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Ibero-Amerikanisches Institut Berlin
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11 QUOD 2QRIPSi , "'[1DI)1
Casanare pon
J'ORGEBRIS~ON
Trlge:J.:iieIto CivG, al ~el:'vie¡io
(1.el G-o';ierno Na(,iollnl c1p. ]a
T-{.epubliea <le Cololnhia
EDlql 0 N OFICI A L
),1 D CCC XC VI
UIPREN'fA NACTOXAL - BOGOTÁ - A"KT IGUO coxn''::\"T¡''
DE CLARISAS
11 QUOD SCRIPSI, VIDr 11
CASANARE
POIt
EDICION OFICIAL
(.~DMINlSTRAClON M. A. CARO)
'iL."IVISADA y CORREGIDA POR EL CORONEL 1". J. VERGARA. y VELASCO
BOGOTÁ
IMPREN'1'A NACIONAL
-1896 -
.A.l EJ::x:e ele::n.. tisix::n..o Señor D_
CASANARE
JORGE BRISSON-
DE BOOOTA A SOOAMOSO
...
SEGUNDA PARTE
DE SOCAMOSO A TAMARA
T o.litha, cumi.
j Muchacha, levántate!
(Cristo á la hjja de .Jairo).
del cordón qu~ forma el valle del río Gámeza, del lado opues-
to (derecho), el pueblo de Gámeza, menos elevado que Tó-
paga, y all tiguo cacicazgo en la época muiscR.
Desde las 2 p. m. sopla un viento muy desagradable; el
camino es escarpado, pedregoso y de pendientes muy rápidas.
Hacia las 3 empieza una lluvia recia y helada, acompañada
de una espesa neblina que cubre todo el horizonte.
A las 4 p. m.: y después de bajar una escarpada falda,
llegamos á Mangua (2,970 metr03 de altura), más elevado
todavía que Túpaga, pero quizás algo máti protegido de los
vientos, porg ne se halla rodeauo por algunos cerros. Tiene de
800 á 1,000 habitantes. Se cultiva en los alreded0res, ade-
más del trigo; papas, habas y cebada.
No hallamos posada en el pueblo por estar ocupada la
única que se encuentra, y tenemos que ir algunati cuadras más
lejos á alojarnos en una venta de mala muerte, dondt> en la
única sala que hay y que compartiremos esta noche con otro
vía jera, el señor D. Teodoro Chaparro, de Sogamoso, halla-
mos tendido en el suelo un pobre niño de dos á tres años, cho-
rreando sangre por una oreja y hecho una llaga todo un
lado de la cara; se halla solo, sin que nadie cuide de él;
la faz contra la tierra, pero sin l10rar ni quejarse, mientras
que su madre y otras mujeres están al otro lado de la casa,
como á media cuadra de distancia, vendiendo chicha á los
transeúntes.
Mongua se halla como á tres y media leguas de Soga-
maso (18 kilómetros), trayecto que hemos recorrido muy
lentamente y con esfuerzo, en nuestras dos ma1isimas mulas
que dudamos puedan llegar hasta Támara (seis días).
Temperatura á las 4 p. m., 13°. Hacia el anochecer
ceea la lluvia. Es necesario madrugar: estamos á la entrada
de 108 largos páramos de San Ignacio y de El Bizcocho, por
los cuales debem~s franquear la cordillera Oriental ó de Su-
mapaz dejar la hoya del Magdalena y entrar en la del Ori-
naco.
Lunes 12 de .Febrerp.-Temperatura á las 6 a. m., 130.
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vada, desde la infancia, del uso de las piernas; 80' padre, que
sufre de un violento herpes abiga1'rado ó iris herpético, que-
es una afección muy común en estas regiones, nos dice, ha-
blando de su hija, que está inhábil p01'que le ha subido la
siática (1). rrodas las personas que vemos en el camino están-
muy pálidas, flacas y parecen anémicas.
Hacia las doce, y cerca de la unión del Paya con la A ra-
caleña, entramos en el valle del Paya, ancho, con partes muy
llanas y faldas suaves, propias para la Agricultura. P or des-
gracia hay pocos habitantes y casi ningún cultivo. Todas
estas vegas son admirables para establecer plantaciones
de café.
El río Paya es afluente de la derecha del río Tocaría,
que es el mismo que desemboca á la izq uierda del río Uravo.
En esta part.e la Aracaleña viene del Oeste, y siguen, una
vez juntos, en dirección Este y luégo Norte. Llegamos á la
li- al lugar llamado Pie de Vanegas, donde almorzamos; á
esta hora marca el termómetro 32°.
Volvemos á ew prender marcha á las 12 y 15' p. m., si-
guiendo por la orilla del Paya, que vamos bajando por su
ribera derecha, 1)1 través de unas vegas enteramente lIanRf'.
(Vega de Paya).
