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Introducción
,,.
Etica del mejoramiento
humano: estado del debate
Nick Bostrom y [ulian Savulescu

Contexto
¿Somos lo suficientemente buenos? Si no lo somos, ¿cómo podemos mejorar-
nos? ¿Debemos limitarnos a métodos tradicionales como el estudio o el entre-
namiento? ¿O deberíamos utilizar la ciencia para reforzar algunas de nuestras
habilidades físicas y mentales de forma más directa?
Durante la última década, el mejoramiento humano se ha convertido en
el tema principal de debate en la ética aplicada. Ese interés se ha acrecentado
debido a avances en las ciencias biomédicas, avances que para muchos implican
que el uso de la medicina y la tecnología para remodelar, manipular y reforzar
muchos aspectos de la biología humana incluso en individuos sanos será cada
vez más factible. En la medida en que estas intervenciones se vislumbran en el
horizonte (o están ya disponibles) hay una dimensión práctica obvia en estos
debates. Esta dimensión práctica viene acentuada por el afloramiento de grupos
de expertos y organizaciones de activistas comprometidas con la biopolítíca cjs:L,,,,_

1 mejoramiento. Ya puede detectarse una línea divisoria en lo que a biopolítica \

se refiere entre los grupos promejoramiento y antimejoramiento: por un lado, J
los transhumanistas, que creen que se debería desarrollar un amplio rango de /
1 mejoras y que las personas deberían utilizarlas con libertad para modificarse de /
una manera bastante radical; y por otro, los bioconservadores, que piensan que/
no se debería alterar la biología o la condición humana en esencia1 .También M:y<.\
grupos diversos que intentan posicionarse entre estos extremos, a modo de aurea )
mediocritas. Aunque los términos de este desacuerdo político emergente todavía··.,,.

I
Ver, por ejemplo, Bostrom, N. 2006. «A Shon History of Transhumanist Thoughr», Analysis
and Metapbysics, 5: 63-95 (http:/ /www.nickbostrom.com/papers/hiscory.pdf).
f .•
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
se están negociando, puede existir una ventana de oportunidad abierta para que
los bioéticos académicos influyan en la forma y dirección de este debate antes
de que se establezca como un tira y afloja ideológico fijo y lineal2.
Dejando a un lado esca relevancia práctica, el tema del mejoramiento tam-
bién contiene intereses teóricos. Muchas de las cuestiones éticas que surgen al
examinar el porvenir del mejoramiento humano están relacionadas con con-
ceptos y problemas de la filosofía en general (conceptos como la naturaleza
humana, la identidad personal, estatus moral, bienestar y problemas en la ética
normativa, filosofía política, filosofía de la mente y epistemología). Además de
estos nexos con la filosofía, el mejoramiento humano también da que pensar a
otras cuantas disciplinas, en las que se incluyen la medicina, derecho, psicología,
economía y sociología.
Sin embargo, es objeto de debate el punto hasta el cual el mejoramiento
humano constituye un grupo distintivo de fenómenos para los cuales sería apro-
piado conformar un área académica (multidisciplinar). Una estrategia argu-
mentativa común, utilizada principalmente a favor de las posiciones prornejo-
rarniento, es destacar la continuidad entre métodos de mejoramiento nuevos y
controvertidos, y formas antiguas aceptadas de mejorar las capacidades humanas.
¿Cuál es la diferencia entre tomar modafinilo o dormir del tirón toda la noche?
¿Cuál es la diferencia a nivel moral? ¿No son los zapatos una forma de mejora-
miento de los pies, o la ropa un mejoramiento de la piel? De igual forma, un bloc
de notas puede verse como una forma de mejorar la memoria (que el hecho de
guardar un número de teléfono en nuestro bolsillo en lugar de en nuestro cerebro
tenga que importar, una vez nos abstraemos de factores contingentes como el
coste o la comodidad, dista mucho de ser evidente). En cierto sentido, toda la
t�<:,Ilpfogía puede verse como una mejora de nuestras capacidades humanas, ya
que nos permite alcanzar ciertos resultados que, de otra manera, requerirían de
más esfuerzo o estarían completamente fuera de nuestro alcance.
Siguiendo con este pensamiento, incluso se podría decir que los algoritmos
: que usamos para hacer cálculos aritméticos básicos mentalmente, y las habilida-
: des aprendidas, como la alfabetización, son una clase de mejoramiento de nues-
¡ tro software mental. Cuando aprendemos a calcular y a leer estamos reprogra-
>'fuando literalmente la microestructura de nuestro sistema nervioso, con efectos
fisiológicos tan reales como los que se obtienen al ingerir una droga psicoactiva,
2
Para un primer debate, ver Glover, J. 1984. What Sort of People Should There Be? (Har-
! . mondsworch: Penguin).
2 3
:}
-.fil
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMAN()
y a menudo más duraderos y con consecuencias más serias para nuestras vidas ..
En el límite de esta línea de razonamiento, todo el aprendizaje podría verse comóx
mejoramiento psicológico, y todo el capital físico y organizativo podría conside- \
rarse mejoramientos externos. Sin todos estos «mejoramientos», nos resultaría!
imposible sobrevivir, y tal vez no fuéramos ni completamente humanos escasos i
días antes de perecer. .,.1
Si el concepto de mejoramiento humano se estira hasta este punto, está
evidentemente fuera de servicio como idea de organización para un campo de
la ética de investigación nuevo y particular. Esto no debería preocupar a los
defensores del mejoramiento, que mantienen que no hay ninguna diferencia
moral importante entre los mejoramientos biomédicos innovadores y el resto de
formas de mejoramiento más conocidas. Sin embargo, aquellos que se oponen
al mejoramiento deben rechazar esta interpretación generalizada de lo que es el
mejoramiento, estableciendo un límite para distinguir los nuevos tipos de mejo-
ramiento problemáticos del inofensivo uso de zapatos, ropa, té, sueño, agendas
electrónicas (PDA), alfabetización, montacargas y la mayor parte de la medicina
contemporánea.
Este límite no tiene que estar muy definido. Muchos términos filosóficos
importantes y útiles son difusos. No obstante, deben conseguirse dos desafíos.
En primer lugar, se debe explicar qué cuenta como mejorarníento juna explica-
ción que debe ser razonablemente inteligente y no arbitraria, que c�pte algo en
lo que se pueda pensar como tal. En segundo lugar, dada dicha explicación, hay
que mostrar que sigue una distinción relevante a nivel moral. Si no se consiguen
estos dos desafíos, parecería erróneo organizar nuestro pensamiento ético en está':
área en torno al concepto de mejoramiento. El «mejoramiento» todavía puede se�'
útil para denominar un área consistente en una variedad de prácticas, técnicas
_:; Y posibilidades relativamente holgadas. Pero tampoco tendría sentido profesar
una lealtad ferviente a esta denominación, oia oponerse sistemáticamente a lo
que representa. En cambio, nuestros juicios -éticos deberían seguir mejores y
diferentes caminos que reflejen las circunstancias y consecuencias concretas de
prácticas de mejoramiento específicas: ¿qué capacidad se mejora exactamente y
en qué manera? ¿Quién tiene acceso a ella? ¿Quién coma las decisiones? ¿En qué
contexto cultural y sociopolícico? ¿A qué coste respecto de las prioridades com-
petitivas? ¿Con qué externalidades? Solo se pueden conseguir veredictos éticos
justificables si seguimos planes detallados de estas y otras variables contextuales
similares. Aceptar esta conclusión es aceptar un tipo de 'JJJLrmalización del mejo-
��i�gJo. Es decir, que a nivel normativo básico, no hay n���;pecíareñT;s-,.
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
intervenciones de mejoramiento humano: deberían evaluarse sin prejuicios ni
inclinaciones caso por caso, utilizando los mismos criterios desorganizados que
empleamos en otras áreas de ética práctica3.
Los contribuyentes de este volumen aportan una variedad de perspectivas
de ambas partes del debate y de tradiciones tanto del Este como del Oeste,
seculares y religiosas. Hemos organizado los capítulos en dos grupos claramente
diferenciados. En primer lugar, aquellos que hablan de la ética del mejoramiento
más o menos en general, y con cuestiones asociadas a este, como la importancia
normativa de la naturaleza humana. En segundo lugar, están aquellos que se cen-
tran en la ética de un tipo de mejoramiento en particular. Todo ello va seguido
de un capítulo final que aborda la medicina del mejoramiento como un desafío
práctico (científico).
Mejoramiento en general
NoRMAN ÜANIELS pregunta qué hay que hacer para cambiar la naturaleza
humana. Afirma que esta es una petición más grande de lo que puede parecer al
principio. La.m1J,!JL�l�Z:��ga, según Daniels, es un �?!:�epto disp..osi,ig.nal,
--��J.��E!,XSL){. .,.q_<�J�C?�!�fÍÓJl,__Es disposicional en el sentido en quela'misma natura-
leza humana se manifestará en forma de feno�ipos difer�nresdependiendodd
����-�P.!i..1� piflq,(i,�& p���,��::r!i�c.a,i�: . .
--��E9mo en el quese �Il�����E�· ..Es un
teriza?la::mnü'i;aleú"humana .debemos combin.ar las variaciones Individuales. y
��;;¡;;tívo en el s��-tid�· �� ·q�-e-algü'ñascü"alictades (por ejemplo:· el pensamiento
-:-;;cio-;;:;If�on, normalmente, consideradas más cercanas a la naturaleza humana
que otras (por ejemplo, el vello nasal). Por este motivo, no podemos modificar
la naturaleza humana a menos que actuemos a nivel de población. Además, la
intervención debe afectar a las cualidades más cercanas a dicha naturaleza. Para
Daniels, esto implica que «es menos probable que las intervenciones genéticas
constituyan una amenaza que que lo hagan las intervenciones de la naturaleza
que socavan nuestras capacidades humanas o naturaleza».
Se ha señalado que la ingeniería de la línea germinal humana debe decla-
rarse en contra de cambiar la naturaleza humana. George Annas, en concreto,
ha estado fomentando la necesidad de un nuevo «Convenio sobre los Derechos
3 Incluso las teorías éticas que son simples en su estructura (como el hedonismo) se vuelven
complejas y desorganizadas al aplicarlas a muchas de las problemáticas de la vida real.
4 5
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
Humanos y la Biomedícina» de la ONU, en el que se conseguiría un_!��.t<l:4o\,
internacional para prohibir la investigación sobre la «alteración de las especies» .
. J\.1:!1:a..s,�9stiene que «ia clona�ión ylasmodificaciones genéti�ash�r�dii:;¡i<lSpue-
den considerarse como crímenes únicos contra la humanidad: son técnicas que
pueden alterar la esencia de la humanidad en sí misma». El capítulo de Eruc
JuENGST ofrece una crítica de esta perspectiva.
Juengst afirma que las especies no son «colecciones de organismos estáticas
que pueden "preservarse" del cambio como si fueran latas de conserva; crecen y
menguan con cada nacimiento o muerte y sus complexiones genéticas varían a lo
largo del tiempo y del espacio». Interpretado de forma estricta, una prohibición
a la modificación de la especie humana abarcaría demasiado, ya que casi todo
lo que hacemos como humanos puede afectar a la composición genética de la
próxima generación. (Si lo seguimos al pie de la letra, dicha prohibición requeri-
ría la adopción universal de la donación como único método de reproducción).
No obstante, si esta prohibición a la «alteración de las especies» se interpreta de
forma menos estricta (por ejemplo, al excluir intervenciones que modifiquen
los rasgos que nos «definen taxonómicamente» o que alteren considerablemente
la naturaleza humana) no sería útil para alcanzar el objetivo previsto. Por ello,
según esta interpretación, incluso la mayoría de los cambios en la línea germi-
nal, los mejoramientos genéticos y la manipulación de la reproducción, como la
clonación, no se consideraría alteración de las especies.
!DA presenta un enfoque asiático bioconservador sobre el mejora-
RYUICHI
miento humano. Ida comenta que, «en Japón»,
respetamos el �nfaqu.�.dd ..«JaJy:.s:QmQ es" ... Esta actitud expresa respeto por la Natu-
raleza y por el estado natural del bebé ... El hecho de que la ética recurra al bienestar
humano o a la felicidad individual para justificar el uso de la ciencia y la tecnología
puede tener fuerza intuitiva en Occidente, pero puede parecer extraño para una audien-
cia no occidental.
Ida distingue entre «mejora natural», .como la que se obtiene a partir del. '
.. . . .. ·- ··�-
. . . ·. '• ""·'·•··-:·•,- ·-··.-···
entrenamiento y del estudio, y <�jos;1.__ªr:it.i.!1;g4rª1_», como la resultante de tomar\
esteroides anabolizantes. Este último tipo de mejora, según él, puede no acep- ¡
tarse porque depende de y promueve uq_�nf9qµf,)mgµml":malista.o dualista de/
los seres humanos. Desde este punto de vista, tal y como Ida señala, no son soló
1;.sTii'terveñdónes de mejoramiento humano de última moda, como los medica-
mentos para el aumento de la memoria o la ingeniería genética, las que son de
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
moral dudosa. La mayoría de lo que los occidentales consideran, actualmente,
como medicina terapéutica normal también es problemática:
La medicina oriental toma como principio básico el restablecimiento del equilibrio
entre cuerpo y alma. Todas las enfermedades vienen del desequilibrio del paciente. Es
cierto que este tipo de medicina no realiza grandes operaciones, como trasplantes de
órganos u operaciones cerebrales. La medicina oriental contempla las condiciones que
puedan requerir de estas intervenciones como una consecuencia simple y natural de la
mortalidad humana y, por tanto, considera que ese paciente está entrando en una etapa
de vuelta a la naturaleza, es decir, la muerte.
Ida señala que en el este y sureste de Asia, el budismo y el confucianismo a
menudo tienen un papel fundamental en el día a día, y el estilo de vida y prác-
ticas sociales todavía proceden de tradiciones agrícolas.
Mientras que las susceptibilidades que Ida describe pueden parecer, en cierto
modo, desconocidas para los bioéticos occidentales (especialmente la idea de que
existen motivos éticos para dar un paso atrás en las «grandes operaciones» y tras-
plantes de órganos) recientemente se ha expuesto una posición bastante cercana
a la de Ida. Su autor es MICHAEL SANDEL, un filósofo político estadounidense
que ha trabajado en el Consejo de Bioética del presidente durante el gobierno de
/George W. Bush. Sandel advierte de que la ingeniería genética y el mejoramiento
I representan
una aas;Je «hípermediación»: una aspiración oscura y prometeica
\ para rehacer la naturaleza para servir a nuestros fines y satisfacer nuestros deseos.
\�andel cree que estamos en riesgo de perder nuestra «apertura a lo espontáneo»:
\
El problema no es el cambio al mecanicismo, sino el deseo de la superioridad. Y lo que
le falta al deseo de superioridad e incluso puede destruir es una apreciación del carácter
49r��) de los poderes y logros humanos. Aceptar la süperdotación de la vida es reco-
nocer que nuestros talentos y poderes no son completamente cosa nuestra, a pesar del
esfuerzo que invirtamos para desarrollarlos y ejercitarlos.
Sin embargo, visto de este modo, la oposición se convierte en preocupa-
ción sobre los efectos psicológicos contingentes y especulativos de la práctica
del mejoramiento. Podríamos imaginar a un usuario del mejoramiento que es
consciente de que sus talentos y poderes no dependen únicamente de él, sino
que comprendiera claramente que, sin las contribuciones de la Naturaleza, de
Dios o de la Fortuna, no sería nada.
Quizás, una solución podría ser que la FDA exigiera un etiquetado adecuado
en los productos de mejoramiento. Un bote de pastillas para estimular la memo-
ria podría contener en su etiqueta:
6 7
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMA.NO
PUEDE CAUSAR ESTREÑIMIENTO, SEQUEDAD BUCAL, SARPULLIDOS Y
PÉRDIDADEAPERTURAALO ESPONTÁNEO. SI LOS SÍNTOMAS PERSISTEN
TRAS 48 HORAS CONSULTE A SU MÉDICO O A SU ASESOR ESPIRITUAL.
FRANCES KAMM ofrece, en su capítulo, una respuesta más sofisticada desde
el punto de vista filosófico al argumento de Sandel. Esta analiza si, tal y como
dice Sandel, el deseo de la superioridad motiva el mejoramiento y si este deseo
podría ser un motivo para su invalidez. Kamm también examina el enfoque de
Sandel sobre las relaciones padres/hijo y sobre cómo el mejoramiento afectaría a
la justicia distributiva y al deber de ayudar. También debate sobre la distinción
terapia/ mejoramiento y critica los últimos intentos que explican esta distinción
para que tenga peso normativo, incluyendo aquellos intentos de Sandel y P.H.
Schwartz.
La distindón terapia/ mejoramiento aparece en el capítulo deIonn HARRIS
analizada ¿oñ. más. prottindid�d: C�iti�a la idea, desarrollada por Norman Daníels
y otros, de utilizar la noción del funcionamiento «típico de las especies» o normal
como línea divisoria entre las intervenciones de prioridad moral alca (que pre-
tenden preservar o restaurar el funcionamiento normal) de aquellas de prioridad
moral baja (cuyo objetivo es mejorar el funcionamiento normal). Desde una
perspectiva consecuencialista, Harris concluye que:
el necesario imperativo moral tanto para terapia como para el mejoramiento pretende
evitar los daños y otorgar beneficios. A la luz de esta moral, no es importante que la
protección o el beneficio conferidos se clasifiquen como mejoramiento o progreso,
protección o terapia.
Harris también trata, brevemente, otras opos1c10nes al mejoramiento,
incluyendo la de «jugar a ser Dios», que trata con displicencia. Esta objeción
se aborda con mayor-clei:aíle ene] capítulo escrito por Torrv COADY, que puede,
o no, basarse en premisas teológicas. Coady distingue tres tradiciones en la
teología cristiana respecto a la relación entre los seres humanos y el orden
natural: dominación, guía y cocreación. De acuerdo con el modelo ¿J'� dorni-
...
·········- .......
nación, los humanos fueron creados para reinar sobre la naturaleza. Seguií el
--
modelo de guía, la función de los humanos es conservar el orden natural. Y
en la metáfora de la cocreación, Dios creó a los seres humanos para formar
una sociedad creativa en el proceso de creación del mundo. Al modelo de
dominación se le ha reprochado su desconsideración con el medioambiente;
el modelo de guía ha sido criticado por acordar un papel excesivamente pasivo
a especies dotadas con tanta iniciativa y creatividad como nosotros; y se ha
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
reprobado el restarle importancia a la distancia entre Dios y las criaturas del
modelo de cocreación. Coady cree que en los tres modelos hay un elemento de
verdad, y que «el diálogo entre ellos pone de manifiesto las tensiones que los
creyentes deben tener en cuenta a la hora de negociar la posición del misterio
de la humanidad en el orden creado».
Según su interpretación secular, la crítica de jugar a ser Dios parece, princi-
palmente, una crítica de una actitud (arrogancia) y, solo secundariamente, de un
programa o propuesta. Coady sugiere que cuando las personas se preocupan por
la aplicación de los últimos descubrimientos tecnológicos y científicos, y extien-
den esta preocupación desde el punto de vista de «jugar a ser Dios», se angustian
por que estas aplicaciones puedan personificar una confianza injustificada en
el conocimiento, poder y virtud más allá de lo que se le puede permitir al ser
humano. Los transhumanistas demasiado entusiastas no tienen el monopolio
sobre este vicio, tal y como Cody escribe:
La tentación de actuar de forma que se ignore o se reste importancia a las limitaciones
incorporadas del conocimiento, poder y benevolencia humanos es, con coda certeza,
una tentación a la que todos los humanos tendemos, incluyendo obispos, teólogos y
sacerdotes. De hecho, aquellos que creen estar informados de los propósitos de Dios a
través de la revelación, inspiración o tradición o rodas a la vez están, tal vez, particu-.
larmente abiertos a la tentación. Deberíamos recordar en esta idea la triste historia de
las guerras religiosas, cruzadas, inquisiciones, la predicación de doctrinas erróneas y el
no predicar verdades importantes. Soy católico, y mi propia Iglesia tiene sus manchas
en todos estos aspectos.
ERIK PARENS, con un espíritu conciliador similar, sugiere que los defensores
y detractores de las tecnologías del mejoramiento tienen más en común de lo que
creen, aunque suelan ir cada uno a lo suyo. Parens defiende que ambos grupos
provienen de un «ideal moral de autenticidad», si bien difieren en cómo enten-
der este ideal, y piensa que estos dos entendimientos distintos de autenticidad
«proceden de dos marcos éticos diferentes pero igualmente válidos, que soportan
una tensión fértil entre ellos».
Es pertinente mencionar que un estudio psicológico reciente descubrió que
la sociedad es más reacia a mejorar cualidades que se creen fundamentales para
la identidad propia (por ejemplo, el bienestar social) que cualidades consideradas
menos básicas (como la concentración o la habilidad), de acuerdo con la idea de
que las creencias sobre la autenticidad pueden ser un modelador importante de
8 9
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
las actitudes hacia el mejoramiento4• Sin embargo, este mismo estudio averiguó
que las percepciones respecto a la autenticidad pueden manipularse fácilmente.
Los eslóganes publicitarios que consideraban el mejoramiento como algo que
te permite hacer cosas («Conviértete en quien de verdad eres») más que como
algo que te mejora («Conviértete en algo más de lo que eres») eliminaron la
preferencia de mejoramiento de cualidades no-fundamentales por encima de las
fundamentales. Podemos contar con las grandes empresas farmacéuticas para
nuestros medicamentos y en empresas de marketing para nuestra autenticidad.
El capítulo de A.RTHUR CAPLAN analiza algunos argumentos generales contra
el mejoramiento enunciados por los bioconservadores (antimelioristas, según
la terminología de Caplan) incluyendo inquietudes sobre la autenticidad y la
preocupación por que la felicidad y la satisfacción conseguidas a través de la
ingeniería sea atractiva, y nos lleve a una deformación de nuestro carácter y
espíritu. Caplan sostiene que ninguno de estos argumentos constituye una razón
suficiente para que nosotros o nuestros hijos se opongan al mejoramiento o a la·
optimización. Concluye que lo que debemos hacer es «considerar cada tecnolo-
gía del mejoramiento propuesta y decidir si el precio que se debe pagar por ella
vale la pena».
Los mejoramientos menores, como cuando un nootrópico aumenta tempo-
ralmente nuestra memoria en un 10 o 20 por ciento al estudiar para un examen
de medicina, son una cosa; pero ¿qué hay de las formas más radicales de mejo-
ramiento? ¿Qué hay de los mejoramientos que nos otorgarían características
no-humanas importantes? ¿O qué hay de aquellos que nos harían «posthuma-
nos»? JuLIAN SAVULESCU responde a estas preguntas en su capítulo. Savulescu
reflexiona concretamente sobre las perspectivas sugeridas en «The human pre-
judice» (Prejuicio humano, en español), un estudio póstumo publicado por el
filósofo tardío Bernard Williams. Williams afirmaba que un prejuicio en favor.
de nuestras coespecíficidades humanas es moralmente aceptable, a diferencia de
otros prejuicios como el racismo y el sexismo. Savulescu sostiene que la defensa
de William del especismo no es correcta. Savulescu también muestra cómo las
cuestiones que surgen en este debate están relacionadas con problemas básicos en
4
Riis, J., Simmons, J. P. y Goodwin, G. P. Forchcoming. «Preferences for Enhancemenr Phar-
maceuticals: The Reluccance to Enhance Fundamental Traits», Journal of Consumer Research (http://
papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abscracc id=967676). Para ver un intento de potenciar los descubri-
mientos psicológicos para extraer conclusiones filosóficas para el debate del mejoramiento, consultar
Bostrorn, N. y Ord, T. 2006. «The Reversa! Tese: Eliminating Status Quo Bias in Bioethícs», Erhics,
116: 656-80 (http://www.nickboscrom.com/ethics/stacusquo.pdf).

NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
la ética normativa y en la metaética, como el internalismo versus el externalismo
sobre razones normativas; los criterios del estatus moral; maximización versus
optimización; y la función de la parcialidad y de las relaciones especiales a la
hora de determinar nuestros deberes morales.
Ciertas clases de mejoramientos
(Íncluso si no existen razones morales para privarse del mejoramiento en general,
\todavía
i puede haber aspectos de ciertos tipos de mejoramiento que presentan
un problema para la moral.
Una situación relacionada con el mejoramiento cargada de moral es la repro-
.ducción. Hay muchos métodos, tanto de alta como de baja tecnología, por los
��;��cernos influencia en el carácter de las nuevas personas que vienen a este
mundo. En un lado del espectro, la elección de pareja tiene un efecto evidente
sobre el futuro aspecto de nuestroshijos, y raCa"lidad de la posible descendencia
es un factor que puede influir en nuestra elección de pareja romántica. Según
la psicología evolutiva, la atracción sexual se asigna normalmente a una .ya lora:__
�n subconscien:: de la cali<B9- �icJJ>kuna_p?sibl�J?�::J: .. Qunto con otros
factores). Estos factores también pueden tenerse en cuenta cuando deliberamos,
de forma consciente, sobre a quién elegir como pareja romántica. Asimismo,
podemos alcanzar �bjetivos «eugenésicos» al sele�cion.a�--��$.�n el tiempo de
con¿cep,c�.Qg..(por ejemplo, al tener en cuenta el riesgo creciente··ae·añotffalía-s·
congénitas asociadas con el hecho de�¿�"��r--� ur,ia �4,ad. . !11a1uEa} Además,
!�-��ión mct�!Jl.�.L��2.A�-m�g.icam.entos. puede afectar al feto, y puede
utilizarse el aborto para acabar con el embarazo cuando se detecten anomalías
cromosómicas u otros defectos graves. Para parejas que se someten a la fertili-
zación in vitro, se pueden emplear diagnósticos genéticos preimplantacionales
seleccionar los embriones sin tener que abortar. El número de condiciones
�tª
¡genéticas que pueda evaluarse aumentará con l� _recno�ogía ava��ada; e� probabl:
[que se pueda elegir no solo evitar defectos genet1cos, smo también elegir a propo-
t-.sito combinaciones genéticas en función de las cualidades positivas que se desee.
También es posible que se lleven a cabo formas más activas de intervenciones
genéticas, como la terapia genética, ya sea en cigotos, gametos o incluso en el
sistema reproductivo de personas adultas, lo que aumentaría la probabilidad de
que los embriones resultantes tuvieran una dotación genética relacionada con
atributos deseables. Después del nacimientoJ�_E.�·Sh°ftYJasociedad con5:!1:._�an,
�------·--------�----··,. . . - - ..
,;;,,.... . .,.,, - ...•. '--·,·:�--·---.---,.
10
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
modelando el carácter y las capacidades de los niños a través de medios como la
- ----,-·
�w:i,--la:-n�idón=;:ra:tGt.tlla.c!Ql!.:_: ---·-.---, · --·---·-----=----·- - . -- ...
· El proceso de reproducción implica tomar ciertas decisiones que afectan,
de forma íntima y directa, no solo a aquel que toma la decisión, sino también
a los futuros niños. Esto introduce elementos morales característicos que, nor-
malmente, no están presentes de la misma forma en casos en los que un adulto
competente toma decisiones libres e informadas para mejorarse a sí mismo. Otro
elemento moral complejo en la reproducción es que nuestras elecciones pueden
determinar cuál, de varias posibles personas, es la que va a existir. De acuerdo
con varias teorías éticas, hay diferencias morales básicas entre casos en los que
nuestras acciones afectan a una persona que ya existe o que existirá independien-
temente de nuestros actos, y casos en los que nuestras acciones resultarán en la
creación de una nueva persona que, de otra forma, no habría existido.
La selección negativa (selección contra la discapacidad) ha sido ampliamente
criticada, especialmente por parte de algunos miembros de la comunidad dis-
capacitada. La selección positiva (selección de cualidades deseables en nuestros
hijos que no sea la ausencia de discapacidad o de enfermedades) ha generado
incluso más inquietud en la sociedad en general. DAN BROCK examina una serie
de argumentos que afirman que la selección de hijos es moralmente incorrecta,
incluyendo inquietudes expresivistas, la objeción de� Dios», la preocu\,
pación de que la selección pueda socavar nuestra aceptación incoodíéional de los \
niños, la critica de la noción de «perfección», y la alegación de que la selección es '-
eugenesia negativa. Brock sostiene que elegir a nuestros hijos no es problemático ,
para la moral en sí, y concluye que «Si se debe rechazar una selección negativa :
o positiva, tendrá que ser por otras razones, no simplemente porque elegir �/
nuestros hijos esté mal». ./ ·
En el capítulo de PETER SINGER se evalúan otras consideraciones morales-,
relacionadas con la selección genética y la ingeniería genética de la descendencia. \
La objeción de que la selección genética sería mala para el niño no funciona,
según Sin�g... Más preocupantes son los posibles efectos en la sociedad que dicho
mejoramiento podría tener. Si se aceptara la proposición de Robert Nozick de
establecer un «supermercado genético» (por ejemplo, dejando que los futuros i
p�To�;';üs"propias\'lé"cisioñé!tfeproductivas, dentro de unos límites mora-
les amplios) podría conllevar un.._desp2!.f���s!.,��QLen una persecución
Savulescu, J. 2006. «Genetíc Inrerventions and the Ethics ofEnhancemenc ofHuman Beings7.l
5
En Tbe Oxford Handbook on Bioetbics, ed. B. Sceinbock (Oxford: Oxford Uníversity Press), 516-35. J
�::,,"
11
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
ompetitiva de bi�ne�R9.Sl.S!2.ll���:: Los b.ienes posicionales, como la al�ura,
ion aquellos cuya calidad, para los que los nenen, depende de que otros suJetos
o los posean. Un mejoramiento cuyo único efecto fuera hacer que el usuario
fuera quince centímetros más alto no sería beneficioso si se aplicara de forma
universal. Por el contrario, podría ser perjudicial, ya que aumentaría la comida
que se ingiere, los vehículos utilizados tendrían que rediseñarse, etc. Pero tal y
como Singer apunta, muchos mejoramientos pueden proporcionar beneficios
que no son únicamente posicionales. Una inquietud relacionada con esto es que
la selección genética puede agravar la desigualdad. En principio, hay muchas for-
mas por las que se podría mitigar esta inquietud: la tecnología podría ponerse a
disposición de todos, o solo a disposición de los más desfavorecidos; o se podrían
poner en marcha otras políticas sociales compensatorias. (En la práctica, que se
implementaran escas medidas dependería del resultado de las pugnas políticas).
Singer señala que las prohibiciones del mejoramiento genético tendrían un efecto
limitado si las parejas que desearan disponer de ello no tuvieran más que viajar
a otro estado o a otro país para utilizarlo. Además, las naciones que prohíban a
sus ciudadanos servirse del mejoramiento genético podrían salir perdiendo en
términos de competitividad económica y estar por debajo de países que acogen
el mejoramiento.
Sususru SmMAZONO analiza las actitudes respecto a la selección prenatal en
Japón, donde el cribado genético está menos aceptado y se practica menos que
en otros países occidentales como Francia, Estados Unidos y Reino Unido. A
mediados de los noventa, aproximadamente el 90% de los fetos con síndrome
de Down fueron abortados en estos países, mientras que se abortaron menos de
un 10% de los fetos japoneses con este síndrome7• Esto no es porque la cultura
japonesa sea especialmente reacia a abortar: en Japón se practican unos 350 000
abortos al año. Así que, ¿cuál es la explicación? Shimazono sugiere que esto se
produce por varios factores. En Japón, la aceptación del aborto fue promovida,
históricamente, no tanto por los derechos de las mujeres, sino más por controlar
el crecimiento de la población por razones maltusianas. En la medida en que
la cribación genética y el aborto selectivo es una manifestación de los derechos
de la mujer y de la libertad de reproducción, la práctica puede tener, por tanto,
6Nozick, R. 1974. Anarchy, State and Utopía (Nueva York: Basic Books), 315 n.
7Las figuras exactas varían en función de los estudios; para ver un análisis consulte Caroline
Mansfield, Suellen Hopfer, Theresa M. Marteau, «Terminarion rares after prenatal diagnosis ofDown
syndrome, spina bífida, anencephaly, and Turner and Klinefelter syndromes: a systematic lirerature
review», Prenatal Diagnosis, 19(9): 808-12.
12
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO.
menos apoyo histórico que en Occidente. Shimazono también señala que mien-
tras los occidentales confían ampliamente en «el poder de razonamiento que se ·
ha independizado de la naturaleza y del cuerpo» y destacan la autodeterminación
soberana como indispensable para el valor de la libertad, la cultura japonesa se
preocupa menos por la autonomía individual y es más crítica con la arrogancia
asociada habitualmente con la modernización y la tecnología científica moderna.
«Las diferencias en las percepciones del diagnóstico genético prenatal entre los
diversos países -concluye Shimazono- sugieren que la cultura y el contexto
histórico de cada nación afecta a la bioética de las personas».
Sería un error suponer que existe un conjunto de valores orientales o una
opinión asiática unificada que se oponga a la selección genética. Consideremos,
por ejemplo, la situación en Singapur, cuyo anterior primer ministro Lee Kuan
Yew hablaba frecuentemente sobre la heredabilidad de la inteligencia y su impor-
tancia para el futuro del país, y cuyo gobierno introdujo medidas diseñadas
explícitamente para animar a los graduados universitarios a tener más hijos8•
Y, por supuesto, las actitudes pueden variar ampliamente incluso dentro de un
país, algo de lo que cualquiera que sepa de bioética pública en Estados Unidos
es muy consciente.
Un contexto en el que ya se utiliza el mejoramiento y con probada eficacia ·
es los_genorte.es .. __ Esto constituye un interesante estudio de caso. Sin embargo, \
�
�se ,4.�Q..�Q_.gc;Q!ralizar de forma desmesuradaJ.a¿_<:_?,�clusi2��., al basarse en \
el modelo del mei�ramiento del rendimiento atlético, ya que las competiciones j
deportivas se caracterizan por ciertas particularidades que no están presentes en J
otras situaciones de mejoramiento. La ventaja que obtiene un atleta del dopaje /
es puramente posicional: puede ganar la carrera, pero este beneficio existe--/
costa de que el resto de atletas quede por detrás de él. Asimismo; un deporte (o
un juego en general) es un tipo de actividad peculiar esencialmente constituida
por convenciones más o menos arbitrarias9• En golf, el objetivo no es solo meter
la pelota en el hoyo (eso podría conseguirse fácilmente cogiendo la bola con la
mano y metiéndola en el hoyo), sino que se trata de insertar la pelota mientras
se sigue un conjunto de reglas cuya justificación puede ser una combinación de
tradición, valor de entretenimiento y justicia; pero no (en un sentido estricto)
8
Chan, C. K. y Chee, H. L. 1984. «Singapore 1984: Breeding for Big Brorher». En Designer
Genes: L Q., Ideology and Biology, lnstitute far Social Analysis (Insan). Chan, C. K. and Chee, H. L.
(eds.), (Malasia: Sclangor), 4-13. (Referencia de Singer, este voiumen.)
9
Cf. Suits, B. 2005: The Grasshopper: Games, Lifo and Utopia (Ontario: Broadview Press).
13
 NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
con utilidad instrumental. Estos y otros factores combinados hacen de la ética
del deporte un subcampo académico diferente en la ética práctica.
/' T<?�!?R.J--JI���.S.19 distingue entre 1��!}.f!Qll�S..���I!.��!�Y.?:s», que preten-
�T,.:�:�:�a�a::;::rn:,:;:�i;;;;;;:�i;,::, ::�-::';: :.u::.:,:
( den curar una enfermedad o eliminar una discapacidad; itJ,JtI.Y.tndQQ.�liP�: ....
1 ����
( a una intervención que intenta que el funci��-;�i�;t;·d;·-;:¡-n individuo vaya más
\ ..
�llá de lo normal en un organismo humano. En la medicina en general, sostiene,
podemos aceptar tanto las intervenciones positivas como el mejoramiento. En
medicina deportiva, sin embargo, se desconfía de estas intervenciones positivas
y del mejoramiento. Tánnsjo cree que la lógica tras esta desconfianza tiene que
ver con un aspecto muy especial de los valores del deporte de élite, la idea de
que los deportistas profesionales buscan los límites de lo que un ser humano
puede hacer, junto con una noción especial de justicia de acuerdo con la cual
podemos admirar al individuo que tiene un billete ganador en la lotería de la
genética natural y destaca sobre el resto.
Sin embargo, Tannsjó no aprueba esta noción especial de justicia, por lo que
no está dispuesto a aceptar los valores del deporte de élite. Sin estos valores, según
él, no se necesita de una ética médica especial en la medicina del deporte. Basta
con que el deporte de élite «nos entretenga y nos proporcione una competición
encarnizada, justa e impredecible, una dulce tensión respecto a la incertidumbre
del resultado». No obstante, sugiere que si queremos añadir algo a esto, podría
ser lo siguiente:
En el deporte de élite podemos poner a prueba los resultados de dichos mejoramien-
tos y ver, no dónde están los límites de la naturaleza humana (dada), sino cuánto los
podemos forzar. Podemos disfrutar de lo que vemos en una competición, y podemos
admirar todos los logros científicos que han hecho posibles su desempeño. Y podemos
agradecer a los atletas por las molestias de probar los mejoramientos antes que nosotros ".
CHRISTINE 0��-1 que se centra en la pr()l(),1]$3.:�: }ó�_s!�J�vida, sostiene
que Iis...íaenHaacÍes de las categorías sociales son relevantes pari"Ta ética del
mejoramiento. Afirma que la pertenencia de una persona en una categoría social
como el sexo, la raza y la clase socioeconómica determina en gran parte que uno
tenga, o no, acceso a los beneficios del mejoramiento de la vida, y que pueda
pagar, o no, el coste de estos mejoramientos, lo que convierte en importantes las
cuestiones de acceso y exclusión. También sería un error ignorar las formas en
las que varias prácticas del mejoramiento podrían afectar a las actitudes sociales
14
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
hacia algunos grupos. Overall defiende que el mejoramiento podrí!}JlW�A<?
forma que S�J?,EQ!.U.QYiera Jtigualdad)1.l.d1u�porJ:11.nidgdes,,a�gr.;;p0s:desfav,gJ�CÍ �, I
J.losJUe:�·a�'otra forma, no habrían tenido. Critica el punto de vista del bioétí�·�- I
bioconservador Daniel Callahan de que los pacientes más antiguos no deberían ,
recibir tratamientos que salvarían sus vidas ya que el ciclo de la vida humana
normal ya es suficiente para una vida plena. Overall señala que la plenitud en la
vida no depende de la edad; dado que, por ejemplo, a las personas desfavorecí- íl
das se les puede haber privado de experiencias importantes incluso si han vivido/¡
mucho tiempo. La prolongación de la vida puede ser la única manera por la que 'I
una persona mayor, que ha tenido una vida desfavorecida, pueda disponer de una
oportunidad justa para disfrutar de una vida plena. Además, se podría añadir que
incluso alguien que ha tenido una vida acomodada y próspera puede no haber
llegado al punto en el que la vida se convierte en «plena», en el sentido de que
no podría mejorarse si continuara; y aunque existiera tal punto no hay garantía
de que coincida con el septuagésimo cumpleaños o la edad que se supone que
la «esperanza de vida natural» pueda alcanzar. (Incluso un árbol necesita mucho
más de setenta años para completarse así que, ¿por qué no una vida humana?1º).
FrancisFukuyama, quien denominó el transhumanismo como «la idea más
peligrosa de�;a:o;e-ri un artículo muy citado, cree que la democracia liberal
depende de que todos los seres humanos compartimos la misma esencia que,
según el punto de vista de Fukuyama, consiste en un «factor X11» indefinido.
Si pusiéramos en práctica el mejoramiento podríamos alterar este factor X sin
querer y, por tanto, destruir la base de la dignidad humana y la idea de que la .
igualdad es la base del modelo democrático liberal. En este volumen, DANIEL \
W1KLER, basándose en su trabajo anterior, analiza en concreto el fi.�-cfd-)
mej¿;_�ie;�;-��gnitivo y se pregunta si las libertades civiles presuponen unas/
capacidades mentales más o menos igualitarias. ,:
10 Para argumentos sobre la prolongación radical de la esperanza de vida humana, ver Bostrorn,
N. 2008. «Letter from Uropia», Studies in Etbics, Law, and Technology, 1 (http://www.nickbostrom.
com/uropía.pdf) y Bostrom, N. 2005: «The Fable of the Dragon-Tyranr», [ournal ofMedica! Ethics,
31: 273-7 (http:/ /www.nickbostrom.com/fable/ dragon.pdf),
11
Fukuyama, E 2002. Our Postbuman Future (Nueva York: Farrar, Straus and Gíroux), 149.
Para una crítica de la perspectiva de Francis, ver Bostrom, N·. 2004: «Transhumanisrn: The World's
Most Dangerous Idear», Foreígn Policy, Septiembre/Octubre (http://www.nickbostrom.com/papers/
dangerous.html), Bostrom, N. 2005: «In Defence of Posrhuman Dígnity», Bioethics, 19: 202-14
(http://www.nickbostrom.com/ethics/dignity.pdf), y Bailey, R. 2005: Libertarían Biology (Nueva
York: Prometheus Books).
15

NICK BOSTROM Y JUL!AN SAVULESCU
Daniel empieza señalando que los igualitaristas no necesitan asumir, ni asu-
men, que todo el mundo tenga las mismas capacidades cognitivas, o incluso la
misma predisposición genética a la inteligencia. Hay que p.iferenciar la afirma-
fcion empírica de que los seres humanos estamos en iguiliad Je· óapacidades
ff (que es falsa) de la afirmación normativa de que todos los seres humanos corn-
\ petentes deberíamos tener el mismo estatus cívico (que bien puede ser cierta).
�.. Entonces, Wikler atrae nuestra atención al paternalismo con el cual tratamos a
seres humanos con discapacidades cognitivas moderadas o graves. A los adultos
mentalmente incompetentes se les puede prohibir votar y tomar ciertas deci-
siones flnancieras, e incluso se les puede negar la libertad de movimiento. Pues
bien, supongamos que el mejoramiento cognitivo produce una población con-
siderable de seres humanos superiores intelectualmente a lo que actualmente se
considera una persona en la media respecto a su nivel de inteligencia, teniendo
en cuenta que esta última ahora se considera incompetente mentalmente. En
esta situación, ¿podríamos los restantes «normales» estar sujetos legítimamente a
restricciones paternalistas similares que en el mundo actual se imponen, libres de
toda polémica, a humanos mentalmente incompetentes? Tras distinguir entre un
enfoque relativista y un punto de vista límite de lo que se necesita para que un
individuo tenga un estatus cívico pleno, Wikler responde a su propia pregunta.
/con un tímido sí: al menos bajo ciertas circunstancias, una población cognitiva-
\ mente
superior en el futuro puede tener el deber de tratar a los normales restantes
\{e forma paternalista.
RoBIN HANSON aborda un atributo intelectual en concreto: la orientación
�"-verctad':·�Kevisa'ttes tipos de mejoramiento que pueden fort��.t'ecerñue;t;a··
orientacio"íi"a la verdad: más registros y estadísticas estandarizadas en nuestras
' La advertencia de tener cuidado con el autoengaño en lo que respecta a nuestras capa-
l vidas, mercados predictivos sobre temas ampliamente controvertidos, y técnicas
1
o modificaciones que podrían volver nuestras mentes más transparentes. Sugiere
! que las tendencias hacia estos tipos de mejoramiento podrían reducir el vicio
epistémico del autoengaño y la parcialidad, un vicio que puede ser especialmente
peligroso en el mundo moderno con armas nucleares y otras tecnologías poten-
tes. Sin embargo, tal y como Hanson señala, el autoengaño y la parcialidad son
características en gran parte centrales de nuestras mentes actuales, dado que su
prevalencia se ha probado en muchos estudios además de, según Hanson, por la
amplia difusión de desacuerdos persistentes incluso entre agentes que conocen
mutuamente la opinión del otro. Podremos negarnos a la posibilidad de vivir sin
ilusiones cuando nos demos cuenta de lo sustancialmente diferentes que serían
nuestras vidas en comparación con el estado al que nos hemos acostumbrado.
¡¡
.,¡
·>. _J
. . -� !; 16
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
Si esto ocurre, también podremos estar tentados a intentar regular el comporta-
miento del resto, incluyendo nuestra descendencia lejana, por ejemplo, al inten-
tar evitar el desarrollo de tecnologías que harían posible un estado en el que las
ilusiones no tuvieran cabida. ·
Hanson advierte del pe!igi-,?}�).:\�1:r?.g�1:1�i·�--�r9r.e!,:..vAparte de la impor-
tancia moral de la autonomía, también alega una razón epistérnica por la cual
deberíamos ser cautelosos al imponer nuestros puntos de vista a otras personas.
Así como podemos ser, y normalmente somos, demasiado confiados en nuestras
creencias respecto a cuestiones empíricas, también podemos ser, y sin duda nor-
malmente somos, demasiado confiados en nuestras creencias morales. A menudo
nos engañamos a nosotros mismos haciéndonos pensar que nuestras convic-
ciones morales están mejor razonadas de lo que lo están en realidad, y mejor
razonadas que las convicciones morales de aquellos que no están de acuerdo con
nosotros. Esta advertencia se aplica concretamente a cuando estamos tentados a
controlar el comportamiento de las futuras generaciones:
También deberíamos ser cautelosos con la arrogancia moral respecto al comportamiento
moral de nuestra descendencia lejana, ya que esta descendencia tendrá una clara ventaja
de información sobre nosotros; no podemos escucharlos como lo haríamos si debatié-
ramos con un contemporáneo. Nuestros descendientes sabrán de nuestros consejos, y
también de muchas otras cosas que no sabemos. Además ... es posible que posean una
orientación a la verdad más fuerte que nosotros.
El argumento de la arrogancia moral, sugiere Hanson, puede disminuir
especialmente la cantidad de personas que piensan que se deberían limitar los
mejoramientos orientados a la verdad:
cidades morales parecería ser aplicable especialmente a aquellos que debaten las ventajas
del aucoengaño. Después de todo, ¿no parece más probable que la parte pro autoengaño
esté autoengañada en este asumo?
El mejoramiento como desafío práctico
Varios de los autores representados en este libro, incluyendo Francis Kamm y
Norman Daniels, expresan sus inquietudes sobre la dificultad de que todo salga
bien y se asegure la seguridad suficiente al intentar mejorar sistemas complejos.
En el capítulo final, Nrcx BosTROM y ANDERS SANDBERG abordan este desafío
práctico del mejoramiento directamente.
17
r:=----------------------. . . . ----------�··-·---�· �--. .-.
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
.f
Bostrom y_Sandberg observan que hay una sreenda p�p_glar--�t�JJJ.tid.a..§9�Ee
la «sabTJ �;í�dé'fa'iiatú'�J��», que ignoramos po;·���st¡:;·;uenta y riesgo. Mucht-
.gent� p.refrére losremedic;s--;�aturales» y los suplementos alimenticios «natura-
les», y de forma consciente aceptan formas «naturales» de mejorar las capacidades
humanas como el entrenamiento, la dieta y el aseo personal. En cambio, las inter-
venciones consideradas «antinaturales» o «artificiales» son acogidas con recelo, al
menos hasta que están lo suficientemente familiarizadas para clasificarlas en la cate-
goría de lo natural. Esta actitud parece ser especialmente pronunciada en relación
con las formas antinaturales de mejorar las capacidades humanas, considerados
como imprudentes, cortos de miras y arrogantes. Bostrom y Sandberg sugieren
que la creencia en la sabiduría de la naturaleza también puede manifestarse como
objeciones difusas desde el punto de vista moral contra el mejoramiento.
Así, Bostrom y Sandberg plantean que la creencia en la s3:.bi�uría de bLnatu-
, raleza es parcialmente correcta. Un ser humano es una maravilla de complejidad
/ �evoluéioñacio:'y''cuando manipulamos sistemas complejos evolucionados
no muy bien comprendidos, nuestras intervenciones a menudo fallan o resultan
i contraproducentes. Bostrorn y Sandberg intentan sintetizar el fondo de verdad
/ que se contiene en la creencia de la sabiduría de la naturaleza en forma del Desa-
i Jíg_g
i, - que
la Optimizaciór1 Evolutiva. Cuando alguien propone una Intervencíórr+:
stq,uest;meñi:e" �eJo;;·��;fu��ión biológica de una capacidad, deberíamos.
plantearnos el siguiente desafío: �J2�4() qµe e.s�a. intervención es algo ta!l bueno,
\
\
P���:
.¿.por"qµ�.}}°. . ��-�?J"'��?-�::�!?_�!1?,. . serasí?». Desarrollando esta heurística
evolutiva, Bostrom y Sandberg continúan explicando y ejemplificando tres cate-
gorías de posibles respuestas a la pregunta del desafío: cambios compensatorios,=·--· \
, . .4!§f.Q.ffi'ª-USL�L�L�!é.sis�.LJSgrJ.s<:i.<>!:�.�-�;:,9J�_!iY.<l�. En····el··cascrde,.algtfffárt� .
venciones de mejoramiento propuestas, se puede encontrar una respuesta satis-
factoria al desafío de la optimización evolutiva en una de estas categorías, lo que
nos da luz verde para proseguir: podemos ver exactamente por qué en el asunto
en cuestión podemos esperar, razonablemente, mejorar la naturaleza. En el caso
de otras intervenciones propuestas, la heurística da luz roja, ya que sugiere que
la intervención puede no funcionar, o puede tener consecuencias a largo plazo
y, tal vez, leves efectos secundarios. En estas situaciones, debemos reconsiderar
nuestra idea de mejoramiento o, al menos, proceder con extrema cautela.
La heurística que Bostrom y Sandberg desarrollan (inspirada por el campo
de la medicina evolutiva) es, fundamentalmente, empírica y de naturaleza prác-
tica: se pretende ayudar a los investigadores y a los usuarios del mejoramiento
a identificar y evaluar intervenciones de mejoramiento prometedoras, al pro-
18
ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO
porcionar un método de pensamiento a través de lo que las consideraciones
> evolutivas pueden contarnos sobre sus posibles efectos en la mente y el cuerpo .
Así, la heurística no tiene contenido moral. Sin embargo, si la conjetura de,
Bostrom y Sandberg de que las intuiciones antimejorarniento que afloran como\
sentimientos morales a veces provienen de una creencia implícita en la sabiduría }
de la naturaleza es correcta, entonces la heurística también puede contribuir a /
la ética del discurso, permitiendo una forma más transparente y constructiva de//
reconocer y tener en cuenta estas sutiles inquietudes ocultas y prudentes. i
Conclusión
El mejoramiento humano ha pasado del dominio de la ciencia ficción al
de la ética práctica. Hoy en día existen mejoradores físicos, cognitivos, relacio-
nados con el estado de ánimo, cosméticos y sexuales efectivos: medicamentos
e intervenciones que pueden mejorar, al menos, algunos aspectos de algunas
capacidades en, por lo menos, algunos individuos algunas veces. Los rápidos
avances que tienen lugar actualmente en las ciencias biomédicas y áreas relacio-
nadas con la tecnología dejan claro que muchas más cosas serán posibles en los
próximos años y décadas.J¿J?E�g_�EE�-��--�!.��!,:,�2... :!�.�{�,5._,:�.:�..��:::�!=:i!��!:��-
a «¿Deberíamos hacerlo?»12•
__ ,_, ...Es·�;lib;;·p;�;;;�;���
amplia variedad de perspectivas relevantes al contestar
a esta pregunta. Christine Overall, en una valoración que parece recibir apoyos
de muchos otros autores, opina que, dada la enorme variación, consider::i,,im.p¡::u.::.
qt-nt�?J�_sJ��.�e�,-1.Ji��-E�?I,'1.�tmW��s sobre todos los procedimientos y tecnologías
3
de mejoramiento, ya que debe2:f.�I}...':-Y�lH!!E§,�,,QJi,�t9..!lU�.Jm!iYidual.:..El emplear un
tipo de mejoramiento en concreto depende de las razones a favor y en contra de
este mejoramiento en particular. Crear una superinmunidad a todas las lesiones
biológicas y víricas conocidas es muy diferente a doparse en el deporte; elegir los
rasgos de la personalidad de nuestros hijos a través de la selección genética es muy
diferente a tomarse una pastilla que mejora, de forma temporal, nuestra habili-
dad para concentrarnos. En esta línea de razonamiento, es el momento de dar
un paso hacia adelante, de preguntar «¿Deberíamos hacerlo?» a analizar el «lo»
iz No obstante, sigue siendo importante distinguir entre lo que es posible hoy en día, lo que
puede ser factible pronto y lo que requeriría de nuevas capacidades tecnológicas radicales. Y al res-
ponder a la pregunta de lo que es posible hoy en día, también es vital diferenciar lo que es prueba de
concepto en un estudio de laboratorio de las aplicaciones listas para lanzarse para su uso generalizado.
19
 ¡� .........................._...
-
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:,i .....,...._.--������������- ···· ·--·-···-···--··--·-·· .. ...-
-� ·�'""''

NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU ÉTICA DEL MEJORAMIENTO HUMANO

y preguntarnos una cantidad de preguntas mucho más específicas sobre accio- de situarlo en el rnicrocontexro de las decisiones de política particulares, además
nes concretas y opciones de políticas relativas a las cuestiones particulares del del macrocontexto coñsi:itúicto'por otros desafíos de visión global para la huma-
mejoramiento dentro de un contexto sociopolítico-culrural dado. El resultado nidad en el siglo veintiuno. En algunas circunstancias, el acceso regulado puede
,.de esto n.9-seri..YJl..$.ip D.:.9 �J �.'?E.P-1�1.1.to..en.general, ..s.inru:J...ILSQ!!ÜW.-�-�eas ser más justo y seguro que la prohibición 15• En otras situaciones, se podría elegir
_x recom�12..1!�!.9E,��-más _g>..ntextua.lmdas..� esps.f.iJ1�����.GÓfilQ #e�e§. el mejoramiento para abordar la desigualdad o la injusticia social16, o podría
.actuar los individuo�
.... ...
9J._gru:üzaci.o�s-y,..,estad.os..en..la�ép.o.,�oramiento13• ponerse en práctica a nivel de población para el beneficio social. Un portavoz
�-��=.. ,_f

,
...,.,,....:--�..........W�Á �....� ���'"......._••

.e' Y desde aquí, ¿hacia dónde vamos? Creemos que el debate del mejoramiento del ejército estadounidense, que está explorando el potencial de la tecnología de

::np����:���������e�i��:�d:c¿n�:�:d� ;� ;¡�:�;e��:b; 1
. necesita desarrollarse simultáneamente en dos direc�i�lles�-·qué podem'os'aeño=---
contextualizar el mejoramiento y abordar las particularidades de las elecciones
afrontadas por varios accionistas y personas que coman decisiones. La direc- !t
ción «ascendente» se propone abordar retos éticos y pragmáticos que aparecen Ji
cuando nos alejamos y consideramos las funciones que los mejoramientos de
\� mejoramiento humano de forma activa, dijo:
En el mundo hay aproximadamente 4,2 mil millones de personas de más de veinte
años. Es posible que incluso un pequeño mejoramiento de la capacidad cognitiva de
&J estos individuos pudiera tener un impacto en la economía mundial compitiendo con
el de Internet17•
Parece probable que en este siglo se anuncien avances sin precedentes en \
r

·\ varios tipos podrían desempeñar a largo plazo y en la visión general del futuro
nanotecnología, biotecnología, tecnología de la información, ciencia cognitiva y ¡
otras áreas relacionadas. Estos avances proporcionarán la oportunidad de cam- j
\4�_la humanidad. Esto requeriría debatir cómo puede interactuar el mejora-
biar la condición humana en esencia. Esto presenta tanto grandes riesgos como J.
miento (incluyendo el posible futuro del mejoramiento, más radical) con otras
enormes beneficios posibles. Nuestro destino está, en mayor medida que nunc _1
macrotendencias y problemas mundiales y con perspectivas como el crecimiento antes en la historia de la humanidad� en nuestras manos. " »-" z __ .,. · .• .--
económico y desigualdad, riesgos existenciales y riesgos catastróficos mundiales, ���
..
,,.,.���---���
.....
�,,,....,.,_...�,..
#�.. -"1,('f'°'�·-��jT�r�!'!;··1'·':..'t'��� ......

