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habilidades orales y
escritas
Jordi Estalella del Pino
PID_00207124
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CC-BY-NC-ND • PID_00207124 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
Actividades.................................................................................................. 83
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 83
Solucionario................................................................................................ 93
Bibliografía................................................................................................. 96
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 5 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Introducción
El fenómeno de uniformidad afecta a aspectos del servicio que hasta hace po-
cos años se consideraban un valor fundamental: los conocimientos�jurídicos.
Hoy en día, el cliente da por hecho y exige que el abogado tenga conocimien-
tos. Lo que antes era un valor añadido, ahora se considera una parte inherente
al servicio y ya no agrega valor. Esta percepción que tienen los clientes se ex-
plica en gran parte por el estallido de las nuevas tecnologías y, especialmente,
internet.
Objetivos
5. Las técnicas para preparar las declaraciones de los testigos y las partes.
“Razonar con precisión para instruir al auditorio y hablar en la causa enérgicamente para
conmover sus corazones”, e incluso dice “que es mucho más eficaz el orador que excita
las pasiones del juez que el que sabe instruir”.
Por supuesto, es difícil imaginar hoy en día un abogado que intenta “excitar”
las pasiones del juez. Como máximo agotará su paciencia, pero sus pasiones no
las moverá. Y es que prácticamente hasta el final del siglo XIX se consideraba
que el mejor abogado era el que hacía los discursos más largos, utilizaba más
figuras retóricas y levantaba más pasiones con sus discursos. Actualmente, las
cosas son muy diferentes.
La gran cantidad de asuntos que acumulan los órganos judiciales conlleva que
los jueces dediquen poco tiempo a cada expediente. Por otro lado, la capacidad
de atención y memorización que tienen, igual que en todos nosotros, tiene un
límite. Estos factores, falta�de�tiempo y economía�de�la�atención, obligan a
los abogados a expresar con claridad y exactitud los argumentos que aportan
en la sala de vistas. Convencer al juez hoy pasa por tener muy claras y ordena-
das las ideas y utilizar las palabras adecuadas. En definitiva, implica dominar
la comunicación�verbal, que es la primera herramienta que trataremos.
Transcurridos los primeros diez minutos de conferencia, pensamos que la cara del po-
nente nos recuerda a la cara de un actor cómico. Inmediatamente asociaremos esta idea
a la película Intocable, que hemos visto hace una semana y este pensamiento referido al
ocio nos lleva a cavilar sobre la cena que tenemos el sábado con los amigos. La comida
nos conduce a una minuta pendiente de cobro (la asociación inconsciente de ideas es
clara: sin cobrar no se come) y a esto sigue el alquiler del despacho, que todavía tenemos
que pagar. Nuestra mente salta inquieta de un pensamiento a otro y el volumen de la voz
interior se amplifica, mientras oímos la voz del ponente cada vez más lejos. Han pasado
entre quince y veinte minutos de conferencia, estamos en nuestro mundo interior y la
atención se sitúa por debajo de la línea media, y cae en picado.
¡Eh! Algo nos despierta: el ponente acaba de hacer referencia a un caso práctico que tiene
semejanzas con uno que tenemos entre manos. Nos interesa conocer la explicación y
volvemos a conectar la antena de la atención a la frecuencia de la conferencia. En este
momento nuestra atención repunta y se sitúa de nuevo cerca del techo. La conferencia
sigue y ya hace cuarenta minutos que el ponente habla. El cansancio aparece y de una
manera irremediable la atención baja hasta que faltan pocos minutos para acabar. La
expectativa del final ayuda a reavivar la atención y posicionarla arriba en la gráfica.
Curva de la atención
Es una ley inexorable de la memoria que, a medida que pasa el tiempo, vamos
olvidando lo que dice el ponente. Así, salvo que repasemos la información
suministrada, al final de una hora de conferencia recordaremos solo el 20% del
contenido. ¿Y qué sucede con el 80% restante? Simplemente, lo olvidamos.
Nos quedaremos con algo que nos haya interesado o impactado, el final y poca
cosa más. Traducido a tiempo, significa que recordaremos entre diez y quince
minutos de la exposición, aunque el recuerdo no será literal, sino en forma
de ideas o grupos de ideas.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 12 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Y, ¿cómo afectan las curvas del aprendizaje en las intervenciones que llevamos
a cabo en la sala de vistas? El juez ocupa la posición de oyente que nosotros
tenemos en la conferencia. La evolución de su atención y memoria será, por
lo tanto, idéntica a la que experimentamos nosotros. La conclusión: si quere-
mos que retenga los argumentos principales de nuestra tesis, tendremos que
reiterarlos a lo largo de la exposición, utilizando la técnica�del�sándwich que
ahora veremos o, simplemente, haciendo breves recapitulaciones a medida
que avanzamos y al final de la intervención.
Una de las mejores técnicas que permitirá que el juez recuerde nuestro discur-
so es la técnica de la reiteración o, como preferimos denominarla, técnica del
sándwich. Consiste en montar un sándwich con los argumentos principales
que defendemos, siguiendo aquella máxima del filósofo francés Jean Guitton
según la cual “tenemos que decir lo que queremos decir, decirlo, y acabar di-
ciendo lo que hemos dicho”. Para conseguir influir en el juez hemos de avan-
zarle las conclusiones principales de nuestro alegato, aclarando desde el prin-
cipio qué posición adoptamos. Una vez hemos situado al juez en el escenario
principal, desarrollaremos las ideas clave. Finalmente, acabaremos reiterando
con las mismas palabras o con palabras diferentes las conclusiones que hemos
avanzado al principio.
Los fundamentos de esta habilidad son saber ordenar las ideas y exponerlas
con claridad y precisión. En primer lugar, veremos la manera de conseguir
claridad y orden y después hablaremos de la manera de cultivar la precisión
con la ayuda del vocabulario.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 13 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Conseguir el hábito de expresar las ideas con claridad empieza por fijar en
nuestra mente el paradigma o creencia siguiente:
“Cuando la mente tiene un objetivo definido, puede enfocar, dirigir, volver a enfocar y
redirigir hasta llegar. En ausencia de un objetivo definido, esta energía se malgasta en
todas direcciones. Entonces somos como el que tiene la mejor sierra del mundo pero no
sabe qué hacer cuando se ha metido en el bosque”.
El método the end es un sistema que nos ayudará a fijar los objetivos de nuestras
intervenciones en la sala de vistas. El punto de partida del método es una
pregunta: ¿qué�resultados�concretos�queremos�conseguir? Esta manera de
actuar es opuesta a la que usan habitualmente los abogados, que empiezan a
escribir o a hablar y sobre la marcha buscan (o, a veces, simplemente aparecen)
argumentos e ideas. En vez de partir de unos objetivos determinados, los van
configurando a medida que escriben o exponen.
Paso�1.�Fijar�los�objetivos
Debemos determinar los objetivos que pretendemos lograr con nuestro men-
saje, tanto si se transmite de manera escrita como si se trata de una exposición
oral. Con esta finalidad, nos haremos dos preguntas:
b) ¿Qué objetivos concretos tengo que conseguir para que se cumpla el resul-
tado? Una vez fijado el objetivo general, lo hemos de dividir en objetivos más
concretos. Nos tenemos que preguntar qué pasos o metas intermedios son
necesarios para lograr el resultado final. Con un objetivo muy amplio, nues-
tra comunicación será dispersa, incluso contradictoria. Cuanto más precisos y
concretos seamos a la hora de fijar los objetivos secundarios, con más claridad
y persuasión transmitiremos nuestras ideas al juez.
Paso�2.�Encontrar�hechos�que�soporten�los�objetivos
El desarrollo de este paso consiste en encontrar hechos que apoyen o funda- Consulta recomendada
menten los objetivos que hemos fijado en el primer paso. Para ello, confeccio-
Esta técnica está inspirada en
naremos una lista en la que escribiremos todos los hechos que nos vengan a el concepto de pensamiento
la mente, sin dejarnos ninguno por poco importante que nos parezca. lateral que el profesor Edward
de Bono expone en el libro El
pensamiento creativo.
Paso�3.�Seleccionar�los�hechos
(1)
En términos de lógica jurídica,
No todos los hechos de la lista anterior servirán para nuestros objetivos, como esta ensambladura o vinculación
entre un hecho y el fundamento
tampoco todos los candidatos que se presentan a un puesto de trabajo son
de derecho –norma– se denomina
idóneos para ocupar este lugar. Tenemos que seleccionar los mejores hechos, y subsunción. Y el proceso por el cual
se lleva a cabo esta subsunción y
el criterio de selección aplicable es la existencia de pruebas y fundamentos de el resultado que se obtiene de él se
derecho que los amparen. Por lo tanto, un hecho de la lista será seleccionado conoce con el nombre de silogis-
mo.
únicamente si existe al menos una prueba o un fundamento de derecho en el
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Paso�4.�Generar�ideas
“No hay engaño (objetivo), porque la víctima tiene conocimientos financieros elevados
(hecho) puesto que trabaja en un banco (prueba), según el artículo 248 del Código penal
(fundamento de derecho)”.
La realización de los cuatro pasos no se tiene que alargar más de diez minutos y
las frases ideas parecidas a la del ejemplo, obtenidas como resultado de aplicar
el método, constituirán el guion esencial que después desarrollaremos en los
escritos o intervenciones orales que realizaremos.
