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Lecturas al borde

Antología de voces fronterizas


Vol. 1

Feria
del Libro
de la Frontera
Lecturas al borde
Antología de voces fronterizas
Vol. 1

Prólogo y selección
de Urani Montiel y Diego Ordaz

No es extraño que tantas voces confluyan en este sitio habitual y a la vez novedoso que
llamamos frontera. Desde distintas aristas, el espacio geográfico, donde colindan el norte de
México y el sur de los Estados Unidos, se conforma por otros elementos liminales: elcuerpo, las
necesidades y flujos migratorios, la ambigüedad y las diversidades sexuales, territorios
geopolíticos que se multiplican con cada arribo y en cada despedida. La frontera convoca mira-
das e inspira ficciones; y, en esta ocasión, reúne el esfuerzo de gestores e instituciones que
verán remunerada una ardua planeación en el ejercicio de la lectura por parte de todos los
visitantes. Esta antología que acompaña al programa de la FELIF 2019, titulada A la Border, da
cuenta del ser fronterizo de varias escritoras y escritores que visitan Ciudad Juárez con motivo
de la Feria del Libro de la Frontera. De igual manera, los creadores jusrenses aquí compilados,
que será también fácil encontrar deambulando entre pasillos y actividades, tienen una partici-
pación coprotagonista, junto con sus lectores. Los textos que se presentan a continuación
dejan en claro la gran diversidad del quehacer literario de estas amplias zonas del mundo
contemporáneo. Entre estas páginas habremos de encontrar, sin mucha dificultad, algunos
clásicos del porvenir, voces consagradas que conviven con primeras publicaciones. El carácter
fronterizo del evento literario más importante en la ciudad propicia el encuentro con nuevas
lecturas y perspectivas sobre una misma realidad delineada por el empuje y empeño cotidiano
de una población que celebra estar justo en el borde.
Cristina Rivera Garza Rosina Conde
(Mexicali, Baja California, 1954)
(Matamoros, Tamaulipas, 1964)
Señorita maquiladora (performance), 1996
La ciudad de los hombres, 2008
Tono oratorio Querida amiga: la globalización nos espera. Ven a
Un reportaje de la Ciudad de los Hombres desde el punto de formar parte de esta gran familia que te aguarda con los brazos
vista de una mujer tendría un éxito asegurado. […] ¿Y si no abiertos y el corazón en las manos. […] Empieza rap Toda indus-
regresaba como las otras dos o tres periodistas sobre las cuales tria necesita / una imagen que aportar / para ser niña bonita /
nadie sabía nada? ¿Y si algo le pasaba en este lugar? […] El intensiva en capital. Las materias proveídas / no se escogen al
reportaje que más llamó la atención del Jefe de Redacción llegó azar: / necesitan de aire puro / y agua para destilar. / La
en un paquete aparte, a medias escondido entre las páginas electrónica introduce / a la industria sin cesar / instrumentos y
sucias de algunos libros. […] Decía: «En las afueras del orden se artefactos / que es una barbaridad. […] La maquila representa /
desarrolla, con gran obstinación, otro orden. No se trata de una en la industria nacional / una proporción cualquiera: / la tercera
ciudad alterna propiamente dicha, sino de una serie de anti-ci- del total; / pero tiene en su cartera / porcentaje sin igual, /
udades que, diseminadas a lo largo de los estrechos fronterizos, desarrollo de la empresa tecnológica sin par. / Los modelos de
sobreviven en constante movimiento. Fundadas y abandona- control / at the end of the pipe / se han mandado a la chingada
das casi al mismo tiempo, estos caseríos sólo pueden existir si / con el impacto ambiental. / Materiales de desecho / degra-