Pronto llegamos al punto donue la s crecientt'f: del invier-
no pasado ~e llevaron el puente. Sobre la ribera izquierda
existe una peña q ne puede Hervi r de estl ibn por este lad o,
pero la derecha no presenta seguridad, y habría nece,.¡idad de
hacer allí un ~ especie de muro de contención y protección (;
dique de cal y canto para aguantar el golpe de la corriente
que, precisamente un pocn más arriba, hace UD codo. El an-
cho del río es allí de 30 metros, lo q ue d~rí~ al puente un
largo total de 32, lo menos, y á pesar de que está ahora en
bajas aguas ó estraje, se comprende que en in vieroo debe Sf'F
peligrosísimo y hasta impa,.; table para los animales. En el
lugar del puente hay actualmente una cabuya.
Pasamos (1) río unos 2 kilómetros más abajo, sin dificul-
tad, y con 40 centímetros de agua en la mayor profllndidad,.
- 33-
le.
- 41-
CUADRO DE DISTANCIAS.
EN LOS LLANOS
(BERANGER).
11
/
52 -
III
(1) Hay en Los Llanos hatos como Jos del Tigre (Policarpo Reyes),
Mata ~e Palma (Ramón Oropeza) y Cm't'O (Socorro Figueroa), que cuentan
aproxImadamente de 25,000 á. 30,000 reses repartidas en extensiones de.
2,000 8. 2,500 kilómetros cuadrados cada uno.
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IV
Atravesamos varios caños, de los que los principales,
por orden, son la q1¿ebrada de Barrera, Matadero, Colorada,
Fique, Chamiza, afluentes del Chire y la queb?' ada Godoy,
pequeño caño que atraviesa el caserío de Corozal, y desem-
boca en la Curubana, afluente de la derecha del río Casa-
nare.
Antes de llegar al caserío admiramos en la sabana el
espectáculo de varias bandas de fuegos (quemas) en el ho-
rizonte, al rededor y no muy lejos de nosotros; las l1amas
se elevan, culebrean, se alargan para desaparecer de repen-
te y alzarse otra vez con más furia bajo el impulso de una
ráfaga de viento; se oye la crepitación de la yerba, y las
nubes de humo y de cenizas arrastradas por las brisas, lle-
gan hasta nosotros.
Al Noroeste se distinguen todavía en la neblina los ce-
rros nevados de Chita. N o sufrimos nada con el calor, gra-
cias á la fuerte brisa, que casi nunca cesa duran te el ve-
rano en los Llanos.
Por fin, á las 5 p. m. entramos en El Coroza1, más po-
blado que Chire, pero c·uyas casas están repartidas en una
gran extensión dé terreno y separadas las unas de las otras.
- 58-
v
A unos 400 metros más hacia el N ort.e encontramos el
río 'llucuragua, afluente izquierdo del Oasanare; tiene unos
500 metros de ancho con los playones, y en este tiempo 4
brazos, de los cuales el primero (derecha) tiene 20 metros
de ancho y 70 centímetros su profundidad mayor en el vado.
La dirección es de Noroeste á Sureste.
A la 1 y 10' p. m. pasamos por el peq neño caño de Ca1-iba-
bare, nombrado así porque cerca de su orilla izquierda hubo
un convento de los Padres J esuítas, en tiempo de los Virre-
yes; no quedan más que las bases de las paredes espesas que
demuestran que la misión era importante, y ocupaba con sus
edificios más de una hectárea (14,000 metros cuadrados).
Corre la voz en Casanare que los Padres en terraron en los
aIred'edores de su convento un tesoro enorme: dícese des-
cubriéronse indicios en algún viejo archivo de Bogotá, y
hubo varios individuos que formaron una sociedad é inicia-
ron hace algunos años los trabajos de excavaciones, que duran
todavía, sin haber dado, es casi inútil decirlo, el menor re-
sultado.
Pasamos las quebradas de La Palma y Zaparay,.
pequeños afluentes por la izquierda del Tucuragua, y á las
4 p. m. encontramos una tropa de algunos jinetes del pueblo
de Tame, los caales vienen á recibir al doctor Medina. A la
cabeza de ellos se halla el señor D. Marco Antoni0 Torres,
recién venido de Venezuela, donde ocupaba el puesto de Se-
cretario de la Legación de Colombia cerca de esta Repúbli-
ca, y casado con la hija del señor D. Víctor Robin, de nacio-
nalidad fmncesa y vecino de 'rame.
A las 4 y 50' llegamos al río Tame, afluente iz-
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VI
Para ir de Tame á los caserios de Arauquita y Arauca
6.e lleva actualmente el itinerario siguiente:
- 63-
VII
(1) Entre los geógrafos desígnase así el río Cravo, afluente del Casa-
.nare. para no confundirlo con el Cravo del Sur ó de Labranzagrande.
- 69-
VIII
6
- 70-
IX
-carga á Tame; son los únicos seres humanos que hemos visto
durante todo el viaje desde El Limbo.
Oomo toda esta sabana es inundada en invierno, repa·
ramos en ciertas matas y trozos de montaña el trabajo de
las aguas, que han abierto entre los árboles caños naturales
y laberintos de cerca de un metro de profundidad; llaman
este fenómeno surales.