Todas las ideas que obtengamos de este modo serán válidas, aunque hemos Ved también
de recordar que los enemigos de un abogado en el juicio son el tiempo, la
Más adelante, cuando hable-
atención y la memoria� del� juez; por lo tanto, es imprescindible construir mos del informe, veremos un
nuestras exposiciones e intervenciones alrededor de pocas ideas, hecho que ejemplo detallado de la aplica-
ción del método the end a la
nos obliga, en el caso de obtener muchas, a elegir las que consideramos más preparación de este tipo de in-
tervención.
acertadas.
El objetivo que tenemos que perseguir con nuestra comunicación en la sala de Ejemplo
vistas es que el juez comprenda�de�la�manera�más�exacta�posible el mensaje
Podemos decirle a alguien que
que queremos transmitir. Esto significa que debemos hablar con rigor y para nuestro coche de color “bur-
hacerlo hay que utilizar un léxico preciso. Una palabra será más precisa que deos” es “rojo”, pero esta últi-
ma palabra siempre será más
otra si se acerca con más exactitud a la realidad que queremos definir. imprecisa que la primera. Al-
canzará una realidad mucho
más extensa que la que pre-
tendemos definir, lo que da-
rá lugar a equívocos respecto
La imprecisión no solamente puede suponer equívocos, sino que ocupa al color del coche, puesto que
nuestro interlocutor puede in-
más tiempo, tendencia totalmente contraria a la filosofía actual de los terpretar que el color es cual-
juicios. Cuanto más precisos seamos en el léxico, menos�palabras ne- quiera de los comprendidos en
la gama del rojo.
cesitaremos para expresar la misma idea.
Precisión y brevedad
La precisión�en�la�palabra que buscamos se consigue si se tiene un vocabu-
Aun así, no hemos de confun-
lario�extenso�y�rico, tanto general como específico de la profesión, sin olvidar dir precisión con brevedad. La
que el lenguaje sencillo suele resultar siempre el más claro. La última razón precisión hace referencia a to-
do lo que es imprescindible
de ser del lenguaje es conseguir una comunicación efectiva entre las personas. decir. En cambio, la brevedad
se refiere a la menor o mayor
¿Por qué tendríamos que intentar deslumbrar a quien nos escucha con pala- extensión de algo. Podemos
bras poco usadas e incomprensibles? Si conseguimos ser precisos con las pala- ser breves, pero ser poco pre-
cisos, por ejemplo en el su-
bras, también mejoraremos la capacidad de generar ideas más claras, puesto puesto de que dejemos de ex-
poner en el informe alguna
que las palabras son la arcilla con la que se modela la escultura de las ideas; conclusión importante.
son el medio por el cual estas se expresan.
Por ejemplo, la palabra abogado se puede desglosar en dos partes: ad y vocatus. La partícula
ad aparece también en palabras como adyacente o adscrito y significa ‘junto a’ o ‘a favor
de’. La intuición nos dice que vocatus tiene relación con voz o hablar. Por lo tanto, abo-
gado es la persona que habla a favor de otra. A partir de ahora, cuando nos encontremos
palabras que incluyan las partículas ad y vocatus ya podremos averiguar el significado sin
tener que consultar el diccionario.
las consiste en que cada vez que nos sorprendamos diciendo una muletilla,
la sustituyamos inmediatamente por otra palabra y la digamos en voz alta.
Albert Mehrabian es uno de los primeros que investigó el impacto del lenguaje
no verbal en la comunicación humana. Fruto de sus estudios, concluyó que la
influencia total de un mensaje es verbal en un 7% (solo palabras), un 38% es
vocal (tono de voz, matices y otros sonidos) y un 55% es no verbal. En línea
con estos resultados, el profesor Birdwhistell descubrió que el componente
verbal de una conversación cara a cara es inferior al 35% y que más del 65%
de la comunicación es de tipo no verbal.
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Comunicación general
• Por otro, hay que destacar ciertas partes del texto para que nos ayuden en
lecturas posteriores a identificar rápidamente lo más importante.
Una tercera función que cumple el lenguaje no verbal está relacionada con la
economía de la atención: impedir que el juez se duerma o se aburra soberana-
mente. Un cambio de tono en la voz o un gesto en un momento de la inter-
vención la hará más entretenida y ayudará a mantener o repescar su atención.
La conclusión que se desprende de lo que hemos dicho hasta aquí es que para
lograr los índices más altos de persuasión tenemos que dominar la comuni-
cación verbal, la comunicación no verbal y la modulación de la voz, porque,
aunque la más significativa sea la verbal, la suma de la no verbal y la voz puede
suponer el 50% del mensaje (o incluso más, por ejemplo en el interrogatorio)
y nuestro objetivo es optimizar todos los recursos disponibles e incrementar
las probabilidades de ganar el juicio.
altura inferior a la pelvis, con los pies muy asentados sobre el suelo. Tenemos
que evitar cruzar las piernas, puesto que esto impide la correcta circulación de
la sangre y una buena oxigenación.
Postura en el estrado
Las miradas
Cuando alguien nos habla le prestamos más atención si nos mira. A la vez,
mirar a alguien sirve para captar su atención. Esto es lo que sostienen la ma-
yoría de los libros de oratoria. Pero ¿es cierto en el caso de las intervenciones
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Imaginaos que entramos en la sala de espera de un médico donde hay cinco personas
que no conocemos de nada y nos quedamos mirando fijamente a una de estas personas.
¿Cómo pensáis que se sentirá? Seguramente no tardará mucho en ponerse nerviosa y
sentirse agredida o intimidada, que es exactamente lo mismo que le sucede a un juez
cuando le dirigimos la mirada unos cuantos segundos.
Por ello, en la sala de vistas es normal notar que el juez evita la mirada directa
del abogado y la desvía hacia la mesa o hacia cualquier otro lugar. Entonces,
¿no tenemos que mirar el juez? Sí, pero de una manera intermitente. Dirigire-
mos y distribuiremos la mirada entre las personas que haya en la sala de vistas
utilizando la técnica�de�pisar�miradas. Esta técnica consiste en fijar los ojos
durante unos segundos en una persona, después mirar a otra, más tarde a otra,
volver a mirar a la primera, y así sucesivamente, sin seguir un orden concreto,
excepto en los momentos en los que que nos interese señalar la importancia
de una conclusión o un dato, momento en el que volveremos a mirar al juez.
(2)
Entre las personas a quienes tenemos que dirigir la mirada, aparte del juez, es- Aunque actualmente en casi to-
das las jurisdicciones se graban las
tán el secretario judicial y el cliente. Tenemos que prestar atención al primero
vistas, el secretario todavía toma
porque es quien escribe el acta. De alguna manera podemos afirmar que es alguna nota que puede ayudar al
juez en caso de duda.
la “memoria adicional2” del juez, a la que acudirá si necesita verificar o ratifi-
car alguna información. En un juicio también tenemos que dirigir la mirada
a nuestro cliente. Este gesto le dará seguridad, lo tranquilizará y fortalecerá la
relación de confianza que lo une con nosotros. No olvidemos que en la sala
de vistas su abogado es la única persona en quien confía.
Los gestos
En la sala de vistas podemos hacer los gestos con las manos, los brazos, las
cejas y la boca.
1) Respecto a las manos y los brazos, los tenemos que mover poco, puesto que
un movimiento continuo o excesivo distrae la atención del mensaje verbal.
En las intervenciones en la sala, las manos y los brazos sirven solo como
apoyo y para enfatizar�ocasionalmente el mensaje verbal.
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Por ejemplo, si en el informe queremos negar el valor de una prueba presentada por el
abogado contrario, levantaremos ligeramente los antebrazos de la mesa, giraremos las
palmas de las manos hacia abajo y las moveremos como si dijéramos “no” al mismo
tiempo que expresamos verbalmente nuestra disconformidad.
Si entráis en un local lleno de gente y alguien os pisa, vuestra reacción será muy diferente
si esta persona os dice con una sonrisa en la cara “lo siento”, que si no os mira y pasa de
largo. En el primer caso la “perdonaréis” y en el segundo os quedaréis con una sensación
de rabia contenida.
Finalmente, hay que recordar que tanto las miradas como los gestos de
las manos y la sonrisa tienen como único objetivo apoyar el mensaje
verbal, nunca sustituirlo. Sincronizando el lenguaje verbal y el no ver-
bal conseguiremos dar coherencia a nuestra comunicación, lo cual am-
plificará la persuasión.
1.5. La voz
En las primeras actuaciones que tengamos en los juzgados, nos pueden ser de
gran ayuda los llamados códigos�de�entonación. Hay tres fundamentales:
• Hacer pausas.
• Subir el volumen.
Pensad en los códigos como los rotuladores fluorescentes a los cuales hacíamos
referencia más arriba: sirven para diferenciar y subrayar lo que estimamos más
importante del discurso. Tienen un uso muy simple. Simplemente hemos de
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Cuando hablamos de la selección de testigos hacemos mención de los que co- Nota
nocemos directa o indirectamente. Por lo tanto, este grupo incluye los testigos
Obviamente este apartado no
que podemos aportar nosotros (normalmente porque existe una relación con hace referencia a las partes,
el cliente) o aquellos cuya citación pedimos al juzgado (porque los conocemos que por definición no se pue-
den seleccionar.
solo de referencia).
Con el objetivo de seleccionar a los testigos más idóneos en los dos sentidos
que acabamos de apuntar, disponemos de un test que he denominado test�de
fiabilidad�de�testigos (TFT). Podemos aplicar esta prueba a los testigos que
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 26 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
5)� ¿Tiene� habilidades� de� comunicación? ¿Se trata de un testigo con poca
facilidad de palabra? ¿Se pone nervioso o se muestra errático en las declaracio-
nes? ¿Tiene dificultad para recordar los datos? Si respondemos afirmativamen-
te a estas preguntas, nos encontramos ante un testigo que acabará poniéndo-
nos en dificultades en el juicio. Por lo tanto, la puntuación será cero. En caso
contrario, si tiene unas habilidades de comunicación suficientes o notables,
le daremos un punto positivo.
