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2010
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doi:10.1093/cdj/bsq029
Resumen Este artı́culo sostiene que el ejercicio de la autonomı́a por parte de los
movimientos sociales está profundamente enraizado en contextos
socioeconómicos y polı́ticos, y, como tal, involucra una reacción
contestataria ante el estado, el mercado y los discursos hegemónicos
sobre desarrollo. La labor entonces es explicar y aprender de este
carácter contendiente de la autonomı́a en cada contexto, los procesos
mediante los cuales se mantienen vivas las prácticas autónomas de los
movimientos sociales, cómo interactúan con el estado, cómo se
institucionalizan (si ese es el caso), y las implicaciones de tal
“institucionalización conflictiva” para los movimientos sociales y para
el estado. Este argumento se explora mediante el caso del movimiento
de trabajadores desocupados de Argentina o movimiento Piquetero,
tomando el ejemplo especı́fico del municipio General Mosconi. La
capacidad de los trabajadores desocupados para obligar al estado y a
las empresas locales a adaptarse a sus demandas y ofrecerles respaldo
con un mı́nimo de intervención es considerada en otras partes del
mundo como un ejemplo de cómo los procesos comunitarios
autónomos pueden relacionarse con el estado y, al mismo tiempo,
conservar sus propias dinámicas y control.
Introducción
En las últimas dos décadas, dos transformaciones han determinado el
panorama social y polı́tico de América Latina: el costo social de las reformas
estructurales neoliberales, y la recuperación de la esperanza y de los ideales
*e-mail: sssacd@bath.ac.uk
Debate y desafı́os
En la introducción expresé el carácter engañoso de la pregunta abstracta
sobre si las prácticas autónomas de movimientos sociales como las OTD
son rebeldes o sumisas. La autonomı́a es una herramienta para luchar
contra el poder. Esa lucha, no obstante, tiene lugar en contextos socioeconó-
micos y polı́tico-institucionales especı́ficos.
Como otras OTD, como por ejemplo el Movimiento de Trabajadores De-
socupados de Solano, la UTD mantiene su autodeterminación y autogestión
y define al trabajo como un atributo humano verdadero que se debe usar
para la producción de bienes y servicios útiles para la comunidad y no
para hacer dinero. Sin embargo, su estrategia evita ser identificada con el
poder polı́tico, aunque mediante la resistencia, obliga al estado y a las
empresas locales a cumplir con sus demandas. Este camino es muy dife-
rente al elegido por otras OTD como el MTD La Matanza la que colapsara
después de haber rechazado los recursos estatales por completo, y cuyo
lı́der fue elegido como diputado en 2007. También se diferencia de aquellas
OTD cuyos proyectos comunitarios son financiados por el estado pero que
dependen de alianzas cercanas con los sindicatos y/o los partidos polı́ticos
y/o los gobiernos. Por ejemplo, los lı́deres de Barrios de Pie y de la Federa-
ción de Tierra, Vivienda y Hábitat (FTV) que funciona dentro de la estruc-
tura de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), terminaron
ocupando cargos gubernamentales.
Los sucesivos gobiernos locales, provinciales y nacionales han aplicado
medidas tanto represivas como de integración para combatir la doble
estrategia de las OTD de usar la resistencia como vehı́culo para el desar-
rollo comunitario y el desarrollo comunitario como vehı́culo para la resis-
tencia. El enfoque actual marca una transición en la relación entre los
Piqueteros y el estado, de una oposición abierta, a una forma de relación
que se puede clasificar como “institucionalización conflictiva” (Dinerstein,
Contartese y Deledicque, 2008), en la que la autonomı́a permanece activa
a nivel territorial pero el ethos y el funcionamiento de las prácticas autón-
omas se encapsula en el carácter de las polı́ticas públicas dirigidas a las
comunidades.
Además de su contribución con la sostenibilidad de la comunidad, la
acción de la UTD ha tenido un impacto social. Sus actividades han
transformado un contexto de desempleo y falta de integración en uno de
producción e integración. Los proyectos comunitarios generan “trabajo
genuino” o sea verdadero (útil y cooperativo), por oposición a falso (alie-
nante y subsidiario) o indigno (casual o programas gubernamentales para
la creación de empleo) (Giarraca y Wahren, 2005; Fernández Álvarez y
Manzano, 2007). En segundo lugar, posibilitan la re-creación de nuevas
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Conclusión
¿Cuáles son las implicancias de la experiencia argentina en el desarrollo
comunitario por fuera de América Latina? La crisis económica y polı́tica
actual que afecta al Norte global puede requerir una consideración cuida-
dosa de los escenarios potenciales que pueden surgir, y una revisión siste-
mática de las polı́ticas implementadas para responder en época de crisis
(por ejemplo en la Argentina en 2002), incluyendo tanto los cambios en
las alineaciones estratégicas de los movimientos sociales hacia formas
más autónomas de acción y las estrategias gubernamentales para incor-
porar las propuestas de los movimientos en sus polı́ticas.
¿Puede la autonomı́a ofrecer una “salida” convincente a la crisis? Las con-
diciones necesarias para el ejercicio de la autonomı́a para el desarrollo, en
mayor o menor medida, difieren considerablemente en el tiempo y el
espacio. A partir del análisis de la experiencia de las OTD, es claro que las
condiciones económicas, la existencia de una resistencia de base, la forma
existente de sindicalismo, la presencia o ausencia de organizaciones no
gubernamentales, la forma del estado y las caracterı́sticas de sus polı́ticas
(su falta de universalidad, por ejemplo) pueden ser en conjunto o individual-
mente catalizadores o inhibidores del desarrollo de las prácticas autónomas.
La creación de General Mosconi como un “espacio popular” (Cornwall,
2004: 2) ha sido el resultado de la acción colectiva desde abajo de la UTD
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Financiación
La investigación para este artı́culo se realizó con el respaldo económico del
Economic and Social Research Council (ESRC) RES-155-25-0007.
Agradecimientos
Quiero agradecer al ESRC por ese respaldo. Estoy en deuda con Melina
Deledicque, Gregory Schwartz y aquellos que asistieron a las presenta-
ciones de las primeras versiones de este artı́culo en los talleres “NGPA
and Labour Issues” (LSE, 10 de diciembre de 2007), “NGPA in Latin
America” (Bradford, mayo de 2008) y “NGPA Final Conference” (14-15
de enero de 2009, Londres). Gracias a los editores de la publicación especial
del CDJ, en especial a Audrey Bronstein por su útil colaboración. Aplican
todos los descargos de responsabilidad.
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