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Un título sugerente.
Una portada divertida.
Un trabajo para R03 (Lengua Española).
Verdaderas razones por las cuales me inmiscuí en las páginas de este libro.
Pablo Nacach “tiene un... no se que“ (como dice el tango), en su forma de escribir, que
me resulta familiar. Para él las palabras hace rato se alejaron de las cosas que designan y
lo argumenta estupendamente, como todo buen sociólogo, con datos históricos,
menciones a otros pensadores, y mucha pero mucha reflexión personal.
Una combinación de éxito para quienes, como yo, no soportamos más de media hora
películas norteamericanas taquilleras ni novelas best seller. Una forma de leer el texto
de la realidad (desde ahora no tan real), muy crítica, parcial (dentro de lo que cabe en
un ensayo) y acertada. No sólo por su estilo reflexivo, sino por la coherencia de su
planteamiento con las diferentes situaciones políticas, sociales y comunicacionales, no
creo que junte en su haber muchos detractores.
Este libro podría llamarse: “La historia de la publicidad jamás contada”, pero de ese
modo llegaría a ser un best seller y yo nunca lo leería.
A nivel estructural, el libro se divide en seis capítulos, aunque el último incluye las
conclusiones de los anteriores. Recogeré un breve resumen de los mismos antes de pasar
a un examen más minucioso de algunos de los temas tratados.
En el primero, plantea que los hombres siempre necesitaron un ser supremo que los
guíe, y cómo de un Dios del Antiguo Testamento se pasó a la Ley como reguladora del
comportamiento social para luego hacer su entrada la Publicidad como creadora de
modelos de vida que todos querremos alcanzar.
Por último, en el capítulo seis deja un breve resumen de cada capítulo, formulando
algunas preguntas que surgen sin respuesta en la mente del lector y aportando su propio
granito de arena en la búsqueda efectiva de un encuentro con la realidad real.
En esta segunda parte del resumen, destacaré algunas ideas que el autor aborda en
distintos capítulos para poder realizar una especie de línea del tiempo con
acontecimientos importantes, puntos de inflexión en el modo de leer la realidad de las
distintas sociedades. (Citas)
Por último quiero destacar las ideas que podemos sacar en referencia directa al lenguaje
como articulador y medio para que la publicidad se eleve como dios de todas las
personas que consumen las cosas que ella misma no menciona al hablar.