no son detectados por los distintos sistemas de vigilancia de la dando el bienestar / los hallamos dondequiera / invadiendo
ciudad. Pasar desapercibidas es, luego entonces, su principal nuestro hogar.
objetivo.
Los mercados de Tijuana, 1996
Norteña hasta el tope, 2012
Las ciudades se conocen por sus mercados. En ellos se captan
Lo que vino del norte no fue, por supuesto, una literatura sus esencias, sus sonidos, colores, texturas, sabores; en ellos, los
uniforme –como los mercaderes de libros la anunciaron y la sentidos se nos presentan de golpe en sinestésica armonía para
vendieron– sino varias escrituras vivas, nutridas de lecturas sin hablarnos de sus características más sutiles. Durante mi infan-
fronteras, a veces generadas desde exilios varios, tan diversas cia y adolescencia, en Tijuana existieron varios tipos de merca-
en sus métodos como en sus relatos. Lo que tuvieron en común dos: El de la Ocampo, en donde yo podía oler, tocar y ver las más
desde el inicio fue lo que estaba ahí desde el inicio: una variadas frutas y verduras llevadas desde Sinaloa o importadas
tradición de resistencia cultural marcada por siglos de relación de Estados Unidos; los pescados y mariscos de las costas de
ambivalente con el centro del país. […] una versión inclusiva y Baja California; las carnes y las vísceras de los ganados
convulsiva del país que incluya los acentos distintivos, afiebra- norteños de Sonora y Durango; los cestos de mimbre morelens-
dos, peculiares de los broncos habitantes de sus orillas, es lo es y las ollas de barro oaxaqueñas y michoacanas; los pajarillos
que está en juego mientras las tradiciones hegemónicas del XX de la selva chiapaneca. Caminar de la mano de mi padre por el
se re-organizan. mercado de la Ocampo era cruzar las fronteras del desierto para
. transportarme por los fértiles valles, las llanuras y los mares de
la república mexicana.
Luis Humberto Crosthwaite
(Tijuana, Baja California, 1962) El escaparate de los sueños, 1999
El gran preténder, 1990
Dio media vuelta hasta quedar de frente a la líneas de autos
El Saico trabaja de mecánico automotriz y es precisamente su que, vistas desde ahí, eran semejantes a ferrocarriles de
ya crónico olor a gasolina y aceite lo que seduce a las morras vagones deformes, y después perdió una mirada pensativa
del Barrio. Está cargado de dulces palabras y buenos entre los edificios más altos de El Paso. Sólo conocía las partes
sentimientos. Si le agrada una morra, la detiene en seco y le visibles desde el puente, el Chamizal, o la orilla mexicana del
dice: “¿Tons qué, mija, eres de aquí o te rajas?” Sólo bebe Bravo, pero había deseado habitar en esa ciudad durante toda
cerveza Tecate, en caguama. Considera que todas las demás su vida. Por eso cuando empezaba a oscurecer y los compas
son agua de jícama. Sólo come atún cuando el bote señala con abandonaban el puente para gastar las monedas del día en
claridad que fue procesado en Ensenada o en El Sauzal de algún antro de la calle Mariscal, Reyes permanecía por horas en
Rodríguez, Baja California. No es alcohólico pero se encuentra ese lugar, hipnotizado por el espectáculo de pirotecnia que
en los bordes del alcoholismo como en Tijuana todo mundo se eran las avenidas rectas bien iluminadas, los tubos de neón en
encuentra en el borde deste nuestro país tricolor. No saluda a la cumbre de los edificios, la sucesión de faros a gran velocidad
Emigrados Piojos. Esto es: “batos que jalan legalmente en que se deslizaban por los altísimos freeways. Y en invierno podía
Estados Unidos y que vienen a presumir su feria, sus ranflas soportar las temperaturas bajo cero con tal de estar presente
