etiam illa altissima virtus, quae in
pulcherrimis quae apparent mancipari, hocque modo dissolvi. Sciatis au- navi vitaliiiin aquarum habitat, in similitudine puerorum ac virginum
tem hunc eumdem nostrum beatum Patrem hoc idem esse, quod etiam sanctartim per suos angelos apparet his potestatibus, quarum natura frí-
suae virtutes, quas ob necessariam causam transformat in puerorum et gida est ñique húmida, quaeque in caelis ordinatae sunt. Et quidem his
virginum intemeratam similitudinem. Utitur autem his tanquam propriis quae femiuao Hiint, in ipsis forma puerorum apparet: masculis vero, vir-
armis, atque per eas suam complet voluntatem. Harum vero virtutum ginum. Hac vero mulatione et diversitate divinarum personarum ac pul-
divinarum, quae ad instar coniugii contra inferna genera statuuntur, quae- cherrimarum, liiiuiidac frigidaeque stirpis principes masculi sive feminae
que alacrítate ac facilitate id quod cogitaverint, momento eodem effi- solvuntur, ntqiir id cpiod in ipsis est vitale fugit: quod vero resederil,
816 DE LA NATURALEZA DLL I11LN 45 46 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 817
fugit: quod vero resederit, laxatum deducitur in terram per fri- que leen en su Tesoro que hacen los príncipes de las tinieblas,
goru, et cunctis terrae generibus admiscetur» '. cuando creen y no dudan afirmar que sus cuerpos proceden de
¿Quién tolerará esto? ¿Quién creerá no ya que sea así, la raza de las tinieblas y que en ellos está ligada y sujeta
sino que se hayan dicho tales cosas? Y he aquí que hay quie- aquella substancia vital, que es una parte de Dios? Y si ésta
nes temen anatematizar a Manes, que enseña semejantes im- ha de ser libertada y purificada, al comer, como les obliga .
piedades, y no temen creer que Dios haya hecho y soportado confesar su funesto error, ¿quién no verá, quién no se horro-
estas cosas. rizará de las muchas y nefandas torpezas que de sus doctrinas
se siguen?
CAPITULO XLV
ALGUNAS NEFANDAS TORPEZAS ATRIBUIDAS CON RAZÓN CAPITULO XLVI
A LOS MANIQUEOS
DOCTRINA ABOMINABLE DE I.A CAUTA LLAMADA
Aseguran los maniqueos que esa misma parte de la natu- DEL FUNDAMENTO
raleza de Dios que está mezclada con el mal se purifica por
medio de los elegidos, cuando comen y beben, porque dicen Sostienen los maniqueos que Adán, el primer hombre, fué
que está sujeta y unida a todos los alimentos y, al tomarlos creado por algunos príncipes de las tinieblas, que sujetaron
en la comida y en la bebida para el sostenimiento del cuerpo, su luz para que no huyera de ellos.
como si los elegidos fueran sanios, por medio de su santidad Escribió Manes en la carta que llaman del Fundamento
es desatada, señalada y libertada. cómo el príncipe de las tinieblas, a quien llaman padre del
No advierten estos infelices que no sin razón se les atribuye primer hombre, hubiera hablado y se hubiera dirigido a los
a ellos lo que en vano tratan de negar, mientras no condenen demás príncipes de las tinieblas compañeros suyos: «Con ini-
sus libros y dejen de ser maniqueos. Porque si, como afirman, cuas invenciones dice a los que estaban presentes: á(¿ue os
en todas las semillas está ligada y encerrada una parte de la parece de esta gran luz que nace? Mirad cómo se conmueve
naturaleza de Dios y es purificada por los elegidos cuando co- el polo y quebranta una verdadera multitud de potestades. Por
men, ¿quién no creerá fundadamente que ellos hacen lo mismo eso es conveniente que comience preguntándoos por la luz que
conserváis en vuestras fuerzas, pues así os representaré la ima-
laxatum deducitur in terram per frigora, et cunctis terrae generibus ad- gen de aquel gran sol que ha aparecido en toda su gloria, '
miscetur». mediante esa imagen podremos reinar cuando algún día sea-
Quis hoc ferat? quis hoc credat, non dico ita esse, sed vel dici po- mos librados de la morada de las tinieblas.