Para decidir si tenemos razón en promover un mejoramiento particular, será

nanotecnología molecular, inteligencia artificial, colonización del espacio, reali-
dad virtual, tecnología de vigilancia, democracia y gobernanza global, junto con necesaria cierta sabiduría, diálogo, buena investigación científica, política pública
las profundas cuestiones epistemológicas, metodológicas y morales que surgen buena y debate académico. Este libro representa uno de los primeros pasos de una
cuando se piensa en estos asuntos conectados entre sí de forma grave y crítica14• discusión académica avanzada del mejoramiento sobre una variedad de perspecti-
Puede parecer que entre estas dos direcciones hay tensiones pero, de hecho, vas filosóficas analíticas. No son ..,nuestras expectativas ni nuestro objetivo primor-
��� �,;��-��'c:!-�. . .;. z�:.v.>:��,.,.k..������,���. f.��--*����

señalan simplemente a dos fronteras intelectuales coexistentes, cada una con

15
Savulescu, J., «le Is Time ro Allow Doping at the Tour de France»,The 1elegraph, 30 Jul.
problemas importantes que merecen ser abordados. Un peligro que vemos para
f¡1 esJancadg.��--;!.�:�.i,?.: 2007. http://www.relegraph.eo.uk/sporr/main.jhtml?view=DETAILS&grid=AlYourView&xml=I
��4�T.:i5?.!!1:1��9-Silue4arne . . ü�..pta��l- sporc/2007/07/30/sodrug130.xml, visitado por última vez el 8 de febrero de 2008. «Doping true
11 ���J.?.E�!E.�.1!�9}.Jl�SJ!.2-"'t�����I;.ª_�n absoluto como una categoría analítica y to che Spirit of Sport», Julian Savulescu, Sydney Morning Herald, 8 de ago., http://www.srnh.com.
¡¡ . SQID� U�tEid.���,�����.�5l�..E.i�--�t§����f,!.é���.���:�s�XK<�Lt!,��-�§.:��:���!�ar. au/news/opinion/doping-true-tothe-spirit-of-spon/2007 /08/07/1186252704241.hcml, visitado por
H -��I.Qg_�u<;i4e.is!tm.:1�2�.i.hl�_ªPlicadoñes na ·mejoramiento y ta neéeslélact última vez el 8 de Feb. de 2008. J. Savulescu, B. Foddy y M. Clayton, «Why we should allow per-
�� ,,..._-4,.._,,....... v.:�;� __._..._..._,....... ,.,. -.· -· _,, •. ..,.. •...-· ... , .. ·•
formance enhancing drugs in sport», en Britisb [oumal ofSports Medicine, Dic. 2004; 38: 666-70.
Savulescu, J., y Foddy, B., 2007. «Erhics of Performance Enhancemem in Sport: Drugs and Gene
13
Savulescu, J. 2003. «Human-animal transgenesis and chimeras might be an expression of our Doping», en Principies of Health Care Etbics, segunda edición, Ashcrofr, R E., Dawson, A., Draper,
humaníry», Am J Bioethics. Summer, 3(3): 22-5, H. y McMillan, J. R (eds.) (Londres: John Wiley & Sons, Lrd), 511-20.
16
14
Ver por ejemplo Bostrom, N. 2007. «Technological Revolutions and che Problem of Pre- Savulescu, J. 2006. «[usríce, Fairncss and Enhancernent». En Progress in Convergence: Tecbno-
"(/('t/ diction». En Nanoetbics: Tbe Etbical and Social Implications of Nanotecbnology. Allhoff, F., Lin, P., logiesfar Human Wellbeing, eds. Sirns Bainbridge, W y Roco, M. C. Anna/s ofthe New York Academy
Moor, J. y Weckerc, J. (eds.), Wiley-Interscience (http://www.nickbostrorn.com/revolurions.pdf), y of Sciences vol. 1093 doi: 10.1196/annals.1382.021, Ann. N.Y. Acad. Sci, 1093: 321-38.
17
Bosrrom, N. 2007. «The Future of Humanity». En New Wáves in Philosopby ofTechnology. Berg Olsen, Arrny: Proposal Submission, en http://www.dodsbir.net/solicitation/sttr08A/arrny08A.hrm,

IIII,
J. K., Selinger, E. and Aldershor, S. R. (eds.) (Basingstoke: Palgrave Macrnillan). visitado por última vez el 8 de Feb. de 2008.

20 21

ti.i···. /.';,:,.".··
 f''·
NICK BOSTROM Y JULIAN SAVULESCU
;¡
dial con�E._cer a los lectores de apoyar u oponerse al mejoramiento. Esperamos, .:I
:-más bien, q �����iJi�g��!�Él�l9.��L-�k.füxma.mi$..J1WÍ��4���§fü·.�·:�ij�:���=- )�
,
��estio��-�!�l�.EE�l���.X.J!.es�funt.�. q�.��-.IJ:R�Y.SL�Ig!2.'.
8

I
• .. -

Referencias
:)j�·
Bailey, R. 2005: Libertarían Biology (Nueva York: Prometheus Books).
Bostrorn, N. 2004: «Transhumanism: The World's Most Dangerous Idear», Foreign
"i PARTE I
Jt!

1
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18
Agradecemos a Rebecca Roache sus valiosos comentarios en una versión anterior de esta
introducción.

22
 1
¿De verdad se puede hablar de
naturaleza humana modificada
desde el punto de vista de la ética?
Norman Daniels"

Resumen
¿Amenazas a la naturaleza humana?
El
......debate ,�--�·-··-el!!!:�9!?ro.
............ ,.•.·.-sobre . · "· Í.�mq._hgm@P...S9Jl.t!!!!!.e.§.im5!21.
. .. . .. .. J?,ejo mi punto de vista, �
con-
Juso, al no distinguir conceptos, cuestiones y casos importantes. Mejorar a individuos
-d�téTminadosJs,no!JpJc.i.m_�PJ�,)ru:Juyendo rasgos cognitivos y de comportamiento�..
algo que .hacemos co�stantemente. De hecho, consideramos que hacerlo es nuestra oblí-
gacfón'com�o"p:i'ctf�s·�·-'prir;;,\;';�"p;�fesionales de la salud, administradores y ciudadanos
a través de la manipulación del entorno (a veces biológica, a veces social) que afecta
a las interacciones entre los genes y el entorno. Sin embargo, muchas intervenciones
innovadoras biológicas y, en especial, genéticas, entre las que se incluyen la selección
embrionaria, se consideran amenazas a la naturaleza humana. Algunos han sugerido que
la naturaleza humana podría mejorarse, lo que presupone que tenemos claro lo que eso
signi�=�' poi;_.�� .. d��q,1:!�,PHtc:!:i.�erJZOSib.l"e._Sospecho que el propio coricepto ae·"'
fí:ituraleza humana se confunde de forma que contribuye tanto a la alarma suscitada
.en muchos sobre algunas de estas intervenciones innovadoras, como al optimismo de
otros respecto a resolver problemas sociales y políticos mejorando la naturaleza humana
biológicamente. Parte de esta confusión puede provenir de las formas de determinismo
genético que infravaloran la capacidad de adaptación de las capacidades humanas; parte
se debe a la confusión sobre los rasgos que la gente teme o espera que puedan modifi-
carse. ¿Qué es una amenaza a la naturaleza humana? Después de ,iclarar"eLcon.c_c:;pJ:,-;t� ,,�, ,_,_
,.
�ezah.u.nlWih.Qetallaré algunas condiciones que tendrían que cumplirse si pensa- ···
· mos seriamente en realizar intervenciones a individuos para modificar biológicamente
rasgos cognitivos o de conducta primordiales. . �,

* Harvard School of Public Health,

25
NORMAN DANIELS WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA

Los organizadores de una conferencia a la que me invitaron hace poco pi�ie-

ron a los conferenciantes que examinaran lo que significa, desde el punto de vista
.90
ético, modificar la naturaleza humana a través de la genética. Una posibilidad
es que su invitación desembocara en una hipérbole a propósito para estimul�r .75
más estudios interesantes. La premisa de esa hipérbole es que de verdad es posi- il
ble modificar la naturaleza humana con estas intervenciones. A continuación, Jl; .60
propondré tomar en serio dicha premisa. Hacerlo requiere tener claro lo que V

significa el término clave «naturaleza humana». Solo entonces podremos saber .45

cuándo se ha modificado, y solo entonces podremos valorar desde el punto de ·

vista ético las posibilidades de dicha modificación. En mi análisis,,.,. Q.i!._4,<!;_�re ¡¡1 .30

que modificar la naturaleza humana sea imposible, pero creo que gran parte tle·- 0'
�-��l�y� �����:ª�_.l_:,... ,\:
.15
lo que se concibe en el campo de la intervención ge_��������
"ñafürateza�htrffiáfia•'tindli'sctsravecés se mod�fl��-1ª.111�Il}E�!��a.A.<?..l�E 1_1:�1v1duo} ·
Des¡füés'"'d:e··pasifr.,b���¡ parte dé . mftie;;p� en la tarea analítica de descí.ibrir 16.5 21
ºC
25.5

el significado más plausible de la modificación de la natur�e�� humana, tr�to

Figura l. Normas de reacción reales de viabilidad del cuarto cromosoma homocigoto
brevemente algunas cuestiones éticas que surgen de la posibilidad de modifi-
de Drosopbilia pseudoobscura. Figura proporcionada por Richard Lewonrin. Datos de
car lo que serían, si no se realizara ninguna intervención, cualidades humanas
Dobzhansky, Th., y Spasky, B. Genetics, 29 (1944): 270-90.
normales.

en general, las ventajas y desventajas dependen de la combinación de entornos

l. La naturaleza de la mosca de la fruta y genes, no solo de los genes. Nótese que§Í nue�Q:g,,fil,.�.9•.�.2���1!!.ssl-Sw!?S!JS.i!;;; \
d
. mientosobr� efecto de los genes estuviera en términos de nor�ª§,.9,�,r�.í!Sfi§u, ,
Empecemos con una idea más bien simple antes de hacer frente al concepto �irr¡rii;�:m�ñói:�t@midÁ!i,,i:.efZriiiL.§:,hi�11i:, sim}i:, ,ilJ2,�:, pi��,�,,i���!!;!�iiÚu,.., . .
t�!!���:r!1t���1tt����}Mftr@k��� l
s

más controvertido de naturaleza humana. Observemos la Figura l, que muestra
la viabilidad, a diferentes temperaturas, de moscas de la fruta que tienen dife-
rentes alelos de un gen determinado. Cada línea representa gráficamente lo que
se denomina «norma de reacción». El rasgo fenotípico, o manifiesto, en este
ejemplo de viabilidad, que cada variante de mosca de la fruta expresa �epende
de la temperatura además de sus genes. La viabilidad es el resultado de la interac-
ción. En concreto, las normas de reacción, en general, se cruzan, si bien algunas
variables tienden a ser menos viables que otras a cualquier temperatura, Y una
parece ser más viable en el conjunto de entornos. La variable que tenga mayor
viabilidad dependerá, en este caso, de la temperatura.
Esta variabilidad en las normas de reacción no es un caso especial. Es la
norma general de la variación alélica de todas las especies. Aunque algunos alelos
confieren una ventaja o desventaja dominante en una amplia gama de entornos
(como en las normas para una o dos variables en la parte de arriba de la Figura I),
.��L�t. i!fttttf��iJ�;tt���:
al . � .
I,�,-ti.�nsrn.-��-�-...-"'..._�-,,.,-,.,;,,�-!'>� . - -�'··-t·�,..,c·,'(,(.,.,;,¡.·;..o.\'�i'.�,..,,_,.,..,,,�•-·.":.·�·,.......-.,..,;,i..:.��s.1"'�;..·.,,,,:.,.•, ..... ,.
1?..0·
En este sentido, la norma de reacción es un antídoto no solo para el deterl
rninismo genético, sino también para formas puras de determinismo del entorno./
Por supuesto, el determinismo del entorno tiene por excusa el hecho de que'
nuestra forma principal de modificar el fenotipo de los humanos (dejando a un
lado el cultivo de plantas y la cría de animales) siempre ha estado relacionada
con el entorno. Los padres están obligados, o normalmente creen que lo están, a
ofrecer a sus hijos el mejor entorno posible. Eso es todo lo que saben hacer para
mejorar el fenotipo. De hecho, es todo lo que ellos o cualquiera puede hacer
tras haber concebido.
La Figura I puede confundir al lector y hacerle pensar que podemos elegir
fácilmente los alelos «superiores» e «inferiores» y hacer que sobrevivan o no

26 27
NORMAN DANIELS
mejorando, en consecuencia, la naturaleza de la mosca de la fruta. Pero esta
I:
predisposición depende de una simttl.tflf�S!?-�-�::��i:ª: !:,a Figura que se c:ntra
en únicamente una variación del entorno y en un alelo y sus variables, deja de
lado la complejidad adicional, común en el mundo re�,, de que al�un.a� varia-
ciones alélicas pueden ser superiores o inferiores en relación con la viabilidad en
respuesta a esta temperatura y pueden no ser superio�es o inferiores � �� se
c a o
incluyen otras variables del entorno. La Figura I también excluye la asociación de
algunos genes en apariencia superiores o inferiores. con otros genes que �
pu den
ser inferiores O superiores con respecto a otras variables del entorno. El dejar a
un lado estas cuestiones no debería animar al lector a asumir que es obvio qué
alelo de la Figura I sobrevivirá, después de todo. De hecho, la supervivencia de
una población de moscas de la fruta a través de variaciones de temperat�ra e�
su entorno estándar puede depender de conservar buena parte de esta.d1vers1-
dad alélica, no de seleccionar lo que, tras ver la Figura I, podemos considerar la
variante «obviamente» superior. , tampoco tengo ninguna razón por la que deba hacerlo. Si generalizáramos desde
·Qué podemos aprender de la naturaleza de la mosca de la frutá' del sim-
ceso de las normas de reacción de las moscas de la fruta? Una observación
ple
evidente es que las respuestas de esta mosca a la temperatura son dive.rsas. Son
diversas en cualquier entorno dado (en toda la variación alélica) y son diversas en
cuanto a su respuesta a cambios ambientales. Si queremos atribuir la ....�,,--""·'·"'>r"·,,,,- ,
de la mosca de la fruta a estos cambios, debemos entender que es un :;,;;:.:;,;;.;.;.¡;;�,;;.,,.,>,,,,.
-P.f!!�f!.21.Pº pr���pal�1;���}�n�s�.U��P.!��1?J,!fe4.2.,�,.1,�,9,�Y.�����:.,,
de la mosca de la fruta no refleja ninguna norma de reacción, corno tampoco
se manifiesta en ella ningún grado de viabilidad. De hecho, la naturaleza de la
mosca de la fruta es fascinante. Dicha naturaleza (en sentido poblacional) varía
ampliamente en su respuesta a la temperatura. Podemos es.car tenta�os, por algu-
nas razones, a especificar el rango en el que una u otra variable es viable, y pode-
mos afirmar que la naturaleza de esta o aquella variable es _tener esta� aquella
respuesta de viabilidad al cambio en las temperaturas. Pero sr estamos dispuestos
a pensar de forma más ambiciosa sobre la naturaleza de las moscas de la fruta, Y
no sobre una sola variable de estas, deberíamos considerar el conjunto de rangos
de las variables como el rango de viabilidad en la variación de la temperatura.
Es posible que se quiera insistir en que la naturaleza de las moscas de la
fruta debe venir dada por un conjunto de rasgos que todas las moscas de la fruta
comparten, a pesar de su variación. En ese caso, debemos referirnos a los rasgos
de forma muy general. Podemos decir, por ejemplo, que las moscas de la fruta
son sensibles a la temperatura: su viabilidad siempre depende de la temperatura,
28
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
aunque sea de distintas maneras. Esta idea aporta otra característica esencial del
concepto de la naturaleza de la mosca de la fruta: lo,s _ra�go� ,fe�??t�p�c?s �l�E:. .
J!lªll.P.�E. de la ,g�za d.:Jas moscas de la fruta son d!�R.9.�i.sLo..n.:ilg� Está en,
la «naturaleza» del agua solidificarsea·1J4'e1r"trrra:·á'ffiiosfe�� de presión, y está en
la naturaleza del agua solidificarse a otras temperaturas y otras presiones. El agua
es propensa a convertirse en hielo bajo ciertas combinaciones de temperatura y
presión (y el vapor bajo otras). Las moscas de la fruta son propensas a ser más
o menos viables bajo ciertas condiciones de temperatura. El agua no, siempre
es hielo ni tampoco las moscas de la fruta son siempre viables a determinados
grados.
¿Cada rasgo al que las moscas de la fruta son propensas debe manifestarse
bajo ciertas condiciones? ¿ Y debe hacerlo cualquier otro rasgo de la naturaleza
de la mosca de la fruta? En este caso no sé muy bien cómo contestar, ya que no
conozco bien a las moscas de la fruta (ninguno de mis mejores amigos lo son) y
mi propia experiencia y de lo que puedo destacar (teniendo en cuenta que no
soy experto), supongo que sería parte de su naturaleza acabar en vasos de vino
o zumo, especialmente en los míos. Ahí es donde me las encuentro con mayor
frecuencia. Sin embargo, se me podría convencer fácilmente de que sus muer-
tes por ahogamiento son solo un accidente frecuente, predecible a partir de su
verdadera naturaleza. No sería tan fácil convencerme de que tener una, tres o
ninguna raya en sus alas o cuerpos es parte de su naturaleza (que puede parecer
más bien como el color de pelo en los humanos). Pero esto solo son hipótesis.
Diría que solo deberían verse como parte de la naturaleza de las moscas de la
fruta algunos rasgos, porque yo extrapolo otros casos de los que sé más a lo que
cuenta como naturaleza del animal.
En muchos casos en los que hablamos de la «naturaleza» de las especies
(perros, caballos y humanos) se me ocurre que .!:!Eilizamos el concepto de sil,
��Le.z.a,,d�,JoJJ;U;;i,.�;¡q�l�:._ Intentamos explicar conjuntos importantes d:¡
conductas o características que tienen y son de especial interés para nosotros,
Los criadores de perros o los que los exhiben en competiciones pueden estar
muy interesados en la longitud o el pelaje de una raza específica o su posición o
forma de andar, pero la mayoría de nosotros no pensaríamos que la longitud de
su pelaje o la manera en la que anda fueran parte de la naturaleza de los perros.
Sin embargo, podemos pensar que su lealtad o disposición para agradarnos son
elementos de su naturaleza, ya que es lo que normalmente nos interesa en los
perros, aunque tengamos que admitir que algunos perros se comportan más
29

NORMAN DANIELS
bien como gatos. Por supuesto, esto no quiere decir que haya razas específicas
de perros que no se hayan criado para exhibir ciertos rasgos importa.ntes para
la naturaleza de la raza (por ejemplo, la capacidad de los Border Collies de ser
perros pastor, o las habilidades de rastrear en los perros de San Huberto o Bea-
gles). La cualificación lo deja más claro: lo que destacamos como naturaleza de la
raza responde a un objetivo concreto que tenemos, ser perro pastor o sabueso, y
por tanto, la naturaleza de la raza destaca solo una selección de todos sus rasgos.
En aras de la brevedad, debo hacer una generalización sin un argumento real:
¡;I�;�Gep.to_4�!:�:...:'.:.1.�����-�����>-J1:;eE�?-H���§.�!�<;"=Í.9r E�;g�9:�-���-.::orí:.�=-----(·
\los_ rasgos de X. Comprol5are esta generahzacion brevemente cuando vuelva a -.
hablar d; los fiu"inanos.
_ .. Para resumir las lecciones de mi excursión a la naturaleza de [a.mosca de
J
la fruta: la naturaleza de la mosca de la fruta es un concepto<:ff<?.?.L�t�!!�f para
., caracterizar la naturaleza de la mosca de la fruta debemos añadir variaciones
'l
{ fenocípicasen. ...las variaciones alélicas de las moscas de la fruta. Es un concepto
j.
��s':
� .�sposicional,:}a que los rasgos fenotípicos que aceptamos como «naturaleza»
i I
j
d� l�S de la fruta varían de��fr1-����to ra�go}ajo d�ferentes Jºnf i-
dones. rn mente, es un concepto��'..-.:3rga o e teoría: no to os os
.l' rasgos de la mosca de la fruta pueden ser coñsiderados parte de su naturaleza,
f )!
I
sino solo aquellos que utilizamos para explicar algo sobre ellas que para nosotros
\J :::i!ed:1f;::�;;p�'.: ::ii::�d:= �: ;:�::,�:;::i:p��:::�: 1
tiene importancia. Juntando todas estas ideas, el concepto de la naturaleza de la
de condiciones.
Prin::�:�::se��::e:e:ª:t:or�:�1;:�o�;;:���:c:;::/�/::ª;r��=:
explicar su naturaleza, se trata de un concepto con diferentes propiedades: no es
ni disposicional, ni selectivo, aunque puede ser poblacional. Por consiguiente,
i ��h�zo la idea de que la. �!-��E��eza de un tipo de criatura es la contribución gené- CÍ
/
· ..t.igi�-��terniTñaclaa'IO�--;�gos d�eq��-f,tc�i,ci�-¡:��fr.i::,·En
aimoi�;·su"mrem�---
. 1-.�$.,1,!n éoñJüñccnrtrasgé>s"l§Lfüás'füeñ:1avariédaa�ae estos rasgos) que aceptamos .¡
. \ co�;�pli�·tivo:i:.ct�jo:qu�,,;Q_�-:r���es-;tsobré"esca:'laº·'�arí'écfa(ff"dlstrib'ticlon . fü
't'J�cIIcli·os';�g�;·
l.:.�!::;:;�;;��;���;d�-1¡
que nos interesa;-�;�ñ."'�(';�-Ültaclo del conjunto de entornos y
:::���::,e�og:;t���n ::_;;s
� q�:::��:;�::s
,'l:>�.a.-..«.:.�;:..-:iq�l:...---.. -�� 1c'::'�.,.. ��::""!-"':·-�-Pcc1
... �_,._..........,.._-..... ... ..'l':"l�•�......... 1:.·,... , ···
formados por diversos elementos: la naturaleza que identificamos no son ni los
genes ni los entornos, sino que se ven afectados y modelados por ambos.
30
------------··-·-···--·----------·············-···-------·······-·····--·----··
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
_Segundo, si �nt��eni�os en una población de moscas de la
fruta y pro-
ducimos una vanacion alélica de un tipo conocido en una mosca O
grupo de
moscas, no estamos cambiando la naturaleza de la mosca de la fruta. Podría-
mos estar cambiando la naturaleza particular de esos individuos: por
ejemplo
podríamos es�ar cambiando el gen que afecta a la sensibilidad a la cemperatur;
de las complejas formas que la Figura I revela como posibles, tal vez moviendo
a los individuos de una norma de reacción a otra. Pero eso no es un cambio en
la naturaleza de la mosca de la fruta, lo que refleja la gran variedad de normas
de reacción. Cuando movemos las moscas que hemos manipulado dentro del(
rango de va�i,acione� conoc�das de rasgos o disposiciones para que muestren ras-
gos en f�nc1on de ciertas Circunstancias, no cambiamos ese rango y, por tanto,
no cambiamos la naturaleza de la mosca de la fruta.
Tercero, en algunos casos, si introducimos un alelo completamente nuevo,
uno cuya norma de reacción sea tan diferente de las encontradas en otras especies
que produzca una nueva habilidad bajo ciertas condiciones, entonces podremos
decir que hemos modificado la naturaleza de las moscas de la fruta. Por ejemplo,
{I,., supongamos que las moscas de la fruta vuelan sigilosamente, a diferencia de
algunos mosquitos: no las oye hasta que están en su copa de vino. Pero ahora
1 un científico genético ha producido una mosca que hace mucho ruido al volar '
. e, ·1 Y
se puede evitar raer mente que caiga en su vino. Si el ser silencioso hubiera sido
I
un r��go importante de las moscas de la fruta, podríamos pensar que esta ínter-
veneren era una amenaza a la naturaleza de la mosca de la fruta; si así se salvara
a. varias de ahogarse en una copa de vino, sería una mejora en su naturaleza.
:¡ �m embargo, _cual�uier cambio en cualquier rasgo no funcionaría, la
y mayoría
simplemente irnplicarfan una manipulación en la expresión de la variante de un
1:n:�;�c:� ·I rasgo en algún punto de la distribución natural de las especies.
I No obstante, este ejemplo resalta otra idea. Producir ejemplos aislados de
J moscas de la fruta silenciosas no es importante para la población de moscas de
la fruta, al menos, no en sí mismo. Dado que no afecta a la población de la
;i mosca de la fruta en su conjunto, y la naturaleza de la mosca de la fruta es un
co�cepco poblacional, no altera su naturaleza. Tal vez, con el
tiempo, las moscas
ruidosas se cruzarán con las silenciosas, y si su nueva habilidad les confiere una
'.í
venta�a más que una desventaja, puede que se multipliquen
y crezcan, quizás
cambiando la gama de estilos de vuelo de las moscas de la fruta, tal y cómo
c_orres_ponde en este caso. Finalmente, sería posible
.... ,-.�.i ... · :�:=:: �: que expulsaran a las moscas
sde�c10sas
a través de la ventaja selectiva. En esa drástica situación, podríamos
Í decir que hemos cambiado la naturaleza de la mosca de la fruta, teniendo en
31

NORMAN DANIELS
Anteracción, el ambiental. Sin embargo, no pensamos realmente en lo que hace-
/ m9�-�nmq1i�s_go�tenga -; eLm.t�!:1:�., �f<:.���:�!��-s;¡;����c�iE0.i.���i���-i�?=--;
(t1�,�.�.;,.,c,�mJ:J.i.ªrJg_I}!!-IJJS,!!k,x.ª"_.h1J..ffiªºª'
En teoría, nuestras interacciones diarias
nuestra naturaleza humana es lo suficientemente
f presuponen que pensamos que
( artificial (nuestras disposiciones para mostrar los rasgos son bastante maleables)
· que la podemos modelar a través de una buena educación, formación y amis-
,,.:. 1 R(°. d
·�d
....,...,......,"'"'úf'"'"ª'''•'"'''''';'''··'•·,r>·,,.,�."�''''''''·'-"''''''''"'"'''ª''''''';'·''·''"'"•·-.-,·,.,.,..,.,..-'·•··-·.-·····¡;·;'''l',·--,,,,.,,,,,.,. .._
s· ...�;;!.· !:;��s
.. }3._<2.Lll�!..1E��a,;':�!.�d�.}�I���n_c¿i_g���MI2_;?�,S��1..
, el determinismo genético no debería hacernos creer que estamos cambiando la
naturaleza humana en lugar de, simplemente, enfatizar rasgos compatibles con
lo que preferimos ver.
¡· La naturaleza humana también es un concepto selectivo y cargado de reo-
/:ía, al igual que la naturaleza de la mosca de la fruta (lo afirmo). Supongamos
que desarrollamos una intervención genética que haga que la gente en el futuro
ea 8 centímetros más alta (suponiendo que intervenimos en una cantidad de
individuos lo suficientemente grande). Dudo que entonces concluyéramos que
hemos cambiado la naturaleza humana. De hecho, J� altura de la población
a.u,m91tó má.Lo._m�!1Q�.$!U�.S;J,... lo largo de ��nI.L4�s.L�
-�2!!.��QJ!l.Q..t�.B!.t..a�!;..�e una mejo � ;;:midori. (Es_péro no estir al;rgando
el ejemplo). Pero nadie ¡:>iens;\iüe.esó""camoio'la'ñáfür.aleza del ser humano. ..·En
-�·�·'· .'.·�·, .....,-.•.0-'lo\,'v•�--��..,ro,. ...,__
:'1, 1.._/'= ·-
teoría, encontramos un punto ámoféñtan:liféreñfo''en las normas de reacéfon de
la mayoría de variantes humanas.
Cabe destacar otro ejemplo relacionado con esta idea. Supongamos que
podríamos intervenir a toda la población humana con una supervacuna. Redu-
ciría la morbilidad de una gran variedad de enfermedades a las que los huma-
nos somos propensos. Supongamos que solo debe ponerse una vez, ya que la
descendencia del que se la haya puesto también estará protegida, aunque no se
modifique el plasma germinal. Dudo que entonces pensáramos que la natura-
leza humana se ha modificado (o se ha visto amenazada) como tampoco ahora
pensamos que se ha modificado porque se vacune a los niños contra la polio. Ni
pensaríamos así si la intervención fuera genética. En resumen, solo hay algunas
modificaciones humanas que empiecen a considerarse como modificadoras de
la naturaleza humana, incluso si se hacen a nivel pobladonal1•
I
Por un lado, ofrecer una vacuna hace que la gente «mejore» su resistencia normal a una enfer-
medad, que puede ser baja. Por otro lado, proporcionar esta vacuna estimula a un sistema inmune
normal a producir anticuerpos que es capaz de producir, de forma que los individuos y la población
estén protegidos de enfermedades graves. En general, he clasificado las vacunas como parte de la varíe-
34
. ·....:·.··:':..: ....
:.· ·:··.
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
' Así, el concepto de naturaleza humana es, de estas tres maneras, igual al con:::;,�
cepto de la naturaleza de la mosca: es un concepto que se aplica a poblaciones,\
es di�p�sicional y es selectivo. Las varias (y conflictivas), t�orías que pretendían\:
.·
· .• describir la natu�aleza humana hablan de los rasgos fenotípicos como los centrales�,:
a la hora �e �xphcar la conducta humana.y la estructura social. El conocimiento Ji
de las vanac10n�� humanas que componen nuestro genot�po y}ª infinidad de IJ
normas de reaccion que muestran pueden ayudarnos a explicar como se presenta�/
la naturaleza humana a través de diferentes interacciones de genes y entorno. f
3. Cambiar la naturaleza humana
No hay nada en el concepto de naturaleza humana que sugiera que no se puede
cambiar con ciertos tipos de intervenciones, tal y como he dicho antes. Las inter-
venciones no tienen por qué ser genéticas, véanse ejemplos típicos de la ciencia
ficción, normalmente distópicos, como los zombies.
Yo estaba pensando en el siguiente ejemplo. Supongamos que la población
I�;-·�igÍ�; XI:5fj"2QC'.se· de una isla descubre una sustancia psicoactiva de gran poder. Esta sustancia, en
un principio desarrollada para aliviar la tensión, termina por debilitar, además,
toda respuesta emocional. La gente continúa trabajando, al menos un poco, pero
. :· _ -.- •.••-.·.-··�-·.·: ... ·.: ',,,···:r'•:·,', v.-:.=,,,.;,.,t,�):,\i,t.1.;.'!f�'-,.,., ..
sin ninguna clase de afecto. El contenido de todas sus relaciones es distinto y,
por tanto, la interacción social se ve considerablemente afectada. Son una clase
dad de «tratamientos» que se salen de lo que es un funcionamiento normal (aunque esto hace que la
idea del tratamiento incluya medidas de prevención, algo que he hecho explícito en mis escritos). En
efecto, cualquier cosa que tenga que ver con mantener un funcionamiento normal encra dentro del
«tratamiento» en lugar de mejoramiento. John Harris, en su contribución a este libro, se opone a esta
clasificación pero yo considero que el problema es, en gran medida, semántico y no fundamental para
la distinción entre tratamiento y mejoramiento. De hecho, si no tuviéramos vacuna contra el VIH/
SIDA ni una modificación genética que nos protegiera, pero encontráramos una dieta con hojas de
diente de león que nos protegiera, no creo que afirmáramos haber mejorado la naturaleza humana.
John también rebate que podamos tener buenas razones para mejorar condiciones normales, como la
poca inteligencia, si eso supusiera grandes desventajas para la gente. En Buchanan et al. 2000, pro-
pongo que dichas intervenciones no sean tan solo aceptables sino obligatorias, pero no por la misma
razón por la que hemos justificado la prestación de servicios médicos. Sin embargo, necesitaría de un
cuidadoso debate para debilitar la conclusión que extraigo sobre la dificultad de justificar experimen-
tos en los que los riesgos son grandes y los beneficios no tanto: la poca inteligencia puede relacionarse
con muchos otros rasgos que hacen que valga la pena vivir la vida y no arriesgarla, una idea difícil de
digerir para los académicos. Evidentemente, el argumento del riesgo experimental depende de lo que
se pueda hacer o no para cambiar los riesgos.
35
�------------------..,..----------·· -· ·
NORMAN DANIELS
¡meracción, el ambiental. Sin embargo� penyaro.5>s !�alme?� �11. lo .q�e 1:a�e=·-·
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. .,.., , ,. ..,,
humana.
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I1 presuponen que pensamos que nuestra naturaleza humana es lo suficientemente
"."""''
En teoría, nuestras interacciones diarias
( artificial (nuestras disposiciones para mostrar los rasgos son bastante maleables)
que la podemos modelar a través de una buena educación, formación y amis-
.•,,,.,. ,. Si P.roduci�os'"'
.,,tad. , �···-· resültaéfos
�-·'-""· traves
«- , �.--···a·--··.,.,.,.,."-"····de
-·-�··. ·=··'s·imitáres
' el determinismo-·genético no debería hacernos creer que estamos cambiando la
naturaleza humana en lugar de, simplemente, enfatizar rasgos compatibles con
lo que preferimos ver.
· La naturaleza humana también es un concepto selectivo y cargado de teo-
' al igual que la naturaleza de la mosca de la fruta (lo afirmo). Supongamos
e desarrollamos una intervención genética que haga que la gente en el futuro
sea 8 centímetros más alta (suponiendo que intervenimos en una cantidad de
/
individuos lo suficientemente grande). Dudo que entonces concluyéramos que
hemos cambiado la naturaleza humana. De hecho, J¡i alturade la población
aume�u6...rnás.._o._m.�11Q��n..�.s"ª,··,��tQit4�d, ,a lo _ largo . de los sigl�s
.��C.9.ID.Q.J". �§.µlt!1:�0_, d.e una m�j��-�Utrictori':'(filpéfo.'ño. e�t;:t;¡.iargando
el ejemplo). Pero nadie _pie·n�;-qiiteso'.ca"fiibió'la·nafüraleza, ��l_s,er.h�?.lano ... En
reo ría, encontra��� ��--p�nto.am6Iéñral·diferehte 'én T� nor�i� 'cle·��i�2itñ de
la mayoría de variantes humanas.
Cabe destacar otro ejemplo relacionado con esta idea. Supongamos que
podríamos intervenir a toda la población humana con una supervacuna. Redu-
ciría la morbilidad de una gran variedad de enfermedades a las que los huma-
nos somos propensos. Supongamos que solo debe ponerse una vez, ya que la
descendencia del que se la haya puesto también estará protegida, aunque no se
modifique el plasma germinal. Dudo que entonces pensáramos que la natura-
leza humana se ha modificado (o se ha visto amenazada) como tampoco ahora
pensamos que se ha modificado porque se vacune a los niños contra la polio. Ni
pensaríamos así si la intervención fuera genética. En resumen, solo hay algunas
modificaciones humanas que empiecen a considerarse como modificadoras de
la naturaleza humana, incluso si se hacen a nivel poblacional 1•
1 Por un lado, ofrecer una vacuna hace que la gente «mejore» su resistencia normal a una enfer-
medad, que puede ser baja. Por otro lado, proporcionar esta vacuna estimula a un sistema inmune
normal a producir anticuerpos que es capaz de producir, de forma que los individuos y la población
estén protegidos de enfermedades graves. En general, he clasificado las vacunas como parte de la varíe-
34
.- -.
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
Así, el concepto de naturaleza humana es, de estas tres maneras, igual al con\\
cepro de la naturaleza de la mosca: es un concepto que se aplica a poblaciones,l\
, •., supuestas
- intervenciones
-�·�--··-··--·�····"'·--------�···-�-.--..-. gené-
,.•.., , es disposicional y es selectivo. Las varias (y conflictivas) teorías que pretendían ti
describir la naturaleza humana hablan de los rasgos fenotípicos como los centrales 1[
a la hora de explicar la conducta humana y la estructura social. El conocimiento�-�·.
de las variaciones humanas que componen nuestro genotipo y la infinidad de� J
normas de reacción que muestran pueden ayudarnos a explicar cómo se presentaJrj1
,·"'····�11t��ené10nes
··' , ,- ,. , , , .b,,"·.1'·'0ió. 1cas, ·-
""··,J�.-.,, .,. la naturaleza humana a través de diferentes interacciones de genes y entorno. l'
1•{
3. Cambiar la naturaleza humana
No hay nada en el concepto de naturaleza humana que sugiera que no se puede
cambiar con ciertos tipos de intervenciones, tal y como he dicho antes. Las inter-
venciones no tienen por qué ser genéticas, véanse ejemplos típicos de la ciencia
ficción, normalmente distópicos, como los zombies.
Yo estaba pensando en el siguiente ejemplo. Supongamos que la población
·xrx:I� de una isla descubre una sustancia psicoactiva de gran poder. Esta sustancia, en
un principio desarrollada para aliviar la tensión, termina por debilitar, además,
toda respuesta emocional. La gente continúa trabajando, al menos un poco, pero
sin ninguna clase de afecto. El contenido de todas sus relaciones es distinto y,
por tanto, la interacción social se ve considerablemente afectada. Son una clase
dad de «tratamientos» que se salen de lo que es un funcionamiento normal (aunque esto hace que la
idea del tratamiento incluya medidas de prevención, algo que he hecho explícito en mis escritos). En
efecto, cualquier cosa que tenga que ver con mantener un funcionamiento normal entra dentro del
«tratamiento» en lugar de mejoramiento. John Harris, en su contribución a este libro, se opone aesta
clasificación pero yo considero que el problema es, en gran medida, semántico y no fundamental para
la distinción entre tratamiento y mejoramiento . De hecho, si no tuviéramos vacuna contra el VIH/
SIDA ni una modificación genética que nos protegiera, pero encontráramos una dieta con hojas de
diente de león que nos protegiera, no creo que afirmáramos haber mejorado la naturaleza humana.
John también rebate que podamos tener buenas razones para mejorar condiciones normales, como la
poca inteligencia, si eso supusiera grandes desventajas para la gente. En Buchanan et al. 2000, pro,
pongo que dichas intervenciones no sean tan solo aceptables sino obligatorias, pero no por la misma
razón por la que hemos justificado la prestación de servicios médicos. Sin embargo, necesitaría de un
cuidadoso debate para debilitar la conclusión que extraigo sobre la dificultad de justificar experimen-
tos en los que los riesgos son grandes y los beneficios no tanto: la poca inteligencia puede relacionarse
con muchos otros rasgos que hacen que valga la pena vivir la vida y no arriesgarla, una idea difícil de
digerir para los académicos. Evidentemente, el argumento del riesgo experimental depende de lo que
se pueda hacer o no para cambiar los riesgos.
35
NORMAN DANIELS
de personas con las que nunca nos hemos topado. Desgraciadamente, el efecto
es permanente. No se puede invertir. Y lo que es peor, la sustancia no solo afecta
en adultos, sino también en toda su descendencia (no por una modificación del
plasma germinal, sino a través de un efecto químico en el cerebro del feto en el
útero). Cuando comprendieron los efectos de la sustancia, aquellos ciudadanos
no afectados intentaron deshacerse del compuesto quemándolo en una mina de
sal. Por culpa de un fallo técnico, se filtró en el suministro de agua, provocando
que toda la población de la isla se convirtiera en seres parecidos a los zombis. Pido
disculpas por esta historia de ciencia ficción, ya que deberíamos centrarnos en
ciencia ficción de la genética, pero creo que se ha entendido lo que quiero decir.
Diría que estos ciudadanos han modificado, de forma involuntaria, la natu-
raleza humana. La emocionalidad es un rasgo principal del ser humano. Que las
emociones varíen como respuesta a los mismos estímulos ambientales también
es lo que se espera de la naturaleza humana. También se espera una variación en
la variabilidad de emociones de las diferentes personas y los entornos en los que
pueden encontrarse. En teoría, muchas normas de reacción están trabajando en
este rasgo. Pero no tener ninguna clase de respuesta emocional va incluso más
allá de la patología humana (excepto en el caso de estar en estado vegetativo
duradero). Va más allá de la experiencia humana. Va más allá de ser humano.
Por supuesto, en mi historia solo hablo de los ciudadanos de esa isla, pero supon-
gamos que producen una gran cantidad de ese compuesto mientras la capa de
ozono va disminuyendo. Ya puede imaginar cómo acaba la historia (y súmele el
rechazo de Bush al protocolo de Kyoto).
Vamos a modificar un poco mi ejemplo. Supongamos que la sustancia de la
que hablamos no produce zombís, sino personas extremadamente tímidas. Por
extremadamente tímidas, me refiero a un bajísimo 3% de timidez que tende-
mos a encontrar en las personas en la variedad de ambientes normal de Boston
o Nueva York. La sustancia tiene las mismas propiedades: sus efectos son per-
manentes y afectan a toda la descendencia, y supongamos que por un desastre
medioambiental, todos se ven afectados por esta. Diría que, así, hemos modifi-
cado la naturaleza humana porque el rasgo, aunque no sea nuevo estrictamente
hablando, tiene un impacto muy profundo en la sociedad y la cultura cuando
se distribuye de esta nueva forma. No hablaríamos en sentido metafórico si
dijéramos que la naturaleza de los humanos ha cambiado.
Por tanto,�RQ_demo� modificar la n.atmaleza humana, pernse necesitan infi-
����:°���������?�,.:�iiis��i�i�:gr�g·.:2�i��:_4�).·todi_.ia''p.��facíoE
36
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODI.FICADA
jllunana, y debe reararse de un...r.a.s.go,..µdg,cipaLge nuestra naturaleza. Si la sus-
, canda solo hubiera funcionado en uno dos habI'�;;;e�·d;1ais1á';�·o"incluso al
5% de estos, habríamos dicho que estaban gravemente enfermos. Tristemente,
esta enfermedad destruyó un rasgo principal de sus características humanas. La
intervención tiene que funcionar según el concepto poblacional de la natura-
leza humana. También es importante que no modifiquemos a una minoría de
forma que solo se muevan de un nivel de emocionalidad humana a otro. Eso no
alterada la naturaleza humana, incluso si modificara su naturaleza individual.
Puede replicar, simplemente, el efecto de un cambio cultural: por ejemplo, que el
cambio en la curiosidad que se pudo producir tras la alfabetización se convirtiera
en un fenómeno en masa, o que los medios electrónicos hayan sustituido a la
lectura para mucha gente.
Permítanme hacer balance antes de continuar. Si la naturaleza humana �
e
. un concepto disposicional, selectivo y poblado nal, . entonces las intervenciones, ):
sean genéticas o no, no pueden alterar la naturaleza humana simplemente despla-
zando a los individuos a lo largo de la variedad de rasgos que ya se pensaba que ¡
pertenecían a la naturaleza humana. Sin embargo, si la prevalencia de esos rasgos/'
seleccionados cambiara de forma tan radical que el rol explicativo de ese rasgo
estuviera/
tuviera que modificarse, aunque la variedad de la nueva distribución
dentro de los extremos de la anterior, entonces veríamos esto como un cambiol
en la naturaleza humana. Para modificar dicha naturaleza, los análisis realizado}
hasta ahora sugieren que deberíamos actuar a nivel poblacional. í
4. Capacidades nuevas
Supongamos que modificamos a los cerdos para que sus órganos contengan
proteínas superficiales típicas del ser humano y, así, no sean rechazados al tras-
plantarlos en humanos. No creo que por hacer eso hayamos cambiado la natu-
raleza del cerdo, a pesar de la nueva capacidad de los órganos de los cerdos de
servir a las personas de una forma diferente. Se supone que un cerdo con estas
proteínas andará como un cerdo, comerá como un cerdo y gruñirá como tal. Lo
que normalmente consideramos como naturaleza del cerdo permanecerá. Si este
pudiera hablar, por supuesto, pensaríamos de otra manera. Pero esa es la idea: lo
que cambia es lo que importa.
Imaginemos que otorgamos a unos seres humanos seleccionados una nueva
capacidad, algo que no tiene el resto, aunque a veces creamos que están pre-
37
NORMAN DANIELS
sentes. Por ejemplo, supongamos que proporcionamos a algunos humanos una
percepción extrasensorial o la capacidad de leer la mente (la modificación no
tiene por qué ser genética). ¿Sería esto una alteración de la naturaleza humana?
Una vez más, creo que la respuesta (incluso en un caso individual) depende
del rasgo. Si, de repente, hiciéramos posible (de forma ambiental o genética)
que un individuo pudiera saltar por encima de las casas a través de una inter-
vención genética o de un esteroide nuevo (o si de repente experimentara una
mutación en varios alelos que le permitieran saltar así de alto) no pensaríamos
que este superpoder fuera un cambio en la naturaleza humana (o así lo dicta
mi intuición; si se alteraran varios rasgos que tuvieran que ver con superpoderes
físicos y creáramos a Superman, entonces sí que afirmaría que hemos cambiado
la naturaleza humana). La capacidad de leer la mente puede ser distinta: afectaría
profundamente las interacciones humanas y sería un rasgo esencial en la vida
social del individuo. No habría privacidad de pensamiento, no tendría ningún
sentido ser educado, lanzar indirectas o mentir. La política, tal y como la cono-
cemos, sería imposible.
Aun así, lo máximo que provoca esta modificación es cambiar la naturaleza
particular del individuo en algo que va más allá de lo humano (o por debajo de
lo humano, recordemos a los zornbis). En sí mismo, no afecta a la naturaleza
humana. Crea anormalidades. Si se hiciera a nivel poblacional, como ya hemos
visto, lo contaríamos como un cambio en la naturaleza humana. Un mundo
lleno de personas que leen la mente en lugar de mentir sería uno en el que la
naturaleza humana no existiría tal y como la conocemos. Supongo que no hay
muchos rasgos que encajen en esta descripción.
5. La ética de la naturaleza humana modificada genéticamente
¿Cuáles son las implicaciones éticas del análisis realizado hasta ahora? Seré breve,
a lo mejor de forma frustrante o molesta, principalmente porque no quiero que
esto se parezca al chiste del granjero y el turista. Cuando el turista le preguntó
cómo llegar a la gasolinera, el granjero empezó a darle opciones y las fue descar-
tando todas hasta que, finalmente, concluyó: «no se puede llegar desde aquí».
Este «no se puede llegar desde aquí» es muy común en los estudios éticos
sobre el mejoramiento genético.._,$i vamos a realizar experimeEJ9J_ en humanos,
���!12Qfi.QQeS}_����-�1�-�_}�-�ª :;xª�l4ixI��en�tkw.. .r._:g_o_,�-�
Por ejemplo, si intentamos mejorar o eliminar una enfermedad genética grave,
38
-...,,,;...
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
o una enfermedad para la que puede haber remedios genéticos o médicos, la
probabilidad del posible beneficio de la intervención experimental debe superar
a la certidumbre de una enfermedad catastrófica. Pero si intentarnos mejorar-\
un rasgo normal, los riesgos de un resultado negativo, por pequeños que sea · ,
�
superan el resultado aceptable de la normalidad. Por lo tanto, desde el punto de .·
vista ético, no podemos llegar a esa situación desde aquí.
Creo que este argumento tiene un gran peso, y explicaré de forma breve
cómo afecta directamente a la modificación de rasgos cognitivos o de com-
portamiento centrales. Además, he observado de pasada que no seguimos el
principio subyacente en ello en otras intervenciones médicas, aunque quizás
deberíamos. Por ejemplo, los cirujanos plásticos «innovan» con frecuencia: de
hecho, llevan a cabo experimentos en sujetos humanos que, por lo demás, son
normales y que pueden acabar con peores resultados que los que obtendrían si
se hubieran sometido al procedimiento ordinario, si la idea o su ejecución son
malas. En general, los límites éticos generales de la investigación no se aplican a·
muchas formas de innovación clínica. Ni se aplican a muchos tipos de reformas
del sistema sanitario sobre las políticas de parto o de financiación, aunque esto
implique grandes cambios en los riesgos y beneficios que afrontan los paciemes2•
Aun así, que todavía no nos preocupemos por las inquietudes adecuadas sobre
la protección del paciente no debería contar como argumento para ignorarlas en
el caso de las intervenciones médicas (genéticas o no) que se llevan a cabo para
mejorar rasgos cognitivos o de comportamiento humanos.
Imaginemos, por un momento, que existe una propuesta para mejorar cierto
rasgo cognitivo o de comportamiento a través de una intervención biológica
(genética, farmacológica u otra de tipo médico). Voy a hablar brevemente de un
objetivo cognitivo y otro de comportamiento. A la luz de mi análisis anterior, he
reducido la propuesta de una cuyo objetivo era modificar la naturaleza humana
a otra, que pretende mejorar un rasgo fenotípico en particular relevante para la
naturaleza humana, aunque nos preocupamos más por cambiar la naturaleza
particular de algunos individuos.
Imaginemos que estamos interesados en mejorar el desempeño cognitivo
(que ahora es normal) en una variedad de tareas, por ejemplo, el desempeño en
lectura o el razonamiento a partir de pruebas presentadas. Supongamos que plan-
teamos la hipótesis, basándonos en una teoría dé procesamiento de información
2
Daniels N. 2006. «Toward Echical Review ofHealth System Transformarions», Am. J Public
Heafth, 96: 447-51.
39
,
\':._ _