Podemos disponer las respuestas obtenidas en una tabla como la que reprodu-
cimos a continuación. La suma de todos los unos y ceros nos indicará el índice
de fiabilidad del testigo, que solo consideraremos absolutamente fiable si el
resultado del índice es cinco. En cualquier otro caso, aconsejamos renunciar
al testigo.
Pregunta Puntos
Índice de fiabilidad
Una vez seleccionados los testigos, se abre la fase de preparación tanto para
estos como para nuestros clientes. Explicamos a continuación los rasgos fun-
damentales de esta fase.
La técnica más eficaz para preparar a los testigos consiste en realizar una en-
trevista en la que conseguimos que aprendan por sí mismos. Este tipo de téc-
nica se denomina entrevista�de�autoaprendizaje y es un proceso basado en
cuatro pasos.
Paso�1.�Condicionar�positivamente
Antes de preguntar nada al testigo, tenemos que pedirle que esté tranquilo y
nos explique todo lo que le pase por la cabeza, por irrelevante que le pueda
parecer. Algunas personas, por el hecho de estar ante un abogado, intentan
expresarse de una manera muy diferente de como lo hacen habitualmente y
ocultan información por miedo o vergüenza de lo que puedan pensar de ellas.
El objetivo es evitar que omitan información importante para su defensa.
Paso�2.�Dejar�que�se�exprese�a�su�manera
Para conseguir información útil y que el testigo aprenda por sí mismo tene-
mos que empezar con preguntas generales del tipo “¿puede explicarme lo que
sucedió aquel día?” o expresiones como “explique todo lo que recuerde del
asunto”. Después escuchamos atentamente las explicaciones que nos da e in-
tentamos no interrumpir el hilo narrativo. ¿Por qué? Pues porque cada uno
de nosotros ordenamos la información que nos llega al cerebro de una ma-
nera muy particular. Cuando al cabo de un tiempo volvemos a recordar esta
información, también lo hacemos en una secuencia muy concreta, según las
creencias que tenemos, los olvidos y la información que hemos recibido con
posterioridad al suceso. Por lo tanto, cada vez que interrumpimos la narración
libre de nuestro testigo estamos alterando esta secuencia de recuperación, es
decir, introducimos una información nueva que el testigo integrará en la na-
rración y condicionará su respuesta.
Podemos realizar preguntas generales a los testigos y clientes usando los pro-
nombres interrogativos qué, cómo, dónde, cuándo y por qué seguidos del enun-
ciado de la pregunta y dejar que respondan sin interrumpirlos. De una mane-
ra especial, tenemos que evitar las interrupciones cuando hagan una pausa,
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aunque esta nos parezca muy larga. Durante estas pausas buscan y ordenan la
información en su mente, por lo tanto, la interrupción influirá en este proceso
de busca y ordenación.
Dejando que el interrogado busque sus propias palabras para construir un re- Ejemplo
lato libre lo ayudamos a aprender por sí mismo la respuesta que tendrá que
Seguramente habréis expe-
dar en el juicio. Él mismo es quien va elaborando, ordenando y matizando rimentado muchas veces los
sobre la marcha la narración de los hechos y, en consecuencia, va entendiendo efectos del autoaprendizaje al
cabo de unas cuantas horas
y memorizando la declaración. En definitiva, está realizando un proceso de o unos cuantos días de haber
asistido a alguna clase o con-
autoaprendizaje, mucho más efectivo que el aprendizaje que se produce si lo ferencia. Quizá en el momen-
to de salir, no acababais de en-
instruimos sobre lo que tiene que recordar o decir. tender algún concepto, habéis
vuelto a pensar sobre ello en
las horas posteriores y después
Paso�3.�Reforzar�el�aprendizaje�y�aclarar�algún�punto de unas cuantas vueltas al ce-
rebro..., ¡eureka!, ya lo enten-
déis. Habéis aprendido por vo-
Al contrario de lo que hacen la mayoría de los abogados, la utilización del sotros mismos el significado
del concepto.
autoaprendizaje implica intervenir lo menos posible en la preparación de los
testigos y clientes. Su papel se tiene que limitar a reforzar lo que estos están
aprendiendo y aclarar alguna omisión o contradicción importante en la in-
formación suministrada. También pueden intervenir puntualmente durante
sus exposiciones para recopilar todo lo que se ha dicho hasta el momento y
comprobar que lo ha entendido bien.
Así, por ejemplo, si el testigo del accidente de tráfico está explicando que el otro vehículo
invadió el carril contrario, podemos introducir frases como estas: “esto que está diciendo
es importante” o “es muy interesante esto que explica...”.
Si destacamos de este modo algunas de las explicaciones que hace, les otorga-
remos relevancia y el testigo las recordará mejor el día del juicio. La idea es
incentivar su conducta premiando aquello que hace bien con frases de confir-
mación o asentimiento.
Paso�4.�Acabar�la�entrevista�recordando�los�“no”�y�los�“sí”�y�motivando
• Sí responder a las preguntas básicas que por el cargo o función que ocupa
se supone que tiene que conocer.
Los hechos objeto de interrogatorio serán los mismos que hemos selecciona- Ved también
do con la aplicación del método the end, que hemos explicado en la primera
Podéis ver el apartado 3.2.1,
parte de este módulo. Por lo tanto, os animamos a revisar de nuevo el aparta- “Preparación con el método
do correspondiente para que os familiaricéis con este sistema. Por otro lado, the end”.
obtendremos las preguntas adecuadas para acreditar cada hecho por medio de
la técnica del “qué/qué” o con la preparación del informe.
La�técnica�“qué/qué”
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 31 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Esta técnica consiste en relacionar los hechos concretos que necesitamos pro-
bar (“qué”) con las preguntas concretas que haremos (“qué”) para acreditar
cada uno de estos hechos.
Hecho 1 P1
P2
Pn
Hecho 2 P1
P2
Pn
Hecho 3 P1
P2
Pn
Hecho n P1
P2
Pn
Quizá resulta sorprendente, pero otra de las opciones para acertar con las pre- Reflexión
guntas es preparar el borrador del informe antes que el del interrogatorio. Ha-
Visto así, este último procedi-
bitualmente, el proceso que seguimos es el contrario: primero se prepara la miento resulta absurdo. Si fué-
lista de preguntas y después el informe final. ramos arquitectos, ¿se nos pe-
diría construir una casa y una
vez finalizada diseñar los pla-
nos? Pues, del mismo modo,
La fase del informe final es un resumen de todas las etapas del procedimiento empezar preparando el inte-
rrogatorio antes de esbozar el
en el que intentamos recoger, de manera sintética, los principales argumentos. informe final es como construir
El informe nos ofrece una visión de conjunto; pone en contexto los hechos, una casa y después dibujar los
planos.
las pruebas y los fundamentos de derecho. ¿Os ha pasado alguna vez estar mi-
rando un cuadro o una escultura muy de cerca y tener que retroceder un paso
para captar la imagen global? Pues el informe final es este paso que retroce-
demos para situarnos en una posición que nos permita comprender todo el
procedimiento.
• Preguntas abiertas.
1)�Preguntas�abiertas
La característica de las preguntas abiertas es que tienen una sintaxis que in-
cluye siempre uno de los pronombres interrogativos: qué, dónde, cuándo, cómo
o por qué. Precisamente, su inclusión convierte en “abiertas” este tipo de pre-
guntas, puesto que abre el abanico de respuestas que puede dar el interrogado.
Para formular una pregunta abierta solo se requiere que introduzcamos, gene-
ralmente al principio de la frase, cualquiera de estos pronombres.
• Por otro lado, le otorga más tiempo de reacción, que utilizará para buscar
en su archivo mental la respuesta que le permita salir victorioso del inte-
rrogatorio.
2)�Preguntas�cerradas�(o�dirigidas)
En este caso, los efectos que se consiguen sobre el interrogado también son
dos.
Estos dos efectos se traducen en un mayor control del interrogatorio por parte
del abogado y en una minoración del riesgo de que el interrogado nos “cuente
su historia”.
Las dos opciones de respuesta que se ofrecen al testigo pueden consistir en dos
conceptos incompatibles o en una respuesta digital de “sí” o “no”.
Por ejemplo, podríamos preguntarle “el lunes a las diez de la mañana, ¿estaba en casa
o en la oficina?” y la respuesta podría ser “en casa” o “en la oficina”, pero no las dos a
la vez, puesto que son conceptos incompatibles. En cambio, si le preguntamos “lunes a
las diez de la mañana, ¿estaba en casa?”, la respuesta puede ser únicamente digital, es
decir, “sí” o “no”.
3)�Preguntas�indirectas�(o�sugestivas)
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 34 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Por supuesto, hay jueces que no consienten este tipo de preguntas y nos recordarán que
no son pertinentes con advertencias del tipo: “no introduzca la respuesta en la pregun-
ta”, “no dé por hecho esto”, “no confunda al testigo” o expresiones similares. Aun así,
particularmente me inclino a utilizarlas y siempre estamos a tiempo de retirarlas o mo-
dificar el enunciado.