tuisse? Ecce qui docentem timent anathemare Manichaeum, et non ti-
ment credere haec facientem et haec patientem Deum! Thesauro suo legunt; quandoquidem et carnes suas de gente tenebra-
rum esse dicunt, et in eis ligatam teneri vitalem illam substantiam, pai-
CAPUT XLV tem Dei, credere atque affirmare non dubitant? Quae utique si solvenda
est, et manducando purganda, sicut eos fateri cogit funestus error ipso-
TURPITUDINES QUAEDAM NEFARIAF. DE 1PSIS M A N I C . H A E I S NOPl rum; quis non videat, quis non exhorreat, quanta turpitudo et quam
IMMERITO CREDITAE nefaria consequatur?
Per Electos autem suos purgan dicunt eamdem ipsam commixtam
CAPUT XLV1
partem ac naturam Dei, manducando scilicet et bibendo, quia eam in
alimentis ómnibus dicunt ligatam teneri; quae cum ab Electis velut EPISTOLAE FUNDAMENTI NEFARIA DOCTRINA
sanctis in refectionem corporis manducando et bibendo assumuntur, per
eorum sanctitatem solvi, signari et liberari. Nam et a quibusdam principibus gentis tenebrarum sic dicunt Adam
Nec attendunt miseri, quam non incongrue de ülis creditum sit, quod primum hominem creatum, ut lumen ab eis ne fugeret teneretur.
frustra negant, nisi eosdem libros anathemaverint, et Manichaei esse In epístola enim quam Fundamenti appellant, quomodo princeps te-
destiterint. Si enim, sicut dicunt, in ómnibus seminibus est ligata pars nebrarum, quem patrem primi hominis inducunt, ad caeteros socios suos
Dei, et ab Electis manducando purgatur; quis non digne credat eos tenebrarum principes locutus fuerit et egerit, ita scripsit Manichaeus:
faceré, quod Ínter virtutes caelorum et principes tenebrarum fieri in «Iniquis igitur commentis ad eos qui aderant ait: Quid vobis videtur
máximum hoc lumen quod oritur? Intuemini quemadmodum polum mo-
1
Prescindimos de presentar a los lectores la versión de este discurso de Manes, vet, concutit plurimas potestates. Quapropter mihi vos potius aequum
compuesto todo él con un lenguaje verdaderamente inmundo y obsceno y con ex- est, id quod in vestris viribus habetis luminis praerogare: sic quippe
presiones impías sobre las impurezas que atribuye a la naturaleza de Dios y a la illius magni qui gloriosus apparuit, imaginem fingam, per quam reg-
purgación y liberación de las partículas de la Divinidad que se hallan aprisionadas
en la materia. nare poterimus, tenebrarum aliquando conversatione liberati.
47 DE LA NATURALEZA DEL I1IEN 819
818 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 46
formator atque descriptor; cuius compar excipiebat haec, ut
Todos los oyentes, después de una madura deliberación, semen consuevit culta o p t i m e t é r r a p e r c i p e r e . I n e a d e m e n i m
juzgaron que era muy justo asentir a lo que se les pedía. No c o n s t r u e b a n t u r et c o n t e x e b a n t u r o m n i u m i m a g i n e s , c a e l e s t i u m
confiaban, además, en que habían de conservar siempre la mis- ac t e r r e n a r u m v i r t u t u m , ut p l e n i videlicel o r b i s , i d q u o d for-
ma luz y acordaron ofrecérsela a su Príncipe, esperando que mabatur, similitudinem oblineret» \
por este pacto llegarían a reinar.