NORMAN DANIELS
en lo que respecta a estas tareas, de que mejorar la memoria a corto plazo puede
estimular el desempeño en tareas cognitivas más complejas. Entonces, suponga-
mos que encontramos una correlación moderada entre un mejor desempeño en
algunas tareas que miden la memoria a corto plazo y un patrón de alelos. Vaya-
mos un poco más lejos y supongamos (doy por sentado que aprueban la ciencia
ficción) que podemos modificar los embriones que vayan a nacer de forma que
tengan el patrón de alelos anterior (la situación es diferente si solo seleccionamos
algunos embriones de toda la variedad disponible que ya tienen diferentes alelos,
como en el diagnóstico genético preimplantacional).
l/ ¿Qué más tenemos que saber para actuar conformes a la ética en este tipo de
t modificaciones? Tul!.� �9..�E��,,.IE:.::���-·��:.,r�ndríamos que saber que la
rf:_
1 ¡ memoria a corto plazo aumentada del ejemplo tiene un papel fundamental a la
1.,
H hora de mejorar las tareas cognitivas complejas más que de interferir en ellas. Tal
!J � vez crea tanto ruido que interfiere con la tarea compleja, o lo hace en una serie
} \ de entornos que no se han monitorizado al descubrir esta asociación. Teniendo
� \ en cuenta nuestra anterior lección sobre las normas de reacción, tendremos que
ti asegurarnos de que la asociación no se debía a un muestreo escaso de entornos,
fj� de modo que en otra variedad de entornos, por ejemplo después de beber zumo
fH de naranja o escuchar música con los auriculares durante una hora, la memoria
i
;l a corto plazo pueda ser peor para estos alelos. Si no tenemos claras estas cornplí-
t'Jj, cadas ideas, no podríamos estar seguros de que mejorar una capacidad tenga el
�i
1
efecto deseado en situaciones más complejas. Y toda esta información va más allá
'H \ de la preocupación estándar de que la intervención en sí conlleva riesgos que no
:
tiene la no-interferencia. En resumen, es probable que un protocolo cuidadoso
j
,
. l, 1 de investigación en humanos pusiera freno a estos experimentos.
·.v
Ahora, supongamos que tenemos un rasgo de comportamiento complejo o
un conjunto de rasgos. Limitaré mi análisis a una idea (recurriendo a un pasaje
90n el que contribuí a From Chance to Choice):Ja mayoría de las virtudes que
pos intSf.$,'ian,.porqµ�. ..hacen que la gente sea «me,jgp�, . .y:t.��ª-U,.E,rudeñciat�(o
"íñ·;;;i��' son rasgos ��t;·��ictam'e;'ré'''éompl�fó�
3'. 'son sumame�t;·;;ii7ibks
especwcas, reqTti�ren·de·trrrá�c0mprens16n ycfistmción considerables para poner-
\ las en práctica, y, para ello, a menudo se necesita equilibrar su atractivo con otras
\virtudes. Muchas capacidades o disposiciones subyacentes que pueden mejorar
las virtudes, por ejemplo, sensibilidad hacia los sentimientos ajenos, inteligen-
3 Buchanan, A., Brock, D., Daniels, N., y Wil<ler, D. 2000. From Chance to Choice: Genetics
and [ustice (Nueva York: Cambridge Universiry Press).
40
WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA
da, habilidad para modular la respuesta emocional, habilidades que pensamos
que tienen una importante base genética, pueden llegar a ser tanto vicios como
virtudes. Veamos el ejemplo de Cynthia,
Cynthia es muy intuitiva respecto a los sentimientos de los demás. Puede leer
bien sus emociones, sabe cómo sentir su dolor y ansiedad. De hecho, la gente
la considera una persona empática: ven que ella comprende su dolor. Al mismo
tiempo, no se hunde en su pena, sus sentimientos no la incapacitan. Mantiene la
cabeza fría. Hace que los demás se sientan a gusto, y es capaz de decirles las cosas
correctas. Sin ser despectiva ni indulgente (lo que desalentaría a aquellos que
fueran más perspicaces) muestra su sensibilidad de la forma correcta. Cynthia
también cuenta con otras habilidades: se le da muy bien planificar una manera
de proceder de modo detallado pero flexible. Está dispuesta a hacer sacrificios,
incluso si son muy grandes, a corto plazo para mejorar su situación (o la de aque-
llos a los que aconseja) a largo plazo. Sabe cómo responderán los demás conforme
a los pasos que da y sabe anticiparse a sus reacciones. Como una buena jugadora
de ajedrez, considera todas las opciones a su alcance, pero no parece calculadora
o engañosa, sino prudente y considerada. No parece calculadora porque parece
tener en cuenta los deseos ajenos en su planificación: añade las intenciones de
los demás y que les vaya bien lo que desean. Incorpora sus deseos y objetivos a
<
su propia planificación.
Cynthia presenta muchos de los rasgos y cualidades que la harían una
buena trabajadora social. Puede que incluso ganara un premio por su excelente
trabajo: Trabajadora Social del Año. Desgraciadamente, Cynthia es una buena
timadora, no una trabajadora social: vende bienes inmuebles falsos a jubila-
dos, que no sospechan nada. O al menos, era buena en lo que hacía hasta que
conoció a un antiguo timador igualmente bueno que realizaba un operativo
encubierto para el FBI. A Cynthia le faltaba, sin duda, el interés directo por
el bienestar ajeno que haría que sus muchas habilidades constituyeran com-
.y ponentes de la virtud moral.
Moraleja: deberíamos desconfiar de cualquier promesa que nos asegure que una;'\
intervención genética (o una ambiental) que mejora un rasgo o cualidad que es, \
simplemente, una condición necesaria para tener una virtud nos ayudard a tener
una descendencia moralmente «mejor». Si pudiéramos mejorar genéticamente las
muchas habilidades de Cynthia, esto no querría decir que fuera a ser una buena
persona desde el punto de vista moral. Estas son habilidades que componen 1
virtud, los fundamentos mecánicos por así decirlo, no éstan en sí misma. ¿Cómo
41
 ,,,
�·'..
.�
'

v. NORMAN DANIELS WE VERDAD SE PUEDE HABLAR DE NATURALEZA HUMANA MODIFICADA

·,. . _�.
�� ...
:�\ .....

· ��· �. podemos asegurarle a un Comité Institucional de Revisión de sujetos humanos que reconocemos como humana), deberemos intentar describir, en primer lugar,

t,
-, ....'i · que no estamos produciendo timadores, sino �j_ador�U2.ciaJ�s?
,2_ ': · Veamo�a. implicación de. mi análisi;-que tiene algo de ese «no se puede
.{\{..· llegar desde aquí». No podemos modificar la naturaleza humana a menos que
cómo sería la vida de este organismo. Dejo este ejercicio a aquellos que realizan
tareas similares: novelistas, por ejemplo, o al menos los mejores escritores de
ciencia ficción. Pero las complicaciones son evidentes: podría ser terrible crear
'L/�-�-- actuemos a nivel poblacional. Además, la intervención debe afectar a rasgos que Una única criatura, ya que su naturaleza le pediría vivir como un animal social,
consideremos fundamentales a esa naturaleza. Es�!!fil��-�.t�� proba�--.·· si bien puede ser maravilloso, desde una perspectiva cósmica, que existieran
ble que las intervenciones genét!.9t.CQ!!Stituyan=una amenaza más grande que · muchos de ellos, pues podría haber más bien en el mundo y ningún perjuicio
��amRJ$!1i�is��J1;f¡fü.'.�-.-;;ue.s.tras..hib.ilida�k1¡,,h��iI<fijifüI.i!:€i.�]ñ� para nadie. Pero entonces vuelvo a percatarme de mi advertencia anterior sobre
si la idea de que siempre o casi siempre es malo modificar la naturaleza humana lo lejos que estamos de saber cómo mejorar ei desempeño cognitivo O el de
fuera cierta, la deducción de que debemos ser cautos respecto a la genética ya que · comportamiento cuando nos limitamos a alterar rasgos o habilidades que los
(es'una amenaza para la naturaleza humana no se cumple. No se cumple porque · componen.
} es muy difícil concebir cómo dichas intervenciones tendrían lugar a nivel pobla- Debería detenerme porque me gustaría dejar la ética de la ciencia ficción a
·�nal en lugar de a nivel individual. Mi anterior análisis debilita una peemísa otras personas .
. �d�).!�zorí:,¿!_e ª�&�!11-e_!?tº!.9:?e destacan el posible peligro de la_,��!;,��.tc:ª'_para
la naturaleza hu;;ana. Si �ebe�fmpffca <<p.o'cter>>, . .<'<ño'"'deB'ef>i""también implica
«poder». Pero es difícil ver cómo podemos hacerlo, al menos genéticamente.
¿ Y actuar a nivel poblacional? El típico caso sobre el que se ha debatido es
marketing privado de una tecnología genética que mejoraría un rasgo considerado
valioso: belleza, inteligencia (o las habilidades que la componen), fuerza. Como es .
de esperar, no se traca de una amenaza a la naturaleza humana, ya que los rasgos que . <
se pretenden modificar simplemente mejoran dentro del rango que encontramos
en los humanos, aunque si se modificara a nivel poblacional a una escala suficien-
temente grande, podríamos concluir que hemos alterado la naturaleza humana.
Las perspectivas crean problemas de justicia (la riqueza conllevará la propagación
de ventajas competitivas) y, posiblemente, de coordinación. Convertir en común a
un rasgo valioso por su ventaja posicional puede hacerlo menos valioso. Dejo estas
ideas en este punto ya que han sido analizadas en otros estudios".
¿ Y si el rasgo incluye una habilidad por debajo o por encima de lo humano?
¿No estaríamos amenazando-la naturaleza humana en el sentido de que el indi-
viduo puede no presentar lo que aceptamos como naturaleza humana? No veo
una respuesta general a esca pregunta, y tampoco estoy seguro de que sea solo
una pregunta. Tan pronto como seamos conscientes de que no estamos hablando
de crear un: nuevo genio musical (otro Mozart aun así tendría una naturaleza

4
Quiero señalar que el argumento en Buchanan et al. 2000, lejos de prohibir todas las inter-
venciones del mejoramiento, sugiere que algunas deberían ser obligatorias, aunque no por las mismas
razones dadas para justificar la obligación común de proporcionar tratamiento médico.

42 43

-------· _------ .. _
 MICHAEL J. SANDEL
bidos naturalmente. ¿Sería la donación humana todavía cuestionable? ¿Tendría
que ser nuestra indecisión tanto moral como médica? ¿Qué hay de malo exac-
tamente en crear un niño que sea un gemelo genético de uno de sus padres o
de un pariente mayor que haya tenido una muerte trágica (o de un admirado
científico, deportista o famoso)?
Algunos dicen que la clonación no es buena porque viola el derecho a la
autonomía: al elegir la composición genética del niño de antemano, los padres
le niegan el derecho a un futuro abierto. Puede plantearse una objeción parecida
contra cualquier forma de bioingeniería que permita a los padres seleccionar o
rechazar características genéticas. Según este argumento, el mejoramiento gené-
tico para, por ejemplo, poseer un talento musical particular o una determinada
destreza atlética dirigiría a los niños hacia decisiones determinadas. Por lo tanto,
estos niños de diseño nunca serían completamente libres.
A primera vista, el argumento de la autonomía parece reflejar lo que es
problemático sobre la donación humana y otras formas de ingeniería genética.
fbora bien, este argumento no es convincente por dos razones. En primer lugar,
/ i:Uplica de forma errónea que, si no hay un padre que lo diseñe, el niño es libre
¡ de elegir las características que quiera para sí mismo. � elegimos nuestra
!.���l��: La alternativa para un don o un niño mejorado genéticamente"
U
�no' �!��
es una en la que su futuro no esté atado a ningún talento particular, sino una
a merced de la lotería genética.
' En segundo lugar, incluso si la preocupación por la autonomía explica
alguna de nuestras preocupaciones por los niños por encargo, esta no puede
explicar nuestra indecisión moral en relación a la gente que busca remedios
genéticos o mejoras para sí mismos. La terapia génica en células somáticas (es
decir, no reproductivas), como células musculares o cerebrales, repara o sustituye
[genes defecruososEl s!.i!�m�,.m.9����e cuando la gente utiliza esta terapia no
para curar una enfermedad, sino para traspasar la salud, mejorar sus capacidades
físicas y cognitivas, elevarse a sí mismos por encima de la media.
Igual que la5img.ia��.t�tic.a�.d mejoramiento genético emplea medios médi-
cos p;;a Finetno médicos: fines que no están relacionados con la cura o la
prevención de enfermedades o con la reparación de lesiones. Sin embargo, a
diferencia de la cirugía estética, el mejoramiento genético va más allá de la super-
ficie de la piel. Si bien somos ambivalentes respecto a la cirugía o las inyecciones
-------7'""'-...,. ,., .,.,. . .�_..............
de Botox para barbillas flácidas o frentes arrugadas, a todos nos afecta másla
-...., ingeniería genética para cuerpos más fuertes, memorias mas ingeniosas, mayor
• • --,..,,.,.
· ....'l•f"'•_.�v,'.'f,:;,:;f,..;"/.'l�.�....,...,__,,,
........,,..---<''"'"'..+,•••"W'"
76
•• .,,-•-,....,'-·��'/••->"""'
CONTRA LA PERFECCIÓN
inteligencia y mejores estados de ánimo. La pregunta es si está bien que nos afecte
esto, y, en este caso, por qué motivos.
Con el objetivo de lidiar con la ética del mejoramiento, tenemos que enfren-
tarnos a interrogantes que, en gran medida, se han perdido de vista: preguntas
el estado moral de la naturaleza y sobre la postura apropiada de los seres
humanos respecto al mundo en el que les ha tocado vivir. _s::omo estas cuesdon�s
la los filósofos modernos los
ver por esto es vamos a cuatro ejemplos que
se en el horizonte: el incremento muscular, el mejoramiento de
la memoria, el tratamiento de hormonas del crecimiento y las tecnologías repro-
que permiten a los padres elegir el sexo y algunos rasgos genéticos de
sus hijos. En cada caso, lo que empezó como un intento de tratar enfermedades,
o evitar un desorden genético se ha convertido en un instrumento de mejora/\.. ,.
de elección del consumidor. .
Los músculos
Todo el mundo recibiría la terapia genética para aliviar la distrofia muscular y
para reducir la pérdida muscular debilitante que nos llega con la vejez. Pero ¿qué
pasaría si se utilizara la misma terapia para mejorar el rendimiento atlético? Los
investigadores han desarrollado un gen sintético que, cuando se inyecta en las
células musculares de un ratón, previene e incluso reduce el deterioro muscular
natural. El gen no solamente repara los genes desperdiciados o los dañados, sino
que también fortalece los que están sanos. Este éxito supone una buena señal
para las aplicaciones humanas. H. Lee Sweeney, de la universidad de Pensilvania,
que dirige la investigación, espera que su descubrimiento cure la inmovilidad que
a las personas mayores. Sin embargo, los ratones musculados de Sweeney
ya han atraído la atención de atletas que buscan una ventaja competitiva. Aun-
que la terapia todavía no se ha aprobado para un uso humano, es fácil imaginar
las perspectivas de levantadores de peso, bateadores de béisbol, linebackers y
corredores genéticamente mejorados. El uso generalizado de esteroides y otras
drogas que mejoran el desempeño en el deporte profesional señala que muchos
deportistas estarán ansiosos por aprovechar el mejoramiento genético.
Supongamos, por poner un ejemplo, que la terapia genética para la ganancia
muscular, a diferencia de los esteroides, resultase ser segura, o al menos no más
peligrosa que un régimen de entrenamiento con pesas riguroso. ¿Habría alguna
r...•,•-- •' •-,••-.,,..__,-.--...,,..,.._,
77
 MICHAEL J. SAN DEL
razón para prohibir su uso en los deporresi.Hay.algc inquietante _en la imagen
de atletas alterados genéticamente que levantan todorerrenos. que anotan varios
home run de casi 200 metros o que corren más de kilómetro y medio en tres
minutos. Pero ¿qué es exactamente lo problemático de esto? ¿Se trata solo de que \
vemos estos espectáculos superhumanos como demasiado extraños? O ¿es que <
iuestra inquietud apunta a algo relacionado con la importancia ética? · por ejemplo, en un abogado empollando datos para un juicio, o en un ejecutivo
Se podría decir que un atleta mejorado genéticamente, como los que lo>
hacen con fármacos, tendría una ventaja injusta sobre sus competidores que no
han sido mejorados. Sin embargo, el argumentQ_�kJ1.lus�js_��..�l�?e _1.1�- defect� \
fatídico: siernnre se ha dado el caso de que algunos atletas están 1:1;_ej?r ��4os?
..------.,r-------�·-·-·�w�,w,=•"""'·----w·- ·····-··•""""'•'"-'""·;' · ·"" ··.•--···· , · . . . fl ---..1
.J?;_5_::�5.�SJUnent�_q_ut'!_ otwsy, sin embargo, no consideramos que es.to m uya_ en a \
imparcialidad del deporte de competición. Desde el punto de vista de la igual- )
dad, las diferencias de mejoramiento genético no serían peores que las naturales, \
suponiendo que fueran seguras y que estuviesen disponibles para todo el mundo. \
Si el mejoramiento genético en el deporte es objetable desde un punto de vista.
moral, tiene que ser por razones diferentes a la de la igualdad.
""!1.() es_sémP .. il..s,egµr�r un acceso igualitario al mejoramiento: s_ino si deberíamos J
La memoria
��Ut�,...,�.RlU!!-.�!""'��!,::.
: : El mejoramiento es posible, al igual que en la fuerza muscular, en el cerebro.r. .
; ! .· A mediados. 4�JQ!L2P.}. varios científicos �()11.sigu.�eron 1!:�!:}R.l!l��un. ..gen"'r�a-'
J <,=,,.,,�,..·�rP·'' ,.�"·"'��¡ � a- 1;
':"'---······-··•"' · o''
fruta 1 cíTíe"nermi rió. crear-esoscas ·, •:
¡ -�C!º-..fQQ._.w.....m�mo.na_e..o. ..mQ.s.ff!,§ � ·--�--.-·"·----·"''l-····---·r::-............
.. Más recientemente, los investigadores han producído ,
---,
¡' . con memori� fo_tográ.69!,
l �ñes"i-;;�;Íig;;;;;s �l insertar copias extra de un gen relacionado con la memoria
I en embriones de ratón. Los ratones alterados aprendían más rápido y recordaban
i cosas durante más tiempo que los ratones normales. Programaron las copias>
\. extra para que permaneciesen activas incluso en la vejez, y el mejoramiento se /
transmitió a la descendencia.
La memoria humana es más complicada, pero algunas empresas biotecnoló- i
gicas, incluida Memory Ph��.e-J§., están buscando intensamente fármacos-
0 «potenciadores cog;{fi:ivos» para los seres humanos. El mercado evidente para
tales fármacos sería el de las personas que sufren Alzheimer y otros trastornos de
memoria serios. No obstante, las compañías también tienen miras en un público
más grande: los 81 millones de americanos que tienen más de cincuenta años Y
empiezan a encontrarse con la pérdida de memoria, que es algo que llega con
años de forma natural. Un fármaco que revirtiese la pérdida de memoria
78
CONTRA LA PERFECCIÓN
donada con la edad sería un exitazo en la industria farmacéutica: la Viagra del
cerebro. Este uso cruzaría la línea entre el remedio y el mejoramiento. A diferen-
cia de un tratamiento para el Alzheimer, no curaría ninguna enfermedad, pero,
en la medida en que recuperara las capacidades que poseía antes una persona,
sería una medida curativa. También podría tener fines meramente no médicos:
que quiere aprender mandarín en vísperas a su viaje a Shanghai.
Alguno de los que se preocupa por la ética del mejoramiento cognitivo t
apunta a un�l1gr';? ,d�.��.si9��S.!����..de . . humanosi.los que tienen acceso a las f
tecnologías del mejoramiento, y los que tienen que arreglárselas con sus =r=-]
dades naturales. Y, en el caso de que los mejoramientos se pudieran transmitir de {
una generación a otra, las dos clases podrían convertirse en subespecíes al final: la I
mejorada y la meramente natural. Aunque la preocupación por el acceso ignora \
el estatus moral del mejoramiento en sí. ¿La situación es problemática porque se J
negarían los beneficios de la bioingeniería a los pobres que no se podrían mejo- ¡
rar, o porque los acomodados mejorados se deshumanizarían de alguna manera? ¡
Con la memoria ocurre lo mismo que con los músculos:. l�E����!�Lt!Us!&nf!Jtill
'l ; . ·'. ('' . "· ''··<.·--'····.· · , •·',., , :e,, , :.,..•.. , : .. : .. : ..
:-v.,_, ,. j
.
Los pediatras ya tienen que enfrentarse a la ética del mejoramiento cuando
tratan con padres que quieren hacer a sus hijos más altos. Desde los años 80,
estado
embargo, el tratamiento también incrementa
padres de niños sanos que no está contentos con su altura (sobre todo chicos)
preguntan por qué debería haber" una diferencia entre un chico bajito porque
tiene una deficiencia hormonal y/hno que lo es porque sus padres son bajitos.
Sea cual sea la causa, las consecuencias sociales son las mismas.
j
Ante este argumento, algunos' médicos empezaron a recetar el tratamiento a
niños cuya corta estatura no tenía que ver con ningún problema médico. Para el
año 1996, ese uso «no aprobado» suponía un 40 % de las recetas de la hormona
del crecimiento. Aunque es legal recetar medicamentos para fines que no están
aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.
79
.... ··· ----------------------
MICHAEL J. SANDEL
(FDA, por sus siglas en inglés), las empresas farmacéuticas no pueden promover
su uso. Con el objetivo de expandir su mercado, Eli Lilly & Co. convenció hace
poco a la FDA para que aprobara su hormona del crecimiento para niños sanos
cuya estatura en la edad adulta se proyectaba dentro del percentil 1: por debajo
del 1,59 m para los chicos y 1,49 para las chicas. Esta concesión plantea un gran
interrogante sobre la ética del mejoramiento: si los tratamientos de hormonas no
tienen que estar limitados solamente a los que tienen deficiencias hormonales;
/ ¿por qué debería estar disponible solo para los niños muy bajitos? ¿Por qué no
/ pueden tener este tratamiento todos los niños que están por debajo de la media
\, de estatura? Y ¿qué hay de un niño de estatura media que quiere ser más alto
·para poder entrar en un equipo de baloncesto?
Hay gente que se opone al mejoramiento de la estatura alegando que es·
comúnmente contraproducente: mientras unos se hacen más altos, otros se con-
vierten en más bajos según la norma. Excepto en Lake Wobegon (una pequeña
ciudad ficticia de Minnesota que aparece en un programa de radio y varios
libros), no todos los niños pueden estar por encima de la media. A medida que
los que no habían sido mejorados comenzaran a sentirse bajos, empezarían a
buscar, también, tratamiento, lo que nos llevaría a una carrera armamentística
hormonal que dejaría a todo el mundo peor, especialmente a los que no pudieran
permitirse comprar una mayor estatura.
1"'�
Sin embargo, !�I?\9:�.�i-�!!-.., .J�,,S�!,�;.!�,..�E����-�t!��i���!?:2,,��SW.Y.ª-P-ºr,
sí misma. Igual que la justa objeción a los músculos y li. memoria modificados
con bi;--tecnología, deja sin tratar las actitudes y disposiciones que apuntan al
impulso de mejora. Si nos preocupase solo la injusticia de añadir la baja estatura
a los problemas de los pobres, podríamos remediarla al subvencionar los mejo-
ramientos de estatura con dinero público. En cuanto a la relativa privación de
la estatura que sufren personas inocentes, se podría hacer pagar impuestos a los
qJ.1e compran una estatura mayor para compensar a dichos inocentes. Pero la.
/pregunta real es si queremos vivir en una sociedad en la que los padres se sienten
{ obligados a gastar una fortuna en hacer a sus hijos, perfectamente sanos, unos
\entímetros más altos.
La selección del sexo
Quizás el fin no médico más inevitable de la bioingeniería sea la selección del
sexo. Durante siglos, los padres han intentado elegir el sexo de sus hijos. Hoy
80
CONTRA LA PERFECCIÓN
en día, la biotecnología tiene éxito donde los remedios caseros fracasaron. Una 'I!1
�
!
técnica para la selección del sexo surgió con las pruebas prenatales que utilizaban
amniocentesis y ultrasonido. Estas tecnologías médicas se desarrollaron para
detectar anomalías genéticas como la espina bífida o el síndrome de Down. Sin
embargo, también pueden revelar el sexo del feto, lo que permite abortar un feto
que no es del sexo deseado. Incluso entre los que están a favor del derecho al
aborto, pocos defienden el aborto por la mera razón de que los padres no quieran
una niña. No obstante, en sociedades tradicionales con una potente preferencia
cultural por los chicos, esta práctica se ha generalizado.
Aun así, la selección del sexo no necesariamente implica el aborto. Para las
parejas que se someten a fecundación in vitro (FIV), es posible elegir el sexo del
niño antes de implantar el óvulo fecundado en el útero. Un método utiliza el
diagnóstico genético preimplantacional (DGP), un procedimiento desarrollado
para buscar enfermedades genéticas. Se fecundan varios óvulos en una placa de
Petri y se dejan crecer hasta tener ocho células (unos tres días). En ese punto,
se examina a los embriones para determinar su sexo. Se implantan los del sexo
deseado y, normalmente, se descartan los otros. Aunque probablemente sola-
mente unas pocas familias se sometan al difícil y caro proceso de FIV para elegir
el sexo de su hijo, el análisis embrionario es un medio muy fiable de selección
del sexo. Además, como nuestro conocimiento sobre la genética aumenta, quizás
sea posible utilizar el DGP para eliminar embriones que lleven genes indeseados,
como los asociados con la obesidad, la altura y el color de la piel. La pelíc
de ciencia ficción Gattaca muestra un futuro en el que los padres examinan con
frecuencia a los embriones para saber el sexo, la altura, la inmunidad a enferme;
dades e incluso el CI. Hay algo inquietante en este contexto de Gattaca, per.
no es fácil identificar qué es exactamente lo que está mal cuando elegimos e'.
sexo de nuestros hijos. .,j
Una objeción se basa en argumentos parecidos a los del debate del aborto.
Los que creen que un embrión es una persona rechazan el análisis embrionario
por la misma razón por la que rechazan el ahorco. Si un embrión de ocho células
que crece en una placa de Petri equivale a nivel moral a un ser humano corn-.
.
pletamence desarrollado, la eliminación no es mejor que el aborto de un feto, y·
ambas prácticas son similares al infanticidio. Sin embargo, sean cuales sean su
méritos, esta objeción «a favor de la vida» no es Un argumento en contra de la
selección del sexo en sí.
81
 MICHAEL J. SAN DEL
La última tecnología plantea la cuestión de la selección del sexo aclarada
por el estatus moral de un embrión. El Genetics & IVF lnstitute (literalmente
«instituto de genética y FIV»), una clínica de esterilidad con fines lucrativos
de Fairfax (Virginia), ofrece ahora una técnica de selección de semen que hace
posible elegir el sexo de un niño antes de concebirlo. El semen portador de
cromosoma X, que produce niñas, lleva más ADN que el portador de Y, que
produce chicos; un dispositivo llamado citómetro de flujo puede separarlo. El
proceso, llamado MicroSort, tiene una tasa de éxito alta.
/ Si la selección del sexo a través de la selección del semen es objetable,
{ tiene que serlo por razones que vayan más allá del debate del estatus moral del
\embrión. Una razón es que la selección del sexo constituye un instrumento ·
de discriminación sexual, normalmente contra las mujeres, como muestra la ...'.
escalofriante proporción de sexos de India y China. Hay gente que sostiene que · ··.·
las sociedades con una cantidad de hombres considerablemente mayor que de
mujeres serán menos estables, más violentas y más propensas a cometer delitos
o a entrar en guerra. Se trata de preocupaciones justificadas, pero la empresa de
selección de semen tiene una manera inteligente de afrontarlas: ofrece MicroSort
solamente a parejas que quieren elegir el sexo de su hijo con vistas a un «equi-
librio familiar». Los que tienen más hijos que hijas pueden elegir una chica, y
viceversa. Sin embargo, es posible que los clientes no utilicen la tecnología para
tener un hijo más del mismo sexo o incluso para elegir el sexo de su primer niño .. ·•··
(Hasta el momento, la mayoría de clientes de MicroSort han elegido chicas).
Con limitaciones de este tipo, ¿permanece todavía algún tema ético que debería
hacernos reflexionar?
El caso de MicroSort nos ayuda a aislar las objeciones morales que persis- .
tirían si el mejoramiento de los músculos, de la memoria y de la altura fueran
seguros y estuvieran al alcance de todos.
!����::������:::��:;!::,�: �:��?c���l�:; ¡
1:uele decirse que los..Jl!SÜ2Bml!�l��,.$.�B.{t����--,Y�1.�,�:�!;_?�,��-��d-aL.>
70 home run como resultado de un entrenamiento y esfuerzo disciplinados, y
otra, peor, conseguirlo con la ayuda de esteroides o músculos mejorados gené-
ticamente. Por supuesto, el papel del esfuerzo y el mejoramiento depende del
grado. Ahora bien, a medida que el papel del mejoramiento aumenta, nuestra
admiración por el logro disminuye, o más bien pasa a ser una admiración por el
82
CONTRA LA PERFECCIÓN
farmacéutico del jugador, en lugar de por este. Esto sugiere que nuestra respuesta
moral al mejoramiento es una respuesta a la voluntad mermada de la persona
cuyo logro es mejorado.
Aunque hay mucho que decir sobre este argumento, yo no creo que el prin- •
cipal problema con el mejoramiento y la ingeniería genética sea que minen el . .,
esfuerzo y debiliten la voluntad humana. &LID?:Y,�f--R�Ugrq,��,9,t¡.�,E�Pft���H!ª'I.1 ..un .{
�lun.t.ª-..41 _�\JJ},lf{g.11mm�1�ico.de,rehacer-1a�naturalezariacluida la
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naturaleza humana para cumplir nuestros propósitos y satisfacer nuestros deseos .. J
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.P"'" '"' . ''"""' ·.-,, ,,.,,.., ..,, �·=,-- ., ..,.,,,.,,..,w,,,,"·'" -,.·· -- ,.. ,. , · , , · .. · · · · 1
.Aceptar los ,do_q�de la vida es reconocer que nuestros talentos y facultades
no ;� enteramente fruto de nuestro propio trabajo, a pesar del esfuerzo que
invertimos para desarrollarlos y ejercitarlos. Es también reconocer que no tod
en este mundo está abierto al uso que queramos o diseñemos para ello. Acepta
la calidad de vida que nos ha sido dada limita el proyecto prorneteico y conduce
a cierta""�umildad. En parte, se trata de unasensibilidad religiosa. No obstante,
,;.,.��""':�'1·;{'1h:W��1y1'- \·:·.�·-.:11o·.-:-,.�-.(·•. '·-�'·;-· ·[:.'.:":�:--.�.•-::-:·":·':", �;'·:�-;��·��.'.'."'-:-:·,r-\�:·-.
SU relevancia va más allá de la religión. ·· · · ·· · ·
Es difícil explicar lo que admiramos de la actividad humana y los logros sin
recurrir a alguna versión de esta idea. Vamos a considerar dos tipos de logros atlé-
ticos. Apreciamos jugadores, como el jugador de béisbol Pete Rose, quienes no
tienen la bendición de poseer dones naturales pero consiguen, mediante empeño,
agallas y determinación, destacar en su deporte. No obstante, también aprecia-
mos jugadores, como el jugador de béisbol Joe DiMaggio, que exhiben dones
naturales con excelencia y sin esfuerzo. Ahora, imaginemos que descubriéramos
que ambos jugadores tomaron fármacos para mejorar su rendimiento. ¿Por la
elección de tomar fármacos por parte de cuál de estos deportistas nos sentiría-
mos más profundamente desilusionados? ¿Qué aspecto del ideal del deportista
(esfuerzo o don) sería más profundamente dañado?
Algunos dirían que el esfuerzo: el problema con los fármacos es que faci-
litan un atajo, una manera de ganar sin esforzarse. Pero los esfuerzos no son el
. objetivo de los deportes: la excelencia lo es. Y la excelencia consiste, al menos
en parte, en mostrar los dones y talentos naturales que son mérito del atleta que
los posee. Este hecho es perturbador en las sociedades democráticas. Queremos
creer que el éxito, en el deporte y en la vida, es algo que ganamos, no algo que
heredamos. Los dones naturales, y la admiración que inspiran, podrían poner
83
 MICHAEL J. SANDEL
en una situación comprometida a la creencia meritocrática; ponen en duda la}
convicción de que los elogios y los premios proceden solamente del esfuerzo.j
Para paliar esta decepción, exageramos el significado moral del esfuerzo y des-
preciamos los dones que se nos dan. Esta distorsión se ve, por ejemplo, en la'
cobertura de las cadenas de televisión que emiten los Juegos Olímpicos, que se<
centra menos en los resultados de los atletas que en las historias estremecedoras {
de las dificultades que han superado y las batallas que han llevado a cabo con
lesiones, una infancia difícil o la agitación política de sus países.
Ahora bien, el esfuerzo no lo es todo. Nadie piensa que un jugador de balon-/
cesto mediocre que trabaja y entrena incluso más duro que Michael Jordan se
merezca un mayor aclamo o un contrato mejor. El problema real con los atletas>
alterados genéticamente es que corrompen la competición atlética como activi- (
dad humana que honra el culto y la exposición de los talentos naturales. Desde >
este punto de vista, el mejoramiento puede verse como la máxima expresión de \
la ética del esfuerzo y la voluntariedad: un tipo de empeño de alta tecnología. ·.·
/La ética de la voluntariedad y los poderes biotecnológicos que ahora emplea se
\ponen en contra de la reivindicación del talento. .· ·
c�;_;�;i:��'.;�,��ii;i��:i�;�:;;;���: ·�
/'; La ética del talento, perseguida en el deporte, persiste en la práctica de la
nuestra voluntad o instrumentos de nuestra ambíct6it'"Er amor paternal no está
supeditado a los talentos y atributos que un niño resulta tener. Elegimos nuestros · .:
amigos y nuestras parejas, al menos en parte, por las cualidades que encontramos /.
atractivas. Pero P-9.,�kgiIV,,()S ,a�nuestros hijos. Sus cualidades son impredecibles, <
., .. , ... ,, ,... ,-,." ...·���·l"r.¡:�··•·••<>.\\'�--�:"-!·.·
e incluso los padres más meticulosos no''sé'püeden declarar totalmente respon�. \
sables de los hijos que tienen. Esta es la razón por la qu<;� paternidad, más que \
cualquier otra relación humana, enseña lo que el teólogo �ay llama
�ill's-�
{ . Esta expresión resonante de May nos hace ver que,J�,}?.bJ�s.igc11;sJ.1\,� /
{ 1 �:!��j::!.!!�l<?E!filL�UJQ�,,$-�c,hasa,menos·en,la ..pei;:fosiióp,.;Sl.J,U�"ºk��., ��,.que en .•··i
ll¡ 5��€r��tii���1!f��:��f�!:1:��=ji¡
_g�qmlep,19. Incluso si este temperamento no convirtiese a los padres en tiranos •···
{l para sus hijos, desfiguraría la relación entre padres e hijos y privaría a los padres
84
CONTRA LA PERFECCIÓN
i/i de la humildad y de la enorme simpatía humana que puede desarrollar la aper-
. ·., cura a lo espontáneo.
.. Valorar a los niños como un regalo o una bendición no significa, por
< supuesto, ser pasivos ante las enfermedades. Las intervenciones médicas para
? i ·. curar, prevenir enfermedades o recuperar la salud de los heridos no profanan la
<i naturaleza, sino que la honran. Sanar las enfermedades o las lesiones no anula
i < las capacidades naturales de un niño, sino que les permite prosperar.
El sentido de la vida como un regalo tampoco significa que los padres no
puedan determinar y dirigir el desarrollo de sus hijos. Igual que los atletas y
los artistas tienen la obligación de trabajar sus talentos, los padres tienen la
obligación de trabajar en el desarrollo de sus hijos, para ayudarles a descubrir
· y desarrollar sus talentos y dones. Como señala May, los padres dan a sus hijos
. dos tipos de amor: un amor aceptador y un amor transformador. El aceptador
confirma el ser del niño, mientras que el transformador busca el bienestar de
este. Ambos aspectos corrigen el exceso del otro. Escribe: «El apego se convierte
r en demasiado pasivo si se reduce a una mera aceptación del niño tal como es».
Los padres tienen el deber de fomentar la excelencia de sus hijos.
Hoy en día, sin embargo, los padres demasiado ambiciosos son propensos a
>
dejarse arrastrar por el amor transformador: fomentar y exigir cualquier tipo de
logro por parte de sus hijos, en busca de la perfección. «Los padres tienen difi-
. cultades a la hora de mantener el equilibrio entre los dos tipos de amor», observa
May. «El amor aceptador, sin amor transformador, desemboca en indulgencia
y al final en rechazo. El amor transformador, sin amor aceptador, fracasa y al
final es rechazado». May encuentra en estos impulsos contrapuestos un parale-
lismo con la ciencia moderna: esta también nos adentra en la contemplación del
.·. mundo dado, en el estudio y el disfrute de este, así como en el moldeado del
· •·· mundo, su transformación y su perfeccionamiento.
'il¡;(pll�rr�t��F;;�!7�t�ª ,,
. . ..· .·.·. ·. .••.• •. ·q;�-q¡;;:;����--1�·;�]'��;-P·;;·��"'RDos':''<í.ue no escatiman esfuerzos en ayudarles �
.\ conseguir felicidad y éxito. Algunos padres otorgan a sus hijos ciertas ventajas al �
. ', llevarlos a colegios caros, contratar tutores privados, enviarlos a campamentos 1
de tenis, apuntarles a clases de piano, de ballet, de preparación para exámenes , l
.),
\. preparatorios (como los de selectividad en España), etc. Si está permitido y es \
_!nduso ���_,<;L9$...lQs""p�pr�¡�yJLq.<;,���,�.Y$.,,tlijQ.�,..g,�. � � � �
- , ,fil !i!! !::Jifói:�qué \
/ i.
/i\•.�m�2:�:���e���?������!��-�síempre·�· l
!.
85
MICHAEL J. SANDEL
que sea segura) para mejorar la inteligencia, la destreza musical o la atlética de
sus hijos?
Los defensores del mejoramiento tienen razón en este sentido: mejorar a
los hijos con ingeniería genética es parecido a la crianza fuertemente gestionada
de los hijos bajo una gran presión que es frecuente ahora. ��ro �s,ta similitud
-�?. ).��ri���,-�-1__ 1-1.;.:t?.�.����-�:?.s.��-����9,i. . .�!. s9n�r��.i.?= . . ��-���s:;. .�-�R, Rr9li!��!"�-··.
J� !llpda ª�.J¿i� h,íperpadres.JJn ejemplo llamativo de esta moda son los padres
obsesionados con el deporte, que se empeñan en hacer de sus hijos campeones.
Otro ejemplo es el impulso frenético de los padres autoritarios por moldear y
controlar la trayectoria académica de sus hijos.
A medida que aumenta la presión por buenos resultados, también lo hace la
necesidad de ayudar a los niños que se distraen a concentrarse en la tarea que les
ocupa. Esta puede ser la razón por la que los diagnósticos de déficit de atención
y de trastorno de hiperactividad han aumentado tan drásticamente. Lawrence
Diller, pediatra y autor de Running on Ritalin, estima que entre a un 5 y un 6 %
de menores americanos de 18 años (un total de cuatro a cinco millones) se les
receta Ritalín, Adderall y otros estimulantes: opciones de tratamiento para niños
con TDAH. (Los estimulantes contrarrestan la hiperactividad al facilitar la con-
centración y mantener la atención). El número de recetas de Ritalín para niños
y adolescentes se ha triplicado en la última década, pero no todos los usuarios
sufren trastornos o hiperactividad. Los estudiantes de colegios y universidades
han descubierto que los estimulantes sujetos a prescripción médica mejoran
la concentración de aquellos con capacidad de atención normal; y alguno de
ellos compran o toman prestado de sus compañeros fármacos para aumentar el
rendimiento en exámenes como Selectividad u otros. Puesto que los estimulan-
tes hacen efectos en fines tanto médicos como no médicos, plantean la misma
cuestión moral que otras tecnologías de mejoramiento.
Independientemente de cómo se resuelvan esas cuestiones, el debate revela la
distancia cultural que hemos recorrido desde el debate por la marihuana, LSD ·
otras drogas una generación atrás. A diferencia de las drogas de los 60 y los 70,
Riralín y Adderall no se utilizan para probar sino para hacer algo en serio; no
son para observar el mundo y aceptarlo, sino para moldearlo y adaptarse a él.
Antes hablábamos del uso de drogas sin fines terapéuticos como «recreativas».
Este término ya no se utiliza. Los esteroides y estimulantes que persisten en
el debate no son fuente de recreación, sino un intento de cumplimiento: una
manera de responder a la demanda competitiva de la sociedad de mejorar nuestro
86
CONTRA LA PERFECCIÓN
rendimiento y perfeccionar nuestra naturaleza. Esta demanda de rendimiento y
perfección estimula el impulso de oponerse a lo que nos dan hecho. Es la raíz
más profunda de las dificultades morales del mejoramiento.
>
Algunos ven una línea clara entre el mejoramiento genético y otras maneras
i/ que busca la gente de mejorarse y mejorar a sus hijos. La manipulación genética
parece de alguna manera peor (más intrusiva, siniestra) que otras maneras de
mejorar el rendimiento y buscar el éxito. Sin embargo, desde un punto moral, r
la diferencia es menos significativa de lo que parece. La biotecnología nos da(!
razones para cuestionar las prácticas de educación de los hijos que comúnmente (
aceptamos, que se basan en una baja tecnología y alta presión. Los híperpadres
de hoy en día representan un exceso tenso de dominio y coacción que pasa por
alto el s�ntido de la vida como regalo. §�.��,,.J,S,}U2l:2�!f!l.<:�E�,2.S.!tiR.iMlf�,.
.J
.· ·
a ·.·
�:,,,.,.,,. � ..
f
La sombra de la eugenesia se adueña de los debates actuales sobre la ingenie-
ría genética y el mejoramiento. Los críticos de la ingeniería genética argumentan
que la clonación humana, el mejoramiento y el afán de tener niños de diseño no
son más que una eugenesia «privatizada» o «de libre mercado». Los defensores del
mejoramiento responden que las elecciones genéticas adoptadas libremente no
son realmente eugenesia (al menos en el sentido peyorativo). Apuntan que eli-
minar la coerción es eliminar exactamente lo que hace a la eugenesia repugnante.
Resolver el tema de la eugenesia es otra manera de abordar la ética del mejo-
ramiento. Los nazis dieron mala fama a la eugenesia. Ahora bien, ¿qué es lo
tiene de malo exactamente? "".'""":�::.=,;;���..2.::::.::=..==�:��:��;�����������-
nuestra '""'""""··.. '""'"'
James Watson, el biólogo que, junto con Francis Críck, descubrió la estruc-
tura del ADN, no ve nada malo en la ingeniería genética y el mejoramiento,
y cuando sean elegidas deliberadamente en lugar de impuestas por el
Estado. Además, el lenguaje de James contiene indicios de la antigua sensibilidad
de la eugenesia. «Si eres realmente estúpido, yo lo llamaría enfermedad», dijo
hace poco en el The Times de Londres. «El 1 O % más bajo de los que tienen
dificultades, incluso en la educación primaria ... ¿cuál es la causa de esto? Mucha
gente diría: "Bueno, la pobreza y cosas así". Probablemente no lo sea. Así que
quiero acabar con esto, ayudar a los que se encuentran en ese 1 O % más bajo».
Hace unos años, Watson suscitó una polémica al afirmar que, si se descubriese un
gen de la homosexualidad, una mujer tendría la libertad de abortar un feto que
87
MICHAEL J. SANDEL
lo tuviera. Cuando su comentario causó revuelo, remarcó que no estaba dando
un trato especial a los gais, sino defendiendo un principio: las mujeres deberían .
ser libres de abortar un feto por cualquier razón de preferencia genética: por.>
ejemplo, si el hijo fuera a ser disléxico, demasiado bajo para jugar al baloncesto
o a no tener un talento musical.
Evidentemente, la coyuntura de Watson es objetable para los que piensan )
que el aborto es un crimen execrable. Sin embargo, para los que no se suman a
la postura previda, esta coyuntura plantea una cuestión difícil: si es preocupante.\
a nivel ético contemplar el aborto para evitar un niño gay o disléxico, ¿no sugiere
esto que algo va mal al actuar por cualquier preferencia eugenésica, incluso las
libres de la coerción del Estado?
Vamos a considerar el mercado de los óvulos y los espermatozoides. La lle- <.
gada de la inseminación artificial permite a los padres comprar gametos con las.
características genéticas que desean para su descendencia. Diseñar a los niños es
una manera menos predecible que la donación o la preimplantación genética, i
pero es un buen ejemplo de una práctica procreativa en la que la antigua euge- i
nesia satisface el nuevo consumismo. Hace unos años, algunos periódicos de lai
Ivy League (el.iga Ivy» o «Liga de la Hiedra») publicaron un anuncio que bus- >
caba el óvulo de una mujer que midiese al menos 1,80, fuese atlética, no tuviera <
problemas familiares médicos importantes y tuviera un promedio del examen-'
estadounidense de acceso a la universidad, SAT, de al menos 1400 (de un total
de 2400). El anuncio ofrecía 50000 $ por un óvulo de una donante con estas"
características. Recientemente, se creó un sitio web en el que se subastan óvulos (
de modelos cuyas fotos aparecen en la web, con precios de salida de 15 000 ª· /
150000 $.
¿Por qué motivos, si es que hay alguno, es el mercado de óvulos objetable
esde un punto de vista moral? Puesto que no se fuerza a nadie a comprar o i que se preocupe por al aspecto eugenésico del.,Q.�l}l,C.Q"�.semen.de los Pre-
nder, no puede ser incorrecto por razones coercitivas. Algunos temen que losi.
p ecios elevados exploten a mujeres pobres al presentarles ofertas que no pue- <
� consumidor. Después de todo, ¿cuál es la diferencia moral entre diseñar a los
dan rechazar. No obstante, los óvulos de diseño que tienen los precios más altos)
tienen más probabilidades de proceder de mujeres privilegiadas, no pobres. Si •
el mercado de los óvulos prérnium nos brinda dudas a nivel moral, este ejemploj
también muestra que las preocupaciones por la eugenesia no se resuelven con la <
libertad de elección.
Una historia de dos bancos de semen ayuda a explicar por qué. El Repository \
for Germinal Choice, uno de los primeros bancos de semen de EE. UU., no >
88
era una entidad comercial. Lo abrió Robert Graham, un filántropo dedicado a
el «plasma germinal» del mundo y frenar el aumento de «seres humanos
en 1980. Su plan era recoger esperma de científicos ganadores de
Nobel y ponerlo a disponibilidad de mujeres muy inteligentes, con la
de crear bebés superinteligentes. No obstante, Robert tuvo dificultades
la hora de persuadir a Premios Nobel para que donaran su esperma para su
..cJCc1eu,,v proyecto, y tuvo que conformarse con el esperma de científicos jóvenes
prometían. Su banco de semen cerró en 1999.
En cambio, California Cryobank, uno de los bancos de semen más punteros
nivel mundial, es una empresa con fines lucrativos que no tiene ninguna misión
eu�icrn'"'""'"' evidente. El doctor en medicina Cappy Rothman, cofundador de la
solo siente desprecio por la eugenesia de Robert Graham, si bien los cri-
terios de Cryobank sobre el esperma que reclutan son exigentes. Cryobank tiene
u111�1u,,., en Cambridge, Massachusetts, entre Harvard y el Instituto Tecnológico
Massachusetts, y en Palo Alto, California, cerca de Stanford. Se publicita
buscar donantes en periódicos universitarios y acepta a menos del 5% de
los hombres que solicitan participar. Su catálogo proporciona información deta-
sobre las características físicas de cada donante, junto con el origen étnico
la especialidad universitaria. Por un coste adicional, los clientes potenciales
pueden comprar los resultados de una prueba que evalúa el temperamento y el
de carácter del donante. Rothman anuncia que el donante de semen ideal
Cryobank mide 1,80, tiene ojos marrones, pelo rubio, hoyuelos y un título
(no porque la empresa quiera propagar esos rasgos, sino porque
los que quieren los clientes: «si nuestros dientes quisiesen alumnos que han
<I.U<<UL.Lu1,La.u.u la escuela, les daríamos este tipo de chicos»).
No todo el mundo se opone a la comercialización del esperma, pero cual-
Nobel debería preocuparse, de la misma forma, por Cryobank, orientado
con un propósito explícitamente eugenésico y diseñarlos según las fuerzas
mercado? Sea el objetivo mejorar el «plasma germinal» de la humanidad · d\,
�ac,,.:,1<1.�c1 las necesidades de los consumidores, ambas prácticas son eugenésicas '1,
la medida en que convierten a los niños en productos de diseño intencionado.je
Varios filósofos políticos exigen una nueva �z.ugs<z.�!ª-.Uhexal». Argumentan
se puede hacer una distinción moral entre las antiguas políticas de euge-
y los mejoramientos genéticos que no restringen la autonomía del niño.
89
MICHAEL J. SAN DEL CONTRA LA PERFECCIÓN

