Está en la página 1de 4

SENA

EL PODER DE LA COMUNICACIÓN

La asociación del poder con el dominio del lenguaje está claramente evidenciada. Esta relación
tiene una explicación más estratégica que afectiva; gracias a ella el poder puede asumir su papel
esencial. El poder, en cierta forma, sin el dominio de la palabra no podría prevalecer.

Los poderosos ven en la palabra mucho más que un instrumento de comunicación. . Para ellos la
palabra en tanto comunicación, es dominio, es conquista eficaz de la información. “La conquista
de la información lleva a la conquista del éxito” dice (Todorov, 1992:113).

Nada será más lamentable, que ver a los estudiantes y gentes, indiferentes a las prácticas verbales.
El dominio de la palabra como vehículo de comunicación indispensable, hace parte de una
educación integral la cual ser humano como un ser único e indivisible, a quien hay que formar a la
vez, como un sujeto de la educación social, individual y natural.

Desde el punto de vista social el ser humano se enriquece culturalmente, cuando más interactúa
con el Otro, otros y otro. (Todorov, 1992:131); cuando coloca sobre el estrado de la confrontación
sus pensamientos para ser discutidos y cuando recíprocamente, es capaz de retomar y pensar las
ideas de sus contrarios. Individualmente su comunicación es un monólogo “soliloquial”
introspectivo que lo induce a la exteriorización de sus pensamientos y a una toma de conciencia
muy personal frente al otro y frente al mundo.

Desde la perspectiva natural del mundo, el ser humano no está solo, es parte importante de ese
cosmos, en él se resume ese universo de significación presente, tanto en el mundo natural como
en el mundo de la comunicación verbal. De aquí, que todo realismo comunicativo expresado en el
mundo de lo natural, ofrezca al ser humano, sensible y educado, una de las máximas expresiones:
Las palabras y las cosas las cuales pueden tornarse en instrumentos de poder tanto para el bien
como para el mal.

*En un mundo como el nuestro, donde el proceso de comunicación es cada vez más tecnificada y
sofisticada; donde los códigos se hacen menos universales y más particulares, el ser humano ha
hecho del lenguaje un instrumento de poder. Con el lenguaje pervierte y engaña, con el lenguaje
somete y reduce, condena y juzga. Mediante este uso le ha otorgado una función dominante y
contradictoriamente emancipadora.

En esta sociedad asomada a los escenarios de la modernidad, no podemos aceptar que la


Comunicación Verbal sea un instrumento de dominio y subyugación; el espíritu de pluralismo
conceptual e ideológico que se pasea por los pasillos de las democracias modernas debe
prevalecer. La lengua debe ser ese instrumento de socialización que imponga el idioma de la
igualdad social y de confraternidad universal, debe ser ese instrumento que posibilite esa
comunicación que se da a través de una interacción idónea consigo mismo, con los demás y con la
naturaleza en el entorno social, laboral y personal.

Por esto, nos urge desarrollar procesos comunicativos eficaces y asertivos dentro de criterios de
racionalidad que posibiliten la convivencia, el establecimiento de acuerdos, la construcción
colectiva del conocimiento y la resolución de problemas de carácter productivo y social, mediante
estrategias que permitan establecer relaciones asertivas en los entornos de interacción, que
generen efectividad en el trabajo en equipo.

Asimismo, hablar de Comunicación es penetrar en un mundo fascinante, “el principio y el fin de la


convivencia humana”, como lo definen algunos autores. Tarea de todos, la comunicación
representa el 90% del trabajo que usted, yo, nosotros y ellos realizamos en todas las áreas
seculares y ocupacionales que podamos imaginar.

Y desde luego, muchas son las dificultades que podemos evitar en materia de comunicación con
nuestros semejantes. Se enfatiza en las situaciones más frecuentes que se presentan por ejemplo
en el entorno laboral.

LA GENERALIZACION. Resulta antipática la persona que generaliza, sea negativa o positivamente.


Sus mensajes son poco creíbles.

