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Tipos de elipsis en un guion

Si queremos clasificar las elipsis en un guion podemos ver diferentes tipos de clasificaciones según el
criterio que tengamos en esa selección. Vamos a ver una de ellas, teniendo en cuenta si esa elipsis es
funcional, narrativa o expresiva.

1. Elipsis funcionales.

Las elipsis funcionales sirven para hacer desaparecer espacios y tiempos inútiles en la acción.
También por razones de tiempo de la película, para ajustar la duración del metraje. Si un personaje
pone la cafetera para tomarse un café, es posible que el director no quiera mostrar los dos minutos
que tarda el café en salir y lo resuelva en unos segundos. O que el personaje comience a afeitarse y el
director decida no incluir en el montaje final todo el tiempo real que tardaría en rasurar la barba.

Este tipo de elipsis no dependen del guionista y no deben preocuparnos. Nosotros incluiremos la
acción en el guion y será después el director quien decida cuánto tiempo le va a dedicar y cuánto va
a eliminar. El tiempo que el director suprima será una elipsis que el espectador rellenará de forma
automática.

Un ejemplo de estas elipsis es el conocido como jumpcut, que consiste en una elipsis muy corta
que se produce dentro de una misma escena. Normalmente el jumpcut se produce incluso sobre la
misma imagen, aunque provoque un salto, y se utiliza para dar dinamismo o con una intención
estética. En internet estamos muy acostumbrados a este tipo de elipsis porque los youtubers lo
utilizan continuamente. La mayoría de las veces por una cuestión práctica. En lugar de rodar
diferentes planos, graban su guion todo seguido y después quitan las pausas y lo que no les interesa.

2. Elipsis narrativas.

Estas elipsis sí que son importantes para el guionista porque nos ayudan a controlar la narración de
nuestra historia. Normalmente tienen dos funciones, según qué queramos generar con estas elipsis
en un guion:

2.1. Controlar el ritmo.

Una de las tareas que tiene el guionista cuando construye su guion es manejar el ritmo de la
narración. Esto lo consigue por medio de la acción dentro de las escenas, controlando así el ritmo
interno de cada secuencia, y con la duración de las escenas y su combinación, para controlar el ritmo
del relato. Por ejemplo, en el tercer acto cuando se acerca el clímax se suelen acortar las escenas
incrementando así el ritmo. Es el típico momento en que las escenas duran poco y hay mucho cambio
de escenas haciendo que crezca la tensión.

Una de las formas de manejar el ritmo es utilizar elipsis que eliminen los tiempos muertos y
muestren tan solo los momentos que tengan interés para la historia. Una reunión de una hora se
reduce a tan solo cinco minutos o la estancia de un náufrago en una isla se reduce de 30 años a una
hora de grabación.

Si queremos reducir una escena con la ayuda de elipsis podemos hacerlo sin necesidad de crear una
escena nueva. Como ya hemos explicado en el podcast sobre creación de escenas cada vez que hay
un cambio de tiempo o de espacio deberíamos comenzar una escena nueva. Pero si lo que queremos
es tan solo introducir algunas elipsis que eliminen los momentos irrelevantes podemos hacerlo con la
ayuda de las transiciones.
Es sencillo. Tras una descripción o diálogo en la que queramos introducir una elipsis nos vamos al
elemento de formato de guion TRANSICIÓN y ponemos el tipo de transición que queremos: CORTE A
o ENCADENA A o FUNDE A. Después escribimos la nueva descripción una vez haya pasado la
elipsis. Os pongo en la web un ejemplo de la película Caníbal, escrita por Alejandro Hernández y
Manuel Martín Cuenca.

La otra forma de controlar el ritmo con las elipsis en un guion es la más utilizada. Consiste en acabar
una escena en un momento y comenzar la otra escena más adelante y si queremos en otro espacio.
Entonces el espectador entiende que ha habido un salto espacio temporal y lo integra
inconscientemente en su comprensión de la historia.

Estos saltos pueden ser de dos tipos según su determinación temporal.

Una elipsis indeterminada es la que no aclara su duración de ninguna forma. Puede ser unas horas
después, unos días después o unos años después. No se deja claro cuál es el tiempo que ha
transcurrido pero sí que ha habido un salto temporal.

Un ejemplo de elipsis indeterminadas son las que se producen en la película Boyhood. La


película fue grabada a lo largo de 12 años. Cada año grababan una semana y así se iba mostrando la
evolución del niño protagonista y su familia. Pero entre las escenas de un año y las de otro no había
ninguna marca que mostrase la elipsis de ese año. Unas veces te dabas cuenta porque el pelo del
niño había cambiado o había dado un estirón pero otras veces tenías que esperar a que avanzase la
escena y darte cuenta por lo que le pasaba a los personajes. Y en esas elipsis pasaban cosas
importantes. Por ejemplo los padres se separan y no nos lo muestran. Nos enteramos de rebote al ver
que el padre ya no vive con sus hijos.

La elipsis determinada sí hace constar expresamente la duración del tiempo eliminado. Hay
diferentes formas de mostrarlo: puede ser por elementos sonoros (voces de los personajes, voz en
off, efectos de la banda sonora) o elementos gráficos a través de rótulos en pantalla (“un mes
después”, “diez años más tarde”). Por ejemplo, en la película Náufrago aclaran que la elipsis que se
produce avanza la acción 4 años en la isla.

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