Mientras que los eugenistas tradicionales autoritarios buscaban �rodu�ir ciu- i genético como si fuera una superstición? ¿Qué perderíamos si la biotecnología
danos a partir de un único molde diseñado centralmente», escribe �1cholas > disolviese nuestro sentido del talento?
del·.• · ·• · · Desde un punto de vista religioso, la respuesta es clara: creer que nuestros
� da marca distintiva de los nuevos eugenistas lihe'.al_es es la n:utraJtdad .•

.. .. .
'E:s.tado». El Gobierno no debería decir a los padres que npo de runo tienen que<. • talentos y poderes son completamente nuestra obra significa no entender nues-
diseñar, y los padres no deberían diseñar niños solamente con las características i tro sitio en la creación, confundir nuestro papel con el de Dios. No obstante, la

.
que mejoren sus capacidades, sin influir negativamente en la elección de planes i
de vida. Un texto reciente sobre la genética y la justicia, de los bíoéricos Allen ...
'Buchanan, Dan W Brock, Norman Daniels y Daniel Wikler, ofrece una visión i biotecnología convirtió en real la leyenda del «hombre hecho a sí mismo», sería
r parecida. Según ellos, «la mala reputación de la ,e�genesia» se �ebe a prácticas \
·\ que «pueden ser evitadas en un programa eugenes1co futuro». El proble�a con J
\¡a eugenesia antigua radicaba en que sus cargas caían de forma desproporcionada
:�bre los débiles y los pobres, a los que se esterilizaba y separaba. Sin embargo, <
siempre y cuando se distribuyan los beneficios y la carga del �ejoramie��o gené-. \
rico de manera equitativa, estos bioéticos creen que las medidas eugenesicas son /
inobjetables, y que pueden ser incluso necesarias desde el punto de vista moral. · ·
El filósofo libertario �.l:l"..2.�5.k propuso un �--!�!!!:�.:�.'.�., }
que permitiría a los padres encargar hijos mediante un diseno sin 1mpo�er un/
único diseño en la sociedad global: «Este sistema de supermercado tiene la >
enorme virtud de que no implica ninguna decisión centralizada que fije el/los./
tipo/s humanos del futuro». . ··.
r: Incluso el principal filósofo del liberalismo americano, John Rawls, en su <
clásico Teoría de la justicia (1971), ofreció un pequeño apoyo a la eugenesia no .· . ..
coercitiva. Incluso en una sociedad que está de acuerdo en compartir los bene- .··••· .
fidos y las cargas de la lotería genética, está «en el interés de cada uno el tener
mayores dones naturales», escribió John. «Esto le ayudará a llevar a cabo su
plall}
de vida preferido». Las partes en el contrato social «querrán asegurar par� sus<
descendientes la mejor dotación genética (suponiendo que las suyas sean fijas)», L
Las políticas eugenésicas, por lo tanto, no están solamente permitidas, sino que\
son requeridas por justicia. «Así, con el tiempo, la sociedad tiene que tomar {
medidas para conservar, al menos, el nivel general de las capacidades naturales
y prevenir la difusión de defectos serios». i o del destinoves 9.1+.1'.;)J.Q,,somos,rotalmenter��R9.t:J.S�bles de la manera en la que
\ No obstante, eliminar la coerción no justifica la eugenesia. El problema con;
/ 1a del.a J
eugenesia y la ingeniería genética es que representan la victoria unilateral
¡ voluntad sobre el talento, del dominio sobre el respeto, de moldear sobre admi-
) rar. Una esta\
persona puede preguntarse: ¿por qué deberíamos preocuparnos por
victoria? ¿Por qué no nos deshacemos de nuestro malestar por el mejoramiento<
religión no es la única fuente de razones por las que preocuparse por los dones.
Las cuestiones morales también se pueden describir en términos seculares. Si la
difícil ver nuestros talentos como regalos por los que estamos en deuda, en lugar
de logros de los que somos responsables. Esto transformaría tres clave
i moral: la humildad,
En un social que valora el dominio y el control,.Jg.Rª.t.�J(liQ.;uL�s.µ..na,
�1Llle!.a.lah.1!ml.!.4.ªfLJll hecho de que nos preocupamos mucho por nuestros
hijos y aun así no podemos elegir el tipo que queremos enseña a los padres a
estar abiertos a lo espontáneo. Dicha apertura supone una predisposición que
vale la pena valorar, no solamente entre las familias, sino en el mundo en general
también. Nos invita' a tolerar lo inesperado, a vivir en discordancia y a frenar
el impulso de controlar. Un mundo como el de Gattaca, en el que los padres
se acostumbran a especificar el sexo y los rasgos genéticos de sus hijos, sería un
mundo inhóspito hacia lo espontáneo, una comunidad cerrada en general. La
concienciación de que nuestros talentos y habilidades no son completamente
nuestra propia obra�{�!:;.���:;2.i�JlS:i�h.�sütJ�.,.,ª+mg¡µ;¡,dª-,,,.�,
Aunque algunos mantienen que el mejoramiento genético debilita la volun-
i tad humana al anular el esfuerzo, el problema real es el estallido y no la anulación
·dela responsabilidad . .t\.m�4igi],_.q1,1�}�,��f;1i.�_1�.? S.�,-�-��e!?rna, la respo�f�abQ!9ad�""
}¡,,��pand� ��.SI;,?:eiesp.�?P�rcio11e,�:. Atribúlmos menos'a·Ia'siTétre'"y.más·a�G ··---'
eléccÍón'.'''Los'·p¡�fr�s se'Jía¿en''re'spohs";bles de elegir, o fracasar en la elección de
los rasgos correctos para sus hijos. Los atletas se hacen responsables de adquirir,
o fracasar en la adquisición de los talentos que ayudarán a sus equipos a ganar.
Jfug__�lQá,..bt.n�f.1. dos,.de,vernos como criaturas de la naturaleza, de Dios,
somos. Cuant¿--;;ejores maestros de nuestro l�g�d';;'"g;;;:Úico nos convertimos,
mayor es la carga que llevamos por los talentos que tenemos y la manera en la
que actuamos. Hoy en día, cuando un jugador de baloncesto falla un rebote,
su entrenador le puede echar la culpa por no estar en su posición. Mañana,
puede que el entrenador le eche la culpa por ser demasiado bajo. Incluso ahora

90 91
 MICHAEL J. SANDEL
el uso de fármacos para mejorar el rendimiento está transformando sut�lmente
las expectativas que los jugadores tienen de los otros: en algunos e�mpos, se
critica a los jugadores que salen al campo sin anfetaminas u otros estimulantes
por «jugar desnudos».
, .
Cuanto más activos estemos en la naturaleza fortuita de nuestro ámbito,
, , tendremos de compartir nuestro destino con otros. Pongamos el
mas razo nes , , · , · f.
·
eJemp l o de 1os segu ros . Como la gente no sabe cuando o st sufnra vanas en .er-
medades, comparte el riesgo contratando seguros mé�icos y de vida. A medida
que se desenvuelve la vida, los sanos terminan subvenc10nando a los enfer.�os, y
los que viven hasta una edad avanzada acaban s_ub�encion�ndo a las familias de
los que fallecen antes de su hora. Incluso sin nmgun sentido del deber mutu,o,
la gente comparte sus riesgos y sus recursos, así como el destino, con los de�as.
/--.. Sin embargo, los mercados de seguros simulan solidar.idad solo e� la medida
(en que la gente no sabe O controla sus propios factores de nesgo. Imagrnemos que
las pruebas genéticas avanzaran hasta tal punto que pudieran predecir de f�rma
j fiable el futuro médico y la esperanza de vida de una perso�a. Los que t�v1eran
1
! la certeza de tener una buena salud y una vida larga renuncianan a este sistema,
\ lo que supondría que las primas de los demás se dispararían: La solidaridad del
\,
mundo de los seguros desaparecería a medida que los que tienen buenos genes
\.abandonaran a los que no gozan de esa salud.
, Los miedos a que las empresas de seguros utilizaran datos genéticos para
evaluar los riesgos y fijar las primas han hecho que, recientemente,, e� Senado
haya votado prohibir la discriminación genética en los seguros m�d1cos." No
obstante, el mayor peligro, ciertamente más especulativo, es que el mejorarruento
genético, si se practica de manera regul�r, d_ificultar�a el que se fomentasen los
sentimientos morales que requiere la solidaridad social.
A fin de cuentas, ¿por qué los exitosos tienen que deber algo a los miem-
bros de la sociedad menos favorecidos? La mejor respuesta a esta pregunta
se apoya en gran medida en la idea de los dones. Los talentos naturales
permiten a los exitosos prosperar no son obras suyas, sino �ás bien fortuna:
1
son resultado de la lotería genética. Si nuestro legado genenco es un regalo,
G
n.
lugar de logros por los que nos podemos atribuir el mérito, es un fallo
muy arrogante asumir que tenemos derecho a beneficiarnos al máximo de las
encajas que supone en una econo�ía de mercado. �or lo tant�, tenemos �a
obligación de compartir estas ventajas con los que, sm tener ninguna culp ,
no tienen dones similares.
92
CONTRA LA PERFECCIÓN
El sentimiento de contingencia sobre nuestros dones (la percepción de que¡ ·
ninguno somos totalmente responsables de nuestros éxitos) salva a la sociedad.
meritocrática de caer en el presuntuoso supuesto de que los ricos son ricos
porque se lo merecen más que los pobres. Sin esto, habría incluso más pro-,,
habilidades de que los ricos se consideraran hechos con su propio esfuerzo y
autosufkientes, y, por lo tanto, totalmente responsables de su éxito. Los de los
sectore.�,,más,bajoS"de,·,la,,-sodeQad_§erÍan considerados no CO,ill..Q,.desfay9.1:ecidosr'
;,;�-�.. tanto, merecedores de cot11p;;;�fóñ,:�[�of§K��EE�. �.���,}.�.S�lW,q�s,,. . . -
y, por tanto, merecedores de una reparación eugenésica. La meritocracia, menos
sumisa a la suerte, se haría más dura, meoos..indulg.ente. Como el perfecto cono-
cimiento genético acabaría con el simulacro de solidaridad de los mercados de
seguros, un control genético tan perfecto debilitaría la solidaridad actual que
surge cuando los hombres y las mujeres reflexionan sobre la contingencia de sus
talentos y fortunas.
-��J!ru;!'4 • .biólogo molecular de 35 años del Instituto de Tecno-
logía de California, vislumbró lo que estaba por llegar. En un artículo titulado
The Prospect of Designed Genetic Change («El panorama del cambio genético de
diseño»), argumentó queTa1lliertact�de-deéción justificaría la nueva genética y
la distinguiría de la desprestigiada eugenesia de ames. Implementar la antigua
eugenesia ... habría necesitado un programa social masivo que se hubiera llevado
a cabo durante varias generaciones. Un programa así no se podría haber puesto
en marcha sin el consentimiento y la cooperación de una fracción importante de
la población, y habría estado sometido a un control social continuo. En cambio:'i
la nueva eugenesia podría ser implementada, al menos en principio, de forma I
totalmente individual, en una generación, sin estar sujeta a ninguna restricció�]
existente. Según Sinsheimer, la nueva eugenesia sería voluntaria en lugar de for-
zada, y también más humana. En lugar de segregar y eliminar a los incapaces,
les mejoraría. «La eugenesia antigua habría requerido una selección continua
para criar a los capaces y descartar a los incapaces», escribió. «La nueva genética
permitiría en principio la conversión de los incapaces al nivel genético más alto».
La defensa de Sinsheimer de la ingeniería genética captó la emocionante
auto imagen prorneteica de la época. Escribió con Ja.,,s;.s.p,era.nz.i,.<:lt.JS�C,<!,,WL,�a)os
�S:J�edoi::_es _de lgJ9_re¡Jacromosómica que encauza firmemente nuestros destinos. _
·- . - ' . , .. • '.·• '··�l1"-t'k'!;;·�1:::·�·�·:.:-
h'' ...::"'"'.:":'°'�""'''',�:•·.'",S'•1·• ·-<c\''d·•-n·.-.,·
• ,,M,-. ,,,,. ;l._- ,._,_,, ',es�,,.-.. ,.,;,1>\V�·,c,,c..,.S>,c,.c•C<;i)'><i,:,•M<l'�'<·�,;.¡;j_>,,;c,'f;,,·,
,_,,,, ·1c<•"-"'·''"•'•"''-''''·'·�·,·.,_,.;-�,a,,,c,,,,,,,,,,.,a
�9.§lt, me ur os no so amente os que nacen con •.· erectos ·
genet1cos smo
también los «50 000 000 de americanos "normales" con un CI menor de 90».
Sin embargo, también vio que había en juego algo más importante que mejorar
el «irracional y viejo juego de los dados» de la naturaleza. En las tecnologías de
93
 MICHAEL J. SANDEL

intervención genética había implícito un lugar más sublime para los hum.anos
en el cosmos. «A medida que aumentamos la libertad de los hombres, reducimos
5
sus limitaciones y lo que tienen que aceptar como dado», escribió. -Co.p' nico
(y Darwin <�ía°..E�-��j��? � hom�.�� -·�-��P.��t.? ,�:�.?:!�!.����gl<:>ria en e!_pumo ( ¿Qué es correcto y qué no lo
�� ��-�-·�-�Esi.}.;;i,.n.ii�_v"a:��olog1ale d�yoly�pa.s1:1 . P�f.�l . füt:1.4�mentf .·•.•
En el�espejo del conocimiento geneuco, nos venamos como mas que _u�, eslabo_n ( es en el mejoramiento?"
en la cadena de la evolución: «Podernos ser lo� agentes de la transtcion hacia \
un paso completamente nuevo de la evolución. Se trata de 1!,�t.Q....cismkf>». ii Frances Kamm
Hay algo atractivo, incluso excitante, en la visión de la libertad humana que ··.
no se ve obstaculizada por lo ya existente. Puede darse incluso el caso de que el ..
encanto de esa visión contribuya a que salga a la luz la edad genómica. A menudo . ·.:
se supone que los poderes del mejoramiento que tenemos -�ora s�r?ieron co�� Resumen
un derivado fortuito del progreso biomédico: la revoluc1on genenca aparec10,
Este artículo examina el debate del mejoramiento de los humanos expuesto por Michael
por así decirlo, para curar enfermedades, y se ha quedado para ten��rnos con Sandel. En la primera sección, describo brevemente alguno de sus argumentos. En la
la posibilidad de mejorar nuestro rendimiento, diseñar a nuestros hlJOS y per-
segund�����i�E9.i,,,<:.g.mg..ifü.m¡¡,..S_t�<!el, �L4es!��<:�?���l:l�,-!!!9lJY.as;l,m�.,2{�,!;l!����-·.····
feccionar nuestra naturaleza. J.s;o :Pº ��� ��
- l.U! �� �? : Es más p_laus��le ver .,t,S.Ü:!L4�.�-�-R��:/�,.�-�!:--:�\2Jjyg,.fl.�,.�-�jg¡_lQ.ill:!.�.f.P._H,i��,4: _ _La tercera sección relata cóm'o· --- .....
fa ingeniería genética como la ultima expres1on de nuestra determinación por •.·
�ernos por encima del mundo: los dueños de la naturaleza. Pe�o :�ª
promesa. de · •
/dominio es defectuosa: amenaza con desvanecer nuestra aprec1ac1on por la vida
Sandel hace una distinción entre el tratamiento y el mejoramiento, así como la relación
con la naturaleza que, en su opinión, expresa cada uno. En la cuarta sección, examino
los puntos de vista de Sandel sobre las relaciones padres/hijo, así como la forma en
[
como regalo, y con ��-�J.:�11?�. ��::... �,���-j��.����;:��,�?:.::�.:. E::�raw,�� la que el mejoramiento afectaría a la justicia distributiva y al deber de ayudar. Como
conclusión, ofrezco de forma breve una propuesta alternativa a la cuestión de por qué
JP�?J]�_x2luntad.•
el mejoramiento puede ser problemático y tengo en cuenta qué tipo de cosas podríamos
\
mejorar de una forma segura.

¿Deberíamos mejorar el rendimiento humano? Hay, al menos,.d,_os tipos de mejo-

�- En el primero, planteamos el caso de que hay más ��
ge ·
�ncim�_ge la_ nq,n_n� ,a,c:�-��aJ_g�,-�11.�_ manera en la que ya se encuentra
��.;,;,.:,.• - . . - ......,,.:.:�-......,....;.,:...."'"·'=·.-....,_.,._,,__., ..
mucha
-'.º::;• ;. �--"<-0::'!.,::,_¿:·;.;,1.,-,-,.c:i:·,:r:.::P..�.'C''>l:"'J'·'!!'-''"·'"'""'\".""'V>�'""'�·""'·'�""-'�-.....,.-,���...�u,.),,•.c,o_•'-•...
.-:;,>-:-4•·'••""��·;•,-·,.,..,. :·�·"'·
gente de forma nattgal. Por ejemplo, podemos aumentar la ínteligéñda"par;1·

,
- I? PII'. •e-1....-,..;�.+ ....t-t.,,•,,., ...•

* Este artículo es una versión revisada de «Is There a Problem wírh Enhancement?» American
Journal of Bioerhics [AJOBJ, 5(3): 1-10. Incorpora alguna de mis respuestas a los útiles comentarios
de ese artículo; los comentarios aparecen en el mismo volumen del AJOB (American Journal of Bio-
chics) y las respuestas completas aparecen en la página web del AJOB. También incorpora alguna de
mis respuestas al útil comentario de Sandel sobre la presentación de las partes de este artículo en la
conferencia inaugural del University-wide Program on Ethics and Health, Harvard Medica! School,
19, de nov., 2005. Estoy muy agradecido a la audiencia de dicha conferencia, al UCLA Program in
Genetics and Sociery, en el Bowdoin College, y en Harvard Law School.

94 95
 6
Los mejoramientos son
una obligación moral'
]ohn Harris

Si no fuese bueno para nosotros, no sería mejoramiento. En términos de fun-

cionamiento humano, un mejoramiento es, por definición, una mejora de lo
que había antes. No necesariamente, como veremos más adelante, una mejora
en la actividad normal de las especies o en su funcionamiento habitual justifica
un mejoramiento, como algunos podrían creer, principalmente en cuanto a su
contribución a las oportunidades de igualdad.
Existe una continuidad entre los daños y los beneficios, de manera que la�
razones que tenemos para evitar causar daños o crear a otros seres que nacerán!

:!�o�I�:.�;:t:�::-q:: ;;�;;!��:;��;���.º .
con problemas serán una consecuencia de las razones que tenemos para bene-

''z;;:��;;;;·������g�;-'I�d�';·¡rseKeffttos"fiWfal'e�·: ·�í como razones para otorgar o

no negar incluso pequeños beneficios2•
La oportunidad de crear individuos más sanos, con mayor esperanza de vida
y, en general, «mejores», es una que hay que aprovechar según varias razones
morales. Decir esto es afirmar que los padres actuarían de una manera ética si
intentan conseguir un objetivo así para sus hijos, por ejemplo. Asimismo, los que
somos lo suficientemente autónomos para considerar estas cuestiones tenemos

* Este capítulo sigue estrechamente la línea desarrollada en John Harris, 2007, ,fü?:fq_rzcing_Ev_�� . ..

.
.. lolution (Princeton y Oxford: Princecon Universíry Press). Agradezco a la Princeton Uni;rsit:y P�ess
su indulgencia al utilizar escas ideas aquí.
1 Ver
[ohn Harris, Wonderwomnan and Superman: Tbe Ethícs and Human Biotecbnology (Oxford:
Oxford University Press, 1992), y «Is rhere a coherent social conception of dísabllity?», enjournal Of
Medica! Ethics, vol. 26: 2 de abril, 2000, 95-101.
2
John Harris escribió un debate más extendido sobre estas afirmaciones en Violente and Res-
ponsibility (Londres; Rout!edge & Kegan Paul, 1980).

137
JOHN HARRIS
buenas razones para: concedernos esos beneficios3. Como con todas las oportu- ·';
nidades, también tenemos que tener en cuenta los riesgos que pueden entrañar,
· y, por supuesto, hay una relación entre la magnitud y probabilidad de beneficio
y el grado y tamaño del riesgo que estamos dispuestos a correr para conseguir
dichos mejoramientos. Hasta ahora, se trata de algo conocido.
Los mejoramientos son sin duda tan buenos (si no lo fueran no serían
mejoramientos) que es raro que la idea de mejoramiento haya causado, y todavía
cause, tantas desconfianzas, miedos y una abierta hostilidad. En particular, hay
dos argumentos de filósofos que, en principio, no se oponen a lo mejoramientos
que, sin embargo, han impuesto limitaciones a la legitimidad de utilizar técnicas
de mejoramiento, ya sea, por un lado, en términos de la motivación o de los
objetivos que se quieren conseguir, o, por otro, por las pruebas que tienen que
hacer los mejoramientos. Se trata de limitaciones sobre el mejoramiento que
parecen difíciles de justificar.·
En la Parte I de este capítulo voy a explicar brevemente algunos argumentos
se
que utilizan con frecuencia en contra de los mejoramientos. La brevedad viene
motivada por la debilidad de los argumentos y la familiaridad de las objeciones
a ellos. En la Parte II, voy a revisar tres ensayos sobre el mejoramiento, de los
cuales dos parecen poner limitaciones insostenibles sobre el uso de la tecnología
de mejoramiento, y los voy a emplear para intentar dejar claras las justificaciones
que hay para los mejoramientos.
Parte I
El principio de precaución
Los debates sobre la ética de la manipulación genética o de la clonación reproduc-
tiva humana están plagados de apelaciones a la santidad del patrimonio genético
humano o a la importancia de preservar la herencia genética de la humanidad. El
Comité Internacional de la Bioética de la UNESCO, por ejemplo, al reflexionar
sobre la ética del progreso científico, ha sostenido que «el genoma humano tiene
que ser preservado como patrimonio de la humanidad cornúns". Este sin duda
3 John Harris, «One principie and three fallacies of disabiliry studies'», en [ournal of Medica!
Ethics, vol. 27: 6 de diciembre, 2001, 383-8.
4
Comunicado de prensa de UNESCO No. 97-29. Ver también UNESCO, Universal Decla-
ration on the Human Genome and Human Rights, publicado por la UNESCO el 3 de diciembre
de 1997.
138
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
supone una apelación al principio comúnmente aceptado, pero sin embargo,
incoherente, del Pri�cule.J.?,.F@eatteión5• La idea es que la evolución humana,
responsable del <;getioma humano ... como patrimonio de la humanidad común»
ha funcionado bien para nosotros y es probable que continúe haciéndolo bien.
Por lo tanto, en ausencia de datos fiables, cualquier cambio propuesto tiene
que examinarse por sus consecuencias inciertas y tomarse como desastroso. Una
versión más moderada del principio de precaución simplemente estipula que
cenemos que tener en cuenta que los peligros pueden ser más probables y de
una magnitud mayor que los beneficios. Así, el principio de precaución exige
que lo dejemos como está.
Aquí están involucradas varias hipótesis cuestionables. La primera es que \
nuestra situación actual en la evolución es claramente buena y no susceptible de i
mejoras. La segunda se basa en que el curso de la evolución, si no se roca, con-
___
tinuará mejorando las cosas para la humanidad, o al menos no empeorándolas.
La ...._______
inco�.,.e�tibilidad de estas dos hipótesis..... pasa inadvertida. Sin embargo�
_.. .. .
.;-•�
-
._R�Úimonio-eomúa-de.fa]�l!JJ.l]Mi��resultado_d�!�hl2.!.Y91YJiW· A menos
que podamos comparar el futuro progreso de la evolución libre de manipulacio-
nes del genoma humano con el progreso influenciado.por alguna manipulación
genética, �.�.E���!?.21..��-�:,. �.u���:��L��Ei.J:i...1?5!LS§.Jt.tQ,.,,J;lQ»,d�.,,.d�h�m9Ji,.•,�..
�!-��u�}-�J��9}!92!!�:. En tono más prosaico� ��. est? _cl�a _la razón J?.?.!. �1:!,un
. enfoque d� pre�!lución debería aplic�rse solamen._�� �J��-!=ªll1:��-º� Rf.QFJ!S§f.p,$;�fi';�,,
Ji�Ii[�fl.�i'�iE7;��s�n"éi"á'��;º'liocflñieI:;��·P·;�<li�a��ss�bre 10 peligroso
que puede ser no tocar las cosas, no tenemos ningún fundamento racional para
adoptar un enfoque de precaución que favorece el statu quo.
Jugar a ser Dios
Otra objeción comúnmente mantenida a las intervenciones deliberadas en el
genoma humano o en la evolución es la idea de que el genoma humano y la
5 En esta sección, recurro a John Harris y Seren Holm, «Extended lifespan and che paradox of
precaurion», en The journal ofMedicine and Philosopby, vol. 27: 3, 2002, 355-69. En este artículo se
detalla la incoherencia a la que me refiero.
6
Aunque algunos mantienen que la evolución humana darwiniaoa ha concluido porque la
mayoría de los humanos de hoy en día sobreviven lo suficiente para poder reproducirse, esca idea pasa
por aleo el papel de las alimañas en la evolución. También ignora claramente nuestras intervenciones
intencionadas en el proceso evolutivo.
139
 JOHN HARRIS
evolución darwiniana son «fenómenos o procesos naturales» y de que hay algún
tipo de p,rioridadde lo natural sobre lo artificial. Esto normalmente viene acom-
pañado d�"'·;:;:;'�g��-�;;;Jt;�;�ti�i6-;:
qüe"jugar a ser Dios e intervenir en el
orden es tentar al destino o a la ira divina.
Estas hipótesis son supersticiosas, falaces, o, normalmente, ambas.�)
. er,r<:>Il�O interferir con la naturaleza, no f?�����JJ:l.(?,�¡.. ,�)}!ff,.!EJ;l;9Q�·,,Otffl& COSS:�- /
.:::l?Ústiéai:''medicina; La··geñté� defó'f'.rñá.natu��, enferma, coge bacterias, parási- ...
tos, ;i;ii·s
ó"éáñ.áres muere de forma prematura. La medicina se puede describir y somáticas10• Por lo tanto, la UNESCO, que destaca por su claridad de pensa-
como «el exhaustivo intento de frustrar el curso de la naturaleza>". Sin duda,
hay un respeto generalizado, pero igualmente sin duda irracional, por lo que
es natural o parte del curso de la naturaleza. Las hambrunas, las inundaciones,
las sequías, las tormentas ... son todo fenómenos naturales, y catastróficos. Solo
queremos, con razón, lo que es bueno para nosotros. Lo natural es inmóvil desde
un punto de vista moral y depende del progreso. Morir por heridas infectadas
antes de que hubiese antibióticos o por viruela o polio antes de haber vacunas
eficaces era simplemente natural.
Thomas Hobbes adoptó ilustremente una visión de la naturaleza más rea-
lista, que describe la vida en un estado de la naturaleza de este modo:
... lo que es peor que todo, miedo continuo y peligro de muerte violenta; y para el
hombre una vida solitaria, pobre, desgraciada, brutal y corta 8•
La clonación y la preservación del genoma humano como
patrimonio común de la humanidad
Ya hemos comentado que algunos, incluso representantes de la�- UNESCO, c�n-
templan «la preservación del genoma humano como patrimonio común de la
humanidad». Sin embargo ,�g���.::E.;'..:;t�i.QD...9t.Lg�.ll9�Ulª-Jl.!!ID,U).Q_fues�Jeal-
mente un objetivo racioge;l1JtRW.f•:un�s .que_ r_enunciar a la reproducción
,:;,�:.,.:�•�-r.1_�
sexua]
·�.,,.-......,...,��"'"'"'""' .. �'"d"•'·�'.·r_e_.,,-,:.•!':·:.,,,..,·-.¡,,.;!J,.K,_1..-:C-··· ·
que supone una recombinación de genes aleatoria para formar una' constitución
�-i.:�r-- ·· .,<,>�,..,,.- ,._,... -.-· -.• _- ·.,: ·,.,,e,•''-•,.-.�·,,,.·.�-·'-'"'-''�,;;:;-·."-•·�·,'
Ver John Harris, Tbe Value ofLije (Londres: Roudedge, 1980).
7
Thomas Hobbes, Leuiatban, ed. Michael Oakeshot (Oxford: Basil Blackwell, 1960), p. 82.
8
Julian Savulescu y yo hicimos apreciaciones parecidas en nuestro. Julian Savulescu y John Harris,
«The Crearion Lottery: Final Lessons from Natural Reproduction: Why those who accept natural
reproduction should accept cloning and other Frankenstein reproducrive rechnologies», Cambridge
Quarterly of Healtbcare Ethics, vol 13: 1 de enero de 2004, 90-6.
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
genética nueva cada vez que se «echan los dados-". La reproducción sexual nor-
mal no preserva el genoma humano; más bien, lo varía, siendo una excepción
el hermanamiento monocigótico que produce clones: .,�Llª-.J::.it�§.U.ÓJJ...fo�J:ilJ.a
0
'"''�•vu a escala universal sería la mejor manera de conseguir ..
servaría» si en el futuro se hiciese por donación
(hermanamiento monocigótico o idéntico) o por transferencia nuclear de células
miento o propósito, quiere caracterizar la clonación simultáneamente como el
caso único, o al menos, el más claro, de actuación en contra de la dignidad
humana11, y, al mismo tiempo, se opone a la clonación por ser esencial para la
preservación del genoma humano, sin darse cuenta de que, de hecho, es el único
camino de reproducción que puede preservar el genoma humano.
Parte II
Ahora quiero aclarar dos ensayos importantes que debaten el tema del mejora-
miento detenidamente. Para hacerlo, voy a volver a un debate ahora bastante
antiguo de mi libro Wonderwoman and Superman, publicado por primera vez
en 1992.
Estos ensayos son de dos de los autores más interesantes en estos temas: Nor-
man Daniels, en este volumen, y Alan Buchanan, sacado del libro From Chance
to Choice, de Alan Buchanan, Dan Brock, Norman Daniels y Dan Wikler. Gran
parte de lo que quiero decir supone una crítica al enfoque de estos dos ensayos,
pero estos son icebergs en el océano de los debates sobre el mejoramiento. Deben
consensuarse de alguna manera para proceder. En Wonderwoman and Superman,
expresé mi preocupación por la cuestión ética a la hora de cambiar a mejor tanto
la constitución genética de los individuos como las personas, en una escala que
_ ... i' ,,,:.":'.':,-:'·V,.\>',�-,,·-•.-.·�·"':·.,.{:"t",'l'.:'f"=r.:or.v::,,,=-"'l<c-.-.,,.,.,.,�
afectaría tanto a la sociedad como al mundo en general. Asimismo, me pregun-
· ·•:-_,-·.·_�, ..,...
taba lo que significa «cambiar a mejor». Los cambios en la sociedad se enmarcan
ahora en términos de cambios en las poblaciones. Comentaba que si los bene-
ficios eran lo suficientemente importantes (lo suficientemente beneficiosos) y
Esta metáfora combinada es en beneficio de las propiedades y, por tanto, creo que excusable.
9
Ver John Harris, On Cloning (Londres: Routledge, 2004), cap. 2.
10
11 Tbe Universal Declaration on the Human Genome and Human Rights, publicado por la
UNESCO como folleto el 3 de diciembre de 1997.
140 141
 JOHN HARRIS
los riesgos aceptables, querríamos hacer esas alteraciones relevantes y de una'·
manera justificada; de hecho, querríamos la obligación de hacer esos cambios?
La cuestión ética parece seguir siendo la misma que se preveía, y la cuestión des{'
los cambios propuestos equivalen a cambios en la naturaleza humana o suponer/
cambios más allá, en la evolución, parece poco interesante desde el punto
.los. ·m e·joram
s
..
·.·i·e·nt·º
· ·s s.e p .
ta ético. En particular, la cues.t ión de i ueden
·
moque crean una nueva especie, «una nuevaraza» o llegan hasta la «auto evo,;':
ión» o el «posthurnanismo» es ��-ue��:.i.�.�}: . . �.¡l9,.�..i.S�.sgJy,gª-r
.. . �de..moral. En
J,a.J1teratura reciente, se ha hecho con frecuencia una distinción entre el supuesto
significado ético de los cambios en la línea germinal y en la línea somática; es
decir, entre cambios que involucran a los gametos y, por tanto, son transmisibles
mediante la producción en generaciones futuras, y los cambios que, corno noi
afectan a los gametos, se mantienen como aislados en el individuo en cuestión, '
Los cambios en la línea germinal que han demostrado ser lo suficientemente/
seguros son meras cuestiones de eficacia. Si el cambio es lo suficientemente>
importante para hacerlo en un individuo, se puede hacer en la línea germinar/
para que se vaya pasando a las generaciones futuras, evitando así la necesidad de
hacer alteraciones separadas en cada una de las generaciones futuras.
Daniels nos ha recordado que los estándares de alta seguridad que se aplican/
de forma rutinaria ahora a la investigación con sujetos humanos excluirán con
frecuencia los mejoramientos, mientras que Alan Buchanan ha sugerido que ei)
motivo de cualquier terapia de mejoramiento debe ser, o al menos incluir, la •...
búsqueda de igualdad de oportunidades. Si la ética del cambio de la naruraleza.l
humana o el cambio de la naturaleza de los individuos (creando bichos raros, ,
como los llama Daniels) es una cuestión principalmente de un análisis coste/\
beneficio, seguridad frente a ventajas, el tema de lo que tiene que ser un estándar,
de seguridad apropiado se vuelve crucial. Este es uno de los temas principales d�)
Daniels, así que vamos a comenzar por un análisis suyo, sugerente y profundo.j
sobre lo que puede suponer cambiar la naturaleza humana. · .:
Norman Daniels y la mosca de la fruta
Para resumir las lecciones de mi excursión a la naturaleza de la mosca de la fruta: la natu-
raleza de la mosca de la Jru.ta es un concepto poblacional· para caracterizar la naturaleza
de La mosca de la fruta debemos añadir variaciones fenotípicas en las variaciones
de las moscas de la fruta. Es un concepto disposicional; ya que los rasgos fenotípicos que'
aceptamos como «naturaleza» de tas moscas de la fruta varían dentro de cierto rango bajo .
142
LOS-MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN
diferentes condiciones. Finalmente, es un concepto selectivo, cargado de teoría: no todos
rasgos de la mosca de la fruta pueden ser considerados parte de su naturaleza, sino solo
au••o.-w que utilizamos para explicar algo sobre ellas que para nosotros tiene importancia.
1t,mitar.1ao todas estas ideas, el concepto de la naturaleza de la mosca de la fruta se aplica a ,·
dé que consideramos las características explicativas centrales del fenotipo que manifiestan
moscas de la fruta bajo una variedad de condiciones ...
h
.i."!
juzga·r,··'.\
·
tanto, podemos modificar la naturaleza humana, pero se necesitan infinidad de cosas.
Debe afectar a (o, al menos, a) toda la poblacián humana, y debe tratarse de un rasgo prin-
de nuestra naturaleza.
Aun así, lo máximo que provoca esta modificación es cambiar la naturaleza particular del
individuo en algo que va más allá de lo humano ... En sí mismo, no afecta a la naturaleza
humana. Crea anormalidades. Si se hiciera a nivel poblacional, como ya hemos visto, lo
�ontaríamos como un cambio en la naturaleza humana. Un mundo lleno de personas que
leen ta mente en lugar de mentir sería uno en el que ta naturaleza humana no existiría tal
y como la conocemos. Supongo que no hay muchos rasgos que encajen en esta descripci6n
12•
Por lo tanto, Daniels reacciona con escepticismo a la idea de que la mayoría
de los cambios sobre los que se preocupa la gente de manera significativa se cali-
. fiquen como cambios en la «naturaleza humana». Piensa, y seguramente esté en
lo cierto, que para los cambios más probables esta no es la pregunta correcta o
es una impresión errónea del hecho. Admite que podemos cambiar la naturaleza
de algunos humanos (si no la naturaleza humana) creando lo que equivaldría a
bichos raros. Sin embargo, mientras que es posible que tengamos motivos jus-
tificados para correr los riesgos inherentes para mejorar las deficiencias, Daniels
cree que no tenemos dicha justificación para mejorar «un rasgo que, de otra
manera, sería normal».
Por ejemplo, si intentamos mejorar o eliminar una enfermedad genética grave, o una enfer-
medad para la que puede haber remedios genéticos o médicos, la probabilidad del posible
beneficio de la intervención experimental debe superar a la certidumbre de una enfermedad
catastrófica. Pero si intentamos mejorar un rasgo normal, los riesgos de un resultado nega-
tivo, por pequeños que sean, superan el resultado aceptable de la normalidad Por lo tanto,
desde el punto de vista ético, no podemos llegar a esa situación desde aquí. Creo que este
argumento tiene gran fuerza.
12 De Norman Daniels: «¿Se puede hablar realmente de modificar desde el punto de vista ético
la naturaleza humana? Norman Daniels cree que el concepto de naturaleza humana es problemático
de una manera que se puede explicar si hacemos referencia a la mosca de la fruta.
143
JOHN HARRIS
Hablando de un rasgo cognitivo, la mejora de la pérdida de memoria a corro
plazo, Daniels dice lo siguiente:
Tendríamos que saber que la memoria a corto plazo aumentada del ejemplo tiene un pape/{
· · ..
fundamental a la hora de mejorar las tareas cognitivas más complejas en lugar de. . . inter� '
ferir en ellas. Si no tenemos claras estas complicadas ideas, no podríamos estar seguros di\
que mejorar una capacidad tenga el efecto deseado en situaciones mds complejas. Y toda esta .>
información va mds alld de la preocupación estándar de que la intervención en sí conlleva ·.···
riesgos que no tiene la no-interferencia. En resumen, es probable que un protocolo cuidadoso
de investigación en humanos pusiera freno a estos experimentos. ··
Daniels apunta que en algunos campos (él cita el de la cirugía plástica) los
cirujanos experimentan de forma rutinaria modificando técnicas «sobre la mar-
cha», pero él parece considerar:
que todavía no nos preocupemos por las inquietudes adecuadas sobre la protección del
paciente no debería contar como argumento para ignorarlas en el caso de las intervenciones
médicas (genéticas o no) que se llevan a cabo para mejorar rasgos cognitivos o de compor- ·
tamiento humanos.
Es también difícil saber si la prudencia que Daniels considera obligatoria
está mejor fundamentada de la que ya considera la UNESCO. No está claro
tampoco si el principio de precaución de Daniels está dirigido solamente a los
rasgos cognitivos y de comportamiento o si también incluiría mejoramientos
para conseguir longevidad, o una resistencia a enfermedades. Estos también
suponen el mismo grado de «adherencia incompleta a las preocupaciones por
la protección del paciente» y de la idea de «la preocupación estándar de que la
intervención en sí conlleva riesgos que no tiene la no-interferencia». El resultado
es que «un protocolo cuidadoso de investigación en humanos pondría segura-
mente freno a» experimentos como este.
Estos argumentos iluminan la ética del mejoramiento en aspectos importan-
tes. En mi Wonderwoman and Súperman: The Etbics of Human Biotechnology13,
tuve en cuenta muchos de estos temas con detalle. Cuando escribí estos frag-
mentos, las posibles tecnologías no eran exactamente las que se conciben hoy en
día. Concretamente, imaginaba la siguiente situación:
13
Wonderwoman and Superman: The Ethics ofHuman Biosecbnology (Oxford: Oxford University
Press, 1992). Cito del cap. 9.
144
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
/J Es hora de ir más allá en la resolución de los problemas asociados con la idea de mejorar
para infecciones graves, o que codifiquen enzim_as.
:eparador� "" =r=
seres humanos. Imaginemos la posibilidad de introducir genes que codifican anticuerpos
:ºs �fe_ctos
más frecuentes causados por los daños de la radiacián, que eliminarian las predisposiciones
a ciertas enfermedades de corazón, que destruirían sustancias cancerígenas, o que, quizás,
permitirían a los humanos tolerar otros contaminantes medioambientales. Estas técnicas
también nos permitirían alfinal insertar genes que podrían reparar el ADN y tener el efecto
de retrasar el proceso de envejecimiento. ·
En el capítulo VJ!, examinamos los problemas asociados con hacer esto ya sea mediante la
hibridación o de otra forma que cambiase la naturaleza humana. Nuestras preocupaciones
entonces eran en cierto modo personales. Nos preocupaba el efecto que tendría esto sobre los
individuos. Ahora tenemos que pensar más en términos de los efectos sobre la sociedad y, sin
duda, el mundo en general. ..
En el caso de genes que codifican anticuerpos para infecciones graves, el efecto sería que se
insertara en el genoma humano un nuevo gen o genes, que «inmuniearian» eficazmente al
individuo frente a la infección en cuestión. Imaginemos que las infecciones incluyeran el
SIDA, la malaria y la hepatitis B. Es probable que el gen tuviese que insertarse en el embrián
antes de la implantacián ... Sin embargo, es posible que el gen se pudiese insertar con ciru-
gía, 0 mediante un catéter insertado en las trompas de Falopio, pero esto presupondría que
se detectara muy pronto el embarazo. Otra posibilidad sería insertar el gen en la fase de los
gametos, operando en el óvulo o en el espermatozoide antes de la fecundación ...
Los individuos cuyo genoma se hubiera modificado genéticamente de esta manera se conver-
tirían en lo que, con razón, podría llamarse «una nueva raza». Yo creo que este término,
además de ser sin duda controvertido, es justo, porque ÚJs individuos modificados serían
realmente tanto «nueuos» como una "raza», en primer lugar en el sentido de que tendrían
una constitución genética sin precedentes, completamente nueva, y también en el sentido de
que su constitución genética diferiría sistemáticamente de la de otros individuos humanos. Su
reclamación por ser una raza, a pesar de que podría ser que no desearan hacer estas reclama-
ciones, se basa clara pero no decisivamente en el hecho de que podrían transmitir esta nueva
constitución mediante la reproducción normal con otros miembros de la misma «razas'".
14 He borrado las notas al pie innecesarias de esta cita, pero quizás vale la pena tener en cuenta
lo siguiente: «Por supuesto, los miembros de la Nueva Raza podrían transmitir su nueva constitución
genética con sus ventajas, incluso si no procrean con otros miembros de la raza. En las siguientes
generaciones, el 50% de los niños de una trayeccoria "exógama" heredarían. Por lo tanto, si el indi-
viduo no se reprodujese entre el grupo de la trayectoria, la transmisión y la extensión del gen y sus
efectos sería bastante amplia (asumiendo, por supuesto, que el gen es capaz de expresarse en condición
homocigota. Sin embargo, y debo este punto a Susan Kimber, no -serfa satisfactorio desde el punto
de vista de los padres saber que solamente la mitad de los niños (por estadística) se beneficiarán de
la nueva tecnología. Daría pie también a problemas entre hermanos interesantes y, quizás, serios».
JOHN HARRIS
In 1990, la palabra «raza» tuvo una resonancia que se ha perdido
parcialmente. Si hubiese escrito estos fragmentos hoy, probablemente los
«procesado» y habría seguido los pasos de otros al hablar de «naturaleza ... �'"'""·u""'
«posthumanismo» e incluso me habría referido a las «poblaciones» en lugar de
los efectos sobre la «sociedad y el mundo en general». No obstante, se trata
cialrnente de los mismos puntos. Sin embargo, todavía concluyo el cu,:.,.... ,c,,.,11u,
como lo hice en su momento, con una nota de optimismo sobre las
y la conveniencia de los mejoramientos:
Por mi parte, acojo la posibilidad de una nueva raza de personas con oportunidades de
que no tenemos a nuestra disponibilidad ahora. Por supuesto, las diferentes
genéticas de la ingeniería en el genoma humano no harán automáticamente del mundo
lugar mejor en el que vivir, ni harán a la gente necesariamente más feliz. Todavía tenaremo«
que trabajar tan duro como siempre para reducir los prejuicios, entre los que se incluye
prejuicio contra la nueva raza, para combatir las injusticias, eliminar la pobreza, el ham-
bre, la crueldad y miles de impactos no naturales que nos acechan; así como los naturales'>.
No obstante, el hecho de que no podemos curarlo todo nunca ha sido un argumento para
no curar algo, especialmente cuando se trata de algo que causa dolor, miseria y una muerte
prematura.
Para ponernos al día con estas posibilidades, consideremos las siguientes
situaciones:
1. Imagine que hay alguna enfermedad contagiosa que se puede eliminar
actuando sobre el medio ambiente. Supongamos que podríamos matar
los agentes infecciosos que se transmiten por el aire al introducir en la
atmósfera una sustancia inofensiva para la flora y la fauna, pero letal
solamente para el objetivo de esos agentes infecciosos, ya se trate de una
bacteria o un virus. Si pudiésemos confirmar que el aditivo en la atmós-
fera fuese inofensivo para todo menos para el virus, bacteria o lo que sea,
acogeríamos sin duda ese descubrimiento. Todo es evidente, y no hay
nada en contra. Una intervención así no sería, sin embargo, tecnología
de mejoramiento; no cambiaría a los seres humanos de ninguna manera,
sino que les protegería, o haría inmunes, de estas infecciones.
2. Ahora imagine que pudiésemos eliminar estas enfermedades contagiosas
con vacunas eficaces, como hemos conseguido hacerlo con la polio y la
viruela. En principio, acogeríamos la idea como una medida de salud
15 Ibídem.
146
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MO
pública eficaz y maravillosa, que salvaría vidas, dinero y minimizaría el
sufrimiento y la angustia. Todo es evidente, y no hay nada en contra. Las
vacunas son, por supuesto, parte de la tecnología de mejoramiento, una
que ha sido aceptada desde hace mucho tiempo (desde que se empezó a
utilizar la vacuna contra la viruela a mediados del siglo XVIII). Es intere-
sante que haya habido muy poca resistencia a esta forma de mejoramiento.
3. Muchos de los laboratorios más importantes del mundo están buscando
ahora terapias radicales que también supongan mejoramientos. Por ejem-
plo, el laboratorio de David Baltimore en el Instituto de Tecnología Cali-
forniana está trabajando en la posibilidad de crear resistencia, o posible
inmunidad al VIH/SIDA y al cáncer en las células16• Los beneficios de
este y otros trabajos relacionados por todo el mundo son incalculables.
Fueran lo que fuera, también serían mejoramientos radicales, ya que,
desafortunadamente, la inmunidad al VIH/SIDA o al cáncer no forma
parte del «funcionamiento normal de las especies o el «típico funciona-
miento de las especies» de nuestra especie. Otros grupos17 están traba-
jando en terapias para prolongar la vida utilizando una combinación de
investigación con células madre y otras investigaciones para que las células
envejezcan para regenerar el envejecimiento o los tejidos enfermos, así
como para desconectar el proceso de envejecimiento en las células. De
nuevo, vivir varios cientos de años y quizás llegar a ser «inmortales» no es
parte del normal funcionamiento de las especies, para la nuestra.
16 Baltimore, D., 2003. Using stern cells as targets for gene therapy approaches. Firs: Interna-
tional Congress ofStem Cell Researcb, Síngapore, presentación· en conferencia.
17 Bodnar, A. G., Ouellette, M., Frolkis, M., Holt, S. E., Chiu, C. P., Morin, G. B., Harley,
C. B., Shay, J. W., Lichtsteiner, S., Wright, W. E., 1998, «Exrensíon of life-span by introducrion of
telornerase into normal human cells», Science 279, 5349: 349-52.Weinrich, S. L., Pruzan, R., Ma.,
L. B., Ouellette, M., Tesrner, V.M., Holr, S. E., Bodnar, AG., Líchtsceiner, S., Kim, N. W., Trager,
J. B., Taylor, R. D., Carlos, R., Andrews, W H., Wrighc, W E., Shay, J. W, Harley, C. B., Morin,
G. B., 1997, «Reconstitution of human telomerase with the remplace RNA cornponent hTR and
che catalytic protein subunit h TRT», Nature Genetics 17, 4: 498-502. McBrearty, B. A., Clark, L.
D., Zhang, X. M., Blankenhorn, E. P., Heber-Katz, E., 1998, «Genetic analysis of a mammalian
wound-healing trait», Proceedings 0/The NationalAcademy Of Sciences 0/The United States OfAme-
rica, vol. : 20, 11792- 7. Para un resumen completo de trabajo relacionado, ver de Grey, A D. N.
J. (ed.), «Srrategies for Engineered Negligible Senescence: Why Genuine Control of Aging May Be
Foreseeable», Annals NY Acad Sci., vol. 1019, 2004.
147
�=�=�-. ,.·,�="·-·. -·,-·,··
. . ,�,,-.. ,,.. ,,_ __.__ ,,,,,,,_,.,_, , ..__ -- _, .- ,
JOHN HARRIS
Curar las disfunciones y mejorar las funciones
Es habitual hacer una distinción entre reparar o curar una disfunción, por UÁ
lado, y mejorar una función, por otro. A los que, como Christopher Boors¿
Norman Daniels18 y otros definen las enfermedades en términos de una desvi{i
ción del funcionamiento normal o típico de la especie les atrae con frecuencf>
esta distinción, porque para ellos el mejoramiento también es una desviacióri
del funcionamiento normal o típico de la especie. Desde este punto de visd:,
reparar una disfunción es recuperar el funcionamiento típico de la especie desde
abajo, por así decirlo, mientras qi¡e el mejoramiento es salir de un funciona
miento típico de la especie hacía arriba. En este sentido, curar una enfermedad
es recuperar el funcionamiento típico de la especie, mientras que mejorar supon�
interrumpir el funcionamiento dpico de la especie. Sin embargo, es cierto, sir{
duda, que recuperar el funcionamiento típico de la especie supone un mejoral\
miento para el individuo en cuestión, a menos que funcione sobre su valor {
que la recuperación sea perjudicial o le provoque daños. La mayoría de lo qué}
se consigue con terapia supone un mejoramiento para el individuo en relación ,
a su estado antes de la terapia. . . ·.
Con esta distinción, surge un problema, porque las mismas terapias, qu�/
pueden ayudar a algunos a recuperar el funcionamiento normal, o, como pre..i
feriría denominarlo yo «mejor o más adecuado», pueden suponer para otros un
mejoramiento radical. Los tratamientos regenerativos con células madre parc1/
personas con daños cerebrales serían sin duda terapia. El mismo tratamiento erri\
personas con cerebros normales o sin daños podría, sin embargo, mejorar la fon-/:
ción cerebral, del mismo modo que el tratamiento para la pérdida de memorii/
en cerebros dañados podría mejorar la memoria en cerebros normales.
Hay otra parte en la que he��J:J.���!ón_ t�eia/tratamiento:
_
blanci
Imaginemos que, debido al deterioro de la capa de ozono, todas las personas con piel
fueran vulnerables a cdnceres de piel incluso por una ligera exposición a la luz, pero las per(;
sanas con piel oscura o negra fueran inmunes. En este caso, consideraríamos que los blancos{
sufrirían discapacidades considerables en relación a las personas de piel mds oscura. Y, sí la
pigmentación de fa piel pudiera alterarse de forma sencilla, el hecho de no hacer las altera-)
18
Boorse, C., 1981, «On the distinction berween disease and illness», en Cohen, M., Nagel, T., y :-
Scanlon, T., Medicine and Moral Philosophy (Prínceton, N. J.: Princeton Universiry Press). Daniels, N., \
1985, [ust Health Care (Cambridge: Cambridge University Press). Daniels, N., 1996, [ustice andJusC
tification (Cambridge: Cambridge Universiry Press), 185. \\
148
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
I i
1'
1
sería incapacitante. . . en este caso los blancos tendrían discapacidades en relación a f::
de piel negra aunque su foncionamiento fuera el típico o normal de la especie'".
11Pr·rnn,rlS
No morimos por la edad sino por las enfermedades de la edad"; Es típico de
especie que muramos por estas como lo hacemos normalmente, pero no
necesariamente imprescindible que lo hagamos. Si pudiésemos tratar sisterná-
ul.,,1.u1""'" estas enfermedades de manera que permitiésemos que se regenerara el
_tejido (utilizando quizás terapia decélulas madre) y al mismo tiempo deshabilitar
proceso de envejecimiento en las células, estaríamos haciendo mejoramiento;
manera
pero sería un caso diferente en el que tratar una enfermedad de una
determinada también constituye una terapia de mejoramiento. Tratar sistemá-i
ricamente las enfermedades de la vejez con el resultado de que la gente vival
inmortales,Jl
bastante tiempo, hasta el punto de que algunos puedan llegar a ser
parece constituir tanto terapia como mejoramiento. Esto sin embargo se produce
solamente porque tratar las enfermedades parece típico de la terapia, no porque
el normal funcionamiento de las especies juegue ningún papel aquí.
· Sin embargo, tal como definen las enfermedades Boorse y Daniels, crac)·\
las enfermedades de la vejez no sería terapéutico (de hecho, las enfermedades de .
la vejez no serían enfermedades) de ninguna manera porque las enfermedadesJ
_gs�ez son dpicas de las�P.:� (o constituyen, poÍ--sup"úest:0:'üññOrmay
funcionamiento de las especies); y es típico de las especies y parte del norma)'
funcionamiento que dejemos de funcionar en la vejez y muramos. /
Por supuesto, viendo estos ejemplos, los que deseen adherirse a la distinción
terapia/mejoramiento podrían decir «sí, la terapia y el mejoramiento a veces son
lo mismo, pero no siempre». Pero ahora pensemos en que��,;_�pias r,utif!�É� .
como la vacunación, son tecnologías de mejoramiento_ y que el significado de
�dTstincToñaescle-oñ-_rramc5'"cievista·m;;;Jy'";";�·;Ílidad se derrumban. No
hace ninguna distinción significante desde el punto de vista moral ni ninguna
explicativa y, por lo tanto, fracasa absolutamente en su utilidad. Volveremos
· brevemente a la pregunta de lo que es una distinción relevante desde el punto
de moral en este campo.
19
Ver mi «One principie and three fallacies of disabiliry studies», [ournal o/Medica! Etbics, vol.
27: 6, 2001.
20
John Harris, «Inrlmarions of Irnmortaliry», en Science, vol. 288: 5463: 59, 7 de abril de
2000, y John Harris, «Immortal Ethics», en de Grey, A. D. N. J. (ed.), «Straregies for Engineered
Negligible Senescence: Why Genuine Control of Aging May Be Foreseeable», Annals NYAcad. Sci.,
vol. 1019, 2004.
149
 ········-·---·------------··-··-· -·-·------
JOHN HARRIS
Esto obliga a revisar la distinción entre terapia y mejoramiento y a reconside-
rar el tema de nuestros motivos por y la justificación de nuestra interferencia en
la lotería natural de la vida. Aquí, resulta útil ver los intentos de Alan Buchanan
por abordar este tema.
Nuestro compromiso por intervenir en la lotería natural de la vida
En uno de los libros de filosofía sobre este tema más famoso e influyente, Allen
Buchanan sostiene que el motivo que tenemos para intervenir para tratar o curar
discapacidades, y que igualmente se aplicaría presuntamente al tratamiento de
enfermedades, es «en aras de la igualdad de oeortullidades»,))ice: « ••. alguna de
nuestras instituci�sm""ásbáJc;s'reflej;-�n compr�;iso para intervenir
en la lotería natural en aras de la igualdad de oportunidades»21• Para estar seguro,
la inquietud principal de Buchanan es mostrar cómo el concepto de igualdad
de oportunidades exige una ampliación para aceptar lo que Thomas Scanlon y
otros han denominado un concepto de igualdad de oportunidades «basada en la
suerte en sentido estricto» brute luck»: un concepto que cree en la intervención
para mitigar los factores que perjudican, que no están bajo control del sujeto
que tiene esos factores22• Se trata de un tema constantemente repetido, aunque
no universal, sobre las razones morales de Allen a favor de las intervenciones
terapéuticas e incluso de mejoramiento. De nuevo: «En otras palabras, la igual-
dad de oportunidades tiene que ver con asegurar una competición justa a los
que pueden competir y evitar o curar enfermedades que impiden que la gente
desarrolle las habilidades que le permitirían competir»23. Buchanan et al. siguen
tímidamente a Daniels y Rawls aquí. «Como sostiene Norman Daniels, el caso
de un derecho moral a la atención médica depende, en parte, del hecho de que
la salud fomente la igualdad de oportunidades-". Aquí se hace más evidente el
paso de simplemente ampliar una concepción de igualdad de oportunidades a
confirmar esa concepción como una parte importante del derecho moral a la
atención sanitaria. Es esta idea, la idea de que las razones morales que tenemos
para buscar salud o mejorar el funcionamiento de los seres humanos (en resu-
21 Buchanan, A., Brock, D., Daniels, N., y Wikler, D., 2000, From Chance to Choice (Cambri-
dge: Cambridge Universicy Press), ch. 3, 71. --
22 Scanlon, T, 1989, «A Good Start: Reply to Roemer», Boston Reuieio 20, 2: 819.
23
Buchanan et al., op. cit. 74.
24 Ibidem., 73.
150
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
men, «nuestro compromiso por intervenir en la lotería natural de la vida») tienen
mucho que ver con la igualdad de oportunidades, o la «capacidad de competir»,
la que es verdaderamente rara.
Por supuesto, la igualdad de oportunidades es algo que deberíamos intentar
aprovechar al máximo al prestar mejoramientos en la salud o el funcionamiento,
pero parece que solo está conectada a nuestras razones morales para hacerlo de
una manera débil y supeditada. Imaginemos que hubiera una enfermedad dolo-
rosa que afectara a algunos pero no a todos; y que, sin embargo, no afectara a
la capacidad de la gente de competir o a la búsqueda de oportunidades. Yo creo
que tendríamos exactamente los mismos motivos compasivos o razones morales
de intervenir en la lotería natural para eliminar esta enfermedad que tendríamos
si también «afectara a la competición». Este último factor no parece añadir nada
a nuestras razones morales por mitigar la enfermedad.
Sin duda, lo contrario también es cierto. Cuando una característica frustra
la igualdad de oportunidades, ese hecho también supone una justificación moral
suficiente y completa para intentar eliminarla. Lo que no hace es ofrecer una
justificación necesaria. El compromiso por intervenir en la llamada «lotería natu-
ral» sería (o debería ser) convincente de una manera bastante independiente de
cualquier contribución que haga a la igualdad de oportunidades. No obstante,
como he indicado, a la hora de buscar salud y/o mejoramiento por las buenas
razones que tenemos para hacerlo, deberíamos intentar asegurar la igualdad de
oportunidades para acceder a estos bienes. Pero la afirmación de que «el caso de
un derecho moral a la sanidad se basa, al menos en parte, en el hecho de que la
atención sanitaria promueve la igualdad de oportunidades» parece no ser cierta.
La igualdad de oportunidades puede ser en algunas circunstancias una razón
adicional mayor para apoyar el derecho moral a la atención sanitaria, o, por
supuesto una separada, pero considerar la igualdad de oportunidades como una
parte esencial de la base moral de un derecho así o, ciertamente la motivación
moral para establecer un derecho así, es dudoso. He comentado en otros sitios
25
que si el suministro de atención sanitaria impide daños a los seres humanos, la
razón moral para suministrar esa atención es tan completa como tiene que ser.
La igualdad de oportunidades puede tener algo que decir sobre la elección de a
quién ayudar en condiciones de escasez, pero parece un candidato inapropiado
25 The Value ofLife (Londres: Routledge, 1985) y Yiolence and Responsibíliry (Londres: Routledge
& Kegan Paul, 1980).
151
JOHN HARRIS
para un factor que puede tener alguna prioridad a la hora de explicar o justificar
«un compromiso para intervenir en la lotería natural».
Imaginemos ahora que todos nos viésemos afectados por una enferme-
dad debilitante, por lo que no habría desigualdad de oportunidades, aunque
sí, entre otras cosas, se reducirían las oportunidades para todos. La oportu-
nidad reducida innecesariamente constituiría en sí misma una razón moral
suficiente para «intervenir en la lotería natural», no en aras de una igualdad
de oportunidades (ni, por supuesto, de competición), sino en aras de una
oportunidad mejorada o un funcionamiento mejorado. De manera similar si,
como comentábamos cuando planteábamos el mejoramiento, se desarrollase
un nuevo tratamiento protector, aunque antes de implementarse habría una
situación igual de desventaja al no tenerlo, el imperativo moral de introducirlo
no se referiría de ninguna manera a la igualdad de oportunidades, y ninguna
de estas apelaciones mejoraría ese caso.
Buchanan et al.26 apuntan que: «Sin embargo, es posible que algunas des-
igualdades naturales no sean desviaciones del funcionamiento normal de las
especies27, pero limiten seriamente las oportunidades de un individuo de aléanzar
un umbral de competencia normal. En este caso, las intervenciones genéticas
podrían ser necesarias si hubiera que eliminar esta barrera hacia la oportunidad».
Anticipándose a la pregunta sobre las precisas circunstancias en que se puede
dar esto, Buchanan et al. contestan: «Que suceda o no dependerá de cuál es Ía
distribución normal de varias características y cómo se relaciona con los requeri-
mientos más fundamentales para participar con éxito en la cooperación social de
una determinada sociedad»28• No parece plausible pensar que el funcionamiento
normal de las especies o una exitosa cooperación social sean las ideas clave que
autoricen una intromisión en la lotería natural de la vida, y no es difícil ver por
qué.
Pensemos otra vez en las tecnologías de mejoramiento sobre las que hemos
hablado anteriormente: la ingeniería en las células para resistir el VIH y el cán-
cer, o para mejorar la esperanza de vida de los humanos. Estos dos conjuntos de
posibilidades mejorarían al ser humano de una forma radical, hasta el punto de
que, si consiguiésemos encontrar maneras de hacer a esos cambios permanentes,
26
Op. cit., 75.
27
Esta manera de definir la salud y la enfermedad viene de Boorse (1981) pero también la
utilizan Daniels (1996, 185) y muchos otros.
28
Op. cit., 74.
152
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
de insertarlos en la línea germinal, por ejemplo, «nosotros» podríamos dejar de
ser humanos: podríamos haber evolucionado a una especie distinta nueva. Piense
lo que piense uno sobre estas perspectivas,"-��am..ent.�Ul.ª-9.�!!1.. Q,.LJP.:�::
desde el de vista ético a de si '
que
preguntarnos: ¿cuál es motivo introducir estas y otras terapias nuevas en
primer lugar? No puede ser recuperar el funcionamiento normal de las especies
porque la inmunidad al cáncer no es parte de este. Tampoco querríamos hacer
de forma plausible a la gente inmune al cáncer para ayudarle a llegar al «umbral
de competencia normal». La competencia normal y el funcionamiento normal
de las especies no constituyen razones para considerar la introducción de estas
y otras muchas terapias y mejoramientos nuevos. Tampoco podría ayudarnos
aquí la idea de la igualdad de oportunidades, quizás las oportunidades, pero no
la igualdad de oportunidades.
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Piense en .dos.hermanas... .ge:,mtlas ,SJ.!!t�i�-�!l.,.�.!l..SJ11c;$!",.,,,�l�!1$�td.�=4.t),a_de:\. ··
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Nuestro motivo desde el punto de vista moral y la razón para curar a la gemela)
con posibilidades no tienen nada que ver con la igualdad. Tiene que ver con :
salvar una vida que puede ser salvada o con aliviar el dolor, el sufrimiento y la,, ·.
angustia que se presentan con una oportunidad para hacerlo. ,,,,/'
El imperativo moral del trabajo de David Baltimore, por ejemplo, es que se
necesita para lo que Hobbes se refirió como «la seguridad de la gente»29 y para
lo que otros han llamado «beneficencia o maleficencia», o bienestar. Se trata
de imperativos bastante independientes de su impacto sobre o la compatibili-
dad con la igualdad de oportunidades o la justicia igualitaria. Un momento de
reflexión muestra el porqué. Hay una gran insuficiencia de órganos de donantes
para trasplantes en el mundo, sin duda en los EE. UU. y el Reino Unido. Aun-
que no podemos tratar a todos los que necesitan trasplantes para salvar su vida,
tratamos a todos los que podemos y lo hacemos porque no hacerlo costaría vidas.
No decimos que no vayamos a realizar ningún trasplante hasta que podamos
asegurar un acceso igualitario a los trasplantes para todos los que los necesiten.
29 «La misión del soberano (sea un monarca o una asamblea) comiste en el
fin para el cualfae inves-
tido con el soberano poder, que no es otro sino el de procurar la seguridad del pueblo; a ello estd obligado
por la ley de naturaleza ... » Hobbes, 1960, 30: 1.
153
--� •n.
. ·•·••· .. ,, - -- .
JOHN HARRIS
Esperamos distribuir el acceso a esos órganos de una manera acorde a la igualdad
de oportunidades, pero la razón por la que salvamos vidas no es para asegurar
igualdad de oportunidades o un acceso a la «competencia normal».
r··-Está claro que el motivo desde el punto de vista moral para utilizar
J logía para intervenir en la lotería natural de la vida es por el bien de las cosas
f buenas que traerá. La igualdad de oportunidades será algunas veces una de estas
\� cosas buenas. Con mayor frecuencia, será una limitación en la forma en la que
cosas buenas se pueden lograr legítimamente. Salvar vidas o, lo que es lo
,_5stas
mismo, posponer la muerte, al eliminar o evitar discapacidades o enfermedades,
o al mejorar el funcionamiento humano son las razones más obvias y normal-
mente las que tienen mayor peso. Son las razones fundamentales que tenemos
para prevenir o mitigar las discapacidades y tratar o curar las enfermedades.
Daniels y los límites al mejoramiento
En vista de los imperativos morales que sirven de base del mejoramiento que
acabamos de identificar, el principio de precaución de Daniels fracasa en su
función de protección principal. Veamos otra vez su argumento de precaución:
{P�r ejemplo, si intentamos mejorar o eliminar una enfermedad genética grave, o una enfer-
f medad para la que puede haber remedios genéticos o médicos,. La probabilidad del posible
1 beneficio
de La intervención experimental debe superar a la certidumbre de una enfermedad
' catastrófica. Pero si de un resultado nega-
vista ético, no noaernos
argumento tiene gran fuerza.
-;
El argumento de Daniels tiene dos elementos esenciales. En primer lugar;
señala que los beneficios de intervenir en la lotería natural pueden superar los
riesgos donde la alternativa es «una certeza de enfermedad catastrófica». Es
importante ser claros en este tema sobre si la certeza de enfermedad es estadística
o personal. Por ejemplo, si intentamos diseñar una inmunidad al VIH/SIDA en
los genes de la gente del futuro, no hay ninguna certeza de que un individuo vaya
a ser expuesto al VIH, y menos a contraerlo, pero el riesgo sobre los individuos
y las poblaciones es tan grande que la falta de certeza en cualquier caso parece
irrelevante para la justificación de correr el riesgo necesario. Por supuesto, el
grado y la magnitud de los riesgos que merece la pena correr para protegernos
de enfermedades graves es considerablemente importante, pero la evaluación
154
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL .
de estos riesgos parece no depender de la certeza de contraer la enfermedad en
cuestión. Esto mismo se aplicaba a las vacunas para la viruela, la polio y otras
enfermedades. Es un caso en el que puede no haber un beneficio directo para
el sujeto de la investigación o el procedimiento terapéutico, pero en el que los
procedimientos están justificados por los posibles beneficios para la sociedad o
para las poblaciones y para el interés del sujeto desde un enfoque más amplio'".
Esto, por supuesto, desafía alguno de los elementos habituales de las con-
venciones nacionales que pretenden dirigir la investigación. Por ejemplo, cuando
Daniels menciona antes que «es probable que un protocolo cuidadoso de inves-
tigación en humanos pusiera freno a estos experimentos», podemos encontrar
ejemplos en el párrafo 5 de la Declaración de Helsinki que dice: «En investi-
gación médica en seres humanos, el bienestar de la persona que participa en
la investigación debe tener siempre primacía sobre todos los otros intereses»!'.
Sin embargo, la coherencia de esta disposición es impugnable y depende cru-
cialmente de lo estrictamente que se tengan en cuenta los intereses del sujeto32•
El segundo elemento del argumento de Daniels otorga gran peso a la idea de
que si estamos «intentando mejorar un rasgo normal, los riesgos de un resultado
negativo, por pequeños que sean, superan el resultado aceptable de la normali-
dad». No está clara con esto la relación que Daniels piensa que hay entre la nor-
malidad de un rasgo y la aceptabilidad del resultado. Pat5:.S.L9-ªLg,.�.,nt��I-�9.�
Jil�t.ta§.go.s..normales. s.0,n.,.,�f,�R.t�E�L<:D__sí,, quizás porque cree que la enfermedad"'·,.
es siempre una desviación de lo normaly,"p;r lo tanto, que la normalidad es un
estado libre de enfermedades. No obstante, como hemos visto, las enfermedades!
y la muerte innecesaria son horriblemente humanas, y aunque hacen menos J
efectivo el funcionamiento normal en algunas fases de la vida, no lo hacen en laI
edad avanzada, donde es normal caer en ellas. ....__)
Claramente, si intentamos mejorar un rasgo que de otra manera sería acep-
table, no merecería la pena correr pequeños riesgos. El problema con esta formu-
lación es que hay muchas probabilidades de que la conciencia de la posibilidad
30 Ver John Harris, «Ethical generic research», en [urimetrics: The fournal of Law, Science, and
Policy, publicación de otoño 1999 (vol. 40: 1), 77-92, y John Harris, «Scientífic Research is a Moral
Dury», en [ournal of Medica! Ethics, vol. 32: 4 de abril de 2005.
31
The World Medica! Association Dedaration ofHelsinki, adoptada por la 52ª General Assem-
bly, Edimburgo, Escocia, octubre de 2000. Con la nota de clarificación del párrafo 29 añadida por
la WMA General Assembly, Washington 2002.
32
Ver Harris, «Scientífíc Research is a Moral Dury».
155