1)�Tienen�que�ser�tan�simples�como�sea�posible
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 35 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Otro de los errores frecuentes que cometen los abogados en los interrogatorios
es realizar preguntas muy largas y con una sintaxis compleja, utilizando frases
subordinadas enlazadas con las partículas que, lo cual, o expresiones a modo
de encabezamiento del tipo “diga si es cierto...” o peor todavía: “diga si es
más cierto...”. Supongo que esta actitud se debe al hábito de reproducir en el
lenguaje oral expresiones propias del lenguaje escrito y al desconocimiento de
los efectos que pueden producir estas palabras o expresiones en el interrogado.
• En cuanto al efecto sobre el juez, una sintaxis difícil provoca que pierda�la
atención�y�el�interés�en�nuestras�preguntas, además de aumentar el ries-
go de que nos las declare impertinentes o reiterativas. No olvidemos que
durante todo el juicio tenemos que procurar despertar el interés del juez,
pero hacerlo en el momento del interrogatorio mediante nuestras pregun-
tas es imprescindible en los procedimientos en los que no está previsto el
trámite de las conclusiones o el informe (por ejemplo, los juicios verbales).
El criterio que tiene que guiar la formulación de las preguntas es, pues, la sim-
plicidad. Hay que evitar cadenas interminables de frases subordinadas, y sus-
tituirlas preferentemente por frases cortas coordinadas o unidas por las partí-
culas y y o, o por los signos ortográficos de punto y seguido y punto y coma. Las
palabras utilizadas tienen que ser también simples y propias del lenguaje co-
loquial con el fin de que puedan ser comprendidas fácilmente por los testigos.
2)�Cuidado�con�el�uso�de�algunos�verbos
Las personas somos muy sensibles al modo como nos piden las cosas.
Si un compañero del despacho nos dice: “mírate este escrito y yo atiendo al cliente”,
en un momento en el que tenemos mucho trabajo, lo más probable es que interprete-
mos la petición que nos hace como una orden y esto nos fastidie. En cambio, si este
mismo compañero hace la solicitud en estos términos: “¿podrías mirarte esta demanda y
yo atiendo al cliente?” o “¿qué te parece si revisas la demanda y yo atiendo al cliente?”, ya
no pensaremos que nos está exigiendo algo, sino que nos pide la opinión o colaboración,
y estaremos más motivados para ayudarlo.
En esta frase, los verbos podría recordar producen sobre el testigo dos resultados
muy concretos. El primero es que lo incentivo para que me responda con un
“sí” o un “no”. Si la intención era que me explicara qué recuerda, el objetivo
se puede ver frustrado puesto que puede eludir la pregunta, pero a la vez con-
testarla, respondiendo con un sencillo “sí” o un “no”. El segundo efecto es
que le sugiera que es más importante para mí el hecho de que pueda recordar
(llamo su atención sobre el proceso de memoria recordar) que la explicación de
las características físicas de la persona que conducía el coche rojo. Expresado
en otras palabras: situando estos verbos a comienzos de la pregunta ofrezco
la oportunidad al testigo de eludir la respuesta diciéndome: “no lo recuerdo”
o “no lo puedo recordar”.
Y, ¿por qué estos verbos producen estos efectos? Porque, como tendremos
oportunidad de ver más adelante, la motivación principal del testigo que está
sometido a un interrogatorio es que acabe pronto y salga vencedor, aprove-
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 37 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Es posible establecer una relación entre la profesión que ejercen los testigos
y clientes que habitualmente van a los juicios y la manera como afrontan el
interrogatorio evaluando tres parámetros de su comportamiento, como son las
habilidades, la credibilidad y la motivación con que responden a las preguntas.
1)�Perfiles�directivos,�ejecutivos�y�comerciales
Así, el tipo de preguntas que les haremos tienen que ser cerradas�o�sugestivas
con un gran contenido de detalles.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 38 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
2)�Perfiles�técnicos
Estos testigos, por regla general, no despliegan tanta persuasión como los del
primer grupo, aunque suelen mostrarse categóricos en algunas afirmaciones,
lo cual les reporta una mayor credibilidad ante el tribunal. A diferencia de los
profesionales del primer grupo, la preocupación de los técnicos se centra en
el�control�de�los�procesos�y�los�datos y esto les hace resistir bastante bien
un interrogatorio de detalle. Aun así, este grupo soporta mal las situaciones de
tensión, de manera que formular preguntas�cerradas desde el comienzo del
interrogatorio puede ser una estrategia adecuada.
3)�Operarios�con�o�sin�cualificación
2.3.2. El interrogatorio
Los motivos de una persona para declarar en calidad de testigo pueden ser de
diferente naturaleza. Puede ser que lo vincule una relación familiar, sentimen-
tal, laboral o de dependencia con alguna de las partes o con otros testigos. O
quizá la motivación que mueve al testigo es, simplemente, explicar la verdad.
Independientemente del motivo que lo guíe y del interés que lo empuje, una
vez ha tomado la decisión, sus motivaciones vitales en el interrogatorio serán
dos.
Esto genera que hayamos de ser extremamente prevenidos con las preguntas
que formulamos, y cuidar no solamente la sintaxis y las palabras empleadas,
como veíamos más atrás, sino también el orden en el que las hacemos, puesto
que de esto dependerá que consigamos motivar o desmotivar al testigo.
Imaginaos ahora la situación siguiente. Unos amigos nos invitan a cenar en su casa y nos
sientan junto a otra persona que no conocemos. La única referencia que nos han dado los
anfitriones es su profesión: abogado. ¿Podéis anticipar cómo empezará la conversación?
Seguramente se reproduciría una escena parecida a esta: “Me han dicho que eres abogado.
Yo también. ¿En qué despacho estás?”. Después de esta primera pregunta, ¿pensáis cuál
puede ser la segunda? ¡Está claro! Alguna de este tipo: “¿qué temas tocas?”. Y ¿la tercera?
¿Sois capaces de prever qué podría ser? Pues muy probablemente estará relacionada con
los temas, los compañeros o con algún caso concreto del despacho. Lo importante es que
en el momento de conocer la condición de abogado de la otra persona ya hemos podido
prever cuáles serían las primeras preguntas y el curso que puede tomar la conversación.
ferir la siguiente, más alta será su motivación y más difícil será que incurran en
errores o contradicciones. Les estaréis enviando el mensaje subliminal “sigue
así, vas bien”.
A pesar de lo que acabamos de decir, un error muy común entre los abogados
consiste en ordenar las preguntas de manera que permitan al testigo contrario
inferir cuál es el objetivo que persiguen, facilitando la tarea de responder o
mentir según lo que le convenga. El error proviene del método que utilizan:
primero formulan varias preguntas que tienen relación con un mismo hecho,
después hacen otro grupo de preguntas en relación con otro hecho y así suce-
sivamente. Es decir, usan un criterio�material de ordenación. Clasifican las
preguntas según la materia que quieren acreditar. Junto con este criterio ma-
terial, uno de los patrones de ordenación más utilizados es el criterio�crono-
lógico. Como podéis intuir, en los dos casos el interrogado puede anticipar
fácilmente el orden de las preguntas.
Esta segunda lista es una historia ficticia o alejada de la realidad que el testigo
ha elaborado en su memoria.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 41 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Todas las investigaciones llevadas a cabo por los psicólogos experimentales que
estudian la detección del engaño coinciden en que un mentiroso se mostrará
menos espontáneo en la narración de los hechos que otro que dice la verdad,
seguirá un orden lógico y estructurado cada vez que repita la historia y ofrecerá
menos matices y detalles de los hechos que el honesto.
Este orden puede estar determinado por las leyes procesales, otras veces coinci-
de con el que ha indicado el abogado en sus escritos de proposición de prueba
y no en pocas ocasiones el mismo juez es quien, en el acto del juicio, decide la
prelación de los testigos. Pues bien, os animo a que seáis vosotros quienes de-
terminéis este orden y no lo dejéis en manos del juez ni del abogado contrario.
Siempre que sea posible, cambiad el orden según vuestros intereses. Y, ¿con
qué finalidad lo tenemos que hacer? Respondemos a esta cuestión inmediata-
mente.
Somos conscientes de que el orden con el que declaran las partes es impues-
to, exceptuando circunstancias extraordinarias, por imperativo legal, pero no
así el de los testigos y peritos, donde es posible una mayor flexibilidad en el
momento de declarar.
Para decidir el orden que os conviene, tenéis las dos reglas siguientes:
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 42 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Es el caso, por ejemplo, de los policías y otros funcionarios. La aureola de su profesión los
rodea y se extiende a sus declaraciones, que el juez puede llegar a considerar más veraces
que las de otros testigos.
Cuando tengamos suficiente información sobre los hechos que nos interesan,
iniciaremos el cierre�del�interrogatorio. En esta fase debemos conseguir que
el testigo se comprometa con sus respuestas. A diferencia de la fase de extrac-
ción, aquí no dejaremos que el testigo se explique libremente, sino que dirigi-
remos las preguntas para obtener respuestas concretas sobre los hechos. Nues-
tro propósito será que, de todas las explicaciones posibles de cómo pudieron
suceder los hechos, el testigo adopte una sola explicación, es decir, se compro-
meta únicamente con una opción de las posibles. Este momento es idóneo
para formularle preguntas cerradas o sugestivas.
1)�Respuestas�por�contaminación�del�interrogado
Lo que se ignora es que, más veces de las que sería recomendable, las preguntas
del abogado provocan esta situación de parálisis. Veíamos un ejemplo con los
verbos recordar y poder al tratar la sintaxis. Hay dos efectos más que se producen
con las preguntas y que pueden provocar la misma situación: el efecto� de
demanda�de�información y el efecto�Greespoon.
Estoy de acuerdo con Segura Oronich y he comprobado este efecto en mis Lectura recomendada
interrogatorios y en los de otros muchos abogados, fiscales y jueces.