último modelo, compradas a crédito, y luego no se mochan con cuando la estrella luminosa del cerro fuera encendiendo cada
las cervezas”. una de sus puntas.
Misa fronteriza, 2011
III. Homilía. Hermanos: Mi nombre es Luisumberto y mi religión
es la frontera. […] Estoy ante ustedes, tal como soy, bisecciona- Arminé Arjona
do, dividido entre el aquí y el allá […] cargo la frontera en mis
bolsillos, hecha pedazos; doblada para que no haga bulto y me
dejen cruzar con ella en las aduanas del mundo. Mírenme. (Ciudad Juárez, Chihuahua, 1958)
Cierren los ojos y mírenme. Imaginen el planeta Tierra, el
hemisferio norte, el continente americano: ahí donde se acaba Juana de Asbaje, a la mujer que trabaje, 2012
la riqueza y empieza la podredumbre: ahí mero, miren ustedes,
acérquense, ¿la ven?: [Murmullo.] ésa es la frontera, mi fronter- Maquilas necias que explotáis / a la mujer sin razón, / sin ver que
ita preciosa: pequeña, sonriente, llorona, llorona de mis amores. sois la ocasión / de tanto parque industrial. // Si con ansia sin
Y si ustedes pueden imaginar un mapa de México, pónganme igual / las trabajas como tren, / ¿por qué queréis que obren bien
en la esquina superior izquierda, por favor, en el hombro, ahí / si las remuneráis tan mal? // Combatís su resistencia, / y luego,
empieza y termina esa patria mía, ahí empieza y termina un con gravedad, / decís que fue liviandad / el no jalar horas extras.
límite territorial, donde mi México es gringo y donde el gringo es […] ¿O cuál es de más culpar, / aunque cualquiera mal haga? /
un poco mexicano. ¿La explotada por la paga, / o el que paga por explotar? // ¿Pues
para qué os espantáis / de las obreras que tenéis? / Corredlas
cuando queréis / si no las sindicalizáis. / Dejad de solicitar, / y
Eduardo Antonio Parra después, con más razón, / tendréis más explotación / de la que
os fuere a buscar. // Bien con muchas armas fundo / al lidiar
vuestra arrogancia, / que con su maldita estancia / juntáis
diablo, carne y mundo.
(León, Guanajuato, 1965)
El juramento, 1994 La pasada (Panamá Red), 2005
En cosa de segundos el aire se cargó de una humedad cada vez Era época de los hippies. Ya sabes, todo el mundo peace and
más densa, hasta que las primeras gotas golpearon el parabri- love y en el tremendo loquerón. Me sentía soñado con las
sas. José Antonio buscó entonces con mayor insistencia el fluir greñas hasta el hombro. […] El grupo Grand Funk iba a venir a El
del Bravo. Era mágico: al contacto con la lluvia el fondo liberaba Paso y toda la clica estaba emocionadísima con la idea de oírlos
su fuerza oculta, los remolinos afloraban en la superficie, rugían tocar. Nos pusimos de acuerdo para ir al concierto. Yo iba a
las ráfagas entre las piedras. Son los muertos, le había dicho su pasar la “mota” a pie. Una lata de “Panamá Red”, porque del
padre durante una tormenta en la isleta, las ánimas de los difun- puente libre al Coliseo no había mucha distancia. Los demás se
tos ahogados en estas aguas traidoras. Por eso el río maldito fueron en carro para pasar sin broncas y yo, el rey del “clavo”,
pudre todo lo que esté cerca. No hay otro río en el mundo escondí la mota en el mocasín. […] ¡Amados mocasines! Si no
donde se ahoguen más cristianos que en éste; por eso de estuvieran tan apestosos hasta les daba un besote –pensé
cuando en cuando salen a gritar su rabia a los vivos. José mientras me dirigía al Coliseo con una sonrisa de pura y cínica
Antonio recordó la cantidad de cuerpos que había visto sacar felicidad.
desde niño, y pensó que acaso su padre no mentía.
José Vicente Anaya Willivaldo Delgadillo
(Villa Coronado, Chihuahua, 1947) (Los Ángeles, 1960)

