Estudiar la ciudad, sus formas, cambios, distintos puntos de vista y su impacto en la
sociedad es de vital importancia para el arquitecto en formación. Se debe tomar en cuenta todas las variables para ser aplicadas, entre ellas la Planificación Urbana que conlleva al diseño y buen desempeño de una ciudad, aunque ésta sea competencia de los urbanistas, los arquitectos deben estar al tanto de los conceptos pues ambas labores se desarrollan a la par y no separadas unas de otra. Este trabajo consistirá en identificar las características de ambos conceptos así como exponer una manera de tratar la planificación urbana desde un punto de vista específico. Para hablar de ciudad, se puede explicar desde su definición demográfica, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) una ciudad es aquella que tiene una cantidad igual o mayor a 2.500 habitantes. Una ciudad intermedia contaría con al menos 500.000 habitantes, y según las Naciones Unidas una Megalópolis es la que cuenta con 10.000.000 de habitantes o más. Estas cifras permiten dar cuenta de lo que es o no una ciudad, ya que no basta con tener un caserío, algunos comercios y espacios de ocio para que sea considerada ciudad. Otras definiciones se pueden categorizar de acuerdo a su tipología, como por ejemplo una Ciudad Tradicional que tiene 1 centro económico, la Metrópoli que tiene diversos centros y una forma de gobierno múltiple, para ello Ascher, Francois (2004) indica que: “Podemos definir la metropolización como el intento de concentración de las riquezas humanas y materiales en las aglomeraciones más importantes… Es, principalmente, el resultado de globalización y de la profundización de la división del trabajo a escala mundial” (p.56). También se encuentra la Metápolis que engloba un sistema de diversas Metrópolis, a lo que el mismo autor señala que “La metapolización es un doble proceso de metropolización y de formación de nuevos tipos de territorios urbanos...Se constituyen de esta forma las “metápolis” es decir, grandes conurbaciones extensas y discontinuas, heterogéneas y multipolarizadas” (p.56 y 57). Además existen otros tipos como la Ciudad Región constituida por un conjunto de metrópolis interrelacionadas y la Ciudad Global que concentra tecnología, servicios y sedes empresariales. Para el autor Francois Ascher, en el tiempo se han dado 3 modernidades desde el punto sociológico de la ciudad. La primera modernidad va desde finales de la Edad Media a principios de la Revolución Industrial y se caracteriza por la transformación del pensamiento de la sociedad y la ciudad pasa de ser medieval a ser clásica moderna. Luego vino la segunda modernidad durante la Revolución Industrial donde se halla la consolidación del capitalismo y la producción en masa, esto dio pie a un acelerado crecimiento en principio desordenado lo que resultó en la creación y aplicación del urbanismo moderno como la zonificación, los servicios públicos y el equipamiento urbano. Por último se encuentra la tercera modernidad donde los ciudadanos son individuales y autónomos lo que les posibilita desplazarse y comunicarse libremente con carros y dispositivos particulares. Esto trae como consecuencia la aglomeración de transporte que no es la solución para el desplace de los ciudadanos sino un problema, pues aquellas personas que viven en las afueras de la ciudad requieren de un medio particular para llegar a su destino, y los que viven en la metápolis también los necesitan ya que los medios de transporte público no les son suficientes. Esta separación de individuos trae consigo una especie de segregación social donde ya no hay un interés colectivo sino uno particular, cada vez más se van aislando en vez de integrarse. Es por ello que debe haber un cambio de perspectiva desde el interés social, ya que las ciudades día a día están mas sobre pobladas y conglomeradas, resultando en mayor índice de contaminación y desechos, lo que las hace nada agradables. De ahí la necesidad del Planeamiento Urbano pues a través de él se puede lograr resolver muchos conflictos en las ciudades actuales. Cedeño Zambrano, Paz Zambrano y Macías Loor (2016) plantean que: “La planificación urbana es un instrumento real