JOHN HARRIS
de mejora afecte a la aceptabilidad de un rasgo. "La miopía a una determinada
edad es normal y quizás era aceptable antes de existir las gafas; y los dolores en
el parto eran considerados no solamente aceptables sino obligatorios incluso
después de la llegada de una analgesia eficaz: era sin duda un normal funciona-
miento de la especie.
Los aumentos de la esperanza de vida son un caso todavía más claro. Cier-
tamente no es normal para los humanos vivir más de 100 años y, hasta ahora,
por lo que sabemos, nadie ha vivido más de 122 (aunque muchos creen que es
probable que la primera persona que vaya a vivir 150 años ya está viva e, incluso
años33).
algunos científicos creen que ya vive alguna persona que vivirá 1000
fMorir de vejez es aceptable34 solamente porque lo vemos como inevitable. Si no
\j fuese inevitable, la aceptabilidad sería problemática. Podemos, quizás de forma
"artificial, intentar separar la muerte por vejez y la muerte por enfermedades de
la vejez. Hemos dicho que morir por enfermedades de la vejez es normal, pero
quizás si fuésemos capaces de combinar los tratamientos regenerativos de las
enfermedades de la vejez con la habilidad de parar el proceso de envejecimiento
en las células, podríamos conseguir una esperanza de vida mayor y más sana.
De una forma más clara, esto tendría muy poco que ver con el funcionamiento
normal, y aun así este hecho parece ser de poca ayuda al pensar sobre la ética o
el atractivo de dichos mejoramientos, y mucho menos sobre la pregunta de qué
riesgos valdría la pena correr para conseguirlos 5. Si estamos intentando mejorar
3
un rasgo que de otra manera sería normal, como la vejez, parece poco convin-
cente asumir simplemente o estipular que «Íos riesgos de un resultado negativo,
por pequeños que sean, superan el resultado aceptable de la normalidad»,
''ta normalidad ��l rasgo en cuesti�� no está efectuando clar�mente ningún
abajo en la evaluación de su aceptabilidad desde el punto de vista moral o de
s riesgos que puede merecer la pena correr para cambiar las cosas. ill.-��J.1,LUU:i.......;,\
33 Esta es la idea de Aubrey de Grey en una comunicación personal el 21 de marzo de 2005.
Ver también la de Grey A. D. N. J., «Escape velocity: why the prospect of extreme human lífe
extension matters now», PLoS Biol. 2(6), 2004, 723-6, en el que supone que «la primera persona
que vaya a vivir 1000 años probablemente tenga solamente de 5 a 1 O anos menos que la primera que
vaya a vivir 150».
34 Para
aquellos para los que es aceptable.
35 He debatido sobre alguna de estas cuestiones en «Intimations of Irnmortaliry» en Science, vol.
288: 5463, 59, 7 de abril de 2000, y en mis consideraciones con un nombre parecido, pero más com-
pletas «Intimations of Immorcality-The ethics and [ustice of life exrendíng rherapies», en Michael
Freeman (ed.), Current Legal Problems (Oxford: Oxford University Press, 2002), 65-95.
156
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL
}a acep�LJLJR,.O..QJ.IR�1ci<!d,J191?�.q!J�dan!9,$w�P.,.J?,�,4�.J!y.. fü.�L2i,� ....moral o
..�[�!!;.�JJJ,?..,tiv�:... En pocas palabras, �.!1.0-.S.Q��.1ª-bJes ( en el· ;�-�tido
normativo en lugar de, por supuesto, el simplemente descriptivo de «aceptable»)
�S'll!.�..§��12.J}�.E!l:1���-�: .. �.°..�. �cepcables porque v_a}_e la pena tenerlos. Si no vale
la pena tenerlos, osfval�Ta-peñ'it'ño'téñerfm:�·:s;:tii'.o;m;Jrcti'éf''parecectesprovista
de interés o fuerza. Para mí, esto se aplica obviamente a salvar vidas, es decir,
a posponer la muerte o a aumentar la duración de la vida, a resistir las enfer-
medades de la vejez y las que surgen en cualquier momento, como el VIH, el
cáncer y las enfermedades de corazón. Si se aplica o no a los mejoramientos para
las funciones cognitivas, como la pérdida de memoria u otros procedimientos
de tratamiento, o para la personalidad, es una cuestión más problemática solo
siempre y cuando los beneficios sean más problemáticos en muchos aspectos.
Parece no haber en principio ninguna diferencia aquí y, por lo tanto, ninguna
diferencia en las consideraciones importantes desde el punto de vista ético.
Cuando Daniels dice que «desde el punto de vista ético, no podemos lle-
gar a esa situación desde aquí», parece algo incierto; y no tengo muy claro por
qué piensa que «este argumento tiene gran fuerza». El problema parece ser una
suposición injustificada de que los rasgos normales son aceptables por su nor-
malidad y de que los riesgos de los nuevos «tratamientos» se pueden justificar
solamente cuando la alternativa es una enfermedad catastrófica inevitable. Se
trata de debilitar o calificar el argumento de manera que la previsibilidad se
refiera a un conjunto pero no a un individuo y que los rasgos normales sean
solamente aceptados cuando se desean y son beneficiosos. Y así, el argumento se
reaviva, pero solamente a costa de abandonar totalmente la distinción terapia/
mejoramiento, y únicamente si el trastorno se define como relativo no al funcio-
namiento regular de las especies o al funcionamiento normal de las especies, sino
al funcionamiento posible": La única pregunta que queda es, entonces, si vale la
pena intentar llevar a cabo las posibilidades, dados los beneficios ofrecidos, y el
grado o la magnitud de los riesgos involucrados. Para responder a esta pregunta,
no necesitamos referirnos ni a la normalidad ni a las enfermedades.
Lo que necesitamos es, como hemos apuntado, el reconocimiento de que el
imperativo moral y el motivo más habitual desde el punto de vista de lo moral
para utilizar tecnología para intervenir en la lotería natural de la vida son por
el bien de los daños que prevendrá y las cosas buenas que traerá. Salvar vidas, o
lo que es lo mismo, posponer la muerte, eliminar o prevenir las discapacidades
36
Esta es, de hecho, la forma en la que estoy tentado a caracterizarlo.
157

JOHN HARRIS
o enfermedades, o mejorar el funcionamiento humano son ejemplos de estas
cosas buenas. La cuestión pendiente es la de qué riesgos vale la pena correr para
conseguir estas cosas buenas, tanto para los individuos como para las poblacio-
nes. Cuando el riesgo solo afecta al individuo, este debería decidir por sí mismo.
Cuando el riesgo es para los individuos y generaciones futuros, es la sociedad la
que tiene que hablar, razón por la que nuestro enfoque debería quedarse en las
sociedades en lugar de en las poblaciones. Los principios sobre los que las socie-
dades tienen que decidir estas cosas no son un tema que aborde este artfculo37• Lo
que se puede decir, sin embargo, es que las sociedades tienen una responsabilidad
de abordar estos temas y que su responsabilidad no está simplificada o clarificada
en referencia a lo que es normal, natural o típico de las especies. Tampoco sirve
de mucho pensar cómo se han definido tradicionalmente las enfermedades o dis-
capacidades, ni en referencia a la igualdad de oportunidades, excepto cuando se
refiere a la igualdad de oportunidades para acceder a las tecnologías pertinentes.
/_,T'' La cuestión moral es, y seguirá siendo: ¿cómo de beneficiosos serán los mejo-
/ /ramientos propuestos? y ¿vale la pena que los individuos y las sociedades corran
f f riesgos para conseguirlo�? El imperativo mor�l es la seguridad. de la gente y el
¡ i deber de comparar los nesgas con los beneficios, pero no partiendo de la base
; l de la normalidad de los riesgos ni de los beneficios, ni de la base de su contri-
\�-��ción a la igualdad de oportunidades. En cambio, éste se basa en la magnitud
'y probabilidad de esos beneficios, en si salvarán vidas, o lo que es lo mismo,
pospondrán la muerte'", y en todo el daño y sufrimiento que los mejoramientos
en cuestión pueden evitar o prevenir.
La terapia y el mejoramiento no se excluyen mutuamente
Daniels, con una bocanada en cierto modo magistral, considera que «el problema
es, en gran medida, semántico y no fundamental para la distinción entre trata-
miento y mejoramiento». De hecho, si no tuviéramos vacuna contra el VIH/
SIDA ni una modificación genética que nos protegiera, pero encontráramos una
37 Pueden encontrar algunos indicadores de cómo abordaría estos temas, entre otros, en mi
libro Violence and Responsibility (Londres: Routledge & Kegan Paul, 1980), en John Harris y John
Sulston, «Genetic Equity», en Nature Reuieus Genetics, voL 5. octubre de 2004, 796-800, y en mi «Sex
Selection and Regulated Hatred», en The]ournal ofMedica! Etbics, Vol. 31: 5, mayo de 2005: 291-5.
38 Esto puede parecer problemático al principio pero creo que esta equivalencia es a la larga
irrefutable.
158
LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN
dieta con hojas de diente de león que nos protegiera, no creo que afirmáramos
haber mejorado la naturaleza humana»39• Yo no considero que las diferencias
entre el enfoque de Daniels y el mío sean «en gran medida semánticas», ya que yo
rechazo por ser incoherente y poco útil la manera en que Daniels hace la distin-
ción entre un funcionamiento normal y uno mejorado. La analogía de Daniels de
las hojas de diente de león me parece poco convincente. A primera vista, parece
como si fuese lo mismo que decir, en el contexto de un debate sobre la ética de
la cirugía radical: «de hecho, si no tuviésemos opción de una mastectomía para el
cáncer de mama, pero, en su lugar, descubriésemos que una dieta que incluyese
dientes de león proporcionaría protección, casi no diríamos que hemos realizado
una cirugía radical». Por supuesto, no estaba asumiendo que todos los métodos
para conseguir un objetivo fueran de mejoramiento, si alguno lo fuese; sin duda,
hay más probabilidades de que solo algunos métodos de protección constituyan
mejoramiento, pero no todos. No obstante, incluso aquí la distinción es difícil
de hacer, y más difícil de sostener; finalmente, fracasa en su totalidad. Piense
en los dientes de león de Daniels: dependiendo de la comprensión de su modo
de operar y de la durabilidad o permanencia de la protección otorgada, pode-
mos llegar a considerar las hojas de diente de león como la ¡mejor tecnología
de mejoramiento! Daniels plantea la cuestión cuando dice: «en otro sentido,
proporcionar esta vacuna estimula a un sistema inmune normal a producir anti-
cuerpos que es capaz de producir, de forma que los individuos y la población
estén protegidos de enfermedades graves»40• Supuestamente, Superman tenía una
fisiología normal antes de su exposición a la Krypronita. Esta «estimularía una
fisiología normal para producir poderes que es capaz de producir»: si dicha fisio-
logía no fuese capaz de producir esos efectos de mejoramiento en presencia de la
Kryptonira, esta no tendría ningún efecto. En el análisis de Daníels, Superman
es en realidad Normalman. Finalmente, en el asunto del modo de operación,
Daniels afirma: «En general, he clasificado las vacunas como parte de la variedad
de «tratamientos» que se salen de lo que es un funcionamiento normal (aunque
esto hace que la idea del tratamiento incluya medidas de prevención, algo que
he hecho explícito en mis escritos). En efecto, cualquier cosa que tenga que
ver con mantener un funcionamiento normal entra dentro del "tratamiento"
en lugar de mejoramiento». Sin embargo, esto simplemente da por sentada la
39 En la nota al pie de página l de su artículo en este volumen.
40
En la nota al pie de página 1 de este volumen.
159
 JOHN HARRIS LOS MEJORAMIENTOS SON UNA OBLIGACIÓN MORAL

cuestión principal, que es si hacer que un sistema inmune normal haga algo que Otra razón por la que esta cuestión no es en gran medida semántica es
normalmente no constituye «normal funcionamiento». porque las consecuencias se deducen de si algo se clasifica como «o constituye
/: La suposición de Daniels de que las vacunas son tratamientos y además semánticamente» normal funcionamiento. Como admite Daniels: «cualquier
/ f realmente medidas preventivas es sin duda irrefutable. No obstante, lo que cosa que tenga que ver con mantener un funcionamiento normal entra dentro
f! quiero decir es que los tratamientos o las medidas preventivas que protegen a del "tratamiento" en lugar de mejoramiento». Quizás para Daniels, y esto es
j f los humanos frente a situaciones a las que normalmente son vulnerables, o que lo que continúa haciendo, porque, para mucha gente, incluidos la mayoría ele\
· j evitan el daño a un individuo al operar en el organismo y afectar la manera en doctores y los que dirigen los sistemas de salud, el tratamiento supone una obli-]
J i la que funciona,/también.3.�-�sc��!E!ªIl!-��'l!=�}»sio..camiem2�:...��to se aplica a gación, de una manera en la que (hasta la fecha) no lo hace el mejoramient0
·¡ fármacos, comida, vacunas, implantes y muchas otras cosas, ya sean «naturales» El inmenso imperativo moral para la terapia y el mejoramiento es evitar
\.
J. o «artificiales» y con independencia de si son parte de una dieta o tratamiento daños y conferir beneficios. Inmersos en ese halo de moralidad, no es importante
\\ \ seleccionado por uno mismo o son una recomendación o receta como resultado si la protección o los beneficios obtenidos se clasifican como mejoramientos,
:1 t de la investigación científica. Los límites entre el tratamiento y el mejoramiento, mejoras, protecciones o terapias. Para Daniels, sí que importa, porque para él
1 entre la el «todo lo que tenga que ver con mantener la función moral entra en el ámbito
\
:, piensa que tienen que ser. Si llevamos una del "tratamiento" en oposición al mejoramiento»!' y, para múltiples finalidades
"-.::· armadura y las flechas y lanzas de la peligrosa fortuna simplemente rebotan en (aunque para ninguna de las mías), se da a la terapia mayor prioridad que al
ella, puede que esto no sea un «mejoramiento» del ser humano (aunque a mí me mejoramiento. Para Allen Buchanan, el imperativo moral más importante parece
parece que incluso aquí la distinción protección/mejoramiento en la manera en ser la igualdad de oportunidades. He mostrado que estos dos enfoques no con-
la que la ve Daniels roza la fractura hasta el punto en el que yo mismo no tengo siguen recoger los objetivos morales que cumplen generalmente tanto la terapia
/Claro en qué lado de la frontera estamos). �-�JJ,!�::1!!.2�. .,P.19!�§1�.f.i�R!ª.I_:_�es como el mejoramiento. También he mostrado que los mejoramientos existentes
¡ (marcapasos cardíacos, por ejemplo) como ayudas tecnológicas y mecánicas o y aceptados, como las vacunas, tienen más sentido cuando confieren beneficios
l mejoramientos. Aunque las prótesis más conocidas reemplazan, por ejemplo, o protegen de daños que cuando sirven los intereses de la igualdad de oportu-
\ miembros amputados, dientes o incluso pechos, ¡normalmente hacen cosas que nidades o los de restaurar el funcionamiento normal.
\
\ los originales no podían hacer! En el futuro, es posible que los chips de silicona
··y�tros dispositivos prostéticos eléctricos y de ordenador o implantes ayuden
y mejoren la memoria, la visión y otras muchas funciones. La nanotecnología
puede permitirnos hacer chips y dispositivos así tan pequeños y ligeros que no
se noten. Por otro lado, si cambiamos la fisiología humana, el metabolismo, la
genética o lo que sea, con una modificación en la dieta, con vacunas, terapia
de células madre, hojas de diente de león u otros medios orgánicos para que el
organismo se vuelva inmune o resistente a flechas y lanzas, o automáticamente
repare el daño desde el interior, los cambios podrían parecer más naturales y
más intrínsecos al organismo humano, como se entiende tradicionalmente. En
cualquier caso, la distinción entre terapia y mejoramiento, entre protección
y mejora no se puede mantener de una forma coherente o consistente. Haga
la distinción que haga, fracasa al identificar dos categorías exclusivas mutua-
mente, y esos maravillosos dientes de león habrán mejorado el funcionamiento
humano. 41
El énfasis de la tipografía es mío.

160 161
�.� · ····· -·············- ....,,..,.,,,,<--·-------------------

7
Jugar a ser Dios
C. A. J. Coady

La acusación de «jugar a ser Dios» se lanza normalmente en contra de las pro-

puestas para utilizar la ciencia y la tecnología para hacer cambios dramáticos en
la manera en la que vivimos y hacemos frente a las muchas enfermedades, ayu-
das, desventuras y aventuras de vivir hoy en día. También se utiliza en muchos
otros contextos para rechazar una línea de acción propuesta, incluida alguna,
como veremos más adelante, del mundo del deporte. Quiero examinar de cerca
esta acusación de jugar a ser Dios para ver lo que significa y a qué se equipara
(si acaso se equipara a algo) como crítica moral. Por lo tanto, no me preocuparé
tanto por si determinadas propuestas son objeto de esta acusación, sino de qué
tipo de objeción hacen los que la exponen. No obstante, para aclararnos más,
tendremos que echar un vistazo a alguna propuesta, o a un esquema de propues-
tas, del tema de las modificaciones genéticas que ha sido objeto de las críticas
por jugar a ser Dios.
Para empezar, hay que dejar claro que la acusación de jugar a ser Dios no
viene solamente de parte de críticas religiosas, aunque es bastante común que
venga de los labios de los que creen que hay un Dios cuya función están usur-
pando los innovadores. Puede parecer raro que los no religiosos se opongan a las
propuestas porque violan los privilegios de un ser que no existe. Visto así, suena
raro de verdad, pero hay, como veremos, otras maneras de plantear la cuestión
que son susceptibles de una perspectiva no teísta o antiteísra.

La perspectiva religiosa
Pero primero, vamos a mirar el problema desde la perspectiva religiosa o teística,
Aquí, creo que la idea es que hay ciertas cosas que es presuntuoso que desarrollen
los humanos, porque son temas que incumben a Dios. El concepto teológico de
«Providencia» entra en juego aquí, al menos en el fondo, y las religiones teísticas

163
C. A. J. COADY
han sostenido tradicionalmente que, de alguna manera, la creación está bajo el
control de Dios. No solo creó el mundo, sino que lo conserva, moldea y se pre-
ocupa por lo que pasa en él. Sin duda, esta idea de Providencia tiene poder en el
cristianismo, a pesar de las dificultades que crea a la hora de explicar la presencia
y persistencia del mal en el mundo. Encontramos estas dificultades de diferentes
maneras que no nos preocuparemos por evaluar aquí, pero merece la pena apuntar
que la idea de que Dios ha concedido a los seres humanos un libre albedrío como
un plan providencial es una parte importante en esas respuestas al problema del
mal. Son tantos los beneficios de la libertad humana que vale la pena sufrir la
capacidad complementaria de hacer el mal, y la implementación de esa maldad.
La «justificación del libre albedrío», como se conoce normalmente, tiene algu-
nos problemas conocidos, pero, para nuestros objetivos, es significante porque nos
recuerda que la idea de Providencia concede a los humanos libertad para actuar
y para crear. Dios puede haber creado los bosques, pero hacer dibujos de estos
u otras representaciones, o plantar más árboles, no es una violación del ámbito
propio de Dios. Puede curar enfermedades en respuesta a la oración, pero la
mayoría de la opinión cristiana no cree que haya que prohibir las investigaciones
médicas para descubrir curas en la Tierra o la recurrencia del devoto a esas tierras.
El lema «Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos» es un vulgar recordatorio
de la perspectiva teológica de que Dios ha dado a los humanos papeles para que
desempeñen, o quizás mejor, que les ha permitido encontrar sus papeles para que
los desempeñen en la evolución del diseño providencial. En este sentido, «jugar
a ser Dios» puede ser una descripción de lo que la teología nos enseña acerca de
lo que Dios nos ha llamado a hacer. En la medida en que somos colaboradores
de Dios, como muestra gran parce de la tradición cristina, y me atrevo a decir
que también otras tradiciones, jugar a ser Dios no es ningún tipo de acusación.
Todo esto me parece cierto, y proporciona cautela ante lo que se puede lla-
mar una interpretación demasiado «pietista» de la soberanía y el papel de Dios.
Digo «pietista» porque la admisión de un papel importante de renuncia a y la
aceptación de la voluntad de Dios en varias tradiciones religiosas no requiere la
sumisión pasiva en el sentido de (seguramente falsa) piedad por todo lo que pasa
o es probable que pase. Esta pasividad después de todo abjuraría de la enérgica
oposición al mal que siempre ha sido una marca de la principal corriente del
Cristianismo.
Entonces, ¿qué queda de la acusación de llegar a ser Dios? Una interpreta-
ción que quiero descartar desde el principio es que el pecado o la inmoralidad
164
son, ipso facto, jugar a ser Dios. Descarto esto porque es inverosímil pensar
hacer el mal deliberadamente sea una forma de imitar a Dios. Quizás haya un
tipo de afirmación personal involucrado en el pecado que llegue a desafiar a
Dios, pero esto me parece un sentido muy poco interesante de «jugar a ser Dios»,
si es que tiene algún sentido. Si jugar a ser Dios tiene que ser una alegación
específica interesante, no debería desmoronarse en una forma cualquiera del mal.
Una manera de acercarnos a la interpretación de «jugar a ser Dios» comienza
por distinguir tres tradiciones de respuesta a la relación entre los seres humanos y
el orden natural. Las imágenes más influyentes relacionadas con esto son: domi-
nación, guía y cocreación. Las dos primeras han destacado en los debates sobre
el papel del cristianismo, a la hora de fomentar lo que muchos han calificado
como actitudes malas hacia el entorno natural. Escritores como John Passmore
han confiado al cristi�nismo el fomento de la idea de que .los humanos se les
á
ha dado soberanía ilimitada sobre la-naturaleza, y ven esta idea como: mínimo,
una de las causas que contribuyen a la degra_dación medioambiental que ha sido
tan característica en la era moderna'. Citan textos como el del Génesis 1 :28,
en el que Dios se dirige a Adán y Eva y les dice: «Llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se
arrastran por el suelo» (versión de la Confraternización). De nuevo, en el salmo
8, el salmista sostiene que Dios ha creado al ser humano «poco inferior a los
ángeles» y, dirigiéndose a Él continúa: para tener «el mando sobre las obras de
tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies» (versión del rey Jacobo). Se supone
que la actitud de dominación (o como la llama Passmore «despótica») implica
una falta de respeto por el resto de la creación, que se ve meramente de acuerdo
al valor instrumental de los seres humanos. Como respuesta a esto, algunos
cristianos han subrayado la tradición de la guía en el cristianismo, asociándola
a modelos como el de san Francisco de Asís. En lugar de ver que Dios nos da el
mundo creado a los humanos para que lo dominemos y lo explotemos, se trata
de un Dios que le encarga a los humanos la tarea de cuidar la creación en el
nombre de Dios.
Parece lógico que haya elementos de ambas perspectivas en la tradición
cristiana, aunque la idea de dominio que aparece en la cita del Génesis no es nece-
1
John Passmore, Man's Responsíbility far Nature, 2nd edn (Londres: Duckworrh). 1980. Pass-
more distingue las tradiciones de dominación y de guía, reconociendo a regañadientes que la tradición
de guía está presente en el cristianismo, aunque insistiendo en que se trata de una respuesta minori-
taria. También se empieza a reconocer algo como la cocreación en el capítulo 2.
165
C. A. J. COADY
sariamente la de una explotación despiadada. El dominio no es necesariamente
tiranía, aunque tener todo «bajo nuestros pies», como el salmo parece afirmar
respecto al resto de la creación, entra dentro, ciertamente, de una posición de
dominio. El texto del Génesis otorga a los humanos una posición especial en
la creación, una posición que muchos defensores de los animales y del medio
ambiente quieren rechazar o minimizar, aunque no autorice el expolio. Al fin
y al cabo, un dirigente gobernaría respetando a los dirigidos, y los judíos y
los cristianos podrían asombrarse con las maravillas del mundo natural como
cualquier otro. Sin embargo, como apunta Passmore, hay una gran parte de la
tradición cristiana que muestra indiferencia, o incluso desprecio, por el valor del
mundo namral2. No obstante, el tema es bastante complejo, ya que la tradición
cristiana está comprometida a la idea de que Dios creó el mundo como bueno,
y esto sugiere que el orden natural tiene un valor independiente de la humani-
dad. San Agustín, a quien Passmore sitúa razonablemente dentro de la tradición
dominante, es, sin embargo, capaz de reconocer el valor en las naturalezas de
todas las cosas creadas y de reprochar la tendencia humana a ver el orden natural
estrictamente desde el punto de vista de su utilidad para los propósitos humanos.
Por lo tanto, se opone a todos los que «pondrán tacha en el sol, porque a ciertos
delincuentes o deudores los condenan los jueces a que los pongan al sol. Así que,
considerada la naturaleza en sí misma, y no conforme a la comodidad o inco-
modidad que nos resulta de sus influencias, da gloria a su artfficev'. San Agustín
pone aquí a los seres humanos en su sitio y, en cierto modo, les acusa de jugar a
ser Dios al imaginarse que son totalmente los beneficiarios de la creación. Esto
supone cierta arrogancia y, como veremos, la arrogancia es el vicio que parece
más asociado de forma natural a la alegación de jugar a ser Dios.
Pero si el modelo de dominación es el culpable de no mostrar suficiente res-
peto por el resto de la naturaleza, esta culpa puede tener muchas causas diferentes.
Una reside en el hecho de que puede que haya fracasado a la hora de compren-
der las malas consecuencias del impulso por dominar y transformar el mundo
natural para los mismos seres humanos. Muchas críticas de los ambientalistas
vienen de este punto. Perseguir fines humanos destruyendo insectos para obtener
una mejor producción agrícola o modificando genéticamente las cosechas para
Passrnore, Man's Responsibility far Nature, cap. l. El debate de Passmore muestra lo complejas
2
que serían
3 St
las diferentes facetas de la teología cristiana en este punto.
Augustine, Tbe City of God, Marcus Dods (rrad.) (Nueva York: Random House), 1950,
xii, 4.
166
que sean resistentes a las enfermedades podría incrementar las enfermedades en
humanos. Sin embargo, la segunda manera en la que la dominación humana
puede traer malas consecuencias es el daño que causa al medio ambiente y a los
animales. Muchos creen que esto está mal independientemente de los buenos
O malos resultados para los humanos. Sostienen que hay valores intrínsecos en
la naturaleza que pueden trasgredir la dominación humana, incluso si el daño a
los humanos no está involucrado. Incluso podemos considerar que la cita de San
Agustín implica esto. La destrucción de una especie de fauna o de flora es para
muchos injusta en sí, incluso si los humanos no sufren por ello.
Llegados a este punto, vale la pena resaltar que, ciertamente, podría ser
posible captar parte del contenido de esta segunda objeción sin recurrir a la onto-
logía moral que normalmente utiliza. La idea de que gran parte de lo que hay
en el orden natural es «intrínsecamente valioso» no es necesaria, sospecho, para
recurrir a los valores intrínsecos como entidades inherentes de bosques, ballenas,
etc. No hace falta interpretar una moral adecuada a las mejores perspectivas del
movimiento medioambiental como si se derivara de «una ética centrada en el ser
humano» de la manera que creen muchos partidarios. Yo no creo que una moral
basada en las necesidades más profundas de la naturaleza humana tenga que
involucrar la exaltación superficial de los intereses humanos. Aunque una mayor
persecución de esta cuestión en los fundamentos de la moral nos alejará mucho
de nuestro tema. Deberíamos ver las diferentes posibilidades y seguir adelante.
La guía y la cocreadón
El modelo de guía tiende a cometer fallos contrarios a los del modelo de domi-
nación. Mientras que el último parece ignorar o no reconocer debidamente
el respeto que hay que tener por el mundo no humano, los partidarios del
modelo de guía parecen tener una actitud demasiado pasiva hacia lo que hay.
Ciertamente, el modelo genera una actitud de cuidado y ofrecimiento, pero esto
parece carecer del dinamismo que se exige a los humanos y por el que tienen
talentos abundantes, aunque ambiguos. En concreto, los extra�:�I.�!�!e,s..!�gr!r:�J
�����?:�:;*. ·e.
·· . ºi.'.:· . ::··�.·.,
�u.¡;';;,
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los seres humanos como meros .. guías y cµi�a,g9.r.es.de .. lqqtJ!:!Dios.,nos.g�q.igJ
Esposib1e-qüe·��;i:a�ZdéTc;·��;·y; ¡�;g�n '¿(�··guía de una manera demasiado sim-
plista, pero la interpretación es lo suficientemente natural, y se corresponde con
167
 ..............,

C. A. J. COADY
·._:/_)·:

un ambient€ de excesiva devoción por la manera en la que están y han estado humanos��Q!,2!:;��.!��!L':?.:induso hasta el punto de considerar que los
las cosas, que desvaloriza los logros genuinos y de la ingenuidad y la interven�i ·h;�; están involucrados legítimamente en una autocreación continuada.
ción humana. Los que sostienen que los seres humanos somos parte del orden así, la imagen de la cocreación tiene sus propias dificultades. Llama la
natural y no señores separados de ella, fracasan al sacar la implicación de que el< al papel de los humanos en la iniciativa, pero, desde un punto de vista
orden natural incluye nuestras tendencias dinámicas, creativas f preocupantes. < reocéntrico, podría sugerir erróneamente que los humanos tienen algún tipo de
Es cierto que hay gente que manifiesta que preferiría vivir sin los beneficios del . igualdad respecto a Dios. De ser así, desaparecería cualquier rastro de un. «jugar
mundo tecnológico moderno, pero me temo que en esta nostalgia hay cierto/ a ser Dios» problemático, pero también la distancia entre Dios y las criaturas,
rado de mala fe. La vida en la era premoderna era con mucha frecuencia una \ una distancia que (a pesar del misterio cristiano de la reencarnación) siempre ha
proximación a la descripción que hace el filósofo Thomas Hobbes del estado de i\ sido un elemento central de la tradición judeocristiana.
a naturaleza como «solitaria, pobre. sucia, brutal_r c�rta»4• ¿De verdad alguie�-·-· i.· · •

_
A mí me parece que las tres descripciones presentan cierta verdad y que el

_. _
puede afirmar que los descubrimientos de la eficiencia de los aparatos de saru- i • .•
l\ �injustificadas

.
a.d, l?s antibióticos, anestésicos y transf�sion�s. de sa:1gre eran intervenciones / diálogo entre ellas muestra las tensiones que los creyentes no tienen que perder
de visea a la hora de negociar el misterio del sitio de la humanidad en el orden
en el orden natural establecido divinarnenter? <i
\ ·,
creado. Hablaré más sobre esto después de mostrar el punto de vista no religioso
· En parte, en respuesta a las consideraciones de este estilo, los filósofos han )
pasado a laJ¡1etáfora de la cocreadón por ofrecer una imagen más adecuada de \i referente a «jugar a ser Dios». Sin embargo, antes de dejar la perspectiva teo-
lógica, hay que subrayar que en este asunto no hay tensión entre los creyentes
la relación en-;;�¡;;--y·¡;;;-·iioiñ6'.rés6. La idea se fundamenta en que Dios ha ·.·._ ..• _. ·
llamado a los seres humanos a una colaboración creativa en la continua creación / que saben con precisión, por la Revelación en sus diferentes formas (la Biblia,
del mundo. Durante mucho tiempo, se ha considerado teológicamente ortodoxo < la tradición, la autoridad cristiana) que Dios ha reservado algunos asuntos a
observar el acto creativo de Dios como un hecho sostenido en desarrollo, y no la determinación divina y que los seres humanos nunca tienen que usurpar
es tan descabellado ver este proceso de creación como un proyecto en curso. El estos asuntos. Esta certeza debe, como hemos visto antes, estar relacionada con
portavoz oficial de la Iglesia católica ha estado siempre al frente de la campaña algo más que con el conocimiento de que determinados comportamientos son
en contra de jugar a ser Dios, aunque el jesuita católico alemán Karl Rahner, a \( inmorales o están en contra de los mandamientos de Dios. Ciertamente, el
finales de los 60, fo. �...UH!Y..J20Sitivo respeci:oa1a?olaoo�ción-�;_t�y�f�7·-·
��... ..,.�.·�:-tu:1.1,,.'(i.>.¡e;;;.,.,,_\"""'-•.,.,,'":'..v·,.._,,..l'ti'li•ll.·•,";l'l'.'"""'.,�'·'>V"rll'•!'s..
comportamiento relativo a jugar a ser Dios puede ser pecaminoso, pero debe ser
.,. • ........-.,.,�· ·
.....,.�"1",-�"""tl,:,�_,. ��-- .. .. :.-.·.·:
... pecaminoso, ya que se sabe que es un comportamiento que de alguna manera
usurpa el papel humano y trasciende lo que los humanos podrían esforzarse por
4 Thornas Hobbes, Leuiatban, ed, Edwin Curley (Indianapolis: Hacket), 1994, cap. xiii, párr. 9. hacer legítimamente. Algunos religiosos están muy en contra de la eutanasia}
5 Por supuesto, están aquellos que, como los adventistas del séptimo día, sí que se oponen a
las transfusiones de sangre, y la gloriosa diversidad de los procesos de pensamiento humano es tan
por ejemplo, porque determinar cuándo tienen que terminar nuestras vidas le\
grande que puede haber sectas, que desconozco, que se opongan a los anestésicos y a los aparatos de corresponde a Dios. Acusan incluso a los que buscan terminar su vida llena de 1
sanidad. Sin embargo, hay tan poca gente que se coma en serio estas objeciones, que las voy a tratar enormes sufrimientos (con el consentimiento de aquel que sufre) de sobrepasar ;¡
como marginales. los límites e intentar ocupar el rol de Dios. Incluso aquí, no evitan completa-
6
Esta imagen la emplea 1� Peters en Playing God? Genetic Discrirnination and Human Freedom
mente las tensiones mencionadas anteriormente, ya que la idea de que solamente i'
]
(Nueva York: Rourledge), 1997. Podemos encontrar un modelo similar sobre una colaboración entre
Dios y los hombres en la religión judía y la islámica. Rabbi Dorff sostiene que «somos los socios de Dios tiene el dominio para acabar nuestras vidas tiene que ser coherente con el/
Dios en la acción continuada de la Creación» cuando mejoramos el grupo humano»: R. E. N. Dorff, papel legítimo de los humanos de curar enfermedades, evitar la muerte y aliviar/
«Human Cloning: a Jewish Perspective», declaración previa a la Nacional Bioerhics Advisory Com-
rnission en EE.UU. el 14 de mano de 1997. Además, un académico musulmán habla de los seres
el sufrimiento. Al final, yo creo que la queja frente a la eutanasia se reducirá a
humanos como «participantes en la acción de crear junto a Dios»; ver A Sachedína, «Islamic Pers-
la idea de que es erróneo desde el punto de vista moral matar a un inocente de
pectives on Cloning», declaración previa a la Nacional Bioerhics Advisory Commission en EE. UU. forma intencionada, aunque el motivo sea compasión y aunque, por razones
el 14 de marzo de 1997. entendibles, este quiera morir.