Híkuri, 1978 La virgen del Barrio Árabe, 1997

Yo vivo donde mi cuerpo está — / Mi domicilio exacto son los Daffy cruzó el largo puente que comunica al Barrio Árabe y
sueños y / camino en la dirección en que me inclino / En Alturas Poniente. Era un día nublado. Los automóviles iban en
ciudades oscuras / las ventanas de casas / son ojos / abiertos ambas direcciones. Los anuncios luminosos de los autobuses
de fantasmas dormidos / y los murciélagos chirrian su desgano brillaban con letras rojas, pregonando las noticias del día.
al Cielo. Debajo de la monumental estructura de hierro, el río siguió su
curso con un resplandor grisáceo. Daffy iba enumerando cada
Peregrino, 2002 detalle. A su paso encontraba la vida de otra manera; a pesar
del grueso abrigo, el viento helado le calaba hasta los huesos.
De noche / por el desierto de Mexicali // A 160 kilómetros por […] Daffy llegó hasta la garita y se quedó parada frente al oficial
hora / las luces eléctricas pasan en segundos, / se quedan atrás, de migración. No supo qué decir. No tenía documentos y hacía
y el tiempo las apaga / (igual que apaga los cuerpos / de los años que no pronunciaba las palabras que la acreditaban como
muertos). / Velocidad // en la carretera; / el símil de mi vida. […] ciudadana de Alturas Poniente. […] El oficial habló en un idioma
En Tijuana (que le llaman / ciudad del mal), ebrio, / platiqué con que a ella le pareció extraño, pero comprensible. Era su lengua
Dios / por la calle desvelada / que con sus luces policromas / materna. Daffy la había dejado de hablar durante años, todo el
semeja un túnel incrustado en la noche. tiempo que había vivido en el Barrio Árabe. Escuchó las
palabras del hombre como un eco lejano. El significado de sus
Chihuahua #1, 2002 frases cayó como una cascada lenta y precisa, y su mirada de
inspector avanzó brutalmente hacia su fuero más íntimo.
En verano el desierto sopla / colores metálicos brillantes / que
planchan la piel / bajo la ropa. Garabato, 2014
El tema de las fronteras era evidente en su obra, como también
lo era en muchos otros libros que se habían escrito en otros
Sayak Valencia lugares que no eran geográficamente limítrofes con nada, o que
tal vez sí lo eran, pensaba a veces, porque finalmente las fronte-
ras son parte de la vida misma y todo el mundo vive en el límite
(Tijuana, Baja California, 1980) de algo. Sin embargo, Basilio no suscribía la idea de que no vivir
en una frontera geográfica reconocida fuera motivo para
Jueves Fausto, 2004 desautorizar a nadie a hablar o escribir sobre el tema. Tampoco
creía que quienes vivían en la frontera estuvieran más autoriza-
¿Por qué siempre hay tanto tráfico? dos para hacerlo.
La ciudad va creciendo, tiende a la hybris.
Prendo el radio.
Prendo un cigarro. Elpidia García
La primera vez que lo vi lloré, eso debía presagiarlo todo. Me
esperaba en una escalera eléctrica inmóvil. Lo abracé y mis ( Jiménez, Chihuahua, 1959)
manos se perdían entre la ropa, sus ojos no estaban allí.
La venganza de La Cascabel, 2018
Lo que vino después. Lo que vino después es muy largo y muy
fugaz para recordarlo. El Ojo de Vidrio se había asentado en Ciudad Juárez para
escapar de la ley que lo perseguía en muchos estados de la
La fila avanza, el cigarro se acaba, la radio... Unión Americana. Su historia criminal era tan grande como el
La fila avanza, el cigarro se acaba, la radio... terror que dejaba a su paso. […] Después, fue perseguido sin
tregua hasta que cruzó el río Bravo y llegó a Juárez con más de
(esa posibilidad se le niega a mis recuerdos). cuarenta fiambres a su espalda. Paso del Río Grande era ese
lugar donde la palabra justicia era una expresión sin significado.
El reverso exacto del texto, 2007 Vacía como la cuenca de su ojo izquierdo. Ideal para el que
busca esconderse si puede pagar el precio. McCoy lo pagó con
Ser una mujer border es muy fácil creces con la fortuna que amasó en sus correrías.
a menos que te pase a ti.
Roberto Castillo Udiarte Omar Pimienta
(Tecate, Baja California Norte, 1951)
(Tijuana, Baja California Norte, Mexico, 1978)
Strangers in the night
de El álbum de las rejas
Nadie sabía de sus infancias en las calles de la luz,
de sus amores y desamores en la secundaria,
de sus fiestas de cumpleaños y las primeras veces 7
que fumaron a escondidas en la esquina del barrio, Un agente sospecha de ella
de cuáles eran realmente sus comidas favoritas sospecha de él sospecha de mí
o dónde compraban sus ropas y sus cigarillos; sospecha de sí mismo y sobretodo sospecha del bebé
nadie sabía de sus sueños y pesadillas de terror
ni de su gusto por divertirse bañándose en el mar, su trabajo sospechar
del placer de jugar al fut o al básquet en la colonia, todo lo tuyo es sospechoso: tus lentes son sospechosos
de las bromas pesadas con los amigos más íntimos tus libros son sospechosos
y del agacharse al regaño verbal de sus madres tu auto es sospechoso
o su gran alegría cuando visitaban a la vieja agüela; el día nublado es sospechoso
muy pocos imaginaban la música que escuchaban la foto en tus documentos es sospechosa
o los libros que ya habían leído por puro gusto, tu apellido es sospechoso
o de los insomnios eternos con la preocupación tus orejas son particularmente sospechosas
por el padre en la cama 15 del hospital general; las huellas de tus dedos
nadie siquiera sospechaba que unas horas antes más que nada son muy sospechosas
habían sido secuestrados en esta ciudad iluminada y,
sin embargo, los impunes comandos del miedo ella carga un recién nacido
los arrojaron sin sombra en la orilla de la noche. él ve los documentos
no hay foto que sea fiel a un bebé
(Roberto Castillo Udiarte, del libro ‘Nuestras vidas son otras’, edit. Aullido ibros, no hay papel que asegure
España/México, 2010, pág. 144.) que tú eres tú a los 10 días de arrimado a la fiesta
no hay padre o madre que no sospeche
en los primeros 10 días
Daniel Chacón (California, 1962) de la procedencia de ese hijo

