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Maestría en Gobierno

Tema: DESARROLLO URBANO DEL TERRIORIO

Autor: Antonio Vásquez Barquero

Texto: Relatoría

Estudiante: Juan Camilo González Reyes

1. Descripción sintética

En el texto, el autor nos aproxima a la relación de ciudad y desarrollo. Hace un análisis


tanto teórico como practico de la aglomeración de desarrollo urbanístico que acaparan las
ciudades como centros de crecimiento económico y urbano. A través de cada subtema, el
autor desarrolla su análisis de los frentes que la ciudad asume en la construcción de
territorios, y menciona entonces, la ciudad como espacios industriales, las ciudades de
servicios, la jerarquía urbana de las ciudades, ciudades sostenibles y la infraestructura de
las ciudades como motor del desarrollo.

2. Ideas Principales

El texto expone cómo se lleva a cabo el desarrollo y porqué este se concentra en algunas
áreas específicas a las que el autor llama ciudad. Parte entonces de que el desarrollo
urbano se aglomera en unos cuantos espacios y este no se ve reflejado paralelamente en
otros espacios de la misma ciudad como las periferias. El recuento del desarrollo de
ciudad nos lleva al análisis de cada motor de desarrollo como lo son las industrias, el
turismo, la infraestructura de vías, autopistas y aeropuertos y sobre todo el conocimiento
como sujeto indispensable de innovación y competición entre ciudades.

3. Argumentos

Como lo dice el autor “La ciudad es, y ha sido siempre, el espacio central de los cambios
del sistema económico y productivo y de la reorganización del sistema institucional”. Con
lo anterior podemos asegurar que la ciudad es el espacio por excelencia donde se reúnen
todos los factores de desarrollo y urbanismo que jalonan el crecimiento de los territorios.
Es en la ciudad donde encontramos todo a la mano, se reúnen las fuerzas económicas,
sociales y políticas que le dan dinamismo y velocidad al desarrollo urbano.

No es de extrañar que los números se han invertido alrededor del mundo en cuanto a
población, para el siglo pasado las grandes ciudades que hoy conocemos, eran áreas
poco urbanizadas y poco pobladas, con la revolución industrial, el dinamismo que toman
las inversiones y los actores concentrados en esas áreas específicas, hacen que las
ciudades se hayan desarrollado y urbanizado tal como las conocemos hoy. Las áreas
rurales eran las más habitadas hace unos años, hoy las áreas urbanas son las más
congestionadas y sobrepobladas. Esto nos lleva a analizar que la aglomeración de
conocimiento, desarrollo, calidad de vida e inversión, hagan de las ciudades áreas
potenciales de constante crecimiento y por el contrario, las áreas rurales cada vez quedan
más rezagadas por un factor de inversión y cooperación.

En la ciudad encontramos una gran diversidad de actividades que involucran a diferentes


agentes económicos, y esto hace que la ciudad tenga trabajadores de calidad, con
saberes altamente calificados, capacidades de todos los tipos e intercambio de
conocimientos. La ciudad, además, posee un factor muy importante y es la interacción.
Esta permite que los ciudadanos obtengan de otros, experiencias en el saber hacer y
grandes posibilidades en el intercambio de competencias.

A lo largo del texto, como hemos podido observar, el autor nos potencia la idea de que la
ciudad es el espacio de desarrollo que ha conllevado a través de sus redes de proximidad
la interacción y la evolución que hoy tienen las ciudades. Esta idea de ciudad como
espacio omnipotente, es real y no se puede negar, pero yendo más allá, se puede decir
que la ciudad es una extensión de los espacios rurales y aún dependiente de ella. Los
espacios rurales fueron en sus tiempos la gran economía de los territorios, y era allí
donde se concentraba el dinero y el conocimiento que permitían cultivar y desarrollar
nuevas producciones agrícolas. Por tanto, la idea de que la ciudad de un tiempo para acá
se ha convertido en el referente de desarrollo, me hace reflexionar que no sabemos de
dónde venimos y lo que realmente ha de importar. El hecho que las áreas rurales hoy no
tengan el mismo protagonismo que las áreas urbanas, no quiere decir que no son
necesarias y menos que podemos hacerlas aparte. Es allí, en las áreas rurales, donde se
producen nuestros alimentos diarios y donde la vida cobra sentido por ser espacios
naturales y de pureza. Es inconcebible que haya zonas rurales (como en Colombia)
donde no haya los servicios básicos, luz, agua, televisión, gas natural, entre otros. Si tanto
desarrollo se concentra en la ciudad, lo lógico sería repotenciar nuestras zonas rurales
para optimizar y hacer eficiente los procesos de producción e innovación agropecuaria.

