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PRESENTACION

Con el objetivo de implementar de manera participativa y concertada un sistema de planificación


supramunicipal, a fin de que los entes locales y el departamento optimicen sus recursos para
poder alcanzar un desarrollo territorial mas equilibrado con mayor cohesión económica y social
enfrentando las problemáticas de inequidad y desequilibrios existentes en las subregiones.

Con el objetivo también, de realizar un apoyo mas amplio – no puntual – y articulado, teniendo en
cuenta las diferencias municipales, zonales y subregionales1, coordinando acciones locales en un
proceso de planificación integral y teniendo en cuenta que una escala supramunicipal puede
resultar mas eficaz y generar mayores impactos, El Departamento Administrativo de Planeación
pretende implementar el “Sistema Subregional para la Planificación“.

Pero un obstáculo en la puesta en marcha de este proyecto y por ende en la consecución de los
objetivos lo constituye la desinformación y el desconocimiento de la realidad de las localidades,
zonas y subregiones, lo que limita el ejercicio de la planificación y la gestión.

Así entonces, para actuar en la subregión con objetividad, con una intención clara y concertada
con los diferentes actores, se requiere un re-conocimiento de la misma, reconociendo las
debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, así como también reflexionar sobre las
ventajas comparativas y competitivas del territorio y las diferentes relaciones supramunicipales y
subregionales dentro del contexto departamental y nacional.

Por lo tanto el Departamento Administrativo de Planeación, pretende con este estudio, aportar a
ese re-conocimiento sobre la subregión del Oriente Antioqueño, a partir de la compilación,
resumen, análisis y actualización de diferentes estudios, hecho que se a llevado acabo desde
nuestras actuales posibilidades, basados principalmente en información secundaria.

Este estudio deberá ser confrontado y convalidado por los actores subregionales y municipales en
talleres a realizarse próximamente; compatibilizando un saber técnico producido por diferentes
entidades por fuera de los municipios y el saber de las instituciones municipales que tiene que ver
directamente con la planificación local.

La idea es generar, desde los municipios, propuestas supramunicipales, a partir del conocimiento
de la subregión, dentro de un proceso de planificación, que contribuyan a hacer más eficiente y
eficaz la planificación territorial; así como también proporcionar insumos al gobierno departamental
y municipal para la formulación de programas, proyectos y acciones conducentes a fortalecer los
municipios y las zonas dentro de las subregiones y como consecuencia ultima, mejorar la calidad
de vida de la población.

La magnitud de este trabajo, las restricciones en diferentes recursos, como el tiempo y la falta de
un equipo interdisciplinario, limitan la posibilidad de profundizar en algunos temas, que ameritan
estudios más detallados, esperamos que estas restricciones sean la oportunidad para generar
investigaciones específicas en un futuro.

El documento se constituye en el primer borrador de trabajo en la elaboración del perfil para la


subregión del Oriente Antioqueño, su contenido ha sido extractado de la consulta de varios
estudios, principalmente se han revisado El Plan de Gestión Ambiental de CORNARE 1998 –
2006, El Plan Decenal de Inserción de la Universidad de Antioquia en las Regiones 2001 – 2010,
La cartilla elaborada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Sección de Movilidad
1
Local como lo municipal; Zonal como el Altiplano, Bosques, Embalses y Páramo; Subregional el Oriente en su
totalidad.
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Humana – sobre El Desplazamiento Forzado para el Oriente Antioqueño y la cartilla sobre el


Oriente “De la Visión de Futuro hacia la Identificación de Líneas Estratégicas” elaborada por el
Plan Estratégico de Antioquia – PLANEA, se tomo también, información del Anuario Estadístico de
Antioquia 2.000, Prospectiva de Antioquia y Formulación de Visión al 2.020 elaborado por
Antioquia Siglo XXI y otros estudios que se relacionan en la bibliografía.

Es de anotar que la construcción de un perfil subregional debe ser una acción continua en el
tiempo, pues la dinámica del territorio así lo exige, por lo tanto el presente informe se constituye
como base para tener un análisis constante dentro de un proceso de construcción por los
diferentes actores subregionales, por lo cual los temas que conforman este documento están
puestos a consideración para su complementación y actualización por parte de los diferentes
actores.

El documento contiene la visión de la subregión, con el animo de no perderla de vista en el


proceso de planificación subregional; una aproximación a la subregión con datos generales del
Oriente, para ubicar a cualquier lector dentro de la problemática subregional; antecedentes
históricos que permiten entender aspectos contemplados en cada una de las dimensiones; las
cuales se desarrollan por temas, como la de población, infraestructura, economía, educación,
cultura, salud, medio ambiente, centros urbanos, política, conflicto armado, entre otros; luego se
pasa a la conformación subregional, dentro de la cual se describen las zonas que hacen parte de
la subregion; se desarrolla una matriz DOFA preliminar, extractada de estudios anteriores; un
inventario también preliminar, de actores; un listado de programas y proyectos formulados para la
subregión y se finaliza con la mapificación de algunos indicadores.

Así entonces el Departamento Administrativo de Planeación pretende aportar al fortalecimiento de


los diferentes procesos de planificación locales, zonales y subregionales para el desarrollo
armónico de la subregión del Oriente, iniciando con la lectura e interpretación del territorio.
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TABLA DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN

VISIÓN DEL ORIENTE

1. APROXIMACION A LA SUBREGION

2. ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA SUBREGION

2.1 La aparición del Oriente Antioqueño en el contexto departamental

2.1.1 Minería, producción agrícola, comercio y colonización: bases de la activación económica del
Oriente Antioqueño

2.1.2 La política: poder subregional y surgimiento de localismos

2.1.3 Sociedades: identidades, exclusiones y migraciones

2.2 Decadencia económica, marginamiento político y migración social del Oriente Antioqueño.

2.3 Re-integración del Oriente Antioqueño a la dinámica del desarrollo departamental

2.3.1 Tensiones entre crecimiento económico y desarrollo subregional

3. GENERALIDADES DE LA SUBREGIÓN

4. DIMENSIONES EN LA SUBREGION DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO

4.1 POBLACIÓN

4.1.1 Características de la dinámica demográfica

4.1.2 Distribución poblacional por edad y sexo

4.1.3 Crecimiento y proyecciones poblacionales

4.1.4 Población en condiciones de pobreza y miseria

4.2 INFRAESTRUCTURA Y SERVICIOS

4.3 ECONOMIA

4.3.1 Características económicas generales

4.3.2 El Oriente Antioqueño, segundo piso de la industria antioqueña

4.3.3 El comercio y los servicios, los sectores con mayor dinamismo en la economía subregional

4.3.4 La división del trabajo: Una aproximación al mercado laboral de Oriente Antioqueño
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4.3.5 Actores subregionales asociados con la economía

4.3.6 Educación superior y economía en el Oriente Antioqueño

4.4 EDUCACIÓN

4.4.1 Educación Básica y Media

4.4.1.1 Cobertura Educativa

4.4.1.2 Políticas nacionales y programas de ampliación de cobertura

4.4.1.3 Eficiencia interna del sistema educativo

4.4.1.4 Principales problemas que afectan la calidad de la educación

4.4.1.5 Programas para el desarrollo educativo

4.4.2 La Educación Superior en la Subegión

4.4.2.1 La oferta educativa subregional

4.4.2.2 La demanda educativa subregional

4.4.3 Infraestructura educativa

4.4.4 Los planes de desarrollo educativos institucionales

4.5 CULTURA

4.5.1 La pluralidad cultural en el escenario subregional

4.5.1.1 Sentidos de pertenencia local

4.5.1.2 Articulación subregional y territorialidad

4.5.1.3 Localismos y transformaciones culturales recientes

4.5.1.4 El espacio social de los jóvenes

4.5.2 Desarrollo y planeación cultural

4.5.3 La relación cultura - educación en la subregión

4.5.4 La diversidad como horizonte de posibilidades, retos a la educación superior

4.5.5 Patrimonio cultural

4.6 SALUD

4.6.1 Infraestructura y recurso humano


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4.6.2 Causas de morbimortalidad

4.6.2.1 Morbilidad

4.6.2.2 Mortalidad

4.6.3 Programas y proyectos en el área de la salud

4.7 MEDIO AMBIENTE

4.7.1 Diagnóstico de Recursos en la Subregión del Oriente Antioqueño

4.7.2 Problemas y conflictos frente al uso de los recursos Naturales

4.7.3 Ordenamiento Ambiental para la Subregión

4.7.4 Areas de Manejo Especial en la Subregión

4.7.5 Tendencias de degradación y prioridades de manejo.

4.7.6 Organizaciones, instituciones y programas ambientales

4.7.7 Requerimientos educativos y de conocimientos ambientales

4.8 CENTROS URBANOS

4.8.1 Cabeceras municipales

4.8.2 Jerarquización urbana

4.9 POLÍTICA

4.9.1 Dinámica político–partidista - Antecedentes

4.9.2 Recomposición de fuerzas en el poder

4.9.3 La dinámica político - partidista en el contexto de la apertura política y la elección popular de


alcaldes

4.9.4 La participación política democrática y la organización social.

4.10 EL CONFLICTO SOCIOPOLITICO

4.10.1 El conflicto armado

4.10.2 El desplazamiento

4.10.3 Espacios de Conciliación para el tratamiento del conflicto

4.11 DINÁMICA POLÍTICA – ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA


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4.11.1 Gestión pública local

4.11.2 Presencia y credibilidad en las instituciones del Estado

4.11.3 Finanzas

5. CONFORMACIÓN SUBREGIONAL

5.1 Zona del Altiplano o de los Valles de San Nicolás

5.2 Zona de Embalses o Aguas

5.3 Zona de Bosques

5.4 Zona del Páramo o Sur - Este

6. MATRIZ DOFA PRELIMINAR

7. INVENTARIO PRELIMINAR DE ACTORES

8. PROGRAMAS Y PROYECTOS

9. MAPAS – INDICADORES

10. ANEXOS:

10.1 Fortalezas y potencialidades de la subregión del Oriente

10.2 Descripción Plan Operativo Anual de Inversión – POAI, subregión del Oriente

11. BIBLIOGRAFIA
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VISION SUBREGIONAL DEL ORIENTE

“EL ORIENTE ANTIOQUEÑO EDUCADO, SERA POTENCIA EDUCADORA


INTERNACIONAL EN EL AÑO 2020”

Formulada por 17 instituciones el 26 de septiembre de 1997

Para lograr una proyección con un norte claro, para saber donde llegar en un tiempo determinado,
se formuló concertadamente este proceso por medio de talleres con instituciones de las nueve
subregiones, lideres y diferentes sectores de la vida Antioqueña y dentro del proyecto Visión
Antioquia siglo XXI, la visión para cada una de las subregiones de Antioquia y para el
Departamento mismo, Las cuales fueron lanzadas el 20 de noviembre de 1997, luego de ser
redactadas por 30 lideres del departamento.

Queda entonces la tarea de continuar las acciones, pues estas ya se han iniciado con anterioridad,
desde este espacio de planificación subregional, con la formulación de grandes estrategias, metas,
proyectos y acciones encaminadas a hacer realidad la visión formulada para la subregion del
Oriente Antioqueño en el marco de la consecución de la visión del Departamento como la mejor
esquina de América, justa pacifica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza.

Consecuente con lo anterior el Plan Estratégico de Antioquia – PLANEA- realizó unos talleres
subregionales en el año 2.000, con el fin de definir propuestas por temas, para iniciar acciones en
cada subregion para la consecución de visión del Departamento, es así como para el Oriente
Antioqueño surgieron 269 propuestas, divididas por subtemas así: Mejor esquina de América,
Justa, Pacifica, Educada, Pujante y En armonía con la naturaleza. En cada uno de ellos se le dio
prioridad a ciertas acciones:

Sistematización comisiones temáticas – Taller subregión del Oriente Antioqueño


Temas Subtemas de agrupación Numero de
Visión Antioquia propuestas
Mejor esquina de América Reconstrucción social 7
Ciencia y Tecnología 8
Infraestructura
Participación social 10
Internacionalización Economía 5
Cultura de la paz 4
Competitividad 6
Otras 2
Subtotal 42

Justa Reforma de aspectos socio – 8


económicos
Educación integral 9
Aspectos politicos 9
Trabajar los valores 15
Subtotal 41

Pacífica Educación 15
Vida digna 13
Dialogo 6
10

Subtotal 34

Educada Calidad 15
Sentido de pertenencia 15
En cadena o articulada 5
Cobertura 5
Capacitación a docentes 6
Inversión 4
Subtotal 50

Pujante Procesos de planeación y 11


desarrollo subregional
Recursos naturales 9
Educación 5
Potencialización de sectores 11
productivos
Valores 17
Subtotal 53

En armonía con la Planeación 6


naturaleza
Educación 24
Incentivos 9
Legislación - Normatividad 3
Producción limpia 7
Subtotal 49

Totales 269 propuestas


Fuente: Plan Estratégico de Antioquia, talleres subregionales, 2.000.

Prioridad I

Prioridad II

Prioridad III

El PLANEA, al ponderar, concluyó que el mayor peso se presenta en el subtema de educación, en


lo que tiene que ver con la integralidad de esta, en elevar su calidad, en la educación como
instrumento para generar sentido de pertenencia, entre otros aspectos; observamos entonces, que
las propuestas están muy relacionadas con la visión de la subregión, toda vez que esta apunta a la
educación.

Otros subtemas con una ponderación alta, son los que tienen que ver con la reconstrucción social,
específicamente con reformas en aspectos socio – económicos y políticos; y con la planeación del
desarrollo subregional, punto clave para engranar el proyecto de planificación subregional, el cual
pretendemos implementar. Este sistema de planificación debe integrar los procesos similares,
anteriores y actuales de nivel supramunicipal.

Otros temas ponderados se pueden apreciar en la siguiente gráfica:

Fuente: Plan Estratégico de Antioquia, PLANEA, Talleres subregionales, 2.000


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*
Potencialización
de Sectores
Productivos.
I* 4%
Participación
Incentivos.
Social.
4%
4%
Diálogo.
4%
EDUCACIÓN:
Recursos Naturales. Integral, Calidad,
5% Sentido de
Pertenencia-
Pertinencia,
Vida Digna. Articulada.
5% 37%

Ciencia y Tecnología-
Infraestructura.
5%

PLANEACIÓN:
Procesos de RECONSTRU
Desarrollo CCIÓN SOCIAL:
Subregional. Reforma Aspectos
14% Socio-económicos y
Políticos.
18%
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1. APROXIMACION A LA SUBREGION

Para actuar en cada una de las subregiones con objetivos claros y con una intención concertada y de
acuerdos negociados, es necesario conocer las particularidades, potencialidades, identificar los conflictos,
detectar las ventajas comparativas y la oferta de competitividad.

Pretendemos entonces, construir un perfil de la subregión del Oriente Antioqueño, la cual hace parte de las
nueve subregiones en que se divide administrativamente el Departamento de Antioquia (ordenanza 41 de
noviembre 30 de 1.975).

La subregión del Oriente Antioqueño, está conformada por 23 Municipios que ocupan un territorio de 7.021
km2 (Anuario Estadístico de Antioquia 2.000), aproximadamente el 11% del Departamento y 0.6 % de
Colombia.

La población según el censo de 1.993 era de 548.456 personas, y la proyectada para este año de 2.002 es
de 591.591 habitantes (Anuario Estadístico de Antioquia 2.000) que representa algo mas del 10% de
Antioquia y menos del 2% del país, tiene un índice de urbanización del 44.17%, se calcula que en el año
2.006 tendrá mas de 700.000 habitantes con cerca del 45% de población urbana (Plan de Gestión Ambiental
CORNARE 1.998-2.006).

De acuerdo al mencionado Anuario Estadístico, en las proyecciones de la población para este año de 2.002,
encontramos que 3 municipios del Oriente Antioqueño poseen menos de 10 mil habitantes (Alejandría,
Concepción y Guatape); 7 poseen mas de 30 mil habitantes (Carmen de Viboral, Santuario, Guarne, La
Ceja, Marinilla, Rionegro, del Altiplano y Sonsón de la zona de Páramo); el gran grueso de los municipios,
mas del 50% posee entre 10 y 30 mil habitantes como Abejorral, Argelia, Cocorna, El Peñol, El Retiro,
Granada, La Unión, Nariño, San Carlos, San Francisco, San Luis, San Rafael y San Vicente.

La calidad de vida de la población se ve afectada por condiciones de pobreza, establecidas a partir de la


relación de necesidades básicas insatisfechas, para el año de 1.993 el Oriente Antioqueño poseía un índice
de 38.30%; en tanto que el Departamento contaba con el 31.70% y el País con el 37.2%. Se encontraba
entonces el Oriente Antioqueño, levemente por encima del indicador nacional y fuertemente alto con
respecto al departamental. (Plan Estratégico de Antioquia, PLANEA, 1.999).

El Oriente Antioqueño se destaca por su riqueza en recursos naturales, por las actividades económicas
industriales que se desarrollan allí, los servicios de apoyo a la producción, su potencial turístico, la presión
para el desarrollo inmobiliario, entre otras.

De los 23 municipios Sonsón es el de mayor extensión con 1.323 km2, le sigue San Carlos con 702 km2,
Guatape es el mas pequeño con 69 km2. Mas del 39% de los municipios, o sea 9 municipalidades, poseen
entre 115 y 198 km2 en extensión, Ver numeral 3, Generalidades de la subregión.

La subregión posee 31 corregimientos, San Vicente es el que mas tiene con 11, le sigue San Luis con 5; 11
de los 23 municipios no poseen corregimientos, Ver numeral 3, Generalidades de la subregión.

La subregión del Oriente Antioqueño esta conformada por 948 veredas, por su extensión Sonsón es el
municipio que mas posee, 95 en total y Guatape el de menos con 8 veredas.

El municipio mas alejado por vía terrestre a Medellín es Argelia con 146 kms, le sigue Nariño con 143 kms, y
el mas cercano es Guarne a 24 kms de distancia.

Del 100% de su territorio cerca del 40% tienen una aptitud forestal, 30% bosques y 30% aptitud
agropecuaria (Plan de Gestión Ambiental, CORNARE, 1.998).

La subregión se comporta como una despensa agrícola para el Valle de Aburrá, según datos estadísticos del
Departamento de Antioquia (1.995), el Oriente aportó 228.300 toneladas - año que contrastan con 34.000 del
Suroeste, 20.000 del Occidente y 86.000 del altiplano de San Pedro.
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En buena parte del Oriente Antioqueño se da la mayor producción de hortalizas, papa, maíz y fríjol, con un
nivel alto de tecnificación. La producción lechera, que es una de las principales fuentes de empleo abarca los
municipios de La Unión, La Ceja y Rionegro. En la zona donde se ubican los Embalses y en la Vertiente del
Magdalena Medio hay producción de café, plátano, caña y yuca. El recurso minero se explota básicamente
en Alejandría y Concepción (Plan de Gestión Ambiental, CORNARE, 1.998).

La subregión esta subdividida en cuatro zonas o unidades que se caracterizan en forma general así:

El Altiplano o Valles de San Nicolás, articulado a la dinámica de expansión del valle de Aburrá como centro
complementario de desarrollo, presenta requerimientos de expansión por su oferta de recursos naturales,
calidad paisajista y oferta de infraestructura, lo cual esta generando impactos negativos urbanísticos y
ambientales. La cercanía al área metropolitana le permite un intercambio constante de servicios y
productos, beneficiándose mutuamente la población.

Los Embalses o zona de Aguas relacionada con el desarrollo del sector hidroeléctrico y turístico, también
esta vinculada por medio de algunos de sus municipios a la dinámica metropolitana.

De otro lado y con una influencia supradepartamental aparece la zona de Los Bosques Húmedos Tropicales,
con una posición estratégica para contribuir a la recuperación del Magdalena Medio.

Por ultimo la zona Páramo como vinculo, también supradepartamental, a los procesos de desarrollo de la
zona cafetera del Arma y la Dorada en Caldas.

En síntesis se destacan diversos aspectos positivos al desarrollo subregional así: En lo físico natural, la
diversidad climática, los recursos naturales y los ecosistemas estratégicos; en lo físico artificial, la
infraestructura de apoyo a la producción y comercialización (Aeropuerto, Zona Franca, servicios financieros,
alta densidad vial, generación de energía); Alta cobertura de servicios públicos en el Altiplano; Diversidad de
actividades productivas (industria, agroindustria, agricultura, ganadería de leche, porcicultura, minería no
metálica); comercio y servicios; variedad de productos exportables.

En lo cívico se resalta la presencia de solidaridades y afinidades de una tradición histórica cultural; buenos
niveles de emprendimiento, tradición comercial, experiencia en planeación concertada y participativa,
existencia de un alto numero de instituciones y organizaciones sociales y ciudadanas, disposición pública y
privada para trabajar por la educación.

En lo humano se destaca una gran proporción de población joven (44%), presencia de gran número de
instituciones de educación superior, aumento de las de educación básica, media y técnica, desarrollo de
proyectos educativos alternativos y experiencias en salud preventiva.

En lo social e institucional son representativos las estructuras administrativas del Altiplano, los liderazgos
institucionales, gremiales y sociales, las instancias de apoyo a la gestión local y subregional, los medios de
información y los procesos para la gestión colectiva del conflicto y la paz.

Se destacan también limitaciones al desarrollo como por ejemplo: El desequilibrado e inequitativo desarrollo
local y subregional sobre todo del Altiplano con respecto a las demás zonas; Degradación y agotamiento de
la base de recursos naturales; Desarrollo histórico subregional orientado por agentes externos y
condicionado con criterios físicos – técnicos; Acelerado y poco planificado crecimiento poblacional urbano y
del centro de la zona del Altiplano; Debilitamiento y decaimiento de los sectores productivos; Base social con
bajos niveles de preparación para afrontar los retos de desarrollo actuales y futuros; Deficiencias en el
ejercicio de la gestión pública para el desarrollo local y subregional, al cual se asocian las deficiencias en el
ejercicio de la participación política local y subregional, mínima articulación de comunidades y actores
sociales a nivel zonal y subregional y debilidades en la gestión administrativa; Transito y transformaciones
culturales en los procesos de modernización local y subregional poco valorados, interpretados y asimilados;
Sistema educativo poco articulado a las dinámicas del desarrollo subregional.
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Así entonces las condiciones generales de la subregión generan factores de competitividad hacia el mundo
de la globalización, Tiene también ventajas comparativas de localización y biodiversidad, las cuales se
pueden fortalecer y explotar con proyectos de diversa índole.

No obstante las condiciones actuales desfavorables, que contrastan con lo anterior, como un índice de
desempleo por los lados del 40%, uno de los más altos del país; un nivel de indigencia del 15%; un nivel de
escolaridad del 24%; el conflicto armado que afecta la economía de los municipios y el libre transito por la
autopista Medellín – Bogotá; además la inversión municipal no crece, ha bajado también la creación de
empresas y los proyectos de inversión privada están suspendidos o descartados (Cámara de Comercio del
Oriente, Asamblea Confecamaras, 2.002), se observa un gran y diverso potencial en la subregión, por lo cual
se debe propender por la solución pacifica del conflicto, la generación de empleo, la inversión pública y
privada en un territorio en medio de una articulación intra, entre sus zonas, y con sus fronteras, para
fortalecerse como punto estratégico y complementario, con las restantes subregiones, para alcanzar un
desarrollo departamental equilibrado y equitativo.
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2. ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA SUBREGION


(Plan Decenal de Inserción de la Universidad de Antioquia en las Regiones 2.001 – 2.010, 2.001).

Se parte de una concepción de subregión en la que no sólo se reconocen las características físico -
naturales o condiciones materiales, sino también, la apropiación que la comunidad ha hecho de este
territorio. Se pretende dar cuenta de los variados y fluctuantes procesos que han venido redefiniendo o
reconfigurando el Oriente Antioqueño.

En la historia de poblamiento puede señalarse varios momentos específicos de especial significación en las
actuales dinámicas de configuración subregional desde el punto de vista social, económico, político, cultural
y ambiental. Un primer momento considera el período comprendido entre los siglos XVII y XIX, resaltando
como elementos fundamentales el surgimiento y consolidación de algunas localidades y de la subregión, la
aparición del Oriente Antioqueño en el escenario económico departamental y nacional y su papel en la
dinámica político - administrativa nacional de la época. El segundo momento hace referencia al período
comprendido entre las primeras décadas y mediados del siglo XX, considerando como asuntos centrales el
decaimiento económico y el nuevo papel de una elite que se empieza a consolidar en el período
inmediatamente anterior. En el tercero y último período se pretende contextualizar la dinámica entre
mediados y las postrimerías del siglo XX, llamando la atención sobre lo que podríamos denominar un
segundo auge económico, producto de los procesos de industrialización y ¨modernización¨ recientes,
resaltando su relación y significado con las características más importantes que adquiere el contexto
regional actual.

2.1 La aparición del Oriente Antioqeño en el contexto departamental

2.1.1 Minería, producción agrícola, comercio y colonización: bases de la activación económica del
Oriente.

Existe consenso entre los principales historiadores que han investigado los procesos de configuración de la
identidad antioqueña en el hecho de que el actual Oriente Antioqueño se vinculó muy tempranamente, desde
la Colonia, a la dinámica expansiva de la economía antioqueña, en particular desde comienzos del siglo
XVII. Debe destacarse, sin embargo, que esta activación obedece más a unos requerimientos externos que
a una dinámica propia que hubiera tenido la subregión en formación desde tiempo atrás.

Algunos parajes del Oriente empiezan a aparecer en la escena económica de explotación minera, en
especial durante el período de crisis que afectó a los territorios tradicionalmente productores de oro de Santa
Fé de Antioquia, Cáceres y Zaragoza, lo que motivó a algunos acaudalados vecinos de estas localidades a
buscar nuevos frentes de explotación. Víctor Álvarez afirma que ya a mediados del siglo XVII trabajaban en
Guarne, en la quebrada de La Mosca, en Rionegro y en Piedras Blancas, varias cuadrillas de mineros
esclavos en la explotación del oro. Álvarez, también señala que “después de 1.660 en Concepción y Santo
Domingo, así como en el curso medio de los ríos Porce y Nare laboraron extrayendo el mineral los esclavos
de Juan García de Ordaz, Laureano Piedrahita y Pedro de la Serna Palacio (...)” (Víctor Álvarez, 1.988).

No obstante el aporte de estos nuevos puntos de explotación minera en el Oriente Antioqueño, el siglo XVII
se caracterizó por una disminución en la producción aurífera. Este hecho propició que muchos de los
grandes propietarios de la época procedieran a diversificar sus inversiones, constituyendo grandes
haciendas, en las cuales “la cría de ganado y los cultivos de caña, maíz y plátano contribuían a abaratar los
costos en el mantenimiento de la población esclava”. En el Oriente Antioqueño“con eje principal en
Rionegro, Guarne y Marinilla se empezó a presentar la explotación agraria casi siempre vinculada a las
explotaciones mineras que los propietarios poseían en la misma zona (...)” (Víctor Álvarez 1.988).

Asociado también a la crisis minera, los propietarios de minas de la subregión empezaron luego a orientar
sus inversiones hacia lucrativas actividades comerciales que vinculaban las zonas mineras de Antioquia con
otros mercados supradepartamentales y en gran medida, con mercados internacionales, para la importación
de mercancías de lujo. Según Álvarez, “hacerse comerciante significó para muchos de ellos no sólo
encontrar un nuevo frente de inversión sino principalmente ejercer un mayor control sobre el movimiento de
precios y disminuir así el impacto de éstos en la rentabilidad de las minas” (Víctor Álvarez 1.988).
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De esta manera, adquirió gran importancia la construcción de la ruta comercial que unía a Medellín con el
Río Magdalena, y se empieza a posicionar Rionegro como un eje articulador de diversas actividades
productivas y comerciales. Es así como en “1.779 se había ordenado la construcción de un camino directo a
Rionegro, este iba de la bodega de Palaguas a través de San Carlos, Marinilla y Rionegro, era más corto y
seguro que el camino de Nare (...) otros caminos coloniales que pasaban por Rionegro eran el de Medellín a
Honda, el de Medellín a Mariquita y el de Medellín a Cartago” (Uribe y Álvarez, 1.987). Casi un siglo
después, en 1.860, se inició la construcción del tradicional camino de Islitas que pasaba por el Peñol y
Guatapé.

Otro aspecto a resaltar por sus connotaciones económicas y políticas, tiene que ver con la temprana
colonización desde Rionegro y Marinilla hacia nuevas fronteras, suscitado por circunstancias diversas como
la crisis minera del siglo XVII, los anhelos de expansión territorial de élites locales y el creciente número de
población mestiza y esclava flotante. Según Roberto Luis Jaramillo hacia el año 1.787 algunos vecinos de la
nueva ciudad de Rionegro y de Marinilla, amén de un gran número de “pobres desvalidos”, “optaron
espontáneamente por retirarse a las montañas de Sonsón, más al sur, y exploraron las tierras cálidas del río
Arma, cercanas a la derruida ciudad de ese nombre”. Se sabe así mismo que campesinos de Marinilla
pidieron la concesión de “mercedes de tierra” hacia el oriente, “buscando el beneficio del camino a Nare”
(Jaramillo, 1.988).

Estas dos vertientes de colonización marcan un hito importante en el proceso de ampliación de la frontera
agrícola de la subregión, al integrarse los territorios de los municipios de Sonsón (1.800) y de Abejorral
(1.805) en el caso de la primera línea colonizadora y que posteriormente llegaría hasta la fundación de
poblados como Aguadas, Pácora y Manizales; y de localidades existentes desde el siglo XVIII como El Peñol
(1.774, como resguardo indígena), San Carlos (1.786), Granada (1.807) y Guatapé (1.811), en el caso de la
segunda línea. Según el concepto del citado historiador, “la riqueza o la pobreza de las ciudades y villas de
finales del período colonial se proyectó también en las zonas colonizadas por sus vecinos: las colonias de
los rionegreros y medellinenses fueron más dinámicas y ricas que las de los vecinos de Marinilla y Antioquia”
(Jaramillo, 1.988).

De este proceso se derivaría la consolidación de Rionegro como centro estructurante del poder político,
preponderancia que le significaría desarrollar un papel importante durante la Independencia y durante el
período radical liberal de gobiernos federalistas. De igual manera, es precisamente durante esta misma
época que se empieza a prefigurar la importancia de localidades como Marinilla y Sonsón en el ámbito
económico y político de la subregión.

Lo anterior permite entender la forma como la subregión adquirió rápidamente unos perfiles de
especialización económica que incidieron para que el Oriente Antioqueño fuera clave en el desarrollo
antioqueño durante los siglos XVIII y XIX, y permitieron a su vez, la generación de diversas elites que
ejercían una notable hegemonía sobre los territorios y caminos que entrelazaban el próspero circuito
económico. Una vez establecidas las redes de poder en lo económico, su injerencia se tradujo en redes de
poder local que luego adquieren expresión política.

2.1.2 La política: poder subregional y surgimiento de localismos

En este mismo período y asociado a la progresiva expansión de las actividades económicas, algunas
localidades aparecen y empiezan a consolidarse en el escenario político-administrativo departamental y
nacional. En 1.793 La Corona española le reconoce a Rionegro el estatus de ciudad. Fueron los intereses
económicos —posesión de tierras de blancos acaudalados y facilidades para el transporte de mercancías—
los que permitieron que Rionegro cobrara preeminencia en el contexto subregional a finales del siglo XVIII,
incluso poniendo en cuestión el peso político de la tradicional capital provincial de Santa Fé de Antioquia
(Patiño. 1.988).

Durante la dictadura de Juan del Corral en 1.813, Rionegro adquirió transitoriamente, hasta el año de 1.825,
el título de capital de la provincia antioqueña mientras Marinilla y Medellín fueron ascendidas al rango de
ciudades. En 1.851, durante los agitados años del liberalismo radical, Rionegro es nuevamente ascendida a
capital provincial. En efecto, por intereses de tipo electoral, Antioquia —con un evidente predominio del
naciente partido conservador— fue divida en tres provincias: Medellín, Córdoba, con su capital en Rionegro,
17

y Antioquia, con su capital en Santa Fé. Luego en 1.863 Rionegro fue sede de los constitucionalistas que
dieron vida a la constitución de los Estados Unidos de Colombia.

Pero la preponderancia de Rionegro en el contexto de la política subregional fue puesta en cuestión por los
vecinos de Marinilla hacia finales de la segunda década del siglo XIX. La polarización política que se vivió a
partir de las escaramuzas emancipadoras dirigidas por el general José María Córdova en contra de las
pretensiones dictatoriales del libertador Simón Bolívar, y que posteriormente se agudizarán aún más por la
posición política y la participación militar en la Guerra de los Supremos, incidirán de manera definitiva no
sólo para la diferenciación política en el Oriente Antioqueño, sino además en el resto del departamento.
Podría afirmarse además que el antagonismo de los localismos en Oriente tiene en gran medida explicación
a partir de esta radicalización en los imaginarios de sus habitantes y facilitará, sin duda, el arraigo de los
partidos políticos tradicionales y su estigmatización sectaria.

De la anterior situación se vuelve rutinaria la manifestación de “celos locales” entre Marinilla y Rionegro, que
según Lucelly Villegas, expresaban intereses de dos grupos de elites bien diferenciadas que luchaban por
mantener la hegemonía en la subregión. “Se presentaban conflictos al concedérsele a uno de estos dos
lugares la cabecera unificada de varios municipios y al otorgarle al grupo social allí residenciado el control
político sobre el resto de la región (...). En 1.851 Rionegro es elevado a la categoría de capital en desmedro
de Marinilla. Cinco años después hay división de las dos poblaciones con la creación de dos departamentos.
Luego en 1.862 Mosquera divide el municipio conservador de Marinilla adjudicándolo a Rionegro y creando
una nueva cabecera, El Peñol. Pero con el triunfo de los conservadores en 1.864, Rionegro se vio sujeta a
Marinilla y más tarde con el triunfo liberal, Marinilla vuelve a depender de Rionegro” (CENICS-Cornare.
1.988).

En otra de las tantas divisiones y reasignaciones jurisdiccionales, en el año 1.885 se crea el Departamento
de Oriente, teniendo como capital nuevamente a Rionegro. Es interesante constatar la aparición desde
entonces de ciertas localidades, que hasta hoy siguen inscritas en la subregión. Tal es el caso de los
entonces distritos de Abejorral, La Ceja, Cocorná, Concepción, Guarne, Guatapé, Marinilla, El Peñol, El
Retiro, Rionegro, San Carlos, San Luis, San Rafael, El Santuario, San Vicente, Sonsón, Nariño, La Unión y
Vahos (Granada), junto con otros distritos que hoy en día pertenecen a otras subregiones —caso de Nare,
Santa Bárbara y Sabaletas—, así como otros desaparecidos —caso de Canoas (Jordán) y Sitio Viejo—
(CENICS-Cornare. 1.988).

Las pugnas políticas entre Rionegro y Marinilla pasaron a un segundo plano a finales del siglo XIX. La
consolidación de Medellín como capital política departamental, y reforzada aún más con la política centralista
instaurada por la Constitución del año 1886, junto con el desarrollo de la industria, el comercio y el sector
financiero concentrado en el Valle de Aburrá a partir de ese mismo período, explican en gran medida un
relegamiento progresivo de la subregión comparativamente con lo que hasta ese momento había significado.
Por otra parte, el despegue de la economía cafetera en la región del Suroeste y el Viejo Caldas, cuya
producción se procesaba en las florecientes trilladoras de Medellín, contribuyó en gran medida al paulatino
desplazamiento del Oriente a un segundo plano. Pero sobre todos los anteriores aspectos incidiría el
aislamiento de los municipios de los grandes proyectos viales que desde esta misma época se gestaban con
la intención de unir a Medellín con las vías de acceso a la economía internacional y con un incipiente
mercado nacional.

Además, en la búsqueda de desarrollar un sistema de administración pública más moderno, centralizado


desde las instancias de la Gobernación, muchas de las obras de gran envergadura en materia
infraestructural fueron realizadas por la administración departamental, lo cual, según Mary Roldán, “redujo la
influencia ejercida por otros municipios en la determinación de la política regional” (Roldán. 1.988).

2.1.3 Sociedades: identidades, exclusiones y migraciones

El análisis de los aspectos económicos y políticos permite configurar una serie de rasgos históricos claves
en la definición de la identidad subregional, rasgos que a su vez inciden en procesos sociales de mayor
envergadura.
18

Desde los inicios de la producción minera, el oriente adquirió una clara connotación triétnica —blancos,
indígenas y negros—, sobre la cual se estructuró un rápido proceso de mestizaje de la población allí
asentada. Claro está que se presentan significativas diferencias: Rionegro se reconoce, en razón de su
mayor productividad minera, como un poblado en el que tuvieron mayor influencia la población negra y
mulata, en contraposición a Marinilla, de economía más agrícola, donde predominaron los blancos y los
mestizos. Como se señalaba anteriormente los antagonismos políticos del siglo XIX entre Rionegro y
Marinilla se verán matizados por las estigmatizaciones étnicas entre unos y otros, que permitía que los
marinillos se sintieran “blancos” y los rionegreros “negros”.

Aunque no existe un consolidado estadístico confiable sobre cifras de crecimiento poblacional en el Oriente
Antioqueño para los siglos XVII, XVIII y mediados del siglo XIX, es factible pensar en un progresivo
crecimiento de la población como se puede deducir de la fundación de pueblos, la mayoría de ellos entre
finales del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. Lo esencial a tener en cuenta de este crecimiento
demográfico, es que la economía de la subregión presentó sucesivos altibajos, especialmente la minera y la
producción agrícola, y con ello se dio la aparición de una numerosa población flotante que conformaría la
base para el contingente que migraría hacia las tierras del Viejo Caldas.

En el oriente antioqueño, al lado de las grandes haciendas localizadas en San Antonio, LLano Grande,
Tablazo, Chachafruto y otros lugares, apareció una numerosa población de negros libres, de mestizos y de
mulatos que constituyeron más del 80% de la población (...). Los mestizos y mulatos no contaron con las
condiciones económicas que les permitieran explotar la tierra y tener un nivel de vida semejante al de los
blancos, grandes y medianos propietarios. (...) A finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, la escasez
de la tierra, el aumento de la población libre y la necesidad de autoabastecimiento obligó a la población a
desplazarse y colonizar lugares más alejados de los centros urbanos (Cornare-INER, 1.987).

A partir de dicha expansión territorial se empiezan a configurar tipologías de las localidades en Oriente
Antioqueño que abarcan aspectos diversos de tipo económico, político y cultural. Así es fácil identificar
pueblos de gran tradición como Rionegro, que por su innegable liderazgo en la subregión y como eje
comercial, adquiere la connotación de ciudad intermedia; Marinilla que comparte rasgos de economía
campesina con una identidad política de pueblo histórico tradicional; Sonsón como pueblo colonizador —e
incluso a finales del siglo XIX y comienzos del XX adquiere un significativo desarrollo industrial, que le
confieren hacia el decenio de 1.920 características de una verdadera ciudad, pero que luego se vendrá a
menos en los decenios de 1.930 y 1.940 con el auge industrial de Medellín—, así como un gran número de
aldeas campesinas y zonas cuya colonización data del siglo pasado, como Granada, El Peñol y Guatapé.
Debe recordarse que hacia el año 1.860 se construyó el camino de Islitas, que fue por “largos años la
principal vía de comunicación de Antioquia con el exterior, prácticamente hasta la construcción de
Ferrocarril” (Cornare-INER, 1.987).

La estigmatización racial no generó mayores problemas sobre el orden social establecido ni durante finales
de la colonia ni tampoco a lo largo del siglo XIX. La empresa colonizadora del Oriente antioqueño, en todas
sus ramificaciones hacia el sur, el Oriente Antioqueño y posteriormente hacia el Magdalena Medio, no estuvo
exenta de los litigios entre los ricos poseedores de grandes extensiones territoriales. Sin embargo, el ethos
sociocultural de la elite antioqueña predominaba como factor de cohesión social, apoyado irrestrictamente
por la iglesia católica.

Esta organización permaneció más o menos estable, luego del dinámico proceso de colonización hasta
inicios del siglo XX, cuando por efectos de la industrialización de Medellín y de los municipios vecinos del
Valle de Aburrá, se presentó un desplazamiento de la fuerza de trabajo hacia estos y un estancamiento en la
incipiente industria local.

Hacia finales del siglo XIX, la dinámica económica también decayó sustancialmente a causa del
marginamiento frente a los grandes proyectos de inversión infraestructural que por ese entonces se
realizaban en el departamento, con miras a mejorar las vías comerciales de exportación del café y de
importación de diversas mercancías extranjeras a través del Ferrocarril de Antioquia.
19

2.2 Decadencia económica, marginamiento político y migración social del Oriente antioqueño.

El desplazamiento del Oriente de los principales circuitos comerciales del departamento a raíz del trazado de
nuevas vías por fuera de sus límites territoriales, la concentración de las actividades económicas —industria,
comercio y un naciente sector de servicios— en Medellín, así como de los poderes político administrativos
de carácter departamental, ocasionaron un evidente relegamiento de la subregión.

En efecto, el diseño y construcción de proyectos como el del Ferrocarril de Antioquia (a finales del siglo XIX)
y la construcción de la Carretera al Mar y la Carretera a la Costa, a partir de la tercera década del siglo XX,
fueron causa directa de la exclusión en materia de desarrollo y de crecimiento económico que habían
alcanzado muchos municipios.

Este proceso de transición es analizado por María Teresa Uribe, al observar como las elites del
Departamento pasan de un modelo “mercantil especulativo multicéntrico” que abarcaba a las regiones
tradicionales de Antioquia desde la Colonia, a un modelo “industrial concéntrico”, que se circunscribe
esencialmente en torno a Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Uribe. 1.989-1.990).

La centralidad política de Medellín, conllevó al ejercicio de una clara hegemonía de la capital con respecto a
la provincia. De hecho, a partir de finales del siglo XIX y durante gran parte del siglo XX, se observa en el
Oriente Antioqueño una tendencia que es general en el ámbito de la política municipal del país, como es el
hecho de que los municipios se piensen más en función de los “centros de decisión política y económica”,
debilitando de paso los tradicionales nexos entre localidades vecinas. El nuevo ámbito de figuración en la
política de la época y que se extiende hasta la actualidad, es el cacicazgo departamental, pero soportado
sobre redes de lealtades clientelistas locales.

La migración de la población, de todas las condiciones sociales, es otro aspecto que modifica el paisaje
humano de la subregión. La cercanía con el Valle de Aburrá contribuye a esto de un modo evidente.
También se menciona el hecho de que a partir de la puesta en marcha del tranvía eléctrico en Medellín en el
año 1921 la comunicación de poblaciones aledañas del Oriente a la capital, como Guarne, Rionegro,
Marinilla, El Carmen, etc., se facilitó mucho más propiciando una migración masiva, en especial hacia los
nacientes barrios populares sobre las laderas del nororiente de Medellín.

Un hecho que repercutió, tanto por aspectos demográficos como socioeconómicos y políticos, fue la oferta
en educación básica secundaria y universitaria que para ese entonces existía en Medellín. Sectores de la
elite se desplazan hacia la capital, en busca de la oferta de servicios “modernos” que ofrecía la ciudad
(también se pueden incluir en esta lista, además de la educación, el acceso a transportes públicos masivos,
servicios públicos de acueducto, alcantarillado, luz eléctrica, teléfonos, etc., que estaban a cargo de la
Empresa de Servicios Públicos Municipales).

Una de las inmediatas consecuencias generadas a partir de esto, es el evidente vacío que dejaron muchas
de las familias de elite radicadas durante más de dos siglos en las localidades del Oriente Antioqueño. Es
factible pensar que esta búsqueda de reconocimiento social ante la burguesía comercial e industrial de
Medellín, determinara una relación jerárquica de nuevo cuño en relación con la sociedad local “rural” de
donde habían venido. El nuevo modelo que impera a partir de entonces es el de exclusión frente a ciertos
círculos y espacios sociales tradicionales. Por otro lado, la relación de estas elites recién “modernizadas”
frente a muchos de los problemas sociales de sus localidades varía en función de un asistencialismo muy
parecido al que ejercía la elite medellinense de la primera mitad de siglo, sobre todo a través de la Sociedad
de Mejoras Públicas. No en vano, en muchos municipios del Oriente Antioqueño se crearon varias
instituciones caritativas de este tipo. Definitivamente la mirada y la valoración sobre lo local e incluso lo
subregional se empezarían a modificar profundamente. El sentido de arraigo se matiza con una nueva
valoración de tipo etnocéntrico, en el que se piensa a la localidad desde su atraso y su marginamiento del
progreso y la modernización, con todas las connotaciones y estigmatizaciones sociales (e incluso raciales)
que esto conlleva. Aparece la noción del pueblo como algo inculto o incivilizado.

Un caso por destacar, sin embargo, es el período de auge industrial que conocieron algunas localidades del
Oriente Antioqueño desde finales del Siglo XIX y durante las primeras décadas del XX, en particular desde
los años posteriores a la Guerra de los Mil Días, con las políticas de incentivos y proteccionismo
20

desarrolladas durante el gobierno del General Rafael Reyes hasta el período de la primera Guerra Mundial y
la Depresión de los años 30. En Sonsón se dio desde finales del siglo XIX un proceso de temprana
industrialización, especial en el sector textil y de alimentos. Para ese entonces, a pesar de que ya se había
iniciado la construcción del Ferrocarril, Sonsón estaba situado estratégicamente en relación con el Río
Magdalena por donde llegaba un gran número de mercancías del extranjero, entre ellas la maquinaria
industrial.

Debe recordarse el importante lugar que desempeñó Sonsón como zona de tránsito para la colonización del
Viejo Caldas.

En efecto, Sonsón para el año de 1900 contaba con 25 mil habitantes, una agricultura en expansión, gremios
de artesanos, un banco de crédito, gran número de cafetales, tres capillas católicas, comercio activo, varios
colegios de ambos sexos, una fábrica de tejidos, un hospital de caridad, imprenta, varios ingenios para el
aprovechamiento de la caña de azúcar, matadero público, minas de oro y plata riquísimas, molinos de trigo,
museo histórico y de curiosidades naturales, sala de teatro, dos plazas y una plazoleta, salinas y muchos
tejares para la construcción de viviendas (CENICS-Cornare. 1.988). Sonsón daba muestras de convertirse
en una ciudad. Sin embargo hacia el decenio de 1.930 este vigoroso desarrollo económico empieza a ceder
ante las innegables ventajas que le empezó a ofrecer a la industria radicada en el Valle de Aburrá el
Ferrocarril de Antioquia. Muchos de los empresarios de esta zona del lejano suroriente antioqueño
desplazaron sus inversiones y proyectos hacia Medellín.

En años posteriores, durante el período conocido como La Violencia, se reviven las luchas sectarias entre
Rionegro y Marinilla y, aunque en menor escala, se siente el impacto de los conflictos que se presentaron en
otras partes del país. La mayoría de los municipios experimentan acelerados procesos de migración,
tensiones entre modelos de sociedad tradicional (con profundo carácter católico), clientelismo político y
búsqueda de acceso a bienes de la modernización (vías, servicios de energía eléctrica y telefonía, etc.).

Caracterizan entonces el final de este período y el comienzo del próximo, las migraciones masivas hacia la
capital antioqueña; el inicio de la descampenización y secularización de las formas de control social
tradicional, como la que ejercían la iglesia y los partidos políticos tradicionales; transformaciones en medio
de resistencias por parte de algunos sectores con tradiciones arraigadas ante la modernización proveniente
de la capital antioqueña; y el bajo perfil de las autoridades locales que se mostraron faltas de liderazgo ante
los nuevos procesos de transición de la ciudad al campo.

2.3 Re-integración del Oriente Antioqueño a la dinámica del desarrollo departamental

Esta es una etapa clave en la nueva proyección del oriente antioqueño como eje básico de los proyectos de
desarrollo del departamento. La configuración subregional soporta el influjo de grandes transformaciones,
asociadas principalmente a los siguientes hechos:

Desde 1.955, con la construcción de la carretera de Las Palmas, se mejoraron las condiciones de
comunicación con Medellín y el Oriente Antioqueño fue nuevamente sitio de paso hacia Bogotá, por la
carretera Medellín-La Ceja-Sonsón-Dorada. También desde 1.957 se había iniciado la construcción de la
autopista Medellín-Bogotá, y en pocos años se logró poner en servicio el tramo Medellín-El Santuario, con lo
que las distancias entre Medellín y los municipios del Altiplano se redujeron significativamente.

La cercanía del Oriente Antioqueño con Medellín, la disponibilidad de mano de obra, materias primas y
recursos naturales baratos, terrenos adecuados y el ser un centro ubicado entre los mercados de Bogotá y
Medellín, motivan a la elite empresarial de Medellín a proyectar su expansión hacia la subregión. Después
de 1.960 se observa un “despegue” de la industria en Oriente antioqueño, con empresas como:

Textiles Córdoba, Riotex, Papeles Suaves, La Nacional de Chocolates, Imusa, Pepalfa, Coltepunto,
Confitexa, Textiles Rionegro, Confecciones Wrangler, Calzado Brands, Cerámica Devita, Plante de Asfalto,
Fundiciones de Oriente, Agafano, Promacol, Muñecas Lermar, Procaucho, Disproquil, Andercol. Más
recientemente, se han instalado en la subregión hacia la zona de Bosques, algunas compañías de
cementos.
21

La construcción de grandes proyectos hidroeléctricos en la zona de embalses también conocido como el


corazón eléctrico del país: El Peñol-Guatapé, Playas, Santa Rita, Punchiná, San Lorenzo y Calderas.

La construcción hacia mediados del decenio de 1.980 del Aeropuerto Internacional José María Córdova.

El dinamismo que le inyectó a la subregión la comunicación vial y la finalización de la autopista Medellín-


Bogotá a finales del decenio de 1.970, permitio que sectores socioeconómicos alto y medio residentes en el
Valle de Aburrá adquirieran casa de campo para descanso y recreo, factor que dinamizó a su vez, la
demanda por bienes y servicios propios de la urbanización.

El auge de las economías ilícitas (narcotráfico y lavado de dólares) y la compra de tierras con dichos
capitales en el Oriente Cercano, incidiendo en el incremento sustancial del valor de la propiedad territorial,
en el cambio de usos del suelo y en la descampesinización.

El desarrollo del sector turístico en la subregión asociado al potencial de recursos naturales y a las
inversiones en infraestructura vial, hidroeléctrica y de servicios. Desde la época de los tradicionales paseos
de los decenios de 1.970 y 1.980 de la Vuelta a Oriente, que permitieron destacar la belleza paisajística, la
actividad turística se ha incrementado. Hoy en día el inventario turístico abarca el patrimonio físico ambiental
(zona de los embalses, aguas cristalinas de municipios como San Carlos, San Rafael, Cocorná, San
Francisco, valoración de la riqueza en biodiversidad de la zona de Páramo entre Sonsón, Argelia y Nariño)
así como el patrimonio cultural propio de las tradiciones de la cultura paisa, incorporando a la “industria sin
chimeneas” (como se suele denominar al turismo) como otro factor de desarrollo para la subregión. 2

Recientemente, la subregión ha sido vinculada a los proyectos de Visión Antioquia Siglo XXI, en el marco de
la proyección del Departamento Antioqueño como “la mejor esquina de América”. Proyectos como la Zona
Franca y otros como la doble calzada Medellín - Santuario, el Parque Tecnológico de Antioquia, y otros
como el Túnel del Oriente, demuestran la ubicación estratégica de la subregión y la encaminan de cara a los
procesos de competitividad y globalización de la economía. Al ser ubicada como eje básico para el Plan Vial
de la Apertura - mediante la construcción de troncales que unirán el centro del país con puertos en el
Atlántico y el Pacífico, así como la troncal que unirá al pacífico colombiano con la frontera en Venezuela,
amén de los ya referidos proyectos de hidroeléctricas, el oriente adquiere connotación nacional. 3

En este propósito se definió por diferentes sectores productivos y gremiales una visión conjunta acerca del
desarrollo con el énfasis en el campo de la educación, concretamente en el diseño de un proyecto conjunto
de subregión educada y educadora, que apenas empieza a ser pensado y aplicado en el ámbito local.

2
Aunque la agudización del conflicto armado durante los últimos siete años ha ocasionado una merma
significativa en el flujo de turistas, lo que tiene al borde del colapso económico a algunas de estas
localidades que abandonaron su vocación productiva hacia el campo por efecto de la construcción del
embalse sobre los terrenos más fértiles y ahora casi que dependen exclusivamente del turismo y sus
actividades derivadas.
3
. Algunos grupos y gremios dirigentes han entrado en una interesante pugna política para definir un modelo
de desarrollo territorial para la subregión, pero que revela, en última instancia, la continuidad de las
rivalidades por intereses localistas. Desde Medellín, con el Plan Estratégico se visionó al Oriente Antioqueño
como la continuidad del Área Metropolitana, bajo la figura de Ciudad - Región. En contraposición algunos
sectores políticos, apoyados por representantes de las elites tradicionales, asentadas especialmente en
Rionegro, han propuesto la figura de una nueva Área Metropolitana, pero teniendo como centralidad al
mismo Rionegro. Últimamente ha entrado a terciar una nueva figura, que es la propuesta por Marinilla, de
Provincia, la cual cuenta con el apoyo de muchas localidades del Altiplano, ya que no habría una centralidad
específica y primarían más las relaciones de tipo horizontal, tanto para la planificación, como para la
ejecución de proyectos y distribución e inversión de recursos. ¿Qué pensar de Sonsón, con toda su tradición
histórica, que no se reconoce como perteneciente al Oriente Antioqueño, sino que propone la creación de
una nueva subregión en el departamento, a saber, el Suroriente antioqueño, en la cual este municipio
desarrollaría la figura de centralidad? Esto sin contar que algunos sectores de Abejorral no se sienten
pertenecientes ni representados en cualquier proyecto subregional que los subyugue ante Sonsón y más
bien asociado a la dinámica del Suroeste.
22

Sin embargo frente a todo el potencial de recursos y de dinámicas interinstitucionales, también se observa
un marcado desequilibrio en las lógicas y en los procesos con los que se ha pensado y llevado a cabo la
reinserción económica del Oriente Antioqueño a la dinámica general de desarrollo del departamento durante
las tres últimas décadas.

2.3.1 Tensiones entre crecimiento económico y desarrollo subregional

Es bastante reiterativo el llamado de atención por parte de algunas de las instituciones y de los actores
sociales que tienen asiento en diferentes localidades acerca de las enormes inequidades y
descompensaciones que ha generado el proceso de crecimiento económico e infraestructural en relación
con el desarrollo social de la población y el deterioro del medio ambiente.

Los proyectos de desarrollo infraestructural que tanto requería la subregión para incorporarse nuevamente a
las tendencias del desarrollo metropolitano del Valle de Aburra y más recientemente, al modelo de desarrollo
impuesto por la apertura económica, han generado una serie de impactos en lo social, económico, político,
cultural y ambiental. La construcción y la puesta en marcha de los grandes proyectos incidió para que en el
contexto del decenio de 1.970, bastante politizado por aquel entonces, emergieran movimientos sociales que
expresaron el descontento de una población que no fue informada sobre los alcances y el impacto de dichos
proyectos.

La expansión ha generado un gran número de conflictos ambientales, como es el caso de la Autopista


Medellín - Bogotá que alteró ecosistemas frágiles a lo largo de su recorrido por el impacto de nuevas formas
de ocupación y presión sobre los recursos naturales, el Aeropuerto José María Córdoba por la ocupación de
1.000 hectáreas afectando áreas de influencia por el ruido y requerimientos de prevención de desastres
aéreos, adicionalmente a los casos anteriores se generó atracción de nuevas formas de ocupación de
actividades complementarias como la Zona Franca, la Base Aérea, la Zona Hotelera y los Servicios
Turísticos; así mismo la construcción y operación de Embalses para la producción y distribución de Energía
cambió los usos del suelo, los sistemas productivos y las relaciones socioculturales de las comunidades, la
expansión Industrial y Agroindustrial y sus demandas sobre los recursos naturales tales como: agua, suelo,
aire y el paisaje.

Este proceso aceleró también, la construcción de viviendas para recreo y residencias, originó el
desplazamiento de la frontera agrícola sobre zonas frágiles deteriorando los recursos naturales y las
condiciones de vida de la población, motivó actividades turísticas con dificultades para ser sostenibles
económica y socialmente, y ejerció una gran presión del suelo para la expansión urbana en las cabeceras
municipales por el crecimiento de actividades económicas.

Otro aspecto importante por señalar es la manera como se empezó a evidenciar una concentración de las
principales actividades económicas y político administrativas en los municipios que hoy conforman la zona
del Altiplano, en detrimento de otras zonas, lo que sin duda constituye otro elemento de desequilibrio
profundo al interior de la subregión. Esto incidiría a su vez para que se gestaran formas de organización
social y política muy diferenciadas en las localidades y zonas. En unos casos se harían más enfática las
estructuras de poder bipartidistas, en otras emergerían formas reaccionarias y conservadoras de control
social frente a los nuevos cambios y en otras surgirían formas alternativas de expresión sociopolítica de tipo
cívico y comunitario, que fueron, sin embargo, absorbidas por las lógicas de la guerra sucia e impunidad que
caracterizó al conflicto armado en el país en los años de transición del decenio de 1.970 al decenio de 1980.

En relación con esta última forma de organización, debe destacarse el hecho de que muy pronto un
importante número de líderes cívicos y comunitarios empezaron a percatarse de los efectos que ya
empezaban a ocasionar la realización de grandes proyectos, como por ejemplo el traslado de los habitantes
de El Peñol de su poblado tradicional hacia nuevas tierras y nuevas casas con un orden espacial totalmente
diferente al de su hábitat anterior. Además la incipiente legislación ambiental de ese entonces no incluía la
participación comunitaria como elemento garante y de legitimidad social para la realización de grandes obras
de desarrollo infraestructural.

Se rescata en los antecedentes “la reunión pionera del municipio de La Ceja en el decenio de 1.970 entre un
grupo de dirigentes del Oriente antioqueño celebrado para proponer soluciones a los impactos de tres
23

grandes macroproyectos: las centrales hidroeléctricas, la autopista Medellín-Santafé de Bogotá y el


aeropuerto José María Córdova” (Cornare. 1.998). El encuentro motivó a sus líderes para iniciar un proceso
de presión ante instituciones gubernamentales, que condujo unos años después a la sanción de la Ley 56 de
1.981 sobre regalías por generación eléctrica. La tendencia en los años siguientes fue hacia la radicalización
de las reivindicaciones. Es así como se gestan paros cívicos y protestas públicas, “como las que se
presentaron en abril de 1.969 en Guatapé, el 5 de marzo de 1.979 en El Peñol, el 20 de febrero de 1.978 en
San Carlos, el 25 de agosto de 1980 en San Rafael, los cuales dieron lugar al Movimiento Cívico de Oriente,
a la Federación Cívica Cultural de Municipios Afectados por el Complejo Hidroeléctrico del Nare y a otras
formas organizativas (...)” (ISA. 1.999).

Otro hecho para destacar actualmente es el marcado contraste entre el Oriente Cercano integrado a las
dinámicas de Medellín y al Valle de Aburra, con los mas altos índices de densidad vial, concentración de
servicios de transporte, educación, salud, acueducto y alcantarillado y el Oriente Lejano donde predominan
unas condiciones de atraso y de aislamiento, y donde la mayor parte del 49% de la población que se
encuentra en estado de pobreza se localiza allí. En términos de desarrollo generalmente se asocia el
Oriente Antioqueño con solo la zona del Altiplano, olvidando los desequilibrios existentes con zonas
extremas como la de Bosques y la de Páramo.

El Oriente Lejano solo empieza a adquirir importancia económica a partir de la década de 1.970 con la
construcción de la autopista Medellín – Bogotá, las represas de San Carlos 1 y 2 de Jaguas y Calderas y la
extensión de líneas de transmisión de energía. Lo paradójico es que estos proyectos se han convertido en
una fuente de conflictos por el atractivo que representan para los actores armados.

La construcción de la autopista atrajo a las personas para localizarse allí, así como la construcción de vías
desde las veredas hacia esta vía, para sacar los productos, la instalación de talleres y restaurantes influyó
para que los campesinos dejaran sus parcelas y probaran suerte como empleados de restaurantes y
mayordomos de fincas, en Cocorna y San Luis, los campesinos abandonaron los cultivos de caña y el
procesamiento de la panela para vincularse como trabajadores de la firmas contratistas de las centrales
hidroeléctricas. La construcción de los embalses de El Peñol, San Lorenzo y Las Playas fue el factor que
introdujo los cambios más profundos en el oriente. (Secretariado Nacional de Pastoral Social, 2.000).
24

3. GENERALIDADES DE LA SUBREGIÓN

La subregión está localizada en el sur oriente del Departamento de Antioquia. Colinda al occidente con el
Valle de Aburrá y al oriente con la llanura aluvial del río Magdalena. Su límite al norte está dado por la
divisoria de aguas de los ríos Nus y Nare. Al sur termina en los límites con el Departamento de Caldas, a lo
largo de los ríos Arma y Samaná. Se encuentra entre los 5º 27’ y 6° 33' de latitud norte y entre 74º 35’ y 75°
36' de longitud al oeste del Meridiano de Greenwich.

La localización del Oriente Antioqueño en el centro de la geografía colombiana, entre el cañón del Cauca, los
corredores de los ríos Magdalena y Medellín-Porce y del Nus, permite aprovechar un territorio de montañas,
lomeríos y valles de la cordillera central que conforma un paisaje de potencialidad diversa entre las llanuras
de estos ríos y los suelos en la cordillera de ocupación andina.

Como se menciono en el capitulo 1, el Oriente Antioqueño es una de las nueve subregiones en que se divide
el Departamento de Antioquia, cuenta con una extensión territorial de 7.021 kms², 55 kms2 de área urbana y
6.966 kms2 rurales, del área total el 22.85% corresponde a pisos térmicos cálidos, el 34.8% a pisos medios,
el 40% a pisos fríos y el 2.35% a páramos. Esta variedad de climas le confiere un valor importante en lo
concerniente a la riqueza y diversidad de recursos naturales y a su alto potencial turístico. es una subregión
heterogénea que se relaciona con el Nordeste y el Magdalena Medio.

Subregiòn del Oriente – Extensión en km2 según pisos térmicos


Área total Cálido % Medio % Frió % Páramo %
Departamento 62.830 35.654 56.8 15.854 25.5 10.302 16.5 606 0.96

Oriente 7.021 1.603 22.85 2.442 34.8 2.812 40.0 164 2.35
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia, 2.000

La Cordillera Central domina integralmente el espacio geográfico, entre los principales accidentes del relieve
se encuentran al sur el Páramo de Sonsón y hacia el norte el amplio Altiplano del Valle de Rionegro y La
Ceja. Uno los principales ramales de la Cordillera se extiende hasta la confluencia de los ríos Cauca y Nechí.
El rasgo principal de la subregión es su heterogeneidad, dada por la amplia gama de alturas, 150 m.s.n.m.
cerca al Río Magdalena y 3.300 m.s.n.m. en Cerro de las Palomas (Sonsón) , y la irregular distribución de
precipitación, con 800 mm/año en el cañón del Río Arma (zona de bosque seco) y 5.000 mm/año en el área
de embalses Peñol - Guatapé, es uno de los sistemas hidrológicos más ricos de la región andina. El relieve
varía desde planicies tropicales, en limites con el magdalena medio, hasta altiplanos fríos, pasando por
largas y empinadas vertientes y siguiendo hasta cumbres muy frías en zonas de páramos.

A los ríos Magdalena y Cauca están asociados grandes sistemas de fallas, el sistema de fallas Romeral de
dirección norte - sur, paralela al río Cauca y el sistema de Palestina, al occidente del Magdalena. La mayor
parte se encuentra sobre rocas ígneas y metamórficas, destacándose las formaciones del batolito
antioqueño y los complejos de mármoles y calizas.

La Subregión se encuentra entre los dos principales ríos de Colombia, el río Magdalena y el río Cauca. La
mayor parte pertenece a la cuenca del río Magdalena, lo que le confiere características de alta precipitación
debido a los accidentes oro -hidrográficos y el cruce de corrientes cálidas y frías, formando el corredor
pluvial del Oriente Antioqueño con valores medios multianuales del orden de 4.000 a 5.000 mm. La mayoría
de los ríos que la recorren alimentan sistemas de embalses en operación o proyectados: Rionegro - Nare,
Samaná Sur, y Buey Arma. Las cuencas de los ríos Samaná Norte y Ríoclaro juegan un papel importante en
el aporte de agua limpia al río Magdalena (Plan de Gestión Ambiental 1.998 - 2.006, CORNARE).

La biodiversidad es el gran patrimonio, que es necesario recuperar, conservar y aprovechar mediante su


uso, ocupación y manejo como recurso natural finito. Esta biodiversidad se encuentra ubicada en los
bosques húmedos y muy húmedos tropicales, área de gran interés donde existen gran variedad de especies.
El Agua, el Suelo, la Flora, la Fauna, el Aire, el Ser Humano, el Territorio y la Ubicación Geográfica , son las
principales fortalezas y sobre las cuales se debe basar la actuación ambiental.
25

Tan diversas condiciones biofísicas en la jurisdicción definen toda una gama de ecosistemas y usos del
suelo. Los cerca al Valle del Magdalena dentro de la subregión, el Altiplano de Rionegro y el Cañón del Río
Arma son las zonas de potencial agrícola, mientras el resto, aproximadamente el 50%, es de aptitud forestal.

El Oriente Antioqueño como subregión ha tenido un papel determinante en el desarrollo del Departamento y
del País, posicionándose como una zona estratégica para el desarrollo. Es un punto de anudamiento del
sistema eléctrico y energético, del sistema vial nacional que articula la capital de la república con las costas
Atlántica y Pacífica, el oriente y el occidente del país y, además, comunica dos de las ciudades más
importantes del centro nacional, Bogotá y Medellín.

Otros elementos que le permiten ser considerada una subregión de importancia estratégica, están
relacionados con el desarrollo urbanístico del Oriente Cercano; la infraestructura de servicios de carácter
subregional y nacional; el abastecer de productos agrícolas y materias primas el Departamento y otras
regiones; sus recursos naturales, y el ofrecer posibilidades de continuar el desarrollo hidroenergético de
Colombia.

Específicamente, la dinámica de urbanización y metropolización del Valle del Aburrá, ha moldeado una
comunidad dependiente de la onda de la expansión de la ocupación y oferta de servicios ambientales del
Oriente de Antioquia al Valle del Aburrá y al resto de Antioquia y departamentos vecinos: Agua, Energía
Hidroeléctrica, Despensa Alimentaria, Insumos para la transformación industrial, Bosque, así como también
recursos promisorios y la estructura del paisaje para la recreación y el turismo.

A pesar de ser el sistema vial y de transporte una de las principales ventajas por la posibilidades de
comunicación que representan para el departamento a nivel nacional e internacional, la subregión, con una
de las densidades mas altas del departamento carece de adecuadas vías de comunicación entre varios de
sus municipios, específicamente los del Oriente Lejano.

La autopista Medellín-Bogotá es la principal vía con que cuenta la subregión, la cual atraviesa todo el
territorio de occidente a oriente. Inicia su recorrido en el municipio de Guarne, pasa por Marinilla, Rionegro,
El Santuario, Cocorná y San Francisco, y termina su recorrido en el municipio de San Luis y, de manera
tangencial, en Sonsón. Es el eje principal del oriente antioqueño y sitio de paso exigido para comunicar el
departamento con la capital del país.

Los indicadores en prestación de servicios públicos, con excepción del acueducto rural, el alcantarillado
urbano y la cobertura residencial de energía, muestran coberturas por debajo de los promedios
departamentales, ver cuadro de indicadores de servicios públicos en el capitulo 4, numeral 4.2,
Infraestructura y Servios. Es de anotar que estos indicadores subregionales esconden desequilibrios entre
los municipios de la zona del Altiplano con respecto a los de Bosques, Embalses y Páramo, y entre las
cabeceras y las zonas rurales (Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de
Antioquia, 2.000).

De otro lado, El deterioro de las condiciones sociales y económicas del país, se ven reflejadas en la
disminución en el nivel de vida de sus habitantes. departamentos como Antioquia, que hasta hace algunos
años lideraba indicadores sociales y económicos, se encuentra hoy atrapado en el bajo crecimiento
económico y el deterioro de aspectos claves de su desarrollo como el empleo, la escolaridad de largo plazo
y el acceso de sus habitantes a una vivienda digna, todo lo anterior agravado por la situación social que
afecta las expectativas de vida de su población, origina redistribuciones o expulsiones poblacionales y se
convierte en uno de los principales obstáculos para la expansión de las oportunidades.

El Oriente Antioqueño presentaba a febrero de 2.001, un total de viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo
no mitigable de 3.149, de las cuales 1.222 eran urbanas y 1.927 rurales. Para un total de 16.579 personas
afectadas, 6.228 urbanas y 10.351 rurales.

En cuanto a la producción agropecuaria, el Oriente Antioqueño es la principal fuente de alimentos básicos


del Departamento con una participación del 60%, es una importante abastecedora de materias primas de
origen minero y forestal para la industria de bienes de consumo corriente (locería, artículos de vidrio,
muebles) y bienes intermedios (cemento, derivados del petróleo y gas, papel, refractarios, pinturas, maderas
26

para la construcción, entre otras). También se viene convirtiendo en sede de producción industrial de bienes
manufacturados y es proveedora de divisas, gracias a las exportaciones tradicionales de flores, textiles y
café. En los últimos años se venía desarrollando con particular intensidad la industria del turismo,
aprovechando los espectaculares paisajes y la amabilidad de sus gentes, situación que se ha reducido
actualmente por los fenómenos de violencia.

En lo que respecta al tema de población, según proyecciones de la Asociación de Municipios del Altiplano —
MASORA—, la subregión contaba, para 1999, con una población total de 591.516 habitantes, dato que
comparado con las proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación para el 2002 de 591.591,
cifras similares, aunque fueron calculadas con varios años de diferencia, lo cual podría explicarse por los
movimientos poblacionales expulsores generados en los últimos años por el fenómeno de la violencia.

Esta población del 2.002, de 591.591 representa el 10.7% de la población proyectada departamental y esta
distribuida así: Altiplano 352.172 (59.53%), Embalses 96.241 (16.27%), Páramo 94.853 (16.83%) y Bosques
48.325 habitantes (8.17%). Las anteriores cifras nos muestran la alta concentración poblacional en la zona
de Altiplano con una densidad promedio de 192.44 hab/km², densidad muy superior al promedio
departamental de 88.03 hab/km2 (Departamento administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de
Antioquia 2.000). En buena parte esta situación está asociada a la movilidad poblacional campo–cabecera, a
la inmigración poblacional procedente de otros municipios de la zona y de otras subregiones y a flujos
migratorios de población que, aunque desarrollan sus actividades en el Valle de Aburrá, tienen su lugar de
habitación en el Altiplano.

Las tasas de crecimiento intercensal en los dos últimos períodos corresponden al 1.77% (entre 1973 y 1985)
y 1.34% (entre 1985 y 1993), alejadas a la del crecimiento departamental (2.08 y 2.41 respectivamente). Un
elemento a tener en cuenta en la composición del crecimiento poblacional, tiene relación con el
envejecimiento de sus habitantes. La subregión presenta la mayor población de tercera edad del
departamento sólo superada por el Valle de Aburrá.

En cuanto a la educación, a 1998 presentaba una tasa de desescolarización global del 23.98%, Tasa
superior al promedio departamental equivalente al 19.31% y que no se corresponde con sus desarrollos
infraestructurales.

Según el censo Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas —DANE— de 1993 el porcentaje de


analfabetismo en la población mayor de 12 años (7.62%) es también superior al promedio departamental
(7.37%). La misma fuente presenta cifras en las que el promedio de años de estudio de la población en el
Oriente Antioqueño (4.29%) es inferior al promedio departamental (5.25%).

La subregión con menor deserción, tanto a nivel urbano como rural son Valle de aburra y el Oriente
Antioqueño con tasas urbanas de 6.75% y 6.67% y rurales de 7.04% y 8.92% respectivamente, (Secretaria
de Educación para la cultura, Estadísticas educativas, 1998). Así mismo las tasas de deserción presescolar
y primaria son menores que las departamentales, pero superiores en el nivel básico secundario y media. El
porcentaje de retención entre 1994 y 1999 en primaria, secundaria y media es superior a los porcentajes
departamentales (Anuario Estadístico de Antioquia 2.000), ver cuadro de indicadores de educación en el
capitulo 4, numeral 4.4,

No obstante, en los últimos años ha venido presentándo la localización de universidades del Valle de Aburrá
y de otras subregiones; este proceso puede ser leído solo como la expansión de una oferta en programas de
profesionalización pues son bajos los niveles de inserción en las dinámicas de desarrollo desde programas
de extensión e investigación. La subregión cuenta con la presencia de las siguientes instituciones de
educación superior: Universidad de Antioquia, EAFIT, Universidad Pontificia Bolivariana, Escuela Superior
de Administración Pública —ESAP—, Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Fundación Universitaria
Luis Amigó, Universidad Católica de Oriente —UCO—, Fundación Universitaria del Oriente, Colegio de Altos
Estudios de Quirama, Servicio Nacional de Enseñanza y Aprendizaje —SENA—, Instituto Tecnológico
Pascual Bravo y Universidad Cooperativa de Colombia, entre otras.

Es importante resaltar, sin embargo, los esfuerzos que se vienen realizando por articular la educación al
desarrollo local y subregional, este segundo en menor medida. En el orden local se destacan el proyecto
27

“Movimiento Niño” en Guatapé que reconceptualiza su propuesta de desarrollo alrededor de la educación y


la cultura como un proceso integral; el proyecto Ciudadela Educativa del Carmen de Viboral, que articula las
distintas organizaciones e instituciones municipales; la Plataforma de Desarrollo Educativo con proyección al
agro de San Vicente; la Propuesta Piloto de Educación a Distancia del municipio de Guarne; y propuestas de
mejoramiento de la educación pedagógica a partir de la implementación de los ciclos complementarios en
las Normales de Sonsón, Marinilla, Rionegro y Abejorral entre otros. Cabe señalar, además, que se
adelantan proyectos como la Universidad Campesina, la Universidad sin Aulas y el fortalecimiento de la
enseñanza tecnológica con el Parque Tecnológico a la cabeza.

En el área de la salud, se cuenta con una importante y numerosa infraestructura y se tienen unos niveles
aceptables de afiliación al régimen subsidiado. Sin embargo, los niveles de desnutrición infantil se presentan
como una situación preocupante y contradictoria por ser esta una subregión de tradición agrícola. Las tasas
de mortalidad son superiores al promedio departamental.

A futuro se contempla el desarrollo de iniciativas que podrían generar fortalezas en salud como la
biomedicina y la biotecnología, aprovechando desarrollos alcanzados en estas áreas en ciudades como
Medellín, Cali, Bogotá y Bucaramanga.

En el campo de la organización social, las propuestas de articulación subregional son realmente escasas, se
cuentan las asociaciones de municipios del Oriente: Masora (Municipios asociados de la subregión del
Altiplano), Maser (Municipios asociados de la subregión de Embalses), y Musa (Municipios unidos del
suroriente Antioqueño) de corte institucional, y la Corporación Empresarial del Oriente —CEO— que articula
el gremio empresarial básicamente, Prodepaz, el Consejo Provincial de Paz y la Fundación para el
Desarrollo del Oriente —Funde— que agrupa el gremio empresarial y parte del sector educativo en el nivel
superior, entre otras.

En el orden de la organización en el ámbito local, existen proyectos vinculantes de instituciones y


organizaciones comunitarias de gran importancia como la Asamblea Municipal de Conciliación en el
municipio de Nariño, el Consejo de Conciliación en San Luis, además de las mencionadas anteriormente
relacionadas con proyectos educativos en Guatapé, El Carmen y San Vicente. En todos los municipios se
cuenta con Concejos Municipales de Planeación , Juntas Municipales de Educación, Comités de
Participación Comunitaria, Juntas de Municipales de Deportes, Juntas de Acción Comunal, Juntas de
Vivienda, Juntas de Acueductos Veredales, organizaciones de tipo ambientalista y formas cooperativas y
organizaciones de trabajo solidario, entre otras. Éstas propuestas organizativas en cierta medida pueden
constituirse en una fortaleza subregional desde la perspectiva del capital social.