16 de septiembre, Hotel Juarez: Stories, Rooms and Loops, la sospecha es parte del engrane
2012 que cruje cuando el mundo se mueve

Hoy se sentía fuerte, como si realmente quisiera usar su cuerpo; un sospechoso agente de inmigración
quisiera caminar todo el día, sin importar dónde, porque las sospecha le pide a ella que saque su pecho
veredas se hacen a pie. […] Cuanto más rápido caminaba, más ella sospecha él sospecha de sus pechos
rápido parecía moverse la ciudad como un paneo de cámara. le pide que lacte
Las aceras estaban repletas, la gente se escurría a sus costados, si ese hijo es de ella habrá leche
empujándolo, tan cerca que podía oler sus cuerpos. Los autos si no la sospecha será certeza
sonaban sus cláxones y maniobraban alrededor de las viejas
ruteras descoloridas. Bajó de la banqueta para caminar más ella lo hace
rápido que el torrente de personas, y casi fue atropellado por un él le pide que lo vuelva a hacer
niño en bicicleta, con la cesta delantera llena de pan. Caminó en el primer intento la cantidad de leche
más aprisa, aguantando la respiración, y se imaginó que las fue sospechosamente poca
cosas a su alrededor también se movían con vértigo –la cámara
en su mente se aceleró tan rápido que vio manchas de color ella lo hace de nuevo
desplazándose– hasta que llegó a la plaza y se detuvo. Al otro él la deja pasar y la línea de sospechosos avanza.
lado de la explanada, la catedral se agitaba en el aire brumoso
como un espejismo. (Traducción: Urani Montiel)
.
Alejandro Páez Varela Anthony Seidman
(Ciudad Juárez, Chihuahua, 1968) (Los Ángeles, California, 1973)

