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Industria Textil
Industria Textil
TACNA – PERÚ
2020
I. INTRODUCCION
Desde la antigüedad el hombre primitivo tuvo la idea de vestirse con pieles de animales,
estas pieles pesadas fueron sustituidas por fibras animales y vegetales, hechas con hilos
muy apretados y entrecruzados, es entonces se acababa de inventar el tejido.
Pero el desarrollo masivo de esta actividad industrial tiene varios impactos ambientales en
el entorno que se desarrolla, ya que es considerada como una de las industrias más dañinas
y contaminantes para el medio ambiente, la producción textil es responsable del 20% de las
aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono, informó un
reporte de la ONU.
Esta actividad industrial usa sustancias químicas tóxicas, alto consumo de agua y energía,
generación de grandes cantidades de desechos y vertidos, y empleo de materiales de
embalaje no biodegradables, entre otros.
Pero nace el concepto de la Industria textil Sostenible, que puede definirse como la
vestimenta, el calzado y los accesorios que se fabrican, comercializan y utilizan de la
manera más sostenible posible, teniendo en cuenta tanto los aspectos medioambientales
como socioeconómicos.
II. GENERALIDADES SOBRE LA INDUSTRIA TEXTIL
Por otro lado, se habla de sectores textiles para referirse a los distintos componentes
o estaciones de la producción textil, que directamente componen la industria. Tales
como:
Abridores y procesadoras. Se trata de distintas máquinas que sirven para abrir las
balas de algodón u otras materias primas naturales o sintéticas, desmenuzándolas y
separando la materia útil de las impurezas. A menudo conducen a un “ablandador”, que
es una suerte de prensa dotada de rodillos giratorios, que aplastan y ablandan las fibras,
especialmente de materiales rígidos como el cáñamo; y diversos extractores de agua
para evitar posteriores complicaciones con la fibra.
Hiladoras. Se trata de máquinas que reciben las fibras procesadas y listas para su
empleo, y proceden a elaborar con ellas un hilo. Actualmente este proceso se da de
manera altamente automatizada, pero en sus inicios las primeras hiladoras eran aparatos
dotados de bobinas y ocho carretes de fibra, conocidos como hiladoras Jenny (e
inventadas en 1770 por James Hargreaves).
Telar. Versión moderna del artefacto antiguamente inventado por los artesanos textiles,
el telar es una máquina de tejer, o sea, de transformar hilos en telas. Para ello, entrelaza
dos juegos de hilos: la urdimbre y la trama, generalmente mediante un tambor que
permite el entrecruzamiento de los hilos siguiendo cierto conjunto de guías, al ritmo del
movimiento de un peine, cuyo vaivén empuja el hilo, formando la trama. El resultado
de esta operación, hoy en día llevada a cabo por máquinas automatizadas, es un retazo
de tela de grandes proporciones.[ CITATION Raf191 \l 2058 ]
II.4. Industria Textil En El Perú
Las primeras acciones del nacimiento de la industria peruana se produjeron durante el
primer gobierno (1845-1851) de Ramón Castilla.
Por esa época, se contrataron gestores europeos para que realicen los negocios. Los más
astutos, hacendados nacionales y sobrevivientes de las guerras de independencia
incursionaron en la industria de la seda con la importación de las máquinas a vapor,
cómo es el caso de José de Sarratea (1841).
También existían capitalistas que apostaban por una razón más allá del comercio
inmediato como Pedro Gonzáles Candamo, quien importaba maquinaria desde
Patterson (Nueva Jersey, Estados Unidos) para producir miles de yardas de algodón al
año
En 1896 se creó la Sociedad Nacional de Industrias, que tuvo entre sus directivos a Gio
Batta Isola, uno de los pioneros textiles.
Desde 1911, Fermín Tangüis propagó desde Pisco (Región Ica) a otros valles como los
de la hacienda Zárate; una semilla resistente al Cotton Wilt, (hongo que devastaba el
algodón); y a esta semilla la denominó “Especial”, que más tarde se llamó “Tangüis”.
