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Asignatura:
Español II
Temas:
Tarea II
Participante(s):
Erica Alvarado M-2018-07847
Profesor(a):
Delcis María Reynoso
Fecha:
10 de octubre de 2018
2.2- Estructura interna
Se refiere a la ordenación y distribución de los hechos narrados.
Las noches aquí son largas algunas veces, muy largas; pero nada son en
comparación con las inquietas noches y terribles ensueños de aquel tiempo. Su
recuerdo me estremece. Grandes, sombríos fantasmas con maliciosos rostros se
sentaban en los rincones de mi cuarto, y de noche se inclinaban sobre mí,
incitándome a la locura. Me decían en voces atronadoras que el suelo de la antigua
casa en que murió el padre de mi padre, estaba aún manchado de su sangre,
derramada por su propia mano en el furor de su locura. Me cubría los oídos con las
manos, pero me gritaban y me gritaban hasta que el cuarto se estremecía con sus
acentos, y por todas partes oía que en la generación anterior a la suya la locura
durmió, pero que su abuelo había vivido por años con sus manos entre grillos, para
evitar que se hiciesen pedazos. Sabía que decían la verdad, lo sabía bien. Lo había
descubierto años hacía, aunque me lo quisieron ocultar.
Sinopsis
Érase una vez, había una niña llamada Cenicienta. Vivía con su madrastra y sus
dos hermanastras.
La madrastra y las hermanas eran presumidas y malhumoradas. Trataron muy
mal a Cenicienta. Su madrastra hizo que Cenicienta hiciera los trabajos más
duros de la casa; como fregar el piso, limpiar la olla y la sartén y preparar la
comida para la familia. Las dos hermanas del paso, por otro lado, no trabajaron en
la casa. Su madre les dio muchos vestidos hermosos para usar.
Un día, la hermana de dos pasos recibió una invitación a la pelota que el hijo del
rey iba a dar en el palacio. Estaban entusiasmados con esto y pasaron mucho
tiempo eligiendo los vestidos que usarían. Por fin, llegó el día de la pelota y las
hermanas se fueron. Cenicienta no pudo evitar llorar después de que se habían
ido.
“¿Por qué lloras, Cenicienta?” Preguntó una voz. Levantó la vista y vio a su hada
madrina de pie junto a ella, "porque quiero tanto ir al baile", dijo
Cenicienta. "Bueno", dijo la madrina, "has sido una chica tan alegre, trabajadora y
quejosa que voy a ver que vayas a la pelota".