Por fin, á las 5 p. m. acabamos esta larga jornada y
llegarnos á Guaratarito, á la casa del señor D. Pedro Oisne-
-ros. Hemos recorrido 10 leguas desde el Rosario (Flores
amarillas) .
Por frente de la casa pasa el caño Guaratarito, cuyas
aguas van á desembocar en el Orinoco (?). Este río es cabe-
cera del Sinaruco. Más arriba del hato del señor Cisneros lleva
.el nombre de Agua de Limón, y más abajo el de Socorro.
'Este caño tiene un desparramadero en Agua de Oaujaral :
u,na parte forma el caño de Marcote, el cual se une con el
N egro. Estos últimos caños forman el río Oapanaparo, y
abajo de su confluencia reciben el caño de Cubarro; sale éste
del Arauca, 12 leguas abajo de la ciudad.
Guaratarito es el centro de unas S8 banas pobladas por
unas 30,000 reses, divididas en varios hatos, de los que los
principales son lqs siguit'ntes :
La Pastora, al lado izquierdo del caño de La Bendición,
á tres leguas al O. S. O. de Guaratarito; pertenece al doctor
Manuel Forero, y cuenta unas 5,000 reses aproximada-
mente.
La Bendición, 4 kilómetros de Guaratarito, al O. S. O.;
dueño, Demetrio Oamejo; 15,000 reses.
El Socorro, 3 leguas al S.E. de Guaratarito; de Víctor
Machado; 5,000 reses.
El Guamo, t legua al N.; de Agustín Mendoza; 1,000
reses.
La Oascabel, 4 leguas al N.; de Rudesinda Herrera ;
400 reses.
Matas Infanteras, á 1 legua de Guaratarito y 7 al Norte
.del Socorro; de Oarmen Pacbeco; 1,000 reses.
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ARAUOA y ARAUQUITA
una reglOn, pero para acometerlo hay que estar muy seguro
de que ésta pueda llenar en breve esas condiciones, y dé el
resultado apetecido.
Es lo mismo en cuestión de inmigración: no hay nunca
que forzarla; ella viene sola y mejor, cuando es ellllomento.
Los Estados U nidos de) Norte, que sepamos, no han estable-
cido nunca agencias de inmigración en Europa. Sin embargo,
han tenido que rehusar gente, q ne moderar la invasión. Vean
la Argentina, ¿ á dónde la ha conducido esta inmigración
provocada? i Oasi al borde de la ruina!
y también hay otros inconvenientes que evitar: el
hombre del páramo nada vale á 100 metros sobre el nivel del
mar (hablarnos en ruasa: no nos referimos á individualida-
des), y el hombre de la Oosta muere en la nieve; el suelo
yel clima hacen la raza, lo mismo que la planta, que muchas
veces perece al trasplantarla!
Hasta las ideas entran en esta misma teoría, lo mismo
que los seres animados y la vegetación; los Gobiernos y las
formas políticas, lo mismo que las artes, las literaturas, las
filosofías, son producto del lugar y del tiempo, del suelo y
del clima, el fruto de una raza y de una época!
N os estábamos extraviando con estos pensa.mientos que
nos habrian llevado muy le.ios yá del origen de eltos, que era
la raza del pobre hombre, cuando nos lla'mó uno de los bogas
para enseñarnos una morrocota (pescado de escama) de color
amarillo como el oro (de allí su nombre), q ue pe~a ba lo menos
media arroba; la acababa de sacar con el guaral y un anzue-
lo grande al cual había puesto por carnada un pedazo de
plátano maduro. La mejor comparación que se puede hacer
de la carne de este exquisito pescado es decir que se parece
á ]a de gallina.
A la 1 y 40 p. m. embarcamos.
A las pocas cuadras encontrarnos una canoa que acaba.
de vol tearse en el Su 1to de Concha, que es una caida del rio
de poca altura, pero donde la corriente es muy violenta: ha
perdido parte de la carga;, que se componía de plátanos de
Arauquita.
- 92-
(1). ~l Despa~'ramadero del Sarare parece ser UD mito, pues los últimos
reconocmll entos de la región no lo han hallado,-V, y V.
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/
DE ARAUCA A OROCUE
1
Cravo -Los indios Goallivos, Sálivas y Piapocos.-Navegaci6n de los ríos
Casanare y Meta.
(1) Edificio abierto cuyo techo de palma está. sostenido con horcones
6 postes; sirve en los hatos pina poner todos los aperos de montar, herra.
mIentas, etc.) y para colgar las hamacas de los vaqueros y peones.
-114 -
II
III
IV
Domingo 1.0 de Abr·il.-N os despedimos cariñosamente
de D. Socorro, se despachan nuestros arrier?s con las bestias
para rrámara, y nos embarcamos en el bongo á las 10 y 30'.