Las lecciones de Luz María, 2010


GOD TORMENTS THE BARREN ONCE AGAIN
El jueves 11 de febrero de 2010, México se conmovió cuando Luz
María Dávila García, madre que perdió a sus dos hijos en la After reading Joaquín Pasos
matanza de estudiantes de Ciudad Juárez, confrontó al
presidente Felipe Calderón. Nos sacudimos por muchas Evening in Juárez. The cantinas, empty.
razones. Porque vimos el dolor cara a cara; porque lo dicho y A taxi stuffed with American soldiers crackles over gravel.
difundido hasta ese momento sobre la guerra contra las drogas It is the hour of the leaf-storm
carecía de rostro y, a pesar de cuanto habíamos visto, nos era when homeowners lock their doors and
todavía muy lejana. Nos conmovió porque nos dimos cuenta de the childless, aging young women
que no todos los juarenses son narcos, como pareciera que step out into the street,
quieren hacer sentir; porque muchos, al verla, pensamos que no rip open their blouses so that
hemos hecho lo suficiente, que apenas movimos un dedo the wind will hone their breasts like volcanoes.
cuando nos llegaban noticias sobre el drama que se vive en esa
ciudad. DIOS HOSTIGA DE NUEVO LOS INFECUNDO
Oriundo Laredo, 2016 Después de leer a Joaquín Pasos.
Hablaron de mucho esa tarde; de la pizca del algodón, de cómo La tarde en Juárez. Las cantinas, vacías.
sus familias habían llegado unos setenta años antes, atraídas Un taxi repleto de soldados estadounidenses cruje sobre la
por el Programa Bracero, a las llanuras que se extienden junto al grava.
Río Grande. […] –Decían que los de La Laguna eran bárbaros Es la hora de la hojarasca
para la pizca de este lado. Causó indignación. Muchos cuando los propietarios cierran las puertas y
repelaron hasta que el dueño de la casa, el tal Luis, intervino: las jóvenes maduras aún sin hijos
–Mire, Oriundo-o-como-se-llame, para qué le voy a decir que no salen a la calle,
si sí: los de La Laguna eran buenos; los mejores entre ellos eran rompen sus camisas de tal modo
de Torreón. Parecían plaga, los condenados: llegaban a un que ofrecen al viento sus senos desnudos, que él se encarga
algodonal blanco y lo dejaban gris. Bárbaros, los canijos. Pero la de afilar como volcanes.
verdad, la verdad es que los del Valle de Juárez eran cabrones.
–Claro –dijo Oriundo–. De allí soy yo. (Traducción: Jorge Ortega)

BORDER TOWN GRADUATES

Ricardo Vigueras Although we’re closer to feeling the grass


pulled over our lips forever,
we still bare our dirty teeth and laugh.
(Murcia, España, 1968)
We managed to look twice our age,
Día de campo, A vuelta de rueda tras la muerte, 2014 and now our wrinkles
won’t be scraped from our mugs
Cuando los rigores invernales de Ciudad Juárez se disuelven, se when we’re given our final shave.
precipita una primavera casi veraniega. La explosión de luz y de
calor llega con alegría después de inviernos variables, en gener- Such is the reside
al de nevadas esporádicas en navidad, y vientos helados que near motels and train tracks;
congelan los cuerpos de quienes habitan casas de cartón. A such is the cost,
principios de marzo las familias comienzan a contar los últimos lacking coolants in this desert.
días de los calentones y desempacan las ropas para un clima
más proclive a la convivencia, a la esperanza que abre cada Our moon was a pile of bones,
noche de fiesta. […] Vuelan entonces las chelas bien heladas y and our sun a blazing spider.
las familias y grupos de compas celebran haber sobrevivido,
una vez más, a las desgracias del invierno y todas sus tristezas, When thirsty,
acumuladas sobre las demás peripecias calamitosas que, de we savored the taste
costumbre, acompañan la vida en la mejor frontera de México, of her venom drunk hot.
como cantara Juan Gabriel.
Antonio Rubio
(Ciudad Juárez, Chihuahua, 1994)
Sylvia Aguilar Zéleny
En la border
(Hermosillo, 1973)
(Este poema es una versione de un poema d Basura, 2018
e Konstantinos Kavafis: “En el puerto”.)