Cuándo permitimos que la ciudad se lleve todo conocimiento del know how, estamos
condenamos a comprar productos agrícolas más costosos y de baja calidad, por lo que se
nos hace más económico y fácil adquirir una hamburguesa en la esquina que ir al
supermercado por unas lechugas con el doble de precio. El conocimiento por sí solo no es
nada, el conocimiento requiere de una correcta aplicación y difusión para crear desarrollo
y valor agregado en nuestros productos y servicios.

Por otra parte, desacuerdo totalmente en el nuevo modelo o tendencia de ciudades de


servicios, no niego la importancia de este sector para el desarrollo integral de los
territorios, pero cuando toda la economía se torna a una sola actividad, a de esperarse
grades problemas y brechas que conjeturo, no son los objetivos que busca el desarrollo
económico. Al hacer de los servicios nuestra principal actividad económica en las
ciudades, se recortan empleos, se excluyen conocimientos y se amplía la desigualdad
social.

Cuándo una empresa industrial deja de operar para dar paso a una nueva empresa
infraestructuralmente muy bonita, avanzada e innovadora, el territorio va adquiriendo una
dinámica facilista de empleados administrativos y nada operativos. Estas empresas de
servicios excluyen a aquellos que saben hacer metalurgia, crear bienes, manejar
inventarios, entre otros, y por lo tanto, son trabajadores que van quedando rezagados e
inútiles por las nuevas condiciones de mercado que no los permiten ser parte de ellas por
factores netamente de oficina.

Al mismo tiempo que es inaceptable que las ciudades sean economías de servicios, no se
puede permitir que el desarrollo infraestructural como lo son vías, autopistas, aeropuertos,
puertos, puentes, edificios y todo lo que el urbanismo concentra en las ciudades
principales, no lo haya en las zonas más periféricas de la misma ciudad o de las zonas
rurales. El crecimiento per se no desborda desarrollo físico a las demás zonas, es por
tanto que hay que llevar el conocimiento y la inversión a esas áreas más apartadas de las
ciudades urbanas que hoy hemos construido.

La jerarquía urbana es un modelo penosamente, existente entre nuestra sociedad, esta


jerarquía es una barrera al correcto crecimiento social, económico y urbano de todas las
zonas. Cuando dejamos al azar la difusión de los saberes y la innovación, lo que creamos
es un efecto contrario y es la brecha de la desigualdad y el atraso. Los agentes
ciudadanos deben ser portadores de la esparción del conocimiento tecnológico, de la
innovación, del saber hacer, de la aplicación de nuevas formas de producción y de la
educación que le permitirán a aquellas zonas apartadas, el desarrollo propicio para crear
sus propias formas de vida y producción.

Veo por lo tanto un egoísmo urbano donde solo es claro que la ciudad es la que debe
crecer y debe acaparar toda la inversión, pero no debe ser así, porque en algún momento
dado, esta ciudad va a necesitar de nuevas ideas y cooperación de sus territorios vecinos
para competir contra otras ciudades, y es ahí donde va a darse cuenta que el atraso
urbano al que sometieron a esas áreas, fue el gran pecado debido al individualismo.

Por último, el desarrollo sostenible al que queremos someter a las ciudades urbanas del
hoy, es la consecuencia y no la causa de un desarrollo desbordado en cuanto a población
y crecimiento urbano sin el alcance de lo perjudicial que sería en espacios reducidos y sin
zonas verdes para mantener los niveles de paisajismo y aire, necesarios para nuestra
calidad de vida.

Lo urbano contempla edificios hechos en espejos, puentes con formas irregulares,


parques conectados a internet, vías de alta velocidad, túneles de última generación y un
sin número de infraestructuras que embellecen el espacio metropolitano. Pero más que la
belleza física y la construcción de espacios innovadores y únicos, lo urbano debe
contemplar el crecimiento de vida entre todos los pobladores que conforman un territorio
determinado, es lo urbano el que puede integrar al de bajos recursos y al de mucho dinero
en un espacio para el goce y el disfrute de esa área que les permite interrelacionarse
entre sí e intercambiar sociedad y vida.

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