Ahora hemos de considerar cómo se desprendieron de la CAPITULO XLVIl
luz que poseían. Y esto se halla expuesto en todas las divinas
escrituras y todos los arcanos celestes. Y no es difícil averi- M A N E S OBLIGA A P R A C T I C A R E S T A S T O R P E Z A S N E F A N D A S
guar cómo ha sido dado a los sabios este conocimiento, pues
¡ O h i m p í a m o n s t r u o s i d a d ! ¡ O h e x e c r a b l e p e r v e r s i ó n y co-
se le descubre clara y abiertamente al que con sinceridad y fide-
r r u p c i ó n de las a l m a s e n g a ñ a d a s ! O m i t o el calificar l o q u e es
lidad quisiera investigarlo. «Quoniam eorum qui convenerant d e c i r estas cosas de la n a t u r a l e z a de D i o s , q u e así es a p r i s i o -
frequentia promiscua erat, feminarum scilicet ac masculorum, n a d a . P e r o , al m e n o s , fíjense estos infelices s e d u c i d o s y enve-
impulit eos ut Ínter se coirent: in quo coitu alii seminarunt, n e n a d o s p o r el e r r o r m o r t í f e r o en q u e , si p o r la u n i ó n de l o s
aliae gravidae effectae sunt. Erant autem partus iis qui ge- e l e m e n t o s g e n e r a d o r e s m a s c u l i n o y f e m e n i n o es l i g a d a o en-
nuerant símiles, vires plurimas parentum uti primi obtinentes. c a d e n a d a u n a p a r t e de la n a t u r a l e z a de D i o s , q u e e l l o s supo-
Haec sumens eorum princeps uti praecipuum donum gravisus n e n y afirman q u e se l i b r a y se puiilica p o r la c o m i d a , fíjense
est. Et sicuti etiam nunc fieri videmus, corporum formatricem en q u e les o b l i g a la consecuencia n e c e s a r i a d e e r r o r t a n a b o -
naturam malí inde vires sumentem figurare: ita etiam ante dic- m i n a b l e a d e c l a r a r q u e n o s o l a m e n t e es l i b r a d a v purificada la
tus princeps sodalium prolem accipiens, habentem parentum p a r t e de la n a t u r a l e z a de Dios m e d i a n t e la c o m i d a del p a n , d e
sensus, prudentiam, lucem simul secum in generatione procrea- l e g u m b r e s y frutas, ú n i c a s s u b s t a n c i a s q u e e x t e r i o r m e n t e les
tam comedit; ac pierisque viribus sumptis ex istiusmodi esca, sirven d e a l i m e n t o , s i n o q u e t a m b i é n es l i b r a d a y p u r i f i c a d a
in qua non modo inerat fortitudo, sed multo magis astutiae et p o r el m i s m o m e d i o p o r el q u e p u e d e ser a p r i s i o n a d a , esto es,
pravi sensus ex fera genitorum gente, propriam ad se coniugem p o r el acto de la g e n e r a c i ó n .
evocavit, ex ea qua ipse erat stirpe manantem; et facto cum De hecho, se dice q u e a l g u n o s h a n confesado a n t e u n tri-
ea coitu, seminavit, ut caeteri, abundantiam malorum quae de- b u n a l q u e h a c í a n y p r a c t i c a b a n estas cosas en la P a f l a g o n i a
voraverat: nonnihil etiam ipse adiiciens ex sua cogitatione ac y en la G a l i a , c o m o se lo h e o í d o c o n t a r e n R o m a a u n cató-
virtute, ut esset sensus eius omnium eorum quae profuderat
formator atque descriptor; cuius compar excipiebat haec, ut semen con-
Haec audientes, ac diu secum deliberantes, iustissimum putaverunt suevit culta optime térra percipere. In eadem enim construebantur et
id quod postulabantur praebere. Nec enim fidebant se idem lumen iugi- contexebantur omnium imagines, caelestium ac terienarum virtutum, ut
ter retenturos: unde melius rati sunt principi suo id offerré, nequáquam pleni videlicet orbis, id quod formabatur. similitudinem obtineret».
desperantes eodem se pacto regnaturos.