y efectivo de control y regulación de la transformación y desarrollo de la ciudad. Muchos de los problemas ambientales, urbanísticos y sociales que adolecen las ciudades son resultado de una inoperante o ineficiente planificación urbana. Como disciplina, el diseño urbano posee fuertes referentes en el planeamiento urbano y la arquitectura paisajista. Sin embargo, su condicionamiento social, político y financiero lo hace mucho más extenso en su cometido” (p.548). Es decir, el planeamiento urbano es necesario para el diseño y buen funcionamiento de las ciudades. Actualmente se enfrentan desafíos urgentes en la sociedad tales como el desempleo, el cambio climático y el deterioro ambiental, esto deriva del desarrollo económico y tecnológico mundial que hace crecer la demanda de grandes empresas y nuevos productos, y es en las grandes ciudades donde esto se lleva a cabo. Es por ello que es importante aumentar la eficiencia energética, reducir las desigualdades y crear un medio de vida sostenible para su duración en el tiempo, sin estos cambios la humanidad se enfrenta a un futuro incierto. La urbanización, por ejemplo, es una herramienta para transformar vidas y medios de subsistencia. Con una planeación urbana apropiada, los países pueden aprovechar la oportunidad para el desarrollo que la urbanización representa y las ciudades pueden generar economías de gran escala, mejorar la productividad, facilitar el intercambio de ideas y permitir la innovación. El problema actual es que la planificación se ha desconectado de la realidad y de la cotidianidad de los ciudadanos. Las políticas de gobierno sin duda afectan el funcionamiento de la ciudad, por consiguiente, se debe entender que el planeamiento urbano es una herramienta fundamental para ayudar a los mandatarios municipales a alcanzar el objetivo establecido para una ciudad, ya que un buen plan es clave para el desarrollo. Así pues, este debe reflejar el contexto social del territorio específico (no aplicado arbitrariamente), no debe estar sujeto a cambios bruscos o modificaciones según los gobernantes de turno, es necesaria la continuidad y sincronización de ideas para que la solución sea a largo plazo y no temporal. Las ciudades también necesitan ser más eficientes energéticamente y alcanzar un equilibrio entre los tres objetivos fundamentales: calidad de vida, competitividad económica y protección del medio ambiente. Las decisiones sobre densidad, uso de la tierra y modelos espaciales que los dirigentes deben adoptar, tienen un impacto real en el consumo de energía, la producción del CO2 y el costo de producción. Se debe apostar por la participación de las comunidades en las diferentes fases del proyecto que se desarrolla y adaptarlo al entorno histórico, cultural, social, económico y ambiental, respetando el saber local. De este modo, es vital la existencia de una alianza perfecta entre el sector privado, el público y el comunitario para el desarrollo del plan urbano. El texto de Planeamiento Urbano para Autoridades Locales (ONU-Habitat, 2014) sirve como guía para el gobierno local de ciudades de tamaño promedio en rápido crecimiento y en países en vía de desarrollo. Seguramente surge la pregunta de: ¿cómo pueden prepararse las ciudades para el crecimiento urbano?, la respuesta consiste en considerar una visión a largo plazo, tener líderes proactivos dispuestos a trabajar en el problema y tomar medidas preventivas con antelación, tomando en cuenta las variables para el desarrollo urbano tal como los recursos naturales, el clima, la salud pública, la seguridad, los espacios públicos, la infraestructura, la actividad personal, la vivienda adecuada, la creación, protección y mejora de los bienes comunes en general. Ahora bien, hay muchos puntos importantes que tocar a la hora de la planificación urbana, el cómo mejorar el congestionamiento y los accesos, como proveer la infraestructura y servicios públicos, entre ellos una variable sustancial es el tema de la seguridad dentro de la ciudad. Prevenir los delitos debe ser una prioridad en la agenda política local, esto permite que la ciudad crezca, tenga inversiones y más emprendimientos, puesto que nadie quiere crear una empresa