Pocos momentos antes de la.rgar las amarra!'!, y en los
últimos adioses, el bongo, que es muy "ce1080/' sufre una
fuerte oscilación y]e entra una gran cantidad de agua que
moja parte de la carga y de nuestras personas. Este inciden-
te, ocurrido en la orilla, es un oportuno indicio de que la em-
barcación no es conveniente ni segura para efectuar un viaje
de esta naturaleza, y efectivamente se descubre, por los infor-
mes de los marineros, que hace poco se volteó en el rio y se
ahogaron tres hombres que iban en ella. Oomo hay cerca
otro bongo, casi de tamaño doble, se decide nos embarque-
mos en él con toda la carga, lo que se ejecuta en pocos mi-
nutos.
Por fin nos ponemos á bogar á las 11 y 40'.
El bongo, toldado con una techumbre de unos cuatro me-
tros de largo, tiene diez metros de longitud total y un metro
cincuenta cen timetros de ancho, puede cargar cuatro tonela-
das y media (1), ó sea noventa quintales (cuarenta y cinco
cargas de á ocho arrobas); la tripulación se compone de un
patrón que dirige el timón (espadilla) y tres bogas que re-
man á la bajada y palanquean á la subida; también va á la
vela cuando la brisa es favorable.
La dirección general hasta la unión con el Cravo es de
N.O. á S.E.; un poco antes de la boca de Oravo atracamos
v
Navegació n d e los ríos Casan are y Meta.-La Aduana de San Rafael.-A
bordo del Libert<.tdor.
(1) La. rueda da 1,500 vueltas por hora, y tiene cuatro metros ochenta
centímetros de diámet.ro.
(2) Mariposa en forma helicoidal que se bota en el agua y que marca
mecánicamente, por medio de un cuadrante que se halla en cubierta, la
dista.ncia recorrida.
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VI
Navegaci6n del Meta á bordo del Libertador.
Las llfisiones.
(1) Se obligó el señor D. José Bonnet !Í. esta obra por contrato con el
G·(}bierilo N aciona1.
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VII
A bordo del Libertaaor.-Las Misiones de Barrancopelado.-Mata de Palma.
Una colonia agrícola.
do, con el freno puesto, como casi todos los caballos llaneros;
pero el baquiano nos llama al orden avisando que hay mu-
chos caimanes y que también es bueno salgamos del monte
antes que se cierre del todo la noche, porque rondea mucho
-el tigre por aquí.
La distancia del Paso del Indio á Barrancopelado es
de unas dos y media leguas. Poco á poco va oscureciendo, y
caminamos por la sabana, en la oscuridad y sin sendero algu-
no, bajo la voz del baquiano, que de tiempo en tiempo nos
señala la dirección que va siguiendo.
Por fin, á las 7 y 50', después de atravesar el Oaño de
Orosio, g ue desagua por la izquierda en el Pauto, arriba del
Paso de Guaratarito y á unas cinco y media leguas de la
boca del río en el Meta, llegamos á La Periquera, casa del
señor Benedicto Díaz, yerno de D. R~món Oropeza, y dueño
de una fundación de unas ochocientas reses.
Después del Paso del Indio hemos ido caminando hacia
el Oeste; La Periquera dista aproximadamente unas cinco
leguas del Meta en línea recta al Es te, porque por aquí el
Meta se abre mucho y da una gran vuelta ó semicírculo hacia
Occidente. De La Periqnera al Pauto, en dirección Sur,
hay cuatro kilómetros. Acabamos de recorrer cuatro y media
leguas desde Barrancopelado.
Viernes 6 de Ab7'il.~N o podemos salir para Mata de
Palma hasta las 7 y 25' a. m., por haber ido á buscarnos ca-
ballosfrescos á bastante distancia en la sabana.
Nos acompaña algunas cuadras D. Benedicto para en-
caminarnos, y antes de separarse de nosotroR nos da un derro-
tero á la llanera, para comprender el c'u al se necesita ser
muy perspicaz. Las explicaciones topográficas de los llane-
ros son en general por un mismo estilo:
"Siga usted esta sabana arriba, arriba, hasta ese puño
de ganado que usted ve allá ____ ¿ usted lo ve ?" insiste el
llanero; son a 19u nas vacas y novillos perd idos en la inmen-
sidad, y uno que no ve absolutamente nada, pero que teme
..desprestigiarse confesando que no distingue muy bien, afir-
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VIII
IX
Las Misiones.-Los jndios Goahivos, Piapocos, Sálivas y Achagualt.
x
Llegada á Orocué.-El clima.-Movimiento comercial.-Lo8 hatolJ.-Dis.
tancias.
(1) Doctor Julio Patiño. Informe del Yisitado9' fiscal de Instrucci6n pú.
bZica en el Territorio de San Martín, 1881.
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(1) No pudo salir hasta el martes 17 de Abril, es decir, doce días des-
pué8 de su llegada á Orocué.
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/ /
DE OROCUE A TAMARA
1
Despedida de Ol'ocué.-EJ COl1sejo.-¡ Perdido !-El caño del Duya.-Gua-
napalo.