Andrés�Segura�Oronich
(1998). El imputado y el testigo
Esto que acabamos de decir tiene relación con lo que explicábamos antes so- ante el juez. Psicología del inte-
rrogatorio (pág. 7). Barcelona:
bre la motivación del testigo durante un interrogatorio. Sus dos objetivos son Cedecs.
acabar cuanto antes mejor y superar el interrogatorio. La motivación del tes-
tigo aumentará a medida que responda convenientemente a nuestras pregun-
tas. Puede desconocer algún episodio o detalle del suceso, pero no dudará en
utilizar cualquier pista que le ofrezcamos para hacerse una composición de
los hechos que le permita contestar a las preguntas en su propio beneficio y
vencer la batalla del interrogatorio.
Ejemplo
El lenguaje�paraverbal es el lenguaje asociado a las características de la
voz y a los sonidos o expresiones que podemos emitir, que, a pesar de Un ejemplo es la expresión ajá,
que utilizamos sobre todo en
que no constituyen palabras, tienen un significado en comunicación. las conversaciones telefónicas
para hacer saber a nuestro in-
terlocutor que entendemos o
seguimos la conversación.
Uno de los experimentos que realizó Greespoon tenía por objeto la expresión mmm...
La prueba consistía en que el entrevistador profería el sonido mmm... cada vez que
el encuestado respondía en la dirección adecuada. El resultado es que el interrogado
acabó utilizando esta expresión como clave identificadora respecto a la dirección
que tenía que tomar su respuesta. Mientras el interrogador seguía con los mmm...,
el interrogado continuaba con la línea original de respuesta, pero cuando dejaba de
pronunciarlos el testigo lo utilizaba como signo discriminatorio negativo y cambiaba
aleatoriamente su respuesta hasta conseguir un nuevo mmm...
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 45 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
2)�Otros�tipos�de�respuesta�y�defensas
b) Forman un segundo grupo las respuestas� de� anclaje. Son frases hechas
que el interrogado utiliza para mantenerse firme (anclado) en su declaración
y evadir nuestras preguntas, como, por ejemplo: no lo sé, no lo recuerdo o no
estoy seguro.
cho de insistir en aquel momento al testigo que responda solo servirá para
aumentar su resistencia (añadimos más peso a las anclas), así que lo mejor
es continuar con el interrogatorio y volver a la pregunta en cuestión más
tarde.
c) El tercer grupo de respuestas son las evasivas. Con estas, el testigo responde
a nuestras preguntas pero de una manera muy tangencial y ambigua. No se
trata de anclas ni de respuestas contrarias porque las responde y lo hace en el
sentido de la pregunta, pero no se acaba de comprometer. Recuerdo un juicio
en el que la demandada, a la pregunta de si trabajaba y percibía un salario,
respondió: “hago alguna faenita”. Contestó, pero de una manera incompleta.
La defensa en estos casos consiste en centrar la pregunta y formularla de nuevo
al testigo o requerirle que responda con un sí o un no.
Respuesta Defensa
Contraria • Confrontarla
• Evidenciarla
A continuación explicaremos las pautas que hay que seguir para la selección
de los peritos.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 47 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
La primera duda que tiene un abogado cuando piensa utilizar la prueba peri-
cial es si tiene que seleccionar a un perito de parte o proponer la designación
judicial. A menudo, esta duda se resuelve a partir de dos criterios.
Incertidumbre sobre el
En definitiva, como regla general siempre nos inclinaremos por aportar dictamen de un perito
judicial
una prueba pericial de parte en vez de optar por la práctica de una pe-
ricial judicial. Aparte de los motivos anterio-
res, esta elección viene condi-
cionada por un principio muy
simple: nunca podemos es-
Como toda regla, esta también tiene excepciones, especialmente en los pro- tar seguros de cuál será el dic-
tamen de un perito judicial.
cedimientos en los que interviene de oficio el médico forense u otros profe- Esta incertidumbre sería sufi-
ciente para que la mayoría de
sionales (psicólogos o asistentes sociales) adscritos al juzgado. En estos casos, los abogados descartaran es-
prevalece ante el juez la presunción de imparcialidad de estos profesionales ta prueba a favor del perito de
parte, pero sorprende ver có-
y no dudará en otorgar un plus de credibilidad a sus argumentos por encima mo se opta una y otra vez por
el primero.
de los que alegue nuestro perito. Por eso, cuando tengamos un informe favo-
rable del médico forense (psicólogo o servicios sociales) nos ahorraremos el
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 48 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
1)�Combate�técnico�desigual
2)�Atacar�por�dos�frentes�simultáneamente
Una segunda regla específica que hay que adoptar en el interrogatorio de los
peritos es atacar en dos frentes a la vez: el del contenido y el del procedimien-
to. Si tenemos un perito, nos podremos asesorar sobre el contenido técnico
del dictamen, pero para atacar el contenido también es conveniente aprender
y memorizar el vocabulario técnico básico, aquellas diez o veinte palabras y
conceptos nucleares alrededor de los cuales gira el contenido del dictamen.
Precisamente, como la seguridad del perito descansa en su creencia de que es
superior técnicamente al abogado, la utilización correcta de esta terminología
lo sorprenderá y ayudará a menguar su motivación.
3)�Explorar�la�gama�de�grises
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 50 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Vale la pena al comienzo del interrogatorio realizar dos o tres preguntas de trá-
mite para palpar la capacidad de expresión y la actitud del perito. Si se muestra
inseguro y dubitativo continuaremos interrogando. Ahora bien, ante un peri-
to seguro y categórico evitaremos, tanto como sea posible, el combate cuerpo
a cuerpo. Es mejor atrincherarse en el informe final, desde el cual podamos
desacreditar sus argumentos sin correr ningún riesgo.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 51 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Las partes que componen un informe final normalmente son tres: la intro-
ducción, el desarrollo (o nudo) y la conclusión (o desenlace). En las próxi-
mas páginas explicaremos cada una de estas partes.
3.1.1. Introducción
Entre las opciones existentes para empezar el informe, hay dos con las cuales
podemos obtener unos resultados excelentes: anticipar la conclusión y distin-
guir los hechos controvertidos de los no controvertidos.
4)�Accidente. En una ocasión pude escuchar a una abogada que utilizaba es-
te captador de una manera original en un juicio penal. Defendía a un señor
acusado de agredir a su mujer y empezó el informe con el relato siguiente:
“Señoría, esta mañana he podido leer en un diario de difusión gratuita que ha
aumentado considerablemente el número de denuncias por maltratos presen-
tadas a los juzgados. Parece que hay una opinión generalizada de que la mera
presentación de la denuncia supone la culpabilidad inmediata del denuncia-
do. En el presente caso, espero que esta opinión social no enturbie la presun-
ción de inocencia de mi cliente”.
En esta parte aplicaremos el método the end para desarrollar cada uno de los
argumentos que expondremos en la sala de vistas. Recordemos que dos de los
principios más importantes de este método son fijar los objetivos y que los
hechos que alegamos se tienen que amparar como mínimo en una prueba o
fundamento de derecho. Tendremos en cuenta también las reglas que hemos
explicado sobre comunicación verbal, en especial la del orden y precisión en
las ideas.
Por ejemplo, una frase que mueva a la acción en un informe en el que defendemos la
responsabilidad de un administrador podría ser esta: “Señoría, solicitamos que desestime
la demanda interpuesta por la empresa Yo, S. L., mediante la cual se reclama a mi cliente
el pago de la cantidad de 50.000 euros basándonos en la responsabilidad objetiva de la
Ley de Sociedades de Capital, y condene a la actora a las costas causadas”.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 54 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Podemos aplicar el método the end para preparar el informe, y para ello es
necesario que sigamos, con alguna variante, los pasos que hemos detallado
en el epígrafe correspondiente y a los cuales añadiremos uno más: ensayar�el
informe. A continuación veremos un ejemplo de preparación con este método
ayudándonos de un caso real y recogeremos los datos obtenidos en la plantilla
que encontraréis al final del apartado.
El caso se trata de un juicio declarativo ordinario civil en el que nuestro cliente, ad-
ministrador de una empresa dedicada a la comercialización de aparatos de diagnós-
tico veterinario, fue demandado por un proveedor a quien debía 80.000 euros. Ante
las deudas acumuladas y la crisis del sector, nuestro cliente tuvo que cerrar la empresa
y abrir otra, cuya actividad era el suministro de piensos para animales. El proveedor,
que sospechaba una vinculación entre las dos empresas y un fraude de acreedores,
interpuso una demanda solidaria contra esta segunda empresa y su administrador,
a quien acusaba de actuar dolosamente en el cierre de la primera. En concreto, las
acciones ejercitadas fueron la de responsabilidad objetiva basada en el artículo 363 e)
de la Ley de Sociedades de Capital (pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto
a una cantidad inferior al capital social) y la de responsabilidad dolosa del artículo
236 de la misma ley.
Paso�1.�Fijar�los�objetivos
Como siempre, el primer paso consiste en fijar los objetivos, generales y con-
cretos, del informe.
2) las diferencias entre las dos empresas: objeto social, clientes y proveedores
diferentes, y
Paso�2.�Encontrar�los�hechos,�las�pruebas�y�los�fundamentos�de�derecho
que�justifiquen�los�objetivos
Fijados los objetivos, escribimos una primera lista provisional de hechos. Re-
cordemos que hemos de escribir los hechos que nos vengan a la mente, sin
seguir ningún orden:
2) El cierre inevitable por el hecho de que los gastos corrientes superan la facturación.
