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«Hermano Pablo -me dijo el joven -, yo no creo que pueda mas seguir siendo un soltero,
ser soltero es demasiado difícil y si Dios no me provee una esposa no creo que pueda
continuar en la iglesia por mucho tiempo».
Yo no creo que este joven esté aislado con la realidad que sienten algunos jóvenes
cristianos hoy en día. Muchos comparten este sentimiento descrito por este joven, creen
que ser soltero es un poco así como el purgatorio, un paso antes del cielo. Un precio
muy alto que tiene que pagarse antes de ser feliz en el matrimonio.
Pero como dice el proverbio chino, «El matrimonio es como una fortaleza sitiada; los
que están fuera quieren entrar a toda costa, y a los que están adentro les encantaría
muchísimo salir de ella». En la práctica, el matrimonio, lejos de ser la solución de un
problema es un problema pendiente de solución. Pero, algunos con mentes pueriles
creen que para ser felices tienen que estar casados, que la soltería es una carga y que
sólo los casados conocen realmente lo que es la verdadera felicidad.
Se creen minusválidos del placer, cojos de amor, ciegos de afecto y retrasados de cariño
y se preguntan ¿quién me podrá amar así como estoy? Estos creen que algún día llegará
una persona que no tiene estos problemas y los sanará de su enfermedad llamada
soltería. Pero esta creencia está muy lejos de la realidad, una mentira ilusoria que lo
dejará bien vestido y sin ningún lugar a donde ir.
Tenemos que mirar de hito a hito y entender que este tipo de opinión transmite un
mensaje equivocado. El soltero puede llegar a creer que así como hay grupos de
respaldo para alcohólicos, drogadictos y comelones anónimos; agencias en pro de la
protección de víctimas y un sin número de grupos especiales, debe haber un grupo para
victimas de la soltería .
Porque se cree que la única manera de obtener respeto y compasión hoy en día es
declarándose una víctima y el soltero es abusado por la demora de su futura pareja.
¡Ridículo! Jesús fue soltero y al mismo tiempo Hijo de Dios y llevó una vida completa
y sin lamentarse o quejarse el haberlo sido. Él no fue menos «hombre» porque no tuvo
una novia o aún una esposa.
Por cierto una novia o esposa hubieran estorbado su misión aquí en la tierra. Imagínese
usted a Jesús diciéndole a sus discípulos que no saldrían un fin de semana porque tenía
una cita con su novia. O que antes de salir para Capernaum le preguntaría a su esposa si
estaba de acuerdo. Que tenía que retener un viaje porque era fin de mes y tenía que
pagar el alquiler de su casa.
Él tenía una misión que lo consumía, un trabajo que hacer que demandaba mucho de su
tiempo, una vida con propósito y metas muy definidas. Este hombre soltero cambió
completamente a la humanidad, sin su vida, la vida no fuera igual.
¿Cómo lo hizo? Porque no tenía compromisos fraccionados, su vida no estaba dividida
en su misión y su novia o esposa. El apóstol Pablo nos dice que «...El que está soltero se
preocupa por las cosas del Señor, y por agradarle; pero el que está casado se preocupa
por las cosas del mundo y por agradar a su esposa, y así está dividido ».
Dios puede usar a un soltero para hacer el trabajo que muchos casados no pueden
lograr. Y esta no es una desventaja, sino, como dice Pablo, una ganancia. El ministerio
de Jesús tuvo mucho impacto porque tenía la libertad para viajar por mucho tiempo sin
tener alguien a quien reportarse. Lo contrario a esto lo vemos en algunos de sus
discípulos. Sabemos que algunos de ellos estaban casados; entre ellos está Pedro.
¿Se ha puesto usted a pensar en el sacrificio que tuvo que hacer la esposa de Pedro?
¿Qué de sus hijos? Su padre salió del hogar un día para ir a pescar y ya no regresó. No
lo vieron por 3 años y medio. Y cuando llegaba era sólo por un corto tiempo para volver
a salir.
¿Será que el padre de Pedro educó a sus nietos en la ausencia de su hijo? Eso tal vez
resolvía un problema, ¿pero qué de su esposa? ¿Quién sustituía a su esposo? Dos cosas
pasan aquí, ya sea se le fue dado un don de continencia después de casada o Dios
trabajó mucho con su paciencia.
Pero el apóstol Pablo en los versículos antes citados indica que la soltería es el mejor
tiempo para servirle mejor al Señor y desenmascara esta declaración dejando una
mentira desnuda ¿y sabe la razón por qué esto no es cierto? Déjeme contestarla de esta
manera, yo puedo identificarme con Pedro, y mi esposa creo que se puede identificar
con la esposa de él.
Usted puede usar todo su tiempo para hacer lo que miles de casados no pueden hacer
por el Señor. Esto me recuerda a un joven que conocí en una de mis conferencias en
Atlanta, Georgia EEUU. Este era un muchacho muy energético, muy popular por su
pasión por Dios.
No corría a la tienda para competir con la familia Fernández para ver quien tenía la
mejor casa. Ni estaba gastando su dinero para impresionar a las chicas. Su vida fue muy
humilde, fue esta dedicación de todos sus recursos al trabajo de Dios que lo llevó a
decir, «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no
tiene dónde recostar su cabeza ». Todo lo que tenía lo andaba puesto.
Lo que aprendemos de esto es que los solteros pueden usar sus recursos económicos
para ayudar a otros o para la obra del Señor. Lo lamentable de hoy en día es que vemos
a muchos solteros en bancarrota porque su preocupación y enfoque está en encontrar
una esposa, y para lograrlo se van y se compran un carro nuevo, ropa de viñetas o
diseñadores, pagan cenas costosas y regalos para impresionar a las muchachas. Su
enfoque redunda en el «noviazgo» y nada más.
Para ser justo creo que vale la pena añadir esto. Yo creo que el joven debe de arreglarse
bien, lucir bien y desear superarse, pero muchos en vez de ir guardando dinero para
cuando llegue la chica ideal y poderle comprar una casa lo malgastan en simples
apariencias sin planear para su futuro. Finalmente, ¿Qué aprendemos de la soltería de
Jesús?
Primero que el soltero puede hacer un impacto aún mayor por no tener responsabilidad
de matrimonio.
Segundo, que el soltero puede usar mejor su tiempo en las cosas del Señor y tercero,
que sus recursos pueden ser de beneficio a otros.
No se sienta como una víctima por no estar casado, use lo que tiene para la gloria de
Dios y para hacer un impacto en la vida de otros, recuérdese, Jesús fue un soltero que
revolucionó el mundo, ahora él le dice: «Ve, y haz tú lo mismo» (Lucas 10:37).