Quo igitur modo lumen illud quod habebant praebuerint, conside- CAPUT XLVIl
randum est. Nam hoc etiam ómnibus divinis scripturis arcanisque cae-
lestibus aspersum est: sapientibus vero quomodo sit datum scire mini- TüRPITUDINES HORRIBILES COGIT PERPETRARE
me est difficile: nam coram aperteque cognoscitur ab eo qui veré ac
fideliter intueri voluerit. Quoniam eorum qui convenerant frequentia 0 monstrum scelestum! o exsecranda perditio et labes deceptarum
promiscua erat, feminarum scilicet ac masculorum, impulit eos ut ínter animarum! Omitto quid sit, de natura Dei quod sic ligetur, haec dicere.
se coirent: in quo coitu alii seminarunt, aliae gravidae effectae sunt. Hoc saltem attendant miseri decepti et errore mortífero, venenati, quia
Erant autem partus iis qui genueíant símiles, vires plurimas parentum si per coitum masculorum et feminarum ligatur pars Dei, quam se man-
uti primi obtinentes. Haec sumens eorum princeps uti praecipuum do- ducando solvere et purgare profhentur, cogit eos huius tam nefandi
num gavisus est. Et sicuti etiam nunc fieri videmus, corporum forma- erroris necessitas, ut non solum de pane et oleribus et pomis, quae sola
tricem naturam mali inde vires sumentem figurare: ita etiam ante dictus videntur in manifestó accipere, sed inde etiam solvant et purgent par-
princeps sodalium prolem accipiens, habentem parentum sensus, pru- tem Dei, unde per concubitum potest, si feminae útero concepta fuerit.
dentiam, lucem simul secum in generatione procreatam. comedit; ac colligari.
pierisque viribus sumptis ex istiusmodi esca, in qua non modo inerat Hoc se faceré quidam confessi esse in publico iudicio perhibentur,
fortitudo, sed multo magis astutiae et pravi sensus ex fera genitorum non tantum in Paphlagonia, sed etiam in Gallia, sicut a quodam Romae
gente, propriam ad se coniugem evocavit, ex ea qua ipse erat stirpe 1
manantem; et facto cum ea coitu. seminavit, ut caeteri, abundantiam Nuevamente nos vemos precisados aquí a suprimir la traducción de los deta-
lles, que lezuman libídine, con que Manes explica o expone la multiplicación del
malorum quae devoraverat: nonnihil etiam ipse adiiciens ex sua cogi- género humano.
tatione ac virtute, ut esset sensus eius omnium eorum quae profuderat
820 DE LA NATUHAI.EZA DEL IIIKN 47 48 DE LA NATURALEZA DEL BIEN 821
BIBLIOGRAFÍA
BARDY (G.): Saint Augustin, l'Homme et ÜOeuvre (París 1946). ACABÓSE DE IMPRIMIR I.A TI.HI EHA EDK ION DE
BARDY (G.): Manichéisme, art. en Dictionnaire de Theologie Catholique ESTE TERCER VOLUMEN DE LAS «OBRAS DE SAN
(Vacant-Mangenot), t.9 col.1841-1895. AGUSTÍN», DE LA BIBLIOTECA DE AUTORES
CAYRÍ (P. F.), A. A.: Paerologie et ¡listtiire ¡le la Theologie (París 1945). CRISTIANOS, EL DÍA 2 7 DE FEBRERO
GARDEIL (A.): Bien (Le), art. en Dict. de Théol. Cathol. t.2 col.825-843. DE 1 9 6 3 , MIÉRCOLES DE CENIZA,
GILSON (E.): Introduction a Vétude de Saint Augustin {París 1943). . EN LOS TALLERES DE LA EDI-
MARTIN (A.): Sancti Aurelii Augustini Philosophia (París 1863). TORIAL CATÓLICA, S. A.,
MARTIN (J.): Saint Augustin (París 1923), MATEO INURRIA, 1 5 ,
MASSON (E.): Mal (Le), art. en Dict. de Théol. Cathol. t.9 col.1679-1704. MADRID
MONTANARI (Primo): Saggio di Filosofía agostiniana. I massimi proble-
mi (Turín 1931). LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI
PORTALIÉ (E.): Augustin (Saint), art. en Dict. de Théol. Cathol. t.l
col.2268-2472.
REY ALTUNA (Luis): Qué es lo bello. Introducción a la Estética de San
Agustín (Madrid 1945).
VEGA (P. A. C ) , O. S. A.: Antecedentes histórico-genésicos de la filoso-
fía de San Agustín, en Religión y Cultura (Madrid-El Escorial 1929)
vol.7 p.73-92.368-390; vol.8 p.371-397.