3) El destino de una parte del stock a pagar a otros proveedores (buena fe).
2) El cierre inevitable por el hecho de que los gastos corrientes superan la facturación.
1)�El�descenso�de�las�ventas�de�la�primera�empresa�desde�hacía�dos�años
• FD: ninguno.
2)�El�cierre�inevitable�por�el�hecho�de�que�los�gastos�corrientes�superan
la�facturación
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 56 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
3)�La�diferencia�de�actividad�entre�las�dos�empresas
• FD: ninguno.
4)�La�diferencia�de�clientes�entre�las�dos�empresas
• FD: ninguno.
5)�La�ausencia�de�vinculación�económica�entre�las�dos�empresas (inexis-
tencia de transferencia de bienes o recursos)
• FD: ninguno.
Paso�3.�Generar�ideas�para�el�informe
Ha llegado el momento, con los datos que hemos recopilado, de generar las
ideas o argumentos que utilizaremos en nuestro informe final. Para hacerlo,
hemos de relacionar con una o dos frases el objetivo, los hechos, las pruebas y
los fundamentos de derecho. En nuestro ejemplo, algunas frases de este tipo
que podremos apuntar en el recuadro correspondiente de la plantilla son las
siguientes:
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 57 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Frases ideas
• Las dos empresas no mantienen ninguna vinculación (objetivo), puesto que ejercen
una actividad diferente (hecho) y tienen clientes diferentes (hecho).
Las ideas generadas nos servirán de guion para exponer el informe. Solo habrá
que desarrollar oralmente cada una de ellas en el acto del juicio. Aun así, a
veces preferiremos desarrollar por escrito el guion de ideas antes del juicio.
En este caso, siempre es mejor utilizar el mapa mental –el segundo de los sis-
temas de preparación del informe que explicaremos– que redactarlo en la for-
ma lineal tradicional, puesto que evitaremos el error común de leer durante
la exposición.
Paso�4.�Ensayar�el�informe
El mapa mental se basa en las palabras�clave. Las palabras clave son las que
nos aportan una gran cantidad de significado en una frase o párrafo. Este ti-
po de palabras resumen o contienen la idea principal. La frase “el trabajador
situado en el centro del taller observó la caída de su compañero y testificará
en el juicio” se podría expresar con las palabras clave siguientes: “el trabajador
testificará”.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 59 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
• De cada idea principal derivaremos las ideas secundarias con nuevas rami-
ficaciones. Encima de cada rama secundaria escribiremos la palabra clave
en una grafía diferente para distinguirlas de las ideas principales.
Con un poco de práctica seremos capaces de preparar mapas mentales de nues- Lecturas recomendadas
tros informes directamente, seleccionando las palabras clave e imágenes más
Para profundizar en la téc-
adecuadas y subordinando las ideas entre ellas de una manera intuitiva. Las nica de los mapas mentales,
primeras veces quizá nos ayudará preparar un guion lineal del informe y des- podéis consultar la obra El li-
bro de los mapas mentales, de
pués transformarlo a la estructura de mapa mental. Tony Buzan.
Para una aplicación concreta
de los mapas en los juicios,
podéis ver El abogado eficaz,
de Jordi Estalella.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 61 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
En la mayoría de los juicios, el informe se tiene que preparar para que no ex-
ceda los diez�minutos de duración. ¿Diez minutos para los juicios que requie-
ran una complejidad especial, como, por ejemplo, los juicios en los que haya
un gran volumen de documentos y varios informes periciales, no son pocos?
En estos casos todavía es más imperiosa la necesidad de que nos ajustemos
a los diez minutos. Nuestro informe debe cumplir las curvas del aprendizaje
(atención y olvido) y sintetizar la valoración de las pruebas practicadas en po-
cas ideas esenciales. No podemos cansar al juez con argumentos superfluos,
por muy originales que nos parezcan, y sobre todo no podemos reproducir el
contenido de los documentos, incluyendo informes periciales, que están en
las actuaciones. Si hacemos esto último, ¿qué interés tendrá el juez en prestar
atención si sabe que lo que estamos diciendo lo puede leer después tranquila-
mente? Como os podéis imaginar, no mostrará ningún interés.
Una de las quejas más habituales que los jueces hacen a los abogados es que no
exponen un informe final basado en las pruebas practicadas, sino que intro-
ducen un gran número de opiniones sin ninguna base fáctica. En las interven-
ciones en la sala de vistas tenemos que grabar en nuestra mente este principio:
Seguramente sabéis que, cuando nos vacunamos contra la gripe, nos inyectan
una dosis muy pequeña de este virus a fin de que nuestro sistema inmunitario
genere las defensas necesarias para protegernos de un futuro contagio. Este
procedimiento en términos médicos se denomina inocular.
3.3.3. Metáforas
El acusado era un chico joven que durante una discusión en una conocida discoteca
había golpeado al marido de una chica y le había causado la muerte. El informe del
médico forense determinó como causa de la muerte “un hematoma craneoencefálico
subdural agudo”, es decir, un hematoma en el cráneo que al expandirse había pro-
vocado la parada del riego sanguíneo. Era de una importancia capital determinar el
tamaño de este hematoma para conocer si había sido la causa directa de la muerte
o si se trataba de una causa intermedia, y la responsabilidad directa era del hospital
porque no había actuado con la diligencia adecuada, tesis esta última que mantenía
el abogado del presunto homicida.
Las metáforas sirven para traducir los conceptos complejos en imágenes y fa-
cilitar su comprensión. Contrariamente a los conceptos, el cerebro no requiere
traducir las imágenes.
Si os digo que tengo un coche de dos metros y medio de longitud, vuestro cerebro tiene
que buscar una comparación que permita conocer si esto es mucho o poco (traducción),
proceso que no tenéis que hacer si os digo que el coche es tan largo como la habitación
de vuestra casa.
Una vez preparado el informe o intervención con las indicaciones y los instru-
mentos de persuasión anteriores, veremos a continuación algunas recomen-
daciones que hemos de seguir en el momento de exponerlo en la sala de vistas.
El acto del juicio es siempre una situación incómoda y de tensión para el abo-
gado. Es normal, por lo tanto, que la mente y el cuerpo hagan acopio de los
recursos necesarios para superar esta situación anómala; en este momento, el
informe preparado en el despacho o en casa aparece como uno de los recursos
más tranquilizadores.
Leer el informe con la mirada y la voz dirigidas hacia el papel, en vez de di-
rigirlas hacia las personas que se encuentran en la sala de vistas, es uno de
los errores más nefastos que puede cometer un abogado. Es el pasaje seguro
para que el juez no lo escuche. En cambio, como hemos dicho antes, hasta un
cierto punto es natural que nos anclemos en el informe. Entonces, ¿cómo po-
demos evitar leerlo? La respuesta pasa por no prepararlo totalmente por escri-
to, sino por llevar al juicio un guion o esquema de las ideas y los argumentos
esenciales. El esquema puede ser de claves, flechas o cualquier otro formato
que utilicéis habitualmente, aunque, como hemos visto más atrás, uno de los
mejores sistemas de organización de ideas es el mapa mental.
Para conseguir persuadir al juez con el informe, hemos de insistir sobre argu-
mentos esenciales basados en las pruebas practicadas en el procedimiento o el
acto del juicio. A pesar de que este principio es simple, sorprende que la prác-
tica diaria en los juzgados sea la contraria. Los abogados utilizan el informe
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 65 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
El contenido de nuestro informe tiene que ser como el pescado del mercado:
“fresco del día”. Debe recopilar las ideas capitales de nuestra defensa o tesis,
y se deben reiterar con palabras diferentes a medida que avanzamos en la ex-
posición. La técnica del sándwich es ideal para conseguir las características de
reiteración y claridad tan imprescindibles para cumplir el objetivo esencial del
informe: que el juez recuerde los tres o cuatro argumentos clave.
La intervención se debe preparar “de fuera hacia dentro” y no “de dentro hacia
fuera”.
Cuando deseamos con intensidad algo o a alguien, miramos esta cosa o perso-
na de una manera muy concreta. Intentamos por encima de todo fijar nuestra
mirada en el objeto deseado, de manera escandalosamente patente unas veces
y furtivamente otras. En cualquier caso, nuestros ojos sobre el objeto o perso-
na en cuestión son la primera señal de posesión. Es el primer acto de dominio.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 66 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
No nos tiene que extrañar que el primer acto de posesión se produzca por
medio de los ojos, puesto que este órgano es el encargado de captar el 80% de
todos los objetos sensibles que nos rodean. En otras palabras: los ojos ofrecen
al cerebro el 80% de todo lo que este asimila o aprende.
Puede haber situaciones en las que, por falta de tiempo, nos resulte material-
mente imposible preparar el informe u otra intervención oral con el método
the end o con los mapas mentales. La acumulación de juicios en una misma
mañana o asistir en turno de guardia a un cliente de oficio son algunas de estas
situaciones. En estos casos y en aquellos en los que tengamos que interponer
un recurso en el mismo acto del juicio, nos veremos obligados a improvisar
la exposición.
Unos minutos serán suficientes para preparar un minimapa del informe si-
guiendo las reglas que hemos expuesto con anterioridad. Será suficiente con
colocar en el centro de la hoja la idea central y derivar líneas con los argumen-
tos principales y otros secundarios que los completen.
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 67 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Aun así, para los recursos, tenemos que reaccionar tan deprisa que en la ma-
yoría de los casos no podremos preparar el minimapa. En estas situaciones,
tanto si interponemos el recurso como si lo contestamos, nos representaremos
mentalmente qué objetivo hay que conseguir.