La dinámica económica se ha visto transformada en las últimas décadas a raíz de los desarrollos viales y de
infraestructura de transporte, industrialización, la construcción de los embalses y la urbanización en el
Altiplano, factores que provocaron un encarecimiento desmesurado de las tierras, por otra parte la
producción agrícola se ha visto afectada por los altos costos de los créditos y de los insumos y los
deficientes mecanismos de comercialización.

La industria manufacturera, los cultivos para exportación de flores, la generación eléctrica, el comercio, los
servicios y el turismo, han sido en buena medida el motor de la economía subregional. Pero en su conjunto y
desde mediados de la última década, éstas se han visto afectadas por la recesión económica en el ámbito
nacional, la agudización de la violencia y la carencia de políticas adecuadas frente al comercio internacional
y el sector agropecuario. La subregión ha venido pasando de ser una despensa agrícola departamental a
depender de la importación de productos básicos alimenticios, pese a que su población campesina aún tiene
un peso importante en la composición poblacional total.

En la actualidad la economía subregional presenta decaimientos en el sector de la industria manufacturera,


el sector agrícola, desequilibrios en su desarrollo, concentración de la riqueza económica en el Altiplano,
altos índices de Necesidades Básicas Insatisfechas —NBI— (38.3%) y un creciente endeudamiento fiscal.
Las ventajas que ofrecen su ubicación geográfica, su desarrollo infraestructural y la abundancia de recursos
aún no son capitalizadas en su totalidad para buscar un desarrollo propio e integral.
28

Políticamente el ejercicio tradicional para el manejo de los asuntos colectivos no da cuenta de las dinámicas
modernizantes de la subregión. Los partidos tradicionales con una creciente pérdida de legitimidad continúan
en el control de los poderes locales. Es tímido el surgimiento de nuevas fuerzas, que como movimientos
alternativos, planteen el viraje al tradicional manejo de los asuntos públicos, en buena medida, producto de
que se conserven prácticas políticas tradicionales y la represión por parte de los actores armados.

Se podría afirmar que pese a los esfuerzos por desarrollar procesos integrales coherentes de planificación
subregional por parte de actores como Cornare, asociaciones de municipios (Masora, Maser y Musa),
Funde, Prodepaz y CEO, entre otras, persisten posiciones reactivas para asumir la realidad y se adolece de
proyectos de desarrollo subregionales, articuladores de subregión y con visión de largo plazo.

En lo ambiental se vienen desarrollando esfuerzos por ordenar las actividades en el territorio muy acordes
con la normativa vigente, se busca generar una cultura de producción mas limpia, la recuperación y
protección de ecosistemas estratégicos ricos en recursos naturales y se propone profundizar en el
conocimiento de éstos.

Por otro lado, las transformaciones recientes producto de la industrialización y urbanización, han generado
cambios importantes en las formas y significaciones culturales de asumir la realidad y las relaciones
sociedad–estado, sociedad–producción y sociedad–medio natural por parte de los grupos humanos que
habitan el territorio. Son característicos el cosmopolitismo y la hibridación cultural, los localismos y una
naciente identificación con el sentirse orientales, en buena parte de sus municipios, siendo necesario
trascender la perspectiva de análisis dual tradicional–moderno para entender e interpretar su compleja
realidad cultural actual.

Desde la división político-administrativa la subregión está compuesta por 23 municipios que representan el
18.4% del Departamento, 37 corregimientos que representan el 15% del Departamento y 924 veredas, o sea
que posee el 21% de las veredas que conforman Antioquia.

Numero de corregimientos y veredas por municipios y zonas


Corregimientos Veredas
Total Departamento 247 4.362
Total Oriente 37 924
Altiplanos de San Nicolás 21 282
Carmen de Viboral 7 44
El Retiro 0 20
El Santuario 0 39
Guarne 0 33
La Ceja 1 16
La Unión 1 25
Marinilla 0 32
Rionegro 1 35
San Vicente 11 38
Embalses o Aguas 4 241
Alejandría 0 14
Concepción 0 22
El Peñol 0 23
Granada 1 51
Guatape 0 8
San Carlos 3 67
San Rafael 0 56

Páramo o Sur Este 6 255


Abejorral 1 70
29

Argelia 0 43
Nariño 2 47
Sonson 3 95
Bosques 6 146
Cocorna 0 76
San Francisco 1 31
San Luis 5 39
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

Como se puede apreciar los municipios han sido agrupados en cuatro zonas a partir de una cierta
homogeneidad en sus dinámicas socio-económicas y físico-naturales, así:

Oriente Cercano o Zona del Altiplano o Valle de San Nicolás: está conformada por los municipios de
Rionegro, Marinilla, El Carmen de Viboral, El Retiro, El Santuario, Guarne, La Ceja, La Unión y San Vicente.
En esta zona nacen buena parte de los ríos que abastecen los embalses para generación hidroeléctrica,
posee una alta densidad vial y un gran potencial turístico. En las últimas décadas esta zona ha sufrido
grandes transformaciones a raíz de procesos de industrialización, urbanización, instalación de fincas de
recreo y ubicación de centros comerciales y de servicios en áreas que tradicionalmente fueron de producción
campesina. Posee la más alta densidad poblacional con 192.44 habitantes por kilómetro cuadrado, muy
superior a la densidad promedio del departamento de 88.03 habitantes por Kilómetro cuadrado.

Zona Embalses o Aguas: la conforman los municipios de El Peñol, Guatapé, San Carlos, San Rafael,
Granada, Concepción y Alejandría. Sus dinámicas han sufrido fuertes transformaciones producto de la
construcción de los embalses, las tierras agrícolas más aptas para producir fueron inundadas, decayó la
actividad agropecuaria tipo minifundio campesino y en gran medida se empezó a depender del turismo como
actividad principal, aunque con retroceso en el último lustro por el conflicto armado. En la zona de Embalses
se ubican los terrenos de inundación para la generación hidroeléctrica del sistema interconectado nacional.
Con pisos térmicos medios en su mayoría, y con cierto porcentaje de pisos cálidos y fríos, es la segunda
zona más densamente poblada de la subregión con 54.22 habitantes por kilómetro cuadrado.

Municipios y zonas de la subregión del Oriente

Extensión en kilómetros cuadrados Población Densidad


Total % Pisos térmicos proyectada Hab/Km.
MUNICIPIOS
Cálido Medio Frío Pára 2.002 DAP Cuadrad
mo o
Altiplano 1.830 25.7 2 274 1.554 0 352.172 192.44
El Carmen 448 5.8 0 129 319 0 46.062 102.8
El Retiro 273 3.7 0 28 245 0 17.692 64.80
El Santuario 75 1.2 0 6 69 0 30.692 409.23
Guarne 151 2.7 0 0 151 0 33.847 224.15
La Ceja 131 1.9 2 30 99 0 47.499 362.58
La Unión 198 2.7 0 62 136 0 19.553 98.75
Marinilla 115 1.7 0 5 110 0 40.348 350.85
Rionegro 196 2.7 0 0 196 0 91.410 466.37
San Vicente 243 3.3 0 14 229 0 25.069 103.16
Embalses 1.775 22.1 458 902 415 0 96.241 54.22
Alejandría 149 1.8 2 146 1 0 5.941 39.87
Concepción 167 2.1 0 100 67 0 5.933 35.52
El Peñol 143 1.8 0 92 51 0 17.622 123.23
Guatapé 69 0.9 0 43 26 0 7.623 110.48
San Rafael 362 4.5 117 214 31 0 19.118 52.81
Granada 183 2.3 0 46 137 0 17.326 94.68
San Carlos 702 8.7 339 261 102 0 22.678 32.30
Páramo 2.381 29.4 734 719 764 164 94.853 39.84
Abejorral 491 6.1 68 298 125 0 25.344 51.62
30

Argelia 254 3.1 38 100 112 4 12.100 47.64


Nariño 313 3.9 7 82 167 57 14.670 46.87
Sonsón 1.323 16.3 621 239 360 103 42.739 32.30
Bosques 1.035 12.8 409 547 79 0 48.325 46.69
Cocorná 210 2.6 0 162 48 0 21.552 102.63
San Francisco 372 4.6 291 81 0 0 10.328 27.76
San Luis 453 5.6 118 304 31 0 16.445 36.30
Total Oriente 7.021 100 1.603 2.442 2.812 164 591.591 84.26
Total Departamento 62.839 100 35.654 15.854 10.302 606 5.531.893 88.03
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

Zona Páramo o Sur Este: Hacen parte de esta zona los municipios de Sonsón, Abejorral, Argelia y Nariño.
Conocida también como el Oriente lejano es una zona rica en recursos naturales, posee una economía
basada en la agricultura (café, panela, papa, fríjol, maíz, frutales y ganado de leche), una población
eminentemente rural y unos mínimos niveles de desarrollo vial y de infraestructura de servicios. En los dos
últimos años se ha visto afectada duramente por la agudización de la confrontación político-militar. Podría
afirmarse que es la zona que menor articulación siente con el resto de la subregión.

La zona de Páramo, posee 2.381 kilómetros cuadrados de los cuales 164 corresponden a los únicos pisos
térmicos de páramo de toda la subregión, aunque combina también cálidos, medios y fríos. Alberga algunos
de los municipios más extensos de toda la región del Oriente y posee una densidad poblacional de 39.84
habitantes por kilómetro cuadrado.

Zona Bosques: La conforman los municipios de San Luís, Cocorná y San Francisco. Es una zona rica en
recursos naturales al igual que la anterior, donde se combinan las actividades campesinas y extractivas del
bosque con el comercio informal alrededor del eje vial de la autopista Medellín–Bogotá. Esta última actividad
al igual que el resto de sus dinámicas ha sido seriamente afectada a raíz de la confrontación militar que en
los últimos años ha tenido la zona como escenario.

Tiene una extensión de 1.035 kilómetros cuadrados y una densidad poblacional de 46.69 habitantes por
kilómetro cuadrado.

De acuerdo al Anuario Estadístico de Antioquia, la participación en los ingresos corrientes de la nación


urbano y rural para el 2.000 de la subregión representa el 13.41% del total del departamento en la
participación de los ingresos corrientes, de este total del Oriente, el 13.97% es para funcionamiento y el
resto 86% es para inversión, de estos el 40.46% son para inversión urbana y el resto 59.53% para inversión
rural.

Participación de los ingresos corrientes de la nación urbano y rural


Total Funcionamiento Inversión Inversión urbana Inversión rural

Departamento 446.314’.458.876 43.248’983.345 403.065’475.531 240.174’571.445 162.890’904.086

Oriente 59.867’906.015 8.366’080.651 51.501’825.364 20.840’647.703 30.661’177.661


Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

Complementando lo anterior y basados el panorama presentado por PRODEPAZ en su estudio realizado en


el año 2.000 llamado “Sistema de Planificación Zonal”, (se excluyen aquí aquellos municipios que según la
ordenanza 41 de 1.975 no hacen parte del Oriente) y teniendo como base los indicadores de calidad básica
de vida ICBV, el cual es el resultado de ponderar los porcentajes de existencia de variables indagadas, con
los pesos específicos que la comunidad de cada municipio le asigno, de conformidad con la importancia o
prioridad que en su concepto tienen para indicar su nivel de calidad de vida, respetando las particularidades
de cada municipio, este ICBV involucra variables como saneamiento Básico, vivienda, salud, educación,
equipamiento colectivo, economía, energía, organización comunitaria, presencia institucional, las cuales se
califican de 0.00 a 5.00.
31

Encontramos entonces, en el ámbito subregional urbano un índice de ICBV promedio cercano a 3.75 donde
sobresalen las variables de saneamiento básico y energía cercanos a 5.00; salud y educación por encima de
3.75 y equipamiento colectivo y presencia institucional con cerca del 2.5 y en ultima instancia la organización
comunitaria con menos del 2.5.

Los municipios con el ICBV mas alto a nivel urbano son Rionegro, Alejandría, San Luis y Guatape con mas
de 3.5. el resto de los municipios se encuentran entre 2.8 y 3.5, lo cual permite deducir un aceptable índice
en toda la subregión a nivel urbano, ningún municipio del Oriente a nivel urbano se encuentra por debajo de
un índice de 2.5.

En el ámbito subregional rural, el índice de ICBV es e poco mas de 2.5, muy inferior al ya mencionado índice
subregional urbano que se encuentra cerca al 3.75. Solo se presenta la variable de energía superior a 3.75
y vivienda poco menos que 3.75; se presenta también con índices muy bajos, poco mas de 1.25 la variable
de presencia institucional y el sistema de comunicaciones.

Solo Guatape presenta un ICBV rural superior a 3.75, muy cerca le sigue Rionegro, El Peñol y La Ceja, los
municipios con ICBV rural mas bajo son San Francisco, San Luis, Abejorral, Nariño y Sonson con un ICBV
inferior a 2.5.

De lo anterior se puede concluir que el desarrollo de los ámbitos urbanos es mayor que los rurales en la
subregión del Oriente, lo cual nos indica que los municipios deben realizar esfuerzos grandes en la
planificación de su desarrollo a nivel rural para alcanzar niveles óptimos y equilibrados con las zonas
urbanas, solo en 3 municipios de los 23 del Oriente, Guarne, La Ceja y Marinilla el ICBV rural es mayor que
el urbano, es decir que las mejores condiciones de vida siguen estando en el centro o zona urbana,
replicándose el modelo central departamental y nacional.
32

4. DIMENSIONES EN LA SUBREGION DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO

4.1 POBLACIÓN

4.1.1 Características de la dinámica demográfica

El Oriente Antioqueño es la segunda subregión más poblada del departamento, después del Valle
del Aburrá. Según las proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación para el 2.002,
cuenta con una población de 591.591 habitantes que corresponden al 10.70% del total del
departamento, de los cuales el 45% (266.323 habitantes) habita las cabeceras y el 55% (325.268
habitantes) vive en las áreas rurales.

Proyección de Población por municipios y zonas

Total Cabecera Resto


Total 5.531.893 4.034.382 1.501.511
Departamento
Total Oriente 591.591 266.323 325.268
Altiplano o Valles de 352.172 184.396 167.776
san Nicolás
Carmen de Viboral 46.062 19.408 26.654
El Retiro 17.692 7.344 10.348
El Santuario 30.692 16.918 13.774
Guarne 33.847 13.334 20.513
La Ceja 47.499 33.869 13.630
La Unión 19.553 7.757 11.796
Marinilla 40.348 23.362 16.986
Rionegro 91.410 57.785 33.625
San Vicente 25.069 4.619 20.450
Embalses o Aguas 96.241 37.143 59.098
Alejandría 5.941 2.605 3.336
Concepción 5.933 1.494 4.439
El Peñol 17.622 7.370 10.252
Granada 17.326 5.628 11.698
Guatape 7.623 5.076 2.547
San Carlos 22.678 7.741 14.937
San Rafael 19.118 7.229 11.889
Páramo o Sur Este 94.853 30.996 63.857
Abejorral 25.344 7.244 18.100
Argelia 12.100 3.416 8.684
Nariño 14.670 3.115 11.555
Sonson 42.739 17.221 25.518
Bosques 48.325 13.788 34.537
Cocorna 21.552 5.149 16.403
San Francisco 10.328 2.497 7.831
San Luis 16.445 6.142 10.303
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

Espacialmente la zona del Altiplano concentra el 59.53% de la población total de la subregión, Páramo
alberga el 16.03%, Embalses el 16.27% (similar a la zona de páramo), y Bosques el 8.17%. Rionegro es el
municipio con mayor número de habitantes (91.410), seguido en su orden por La Ceja, El Carmen de Viboral,
Sonsón y Marinilla los cuales superan los 40.000 habitantes, con excepción de Sonsón, pertenecen a la zona
del Altiplano; la concentración poblacional allí se explica en parte por la localización de importantes
33

actividades económicas, industriales y de servicios en los municipios de Rionegro, Marinilla, Guarne, La Ceja
y El Retiro principalmente.

Las cifras globales proyectadas por el Departamento Administrativo de Planeación para el año 2.002,
muestran una distribución poblacional campo - cabecera con mayor peso rural (54.98% o sea 325.268
habitantes), Este hecho deberá ser corroborado, pues los movimientos poblacionales debido a la situación de
violencia que padece la subregión deben de haberlo modificado, sin embargo, se puede afirmar que en el
Oriente Antioqueño, como en todo el Departamento, la zona rural ocupa un lugar preponderante. Sólo en
cinco municipios, pertenecientes al Altiplano con excepción de Guatapé, la población urbana presenta un
mayor peso porcentual: Guatapé (66.59%), La Ceja (71.30%), Rionegro (63.21%), Marinilla (57.90%) y El
Santuario (55.12%). El peso que ejercen estos municipios condiciona el comportamiento de los datos
globales de la subregión. A futuro y de acuerdo a la dinámica de crecimiento poblacional en buena parte de
los municipios, además de los fenómenos de violencia, es previsible que la proporción varíe en favor del
porcentaje de habitantes urbanos.

4.1.2 Distribución poblacional por edad y sexo

En general el Oriente Antioqueño cuenta con una población joven, el 33.9% se ubica entre los 0-14
años y el 52.5% se inscribe dentro del rango de edad escolar incluyendo la educación superior (5-
24 años). De igual forma, presenta la mayor cantidad de población de la tercera edad en el
Departamento después del Valle del Aburrá, el 10.1% de los habitantes es mayor de 55 años y se
evidencia una tendencia al envejecimiento de la población.

Distribución poblacional por grupos de edad 2002 en el Oriente

EDAD No Habitantes % % Acumulado

0-4 66.327 11,2 11,2


5-9 66.480 11,2 22,4
10 - 14 67.896 11,5 33,9
15 - 19 60.231 10,2 44,1
20 - 24 49.562 8,4 52,5
25 - 29 42.498 7,2 59,7
30 - 34 43.887 7,4 67,1
35 - 39 42.983 7,3 74,4
40 - 44 36.912 6,2 80,6
45 - 49 30.282 5,1 85,7
50 - 54 24.095 4,1 89,8
55 - 59 16.927 2,9 92,6
60 - 64 13.534 2,3 94,9
65 - 69 10.209 1,7 96,7
70 - 74 8.050 1,4 98,0
75 - 79 5.844 1,0 99,0
80 Y + 5.874 1,0 100,0
591.591 100,0
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistemas de Indicadores, 2.002

Al igual que en el resto del país, a partir del decenio de 1970 se empieza a generar un cambio
demográfico que tiene como característica primordial una creciente concentración de población en
edades medias. En una mirada a localidades como Rionegro y Guatapé por ejemplo, encontramos
que la población se concentra en edad de trabajar (de 12 años y más), situación asociada al
desarrollo industrial, la oferta de servicios, la zona franca y al proceso de configuración de ciudad
34

del municipio Rionegro; mientras en Guatapé, se asocia al proceso de urbanización acelerado


producto de la inundación de sus tierras y al auge del turismo que atrajo familias y trabajadores
foráneos, entre otros factores.

Esta estructura de población plantea retos evidentes a cualquier ejercicio de planificación, en


términos de disponer de políticas e instancias de actuación que articulen tal población al desarrollo
subregional. En el caso concreto del ámbito educativo y más aún de la educación superior, es
bastante significativo el hecho de que en el rango de edades entre 5 y 29 años de edad, se
concentre más de la mitad de la población total (59.7%). Aunando a está situación, la población
adulta viene estableciendo demanda de educación media y superior subsecuentemente, lo que
implica la necesidad de aumentar la capacidad instalada para responder a estos retos.

Frente a la distribución poblacional por sexo y de acuerdo a las proyecciones del Departamento
Administrativo de Planeación, para el año de 2.002, las mujeres superan levemente en proporción
a los hombres en el total, cabecera y resto, en porcentajes equivalentes al 51.65%, 51.74% y
51.58% respectivamente.

Subregión Oriente Antioqueño - población proyectada a 30 de junio de 2002 por área y sexo
según edades simples
Edades Total Cabecera Resto
Simples Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres
TOTAL 591,591 286,002 305,585 266,323 128,516 137,807 325,268 157,486 167,782

0- 4 66,327 33,997 32,330 29,261 14,969 14,292 37,066 19,028 18,038


5-9 66,480 33,887 32,593 29,091 14,768 14,323 37,389 19,119 18,270
10 - 14 67,896 34,398 33,498 29,619 14,930 14,689 38,277 19,468 18,809
15 - 19 60,231 30,132 30,099 26,810 12,875 13,935 33,421 17,257 16,164
20 - 24 49,562 24,173 25,389 22,748 10,556 12,192 26,814 13,617 13,197
25 - 29 42,498 20,199 22,299 19,902 9,305 10,597 22,596 10,894 11,702
30 - 34 43,887 20,618 23,265 20,564 9,770 10,794 23,323 10,848 12,475
35 - 39 42,983 20,300 22,683 19,876 9,279 10,597 23,107 11,021 12,086
40 - 44 36,912 17,207 19,705 16,977 8,184 8,793 19,935 9,023 10,912
45 - 49 30,282 13,976 16,306 13,739 6,553 7,186 16,543 7,423 9,120
50 - 54 24,095 10,995 13,100 10,814 5,109 5,705 13,281 5,886 7,395
55 - 59 16,927 7,736 9,191 7,569 3,501 4,068 9,358 4,235 5,123
60 - 64 13,534 6,034 7,500 6,019 2,767 3,252 7,515 3,267 4,248
65 - 69 10,209 4,412 5,797 4,534 2,076 2,458 5,675 2,336 3,339
70 - 74 8,050 3,355 4,695 3,589 1,632 1,957 4,461 1,723 2,738
75 - 79 5,844 2,388 3,456 2,596 1,163 1,433 3,248 1,225 2,023
80 - 84 3,418 1,331 2,087 1,518 653 865 1,900 678 1,222
85 y + 2,456 864 1,592 1,097 426 671 1,359 438 921
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistemas de Indicadores.

Se puede apreciar en el aparte del total, que la cantidad de hombres supera al numero de mujeres
de 0 a los 19 años, pero esta relación se invierte, desde los 19 años en adelante hasta mas allá de
los 85 años, podría estar relacionado este hecho con la muerte de adolescentes por diferentes
circunstancias violentas?. Situación similar se presenta en la zona rural.

4.1.3 Crecimiento y proyecciones poblacionales


35

Tasas de crecimiento ínter censales

1964-1973 1973-1985 1985-1993


Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto
1.27 3.27 0.35 1.77 2.50 1.36 1.34 2.37 0.66
Fuente: departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

En el cuadro se observa, una tasa de crecimiento ínter censal total y rural más elevadas en el
periodo 19973 – 1985, tal vez por el auge industrial y de crecimiento que se presento por esos
años en la subregión, pero esta tasa cae para el periodo 1985 – 1993, donde dicho auge se
estabiliza e incluso inicia su decaimiento. Para el caso de las zonas urbanas la tasa si se ha
reducido gradualmente, es necesario sin embargo, cotejar esta información con la realidad cruda
que vive el Oriente Antioqueño con los fenómenos de orden publico, lo cual podría haber cambiado
sustancialmente con el éxodo que vive la población rural con el desplazamiento hacia las
cabeceras.

Por otro lado, al observar las tasas de crecimiento ínter censales totales de los municipios, en el
ultimo censo, se aprecia varios municipios con tasas negativas como Abejorral, Cocorna, Granada,
Nariño, San Carlos, San Rafael, situación que se acentúa con la situación actual de
desplazamientos por la violencia.

La zona del Altiplano es la que mayores ritmos de crecimiento ha presentado en los últimos
períodos, siendo fuerte en el ámbito urbano y presentando un estancamiento en el ámbito rural.
Las demás zonas han mantenido una tendencia de crecimiento tanto urbano como rural, con una
predominancia de su población rural sobre la urbana, pero con tendencia a disminuir sus tasas de
crecimiento rural.

A futuro, y teniendo en cuenta la dinámica demográfica anterior, el Departamento Administrativo de


Planeación Departamental de Antioquia proyecta para la subregión una población total al 2005 de
625.900 habitantes distribuidos así: el 45.5% en las zonas urbanas y el resto en las zonas rurales.
Al 2010 la población total proyectada es de 656.861 habitantes, el 47.0% habitando en las zonas
urbanas. De mantenerse la tendencia actual se puede prever que continuará la concentración
poblacional en la zona del Altiplano, especialmente en las áreas urbanas. Así mismo, de no
tomarse medidas, se presentará un decrecimiento poblacional en las áreas rurales para el total de
la subregión superior al que presentan las cifras proyectadas.

Proyección de población por área, según municipios a junio 30 de 1995-2004


Departamento de ANTIOQUIA
36

Municipio y 1,995 2,000 2,002 2,004


Subregión Total Cabe- Resto Total Cabe- Resto Total Cabe- Resto Total Cabe- Resto
cera cera cera cera

TOTAL
DEPARTAM 4,987,824 3,523,284 1,464,540 5,377,854 3,884,588 1,493,266 5,531,893 4,030,382 1,501,511 5,685,198 4,177,721 1,507,477
ENTO

ORIENTE 549,245 231,020 318,225 580,568 256,415 324,153 591,591 266,323 325,268 601,972 276,168 325,804

ABEJORRA 26,029 6,787 19,242 25,675 7,155 18,520 25,344 7,244 18,100 24,912 7,299 17,613
L
ARGELIA 12,468 3,206 9,262 12,256 3,372 8,884 12,100 3,416 8,684 11,910 3,448 8,462
NARIÑO 15,459 2,863 12,596 14,969 3,063 11,906 14,670 3,115 11,555 14,316 3,151 11,165
SONSON 43,821 16,700 27,121 43,323 17,186 26,137 42,739 17,221 25,518 41,938 17,160 24,778
ALEJANDRI 5,536 2,312 3,224 5,833 2,523 3,310 5,941 2,605 3,336 6,044 2,687 3,357
A
CONCEPCI 6,258 1,413 4,845 6,053 1,479 4,574 5,933 1,494 4,439 5,795 1,502 4,293
ON
GRANADA 18,004 5,416 12,588 17,603 5,597 12,006 17,326 5,628 11,698 16,990 5,636 11,354
EL PEÑOL 16,520 6,555 9,965 17,337 7,145 10,192 17,622 7,370 10,252 17,889 7,591 10,298
GUATAPE 6,686 4,355 2,331 7,355 4,867 2,488 7,623 5,076 2,547 7,893 5,289 2,604
SAN 23,682 7,526 16,156 23,094 7,728 15,366 22,678 7,741 14,937 22,163 7,714 14,449
CARLOS
SAN 19,745 7,021 12,724 19,389 7,207 12,182 19,118 7,229 11,889 18,779 7,222 11,557
RAFAEL

CARMEN 39,084 15,634 23,450 44,027 18,282 25,745 46,062 19,408 26,654 48,151 20,581 27,570
DE
VIBORAL
EL RETIRO 15,314 6,027 9,287 17,007 6,955 10,052 17,692 7,344 10,348 18,391 7,747 10,644
EL 28,019 14,947 13,072 29,972 16,369 13,603 30,692 16,918 13,774 31,390 17,462 13,928
SANTUARIO
GUARNE 30,121 11,201 18,920 32,802 12,716 20,086 33,847 13,334 20,513 34,890 13,965 20,925
LA CEJA 39,855 27,889 11,966 45,255 32,097 13,158 47,499 33,869 13,630 49,814 35,709 14,105
LA UNION 17,116 6,413 10,703 18,855 7,362 11,493 19,553 7,757 11,796 20,260 8,165 12,095
MARINILLA 37,725 21,202 16,523 39,700 22,794 16,906 40,348 23,362 16,986 40,927 23,896 17,031
RIONEGRO 77,493 47,785 29,708 87,360 54,837 32,523 91,410 57,785 33,625 95,560 60,832 34,728
SAN 23,672 3,702 19,970 24,725 4,359 20,366 25,069 4,619 20,450 25,378 4,878 20,500
VICENTE

COCORNA 22,404 4,762 17,642 21,909 5,069 16,840 21,552 5,149 16,403 21,111 5,203 15,908
SAN 8,850 1,907 6,943 9,900 2,319 7,581 10,328 2,497 7,831 10,764 2,683 8,081
FRANCISC
O
SAN LUIS 15,384 5,397 9,987 16,169 5,934 10,235 16,445 6,142 10,303 16,707 6,348 10,359
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistemas de Indicadores.

De acuerdo a las proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación, se puede apreciar


en la zona de Páramo, que la población total ha venido disminuyendo desde 1.995 y continuara
disminuyendo, la población rural es la que resta en este total, pues la urbana crece a un ritmo muy
moderado, es decir es la población rural la que disminuye en el tiempo, esto se puede explicar por
el desplazamiento campo - cabecera causado por los fenómenos de violencia en el campo. En
esta zona el municipio de Sonson es el que presenta mas disminución en su población.

En la zona de Embalses solo tres municipios presentan un crecimiento en su población estos son
Alejandría, El Peñol y Guatape, en el resto la población disminuye. En esta zona el municipio que
presenta mayor disminución en su población es San Carlos seguido por Granada.

La zona que presenta mayor crecimiento poblacional es la del Altiplano, todos sus municipios
crecen en su población, esto puede explicarse por diferentes factores, todos ellos ya mencionados,
como por ejemplo la infraestructura emplazada allí, el desarrollo de esta zona en diferentes
37

aspectos, su cercanía al área del valle de Aburrá, entre otros. Los municipios que mayor aumento
en su población presentan son Rionegro, seguido por La Ceja y El Carmen de Viboral.

En la zona de Bosques se presenta un crecimiento leve en la población de los municipios de San


Francisco y San Luis, pero una disminución en el municipio de Cocorna. Situación no muy clara
pues esta zona, ha sido de las mas golpeadas por el fenómeno de violencia, lo cual ha generado
desplazamiento forzado de sus habitantes.

Históricamente, en buena medida, la dinámica de crecimiento poblacional de la subregión en los


distintos períodos se asocia a los siguientes fenómenos:

1964: Hay un predominio de la población rural acorde con una economía agropecuaria en la que
se sustentaba la subregión.

1973: Empieza el crecimiento de la población asentada en las cabeceras asociado a los cambios
del proceso de industrialización y al desarrollo de la red vial, generando crecimientos urbanos más
acelerados y rurales más lentos principalmente en el Oriente Cercano. A su vez, en la zona de
Embalses, la construcción de los megaproyectos hidroeléctricos generó una movilidad poblacional
campo–cabecera ante la inundación de tierras y se inició la inmigración de trabajadores y sus
familias.

1985: Sigue el crecimiento en los cascos urbanos, presentando mayor concentración en zonas
aledañas a los ejes de desarrollo. Son más evidentes las transformaciones en la configuración
subregional asociadas a los siguientes fenómenos: fincas agropecuarias pasan a ser fincas de
veraneo, parcelación indiscriminada e incontrolada de la tierra, construcción de la autopista
Medellín-Bogotá, nuevos asentamientos industriales e instalación de florifactorías.

1993: Continúa el incremento de la población en el ámbito urbano presentando fuerte


concentración y se comienza a hablar de ciudad-región en el Altiplano.

1995-1999: Mayor concentración poblacional urbana y de actividades modernas (industria y


servicios) en el Altiplano. Aparece como un nuevo ingrediente en la migración campo–cabecera el
desplazamiento a causa de la violencia, generando incrementos en la población urbana de
Bosques, Aguas y Páramo y mayor demanda por servicios públicos y sociales.

Además de los anteriores elementos, se destacan tres fenómenos asociados a la dinámica de


crecimiento poblacional: los flujos de población flotante intra y extra subregional, las migraciones y
el desplazamiento a causa del conflicto armado como el de más reciente aparición. Sin embargo,
pese a que se presentan algunas dinámicas y cifras, es difícil cuantificar su aporte al crecimiento
poblacional.

Se presenta una alta movilidad de flujos poblacionales extra e Inter subregionales, desde y hacia el
Área Metropolitana del Valle del Aburra, con un carácter estacionario y flotante. Su importancia
radica en las presiones de uso y en las necesidades para su atención en el territorio. La movilidad
sin embargo no está contemplada en las cifras existentes de las entidades, pero se plantea unas
características de estos flujos identificándose los grupos siguientes:

Población trabajadora que circula y permanece en la zona del Altiplano por lo general durante los
días laborales. Por ser Rionegro el punto concentrador de mayor número de industrias y servicios
(30% de la infraestructura subregional), se convierte en el principal polo concentrador de población
flotante.
38

Población estudiantil matriculada en los distintos centros de educación primaria, secundaria,


técnica, tecnológica y superior que provienen del Área metropolitana y de subregiones vecinas
(Magdalena Medio y Nordeste). Este grupo de población presenta una tendencia a incrementarse
en los próximos años debido a la descentralización y traslado de establecimientos de educación
media y superior del Área Metropolitana. El aumento de la actividad educativa se refuerza en la ya
mencionada visión para el Oriente antioqueño, "El Oriente Antioqueño educado, será potencia
educadora mundial en el 2020".

La población de veraneantes, la conforman los propietarios e inquilinos de fincas de recreo o


vivienda secundaria. Son personas que viven por fuera de la subregión y ocupan fincas
campestres, parcelaciones y condominios los fines de semana o en época de vacaciones. Se
concentran especialmente en los municipios de Rionegro, El Retiro, La Ceja, Guarne, Marinilla y
Guatapé.

La población turistica, son las personas que vienen por la diversidad de atractivos, infraestructura
de servicios especializados y servicios masivos de recreación del sector público y privado.

Grupos especiales de población, constituidos especialmente por contingentes de la fuerza publica


(ejército, la policía y fuerza área), que son desplazados a la subregión.

Los usuarios del Aeropuerto José María Córdoba.

Frente a los fenómenos migratorios, es difícil precisar su aporte. El único dato que posibilita una
interpretación confiable es el de población emigrante de “Otros departamentos” —aunque no se
especifica cuáles—. En este sentido, se evidencian variaciones significativas a partir del 1985,
donde se notó un incremento en la población de algunos municipios, obedeciendo al desarrollo,
industrialización y a la amplia dotación de infraestructura de servicios que ha tenido la subregión
en las ultimas décadas, particularmente hacia la zona del Altiplano.

Recientemente, la oferta de servicios educativos en los distintos niveles así como la oferta laboral
con ciertos niveles de calificación se ha convertido en un atractivo poblacional sobre todo en el
Altiplano, sin embargo es difícil precisar su incidencia específica.

Un elemento que no se debe olvidar dentro de este gran tema de la población, es el que tiene que
ver con el desplazamiento a causa de la violencia, tema que será tratado en el capitulo 4.10
Conflicto Socio Político.

4.1.4 Población en condiciones de pobreza y miseria

Resulta sorprendente, que en una subregión con tanta riqueza en recursos, encontrar casi el 40 %
de su población en situación de pobreza, este registro se ubica siete puntos por encima del
promedio departamental y representa un volumen de población de 226.580. habitantes.

Este índice de NBI, es también el más bajo, después del valle de Aburrá, el mas alto lo
encontramos en Uraba con 68.6.

De igual manera, la población en situación de miseria, cerca del 15 % se encuentra por encima del
promedio registrado para el Departamento y representa una población de 88.738 habitantes. Lo
anterior significa que 315.318 personas se encuentran por debajo de la línea de pobreza, ver
cuadro siguiente.
39

El porcentaje de población en estado de miseria se presenta, también como el segundo después


del Valle de Aburrá, de igual forma el mas alto lo posee Uraba con 41.0%

INDICADORES SOCIALES SUBREGIÓN ORIENTE 1997


Indicador Departamento Oriente Observaciones con respecto a la subregión del
Oriente
Población pobre (NBI) 31.70 % 38.30 % Menos población pobre después del Valle de
Aburrá
Población pobre (NBI) 21.2 21.6
Cabecera
Población pobre (NBI) 56.3 50
Resto
Población en miseria 13.20 % 14.80 % Menos población en miseria después del Valle de
Aburrá
Población en miseria 6.4 4.5
Cabecera
Población en miseria 29.2 22.1
Resto
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

Indicadores de población 2.000

Tasa de natalidad Tasa bruta de Tasa de Nivel de


mortalidad crecimiento urbanización
vegetativo
Departamento 18.99 5.67 13.32 72.23

Oriente 19.28 5.72 13.56 44.17


Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

La subregión con la tasa mas alta en mortalidad es Nordeste con 6.63, la tasa bruta de mortalidad
del Oriente (5.72) solo supera al Bajo Cauca, Uraba y a la total departamental (5.67).

La tasa de crecimiento vegetativo supera levemente la departamental, la del Valle de Aburrá y la


de Occidente.

El Oriente posee un nivel de urbanización (44.17) por debajo de Valle de Aburrá, Bajo Cauca,
Nordeste y Uraba, el promedio departamental también supera al Oriente con 72.23.
40

4.2 INFRAESTRUCTURA Y SERVICIOS

En términos de infraestructura, el Oriente Antioqueño como subregión, ha tenido un papel


importante y determinante en el desarrollo del Departamento y del País, posicionándose como una
territorio estratégico para el desarrollo.

Es un punto clave en el sistema eléctrico y energético nacional, posee seis embalses y cinco
centrales hidroeléctricas (Playas, Guatapé, San Carlos, Jaguas y Calderas) que generan el 29%
de la energía nacional y el 73% del total departamental.

Es punto de anudamiento también, del sistema vial nacional que articula la capital de la república
con las costas Atlántica y Pacífica, el oriente y el occidente del país y, además, comunica dos de
las ciudades más importantes del centro nacional, Bogotá y Medellín.

La red vial y de comunicación del país atraviesa y bordea el territorio conformando un nodo
regional que la hace también estratégica, para la distribución de bienes y servicios entre el norte y
el sur, desde Pasto hasta la Costa Atlántica con los corredores viales del Magdalena y del Cauca
que unen los vértices del triángulo de oro de las concentraciones de metropolización de Bogotá,
Cali y Medellín.

El corredor occidente - oriente que une la Costa Pacífica con Bucaramanga y Cúcuta en la frontera
Venezolana, pasando por la centralidad del área Metropolitana del Valle de Aburrá, le confiere un
carácter de subregión de expansión urbana de los Valles de San Nicolás en el territorio de los
altiplanos de la cuenca alta del río negro y del altiplano de Santa Rita en los embalses de Guatapé
y Peñol.

Dentro de otros elementos que le permiten ser considerada como una subregión de importancia
estratégica, están los relacionados con el desarrollo urbanístico del Oriente Cercano; la
infraestructura de servicios de carácter departamental y nacional, como el aeropuerto José María
Córdoba y la zona franca, los servicios hoteleros de alta calidad y los servicios financieros, todos
ellos han incidido en los cambios de uso del suelo y en el precio de la tierra.

También se presentan otros elementos que se suman a los anteriores, como por ejemplo, ser la
subregión abastecedora de productos agrícolas y materias primas del Departamento y otras
regiones del país; sus recursos naturales, en especial los ecosistemas estratégicos del páramo de
Sonsón–Argelia, los ríos Nus, Nare y Samaná; y el ofrecer grandes posibilidades de continuar el
desarrollo hidroenergético del país mediante el aprovechamiento de fuentes ubicadas en el
suroriente, (municipios de Sonsón, Argelia y Nariño) y en Bosques con posibles microcentrales
propuestas en Cocorna y San Francisco

Carreteras pavimentadas, afirmadas, vías primarias, secundarias y terciarias en el


Departamento 2.000

Vías Departamento – kms. Oriente – kms.


Totales 12.405,9 2.742,0
Pavimentadas 2.417,9 516,5
Afirmadas 9.988,0 2.225,5
Primarias 2.666,9 483,5
Secundarias 3.854,5 708,5
Terciarias 5.884,5 1.550,0
Densidad vial m/km2 197,4 390,5
Densidad vial m/1.000 hab. 2.310,0 4.720,0
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000
41

El Oriente Antioqueño posee el 22.10% (2.742 kms.) de las vías totales del Departamento, esto es
mas de la quinta parte del total departamental; sus vías pavimentadas representan también mas
de la quinta parte del total del Departamento con el 21.36%; las vías primarias que recorren el
territorio representan mas del 18% de las existentes en el Departamento.

Presenta la más alta tasa de densidad vial del departamento con el 390.5 m/km² por encima de los
197.4 m/km2 del Departamento. La construcción de la doble calzada Medellín – Santuario, el
proyectos del Túnel de Oriente, permitirán aumentar estos porcentajes beneficiando básicamente
la zona del Altiplano. Sin embargo, el desarrollo expresado en los indicadores de la subregión no
refleja la precariedad de vías que comunican en los municipios del lejano oriente, ni la carencia vial
intramunicipal en las localidades de las zonas de Bosques y Páramo principalmente, cuyas vías
son de malas especificaciones y en su mayoría sin pavimentar.

Como se expresó antes la autopista Medellín-Bogotá atraviesa la subregión de occidente a oriente,


es la principal vía con que cuenta la subregión. Inicia su recorrido en el municipio de Guarne, pasa
por Marinilla, Rionegro, El Santuario, Cocorná y San Francisco, y termina su recorrido en el
municipio de San Luis, comunica también la zona de bosques con la de Páramo - Sonson. Es el
eje principal del Oriente antioqueño y sitio de paso para comunicar el departamento con la capital
del país.

De esta vía principal, de carácter nacional, se desprenden tres grandes ramales o vías
secundarias. Hacia el norte el primer ramal es el de San Vicente, Concepción y Alejandría. El
segundo es el del Peñol y Guatapé, que continúa hacia San Rafael y, aunque poco utilizado, está
pavimentado y en muy buenas condiciones. Y el tercero es el de Granada y San Carlos, que se
comunica con San Rafael, conformando un anillo.

Hacia el sur, también de la autopista, se desprende el ramal que comunica a los municipios de
Rionegro, El Carmen, La Ceja y el Retiro. Esta vía se complementa con el acceso que tienen estos
municipios desde el Área Metropolitana por la carretera las Palmas y Santa Elena. A este mismo
se une una vía secundaria que comunica los municipios de la Unión, Sonsón, Argelia y Nariño.
Esta vía pavimentada hasta Sonsón y de la que se desprende la carretera que comunica con
Abejorral, es para la zona de Páramo la más importante y de ella depende su dinámica económica
y social.

A nivel supra subregional es de destacar que esta será recorrida por los flujos comerciales de todo
orden que circularán a través de los ejes geoeconómicos Urabá - Villavicencio y Tribugá - Cúcuta
(definidos en el documento Antioquia siglo XXI un enfoque estructural por ejes de Proantioquia y
Planeación Departamental).

El desarrollo de la infraestructura en el Oriente Antioqueño, presenta también una de sus mayores


fortalezas en lo que se refiere a la cobertura de servicios públicos, especialmente en las cabeceras
de los municipios. Gran parte del territorio es atendido en la prestación de los servicios públicos
por las Empresas Públicas de Medellín y EADE, con ventajas de operación por la cercanía a los
embalses de El Peñol y San Carlos.
42

Indicadores de servicios públicos Departamento – subregion del Oriente 1999

Departamento Oriente Cabeceras Cabeceras Resto Resto oriente


Departamento Oriente Departamento
indicador Población % Población % Población % Poblaci % Población % Población %
ón
Población 4.267.176 80.5 397.564 69.2 3.642.803 95.6 244.992 97.5 624.373 42.0 152.572 47
con
acceso
acueducto
Población 2.985.111 56.3 99.784 17.4 2.903.664 76.2 84.472 33.6 81.447 5.5 15.312 4.7
con agua
potable
Población 3.563.473 67.2 236.576 41.2 3.360.212 88.1 225.679 89.8 203 .261 13.7 10.917 3.4
servida y
cobertura
de
alcantarill
ado
Población 3.669.888 69.2 216.971 37.8 3.507.959 92.0 204.257 81.2 161.929 10.9 12.714 4.8
servida
disposició
n final de
deshecho
s sólidos
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

Cobertura residencial del servicio de energía % – 1999


Departamento Oriente
Total 93.11 93.96
Urbano 98.45 99.77
Rural 79.43 89.44
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

Recolección y disposición final de residuos sólidos en las cabeceras


Departamento Oriente
Producción per cápita kg/hab. /día 0.70 0.62
Toneladas / año Basura producida 970.156 56.870
Toneladas / año basura recolectada 907.177 53.602
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

Es común encontrar altos niveles de cobertura en la prestación de los servicios de acueducto y


alcantarillado en el nivel urbano, 97.5% y 89.8% respectivamente, ocupando los primeros lugares
en el contexto departamental. En la zona rural se reflejan menores coberturas, principalmente en
alcantarillados (3.4%). En cuanto a la población con acceso a agua potable encontramos que el
porcentaje urbano y rural del Oriente Antioqueño es mucho mas bajo que el del departamento,
33.6% y 4.7% comparado con 76 % y 4.7% respectivamente, situación que refleja la necesidad de
proponer propuestas encaminadas a solucionar esta problemática.

En la tabla podemos observar, que la situación de la zona rural, como en todo el Departamento es
desequilibrada con respecto a la urbana, pues todos los indicadores se presentan con valores más
bajos en el resto al compararlos con la zona urbana, las desigualdades más grandes se dan en los
indicadores de cobertura de alcantarillado 89.8% urbana y 3.4 rural y el relacionado con la
disposición final de basuras 81.2% y 4.8% respectivamente.
43

Es muy satisfactoria la cobertura urbana y rural del servicio de energía, la cual se aproxima al 100
% en la zona urbana y a 90% en la zona rural, inclusive estos están por encima de los indicadores
departamentales (98.45 y 79.43 respectivamente).

Los indicadores no solo presentan desequilibrios entre lo urbano y lo rural, sino también,
desequilibrios entre los municipios de la zona del Altiplano con respecto a los de Bosques,
Embalses y Páramo. Los municipios que presentan condiciones deficitarias en la calidad y
cantidad de los servicios son: Argelia, Nariño, San Francisco y Granada.

La subregión tiene la mayor cobertura departamental después del Valle de Aburrá en materia de
telefonía al presentar una densidad de 25.61teléfonos por cada 100 habitantes (Departamento
Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000), su aceptable cobertura,
también guarda una estrecha relación con la presencia directa en la subregión de las empresas
prestadoras del servicio de telefonía como Empresas Públicas de Medellín y EDATEL.

En cuanto a licencias provisionales para construcciones nuevas, adiciones y reformas para el año
2.000, el anuario estadístico de Antioquia presenta los siguientes datos:

Licencias provisionales para construcciones nuevas, adiciones y reformas 2.000

Total Construcción para Area total a construir


viviendas Mts2
No. de licencias
Departamento 3.001 2.300 320.274
Oriente 1.333 993 133.767
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadistico de Antioquia 2.000.

Del total de licencias expedidas en el Departamento para el año 2.000, relacionadas con el tema,
el Oriente Antioqueño participa con el 44% (1.333), así mismo del total de licencias para
construcciones de vivienda, el 43% se generan en esta subregión. También de 320.000 metros
cuadrados a construir para viviendas en el Departamento con licencias, 133.767 (41.76%) fueron
para construir en el Oriente. Esto expresa de forma directa, la rapidez con la que se urbaniza esta
subregión, sobre todo el Altiplano.

Para el 2.000, el Oriente Antioqueño fue la subregión donde más se tramitaron licencias
provisionales para la construcción de viviendas, inclusive por encima del Valle de Aburrá (828),
concentrándose esta en el Altiplano así: Marinilla 463, Carmen de Viboral 211, Rionegro 207,
Guarne 165 y el retiro 122.

Es así como el Oriente Antioqueño posee unos índices de déficit cualitativo y cuantitativo en
vivienda de 29.66 y 36.37 respectivamente, de los más bajos presentados en las diferentes
subregiones, inclusive por debajo de los índices del Departamento 66.16 y 37.20.

La subregión que presenta el índice de déficit cualitativo y cuantitativo más alto es el Magdalena
Medio con 159.70 y 63.94 respectivamente.

En la subregión del Oriente Antioqueño la llegada y salida de buses y taxis a la terminal de


transporte de Medellín ha permanecido casi constante durante los años 1.998 y 2.000 así:
Llegadas 87.291 y 87.277; salidas 277.729 y 276.791, lo cual refleja la interdependencia regular
entre las poblaciones de las dos subregiones, esto para vivir, laborar y recrearse (Departamento
Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000).
44

En cuanto a servicios de alojamiento, el Oriente Antioqueño poseía para el 2.000, 59 hoteles, 48


residencias y hospedajes y otros 11 catalogados como varios, por debajo de del Valle de Aburra y
del Suroeste.

Por otro lado posee, el inventario de escenarios deportivos mas alto (999), después del Valle de
Aburrá (1.281), entre placas polideportivas urbanas y rurales (131 y 502), estadios (5), Coliseos
(19), canchas de fútbol urbanas y rurales (50 y 72), diamantes de béisbol (1), pistas atléticas (11),
Canchas de tejo (17), piscinas (15), casa de deportes (5), y parques infantiles públicos y
ecológicos (171) (Departamento administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia
2.000).

Posee también 24 bibliotecas publicas y 44 bibliotecas escolares; 24 casas de la cultura


emplazadas en todos los municipios, esto es un promedio del 17% de estas infraestructuras del
total de Departamento.

Es la subregión con más bibliotecas públicas del Departamento, le sigue el Suroeste: Es la


segunda después del Valle de Aburrá que tiene más bibliotecas escolares y también la segunda
después del Suroeste que posee mas casas de la cultura (Departamento Administrativo de
Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.).

En cuanto a los macroproyectos la Gobernación de Antioquia, Secretaria de Obras Públicas


Departamentales, en el estudio Directrices Generales de Ordenamiento Territorial del
Departamento de Antioquia y de la Zona Central de Influencia del Desarrollo Urbano Metropolitano,
1998, considera justificable la construcción del túnel para unir el Valle de Aburrá con el Oriente, si
este se inscribe dentro del sistema vial nacional, integralmente con el túnel de occidente, para
completar la vía al mar en Uraba y articularse con la troncal occidental.

La mejor solución sería aquella que consolide los proyectos viales como la doble calzada Bello –
Hatillo y la Medellín – El Santuario. Se recomienda en este estudio aquella alternativa que conecta
la parte central de los dos valles, ya que una solución que pueda propiciar un alto volumen de
trafico a través de LLano Grande, con un túnel por el sur, no sería la mas indicada.

La zona franca del aeropuerto y el centro de convenciones y exposiciones, en su carácter de


macroproyectos a ser realizados con aportes de capital publico y privado, deberán localizarse en la
zona de protección y usos complementarios del mismo aeropuerto, es acá donde la actividad
aeroportuaria y la actividad económica a ella vinculada, complementadas con la actividad industrial
sobre la autopista Medellín – Bogotá, entre Guarne y Marinilla, deben reforzarse mutuamente y de
donde debe, a su vez surgir, el empleo y un empuje a la vivienda, muy ligado a los centros urbanos
existentes.

Otro macroproyecro, que considera, el mencionado estudio, es el que tiene que ver con el proceso
acelerado de urbanización del campo “rurbanización”, que produce un impacto devastador sobre
el suelo, atenta contra el uso racional y la protección del mismo, del recurso hídrico y genera una
explotación desequilibrada en el costo del suelo.

Estos macroproyectos deben ser analizados a partir de un estudio que permita conocer su impacto
a nivel municipal, zonal y subregional que permitan establecer normativas para que su impacto
económico, ambiental y social sean de carácter positivo y constructivo dentro del territorio en el
cual se emplacen.
45

4.3 ECONOMIA

El Oriente Antioqueño ha jugado un papel importante en el desarrollo económico del


Departamento. En el pasado fue gran protagonista de la historia de Antioquia, cuna de la industria
y sitio exigido para comunicarse con otros territorios del país. Como ya se menciono hoy se
presenta como un lugar estratégico de desarrollo debido a su ubicación geográfica, diversidad
cultural, potencial humano y a la riqueza natural con que cuenta. Además, en el futuro, podría
proyectarse como potencia dados los grandes cambios que experimenta el mundo en la actualidad
en campos como el manejo de la energía, la tecnología, las comunicaciones y la biotecnología,
aunque teniendo siempre presente que en estos campos debe hacer grandes esfuerzos.

En la actualidad el Oriente Antioqueño es asiento de numerosas empresas, es considerado


despensa agrícola del departamento y zonas vecinas, ejemplo nacional en asuntos
medioambientales y posee un potencial turístico de cierta importancia. Además, cuenta con
infraestructura, ya mencionada, como: la Autopista Medellín-Bogotá, el aeropuerto José María
Córdova, el asentamiento empresarial (corredores industriales), la Zona franca, el hipódromo y,
más recientemente, el desarrollo del plan vial, el parque tecnológico de Antioquia y su incubadora
de empresas (Génesis). Sumado a lo anterior, posee una importante riqueza hídrica, biótica y
paisajística. Todo esto genera un sitio estratégico para el desarrollo económico de Antioquia,
llegando a convertirse en la subregión industrial del Departamento, específicamente el Altiplano,
después de Valle de Aburrá.

El Oriente Antioqueño presenta un aporte importante a la generación del PIB departamental debido
a su cercanía a la metrópoli, a su infraestructura o plataforma de operación, a la vocación agrícola
de alto nivel, a la localización de actividades industriales y a su riqueza en recursos naturales.

De acuerdo con datos del valor agregado departamental la subregión le aporta el 7.28 %, después
del Valle de Aburrá con 71.66%, en tercer lugar se encuentra Uraba con el 7.07%. Este valor esta
representado en su mayor parte, 14.95%, por la rama que tiene que ver con lo agropecuario y la
silvicultura, le sigue lo relacionado con los servicios comunales, sociales y personales con el 11.73.
Los sectores relacionados con los establecimientos financieros, seguros y servicios a empresas
conjuntamente con la minería, son los que menos le aportan con el 1.06 y el 2.16%
respectivamente (Departamento Administrativo de Planeación, Sistema de Indicadores, 2002).

Antioquia, valor agregado – estructura subregional 2.000


Subregión Participación %
Valle de Aburrá 71.66
Bajo Cauca 1.58
Magdalena Medio 1.09
Nordeste 1.91
Norte 3.51
Occidente 1.82
Oriente 7.28
Suroeste 4.08
Uraba 7.07
Total 100.00
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistema de Indicadores 2.002
46

Antioquia, valor agregado por ramas de actividad económica, estructura


subregional 2.000

Ramas de actividad Oriente


Agropecuario y silvicultura 14.95
Minería 2.16
Industria manufacturera 6.10
Energía, acueducto y alcantarillado 8.65
Construcción y obras públicas 8.38
Comercio, restaurantes y hoteles 8.60
Transporte y comunicaciones 7.00
Establecimientos financieros, seguros y servicio a 1.06
empleados
Servicios comunales, sociales y personales 11.73
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistema de Indicadores 2.002

4.3.1 Características económicas generales

La economía en la subregión del Oriente Antioqueño se caracteriza por contar con una gama muy
diversa de actividades. Éstas comprenden actividades agropecuarias, agroindustriales,
industriales, mineras, comerciales y actividades recreativas y de turismo. Conjuntamente con estas
actividades se desarrollan otros sectores como el transporte y las telecomunicaciones, los
servicios financieros y bancarios y otras actividades que complementan al comercio. Además de
contribuir con buena parte del producto interno bruto (PIB) departamental ,como ya se anoto, el
Oriente Antioqueño aporta gran parte las exportaciones antioqueñas con productos como flores,
textiles, confecciones y café, quedando sólo el banano por fuera de los productos más
representativos.

Una primera aproximación panorámica de las diversas actividades económicas que se desarrollan
se puede observar la tabla siguiente, donde se muestran los registros mercantiles y
establecimientos renovados ante la Cámara de Comercio del Oriente en 1997, hechos por
personas naturales. Para el año 2.000 el comercio, las manufacturas y los servicios ocupaban gran
parte de los establecimientos renovados.

Personas y establecimientos renovados en 1997. Distribución por actividades económicas para el


Oriente Antioqueño

Actividades CIIU Personas naturales Establecimientos porcentaje


porcentaje
Agropecuaria 1.0 1.0
Minero 0.1 0.0
Manufacturero 7.7 8.0
Gas, electricidad y agua 0.1 0.0
Construcción 1.7 2.0
Comercio 74.4 70.0
Transporte 1.4 2.0
Financiero 2.2 4.0
Servicios 13.6 13.0
Totales 100.0% (4465) 100.0%
Fuente: Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, 1997.

Observando la tabla anterior podría decirse que el Oriente Antioqueño se caracteriza por tener una
vocación comercial y manufacturera por excelencia, sin embargo, priman las actividades agrícolas
47

y agroindustriales, sólo que éstas no están registradas ante este organismo. Se desarrollan
actividades agropecuarias de realce nacional como el cultivo y comercialización de hortalizas,
tubérculos y leguminosas; la explotación avícola, porcícola y lechera, y la producción de flores para
la exportación, entre otras actividades primarias.

La producción agrícola en Antioquia estaba para 1995 distribuida así: la subregión del Oriente
Antioqueño aportaba 228.300 toneladas / año, el Altiplano de San Pedro 86.000 tonelada / año, el
Sur Oeste 34.000 tonelada / año y el Occidente 20.000 tonelada / año. Mientras la producción
agrícola subregional del Oriente Antioqueño se estimaba en 228.300 toneladas anuales, las otras
tres subregiones sólo producen 140.000 toneladas / año, lo que convierte al Oriente Antioqueño en
despensa agrícola departamental, de alta importancia nacional.

Al analizar las actividades económicas que se realizan por municipio, se aprecia como existe una
diversidad muy amplia de actividades, pero sobresalen las del sector primario como la agricultura y
la producción pecuaria y en todos los municipios se destaca la producción de algún bien primario.

Actividades económicas más importantes en el Oriente Antioqueño por municipio.

Municipio Actividades económicas más importantes

Rionegro Industria, comercio, explotación de hatos lecheros, floricultura, agricultura, artesanías


de cuero.
Carmen de Agricultura: fríjol, maíz, papa y hortalizas. Ganadería (porcino y vacuno), cabuya.
Viboral. Industria de dulces y artesanías en loza o cerámicas.
El Peñol Agricultura (hortalizas, papa, explotación de madera), pesca, turismo (alquiler de
botes, hoteles, fincas de recreo) y comercio
El Retiro Cultivo de hortalizas, frutales, madera y productos de madera
El Cultivo de hortalizas (fríjol, papa, zanahoria, repollo, remolacha, habichuela y
Santuario arveja), minerales no metálicos y confecciones
Guarne Papa, mora, ganado porcino y explotación de madera
La Ceja Floricultura, agricultura (fríjol, tomate y papa) y ganadería
Marinilla Agricultura, avicultura, leche e industria
Sonsón Café, hortalizas, papa, frutales, leche y porcinos
Abejorral Café, maíz, papa, plátano, caña de azúcar, ganadería y pequeñas industrias
Argelia Café, cacao y caña de azúcar
Cocorná Agricultura (caña, café, yuca, plátano, frutales, plátano y caña) y ganadería
Granada Agricultura (café, caña, tomate y pepino), madera y ganadería
La Unión Agricultura (papa, fríjol y maíz), ganado de leche, flores, piscicultura y minerales no metálicos
(caolines, caliza, arcilla y feldespato)
Nariño Agricultura y ganadería
San Carlos Generación de energía, agricultura, ganadería y minería (oro)
San Luis Agricultura y ganadería
San Agricultura (papa, fríjol, maíz, curuba y tomate), pecuarios, cabuya y artesanías con base en
Vicente ella.
Guatapé Generación de energía, fríjol y tomate, pesca y turismo
San Caña panelera, plátano, yuca, frutales y ganadería
Francisco

Otras actividades importantes son la floricultura, la industria, y en menor medida la minería. Los
cultivos de flores de corte bajo invernadero, ocupan alrededor de 400 hectáreas y representan el
99% del total cultivado en el Departamento y el 10% de la producción nacional. El 80% del total de
la producción de flores se dedica a satisfacer las necesidades del mercado internacional. La
actividad industrial se concentra en el corredor de la Autopista Medellín-Bogotá en el Oriente
48

Cercano y se destacan los sectores textiles (contribuye con un 30% de la producción nacional),
alimentos, papel, químico y metalmecánico, entre otros). En bienes intermedios produce cemento,
gas, papel, pintura y maderas para la construcción. Existe desde la minería artesanal de
subsistencia, hasta la pequeña y mediana, y la localización de importantes empresas cementeras,
caleras y caolíneras en el Cañón del Rioclaro y la Unión. Igualmente esta subregión es
abastecedora y fuente de productos y materias primas para la industria, en particular produce
artículos de loza, de vidrio y muebles.

Además de lo anterior, hacen este territorio estratégico su alta biodiversidad, su riqueza natural y
turística (es una subregión de bellos y contrastados paisajes), su infraestructura de servicios, vías
y transporte y el ser zona de influencia de proyectos importantes como El Plan Vial de la apertura
que atraviesa la región desde el centro del país hasta puertos en el Atlántico y Pacífico, El Plan
Vial con el Túnel de la Paz, Los Proyectos Hidroenergéticos, El aeropuerto internacional José
María Córdova y la Zona Franca, y Acciones para el desarrollo turístico e inmobiliario.

Paradójicamente tratándose de una subregión con inmensas riquezas en recursos naturales,


convertida en un polo de desarrollo nacional y con factores favorables de competitividad frente a
las exigencias de la economía de globalización, posee un índice de necesidades básicas
insatisfechas NBI de 38.3% por encima del departamental de 31.7% y el 14.8% vive en
condiciones de miseria.

De esta manera vemos un Oriente Antioqueño con unas características económicas generales
muy diversas, donde la agricultura, la industria manufacturera y el comercio son lo predominante
allí, una subregión en la que Antioquia encuentra enormes ventajas y posibilidades de desarrollo
futuro, pero también donde se hacen cada vez más evidentes la concentración de la riqueza y los
desequilibrios en el desarrollo (Oriente Cercano y Oriente Lejano).

Veamos con más detenimiento la forma como se comportan las diversas actividades económicas
en el Oriente Antioqueño por sectores:

El sector primario de la economía:

Los sectores agropecuario y agroindustrial son de suma importancia para la subsistencia de una
gran parte de la población y se convierten en las actividades predominantes.

El Oriente Antioqueño tiene una ventaja indiscutible en la producción agropecuaria con respecto a
otras subregiones de Antioquia y Colombia, cuenta con una heterogeneidad en su configuración
física que le imprimen este matiz. Como ya se menciono, Sus tierras van desde grandes alturas
como el cerro Las Palomas en el páramo de Sonsón, a 3.300 metros sobre el nivel del mar
(s.n.m.), hasta profundas depresiones como las encontradas sobre el Río Magdalena, a 150
metros s.n.m. (el 22.85% del territorio tiene pisos térmicos cálidos, el 34.80% pisos medios, el 40%
pisos fríos y el 2.33% páramos), lo que da una riqueza en pisos térmicos y una situación casi
inigualable en país. Además, la riqueza natural se ve complementada con una pluviosidad diversa
que va desde 800 m.m. en el cañón del Río Arma hasta 5.000 m.m. en la zona de embalses en
Guatapé y el Peñol (Sánchez, 1990).

Los suelos presentan la siguiente destinación: el 27% se dedica a bosques, el 34.8% a pastos, el
9.2% son tierras cultivadas, 0.7 urbanos, embalses 8.9 y para otros usos se dedica el 19.4%
(Departamento Administrativo de Planeación, anuario estadístico de Antioquia 2.000).

El sector agrícola es reconocido como el más importante de Antioquia. Posee el monopolio en la


producción de muchos de los bienes agrícolas que consume el departamento y otras subregiones.
49

Produce hortalizas como habichuela, tomate, cebolla, entre otras; frutales como tomate de árbol,
naranja, curuba, entre otros; y leguminosas, tubérculos y café. Además, la actividad agrícola es la
que más empleo genera (ya sea de manera directa en la producción o de manera indirecta como
en el transporte, la industria, el mercadeo mayorista y minorista que se hace de él), se considera
fundamental para la “seguridad alimentaria de la población” y es vital para la estabilidad política,
social y económica de ella.

Otro subsector importante en el sector primario, son los cultivos agroindustriales, en especial la
producción de flores en el oriente cercano. Los municipios que producen flores son Rionegro, La
Ceja y El Carmen de Viboral, y otros municipios como Sonsón y La Unión tienen algunos brotes en
este cultivo. El mayor productor es La Ceja, de 900.000 cajas exportadas en el primer semestre de
1998, participa con 800.000 cajas, principalmente Pompones y Crisantemos (Asociación
Colombiana de Exportadores de Flores – ASOCOLFLORES).

La producción pecuaria, sobre todo lechera, cada vez gana importancia debido al alto nivel de
tecnificación en la producción que busca alcanzar niveles óptimos de productividad para hacer
rentable y competitiva esta actividad. Para 1994 la composición ganadera del Oriente Antioqueño
era: el 79% del inventario se destinaba a la oferta de leche, el 17% de doble propósito y el 4%
especializados en la producción de carne. Mientras la oferta de carne para consumo (sacrificio) fue
de 25.5 millones de kilos en 1994, se estimó una producción de leche de 331 mil litros diarios
(1995) con destino a las procesadoras industriales ubicadas en el Valle de Aburrá y en la misma
subregión. De manera desagregada, y según el censo bovino de Fadegan para 1998, la
distribución ganadera en algunos municipios del Oriente Antioqueño era: La Unión 26.900
ejemplares, El Carmen de Viboral 15.800, Rionegro 14.102, La Ceja 12.672, Guarne 9.340,
Marinilla 9.050, El Santuario 7.400, El Retiro 5.723 y San Vicente 4.600.

Recientemente, puede advertirse como la vocación agrícola se está desplazando hacia la


ganadería, en especial hacia la producción lechera. Este cambio de vocación se debe a
condiciones adversas de otras actividades y a las favorables del sector pecuario. En las adversas
se tiene las plagas que cada vez son más comunes y elevan los costos de la producción agrícola,
el alto costo de los insumos, la incertidumbre de los precios y debilidades en el mercadeo de
productos. En las condiciones favorables se tienen un fácil manejo del ganado, existe una venta de
leche segura, se paga cumplidamente y se cuenta con pastos nativos de muy buena calidad.

Producción lechera, área en pastos - 1999

Hectáreas en pastos
Producción Natural Mejorado Corte Total pastos
leche litros / día
Departamento 2.381.074 1.594.093 794.671 8.489 2.397.253
Oriente 456.358 179.153 58.523 2.107 239.783
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000

En cuanto a la produción de leche la subregión es la segunda en produción litros día, despues de


la subregión del Norte. Las subregiones que menos producen son Bajo Cauca, Nordeste y
Occidente.

Algunos aspectos que reafirman lo anterior son:

La importancia que esta adquiriendo la plaza de ferias de Marinilla en el sector ganadero del
Departamento, ésta es la segunda más importante en Antioquia después de la de Medellín. Allí
llegan alrededor de 700 animales todos los sábados.
50

El interés que se le da al trabajo de inseminación artificial que se hace en el corregimiento de


Santa Elena por la Universidad Nacional, donde de las 15.000 dosis suministradas al año por sus
laboratorios, la mayoría tiene como destino al Oriente Antioqueño.

El contar, en La Ceja por ejemplo, con los mejores ejemplares Holstein, raza proveniente de
Holanda y que produce 30 litros diarios de leche en promedio por semoviente.

El que La Unión, para el año 2.000, contó con 27.000 cabezas de ganado de diversas razas y con
una producción de 130.000 litros de leche diaria (El Colombiano, 6 de mayo de 2.000).

Otro renglón importante del sector pecuario lo representan las aves y porcinos. Para 1.994 se
estimaba un inventario de 1.126.200 aves, con una producción diaria de 842.300 huevos, y 54.000
porcinos (Cadavid, 1.998). Vale resaltar que la producción pecuaria se viene complementando con
la producción de peces en las represas y estaques y con el cultivo de lombrices en varias
localidades.

En relación con la minería metálica, ésta pasó de ser en épocas pasadas uno de los productos
más sobresalientes a representar hoy una mínima parte del producto interno bruto minero. La
subregión contribuye con sólo el 2.44% de la producción de oro y plata de Antioquia (las
subregiones del Nordeste y el Bajo Cauca contribuyen con más del 86%). En la actualidad se
extraen otros minerales que comienzan a ser importantes como el mármol, la piedra caliza, la
arcilla y el caolín, el cual para 1.997, alcanzaba el 66.34% de la producción departamental.
Igualmente se extrae cuarzo y arena silícea, producción que representa el 33.8% del total
departamental (Plan Estratégico de Antioquia - PLANEA, 1999). 4

El principal uso del mármol está representado en la producción de cemento a gran escala a través
de la empresa Cementos Río Claro. En mediana y pequeña escala se extrae para la elaboración
de enchapes y acabados en edificaciones y para objetos artesanales. En forma dispersa y a
pequeña escala se presenta en todo el territorio explotación de material de cantera para ser
utilizado en el afirmado de carreteras, y en las localidades se extrae material de playa de los ríos
para utilizarlo en la construcción y obras civiles.

A pesar de la importancia que tiene el sector primario para Antioquia y Colombia, éste sector en el
Oriente Antioqueño ha tenido durante la última década un decaimiento debido a muchos factores
que van desde la producción hasta la comercialización y el consumo. Pero este decaimiento del
campo, no es un problema sólo en la subregion o el Departamento, es un fenómeno que cobija a
todo el país.

A nivel nacional, la apertura total a mercados externos sin una previa modernización,
reestructuración y reconversión del aparato productivo ha colocado en desventaja el sector frente a
los mercados extranjeros. Sumado a lo anterior, la falta de utilización de la cláusula de salva
guarda de la producción agropecuaria nacional, el centralismo, la violencia y la ausencia de
estímulo crediticio a través de las entidades encargadas, han puesto en gran riesgo la estabilidad
del sector y han acelerado entre otros, el proceso de expulsión y pauperización de comunidades
campesinas creando un panorama contradictorio de difícil predicción.

Por ello a pesar de las condiciones biofísicas favorables para el desarrollo agrícola de nuestro
país, encontramos que el área agrícola cosechada para el año de 1996 disminuyó en 143.000
hectáreas y que entre los años de 1991 y 1996 el área de cultivos transitorios se redujo en un total
4
Se produce caolín en los municipios de La Unión y Rionegro, caliza en San Luis y Sonsón (cuenca del Río
Claro y la Danta), mármol y cemento en Sonsón, arcilla en La Unión y pequeñas extracciones de oro en
Sonsón, El Peñol, Guatapé, San Carlos, San Rafael y San Vicente. (Sánchez, 1990).
51

cercano a las 800.000 hectáreas (Centro de Estudios Ganaderos y Agrícola —CEGA— 1997).
Según los cálculos de este mismo Centro, entre 1990 y 1996 la agricultura en conjunto perdió casi
28 millones de jornales que constituyen el ingreso principal para una parte de la población y los
ingresos complementarios para otra porción significativa.

En el Oriente Antioqueño el panorama no ha sido diferente. En términos generales, como ya se


dijo, el sector agropecuario ha presentado un decaimiento ,Véase la tabla siguiente. Entre las
causas se cuentan la importación de alimentos 5, la violencia imperante en la subregión, el
agotamiento de los suelos, la escasa tecnificación y mal manejo de los mismos, la poca
capacitación de los campesinos, el mal aprovechamiento de los minifundios, las prácticas
indebidas en la utilización de agroquímicos y la débil forma de afrontar el mercado y
comercialización de productos.

Crecimiento real del PIB agrícola en el Oriente antioqueño

Año Tasa de Crecimiento


1992 -2.32
1993 9.22
1994 -0.61
1995 -2.52
1996 -5.83
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Dirección de Sistemas de Indicadores.

Miremos una a una las situaciones problemáticas y sus relaciones desencadenantes. El primer
problema del sector agrario en Oriente Antioqueño es la continua situación de violencia que se
vive, causando en parte, el abandono de las parcelas por el campesinado. Esto ha hecho que el
campo se deprima, reflejándose en la producción de cultivos transitorios y permanentes:
“observándose la evolución de las áreas cultivadas de los productos más representativos entre
1989 y 1997 (fríjol, maíz y papa), se aprecia que en ocho años se han abandonado cerca de
31.000 hectáreas dedicadas a la producción, lo cual equivale, por ejemplo, a la extensión del
municipio de la Unión” (Plan Estratégico de Antioquia, PLANEA, 1999).

Otro grave problema se relaciona con los suelos, estos se vienen degradando ya sea por la
erosión ante el continuo uso o por las técnicas agrícolas inadecuadas que buscan mayor
rentabilidad mediante la sobre explotación. La producción agrícola en buena parte se obtiene de
zonas de laderas con altas pendientes, son escasas las prácticas de conservación, existe una
utilización irracional de agroquímicos y se da la siembra de cultivos limpios en zonas no propicias.
Además, la situación empeora con el uso de terrenos no aptos para la producción agropecuaria y
la baja utilización de semillas seleccionadas o mejoradas. A estas practicas inadecuadas se suma
el desconocimiento y escasa apropiación de nuevas tecnologías.

Todo lo anterior afecta la productividad de muchos cultivos, es el caso de la papa en el municipio


de La Unión. Entre 1995 y 1998 La Unión pasó de tener 1.526 hectáreas sembradas a 1.680. Pero
su rendimiento cayó de 18.000 kilos por hectárea a 14.000 en el mismo período, disminuyendo la
producción de 27.468 toneladas a 23.240. Ésta situación afectó 2.200 campesinos del municipio
que viven del cultivo del tubérculo. La razón de esta caída se debe a las plagas y enfermedades en
la tierra producidos por el ingreso de semillas no certificadas de otras latitudes como Boyacá y
Pasto. Se evidencia así la utilización de variedades susceptibles a problemas sanitarios como un
punto débil dentro del proceso productivo.

5
Es así como a pesar de Antioquia poseer una riqueza en climas y zonas cultivables, el departamento
importa más del 60% de los productos agrarios que consume.
52

Hay presencia, igualmente, de un gran número de plagas y enfermedades que afectan la calidad y
los rendimientos de los cultivos, como la broca del café, la polilla y gotera de la papa, virus del
tomate de árbol, muerte descendente del aguacate, pasadores del tallo y fruto de anonáceas y
cítricos, mosca de las frutas, secadera de la curuba, esclerotinia en lulo, etc. Una de las plagas
más dañinas es el Thrips Palmi que desde 1998 ha creado una emergencia económica en el
municipio de Marinilla con pérdidas que superan los $1.000 millones en sólo el primer semestre de
1998, dejando pérdidas por encima del 50% en cada cultivo, y si no se trata rápido podría
quebrantar el agro en el Oriente Antoqueño (El Colombiano, 6 de mayo de 2000).

Por otro lado también existen problemas para la comercialización de los productos agrícolas. El
transporte de los productos al punto de venta presenta inconvenientes por el regular estado de las
vías de acceso, la inexistencia de éstas o por el alto costo de los fletes. Los productos de
pancoger, hortalizas, frutales, plátano y panela son traídos por los productores semanalmente a las
cabeceras municipales donde son comprados por intermediarios, los cuales realizan labores de
selección y empaque de los productos y los transportan a otros municipios y capitales donde los
negocian. Esta situación desfavorece a los productores por los bajos precios que reciben.

Otros problemas en el mercadeo de los productos se asocian a la escasa planificación de las


siembras que conllevan a una sobre oferta en épocas del año, inadecuadas prácticas de post
cosecha, falta de bodegas y centros de acopio y escasas actividades generadoras de valor
agregado, situaciones que en conjunto favorecen a los intermediarios.

La anterior problemática del sector lleva a pensar que para dinamizar el sector agropecuario en el
Oriente Antioqueño tendrán que hacerse grandes cambios, en particular con programas integrales
de fomento al sector. De lo contrario será muy difícil para el agro, un sector que generaba en 1993
el 57.3% de los empleos de la subregión, resurgir y asumir el liderazgo como sector.

Para la solución de estos problemas la subregión ha venido haciendo, desde tiempo atrás,
esfuerzos de diversa índole, uno de ellos fue el de destinar ciertas zonas para la producción
agraria con miras a fortalecer el sector. Desde el Municipio de Marinilla se trabaja la idea de
constituir un Distrito Agrario Zonal, cuyos resultados habra que evaluar, con miras a replicar esta
experiencia.

El objetivo del Distrito Agrario es el de garantizar la existencia y el perfeccionamiento de la cultura


agraria y la economía campesina en el sector rural, propiciando el desarrollo integral de la
actividad agropecuaria productora de alimentos, acorde con un manejo sostenible de los recursos
naturales y las especificidades ecosistémicas y sociales del municipio. Este proyecto piloto
además de garantizar la seguridad alimentaria del municipio y parte del Departamento, propone
involucrar varios municipios en su dinámica.

