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Grupo los nuevos

Grupo los nuevos


Los Nuevos” representaron el movimiento de mayor
esplendor, el que otorgó fama a la cultura dominicana y
dio a conocer el país en el mundo desde que se
organizaron en febrero de 1937 en La Vega y se
expandieron por toda la República con sus voces,
versos, libros, discursos, programas radiales, tertulias,
conferencias, lecturas, exposiciones, talleres e
intercambios.
La Vega ha sido, a través de su historia, un importante foco de la vida cultural
del país. Ese hecho favoreció la aparición de un grupo tan heterogéneo como
Los Nuevos, en el que se reunían y participaban en sus actividades, músicos,
pintores, periodistas, escritores e intelectuales veganos. Sin embargo, el
provincialismo impidió una mayor proyección nacional e internacional del
grupo debido a que en la República Dominicana la literatura escrita por los
escritores provincianos ha sido siempre vista con menosprecio y recelo por los
escritores capitalinos. Directa o indirectamente, Los Nuevos fueron víctimas
de ese menosprecio, sobre todo cuando intentaron su expansión a otras áreas
de la geografía nacional. Eso hizo forzó a muchos de ellos a abandonar el
quehacer artístico y, en consecuencia, el grupo se debilitó rápidamente hasta
desaparecer.
texto
La aceptación del público
A pesar de que el nombre de Los Nuevos sugería intrínsecamente un
rechazo a sus antecesores inmediatos, los postumistas, tal cosa no sucedió.
Por el contrario, Moreno Jimenes fue una especie de guía espiritual para
ellos. La relación entre postumistas y nuevos más que de antagonismo, fue
de cooperación e intercambios. Rubén Suro ha admitido que Moreno
Jimenes fue una especie de Cicerón para el grupo. Los Nuevos ayudaron a
Moreno Jimenes tanto en la distribución y venta de sus libros como en la
divulgación de la obra de éste. A cambio, se nutrieron de los consejos y
lecciones que el "Sumo Pontífice" ofrecía al grupo.
nuevos en los años 1940
El último proyecto literario que, en los años 40, conservó mientras
pudo, aunque maltrecha su economía ante el regimen de trujillo
tuvo por nombre los nuevos , de carácter marginal frente a la
notoriedad pública que adquirieron otras formaciones literarias
como la de los intelectuales de los cuadernos dominicanos de
cultura y la de los poetas de la poesía sorpresiva.

El estricto control que Trujillo mantuvo sobre los diferentes


órdenes productivos fue uno de los factores que propiciaron el
estancamiento del proyecto de los Nuevos y la oficialización de
las formaciones mencionadas más arriba.
Los medios de difusión del
grupo
Tuvieron su propio medio de difusión llamado, Los Nuevos. Primero en forma
de periódico; luego, en formato de revista. Usaron como distintivo un mapa de
América que proyectaba rayos luminosos hacia diferentes lugares. Además,
escribieron un conjunto de diez normas disciplinarias que denominaron
Decálogo. El decálogo no fue concebido como la declaración estética de Los
Nuevos. Más bien se trataba de reglamentaciones internas que trazaron pautas
de comportamiento al grupo. Más que un manifiesto, era un documento
estatutario. A diferencia de los postumistas y vedrinistas, Los Nuevos
revistieron su poesía de una incuestionable preocupación político-social.
Diferencia de otros grupos
A diferencia de los postumistas y vedrinistas, Los Nuevos revistieron su poesía de una
incuestionable preocupación político-social. Sobre todo Rubén Suro, quien, aun manteniendo en
muchos casos la métrica y la ritma tradicionales combatidas por Moreno Jiménez a través de las
innovaciones postumistas, introdujo nuevos matices en la poesía dominicana particularmente a la
de tema negro. Antes de Suro las pocas manifestaciones de poesía negra existentes en el país
estaban ligadas a la herencia africana que pasó a las Antillas bajo la denominación de poesía
afroantillana, el estilo de la que se escribía en Cuba, Puerto Rico y otros lugares de América
Latina.
En la poesía de Suro el haitiano es su vecino más cercano, su hermano de territorio y el motivo de su
canto. Los poemas “Rabiaca del haitiano que espanta mosquitos” y “Monologo del negro con novia”,
son dos buenos ejemplos. Además de la novedad temática, la poesía de Suro contiene una sutil
jocosidad y un humor sano, cosa poco común en otros poetas dominicanos. Y lo importante es que esa
jocosidad, cuyo tono está muy distante de la burla, no se limita a los puramente cómicos y graciosos,
sino que a veces trasciende hasta lo satírico y lo político.
Poema Canto triste a la patria
amada
Patria… Una mujer que va arrastrando su
y en la amplia bandeja del recuerdo, fecundidad tremenda,
dos o tres casi ciudades, un hombre que exprime paciente su
luego, inutilidad,
un paisaje movedizo, los asnos y los mulos,
visto desde un auto veloz: miserable coloquio del hueso y el
empalizadas bajas y altos matorrales, pellejo;
las casas agobiadas por el peso de los años y las aves del corral son pluma y canto
la miseria, apenas,
la triste sonrisa de las flores el sembrado sombra, lo demás es
que salpican de vivos carmesíes ruina…
las diminutas sendas.
Patria,
Patria,
en mi corazón un acerico jaula de bambúes
en donde el recuerdo va dejando para un pájaro mudo que no tiene
lanzas de bien agudas puntas alas,
que una vez clavadas temblorosas Patria,
quedarán palabra hueca y torpe
por los siglos de los siglos.
para mí, mientras los hombres
Patria, miren con desprecio los pies
sin ríos, sucios y arrugados,
los treinta mil que vio Las Casas y maldigan las proles largas,
están naciendo en mi corazón… y en cada cruce de caminos claven
una bandera
para lucir sus colores nada más…
Mientras el hombre tenga Mientras haya promiscuidad en el triste aposento
que arrastrar campesino
enfermedades y hambre, y sólo se coma por las noches,
y sus hijos se esparzan por a todo buen dominicano hay que cortarle los
el mundo párpados
como insectos dañinos, y llevarle por extraviadas sendas,
y rueden por montañas y por los ranchos,
sabanas, por las cuevas infectas
extraños en su tierra, y por las fiestas malditas de los hombres…
no deberá haber sosiego,
ni deberá haber paz, Patria,
ni es sagrado el ocio, y en la amplia bandeja del recuerdo,
y que sea la hartura dos o tres casi ciudades,
castigada… luego,
un paisaje movedizo,
visto desde un auto veloz:
empalizadas bajas y altos matorrales…

Héctor Incháustegui
Analisis de el poema

se manifiesta el dolor y el sufrimiento de un pueblo con un recuerdo que no olvidará jamás la


miseria y el descontento sufrido a través de la explotación del hombre por el hombre.los que,
llamándose patriotas, traicionan los ideales de nuestros prohombres y se enriquecen de forma tan
impune, que no pasan de ser odiados miserables.

Se centraliza en las injusticias sociales, donde se impide el acceso igualitario a los recursos sociales
y los derechos humanos (residencias, empleo, ciudadanía, estatus y respeto).
Muchas gracias

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