11
blacione s del Llano alto y del cerro (La Trinida d, Pore, Mo-
reno, Nunchí a, Támara ); el Guanap alo, á pesar de presenta r
en esta época barranc os descubi ertos de doce metros de ele-
vación vertical sobre el nivel de sus aguas, llena complet a-
mente su cañón y hasta, en ciertos invierno s, r~bosa en la
sabana.
El paso es por lo tanto imposib le en invierno , y como no
hay allí embarca ción alguna, ni habitan te que pueda cui-
darla, y el caño está cuajado de bichos feroces como caima-
nes (1), temblad ores (torpille ), caribes, etc., es peligros isimo
para el que se atreve á pasar á nado; y además de estos in-
<convenientes, el ganado está muy expuest o en el paso, que
se halla situado á unos ciento cincuen ta metros arriba del
lugar del pontead ero, porque si "9aja nadand o algunos metros
más, se halla aprision ado entre dos barranc os inaccesi bles y
se ahoga; ha sido muy acertad a la resoluci ón de constru Ír
un puente en este lugar, que comuni ca en toda época dos
regiones de las más ricas de Casanar e: la de Orocué y la de
La Trinida d (La Parroqu ia).
Ningún correo se atrevía á pasar á nado; de los llane-
ros más arriesga dos y baquian os varios han perecido en este
rio, y el paRO de Guanap alo quedaba como un espanta jo, un
espectro rojo, para todo viajero que i,ba de Orocué á la Tri-
nidad, ó vicevers a, cuando no habia vado.
Pero la construc ción de un puente en est.e lugar ha pre-
sen tado varias dificul tades. Está lejos de todQ recur~o; las
madera s adecuad as no se han encontr ado en la misma mon-
taña del caño, sino en muy escasa cantida d, y ha habido ne-
cesidad de ir á buscarla s eo los montes ' del Pauto, que se
halla distante unas seis leguas. Para traer esta madera hao
faltado no solamen te brazos, sino bueyes, porque los dueños
de los hatos más vecinos se han mostrad o poco dispues tos
para vender ó alquilar los suyos.
y ~ama.
(1) Hay aquí dos clases de $aurianos (además. de los la~artos
! amenCQn1.lS
leones): el caimán (alligator palpebros \u) y el cocodrIlo (cocodnLu
'iIlmphib-ius).
-165 -
N o ha sido esta la única dificultad, pues debe agregarse
la consecución de obreros y peones; los de aquí no sirven
más que para sabanear, castrar y herrar; pero para construir
puentes y caminos ha habido necesidad de traer obreros de
las tiefras frias á un lugar que no pasa por muy sano y á don-
de los tigres vienen de noche (según se dice) á visitar algu-
nas veces la ranchería..
Para compensar esto y la alimentación, compuesta á
menudo de carne sola, ha habido que pagarles jornales muy
elevados: el maestro carpintero, $ 100 mensuales, otros dos á
$ 60; un sobrestante, $ 60; los peones, que han sido gene-
ralmente de quince á veinte, á doce y catorce reales, dándoles
á todos la alimentación.
A pesar de todos estos tropiezos, si 81" puente no está
todavía concluido, lo principal está hecho; los horcones ó
postes, que tienen nueve m etros ele altura, están plantados;
los canes, columnas y pies de .amigo, colocados; fal tan toda-
via las vigas del centro, el piso y el techo; pero las vigas
y el ziné están al borde del do; la-.; maderas del piso están
cortadas y listas para ser trasladadas desde el Pauto, y se
calcula que el puente, que se principió e l 22 de Enero del
presente año (1), será entregado al servicio público á fines
de Junio próximo.
El puente tiene cuarenta metros de longitud y tres de
ancho.
Las maderas empleadas son mny buenas: cedro, laurel,
aceite, yopo y algarrobo, todas maderas muy resistentes á la
acción de las aguas y al comején.
El trabajo de carpin tería (e'lpigA.R, em pates, ajnstes,
etc.) es ordinario, pero el conjunto de la obra. presenta ca-
rácter de solidez y duración.
D e nn lado (izquierdo) el barranco, formado por arreci-
fes (congloLllerados), ofrece gran seguridad; la margen dere-
(1) Para la descripci6n de todos estos animales, véase más arriba la.
parte titulada Arauca y Arauquita.
-170 -
III
-
SEPT IMA PART E
(1) Palabra. con que los llan eros designan IÍ, los habitantes de las tierras
altas y frías,
- 183-
II
III
'.'
OCTAVA PARTE
/
DE TAMARA A LACUNASECA
Después de la reorganizacíón de la
instrucción pública, la necesidad más
apremiante para Oolombia son las vías
de comunicación. El país no puede sa-
lir de la crisis económica actual sin
buenos caminos. Este es el único reme-
dio eficaz que puede, en corto tiempo,
mejorar las industrias, desarrolJal' las
riquezas y levantar el comercio de )¡:\
postración en que se halla.