4.3.2 El Oriente Antioqueño, segundo piso de la industria antioqueña

La industria se ha convertido en un renglón económico de importancia para el desarrollo


subregional y el de Antioquia (éste sector aporta el 20% al PIB departamental). Su desarrollo se
articula a la construcción o apertura de la autopista Medellín-Bogotá, la construcción del
aeropuerto José María Córdova y la abundancia de mano de obra barata.

Pero el desarrollo industrial no ha sido equilibrado en la subregión, es en la zona del Altiplano


donde se concentra, en ella encontramos en la actualidad una serie de empresas satélites de las
industrias de la metrópoli, véase tabla siguiente. En 1997 el 71.42% del total de estos
establecimientos y el 85.8% y 69.6% de las sociedades y personas naturales, respectivamente, se
localizan en esta área. Se han hecho inversiones en nuevas construcciones, ensanches y se
53

adoptan equipos, maquinaria y tecnologías más eficientes. Vale resaltar que del total de empresas
el 68% son microempresas6.

Informe de inscritos y establecimientos por municipio renovados desde enero 1 hasta marzo 31 de
2.000

Municipio Personas Personas Sucursales y agencias Establecimientos Total por municipio


naturales juridicas
Matricul Renova Matricul Renova Matricula Renovación Matricula Renovación
a ción a ción
RIONEGRO 169 917 33 161 2 101 160 1108 2651
LA CEJA 79 612 7 40 13 58 697 1506
GUARNE 33 325 3 17 7 30 371 786
CARMEN DE 43 283 3 11 4 28 320 692
VIBORAL
MARINILLA 26 259 16 22 7 29 303 662
SANTUARIO 27 250 2 7 4 23 288 601
RETIRO 22 168 3 22 1 5 20 192 433
LA UNION 6 127 1 7 3 6 161 311
SAN VICENTE 9 92 3 1 7 117 229
SONSON 7 44 6 5 5 48 115
PEÑOL 4 15 1 1 6 22 49
SAN CARLOS 2 10 1 4 2 3 13 35
ABEJORRAL 3 11 3 3 12 32
GRANADA 1 7 2 1 1 9 21
SAN RAFAEL 2 3 3 4 2 6 20
ARGELIA 2 4 2 1 2 6 17
COCORNA 1 3 2 2 8 16
GUATAPE 4 1 3 3 5 16
SAN LUIS 1 4 1 1 1 2 6 16
NARIÑO 1 3 2 1 8 15
CONCEPCION 4 1 1 6 12
ALEJANDRIA 2 4 6

SAN 1 1 1 1 4
FRANCISCO
TOTAL POR 443 3144 72 316 3 167 389 3711 8245
TIPOS
Fuente: Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, 2000.

Las razones de preferir los empresarios a esta zona son evidentes: las ventajas de localización
ante los mercados locales, nacionales e internacionales; la disponibilidad local de infraestructura
vial y aeroportuaria de fácil acceso internacional; los nuevos proyectos de ampliaciones y de
mejoramiento vial, los planes de construcción de un túnel que agilice el transporte entre el Oriente
Cercano y Medellín y los apoyos que municipios como Rionegro hacen a la industria, 7 todo ello

6
Pero en la subregión del oriente antioqueño no sólo se observa un crecimiento de las grandes industria, en
ella también se observa un acelerado crecimiento en el número de pequeños negocios dedicados a alguna
actividad que generen ingresos de subsistencia a las familias.
7
El municipio de Rionegro buscando generar mayor empleo, ha aprobado el Acuerdo 114 del Consejo
Municipal de 2000 donde se exonera parcialmente del pago de impuesto predial unificado del de industria y
comercio a las entidades que generen nuevos puestos de trabajo.
54

hace que los empresarios miren a esta subregión como propicia para hacer sus negocios,
situación que ha variado sustancialmente en los últimos años, por los problema de orden público.

Desde el decenio de los sesenta industrias importante: como las del sector textil, se ubiquen allí. 8
Recientemente las empresas que tiene asentamiento en esta subregión se dedican a la producción
de bienes de consumo final e intermedio, en particular productos como alimentos y bebidas, que
rápidamente se han convertido en los sectores líderes de la economía, y otros bienes como
productos químicos, cauchos y minerales no metálicos como el vidrio. Los establecimientos del
sector manufacturero registradas a septiembre de 1997 eran cerca de 800 unidades, localizadas
en su mayoría en los corredores viales de los seis municipios más importantes del Altiplano del
Oriente Antioqueño.

En los corredores viales donde se encuentran ubicadas la mayoría de empresas del Oriente
Cercano se destacan tres zonas:

Zona industrial Autopista Medellín-Santafé de Bogotá.


Zona industrial Belén-Autopista.
Zona industrial Cimarronas.

En estos corredores industriales se encuentran asentadas las siguientes empresas:

Corredores industriales en el oriente cercano

A. Zona Autopista Medellín - Santafé de Bogotá


Nombre Actividad Área de Número de Año de Área construida (mt2)
industria predios empleados asentamiento
(ha)
Agafano s.a. Oxigeno y gas 5.2 8 1981 815
Arclad s.a. Productos 3.01 112 1981 1042
autoadhesivos
Imusa Productos para el 14.63 179 1981 7834
hogar
Sancela Productos sanitarios, 13.13 300 1982 8377
aseo y personal
Sika andina Productos químicos 2.72 29 1987 3539
Riotex Textiles 24.99 684 1988
Gases de Distribución de gases 2.04 1993 56
Medellín y
Rionegro
Multiquímica Productos químicos 1.09 30 1995 1823
Inmunal Inmunizadora 2.74 33 1995
Tisturibe Reciclaje de textiles 2.66 1996 7423
Subtotal 72.21 ha 30909
B. Zona de empalme Belén-Autopista
Nombre Actividad Área de Número de Año de Área construida
industria predios empleados asentamiento (mt2)
(ha)

8
La industria textilera es muy antigua en el Oriente Antioqueño, ya desde finales del siglo XIX se habían
fundado en Sonsón la industria textil pero se detuvo por el desarrollo que tuvo en Medellín a principios del
siglo XX, solo después de 1960 de nuevo se ubicaron empresas textileras como Textiles córdoba, Textiles
Pepalfa, Riotex, textiles Rionegro y Confecciones Wrangler, entre otras. (Villegas, 1988, 41). Sin embargo
esta industria ha perdido su dinamismo es así como paso de aportar el 69.4% de la estructura manufacturera
en 1990 a sólo un 18.2% en 1994.
55

A. Zona Autopista Medellín - Santafé de Bogotá


Nombre Actividad Área de Número de Año de Área construida (mt2)
industria predios empleados asentamiento
(ha)
Postobón Distribuidora de 4.47 150 1976 3075
gaseosas
Nacional de Alimentos derivados 27.24 685 1982 19609
chocolates del chocolate
Pintuco Planta de vinilos 15.04 75 1997 22743
Subtotal 46.75 ha 45427

C. Zona Cimarronas
Nombre Actividad Área de Número de Año de Área construida
industria predios empleados asentamiento (mt2)
(ha)
Coltejer Textiles 75.02 1200 1970 87754
Escaucho Fabricación de 1.1 30 1985 2603
llantas
Subtotal 76.12 90357
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación de Rionegro, Anuario Estadístico, 1998.

Para el año de 1998 el Anuario Estadístico de Rionegro registraba 49 industrias entre


grandes y medianas, además de pequeñas y microempresas, ubicadas básicamente en
cuatro sectores: zona franca, unidad industrial, autopista Medellín-Bogotá y zona de
influencia.

De las tablas anteriores se deduce que para un análisis de 15 empresas y su fecha de


asentamiento, el 13% se radican en la década de 1970–1980, un 53% entre 1980–1990 y un 34%
entre 1990–1997.

Desde el punto de vista de la inversión en infraestructura productiva, en maquinaria y equipo,


además de la adopción de tecnologías intensivas en capital, la industria del papel, imprenta y
editoriales llevan la delantera con el 25.5% del total registrado, seguido de los productos de
alimentos y bebidas con el 22.1%, los cultivadores de flores y productos minerales no metálicos
contribuyen con el 20.5% y el 15.4% respectivamente (El Mundo, Julio 23 de 1999).

Pero este desarrollo industrial en la subregión no solo ha traído efectos positivos, como el empleo
y la generación de ingresos personales y municipales, sino también efectos dañinos, como la
contaminación, que afectan la calidad de vida de sus habitantes. El desarrollo industrial, en
general, ha traído consecuencias graves para el medio ambiente con la emisión de gases a la
atmósfera, el vertimiento de líquidos a las corrientes de agua y desechos sólidos depositados en el
suelo. Los sectores de la industria que contaminan más son la industria textilera, de alimentos,
papelera, y metalmecánica, responsable del 25% de la contaminación, aproximadamente. Atender
estos problemas requiere de estrategias de control y del diseño de tecnologías acordes con una
producción mas limpia, entre otras, asunto frente al cual vienen trabajando varias empresas de la
subregión lideradas desde la Corporación Empresarial del Oriente.

4.3.3 El comercio y los servicios, los sectores con mayor dinamismo en la economía
subregional

Los sectores que mayor dinamismo económico han presentado en los últimos años, son el
comercial y el de servicios. El comercio contribuye con el 70% de los establecimientos registrados
56

ante la Cámara de Comercio del Oriente antioqueño y con el 72% de las personas naturales; en el
caso de las sociedades renovadas a diciembre de 1996, el 37% se dedicaban al comercio al por
mayor y menor, y el 15% pertenecían al sector manufacturero. Según la clasificación CIIU, se
registra una mayor proporción de establecimientos comerciales , ver tabla siguiente.

Movimiento de sociedades por sector económico renovadas en el oriente antioqueño entre enero y marzo,
1996-2000.
Año Actividad Total
Agricultura Explotaci Industria Electrici Constru Come Transp Finanzas Servicios Sociedades
, caza y ón de manufact dad, cción rcio orte Por
pesca minas y urera gas y Año
canteras vapor
1996 17 4 42 0 18 98 33 47 13 272
1997 18 3 32 6 15 106 26 49 12 267
1998 32 2 51 3 12 127 32 65 28 352
1999 41 1 46 10 7 106 35 72 26 344
2000 48 3 51 21 11 130 32 65 29 390
Fuente: Cámara de Comercio del Oriente, 2.000.

Otro sector importante en el Oriente Antioqueño son los servicios, por ejemplo los relacionados
con el turismo. Este subsector imprime una dinámica propia a la subregión, debido a su paisaje (la
piedra del peñol y las múltiples caídas de agua), riquezas naturales (diversidad en exóticos
bosques son su fauna y flora, además de los embalses), gran variedad de parques recreativos y
sitios de valor histórico como museos, templos y monumentos en municipios como Marinilla,
Rionegro y Sonsón, que brindan al visitante un sitio para el disfrute y lugar privilegiado para el
turismo ecológico. Igualmente cuenta con infraestructura física (aeropuerto y vías carreteables),
clubes recreativos, hoteles y salones para reuniones.

Sin embargo debido a los problemas de violencia éste ha decaído considerablemente afectando la
economía, en particular los municipios de la zona de embalses Peñol–Guatapé (estos tienen uno
de los atractivos naturales de mayor potencialidad en toda la subregión del Oriente Antioqueño).
El conflicto armado ha causado una disminución muy alta del flujo vehicular, entre febrero de 1997
y febrero de 2000 ha disminuido en un 60%, afectando esa actividad. Lo problemático de esto es
que el turismo tiene un impacto diferente a los otros sectores económicos sobre la economía,
debido a que los ingresos se distribuyen más en la sociedad, en él participan muchos sectores:
hoteles, restaurantes, centros de diversión y recreo y el comercio. Una habitación genera 1.5
empleos directos y 3 indirectos o una mesa crea 1 empleo directo y 2 indirectos. Además el
turismo es considerado un sector limpio, que produce menos contaminación y destruye menos el
ambiente.

Es indudable que la disponibilidad de recursos naturales aptos para el impulso del ecoturismo le
imprime al Oriente Antioqueño una característica que más tarde deberá ser tenida en cuenta.
Además no hay que olvidar que el turismo es una fuente muy importante de empleo directos e
indirectos y deberá ser considerado como prioritario para el desarrollo futuro subregional.

4.3.4 La división del trabajo: una aproximación al mercado laboral del Oriente Antioqueño.

Según las cifras que el Departamento Nacional de Estadísticas —DANE— y el Departamento


Administrativo de Planeación, la distribución por sector del empleo para la población
económicamente activa es la siguiente: el sector primario ocupa el 57.3% de la población, ésta
comprende actividades agropecuarias, selvicultura, pesca y extracción de minerales; el sector
57

secundario el 8.5% que labora en la industria manufacturera y de la construcción; y el sector


terciario tiene el 34.2% de la población económicamente activa que realizan básicamente
actividades de comercio y servicios (Plan Estratégico de Antioquia, PLANEA, 1999). Los renglones
más importantes en la generación de empleo son la agricultura, la agroindustria, la manufactura y
el comercio. Estas cuatro actividades tienen ocupada el 80% de la fuerza laboral (El Mundo, julio
23 de 1999).

La inserción productiva en la agricultura no se hace de manera formal. La mayoría de labores del


campo la hacen sus propietarios como campesinos que cultivan sus parcelas en una economía de
subsistencia. También existen grandes cultivos agrícolas que requieren de trabajadores para la
producción de hortalizas, café y frutales, sin embargo, con el decaimiento del sector en los últimos
diez años los empleos en el sector vienen disminuyendo, no obstante mantenerse como la
principal fuente de alimentos básicos para el departamento.

En el sector industrial, con base en la información de industria y comercio y los registros de


Cámara de Comercio del año 2.000, las veintinueve empresas que reportan empleo (de un total de
50), generan 5.690 plazas y de éstos el sector textil participa con 3.000 empleos
aproximadamente.

El sector agroindustrial, fundamentalmente la producción y comercialización de flores, cuenta con


un total de diecisiete (17) empresas que generan 2.477 empleos directos; sobresaliendo Cultivos
del Caribe con un total 729 empleos y una participación de 29.43 %. Para el 2000, los empleos
generados por los cultivos de flores oscilan entre 4.500 y 5.000, de éstos entre un 80% y un 90%
son empleados de la subregión y el restante porcentaje son personas provenientes del Valle de
Aburrá, en su mayoría profesionales para el área administrativa y técnica.

Otras empresas importantes de este sector en la generación de empleo son: Exportaciones


Bochica (535 empleados), Flores Esmeralda (363 empleado), Cultivos Tahití (197empleados),
Flores de la Montaña Ltda. (100 trabajadores), Cultivos Miramonte (638 empleados) y Cultivos
Medellín (30 Empleados). Según el estudio realizado por Cadavid, en 1998, el sector floricultor
empleaba en promedio 82 trabajadores permanentes, cifra que muestra el uso intensivo e
importancia de los cultivadores de flores en la generación y demanda de empleos en el Oriente
Antioqueño. Y comparado el sector con las manufacturas, se observa que de un total de 7.272
empleos declarados por cultivadores de flores y manufactureros, el 44% son de los floricultores —
que son el 12% de los empresarios— y el 56% restante son empleados del sector manufacturero
local (88% de los empresarios) 9 (Cadavid H. 1998). Las empresas floricultoras se caracterizan por
que son altamente intensivas en trabajo: en una hectárea se ocupan 15 trabajadores, y si se tiene
en La Ceja aproximadamente 400 hectáreas cultivadas, esto da como resultado que alrededor de
4.000 familias del municipio se ven beneficiadas con este cultivo.
Otro importante sector que genera un gran número de empleos formales es el manufacturero, la
mayoría de negocios ubicados en los anillos viales del valle de San Nicolás. Los negocios y
empresarios dedicados a la fabricación de textiles, prendas de vestir, confecciones y productos de
cuero emplean el 14% de la fuerza laboral disponible, seguida por el sector de alimentos y bebidas
que genera el 12.7% y el sector fabricante de productos de madera el 9.7%. Igualmente, el número
de trabajadores muestra la gran variedad en el tamaño de las empresas; en promedio cada

9
El análisis comparativo para cada uno de los 12 subsectores según la clasificación CIIU de las empresas
registradas del Oriente Antioqueño. El subsector floricultor demanda el 42.8% de los empleos de la
población. Seguida por el subsector textiles, prendas de vestir e industria del cuero con el 14% de los
empleos, y, en tercer lugar, el subsector productor de alimentos, bebidas y tabaco. La industria de la
madera, muebles de madera y productos de madera genera el 9.5% de los empleos. Estos cuatro
subsectores demanda cerca del 80% del empleo del Oriente Antioqueño.
58

empresa emplea 21 trabajadores, encontrándose rangos de empresas que emplean desde 1 hasta
657 empleados; siendo la característica predominante, las empresas pequeñas o microempresas
familiares con 1 (uno) trabajador. La mitad de las empresas tienen 3 empleados permanentes. En
promedio, los microempresarios emplean 3 trabajadores y las Pymes (pequeñas y medianas
empresas) emplean entre 43 y 199 trabajadores.

El crecimiento de la oferta laboral y la deficiente cualificación de la mano de obra, son dos de los
principales fenómenos detectados en el mercado laboral subregional (Cadavid H. 1998). Ello ha
obligado a muchas empresas localizadas allí, a buscar y trasladar trabajadores y empleados en
general desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, incurriendo muchas veces en mayores
costos de movilización, pero que algunos empresarios estiman menores comparados con la
inversión para la formación del capital humano a través de la capacitación de la fuerza laboral
disponible en la localidad.

Participacion por sectores de la poblacion economicamente activa subregión Oriente


1993
SUBREGIÓN SECTOR SECTOR SECTOR TOTAL
PRIMARIO SECUNDARIO TERCIARIO
Valle de Aburrá 4.30 % 23.60 % 72.10 % 100.00 %
Oriente 57.30 % 8.50 % 34.20 % 100.00 %
Fuente: Documento, Bases Plan de Desarrollo ANTIOQUIA NOS UNE 1998-2000.

El Sector Público:

Las finanzas públicas aumentaron significativamente durante los últimos 15 años y se observa
cierta eficiencia en la asignación de recursos: en 1988 el gasto total en pesos constante por cada
habitante era de 59.375, pasa a 94.490 en 1993 y para 1997 a 194.687. La tasa real de
crecimiento anual es del 14.1% (Escuela Superior de Administración Pública, 1999).

Evolución del gasto percápita para la el Oriente Antioqueño. Varios años

Concepto 1988 % 1993 % 1997 % Tasa de crecim. (%)


Inversión 25.251 42.6 51.736 54.8 134.516 69.1 20.4
Servicio Deuda 1.157 1.8 3.937 4.2 10.893 5.6 29.0
Funcionamiento 32.966 55.6 38.814 41.0 42.278 25.3 4.6
Total 59.375 100 94.490 100 194.687 100 14.1
Fuente: Escuela Superior de Administración Pública - ESAP, 1999, Valores en pesos constantes de 1997.

Las fuentes de financiamiento de los municipios son diversas. En 1997 los recursos según fuente
para la subregión fueron: por cofinanciación $5.010.250.000, por ICN forzosa $27.050.178.000; por
Recursos del Crédito $6.580.430.000 y por Transferencias del sector eléctrico $4.781.821.000.
Para este mismo año los ingresos tributarios tuvieron la siguiente distribución: el 49% por impuesto
predial, el 31% por impuesto a la industria y comercio y el 20% por otros ingresos tributarios.
(Esap, Impacto de la Descentralización en los Municipios del Departamento de Antioquia1999).

Una característica que se puede apreciar en la tabla siguiente es que los dineros dedicados a la
inversión, como proporción de los gastos totales de las finanzas públicas subregional, han crecido:
en 1988 su participación era del 42.6%, para 1993 aumentó a 54.8% y en 1997 ya había llegado al
69.1%. Mientras tanto el rubro para funcionamiento cayo en su participación: 55.5% en 1988, 41%
en 1993 y 25.3% en 1997; sin embargo, a pesar de esta caída, la evolución del gasto en valores
59

absolutos para el funcionamiento ha aumentado, pasando de $15.701.010 en 1988 a $28.242.010


en 1997 (valorado a precios de 1997).

Si se analizan con más detenimiento las cifras se observa un cambio en la composición del gasto
para el Oriente antioqueño: entre 1988 y 1990, los alcaldes dedicaban el 48% del gasto a financiar
el funcionamiento, el 7.5% al servicio de la deuda y el restante 44.5% a la inversión (con un
promedio anual de gasto de $34.376 millones); entre 1990 y 1992 los gastos en funcionamiento
fueron del 42%, los de servicio a la deuda de 7.6% y los de inversión subieron al 50.4% (con un
promedio anual de gasto de $40.005 millones); entre 1993 y 1994 los gastos en funcionamiento
descendieron al 35.5%, los de servicio a la deuda a 5.2% y los de inversión a 59.4% (con un
promedio anual de $57.681 millones)10; y por ultimo, entre 1994 y 1997, los gastos en
funcionamiento fueron el 26.5%, el servicio a la deuda el 8.7% y la inversión subió a 64.8% (con un
promedio anual de $102.472 millones).

Igualmente en la tabla siguiente se aprecia un crecimiento real del servicio a la deuda. Este era de
$1.157 percápita en 1988, ascendió a $3.939 en 1993 y para 1997 ya se ubicaba en $10.893; lo
que da como resultado un crecimiento del 29%. Esto ha creado un desajuste en las finanzas
municipales debido a que los ingresos corrientes y tributarios sólo han crecido en promedio,
durante el período 1988-1997, a una tasa del 5% y 13% respectivamente. Al pago de servicios de
deuda los municipios debieron desembolsar en 1997 $36.5 de cada $100 recibidos por impuestos
y $19.6 de cada $100 recibidos de ingresos corrientes.

En términos generales se observa para el Oriente Antioqueño, con excepción de San Rafael, un
aumento en todos los municipios en la inversión percápita y una tasa de crecimiento positiva.
Destacándose los municipios de sexta categoría donde el promedio de inversión es mayor que el
resto de categorías, superando en inversión percápita a municipios como Rionegro y La Ceja.

Evolución de la inversión percápita por municipio. 1988, 1993 y 1997

Municipio Categoría 1988 1993 1997 Tasa de Crecimiento


Rionegro 2 41.05 67.41 162.41 16.51
Carmen de V. 4 31.68 40.41 114.44 15.34
El Peñol 4 43.93 36.90 139.50 13.70
El Retiro 4 16.73 43.87 191.47 31.11
El Santuario 4 -- 102.69 118.26 3.60
Guarne 4 12.98 37.39 116.64 27.63
La Ceja 4 5.06 37.82 96.09 38.69
Marinilla 4 7.69 25.90 163.73 40.47
Sonsón 4 6.00 56.46 88.96 34.93
Abejorral 5 -- 62.49 135.95 21.49
Argelia 5 11.99 15.72 15.53 2.92
Cocorná 5 8.01 50.57 98.79 32.20
Granada 5 15.33 39.37 199.04 32.96
La Unión 5 56.05 47.21 109.22 7.68
Nariño 5 8.02 41.41 55.17 23.90
San Carlos 5 5.22 39.21 223.44 51.80
San Rafael 5 212.76 49.14 163.27 -2.90

10
Este crecimiento refleja el crecimiento de las trasferencias adicionales previstas por la Constitución de
1991 para las regiones y que fueron reglamentadas con la Ley 60 de 1993.
60

Municipio Categoría 1988 1993 1997 Tasa de Crecimiento


San Luis 5 9.43 61.48 109.31 31.29
San Vicente 5 15.12 42.75 94.12 20.61
Guatapé 6 9.62 79.31 305.89 46.87
San Francisco 6 22.07 35.32 140.74 20.43
Fuente: Escuela Superior de Administración Pública, 1999, Valores en pesos constantes de 1997.

Otra de las características de las finanzas subregionales es que la inversión sectorial percápita en
salud ha presentado entre 1988 y 1997 un crecimiento real muy significativo pasando de $2.270 en
1988 a $27.070 en 1997, con una tasa de crecimiento real de 34.42% ver tabla siguiente. Este
fenómeno se debe al cambio que dio en las finanzas municipales la Ley 60 de 1993, donde los
recursos destinados a la salud eran insuficientes y con la Ley éste adquiere, junto a la educación,
mayor preponderancia respecto al gasto total. Pero lo que ganaron estos sectores con la Ley 60 lo
pierden otros sectores como son recreación y deportes, cultura, vivienda y vías, que según la
clasificación del los ICN, solamente cuentan con el 20% de las trasferencias11.

Evolución de la participación Inversión percápita de la subregión del Oriente Antioqueño . 1988,1993


y 1997.

Inversión sector 1988 1993 1997 Tasa de crecimiento


Educación 25.93 20.63 19.08 18.91
Salud 9.22 16.37 20.46 34.42
A.P. y S.B. 14.78 16.37 17.49 25.37
Rec. Y Deporte 8.48 10.61 4.85 15.63
Cultura 2.27 2.45 1.70 16.90
Vivienda 7.16 8.13 6.83 23.39
Materia Agraria 3.64 3.37 5.18 27.93
Vías 17.29 15.35 6.24 9.87
Otros 11.22 18.40 18.47 --
Fuente: Escuela Superior de Administración Pública - ESAP, 1999, Valores en pesos constantes de 1997.

Algunos problemas que se detectan en las finanzas de los municipios del Oriente Antioqueño son
los siguientes:

Existe un preocupante aumento en el gasto percápita en funcionamiento en algunos municipios.


Estos pasaron de $32.966 en 1988 a $49.278 en 1997, superiores a los registrados en el suroeste
que en 1997 eran de $38.480. Los municipios que sobrepasan el promedio subregional son
Rionegro, El Peñol, El Retiro, La Ceja, San Carlos, San Luis y Guatapé; superando enormemente
El Retiro y Guatapé con $137.240 y $153.800 el gasto percápita en funcionamiento. (Esap,Impacto
de la Descentralización en los municipios del Departamento de Antioquia 1999.). Esto se explica

11
Globalmente considerada, la distribución sectorial de la inversión poco se aproxima a los porcentajes de
30% para educación, 25% para salud, 20% para agua potable y saneamiento básico, 5% para recreación,
deporte y cultura y 20% para libre inversión.
61

por la mayor burocratización que existe en algunos municipios atendiendo a decisiones políticas y
no a las necesidades reales del municipio.

A pesar del gran esfuerzo que está haciendo la subregión para tener un grado menor o al menos
constante de dependencia financiera12, esta todavía es muy alta. En 1997 el grado era de 46.8%
para el promedio regional, elevado este promedio por municipios como Cocorná (77.25), Granada
(72.94%), Nariño (84.48%), San Rafael (74.33%) y San Francisco (80.08%) que se ubican por
encima del 70%.

Los municipios del Oriente Antioqueño vienen presentando de manera creciente una disminución
del ahorro corriente. En 1993 este era de $6.023 millones y en 1997 ya había caído a $1.501
millones, aunque esto en buena parte es generado por el municipio de Rionegro que eleva la cifra,
la mayoría de municipios de la subregión registran déficit corriente. La situación es generada por el
mayor crecimiento de los gastos corrientes frente a los ingresos corrientes —sin incluir a Rionegro,
el crecimiento real de los ingresos corrientes fue de 7.4% y el crecimiento real de los gastos
corrientes fue del 8.3%. (Esap, 1999.)—. Lo anterior tiene causas como el aumento en el gasto de
funcionamiento debido a las nuevas funciones que han asumido los municipios, el crecimiento en
el pago de intereses de la deuda y la disminución en las trasferencias corrientes de la nación a
partir de 1993.

Es muy baja la capacidad para generar recursos propios (tributarios y no tributarios), lo que ha
llevado a una baja capacidad de inversión social con recursos propios 13. Por lo tanto a corto y
mediano plazo, es necesario adoptar estrategias para fortalecer las finanzas de los municipios de
tal manera que se logre ejecutar los proyectos planteados en los diferentes planes y máxime si se
tiene en cuenta la disminución de los Ingresos Corrientes de la Nación destinados a la libre
asignación. Entre las causas detectadas se señalan: la baja contribución de los recursos tributarios
en especial el impuesto predial; la evasión de impuestos ante la poca capacidad de pago de la
población, la ausencia de aplicación de la normatividad existente; la ausencia de políticas claras
para liquidar y recaudar los impuestos, tasas, contribuciones y controlar el gasto; y la actitud
pasiva frente a la alta dependencia de las transferencias.

De esta manera se observan en el Oriente Antioqueño unos avances en materia de recursos para
la inversión y el funcionamiento de los municipios, pero también un aumento en los gastos de
funcionamiento y en el pago de la deuda que hacen necesario pensar el futuro financiero de las
localidades. Es cierto que algunos municipios del oriente cercano cuentan con una estabilidad
financiera, pero otros, los más apartados y pobres, son fuertemente dependientes de los recursos
de la nación.

4.3.5 Actores subregionales asociados con la economía

En la subregión, dada la variedad de actividades, tienen asiento comerciantes, pequeños


campesinos, microempresas y grandes empresas. Pero esta participación no se reduce a una
actividad individual sino también a una participación como asociado en la producción,

12
El grado de dependencia resulta de relacionar el monto de las transferencias recibidas con los ingresos
totales del municipio.
13
El recaudo de impuestos en un problema de la mayoría de municipios, estos no son pagados a tiempo, e
incluso muchas veces ni si quiera se pueden recoger. Es el caso de Marinilla donde el 50% de los
contribuyentes esta en mora o de San Vicente donde la proporción es del 60%. Otro problema es la evasión
fiscal, que en El Santuario por ejemplo crea un problema enorme. De los 1.100 establecimientos de
comercio o industria sólo esta matriculados 550. Esta situación hace que al presupuesto por este concepto
sólo ingresen 65 millones, cerca de 200 millones menos, según estimativos del municipio.
62

comercialización y en las decisiones que afectan sus actividades. Igualmente existen otras
instituciones, que aunque no participan de manera directa en la producción de bienes y servicios,
si lo hacen a través de los proyectos de accesoria, investigación y desarrollo de sectorial.

De esta manera nos encontramos que el Oriente Antioqueño tiene una serie de actores
subregionales muy importantes relacionados con la economía, tales como: las asociaciones de
municipios Masora, Maser y Musa, la Corporación Empresarial del Oriente —CEO—, la Cámara de
Comercio del Oriente, la Fundación para el Desarrollo Empresarial del Oriente —FUNDE—, la
Fundación Universitaria del Oriente —FUNORIE—, CORNARE, y asociaciones de productores y
prestadores de servicios como productores de flores, panela y fique, y de servicios como hoteles y
turismo.

La Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño asocia al gremio productivo. Ésta viene
trabajando en proyectos como la “escuela de adiestramiento laboral” que pretende orientar al
individuo desde lo que sabe y le gusta hacer articulada con su círculo social y habitacional. En este
proyecto participan 7 empresas, el colegio el Triangulo, CONFENALCO y la Cámara de Comercio
del Oriente. Para el apoyo al exportador la Cámara ofrece la unidad de asesoría en comercio
internacional —UDANI—. También ha creado el programa CEDEO para las practicas estudiantiles
que busca asesorar al comerciante y apoyar al estudiante y a la empresa, en ella participa la
Cámara de Comercio, la Universidad Católica de Oriente, el Sena y FUNORIE. La Cámara
igualmente a través del programa Unidad de Asesoría Agrícola —UAGAP— y el Programa de
Ingeniería Agrícola y Pecuaria que con asocio de la Universidad Católica del Oriente están
dirigiendo.

También agremia a los productores la Corporación Empresarial del Oriente —CEO—, que es una
importante asociación civil del Oriente que participa en los distintos espacios de decisión. Fue
fundada hace 15 años y ha demostrado un compromiso por el desarrollo económico, empresarial y
medio ambiental en el Oriente Atioqueño. Esta última ha sido una de las preocupaciones de la
CEO, diseñar programas que buscan un Oriente Cercano con cero nivel de contaminación por
parte de la industria, para ello se firmó un convenio con el Ministerio del Medio Ambiente y
CORNARE, proyecto que deberá finalizar en el 2005. Los afiliados a la CEO son 66 empresas con
12.173 trabajadores, 88% de los cuales residen en el Oriente Antioqueño. Del total de empresas
afiliadas, 16 son exportadoras de productos a Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y Perú.

Un organismo muy importante en el Oriente Antioqueño y que se ha convertido en el más


reconocido por los actores subregionales es la Corporación Autónoma Regional Rionegro-Nare —
CORNARE—, es un ente corporativo de carácter público descentralizado, creado por ley y con
jurisdicción en 26 municipios. En la jurisdicción es la encargada de administrar, controlar y
encauzar el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables dentro del concepto del
desarrollo humano sostenible.

Dentro de los aspectos que maneja CORNARE y que se relacionan con el sector productivo se
tiene el Sistema de Información Ambiental Regional —SIAR—, que es un mecanismo que permite
a la Corporación recopilar información ambiental para sustentar el desarrollo de las actividades y
proyectos de la Corporación, para verificar cambios en cobertura y uso de la tierra en la
jurisdicción, para la zonificación constante del territorio y para la recolección de información
producida por diferentes fuentes.

Otra labor es su programa de la Producción más Limpia que va más allá de la práctica tradicional
de disponer adecuadamente de los desechos resultantes en los procesos de producción, su
esencia es reducir la contaminación desde el origen por lo que se hace necesario contar con
tecnologías y procesos más económicos en el uso de los recursos naturales. Desde 1995 la
63

Corporación inició la firma de una serie de convenios de producción más limpia con los sectores
Industrial, fiquero, porcícola y floricultor; procurando a través de la adopción de mecanismos
ecoeficientes la reducción del impacto sobre el medio ambiente y los recursos naturales.

Una institución que trabaja en la investigación productiva y en la cual participa el sector privado es
la corporación del Instituto Colombiano de Agricultura —Corpoica—. La cual se conformó como
una institución para relacionar el sector privado y la investigación de orden privado con socios que
buscan trasferencia de tecnología. Los tres pilares sobre los cuales se mueve son la
competitividad, la sostenibilidad y la equidad. Lo anterior lo logra con investigaciones en plagas y
enfermedades de cultivos como tubérculos (la papa donde se investiga en material genético y en el
proceso de industrialización), hortaliza (plan nacional de hortalizas), frutales (frutas de clima frío y
trabajos sobre la mora) y agroindustriales. Desarrolla también programas de controles biológicos
de plagas, aplicaciones racionales de funguicidas y programas de transferencia de tecnologías.
Igualmente trabaja en la elaboración de una cadena productiva en productos lácteos pues a la
Corporación le interesa trabajar en todo el proceso entendiendo que sus fases son
interdependientes. Uno de los problemas de la inversión del sector productivo es que este busca
siempre rendimientos rápidos, que sus inversiones sean rentables en 1 ó 2 años. busca que las
inversiones sean a más largo plazo y que beneficien además de los socios a toda la subregión.

La Asociación Colombiana de Exportadores de Flores —Asocolflores— es el gremio que asocia a


los productores de flores en el Oriente Antioqueño. Este sector por pertenecer al sector primario
está exento de impuestos, y una forma de retribuir a la subregión las ganancias es a través de
programas de inversión social como educación y salud en las localidades productoras. Además
viene trabajando en el programa de producción mas limpia y conjuntamente con la diócesis y
pastoral social, en el programa “Cultivamos la paz con familia”. Este último se desarrolla en
guarderías con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar —ICBF— y busca brindar educación
y alimentación a los hijos de los trabajadores de flores.

El sector del turismo está liderado por la sociedad Paisajes de Antioquia, sociedad anónima que
trata de ayudar al Oriente Antioqueño a través del desarrollo del turismo, concibiendo la subregión
como empolio turístico. En 1995 diseñó un plan para el Oriente pero debido a factores que no se
contemplaron en el diagnostico, como el conflicto, no se ha podido desarrollar el plan. De todas
maneras se presenta como una propuesta ambiciosa que de realizarse podría dinamizar la
economía de muchos municipios, dada la riqueza ecoturística que tiene esta subregión.

A futuro, el Parque Tecnológico de Antioquia podría convertirse en uno de los más importantes
actores en el desarrollo subregional, de potenciarse esta iniciativa. El proyecto pretende combinar
la participación del sector privado, el estado y las universidades para estar continuamente
innovando en el campo científico-tecnológico y creando grupos de investigación en las áreas
necesarias para el desarrollo empresarial y la competitividad. En este propósito, una labor inicial
que realizó fue la de crear el primer laboratorio en incubadoras de empresas llamado Programa
Génesis, lanzado en septiembre de 1998 y liderado por la Universidad Católica de Oriente, el Sena
y la Cámara de Comercio del Oriente, con el objeto básico de impulsar el desarrollo de nuevas
unidades productivas, inicialmente en el Altiplano.

En el proyecto del Parque Tecnológico se busca canalizar esfuerzos del Colegio de Altos Estudios
de Quirama y de la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la Universidad Pontificia Bolivariana,
la Universidad Católica del Oriente, la Universidad Eafit, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y la
Universidad del Valle. Además, se busca el apoyo del gobierno departamental, sectores
industriales de la subregión, el Ministerio de Comercio Exterior y la Asociación Colombiana para el
Avance de la Ciencia.
64

De esta manera el proyecto del Parque se presenta como un motor de desarrollo que busca
dinamizar la economía subregional modernizando su sistema productivo, fomentando la inversión
tecnológica, la creatividad investigativa, activando los procesos de transferencia tecnológica,
mejorando las relaciones sector productivo-universidad, creando empleo y preparando la
subregión para el comercio y la competitividad.

Otras organizaciones que asocian a los productores del Oriente Antioqueño son: Asopaneleros, la
Asociación de paneleros de Argelia (la Guarapera, que producen panela pulverizada), la
Cooperativa de Caficultores del Oriente, la Asoagricualtores de Granada, Asociación de
Avicultores de San Carlos, Productores de Mora de Guarne y Asociación de Comerciante de
Granada —Acogran—, Asphortas, Coprovivoral, Acopeñon y Agroactuar, entre otras.

4.3.6 Educación superior y economía en el Oriente Antioqueño

El Oriente Antioqueño, en la actualidad, esta mirando la educación con gran interés, pensándose
como un centro educativo del departamento y del país e incluso internacional. Ve en ella la clave
para su desarrollo y el aumento de la calidad de vida de sus habitantes.

El Oriente Cercano se constituye en el lugar natural para localizar las actividades modernas que el
Departamento necesita, así como todas aquellas otras actividades que son necesarias para su
adecuado funcionamiento. Será necesario establecer un esfuerzo decidido por localizar las
actividades de investigación, de experimentación, de altos estudios y de formación y capacitación
tecnológica, de manera tal que, en conjunto con la zona franca, obtengamos la ciudadela de
Ciencia y Tecnología, la Tecnópolis del Futuro, De esta manera, en la zona se pueden estimular el
asentamiento de universidades, laboratorios, centros de investigación, instituciones de altos
estudios estratégicos para el país, grupos interdisciplinarios de consultorías y servicios, turismo
internacional, venta de servicios médicos, comercializadoras internacionales, etc., como
actividades complementarias a las industrias manufactureras que funcionan allí. (Sánchez, 1990).

Igualmente las instituciones de educación ven al Oriente Antioqueño como lugar de inmensas
posibilidades por eso han decidido ofrecer a ésta subregión programas de educación superior
haciendo acuerdos educativos, llevando programas y sedes y construyendo una red de
instituciones y personas que piensen el proceso educativo.

Existe una temprana formación y asentamiento de centros de educación superior que comenzó
hace 17 años en 1983, con el establecimiento de la Fundación Universitaria Católica de Oriente,
hoy Universidad Católica de Oriente. En los últimos años se ha desarrollado y dinamizado el sector
debido a las estrategias de descentralización de las universidades, estrategias que se originaron
en los estudios y recomendaciones de proyectos como Misión Ciencia y Tecnología, Estudio
Monitor, Estudio Estrategia de Competitividad Nacional, en la que se declara a Antioquia como
plataforma competitiva de Colombia con la educación como pilar fundamental de competitividad.
Esta situación se ha traducido en el incremento de centros de educación superior en el altiplano
del oriente antioqueño y especialmente en Rionegro.

En el estudio realizado por Vicente Cadavid en 1998 encontró respecto a los niveles de
escolaridad y experiencia laboral en las empresas del Oriente antioqueño, que el 38.4% y el 40.2%
de los trabajadores han alcanzado niveles de educación básica de primaria y de educación media
(bachillerato), respectivamente. En cuanto carreras intermedias tecnológicas y técnicas, el 9.6% de
la fuerza laboral han realizado este nivel educativo. El 10.8% tiene títulos universitarios como
profesionales y sólo el 1% como especialistas con algún estudio de posgrado, ver tabla siguiente.
Esto equivale a tener un promedio de 9.7 años de educación básica por trabajador empleado de
tiempo completo en las empresas del Oriente Antioqueño.
65

Niveles educativos de los trabajadores vinculados a empresas del Oriente Antioqueño. 1997.

Básica Media Superior Superior Posgrado Total


técnicas Profesional Empleados
Totales, # 231 242 58 65 6 602
Distribución, % 38.4 40.2 9.6 10.8 1.0 100.0%
Fuente: Cadavid H. 1998

Otro aspecto fuera de la educación que hay que observar al analizar el capital humano y la
eficiencia del trabajo es el tiempo de experiencia laboral. Este hace que la mano de obra logre
aumentos en su rendimiento. La combinación de estos dos factores determina la capacidad técnica
de la mano de obra y su mayor competitividad. En la tabla siguiente se presenta la distribución de
los años de experiencia laboral y de vinculación permanente de los empleados de las empresas
estudiadas, según encuestas realizadas entre 32 empresas. El 53.4% ha estado vinculados entre 1
y 5 años a estos establecimientos, y el 30% tienen una antigüedad entre 6 y 10 años, lo que
equivale a una media de 4.9 años de vinculación estable por trabajador registrado.

Experiencia laboral de los empleados en las empresas del Oriente Antioqueño. Años de
vinculación.

Años Hasta 1 año de 1-5 de 6-10 Mas de 10 Empleados


Totales empleados 63 322 180 38 603
Distribución, % 10.4% 53.4% 29.9% 6.3% 100.0%
Fuente: Cadavid H. 1998

Las inversiones en formación del personal vinculado a estas empresas se han orientado a la
capacitación de los operarios directos de producción (30% del tiempo y gasto de capacitación) y
actualización de los mandos medios (22% del tiempo y de los gastos de capacitación). Los
operativos de ventas y directivos de las empresas han obtenido el 17.5% y 16.2% de las horas de
capacitación, respectivamente. Los empleados asistentes de los directivos y de los mandos
medios —secretarias, auxiliares— han recibido el 14.5% del total de horas contratadas para la
capacitación durante 1997 (Ver tabla siguiente).

Las áreas consideradas estratégicas para las empresas y en las cuales capacitó al personal en
1997, fueron: capacitación técnica de los operarios directos de producción (con el 29.3% de los
gastos por este concepto), la actualización financiera y contable de los mandos medios y directivos
(22%), la orientación del personal directivo en las áreas administrativas y de mercadeo (17.1%
para cada área). En los temas de sistemas y manejo de la información, las empresas destinaron el
14.6% de los gastos reportados como capacitación y formación.

Distribución de la capacitación y áreas de formación del personal administrativo y operativo de las empresas del oriente
antioqueño, 1997.
A. Niveles de distribución
Directivos Mandos Asistencia Operativos Operativos ventas Totales
medios producción
Total horas 972 1312 874 1807 1050 6015
Partic % 16.2% 21.8% 14.5% 30.0% 17.5% 100.0%
66

Gastos $000/años $5,630 $7,599 $5,062 $10,466 $6,081 $34,838


B. Áreas de formación del personal empleado
Gerencial Mercadeo Financiero Sistemas Producción Totales
Empresas 7 7 9 6 12 41
Distribución 17.1% 17.1% 22.0% 14.6% 29.3% 100.0%
Capacitación
Gastos $5,948 $5,948 $7,647 $5,098 $10,196 $34,838
$000/año
Fuente: Cadavid H. 1998

Por último, cabe destacar a la hora de estudiar el empleo en el Oriente Antioqueño y la formación
de capital humano, que además del sector empresarial y productivo formal hay que tener en
cuenta el conjunto de las actividades económicas que se realizan a nivel subregional, ya que
siempre que se realizan estudios sobre demandas del sector productivo se mira sólo el sector
formal, dejando de lado otras actividades. El sector productivo requiere no sólo de profesionales
para las empresas sino personas capacitadas para atender el campo y las labores agrarias como
son mayordomo profesional, ordeñador profesional y actividades no formales que quieren
formalizarse.

Se requiere también, un cambio en la mentalidad respecto a forjar profesionales que puede aportar
al desarrollo subregional a través de la investigación y la extensión. Se requiere entonces, una
relación más fuerte entre el sector público, el sector privado, para que desarrollen trabajos
conjuntos en investigación y desarrollo en campos como la biotecnología y la modernización
67

4.4 EDUCACIÓN

No obstante la subregión contar con establecimientos educativos de importante tradición histórica


en municipios como Marinilla, Rionegro y Sonsón, de los esfuerzos recientes por universalizar la
educación básica, y de visionarse a futuro como región educada y educadora con proyección
internacional, el nivel educativo de la población en el Oriente Antioqueño es relativamente bajo.

Según estadísticas del DANE (Censo 1.993), un 9.8% de la población no tiene ningún grado de
escolaridad, el 42.9% tiene primaria incompleta y el 18.4% apenas ha alcanzado a terminar los
estudios de básica primaria. Sólo un 6.5% de la población ha terminado los estudios de
bachillerato y un 2.5% ha terminado sus estudios universitarios. Además en algunos municipios el
porcentaje poblacional sin ningún nivel de educación alcanza promedios superiores al 17%, es el
caso de San Francisco, Argelia, Nariño y Cocorná.

Sumado a lo anterior, y de acuerdo también al censo de 1.993, la subregión presentaba una tasa
de analfabetismo del 7.62% un poco superior al promedio departamental. En este sentido y en pro
de la visión de futuro proyectada tiene retos importantes en la perspectiva del desarrollo y
fortalecimiento del sector educativo.

La caracterización y análisis del sistema educativo subregional tiene dos ejes centrales de
reflexión. El primero hace referencia a la educación en los niveles básico y medio, y el segundo a
la educación en el nivel superior.

El análisis de la educación básica y media se presenta a partir de tres elementos básicos: el


primero, expone una descripción de los recursos que tiene la subregión para responder a las
exigencias del sector y el análisis de los indicadores de cobertura y eficiencia interna,
estableciendo algunas relaciones zonales y municipales que permitan visualizar los desequilibrios
en la educación; el segundo, presenta una lectura comprensiva frente a la calidad educativa
señalando las principales problemáticas; y el tercero, resalta algunas propuestas de desarrollo
educativo en la subregión por parte de la Universidad de Antioquia, entidad que proporciono la
información sobre este tema y otros, por medio del estudio “Plan Decenal de Inserción de la U. de
A. en algunas Subregiones del Departamento.

Para el análisis de la educación en el nivel superior se presenta una relación entre la oferta
educativa institucional desde las líneas de docencia, investigación y extensión y las demandas en
el contexto subregional. Se describen además, en forma sintética, algunas problemáticas y
potencialidades del desarrollo de la educación superior en relación con el sistema educativo
general en el Oriente Antioqueño.

4.4.1 Educación Básica y Media

4.4.1.1 Cobertura Educativa

La cobertura educativa hace referencia a la capacidad de la infraestructura y recurso humano con


que cuenta el sistema para responder a la demanda de cupos de la población en edad escolar.

A nivel de infraestructura cuenta con un total de 1.114 establecimientos educativos entre colegios y
escuelas, 185 en la zona urbana y 929 en la zona rural (Secretaria de Educación y Cultura de
Antioquia, 2.000). En la zona urbana el 59.4% son establecimientos públicos y el 40.6% son
privados, mientras en la zona rural el 98.5% son establecimientos públicos y sólo el 1.5% son
instituciones privadas. Del total de establecimientos sólo 118 tienen los ciclos completos básico y
medio, y de éstos, el 67% se ubican en las zonas urbanas y el 33% en las zonas rurales.
68

El número total de docentes es de 4.974 para todos los niveles, 2.997 (60%) asignados a la zona
urbana y 1.977 (40%) a la zona rural. En la zona urbana el 82% de los docentes laboran en
establecimientos oficiales y el resto en instituciones privadas, y en las zonas rurales labora el
96%de los docentes en establecimientos oficiales y solo el 4% en colegios privados (Secretaria de
educación y Cultura de Antioquia, 2.000).

A 2.000, según las estadísticas de SEDUCA departamental, la población matriculada en todos los
niveles para la subregión fue de 134.160 estudiantes, 77.542 (58%) en las instituciones urbanas y
56.618 (42%) en las rurales. En las zonas urbanas el 89% de los estudiantes estaban matriculados
en establecimientos oficiales y el 11% en colegios privados. En el área rural el 94% estaban
matriculados en establecimientos oficiales y sólo el 6% en instituciones privadas, la mayoría
ubicada en la zona del altiplano.

Se tiene así para el año referido una relación docente/alumno promedio para el Oriente Antioqueño
de 27, un poco menos que la departamental de 30 estudiantes por profesor, 29 alumnos por
docente en áreas urbanas, poco menos el promedio departamental 31, en el ambito rural el
promedio del Oriente Antioqueño es 24 menos que el departamental con 27 (Secretaria de
Educación y Cultura de Antioquia, 2.000).

La relación docente/alumno en el sector oficial es de 27 alumnos por profesor y en el sector


privado es de 18 estudiantes por docente (Plan de Prestación del Servicio Educativo y Cultural
1.998 – 2.000, Secretaria de Educación y Cultura de Antioquia 1.998). Al analizarlo por sectores, el
sector privado en la zona rural presenta una relación docente/alumno de 40.8, muy superior a los
promedios generales. Por nivel se tiene una relación alumnos por profesor de 49 para preescolar,
31 para básica primaria y de 20 para básica secundaria y media vocacional. En municipios como
Rionegro, Marinilla, La Unión y Guarne los promedios superan los 45 alumnos por docente.

La subregión poseía para el 2.000 una tasa de desescolaridad general del 21.06%%, muy por
encima de la media departamental (12.92%).

Esta alta desescolaridad especialmente rural, se explica en parte por los siguientes factores:
Ausencia de colegios rurales con el ciclo completo en algunas zonas, centros educativos muy
distantes para amplios grupos de la población sobre todo del área rural, precarias condiciones
económicas del campesinado que les impide acceder a la escuela y obliga a niños y jóvenes a
acceder tempranamente al mundo del trabajo, y para algunos pobladores la educación no es vista
aún como una necesidad y por lo tanto no plantean esfuerzos al respecto.

Con relación al comportamiento de la población escolar, por sexo, se puede observar que las tasas
de desescolarización son muy similares a nivel de la básica primaria, un 17.4% femenino y un
16.9% masculino, mientras en el nivel de media vocacional encontramos muy alto el porcentaje de
desescolarización masculino (51.5%), presumiblemente porque los hombres tienen que insertarse
más tempranamente al mundo del trabajo, pues trabajar les garantiza cierta autonomía en la
relación familiar.

4.4.1.2 Políticas nacionales y programas de ampliación de cobertura

La dinámica del sector educativo en el Oriente antioqueño no ha sido ajena a las políticas y las
directrices de los gobiernos de turno. A partir de 1.993 se hacen esfuerzos en la ampliación de
cobertura, sobre todo en lo concerniente a la universalización de la educación básica, evidentes en
la construcción de centros educativos, aumento de jornadas escolares, contratación de personal
docente y aumento del gasto público en educación.
69

Sin embargo, los esfuerzos aún no significan un mejoramiento de la calidad de la educación y


menos que éste sea sostenible en el tiempo, ya que se realizaron grandes construcciones en
infraestructura educativa pero sin suficiente dotación en mobiliario, laboratorios, bibliotecas,
sistemas informáticos, etc. Además, se entregó esta responsabilidad a los municipios sin una
política financiera que soportara el complemento a las acciones físicas, a sabiendas de que los
recursos provenientes de la nación, de los cuales dependen la mayoría, están dirigidos
fundamentalmente a infraestructura y dotación.

Esto ha conducido a muchas administraciones a emprender procesos de ampliación de cobertura


vía contratación con entidades privadas, sin el debido respaldo financiero o comprometiendo
recursos inexistentes, llevando al incumplimiento de compromisos contractuales, a acrecentar el
endeudamiento municipal, a la quiebra financiera de los contratistas, al paro de docentes
contratados14 y al debilitamiento en la aplicación de la política. Otro asunto a resaltar está asociado
a lo inequitativo de los resultados en la aplicación de la estrategia de ampliación, pues municipios
con recursos escasos difícilmente pueden contratar el recurso humano requerido.

En el Oriente Antioqueño aparece un progreso cuantitativo significativo en la tasa total de


escolaridad de 78.94% para el 2.000 y de 106.18% urbana y 58.42% para la zona rural, sin
embargo persisten problemas de cobertura en municipios menos desarrollados, ubicados
básicamente en las zonas de bosques y embalses.

En la tabla siguiente se puede observar el comportamiento del sector educativo en la subregión


desde 1992, antes de la política de ampliación de cobertura, y los impactos de ésta a 1998.

Comportamiento del sector educativo en el Oriente Antioqueño (1992-1993-1994-1996) 15

Año Urbano Rural Total


Docente/ Docente/ Alumno/ Docente/ Docente/ Alumno/ Docente/ Docente/ Alumno/
Establec alumno Establec. Establec. alumno Establec. Establec. Alumno Establec.
.
1992 13.2 25.1 333.0 1.9 27.6 53.3 3.8 26.2 99.2
1993 13.2 26.6 352.4 1.9 28.0 54.0 3.8 27.2 102.9
1994 19.3 17.5 337.2 2.5 20.8 51.6 5.2 18.8 97.3
1996 8.4 18.4 153.8 1.9 13.6 25.9 3.1 16.0 49.0
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación. Anuarios estadísticos de Antioquia varios años. Secretaría de Educación
Departamental – SEDUCA

El comportamiento del sector tuvo un considerable cambio en 1996 en la relación


docente/establecimiento (pasa de 3.8 a 3.1), esto dado por el incremento significativo (del 100%)
en el número de establecimientos (se paso de 1110 en 1992 a 2243 en 1996), pero nuevamente
esta relación aumenta en 1998 (4.2 docentes por establecimiento). Estos datos están
condicionados por el sistema de escuela unitaria o escuela nueva que funciona en el ámbito rural.
Podemos observar también como en el ámbito urbano la relación alumno/establecimiento es alta
(107 a 1998), dado por la instauración de dos y tres jornadas en los establecimientos urbanos, y
sumado a esto, en algunos establecimientos urbanos se presenta una relación docente/alumno
que supera los 40 y 45 alumnos por docente, sobre todo en municipios de gran concentración
poblacional urbana como Rionegro, la Ceja y Guarne.

Para el 2.000 la relación total promedio de alumno por docente es de 27, menos que la
departamental de 30; para la zona urbana en el Oriente fue de 29, también menor que la

14
Es el caso del paro de maestros en Rionegro por pagos atrasados en el primer semestre de 2000.
15
No se tomo 1995 porque no poseía la misma información por lo tanto no era posible comparar
70

departamental de 31 y para la zona rural fue de 24 menos que los 27 del Departamento, de lo
anterior se puede deducir que las condiciones relacionadas con este aspecto son mejores en el
Oriente Antioqueño que en el total de Antioquia pues las relaciones son menores, lo que permite
una educación mas personalizada con el alumno.

Otra tendencia contradictoria que se puede observar en la aplicación de esta política, es que no
obstante en la mayoría de los municipios el peso poblacional rural es mayor, los esfuerzos se
enfocan en las áreas urbanas, convirtiéndose en un desestímulo a la habitación en el campo pues
muchos campesinos se ven obligados a desplazarse a las cabeceras si desean terminar su
bachillerato.

Pese a todos los esfuerzos locales, según los PEM (Planes Educativos Municipales) y otros planes
de algunos municipios16, los establecimientos aún presentan serias deficiencias en recursos
humanos, infraestructura y dotación. En infraestructura y dotación existen construcciones
depreciadas, disfuncionales y poco innovadoras, con carencias de espacios recreativos y aulas
multifuncionales; con recursos didácticos desactualizados, poca dotación de equipos de
computación y telemáticos; textos actualizados pero didácticamente mal empleados, laboratorios
en desuso y mal equipados, o con personal poco idóneo para su optimización.

En síntesis se puede afirmar que la subregión debe resolver en materia educativa problemas
importantes asociados al mejoramiento de la cobertura en todos los niveles, sobre todo en
preescolar y media, y con prioridad en las zonas rurales. Además debe atender los problemas de
calidad que permitan a los estudiantes estar en igualdad de condiciones para acceder a la
educación superior.

4.4.1.3 Eficiencia interna del sistema educativo

La eficiencia del sistema educativo se analiza a partir de los indicadores oficiales de deserción
escolar, retención, aprobación y repitencia.

En los últimos años el oriente ha mejorado sus indicadores con relación a cobertura y deserción.
Entre 1993 y 1998 su cobertura se ha ampliado en casi 9 puntos porcentuales pasando del 67.34%
al 76.02% y su deserción escolar bajó del 7.68% al 7.0%, cifra que bajo también para 1999 a 6.6%,
levemente por encima del promedio departamental de 6.5%. (Departamento Administrativo de
Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia. Varios años).

Para el 2.000 el estado de estos indicadores era así: cobertura o tasa de escolaridad aumento con
respecto a los años antes descritos a 78.94%; la tasa de deserción aumento con respecto a 1.999
a 7.44; la tasa de Promoción o aprobación fue de 82.89%y la tasa de repitencia fue de 6.91%, por
encima de la departamental de 6.55%.

Esto es significativo en la medida que se denotan mayores esfuerzos por parte de algunas
administraciones locales por ampliar la cobertura y colocar en el centro del proceso de desarrollo
local la educación, como factor importante en la perspectiva de construir a 20 años una subregión
educada y educadora.

Tasas de deserción Oriente Antioqueño1992- 1999

16
Carmen de Viboral, San Vicente, Guatapé y Rionegro.
71

Primaria Secundaria Media vocacional


1992 8.17 6,52
1994 8.17 6.56 2.5
1996 8.16 6.48 2.78
1997 7.82 5.74 3.39
1998 7.0 a nivel del sistema (promedio de los tres niveles)
1999 6.6 a nivel del sistema (promedio de los tres niveles
2.000 7.44
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación. Anuarios Estadísticos de Antioquia varios años. Secretaría de
Educación Departamental de Antioquia.

En cuanto a la tasa de deserción por nivel se puede apreciar que el Oriente Antioqueño posee
tasas inferiores a las departamentales en lo que tiene que ver con el nivel preescolar y primaria, ya
para los niveles de secundaria y media las tasas son superiores, tal vez por que las condiciones de
los jóvenes y adolescentes los llevan a buscar labores que de alguna manera les generen su
sustento economito, dejando de lado la educación.

Para el 2.000 la tasa de deserción total para el oriente fue de 7.44%, levemente por debajo de la
tasa departamental de 7.48% y superior a los dos periodos anteriores, lo que implica tomar
medidas frente a este fenómeno.

Tasa de deserción escolar en el Oriente Antioqueño por nivel 1.999

Preescolar Primaria Secundaria Media


Oriente 5.66 8.21 7.31 4.45
Departamento 5.97 8.66 6.93 4.02
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

En términos globales, el Oriente Antioqueño presenta los mejores indicadores de eficiencia interna
con relación a otras subregiones del Departamento. Sólo el Valle de Aburrá presenta unos mejores
niveles de eficiencia en educación, ver tabla siguiente.

Indicadores de eficiencia interna por subregiones del Departamento. 2.000

Regiones
Oriente Valle de Bajo cauca Urabá Magdalena Suroeste Dpto.
Indicador % Aburrá % % medio % % %
%
Deserción 7.4 5.6 11.6 10.7 8.8 11.1 7.5
Aprobación 82.9 87.6 76.7 77.1 83.3 76.8 83.5
Repitencia 6.5 4.2 5.2 6.9 5.4 8.5 5.7
Fuente: Secretaria de Educación. Departamento de Antioquia. Estadísticas Educativas de Antioquia. La eficiencia
educativa subregional y local

La subregión, a pesar de mostrar indicadores de eficiencia interna favorables, sigue mostrando


grandes inequidades en el ámbito local y zonal. De estas ultimas las que presentan una menor
eficiencia son Bosques y Páramo, y los municipios donde se evidencian los mayores problemas
son Nariño, San Francisco y Argelia con indicadores muy inferiores a la media regional, ver tabla
siguiente.

De manera generalizada los indicadores de deserción, repitencia y aprobación (con excepción de


Rionegro y El Santuario para este último) evidencian mayores problemas en las zonas rurales, lo
que plantea nuevamente retos para fortalecer la educación en éstas, dado que en zonas como
Bosques, Páramo y Embalses la mayoría de la población aún se asienta en estas áreas.
72

No obstante la retención escolar en el Oriente Antioqueño hasta 1.999 de 74.43 en el nivel básica
primaria, fue mayor que el promedio departamental 54.15, en el nivel de básica secundaria y
media vocacional está por encima también con 64.97 contra 58.93 departamental, lo que
demuestra la inmovilidad y constancia del estudiantado en esta subregión con respecto al resto del
Departamento. (Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia
2.000).

Tasas de retención escolar Oriente Antioqueño


Municipios Básica primaria (1992-1996) Básica secundaria y media (1991
% 1996) %
ALTIPLANO 63.4 48.5
Carmen de Viboral 62.8 33.8
El Retiro 49.0 46.2
Santuario 65.8 44.9
Guarne 58.7 43.5
La ceja 66.8 53.2
La Unión 56.7 53.5
Marinilla 75.7 57.1
Rionegro 90.4 55.7
San Vicente 44.5 49.0
BOSQUES 34.1 38.1
Cocorná 38.4 34.4
San Francisco 28.0 29.0
San Luis 35.9 51.0
EMBALSES 47.1 39.6
El Peñol 66.9 62.8
Granada 46.9 45.8
Guatapé 84.1 35.7
San Carlos 37.0 53.7
San Rafael 42.5 0.0
PARAMO 40.5 36.4
Abejorral 63.1 49.5
Argelia 28.9 40.2
Nariño 26.4 12.8
Sonsón 41.8 42.9
Fuente: Secretaria de Educación Departamental, Estadísticas Educativas 1998.

En general, la zona del Altiplano es la que presenta mejores indicadores de retención escolar, por
encima incluso de la media subregional, mientras Bosques es la que presenta los índices más
bajos. Los municipios con menores niveles de retención en básica primaria son: Nariño, San
Francisco, Argelia, San Luis y Cocorná; y en básica secundaria y media son: Argelia, San
Francisco, El Carmen de Viboral y Cocorná. Los factores que pueden estar incidiendo en ello son:

Las dinámicas del conflicto que expulsan a sus habitantes de las localidades; El mayor peso
poblacional rural; Para algunos habitantes la educación no es un elemento clave para su desarrollo
y como tal insertan a sus hijos en el mundo del trabajo de manera temprana; Las grandes
distancias que tienen que recorrer algunos estudiantes de los sectores rurales, inciden para que
muchos de ellos decidan no continuar sus estudios; En las zonas rurales existen pocos
establecimientos que tengan el ciclo escolar completo, lo que ocasiona que muchos de los
estudiantes ante la imposibilidad de desplazarse decidan no continuar sus estudios

4.1.4.4 Principales problemas que afectan la calidad de la educación


73

Los principales problemas que afectan la educación en el Oriente Antioqueño están asociados a
las siguientes situaciones causales:

Déficit presupuestal ante una demanda creciente. La mayoría de los municipios de la subregión
intentan aumentar la cobertura nombrando docentes para llevar adelante dicha política, pero esto
ha acarreado un incremento en los gastos de los municipios. La política de ampliación de
cobertura ha sido poco coherente con la destinación de recursos económicos y no ha tenido en
cuenta las posibilidades de las localidades para afrontar estas directrices.
Discontinuidad en los ciclos educativos. La educación no se concibe como proceso, por lo que se
presentan discontinuidades de preescolar a primaria, luego de primaria a secundaria, de básica
secundaria a media y de media a superior.

Los currículos no son concebidos integralmente donde las diferentes áreas del conocimiento se
interrelacionen y puedan desarrollar en el estudiante los conocimientos, valores, habilidades y
destrezas necesarias para poder acceder a niveles de formación superior.

La escuela es más transmisora de conocimientos y presenta serias deficiencias en la formación de


competencias básicas.

Profesionalización del docente (desde las licenciaturas hasta los postgrados) sin redundar en el
mejoramiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Bajos niveles de actualización de los educadores.

Escasa apropiación de los procesos de cogestión necesarios entre estado, sector productivo,
sociedad civil y familia. La escuela sigue estando al margen de las dinámicas y de los contextos
socioculturales de los municipios, lo que ocasiona que el educador y el estudiante se sientan
ajenos a la construcción del desarrollo de su localidad.

Deficiente planeación estratégica de la educación. Por tanto, no hay diseño, ejecución ni puesta en
marcha de estrategias y acciones que trasciendan los límites de lo meramente legal y
cortoplacista. Los planes a largo plazo no son utilizados como referente de actuación ni son
posibilitadores de procesos de largo alcance, como es el caso del Plan Decenal Educativo del
Oriente Antioqueño.

El deterioro del status social y económico de los docentes, que hace que este se desmotive y
asuma su rol con poco sentido de pertenencia y compromiso.

Aplicación poco creativa de las nuevas tecnologías en el aprendizaje de las ciencias naturales,
lectura, escritura y matemática.

Escasa flexibilidad en los currículos que permita adaptarse a los cambios del momento y a las
transformaciones sociales y culturales de cada localidad.

Poca coherencia entre los Planes Educativos Municipales y los respectivos Proyectos Educativos
Institucionales.

La educación superior desarticulada del sistema educativo precedente.

Descontextualización de los programas de formación docente con relación a la práctica


pedagógica y a los requerimientos en investigación.
74

Inexistencia de comunidad académica que encare la reflexión, actualización e innovación didáctica


y pedagógica. Las normales aún no asumen su papel en torno a jalonar propuestas en esta
dirección o lo hacen aún de una manera tímida, de igual manera sucede con las facultades de
educación de universidades presentes en la subregión.

La evaluación centrada en logros mediatos y aprendizajes individuales no en la demostración de


procesos, competencias o alcance de fines educativos, aún es más cuantitativa que cualitativa.

Aislamiento de la institución educativa frente a su entorno y desconocimiento de los requerimientos


actuales subregionales, departamentales, nacionales e internacionales para orientar los programas
formativos de la educación.

Tendencia a disminuir las tasas de cobertura en algunos municipios generando pocas


posibilidades de ubicar a la educación como motor del desarrollo del talento humano.

Todo ello trae como consecuencias que la educación del futuro ciudadano, no este respondiendo a
los retos que las dinámicas socioculturales le están planteando al sujeto y como tal no esta
propiciando procesos de desarrollo social. Se cuenta con una educación desarticulada de lo social,
cultural, político y económico.

Recientes investigaciones muestran que hoy aparecen nuevas formas de analfabetismo funcional
que denotan un manejo insuficiente de los códigos básicos de habilidades y capacidades de
comprensión en jóvenes que han pasado doce o más años por la escuela; una notable falta de
preparación para acceder al mercado del trabajo y falta de respuesta a sus demandas; bajos
niveles de acceso a la universidad pública; y una tendencia cada vez más segmentadora que
puede producir y aumentar las desigualdades.

4.4.1.5 Programas para el desarrollo educativo

En el Oriente Antioqueño y principalmente en la zona del Altiplano, en la mayoría de sus


municipios aunque en forma desarticulada, ha ganado legitimidad la propuesta de constituirse en
subregión educada y educadora, y como tal muchas administraciones municipales han
encaminado esfuerzos para que la educación sea el eje del desarrollo de la localidad, en ese
sentido vemos como se han venido jalonando propuestas como:

Propuestas e iniciativas municipales para articular la educación al desarrollo local


Municipio Programa y/o proyecto
Carmen de Viboral* Ciudadela educativa
Miembro de la asociación de municipios Ciudad Educadora
Guarne Programa de actualización de maestros en educación AME
Escogido como Centro piloto de Educación a Distancia en América Latina.
La ceja FUNORIE como la institución de educación superior de la región.
La región a la manera de un “Boston Criollo”.
Rionegro* Ciudad educadora
Centralidad en la oferta de educación superior del Oriente.
Propuesta de Universidad Publica desde Rionegro para el oriente.
Marinilla Distrito Agrario asociado a una dinámica educativa.
El retiro Inscrito en la propuesta como ciudad educadora.
El santuario La educación como eje del desarrollo agrícola y comercial.
San vicente* Plataforma educativa para el municipio, la educación como eje del desarrollo
municipal.
Sonsón Propuesta de Institución Universitaria del Suroriente de Antioquia y norte
departamento de Caldas, de carácter público.
Guatape* Movimiento Niño, con la salud, la educación y la cultura como ejes articuladores
75

de la propuesta.
El peñol Propuesta de mejoramiento educativo con énfasis en la cobertura y mejoramiento
de indicadores de eficiencia interna.
Nariño* Mejoramiento de la calidad de la educación.
San rafael* Mejoramiento de la calidad de la educación.

Como podemos observar en 13 de los 23 municipios se viene proyectando una dinámica


importante en torno a la visión de ser subregión educada y educadora, pero estas propuestas no
están articuladas,. En esta perspectiva se requiere desatar procesos que permitan la construcción
de redes institucionales y municipales, que combinen esfuerzos para propiciar el desarrollo
educativo de la subregión y por ende el desarrollo y consolidación de su capital humano y cultural.

4.4.2 La Educación superior en la subregión

Para presentar la caracterización de la educación superior, se planteará una descripción de la


oferta en programas de docencia, extensión e investigación y se revisarán algunas características
de la demanda en educación superior. Además, se presenta el análisis sintético de los principales
retos de la educación superior de cara a incidir en el mejoramiento del sistema educativo en
general.

4.4.2.1 La oferta educativa subregional

Programas de docencia

En la subregión tienen presencia 22 centros de educación superior, 6 públicos y 16 privados,


algunos de éstos con una trayectoria superior a 15 años, como es el caso de la Universidad
Católica del Oriente, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y la Universidad Antonio Nariño. Además,
se cuenta con la presencia de la Fundación Universitaria del Oriente —FUNORIE—, con un
proceso de desarrollo y consolidación importante en la articulación y canalización de la oferta
educativa.

Se ofrecen un total de 128 programas en los distintos niveles, de los cuales el 47.3% se dictan en
Rionegro y el 71.9% en los municipios del Altiplano. En Embalses, Páramo y Bosques, se ofrecen
el 15%, 9.5% y 3.2% de los programas respectivamente, evidenciándose un desequilibrio
importante.

Del total de programas ofrecidos, el 72.7% lo brindan instituciones privadas. El 68.9% de la oferta
es de carácter semipresencial y a distancia y solo el 31.1% es presencial, ofertado por la UCO, el
SENA y FUNORIE.

En la oferta por áreas, los programas en ciencias económicas y administrativas son los más
numerosos con 49 programas (38.3% de la oferta), 9 postgrados, 16 profesional y 19 tecnologías.
En licenciaturas y formación para la educación son 35 programas (27.3% de la oferta), distribuidos
por nivel en 9 postgrados, 25 profesional y 1 tecnología. Mientras tanto, la oferta en áreas como
ciencias sociales y humanas sólo tiene 10 programas (7.8% de la oferta), de los cuales se ofrecen
3 en derecho y 2 en sicología. Igual participación tienen las ciencias agropecuarias, sistemas e
informática. A su vez, áreas como la salud, turismo, formación para la gestión pública y educación
ambiental tienen una oferta baja (3% y 4% del total de la oferta). En el tabla siguiente se observa la
oferta discriminada por áreas del saber, niveles, porcentaje de participación por municipios y
universidades.
76

Oferta educativa superior en el Oriente Antioqueño por áreas, municipios y


universidades

Areas No. Programas Municipios y Universidad


Participación (%)
Licenciaturas y 9 postgrados Rionegro: 42.3 Funorie
formación para la 25 profesional El Peñol: 10.8 Politécnico Jaime Isaza Cadavid
educación: 1 tecnología Marinilla: 10.8 Tecnológico de Antioquia
La Ceja: 9.1 Universidad Católica de Oriente (UCO)
Subtotal: 35 San Carlos: 5.4 UPB
Abejorral: 5.4 FUNLAM
Carmen de Viboral: 5.4 U. Antonio Nariño
Granada: 5.4 Universidad San Buenaventura
San Rafael: 2.7 U. Cooperativa de Colombia (UCC)
Sonsón: 2.7 Corporación Universitaria Lasallista
La Unión: 0.6 Universidad Pedagógica Nacional
Ciencias sociales y 1 postgrado Rionegro: 55.5 UCO
humanas 6 profesional ( 3 La Ceja: 33.3 Universidad Antonio Nariño
derecho, 2 sicología, 1 Carmen de Viboral: 11.1 UCC
trabajo social) UPB
3 Técnicas UNINCCA
Funorie
Subtotal: 10 Colegio Mayor de Antioquia
Formación para la 3 profesional Rionegro: 40.0 Escuela Superior de Administración Pública
gestión pública 2 tecnologías Marinilla: 20.0 Funorie
El Peñol: 20.0
Subtotal: 5 Sonsón: 20
Educación para la 1 profesional Rionegro : 50.0 UCO
gestión ambiental (Ingeniería San Luis: 12.5 U de A.
Agroambiental) San Carlos 25.0 SENA
1 tecnología Granada: 12.5 Funorie
(Saneamiento
ambiental)
3 Técnicas

Subtotal: 5
Ciencias 2 postgrados Rionegro : 52.4 Politécnico JIC
económicas y 16 profesional La Ceja: 14.3 SENA
administrativas 12 tecnologías Sonsón: 7.1 Pascual Bravo
19 técnicas Abejorral: 4.8 U de A
San Carlos: 2.4 EAFIT
Peñol: 4.8 UCO
San Rafael: 2.4 FUNLAM
Subtotal: 49 C. de Viboral: 2.4 Universidad Antonio Nariño
Granada : 2.4 UCC
San Luis: 2.4 Colegio Mayor de Antioquia
Guatapé: 2.4 Funorie
Nariño: 2.4 U. de Medellín
CEIPA
UPB
UIS
A.S.A
Fundación Universitaria San Martín
Salud 1 Postgrado Rionegro: 80 U de A.
1 profesional La Ceja: 20 Funorie
3 Tecnologías Politécnico JIC
Subtotal: 5 UCO
Sistemas e 1 postgrado Rionegro: 42.8 UCO
informática 3 profesionales La Ceja: 14.3 Universidad Antonio Nariño
1 tecnología San Rafael: 14.3 EAFIT
4 técnicas Abejorral 14.3 SENA
Nariño: 14.3 Funorie
77

Areas No. Programas Municipios y Universidad


Participación (%)
Subtotal: 9 programas
2 profesional Rionegro: 50 UCO
Ciencias 7 tecnologías Abejorral: 10 Politécnico JIC
agropecuarias (agropecuaria y Sonsón: 20 SENA
agroindustrial) San Carlos: 10 U de A
1 técnica Carmen de Viboral: 10

Subtotal: 10
Turismo 1 profesional Carmen de Viboral: 50 Colegio Mayor de Antioquia
1 tecnología Guatapé: 50

Subtotal: 2
Total 14 postgrados (10.9%) Rionegro: 47.3 22 Centros de educación superior
56 Pregrados (43.8%) La Ceja: 12.6
28 Tecnologías Sonsón: 5.7
(21.9%) San Carlos: 5.0
30 Técnicas (23.4%) Peñol: 4.4
C. de Viboral: 4.4
Total: 128 programas Marinilla:3.9
Abejorral: 3.2
San Luis: 3.2
Santuario: 2.5
San Rafael: 2.5
Granada: 2.5
Guarne: 0.6
La Unión: 0.6
Guatapé: 0.6
Nariño: 0.6
Fuente: información extraída del trabajo de campo realizado por la investigación de la Universidad de Antioquia en su
Plan Decenal.

La distribución de programas ofrecidos por áreas es la siguiente:

Primario extractivo: a nivel de tecnologías agrícolas, agropecuarias y de alimentos y a nivel


técnico sobre todo servido por el SENA y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid.

Ciencias económicas y de administración: Ingeniería de sistemas, Industrial, administración de


empresas y de negocios, Comercio exterior, construcciones civiles, contaduría y comercio
internacional.