168 169
C. A. J. COADY
La perspectiva no religiosa
Los no religiosos pueden entender la acusación al pensar en los atributos que
poseería Dios si hubiese un Dios. Pueden insistir en que los humanos carecen
claramente de estos atributos y se equivocan al actuar como si no lo hiciesen.
Naturalmente, tendrán que tener un entendimiento común de la naturaleza de
Dios para poder proceder de este modo, y hay una gran variedad de encendi-
mientos. Sin embargo, creo que está lo suficientemente claro que una deter-
minada imagen de la Divinidad que es profunda en la tradición cristiana es la
mayor recurrida en las objeciones de jugar a ser Dios en el ámbito médico y
otros ámbitos. Para ampliar este punto, empecemos con un ejemplo sencillo
del mundo deportivo. (Pido disculpas de antemano a aquellos para los que este
deporte en particular, el críquet, es tristemente misterioso).
El árbitro de críquet Sreve Dunne, de Nueva Zelanda, era el oficial que
estaba en la otra punta cuando el árbitro italiano Darrell Hair creó un incidente
internacional al pitar como lanzamiento nulo (no-balt) el lanzamiento del genial
jugador de Sri Lanka Muttiah Muralidaran durante un test match en Australia.
Nunca se había «puesto en entredicho» a Muttiah de lanzar en lugar de hacer
bowling, aunque se crearon dudas en muchas partes del mundo del críquet.
Aunque Steve, como muchos otros, también creía que su acción de lanzamiento
era sospechosa, no pitó ningún no-ball en ninguno de Los lanzamientos del
bateador cuando estaba oficiando en el extremo. En su reciente autobiografía,
Steve Dunne dice que se había mantenido en el acuerdo internacional de que los
árbitros deberían reportar este tipo de acciones al árbitro principal del partido.
Añadió, sin embargo, que otra razón para no pitar el movimiento ilegal de Mura-
lidaran era que no creía que detectar la ilegalidad de La acción del brazo de este
jugador fuera humanamente posible, sin la ayuda de tecnología. En sus palabras:
«No creo que sea posible hacerlo a simple vista, y no quería jugar a ser Dios».
Una cosa sobre lo que Dunne hizo está clara. No creía que él (o cualquier
otro árbitro mortal) tuviese el poder o los conocimientos para determinar la ver-
dad sobre la acción del lanzador en el momento o justo antes del lanzamiento.
Parece que pensaba que acudir a tecnología sofisticada un tiempo después lo
podría hacer, aunque hay análisis recientes que muestran que incluso este puede
no ser el caso. La norma sobre los lanzamientos ilegales ya es en sí misma impre-
cisa, y los análisis fotográficos a cámara lenta parecen indicar que, en base a una
interpretación natural de la norma, como era el caso, la mayoría de bateadores
rápidos (aunque Muralidaran no lo es) violan la norma de una forma demasiado
170
JUGAR A SER DIOS
frecuente para ser una de las normas importantes del juego. Además, las pruebas
fotográficas desde diferentes ángulos nos dejan imágenes conflictivas sobre la
acción de Muralidaran7•
En cualquier caso, Dunne se preocupa por que se hubiese excedido en su
situación, en su competencia y su posición al dar el veredicto en esas circuns-
tancias. Su incapacidad considerada parece haber sido parte de competencias y
conocimientos inadecuados. Teniendo en cuenta que el veredicto estaba fuera
de su competencia de percepción y el conocimiento que podía tener, creyó que
sería un exceso de confianza arrogante pitar un no-ball. Sin duda, también era
destacable que el veredicto habría tenido consecuencias trascendentales en la
carrera de Muralidaran y en el juego del críquet. En cierto modo, se estaba pre-
guntando a sí mismo: «¿Quién soy yo para tomar este tipo de decisión?» y, por
otra parte, «¿Quién es un árbitro para pensar que puede hacerlo?» ·
Este ejemplo parece plantear muchos de los interrogantes clave sobre la
interpretación de la queja de jugar a ser Dios en contextos más serios. El Dios de
la teología natural cristiana (y de otros muchos monoteísmos) es omnipotente,
omnisciente y sumamente benevolente. En cambio, los humanos son eminen-
temente falibles, con poder limitado y solamente parcialmente benevolentes.
También están tentados a ejercer un poder excesivo sobre otros. Esto es sin duda
evidente para la razón natural, incluso si también es la lección de gran parte de
la religión. Como afirmó el filósofo Thomas Hobbes, el deseo de preeminencia
sobre los demás, ya sea por motivos de competición o por amor por la gloria,
es intenso en la naturaleza humana y potencialmente destructivo8• El árbitro
Dunne parecía haber sido consciente de la tentación y la veía como algo parecido
a imitar algunos elementos del poder y la sabiduría divina. Jugar a ser Dios se
puede interpretar como ir más allá de los límites que tenemos en estos tres sen-
tidos: actuando de manera que se ignoran nuestras restricciones internas sobre
el conocimiento, el poder y la benevolencia.
Se trata de una queja que se ha dirigido con frecuencia en filosofía en con-
tra de la perspectiva del Utilitarismo, al menos en sus formas más simples. El
7 Escas declaraciones se pueden encontrar en un artículo de periódico redactado por Jason
Kemp Darnian Farrow en la sección de deportes del periódico de Melbourne, The Age, 9 de agosto,
y
2003, Sport p. 9. Ver también el libro Run Like You Sto/e Sometbing (Londres: Allen & Unwin),
2003. Como resultado de escas dificultades de interpretación del no-ball, la norma se ha modificado
posteriormente.
8
Hobbes, op. cit., cap. xiii, especialmente párrafos. 3 a 8.
171
C. A. J. COADY
filósofo, partidario de esta corriente, produce una teoría que autoriza a la gemei\
a formar sus políticas y guiar sus acciones por la idea imposible de actuar pará.{
producir «la mayor felicidad para el mayor número». Los críticos lo califican de)
«imposible» porque creen que los humanos no pueden saber lo suficiente para',
prever qué acciones tendrán estos resultados felices y, además, no pueden crear\
instituciones y políticas que tengan el poder de conseguir este objetivo. Desde i
la misma perspectiva, se han puesto más objeciones al hecho de que los utilita.
riscas tienen una visión de la naturaleza humana demasiado optimista y asumen fr
erróneamente que la orden de fomentar la mayor felicidad para el mayor número')
de personas dará rienda suelta a la benevolencia universal, mientras que es muy\
probable que produzca una manipulación universal a favor de un determinado
tipo de afirmación personal. A diferencia de Dios, los seres humanos tienen una
fuente de crueldad en su constitución, así como una actitud de benevolencia, y <
esto también les expone a que sus impulsos por hacer el bien fallen. Menciono }
esta reacción al Utilitarismo, no para respaldarla o perseguirla, sino merarnenref
por su importancia ilustrativa.
Además de la filosofía y el deporte, hay muchos otros ejemplos de la vida
diaria que podríamos citar para ilustrar los peligros de los motivos con buenas
intenciones que ignoran o subestiman los límites de nuestras capacidades res- ...
pecto al conocimiento, al poder y a la benevolencia. Por ejemplo, la introducción \
en 1935 de sapos de caña de Hawai en Queensland, Australia, para controlar los
parásitos de las cañas de azúcar, ha demostrado ser un desastre ecológico. Los· <
animales adultos tienen pocos predadores naturales, así que su población se ha .}
disparado por todo el norte y el centro de Australia, y amenaza a regiones del sur.
Son muy tóxicos y terriblemente venenosos si se los comen la mayoría de ani-
males autóctonos (incluidos los cocodrilos), y son capaces de comerse pequeños
sapos y ranas autóctonos. Al hilo de esta importación con buenas intenciones,
un científico australiano dijo en la radio hace poco: «Jugar a ser Dios es muy.
peligroso, particularmente en ecosistemas complejos».
La referencia al Utilitarismo indica un supuesto que se puede ampliar más.
allá de los debates filosóficos. Los grandes logros de la ciencia y las perspectivas
que abren nos pueden llevar a un sentido exagerado de lo que sabemos, a una
pérdida de confianza en nuestro poder para cambiar el mundo y a una ceguera i,
respecto a nuestras propias deficiencias morales. Lo de lo que sabemos se refiere .\i
al conocimiento de las consecuencias de nuestros des�ubrimientos del presente
y las invenciones tanto, sino más, sobre la seguridad de nuestra comprensión
sobre las realidades presentes. El grado de humildad sobre lo que sabemos tiene
172
JUGAR A SER DIOS
\\ que ir a la par con una mirada franca a la incertidumbre de los futuros descubri-
mientos, que reflejan la aplicación de nuestro conocimiento y nuestra teorización
presentes. Los científicos normalmente son conscientes debidamente de la natu-
raleza incierta y revisable de gran parte de su pensamiento y experimentación.
No obstante, la imagen pública de la ciencia tiende a ser mucho más triunfal y 1 1
,¡
dogmática. Parte de esto es el resultado del gusto de los medios de comunicación .'i
por los «avances» científicos y el apetito del público por lo excelente, aunque los :I
propios científicos no tienen menos propensión a las tentaciones de Hobbes de ii
!
competición y gloria que nosotros. Sin embargo, es parte de esto el trabajo de
ese fenómeno contemporáneo generalizado: las relaciones públicas. Todos los
científicos necesitan financiación, y una imagen pública de éxitos continuados
puede ser una receta poderosa para el éxito. Además de esto, la ciencia aplicada
la comercializan las empresas que necesitan tener beneficios; un énfasis en la
fiabilidad, la incertidumbre y los peligros potenciales de la ciencia y la tecnología
rara vez es bueno para las ventas.
Podemos concluir que cuando la gente está preocupada por la aplicación de
los últimos descubrimientos científicos y tecnológicos y plantea esta preocupa-
ción como «jugar a ser Dios», lo que le preocupa es que estas aplicaciones podrían
expresar una confianza injustificada en el conocimiento, el poder y la virtud más
allá de lo que se les permite a los seres humanos. Entonces, ¿cómo deberíamos
juzgar la pertinencia de esta preocupación? En primer lugar, deberíamos verla
como una crítica de precaución". Si de verdad el conocimiento de los resultados
y las consecuencias es insuficiente o no hay un régimen regulador social o ins-
titucional para una ejecución prudente de las innovaciones y para continuar el
escrutinio de los efectos, o no hay espacio para una perspectiva de explotación
comercial de las innovaciones, las críticas tienen, sin duda, sentido. No tengo
ninguna duda de que gran parte del bombo publicitario y parte de la realidad
asociada al auge de la biotecnología están expuestos a este estilo de críticas. Por
otro lado, en casos específicos, estos problemas se pueden tratar sin duda igual-
mente. Por supuesto, no se pueden tratar de una forma infalible o impecable:
cualquier innovación tecnológica tendrá riesgos, y nuestra información sobre
los efectos futuros de las intervenciones del presente siempre es limitada. Por lo
9 Este punto es parecido al que hace Ruth Chadwick cuando describe la crítica de «jugar a ser
Dios» como «consejo». Ver Ruth Chadwick, «Playíng Cod», en Bioetbics Neus, vol. 9:4, 1990, 45.
( Cogito volvió a imprimir el artículo en 1989). Aquí, también hace referencia a la idea de aspirar a atri-
butos divinos, sobre todo a la omnisciencia y a la omnipotencia (aunque no a la omníbenevolencia).
173
C. A. J. COADY
tanto, la demanda de que tengamos una certeza absoluta sobre los resultados es
demasiado fuerte. Hacemos bien al estar en alerta sobre las peticiones exageradas,
el bombo mediático y de las relaciones públicas, y los esfuerzos insuficientes para
descubrir lo que podemos saber sobre los efectos y las implicaciones. También
solemos hacer bien cuando insistimos en salvaguardias y reglamentos, tanto
científicos como éticos. La actitud de precaución es apropiada, ya que necesita-
mos estar al tanto de las limitaciones humanas profundamente arraigadas. Saber
esto puede llevarnos a rechazar varias propuestas y la introducción precavida,
salvaguardada, de la introducción de otros. Sin embargo, se puede seguir estas
advertencias. En primer lugar, según parece, la crítica de jugar a ser Dios es
principalmente un criticismo a una actitud y una derivada de un programa o
una propuesta. Se trata de una actitud de arrogancia, o en un español de andar
por casa «de tener muchos humos»." Deberíamos admitir que hay que evitar
esta tentación, y estar agradecidos por el aviso, pero ¿podemos ir más allá y
considerar determinadas propuestas y programas como unas que propiamente
comprometen a sus defensores a «jugar a ser Dios»? Esta cuestión nos pregunta
si no deberíamos exceder ciertos límites, incluso aunque tengamos el poder
para hacer, para actuar con buena voluntad, y sepamos que podemos conseguir
nuestros objetivos benevolentes. En palabras de Ronald Dworkin: «La idea de
jugar a ser Dios es considerada errónea en sí misma, independientemente de las
consecuencias malas que tenga o pueda tener para un ser humano identificable.
Sin embargo no está muy claro lo que significa en realidad el requerimiento ... »11•
Para que esta cuestión siga siendo de interés, deberíamos, como hemos men-
cionado antes, apartar los casos que se pueden condenar con facilidad sobre
razones morales sencillas. Si la arrogancia lleva a la gente a utilizar la ciencia para
matar a otros, como fue el caso de Mengele y de otros médicos nazis, lo de que
estén jugando a ser Dios es cuanto menos discorde, ya que se puede describir
mejor como jugar a ser Satán. Si fuera apropiado hablar de jugar a ser Dios, las
críticas serían secundarias, si no superfluas, ya que las acciones son profunda-
mente erróneas por otros motivos. Los mejores casos para tener en cuenta son
10
Hay muchos autores que hacen referencia a la idea de la arrogancia en relación con la obje-
ción de «jugar a ser Dios». Ver, por ejemplo, Chadwick, p. 43; Cynrhia S.W Crysdale, «Playing
God? Moral Agency in an Emergent World», Journal of che Sociery of Christian Ethics, vol. 23:2,
otoño-invierno de 2003, 243-59; y GarechJones, «Playing God: Scíenriflc, Echícal and Technological
Challenges», clase en Se Edmund's College, Cambridge, 22 de junio de 2004.
11
Ronald Dworkin, «Playing God: Genes, Clones and Luck», en su Souereign Virtue: The Theory
and Practice ofEquality (Cambridge, Mass.: Harvard Universiry Press), 443.
174
aquellos en los que las intenciones del agente son benévolas, pero criticada/ .
buscar trascender los límites legítimos de lo que es ser humano.
Jugar a ser Dios con los genes
La revolución en genética ha aportado leña a este fuego desde sus comienzos.
Ya en 1970, el teólogo de Princeton Paul Ramsey protestó en contra del opti-
mismo de la genética en la transformación de la genética humana que incluso
entonces estaba ganando terreno. Uno de los objetos de sus críticas era la idea
de que la ciencia podía y debía cambiar la naturaleza humana en sí misma.
Desde entonces, el avance de la genética ha traído este espectro (o expecta-
. · tiva, si se inclina más por ese camino), de alguna manera más cerca de lo que
podría haber imaginado Ramsey, aunque resulta sorprendente lo clarividentes
que eran sus preocupaciones. Aun así, por supuesto, gran parte del debate sobre
las transformaciones genéticas de la condición humana sigue dentro del campo
de la ciencia ficción. Sin embargo, es importante debatir sobre las expectativas,
en parte porque la ciencia ficción del pasado es a veces la ciencia de hechos del
presente, y también porque incluso las posibilidades remotas pueden contribuir
a una reflexión moral importante.
Veamos dos áreas de interés que plantea la tecnología genética que podrían
ayudar a resolver las inquietudes de jugar a ser Dios. En primer lugar, el uso
de material genético humano para la «mejora» de los alimentos que podrían
comer los seres humanos. Mucha gente cree que esto es perturbador. Alguna de
las razones de su preocupación está relacionada con la probabilidad de obtener
consecuencias negativas y están relacionadas con la línea de conocimiento en la
acusación de jugar a ser Dios. Pero supongamos que esto se puede tratar de una
forma satisfactoria. Un estudio publicado por el antiguo vicerrector de la East
Anglia University y presidente del Comité Consultivo sobre Nuevos Alimentos
y Procesos (1989-1997), el profesor Derek Burke, consideraba la introducción
de un gen humano del factor IX, que participa en la coagulación sanguínea, en
ovejas12• El proyecto se basa en inyectar óvulos de oveja fecundados con el gen.
El experimento solamente tiene éxito en un animal de cada 100, ya que solo uno
desarrolla el factor IX de manera significativa. Una encuesta reveló que había un
descontento generalizado entre el público incluso con comer ovejas del programa
12 Derek Burke, «Generic
Engineering of Food», en Christians and Bioetbics (Londres: Socíety
for Promoting Christian Knowledge), 2000, 26.
175
C. A. J. COADY
que no contenían ningún gen innovador o genes innovadores inactivos. Entre
los grupos religiosos que participaban en la encuesta, solamente los judíos se
mostraban indiferentes. La mayoría de ellos dijo: «Si parece una oveja, ¡es una
ovejal», Las ovejas con el gen tendrían solamente un gen humano de 100 000 (al
menos, con el método de contar genes que estaba de moda entonces)!". Dejando
a un lado la posibilidad de consecuencias negativas sobre la salud, ¿cuál podría
ser la objeción moral a comer ese tipo de carne?
Quizás la idea está en que deberíamos resistirnos a cambiar la naturaleza
de la creación de Dios (o del mundo natural) en cualquier sentido como este.
La intrusión de este gen humano en la composición de las ovejas puede verse
como un cambio en la naturaleza de estas (¿y quizás un cambio en la naturaleza
humana?). No obstante, esta conclusión no está muy justificada. Difícilmente
podemos considerar el hecho de mejorar la salud de las ovejas al hacerlas menos
propensas a tener determinadas enfermedades como una alteración radical en
lo que son. Quizás, en este contexto se esconde la idea promovida por varias
versiones de la ciencia popular de que «somos nuestros genes». Sin embargo, los
seres humanos (y, por ende, las ovejas) son algo más que un conjunto de genes.
Pero, ¿qué pasaría si se hiciese una propuesta para poner muchos más genes
humanos en la oveja para que el 50 por ciento de su composición fuese humana?
Burke tiene en cuenta esto y cree que todo el mundo se preocuparía por este
tema. Aunque no está del codo claro lo que significa el escenario imaginario de
Burke, ya que, según tengo encendido, ya compartimos más del 50 por ciento
de nuestros genes con las ovejas. Igual se refiere al 50 por ciento de los genes
que no compartimos con ellas. No obstante, incluso aquí, si nos abstraemos de
la viabilidad práctica de la propuesta, depende supuestamente de la diferencia
que la importación genética hace en las disposiciones y el comportamiento de
las ovejas. Quizás, la respuesta dada por los judíos sea un poco limitada. Si se
parece, piensa y actúa como una oveja, podría ser suficiente para olvidarnos de
los genes. Ahora bien, sin duda, podría ser que tantos genes crearan una dife-
rencia demasiado grande.
Este ejemplo plantea otras cuestiones interesantes. Imaginemos que pro-
pusieran eliminar algunas especies no deseadas al transformarlas genéticamente
en otra especie más deseada, al, digamos, convertirlas en animales domésticos a
partir de alimañas. Sin duda, surgen con esto muchísimos problemas científicos
y prácticos, y podría ser mucho más sensato simplemente exterminar las alima-
13
Ibidem, 26-7.
176
ñas (al menos las que son muy peligrosas) y arreglárnoslas con las mascotas <r
animales domésticos que tenemos. Aunque, ¿habría algo malo en esto? ¿O en la
propuesta análoga de alterar las características de determinadas plantas que nos
hacen llamarlas malas hierbas para poder tener, en su lugar, flores? Debo confesar
que no veo nada intrínsecamente problemático en este tipo de sugerencia. Des-
pués de codo, los conejos son alimafias en Australia, y vecinos normalmente muy
queridos en el resto del mundo. Además, incluso donde son alimañas, hay gente
que los tiene como mascotas. Hasta hay gente que tiene ratas como mascotas, y
los ratones son héroes en los cuentos de niños. Sin embargo, podría objetarse,
estos cambios no suponen ninguna transformación genética, solamente las que
son circunstanciales o actitudinales. La reacción es razonable, pero ha habido
muchas manipulaciones genéticas tradicionales por parte de criadores en la evo-
lución de mascotas como perros. Las categorías de alimañas y mascotas están tan
orientadas a los intereses humanos y a circunstancias particulares que es difícil
creer que el paso de una categoría molesta a una agradable a través de cualquier
medio que no dañe al animal pueda ser una interferencia con los propósitos de
Dios o una actividad arrogante, a menos que se ignoren, por confiar demasiado,
las potenciales consecuencias negativas. Esto, sin duda, puede ser frecuente, ya
que es muy probable que una propuesta para, por ejemplo, cambiar algunas
especies depredadoras por tranquilos herbívoros tenga efectos desastrosos sobre
el equilibrio ecológico.
Algunos podrían seguir insistiendo en que, incluso en ausencia de escas
consecuencias tan perjudiciales, el cambio genético en los animales es una usur-
pación irrespetuosa del papel de Dios, así que debemos ir más allá para exami-
nar directamente el caso de los humanos. Los que se oponen a la validez de los
cambios genéticos a animales, supuestamente lo harán todavía más a los cambios
genéticos a seres humanos. Además, por este motivo, se les unirán otros que no
compartan su preocupación por las iniciativas con los animales. Hay muchos
problemas relacionados con las iniciativas de cambio genéticos a los seres huma-
nos. Algunas personas se preocupan por el hecho de que llevar a cabo un cambio
genético en un embrión o en un feto, con la buena intención de eliminar la
existencia o la tendencia a tener una enfermedad, tenga varios efectos sobre las
generaciones futuras. Pueden plantearse esta cuestión solicitando una norma en
contra de jugar a ser Dios. Para los religiosos, esta idea se refiere a que estaríamos
determinando el futuro de una manera que básicamente depende de Dios. Para
los no religiosos, el problema es más difícil de tratar, pero estaría relacionado con
177

C. A. J. COADY
el hecho de que estamos yendo más allá de los límites apropiados de la actividad
humana. Explicaremos más adelante lo que podría significar esto.
Sin embargo, es importante distinguir primero el simple cambio genético
del cambio genético perjudicial. Es difícil considerar seriamente la idea de que
uno debería evitar transmitir un cambio genético a las generaciones futuras.
Imaginemos que hubiese una técnica médica que actuase sobre los genes de la
generación actual en una muestra de población, de manera que desarrollase una
resistencia a una enfermedad letal, y que esta se pasara a las siguientes genera-
ciones. Que alguien se opusiera a esto simplemente porque el cambio se iba a ir.
pasando sería incoherente. No ayudaría el hecho de insistir en que tenemos que
dejarle a Dios o a la Naturaleza la decisión de qué resistencia a una enfermedad
iba a tener esa gente. Esta idea está muy cerca al pensamiento de que debemos
dejar que Dios decida qué enfermedades tendrán las personas, una posición
que rechaza todos los programas de medicina preventiva en nombre de Dios.
Llegados a este punto, hay que contar otra historia sobre los daños, potenciales
o actuales.
En otra parte, Loane Skene y yo hemos criticado la idea, implícita en algu-
nos escritos de C. S. Lewis, de que la intervención genética del presente perju-
dica a la gente del futuro simplemente porque tendrá elecciones «dominadas»
diferentes de las que habrían tenido de otra manera14• Es difícil defender esta
línea de críticas, aunque está relacionada con una idea más compleja de ]urgen
Habermas que tendremos en cuenta más adelante. Es verdad que la ausencia de
esa enfermedad significará que algunas personas no tendrán la oportunidad de
cuidar a los enfermos, de tener compasión por ellos, etc. Sin embargo, habrá
muchas oportunidades para ejercer buenas actitudes con las víctimas de otras
enfermedades y discapacidades. En cualquier caso, nadie pensará seguramente
que la reducción de esas oportunidades para las personas que ya existen a la
hora de salvar a otras de enfermedades suponga una forma de «dominación»
injustificada de las elecciones de estas o de los que les rodean. ¿Por qué nuestra
actitud debería ser diferente para la gente del futuro?
También hay que recordar que estamos alterando las elecciones a disposición
de la gente del futuro con toda clase de intervenciones no genéticas en nuestro
entorno social y físico, que sería absurdo considerar como ilegítimas en ese sen-
tido. El desarrollo de una educación generalizada, de la medicina moderna y de
Loane Skene y Tony Coady, «Genetic Manipularion and our Dury to Posterity», Monash
14
Bioetbics Reuieur, 21 :2, 2002, 12-22.
178
JUGAR A SER DIOS
los anestésicos, así como de los artilugios domésticos que ahorran trabajo, ha
tenido como consecuencias este tipo de reorganización de las elecciones, pero
no supone ninguna objeción a ellos. De hecho, muchas de nuestras elecciones
perfectamente legítimas, afectan a la existencia real de las personas en el futuro.
Las estadísticas muestran que una educación más amplía para las mujeres supone
menos nacimientos, pero la resultante pérdida de la población futura no consti-
tuye en sí misma un argumento en contra de la educación de las mujeres.
¿Cambiar la naturaleza humana?
Un miedo más profundo a las intervenciones genéticas surge de la idea de que
cruzamos los límites de los individuos cuando decidimos cambiar la propia natu-
raleza humana. Al libro de Ramsey en protesta contra los científicos que juegan
a ser Dios se le ha llamado «El hombre fabricado», y se preocupa de una forma
explícita por el valor de cualquier proyecto que suponga cambios profundos en lo
que son los seres humanos Se trata de una aprensión ampliamente compartida,
15•
incluso cuando no entra en juego el jugar a ser Dios. Aquí encontramos varios
remas importantes.
El primero se basa en la idea de que cuando vamos más allá de los cambios
beneficiosos o correctivos a la constitución de los seres humanos (y posiblemente
de sus sucesores), planteamos cuestiones críticas sobre lo que supone un defecto
en los humanos. La eliminación de una tendencia al cáncer de mama parece
perfectamente legítima si podemos estar seguros de manera razonable de que no
tiene efectos secundarios negativos, pero ¿qué hay del enanismo? ¿ Y de la sordera?
En ambos casos, y en otras áreas de discapacidad, hay argumentos de la gente
afectada que sostienen que cualquier discapacidad que tengan es simplemente el
resultado de malas disposiciones sociales impuestas por la comunidad en general,
O que, aunque tengan discapacidades
innatas, merece la pena vivir sus vidas y
que los programas para evitar que nazca gente con esas discapacidades menos-
precian este hecho. No puedo tratar estos argumentos aquí al completo, pero
pueden ser apropiados algunos comentarios. En primer lugar, no puede haber
ninguna duda de que se puede conseguir una gran cantidad de mejoras en el
ámbito de las discapacidades que tienen algunas personas al mejorar sus circuns-
tancias sociales, en lugar de aplicarles cualquier forma de ingeniería genética. Y
t5 Paul Rarnsey, Fabricated Man: the Ethics of Genetic Control (New Haven: Yale University
Press), 1970.
179

C. A. J. COADY
es posible que las superperspectivas de intervenciones genéticas lo compliquen
e impida el progreso. Se puede admitir esto sin admitir que una discapacidad es
totalmente una «construcción social». En segundo lugar, hay una enorme dife-
rencia entre desvalorizar un ser humano existente que tiene una minusvalía, un
defecto o una desventaja e intentar asegurar que no nazcan otros o que se vuelvan
minusválidos de la misma manera. Los que sufren una discapacidad ahora están
tentados a negar esta «enorme diferencia» porque creen que la actitud negativa
hacia los minusválidos que entraña el deseo de eliminar la minusvalía implicará
una actitud negativa hacia ellos. Esto sería sin duda despreciable, pero no veo
razón alguna para pensar que sea inevitable. Así, yo creo que el segundo argu-
mento fracasa, aunque su poder emocional sea comprensible. En el caso de la
sordera, las evidentes desventajas de no poseer una orientación sensorial básica
del mundo que casi todos los demás poseen se pronuncian a favor de eliminarlas
cuando sea posible. En contra de este argumento, la comunidad sorda plantea
varias cuestiones sobre la belleza del lenguaje de sordos, la necesidad de mantener
los lazos de la comunidad sorda, etc. Yo no dudo que haya algo en todo esto,
pero no es suficiente, creo, para mover la balanza. En el caso del enanismo, la
cuestión es mucho más difícil. Ciertamente, una altura excepcional, o la carencia
de esta, no es un defecto en la manera en la que lo es la ausencia de una moda-
lidad sensorial. La cuestión se inclina entonces hacia qué otras consecuencias de
la salud tiende el enanismo, en el caso de haber alguna.
Hay gente que argumenta que las personas que tienen ciertas discapacidades
han desarrollado cualidades de carácter y de logros que no habrían desarrollado
si no hubiesen tenido esa discapacidad o minusvalía. Algunas cualidades valiosas,
de hecho, podrían acompañar intrínsecamente a la discapacidad, como el calor
emocional y la falta de inhibición que parece ir con el síndrome de Down. No
tengo una respuesta que valga para cada presunto caso de defecto o discapaci-
dad; necesitamos analizar los casos y los argumentos según su particularidad.
Sin embargo, me considero escéptico respecto a la forma general que suelen
tomar estos argumentos. Me refiero a apuntar a los logros, las cualidades y las
virtudes que han ocurrido, al menos en parte, por la discapacidad, y a sugerir
que eliminar la discapacidad supone eliminar, o al menos devaluar, estos rasgos.
El problema con esto radica que se puede dar un buen uso a todo tipo de cosas
malas sin que, por lo tanto, se conviertan en cosas buenas. Pensemos en los
logros admirables de muchas personas afectadas por accidentes con tetraplejia
o paraplejía. No solamente muestran cualidades extraordinarias, sino que, con
frecuencia, evocan respuestas impresionantes de las personas que les cuidan. Sin
180
JUGAR A SER DIOS
embargo, nada de esto significa que debamos parar de intentar reducir o eliminar
los accidentes de coche. Considere el paralelismo con los efectos de la injusticia.
Algunas víctimas de una injusticia encuentran en su condición una fuente de
nuevas fuerzas y capacidades. Podría incluso suceder que en ausencia del sufri-
miento causado injustamente, nunca hubieran logrado tener las perspectivas y
la fuerza que tienen ahora. Pero esto no significa que la injusticia sea una cosa
buena y sería absurdo afirmar que, por estos motivos, deberíamos desistir en los
intentos por prevenir injusticias. La enseñanza ortodoxa cristiana ha sostenido
con frecuencia que el sufrimiento puede ser una oportunidad de crecimiento
espiritual, pero los teólogos, en general, nunca han sugerido que el sufrimiento
sea bueno en sí mismo. Tampoco ha sido una enseñanza ortodoxa el hecho de
que se debería perseguir el sufrimiento por sus beneficios espirituales, aunque la
tradición ascética se acerca quizás a esta idea en su apoyo a determinadas moles-
tias y sacrificios en busca de un desapego del mundo.
Sin duda, más allá del caso desde el punto de vista moral, hay más temas
sobre el respeto de las elecciones y la autonomía en una sociedad liberal y plu-
ralista que habría que abordar. Es preciso extender dicho respeto a los padres,
aunque claramente hay límites a la libertad que la comunidad concede a las
elecciones de los padres, como muestra el problema de maltrato infantil. Esta
cuestión política se vuelve más aguda cuando hay indicios razonables para sos-
pechar que algo que se considera en general como un defecto/anomalía no lo
es para nada.
. Después, está el tema de mejorar, en lugar de rectificar, con las intervencio-
nes genéticas. Esto se caracteriza algunas veces como la diferencia entre eugenesia
positiva y negativa. Sin duda, la alusión a la «eugenesia» debe tratarse con cui-
dado. La palabra tiene, con razón, connotaciones negativas por esos programas
de eugenesia, como el de los nazis, que asesinaban a la gente que consideraban
defectuosa. Ninguna de las cosas por las que me intereso aquí implica nada
parecido. Otra causa de la infamia de la eugenesia era el racismo y la conjetura
de un conocimiento superior sobre lo que eran formas defectuosas de la vida
humana. El fracaso de los movimientos eugenésicos de antes debería hacernos
reflexionar sobre las intervenciones genéticas para remediar o mejorar, pero estoy
asumiendo que el modelo de precaución de jugar a ser Dios nos hace pensar,
con razón, dos o más veces sobre estos temas. Dicho esto, ¿podemos rechazar
cualquier propuesta para mejorar la naturaleza humana con la biotecnología? ¿Se
pueden rechazar a priori esas propuestas por jugar a ser Dios?
181
 C. A. J. COADY
Imaginemos que los científicos descubriesen un gen para la inteligencia.
pecho que esta idea, como la de un gen para la criminalidad, no es del todo
rente, pero dejémoslo pasar. ¿Ofrecer este mejoramiento a los padres
usurpar el papel de Dios (o un papel que solamente Dios podría jugar, si nu1)1es:e.,:\
un dios)? Bueno, ya hay algún recurso que los padres utilizan para mejorar las
capacidades intelectuales y artísticas de sus hijos. No está claro cómo, pero poner
música de Bach a una madre embarazada, hacerle tomar varias vitaminas, etc.,
constituyen nada que le parezca a la mayoría de la gente usurpar los
de Dios. La inteligencia es algo quizás apreciado a nivel universal, pero ¿qué
de las características que valoran algunos padres pero otros no? ¿Qué hay de
manipulación genética para ser pelirrojo? ¿O para tener músculos fuertes?
para tener un determinado talento musical? Aquí entra en juego, sin duda, el
problema de los efectos secundarios. Quizás el mejoramiento. de inteligencia ·.
consigue a costa de otras capacidades. Sin embargo, hay que decir dos cosas sobre
esto. La primera es que hay sin ninguna duda costes aceptables y no aceptables ..
En este último punto, si estamos totalmente convencidos de que los costes serán ·
bajos, seguir adelante no constituye necesariamente jugar a ser Dios.
¿Se daña la autonomía?
Pero si no se erara de jugar a ser Dios por la excesiva confianza en nuestros pode-
res de comprensión, puede que haya otra perspectiva sobre este tipo de proyectos
de «bebés de diseño» que sea necesario considerar. Se trata del hecho de que los.
p�dres están decidiendo en casos así asuntos sobre dotes importantes para sus
h1JOS que, de otra manera, serían otorgados por la naturaleza (¿o por Dios?). ¿No
es probable que los niños tan dotados tengan algún tipo de reclamación hacia los.
que eligieron de forma deliberada estos dotes y estas vías de orientación de sus
vidas? ]urgen Habermas lo explica así:« ... es posible que los sujetos manipulados.
genéticamente ya no puedan concebirse a sí mismos como autores únicos de sus
proyectos vitales; y, en segundo lugar, que ya no puedan concebirse a sí mismos
como personas nacidas incondicionalmente de una forma equitativa respecto
a sus generaciones previas»16• Esta interesante objeción se centra en la posible
invasión de autonomía que puede llevar a cabo la intervención genética.
16
}urgen Habermas, The Future ofHuman Nature (Maldon, Mass.: Poliry), 2003, 79.
182
JUGAR A SER DIOS
Pensemos en una niña que se encuentra naturalmente dotada con talentos
musicales, pero que preferiría ser una atleta. Le reprocha a la naturaleza pero
no puede culpar a sus padres o a otros humanos. Al menos, no puede culparles
de sus doces naturales. Podría culparles por la práctica intensiva en música que
le han hecho hacer desde niña y por otras muchas incitaciones, desincentivas,
etc., que acompañaran a su deseo de que tuviera un futuro en el mundo de
la música. Sin embargo, al menos .se reserva espacio para otras decisiones más
libres en viseas a no seguir el camino musical. Habermas quiere contrastar esto
con el caso de las elecciones genéticas, pero, como reconoce, no se trata de un
contraste marcado, aunque piensa que el ejemplo genético es más reprobable. En
ambos casos, le parece que lo que es fundamental para la desaprobación moral es
la medida en la que la práctica social o la modificación genética es irreversible.
Lo que ambas (pero especialmente las intervenciones genéticas) amenazan son
lo que llama: «la responsabilidad ética irreducible que tiene cada uno por su
propia vida, y la suposición (incluso aunque sea subjetiva) de que cada uno de
nosotros somos capaces de apropiarnos críticamente de nuestras propias historias
vitales, en lugar de estar destinados a la aceptación fatalista de las consecuencias
de socialización»!".
Este caso en contra del «coautor alien»18, como él lo llama, plantea cuestio-
nes importantes solamente porque se centra en los temas significativos desde un
punto de vista moral de autonomía y libertad. Es más, la gente religiosa que las
valora (aunque algunos, por supuesto, no lo hacen) considera, de modo verosí-
mil, que la autonomía y la libertad son regalos especiales de Dios, y esto le con-
fiere un punto de vista especial a las críticas de «jugar a ser Dios». Sin embargo,
yo no creo que la objeción de la autonomía tenga tanto poder como piensa
Habermas. Nadie puede verse a sí mismo como el único autor de su propia
historia vital. Hay demasiada contingencia y una dependencia inevitable sobre
los demás para que esa afirmación sea verosímil. También hay un problema de
cuestiones cambiantes relacionado con la autonomía, desde el ámbito de inter-
ferencia con la autonomía de personas existentes hacia el contexto que rige las
condiciones en las que vivirán esas personas. Supuestamente, una niña no tiene
ninguna queja moral legítima en contra de sus padres dotados a nivel musical,
quienes se sintieron atraídos el uno por el otro en parte por sus dones musicales,
y quienes quisieron tener una hija con dones musicales. Sin embargo, de otro
17
Ibidem, 84-5.
18
Ibidem, 85.
183
C. A. J. COADY
modo, ¿por qué podría tener una queja legítima en contra de sus padres, quienes,
con intenciones benevolentes, diseñaron genéricamente un talento musical para ·•.·.·•
ella? En cualquiera de los casos, ella podría estar descontenta con el resultado;/
pero no tiene por qué utilizar su talento, así que tiene suficiente margen para:\\
crear su vida, siempre y cuando esto tenga sentido. No tiene por qué condenarse ··.·
a una «aceptación fatalista» ni fracasar al «apropiarse de su propia historia vital /
de manera crítica».
¿Qué hay de la idea de que una niña así pudiera no considerar que tiene una }/
igualdad incondicional con las generaciones previas? No está del todo claro lo \
que esto significa, pero si está en juego algún tipo de igualdad moral o política,
parece no haber razón para negar dicha igualdad por decisiones de los padres
distintas, sean genéticas o no. .
Es interesante considerar la situación en la que hay técnicas disponibles :
para llevar a cabo dichas modificaciones, aunque los padres decidan no emplear
esa opción y prefieran dejar los resulcados de los talentos a la naturaleza. ¿No
podría quejarse un chico que acabara interesándose por una carrera musical
pero hubiera recibido los talentos modestos de sus padres porque estos hubieran
optado por los resultados naturales, con una posibilidad mucho menor de un .
gran talento musical? Tenían la opción y la rechazaron. Dentro del contexto,
dejar que la naturaleza siga su curso ya no es una respuesta neutra. Sin embargo,
¿es de alguna forma más justa, ya que nadie puede saber cuál será la respuesta al
futuro de una persona al talento pertinente?
John Broome ha considerado un caso comparable en el que surge a veces ·
una queja por «jugar a ser Dios», sobre todo cuando se determina quién recibirá
los escasos recursos médicos, en particular, la diálisis renal. Algunos piensan que· .
se debería elegir al azar a los que van a recibir este tratamiento limitado, porque ':
decidir en base a, por ejemplo, la probabilidad de longevidad de un receptor del
tratamiento, sería jugar a ser Dios. Lo dicen porque piensan que no tienen que
ser los humanos quienes decidan qué vidas vale más la pena salvar. Si alguien
puede tomar esta decisión, tiene que ser Dios. En la ausencia de un dios, la .
decisión se tiene que evitar recurriendo a la aleatoriedad. Asignar el tratamiento
de cualquier otra manera que no sea aleatoria supone negar la igualdad del valor
de los seres humanos. Imaginemos que decidimos tratar a un paciente A en lugar
de a uno B simplemente porque A vivirá cuarenta años con el tratamiento y B
solamente veinte. Entonces, estamos decidiendo que A es más digno de vivir ·.
que B, y esto niega la igualdad de su valor como seres humanos. Una selección
184
JUGAR A SER DIOS
aleatoria no involucra esa negación. Broome sostiene que el argumento es con-
fuso, ya que decidir de manera aleatoria es tomar una decisión sobre el valor
diferencial, en concreto que «veinte años de vida para una persona valgan más o
menos lo mismo que cuarenta para otra. Un año para una persona se valora casi
como el doble en comparación a un año para la otra»!". Se trata de una réplica
interesante que sirve para recordarnos que las estrategias para evitar las elecciones
razonadas recurren de forma implícita a las razones supuestamente evitadas. Aun
así, a mí me parece que la respuesta de Broome no es del todo buena, ya que los
que apoyan la selección aleatoria no parecen preocuparse principalmente por el
valor comparativo de la duración de la vida, sino por la igualdad del valor de
todos los seres humanos. No está del todo claro lo que implica esta consideración
de la igualdad del valor sobre el valor comparativo de la duración de la vida,
y las críticas de Broome al menos lanzan un reto para que lo cumpla la gente
que defiende la igualdad del valor. Supuestamente, un procedimiento aleatorio
estaría fuera de lugar en el caso de una elección entre alguien con la perspectiva
de vivir muchos años con diálisis y alguien que solamente podría vivir dos meses
más con este medio. Aquí, mencionamos de pasada el concepto de tratamiento
· fútil; puede ser difícil de aplicar en algunos contextos, pero en general no puede
merecer las críticas de jugar a ser Dios. Aun así, no hay duda de la idea de que
el tratamiento que extiende la vida veinte años sea fútil o inútil. Por otro lado,
el sentido de la misma dignidad para todos los seres humanos no parece excluir
las opiniones de que unas vidas valgan o sean más valiosas que otras: la vida de
un cuidador compasivo parece más valiosa que la de un sádico depravado.
Volviendo al caso de la elección entre la intervención genética para tener
un talento o la opción de dejárselo a la naturaleza, podemos ver que, una vez
que se está utilizando la tecnología, la opción de no utilizarla es como elegir lo
aleatorio frente a lo razonado. Y, de nuevo, se podría decir que esto es mejor
porque elegir de forma deliberada un talento u otro por razones personales es, de
alguna manera, injusto. No obstante, aquí es difícil determinar en qué consiste la
injusticia. No puede ser que los padres hayan hecho algo que suponga una carga
para el hijo por un talento que no han elegido, porque esto también se dará si
se elige dejar los talentos a la naturaleza.
Una de las razones por la que nos alarmamos con propuestas así, y por las
que tenemos la sensación de que podemos estar jugando a ser Dios está rela-
cionada con la manera en la que cambian los límites de los factores de elección
19
John Broorne, «Selecting People Randornly», Ethics, 95:1, 1984, 52.
185
C. A. J. COADY
y suerte en nuestras vidas. Ronald Dworkin lo ha llamado «la espina dorsal de .
nuestra ética y moral», y añade que «cualquier cambio serio en los límites
seriamente trastornadorv'". Lo que se puede alabar o culpar gana terreno frente al
contexto en el que no tenemos responsabilidad, y lo que «viene otorgado» de este
contexto funciona de varias maneras importantes en nuestro pensamiento. Nos
sentimos orgullosos de nuestro patrimonio natural respecto a la belleza, la gracia
o la fuerza y, probablemente, deberíamos mostrar una actitud diferente hacia
esos atributos aunque fueran el producto de la intervención humana (piense en
la actitud hacia un cuerpo poderoso en atletas que dependen de esteroides), Sin
embargo, aunque encontremos que este cambio en los límites es trastornador,
no está claro que siempre debamos juzgarlo como perjudicial. El cambio en los
límites entre lo que nos viene dado y lo que hacemos no tiene por qué suponer
dañar una desviación de lo que es realmente valioso, aunque para algunos lleve
trabajo acostumbrarse a ello.
Sin embargo, ninguno de estos mejoramientos o intervenciones en vistas a
obtener talentos constituye un cambio en la naturaleza humana. Podrían consti-
tuir un cambio en esa entidad o identidad imprecisa, pero no exactamente en la
naturaleza. ¿Qué pasaría si este fuese el panorama? (El libro de Habermas sobre
estos temas se llama, y por ello resulta interesante, El futuro de la naturaleza .
humana). Bueno, hay varias dificultades al determinar lo que supone la natura-
leza humana, y no hay ninguna duda de que alguna vez se utilizan las apelaciones
a la naturaleza humana simplemente como un recurso para respaldar varias ver-
siones del statu quo. Ahora bien, no hay ninguna duda de que los seres humanos
tienen necesidades y orientaciones básicas, igual que las planeas y los animales.
Igual que las plantas necesitan alimentarse, los humanos necesitan formas más
ricas de alimentarse, además de comida y bebida. Entonces, pensemos en la
perspectiva de la alteración de la naturaleza humana al cambiar esas cosas básicas,
como la capacidad humana para amar, la capacidad humana de autonomía y
libre voluntad, la capacidad humana de conexión al pasado humano, la de par- -,
ticipación en comunidad. Imagine que hubiese un programa para cambiar todo
esto con vistas a crear un ser superior. Surge ahora un problema sobre la moral
adecuada para juzgar estos cambios. Si creemos que nuestra perspectiva moral
está profundamente ligada de alguna manera compleja a la naturaleza humana,
la perspectiva moral estará ligada a la naturaleza humana tal y como es. No nece-
sitamos ser teóricos de la «ley natural» para aceptar una unión así, aunque una
20 Dworkin, op.cit, 444.
186
JUGAR A SER DIOS.
ética aristotélica o de la ley natural probablemente acepte una unión más fuerte
que otras teorías. Martha Nussbaum ha sostenido, siguiendo los pasos de Aristó-
teles, que nuestra perspectiva sobre la moral está fuertemente condicionada por
nuestra comprensión de lo que es florecer para seres humanos como nosotros.
Nuestra búsqueda de una nueva vida ocurre en contra de un contexto de nuestras
limitaciones naturales. Podemos cambiar y alterar esos límites en el proceso de
persecución de mayores logros humanos, igual que un atleta sobrepasa lo que
se consideraba posible al tirar de la limitación existente del cuerpo humano. Sin
embargo, necesitamos la amplia idea de una limitación así para que la actuación
de sobrepasar tenga sentido. Nussbaum habla del cuento del rechazo de Odisea
a la oferta de la diosa Calipso de ser inmortal y adquirir un estatus divino. Al
elegir rechazar el estatus superior de un dios, Odisea ve claramente los miedos y
las incertidumbres que el cambio de estatus eliminaría, y ve los placeres que se
le ofrecen, pero los rechaza por los riesgos y placeres que tiene la vida humana,
c¡.ue ya han formado su perspectiva moral
21.
Para concretar más este tema, podemos decir que tenemos una inversión
moral poderosa en las obligaciones basadas en nuestros afeccos positivos más
profundos, como el amor, y afectos negativos profundos, como el resentimiento.
Nuestras ideas sobre el bienestar son variadas y, en cierta medida, capaces de dife-
rir, pero se centran en varias satisfacciones y miedos profundamente enraizadas
en el tipo de seres que somos. Las propuestas para cambiar a los seres humanos
en este nivel deben basarse en la comprensión moral con anterioridad a dichos
cambios. Por supuesto, como hemos comentado al hablar de Dworkin, alguna
de estas cosas que tratamos ahora como un plano fijo de nuestras evaluaciones
normativas se podría cambiar sin perturbar de una forma drástica nuestra pers-
pectiva moral. El hecho de que vivamos mucho más que nuestros antepasados
representa un cambio que tiene muchas repercusiones en la manera en la que
afrontamos nuestra vida y nuestra muerte. Las propuestas para extender la espe-
ranza de vida normal todavía más deberían hacernos reflexionar detenidamente
sobre lo que supondría alargar la vida humana a 150 años en compañía de otros
que hagan lo mismo. Sin embargo, no daña a los fundamentos morales como
lo haría una propuesta para hacernos inmunes a los peligros del amor. Alguna
propuesta como esta última ha servido de antecedente a muchos de los cuentos
destacados distópicos del siglo veinte, como Un mundo feliz de Huxley en el que
21
Marcha C. Nussbaum, « Transcending Hurnaníry», en su Loues Knowledge: Essays on Philosoph}.,
and Literatura (Nueva York: Oxford University Press), 1990, 365-91. .»::
187
--=����-=- -- --··· - --·· · ----------------

C. A. J. COADY

encontramos dibujos simplificados de la felicidad humana sin consideraciones Algo parecido puede decirse respecto al conservadurismo frente al __ ,uuu,,lJ
las posibilidades morales complejas inherentes en la naturaleza humana. Aquí la tecnológico o social, ya surja de una fuente religiosa o de cualquier otra parte.
carga de jugar a ser Dios puede ir más allá de la precaución frente a la Normalmente, se ve a una actitud conservadora sobre la innovación como nece-
(aunque la incluye) hacia una objeción intrínseca desde el punto de vista sariamente menos propensa a las suposiciones de omnisciencia, omnipotencia y
a la idea de cambiar la naturaleza humana. omnibenevolencia. Sin embargo, esto no es del todo cierto��¿c�it�.���L�.P}��- (.--
'"·�����C��"·;:��:�i��u;7�;��-��en�i�.J���;���f;!:l;;�u:nf��d;��:6�rid�� \'\

Conclusión: ¡Un epílogo ligeramente anticlerical! igualdad de las mujeres estaban, sin duda, jugando a ser Dios con las vidas de
la gente. Se daba por supuesto conocimiento sobre el papel de la mujer en el
Puesto que la acusación de jugar a ser Dios se hace siempre hacia representantes mundo, que era presuntuoso e infundado. Es tan probable encontrar el reflejo
laicos, como científicos, y la hacen con mucha frecuencia el clero y algunos teó- de la arrogancia en los ojos de un ferviente tradicionalista como en los de un
logos, vale la pena reflexionar sobre la posibilidad de que la carga se pudiese llevar firme revolucionario.
a la dirección opuesta. Después de todo, normalmente es la autoridad religiosa
la que asegura representar a Dios y sus propósitos.�-��I�42Jtlgks.ia..jug�!:do
a ser Dios en 1\1_.frisis.que han creado--las.nuevas,.t.e<;.Q,9_k,gfes?
-....�....,,.,.,•.•..... :.., ..,...·.-•.,:�:,.,;·,c.,-�·-',·. . . . .