Por su parte, Emilio Hilbck, en 1922, viajó a Estados Unidos y trajo la variedad de
algodón Pima del Este de Arizona. Luego trabajó arduamente en el mejoramiento
continuo de esta variedad
Las micro y pequeñas (MYPE'S) empresas pueden ser más contaminantes que las grandes
empresas, ya que son ineficientes técnicamente, más difíciles de vigilar y con menos
posibilidades de adoptar tecnología de minimización de residuos.
[CITATION Jav18 \l 10250 ] La industria textil es la segunda más contaminante del mundo
después de la petrolera, produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones
de carbono en el mundo, esto es más que todos los vuelos internacionales y los barcos de
carga combinados.
Según (Quintanar, 2019) entre los efectos negativos, se desprende que la industria de la
moda es la segunda que más agua utiliza en sus procesos, pues para la fabricación de un
kilo de algodón se necesitan más de 10 mil litros de agua, lo equivalente a lo que bebería
una persona en 10 años. Lo que nos lleva a que produce el 20 por ciento de las aguas
residuales que se generan a escala global.
Aún se siguen trabajando para la creación de estrategias que acaben con esta irresponsable
producción de textil, lo cual termina en el desecho constante de la ropa. Por lo cual algunas
fundaciones promueven crear un nuevo ciclo de producción circular, donde se reutilicen los
miles de millones de toneladas que se crean cada día.
La industria consume entre 5 a 20% del agua disponible, y a su vez genera una
significativa parte de la contaminación de las aguas (WWAP Programa Mundial de
Evaluación de los Recursos Hídricos, 2009). La presión social y medioambiental dio
lugar a un creciente movimiento que instó a la industria a reducir la cantidad de aguas
residuales que produce y a tratarla antes de su eliminación. Esto ha convertido a las
aguas residuales en un potencial recurso y a su uso o reciclaje, después de un
tratamiento adecuado, en una posibilidad de beneficiar a la industria financiera y
económicamente (WWAP-Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos
de las Naciones Unidas, 2017).
En Perú, la magnitud real del volumen de las aguas residuales que las industrias
formales e informales producen no es conocida con exactitud y a escala mundial los
datos e información que se tienen son escasos. A nivel mundial, una estimación sugiere
que los volúmenes de aguas residuales industriales se duplicarán para el 2025.
La composición del agua residual de una industria textil dependerá de las sustancias
químicas que se usen durante el proceso (Manu y Chaudhari, 2002; Kuhad, et al., 2004;
Dos Santos, et al., 2007 y Ranganathan et al., 2007).Los efluentes de la industria textil
contienen una gran variedad de contaminantes provenientes de los diferentes procesos
involucrados en la fabricación de fibras.
Algunas causas de la toxicidad acuática son las sales como NaCl y Na2SO4
(provenientes del teñido), agentes surfactantes como fenoles, metales pesados que están
presentes en los colorantes, compuestos orgánicos como solventes clorados
(provenientes del lavado y la limpieza de máquinas), biocidas como el pentaclorofenol
(proveniente de fibra de lana contaminada) y aniones tóxicos como el sulfuro (presente
en algunos colorantes), entre otros (Bae et al.,2005).