Ambientales: Ingeniería agroambiental, tecnologías en saneamiento ambiental, Gestión ambiental


y a nivel técnico Manejo de recursos naturales servidos por el SENA.

Educación: Formación de maestros (licenciaturas) y especialización en educación.


Salud: Regencia de farmacia, Gerontología, Administración de servicios de salud. Es de resaltar
que en el área de la salud es donde más se demanda pero la oferta es realmente poca.

Sociales: Derecho, Sicología, Animación socio cultural y Promoción social.

Con relación a los cupos ofrecidos (4637 en total), la Universidad Católica de Oriente es quien
posee mayores cupos con 2274 estudiantes matriculados ( 48.7% del total de cupos) en
programas presenciales y de educación a distancia. Le sigue Funorie con 1697 estudiantes
matriculados (36.3%), sin embargo hay que resaltar que FUNORIE oferta programas en convenio
con 17 universidades. Entre las dos Instituciones concentran el 85% del total de la población
matriculada. (Véase Cuadro Anexo N° 3.2).
78

Programas de investigación y extensión

Realmente es débil la inserción de las universidades en su conjunto en la dinámica subregional


desde las líneas de investigación y extensión, sin embargo es de resaltar la importancia que
cobran en los últimos años las acciones realizadas por la Universidad Católica de Oriente y la
Universidad de Antioquia.

Universidad Católica de Oriente:

Es la universidad con mayor trayectoria en el ámbito privado la cual desarrolla programas de


extensión e investigación, en la perspectiva de aportar soluciones a los problemas del desarrollo
humano integral con proyección nacional e internacional. En esa perspectiva viene realizando
inversiones importantes en investigación con el parque de ciencia y tecnología de Quirama, posee
un laboratorio especializado en biotecnología vegetal que le permite la producción de material
vegetal in vitro, así mismo viene desarrollando investigaciones con PRONATTA, Asocolflores,
SEDUCA, COLCIENCIAS, CORNARE y con proyectos inscriptos en todas sus facultades.

Este interés mostrado por la Universidad de desarrollar programas en el orden investigativo se


demuestra en la dotación de 3 laboratorios para investigación, 8 para práctica, 6 granjas
experimentales y 13 proyectos de investigación en curso.

Desde extensión realiza programas de educación continuada en: ingles, producción de material
vegetal in vitro y venta (vivero), así mismo realiza asesoría, evaluaciones y caracterización de
fuentes estacionarias, calidad del aire, análisis de hidrocarburos volátiles, plaguicidas, ruido y
material particulado.

Universidad de Antioquia

La universidad tiene presencia desde diferentes facultades pero de manera poco articulada.

Actividades de investigación:

Ionograma en el equino criollo colombiano sometido a competencia de alta resistencia. Facultad de


Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Desarrollo de nuevos prototipos de fuentes no convencionales de energía fase I. Facultad de


Ingeniería

Desarrollo de nuevos prototipos de fuentes no convencionales de energía fase II. Facultad de


Ingeniería.

Modelo de simulación QUALIIE para la calidad del agua del Río Negro y sus principales tributarios.
Facultad de Ingeniería.

La universidad de Antioquia también ha desempeñado un protagonismo importante con relación a


la educación no formal así:

Programas de educación no formal de la Universidad de Antioquia

Programa Dependencia
79

Capacitación SIPE Facultad de Enfermería / SEDUCA


Género y Salud Facultad de Enfermería-Consejería Mujer
Curso electrocardiografía Facultad de Enfermería
Fundamentos ciencia información Escuela de Bibliotecología
Formación técnicos deportivos Instituto Educación Física
Apreciación artística Facultad de Artes
Seminario de servicios públicos Facultad Nacional de Salud Pública
Actualización en áreas de la medicina Facultad de Medicina – Asmedas – DSSSA
Microcurrículos integrados de ingles Escuela de Idiomas

Otras consultorías y asesorías:

Plan de manejo ambiental en las centrales hidroeléctricas de San Carlos, Jaguas y Calderas.
Estudio y diseño del plan maestro de acueducto y alcantarillado del Municipio de San Carlos.
Definición empresarial del ente administrativo del municipio de la Ceja.

En 1996 en convenio con la Fundación Universitaria del Oriente realizó el estudio para la creación
del comité de desarrollo empresarial del Oriente.

FUNORIE

Viene desarrollando importantes actividades desde extensión en el acompañamiento de los ciclos


complementarios en el Colegio Celia Ramos de Sonsón en formación en sistemas, además del
apadrinamiento de colegios en procesos de gestión curricular. Así mismo, cumple un especial
papel en la formación y capacitación a líderes y en metodologías para la resolución de conflictos,
formulación y evaluación de proyectos y seminarios de análisis de Estados financieros.

EAFIT

Tiene como fuerte su centro de idiomas y la Facultad de Administración que ofrece programas de
formación en el área de extensión con una cobertura anual de 400 usuarios para el primero, y
proyecta todo su saber a la asesoría y formación de grupos empresariales desde sus posgrados
en finanzas.

Otras universidades:

También en varios municipios vienen desarrollando consultorías con universidades en el marco del
proyecto de mejoramiento de la calidad de la educación así:

Consultorías universitarias en algunos municipios del Oriente Antioqueño


Municipio Universidad
Carmen de Viboral Universidad de Medellín
San Vicente Fundación Universitaria Luis Amigo
Nariño En proceso de convocatoria
Guatapé Proceso de convocatoria

La participación del SENA en la educación no formal y de capacitación para el empleo.

En la actualidad el SENA es la única institución de educación que tiene presencia en todos los
municipios de la subregión con programas de capacitación para el empleo y de formación del
trabajador. Viene además desarrollando un proceso importante de jalonamiento de dinámicas para
el desarrollo a través de la FUNDE.
80

Oferta educativa del Sena por sectores. 1999


Sector No. de cursos Alumnos
matriculados
Primario extractivo 86 1639
Industria 85 1526
Comercio y servicios 163 3129
Salud 4 114
Total 338 6408
Fuente: Informe de Gestión. Dirección de Planeación. SENA. 1997

De 338 cursos que se ofertan, el sector de comercio y servicios es quien tiene mayor participación,
se ofrecen 163 cursos equivalentes al 48.2% del total. El número de cursos ofrecidos para el
sector primario extractivo e industrial es similar (86 y 85 respectivamente), mientras la oferta de
formación para el sector salud es mínima, sólo 4 cursos (1.2% del total de los cursos ofrecidos).

La mayoría de la oferta se concentra en Rionegro, 171 cursos (el 50.6% del total de la oferta),
seguido de Sonsón con 31 cursos (9.17%), Cocorná con 15 cursos (4.4%), El Peñol con 15 (4.4%),
San Carlos con 12 (3.5%) y Abejorral, Argelia, la Ceja y San Luis con 11 cada uno. En los
restantes municipios la oferta oscila entre 1 y 6 cursos.

Según esta relación aparece un comportamiento interesante, en la medida que el SENA a pesar
de concentrar su oferta en el Altiplano (210 cursos se sirven allí, el 61.8% de la oferta), las otras
zonas viene siendo ofertadas en la totalidad de los municipios, así en Páramo se ofrecen 54
cursos, en Embalses 46 y en Bosques 28.

4.4.2.2 La demanda educativa subregional

En los últimos años en el Oriente Antioqueño se viene graduando un promedio de 3.500 bachilleres por año,
media que fue en aumento en el período 1993–1996 y que empieza a decaer para 1997.

Bachilleres egresados por año


Años 1993 1994 1995 1996 1997
Total región 3255 3826 4048 4436 3480
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación. Anuarios Estadísticos de Antioquia.

Bajo el supuesto de que la gran mayoría de bachilleres desean cursar estudios universitarios,
según estudios realizados (Lopera, 1993), entre los años 1992–1995 se tiene un acumulado
importante de estudiantes que no logró ingresar a ninguna institución.

Bachilleres sin ingreso a la universidad

Años 1992 1993 1994 1995 1995


Rezago de bachilleres undécimo grado 1950 2179 2409 2638 2867
Fuente: Cálculos realizados con CORNARE con una muestra del 23% de bachilleres de la subregión.

El mismo estudio citado plantea un déficit en atención para los años 1997 y 1998 equivalente a
7.213 y 7.672 cupos respectivamente

Pronóstico de la demanda de educación superior en el Oriente Antioqueño


Año/ Municipios 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Altiplano 2312 2507 2702 2899 3094 3289
81

Bosques 148 156 164 172 181 190


Embalses 497 530 562 595 627 659
Páramo 451 483 516 547 580 613
Total región 3460 3730 4000 4271 4542 4813
Fuente: Estudio Universidad de Antioquia, 1993

Esta demanda plantea tendencias de incremento en los últimos años, y si a ésta se le suma la
demanda de la población adulta (rezagados recientes y otros) y la de población proveniente de
otras subregiones (Valle de Aburrá), supera la relación con la oferta considerada para el mismo
año de 4.637 cupos. Esta mirada preliminar permite advertir la existencia de un cierto déficit en
cobertura a nivel general que es importante precisar en la siguiente fase del estudio, de la misma
manera que es fundamental estimar algunos déficit en cobertura por zonas y localidad teniendo en
cuenta la concentración de la oferta en el Altiplano.

Otro problema que se evidencia, radica en que la oferta en su mayoría es de carácter privado y
dadas las condiciones socioeconómicas de buena parte de la población, es difícil que los estratos
bajos puedan asumir los costos de matrícula. Según el estudio de Funorie realizado entre los
bachilleres de la subregión, el 34% de éstos pertenece al estrato socioeconómico 2, el 49.2% al
estrato 3, el 10.9% al estrato 4 y sólo el 2.4% al estrato 5 (Funorie. 1999). Tenemos así que para el
83.2% de la población en estratos 2 y 3 se hace muy difícil acceder a la educación superior.

Una tercera dificultad para el acceso de los bachilleres a la educación superior está asociada a la
calidad académica y formativa en los niveles básico y medio. Es bajo el promedio de estudiantes
que pasan los exámenes de selección en universidades públicas con relación al número de
aspirantes.

Un sondeo realizado por la U. De A. aplicado a 346 estudiantes de 11° en distintos municipios, el


97.69% de los futuros bachilleres desean continuar sus estudios. El 80.06% de los estudiantes
aspiran realizar estudios de carácter profesional universitario, el 11.56% tecnológicos y el 6.36 de
nivel técnico. De igual forma, un 74.86% desean estudiar bajo la modalidad presencial, el 18.50%
semipresencial y sólo el 3.76% elige la opción de estudiar a distancia.

Frente al tiempo disponible para estudiar el 65.61% prefiere el horario diurno los días de semana,
el 15.32% horario diurno los fines de semana, el 12.72 horario nocturno en días de semana y el
4.62% horario nocturno los fines de semana. Un alto porcentaje manifiesta su interés por estudiar
en una universidad pública, el 86.99%, y por estudiar en la Universidad de Antioquia se interesan
el 63.87%.

Entre las dificultades que plantearon para continuar estudiando, el 72.25% adujo dificultades de
tipo económico y un 28.61% manifestó la ubicación distante de la universidad que ofrece el
programa en que desea inscribirse.

La demanda de los jóvenes se centra en áreas profesionales como medicina, sistemas,


administración de empresas, sicología, ingeniería civil, enfermería, derecho y odontología entre
otras. En cuanto a tecnologías la demanda esta en sistemas, comercio exterior, electrónica,
administración comercial, agropecuaria, hotelería y turismo, mecánica y ecología.
Según el estudio de Lopera (1993), de la población desempleada un 73.8% prefiere la educación
presencial y en horario diurno, mientras los bachilleres que trabajan 17 demandan programas en
ingeniería industrial, sistemas, administración y electrónica en modalidad presencial y nocturno.

17
Muestra del 15% en 9 empresas de la subregión
82

Para los empresarios, según el mismo estudio y las entrevistas realizadas, las áreas de educación
superior necesarias en la subregión son administración, sistemas, mercadeo, tecnología mecánica
y electrónica. Vale anotar que por las características de las entrevistas, estas son demandas
pensadas sólo desde los requerimientos de producción para el momento pero al definirlas, no se
pensó en el desarrollo de los sistemas y procesos productivos, ni en el crecimiento económico del
Oriente Antioqueño de cara a las nuevas exigencias del mercado.

Debido a las exigencias de instituciones como Cornare entre otras, y con el objeto de capacitar
recurso humano para atender de una manera eficiente todos los programas relacionados con el
medio ambiente, muchas universidades abrieron programas en este sentido y el SENA disparo su
oferta a nivel técnico en gestión ambiental, generando un impacto importante en la subregión al ser
esta pionera en el cuidado y gestión del recurso ambiental, sin embargo, sería necesario ahondar
en los impactos y perfiles académicos u ocupacionales de los egresados de estos programas en
estudios posteriores.

Principales problemáticas en educación superior, el sector educativo precedente y la educación no


formal

Las siguientes problemáticas características que se plantean, se recogen de una serie de


entrevistas y conversatorios con agentes del sector educativo, empresarial, administrativo y político
elaboradas por la Universidad de Antioquia. Estas se enumeran como necesidades que pueden
ser atendidas desde la educación en general y en las que educación superior y las instituciones
universitarias pueden aportar en la comprensión de los fenómenos y construcción de estrategias
para darles respuesta.

La poca efectividad de la educación media que no garantiza el acceso al empleo ni a la educación


superior.

En la Educación superior: débil cobertura principalmente en zonas diferentes al Altiplano, poca


exigencia académica y científica por atender a la masificación y tutorías, infraestructuras y
dotación en laboratorios insuficientes, programas y especializaciones tradicionales y no adaptadas
a las exigencias de hoy, altos índices de deserción, escasa contribución al desarrollo efectivo del
sector productivo y débil frente a transferencia de tecnologías, desarrollo de un nuevo humanismo
y la generación de la productividad inteligente.

Educación continuada y permanente: pese a que se viene ganando conciencia social frente
necesidad de actualizar y profundizar constantemente los conocimientos, se carece de una oferta
sistemática y significativa de diversos programas y modalidades educativas a los que se pueda
acceder constantemente.

Educación para el trabajo: el aprendizaje está orientado a prácticas de formación para un oficio,
centradas en un sólo aspecto o habilidad manual, acompañado de una débil formación ética. No
brinda el desarrollo de competencias para el dominio plurifuncional en técnicas y tecnologías
complejas para la solución de problemas, así el recurso humano no está cualificado ni calificado
para las demandas y exigencias industriales actuales.

Educación de adultos: es un conjunto de servicios dispersos y desarticulados que atienden


validaciones de forma básica, erradicación de analfabetismo y actualización de conocimientos,
pero aún no demuestran eficiencia ni eficacia en la solución de problemas laborales y sociales.

Educación para la mujer: requiere tratamiento especial el problema de madresolterismo que está
ligado a problemas de analfabetismo, desempleo, fecundidad elevada y ocasiona una grave
83

problemática social. Hay círculos de pobreza donde por falta de educación y ligado a las
condiciones enumeradas anteriormente, se está generando desnutrición y mortalidad temprana de
niños, problemas sicológicos y violencia intrafamiliar.

Educación campesina y rural: en un contexto de alto nivel de conflicto social y de violencia rural,
degradación del ecosistema y medio ambiente, agotamiento de recursos naturales, alejados de las
investigaciones básicas, aplicadas y de desarrollos biotecnológicos, el campesino se ve
enfrentado a la necesidad de capacitarse y acercarse a nuevas técnicas y tecnologías; pero el
campo tiene los más bajos índices de cobertura en los niveles de educación básica secundaria,
múltiples problemas para acceder a la capacitación (analfabetismo) y la educación tutoríal no
alcanza a consolidar políticas que satisfagan las necesidades rurales. Además, son altos los
costos que se deben pagar para atender un grupo por los sistemas vigentes.

Educación no formal: el desempeño artesanal, artístico, recreacional, ocupacional que puede ser
apoyado por el Estado o el sector privado aun no se ha fomentado lo suficiente, este tipo de
oportunidad educativa a la población es dispersa y no ha logrado alcanzar al desarrollo técnico-
empresarial que se requiere.

Educación informal: poco estimulada la capacitación por medios masivos de comunicación, éstos
no han sido apropiados para atender las necesidades de educación formal, no formal o difusión
artística y cultural; actualmente hay poca cobertura y dotación de recursos telemáticos y
electrónicos para educación o de otros que utilice el espectro electromagnético por falta de
presupuesto o condiciones de adaptabilidad (rural).

Educación para la rehabilitación social: es casi nula, se hace necesario la existencia de programas
educativos permanentes y continuos que logren la reinserción social de personas que por su
comportamiento individual o grupal han sido marginadas (gamines, toxicómanos, mendigos, entre
otros) requieren procesos educativos especiales y acordes con su situación particular, sobre todo
porque el proceso de urbanización acelerado en la subregión y la pobreza creciente de la
población hace que aumenten los índices de este tipo de problemáticas.

Educación para personas con limitaciones o capacidades excepcionales: La tendencia a integrar


discapacitados al sistema educativo común, tiene aun muchas reservas por falta de capacitación a
los educadores y poca claridad en las políticas y estrategias. Igualmente los niños con
capacidades excepcionales no son atendidos de acuerdo a sus talentos y el sistema tradicional no
permite que emerjan sus potencialidades.

4.4.3 Infraestructura en el sector oficial

Nivel Preescolar: Muestra una tendencia creciente en cuanto a infraestructura se refiere entre 1988
y 1992 de 102 a 245 establecimientos respectivamente, para decrecer a 208 en 1997.

Esta oscilación tiene que ver con el parcial desarrollo de este nivel del sistema educativo a nivel
normativo y presupuestal dado que el nivel de básica primaria debía compartir su rubro
presupuestal con este nivel para su funcionamiento.

Nivel Básica primaria: Presenta una evolución significativa a los largo de los tres momentos
analizados así: de 1.170 escuelas en 1.988 pasa 1.803 en 1992 y a 2.382 en 1.997, para
establecer una relación alumno – aula de 52 en 1.988, 32 en 1.992 y 25 en 1.997.
84

Básica secundaria: Se observa un decrecimiento así: 982 en 1.988, 606 en 1.992 y 865 en 1.997,
estos resultados no son acordes con el numero de alumnos, el cual muestra crecimiento del 48%
mas de ocupación en las mismas así: 29 alumnos por aula en 1.988 a 50 en 1.992 y 43 en 1.997.

Cabe anotar que debido a que hay establecimientos mixtos en los que funcionan primaria y
secundaria por jornadas, esto puede haber ocasionado una distorsión en los datos de forma que la
disminución en la secundaria obedece a que solo fueron consideradas las aulas en primaria. Sin
embargo de acuerdo a lo anterior se puede concluir que la infraestructura en el sector oficial
muestra un desarrollo importante sobre todo a nivel de escuelas.

4.4.4 Los planes de desarrollo educativos institucionales

Actualmente el 100% de los municipios del Oriente Antioqueño poseen esta valiosa herramienta de
planificación, destacándose por cumplir con este objetivo los municipios de : San Vicente,
Rionegro, El Retiro, La Ceja, El Carmen de Viboral, El Peñol, Granada, san Francisco, Nariño, La
Unión y El Santuario.

El Ministerio de Educación Nacional ha incentivado a los Planes Educativos Institucionales - PEI


significativos sustentados en estos componentes: comunitario, técnico administrativo, conceptual e
institucional; en su aplicabilidad se destacan los municipios de Rionegro, La Ceja y El Santuario.
85

4.5 CULTURA

En términos generales, hay dos tipos de expresiones culturales en la subregión,. Una es


promovida por las instituciones de la cultura y se repite de forma similar en todos los municipios y
esta sujeta a los parámetros de la cultura universal: danza clásica, teatro, música, arte, poesía, etc.

La otra forma de expresión puede denominarse folclórica, entendiendo el termino como el reflejo
inmediato de lo que esta cerca, especialmente en la vida rural, por ejemplo la trova, el sainete, la
música de carrilera, etc.

La vida cotidiana alimenta también eventos periódicos de la comunidad, fiestas religiosas y civiles.
Entre ellas: Fiestas del maíz en Sonson, de la Colina en San Vicente, del Retorno en El santuario,
de El Tomate en El Peñol, Festival de Música religiosa en Marinilla, de la Mula en Argelia, Festival
del Toldo y las Flores en la Ceja, de los Negritos en El Retiro, de la Cabuya en Guarne, La Panela
en Cocorna, de la Guayaba en Concepción.

Algunos de estos eventos han perdido influencia dentro de la población, lo cual significa la
inserción en un mundo cultural complejo, urbano, de clases y sectores sociales con intereses
contradictorios.

El Oriente Antioqueño es una constelación de localidades, en donde convive en conflicto, valores


tradicionales y modernos, modos de vida formales e informales, con proyectos cívicos, culturales,
populares y religiosos que luchan por rescatar el espíritu de los ciudadanos.

Aunque la infraestructura es importante, es fundamental la promoción y el interés real por


involucrar la cultura en las políticas y programas a nivel municipal, zonal y subregional, la ausencia
de estas políticas y programas coherentes y continuas, evidencian el atraso en este aspecto
(CORNARE, El Oriente Antioqueño Hacia el siglo XXI, Protocolo para el Desarrollo Regional,
1.991).

Por otro lado, las relaciones sociedad-Estado, sociedad-producción y sociedad-medio natural, se


manifiestan en unas prácticas determinadas que intervienen de manera directa en la reproducción
y transformación de estas. A este conjunto de relaciones y dentro de éstas, a las prácticas de
adaptación que asumen los distintos grupos humanos y al cómo éstas se transforman, hacemos
referencia cuando hablamos de dinámica cultural.

Desde esta perspectiva y en vista de que buena parte de estas relaciones y sus transformaciones
han sido esbozadas en los apartes anteriores, en el presente aparte sólo se resaltan algunos ejes
de transformación cultural, centrando la reflexión en los siguientes puntos: Pluralidad cultural y
subregión; desarrollo y planeación cultural; la relación cultura-educación; y la diversidad cultural y
los retos a la educación superior en el desarrollo futuro.

4.5 1 La pluralidad cultural en el escenario subregional


(Plan decenal para la Inserción de la U. de A. En las Regiones 2.000 – 2.006)

4.5.1.1 Sentidos de pertenencia local

Dentro de las conclusiones aportadas por el estudio elaborado por la universidad de Antioquia,
Plan Decenal para la Inserción en las Regiones, sobre los determinantes sociales y culturales de la
planeación en el Oriente Antioqueño se encuentra el hecho de que a pesar de que cerca de tres
siglos de inserción a los procesos de desarrollo económico y social del Departamento han
permitido configurar unos perfiles distinguibles y un sustrato cultural común (que incluso, no sólo
86

serían del Oriente Antioqueño en particular, sino del proyecto propio de la “antioqueñidad”
instaurado por las elites decimonónicas), hoy es perfectamente distinguible que “la realidad social
del territorio se manifiesta como una constelación de localidades (...) El contrapunteo entre la
subregión como hecho histórico y sustrato cultural y la localidad como realidad social y política,
constituye pues una primera aproximación a la complejidad del objeto que nos ocupa...”.(CENICS-
Cornare, Tomo I. 1988).

Este contrapunteo entre subregión y localidad, tan característico durante gran parte del siglo XIX,
se pudo menguar un poco desde los comienzos del siglo XX, en razón del nuevo orden político
que consagró a Medellín como capital del Departamento y de los proyectos infraestructurales
(ferrocarril, carretera a la costa, etc.) que marginaron al Oriente Antioqueño de los grandes
cambios en torno a la consolidación de Medellín y el Valle de Aburrá como eje industrial del
Departamento. El relegamiento incidió para que las localidades se pensaran independientemente
de su entorno inmediato para pensarse más en función de su relación con la capital industrial y
moderna.

Sólo recientemente ha sido propuesta una nueva noción de territorialidad con carácter regional, en
razón del lugar estratégico que ocupa el Oriente Antioqueño en proyectos de infraestructura de alta
envergadura. Se ha producido durante este período una doble lectura de región, en los términos
propuestos por María Teresa Uribe de H., acerca de la región “objeto” y la región “sujeto”. La
primera hace referencia como asiento de grandes proyectos, tanto en el decenio de 1960 (con la
construcción de la autopista y las hidroeléctricas), de 1980 (construcción del aeropuerto) y de 1990
(con los proyectos viales de la apertura económica que permitirán el contacto entre diferentes
regiones del país, con salidas sobre el océano Atlántico y Pacífico). La segunda lectura se
relaciona con los procesos y movimientos sociales que permitieron inicialmente el empoderamiento
de nuevos actores de la sociedad civil, y que tuvieron cierta trascendencia subregional en el
ámbito de la planeación local y en la gestión ambiental básicamente. De este contexto surge una
visión renovada de un Oriente Antioqueño con enormes potenciales económicos, pero con unos
preocupantes niveles de necesidades básicas insatisfechas que movilizan una nueva conciencia
sobre el desarrollo y la participación ciudadana y comunitaria, donde los problemas repercuten ya
no sólo sobre una localidad, sino sobre la subregión o sobre las zonas en las que ha sido dividido.

Es interesante señalar, que esta nueva subdivisión pretendió crear una noción alternativa de
identidad “zonal”, en la que los municipios adscritos en cada una de las cuatro zonas, comparten
en común ubicación geográfica, algunos rasgos históricos, dinámicas económicas y
potencialidades en los recursos medioambientales. Sin embargo subsisten diferencias
fundamentales en el proceso de concertación para la definición de un proyecto de desarrollo
subregional. El peso de lo local —con su tradición histórica incluida— está en la base de estas
diferencias, en particular en optar por un modelo de ciudad-región (muy vinculado y dependiente
de las determinaciones del Valle de Aburrá, interconectado sobre todo con el Valle de San Nicolás
a través del Túnel del Oriente), de Área Metropolitana (con una fuerte centralidad de Rionegro, en
especial sobre los municipios del Altiplano) o de Provincia (jalonado por municipios como Marinilla
y Santuario, con un gran nivel de autonomía y reciprocidad entre todos los municipios integrantes).
De todos modos se hace evidente que las proyecciones políticas a futuro se generan sobre la base
de una forma muy particular de representarse la subregión, con lo que de alguna manera logran
irradiar una imagen sobre la identidad y sus potencialidades.

4.5.1.2 Articulación subregional y territorialidad

En la dinámica reciente, como se viene mostrando, ciertos grupos generacionales han empezado a
desarrollar visón de subregión que trasciende lo local, que intentan integrar visiones antes
dispersas en función de proyectos colectivos de carácter supramunicipal. En un primer momento
87

los movimientos sociales de comienzos del decenio de 1970 sirvieron de base a esta nueva visión.
Más recientemente, en el marco del proceso de apertura de la economía colombiana, el Oriente
Antioqueño ha sido visionado como estratégica para el impulso de ambiciosos proyectos
infraestructurales que contribuirían a mejorar la plataforma de negocios con el exterior.

En esta dinámica, se observan grupos sociales nuevos cuya lectura de lo moderno y de las
innovaciones que dicho proceso genera, incide en una redefinición de la territorialidad. Para estos
sectores (clases medias y bajas con niveles medios de educación, algunos universitarios, así como
grupos juveniles de secundaria) la industrialización y todos los recientes movimientos de
modernización infraestructural son “el paso obligado” hacia la incorporación al desarrollo social.
“Los retos de la inserción plena al modelo que se impone no pueden evitarse, (...)”, constituye la
base de un discurso legitimante sobre el progreso de la subregión entre algunos sectores
dirigenciales, en unos casos con intereses locales y en otros con intereses departamentales
(CENICS–Cornare. 1988. 53).

No obstante, esta articulación presenta algunas limitantes en lo que respecta al ejercicio


administrativo en el territorio. Algunos ejemplos sustentan la afirmación anterior. Algunos
municipios como Sonsón y El Carmen de Viboral poseen una jurisdicción territorial muy amplia,
que no alcanzan a controlar desde el punto de vista administrativo y económico. Ambos cuentan
con enormes franjas territoriales cuya dinámica económica y social está más articulada a las zona
de bosques o a la vertiente de la cordillera central sobre el Río Magdalena, que a las de Páramo o
Altiplano, respectivamente.

Otro caso se presenta en algunos municipios de la zona de Páramo. Abejorral se siente poco
identificado con dicha territorio, tanto por el hecho de que sus condiciones y recursos bióticos
difieren sustancialmente del Páramo y porque su conexión económica es más cercana al circuito
que establece con poblados como la Unión y La Ceja, e incluso con municipios del Suroeste
antioqueño, que con Sonsón, Argelia y Nariño. De la misma manera Sonsón lidera una propuesta
para que la zona de Páramo sea separada de la subregión del Oriente Antioqueño, de la cual no
solamente se sienten alejados por las distancias geográficas, sino también por intereses políticos y
problemáticas sociales y ambientales. Su propuesta es que se cree la subregión del Suroriente
Antioqueño, hecho que les permitiría, según argumentan, una mejor atención por parte de las
autoridades departamentales y nacionales.

El Oriente Antioqueño exhibe entonces una territorialidad cuyo significado está en permanente
disputa, que a su vez refleja intereses de diverso tipo, tanto endógenos como exógenos (incluso de
los grupos armados que tienen presencia en la subregión).

4.5.1.3 Localismos y transformaciones culturales recientes

La vocación productiva de los diferentes municipios que integran el Oriente Antioqueño permite
fijar unos primeros elementos constitutivos de la identidad subregional. No se trata de reproducir
un esquema determinante de la economía sobre la cultura ni mucho menos de una especie de
funcionalismo. Si es factible, por el contrario, desarrollar una lectura en perspectiva cultural del
paisaje, del territorio y de sus usos.

En esta medida los localismos propios de cada una de las municipalidades del Oriente Antioqueño
expresan un arraigo particular, que sin duda contribuyen a fijar algunos rasgos acerca de su
pluralidad cultural. La historia permite entender la forma cómo desde la colonia, a partir del auge
que empezó a tener la minería, se crean las primeras diferencias entre las localidades de Rionegro
y Marinilla. La composición triétnica de la población, en especial en Rionegro, sugiere la idea de
88

una pluralidad cultural latente, pero limitada al esquema hegemónico de la cultura española o
criolla-blanca.

Ahora bien, si se analiza el peso de esta diversidad étnica en la subregión luego de más de tres
siglos hasta la actualidad, es evidente que con el paso del tiempo y el desarrollo de nuevos
procesos, dicho aspecto ha quedado relegado a un segundo plano, siendo sustituido por nuevas
formaciones culturales.

Si es claro el hecho de una predominancia de las localidades de Rionegro y Marinilla en el


contexto frente a otros municipios vecinos. Desde el inicio de la colonización, “las dos localidades
(...) marcaron con su ethos socio cultural otras poblaciones importantes del Oriente Antioqueño: El
Retiro, La Ceja, San Vicente, Guarne, en el caso de Rionegro y El Peñol, Guatapé, Granada, San
Carlos, en el caso de Marinilla”(CENICS – Cornare. 1988, Tomo I.).

Con la fundación de nuevos poblados, la llegada de personas de distintas condiciones sociales


(grandes propietarios, comerciantes, humildes campesinos y “desposeídos”), se empieza a
configurar las primeras formas de poderes locales, sobre las cuales se estructuraron formas
tradicionales de cohesión y de control social. Con la constitución de los partidos políticos
tradicionales, las adscripciones partidistas se constituyeron posteriormente en una especie de
“magma” cultural que homogeneizaba actitudes y valores, en particular en lo que tenía que ver con
el desarrollo de primeras formas de identidad social, pero con un marcado carácter localista. De
ahí que se diga que lo local es en todos los casos el espacio de referencia básica, la verdadera
“patria”, aspecto que en muchos casos dificulta la concreción de proyectos de alcance subregional
e incluso zonal.

Este papel de la localidad, sin embargo, ha venido transformándose. El sentido de lo local se ha


visto fuertemente confrontado durante las últimas tres décadas por los procesos de modernización
infraestructural que se han dado en muchas zonas, con la consecuente movilización de personas,
introducción de nuevos referentes culturales o por las hibridaciones propias de espacios sociales
expuestos a la interacción de procesos globales de carácter más intercultural y masificado. La
violentización de muchos de los conflictos sociales de la subregión también desempeña un papel
importante en este panorama de transformaciones. A manera de simple mención se debe relevar
el tema de los desplazados, fenómeno que se ha agudizado durante los últimos cinco años y cuya
incidencia empieza a ser manifiesta en muchas localidades en aspectos de tipo socio-económico,
político (miseria, desempleo y desarraigo social), y que sin duda tiene fuertes connotaciones de
tipo cultural.

En realidad no es fácil discernir con claridad los efectos de muchas de estas transformaciones. Un
análisis detallado requiere superar el uso de categorías opuestas, como modernización contra
tradición o cultura popular contra cultura de masas, ya que en Oriente Antioqueño como en
muchas otras subregiones del país, logran coexistir diversidad de expresiones de distinto talante,
en las que se llegan a amalgamar contenidos y prácticas en apariencia contradictorias. No es pues
un simple fenómeno de tensión entre visiones progresistas y visiones reaccionarias. Se alaban
algunos beneficios de los procesos generados por la paulatina y progresiva incorporación de
muchas localidades a las redes productivas y comerciales del valle de Aburrá y de otras zonas del
país, especialmente en lo que tiene que ver con el acceso a servicios públicos y bienes de
consumo masivo, pero igualmente se genera por doquier una actitud de recelo frente a la
diferencia cultural o de pensamiento que pueda expresar otra persona u otros grupos sociales.

Coexisten formas sociales de cohesión tradicionales con formas de encuentro y articulación


modernas. Perviven manifestaciones culturales comunes a todas las localidades en el Oriente
89

Antioqueño, en aspectos como la religiosidad católica, la conformación de los grupos familiares,


las prácticas alimenticias, etc., con nuevas formas de expresión en dichos campos.

En relación con la religiosidad, la iglesia católica continúa ocupando un lugar central en la


cotidianidad de sus gentes. Su poder de convocatoria es indiscutible, como lo refrenda no sólo el
fervor de los creyentes o la asistencia a los ritos litúrgicos, sino también por la conformación de
grupos juveniles y de oración, así como por su mediación en muchas de las zonas de conflicto de
la subregión, mediante sus programas de Pastoral Social. No obstante hoy en día es más
frecuente encontrar iglesias y sectas de diversas tendencias. Y aunque no se tienen estudios de
fondo sobre religiosidad en el Oriente Antioqueño, es evidente que hoy tiende a volverse menos
imperantes entre la población las sanciones morales que antaño imponía la iglesia católica sobre
los comportamientos de sus fieles.

En relación con la estructura familiar tradicional, ésta continúa teniendo un peso marcado en
muchos sectores de la población (muchas localidades se reconocen a partir de dos o tres apellidos
tradicionales del pueblo, sobre todo en aquellos que han logran mantenerse al margen de
procesos intensos de urbanización o de migración), a pesar de que hoy en día sea frecuente
encontrar numerosos casos de madresolterismo, atomización familiar, etc., especialmente entre la
población juvenil.

Esta misma tendencia a la conservación de tradiciones se refleja entre los habitantes de zonas
veredales, quienes por ejemplo mantienen las prácticas económicas sostenidas en el trabajo
familiar campesino, con una alimentación sustentada en la día día panela - maíz. No obstante en
muchas cabeceras municipales, especialmente en aquellas más urbanizadas y vinculadas con los
ritmos de vida del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, donde es muy normal encontrar lugares
de comidas rápidas, que reflejan cambios significativos, tanto en lo referente con la modificación
de los ritmos temporales de la cotidianidad, como por la adopción de patrones de consumo de
carácter globalizante.

El esquema con el que tradicionalmente se piensa la modernización social, que va del paso del
campesino, luego al habitante pueblerino y finalmente citadino, es hoy insuficiente para explicar la
complejidad de las transformaciones de las manifestaciones culturales. Es claro que de una
subregión más integrada a las dinámicas del desarrollo han devenido (y devendrán) personas con
mayores necesidades de información y de integración a ámbitos que superan el estrecho marco de
la vida local pueblerina.

4.5.1.4 El espacio social de los jóvenes

Al igual que en muchas subregiones del país y del departamento, los jóvenes del Oriente
Antioqueño, con sus múltiples lenguajes y marcas de identidad, reivindican el espacio de la
diferencia (en muchas ocasiones por la vía del consumo), confrontan los patrones sobre los cuales
se modeló la sociedad tradicional de la cual distan en muchos aspectos y asumen una posición
crítica frente a los discursos y la iconografía de una sociedad de consumo que a diario los excluye
o los margina (a pesar de que parezcan cada día más integrados a esta última). Los jóvenes, en
definitiva, a pesar de la predominancia de los apegos localistas como factor de identidad primaria,
marcan un acento particular sobre la pluralidad cultural, e introducen nuevos ritmos sobre la
sociedad, la cotidianidad y sus significados.

Un punto evidente acerca de las identidades en cuestión tiene que ver con esa tendencia a la
“fisión” que viven las culturas locales, que dificulta aún más generar procesos participativos de
mayor alcance. “Los viejos monumentos, la “historia patria” poco le dicen al joven del bachillerato”,
así como a los nuevos pobladores, que han afincado su identidad en los nuevos modelos que les
90

propone el consumo de los medios masivos de comunicación. Surgen, en contraposición, nuevas


formas de identificación. “Es el caso de los grupos ecológicos, juveniles, que buscan recuperar los
árboles y tierras que con sus hachas y azadones destrozaron los abuelos” y que podrían devastar
con sus tractores y nuevos proyectos de infraestructura, sus padres y adultos en general (CENICS-
Cornare, 1988, Tomo I).

En diferentes ocasiones, el trabajo cultural en el ámbito local, que ha sido asumido


tradicionalmente en muchas localidades por personas de la elite como un signo de estatus, se
convierte en objeto de disputas de identidades, en especial a la hora de promover nuevos espacios
y formas de expresión que estén más a tono con los nuevos procesos de transformación social y
cultural. Cómo se señalo en el diagnóstico del Plan de Desarrollo formulado en el Municipio de
Sonsón para el periodo 1998 – 2.000, “no hay un esfuerzo por crear, más si por copiar, recibir y en
un punto extremo, fiscalizar lo poco que a este nivel se produce en Sonsón, unos crean y otros,
por no ser su tradición o no hacer parte de su identidad, toman ante esto una actitud pasiva”.

Los jóvenes se constituyen pues en un referente insoslayable para entender nuevos procesos de
significación del sentido de pertenencia local, en especial por los usos del espacio público. Hay
prácticas tradicionales, como la visita a parques de la localidad o la iglesia, que se confrontan con
la oferta que generan espacios relativamente nuevos en la vida de la localidad, como las
instalaciones deportivas o clubes recreativos. Los espacios educativos, tanto de la básica primario
y secundaria, como los de formación técnica (el Sena), o universitaria (Universidad Católica de
Oriente) —en el caso de Rionegro—, son alternativas de uso del espacio público, pero se
restringen a los períodos de labores académicos, siendo prácticamente abandonados durante las
vacaciones. Menos presencia tienen los espacios de cultura institucional, como bibliotecas, casas
de la cultura, etc., a pesar de que en los diferentes municipios del Oriente antioqueño se observa
un gran interés por actividades culturales de carácter artístico -danza, artes plásticas, literatura,
música, teatro- en las que participan jóvenes y personas de diferentes edades que encuentran en
estos modos de expresión artística una forma de desarrollo personal y de recreación lúdica de la
vida en sociedad.18

En esta medida, la población juvenil, entre la que se cuenta sin duda, la población escolar, cobra
una preponderancia especial en el espacio de la vida local, en tanto resignifican espacios
tradicionales como son la familia, la escuela, los espacios públicos, etc. No obstante esta
resemantización no ha implicado una ruptura definitiva con estereotipos culturales de raigambre
tradicional o popular. Un ejemplo concreto lo constituyen sus gustos musicales, impactados por
fenómenos de masificación y homogeneización cultural, que les permite disfrutar nuevos ritmos
musicales con los del pasado en billares o cantinas redecoradas con luces de neón.

Las observaciones que se realizan en este sentido son más de carácter descriptivo, ya que no se
cuentan con estudios de fondo sobre el particular. Se puede evidenciar fácilmente la actitud de
desconfianza frente a los proyectos de construcción de sociedad a futuro por las vías tradicionales.
Se opta más fácilmente por canales de participación alternativos, bajo nuevas formas de
organización social. Sin embargo, en no muy pocas ocasiones se corre el riesgo de que estos
mecanismos de participación sean absorbidos o cooptados por los partidos tradicionales, como ha
sucedido recientemente con algunos de los Consejos Municipales de Juventud en algunos
municipios.

La pregunta por los jóvenes, implica pensar en la forma como los medios masivos de
comunicación y los patrones de consumo han incidido durante las tres ultimas décadas, donde su

18
. Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia, Antioquia nos une, Plan de Prestación del Servicio
Educativo y Cultural 1998-2000, Medellín, 1998, p. 176-178.
91

presencia es más manifiesta, en los cambios de referentes culturales esenciales como son los
roles sexuales, la diferenciación generacional y las visiones de futuro.

El universo de sentido de los jóvenes requiere ser incorporado pertinentemente en las estrategias
de cualquier plan. Esta recomendación fue planteada en el informe de la Comisión para la
Modernización de la Universidad Pública, en términos de “estimular las potencialidades de la
juventud para que a través de la universidad se contribuya a realizar las expectativas modernas y a
revertir las tendencias perturbadoras de la sociedad colombiana” (Universidad del Valle. 1995).

4.5.2 Desarrollo y planeación cultural

En la subregión del Oriente Antioqueño, los escenarios culturales aumentaron el 22.7% entre
1.988 y 1.992 y 69.7% entre 1.992 y 1.997, el escenario cultural predominante fue la biblioteca, en
1.988: 36% y en 1.992: 42% (del total de los escenarios) siendo desplazada en 1.997 por la casa
comunal (utilizada comúnmente para actos culturales).

El mayor aumento de escenarios culturales se presento entre 1.992 y 1.997 coincidiendo con el
proceso de ambientación de la creación del Ministerio de la Cultura.

Los municipios que integran la categoría cuarta presentan los mayores avances en infraestructura
cultural

Es así como en materia de infraestructura cultural el Oriente Antioqueño cuenta en la actualidad en


22 de sus 23 municipios, exceptuando a San Francisco, con Casa de la Cultura creadas por
Acuerdo. La problemática de orden público ha afectado directamente la Casa de la Cultura de
Cocorná, que fue completamente destruida por la acción de la guerrilla y en los municipios de
Argelia y Nariño los espacios que se tenían asignados al funcionamiento de la Casa de la Cultura
están siendo ocupados por la Administración Municipal, igualmente por ataques guerrilleros a sus
sedes administrativas.

Existen 30 bibliotecas públicas, 2 infantiles y 37 escolares. En esta subregión hay un gran adelanto
tanto en las bibliotecas públicas como escolares. La mayoría de ellas están organizadas
técnicamente y en proceso de automatización, sus servicios están muy extendidos tanto en las
comunidades urbanas como en las rurales. Municipios como Rionegro están implementando
bibliotecas escolares en las zonas rurales lo que posibilita el mejoramiento de la calidad de la
educación.

En todos los municipios existen archivos municipales y el cargo de archivista esta creado en 20 de
ellos. En general todos han recibido capacitación.

En general se presentan algunos avances, aunque no muy significativos en el proceso de


planificación del sector cultural. Un gran porcentaje de los municipios tiene el plan de desarrollo
cultural. En algunos se han adelantado programas de recuperación de memoria cultural, como es
el caso de El Peñol, Granada, Guatapé, Nariño, San Luis y San Vicente y en otros se han
realizado levantamiento de inventarios culturales.

Se ha desarrollado un proceso organizativo interesante al conformar la asociación de casas de la


cultura del Oriente Antioqueño (ASOCOA) con la que se ha fortalecido el desarrollo cultural local y
subregional.
92

En cuanto a artes plásticas se destaca el trabajo en los municipios de La Ceja, Guatapé, Guarne y
Marinilla. La gran mayoría de los municipios existe talleres permanentes de semilleros y
sensibilización, igualmente salas para exposiciones permanentes.

Se realizan también en varios municipios la capacitación en literatura, semilleros literarios, fomento


a la lectura y escritura, motivación y aprendizaje de la lectura, literatura juvenil e infantil, a demás
de la creación de talleres de apreciación y producción literaria.

Existen bandas de música en todos los municipios y en dos corregimientos uno en Sonsón y otro
de Rionegro. Poseen corporaciones escuelas de música en La Ceja, El Peñol, Guatapé, El
Carmén y el Retiro. Rionegro cuenta con un centro de formación artística.

De las más de 260 celebraciones municipales en el Departaemnto, 59 se realizan en el Oriente


Antoqueño. Se destaca el festival de música religiosa en Marinilla y las fiestas de la Virgen Patrona
de cada Municipio. A demás las fiestas tradicionales alusivas a sus productos y tradiciones más
importantes (Secretaria de Educación y Cultura de Antioquia, Plan de Prestación del Servicio
Educativo y Cultural 1.998 – 2.000, 1.999).

Son muchos los aspectos cuestionables sobre la labor, la proyección institucional y la concepción
misma que tienen sobre cultura las instituciones encargadas de promover el desarrollo cultural en
los municipios. Aunque se ha incrementado la oferta y la demanda de cursos de formación y
capacitación en temas como promoción, gestión y políticas culturales, que contribuyen a un
revaloramiento de lo local, más allá de las bellas artes y de los desgastados símbolos patrios, aún
continúan apegados a una lectura de lo local desde las tradiciones populares o el folclor.

En muchos municipios los jóvenes tienen sede por aparte de la Casa de la Cultura, lo que si bien
puede ser valorado como una fortaleza institucional, por otro lado puede ser interpretado como un
divorcio que evidencia un sentido precario del trabajo cultural, una clientelización de la
participación de los jóvenes y desarticulación institucional. Todos estos aspectos se confabulan en
desmedro de la legitimidad de lo cultural como una dinámica que provoca la participación de los
diferentes actores e instituciones.

En relación con la planificación del desarrollo cultural local y subregional los esfuerzos han sido un
tanto dispersos o sometidos a los intereses coyunturales de la actividad política en los municipios,
a pesar de que se viene consolidando una agremiación de casas de la cultura en el Oriente
Antioqueño—ASOCOA—.

En el diseño de planes de desarrollo cultural han primado más los aspectos formales que impone
la Ley 397 de 1.997, relegando a un segundo plano la participación de los habitantes de los
municipios. Y si bien en el diagnóstico realizado por la Dirección de Cultura del Departamento
sobre procesos organizativos y de gestión en la subregión, se destaca el hecho de que los 23
municipios han recibido información y materiales sobre Ley General de Cultura y la reglamentación
de planes de desarrollo cultural y sistema nacional de cultura, que permite la creación de los
Consejos Municipales de Cultura, su labor no irradia otras dinámicas de la vida social de las
localidades. En síntesis la cultura sigue siendo algo accesorio, la labor de las instituciones
culturales como casas de la cultura, archivos municipales y bibliotecas sigue estando muy
supeditada a los designios de las Secretarías de Educación (mientras que nivel nacional la cultura
funciona como un ramo autónomo con el Ministerio de Cultura, que sí bien no ha alcanzado una
proyección significativa y reconocida en todo el país, demuestra que existe una abismo entre la
forma de organización cultural nacional y local).
93

El 79% de los municipios han avanzado en procesos de Recuperación de Memoria Cultural, lo que
señala la buena acogida que han tenido muchas de las más recientes disposiciones legales en
materia de normatividad cultural y el conocimiento —relativamente bueno— sobre temas como
políticas culturales, gestión cultural y diseño de proyectos.

Un detalle por destacar es la no-existencia de proyectos de carácter cultural que trasciendan el


ámbito local, es decir proyectos que intenten abarcar una dimensión zonal o subregional.
(Departamento de Antioquia, Secretaria de Educación y Cultura, 1999).

Otra línea de proyección “cultural” en la que ya han avanzado algunos municipios, es la del turismo
ambiental y cultural, con la que se pretende aprovechar ventajas creadas por las facilidades en
cuanto a vías de comunicación, belleza paisajística —natural y cultural—, tradición histórica, etc.
Algunas localidades, como en el caso de Guatapé, han logrado consolidar un conjunto de
festividades y eventos que han alcanzado una cierta trascendencia y se convierten en motivo de
interés para propios y extraños. Este sería también el caso de Marinilla con su famoso festival de
Música Religiosa en Semana Santa.

El trabajo cultural, junto con el de los movimientos sociales y el ecológico, se constituyen sin duda
en procesos alternativos que requieren ser tenidos en cuenta para la planificación.

4.5.3 La relación cultura-educación en la subregión

La primera de las quince recomendaciones que formuló la Misión de Modernización de la


Universidad Pública está estrechamente relacionada con estimular el potencial creativo de la
juventud, estando atentos al nivel de expectativas que ellos expresan. En igual medida, y dentro de
esa misma recomendación, se enfatiza vigorizar la presencia de las universidades en la sociedad,
convirtiendo a la universidad en “el centro cultural más importante de la ciudad y la aldea; (...)
estableciendo relaciones con todos los sectores de la sociedad (...) y además con los distintos
contextos socio-culturales: localidad, zona, subregión, departamento, nación y naciones del
mundo” (Misión Nacional para la Modernización de la Universidad Pública. 1995).

La anterior cita exige pensar en las expectativas que la sociedad actual, pero especialmente los
jóvenes le conceden a la educación, como forma de auto - realización personal, profesional y
social, en el contexto de un mundo cambiante e incierto, agobiado por el desempleo, el hambre, la
miseria y la exclusión.

Un diagnóstico muy general sobre la situación de la educación básica en relación con la


dinamización cultural ofrece un panorama un tanto precario. Es un hecho que la escuela (y con ella
todas las instituciones educativas) se constituye, tanto por tradición como por la innovación que
pueda aportar, en uno de los mecanismos más idóneos de transmisión cultural. Sin embargo se
puede decir anticipadamente que los proyectos educativos (Ley 115 de 1994) no han respondido
adecuadamente en Colombia a las demandas locales, especialmente en cuanto a calidad
educativa y pertinencia de los currículos. “La inserción de programas que tienen un diseño
nacional (o departamental), ha producido “abortos” educativos que poco o nada han servido a las
municipalidades. Ello no quiere decir que la única dimensión posible de la escuela (o de la
educación en general) deba ser la local. Todo lo contrario, se requiere el diseño curricular que
armonice lo universal y lo nacional con lo subregional y lo local” (CENICS-Cornare, 1988. Tomo
III).

Es muy significativo observar la interesante dinámica que se ha venido gestando en los últimos
años con las numerosas propuestas de ciudad educadora en el Oriente Antioqueño, con proyectos
que involucran y comprometen a las administraciones municipales, instituciones educativas, casas
94

de la cultura, bibliotecas, etc., como en el caso de San Vicente, El Santuario, Carmen de Viboral,
Marinilla y Guarne. Se podría incluir en esta lista al municipio de Guatapé con su programa
Movimiento Niño, concebido de una manera integral entre salud y educación, y que abarca a toda
la población, más allá de los espacios estrictamente escolares. Todavía estas propuestas se hayan
enmarcadas en un radio de acción local, pero es de esperar que la labor de concertación se
adelante en ámbitos supramunicipales, y que amarrada a la visión de un Oriente educado y
educador, se logre integrar propuestas de carácter subregional.

4.5.4 La diversidad como horizonte de posibilidades, retos a la educación superior.

Lo cultural en el Oriente Antioqueño presenta un universo de análisis que debe ser pensado más
allá de una aparente oposición entre lo nuevo y lo moderno. El campo de la intercultural se ofrece
en toda su fecundidad, así como en su complejidad. El deseo de progreso y de modernización del
revive ciertas discusiones entre localidades, permite visualizar nuevos actores (especialmente en
el caso de la industria, el turismo, los servicios en general, la ecología y la educación superior) y
propugna por el desarrollo de metodologías de planeación y de intervención institucional
soportadas sobre la base de una participación amplia. El orgullo local que muestran cada una de
las localidades señala muy claramente que todas desean ser tenidas en cuenta a la hora de
pensar en los proyectos de futuro para la subregión.

Esta evidente diversidad no debe ser juzgada como dispersión o como condición negativa para el
desarrollo de proyectos de alcance subregional. Por el contrario, la diversidad debe ser tomada
positivamente, como la gran fortaleza cultural.

Esta postura de análisis, se constituye en un punto de partida para aproximarse a la comprensión


de los impactos de la urbanización de muchas localidades en función de las interacciones
multiculturales que se han incrementado en las últimas décadas. La multitemporalidad en la que se
mezclan tendencias tradicionales, reaccionarias (de resistencia), progresistas (o de adaptación a
los nuevos cambios), etc., nos ponen tras la huella de las hibridaciones culturales. La mezcla de
lenguajes, de códigos, constituye la forma más visible de cambio en muchas expresiones
culturales actuales. El reto se plantea en términos de la interpretación y el significado de estos
procesos, sobre todo para lograr entender con claridad lo que permanece de aquello que está en
proceso de mutación.

Un aspecto sobre el cual urge desarrollar un proceso de análisis más sistemático tiene que ver con
la forma en que se ha venido dando el consumo de tecnologías de diversas índole, su
consecuente impacto sobre el mundo del trabajo, el tiempo libre, el ámbito de las relaciones
sociales y productivas, el auge de nuevas formas de subjetividad y la generación de procesos de
individualización de la población, de nuevos espacios de integración y una tendencia creciente
hacia el cosmopolitismo.

Los estudios que se realicen deben superar igualmente los enfoques radicales de tipo ideológico o
moral, así como los enfoques excesivamente instrumentales. Se resalta entonces la imperiosa
necesidad de formular una serie de recomendaciones que tengan en cuenta las diferentes
expectativas de las localidades, de sus autoridades, de sus nuevos actores sociales organizados y
en particular, las de las jóvenes, hombres y mujeres.

4.5.5 Patrimonio cultural

El Oriente Antioqueño cuenta con un rico patrimonio, 4 bienes de interés cultural nacional
(monumentos nacionales: La Ceja, Marinilla, Rionegro, y Sonsón); 8 centros urbanos
representativos (Abejorral, Alejandria, El Carmén, El Retiro, La Ceja, Marinilla, Rionegro y
95

Sonsón); 27 bienes patrimoniales representativos de los cuales 21 están en Abejorral. Posee un


inventario arqueológico en 5 de sus municipios, no se tiene registro de resguardos indígenas ni de
inventario artesanal.

Después del Valle de Aburrá, se puede decir que es la subregión con mayor número de museos y
sala museos, ya que cuenta 9 y 11 respectivamente.

La Subregión en sí, se constituye en patrimonio significativo para los antioqueños por sus paisajes,
amplia infraestructura, valor histórico de sus cascos históricos.
96

4.6 SALUD

Acorde a lo establecido por la ley 60 de 1.993, el proceso de descentralización del sector salud ha
contado en esta subregión con la aceptación de los municipios, puesto que a 1.997 los 23 entes
asumieron la responsabilidad de administrar autónomamente la salud.

La normatividad vigente y el modelo imperante en la nación conlleva a que las localidades asuman
las competencias, es así como los municipios asumieron la salud entre finales de 1.996 y
principios de 1.997 cumpliendo con todo el proceso establecido para ello en la ley.

Para el manejo adecuado de la nueva función, los municipios reordenaron su organización o


estructura administrativa, además crearon fondos locales de salud para el anejo independiente de
los recursos del sector.

Así mismo transformaron sus hospitales en empresas sociales del estado y se implemento los
comites de participación comunitaria – COPACO-.

La subregión del Oriente Antioqueño presenta indicadores preocupantes en los niveles de


nutrición, aunque por otro lado, tiene niveles favorables en la cobertura de la salud subsidiada.
Para el primer indicador se encuentran niveles de desnutrición aguda (peso/talla) en niños
menores de 7 años de 22.66 %. De igual manera, se registran altos niveles de desnutrición crónica
25.47 % y de desnutrición global 33.58 %, los cuales se encuentran por encima de la media
departamental, ver cuadro siguiente.

Indicadores de salud subregión Oriente Antioqueño 1997

Indicador Departamento Subregión % Observaciones con respecto a la


Oriente subregión del Oriente
Régimen subsidiado 1.020.945 140.922 13 Es la cobertura más alta del Dpto.
.8
Desnutrición global pob < 30.42 % 33.58 % Supera la media departamental
de 7 años (peso/edad)
Desnutrición crónica pob < 23.43 % 25.47 % Supera la media departamental
de 7 años (talla/edad)
Desnutrición aguda pob < 20.26 % 22.66 % De las más altas luego de Magdalena
de 7 años (peso/talla) Medio.
Fuente: Documento, Bases Plan de Desarrollo ANTIOQUIA NOS UNE 1998-2000, Marzo de 1998

Esta es una tasa demasiado elevada, que implica problemas de desarrollo físico, para una
población infantil que está ubicada en una zona rica en producción de alimentos de alto contenido
proteínico y con la existencia de diversas instituciones públicas y privadas que ejecutan programas
especiales de nutrición.

Para el 2.000, sobresale la cobertura alcanzada por el régimen subsidiado de salud que cubre el
26.12 % de la población total de la subregión, la cual es la más alta del Departamento, después del
Valle de Aburra, le siguen Uraba y Suroeste. Sin embargo, aun no es posible establecer la
magnitud del cubrimiento que puede alcanzarse con las nuevas modalidades del régimen
contributivo (Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000).
97

Sin embargo, hacia le futuro, el desarrollo de algunas iniciativas que ya empiezan a discutirse en
varios escenarios, podría desarrollar fortalezas en materia de salud que debería redundar en
beneficio de la salud pública de la subregión.
Es el caso de la cadena de valor agregado en biomedicina y biotecnología propuesta
recientemente en el Instituto de Altos Estudios de Quirama 19, que plantea el aprovechamiento de
los desarrollos de importantes centros de Santafé de Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Cali para
crear en el Altiplano un centro integrado de servicios de alta tecnología en biomedicina,
odontología y biotecnología susceptibles de ser exportados hacia países de las Antillas y del resto
de Sur América.

4.6.1 Infraestructura y recurso humano

Para el 2.000 la subregión contaba con un total de 25 instalaciones asistenciales entre hospitales y
clínicas, distribuidos así: un hospital de primer nivel por municipio, un hospital de segundo nivel
ubicado en Rionegro y dos clínicas ubicadas en Rionegro y La Ceja que cuentan con la atención
de especialistas en varias ramas de la medicina.

En el mismo año se registraba la existencia de 4 centros de salud, ubicados 1 en San Carlos, 2 en


Sonsón y 1 en Nariño. Se contaba también con 52 puestos de salud distribuidos así: 9 en El
Carmen de Viboral; 6 en Rionegro; 4 en Marinilla y San Luis; 5 en Cocorná, 4 en San Rafael, 3 en
San Vicente y Sonsón; 3 en Abejorral, 2 en La Ceja, La Unión y San Carlos; y 1 en Granada,
Guarne, Nariño y 2 San Francisco. Además, se registran 35 consultorios médicos en todos los
municipios de la subregión, 10 centros médicos y 11 laboratorios (Departamento Administrativo de
Planeación. anuario estadístico de Antioquia 2.000.).

Infraestructura disponible en la subregión


Año Hospitales y Centros de Puestos de Consultorios médicos
clínicas salud salud
1992 25 3 43 7
1993 25 2 47 6
1994 25 4 49 7
1998 25 5 45 33
2.000 25 4 52 35
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia, varios años.

Los niveles de cobertura, en cuanto a personal disponible par la atención preventiva y curativa
muestran una realidad que, aunque cercana a estándares internacionales en cuanto a médicos, 1
por cada 2.547 habitantes (la media internacional es 1 por cada 2.000 habitantes), y un
crecimiento del 127% entre 1.9988 y 1.997, no se comporta de igual manera en cuanto al resto de
personal ya que solo hay 1 odontólogo por cada 9.096 habitantes contra 1 por cada 5.000como
media aceptada.

En cuanto al personal paramédico, se presenta aún déficit cuantitativo en enfermeras, que paso de
37 a 57 con un crecimiento de 54% y una media de 1 enfermera por cada 10.054 habitantes. En
cuanto al personal de promotores, es significativo el avance ya que creció un 148%, al pasar de
102 a 253, disponiendo de 1 por cada 2.265 personas lo que da a entender el afán por las
acciones de prevención acordes con los nuevos esquemas de salud planteados en la ley 100 de
1.993.

19
Propuesta presentada por el doctor Carlos de Greiff.
98

La disponibilidad de recurso humano para la atención en salud, según estadísticas de 1997,


presenta una relación de 0.4 médicos por cada millar de habitantes, 0.5 odontólogos por cada
cuatro mil, 0.5 enfermeras profesionales por cada cinco mil y 0.9 auxiliares de enfermería por cada
mil habitantes. El promedio de médicos y enfermeras por habitante es inferior a la media
departamental, la relación de auxiliares de enfermería/habitante guarda equivalencia con el
promedio departamental y sólo el promedio de odontólogos es un poco superior a la media
departamental. Los municipios de La Ceja, Rionegro y, para los odontólogos, El Retiro, superan los
promedios subregionales e incluso la media departamental (Departamento Administrativo de
Planeación, carta de generalidades 1.997 - 1999).

Al analizar algunos indicadores de salud, las coberturas en consulta médica y odontológica


superan los promedios departamentales.

En materia de cobertura asistencial y desde una primera aproximación, se evidencian algunas


incoherencias asociadas al incremento de los centros de servicios y del recurso humano
disponible, en relación con el crecimiento poblacional y la demanda por servicios. Si se tiene en
cuenta que la población está creciendo a anualmente, esto necesariamente está incrementando la
demanda del servicio, y ni la infraestructura ni el recurso humano crecen a la misma proporción. A
su vez, con la promulgación de la Ley 100 de 1993, según estimativos oficiales la demanda se
duplica, pero la infraestructura disponible no aumenta y el incremento en el número de consultorios
médicos para suplir el aumento de consulta externa resulta poco funcional por el estado avanzado
de muchos pacientes, a los cuales hay que remitir a hospitales y centros de atención.

No obstante, son notorios los esfuerzos en disminuir la relación médico y odontólogo por
habitante20, el recurso humano tampoco ha tenido un crecimiento acorde con la demanda. Mientras
el recurso médico sólo creció en un 62%, el de odontólogos en un 36.2%, el de auxiliares de
enfermería en un 53.8% y el de promotores de saneamiento básico en un 11.9%; según
estadísticas de Metrosalud y el ISS, el crecimiento en el número de usuarios es aproximadamente
del 100%. Además, es importante tener en cuenta que buena parte del recurso humano es de
medio tiempo, lo que aumenta la relación del recurso por habitante sin significar un mayor
cubrimiento en la demanda. Esta última situación en si misma no es problemática, aunque
considerando que se desconoce la existencia de programas agresivos en promoción y
prevención21 y sus reales impactos, puede ser un problema importante de considerar.

Frente a las tasas de cobertura en consulta externa, éstas presentan un crecimiento significativo
entre los años 1992 y 1993 dado el auge de la Ley 100 de 1.993, pero a partir de este año vienen
en un paulatino decrecimiento.

Esta tendencia al decrecimiento en las tasas de cobertura dada por el incremento en la demanda
por servicios, principalmente en los municipios con mayor número de habitantes, se asocia a dos
situaciones fundamentales: primero, no existe una cultura preventiva y de autocuidado en la
población en general por lo que se consulta sólo cuando la enfermedad ha ocasionado el daño.
Esta situación genera problemas, a) para el usuario, al no recibir una atención a tiempo debiendo
ser remitido a un segundo y tercer nivel de atención; y b) para las entidades de salud, por los altos
costos de la atención en estos niveles y la escasa disponibilidad de recurso humano especializado
para atender tal demanda.

20
En 1992 se tenía un médico por cada 4.679 habitantes y un odontólogo cada 11.210 habitantes, en 1997
se tiene un medico por cada 2.514 habitantes y un odontólogo por cada 8.955 habitantes.
21
Los promotores de saneamiento básico y los vacunadores tienen unos de los menores incrementos
porcentuales.
99

Como segunda situación, la Ley 100 de 1.993 no logra la cobertura que buscaba en los niveles 1 y
2 del SISBEN, debido a los altos costos que genera una población que es más vulnerable y
presenta altas tasas de morbimortalidad, dada la prevalencia de factores de riesgo como la
desnutrición, la falta de educación y el hacinamiento; y en el nivel 3, sigue permaneciendo una
cultura de atender la enfermedad en su fase terciaria, generando altos costos de inversión y
financiamiento.

Pese a lo anterior, los municipios de Rionegro y Guatapé presentan tasas de cobertura en consulta
externa superiores a los demás municipios. En el primero debido a que el Hospital San Juan de
Dios es un hospital de segundo nivel de atención y por tanto sitio de remisión de las demás
localidades del Oriente Antioqueño y de otras subregiones cercanas, sin embargo es en esta
localidad donde se registra el descenso más rápido en la cobertura por consulta externa; y en el
segundo municipio debido al pequeño número de habitantes y al desarrollo de programas de
promoción y prevención que vienen presentando impactos importantes.

Cobertura en consulta externa para los municipios de Rionegro y Guatapé


Municipio 1992 1993 1994 1997
Rionegro 85.9 96.1 85.7 80.2
Guatapé 43.9 58.3 55.3 64.6
Fuente: Departamento Administrativo Planeación. Anuario Estadístico de Antioquia. Varios años.

4.6.2 Causas de morbimortalidad

Los principales factores de riesgo en salud están asociados a las condiciones socioeconómicas de
la población, los inadecuados hábitos higiénicos, deterioro ambiental y en algunos casos a
deficiencias sanitarias (sobre todo en el ámbito rural). Podemos enumerar algunos factores
predisponentes a generar altas tasas de morbilidad general en la subregión:

Precarias condiciones socioeconómicas de la población (el 38.3% de la población con NBI y el


14.8 en condiciones de miseria) y altos niveles de desnutrición de la población menor de 7 años.

Bajo nivel sociocultural que no promueve una cultura de la salud y hábitos alimentarios y de vida
saludables.

Contaminación ambiental.

Déficit en los recursos humanos y de infraestructura.

Débil infraestructura de servicios en el sector rural (baja cobertura en alcantarillado y acueducto).

Estilos de vida no saludables e inadecuada utilización del tiempo libre que genera un aumento en
el consumo de sustancias psicoactivas.

Violencia social e intrafamiliar.

4.6.2.1 Morbilidad

La primera causa de consulta externa se asocia a las enfermedades de los dientes y sus
estructuras, obedece a la inexistencia de una cultura de higiene oral que le permita un
mantenimiento y recuperación de su salud en consecuencia se recurre a la consulta de tipo
curativo y no preventivo. Además, los SIS (Sistemas de Información en Salud) son los mismos
100

para consulta odontológica y médica, integrándolos estadísticamente. Por municipios se pudo


observar que Abejorral, Cocorná, El Peñol, El Retiro, Guarne, Guatapé, La Ceja y Marinilla son
quienes presentan mayor índice de consulta en este aspecto.

La segunda causa de consulta son las infecciones respiratorias agudas, esto se asocia a las
condiciones climáticas sobre todo en la zona del Altiplano y a las graves condiciones de
desnutrición de los niños menores de 7 años, factores de riesgo importantes que inciden en la
aparición de patologías diversas. Los municipios que mayores niveles de consulta tienen por esta
causa son: Rionegro, San Rafael, Marinilla, La Ceja, El Retiro, El Peñol y Abejorral.

Otras dos causas de morbilidad que llaman la atención están relacionadas con el embarazo y la
Hipertensión arterial, esta última se asocia a unos inadecuados hábitos alimenticios y precarias
condiciones de vida y es de resaltar debido a que el porcentaje poblacional en la tercera edad es
alto.

Por último, se destacan las “laceraciones, heridas y traumatismos de los vasos sanguíneos”,
asociadas generalmente con factores de violencia, éstas ocupan un lugar dentro de las 10
primeras causas en los municipios de Rionegro, Guarne, San Carlos, Carmen de Viboral,
Santuario y la Unión. En el contexto subregional quizá no sea significativo, sin embargo en estos
municipios, da cuenta de una conflictividad generalizada relacionada con manifestaciones de
delincuencia común y en parte, en la agudización del conflicto armado que afecta recientemente al
territorio.

Primeras 10 causas de consulta externa del Oriente Antioqueño. 1997


N° Enfermedad N° de Consultas

1 Enferm. De los dientes y sus estructuras de sostén. 58800


2 IRA 48670
3 Control Embarazo 45720
4 HTA 45300
5 Examen médico general 28680
6 Enf. Del ojo y sus anexos 28410
7 Enf. Piel y tejido celular subcutáneo 28050
8 Signos, síntomas y estados morbosos mal definidos 26600
9 Enf. Aparato digestivo 25590
10 Enfer. Órganos genitales 24590
11 Otros 376490
Total 736900
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación. Anuario Estadístico de Antioquia 1997. Muestra del
10%, no incluye consulta ISS ni particular.

4.6.2.2 Mortalidad

A partir del decenio de1980, las muertes violentas tienen un lugar importante en las estadísticas,
dado los escenarios del conflicto y el crecimiento de la delincuencia común en las cabeceras
municipales. Es significativo, además, que aparezcan entre las diez primeras causas de muerte las
enfermedades endocrinas y nutricionales, en una subregión que como se menciono es la
despensa agrícola de Antioquia. En este sentido es necesario en la proyección del desarrollo
atender las causas estructurales y estructurantes de la pobreza que permita el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población y atacar los factores condicionantes de morbimortalidad.
101

Primeras 10 causas de mortalidad en el Oriente Antioqueño. 1997


N° Causa N° de
casos
1 Causas externas de morbilidad y mortalidad (Accidentes, suicidios, 868
homicidios y envenenamientos)
2 Enfermedad del Sistema Circulatorio 841
3 Tumores (Neoplasias) 450
4 Enfermedades del sistema respiratorio 253
5 Enfermedades del sistema endocrino, nutricionales y metabólicas 109
6 Embarazo parto y puerperio 109
7 Enfermedades del Sistema digestivo 71
8 Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias 47
9 Enfermedades del sistema genitourinario 35
FUENTE: Departamento Administrativo de Planeación. Anuario Estadístico de Antioquia. 1997.

4.6.3 Programas y proyectos en el área de la salud

Proyecto UNI

El proyecto UNI es un programa de cooperación en pro de la salud que articuló en su nacimiento


los esfuerzos de la Universidad de Antioquia, el municipio de Rionegro y la Fundación Kellogs. Con
sede Rionegro y una orientación social y comunitaria, el proyecto ha desplazado a los campos de
práctica al Hospital Universitario San Vicente de Paúl y a los estudiantes de Medicina, enfermería y
odontología de la Universidad de Antioquia, además de articular centros de atención del I y II nivel,
con reforzamiento de la integración docente asistencial.

El proyecto ha buscado una real articulación salud/educación, donde se implementen centros de


educación continua que permitan incluir en los currículos la promoción de la salud colectiva,
capacitar en el diagnóstico de riesgos ambientales, perfilar las funciones de los nuevos
promotores, desarrollar programas de promoción y prevención, crear mesas de trabajo
intersectorial e interdisciplinaria y desarrollar investigaciones de impacto, factores de riesgo y
agentes contaminantes en la subregión. A su vez permite el desarrollo de alianzas estratégicas,
investigar y formar en participación comunitaria y veeduría ciudadana del subsector salud.

Proyecto Municipios Saludables

En el Oriente Antioqueño esta propuesta se ha desarrollado en el municipio de Guatapé y se ha


pensado su implementación en El Peñol y San Luis. El proyecto de Municipios Saludables por la
Paz surge como una concreción de las propuestas de promoción de la salud para integrar los
diversos factores que inciden en ésta: educación, infraestructura de servicios, recursos
económicos, culturales, institucionales y escenarios para la vida entre otros.

En este contexto, la salud se orienta hacia el diseño y ejecución de programas que estén más
cerca de las necesidades de la población, respetando su cultura y formas tradicionales de atender
los problemas, haciendo especial énfasis en programas de promoción, prevención y atención
primaria, permitiendo el acceso a un mayor número de población y racionalizando el recurso.
102

El municipio saludable por la paz es una estrategia dirigida a la movilización social, impulsada
desde diversos sectores para lograr equidad, calidad de vida y desarrollo social en lo local,
permitiendo la creación de ambientes propicios par la paz. Se basa en la implementación de
acciones colectivas para mantener y mejorar las condiciones de salud y desarrollo que logren
bienestar colectivo.

Proyecto Movimiento Niño

El municipio de Guatapé viene jalonando una propuesta de articulación de todos los sectores de la
administración que tiene como precedente la estrategia de municipios saludables por la paz, la
cual denominan Plan de Desarrollo Movimiento Niño. Este es un proyecto colectivo, asumido
interinstitucionalmente por el hospital municipal, el ICBF, la Corporación Sinergia siglo XXI, la
Secretaría de Salud municipal, la Secretaría de educación municipal, La Umata municipal, el Sena
y la Universidad de Antioquia, entre otros. En su concepción tiene un carácter sistémico e integral
y es coordinado por un equipo líder donde participan los principales sectores de la población.

El proyecto “pretende desarrollar en toda su extensión un nuevo concepto de salud que permite a
los individuos descubrir sus potencialidades y les brinde la posibilidad de materializarlas en
contextos sociales y culturales específicos, como parte y consecuencia de acciones para el
desarrollo social guiado hacia el bienestar humano a través de la equidad y la autodeterminación.”

Su base estratégica es la participación comunitaria pretendiendo fomentar en la familia, la escuela


y la empresa Guarapéense, el liderazgo ciudadano, social y comunitario optimizando todos los
recursos para fomentar la calidad de vida. Tiene como directriz fundamental los principios teóricos
del desarrollo a escala humana.

Partiendo de programas como familias gestantes, desarrollan un proceso formativo del ciudadano
del futuro mediante estrategias continuadas en las cuales la educación y la cultura como entes
integrados, cumplen un papel fundamental en la formación de un sujeto proactivo, investigativo y
prospectivo. Su objetivo fundamental es fortalecer sentidos plurales de comunidad, de
participación y de autogestión, teniendo como base el reconocimiento de las dinámicas culturales,
esencialmente en torno a dos elementos: historia y sociedad.

Se resaltan estos tres programas por su aporte en términos de una concepción más integral de lo
que es la salud, por los aprendizajes y dinámicas que se han generado y se pueden generar, y por
el énfasis dado a los procesos de prevención y promoción en un cambio de paradigma que asume
la salud desde la vida del hombre integral y abandona la enfermedad como el centro, entre otros.
No obstante, existen otras iniciativas institucionales y comunitarias que buscan articular procesos
en este sentido, además de necesidades evidentes en la lectura de los indicadores de salud
subregionales, las cuales requieren de su fortalecimiento y apoyo en aras de atender los
problemas de una base social en condiciones de vulnerabilidad para lograr su inserción en el
desarrollo subregional.
103

4.7 MEDIO AMBIENTE

El Oriente Antioqueño presenta una riqueza natural de significativa importancia departamental e


incluso nacional, asociada a su diversidad tanto climática, como de variedad de suelos, de
especies en flora y fauna, y a sus potenciales hídricos y minerales en general.

En los últimos años, las dinámicas de población se han intensificado, al entrelazarse con las de
orden metropolitano, las cuales de manera creciente desbordan el ámbito socio geográfico del
Valle de Aburrá. Los procesos de desarrollo y ocupación consecuentes con tales dinámicas han
generado altos y graves deterioros en la conformación de su paisaje y zonas aledañas, por cuanto
"el desarrollo" aún no se concibe como integralidad de factores multipropósitos. Los aspectos
económicos prevalecen - bajo el amparo de decisiones de tipo político - sobre consideraciones
socioambientales y la sostenibilidad es entendida e incorporada como abstracción.

El obstáculo más sobresaliente con la cual se ha enfrentado la subegión ha sido la falta de


conciencia de los actores de la jurisdicción y de todos los implicados en los múltiples procesos que
se desarrollan en el territorio, quienes no se ven a sí mismos como actores, con responsabilidad
en torno al manejo de lo ambiental, en el mejor de los casos lo ambiental se concibe sólo como
requisito de ley por tanto es una obligación a cumplir.

Las extensas riquezas naturales del Oriente Antioqueño la han convertido en una territorio
privilegiado en el contexto nacional. Su mayor extensión de suelos se ubica en zonas de climas
medio y frío, con predominio de bosque tropical y pastos hacia la vertiente del Río Magdalena, y de
bosque de niebla hacia el sur.