4.2. La demanda
4.2.1. Concepto
4.2.3. Estructura
2) Tiene una estructura básica que debemos rellenar con una redacción inte-
ligible y unos conceptos claros y definidos.
4.2.4. Preparación
Hemos de dejar que hable y nos explique los hechos, pero estos se tienen que
completar con preguntas muy dirigidas e intervenciones puntuales para acotar
el relato. En otras palabras, debe�separar�el�grano�de�la�paja.
Ahora es el momento de pedir a nuestro cliente las pruebas de las que dispo-
ne o puede disponer. Esta fase nos aclarará los documentos que él o ella, el
demandado o terceros tienen en su poder. Indagaremos también sobre los tes-
tigos de los hechos y valoraremos la posibilidad de intervención de profesio-
nales expertos en la materia de la que se trate –peritos (arquitectos, médicos,
tasadores, etc.)–, según las necesidades del caso.
Cuando el cliente se vaya, debe salir con la sensación de que hemos ubicado
correctamente su problema y de que se encuentra en “buenas manos”. Nuestro
objetivo con la entrevista será conseguir los datos que nos hacen falta para
situar los hechos:
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 72 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
• Quién es la parte actora (el cliente actúa en nombre propio, tanto si es una
persona física como jurídica, o en representación de otro).
Puede suceder también que se tengan que averiguar unas ciertas circunstancias
antes de plantear la demanda; por ejemplo, saber el estado mental del testador,
la autenticidad de una firma, las causas de un accidente o las condiciones
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 73 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Identificación de la estrategia
El método the end, que hemos explicado en la parte del trabajo dedicada al
discurso jurídico y el informe, se presenta como el mejor instrumento para
definir la estrategia de preparación de nuestra demanda.
Consulta jurisprudencial
El encabezamiento
Los hechos
Según el artículo 399.3 de la LEC, los hechos “se tienen que narrar de manera
ordenada y clara con objeto de facilitar que el demandado los admita o los
niegue al contestar”.
• Apuntad todas las ideas que tengáis sobre el tema, sin intentar poner un orden en
aquel momento.
• No déis más información que la imprescindible. Dejad que la otra parte haga su tra-
bajo.
• Recordad que el lector es el juez, que no conoce el tema y lo hará a partir de vuestro
escrito, no de vuestro pensamiento. Necesita que le expongáis los hechos con claridad
y precisión y que le ahorréis eso que tanto le falta: tiempo.
• No hagáis alegaciones que no podáis probar o que sean susceptibles de ser utilizadas
en vuestra contra.
• Empezad con relatos históricos y después podréis introducir los argumentos lógicos.
La prueba
“[...] Con el mismo orden y la misma claridad se tienen que expresar los documentos, los
medios y los instrumentos que se aporten en relación con los hechos que fundamenten
las pretensiones y, finalmente, se tienen que formular valoraciones o razonamientos so-
bre estos si parecen convenientes para el derecho del litigante”.
En una ocasión, un abogado me explicaba que un cliente le llevó una demanda que
había recibido con un anexo documental sin numerar ni especificar. Era muy fácil
perderse en el mar de papeles intentando descubrir el apoyo probatorio de las pre-
tensiones relatadas. Al amparo del artículo citado (399.3 LEC), pidió al juzgado que
devolviera la demanda a la actora con el fin de numerar y relacionar de la manera
adecuada los documentos. Y el juez así lo acordó.
Por lo tanto, respecto a los documentos que queramos aportar siempre es acon-
sejable:
• Los documentos que en casos especiales la ley exige (artículo 266 LEC).
• Los dictámenes periciales en los que las partes fundamenten sus preten-
siones.
“En los fundamentos de derecho, además de los que se refieran al asunto de fondo plan-
teado, se tienen que incluir, con la separación adecuada, las alegaciones que sean pro-
cedentes sobre capacidad de las partes, representación de las partes o del procurador,
jurisdicción, competencia y clase de juicio en que se tiene que sustanciar la demanda,
así como sobre cualquier otro hecho del cual pueda depender la validez del juicio y la
procedencia de una sentencia sobre el fondo”.
El suplico (petitum)
El otrosí
“OTROSÍ DIGO: que porque es necesario para otros usos el poder general para pleitos
aportado,
SOLICITO AL SR. SECRETARIO: que una vez se tome nota de las actuaciones, ordene su
desglose y el regreso”.
Todo escrito procesal se cierra haciendo una mención del lugar y de la fecha
en la que se autoriza este escrito, precedida por la frase “Es justicia que pido”
y seguida por las firmas del abogado y el procurador.
4.3. La contestación
4.3.1. Concepto
2. En la contestación a la demanda se tienen que negar o admitir los hechos aducidos por
el actor. El tribunal puede considerar el silencio o las respuestas evasivas del demandado
como admisión tácita de los hechos que le sean perjudiciales.
Antes hablábamos del cliente que nos llega al despacho con una serie de he-
chos y que nosotros, como abogados, intentamos traducir en términos jurí-
dicos y encontrar el procedimiento legal idóneo que sirva de canal para sa-
CC-BY-NC-ND • PID_00207124 79 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
tisfacer sus peticiones. La otra situación que nos podemos encontrar es que
nuestro cliente es el que ha recibido la demanda. Entonces es necesario que
nos entrevistemos con él para que nos dé toda la información necesaria para
contestarla y nos proporcione las pruebas que fundamentarán nuestro escrito.
Y todo esto lo tenemos que hacer en un plazo muy corto de tiempo, normal-
mente veinte días hábiles, que ya ha empezado a transcurrir. Podéis observar
que el demandado está en una posición de desventaja respecto al actor, quien
ha tenido todo el tiempo del mundo para redactar su demanda.
Parece obvio, pero para contestar adecuadamente una demanda nos la hemos
de leer con mucha atención y más de una vez. Hay que profundizar en cada
hecho, marcar las contradicciones de la otra parte y tomar notas sobre cómo
responderemos a sus afirmaciones y atacaremos sus argumentos. Un procedi-
miento útil es ir apuntando nuestras reflexiones y notas en el propio escrito
de demanda.
En los dos modelos, los tipos de hechos a los que tendremos que contestar se
pueden clasificar tal como sigue:
4.3.6. Prueba
Contestar una demanda tiene una ventaja: la parte actora ya ha expuesto todos
sus argumentos y nosotros somos quienes tenemos la última palabra y, por lo
tanto, la posibilidad de rebatirlos.
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“Al JUZGADO SOLICITO (también podemos decir PIDO): que tenga por presentado es-
te escrito con las copias y los documentos correspondientes, por formulada la presente
contestación a la demanda, y dicte sentencia que declare que no corresponden las pre-
tensiones de la parte actora y le imponga las costas por temeridad y mala fe”.
• Cuando respondemos a una demanda, aunque puede parecer obvio, es muy impor-
tante leerla con atención y entender exactamente lo que piden a nuestro cliente y
por qué.
• Hecha esta declaración, tenemos que rebatir cada hecho individualmente, mediante
el modelo de negación o a partir de nuestra propia estructura. La experiencia y el tipo
de redacción de cada profesional constituirán un estilo propio.
• Al acabar el escrito (tanto si es una demanda como una contestación), dejamos pasar
un tiempo y lo volvemos a leer. Esto nos dará la opción de interpretarlo de nuevo y
de modificarlo, si procede.
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Actividades
1. Redactad una demanda con los hechos y las pruebas siguientes.
Hechos
Carles Bona Cuina, titular de la empresa Proyectos y Montajes, nos encarga que interpon-
gamos una demanda de reclamación de cantidad contra la señora Maria Marbre Net, recla-
mando la suma de 7.970 euros, correspondiente al impago de la parte pendiente de la factura
objeto de la instalación de unos muebles de cocina en su domicilio, situado en el número 4
de la calle Magri de Barcelona. La obra se ha hecho correctamente y con plena satisfacción
de la propietaria. A pesar de esto, y los intentos amistosos de llegar a un acuerdo, parte de
la factura queda pendiente de pago.
Prueba
Hechos
La señora Maria Marbre Net ha recibido una demanda en reclamación de la cantidad de 7.970
euros. Ciertamente, contrató con la empresa Proyectos y Montajes la instalación de unos
muebles de cocina. Sin embargo, estos muebles tienen defectos y ya avisó al señor Carles
Bona Cuina de que se tenían que cambiar por otros en buen estado. Ahora le reclama una
parte de la factura, pero la señora Maria ha tenido que sustituir los muebles que estaban
estropeados por otros nuevos, con lo cual ha gastado mucho dinero.
Prueba
b) Acta notarial del estado de los muebles instalados por la mercantil demandante.
Ejercicios de autoevaluación
Contestad al test de respuestas múltiples. Solo una respuesta es correcta.
5. Si alguien introduce el resumen de lo que quiere decir, lo explica y acaba con una conclu-
sión de lo que ha explicado...
a)�se deben seguir tres pasos: seleccionar los hechos, ordenarlos y generar ideas.
b)�se tienen que seguir cuatro pasos: definir los objetivos, buscar los hechos, seleccionar los
mejores y generar las ideas.
c)�se han de seguir cuatro pasos: definir los objetivos, buscar los hechos, generar las ideas
y ordenarlas.
d)�lo más importante es la fijación de los objetivos.
