Está en la página 1de 2

MI EXPERIENCIA EN LAS DROGAS

Durante mi escolaridad, recuerdo haber leído un libro llamado EN PIE DE GUERRA


este relataba la historia de un adolescente con familiares y amigos dependientes a las
Drogas, cada capítulo tenía el nombre de una; Popper, LSD, barbitúricos, Peyote, ahora
con estos vídeos explicativos reafirmo mi posición frente a estas sustancias tan
devastadoras. Se sabe que el uso de estas busca una felicidad errónea, los lapsos de
placer y calma son tan cortos que se convierten en un consumo permanente, en ese
punto la droga ya no pretende momentos de dispersión y relajación lo que vendrá
después será netamente desesperación y muerte.

Tuve un amigo en la primaria, éramos muy cercanos pues vivíamos en la misma cuadra,
salíamos a jugar micro, Xbox, o simplemente iba a su casa a ver televisión, él me contó
que su padre no vivía con su familia porque estaba en la calle del Bronx, llevaba más de
4 años en ese lugar, había empezado con el cigarrillo, después le dieron a probar el
bazuco y ahí se quedó, pasaron los años, me aleje de mi amigo, dure un tiempo sin saber
de él, me enteré que lo habían internado, al parecer por buscar a su padre, termino
ensuciándose, lo último que supe fue que ya se había recuperado y que se había mudado
a Venecia.

En el bachillerato conocí a un chico que se convirtió en alguien muy importante para


mí, lo considero un hermano, dentro de nuestras conversaciones llegamos a tratar el
tema de la delincuencia y las pandillas, el perteneció a una, manejo armas, robó y
vendió drogas, en esa época tenía 14 años, veía quedar lisiados, tuertos o muertos a sus
compañeros. La manera como se alejó de esas situaciones fue porque su madre lo vio
consumiendo, le lloró, le imploró y le rogó que por favor lo dejara, que no quería verlo
con tres tiros en la cabeza y tirado en un charco.

Con unos amigos teníamos pensado ir a un parque cerrado, comprar una bolsita y
conseguirnos un trillador más la pipa, queríamos sentir los efectos de la marihuana,
todos dimos el dinero y se consiguieron los elementos, quedamos en vernos el sábado
por la mañana, yo me sentía muy nervioso, no sabía la reacción que tendría mi
organismo, pensaba que nos sedaría y que todos terminaríamos en el suelo propensos a
que alguien nos robara, ese día me excusé, no asistí al parque, el miedo no me dejó.

Probé la marihuana y el cigarrillo en fiestas, los momentos de vulnerabilidad están en el


alcohol, ya un poco tomado no piensas en responsabilidades o consecuencias, solo
disfrutas y quieres fantasear, no sé, pero en ninguna de las dos situaciones sentí un
placer o un gusto, al contrario, mi garganta se reseco, tosía mucho, los ojos se me
pusieron rojos, tal vez como fue la primera ocasión, no sabía como controlar el humo y
demás, pero solo con eso se me quitaron las ganas de seguir probando.
Familias desdibujadas, fragmentadas, resentidas, casos extremos, donde un padre, una
madre o un hermano, se pierde un día, siendo encontrado meses después con un aspecto
degenerado, viviendo en la calle, comiendo basura y esperando que la limosna recogida
le alcance para una buena dosis.

No he visto el primer caso donde las drogas sintéticas sean de ayuda, al generar una
tolerancia se buscará cualquier medio para obtener mayores dosis, por eso existe el
hurto con arma blanca, saqueo a supermercados, asesinatos por robo, los drogadictos ya
no tienen cordura, esto no se puede maquillar, su conciencia y su bienestar por el otro se
pierden cuando en su cerebro ya no se posiciona ninguna moral, ningún valor ni mucho
menos principios, esa es la razón de que por lo menos aquí en Bogotá sea un peligro
salir a montar bicicleta, usar el transporte público o tan siquiera caminar en la acera.

Agradezco ver todo desde los testimonios y las historias de cercanos, si bien he llegado
a probar el cigarrillo y la marihuana, mis sensaciones nunca han sido placenteras, solo
de experimentación, otro dato a mi favor es que no tengo un expendio cercano, no
conozco a ningún diller ni tampoco quiero conocerlo. De esta forma busco mi luz, para
no perderme en tanta oscuridad, no pretendo seguir probando, solo espero que de uno u
otra forma las personas entiendan que drogarse hasta volverse un desquiciado o
psicópata no significa ser alguien responsable, cada quien se mata a su manera, pero la
mía nunca será consumiendo.

También podría gustarte