La zona de cultivos ocupa el 9.2% del territorio con predominio en áreas ubicadas sobre el
Altiplano u Oriente cercano a Medellín. Ver cuadro siguiente. El área en bosques representa el
27% para el año 1.999, donde los municipios con mayor área son San Carlos, San Francisco, San
Luis, Sonsón, El Retiro, Cocorná, El Carmen de Viboral, Nariño y Argelia.

Indicadores de medio ambiente – Area uso actual ha.

Bosques Pastos Cultivada Urbana Embalses Otros


Departamento 35.1% 37.6% 5.5% 0.6% 12% 19.9%
Oriente 27.00 34.8% 9.2% 0.7% 8.9% 19.4%
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia 2.000.

El Oriente Antioqueño es una de las subregiones del Departamento con menos área en bosques,
solo supera al Valle de Aburrá. En cuanto a área de pastos ocupa el 6º lugar con 34.8%,
superando solo el occidente, nordeste y uraba.

El área cultivada en el Oriente Antioqueño es la segunda en el Departamento con 9.2%, superada


solo por el suroeste. Así como el área urbana con 0.7% le sigue al Valle de Aburrá con 14.7%. Es
la subregión con más territorio inundado por embalses con el 8.9% de su territorio, le siguen el
norte con 1.2%, el nordeste con 0.8% y el Valle de Aburra con 0.6%%.

Si se observa el siguiente cuadro se encuentra una leve recuperación en áreas con bosques a
partir de 1994, lo que no alcanza a superar la cifra alcanzada en 1989.
104

Áreas en bosques (has) subregión de Oriente Antioqueño

1989 255.437
1992 241.033
1993 157.699
1994 173.191
1995 172.493
1996 174.790
1997 193.928
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación - Departamento de Antioquia.

En desarrollo de los lineamientos medioambientales definidos para el desarrollo regional con el


Protocolo, CORNARE ha propuesto para la discusión y validación de los actores la propuesta
“Oriente Antioqueño Región Desarrollada Limpia” o “Plan De Gestión Ambiental Regional 1998 -
2006”.

Este Plan de Gestión Ambiental Regional 1998 – 2006 pretende crear un sistema general de
planeación, coordinación, asesoría y Control de los recursos naturales renovables y del medio
ambiente para lo cual es necesario adoptar temas de fondo, tales como:

La necesidad de reconstruir una orientación conceptual del trabajo ambiental, que permita enfocar
nuevos desafíos, hay asuntos de fondo por aclarar y definir; La relación entre medio ambiente y
desarrollo; Formas de gestión que articulan lo anterior con la ejecución de programas y proyectos.
La profundización sobre el contexto institucional del SINA con Autonomía Regional; La necesidad
de adecuar la producción y el manejo de la información de métodos de análisis y la difusión de
estudios; La dirección de los procesos de gestión ambiental hacia las particularidades
subregionales; El fortalecimiento de la gestión ambiental de los entes territoriales, a partir de la Ley
388 de 1997, Ley de Desarrollo Territorial; entre otros.

Es importante destacar que la subregión se constituye, por sus particulares características


naturales, en un Ecosistema Estratégico para el Valle de Aburrá y el resto del departamento: 22

Por la riqueza de recursos indispensables para la satisfacción de las necesidades básicas de la


población: alimentos, agua y energía. Para una muestra de 31 productos que ingresaron a la Plaza
Mayorista de Medellín en junio de 1995 el 61.3% procedían del Oriente antioqueño. En su territorio
se genera más de la tercera parte de la energía de fuente hidráulica del sistema interconectado
nacional.

Por los servicios ambientales como la conservación del equilibrio hidrológico, control del clima y
biodiversidad.

Por el suministro de materias primas para procesos productivos: madera, mármol y roca caliza (de
los más grandes del país) para la industria cementera y de cal agrícola y construcción.

Por otro lado la inserción de la subregión a los ritmos de la economía, tanto a escala
departamental, como nacional e internacional, han intensificado la demanda de recursos naturales
y a su vez, han incidido para generar nuevas formas de explotación de recursos productivos,
ocupación y uso del suelo, etc., lo que en síntesis ha implicado un proceso de cambio en las
sociedades locales y de transformación del medio físico-natural, generándose desequilibrios y
algunas problemáticas.
22
Área Metropolitana. Estudio sobre Medio ambiente elaborado para el Plan Estratégico de Medellín y el Área
Metropolitana 1997.
105

La visión sintética de esta problemática, en términos de un enfoque integrador entre naturaleza y


sociedad, puede resumirse en los términos expuestos en el documento, ya mencionado, del
Protocolo sobre la problemática subregional con una visión de conjunto:

El Oriente Antioqueño es una unidad jurisdiccional para la planeación, de carácter subregional,


heterogéneo y con calidades de vida desiguales, predominantemente agrario, en un contexto
social y cultural en conflicto con el proceso actual de integración al mercado, poseedor de un
sistema de asentamientos humanos antiguos, en vía de consolidación de sus servicios y de su
articulación territorial, bajo la influencia principal de un centro metropolitano mayor y objeto de
decisiones y megaproyectos de impacto nacional, poseedor de una oferta natural muy diversa, en
algunos casos en proceso de degradación, y limitada de manera significativa por el clima y el
relieve. (Cornare. 1994).

4.7.1 Diagnóstico de recursos en la subregión del Oriente Antioqueño

Agua

En la población de la subregión existen pocos hábitos de conservación, regulación y manejo de los


recursos hídricos y en tales circunstancias, muchos municipios que para el conjunto de sus
territorios todavía presentan índices de escasez inferiores al 20% ó incluso al 10%, tendrán que
recurrir en un futuro próximo a fuentes alternativas de abastecimiento.

Características de las principales cuencas

1.Cuenca del Río Negro

Discurre por territorio de los municipios de Guarne, San Vicente, Rionegro, El Retiro, El Carmen de
Viboral, La Ceja, Marinilla, El Santuario y El Peñol. Su área es de 92.801 Has, y en su cuenca se
encuentran las áreas de manejo especial (acuerdo 016 de 1.999) de La represa La Fé, Parque
Piedras Blancas, Zona de Protección de Valles de San Nicolás, Cuchilla La Unión - El Carmen,
Cerro El Capiro. El Río Negro nace al sur de la subregión y por el costado oriental de la cordillera
de las palmas a unos 2.800 m.s.n.m. en el Cerro Pantanillo - Municipio de El Retiro, y al llegar al
Peñol toma el nombre de Río Nare. Corre en dirección nordeste y es alimentado durante su
recorrido por afluentes como Pantanillo, La Pereira, La Mosca, La Marinilla, La Cimarronas y La
Compañía.

Los municipios que conforman la cuenca, además de la Unión, hacen parte de los Valles de San
Nicolás.

Por sus condiciones geomorfológicas, de vegetación y climáticas es un sector productor de aguas.


La cuenca del Río Negro provee de este recurso a la población e industrias localizadas en los
Valles de San Nicolás, igualmente mediante trasvase de los embalses de La Fé y Piedras Blancas
abastece cerca del 50% del acueducto de Medellín. También surte de agua al sistema
interconectado de los Embalses Peñol – Guatapé, que genera la tercera parte de la
hidroelectricidad del país.

2.Tramo de cuenca del Río Buey –Arma

Atraviesa territorio de los municipios de La Unión, Sonsón , La Ceja, El Retiro y Abejorral, area
127.836 has.
106

Se caracteriza por su gran variedad y diversidad biofísica. La fracción oriental es altamente


productiva para la ganadería lechera y la producción extensiva de hortalizas. El subsuelo posee
una riqueza considerable de minerales como el caolín, cuarzo y arcillas. Abastece de aguas
limpias el sistema que surte la ciudad de Medellín y el área metropolitana del Valle del Aburrá.

La gestión se deberá dirigir hacia el logro de una armonización entre las prácticas de
aprovechamiento del suelo tanto para la ganadería como para la agricultura y la minería. Los
vectores ambientales más contaminantes son el suelo y las aguas, principalmente el río Piedras
por vertimientos agrícolas, pecuarios, industriales y domésticas.

3.Cuenca del Río Samaná Norte

Se extiende por territorio de los municipios de San Rafael, San Carlos, Granada, Cocorná, San
Francisco y San Luis con un área total de 261.929 Has. Posee áreas de manejo especial como la
Cordillera Cocorná – San Carlos, La Cuchilla - La Tebaida y el Cañón del Samaná Norte, además
del embalse de Punchiná y Playas.

Características Agroecológicas: Bosque húmedo y muy húmedo de los pisos tropical y


premontano, precipitación anual: 2.000 – 4.000 mm, temperatura promedio: 23 – 27 grados
centígrados, alturas: 300 – 1.200 m.s.n.m. y suelos de baja fertilidad, ácidos, pedregosos y
fácilmente erosionables de vocación forestal.

Entre sus actividades económicas se destaca la agricultura de pancoger como el maíz, fríjol, yuca,
caña y plátano, explotación del bosque, cría de animales domésticos y ganadería extensiva.

Esta zona es ecológicamente frágil y además, hace parte de la zona del Nechí con numerosas
especies animales y vegetales exclusivas, cuya conservación se justifica además por la urgencia
de desacelerar otros procesos de profundo impacto dentro y fuera de la subregión como el
agotamiento y sedimentación de fuentes de agua, la erosión acelerada, la disminución de la fauna
silvestre y el empobrecimiento de sus habitantes.

4.Cuenca del Río Claro – Cocorná Sur

Discurre por territorio de los municipios de Argelia, San Luis, San Francisco, Sonsón, incluye
también el municipio de Puerto Triunfo de la subregión del Magdalena Medio, con un área de
82.393 Ha.

El Río Claro – Cocorná Sur tiene una longitud de 140 Km, nace en los 2.250 m.s.n.m. en las
cuchillas del Tigre y la Osa del municipio de San Francisco y vierte sus aguas en el río Cocorná
Sur. Sus principales afluentes son el Río Tigre y sus quebradas La Cristalina, La Mesa, y Las
Mercedes .

La precipitación media anual varía entre 3.500 y 4.500 mm y las temperaturas promedio anuales
oscilan entre 16 y 26 o C.

5.Tramo de cuenca del Río Samaná Sur

Comprende territorio de los municipios de Argelia, Nariño y Sonsón con un área de 71.955 Ha.
Presenta la mayor diversidad biofísica, con topografía esencialmente quebrada, profundos
cañones y estrechos valles aluviales, empinadas y largas vertientes, colinas bajas y planicies en el
amplio valle del Magdalena. Se extiende desde el cerro Las Palomas en el páramo de Sonsón,
107

hasta las divisorias de aguas del Río Arma y los tramos de cuencas Samaná Norte y Claro -
Cocorná Sur.

Su extensión es de 318 km2, comprende igualmente extensiones en Puerto Triunfo en menor


proporción, con un caudal promedio de 14.22 m3/sg, la cuenca se caracteriza principalmente por
sus problemas asociados a un aprovechamiento desordenado de su oferta boscosa.

6.Tramo de Cuenca del Río Nare

Discurre por territorio de los municipios de San Vicente, Santo Domingo, Concepción, Alejandría,
San Roque, San Rafael, Guatapé, San Carlos y El Peñol con un área de 108.511 Ha. En la cuenca
se encuentra el área de manejo especial del Cañón del Río Nare, y los embalses de San Lorenzo y
El Peñol.

Posee una temperatura media mensual de 19º C, régimen de lluvias bimodal, precipitación media
anual de 3.485 mm, de alta importancia hidrológica, con rendimientos de 92.7 L/sg/km2

El comportamiento del clima se evidencia de los accidentes oro-hidrográficos y fenómenos


convectivos determinantes en esta cuenca, por efecto de la penetración de masas de aire caliente
levantadas a partir de la planicie del río Magdalena, transita por los cañones de los ríos Nare,
Samaná Norte y Guatapé-San Carlos, confluyendo tales masas con el frío de la altiplanicie,
originando abundantes precipitaciones y formando el corredor pluvial del Oriente Antioqueño, en
inmediaciones de Cocorná-San Carlos-Alejandría con valores medios multianuales del orden de
4.000 a 5.000 mm.

El río principal de esta cuenca es el Nare, con sus principales afluentes el río Concepción, el río
Santo Domingo, el río Nusito y el río San Lorenzo. Una pendiente promedio en la parte alta de la
cuenca entre el 4 y el 11% y un caudal medio multianual de 41M3/s

7.Tramo de Cuenca del Río Porce

A este tramo de cuenca vierten sus aguas las subcuencas : Ovejas y Santiago que atraviesan
jurisdicción de los municipios de Guarne, San Vicente y Santo Domingo, este ultimo minicipio de la
subregión del Nordeste, con un área de 17.185 Has.

Su río principal es el Río Medellín o Porce, en su recorrido desde Caldas, pasa por el área
metropolitana y los municipios de Santo Domingo y Yolombó. Tiene graves problemas de
contaminación química. Sus principales afluentes son la quebrada Santiago, La Negra, Piedra
Gorda, Aguas Frías, La Comba, Cantalicio y Colombia.

8.Tramo de Cuenca del Río Magdalena

Discurre por territorio de los municipios de Sonsón y Puerto Triunfo del Magdalena Medio, con un
área de 36.729 ha.

Suelo

Principales conflictos ambientales asociados al recurso suelo en la subregión del Oriente:

-.Afectación por ocupación o cambios de usos del suelo: Sólo a partir de la ley 388 de 1.997, ley de
desarrollo territorial, las municipalidades han entendido la importancia de establecer acciones a
corto, mediano y largos plazos que permitan planificar el aprovechamiento, manejo y conservación
108

racional del recurso suelo, estableciendo por lo tanto una integralidad entre usos actuales,
potenciales y recomendados.

- Expansión de la frontera agropecuaria hacia áreas boscosas, exponiendo suelos frágiles a los
agentes meteóricos, así mismo hay intensa presión sobre los bosques naturales de la subregión,
en los últimos años lo que se ha reflejado principalmente en el incremento de desastres, deterioro
del recurso suelo e impactos ambientales significativos sobre los sistemas biótico, físico y social.

- Contaminación del recurso suelo por agroquímicos, lixiviados, derrames de hidrocarburos y


residuos sólidos, es así como el suelo es receptor directo de excedentes contaminantes y se
ha visto notablemente improductivo con el agravante de que tiende a ser irreversible e
incidiendo significativamente en la contaminación de las aguas.

- Erosión y movimientos de masa ocasionados por procesos hidroclimatológicos, geológicos como


fallas y controles estructurales, avenidas torrenciales, sismicidad, perfiles de meteorización
profundos, entre otros.

- Presión social por la ocupación de zonas frágiles incrementando las condiciones de amenaza,
vulnerabilidad y riesgos de personas, infraestructuras y recursos naturales ante la ocurrencia de
inundaciones, deslizamientos, incendios forestales, avenidas torrenciales, sismos, entre otros.

- Manejos inadecuados en las labores mineras ocasionados por la alta tendencia en la explotación
ilegal y artesanal no planificada, así como la creciente demanda de materias primas e insumos
minerales y pétreos que llevan implícitamente la degradación del recurso suelo por eliminación de
horizontes productivos o zonas boscosas.

Destrucción de las capas de cenizas volcánicas, un recurso natural no renovable que viene siendo
agotado a ritmo acelerado por las acciones antrópicas, afectando el ciclo hidrológico,
empobreciendo el suelo para fines agrícolas y exponiéndolo a los agentes erosivos.

Todo lo anterior genera la necesidad de apoyar, en la medida de lo posible, a los municipios a


través de asesoría, asistencia técnica y cofinanciación en la ejecución de acciones encaminadas al
manejo sostenible del recurso suelo, recuperación de áreas degradadas y erosionadas,
delimitación de áreas de aptitud para la producción del sector primario en términos sostenibles y
recuperarlas como despensa alimentaria que permita articular a la comunidad.

Aire

El 100% de las industrias cumplen con los requerimientos del decreto 02/1.982 que reglamenta los
límites permisibles de emisiones atmosféricas.

Se deben formular acciones que busquen hacer un mejor seguimiento a la calidad del aire a través
del desarrollo de proyectos que propendan por la disminución de la emisión de compuestos que
afectan la capa de ozono(Orgánicos Volátiles), el control de la contaminación vehicular y el
incremento de parques ecológicos, de tal manera que cada industria aporte la masa forestal para
contrarrestar la producción de CO2 en sus procesos productivos.

Bosque

La diversidad de condiciones biofísicas de la subegión, dada por la amplia gama de alturas, 150
m.s.n.m. en el Río Magdalena y 3.300 m.s.n.m en el Cerro de las Palomas (Sonsón) , así como la
109

distribución de precipitación, 800 mm/año en el cañón del Río Arma y 5.000 mm/año en el área de
embalses Peñol - Guatapé, definen una gran diversidad de ecosistemas forestales.

Del 70% de información de coberturas y usos del suelo de la región, 271.509 hectáreas se
encuentran cubiertas de bosque, lo que equivale al 46.7% del territorio.

Los bosques naturales, los cuales corresponden a bosques naturales primarios en diferentes
grados de intervención y los bosques secundarios tardíos, ocupan un área de 140.677 hectáreas y
corresponden al 24% de la cobertura de bosques, los rastrojos ocupan un área de 119.802
hectáreas, que corresponden al 20.6%. Los bosques plantados ocupan 11.029 hectáreas y sólo
representan el 1.9%. de las coberturas boscosas.

El conocimiento de los ecosistemas boscosos de la subregión ha estado dirigido hacia los


Bosques Húmedos y muy Húmedos Tropicales, es necesario dirigir esfuerzos al conocimiento de
los demás ecosistemas boscosos, Páramo de Sonsón, Bosques de Niebla, Bosque Seco. Aunque
la mayor cobertura de área en zonas de vida, corresponde al Bosque muy Húmedo Montano Bajo.

El sector carece de un sistema de información o banco de datos confiable, por lo tanto las cifras
básicas indispensables para su análisis se encuentran dispersas, por lo cual no tienen consistencia
y en muchas ocasiones se presentan diferencias fundamentales entre las diversas fuentes que
tratan un mismo tema.

Por tanto, es necesario construir bases de datos georeferenciadas, que almacenen el producto del
conocimiento obtenido, y nos permita caracterizar y conocer los diferentes bosques en su
información base, volumen, especies, distribución de especies, especies en vías de extinción,
permisos de aprovechamiento otorgados, bases para la ordenación y el monitoreo.

4.7.2 Problemas y conflictos frente al uso de los recursos naturales renovables

Diversos estudios realizados en el Oriente Antioqueño, coinciden en afirmar que una de las
problemáticas centrales en el desarrollo subregional tiene relación con el agotamiento de los
recursos naturales. Coinciden también en asociarlo a las transformaciones producto de la inserción
subregional en las nuevas dinámicas económicas departamental y nacional, a los procesos de
industrialización y urbanización recientes y a la construcción de obras infraestructurales.

Los mismos estudios han identificado una serie de situaciones causales asociadas a la
problemática central para algunos de los recursos. Para el deterioro del recurso suelo por ejemplo,
se definen como elementos causales asociados los siguientes factores: la continua expansión de
la frontera agrícola, el establecimiento de cultivos limpios o semilimpios en terrenos pendientes, la
falta de aplicación de medidas de conservación y protección, el mal trazado y construcción de vías,
los asentamientos humanos en zonas de manejo especial y las explotaciones mineras.

Frente al deterioro del recurso hídrico, la problemática para algunas cuencas hidrográficas la
asocian de la siguiente manera: en la cuenca del Río Negro-Nare, la alta densidad poblacional a lo
largo de su recorrido incide en la progresiva contaminación del agua, especialmente por causa de
vertimientos industriales y domésticos, disposición final de residuos sólidos y drenajes con
agroquímicos y partículas de suelos removidos por el fenómeno de la erosión. La Cuenca del
Samaná del Norte en su trayectoria penetra por amplias extensiones de bosques naturales que
han venido siendo deforestados en muchas zonas durante las últimas tres décadas para la
implantación de agricultura de tipo migratorio y ganadería extensiva de menor proporción.
110

Desde diferentes dimensiones se constata la forma en que el Oriente Antioqueño ha sido integrado
a la modernización durante las últimas décadas, sin haber contado con una adecuada planeación
que lograra mitigar los impactos que éstos han traído para la población y su rica oferta de
recursos.

Sin embargo, dichos impactos han generado una conciencia entre muchos actores y
organizaciones acerca del potencial ambiental que poseen las diferentes zonas, y a la vez han
permitido gestar una visión concertada sobre el desarrollo, tal como quedó consignada en el
Protocolo para el Desarrollo Regional, desde el año1991 (CORNARE, 1991).

El análisis diagnóstico por zonas presentado en el documento citado para inicios del decenio de
1990, identifica algunas situaciones similares a las del momento actual: en la zona del Altiplano se
caracteriza por el desarraigo campesino generado en gran medida por la industrialización y la
urbanización, fincas de recreo y modificación de usos del suelo, además de una alta densidad vial.
En la zona de Embalses se señala el problema de la falta de suelos fértiles para actividades
agrícolas (gran parte fueron inundados) con el consecuente deterioro de tierras por la localización
inapropiada de cultivos (erosión). Además en relación con los embalses se mencionan las altas
tasas de sedimentación que disminuyen su vida útil, generando profundos cuestionamientos sobre
el balance de costos-beneficios, y sus bondades en cuanto a generación de energía y desarrollo
turístico.

La zona de Bosques se caracteriza por ser “impactada” por la construcción de la vía Medellín-
Bogotá, tanto en lo físico-biótico como en lo socioeconómico. Uno de los principales problemas
asociados a la construcción vial son las altas tasas de deforestación de los últimos años, además
de presentar bajos niveles de productividad agrícola —-se reduce a una producción incipiente para
el autoconsumo—, con lo que se agudizan las condiciones de extrema pobreza de una gran parte
de la población.

En la zona de Páramo los principales problemas son la deforestación y tala indiscriminada de


bosques y rastrojos, poniendo en grave riesgo la biodiversidad y su gran riqueza hídrica. Además
se plantea el serio problema de crédito y mercadeo para su producción agrícola; desempleo,
migración y alto nivel de necesidades básicas insatisfechas de la población.

El problema central ambiental en la subregión según CORNARE es el continuo agotamiento de los


recursos naturales y la degradación progresiva del medio natural. Como causas asociadas se
plantean las siguientes:

Escaso conocimiento sobre la riqueza de recursos y biodiversidad.

Existencia de una mentalidad orientada en función de la explotación los recursos mas no de su


conservación.

Existencia de prácticas productivas con niveles mínimos de conservación.

Cambios no planificados en la vocación productiva y usos del suelo.

Urbanización y concentración poblacional sin control, hacia la zona del Altiplano.

Incremento en la demanda por tierras.

Presión por una mayor producción agrícola conllevando a la explotación irracional y a la utilización
indebida de agroquímicos y sustancias contaminantes.
111

Primacía de intereses particulares en la gestión y apropiación de los recursos.


Acciones institucionales reactivas.

Escasa coordinación organizativa e interinstitucional entre entidades de carácter local, subregional


y departamental, en materia de planeación y de aplicación de políticas.

Débil formación en la gestión y nuevas formas de uso de los recursos.

Ofertas educativas en materia ambiental descontextualizadas y de poca pertinencia.

Las consecuencias son de diversa índole; se presentan evidentes desequilibrios en los


ecosistemas de una zona a otra así:

En el Altiplano el cambio en la vocación productiva agrícola para dar paso a la industria, a la


urbanización, a las fincas de recreo, a la construcción de una importante red vial y más
recientemente al cultivo de flores, genera un impacto en cuanto a concentración de las personas
en los cascos urbanos de la población, incremento en los costos de productividad agrícola,
desgaste de los suelos por el uso excesivo de químicos, presión por servicios públicos, una
creciente contaminación en algunos de sus principales ríos y quebradas, y problemas de manejo
de residuos sólidos y líquidos.

En la zona de Embalses los fenómenos de degradación han traído como consecuencia la pérdida
de la vocación campesina, disminución en la producción de alimentos agrícolas, sedimentación de
los embalses y en particular, los conflictos de tipo político en torno a la explotación de los recursos
energéticos.

Para la zona de Bosques los análisis de los diagnósticos enfatizan en aspectos como conflictos
sociopolíticos por la explotación de recursos minerales, decaimiento de la productividad agrícola
por migración y desplazamiento forzado de la población, tala indiscriminada de bosques y erosión
en zonas aledañas a la infraestructura vial.

Y en la zona de Páramo se señalan el sobre pastoreo, la crisis de la economía campesina de


subsistencia, erosión en zonas de microcuencas por tala de bosques y roza de rastrojos.

La conjunción de los anteriores factores ha incidido para que la problemática ambiental en el


Oriente Antioqueño se torne compleja y exija el desarrollo de acciones particulares en unos casos
y de acciones institucionales coordinadas en otros para adelantar programas y proyectos de
impacto local, zonal, subregional y departamental.

4.7.3 Ordenamiento ambiental para la subregión

El Plan de Gestión Ambiental de CORNARE 1998 - 2006 plantea una propuesta que podríamos
llamar como una subzonificación para el ordenamiento ambiental de la subregión, esta consiste en
la identificación de subsistemas característicos que consideran las condiciones biofísicas y
ecosistemas del territorio como las relaciones políticas, sociales y económicas intrínsecas a él y en
su relación con el medio externo.

Las zonas de los Valles de San Nicolás y Embalses muestran una subdivisión de un proceso de
ordenamiento territorial propuesto recientemente para las subregiones de Páramo y Bosque, se
fundamenta la subzonificación ambiental en los estudios de uso y manejo de las cuencas así:
112

Zona del Altiplano o valles de san Nicolás.

a. Subsistema territorial con énfasis en la protección y recuperación de los recursos naturales.

Conformado por la cuenca del Río Negro que cubre territorios por encima de la cota 2.200
m.s.n.m. sometido a una dinámica de expansión de actividades rurales y urbanas, incluye la
frontera con el Valle de Aburrá sometido a una presión de expansión Metropolitana. Parte de este
subsistema es la red subregional de parques lineales.

b. Subsistema de la Urbanización.

Áreas en proceso de urbanización de todas las cabeceras Municipales de los 9 municipios y los
centros poblados que deben someterse a un confinamiento dentro de la racionalidad de un modelo
ambiental urbano.

c. Subsistema territorial para la producción en el sector primario.

Integrado por las áreas: rural, con aptitud agropecuaria entre el límite del área de protección y el
área urbana de cada Cabecera Municipal, de acuerdo al uso potencial de las particularidades
biofísicas de cada zona.

d. Subsistema de territorios de frontera.

Conformada por áreas sometidas a la competencia de diferentes instituciones y entes territoriales


o límites por cambios de condiciones biofísicas, tales como: límites con el Valle de Aburrá,
vertientes largas, embalse, que requieren homologación de instrumentos de intervención y
acciones concertadas.

e. Subsistema del corredor de la Autopista Guarne - El Santuario.

Corredor urbano y suburbano de la Autopista sometido al desarrollo de actividades industriales y


de servicios de carácter regional, interregional y subregional, localizado a lo largo de los Municipios
de Guarne, Rionegro, Marinilla, El Carmen y El Santuario.

f. Subsistema para la protección de la zona de vertientes largas y cañones escarpados de los Ríos
Buey y Piedras.

g. Áreas de recuperación para la preservación de los recursos naturales y aprovechamientos de


los promisorios, comprende áreas de los municipios de El Carmen de Viboral, La Unión y La Ceja.

Zona de Embalses o Aguas

a. Subsistema Peñol - Guatapé, asociado a los Valles de San Nicolás.

Pertenecen a este sistema los municipios de El Peñol, Guatapé y parte de Concepción y Granada.
Hace parte de la cuenca media del río Nare, es el área de mayor intervención humana de la zona,
posee una relación directa e inmediata con el Altiplano, especialmente con su centralidad Marinilla
- Rionegro; la expansión metropolitana se expresa en esta zona por proyectos como por ejemplo el
túnel de Oriente
113

b. Subsistema Magdalena Central

Lo conforman parte de los municipios de San Rafael, San Carlos del Oriente y San Roque del
nordeste antioqueño, Integrado por las cuencas bajas de los ríos Nus, Nare y Samaná.

La zona muestra un precario desarrollo en comparación con su potencial natural, debido a las
bajas restricciones biofísicas de potencia como estructurante de la subregión mediante el
desarrollo de la infraestructura y los macroproyectos: recuperación integral del corredor del
Magdalena, corredor del Nus y Puerto Berrío como centro subregional.

c. Subsistema Sur asociado a la Autopista Medellín- Santafé de Bogotá.

Parte de los municipios de San Carlos y Granada. Delimitando en las cuencas medias y bajas de
los ríos Tafetanes y Calderas y la cuenca media del Samaná. Territorio de gran diversidad de
ocupación por influencia de la autopista Medellín Santafé de Bogotá, se caracteriza por la gran
riqueza de los recursos naturales agua, flora y fauna.

d. Circuito Interno Asociado a los Embalses de Playas, San Lorenzo y los Ríos Nare Medio,
Guatapé y San Carlos.

Conformado por Alejandría y parte de los municipios de Guatapé, San Rafael, San Carlos y
Granada. Este sistema se estructura a partir de las cuencas de los ríos de Guatapé y San Carlos y
de los embalses de San Lorenzo, Playas y Puchiná; directamente vinculado con los
megaproyectos del sistema hidroeléctrico que en los ultimo 20 años han transformado las
relaciones socioeconómicas de la zona frente al comportamiento de los sectores hidroeléctrico,
turístico y agropecuario sobre un área de altas restricciones biofísicas.

Zona del Páramo o Sur - Este

a. Vertientes con bosques naturales en proceso creciente de intervención humana.

Sonsón y Argelia poseen diversidad de cultivos que se consumen en la subregión a excepción del
café, aprovechamientos forestales de bosques naturales y extracción de calizas como mármol,
cemento. Se localiza en el piedemonte de la cordillera central y presenta un relieve muy quebrado
con fuertes y largas pendientes y estrechas calles aluviales.

b. Altiplanos y vertientes con agricultura campesina.

La totalidad de Abejorral, Nariño y parte de Sonsón y Argelia están sometidas a procesos lentos de
recuperación y asociado a la cultura cafetera. Expresa la mayor diversidad biofísica de la
subregión con una morfología de su territorio muy quebrada con largas y empinadas pendientes.

Zona de Bosques Húmedos Tropicales.

a. Vertientes con Bosques naturales y creciente intervención humana.

San Luis y San Francisco. Diversidad de cultivos que se consumen en la subregión a excepción
del café, aprovechamientos forestales de bosques naturales y la extracción de calizas como
mármol y cemento.

b. Subsistema de vertientes con sistema de producción cañero y cafetero.


114

Cocorná, San Luis y San Francisco. Zona sometida a procesos lentos de recuperación y asociado
a la cultura cafetera. Expresa la mayor diversidad biofísica de la subregión con una morfología de
su territorio muy quebrada con largas y empinadas pendientes.

c. Subsistema de la autopista Medellín - Santafé de Bogotá entre Cocorná y San Luis continuando
hacia Puerto Triunfo.

Corredor interregional asociado a la dinámica de la economía alrededor del vehículo y su


potencialidad ecoturística y alta biodiversidad. Cocorna, San Luis y San Francisco deben de estar
ligados a las ventajas comparativas de Puerto Triunfo como centro subregional de integración de
mercados con subregiones vecinas y articulados de corredores de desarrollo.

4.7.4 Áreas de manejo especial en la subregión

Un Area de Manejo Especial, es aquella que se delimita para la administración, manejo y


protección del ambiente y de los recursos naturales renovables. (Art.308, Decreto Ley 2.811/74).
La creación de las Áreas de Manejo Especial deberá tener objetivos determinados y fundarse en
estudios ecológicos y económico - sociales. (Art.309. Decreto 2.811/74)

Se han identificado hasta la fecha treinta (30) Áreas de Manejo Especial ubicadas en las diferentes
zonas, cada una de ellas se encuentra en diferente proceso de formulación, evaluación,
reglamentación y ejecución de su Plan de Ordenamiento y Manejo por parte de CORNARE.
Además poseen características biofísicas particulares que determinan su importancia natural como
Área de Manejo Especial. Tal como se describe a continuación:

A. Ecosistemas boscosos - patrimonio de Biodiversidad propia de Bosques Andinos, con presencia


de gran número de especies de flora y fauna silvestre endémicas y en peligro de extinción.

B. Zonas con presencia de bosques primarios intervenidos o en sucesión tardía, considerados


como últimos relictos de bosques andinos en peligro de extinción.

C. Ecosistemas boscosos - patrimonio de Biodiversidad propia de Bosques Húmedos Tropicales,


con presencia de gran número de especies de flora y fauna silvestre endémicas y en peligro de
extinción.

D. Ecosistemas boscosos - patrimonio de Biodiversidad propia de Bosques de Páramo, con


presencia de gran número de especies de flora y fauna silvestre endémicas y en peligro de
extinción.

E. Ecosistemas Kársticos de mármoles y calizas con diversidad de fauna asociada a ecosistemas


de cavernas subterráneas.

F. Ecosistemas de ciénagas y humedales del bosque húmedo tropical, con presencia de fauna y
flora propia de humedales.

G. Ecosistemas de embalses, generadores de energía departamental y nacional

Zona Páramo:

1. Páramo de Sonsón, Argelia, Nariño y Abejorral (Sonsón, Argelia, Nariño y Abejorral) ( D,C, A).
115

2. Tramo de cuenca del Río Samaná Sur - La Miel (Samaná y Pensilvania en el departamento de
Caldas y Argelia, Nariño y Sonsón en el departamento de Antioquia) ( D).

Zona bosques húmedos tropicales

1. Cuenca del Río Claro - Cocorná Sur (San Luis, San Francisco y Sonsón) ( C ).

2. Cuchilla La Tebaida (San Luis) (C).

3. Bosques Tropicales del Suroriente Antioqueño (San Francisco).

4. Zona de Mármoles y Calizas (San Luis, Puerto Triunfo y Sonsón) (E).

5. Ciénagas de los deltas de los Ríos Claro- Cocorná Sur y La Miel (Puerto Triunfo, Puerto Nare,
Sonsón y el Corregimiento de Buena Vista del Municipio de la Dorada, Caldas) (f).

Zona Embalses o Aguas

1. Cañón Río Nare (San Rafael, San Roque y San Carlos), (C)

2. Cañón del Río Samaná Norte - Nare (San Luis y San Carlos).
3. Cordillera Cocorná - San Carlos (Cocorná, San Luis y San Carlos) (C).

4. Distrito de Manejo Integrado y Área de Recreación (El Peñol , Cuenca Alta del Río Guatapé y
San Rafael ) (G).

5. Zona de Embalses (Playas, Punchiná, Peñol-Guatapé, Tafetanes. En El Peñol, Alejandría,


Guatapé, San Rafael, San Roque y San Carlos) (G).

Zona del valle de San Nicolás:

1. Cuchilla límite la Unión - El Carmen de Viboral (El Carmen de Viboral y la Unión) (A)

2. Parque Ecológico de Piedras Blancas (Medellín y Guarne).

3. Cañones de los Ríos Melcocho y Santo Domingo (El Carmen de Viboral);

4. Sector Sur de Los Municipios de El Retiro y La Ceja (A)

5. Altos de San José (límites entre municipios. San Vicente y Concepción);

6. Cuchilla Alto del Órgano (Guarne); (A)

7. Alto de Las Cruces (Guarne) (A)

8. Plan Alto de Santa Elena Sur - Parte Alta del Río Negro (Límites entre Rionegro, Envigado y El
Retiro) (A)

9. Quebrada La Agudelo (El Retiro, parte alta,) (A)

10. Zonas de Influencia del Embalse La Fé (A)


116

11. Zona de Influencia del Río Buey (A)

12. Zona Pantanillo Alto del Chuscal (El Retiro) (A)

13. Cerro El Capiro (La Ceja y Rionegro) (A)

14. Ríos Cocorná y San Lorenzo (El Carmen de Viboral) (A)

15. Cuchilla La Madera (límites Entre la Unión y El Carmen de Viboral) (A)

16. Alto El Venado (Marinilla y San Vicente) (A)

17. Cuchilla Los Cedros (límites entre Marinilla y El Santuario) (A) (ACUERD 016)

La Biodiversidad contemplada en las Áreas de Manejo Especial, se articula mediante la


identificación y determinación de CORREDORES BIOLOGICOS, los cuales, son una proporción
significativa de áreas silvestres, ecosistemas naturales ó seminaturales ó áreas en restauración
que sirven para mantener ó restituir la comunidad espacial de procesos biológicos, ecológicos o
evolutivos, en particular para evitar los efectos negativos de la fragmentación de las poblaciones y
los ecosistemas ó para corregir cuando estos se hallan presentado.

La diversidad de factores ambientales concuerda con la existencia de una gran variedad de


formaciones vegetales, lo que determina una diversidad muy alta de habitas y micro habitas
consecuentes con su riqueza en fauna y flora y alto grado de endemismo.

La Diversidad de la fauna y flora silvestre constituyen uno de los componentes de mayor


significado en el patrimonio natural de la subregión, pudiendo citar 47 especies de anfibios, 316
especies de aves y 85 especies de mamíferos, adicionalmente se reporta la existencia de más de
304 especies de flora.

En inventarios realizados por la CORNARE, se encontraron nuevos registros para la ciencia


mundial de 3 especies de Anfibios, 10 nuevos registros para el departamento de Antioquia y 1 a
nivel de Colombia.

Fueron registradas además 316 especies de Aves, pertenecientes a 53 familias de las cuales 6
especies son endémicas, 10 se encuentran amenazadas o en peligro de extinción y 14 son aves
migratorias del Norte ó Boreales.

En Mamíferos se registraron 8 órdenes, 28 familias, 25 subfamilias, 63 géneros y 85 especies (1


especie de Murciélago reportado como nuevo registro para la ciencia mundial) equivalentes al 23%
de las especies de mamíferos confirmadas para el País (entre ellas 2 especies están clasificadas
en peligro de extinción, otras como especies vulnerables y 10 especies en la categoría III).

Diversos estudios realizados, dan cuenta de la alta biodiversidad florística. Sus bosques fueron
ricos en especies maderables de alto valor comercial tales como abarco, comino, cedro, canelo, y
nazareno, ya escasas en la subregión.

En la Cuenca del Río Claro - Cocorná Sur se encuentra uno de los últimos refugios de flora y fauna
del Magdalena, que cuenta con numerosas especies arbóreas endémicas, raras o desconocidas.

De los inventarios realizados un gran número de especies han quedado sin determinar, porque no han sido
reportadas para la subregión y probablemente algunas de ellas son nuevas para la ciencia; otros reportes
117

hablan de especies de fauna hoy casi extintas como el ocelote o tigrillo, la nutria, la danta o tapir y la tatabra o
pecarí.

Otra particularidad de esta zona consiste en las asociaciones de bosques con afloramientos de
rocas calizas.

Este relieve kárstico-selvático contiene, además, un sistema de cavernas que alberga diversas
especies de mamíferos y aves, de las cuales el Guácharo es la más representativa.

4.7.5 Tendencias futuras de degradación y prioridades de manejo.

Se reconoce hacia el futuro inmediato que muchas de las dinámicas sociales (poblacionales) y
ambientales tienden a tornarse más complejas en la medida en que estas se entrelazan con las
dinámicas del orden metropolitano del Valle de Aburrá.

El desarrollo y la ocupación consecuentes con tales dinámicas han generado altos y graves
deterioros en la conformación de su paisaje y zonas aledañas, por cuanto “el desarrollo” aún no se
concibe como integralidad de factores multipropósitos. Los aspectos económicos prevalecen —
bajo el amparo de decisiones de tipo político— sobre consideraciones de tipo ambiental, y la
sostenibilidad es entendida e incorporada como abstracción, simple concepto que sin acción
acompaña cada uno de los procesos. (CORNARE, 1.991).

En el Plan de Gestión Ambiental Regional de CORNARE se señalaron cuales son los escenarios
críticos a futuro del impacto ambiental que tendrá el desarrollo de la subregión en los próximos
años. En la zona Altiplano, se estima que recibirá “el impacto de la demanda de espacio para la
expansión de la dinámica de metropolización, en un proceso acelerado de urbanización y
generación de impactos ambientales: crecimiento industrial, crecimiento de las cabeceras,
expansión urbana sobre el área agropecuaria, expansión sobre el bosque, alta demanda de
parcelaciones y un significativo crecimiento de la infraestructura de redes y edificios”.

Al visualizarse las anteriores tendencias, surgen, por parte de CORNARE, una serie de prioridades
en el manejo y protección ambiental de la zona: confinamiento urbano controlado, protección de su
red hídrica estructurante, recuperación y modernización del sector primario y protección para la
preservación del bosque en sus bordes de montañas y en la zona de vertientes largas. A este
diagnóstico se le podría agregar el tema del manejo de basuras y de desechos sólidos, que
también generan una problemática de contaminación en los municipios del Oriente Cercano,
especialmente entre aquellos ubicados sobre la franja de la autopista Medellín-Bogotá
(CORNARE, 1991).

En la zona de Embalses el desarrollo se concentra en torno a la producción de energía, turismo,


recuperación del sector primario y aprovechamiento de la biodiversidad. Las líneas a trabajar se
concentran en solución de conflictos de uso y ocupación del suelo, recuperación del bosque y del
suelo productivo, mitigar los impactos por el crecimiento de la infraestructura vial, así como el
impacto por la ocupación y utilización del paisaje y de los recursos naturales para su disfrute
turístico.

En la zona de Bosques el desarrollo se concentra en el aprovechamiento agrícola, bosques con


explotación maderera, alta biodiversidad y actividades relacionadas con el corredor de la autopista
Medellín-Bogotá. Uno de los aspectos más problemáticos de esta zona son los conflictos
sociopolíticos, relacionados en alguna medida con las condiciones de marginalidad y pobreza de
muchos sectores de la población campesina. La gestión ambiental se dirige hacia el
aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, modernización de la ganadería, regulación de la
118

producción minera, desarrollo de técnicas de manejo y comercialización de cultivos permanentes


ante las oportunidades que brinda el hecho de que estos municipios sean “atravesados” por la
autopista Medellín-Bogotá.

Finalmente en la zona de Páramo, su potencialidad para el desarrollo está dada por la agricultura
campesina en proceso de resurgimiento, la biodiversidad y recuperación del sistema vial que
comunica a la zona con mercados del centro del país y del departamento. La estrategia ambiental
se concentra en el desarrollo del sector primario (asociado al recurso agua), a las condiciones
biofísicas del páramo de Sonsón y cuidado de los recursos hídricos que surten a las cuencas del
Magdalena y el Cauca.

Quedaría faltando un tema por relacionar, que es común en la mayoría de poblaciones del Oriente
Antioqueño, pero en mayor medida a aquellas poblaciones que vienen experimentando un
crecimiento poblacional y de consecuente densidad demográfica: el tema del aseo público, o mejor
aún, el de los rellenos sanitarios y tratamiento de residuos sólidos y orgánicos.

Y aunque, según el informe de la Controlaría Departamental, 20 de los 23 municipios del Oriente


cuentan con relleno sanitario —quedando por fuera Argelia, El Retiro y Guarne, los dos primeros
con disposición de los desechos a cielo abierto y el tercero con disposición de desechos en el
relleno sanitario de La Curva de Rodas— (Contraloría General de Antioquia, 1997), es necesaria la
vinculación estratégica de las localidades en las diferentes zonas para establecer los correctivos
del caso e iniciar la sensibilización y capacitación en el manejo de los desechos y reciclaje.

4.7.6 Organizaciones, instituciones y programas ambientales

En el Oriente Antioqueño se ha gestado desde comienzos de 1970 una activa movilización cívica y
comunitaria, asociada al impacto que generaba la adecuación infraestructural de esta zona del
departamento, para la construcción de grandes proyectos de carácter nacional. En el documento
sobre los hitos históricos de la subregión se menciona la reunión “pionera” de La Ceja en el
decenio de 1970, celebrada entre un grupo de dirigentes del Oriente antioqueño con el fin de
proponer soluciones a los impactos de los macroproyectos de las centrales hidroeléctricas, la
autopista Medellín-Bogotá y el aeropuerto José María Córdova (CORNARE, 1998). Cave destacar
que el surgimiento de la Corporación para el Desarrollo del Oriente —CORNARE—, está asociado
a este contexto de tensión.

Desde entonces la participación ciudadana es un baluarte innegable dentro de la planificación en


el Oriente Antioqueño. De la explotación de recursos se ha pasado ha generar una conciencia para
que sea la sociedad en colectivo la que se beneficie de dichos recursos y busque la forma de
preservarlos para el disfrute de posteriores generaciones.

Tras un período de dos décadas aproximadamente, en el que se empezaron a generar espacios


de debate y una actitud diferente por parte de algunas organizaciones —aunque un tanto dispersa
— frente a la problemática ambiental de la subregión, se comenzó, a principios del decenio de
1990, a hablar de una planeación ambiental con cierto rigor académico y científico, respaldada a
su vez en una amplia participación de actores sociales organizados.

El papel importante lo desempeñó la Asamblea constituyente de 1991 que incluyó dentro de su


agenda temática el punto de la preservación del medio ambiente, legitimando las iniciativas y el
carácter asociativo de muchas organizaciones de vieja data en el país y por supuesto en el Oriente
Antioqueño.
119

Se encontraba diluido en acciones aisladas y puntuales en cabeza de los diferentes ministerios,


quizás por la lejana amenaza de agotamiento de los recursos; sólo a partir de la Constitución de
1.991 se elevó a fundamental el derecho de disfrutar de un ambiente sano y a la vez se consagró
como principio el desarrollo sostenible, entendido este como la ampliación de las oportunidades y
las capacidades productivas de la población que contribuyan a una mejor y mayor formación de
capital social” (CORNARE. 1992) .

Reglamentaciones posteriores como la Ley 99 de 1993 y decretos reglamentarios sobre


Planeación Ambiental y la Ley 338 de 1997 sobre Planes de Ordenamiento Territorial, han
permitido consolidar aún más el tema de lo ambiental como estrategia fundamental de cualquier
proceso planificado y participativo del desarrollo.

La Corporación Autónoma Regional Rionegro-Nare —CORNARE— como entidad líder en cuanto a


planeación concertada del desarrollo ambiental en el Oriente Antioqueño, posee una visión muy
integral respecto a la dinámica de los problemas y conflictos frente al uso de los recursos
naturales. Al leerse muchos de los acuerdos logrados (contenidos en el documento de Protocolo
para el Desarrollo Regional, firmado en 1991), es factible identificar una creciente preocupación
por los conflictos sociales que expresan agudos desequilibrios en los modelos de desarrollo, la
degradación del medio ambiente y el agotamiento de los recursos naturales.

De esta manera la relación economía-sociedad-naturaleza deviene en la consolidación de una


nueva cultura ambiental que se inserta en el núcleo de la planeación del desarrollo subregional.
Empiezan a trasegar el camino que los acerca a la misión propuesta y expresada en los siguientes
términos:

“El oriente antioqueño será en el próximo milenio la subregión más desarrollada y limpia por la
solidaridad entre sus gentes, por la mutua colaboración y respeto entre los actores de los sectores
económicos de las diferentes instituciones y de la sociedad civil hacia procesos de apropiación
colectiva de nuestro territorio y de los recursos naturales, con claros propósitos de sostenibilidad y
de disminución progresiva de la pobreza”(CORNARE).

Al concebirse la problemática ambiental como una dinámica de carácter integral, que involucra
tanto al Estado como a la propia sociedad civil, instituciones como CORNARE han enfatizado sus
programas de manera expansiva en áreas como:

Educación: mediante proyectos de universalización de la educación, renovación curricular,


implementación del bachillerato SAT en áreas rurales, capacitación para el desarrollo tecnológico,
educación ambiental, formación de líderes, educación para la autogestión y la participación, entre
otros.

Salud: con proyectos sobre disposición final de excretas, tratamiento de aguas residuales
domésticas e industriales, construcción y adecuación de centros de salud, etc.

Turismo: mediante la adecuación de terrenos que protegen los embalses para la educación y
recreación orientada, “dotación” del Parque Nacional Turístico “Cerro El Capiro” y del Parque lineal
de Rionegro, vinculación de la comunidad a proyectos de fomento turístico, etc.

Ciencia y Tecnología: mediante la investigación e implementación de tecnologías apropiadas,


creación de centros pilotos de estudios tecnológicos, vinculación de la empresa privada, etc. En lo
que atañe a desarrollo técnico agropecuario hay propuestas específicas en materia de
investigación tecnológica para la diversificación agropecuaria, generación de tecnología
120

agroforestal, silvopastoril y manejo sostenible de bosques, formulación y operativización de planes


de producción agraria en un contexto empresarial e integrados a agroindustrias.

Desarrollo Rural: programas de comercialización y crédito agrario, transformación industrial de la


producción, desarrollo de la minería y ocupación sostenida de los bosques.

Y finalmente Gestión Ambiental: mediante la identificación de áreas de manejo especial y cuencas


hidrográficas de los embalses, capacitación de la población en el seguimiento y control de los
procesos de aprovechamiento de los recursos naturales, conservación de bosques en áreas
críticas de cuencas hidrográficas, manejo y control de aguas residuales y desechos sólidos,
recuperación de suelos, lechos y aguas afectados por la explotación aurífera, levantamiento
integrado de los recursos biofísicos y condiciones socioeconómicas para las recomendaciones
específicas sobre usos óptimos del suelo, entre muchos otros (CORNARE.1991).

Recientemente se ha empezado a gestar, por parte de algunos empresarios, una dinámica de


importantes repercusiones, sobre todo en la zona industrial y de cultivo de flores: se trata de los
convenios que entidades gremiales como la Ceo y Asocolflores han establecido con CORNARE para
el desarrollo de producción más limpia. El objetivo de estos convenios radica en el desarrollo de
estrategias conjuntas entre estado, sector privado y comunidad para un mejoramiento de la gestión
pública, en cuanto a normas y acciones que garanticen un efectivo control y reducción de sustancias
contaminantes, “mediante la adopción de métodos de producción y operación más limpios,
ambientalmente sanos y seguros”, que a la vez que reducen los índices de contaminación también
contribuyen a optimizar el uso racional de los recursos naturales. Los anteriores criterios se fundan a
partir de la necesidad que tienen las empresas del sector con vocación exportadora, en tanto se ha
vuelto prioritario desarrollar nuevos criterios de competitividad sobre la base de una producción más
limpia (el famoso “sello verde” que se exige en muchos de los acuerdos con la Comunidad Económica
Europea y otros bloques geoeconómicos) (CEO 2000).

Se constata además en el trabajo que adelantan otras entidades públicas de la subregión, el interés
por desarrollar procesos de formación y conciencia social para la recuperación y protección de los
recursos naturales. En el caso, por ejemplo de los planes de ordenamiento y de desarrollo municipal se
enfatizan como áreas de gestión ambiental: el manejo de microcuencas, la reforestación, la producción
de material vegetal, la recuperación de suelos, la investigación sobre biodiversidad, aprovechamiento
forestal, entre otros.

Desde esta perspectiva, el Oriente Antioqueño se destaca en el contexto departamental como una
subregión pionera, y a la vez líder, en materia de propuestas concertadas de gestión ambiental para el
desarrollo.

Se debe señalar sin embargo, que a pesar de que Oriente Antioqueño es una subregión donde tiene
gran recepción el tema del manejo ambiental, se reconoce que aún falta generar mayores niveles de
conciencia, organización y participación de la comunidad en proyectos, donde la actuación ambiental
surja en el individuo y haga el tránsito hacia ámbitos más públicos o colectivos. En las conclusiones del
diagnóstico elaborado por CORNARE para el Plan de Gestión Ambiental anteriormente citado, se
plantea que “el obstáculo más sobresaliente con el cual se ha enfrentado la subregión ha sido la falta
de conciencia de los actores de la jurisdicción y de todos los implicados en los múltiples procesos que
se desarrollan, quienes no se ven como actores con responsabilidades en torno al manejo ambiental”
(CORNARE. 1992).

No obstante lo anterior, se ha empezado a tejer una red de organizaciones y de instituciones que


procuran trabajar mancomunadamente en pos del logro de propósitos comunes. En este caso la
121

dinámica de participación social que se genera en torno a los temas ambientales debe ser estudiada y
lograr, incluso, incidir sobre el reconocimiento y agrupamiento de las distintas entidades.

4.7.7 Requerimientos educativos y de conocimiento para mejorar el manejo de los recursos y


los ecosistemas.

En el Plan de Gestión Ambiental Regional presentado por CORNARE para los años 1998-2006 se
postula como uno de los principios esenciales del Plan la generación de conocimiento, como garantía
para la concreción de una visión colectiva. El conocimiento se asume a su vez como resultado de un
proceso educativo amplio e integral, en el que participan instituciones escolares, universitarias, ONG’s,
sector privado y Estado.

En el documento de Protocolo para el Desarrollo Regional se identificaron las problemáticas de mayor


relevancia, evidenciándose de manera particular que el principal eje de desarrollo social para la
subregión en los años venideros se concentraba en el mejoramiento y adecuación del sistema
educativo. Sobre la base de un pertinente modelo de desarrollo educativo se puede articular o
referenciar acciones en cuanto a las formas de ocupación del territorio, la generación de empleo que
permita “ocupar productivamente el potencial de trabajo de sus habitantes” y en últimas, acciones
pedagógicas para una participación amplia y racional de agentes y organizaciones sociales en los
procesos de descentralización administrativa del Estado (CORNARE, 1991).

En las estrategias del Plan de Gestión Ambiental lo educativo desempeña un papel central. Igualmente
una de las acciones prioritarias que se proponen adelantar es el reforzamiento de un concepto de
identidad como “subregión ambiental”,. Aquí es evidente, nuevamente, el nexo entre lo cultural —tanto
por lo identitario como por lo simbólico— y lo ambiental.

En las cinco estrategias planteadas que cobijan a todas las zonas, los requerimientos educativos y de
conocimiento son, en unos casos, específicamente mencionados, y en otros, se visualizan de manera
implícita. La primera estrategia se denomina “Hacia una nueva cultura de la región”, y allí aparecen
referenciados proyectos como Pedagogía del Territorio, Cátedras Ambientales, capacitación docentes
y divulgación sobre patrimonio cultural y ambiental. La segunda estrategia se denomina “Ordenamiento
Territorial Ambiental”, apoyada sobre proyectos de formación para la gestión ambiental local y para la
formulación de planes ambientales zonales.

La tercera estrategia se denomina “Competitividad Regional con sostenibilidad ambiental”, subdividida


a su vez en Oferta y en Demanda de Recursos Naturales. En ambos casos la estrategia busca
implementar en primer medida proyectos investigativos de amplia repercusión para la identificación y
caracterización de los recursos naturales, tendiendo en última instancia a buscar un “equilibrio entre
oferta y demanda”, mediante el manejo de los recursos naturales con participación comunitaria y
desarrollo alternativo como el turismo ambiental.

En la cuarta estrategia, denominada “Producción, Distribución y Consumo más limpio”, se hace claro el
componente de desarrollo científico y tecnológico, con proyectos tan ambiciosos como el del Parque
de la Ciencia y la Tecnología, convenios de producción más limpia con al empresa privada, proyectos
de saneamiento ambiental, etc.

Y la quinta estrategia orientada hacia la conformación de un Sistema Subegional Ambiental, tiene un


carácter eminentemente sociopolítico que requiere el manejo de pedagogías en temas como
convivencia, participación e información para la participación, etc.

Otra iniciativa que merece ser destacada en este ejercicio de caracterización es la del Parque
Tecnológico de Antioquia, ubicado en terrenos de la Corporación Quirama, en jurisdicción de El
122

Carmen de Viboral (sobre la vía Rionegro-La Ceja). La construcción y puesta en marcha de los
diferentes programas del parque suscita un gran interés por parte del sector oficial, empresa privada,
comunidad e instituciones de educación superior. El proyecto de Parque Tecnológico abarca un gran
número de frentes, pero en lo que concierne estrictamente a lo ambiental, el Parque tiene la misión de
consolidar la investigación como eje básico de su proyección institucional. Allí deben confluir los
esfuerzos de los grupos de investigación de las universidades asentadas el sector, sobre un variado
ámbito de formas de aplicación de los desarrollos en la biotecnología.

Específicamente se aspira a que el centro de investigaciones ambientales que se instale allí valore la
riqueza en biodiversidad de la subregión, asuma su estudio sistemático y aporte de manera concreta
en la “selección y desarrollo de microorganismos benéficos para la transformación de residuos
industriales o agrícolas y su uso como elementos mejoradores del suelo, biofertilizantes,
bioplaguicidas, estimulantes biológicos, etc.”, y al mismo tiempo posibilite la transferencia y adecuación
de “técnicas, tecnologías y procesos con alto desarrollo y eficiencia productiva y económica para su
rápida aplicación en el sector agroforestal”.23

En síntesis, es claro que los programas de ciencia y tecnología referidos al tema del desarrollo
sostenible han empezado a generar progresivamente una conciencia ecológica entre muchas
instituciones de la subregión, y en la medida en que la labor de estas instituciones —un tanto dispersa
y falta de coordinación— logre legitimarse políticamente, las instituciones deben constituirse en
instancias claves que contribuyan a reafirmar dicha legitimidad. Como afirma Manuel Castells, las
ideas “verdes” surgieron en un movimiento de revuelta “de la ciencia contra la ciencia”, y a pesar de
que se tenga una gran desconfianza hacia las supuestas bondades de la tecnología avanzada, es
evidente que se requiere del uso de la ciencia para oponerse a prácticas de todo orden que atenten
contra cualquier forma de vida —en sus diversas expresiones—, mediante el desarrollo de una visión
compleja y holística (Castells. 1998).

En un campo de interacciones tan complejas, como en el caso del Oriente Antioqueño, en pleno
proceso de apertura económica y desarrollo de una mentalidad abiertamente competitiva pero
exclusivamente en términos de mercado, temas como el ambiental o físico biótico exigen de parte de
las instituciones que inciden en su desarrollo, ampliar los espacios de información y decisión.

Actualmente el mapa de las instituciones de educación superior que hacen presencia en el Oriente
Antioqueño permite visualizar la significativa oferta que estas instituciones presentan en áreas como
mejoramiento de las técnicas de producción agrícola —incluida la aplicación de tecnología y currículos
de administración pecuaria y mercadeo— y tecnologías de saneamiento ambiental, manejo de
recursos naturales y a un nivel más avanzado, algunos programas de gestión ambiental.

Se destacan en este sentido los programas de instituciones tecnológicas como el Jaime Isaza
Cadavid, el Tecnológico Pascual Bravo, el Tecnológico de Antioquia y el SENA. Así mismo existe una
oferta amplia de carreras tecnológicas y profesionales que ofrece la Universidad Católica del Oriente,
con sus programas de Tecnología en Promoción Ambiental, Tecnología en manejo de recursos
naturales, Tecnología Agropecuaria, Administración de Empresas Agropecuarias, Ingeniería
Agroambiental y la Especialización en Educación Ambiental. La Universidad de Antioquia presenta una
oferta un tanto tímida en la subregión en cuanto a programas ambientales, con un único programa que
se ofrece en la UNI de Rionegro mediante la Tecnología en Saneamiento Ambiental.

23
. Parque Tecnológico de Antioquia, Ciencia, Tecnología, Humanismo. (Plegable promocional del Parque
Tecnológico de Antioquia, s.f.)
123

4.8 CENTROS URBANOS

4.8.1 Zonas y cabeceras municipales

Es en la zona del Oriente Cercano (Altiplano en proceso de Urbanización) donde predominan las
mayores concentraciones de población. La densidad de su sistema vial (principalmente la
autopista Medellín - Bogotá), que aproxima esta zona al Area Metropolitana, y la ubicación del
aeropuerto José María Córdoba, son factores determinantes de un proceso de cambio que se
expresa en una urbanización del campo y en la presencia de una actividad industrial importante.

La cabecera municipal de Rionegro tiende a convertirse en la “Gran Ciudad del Oriente”, con
varios núcleos poblacionales importantes Marinilla, La Ceja, y el Carmen a su alrededor,
conformado una especie de Area Metropolitana que representa aproximadamente al 8% de la
superficie subregional y alberga aproximadamente la cuarta parte de la población, posee las
mayores densidades poblacionales y viales. En Términos generales la diferencia entre lo urbano y
lo rural se diluye, lo que convierte la zona en área con alta demanda ambiental de aguas y suelos,
lo que requiere como ya se menciono, de tratamiento especial para evitar deterioros ambientales
irreversibles.

Esta zona se distingue por estar conformado por terrenos moderadamente inclinados, constituidos
por los valles de los ríos que la cruzan (Río Negro, La Pintada, La Cimarrona, La Mosca, La
Marinilla, El Pantanillo) y algunas ondulaciones suaves que delimitan las respectivas cuencas
hidrográficas.

Las áreas urbanas no ofrecen mayores restricciones topográficas para su desarrollo, lo que ha
proporcionado la existencia de un sistema vial muy denso y aproximación de los diferentes
poblados, con tendencias en algunos casos a la conurbación. Sus cabeceras municipales, que
conservan una tradición cultural arraigada, cuyo trazado urbanístico en los sectores urbanos
consolidados, siguen el sistema octogonal (damero, heredado del período colonial). Sin embargo,
al entrar en acción la urbanización del campo y traer esquemas importadas de las grandes
ciudades, estos patrones se rompen y aparecen conjuntos de edificaciones en forma dispersa y
desarticulada del núcleo inicial cuya expresión más clara son la Quintas de Recreo, conformado
las áreas suburbanas.

En la zona de los embalses de topografía heterogénea, las cabeceras municipales están


asentadas en terrenos planos (caso Guatapé), moderadamente inclinados como El Peñol, y en
topografía más restrictiva caso San Rafael. Aquí cabe desatacar como caso particular la cabecera
del Peñol, construida para remplazar el antiguo casco urbano cubierto por las aguas del embalse.
Sus construcciones modernas lo diferencia de otros poblados que poseen centros históricos,
trazados urbanísticos representativos de épocas anteriores, lugares figurativos como la plaza
central o hechos arquitectónicos dignos de conservar. Otra cabecera municipal que vale la pena
distinguir es Guatapé que teniendo el trazado tradicional, por efecto de los embalses ha quedado
como una isla rodeada de agua que le confiere especial atractivo paisajístico. Razón por la cual en
sus áreas periféricas (en tierra firme) se ha presentado un proceso de suburbanización con
Quintas de Recreo, causando a su vez un efecto de transculturización.

Es importante hacer énfasis en que los cambios en la utilización del suelo y la forma como la
población se apropia del espacio en las zonas enunciadas anteriormente, tienen su razón de ser,
principalmente por su posición pendular respecto al Area Metropolitana.

En el Sur (Abejorral, Sonsón, Nariño, Argelia) sus áreas urbanas se distinguen por estar en
sectores montañosos sobre pendientes entre moderadas y fuertes. Sin embargo su trazo
124

urbanístico es el tradicional y además conserva un estilo arquitectónico cuyos pobladores, a


excepción de intervenciones puntuales, respetan

El municipio de Nariño, localizado en una topografía abrupta, no responde a esa morfología urbana
tradicional. Su trazado sigue la sinuosidad de su medio geográfico, dando apariencia de
desorganización. Aquellos efectos de transculturización que se encuentra en las otras zonas, no
tienen presencia significativa en esta. (Gobernación de Antioquia, Ordenamiento territorial, 1.990).

4.8.2 Jerarquización Urbana

De acuerdo al estudio “Análisis del Sistema de Asentamientos Urbanos del Departamento de


Antioquia”, elaborado por el Departamento Administrativo de Planeación en el 2.000, encontramos
para la subregión del Oriente la existencia de un centro de relevo principal como lo es Rionegro, al
consolidarse como una opción para la localización industrial y de servicios, su acción
predominante como centro de relevo principal se basa en una función predominante económica
subregional, con funciones de apoyo financiero, servicio administrativo, comerciales, sociales y
culturales importantes, Rionegro aparece así con un rango de centralidad de1.141, único en el
departamento (sin incluir los municipios del Valle de Aburra).

Si se compara a Rionegro con los demás niveles jerárquicos siguientes en orden descendentes,
se encuentra que este municipio participa en términos de número y especialización de actividades
en un grado mayor en cuanto a industria, comercio y servicios, lo cual evidencia que Rionegro
realmente se ha consolidado tanto como un núcleo de desconcentración industrial y receptor de
población con respecto al Valle de Aburrá.

El estudio definió también como centros de relevo secundario, los municipios de La Ceja, Marinilla,
y Sonsón, poseedores de funciones económicas con énfasis en servicios administrativos,
comerciales, sociales y en algún grado el agropecuario, aunque de menor presencia de estas
funciones con respecto a Rionegro. Se clasifican en esta categoría también, los municipios de
Caucasia, Puerto Berrio, Santa Rosa, Yarumal, Santa Fé de Antioquia, Andes, Ciudad Bolívar,
Apartadó, y Turbo. Estos municipios presentan un grado de centralidad entre 308.3 y 606.0.

En el Oriente Antioqueño también existen centros locales principales con funciones económicas y
comerciales de apoyo a centros de nivel superior, servicios básicos en lo público y social local con
rangos entre 276.9 – 127.7 El santuario, Carmen de Viboral, Guarne, San Carlos, Abejorral, El
Peñol, La Unión San Rafael, y El Retiro..

El resto de los municipios (Granada, San Luis, San Vicente, Nariño, Guatape, Cocorna, Alejandría,
Concepción y Argelia)se clasifican como centros locales secundarios con funciones económicas y
comerciales básicas, abastecedores de población próximas de mayor importancia y prestadores de
servicios básicos a escala local, su índice de centralidad esta entre 52.5 y 125.9.

Sólo San Francisco con un índice de centralidad de 42.0 pertenece al ultimo rango o grupo V,
llamados unidades urbanas básicas, con servicio de auto abastecimiento, comercio, y servicios
elementales en general insuficientes, poseen un índice de centralidad entre 49.7 y 24.9.

Se observa entonces que el Oriente Antioqueño es una subregión con un centro de relevo principal
como lo es Rionegro; con tres centros de relevo secundario (La Ceja, Marinilla, y Sonsón), dos de
ellos ubicados en el Altiplano; con nueve centros locales principales (El santuario, Carmen de
Viboral, Guarne, San Carlos, Abejorral, El Peñol, La Unión San Rafael, y El Retiro), ubicados en su
mayoría en las zonas del Altiplano y de Embalses, ellos le imprimen un carácter de mayor
desarrollo a estas zonas con respecto a las de Bosques y Páramo.
125

Ver Tabla resumen Sistema de Asentamientos Urbanos, plano Jerarquización de Centros Urbanos
por Indice de Centralidad y cuadro Síntesis de Caracterización Espacial de Areas Urbanas.
126

4.9 POLÍTICA

4.9.1 Dinámica político–partidista - Antecedentes

Entender la actual distribución de fuerzas sociales en el poder y su representación en el escenario


político, local y subregional para el Oriente Antioqueño, amerita un breve vistazo al proceso por el
cual se ha dado el ejercicio político y el agenciamiento del poder público en distintos momentos
históricos señalados como los más importantes.

Para finales del Siglo XIX y comienzos del XX se consolida una elite económica alrededor de
actividades como la minería, el comercio, la producción agrícola y la manufactura. Las dos últimas
asociadas a la producción minera y a su decaimiento y a la actividad comercial, relacionada
directamente con la colonización del Viejo Caldas y con su ubicación geográfica como paso hacia
el río Magdalena, eje de la dinámica importadora y exportadora para la época. El agenciamiento
del poder, mediado por una adscripción a los partidos tradicionales, estuvo asociado a esta elite
económica y a sus redes parentales desde tres centralidades en la subregión: Sonsón, de
tradición conservadora, como punta de lanza de la colonización hacia el sur del país; Marinilla de
tradición conservadora, como paso obligado entre el centro del departamento y el Magdalena
Medio; y Rionegro, de tradición liberal, como centralidad político - administrativa también inmersa
en la dinámica comercial y de producción manufacturera. Surgieron así familias tradicionales en
cada localidad que conformaron las elites o notables de los pueblos las cuales controlaban los
poderes políticos locales y ejercían una fuerte influencia.

Los patrones de comportamiento político, basados en elites cohesionadas con influjo económico y
cultural, se reprodujeron en las localidades aunque con particularidades, asentos y relaciones
desencadenantes diferentes. En buena parte de los municipios estos elementos formaron parte de
su identidad cultural y permiten agruparlos de acuerdo a su tradición partidista de la siguiente
manera: De tradición conservadora: Marinilla, Sonsón, La Ceja, El Carmen de Viboral, El
Santuario, San Vicente, Guatapé, El Peñol, San Carlos, San Rafael, Granada, Alejandría, Argelia,
Nariño, San Luis, Abejorral, Guarne y Cocorná. De tradición liberal: Rionegro, El Retiro y La
Unión.

En la segunda y tercera décadas del siglo XX adquirieron importancia otras rutas de


abastecimiento económico del país lo que obligó a trasladar los capitales de la industria y el
comercio a centros departamentales como Medellín. Se presenta un decaimiento de la dinámica
comercial de la subregión.

Las clases sociales consideradas de abolengo, ya habitantes de ciudades como Medellín, se


resistieron a renunciar a los privilegios adquiridos y trataron de conservar el poder y vigilar los
patrimonios que aún mantenían en sus pueblos. Poco a poco comenzaron a combinar un estilo de
vida pueblerino con el citadino y a preservar el influjo político en sus pueblos a través de simpatías
sociales tejidas desde antaño. Los grupos parentales desbordaron sus vínculos de
consanguinidad, afinidad y filiación y comenzaron a tejer redes de poder que con los años y la
transformación interna de la política dieron paso a vínculos relacionados con otras dinámicas. En
ese proceso delegaron en los pueblerinos simpatizantes el ejercicio del poder mediante un control
cerrado sobre los avatares de la política local y algunos de ellos prefirieron escenarios políticos de
mayor envergadura como el nacional. Esto explica la importancia que adquirieron los antiguos
políticos locales como políticos nacionales, es decir, representantes a la cámara y senadores, hijos
de varios pueblos, respaldados electoralmente por sus feudos pueblerinos.

Tanto en su composición como en la forma de ejercer el poder estas elites presentaron algunas
particularidades locales importantes de resaltar en las polaridades definidas por lo que significaron
127

en la dinámica política. En Sonsón inicialmente la elite estuvo conformada por familias


tradicionales, cuyos antecesores tuvieron el poder económico y comercial para la época de la
colonización del Viejo Caldas. Con una mirada modernizante hacia el futuro éstos veían en la
educación en general y en la técnica y superior la fórmula para saldar parte de los obstáculos que
les permitiera recuperar la fuerza económica de otrora. Así como fuerza social, además de
manejar las distintas instituciones locales, hicieron énfasis en agenciar el control de las
instituciones educativas y de las propuestas culturales controlando la participación y excluyendo en
buena medida los demás sectores sociales. Además posibilitaron que sus descendientes tuvieran
acceso a estudios superiores en la capital del departamento como estrategia inicialmente
económica pero que de cierta forma les permitió perpetuarse en el poder político local durante
algún tiempo por ostentar una mejor cualificación.

En Rionegro la elite o “los notables” estaba conformada por viejas familias de arraigo histórico y
tradicional habitantes del municipio, muchas veces representadas por agentes, que reconociendo
su origen rionegrero, tuvieron una presencia importante y decisoria en los órganos legislativos
departamentales y nacionales. Ésta no se constituyó en una fuerza social estrictamente tradicional,
por el contrario, representó sectores modernizantes, desarrollistas y empresariales que en alguna
medida tuvieron que ver luego con los macroproyectos para la subregión.

En Marinilla la elite también estuvo conformada por familias tradicionales que durante buen tiempo
dominaron la vida cultural y política del municipio. En ésta se destacaban dos subgrupos: una elite
de corte cultural y cívica conformada por profesionales abanderados del rescate de la tradición
histórica del municipio, de los espacios de decisión concernientes a la educación oficial y de los
proyectos culturales. Un segundo subgrupo de corte político, hizo parte de las corporaciones
públicas de Senado y Cámara para los decenios de 1960 y 1970. Ambos grupos como elite se
colaboraban en un proyecto político común y asumieron posturas de reserva frente a las
transformaciones de proyectos modernizantes y de industrialización.

No obstante las particularidades locales, como características comunes al proyecto político y a las
formas de ejercer el poder por parte de estas elites se pueden resaltar las siguientes:

Proyectos políticos excluyentes de amplios sectores de la base social, constituyéndose en


propuestas en buena parte aristocratizantes como en el caso de Sonsón o simplemente cerrando
los espacios a la participación de los demás sectores.

Vínculos y redes de dependencia directa de agentes extralocales en ocasiones oriundos de los


mismos municipios y en otras, estableciendo redes a través de los partidos y directorios políticos.
Los agentes del poder local se comportaron como engranajes que hicieron parte de maquinarias
mayores que extendían sus redes desde Bogotá o Medellín.

Agenciamiento acrítico en la mayoría de las veces, por parte de los políticos locales, de propuestas
de desarrollo exógenas a la subregión, las cuales respondían a intereses y necesidades ajenas al
Oriente Antioqueño y muy poco repercutieron en el bienestar de la población local.

Resonancia local a propuestas homogenizantes para administrar lo público impartidas desde el


poder central que partían de inventariar y ofrecer soluciones a las necesidades locales desde un
mismo marco. En buena medida esto incidió en que se desconocieran las potencialidades locales
frente al desarrollo y en los desequilibrios que éste presenta en el ámbito subregional.

Dominación y control de las distintas instancias político administrativas locales y descentralizadas


por parte de las elites en el poder.
128

Permanencia de sus agentes en las estructuras políticas - administrativas a través de prácticas


clientelistas, maquinarias electorales, prebendas e intercambio de servicios por apoyo electoral.

Muchos de estos elementos que caracterizaron el manejo político para la época descrita
posibilitaron el surgimiento de nuevas fuerzas sociales, bien como fuerzas de oposición en la
disputa por el poder pero sin un proyecto político alterno y para reproducir los mismos esquemas,
o como acompañantes articulados a las mismas propuestas. Una clase dirigente y política local
estaban esperando la oportunidad para hacer el relevo político y de clases y había adquirido la
experiencia para ello. Al fin y al cabo se habían convertido en los intermediarios entre la
organización central de los partidos y los electores de provincia.

Lo anterior no significó un cambio total, pero sí que los pobladores residentes tuvieran mayor
dominio político que los ausentes sin perder éstos parten de su influjo por la vía política nacional,
más cuando todavía conservaban parentelas y simpatizantes en sus pueblos de origen que eran
los que les garantizaban su permanencia en la política departamental y nacional, en calidad de
representantes a la cámara o senadores. Éstos últimos, de ancestro provincial, hacían las veces
de correa de transmisión entre los espacios de la política nacional y subregional con los
mandatarios locales y se constituían en los respaldos políticos para éstos en una dinámica de
retroalimentación en la que, por lo general, salía desfavorecida la mayoría que los elegía.

Continuando con las centralidades o polaridades definidas por el carácter de hordas políticas y
como modelos utilizados para tipificar la realidad subregional, surgen en el escenario político otras
fuerzas sociales importantes de identificar por la incidencia que en las tres últimas décadas han
tenido en la dinámica política. Se retoma, al igual que en el caso anterior, la clasificación y
denominación usada por la socióloga María Teresa Uribe (Cenics, Cornare) para la caracterización
de estas fuerzas.

El estudio reseñado resalta para el municipio de Sonsón el surgimiento de una nueva elite
conformada por un sector poblacional ligado a la producción agrícola y al comercio luego del
decaimiento económico y migración hacia los centros urbanos de la elite tradicional que se
mencionó anteriormente. Éstos careciendo de un proyecto político coherente y, al igual que los
anteriores, muy lejos del común de la población, buscaron apropiar los cargos dejados por los
anteriores y compartir sus espacios de esparcimiento y de ubicación residencial (vivir en el marco
de la plaza principal). Esta nueva elite reproduce el esquema tradicional con una propuesta
excluyente, articulada a poderes extralocales y que busca solo el reconocimiento de la elite.

En el municipio de Rionegro desde que se inicia el proceso de industrialización empieza a hacer


presencia en forma tímida el sector empresarial que posteriormente llega a constituirse en una
nueva fuerza social. Para el decenio de 1970 lideró los procesos de producción y comercialización
asumiendo la forma de Comité Empresarial del Oriente pero con muy poca influencia en la
dinámica social. El protagonismo jugado en la dinámica económica lo convirtió en una fuerza con
incidencia directa en las decisiones políticas y administrativas que tocaban de alguna manera sus
intereses de tipo económico y gremial en la subegión.

