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Antioquia asombrosa

Rodrigo de J. García Estrada1

Antioquia, una región estratégicamente ubicada en la zona noroccidental de Suramérica,


entre los 5º 25´ y 8º 55´ de latitud norte, y desde los 77º 07´ a los 73º 53´de longitud.
Bañada en su límite norte por el Mar Caribe, bordeada en su extremo occidental por uno de
los más caudalosos ríos del mundo (el Atrato), al oriente por el río madre de los
colombianos (el Magdalena), y atravesada de sur a norte por el río Cauca, fue conocida
desde la Conquista como la “Provincia de entre los dos ríos”.
En sus límites están comprendidas las más variadas formas de vida, ecosistemas,
formaciones naturales, etnias, pueblos y culturas. Posee 323 km de costa sobre el Mar
Caribe, de los cuales su mayor extensión es el golfo de Urabá, lugar donde desemboca el
Atrato, luego de atravesar una de las regiones más biodiversas del planeta y formar un delta
que impresiona por su extensión y visibilidad desde el espacio. El Atrato antioqueño hace
parte del Chocó biogeográfico y tiene, además de la riqueza hídrica del río, inmensas
vastedades de selvas y planicies, las más exótica y variada fauna, así como las más
hermosas ciénagas del país: Tumaradó, Palo de Agua, Tadía y Arrastradero. En Urabá se
encuentra una extensión plana o ligeramente inclinada cultivada de banano y plátano,
atravesada de oriente a occidente por los ríos León, Mulatos y San Juan, y, luego, el terreno
presenta ascensos rápidos hasta llegar a alturas de hasta 1270 m.s.n.m. en la Serranía de
Abibe.2
Pero aún estamos en las zonas más cálidas y bajas de la geografía antioqueña, caracterizada
por su diversidad y aspectos extremos, ya que la Antioquia histórica y profunda, que la
define desde antes de la llegada de los europeos es de montañas, cañones profundos, alturas
inaccesibles, valles, mesetas y hondonadas. Como dijo el geólogo Michel Hermelin en su
“Geografía física de Antioquia”:
“La influencia del medio ambiente sobre la evolución social y económica de
Antioquia se expresa principalmente en los siguientes aspectos:
- Recursos minerales, principalmente el oro.
- Escasez relativa de suelos aptos para actividades agropecuarias.
- Carencia casi total de vías fluviales internas navegables.
- Dificultad para construir vías terrestres de comunicación.
- Relativa limitación de sitios adecuados para establecer poblaciones”.3