OAPITULO 1.0
Objeto de la excursión.-Salida de Támara.-Rl Tablón de Ariporo.-Peña-
negra.-Aguasblancas.-Algunas reflexiones aguardando al baquiano.
para llevarlas luégo más arriba, pues hay que trasladar con
sumo cuidado y precaución el ganado que viene de los Lla-
nos, de temperaturas de 30 0 y 35 0 , de altitudes de 50 á
200 metros sobre el nivel del mar, á alturas y páramos que
pasan de 3,000 metro¡s y ofrecen durante las noches tempes-
tuosas temperaturas que varian de O á 100; hay que llevarlo
muy despacio por estos senderos pedregosos, por estas cimas
heladas, por estos pastos diferentes; el esfuerzo que hace para
subir y bajar esas pendieotes que halla por primera vez, el
fria, la diferencia de presión del aire, todo contribuye á en-
fermarlo, y si el ganadero no va con prudencia llega á Lagu-
naseca ó á Chita con la mitad apenas de sus reses; gene-
ralmente hay que emplear de seis á ocho semanas de Pare,
por ejemplo, á Chita.
Los vaq lleras nos enseñan dos indiviuuos que van si-
guiendo la mad'r ina con el objeto de aprovechar, á un precio
ínfimo ó de balde, las reses que se. ruedan, como sucede con
frecuencia por estos seo(leros en laderas; es un oficio que ig-
norábamos.
Pasamos el Suspiro, que es una quiebra honda entre el
tabloncito de Ariporo y el tablón de Peüanegra. N o hay que
confundir este Peñanegra con un cerro de 3,310 metros de
al tura que se halla eu la parte N.N .E. d~ la cuchilla de
Cara de Perro, es decir, entre los páranlos de Pisva y los de
Motuba, Cal::¡,rca y el Romeral (1).
El Peñanegra, al pie del cual se extiende el Tablón del
mismo nombre, es -un cerro que se halla de Pi'1te lado uel Pau-
to, es decir, sobre la izq uierda, y al Oeste de la. quebrada de
Agua Blanca. Dicen que este cerro atrae mucho los rayos, r
CAPITULO II
(1) Este camino de Sácama lÍo Sochanuevo (Lagunaseca), pasa por los
puntos siguientes desde Sácama: El Poleo, Alto del Cuzco, Laguna del
Reposo, Alto del Aguila, AltiplaniciE> de Los Cacaos, Laguna de La Soli-
mana, Páramo y Laguna del Venado, y JUlÍgo empata con el camino de
Támara y Minas !l Lagunaseca.
- 212-
CAPITULO III
(1) Dan el nom bre de Río de la Salina á todo el curso superior del Ca·
-sanare desde las cabeceras hasta Sácama.
(2) y nó Ocovi, como dice el mapa corográflco.
- 213-
(1) llay muchas cuevas en estos páramos; están formadas por rocas
inclinadas hacia adelante, y sirven de posada y abrigo á los transeúntes.
Muchas veces durante larguísimos trechos no hay otra habitaeión que
éstas, para protegerse de las noches frías y de las nevadas. Son los únicos
ranchos que da la Pl'Ovidencia en estos desiel't,os, donde la vegetación se
reduce á f¡'ailejones, gramíneas y musgos.
- 215-
DISTANCIAS
De Támara á Tabloncito de
Ariporo ______________________ _ 13 ks.
De Tabloncito de Ariporo á
Aguas Blancas ________________ _ 10
De Aguas Blancas á Ventorri- 1
llo de las Oa bras _______________ .
De Ven torillo de las Cabras á
16
-1I Pica ó trocha.
16
-1J
11 19s. con 3
ks.
CAPITULO IV
chilla de Las Bobas. Este desvío evi ta taJa la su biJa del alto
de Las Lochas, la bajada de la montaña en tre las dos boca'!
del monte, y el alto del Mela (derecha de la queb?-ada de
Minas); además de suprimir bajadas y su bidas inútiles, acorta
el trayecto en cosa de una legua.
Atravesamos el alto de LaR Lochas (2,930 m.), el alto
del Trigo en dirección S.S.E., y la montaña por donde vamos
á bajar durante dos leguas.
Desde medio día la lluvia, espesa y fría, no cesa un
minuto; caminamos por entre canalones hondos donde el agua
corre corno en una quebrada y nos sube hasta media pierna,
ó en hoyos de barro donde nos enterramos hasta la rodilla.
Por fin, y entrada yá la noche, llegamos á la primera
casa que hallamos á la salida dt'~ monte (2,070 ID.).
Nada. nOR queda sec{) en el cuerpo ni en las dos maletas
de los peones, y la posada es del mismo género que la del
Arbolito· ó el Encomendero, porque duran te toda la noche nos
cae el agua y estamos acostados en un pantano, Hobre un
cuero de res mojado y podrido, cuyo olor insoportable se junta
; al fdo y á la humedad.
Hemos caminado hoy desde el rancho de BLlitrago, 24
kilómetros en dirección S.S.E.