En cierta oposición a las dos fuerzas anteriores (elite local y empresarial), surgió también en
Rionegro la dirigencia local como fuerza que directamente ejerció el control político, administrativo
y económico en el municipio. No aparecieron en el escenario con un proyecto político alterno a las
dos fuerzas anteriores, ni presentaron una frontal oposición a las propuestas de desarrollo
exógeno, buscaron el control de la dinámica local pretendiendo se revirtiera en Rionegro parte de
las ganancias de la producción industrial. En cierta medida, en una actitud similar a la de la nueva
elite en Sonsón, buscaron mantener el favor de las anteriores fuerzas y no se visualizó un
129

replanteamiento real en los términos de relación a la hora de tomar decisiones que afectaran la
localidad.

Una tercera fuerza social en Rionegro la constituyen los obreros industriales, producto del proceso
de descomposición campesina ante la industrialización y la presión por el suelo, generada con la
localización de fincas e infraestructura de recreo (para los medellinenses) y otros servicios.
Inicialmente ésta mantuvo mucho de su tradición campesina, su filiación a los partidos
tradicionales y no se constituye en una verdadera clase obrera por lo que su lucha se libró más en
el campo cívico que en el del capital o el político. De alguna manera es una fuerza que extendió
sus nexos hacia el Oriente Cercano sobre la cual ejerció dominio y manipulación la dirigencia local,
constituyéndose en una cantera de votos en los períodos electorales.

Otras fuerzas sociales presentes en los distintos municipios del Oriente Antioqueño aunque
jugando un papel distinto en la vida política de cada localidad, la constituyeron el común y los
campesinos. La primera conformada por pobladores de las cabeceras, articulaba al pequeño
comercio, el magisterio, los estudiantes y población general. Ésta se constituyó como una cierta
sociedad civil local con importante incidencia en las decisiones y capacidad de movilización en
municipios como Marinilla, El Peñol, San Rafael, Guarne, Guatapé, San Carlos y Sonsón, entre
otros.

El campesinado como grupo social heterogéneo presente en cada una de las localidades ha
jugado un papel particular en cada municipio, la descripción de éste en las polaridades permiten
visualizar una panorámica general de su papel en el Oriente. En Sonsón fue un grupo heterogéneo
articulado en forma diferente a las demás fuerzas sociales, excluidos de la vida política y marcados
por los habitantes de la cabecera municipal.

En Rionegro éstos presentaron una fuerte resistencia a ser absorbidos por la dinámica
modernizante de la industrialización y concentración poblacional urbana. Muchos combinaron su
condición de campesinos como propietarios de pequeñas parcelas con su condición de obreros
industriales o de trabajadores de las empresas exportadoras de flores, situación que ha venido
rompiéndose con el cambio generacional y que explica en parte porque los obreros industriales no
se asumieron realmente como clase social en oposición al capital. Como grupo no fue ajeno a los
debates políticos de la cabecera ni a los de la capital del departamento en especial en aquellos
asuntos relacionados con la tierra, convirtiéndose en cierta medida la resistencia a ser absorbidos
por los procesos modernizantes, en un elemento cohesionador del grupo y en eje de contradicción
con las demás fuerzas. Otros guardando parte de su tradición y prácticas campesinas (aunque no
lo esencial, ser propietarios de la tierra) se vincularon como mayordomos de las fincas de recreo o
como jornaleros en las de producción agropecuaria.

En Marinilla los campesinos tuvieron una fuerte capacidad de movilización y participación política
en la localidad, dado que la producción agrícola, además de la comercial con la cual estaba
directamente relacionada, se constituían en las actividades económicas más importantes para el
municipio. Como fuerza social mostraron capacidad de incidir en las decisiones públicas y de
participar en procesos de acuerdo y concertación importantes para la vida local, se constituían en
interlocutores de las demás fuerzas. Su filiación al Partido Conservador se constituyó en parte de
su identidad cultural lo que no descartó que en muchas ocasiones fueran en contravía de las
indicaciones impartidas por las dirigencias de los partidos, mostrando cierta autonomía en la toma
de decisiones. La participación de los campesinos como fuerza social en la vida política de los
demás municipios, se acerca un poco a la tipificación de Marinilla a partir de espacios que se crean
con los de movilización cívica y de concertación institucional como se verá más adelante.
130

4.9.2 Recomposición de fuerzas en el poder

Si bien no se puede afirmar que la protesta ciudadana y el movimiento cívico se constituyen por sí
solos en ejes de transformación política en la subregión, si se puede considerar que tuvo un aporte
importante en la recomposición de fuerzas dentro del escenario político de las localidades en el
Oriente Antioqueño.

En un primer momento la protesta ciudadana y la movilización cívica tuvo un carácter muy


coyuntural y los contenidos de ésta sólo apuntaban a la solución de problemas locales y
necesidades materiales de vida. El acceso a los servicios públicos de energía y agua potable, la
administración y las altas tarifas de éstos, los altos costos de valorización por la construcción de
obras como la autopista Medellín - Bogotá, las indemnizaciones por la afectación parcial y total de
predios ante la construcción de las centrales de generación hidroeléctrica y la forma como se
efectuaron los procesos de reubicación de los habitantes afectados por estas últimas, entre otros,
se constituyeron en los ejes centrales que dieron contenido a las protestas ciudadanas.

Así inicialmente (los decenios de 1960 y 1970), en Marinilla y Rionegro la acción cívica se asoció a
la lucha por las altas tarifas de energía y al ejercicio administrativo de las empresas prestadoras de
servicios como El Circuito Eléctrico de Oriente y Acuantioquia. Los impuestos de valorización ante
la construcción de la autopista Medellín - Bogotá se suman a los móviles de la protesta en los dos
municipios anteriores además de vincular a Guarne, San Vicente y Santuario. En Marinilla y El
Santuario el cobro de impuestos de industria y comercio también fue un eje de la movilización.
Aunque en distintos momentos, en El Peñol, Guatapé, San Carlos y San Rafael la protesta se
asocia a los impactos de la construcción de las hidroeléctricas (indemnizaciones por afectación de
predios, necesidades de Reubicación y cambio en la vocación productiva, entre otros) y a otros
problemas de cobertura de servicios públicos y sociales que se hacen más evidentes con la
afluencia de una nueva población vinculada a la dinámica de construcción de las obras. En San
Vicente, Guarne, la Unión y Cocorná, entre otros, se empiezan a evidenciar problemas
relacionados con los cambios en la vocación productiva tradicional agrícola, las demandas del
mercado y unas necesidades de consumo.

A estos móviles señalados como iniciales en la protesta, se suman otros problemas colectivos
locales relacionados con la calidad y cobertura educativa, los servicios de salud, la infraestructura
vial y el servicio de transporte, la vivienda, la producción y comercialización agrícola y las
condiciones laborales de los trabajadores de la industria en el Oriente Cercano, entre otros. Si bien
todos estos ejes incidieron y se hicieron presentes de manera diferencial en las formas de
expresión ciudadana de acuerdo con las particularidades locales, se pueden rescatar algunos
elementos comunes a los distintos municipios que de un lado permitieron la articulación de
acciones locales en un movimiento cívico subregional y del otro, posibilitaron que la acción cívica
trascendiera el espacio de lo social para tener una importante incidencia en el futuro de la
dinámica política local y supralocal. Entre los más determinantes se destacan:

La protesta ciudadana pasa de responder a problemas puntuales que afectan sólo unos grupos
poblacionales a girar en torno a problemas colectivos locales involucrando diferentes sectores
sociales con intereses diversos como: comerciantes, sindicalistas, maestros, estudiantes,
campesinos y población en general. Se trascienden los intereses gremiales para dar paso a los
cívicos y ciudadanos.

Buena parte de los problemas ejes de la movilización afectan los diferentes municipios lo que
posibilitó que las expresiones de protesta y movimientos locales (decenios de 1960 y 1970) se
articularan en acciones cívicas de tipo subregional (decenio de 1980) dando inicio a un Movimiento
Cívico en el Oriente Antioqueño.
131

El movimiento adquiere ciertos niveles de organización coordinados a través de los comités cívicos
locales y las juntas cívicas. En ambos escenarios, locales y subregional, surgen como jalonadores
del movimiento unos sectores sociales medios que en buena parte tuvieron acceso a la educación,
los cuales se visibilizan a partir del movimiento como fuerzas sociales emergentes.

Las problemáticas en su conjunto ponen en evidencia la insuficiencia de las políticas, decisiones y


acciones del Estado. Para amplios sectores marginados de los espacios de decisión pública,
adquiere importancia la participación en éstos ya sea sólo para ocupar posiciones de poder
obedeciendo a intereses particulares o para canalizar los intereses colectivos en un proyecto
político y de desarrollo que incluya los distintos sectores sociales. Este es el caso de municipios
como Marinilla, El Peñol, San Rafael, Guarne y San Carlos, entre otros, para cuando se inicia la
elección popular de alcaldes.

La protesta ciudadana y el movimiento cívico como forma de presión, se constituye en el espacio


de relación entre el Estado y la sociedad civil y se ponen en cuestión las propuestas de desarrollo
agenciadas por los poderes locales y extralocales.

Ampliando lo anterior, se tiene que la movilización pone en evidencia la incapacidad e insuficiencia


del Estado para jalonar el desarrollo e imponer los cambios que requieren los municipios de la
subregión. Se pone en escena además, como los partidos tradicionales y quienes han agenciado
el poder no logran articular en un proyecto común los intereses colectivos. Las formas de ejercer
el poder hasta el momento marginan de los espacios de decisión grupos sociales importantes
quienes no se sienten representados.

Por el contrario, la protesta ciudadana y luego el movimiento cívico logra articular los intereses de
diferentes grupos sociales trascendiendo los intereses particulares y muy importante, estando por
encima de las diferencias partidistas. El movimiento cívico muestra como de manera horizontal y
mediante propuestas incluyentes se puede incidir y decidir sobre lo público, convirtiéndose en un
interlocutor fundamental en el ámbito local y subregional para concertar propuestas de desarrollo.
Como ejemplo de lo anterior se puede señalar el trabajo conjunto entre Marinilla y Rionegro (dos
polaridades partidistas) a las que se suman otros municipios, para implementar cambios
administrativos en la prestación de los servicios públicos. Otro ejemplo es el proceso de
concertación subregional para la administración de los recursos aportados por las empresas de
generación eléctrica, en el que participan diversos sectores sociales de filiaciones partidistas
diferentes, y da como resultado la creación de la Corporación de Desarrollo Cornare.

Localmente se logran importantes niveles organizativos para dar salida a necesidades inmediatas
como vivienda, mejoramiento urbano, vías y dotación de escuelas, entre otros y al rededor de
éstos, se inicia la consolidación de propuestas alternativas para el manejo de lo público, las cuales
por encima del bipartidismo tradicional, buscan ocupar los espacios de decisión administrativa
local visibilizando e incluyendo nuevas fuerzas sociales. Es el caso de El Peñol donde el
movimiento cívico articula organizaciones de base urbanas y rurales en un proyecto económico y
de autoconstrucción de vivienda allanando un camino que luego le permitirá acceder a los
espacios de decisión administrativa local de Alcaldía y Concejo. En Marinilla, San Carlos, San
Rafael y Guarne entre otros, también a partir de la dinámica del movimiento cívico se logran
articular propuestas ciudadanas que luego permitirán el acceso de nuevas fuerzas sociales a
instancias de representación como los Concejos Municipales.

En síntesis es importante señalar que la acción cívica y la movilización social permitió allanar el
camino para la visualización de nuevos grupos sociales que en el escenario político entraron a
disputar el poder ejercido por las elites tradicionales, bien fuera como movimientos independientes
o articulados a los partidos tradicionales pero defendiendo los intereses de nuevos sectores
132

sociales en los espacios de decisión. En otras ocasiones estos nuevos sectores se vincularon a
movimientos y partidos políticos de oposición como la Anapo, el Moir, el Frente Democrático, el
Partido Comunista y la Unión Patriótica —UP—, entre otros, dando asomos de imprimir otra
dinámica al manejo político bipartidista, principalmente en la zona de Aguas. En esta medida,
sectores sociales como comerciantes, campesinos, profesores, estudiantes y en general el común
se constituyeron en nuevas fuerzas que entraron a disputar la representación en los espacios de
decisión administrativa y se posicionaron, en muchos municipios, como nuevos interlocutores entre
el Estado y la sociedad civil.

A partir de mediados del decenio de 1980 se conjugan dos circunstancias que enmarcan el
agotamiento del movimiento cívico como tal: la acción de los grupos armados (guerrilla,
paramilitares y fuerzas armadas del Estado) y el proceso de apertura política y elección popular de
alcaldes. La primera ha dejado como saldo múltiples asesinatos entre los cuadros dirigentes y
miembros de los movimientos y otros se vieron obligados exilarse, cercenándose en parte el
embrión de lo que pudo ser un proceso de construcción de ciudadanía y de un proyecto político y
de desarrollo desde la sociedad civil.

Esta situación conjugada con la segunda circunstancia anotada, llevó también al replanteamiento
en la orientación interna de los movimientos. Se pasó de la protesta a la propuesta y de las vías de
hecho a las acciones institucionales participando como bloques en los procesos electorales y
obteniendo logros importantes como los espacios en las alcaldías y concejos de los municipios de
Marinilla, El Peñol, San Rafael y San Carlos. Pero esta vía también fue objeto de la represión y
además, requería de electores y recursos por lo que de nuevo muchos regresaron a los partidos
tradicionales y recurrieron a los caciques como forma de continuar su accionar político,
inicialmente manteniendo su autonomía como movimiento para luego, en muchos casos, terminar
absorbidos por las maquinarias del bipartidismo tradicional.

En cierta medida, y desde un tratamiento muy general de la escasa información acopiada hasta el
momento, la movilización cívica en las localidades del Oriente Antioqueño se constituye en la
antesala que permite explicar la recomposición y participación de nuevas fuerzas en el poder a
partir de la apertura política del decenio de 1980 y así mismo, la dinámica político - partidista
desde que se instaura la elección popular de alcaldes.

4.9.3 La dinámica política - partidista en el contexto de la apertura política y la elección


popular de alcaldes

A partir de la descentralización administrativa y luego con la apertura política y elección popular de


alcaldes se empiezan a manifestar dos fenómenos asociados a la dinámica descrita
precedentemente: el surgimiento y posicionamiento de nuevos grupos y movimientos políticos por
fuera del bipartidismo tradicional en los espacios de decisión administrativa (Alcaldías y Concejos
Municipales) y la participación en la escena pública de fuerzas sociales que hasta el momento
habían tenido poca incidencia en las decisiones políticas locales y supralocales, bien como
movimientos independientes, adscritos a movimientos de izquierda o desde los partidos
tradicionales pero forcejeando para que sus intereses fueran tenidos en cuenta.

Las estadísticas electorales a partir del decenio de 1980 para Concejo y Alcaldía permiten
corroborar en parte las anteriores afirmaciones. Al revisar los resultados electorales desde
comienzos de 1980 hasta mediados de 1990, encontramos un incremento continuo en la
participación de otros grupos, por fuera del bipartidismo, ocupando asientos en los Concejos
municipales. Mientras para las elecciones de 1980 en todo el Oriente Antioqueño sólo un grupo por
fuera del bipartidismo obtiene una posición en el Concejo Municipal de San Luis, para 1984 otros
grupos por fuera del bipartidismo alcanzan 8 asientos en los Concejos de San Carlos (4 de 11),
133

San Rafael (2 de 10), Guarne (1) y El Carmen de Vivoral (1). Para las primeras elecciones
populares de Alcalde los movimientos y partidos por fuera del bipartidismo obtienen 15 asientos en
los Concejos, siendo muy importante la participación en municipios como El Peñol con 4
concejales y El Carmen de Viboral y Marinilla con 2. El período de mayor representación de otros
partidos en los Concejos Municipales en toda la subregión fue el período 1992-1994 donde 89
concejales de un total de 276 no estaban adscritos a los partidos tradicionales; en alguna medida
esto correspondió con la promulgación de la Constitución Nacional de 1991 donde cobró vida la
actividad democrática en todo el país, explicación que no pretende minimizar el impacto de la
dinámica interna de movilización.

Al revisar las cifras para el último período en mención un elemento a resaltar es que el acceso de
los otros partidos por fuera del bipartidismo a los Concejos tiene lugar en las distintas zonas así:
en los cinco municipios de Embalses son elegidos 24 concejales, en los nueve del Altiplano se
eligen 38, en los cuatro de la subregión de Páramo 18 y en los tres de Bosques 8 concejales por
fuera del bipartidismo.

Para el período electoral de 1995 aparece en la puja partidista disputando los asientos al Concejo
la Fuerza Progresista del Coraje alcanzando 52 asientos en la subregión, pero el apoyo electoral a
este grupo decae para las elecciones subsiguientes alcanzando sólo 12 asientos y reduciendo
prácticamente su influencia a Páramo y Bosques.

A partir de este mismo período (elecciones de 1995) la presencia en los Concejos de otros partidos
por fuera del bipartidismo empieza a decaer en todas las zonas, pero es especialmente notorio en
aquellas donde se estaban configurando como propuestas alternativas importantes a la exclusión
del bipartidismo o articuladas al movimiento cívico: Embalses, Bosques y Páramo. Varias razones
se plantean para explicar este fenómeno: i) las acciones armadas en contra de movimientos de
izquierda en el ámbito nacional y de los movimientos cívicos de oposición, como es el caso de las
zonas de Embalses y Bosques, ii) el descontento de los electores con los nuevos grupos al no
sentir representados sus intereses de una manera adecuada sino la repetición de los esquemas
excluyentes tradicionales, como en el caso de Sonsón y iii) la oposición de las maquinarias
tradicionales para que las propuestas de estos grupos no pudieran ser ejecutadas, incumpliendo
muchas veces con sus electores y llevando a éstos al descontento con las supuestas propuestas
alternativas, caso que se presenta principalmente en el Altiplano y en general en toda la subregión.

En la disputa por las alcaldías municipales los movimientos por fuera del bipartidismo también se
han hecho presentes desde 1988 con la elección popular de alcaldes. En El Peñol sectores por
fuera del bipartidismo como movimiento independiente se han sostenido durante todas las
alcaldías populares y en el municipio de Guarne el Movimiento Cívico Municipal se sostuvo en el
mandato hasta el período 1995-1997 cuando fue derrotado por la Fuerza Progresista del Coraje;
para el período 1998-2000 retoma el poder el Partido Conservador en este último municipio. Para
el primer mandato popular el candidato del movimiento cívico a la alcaldía de Marinilla fue víctima
de las acciones armadas al igual que otros candidatos a Concejos y líderes del movimiento cívico
en el Oriente antioqueño.

Para el período 1992-1994 las alcaldías de otros dos municipios se suman a las conquistas de las
fuerzas no tradicionales: en San Rafael triunfa el movimiento San Rafael Unido y en San Vicente
vence en las contiendas electorales el movimiento Unidos por San Vicente. Para este mismo
período en el municipio de San Carlos fuerzas multipartidistas unidas al Partido Conservador
llegan al poder. Aquí es importante destacar un elemento, la mayoría de los municipios donde los
movimientos por fuera del bipartidismo obtuvieron resultados favorables en las elecciones a la
alcaldía, fueron aquellos donde tuvo mayor resonancia y fuerza el movimiento cívico y donde la
propuesta de éste, logró trascender la inmediatez de las reivindicaciones para plasmarlas en un
134

proyecto popular de más largo aliento en el que se sintieron representadas distintas fuerzas
sociales. Otros municipios en los que movimientos no bipartidistas han alcanzado la alcaldía
municipal son Sonsón (1995-1997) y Abejorral (1998-2000), pero se puede afirmar que estos
resultados han obedecido más al descontento de unos sectores sociales medios frente al manejo
tradicional de los asuntos públicos que a reflexiones producto de la movilización cívica de épocas
anteriores o de acciones encaminadas al fortalecimiento de una propuesta ciudadana.

Resultados electorales a las alcaldías populares en el oriente

Municipio Período
1988-1990 1990-1992 1992-1994 1995-1997 1998-2000
Rionegro Convergencia Liberal Liberal sec. Liberal Liberal
democrático Colombiano
Marinilla Social Conservador Conservador Conservador Coalición
Conservador Colombiano
La Ceja Soc. Liberal Liberal Conservador Liberal
Conservador colombiano Colombiano
Guarne Mto Cívico Mto. Cívico Cívico Mto. Fuerza Conservador
mpal. municipal Progresista
Carmen de v. Liberal Liberal Conservador Liberal Conservador
Colombiano
El Santuario Convergencia Conservador Fuerza Conservador Fuerza Progresista
Progresista progresista Colombiano
El Retiro Liberal Liberal Liberal (Carlos Liberal Liberal
colombiano M. Hoyos) Colombiano
La Unión Liberal Liberal Liberal Liberal Liberal
colombiano Colombiano

San Vicente Social Conservador Unidos por San Mto Fuerza Conservador
conservador Vicente Progresista
Guatapé Soc. Conservador Conservador Conservador Conservador
Conservador Colombiano
El Peñol Mto. Mto. Indep. Acción Otros partidos Acción Peñolita
Independiente Independiente Peñolita
San Carlos Soc. Conservador Conservador y Mto. Fuerza Conservador
Conservador multipartidista Progresista
San Rafael Soc. Conservador San Rafael Conservador Conservador
Conservador Unido Colombiano
Granada Social Conservador Municipal Conservador Conservador
Conservador Conservador Colombiano
Sonsón Social Conservador Renovador Otros Partidos Coalición
Conservador Colombiano
Abejorral Conservador Conservador Conservador Conservador Mov. Ciudadano
Unionismo Unionismo Colombiano
Argelia Social Coalición Conservador Conservador Conservador
Conservador Progresista Colombiano
Nariño Social Conservador Cívico Mto. Fuerza Fuerza Progresista
Conservador Conservador Progresista
San Luis Convergencia Conservador Renovación Mto. Fuerza Conservador
Progresista Conservadora Progresista
Cocorná Social Conservador Conservador Conservador Conservador
Conservador Progresista Colombiano
San Francisco Social Conservador Soc. Cons. Conservador Conservador
Conservador Villeguista Colombiano
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación, Anuario Estadístico de Antioquia. Varios años.

El acceso de unos nuevos sectores sociales a las instancias del poder público local ha resultado
duramente impactado por las acciones del conflicto y la disputa entre actores armados que desde
mediados de 1980 ha tenido el Oriente Antioqueño como escenario, impidiendo la consolidación
135

de una propuesta ciudadana para el acceso al poder en muchos municipios y el derecho a ejercer
la participación democrática. Un ejemplo de esto lo constituyen las últimas elecciones para
Alcaldía y Concejo, donde buena parte de los candidatos fueron amenazados ocasionando 41
renuncias y donde la subversión impidió el acceso de los electores a las urnas en especial en las
zonas de Embalses y Bosques, presentándose 9 municipios en los que los tarjetones no
alcanzaron a representar el 10% del potencial electoral (El Mundo. Julio 23 de 1999).

De manera sintética y teniendo en cuenta los resultados electorales a partir de la elección popular
de alcaldes, se puede afirmar que la dinámica de la lucha de fuerzas por el control de las
instancias de poder responde a las siguientes situaciones características:

Descontento con el manejo de los asuntos públicos ejercido por una elite tradicional excluyente
como en el caso de Sonsón.

Visibilización de nuevas fuerzas sociales y el paso de la protesta al activismo político para buscar
salida a las reivindicaciones como movimientos cívicos independientes. Tales son los casos de los
municipios de El Peñol, San Rafael, Guatapé y Marinilla.

Búsqueda de opciones en partidos o movimientos políticos de oposición en los cuales las fuerzas
que hicieron parte de los movimientos cívicos sintieron mejor representados sus intereses.

Capitalización del despertar al activismo político de nuevos actores sociales por unos sectores
medios que buscaron agenciar el poder en oposición a las elites pero para reproducir los mismos
esquemas en el manejo de los asuntos públicos. Persisten prácticas como las maquinarias
políticas, las prebendas, el cacicazgo y poco o nada funciona el voto Programático, la revocatoria
del mandato y los mecanismos de participación abiertos luego de la constitución de 1991.

Otra situación que caracteriza la política local en los últimos tiempos es el fraccionamiento de los
partidos liberal y conservador en múltiples directorios. Esta división, sin embargo, no responde a
una lógica local, ni habla de una mayor participación democrática, ni se evidencian mayores
diferencias ideológicas en el proyecto político de los actores, más bien responde a las divergencias
internas de los partidos tradicionales en el ámbito nacional o departamental. Las divisiones del
liberalismo o del conservatismo en los municipios del Oriente Antioqueño básicamente reproducen
el esquema mediante el cual se fraccionan en diversos directorios los partidos en Medellín o
Bogotá. En época electoral los distintos agentes en la puja por el poder son apadrinados por los
diferentes directorios a cambio de apoyar electoralmente los candidatos de éstos a las
corporaciones públicas de Senado, Cámara o a la Asamblea Departamental.

Las maquinarias y el clientelismo político continúan operando en un intercambio de favores de


doble vía, desde lo extralocal se apoya la elección de candidatos locales para recibir un apoyo de
los simpatizantes de este agente a las candidaturas departamental y nacional, y como
contraprestación, se ofrece la ayuda y representación en estos escenarios (Senado, Cámara y
Asamblea) para la ejecución del plan de gobierno y de las propuestas de desarrollo planteadas en
el nivel municipal y supramunicipal. El ejercicio político y el manejo de lo público tiene así como
norte el acceso al poder no el desarrollo y ejecución de un proyecto colectivo.

En este marco de ideas, salvo algunas escasas excepciones, las perspectivas de empoderamiento
de las nuevas fuerzas sociales que aparecen en el escenario a partir del decenio de 1970, se ven
truncadas por la dinámica de la guerra o son redireccionadas por la fuerza avasallante del
bipartidismo tradicional. Sectores sociales como campesinos, pequeño comercio, magisterio,
estudiantes y habitantes urbanos en general, “el común”, que en su momento adquirieron una
importante fuerza articulados a propuestas cívicas independientes o a movimientos de oposición
136

nacional, vieron en buena parte el fin a sus aspiraciones de empoderamiento político con el
asesinato de sus líderes y representantes, negando cualquier posibilidad de disenso frente manejo
de los asuntos públicos, este es el caso de los municipios de la zona de embalses y de algunos
municipios del Altiplano como Guarne y San Vicente, entre otros. En otros casos estas nuevas
fuerzas que representan “el común” articulados a formas organizativas como las JACs,
Asocomunales, Organizaciones barriales, grupos ecológicos y asociaciones cooperativas de
producción y comercialización, entre otras, han sido subsumidas por las corrientes bipartidistas
tradicionales, cercenándose la posibilidad de empoderarse como fuerzas articuladas alrededor de
propuestas colectivas independientes de las maquinarias políticas. Otras formas de articulación
mas recientes para las nuevas fuerzas como los Comités de Vigilancia de Servicios Públicos y las
Veedurías Ciudadanas, además de los nuevos espacios de participación a propósito de los
mecanismos de la Ley 134 de 1.994, son simples formas organizativas institucionales que no se
constituyen hasta el momento en verdaderos espacios para el empoderamiento ciudadano como
movimientos de opinión, figurando solo como fuerzas de presión.

4.9.4 La participación política democrática y la organización social.

En la subregión toman forma dos tendencias que marcan la pauta en la dinámica de participación
ciudadana y la organización de la sociedad civil: decrecimiento en la participación ciudadana
democrática y estatización o institucionalización de las formas organizativas de la sociedad. Es
importante resaltar como estas tendencias resultan contradictorias con lo planteado en el discurso
de la descentralización, en el cual se sugiere categóricamente por parte de los postulantes de esta
propuesta, que la descentralización traería consigo una mayor participación ciudadana en los
procesos electorales y unos mayores niveles de organización de la sociedad civil por la mayor
cercanía a las instancias decisorias (gobierno local) y por las nuevas responsabilidades asignadas.

Luego de la descentralización y apertura política que dieron lugar a la elección popular de los
mandatarios locales, la participación ciudadana en los procesos electorales muestra una tendencia
decreciente, debido en parte a la agudización de la confrontación armada y sus efectos, pero
también, al descontento y falta de motivación ciudadana ante las prácticas políticas tradicionales
clientelares y viciadas de corrupción y burocracia administrativa.

Lo anterior se refleja en los crecientes porcentajes de abstención electoral en las alecciones para
alcaldía en los distintos períodos, así: 31% para el primer período, 37.39% para el segundo,
50.34% para el tercero, 52.15% para el cuarto y 68.97% para el último período. Los municipios que
presentan una mayor abstención para los dos últimos períodos son en su orden: La Unión, La Ceja
y Marinilla para 1995-1998 y San Francisco y El Peñol para el período 1998-2000. Los de menor
abstención son: San Vicente y Argelia para el período 1995-1998 y El Retiro, Rionegro y La Ceja
para 1998-2000 (ESAP. 1999. 132).

Frente a la estatización o institucionalización de los procesos de organización en la subregión,


estos se pueden asociar fundamentalmente a la creación de los mecanismos de participación
ciudadana, luego de la Constitución Nacional de 1991 (política de Estado) y a las acciones
violentas de los actores armados en contra de líderes y miembros de movimientos sociales,
obligando a las organizaciones a replegarse en las formas organizativas institucionales. En esta
medida, las organizaciones de la sociedad civil que más aparecen son de carácter institucional.

Una figura con presencia en todos los municipios es el Consejo Municipal de Planeación el cual
funciona de manera activa durante los momentos de formulación de los Planes de Desarrollo y
recientemente en la formulación de los Planes de Ordenamiento Territorial —POT—, pero tiene
una escasa incidencia en el seguimiento y evaluación de éstos.
137

Otras organizaciones creadas son las Juntas Municipales de Educación —JUMES—, los Consejos
de Participación Comunitaria —Copacos— y las Juntas Municipales de Deportes, sin embargo, es
débil su incidencia real en los procesos de planeación y evaluación de los programas que se
ejecutan. En buena medida y con excepción de algunos municipios, esto obedece a la escasa
información y poca capacitación que se les suministra y por lo tanto carecen de elementos de juicio
para una mayor contribución en los procesos decisorios.

Un organismo de participación que prevalece en los distintos municipios es la Junta de Acción


Comunal, articulados en la mayoría de los casos en una asociación comunal municipal,
Asocomunal. Las JACs se constituyen en un vínculo entre las comunidades veredales o barriales y
las administraciones locales, participando en la ejecución de pequeños proyectos, sin embargo, en
su mayoría, están amparadas en los partidos tradicionales y no escapan a las prácticas
clientelistas de éstos. Un fenómeno similar al de las JAC, además de su poca incidencia en las
decisiones, ocurre con otras organizaciones existentes, entre las que se pueden enumerar: Las
Juntas de Vivienda, las Juntas Administradoras de Servicios y las Juntas Administradoras Locales
—JAL—, (sólo existentes en algunos municipios).

Puede afirmarse que contrario a lo esperado con las propuestas descentralizadoras, en la gran
mayoría de los municipios de la subregión la organización y participación ciudadana se ve
debilitada a propósito de éstas políticas. Los movimientos sociales agenciadores de propuestas
alternativas resultan atomizados ante la agudización del conflicto político-militar o sus miembros
son subsumidos por las formas organizativas antes mencionadas. En el último caso, pierde fondo
su accionar reivindicativo en lo que pudiera leerse como una ¨política estratégica¨ del Estado
central para desarticular embrionarios procesos colectivos, entregando a ellos el resorte
administrativo de los asuntos que hasta entonces se constituían en el objeto central de su lucha.

A manera de conclusión, encontramos como en el escenario político y los espacios para el manejo
de lo público existe aún una deuda importante en cumplir con la finalidad de propiciar, a partir de la
participación y construcción de ciudadanía, el desarrollo y bienestar de los ciudadanos.
138

4.10 EL CONFLICTO SOCIOPOLITICO

4.10.1 El conflicto armado

En este aparte del estudio se trata lo concerniente al conflicto político militar en la subregión a
partir de definir algunos elementos de coyuntura que lo caracterizan,

Es importante partir de señalar algunos elementos que han caracterizado el conflicto político -
militar en el ámbito nacional. En el país, el conflicto socio - político puede enmarcarse en la
ausencia y debilidad históricas de un proyecto político de Nación incluyente que diera cuenta de
las diferencias de los Colombianos. En este contexto se evidenciaron desequilibrios y
contradicciones en el desarrollo nacional invisibilizando y marginando regiones enteras del país y
amplios sectores sociales o por su desarrollo físico y económico convirtiendo a otros territorios en
zonas estratégicas aún para la guerra, como es el caso del Oriente Antioqueño.

Se presentan así unos ejes de continuidad históricos del conflicto sociopolítico: el de la lucha por el
poder político, el agrario o de la lucha por la tierra y los recursos que luego se convierte en la
disputa por el control territorial, el de las luchas cívicas por servicios públicos y sociales, y el
político - militar, cada uno con expresiones y condiciones de agudización de acuerdo con las
particularidades de cada subregión.

Las estrategias para afrontar los conflictos desde estos ejes no han permitido darle solución, por el
contrario, los procesos se han degradado, dando paso a la confrontación armada. El Frente
Nacional como salida a la confrontación político - partidista de los años cincuenta, excluyó amplios
sectores sociales no representados por los partidos tradicionales liberal - conservador
marginándolos de las decisiones públicas de un poder central. La reforma agraria de los sesenta
tuvo minúsculos efectos en la redistribución de la propiedad de la tierra resultando muchas veces
contradictorios los esfuerzos en relación con lo esperado. Las grandes movilizaciones sociales de
los decenios de 1970 a 1990, si bien lograron visibilizar algunas regiones del país y jalonar planes
como el PNR, el DRI y otros, no lograron satisfacer a plenitud las demandas regionales de
poblaciones crecientes. En buena medida las respuestas gubernamentales a estos ejes de
contradicción fueron siempre acompañadas de la acción y represión militar por parte del Estado.

Afincando y argumentando en estas contradicciones su accionar y plataformas políticas surgen


desde el decenio de 1960 diferentes grupos guerrilleros. Las FARC como autodefensas
campesinas con orientación política del PCC propugnando por una distribución de la propiedad de
la tierra. El ELN con orientación política del PC y del PC-ML buscando la soberanía nacional y la
protección de los recursos naturales de la explotación extranjera. Y otros grupos insurgentes que
surgen entre los decenios de 1960 y 1970 con orientaciones políticas diferentes.

Como resultado positivo de la pacificación iniciados desde el decenio de 1980 (gobierno de Virgilio
Barco) se cuentan la desmovilización y reinserción a la vida civil de grupos como el M-19, el EPL,
el Quintín Lame y la CRS, pero de estos procesos muchos de los acuerdos aún no se han
cumplido, se dio la aniquilación de muchos de sus miembros y los ejes de contradicción
permanecen aún sin resolverse. Es así como la confrontación armada se agudiza y más aún, con
la aparición en el escenario en 1980 de nuevos actores como el narcotráfico, las autodefensas y el
paramilitarismo.

El Oriente Antioqueño está inserto en ésta dinámica. El ELN empieza a hacer presencia en la
subregión hacia la zona colindante con el Magdalena Medio desde comienzos de 1970, presencia
asociada a la dinámica militar de Santander. La presencia FARC data de finales de 1970 cuando el
V Frente proveniente de Urabá se refugia en las cercanías del municipio de San Rafael
139

(Embalses). Luego en el decenio de 1980, se registra la presencia de este mismo grupo en forma
itinerante, a través de los frentes 9° y 47°, el primero hacia San Carlos, San Luis, San Rafael,
Cocorná y Puerto Triunfo y el segundo, hacia la zona de Páramo principalmente y el corredor que
comunica con el departamento de Caldas. Para esta misma década (1980), se inicia la
consolidación en el territorio del Frente Carlos Alirio Buitrago del ELN hacia el corredor que
comunica las zonas de Bosques y Embalses. Es importante resaltar que esta década coincide con
la finalización de la vía Medellín - Bogotá, el aeropuerto José María Córdoba, las centrales de
generación hidroeléctrica y la puesta en operación de la planta de Cementos Rioclaro.

La presencia de las Autodefensas se asocia a grandes inversiones producto del narcotráfico hacia
el Magdalena Medio a finales de 1970 y comienzos de 1980, primero como grupos de seguridad
de narcotraficantes y luego para consolidar su dominio como actor armado (Puerto Triunfo, parte
baja de Sonsón y San Luis), además de realizar esporádicas incursiones hacia los municipios de
San Carlos, San Rafael y otros municipios de Embalses y Bosques.

Para mediados de la década de 1990 (1997), se inicia la agudización del conflicto armado en la
subregión. El Oriente, al igual que otras porciones del departamento como Urabá, se convierte en
estratégica para la lógica de la guerra y el dominio de este tipo de zonas, es uno de los objetivos
fundamentales planteados en los planes de desarrollo estratégico de los diferentes grupos
armados en el ámbito nacional.

Las FARC han replanteado su accionar y han pasado de ser una guerrilla eminentemente rural a
buscar el fortalecimiento en áreas urbanas periféricas con el fin de ir rodeando poco a poco las
ciudades capitales y controlando zonas de importancia para la dinámica política y económica en el
ámbito nacional. Es así como en el Oriente Antioqueño para esta época empieza a consolidarse la
presencia del Frente XLVII hacia el Páramo; del Bloque José María Córdoba en las inmediaciones
de Cocorná y San Francisco; y del Frente IX en el corredor Bosques (San Francisco) y Aguas
(Granada, San Carlos, San Rafael, Guatapé y El Peñol).

Un elemento a destacar es que el control territorial para los distintos actores armados (ilegales) ya
no es entendido solamente como el dominio militar sino que adquiere connotaciones de
fortalecimiento económico, político y social. En lo económico buscan fortalecerse financieramente
a partir de la vinculación de las actividades relacionadas con los cultivos ilícitos y el narcotráfico
(con excepción del ELN), de la tributación24 de las entidades públicas (administraciones
municipales y entidades estatales) y privadas y de las actividades de extorsión y secuestro de
nacionales y extranjeros. Entre el 97 y 98 según la base de datos del IPC, se suceden 138
secuestros en el Oriente Antioqueño atribuidos a la guerrilla, los cuales corresponden al 29.11%
del total de secuestros atribuidos a la insurgencia en el Departamento (IPC 1999). Esta cifra
aumentó notoriamente durante 1999.

En lo político a partir de socavar la autoridad de las administraciones de turno mediante amenazas


e incluso la muerte de alcaldes y concejales y de arremeter contra los centros administrativos,
comandos de policía y contra otras autoridades en las localidades, por mencionar algunas; se
busca posicionarse como autoridad hegemónica en los municipios y ejercer una fuerte influencia
en las instancias de decisión. Este es el caso de municipios donde se han sucedido tomas como
Nariño, San Luís, San Francisco y Cocorná, entre otros, donde los alcaldes y otros funcionarios
han sido asesinados o amenazados para obligarlos a renunciar y poder incidir con mayor fuerza en
las decisiones locales pasando por encima de los procesos democráticos. En otros casos las
elecciones son saboteadas y los candidatos amenazados constituyéndose de hecho en agentes de
24
Entiéndase por tributación no solo el pago económico sino también el pago en especie favoreciendo con la
inversión social pública y privada a organizaciones y comunidades que tienen la complacencia del proyecto
guerrillero.
140

poder controladores de la actividad política, tal como sucedió en las elecciones de 1997 en los
municipios de las zonas de Embalses y Bosques, donde fue bajo el porcentaje de habitantes que
pudo acudir a las urnas para elegir a sus representantes. En los municipios de San Francisco, El
Peñol, San Carlos y San Luis por ejemplo, los alcaldes fueron elegidos con 8, 11, 54, 123 y 187
votos respectivamente (Departamento Administrativo de Planeación,1997-1999).

En lo social han venido constituyéndose en una autoridad de control de lo cotidiano participando


en la resolución de problemas familiares y entre vecinos, cumpliendo labores de “limpieza” y
buscando ganarse espacios en la base a partir de las presiones por inversión social pública o
privada para las comunidades.

El ELN por su parte, a partir de 1997 busca afianzar su poder en sectores de dominio del Carlos
Alirio ya mencionadas y para esto centra su atención en su plataforma política de proteger los
recursos de la explotación extranjera, en la no - privatización de las empresas del Estado, en
robustecer sus filas militares y en acciones que lo fortalezcan financieramente. Al igual que para
las FARC, el pago de tributo y las actividades de secuestro de nacionales y extranjeros son la
principal fuente.

Para esta misma época las autodefensas y los grupos paramilitares se afianzan en su lucha contra
guerrillera buscando ya como Autodefensas Unidas de Colombia —AUC— el control de territorios
de dominio de la insurgencia. Desde las autodefensas del Magdalena Medio ejercen el dominio
territorial en el sector tradicional ya mencionado y con permanentes incursiones hacia los
municipios de San Luis, San Rafael, Granada y San Carlos, entre otros, buscando posicionarse en
la zona de Embalses. Además, otros grupos de autodefensa y paramilitares empiezan a ejercer el
control en el corredor Sonsón - La Unión - La Ceja y parte de El Santuario y Carmen del Viboral, lo
que en buena parte corresponde al Oriente Cercano.

Desde esta perspectiva, la subregión del Oriente Antioqueño a partir de 1997 sufre un creciente y
acelerado en la agudización del conflicto político - militar y se convierte en un territorio en disputa
para los diferentes actores armados: a.) El Estado y la Fuerza Pública amparados en la
Constitución y la Ley, b.) Las FARC y el ELN amparados en sus razones para alzarse en rebelión
y c.) Los Paramilitares amparados en la ineficacia de los primeros en ejercer el monopolio del
poder y el derecho a la vida, aunado a los excesos de los segundos.

A continuación se presentan algunos elementos pretendiendo caracterizar la coyuntura del


conflicto armado en el Oriente Antioqueño para los últimos años:

El conflicto político - militar subsume los demás ejes de contradicción. De la lucha por la tierra se
pasa a la lucha por el control territorial, de la guerra de guerrillas se va hacia la confrontación
abierta, de la movilización cívica por necesidades materiales de vida se moviliza hacia la acción
colectiva en pro de la humanización del conflicto y de procesos de conciliación y paz. El
acompañar las luchas urbanas y campesinas deja de constituirse en el elemento fundamental para
sustentar una base social de apoyo a la insurgencia.

La confrontación armada es direccionada fundamentalmente desde la lógica económica y militar


perdiendo peso las argumentaciones socio políticas para interpretarla.

Fuerte disputa territorial entre los distintos actores armados. De las “alianzas tácticas” FARC-ELN
se pasa a la disputa por el control de territorios entre los dos grupos insurgentes. En otras
ocasiones y ante la fuerte arremetida paramilitar se alían para defender el territorio como bloque
guerrillero.
141

Crecimiento en las filas militares de los distintos actores y vinculación creciente de sectores
poblacionales jóvenes a la guerra.

Intensificación de las actividades de secuestro, asesinatos, amenazas y extorsión.

Surgimiento de grupos de delincuencia común organizada haciéndose pasar por insurgentes o


paramilitares.

Tomas y masacres en municipios por parte de los grupos guerrilleros y las autodefensas 25. Se
intensifican los desplazamientos campesinos campo - cabecera, intrasubregionales y hacia otras
subregiones en las zonas de Páramo, Bosques, San Carlos y desde de San Vicente y Concepción.

Imposibilidad de agotar la confrontación por la vía de la aniquilación del contrario. Al borde de un


abismo que toca distintos sectores del país y a la sociedad en general, impera una salida
negociada al conflicto, diferente a la posición asumida en otros momentos históricos cuando
prevalecía la idea de aniquilar el contrario.

Agudización de la confrontación armada y fuerte arremetida militar por parte de los distintos
actores al margen de la ley buscando una salida negociada en medio de la guerra, diferente a
negociaciónes anteriores donde uno de los fines primarios fue el cese al fuego y la desmovilización
de los grupos insurgentes.

Forcejeo de actores como el ELN y los paramilitares por ser asumidos en la búsqueda de salida
negociada al conflicto. Esto ha llevado al ELN a realizar acciones militares contra infraestructuras
de vital importancia para el país y a la presentación pública de las idas centrales del proyecto de
las autodefensas. Esto a propósito del trato desigual por parte del gobierno central a las FARC,
ELN y Autodefensas.

Las recientes demostraciones de capacidad de desestabilización de la dinámica económica por


parte del ELN y “sus gestos de paz”26 colocan a la sociedad en la necesidad de iniciar una
negociación con este grupo.

La sociedad civil ha asumido un papel más protagónico en la búsqueda de una salida


negociada, aunque aún presente debilidades.

Actualmente las acciones armadas se han intensificado con afectaciones sin precedentes sobre la
población civil, son continuas las amenazas, el secuestro, los desplazamientos, las desapariciones
y muertes de supuestos o reales auxiliadores de uno u otro bando. Por lo pronto se teme una
arremetida paramilitar de las ACCU ante amenazas recientes de asumir a sangre y fuego el control
de dos sectores de vital importancia en la subregión hoy por hoy bajo el control parcial de la
guerrilla: el corredor de la autopista Medellín - Bogotá y parte de la zona de los Embalses. Esto ha
generado recientemente el desplazamiento masivo de los habitantes del lado y lado de la vía entre
Santuario y la entrada de Aquitania (corregimiento de San Francisco) hacia las cabeceras de San
Luis, Cocorná, Santuario y hacia municipios más cercanos como Rionegro y Marinilla, incluso
hacia el Valle de Aburrá. Desde El Peñol y Guatapé además de los otros de Embalses también se
vienen presentando desplazamientos poblacionales importantes ante las amenazas y el temor a
los enfrentamientos armados.

25
Se pueden enumerar entre otros los siguientes municipios afectados por estos hechos: San Francisco,
Cocorná, San Luis, San Carlos, Nariño y Argelia. Además han resultado fuertemente afectados los
habitantes del corredor de la autopista Medellín-Bogotá y muchos otros municipios que han sufrido
hostigamientos y presencia armada en las zonas urbanas y rurales.
26
Así es considerado por el gobierno el compromiso de no bloquear más las vías.
142

Son precisamente los anteriores elementos los que han dado lugar a la constitución de espacios
de reflexión frente al tratamiento del conflicto, con los que se busca diferentes objetivos desde
minimizar el impacto de la confrontación en la población civil, hasta construir escenarios de paz
subregionales, demanda que en forma permanente se ha hecho al gobierno central por parte de
los mandatarios locales.

4.10.2 Desplazamiento

El desplazamiento a causa de la agudización de la violencia en el Oriente Antioqueño, se viene


incrementando de manera alarmante, generando dinámicas de presión en demanda de servicios
(Alimentos, vivienda, salud, educación); aumento de la mendicidad en las cabeceras y una
creciente conflictividad social. Las zonas más afectadas son:

Páramo: con Sonsón como municipio receptor de población proveniente de sus territorios rurales y
los municipios de Argelia y Nariño (rural y urbano), principalmente. La gran mayoría son
desplazamientos escalonados campo–cabecera y de ahí a la cabecera municipal de Sonsón, al
Oriente Cercano o el Valle de Aburrá.

Bosques: con las cabeceras municipales de San Luis, Cocorná y San Francisco como receptores
de población procedente principalmente del corredor vial de la autopista Medellín–Bogotá, en el
tramo de la entrada de Aquitania (Corregimiento de San Francisco) al municipio de Santuario. A
estas cabeceras municipales también llega población desplazada de otros sectores rurales. Según
datos de la Pastoral Social de la Diócesis Sonsón Rionegro a Mayo 20 de 2000, estas cabeceras
albergaban un total de 4.064 personas desplazadas correspondientes a 927 familias distribuidas
así: 1.026 personas en San Luis, 2.618 en Cocorná y 420 en San Francisco. Para esta misma
época, según el Núcleo Educativo Municipal, el municipio de El Santuario albergaba
aproximadamente 2.000 personas desplazadas provenientes de territorios rurales de Cocorná,
cercanias a la autopista. Recientemente se tiene conocimiento del inicio de retornos a sus veredas
de origen.

Altiplano: las cabeceras municipales de Rionegro, Marinilla, El Carmen y El Retiro también son
receptoras de desplazados de diversas partes. Según datos de la Pastoral Social para mediados
del 2.000, Rionegro era receptor de 400 personas desplazadas, Marinilla 349, El Carmen 477 y El
Retiro 110 personas.

La tabla y el gráfico siguiente permiten visualizar el incremento de este fenómeno en la subregión


durante los últimos años y compararlo con otras de Antioquia.

Desplazamiento forzoso en Antioquia entre 1996 y 1998


Subregión Personas 1996 Personas 1997 Personas 1998 Total Personas 96-98
A. METROPOLITANA 3570 2910 5495 11975
BAJO CAUCA 198 1230 1950 3378
MAGDALENA MEDIO 178 2205 2140 4523
NORDESTE 423 11665 8715 20803
NORTE 511 8520 8340 17371
OCCIDENTE 9870 3941 7145 20956
ORIENTE 723 3143 15635 19501
SUROESTE 457 3276 7380 11113
143

URABA 19876 14623 3855 38354


TOTAL 35806 51513 60655 147974
Fuente: Base Datos I.P.C.

La presencia del estado solo se hizo sentir a finales de 1980, lo cual creo condiciones
desfavorables para la población provocando desplazamientos. La ofensiva del ejercito no tuvo
mayor efecto en el debilitamiento de la capacidad militar de la guerrilla que siguió adelante con sus
planes de expansión, ya en 1990, como se había mencionado antes, el ELN hace presencia en la
zona de los Embalses, en inmediaciones de San Carlos y Granada y se expandió hasta San Luis y
Cocorna en confluencia con las FARC, hace presencia también en Sonsón como punto
estratégico para el refugio y punto de avanzada hacia el Oriente Cercano.

El control territorial logrado por la guerrilla le permite golpear las obras de infraestructura vial,
Torres de transmisión de energía, centrales hidroeléctricas, torres repetidoras, además
incrementan los bloqueos a la autopista, secuestros a alcaldes y propietarios de fincas.

Como respuesta a estas acciones aparecen grupos de “limpieza social” en Rionegro, La Unión,
Guarne, Marinilla, y en general en el Oriente Antioqueño aparecen las autodefensas obligando a
los campesinos a abandonar sus tierras por ser presuntos colaboradores de la guerrilla, para este
momentos hace publica la preocupación de la Diócesis de Sonsón Rionegro por el temor que se
ha apoderado de la gente y por el desplazamiento silencioso de familias que huyen ante el terror
de ser víctimas de estos grupos, por este motivo la iglesia en un intento por ponerle freno a esta
situación promovió un encuentro de empresarios, sector educativo, alcaldes y concejales y se
diseñó una campaña educativa para la formación en valores de la convivencia y de lideres para el
fomento de la solidaridad y el desarrollo de acciones encaminadas a fortalecer la familia; se
pronuncio también en contra de la violación de a los derechos humanos con el reclutamiento de
jóvenes estudiantes y la conformación de escuelas de entrenamiento (Desplazamiento Forzado en
Antioquia, 2.000).

La situación se agudiza a partir de 1997 con una ofensiva paramilitar en municipios como El
Carmen de Viboral, Marinilla, El Retiro, La ceja y que luego pasaron a la zona de Embalses
concretamente a San Carlos y Granada.

Este mismo año la guerrilla desarrollo en época próxima a elecciones, una táctica de intimidación
contra los aspirantes a las alcaldías y a los concejos con amenazas y secuestros a consecuencia
de ello se presenta una renuncia masiva de alcaldes y representantes.

Para 1999 el territorio de operaciones más importante para los paramilitares continua siendo el
Oriente Lejano donde la guerrilla del ELN y las FACR habían ejercido un control territorial.

El panorama reciente de conflictividad en el oriente cercano ofrece un marcado contraste con los
tradicionales niveles de cohesión y estabilidad que se habían logrado construir en el transcurso de
la historia en el territorio.

En 1980 el escenario del conflicto armado empieza a jugar un papel más determinante, pues se
registran sucesivas apariciones de diversos tipos de actores armados contribuyendo a un ambiente
de inseguridad e incertidumbre con repercusiones económicas y en los lazos de cohesión entre
sus habitantes. La modalidad más importante de desplazamiento en el Oriente Antioqueño parece
ser el desplazamiento aluvional, difícil de cuantificar y hecerle un seguimiento, pero que de
acuerdo a datos de la iglesia, un promedio de 50 familias cada mes abandonan sus hogares por
motivos diferentes, como la amenaza, el secuestro, la extorsión, la inseguridad, entre muchos
otros.
144

Pese a todo la población del Oriente Cercano cuenta con factores a su favor, sobre todo con la
presencia de la iglesia que se ha consolidado como un actor de primera línea, no solo por la
atención a los desplazados, sino también por su gestión de mediador y por su papel en la
renovación del tejido social, lo cual es valido para el Cercano pero no para el lejano, pues esta
zona no es objeto de la debida atención en sus demandas.

Datos mas actualizados los podemos encontrar en el estudio de la Presidencia de la República,


Red de Solidaridad Social para el periodo comprendido entre 1995 y el 2002, la población
desplazada por la violencia, en lo que tiene que ver con los municipios receptores (98 municipios
en Antioquia), es de 76.451, que conforman 15.290 familias, de estos 9.125 personas, o sea el
11.93 % pertenece al Oriente Antioqueño que conforman 1.813 familias que representan el 11.85%
de las familias desplazadas por la violencia en Antioquia.

Específicamente dentro de la subregión encontramos que los municipios receptores de mayor


población desplazada son Cocorna, El Santuario y Rionegro con 2.457, 2.120 y 1057
respectivamente, obedeciendo esta situación, tal vez, a las características de estos municipios,
pues son de mayor dotación en cuanto a servicios e infraestructura, como también a su cercanía al
centro del departamento como es el caso de El Santuario y Rionegro.

Los municipios que menos población acogen son Guatape y Argelia con 8 personas.

Haciendo una lectura de las cuatro zonas de la subregión, se observa que la zona que mas
personas desplazadas a recibido es la de del Altiplano con 4.705 que representan el 51.56% del
total de la subregión, esto es mas de la mitad, la razón aquí es evidente pues es la que mejores
condiciones de vida posee y es la entrada directa al área central del Valle de Aburra, donde
posiblemente existen mejores posibilidades para seguir subsistiendo.

La zona que menos población desplazada ha recibido, en este periodo analizado, ha sido la del
Páramo o Sureste con 157 personas que conforman 31 familias, situación que podría explicarse
por ser esta la mas bien expulsora que receptora de población desplazada, además por ser una de
las zonas mas alejadas del centro del Departamento. Bosques presenta también una cifra
considerable con 3.678 personas que conforman 735 familias y la de Embalses o Aguas con 585
personas, es decir 117 familias.

En cuanto a municipios expulsores de población desplazada, se tiene para el Oriente Antioqueño


un total de 21.461 personas que conforman 4.295 familias, cifras que comparadas con las del
Departamento (61.743 personas en 121 municipios) representan el 34.76% en lo que respecta a
personas y el 31% a familias, se observa entonces que más de la tercera parte de la población
desplazada expulsada de los municipios de Antioquia, se genera en el Oriente Antioqueño.

El municipio que más personas ha expulsado por violencia en la subregion, ha sido San Carlos de
Embalses, con 5.209, le siguen Cocorna, San Luis de Bosques con 3.724 y 3.670
respectivamente; Granada y san Rafael de Embalses con 2.455 y 1202 respectivamente y San
Francisco de Bosques con 1.148 personas, es decir la zonas mas afectadas han sido la de
Embalses y la de Bosques, lo cual es consecuente con la magnitud de la problemática de orden
público que se vive, sin restarle importancia a lo hechos del Altiplano y del Páramo.

La zona que más población desplazada expulsada presenta es la Embalses con 9.867 y la de
Bosques con 8.542 personas, que representan el 46% y el 40% respectivamente del total de la
subregión, lo cual evidencia una critica situación en este aspecto, le siguen la zona de Páramo con
1.581 y la del Altiplano con 1.471 personas.
145

Población desplazada por la violencia 1995 – 2002 municipios receptores

Zona - Municipio Receptor Número de Personas Número de Familias


Altiplano 4.705 930
El Carmen de Viboral 437 87
El Retiro 17 3
El Santuario 2120 424
Guarne 101 11
La ceja 161 32
La Unión 54 11
Marinilla 422 84
Rionegro 1057 211
San Vicente 336 67
Embalses 585 117
Alejandría 50 10
Concepción 179 36
El Peñol 130 26
Guatape 8 2
San Rafael 35 7
Granada 56 11
San Carlos 127 25
Páramo - Sureste 157 31
Abejorral 65 13
Argelia 8 2
Nariño 17 3
Sonsón 67 13
Bosques 3678 735
Cocorna 2457 491
San Francisco 305 61
San Luis 916 183
Total Oriente 9.125 1813
Total Departamento 76.451 15.290
Fuente: Presidencia de la República, Red de Solidaridad Social, Unidad Territorial de Antioquia
146

Población desplazada por la violencia 1995 - 2002-05-09 municipios expulsores

Zona - Municipio Expulsor Número de Personas Número de Familias


Altiplano 1.471 296
El Carmen de Viboral 268 54
El Retiro 13 3
El Santuario 218 44
Guarne 13 3
La ceja 51 10
La Unión 169 34
Marinilla 130 26
Rionegro 31 6
San Vicente 578 116
Embalses 9.867 1974
Alejandría 288 58
Concepción 305 61
El Peñol 355 71
Guatape 53 11
San Rafael 1202 240
Granada 2455 491
San Carlos 5209 1042
Páramo - Sureste 1.581 316
Abejorral 345 69
Argelia 396 79
Nariño 531 106
Sonsón 309 62
Bosques 8.542 1709
Cocorna 3.724 745
San Francisco 1.148 230
San Luis 3.670 734
Total Oriente 21.461 4295
Total Departamento 61.743 13.871
Fuente: Presidencia de la República, Red de Solidaridad Social, Unidad Territorial de Antioquia

4.10.3 Espacios de conciliación para el tratamiento del conflicto

Consejo de Conciliación y desarrollo social “opción de vida San Luis”

Es una propuesta de iniciativa ciudadana que operó en el municipio de San Luis entre 1997 y
febrero de 1999. Surgió como una propuesta de conciliación incluyente a todos los sectores
sociales que tenía como objetivo central generar un proceso de conciliación entre los grupos
armados, la empresa privada y el Estado al rededor de un objetivo común: la inversión social para
el desarrollo del municipio. Es de resaltar que en los objetivos no se plantea el acabar con la
guerra sino el generar unos espacios menos violentos que permitieran el desarrollo de programas
sociales enfocados en la superación de la pobreza, la construcción de capital social y el
mejoramiento de la convivencia.

Como elementos más rescatables, en términos de los aprendizajes que luego nutren otras
experiencias que en este mismo marco tienen lugar en la subregión, se pueden enumerar:
147

Se constituyó como una alianza entre iguales en la que participó la sociedad civil, el gobierno local
y la empresa privada. En esta experiencia participaron en alianza la administración municipal local,
la empresa Cementos Rioclaro, la sociedad civil desde todos los sectores, la Fundación Rioclaro y
la CRI y la Pastoral Social de la Diócesis como garantes.
Consiguió que los actores armados bajaran la intensidad de las acciones en el municipio
permitiendo la inversión social y reduciéndose la afectación de la sociedad civil no involucrada en
el conflicto.

Se constituyó en un espacio pedagógico articulado de abajo hacia arriba donde se trascendió el


discurso de la neutralidad, el actor armado no fue asumido como el enemigo y se ejerció el respeto
por la diferencia.

Se destaca esta propuesta por los elementos pedagógicos y metodológicos frente al tratamiento
del conflicto que le aporta a los demás espacios en búsqueda de la paz que luego tienen lugar en
la subregión.

Municipios Asociados por la Paz

En buena medida a raíz del trabajo realizado por el Consejo de Conciliación de San Luis y la
presentación de éste en España, esta propuesta se acerca a la subregión del Oriente Antioqueño.
Su radio de acción en la incluye los municipios de San Francisco, Cocorná, San Luis, Puerto
Triunfo y parte baja de Sonsón. Participan en este proceso los municipios mencionados, la
fundación ARACOVA, la Fundación Rioclaro y las comunidades beneficiarias.

Es un proyecto apoyado por la Fundación española ARACOVA, de la comunidad valenciana, que


tiene como eje la construcción y mejoramiento de vivienda para las comunidades rurales de estas
localidades y al rededor de este proyecto concreto, generar sensibilización frente a la necesidad de
fortalecer los lazos comunitarios, la solidaridad y la autogestión para el desarrollo en medio del
conflicto. En su fase inicial se plantea atender aproximadamente 900 familias de los municipios
mencionados con la construcción y mejoramiento de vivienda, además de brindar soluciones para
el saneamiento básico.

Consejos Municipales de Paz

Como figura surgen en el marco de una política del Estado Nacional en 1998 que tiene como eje el
concertar espacios para la convivencia pacifica en los municipios. Es liderado por el Alcalde
municipal y en él deben hacerse partícipes los sectores sociales más representativos de la
localidad y las instituciones sectoriales con asiento en el municipio.

Este tipo de espacios por obedecer a una política estatal ha tenido un escaso reconocimiento por
parte de los actores armados en la subregión. Además, surge como una propuesta muy de corte
institucional en un escenario donde la experiencia ha mostrado que los actores armados solo
reconocen y se muestran disponibles a la interlocución con los representantes de la sociedad civil.

En la actualidad sólo se tienen constituidos estos Consejos en los municipios de San Luis, Marinilla
y San Carlos pero jugando un débil papel frente a la conciliación en medio del conflicto y con un
reducido poder de convocatoria.

Corporación Vida Justicia y Paz

Es una propuesta solidaria de diferentes sectores representativos del Oriente que tiene por objeto
mantener un canal de interlocución y diálogo con los distintos actores armados. Busca generar
148

acciones concretas de paz mediante el apoyo a proyectos concretos como el de desarrollo rural y
el de sembradores de paz, jalonados por la Pastoral Social de la Diócesis Sonsón-Rionegro.

Además, se constituye en un espacio de reflexión sobre la afectación y consecuencias de la guerra


en la sociedad civil buscando estrategias concertadas que permitan minimizar los impactos de ésta
y humanizar el conflicto armado. Desde este se lideró la Quinta Asamblea de la Sociedad Civil por
la Paz, la oración continua por la paz en 1999 y se acompañó el proceso de conformación de un
consejo subregional de paz que da lugar al Consejo Provincial de Paz.

Forman parte de la corporación la Pastoral Social de la Diócesis que de alguna manera ejerce
fuerte liderazgo en el proceso, alcaldías de algunos municipios, Personeros municipales, el sector
empresarial, la Cámara de Comercio del Oriente, los sindicatos, Juventudes Obreras, el sector
bancario y la UCO, entre otros.

Corporación de Desarrollo y Paz para el Oriente

Se conforma a finales de 1999 con la participación de las empresas de generación y transmisión


eléctrica ISAGEN e ISA, Proantioquia, la Pastoral Social de la Diócesis Sonson Rionegro, la
Corporación Vida Justicia y Paz y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, quien
hace las veces de asesor.

Desde la corporación se busca replicar en el Oriente Antioqueño algunos elementos considerados


exitosos del programa del Magdalena Medio, pretendiendo instalar un proceso con énfasis en la
educación para el desarrollo y la paz que incluya a todos los municipios de la subregión. La
propuesta se enmarca en la perspectiva de desarrollo humano sostenible y propugna por un
desarrollo integral de las comunidades mas afectadas por la violencia partiendo de apoyar los
programas de la Pastoral Social.

Consejo Provincial de Paz

Es un espacio subregional que tiene como propósito fundamental contrarrestar los efectos de la
confrontación armada. Como espacio de movilización social busca concretar acciones que
conduzcan a posicionar a la sociedad civil como garante de un proceso de paz en el Oriente.

Un elemento a resaltar es que este espacio surge como resultado y se alimenta del trabajo de
distintos grupos y organizaciones que se han unido en la reflexión frente al tema de la conciliación
entre actores con distintos intereses, incluyendo los armados y el Estado, y es planteado como una
iniciativa comunitaria que parte de fortalecer su autonomía y capacidad de autoconvocatoria.

De una primera asamblea surgieron cuatro comisiones de trabajo para orientar la discusión frente
a varios temas considerados fundamentales en la búsqueda de la paz: Humanización del conflicto,
Cultura de paz, Agenda temática para la participación en las negociaciones entre el gobierno y la
insurgencia y una comisión que se encarga del funcionamiento del organismo. Participan de este
espacio organizaciones de la sociedad civil, Administraciones locales, la iglesia, el sector
empresarial, instituciones de educación, el sector comercio y ONGs entre otros.

Además de los espacios mencionados tienen lugar otros procesos importantes de señalar como
son La Asamblea Comunitaria de Paz en el municipio de Nariño y un proceso de Conciliación y
Paz jalonado por un grupo de jóvenes en el municipio de Guatapé.
149

Al observar en conjunto los espacios de conciliación generados se tiene como constante la


decidida participación de la iglesia a través de la Pastoral Social quien de alguna manera es
reconocida como un actor fundamental en estos procesos.

En la coyuntura reciente, el Oriente Antioqueño se ha configurado en un escenario estratégico del


conflicto armado del país, que tiene como ruta la búsqueda de una salida negociada al conflicto, en
el que se destacan los siguientes hechos:

Estructuración y puesta en marcha de la metodología que permitió la liberación de los


observadores de la OEA en Noviembre de 1997.

Lanzamiento de la Convención Nacional por parte del ELN desde el Corregimiento de Santa Ana,
municipio de Granada, el mismo día de la Liberación de los observadores de la OEA.

Realización de la reunión Preparatoria de la Convención Nacional en octubre de 1998.

Reunión entre la dirigencia del ELN y Víctor G. Ricardo en el municipio de San Francisco.

Asamblea regional de la sociedad civil por la paz en el municipio de La Ceja, en Marzo del 2.000,
la cual dio lugar al nacimiento del Consejo Provincial de Paz.

En conjunto los elementos anotados precedentemente permiten visualizar un escenario


sociopolítico a corto plazo fuertemente impactado por el conflicto armado. El Estado seguirá
viéndose como un actor incapaz de ejercer el control y la autoridad que le corresponde y tratará de
erguirse en el monopolio de la fuerza por la vía de la confrontación, y solo mediante la presión de
grupos sociales fuertes, por la vía de la negociación y conciliación.

Continuará la acción guerrillera en contra de la infraestructura energética, en tanto no avancen los


diálogos nacionales y continúen los procesos de privatización de ISA e ISAGEN. Será fuerte la
arremetida paramilitar buscando obtener el control territorial. Coherente con esto, resulta
estratégico militarmente disputar el control de las principales vías y corredores que comunican las
distintas zonas. En consecuencia, resultarán duramente afectadas las dinámicas de poblaciones
en diversas territorialidades y estará mas lejos la respuesta a los problemas estructurales antes
planteados.

Mientras tanto, la sociedad civil con una débil cultura política y un también debilitado tejido social
se verá en serias dificultades para asumir un papel, que trascendiendo las coyunturas, permita
amainar los impactos de la guerra y encaminar procesos serios y efectivos de conciliación y
negociación en pro de la humanización de la guerra y de la paz. Los movimientos de conciliación
aún dispersos y aislados se ven poco preparados para afrontar este futuro, no obstante
actualmente soliciten al Gobierno Nacional autorización para realizar diálogos regionales.

Podría afirmarse que en el futuro próximo se continuará al vaivén de las decisiones que sobre el
asunto se tomen a nivel extraregional: diálogos con las FARC, iniciación de diálogos con el ELN,
reversión o cambio en la forma de asumir los procesos de privatización de las empresas eléctricas.
150

4.11 DINÁMICA POLÍTICA – ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA

Aquí se retoma en buena medida los resultados de la investigación “El Impacto de la


Descentralización en los Municipios del Departamento de Antioquia”, tomo III, Subregión del
Oriente Antioqueño, elaborado por la Escuela de Superior de Administración Pública - ESAP,
publicados en 1.999.

4.11.1 Gestión pública local

La lectura de la gestión local en el Oriente Antioqueño se enmarca en algunas contradicciones


inherentes al contexto nacional de descentralización administrativa, entre las que se destacan:
asignación de funciones y responsabilidades a las localidades sin adecuadas políticas fiscales,
definición de políticas de planeación centralizadas y trasladadas a la subregión sin el adecuado
soporte financiero, y alta responsabilidad económica local frente a escasa autonomía en la
definición del gasto y la inversión, por sólo mencionar algunas.

Una limitante común a la mayoría de los municipios, asociada con la capacidad de gestión local, es
la baja preparación académica de los funcionarios administrativos. Muy pocos han cursado
estudios de especialización, un porcentaje mayor son profesionales y tecnologos. De acuerdo a
esto se puede afirmar que aproximadamente mas de la cuarta parte de los empleados municipales
que ocupan cargos administrativos, profesionales – técnicos, de asesores o directivos tienen un
nivel académico inferior al de tecnólogos, situación que sin lugar a dudas repercute en la calidad
de la gestión local.

No obstante en la subregión se viene presentando la profesionalización de los mandatarios de


turno y viene ganando terreno la elección de personas con una mayor cualificación académica,
aún es notoria la débil preparación y formación de los alcaldes en algunos municipios. En
noviembre de 2.000, 7 eran bachilleres, 4 tecnólogos y 10 han cursado estudios universitarios. Las
profesiones predominantes son: Administración de Empresas, Ingeniería, Derecho y Economía.
Son egresados de distintas instituciones académicas: Universidad de Medellín, ESAP, Universidad
Nacional, UPB, Instituto Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Universidad EAFIT, Universidad
Cooperativa de Colombia, Universidad Santo Tomas de Aquino y la Fundación Universitaria Luis
Amigó.

Una segunda limitante asociada con la eficiencia en la gestión, es la alta burocracia administrativa
existente. Ésta a su vez, se origina en las prácticas de clientelismo político tradicional, Para el año
de 1997 el promedio de funcionarios por habitante duplicaba el promedio departamental,
presentando una relación de 6 funcionarios por cada millar de personas. Del total de funcionarios
para este mismo año, el 17.7% estaba contratado bajo la modalidad de prestación de servicios,
esquema de contratación que comúnmente se utiliza para dar cabida a las recomendaciones
políticas (Esap, 1.999).

Una tercera limitante tiene relación con las debilidades en la implementación de la carrera
administrativa, en términos de lo que esto significa desde los procesos de selección e ingreso de
los funcionarios, los procesos de evaluación de desempeño y la capacitación que a éstos se
brinda. Con excepción de San Luis a 1.997 en todos los municipios se utilizaba este mecanismo
para el ingreso de los funcionarios, en 4 no se ejercía evaluación de desempeño (San Rafael, San
Luis, San Francisco y El Peñol), en 3 se carecía de manual de funciones (Guatapé, San Francisco
y San Vicente) y solo en 12 se implementaban programas de capacitación (San Vicente, San
Francisco, San Carlos, Guarne, Guatapé, La Ceja, La Unión, Marinilla, El Peñol, Cocorná, Argelia
y Nariño).
151

En lo que respecta a la planeación, la gran mayoría de los municipios cuentan con plan de
desarrollo municipal (regulados por acuerdo), planes sectoriales en salud y agropecuarios y planes
de ordenamiento territorial aprobados, entre otros. La falencia frente a la planificación radica en
que los planes son solo asumidos como requisitos de ley, no se constituyen en derroteros de
acción y tampoco son evaluados. En otras ocasiones son asumidos como instrumentos técnicos
para las entidades respectivas pero son muy bajos los niveles de socialización y de participación
comunitaria en su formulación. En esta medida, apenas si se insinúa un tímido control ciudadano
en la efectiva ejecución de lo consignado en los planes y por ende, son escasas las demandas y
participación ciudadana en una efectiva evaluación.

Frente a la situación fiscal de los municipios, se pueden anotar algunas debilidades evidentes en el
déficit corriente a pesar de los esfuerzos por lograr un fortalecimiento fiscal propio. En promedio
los municipios presentan una alta dependencia de las transferencias de recursos de la nación vía
ICN o vía transferencias del sector energético. A esta limitante en la gestión se suman los altos
costos de funcionamiento27, el incremento del pago de intereses producto de un mayor
endeudamiento, la disminución de las transferencias corrientes de la nación desde 1.993, la
“pereza fiscal”, la corrupción y el clientelismo.

En síntesis y a partir de los anteriores elementos anotados se puede advertir que existen
debilidades frente a la eficacia y la eficiencia de la gestión pública local. Existen condiciones que
mejorar.

Fortalezas y potencialidades que posibilitan definir caminos desde los cuales incidir en el
mejoramiento de la gestión de los actores municipales. A continuación se destacan las siguientes:

Surgimiento y consolidación de instancias de apoyo a la gestión local con importantes niveles de


liderazgo y reconocimiento. Es el caso de:

La Corporación CORNARE, apoyando procesos de planeación y ejecución de proyectos y


cofinanciando el funcionamiento de instancias como las Unidades de Gestión Ambiental en varios
municipios.

Las Asociaciones de Municipios como MASORA liderando procesos de planeación y articulación


subregional.

La Corporación Empresarial del Oriente —CEO—, con manifiesto interés en redireccionar su papel
social y articularse en el diseño y ejecución de programas de desarrollo.

La Universidad Católica del Oriente —UCO— que ostenta trayectoria en la formación educativa en
la subregión, en el apoyo a la gestión local mediante convenios específicos y con potencialidades y
fortalezas en lo referente a la investigación y el desarrollo biotecnológico.

La Fundación para el Desarrollo Empresarial —Funde— como una experiencia naciente que
pretende articular sistemas productivos, empresa y educación.

El Sena buscando articular la formación que imparte a las necesidades del sector público y
productivo.

27
Dados por las nuevas funciones que asume el ente local a propósito de la descentralización y por la
burocracia.
152

La Diócesis Sonsón-Rionegro y en particular la Pastoral social, liderando procesos de desarrollo


productivo en zonas marginadas y buscando salidas a las condiciones de conflicto que atraviesa la
zona.

PRODEPAZ. Organización que busca articularse e incidir en el desarrollo supra municipal,


apoyando la gestión de los actores cívicos e institucionales.

El Departamento Administrativo de Planeación y con el, todas las entidades de hacen parte de la
Gobernación de Antioquia.

Entre otras.

Desarrollo de programas educativos en áreas relacionadas con la gestión local.

La vinculación de instituciones de educación formal y no formal, sumado a otros factores, viene


desencadenando procesos que se perciben como la génesis de una nueva perspectiva de gestión
para la subregión. En Marinilla, la Universidad Nacional a través del CEHAP propició un espacio de
discusión frente a la planeación local y regional al ofrecer un diplomado alrededor de esta
temática.

La presencia de la Universidad de Antioquia ofreciendo recientemente la especialización en


Gobierno y Cultura Política a través del Instituto de Estudios Políticos, posibilitó a algunos actores
subregionales una plataforma desde la cual repensar la dinámica política y el ejercicio
gubernamental actual. En alguna medida, los interrogantes generados en el diplomado empiezan a
permear las administraciones municipales, las instituciones sectoriales, los movimientos políticos y
demás organizaciones y, según lo manifiestan algunos agentes que participaron del ejercicio,
viene incidiendo positivamente en la concepción y manejo de los asuntos públicos en estas
instancias.

El programa de Conciudadanía de formación en liderazgo ha propiciado la génesis del


empoderamiento de algunos sectores sociales, hasta entonces excluidos de los espacios de
decisión administrativa. Es el caso de municipios como Marinilla, Argelia, Sonsón y Guatapé, por
solo mencionar algunos, donde las mujeres organizadas han hecho públicos sus intereses frente al
desarrollo local, apropiándose de espacios como los cabildos abiertos.

Emergencia de nuevos liderazgos ciudadanos e institucionales ejerciendo autónoma y localmente


enfoques de planeación que trascienden lo físico - técnico y perfilan nuevas perspectivas para
pensar y asumir el desarrollo futuro local y subregional. Se resaltan propuestas como El
Movimiento Niño en el municipio de Guatapé, el proyecto de producción limpia liderado por la
Corporación Empresarial del Oriente -CEO, el proyecto de distrito agrario liderado desde la
administración municipal de Marinilla y el proyecto de revitalización de las actividades agrícolas
con la educación como eje en el municipio de San Vicente, entre otros.