En parte, por eso tardó más en ser conquistada y poblada. Por ello las fechas de fundación
de Santa Marta (1525), Cartagena (1533) y Bogotá (1538) son anteriores a la de nuestra
1
Profesor Titular Universidad de Antioquia y coordinador del Grupo de Investigación en Historia Cultural,
Memoria y Patrimonio (Kultur) de la misma institución.
2
Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), Antioquia. Características geográficas, Bogotá, IGAC, 1992,
passim
3
Michel Hermelín, “Geografía física de Antioquia”, en Jorge O. Melo (ed.) Historia de Antioquia, Medellín,
Suramericana, 1991, p. 13
ciudad madre, cuya fundación definitiva en el sitio donde hoy queda sólo se logró en 1548,
luego de resistir el asedio de sus belicosos habitantes prehispánicos. Y fue desde Santa Fe
de Antioquia, una ciudad ubicada a 500 metros de altura y retirada 340 km. del mar que se
inició el poblamiento de las diferentes comarcas de este hermoso, diverso y sorprendente
departamento de Colombia. Territorio caracterizado por regiones geográficas cuya
principal característica son sus variaciones altitudinales de temperatura y suelos, que
definieron su economía agropecuaria y permiten encontrar las más sorprendentes
formaciones y riquezas paisajísticas y ambientales que aún son un misterio para propios y
extraños.
Durante sus cuatrocientos setenta años de existencia, la historia de este pueblo se
caracteriza por la ocupación paulatina de distintos pisos térmicos, pasando del caluroso
valle sobre el río Cauca, se avanzó en buscar de los depósitos auríferos en zonas también
cálidas del bajo Cauca y el nordeste, en las poblaciones de Remedios, Cáceres, Zaragoza y
San Francisco La Antigua del Guamocó. Décadas después se pasó hacia mayores alturas y
se encontraron climas templados y fríos en el valle de Aburrá y el altiplano de los Osos, con
alturas medias de 1540 y 2000 metros, respectivamente. Estos resultaron climas y zonas de
vida mucho más aptas para la salud de los europeos y para el desarrollo de la agricultura y
las actividades pecuarias, lo que definió que pronto surgieran hatos, haciendas y pequeñas
poblaciones dispersas. Estas zonas altas y templadas propiciaron el crecimiento de la
población antioqueña y siguieron atrayendo inmigrantes españoles por sus hermosos
paisajes, y posibilidades para adquirir tierras propicias para vivir, levantar familias y hacer
fortuna.
Pocos años después sucedió algo similar al descubrirse los minerales de la quebrada La
Mosca, lo que dio inicio a la colonización de las tierras del oriente antioqueño y al
surgimiento de localidades donde proliferó el comercio, como Rionegro, Marinilla,
Santuario, El Peñol, Guatapé, Sonsón y muchos otros. Y, en el siglo XIX, desde los valles
de Aburrá y el altiplano oriental se llevó a cabo la descomunal labor colonizadora de los
antioqueños en las tierras del sur, que los llevó muy lejos de sus fronteras históricas.
Los testimonios de los extranjeros que durante el siglo XIX recorrieron la bella geografía
paisa abundan y algunos de sus autores son: Jean Baptist Boussingault, James Tyrell
Moore, Carlos Segismundo de Greiff, Juan Henrique White, Carlos Saffray, Pierre D
´Espagnat y Friedrich von Schenk, entre otros. Entre las impresiones que se formaron
aquellos valga citar:
“Medellín es una ciudad encantadora colocada cerca de un río que atraviesa un valle
muy bien cultivado.”4 (Boussingault)
“De estas tierras templadas desciende sobre el curso del río y sobre las tierras que
éste fertiliza, una especie de misterio. El valle es tan bonito como un sueño de
primavera. Lo mismo hacia el sur, donde caprichoso, se inicia y donde protege a
Medellín, que hacia el norte, en cuya dirección va a reunirse en el impreciso confín
4
Boussingault, Jean Baptist, Memorias de J. B. Boussingault, [Tomado de biblioteca virtual Luis Angel
Arango: http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/memov1/indice.htm
del horizonte brumoso con la depresión gemela del Nechí, el valle se muestra, a la
vez, formidable y armonioso.”5
“El cantón del nordeste, tiene por centro las hermosas llanuras de Cancan cuya
explanada alta y ligeramente ondulada, es única en este país y rivaliza en belleza y
abundancia de pastos naturales con las praderas al Occidente de Missisipi y las
estepas de Ucrania.”6 (Carlos S. de Greiff)
“El primer día nos tocó cruzar los hondos cañones del río Bagre y del torrentoso
Samaná sobre caminos muy pendientes, parecidos a trochas de cabras […] No lejos
del limpio y agradable pueblecito de San Carlos, se encuentra la cascada de La
Chorrera que se precipita de una alta roca. El pequeño río que la forma lleva oro
[…] Según la leyenda, a muy corta distancia de la Cascada, y en la selva, se
encuentra un desfiladero miedoso, llamado el Canelón del Cenizo, que también
lleva oro […] Las montañas al sur de San Carlos son prácticamente desconocidas, y
cubiertas de espesas selvas.”7 (F. von Schenk)

5
Pierre D´Espagnat, Recuerdos de la Nueva Granada, Bogotá, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana,
1942, p. 224
6
Carlos S. de Greiff, Apuntamientos topográficos y estadísticos de la provincia de Medellín, Gaceta Oficial
de Medellín, t. I, No. 5, Feb. 12 de 1852 y ss.
7
Friedrich von Schenk, Viajes por Antioquia en el año de 1880, Bogotá, Banco de la República, 1953
[consultado en: http://bibliotecadigital.udea.edu.co/handle/10495/172]

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