“Yo nunca me equivoco” - “Tú siempre llegas tarde”- “Los jóvenes de hoy sólo buscan drogas”-
“No sirves para nada” – “Sólo se dedica a criticar a otros”- “Tenías que ser mujer” – “Todos los
hombres son unos mentirosos.”

EL AUTORITARISMO. Es casi siempre una válvula de escape para algunas personas sin autoridad.

“Tienes que hacer” – “apúrate, pierdes mucho tiempo” – “Necesito este documento ya” – “Aquí el
jefe soy yo” – “Quién te dio esa orden” - ¡Si no han leído el reglamento es hora de que lo hagan!

LA INTRANSIGENCIA. Muchas personas, algunas inclusive sin proponérselo, cierran todas las
posibilidades de comunicación con los demás cuando sólo aceptan sus verdades, como primera,
única y última palabra y por todos los medios tratan de imponer sus ideas, gustos, preferencias,
creencias, sentimientos. William Reilly los clasifica como personas de “mente cerrada” o “asociales
típicos” y comenta este autor, que para “abrirles” la mente, hay que darles la razón en todo,
aunque no la tengan.

El CHISME. Nos horrorizamos cuando se habla del caníbal que se sacia de la carne de otro
humano, sin percatarnos que el chisme es un grave problema semejante al del caníbal
hambriento. Esta mala costumbre de indisponer a unos contra otros le ha causado muchos dolores
a la humanidad. Por tanto debemos evitar: Prestar atención a información no calificada como
fidedigna. Analizar el valor del comentario considerando la fuente de donde procede. Impedir la
propalación de información no calificada como verdadera o exacta. Saberse comunicar también es
prestar oídos sordos a palabras necias y boca prudente para hechos desconocidos.

EL INSULTO. No es fácil convivir con un grupo social o laboral donde se acostumbra al insulto por
causa de la intolerancia, el mal humor o frustración. El insulto es el final de la comunicación
racional y nunca se puede predecir la reacción del ofendido.

LA PARCIALIDAD. El trato justo, respetuoso y equitativo favorece la comunicación y el estímulo


para trabajar y con ello las relaciones humanas.

LA INCREDULIDAD. Es una tendencia generalizada entre el personal cuando las ideas se reciben de
manera oral (comunicación verbal) se nota cada vez más en los empleados estatales donde la
toma de decisiones está muy restringida para el personal subalterno. Para superar el problema,
muchos jefes han optado mediante memorandos u otros mensajes escritos, logrando buenos
resultados.

Pero más allá de cualquier definición o concepto de comunicación, aplicable a un campo específico
de las relaciones humanas, la Comunicación es un proceso Psicofisiológico, inherente a la
naturaleza humana, que está presente cada vez que el hombre busca intercambiar sus ideas o
pensamientos.

Recordemos el concepto Primigenio de la palabra comunicación que es la etimología de la palabra


“común” (participar activamente). Desde este punto de vista, comunicar no es emitir o enviar
mensajes; es participar de ellos. Por eso se habla, con mucha propiedad, que los individuos son
componentes del sistema de comunicación. Esta definición lleva sin duda alguna, una connotación
social porque ubica al individuo dentro y formando parte del proceso de comunicación, concebida
ésta como eje de la actividad humana social, cultural, laboral y natural. Isabel Valencia Puentes

Ejercicio:

1. Leer el documento, conversarlo y socializarlo en el colectivo.

2. A qué tipo de lector virtual se dirige, señale las características de distinción en lo cultural, social,
identidad y compromiso con el texto y en lo psicoafectivo ?

3. Qué problema de comunicación ha observado que en su empresa le esté causando malestares?


Por qué? Cuál sería una posible solución? Por qué se está presentando esta situación?

4. En parejas, construya su propio decálogo sobre la comunicación efectiva y socialícelo con el


colectivo.

5. Qué elementos considera son indispensables para lograr una comunicación laboral eficiente?

6. Preguntas

Cali, 04-21-17

También podría gustarte