Afianzamiento local de la visión de convertirse en ¨ Región educada y educadora con proyección


internacional al 2.020¨. Aunque de manera aislada y poco articulada, en buena parte de los
municipios va ganando consenso la idea de que uno de los ejes del desarrollo futuro es la
educación. Un elemento común a las propuestas programáticas de los candidatos a las alcaldías,
es que retoman planteamientos del discurso de ciudad educadora o tienen como eje la educación.
Además y coherente con los propósitos que encierra la visión, localmente se ejecutan y han
concebido proyectos como los siguientes:

Ciudadelas educativas en El Carmen de Viboral y Marinilla.


153

Proyectos e ideas de proyecto para la creación de universidades públicas en Sonsón y Rionegro.

Implementación de modalidades que permitan mayor acceso a la educación superior. Guarne es


reconocido como Municipio Piloto en Educación a Distancia a nivel Latinoamericano.

Ideas de proyecto para el desarrollo de programas en educación superior implementando


modalidades como la universidad virtual. Un grupo de líderes del municipio de Marinilla (Escuela
Forhum) presentó este proyecto a la administración municipal lo mismo que al departamento de
Ingeniería Industrial de la Universidad de Antioquia.

Avances en la implementación de los ciclos complementarios en las Normales de Sonsón,


Rionegro, Marinilla y Abejorral.

Proyecto de parque tecnológico que integre en red sistemas productivos, sistema educativo y las
fortalezas de las distintas localidades.

Los anteriores elementos, aunque escasos y dispersos, evidencian como localmente en el Oriente
el asunto de la oferta y calidad educativa se percibe como una necesidad y se hacen esfuerzos por
atenderla. Esfuerzos aislados que de potenciarse pueden alimentar un escenario favorable a la
visión de subregión educada y educadora planteada, no obstante las formas de entender tal visión
sean diversas y los enfoques sean ricos. Además, puede afirmarse en forma aún anticipada que
éste se constituye en un ambiente propicio donde las instituciones de educación y en especial las
de educación superior pueden hacer un aporte importante al desarrollo subregional.

4.11.2 Presencia y credibilidad en las instituciones del Estado

A diferencia de muchas otras subregiones del Departamento de Antioquia y del país, el Oriente
Antioqueño ha contado con la presencia de diversas instituciones del orden departamental y
nacional. Dicha presencia, a partir del proceso de descentralización administrativa, se ha venido
reduciendo al apoyo y acompañamiento en la gestión local, principalmente desde el gobierno
departamental, dando cuenta de la concepción general de esta política. En éste sentido, desde la
gran mayoría de secretarías sectoriales departamentales se cuenta con funcionarios de apoyo en
la planeación, ejecución y evaluación de la gestión sectorial local.

En el orden local, a partir de que los municipios empiezan a asumir la descentralización se


presenta la creación y consolidación de instancias sectoriales, con avances en las estrategias de
articulación interinstitucional y con las comunidades. En la actualidad se presenta una mayor
cercanía de las instancias administrativas entre sí y con las comunidades por fuera de las
relaciones políticas - partidistas tradicionales. Con lo anterior no se quiere decir, sin embargo, que
se hayan abandonado las prácticas de apadrinamiento político a las organizaciones ni que éstas
dejen de lado la búsqueda de amparar sus acciones en el bipartidismo tradicional.

Frente a la credibilidad en las instituciones y la imagen que éstas proyectan, las percepciones
varían de un municipio a otro al igual que entre las diferentes entidades, ya sean éstas del orden
local, departamental o nacional. Esta situación depende en gran medida del grado de compromiso,
desempeño y continuidad del funcionario de turno.

El crecimiento en la abstención electoral en los últimos períodos de elección popular, 28 permite


inferir un cierto descrédito en las instituciones democráticas. No obstante buena parte de esta
abstención sea producto de la represión de los actores armados, existen sectores poblacionales
28
El porcentaje de abstención electoral para el primer período popular fue del 31%, para el tercero del
50.34% y para el siguiente período del 68.91%. ( ESAP, 1999)
154

que se niegan a participar de los procesos de elección popular pues persiste la idea que asocia la
práctica política con corrupción. Incluso sectores poblacionales medios (profesionales) se inhiben
de tomar parte en las administraciones públicas por temor a ser involucrados en dichas prácticas.

El respaldo electoral a los alcaldes elegidos, en promedio superior al 50% de los electores, permite
pensar en unos niveles medios de aceptación en los mandatarios elegidos popularmente. Sin
embargo, este indicador global no permite ver dos realidades asociadas: de un lado la existencia
de municipios donde los alcaldes fueron elegidos con la participación de un mínimo porcentaje del
potencial electoral (caso de los municipios donde el proceso electoral ha sido afectado por la
represión armada) y de otro, la pérdida de credibilidad en éstas administraciones en la medida que
avanza la ejecución de sus propuestas programáticas. Son pocos los municipios en donde se le
reconoce una gestión adecuada al grupo administrador saliente.

Para mirar la credibilidad en las instituciones de carácter educativo, además de las instituciones
oficiales se tienen en cuenta las privadas buscando tener un escenario comparativo un poco más
amplio. La Universidad Católica del Oriente —UCO—, es la institución privada de mayor
reconocimiento en el ámbito subregional, de un lado por su trayectoria de aproximadamente 18
años y del otro, por ser una de las únicas instituciones educativas a nivel superior que nace en el
Oriente. El reconocimiento alcanzado por este centro se evidencia en parte, pues allí acuden
personas provenientes del Valle de Aburrá, de otras subregiones del departamento e incluso de
otros departamentos.

La Fundación Universitaria del Oriente, al igual que el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, ha venido
posicionándose y ganando en credibilidad como institución educativa en la subegión a partir de la
apertura de nuevos programas y de una cierta articulación con actores y dinámicas subregionales
desde su que hacer educativo.

Pero indudablemente las instituciones de carácter oficial con mayor credibilidad, reconocimiento y
cuya presencia genera las más importantes expectativas son en su orden la Universidad de
Antioquia y la Universidad Nacional sede Medellín. La Universidad de Antioquia, puede afirmarse,
es la institución más representativa y que proyecta una mejor imagen para los habitantes del
Oriente, no obstante en muchos municipios y diversos sectores poblacionales se desconozca su
presencia como universidad en la subregión. Evidencian esta buena imagen de la Universidad las
manifestaciones de interés por parte de líderes y funcionarios para que ella tenga sede en su
localidad.

4.11.3 Finanzas

Las evidencias de una eficiente asignación del gasto público en los municipios del Oriente
Antioqueño, se manifiestan en los cambios que se presentan en la cobertura e infraestructura de
salud, educación y los servicios públicos domiciliarios referidos en capítulos anteriores. Es decir,
que en el caso de esta subregión, los cambios van mas allá del simple aumento de los recursos,
pues se observan transformaciones que inciden en la calidad de vida de sus habitantes en el
mediano y largo plazo.

Por otra parte se observan los siguientes cambios, que revelan una asignación del gasto más
eficiente:

Aumento en la asignación de recursos: se presenta un crecimiento real en la asignación de


recursos totales en los municipios durante la época analizada (1.989 – 1.997).
155

Cambio en la estructura del gasto: se registra un aumento en los gastos de capital, un incremento
en el servicio de la deuda a niveles sostenibles y una disminución de la participación de los gastos
de funcionamiento, aunque estos últimos con preocupante incremento percápita en algunos
municipios.

En cuanto al aumento en la asignación de recursos, en 1.988, el gasto total en pesos constantes


por cada habitante fue de $59.375, en 1993 fue de $94.490 y en 1.997 el gasto total percápita
ascendió a $194.687, con una tasa de crecimiento anual del 14.1%.

Independientemente de sí el volumen de recursos es o no suficiente para atender la totalidad de


las obligaciones transferidas a los municipios, el gasto total en pesos constantes paso de
$28.278.986.000 en 1.988, a $51.823.788.000 en 1.993 y para el año 1.997 a $111.577.184.000,
con una tasa de crecimiento anual del 16.5%.

En este estudio no se tuvieron en cuenta fenómenos que deterioran la evolución positiva de la


asignación del gasto, como la corrupción y la ineficiencia en la ejecución del gasto, por tal razón es
necesario distinguir entre la eficiencia en la asignación del gasto y la eficiencia en su ejecución,
donde lo que sí es claro es la falta de control especialmente de control interno y ciudadano.

La composición del gasto municipal percápita evolucionó sustancialmente entre 1.988 y 1.997:
fuerte crecimiento de la inversión, más utilización de los recursos del crédito y un menor peso de
los gastos de funcionamiento pero con un alto índice percápita en varios municipios.

Gastos Percápita

Objeto del Gasto 1.988 1.993 1.997


Gastos funcionamiento 32.97 38.83 49.28
Inversión 25.25 51.74 134.52
Servicio de la deuda 1.16 3.94 10.89
Fuente: El Impacto de la Descentralización en los Municipios, ESAP 1.999

De junio de 1.988 a mayo de 1.990, los alcaldes debieron dedicar el 48% del gasto a financiar el
funcionamiento, el 7.5% al servicio de la deuda y el 44.5% a la inversión, con un promedio anual
de gasto total de $34.376 millones.

De junio de 1.990 a mayo de 1.992, los gastos de funcionamiento fueron el 42%, el servicio de la
deuda el 7.6% y la inversión subió al 50.4% con un promedio anual de gasto total de $40.005
millones.

Entre junio de 1.992 y diciembre de 1.994, el funcionamiento descendió al 35.5%, el servicio de la


deuda a 5.2% y la inversión al 59.3% con un promedio anual de $57.681 millones. En este periodo
ya se observaba el impacto de las mayores transferencias condicionadas en la constitución y la ley
60 de 1.993.

Entre enero de 1994 y diciembre de 1.997, los gastos de funcionamiento fueron el 26.5%, el
servicio de la deuda el 8.7% y la inversión del 64.8% con un promedio anual de $102.472 millones

La inversión percápita pasó de $25.250 en 1.988 a $51.740 en 1.993 y a $134.520 en 1.997 con
una tasa de crecimiento real del 20.3%.
156

Hay que destacar que para esta época, municipios como Alejandría, Concepción, Guatapé, y San
Francisco presentanban, en conjunto, un mejor promedio de inversión percápita que el resto de
municipios a excepción de Rionegro.

A pesar de que todos los sectores registran crecimiento real, es la salud la que presenta el cambio
más importante, pues pasó de $2.270 en 1.988 a $27.070 en 1.997, con una tasa de crecimiento
real del 34.42% este dinamismo se debe a que antes de la Ley 60 de 1.993, la inversión que
hacían los municipios en este sector era insignificante, lo que no ocurría con la educación primaria
a la cual antes de la mencionada ley ya se le apropiaba el 10% de los ingresos corrientes del
municipio según lo establecido en el decreto 2364 de 1.956, además de las apropiaciones que
podían hacerse según la ley 12 de 1.986.

En consecuencia, el efecto de las transferencias condicionadas por la ley 60, la salud y la


educación adquieren la mayor preponderancia respecto al gasto total, el sector agua potable y
saneamiento básico conserva su importancia, mientras que los sectores de recreación y deportes,
cultura, vivienda y vías, pierden en la inversión, cuando antes de la expedición de la ley 60 estos
sectores fueron objeto de importante asignación de recursos.

La condicionalidad de las transferencias tiene su mayor impacto a la hora de priorizar la asignación


del gasto, pues el municipio no tiene maniobrabilidad alguna sobre todo si el valor de los proyectos
grandes supera los porcentajes fijados para los ingresos. Es el caso de proyectos de acueductos,
vías, asistencia agropecuaria y los demás clasificados en otros por la ley, que solamente cuentan
con el 20% de las transferencias.

Globalmente considerada, la distribución sectorial de la inversión poco se aproximaba a los


porcentajes de 30% para educación, 25% para la salud, 20% para agua potable y saneamiento
básico, 5% para la recreación, deporte y cultura y 20% para libre inversión.

El servicio de la deuda durante 1.988 y 1.997 presentó un crecimiento real del 32%. Mientras en
1.998 era de $1.157, en 1.993 ascendía a $3.939 y en 1.997 a $10.893. En el periodo pasó de una
tasa de participación del 1.8% del gasto total en 1.988, a 5.6% en 1.997.Esta fuerte utilización de
los recursos del crédito se origina en el mayor dinamismo de la inversión entre los años ya
mencionados, por otra parte la facilidad que se presentaba para acceder a recursos del crédito
antes de la Ley 358 de 1.997.

Relación servicio / ingresos corrientes y tributarios

Concepto 1.988 1.993 1.997 Tasa de crecimiento


Ingresos corrientes 16.606.202 28.983.670 319.184.477 5%
Ingresos tributarios 5.680.582 11.268.219 17.085.984 13.0%
Servicio de la deuda 551.490 2.159.352 6.243.376 32.0%
Servicio 9.7% 19.2% 36.5%
deuda/tributarios
Servicio 3.3% 7.5% 19.6%
deuda/corrientes
Fuente: El Impacto de la Descentralización en los Municipios, ESAP 1.999

Pese lo anterior y de acuerdo con los resultados de la relación del servicio de la deuda con los
ingresos corrientes y con ingresos tributarios, se establece que los municipios analizados en
conjunto debieron desembolsar $36.5 de cada $100 recibidos por impuestos, $19.6 de cada $100
recibidos por ingresos corriente, para cancelar el servicio de la deuda en 1.997.
157

Si bien es cierto que los gastos de funcionamiento pasaron del 55% en 1.988 al 25% en 1.997, es
preocupante el aumento percápita, que pasó de $32.966 a $49.278 en 1.997. Situación similar se
presento en otras subregiones.

Rionegro, El Peñol, EL Retiro, La Ceja, San Carlos, San Luis, Alejandría y Guatapé, superaron los
gastos de funcionamiento percápita promedio en la subregión. Los índices más altos son los del
Retiro y Guatapé, con $137.240 y $153.800 percápita de funcionamiento, respectivamente para
1.997.

Descontando Rionegro, los gastos de funcionamiento percápita del resto de los municipios de la
subregión fueron $24.796 en 1.988, $32.366 en 1.993 y de $41.624 en 1.997, es decir que en
términos generales se agustan al promedio de otras subregiones.

Los gastos de personal son los que registraron un mayor crecimiento (10.23%) y su asignación
percápita es relativamente alta comparada con otros municipios fuera de la subregión.

Durante este periodo los municipios con mayores índices de gastos de personal por habitante
fueron Rionegro, El Retiro y Guatapé, pero descontando a Rionegro el indicador del resto de los
municipios es similar a los del suroeste por ejemplo.

En lo que respecta a las transferencias, se registra un mayor crecimiento, 9.39% por el incremento
en las transferencias para la seguridad establecidas por la Ley 100 de 1.993. Desde luego que
aquí no aparece la cuantificación del pasivo pensional que el municipio debe asumir en
cumplimiento de esta ley.

De otra parte, no se evidencia ninguna relación entre la categoría del municipio y sus gastos por
habitante, en funcionamiento y más concretamente los gastos de personal. La burocratización
tiene origen más en decisiones políticas que en el tamaño del municipio.

En cuanto al fortalecimiento desigual de la capacidad de inversión, los ingresos de capital para el


Oriente fueron de $14.138 millones en 1.988 y de $70.998 millones para 1.997 con un crecimiento
real de 19.64%. En el mismo periodo los ingresos de capital percápita pasaron de $29.690 a
$123.880 esto explica el incremento de los gastos de inversión en los diversos sectores.

El incremento de los ingresos de capital se originó fundamentalmente en las mayores


transferencias de la nación, especialmente por la vía de los ICN, pues el situado fiscal para salud
apenas empieza hacer girado a algunos municipios a partir de 1997.

Buena parte de los municipios del Oriente Antioqueño reciben transferencias del sector eléctrico,
las cuales están reglamentadas por la Ley 99 de 1.993, según la cual las empresas generadoras
deben transferir el 6% del valor de los kilovatios hora generados, un 3% con destino a la
corporación y el otro 3% a los municipios. El 3% de los municipios se distribuye así 1.5% para los
municipios de la cuenca hidrográfica que surte el embalse y el 1.5 restante para los municipios
donde se encuentre el embalse.

Solamente se pueden aplicar a funcionamiento el 10% de las transferencias del sector eléctrico. El
90% debe ser para financiar el Plan de Desarrollo en obras de saneamiento básico y mejoramiento
ambiental.

En 1.997 principalmente se registraron con alguna importancia los recursos de cofinanciación


(departamentales, fondos especiales y otros). En este sentido se ha logrado un cambio muy
158

importante gracias a los mayores recursos, el municipio ha logrado mejorar la cobertura y la


infraestructura de servicio.

El grado de dependencia, que resulta de relacionar el monto de las transferencias recibidas con los
ingresos totales del municipio, fue de 45.9% en el año de 1.988, se elevo al 52.55 en 1.993 y
descendió al 46.8% en 1.997 como promedio en la subregión.

Significa lo anterior, que no obstante el incremento real superior al 12%, que registran las
transferencias, el grado de dependencia de los municipios de la subregión permanece constante,
lo que prueba una vez más el esfuerzo que han hecho las localidades para mejorar sus ingresos
propios.

Individualmente considerados algunos municipios registran aumento del grado de dependencia,


pero una gran mayoría de ellos disminuyó la dependencia y son precisamente los municipios con
mayor incremento de su tributación percápita en el periodo.

Los municipios que registraron dependencia por encima del 70%, son Cocorná, Nariño, San
Rafael, y San Francisco, los que más baja dependencia son: Rionegro, El Retiro, La Ceja, Marinilla
y Argelia.

El grado de dependencia para la subregión, sin incluir a Rionegro es del 52.38% el cual es
relativamente bajo si se tiene en cuenta el peso especifico que representa a Rionegro.

El grado de dependencia a esta subregión es muy similar a la del suroeste que fue para esa época
de aproximadamente del 49%.

Analizado individualmente los municipios se observa que no existe una relación directa entre las
transferencias por habitante y el grado de pobreza es decir iniquidad en su distribución.

Una de las objeciones que hace la comisión de racionalización del gasto y de las finanzas públicas
a la descentralización, es la falta de suficiente recursos propios de los territorios, esta objeción
según el informe, se relaciona no solo con la capacidad fiscal propia de estas entidades para
generar recursos, sino con lo que se ha dado en llamar el fenómeno de “Pereza Fiscal”, que no es
otra cosa que la actividad pasiva que toman los gobiernos frente a la obligación de aumentar los
recaudos.

En este sentido para el caso de los municipios analizados, los recursos propios presentan un
crecimiento real del 7.5% en la década.

Este crecimiento real se origina en el crecimiento de los ingresos tributarios del 13.0% de las
transferencias corrientes de 2.2 y de los no tributarios del 5.1%.

El municipio de Rionegro es el que registraba durante 1.988 y 1.997 la mayor tributación percápita,
dado que su comercio es él mas desarrollado y por que allí se han asentado diversas empresas
industriales que le han permitido mejorar sus ingresos tributarios. Por otra parte, Rionegro posee el
catastro más importante de la subregión.

Fuera de Rionegro, los mejores índices de tributación para ese entonces correspondían a los
municipios de El Carmen, Peñol, Retiro, Santuario, Guarne, La Ceja, Marinilla y Sonsón. Los
municipios más pequeños registraban los más bajos índices de tributación percápita.
159

Observando la subregión del Oriente incluyendo a Rionegro, esta registra un mayor índice de
tributación percápita de la subregión del suroeste, pero descontando a Rionegro, la tributación por
habitante es similar.

Los ingresos no tributarios representaron el 21.7% de los ingresos corrientes, destacándose en


conjunto los servicios públicos domiciliarios como los de mayor dinamismo, aunque su peso
especifico no es muy importante.

Por su parte, para esa época, las transferencias corrientes, es decir, la parte de las transferencias
de ingresos corriente de la Nación que son de libre distribución, presentaron una evolución acorde
al periodo de transición establecido inicialmente en la constitución y en la Ley 60 de 1.993 y
posteriormente en el acto legislativo No.1 de 1.995.

Se observa como en ese año 1995, las transferencias corrientes presentaron una disminución por
el fallo de la corte constitucional, en virtud del cual temporalmente, el 100% de dichos recursos
sólo pudieron destinarse a inversión.

En 1.997, los ingresos tributarios para los municipios de la subregión estuvieron estructurados en
un 49% por el impuesto predial, en un 31% por impuestos de industria y comercio y el 20% por
otros ingresos tributarios. A su vez los ingresos tributarios representaron el 53.5% de los ingresos
corrientes.

El predial presentó una tasa de crecimiento real del 18.1% y el de industria y comercio el 8.6%,
crecimientos que en cierta forma evidencia el esfuerzo fiscal de los municipios entre 1.988 y 1.997.
Es destacable la preponderancia y mayor dinámica del impuesto sobre la propiedad en relación
con los impuestos indirectos y el incremento de la tributación percápita que paso de $11.930 en
1988, a $29.810 en 1.997, en pesos constantes.

La importancia del impuesto predial en los municipios del Oriente, se reflejó en que los municipios
con las tarifas efectivas de impuesto predial más altas son los que presentan las mayores
tributaciones percápita. Es el caso de Rionegro, Retiro, y La Ceja.

El mayor dinamismo en el recaudo de predial se presentó a partir de 1.993. Lo cual podría


interpretarse como la reacción positiva a los lineamientos de la Ley 60 de ese mismo año y al acto
legislativo No.1 de 1.995, que disminuyeron gradualmente las transferencias para funcionamiento
obligando a los municipios a un mayor esfuerzo fiscal.

La mayor eficiencia en la recaudación del predial depende de la gestión particular de cada


localidad para la actualización del avalúo y de las tarifas y no de la categoría del municipio.
Aunque en el caso de Oriente las recaudaciones percápita más altas corresponden a las
categorías más altas existentes en la subregión.

A pesar de que la recaudación de predial creció a una tasa anual de 18.1% y que la recaudación
promedio por habitantes fue de $14.670, catorce de los municipios registraron crecimiento inferior
y solamente Rionegro, El retiro y La Ceja presentaron recaudos percápita por encima de los
promedios de la subregión.

Es decir que buena parte del esfuerzo fiscal en materia de impuesto predial, lo han hecho
Rionegro, El Retiro y La Ceja, cuyos recaudos en 1.997, presentaron el 71% del total de la
subregión.
160

En Antioquia se ha facilitado la actualización del avalúo de los inmuebles por contar con una
oficina de Catastro departamental, independiente del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, entidad
que maneja el catastro de los demás municipios del país. La tasa anual de crecimiento real de los
avalúos en el Oriente Antioqueño, para la época era de 17.3%, a pesar de que a precios de 1.997
los avalúos son menores con relación a los d 1.993. aquí se evidencia el impacto de la inflación en
la base gravable en perjuicio del fortalecimiento fiscal de los municipios. Esta misma situación se
registra en la subregión del Suroeste.

Algunos municipios presentaron tasas de crecimiento en su recaudación por encima del


crecimiento del avalúo, lo cual fue resultado de las acciones de la administración para mejorar los
recaudos, tales como incremento de la tarifa, tecnificación del recaudo y otros. En esta situación
están Rionegro, La Ceja, El Retiro, Marinilla, San Luis, San Vicente, Concepción, Guatape y San
Francisco.

Otros municipios presentaron tasas de crecimiento en la recaudación inferiores al crecimiento de


los avalúos, situación que puede resultar de la disminución de tarifas o de la ausencia de acciones
para mejorar su recaudación. Es el caso de los 14 municipios restantes de la subregión.

El 53% de la recaudación de impuesto de industria y comercio correspondió a Rionegro, El resto


de la subregión generó el 47% restante, que correspondió para 1.997 a una recaudación percápita
de $4.914, muy similar a la de los municipios del Suroeste que fue de $4.307.

Por otro lado, y teniendo en cuenta que el déficit o el ahorro corriente es el resultado de la
diferencia entre los ingresos corrientes y los gastos corrientes, tenemos que los ingresos corrientes
son los recursos que el municipio puede destinar libremente a funcionamiento o inversión, es decir
los tributarios, los no tributarios y las transferencias corrientes.

Los gastos corrientes, resultan de la suma de los gastos de funcionamiento y de los gastos de
intereses, aunque la gran mayoría de los municipios no desagregan el pago de intereses (los
presentan agregados con la amortización), razón por la cual no se ha incluido este concepto en el
calculo.

Por esta razón en buena parte de los municipios el ahorro o déficit se entiende sin incluir el gasto e
intereses. Excepto Marinilla, El Peñol, La Unión, San Carlos, San Rafael y San Vicente.

En general los municipios de la subregión del Oriente Antioqueño registraron para esa época una
disminución gradual del ahorro corriente hasta el punto de que en 1.997 fue de $1.501 millones,
cuando en 1.993 fue de $6.023 millones y eso que buena parte generado por Rionegro. Para ese
mismo año casi todos los municipio registraron déficit corriente.

El deterioro resulta del mayor crecimiento de los gastos corrientes frente a los ingresos corrientes.
Sin incluir Rionegro, la tasa de crecimiento real de los ingresos corrientes fue del 7.4% y el
crecimiento real de los gastos corrientes fue del 8.3%.

Las causas de esta situación fueron fundamentalmente las siguiente: Aumento de los gastos de
funcionamiento por las nuevas funciones que asumieron los municipios y por las mayores
transferencias para la seguridad social, sin excluir los caso de burocratización clientelista; el
crecimiento de pago de intereses por el mayor volumen de endeudamiento; y la disminución de las
transferencias corrientes de la Nación a partir de 1.993.

La consecuencia más funesta del déficit corriente es la utilización de las transferencias de la


Nación de inversión forzosa para financiar el faltante.
161

Entre las practicas más utilizadas estaban en primer lugar, la de disfrazar gastos de
funcionamiento en los gastos de inversión financiera con ICN; en segundo lugar la de disponer
transitoriamente de los fondos de ICN para pagar funcionamiento. En este ultimo caso los recursos
que se toman como préstamo son devueltos en algunos casos, pero en otros el municipio no
puede devolverlos por falta de recursos.

Estas practicas no solo tiene implicaciones de orden legal, sino que además afecta la financiación
de los programas y proyectos de inversión a los cuales se han destinado previamente dichos
recursos en los planes operativos de inversión. El servicio más afectado, por lo general, ha sido la
salud.

En otros caso los recursos del crédito obtenidos se desvían total o parcialmente a cubrir gastos de
funcionamiento. Este procedimiento puede tener, igualmente implicaciones legales.

El déficit corriente se está convirtiendo en una bomba de tiempo para las finanzas locales, más
aun si se tiene en cuenta que en los cálculos realizados no esta incluido el pasivo pensional.

Para complementar este tema ver anexo 2, sobre descripción general del plan operativo anual de
inversión – poai, para algunos municipios del Oriente por fuentes de financiación.
162

5. CONFORMACIÓN SUBREGIONAL.

Dadas las diferentes características geográficas, La riqueza y complejidad biofísica de la


subregión, esta se subdivide, como ya se ha mencionado en cuatro zonas a saber: Altiplano o
Valles de San Nicolás, Aguas o Embalses, Páramo o Sur Este y lBosques, cada una de las cuales
se identifica con dinámicas y problemáticas propias.

Para esta zonificación se retoma la división política municipal con el agrupamiento de acuerdo a
ínter - relaciones, accesibilidad, aspectos culturales, sociales, entre otros, para lograr una mejor
coordinación, integración y efectividad en las acciones de planificación.

5.1 Zona del Altiplano o de los Valles de San Nicolás

Está integrada por nueve municipios: La Ceja, El Retiro, La Unión, El Carmen de Viboral, El
Santuario, Marinilla, San Vicente, Guarne y Rionegro.

El Retiro, Rionegro y La Ceja son un grupo de municipios ligados al área metropolitana del Valle
de Aburrá. La Unión, El Carmen de Viboral, El Santuario, San Vicente y Marinilla conservan la
producción campesina, en la mayoría de estos municipios hay predominio de la población rural con
una importante área dedicada a la agricultura campesina, aunque es creciente el desarraigo
campesino estimulados por la urbanización, la industrialización y más recientemente la violencia.

Existe gran cantidad de fincas de recreo ocupando áreas de producción campesina, con una alta
concentración de la propiedad.

En esta nacen importantes ríos que abastecen los embalses, es una de las zonas con gran
potencial turístico dentro de la subregión.

Presenta una alta densidad vial y posee los mejores suelos de la subregión con alto potencial
agrícola.

De acuerdo al Plan de Gestión Ambiental de CORNARE 1.998 – 2.006, esta zona pasará de
345.348 habitantes en 1.998 a 430.000 en el 2.006, con una variación de población urbana de 51%
en 1.998 a 55% en el 2.006.

Los niveles de poblamiento del Altiplano, entre 1.964 y 1.998 superan el promedio del
Departamento, el municipio que mas ha crecido es La Ceja con un 44.35%, le siguen Rionegro con
un 39.76%, El Carmen de Viboral con un 39.55 % y El Retiro con 34.77% (Anuario Estadístico de
MASORA, 1.998). La zona posee el 26.06% del total del área de la subregión.

Por su proximidad al área metropolitana del Valle de Aburrá, recibe el impacto de la demanda de
espacio para la expansión de la metropolización, en un proceso acelerado de urbanización y
generación de serios impactos como por ejemplo: Crecimiento industrial de las cabeceras,
expansión urbana sobre el área agropecuaria, expansión sobre el bosque, alta demanda de
parcelaciones y alto crecimiento de la infraestructura de redes y edificios. Es potencializada como
una unidad de paisaje que afecta sus ventajas comparativas hacia una competitividad articulada a
la centralidad.

Su aptitud para la expansión de la urbanización afecta siete Municipios (El Carmen de Viboral, El
Retiro, El Santuario, Guarne, La Ceja, Marinilla y Rionegro), ha sido receptáculo de la expansión
vial y de relocalización de actividades de carácter Metropolitano: aeropuerto, industrias, educación,
163

financieras, sede militar, turismo social y vivienda, y escenarios de desarrollo de un sistema vial
denso de intercomunicación subregional y supra subregional.

Su conformación territorial se caracteriza por la interrelación de un sistema de altiplanos: El del Río


Negro, La Unión, Santa Elena, Las Palmas, y el Chuscal - Pantanillo.

Esta conformada por dos unidades biofísicas diferenciadas: El sistema del Altiplano del Río Negro,
bordeado de un cordón montañoso con altitudes que varían entre 2.100 y 2.600 m.s.n.m y la
unidad de vertientes largas de los cañones de los Ríos Buey - Piedras y del río Samaná Norte,
muy quebrada, con laderas empinadas y ríos muy encañonados, con precipitaciones medias que
superan los 3.000 milímetros anuales y que alcanzan hasta 5.000.

Los énfasis de intervención y gestión ambiental para la zona se han dirigido mediante la estrategia
de Ordenamiento Ambiental Territorial con la implementación de los acuerdos 016 de 1.998, 052
de 1.999, 093 de 2.000 y 107 de 2.002, la formulación y ejecución de proyectos zonales y el
cumplimiento ambiental de los Planes de Ordenamiento Territorial en todo su contenido a partir del
confinamiento del área urbana, controlando la protección de la red hídrica y la importancia de la
conservación y aprovechamiento del bosque.

Por la localización próxima e inmediata al Valle de Aburrá y la articulación de las dinámicas entre
las dos subregiones, la acción ambiental se ha orientado hacia los siguientes aspectos:

Concertación del ordenamiento ambiental con los entes territoriales e instituciones en zonas de
frontera del Valle de Aburrá,

Manejo de las acciones ambientales urbanas, en el tratamiento de actuaciones que presionan la


Subregión tales como: Intercomunicación entre los Valles por túneles y por superficie, la densidad
vial, los macroproyectos de ocupación por actividades económicas que tienden a expandirse;
industria, vivienda, comercio, servicios, turismo, crecimiento de la navegación.

Actuación sobre el impacto producido por la demanda de servicios ambientales para la prestación
de servicios públicos y el desarrollo de actividades económicas desde la zona: Parque Industrial de
Residuos Sólidos, Agua Potable, Hidroenergía, Paisaje para la recreación y especialmente el
aprovechamiento sostenible del bosque.

Hacia el futuro es necesario mantener y fortalecer las acciones relacionadas con la planificación
municipal, los convenios de producción más limpia, la comercialización y administración más
limpia, el saneamiento ambiental, la recuperación del espacio público y las llanuras de inundación,
la prevención de desastres y el aprovechamiento sostenible del bosque. Igualmente es
indispensable retroalimentar el conocimiento, la planificación, la información, la educación y la
participación.

La biodiversidad de los Valles de San Nicolás, y su riqueza florifaunística están representadas por
25 especies de flora silvestre de bosques mixtos latifoliados y perennifolios, (Piedras Blancas,
municipio de Guarne). 88 especies de flora, 105 especies de aves, 7 especies de mamíferos, 3
especies de reptiles y 2 especies de anfibios (Cuchilla la Unión – El Carmen de Viboral).

Además de 79 especies arbóreas y arbustivas, correspondientes a 68 géneros y 47 familias, 111


especies de aves, 2 especies de mamíferos, 3 especies de reptiles (San Sebastián - La Castellana
en el municipio de El Retiro); 60 especies de flora en bosques secundarios y rastrojos altos,
correspondientes a 53 géneros y 36 familias y 95 especies de aves, 6 especies de mamíferos (El
164

Capiro, Municipio de La Ceja y Rionegro); 20 especies de flora identificadas, 95 especies de aves,


11 especies de mamíferos (Microcuenca La Brizuela, Municipio de Guarne).

En cuanto a la economía de la zona, esta cuenta con tres importantes factores para el desarrollo
económico: el primero de ellos es su población, esta tiene la más alta tasa de densidad de
población del Oriente Antioqueño con 192.44 hab./ Km. 2 (densidad superior al promedio
departamental que es de 88.03 hab./ Km.2). El segundo factor es su clima, que lo favorece para el
desarrollo de actividades agropecuarias, agroindustriales, habitacionales y turísticas. Y, el tercero,
es sin duda, su cercanía con el Área Metropolitana del Valle de Aburra, su desarrollo vial, urbano y
de servicios y el ser sitio de ubicación industrial, ver tabla siguiente:

Participación del PIB sectorial, zona del Altiplano. 1.994.

Sectores Participación porcentual


Agrícola 27.70
Pecuario 7.20
Silvicultura 0.02
Minería 0.17
Industria 32.05
Construcción y obras públicas 4.80
Comercio 4.90
Transporte 5.20
Alquiler 11.20
Servicios personales 1.00
Servicios del gobierno 5.80
Fuente: Indicadores Económicos y Sociales del Oriente Antioqueño, CORNARE.

En el Altiplano se concentra una diversidad de actividades económicas: agropecuarias,


industriales, comerciales y de servicios. Pero a pesar de la dinámica industrial y comercial, el
sector agropecuario sigue liderando la participación sectorial con un aporte al PIB del 36%, que
comprende las actividades tradicionales, agroindustriales, ganaderas y mineras, tabla siguiente.
Para el 2.000 las cifras sobre empleo extractadas de los planes de desarrollo de los municipios
muestran un total de 62.444 empleos permanentes en 1.990, de los cuales el 47% es generado
por el sector agropecuario.

Participación por sector en el PIB del Altiplano

Sector Agropecuario Comercio y Servicios Industrial


36% 33% 31%
Fuente: PUEBLOS, noviembre de 1.995.

El área total que aún permanece en el sistema de producción agropecuaria es de 87.630


hectáreas, de las cuales 23.245 están dedicadas a la producción agrícola de cultivos transitorios
principalmente hortalizas, papa, maíz y fríjol. Las 64.385 hectáreas restantes están en cobertura
con pastos mejorados y gramas naturales, dedicadas a la producción lechera fundamentalmente.
Para el año de 1.995, la producción de los cultivos transitorios en la zona del Altiplano (fríjol, maíz,
repollo, papa, papa criolla, chócolo, arveja, habichuela, etc.) fue de 424.960 toneladas, y en
cultivos permanentes la producción fue de 13.173 toneladas (MASORA. 1.997). Es de resaltar la
importante participación que tiene el Altiplano con un 17.13% en la producción hortícola nacional y
un 9.81% en la producción total nacional.
165

Información productiva y económica del sector pecuario del Altiplano, 1.995

Municipios/ El El El La La San Total


Pdn Carmen Retiro Santua Guarne Ceja Unión Marinilla Rionegro Vicente zona
rio
No. Bovinos 17.094 5.473 8.630 9.340 8.900 21.128 7.050 13.578 4.580 95.773
FINALIDAD
Carne% 0 0 9 8 2 3 0 14 0 4
Leche% 60 94 91 90 98 97 97 73 10 79
Doble 40 6 0 2 0 0 3 13 90 17
Propósito
Pcción 48.450 14.400 19.800 32.500 35.307 113.500 20.000 40.000 6.800 330.75
Leche/Día 7
Porcinos 3.632 4.500 3.000 17.500 5.000 12.300 2.840 4.190 1.250 54.212
Aves 526.220 210.00 20.000 160.000 35.000 0 1.600 150.000 23.400 1.126.
0 220
Equinos 1.610 960 600 745 830 419 360 1.450 550 7.524
Pcción 390.000 160.00 52.500 100.000 20.000 0 1.280 108.000 10.500 842.28
Huevos/día 0 0
Sacrificio
Ganado
No. de 6.013 672 5.163 5.783 17.128 2.384 10.357 20.061 864 68.425
Cabezas
Peso en 2.267.23 256.70 1.948.07 2.209.10 6.208.912 906.152 3.891.862 7.512.214 329.040 25.529
kilos 0 4 4 6 .294
Vr. 4.870.67 502.68 4.166.45 4.303.24 17.235.92 1.836.73 8.586.655 16.946.27 669.115 59.117
impuesto 4 5 0 6 0 9 3 .757
Fuente: Plegable Estadístico1.995 - 1.996. MASORA

Tomando el año de 1.995, MASORA y CORNARE estimaron para los 9 municipios del Altiplano
una producción agrícola total de 436 mil toneladas, distribuidas así: el 43.9% producción de papa,
el 23% producción de repollo, el 13% producción de zanahoria, el 8% producción de chócolo y el
restante 12.1% corresponde a los demás bienes agrícolas. Plantea también el monopolio en
Antioquia en la producción de arracacha en Rionegro (17.000 ton.), arveja en Santuario,
habichuela (9.250 ton) y remolacha (24.411 ton.) en Marinilla y pimentón (35.000 ton.) en
Santuario. La mayoría de estos cultivos se hacen en minifundios con técnicas tradicionales y en
muchos casos con insumos y asesorías insuficientes.

En cuanto a los usos del suelo nos encontramos que una de las características más importantes
del Oriente Cercano es el cambio que ha dado en la utilización del suelo, encontrándose que la
urbanización cada vez es más importante. En el Altiplano el 38.2% de la tierra es destinada a
pastos, los bosques ocupan el 44.7%, los cultivos el 13.8% de la superficie y el restante porcentaje
se distribuye en construcciones (2.9%), tierras eriales (0.2%) y cuerpos de agua (0.15%).
166

Uso actual del suelo para el Altiplano

Cobertura Hectáreas Porcentaje (%)


Bosques naturales, Plantados 75.383.4 44.72
Pastos mejorados y no mejorados 64.385.4 38.19
Cultivos transitorios y permanentes 23.245.3 13.79
Tierras Eriales 3.697 0.22
Cuerpos de Agua 250.5 0.15
Construcciones 4.938.1 2.93
TOTAL 171.899.7 100
Fuente: Plegable Estadístico 1.995-1.996 MASORA.

En lo referente a la estructura actual de la tenencia de la tierra, el 23% del territorio está distribuido
en 30.485 predios menores de 5 hectáreas en poder del 80% de los propietarios, en tanto que el
77% del área está en poder del 20% de los propietarios, con extensiones superiores a 5 hectáreas,
hecho que ha evidenciado la tendencia simultanea a la concentración — subdivisión de
minifundios de la tierra.

Por último, aunque es la zona de embalses la que se caracteriza por la producción de energía y
agua esta zona también tienen una importante producción de estos servicios con las represas de
Piedras Blancas y la Fe. La red hídrica del río Negro, genera el 28.8% total de la energía producida
en las centrales hidroeléctricas del país. Y el embalse de La Fe, nutrido en dos terceras partes de
los bombeos de los ríos Piedras y Buey, aporta el 25% del agua para consumo humano de
Medellín y su área metropolitana.

En síntesis, el nuevo contexto de interrelación espacial del Altiplano planteado por estudios
regionales como Pueblos, le abre las posibilidades a los municipios de hacer uso de fortalezas
como las que se enumeran a continuación: condiciones naturales del territorio, localización
geográfica, variedad de núcleos urbanos, accesibilidad a los mercados nacionales e
internacionales, utilización de modernos instrumentos de comunicación, implementación de
tecnologías limpias y modernización y extensión de tecnologías de saneamiento, calificación de
mano de obra y creación de nuevos frentes de participación. Estos elementos articulados permiten
abrir espacios para la obtención de un reconocimiento frente a otras zonas y subegiones y lograr
un desarrollo orientado a elevar las condiciones de vida en forma sostenible para sus pobladores.

5.2 Zona de Embalses o Aguas

Conformada por siete municipios: San Carlos, San Rafael, El Peñol, Guatapé, Granada, Alejandría
y Concepción.

Heterogéneo grupo de municipios, los embalses y su correspondiente red vial hacen del turismo
una opción importante para el desarrollo, esta zona ha presentado un crecimiento importante de la
economía solidaria.

Según CORNARE, esta zona presenta actividades auríferas en decadencia, aunque con
considerable impacto ambiental.

Una problemática común a los municipios son las actividades agropecuarias minifundistas.

De acuerdo a las proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación posee en este año,
de 2.002, 96.241, por otro lado las proyecciones elaboradas por el Plan de Gestión Ambiental
1.998 – 2.006 de CORNARE mencionan una cifra para el 2.006 de 89.800 habitantes, lo cual
167

indica una disminución de la población, que puede ser explicada por los fenómenos de orden
publico que afectan actualmente la subregion del Oriente Antioqueño

Posee actualmente un porcentaje de población urbana del 38.6%. Su territorio representa cerca
del 22.1% del total de la subregión.

Esta zona presenta un comportamiento de desarrollo, producto de la desarticulación de sectores


de intervención territorial tales como: producción de energía, turismo recreativo, social y
producción agropecuaria.

Muestra dos unidades de comportamiento y potencialidades diferentes: .la turística de El Peñol –


Guatapé y parte de Alejandría y Concepción y otra la propiamente del sistema de embalses,
afectada por conflictos sociopolíticos, enmarcada por los municipios de San Rafael, San Carlos y
Granada, que se caracteriza por una expansión de la frontera agrícola sobre el área de bosques,
con sistemas agrícolas y pecuarios muy empobrecidos. Su relieve se caracteriza por el predominio
de largas y empinadas pendientes.

La dinámica de los municipios de Alejandría y Concepción está asociada en lo fundamental a la


explotación del territorio con la producción agropecuaria sobre suelos cansados y expansión sobre
el bosque. Estos municipios están vinculados a las dinámicas del corredor Porce - Nus.

La potencialidad para el desarrollo de la zona se fundamenta en los embalses productores de


energía, en el desarrollo turístico de la ruta Peñol - Guatapé - San Rafael -San Carlos, en el
aprovechamiento agropecuario, en la protección del bosque como prioridad del aprovechamiento
sostenible de la biodiversidad y en el afán de influir en la generación de empleo.

En consecuencia las acciones deberán apuntar a la mitigación de conflictos ambientales que


tienen que ver con la recuperación del bosque y del suelo productivo para su aprovechamiento
sostenible, a la utilización del paisaje para el disfrute turístico y a la ocupación con la red vial
creciente como espacio público articulada a las áreas de protección.

La actuación ambiental en la zona estará encaminada al aprovechamiento, recuperación y


conservación de la biodiversidad en función del recurso Agua.

Se deberá fortalecer instrumentos propios para la planeación subregional y local, la selección de


instrumentos de aplicación e intervención que se acomoden a sus particularidades con énfasis en
el aprovechamiento del agua y del bosque, el saneamiento ambiental y el aprovechamiento de la
tierra productiva.

La zona de Embalses ó Aguas expresa su riqueza en con 273 especies de árboles y arbustos,
pertenecientes a 165 géneros y 74 familias, hallándose 7 especímenes de los cuales no se pudo
determinar la especie. Así como 145 especies de aves pertenecientes a 14 órdenes y 35 familias,
reportándose para la zona aves endémicas y en peligro (Capitán de Manto Blanco y Frutero
Crestirrojo), 53 especies de mamíferos, lo que representa el 13.25% del total registrados para
Colombia, de las especies registradas 1 es endémica, 3 amenazadas y 5 vulnerables. Se resalta la
presencia especies endémicas y amenazadas (Tití Gris, Tigrillo), y especies amenazadas (Nutria y
Guagua loba).

Económicamente podemos observar que su territorio se caracteriza por ser la segunda zona
mayormente poblada del Oriente Antioqueño, con 54.22 Hab./Km. 2 y por ser generadora de
energía eléctrica que surte el sistema interconectado nacional. Su dinámica económica gira
168

alrededor de tres sectores: producción de energía, turismo recreativo y social y producción


agropecuaria.

Como ya se expuso, la dinámica de desarrollo de estos municipios fue afectada profundamente


por la construcción de los embalses. En municipios como Guatapé la construcción de la
hidroeléctrica inundó 30.310 hectáreas que constituyen el 37% del municipio, esto hizo que mucha
población emigrara e inmigrara, desplazadas o atraídas por las condiciones de empleo y
vivienda29. Afectaciones similares se vivieron en los municipios de El Peñol donde sé rehubicó su
cabecera municipal, San Rafael y San Carlos.

Contemplando el panorama de los últimos 40 años, la zona de Embalses ha tenido que afrontar de
manera obligada, notorios cambios en los usos del suelo y por ende cambios en la vocación de
sus pobladores. Los impactos sociales y culturales producidos por la construcción los embalses
fueron dando lugar a dos paisajes con características diferentes: El embalse de Santa Rita en
Guatapé y Peñol con un desarrollo fundamentado en el sector turístico y el sistema de embalse de
San Rafael y San Carlos, que se caracteriza por una expansión de la frontera agrícola sobre el
área de bosques, con sistemas agrícolas y pecuarios muy empobrecidos. Las actividades agrícola,
minera, forestal en el primer paisaje definido, dieron paso desde la década de los ochenta, a
actividades asociadas al turismo como actividades fundamentales.

No obstante la ubicación de las nuevas actividades, en especial la industria hidroeléctrica, los


municipios de esta zona aun se caracterizan por una alta vocación agrícola. De allí se obtiene la
base y el sustento de la economía; aunque la calidad de los suelos ácidos no permiten que se
exploten con más intensidad sus tierras, como consecuencia de un lado de la minería y de otro, a
que sus suelos más ricos fueron anegados por los embalses.

En los cultivos básicos de los municipios como naranja, tomate, frijol, maíz, plátano y yuca entre
otros, hay poca rentabilidad debido a los altos costos de producción en el caso del frijol y el tomate
y a las inadecuadas prácticas culturales.

En la actualidad se está conformando la asociación de agricultores en los municipios, con miras a


mejorar la comercialización y producción de los productos agropecuarios. En Guatapé existe una
asociación de pescadores que manejan la parte acuícola del municipio.

Embalses posee una industria y un sector comercial incipientes, se limita a actividades


relacionadas con el turismo. Y la potencialidad para el desarrollo de la zona se basará en la
articulación de los sectores de producción de energía, desarrollo turístico, recuperación del sector
primario y aprovechamiento de la biodiversidad.

5.3 Zona de Bosques

La conforman los municipios de San Luis, San Francisco y Cocorná.

Es una zona quebrada y boscosa, posee grandes reservas forestales, tiene diferentes pisos
térmicos, con alturas que van desde 200 a 1.300 metros sobre el nivel del mar.
En la zona se presentan diferentes tipos de agricultura y cultivos: caña, café, cacao, plátano, yuca,
maíz, frutales, arroz, ajonjolí.

29
Las tierras más fértiles y productivas quedaron en el fondo de la represa afectando a 178 propiedades
rurales y un total de 1218 habitantes fueron desalojados de Guatapé. Solo se dedican 92 hectáreas a la
producción agrícola.
169

Bosques es altamente impactada por la autopista Medellín – Bogotá, su población es


predominantemente campesina y su producción se da principalmente para autoconsumo

Según el anuario estadístico de Antioquia la población actual es de 48.352, la población urbana


representa poco mas del 28% del total de la subregión. Esta población se encuentra en situación
de extrema pobreza.

Su ocupación poblacional está relacionada con el aprovechamiento agrícola y del bosque con
énfasis en la madera, la explotación de los pastos, una alta biodiversidad y a las actividades
ligadas con el corredor de la autopista Medellín – Santafé de Bogotá. Las condiciones de pobreza
están muy vinculadas a conflictos sociopolíticos.

Se caracteriza por vertientes con bosques naturales en proceso creciente de intervención humana,
sectores de vertientes con sistemas de producción cañera y cafetera en proceso de declinación.

Su territorio representa el 14.74% del territorio total de la subregión.

No obstante ser una zona caracterizada por la alta potencialidad de biodiversidad y


aprovechamiento de recursos promisorios, es conjuntamente Páramo, las que poseen los más
bajos índices de desarrollo económicos y sociales en el Oriente Antioqueño.

Su potencialidad radica en el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, el desarrollo de


técnicas de manejo y comercialización de cultivos permanentes y las oportunidades que brinda el
corredor de la autopista Medellín – Santafé de Bogotá.

Los municipios de Cocorná, San Luis y San Francisco poseen paisajes muy frágiles para el
aprovechamiento de los recursos naturales y requieren de un aporte y acompañamiento ambiental
de especial atención.

Las acciones ambientales deben referirse a temas como los bosques, minería, agua, turismo y la
despensa alimentaria.

Su economía se basa esencialmente en la explotación de la silvicultura, en bosques naturales que


además de producir maderas son la base de la producción de la energía que se genera en los
embalses de Tafetanes, Calderas y Puchina. A ella se le debe gran parte del potencial
hidroeléctrico del Departamento, y aunque no es productora directa de la riqueza subregional, lo es
de manera indirecta con la producción y conservación del agua. Otras actividades económicas
están asociadas a la explotación de pastos y actividades ligadas al corredor de la autopista
Medellín - Santafé de Bogotá.

La gran mayoría de su territorio está dedicado a pastos manejados, a la actividad agrícola


(plátano, yuca, maíz, cacao y caña), a la explotación de la madera y recientemente, a la
transformación industrial minera (cementera). Sus habitantes resaltan su potencial en
biodiversidad, aprovechamiento de recursos promisorios y las ventajas comparativas de contar con
la Autopista Medellín - Santafé de Bogotá, como factores favorables para el crecimiento del
renglón turístico en caso de bajar la intensidad del conflicto armado.

Un factor que dinamizó completamente la zona bosques fue sin duda la construcción de la
autopista Medellín-Bogotá. Ella posibilitó que a lo largo de su eje los campesinos pudieran ampliar
la frontera agrícola y que se convirtieran los bosques naturales en pastizales. Esto mismo permitió
que se desarrollaran algunas actividades agrícolas de subsistencia (fríjol en los municipios de San
Francisco, San Luis y tomate chonto en Cocorná), la siembra de cultivos de productos exóticos
170

como el borojó. Entre los municipios de El Carmen de Viboral, Cocorná y San Francisco se recoge
gran parte de la producción de guayaba de Antioquia.

La intervención para el desarrollo de la zona se ubica en el aprovechamiento sostenible de los


bosques por su biodiversidad, la regulación de la producción minera, el desarrollo de técnicas de
manejo y comercialización de cultivos exóticos y otros permanentes, aprovechando las
oportunidades que brinda la autopista Medellín - Bogotá.

5.4 Zona del Páramo o Sur - Este

Conformada por cuatro municipios: Nariño, Argelia, Abejorral y Sonson.

Es una zona de relieve montañoso de pendientes fuertes y cañones estrechos con altiplano en su
interior, diferenciándose un cañón seco y subhumedo en los ríos Arma – Buey y un filo de la
cordillera muy frío o pluvial.

Presenta mínimos niveles de desarrollo vial y de infraestructura de servicios.

Su gente se caracteriza por su calidad humana, sus tierras son ricas en minerales y muy fértiles.

Según proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación tiene actualmente 94.853


habitantes. En la zona predomina la población rural 67%, El porcentaje de la población urbana
actualmente es de mas del 32.67%, gran parte de esta, 17.221 de 30.996 habitantes, esta
asentada en la cabecera del municipio de Sonsón. Posee una tendencia de pérdida de población
por múltiples factores generados por el fenómeno de violencia.

Como sé menciono antes presenta la mayor diversidad biofísica de la subregión. La topografía es


esencialmente quebrada con largas y empinadas pendientes. La altitud va desde 3.340 m.s.n.m en
el Páramo de Sonsón, hasta 600 en los cañones del Río Arma y 1.000 en el Río Samaná Sur. La
precipitación varía desde 4.000 milímetros en la cabecera de Argelia a 3.000 en Sonsón.

Caracteriza su potencialidad en una agricultura campesina en proceso de recuperación, sus


recursos de biodiversidad y la implementación del sistema vial que comunica con mercados del
centro del país y de Antioquia y por proyectos hidroenérgeticos.

Representa mas del 29.4% del total del territorio de la subregión.

La acción ambiental ha estado dirigida por una estrategia de recuperación y conservación del
Bosque y de los suelos para su aprovechamiento sostenible, debido a ello la Subregión cumplirá a
futuro un papel importante en servicios ambientales tales como, ser despensa alimentaria,
recuperación de las condiciones biofísicas del Páramo de Sonsón y en lo fundamental por el
aporte del recurso hídrico a las cuencas del Magdalena y Cauca.

Para esta zona los programas deben de apuntar a una estrategia de cosecha para el desarrollo del
sector primario asociado a la recuperación del recurso agua y las condiciones biofísicas del
páramo de Sonsón y en lo fundamental por el aporte del recurso hídrico a las cuencas del
Magdalena y el Cauca.

La biodiversidad de esta zona Páramo, se expresa en la riqueza florifaunistica, reportada en los


muestreos y reconocimientos de la zona realizados durante la formulación del Plan de Manejo del
Páramo de Sonsón Argelia, Nariño y Abejorral publicado en 1.994, y el inventario preliminar de la
flora vascular realizado en 1.997 por el municipio de Sonsón. La diversidad de flora silvestre es de
171

142 especies pertenecientes a 47 familias entre plantas inferiores (líquenes y musgos), pteridofitas
y espermatofitas (angios-permas, dicotiledoneas y monocotile-doneas), siendo las familias más
diversas la orchidaceae (orquídeas), bromeliaceae (bromelias), ericaceae, y melastomataceae.

En fauna silvestre se reportan 11 especies de mamíferos, 1 nueva especie de anfibio para la


ciencia a escala mundial (Rana Atelopus sp), 16 especies de aves, 3 especies de ofidios.

En cuanto a la economía se puede apreciar que predomina la producción agropecuaria,


principalmente campesina, es la única actividad económica que se destaca y en la que gira toda la
dinámica de la zona. Los principales productos son café, panela, caña, maíz, papa, fríjol, higos y
otros productos pecuarios, especialmente derivados de la leche. Por su producción agrícola se
destacan los municipios de Sonsón y Abejorral, que en 1.995 dedicaban el 40% y el 72.3% de sus
suelos respectivamente a esta actividad, predominando cultivos como el café, caña, plátano y
frutales. Igualmente el municipio de Sonsón se destaca en la producción de fríjol. Esta producción
se puede decir no cuenta con una buena asesoría técnica, financiera y de comercialización, todo
queda en manos del campesino que muchas veces se pone en merced de los intermediarios que
ofrecen algunos recursos y las facilidades de compra de los bienes producidos.

El café es el cultivo de mayor importancia económica en la generación de ingresos y empleo,


Sonsón tiene 3.500 Has. sembradas en este producto y aporta el 70% del producto municipal.
Este municipio cuenta con un centro de acopio y comercialización perteneciente a la cooperativa
de caficultores del oriente donde se compra el grano (café pergamino seco) a los productores con
precios regulados por la Federación Nacional de Cafeteros. Este producto es manejado
técnicamente en la mayor parte de los municipios debido a la asistencia técnica y capacitación que
desarrolla el Comité Departamental de Cafeteros a través de su servicio de extensión, quien
también facilita créditos para renovación, nuevas siembras y mejoramiento de beneficiaderos
(Transformación al sistema ecológico). La principal amenaza ambiental se encuentra en el manejo
final de los desechos del beneficio, los cuales van a parar todavía en grandes cantidades a las
fuentes de agua contaminándolos para el uso humano y destruyendo la fauna y flora que vive en
ellas.

Otro cultivo que cada vez es más importante es el higo. Este se exporta, a través de empresas
comerciales privadas de Bogotá y Medellín, a Alemania, Holanda, Luxemburgo y Canadá, y se
tienen posibilidades de exportarlo próximamente a los Estados Unidos. Los precios de este fruto
oscilan de acuerdo a la oferta y demanda, teniendo los máximos ciclos de producción entre junio y
agosto y de diciembre a enero. El higo es el cultivo con mayor futuro económico para Sonsón
considerado la capital higuera de Colombia, pues cuenta con unas características especiales para
obtener frutos de excelente calidad y rendimientos altos en comparación con otros países
productores.

Otro producto que comienza a tener importancia es la producción de panela y sus variedades. En
la vereda la Soledad, del corregimiento Río Verde de los Montes de Sonsón, existe un grupo de
productores de panela compuesto de 16 familias, el cual ha recibido el apoyo económico de la
Administración Municipal, la Secretaría de Agricultura de Antioquia, la Fundación Pastoral Social y
la asesoría y asistencia técnica por parte de la UMATA, SENA y la misma Fundación Pastoral
Social. En el 2.000 el área sembrada era manejada con un criterio sostenible y con la posibilidad
de vender su producción a mercados locales y externos. Las características agroclimáticas de la
zona permiten obtener buena calidad y rendimientos. Otro programa productivo relacionado con la
panela se realiza en Argelia con la asociación de paneleros de este municipio (la guarapera) que
producen panela pulverizada. La caña panelera se constituye en el segundo renglón económico
después del café, por el uso de mano de obra y la producción permanente de panela. Para el
2.000 sé tenían unas 595 Has que producían en promedio 154 toneladas/ mes, generando
172

ingresos favorables, pues los costos de producción son bajos debido al bajo nivel tecnológico que
aplican los productores, pero que inciden también en bajos rendimientos y calidad.

El cultivo de plátano se localiza en el sector cafetero como sombrío temporal pero nunca ha tenido
un manejo técnico adecuado por parte de los productores, sin embrago este produce para el auto
abastecimiento y aún para el mercado. En el 2.000 se tenían sembrado unas 1.347 Has. con una
producción aproximada de 5.024 Toneladas. La principal enfermedad es la sigatoca amarilla, pero
casi nadie la maneja, pues su efecto es secundario.

Los frutales de clima frío más importantes son el tomate de árbol, lulo, curuba larga y curuba
redonda, estas tienen mercados asegurados. El tomate de árbol ha disminuido su área por
problemas sanitarios originados en virus que lo atacan. En el clima medio se tiene una producción
variada de frutas (guanábana, naranja, limón, mandarina, maracuya y chirimoya) pero con
problemas de plagas y enfermedades y calidades poco demandadas en el mercado debido al
escaso manejo que se hace a los cultivos.

La papa es un renglón importante en Sonsón donde se siembran alrededor de 416 has,


semestralmente. Este cultivo ha venido en detrimento por la presencia generalizada del virus del
amarillamiento, el cual se ha propagado por casi toda la zona debido a la contaminación de las
semillas que son provenientes de la Sabana de Bogotá y de la Unión, Antioquia. Este problema ha
disminuido los rendimientos y por ende los ingresos, los que a su vez también son afectados por
los bajos precios del mercado y los altos costos de producción.

El cultivo del maíz ha disminuido su área de siembra en Sonsón. La causa de ello son los bajos
precios en el mercado y la fiebre por la siembra del café durante los decenios de 1.970 y 1.980 que
desplazó grandes extensiones hasta entonces en maíz.

La cría y explotación pecuaria de cerdos, ovinos, pescado y aves es de baja producción y, al igual
que la agricultura, el manejo es muy tradicional y por lo general para la subsistencia de la
población rural.

Se puede considerar inexistente el sector industrial y lo único que allí se presenta son unas
cuantas famiempresas y una gama reducida de locales destinados al comercio. Situación muy
distinta a la que se tenía a finales del siglo XIX donde el municipio de Sonsón era considerado
como uno de los ejes económicos del Departamento.

Pero esta zona no sólo se destaca por la producción agrícola sino también porque en ella
encontramos una riqueza de atractivos naturales, asociados a la cercanía del Páramo de Sonsón
con 3.340 metros sobre el nivel del mar. Dada las características del relieve, se genera un cúmulo
de sitios que construyen el recurso paisajístico, observándose gran cantidad de montañas de
variadas formas, pronunciados cañones, formaciones rocosas que dan lugar a cavernas, grutas,
cuevas y desfiladeros.

Por su desarrollo cultural, Sonsón y Abejorral presentan un mayor número de atractivos turísticos
construidos que constituyen el mayor potencial, y en un menor grado Argelia y Nariño en razón de
su escaso desarrollo, distancia, orden público, recursos económicos. Entre los sitios que se
destacan se cuentan obras de carácter cultural, recreativo, arquitectónico, religioso, minero,
institucional y algunos sitios donde se desarrollaron confrontaciones históricas o se han hecho
descubrimientos arqueológicos. De disminuir la intensidad de la confrontación armada, este puede
ser un renglón productivo a aprovechar capitalizando la pavimentación de la carretera La Unión-
Sonsón y potenciando la conformación de un corredor turístico. (Plan Páramo - MASORA).
173

6. MATRIZ DOFA PRELIMINAR

El siguiente capitulo recoge el listado de las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas en


varios estudios realizados anteriormente, como paso inicial para la discusión posterior con los
diferentes actores de la subregión, para la construcción de una matriz complementada y acorde
con la situación actual.

Retoma también el listado, solo de fortalezas, elaborado recientemente en la dirección de


Planeación Estratégica Integral del Departamento Administrativo de Planeación.

En cuanto a los primeros, los resultados generados por diferentes consultas ciudadanas realizadas
a amplios grupos de actores del desarrollo subregional del Oriente Antioqueño, en escenarios tales
como los Consejos Consultivos de Planeación, los Talleres Subregionales de Visión Antioquia
Siglo 21, el Encuentro de Dirigentes del Oriente, el Encuentro de Antioquia Toda Conversando
realizado por la Consejería Presidencial para Antioquia, los Talleres sobre Prospectiva de Oriente
realizados por Antioquia Convergencia y Desarrollo, los Talleres de consulta con actores del
Altiplano y de Embalses, realizados por Masora y Maser respectivamente para los Planes de
Ordenamiento Territorial, permiten construir un mapa bastante detallado acerca de los asuntos que
a juicio de los actores consultados revisten el mayor interés.

Para la construcción de dicho mapa, se agrupan los asuntos propuestos por los actores
consultados, en cuatro categorías. unos se refieren a los activos o factores de desarrollo que
posee la subregión y que dependiendo de su abundancia, se clasifican como Fortalezas o como
Debilidades. Otros, se refieren al entorno o ambiente externo y se clasifican de acuerdo con su
impacto sobre el desarrollo, siendo clasificadas como oportunidades si el impacto es positivo y
como Amenazas si el impacto es negativo.

Una mirada en torno al desarrollo futuro del Departamento y de la subregión, exige un esfuerzo de
creatividad y de reconocimiento de “aquello para lo que somos buenos”, de aquello para lo cual
tenemos destrezas que podemos desarrollar con facilidad, de aquellos avances que hemos podido
realizar y que es preciso potenciar y fortalecer hacia el futuro, y en general, el reconocimiento de
los recursos de todo orden, (humanos, físicos, infraestructura, dotaciones naturales, institucionales
etc.), con que se cuenta para afrontar los retos impuestos por el atraso y la inequidad en la
distribución de las oportunidades, en el marco de la globalización que avanzan en el mundo.

Sin embargo, es común registrar entre nosotros una gran dificultad para identificar fortalezas y
oportunidades, mientras que suele resultar muy fácil identificar debilidades y amenazas.

La falta aparente de habilidades para identificar las fortalezas con que contamos para la
construcción de futuro, se explica por la influencia de modelos mentales que impiden
sobreponernos a la presión del corto plazo y que nos inducen a pensar y actuar reactivamente.
Pero también, debido a la creencia de que los asuntos del desarrollo social no son de nuestro
resorte y más bien son competencia de otros.

Ese “otro”, generalmente se identifica con el Estado, a quien se asocia con el Gobierno por la
doble dificultad de entendernos como parte del primero, y de comprender la función ordenadora y
de representación de los intereses del colectivo social que tiene el segundo.

La gran oportunidad que el entorno legal creado por la Constitución del 91 ofrece, es la de
permitirnos ejercer como ciudadanos capaces de asumir nuestros destinos, mediante una efectiva
participación en la amplia oferta de espacios de concertación y en los distintos niveles de gobierno
174

en donde se toman las decisiones que comprometen el futuro de las colectividades locales,
departamentales y de la nación.

La siguiente matriz FODA, deberá ser sometida a un examen riguroso, a fin de identificar con
mayor precisión qué cosas o aspectos debemos cambiar y en qué dirección deberá operarse el
cambio para encaminarnos por el sendero que nos habrá de conducir al futuro deseado (Plan
Estrategico de Antioquia – PLANEA, 1.999).

Fortalezas:

La subregión posee una visión que se definió por diferentes sectores productivos y gremiales en
forma conjunta para el desarrollo, con énfasis en el campo de la educación, concretamente en el
diseño de un proyecto global de subregión educada y educadora, así: “El Oriente Antioqueño
educado, será potencia educadora internacional en el año 2.020”. para lo cual gran parte de
las propuestas generadas en talleres subregionales, elaborados por el PLANEA, y otras de orden
local y supralocal, se ubican dentro del sector educativo, quiere decir esto que el accionar de la
subregión corresponde directamente con la propuesta de visión.

Como se menciono el Oriente Antioqueño esta divida claramente en cuatro zonas a partir
de una cierta homogeneidad en sus dinámicas: Altiplano, Embalses, Bosques y Páramo,
con características claramente definidas en lo económico, social, cultural, medio ambiente,
físico, etc. Cada una con aspectos positivos complementarios entre si, lo cual se presenta
como una fortaleza al poder consolidarse, por su variedad, como una subregión líder a
nivel departamental, nacional e internacional.

El Oriente Antioqueño se destaca por su riqueza en recursos naturales, por las actividades
económicas industriales que se desarrollan allí, los servicios de apoyo a la producción, su
potencial turístico, su desarrollo inmobiliario.

El territorio del Oriente Antioqueño es rico y variado, cerca del 40% de su territorio posee
actitud forestal, 30% bosques y 30% aptitud agropecuaria.

Posee también variedad y riqueza en sus pisos térmicos, pues mas de la quinta parte de
su territorio corresponde a pisos térmicos cálidos, mas de la tercera parte a pisos medios,
un poco menos de la mitad de su territorio a pisos fríos y algo que muy pocas subregiones
poseen, casi el 2.5 de su territorio es territorio de páramo, lo cual le confiere un valor
importante en lo concerniente a la riqueza y diversidad de recursos naturales.

El Oriente Antioqueño es la que más productos agropecuarios aporta para el consumo del
Departamento con el 60%, le sigue Suroeste y Occidente. Es una importante subregión
abastecedora de materias primas de origen minero y forestal para la industria de bienes de
consumo corriente(locería, artículos de vidrio, muebles, etc.) y bienes intermedios
(cemento, derivados del petróleo y gas, papel, refractarios, pinturas, maderas para la
construcción, entre otras.)

También se viene convirtiendo en sede de producción industrial de bienes manufacturados


y es proveedora de divisas, gracias a las exportaciones tradicionales de flores, textiles y
café.
175

La posición geográfica del Oriente Antioqueño se presenta como estratégica para el


desarrollo del Departamento, pues zonas como la de Bosques y Páramo poseen una
influencia supradepartamental y vínculos directos con otros departamentos.

Esta posición en el centro de la geografía Colombiana, entre el cañón del Cauca, la vertiente del
río Magdalena y el corredor del río Medellín – Porce y del Nus, permite aprovechar un territorio de
montaña, lomeríos y valles que conforman un paisaje de potencialidad diversa entre las llanuras de
estos ríos y los suelos en la cordillera andina.

La población del Oriente Antioqueño es una comunidad apropiada y empoderada de su


territorio, dispuesta a sacarla adelante como subregión líder.

Es una subregión con historia y tradición, a través de ella, ha desempeñado un papel


protagónico departamental y nacional en el escenario económico, político, administrativo y
más recientemente, en la planificación de su territorio con procesos modelo a nivel del
país.

La subregión posee un amplio inventario turístico, que abarca el patrimonio físico


ambiental (zona de Embalses, aguas cristalinas de municipios como San Carlos, San
Rafael, Cocorna, San francisco, valoración de la riqueza en biodiversidad de la zona del
Páramo entre Sonson, Argelia y Nariño), así como el Patrimonio cultural propio de las
tradiciones de la cultura paisa.

El Oriente Antioqueño se presenta como un eje básico dentro del plan vial de la apertura,
mediante la construcción de troncales que unirán el centro del país con puertos en el
Atlántico y el Pacifico.

Es uno de los sistemas hidrológicos más ricos del área Andina, la mayoría de los ríos que
la recorren alimentan los sistemas de embalses, además las cuencas de los ríos Samana
norte y río Claro juegan un papel importante en el aporte de agua limpia al río Grande de
la Magdalena.

La biodiversidad es el gran patrimonio, esta se encuentra en los bosques húmedos y muy


húmedos tropicales, área de gran interés donde existe gran variedad de especies.

El agua, el suelo, la flora, la fauna, el aire, el ser humano, el territorio, son las principales
fortalezas sobre las cuales se debe basar la actuación ambiental.

El Oriente antioqueño produce mas de la tercera parte de la energía del país y además
ofrece las posibilidades de continuar el desarrollo hidroenergetico del país.

Esta cubierta por buena cantidad de vías, con acceso vial desde varios puntos de
Antioquia, pues es la subregiòn con más alta densidad vial del Departamento, después del
Valle de Aburra.

Es la subregión junto con el Valle de Aburra, con menor deserción preescolar y primaria,
tanto a escala urbana como rural con tasas de 6.75% y 6.67%.
176

En la subregión se han localizado varias universidades, lo cual amplia la oferta en


programas de profesionalización.

El Oriente antioqueño posee en el campo de la organización social, con asociaciones de


municipios (Masora, Maser y Musa), de corte institucional y muchas corporaciones y
gremios. En el orden de la organización del ámbito local, todos los municipios tienen su
consejo municipal de planeación, juntas municipales de educación, comités de
participación comunitaria, juntas municipales de deportes, juntas de acción comuna, juntas
de vivienda, juntas de acueductos veredales, organizaciones de tipo ambientalista y
formas cooperativas y organizaciones de trabajo solidario, entre otras. Lo cual se
consolida como una fortaleza desde la perspectiva del capital social.

En general las condiciones de la subregión generan factores de competitividad hacia el


mundo de la globalización, posee ventajas comparativas de localización y biodiversidad,
las cuales se puede fortalecer y explotar mediante procesos de panificación zonales y
subregionales.

La población se presenta como una fortaleza por ser una comunidad creativa, honesta,
con gran capacidad de trabajo y con un conocimiento acumulado, que los diferencia de los
habitantes de otras subregiones del Departamento.

El Oriente Antioqueño es la segunda subregión mas poblada del Departamento, después


del Valle de Aburra, según proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación
para el 2.002, posee 591.591 habitantes, de los cuales el 45% habita las cabeceras
urbanas y el resto, 55% vive en la áreas rurales, lo cual se establece como una fortaleza
debido a su gran capital humano.

La subregión cuenta con una población joven, el 33.9% se ubica entre los 0 – 14 años y el
52.5% se inscribe dentro de la edad escolar incluyendo la educación superior, 5 – 24 años.

Aunque el índice de necesidades básicas insatisfechas es casi del 40%, hecho


contradictorio por la riqueza en recursos de la subregión, es él mas bajo, después del
Valle de Aburra en el Departamento.

El Oriente Antioqueño es un punto clave para el sistema eléctrico y energético nacional,


posee seis embalses y cinco centrales hidroeléctricas que generan casi el 33% de la
energía nacional y mas del 70% de la energía departamental.

Otros elementos que le permiten ser considerada como una subregión de importancia
estratégica, es el desarrollo urbanístico del Altiplano, la infraestructura de servicios de
carácter subregional y nacional, como el aeropuerto internacional, la zona franca, los
servicios hoteleros de alta calidad, los servicios financieros, entre otros.

Es la subregión con más alta densidad vial del Departamento con 390.5 mts Por km2 y
4.720 mts por 1.000 habitantes.

Posee, mas de la quinta parte, tanto de las vías totales del Departamento, como de sus vías
pavimentadas.
177

El desarrollo de la infraestructura en la subregión, presenta también una de sus mayores


fortalezas en lo que se refiere a la cobertura de servicios públicos, especialmente en la
cabecera de sus municipios, con indicadores cercanos y mayores al 90%, superiores a los
departamentales.

Es una de las subregiones con índices de déficit cualitativo (29.66%) y cuantitativo


(36.37%) en vivienda mas bajos, inclusive por debajo de los índices departamentales
(66.16% y 37.20%).

En El año de 2.000, el Oriente Antioqueño poseía 59 hoteles, 48 residencias y hospedajes


y otros 11 complementarios; es la subregión con más escenarios deportivos, después del
Valle de Aburra; posee 24 bibliotecas publicas y 44 bibliotecas escolares; todos sus
municipios poseen casa de la cultura.

El Oriente Antioqueño por ser asiento de numerosas empresas, por ser despensa agrícola
del Departamento, por su potencial turístico, su infraestructura, su riqueza hídrica, biótica,
se constituye como subregión estratégica para el desarrollo económico de Antioquia.

El Oriente Antioqueño con el 7.28%, es la segunda subregión que mas le aporta al


producto interno bruto total departamental, después del Valle de Aburrá, representado en
su mayor parte por la rama que tiene que ver con lo agropecuario y la silvicultura.

Los cultivos de flores de corte bajo invernadero, representan el 99% del total cultivado en
el Departamento y el 10% de la producción nacional, del total producido el 80% es para
exportar.

Es la segunda subregión productora de leche en Antioquia, después del norte Antioqueño,


con 456.358 litros / día.

Se constituye como un sector atractivo para los empresarios por su localización ante
mercados locales, nacionales e internacionales, la disponibilidad de infraestructura vial y
aeroportuaria de fácil acceso, la disponibilidad también de servicios públicos y la oferta de
mano de obra.

Por su cercanía al Area Metropolitana es una subregión potencialmente complementaria a


las cadenas productivas de esta.

En el Oriente Antioqueño existe una buena red de comercialización de insumos para al


actividad agrícola.

Se constituye en un lugar adecuado para localizar actividades modernas de investigación,


experimentación, altos estudios, formación y capacitación tecnológica que el
Departamento necesita.

La subregión cuenta con una gran infraestructura educativa, entre universidades, colegios
y escuelas, localizados en territorios urbanos y rurales.

En trece de los municipios del Oriente Antioqueño, se viene adelantando dinámicas


importantes en torno a la visión de ser una subregión educada y educadora.
178

En los últimos años se ha incrementado la demanda de educación superior en la


subregión (medicina, sistemas, administración, sicología, ingenierías, derecho y
odontología, son las más relevantes). La población joven se quiere capacitar como
profesional, lo cual redundaría en el nivel de desarrollo.

El 100% de los municipios poseen plan de desarrollo educativo institucional.

El 100% de los municipios asumieron la competencia legal del ente deportivo y se han
constituido legalmente, la mayoría tiene presupuesto propio.

Posee unos perfiles distinguibles y un sustrato cultural común, lo cual se ha configurado


gracias a la inserción de la subregión a través de la historia a los procesos de desarrollo
económico y social del Departamento – Antioqueñidad.

Como en muchas otras subregiones del Departamento coexisten diversidad de


expresiones de distinto talante, en el que se amalgaman contenidos y practicas diferentes,
que por sus diferencias enriquecen el panorama cultural. Esta diversidad debe ser tomada
positivamente, como la gran potencialidad cultural.