La muchacha en un tren rumbo al norte Cada sesión toma el día entero. Primero la travesía El Paso /
imagina la sinuosa ciudad con el dedo Ciudad Juárez, luego recorrer la ciudad entera hasta llegar a la
sobre el polvo de los vagones orilla de la orilla. Es como si la ciudad nunca acabara porque las
casas no desaparecen, hay construcciones caídas, quemadas,
deseo de aprender el arte de cruzar fronteras cimientos apenas, pero estén como estén son hogar y techo de
saltar muros naufragar puentes montones de personas. Es difícil no pensar en este lugar como
barrer ese oro en el crepúsculo de sus dioses una promesa que no se va a cumplir nunca. […] Caminar, exami-
nar, fotografiar, entrevistar y observar, observar todo para
durante la travesía enferma comprender el mundo de la basurología. [Este proyecto]
y el polvo dentro de los ojos anuncia una condena implicará manejar residuos, aprender de la gente, pasar minuto
que otra forma del vacío conquista tras minuto frente a cosas a las que estamos acostumbrados a
tenerle asco. Minuto a minuto frente a una inmensa tierra
apenas piso el desierto muerta. Muerta, qué palabra he usado, en especial porque ahí
mi entierro tendrá lugar aquí en esa tierra «muerta» hay tanta vida. Ese lugar es barullo, risas,
una canción que nunca se acaba.
antes de morir la joven comenta algo sobre
una nueva casa
padres muy viejos
complejas formas de un sueño
sueño
Jesús Vargas
quién era nadie lo supo ni cuál su patria
en el vasto mundo latinoamericano
(Chihuahua, México)
mejor así pues mientras ella yace muerta
bajo piedras y arena en la noche inmensa Chihuahuahuismos, 2018.
siempre la aguardarán viva sus padres
Modismos pachucos

César Graciano Andar atizado. Se dice de un marihuana que acaba de


fumarse un churro (cigarro de marihuana).
Andar en la ranfla. Pasear en automóvil.
(Ciudad Juárez, 1994) Andar a riel. Trasladarse a pie.
Andar Pasteur. Anda empastillado (drogado con pastillas).
Para empezar, Cuentos únicos y secundarios, 2017 Apañar. Agarrar, comprar, tomar, pelear.
Apañe. Pleito con ventaja.
Antologar es tarea de Sísifo: no se ha terminado de reunir los Baisa. Mano. “Después del pleito, los contrincantes se dieron
textos cuando ya salieron diez más, luego se descartan cinco y la baisa y se quedaron como cuates.”
llegan siete, al final son solo corazonadas las que llevan a termi- Bicha. Homosexual.
nar el trabajo. Cúmulo de subjetividad del antologador en turno. Bonche. Mucho, montón.
Si se quiere conocer el gusto literario de un autor, se debe ver su Buri. Muy, mucho. “La fiesta estuvo buri chingona.”
trabajo como constructor de esos cadáveres exquisitos que Cable. Telefonema. “Le voy a tirar un cable a mi carnal, a ver si
llevan por nombre antologías. […] Sumado a la fatalidad de la va a ir a la party.”
escritura final, la totalidad de estos cuentos fueron escritos en Cabrear. Traicionar. “Primero muy decidido, y al último se
Ciudad Juárez, en diferentes fechas y circunstancias. No todos cabrió.”
los autores son de la frontera, pero todos, por azar o convicción, Cacaleado. Persona con antecedentes judiciales.
escribieron ahí. Cacle. Zapato.
Calcos. Zapatos.
Esquema, Arquetipos, 2019 Califas. California. Ya me voy a Califas. (Estados Unidos).
Calote. Alto, grandote. “Nomás no le pude poner ningún
Tu cuerpo recreaba chingazo en la cara, porque estaba muy calote el bato.”
las líneas de la ciudad
donde siempre me sentí de paso.
Selfa Chew John Pluecker
(Texas, 1979)
(Ciudad de México, 1952)