En esta solitaria montaña no hemos visto durante todo
el trayecto más sér animado que una pava.
Parece que la creciente del Pauto debe ser muy fuerte,
porque durante toda la noche se oyen desmoronar, con un
ruido que se parece á descargas de artillería, las faldas y ba-
rrancos del rio.
Sigue el temporal y la nevazca en los páramos durante
toda la noche.
derecha las saliuas del Melo (1), sobre el lado derecho Jel
1'10 y en dirección S.S.O.
La Laja ó páramo de Pisva al O.S.O. ; el cerro de la
Oascarilla al N.N.E.; el de Peñanegra, hacia el cual nos
dirigimos, al E.
Llegamos al alto del Melo, donde hay unas casitas, y
seguimos bajando hasta la quebrada de Minas, que pasa-
mos por un puente que se mantiene en equilibrio y va á
caer con un soplo; ]c:t quebrada es caudalosa y violenta, y
sin puente es invadeable; desagua en el Pauto, dos kilóme-
tros más abajo; un poco más arriba del ponteadero está la
salina de Minas (2), actualmente abandonada (1,380 m.).
Se poede decir que se van derrumbando, momento por
momento, el camino y todas 13.8 faldas comprendidas entre el
alto del Melo hasta Minas; los cañaverales, platanales, etc.,
que se hallan cerca del camino y del puente, están yá casi
destruiuos, y lc:ts casas de la orilla de la quebTada están muy
expuestas. _
Por esta parte el Pauto va muy encajon9.do entre pa-
redes casi verticales, y se puede decir que muchas veces
corre iÍ. 100 metros de proÍLlllc.;iidad perpendicular, cuando-
apenas á eHta alturc:t tiene el cañón 25 á 30 metros de am-
plitud de lado á lado.
Signe el estruendo de 108 volcane:;, es decir, de los de-
rrumbes, á cada instante : este ruido y el espectáculo que
se ofrece en ciertos momen tos, de pedazos de fulJas que se
ven desmoronar cerca de nosotros y casi por donde vamos
caminando, no deja de ser imponer;tte.
Aqui hemos llegado al punto donde empata el primer
desvío, é inmediata.m ente SA puede hacer otro para ahorrar
la subida de la cuchilla de Las Bobas, pasando á media falda
(1) Esta salína no tiene sino 40, y necesita más de 48 horas de fuego
constante para compactar la sal. Se han establecido allí varias veces em.
presas de elaboración que han fracasado.
(2) Esta salina no puede utilizarse sino en verano, porque en invierno
la tapan las crecientes. Está muy mal situada y en Jugar muy incómodo.
- 234-
TotaL __________________________
--------
137 kilómetrofl,
ósea 27 leguas con dos kilémet.ros.
- 237-
CAPITULO 1
OAPITULO II
OAPITULO III
CAPITULO IV
mosas. Nada más es necesari o elecir sobre este tipo del ára-
be de América . El llanero es el único pueblo entre nos-
otros que tiene su poesia especial que nunca abandon a. No
ha habido ningún poeta culto de Los Llanos; el pueblo com-
pone lo que canta, y canta lo que compon e. :So acepta co-
plas de otras tierras.
Sus compos iciones favorita s son largos romance s conso-
nantado s, que llaman galerón ) y que entonan en una eRpe-
cie de recitado con inflexio nes de canto en el cuarto verso. E.
el mismo romance popular de España , y contiene siempre
la relación de alguna grande hazaña en q ne el valor y no el
amor es el protago nista: el amor es persona je de segundo or-
den en 108 dramas del desierto . Indudab lemente tomaron la.
forma del metro y la idea de los romance s español es; pero
desecha ron luégo todos los original es y compus ieron roman-
ces suyos para celebrar sus propias proesas. Por el mismo
estilo son todas sus ostentos as poesías. Oonocem os, por des-
gracia, ml1y pocas, porqne aún no ha merecid o la atención
de nuestro s literato s est.a abunda nte fuente de poesía popu-
lar. El que Re tome el trabajo de recoger romance s llaneros y
cantare s de los negrOR, entraría con ellos en la literatu ra es-
pañola como entm el Meta en el Orinoco : llevaría una gran-
deza á otra grandez a.
(H~sto"ia de la Literatura de N tMt'a GranadlJ" por Jo~é María Vergara y
Yergara) .
A ninguno le aconsejo
Que ensille sin guru pera;
Que en muchos caballos mansos
Los jinet.es van á tierra.
Yo te di mi medio real
Porque me hicieras cariños;
Sólo me hiciste una vez,
Me estás debiendo un cuartillo.
La guacharaca de Apure
Le dijo á la de Apurito:
Emprestame tu trabuco
Pa echa le plomo al godito.
Da guachraaca de Apure
Le dijo al pájaro baco :
Emprestame tu trabuco
. Para encender mi tabaco.
- 289-
La vara de lajusticia,
Si ampara al pobre la ley,.
O se vuel ve de bototo
O de caña de maguey.