Si volvemos a la comprensión de la actitud de «jugar a ser Dios» desarrollada

anteriormente, vemos que hay algo de verosimilitud en este cambio en las acusa-
ciones. La tentación de actuar de un modo que ignora o resta importancia a los
límites inherentes del conocimiento, el poder y la benevolencia humanos supone
ciertamente una tentación de la que son susceptibles todos los humanos, incluí-
.,Ah:5s los obispos, los teólogos y los curas. De hecho, los que creen que conocen
) los propósitos de Dios por revelación, inspiración, tradición, o una mezcla de las
! tres, están quizás especialmente tentados. En este sentido, deberíamos recordar
:1
.{ la triste historia de las guerras religiosas, las cruzadas, las inquisiciones, la prédica · ·
l de doctrinas erróneas y el fracaso ante la prédica de verdades importantes. Yo soy
·-----��tólico, y mi propia Iglesia tiene manchas en estos temas. En lugar de hacer una
letanía por estas ofensas, es suficiente con rema_r�ar -��-&1-si!L�nte la dificultad
_ge con2,f�.t:JJ1,X�Ü\!.Q[�SLY«1�,<Y�tc!a.:4,.d�.. PJQ$·��ii:·:mµ�b,9s,c0ntexto&..cGm-ple)es:_ así
como la fuerte tendencia hacia lo honrado para simplificar ambas en interés de
lo considerado como bueno, pero también, con bastante frecuencia, en interés de
poder. Por supuesto, para cualquier asunto, el clero no está jugando a ser Dios si
realmente posee información auténtica de lo que Dios ha decretado. Sin embargo,
las evidentes tentaciones de la gente religiosa de jugar a ser Dios deberían al menos
hacer reflexionar a aquellos que estarían en una afortunada posición representativa.
Además, la actual reticencia de las autoridades clericales a identificarse con gran
parte de lo que se proclamó con seguridad en su pasado institucional sugiere que
estas tentaciones no residen meramente en el ámbito de posibilidades.

188 189
18

La sabiduría de la naturaleza:
una heurística evolutiva para
el mejoramiento humano
Nick Bostrom y Anders Sandberg"

Resumen
Los seres humanos somos una complejidad maravillosa que ha evolucionado. Unos sis-!
temas así pueden ser difíciles de mejorar. Cuando manipulamos sistemas complejos que\
han evolucionado, y que son poco comprendidos, nuestras intervenciones a menudo ,
fracasan o producen un efecto no deseado. Puede parecer como si existiera una.<<s;1b,i;;-�
durfa de la naturaleza» que ignoramos bajo nuestra propia responsabilidad. A ve��s, la{
áeenciá'eñ'1;;¡bidürfa'defa naturaleza (y sus correspondientes dudas sobre la prudencia
a la hora de alterarla, sobre todo hablando de naturaleza humana) presenta objeciones
difusas desde el punto de vista de la moral en contra del mejoramiento. Dichas objecio-
nes pueden expresarse en forma de intuiciones sobre la superioridad de lo natural o la
problemática de la arrogancia, o como inclinación evaluativa a favor del statu quq .. Este
capítulo explora el puntoh�sta e.l cual �stán justificados estos erudentes sentimientos.
·añtirñeJo-i:amieñr��6��;;;¿1Ía;�s· ��-� .he��ísri�a;· in.�pfrada·p·�t�í�;;P:;·J�I;·;�di�f�a ....
evolutiva, par�\dendficar intervenciones de mejoramiento humano prometedoras. La
heurística incorpora las pizcas de verdad contenidas en las actitudes de «la naturaleza
es sabia», a la vez que proporciona criterios para los casos especiales en los que tenemos
razones para creer que podemos mejorar la naturaleza.

* Future ofHumanity Institute de Oxford, Facultad de Filosofía y James Martín 21st Century
School, Universidad de Oxford. Próximamente en Enhancing Humans, ed. Julian Savulescu y Nick
Bostrorn (Oxford: Oxford University Press).

391
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
I. Introducción
1.1. La sabiduría de la naturaleza y el problema especial del mejoramiento
Nos maravillamos con la complejidad del organismo humano, como sus distin-
' ¡ tas partes han evolucionado para solucionar problemas complicados: el ojo para
!J
f recoger y preprocesar información visual, el sistema inmune para luchar contra
,f f las infecciones y el cáncer, los pulmones para oxigenar la sangre. El cerebro
.(! lb:!:1-���Jel 5e�:�º de muchos de l()s 111ejoramientos pr?P����?s ��fr'§:�L ...
'i I es, posiblemente,'I<tmls'coiriplej<tdéfü'ii"ívéí:só'cofiocido:·DadOfo rudimentaria
1 fqiii �i::�4·eifoi:f9ffü:ifüil:.S:ioff -aerorgañ'ismo· · ñúñiaí-ió;· eii ·. c"onéieró--C:fer�·erebro� . -
f ¿cómo podernos tener algul!�-�m�xanz.a.r.e�Hg�. de mejorar un sistema así?
·--·. p¡;;·;�j';;;;-��,;¡¡·¡;�ª como un coche o �-��-���;"'é�-�y;"·��-�pI�fidad es
trivial en comparación a la del organismo humano) se requiere bastante cono-
cimiento sobre cómo funciona. ¿No es el desafío al que nos enfrentamos de
intentar mejorar a los seres humanos tan complicado como para estar totalmente
fü�rn ..1�. P.1:1:�gr9,,;,iJg,gs�) ..J!-Lmí:!.PO.t.hi1:�f�.SM�Je�,.si�q,st���-Ri?!égi9!§. .Y. �l nivel
general de habilidades �el,.�-�th.l!m.fü1oh;:¡.y;in¡w.�p��4.?, __�1+shQ.�Jl�Qmp_a..i;,ª'c.. iQA
__
-�·¿;�· -s�·-��i:�dó'actqªl?.. ' · ··· . ...
--"· .,...�-�--···� � .,,.,. .
. '/ Resulta más sencillo ver cómo la medicina terapéutica sería viable. De manera
J�tuitiva, la explicación sería la siguient�: -i�a�s�--ü:rl' sistema excelentemente
/diseñado se estropea de vez en cuando. Entonces podremos ser capaces de des-
{ cubrir qué se ha roto, y cómo arreglarlo. Esto parece mucho menos abrumador
·que coger un sistema excelentemente diseñado y en perfecto estado, y mejorarlo
más allá de su funcionamiento normal.
Sin embargo, sabemos que hasta Ja medkina terapéutica es mu¡ diflfH, Se
ha alegado que 11-.l:5.t?:P�s o 111er19_s lQQQ]a-riíedJc@\1�Ji�:�Ei�<!i.2iiiie.rjni�.iP.$
que J:i�r1eficios 1• Y _vatjQs, ,��t.1:1:?i_()� r,ec.!entes s�gi�r�r.i, . q,l:1-�. iµ�!_i¿�-�$1,:�!!-l??:�E� 1e
la medicina actual es inútil o claramente perjudicial2• Las muertes iatrogénicas
representan del 2 al 4% de las muertes en EE. UÜ. (la tercera causa de muerte
de acuerdo con un informe') y esto puede corresponder a una pérdida de la
esperanza de vida de 6 a 12 meses4• Todos estamos familiarizados con consejos
nutricionales, medicamentos y terapias fomentadas por las autoridades sanitarias
I
McKeown y Lowe 1974.
2
Newhouse y Group. 1993; Frech y Miller 1996; Kirsch, Moore, Scoboria, y Nicholls 2002.
3
Srarfield 2000.
4
Bunker 200 l.
392
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
qu.e más tarde han probado ser perjudiciales para la salud. En muchos casos,
l�s recomendaciones iniciales se realizaron a partir de grandes ensayos clínicos.
Cuando incluso la medicina terapéutica, basada en datos bastante buenos pro-
venientes de grandes ensayos clínicos, es tan difícil de realizar, parece que una
persona prudente tiene muchos motivos de ser cauto respecto a supuestos mejo-
ramientos, en especial porque dichos mejoramientos se basan en datos mucho
menos sólidos. La evolución es un proceso lo suficientemente potente como para
haber conducido al desarrollo de sistemas (como el cerebro humano) mucho más
capaces y complejos que cualquier cosa que los científicos o ingenieros hayan
podido diseñar, Sería de locos suponer, sin pruebas sólidas que lo demuestren.',
que actualmente podemos llegar a hacerlo mejor que la evolución, en especial .
cuando hasta ahora ni siquiera hemos podido entender los sistemas que ésta ha/
diseñado, y ¡cuando nuestros intentos solo para reparar lo que dicha evolucióru'
ha construido a menudo fracasan] /
Creemos que estas consideraciones informales contienen una pizca de ver- !l
dad. Sin embargo, en muct()s ca�_2S.S.9B\;t�W.�SffSH1Potq.v�.. mej.or.ªdª .H�fll�ajeza f
humana es casi factibl�:-·s1-1;--·h�urística de la evolución funciona como sugerí- 1
mós; prnéb� que la extendida intuición de que la naturaleza es sabia es, en parte
válida, especialmente en relación con las propuestas de mejoramiento humano.
Pero la heurística también demuestra que la validez de esta intuición es limiradax,
al revelar importantes casos excepcionales en los que podemos esperar mejorar )
la naturaleza utilizando incluso nuestra ciencia y tecnología del presente o del J
/
futuro próximo.
La heurística qeJ�.. �Y91ht�!,Q!l puede resultar útil para los científicos que
trabajen paia m;jorar las tecnologías del mejoramiento. También puede ser útil
para evaluar creencias y argumentos sobre la ética del mejoramiento humano.
Esto es así porque las ir1�t1i�i9n�<\b!eJa s��i�l!'ríª� �!,�.,,�.:�.:.�,�za parecen
desempeñar una función importante en la ecología cognitiva de muchos defen-
sores antimejoramiento. Aunque los bioconservadores sofisticados (conscientes
de la distinción entre «es» y «debería») p�c;sl�VJJQJ::i_ª'§;,J.f.§.U§_?,.rgu,mentos ed\
la s1.u?.��!-��--�-�-�-�.9:.lli'.Íi, 4�J.�. .}J�J!+r�Jf�i ...4.e. fotf!!.q .. ::P.([�!�l1:.! . creemos que dichas¡
0
intuiciones influyen en su evaluación de la verosimilitud de varias suposiciones)
empíricas y-d;� -p�Tncipios morales de nivel medio a los que se recurre en �f
discurso del mejoramiento; al igual que las opiniones y juicios prácticos de los
transhumanistas promejoramiento parecen más plausibles si uno supone que, en
general, la naturaleza no es sabia. Tratar dichas suposiciones ocultas del contexto
393
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
empírico puede, por tanto, contribuir a arrojar luz sobre cuestiones importantes
en la ética aplicada'.
1.2. La heurístíca de la evolución.
¡La idea básica es simple. Para decidir si queremos modificar algún aspecto de
¡
un sistema, es de gran ayuda considerar por qué el si§te,tr1,a, cqgtJe,ne es.e.aspecto ·
/ en primerJ1:1:g.t�.De igual modo, si proponemos introducir alguna característica
l nueva, podemós preguntarnos,.por q11,k�.L§!�t,�m� -. r:1:c)la c.ontiene.ya. El sistema
. que nos ocupa aquí es el organ'f��� .hum��o. ¿¡ p·¡;i�'i{f�'¿obr� por qué el
organismo humano tiene una cierta propiedad puede contestarse al menos en
dos niveles diferentes, ontogenia y filogenia. La atención aquí se centra en la
filogenia del organismo humano.
Podemos concebir el mejoramiento propuesto como un par ordenado (a, A),
en el que a es una intervención específica (por ejemplo, administrar un medica-
mento) y A es el rasgo que la intervención pretende conseguir (por ejemplo, una
mejora de la memoria consolidada). Definimos mejoramiento como la interven-
ción que causa tanto una mejora en el funcionamiento de un subsistema (por
ejemplo, la memoria a largo plazo) por encima de su estado de salud normal en
algún individuo como la incorporación de una nueva capacidad (por ejemplo,
sentido magnético).
Según esta definición, un mejoramiento no es necesariamente deseable,
ya sea para el individuo mejorado o para la sociedad. Por ejemplo, podemos
no valorar un mejoramiento de nuestras glándulas sudoríparas que aumenta su
habilidad para transpirar en respuesta al estímulo del calor. En otros casos, nos
podemos beneficiar de características mejoradas o de nuevas capacidades, y sin
embargo no beneficiarnos del mejoramiento porque la intervención también ·
conlleva efectos secundarios inaceptables6. La heurística de la evolución es una
herramienta que nos ayuda a pensar si es probable que un mejoramiento pro-
puesto genere un beneficio neto.
El punto de partida de la heurística es proponer el desafío de la optimización
evolutiva: '-·--·-·----·-·--- . .. -.... ,------·
··-� -�- _ .......
�. ,-----�--.
5 Sobre el papel de los principios de nivel medio en un área de la ética aplicada, ver Beauchamp
y Childress, 1979.
6 Los efectos secundados
que sean aceptables dependen, por supuesto, de los beneficios resul-
tantes del mejoramiento, y estos pueden variar entre los sujetos en función de sus objetivos, planes
de vida y circunstancias.
394
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
(DOE) Si la intervención propuesta resulta en un mejoramiento, ¿por qué
no hemos evolucionado ya para ser de esa forma?
Supongamos que comparamos la evolución con un ingeniero excelente (las
limitaciones de esta metáfora son en parte lo que la hace útil para nuestros
objetivos). Al utilizar esta metáfora, el DOE puede expresarse en la pregunta
«¿Cómo podemos esperar de forma realista mejorar el trabajo de la evolucíón?».
Proponemos tres categorías principales de posibles respuestas, que se pueden
resumir de la forma siguiente:
� Cambios compensatorios '. La evoludÓil}'. 2:�,S,�l:í/m., .�L$.i.sI�m� ..Pª-Iª···$.c.w::iren /
.i?r;��;· �uy difer��te. N���,·{i�¡··��/p;�;;/��t;����,,,q�;·,p�d;;,;;,��di}
un tipo de entorno, pero ahora' dese�rrws hacer uso de este ..en un tipo del
ficar el sisi:éma.·a mejor para alcanzar la demanda impuesta por el nuevo
entorno. Para realizar dichas modificaciones no se necesitan conocimientos
de ingeniería a la par de los de la evolución: tengamos en cuenta que resulta
mucho más complicado diseñar y construir un coche desde cero que com-
binar un coche existente con un nuevo conjunto de ruedas o realizar otro
tipo de alteraciones para mejorar el funcionamiento en una situa�ión en
concreto, como cuando la carretera está helada. De igual forma, el orga:/
nismo humano, si bien fue inicialmente «diseñado» para actuar como caz4
dor-recolector en la sabana africana, debe funcionar ahora en el munde
moderno. Podemos ser capaces de llevar a cabo ligeras modificaciones t
ajustes de mejoramiento al nuevo entorno aunque nuestro talento en el
ámbito de la ingeniería no se acerque ni remotamente al de la evolución.
�:�1:�-
• [)isfort{q11.ciq axiológica. Existen discrepancias entre los estánd,!res en fosJ
gue la evolu�ión ha 'rrieclid�· i;··�'Jidaa·ae""sff'ftahajo,-y,-los'q�e
qti.���()S._apl1car:''Iñcluso"'sT··1a"evófü�í'6�·-·h-¡¡5Tera"pódi<lo'¿;�;;--¡;"·;�}�;·f· ·
máquina éie'r�pi�ducción y supervivencia imaginable, todavía tendríamos f
razones para cambiarla porque lo que valoramos no es principalmente!
optimizar al máximo nuestra eficacia. Esta discordancia en los objetivos
es una fuente importante de respuestas al DOE. No
essorprendente que
�t;::
fftr�ifl���;�n]'.ªi;��i!ªt:flf\t!��;¡7i�;
dfseiíar''ersis'tefua
fórica puede verse así) a la evolución al de la forma en
la que lo hizo. 1)na vez más, .e.s!?: ..<:�J?!l9Sl2.!Ll!9-R.!S.rn.RPJ.ie,.q.ue.nuesu:Q.
talento. �n el ámbito deJ! ingeniería supere alde la evoluci,éH· Compare- ..
mos este caso con ef de' un 'ttcnico '"iñédfócré;"q��"ñüñ¿; podría diseñar
395
NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
un coche (no entro ya en si este coche sería bueno) pero que puede ser
capaz de convertir el último modelo de BMW en un rudimentario aparato
para recoger el agua de la lluvia, mejorando por tanto, las características del
sistema en forma de aparato para recoger agua.
Restricciones evolutivas. Tenemos acceso a varias herramientas, materiales
y '@:riic:�� :4fJ�s 'qiji .ii�di�pqgía. la, eyplución. 'liid{Íso sf'ñi:ié'stros"coñ·o:
. cimientos en i�ge�iería están lejos de I�s
de la evolución, podemos ser
capaces, aun así, de conseguir ciertos logros que la evolución no podría
conseguir, gracias a estas nuevas ayudas. Deberíamos ser cautelosos a la
hora de recurrir a esta explicación, ya que la evolución a menudo se las ha
arreglado para obtener, con medios primitivos, lo que nosotros no pode-
mos con tecnología punta. Pero en algunos casos podemos mostrar que es
prácticamente imposible crear una cierta característica sin una herramienta
concreta (sin importar lo astuto que pudiera ser el ingeniero) mientras que
un zoquete puede conseguir la misma característica si se le da acceso a esta
herramienta. En estos casos especiales podemos superar las restricciones
evolutivas.
En las siguientes tres secciones, analizaremos cada una de estas categorías
de posibles respuestas al DOE en más detalle, y mostraremos cómo pueden
ayudarnos a decidir si llevamos a cabo varios posibles mejoramientos humanos.
Nuestras ideas sobre el mejoramiento son similares en muchos aspectos a
trabajos anteriores en el campo de la medicina evolutiva. Este tipo de medicina
se basa en la utilización de consideraciones evolutivas para comprender aspectos
de la salud humana7• Los huéspedes y los parásitos se han adaptado los unos a
los otros, y los análisis de las compensaciones implicadas pueden revelar adap-
taciones que han contribuido a la adaptación en el pasado pero que están ina-
daptadas hoy en día, o síntomas que se han diagnosticado erróneamente como
perjudiciales pero pueden ayudar, de hecho, a la recuperación. La medicina
evolutiva también contribuye a explicar la incidencia de enfermedades genéticas,
que pueden mantenerse entre la población debido a los efectos beneficiosos en
entornos tradicionalmente normales. Otra contribución de la medicina evolutiva
ha sido atraer la atención al hecho de que nuestro entorno moderno puede que
no encaje siempre en la biología diseñada para las condiciones pleistocénícas,
7 Williams y Nesse, 1991; Trevathan, Smith y McKenna, 1999.
396
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
y cómo esta incompatibilidad puede provocar enfermedades. Reciclamos estas
percepciones en nuestro análisis del mejoramiento humano.
Otro hilo de investigación relevante para nuestros objetivos es la teoría sobre
la optimización evolutiva, que pretende determinar las habilidades y limitaciones
de la evolución en lo que respecta a la producción de funciones biológicas efi-
cientes", Aunque, inocentemente, puede pensarse que la evolución maximiza la
adaptación individual (la esperanza de vida estimada de la descendencia supervi-
viente), existen muchos contextos en los que esta simplificación conduce a error.
A veces es necesario centrarse en el concepto de adaptación individual, que tiene
en cuenta los efectos de un genotipo en la adaptación de parientes consanguí-
neos, aparte de sus difuntos directos. En ocasiones, se necesita una perspectiva
centrada en los genes para explicar fenómenos como la segregación, distorsión y
ADN redundante", También existen otras muchas formas en las que la evolución
carece rutinariamente de «optimización», algunas de las cuales explicaremos en
las siguientes secciones.
2. Cambios compensatorios
2.1. Observaciones generales de la compensación
La adaptación evolutiva a menudo supone alcanzar una compensación entre '\.
criterios de diseño competitivo. La evolución nos ha afinado para la vida en dl '
entorno ancestral, que, en su mayoría, correspondía a una vida como miernbrd ·
de una tribu de cazadores-recolectores en la sabana africana. La vida en la socie- I
¡'
dad contemporánea difiere en muchos aspectos de la vida en el entorno de l�/
adaptación evolutiva. Las condiciones modernas son demasiado recientes comdJ
para que nuestra especie se haya adaptado completamente, lo que significa que
la detención de la evolución de las compensaciones puede no ser lo mejor a día
de hoy.
En la biología evolutiva, el «ambiem.�.4-�.idonJ:!.kfa4..�YQlg�JYe>�_.{AfE). no se
ref;�·��-�-��pocai"o"lug��-coñcreto';-;f�o al entorno en el que una especie ha
evolucionado y al que se ha adaptado!". Incluye tanto aspectos animados como
inanimados del entorno, como el dima, la vegetación, las presas, los depreda-
8
Parker y Srnith, 1990.
9 Dawkins, 1976; Williams, 1996/1966.
10
Hagen, 2002.
397
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
dores, los agentes patógenos y el entorno social de los congéneres. También
podemos pensar del AJE como el conjunto de las presiones evolutivas a las que
se han enfrentado las especies a lo largo de la época evolutiva reciente (en el
caso de los humanos, al menos 200 000 años)!'. La caza, la recolecta de frutas
/\ frutos secos, el
cortejo, los parásitos y la lucha cuerpo a cuerpo con animales
/ salvajes y tribus enemigas son elementos del AIE; no lo son coches que van a toda
\\ velocidad, altos niveles de grasas hidrogenadas, guetos específicos y formularios
..
\... de la declaración de la renta .
,.,,,, __
La importancia de esto para la heurística de la evolución es que, aunque el
organismo humano fue un sistema maravillosamente diseñado para la vida en
el AJE, puede no serlo en todos los aspectos para la vida en la sociedad con-
temporánea. Si podemos identificar cambios específicos_ ��-Ilue��r.? entor11? _9,t1e· _ . .
han desplazado el punto óptimo d:. compensación entre los desidérátums del
diseño competitivo eh una cierta dirección-;poctemoseñcontrar intervenciones
relativamente sencillas que podrían volver a afinar estas compensaciones hasta
llevarlas a un punto más cercano a su situación óptima actual. I)ich�s interven-
€:�!9.§ 4i --��f!�§�\
ciones de . .tf1l}ª�!é!:1.P!:!.�.4t::A...�!Jm.QY:��-��- -�P.:�r� _ los primer?s
mejoramiento, frutos a nuestro alcance indüsó coñ. Iaausencia de tecnología
. .del,., ,. , ..
médica superavanzad a.
Los mejoramientos propuestos cuyo objetivo es volver a afinar las compen-
saciones modificadas a menudo superan el DOE. El nuevo rasgo que el mejora-
miento aporta puede haberse adaptado mal en el AJE aunque se adaptaría hoy en
día. Otra situación sería que el nuevo rasgo estuviera intrínsecamente asociado
con otro que se adaptaba de forma incorrecta al AIE, pero que se ha convertido
en un rasgo menos desfavorable (o incluso beneficioso) en el entorno moderno,
de forma que las condiciones de la compensación han cambiado. En cualquier·
caso, el mejoramiento podría adaptarse al entorno actual sin que haya sido así en
el AIE, lo que explicaría por qué no tenemos ese rasgo, permitiéndonos superar
el DOE.
Podemos distinguir dos formas en las que las compensaciones pueden cam-
biar: nuevos recursos que estén disponibles actualmente y no lo estuvieran, o solo
con un gran coste, en el AIE; o que las demandas de uno de los subsistemas del
organismo humano puedan haber cambiado dado que abandonamos el AIE.
Consideremos estas dos posibilidades respectivamente con algunos ejemplos.
II
Hagen, 2002.
398
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
2.2. Recursos r
Una de las diferencias principales entre la vida humana actual (para la mayo-l
ría de la gente en países desarrollados) y la vida en el AIE es la abundante\
disponibilidad de comida sin importar el lugar y la estación. En el estado de1
'naturaleza, la comida es relativamente escasa la mayor parte del tiempo, lo que'
hace que conservar energía sea fundamental y fuerza compensaciones de los gas-
tos de energía entre tejidos, procesos y comportamientos metabólicos costosos .
Corno veremos, un111�yoracceso a los nutrientes sugiere varias oportunid�.1.e.sA�
mejoramiento PF<?mitedóras. También héñiós'gáñaao-accescfrñliévos 'e impor- \
t"añt�; recur;os que no pertenecen a una dieta, incluyendo una_m�j.Q.E. _P..���:��i�.n \
1.�.
contra las amenaza� físicas, asistegc:ict QQSt�f1::!�3.:>. ..1!1:.':J2�.':�.!1S!s>l4�. t�111-p_�,r,3.:_�ura. r
/máyótdfsponibili�;d d�j�formación. Vamos a examinar de qué forma son. . f
relevantesestos nuevos recursos para posibles mejoramientos del cerebro y del ;
sistema inmune.
2.2.1. El cerebro. El cerebro humano constituye únicamente el 2% de la masa
corporal y sin embargo representa alrededor del 20% del gasto total de energía.
El cerebro, corazón, tracto gastrointestinal, riñones e hígado consumen, en total,
el 70% del metabolismo basal. Esto provoca compensaciones entre el tamaño
y la capacidad de dichos órganos, y entre la distribución de tiempo y energía a
actividades aparte de buscar comida en mayor cantidad o calidad12•
Como era de esperar, descubrimos que en los linajes evolutivos en los que
las demandas nutricionales son altas y las cognitivas bajas (corno la caza de
murciélagos en entornos sin distracciones), el tamaño relativo del cerebro es,
en consecuencia, más pequeño". En humanos, el tamaño del cerebro tiene una
correlación positiva con la capacidad cognitiva (.z0,33)14•
Al mantener una masa cerebral constante, un gran nivel de actividad mental
también puede permitirnos utilizar nuestros cerebros de forma más eficaz para
procesar información y resolver problemas. Sin embargo, el cerebro requiere de
energía extra cuando ejercemos esfuerzos mentales, lo que reduce el nivel de
glucosa en sangre, normalmente regulado de forma estricta, alrededor de un 5%
(0,2 mmol/1) para esfuerzos leves (<15 min) y más para esfuerzos más largos15.
12
Aiello, Bates y Joffe, 2001; Fish y Lockwood, 2003.
13
Niven, 2005.
14
McDaniel, 2005.
1
5 Harper y Kennedy, 2001; Fairclough y Houston, 2004 .
:q
399 ll
, . , .... ,c., ...... ,.·..... • ... 1

NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
Contrariamente, se ha demostrado que unos niveles altos de glucosa en sangre
mejoran el desempeño cognitivo en tareas exigentes".
El problema metabólico se agrava durante el crecimiento prenatal y el de la
infancia temprana en los que el desarrollo del cerebro requiere de energía extra.
.J)',L}21�rnQ_9.füJU.Q ..C�{t.t>r?:i.J�P!.�§�l}W· ,�! }�S,<)l1}9E9S()_, §0% . de] Jllet:a�<:>.!i.S,IP.,9. .. tQ!ª'L.
. e.� rec.ién n�ddos17, empeorando la situación competitiva entre madre e hijo
respecto ·a teó.ii:sos nutricionales, una compensación desagradable18• Los niños
que pesan más al nacer tienen una ventaja cognitiva19•
:- Otra limitación en el desarrollo cerebral prenatal es el tamaño del canal del
,\parco humano (restringido en sí por la bipedestación), que históricamente ha
1
! supuesto HmJ�-��I9.nes grav:es,_r�sp<;ft() aJ.Jc1rnañg p.� la, <;:::iJ:>��3: de los_ recién nad-
{qQlº. Esri� �estric�1;;es �� eluden, en parte, gracias a la obs�e��ia;t·¡;;�·¿�;;;�·y ia ·
; disponibilidad de las cesáreas. Una manera de reducir el tamaño de la cabeza al
.nacer y las demandas de energía perinatales sería alargar el periodo de madura-
ción posnatal. Sin embargo, la maduración retardada era mucho más arriesgada
en el AIE que ahora.
Lo que todo esto sugiere es que los mejoramientos cognitivos pueden hacerse
posibles si podemos encontrar intervenciones que recalibren estas compensacio-
nes heredadas de formas que resulten más adecuadas en el mundo contempo-
/áneo. Por ejemplo, supongamos que podríamos descubrir intervenciones que
/ �ncrementaran, de forma moderada, el crecimiento de nuestro cerebro durante
{ la gestación, o que pudieran prolongar brevemente el periodo de crecimiento
\,,del cerebro durante la infancia, o que provocaran un aumento de la energía
��ncal disponible. Aplicar el DOE a estas intervenciones hipotéticas nos dada
¡'Íui verde. �gsi�ffi9§.YH pqrqµé. estos mejoramientos-se habrían- adaptad,Q.,m_��
f fE���!.�E.,. y po� 9�é puede11 ha.}er$� cpriy�ft��o, �i11 �1111:>a,rgo,. en algc)c;()111�le-
\ ��:�E�.,R.�!}�:fic:iq$o ahora que las compensaciones subyacentes han cambiado
\como resultado de la disponibilidad de nuevos recursos. Si la «desventaja» de
?t..·�,..
Korol y Gold, 1998; Manning, Stone, Korol y Gold, 1998; Martín y Benton, 1999; Meikle,
16
Riby y Stollery, 2005. Los niveles altos de oxígeno (otro requisito para el metabolismo) también
mejoran la cognición (Winder y Borrill, 1998).
17
Holliday, 1986.
18 Martín, 1996.
19 Matee, 2001.
20
Trevathan, 1987.
'''""h·····-·----
400
,
·¡. ·.·
_
;1
•..
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA.
obtener más energía mental es que quemaríamos más calorías, la mayoría de
nosotros aprovecharíamos la oportunidad.
No todas las intervenciones de mejoramientos cognitivos obtienen luz verde
a partir del argumento anterior. Los estimulantes como la cafeína o el modaflnil
nos permiten mantenernos despiertos y un mejor control sobre nuestros patrones
de sueño21• Pero dormir nos ofrece varias funciones (poco comprendidas) aparte
de conservar energía22• Si la explicación sobre por qué no dormimos menos de lo
que lo hacemos tiene que ver con estas otras funciones, reducir el sueño puede,
entonces, tener más efectos secundarios problemáticos que aumentar la cantidad
de calorías que necesitamos consumir. Para cualquier intervención particular,
como la administración de algún medicamento, también necesitamos considerar,
por supuesto, la posibilidad de que existan efectos secundarios, es decir, que el
medicamento pueda tener efectos sobre el cuerpo aparte de simplemente devol-
ver la compensación que se pretende.
2.2.2. El sistema inmune. Aunque el sistema inmune desempeña una función ·.
esencial al protegernos de infecciones y del cáncer, también consume grandes/
cantidades de energía23. Varios experimentos han demostrado que existen cos-
tes energéticos directos de la activación inmunitaria24• En pájaros, la activación
inmunitaria equivale a un aumento del 29% de la tasa metabólica de reposo25 y
en humanos la tasa aumenta un 13% por grado centígrado de flebre26• Además,
las demandas de la síntesis proteica del sistema inmune son considerables y, aun
así, priorizadas, como demuestra el aumento del 70% en el volumen de proteínas
en los niños, cuando tienen infecciones, a pesar de estar malnutridos27• Uno se
esperaría que el sistema inmune hubiera evolucionado hasta llegar a un nivel de
actividad que estableciera una compensación entre estos y otros requisitos, un
nivel optimizado para la vida en el AIE, pero que tal vez ya río es el ideal.
21 Caldwell, 2001.
zz Siegel, 2005.
23 McDade, 2003.
24 Demas, Chefer, Talan y Nelson, 1997; Moret y Schmíd-Hernpel, 2000; Ots, Kerímov, Ivan-
kina, Ilyina y Horak, 2001.
25 Martin, Scheuerlein y Wikelski, 2003.
26 Elia, 1992.
27 Waterlow 1984; McDade, 2003.
401
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
Dicha compensación se ha propuesto como parte de una explicación del
. buena salud a largo plazo.
efecto placebo28. El efecto placebo es sorprendente porque al parecer implica
obtener algo (una recuperación acelerada de una enfermedad o lesión) por nada
(tan solo por tener una creencia). Si la experiencia subjetiva de estar recibiendo
un tratamiento provoca una respuesta beneficiosa para la salud, ¿por qué no
- ·\ -,respondernos siempre de esa forma? Varios estudios han demostrado que es quí- . . ..• . •. • • /1 •
micamente posible ajustar la respuesta del placebo al alza29 o a la baja'".
Una explicación posible es que activar el efecto placebo consume recursos,
quizás a través de la activación del sistema inmune u otras formas de inversión
en la salud fisiológica. Además, en la medida en que el efecto placebo reduce
las reacciones defensivas (como el dolor, el agarrotamiento y la inflamación),
puede aumentar nuestra vulnerabilidad de cara a lesiones futuras y ataques de
microbios. Si esto ocurre, podemos esperar que la selección natural nos haya
hecho de forma que la respuesta del placebo se provocaría por medio de señales ·.._._._
i · ¡i
que indican que en el futuro próximo (a) nos recuperaremos de nuestra lesión o
enfermedad actual (en cuyo caso no es necesario conservar recursos para luchar
contra una infección prolongada y necesitamos menos para mantener las reac-
ciones defensivas), (b) tendremos un buen acceso a nutrientes (en cuyo caso,
una vez más, no es necesario conservar recursos), y (e) estaremos protegidos de
amenazas externas (en cuyo caso hay una menor necesidad para mantener los
recursos en reserva como modo de preparación para una acción inmediata).
/De acuerdo con este modelo, la prueba muestra, en efecto, que el sistema de
/ curación se activa no solo por medio de la expectativa de recuperarnos pronto,
I
sino también por medio de la impresión de que las circunstancias externas son,
fti. , por lo general, favorables. Por ejemplo, el estatus social31, éxito, que alguien nos
. ·.· ... ·.·
:¡ }.\ ... 1
· � cuide32, la luz solar y las comidas habituales puede�. .ÜJ,9icar que estafI!Q§.. hajo .. ·. :··-·.h
.· ...··.· ¡,.
\l �stan0��S.._?l?_����--Pªra .. qu.e ...el, .. cuerpo. . i;vf�rt¡.xecu��gi�'.¿ll.�BÉ�sJLde
\J( ����-I.:.�}a.���4 ..a.Ja.rg9pla.:z(), . Y.P�E�c�.ci�e .. 1?:?t�y�11i3,lcµ�i;pg,p�ra.. qY�----
\,)() hag_a. En cambio, los conflictos33, el estrés, la ansiedad, la incertidumbre'", el
'}echa:z;·, aislamiento y desesperación aparecen cuando los recursos se emplean
28
Humphrey, 2000.
29
Sauro y Greenberg, 2005.
3
3
° Colloca y Benederri, 2005.
Sapolsky, 2005.
32
i
House, Landis y Urnberson, 1988.
33
Kiecolt, Glaser, Cacioppo, MacCallum, Snydersrnith, Kím y Malarkey, 1997.
34
McDade, 2002.
402
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
en la preparación inmediata para hacer frente a una crisis y no para conseguir
.
Si este modelo de la respuesta del placebo es correcto, vale la pena explorar
varias R()��pl�tyfas del mejoramiento. Una es que dado que la seguridad física y
1 el acceso seguro; f� co�id�.. fiirimejorado mucho en comparación con el AIE,
ahora puede ser beneficioso invertir más en procesos biológicos que pretenden
conseguir buena salud a largo plazo que en lo que era óptimo, por lo general,
en el AIE. Por consiguiente, podemos preguntarnos si el efecto placebo, y otras
respuestas que han evolucionado con el tiempo, son lo suficientemente flexibles
como para haber ajustado el nivel de inversión en la salud hasta un nivel óptimo
en condiciones modernas. Si no, J29��EÍ�J:l}_<:>� �.�n-�fü=J�E���.?.e.}!?.3Jn.t�r.yf_!JJ:ión
Inversión del cuerpo en salud.
':!�.�- ��-�-:.��: . ��-·
'l�.�-Rf9Y9q�e una r.�s.e�e.s.��,si,�H�E,�!.E!ª'��-�2 . Q.1,A�L?Er.�.x?:.��. .
·sr;·�;i:;�rg;:·�i��;;�;·
< ...... que los esfuerzos externos y las restricciones de recur-
:.
sos se reducen en el ambiente moderno, el peligro de las reacciones autoinmunes
·.. ·
1
permanece. Por tanto, tendríamos que tener cuidado y no ir más allá del objetivo.
r¡ Es posible que podamos beneficiarnos de un punto de partida mds bajo de la
actividad inmunitaria en algunas partes del sistema inmune, ya que el riesgo de
1
que muramos a causa de una enfermedad infecciosa es más bajo. Por ejemplo,
r¡· la teoría de la higiene de las enfermedades alérgicas afirma que la reducción del
¡
¡::
problema inmunológico en particular respecto a parásitos helmintos durante
las primeras etapas de la vida aumenta el riesgo de enfermedades alérgicas más
adelante en la vida35• De ser cierto, tal vez sería conveniente disminuir la sub-
• 1
población de células dendríticas particulares (DC2) sensibles a helmintos, pero
1
causantes de reacciones alérgicas. Alternativamente, puede utilizarse un aumento
de células reguladoras (DCreg) que tienden a perderse en sistemas inmunes que
.
i no reciben estímulos para controlar las células DC2 .
....
1
La heurística de la evolución también nos lleva a considerar otros posibles
mejoramientos del sistema inmune. Incluso si el nivel de activación medio de
nuestro sistema inmune fuera óptimo en la época moderna, ahora disponemos
1
,.
1 de más información (un nuevo recurso) sobre las exigencias detalladas de situa-
¡ ciones específicas. Podemos utilizar esta información para anular las tendencias .
¡
! de las respuestas naturales de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los destinatarios de/
¡ órganos donados pueden beneficiarse de medicamentos inmunosupresores.__ .�n
r
¡
,l:· 35 Yazdanbakhsh, Kremsner y van Ree, 2002; Maizels, 2005.
r
lr 403
. J
1.
·..L.
 .".:::. ::.-.<.·.:·1:·."
.·-..
NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
cambio, un paciente con cáncer en estado inicial podría mejorarse si su sistema
inmune pudiera estar inducido a organizar un ataque general inmediato en el
tumor incipiente en lugar de conservar recursos para hipotéticos desafíos en el
futuro36•
Un mejoramiento más radical sería mejorar una reparación del ADN, que
reduciría las mutaciones que provocan el cáncer y mejorarían la resistencia a la
radiación, al precio de aumentar las necesidades metabólicas. Esta modificación
podría conseguirse a través de la sobreexpresíón de los genes reparadores de
ADN existentes37, o tal vez incluso a través de la incorporación transgénica de
las habilidades "únicas de Deinococcus radiodurans38.
Un aumento en la reparación tendría que estar equilibrado con apoptosis y
sustitución de células dañadas de forma irreparable (otro gasto de energía). Hasta
/hace poco tiempo, el aumento en la actividad de reparación del ADN puede
; . haber resultado muy costoso desde el punto de vista metabólico y propenso a la
/ mutación para que la evolución lo considerara como un acuerdo que valiera la
f pena. Una de las vías más estudiadas, la del PARP-1, protege al genoma de los
daños, pero requiere de tanta energía que puede perjudicar a las células a través
\\ del agotamiento de energía",
Dado que el objetivo de las intervenciones sugerido anteriormente es resta-
blecer la salud, se podría objetar que deberían verse como intervenciones tera-
péuticas más que mejoradoras. Pero estas clasificaciones no son necesariamente
incompatibles. Podríamos considerar las intervenciones como terapéuticas para
los subsistemas cuyo funcionamiento ha quedado deteriorado por la enferme-
dad, y sin embargo también como mejoradoras del sistema inmune, cuyo fun-
cionamiento se mejora en comparación con su estado normal'",
36
Boon y van Baren, 2003; Dunn, Old y Schreiber, 2004.
37
Wood, Mitchell, Sgouros y Lindahl, 2001.
38
Barrisca, Earl y Park, 1999; Venkateswaran, McFarlan, Ghosal, Mincon, Vasílenko, Makarova,
Wackett y Daly, 2000.
39
de Murcia y Shall, 2000; Skaper, 2003.
40
De la misma manera, podemos ver las vacunas como terapéuticas (o, de forma más precisa,
profilácticas) y como mejoradoras,
404
1
-_·,--t,·:
. 1
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
2.3. Demandas '
Al igual que tenemos muchos recursos que no tenían nuestros ancestros cazado-
res-recolectores, también nos enfrentamos a conjuntos de demandas diferentes
a los suyos. Esto sugiere mayores oportunidades de mejoramiento. .· _ -·-\
Los cambios en las demandas del organismo humano tienen lugar cuando las \
antiguas desaparecen o se reducen (por ejemplo, una menor necesidad de hacer Í.
largas caminatas para conseguir comida; los ambientes higiénicos que reducen (
las demandas del sistema inmune), y cuando las demandas se incrementan o l
aparecen nuevas (por ejemplo, una mayor necesidad de concentrarse mientras
se trabaja con material abstracto durante largos periodos de tiempo; nuevos
patógenos que se propagan en las grandes sociedades). La fuente y naturaleza �e
una demanda concreta también pueden cambiar. Por ejemplo, ya no se necesita {
el ejercicio para conseguir comida, pero sí para mantenernos en forma. ...,--'
Muchas «enfermedades de la civilización» se deben a estos cambios en las
demandas. Por ejemplo, nuestros antepasados necesitaban ejercitarse físicamente
para asegurarse una nutrición adecuada, mientras que nuestro fácil acceso a
comida en abundancia puede conducir a la obesidad. Las personas que no tra-
bajan al aire libre y, por tanto, no están tan expuestas al sol como nuestros
antepasados, y pueden padecer deficiencias de vitamina D41; sin embargo, nos
arriesgamos a tener cáncer de piel cuando exponemos nuestra piel pálida al sol
durante actividades de ocio ocasionales. Una rápida coagulación de la sangre era
beneficiosa en el pasado, cuando había un alto riesgo de hacerse heridas. El riesgo
en aumento de problemas cardiovasculares y embolias era una compensación
aceptable. Hoy en día, el riesgo de herirse ha disminuido considerablemente,
haciendo que las desventajas sean relativamente más importantes. Reducir la
coagulación, por ejemplo, al tomar una dosis baja de aspirinas, puede ser bene-
ficioso dados estos cambios en las deman d as42 , aunque nos arriesgamos
'
a tener
efectos secundarios relacionados como la irritación estomacal.
Aunque los cambios en las demandas pueden provocar o empeorar los pro-
blemas, también pueden paliarlos. La reciente aparición de la industria de las
tecnologías de la información parece haber creado un refugio para las personas
con síndrome de Asperger en el que su preferencia por la estructura y el detalle
�1 Thornas, Lloyd-jones, Thadhani, Shaw, Deraska, Kitch, Vamvakas, Dick, Prince y Finkelsteín,
1998.
42 Force, 2002.
405
L

NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
se convierte en una virtud y sus problemas con la comunicación cara a cara son
obstáculos más pequeños43• La adaptación deliberada de los entornos a las adap-
taciones de la evolución humana y las idiosincrasias individuales es un apéndice
prometedor del mejoramiento humano directo para mejorar el desempeño y
bienestar del ser humano.
2.3.1. Alfabetización y las nociones aritméticas elementales. La capacidad intelec-
tual, o al menos algunas formas concretas de esta, parecen estar más premiadas
en la sociedad contemporánea que en el AIE. Existe una correlación positiva en
la sociedad occidental entre el CI y los ingresos44• Los niveles altos en la capa-
cidad cognitiva general son importantes no solo para trabajos muy exigentes y
bien considerados, sino también para el éxito en el día a día, como ser capaz de
rellenar formularios, comprender las noticias y mantener buena salud. Conforme
la sociedad se va haciendo más compleja, estas demandas aumentan, lo que con-
.fi:�re a las personas con una capacidad cognitiva baja una mayor desventaja45•
fAunque la capacidad cognitiva general puede haber sido más ventajosa (y prefe-
rida) en nuestro pasado evolutivo46•47, la alfabeti'.?_<tc:i<'>n_J7:Je§.l1Qf!Q.!}tS,aritméticas,.,,,
elementales .·repres�fl:��[.l,h�kfü4MkSJPªs::;;:P�fífif��-: ��Y?,..�!.ifüt<!411ª-.1tlt.!Q�.�-t�-do
c:gpii.ª�i��J.�füfoJ��i.i�.!ºs ..�l.!ÜD.Qs.tiempos.. ......
Antes de la invención de la escritura, el cerebro humano no hacía frente a
ningún tipo de presión para estar alfabetizado. Actualmente, sin embargo, la
alfabetización está muy demandada. No poder satisfacer esta demanda pone al
individuo en una situación grave de desventaja en la sociedad moderna. Dado
que la escritura es una invención relativamente moderna (3500 d.C.), y dado que
el lenguaje escrito se ha convertido, de forma mucho más reciente, en el modo
principal de comunicación, es posible que el cerebro humano no esté optimi-
zado para las condiciones modernas. El hecho de que la maquinaria neuronal
43
Silberman, 200 1.
44
Neisser, Boodoo, Bouchard, Boykin, Brody, Ceci, Halpern, Loehlin, Perloff, Sternberg y
Urbina, 1996; Gottfredson, 1997; Bersaglierí, Sabeti, Patterson, Vanderploeg, Schaffner, Drake, Rho-
des, Reich y Hírschhorn, 2004.
45
Gottfredson, 1997; Goufredson, 2004.
46
Gortfredson, 2007.
47
Cabe destacar que el CI se correlaciona de forma negativa con la fertilidad en muchas socie-
dades modernas (Udry, 1978; Vancourr y Bean, 1985; Víning, Bygren, Hattori, Nystrom y Tarnura
1988). Esto puede ser un ejemplo de discordancia axiológica entre los valores humanos y la adaptación
evolutiva.
406
1
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
necesitada para escribir y leer se superpone considerablemente a la necesitada
para producir e interpretar la comunicación oral quiere decir que el desequi-
librio entre la capacidad evolutiva y las demandas actuales no es tan grande
como podría haber sido. No obstante, tal y como muestra el fenómeno de la
dislexia, es posible tener déficits a la hora de procesar el lenguaje relativamente
específicos del lenguaje escrito, que pueden aparecer de las variaciones meno-
res en el procesamiento fonológico48• La dislexia también parece estar ligada a
habilidades visoespaciales mejoradas o atípicas49• Estas habilidades pueden haber
resultado útiles en el AIE, pero hoy en día la alfabetización es normalmente más
importante para conseguir los objetivos de la vida. Si nuestra especie hubiera
estado utilizando la escritura durante un par de millones de años y la adaptación
reproductiva hubiera dependido de la alfabetización, la dislexia podría haber sido
mucho menos frecuente de lo que es ahora. /\
La sociedad moderna también demanda mucho más las nociones aritméti- \
cas elementales ahora que en el AIE. En sociedades de cazadores-recolectores, \
estas demandas de nociones aritméticas parecen haberse visto limitadas a ser \
capaz de contar hasta cinco o hasta díez'". En el mundo moderno, si alguien no �
entiende la aritmética básica, se encuentra en una gran desventaja. Muchos tra-
bajos requieren conocimientos de estadística, cálculo, geometría o matemáticas
superiores. Las habilidades de programación abren posibilidades de empleo adi-
cionales. Las habilidades lógicas y analíticas crean más oportunidades en nuestra
sociedad moderna generalmente formalizada, cargada de información y con un
gran uso de la tecnología. Estas habilidades fueron mucho menos útiles en el
Pleistoceno.
La naturaleza modificada de estas demandas con las que tratamos sugiere
oportunidades para el mejoramiento al reajustar las compensaciones que ya no
son óptimas. Por ejemplo, el número de relaciones que parecen estar manejadas
por los circuitos cerebrales está estrechamente ligado a la cognición espacial de
objetos externos, y se ve afectado por las habilidades de atención espacial?'. Por
tanto, el mejoramiento de este tipo de atención espacial52, probablemente a costa
de la atención remota o periférica, podría resultar de gran utilidad. De forma
48 Goulandris, Snowling y Walker, 2000.
49 von Karolyí, Winner, Gray y Sherman, 2003; Brunswick, Martín, Marzano y Savill, 2007.
50 Pica, Lerner, Izard y Dehaene, 2004.
5t McCord 2000; Hubbard, Piazza, Pinel y Dehaene, 2005.
52 Green
y Bavelier, 2006.
407
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
similar, los mejoramientos de la capacidad de lectura a costa de las habilidades
visoespaciales relacionadas con la dislexia pueden obtener apoyo del DOE.
f: 2.3.2. Concentración. La importancia de ser capaz de concentrarse en el pensa-
\ miento abstracto y tareas con pocas reacciones sensoriales ha aumentado consi-
, derablemente en la época moderna en relación con l_a importancia de ��-·�9�fi�.D-:::
• cia pesiféü�a. En el AJE, esta era crucial para detect�prectacl.OresY enemigos,
I mientras que una habilidad para excluir otros estímulos tenía pocas aplicaciones.
\ Por consiguiente, podemos haber desarrollado sistemas de atención con una ten-
t4.�ncia a distraernos fácilmente en el ambiente moderno. Se ha sugerido que el
TDAH es una forma de «disposición a la respuesta» más adaptable en entornos
del pasado53• Por lo tanto, los mejoradores de la concentración pueden ser viables
y prometedores en entornos modernos, y permitirían a los usuarios satisfacer
estas demandas de atención continua. Los medicamentos como el metilfenidato
(Ritalín) ya se utilizan para tratar el TDAH y, ocasionalmente, también con
objetivos de mejoramiento54•
2.3.3. Preferencias dietéticas y almacenamiento de grasa. Una compensación
ligada a la disponibilidad de comida está relacionada con la cuestión de cuántos
nutrientes debería almacenar el cuerpo en depósitos de grasa. Si la comida con
un alto valor calórico es escasa y la disponibilidad de comida es muy variable, lo
mejor para un individuo es querer comida con un alto valor calórico y almacenar
grandes cantidades de energía en depósitos de grasa como seguro en tiempos difí-
ciles. Todavía tenemos apetito hoy y aún necesitamos depósitos de grasa pero (al
menos en el mundo desarrollado) son mucho menos importantes ahora que en el
pasado. Los valores determinados naturales del apetito y las grasas corporales de
muchas personas son mucho más altos de lo que sería lo mejor, lo que conduce
a un aumento en la morbilidad. En las sociedades modernas y adineradas, en las
que nunca faltan barritas de Mars, los riesgos de la obesidad y la diabetes superan
al riesgo de la desnutrición55, y los golosos tienen problemas de adaptación.
Esto sugiere que puede ser posible mejorar la salud humana al encontrar
maneras eficaces de disminuir nuestros antojos de azúcar y grasa, o al reducir la
absorción y almacenamiento de estas calorías en tejidos adiposos. Dicho mejora-
53 Jensen, Mrazek, Knapp, Steinberg, Pfoffer, Schowalter y Shapiro, 1997.
54 Farah, Illes, Cook-Deegan, Gardner, Kandel, Kíng, Parens, Sahakian y Wolpe, 2004.
55 Farah, Illes,
Cook-Deegan, Gardner, Kandel, King, Parens, Sahakian y Wolpe, 2004.
408
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
miento puede tener distintas formas: consejos nutricionales, pastillas para adel-
gazar, edulcorantes artificiales, sustancias indigestas que saben como las grasas,
asociaciones para perder peso, hipnoterapia y, en el futuro, terapia genética. La
heurística de la evolución sugiere que nuestras propensiones naturales a consu-
mir y almacenar nutrientes podrían ser un caso en el que nos podríamos bene-
ficiar de ir en contra de la sabiduría de la naturaleza. Se necesitarían estudios
independientes y probablemente una mayor investigación para determinar las
maneras más eficaces de llevar esto a cabo, dado que la pérdida de peso en sí
misma es un factor de riesgo relacionado con la longevidad'", ya que aquellos
que tienen algo de sobrepeso tienen una mortalidad menor que aquellos que
están por debajo del peso apropiado u obesos57• Probablemente, sería más eficaz
y más segura una aversión hacia la comida no saludable que una disminución
general del apetito. La heurística solo nos dice que no hay motivos relacionados
con la «sabiduría de la naturaleza» en general que conserven nuestros valores
determinados actuales del peso corporal; no nos dice por sí misma qué enfoques
para cambiarlos serían los más seguros.
2. 4. La interacción entre recursos y demandas
La situación es complicada debido al hecho de que algunos fenómenos se m�e-\
ven en.�jgz:kg}:!:!E[�"�'�E-��- ..s!.9.�-��\:?��!�g?EÍ,��9;�S9�P�,1'!:����?.�.��.,':l�,: han cambiado \
(recursos Y.•sk.manda�),Los vehículos de transporte y 1á maquinaríasoññ1:rews�··+,.
����·;��;"que reducen la demanda de ejercicio físico. El efecto es que la mayoría \
de nosotros hacemos menos ejercicio en nuestras rutinas diarias. Sin embargo, {
nuestros cuerpos parecen estar diseñados para la actividad física, por lo que una !
vida sedentaria causa una gran variedad de problemas de salud. Se han desarro- j
liado nuevos recursos (gimnasios, equipamiento para hacer ejercicio, parques, /
clubes de atletismo) para ayudarnos a superar los problemas de un estilo de vida J
sedentario. Pero ahora aparece una nueva demanda: necesitamos energía y auto- J
motivación para hacer uso de estos recursos, una demanda difícil de satisfacey
para muchos. /
/
En casos como estos, existen múltiples puntos de intervención posibles en
los que un cambio podría resultar en una mejora para nuestras vidas. Un enfo-
que sería diseñar nuestro entorno de forma que nos obligara a ser físicamente
más activos. Se podrían quitar los ascensores, prohibir los vehículos de motor en
% Gaesser, 1999.
sr Flegal, Graubard, Williamson y Gail, 2005.
409

NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
ciertas zonas, etcétera. Otro enfoque sería intentar rediseñar nuestro cuerpo de
forma que no dependiera de la actividad física frecuente para mantenerse sanos.
Según este enfoque, podríamos intentar desarrollar fármacos que provocaran en
el cuerpo efectos similares a los que causa el ejercicio (como las vías de señaliza-
ción IGF-1/MGF, estimuladas por el ejercicio o por las lesiones musculares)58•
Otro enfoque sería intentar llevar a cabo intervenciones que aumenten nuestra
energía y automotivación, facilitándonos por tanto el hacer ejercicio por nuestra
propia iniciativa. Por ejemplo, se pueden crear fármacos que nos den más energía
o refuercen nuestra fuerza de voluntad, o tal vez se podría crear un hábito de
realizar ejercicio con frecuencia inculcado en la infancia que continuara en la
vida adulta.
No se puede determinar a priori que cualquiera de estas intervenciones
vaya a funcionar y, si lo hacen, cuál de ellas sería la más eficaz y tendría el mejor
equilibrio de beneficios respecto a las cargas. Se trata de una cuestión empírica,
cuya respuesta depende de las circunstancias sociales cambiantes, de los niveles
de tecnología, preferencias personales y otros factores. Cabe destacar que no
son solo las intervenciones biológicas las que pueden tener efectos secundarios
indeseables. Eliminar los ascensores puede conllevar beneficios para la salud, ya
que obliga a utilizar las escaleras, pero también puede impedir el acceso a gente
con movilidad reducida y provocar molestias innecesarias a los demás. Promover
niveles altos de actividad física en los niños puede tener beneficios para la salud
en general, pero también puede provocar más lesiones, rodillas y articulaciones
de la cadera desgastadas cuando sean adultos, y resta tiempo a las actividades
no físicas.
El caso de las drogas adictivas es otro ejemplo de la compleja interacción
entre nuevos recursos y nuevas demandas. El alcohol, la heroína y la cocaína
son recursos relativamente nuevos. La disponibilidad de estos recursos crea una
nueva demanda en el organismo humano: la habilidad de evitar la adicción a
drogas perjudiciales que se apropian del sistema de recompensa del cerebro. Los
individuos varían en cómo metabolizan estas drogas y en cómo reaccionan sus
cerebros a la exposición de las mismas. Una vez más, la solución puede ser desa-
rrollar nuevos recursos (por ejemplo, clínicas de desintoxicación), intervenciones
farmacológicas temporales (metadona), modificaciones biológicas permanentes
(vacunas), iniciativas en el ámbito de la educación (programas de concienciación
sobre las drogas), o políticas sociales (penalización). Alternativamente, se puede
58
Baldwin y Haddad, 2002; Goldspink, 2005.
410
, __
,,,_,,,__.,,
LA SABIDURÍA DE LA"NATURALEZA
intentar desarrollar sustitutos más seguros y no adictivos de drogas perjudicia-
les59. Existen muchas y diferentes maneras de desafiar o trabajar en torno a la
sabiduría de la naturaleza.
3. Discordancia axiológica
3.1. Consideraciones generales sobre la discordancia axiolágica
Hemos analizado oportunidades para el mejoramiento que surgen de los cam-
bios en las compensaciones a los que nos enfrentamos en el mundo moderno
en comparación con las del AIE:. (Un gran ingeniero construyó un sistema para
utilizarlo en cierto entorno; lo adaptamos para emplearlo en uno diferente). En
esta sección, examinaremos otra fuente de oportunidades para el mejoramiento:
1.�A!��9rcg.ndit.entre�la . .adaptación-evolutiva·y··los.yJ!!9r��.hJJJI1..�,!}Q§,.(Un gran,
ingeniero construyó un sistema que servía de forma eficaz para un objetívo./
intentamos ajustarlo para que sirva para un propósito diferente). .-
.A.��-qll� .. � t1est�<>�. 9.�J�!;ygs Q-9 �gg.Jo.s"mismos .. que.los ..4�,la.�Y-I�h-!:ción, .. se
S<>_l.ipc1_r,i,�9nsi4�ral?km�.m<::. Valoramos la salud, y esta aumenta la ad�pt�ción
inclusiva. Valoramos un buen sentido de la vista, y este es útil para la superviven-
cia. Valoramos la creatividad artística y musical, y estos talentos ayudan a atraer
parejas en el AIE. Si esperamos mejorar algún atributo en el que los objetivos
concuerdan perfectamente, la categoría actual no será de ayuda a la hora de
cumplir el DOE. Así pues, tenemos o bien que encontrar una respuesta de una
de las otras categorías o bien sospechar que lo que parece ser un mejoramiento
fácil se pondrá en marcha con un gran coste oculto.
Mientras que algunos de nuestros rasgos son valiosos y propicios para la · C.
adaptación, muchos de los atributos que valoramos no habrían fomentado la .·
adaptación inclusiva en nuestro entorno natural, o no la habrían fomentado lo {
suficiente como para que resultara en un perfil de rasgos óptimos desde el punto,/
de vista de nuestros propios valores. Hay un exceso de capacidades o caracterís.::'
ticas a las que asignamos valor que superan la contribución que han hecho a la
supervivencia y reproducción.
Un ejemplo evidente esla tect1olC>gía anticoncep�i!��J,a vasectornía, píldoras
antic�nc:'efdvasy otros riiétocl�� ��j{'.)rari ri{;'�;t�� ��ntrol sobre nuestros sistemas
reproductivos, cortando el vínculo entre sexo y reproducción. Podemos valorar
�9 Nutt, 2006.
411
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA

dichos mejoramientos porque facilitan la planificación familiar y aumentan las Tabla l. Algunos rasgos que pueden promover el bienestar personal.
opciones. Pero la evolución desaprobaría estas prácticas. El gran ingeniero no
vería la ausencia de un interruptor de apagado de la reproducción como un • Bienestar emocional
defecto. Cuando nuestros objetivos difieren de los suyos, no sorprende que sea- • No padecer dolores crónicos o graves
mos capaces de modificar su diseño para hacerlo mejor (según nuestra opinión) • Amistad y amor
incluso si nuestras habilidades de diseño no alcanzan en absoluto las suyas'". • Memoria a largo plazo
• Habilidad matemática
Podemos distinguir (al menos) dosfuentes diferentes de dichadiscordanda
car��t:�·a�rf�,��q��;�f;J;;a;;1�-;;:a�pt�ió; • Conciencia y conocimiento
,�-�.�l{>giS:�: La primera es que las • Musicalidad
/inclusiva de un individuo no son siempre idénticas a las que sedan mejores para
• Apreciación del arte y creatividad
i este. La otra es que las características que maximizarían la adaptación inclusiva
• Apreciación de la literatura
de un individuo no son siempre idénticas a las que serían mejores para la socie-
• Confianza en sí mismo y autoestima
dad, o para nadie. Si nuestro objetivo es identificar posibles intervenciones que
• Placeres saludables
los individuos tendrían razones lógicas para querer, entonces tal vez deberíamos
• Energía mental
dejar a un lado la segunda fuente de discordancia axiológica. Sin embargo, si
t:
• Habilidad para concentrarse
' estamos interesados en tratar asuntos éticos y de políticas públicas, es importante
• Pensamiento abstracto
\considerar la discordancia axiológica que surge de cualquiera de estas dos fuentes. • Longevidad
Vamos a analizar cada una por su lado.
• Habilidades sociales

3.2. Fuentes de discordancia buenas para el individuo

¿Qué características fomentan el bienestar individual? Existen multitud de
estudios éticos y empíricos sobre esta cuestión, que no revisaremos aquí. Para
cumplir nuestros objetivos, bastará con elaborar una lista (Tabla 1) de algunas
características candidatas a estar entre las que contribuyen al bienestar individual
en una amplia variedad de circunstancias. Esta lista se ha elaborado solo con
fines ilustrativos. Se puede sustituir por otras que no afecten a la estructura de
nuestro argumenro61•
60
La evolución puede tener la última palabra si a largo plazo rediseña nuestra especie para desear
directamente tener tantos hijos como sea posible, o para desarrollar una aversión hacia los anticon-
ceptivos. La «evolución» cultural puede superar a la biológica completamente.
61 Las características de la lista no tienen
por qué ser bienes finales. Pueden incluirse aquellas
que son simples medíos para obtener bienes fundamentales. Por ejemplo, incluso si se piensa que la
musicalidad o la apreciación de la música no son intrínsecamente un bien, podrían incluirse aun así
en la lista si se cree que tienden (como hecho empírico) a fomentar el bienestar (por ejemplo, creando
oportunidades para el disfrute del individuo).
Pongamos de ejemplo la habilidad matemática para ilustrar la idea con un
ejemplo. Supongamos que creemos que tener una gran habilidad matemática
tendería a hacer, que nuestras vidas fueran mejor (tal vez porque nos ofrecería
ventajas competitivas en el mercado de trabajo, porque apreciar la belleza de las
matemáticas es un valor en sí mismo, o tal vez porque creemos que la habilidad
matemática está relacionada con otras habilidades que aumentarían nuestro bie-
nestar). Entonces planteamos el DOE: ¿por qué la evolución no nos ha otorgado
una habilidad matemática superior a la que tenemos?
Es posible encontrar respuestas a este DOE en otras categorías de las que
hablamos en este capítulo (cambios en las compensaciones o restricciones evo-
lutivas). Sin embargo, supongamos que no es así. Entonces puede que recurra-
mos a una respuesta en la categoría de la discordancia axiológica. Incluso si una
mayor habilidad matemática habría tenido problemas para adaptarse en el AIE
e incluso si hoy en día todavía los tuviera, puede ser aun así buena para noso-
tros, porque lo que es bueno para los humanos es diferente de lo que maximiza
nuestra adaptación.
Pero todavía no hemos terminado. Lo que nos enseña la heurística de la
evolución es que, en este caso, debemos esperar que la intervención tenga algún

412 413
NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA

efecto que reduzca la adaptación. Si no podemos formarnos ninguna idea plau- 3.3. Fuentes de discordancia buenas para la sociedad
sible de la clase de efecto que puede producir esta intervención de forma que
Muchas características que fomentan el bienestar individual también fomen-
reduzca la adaptación, debemos sospechar que la intervención tendrá efectos
tan el bien social, pero es poco probable que ambas listas sean idénticas. La
importantes que no hemos comprendido. Esto debería hacernos pensar. Un
Tabla 2 contiene una lista de algunos rasgos candidatos a contribuir al bien de
efecto que redujera la adaptación que no hayamos anticipado puede ser algo
la sociedad.
muy malo, como un efecto secundario médico grave. El DOE emite una señal
de aviso. Sin embargo, si podemos dar una explicación verosímil de por qué Como en la lista del bienestar individual, esta se ha elaborado únicamente
la intervención propuesta para aumentar la habilidad matemática reduciría la para utilizarla como ejemplo. Se podrían crear listas alternativas para varias cues-
adaptación, y sin embargo consideramos este efecto reductor como deseable o, al tiones relacionadas, como los rasgos positivos para la humanidad en su conjunto,
menos, pensamos que vale la pena tolerar por el bien de los beneficios, podríamos o para la vida sensible, o para una comunidad en concreto, o rasgos que nos
haber superado el DOE. ayuden específicamente a ser mejores agentes morales. Aunque las listas pueden
Esto no garantiza el éxito del mejoramiento. Aun así, es posible que la inter- solaparse, es posible que difieran respecto a las características o a su importancia
relativa. La heurística de la evolución puede aplicarse utilizando una lista como
vención no produzca el resultado deseado o que tenga algún efecto secundario
imprevisto. Puede existir más de una razón sobre por qué la evolución todavía esta.
no ha realizado esta intervención para mejorar la habilidad matemática. Pero Tabla 2. Algunos rasgos que pueden fomentar el bien social
una vez que hemos identificado al menos un motivo suficiente, la señal de aviso
emitida por el DOE se apaga. Hemos mostrado que una posible razón para • Altruismo extendido en la sociedad
pensar que el mejoramiento no funcionaría (el motivo de la «sabiduría de la • Diligencia y honradez
naturaleza») no se aplica a este caso. • Modestia y crítica con uno mismo
• Originalidad, creatividad y pensamiento independiente
ejemplo, la evolución no nos ha optimizado para la felicidad, y en
• Valor ciudadano
cambio nos ha llevado a numerosas adaptaciones que provocan angustia psi-
• Conocimiento y buen juicio de asuntos públicos
cológica y frustración62• La «noria hedónica» provoca una rápida adaptación a
• Empatía y compasión
experiencias positivas y que queramos más, ya que damos por hechos los bienes
• Cariño y preocupación por los demás
que obtenemos como un nuevo statu qua63• Los celos sexuales, el sufrimiento
• Admiración y apreciación merecidas
romántico, la envidia del estatus de otra persona, competitividad, ansiedad, abu-
• Autocontrol, habilidad para controlar impulsos violentos
rrimiento, tristeza y desesperación pueden haber sido esenciales para la supervi-
• Gran sentido de la justicia
vencia y el éxito reproductivo en el AIE, pero pueden afectar negativamente al
• Ausencia de prejuicios raciales
ser humano y hacerlo sufrir, y pueden perjudicar de forma considerable nuestro
• Ausencia de la tendencia a abusar de las drogas
bienestar. Una intervención que provoque un aumento en el valor determinado
• Alegrarse de los éxitos ajenos
hedónico o que disminuya algunas de estas emociones negativas superaría, por
• Formas útiles de productividad económica
consiguiente, el DOE: pgqi::,mg�sg¡np;�n..skr.p9x ..q11.é._e;l,�f$.�to h_?.btiª'J�nid.9_p.x.o:c
• Longevidad sana
�Ief!!:,lS _PílJa .adaptª-ft�--�-º-�tA.rn,.3t.aun.. así.creer . .q.U-e.11p$_Q5:Q�ftciarÍ;ai:n2s .. de este
debido a una discordancia entre la adaptación inclusiva y el bie�es�ar individual.
Para utilizar dicha lista con el DOE, procedemos de la misma forma que con
las fuentes de discordancia axiológicas «buenas para el individuo». Por ejemplo,
62
Buss, 2000. podemos crear un medicamento que haga más compasivo a aquél que lo tome.
63
Diener, Suh, Lucas y Srnirh, 1999. Puede parecer algo positivo, pero ¿por qué la evolución no nos ha hecho ya más

414 415
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
compasivos? En teoría, la evolución podría haber producido fácilmente una
sustancia endógena con efectos similares a los del medicamento; así que la explí-
/éación posible es que unos niveles más altos de clemencia no habrían aumentado
la adaptación inclusiva en el AIE. Podemos seguir divagando y preguntarnos por
I qué esa mayor clemencia habría tenido problemas para adaptarse en el AJE. Se
j puede suponer que dicho rasgo podría estar asociado a desventajas evolutivas,
\ como una menor habilidad para contraatacar después de una represalia, una
\ tendencia a salvar las vidas de los enemigos, lo que les permite volver y darle la
\ vuelta a esa derrota, una mayor propensión a ofrecer ayuda a los que lo necesí-
\ tan más allá de lo que es útil para la reciprocidad y aceptación social, etcétera.
\ Pero estos mismos efectos, que habrían hecho que un individuo con una gran
) compasión hubiera tenido problemas para adaptarse en el AJE, son exactamente
.¡ la clase de efectos que consideramos beneficiosos para el bien común hoy en
¡.
Lqía. No tenemos que asumir que las compensaciones relevantes han cambiado
desde el AIE. Incluso en este, habría podido tener efectos positivos netos en una
población local de cazadores-recolectores un individuo que hubiera nacido con
una mutación que le provocara ser muy compasivo, aunque este podría haber
sufrido una desventaja a la hora de adaptarse. Si aceptamos estas premisas, el
medicamento hipotético que aumenta la clemencia superaría el DOE. Sería
una situación en la que tendríamos razones para pensar que la sabiduría de la
naturaleza no ha conseguido lo que sería mejor para la sociedad y que nosotros
podríamos hacerlo mejor. · car proteínas, que actúan en porciones en entornos celulares con base acuosa
4. Restricciones evolutivas
4.1. Consideraciones generales sobre las restricciones evolutivas
/(; categoría final de respuestas al DOE se centra en el hecho de que existen
/ ciertas limitaciones respecto a lo que la evolución puede hacer. Utilizando la
! metáfora del «gran ingeniero», podemos decir que podemos esperar conseguir
� ciertas cosas con nuestros arreglos torpes que dejen sin palabras a la Evolución, ya
\ que tenemos acceso a herramientas, materiales y técnicas de las que no disponía
"este gran ingeniero.
Dejando a un lado las metáforas, se pueden identificar varias restricciones de
la habilidad de la evolución para alcanzar fenotipos que maximicen la adaptación
incluso en el AJE. Estos son importantes porque en algunos casos indicarán limi-
taciones claras en la «sabiduría de la naturaleza» y, a fortiori, casos en los que hay
416
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
margen para posibles mejoramientos sencillos. Con un alto nivel de abstracción,
podemos dividir estas restricciones en tres clases:
• Incapacidadfundamental: la evolución es básicamente incapaz de producir
un rasgo A.
• Atasco en una optimización local: la evolución está atascada en una optimi-
zación local que excluye el rasgo A.
• Retraso evolutivo: la evolución del rasgo A necesita de tantas generaciones
que todavía no ha pasado el tiempo suficiente como para que se desarrolle.
Estas tres clases, analizadas con más detalle en las siguientes tres subsec-
ciones, no están separadas de forma pronunciada. Por ejemplo, una razón por
la que un rasgo puede necesitar multitud de generaciones para desarrollarse es
que necesita escapar de una o más optimizaciones locales. Y dadas las escalas
de tiempo verdaderamente astronómicas, incluso algunos rasgos que considera-
mos básicos más allá del alcance de la evolución pueden haber evolucionado.
Sin embargo, las tres clases son lo suficientemente distintas como para merecer
atención individualizada.
4.2. Incapacidadfundamental
·-, , . ,.. . ...,._...- ,-- �. , ..,,. ......•..,,
..;.; ,...., .,.,, .,.. :�·--•-�:"-'·•
-,��,. �!�?.�-�fa..s;gi_E�:11.!:1.�--�}�-�l��, Pl:��� E?HJ!E,�i�: gr ADN solo puede codifi-
utilizando las fuerzas químicas relativamente débiles que una proteína puede
reunir. Esto hace que sea bastante improbable que un organismo terrestre pueda
producir diamantes, por ejemplo, ya que la síntesis de las estructuras diaman-
toldes requieren de una gran cantidad de energía64• Y mientras que las bacterias
pueden producir cristales de metales microscópicos65, es imposible unir cristales
adyacentes y formar metales. Por tanto,�l.�"�Y9.1HS!J?JkJlR"P"'l!,�S1t-�S:.9,,Q��gl}.t,i,_1l.!}"',··
��.9.};i,he.de Je;>§ 4t�Qt�§.Sk gj¡igi¡i.ntet,<?,,1:1P.,�S.q�-�1.�E�, ,1S,,,�!l�I.;!�, .incluso si estos
Jf!�g9,�,.h1:.�i�t�!1. mejorado la. �daptació,�h.,..c,• .. . .. · -, '""'''''º'�·�'""'""'=•---�;¡,se:,,,,.
Los ejemplos ,s�� ��rri���;���-is poco probable que la evolución haya
podido desarrollar chips de silicio de alto rendimiento para aumentar el cálculo
61
Añadir dímeros de carbono a la superficie de un diamante utilizando una herramienta de la
nanotecnología costaría más de 6,1 eV (Merkle y Freitas, 2003), alrededor de 20 veces más de ener-
gía de lo que libera una hidrólisis de ATP que proporciona la energía de la mayoría de las acciones
enzimáticas.
65 Klaus,
Joerger, Olsson y Granqvist, 1999.
417
 -�����--------------------------
NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
neuronal, aunque dichos aumentos podrían haber conllevado grandes beneficios.
Se ha publicado un diseño teorético de glóbulos rojos artificiales, que calcula el
desempeño de una posible estructura física para transportar oxígeno y dióxido
de carbono en la sangre66• Este diseño, que no se ve limitado por los materiales
y presiones que pueden conseguirse utilizando la biología, permitiría que el
. :·-:·'··:=:·:·:·::_-.:_.:.·-.:
desempeño de los glóbulos rojos naturales fuera más allá de lo natural.
Estos cambios radicales en la naturaleza albergan infinidad de cuestiones
separadas respecto a la.biocompatibilidady la integración funcional de los siste-
' mas evolucionados. Pero al menos no existe ningún misterio acerca de por qué
·. ·. <
.. /F
; no habríamos evolucionado ya con estos mejoramientos incluso si hubieran
aumentado la adaptación inclusiva en el AIE.
Los mejoramientos que la evolución es básicamente incapaz de producir
pueden, por tanto, superar el DOE. Cuando hablamos de «incapacidad funda-
mental», es importante determinar que la incapacidad no concierne únicamente
a los medios específicos que se pretenden utilizar para lograr el mejoramiento.
Si la evolución hubiera sido capaz de emplear distintos medios para conseguir
el mismo efecto, el desafío seguiría explicando por qué la evolución no ha con-
seguido el mejoramiento utilizando esa ruta alternativa.
4.3. Atasco_ en una optimización local
veces, la evolución se estanca en soluciones que son óptimas a nivel local pero
no a nivel global. Una solución óptima local ocurre cuando cualquier cam-
bio pequeño empeoraría la solución, aun si algunos cambios grandes pudieran
mejorarla.
Es muy probable que estar atascado en una optimización local se justifique
porque no se han podido evolucionar rasgos poligénicos, que se adaptan solo
una vez que están plenamente desarrollados y sufren una desventaja en su adap-
tación en sus etapas intermedias de evolución. En algunos casos, la evolución de
dichos rasgos puede requerir una coincidencia improbable de varias mutaciones
simultáneas que simplemente pueden no haber tenido lugar en nuestro número
finito de antepasados. Un ingeniero genético hábil puede ser capaz de resolver
algunos de los problemas que eran inabordables para impedir la evolución. Un
ingeniero humano puede pensar hacia atrás, empezando con un objetivo en
mente, resolviendo las modificaciones genéticas necesarias para conseguirlo.
66 Freitas, 1998.
418
--------------------����������-,
·············::¡··········
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
• •. · . .. · 1.· ·.
r
El apéndice humano, un vestigio del ciego en otros mamíferos, aunque
¡
tiene algunas funciones inmunológicas limitadas67, puede infectarse fácilmente.
En su estado natural, la apendicitis es una enfermedad mortal, y es especial-
mente probable que tenga lugar a una edad temprana. También existen pruebas
·... ·::... ,·.· .
que muestran que una extirpación quirúrgica del apéndice reduce el riesgo de
colitis ulcerativa68• Parece que la extirpación del apéndice habría aumentado la
í adaptación en el AJE. Sin embargo, un apéndice más pequeño aumenta el riesgo
de apendicitis. Los portadores de genes predisponentes de apéndices pequeños
r corren un riesgo más alto de apendicitis que los no portadores y, en teoría,
una peor adaptación69• Por tanto, a menos que la evolución pudiera encontrar
(
una manera de que el apéndice desapareciera de un plumazo, sería incapaz de
deshacerse del órgano en el que permanece. Una intervención que lo eliminara
de forma segura y adecuada sería un mejoramiento, lo que aumentaría tanto la
adaptación como la calidad de vida.
Otra fuente de bloqueo evolutivo es la pleiotropía antagonista, refiriéndose
a una situación en la que un gen afecta a varios rasgos tanto de forma beneficia!
como perjudicial. Si un rasgo incrementa considerablemente la adaptación y el
otro la disminuye ligeramente, el efecto general es la selección positiva del gen?",
Un ejemplo es el aleloe-í de la apolipoproteína E. Tener una o dos copias del
alelo aumenta el riesgo de padecer Alzheimer en la mediana edad pero reduce
la incidencia de la diarrea infantil y puede proteger el desarrollo cognitivo71• La
pleiotropía antagonista también se ha analizado en relación con las teorías del
envejecimiento. La optimización local en este caso es mantener los genes en
cuestión, pero la optimización global sería eliminar la pleiotropía antagonista
al evolucionar los genes que producen específicamente rasgos beneficiosos sin
efectos perjudiciales en otros rasgos. A lo largo de escalas de tiempo más largas,
la evolución se mueve bastante en esta pleiotropía antagonista, por ejemplo, al
evolucionar genes modificadores que contrarrestan los efectos negativos72, pero
dichos desarrollos llevan mucho tiempo y, mientras tanto, una especie perma-
nece atrapada en la optimización local.
67Fisher, 2000.
68
Koutroubakis y Vlachonikolis, 2000; Andersson, Olaison, Tysk y Ekbom, 2001.
69
Nesse y Williams, 1998.
70
Leroi, Barrke, De Benedicrls, Franceschi, Cartner, Gonos, Fedei, Kívísild, Lee, Kartaf-Ozer,
Schumacher, Síkora, Slagboom, Tatar, Yashín, Vijg y Zwaan, 2005.
71
Oria, Patrick, Zhang, Lorntz, Costa, Brito, Barretr, Lima y Guerrant, 2005.
72
Hammersrein, 1996.
419
NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
No obstante, otra forma en la que la evolución puede estancarse en un
estado de suboptimización viene ejemplificada por el fenómeno de la ventaja
heterocigota. Se refiere a la situación común en la que los individuos que son
heterocigotos para un gen en particular (es decir, que tienen dos alelos diferentes
de ese gen) tienen una ventaja sobre individuos homocigotos (que tienen dos
copias idénticas del gen). La ventaja heterocigota es responsable de muchos casos
en los que se mantienen genes potencialmente perjudiciales en una frecuencia
finita en una población.
El ejemplo clásico de ventaja heterocígora es el gen de las células falcifor-
mes, por el que los individuos homocigotos padecen anemia mientras que los
heterocigotos se benefician de una resistencia mejorada contra la malaria73• Los
heterocígotos tienen una capacidad de adaptación mayor que ambos tipos de
hornocigotos (aquellos que no tienen el alelo de las células falciformes y aque-
llos que tienen dos copias de este). El equilibrio de la selección mantiene el
gen de las células falciformes en las poblaciones (en una frecuencia que varía
geográficamente con la prevalencia de la malaria). La «optimización» que la evo-
lución selecciona es una en la cual, por casualidad, algunos individuos nacerán
homocigotos por el gen, resultando en una anemia de células falciformes, una
enfermedad de la sangre potencialmente mortal. La «optimización ideal» (que
todo el mundo fuera heterocigoto por el gen) es imposible de conseguir para la
selección natural debido a la herencia Mendeliana, que da a cada niño nacido
de padres heterocigotos una probabilidad del 25% de nacer homocigoto para el
alelo de las células falciformes.
La ventaja heterocigota sugiere una oportunidad de mejoramiento evidente.
De ser posible, se podría eliminar el alelo variante y su producto génico podría
administrarse como medicación. Alternativamente, se podría utilizar el cribado
genético para garantizar la heterocigosidad, lo que nos permitiría alcanzar la
optimización ideal que se escapaba de la selección natural.
El fenómeno de la ventaja heterocigota indica un posible mejoramiento más
allá de reducir la susceptibilidad a enfermedades como la malaria y la anemia
de células falciformes. Por ejemplo, existen pruebas indirectas de que al menos
el tipo 1 de la enfermedad de Gaucher (y posiblemente, otras enfermedades de
almacenamiento de esflngolípidos) está relacionado con la mejora de la cogni-
ción, dada la considerable proporción de pacientes en trabajos correlacionados
73
Allison, 1954; Cavalli-Sforza y Bodmer, 1999.
420
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
con unos CI altos74. Los autores del citado estudio utilizan estas y otras pruebas
circunstanciales para afirmar que la ventaja heterocigota puede explicar los resul-
tados altos en pruebas de CI y la alta prevalencia del tipo 1 de la enfermedad
de Gaucher entre judíos askenazis. Si esta predicción estuviera confirmada por
el descubrimiento de una ventaja en el CI para portadores hererocigotos de las
enfermedades, esta sugeriría que el cribado para promover la heterocigosidad,
o las intervenciones genéticas para provocarlo, serían formas viables de mejora-
mientos cognitivos que superarían el DOE.
Otro tipo de estancamiento evolutivo que cabe mencionar es el de la estrate-
gia evolutivamente estable (EEE), «una estrategia tal que, si todos los miembros
de una población la adoptaran, ninguna estrategia de mutación la podría inva-
dir»75. Una forma en la que las especies pueden estancarse en una EEE es a través
de la selección sexual. Para poder cortejar a las hembras, los pavos reales machos
tienen que crear colas extravagantes que sirven para publicitar l� calidad genética
del mismo. Solo los pavos reales machos sanos pueden permitirse crear y llevar
colas de primera categoría. Las hembras tienen un rasgo hereditario que les haéé'')
preferir emparejarse con pavos reales macho que luzcan una cola impresionante;
dado este hecho, también los pavos reales machos tienen un rasgo hereditario
que les hace preocuparse considerablemente por su plumaje. Es probable que a
la especie le hubiera ido mejor si hubieran desarrollado alguna manera menos
costosa para que los machos indicaran su adaptación. Sin embargo, ningún .
pavo real, macho o hembra, es capaz de escapar del EEE sin eliminarse, así, del l
banco genético. Si hubieran existido unas Naciones Unidas de los pavos reales, r
través de las cuales los pájaros habrían podido adoptar un plan coordinado para
superar la vanidad de su especie, los pavos reales machos llevarían seguramente
un atuendo más casual.
El concepto de un EEE se puede extender al de un estado evolutivamente
estable. Se dice que una población está en un estado evolutivamente estable si se
restaura su composición genética tras una perturbación, siempre y cuando esta
no sea muy grande76• Dicha población puede ser monomorfa o polimorfa. Por
consiguiente, mientras que el EEE hace referencia a una estrategia específica que
es estable si todo el mundo la adopta, un estado evolutivamente estable puede
conllevar un conjunto de estrategias cuya distribución es estable bajo pequeñas
74 Cochran, Hardy y Harpending, 2006.
75 Srnith, 1982.
76
Jbidem.
421

NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
perturbaciones. Se ha sugerido que la población humana ha estado en un estado
estable en el AIE respecto a la socioparía, que puede verse como una estrategia
desertora que puede prosperar cuando es poco frecuente pero tiene problemas
para adaptarse cuando es más común77•
Otra forma en la que la evolución puede fracasar al producir soluciones que
maximizan la adaptación para los organismos es el conflicto intragenómico, en el
que fenómenos como el impulso meiótico, transposones, endonucleasas homing,
cromosomas B y plásmidos son el resultado de la selección natural entre unidades
de bajo nivel como genes individuales78• En los casos en los que identificamos el
conflicto intragenómico como respuesta para un resultado suboptimizado, existe
una oportunidad de mejoramiento que puede superar el DOE (siempre y cuando
tengamos los medios tecnológicos para realizar las intervenciones requeridas).
Los genes o rasgos que no habrían evolucionado o que no habrían sido esta-
bles en la competición intragenómica, podrían insertarse, probablemente con
la ayuda de intervenciones que eliminaran algunos de los elementos genéticos
competitivos.
4.4. Retraso evolutivo
/La evolución lleva su tiempo (a menudo, mucho tiempo). Si las condiciones
/ cambian rápidamente, el genoma se retrasará. Dado que las condiciones de
=--;;uestros antepasados humanos eran bastante variables (debido a la migración
a nuevas regiones, cambio climático, dinámicas sociales, avances en el uso de
herramientas y adaptación de patógenos, parásitos, depredadores y presas), nues-
tra especie nunca se ha adaptado perfectamente a su entorno. La evolución está
escalando cuestas de la adaptación, pero si el panorama de la adaptación no
para de cambiar, puede que nunca llegue a la cima. Incluso si existieran alelos
o combinaciones alélicas beneficiosas, puede que no hayan tenido tiempo de
extenderse en poblaciones humanas. Para algunos mejoramientos propuestos, el
retraso evolutivo puede, por tanto, ofrecer una respuesta para el DOE.
Esta fuente de respuestas del DOE está relacionada con la categoría de los
cambios en las compensaciones, pero con la diferencia de que aquí nos centramos
en formas en las que incluso durante el AIE no nos adaptábamos perfectamente
a nuestro entorno. Incluso si dejamos a un lado las maneras tan radicales en las
n Mealey, 1995.
78 Burt Trivers, 2006.
y Ibidem.
422
. . . Xé(!/"''1¿''1
LA SABIDURÍA DE LA NATÚRALEi:.f << !I
¡¡
que los recursos y las demandas han cambiado desde la introducción de la agri.:. . ·
cultura, todavía puede haber ejemplos de retrasos evolutivos anteriores que aún
no se han truncado y que pueden señalar a oportunidades para el mejoramiento.
Existen varios factores que limitan la velocidad de la evolución79• Algunos
son inherentes del proceso en sí, como la frecuencia de mutación, la necesidad
de diversidad genética suficiente, y la limitación de que la selección solo puede
codificar algunas partes del genoma por cada generación'", Una mutación rece-
siva beneficiosa se extendería a una gran parte de una población fija y hetero-
génea en el tiempo de forma inversamente proporcional a su ventaja selectiva.
Por ejemplo, si la mutación ofrece un O, 1 o/o de aumento en la adaptación, le
costaría 9200 generaciones (230 000 años, contando 25 años por generación)
para alcanzar al 50% de dicha población desde un nivel inicial de 0,01 %. Para
una ventaja de adaptación del 10%, solo se necesitan 92 generaciones (2300
años)81• La estructura de la población y, especialmente, su estrechamiento pue- .
den acelerar su difusión considerablemente. .,.---,
En la naturaleza, la fuerza de la selección de un rasgo es generalmente has-\
tante débil. Un análisis de estudios publicados82 descubrió que la distribución \
de las fuerzas de selección de las especies son exponenciales, con una magnitud
mediana pequeña: para la mayoría de los rasgos y en la mayoría de los sistemas 1
la selección direccional es bastante débil. La selección a través de la supervivencia l
parece ser más débil que la selección a través del éxito a la hora de encontrar l
pareja, h?,�� así_qg�J?.: ..��1-��-���!1 sexualsea _ll�. g.r�n.J��tQJ..I�mbién se des-: \
cubrió que los gradientes de selección cuadrática, que indican la «inclinación» \
de las cumbres de la adaptación, estaban distribuidos de forma exponencial y ' j
con una mediana pequeña. Esto implica que estabilizar la selección (reduciendo ¡,_
·
la diversidad genética una vez que la población ha alcanzado una cumbre de
adaptación local) sea a menudo bastante débil. La selección indirecta (en la 1
que la adaptación de los rasgos depende de otro rasgo correlacionado) también i
parece estar desempeñando una función menor83• Estos resultados sugieren que
�s probable 'll.:1:�-JQU',!�S.Y"<?�.f.?:�g?s n���eftc
,, ,·�•,:,,.,_�.,•"•••••••• ...·-••l•...o'A··- •
�osos se extiendan=�- ',�,\,lentamente.
O·,,.,,.,•,�, �,..,.•,,,:,,� ···,.-;� ;,·,,_....-,,,•
•' '"' • ,• '• , .�, •' ,, ,..,.,.,,...,•,,;�... ...
_/
:•":.¡\� ·,,......,, , ·1-.:•,.....,..,,.r.,;',t.,,,•
79 Barcon y Panrídge, 2000.
80
Worden, 1995.
81
Cavalli-Sforza y Bodmer, 1999.
82
Hoekstra, Hoeksrra, Berrigan, Vignieri, Hoang, Hill, Beerlí y Kingsolver, 2001.
83
423
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
Una población que vive en un entorno heterogéneo o cambiante puede no
ser capaz de converger en una sola cumbre de la adaptación, pero sí de extenderse
alrededor de ella. Esto puede reducir los riesgos de extinción para el linaje, ya que
siempre habrá algún individuo que se adapte bien si las condiciones cambian, y
el linaje sobrevivirá más fácilmente que si una población menos dispersa tuviera
que ascender por la pendiente actual hasta la cima a través de una región de baja
supervivencia.
Es posible detectar de forma empírica la presencia de las variaciones genéti-
cas bajo presiones de adaptación positivas a través de sus características84• Estas
varían desde cambios en la escala del tiempo de varios millones de años en la
secuencia genética (en gran parte es útil señalar la selección recurrente) hasta
cambios en la diversidad genética provocados por la rápida difusión de una
mutación beneficiosa en los pasados 250 000 años, hasta las diferencias entre
poblaciones humanas que pueden mostrar una selección genética durante los
últimos 50 000-75 000 años. Estas pruebas de la evolución a largo plazo son
útiles principalmente para comprender las presiones de selección en el AIE .
.r�···�.-,.,...
/ Existen pruebas que manifiestan una selección positiva reciente en huma-
{ nos85• Algunas pueden ocurrir como respuesta a variaciones en el clima, lo que
l produce una amplia gama de variaciones en genes que regulan la sal en pobla-
j dones lejanas al ecuador86• Los genes implicados en el desarrollo del cerebro
; también han demostrado estar sometidos a una selección positiva con las nuevas
�.',:Yi,Y.iantes que han aparecido en los últimos 37000 años87 y 5 800 años88•
Existen pruebas de que los genes relacionados con el cerebro han evolucio-
i nado más rápidamente en el linaje humano que en otros primates y roedores89•
I
El rápido crecimiento del cerebro en el linaje humano también sugiere que su
tamaño debe estar controlado por mecanismos genéticos sencillos'". A pesar
de esto, cabe destacar que el diferencial de selección por generación respecto al
peso del cerebro humano durante el Pleistoceno era únicamente de 0,0004 por
84 Sabeti, Schaffner, Fry, Lohmueller, Varilly, Shamovsky, Palma, Mikkelsen, Altshuler y Lander,
2006.
85
Voight, Kudaravalli, Wen y Pritchard, 2006.
.··•.·.· ¡
.·
86
Thornpson, Kuttab-Boulos, Witonsky, Yang, Roe y Di Rienzo, 2004.
87
Evans, Gilbert, Mekel-Bobrov, Vallender, Anderson, Vaez-Azizi, Tishkoff, Hudson y Lahn,
2005.
88
Mekel-Bobrov, Gilbert, Evans, Vallender, Anderson, Hudson, Tishkoff y Lahn, 2005.
89
Dorus, Vallender, Evans, Anderson, Gilbert, Mahowald, Wyckoff, Malcom y Lahn, 2004.
so Roth y Dícke, 2005.
424
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
/ generación91: incluso en una evolución rápida el cerebro humano estaba limitado
¡ por las compensaciones.
'. Si encontramos un gen que tenga un efecto deseado, que haya evolucionado
recientemente y que no se haya extendido mucho a pesar de evidenciar selección
positiva, las intervenciones para insertarlo en el genoma o para copiar sus efec-
tos probablemente superaran el DOE. Un ejemplo simple sería la tolerancia�,,
la lactosa. Aunque el desarrollo de la intolerancia a la lactosa es adaptable para :¡
los mamíferos ya que facilita el destete, los productos lácteos han estimulado I
la selección de la lactosa en humanos durante los últimos 5 000-1 O 000 años92. %
Esto es tan reciente que no le ha dado tiempo al rasgo a extenderse a todat,.
las poblaciones humanas. (Las poblaciones que tienen rebaños pero no tienen
tolerancia a la lactosa hacen uso, en cambio, del queso o la leche fermentada).
Tomar pastillas para la lactosa hace que los intolerantes puedan digerir la lactosa,
ampliando la variedad de comida de la que pueden disfrutar. Este mejoramiento
supera claramente al DOE.
5. Debate
La heurística de la evolución nos enseña a considerar por qué no hemos desarro-
llado el rasgo que se pretende tener si resulta ser tan buena idea, respecto a un
mejoramiento en teoría atractivo. Hemos denominado a esta cuestión el Desafío
de la Optimizadón E�olutiva, y hemos descrito tres amplias categorí�-::-
'pii;;t�;·p�;fbies;··ademis' de'dar
algunos ejemplos de mejoramientos concretos
por los que es posible superar el DOE, y por tanto, que parecen relativamente
prometedores como objetivos de intervención que pueden realizarse en un futuro
próximo y que pueden tener, a fin de cuentas, efectos beneficiosos.
En general, cuando plag���-ºJ>�LQ��P-ªg�JJJl,,!U�j9r�I!l;}�'l!,<.?.,l>.!?,.E��lO
en particular, podemos descubrir una de estas
(í':"'Que la ignorancia actual nos impide formarnos cualquier idea plausible
sobr'?ios factores evolutivos en juego.
¡
9I Cavalli- Sforza y Bodmer, 1999, 692.
92
Bersaglieri, Sabeti, Parterson, Vanderploeg, Schaffner, Drake, Rhodes, Reich y Hirschhorn,
2004; Tishkoff, Reed, Ranciare, Voíght, Babbin, Silverrnan, Powell, Morcensen, Hirbo, Osman,
Ibrahim, Ornar, Lema, Nyambo, Ghori, Burnpstead, Prírchard, Wray y Deloukas, 2007.
425

NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
/ 2;/Que se nos ocurra una idea plausible sobre los factores evolutivos más
relevantes, y esto revele que posiblemente la modificación propuesta no arrojara
un beneficio neto.
·3. Que se nos ocurra una idea plausible sobre los factores evolutivos más
relevantes, y esto revele por qué no hemos evolucionado ya para tener esa capa-
cidad mejorada incluso si arrojara beneficios netos.
4. q.ue se nos ocurran varias ideas plausibles pero incoherentes sobre los
factores evolutivos más relevantes.
La primera posibilidad quiere decir que no tenemos una idea clara sobre por
qué el rasgo que actúa como objetivo del mejoramiento propuesto es del modo
gue es, desde una perspectiva filogenética. Esto nos debería hacer reflexionar. Si
(no comprendemos por qué un sistema evolucionado muy complejo tiene una
J cierta propiedad, existe un riesgo considerable de que algo vaya mal si inten-
; tamos modificarlo. Puede ser uno de esos casos en los que la naturaleza es más
\sabia. Como una persona a la que se le da bien arreglar cosas y es demasiado
'ambiciosa, con un conocimiento superficial de lo que está haciendo mientras
modifica el diseño de un artesano experto, el daño potencial es considerable y
las oportunidades de conseguir un mejoramiento en general son pocas.
No estamos afirmando que siempre sea desaconsejable intentar realizar una
intervención cuando no tenemos un conocimiento adecuado del subsistema
que pretendemos mejorar. Podemos tener otras fuentes de pruebas que nos per-
mitan estar lo suficientemente seguros como para saber que la intervención
funcionará y que no provocará efectos secundarios inadmisibles, incluso si no se
comprenden las funciones evolutivas implicadas en este. Por ejemplo, podemos
haber utilizado la intervención varias veces anteriormente y haber descubierto
que funciona bien. Alternativamente, podemos tener pruebas de un subsistema
análogo, como por ejemplo de un modelo animal, que sugieren que una inter-
vención debería funcionar en humanos también. En tales casos, la heurística de
la evolución ofrece solo una recomendación débil: si no se encuentra ninguna
buena respuesta al DOE, deberíamos proceder con mucha cautela. En concreto,
deberíamos estar alerta ante la posibilidad de que la intervención propuesta
resulte tener efectos secundarios importantes (aunque tal vez leves).
La segunda posibilidad es que podamos comprender los factores evolutivos
pertinentes y que, habiéndolo hecho, empecemos a albergar esperanzas sobre
la modificación propuesta. Ninguna de las tres categorías que hemos descrito
ofrece una respuesta satisfactoria al DOE: las compensaciones relevantes no han
426
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
cambiado desde el DOE, no hay una discordancia axiológíca relevante y nin-
guna restricción evolutiva habría impedido el desarrollo de la modificación hasta
ahora. En este caso, tenemos motivos de peso para pensar que la intervención
de mejoramiento puede fracasar o ser contraproducente. Si seguimos adelante,
la sabiduría de la naturaleza hará que lo lamentemos.
La cuarta posibilidad es que demos con dos o más explicaciones plausibles
pero incompatibles evolutivamente hablando de los factores evolutivos en juego.
En este caso, podemos considerar las implicaciones de cada una de las diferentes
explicaciones de acuerdo con los criterios anteriores. Si todos dan luz verde,
deberíamos sentirnos animados a seguir adelante. Si alguna de las explicaciones
evolutivas da luz verde pero alguna otra da luz roja, nos encontramos ante una
situación de incertidumbre. Podemos emplear la teoría estándar sobre las deci-
siones para determinar cómo proceder: podemos arriesgarnos si creemos que el
equilibrio de posibilidades está lo suficientemente a favor de las luces verdes; si
no, podemos intentar obtener más información para reducir la incertidumbre,
o renunciar al posible mejoramiento e intentar algo diferente.
La heurística de la evolución no es un método rival de otras maneras más
evidentes de determinar si una intervención de mejoramiento funciona: compro-
barlo en ensayos clínicos bien diseñados. La heurística es, en cambio, comple-
mentaria. Nos ayuda a contestar a varias preguntas útiles. Al plantear el DOE,
y buscar detenidamente y evaluar posibles respuestas en cada una de las tres
categorías que hemos descrito, podemos (a) identificar intervenciones de mejora-
miento prometedoras, para explorarlas con más detalle en laboratorios y estudios
clínicos, y (b) evaluar mejor la probabilidad de que alguna intervención que ha
mostrado resultados positivos aparentes en estudios clínicos funcione en realidad
como se esperaba, y no tenga efectos secundarios inaceptables ocultos, leves o
a largo plazo.
6. Conclusión
Existe una creencia generalizada en un tipo de «sabiduría de la naturnlez,a,.?>, ;;,,c;..;,,;..1,�-.;,,.):."-,,:,:;:,:,�;�·. ·'..,····,'!· , . , .. __ .. _ __ . _,.,.«.-••�-·�··:·'.··'.'•·i�;,.·1.._, .._ ·,, .. _,,,.;,:,·�x!.;,¡.;;;,,:,:.,,-,�W-
�---:- ���··�.._-.,-.-�-,..-,,••·�-· ._._._.,,,._.-,.,, . .,,., ._ ,. , ..�_.,-.-.� ..,•. , ,._ __ _... ·:-
Mucha gente prefiere remedios ;;ri�t�ráles>;;'súpletñe'itroiralí¡;enticios «naturales»
__ _-_ :_- . _ .. , _ -. _ :
y formas «naturales» de mejorar las habilidades humanas como el entrenamiento,
la dieta y la preparación. Las intervenciones «no naturales» a menudo se ven
con recelo, y esta actitud parece ser especialmente pronunciada en relación con
las formas no naturales de mejorar las habilidades humanas, que se consideran
427
 NICK BOSTROM Y ANDERS SANDBERG
imprudentes, cortas de miras y arrogantes. Creemos que dichas actitudes tam-
bién influyen en las creencias sobre los temas que aparecen en debates bioéticos
sobre mejoramiento humano.
,,--- Aunque es tentador tachar las intuiciones sobre la sabiduría de la natura-
/ . . !���ae"Jirefüicfrtvúigar,· herí{;;··:i�giii4Q· .·q��,::;;�;tiI;ñ�;····��;�·�;;;;""ª�···�éraa:a:· ·
�ejora�i����·hd;ii;�o.·J'���,�
\ espe�ia1mefüe
dado qUé'c:oiléi�;nen af i�t�¿��cl�
0
l. explicar esta parte de verdad con el Desafío de la Optimización Evolutiva.
,;��§��;:�ffift:!1�r;;�::;1=:�=�'
'"·--··· Después de plante.:tr esr� d<::�afío, la heurística de la evolución nos enseña a
categorías corresponden a limitaciones sistemáticas en la idea de la sabid�rí�··a:e
la naturaleza. En el caso de algunas intervenciones de mejoramiento posibles, el
desafío puede superarse con una respuesta de una de estas tres categorías; para
otras intervenciones posibles, el desafío no se puede superar. Estas últimas inter-
venciones son dignas de recelo, e intentar llevarlas a cabo puede ser imprudente,
corto de miras y arrogante. En cambio, las primeras intervenciones no desafían
a la sabiduría de la naturaleza y tienen más posibilidades de funcionar.
Al comprender tanto el sentido en el que existe cierta validez en la idea
de que la naturaleza es sabia y los límites más allá de esta validez, estamos en
una mejor posición para .!9-!E.�iflc�I�m.�12X�ml�.U.I21 . b.��!�1.P,JgW;$J.,�slm.es .. .y
para evaluar la relación riesgo-beneficio de mejoramientos existentes. Si tenemos
razón al suponer que las intuiciones sobre la sabiduría de la naturaleza ejercen
una influencia negativa en la opinión de bioéticos contemporáneos sobre el
mejoramiento humano, entonces la heurística de la evolución. (aunque principal-
mente es un método para tratar cuestiones empíricas) también puede contribuir
a poner al corriente a nuestras evaluaciones de temas de debate más cargados
de normativas93•
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···t;:, ..
93
Agradecemos a Rebecca Roache por sus útiles comentarios respecto a un borrador anterior
a este artículo, y a la audiencia de la conferencia TransVision 2006 en Helsínki, Finlandia, por sus
valiosas preguntas.
428
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
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