en un lugar inseguro. La inseguridad conlleva a la emigración de profesionales capacitados, disminuye el turismo y reduce la inversión interna, afecta psicológica y emocionalmente a los ciudadanos, como es el caso de la diáspora venezolana debido a la crisis de seguridad (entre muchas otras) que vive el país. Desde la planificación urbana esto sin duda puede ser atendido, una estrategia es la creación, recuperación y mantenimiento de espacios públicos y áreas verdes dentro de los asentamientos informales, que a menudo son los más afectados por la inseguridad, y cómo esta estrategia tiene un impacto positivo en la comunidad. Otra estrategia es el transporte, el cual en zonas marginadas es escaso o nulo, aun cuando ellas son quienes las necesitan más pues también son precarios en otros sectores, de la misma forma, el transporte ayuda a aumentar los ingresos de los negocios en determinado lugar pues a mayor cantidad de peatones y público, aumenta la economía. Asimismo, se debe apostar por el uso mixtos de suelos, no es correcto tener sectores completamente separados porque no es funcional, por ejemplo en las zonas únicamente industriales rara vez existen rutas de transporte público, y como no hay un atractivo que invite a la comunidad, estas zonas son desoladas lo que da sensación de inseguridad. De la misma manera, el horario de trabajo debe ser considerado pues en las zonas donde se trabaja hasta tarde existe una vida nocturna con bastante público, por el contrario, donde el trabajo termina temprano, en horas de la noche estas son zonas muertas. Fomentar los espacios públicos es sin duda una de las mejores estrategias ya que otorga la identidad y sentido de pertenencia al ciudadano, además de ser focos de encuentro y esparcimiento, en ese sentido, implementar vigilancia policial en los asentamientos informales también puede dar una imagen de seguridad, aunque también existe otro tipo de vigilancia que es la pasiva, hecha por los mismos transeúntes, en lugares donde hay muchos peatones hay mayor sensación de confianza. Igualmente, la implementación del alumbrado público, la señalización y paradas de transporte dan mayor sensación de seguridad, y a su vez incluso pueden ayudar a disminuir la violencia de género pues las mujeres corren riesgo en zonas oscuras y solas. Al mismo tiempo, la escala de los edificios debe ser adecuada con respecto a las dimensiones de su vialidad, para así evitar edificios muy altos en calles muy estrechas ya que se forman callejones de alto riesgo. En ese sentido, las fachadas de los edificios también pueden hacer un lugar amigable en la imagen de ciudad, se debería implementar el diseño de fachadas que contemplen balcones y espacios verdes, así como albergar comercios en las plantas bajas de manera que fomente la vida pública en el lugar. En general se entiende claramente que la planificación urbana debe ser el medio para hacer mejores ciudades y por ende mejores ciudadanos, hay que darle la prestancia necesaria debido a que es la única manera de hacer frente a los problemas que afectan a las ciudades y la sociedad, por ende los gobiernos deben procurar siempre tener presente esta guía para la toma de decisiones ya que no debe ser arbitraria sino lógica. Por su parte, la importancia de la seguridad desde luego juega un rol clave en el funcionamiento y calidad de vida de las ciudades y debe ser uno de los muchos puntos a tomar en cuenta en el momento de la planificación. Referencias Bibliográficas ASCHER, Francois; HERNANDEZ, María Fernanda (2004) Los Nuevos Principios del Urbanismo. Editorial Alianza, Madrid, España. CEDEÑO-ZAMBRANO, H; PAZ-ZAMBRANO, A; MACIAS-LOOR, A (2016) Una aproximación al estudio del diseño urbano y su implicación para el desarrollo local. Revista Científica Dominio de la Ciencia. Vol 2, núm 4, pp 456-559. Recuperado el día 30 de abril de 2021, de https://dominiodelasciencias.com/ojs/index.php/es/article/viewFile/282/335 ONU-Habitat (2014). Planeamiento Urbano para Autoridades Locales. Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. Nairobi GPO KENYA. Recuperado el día 30 de abril de 2021, de https://unhabitat.org/books/planeamiento-urbano-para- autoridades-locales/