En ella sobreviven manifestaciones culturales propias de los antioqueños, como la


religiosidad católica, las practicas alimenticias, la conformación de los grupos familiares
(apellidos), entre otras, la potencialidad radica, en que aun hoy en día, el Oriente
representa la población antioqueña de antaño.

Se observa un gran interés por las actividades culturales de carácter artístico – danzas,
artes plásticas, literatura, música, teatro – por parte de jóvenes y adultos, que encuentran
en estos modos de expresión artística una forma de desarrollo personal y de recreación
lúdica.

Posee una amplia infraestructura en el ámbito cultural entre bibliotecas, casas comunales,
bibliotecas publicas y escolares, estas ultimas organizadas técnicamente y en proceso de
automatización, se presentan también avances en la planificación del sector cultural y
programas de recuperación de memoria cultural e inventarios culturales.

El Oriente Antioqueño posee la asociación de casas de al cultura – ASOCOA - con la que


se ha fortalecido el desarrollo cultural local y se ha iniciado acciones en el ámbito
subregional.

En la gran mayoría de los municipios existen talleres de semilleros y sensibilización en


artes plásticas, igualmente salas de exposición permanentes. También se realizan
capacitaciones en literatura, semilleros literarios, fomento a la lectura y escritura y talleres
de apreciación y producción literaria.

En general el trabajo cultural, los movimientos sociales y ecológicos, se constituyen en


potencial alternativo que deben ser tenidos en cuenta en cualquier proceso de
planificación.

El 100% de los municipios asumieron la responsabilidad de administrar autónomamente la


salud.
179

En la subregión se presentan algunas iniciativas para desarrollar fortalezas en materia de salud,


como de la cadena de valor agregado en biomedicina y biotecnología, propuesta por el Instituto de
Altos Estudios de Quirama.

Posee una alta infraestructura donde sobresale la urbana en materia de salud, entre
hospitales, clínicas, centros de salud, puestos de salud y consultorios médicos. Esta
infraestructura cuenta también con la dotación y disponibilidad de camas para atender la
demanda creciente en el sector, generada con la vinculación a los regímenes contributivo
y subsidiado de salud.

Se destaca por su potencial para la formulación de programas y proyectos en el área de la


salud, proyectos como el UNI de cooperación en pro de la salud entre Rionegro, la
fundación Kellogs y la U. de A.; Proyecto municipios saludables por la paz y el proyecto
movimiento niño en el municipio de Guatape dan clara muestra de ello.

La subregión posee una fortaleza en la alta producción de hortalizas y granos con el fin de
fortalecer una adecuada alimentación y bajar los indicadores de desnutrición infantil.

Presenta una riqueza natural de significativa importancia departamental y nacional,


asociada a su diversidad climática, de suelos, especies en flora y fauna y a sus
potencialidades hídricas y minerales en general.

Es un territorio privilegiado en el contexto nacional, su mayor extensión de suelos se


ubican en clima medio y frío, con predominio de bosque tropical y pastos en la vertiente
del Magdalena y bosques de niebla al sur de la subregión.

El Oriente se constituye como un ecosistema estratégico para el Departamento y


especialmente para el Valle de Aburrá.

La diversidad de condiciones biofísicas de la subregión, dada por la amplia gama de


alturas, 150 m.s.n.m. cerca al río Magdalena y 3.300 m.s.n.m. en el cerro las Palomas en
Sonson, así como la distribución de precipitaciones, 800 mm/año en el cañón del río Arma
y 5.000 mm/año en la zona de Embalses, definen una gran diversidad de ecosistemas
forestales.

Fauna y flora silvestre constituyen uno de los componentes de mayor significado en el


patrimonio natural pudiendo citar 47 especies de anfibios, 316 especies de aves y 85
especies de mamíferos, adicionalmente se tienen mas de 304 especies de flora.

Se destaca en el contexto departamental como una subregión pionera y a la vez líder, en


materia de propuestas concertadas de gestión ambiental para el desarrollo.

En cada municipio existe la unidad de gestión ambiental – UGAM

La subregión cuenta con el mercado asegurado de madera cultivada, además con altas
posibilidades para el mercado de fibras naturales, frutas, flores, entre otras. -

Posee el único centro de relevo principal dentro de la categorización de los centros


urbanos del Departamento, como lo es Rionegro, consolidándose como una opción para
180

localizar industria y servicios. Su acción predominante como centro de relevo se basa en


una función económica subregional, con funciones de apoyo financiero, servicios
administrativos, comerciales, sociales y culturales.

En el Oriente Antioqueño se localizan 3 de los 13 centros de relevo secundario que posee


el Departamento (Marinilla, La Ceja, Sonson), este nivel es intermedio y los municipios
poseen un buen nivel de funciones y servicios que se caracterizan por servir de apoyo a la
zona rural, así como a las áreas de influencia supramunicipal.

Una fortaleza que posee la subregión es la consolidación del proceso político con la
participación del sector dirigente y comunitario para el desarrollo.

El grupo actual de alcaldes de la subregión, se constituye como un equipo para


contrarrestar las aciones que apuntan a instaurar un caos administrativo y social.

Posee un variado repertorio de espacios para el tratamiento del conflicto como el consejo
de conciliación y desarrollo social “opción de vida San Luis”; municipios asociados por la
paz; consejos municipales para la paz; corporación vida, justicia y paz para el oriente;
corporación de desarrollo y paz para el oriente; consejo provincial de paz, entre otras.

Existen varias instancias de apoyo a la gestión local con importantes niveles de liderazgo y
reconocimiento, entre las que se destacan: CORNARE, tres asociaciones de municipios, la
corporación empresarial del oriente (CEO), la universidad católica de oriente (UCO), la
fundación para el desarrollo empresarial del oriente (FUNDE), el sena, la diócesis Sonson
– Rionegro y en particular la pastoral social, prodepaz, etc.

Experiencia acumulada en planeación participativa y en concertación público – privada.

Variedad de climas y paisajes.

Abundancia de suelos aptos para la agricultura

Posee 164 Km2 en zona de Páramo (Colombia es el país con mayor superficie mundial en
Páramos).

Estructura industrial amplia.

Amplios servicios de apoyo a la producción.

Cercanía y complementariedad en cadenas productivas con Medellín y su Área Metropolitana.

Amplia infraestructura turística.

La infraestructura vial, que conecta a la subregión con los principales centros urbanos y puertos
marítimos del país.

Aeropuerto internacional., Zona franca industrial, Parque tecnológico de Antioquia, Centros de


investigación.

Amplia cobertura en servicios públicos, especialmente en el altiplano.


181

Amplia red institucional y de organizaciones comunitarias.

Existencia de condiciones agroecologicas adecuadas para el desarrollo de la industria maderera

Existencia de recursos económicos provenientes de transferencias del sector eléctrico y regalías

Existencia de centros educativos de nivel superior

Cercanía a centros de consumo.

Existencia de centros de acopio para la comercialización

Predominio de las actividades rurales.

Actividades que pueden generar avances tecnológicos (Zona Franca, Colegio Altos Estudios
Quirama).

Oportunidades:

El conocimiento es cada vez más el factor clave para el desarrollo.

La mayor conciencia mundial respecto a la protección ambiental.

Los nuevos hábitos de consumo, favorables a los productos naturales y frescos.

La transformación de los recursos de la biodiversidad en recursos con valor económico.

La necesidad que tienen Antioquia y Colombia de volcarse hacia los mercados externos.

Las nuevas dinámicas nacionales y mundiales de comercio que favorecen la relocalización de


industrias o etapas del proceso logístico.

La tendencia de la gente a invertir más en recreación y turismo.


Utilización y aprovechamiento de nuevas actividades relacionadas con las modificaciones que el
hombre a introducido en el paisaje.

Políticas ambientales mundiales para la conservación de los recursos naturales.

Existencia de instituciones dedicadas a la investigación en biotecnologia y control biológico.

Disponibilidad de paquetes tecnólogicos para agregar valor a los productos forestales.

Tendencia mundial para apoyar el ecoturismo.

Mercado internacional para frutas, flores y ecoturismo.

Demanda departamental y nacional de productos agrícolas

Debilidades:

La educación no responde a las necesidades subregionales.


182

Poco trabajo en ciencia y tecnología.

Los docentes no están suficientemente preparados y comprometidos con los nuevos retos
educativos.

Los servicios de salud no son de buena calidad y el acceso no está disponible para muchos
pobladores.

Altos índices de pobreza y miseria.

La subregión es percibida como una zona con problemas de orden público.

Es muy precaria la organización social de la producción capaz de producir y comercializar en


forma competitiva los productos del campo.

Alto déficit cualitativo y cuantitativo de vivienda.

Insuficiente cubrimiento en servicios públicos, especialmente en los municipios no pertenecientes


al Altiplano.

El desarrollo vial en los municipios localizados por fuera del Altiplano es bastante precario y aún
existen limitaciones para una adecuada interconexión subregional.

Desprotección y maltrato infantil.

Precaria formación ciudadana en los jóvenes.

Poca atención a las personas de la tercera edad.

Discriminación, maltrato y falta de oportunidades para la mujer.

Falta de interés por las personas discapacitadas.

Iniquidad en la distribución de la riqueza.

La sociedad civil está intimidada por los actores armados.

La acción conjunta Comunidad - Estado - Sector privado, para la gestión ambiental es todavía
insuficiente.

Falta un mayor compromiso de la comunidad para respetar la normatividad ambiental y una mayor
decisión de las autoridades para velar por su acatamiento.

La forma de ocupación y de utilización del territorio

Incapacidad del sistema económico subregional para ocupar productivamente el potencial de


trabajo de sus habitantes.

Migración rural y urbana.

Deficiente calidad de vivienda.


183

Desempleo.

Perdida de la identidad cultural y creciente descomposición de la familia.

Falta de educación para la autogestión, y formación de lideres.

Inadecuada educación, no acorde a la realidad subregional.

Modelos de desarrollo en conflicto con la organización social y con la oferta natural.

Falta de mecanismos que garanticen precios sostenidos a la producción agrícola.

Técnicas atrasadas y deficientes organización de la producción agropecuaria.

Deficientes sistemas de comercialización.

Creciente deterioro ambiental, por el mal manejo de aguas residuales y desechos sólidos.

Inexistencia de un plan de desarrollo subregional.

Ausencia de una política de integración con los departamentos vecinos.

Tenencia de la tierra.

Falta de tratamiento adecuado del agua para el consumo humano.

Carencia de relleno sanitario subregional.

Deforestación y extinción de fauna y flora.

Centralismo de Rionegro con respecto a la subregión.

Desarticulación política y económica entre los municipios.


Fuentes de agua contaminadas por el uso de agroquímicos. Actividades agrícolas, pecuarias e
industriales.

Baja educación ambiental y conciencia ecológica.

Falta de manejo empresarial de los recursos naturales.

Ampliación progresiva de la frontera agropecuaria.

Excesivo laboreo del suelo.

Manejo inadecuado en la cosecha y poscosecha.

Alto valor comercial de los predios rurales

Amenazas

El acelerado cambio en los usos del suelo, que desplaza a las actividades agropecuarias.
184

La presión por la tierra eleva los costos de la misma.

El proceso de industrialización, que viene asociado con una urbanización creciente, pone en
peligro la oferta ambiental.

La deforestación y el daño a los ecosistemas estratégicos pueden agotar las fuentes de agua para
consumo humano y para generación de energía eléctrica.

Los acelerados procesos migratorios que generan una gran demanda por vivienda, servicios
públicos, salud, educación, empleo y recreación.

El centralismo, se puede convertir en obstáculo para las iniciativas subregionales.

La percepción internacional de que Colombia es un país de alto riesgo.

Impacto de los procesos de urbanización y metropolización en el Altiplano.

Servicios públicos costosos.

Violencia guerrillera, paramilitar y narcotraficante.

Descoordinación interinstitucional.

Presión de las multinacionales sobre la biodiversidad.

Información que no corresponde a la realidad de la subregión.


185

7. INVENTARIO PRELIMINAR DE ACTORES

Los actores agrupados en las diferentes instituciones publicas, privadas, comunitarias, etc. en
conjunto, somos responsables ante y con la comunidad en general, del éxito de cualquier proceso
o proyecto.

Estos actores son factor esencial en la búsqueda de caminos para alcanzar una subregión
cohesionada, justa, equilibrada en su desarrollo y articulada tanto a su interior como al exterior,
esto es, con otras subregiones, el Departamento y la nación.

Dependiendo entonces, del grado de participación y compromiso, pues los actores no solo
participarán en la definición del que hacer, sino en el cómo lograrlo, se le proporcionará legitimidad
y éxito a este proceso de construcción del Sistema de Planificación Subregional.

NOMBRE MUNICIPIO

INSTITUCIONES PÚBLICAS NIVEL DEPARTAMENTAL Y


NACIONAL
CORNARE (Sede Principal) El Santuario
CORNARE (sedes) San Luis, Guatapé,
Alejandría,Sonsón y
Rionegro
Corporación del Instituto Colombiano de Agricultura – CORPOICA Rionegro
Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia
SENA Rionegro
EADE
EEPPMM
Juzgado Civil del Circuito
EDATEL
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF
Gerencia Túnel Oriente Medellín
INVIAS
EDATEL
Consejo Departamental de Cultura

OTRAS INSTITUCIONES PUBLICAS


MASORA Rionegro
MASER Guatape
MUSA Sonson

INSTITUCIONES PÚBLICAS NIVEL MUNICIPAL


Alcaldías Todos
Asociación de Casas de la Cultura del Oriente Guatape
Casas de la Cultura Todos
Empresa de Servicios Públicos Todos
Empresa Social del Estado E.S.E Todos
Oficinas de Planeación Todos
Juntas Administradoras Locales
Comités Interinstitucionales
Núcleo educativo Todos
186

Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria-UMATAS Todos


Unidades de Gestión Ambiental Municipal – UGAM- Todos

CORPORACIONES PÚBLICAS
Concejos Municipales Todos
Asamblea departamental (Diputados del Oriente) Medellín
Cámara de representantes (Representantes)
Congreso de la República – Camara y Senado (Representantes)

INSTANCIAS Y ESPACIOS DE PARTICIPACION MUNICIPALES


Consejos Rurales Todos
Consejos Territorial de Planeación Todos
Consejos Participación de Paz San Luis, Marinilla y San
Carlos
Comité de Participación Comunitaria
Comité de Participación Comunitaria – COPACOS-
Consejo de Desarrollo Social Opción de Vida San Luis San Luis

ORGANIZACIONES COMUNITARIAS
Asociación de Lideres del Oriente - ALO Rionegro
Asociación de Mujeres del Oriente - AMOR Rionegro
Juntas de Acción Comunal - Asocomunal Rionegro
Grupo Asociativo de Confesiones San Vicente
Corporación Católica de Oriente Rionegro
Cooperativa Multiactiva de Fiqueros y Artesanos de Guarne Guarne
Cooperativa. Multiactiva de Comercialización agrícola y Pecuaria – Granada
CRECER
Cooperativa de Caficultores del Oriente
Asociación de agricultores de Granada Granada
Asociación de Avicultores de San Carlos San Carlos
Asociación de Comerciantes de Granada Granada
Asociación de Mujeres Cabeza de Familia
Asociación de Usuarios Campesinos
Asociación de Comerciantes

INSTITUCIONES
Educativas:
ADIDA Rionegro
CEIPA Rionegro
Colegio de Altos Estudios de Quirama La Ceja
EAFIT Rionegro
IME – Instituto Metropolitano de Educación Rionegro
Instituto Tecnológico Pascual Bravo Rionegro
Universidad Católica de Oriente Rionegro
Universidad Cooperativa de Colombia Rionegro
Universidad de Antioquia Rionegro
Escuela de Administración Pública – ESAP Rionegro
Fundación Universitaria del Oriente – FUNORIE
Universidad Pontificia Bolivariana – UPB
Tecnológico de Antioquia
187

Iglesia:
Pastoral Social San Francisco
Diócesis Sonson – Rionegro Rionegro

Varias
Comunicación:
Emisora la Buena Nueva. Abejorral
Emisora Parroquial Argelia
La Voz de la Iglesia San Rafael
Emisora Nuestra Señora de la Candelaria Guarne
Emisora Nuestra Señora de Chiquinquirá San Vicente
Emisora Radio de Guatape Guatape
Emisora Radio Comunal Nariño
Emisora Radio Maria Marinilla
Emisora Radio San Francisco San Francisco
Radio Cadena Nacional – RCN Rionegro
Emisora Señora del Carmen La Ceja
ACTUAR famiempresas Rionegro
Asociación Colombiana de Exportadores de Flores –
ASOCOLFLORES
COMFAMA Rionegro
COMFENALCO Rionegro
Coopeñol El Peñol
Canal Local de TV. El Santuario
Canal Local de TV Granada
TV Cable Municipal La Unión
Comercializadora de Papa La Unión
Club Escuelas de Deporte de Marinilla – CEDEM Marinilla
Sociedad Paisajes de Antioquia

OTRAS ORGANIZACIONES SOCIALES


ASPROMORA El Retiro
La Acción Social Sonson
Grupo asociativo de paneleros Soledad Río Verde de los Montes Sonson
Asociación de Organizaciones Ambientalistas del Oriente El Santuario
Asociación de Productores de Panela – ASOPANELEROS
Asociación de Paneleros de Argelia La Guarapera Argelia
Productores de Mora de Guarne Guarne
Sociedad de Mejoras Públicas

ENTIDADES PRIVADAS
Banco Caja Social Rionegro
Cámara de Comercio del Oriente Rionegro
CODESARROLLO
Comité Corporación del Oriente Rionegro
Corporación Empresarial del Oriente – CEO Rionegro
Corporación Vida, Justicia, y Paz Rionegro
FADEGAN Medellín
188

Fundación Río Claro


Fundación para el Desarrollo Empresarial de Oriente FUNDE
FUNORIE
ISA
ISAGEN
Parque Tecnológico de Antioquia
El Colombiano del Oriente
Transportes Unidos La Ceja La Ceja
Zona Franca de Rionegro Rionegro
Comité Departamental de Cafeteros
Politécnico Jaime Isaza Cadavid Rionegro
Corporación Empresarial del Oriente – CEO
Corporación de Desarrollo y Paz para el Oriente
Comité Departamental de Cafeteros
Fuente: Bases de Datos del Plan Estratégico de Antioquia – PLANEA, Visión Antioquia Siglo XXI, Secretaria de
Educación Y Cultura Departamental, CORNARE.
189

8. PROGRAMAS Y PROYECTOS

Se toma como información base para tratar esta temática, los productos generados en procesos
de planificación concertada para la subregión, propiciados por CORNARE, el Plan Estratégico de
Antioquia y algunos Planes de Desarrollo municipales. Se presenta también los campos
estratégicos de acción planteados por la Cátedra Antioquia (Gobernación de Antioquia, IDEA e
INER de la U. de A.).

Dentro de la Cátedra Antioquia se propone como núcleo estratégico central la consolidación de un


proyecto colectivo de desarrollo subregional autónomo, integral y cohesionador de intereses
locales y supralocales, articulados a este se proponen los siguientes campos de acción:
Conocimiento y uso sostenido de la base de recursos naturales; Fortalecimiento de sistemas
productivos y procesos de comercialización; Fortalecimiento de los gobiernos y la gestión para el
desarrollo local y subregional; Mejoramiento de las capacidades de una base social en condiciones
de vulnerabilidad generando oportunidades para articularse a procesos de desarrollo;
Reconocimiento y potenciación de la diversidad y el desarrollo cultura; Articulación del sistema
educativo al desarrollo subregional; Implementación de procesos de información y
comunicaciones; entre otras.

Por otro lado un acercamiento a las propuestas de desarrollo que se tienen para el Oriente
Antioqueño, parte de enunciar el planteamiento de la visión construido dentro del proceso
Antioquia Siglo XXI y retomado por el PLANEA que dice “El Oriente Antioqueño educado, será
potencia educadora mundial en el año 2.020”.

También, el proceso de concertación que dio como resultado el protocolo para el desarrollo
subregional, dirigido por CORNARE y el Departamento Administrativo de Planeación Nacional,
definió en 1.991 las siguientes estrategias generales para el desarrollo, las cuales se retoman en el
actual estudio, pues en su mayoría aún tienen vigencia:

Construcción y consolidación de la Democracia Participativa, como meta y condición para el


desarrollo subregional.

Fortalecimiento de la localidad y apoyo concertado para la modernización de los gobiernos


municipales.

Articulación e integración de la estructura espacial y promoción de la capacidad productiva y de


servicios de los centros poblados.

Vinculación, adecuación y complementación de las potencialidades e iniciativas que emergen de


los municipios, con los planes, políticas, programas y recursos de los gobiernos departamental y
nacional.

Configuración de la identidad subregional, como garantía del éxito del proceso de desarrollo
subregional.

Estimular prioritariamente, la articulación entre los sectores económicos primario y secundario,


evitando la descomposición de las formas de producción de los pequeños productores y
garantizando una utilización sostenida de los recursos naturales de la subregión.

Proveer y garantizar el aprovechamiento sostenido de los recursos naturales de la subregión, en


concordancia con las políticas de apoyo a la producción agraria.
190

De acuerdo al Protocolo, los siguientes son los objetivos (O) y políticas (P) de desarrollo por zonas
que el Oriente Antioqueño se planteó desde 1991 con visión al siglo XXI:

Zona del Altiplano en proceso de urbanización (municipios de El Retiro y parte de Rionegro,


Guarne y La Ceja):

O. Emprender acciones para ordenar y consolidar el sistema de asentamientos urbanos de la


zona, transformándola en el complejo urbano-industrial y de servicios más importante del Oriente
Antioqueño, propendiendo por un aumento en su autonomía económica y de gestión respecto a
Medellín y su área metropolitana y dotada de mayor capacidad para albergar actividades derivadas
de estos procesos y los incrementos de población.

P. Las políticas se centran en la formulación y desarrollo de un ordenamiento territorial. Teniendo


en cuenta la conservación de áreas rurales, la producción agraria nacional, el control de la
expansión urbana, los centros poblados existentes, como ejes de articulación y oferta de servicios
básicos y sociales, las restricciones ambientales y la capacidad poblacional de cada localidad.

Zona del Altiplano con sistemas de producción campesina (municipios de Marinilla, San Vicente, El
Santuario y parte de Rionegro, Concepción, Guarne, El Carmen de Viboral, La Ceja, La Unión y
Granada):

O. Apoyar y potenciar la producción agropecuaria, convirtiéndola en la fuente principal de


alimentos básicos del departamento ampliando y mejorando los sistemas de producción
campesino sobre la base de un mejor nivel de ingresos, la satisfacción de los servicios básicos y
de seguridad social y el uso sostenible de los recursos naturales.

P. Fortalecer los procesos de producción campesina partiendo de la organización social, de la


ampliación de la producción, del estímulo de la tecnología en uso, del conocimiento campesino
ancestral y de la incorporación de los avances en las ciencias agrícolas. Se tendría en cuenta
además, la articulación con procesos agroindustriales y la comercialización en la zona, con el área
metropolitana y con otras subregiones. Otro asunto importante que plantea la estrategia de política
es el incremento de recursos para investigaciones en generación de tecnología que permita
mejorar la eficiencia y competitividad de la producción campesina.

Area impactada por los proyectos hidroeléctricos (municipios de Alejandría, El Peñol, San Rafael,
San Carlos, Guatapé y parcialmente Concepción y Granada).

O. Estimular la reestructuración social, política, cultural, económica y ecológica, buscando mejorar


sus condiciones de vida, articular la zona a las dinámicas subregionales y aprovechar
racionalmente la infraestructura hidroeléctrica existente.

P. Reconstruir la base social y política para el desarrollo de la zona a partir de la adecuación del
sistema educativo y aprovechamiento de los micromedios de comunicación, fortaleciendo la
presencia estatal, creando espacios de concertación y consolidando los procesos de participación
y autogestión. Se propone la consolidación de la economía solidaria, el estímulo a la diversificación
en la producción (turismo, acuicultura, agricultura, floricultura y silvicultura, entre otros), el
mejoramiento de la comercialización agrícola, la modernización de los entes administrativos
municipales. Uno de los puntos centrales planteados en su política se enmarca en promover la
descentralización de las instituciones de investigación y educación superior de Medellín,
vinculándolos con la zona en la adaptación y generación de nuevas tecnologías que permitan dar
cuenta de sus propósitos de desarrollo.
191

Zona de vertientes con bosques húmedos tropicales en proceso creciente de intervención humana
(Incluye parte de los municipios de San Luis, San Francisco, San Carlos, Sonsón y Argelia).

O. Ajustar los actuales patrones de ocupación y uso del territorio a la conveniencia y necesidad de
conservar los bosques y satisfacer las necesidades básicas de sus moradores.

P. Enmarcar el mejoramiento de las condiciones generales de vida de los pobladores de esta zona
en la conservación y uso sostenible del recurso bosque implementando para esto sistemas de
producción silvícola, agroforestales y silvopastoriles, incorporando los pobladores en el control y
vigilancia del recurso forestal, impulsando y articulando las empresas de economía solidaria a
procesos industriales que usen las materias primas del bosque, y orientando los procesos de
expansión económica a zonas que ofrezcan condiciones para su ocupación. El desarrollo de estos
instrumentos de política deben sustentarse en el conocimiento científicos biológicos y sociales de
la zona, elemento fundamental para adecuar sistemas de producción y asentamientos humanos a
las condiciones de fragilidad del bosque tropical.

Zona de vertiente con sistemas de producción cañeros y cafeteros en proceso de declinación


económica (Municipio de Cocorná y parcialmente los municipios de San Luis, San Francisco, El
Carmen de Viboral y Granada).

O. Dinamizar y diversificar la producción agropecuaria utilizando los recursos naturales existentes


y mejorando las condiciones de vida de la población.

P. Identificar e impulsar nuevos sistemas tecnológicos para permitir la diversificación agropecuaria


y de la producción en general. Para esto se tendría en cuenta el apoyo a las unidades de
producción campesina en la diversificación agrícola, el aprovechamiento del potencial turístico y
recreacional como alternativa de desarrollo, el impulso y fortalecimiento de las empresas de
economía solidaria y la educación y capacitación de la población, vinculando con la zona las
instituciones de educación superior de Medellín mediante su descentralización.

Altiplanos y vertientes con agricultura campesina en proceso de recuperación (municipios de


Abejorral, Nariño y parcialmente los municipios de La Ceja, La Unión, El Carmen de Viboral,
Sonsón y Argelia).

O. Consolidar el desarrollo del sector agropecuario transformando la zona en productora de


alimentos básicos de importancia departamental. Además, fortalecer su sistema urbano para que
cumpla funciones de centro complementario al centro Rionegro.

P. Fortalecer y diversificar las actividades agropecuarias para la producción de alimentos de


autoconsumo y comercial, ligándolas a las agroindustrias del altiplano y aprovechando las
oportunidades de exportación. Se considera importante mejorar la articulación espacial de la zona
con el resto del Departamento y con otras regiones del país, fortalecer la consolidación de Sonsón
y Abejorral como centros de servicios, implementar programas de rehabilitación socioeconómica
deprimidas, impulsar la economía solidaria y llevar a cabo investigaciones y experimentaciones
que posibiliten incrementar y mejorar la producción agropecuaria.
192

Programas y proyectos de desarrollo subregional

Político - Administrativos

La necesidad de abordar propuestas que permitan unificar criterios de planeación y la ejecución


conjunta de proyectos para el desarrollo, ha hecho que los municipios orientales consideren una
figura administrativa que les acerque a estos propósitos. Surgen así las asociaciones de
municipios en las distintas zonas: Masora, en el Altiplano; Maser, en Embalses; y Musa en
Páramo. En los municipios del Altiplano, se ha dinamizado la discusión frente a una figura
administrativa que, además de permitir la unificación de visiones de planeación y administrativas
de los municipios, les genere autonomía y los presente fuertes frente a las decisiones tomadas
desde la centralidad del área metropolitana del Valle de Aburrá, decisiones que muchas veces
ocasionan contradicciones que se tienen que resolver localmente. El Oriente cercano no se
percibe como la continuidad del Valle de Aburrá, quiere dirimir autónomamente sus destinos.

En esta medida surgen tres propuestas administrativas en la plataforma de discusión: el Área


Metropolitana del Oriente Antioqueño, la figura de Provincia del Oriente Antioqueño y la asociación
de municipios. Rionegro jalona la primera figura para articular los municipios del Altiplano
ejerciendo éste municipio como centralidad. Marinilla, en oposición, propugna por explorar la figura
de Provincia articulando la totalidad de municipios del Oriente Antioqueño. Se debe explorar las
bondades y limitaciones de cada una de estas figuras.

Megaproyectos de Infraestructura física

Entre los megaproyectos en desarrollo reciente más importantes para la subregión, en términos de
sus impactos, se pueden enumerar los siguientes: Zona franca, Proyecto vial departamental Túnel
de Oriente, Proyecto doble calzada de la autopista Medellín-Bogotá tramo Zamora-El Santuario y
Parque Tecnológico de Antioquia.

Zona Franca

La Zona franca de Rionegro surge dentro de una estrategia del Gobierno Nacional y las empresas
privadas, para responder a las necesidades de incrementar las exportaciones del país y
especialmente las de algunos sectores antioqueños, los cuales se constituyeron en sus principales
accionistas: Suramericana de Seguros, Cementos Argos (pertenecientes al Sindicato Antioqueño),
Coltejer, Confecciones Leonisa, Conconcreto y promotora de Proyectos, entre otros. Necesidades
de unos sectores fuertes económicamente que se inscriben en el proceso de apertura económica
en el que se ha venido insertando el país en la última década.

Los 286 mil metros de área con que cuenta, ofrecen como ventaja importante a las empresas allí
instaladas la cercanía al aeropuerto José María Córdoba. Otros privilegios con que cuentan estas
son: agilización de trámites aduaneros, exención de pagos de impuesto municipales de industria y
comercio, reducción de tarifas de los servicios públicos, facilidades para la importación de
tecnología y exención de aranceles para maquinaria, materias primas o bienes intermedios que
entren de cualquier parte del país o del exterior.

En la actualidad los sectores económicos presentes en este espacio son: el eléctrico,


confecciones, artes gráficas, calzado, artículos de cuero, juguetería, artículos deportivos, equipos
médicos y de software. Una de sus expectativas más importantes además de las del resto de
empresarios antioqueños y de gran parte del Oriente Antioqueño es la activación total de la zona
franca de Rionegro. Algunos sectores políticos y sociales estudian fórmulas y mecanismos para
193

que este proyecto, genere los beneficios locales y subregionales esperados desde su diseño y
puesta en operación, los cuales aún no se perciben ni cumplen con las expectativas.

Proyecto vial departamental Túnel de Oriente

Es un proyecto que data de hace más de 60 años y que busca acercar el Valle de Aburrá con la
zona del Oriente Cercano. Planteada como una obra complementaria entre los dos Valles, ésta
tiene como uno de los objetivos conformar con la autopista Medellín - Bogotá, un anillo vial entre el
Santuario, La Ceja, El Retiro y el sur del Valle de Aburrá. El túnel contará con una longitud de 7.6
Km. que comunican el sector de las Palmas con el aeropuerto José María Córdoba, además de 60
Km. en obras viales complementarias que comunican los siguientes sectores del Altiplano: El
Retiro, La Ceja, El Canadá, El Carmen de Viboral y El Santuario.

Parque Tecnológico de Antioquia

El Parque Tecnológico, surge como una iniciativa concertada entre el sector oficial, el privado y las
Universidades antioqueñas, en búsqueda de la generación de programas y proyectos innovadores
que permitan satisfacer las diversas demandas en cuanto a mejoramiento de la productividad y
preservación del medio ambiente, en un marco de desarrollo de la investigación y de la aplicación
de tecnologías de punta.

Un rasgo esencial de la política que orienta el proyecto es su contenido humanístico, tanto en la


concepción del desarrollo científico y tecnológico, como en su componente de formación de
nuevos recursos humanos que contribuyen a la realización efectiva del macroproyecto en general.

El Parque Tecnológico está ubicado en el Recinto de Quirama. Su proceso de gestación estuvo a


cargo de la Universidad de Antioquia con el apoyo del Colegio de Altos Estudios de Quirama. Han
participado en su promoción y apoyo logístico y presupuestal las siguientes entidades: Universidad
Católica del Oriente, Escuela de Ingeniería de Antioquia, Universidad de Medellín, Politécnico
Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Universidad Nacional de Colombia (Sede Medellín), Universidad
Pontificia Bolivariana, Instituto de Ciencias de la Salud —CES—, Centro de Investigación y
Desarrollo Tecnológico de la Industria Farmacéutica (20 laboratorios de todo el país), Centro de
Desarrollo Tecnológico de la Industria Alimentaria, Suramericana de Construcciones S.A.
(Suramericana de Seguros), FEDEMADERAS, Centro de la Industria Alimentaria —CIAL—, Clínica
Las Américas, ICA, CORPOICA, Bolsa Nacional Agropecuaria, Naciones Unidas, UNESCO y el
Departamento de Antioquia.

Para el desarrollo institucional del Parque se proyecta poner en marcha la creación de Centros
Tecnológicos Sectoriales, de creación de nuevas empresas, de Negocios Tecnológicos en las
áreas de Bioseguridad, Bioética y patentes de creación intelectual, Centro de Asesoría y
Formación Empresarial, Incubadora de Empresas de base tecnológica, Centro de Diagnóstico, con
un banco de información para estudios de mercado, mecanismos de enlace y diagnóstico del
usuario, Centro de Comunicaciones; Banca Nacional e Internacional con capitales de riesgo y
Empresas Tractoras nacionales e internacionales de alta tecnología. Igualmente se proyecta
realizar investigaciones para el sector de la industria de la fundición, metalmecánica, química,
agroindustria, farmacéutica y ambiental. Además se propone liderar procesos de investigación en
áreas sociales y culturales, así como sobre el manejo eficiente de la energía. Aledaño al Parque
Tecnológico se construirá un Campo Tecnológico Industrial en el cual se buscará concentrar
empresas limpias de altas tecnologías.

La proyección del Parque supera el marco subregional e incluso el departamental. A pesar de que
las entidades que financian el proyecto son en su gran mayoría antioqueñas y de que su
194

orientación inicial fue motivada a partir de las recomendaciones hechas por el Informe Monitor
sobre competitividad para Antioquia, se busca que su impacto irradie sobre las propuestas de
desarrollo nacional.

Mejoramiento de las condiciones de vida y convivencia social

Sembradores de Paz

Este es un proyecto jalonado y coordinado por la Pastoral Social de La Diócesis Sonsón-Rionegro


que ha contado con el apoyo de entidades como CORNARE, La Universidad Católica de Oriente,
la Corporación Empresarial del Oriente y las empresas de generación y transmisión eléctrica, entre
otras. Él programa está dirigido a niños entre los 6 y 12 años, es un proceso desescolarizado que
inició hace varios años en el seno de la Pastoral y atiende 11.000 niños aproximadamente de los
21 municipios de la Diócesis (Oriente) además de extendió a los municipios de Yarumal, Urrao,
Amagá, Liborina, Caldas y Medellín.

El programa contempla varias etapas: 1) Sensibilización como sembradores de paz para cambiar
la cultura de la guerra; 2) Niños constructores de sociedad civil, se trabajan temas como el
conflicto armado, la Constitución Nacional, D.H y derechos y deberes del niño y la mujer, entre
otros; 3) Niños potenciadores del medio ambiente; 4) Niños dinamizadores de la comunidad
familiar; 5) Niños animadores de la comunidad educativa; 6) Niños promotores de la comunidad
eclesial.

Desarrollo rural

También coordinado por la Pastoral Social de la Diócesis Sonsón-Rionegro y cofinanciado con


apoyo de organismos nacionales e internacionales, busca apoyar el mejoramiento de las
condiciones de vida de los campesinos en las zonas mas impactadas por el conflicto armado.
Tiene fuerte presencia en los municipios de Nariño, San Carlos, Argelia, San Rafael y San Carlos.
Desarrolla acciones relacionadas con el mejoramiento de las unidades productivas campesinas, el
mejoramiento de la vivienda rural y todo acompañado por el tema de la convivencia y la paz.

Otros proyectos que se pueden enumerar para el Oriente Antioqueño liderados por diferentes
entidades del orden público y privado tiene relación con la defensa ambiental y la producción
limpia, la generación de empleo urbano y rural, el mejoramiento y construcción de vivienda, el
desarrollo turístico consolidando el corredor Oriente Cercano - Embalses y la recuperación de la
vocación agrícola.

Proyectos articuladores de subregión

Con el propósito de conjugar esfuerzos para dar cuenta de necesidades comunes de las
localidades, principalmente en la zona del altiplano, se han direccionando propuestas a nivel de
idea y otras iniciando las primeras fases de ejecución, entre las cuales se pueden anotar: el Distrito
Agrario, liderado por el municipio de Marinilla y articulando a la propuesta los municipios cercanos,
la empresa de servicios públicos subregional asociando los municipios de Masora y el Relleno
sanitario o Parque industrial a localizar en el municipio de San Vicente y asociando los anteriores
municipios. Además de estos proyectos se viene considerando en los municipios de Rionegro y
Sonsón la posibilidad y necesidad de una universidad pública en el Oriente Antioqueño, y en el
Suroriente y Norte de Caldas respectivamente, la primera propuesta fue presentada en el Concejo
municipal de Rionegro.
195

Específicamente se han solicitado realizar una serie de propuestas en diferentes espacios como
talleres consultivos con los alcaldes y otras. A continuación se enuncian los siguientes proyectos

 Fomento de empleo a través de subsidios de vivienda


 Formulación de políticas concertada de seguridad
 Proyectos para la producción y comercialización de los productos agropecuarios.
 Programas especiales de empleo para los jóvenes
 Programas de seguridad alimentaria
 Capacitación para el empleo
 Ampliación de cobertura en la educación básica y tecnológica
 Aumento cobertura del régimen subsidiado de salud y rediseño de la encuesta SISBEN, de
acuerdo a las características de la subregión
 Adecuación vial
 Conformación de cooperativas para el mantenimiento vial
 Construcción de acueductos rurales y UNISAFAS
 Asistencia sicología a la población afectada por la violencia
 Micro cluster del turismo
 Centro de convenciones de Oriente Antioqueño
 Teleférico al aeropuerto José María Córdoba
 Centro de investigación y programas de control biológico
 Plan integral de desarrollo agropecuario subregional
 Plan vial subregional anillos viales
 Plan de Desarrollo Integral Turístico Integrado del Altiplano – Embalses
 Fortalecimiento de las asociaciones de municipios existentes y creación de la asociación de los
municipios zona Bosques
 Diversificación educativa
 Formulación del Plan Integral de prevención y atención de desastres para la subregión
 Centro de transformación y comercialización de productos agrícolas (formulado en el estudio
de fortalecimiento de la gestión local y formación de la sociedad civil)
 Fomento y capacitación en la producción y comercialización de frutales (formulado en el
estudio de fortalecimiento de la gestión local y formación de la sociedad civil)
 Fortalecimiento de las organizaciones comunitarias para la solución de problemas de la
comunidad.
 Proyecto integral de intercambio de productos y servicios entre los municipios
 Construcción de cables y teleféricos
 Apoyo a los pequeños productivos
 Campañas activas de promoción y prevención en salud
 La educación ambiental dentro del curriculum educativo
 Implementar en sistema concertado de incentivos de protección y conservación de los recursos
naturales
 Manejo integral subregional de residuos sólidos
 Programa de reforestación subregional para promoverla industria maderera y comercialización
 Proyectos agrícolas como el cultivo de caña panelera, mora, fique, fruticola, hortalizas.
 Huertas caseras y comunitarias, especies menores: cunicultura, avicultura, lombricultura,
piscicultura.

En cuanto a proyectos demandados durante el primer año del actual gobierno se gestionaron ante
el Banco de Proyectos 430 solicitudes de expedición de certificados y reregistro.

El valor total de estas solicitudes fue de $390.013, presentados por 104 municipios a 22 entidades
departamentales.
196

El promedio departamental de proyectos por municipios fue de 4.2, donde sobresalieron con 8
proyectos 3 municipios del Oriente (Rionegro, El Santuario, y San Carlos).

La subregión del Oriente Antioqueño fue la que más proyectos presentó con 95, es decir el 22%
del total, destacándose los proyectos relacionados con el transporte.

Los proyectos registrados en el Banco de Proyectos Departamental, se caracterizan por su escala


netamente local, inclusive barrial o veredal, con un impacto limitado por su magnitud y naturaleza,
es necesario, por medio del “Sistema Subregional de Planificación” que se pretende implementar,
analizar, discutir y concertar, entre los diferentes actores, políticas, estrategias, programas y
proyectos con impacto zonal, subregional, suprasubregional y departamental buscando un
desarrollo equilibrado y equitativo en la subregión y en la totalidad del Departamento de Antioquia.
197

11. BIBLIOGRAFIA

 ANTIOQUIA CONVERGENCIA Y DESARROLLO, UNIVERSIDAD DE EAFIT Y OTROS.


Fortalecimiento de la Gestión Local y Formación de la Sociedad Civil, Región Oriente.
Medellín. 2.000.

 CAMARA DE REPRESENTANTES. Gaceta del Congreso, Actas de Comisión. Tercer Foro


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Ciudadana. Bogotá. 1.995.

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Rionegro. 1.999.

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Región Limpia. Rionegro. 1.998.

 CORNARE, MASORA. Plan de Ordenamiento Territorial e Intervención para el Altiplano del


Oriente Antioqueño – Pueblos. Rionegro. 1.995.

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 ESAP. Escuela Superior de Administración Publica. El Impacto de la Descentralización en los


Municipios del Departamento de Antioquia – Subregión del Oriente. Medellín. 1.999.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Análisis del Sistema de Asentamientos Urbanos del Departamento de Antioquia. Medellín.
2.000.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, SECRETARIA DE OBRAS PUBLICAS


DEPARTAMENTALES. Directrices Generales de Ordenamiento Territorial del Departamento
de Antioquia y de la Zona Central de Influencia del Desarrollo Urbano Metropolitano. Medellín.
1.998.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, SECRETARIA DE AGRICULTURA. Plan Zonal Oriente


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 GOBERNACION DE ANTIOQUIA - SECRETARIA DE EDUCACION Y CULTURA, IDEA, INER


U. de A. Cátedra Antioquia. Medellín. 2.002

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, SECRETARIA DE EDUCACION Y CULTURA. Plan de


Prestación del servicio Educativo y cultural 1.998 – 2.000. Medellín. 1.998.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Ordenamiento Territorial, Medellín. 1.990.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Anuario Estadístico de Antioquia. Medellín 2.000. 2.002.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Informe Dirección de Banco de Programas y Proyectos en la subregión del Oriente. Medellín.
2.002.
198

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Informe Dirección de Finanzas y Gestión de Recursos en la subregión del Oriente. Medellín.
2.002.

 GOBERNACION DE ANTIOQUIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION.


Informe Dirección de Sistemas de Indicadores para la subregión del Oriente. Medellín. 2.001.

 IGAG, INSTITUTO GEOGRAFICO AGUSTIN CODAZZI. Atlas Básico de Colombia. Bogotá.


1.989.

 MASORA. Proceso de Simultaneidad en la Formulación de los Planes de Ordenamiento


Territorial para los Municipios del Altiplano en el Oriente Antioqueño. 1.999.

 MASORA. Anuario Estadístico Subregional 1.996. Rionegro. 1.997.

 PLANEA, PLAN ESTRATEGICO DE ANTIOQUIA. De la Visión de Futuro hacia la Identificación


de Líneas Estratégicas, Subregión del Oriente. Medellín, 1.999.

 PLANEA, PLAN ESTRATEGICO DE ANTIOQUIA. Sistematización Talleres Subregión del


Oriente. Medellín, 2.000.

 PRODEPAZ. Programa Desarrollo para la Paz. Los Planes Zonales Comunitarios – Lectura
Pedagógica y Didáctica del Territorio Cubierto por Prodepaz. Rionegro. 2.002.

 SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL. Desplazamiento Forzado en Antioquia,


Oriente. Bogotá. 2.001.

 UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, INER. Plan Decenal de Inserción de la Universidad de


Antioquia en las Regiones 2.001 – 2.010. Medellín. 2.001.

 VISION ANTIOQUIA SIGLO XXI. Prospectiva de Antioquia y Formulación de Visión al 2.020.


Medellín. 1.997.
199

ANEXO 1

GOBERNACION DE ANTIOQUIA
Departamento Administrativo de Planeación
Dirección Planeación Estratégica Integral

El Oriente Antioqueño es una unidad jurisdiccional para la planeación, de carácter


subregional, heterogéneo y con calidades de vida desiguales, predominantemente agrario,
en un contexto social y cultural en conflicto, en proceso actual de integración al mercado
internacional y nacional, poseedor de un sistema de asentamientos humanos antiguos y
diversos, en vía de consolidación de sus servicios y de su articulación territorial, bajo la
influencia principal del centro metropolitano mayor y relacionado con las subregiones del
Magdalena Medio y el Nordeste, es objeto de decisiones y megaproyectos de impacto
nacional, posee una oferta natural diversa, en algunos casos en proceso de degradación, y
limitada de manera significativa por el clima y el relieve.

Fortalezas y potencialidades de la Subregión del Oriente Antioqueño

En general:

 La subregión posee una visión que se definió por diferentes sectores productivos y
gremiales en forma conjunta para el desarrollo subregional, con énfasis en el campo de la
educación, concretamente en el diseño de un proyecto global de subregión educada y
educadora, así: “El oriente antioqueño educado, será potencia educadora
internacional en el año 2.020”. para lo cual gran parte de las propuestas generadas en
talleres subregionales, elaborados por el PLANEA, y otras de orden local y subregional, se
ubican dentro del sector educativo, quiere decir esto que el accionar de la subregión
corresponde directamente con la propuesta de visión.

 La subregión esta divida claramente en cuatro zonas a partir de una cierta homogeneidad
en sus dinámicas: Altiplano, Embalses, Bosques y Páramo, con características claramente
definidas en lo económico, social, cultural, medio ambiente, físico, etc. Cada una con
oportunidades y fortalezas complementarias entre si, lo cual se presenta como una
potencialidad al poder consolidarse, por su variedad, como una subregión líder a nivel
departamental, nacional e internacional.

 El Oriente Antioqueño se destaca por su riqueza en recursos naturales, por las actividades
económicas industriales que se desarrollan allí, los servicios de apoyo a la producción, su
potencial turístico, su desarrollo inmobiliario.

 El territorio del Oriente Antioqueño es rico y variado, cerca del 40% de su territorio posee
actitud forestal, 30% bosques y 30% aptitud agropecuaria.

 Posee también variedad y riqueza en sus pisos térmicos, pues mas de la quinta parte de su
territorio corresponde a pisos térmicos cálidos, mas de la tercera parte a pisos medios, un
poco menos de la mitad de su territorio a pisos fríos y algo que muy pocas subregiones
poseen, casi el 2.5 de su territorio es zona de páramo. Lo cual le confiere un valor
importante en lo concerniente a la riqueza y diversidad de recursos naturales.
200

 La subregión que más productos agropecuarios aporta para el consumo del departamento
con el 60%, le sigue Suroeste y Occidente. Es una importante subregión abastecedora de
materias primas de origen minero y forestal para la industria de bienes de consumo
corriente(locería, artículos de vidrio, muebles, etc.) y bienes intermedios (cemento,
derivados del petróleo y gas, papel, refractarios, pinturas, maderas para la construcción,
entre otras.)

También se viene convirtiendo en sede de producción industrial de bienes manufacturados


y es proveedora de divisas, gracias a las exportaciones tradicionales de flores, textiles y
café.

 La posición geográfica del Oriente Antioqueño se presenta como estratégica para el


desarrollo del departamento, pues zonas como la de Bosques y Páramo poseen una
influencia supradepartamental y vínculos directos con otros departamentos.

Esta posición en el centro de la geografía Colombiana, entre el cañón del Cauca, la


vertiente del río Magdalena y el corredor del río Medellín – Porce y del Nus, permite
aprovechar un territorio de montaña, lomeríos y valles que conforman un paisaje de
potencialidad diversa entre las llanuras de estos ríos y los suelos en la cordillera andina.

 La población del Oriente Antioqueño es una comunidad apropiada y empoderada de su


territorio, dispuesta a sacarla adelante como subregión líder.

 Es una subregión con historia y tradición, a través de ella, ha desempeñado un papel


protagónico departamental y nacional en el escenario económico, político, administrativo y
más recientemente, en la planificación de su territorio con procesos modelo a nivel del país.

 La subregión posee un amplio inventario turístico, que abarca el patrimonio físico ambiental
(zona de Embalses, aguas cristalinas de municipios como San Carlos, San Rafael,
Cocorna, San francisco, valoración de la riqueza en biodiversidad de la zona del Páramo
entre Sonson, Argelia y Nariño), así como el Patrimonio cultural propio de las tradiciones de
la cultura paisa.

 El Oriente Antioqueño se presenta como un eje básico dentro del plan vial de la apertura,
mediante la construcción de troncales que unirán el centro del país con puertos en el
Atlántico y el Pacifico.

 El Oriente Antioqueño es uno de los sistemas hidrológicos más ricos del área Andina, la
mayoría de los ríos que la recorren alimentan los sistemas de embalses, además las
cuencas de los ríos Samana norte y río Claro juegan un papel importante en el aporte de
agua limpia al río Grande de la Magdalena.

 La biodiversidad es el gran patrimonio, esta se encuentra en los bosques húmedos y muy


húmedos tropicales, área de gran interés donde existe gran variedad de especies. El agua,
el suelo, la flora, la fauna, el aire, el ser human, el territorio, son las principales fortalezas
sobre las cuales se debe basar la actuación ambiental.

 El Oriente Antioqueño produce mas de la tercera parte de la energía del país y además
ofrece las posibilidades de continuar el desarrollo hidroenergetico del país.
201

 Es una subregión cubierta por buena cantidad de vías, con acceso vial desde varios puntos
del departamento, pues es la subregiòn con más alta densidad vial del departamento,
después del Valle de Aburra.

 Es la subregión junto con el Valle de Aburra, con menor deserción preescolar y primaria,
tanto a escala urbana como rural con tasas de 6.75% y 6.67%.

 En la subregión se han localizado varias universidades, lo cual amplia la oferta en


programas de profesionalización.

 El Oriente Antioqueño posee en el campo de la organización social, con asociaciones de


municipios (Masora, Maser y Musa), de corte institucional y muchas corporaciones y
gremios. En el orden de la organización del ámbito local, se cuenta con que todos los
municipios tienen su consejo municipal de planeación, juntas municipales de educación,
comités de participación comunitaria, juntas municipales de deportes, juntas de acción
comuna, juntas de vivienda, juntas de acueductos veredales, organizaciones de tipo
ambientalista y formas cooperativas y organizaciones de trabajo solidario, entre otras. Lo
cual se consolida como una fortaleza subregional desde la perspectiva del capital social.

 En general las condiciones de la subregión generan factores de competitividad hacia el


mundo de la globalización, posee ventajas comparativas de localización y biodiversidad, las
cuales se puede fortalecer y explotar mediante procesos de panificación zonales y
subregionales.

En Población:

 La población de la subregión se presenta como una potencialidad por ser una comunidad
creativa, honesta, con gran capacidad de trabajo y con un conocimiento acumulado, que
los diferencia de los habitantes de otras subregiones del Departamento.

 Es la segunda subregión mas poblada del Departamento, después del Valle de Aburra,
según proyecciones del Departamento Administrativo de Planeación para el 2.002, el
Oriente Antioqueño posee 591.591 habitantes, de los cuales el 45% habita las cabeceras
urbanas y el resto, 55% vive en la áreas rurales, esto lo debemos considerar como una
potencialidad por su gran capital humano.

 La subregión cuenta con una población joven, el 33.9% se ubica entre los 0 – 14 años y el
52.5% se inscribe dentro de la edad escolar incluyendo la educación superior, 5 – 24 años.

 Aunque el índice de necesidades básicas insatisfechas es casi del 40%, hecho


contradictorio por la riqueza en recursos de la subregión, es el mas bajo, después del valle
de aburra en el departamento.

En Infraestructura y Servicios:

 El Oriente Antioqueño es un punto clave para el sistema eléctrico y energético nacional,


posee seis embalses y cinco centrales hidroeléctricas que generan casi el 33% de la
energía nacional y mas del 70% de la energía departamental.

 Otros elementos que le permiten ser considerada como una subregión de importancia
estratégica, son el desarrollo urbanístico del Altiplano, la infraestructura de servicios de
202

carácter subregional y nacional, como el aeropuerto internacional, la zona franca, los


servicios hoteleros de alta calidad, los servicios financieros, entre otros.

 Es la subregión con mas alta densidad vial del departamento con 390.5 mts Por km2 y
4.720 mts por 1.000 habitantes.

Posee, mas de la quinta parte, tanto de las vías totales del departamento, como de sus vías
pavimentadas.

 El desarrollo de la infraestructura en la subregión, presenta también una de sus mayores


fortalezas en lo que se refiere a la cobertura de servicios públicos, especialmente en la
cabecera de sus municipios, con indicadores cercanos y mayores al 90%, superiores a los
departamentales.

 Es una de las subregiones con índices de déficit cualitativo (29.66%) y cuantitativo


(36.37%) en vivienda mas bajos, inclusive por debajo de los índices departamentales
(66.16% y 37.20%).

 En El año de 2.000, el Oriente Antioqueño poseía 59 hoteles, 48 residencias y hospedajes


y otros 11 complementarios; es la subregión con más escenarios deportivos, después del
Valle de Aburra; posee 24 bibliotecas publicas y 44 bibliotecas escolares; todos sus
municipios poseen casa de la cultura.

En economía:

 El Oriente Antioqueño por ser asiento de numerosas empresas, por ser despensa agrícola
del Departamento, por su potencial turístico, su infraestructura, su riqueza hídrica, biótica,
se constituye como subregión estratégica para el desarrollo económico de Antioquia.

 El Oriente Antioqueño con el 7.28%, es la segunda subregión que mas le aporta al


producto interno bruto total departamental, después del Valle de Aburrá, representado en
su mayor parte por la rama que tiene que ver con lo agropecuario y la silvicultura.

 Los cultivos de flores de corte bajo invernadero, representan el 99% del total cultivado en el
departamento y el 10% de la producción nacional, del total producido el 80% es para
exportar.

 Es la segunda subregión productora de leche en Antioquia, después del norte antioqueño,


con 456.358 litros / día.

 Se constituye como un sector atractivo para los empresarios por su localización ante
mercados locales, nacionales e internacionales, la disponibilidad de infraestructura vial y
aeroportuaria de fácil acceso, la disponibilidad también de servicios públicos y la oferta de
mano de obra.

 Por su cercanía es una subregión potencialmente complementaria a las cadenas


productivas del Area Metropolitana.

 En el Oriente Antioqueño existe una buena red de comercialización de insumos para al


actividad agrícola.
203

En educación:

 Se constituye en un lugar potencial por natural para localizar actividades modernas de


investigación, experimentación, altos estudios, formación y capacitación tecnológica que el
departamento necesita.

 La subregión cuenta con una gran infraestructura educativa, entre universidades, colegios y
escuelas, localizados en las zonas urbanas y en su mayoría en la zona rural.

 En trece de los municipios del Oriente Antioqueño, se viene adelantando dinámicas


importantes en torno a la visión de ser una subregión educada y educadora.

 En los últimos años se ha incrementado la demanda de educación superior en la subregión


(medicina, sistemas, administración, sicología, ingenierías, derecho y odontología, son las
más relevantes). La población joven se quiere capacitar a nivel profesional, lo cual
redundaría en el nivel de desarrollo de la subregión.

 El 100% de los municipios del Oriente Antioqueño poseen plan de desarrollo educativo
institucional.

 El 100% de los municipios del Oriente Antioqueño asumieron la competencia legal del ente
deportivo y se han constituido legalmente, la mayoría tiene presupuesto propio.

En Cultura:

 La subregión del Oriente Antioqueño posee unos perfiles distinguibles y un sustrato cultural
común, lo cual se ha configurado gracias a la inserción de la subregión a través de la
historia a los procesos de desarrollo económico y social del Departamento – Antioqueñidad.

 En el Oriente Antioqueño, como en muchas otras subregiones del Departamento coexisten


diversidad de expresiones de distinto talante, en el que se amalgaman contenidos y
practicas diferentes, que por sus diferencias enriquecen el panorama cultural de la
subregión. Esta diversidad debe ser tomada positivamente, como la gran potencialidad
cultural de la subregión.

 En gran parte del Oriente Antioqueño sobreviven manifestaciones culturales propias de los
antioqueños, como la religiosidad católica, las practicas alimenticias, la conformación de los
grupos familiares (apellidos), entre otras, la potencialidad radica, en que aun hoy en día, el
Oriente representa la población antioqueña de antaño.

 En el Oriente Antioqueño se observa un gran interés por las actividades culturales de


carácter artístico – danzas, artes plásticas, literatura, música, teatro – por parte de jóvenes
y adultos, que encuentran en estos modos de expresión artística una forma de desarrollo
personal y de recreación lúdica.

 Posee una amplia infraestructura a nivel cultural entre bibliotecas, casas comunales,
bibliotecas publicas y escolares, estas ultimas organizadas técnicamente y en proceso de
automatización, se presentan también avances en la planificación del sector cultural y
programas de recuperación de memoria cultural e inventarios culturales.
204

 El Oriente Antioqueño posee la asociación de casas de al cultura – ASOCOA - con la que


se ha fortalecido el desarrollo cultural local y se ha iniciado acciones en el ámbito
subregional.

 En la gran mayoría de los municipios del Oriente Antioqueño existen talleres de semilleros
y sensibilización en artes plásticas, igualmente salas de exposición permanentes. También
se realizan capacitaciones en literatura, semilleros literarios, fomento a la lectura y escritura
y talleres de apreciación y producción literaria.

 Existen bandas musicales en todos los municipios del Oriente Antioqueño.

 En el Oriente Antioqueño se realizan 59 de las 260 celebraciones municipales que se llevan


a cabo en el Departamento, referidas a sus productos y tradiciones más importantes.

 En general el trabajo cultural, los movimientos sociales y ecológicos, se constituyen en


potencial alternativo que deben ser tenidos en cuenta en cualquier proceso de planificación.

 Cuenta con un rico patrimonio, entre los que se destacan 4 bienes de interés nacional, 8
centros urbanos representativos y 27 bienes patrimoniales representativos, posee un
inventario arqueológico en 5 de sus municipios.

En salud:

 El 100% de los municipios asumieron la responsabilidad de administrar autónomamente la


salud.

 En la subregión se presentan algunas iniciativas para desarrollar fortalezas en materia de


salud, como de la cadena de valor agregado en biomedicina y biotecnología, propuesta por
el Instituto de Altos Estudios de Quirama.

 Posee una alta infraestructura donde sobresale la urbana en materia de salud, entre
hospitales, clínicas, centros de salud, puestos de salud y consultorios médicos. Esta
infraestructura cuenta también con la dotación y disponibilidad de camas para atender la
demanda creciente en el sector, generada con la vinculación a los regímenes contributivo y
subsidiado de salud.

 Los niveles de cobertura, en cuanto a personal disponible para la atención preventiva y


curativa se acercan a los estándares internacionales de 1 por cada 2.000 habitantes.

 La subregión de Oriente Antioqueño se destaca por su potencial para la formulación de


programas y proyectos en el área de la salud, proyectos como el UNI de cooperación en
pro de la salud entre Rionegro, la fundación Kellogs y la U. de A.; Proyecto municipios
saludables por la paz y el proyecto movimiento niño en el municipio de Guatape dan clara
muestra de ello.

 La subregión posee la potencialidad en la alta producción de hortalizas y granos con el fin


de fortalecer una adecuada alimentación y bajar los indicadores de desnutrición infantil.
205

En medio ambiente:

 Presenta una riqueza natural de significativa importancia departamental y nacional,


asociada a su diversidad climática, de suelos, especies en flora y fauna y a sus
potencialidades hídricas y minerales en general.

 El Oriente Antioqueño es un territorio privilegiado en el contexto nacional, su mayor


extensión de suelos se ubican en zonas de clima medio y frío , con predominio de bosque
tropical y pastos en la vertiente del Magdalena y bosques de niebla al sur de la subregión.

 Como potencial la subregión cuenta con una corporación como CORNARE con amplia
trayectoria en la planificación de los aspectos ambientales y que con su plan de gestión
ambiental regional 1.998 – 2.006 pretende crear un sistema general d planeación,
coordinación, asesoría y control de los recursos naturales y del medio ambiente.

 Se constituye como un ecosistema estratégico para el departamento y especialmente para


el Valle de Aburrá.

 La diversidad de condiciones biofísicas de la subregión, dada por la amplia gama de


alturas, 150 m.s.n.m. cerca al río Magdalena y 3.300 m.s.n.m. en el cerro las Palomas en
Sonson, así como la distribución de precipitaciones, 800 mm/año en el cañón del río Arma
y 5.000 mm/año en la zona de Embalses, definen una gran diversidad de ecosistemas
forestales.

 La diversidad de fauna y flora silvestre constituyen uno de los componentes de mayor


significado en el patrimonio natural pudiendo citar 47 especies de anfibios, 316 especies de
aves y 85 especies de mamíferos, adicionalmente se tienen mas de 304 especies de flora.

 Se destaca en el contexto departamental como una subregión pionera y a la vez líder, en


materia de propuestas concertadas de gestión ambiental para el desarrollo.

 En cada municipio de la subregión existe la unidad de gestión ambiental – UGAM

 La subregión cuenta con el mercado asegurado de madera cultivada, además con altas
posibilidades para el mercado de fibras naturales, frutas, flores, entre otras.

En centros urbanos:

 La subregión posee el único centro de relevo principal dentro de la categorización de los


centros urbanos, como lo es Rionegro, consolidándose como una opción para localizar
industria y servicios. Su acción predominante como centro de relevo se basa en una
función económica subregional, con funciones de apoyo financiero, servicios
administrativos, comerciales, sociales y culturales.

 En el Oriente Antioqueño se localizan tres de los 13 centros de relevo secundario que


posee el Departamento (Marinilla, La Ceja, Sonson), este nivel es intermedio y los
municipios poseen un buen nivel de funciones y servicios que se caracterizan por servir de
apoyo a la zona rural, así como a las áreas de influencia supramunicipal.
206

En lo político:

 Una fortaleza que posee la subregión es la consolidación del proceso político con la
participación del sector dirigente y comunitario para el desarrollo de la subregión.

 El grupo actual de alcaldes de la subregión, se constituye como un equipo para


contrarrestar las aciones que apuntan a instaurar un caos administrativo y social.

 La situación actual de orden publico se debe tomar como una potencialidad, para construir
espacios de reflexión para el tratamiento del conflicto, buscando minimizarlo hasta construir
escenarios de paz.

 Posee un variado repertorio de espacios para el tratamiento del conflicto como el consejo
de conciliación y desarrollo social “opción de vida San Luis”; municipios asociados por la
paz; consejos municipales para la paz; corporación vida, justicia y paz para el Oriente;
corporación de desarrollo y paz para el Oriente; consejo provincial de paz, entre otras.

 En el Oriente Antioqueño existen varias instancias de apoyo a la gestión local con


importantes niveles de liderazgo y reconocimiento, entre las que se destacan: CORNARE,
tres asociaciones de municipios, la corporación empresarial del Oriente (CEO), la
universidad católica de Oriente (UCO), la fundación para el desarrollo empresarial del
Oriente (FUNDE), el sena, la diócesis Sonson – Rionegro y en particular la pastoral social,
prodepaz, etc.

 Experiencia acumulada en planeación participativa y en concertación público – privada.

Es necesario aclarar que, a pesar del buen panorama general en cuanto a fortalezas y
potencialidades para el Oriente, también existen, como es lógico, debilidades y amenazas en la
subregión, además persiste una diferencia considerable entre los que mejores condiciones
presentan, como es el caso de los municipios del Altiplano, frente a municipios de otras zonas
como las de Páramo y Bosques.
207

ANEXO 2

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL PLAN OPERATIVO ANUAL DE INVERSIÓN – POAI, PARA LA


SUBREGION DEL ORIENTE POR FUENTES DE FINANCIACIÓN

Para este informe solo se tiene en cuenta la información del POAI de los municipios de Abejorral,
Alejandría, Argelia, Cocorná, El Retiro, Guarne, Guatape, La ceja, La unión, Marinilla, San Carlos,
San francisco, San Luis, San Rafael y Sonson, ya que los restantes a la fecha no habían remitido
la información necesaria para el análisis.

Para el análisis se tuvo en cuenta la información contenida en los Presupuestos iniciales de la


vigencia fiscal de 2.002 y el Plan Operativo Anual de Inversión que presentaron los municipios
para la vigencia. De estos se extractaron los proyectos de inversión por las diferentes fuentes de
financiación, agrupando las fuentes de la siguiente forma:

FUENTES DE FINANCIACIÓN

INGRESOS PROPIOS: En estos recursos se consideran los ingresos corrientes de libre


destinación, de acuerdo a la Ley 617 de 2.000, los municipios para esta vigencia deben destinar
como mínimo el 10% de los mismos, en ellos están incluidos los recursos de libre destinación de
que trataba la Ley 60 de 1.993 y su equivalente de Propósito General de que habla la Ley 715 de
2.001. De los municipios analizados no apropiaron para financiar el POAI con esta fuente, los
municipios Abejorral, Argelia, Guatape, La Unión, San Carlos, San Francisco y Sonson, es decir no
le dan cumplimiento a lo previsto en la ley.

LOS INGRESOS CORRIENTES DE LA NACIÓN - I.C.N: Dentro de este grupo se consideraron


los correspondientes a la participación en los Ingresos Corrientes de la Nación y los provenientes
al Situado Fiscal para salud, de estos últimos no reportaron información los municipios de
Abejorral, Argelia, Guatape, La unión, San Carlos, San francisco y Sonson, a sabiendas que hasta
la vigencia de la Ley 60 todos los municipios estaban certificados en salud por lo tanto deberían
considerar el Situado Fiscal como fuente de financiación dentro del POAI y no lo tuvieron en
cuenta, esto muestra las falencias en la presupuestación que tienen muchos municipios.

FOSYGA: Los municipios antes mencionados no reportaron la información correspondiente, estos


recursos son utilizados en su mayoría para proyectos relacionados con la vinculación de la
208

población pobre al Régimen Subsidiado, también se presentan problemas en el manejo de esta


fuente de financiación puesto que a todos les transfieren este tipo de recurso.

TRANSFERENCIAS: En este grupo se consideran las Regalías y las transferencias del sector
Eléctrico, para el Oriente solamente reportaron información correspondiente a regalías del Oro, los
municipios de Cocorná y San Rafael y por transferencias del sector eléctrico los municipios de
Alejandría, El Retiro, Guarne, Guatape, La Ceja, Marinilla y San Rafael.

COFINANCIACIÓN: En este bloque se consideró las diferentes cofinanciaciones Nacionales


Departamentales, Cooperación Internacional y Capitales Alternativos, sobre estos recursos hay
que hacer claridad en el sentido de que la mayoría de ellos solo son expectativas para los
municipios, puesto que la consecución definitiva de los mismos depende de la gestión que realicen
los administradores municipales.

CREDITO: Solamente los municipios de Alejandría y La Ceja incluyen como fuente de


financiación para el POAI estos recursos, cuya consecución definitiva también depende de su
gestión.

De la información compilada en los presupuestos iniciales para los municipios analizados,


encontramos que estos asignaron la suma de $59.894’798.552 para atender los diferentes
proyectos contemplados en sus planes de desarrollo y que beneficiaran a los habitantes de sus
municipios, teniendo como su principal fuente de financiación los Ingresos Corrientes de la Nación,
los cuales participan con el 57.86%, la segunda fuente de financiación son los recursos de
cofinanciación que participan con el 23.95%, teniendo estos recursos un peso importante dentro
del total, los proyectos en muchos casos no se ejecutan por la dificultad en la concreción de los
recursos.

La participación que tienen los municipios de las transferencias del sector eléctrico es muy poco, si
se tiene en cuenta que en esta subregión se concentran las principales hidroeléctricas del
departamento, solo participan con el 6.27% del total, pareciera que los municipios en la mayoría de
los casos, no conocen a ciencia cierta la importancia que tiene esta fuente.

Los recursos propios, si bien es obligación legal destinar el 10% de los ingresos de libre
destinación para financiar proyectos contemplados en el Presupuesto de la respectiva vigencia,
209

solo 8 de los 15 consideraron como fuente de financiación estos recursos, los cuales participaron
con el 6.39%.

Como se puede ver de este análisis estos municipios siguen dependiendo en su mayoría de las
transferencias que les gira la Nación.

Como se mencionó la principal fuente de financiación de estos municipios son la Participación en


los Ingresos Corrientes de la Nación, se pudo detectar que los $32.469’920.732 que debían
apropiar obligatoriamente a proyectos de inversión, según distribución de Ley 60 de 1.993, puesto
que a la fecha de expedición de los presupuestos no se había aprobado la ley 715 de 2.001,
incluyeron proyectos de inversión por un valor de $34.657’229.845, cifra superior a la antes
anotada, puesto en ella se incluye el situado fiscal para Salud de los municipios ya citados, lo que
denota que los municipios están cumpliendo con la Ley.

Si comparamos la cifra antes anotada con la informada por el Departamento Nacional de


Planeación, correspondiente a los recursos provenientes del Sistema General de Participaciones –
S.G.P., encontramos que los municipios de esta subregión recibirán $1.908.678 menos de lo
reportado con base en la Ley 60 de 1.993, sin embargo como falta por incluir parte de los recursos
del sector educación, puesto que para este sector solo se informo tomando como base el 70% del
valor transferido para Educación de la vigencia 2.001 y las transferencias del situado fiscal que
varios municipios no la incluyen, se puede manifestar claramente que en términos generales las
transferencias para la vigencia 2.002 serán similares proporcionalmente a las obtenidas con base
a como lo distribuyó la Ley 60 de 1.993.

ANALISIS SECTORIAL DE LA INVERSIÓN

Se puede observar que el 83.85% de la inversión de esta subregión se concentra en los sectores
de Salud con el 24.14%, Educación con el 19.66% y Agua Potable y Saneamiento Básico con el
15.72%, Vías con el 10.63%, Vivienda con el 7.59 y Agrario con el 6.12%. Es de resaltar la buena
participación que registraron los tres (3) últimos sectores que aun cuando no tienen porcentaje
obligatorio de destinación por ley, estos muestran que las administraciones le dan importancia. El
16.15% de la inversión total se encuentra distribuido en los 15 sectores restantes.

La inversión en los municipios con población superior a 20.000, solamente participan con el
48.02%; lo que nos da a entender que proporcionalmente los municipios con población inferior a la
210

antes mencionada asignan mayores recursos a la ejecución de proyectos encaminados a


solucionar las necesidades básicas insatisfechas de la población más pobre de estos municipios.

COMPORTAMIENTO DE LOS INGRESOS CORRIENTES DE LA NACIÓN

Sí analizamos la inversión con los recursos provenientes de la participación en los Ingresos


Corrientes de la Nación, encontramos que estos representan el 51.20% del total del Plan Operativo
Anual de Inversión –POAI, y sectorialmente la inversión con estos recursos se oriento en primer
lugar al sector salud con el 30.29%, a educación el 27.37%, agua potable y saneamiento básico el
17.99%, educación física y deportes el 2.99% y cultura el 2.13%, de esta participación
encontramos que en términos generales los municipios analizados están cumpliendo con la Ley 60
de 1993.

INVERSIÓN PER_CAPITA

La inversión per capita en los municipios analizados de la subregión del Oriente es de $174.770,
siendo el sector salud el que mayor incidencia representa con una asignación de $42.182, le
siguen educación con $34.365, agua potable y saneamiento básico con $27.468, los demás
sectores no tienen mayor representatividad a excepción de las vías con $18.570 y vivienda con
$13.258.

Si comparamos el per_capita de los municipios analizados con población superior a 20.000


habitantes, frente a los municipios con población inferior a esta, encontramos que la inversión per
capita es 2.33 veces superior a la de los municipios con mayor población, ya que para los primeros
registran una inversión de $122.911 por habitante y para los segundos es de $286.410 por
habitante, de donde se puede concluir que la mayor inversión per capita se da en los municipios de
población inferior a 20.000 habitantes.

INVERSIÓN SUBSECTORIAL

Para enfocar el análisis por subsector es necesario hacer claridad que su defenición se ajusto
según las actividades que se desarrollaban en cada proyecto, agrupando en el subsector “OTROS”
las que no tenían un objetivo muy especifico y en el subsector “Programas / Eventos “ aquellas
actividades que tenían que ver con programas de capacitación, promoción, asesoría, asistencia,
apoyo, etc.
211

El comportamiento de estos municipios en términos de la distribución subsectorial, da como


resultado que del total de la inversión el 75.43% va orientado a la ejecución de proyectos de
infraestructura con el 25.77%, a la realización de programas y eventos con el 20.04%, a la
ejecución de proyectos que no tienen una clasificación especifica denominada “Otros” con el
14.94% y por último los recursos que por ley se deben destinar a cubrir la vinculación de la
población pobre al Régimen Subsidiado con el 14.68%.

Los demás subsectores solo participan con el 24.43% y su inversión se orienta a la apropiación de
recursos para cubrir el servicio de la deuda con el 7.79%, mantenimiento con el 6.02%, al pago de
personal autorizado por la ley con el 5.58%, a dotar el equipamiento municipal (establecimientos
educativos, hospitales y puestos de salud ) con el 4.53%, y los otros dos subsectores no tienen
mayor incidencia frente al total con el 0.65%.

Ahora bien si analizamos el comportamiento de los subsectores dentro de cada uno de los
sectores, encontramos dentro del sector salud los que mayor incidencia presentaron, estos fueron
los subsidios con el 53.83% y que en su mayoría van orientados a cubrir la vinculación de la
población pobre al sistema de salud subsidiado y otra actividad muy importante es la realización
programas de promoción y prevención en todas las áreas de la salud, los cuales también van
dirigidos a atender la población más pobre en cada municipio los cuales denominamos “Programas
/ Eventos “ y que representan el 32.72% dentro del sector.

Los demás subsectores participan con el 13.45%, de estos el que mayor representatividad tiene es
el subsector “Otros”, donde se agrupan los proyectos que no tienen bien definidas sus actividades,
pero el objeto al cual va dirigida la inversión se ajusta a la ley con el 4.05%, le sigue el pago de
personal vinculado a los hospitales y a los puestos de salud, encargados de la ejecución de
programas que van en beneficio de la atención la población con necesidades básicas
insatisfechas.

Para el sector educación, la distribución de los recursos dentro de cada uno de los subsectores en
muy similar, siendo el pago del personal docente el que mayor recursos se le asignaron con
19,38%, le sigue la dotación de los establecimientos educativos con 18,78%, a la ejecución de
"programas y eventos" el cual va orientado a apoyar financieramente las actividades de la feria de
la ciencia, ampliación cobertura educativa, transporte escolar, apropiándole el 16,94%, a
infraestructura 15,26% y otras actividades no definidas, pero que se ajustan a la ley denominado
212

“Otros” el 12,76%, y al mantenimiento de la infraestructura para la prestación de los servicios


educativos el 10,27%, en general a estos 6 subsectores se oriento el 93.39% de la inversión.

De los recursos asignados para el sector agua potable y saneamiento básico dentro del POAI para
la vigencia fiscal 2.002, el 68.26%, los apropiaron para la construcción de infraestructura y para el
pago de la deuda contraida para el mismo fin, siendo el componente infraestructura en el que más
se destinan recursos con el 44.35% del total de este sector.

Otro subsector de relativa importancia y no teniendo porcentaje obligatorio, es el relacionado a la


infraestructura vial, al cual le destinan el 10.63%, del total de inversión, dedicados la mayoría de
ellos a la apertura de nuevas vías con el 44.35% y menor proporción a otras actividades no
relacionadas dentro del sector con el 23.91%.

En general esta subregión orienta en mayor proporción sus recursos a conservar y mantener lo
existente, que a ejecutar nuevos proyectos, puesto que la disponibilidad de recursos propios para
mantenerla son muy limitados, dada que las Transferencias de la Nación, reguladas por ley 715 de
2.001, o nuevo Sistema General de Participaciones, cohibe a los municipios a realizar inversiones
en determinados sectores si no dispone de los propios para operarlos y mantenerlos.

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