Los principales problemas ambientales que provocan las fábricas de géneros textiles
están relacionados con las sustancias tóxicas que liberan a la atmósfera y las aguas
residuales. Además de los agentes potencialmente tóxicos, también los malos olores
suelen ser motivo de preocupación, sobre todo cuando las plantas de estampación y
tintura están cerca de zonas residenciales. Las salidas de ventilación pueden contener
vapores de disolventes, formaldehído, hidrocarburos, ácido sulfhídrico y compuestos
metálicos. A veces los disolventes se recuperan y destilan para reutilizarlos. Las
partículas se eliminan con un buen filtrado. La depuración es eficaz para los
componentes volátiles solubles en agua, como el metanol, pero no funciona en el
estampado con pigmentos, cuyas principales emisiones son hidrocarburos. Los
productos inflamables se pueden incinerar, aunque esto es relativamente caro. La
solución definitiva, sin embargo, es el uso de materiales con el mínimo de emisiones
posible, y no sólo al elegir los tintes, aglutinantes y ligantes que se utilizan en el
estampado, sino también con respecto al contenido de formaldehído y monómero
residual de los tejidos. La contaminación de las aguas residuales por tintes no fijados es
un problema ambiental grave, no sólo debido al peligro potencial que representa para la
salud humana y animal, sino también por el cambio de color, muy notorio. En la tintura
ordinaria se logra una fijación de más del 90 % del tinte, pero en la estampación con
tintes reactivos es habitual alcanzar sólo un valor del 60 % o menos. Esto significa que
más de una tercera parte del tinte reactivo entra en las aguas residuales cuando se lava
el tejido una vez teñido. También entran más tintes en las aguas residuales durante el
lavado de los tamices, los paños de estampación y los tambores. En varios países se han
establecido límites para el cambio de color de las aguas residuales, pero a menudo son
muy difíciles de cumplir sin un sistema de depuración muy costoso. Una solución sería
usar colorantes menos contaminantes y desarrollar tintes y agentes espesantes sintéticos
que aumenten el grado de fijación y reduzcan así el exceso vertido en las aguas
residuales (Grund 1995).
Las emisiones generadas por los procesos textiles (excluyendo las que son propias de
las calderas) proceden principalmente del acabado de alta calidad y de las máquinas de
secado y condensación. En general, estas emisiones se clasifican en 4 tipos:
• vapores de disolventes,
• olores,
• polvo y fibras.
Los residuos de la preparación de fibras y sus productos de oxidación los que pueden
constituir la denominada neblina azul en los procesos de tisaje.
Por otra parte, en el acabo con resinas, después del proceso de impregnación, los tejidos
pasan, normalmente, por un proceso de reticulado a alta temperatura (termofijado).
Aquí, se suelen generar vapores de compuestos orgánicos de bajo peso molecular
(VOCs) que se pueden detectar en forma de niebla visible (la típica neblina azul o "blue
haze") o bien invisible (pero con olores detectables).
La fuente más común de neblinas de aceite es la rame que puede dar lugar a emisiones
de neblinas comprendidas entre 10 y 80 kg/día de aceite liberado. Estas neblinas están
formadas principalmente por pequeñas partículas o gotas de VOCs ("volatile organic
compounds"), que se encuentran en suspensión en los gases. El tamaño de estas
partículas suele ser inferior a 1µm. El número de partículas presentes en el gas se
cuantifica midiendo la opacidad de la neblina.
En cuanto a las neblinas ácidas, son mucho menos frecuentes que las neblinas de aceite.
Son corrosivas y se producen durante el carbonizado de la lana y durante algunos tipos
de tintura en spray.
III.2.2.Vapores de disolventes
III.2.3.Olores
Algunos olores se asocian con las neblinas de aceites o con los vapores de disolventes y
desaparecen eliminando dichas neblinas o vapores. Existe otra teoría según la cual
compuestos responsables del olor se propagan junto con las partículas de neblina.
Cuando se reduce la neblina, no siempre se reduce el olor, sino que en ocasiones sólo se
reduce el vehículo que lo transporta.
III.2.4.Polvo y fibras
En esta última categoría se incluyen los equipos y tecnologías que se han desarrollado
recientemente y van apareciendo en el mercado. Estos equipos y tecnologías ofrecen la
posibilidad, en la mayoría de los casos, de sustituir los procesos convencionales en
beneficio del medio ambiente. La implantación de este tipo de tecnologías también supone
importantes inversiones y desembolsos iniciales para las empresas.
Para una mejor comprensión se extraen de forma resumida las dos tablas siguientes, en
las que se recogen para cada tipo de residuo las diferentes tecnologías de minimización
estudiadas, cuya implantación permite la reducción de los residuos generados por la
industria textil.