9. La frase “ha quedado acreditado que mi cliente no usó ninguna arma para herir al señor
Andreu. Por lo tanto, no se puede aplicar el agravante contenido en el artículo 148 del Código
penal”...
a)�es un silogismo.
b)�no tiene sentido.
c)�El artículo 148 no habla de armas.
d)�Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
16. Los gestos de las manos durante una intervención oral ante el juez...
22. Los Mossos d’Esquadra tomaron declaración a un testigo que había presenciado un acci-
dente de tráfico. El abogado de la víctima, antes de citarlo al juicio, le pasa el test de fiabilidad
y concluye que...
23. El abogado de Joan quiere que declare un amigo suyo que lo acompañaba cuando fue
agredido. En el momento de la agresión, el amigo hablaba por el móvil y no presenció quién
empezó la pelea. El abogado quiere alegar legítima defensa. Si fuerais los abogados de Joan,
¿citaríais a declarar al amigo?
a)�que en el juicio nos mire cuando tenga dudas sobre lo que ha de contestar.
b)�que puede pedir que le aclaren la pregunta y que no nos mire cuando conteste.
c)�que no conteste a las preguntas obvias.
d)�que pida que le aclaren la pregunta.
31. La pregunta “diga si es cierto que el día once de julio, hacia las diez de la noche, cuando
usted salía del trabajo porque había acabado antes, se encontró por casualidad con mi cliente,
que en aquel momento salía del gimnasio y se dirigía a casa de su madre, con quien había
quedado para comer”...
c)�es una pregunta formulada con una sintaxis complicada que el juez no escuchará ni será
comprendida por el testigo.
d)�es una pregunta acertada porque consigue confundir al testigo y hacer que se equivoque.
36. En el transcurso de un juicio se formula esta pregunta a dos testigos: “¿puede explicarme
qué se siente cuando se practica buceo?”. Las respuestas son las siguientes: testigo 1) “es una
sensación de silencio, como si estuvieras dentro de una burbuja. Al principio pasas nervios,
pero a medida que bajas te vas tranquilizando”; testigo 2) “te pones la botella de oxígeno a las
espaldas, abres el regulador y empiezas a descender. Tienes que respirar de manera pausada
y mirar al compañero que tienes delante”. Sabemos que uno de ellos miente. ¿Quién?
39. Si durante el interrogatorio de un testigo nos responde a una pregunta “no lo recuerdo”,...
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a)�estamos ante una respuesta de anclaje y lo mejor es seguir con el interrogatorio y volver
a formular la pregunta más tarde utilizando otras palabras.
b)�tenemos que finalizar el interrogatorio.
c)�hemos de insistir para poner nervioso al testigo.
d)�el testigo miente.
40. Para decidir si elegimos un perito de parte o pedimos la designación de un perito judi-
cial,...
a)�siempre tenemos que pedir la designación de un perito judicial, puesto que son imparcia-
les.
b)�en todo caso elegiremos un perito de parte.
c)�por regla general elegiremos un perito de parte, aunque el criterio para tomar la decisión
será determinar quién tiene la carga de la prueba y la estrategia del abogado contrario.
d)�evitaremos siempre la prueba pericial.
43. En un juicio, el abogado de la demandada empezó el informe así: “¿alguien puede creer
que mi cliente, después de veinte años en la empresa, accediera ilegalmente al correo elec-
trónico del director?”.
44. Un abogado penalista introdujo de este modo su informe: “El delito de estafa es una
maquinaria de reloj en la que todos los engranajes tienen que funcionar a la perfección...”.
a)�se debe realizar cuando preparamos el informe con el método the end.
b)�no se tiene que hacer nunca.
c)�siempre conviene hacerlo.
d)�se tiene que efectuar diez veces ante el espejo.
46. El método the end para preparar el informe consiste en seguir estos pasos...
b)�es un método de aprendizaje que imita la arquitectura cerebral y ayuda a ordenar, memo-
rizar y recordar información.
c)�es un mapa similar al de carreteras en el que incluiremos la información del juicio.
d)�lo inventó Jean Rosvift.
a)�hemos de escribir el tema principal en el centro de una hoja, derivar líneas para las ideas
principales y secundarias y utilizar dibujos y colores diferentes.
b)�tenemos que situar el tema sobre el cual hablaremos a la derecha y derivaremos líneas
para las ideas principales y secundarias.
c)�siempre usaremos el mismo color para no confundirnos.
d)�debemos utilizar un mínimo de cuatro hojas.
a)�veinte minutos.
b)�como máximo, cinco minutos.
c)�por regla general, unos diez minutos
d)�Ninguna de las duraciones anteriores es correcta.
50. Durante la exposición del informe, un abogado dijo: “mi cliente siempre ha gestionado
la empresa correctamente. Desde que la constituyó, ahora hace ocho años, nunca ha tenido
ninguna reclamación. No se entiende qué busca el actor con esta demanda”.
51. En este fragmento de informe: “Señoría, el abogado contrario seguro que alegará que
mi cliente le vendió un coche con más kilómetros que los que constaban en el contrato de
compraventa. Aun así, esto no se puede sostener desde el momento en que el comprador,
antes de adquirir el coche, lo pudo inspeccionar con un mecánico”...
52. Un abogado tenía que explicar en el informe qué era la memoria RAM de un ordenador.
De estas cuatro opciones, ¿cuál es la mejor para exponerla en la sala de vistas?
a)�La memoria RAM tiene un funcionamiento similar a la ROM, pero con una capacidad de
almacenamiento inferior.
b)�La memoria RAM está formada por miles de transistores en miniatura que reciben una
información eléctrica en forma de 0 y 1, que es traducida al sistema hexadecimal y grabada
en unos pequeños clústeres de silicio.
c)�La memoria RAM es similar a la memoria que usamos para recordar un número de teléfono.
Sirve para procesar poca información y auxiliar la gran memoria del ordenador, que es el
disco duro.
d)�La memoria RAM son una serie de circuitos conectados.
53. En el turno de conclusiones, el abogado dijo: “los daños que se han causado en el incendio
equivalen a tres veces el presupuesto anual del Ayuntamiento del municipio”.
55. En un juicio en el que se han practicado tres periciales y han intervenido cinco testigos,...
a)�haremos un informe final extenso, que recopile todos los hechos y argumentos basados
en los dictámenes y las declaraciones.
b)�solo expondremos las conclusiones de un dictamen y dos testigos.
c)�destacaremos en el informe los argumentos esenciales de las pruebas practicadas y remi-
tiremos al juez a la lectura de los documentos, intentando no superar los diez minutos de
exposición.
d)�citaremos textualmente unas cuantas páginas de los dictámenes.
a)�solo al juez.
b)�al juez y a los otros profesionales.
c)�al juez, al resto de las personas que haya en la sala y a nuestro cliente.
d)�al secretario judicial.
a)�quejarnos al juez.
b)�alegar indefensión u otro principio general del derecho.
c)�no hacer caso de los documentos.
d)�argumentar utilizando una metáfora.
a)�de hacer tangible ante el cliente los servicios que presta el abogado.
b)�de quedar bien ante el juez.
c)�de ahorrar costes al cliente.
d)�Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
66. Cuando nos falta información, documentos o pruebas, ¿qué podemos hacer?
67. Si tenemos el relato completo que nos ha proporcionado el cliente y estamos redactando
la demanda,...
a)�solo utilizamos los hechos que llevan a la obtención de una sentencia favorable.
b)�los exponemos todos con claridad y orden.
c)�seleccionamos los más relevantes a pesar de que no tengamos prueba.
d)�identificamos los más relevantes para nuestra pretensión y que podamos probar.
a)�se tiene que efectuar de una manera ordenada y clara, exponiéndolos separadamente y
fundamentándolos con las pruebas de las que disponemos.
b)�Lo más aconsejable es ordenar los hechos siguiendo los pasos de un razonamiento lógico.
c)�no tiene que incluir las pruebas, que se añadirán en nuestro escrito mediante el otrosí.
d)�se estructura de acuerdo con su producción en el tiempo.
a)�se tiene que distinguir entre fundamentos procesales y los que señalan la competencia
del juzgado.
b)�no es necesario que sigan un orden determinado.
c)�se tiene que distinguir entre fundamentos procesales, de fondo y de orden jurisprudencial.
d)�Tienen como finalidad acreditar que no haya ningún obstáculo para la sustanciación del
proceso.
70. El suplico...
71. La contestación...
b)�tenemos que leer la demanda con mucha atención y conseguir la información y las pruebas
que apoyen nuestros argumentos.
c)�seguiremos el orden cronológico de los acontecimientos.
d)�tenemos un plazo de veinte días naturales.
a)�negar expresamente los hechos alegados por la actora y analizar sus argumentos y pruebas
para poder rebatirlos.
b)�revisar los hechos y fundamentos de derecho de la demanda y construir una oposición
con argumentos propios.
c)�el suplico.
d)�Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
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CC-BY-NC-ND • PID_00207124 96 Habilidades técnicas: habilidades orales y escritas
Bibliografía
A continuación tenéis los libros básicos que debéis leer, aunque lo más importante es prac-
ticar, practicar y practicar.
Estalella, J. (2012). El abogado eficaz. Cómo convencer, persuadir e influir en los juicios. Madrid:
La Ley.
García Ramírez, J. (2004). Estrategias de oratoria práctica para abogados. Madrid: Constitu-
ción y Leyes (“Colex”).
Pujol, P. (2009). Guía de comportamiento en las actuaciones judiciales. Modos y formas ante los
tribunales. Madrid: La Ley.
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Brodsky, S. L. (2003). The expert witness. More maxims and guidelines for testifying in court.
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García Ramírez, J. (2004). Estrategias de oratoria práctica para abogados. Madrid: Constitu-
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Sáez, J. y otros (2010). Cómo hacer una demanda (y algunas cosas más). Madrid: Tecnos.