Night Stalker: Mi hermano siamés, 2008 Alejandro


Andrea: Nunca había visto un chicano más altivo que el Richard a partir de “Piedra caliza” de Julio Serrano Echeverría
Ramírez. Yo, que había aprendido a vivir en este país con la
mirada baja, no podía creer que ese latino tan hermoso enfren- el espacio hueco
tara, altivo y directamente, a la cámara. Ni Malcom X, ni César también fue piedra
Chávez , ni Martin Luther King tenían esa manera de decir
silenciosamente: “Somos iguales”. Teniendo ya encima la todo hueco nace
sentencia de muerte, miraba con firmeza al mundo. La vulnera- de una partida
bilidad de los mexicanos sólo existe en nuestra mente y esa el hueco es transformación
mirada era la prueba. Tenemos la misma edad, el mismo color de río montaña y mar
piel, pero yo pongo niebla en mis ojos, bajo la voz y pido discul-
pas por seguir viviendo. ¿En qué momento me crucé con él que el hueco con miedo esconde
no supe verlo? Yo pasaba desde Juárez hasta El Paso todos los hundido en agua salobre
días para ir a la escuela. Mi familia se esforzaba para pagar mi partir el hueco en dos
educación en la frontera de Estados Unidos. Allí, Richard y yo volverlo habitable
sólo coincidíamos en habitar el mismo espacio por unas horas.
Imagino que soy su novia de la infancia, le doy un beso, se una lumbre se enciende
convierte en príncipe y nunca llega hasta la antesala de la en la roca en un hueco
muerte en San Quintín. acabar venir terminar
el hueco varía intraducible
Miguel de la Cruz o el acto se termina
cuando uno se olvida
(El Paso, 1984)
o el olvido ya es la esperma
sobre una mano abierta
Fronteras, Memorias de un Camaleón, 2013
se va y hueco le dicen pero
Desde acá de este lado, todo es blanco, lleno de deseos. Los insiste continúa echa raíces
puntos conectados van dando forma a mis letras que se
contraen en las líneas. Desde acá, la ficción juega con las reglas. penetra la superficie
escarba huecos en lo hondo
Las leyes se multiplican y corroen todos los sucesos. Siempre
vivo divagando en el futuro. Soy feliz con la posibilidad de hueco una palabra
emigrar al otro lado. Allá todo estará en presente, todo será que se propaga y
realidad y el acá quedará en pretérito. Cuando lea las líneas de
este cuento, estaré junto al lector, habré cruzado la frontera. hueco el que lo mire
y lo lea

A error-filled and largely Google Translated version of the poem in


Marco Antonio López Romero English:

Alexander
(Ciudad Juárez, 1990)
from "Piedra caliza" by Julio Serrano Echeverría
El último nómada de una familia migrante cruza la frontera, 2018
Adrián es un juarense que después de pasar el Río Bravo, que a the hollow space / it was also stone // every hole is born / of a
la altura de la zona en que lo hará no lleva agua, río que es lodo game // the hollow is transformation / river mountain and sea //
para incomodar apenas los pasos que da quien ve al norte con the hollow with fear hides / sunk n brackish water // split the
la determinación de no volver, de pasar la reja, será migrante. hole in two / make it habitable // a fire goes on / in the rock in a
Unos pasos luego, tal vez uno, tal vez diez después del limbo en hole // finish coming / the gap varies untranslatable // or the act
que no sabes si es México o Estados Unidos, solo metros ends / when one forgets // or forgetfulness is already the sperm
enseguida de ser migrante, será inmigrante de un país que / on an open hand // it goes and hollow they say but / insists
construyó la idea de un sueño que vale la pena perseguir. continues to take root // penetrates the surface / dig deep holes
// hollow a word / that spreads and // hollow the one that watch-
es it / and read it
Lecturas al borde
Antología de voces fronterizas
Vol. 1

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