Me dijiste que eras firme
Como la palma en desierto :::
Si la palma fuera firme
No la tramoliara el viento:..
Ouando me vaya de aq uÍ
De mí no tienf'n que hablar,
Que es mañll del q ne se q upda;,
Hablar de los que se van.
- 290-
El corazón te daré,
No la alma, porque es de Dios;
Que si el alma fuera mía,
Fuera de nosotros dos.
f
RICA.RDO DE FRANCISCO
1893.
INFORME
PUENTE DE GUANAPALO
l. o El puente de Gztanapalo :
La construcción de un puente sobre el río Guanapa-lo
(afluente izquierdo del Meta), era de suma importancia
para asegnrar la comunicación en invierno, por tierra, entre
- 2G8-
CAÑO DE ARAUCA
3. o El cafío de .A rauca:
En vista de la.s indicaciones de las personas más conspi-
cuas' de Arauca, y del propio examen del caso, se decidieron
algunas rectificaciones y mejoras en el caño de Arauca para
facilitar la entrada de los vapores hasta el centro mismo de
la ciudad, y evitar así al comercio gastos extraordinarios y
averías de mercancías en tiempo de inundación.
Oído nuestro informe, el señor Intendente decretó la
obra y votó para ella $ 1,500, tomados también de la renta
de ag~ardieD te.
- 301
4. ° El puente de Sácama :
Compró la Intendencia dicho puente al seño r Genera r
Vargas SantoR, en la suma de $ 800. Este puente, que pro~·
duce $ 600 al año, está comprendido en el camino de Tá-
mara á La Salina de Ohita, y el producto se invierte integro>
en la com posición de esa vía.
CAMINO DE MINAS
5. ° Oamino de Minas:
Se contrató la reparación de dicho camino, que condac&
á La Salina de Melo, yestá comprendido en el trayecto de-
'rárnara á Sacha y Belén, des tinando para subvenir á lo.:.
gastos el producto de dicha salina.
PASOS DE BARCAS
1.4> Les pasos de los ?'íos :
Desde que entramos á Casanare vimos que existen
·dificultades casi insuperables para la constnicción de puen-
- 304-
LANCHAS DE VAPOR
3. ° Lanchas de vapo1' :
Oorno lo manifestamos más arriba, una de las mayo-
'Tes preocu raciones del Gobierno en Oasanare es fa vorecer
y desarrollar la navegación de los ríos; en vista de esto el
doctor Medina, de acuerdo con nuestro parecer, ha resuelto
pedir á la Oasa Ya1'row & 0. 0 Enginiers and SchipuuildeTs,
POpla1", de Londres, dos lanchas de vapor (steam Zunches),
La primera de 45 pies de longitud por 7. de ancho, des-
- 306-
MAPA COROGRÁFICO
TELÉGRAFOS
l. o Líneas telegráficas:
En cabeza de todas las obras públicas que tiene el pro-
yecto de emprender el Gobierno en Cas8nare, se halla la COI}-
- 307-
CAMBlO DE LA CAPI'rAL
LIMITES DE LA INTENDENCIA
CONCLUSION
JORGE BRISSON.
-------.--
CARTA COROGRAFICA DE CASAN ARE
--.~.--
CHOCÓ Y CASAN ARE
JORGE BRISSON
rRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
CUAR'I'A PARTE
QUINT A P AR']'E
• • I
De A1'a~iCrt á Orocué
1 á IV -Oravo-Los indios Goabivos; Sálívas y Piapo-
cos-Navegadón de los ríos Gasanare y Meta.. 110
V-Navegación de los ríos Oasanare y Meta-La adua-
na de San Rafael-A bordo del Libertwdor:. . . . . 117
VI-Navegación dell\feta á bordo de:I ,Libertador-Las
misiones . , .................... _. ' . _.. _. . . . . . 132
ÍNDICE
Pág.
VII-A bordo del Libel'tadm"-lúts misiones ue Barran.
co Pelado-Mata ue Péllma-Una colonia agrío
cola....................................... . 136
VIII-Mata de Palma-Una hacienda cultiva(la por
los indios Goahivos. . . . .. .. . . ... . . . . ... . . . . .. 140
IX-Las misiones-Los indios Goabivos, Piapocos, Sá·
livas y Achag-uas .......... " ...... . . . . .. . .. 144
.K-Llegada á Orocué-EI clima - Movimiento comer-
cial-Los hatos-Distancias . ........... _. . . . 153.
SEXTA PARTE
De Or'ocué Ú Tárna1'a
I-Despedida de Orocué-El Uonsejo- j Perdido! - El
caño del Duya-Guanapalo.. . . . . .. . .... . . . . . . 159
II-Guanapalo-La Trinidad-Flora y Fauna del Pauto. 143
nI-Datos geográficos-Flora del Pauto-El Ceibal-
j '.rristeza !-En dirección á. la cordillera. . . . ... 171
SÉPTI1\fA. PARTE
OCTAVA PARTE
NOVENA PARTB